blas roca, vocación de revolucionarioencubierto de la seguridad que supuesta-mente le daba la...

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3 ABRIL 2017 MARTES 25 CUBA Blas Roca, vocación de revolucionario Tres décadas ya han pasado de la muer- te, un día como hoy de 1987, de un re- volucionario, de un hombre que, siendo maestro, tuvo que aprender de su fami- lia el noble oficio de zapatero, por no contar con las recomendaciones políti- cas que en los años 20 de la neocolonia, lo catapultaran a alguna de las escuelas. Manzanillero de pura cepa, como se dice en buen cubano, Francisco Calde- río, o sencillamente Blas Roca, fue, se- gún palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro, una figura excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Apenas muy joven, anduvo enrolado en las luchas de los trabajadores manzanille- ros que demandaban sus derechos en el contexto de una desoladora crisis econó- mica. Con los obreros de aquella ciudad, a favor de nobles causas, cerró filas. En medio de ese ajetreo, bullicio político y huelgas sindicales se fue esculpiendo un carácter, una idea, un camino, una deci- sión: el de ser comunista. Nada más arriesgado en los días de re- presión y censura de la dictadura de Ge- rardo Machado. Pero como si estuviese escrito lo que habría de protagonizar so- brevino su elección, en 1929, como secre- tario general del Sindicato de Zapateros de Manzanillo, el ingreso en el Partido que poco antes fundaran Carlos Baliño y Julio LAUREN CÉSPEDES HERNÁNDEZ Antonio Mella, su nombramiento en el car- go de Secretario del Comité del Partido de su ciudad natal y Secretario General de la Confederación Obrera de dicha localidad. Entonces no superaba los 21 años, y ya se había convertido en el principal dirigente comunista y obrero de la an- tigua provincia de Oriente. Pero era apenas el comienzo de su ca- rrera revolucionaria y política, no tar- dó mucho en descubrirse las cualida- des del combatiente que despuntaba: el traslado a La Habana y el encuentro con Rubén Martínez Villena, desta- cado líder de los comunistas cubanos, fueron antecedentes de su designación como Secretario General del Comité Central del Partido, en 1934. Bajo su dirección, durante el com- plejo periodo de 1938 a 1944, cuando la lucha antifacista se convirtió en el centro del movimiento revoluciona- rio internacional, el Partido, fiel a sus principios, dio su aporte consecuente y decidido a esa contienda. También estuvo su empeño y contribución plasmada en los artículos más progresistas y avanzados que exhibiera la Constitución del 40, proyecto en el que participó junto a otros delegados del Partido Comunista. En letra impresa se recoge la historia a propósito del hombre que empeñó Blas Roca Calderío con Fidel, en un acto efectuado en 1961. FOTO: ARCHIVO Eliseo Reyes Rodríguez En Pinar del Río quienes le conocieron lo recuerdan con cariño. «Era el pri- mero en las operaciones, siempre en primera línea», afirma René Gonzá- lez Novales, entonces jefe del batallón de combate del cabo de San Antonio. «Un echa’o pa’lante completo. Sangre fría, audaz, inteligente y temible con el fusil en la mano. Por las áreas costeras y campesinas caminaba de noche y de día», confesaría a un periodista Ama- do Valdés, jefe del Buró de Bandas en Vueltabajo en los años 60. En Caleta del Humo, al sur del cabo San Antonio, existe un paredón de roca de unos metros de altura que servía de orien- tación a las lanchas rápidas y barcos ma- dres para operaciones de infiltración. El 21 de octubre de 1963 unidades de las FAR y el Minint se hallaban allí para interceptar un desembarco de terroristas y armas. En medio de la oscuridad pudieron ver cómo se acercaba una lancha B -20 con un destacado contrarrevolucionario de pie al lado del timonel. Se oyó en la costa un tiro y el agente de la CIA, al atracar, preguntó nervioso qué había sucedido. «Fue a Yuyo, que se le escapó un disparo», dijo el agente encubierto de la Seguridad que supuesta- mente le daba la bienvenida. El terrorista se extrañó de que además de su enlace, otra persona lo estuviera es- perando en la costa. «Y este ¿quién es?». «Yo soy el capitán San Luis y estás preso». El jefe de la infiltración intentó manipular su subametralladora pero San Luis, más rápido, lo neutralizó y procedió a su deten- ción. Varios contrarrevolucionarios que integraban ese comando también fueron capturados junto con los pertrechos que pensaban introducir en Cuba. En la guerrilla del Che en Bolivia, Eli- seo Reyes Rodríguez adoptó el nombre de Rolando. Nació el 27 de abril de 1940 en un barrio llamado Chamarreta, pero casi toda su infancia y parte de la adolescencia transcurrió en Caridad de Bucuey, del mu- nicipio de San Luis. Por ello al incorporar- se al Ejército Rebelde con poco más de 17 años, sus