bbltk-m.a.o. e-002 fas 48 - lo desconocido - ovnis submarinos - vicufo2

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E{02 LO DESCO OVNIS mf}48

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  • E{02LO

    DESCO

    OVNISmf}48

  • LO DISCONOCIDOPARAPSICOLOGIA EI[IGMAS OYISLA MUERTI Realidad y transcendencia EL TRIANGUTO MORTAL DE LAS BERMUDAS 0VNIS: Una realidad indiscutible

    OTRAS YIDAS? Espiritu y reencarnacin LA ISLA DE PASCUA: Un ensayo del fin del mundo? CUANDO tOS OVMS ATIRRIZAN

    EL ESPIRITISM0 y sus metodos TECNOLOGIA DEL PASAD0: Unos hallazgossorprendentes

    EFECTOS ELECTROMAGNITICOS DO tOSO\NIS

    PSICOFOMAS: Gnesis y prcticaLa inminencia de Et FIN DEt MUNDO OYNIS: TOP SECRET

    POLTIRGEISTEl poder mgico de LAS PIRAMIDES C0M0 SON LOS 0VNIS?CLARMDENCIA Y TELEPATIAEI, DILUVIO Y EL ARCA DE NOE OVNIS: LAS DItrICIIES MANIOBRAS

    ASTR0L0GIA: Teoria y prcticatA ATLANTIDA: Mito y realidad OVNIS: LOS VIAJES IMPOSIBLIS

    II0R0SC0P0: El lenguaie de los astros

    PRODIGIOS DE tA SENSIBITIDADEGIPTO MILENARIO LOS TRIPULANTE DEL COSMOS

    MENSAJES EN PIEDRA INCUENTROS CON HUMANOIDESHIPNOSIS Y SUGESTION

    LOS MONSTRUOS IMPOSIBLES OVNIS EN EL PASADOLOS SUEN0S y su significado

    El enigma de TIAHUANAC0 OVNI: ENTIDAD DE LO TESTIGOSTAROT: El futuro en los naipes

    VAMPIROS Y HOMBRES-LOBOS OVNIS: [L PRIMER CONTACTOYIAJI At FUruRO: Claves de la Adivinacin

    EL MUNDO MAYA y sus misterios OVNIS: PELIGRO, ABDUCCIONBRUJERIA Y SATANISMO

    MAGIA Y LEYENDAS DE LA INDIA 0YNIS: POR QIIE LOS RAPIOS?QLIIROMANCIA: Eldestino en las manos

    Et UNIVERSO INCA OYI{IS: SECTAYCULTOSPROFETAS Y PROFECIAS

    LAS PIEDRAS DE ICA: El legado de otra historia O\}MSBMARINOSLAS FRONTERAS DE LA MEMORIA

    LAS PISTAS DE NAZCA y otros dibujos areos LO YISNANTES DE T]MMOLA FUERZA DE LA MENTE

    LOS HECHOS MALDITOS tA HISTORIA SECRETA DO LOS OYNIStA 0TRA MEDICINA: Proceso a los curanderos

    EL IMPERIO AZTECA Y SUS SECRETOS tOS OVNIS PROTAGONISTAS 0 TESTIGOS?PARAPSICOLOGIA en animales y plantas

    LA DESTRUCCION DEL COSMOS:Un hecho inevitble

    OVNIS: LAS GRANDES OLEADASTEIEPIASTIAST Imgenes de otros mundos

    EL HOMBRE Y Et I]NTVERSOTECNICAS DE RELAJACION Y MXDITACION LOS SEORES DEL CONOCIMIENTO OVNIS: ENIGMATICA PUESTA EN ISCINAESPIRITISMO BRASILENO LAS ESFERAS CELESTES DE COSTA RICA OYltiIS: UNA C0NSTANTE PRESENCIA

    ENIGMAS DE AMERICA

    LA DESAPARICION DE LOS DINOSAURIOS

    EDICIONES I. OUORUM, S.A.Consejo editorial: CANDIDO CONDE, MANUEL GASCH

    Director de Ia obra: FERNANDO JIMENEZ DEL OSO Director ejecutivo: JOAQUIN GOMEZ BURON Director artstico; LUIS DE MIGUELFotografas: PABLO RODRIGUEZ llustraciones: JEAN SEMMEL,ZEN, OYARBIDE, TOMAS MENDEZ, LUIS DE MIGUEL Colabotradores: LEONOR

    ALARAZKI, JULIO ARCAS, VICENTE J.BALLESTER, J.J, BENITEZ, MERCEDES CASTELLANO, SINESIO DARNELL, ANDREAS FABER KAI-SER, MA LAURA FELIX, SALVADOR FREIXEDO, JOSE L. JORDAN PEA, JOSE M. LOPEZ IBOR, JUANA MARIN, FRANCISCO PADRON, JE-sus A. pEREZ CASTAO, ANTONTO RtBERA, JOSE RUESGA, ENRIQUE DE VICENTE, CARLO LIBERIO DEL ZOTTI. lmpresin: GRAFICAS

