Adolfo Lovato, conocido así en el

inspirado campo de la poesía

sonsonateca, un poeta de tierno y

sensible corazón que ha hecho palpitar

múltiples corazones con sus versos

melodiosos, lo que lo ha llevado ha ser

muy popular dentro de la literatura

salvadoreña.

Nació en la cálida y soñadora ciudad

de Sonsonate, en el Barrio

Mejicanos, contiguo a la hernita de San

Sebastián; el día en que las musas

irradiaron sublimidad, en el corazón de

un recién nacido el 7 de Diciembre de

1919.

Las estrellas se alegraron por que

veían a un cantor de la poesía

sentimental.

Fueron sus padres Don Adolfo

Lovato, originario de la bella ciudad de

Izalco e Isabel Nerio de La ciudad de

Ahuachapán.

Desde su juventud sintió el deseo de ser plasmado en un papel su

pensamiento y la armonía que albergaba en su corazón; y crea así su

primer poema en el año de 1943 titulado “Iniciaciones”, inspirado en la

belleza y en la hermosura de la naturaleza, siendo publicado en

“Heraldo de Sonsonate”.

En 1945 contrajo matrimonio con la

señorita Blanca Graciela Castaneda,

hoy su esposa. Con quien procreó

cinco hijos; siendo ellos, Gladys

Yolanda, Isabel , Irmita, Blanca

Graciela y Gustavo Adolfo, todos hoy

mayores de edad.

Adolfo Lovato es un amante de la naturaleza y de todas las cosas bellas

creadas por Dios. Lo que le ha inspirado tanto hasta llegar al inmenso

mar de la sublimidad espiritual.

Pudiéramos decir que Adolfo Lovato es símbolo de sentimiento

poético en toda la manifestación del arte.