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BENJAMIN FRANKLIN 1706-1956 Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo" www.flacsoandes.edu.ec

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BENJAMIN FRANKLIN 1706-1956

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"

www.flacsoandes.edu.ec

SUMARIO

LA DIRECCION. - Nota Editorial .......... :. ............ ............ ............ · 437

Intervención del Sr. Dr. Benjamín· Carrión en el homenaje a Benjamín· Franklin ............ ............ ............ .. .......... . ..... ,..... ............ ............ ............ 441

JULIO ARAUZ. - Homenaje a Franklin en el 2509 Aniversa1·io de .su Nacimiento ofrecido el17 de Enero de 1956· por las S·ecciones Cien-tíficas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana ............ ............ . .......... .

Discurso del Sf'ñor Embajador de los Estados Unidos de Norteamérica, don Sheldon T. Mills .................................................................... .

WALTER BASTIAN Jr. - Script for the Franklin student acts ....

ALEJANDRO CARRION. - Aquel tipógrafo llamado Franldin ........... .

ENRIQUE GARCES. - Benjamín Franklin, campeón de la Medicina ...

ISAAC J. BARRERA. - God and Liberty (Dios y Libertad) ....

La vida de Benjamín Franklin año por año. (Traducción del inglés· por Alfredo Chaves) ................................................................................... .

JULIO ARAUZ. ·- Sección Comentarios: Los Franldin

ACTIVIDADES DE LAS SECCIONES ................... .

CRONICA .............................. .

PUBLICACIONES RECIBIDAS

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J -~

Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"

Famoso busto en mál'mol de BENJAMIN FRANKLIN por Jean Antoine Houdon, escultor francés qne es recordado por unos 200 bustos }Jertene­cientes a célebres }Jcrsonajes de su tiempo. El busto de FRANKLIN data de 1778. En a uella época vivía en Passy, cerca de París, como enviado de los Estados m os~E'n''Fl'fiYréia~y=en":'es&"mismodlíio,,J<:r~cia .Ll?s Esta-

dos Unidos fim rof'sMt;tf~tlt!J ~k~l:15?¡JH'&J~f 1~~gJJ'/~(~~}~~,t·,¡~,~~~KLIN.

1\f/fcíotwl d0J Ül Casa de fa Cuítura

·"'<·'-~="~"~~~l~~IA'I} M!:~ F';.1J:JVJHJA POI--( DJ.1 LtY .... ..,. . .- .• ~- .... ' ·· .'-_,_. ··:·-:_:.:--~:::.::::':.r-c~:-;:·,r_:-:::T::.;:~·:.:::;¿;~.,...~-..::u.-=----==~~-::~~~=-==-..,~-,..~.=o:..- T:~~ Biblioteca Nacional del Ecuador "Eugenio Espejo"

Un grabado de la época de BENJAMIN FRANKLIN, trabajando como im­presor en Fila!lelfia, en 1724, a la edad de 18 años.

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BOLE'l'IN DE INF'ORlVIACIONES CIENTIFICAS· NACIONALES

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IMPORTANTE

A pesar de que los autores son respoiÍsables d.- sus trabajos, si éstos fueren susceptibles de · alguna aclaración o refutación, ammciamos que estamos listos a recibirlas ·y publicarlas siempre que se ciñan 'a la corrección que debe caracterizar a toda contro· versia . científica. Somos partidapos del principio que de la discusión serena· siempre sale la luz.

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CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA QUITO - ECUADOR 1956

Dr. BENJAMIN CARRION, Presidente.

Dr. JULIO ENDARA, Vicepresidente.

Dr. ENRIQUE GARCES, Secretario General.

MIEMBROS '.I;'ITULARES :

SECCIONES:

Casilla 67

SECCION DE CIENCIAS ,JURIDICAS Y SOCIALES:

CIENCIAS HISTORICO-GEOGRAFICAS:

Dr. Pío Jarim1illo Alvarado. Dr. Humberto García Ortiz. Dr. Luis Bossano. Dr. Eduardo Riofrío Villagómez. Dr. Alberto Larrea Chirib.oga. Dr. Alfredo Pérez Guerrero.

SECCION DE CIENCIAS FILOSOFICAS Y DE LA EDUCACION:

Sr. Jaime Chaves Granja. Sr. Fernando Chaves. Dr. Carlos Cueva Tamariz. Dr. Emilio· Uzcátegui. ·

~ECCION DE LITERATURA x BELLAS ARTES:

Dr. Benjamín Carrión. Sr. Alfredo Pareja Diez-Canseco. Dr. Angel F. Rojas. Dr. Césai· Andrade y Cordero. Sr. Jorge !caza. Dr. José Antonio Falconí Villagómez. Sr. José Enrique Guerrero. Sr. Francisco Alexander.

' Sr. Carlos Zevallos Menéndez. Sr. jorge Pérez Concha. Sr. Isaac J. Barrera. Sr. Carias Manuel Larrea.

SEC_CION DE CIENCIAS BIOLOGICAS:

Dr. Julio Endara. Pt•of. Jorge Escudero.

SECCION DE CIENCIAS EXACTAS:

Padre Alberto Semanate. Dr. Julio Aráuz. Ing. Jorge Casares L.

·.SECCIO~ DE INSTITUCIONES CUL'l'URALES ASOCIADAS:

'ur. Rafael Alvarado. Sr._ Roberto Crespo Ordófíez. Dr. Rigoberto Ortiz.

Sr. HUGO ALEMAN, Prosecretario - Secretario de las Secciones.

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CONSEJO DE ADMINISTRACION Y REDACCION DEL BOLETIN

Sr. Dr. Julio Endara Sr. Pro f. Jorge Escudero M. R. P. Dr. Alberto Semanate Ü; P. Sr. Ing. Jorge Casares L

Sr. Carlos Manuel Larrea

. Dr. JULIO ARAUZ, Director-Administrador.

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BOLE·TIN Organo de las Secciones Científicas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana

Director y Administrador: Dr. Julio Aróuz Dirección:. Av. 6 de Diciembre 332.-Apartado 67.-.Quito

=V=o=I.=V=I=II=·~~~==~==Q==u=it=o=,=E=n=e=ro=-==Fe=b=r=e=ro==d=e==1=95=6======·~

NOTA. EDITORIAL

NUESTRA PORTADA

Lo que nos inspira la _figura de . Benjamín Franklin.

La mitología, si bien se rriira, es la madre de las ciencias; ·éstas. en el fondo, no tienen· otrO objet6 inmediato· que. explicar el misterio del Universo y, por ahí, descubrir los destinos del hombre, los que, admitiéndoles, a priori, de un orden superior, la mitología, después de impÚtar las primeras causas a un cúmulo de ·dioses, establece su íntimo comercio con los hombres .. ·Dioses y hombres, superiores los primeros y subordinados los ségundos, viven· y conviven hasta sexualmei:lte; cada cuál, por su lado, luce _ sus grandezas y esbonde sus pecados y, todos, hacen de la Tierra el escenario de Sus fuerzas y de sus debilidades;· de sus intrigas y sus concupiscencias, pero con todo, ello tiene su origen en una investi­gación de causas; fracasada pudiéramos decir, pero investigación al fin y al cabo, porque el proceso intelectual desarrollado para llegar a dichas conchisiones, no es otro qüe el mismo empleado a(m por nuestros sabios,' cuando se encuentran delante de algo que.se ve y que no se comprende: crear hipótesis y amasar teorías.

No obstante hay que notar una diferenci;:t, "los hombres de la antigüedad no se cuidaban de comprobar la bondad de sus acer- · tos, al paso q"LJ.e nuestros sabios; proceden a la inv~rsa una vez lanzadas las teorías, éstas deben ser sometidas al más estricto exa­men; observaciones y experiencias comprobatorias tienen que ser

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reducidas a valores y relaciones definidas entre las fuerzas de la Naturaleza, y como relaciones encadenan relaciones, las teorías deben prever· el descubrimiento de fenómenos insospechados; de ahí que se dice que nuestra ciencia explica y adivina; cuando esto falla, las teorías decaen. y, entonces, se buscan otras nuevas. Esta · es una de las razones por las que, las teorías modernas nunca pasan al dominio de la fábula, mientras que eso era lo corriente en la ciencia primitiva, hasta el punto de que llegando al alcance de la plebe, las más sencillas creaciones, frutos de sanas reflexiones, se han trocado en enredados mecanismos, absurdos hasta para la fan­tasía, pero, calur:osamente acariciados por las masas, que siempre se han nutrido de lo maravilloso, inclusive en la época moderna.

Todas las mitologías, en sus orígenes, debieron ser el fruto de la n1editación de los :mejores cerebros de los lejanos tiempos de la prehistoria, porque, sise examina la Fabula en sus más sim­ples . expresiones, se nqta que que son creaciones sencillas y ·sin­ceras fabricadas sob:t~e la base de una lógica casi infantil, pero que no por eso, deja de ser una obra de pensamiento; trabajo que no podía avanzar muy lejos, visto el antecedente que aquellos ilustres. bisabuelos se engolfaron, candorosamente; de golpe y con las manos vacías, en la rebusca de las Primeras Cáusas, ante cu-. yos arcanos nuestra ciencia milenaria retrocede despavorida,· aca­bando 'por declararse impotente para descifrarlos'.

Así, los griegos, que tanto no:;;' han ·enseñado, consideraban en sus primeros mitos, la .existencia de un Caos, en el que .todo permanecía en un estado de "mezcla informe"; todo no era sino una confusión ilimitada, o, en nuestro lenguaje, todo era sin Dios '­ni Ley. En este universo revuelto nO hay divinidades 'propiamente hablando, apenas se citan a un dios Caos y a una diosa Noche, sin facultades específicas; sin embargo, sorpresivamente, aparece una divinidad, aparentemente sin progenitores, cruel y ciega: el Des­tino, cuya voluntad es inflexible y cuyo ejecutor es un dios inno­minado, que se ofrece para arreglar el desorden según lo:> designios de la Ciega; con esto y sin saber cómo, en un buen momento re­sultan, por un lado el cielo iluminado y por otro, nuestra buena Tierra; estos ya son, definitivamente, dos dioses: Urano y Gea, y con ellos empieza a correr el tiempo, porque de su connubio nace Cronos o sea Saturno, quien a su vez casa con Rea y tienen varios hijos, pero como Saturno personifica al Tiempo que todo lo consu­me, se dedica, después de asesinar a Urano, a devorar uno tras

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otro a sus propios hijos, entre los cuales, debido a una trampa de Rea, sólo se salva Zeus o sea Júpiter, quien, después de muchas peripecias llega a proclamarse rey del Universo y de la caterva de dioses que .han podido salvarse de la ferocidad del tiempo y de to­dos los que, gracias a la fantasía de las gentes, han ido apareciendo hasta perder la cuenta.

Lo dicho, incluyendo otras variantes, se encuentran en el ori­gen de la mitología gl'eco-romana;· no se puede ocultar que, para tan remotos tiempos, faltos de luces, esto representa Ui1' esfuerzo inaudito e inteligente, para explicar con una lógica rudimentaria el origen de las cosas y tambien del hombre, ser medio divino por lo que vamos a explicar. Un dios algo secundario, Prometeo, hizo un día un muñeco de barro de figura humana; viéndolo hermoso, pensó que bien merecía ser dotado de vida, pero Prometed care­cía de medios para comunicársela; entonces, se le ocurrió hurtar a Zeus uri poco de su fuego; ~sí lo hizo y, con él, el muñeco se animo: el hombre tiene fuego divino. Al gran Júpiter no le gustó ·el trabajito; se mostró celoso porque creía que el hombre sería su rival, y empezó. por castigar a Prometeo de una manera bárbara; en ,cuanto al hombre, Zeus se dió mañas para destruirlo: al final de estas líneas ya veremos lo que sucedió al pobre Júpiter.

No se puede negar que estas primeras explícác\ones son una verdadera filosofía traducida en hermosos simbolismos, llenos de colorido y de meollo; todo es sencillez e ingenuidad doradas por los rayos ;de un verdadero talento; el enredo y la parte antipática llegaro:n cuando. estas lindas consejas ,de fondo filosóficó, adqui­rieron la categoría de religión con sacrificios, oráculos y templos.

Sea como sea, Zeus fue ·el gran dios de la ·gentilidad; su poder fue inmenso: sabía amontonar las nubes y manejar el rayo, que Hefaísto, esto es, Vulcano, fabricaba para el todo Poderoso en las herrerías del Etna. .,

Según lo dicho, el,rayo; símbolo e instrumento del poder divi­no ·no era otra\ cosa que una especie de fuego; su manifestación más terrible, pero no una manifestación sui-génet:is de la Natura­leza; algo tenía que ver con las nub~s, Pero nadie había podido definirlo. Y este estado de cosas permaneció intocado en el mundo ·de los conocimientos por más de dos 'mil años.

Elviejo e ilustre Thales de Nlileto nos>dió noticia de que el ambar o sea el "Elektron" de los griegos, una vez frotado, adqui­ría la propiedad de atraer hacia si las basuritas, y por esta singu-

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laridad se lo llegó a cornpatar con la piedra im.án que atrae al hierro; y aquí termina el saber antiguo y el de la Edad Media has­ta bien entrado el Renacimiento, acerca de lo que nosotros hemos bautizado como la Electricidad. . Esta formidable potel).cia es hija del siglo XVHI, en el que, de un modo insqspechado, la humilde . propiedad del ambar pasó a la categoria de verdadera fuerza; es7 tudiándola, muchos hombres del citado siglo ganaron la inmorta­lidad; muchos fueron los descubrirnientos que se hiciel~on, y, entre otras cdsas, surgió la sospecha de que el rayo era de origen eléc~ trico y no la variedad del fuego como se creía. Esto, el sabio Ben~ jamín Franklin, ·lo co!llpro bó hasta ·la saciedad con -su el~gante cuanto peligroso experimento de la cometa, ahora considerado co~ mo clásico; y en este sentido, Fra:nklin, clausuró el taller del dios Vulcano, e hizo más, algb maravilloso, descubrió el PARARRÁY.O basado en el poder de las puntas, obra exclusivamente suya, co11 lo que, encadenando al flagelo destruyó el poder de Zeus; de .ahí que, aniquilada su poteneia, ya !ladie cree en él: ,el pobre Zeus resultó ser un dios falso; encadenado el rayo se vengó a Prometeo. Razón tuvo el malhadado Júpiter de pretender destruir la especie humana; tal vez,. previó que en el siglo XVIII éle nuestra Era, naceria Franldin, que daría al traste con su poder divino, ·

La Dirección.

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La Mesa Directiva que presidió la ceremonia; de izquierda a derecha: Don Walter Bastian Jr., Director del Servicio Informativo de los EE. UU., quien representó al señor Embajador Sheldon T. 1\lills,. por impedimentos de salud; el doctor Benjamín Carrión, Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana; y el doctor Julio Aráuz, Presidente de las Secciones Científicas de la misma lnstitu­.c:ión.-AI fondc>, ·el retrato de Benjamín Franklin, obsequiado a la Casa p<Jr la Embajada de los EE. UU.

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El Instituto Franklin y Benjamín Franklin Memorial en Filadelfia, Pennsylvania.

