bioensilaje

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BIOENSILAJE Ing. M.Sc. José H Jiménez A 1. INTRODUCCIÓN Las praderas naturales y artificiales se caracterizan por una variación anual de su tasa de crecimiento, lo que se traduce en que la disponibilidad de alimento para los animales que pastorean sea alta en determinadas estaciones del año, y escasa en otras. Cada tipo de pradera, naturalizada o artificial, posee su propio ciclo productivo, definido en gran medida por las condiciones ecológicas imperantes (suelo, fertilidad, clima, agua, manejo). En el proceso de producción animal es básico, entre otras cosas, suministrar alimento en forma constante durante todo el año y con forraje de la mejor calidad. En condiciones naturales, no es posible mantener en forma constante, una buena producción de forraje que satisfaga las necesidades alimenticias de los animales. Conforme se anotó anteriormente, existen variaciones

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BIOENSILAJE

Ing. M.Sc. José H Jiménez A

1. INTRODUCCIÓN

Las praderas naturales y artificiales se caracterizan por una variación anual de su

tasa de crecimiento, lo que se traduce en que la disponibilidad de alimento para los

animales que pastorean sea alta en determinadas estaciones del año, y escasa en

otras. Cada tipo de pradera, naturalizada o artificial, posee su propio ciclo

productivo, definido en gran medida por las condiciones ecológicas imperantes

(suelo, fertilidad, clima, agua, manejo).

En el proceso de producción animal es básico, entre otras cosas, suministrar

alimento en forma constante durante todo el año y con forraje de la mejor calidad.

En condiciones naturales, no es posible mantener en forma constante, una buena

producción de forraje que satisfaga las necesidades alimenticias de los animales.

Conforme se anotó anteriormente, existen variaciones notables en la disponibilidad

de pastos durante el año. En la época de lluvia se obtiene la máxima producción y,

desde luego en la época seca la producción es mínima.

En una explotación ganadera manejada técnicamente, no es posible aumentar o

disminuir la carga animal de acuerdo con la producción de pastos, se impone

entonces la necesidad y conveniencia de conservar el exceso de forraje producido en

la época de lluvia, para suministrarlo como suplemento o único alimento en la época

seca, lo cual es posible a través del bioensilaje.

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La técnica del ensilaje es muy practicada en los países más desarrollados y no

solamente es utilizada para disponer de alimento en las épocas críticas, que es el

principal objetivo, sino también para mejorar la digestibilidad de ciertos pastos,

como es el caso del ensilaje del pasto elefante, king grass, y maíz, etc., que además

de hacerse más digeribles, son más palatables.

El ensilado es el proceso de conservación en verde de la hierba o forraje con un

determinado estado de humedad y con pérdidas mínimas del valor nutritivo y

materia seca.

Para que este proceso de conservación se lleve a cabo, se deben producir una serie

de alteraciones bioquímicas en el forraje, debidas a la actuación de enzimas

producidas por la propia planta en la fase de respiración aerobia inicialmente y

anaerobia o intracelular después, y fundamentalmente por la actividad enzimática de

las bacterias en la segunda fase del proceso (fermentación ).

Para el buen desarrollo de las reacciones bioquímicas responsables del ensilado son

necesarias dos condiciones fundamentales:

Mantener un alto grado de anaerobiosis (ausencia de oxígeno), para limitar las

pérdidas por respiración celular y

Favorecer las fermentaciones lácticas, impidiendo por el contrario el desarrollo

de fermentos indeseables (butíricos y putrefacción).

Procediéndose así, será posible minimizar las pérdidas de nutrientes de la materia

prima, o en el mejor de los casos conservar su valor nutritivo, ya que no existe

ninguna forma de conservación de forrajes que permita garantizar una calidad del

producto final similar o superior que la pradera utilizada como materia prima. Es así

como una forrajera de bajo valor nutritivo al momento de cosecha nunca dará origen

a un material de calidad superior, independiente de la tecnología de conservación

aplicada. Por otra parte, sólo con un material de buena calidad se conseguirá un

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forraje conservado satisfactorio, siempre que el proceso sea llevado a cabo

adecuadamente.

En términos específicos, en el Ecuador, en la explotación ganadera, el alimento más

económico es el pasto y la forma más eficiente de usarlo es pastoreándolo, sin

embargo para que un pastizal produzca razonablemente se requieren ciertas

condiciones de suelo y clima; es decir, un suelo fértil, de buena estructura y

humedad permanente, adecuada cantidad de lluvias, temperatura y luz.

Especialmente en la zona seca y baja interandina del país, el mayor problema de las

ganaderías es la crisis forrajera en la época de verano, por efecto de la falta de

lluvias, alta evaporación y escasa o ninguna disponibilidad de agua de riego.

La falta de alimento incide directamente en la economía de la finca, debido a que

este problema se traduce en la disminución y aún la suspención de producción de

leche, o bajas ganancias de peso, además de ocasionar otros problemas relacionados

con la reproducción y sanidad animal.

Por otro lado la baja disponibilidad de forraje provoca el sobrepastoreo de los

pastizales, lo que los vuelve cada vez menos productivos, principalmente en aéreas

de topografía muy inclinada, donde la erosión de los suelos complica aún más el

problema.

