bienestar en el proceso de formaciÓn docente inicial · bienestar docente, procesos de formación...
TRANSCRIPT
1
BIENESTAR EN EL PROCESO DE
FORMACIÓN DOCENTE INICIAL
Mireya Rubio Moreno [email protected]
Gloria Castro López [email protected] Griselda Samayoa López
[email protected] Escuela Normal de Sinaloa
RESUMEN
El presente trabajo muestra resultados
parciales derivados de una investigación más
amplia sobre bienestar docente y valores con
docentes de nivel superior. En este caso es un
estudio realizado con futuros docentes por
egresar de la licenciatura en educación
primaria de la Escuela Normal de Sinaloa
(ENS). El propósito es identificar y describir los
aspectos socioemocionales y de bienestar que
han experimentado éstos en su formación
inicial. Es de corte cualitativo, de tipo
exploratorio-descriptivo, recupera información
con un texto autodescriptivo y un cuestionario
abierto. Los resultados arrojan que los alumnos
tienen bien desarrollado su autoconocimiento,
pero les falta trabajar en su autonomía,
empatía y colaboración. Experimentan
malestar con el trato inadecuado que reciben
de sus compañeros y profesores, por la
sobrecarga de trabajo y con la frustración por
no lograr un buen rendimiento académico, y
refieren bienestar por logros académicos,
recibir apoyo, reconocimiento y tener
profesores preparados y dinámicos. Sus
experiencias positivas más significativas son
las prácticas profesionales desarrolladas en las
escuelas primarias. Refieren que les
proporcionaría bienestar en su último año
académico el apoyo, asesoría y
acompañamiento profesional de asesores para
realizar exitosamente su trabajo y examen de
titulación, así como el examen de ingreso al
servicio profesional docente.
PALABRAS CLAVE: formación inicial, bienestar docente, procesos de formación
PROBLEMATIZACIÓN
Uno de los temas que ha ido cobrando vigencia en los últimos años ante la diversidad
de problemas, crisis, rupturas, desigualdades, conflictos, etc., es lo referido al bienestar, ya
que sujetos, grupos sociales e instituciones sufren innumerables daños ante estos escenarios
que generan estrés, depresión, malestar físico y emocional. El ámbito educativo no queda
2
ajeno a lo anterior, pues es, un escenario donde ocurren complejas relaciones entre diversos
actores educativos en el trayecto escolar y en la vida institucional. Poco se habla de los
aspectos que están fuera del currículo formal, pero, son los que finalmente traban o facilitan
todos los procesos formativos de los que se puedan dar cuenta en educación. En este sentido,
en las reformas al sistema educativo básico, obligatorio y de educación normal se ha
considerado dar énfasis a la cuestión humanista, particularmente, en lo referido a la educación
socioemocional.
Los profesores se han enfrentado por mucho tiempo a su labor docente sin la
preparación académica adecuada para las circunstancias del contexto histórico, político y
cultural imperante. Podían ser maestros quienes ‘supieran leer y escribir, hacer cuentas y ya’,
eran jóvenes que se aventuraban a su labor docente en los contextos más adversos y lejanos.
Sólo sus experiencias de vida les iban dando las pautas para saber cómo reaccionar e incluso
sobrevivir a las carencias y adversidades. Por fortuna, las circunstancias para los profesores
se transforman y se atiende la formación de profesores, dando inicio con las Normales rurales
y urbanas desde 1920, complementándose, posteriormente con la aparición de Instituto
Federal de Capacitación del Magisterio (IFCM) y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN),
así como los Centro de Actualización del Magisterio (CAM). Hecho relevante fue que en 1984
se inicia la formación de profesores con nivel de licenciatura obteniendo así oficialmente el
rango de una profesión. En las diversas propuestas formativas se ha aspirado en contribuir
en la formación de los profesores, los saberes necesarios para desempeñar la profesión lo
mejor posible. Cabe destacar que la parte ética y cívica es considerada, pero, no de forma
suficiente para el desarrollo personal y social de los docentes.