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INTERVENCION DEL SR-~ DR. BENJAMIN C.A.RRION EN. EL HOMENAJE A

- BENJAMIN FRANKLIN

Hace doscientos cincuenta añ_os, en Boston, en un hogar hu­milde, popular, nacía Benjamín Franldin. Es interesante fijar esta característica dE' quien, en un momento dado, fue llamado en Eu­ropa mismo, "el hombre má:s civilizado -de su época"; haber· nacido en la más vieja Colonia inglesa, en la Nueva Inglaterra, en la vie­ja ciudad de Boston, en un hogar_ absolutamente humilde, pues los padres de Benjamín Franklin; todos lo saben bien, eran fabrican­tes de jabones. La primera época d-e este muchacho extraordinario, dentro d-e lo admirablemente ordinario y común que fuera duran­te su vida; la pasa en Boston; pero llegó a los pocos años, ~ los diecisiete, y por desacomodo del medio bostoniano, de su familia misma, fue a Filadelfia donde realme~te ha transcurrido su vida y su obra, en sus 1:'_spectos y líneas generales.- La aparición de Benjamín Franldin coinciqe con la époéa en que yna vastai ráfaga de libertad y democracia cruzaba por el mundo entero. En Euro­pa estaba imponiéndose la voz, la sonrisa del patriarca, del gran Voltaire, con el cual tuviera buena amistad, áunque. un poco me­nor en :edad, nuestro Frail.klin; los 'Enciclopedistas, Juan Jacobo Rousseau; el gran filósofo, el auténtico filósófo de la democracia eontemporánea Manuel Kant; Locke, el teórico, asimismo, de la democracia inglesa; y en la literatura, una figura simpática, grata

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a todos, dulce hasta cierto punto, la del 'escritor Jonathan Swift, autor de los "Viaj·es de Gulliver", uno de los monumentos a la idea y al espíritu democráticos contado como para niños, . pero re'almente, para todos los hombres del mundo.

Y aquí en nuestra América mismo, conjuntamente con Fran­klin, con un. poco de tiempo más, con un poco de tie~po menos, deambulaban,. como en las épocas de la antigua Grecia, cuando en Ia pequeña ciudad de treinta mil habitall!tes -Atenas-'- se padían encontrar los nombres y los hombres más grandes de todas las épo­cas. Se encontraban Jos hombres que, vistos de conjúnto. con el retroce~o del tiempo, ·Constituyen en realidad la ·constelación de la sabiduría, la constelación de la libertad. Y entohces, en nuestra América, en la América de habla inglesa están ya soñando, pen­sando y ·trabajando por la libertad, el gran Washington, Jefferson, Adams y. aún el aristócrata Hamilton. Y, en nuestra América de aeá también estaban luchando, pensando y viajando por la. liber­tad los tres más grandes precursores: Miranda, nuestro Espejo que tantos puntos de contacto 'tiene realmente con Franklin, y Nariño.

Frimklin. es uno de los hombres de más variadas facetas, de más diferentes aspectos. La parte del científico que es una deJas más interesantes, va a ser tratada por el Dr. JUlio Aráuz, 'actual

, Director de las Secciones Científicas Unidas de la Casa de la Cul­tura. Pe~o sí quiero· quedarme con una cosa que nos toca muy cer­ca, que es el haber sido Franklin el inv~ntor de la armónica, un pequeño in:strumento musical que por circunstancias extrao~ina­rias de unión de los genios, fue el instrumento que tocó, poco tiem­po después, W olfgang Amadeo Mozart, el gran músico, para mí el más grande de todos los músicos que he escuchado.

Uno de los aspectos por los cuales interesa particularmente a .esta Casa la figura de Benjamín Franklin, es la de haber sido modesto impresor, tipógrafo, ·hombre de manejar tipos y hombre de manejar prensas, en un pequeño diario que dirigía su herma­no. Esto es lo que hizo siempre. Porque es curioso comprobar'·que

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aún en cromcas posteriores, en Europa, la preocupacwn funda­mental de Franklin fueron los tipos de imprenta, fue la prensa. Es decir, este instrumento al cual estamos nosotros tan ligados co­mo obreros de la cultura. Ot~a de las 'cosas que nos une a Fran­klin es ·el haber tenido la idea de la fundación de la bibliotec~ pú­blica de tipo americano, aquella que se la entrega al pueblo, que se la presta a las gentes, que se Ia alquila por módicas sumas, ex­traordinariamente módicas, cuando no es posible llegar a lo gra­tuito, para que las gentes lean el libro en la casa,· en el jardín, donde sea posible, con mayor comodidad. La crónica registra que

. 1 . .

en esta nobilísima iniciativa de Benjamín Franklin, él contribuyó con lo que había reunido hasta ·ese momento en libros, unos 600 volj.Í.menes, que no eran poca cosa, en realidad, para un muchacho impresor que estaba iniciando, su carrera.

·Dice Van Buren que Franklin es el primer diplomático de la democracia Americana que, llegado a las Cortes de Euro~a, se encuentra con la terrible imagen de lo que él no había sospechado: la. corrüpción de los tories ingle~es. Todo se compraba y vendía, de las co.sas de la vida pública. Esa era una de las más grandes sorpresas, acas~ el impacto más formidable que Benjamín Fran­kHn tuvo en su viaje a Europa, que fue durante el reinado del bon­dadoso y hasta inteligente Rey Jorg¡;! III de Inglaterra."'El Gob~erno de los tories, Gobierno conservador de entonces, era en r~alidad un foco de corrupción de toda especie y de ·entregamiento de las cosas aparentemente ideales dé la patria y la política, por dinero. Es allí donde se afirma el hombre revolucionario, el actor. de la independ~neia, el hombre que entra 'después en lo's Estados Uni­dos en el P.artido Popular, para luchar contra el Partido Conce,.. sionista.

Mientras la diplomacia en vigencia, que llegó a hacer su cri­His tremenda con la aparición de Metternich y Tayllerand,. es la diplomacia de la sonrisa fingida, Benjamín Franklin llega sin tra­jes bordados de oro, con el vestido que usaba siempre, cuando era tmpr~sor, cuando era obrero, con el vestido de .un cuáquero de

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los E~tados Unidos, de un hombre virtuoso y puriümo, que· no se adornaba. Y así visita Ja.s Cortes, y así llega ,en un momento dado a recibir una corona que le pusiera en su cabeza la Reina María Antonieta, la mujer de Luis XVI. Allí es donde hace contS:ctos interesantes, hace amistad con el literato qué ha llegado también muy cerca de- nosotros, por haber sido el que escribió una obra que serviría _a Mozart para h_acer una de sus más famos·as óperas: "Las Bodas de Fígaro". Se encuentra con Beaumarchais, autor de esa tremenda sátira contra la monarquía por laque va varias ve-

. ces a la cá~cel, y se provocan una serie de escándillos, y es uno de . los promotores populares de los movimientos revolucionarios qüe poco tiempo de&pués estallarían en 1789. Franklin ca:e en gracia. Todo .el mundo se enamora de este hombre_ que viepe de una co­lonia inglesa, a decirles a las gentes que en esta colonia hay un pueblo que quiere acabar con el dominio inglés.· Y e:mpiezan a ayudarle, y empiezan a preocuparse de ét En las Cortes europeas; y lo sabemos.así por las estampas, má.s que por la información, es como una rara ave vesHda de negro, con una levita abroéhada, su gorrito de obrero, en medio de los grandes salones, de las gran--· des damas de crÚwlinas, en una de las épocas en que llegó a un máximo de corrupción.

Es de e;ta época una carta que dirige a u;n amigo en la que le dice y enuncia unos.principios ·extraordinariamente justos y que me han parecido de entre todo lo amable, moralizante, jocoso y aconsejador que dijo Franklin, algo de lo más serio. Diee así: "La justicia es un deber. ·estricto- ·en naciones vecinas, . como de ciuda­danos de Un mismo 11J.gar. UnbancJ.olero es tan·.salteador de cami­nos cuando procede solo, como una nación que hace una guerra in­justa es apenas una grarr cuadrilla".- Esto dice, conde11.ando la guerra y después, en las máximas del Pobr~ Rkardo la enuncia .. .... .. en una frase que dice: "No hay paz mala, no hay guerra buena".

Benjamín Franklih ha sido llamado "el consejero del hombre ep. su. época". Bero no acaso con el tipo moralizante. y predicador, a pesar de que como ustedes saben, Mark Twain se horroriz·aba

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de muchas de las máximas de Franklin porque dice que su infan­cia estuvo echada a perder porque querían sus padres que fuese como Benjamín FrankHn y a cada momento, cuando quería hacer una cosa, tomar un dulce, le sacaban una de las máximas del Po­bre Ricardo, y le hicieron sufrir, y le hicieron dura la vida. Y tie­ne, como recordarán ustedes, en uno de sus escritos, donde hace la paráfrasis negativa de un proverbio de Franklin: "No dejes lla­ra mañana 16 que puedes hacer hoy". Y él dice: "No dejes para mañana, lo q,ue puedes hacer pasado mañana". Pero a pes,ar de es­ta repulsa amable que tiene Mark Twain, ·el humorista más grand-e de .los Estados Unidos,· él amaba a Benja~ín Franklin, porque Franldin es un hombre bondadoso y las cosas que dice, y los con­sejos que dá, son en general de ese tipo, jovial, alllable.

No es el consejero estricto, terrible; en las cartas en las que habla ·del amor,. da consejos que realmente, en· un sentido ultra­cuáquero, no son tan moralistas, sino que sóú' sencillos y clara­mente humanos.- De manera que la, figura de Franklin ha sido deformada por aquellos que . solamente han querido referirse al Calendario, en el cual· ha establecido una lista de virtudes que de­bían ser cultivadas 'en días señalados de la semana hasta llegar a la perfección., En realidad pone en dificultades a las gentes, por­que si la primera virtud señalada por· Franklin en su Calendario debe ser C1J,Ínplida al máximo, hasta la perfección y las demás vir­tudes no abandonadas, pero cultivadas con menor esfuerzo, y des­pués la segunda virtud y .después la tercera y cuaDta, etc., en rea­lidad parece que busca. llegar a una perfección más bien un poco monástica. Pero la verdad es que, cuando se leen las máximas del Pobre Ricardo, se encuentra una \Serie de proverbios que tienen una jocosidad amable, risueña y paternal.

Es la sinceridad, Ja virtud ~ás claramente practicada por Fran~ klin. Elno tenía, ·como se dice, "pelos en la lengua". Se le venía una .idea nacida del ·corazóp y espíritu, y la .soltaba. Por eso alguien también ha dicho que las directivas políticas, conio s~ dice hoy un poco ampulosamente, que diera Benjamín Franklin en su época,

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y que son los pilares de la vida histórica del pueblo norteameri­cano, son dichas con tal espíritu de bondad, que hasta cierto punto descubren el flanco; no hace como Maquiavelo que más bien está cubriéndose siempre. >Por eso alguien decía de Franklin que con una ingenuidad propia de su pueblo, era el antimaquiavelo.

Se trata ante todo de uno de los grandes fundadores de la de­m'ocracia norteamericana y que en esa. época junto con J efferson fue uno ·de los más cultos .. Un hombre que leía muchos libros. Aca­so no los )eía en una for:ma ordenada, acaso de él podría decirse. que fue un autodidacta. Un hombre que se educó a sí mismo, en casi todos los aspecto~. Era un gran devorador de escritos, y eso lo acerca a nuestra Institución. Por todo ello -vida y obra- he­mos tenido el gusto de hacerle, en asocio con el Departamento de Relaciones Públicas d~ la Embajada Americana, este homenaj-e, hoy que cumple doscientos cincuenta años. '

En 1790 desciende a la fosa común este gran ciudadano de to­do el mundo, este g1·an ciudadano de los Estados Unidos. Es •acaso como un sÍmbolo excepcional de reconocimiento al demócrata, al ho~bre ·de.inquietud, en todos los órdenes de ]a· vida humana, el beso en la frente que le diera, en presencia de las más grandes fi­guras de Francia y Europa entera, otro hombre como él, un hom- · bre siempre en la orilla buena, en la orilla de la defensa de la jus­ticia y de la libertad: Voltaire.

La Casa de la Cultura Ecuatodana, ha querido rendir este ho­menaje al hombre múltipl·e, al hombre de libertad, porque esta Casa quiere ir, por los caminos ·de la cultura, a la gran verdad: la libertad humana. ··

~.

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HOMENAJE A FRANKLIN

En el 2500 aniversario de su nacimiento;

ofrecido el 17 de Enero de 1956 p01~ las Sec­

ciones Científicas de la Casa de la · Cultura

Ecuatoriana.

En la Historia se registran ciertas épocas en las que parece que los cimientos del edificio socialse desmenuzaran, para dar ca­bida a otra estructura; a otra manera de vivir, que•no sólo involu­craría a la parte material de la existencia humana, sino también a una nueva concepción del mundo y al cámbio. de las ideas directri'­ces que regulan la conducta. Tal fue la conmoción que trajo con­sigo el advenimiento feliz de la figura de Cristo; feliz y promete­dor arribo, que, desgraciadamente, debido a las erradas interpreta­ciones de la palabra del maestro, culminó en el estancamiento me­dioeval, y que, con pocas salvedades, quiso decir sangre en los campos e ignorancia en la cabeza. Tal fue también la época, que· se la pudiera llamar del desquite, que iniciada en el Renacimiento culminó en el siglo XVIII y·qúe prolongándose hasta nuestros días, puede llamarse la centuria de la Libertad, porque fue en ·ella, en que el' hombre, cansado e indignado de una milenaria .esclavitud de espíritu y de cuerpo, a puño cerrado, dió al traste con 'el Abso­lutisÍilo; lástima es que dicho puño fuese d~masiadanierite apreta-

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do en sus procedimientos; pero es h ... cierto, que a pesar del ex­tremismo y los abusos, nació una idea que no perecerá, .aunque, de tiempo en tiempo, la veamos tambalearse, sufrir de la desnudez del otoño y ·del tiritar de los inviernos: esa idea, por demás venera­ble, se cristaliza en ia· palabra Libertad.

De averiguar seria si los absolutismos ·apai·ecen por una ley periódica, es decir si éstos, que son los genitores Cle la tiranía, fi':.. guran como cosas normales en el orden de la vida; pero, de una ma­nera -o de otra, es cosa comprobada que en el hilo de la Historia, los despotismos aparecen siempre, dañando la uniformidad, como si fueran nudos, •espaciados a trechos grandes o pequeños; por di-

' cha que cada nudo, cad·a tropiezo, cada tiranía, en recompensa, tie-ne la virtud de engendrar por lo bajo, generaciÓnes de mártires y de héroes, que caen o que triunf.an y que, al final de cuentas, concluyen por salvar y afirmar por cierto tiempo la dignidad hu­mana, que bien mirada constituye la médula de la santa Libertad.

Yen este juego eterno, andando y desandando, siempre resulta que la humanidad progresa ... ¿Hasta cuándo? ... Seguramente no hasta la perfec~ión, porque creemos que el hombre, tal como es, no está capacitado, psicológicamente, para vivir en paz.

El siglo XVIII fue para las Américas el siglo de esa dura prue­ba; la del Norte y la .del Sur sufrían el despotismo y la codicia de las más grandes potencias de. Qccidente. Ambas partes del Con­tinent·e corrían una suerte, más o menos parecida, porque todas las tiraníll;s, corno ·calamidad humana, siempre se presentan con rasgos semejantes, ya que persiguiendo el mismo fin o sea: sembrar tinieblas para destruir la personalidad humana, los procedimeintos empleados sólo se diferenCian en el grado de intensidad, el cual puede variar desde ei terror hasta la maquinación Mpócrita, es decir, sierp.pre 1o vedado, siempre la injusticia, fundada en las ma­las ·artes de medir con distinta vara la conducta y las nece~idades propias y. 1as aj·enas, según lo .cual, irremediablemente, salen airo­sos y regordetes los de arriba y, humillados y huesudos los de abajo.

Se dice que el hombre es un animal de costumbres, y así pa-

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Fotografía de un dibujo publicado en el "Currier & Ives", 1876, presentando a Franklin en su famoso experimento (1752), cuando hizo volar una cometa durante una tempestad de rayos para demostrar

que la iluminación y la electricidad son idénticas.

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La famosa máquina eléctrica de BENJAMIN FRANKLIN.