En antecedentes del problema expuesto, no cabe duda alguna que para contrarrestar

el mismo, la alternativa es la conservación de forrajes como bioensilaje, hecho que

justifica plenamente el presente trabajo que recopila los aspectos más sobresalientes

del proceso aplicado fundamentalmente a la realidad de nuestro país; habiéndose

para ello planteado los siguientes objetivos:

1. Identificar la acción de los microorganismos en el proceso de bioensilaje.

2. Describir la técnica del bioensilaje

Page 4: BIOENSILAJE

3. Definir los materiales óptimos y el método más conveniente para ensilar

forrajes

2. DESARROLLO

2.1. Definición del bioensilaje.

Puede utilizarse indistintamente el término ensilaje para referirse a la técnica

o al producto final de esa técnica; igual puede utilizarse la palabra ensilado o

silaje, en tanto que silo es el depósito donde se realiza el ensilaje, aunque

para la técnica lo más apropiado es bioensilaje.

Con la aclaración que se antecede, el ensilaje es la técnica que tiene por

finalidad conservar los forrajes por medio de una fermentación en un estado

muy semejante al que poseen cuando frescos; los elementos nutritivos

encerrados en las células vegetales, y liberados parcialmente en el momento

de su muerte son empleados por las bacterias lácticas y transformadas por

algunas de ellas en ácido láctico. Esto produce un descenso del pH e impide

el desarrollo de microorganismos perjudiciales. En realidad esta

fermentación espontánea es muy compleja, y, desde el mismo momento del

corte de la hierba, se manifiestan diversas degradaciones debidas tanto a los

microbios como a enzimas que están presentes en los vegetales.

En cuanto al ensilado, es el producto final del proceso realizado en ausencia

de aire en un lugar seco y protegido llamado silo. La ausencia del aire es el

secreto del éxito. Se procura que se realicen fermentaciones favorables por la

acción de bacterias anaeróbicas, es decir, en ausencia de oxígeno.

2.2. Historia del bioensilaje .

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La técnica del ensilaje se remonta a épocas antiguas. Etimológicamente la

palabra “silo” proviene del latín “sirus” que quiere decir hoyo o hueco,

indudablemente que los hoyos o fosas fueron usados desde los primeros

tiempos para guardar alimentos y su origen se ha perdido en la más remota

antigüedad.

La primera referencia directa del ensilaje data del año 1842 y la descripción

corresponde al sistema de zanjas llenas de pasto verde, el cual se colocaba en

la fosa lo más rápidamente posible, eliminando el aire mediante apisonado y

sellando luego el material. Esta información dada por Grieswald en las

“Memorias de la Asociación Báltica para el avance de la Agricultura”, es la

primera descripción completa del proceso tal como lo entendemos en la

actualidad.

2.3. Proceso de ensilado .

En términos generales el éxito en la obtención de un buen ensilaje se

fundamenta en la utilización de una correcta tecnología. Algunos de los

factores más importantes que inciden en el proceso son: las instalaciones con

que se cuentan, el troceado del material, la compactación de la hierba y el

tapado del silo. Otro factor que interviene para la obtención de un buen

producto es la utilización de los diferentes aditivos que existen para tal fin.

El proceso en sí, se inicia a partir del momento en que se corta la planta, ésta

continúa respirando y, por ende, gastando energía a partir de los azúcares

celulares, lo que se mantiene hasta la extinción en la masa ensilada.

Cualquier reducción en la duración de esta fase redundará en menores

pérdidas de energía aprovechable por el animal. Entre las medidas más

recurridas para limitarlo se cuentan la compactación del forraje durante el

llenado del silo, que facilite la extracción del aire.

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Cuando cesa el proceso respiratorio del forraje ensilado, se inicia una

fermentación sin oxígeno, en la cual intervienen una extensa variedad de

géneros y especies microbianas que utilizan los carbohidratos y proteínas del

forraje en su metabolismo, dando lugar a una serie de compuestos químicos

que se acumula en la masa ensilada.

2.3.1. Bacteriología del ensilado.

Los microorganismos que intervienen en el proceso de ensilado

difieren en cuanto a las condiciones ecológicas óptimas para su

desarrollo y actividad, distinguiéndose efectos notorios del pH y la

temperatura del medio sobre ellos.

Las características propias del forraje, así como el manejo y la forma

como se lleva a cabo el proceso, darán lugar a condiciones que

favorecerán el desarrollo de determinados grupos de bacterias; éstas

utilizarán carbohidratos y proteínas del forraje, dando lugar a la

producción de compuestos específicos propios del género o la especie

bacteriana. Estas serán sustituidas por otras en la medida que se

modifique la temperatura y aumente la acidez del ensilaje.

Acido Láctico.

Las bacterias desempeñan un papel preponderante en el proceso del

ensilaje, producen enzimas y atacan a una gran variedad de

compuestos orgánicos complejos. La energía necesaria se obtiene a

través de la descomposición de dichos compuestos hasta sustancias

más sencillas, quedando de este modo la actividad de los microbios,

como una función de la temperatura y la acidez del medio.

Page 7: BIOENSILAJE

Las bacterias que producen ácido láctico a partir de los carbohidratos

son los lactobacilos; se encuentran ampliamente distribuidos en la

naturaleza y a veces su presencia se descubre en los cultivos verdes.

Se desarrollan bien entre 20°C y 45°C, y lo hacen mejor a bajas

concentraciones de oxígeno, o bien, en su ausencia. Todas producen

ácido láctico a partir de la glucosa. La característica más importante

de los lactobacilos es que pueden soportar una alta acidez; de tal

manera que cuando un cultivo se ensile; las bacterias del ácido láctico

se proliferan casi inmediatamente sobre los azúcares fermentables de

la savia vegetal, produciendo tal cantidad de ácido que las bacterias

indeseables no pueden desarrollarse.

Acido Butírico.

