bill_gothard_-_nuestro_dios_celoso[1]

8/8/2019 Bill_Gothard_-_Nuestro_Dios_Celoso[1]

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Este libro es fcil de leer y, con todo, profundo en sumensaje. En l,Bill Gothard ha desnudadosu alma,mostrndonosla perspectiva de un hombre cuyo carcter es ejemplo vivo delos poderosos principios que contiene su obra.

RAYCOMFORT y KIRK CAMERONLIVING WATERS PUBLICATIONS

La idea de que Dios es un Dios celoso porque es absoluto,es una verdad vital para el cristiano. Este libro explica laimportancia de este concepto.

DR. SPIROS ZODHIATES, EDITOR JEFETHE VOleE OF THE COSPEL

Lehace poco Nuestro Dios celoso, captulo por captulo, enlas noches, en mi momento de oracin, y me bendijo y medio nimo. Este libro de Bill Gothard me fue llevando por lasenda a un nivel ms alto de confianza y de seguridad en miSalvador.

JONI EARECKSON TADA, PRESIDENTA DE JONI AND FRlENDS


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Dedico este libro al cumplimiento total de la oracinde Cristo en Juan 17, que se producir cuando cada

uno de los que somos miembros de su Cuerpo amemosal Seor con todo el corazn, el alma, la mente y lasfuerzas, y a nuestro prjimo como a nosotros mismos.Yo en ellos, y t en m, para que sean perfectosen unidad, para que elmundo conozca que t

me enviaste, y que los has amado a elloscomo tambin a m me has amado.

JUAN 17:23


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NUESTROOrosCELOSOEl amor que no me deja ir

BILL GOTHARD

EDITORIALi j


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Publicado porEditorial UnilitMiami, Fl. 33172Derechos reservados 2004 Editorial Unilit (Spanish translation)Primera edicin 2004 2003 por Institute inBasic Life Principies, Inc.Originalmente publicado en ingls con e! ttulo: OurJealous Codpor Bill GothardPublicado por Multnomah Pul.lishcrs, Ine.204 W.Adams Avenue, P. O. 'lox 1720Sisters, Oregon 97759 USATodos los derechos de publicacin con excepcin de! idioma ingls son contratados exclusivamente por GLINT, P. O. Box 4060, Ontario, California91761-1003, USA. (All non-English rights are contracted through: GospelLiterature International, PO Box 4060, Ontario, CA 91761-1003, USA.)Ninguna parte de esta publicacin podr ser reproducida, procesada enalgn sistema que la pueda reproducir, o transmitida en alguna forma o poralgn medio electrnico, mecnico, fotocopia, cinta magnetofnica u otroexcepto para breves citas en reseas, sin e! permiso previo de los editores.Traducido al espaol por: Dr. Andrs CarrodeguasLas citas bblicas se tomaron de la Santa Biblia, Versin Reina Valera 1960 Sociedades Bblicas Unidas. Usada con permiso.Producto 495352ISBN 0-7899-1215-5Impreso en ColombiaPrintedin Colombia


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CONTENIDO

RECONOCIMIENTOS 6

Captulo 1 SU NOMBRE ESCELOSO 7Captulo2 AMARA DIOS CON TODO ELCORAZN 15

Captulo 3 AMARADIOS CON TODA ELALMA 31Captulo 4 AMARA DIOS CON TODALAMENTE 45Captulo 5 AMARA DIOS CON TODAS LASFUERZAS 54Captulo 6 AFECTO RIVAL#1:

AMARNUESTRA PROPIAVIDA 62

Captulo 7 AFECTO RIVAL#2:AMARALMUNDO 74

Captulo 8 AFECTO RIVAL#3: AMARELDINERO 83Conclusin CELOSOS LOS UNOS POR LOS OTROS 93

NOTAS 95


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RECONOCIMIENTOSM e siento en deuda con el Seor porqueme ha ido rodeandode una familia, unos amigos y unos colaboradores fielesque lo aman y se han consagrado a su servicio.Tambin le estoyagradecido al capacitado y piadoso equipo de Multnornah,bajo el destacado liderazgo de Don Jacobson. Quiero agra-decer en especial el sabio y detallado trabajo de Larry Libby yThomasWomack, que han llevado este libro a su forma actual.


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e"" l ' t L I. o

Su NOMBREES CELOSO

Porqueno te has de inclinar a ningn otro dios,puesJehov, cuyonombre es Celoso, Dios celoso es.

XODO 34:14

p ocos das despus de su matrimonio, un joven esposomuy sociable decidi demostrar el amor que le tena a suesposa,sacndola a un restaurante distinguido. Cuando llegaron,el jefe de los camareros los escolt hasta una mesa especial ylos ayud a sentarse.Pronto lleg la camarera, una joven brillante y atractiva.El esposo le sonri con evidente deleite. Observ su nombreen el uniforme y lo us para enzarzarse con ella en unosmomentos de animada conversacin. Entonces, le pidi loque iban a comer de cena.

Mientras se alejaba la camarera, el feliz esposo volvi amirar a su esposa... y le sorprendi el cambio de actitud que

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se haba producido en ella. Daba el aspecto de sentirseherida y sentida.Cario, le dijo, qu te sucederVi cmo te brillaron los ojos cuando miraste a esacamarera. Eso me doli!

l se sinti confundido. Te doli? Por qu te habrade doler? Solo estaba tratando de ser amistoso. Esa es minaturaleza. Soy extrovertido. Disfruto con la gente.Aquella distincin sirvi muy poco para consolar a suacongojada esposa. Acaso no acababa l de prometer en susvotos matrimoniales que abandonando a todas las dems,se unira a ella y se dedicara a ella? Desde su boda, ella yahaba notado en varias ocasiones que a su esposo le chispeabanlos ojos al ver a otras mujeres, pero no haba dicho nadahasta aquella noche en el restaurante.Felizmente, esta historia tiene un buen final. El recincasado aprendi pronto su leccin, entren su vista ya partirde entonces, trat a las dems mujeres de una maneraeducada y desprendida. Sus ojos siguen chispeando, perosolo cuando es su esposa la que entra en la habitacin. Ashan ido desarrollando un matrimonio feliz y prspero.

Cuando escuch este relato, cuando o a aquella jovenesposa explicar lo herida y ofendida que se haba sentido conel deleite tan evidente que senta su esposo ante otra mujer,pens para mis adentros: Estaseora tieneproblemas de celos.8


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SU NOMBRE ES CELOSO

Segn yo, el problema estaba en ella.Obviamente, era demasiado sensible, y tal vez temiera

que la desplazara otra mujer. Siempre haba razonado que lapersona que senta los celos era la que tena el problema, yera ella (o l) quien necesitaba resolverlo.

Sin embargo, en el mes de septiembre pasado, me vi enuna situacin de consejera que hizo que recordara estesuceso ... y lo que sucedi aquel da cambi mi vida.De repente, la afirmacin de aquella joven se meti denuevo entre mis pensamientos: i V' cmo te brillaron los ojoscuando miraste a esa camarera! En ese instante, vi lo que nohaba visto antes: la poderosa importancia espiritual quetenan aquellas palabras.

Aquella pareja se hallaba en una relacin de pacto, y enuna unin as, no puede haber tolerancia alguna paraningn afecto rival. En la ceremonia nupcial, ambos habanhecho voto ante Dios de que se apreciaran y amaran entre scon todo el corazn.

En este caso, los celos estaban justificados. Ella tenarazn en sentirse celosa. Quera que la vista de l se fijara enella. Quera su corazn; todo su corazn. Y a causa de losvotos que haban hecho, tena todo derecho a esperaraquellas cosas.

De repente, me saltaron a la mente unas palabras de lasEscrituras, y me llenaron de asombro con un significadototalmente nuevo.

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Porque yo soy Jehov tu Dios, fuerte, celoso.[XODO 20:S

Fue uno de esos momentos centrales en los cuales elEspritu de Dios parece levantar la cortina para revelar unagran verdad que siempre ha estado presente, aunque hayapermanecido oculta a la vista. Medit en el significado deaquellas fuertes palabras del xodo. En qu sentido eraceloso Dios? Solo era celoso por la nacin de Israel, otambin lo era por m? Qu afectos rivales existan en mipropia vida -palabras, pensamientos o acciones- quehacan que el Soberano Todopoderoso del universo sintierael dolor de los celos?Como en el caso de la esposa celosa en el restaurante,Dios observa los ojos de mi corazn. l lo nota cada vez queme brillan ante algn afecto rival. Su Espritu Santo seentristece ante el quebrantamiento de mi lealtad. Y sipersisto en seguir dividiendo mis lealtades, vaya pasar porun serio conflicto en mi vida, tal como les pas a esos recincasados en una noche que habran debido disfrutar juntos.

Tal vez alguien haga este comentario: Qu le importa alDios grande y omnipotente que uno de sus hijos se distraigacon algn afecto pasajero? Sin duda, l tendr cosas msimportantes que hacer, que seguirles la pista a nuestraspequeas indiscreciones o inclinaciones desviadas!.

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Si pensamos as, es solo porque subestimamos su amor ...y su santidad. Las Escrituras nos muestran que l s se dacuenta de las cosas pequeas; de esas pequeas idolatrasque nosotros justificamos con tanta rapidez. En el libro deJeremas, el Seor le habla a este profeta acerca de unaprctica que tenan algunas de las mujeres de Jud. Habanestado horneando pequeas tortas en sus propios hornos;unas tortas hechas con la forma de un dolo conocido comola reina del cielo (Jeremas 44: 19).

No eran ms que unas pequeas tortas planas. Hastapodramos estirar el argumento un poco para llamarlasgalletas. Y con todo lo que estaba pasando en el mundo ...con las guerras y los rumores de guerras ... con todas lasdeliberaciones de los reyes, los prncipes y los generales ... ADios le iban apreocupar unas mujeres que estaban horneandogalletas?

S, le preocupaba. Porque conoca los corazonesde ellas. Vealas idolatras secretas que haba tras su inocente actividad.Y esto es lo que dijo acerca de ella:

No ves lo que stos hacen en las ciudades de Jud yen las calles de Jerusaln? Los hijos recogen la lea,los padres encienden el fuego, y las mujeres amasanla masa, para hacer tortas a la reina del cielo y parahacer ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira.

JEREIIlAS 7:17-1811


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N U E S T R O D I O S CELOSO

Aquellas pequeas tortas despertaron los celos de Dios,provocndolo a la ira. Se dio cuenta ... y se entristeci. En elprimero y mayor de los mandamientos, Dios presenta contoda claridad su exigencia de que le tengamos un amortotalmente leal: y amars al Seor tu Dios con todo tucorazn, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todastus fuerzas (Marcos 12:30).