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rece serlo en una buena parte, pero también hay otra verdad: irre­futable, y es, que la gente no puede soportar indefinidamente las cadenas: pensemos un momento en Espartaco y sus. valientes hues­tes. Una América esclava convenía a los amos de ultramar, pero, a la larga, eso, llegó a ser un afrenta para los americanos, y las co­sas habían venido desarrollándose de tal modo, que· en la centuria del 1700, llenándose la medida de lo soportable, se desbordó la co­pa por ·el lado más sensible, que fue el de la.América anglo sajona, ya que ésta, desde sus comienzos se había formado, Etn buena par­te, con el ·concurso de gente honrada y de alma 4emocrática, sana y piadosa, decoli¡ida. a la . antigua, como esos viejos puritanos y aquellos viejos quáquero~, que abandonando· sus albinas playas, se refugiaron en América para leer la Biblia con toda libertad, sin poner vigías en las puertas de calle, que les avisasen si las patru­llas de allanamiento se acercaban; inmigración compuesta también por rudos campesinos y artesanos holandeses y alemanes, buenos para trab¡1jar y; en lo posible enriquecerse, pero ávidos de vivir practicando el Evangelio a la usanza de los cristianos primitivos, aunque sin olvidar que •en los nuevos Üempos el hombre debía ser productor y progresista. En una sociedad semejante los pillós se anulaban por lo menos hasta· sentar .esqu~la, lo que tardaba mu­cho. Toda ·esa buena gente concluyó por mir~r con desagrado y

después con protesta, el hecho inaudito de que el sudor de Sus frentes se convertía en dinero para la metrópoli y en desaliento pa­ra sus aspiraciones e ilusiones personales; de ahí, que un buen día saltó la rebelión, que no amainó hasta. obtener el triunfo.

Siglo XVIII, en ·el.que también cabe anotar, aunque de pasa­da, que nuestr2; América Latina gestó su independencia, ya por las razones aludid&s, ya también por otras más profundas, de orden filosófico, puesto que al final de la ·centuria, la gran Revolución Fl'ancesa proclamó los derechos del hombre, inspirando con ellos u nuestros precursores, y cuya siembra se cosechó en los comien­zos del siguiel}te siglo, después de un bregar duro y heroico.

Sea como s~a, es el caso que el movimiento libertario ameri-

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cano· empezó y se logró primeramente en la seccwn anglosajóna, y es el caso, también, que los hombres, los adalides, que sobresa­lieron -en la lucha, debieron ser lo que fueron, dada la escuela en que se formaron, esto es, activos soldados con alma de patriarcas, como lo fue Washington; y activos patriarcas con alma de soldados, como lo fue Benjamín Fran1din. Hoy nos hemos congregado para recordar que en un día como éste, hace 250 s.ños, en la ciudad de Boston, Franldin llegó ·al ~undo, y que es justo que le glorifique­mos como merecen todos los apóstoles del tl1abajo y de la libertad. Porque este gran hombre, ahora de fama universal, es el prototipo del luchador perpetuo y valeroso, que supo triunfar en todas las esferas de sus actividades y, que además·, es filósofo de la revolu­ción y el-predicador elocuente de un evangelio democrático, a cuya causa dedicó todas sus ·energías en sus largos 84 ·años de su vida ejemplar y asaz fecunda.

He aquí una de sus frases típicas: "El único medio de honrar a Dios es siendo útil .a sus •semejante.s"; 'y-así, infinidád de verdaderas sentencias que revelan un gran conocimiento d0 la vida y un vehe­mente deseo de perfeccionamiento. Su célebre almanaque, que pu­blicó año tras año, durante un cuarto de siglo, es una verdadera enciclopedia de sabiduría moral y en"lá que, muchas veces, en to­no jocoso, hizo decir a su ficticio personaJe el Pobre Richard, al­gunas cosas que él no quiso certificarlas •Con su firma; en uno de esos pensamientos, por ejemplo, -demostró la gran preocupación de su vida acerca de "La igualdad entre los hombres, los derechos del puebl9, el peligro de los rey·es y la amenaza del clero". Casillas que en aquel entonces chocaban a la corona inglesa, a la que disgusta­ba que se hablase, no digamos de emancipación, sino de la simple idea de una ·confederación de territorios americanos bajo el cetro de la Gran Bretaña; y casillas que caían muy mal en los oídos de las sectas religiosas prepotentes en todas las colonias. Y es de pensar que no creyéndose aludidos,· ciertos obispos franceses recomenda­ran el Pobre Richard como un complemento del propio catecismo.

Pero el gran mérito de Benjamín Franklin es el ·de haber po-

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dido elevarse, por esfuerzo propio, después de un bregar doloroso y constante, desde la humilde posición en que le colocó su naci­miento a los más altos sitiales de la jerarquía humana; desde la pobre'fábrica de v~las de sebo de su padre hasta las curules de los congresos y los palacios reales; desde el desmantelado taller de imprenta de un hermano suyo, en el que lo explotaban y en el que, [u~·tivamente, se inició en la carrera periodística, hasta verse de dueño de toda una editorial y que, en París, las mejores publica­ciones se pelearan por sus magníficos artículos; desde ·los días en que con facha de can vagabundo, prófugo de la casa paterna, har­to de las fXigencias de su hermano pa~rón, •llegó a Filadelfia en bus~ ca de trabajo, hasta aquellos; en que ya gran señor en la ciudad que le hospedara; fundaba sociedades filosófico-científicas, hospi­tales, bibliotecas y universidades, y se le solicitaba consejo y opi­naba con autoridad sobre difíciles problemas de sanidad, econo­mía y aún sobre defensa de la ciu'dad en caso de peligro; en fin, desde la obscura situación de lector' a macilenta luz, de estudiante nocturno, encerrado en un bohío, en donde devoraba libro tras li­bro, qúe para adquirirlos se hizo vegetariano con, él fin de dispo­ner de un poco de dinero, hasta verse poseedor de utia gran cien­cia,· cuyo trato se disputaban los sabios del mundo y que las más antiguas y prestigiosas sociedades y academias se apresurasen a contarlo· entre sus miembros, por considerarlo, ·como entonces se decía, "el hombre más ciVilizado de la época".

' Oxford y la Universidad de San Andrés de Escocia le obse­quiaron el doctorado honoris causa; rla Academia de Ciencias de París le abrió sus puertas, lo mismo que la famosa Royal Sociaty londinense, 'y por este orden, numerosas corporaciones, entre las que recordamos: la Real Academia de Ciencias de Padua; la de 'ruríri, la de Madrid, la de Orleans, la de Lyon, la Sociedad del Par­naso de Marsella, la Patriótica de Milári; la d~ Ciencías de Eding­burgo, 'la Academia Imperial de Ciencias de Petersburgo y, segu­ramente, otras que se nos escapan.

Porque Franklin fue un científico de instinto, pues, a pesar de

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que siempre anduvo corto de tiempo, en sus pocos momentos de solaz o cuando viajaba, solía siempre ,encontrar en la N<;1turaleza motivos de meditación e incógnitas por resofver y por ese medio llegó a formular una teoría sobre el vapor y otra sobre los torbe­llinos; estudió el Gulf Streem; des~ubrió ,e hizo fabricar, un mo­delo de chimenea que economizaba carbón y rendía más calor; in­ventó un curioso instrumento musical, denominado armónica,, que se complacía en tocarla y para la cual, se cuenta, que el Gran Mo­zart cotnpuso música. Pe:¡;o, verdaderamente en lo que Franklin logró hacerse célebre, conquistando la inmortalidad, fue en el cam­P.O de la ele~tricidad, en el cual hizo cosa perdurable; jus1(o es, por consiguiente, que, en llegando a este punto nos detengamo~ un mo­mento, ya que quien os habla lo hace ~n nombre. de las Secciones Científicas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Propiamente hablando, el siglo XVIII es el siglo de la electri­cidad, porque, si bien teníamos noticia de ella desde los tiempos de Thales de Mileto, c~mo nos .cuenta Plinio refiriéndose al s~bio de la Magna Grecia: "La electricidad se manifiesta, cuando el frota­miento ha dado calor y vida y atrae pajitas como ·el imán .a•l hierro"~ El frotamiento se refiere al de una barra de succino o ambar ama­l'illo. Fuera de lo dicho, apenas se. pueden mentar los trabajos de Gericke y de Gilbert.

Y 'esto es todo; durante la Edad Media no se adelantó uncen­tímetro más allá; de modo que, los hombi·es de ciencia que en el siglo xvllr resucit~ron el problema tuvieron que empezar por la barrita de succino,, por inventar pequeños· artefactos que hoy nos parecen juguetes como el péndulo de :Sauco, con los cuales, el mi~­mo Franklin, realizando simpáticas experiencias de conmociones y de clüspas, divertía a sus amigos, allá por los años.de 1746.

Sin embargo, desde ·sus comienzos los hombres de ciencia em­pezaron a formular teoríasfundamentadas en los primeros hechos de experienCia; para esto, el inglés Gilbert, que floreció en el si­glo XVII, nos legó .la división de los ·cuerpos en idioeléctricos y aneléétricos, esto es, en electrizables y no electrizables por frota-.

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miento; clasificación que resultó falsa porque, posteriormente, Gray y Dufay demostraron que todo cuerpo era electrizable, y el último de estos autores comparando los fenórp.emos de atracción y repulsión de la bolita de sauco con los correspondientes dehmán, dedujo que la electricidad era un fiuído y que existía 'de dos na­turalezas: uno vítreo y otro resinoso, los cuales podían y no circu­Jar a través de los cuerpos; de ahí que a ésto,s se .los dividió en bue­nos· y malos ·Conductores. A todo esto, Franklin respondió con una idea propia, diciendo que el fluído era único, que los ·cuerpos ·lo contenían normalmente en una cantidad determináda, pero, que si 'ésta au~e'uta.ba, •la electricidad se manifestaba en un sentido, y si disminuía en -otro; de ahí que para el primer caso es.cogió el nom­bre de positivo y para el segundo .el de negativo; no:rtlbres arbitra­rios, qu,e Franklin en más de una vez los lanzó, porque encontrán~ dose en Filadelfia aislado del mundo de la ciencia que era Euro­pa, no se hallaba al tanto de las terminalogías nuevas.

Resultado total, que para nosotros ninguna de las teorías men­tadas son exactas pero que la que ha perdurado, a pesar de su in­conveniencia es la de Franklin, quizás por el renombre del autor y por la simpatía que él inspirara. cuando. vivo.

Por lo que acabamos dé ·C¿ntar se ve que se trata de una <Cien­cia en estado naciente; todos los fenómenos y todas SU.§ teorías pre­sentan la candorosidad de la infancia, sin que asomaran aún, indi­cios de sus . aplicaciones práctic~s. Franklin, hábil obre:m manual fabricaba sus propios aparatos y divertía ~ sus amigos en largas y curiosas sesiones de demostración sobre propiedades del· nuevo agente físico; era la época de ·Ja electricidad estática, cuyos expe- . rimentos todavÍ•a S;e r~ten en loo primeros años de colegio, con las máquinas de Guericke, de Ramsden, üe Holtz, de Carré; con las botellas de Leyden y otros adminículos que han permanecido como .clásicos. Franklin también fabr1có una ingeniosa máquhla, pero a partir de 17 46, disponiendo d:e más tiempo, pudo dedicarse a estudios más serios, como el dél poder de las puntas y el de la

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electricidad atmosférica, asuntos que también venían preocupando a los sabiqs de Europa.

Al respecto, se sabe que en 1749, la Academia: de Burdeos lan­zó la siguiente pregunta a los ·estudiosos: ¿Hay analogía entre la electric'idad y el trueno? El médico de Lyon Mr. Barberette ~a contestó afirma,tivamente por medio de una docta disertación in­ti·tulada. "Materia tonante y materia eléctrica".

Fr.anklin -continuaba sus .estudios, que por fi:n llegaron a cono­cimiento de la Royal Society, sin producir en ella gran efecto; en Francia, el gran Buffo~ tuvo notieia del trabajo, se procuró una copia y la: tradujo al francés, e interesado vivamente en el asunto, en su castillo hizo llevar a efecto, por DaHbard, en Mayo de 1752,

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una experienCia aconsejada por ·el sabio ameri·cano; el . resultado fue magnífico tanto, que el mismo Buffon volvió a repetido con sus manos; poco después, De Lor la realizaba en presencia de Luis XV: el rey envió una carta de felicitación a FrankHn; pero no se trataba aún de la célebre experiencia de la éometa, aunque sí de la captación de la electricidad de la atmósfera, vaÜéndose del poder de las puntas; experiencia célebre, que la realizó FrankJin en .Tu­nio del mismo año, ignorando. lo ·que ocurría en Europa con sus inlciativas. Se había demostrado prácticamente que el rayo y la electricidad tenían las ·mismas ,características; cosa· que al año si­guiénte, 1753, fue confirmada has_ta Ia saciedad, en Franda, por el físico de Roman. .

· De esto al descubrimiento del pararrayos no hubo más qu~ un paso, y este paso Franldin :lo dió, y, ahora, sin que nadie le dispu­tare la pat~rnidad, p~rque en cuanto a los prolegómenos del hallaz­go, e~ eviqente que existen estudios en E~opa que prepararon el teneno: todo trabajo _científico tiene precursores.

En 1760 se construyó el primer pararr;ayo y su instalación le­v-antó tal polvareda qu~ es u~o de los escándalos clásicos en la his­toria ·de la ciencia; particularmente el clero de 1·as colonias lo con-·

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¡Jiiluró como obra impía, ya que la cent·ella celeste había sid.o con­¡i(derada y explotada como la mano vengadora del Señor contra los hombres pecadores. Oigamos "j.:tn acápite de un sermón de un pas- · tol' de la época: "En Boston, donde· hay más pararrayos que en 11inguna otra parte de Nueva Inglaterra, parece que se producen h.; mayores temblores. No hay posibilidad de .escapar al castigo du Dios; si queremos evitarlo en el aire, no podemo~ evitarlo en la U erra". En .donde se ve plaramente que ilos enemigos del· invento dieron un ingenioso giro para atacarlo, aduciendo que la abundan­da de pararrayos provocaba los temblores, y hasta forjaban argu­mentos seúdoeíentíficos para demostrarlo; absurda pretenciÓn que, Hin 'embargo infundía pánico en· l.a gente; sentimiento que llegó a propagarseen Europa, como lo prueba el siguiente caso. En F:ran­da, en la poblad.ón de Saint Omer, en. 1782, un propietario colocó un pararrayos en su casa; 1os ve_cinos se indignaron por lo que ellos enrlliideraban como una blasfemia, y ·elevaron queja judicial de la que salieron satisfechos. Entonces, el dueño de la casa apeló de la :·:entencia al Consejo de Artois, pero volvió a perder; el defensor de In ·causa pro Franklin, .detalle interesante, fue, nada menos, que '!VIaximiliano Robespierre.··

En est·e siglo, el XVIII, de los primeros pasos de la . électrici­dud, el descubrimiento. del pararrayos fue el más interesante y, tal· vez, el únko de orden práctico; en todo él se .estudió la electricidad estática; claro, que 1~ ·experiencia de Galvani se realizó en 1786, pero la discusión con Volrta fue larga, y su maravillosa pila no apa­l'eció sino en el ~ño d~ 1800, siendo el origen de la electricidad di­námica, fuente de todas 1as sospresas del siglÓ XIX, del siglo que vivimos y de los que se sucederán.

Franklin viajó mucho por Europa, y, especialmente, en Fran­cia, en misión diplomática, se ·mantuvo durante muchos años, lle­gando a ser el hombre universalmente mimado, desde el pueblo hasta la corte rea.L Fue admirado y respetado por los grandes hom-

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hres de la época: el coloso Volta•ire fue su gran amigo y Mirabearu · le pedía consejo.

Franklin falleció en Filadelfia el 17 de Abril de 1790; cuando en Francia se supo la noticia, la Asamblea Nacional decretó tres días de riguroso duelo y fue Miraheau quien corrió a cargo. del elogio fúneb1~e; fuera de eso, la defunciÓn fue. causa de un duelo general, pues, las Academias, las logias, los jacobinos, los cafés,. las imprentas le rindieron homenajes especiales, prueba evidente de que Franklin había penetrado en •el co~azón francés.

Hoy conmemoralilos el bieentésimo quincuagésimo aniversa­rio de su nacimiento, que también se ha conv·ertido en una efemé­rides universal; el hombre, Benjamm Franklin, bien ¡o m.erece, puesto que vivió para ser útil a sus semejantes, tal como pensó que se debía honrar al Dios inmaterial en que él creía.

Julio Aráuz 1 '.