Considerando esa preocupación, en los planes de estudio de educación normal
propuestos para el plan 2012 en la Licenciatura en Educación Primaria (LEPRI) y Licenciatura
en Educación Preescolar (LEPRE) aparecen espacios curriculares destinados a fortalecer la
cuestión de identidad docente al igual que la formación cívica y ética con los cursos de El
sujeto y su formación profesional como docente, Formación cívica y ética, y Formación
ciudadana. Sin embargo, esos cursos no son suficientes para aportar a la formación de
profesores los elementos necesarios para fortalecer sus aspectos socioemocionales que le
permitan tener un bienestar en el ejercicio de su profesión, es hasta el reciente plan de estudio
de educación normal 2018 que se plantean dos espacios curriculares que aportan a esto:
Educación socioemocional y Estrategias para la educación socioemocional, con la intención
de responder a las exigencias del Modelo Educativo 2018 de Educación Básica y Obligatoria,
en atención al enfoque humanista que es uno de los que lo sustentan, interesante reflexionar
si ¿aportan estos cursos lo necesario para que los docentes tengan una educación
socioemocional que les permita tener bienestar y poder favorecerlo en sus alumnos?, ¿los
docentes que impartan estos cursos en las escuelas normales, tendrán la formación
necesaria?, ¿qué pasa con las generaciones por egresar que no tuvieron la oportunidad de
tener esta formación para trabajar los aspectos marcados en las dimensiones de la educación
3
socioemocional de educación básica para favorecer bienestar en ellos y sus alumnos?, ¿son
éstos conscientes de los aspectos de malestar y bienestar presentes en su formación inicial?,
¿son capaces de capitalizar lo bueno para tener un mejor desarrollo profesional?
Particularmente para este trabajo se consideran las siguientes interrogantes: ¿qué
factores provocan malestar en los docentes en formación?, ¿qué factores generan bienestar
en los distintos procesos formativos?, ¿cuáles son las experiencias de bienestar más
significativas en la formación docente inicial?, ¿qué es lo que puede generar bienestar en el
último año de formación inicial?, por tanto, el propósito es identificar y describir los aspectos
socioemocionales y de bienestar que han experimentado éstos en su formación inicial.
Lo anterior permitirá a los formadores de docentes conocer los aspectos que se deben
atender de forma prioritaria en la formación docente inicial y a partir de ello idear propuestas
de intervención docente para mejorar las competencias socioemocionales y éticas necesarias
a consolidar en los futuros docentes.
MARCO TEÓRICO
Malestar/bienestar docente y el desarrollo de competencias emocionales de los
futuros profesores
Las sociedades actuales están marcadas con altos índices de estrés en sus
condiciones de vida. La prevalencia por largas horas en actividades laborales trae consigo
fatiga, desgaste y malestar, lo cual se refleja en varias áreas de la personalidad tales como
salud, interacción familiar e interacción social.
En el caso de la profesión docente, en los tiempos actuales se le han adjudicado
nuevas responsabilidades y nuevos retos a los docentes, al mismo tiempo que su valoración
social ha disminuido considerablemente. Desde la década de los setenta se ha planteado que
esta profesión genera malestar puesto que implica el desarrollo de trabajo y la atención a una
gran cantidad de procesos generadores de estrés: Freudenberger (1974), Esteve (1987),
Martínez, Valles & Cohen (1997), citados por Oramas Viera, Almirall Hernandez y Fernández
(2007).
En la actualidad, especialmente por los planteamientos de Marchesi (2007), Hué
(2009) y Marchesi (2012), la mirada está puesta en las condiciones del bienestar de los
docentes debido quizá al énfasis de las amplias posibilidades que ofrece el desarrollo de
competencias emocionales y la educación socioemocional desde los planteamientos de Bar-
On y Parker (2000); Saarni (2000); Carpena (2001); Agullo, Filella, Soldevila y Ribes (2011);
Extremera, Fernández-Berrocal y Duran (2003); Sala, Albarca y Marzo (2002); Pena y Repetto
(2008); Bisquerra y Pérez (2007), entre otros muchos y citados por Soler, Aparicio, Díaz,
Escolano y Rodríguez en 2016.
