boletín de divulgación científica k'ah ólaal (conocer)

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Año 4 volumen 1.

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Johannes Kepler (Weil der Stadt, Alemania, 27 de diciembre de 1571 - Ratisbona, Alemania, 15 de noviembre de1630), fue un personaje cla-ve que contribuyó a los avances en la astronomía. Es reconocido por

sus leyes sobre el movimiento de los planetas en su órbita alrededor del Sol. Fue colaborador de Tycho Brahe, su maestro y guía, a quien sustituyó como matemático imperial de Rodolfo II. Debido a su limitado ingreso económico como científico, y a pesar de ser un extraordinario matemáti-co y astrónomo, Kepler proporcionaba horóscopos a la familia real, quie-nes le remuneraban esta tarea. De este modo, Kepler obtenía un ingreso económico extra.

Editorial Pag.02

Nuestra experiencia en Harvard Medical School - Reportaje Pag.03

¿Cómo han contribuído losbiofármacos en la salud?- Ciencia, Tecnología y Salud Pag.08

Electroencefalografía cuantitativa; enseñándole nuevos trucos a una vieja herramienta - Hot Topic Pag.13

- Consejo EditorialP. Rafael Pardo Hervás, L.C.Dr. Narciso Acuña GonzálezDra. Susana Guzmán SilvaDr. Jaime Zaldivar RaeDr. José Manuel Echeverría y Eguiluz

- Director GeneralDr. Eric Murillo Rodríguez

- Edición y DiseñoMtra. Florangely Herrera BaasLDGP Roberto Ortega Ríos-Covián

- Redacción y Corrección de Es-tiloDr. Eric Murillo Rodríguez

- Fotografías e IlustracionesDr. Emilio Medina RiveroTania Carey Guzmán OchoaCristina Rodríguez Pérez-MitreDr. Luis Núñez Jaramillowww.wikipedia.com

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EditorialLos inicios siempre son oportunidades para reflexionar y evaluar las actividades realizadas, pero también son momentos ideales para la planeación. Sirvan entonces estas líneas para mencionar que, después del proceso de reflexión y evaluación de las activi-dades desarrolladas en el Boletín de Divulgación Científica K’ah óolal, podemos compartir que los resultados han sido positivos y satisfactorios. Ahora bien, es pertinente comentar que como parte de la planeación, los siguientes números del Bole-tín, incluirán participaciones de diferentes científicos mexicanos, quienes fortalecerán los contenidos de los eventuales ejemplares. Tanto en las actividades rea-lizadas, con en la planeación, es imprescindible agra-decer el apoyo de todos los que hacen posible que este Boletín llegue hasta ti.

Por restricciones de espacio, es imposible mencionar a todas aquellas personas que nos han proporciona-do los apoyos para realizar este ejercicio de divulga-ción científica. Dicho agradecimiento se extiende a ti, que nos lees. Con estas líneas, iniciamos el ciclo del Boletín de Divulgación Científica K’ah óolal 2015 y deseamos a todos ustedes, apreciados lectores, un fructífero año 2015.

Eric Murillo Rodríguez Director de Boletín de Divulgación Científica K’ah óolalCoordinación de Investigación, Escuela de Medicina/División Ciencias de la Salud Universidad Anáhuac MayabMérida, Yucatán. México

*Grupo de Investigación en Envejecimiento *Microcluster Desarrollos Tecnológicos para la SaludUniversidad Anáhuac Mayab. Mérida, Yucatán. MéxicoContacto: [email protected]

Nuestra experiencia en HarvardMedical SchoolPor Tania Carey Guzmán Ochoa yCristina Rodríguez Pérez-Mitre

El verano pasado tuvimos la oportunidad de asistir al programa de investigación que la Universidad Anáhuac Mayab ofrece a los alumnos de la Escuela de Medicina

interesados en el área de investigación. El programa se llevó a cabo en la ciudad de Boston, MA en los laboratorios del Beth Israel Deaconess Medical Center, hospital de enseñanza de la Escuela de Medicina de Harvard, bajo supervisión de Clifford Saper, MD, PhD, jefe del departamento de neurología.