Despus de amar al Seor con todo el corazn, el alma, lamente y las fuerzas, no nos quedar afecto alguno para otrosdeleites q ue p ue da n rivalizar con l.

Durante aquellos momentos del mes de septiembre enloscualeselSeor me abri losojos a estascosas, me comenzarona acudir a la mente otros textos bblicos. Comenc a meditaren la naturaleza misma de Dios. l tiene muchos nombres yttulos. Sin embargo, hay uno de ellos del que no se hablamucho en estos tiempos. No se oye que se hagan cantos conl, ni que se escriba bellamente en placas para las paredes, oque se grabe en las joyas cristianas.y sin embargo, tal vez se debera hacer.

Es Qann.Celoso.En los Diez Mandamientos, l proclama: Porque yo soy

Jehov tu Dios, fuerte, celoso (xodo 20:5). Varios captulosms tarde, afirma: Jehov, cuyo nombre es Celoso, Dios12


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SUNOMBRE ES CELOSO

celoso es (xodo 34: 14). Josu afirma: l es Dios santo, yDios celoso (josu 24: 19).Por supuesto, yo haba conocido estos versculos durante muchos aos. Solo que haba dado por sentado quedescriban la relacin de Dios en el Antiguo Testamento conIsrael, en un tiempo remoto y un lugar muy lejano. En elNuevo Testamento, me imaginaba, l se haba convertidoen un Dios amoroso y lleno de misericordia, que de algunaforma pasa por alto nuestros afectos rivales.Sin embargo, mientras ms lo pensaba, ms incmodome iba sintiendo con estas conclusiones. Me daba cuenta deque aquellos pensamientos tenan que huir ante lo que Diosmismo haba proclamado en Malaquas 3:6: Porque yoJehov no cambio.En otras palabras, tan amoroso y lleno de misericordiaera en elAntiguo Testamento, como lo es ahora en el Nuevo.y l insiste tanto en tener todo nuestro afecto y toda nuestralealtad en el Nuevo, como insista en el Antiguo con supropia nacin.Me inund un sentimiento de profunda reverencia aldarme cuenta de que Dios estaba consciente de todo deleite,amistad o afecto que rivalizara por mi vida con su carcter ysu voluntad. Y no solo estaba consciente, sino que tambinse preocupaba muy profundamente por todos y cada uno denosotros. Alimentar esos afectos -volverse a ellos y cultivarlos

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en los momentos tranquilos del da o de la noche-, eraagitar sus celos, yen realidad, entristecer a su Santo Espritu,trayendo angustia y conflicto a mi propia vida y a misrelaciones.Me encontr suplicndole a Dios que me diera unanueva medida de su gracia y de su discernimiento.Si yo estaba haciendo que mi Seor se sintiera celoso,quera acabar con todo aquello.PUNTOS PARA MEDITARHay aspectos de su vida que compiten por el afecto y lalealtad que solo le pertenecen a Dios? Haba usted pensadoalguna vez que l es celoso de los afectos de usted? Llveleestos asuntos a l en oracin, y pdale que le revele lossecretos de su corazn.

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AMAR A. DIOS CONTODO EL CORAZN

Dame, ' ~ o mo, tu corazn,y miren tus ojospor mis caminos.

PRo\TRBIOS 23:26

Siendo adolescente, recuerdo haberme tropezado un dacon una afirmacin que capt todami atencin. Era algotan fascinante para m, que le estuve dando vueltas en lamente durante das, meditando en su aplicacin ami propiavida.

Ahora, echndole una mirada retrospectiva, pareceproftica.Ten cuidado con lo que quieres cuando tienes quinceaos, porque lo vas a tener cuando llegues a lostreinta. Ten cuidado con lo que quieres cuandotienes treinta aos, porque lo vas a tener cuandollegues a los sesenta.

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Cuando yo tena quince aos, lo que ms quera en lavida era ser eficaz en mi labor con los otros adolescentes.Cuando llegu a los treinta aos, anhelaba compartir con unpblico ms amplio lo que haba aprendido acerca de losjvenes. Aquello era el gran anhelo de mi corazn, y Dios ensu gracia lo ha satisfecho.

Cuando ponemos el corazn en algo, comenzamos allenarnos los ojos y la atencin con aquellas cosas que serelacionan de manera directa con ese fuerte enfoque interior.No en balde las Escrituras nos advierten: Sobre toda cosaguardada, guarda tu corazn; porque de l mana la vida(Proverbios 4:23). Las dems prioridades, las dems cuestiones,los dems sucesos de la vida que tal vez tengan una granimportancia para muchas personas, pasan inadvertidos paranosotros. Por qu? Porque no estn en sintona con nuestrasmetas. No tienen que ver con la pasin que llevamos en elcorazn.

Imagnese un atleta, un joven que se ha estado entrenandodurante aos a fin de clasificar para las olimpadas comopatinador de velocidad. Todos los das de su vida se levantaantes del amanecer, y prepara cuerpo y mente para lacompetencia que domina por completo todos sus pensamientos.A medida que se aproxima la semana ;de pruebas para lasolimpadas, cunto tiempo ms va dedicando a pensaacerca de otras empresas y otros intereses? No tiene tiemp

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AMAR A DIOS CON TODO EL CORAZN

para ninguna otra cosa! Todas ellas son distracciones! l estconcentrando todas sus energas en una sola meta: alcanzarsus sueos de clasificarse para las olimpadas.Lo mismo sucede en cuanto a amar a Dios tal como loordenan las Escrituras. No se trata de una empresa informaly tibia. Jess mismo dijo que debemos amar al Seor nuestroDios

con todo el corazn, con toda el alma, con toda la mente y con todas las fuerzas.Por qu es esto tan importante? Porque nuestro coraznes el asiento de nuestros afectos, y lo que amemos con el

corazn es lo que les va a dar [arma a las metas y a la direccinque tome nuestra vida entera. Ese proceso, tanto si nos damoscuenta como si no, est funcionando en nuestra vida en estosmismos momentos.Cuando nos apartamos de esa bsqueda... Cuandocomenzamos a apartar los ojos de esa meta ... Cuando nossumergimos y fascinamos con otros afectos, con otrosamantes, Dios se pone celoso. Y con toda razn. l es elque nos redimi, comprndonos a un precio grande y terrible.

Uno de mis primeros recuerdos de mi juventud decreyente tiene que ver con unos proyectos en los que trabaj17


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en la sala de recreo que tenamos en rru hogar, mientrasrepeta una y otra vez un canto.

A mi corazn, a mi corazn;Ven a mi corazn, Seor Jess.

Ven hoy, ven para quedarte.Ven a mi corazn, Seor Jess.

Por ser un joven creyente, yo saba que el Seor ya estabaen mi corazn, y que ciertamente, haba llegado all paraquedarse. Sin embargo, lo que estaba experimentando eraun anhelo ms profundo por su presencia. Quera sentir sucercana y escuchar su voz; quera conocerlo por mmismo, yno solo como hijo de una familia cristiana o miembro deuna iglesia activa. Era como una respuesta personal a la invi-tacin que le hizo el Seor a la iglesia de Laodicea: He aqu,yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre lapuerta, entrar a l, y cenar con l, y l conmigo (Apoca-lipsis 3:20).

Hace varios aos, estaba dirigiendo un seminario deconsejera para unos ochocientos jvenes en nuestro centrode adiestramiento de Indianpolis. Durante aquella semanade adiestramiento, recibuna sorpresivainvitacin para reunirmecon el gobernador de Indiana. Era una oportunidad especial,

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AMAR A DIOS CON TODO EL C O R A Z ~

pero iba a tener que salir de una de nuestras sesiones mediahora antes.Cuando lo supieron varios de los estudiantes, merogaron que dejara que una jovencita de diecisisaos llamadaChristiana diera su testimonio. Como la recomendacinhaba sido tan fuerte, se la present a los jvenes y sal paraacudir a la reunin.Tan pronto como volv al auditorio, sent que habasucedido algo. Un maravilloso espritu de avivamiento habainundado el seminario. Haba lgrimas de arrepentimiento yde gozo. Pregunt qu haba sucedido y todo lo que mepudieron decir fue: Queremos amar a Jess de la forma queChristiana lo ama.Christiana expres su amor por el Seor de la forma quela mayora de las jovencitas expresan su amor por un novio.

Habl de las cosas que a l le gustan.Alarde acerca de las cosas que l ha hecho.Comparti las cosas especiales que l le haba dichodesde la Palabra.Seal los recuerdos de unos sucesos especiales con l yexplic las muchas formas en que l le prestaba atencin aella.Christiana amaba al Seor con todo el corazn ... yaquel da, todos los que estaban en el auditorio pudieronverlo y sentirlo.

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BSCAME CON TODO ELCORAZNy me buscaris y me hallaris, porque me

buscaris de todo vuestro corazn,JERHIIAS 29:13

Muchos han buscado al Seor, pero no lo han hallado,porque no lo han buscado con todo el corazn.En Jeremas 17:9 hay una verdad que complica el reto debuscar a Dios con todo el corazn: Engaoso es el coraznms que todas las cosas, y perverso; quin lo conocer?.

Este versculo describe elproblema: elengao, que tienemetidas sus races hasta el centro mismo de nuestro ser.Dios nos advierte que tenemos capacidad para esconderapetitos errneos en el corazn; para meterlos en lasresquebrajaduras y las grietas y detrs de paredes falsas ypuertas ocultas, en la secreta esperanza de poderlos sacar deall un da para satisfacerlos. Y Satans, tal vez sabiendodnde los hemos escondido, nos proporciona con frecuencialas oportunidades perfectas para lograrlo. Tal vez la gente sesorprenda cuando caigamos en algn apetito ilcito queparezca ajeno a nuestra personalidad, y tal vez nosotrosmismos nos lamentemos ante las consecuencias de nuestrasacciones. Sin embargo, se trata de lo mismo que todo el tiempohemos venido deseando hacer. El apetito se hallaba metido

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dentro de nuestro corazn, acariciado y alimentado enprivado durante aos y esperando su oportunidad.La nica respuesta a este dilema es una operacin quirr-gica radical.

Debemos dejar que el Espritu de Dios corte lo que seanecesario en la cubierta de nuestro corazn con unarrepentimiento y una confesin autnticos, y purifiquedespus ese corazn con el agua de la Palabra.

La capacidad del corazn humano para esconder apetitossecretos es increble.

A lo largo de los aos, nuestro ministerio ha trabajadocon centenares de jvenes en problemas procedentes dediversos sistemas de tribunales. Muchos han demostrado unnotable progreso en la restauracin de sus relaciones con suspadres y han crecido en su caminar con el Seor. Sin embargo,si no podemos ayudarlos a revelar todos los secretos quellevan en el corazn, es inevitable que vuelvan a las andadasde antes en cuanto se les presente la primera oportunidad.Cun cierto es el texto bblico que dice: El que encubre suspecados no prosperar; mas el que los confiesa y se apartaalcanzar misericordia (Proverbios 28: 13).

