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Biografía Gabriela Mistral La maestra de escuela Lucila Godoy Alcayaga llegaría a convertirse en una de las más relevantes figuras de la literatura universal. Galardonada en 1945 con el Premio Nobel, su vida, su pensamiento social, político y su obra continúan siendo objeto de estudio y de controversia. Nació el 7 de abril de 1889 en Vicuña, "entre treinta cerros" como ella misma gustaba de recordar. Fue bautizada como Lucila de María Godoy Alcayaga. Su familia era de origen modesto. Sus padres fueron un profesor, Juan Jerónimo Godoy Villanueva, y una modista, Petronila Alcayaga Rojas. Su carrera docente fue sumamente precoz. Empinando los 15 años de edad, en 1904, ya había sido nombrada ayudante en la Escuela de La Compañía Baja, y en 1908 se desempeñó como maestra en la localidad de La Cantera. Su ingreso a la Escuela Normal de Preceptoras de La Serena se vio frustrado debido a la resistencia que despertaron algunos poemas suyos en círculos conservadores locales, que los calificaron como "paganos" y "socialistas". Durante su residencia en Coquimbito, Los Andes, compuso los famosos "Sonetos de la Muerte", obra por la que obtuvo en septiembre de 1914 la más alta distinción en los Juegos Florales de ese año. Como defensora de los derechos de la mujer, Gabriela tuvo voz y participación, abogó por la importancia que tiene la educación en la emancipación de la mujer, en tiempos en que las mujeres no eran educadas más que para ser buenas amas de casa, dejándolas apartadas del profesionalismo. Para retratar la exclusión de la mujer en el campo educativo tenemos como ejemplo a Sor Juana Inés, quien no se recluye en el convento por su devoción a Dios, sino por su gran deseo de saber y la imperiosa necesidad de expresarse a través de las letras. La figura de Sor Juana es un detonante en el pensamiento de Gabriela acerca de la educación de las mujeres, este gira en torno a tres tópicos fundamentales, libertad, autonomía y emancipación. Según ella las mujeres para ser sujetos activos de la sociedad debían tener los mismos derechos que los hombres. Gabriela Mistral en su lucha por educar a las mujeres le da prioridad a la educación de las mujeres pobres, ella asume que la pertenencia de clase limita todo el potencial de las mujeres pobres: “Instrúyase a la mujer; que no hay nada en ella que le haga ser colocada en un lugar más bajo que el del hombre. Que lleve una dignidad más al corazón por la vida: la dignidad de la ilustración. Que algo más que la virtud le haga acreedora al respeto, a la admiración, al amor. Tendréis en el bello sexo instruido, menos miserables, menos fanáticas y menos mujeres nulas… Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella creatura que agoniza y miseria si el padre, el esposo o el hijo no la amparan. ¡Más porvenir para la mujer, más ayuda! Búsquese todos los medios para que pueda vivir sin mendigar protección”.

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Biografía Gabriela Mistral

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Page 1: Biografía

Biografía Gabriela Mistral

La maestra de escuela Lucila Godoy Alcayaga llegaría a convertirse en una de las más relevantes figuras de la literatura universal. Galardonada en 1945 con el Premio Nobel, su vida, su pensamiento social, político y su obra continúan siendo objeto de estudio y de controversia.

Nació el 7 de abril de 1889 en Vicuña, "entre treinta cerros" como ella misma gustaba de recordar. Fue bautizada como Lucila de María Godoy Alcayaga. Su familia era de origen modesto. Sus padres fueron un profesor, Juan Jerónimo Godoy Villanueva, y una modista, Petronila Alcayaga Rojas.

Su carrera docente fue sumamente precoz. Empinando los 15 años de edad, en 1904, ya había sido nombrada ayudante en la Escuela de La Compañía Baja, y en 1908 se desempeñó como maestra en la localidad de La Cantera. Su ingreso a la Escuela Normal de Preceptoras de La Serena se vio frustrado debido a la resistencia que despertaron algunos poemas suyos en círculos conservadores locales, que los calificaron como "paganos" y "socialistas".

Durante su residencia en Coquimbito, Los Andes, compuso los famosos "Sonetos de la Muerte", obra por la que obtuvo en septiembre de 1914 la más alta distinción en los Juegos Florales de ese año.

Como defensora de los derechos de la mujer, Gabriela tuvo voz y participación, abogó por la importancia que tiene la educación en la emancipación de la mujer, en tiempos en que las mujeres no eran educadas más que para ser buenas amas de casa, dejándolas apartadas del profesionalismo. Para retratar la exclusión de la mujer en el campo educativo tenemos como ejemplo a Sor Juana Inés, quien no se recluye en el convento por su devoción a Dios, sino por su gran deseo de saber y la imperiosa necesidad de expresarse a través de las letras. La figura de Sor Juana es un detonante en el pensamiento de Gabriela acerca de la educación de las mujeres, este gira en torno a tres tópicos fundamentales, libertad, autonomía y emancipación. Según ella las mujeres para ser sujetos activos de la sociedad debían tener los mismos derechos que los hombres. Gabriela Mistral en su lucha por educar a las mujeres le da prioridad a la educación de las mujeres pobres, ella asume que la pertenencia de clase limita todo el potencial de las mujeres pobres: “Instrúyase a la mujer; que no hay nada en ella que le haga ser colocada en un lugar más bajo que el del hombre. Que lleve una dignidad más al corazón por la vida: la dignidad de la ilustración. Que algo más que la virtud le haga acreedora al respeto, a la admiración, al amor. Tendréis en el bello sexo instruido, menos miserables, menos fanáticas y menos mujeres nulas… Que pueda llegar a valerse por sí sola y deje de ser aquella creatura que agoniza y miseria si el padre, el esposo o el hijo no la amparan. ¡Más porvenir para la mujer, más ayuda! Búsquese todos los medios para que pueda vivir sin mendigar protección”.

En 1945 la Académica Sueca galardonó finalmente a Gabriela Mistral con el Premio Nobel de Literatura, premio que recibió el 10 de diciembre de aquel año. Años después de este reconocimiento de carácter universal en Chile se le otorgó el Premio Nacional de Literatura en 1951. Galardón que viene coronado a nivel nacional en 1954 con Lagar, que corresponde al primer libro de toda su producción publicado en Chile antes que en el extranjero,