compañeros de lucha le darían como sobrenombre el apelativo de ese municipio santiaguero. Che, al verlo casi un niño, dudó en que resistiera los rigores de la guerra. Su te- són, seriedad y disciplina lograron que el comandante Guevara lo incorporara pri- mero como mensajero. Tras asumir exito- samente diversas misiones relevantes, se convirtió en un soldado de vanguardia En la Campaña de Las Villas se des- tacó por su coraje en las acciones más riesgosas al mando de un pelotón y le otorgaron los grados de capitán. Tras el triunfo revolucionario asumió varias responsabilidades, tanto en la lucha contra el invasor en abril de 1961 como contra las bandas contrarrevoluciona- rias. En 1962 lo designaron delegado del Minint en la provincia de Pinar del Río. En nuestra provincia más occidental lo conoció René González Novales. «Era menudito, medía escasamente cinco pies tres pulgadas. Hablaba suave, me- suradamente. Tenía bastante cultura y sabía cómo hablarle a cada compañero según sus características. Humano y jus- to, era temerario en el combate». Amado Valdés asegura que nunca le vio un gesto inhumano con nadie «ni aun con el enemigo. El respeto a los pri- sioneros significaba para él algo muy grande y quien no lo hiciera así, seguro que tenía problemas con él. Tampoco permitía que el enemigo en el comba- te se le adelantara… Bravo de verdad, quien no se le rindiera, él lo rendía». Nelia Barreras, compañera en la vida de San Luis y madre de sus hijos, recor- daría en una entrevista: «Tenía mucho apego con los niños, hablaba mucho con Eliseito y Marisela, aún no había nacido Renecito, y los llevaba a pasear cuando tenía un tiempo libre… Le gustaba ca- minar por el patio de la casa, sembrar calabazas, ajíes, tomates. Y me llamaba: mira cómo han crecido las matas». En 1966 resultó seleccionado para LA GUERRILLA palabra y voluntad a favor de campesinos, trabajadores, y gente de pueblo. Relata Fidel, en su discurso de despe- dida de duelo de Blas Roca, que con el golpe del 10 de marzo de 1952 y la con- tundente respuesta revolucionaria del 26 de Julio de 1953, se inició una etapa nueva en las luchas y un largo proceso en el que ambas organizaciones man- tendrían siempre excelentes y fraterna- les contactos. En esa ocasión, el líder de la Revolu- ción resaltó la sabiduría política de Blas, ante manifestaciones de sectarismo que se desencadenaron al triunfo de 1959, así como la actitud de soldado disciplinado en el cumplimiento de innumerables misiones en esta etapa, su capacidad in- telectual y dotes de político y estadista en la elaboración de la Nueva Constitución de la República, su pensamiento político y análisis certero en innumerables obras escritas sobre la sociedad cubana. Lo recordó, en cuerpo y alma entre- gado al nuevo proceso revolucionario, el surgimiento de nuestros órganos de go- bierno, diputado electo de la Asamblea Nacional del Poder Popular en 1976 y su primer presidente. A lo largo de su fructífera vida, resal- tó Fidel, Blas fue digno e inclaudicable combatiente, paradigma de consagra- ción y fidelidad a los intereses del pue- blo, a las ideas marxista-leninistas y a la gloriosa causa del comunismo. pedro antonio garcía formar parte de un grupo de comba- tientes internacionalistas. Bajo el nom- bre de guerra de Rolando, en Bolivia conocerían de su valor y entrega, como parte del grupo del centro y en funcio- nes de comisario político, hasta que el 25 de abril de 1967 cayera en combate. Ese día, en su diario de campaña, Che consignaría: «Hemos perdido el mejor hombre de la guerrilla y, naturalmente, uno de sus pilares, compañero mío desde que, siendo casi un niño, fue mensajero de la Columna 4, hasta la invasión y esta nue- va aventura revolucionaria; de su muerte solo cabe decir, para un hipotético futuro que pudiera cristalizar: tu cadáver peque- ño de capitán valiente ha extendido en lo inmenso su metálica forma». FOTO: ARCHIVO «Jóvenes hacedores de ciencia en Cuba». Directivos del Citma y jóvenes investigadores recién premiados por sus aportes comparecen este martes en la Mesa Redonda para hablar de la ciencia que hacen los jóvenes en Cuba. Transmisión a las 7:00 p.m. (R) al cierre En Internet

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Page 1: blas roca, vocación de revolucionarioencubierto de la Seguridad que supuesta-mente le daba la bienvenida. El terrorista se extrañó de que además de su enlace, otra persona lo estuviera

3abril 2017 MarTES 25

cuba

blas roca, vocación de revolucionarioTres décadas ya han pasado de la muer-te, un día como hoy de 1987, de un re-volucionario, de un hombre que, siendo maestro, tuvo que aprender de su fami-lia el noble oficio de zapatero, por no contar con las recomendaciones políti-cas que en los años 20 de la neocolonia, lo catapultaran a alguna de las escuelas.