Entre las bacterias perjudiciales se incluye el grupo de las que

producen ácido butírico. Al igual que las anteriores, crecen bien

dentro de un rango de 30°C a 40°C , pero, a diferencia de los

lactobacilos, no se desarrollan cuando la acidez es mayor que la

correspondiente a un pH de 4,2. De acuerdo a esto, los lactobacilos

tienen excelentes condiciones para su desarrollo y producen

suficiente ácido láctico que hará bajar el pH de la masa ensilada hasta

un valor de 4,2 y se inhibirá la proliferación de los organismos

productores de ácido butírico.

Proteolisis.

Todo concurre para que se alcance esta condición, porque las

bacterias productoras de ácido butírico se encuentran en el suelo en

forma de esporas o células latentes. Si aparece en el ensilaje, ello se

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debe a contaminaciones provenientes del suelo; comenzaran a crecer

muy lentamente en comparación con los lactobacilos, y sino tienen

oportunidad de desarrollarse bien, producirán a partir de los

carbohidratos, diversos ácidos volátiles, hidrógeno y anhídrido

carbónico y atacaran al ácido láctico convirtiéndole en ácido butírico.

Una característica distintiva de las bacterias productoras de ácido

butírico es que descomponen las proteínas. Existen enzimas vegetales

que convierten las proteínas en aminoácidos, y el proceso es análogo

al que se realiza durante la digestión de los alimentos en el organismo

animal. Cuando se presenta esta condición durante el proceso de

ensilaje, se considera como una digestión previa, y como los

aminoácidos son nutrimentos valiosos, no se pierde nada del valor

nutritivo de las proteínas. Sin embargo, las enzimas proteolíticas de

las bacterias formadoras de ácido butírico, producen amoníaco y

compuestos amoniacales a partir de las proteínas. En este caso las

sustancias son de dudoso valor nutritivo para el animal pudiendo

incluso ser dañinas, y como neutralizan los ácidos producidos,

favorecen el desarrollo de las bacterias del ácido butírico,

responsables finalmente de un olor desagradable y putrefacción del

material ensilado.

Otros cambios. Acidos- Alcohol.

Existen otros ácidos no volátiles además del láctico, y algunos

volátiles además del acético y butírico. El ácido acético se produce

durante la fermentación, y normalmente abunda en un ensilaje bien

hecho; en ciertos casos las cantidades de ácido láctico y ácido acético

son equivalentes. Si la acidez es alta, los ácidos se encuentran

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principalmente como ácidos libres; si la acidez es baja, se

encontrarán mayormente en combinación con la bases.

Cuando el azúcar es atacado por las enzimas de la levadura hay una

producción de alcohol. La cantidad de este compuesto no llega al 1%,

porque casi siempre se combina con los ácidos orgánicos formando

ésteres de olor agradable.

2.4. Utilización de Aditivos .

Los propósitos de añadir aditivos al ensilaje son asegurar la preservación,

auxiliar la actividad microbiana útil e inhibir la perjudicial. Puede

considerarse como un tercer grupo de aditivos, aunque su acción no es propia

del proceso como tal, sino el de mejorar el valor nutritivo del producto final,

este es el caso de añadir úrea y otras fuentes de nitrógeno no protéico como

por ejemplo excretas de animales y subproductos agrícolas.

El uso de algunos productos agregados al forraje al momento de su descarga

en el silo, constituye una alternativa para conseguir mejorar las condiciones de

fermentación y conservación, particularmente para aquellos que presentan

condiciones difíciles para el ensilaje. Forrajes con bajos contenidos de

carbohidratos solubles no logran bajar suficientemente el pH de la masa

ensilada para prevenir la acción de bacterias indeseables. En esto también

influye la humedad del material. Las condiciones de pH requeridas para evitar

el desarrollo y acción de Clostridium es menor en la medida que el contenido

de agua en el material es más alto; en consecuencia, es conveniente que la

concentración de carbohidratos solubles en estos casos sea alta. Una

deficiencia en este sentido puede corregirse, en parte, a través del uso de

aditivos.

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Para el fin señalado, existe una amplia gama de compuestos, entre los que se

cuentan los siguientes:

Sustratos hidrocarbonados fermentables (almidón, azúcares)

Preservantes químicos (ácidos orgánicos e inorgánicos, sales)

Antibióticos y esterilizantes

Cultivos microbianos

Preparados enzimáticos

Compuestos para prevención de oxidación excesiva

Compuestos para prolongar resistencia de ensilajes abiertos o

descomposición aeróbica.

Aditivos para aumentar el porcentaje de materia seca del ensilaje

De entre todos los anotados, los mayores resultados se han obtenido con

aquellos que aportan carbohidratos fermentables, tales como la melaza, suero

de leche, granos, etc, o con compuestos destinados ya sea a acidificar la

masa ensilada como el ácido fórmico o a inhibir la acción microbiana como

la formalina y el metabisulfito de sodio.

La melaza, es uno de los aditivos más importantes y económicos. Cuando la

humedad de la cosecha es mayor del 75% se acostumbra adicionar entre 20

y 50 kg por cada 1000 kg de ensilaje; o se puede bajar la cantidad de melaza

a 5 y 10 kg y adicionar 50 a 100 kg de grano por cada 1000 kg de material

ensilado. Igualmente, cuando el contenido de carbohidratos soluble es bajo

como en el caso de las gramíneas o leguminosas jóvenes, se pueden utilizar

de 10 a 15 kg de melaza, más 50 a 100 kg de granos, por cada 1000 kg de

material ensilado. El exceso de melaza no es perjudicial pero es

antieconómico.