4
De igual manera, Palomera, Fernández-Berrocal y Brackett (2008) resaltan la
necesidad de fortalecer la formación profesional de los profesores para promover el cuidado
de sí mismo y el cuidado emocional de los alumnos. En relación a lo anterior, en nuestro país,
en la educación básica mexicana, es hasta 2018 que se incorpora formalmente en el
currículum los planteamientos de la educación socioemocional con el propósito de desarrollar
habilidades socioemocionales en los alumnos. En el nuevo modelo educativo la educación
socioemocional, se plantea como:
un proceso de aprendizaje a través del cual los niños y los adolescentes trabajan e
integran en su vida los conceptos, valores, actitudes y habilidades que les permiten
comprender y manejar sus emociones, construir una identidad personal, mostrar
atención y cuidado hacia los demás, colaborar, establecer relaciones positivas, tomar
decisiones responsables y aprender a manejar situaciones retadoras, de manera
constructiva y ética. Tiene como propósito que los estudiantes desarrollen y pongan en
práctica herramientas fundamentales para generar un sentido de bienestar consigo
mismos y hacia los demás, mediante experiencias, prácticas y rutinas asociadas a las
actividades escolares; que comprendan y aprendan a lidiar de forma satisfactoria con
los estados emocionales impulsivos o aflictivos, y que logren que su vida emocional y
sus relaciones interpersonales sean una fuente de motivación y aprendizaje para
alcanzar metas sustantivas y constructivas en la vida (2017, p. 342).
En tal planteamiento, el bienestar se define como un concepto más allá de un estado
de ánimo, más bien como:
una habilidad relacionada con el ser y estar, así como con el hacer y el convivir, y como
tal, se aprende a vivir. Existen muchas maneras de clasificar las dimensiones del
bienestar, algunos autores destacan que para el bienvivir los individuos deben poseer
una educación integral, sustento vital suficiente y digno, vida en comunidad, cuidar la
diversidad cultural y ambiental; así como ser resilientes, contar con un buen gobierno,
salud física, y mental (2017, p. 358).
De igual manera, la SEP agrega que en el contexto de la Educación Socioemocional
es “esencial destacar las dimensiones del bienestar que se relacionan con factores externos
y estímulos, pero también hay una dimensión profunda de bienestar que depende del
individuo” (2017, p. 359).
Es importante agregar que, en esta dimensión del bienestar es fundamental la
capacidad de la persona para calmar su mente y de autorregular sus emociones; de crear
vínculos saludables con otros y con su entorno; de llevar una vida ética; de dotar a su vida de
significado y dirección; y de contribuir al bienestar de los demás, lo que implica un gran reto
para el desarrollo personal de todos los educandos.
Así mismo, esta habilidad de bienestar, que depende del estudiante y de su relación
con los demás, trasciende a factores externos o estímulos, la SEP plantea que está
íntimamente relacionada con las cinco dimensiones que definen la Educación
5
Socioemocional: Autoconocimiento, Autorregulación, Autonomía, Empatía y Colaboración,
por lo que, es necesario que el alumno de educación básica reconozca, desde su propia
experiencia, como cada una de estas dimensiones impacta directamente en el bienestar
individual y social a corto, mediano y largo plazo, lo cual no representa una tarea fácil para
los niños en edad escolar. Ni tampoco para los docentes en servicio y experimentados que
tienen que orientar estos procesos de aprendizaje socioemocional, mucho menos para los
docentes que recién egresan de la formación inicial.
El bienestar es importante promoverlo en los niños y los propios docentes, ya que el
malestar, se relaciona con la falta de satisfacción personal y profesional, lo que da pie a
emociones negativas de depresión, ansiedad, estrés, neurosis y frustración. De lo anterior,
se desencadenan sentimientos negativos, como: cansancio, conflictos habituales,
aislamiento, desánimo, pesimismo, desconcierto, insatisfacción, deseos de abandono,
ausentismo, agotamiento, autoculpabilización, por mencionar algunos.