Todos necesitamos abrirle el corazn a alguien o a algo.Si nos resistimos en lugar de abrirlo delante del Seor, ytratamos de conservar compartimentos escondidos y esquinaspara nuestro uso personal, solo nos estaremos engaando a

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nosotros mismos. Y nos enfrentaremos al peligro de quehaya pecados secretos que echen races en nuestro corazn;pecados que un da nos podran llevar a unas angustias ytragedias imposibles de imaginar.

Una atractiva jovencita de diecisiete aos cautiv laatencin y la admiracin de un jovencito de diecinueve.Busc la forma de conversar con ella, y la aprobacin queella sinti que reciba de l se hallaba por encima de todocuanto haba experimentado de su propio padre. Solo esarealidad la hizo inmediatamente vulnerable ante las atencionesde l.

El joven obtuvo su nmero de telfono y comenz allamarla en momentos en los que sus padres no estaban en lacasa. Poco tiempo despus le haba robado el corazn. Ella sesenta segura con sus atenciones, y se fue distanciando msde sus padres ... y tambin del Seor. Cerr el corazn a laconviccin del Espritu Santo, que le segua diciendo queaquella amistad no era correcta y que la iba a herir.

Cuando se produjo el inevitable enfrentamiento entre eljoven y los padres de la jovencita, aquella hija prefiri alamigo y se fue de la casa. El padre estaba enojado ante larelacin que su hija haba mantenido en secreto durantelargo tiempo con aquel joven. Sin embargo, result que ellano era la nica de la familia que practicaba el engao.Cuando el padre vino a recibir consejera, admiti que l

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tambin estaba manteniendo una amistad secreta con otramujer, y que se haba convertido en adicto a la pornografa.Quera que su hija le mostrara su corazn sin engaos,pero l mismo no le haba presentado su propio corazn alSeor sin engaos tampoco. Y la simple verdad es que nopodemos tenerloquequeremos, sindarleaDiosloquel quiere.DELITESE EN LA LEY DEL SEOR

Pues tus testimonios son mis deliciasy mis consejeros...

Guame por la senda de tus mandamientos,Porque en ella tengo mi voluntad.

SALivl0 119:24,35El proceso de buscar al Seor con todo el corazncomienza en realidad cuando nos deleitamos en su Palabra.En las pginas de la Biblia nos encontramos con laPalabra viva de Dios: Jesucristo mismo. Jess les dijo a loslderes judos: Escudriad las Escrituras; porque a vosotrosos parece que en ellas tenis la vida eterna; y ellas son las que

dan testimonio de m (Juan 5:39).Este deleitarse en Dios se origina cuando leemos los

pasajes de las Escrituras y le permitimos al Espritu Santoque sea l quien subraye, destaque y aplique ciertos pasajes23


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concretos. Es una experiencia maravillosa. Sus ojos estnrevisando una pgina de la Biblia que usted ha ledo muchas,muchsimas veces. De repente, un versculo parece destacarsecomo si estuviera escrito en letra negrita o subrayado contodos los colores del arco iris. En ese momento, el Seor lehabla a travs de ese pasaje de una forma muy real y oportuna.Una y otra vez me he maravillado ante la forma en que elEspritu Santo saca a la luz conceptos frescos y aplicacionesnuevas a partir de unos textos de la Escrituras que aprend dememoria aos, tal vez dcadas atrs.

A medida que comenc a injertar estos pasajes en micorazn y mi alma, fui comprendiendo como nunca antes elcorazn de Dios, y deleitndome en l. Los Salmos son unpunto de partida excelente para esta experiencia, por la formatan conmovedora en que expresan el corazn de David, des-crito como un hombre segn el corazn del propio Dios.

En una ocasin, mientras lea los Salmos, me encontrcon elSalmo 27:4:

Una cosa he demandado a Jehov,sta buscar;

Que est yo en la casa de Jehovtodos los das de mi vida,

Para contemplar la hermosura de Jehov,y para inquirir en su templo.

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Supe inmediatamente que aquello no era cierto acercade mi corazn en esos momentos. Tambin supe que lodeba ser.

As que me aprend de memoria ese versculo y comenca tomar la costumbre de dormirme todas las noches citndoseloal Seor. Cada noche escoga una palabra distinta pararesaltarla y meditar en la forma en que se podra aplicar a mivida. Esto me proporcion una comunin y una intimidadcon el Seor que eran cada vez ms satisfactorias. A medidaque pasaba el tiempo, y comenzaba a hacer esto mismo conotros pasajes de las Escrituras, empec tambin a ver elcumplimiento de la promesa que hace el Seor en Juan15:7-8: Si permanecis en m, y mis palabras permanecenen vosotros, pedid todo lo que queris, yos ser hecho. Enesto es glorificado mi Padre, en que llevis mucho fruto, yseis as mis discpulos.

Dormirse mientras se tiene comunin con Dios pormedio de las Escrituras es un elemento clave para amarlocon todo elcorazn. La Biblia dice: Temblad, y no pequis;meditad en vuestro corazn estando en vuestra cama, ycallad (Salmo 4:4).

Durante los larg,),.aos en que tuvo que huir de Sal poreldesierto de Jud, David compuso estas palabras: Cuandome acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en ti en lasvigilias de la noche. Porque has sido mi socorro, y as en lasombra de tus alas me regocijar (Salmo 63:6-7).

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No crea que se trata de una especie de disciplina severa einflexible. Es un verdadero deleite. Cuando los sucesos delda y las preocupaciones por el maana se comiencen adesvanecer en su mente, y su cuerpo comience a relajarse y adisfrutar del sueo y el descanso de los que Dios quiere quedisfrute, su espritu saborear esos pocos momentos finalesdorados de comunin con ese Dios que lo ama. Y cuandovuelva a despertar - y a sea en medio de la noche o con la luzde la m a a n a - , esa dulce fragancia de la presencia de Diosestar an con usted.

Cuando yo me duermo citando las Escrituras, se pro-duce un maravilloso proceso purificador en mi corazn y mimente. La Palabra de Dios purifica las motivaciones, lospensamientos y las fantasas incorrectas del corazn, ycuando se acaba el proceso, he experimentado el gozo desueos espirituales, como el de hablarles a otras personasacerca del Seor, o el de adorar rendido a los pies de Jess.Cuando despierto de uno de esos sueos, experimento unamor totalmente nuevo por el Seor y por los dems.Da y noche, nuestra comunin con el Seor va afortalecerse grandemente cuando nos aprendamos pasajes dememoria. El salmista proclam: En mi corazn he guardadotus dichos, para no pecar contra ti (Salmo 119: 11).

No solo he disfrutado de valiosos tiempos de comunincon el Seor al dormirme citando las Escrituras, sino quetambin he planificado vigilias de toda la noche en las

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A.\lAR A DIOS C O TODO EL CORAZN

cuales me despierto en medio de la noche para meditar en laPalabra de Dios. En el silencio y la oscuridad de esas horas,me acerco a l y l se acerca a m. Es un consoladorrecordatorio de que l siempre est con nosotros. Aunqueestemos dormidos y no seamos conscientes, l est all.

Aunque me sent motivado a realizar estas cosas desdemis aos de adolescente, me sola faltar la autodisciplinanecesaria para llevarlas a cabo, sobre todo aquello delevantarme temprano. Para que me ayudaran a alcanzar mismetas, les ped a otros que me pidieran cuentas. La meditacinen las Escrituras se convirti en el indicador ms fuerte demi amor por el Seor, tal como deca David en el Salmo104:34: Dulce ser mi meditacin en l; yo me regocijaren Jehov.

Durante mis aos en la escuela primaria, yo era muy malestudiante. De hecho, tuve que repetir el primer grado. Lamaestra tuvo mucho tacto a la hora de explicrmelo. Mesac al vestbulo, donde me estaba esperando mi madre, yme habl con una voz animada y llena de entusiasmo.Bien, Billy, te gustara ser lder en primer grado,estudindolo otra vez el ao que viene?

No obstante, la repeticin del primer grado no meayud demasiado. Como me estaba haciendo demasiadogrande para el pupitre, me pasaron de grado de maneracondicional. A partir de aquel ao, me siguieron pasando demanera condicional.27


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NUESTRO DIOS CELOSO

Despus de la primaria, una de mis hermanas mayoresse estaba quejando en voz alta ante la idea de que yo pasara ala secundaria.

Cul es tu problema?, le pregunt.Vas a tener malas notas, exclam, y muy pronto

vamos a ser conocidas como las hermanas del tonto.Ese encuentro encendi un pequeo fuego debajo dem, y me motiv para trabajar duro y lograr mejores notas.

Todas las noches me pasaba horas trabajando laboriosamenteen mis tareas. Sin embargo, lo mejor que pude lograr, pormucho que me esforc, era tener un poco por encima delmnimo para el aprobado. Entonces, un da, una piadosaanciana de la iglesia me pregunt si quera triunfar en lavida. Su pregunta me tom un poco por sorpresa, pero notuve que pensar mucho tiempo acerca de la respuesta. Lerespond con un rotundo s, y entonces ella me desafi aque aprendiera de memoria un pasaje largo de las Escriturascada semana y se lo recitara a ella.

Me llevaba unas diecisiete horas por semana lograrlo,porque era muy malo para aprender. Sin embargo, cuandome dieron las notas en el semestre siguiente, el promedio erade un sobresaliente bajo. Despus de aquello, todos losaos mis notas iban mejorando en proporcin directa a mifidelidad en cuanto a aprender de memoria las Escrituras ymeditar en ellas. Todo elmundo estaba sorprendido, incluso

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A"lAR A DIOS CON TODO EL CORAZN

yo, cuando me gradu de la secundaria en la SociedadNacional de Honor y del colegio universitario con honores.Son miles los que han experimentado unos resultadossimilares. Un estudiante de medicina con una capacidadacadmica normal comenz a aprenderse de memoria loscaptulos de las Escrituras. Se gradu en la escuela de medicina dentro del percentil de los noventa. En la escuela uni

versitaria superior se situ en el percentil noventa y cinco, yen la prueba nacional final sigui en el percentil noventa ycinco. l atribuye esto directamente a su diligencia en la meditacin de la Palabra de Dios.CAMINE HACIA LAMADUREZDios quiere que todos y cada uno de sus hijos recorran elcamino de la vida hacia la posesin de un corazn perfecto.Qu significa esto? Que nunca vamos a pecar?No; el apstol nos asegura que pecamos y seguiremospecando. Juan escribe: Si decimos que no tenemos pecado,nos engaamos a nosotros mismos, y la verdad no est ennosotros. Si confesamos nuestros pecados, l es fiel y justopara perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de todamaldad. Si decirnos que no hemos pecado, le hacemos a lmentiroso, y su palabra no est en nosotros (l Juan 1:8-1O).La perfeccin impecable es imposible a este lado del cielo.Hasta Pablo mismo reconoca que l trataba de alcanzar estasituacin, pero no lo lograba (Filipenses 3:12-14).