    REUNIDAS, S. A. ISBN de la obra: 84-7701-143-5 ISBN del fascculo: 84-7701-142-7 ISBN del tomo l: 84-7701-141-9Dposito legal: M.28466-1989Printed in Spain Distribucin: MARCO IBERICA, S. A.O 199O Ediciones l. Quorum, S. A. lmpreso: Septiembre 199O

    Redaccin y Administracin: Diego delen, 7 - 1a 28006 MADRID Tef.: 5645863 Fax: 5645490

  • IUBUIARIilODurante los ltimos aos se estn acu-mulando testimonios y documentossuficientes como para que podamosplantearnos con cierta lgica la hipte-sis de que los tripulantes de los ovnishan establecido bases en Ios fondosmarinos. Numerosos testigos, en loscinco continentes, afirman que han vis-to salir de las aguas extraas navesque luego se han lanzado hacia las al-turas a velocidades increbles. Existentambin fotografas que recogen estoseventos. lncluso muchos contactados,que aseguran vajar a veces a bordo delas naves extraterrestres en compaade los seres del espacio, relatan susexperiencias en el interior de impresio-nantes edificios o estructuras sumergi-das en las simas ocenicas, desde lasque parten, Y a las que llegan los ovnisen sus mltiples maniobras de explo-racin sobre Ia superficie de nuestroplaneta. Es tan verosimil el suceso, quemerece un comentario en profundidad.

    301

  • ffi% omo hasta et ao

    1947 prcficamente nadie haba odo hablar delos ovnis, nadie se atrevi a relacionar con ellosalgunos fenmenos extraos que se habanproducido en los mares o en sus proximidades.Y sin embargo, los antiguos navegantes testifi-caron muchas veces, ante la incredulidad desus oidores, que haban visto salir de las pro-fundidades marinas imponentes esferas, o rue-das, muy luminosas, que se elevaban ensegui-da hacia las inmensidades del cielo; o habancontemplado estupefactos cmo cruzaban pordebajo de las quillas de sus embarcaciones in-definidas estructuras - tendentes siempre a serredondas - llenas de Iuz, a velocidades impen-sabies para aquellos tiempos. Y estos relatosno se produjeron solamente a partir de que losbarcos se adaptaron a la navegacin ocenicapara llevar a cabo la gesta del Descubrimiento ,en las inmensidades del Atlntico, donde muypronto se hizo clebre, tristemente clebre, eltringulo de las Bermudas o el mar de losSargazos. Siglos antes, cuando las singladuraseran ms cortas, porque se llevaban a cabo enlas zonas prximas a las costas o, como mu-cho, en el Mediterrneo, tambin los marinoscontaron cosas fantsticas, que despus hanresultado menos fantsticas, acerca de objetossubmarinos - monstruos, fueron llamados enmuchas ocasiones - que a veces salan a la su-

    perficie, y se elevaban volando perdindose dela vista rpidamente.

    Ya se saba que los marineros son dados a lafantasa. Por eso, y porque los hechos que con-taban eran increbles, no les hicieron caso ensu tiempo. Hoy, sin embargo - al menos en mu-chos casos - habra que darles la razn; porquemuchos hechos estn confirmando aquellash istorias.

    tA SLA Las crnicas antiguas habla-DE SAN ron de ella en varias ocasio-BOR.ONDON nes; y ya en el siglo XVI seffi saba de su existencia. Pero

    muy pocos la haban visto.Se trat, durante siglos - y todava realmentehabra que considerarla as -ms de una leyen-da que de una realidad contrastada. Sin embar-go, algunos hechos, contemplados con la pers-pectiva que hoy podemos tener, sobre todo sinos referimos a la fenomenologa ovni, nos danmucho que pensar. Entremos con mente abier-ta en el meollo del asunto.

    Resulta que en la zona de las islas Canarias,en diferentes lugares pero preferentemente enlas proximidades de la isla del Hierro, y a juzgarpor los lugareos que han mantenido la tradi-cin de los sucesivos relatos acerca de su exis-tencia, de vez en cuando emerge, como por ar-te de magia, una isla nueva, mucho ms pe-quea que las dems, y luego, en un lapso detiempo variable pero que nunca se extiendems all de unas pocas horas, desaparece.Como si las aguas se la tragaran, sin dejar ras-tro. Ninguna perturbacin en la superficie delos mares, ninguna agitacin previa, avisa deque el fenmeno se va a producir. No es prede-cible, por lo tanto, el fenmeno. Y su hundi-miento debe ser tan lento, tan majestuoso, quelas aguas no se inquietan en absoluto. Una islamgica sta llamada de San Borondn, que yaconocan, y a la que probablemente rendiranculto - o por lo menos asombro - los reciosguanches primitivos pobladores de lasCanarias. Hay mucha magia en esas islas; deeso no cabe duda. Y sucede que, a veces - y enCanarias con frecuencia - la magia se concretaen realidades fantsticas. Los mitos se hacenrealidad.