Cabe destacar que, en los años ochenta se presentan los primeros estudios sobre las
emociones y su relación con los niveles de satisfacción personal y profesional de los
docentes, y en los años noventa se inician modelos explicativos de bienestar/malestar
docente, precisamente en esta década se da el interés científico de conocer a profundidad lo
que implica el bienestar docente, lo cual tiene estrecha relación con los estudios sobre
felicidad y la satisfacción con la vida. Se puede hablar de bienestar docente:
cuando el profesor se siente preparado y competente en su desempeño profesional;
cuando percibe que su esfuerzo merece la pena por los resultados que obtiene; cuando
trabaja en una cultura profesional en la que se reconoce y valora el buen hacer; y
cuando siente que los responsables de la educación se preocupan por mejorar sus
condiciones de trabajo y sus posibilidades profesionales futuras. El bienestar
profesional no es, por tanto, un estado de ánimo al que puede acceder cualquiera que
se lo proponga, sino que es el resultado de un conjunto de factores interactivos, unos
internos y otros externos al docente, cuya confluencia condiciona su satisfacción
profesional (Marchesi, 2012, p.11).
Algo que contribuye a lo anterior en la formación de los futuros educadores de
educación básica es la reforma en 2018 con la actualización de los planes de estudio 2012 y
la reforma de otros, en donde se incorpora la educación socioemocional como parte
importante del currículum que debe cursar el estudiante normalista.
Según el Acuerdo número 14/07/18, Anexo 1 Plan de Estudios de la Licenciatura en
Educación Primaria, en cuanto a la descripción de los programas, en el tercer semestre, se
imparte el curso de Educación socioemocional, que tienen el propósito de orientar a los
estudiantes:
en la comprensión de los principios pedagógicos que sustentan la educación
socioemocional, entendida como un proceso de aprendizaje que posibilita la
6
integración de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para identificar y regular
las emociones; así como para forjar la identidad de los estudiantes y construir
relaciones interpersonales basadas en el respeto hacia sí mismos y hacia el entorno
(2018, p.32).
Esto, lleva a que en el curso se analicen las concepciones que se tienen sobre las
emociones y la importancia de éstas en el aprendizaje, también, se realiza el estudio
de lo emocional desde perspectivas y enfoques desde diversas disciplinas, lo que les
permitirá conocer “su influencia en el aprendizaje y en la formación integral de los
alumnos, con el fin [de que identifiquen] los fundamentos multidisciplinares que
sostienen a la educación socioemocional y analice la propuesta para su aplicación en
la educación básica” (2018, p. 32).
Desde el curso se dota a los estudiantes normalistas de estrategias para que conozcan
las dimensiones de la educación socioemocional, así como las habilidades correspondientes
a cada una de éstas, a partir de esto se espera que desarrollen la competencia para identificar
las habilidades socioemocionales en los alumnos de educación básica.
Este curso tiene un doble juego por una parte que el futuro docente comprenda el papel
de la educación socioemocional en su práctica y por otra, que sea consciente y responsable
del impacto de su intervención en el desarrollo socioemocional de los alumnos. Ante esto, es
importante considerar ¿cómo se va a atender el propio desarrollo socioemocional de los
docentes en formación inicial?, ya que un curso o dos no son suficientes para atender
aspectos que tienen que ver con el autoconcepto, autoregulación, autoestima, empatía,
autonomía, colaboración, etc., de los alumnos, quienes suelen tener dificultades importantes
al respecto, ya que se observan rasgos de inseguridad, baja autoestima, sobreestima,
indiferencia, individualismo, por mencionar algunos.
En el sexto semestre, se ubica el curso de Estrategias para el desarrollo
socioemocional, donde se espera que desarrollen
“capacidades para el diseño y aplicación de actividades de aprendizaje que contribuyan
al desarrollo de habilidades relacionadas con las dimensiones del desarrollo
socioemocional (autoconocimiento, autorregulación autonomía, empatía, colaboración)
de los alumnos de educación primaria” (2018, p. 38).
El curso debe proporcionar.
diversos recursos, técnicas, prácticas y experiencias que apoyen el desarrollo de las
habilidades socioemocionales de los alumnos de educación primaria y distinga aquellas
que pueda integrar a las actividades de aprendizaje de las distintas asignaturas de la
educación primaria y a los momentos de trabajo y de convivencia en la escuela, con la
finalidad de incorporar de manera transversal la educación socioemocional en la
escuela y con ello contribuya a potenciar el aprendizaje de los alumnos y favorezca la
creación de ambientes de aprendizaje que ayuden a mejorar las relaciones
interpersonales y la convivencia escolar (p. 38).