Manzanillero de pura cepa, como se dice en buen cubano, Francisco calde-río, o sencillamente blas roca, fue, se-gún palabras del comandante en Jefe Fidel castro, una figura excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento.

apenas muy joven, anduvo enrolado en las luchas de los trabajadores manzanille-ros que demandaban sus derechos en el contexto de una desoladora crisis econó-mica. con los obreros de aquella ciudad, a favor de nobles causas, cerró filas.

En medio de ese ajetreo, bullicio político y huelgas sindicales se fue esculpiendo un carácter, una idea, un camino, una deci-sión: el de ser comunista.

Nada más arriesgado en los días de re-presión y censura de la dictadura de Ge-rardo Machado. Pero como si estuviese escrito lo que habría de protagonizar so-brevino su elección, en 1929, como secre-tario general del Sindicato de Zapateros de Manzanillo, el ingreso en el Partido que poco antes fundaran carlos baliño y Julio

lauren céspedes hernández

antonio Mella, su nombramiento en el car-go de Secretario del comité del Partido de su ciudad natal y Secretario General de la confederación Obrera de dicha localidad.

Entonces no superaba los 21 años, y ya se había convertido en el principal dirigente comunista y obrero de la an-tigua provincia de Oriente.

Pero era apenas el comienzo de su ca-rrera revolucionaria y política, no tar-dó mucho en descubrirse las cualida-des del combatiente que despuntaba: el traslado a la Habana y el encuentro con rubén Martínez Villena, desta-cado líder de los comunistas cubanos, fueron antecedentes de su designación

como Secretario General del comité central del Partido, en 1934.

bajo su dirección, durante el com-plejo periodo de 1938 a 1944, cuando la lucha antifacista se convirtió en el centro del movimiento revoluciona-rio internacional, el Partido, fiel a sus principios, dio su aporte consecuente y decidido a esa contienda.

También estuvo su empeño y contribución plasmada en los artículos más progresistas y avanzados que exhibiera la constitución del 40, proyecto en el que participó junto a otros delegados del Partido comunista.

En letra impresa se recoge la historia a propósito del hombre que empeñó

blas roca calderío con Fidel, en un acto efectuado en 1961. FOTO: arcHiVO

Eliseo reyes rodríguez

En Pinar del río quienes le conocieron lo recuerdan con cariño. «Era el pri-mero en las operaciones, siempre en primera línea», afirma rené Gonzá-lez Novales, entonces jefe del batallón de combate del cabo de San antonio. «un echa’o pa’lante completo. Sangre fría, audaz, inteligente y temible con el fusil en la mano. Por las áreas costeras y campesinas caminaba de noche y de día», confesaría a un periodista ama-do Valdés, jefe del buró de bandas en Vueltabajo en los años 60.

En caleta del Humo, al sur del cabo San antonio, existe un paredón de roca de unos metros de altura que servía de orien-tación a las lanchas rápidas y barcos ma-dres para operaciones de infiltración. El 21 de octubre de 1963 unidades de las far y el Minint se hallaban allí para interceptar un desembarco de terroristas y armas.

En medio de la oscuridad pudieron ver cómo se acercaba una lancha b-20 con un destacado contrarrevolucionario de pie al lado del timonel. Se oyó en la costa un tiro y el agente de la cia, al atracar, preguntó nervioso qué había sucedido. «Fue a Yuyo,

que se le escapó un disparo», dijo el agente encubierto de la Seguridad que supuesta-mente le daba la bienvenida.

El terrorista se extrañó de que además de su enlace, otra persona lo estuviera es-perando en la costa. «Y este ¿quién es?». «Yo soy el capitán San luis y estás preso». El jefe de la infiltración intentó manipular su subametralladora pero San luis, más rápido, lo neutralizó y procedió a su deten-ción. Varios contrarrevolucionarios que integraban ese comando también fueron capturados junto con los pertrechos que pensaban introducir en cuba.