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Casa en que nació BENJAMIN FRANKLIN, en Boston, vista po1· un artista del siglo XVIII. FRANKLIN nació el 17 de Enero de 1706, en la calle Milk. Sus padres fueron Josiah Franklin, fabricante y vendedor de jabones y es­permas, y su mujer, Abiah. Cuando BENJAMIN FRANKLIN murió en 1790, íué conocido en los Estados Unidos como un científico, hombre de Estado,

diplomático y filósofo.

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AMBASSADOR SHELDON T. MILLS AMERICAN EMBASSY, QUITO

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DISCURSO DEL S~OR EMBAJADOR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMERJCA

DON SHELDON T. MILLS

Señoras 'y Señores:

Permitidme hablaros sobre lo que Benjamín Franklin significa para mí. Y o me considero un norteamer1cano bastante .típico y mi actitud hada Franklin es semejante a la de muchísimos de mis paisanos.

Cuando era niño, mis padT·es solían darme ~áximas sobre 1a buena conducta. Gran parte de .e~as máximas procedían del Alma­naque del Pobre Richard: .Todavía resuenan en mis ofdos las pala-bras de algunas· de esas máximas, por ej·emplo: .

"No malgastes el tiempo, pues .de él está hecha_ la vida". "El tiempo .e,s oro". . "Nada en este mundo es cierto excepto l·a muerte y los im­

puestos". "Un secreto pueden conservarlo tres si dos de éllos están

muertos". Para mí, igual que para incontables j6v·enes norteamericanos

de 1as dos últimas ~enturias, · Benjam~n Frahkli~ fue un maestro en el: arte de vivir. El nos ·e11Señ6 a trabajar duro, a ahorrar y a

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no desperdiciar el tiempo. Esta es la herencia que Franklin el pe­riodista nos dejó.

Todo joven oolegial norteamericano lee la gran Autobiografía de FrankHn. ¡Recuerdo con qué avidez kl! leí yo! Lo qu& rriás se me grabó fue el sistema que se ideó eÍ joven Fra:nklin para medir los progresos que lograba en la ccmseeución de sus idea;les.

Vosotros recordaréis que en una cartiUa que hizo enumeró . trece objetivos a lograr en la vida y cad'a diBJ se examinaba a fin

de constatar si estaba haciendo. algo por conseguir tales objetivos. Yo hice igua:l_cosa durante mi año. Algunos de estos objetivos eran:··

Templanza: -come sin glotonería; bebe sin emborr·arte. Silencio: -habla solamente aquello que pueda: beneficiar a

los otros o a tí mismo. Evita las conversaciones vanas. Orden. Resolución. Frugalidad: -::-no Ddesperdides nada. Laboriosidad:. -no desperd1cies el tiempo. Sinceridad. Justi·c'ia. Moderación. Aseo. Calma. Continencia. Hu;mildad -imita a Jesús y a Sócrates. La ascensión d'e FranMin desde la pobreza, no a Ia riqueza

sino a un sitio eminente, sin duda alguna, se debió· al dominio de sí mismo y al trabajo. Creo que los norteamericanos más famosos de los do.<S últim:os siglos tuvieron éxito porque imitaron a Franklin.

Años más tarde descubrí al tercer Frank!dn. Me ·interesé de manera especial en este Franklin porque es­

cogí la profesión en la .cual él bril~ó como no ha brillado ningún

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otl'o norteamericano: la diplomacia. En 1757, cuando Ftanklin te­u!n 51 años, la Colonia de/Pensilvania le envió a Londres para que llnga la defensa de los quejumbrosos coLonos contra Los propieta­¡·ios, la familia Penn. Estaba dotado de un maraviUoso ·poder de pnrsúasión. Permaneció en Londres cinco años y logró hacer arre­glos exitosos.

De nuevo le envió Pensilvania a Londres e~ 1764. Mientras 110 encontraba allí fue nomht."ado representante de varias de las 11Cl'as colonias. En Londres se le consideraba el portavoz de iiK>das In.~ colonias. Fue él quien le hizo ver a1 gobier~o i~glés las razo-

. tw:; para evitar una ruptura definitiva y la guerr·a:. Cuando al fin íl(! convenció de que esto era imposible regresó al país. Fue él uno

·de los cinco que redactaron la Declaración de la Indepen:dencia. Al principio les :fue muy mal a los colonos en su guerra de in­

dopendencia. En 1776 Franklin fue una de las tres personas a . t¡tticmes :se l·es envió comá emisarios a Europa con lá misión 'de· eonseguir ayuda de la F:r:ancia ansiosa de debilitar a los ingleses, y de con.seguir1a simpatía del resto de la Eúropa continental. En-tonces Franklin tenía 70 años-: .

Es verdad que Jenía algunas ventajas. Era mh~mbro de casi {ndus las sociedades doctas europeas y uno de los únicos ocho ndt•mbros extranjeros de la Re~l Academia de París. Se habían

· pnbl\cado en Francia tres ediciones de sus escritos ci~ntíficos. El (qdlo que obtuvo fue.brillante. El Rey de Francia concedió a las ¡•nlnhatie.ntes ·colonias 26 millones de francos. Franklin, ataviado i'OII vestidos hechos en, la colonia y sin usar peluca, se convirtió i'il el favorito de París. En mi casa tenemos una copia de un cua~ dt•o famoso en que S.e .ve a Franklin rodeado pdr la corte de Ver­¡mllo-H. Tuvo que perman~cer más tiempo en Francia para nego­Pllll' la paz y debido a su sagac'idad obtuvo para Ia joven República \HHtdiciones mucho más favombles que las que deseaban Ingla­!hl'l'll o Francia.

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Por fin reg11esó a la patria en 1785, cuando tenía 79 años. A pesar de su avanzada edad, se le obligó a asumir la Presidencia

· de Pensilvania pa,ra cuyo ·cargo fue reelecto dos veces.. Eh 1787 fue ·elegido delegado a la COIUV•endón .que trazo 'la Constitución bajo la cual todavía viven los norteamericanos. Probablemehte, él con­tribuyó a la_ estructuooción de este documento, en mayor medida que cualquier <rtro.

Al siguiente año. de la formación:- del Gobierno F·ederal, en 1789, murió Fra~klin a la edad de 83 años. Ningún otro había hecho tanto por la joven República y por la humarüdad.

Dedicó su vida a la consecución del Menestár del· hombre con unidad de propós1to.

Tenía una personail.idad .tan atrayente que nadie podía dejar de estimarle. Aun cuando apenas recibió educé¡!ción oficial prima­ria, llegó a escribir con tal perfección que ha servido de modelo a las generaciones que le siguieron. Escribió pal:'a enseñar ailgo a

. sus semejantes y no para- exhibir su habilidad de escritor. De él se ·dke que jamás di]o una palabra· ni demasiado pronto, ni dema-siado tarde o en demasía. ,

En algunos/rasgos de ll'l vida de Franklin hay un parecido con· varias de las cuaHdades de Eugenio Espejo. Ambos'' :(_ueron filóso­fos, pensadores, científicos y grandes patr_iotas. . s'eñor Presidente y señores Miembros de la Casa de la Cultura Ecuat~riana: os ·entr.ego el retrato· de Benjamín Frank1irn, en el bicentésimo quincuagésimo aniversario de su nacimiento, con la simpaiía que siento yo personailimente y mi pÚeblo por vuestra obra y por el pueblo amigo del Ecuador.

Que iBenjamín'Franklin sea siempre estímulo y ejemplo para todos los hombres humildes y sencillos que se afanan por superar­se e instruinse para servir mejor a sus semejanrt·es!

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SCRIPT FOR THE FRANKLIN· STtiDENT ACTS

En la Casa de la Cultura Ecuatoriana 18 y

19 de Enero de 19q6.

Seño~es Profesores, Alumnos:

Con motivo .del bicentésimo quincuagésimo aniversario del na­dmiento de Benjamín Frartklin, el humilde impresor que llegó a Mül' uno de los principales modeladores de }a nación norteamericana 11 que creó 'las tradiciones de libertad y demacrada que nw son j,nn queridas y de Ías que tantos benefici<Y.S ha recibido la humani­dod' entera, vamos a tener la op~r.túnidad de presenciar la exhibi­ción de la película "Escenas de :la Epoca de la Independencia de Jos Estados Unidos: el Mundo de Franklin", espedahri:ente dedica-du a ustedes. , . . .

Ántes de que comience la proyección de la película, quisiera didgir:les unas poquísimas palabras para manife5.tarles la íntima enmplacencia que experimento, como maestro·que soy, por el in­torés que despierta entre los ecuatorianos la personalid~d de Fran­klln y por lá singular ocasión que se me presenta de hablar a un número notable ·de ahunnos de los Colegios Secundarios de Quito.

En reaJidwd no me propongo dictar una conferencia sino. sub­t'uyar unos pocos rasgos de la vida de Franklin y de los esfuerzos

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que desarrolló para elevarse desde su origen hasta •la posición que alcanzó ·en el mundo de los hombres ilustres de su tiempo.

Ustedes saben que FrankHn nació en un hogar sencillo en Bos­ton, Massáichusetts, el Í7 de eneró de 1706, es decir hace doscien­tos dncuenta años. No asistió más que dos años a la escuela y a fuerza de dedicación y voluntad llegó a domilnar varias ramas del conocimiento y las ciencias. .

Con excepcióti del arte de la imprenta, que aprendió en el ta­ller d~ su hermano James, Franklin adquirió la erudición enciclo­pédica que le hizo famoso por su propia cuenta. Fue el maestro de sí mismo, con una co~tancia ej.e~lar que verdaderamente nos asombra y llena de un secreto sentimiento de emulación, de la más sana emulación por cierto.

No contaba aún los diecisiete años cuando fue d_esignado edi~

tor .de,l N ew England Cóurant, en un intento de salvar al periódj.co en los días en que su hermano James fue encarcelado por criticar a las autoridad~ británicas de la Coloni•a. A partir de entonces inició la gran cruzada por las libertades: la libertad de pensamiento, de conciencia, de prensa, de intercambio de los conocimientos c'iert-- , '

tíficos, de religión, de la .empresa privada y oportunidades, sin ha-:i cer jamás dis~.riminación alguna:· qué s¡;; basara en cuestiones de

raza, color o posición social. · Frank:Hi:l fundó la organización que se llamó Ia -~'Junto", que

fu.e calificada de "la mejor escuela de filosofía, ética y polítka que por entonces se .cónoció" en la Colonia. Luchó porque la educación fuese para todos. Y en 1as "Proposiciones relacionadas con la edu­cación de la juventud de Pensilvania'.', que publicó en 1748 abogó por :la enseñanza de .Las "materias que s~n útiles" y no sólo de las que adornan a la persona.

Una de las· importantes contribuciones de Franklin en el cam­po de la educación fue el establecimiento de tina' nueva clase de escuela, la que .al principio se llamó "Academia" y qu,e después

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. tuvo el título, un poco largo si ustedes quieren, de "Colegio, Aca­demia y Escuela Ca-ritativa". Es·ta escuela se convirtió con el trans­curso del tiempo en la primera Universidad de Pensilvania.

Posteriormente Franklin se ·entregó por entero a ia dencia y al serviCio de su Patria. Realizó varios inventos importantes y ob­tuvo la derogación del impuesto que gravaba a los artículos impre­sos en su célebre intervención en el. Parlamento inglés, en la que en un solo día contestó 174 pr.e:guntas. Y en el instante en que las Colon:ias Norteamericanas necésitaron su· habilidad de diplomático ded:icó sus ·experiencias en favor de la causa de 1;:1. Independencia. A Franklín más que a nadie se debió el Tratado de Amistad con Franda, que 'fue instrumento importante en la lucha por conquis­tar la libertad. Los múltiples servicios que pr~stó a la nación pue­den ustedes ap!'eciar con sólo decir que fue el único c'iu:dadano que firmó los cüatro documentos fundamentales en .la. historia de los Estados Unid'os: la DeclaraCión de la Independencia; el Trata­do de Amistad con Francia;· el Tratado de Paz con la Gran Bre­taña y la Constitución:

Largo sería enumer-ar todas y cada una de 1as realizaciones de Franklin en los diferentes campos en ~os que intervino con un buen éxito 'sln precedentes aún en los anales de la historia contemporá­nea. Contentémonos pues con estos apuntes. No quisiera, empero, concluir estas cortas frases sin decir que en algunos aspectos de la vida de Franldin hay un parecido con ~aria.S cualidades de Eu­genio Espejo, el Precursor, erudito y filósofo, pensador y científico, que tanto luchó por la Independencia del Ecuador.

Por último quiero recomendarles a Benjamín' Franklin como un ejemplo para. todos ustedes que se afanen por instruirse para servir en un futuro no 1ejano ·a la sociedad y a la Pa.tr.ia.

Walter Bastian, Jefe del Servicio Informativo de los EE. UU.

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AQUEL TIPOGRAFO LLAMADO FRANKLIN ...

Por ALEJANDRO CARRION

Los yanquis han tenido una suerte bárbaTa con sU:s tipó-, grafos ...

-¿Es verdad eso? Y, ¿qué entiende usted por una suerte bá,rbara?

-Pues . . . que a ellos los tipógrafos les resultaban hombres extraor~inarios. Vea usted amigo: tuvieron U:n tipógraf<:J llamado Clemens, Samuel. L. Clemens, _para ser más ~xactos~ Pues bien.: de tipógrafo de semanat'io de pueblo se convirtió en el más gran­de de los escritores humorísticos que América ha te.pido. Firmaba

. sus cuentos y novelas con el pseudóiümo de Mar k Twain. Y_ el primero, la historia de la famosa rana saltarina . del Condado de

-Calave:ms, la compuso e imprimió él mismo, con sus propias ma­nos . . . _y mucho más tarde, cuando ya era rico, se arruinó finan­ciando la invención del linotipo . . . Y hubo otro, de alta frente y barbas imponentes, todo un patriarca, llamado Whitman, Walt Whitman, ci.ryos poemas, dedicados a cantar a la democracia, a la joven América y a la beileza del cuerpo humano,· poemas qu~ él llamaba "hojas de hierba", él mismo componía y armaba e impri-

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Estatua de BENJAMIN FRANI{LIN por el Dr. Tait Mcl{enzie, en Filadelfia, en el campus de la Universidad de Pennsylvania, fundada por FRANI{LIN. J,a estatua le presenta tal como llegó a Filadelfia, pobremente y a la edad

de 17 años.

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IHÍa, pues fué tipógrafo e impresor toda su vida . . . Y otro, que . W'U tipógráfo en una imprerita de ferrocarril, instalada en un va­' ¡t,<Sn, donde componía e imprimía boletos y hojas con horarios ... Un joven que, más tarde, inventó el fonógrafo y la lámpara incan­tlm;cente ...

-¿Edison? ¿Dice usted Edison? -Sí, mi amigo, Edison, nada menos que Edl.son.. . . Y, ade-

. mús, este tipógrafo llam~d~ Franklin, cuyo 250°. aniversario esta­mos conmemorando ...

-¿Franklin? ¿No es acaso el que inventó e~ par:;1rrayos? -Sí, iui amigo, es~ mismo. Inventó el pararrayos, practicó y

jll'cdicó virtudes, escribió e imprimió almanaques y enseñó demo­. w.·acia. Déjeme contarle su vida de tipógrafo ...

La verdad es,. amigo, que este tipógrafo llamado Franklin, ''Benjamín Franklin, fué hijo de un tal J osiah, sujeto grave y sen­l¡~mcioso, "up inglés piadoso e ilustrado", teñidor de lanas en su hogar originario, en EctOn; pueblecillo del Norlhamptonshire, des­do donde se había venido a Boston, casádose con una buena mujer del lugar llamadk' Ebiah Folger y traído al mund~ trece hijos, lo

• e u al es. coffio, decir que era' padre de un constante desafío a la mala suerte, porque, a pesarde la "jettatura" del número cabalís~ tico, los trece eran sanos y 'honestos, piadosos y algo ilustrados, y los trece comÍan pan suficiente en tOJ,'ll~ a Una mesa cordial, que H!empre se bendecía cristianamente.