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Los preservantes tendientes a restringir la fermentación y bajar rápidamente

el pH hasta un valor de 4.0, se utilizan poco debido al costo de los mismos y

al difícil manipuleo que implican. El metabisulfito de sodio (Pyrosal) se usa

con este fin; la cantidad que se aplica puede estar entre 3,5 y 4 kg por cada

1000 kg de material ensilado.

El ácido clorhídrico y sulfúrico, diluidos al 10% y mezclados, se utilizan

para crear artificialmente un medio extraordinariamente ácido (pH entre 3,5

y 4,0) en el cual solo puede vivir el fermento láctico. El uso de la mezcla de

estos ácidos está patentado y se conoce como el método AIV y fue inventado

por el Finlandes A.I Vertanem.

2.5. Forrajes que se pueden ensilar.

En general se puede afirmar que cualquier forraje se puede ensilar; sin

embargo, se prefieren los de alto rendimiento por unidad de superficie y fácil

recolección. La composición química de las plantas que se usan determina la

calidad de ensilaje que se obtiene; conviene por tanto utilizar plantas que

estén en su estado óptimo; generalmente es en la prefloración para el caso de

forrajes y cuando los granos estén en estado lechoso para el caso de avena,

maíz y sorgo.

Para la preservación de los forrajes en forma adecuada, el material vegetal

debe contener suficientes carbohidratos disponibles para que se pueda

efectuar la fermentación y normal producción de ácido láctico. Un contenido

bajo de proteínas en el forraje, también favorece la fermentación y

preservación adecuadas; por esta razón no son tan convenientes para el

bioensilado las leguminosas.

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El maíz que contiene cantidades relativamente grandes de energía o

carbohidratos disponibles, que es bajo en proteínas, es un cultivo ideal para

ensilar. En cambio las leguminosas son bajas en carbohidratos disponibles y

altas en proteínas; en esas condiciones se necesita una mayor cantidad de

ácido láctico para alcanzar el pH deseado.

2.6. Factores que afectan la conservación de los forrajes ensilados.

Además de la influencia del contenido de carbohidratos fermentables y

proteínas, analizados anteriormente, existen otros factores que inciden en

forma importante sobre la conservación y calidad de los ensilajes, que son:

contenido de humedad, tamaño del picado, compactación y sellado del silo.

2.6.1. Humedad del forraje.

El contenido de materia seca del material ensilado es frecuentemente

la principal limitante de una preservación satisfactoria del forraje. Es

importante entonces que la humedad sea la adecuada, ya que niveles

muy bajos dificultarán la compactación rápida de la masa ensilada;

por otra parte, el exceso de agua será un obstáculo sobre el proceso

de fermentación del material, diluyendo los ácidos formados y

extendiendo con ello el proceso fermentativo.

El aumento en el contenido de materia seca de los forrajes se traduce

en una mayor concentración de carbohidratos solubles en la materia

verde, disminuyendo la capacidad tampón; así también cabe esperar

que los carbohidratos solubles y fermentables totales sean

transformados en menor cuantía, consiguiéndose al mismo tiempo

que la fermentación ácida concluya en niveles de pH más altos.

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Estudios sobre la relación entre el contenido de materia seca en

gramíneas y leguminosas ensiladas, y algunos compuestos derivados

de la fermentación (Wilkins y otros, 1971) revelaron una correlación

negativa entre el contenido de materia seca y la concentración de

ácidos totales o de amoníaco como porcentaje de N total; la relación

entre contenido de materia seca y ácido láctico como porcentaje de

los ácidos totales fue positiva, aunque ello fue generalmente más

notorio con gramíneas que en leguminosas.

Picado del forraje.

El tamaño de partículas del material cosechado es otro factor que afecta el ensilado, ya que

un picado más fino facilitará la disponibilidad de los carbohidratos fermentables celulares

del forraje para el medio fermentativo microbiano. Adicionalmente, la compactación será

también más efectiva cuando el forraje sea finamente picado en comparación con trozados

más gruesos o forrajes ensilados en rama o enteros.

Cabe considerar, no obstante, que el tamaño de picado reduce su importancia cuando se

trata de ensilajes con bajo contenido de materia seca, adquiriendo relevancia en aquellos

forrajes con dificultades de compactación. Por otro lado el tamaño y arquitectura del silo

también podría influir sobre el efecto favorable de un mejor trozado sobre la calidad

fermentativa del ensilaje; una revisión sobre el tema sugiere que en silos de gran tamaño el

efecto sería menor. (Domont, 1984).

Compactación

En directa vinculación con el aspecto anterior, es necesario conseguir una rápida

eliminación del aire de la masa ensilada, con el objeto, por una parte, de limitar el proceso

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de respiración inicial y, por otra parte, de evitar fermentaciones aeróbicas putrefactivas del

forraje que deriven en pérdidas de material por descomposición.

Sellado.

Para una adecuada preservación del ensilaje durante largos períodos de tiempo, cabe

considerar que éste debe aislarse del ambiente atmosférico, lo que se consigue procurando

la impermeabilidad de las paredes y cubiertas de los silos usados.

El uso de una cubierta con polietileno permite reducir las pérdidas de ensilaje,

particularmente en los estratos superiores del silo. Se ha comprobado que al usar una carpa

de polietileno como cubierta, o como cubierta y piso, en silos parva, las pérdidas totales se

redujeron notoriamente en comparación con el uso de tierra para cubrir el silo, lo que se

puede demostrar con los cuadros que se presentan a continuación.