    Durante el presente siglo, la isla de SanBorondn apareci, por lo menos dos veces. Ynosotros hemos tenido la suerte de dialogar

    Con frecuencia,a decir de lostrestigos, seproduce el feno-meno de la sali-da de esferas in-candescentesprocedentes delas profundida-des marinas.con perturba-ciones en la g",i-perficie de lasaguas. En lailustracin of,,'e-cemos una ir,-terpretaciori tr-tstica del he-cho.

    ry

  • Ovnis submarinos I

    W)a.4,r:,lt:::l::/'j

    con un testigo de excepcin de la ltima:Machn Padrn, un hombre que fue capaz deguardar toda la isla del Hierro en su corazn, ytambin toda su historia, sus leyendas y susrealidades. Fue durante los aos 50. Nuestrotestgo informador fue avisado una madrugadadel prodigio por unos campesinos amigos su-yos que vivan en la parte ms alta y ms alnorte de la isla. Lo despertaron - nos cont - pa-ra que pudiera contemplar en medio del mar,entre el Hierro y La Gomera, una nueva tierrade la que los ms viejos guardaban el recuerdo.A caballo, ascendieron lo ms aprisa que pu-dieron hasta el lugar idneo, al que llegaron yacon el Sol bastante alto. Era un da despejado,sin nubes, y con una visibilidad perfecta.

    Tuvimos la suerte de recibir de labios deMachn Padrn el relato de lo que vio aquel dalleno de asombro. Y lo hicimos en el mismo lu-gar en el que l estuvo contemplando los he-chos. Desde casi los 2000 metros de altura enque nos encontrbamos, el mar quebada aba-jo, a nuestros pies, y a lo lejos, mas perfecta-mente, se vean las islas de La Palma yGomera.

    Muy cerca, los acantilados que conservan va-liossimos petroglifos con los mensajes que losguanches nos transmitieron en piedra, todavaindescifrados, y albergan a una ya escasa po-blacin de lagartos, inmen' j, oscuros, esqui-vos, restos de una raza extinguida en todo elmundo.

    303

  • Ampliacin dela foto-graf aoriginaldel ovnique so-brevolla isla deTrinidad.La navese des-plazabaplcida-mente.

    Impresionantredocu-mentogrficoobtenidopor elcontac-tadoEduardoMeier enSuiza. Laimagenes deuna niti-dez sor-prenden-te.

    En la rnvestigacin del fenmeno ovni, las imgenes foto.grficas tienen un valor extra-crdinario; no slo porque co-rroboran ei relato de los testi-gos, sino porque, adems, a

    travs de allas, sometidas aanlisis muy profundos quehoy permiten las tecnoiogasde vanguardia, se puede co-nocer la existencia de trucos,si los hubo; o en caso contra-

    rio completar la informacincon datos acerca de la mate-ria, volumen, densidad y otrosdatos valiosos a la hora dedictaminar con rigor. Algunosavistamientos importantes

    Anlisispor com-putadorade la fo-tografa.Se cono-ce asconexacti-tud elvolumenreal y losperf ilesdel ovni.

    han sido sometidos a este tipode anlisis; entre ellos el muyconocido de isla Trinidad y losque fotografa y filma en losvalles suizos el contactadol\4eier.

    El dictamen del anlisis por com-putadoras afirma que se trata deun obleto material, slido y pe-sado. Una prueba indiscutible.

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    304

  • Ovnis submarinos

    UNA PLA- Nos cont nuestro informadorinfOnfnl que l era el nico supervivien-InETAUCA? te de la isla del Hierro que ha-

    ba tenido la suerte de contem-plar, y lo hizo durante varias ho-

    ras, la mtica isla de San Borondn, que no eramito - porque l la estuvo contemplando - sinoreal. Y si nos atenemos a su relato, repleto dedetalles valiosos, la isla en cuestin es un terri-torio extrao. Le f ue difcil a Machn Padrndeterminar su extensin, pero la calcul en no

    inferior a los dos kilmetros de dimetro; en elcaso de que fuera circular, que l crea que no,que era alargada. No distingui vegetacin,pareca que era una superficie lisa y de colorplomizo. ms elevada por uno de los extre-mos, en el que daba la sensacin de que habaedificios de estructuras totalmente geomtri-cas, unas protuberancias rectangulares queiban decreciendo a medida que avanzaban ha-cia el interior. Es decir, a lo que ms se parecalo que estuvo contemplando el testio del pro-

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  • digio aquella maana era a la cubierta de unportaaviones o de otra imponente nave seme-jante. No observ tampoco ningn tipo de mo-vimiento sobre aquella plataforma detenidaentre Ias tres islas; ningn cambio de color, na-da. Tranquilidad absoluta. Aquella extraa islaemergida como por arte de magia pareca es-tar desierta.