A cada una de nosotras una se nos asignó un equipo de tra-bajo, los cuales estuvieron dirigidos por Steve Bruce Abbott, BS, PhD, Vetriveland Ramalingan, PhD y Lauren Broom, PhD. Ellos nos dieron de su tiempo durante toda nuestra estancia y nos incluyeron en los protocolos que se estaban llevando a cabo en el laboratorio, y además nos permitieron asistir a di-versas actividades que el laboratorio ofrecía a los estudiantes de programas de investigación.

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Tania Carey Guzmán Ochoa

El primer día el Dr. Clifford Saper nos dió un recorrido, mostrándonos las diferentes insta-laciones que conforman el área médica de la ciudad de Boston, el Center for Life Science, donde se encuentra ubicado el laboratorio, los hospitales de la ciudad y la escuela de medicina de Harvard, de la cual nos contaba datos históricos importantes sobre ella y sus áreas principales, como la biblioteca, algunos salones y explanadas.

Durante el recorrido y las pláticas que tenía-mos con el Dr. Saper, le comentamos acer-ca de nuestros intereses y expectativas del programa. Platicamos sobre la diferencia que hay entre el laboratorio en el que trabajamos con el Dr. Eric Murillo y en los trabajos en los

que estuvimos incluidas durante unos meses en el Universidad Anáhuac Mayab.

Nuestra primera impresión acerca del labora-torio fue el sistema de organización que este tenía y el ambiente de trabajo que había en el. El laboratorio cuenta con todos los recursos necesarios para que se puedan llevar a cabo proyectos de investigación completos y de manera eficiente. Las reglas de trabajo son muy parecidas a las que tenemos en nuestro país. Algo que nos llamó mucho la atención fue que en los laboratorios no necesariamen-te se requiere el uso de bata, a menos que se esté trabajando con materiales de alto riesgo.

Los protocolos en los que estuvimos invo-

lucradas estaban dirigidos a los trastornos del sueño y del movimiento. En estos proto-colos se trabaja con roedores, los cuales no tuvimos la oportunidad de manipular directa-mente, ya que por cuestiones legales no esta permitido, pero aprendimos la forma de ha-cerlo correctamente observando a nuestros supervisores. La manera en la que trabajan en el área en donde se realizan las cirugías a estos animales esta muy bien organizada y el protocolo para poder tener acceso a este, es muy estricto. El personal que va a traba-jar con los animales se tiene que vestir con el uniforme adecuado (gorro, botas, cubre bo-cas y un jumper desechable) y luego pasar a una cabina de esterilización y de esta manera poder tener acceso.

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Crisitina Rodríguez Pérez-Mitre

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Uno de los proyectos sobre trastornos del movimiento consistía en implantar una fibra óptica en los ratones que previamente esta-ban transfectadas con el virus de IVM, el cual actúa sobre las neuronas del núcleo subtalá-mico provocando déficits que al mismo tiem-po llevan a la pérdida de la sustancia negra y de dopamina. Posteriormente para analizar los comportamientos observábamos videos de los ratones caminando sobre diferentes superficies, tratando de encontrar cambios en su marcha, postura y balance.

Durante el programa estuvimos realizando varias actividades, entre ellas, cortar y mon-tar secciones de cerebros de ratones, apren-dimos un poco acerca de la histología de los cortes coronales, observamos en el micros-copio y contamos células. En este trabajo pu-dimos notar que cada investigador tiene su propia manera de trabajar. Cada uno nos en-señó la manera que ellos consideraban más fácil y práctica y nos fueron mostrando paso por paso y al mismo tiempo nos invitaban a encontrar la manera que a nosotros nos aco-modara más. No es difícil realizar estos cor-tes pero se debe ser muy cuidadoso para lo-grarlo de manera correcta y más que nada al momento de acomodarlos y guardarlos.

Montar cerebros fue una de las actividada-des que más nos ayudo en el ámbito clínico. Montarlos consistía en acomodar los cortes en diferentes porta-objetos observando las estructuras que lo conforman y así distinguir el orden en el cual deben ser acomodados. Nos fuimos familiarizando con esta técnica, que nos facilitó distinguir ciertas estructuras al momento de ver una tomografía compu-tarizada.

Posteriormente teníamos que observar estos cortes en el microscopio y así ver los cambios que tuviera el corte que se estuviera obser-vando, haciendo conteos celulares, que de igual manera nuestros supervisores nos ense-ñaron a hacer. Para estos pasos los materiales y equipos que utilizamos eran similares a los que habíamos utilizado anteriormente en el laboratorio de nuestra escuela.