CUADRO 1. Efecto de la cubierta con polietileno sobre las perdidas por estratos en

silos horizontales de 2.10 m de altura

ESTRATO

Pérdidas de materia seca (%)

Cubierto Descubierto

24 cm superiores 5,4 59,7

24-50 cm de profundidad 3,1 22,1

Más de 50 cm profundidad (Diferencias no significativas)

Fuente: McLaughlin, Wilson y Bowden (1978)

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CUADRO 2. Perdidas totales y parciales de materia seca en ensilaje de pradera

naturalizada de la zona sur de Chile, con tres clases de sellado del silo.

Tipo de pérdida

Método de sellado

Cubierto con Cubierta con Polietileno de

Tierra polietileno Cubierta y piso

Pérdidas de putrefacción (%) 1,6 2,2 1,6

Pérdidas de fermentación ,

Respiración y lixiviación (%) 38,0 21,1 15,1

Pérdidas totales (%) 49,5 23,3 16,7

Fuente: Riveros y Wernli (1985)

2.7. Perdidas del ensilado

Entre la cosecha del forraje y su utilización como ensilaje ocurren pérdidas

inevitables, las que son particularmente variables dependiendo de diversos

factores.

Las pérdidas totales de los ensilajes derivan de varias causas, pudiendo éstas

clasificarse en:

Pérdidas de campo

Corresponden al forraje cortado y que queda en el potrero, a las que se

suman otras inherentes al marchitamiento del forraje cuando se procede a

reducir el contenido de humedad antes de ensilar. Dicho de otra manera, al

cosechar mecánicamente la pradera, pequeñas cantidades de forraje pueden

quedar en el suelo, lo que sumado al residuo en pie de las plantas cortadas

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podría denominarse “Pérdidas de Campo”, las que usualmente contribuyen

poco a las pérdidas totales de los ensilados.

Por otra parte, si se procede a marchitar el forraje intervienen tres tipos de

pérdidas, identificadas por Gordon, Holdren y Derbyshire (1969) como

mecánicas, bioquímicas y de lavado o lixiviación.

Las pérdidas bioquímicas del marchitamiento derivan de la respiración y

otros procesos enzimáticos en la planta después de cortada. Es conveniente

que el periodo de marchitamiento sea limitado, ya que su duración guardará

relación directa con las pérdidas de respiración.

Investigaciones en gramíneas y alfalfa han demostrado que al premarchitar

el forraje hasta 60 horas, las pérdidas aumentan gradualmente al prolongarse

el periodo de exposición del forraje en el campo, conforme se puede apreciar

en el cuadro siguiente:

CUADRO 3. Perdidas de materia seca durante el marchitamiento de gramíneas y alfalfa (20 ensayos)

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Periodo de

Marchitamiento Contenido Pérdidas

(horas) iniciado de m.s. de m.s.

a las 16:00 hrs (%)1 (%)1

0 18,9a -

12 19,3a 0,7a

24 23,9b 2,1a

36 23,0b 3,4b

48 28,0c 4,5bc

60 25,4b 5,8c

1 Letras distintas dentro de la columna indican diferencias estadísticamente significativas.

Fuente: Extractado de Christensen (1967).

2.7.1. Pérdidas de Oxidación

Una vez ingresado el material al silo, la presencia de oxígeno

resultará en pérdidas de oxidación por los siguientes conceptos:

respiración a base del oxígeno atrapado en la masa; descomposición

del material por ingreso del aire, lo que ocurre principalmente en las

orillas y superficie del silo; y acción del aire sobre el ensilaje

expuesto después de abrirlo.

Las pérdidas de respiración pueden ser insignificantes si se consigue

confeccionar los ensilajes rápidamente y, al mismo tiempo

compactarlos y sellarlos adecuadamente; pero, en cambio serán

importantes si se descuidan esas medidas. Así mismo al abrir los

silos, su exposición al aire durante periodos prolongados origina

generalmente actividad bacteriana y de levaduras, seguida por el

desarrollo de hongos, provocando la oxidación de carbohidratos

solubles y ácido láctico, y deaminación de los aminoácidos.

Page 18: BIOENSILAJE

Entre las pérdidas oxidativas, la descomposición del material por

entrada de aire en los contornos del silo es cuantitativamente la más

importante en la mayoría de los casos. La adecuada compactación y

su relación con el diseño del silo, junto con un sellado adecuado de

este, son medidas que permitirían reducir a un mínimo las pérdidas

por este concepto.

2.7.2. Pérdidas fermentativas.

En este caso la cuantía de las pérdidas fermentativas es variable,

dependiendo de los nutrientes fermentados y los microorganismos

involucrados en ello.

La transformación de azúcares en ácidos por bacterias del ácido

láctico se manifiesta en pérdidas de materia seca fermentada que

fluctúan entre 0 y 33%, en tanto que la participación de Clostridium y

levaduras redunda en pérdidas notoriamente más altas, debido a la

marcada producción de hidrógeno, etanol, anhídrido carbónico,

sumado a la deaminación y decarboxilación a aminoácidos por

Clostridium. Las pérdidas de energía son, en cambio

considerablemente menores que las de materia seca, en razón a que el

valor energético de los productos derivados de la fermentación es

mayor que el de los sustratos. (McDonald 1981)

2.7.3. Pérdidas por lixiviación

Las pérdidas registradas por eliminación de líquido dependerán

principalmente del contenido de humedad del forraje ensilado,

influyendo además el grado de compactación, tipo de silo y

pretratamiento.

Page 19: BIOENSILAJE

La siguiente relación entre el porcentaje de pérdida en el lixiviado y

el contenido de materia seca del forraje fue propuesta por Miller y

Clifton (1965):

%Pérdida de MS* en el lixiviado=17.61 – 0.538% MS forraje

*Materia seca.

