boletín el heraldo ameccdai 2 de agosto 2015

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E n esta reflexión continuamos el análisis de uno de los encuentros que Isaías tiene con Dios. Ese encuentro ha sido descrito en el capítulo seis (6) del libro que este profeta escribió. Este análisis forma parte de una batería de reflexiones acerca de encuentros con Dios que experimentaron hombres y mujeres que aparecen en la Biblia. Se trata de encuentros con Dios que nos permiten avances espirituales significativos. Por último, casi todos ellos ocurren en tiempos en los que enfrentamos crisis de los niveles más altos. E l capítulo del Libro de Isaías que describe este encuentro comienza señalando que el mismo ocurrió en el año en que murió el rey Uzías. La reflexión anterior fue dedicada a analizar el valor, la relevancia y las contribuciones que realizó este rey. En adición a esto, señalamos lo siguiente: “Dios le está diciendo al profeta que ha perdido a su amigo y a un excelente gobernante, que debe escoger lo que quiere ver. El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo el dolor o si quiere comenzar a ver a una virgen concibiendo y dando a luz un niño (Isa 7:14). El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la angustia y la oscuridad temporal o si quiere ver que no habrá para siempre oscuridad para el pueblo que busca a Dios (Isa 9:1). El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la falta de consuelo o si quiere escuchar la voz celestial que anuncia “consolaos, consolaos pueblo mío…” (Isa 40:1) El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la ausencia de líderes de excelencia o si quiere ver la excelencia de un niño que nos es nacido, de un hijo nos es dado, con el principado sobre su hombro; y con nombres tales como Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz (Isa 9:6). E l profeta tiene que escoger si quiere seguir la muerte de Uzías o si quiere ver que el niño (Jesús) tiene que nacer pero el hijo (Cristo) tiene que ser dado. El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la ausencia temporal de un buen gobierno o quiere ver un gobierno en el que lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino (Isa 9:7). El profeta tiene que escoger si quiere seguir entreteniendo su pensamiento en la falta de paz y de esperanza ante la situación presente o si quiere escuchar la voz que afirma que Dios guardará en completa paz a aquél que persevera pensando en el Señor (Isa 26:3). E l profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo el trono vacío que ha dejado Uzías o si quiere ver a uno que ha dicho que el cielo es su trono y que la tierra es el estrado de sus pies (Isa 66:1). Sin duda alguna que este encuentro que Isaías tiene con Dios ha servido como un proceso oftalmológico para corregir, sanar y afinar la visión del profeta. Este encuentro es entonces un esfuerzo divino para que el profeta desarrolle un entendimiento maduro de sus pruebas y de sus luchas. Esto último aparenta ser un “procedimiento de operación estandarizado” que Dios usa con frecuencia.” L a discusión de esta aseveración es la base fundamental de esta reflexión. Cuando el Dr. Elmer Towns discute este encuentro (“Encountering God for Spiritual Breakthrough,” (Regal Books, Dic 1998), él afirma lo que todos sabemos, que este encuentro da inicio al ministerio 2 de agosto de 2015 • Volumen X • No. 492

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Tema: Dios Sale a Nuestro Encuentro: El modelo de Isaías, parte III. Mensaje por el Pastor/Rector Mizraím Esquilín García. Boletín Oficial de la Iglesia AMEC Casa de Alabanza en el Pueblo de Canóvanas, Puerto Rico. Fecha 2 de Agosto de 2015, Vol X, No. 493. Visítenos "online" www.ameccda.org.

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  • En esta reflexin continuamos el anlisis de uno de los encuentros que Isaas tiene con Dios. Ese encuentro ha sido descrito en el captulo seis (6) del libro que este profeta escribi. Este anlisis forma parte de una batera de reflexiones acerca de encuentros con Dios que experimentaron hombres y mujeres que aparecen en la Biblia. Se trata de encuentros con Dios que nos permiten avances espirituales significativos. Por ltimo, casi todos ellos ocurren en tiempos en los que enfrentamos crisis de los niveles ms altos.