7
Se observa, que los contenidos de los cursos señalados aportan en gran medida al
bienestar docente. Aunque no es lo único, ya que el bienestar también se refiere a cuidar
otros aspectos como el físico, psicomotor, cultural, etc.
Al respecto, Hué (2009), afirma que
“los docentes, a través de la valoración de todas las cosas excelentes que como
personas poseemos, y por medio del optimismo y la alegría, seremos capaces de
valorar nuestra profesión y a nosotros mismos” (p. 91),
y para valorar el grado de bienestar docente, se deben tener presente varios factores
como: personalidad, experiencia subjetiva, valoración, cambios psicológicos, lo emocional,
las tendencias de acción, condiciones externas, cultura, ambiente y cuestiones económicas;
y también considerar la interacción compleja entre factores personales y contexto situado.
Procesos formativos y bienestar
Para Félix, Rubio, Castro y Samayoa (2015),
“en la formación docente se viven diversos procesos formativos complejos y
contradictorios” (p. 86).
Los procesos formativos señalados por éstos, son: la elección e ingreso a la carrera,
la formación teórica y metodológica, la formación práctica, los procesos de elaboración de
trabajos de titulación y la preparación y presentación del examen profesional.
Respecto a los procesos formativos, es interesante recuperar un estudio exploratorio
de Rubio, Castro y Félix (2015) realizado con estudiantes de licenciatura en educación
primaria del octavo semestre, en relación al propósito de analizar las experiencias formativas
significativas de los futuros profesores de educación primaria en su trayecto académico en la
escuela normal, puesto que en sus resultados de investigación aparecen algunos elementos
de malestar y bienestar al resaltar las características negativas y positivas de los formadores
de docentes en los momentos de la formación académica teórica y metodológica y de los
maestros tutores, en relación a la formación práctica. Lo anterior, va dando cuenta de los
grados de insatisfacción y satisfacción con su formación docente inicial, donde resaltan que
son pocas las experiencias positivas con los docentes que tienen un papel fundamental en
sus procesos de aprendizaje para la consolidación de competencias profesionales.
Los formadores de docentes deben considerar la importancia de acompañar
adecuadamente a los futuros docentes, para esto, deben conocer bien los procesos de
formación al igual que los trayectos formativos y los perfiles de ingreso y egreso de educación
normal. Esto permitirá tener presente cuáles son las estrategias didácticas pertinentes para
impactar de forma positiva en ellos, cómo vivir un proceso formativo con convicción y
8
satisfacción, todo esto para motivar a dar el mejor esfuerzo y avanzar cada día más hacia el
desarrollo y consolidación de competencias docentes.
MARCO METODOLÓGICO
Es una investigación cualitativa, de tipo de exploratorio-descriptivo, realizada con 34
estudiantes de cuarto grado de la LEPRI de la ENS, ambos sexos, entre los 21 y los 24 años,
procedentes de distintas regiones del estado. En la recolección de datos, se utilizaron dos
instrumentos, el primero consiste en un texto autodescriptivo de aspectos socioemocionales
y el segundo en un cuestionario abierto para explorar qué les causa bienestar en los diferentes
procesos formativos de su trayecto escolar.
RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN
Para identificar los aspectos personales y sociales de los sujetos en relación a las
competencias socioemocionales, se les solicitó que elaborarán un texto autodescriptivo, en
la tabla 1, aparecen los datos recabados.
Tabla 1 Rasgos de los estudiantes en relación a aspectos socioemocionales
AUTOPERCEPCIÓN AUTORREGULACIÓN AUTONOMÍA EMPATÍA TRABAJO
COLABORATIVO
La mayoría de los
alumnos tienen un
conocimiento claro de
ellos mismos y tienen
la capacidad de
identificar aspectos
tanto positivos
(inteligentes,
simpáticos,
respetuosos,
responsables, etc.)
como negativos
(orgullosos, soberbios,
etc.) de su persona.