Sobre la base de la ecuación expuesta se puede deducir que las

pérdidas de lixiviación podrían fluctuar entre 10 y 0%, cuando el

contenido de MS del forraje es 14% o superior a 33%

respectivamente, lo que corresponde a un rango normal para praderas

ensilada. Sin embargo, el uso de dicha ecuación lineal podría

sobreestimar las pérdidas de efluentes calculados; Mayne y Gordon

(1986) midieron pérdidas de MS por lixiviación de 2.9 y 2.5% con

una cosecha de rye grass perenne con 21 y 22.4% de MS

respectivamente; el forraje premarchitado (31.9% de MS) no registró

pérdidas por efluente. Cabe destacar que el líquido exudado arrastra

nutrientes de alta calidad, como son carbohidratos y proteínas

solubles, ácidos orgánicos y minerales; por lo que, en términos

nutricionales, las pérdidas de lixiviación suelen ser muy importantes.

En el cuadro que sigue, se resumen las pérdidas de nutrientes en rye grass ensilado

directamente y con previo marchitamiento.

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CUADRO 4. Perdidas parciales y totales en ballica ensilada directamente o previo

marchitamiento.

Ensilaje

Directo Premarchito

Materia seca ensilaje (%)Pérdidas de campo, m.s. (%)

Pérdidas de ensilado (%)

- Materia seca:TOTALES

Por concepto de: Putrefacción (exteriores) Lixiviación Invisibles1

- Energía bruta:TOTALES

Por concepto de: Putrefacción (exteriores) Lixiviación Invisibles1

- ProteínaTOTALES

Por concepto de: Putrefacción (exteriores) Lixiviación Invisibles1

21,0 31,9 - 7,4

20,6 6,0 1,3 1,2 2,9 0 16,4 4,8

18,6 4,4 1,3 1,3 2,4 0 14,9 3,1

17,6 11,7 1,4 1,2 4,2 0 12,0 10,5

Balance de pérdidas globales

Forraje cosechado (ton m.s./ha)Forraje ensilado (ton m.s./ha)Forraje útil (ton m.s./ha)

12,47 12,23 12,71 11,32 11,00 10,64

1 Pérdidas por concepto de respiración, fermentación y gases. Fuente: Extractado de Mayne y Gordon (1986a ; 1986b).

Calidad del ensilaje

Depende de la naturaleza y estado de las plantas. El forraje al momento de

ser cosechado, es el resultado acumulativo del crecimiento de la planta y del

efecto de los factores ambientales (suelo y clima especialmente) que

influyen en la distribución de los nutrientes derivados por la acción de la

Page 21: BIOENSILAJE

fotosíntesis y de los elementos absobidos del suelo a través de las raíces; es

decir que el ambiente determina la composición química de la planta.

La etapa de desarrollo al momento de realizar el corte y el estado de

fertilidad del suelo durante el ciclo vegetativo de la planta, son factores

importantes para producir forraje abundante y nutritivo. El valor alimenticio

de las hojas de las plantas es superior al de los tallos por ser mayor su

riqueza en proteína, menor su contenido de fibra y mayor digestibilidad. El

mejor ensilaje de las gramíneas se consigue cuando éstas se cortan antes de

la floración. El maíz y el sorgo se recomienda cortar cuando el grano está en

estado lechoso masoso.

El valor del ensilaje como alimento depende de su composición química, de

su digestibilidad y de la cantidad consumida por animal. El contenido de

elementos nutritivos depende en gran parte de la naturaleza del forraje

ensilado. Con el ensilaje no hay mejoramiento de la calidad del forraje, pero

sí se conserva por muchos meses la calidad original de éste, si ha sido bien

preparado. La aceptabilidad del ensilaje por parte de los animales disminuye

cuando esta contaminado con hongos, cuando tiene un alto porcentaje de

ácido butírico, de amoníaco y cuando la humedad es muy alta; conviene, por

tanto, dejar escurrir durante algunas horas el forraje que se corta mojado. En

muchos casos se produce una cantidad más o menos abundante de jugos

cuando se está compactando en el silo, estos jugos pueden ser absorbidos por

las capas contiguas de ensilaje o se acumulan en la parte inferior del silo; es

posible que estos jugos causen efectos positivos cuando se produce la

fermentación láctica o pueden producir fermentaciones acéticas y butíricas.

Por tanto, es preferible prever una salida para los jugos. Un suelo permeable,

un drenaje bien establecido, una inclinación del fondo, un ensilaje bien

dispuesto, bien compacto, será de buena calidad y los animales lo van a

aceptar con gusto.

Page 22: BIOENSILAJE

La calidad del ensilaje se puede medir o evaluar por su olor, color, valor

nutritivo, gustosidad, rendimiento, productividad, pH, contenido de

nitrógeno amoniacal y ácidos.

Salamanca (1990), propone en el siguiente cuadro las características

deseadas en un ensilaje de buena calidad.

CUADRO 5. Características de un buen y mal ensilaje

Características Ensilaje de Ensilaje de

buena calidad mala calidad

Acido acético* 1,5 3,0

Acido láctico* 8,5 1,1

Nitrógeno amoniacal* 1,0 4,0

pH 4,0 5,5

Color Verde amarillento Negro

Olor Mango maduro Podrido avinagrado

Apariencia Libre de hongos Con hongos

Humedad 68% Menor del 65%

y mayor de 71%

Sabor Agradable Inapetecible por el

ganado

* Porcentaje en materia seca

Fuente: Ibídem, p. 208

Valor del pH.

