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Viaje al norte del cauca

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  • Cada parte de mi viaje al Norte del Cauca trajo para m nuevos significados y

    transformaciones en el modo en que me he acostumbrado a ver las cosas, las

    imgenes, a ver el mundo. Puedo decir que esta experiencia me ha dejado percibir

    los territorios como espacios que van ms all de un pedazo de tierra. Desde mis

    apreciaciones, pude comprender estos como la voluntad de conocer, de explorar.

    Los territorios solo se hacen visibles en tanto tenga la voluntad de entrar en

    ellos y algo que detone esa voluntad. En mi caso, el detonante para obtener la

    voluntad de entrar reconocer y resignificar esos territorios fue la bsqueda del

    amor, y de este, el territorio de la emocin. De no haber sido por esa emocin que

    me impuls a sumergirme en la oscuridad de lo ignoto, tal vez no habra sido posible

    que en este momento hablara de mi experiencia con los ojos que se me dieron al

    sumergirme en esa suerte de caos. Quiz mi flojera y mi persistencia como dira

    el profe Andrey- me permitieron salir de mi zona de confort y enfrentarme a ese

    caos que simboliza la necesidad de desbloquear esos territorios.

    20 septiembre 2015

    Antes de saber que no alcanzara a llegar a tiempo para viajar en el bus de la

    universidad, ya me haba elaborado supuestos frente al lugar al que ira. Tena

    miedos que me impedan ver ms all de la tan mentada violencia que azota al norte

    del cauca y claro que tal violencia est all, pero ya haba de mi parte cierta

    predisposicin a la imagen del lugar. El hecho de saber que ira a un resguardo

    indgena me hizo suponer que necesitara equipo de campaa y elementos bsicos de

    supervivencia, por lo que me apresur a conseguir dichos elementos, esto demand

    esfuerzo, tiempo y estrs, pues deba ocuparme adems de pendientes ajenos a la

    universidad.

    21 de Septiembre de 2015; La ruptura, mi boleto de entrada al caos.

    Tena unas ganas enormes de verla a ella, deba apresurarme a dejar todo listo

    para poder salir a tiempo. La estuve llamando toda esa madrugada para asegurarme

    que todo ira perfecto. Pero los problemas con mi madre no se hicieron esperar y

  • tuve una discusin con ella por cuestiones econmicas, adems, mi carnet de la

    universidad haba desaparecido misteriosamente.

    No s cuntos reproches intiles tuvieron que pasar antes de darme cuenta que

    no solo iba tarde, sino que ya faltaba algo as como 15 minutos para la hora de

    encuentro en la universidad. An no encontraba el carnet y ya me estaba

    desesperando. Al final consegu el recibo de pago.

    No entrar en detalles de mi demora al interior del taxi que haba decidido tomar

    por el afn, ni de las llamadas que constantemente recib de la profe Edna y el

    profe Andrey; solo dir que cuando llegu a la estacin de la 72 tras haber

    tomado el Transmilenio, el bus de la universidad ya haba arrancado haca como

    20 minutos y era muy poco lo que ya poda hacer para alcanzarlo. Sin embargo no

    quise darme por vencido tan pronto y me encamin hacia el portal del sur, esperando

    alcanzar a mi grupo, lo que tampoco dio resultado, pues al llegar all supe que

    el bus ya haba salido de la ciudad. Una frustracin a la que nunca me haba

    enfrentado me embarg.

    Una difcil decisin:

    Su dulce voz de nuevo me deca que no me rindiera, me dio una idea no muy cuerda

    que al final retumb tan duro en m, que toda idea de locura desapareci. Aunque

    tard un poco en tomar la decisin saba que tena que intentarlo porque era mi

    destino poder verla, tal vez, qu s yo de eso? Planee mi ruta, revis mi

    presupuesto y lo siguiente que su odo derecho escuch fue: ya me mont en una

    flota y voy pa Cali. Sus palabras me decan que se senta culpable, pero su voz

    me hizo ver que estaba realmente feliz y yo lo estaba tambin porque al fin en

    Caloto (Cauca) la alcanzara al anochecer.