Este aspecto es
donde presentan
mayor dificultad,
pues refieren
emociones difíciles
de controlar como el
enojo, la tristeza, la
desesperación, y
actitudes de pereza,
irresponsabilidad e
indisposición.
Una cantidad
importante de
alumnos
admiten
cualidades
relacionadas con
la autonomía,
pero más de la
mitad de los
alumnos tienen
dificultad con
ser autónomos.
Varios alumnos
se conciben
como
empáticos
porque les
gusta inspirar
confianza,
escuchar,
ayudar y apoyar
a las demás
personas.
Aunque no es la
mayoría.
Refieren que trabajar
colaborativamente
es difícil, ya que
presentan problemas
de comunicación
para tomar acuerdos,
resolver conflictos,
cumplir con
responsabilidades, y
para desempeñar el
papel de líderes.
Fuente: Creación propia.
9
En relación al autoconcepto cabe destacar que en la descripción de los rasgos de
personalidad sólo tres sujetos tienen dificultad para autodescribirse, en general la mayoría de
las descripciones fueron positivas, y realizan un equilibrio de éstos con lo negativo. Sólo tres
de ellos muestran una tendencia negativa en sus experiencias personales, pero tienen una
actitud de fortaleza y optimismo de que todo va a mejorar. Los aspectos que están en proceso
de desarrollo son la autorregulación y la empatía, pero definitivamente tienen un largo camino
en relación a la autonomía y el trabajo colaborativo. Conocer esto permite entender mejor lo
que más adelante refieren que les produce malestar y bienestar.
Los resultados de investigación en relación a las preguntas ¿Qué te hace sentir bien
como alumno? y ¿qué te hace hacer sentir mal como alumno?, se clasificaron en cuatro
categorías: 1. Retos personales, 2. Reconocimiento, Apoyo, convivencia e interacción con los
compañeros, 3. Reconocimiento y apoyo de los docentes, y 4. Condiciones de organización
de la escuela o plan de estudios. En relación a la primera categoría, los datos aparecen en la
tabla 2, para su análisis comparativo.
Tabla 2 Factores de bienestar y malestar en relación a retos personales de los
estudiantes.
BIENESTAR MALESTAR
Asistir a la escuela Poner atención Capacidad de realizar trabajos Actividades exitosas Obtener calificaciones favorables Comprender bien Aprender cosas Cumplir con tareas en tiempo y forma Responsabilidad Participación en clase Mejorar como persona Lograr metas
No realizar algún trabajo No poner mi 100% de responsabilidad y compromiso Salir mal en alguna tarea Obtener malos resultados Frustración por no sacar los trabajos Estar presionado No recordar cosas importantes Sentir que no pueden con la carga de trabajos No asistir a todas las clases No ser un alumno ejemplar para la familia No lograr algo a pesar del esfuerzo No cumplir con los objetivos como estudiantes El estrés No aprobar
Fuente: Creación propia.
Esta categoría es la que tiene mayor peso en la respuesta de los sujetos, ya que
refieren a las cuestiones personales como determinantes de su bienestar o malestar y
expresan que hacer las cosas bien les hace sentir felices, contentos, orgullosos y satisfechos,
por el contrario los sentimientos que experimentan al sentirse mal son de estrés, presión,
tristeza y frustración; lo anterior tiene que ver con la dimensión socioemocional del
autoconocimiento, los estudiantes reconocen en ellos cualidades que los pueden llevar a
tener éxito en su proceso de aprendizaje, así como los aspectos que no.
10
Otra categoría con presencia constante en las respuestas de los sujetos es el
reconocimiento, apoyo, convivencia e interacción con los compañeros, pues a esta edad los
jóvenes suelen dar mucha importancia a cuestiones sociales que influyen en sentirse bien o
mal en su proceso formativo. Lo anterior, se ve reflejado en la tabla 3.
Tabla 3 Factores de bienestar y malestar en el reconocimiento social entre iguales.