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Admita con toda franqueza que aspiraba a la perfeccin,pero no haba llegado a ella. Sin embargo, eso no quieredecir que dejara de intentarlo. Negndose a dejar que losfallos del ayer lo desalentaran, o los retos del maana loamedrentaran, haba hecho del esfuerzo por seguir adelantehacia la meta el objetivo de su vida.

Las Escrituras nos exhortan a todos a madurar en nuestrocaminar con el Seor, y en especial, en nuestro amor por losdems.

Esta perfeccin telas est explicada en Efesios 4: 13:Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y delconocimiento del Hijo de Dios, a un varn perfecto, a lamedida de la estatura de la plenitud de Cristo.Es decir, que hay mucho por andar y mucho por crecer.Es un peregrinar paso a paso, para el que nos capacitan eldon de la gracia de Dios, y la fe que l le da a todo creyente.

De hecho, Dios quiere celosamente que caminemos enesa direccin, hora tras hora, da tras da, ao tras ao.PUNTOS PARAMEDITAREst dispuesto a permitir que el Gran Cirujano realice unaoperacin radical de corazn en su vida? Mientras lee lasEscrituras y medita en ellas, pdale al Espritu Santo que lerevele todos los rincones secretos y los armarios privados queusted nunca le haya entregado completamente a l.

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CA I ' T l LO

AMAR A DIOS CONTODA EL ALMA

La ley de Jehov esperfecta, que convierte el alma.SALMO 19:7

Durante su adolescencia, Doug se senta lleno de dudasacerca de Dios y de la Biblia.Pero, cmo sabemos que Dios es real?, me pregunten una ocasin. Cmo podemos estar seguros de que laBiblia dice la verdad?

Cuando me presion en busca de respuestas, yo termincontestndole: Doug, aunque yo te respondiera ahora mis-mo, en este minuto, todas tus preguntas, eso no te ayudara.Lo que me parece claro es que t has exaltado tu propiamen-te por encima de la Palabra de Dios y de su Espritu. Solocuando sometas tu mente, voluntad y emociones a la autori-dad de Dios, vas a comprender las respuestas a tus preguntas.

Aquel pensamiento era nuevo para Doug.31


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No se haba dado cuenta de que haba puesto su mentepor encima de la Palabra y el Espritu de Dios. Sin embargo,ese es el resultado seguro cuando confiamos en que nuestrorazonamiento humano es capaz de comprender las profundasverdades de las Escrituras. Estos grandes principios no secomprenden tanto con el intelecto, sino que ms bien sedisciernen con el espritu.

y este es el mensaje mismo de las Fscrrturas. Porquequin de los hombres sabe las cosas del hombre, sino elespritu del hombre que est en l?As tampoco nadie conocilas cosas de Dios, sino elEspritu de Dios ( l Corintios 2: 11).El conocimiento que adquirimos con el razonamientohumano tiende a volvernos arrogantes, y en nuestro orgullopensamos que podemos comprender completamente a Diosya la Biblia.Le pregunt a Doug si alguna vez haba sacado conscien-temente del trono a su mente, su voluntad y sus emociones,para ponerlas bajo la jurisdiccin del Espritu Santo de Diosy de su Palabra. l me dijo que no lo haba hecho, y yo loanim a dar ese paso en ese mismo instante. l acept, perosu alma no se rindi sin presentar batalla.

En su primer intento, or diciendo: Oh Dios, s queson mi mente y mi voluntad las que estn en el trono, y ...quiero quitarlas. Amn.

Entonces abri los ojos y me mir.32


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Doug, le acabas de decir a Dios que quieres quitar deltrono a tu mente y tu voluntad. Ahora, vamos a hacerlo.Or de nuevo. Seor, aydame a sacar a mi mente y mivoluntad del trono de mi vida. Amn.

Doug, le dije delicadamente, Dios te va a ayudar. lquiere ayudarte. Pero esto es algo que tienes que hacer t,con un acto de tu mente, tu voluntad y tus emociones.Debes decir con sinceridad: Dios mo, en este momentosaco mi mente, mi voluntad y mis emociones del trono demi vida para poner en ese lugar a tu Espritu y tu Palabra. Apartir de ahora, t eres quien tiene el control de mispensamientos, emociones y decisiones.

Con sus propias palabras, Doug le present esas ideas alSeor. Despus que termin, sucedi algo inesperado. Derepente le pareci que todas aquellas dudas que lo habanestado acosando durante tanto tiempo, carecan de importancia. Ahora posea un discernimiento espiritual que le dabauna perspectiva nueva acerca de Dios, de la Biblia y de lavida entera.

Pablo explic el conflicto entre el razonamiento humanoy el discernimiento espiritual cuando escribi: Pues mirad,hermanos, vuestra vocacin, que no sois muchos sabiossegn la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles(l Corintios 1:26).

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Con respecto a las verdades espirituales profundas, Jessdijo: Yo te alabo, oh Padre, Seor del cielo y de la tierra,porque escondiste estas cosas de los sabios y entendidos, y lashas revelado a los nios (Lucas 10:21). Solo los que tienenla fe de un nio en un Dios infinitamente sabio puedencomprender estas cosas. Porque elhombre natural no percibelas cosas que son del Espritu de Dios, porque para l sonlocura, y no las puede entender, porque se han de discernirespiritualmente (1 Corintios 2: 14).

Le ha parecido ltimamente que su esperanza y su gozose han comenzado a debilitar? El discernimiento espiritualpor medio de los mandatos de Cristo nos permite ver msall de nuestras posibilidades y circunstancias del presentepara ver esas cosas Dios ha preparado para los que le aman(1 Corintios 2:9).LACONVERSIN DE NUESTRAALMACON LALEY DE DIOSLas Escrituras nos dicen que la ley de Jehov es perfecta,que convierte el alma (Salmo 19:7). Cuando comenzamosa ser creyentes, nuestro espritu nace de nuevo. En cambio,nuestra alma tambin necesita una conversin. La palabraconvertirse significa dar media vuelta; girar hacia el rumbodiametralmente opuesto. Esto es lo que le hace la Ley deDios a nuestra alma, y la recompensa es grande.

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Dios le prometi a Josu que todo le saldra bien en suliderazgo y en la guerra, si mantena delante de s la ley, ymeditaba en ella de da y de noche (Josu 1:8). El testimoniodel Salmo 119 es igualmente significativo:Oh, cunto amo yo tu ley!Todo el da es ella mi meditacin.Me has hecho ms sabio que mis enemigoscon tus mandamientos, porque siempre estn conmigo.Ms que todos mis enseadores he entendido,

porque tus testimonios son mi meditacin.vv. 97-99

Jess aclar la ley en los mandatos que les ense a susdiscpulos, y nuestra forma de manifestar el amor que letenemos, esmantener delante de nuestros ojos losmandamientosde Jess, con el propsito de cumplirlos. l nos dijo: Simeamis, guardad mis mandamientos (Juan 14:15).Los mandatos de Jess no solo convierten nuestramente, voluntad y emociones, sino que tambin nos revelanquin es elSeor en realidad. No es de extraarse que Pablonos exhorte diciendo: La palabra de Cristo more enabundancia en vosotros, ensendoos y exhortndoos unosa otros en toda sabidura (Colosenses 3:16). Y Santiago nosordena: Recibid con mansedumbre la palabra implantada,la cual puede salvar vuestras almas (Santiago 1:21).

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ELCONTROLDELALMAPORMEDIO DELAYUNOAlguien describi la vida cristiana como una feroz pelea en-tre dos perros. Cuando uno de los espectadores preguntcul perro ganara, el que tena el control de todo aquellodijo: El que yo alimento'.

Pablo lo dijo de otra forma: Porque el deseo de la carnees contra el Espritu, y el del Espritu es contra la carne; ystosse oponen entre s, para que no hagis lo que quisiereis....Porque el que siembra para su carne, de la carne segarcorrupcin; mas el que siembra para el Espritu, del Espritusegar vida eterna (Glatas 5:17; 6:8).

El apstol tambin estaba muy consciente de la necesidadque tena de controlar los afanes y apetitos de su alma con lasdisciplinas personales. Se comparaba a un corredor queestaba decidido a ganar el premio: Sino que golpeo micuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendosido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado(l Corintios 9:27).

Uno de los principales elementos del programa que sehaba trazado Pablo para controlarse a s mismo era el ayuno.Afirma que ha estado enmuchos ayunos (2Corintios 11:27).

Todava recuerdo con toda claridad la primera vez quetrat de pasarme un da entero sin comer. Esta idea me vinocuando estaba aprendiendo estas palabras de Jess: Pero t,

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cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para nomostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que esten secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensar enpblico (Mateo 6: 17-18).

En mi iglesia haba un cuarto pequeo que sirvi deescenario a mi aventura espiritual. Con mi Biblia, uncuaderno de notas y un himnario, comenc. Despus de loque me pareci horas, me fui al cuarto de al lado para ver elreloj. Este me dijo que haba estado ayunando menos de unahora.

Los que ayunan pasan por este fenmeno: el reloj parecefuncionar con mayor lentitud. As que, si quiere hacer mscosas, lo que necesita es ayunar.Al cabo de pocas horas, mi estmago me anunci queera la hora del almuerzo. All tena un nuevo reto con el quetendra que contender. Mientras trataba de leer la Biblia, mimente se dedicaba a visualizar unos filetes acabados de frer,un cremoso helado de chocolate y unos batidos bien espesos.Mi alma le deca a mi espritu: Te felicito! Ya ayunaste.Ahora, vamos a buscar algo de comer, Pero mi espritu seopona, as que yo segua ayunando.

Despus de varias horas ms, y de varias batallas con micarne, comenz lo que para m era una emocionanteexperiencia nueva. De una forma que nunca antes habaconocido en mi joven vida, Dios abri a mi comprensin

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espiritual los ricos tesoros de su verdad y me mostr la formade aplicarlos a mi vida. Las recompensas espirituales deaquel da me motivaron para repetir aquello semanalmente.Una y otra vez, las Escrituras afirman que el ayunosecreto obtiene recompensas pblicas. Esdras ayun y orpara pedir seguridad contra los ladrones merodeadores, yDios los protegi (Esdras 8:21-23). Nehemas ayun yconfes los pecados del saqueado pueblo de Dios deJerusaln, y Dios le dio una estrategia para obtener la victoria (Nehemas 1:4).Los ancianos de la iglesia de Antioqua le ministraron alSeor y ayunaron, y l les indic que enviaran a Bernab y aPablo para alcanzar al mundo gentil (Hechos 13:2-3).Cuando Dios quiere hacer algo especial en mi vida o en miministerio, me llama a tener un tiempo de ayuno.ALGO ESPECIALUn domingo me despert por la maana con la clara sensacinde que deba ayunar ese da. Pero tena un problema. Yahabaaceptado un compromiso para cenar con un piadosomatrimonio de un pueblo vecino. Cmo podra cumplircon mi compromiso de estar con ellos al mismo tiempo quehonraba al Seor con mi ayuno?

