Escuela Superior de Administración Pública-ESAP

Boletín de la Facultad de Investigaciones

CAMINO A LA INVESTIGACION

Al comenzar mi decanatura quiero enviar un cordial saludo

de fin y comienzo de año a la Comunidad Esapista, y a la

vez aprovechar la ocasión para invitar a quienes la

conforman a vincularse en forma decidida a las actividades

de la Facultad.

En este mensaje quiero resaltar la importancia de la Facultad

para la sociedad y el Estado, ya que ella tiene como función

principal la generación de conocimientos axiales para el

desarrollo económico-cultural de la nación. Una importancia

que cada vez será mayor en el contexto de la sociedad

global y de la república que puede surgir a partir de los

acuerdos de paz, si los mismos llegarán a firmarse. La

Facultad tiene mucho que aportar en el estudio de los temas

propios del Estado, la administración pública y el gobierno,

universos siempre cambiantes. La sociedad nacional tiene

desafíos enormes que permanentemente requieren de

nuestros esfuerzos y nos obligan a convertirnos en tanques

de pensamiento, si realmente queremos impactar la realidad

e iniciar procesos de cambio, si deseamos ser parte activa de

las dinámicas sociales que continuamente redefinen los

marcos del ejercicio del poder y del gobierno.

Piense por ejemplo en cuestiones como los retos geopolíticos

en el Mar Caribe y el Golfo de Coquibacoa, la construcción y

consolidación de la sociedad posbélica, la superación del

régimen y sistema político del clientelismo y de los

fenómenos de la corrupción a él anexos, la aclimatación de

las formas de una democracia republicana moderna, la

redefinición de las estructuras del Estado, en particular, la

educación universitaria, la justicia, los organismos de control

y electorales, la salud pública, los institutos que trabajan el

medio ambiente y la inserción del país en el contexto

internacional . Todas ellas temáticas, propias de estudio de

la Escuela y que de ser tenidas en cuenta darían lugar no

sólo al desarrollo de un mundo académico vibrante, sino

también a una posición de privilegio de la misma en el

contexto de la sociedad y del Estado. Esto debido a que la

entidad sólo será reconocida y estimada en su justo valor,

en el momento en que responda en forma adecuada a las

necesidades de conocimiento que las instituciones sociales y

los gobiernos le demandan.

Si los funcionarios y académicos en su conjunto no

asumimos las funciones que nos corresponden, entre ellas,

crear los ámbitos necesarios para la investigación, echar a

andar los procesos que lleven a la generación de nuevos

conocimientos en el terreno del saber administrativo

público, validar dichos saberes en el contexto de las

comunidades científicas internacionales y en la

transformación de las actividades de los gobiernos nacional y

local, es indudable que la Escuela se convertirá en una

estrella errante y al no encontrar su camino podrá naufragar

en el mar de las instituciones fallidas. Por eso, hago un

llamado a los Grupos de Investigación para que se dediquen

a revisar y actualizar los GrupLAC y los CvLAC con el

propósito de posicionar a la Escuela en el Sistema Nacional

de Ciencia y Tecnología administrado por Colciencias,

recordemos que la posición de la entidad se define en la

próxima clasificación de grupos e investigadores que ya está

abierta y vence el 15 de enero de 2014.

Envío, entonces, un cordial saludo a la Comunidad Esapista,

con la esperanza de que la alegría reine en sus hogares y los

nuevos tiempos traigan abundantes cosechas y

buenaventuras para todos.

Esther Parra

Decana Facultad de Investigaciones-ESAP

La tarea del momento tiene que ver directamente con la

participación de la ESAP en el Sistema Nacional de Ciencia y

Tecnología, liderado por Colciencias. Como se sabe

Colciencias tiene abierta la convocatoria para la medición de

los grupos de investigación existentes en el país,

convocatoria que, aplazada múltiples veces, parece que por

fin vence el próximo 15 de enero de 2014. Además de

tirársele las vacaciones de fin de año a los investigadores

nacionales, los resultados de dicha convocatoria no solo

habrán de mostrar la solidez de lo que la ESAP realiza en

términos de investigación, sino su ubicación en el contexto

de las universidades colombianas.

La nueva medición de grupos tiene cambios trascendentes

con relación a las anteriores. En primer lugar, ahora ya no

solamente habrá reconocimiento y clasificación de grupos,

sino también de investigadores. Un asunto crucial en un país

que como Colombia se da para muchas cosas. Por ejemplo

piénsese en la figura ya consagrada socialmente del Par

Evaluador de Colciencias. Un papel que comenzó por

pertenecer al mundo del esoterismo y desde el que hoy en

día se determina quienes pueden evaluar programas,

otorgar registros calificados y acreditaciones, reconocer

productos de investigación, permitir la clasificación en el

escalafón de los profesores universitarios, etc. ¿Cuál es el

destino de los investigadores sénior, asociado y junior, que

sean reconocidos por Colciencias? O mejor, ¿cuál será el

futuro académico en las universidades de aquellos que no

estén en dicho escalafón? En una sociedad, y aún más en la

selva universitaria, en donde la lógica dominante es la

competencia y no la solidaridad, mínimamente aumentarán

las miradas por encima del hombro. Por el momento se sabe

que para poder establecer programas de posgrado

(especializaciones, maestrías, doctorados) una institución

universitaria tiene como uno de sus prerrequisitos básicos

contar con grupos de investigación reconocidos por

Colciencias. Más adelante y no muy adelante, ¿sus

profesores deberán estar reconocidos como investigadores

por Colciencias? Es una inquietud entre las muchas que

surgen y que obligan a replantear la posición de la ESAP

frente a las actividades de investigación y a los docentes a

detenerse, por lo menos un momento, a reflexionar sobre su

papel en la universidad y en el Sistema Nacional de Ciencia y

Tecnología.