BIENESTAR MALESTAR
Buena interacción con los compañeros Ayudar a los compañeros Compartir con amigos Interacción con compañeros con la misma visión y valores Formar parte de un grupo donde puedes aprender Contribuir al trabajo de equipo
No tener buena comunicación entre compañeros Falta de valoración del trabajo No llegar a acuerdos grupalmente Falta de respeto de los compañeros a los maestros No atención a clases de algunos compañeros Falta de apoyo y compromiso de los compañeros Personas que generan conflicto y perjudican Mala actitud grupal División de los miembros del grupo
Fuente: Creación propia.
Como se puede observar los aspectos relacionados con la dimensión socioemocional
de la colaboración se hace presente como un factor de bienestar, ya que ellos conocen y
reconocen la importancia de los otros en sus procesos de formación, aunque admiten también
lo difícil y frustrante que puede ser no lograr el trabajo en colaboración. La frecuencia con que
refieren esas dificultades es grande.
Tabla 4 Factores de bienestar y malestar relacionados con el reconocimiento de los
docentes
BIENESTAR MALESTAR
Maestros preparados y comprometidos Maestros que te inspiran a ser mejor Apoyo en dificultades Atención a las necesidades Reconocimiento al desempeño Escucha y comprensión en situaciones personales
Maltrato y poco profesionalismo Muchos trabajos en poco tiempo Falta de preparación Favoritismo de algunos maestros Maestros que exijan más de lo que dan Algunos maestros no aportan a la formación Falta de revisión de tareas No valorar las cualidades de los alumnos Evaluaciones superficiales
Fuente: Creación propia.
Lo relacionado a la empatía y la colaboración se hace presente en esta categoría, ya
que los estudiantes reconocen la importancia del acompañamiento de sus profesores, y
demandan que sean sensibles a sus necesidades formativas y que puedan orientarlos,
asesorarlos y acompañarlos para facilitar sus procesos de aprendizaje, aquí refieren
11
emociones, sentimientos y valores de confianza, admiración, inspiración, afecto, aprecio,
respeto y colaboración.
La categoría con menos presencia en las respuestas de los sujetos es lo relacionado
con las condiciones institucionales, son los alumnos más críticos los que hacen alusión a
estos aspectos presentes en la tabla 5.
Tabla 5 Indicadores de bienestar y malestar de las condiciones de organización de la
escuela o plan de estudios.
BIENESTAR MALESTAR
Buen trato de algunos docentes Buen ambiente de trabajo Clases regulares Recesos
Asistir a la escuela y no tener clases Exceso de tareas Que no me den la atención necesaria como normalista Poca importancia a los asuntos importantes de nuestra formación Que no entreguen la beca a tiempo
Fuente: Creación propia.
Se puede apreciar que los sujetos valoran un ambiente de trabajo que cuente con
formas de organización e interacción que promuevan el respeto y garanticen el desarrollo
académico. Así pues, todo lo analizado anteriormente, da cuenta en un primer momento de
los aspectos en general de su perfil socioemocional y los aspectos que les dan bienestar a
los estudiantes. Ahora bien, interesa resaltar, los procesos formativos de su trayecto en
educación normal (de los seis mencionados anteriormente), que los sujetos señalan como
más significativos, y que les han hecho sentir bienestar. En la tabla 6 aparecen en orden de
importancia que tienen para éstos.
Tabla 6 Factores de bienestar relacionados con procesos formativos de la formación
inicial de profesores.
PROCESOS DE FORMACIÓN BIENESTAR
Formación práctica Conocer maestros experimentados y con disposición a compartir sus conocimientos Capacidad de relacionar conocimientos prácticos con teóricos Conocer diversidad de escuelas Trabajo con grupos de primer grado Experiencias de trabajo colaborativo Pertenecer a colectivos que promuevan la aceptación, respeto y convivencia
12
PROCESOS DE FORMACIÓN BIENESTAR
Formación académica teórica y metodológica
Preparación profesional sólida de los docentes Trato ético de profesores Tareas organizadas, pertinentes y significativas Aprender temas de actualidad Capacidad para relacionar conocimientos teóricos con los prácticos Pasar el curso
Proceso de titulación Asesores preparados Apoyo de los asesores Espacios y tiempos para la elaboración del trabajo
Fuente: creación propia.