    Cada vez que la flota haca su parada en un pueblo, la llamaba y la senta ms

    cerquita. Y yo estaba contento porque en medio de ese viaje solitario iba

    conociendo personas con las que termin hablando y eran tambin esas personas

    las que de un modo u otro alimentaban los miedos y me construan una idea de la

    zona a la que me diriga.

  • Cambio de planes

    Ya llegando a Buga la grande le llam de nuevo y lo que me deca nuevamente me

    alejaba de la idea de encontrarnos. Ya estaban pasando Caloto e iban en

    Santander de Quilichao. Haban decidido seguir el viaje directo a Toribo, pareca

    que al conductor le haba rendido y alcanzaran a llegar al resguardo al

    anochecer.

    Despus de un par de horas ya estaba llegando a Cali y ellos ya haban llegado

    a Toribo. De nuevo me enfrent a la desazn y a un sentimiento enorme de ya no

    poderlos alcanzar. Ahora saba que mi ruta haba cambiado, deba llegar a

    Toribo, pero del terminal de Cali a Toribo no iba nada directo, adems los

    funcionarios del terminal me decan que yo que iba a hacer por all, que si quera

    que me pesaran en ganchos como esos con los que pesan la carne. Recib llamadas

    tambin de mis familiares que me alentaban a devolverme a Bogot. Pero ya estaba

    all y por ms desmotivado que estuviera tena que encontrar la forma de llegar

    al resguardo.

    Esa misma noche habl con el profesor Andrey quien me dijo (aun incrdulo de mi

    presencia en Cali) que en la maana, a eso de las cuatro de la madrugada sala el

    primer bus para Santander de Quilichao y que una vez all deba tomar un carro

    que me acercara a Toribo, all deba esperar la chiva que me llevara al

    reguardo. As lo hice (al menos hasta toribo).

  • 22 de septiembre de 2015 Una llegada inesperada

    Al llegar a Toribo despus de un viaje de al menos 2 horas y media, sin dinero

    sencillo en los bolsillos, la llam y ella me pas al profe Andrey, quien me dijo

    que deba llegar a un lugar llamado CECIDIC, cruc el pueblo buscando el lugar

    de salida a dicho lugar. Lo que observ me lleno de miedo. Haba polica, comandos

    jungla o de operaciones especiales, cuyas insignias se pegaban a sus uniformes

    con velcro, vi los disparos en las fachadas de las casas. Pens en lo grave de la

    situacin de violencia. No pude pagar la moto de subida y las chivas ya no estaban

    saliendo del pueblo, senta que deba salir de all cuanto antes.

    Gracias a las indicaciones de una chica de la comunidad Nasa pude emprender mi

    camino a pie hacia el CECIDIC, me senta ansioso por ver al grupo, por verla a

    ella , saba que esta vez s sera, pero por ahora deba caminar bastante.

    Un hombre de la comunidad par su moto y me invit a subirme luego de preguntarme

    si me diriga al CECIDIC asent y partimos. Diez minutos ms tarde, estaba

    cruzando la reja del lugar, vi las caras de sorpresa de mis compaeros y la vi a

    ella. Al fin el abrazo que se haba postergado. Me sent aliviado y feliz.

  • Haba logrado salir del caos, haba conocido, haba cambiado algo en m, me pregunto

    si esto estaba destinado a sucederme y yo deba ir all, pues lo que pas de all

    en adelante fue una transformacin amorosa de mi modo de pensar y contribuy a

    entrar en lo ignoto de un nuevo territorio, uno que estaba explorando ya, el

    espiritual

    Primer recorrido

    Pues bien que llegu a tiempo

    para el desayuno y luego

    deba iniciar el ritual de

    apertura de caminos en la

    tulpa. En este punto inicia mi

    exploracin de nuevos

    territorios, uno el espacio del

    CECIDIC y dos el espiritual.

    Todo empez hablando de

    nuestras memorias perdidas y de la necesidad del pueblo Nasa por recuperarlas.