Despus del culto, me fui en mi auto hasta su casa. Ellosme dieron una calurosa bienvenida, y despus yo les dije:38


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Les tengo que decir algo que es muy difcil de explicar.Ellos me preguntaron qu era, y les expliqu: Esta maana,Dios me hizo ver muy claro que me deba pasar el da en ayu-no, pero yo quiero honrar mi compromiso de estar con uste-des, as que si me permiten omitir solo la cuestin de lacomida, todava podremos confraternizar, y a m me irbien. Ellos comprendieron enseguida y me dijeron que debaseguir lo que el Seor me indicaba que hiciera. Podemoscomer juntos en cualquier otro momento, me dijeron. Vyasea casa para estar con el Seor.

Durante la semana siguiente, el Seor honr aquel dade ayuno de una forma asombrosa. Yo me haba estadoreuniendo todas las noches con diversas pandillas de barriode Chicago, pero sin ver ningn resultado espiritual. El lunespor la noche, cuando iba de camino para reunirme con unapandilia del sur de la ciudad, vi junto al camino a dos hom-bres jvenes con chaqueta de cuero pidiendo que alguien losrecogiera. Me detuve y les hice seales de que entraran alauto.

Mientras seguamos, les pregunt dnde vivan. En estazona, me dijeron entre dientes.

Me volv al joven que estaba sentado junto a la puerta yle dije: Cmo te llamas? l me dio su apellido, y casiespontneamente le dije: Y te llamas Bill?.

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l me mir con una curiosidad llena de miedo. S, medijo.Entonces me volv al otro, que estaba sentado junto am, y le pregunt su nombre. l tambin me dio su apellido.Yohice una rpida oracin: Seor, cudles su nombre de pila?Me vino a la mente el nombre de Tom, as que le pregunt:Y te llamas Tom?.Ambos me miraron asombrados. El segundo joven medijo: y usted, cmo sabe nuestros nombres? Es polica?En realidad, yo estaba tan sorprendido como ellos, y le dije:Realmente, te llamas Tom? l levant el brazo izquierdo yech para atrs la manga de su chaqueta. All en el brazotena tatuadas las letras T-o-m.Bill y Tom, les dije. Escchenrne. Yo nunca habaadivinado el nombre de nadie, como acabo de hacerlo. Esevidente que Dios quiere que ustedes sepan que esto que lesvaya decir a continuacin es tan cierto e importante comosus nombres.Despus de explicarles el Evangelio, ellos admitieron queen realidad se haban fugado de su hogar para irse a California.De inmediato me di cuenta de que mi capacidad para decirles sus nombres -y su respuesta al Evangelio- eran resultado directo de la preparacin de mi corazn que Dios habahecho por medio del ayuno. A lo largo del resto de la semana, muchos miembros de pandillas que se haban estado

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resistiendo al Evangelio, invocaron al Seor para pedirle lasalvacin.Cuando me acercaba a los treinta aos de edad, mevena a la mente este pensamiento: Jess ayun durante

cuarenta das cuando lleg a esta edad. Por qu no habrayo depoder hacer lo mismo?Esta idea se volvi emocionante y haciael final de un oscuro y fro mes de diciembre, viaj a unacabaa en la zona de los Northwoods para hacer algo que seconvertira en el momento decisivo de mi vida.

Durante aquellas semanas maravillosas, la temperaturadescendi hasta los treinta y cinco y los cuarenta gradoscentgrados bajo cero a la intemperie con ventiscas de nieveque llegaban al metro y medio de profundidad. Yo tambinestaba pasando fro en mi habitacin de los altos, pero estabaexperimentando una intimidad con el Seor que no habaconocido nunca antes. Escrib las lecciones que l me habaenseado durante los quince aos anteriores de labor con losjvenes y con sus padres. Este material se convirti en ellibro de texto del Seminario sobre Conflictos Bsicos de losJvenes, al que han asistido millones de personas durante losltimos treinta y tantos aos.

Una de mis metas durante el retiro en los Northwoodsfue leerme entera la Biblia. Cuando llegu al Salmo 21:1,tuve una experiencia personal con el Seor que ha causadodesde entonces un profundo impacto en mi vida. El rey se

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alegra en tu poder, oh Jehov; y en tu salvacin, cmo segoza! (v, 1).

Esa verdad me prepar para el versculo siguiente. Lehas concedido el deseo de su corazn, y no le negaste lapeticin de sus labios (v, 2).En ese instante me sent inusitadamente consciente deque Dios me estaba invitando a hacerle una peticin.Record lo complacido que l se sinti con la peticin deSalomn. Yo tambin quera sabidura, pero adems queraalgo ms. Anhelaba experimentar la forma de vida de Dios ytener la capacidad necesaria para explicrsela a los dems, demanera que ellos tambin la comprendieran.

Le ped al Seor que me diera su vida, y la capacidad depoderla ensear a otros. Entonces baj la vista para seguirleyendo. Mis ojos se fijaron en el versculo cuatro, y unestremecimiento recorri todo mi ser. Vida te demand, yse la diste (v, 4).A continuacin de aquel tiempo pasado en los Northwoods,fui invitado a dar un curso de verano en el Colegio Universi-tario Wheaton. Ellos le haban dado a ese curso el nombre deConflictos Bsicos de los Jvenes. En el primer grupohaba cuarenta y cinco alumnos, entre pastores, directores dejvenes y estudiantes de colegio universitario. Al ao siguiente

se inscribieron ciento veinte. Y despus pasaron a ser mil, acontinuacin diez mil, y muy pronto, hasta veintiocho mil


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en un solo seminario de treinta y dos horas. Ciertamente, Dioshaba comenzado a cumplir su promesa de 1 Corintios 2:9:Cosas que ojo no vio, ni odo oy,ni han subido en corazn de hombre,son las que Dios ha preparado para los que le aman.Qu cosa especialquiere hacer Dios por medio de usted?Qu vida quiere l que usted toque en su nombre?Qu puertas -m s all de cuanto usted se imagina-quiere l abrirle?Qu parte de este mundo en tinieblas quiere liluminar por medio de la lmpara de su vida puesta en alto?S, con toda seguridad, l nos tiene planificadas cosasincomprensibles en el cielo, para los das infinitos de laeternidad. Peto l tambin tiene planes para usarlo a su servicioen esta vida, en estos breves das antes que comparezcamosjuntos ante su presencia. Y va a usar a los que lo hayanamado con toda el alma, ofrecindole su cuerpo, mente,emociones y voluntad de todo corazn.De hecho, l siente celo por que esto suceda.y es el celo del amor infinito.

PUNTOS PARA MEDITARSi nunca ha intentado ayunar, piense en la forma en que estadisciplina lo puede llevar adelante en el sendeto de los que

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aman a Dios con todo el corazn. Podra comenzar con unsolo da, o incluso una sola comida, y usar ese tiempo parabuscar al Padre en su lugar secreto. Asegrese de consultar asu mdico antes de intentar un ayuno prolongado desemanas tal como el que yo acabo de describir.


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AMAR A Oros CONTODA LA MENTEy renovaos en el espritu de vuestra mente.

EFESIOS 4:23

En una ocasin o hablar de una sencilla prueba paradeterminar qu es aquello que realmente yo amo ms enla vida. Era algo as:

Cuando tengo un momento libre, en qu pienso ms? Cul es mi ltimo pensamiento antes de quedarme

dormido por la noche? Cul es mi primer pensamiento cuando me despierto

por la maana?Por supuesto, nuestros pensamientos pasan por todo un

laberinto de recuerdos, impresiones y fantasas, la galera deimgenes de la mente, con kilmetros de paredes y unnmero incontable de fotografas. Algunas de las imgenes

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son claras y distintas, mientras que otras son borrosas y estna medio revelar; son poco ms que una vaga o turbia imagen.Hay algunas de esas imgenes de las que apenas nos hemosdado cuenta, o en las que apenas hemos pensado duranteaos; en cambio hay otras a las que volvemos una y otra vez.

Entre esas imgenes pueden estar la casa de nuestrossueos, los rostros de nuestros hroes del deporte o delespectculo, los esquemas de unos planes para el futuro ... oimgenes impdicas y pornogrficas con las que nos hemosencontrado a lo largo de los aos. Dios las ve todas, y sabecon exactitud en cules nos deleitamos.y se siente celoso ante esos pensamientos nuestros. lest muy consciente de cules son esas imgenes a las quevolvemos una y otra vez, y dnde dejamos que se detenganuestra atencin.

El libro de Ezequiel nos da una imagen grfica de esaconciencia constante que tiene Dios en cuanto a nuestrospensamientos ms internos. En una de las asombrosas visionesdel profeta, Dios lo transporta al templo de Jerusaln. Ledice que abra un hoyo en elmuro del templo para que vea enqu estn fijando la vista los ancianos de Israel en el secretode su mente.

Entr, pues, y mir; y he aqu toda forma de reptilesy bestias abominables, y todos los dolos de la casa


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de Israel, que estaban pintados en la pared por todoalrededor. Y delante de ellos estaban setenta varonesde los ancianos de la casa de Israel, y]aazanas hijode Safn en medio de ellos, cada uno con suincensario en su mano; y suba una nube espesa deincienso. Y me dijo: Hijo de hombre, has visto lascosas que los ancianos de la casa de Israel hacen entinieblas, cada uno en sus cmaras pintadas deimgenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehov;Jehov ha abandonado la tierra.

EZEC:LL IEL 8l-12

Pero el Seor s vea todo aquello, no es cierro? Ytambin lo vea su profeta. Y lo han visto tambin losmillones y millones de personas que han ledo este relato enlas Escrituras. Los pecados secretos no existen.

Una vez grabada una imagen en una de las paredes denuestra mente, es sumamente difcil quitarla de all. Enespecial si satisface los apetitos de la carne o de la mente. Lafalacia de estas imgenes lujuriosas es que son engaosas; notienen nada que ver con la vida real. Sus promesas de placerson vanas. Cuando yo trabajaba con las pandillas en la ciudadde Chicago, recuerdo haberme encontrado con jovencitasvestidas de manera provocativa que estaban teniendorelaciones promiscuas con hombres jvenes. Descubr que

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no le poda describir lo que haba visto a la gente que estabaorando por mi ministerio. Hacerlo habra sido crear escenasde impureza en la mente de aquellos que lean mis circularesde oracin. Las personas se podran imaginar que algo eraexcitante o sensual, cuando lo que yo haba visto estaba llenode fealdad y desesperacin.