Durante el programa, fuimos invitadas a mini conferencias impartidas por investigadores del laboratorio dirigidas especialmente para los estudiantes que realizan veranos de in-vestigación como nosotras o que están ha-ciendo algún servicio durante un tiempo más prolongado.

Los temas que nos daban a conocer, iban desde lo más básico como las generalidades de neurociencias, hasta las diferentes técni-cas que se utilizan en los protocolos de inves-tigación. Todo esto con el objetivo de poder familiarizarnos realizábamos más con las actividades que realizamos y poder tener un acercamiento más profundo.

Se nos impartió un curso práctico sobre neu-roanatomía, en el que se nos explicaba cua-les eran las diferencias entre un cerebro de un roedor, comparado con el de un ser huma-no. Tuvimos chance de poder manipular las partes de los cerebros que tenían preparados para dicha actividad.

Dentro de las técnicas más utilizadas en el laboratorio, esta la inmunohistoquímica. Ya habíamos estudiado este tema durante los primeros años de nuestra carrera en las ma-terias de biología molecular y proteómica y

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también pudimos realizarla previamente en nuestra universidad antes de nuestro verano de investigación. Uno de los doctores, especializado en el sue-ño nos invitó a acompañarlo a entrar a sus consultas y apoyarlo durante estas. La mayo-ría de los pacientes que asistían eran porque padecían apnea del sueño. Además, nos expli-có acerca de los diferentes trastornos acer-ca de los diferentes trastornos del sueño que existen y cual es su manejo y seguimiento adecuado.

Al finalizar nuestro programa, agradecimos a todos los que nos apoyaron y nos brindaron de su valioso tiempo para que aprendiéramos y viviéramos esta experiencia de la mejor ma-nera posible. Nos permitieron realizar activi-dades hasta donde era permitido.

Además de todos los conocimientos adqui-ridos en el laboratorio durante el programa, fue una gran oportunidad para el intercambio cultural que ofrece Boston, MA.

Boston es una ciudad bellísima, durante nues-tra estancia visitamos diferentes puntos tu-rísticos importantes como museos, parques, públicos, universidades de alto prestigio, bi-bliotecas, etc..

Agradecemos al Dr. Clifford Saper y a nues-tros supervisores por el buen trato, la pacien-cia y el tiempo que nos dieron.

Asistir a este programa nos pareció una sú-per gran oportunidad y creo que la aprove-chamos al máximo. Nos hubiera gustado par-ticipar e involucrarnos más en las actividades pero el tiempo influyó muchísimo.

Recomendamos a todos los estudiantes inte-resados en vivir esta experiencia, que no les de miedo a hacer algo nuevo. Para nosotras esta oportunidad nos abrió un nuevo panora-ma de lo que es la investigación y entendimos que detrás de todas las cosas que vemos y de los nuevos descubrimientos que se hacen día con día, hay muchas personas dedicadas a esto para brindar nuevos conocimientos a nivel mundial.

Estudiantes:Tania Carey Guzmán OchoaEstudiante de medicina en la Universidad Anáhuac Mayab, Octavo semestre en licen-ciatura de médico cirujano.Miembro del Grupo Estudiantil de Neurodi-sección e Investigación Aplicada Universidad Anáhuac Mayab (GENIAAM)Miembro de la Red Universitaria para la Pre-vención y Atención de Desastres (Unired) en la Universidad Anáhuac Mayab

Cristina Rodríguez Pérez-MitreEstudiante de cuarto año en la carrera de Médico Cirujano en la Universidad Anáhuac Mayab durante estos años he estado parti-cipando en proyectos clínicos referentes a nutrición de los cuales elaboré carteles para concursos internos de la universidad.En el último año me interesé en las neuro-ciencias y empecé a participar en proyectos a cargo del Dr. Eric Murillo.

La Academia Mexicana de Ciencias, organiza anualmente el Verano de la Investigación Científica. Esta actividad académica, tiene como objetivo principal, el fomentar el interés de los estudiantes de Licenciatura de diferentes disciplinas, y su involucramiento, en actividades científi-cas en áreas como Medicina, Nutrición, Psicología, Cien-cias Sociales, Humanidades e Ingeniería y Tecnología.