    Sentarse a conversar al lado de la Tulpa es mucho ms que personas hablando

    desde su arrogancia

    decidiendo sobre quin tiene

    la razn. La tulpa es algo

    distinta es reunirse al lado

    del fuego, dejarnos abrazar

    con su calor y permitir que

    los espritus, que los

    ancestros, la familia hable

    con sabidura a travs de

    nosotros, eso es amor puro.

    - Hablamos con Paula, una chica Embera que nos habl de la imagen de Toribo

    y de los esfuerzos de los Nasa por recuperar el territorio.

    Tras terminar el ritual, al que en su momento no le prest mucha atencin, se dio

    paso a la primera exploracin de la tierra. Empezando por la escuela

  • agroecolgica, lo ms importante de esta exploracin no fue tanto la porqueriza,

    el piscicultivo, el galpn sino las relaciones que se dan en esos espacios

    educativos con los nios, la importancia del cuidado y respeto por la tierra y los

    espritus que la protegen. Not en este espacio un trabajo de amor y ese amor no

    de dos, sino de todos, del respeto por la vida misma. De todos como seres vivos. Me

    pregunto qu pasara si los seres humanos en general entendieran que vamos tras

    la huellas de nuestros ancestros? qu pasara si recordramos nuestra conexin

    con los otros? Son estas unas de las primeras dudas que se me presentaron en

    el espacio, aunque no en ese momento.

    Llegando la noche nos reunimos en la

    piscina a hablar un poco, estudiantes y

    profesores y mientras compartamos

    las experiencias del da pude ver como

    se pone en prctica el trabajo en

    unidad, pues vi cmo la montaa se

    incendiaba y la reaccin del pueblo

    Nasa frente al problema, su

    organizacin y compromiso. Me di cuenta que lo que ellos piensan, lo traen a la

    realidad y que sus problemas no son puestos en manos de otros, sino que toman

    partida, asumen responsabilidades y trabajan juntos. El incendio lo apagaron

    ellos y para cuando llegaron los bomberos todo estaba bajo control Tom mucho

    tiempo antes que decidiramos ayudar, no es algo a lo que estuviramos

    acostumbrados y por ello fuimos poco ms que un estorbo con buenas intenciones,

    ms bien fuimos algo as como arbustos humanos.

    Al final del da, estaba muy feliz de haber llegado. Todos estaban felices

    porque hubo mucho de qu hablar y quiz la conversa en la noche en medio de risas

    y chistes sobre lo sucedido, de nuestra inutilidad, sirvi como una suerte de

    reflexin sobre lo que somos pero que podemos cambiar. A ella la abrac y

    agradec todo lo que haba pasado, me di cuenta que no solo la buscaba a ella sino

    que tambin estaba buscando lo que no se me haba perdido por all, estaba

    desbloqueando terreno.

  • 23 de septiembre de 2015: Un encuentro espiritual.

    Tuvimos la oportunidad de hablar con el profesor Jorge de artes quien nos habl

    de la importancia de la expresin artstica en

    la cosmogona del pueblo nasa, tambin

    hablamos con el directos del CECIDIC,

    quien nos habl un poco de los procesos

    agroecolgicos en la escuela y nos invit a

    hacer parte de uno de esos procesos,

    cultivar.

    No estaba muy entusiasmado con la idea de

    ir a cultivar, pues ya lo haba hecho con mi

    padre y no fue algo muy agradable, quizs

    fue eso. Sin embargo sent que deba ir con

    el grupo, tampoco era para quedarme solo.

    Nos reunimos con el profe Gonzalo y con

    Jeison el director del CECIDIC al frente

    de la escuela de agroecolga, all no solo hablamos con ellos dos, sino que tuvimos

  • la oportunidad de escuchar a dos de los

    profesionales encargados de ensear en

    ese centro.