Lo mismo sucede con la pornografa. Aunque las imgenesprometan belleza o encanto, todo es una mentira. El olor dela muerte est aferrado a ellas.

Por esta razn, Salomn le adverta a su hijo: Nocodicies su hermosura en tu corazn, ni ella te prenda consus ojos; porque a causa de la mujer ramera el hombre esreducido a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosaalma del varn (Proverbios 6:25-26). En otras palabras, lapornografa se lo come a uno vivo; lo va anulando hastavolverlo nada.

El hecho es que, cuantos placeres nos imaginemos ennuestra mente que sean contrarios a la voluntad de Dios, soniniquidad, y fue por nuestras iniquidades por lo que muriJess en la cruz. Por esta razn, yo he hallado que es muyeficaz superponer la imagen de Jess, brutalmente golpeadoy chorreando sangre, sobre cuanta imagen tenga en la menteque no sea justa, mientras cito el texto bblico: Mas lherido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros

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pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre l, y por su llagafuimos nosotros curados (Isaas 53:5).Cmo me puedo entretener con imgenes que causaronque mi Seor fuera herido, llagado y destrozado?

El siguiente paso de importancia consiste en purificarmi mente con las Escrituras, tal como nos indic Jess: Yavosotros estis limpios por la palabra que os he hablado(juan 15:3) y Santifcalos en tu verdad; tu palabra esverdad(Juan 17:17).

Cuando nuestra mente haya sido purificada de lamaldad y se haya llenado de la Palabra de Dios, podremosconvertir en realidad la indicacin que nos da Pablo:Solamente que os comportis como es digno del evangeliode Cristo (Filipenses 1:27). Tambin seremos capaces dedisfrutar de la recompensa prometida en Filipenses 4:7: y lapaz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardarvuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jess.

La palabra que Jess us en el mandato de que amemosa Dios con toda nuestra mente (Marcos 12:30) es didnoia.Significa pensamiento detenido, meditacin. Comprendeuna reflexin moral basada en el conocimiento o lacomprensin, y tiene una relacin directa con la renovacinde nuestra mente por medio del Espritu Santo: No osconformis a este siglo, sino transformaos por medio de larenovacin de vuestro entendimiento, para que comprobis

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cul sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta(Romanos 12:2). Una parfrasis de este versculo dice: Nodejen que el mundo que los rodea los meta a la fuerza en supropio molde, sino permitan que Dios moldee de nuevo sumente desde dentro 1

En vista de esto, hasta podramos aadir una preguntams a aquella prueba de tres preguntas con la que comenzamoseste captulo. Qu voy a permitir que moldee mi mente: laspresiones exterioresdel mundo, o elpoder interior del Cristo quehabita en m?

Amar al Seor con toda mi mente significa que voy allevar todo pensamiento y toda imaginacin a la conformi-dad con las enseanzas del Seor Jesucristo. La gracia queDios nos da para que hagamos esto es una poderosa armacontra los ataques morales que sufre nuestra mente. Pabloafirma: Porque las armas de nuestra milicia no son carnales,sino poderosas en Dios para la destruccin de fortalezas(2 Corintios 10:4).CUESTE LO QYE CUESTEKen saba por experiencia propia lo poderosos que se puedenvolver los apetitos de la mente. Desde los catorce aos tenaataques diarios de pensamientos lujuriosos, y probaba todolo que conoca para vencerlos. Oraba, lea laBiblia, ayunabay aprenda textos bblicos de memoria, pero nada parecafuncionar por mucho tiempo.

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Las batallas continuaron durante aos, y Ken pens:Seguramente despus que me caseeseproblema va a desaparecerde mi vida y tendr la victoria. Sin embargo, elmatrimoniono resolvi su problema. Se me ha dicho que en ciertossentidos, elmatrimonio y su experiencia sexual hacen que labatalla con los pensamientos lujuriosos sevuelva ms intensa.

Estudi el para ministerio y se hizo pastor. Pero confrecuencia se senta culpable por las batallas morales queperda en su mente, voluntad y emociones. Un da en unseminario aprendi lo que era recuperar el terreno quehaba abandonado en manos de Satans dentro de su alma.No comprenda del todo los conceptos bblicos que apoyabanaquello, pero durante las dos horas de camino de regreso acasa, decidi intentarlo.

Le pidi al Seor que le hiciera recordar todas y cadauna de sus derrotas morales. Las fue confesando una poruna, reclamando la sangre de Cristo para conseguir elperdn, y le pidi a Dios que le devolviera el terreno que lhaba abandonado al control de Satans. Durante estapurificacin personal, el Seor le record un suceso que sehaba producido siendo l de muy temprana edad, y duranteel cual se haba abierto a la impureza. l confes aquelpecado y despus clam al Seor con estas palabras: Diosmo, dame la victoria, cueste lo que cueste!,

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A partir de aquel da, Dios le dio victoria sobre sumente, su voluntad y sus emociones en el aspecto de laimpureza moral. El precio consisti en comparecerdelante de su iglesia para confesar que haba estado viendopornografa en la Internet. Muchos pasaron al frente paraasegurarle que lo perdonaban y darle las gracias por habersido sincero, de manera que ellos pudieran seguir suejemplo.

Hoy en da, Ken camina muy cerca del Seor. Su menteha sido purificada por la sangre de Cristo y la Palabra deDios, y tiene un profundo ministerio en la vida de otras personas.Amar a Dios c on t od a nuestra mente significa sintonizarnuestros pensamientos con los suyos. Significa ver la vida tal

como l la ve. Contemplar las oportunidades tal como l lascontempla. Odiar el pecado tal como l lo odia.Solo la Palabra de Dios, iluminada para nosotros por elEspritu de Dios, puede realizar esto en nuestra mente. Pablole dijo a Timoteo que toda la Escritura es inspirada por Dios,y til para ensear, para redargir, para corregir, para instruiren justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,enteramente preparado para toda buena obra (2 Timoteo3:16-17).

Una parfrasis de este versculo habla de reorientar lavida del hombre y adiestrarlo en una vida buenas".52


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Ese es el efecto que tiene la Palabra de Dios en nuestramente. Como una brjula interna, nos reorienta y nosvuelve hacia los resultados que Dios quiere ver en nuestravida. Jess dijo: "Si me amis, guardad mis mandamientos(Juan 14:1S).

Lapalabra guarClr significafijardelante de nuestros ojosydisponerse a usarlos. Lo explica la expresin de los marinos,que dicen que guardan las estrellas, lo cual significa queguardan su curso por medio de las estrellas de la bvedaceleste.Dios nos ha hecho una maravillosa promesa si hacemosesto. El que tiene mis mandamientos, y los guarda, se es elque me ama; yel que me ama, ser amado por mi Padre, yyole amar, y me manifestar a l" (Juan 14:21).Cuando comenzamos a honrar y obedecer los mandatosde Cristo, y a mantenerlos en prioridad dentro de nuestrospensamientos, estamos alejando nuestra vida de los bancos yarrecifes que nos podran hundir, al mismo tiempo quetomamos un rumbo que nos va a deleitar mucho ms all delo que nos podramos imaginar.PUNTOS PARA MEDITARQu tal le fue en la prueba de tres preguntas que hayalprincipio de este captulo? Qu paso le hara falta dar en suvida para poner alSeor en primer lugar dentro de todos suspensamientos? Dispngase a rendirle cuenta de su vida a unamigo cristiano.

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CAPTlLO)

AMAR A Oros CONTODAS LAS FUERZAS

Si fueres flojo en elda de trabajo,tu fuerza ser reducida.

PROVERBIOS 24:10

En mis primeros tiempos del colegio universitario, entruna tarde de viernes en el aula donde tendra una clase dehistoria unos minutos antes que comenzara, y me sent enmi pupitre. Solo haba unos pocos alumnos ms, adems delprofesor, el Dr. Kenyon, quien estaba sentado en su escritorio,al frente del aula.

Pareca estar absorto en sus pensamientos, mientrastena la mirada fija en el escritorio. El Dr. Kenyon era uno demis profesores favoritos. Su talle delgado y su cabello blancoimpresionaban. Era un instructor gentil y elocuente, sinrastro alguno de arrogancia. Tena un rostro amable y unaactitud humilde.

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A:lJAR A DIOS C00: TODAS LAS FUERZAS

De repente, se levant y comenz a caminar hacia mpor el pasillo. Cuando lleg donde yo estaba, puso un trozode hoja de cuaderno en mi pupitre. Yo 10 recog y le estaspalabras escritas a mano: Por qu Dios derrocha la energaen nosotros cuando somos jvenes, y la sabidura cuandosomos viejos?,

Levant la vista hacia el Dr. Kenyon, y me sorprendi suexpresin de splica y de bsqueda. Me di cuenta sobresaltadode que estaba esperando una respuesta acerca del significadode la vida ... iY tena la esperanza de que yo se la diera!

Ms tarde pens en la forma en que habra podido respon-der a su pregunta. Habra podido decir: Tenemos que cla-mar al Seor para pedirle salvacin en nuestra juventud, ydedicarle nuestras fuerzas, de manera que cuando seamosms viejos y ms sabios, les podamos ensear a otros acercade su amor y su verdad.

Habra debido tener una respuesta. Habra debido estarlistopara explicarla esperanzaque posea, tal como dice 1 Pedro3:15. Sin embargo, no tuve la respuesta, y no estuve listo. Enlugar de darle la respuesta, mascull un comentario insignifi-cante y fuera de lugar, mientras senta que se me ruborizabael rostro de vergenza. El Dr. Kenyon esper un tiempo que am me pareci de varios minutos, mientras sus ojos me implo-raban que le diera una respuesta. Cuando se dio cuenta de

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que no tena nada ms que decirle, se dio vuelta lentamentey regres a su escritorio.Durante la conferencia de aquel da, mi corazn y mi

mente funcionaban a toda prisa. Solo poda pensar en laoportunidad que haba perdido. Me haba honrado yabrumado a un tiempo el que me pidiera una respuesta as.Tom la decisin de volver despus de mis clases aquel dapara hablar con l. Sin embargo, al final del da, me enreden otros asuntos. Cuando por fin regres al aula, ya se habaido. Sintiendo una sbita urgencia de hablar con l, decidaveriguar dnde viva para visitarlo en su casa.