Este viejo J 9Siah, que había cambiado su oficio ancestral de, l.eñidor de l¡,mas por el de calderero y fabricante de velas de sebo, practicaba la doble relig~ón del trabajo y la oración, con ahinco y honradez, obteniendo la, bendición divina en forma·· de hu~ildes dineros con los cuales subvenía a la manutención e instrucción de Hll numerosa familia. Y deseaba que su hijo Benjamín fuese clé­)•igo. Su c6Jivicci6n era la de que, en todo, se debe cumplir con el precepto que manda pagar el.diezrri.o a la Iglesia de Dios. Y Benjamín era su décimo hijo: la Iglesia debía recibirlo, 'en pago

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de tantos favores como, sin merecerlo) le había hecho el Señor. Y todo parecía concordar cqri tan recta intención: el chico era piadoso, amaba la virtud casi con ensañamiento y copiaba en ta­quigrafía los sermones que escuchaba dominicalmente en el tem­plo. Y era reconocido como inclinado a la lectura 'y muy buen estudiante.-

Pero ... el muchacho 'no quería ser clérigo, y prefirió ser fa­bricante de velas, y ayudar en ello a. su padre, hasta cuando pu­diese escabullirse, pues su ambición consistía en hacerse marine­ro. El mar lo llamaba, como a Melville, con su voz sorda y pode­rosa, que brama desde el comienzo de los tiempos, y que llegaba a su corazón en las noches, cuando el sueño no acudía pronto a sus ojos azules, un color que es, a veces, el que tiene el mar, en las tardes tranquilas, cuando las algas verdes que habitan el fondo no suben a teñir la faz de ÍÍÍs olas, sacudidas por la tempestad. El pequeño Benjamín nadaba bien, era timonel expertísimo, pescador con anzuelos, ingeniero de muellecillos de juguete y jefe de toda ~xcursión por mar. Un poco Tóm Sawyer, un Tom Sawyer buen estudiante, y, claro, a :veces, a sus compañeros, "los ·ponía en aprietos";' cuando confiaba demasiado_ en sus fue1;z'ás, o en su peri­cia, y se metía muy mar adentro o enfilaba muy audazmente olas con el filo duro , . . ' - -

El viejo J osiah, obrero manual, tenía terror por las olas y en las noches de tempestad encendía un cirio bendito y rogaba de rodillas por los navegantes. Se opuso, pues, como resulta daro, a las pretensiones de su hijo, y como le pareció igualmente claro que Benjamín n<) era feliz fabricando velas, y como si continuaba en ocupación que no le fuese grata bien podría ~currir que se fugase "para dedicarse a navegar", reso.lvió buscarle oficio lucra­tivo y agradable. "Por esa razón -cuenta el hombrecillo que, mucho más tarde, encadenó al rayo- me llevaba. con él a 'caminar y a ver cómo trabajab~n' ebanistas, enladrilladores, hojalateros, torneros, etc., a fin de observar el entusiasmo que despertaban en

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mí los diferentes oficios y t,ratar de hacer que me dedicase a cu~l­,quiera de 1os que se ejercían en tierra". _

Pero ninguno le gqstaba, hasta que· un día ...

Los pocos- libros que había en casa del viejo J osiah -:una co­lección dei "Pilgrim's Prog):ess", algo de .Burton, algo de infolios devotos, las Vidas Paralelas incompietas y el "Ensayo sobre los proyectos" de Daniel de Foe- eran para el pequeño Benjamín la más dulce -fruta. -Robaba horas al trabajo, al_ sueño, a) juego y a la devoCión para leerlos y releerlos. ContempÍándolo, el viejo Jo­Hiah tuvo una idea ... Ya que al chico tanto _le gustaba leer, ¿no le gustaría hacer libros? i:No sería su oficio el de tipógrafo? Se lo dijo. "Este oficio -confiesa éf en su ancianidad-'- me 'gustaba mucho'más que el de mi padre, pero aún expérimentaba una fuer­'te atracción por el niar". Mas esa atracción fué vencida: los libros _ y el mar luchaban por este joven, y los libr~s- vencieron. Los li­bros, al final, 'Vencen siempre, y viejos lobos marinos, como Melvi­lle, como_ Com:ad, cuando la paz desciende sobre el corazón, bus­can en ellos lo que el mar jamás pudo d~rlés: la claridád del cono~-"~ eimiento. En el pequeño Ben]amín, ese triunfo se hizo cuando _ recién tenía doce años.

"Debía trabajar como apreD.diz hasta que cumpliera los vein~ tiún años, y sólo se me-- abonaría el salario de oficial durante el último año", recordaba cuando, ya cubierto de gloria,· escribía, ·para vso de su hijo, recuerdos de sus \•erdes años. Dominó rápi­damente ~~ oficio: había nacido dueño de talentos mecánicos y­sus manos erán de -una habilidad pr,odigiosa: todo ello regido por una cabeza clarísima y unos ojos agudos. De manera que muy pronto trabajó como maestro, pero, desde luego, ganando el sa­lario de aprendiz. Pero a· él eso no le molestaba: su corazón estaba

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satisfecho, porque, gracias a tan rápidos progresos, "llegó a ser muy útil", y eso, y el'leer. bastantes libros eran, p~r entonces, sus ' más caras aspiraciones. Fué por esos días ·que trabó ;-elación con Mr. Mathew Adams, ''un inteligente· comerciante, que poseía una· hermosa colección de Iibrbs", donde pudo\leer a su sabor, llegan­do, lo cual no está del todo bien en un ·hombre de ciencia, a "com­poner algunos pequeños poemas". ¡Herencia paterna, siú duda! Sinembargo, un día, el padre se burló de los poemas, ridi9ulizó su "obra:' y le dijo que' "los versificadores eran generalmente mendigos", 'llerdad inatacable a través de los tiempos. Y el pe­queñ~ Benjamín,· que no quería. sé mendigo, abandonó para siem­pre la lira, pero siguió amando la lectura.

Por aquellos tiempos, mientras alineaba tipos en largas gale­ras, hizo muchas cosa~ disímiles y curiosas. Discutió C()n otro apren9izf John Collins, para désarroilar su afición a la casuística; leyó el "Spectador", que por aquel entonces Addison publicaba en Londres y encontró excelente su estilo; se dedicó a explorar el diécionario para.ampliar su vocabulario habitual; puso en ver­so algunos cuentos de las revistas en boga, para luego volverlos a la prosa y habÚuarse así. a manejar la frase; resolvió qu~ lle­garía el tiempo en que se convertiría "en un tolerable escritor inglés, 'cosa ·que deseaba grandemente"; se hizo vegetariano y aprendió él mismo a prepararse potajes de papas cocidas, arroz,

. harina y maíz, y como esto le representó una economía, aumentó ef fondo desti'nado a la adq~isición de libros. "Durante aquella época -escribía .ya anciano-. hice. mayores progresos debido· a la gran lucidez y. a la prontitud de asimilación que generalmente . acompañan a la moderación en la comida y en la bebida". ·y el mundo no sabía que estaba ahí, de aprendiz en · una imprenta, quién encadenaría al rayo ' ..

Por 1721, su hermano maypr comerizó a . publicar un dario, que "fué el segundo que se publicó en Norteamérica y se llamaba N ew .England Courant ... r·ecuerdó que algunos amigos suyos tra-

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taron de convencerlo de que :qo llevase a la práctica esa publica­eión, diciéndole que ib~ a fracasar porque, según su criterio, un periódico era suficiente para Noi:teamérica", contaba más tarde. 1Til periódico, a pesar de ~stos consejos, salió, y el pequeño Ben­jamín, tras emplearse· en su composición, salía a la calle a vocear­lo. Un día, como era de esperarlo, se permitió escribir, "disfra­r.ando su _caligrafía", ·un .articulillo .. Lo arrojó por ,debajo de la puerta. Fué · ésta una gran ave¡:ltura. "Mi hermano lo halló. por la mañana y cuando vinieron los redaétores, se lo mostró. Lo ley_eron y comentaron ante mí, y experiJ?enté el exquisito placer de oír como lo, aprobaban y. cómo, al hacer conjeturas acerca de la identidad del autor, sólo nombraban a las person!l.s gue se des­tacaban en la comunidad por su ingenio e ilustración". Al rela­tarlo, cuando ya peinaba canas, su voz temblaba aún de infinita complacencia.

Algo más tarde, se reveló la identidad del misterioso colabo­rador, que había seguido enviando artículos: Benjamín pasó a ser r~dactor, pero su h~rrilano se mostró desagradado y poco des­pués ya. las relaciones entre ellos no eran cordiales. Benjamín supo que el otro andaba buscando un motivo para despedirlo. Lo tuvo cuimdo,·por un artículo pqlítico, fué llevado preso y estuvo un mes en el calabozo. El pequeño escritor y tipógrafo, mientras su hermano cm;nplía la pena dirigió el periódico y siguió critiyan­do a las autoridades : .. y cuando 'Benjamín devolvió ·la dirección a James, éste le pidió la recisión del cori.trato, para evitar que el N ew Engl.and Courant fuese suspendido. Así, el hab~r comenzado a ser "un tolerable escritor inglés" significó para Franklin su pri­rp.era cesantía, y ellÓ es lógico, pues nada es, para la mediocridad, írrito y censurable como el destacarse, no sólo como. uri "escritor tolerable", sino como un escritor· en rebelión contra las auto-ridades. .. .

A la medianoche, temiendo que las autoridad~s lo. pescasen, sintié~dose a:bandónad.o por los suyos, cuando tenía sólo 17 años,

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Benjamín Franklin abandonó a su vez, su familia, su ciudad natal y su -amada imprenta y en una chalupa, sin que nadie lo sepa se escurrió ... Nueva York lo esperaba. Entró en ella "sin conocer a nadie, ni poseer recomendaciOJJ_eS para ninguna persorta del lu­gar, y con unas pocas monedas en el bolsillo". Es decir, llegó a Nueva York como llegan los triun:fadoi·es. Al poco, porque el tipógrafo puede vivir en cualquier lugar-. del mundo, porque su oficio es universal, moneda de vida en t0das las latitudes, Benja­mín estaba ya trabajando, ert la imprenta de Mr .. William Brad­ford, "que había sid~ el F)rimer _ i~·npresor que sé había establecido en Pensilvania".

/ ~-.

Ustedes saben que la "vida de Benjamín Franklin se deslizó siempre en las imprentas y en sU:s vecindades. Nunca se desligó

, del todo de ellas, y se me antoja que la conformación de su espí­ritu," su disciplina, su tónica general estuvo re&ida por su oficio de tipógrafo. Esa vocación por .el orden estricto es la de un tipó­grafo que e:Q, orden implacable "justifica" el margen de Urta ga­lerada o de una plancha de libro. Ese perseguir· sañúdamente el error, ese lanzarse sobre él donde lo halle, e~ la- obra inquisitorial

-del tipógrafo que en la galera pesca los errores; para limpiar uno de ellos lÍO importa el tener que rehacer el trabajo de días. Fran­klin combate el error en su vida y en la vida de la sociedad exac­tamente como el .tipógrafo lo combate en la galera: sin una sola vacilación y a -costa de todo sacrifiCio.

Talvez la frugalidad, la sencillez, la clásica sobriedad, la de­voción por el orden y la limpieza sean las características esencia­les de la existencia de Franklin, el tono dominante de su espíritu, la calidad de· su paso de hombre por la vida. ¿Acaso esas carac~ terísticas, esas calidades, esas virtudes no son las esenciales; las

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i,lpicas, las características virtudes profesionales del tipógrafo? La 110briedad en la· composición, en los márgenes, en los titulares, en lns portadillas, en la disposición de los párrafos, ¿no son el equi­valente tipográfico de la frugalidad, de la austeridad; de la senci­llez, de la sobriedad en el vestir, en el comer, en. el beber y en ol hablar que caracterizaron al encadenador dé rayos? Esa su devoción· por el orden, amigos míos, ¿no es acaso la ·devoción fa­nática que por el' orden tiene el tipógrafo, ese su alinear líneas tras líneas en la galerada, ese disponer simétricas las páginas en la· armada múltiple, en la gran plancha que cubre la prensa de imprimir? Es~ amor que Franklin tenía por la lifupieza en el ves­tir, .en el vivir, en el amar, en el pensar, en el ~s'Cribir, en el ha­blar, en el actUa):', ¿no es acaso ese amor fanático por Ja nitidez que tiene el tipógrafo, que tiene el prensista, y que lo llevan a eonsiderar el "chancho", la mancha en la. página o en la galera impresa, como un deshonor, como una vergüenza espantosa y espantable?

Acaso la regla esencial de vida que tuvo Franklin fué ésta, que él no formuló, que nunca .llegó a escribir, ~i en su· aÚtobip­grafía, ni en sus Almanaques del pobre Richard: "Vive como el tipógrafo trabaja: con orden, con simetría, con sencillez, con so­briedad, con limpieza, persiguiendo el error con saña· implacable y deshaciendo lo hecho sin desánimo hasta conseguir la perféc~ ción, que es nitide;Z, que es sencilla ordenación, clara ordenación ante los ojos" ..

··Yo creo que fué así. El tipógrafo típico es, sin duda alguna, .este tipógrafo, que encadenó elrayo y vivió siempre con acuerdo a un plan.

NOTA: Las palabras citadas entre comillas están tomadas de la edición de la· autobiografía de Frari.klin ti· aducida al castellano por Héctor A. A. Alvarez y editada pol: "Editora Latino.:Americana S. A.", de México.

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BENJAMlN FRANKLlN. CAMPEON DE LA MEDICINA

Po1· ENRIQUE GARCES

. Franklin, hombre múltiple y célebre en el :tllundo por haber arrancado electricidad de las uubes con su co~eta exploradora, tiene admirables vínculos con la Medicina en América. Sabemos de él que no descansaba jamás por el acoso de sus inquietudes como impresor, filósofo, fís1co; dip'lomático, político y otras cosas que modelaron su vida como una gran a~entura. Pero poco cono­cemos de lo que hizo en ·pro de la Medicina en aqueg_os tiempos bárbaros de las recetas endiabladas, de la astrología y de la al­quimia.

En el 1.600 Turquía practicaba la inoculación para tratar de aminorar los estragos de la viruela, procedimiento que es radical­mente distinto al de la vacumlCión que inventara el célebre médico inglés . Eduardo J ~nner en 1795. Los turcqs, no sabemos desde cuándo ni por qué, usaban la inoculqcion de esta manera: de la pústula de un enfermo de viruela obtenían una gota de pus y ésta la inoculaban en .el brazo de un individuo sano a fin de que en­fermara con viruela, pero una viruela que era indiscutiblemente ~á:;; benigna que la otra, la adquirida por infección llamada ''na­tural".

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Estatua de mármol de BENJAMIN FR.i\NH:LIN, por Jmnes E. Frasel'. Está situada en la rotonda del BENJAMIN FRANRLIN MEMORIAL, del Ins­

tituto Fl'anklin de Filadelfia.

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La viruela se vino a nuestra- América con los primeros con~ quistadores espafioles. Con seguridad el primer brote surgió en México ya que un soldado de Pánfilo de N arváez enfermó con la peste que pronto inundó el Continente. La viruela, en un siglo, mató a sesenta millones de personas en Europa. En América es uno de los dolores más horrendos que registra .la Historia por CUánto los indios present?rOn terrenos VÍrgenes para el morbos que tuvo virulencias :Qoy bien . explicadas por la Patología:

Solamenté los turcos hacían algo práctico e inteligente para atacar a la terrible enfermedad eruptiva. Los ingleses observaron la. inoculación y lo dieren a conócer en Inglaterra sin que se hu­biera podido implantarla debido a la eterna discusi6n de los doc­tos e indoctos que no sabían nada"de nada. Escribían sobre ello y no pasaban del debate agrio y de la cita burlesca ..