    Dur varias horas la contemplacin, ms demedio da. Ya al atardecer, la isla comenz ahundirse; o as se deduca, porque se vea cadavez en menor altura y extensin. Finalmente,despus de unos minutos, las aguas del marquedaron tersas y tranquilas tras engullirseaquella mole inmensa. Todo en calma. Como sinada hubiese sucedido.

    Digamos, porque ya va siendo el momento,que, a juzgar por la gran cantidad de avista-mientos que as parecen confirmarlo, si existenbases submarinas de ovnis, en las islasCanarias hay una. As lo aseguran muchos in-vestigadores; y lo corroboran algunos contac-tados de privilegio que aseguran haberla visi-tado con detenimiento, como ya veremos msadelante. Pero regresemos a la isla de San

    Los ovnis, se-gn muchos tri-pulantes de bu-ques que loshan visto, en-tran en el mar ysalen de 1. Estarealidad es sufi-ciente paraplantearse laposibilidad deque existan ba-ses submarinas.

    En los lugaresprximos a losmares abundanlos avistamien-tos de ovnis.Aunque no exis-te una stadsti-ca rigurosa, sepuede apuntarque la relacinovni - mar esmuy estrecha.%ffiNwr

    Borondn. La leyenda la sita en las proximi-dades de Canarias; y, sin embargo, algo seme-jante - y decimos algo porque probablementede ser verdad el fenmeno no se trate de unaisla - ha sido visto, en varias ocasiones, cercade la costa norte de la isla de Mallorca, en ple-no Mediterrneo, por vecinos de Sller, desdelas alturas de las montaas que separan esazona de la costa de las regiones del interior.Coincidiendo con autnticas oleadas de avista-mientos de ovnis, muchos de los cuales fue-ron vistos salir y/o entrar en el mar, se vio a ve-ces desplazarse una inmensa plataforma reple-ta de luces - demasiado grande para ser unbarco por grande que este pudiera ser - a unagran velocidad, imposible de alcanzar por unnavo, en una trayectoria paralela a la costa,hasta perderse en la lejana a los pocos instan-tes. En muchos puntos es similar la descrip-cin que hacen los testigos de esta plataformade Mallorca a la que nos proporcion nuestrotestigo de la isla del Hierro. Machn Padrn viola isla de San Borondn de da, y durantemuchas horas, por lo que su descripcin esms rica en detalles, y ms precisa; los testi-gos de Sller la vieron de noche, en movimien-to y en la oscuridad.

    Lo primero que a uno se le ocurre pensar esque tal vez se trate del mismo fenmeno, de lamisma isla o lo que sea. Pero sucede que si lasislas se mueven es que no son islas; y dos m-ticas San Borondn son ya mucho mito. Si ad-mitimos los testimonios - y no hay ms reme-dio que hacerlo, porque son muchos y algunosmuy documentados por fotografas y otrascomprobaciones - de gente que ha visto ovnissalir y entrar en los mares, no es descabelladocomenzar a plantearse la posiblidad de la exis-tencia de bases submarinas, donde esas navesreposten, se escondan, sean reparadas, y don-

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  • Ovnis submarinos I

    El denominado"tringulo delas Bermudas"es una zona yaclsica relacio-nada con el fe-nmeno ovni.Algunos estu-diosos opinanque all existeuna base sub-marina de na-ves extraterres-tres.i.ffi

    o

    de haya lugar para el descanso de los tripulan-tes. Es ms: si es verdad que estamos siendovisitados asiduamente por seres procedentesde otros planetas, casi hay que juzgar necesa-rio que haya en la llerra bases; lo mismo quelas hay - al parecer - en Ganmedes y en laLuna, por no citar ms que un par de ejemplos.De la Tierra, el lugar ms seguro para escon-derse es, sin duda, el fondo del mar.

    PIANEIA La relacin que pretenden esta-ilERRA, O blecer los investigadores entrepIANEIA los ovnis y el agua, se estable-AOUA? ce sola; y est establecida des-ffi de siempre. Recordemos que

    estamos hablando de un plane-ta que en verdad debera llamarse Mar, oAgua, en vez de Tierra, ya que los ocanos ymares ocupan una extensin equivalente a lastres cuartas partes de la superficie total. Estehecho nos pone en disposicin de afirmar quecualquier fenmeno de avistamiento ovni seproducir con mayor probabilidad sobre la ma-

    sa de agua que sobre la tierra. Y de hecho asparece haber sucedido a lo largo de la historia.Hay un hecho cierto, que nadie puede negar:tan gran proporcin de agua existente en lallerra provoca que la misma est cubierta porla masa lquida en una extensin de 350 millo-nes de lilmetros cuadrados. Es decit que elhombre desconoce las tres cuartas partes delplaneta que habita, no sabe lo que hay bajo lasaguas, unas aguas de mares y ocanos paralas que puede estimarse una profundidad me-dia de unos 4.000 metros.