El Verano de la Investigación Científica, consiste en apo-yar a los estudiantes de Licenciatura interesados, a que realicen estancias de investigación de 7 semanas de du-ración en los más prestigiados Centros e Instituciones de Investigación de todo México, bajo la supervisión de in-vestigadores de calidad académica, quienes los harán par-ticipes en algún proyecto de investigación.

Si te interesa conocer más del Verano de la Investigación Científica, visita la página de la Academia Mexicana de Ciencias: http://www.amc.mx

La convocatoria para el Verano de la Investigación Cien-tífica 2015 está disponible, y las fechas importantes son:

- Fecha límite para enviar tu solicitud y documentación completa: 8 de Marzo de 2015

- Publicación de los resultados de la evaluación de solici-tudes (a publicarse en la página de la Academia Mexicana de Ciencias:http://www.amc.mx): 2 de Mayo de 2015

Algunos de tus compañeros universitarios han participado en el Verano de la Investigación Científica. No te quedes atrás, animate a enviar tu solicitud, y elige un laboratorio de investigación para visitar ¡Participa en Investigación!

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¿Cómo han contribuído los biofármacos en la salud?Dr. Emilio Medina

Unidad de Investigación y DesarrolloProbiomed S.A. de C.VContacto: [email protected]

A lo largo de la historia, las enfermedades han sido un motivo de preocupación para la hu-manidad debido a que la trascendencia del

hombre está íntimamente ligada a su longevidad. Con la finalidad de incrementar la calidad y esperan-za de vida durante el paso del tiempo han surgido tratamientos para curar enfermedades, los primeros de ellos a partir de extractos de plantas o animales. En algunos casos eran eficaces, incluyendo aquellos consecuencia del efecto placebo; mientras que otros carecían de un efecto positivo real para el tratamien-to de la enfermedad, o el extracto perdía inespera-damente su actividad por desconocer su caducidad. En otros casos se ignoraba la vía de administración adecuada y/o dosis requerida. Adicionalmente las re-acciones adversas que se presentaban no necesaria-mente estaban relacionadas con el principio activo, sino a otros compuestos que simultáneamente se extraían durante el proceso de obtención.

El avance de la ciencia contribuyó con la identi-ficación de los principios activos presentes en extractos biológicos, así como la elucidación de su función biológica para el tratamiento de las diferentes enfermedades y su correcta admi-nistración a una dosis determinada. Particular-mente, los padecimientos relacionados con la deficiencia de una proteína fueron inicialmente tratados con extractos crudos de tejidos anima-les. Tal fue el caso de las primeras insulinas, ob-tenidas a partir de páncreas porcino (principios de 1900) para el tratamiento de la diabetes, y de la hormona de crecimiento, aislada de hipófisis humana (década de los 60) utilizada para tratar trastornos del crecimiento. Ambos productos fueron inicialmente exitosos; sin embargo para el caso de la insulina, extraída de páncreas de especies animales y administrada en pacientes insulino-dependientes, se observaron casos de disminución en la eficacia causada por la gene-ración de una respuesta inmune, ocasionando reacciones adversas como alergias. Por otro lado el uso de la hormona de crecimiento, obte-nida de la hipófisis de cadáveres humanos, fue suspendido debido a que se presentaron casos con efectos que terminaron con la vida de los pacientes por la administración de extractos contaminados con priones que desencadena-ron la enfermedad neurológica de Creutzfel-dt-Jakob.

Desde 1953, cuando James Watson y Francis Crick descubrieron la estructura molecular de los ácidos nucleicos, que junto con el conoci-miento de que todos los seres vivos contienen su información genética en el ácido desoxirri-bonucléico (ADN), se inició a partir de 1972 el desarrollo de distintas técnicas por Stanley Cohen y Herbert Boyer que permitieron mani-pular genes para la producción de proteínas de interés clonación y transformación en Esche-

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richia coli, la primera bacteria recombinante, dando origen a la biotecnología moderna (Go-ding, 1996).