Una de aquellas revistas inglesas pasó ~1 mar y llegó a manos de un reverendO' predicador de Boston, el-puritano Cotton Mather. Como en E~tados U nidos se desencade'uara tre~enda epidemia de viruela en 1721, interesó a un médico cualquiera ll~mado Za:bdiel Boylston para qúe se decidiese por la práctica del sistema turco de la in'oculación. Y Boylston que no había sid'o "un cualquiera", sino, por el contrario, ~lguien con médula de investigador, hizo primero varias pruebas en su hijo y unos negritos sirvientes su­yos. Ensayó y ensayó. Finalmente, convencido del éxito, presen­tó un informe estadístico que más o menos decía así: "En Bostoil de 24 7 personas inocuh;tdas a más· de 39 que inocularon, otros mé-' dicos, murieron solam~nte seis, mientras que de 5.759 personas (más de la mitad de la población de Boston) que se contagiaron· por infécción natural (no por inoculaciqn) murieron 844 y' la ma­ym;ía de los que sobre~ivieron quedaron- desfigurados y con u:n_a salud muy deficiente".

Pero aquellos tiempos ·no estaban para estadísticas ni· cosa que lo valga. Nohabía más que la tradición escandalosa y el con­servadorismo intransigente. Ante un informe luminoso, espléndi-

9 't!· . .

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do como e"l de Boylston, claro como el sol, revelador de beneficios indiscutibles, tenía que triunfar la estupidez. La respuesta fue la siguiente: "Apenas había desaparecido"la epidemia, cuando tu­vo lugar una controversia vi_olentísima acerca de la inoculación; los mismos médicos atacaron al Dr. Boylston y los predicadores desde sus púlpitos y los periódicos en sus ·editoriales, arrojáron toda clase de invectivas contra la inoculación diciendo que, si un solo paciente moría, a causa de eÜo; se debía ahorcar al médico; y com~ se sabía oficialmente que haqían ~uerto seis, tiraron una bomba dentro de la casa de Cotton Mather, agredieron al Dr. Boylston en la calle, incendiaron, su casa y tiraron otra bomba dentro del salón donde se hall@ba su mujer. El Parlamento, en el Estado de Massachusetts, prohibió que se: llevara a cabo la inocu­lación".

Asombra ponerse a meditar hoy que s~is muertos por inocu­lación artificial hubieran asustado más que los 844 fallecimientos por infección "natural": No eran capaces las gentes de comparar los resultados estadísticos, .Siquiera en números brutos, menos aun valiéndose de porcentaje-s é índices, como lamentablemente suce­de también hoy en muchos medios que no comprenden _-no de­sean comprender- ·los beneficios de la Medicina Preventiva y el Saneamiento. Efectivamente no hay mejor ciego que el que no quiere 'ver! ...

Lo curioso es que el impresor Benjamín Franklin comienza su obra sumándose al bando de los que combatían brutalmente. al Dr. Boylston. Franklin frisaba en los 16' años de edad y como era dueño del periódico "New England Courant" escribió editoriales furibundos contra· el_método de la inoculación, a lo mejor sin sa­ber una jota de ·lo que trataba. Pero la vida le enseñó que estaba equivocado y como hombre inteligente qu_e era, cambió de opi­nión y desde entonces entregó su obra de periodistq, por entero, a la defensa del sistema de inoculación de la vi,ruela en pro de la safud de los hombres del nuevo mundo.

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Un hijo s~yo murió con viruela adquirida 'por infección "na­tural". Dolido, eón profundo arrepentimiento de su campaña, .es­cribirá entonces: "Era un: espléndido niño de cuatro años que mu­rió de viruela, de la que se contagió de la manera corriente. Du­rante mucho tiempo me ha pesado amargamente, y me continúa pesando, 'que 'no le huqiera dado· esta enfermedad· por medi9 de la inoculación. Y esto lo digo para que llegue a oídos de los pa­dres que no llevan a cabo esta operación, temiendo que nunca se lo perdonarían en el caso de que su hijo pudiera perder la vida a causa de ello, ya. que, corno lo demuestra mi ejemplo, la pena es ,la misma, sea como sea, y por consiguiente debe de seguirse el curso menos peligroso".

En 17 4 7 Fr~nklin éstá en Filadelfia a donde se ha· ido árras­trando su imprenta en maravillosa gitanería de cultura. Nueva epiden'iia feroz de viruela; Nuevas discusiones ·feroces sobre el método de la inoculación. El Gobernador de Nueva York, un mister Clinton, publicó s~ proclama· en la que "se vedaba y prohi­bía estrictamente a~todos y cada uno de los Doctores, Médicos, Ci­rujanos y Practica!} tes de Medicina inocu_lar la viruela a cualquier persona o personas, bajo pena de ser procesado por ·la Ley con todo su rigor" ..

Franklin se puso contra Clinton y em -encendida batalla perio­dística acon,'?ejaba que se practique la ·inoculación porque estaba convencido que- el sistema salv;:tba vidas produciendo un. tipo de enfermedad más benigna que .}a adquirida por inf·ecci6n "natural". Jorge Washington escuchó ·atentamente lo que decía Franklin en su periódico y se constituyó •en· admirable partidario de la inocu­lación al punto que dará orden inflexible para que :todos los re­clutas de su famoso y heroico Ejército de la Independencia, fú.e­sen previamente inoculados de viruela para evitar así que la enfer­medad produjere la derrota de sus fuerzas. Y Washington obtuvo magníficos resultados. Hombre 'de genio, hitroducía de esta ma­nera la necesidad de un,inteligen:te s·ervicio s·a:nitario ·en lo militar

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·.

para prevenir los males y no ·esperar que se prodl.J.zcan para cu­rarlos. Benjamín Frarlklin hizo mucho, muchísimo, con su prédi-

. ~a. y su influjo extraordinario para: establecer también' este otro Pal'a·rrayos contra: la, viruela en el nuevo continente donde morían las gentes, sin poderse contar los cadáveres o quedaban, al sal-_ varse, con las caras insoportables! ...

Pero eso no es todo. Franklin, que no se s~ciaba de estudiar y procurar el. bi•en de las gentes, ·~ el fundador del primer hos­pital de los Estados Unidos de Amér1ca1 según nos cuenta Howard W. Haggard', Prof.é.;or de Fisiología Aplicada de la: Universidad de Yale, en su bello libro "El Médico en ~a Historia".

En 1751 y en Filadelfia, hizo entrañab1e amistad con el médiéo Dr. Tomás Bond y ambos resolvieron que era urgeTJ;te, humanita- · rio y de necesidad, disponer de un hospital en aquella ciudad que era la más importante de la colonia ·inglesa y donde los enfermos no merecían 1a preocupac-ión de nadi•e. Un año más tarde, Fran­klin, que no descansó un mmuto, poseso por tah Hustre idea, inau­guraba el hospital que funCionó· en una casa He arriendo. Pocos años después, lo trasladó .a otro edificio, constrqído ya para el e~ec­to y en el que se in.'lta'1aban, por primera vez, servicios insospecha­dos. Esta casa de salud se ma.iltiene todavía con el nomhve de "Permsylvania Hospital", es un llio:numento histórico de la Medi­-cina americana y orguHosa palabra ad:monitiva dél triunfo de los pocos hombres de buena volunrtad·que entregaron su esfuerzo pa­ra haoer el bien a los demás; Y algo sorprendente <:!contece en es­te hospita1: recibfan enfermos mentales, ju8tamente cuando a los "lunáticos", en Eur?pa, se le..~ per:Segufa o encarce1aba en mazmo~

, rras de espanto. Ben1arrnín F11anklin (1706 - 1790) es un riorteamedcano que

honra a }q. humanidad. Empero su fama, muy grande y justa, no le han dado los hombres ni por su enfurecida campaña periodística en favor de la prevénci6n de la viruela, ni siquiera por ser el fun-

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dador del primer Hospita:l: de los Estados Unidos. Lo otro, en di­plomacia, en políti-ca y hasta en física con ~o del pararrayos, le agi­ganta ánte la Hístoda tan amame del relumbrón y de la guerra .. y sinembargQ la tarea hermosa y magna de este ilustre hombre, la hallámqs nosotros e:p. 'esos. menesteres, casi despreciables, dedi­·cados- ,con perseveranéia y amor ·al ·prójimo, a lograr ;la fortuna de se:r; un campeón de· la salud de los humildes.

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GOD AND LIBERTY (Dios y Libertad)

tTomado de "El Comercio" 18 de Enero de 1956)

Durante mucho tiempo, en todas las comunicaciones oficÚtle.s ecuatorianas, se utilizaba '1a divisa de "Dios y Libertad". Más con­cretamente, fue el liberalismo el que"' la ~mpuso1

y que se utilizó durante muchos años. La frase tiene una historia de sumo interés que es oportuno recordar, ahora que :se celebran 1os dos siglos y

medio del nacimiento de Franklin, el célebre norteamericano, que se puede decir que es la repre~entación de ese gran pueblo.

La Casa de la Cultura, que dedioa su éllt·ención a celebrar todo a.Contecimiepto intelectual, se ha detenido también en éste que, co-. m o ninguno, merecía ser expuesto· a la consideración de todos, como un ej-emplo de lo que puede la inteligencia en la réaHzación de las grandes empresas. El profesor Julio Aráuz ha dicho de los merecimientos científicos del gran norteamericano, del norteame­

.. ricano típico, como lo Hama Lewishon, la excelente muestra de como todas las posibilidades se encuentran al alcance de la con·s­tanó~ y del. trabajo.

Sabemos cómo este genio, que se formó a fuerza de constan-

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cia, fué el representante de su patria ante los reyes de Europa. ~te embajador ilustre. no pudo menos de encontrar entusiasta acogida de ese pueblo compuesto de honibres finos, cultos y elegantes, que es el parisi:ens·e. Las pueDtas de las {'\cademias se abrieron ante este americano que tenia títulos sufici.entes para merecer esos ho­nores. Se encontraba F~ank:Hn en París, cuando llegaba a la gran ciudad el patriarca d'e Ferriey, C01Jl.O se Hamó a Voltaire.

El fall)~so escri,tor había pasado por todás las persecuciones, para llegar al puesto de honor que le tocó ocupar, principahnehte durante sus años. de v~jez~ Los hombres pasan a la posteridad, se· ha observado, en la edad en que lucieron sus fa-cultades, de principal manera, y fijaron sus actitudes para la posteridad. A unos se les rep~esenta ·en la mocedad, como a By·ron, y a otros en la vejez, como Tolstoi. Y sobre rtodo Voltaire es el viejo burlón el que ha pasado, con la ~u~ca sa~dónica, a la memoria de las ge­neraciones.

Fue un v·erdadero d1ctador intelectual, y su Cándido no ha perdido la loZJanía con que se presentó ·en el tiempo en que fue escrito, .con.lo que la fuerza de su·ingenio ha traspasado los siglos, para llegar a nosotros. Si mucho se burló Voltaire de todo lo--que le ·rodeaba, no quiso que los jueces hicieran lo mismo ·con la ley, y el caso éle Calas quedará como el.ejempJ.o del bien quese puede hacer cuando se rtrata de defender a Iá Justicia. Fúe con ese mo-. tivo como escribió su célebre .tratado sobre la Toleránocia, pa1:a de­mostrar que el mayor concepto de la civHización, ha de cons~tir en el respeto que se tenga ·a la opiniÓn ajena, siempre y cuando no perturbe el orden público .

. Un ,poder que se c.ontraponía al del .rey y a los errm;es de: los Tribun~les de Justicia, no podía ser mirado con buen~s ojos por cuantos encontraban en él la censura; y su retiro d~ Ferney fue un prudente aislamiento ·de los posibles abusos del poder. Pero un día res-olvió regresar a ·París. Tenía 83 años; habLa muerto Luis

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. . XV; gobernaban otros hombres, y la Academia Francesa le pedía que regresara a Parfs para coronarle.

Esta fue la oportunidad: del encuentro con el americano, que llegaba desde un mundo nuevo a proclama~ que las id~as de liber­tad y tolerancia •encontl'ában su mejor campo en estos inmensos te­rritorios. Franklin se había presentado a desempeñar su. misión diplomática en el mundo oficial, y a conversar de ciencia y de des­cubrimientos, ante l~s reuniones de franceses sabios.

La H·egada a París del viejo Voltair-e tenía que llamar la aten­ción del america,no-, ql,le pidió ser recibido pqr el notable ingenio de la culta Francia. El Hotel Villette ~staba lleno de visitas, y Vol­taire las recibía como merecía cada uno de los visitantes. También 11egó Fr·anklin: iba con su niet6. ;,Hijo mÍo, arrodfllate delante de este graU: hombre y píde1e su bend·kión". El anciano extendió la mano,. diciendo: "God and: Liberty",

El. encuentro entre. estos dos hombres,· anota un escritor fran­cés, era el de la Dem()crada que al abrazar al deísmo, anunciaba el co:düenzo de la Revolución. El americano llevaba desde su pueblo joven y entusiasta el fervor religioso que no podía contraponerse al noble 'esful:'rzo :¿e vivir en libertad. La visita de Franklin fue el primer anuncio de-l poderío de un pueblo llamado a los más prós-

.peros destinos, en que los procedimientos utilizados hasta enÚm­ces se cámbiaban radicalmente para proporcionar a todos los ho~n- · bres 'la posibilidad de subir los 'más encumbrados escalon~s de la· sociedad, mediante el trabajo.

El mismo Franklin ·era el vivo ejemplo de lo que debería pe:q.­s~rse respecto de América.. La vida de este ho~bre . e m la del ~ue~to de· hadas que debía referirse a los habitantes ·.del Nuevo Mundo. No era la varita mágica que entregaba tesoros, sino el trabajo persistente y tenaz que hada llegar a las personas a donde su voluntad ;¡as encaminaba. No había.allí .tradiciones de sangre rii de creencias; había que ser honrado y había que petsitir en un

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Voltaire bendice al nieto de BENJAMIN FRANKLIN (impreso de la época). Luego del encuentt·o (le Franldin y Voltaire en 1778, éste escribió: "Cuando bendije al nieto (Temple) del ilustte y sabio FRANKLIN, el hombre de toda América que debe ser más respetado, pronuncié solamente estas pala~ bras: "Dios y Libertad". Todos los presentes derramaron lágrimas de ter~

nura". En esa época, Voltaire tenía 83 años, y FRANKLIN, 72.

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empeño para alcanzar el objetivo y la meta buscados. Este pobre muchacho, hijo de un jabonero, s,e con:virtió en el representante del pueblo norteamericano, el hijo del -esfuerzo propio.

Tenía 35 años, se cuenta, cuando pronunció su recordado dis­curso acerca de los pecadores en las manos de un Dtos irritado. La concurrencia Ie escuchó entusiasmada, y' el discur~o s~ convir­tió en el primer libro americano considerado dentro de su Htera­tura. El discurso fue un ,tratado sobre la virtud, que constituyó una doctrina que ha sobrevivido en ese gran pueblo.

Isaac J. Barrera.

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LA VIDA ·DE BENJAMIN FRANKLIN A:RO POR A:RO

1706-

1706 - 1790 "

Nace el _17 de Enero, día sábado, en la caHe Milk de la ciudad de Boston, como el octavo de 1o5 diez hijos

1 de los esposos Josiah y Abiah Franklin. Bautizado el ,mismo día ·en la Iglesia Old South.

1714--1717 Luego de dos años de escuela; a los dtez años de edad empieza a trabajar con su padre, comer•ciante en ja- · bones y velas, "cortando mechas para velas, llenando los moldes de modelar las velas".

1718-1723 Aprendiz de impresor con sU: hermano James, ahorra algún dinero para comprar libros y aprovecha tock> tiempo libre para estudiarlos. Bajo ·el pseudónimo de Silence Dogood escribe para. el New England Courant. Le nombran 'editor cuando su hermano fué a la cár-cel por criticar a las autoridades.

1723-1724 A raíz de una diferencia con su hermano., abandona Bosto:r;I y llega a Filadelfia en la mañana de un domin­go 'de Octubre; todo su c-apital consiste de un "Dólar Holandés". Obtiene empleo en la casa impresora de

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Samue;l Keimer. Conoce a su futura esposa, Deborah Read, mientras camina a lo }argo de la calle comien­do un mollete.