La nueva medición ahora tiende a reconocer la investigación

profesional, acabando con el diletantismo intelectual propio

de la figura del profesor-investigador. El cambio institucional

que induce Colciencias busca consolidar al investigador como

un especialista, termina así con la tradición del diletante, un

rezago del Medioevo Tardío en nuestras instituciones

universitarias, el último anclaje de la tradición escolástica y

dogmática. En términos weberianos se podría hasta afirmar

que Colciencias y el Ministerio de Educación Nacional tratan

de generar un proceso de racionalización, de sistematización

de las actividades de investigación, tendiente a crear el

Espíritu Intelectual, que la ciencia occidental necesita, pues

algunas universidades aún conservan espacio para aquellos

intelectuales que juegan más con la retórica que con la

ciencia, que se mueven en las geografías de la utopía, donde

importa más la cafetería que el laboratorio, el ensayo que el

informe de investigación. ¿Será que Colciencias termina por

arrojarnos de las cafeterías? De ahí esas inquietantes

estadísticas que muestran la forma como Colciencias y el

Estado, abandonándose en brazos del pragmatismo y el

utilitarismo, dejan de apoyar los esfuerzos para el desarrollo

de las ciencias básicas en general, y en particular, las

ciencias sociales, por no hablar de las humanidades.

Por otro lado, los requisitos para el reconocimiento y

clasificación de los grupos se depuran y afinan. En primer

lugar, las instituciones están obligadas a organizar en forma

adecuada el Institulac, ellas son las primeras responsables

frente a Colciencias por la trayectoria de los grupos y sus

investigadores. Ya no podrán otorgar avales ‘a la topa

tolondra’. Les corresponde organizar los archivos con los

soportes físicos de las actividades y productos de los grupos,

pues Colciencias como nuevo gran inquisidor en cualquier

momento los podrá solicitar. Los grupos también tendrán

que hacer ejercicios de reingeniería, los líderes de los grupos

igualmente vigilados, se comprometen a contar con el

permiso de cada investigador para formar parte del grupo y

únicamente podrán vincular sus productos a partir de la

fecha de ingreso al grupo. Termina así la piratería

generalizada en la nación, se queman las alegres naves en

las cuales se iba de institución en institución, de grupo en

grupo, ya desaparecerán los últimos herederos ilustrados de

los piratas y corsarios coloniales. Se le da un peso

significativo en las escalas de medición a la asociatividad de

los grupos, al trabajo en problemas comunes de los

integrantes de cada uno de ellos, a las redes y asociaciones

intergrupales. Únicamente se contemplaran los productos

(artículos y libros) que hayan sido publicados en editoriales

registradas en Colciencias, en revistas indexadas; el resto de

la producción habida y por haber será lanzada al enorme

basurero de la historia, los árboles dejarán de sufrir en vano.

La dirección de trabajos de grado, los programas de difusión

social de la ciencia, etc. deberán contar con el

correspondiente registro legal y las otras actividades

igualmente tendrán que presentar los soportes del caso. Los

proyectos de investigación deberán tener un acta de

aprobación en cada una de las entidades financiadoras, una

contabilidad por partida triple y se realizará un cruce entre

proyectos y resultados. Afortunadamente, pues no hay mal

que por bien no venga, lo anterior y muchas cosas más,

permiten deducir que Colciencias está abriendo un nuevo

campo para los administradores públicos: la gestión de la

ciencia y la tecnología, es la hora de abrir dicha

especialización en la Escuela.

En vista de que la ESAP no es un espacio de la herejía, su

dilema como universidad del Estado, es si participa o no del

cambio inducido en el terreno de la organización de las

actividades de investigación, si va a tratar de que sus grupos

e investigadores sean reconocidos y escalafonados por

Colciencias. Si da el giro de ciento ochenta grados (180°)

que se necesita para apoyar los esfuerzos que la comunidad

intelectual de la institución realiza en medio de múltiples y

conocidas dificultades. ¡Dios así lo quiera!

Miguel Borja-Editor

Encuentro de Villa de Leyva-Foto Taty Pineda Acuña-Periodista

Se llevó a cabo entre el martes tres y el viernes seis del mes

que corre, el encuentro de la región Cundiboyacense de

Semilleros de Investigación en la ciudad de Villa de Leyva.

Evento cuyas presentaciones y discusiones arrojaron

resultados altamente significativos para el desarrollo de las

ciencias del saber administrativo público, además de

consolidar el camino de los futuros investigadores de la

ESAP.

Contó con la presencia de la Decana de la Facultad de

Investigaciones, doctora Esther Parra Ramírez y el equipo de

funcionarios de la Facultad, una serie de profesores y

conferencistas. El mayor número de asistentes como era de

esperarse estuvo conformado por los estudiantes integrantes

de los semilleros.

El doctor Mauricio Rodríguez, coordinador de Semilleros de la

Facultad de Investigaciones destacó como notas positivas del

encuentro las siguientes: la participación de los grupos de

investigación consolidados, de investigación formativa y de

los semilleros de investigación; la socialización que hicieron

de sus trabajos; la discusión por parte de los docentes, a

través de paneles, de los avances y resultados; y el debate

sobre la necesidad de hacer ajustes en los procesos

administrativos, con el fin de agilizar la realización de los

CORREO DE LA DECANA

Editorial

LA TAREA DEL MOMENTO

Noticias y eventos

Número 11, Diciembre 1 de 2013

Fundadora: Isabel Ortiz Serrano

Dirección: Esther Parra Ramírez

Decana Facultad de Investigaciones

Edición: Miguel Borja