    Luego de hablar un poco de los

    alimentos transgnicos y de los daos

    que causan a la vida los txicos que se

    les aplican y de algunos conceptos que

    tenan que ver con buenos hbitos de

    cultivo, azadas en mano nos dirigimos al cultivo. All aprendimos no solo a hacer

    un surco, sino que a travs del cultivar, aprendimos sobre la reciprocidad y la

    sabidura de la naturaleza, el profe Gonzalo nos deca que hay plantas que al

    cultivarse juntas se ayudan mutuamente,

    el frjol y el maz por ejemplo : el frijol

    le provee al maz nutrientes importantes

    para su desarrollo y el maz le brinda

    soporte al frijol. Con ese ejemplo nos

    explic que todo debera ser as y que la

    tierra no es para usarse de forma

    instrumental sino que algo debemos

    dejarle, la tierra es la madre dice, uno no envenena a la mam, por eso el uso de

    abonos orgnicos. l mismo nos deca que as debera funcionar todo en el mundo,

    con reciprocidad, pero nos hemos acostumbrado a exigir mucho del otro y no le

    devolvemos nada.

    Al caer la noche nos fuimos de patrulla. Como el da anterior haba habido incendio

    y ese mismo da otro, todos estaban muy pendientes de vigilar la montaa y nosotros

    acompaamos a una de las comisiones de vigilancia indgena. Recuerdo que caminamos

    bastante y algunos bamos con una pequea carga de miedo encima que no sabamos

    cmo nombrarla, nos sentamos vigilados. Al llegar a lo alto de la montaa

    decidimos descansar y una de esas cosas que llamamos coincidencia hizo que se

    iniciara una conversacin entre la profe Etna y Alejita en la que Etna le comenta

    que no senta que ella tuviera un propsito en la vida, Aleja en ese momento le

  • dice al profe Alejandro que cual es su propsito en la vida, Alejo contesta que

    es una pregunta muy difcil, pero que por ahora estaba en una bsqueda espiritual

    fuerte. Eso hizo que mi curiosidad se despertara y que me acercara a hablar con

    l. Fue una conversa extensa, en la que me encontr con Alejandro y encontr

    algunas inquietudes frente a mi espiritualidad. En ese tema no ahondar, no tengo

    muy claro cmo abordarlo, lo nico que puedo decir es que esa pequea charla

    cambi bastantes cosas en m.

    - En el camino al CECIDIC, algunos nos fuimos sintiendo como si nos

    cargramos, seguamos sintindonos vigilados.

    Llegamos muy sucios por que pasamos

    por terrenos muy hmedos. Nos

    cambiamos de ropa y decidimos y a

    tomar algo en un kiosco que tena un

    letrero que deca recicla o

    reciclaje, all, mientras

    escuchbamos msica me empec a

    sentir vigilado nuevamente y en un

    momento sent como si alguien bajara

    por detrs de un cerco que quedaba al respaldo del kiosco y cantaba al unsono

    con la msica y lo haca con ms fuerza mientras se acercaba. Empec a

    preocuparme por que no lograba verlo y les deca a mis compaeros que quien era

    el que cantaba, ellos no lo podan or y me miraron como si hubiera enloquecido, me

    decan que quien cantaba era el intrprete. La voz de repente ceso, me sent muy

    mal, adems de asustado.

    - A este fragmento de mi bitcora lo titul un encuentro espiritual por

    motivos que har saber cundo narre el ritual de cierre de camino y de la

    sesin de dilogo en la tupa del Viernes.

    24 de septiembre de 2015: Un descanso no tan merecido

    -Debido a los incendios que se sucedieron en das anteriores los mayores decidieron

    que el jueves no haramos ninguna actividad de las que ya venamos haciendo, por

    lo que el tiempo en la maana lo aprovech la profe Etna para hacer la tutora de

  • trabajo de grado. Not a la profe con una actitud bastante diferente de la que

    comnmente tiene cuando hace las tutoras. Nos hicimos al lado del ro y habl con

    nosotros del rumbo de nuestros trabajos de grado y dijo que lo que ha pasado

    hasta el momento, toda esa magia (sin nimo de mistificar), esas dinmicas que

    habamos vivenciado all, deberan servirnos en la construccin del proyecto, que

    detestaba la manera como la academia condicionaba la construccin de los trabajos

    de grado, porque no senta que nos viramos reflejados en ellos , que debamos

    esforzarnos ms porque no haba tiempo; nos habl tambin de lo insatisfecha que

    se senta con el hecho de estar en la universidad como profesora, que no senta

    que ah estuviera su propsito de vida.