1724-1725 Viaja a Londres para comprar un equipo de impren­ta, inducido por las promesas del Gobernador Reith de instalarlo al frente de los negocios de imprenta en Filadelfia. Cuando esto no se cristaliza, . encuentra trabajo en la famosa ~~asa impreso·ra de Palmer, más tarde Vllatts. Se le persuadió a actuar como profesor·

. de swímming, mas tin comel'cia:nte de Quaker, enton­ces en Londres, consiguió que regresara a Filadelfia como su emplreado.

1726--1727 De regreso en Filad~lfia; el comerciante de Quaker muere a poco de llegar. Franklin va y trabaja para

. Samuel Keini.er, el impresor, donde "inventa un mol­. de cuando no existía en América un fundidor de le­tras y, en.tre otras cosas, hace lé1 tinta, trabaja de al-macenero, etc." .

\ Necesitando ser activo en la prosperidad pública,

y sin tener peso ni influencia, Fra:nklin organiza la · · .Junta, un grupo de diez an:>.igos qJJe se reúnen todos

los viernes por la tarde eh una taberna en la que dis­cuten sobre mo1;al, política, filosoffa na,tural, ciencia. Esta jovial y filosófica Juntl', más tarde convertida en la Sociedad Americana de Filosofía; vivió por 30 años

1728.:.;_1731 gracias a Franklin. Emprende en el negocio de imprenta en compañía de ~ugh Meredith, quien en 1 7'30 se separa de la socie-dad. Franklin contrae matrimonio con Deborah Read el 19 de Septiembre de 1730. Fué ella "una fiel com­pañera que me ayudó mucho en la atención del nego­cio. Cr~cimos juntos y siempre hicimos una entrega

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1732-

mutua por ser felices". Aparece la primera edición de la Pennsylvania Gazette, que Fra!lklin la publica­ra hasta 1765. Funda la primera biblioteca por sus­cripción en Norte Amérka, con 23 Ubros y 50 miem~ bros que pagaban 10'chelines al año. En este año ·aparece el primer número (para 1733) del ALMANAQUE DEL POBRE RICARDO, que se publica por 25 años más. "Deseo hacer una obra a la vez ·entretenida y. útil, y de acuerdo con la demanda que ha obtenido me siento bien recompensado con la venta anual de diez mil ejen1plares". El Pobre Ricar­do fué traducido en 12 idiomas, con 75 ediciones im­presas en 'Íng1és. En este año, además, Franldin pu­blica el primer periód-ico en lengua extranjera· en América, el "Philadelphische Zeitung".

1733-1745 Establece agencias de sus negocios de imprenta en Cha~leston, S.C., y en Nueva York; es no:inbra•do para su primer cargo oficial, Secretario de .la Asamblea General de Pensilvania; inventa la estufa Franklin que se usa aún en esta. época. En 1737 acepta el car­go de Diputado de los. correos de Filadelfia.

1746,--1747 Inicia sus primeros experimentos en electricidad. "P01: lo que a mí respecta, nunca antes .estuve d~dicado a estudio ·alguno que ocupe totaHnente mi atención y mi tiempo como ahora; .... y si no descubro otro 'l.lso de.la electricidad, ya es algo qtie ayude a un hombre vano a ser humilde". Organiza a los "Assodators": voluntarios que sirven de guardia para proteger a la ciudad de Filadelfia contra los corsarios franceses. y españoles. El grupo se constituyó luego corrio el 1~1 de Infantería de FiLadelfia.

1748- Se. retira, de 1a actividad comercial para cm1tirtuar en

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1749-

sus experimentos sobre electricidad y dedicarse a la carrera de servi-cios públicos por un .tiempo que duró cuarenta años, hasta su muerte acaecida al cumplir sus84 años. Publica sus "Proposiciones relativas a la educación de la juventud en Pensilvania"; ayuda a la fundación de la Academia de Pen.silvania, más tarde transfor­mada en a Univensidad de Pensilvania.

1750-1751 Le eligen par·a l•a Asambleade P•ensilv<mia, habiendo sido reelegido anuarlmente por catorce ocasioryes; se le comisiona para formular un tratado con los indios; ayuda a la fundación del Hospital de Pensilvania, pri­mer hospital americano de caridad. Cuando se coloca la piedra angular del edificio, Franklin escribió la si-guiente inscripción:

'· '. . ..

En el· año de CRISTO MDCCLV

GEORGE el segundo feliz reinante '

(por él encontró 1a felicidad de su pueblo) FILADELFIA florece

(por sus habitantes patrióticos) Este Edificio

por la generosidad del Gobi·erno y im.ichas personas particulares

fué piadosamente fundado para el alivio de la enfermedad y la mis.eria

Quiera el Dio~ de las Merc"edes Bendecir .la empresa.

1752--1754 Establece la primera compañía de seguros en Amé­rica; h~·ce volar s"u famosa cometa eléctrica; recibe la

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medalla de oro Oopley de la Sociedad Real de Lon­dres (1753); también el grado d~ Maestro en At·tes de las Universidades de Yale y Harvard (1753); es designado para la dirección general de correos. Escri­be un pl,an pm~a la un~ón de las colonias y su segu­ridad y defensa. Fué entonces que aparece el primer afiche americano, un dibujo de una serpiente de ocho piezas, marcadas corn las ·inic.iales de las ocho colonias americanas, y bajo el título de "Unirse o Morir". El plan presentado al Congr·eso en Albania, no fué adop­tado.

1755-i756 Esbo~a el Acta Militar "para un mejor ord·en y regu­lación de los propósitos militares en la provincia de· Pensilvania, tal comose desea y manifiesta"; inicia los servicios de aseo; alumbrado y pavimento en FHa­delfia. Recibe el. grado de Ma~stro e~ Artes . (1756) del. Colegio· William y· Mary.

1757-1762 Viaja a Inglaterra a conseguir del Rey una disposi­ción po:r; la cual todas las propiedades deben ser gra~ v-adas, sin excepción de las tomadas por las familias de los propietarios. Recibe e1 grado d~ LL.D. de la Universid1!:d de St. Andrews (1759).

1762-17.64 Regresa a Flladelfia, inspec.¡;;iónando al año siguiente las oficinas y rutas postales de las provincias. Viaja nuevamente a Ing1aterra en representación de la Co­lonia de PensHvania .. Recibe el grado de D.C.L. de la Universidad de Oxford (1762).

1765-1766 Se opone al Acta <le impÚesto postal -"hasta donde pueda, daré todo p.aso a mi a-lcance para que no s·e apruebe el Acta". Sus argumentos sirvieron para anular en los Comunes la antedicha Acta.

1767-1770 Es presentado ante el Rey de Fr¡mcia. Se le designa

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agente de las colonias de Georgia, New Jersey. y Massachusetts en Inglaterra.

17·71-1772 Todavía en Inglaterra, empieza a escribir su famosa "Autobiografía"; habla sobre los conductores de la iluminación eri la Real Sociedad de . Londres; ofrece pagar por la destrucción del té en Boston, ·fuera de sus fol.}dos personales; presenta al Rey la peüción del

1774.._ 1775-

Primer Congreso Continerúa1. Muere la esposa de Franklin, el 19 de Diciembre. De .regreso en Filadelfia la eligen. para el Segundo Congreso Continental, 'en el que actuó en casi todDs los comi.tés de importG~nCia. Propone en el Congreso· los /'Artículos de la Confederación y Unión Perpetua de las Colonias. Decir Colonias Unidas es llegar a una liga de herma11dad unas con otras, para su defensa contra: sus enemigos, para la seguridad de sus liber­tades y propiedades, de sus personas ·y familias y su mutua y general prosper~.dacÍ''. Se le designa por una­inimidad Director General de Corr~os por el Congre­so; forma parte del. comité que habla con el General Washington sobre planes militares; trabajó ·en el Co­mité •del Congreso ehcarg~do de relacionarse con l~s amigos de América a través· del mundo.

1776___;1778 Designado para el comité que d'elineq la Decl·ara'Ción de Independencia; igualmente designado por el Con­greso comD comisionado para obtener ayuda_ de Fran­cia; antes de partir deja en préstamo al Congreso fon-

. dos personales; obtiene un préstamo de a·.ooo.ooo de libr·as en Francia para financiar el ejército america­no, y envía oficiales militares -el Marqués de Lafa­ye.tte, el Barón de Steuben, para que ayuden al en­trenamiento de las tropas; negocia con éxito un tra-

. tado de alianza y otro comercial con Frencia.

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1779-1781 Por motivos de' sa1ucf desea separarse del cargo de Ministro en Francia, mas el Congreso le pide conti­nuar hasta obtener la paz; también el Congreso le de­signa como a uno _de los comisionados para negociar la paz con Gran Bretaña. "N o he conocido una paz

1782-'

. -dice-- que aún en el caso de ser muy ventajosa, no ocasi.one observaciones y condenación para sus nego­ciadores". ,

Obtiene de Francia un núevci préstamo por 6.000.000 de libras,, junto con las mejores garantías que vienen a ser como si "todo el Rey nos diera ahorrando ... ". Nuevamente solicita al Congreso se le releve de sus funciones, pues, dice "Es·toy ahora en los 78 años cum­plidos; ... y deseo ser, por el brev.e tiempo qille pue­d'a disponer, mi propio maestro". Negocia un tratado preliminar de· paz con Gran Bretaña.

1783-1784 Interviene en la negocia<:ión de un tratado comercial con Suecia y otro de los mismos con Prusia; escribe un informe detallad:o sobre 1os-.pl'imeros experimentos del balón Montgolfier. "Se asegura que no rebajaron de 50.000 las personas que asistieron a ver el expe­rimento".·' Investiga en torno a Ia teoría de Mesmer relativa al magnetismo animal.

1785.:....c.. Dyran.te su viaje· d:e retorno de Europa· y mientras dul'a la travesía diel mar, escribe un trabajo sintético

-respecto a sus observaciones marítimas, y otro sobre las causas y remedios del humo de las chimeneas.

1:785-1786 Llega a F-iladelfia el 13 de Septiembre. "La cariñosa recepción ~dice-- que me han hecho mis compatrio­tas llegó. más allá de lo que yo esperaba". Le eligen Presidente de Pensilvania; inventa un instrumento p~ra tomar abajo los libros de los anaqueles altos, ac-tualmente en uso en ciertos almacenes.

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Una reproducción del "Currier & Ives" (1876), con los cinco miembros más importantes del Comité que preparó la Declaración de la Independencia del Congreso de los Estados Unidos. El texto fué escrito el lQ de Julio de 1776, y la Declaración se firmó el 4 de Julio del mismo año. Las trece Colonias Británicas fueron declaradas Estados libres e independientes, bajo el nombre de Estados Uni­dos de América.-De izquierda a derecha: Thomas Jefferson, Roger Shennan, BENJAMIN FRAN-

KLIN, Rohert R. Livingston y John Adams.

-- ==--.:.~-~~

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'1787-

1789-

1790-

Se le designa delegado de PensHvan1a a la Convención de Filadelfia que traza la Constitución de los Estados Unidos.

"Y o confieso -dice- que existen ciertas partes en ,esta Constitución que yo no apruebO por el mo­mento y que, además no .estoy seguro si las llegue a aprobar algún día. Por haber vivrdo largos años (es­taba en los ochenta y dos) muchas veces he experi­mentado que uno se obliga en ci.ertas ocasiones, y ante una ~ejor informa.ción y más ~mplias consideracio­nes, a cambiar de opiniones, aún en asuntos de mu­dia· importancia que se los cree correctos antes de encontrarlos de otra manera. Es, por lo tanto, claro · que a medida que h~ envej-ecido, que me he sentido más apto para hacer mis propios juicios y para juzgar como es debido a los demás". Escribe su última public~ción, "Un llamado al públi­co, ,~esde ia Soci~ad de Pensilvania que promueve la Abolición de la Esclavitud y la Hber,tad de los negros ilegalmente sujetos a cau·tiv,erio.". Como Presidente . de la Sociedad para 1a Abolición, Franklin firma la

· memoria presentada ante el Congreso reclamando p~r el descu_ído en la cuestión del tráfico de esclavos: Escribe su última carta a Thomas ~efferson. Muere en la tarde del 17 de AbriL

(Traducido del inglés por Alfredo Chaves)

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¡")

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SECCION COMENTARIOS

LOS FRANKL.IN

Benjamín Franklin no f.ue un hombre de blasones; estos dis­tintivos no fueron conocidos por sus antec-esores, y Benjamín, por tanto, no .tuvo quien se los dejara como herencia; ni tampoco supo adq~irirlos, aunque, hombre mimado como fue ~n .las cortes eu­rop~as, le hubiera bastado mover un dedo para conseguirlos el). el número que hubiese deseado. ·Pero no, él fue un hombre· de humilde. ·Origen y si es cierto que llegó a ser el prototipo de la buq~uesia triunfante,· Franklin fue al misrrio tie~po la i·rnagen de la democracia sin pujos de señor de bambalinas; solía presentarse, como lo decían, en los regíos salone~ de Versalles vestido de Cuáquero, de negro estricto; sobriamente, sin espada, sin peluca y sin medallas, en medio de una sociedad relamida, perfumada y

empolvada, para ~er el centro .de, todas las atenciones de damas y caballeros relucientes, y, más, pa·ra recibir la· sorpresa por'' cier­to envidiable y única, de que la reina de Francia, María Antonie­fa •en todo su esplendor, le pusiese una corona en la cabez·a y un sonoro beso en el cachete. .

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Sin embargo, sin los signos exteriores, sin los avalorios del aristócrata, Benjamín de América fue grande y noble, cuya no­bleza de porte y de virtudes, destilaba de su persona igua·l que el ruti1ante rocío de las hojas.yla miel del cuerpo de la abeja, plebeyo como era, bien hu hiera podido decir a cualquier encope­tado, lo que se atribuye al magno Cicerón, cuando un grande de Roma le tiidara de plebeyo: "Tu aristocracia termina en tí, en cuanto que la mía principia en mí"; No tuvo blasones, pero si hubiera tenido que escogerlo, habría dibujado uno sin cuarteles y en fondo de plata dos manos vigorosas; la una exhibiendo los ca1los que· .dejan el bregar duro y parejo y -la otra, sosteniendo una gran pluma de ganso, por medio de la· cual dió a: conocer su

1 .

gran sabiduría, y en la-leyenda· "Dios y Libertad", porque los Franklin, tradicionalmente, ·fueron herreros, toscos maestr~s · de la forja y Benjamín, conservando la tenaddad del que martilla el hierro, se hizo escritor, y de los. pulidos, después de atraves·ar por mil viCisitudes.

A los Franklin, se les conocía, de tiempos atrás; ubicados en ., el centro de Inglaterra en el pueblecito de Ecton; fueron peqÜeños

propieta.rios que roturaban la tierra' con s~s •manos; y. al propio tiempo trabajaban en el yunque, por lo, menos, este era el oficio que heredaba el primogénito de las familias; t~mbién hubo en ellas muchos tint~rE'ros y a esta' categoría perteneció el padre del Franklin que debía inmortalizar~e en la virgen ·América.

Del abueló ·de Franklin, digámoslo, de don Toinás, J:errero de Ecton, se con_ocen cuatro desc-endientes ma:<>culinos: Tomás, Jhon, Benjamín y Josiah; éste fue el padre del Franklin héroe, naturalmente, los restantes, fueron tíos; Tío Tomás; siguiendo· el compás de la familia fue el herrero de su estirpe; Jhon, Benjamín y Josiah se hicieron tintoreros.

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Como sucede siempre, al cabo de años, la casa del' abuelo se dispersó y J osíah, ya casado y ·con tres vástagos varones, en pos de libertad para le·er Ia ·Biblia, en 1682, navegaron hada Amé­rica y llegaron a Boston; aquí, el· matrimonio se enriqueció con CUM·ro herederos mas en la cuenta del haber, después de lo cual papá Josiah se encontró viudo: total siete y papá se sentía vigo­roso; contrajo segundas nupcias; AMah Folger, su flamante mu­jer le obsequió diez hijos más, entre los ·cuales figuraba Benjamín con el número ocho, siendo el último varón de tan enorme lista, y fue llamado Benjamín en honor del tío, quien, a la vez era elher~ mano preferido de Josiaf]. y, a la sazón, también huésped de Amé­rica. Este sobrino, este hijo legítimo de papá Josiah y de mamá Abiah, estaba destinado a ser, el Benjamín Franklin de la His~ toria; uno <'de los grandes artífices de la poderos·a República del Norte, uno de 1os grandes de la ciencia y uno de los grandes pre­cursores de Lincoln en el noble trabajo de la man~misión de los esclavos.