Lo anterior permitió que a mediados de la dé-cada de los 70 se desarrollaran procesos para la producción de hormona de crecimiento e insulina humanas en Escherichia coli recombi-nante. Una década después éstas fueron apro-badas para su uso clínico, demostrando ser los primeros biofármacos idénticos a las molécu-las humanas, más seguros y eficaces, por su pureza e identidad, que los extractos biológi-cos obtenidos con tecnologías que le precedie-ron. A partir de estos productos se dio inicio al desarrollo de una generación de medicamen-tos en la industria farmacéutica que contienen como principio activo de origen proteico como citocinas y hormonas humanas recombinan-tes, siendo un hito para el tratamiento de en-fermedades crónico-degenerativas.

En esta generación de proteínas humanas re-combinantes se encuentran, entre las más re-levantes: los interferones beta-1a y 1b, que se emplean para el tratamiento de la esclerosis múltiple; la eritropoyetina humana recombi-nante utilizada en el tratamiento de anemias; los interferones alfa-2a y 2b utilizados como terapia única o adyuvante en el tratamiento de enfermedades virales y cancerosas; y los esti-muladores de colonias de granulocitos, filgras-tim y molgramostim, utilizados para la rápida recuperación del sistema inmunológico en pa-cientes que recibieron quimioterapia.

Posterior a las proteínas humanas recombinan-tes, a finales de la década de los 90, se apro-baron los primeros biofármacos quiméricos, resultantes de la unión de distintas porciones proteicas de la misma o distinta especie, dise-

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ñados para reconocer con alta especificidad al receptor relacionado con alguna enfermedad y desencadenar su efecto farmacológico. Entre ellos se encuentran: rituximab, utilizado en el tratamiento de Linfoma no-Hodgkin; trastuzu-mab, para el tratamiento de cáncer de mama; infliximab y etanercept para el tratamiento de artritis reumatoide.

Los biocomparables, surgen después del venci-miento de las patentes que dieron origen a los medicamentos biotecnológicos innovadores. En América latina, los biocomparables son un recurso necesario, puesto que existe una gran brecha entre los pacientes que tienen acceso y los que no pueden acceder a los medicamentos biotecnológicos por su alto costo. El propósito de los biocomparables es incrementar la cober-tura para brindar una mejor calidad de vida a los pacientes, con la misma seguridad y efica-cia que si usaran el medicamento innovador, a un costo más accesible.

Un medicamento biocomparable es un medi-camento seguro y eficaz, ya que presenta los mismos atributos de calidad con respecto del medicamento innovador, por lo que su respues-ta es clínicamente equivalente. Para definir los atributos de calidad es necesario realizar una caracterización extendida (Flores et al, 2013) y un ejercicio de comparabilidad con respecto al medicamento innovador mediante el uso de metodologías analíticas que nos permitan co-nocer y describir a la molécula desde un punto de vista fisicoquímico y biológico (Espinosa-de la Garza et al, 2013).

Los avances en el conocimiento en las distin-tas disciplinas de la ciencia enfocadas en la salud, aún tienen el reto de encontrar alternati-vas para el tratamiento de enfermedades cró-

Referencias1. Espinosa-de la Garza C. E., Perdomo-Abúndez F. C., Padilla-Calderón J., Uribe-Wiechers J. M., Pérez N. O., Flores-Ortiz L. F., Medina-Rivero E. 2013. Analysis of re-combinant monoclonal antibodies by capillary zone elec-trophoresis. Electrophoresis, 34(8):1133-1140.2. Flores-Ortiz L. F., Campos-García V. R., Perdomo-Abún-dez F. C., Pérez N. O., Medina-Rivero E. 2013. Physicoche-mical properties of Rituximab. Journal of chromatogra-phy and related technologies, 37(10):1438-1452.3. Goding, J. W. Monoclonal antibodies: principles and practice. 3 ª ed Academic Press. 1996.4. Murali R., and Kieber-Emmons T. 2014. Cancer Immu-notherapeutics:Evolution of Monoclonal Antibodies to Peptide Immu-nogens, Monoclonal antibodies in immunodignosis and immunotherapy 33(3):179-182.

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nico-degenerativas cada vez más comunes en la sociedad actual, tal como el Alzheimer. Para ello el diseño de proteínas recombinantes re-presenta una opción viable para proporcionar un tratamiento seguro y eficaz en los años ve-nideros (Murali y Kieber-Emmons, 2014).