    De una poca contempornea nuestra, omuy prxima, hay abundantes relatos de ex-traos fenmenos acaecidos sobre o en lasaguas marinas, que hoy definiramos como fe-nmenos debidos a la presencia de los ovnis.Charles Fort, en su obra "El libro de los conde-nados" recoge va,ios, algunos de los cuales nonos resistimos a mencionar, aunque sea de pa-sada.

    El da 24 de febrero de 1885, por ejemplo. cnun lugar situado entre Yokohama y "ictoria(Australia), un tripulante del b,- gantn

    307

  • "lnnerwich" haba visto cmo se encenda elcielo. Avis al capitan del barco, quien subi acubierta para contemplar el fenmeno. La lu-minosidad era intenssima, y provena de "unagran masa gnea" que haba hecho su apari-cin sobre el barco, y que "se precipit en elmar. Deba tratarse de una masa respetable, ajuzgar por la perturbacin que caus: levantunas olas gigantescas que zarandearon el ber-gantn como si se tratara de una cscara denuez. El mismo Fort admite la posibilidad deque se tratara de un blido, en este caso' Sinembargo, hay que negar la misma respuestaal objeto que fue observado el 12 de noviem-bre de 1887 en unas aguas cercanas al caboRace desde un vapor ingls llamado"Siberian". En esta ocasin, el objeto fue des-crito por los marineros testigos como una bo-la, que surgi del mar y se elev hasta alcan-zar una altura de 15 metros, dirigindose acontinuacin primero hacia el barco, y alejn-dose despus despacio. Fue visible durantems de cinco minutos. El capitn de este navoafirm que no era la primera vez que vea ob-jetos parecidos.

    Aos antes de estos avistamienbtos recogi-dos por Charles Fort, el 22 de marzo de 1870,la tripulacin ntegra del barco ingls "Lady of

    Los ms escp-ticos opnanque no hay ba-ses submarinasde ovnis; o, porlo menos, queel hecho de quedominen tam-bin el medioacutico parasus desplaza-mientos y ma-niobras no su-pone que lashaya, no pruebanada al respec-to.

    ffiffisffE&E

    Resulta un he-cho comn entodos los maresdel mundo: elovni, tras emer-ger de las pro-fundidades, par-te veloz en di-reccin a lascostas ms cer-canas.

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  • 0vnis submarinos

    ,:

    ff{

  • the Lake" observ durante un viaje a la zonaecuatorial del Atlntico un extrao objeto, deforma lenticular, del que sobresala una espe-cie de apndice; se desplazaba en contra delviento reinante, y pudo ser contemplado du-rante ms de una hora. Tal vez deba ser consi-derado este caso como el primero en que sehabla de la forma de platillo, o de lenteja, deuna manera abierta.

    Otros avistamientos importantes de ovnis enel mar se produjeron unos aos despus. Enefecto, el 15 de mayo de 1897 el comandantede otro buque ingls fue testigo de un fenme-no que se ha repetido mucho: la presencia derirgt 'e luminosas que suelen aparecer girandoL ruas.

    mandante J. E. Ringle, que se en-ct a bordo del buque de guerra

    "Vulcano", en el golfo Prsico. La observacincomenz divisando unas ondas luminosas ba-jo las aguas, las cuales se desplazaban conenorme rapidez, pasando por debajo del navo.Eran una especie de ruedas giratorias, gigan-tescas, de radios luminosos. Eran en total dosruedas, las cuales giraban en sentido contrario,siendo tambin contrario su camino: una ibaen direccin este - oeste, y la otra a la inversa."Estas ondas luminosas - inform el marino -iban desde la superficie hasta gran profundi-dad bajo las aguas".

    Algunas observaciones ms recientes hanconfirmado la presencia de estas gigantescasruedas bajo las aguas. Y aun a sabiendas deromper la coherencia de nuestro relato, hare-mos una parada para referir unos sucesos sin-gulares, y muy actuales.