    El captulo del Libro de Isaas que describe este encuentro comienza sealando que el mismo ocurri en el ao en que muri el rey Uzas. La reflexin anterior fue dedicada a analizar el valor, la relevancia y las contribuciones que realiz este rey. En adicin a esto, sealamos lo siguiente: Dios le est diciendo al profeta que ha perdido a su amigo y a un excelente gobernante, que debe escoger lo que quiere ver. El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo el dolor o si quiere comenzar a ver a una virgen concibiendo y dando a luz un nio (Isa 7:14). El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la angustia y la oscuridad temporal o si quiere ver que no habr para siempre oscuridad para el pueblo que busca a Dios (Isa 9:1). El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la falta de consuelo o si quiere escuchar la voz celestial que anuncia consolaos, consolaos pueblo mo (Isa 40:1) El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la ausencia de lderes de excelencia o si quiere ver la excelencia de un nio que nos es nacido, de un hijo nos es dado, con el principado sobre su hombro; y con nombres tales como Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Prncipe de paz (Isa 9:6).

    El profeta tiene que escoger si quiere seguir la muerte de Uzas o si quiere ver que el nio (Jess) tiene que nacer pero el hijo (Cristo) tiene que ser dado. El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo la ausencia temporal de un buen gobierno o quiere ver un gobierno en el que lo dilatado de su imperio y la paz no tendrn lmite, sobre el trono de David y sobre su reino (Isa 9:7). El profeta tiene que escoger si quiere seguir entreteniendo su pensamiento en la falta de paz y de esperanza ante la situacin presente o si quiere escuchar la voz que afirma que Dios guardar en completa paz a aqul que persevera pensando en el Seor (Isa 26:3).

    El profeta tiene que escoger si quiere seguir viendo el trono vaco que ha dejado Uzas o si quiere ver a uno que ha dicho que el cielo es su trono y que la tierra es el estrado de sus pies (Isa 66:1). Sin duda alguna que este encuentro que Isaas tiene con Dios ha servido como un proceso oftalmolgico para corregir, sanar y afinar la visin del profeta. Este encuentro es entonces un esfuerzo divino para que el profeta desarrolle un entendimiento maduro de sus pruebas y de sus luchas. Esto ltimo aparenta ser un procedimiento de operacin estandarizado que Dios usa con frecuencia.

    La discusin de esta aseveracin es la base fundamental de esta reflexin. Cuando el Dr. Elmer Towns discute este encuentro (Encountering God for Spiritual Breakthrough, (Regal Books, Dic 1998), l afirma lo que todos sabemos, que este encuentro da inicio al ministerio

    2 de agosto de 2015 Volumen X No. 492

  • e hijas. En segundo lugar, que esas revelaciones harn bienaventurados a todos aquellos que la reciban. En tercer lugar, que Dios quiere hacerlo en medio de nuestros quehaceres diarios.

    Rawlison aade que el encuentro que Isaas tiene con la Divina Majestad de Dios es de tal magnitud que la fecha se le qued grabada en su memoria; En el ao en que muri el rey Uzas Ese encuentro no solo es con la manifestacin de la majestad del Rey de reyes. Ese encuentro incluye la revelacin del carcter sublime de Dios. Esto es, lo excelso, lo eminente e inmanente (inherente a su esencia), lo extraordinario y admirable que

    es Dios. Ese Dios que est sentado en un trono alto y sublime no puede tener competencia alguna: l es el nico Dios.

    Rawlison aade que el hecho de que no se use un artculo para describir los serafines (el texto no dice los serafines sino serafines), implica que hay misterios de la Creacin de Dios que no podemos comprender. Por ende, cun capaces podemos creer que somos para comprender la totalidad y el alcance de la revelacin de Dios?

    Uno de los detalles que ayuda a entender esta aseveracin es que los serafines expresan en su cancin que la santidad de Dios, que se deprende desde su trono, baja hasta cubrir toda la tierra. La santidad no contiene a Dios. Es de Dios que fluye la santidad. Si algo que fluye de Dios resulta ser incomprensible; cunto ms la fuente de la que surge!