Mis intenciones eran buenas, pero otras actividadesimpidieron que lo hiciera durante el fin de semana. Me dijeque no dejara de hablar con l cuando llegara el lunes. Peroal entrar en el aula, haba un grupo de estudiantes frente a sutablero de avisos. Una nota que haba en el tablero deca queel Dr. Kenyon no iba a dar aquella clase. Nunca ms dara suclase de historia... porque haba fallecido!Me sent destrozado en mi espritu y me doli la pocaenerga que haba demostrado, cuando habra podidocompartir el Evangelio con un hombre que buscaba conansias. An puedo ver aquellos ojos escudriadores suyos.No tengo idea de cul haya sido su estado espiritual, perohay unas palabras de Ezequiel que tomaron un significadonuevo para m en aquel da. Cuando yo dijere al impo: De

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cierto morirs; y t no le amonestares ni le hablares, para queel impo sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, elimpo morir por su maldad, pero su sangre demandar detu mano (Ezequiel 3:18).

Son demasiadas las actividades que nos roban la fuerza ynos agotan las energas, y no tienen valor eterno alguno. Por esarazn, Dios nos advierte que nos mantengamos aprovechandobien el tiempo, porque los das son malos (Efesios 5:16).DOS PREGUNTAS VITALESAntes de entrar a la secundaria, un lder de jvenes llamadoJack Hamilton me invit a ir con l a una conferencia enKansas City. Aquel viaje se convirti en uno de los mssignificativos de toda mi vida. Por elcamino me explic unanueva idea en la que haba estado trabajando para ayudar alos jvenes a interesarse en la Biblia. La llamaba Interrogatoriobblico, y es un mtodo que despus fue usado durante aospor miles de iglesias.

En un momento del viaje, se volvi hacia m y me dijo:Bill, has visto alguna vez la verdad que hay en el Salmo127: 1, "Si Jehov no edificare la casa, en vano trabajan losque la edifican"? Observa que en ambos casos se edifica unacasa, pero en uno de ellos, se edifica en vano.Asombrado con aquella idea, tom la decisin de que

todo cuanto hiciera para el Seor, sera dirigido por l.57


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Entonces, Jack me dio unos consejos que causaron unimpacto en el resto de mi vida. Bill, cuando llegues a lasecundaria, hazte dos preguntas antes de participar en ningunaactividad extraescolar. Pregntate primero: "Ya a contarpara algo esta actividad dentro de diez aos?" Y despus: "Yaa contar esta actividad para la eternidad?" esas dos preguntasson como las marcas que le ayudan a un agricultor parapoder arar un surco en lnea recta. El arador experto escogeun poste al fondo del campo, y despus un rbol distanteque est detrs de l. Mientras esas dos marcas estn en lneala una con la otra, l sabe que est avanzando en lnea recta.

Durante las reuniones que siguieron, me sent retado apresentarles el Evangelio a todos los alumnos de mi escuelasecundaria. Cada ao, haca de esto mi meta y le dedicabatodas mis energas. Un ao llev a cabo una encuesta telefni-ca para preguntarles a mis compaeros qu cosas crean queeran las ms importantes en la vida.

Despus de la encuesta telefnica, le envi a cada uno deellos una carta para darle las gracias por haber participado enella. Despus expres mi deseo de que cada alumnodescubriera cul era la cosa ms importante de todas en lavida, y le inclua un folleto que tena ese propsito. Su ttuloera Loms importante de la vida, Su mensaje era directo ysencillo: Lo que ms importa en la vida no es el dinero, ni

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son losdeportes, los estudioso la diversin,sino elconocimientode Jesucristo como Salvador.

Estaba tan ocupado con estos proyectos, y aprendiendode memoria las Escrituras, que solo tuve tiempo para asistir auna parte de un juego de ftbol durante mis cuatro aos enla secundaria. Mi modelo era elapstol Pablo, quien resumias su vida para la iglesia de Colosas: Cristo en vosotros, laesperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando atodo hombre, y enseando a todo hombre en toda sabidura,a fin de presentar perfecto en Cristo Jess a todo hombre;para lo cual tambin trabajo, luchando segn la potencia del, la cual acta poderosamente en m (Colosenses 1:27-29).

Cuando pienso en tanta energa concentrada, recuerdo aDave, un estudiante de secundaria que me ayud durantevarios aos en mi trabajo con los jvenes. Cuando hizo laprueba para el equipo de corredores en su segundo ao desecundaria, su entrenador reconoci de inmediato que tenacualidades de corredor y lo reclut.Al mismo tiempo, Dave demostr capacidad comoayudante mo, y gran eficacia con los adolescentes. Mientrasl trabajaba con otros adolescentes, Dios obraba tambin ensu propio corazn. Comenz a pensar sobre qu debaocupar el primer lugar en su vida: las carreras o el Seor. Asque como sinti que Dios le peda que pusiera en el altar suscapacidades, su tiempo y sus talentos. De manera que un da

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tom la decisin tan difcil de renunciar al eqUlpo decorredores.

Cuando le dijo a su entrenador que se tena que salir delequipo por razones personales, este lo anim para que fueraa hablar con otro entrenador de pista llamado Gil Dodds.Gil haba alcanzado la fama manteniendo durante cuatroaos el rcord mundial de una milla bajo techo. Cuandofirmaba su autgrafo, muchas veces aada la cita bblica deFilipenses 4: 13: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.(Muchos fanticos miraban con curiosidad el Fil. 4:13 ycrean que haba corrido la milla en Filadelfia en cuatrominutos y trece segundos).

Gil Dodds comprendi la batalla espiritual que librabaDave, y lo alent en su decisin de darle el primer lugar aDios. Con esta confirmacin en el corazn, Dave regrescon su entrenador y termin su renuncia del equipo. Despusde esta decisin, sinti que se le haba quitado de encima uninmenso peso. Pero entonces, sucedi algo inesperado. Eracomo si Dios le dijera: Ahora que s que me tienes en el pri-mer lugar, puedes regresar al equipo. As que sorprendi yagrad al entrenador, regresando.

La prueba del primer lugar se produjo un fin de semanaen el cual Dave tuvo que escoger entre asistir a un retiro dejvenes o participar en una importante competencia depista. Decidi estar en el retiro de jvenes cuando comenzara

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el viernes por la noche, y despus tratar de regresar para lacarrera el sbado por la tarde. Cuando lleg a la competencia,el entrenador le hizo seas para que se cambiara de roparpidamente y se metiera en la carrera. Se uni a los demscompetidores en los bloques de arrancada, y comenz lacarrera. David se puso a la cabeza de todos los demscorredores y rompi la cinta en medio de un inmensogritero que le resonaba en los odos.Dios honr su decisin de ponerlo a l en primer lugar,permitiendo que sobresaliera en la pista durante todo sutiempo en la secundaria y en el colegio universitario. Ahora espastor asociado de una gran iglesia en un barrio residencial,y sigue experimentando las bendiciones del Seor. Hasta elda de hoy, ha mantenido los ojos centrados en la meta deagradar a Cristo ... y sigue tratando de correr la carrera contodas sus fuerzas.PUNTOS PARA MEDITARQu actividades y compromisos de su vida impiden queusted ame y sirva a Cristo con todas sus fuerzas? Pregnteselo siguiente: La participacin en todas estas cosas, va atener alguna importancia dentro de diez aos ... o en la eter-nidad?.

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CAP TULO 6

AFECTO RIVAL #1:AMAR NUESTRAPROPIA VIDA

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.Porque habis muerto, y vuestra vidaest escondida con Cristo en Dios.

COLOSENSES 3:2-3

E doctor mir fijamente a los ojos al paciente.Se lo vaya decir sin rodeos. Siento muchsimo tenerque decide esto, pero usted no se va a mejorar. Esta enfermedad va a acabar con su vida en seis meses, y no podemoshacer nada.

El hombre recibi esta sorprendente noticia con serenidad. IOdos tenemos que morir en algn momento, pens. Perolo que no quera l era una muerte comn y corriente. Que-ra que su vida tuviera un dramtico fin que lograra algo significativo.

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AFECTO RIVAL #1: AMAR NUESTRA PROPIA VIDA

Varios diasms tarde, se tropez con una escenaasombrosa:veintenas de policas que rodeaban a una pequea tienda desu barrio. Dentro de ella, un ladrn armado retena a variosrehenes.

Se fue al capitn de la polica y le dijo que quera entrar ala tienda para hablar con el pistolero. El oficial se opuso deinmediato: Usted est loco, caballero. Lo va a matar!

Eso es exactamente lo que yo quiero, le contest elhombre. De rodas maneras, solo tengo unos pocos meses devida.

Al final, como no tenan ninguna otra opcin, la policale permiti al hombre que entrara a la tienda. Sin temor a lamuerte, se fue derecho al pistolero. Su osada caus que esteentrara en pnico. Pensando que deba haber algn planinminente para irrumpir en la tienda y capturarlo, eldelincuente se rindi.

El hombre que estaba viviendo en tiempo prestado semeti tranquilamente el arma en el bolsillo y sali caminandode la tienda con el pistolero y sus rehenes. La multitud lovitore y se convirti instantneamente en hroe.

Pero segua con su dilema encima.Pocos das despus oy decir que haba un furioso motn

en una prisin cercana. Se fue all a toda prisa y se ofrecipara entrar a hablar con los amotinados. No puede hacerlo,le dijeron los guardas. Lo van a matarl

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Eso es lo que tengo la esperanza de que suceda, lesrespondi el hombre, porque de todas maneras, vaya morirdentro de unos pocos meses. Lo mejor que pueden hacer esdejarme entrar, a ver si puedo salvar unas cuantas vidas.

A regaadientes, los guardas lo empujaron por la puertay la cerraron con candado detrs de l. Atnitos al ver que unhombre sin armas simplemente entrara para hablar conellos, los presos escucharon lo que l les dijo y decidieronacabar con el motn. El hombre era hroe otra vez... peroan se preguntaba cmo iba a lograr su meta.

Entonces, un da recibi una llamada de su mdico. [Letengo una buena noticia! Me equivoqu al diagnosticar sucaso. Usted no se va a morir. En ese mismo instante, elhombre perdi todo su valor extraordinario y volvi a ser elhombre temeroso y normal de siempre.

Aunque no puedo documentar la veracidad de esterelato, s puedo verificar el informe siguiente, que sostiene elhecho de que la gente ms poderosa que hay sobre la faz de latierra es la que no le tiene miedo a la muerte.

El Dr. Josef Tson vivi durante el gobierno comunistadel dictador rumano Nicolae Ceausescu. Escribi un ensayosobre la veracidad del cristianismo y el engao del comunismo,y fue a entregar personalmente un ejemplar a la oficina deldictador. Poco tiempo despus (y como era de esperar), un autode la polica se estacion frente a su hogar, y fue arrestado.

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AFECTO RIVAL #1: ANIARNUESTRA PROPIA VIDA

En la estacin de polica le exigieron que se retractara de loque haba escrito. No lo poda hacer, les dijo a los oficiales,por la sencilla razn de que era cierto.