En la guerrilla del che en bolivia, Eli-seo reyes rodríguez adoptó el nombre de rolando. Nació el 27 de abril de 1940 en un barrio llamado chamarreta, pero casi toda su infancia y parte de la adolescencia transcurrió en caridad de bucuey, del mu-nicipio de San luis. Por ello al incorporar-se al Ejército rebelde con poco más de 17 años, sus compañeros de lucha le darían como sobrenombre el apelativo de ese municipio santiaguero.

che, al verlo casi un niño, dudó en que resistiera los rigores de la guerra. Su te-són, seriedad y disciplina lograron que el comandante Guevara lo incorporara pri-mero como mensajero. Tras asumir exito-samente diversas misiones relevantes, se convirtió en un soldado de vanguardia

En la campaña de las Villas se des-tacó por su coraje en las acciones más riesgosas al mando de un pelotón y le

otorgaron los grados de capitán. Tras el triunfo revolucionario asumió varias responsabilidades, tanto en la lucha contra el invasor en abril de 1961 como contra las bandas contrarrevoluciona-rias. En 1962 lo designaron delegado del Minint en la provincia de Pinar del río.

En nuestra provincia más occidental lo conoció rené González Novales. «Era menudito, medía escasamente cinco pies tres pulgadas. Hablaba suave, me-suradamente. Tenía bastante cultura y sabía cómo hablarle a cada compañero según sus características. Humano y jus-to, era temerario en el combate».

amado Valdés asegura que nunca le vio un gesto inhumano con nadie «ni aun con el enemigo. El respeto a los pri-sioneros significaba para él algo muy grande y quien no lo hiciera así, seguro que tenía problemas con él. Tampoco permitía que el enemigo en el comba-te se le adelantara… bravo de verdad, quien no se le rindiera, él lo rendía».

Nelia barreras, compañera en la vida de San luis y madre de sus hijos, recor-daría en una entrevista: «Tenía mucho apego con los niños, hablaba mucho con Eliseito y Marisela, aún no había nacido renecito, y los llevaba a pasear cuando tenía un tiempo libre… le gustaba ca-minar por el patio de la casa, sembrar calabazas, ajíes, tomates. Y me llamaba: mira cómo han crecido las matas».

En 1966 resultó seleccionado para

la guerrilla

palabra y voluntad a favor de campesinos, trabajadores, y gente de pueblo.

relata Fidel, en su discurso de despe-dida de duelo de blas roca, que con el golpe del 10 de marzo de 1952 y la con-tundente respuesta revolucionaria del 26 de Julio de 1953, se inició una etapa nueva en las luchas y un largo proceso en el que ambas organizaciones man-tendrían siempre excelentes y fraterna-les contactos.

En esa ocasión, el líder de la revolu-ción resaltó la sabiduría política de blas, ante manifestaciones de sectarismo que se desencadenaron al triunfo de 1959, así como la actitud de soldado disciplinado en el cumplimiento de innumerables misiones en esta etapa, su capacidad in-telectual y dotes de político y estadista en la elaboración de la Nueva constitución de la república, su pensamiento político y análisis certero en innumerables obras escritas sobre la sociedad cubana.

lo recordó, en cuerpo y alma entre-gado al nuevo proceso revolucionario, el surgimiento de nuestros órganos de go-bierno, diputado electo de la asamblea Nacional del Poder Popular en 1976 y su primer presidente.

a lo largo de su fructífera vida, resal-tó Fidel, blas fue digno e inclaudicable combatiente, paradigma de consagra-ción y fidelidad a los intereses del pue-blo, a las ideas marxista-leninistas y a la gloriosa causa del comunismo.

pedro antonio garcía

formar parte de un grupo de comba-tientes internacionalistas. bajo el nom-bre de guerra de rolando, en bolivia conocerían de su valor y entrega, como parte del grupo del centro y en funcio-nes de comisario político, hasta que el 25 de abril de 1967 cayera en combate.

Ese día, en su diario de campaña, che consignaría: «Hemos perdido el mejor hombre de la guerrilla y, naturalmente, uno de sus pilares, compañero mío desde que, siendo casi un niño, fue mensajero de la columna 4, hasta la invasión y esta nue-va aventura revolucionaria; de su muerte solo cabe decir, para un hipotético futuro que pudiera cristalizar: tu cadáver peque-ño de capitán valiente ha extendido en lo inmenso su metálica forma».

FOTO: arcHiVO

«Jóvenes hacedores de ciencia en cuba». Directivos del citma y jóvenes investigadores recién premiados por sus aportes comparecen este martes en la Mesa redonda para hablar de la ciencia que hacen los jóvenes en cuba.

Transmisión a las 7:00 p.m.

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