Por lo que sabemos, los Franklin fueron gent~ honesta, tra­bajadora, piadosa y ·esforzada, pero de poca significaciÓn tanto en Ingla:t"erra como en América; sin embargo, ·siempre hubo al­guien que se destacara e'n su medio pueblerino.

Tío Tomás fue un hombre inteligente, activo, entusiasta y ·pa­triotero; él organizaba las fiestas, hada versos para que . en ellas se recitasen; fuera de eso, parece que dejó muchos escritos que jamás fueron a Ja imprenta; fue el personaje instruído de su pue­blo; hombr·e de consulta y qu·e cuando se ·ofrecía servía de plu­mario. Fra:nklin. no lo conoció, pero guardaba con cariño su me~ moría; fa1leció el 6 de Enero de 1702, y al referirse a esta fecha, Franklin nos dice: "murió 4 años justos antes de que. yo naciera",

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pero hay que comprender que este 6 del antiguo estilo, como fe- ·

-cha, corresponde al 17 en tiempo gregoriano.

Tío Benjamín fue también un estudioso; poeta empedernido, solfa escribir a sus hermanos .ausentes cartas en v·ersos; ~siduo a los sermones d·e la iglesia, los tomaba en taquigrafía; enseñó esta habilidad a· su sobrinó y tocayo,. ·a,unque parece que el mu­chacho, por falta de práctic!a, la olvidó bien pronto.

'John pasó .su vida sin dejar recuerdo de intelectualidad; en cuanto a· Josiah fue un excelente hombre, pero sin ninguna afi­ción a la literatura, sobre todo a la poesía; Franklin recordó toda su vida que cierto día que mostró a su padre unos versos pro­ducto de su numen, .le observó que no los ~probaba porque los poetas caían en mendigos. Fra·rtklin abandonó el plectro y se dedicó a cultivar .Ja prosa, y. ya sabemos a l1aS alturas que llegó. Justo. es añadir que,· por otro lad:o, aunque involuntariamente, papá J-osiah contribuyó para la formación intelectual de su hijo; sin c~:mtar su buena y acariciada biblia, Josiah guardaba un cierto número de ·libros que,_ empolvados, yacían por los rincones de su casa; éstos fueron los primeros que devoró Franklin, .despertando en él el amor por la palabra escrita, ,y esta afición se volvió tan preponderante, que fue la q~e decidió al padre a dedicar al mu­chacho a impresor para darle oportunida<les de leer y al propio tiempo trabajar; desde entonces, Franklín, no sólo leyó lo que :escribía con los tipos, sino que se .d-iq todas las mañas pam pro­curarse libros, y leía, de noche hasta caer v-encido por el sueño, y así, poco a poco, fue ganando en sapiencia: la grandeza de Fran­klin es J.a obra maestra del amor al libro. -Franklin casi no tuvo escuela, y si llegó a ser eximi.o Doctor de Universidades, fue por­que éstas, en señal de admiración, lo hicieron ad-honoris las má:s renombradas del viejo Continente.

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Mas, si por el lado de los Franklin la tradición intel·ectual del múltiple doctor es bastante débil, ella se fortalece un t·anto por la rama materna; su abuelo Peter Folger tuvo fama . de ser el inglés piadoso e ilustrado; hacía versos que no se han conservado, salvo unos de buen corte en que ·proclama la libertad de concien­cia y defiende a los bautistas y a los cuáqueros, que en ese siglo XVIII muchas veces fueron. perseguidos, y aquí ya aparece esbó·­zada una virtud que adornaría al nieto, hijo de Abiah.

Todos los Fmnklin siguieron la reforma de Enrique VIII· que tuvo l~gar en el siglo XVI; la Iglesia Anglicana fue su Iglesia, pero cuando, poco a poco, fueron apareciendo las sectas disiden­tes, los Franklin iban abandonando el credo de los reyes y pasa­ron a los bandos de lós N o Conformistas, lo que era lo mismo que caer bajo las garras, sin contar para el caso; aquellas. efímeras de esa María la Sanguinaria, que se deda católica, en las de Isabel que la Uamaban virgen y en las de todos ·esos Carlos y Jácobos que ensangrentraon las Islas por razones de Fé. Y la persecución religiosa fue Ja causa para que papá Jo si ah emigrara a Am~rica, en donde empezó a pasar penalidades, porque su oficio, el de tin­torero, en la núeva Tierra, falta de telares, no daba de comer a cinco bocas; pero papá .fue hombt'e de temple y de iniciativa; cam­bió de ocupación. e instaló una fábrica de velas, que le dió alimen­to para toda la nutrida prole que tuvo la habilidad de p:mcurá·r­sela, y hasta para guardar, celosamente, puñaditos de mdnedas que no veían al sol y que s,ufdan· de humedad.

El doctor Franklin no' fue muy afortunado con su descenden­cia; a la cansada casó con Débora Read, de cuyo seno nació Sally, una preciosa chica que casó con un tal Bache; de ·esta pareja sa­lieron muchos nietos pero sin chispa; Débora también le obsequió un lindo varoncito; Fr~ncisco, único hijo legitimo del doctor, que

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murió niño del mal de viruela y a quien Franklin lloró toda su vida.

· Si se sabe que Franklin fue un mimado por el s·exo débil, por demás está decir que tuvo otros hijos sin que éstos merezcan una mención aparte, menos uno, pero rio porque brillara sino por­que causó disgustos a su padre; se llamó Guillermo Franklin y fue adoptado por ln bue~a Débora; creció como si fuese vástago legítimo, y Franklin en uno de sus .viajes·se lo llevó a Inglaterra, en donde el joven hl.zo buenas amistades; pasó gmn vida¡ de cuyas resultas el doctor Franklin ganó un nieto ilegítimo, que ni siquier~ llevó ·el npmbre de familia sino el de Guillermo Temple, quien, a la larga, se hizo un petrirn:etre, que. en Paris supo obsequiar al abuelo un bisnieto, también, fuera de ley.

Sin embargo, hijo y nieto fueron l,a gran esperanza de Benja­mín Franklin; Guillermo hijo regresó a 'América y fue Goberna­dor e11. NueV'a J~rsey en nombre de su Majestad, pero, más rea­lista que el Rey, jamás plegó a la causa de la libertad que ,su padre defendió hasta la fundación ·eh su país, de una República libre y

. soberana, c~n Ío cual Guiller~o se apagó; los Temple, por su lado no se apagaron porque jamás brillaron; y, así, el Gran Franklin igual que Cicerón, ambos, se vier:0n defraudados· en l,a idea d~ ser los jefes de una estirpe intelectual, que tanto acariciaron.

Julio Aráuz.

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ACTIVIDADES DE. LAS SECCIOl'JES

Festividades en honor de B~njamín Fránklin

En este número .dedicado enteramente a la figura veneranda de Benjamín Franklin, nos proponemos hacer la reseña de_ los ac­tos realizados por la Casa de la Cultura Ecuatoriana,· con motivo de haberse_cumplido ·el bicentésimo quincuagésimo aniversario del nacimiento de tan preclaro varón, en la ciudad norteainedcaná de Bciston, el 17 de Enero de 1706. Las SecciOnes Científicas de la Casa de la Cultui·a tuvieron a su cargo la organizaCión del faUs- · tO recordatorio, razón por la cual, ~1 prográma desarrollado lo hacemos figurar .en nuestra Sección de Actividades; programa cuya culminación es el presente número de. nuestro Boletín que corresponde a los meses de .Enero y Febrero del pre~ente año.

· Los actos recordatorios tuvieron lugar en los días 17, 18 y 19 de . Enero y se realizaron en el ~ula Benjamín Carrión de nuestm .sede socia-l, y a fin de que el presente Boletín vaya en su totalidad dedi·cado al gran demócrata, la noticia del resto de nuestras labo­res durante el ·antes citado bimestre, las reservamos para el nú­mero próximo.

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Página principal del "Ncw Englaml Com·ant", 1m periódico establecido en Boston, 1721, por James Ft·anklin, het·mano mayor de BENJAMIN FRAN­KLIN. En 1772, el primero fué arrestado, y BENJAMIN FRANKLIN, a la eda<t de 16 años, le reem¡llazó en la dirección del periódico, habiendo quedado

más tarde como su editor.

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Página principal del primel· número de la "Gaceta de Pennsylvania", publi­cada por su propietario, BENJAMIN FRANKLIN, en Filadelfia. FRANKLIN escribió en ella artículos políticos, chistes y noticias. La publicación obtuvo pronto la mayor circulación de diarios en América. El original del pl'imer

número se encuentra en la Biblioteca Pública de Filadelfia.

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Fue un encargo de la Junta General

La Junta General de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, a ini­Ciativa del señor Presidente de la Institución, resolvió en meses pasados que se organizara un homenaje al prócer Benjamín Fran­klin, y para el efecto, designó a nuestras Secciones para que se encargaran de su realización. Las Secciones han cumplido su de­ber ·con. la mejor voluntad y esperan que su labor haya sido del agrado de las autoridades de la Casa, d~ sus componentes y del púplico en general

El Programa

Para la confección del Programa, las Secciones so1icita'ron la colaboración de la Embajada de los Estados Unidos de Norte~Amé­rica, así como, de un modo especial, la de las Oficinas de su Ser­vicio Informativo, y a este respecto, nos cabe dirigir nuestros agra­decimientos al señor Embajador, Don Sheldon T. Mi'lls; al señor Director del. Se-rvicio·· Infbrmativo, Don Walter Bastian Jr, y al señor Agregado Cultural de la Embajada, Don Michael W. Karnys; por el precioso concurso que cada uno de ellos· nos han prestado.

He aquí el Programa:

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INVITACION

La CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA y la DIREC-. . ¡

ClON DEL SERVICIO INFORMATIVO DE LA EMBAJADA DE LOS ESTADOS UNIDOS se complacen en invitar a Ud. a la sesión solemne que, en homenaje a Benj,amín Franklin, con moti~ vo de celebrarse el 250 Aniversario de su Nacimiento,· tendrá lu­gar el día 17 del mes en curso, a las 6 y 30 de la tarde, en el local de la entidad, con sujeción. al prog1'ama que consta en la siguiente página.

Por su asistencia a este aCto, anticipan a Ud. sus agradeci­mientos,

'lO

BENJAMIN CARRION, WALTER BASTIAN Jr., Presidente de la Casa de la Cultura Director del Servicio Informativo

• Ecuatoriana. de la Embajada de los Estados Unidos.

Quito, Enero de 1956.

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PROGRAMA

l.-Himno Nacional del Ecuador.

2.-Presentación del acto por el Dr. Benjamín Carri9n, Presidente de la Casa de Ia Cultura Ecuatoriana.

3.-Palahras del Dr. Julio Arátiz, en.:representación de las Seccio­ne~ Cientíji-c>as de la Instituci6n.

4.-Palabras del señor Embajador de los Estados Un:idos,. quien hará :él. ofrecimiento de un retrato de Benjamín Franklin :J

la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

5.:_Himno de los Estados Unidos.

NOTA.:__Tarribi,én forma parte del homenaje que la Casa de la Cultura y la . Dirección de! Servicio Inforrr¡ativo de la Embajada Nórteamel'icana

rinden a Benjamín Franklin, la exhibición de la pelfcula "Escenas de la Epoca de la Independencia de los Estados Unidos: El Mundo de Frank1in", ofrecida al alumnado de los· Colegios Femeninos y de Varones de la Capitw en los días 18 y 19 de Enero, a las 6 y 30 p.m., respectivamente, en el Aula "Benjamín Carrión". ·

!'

El señor Director del Servicio Informativo dirigirá a los estu­diantes breves pa>labras acerca de la personalidad de Franklin.

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CRONICA

La- ce!'.emonia en honor de Franklin

La sesión solemne realizada .en la Casa .de la Cultura, el 17 de Enero, tuvo todos los caracteres de una verdadera apoteosis: selecta y nutrida concurrencia, brillantes inté:tvenciones y elegan­te arl'eglo de la sala. Al fin de la ceremonia se repartió entre los asistentes un folleto, verti~o al español, de una publicaci"ón ingle­sa originaria de la Jhon Hancock; Mutual Life Insurance Company de Boston, folleto que contiene ·una muy escogida síntesis de la vida· de Franklin. La traducción nos fue proporcionada por el~

Agregado Cultural dé la Embajada de los EE. 'UU., señor don Michael W. Karp.ys.

El retrato de Franklin

El retrato de Benjamín Franklin obsequiado a la Gasa de la Cultura por el señor Embajador de los EE. UU. fue entregado a la Institución por el Director del Servicio Informativo, por cuan-

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FRANKLIN, llamado frecuentemente "el más civilizado hombre de su tiem­po", aborreció la matanza y creyó que "nunca hay una buena guerra". En esta carta, Marzo 14 de 1785, FRANKLIN, de 79 años, escribió a su amigo Benjamín Vaughan: "La justicia es un del1er estricto entre naciones vecinas como entre ciudadanos del mismo lugar. Un bandolero es tan salteador cuando despoja en cuadrilla como cuando procede solo; y una nación que

hace una guerra injusta es apenas una gran cuadrilla".

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to, por motivos de salud, el señor Embajador, don Sheldon 'l', Mills, se vió imposibilitado de asistir a la ceremonia.

El retrato· en cuestión exhibe la siguiente dedicatoria:

"Símbolo de Amistad entre el Ecuador y los EE. UU. de A.

Benjamín Franklin

1706 -1956".'.

La vida de Franklin en fotografías

En el amplio vestíbulo del edificio de la Casa de la Cultun se realizó una exposición de fotografías referentes a las activida.:.. des de la vida privada y pública de Benjamín Frankli:n. Las pie­zas exhibidas fueron en número de 50, con las respectivas leyen­das a-cerca de su sigrrificado; el arreglo corrió a cargo de nuestro.<; talleres gráficos, que lo hicieron con esmerado gusto. La exposi­ción, que dl.l.rÓ tres días ?onsecutivos, 'fue muy visitad~ y admirada.

Agradecimiento ¡:

Por una vez más nos es placentero exteriorizar· nuestro agra- · decimíento por la colaboración que nos han prestado en los actos ,que venimos reseñando, a los señores Walh~r Basüan Jr. y MíchaeC · W. Karnys, sín cuyo concurso los festejos no hubieran tenido· el buen éxito que tuvieron.

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PUBLICACIONES RECIBIDAS

Benjamín Franklin - 1706 - 1956 .

Publicación en inglés, cuya traducción, proporcionada por la Embajada de los EE. UU. fue distribuída entre los concurrentes a la sesión solemne del 17 de Enero, con que la Oasa de la Cul­tura Ecuatorianá conmemoró él 250 aniversario de Benjamín Franklin.

, Benjamín Franklin año por año

Compendio cronológico de la vida de Fmnklin, que damos a , conocer en español 8n el texto del pres~>nte Boletín. La traduc-

• ción es del señor Alfredo Chaves;

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Otros folletos

Anotamos también el recibo de los siguientes follof,¡ni t•nlmdn nados con las actividades de Benjamín Franklin:

The Patriot

And the Scientific Societies

And the Junto

And Elducation

The Well-Doer-The very human philosdpher

And Business.

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Esta Revista se canjea con sus similares.

o

Esta Revista admite toda colaboración científica, original, novedosa e inédita, siempre que su extensión no pase de ocho pá­ginas escritas en máquina a doble línea, sin contar con las ilustra­ciones, las que, por otro lado, corren de cuenta de la Casa, siem­pre que no excedan de cinco por artículo.

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D

Toda correspondencia, debe ser dirigida a "Boletín de Infor­maciones Científicas Nacionales", Casa de la Cultura Ecuatoriana Apartado 67. - Quito-Ecuador.

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