Si usted no se retracta de lo que ha escrito, le dijeron,lo vamos a matan>. El Dr. Tson se limit a quedarse all depie, con una pacfica sonrisa en el rostro.

No se da cuenta de lo que acabamos de decir?, ledijeron furiosos. Va a morir!Si me matan, les contest, me van a obligar a usar mi

arma contra ustedes.Sorprendidos, le preguntaron: Qu arma es esa?Morir por mi fe, les dijo. Durante muchos aos, he

estado predicando el Evangelio por toda Rumania. Miles depersonas tienen mis mensajes grabados. Cuando oigan quehe muerto por mi fe, escucharn mis mensajes con unanueva resolucin. Me podran hacer el favor de matarme?

Dndose cuenta de que era cierto lo que l les acababade decir, decidieron no ejecutarlo. En lugar de hacerlo, loestuvieron interrogando durante meses y lo soltaron. Hacevarios aos, los oficiales de mayor graduacin de esta mismaorganizacin se reunieron con nosotros en nuestro Centrode Adiestramiento de Indianpolis y elaboramos un acuerdoescrito por el cual nos comprometemos a adiestrar a cien milde sus oficiales de polica, cosa que estamos preparndonosen estos momentos a realizar.

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Las Escrituras afirman que los santos triunfan sobreSatans por medio de la sangre del Cordero y de la palabradel testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta lamuerte (Apocalipsis 12:11). Cuando Jess llam a sus discpulos a seguirle, los ret a una vida de sacrificio y unamuerte de mrtires. De hecho, la mayora de ellos fueronmartirizados por su fe. Sin embargo, por medio de su muer-te, decenas de miles ms se convirtieron en creyentes.

El Imperio Romano fue conquistado por los mrtires querecibieronen esostiempos lacorona de vida. Durante lasgrandespersecuciones de los primeros siglos del cristianismo, unfuncionario se present ante el emperador y le dijo: Dejade quemar a esos cristianos! Su humo hace que todos los queestn vindolos en la multitud se vuelvan creyentes.

Jess lanz el reto: Entonces Jess dijo a sus discpulos:Si alguno quiere venir en pos de m, niguese a s mismo, ytome su cruz, y sgame. Porque todo el que quiera salvar suvida, la perder; y todo el que pierda su vida por causa de m,la hallar (Mateo 16:24-25).

Uno de los sucesos ms importantes de mi vida se produjo cuando tena unos trece aos. Sigue vivo en mi memo-ria hasta el da de hoy el recuerdo de las cosas que me rodeaban en esos momentos. Estaba sentado junto a la ventana demi habitacin, leyendo el Libro de losMrtires de Fax. Mien-tras iba pasando las hojas, me trataba de imaginar los atroces

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AFECTO RI\'AL # 1: A:YIAR NUESTRA PROP1A \ 'lDA

dolores que soportaban cuando les arrancaban los miembrosen el potro, los hervan en aceite o los quemaban en la hoguera.De manera especial me impresion John Huss, el cualsiendo nio encendi una vela y puso un dedo sobre la llamacon el fin de ver si tena la valenta suficiente para que lo que-maran en la hoguera ... que es exactamente lo que le sucediaos despus.

En ese momento tan importante de mi vida, sent que elSeor me preguntaba: Bill, t tambin moriraspor m? Contoda mi sinceridad y firmeza, le respond que s morira porl.Algo pas en mi interior cuando tom aquella resolucin.Me imagin a m mismo en una carrera contra el tiempo.Cunto podra hacer por el Seor antes de morir por l?Apartir de aquel momento, comenc a preocuparme cada vezmenos por una vida llena de diversin, y ms por tener unamuerte que diera fruto.MIVIDA PORlA SUYAHacerse el propsito de morir por el Seor es un buen puntode partida. Sin embargo, pronto aprend que por lo general,Dios no nos llama a un martirio dramtico, sino ms bien amorir diariamente al yo. la prdida de mi vida era un procesode un momento tras otro en los cuales iba escogiendo las co-sas que agradaban al Seor e hicieran progresar su reino, yrechazando las que complacan mis apetitos y estorbaban ala obra del Seor.

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En nuestra vida es mucho lo que va envuelto en la ima-gen que queremos proyectar hacia las personas que nosrodean. Queremos que la gente nos admire y nos d su apro-bacin. Nos imaginamos que, de alguna manera, la popula-ridad equivale al xito en la vida. Sin embargo, Jess llama asus discpulos a renunciar a la popularidad del mundo pararecibir los elogios de su Padre.

Los que estn en el mundo exigen un precio muy altopor dar su aprobacin. Nos exigen lealtad, demandan queestemos de acuerdo con sus filosofas y que aceptemos susnormas morales, que nos sometamos a su vocabulario social-mente adecuado y que abandonemos cuantas conviccionespudieran causar que ellos se sintieran culpables o incmodosen nuestra presencia.Despus de retamos a perder nuestra vida por l, Jesspregunt: Porque qu aprovechar al hombre, si ganaretodo el mundo, y perdiere su alma? O qu recompensa darel hombre por su alma? (Mateo 16:26).Dios me ense que la muerte a m mismo comprendeun intercambio de mi reputacin por la suya. A partir de esemomento, ya no tena importancia para m lo que la gentepensara de mi persona. Lo nico que importaba era que losdems vieran a Cristo en m y por medio de m. A fin decuentas, en realidad no importa para nada a quin estemoscomplaciendo, y desagradamos al Seor. Tampoco importa

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en realidad a quin desagrademos, siempre que agrademos alSeor.Despus de terminar mi grado de maestra, pens quesera impresionante aadirle un doctorado en filosofa a minombre, as que me inscrib en una universidad con ese pro-psito. Pronto me di cuenta de las influencias negativas queexistan contra mi fe en el Seor y en su Palabra. No obstan-te, me sent bastante seguro de que podra soportar esas pre-siones. Al fin y al cabo, me haba especializado en estudiosbblicos en el colegio universitario y la escuela postgrado, yhaba aprendido de memoria largos pasajes de la Biblia. Ade-ms de eso, vivira en casa todo el tiempo. All tambinpodra seguir realizando los ministerios con jvenes para loscuales haba sido ordenado y enviado.

A principios del primer semestre, comenc a escucharfilosofas que eran tanto bblica como intelectualmenteabsurdas. Un profesor de psicologa proclam: Todos somoscomo pequeas cajas. Lo que entra es lo que sale. Si quere-mos cambiar la conducta, solo tenemos que cambiar la expe-riencia.

Yo levant la mano.Est usted diciendo que una persona no tiene voluntad

para tomar decisiones morales por su propia cuenta?, lepregunt.

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As es!, me contest elprofesor. Todossomos productode lo que experimentamos. Nada ms que eso.Despus de varias semanas de este tipo de entrenamiento,en mi corazn comenz a crecer una cierta actitud quenunca haba esperado ni previsto. A pesar de mis resolucionesanteriores, me di cuenta de que estaba alimentando unaadmiracin crecientepor el prestigiode la comunidad educativa,y su correspondiente desdn por el lugar de los cristianos enelmundo.

Esto me alarm. Me haba sentido muy seguro de quepoda recibir aquellas clases sin dejar que me afectaran.

Una maana, cuando me diriga a una clase, sent unfuerte mensaje de parte de Dios. Bil!, tienes que escoger. Orecibes mi aprobacin sobre tu vida, o recibes la del hombre.Habr quienes puedan tener ambas, pero t no. Me retir de launiversidad y las mismas Escrituras me tranquilizaron: Cesa,hijo mo, de or las enseanzas que te hacen divagar de lasrazones de sabidura (Proverbios 19:27).

Cesar de amar nuestra vida significa tambin rechazarnuestras propias aspiraciones. Hace poco habl con un jovenque es un dinmico lder espiritual. Son centenares losvarones adolescentes que lo admiran como modelo de vida,y los padres de ellos escuchaban sus consejos en cuanto a laeducacin de sus hijos. Yo sent que l estaba pasando por

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algn tipo de lucha interior, as que le pregunt que pensabahacer en el futuro.Me dijo que quera meterse en la poltica. Yole respondque ciertamente, Dios tiene un lugar para los lderespolticos piadosos, pero muchos fracasan porque entran enla poltica con la meta de glorificarse ellos mismos. Lerecord la diferencia entre un poltico y un verdadero hom-bre de estado: el primero busca el puesto; al segundo, es elpuesto elque lo busca a l.

Entonces le cit un versculo que haba hecho impacto enmi vida muchos aos antes: Y t buscas para ti grandezas?No las busques (Jeremas 45:5).

Le has consagrado a Dios alguna vez tu aspiracin aocupar cargos polricosr, le pregunt.

S, me contest. Lo he puesto todo en sus manos.Eseeselproblema, le dije. Dios no quiere que lo pon-

gas en sus manos, para poder tomarlo de nuevo despus.Quiere que lo pongas en el altar y mueras a todo ello, de lamisma forma que le pidi a Abraham que pusiera a su hijoen el altar y muriera a todos los sueos que tena acerca de sufuturo.

El joven vio enseguida la diferencia y puso en el altartodas sus aspiraciones polticas. El resultado fue un nuevopoder espiritual en su vida y un aumento de su eficacia conlos hombres jvenes que estaba preparando.

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Pablo le record a la grey de Calosas: Poned la mira enlas cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habismuerto, y vuestra vida est escondida con Cristo en Dios(Colosenses 3:2-3). Hay otra traduccin que dice: Ustedesmurieron cuando Cristo muri ... 3

Los que han comprendido realmente esta verdad a lolargo de los siglos, han sido capaces de enfrentarse a sustemores ms grandes y vencerlos. Cmo se puede matar aalguien que ya est muerto? Cmo se puede amenazar aalguien cuya vida real y verdadera est segura para siempre,inalcanzable, y dentro del protector abrazo del Hijo de Dios?Esto fue lo que escribi David: En Dios he confiado; notemer; qu puede hacerme el hornbre? (Salmo 56:11).Meditemos por un instante en esta pregunta de David.Qu me puede hacer el hombre?Me puede quitar mis posesiones xerrenales. Se puedeburlar de m y humillarme. Me puede expulsar. Me puedeamenazar. Se puede rer de m. Puede mentir acerca de m.Puede inventar acusaciones en mi contra. Me puede arrestar.Me puede maltratar. Me puede encarcelar. Me puede hacerpasar hambre. Me puede matar. Sin embargo, en medio detodo esto, tal como Jess nos asegur: ni un cabello devuestra cabeza perecer (Lucas 21: 18).Nuestra vida est segura en l. Nuestro destino ha sidosellado en los cielos. Por qu trabajar tan duro en acariciar y

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