Emilio Medina Rivero, estudió la carrera de Ingeniería Bioquímica en el Insti-tuto Tecnológico de Mérida, realizó sus estudios de Maestría en Biotecnolo-gía en la Universidad Autónoma Metropolitana y Doctorado en Ciencias el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, científico principal de la unidad de In-vestigación y Desarrollo de la empresa biofarmacéutica Probiomed S.A. de C.V., donde realiza actividades de dirección de proyectos de investigación para el desarrollo de biofármacos. Mantiene un equilibrio entre sus activi-dades personales, familiares y profesionales, por lo que combina su pasión por la ciencia y la vida con actividades de convivencia, incluyendo lectura, estudio, paseos en ambientes naturales en compañía de su esposa e hijos.

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Electroencefalografía cuantitativa;Enseñándole nuevos trucos a una vieja he-rramientaWendy Verónica Herrera Morales yLuis Núñez JaramilloDivisión de Ciencias de la Salud. Universidad de Quintana Roo.

El cerebro es sin duda uno de los órganos más fascinantes del cuerpo hu-mano. Con su ayuda podemos realizar una gran variedad de funciones, que incluyen tanto la realización de procesos de “mantenimiento”, como

funciones cognitivas mucho más complejas como el aprendizaje, la memoria y la regulación de los estados emocionales. De esta manera, no es sorprendente que desde hace mucho tiempo este órgano ha sido objeto de intenso estu-dio, y con este objetivo se han desarrollado herramientas que nos permiten adentrarnos en su funcionamiento. Hoy en día existen una gran variedad de estudios que nos ayudan a observar el cerebro en funcionamiento, por ejem-plo, el electroencefalograma (EEG), la resonancia magnética funcional y la to-mografía por emisión de positrones. Todas ellas son sin duda herramientas muy valiosas y nos han permitido extraer algunos de los secretos de este singular órgano. En esta ocasión me enfocaré al EEG, más específicamente al EEG cuantitativo (EEGc).

A finales del siglo XIX Richard Caton repor-tó por primera vez la presencia de actividad eléctrica en el cerebro de conejos, y a princi-pios del siglo XX Hans Berger reportó el pri-mer electroencefalograma humano. Cuando esta herramienta surgió hubo una gran con-moción en la comunidad médica y científica. Finalmente podíamos adentrarnos en el fun-cionamiento del cerebro, ya que el electroen-cefalograma permitía detectar fluctuaciones en el voltaje en diferentes áreas del cerebro, y dado que el cerebro funciona a través de impulsos eléctricos, literalmente veíamos “hablar” al cerebro. Sin embargo, el cerebro hablaba en un idioma que no comprendíamos del todo. Con el tiempo la comunidad médica comenzó a identificar patrones de actividad eléctrica asociados a diferentes patologías, por ejemplo, actividad paroxística caracterís-tica de focos epilépticos, o patrones que evi-denciaban un daño cerebral producto de algu-na lesión, por lo cual hoy en día sigue siendo una herramienta clínica muy importante. Sin embargo, los detalles más íntimos del funcio-

namiento del cerebro permanecían ocultos en la serie de ondas registradas en el EEG (Cantor, 1999).

En las décadas de 1960 y 1970 se comenzaron a desarrollar herramientas que permitirían ex-traer más información de un registro de EEG, naciendo de esta forma el análisis cuantitativo del EEG (EEGc). Aunque los cálculos matemá-ticos para realizar este análisis son bastante complejos, el principio básico es muy simple. Todas las ondas tienen dos componentes esenciales: la amplitud, que nos indica en este caso la cantidad de energía invertida o la mag-nitud del cambio en el voltaje, y la frecuencia, que nos indica que tan rápido se llevó a cabo ese cambio y se expresa en Hertz, es decir, cuantos ciclos por segundo podría tener esa onda (Cantor, 1999) (Figura 1). Las ondas que aparecen en el registro de EEG se han clasifi-cado con base en su frecuencia, es decir, con base en la velocidad con que se llevan a cabo, determinando como ondas delta, theta, alfa, beta y gamma. En el EEGc calculamos, con

