Bitácora 12.

SPOTLIGHT.

Capítulo 4. –“¡Me ibas a besar!”

¿Oliver me había traído?

-¿Segura que no me morí? –pregunté sonriendo de lado y ella solo rio.

-Segurísima.

-Tengo dolor de cabeza –Hablé poniéndome seria de nuevo y mi tía se acercó a mí.

-Vamos ya para la casa, Chloe –Ordenó –Te cuidaré.

-Está bien, tía.

-Te espero en el auto, iré a recoger tus cosas –Habló y salió de la enfermería sin esperar mis respuestas.

-¿Tú estás bien? –Pregunté y Lauren asintió.

-No te preocupes por mí, Cody es un idiota.

-¿Y Niall?

-Está en dirección con Cody, creo que van a suspenderlos, o no lo sé –Se encogió de hombros.

-¿Fue en serio que Oliver me trajo aquí? –Sonreí ilusionada y Lauren rodeó los ojos.

-No es para que te mueras, Chloe, eso no quita la mierda de persona que es.

-Tienes razón –Bajé la mirada.

-Ya te puedes ir, Chloe, aquí está tu permiso de salida –La enfermera me entregó el papel y Lauren me ayudó a bajar de la camilla, me despedí y salimos caminando por los pasillos hasta la salida del colegio, prometió llamarme en cuanto le di mi número y luego caminé al auto de mi preocupada tía.

Al llegar a casa, mi tía me ayudó con las cosas y las dejó en mi habitación mientras que yo me había quedado recostada en el mueble, no podía con el dolor de cabeza, y sentía ganas de morirme en ese momento, nunca antes había sentido lo que era el dolor de un puño en la cara, y para ser honestos, era uno de los dolores más asquerosos que había experimentado, sentía mi cara en como en 3D.

En minutos mi tía llegó con unos paños de agua caliente y comenzó a ponérmelos con la intención de calmar el dolor, y funcionó.

-No le cuentes a tu mamá que te pegaron, luego me pone problema a mí –Habló y yo sonreí con dificultad.

-Está bien.

-¿Y qué fue lo que pasó? –preguntó curiosa.

-¡Ay tía! Tanto…-Hablé y ella suspiró.

-Okay, estaba muy preocupada, te puse a calentar un poco de sopa, tal vez te sirva.

-Tía, no tengo gripa, solo estoy golpeada.

-Pero quiero cuidarte, linda –Habló y sonó lindo de su parte, así que dejé que continuara con su intención.

Ya eran alrededor de las diez de la noche, ya tenía sueño, había estado hablando con Lauren toda la tarde por chat y claramente estaba más que cansada, así que decidí irme a dormir.

-¿QUÉ YO SOY LA QUE MOLESTA? –Mi tía gritó desde su habitación –No James, las cosas no son así, eres un hijo de puta y ya no me voy a casar contigo ¡MUERETE! –Gritó y yo rodeé los ojos, eso era de esperarse, su alegría de que iba a casarse no le duraba más de 24 horas nunca, sin exagerar.

Ignoré los insultos y me encerré en mi habitación, me cambié y tomé los audífonos, luego solo me tiré a la cama y cerré los ojos mientras escuchaba “Mine” de Taylor Swift.

-¡Joder, Chloe! –Oliver se alejó de la pelea y me tomó en brazos, movió mi cabeza para ver si despertaba y llamó mi nombre repetidas veces, pero yo no daba señales de poder despertar, así entonces, tomó aire y se acercó a mi relamiendo sus labios, él estaba seguro de que iba besarme…

-¡Chloe, despierta! Vas a llegar tarde –Mi tía me pegó con la almohada en la cara sacándome del sueño que estaba teniendo con Oliver, y luego salió de mi habitación subiendo sus janes.

-¡OLIVER IBA A BESARME! –Me senté en la cama mientras gritaba y luego fingí un llanto mientras caminaba adormilada a la ducha.

Al salir, tomé lo primero que vi en el closet y presentable para ir al colegio, tomé mi mochila y bajé las escaleras alarmada, después de todo si iba un poco tarde.

Tomé una manzana de la mesa del comedor, me despedí de mi depresiva tía, y salí de la casa a paso rápido.

Al llegar al colegio pasé rápidamente a la clase de educación física, en donde tenía que ir a los vestidores a cambiarme, la verdad a mí me encantaba educación física aunque no lo creyeran.

Entré ignorando las miradas, tal y como lo hacía siempre, y procuré cambiarme lo más rápido posible antes de que el profesor se diera cuenta de que estaba tarde y le diera por no dejarme hacer la clase.

Después de salir de los vestidores me encontré con Oliver, tenía una pantaloneta y una camisa esqueleto que dejaba ver todos sus músculos, lo miré de arriba abajo detallado cada una de su partes, y por supuesto su… pene. Mierda, mierda, mierda.