    Sin embargo, dice Rawlison, que lo ms relevante es que ese Dios, que es tan alto, majestuoso, tan sublime que no lo podemos comprender, decide hablar en medio de su revelacin y nosotros somos capaces de or su voz y sus palabras.

    Esa voz sube por encima de las voces de los seres celestiales que estn cantando. Esa voz se escucha en medio de un templo que se estremece y que se llena de humo.

    La Biblia dice que Dios encarn las palabras que salen de Su boca: Cristo Jess, el verbo encarnado de Dios.Esa voz que se escucha en medio de la revelacin reclama una respuesta. Se trata de la respuesta al llamado que hace el Todopoderoso.

    Nuestra prxima reflexin tratar con las implicaciones de este llamado, la responsabilidad y las obligaciones que se desprenden de este, as como el honor adscrito a todos aquellos que responden a esa voz.

    proftico de Isaas. Tambin, identifica diez (10) lecciones que se desprenden de este encuentro:

    1. Dios sale a nuestro encuentro cuando nuestros sueos colapsan.2. Ese encuentro nos debe hacer comprender que no podemos confundir la prosperidad financiera con la prosperidad espiritual.3. Nunca somos tan importantes como para romper las reglas que Dios ha establecido para servirle a l.4. Dios nos quebranta a travs de un encuentro con l cuando desarrollamos una opinin inflada de cun importantes creemos ser (Mt 23:28).5. Dios sale a nuestro encuentro para darnos una nueva visin y una nueva tarea cuando nuestros sueos se han hecho pedazos.6. Dios tiene que tratar con nuestros pecados en los encuentros que tenemos con l (Isa 59:2).7. Estamos preparados para el servicio a Dios una vez hemos sido limpiados de nuestros pecados (Prov 28:13).8. La capacidad que tenemos para ver nuestros pecados con mayor claridad aumenta con la intensidad de la revelacin de Dios que obtenemos en un encuentro con l (Apoc 1:17).9. La Iglesia es el Cuerpo de Cristo y Dios gusta de salir a nuestro encuentro durante la manifestacin de Su Presencia en el Santuario (Sal 84:2).10. Hemos sido llamados a ejecutar con fidelidad la tarea que se nos ha asignado sin importar si somos o no somos exitosos en ello.

    El Rdo. George Rawlison (Cannigo de la Catedral de Canterbury y Profesor de Historia antigua en Oxford) analiz este captulo y de ese anlisis surgen muchas aseveraciones importantes que deben ser compartidas. En primer lugar, que esa revelacin se da en un ctasis que es comn a muchos de los hombres y las mujeres que ocupan las pginas de la Biblia. En segundo lugar, que la revelacin de Dios es una beatfica, o sea, que hace bienaventurado al que la recibe. En tercer lugar, que esa revelacin en medio del quehacer diario del profeta es como una manifestacin natural del poder misterioso e inescrutable del Todopoderoso.

    Estas aseveraciones nos ofrecen un campo de accin maravilloso y lleno de la gracia divina cuando son analizadas usando el filtro de la inmutabilidad de Dios

    (Dios nos cambia; Heb 13:8; Stgo 1:17). En primer lugar que Dios anhela seguir revelndose a sus hijos

  • A mi amada esposa Norma por nuestros 25 aos de casados el 29 de julio, gracias doy a Dios por concederme otro ao junto a ti, amo tu dulzura y agradezco al Seor por haberte

    puesto en mi vida, te ama Rafa.

    A nuestra madre Doa Josefina Serrano quien cumple 98 aos el 1 de agosto gracias damos al Seor por tenerte con

    nosotros por todo lo que nos has enseado con una paciencia infinita. Eres una de las mujeres ms extraordinarias de este

    mundo, y nuestras palabras nunca sern suficientes para agradecerte todo lo que has hecho por nosotros. De tu familia

    que te ama.