el uso de software especializado, la energía total invertida en el registro de EEG en dife-rentes rangos de frecuencia, típicamente la energía invertida en una banda de frecuencia determinada en cada sitio donde realizamos el registro, lo que nos lleva a convertir un regis-tro de fluctuaciones de voltaje con respecto al tiempo, en uno que nos permite ver cantidad de energía invertida en diferentes rangos de frecuencia en cada sitio donde se coloca un electrodo (Figura 2). Con esta información po-demos extraer una especie de “huella digital” de la actividad eléctrica cerebral de la persona, ya sea en estado basal o al llevar a cabo algu-na tarea, tanto en sujetos saludables como en pacientes neurológicos o psiquiátricos. Al prin-cipio el uso de estas técnicas se reducía a al-gunos pocos laboratorios, principalmente de-dicados a la investigación básica. Sin embargo, en las últimas décadas el uso del EEGc en la clínica, así como la interacción entre la clínica y la investigación básica han ido en aumento, y hoy en día se está investigando la utilidad de esta herramienta en un gran número de apli-caciones.

El EEGc nos permite asomarnos al funcio-namiento del cerebro de una forma no inva-siva y relativamente económica, por lo que se ha comenzado a utilizar con finalidades muy diversas, que van desde la selección de tratamientos farmacológicos para pacientes psiquiátricos, el seguimiento de estos trata-mientos, la comprensión de los mecanismos neurofisiológicos que subyacen diferentes condiciones psiquiátricas, así como para el diseño de tratamientos no farmacológicos para lograr una mejoría en el paciente. En esta ocasión abarcaremos algunos de los resultados que se han publicado en dos de estos rubros.

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Uso del EEGc para la selección de tra-tamientos farmacológicos para padeci-mientos psiquiátricos.

El vínculo entre los padecimientos psiquiátricos y la actividad cerebral es algo conocido desde hace ya algún tiempo. Los fármacos existen-tes hoy en día para tratar estos padecimientos tienen como blanco la regulación de diferentes sistemas de neurotransmisión. Los neurotrans-misores son las moléculas que se encargan de comunicar la señal de una neurona a otra, por lo que al influir en su funcionamiento afectaremos directamente la actividad eléctrica cerebral.Uno de los padecimientos que se ha abordado es el trastorno depresivo mayor, enfermedad que afecta a una parte importante de la pobla-ción. Un estudio realizado en Estados Unidos describe que, aunque las pruebas de eficacia

de los fármacos sugieren que el 50-60% de los pacientes responden al tratamiento farmacoló-gico en 8 semanas, los resultados reales en la clínica son menos halagadores. Menos del 50% responde al primer tratamiento farmacológico, y tras 1 año de tratamiento solo el 11% de los pacientes se recuperan por completo (Leuch-ter et al., 2009). Uno de los factores que hacen el tratamiento más largo es que el paciente debe ser tratado con un determinado fármaco por semanas o meses antes de que le médico tratante pueda determinar si es el adecuado o debe cambiar de medicamento. El resultado de este protocolo de selección de fármaco conlle-va consecuencias muy poco favorables para el paciente, por lo que se han buscado estrategias que permitan una selección más rápida del fár-maco a utilizar. Una estrategia que se encuentra actualmente bajo investigación es tomar como referencia el EEGc basal de los pacientes, el cual podría ayudar en la selección del tratamiento

farmacológico adecuado para cada uno de ellos (Leuchter et al., 2009).

Uso del EEGc para el diseño de trata-mientos no farmacológicos. El caso de la neuro-retroalimentación.

La neuro-retroalimentación (NRA) es una téc-nica que permite al paciente producir cambios en la actividad eléctrica cerebral a través de un entrenamiento por condicionamiento operante. Dado que mediante el uso del EEGc es posi-ble determinar los correlatos neurofisiológicos de diferentes condiciones, así como de sujetos sanos, con la ayuda de esta herramienta es posible identificar las diferencias en actividad eléctrica cerebral que presentan los pacientes y diseñar protocolos de NRA dirigidos a cambiar la actividad eléctrica cerebral de los pacientes con el objetivo de equipararla a la de los sujetos sanos. El guiar la NRA con la ayuda del EEGc ha