En lo anterior se puede apreciar que lo más significativo para los alumnos es lo referido
a la formación práctica, pues para ellos asistir a las escuelas primarias es una buena
experiencia, destacan en sus respuestas que ser bien recibidos por directores, profesores
titulares y los niños, es fundamental; es de resaltar que no mencionan su interacción con los
padres de familia. Con menos frecuencia refieren como significativo la formación teórica y
metodológica recibida en sus trayectos escolarizados, en este punto mencionan nombres
específicos de cursos y docentes que consideran han hecho grandes aportes a su formación.
También se refleja la preocupación por su proceso de titulación, el bienestar en este caso lo
centran principalmente en los perfiles de los docentes.
CONCLUSIONES
Los aspectos socioemocionales que se destacan como favorecidos en los estudiantes
normalistas es el de autoconcepto y la empatía, en relación a esto, los factores de bienestar
que más destacan son los que tienen que ver con sus rasgos positivos de personalidad y las
relaciones de amistad y compañerismo que les permiten realizar exitosamente las diversas
tareas de su formación docente. Los aspectos menos favorecidos son los de autorregulación
y colaboración que tienen que ver con la esfera social, por tanto, refieren mayor malestar que
bienestar en estos puntos. Por otra parte, profesores éticos y competentes tanto en las
escuelas de práctica como en la escuela normal son referidos como factores principales de
bienestar en su formación docente inicial.
A partir de los hallazgos de investigación, se propone cuidar la selección, capacitación,
actualización y formación de quienes lleven a cabo la preparación de los futuros docentes.
Cuidando que cuenten, desarrollen o consoliden competencias socioemocionales,
competencias cívicas y éticas para que puedan generar ambientes formativos de bienestar.
Para esto, las instituciones y quienes las dirigen tendrán que hacer lo propio para que las
escuelas normales sean espacios de bienestar común.
13
REFERENCIAS
DOF (2018) ACUERDO número 14/07/18, ANEXO 1 PLAN DE ESTUDIOS DE LA
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PRIMARIA. Recuperado de:
http://diariooficial.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5533902&fecha=03/08/2018
Hué, C. Razones para el bienestar docente (2009). Revista de Cuadernos de Pedagogía, No.
390, pp. 88-91, España.
Félix, Rubio, Castro y Samayoa (2015). Imaginarios sociales y creencias pedagógicas. Sus
implicaciones en los procesos de formación docente inicial, en Viramontes, Barraza y
Félix (coords.). Miradas y reflexiones sobre la formación docente. Evaluación, lenguaje
y valores. Ediciones del Lirio: México.
Marchesi, A. (2007). Sobre el bienestar de los docentes. Competencias, emociones y valores.
Cuadernos Fundación SM, No. 5: Madrid, España.
Marchesi, A. (2012). El bienestar docente en tiempos de crisis. Revista fuentes No. 12. pp. 9-
12: Madrid, España.
Oramas, Almirall y Fernández (2007) Estrés Laboral y el Síndrome de Bournout en Docentes
Venezolanos. Salud de los Trabajadores, vol. 15, núm. 2, julio-diciembre, Universidad
de Maracay, Venezuela. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/pdf/3758/375839287002.pdf
Palomera, Fernández-Berrocal y Brackett (2008) La inteligencia emocional como una
competencia básica en la formación inicial de los docentes: algunas evidencias.
Revista Electrónica de Investigación Psicoeducativa No. 15, Vol. 6 (2) Cantabria,
España. Recuperado de: http://www.investigacion-
psicopedagogica.com/revista/articulos/15/espannol/Art_15_276.pdf
Rubio, Castro y Félix. Una aproximación a los procesos formativos del futuro docente de
educación primaria, Ra Ximhai, vol. 11, núm. 4, 2015. julio-diciembre, pp. 381-404.
Universidad Autónoma Indígena de México. El fuerte, Sinaloa, México.
SEP (2017) Educación Socioemocional. Educación primaria 3° Aprendizajes Clave para la
Educación Integral. Ciudad de México.
Soler, Aparicio, Díaz, Escolano y Rodríguez (2016) Inteligencia emocional y bienestar II.
Reflexiones, experiencias profesionales e investigaciones. Ediciones Universidad San
Jorge. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=655308
Secretaría de Educación Pública.