    310

  • Ovnis submarinos

    6#*

    UN En las islas Canarias ya men-EXTRAO cionadas, que son uno de losEDIFICIO puntos ms calientes en todoUBIIIARINO lo que se refiere a la fenome-NN,*illZ;,1*,r\ nologa ovni' y. desde hace

    unos aos, se vienen produ-ciendo unos hechos tan inslitos que inclusoparecen superar lo ms atrevido que puedabrindarnos la ciencia - ficcin. Todo comenzcon el establecimiento de un contacto, que ac-tualmente es fcil lograr telepticamente, o pormedio de !a "Oui - Ja". Es el tipo de contactoque ms se repite; y por eso lo vamos a descri-bir. Si es mediante la telepata, todo consisteen concentrar el pensamiento en la voluntadde entrar en contacto con los tripulantes de losovnis. A veces, ellos entienden la llamada, yacuden. Es fcil entonces que citen a la perso-

    *$t t"'"

    ,.,=::;.=*{.::

  • be nunca cmo puede terminar la historia.Volvamos a los sucesos de Canarias. Las per-sonas contactadas a veces lo son de maneraindividual, pero otras veces en grupo. Una vezestablecida Ia cita, en varias ocasiones - a decirde los contactados - sucedi lo siguiente: llega-dos al lugar convenido, un sitio apartado, quesi es en la isla de Tenerife estar en las estriba-ciones del Teide - en Las Caadas o Valle deUcanca - o en alguna playa del sur, a la hora

    prefijada aparecer un ovni. No se trata de unanave envuelta en luz que llegue iluminando lanoche. no; los contactados sentirn que sobreellos se cierne una espesa sombra. que es pre-cisamente la sombra de una irnponente estruc-tura metlica que se ha situado sobre suscabezas. Las cosas hasta ese momento han su-cedido en el ms absoluto de los silencios.

    Penetran los contactados en el ovni por unaabertura que existe en la parte inferior; y en-

    Segn testimo-nios de algunoscontactados, lasbases submari-nas ofrecen es-tructuras com-plelas, forma-das por mdu-los que se repi-ten con absolu-ta exactitud.

    t

    t312

  • Ovnis submarinos S

    Ya se ha mitioado considera-blemente el tmor a ser inva-didos por los tripulantes delos ovnis.Seguramenre, pensamos que,si no lo han hecho todava, nolo harn. En cualquier caso,

    no podremos evitarlo. Pero dr-cen los psiquiatras que el te-mor y la espectacin a quenuestro planeta sea invadidopor seres de otros mundosobedece a mecanismos muvprof undos de la mente huma-

    na, y da lugar a,teaccionesanrmrcas mu\/ 0rversas, quelueoo se suelen traducir endistintas manifestacionesplsticas o imaginativas, algu-nas terrorficas V otras msamables o incluso humorsti-

    cas, Puede, sin embargo, apa-recer una psicosis de angustiasi el temor se hace colectivo ves hostigado por los medios 'de c0mrnrcacr0n.Consideremos los siguientesejemplos:

    Cientos de miles de personas selanzaron a la calle, presas de an-gustia, al esGuchar Ia emisin deun programa de radio en EstadosUnidos. Orson Welles simul porlas ondas una invasin de marcia-nos.

    tonces la nave se pone en movimiento y parte,ellos no saber hacia qu lugar. Saben que vanvolando porque notan un leve balanceo. Unosminutos ms tarde, tienen la impresin de queel ovni ha penetrado en el agua, porque hansentido el blando impacto y ha cambiado el ti-po de balanceo. El viaje submarino dura muypoco; los contactados no pueden precisarcunto. Hasta que se produce un leve choquecon algo que debe ser metlico, y que suena.

    Tambin las publicacionews es-pecializadas en el tema propor-cionan relatos e imgenes en lasque, a veces, aparecen seresmonstruosos, de aviesas inten-ciones, malvados, destructivos ycrueles.

    En otras ocasiones, tal vez lasmenos, los seres que llegan delespacio se muestran en las Publi-caciones a ellos dedicadas comoamistosos, bienhechores; son se-res altruistas que vienen a salvar-nos.

    lncluso el hmor grfico ha refleiado en nu-merosos casos la espectacin ante el fen-meno ovni y la incredulidad de algunos:"Tranquilo, doctor - reza el pie del chiste -;dgales usted que no cree en ellos".

    UNA Tras el leve imPacto, se Pro-ESTR.UCTURA ducen una serie de peque-EN FORMA os movimientos, seguidosDE RUEDA de ruidos caractersticos,a.ffi .que quienes han vivido la

    experiencia identifican conlas maniobras de acoplamiento. Seguidamente, los tripulantes del ovni les invitan a potrar por una especie de portezuela, poracceden a un enorme y complejsimo er

    :

    313

  • , j&:

    -con otras palabras sera difcil definir la es-tructura de aquella construccin - compuestopor una serie de ndulos que se repiten porgrupos. En su conjunto, semeja un conjunto der, las superpuestas, todas ellas fijas a un eje

    n, del que parten en cada una de ellassillos que seran a modo de radios en

    'e un carro. El eje central, que es laportante del edificio, es un amplio

    314

    cilindro en el que se suceden varias plantas opisos, tantos como ruedas; est comunicadocon la parte circular de la estructura, las ruedaspropiamente dichas, por pasillos, que son losradios. Los crculos estn compuestos por unpasillo central a cuyos lados se suceden los sa-lones. Todo ello tremendamente funcional, lim-psimo, absolutamente asptco. El nmero deplantas o de "ruedas" que se superponen de

    Un investigadorprovisto de c-mara con pel-cula de infrarro-los fotografieste ovni sobrela isla de Sicilia.Al revelar elflm, se descu-bri la imagen,que no era visi-ble para el ojohumano.