    En la tarde, bajamos a Toribo en el bus de la universidad a comprar artesanas.

    Algunos decidimos pasear un rato por all. Vi que ya no tena el miedo del primer

    da, camin por todo el pueblo y

    observ los murales que se haban

    hecho por gestin del CECIDIC.

    Pude ver que aunque Toribo es

    una zona de conflicto, no lo es

    continuamente y que la lucha del

    pueblo Nasa por recuperar ese

    territorio es de reconocimiento.

    Considero que la zona de conflicto

    se ha hecho para traslapar el esfuerzo indgena por llevar una vida digna en su

    propio territorio.

    -Llegada la noche ya estando en el CECIDIC, fuimos a tomar algunos tragos a la

    casita de los libros que queda en frente y luego a la casa de Lina , donde

    celebramos el cumpleaos de Harry. No hay mucho que decir, nos remos bastante

    y bailamos.

  • 25 de septiembre de 2015: El da de cierre de camino

    Me senta un poco nostlgico porque saba que la hora de marcharme de aquel lugar

    se acercaba, haba aprendido bastantes cosas. Sent la necesidad de sentarme al

    lado del ro a pensar en todo lo que haba sucedido y de cmo la experiencia del

    estar en el CECIDIC transformara mi mirada en la ciudad, qu sentira al

    llegar?

    - Luego de visitar el ro, acompa a Alejita al pueblo por un giro, bajamos

    a pie y subimos en moto.

    Al llegar de Toribo, asistimos al ritual de cierre de camino, quienes lo

    presidieron, Paula, Ingrid y Jorge nos dieron las gracias por habernos permitido

    abrirnos a los distintos territorios que all se nos dieron, pero no hubo elocuencia

    de parte de nosotros. Fue hasta la noche y despus de haber preparado las

    maletas, que pudimos hablar en la tulpa con tranquilidad, curiosamente quienes

    asistimos tenamos preguntas sobre cosas que habamos sentido, habl de mi

    experiencia en kiosquito mientras el mambe se deshaca en mi boca y acababa de

    fumar un cigarrillo. Jorge me dijo que no tena de qu preocuparme que lo que haba

    sentido era un espritu de la msica que se haba acercado a saludarme y que la

  • sensacin extraa en la montaa era por no haber pedido permiso para subir .

    Cuadramos algunas cosas y con tranquilidad termin el ritual. Al despedirme de

    Jorge me dijo al odo y con un abrazo fuerte, que nunca dejara de escuchar la

    msica, que lo que me haba pasado era muy bueno. Sent entonces que mi incursin

    en el territorio haba culminado de manera satisfactoria y que no haba nada de lo

    que me pudiera arrepentir.

    Partimos ms tarde para San Francisco, un pueblo miniatura donde nos esperaban

    el mayor y la mayora para compartirnos un poco de su arte, la chicha. Ya haba

    algunos compaeros all, quienes se alegraron mucho de vernos llegar, beb un

    poco de, me sent feliz.

    Mientras compartamos, Oamos como el mayor tocaba su guitarra, lo disfrutamos y

    no era tanto por las notas abigarradas que lograba sacar, sino por esa sonrisa y

    esa sencillez que se clava en el corazn. No pude evitar acercarme y tratar de

    acompaar sus melodas que con risa burlona cantaba mientras trataba de

    persuadirme de que ya deba hacer el siguiente cambio en el acompaamiento.

    Realmente disfrut mucho ese momento.

    Era tiempo de regresar, lo haca acompaado de Alejita, la persona que motiv mi

    voluntad para realizar esta travesa, entrar en caos, salir de l y descubrir

    ese territorio oculto que para m no existira de no haber sido por mi terquedad y

    su amor. Pensaba en cada situacin, pensaba que no solo haba encontrado a alejita,

    sino que haba encontrado amor en cada pequeo espacio de ese nuevo territorio,

    desde el sentimiento y desde el espritu. Lo ignoto ya no lo era del todo.

    26 de septiembre: Regreso.