Una referencia para conocer el grado de acidificación del ensilado la

constituye el pH. En el momento de entrar en el silo corresponde a

los factores verdes un pH de 6,5-7,0; lo que significa que todavía no

contienen ácidos libres y que son químicamente neutros. Al finalizar

Page 23: BIOENSILAJE

el proceso de fermentación es deseable un pH 4.5 y mejor si se

alcanza un pH igual a 3.5.

2.7.4. Contenido de ácidos procedentes de la fermentación.

Un ensilado muy bueno contiene por término general más del 2% de

ácido láctico. Esto es muy deseable, puesto que el ácido láctico

origina una buena y aromática acidificación, sin causar pérdidas del

valor nutritivo.

Valores inferiores al 2% indican con frecuencia la existencia de

fermentaciones anormales; valores por debajo del 0,3% son indicio

de la baja calidad del ensilado. El contenido del ácido acético indica

que existe ya un desdoblamiento parcial de la sustancia nutritiva. El

ácido acético por su penetrante y agudo olor y sabor, no debe según

esto encontrarse en cuantía superior al 0.3-0.6%. Un buen ensilado

está exento de ácido butírico. La presencia del mismo indica una

descomposición de las sustancias alimenticias fácilmente digestibles

y en particular de las proteínas. Valores de ácido butírico superiores

al 0.5% son ya indicio de una baja calidad en el ensilado. Si la tasa

excede del 1%, entonces el ensilado suele estar alterado, o inservible.

2.7.5. Tasa de amoníaco en el ensilado

Otro índice de calidad mensurable químicamente en los ensilados es

su contenido en amoníaco . El curso de la fermentación es tanto

mejor cuanto menos son atacadas las proteínas por los gérmenes

perturbadores del proceso y menor cantidad de compuestos

amoniacales generan. Con este desdoblamiento las proteínas pierden

gran parte de su valor, a la vez que se reduce el contenido del forraje

Page 24: BIOENSILAJE

en equivalente almidón. Cuando las fermentaciones anormales son

muy acentuadas, pueden incluso producirse sustancias capaces de

originar trastornos digestivos.

En síntesis se argumenta que la calidad del ensilado está relacionado

íntimamente al valor nutritivo que posee el mismo; siempre se deberá

tener presente que el ensilado nunca será mejor en calidad que el

forraje verde utilizado para este proceso. Por supuesto que si la

cosecha no ha sido ensilada correctamente, el producto resultante

tendrá pésimo sabor o baja digestibilidad aparte de tener mala

calidad.

Para juzgar la calidad de un ensilado es necesario considerar algunos

parámetros organolépticos, físicos y químicos.

Entre los aspectos físicos y organolépticos se registran los siguientes.

Consistencia: material flexible

Color: un buen ensilado en lo posible debe conservar el color

original. Se acepta un color amarillo verdoso, café verdoso o

ligeramente verdoso dorado.

Sabor: agradablemente aromático y francamente ácido.

Olor: afrutado y ligeramente agrio. Agradable, a vino levemente

alcohólico.

Tipos de silo

Page 25: BIOENSILAJE

La estructura empleada para almacenar el forraje constituye un aspecto relevante en

la preparación de los ensilajes. Existen diversos tipos de silos, siendo los más

conocidos el silo Parva, Bunker, Zanja o trinchera, Torre o aéreo y el Silopress.

Cabe indicar que pueden existir otros silos, ya que cualquier estructura que reúna

condiciones para almacenar adecuadamente el forraje en condiciones anaeróbicas

podrá servir de tal, independientemente de los materiales usados, la forma o el

tamaño del silo.

La decisión sobre el tipo de silo a usar considerará un conjunto de factores a nivel

predial, entre los que cuentan:

- Costo de construcción y su amortización

- Ubicación del silo en relación a su uso dentro del sistema de producción

animal.

- Características del forraje generalmente cosechado en el predio, en

relación a las pérdidas previsibles de ensilaje.

- Volumen de forraje a conservar, y

- Disponibilidad de maquinaria .

Silo Parva o silo de montón.

Son los más económicos y se construyen amontonando el material en forma circular o

trapezoidal; no poseen paredes, simplemente el forraje almacenado se cubre con tamo,

tierra o polietileno. Es deseable que el piso sea encementado o, en su defecto, bien plano y

sobre éste se coloca un polietileno para echar encima el forraje previamente picado. Luego

se compacta y se cubre. Sobre el polietileno se pueden colocar piedras, tierra, llantas o

cualquier otro material. No obstante que es el más económico y simple, es el que menos

garantías ofrece para obtención de un buen producto.

Page 26: BIOENSILAJE

Silo tipo trinchera

Son construidos o en la ladera de una colina. No es más que una zanja abierta en la tierra

con las paredes inclinadas hacia fuera, lisas y tratando de dar una forma trapezoidal. Si las

necesidades son permanentes, sus paredes y piso pueden ser de hormigón y/o cemento.

El silo trinchera se puede localizar en cualquier terreno, siempre y cuando no haya

problemas de nivel freático (agua subterránea) muy alto ya que el ensilaje se puede perder.

Las dimensiones del silo varían de acuerdo con las necesidades de la explotación. La

profundidad de este siempre es menor que el ancho. Se aconseja que el ancho sea mayor o

igual a 4m para facilitar la operación del equipo mecánico en la compactación. Si el ancho

es de 4m la profundidad puede ser de 2 a 2.50m y el largo puede variar de acuerdo con el

volumen del forraje que se va a ensilar. En cualquier caso el tamaño, capacidad y

dimensiones debe basarse en el conocimiento de los siguientes aspectos:

Número de animales que se pretenden alimentar y la cantidad de

ensilaje a administrarse.