  • Ovnis submarinos

    A finales de la dcada de losaos 70 se produjeron muchosavistamientos de ovnis en lazona geogrfica de las islasLananas - una zona mu\/ pre-ferida por esta fenomenologa-, tl se obtuvieron, ademas denumerosos informes de testi-oos cualificados. abundantesimgenes fotogificas. En a-ounas de ellas se vean salirdel mar extraos objetos lumi-nosos que dejaban tras s'unaestela de luminosidad oaseo-sa. Particularmente, existe unaserie compuesta por varias fo-

    tografias, en la que se puedeseguir paso a paso la salidadel mar, la elevacin en el airev, finalmente, el aleiamientohacia las alturas de'un ovni-objeto no identificado que diomucho que hablar, Por su-puesto, las autoridades afir-naron de nanera rotunda queaquello era Ln misil agua - tie-rra, Nad e, n las mismas auto-ridades, crey semejante ex-0 rcacronan pesa00 0s an_0s, y ra p0-e-f ca -0^t'.a lrJe ir cvno fu:

    "^ mis ? Una masa luminosa sale de las aguas y se eleva,frente a la isla de Gran Canaria. La luminosidadsigue a un obleto, visible en la parte superior.

    Apreciemos en estedetalle ampliado el ob-jeto, al parecer cilndri-co, que emerge de lamasa de luz. Es un ob-leto definido en suscontornos, desde lue-go slido.

    Anlisis por computadora realizado en el Ground SaucerWatch (Phoenix, Arizona). El histograma ofrece las densidadesde la imagen del objeto que se eleva.

    Nuevo anlisis debidoal Ground SaucerWatch. Con l se deter-mina la densidad de lamasa gaseosa que haprovocado la salida delmar del obieto.

    Otro anlisis debido a las computadoras, en el que se estu-dian principalmente los colores que ofrece la imagen en con-junto. Se corrobora que el ovni se eleva y es real.

    Detalle de uno de losanlisis. Corrobora queen la zona superior dela extensa luminosis-dad que produjo el fe-nmeno existe un ele-mento slido y puntia-gudo.

    Transcurrido mucho tiempo de la desaparicin del ovni qt,sali del ocano, todava qued flotando una extraa maride gases luminosos. Fue un ovni, o un misil?

    315

  • Las estadsticasparecen indicarque el recorridode los ovnis sur-ge del mar y re-gresa hacia 1.Deben existir,pues, puntos departida para es-tos viajes. Estoslugares de ori-gen seran lasbases submari-nas.

    W

    manera horizontal conformando el imponenteedificio ha sido difcil de precisar, estimndoseque se halla en torno al 14.

    Bien. Ya estamos dentro con los contactados.Ou hay all? En primer Iugar, muchos seresque trabajan de modo afanoso y ordenado, ca-da uno en su especialidad, en las estancias quese suceden a lo largo de la curva de las ruedas.Junto a ellos - es decir, junto a los extraterres-tres -, hay tambin un buen nmero se hom-bres y mujeres, algunos de los canales llevanall residiendo aos. lncluso, algn personajeconsiderado desaparecido ha sido visto y reco-nocido all por algunos visitantes.

    Concluida la visita, durante la que - obvia-mente - los visitantes slo ven lo que sus anf-triones tienen a bien mostrarles, regresan almismo ovni que los transport hasta all,y rea-lizan un corto viaje de regreso, tras el que sondepositados en el mismo lugar en que dio co-mienzo la aventura.

    Los contactados de Canarias han visitado va-rias veces esta base submarina; y lo siguen ha-ciendo. Y se ha dado el caso curioso de que al-gunos contactados, que se han conocido es-tando en el interior de la base, despus se hanreconocido en la calle, casualmente. Lo cual re-t''

    'rzd la veracidad de los hechos.Si esto que cuentan los contactados de

    Canarias es absolutamente cierto, est claro

    que los tripulantes de los ovnis estn estable-ciendo, adems de contactos, acuerdos de co-laboracin con los seres humanos. En cual-quier caso, la realidad de esta base vendra adar visos de realidad a la existencia de este ti-po de establecim ientos.

    tOS OVNIS Pero ciertamente, en lo que aSUBIUIAR.I- ovnis submarinos se refiere, laNOS DE isla de Mallorca no se queda aif,AtLORCA la zaga en importancia conffi respecto a ningn otro punto

    "caliente' de la Tierra. En va-rias ocasiones, los buzos profesionales quetrabajan en las aguas cercanas al puerto deSller, han visto desplazarse bajo las mismasa unos extraos artefactos de forma esfrica,que hacen al rozar con la masa lquida un rui-do especial. En otros casos, han escuchado elruido, pero no los han llegado a ver. Pareceque la presencia de los ovnis submarinos enaquella zona es abundante, y frecuente.