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permitido alcanzar importantes resultados con este tipo de terapia. Por ejemplo, en un estudio realizado en niños con trastorno de aprendiza-je con un radio de actividad theta/alfa alto se diseñó un protocolo de NRA cuyo objetivo fue reducir esta característica en los niños. Tras 20 sesiones del protocolo de NRA (2 sesiones semanales) los niños presentaron una mejo-ría considerable en su desempeño en diversas pruebas, y su EEGc era similar al de niños sanos de su edad. (Fernandez et al., 2003). Dos años después los niños fueron nuevamente evalua-dos, encontrando que los cambios inducidos por la terapia de NRA, tanto en lo que respecta al trastorno de aprendizaje como en la actividad eléctrica basal, permanecían, y el diagnóstico de trastorno de aprendizaje se había perdido (Be-cerra et al., 2006). En pacientes con esquizofre-nia se realizó también un protocolo de NRA ba-sado en el EEGc de cada paciente. En promedio cada paciente recibió 58.5 sesiones en un perio-do de 24 a 91 días. Al término de este periodo la mayoría de los pacientes (47 de los 49 que terminaron el tratamiento) presentó mejorías importantes en la escala de síndromes positivo y negativo (Surmeli et al., 2012). En otro estu-dio del mismo grupo en pacientes con trastorno obsesivo compulsivo, 36 pacientes resistentes al tratamiento farmacológico recibieron entre 9 y 84 sesiones de NRA guiadas por EEGc. 33 pacientes presentaron una mejoría importante en la escala Yale-Brown para trastorno obsesivo compulsivo. Se hizo un seguimiento de los pa-cientes por un promedio de 26 meses y se en-contró que en 19 de ellos los efectos de la NRA seguían presentes (Surmeli and Ertem, 2011).

Perspectivas

El EEGc es una forma económica, no invasiva y fácil de implementar para asomarnos al funcio-

namiento del cerebro. Durante décadas el uso del EEGc en la práctica clínica fue prácticamente nulo, sin embargo, con el advenimiento de tec-nologías que facilitan el análisis cuantitativo, y como resultado del acercamiento entre la prácti-ca clínica y la investigación básica, hoy en día se evalúa la utilidad del EEGc para apoyar en el diag-nóstico y tratamiento de varios padecimientos.

BibliografíaBecerra J, Fernandez T, Harmony T, Caballero MI, Garcia F, Fernandez-Bouzas A. Santiago-Rodriguez E, Prado-Al-cala RA. Follow-up study of learning-disabled children treated with neurofeedback or placebo. Clin EEG Neurosci 2006; 37: 198-203.Cantor DS. An overview of quantitative EEG and its applications to neurofeedback. En: Evans JR, Abarbanel A, editores. Introduction to quantitative EEG and Neurofeedback. San Diego, California: Academic Press, 1999. p. 3-27.Fernandez T, Herrera W, Harmony T, Diaz-Comas L, Santiago E, Sanchez L, Bosch J, Fernandez-Bouzas A, Otero G, Ricardo-Garcell J, Barraza C, Aubert E, Galan L, Valdes R. EEG and behavioral changes following neurofeedback treatment in learning disabled children. Clin Electroencephalogr 2003; 34: 145-52.Leuchter AF, Cook IA, Hunter A, Korb A. Use of clinical neurophysiology for the selection of medication in the treatment of major depressive disorder: the state of the evidence. Clin EEG Neurosci 2009; 40: 78-83.Surmeli T, Ertem A. Obsessive compulsive disorder and the efficacy of qEEG-guided neurofeedback treatment: a case series. Clin EEG Neurosci 2011; 42: 195-201.Surmeli T, Ertem A, Eralp E, Kos IH. Schizophrenia and the efficacy of qEEG-guided neurofeedback treatment: a clinical case series. Clin EEG Neurosci 2012; 43: 133-44.

Luis Núñez Jaramillo es Biólogo por parte de la Fa-cultad de Ciencias y Doctor en Ciencias por parte del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Na-cional Autónoma de México (UNAM). Realizó una estancia posdoctoral en el Instituto de Neurobiología de la UNAM y desde agosto de 2010 es Profesor de Tiempo Completo en la División de Ciencias de la Sa-lud de la Universidad de Quintana Roo. Es miembro de la Society for Neuroscience y forma parte del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel 1). Su línea de inves-tigación aborda el estudio de las funciones cerebrales asociadas a diferentes padecimientos a través de la técnica de electroencefalografía cuantitativa.Disfruta de pasar tiempo con su familia, meditar, prac-ticar Tae Kwon Do y leer de varios temas, sobre todo cuando puede acompañar la lectura con una taza de café. Contacto: [email protected]

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