Número de días que los animales van a recibir ensilaje

El peso del ensilaje, mismo que varía de acuerdo con la clase de

pasto, el tamaño de corte o picado y el grado de apisonamiento.

También depende del grado de humedad y madurez del forraje.

Se asume que un metro cúbico de ensilaje pesa 510 kg en este

tipo de silos. Otros autores estiman entre 600 y 700 kg.

Silo Bunker

Son construidos sobre el suelo, generalmente conformados por dos muros laterales

paralelos, ligeramente inclinados hacia fuera en la parte superior y sus extremos abiertos.

Para dimensionar se consideran los mismos parámetros expuestos para el caso del silo

trinchera.

Page 27: BIOENSILAJE

Silo aéreo o de torre

Son verticales generalmente cilíndricos; pueden ser construidos con diferentes materiales

como concreto, ladrillo, bloque, madera y láminas metálicas. Tienen techo para una buena

protección contra las lluvias. Permiten obtener una mayor calidad del producto que en los

silos de trinchera o bunker, debido a su buena compactación menores pérdidas superficiales

y periféricas; pero, a su vez estos silos son más costosos en su construcción y en su

mecanismo, pues requieren maquinaria más complicada para llenarlos y vaciarlos.

Silopress

Es otra alternativa para conservar forrajes. Consiste en una tolva receptora, una

compactadora; alrededor de esta se encuentran cuchillas en espiral que aprisionan el

material dentro de la bolsa. Cuando esta queda llena, sus extremos se sellan.

El silopress tiene varias ventajas:

- La unidad se puede transportar a cualquier sitio

- Conserva permanentemente alimento de buena calidad

- Requiere solamente un operario para su manejo

- Las pérdidas son menores al 1%.

3. CONCLUSIONES

1. El Ecuador cuenta con dos estaciones climáticas bien diferenciadas que

corresponden a la época de lluvia y la época seca; invierno y verano

respectivamente.

2. La producción forrajera se caracteriza por una marcada estacionalidad,

alcanzándose la mayor productividad con especies de alto valor forrajero en

la época de lluvias y lógicamente acusa un déficit de forraje en la época seca.

Page 28: BIOENSILAJE

3. La falta de alimento incide directamente en la economía de la finca, debido a

que este problema se traduce en la disminución de la producción de leche y

bajas ganancias de peso; además de ocasionar otros problemas, tales como

bajos niveles de natalidad, terneros débiles y presencia de enfermedades.

4. La baja productividad de forraje ocasiona el sobrepastoreo de los pastizales,

lo que los vuelve cada vez menos productivos y susceptibles a la erosión.

5. Resulta complejo el ajuste de la capacidad de carga en función de la

disponibilidad de forraje; se impone entonces la necesidad y conveniencia de

conservar el exceso de forraje que se produce en la época de lluvias, para

utilizarlo bien como suplemento o como único alimento en la época de

sequía.

6. El método de conservación más recomendado es el bioensilaje.

7. El bioensilaje es un proceso fermentativo natural en el cual la intervención

de los microorganismos presentes en la masa ensilada, crean un nivel de

acidez producto de su propio metabolismo, hecho que impide que otros

microorganismos puedan descomponer el forraje, siendo inevitable una

mínima pérdida de los nutrientes del material original.

8. El silaje es el forraje verde fermentado. Es el producto final del bioensilaje

realizado en ausencia de aire, en un lugar seco y protegido llamado silo.

9. El proceso del bioensilaje comprende básicamente dos fases: la respiración y

la fermentación.

10. Desde el momento que se corta la planta, ésta continúa respirando y, por

ende gastando energía a partir de los azúcares celulares, lo que se mantienen

hasta la extinción del oxígeno de la masa ensilada.

11. La fermentación de los carbohidratos de la planta da lugar a la formación de

ácidos grasos volátiles (acético, propiónico, butírico) y ácido láctico, que es

el más deseado y responsable directo de la conservación.

12. Entre los factores que afectan la conservación de los forrajes ensilados se

anota la influencia del contenido de carbohidratos fermentables y proteínas,

contenido de humedad, tamaño del picado, compactación y sellado del silo.

Page 29: BIOENSILAJE

13. El ensilaje es importante porque conserva el valor nutritivo, se lo puede

hacer en cualquier lugar y, permite superar la escasez de forraje.

14. El proceso de bioensilaje como tal no tiene limitaciones ni desventajas.

4. RECOMENDACIONES

1. Difundir y capacitar a los productores pecuarios en la técnica del bioensilaje.

2. Para la zona templada y fría se recomienda preferentemente ensilar maíz y

sorgo, y en la zona subtropical y tropical pasto elefante, king grass y

maralfalfa

3. Para favorecer la fermentación es conveniente el premarchitamiento máximo

por 24 horas.

4. Todos los tipos de silos deben tener un sistema de drenaje.

5. El efluente puede ser usado como fertilizante o en la alimentación de los

animales.

6. Para aplicar a la pradera debe ser diluido con agua en partes equivalentes.

7. Evite contaminar reservorios de agua porque lo inutilizan, hay reportes que

un litro de efluente reduce el contenido de oxígeno de 1000 litros de agua.

8. Abierto el silo se recomienda utilizarlo ininterrumpidamente.

9. Cortar el forraje en horas que el rocío se haya eliminado.

10. Suministre el ensilaje gradualmente, esto es importante para disminuir el

desperdicio.

11. Suministre el ensilaje en las horas más frescas del día

12. Para el caso de vacas de leche, administre después del ordeño o en el

momento del mismo.

5. BIBLIOGRAFIA

Page 30: BIOENSILAJE

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