    Sin embargo, el fenmeno ms espectacularque ha podido ser contemplado en aguas deMallorca fue como sigue: se comenz viendocmo se iluminaba cada vez con mayor inten-sidad el agua del mar desde las profundidades.Una amplia zona de la superficie se vea llenade luz, una luz que brotaba de abajo, de un co-

  • lor anaranjado, muy intensa. Lo que se movay acercaba desde el fondo deba ser enorme. Yefectivamente lo era, porque de pronto comen-z a emerger una esfera semitransparente, deuna luminosidad lechosa. Muy lentamente sa-la de las aguas, hasta quedar suspendida fi-nalmente sobre las r.nismas.Muy claramentepoda contemplarse el fenmeno desde mu-chos lugares. Pero no era eso todo: dentro dela gran esfera semitransparente se vean tresesferas ms pequeas, de color rojizo, que gi-raban ellas mismas y efectuaban giros entre s.Sbitamente, se vio a una de estas esferasms pequeas salir disparada, perdindose enla lejana en unos instantes, a una gran veloci-dad; luego sali despedida otra esfera, y final-mente la tercera, sta precisamente para se-uir el rumbo de un avin comercial que haba

    brevolado Sller unos minutos antes. Luego,sfera luminosa grande fue desvanecindo-perdiendo luz y formas hasta desaparecer

    del todo. La noche qued tranquila, y el mar encalma, como si nada hubiera ocurrido en susaguas.

    Minutos ms tarde, tal vez una hora, hizo suaparicin, a gran velocidad, una pequea esfe-ra de color anaranjado; luego otra, que llegabaprocedente de otra direccin; y finalmente latercera. Cada una de ellas pareca girar sobresu propio eje; pero luego se reunieron y dieroncomienzo a unas maniobras de giro entre ellasmismas. Entonces, poco a poco, se fue for-mando una gran esfera de color lechoso, lumi-nosa, en torno a las tres esferas pequeas. Laesfera grande pareci hacerse ms consistentey ms opaca. Dentro de ella, las esferas peque-as no dejaban de girar. Y as, la gran masa lu-minosa se fue sumergiendo paulatinamentehasta desaparecer bajo las aguas. Todava con-tinu estando el mar iluminado por el interior,pero la luz se fue mitigando poco a poco y, po-co despus, todo qued a oscuras y en silen-cio.

    Et En el estado de Sao PaulolrlSLOlEr, (Brasil), concretamente enDE Guaraj, sucedi un ePisodioGUARAJ interesantsimo que ilustra

    muy bien esta faceta referida aIas bases submarinas Y a losovnis submarinos. Fue el 10 de

    enero de 1958, y el principal testigo de los he-chos fue el capitn Crislogo Rocha, el cual sehallaba cuando acaecieron los hechos acompa-ado de su esposa tranquilamente sentadodescansando en el porche de su casa, en la lo-calidad antes mencionada.

    Se encontraba el capitn observan con susprismticos el horizonte del Atlntico, cuandovio algo que sin duda deba ser un islote, pues-to que se elevaba algo sobre la superficie d elmar. Sin embargo, observndolo con mayoratencin, aquello no poda ser un islote. Apartede que all no haba tal islote antes, l ya lo hu-biera visto. Ou era aquello, entonces? Lo queen principio crey un islote era en realidad unobjeto de color gris claro conformado por dospartes bien diferenciadas. Llama la atencin elcapitn a unos vecinos, y todos se dedican aobservar el extrao objeto. Entonces pareceque aquello se sumergi un poco, porque desa-pareci de la vista de todos. Sin embargo, alpaso de un gran barco, se removieron lasaguas prximas y luego aquello reapareci. Setrataba. en efecto, de dos estructuras, unidasentre s por varias estrechas columnas vertica-les, visibles incluso sin el uso de los prismti-COS.

    La fenomenolo-ga de avista-mientos de ovn-bis en las proxi-midades de losmares es dema-siado compleiacomo para ex-traer conclusio-nes y establecerpuntos concre-tos donde situarlas supuestasbases submari-nas,ffiH

    ,8

  • Ovnis submarinos I

    Estas columnas parecan contener un nme-ro indeterminado de objetos que se desplaza-ban por su interior, subiendo y bajando, perosin sobrepasar los lmites de sus contenedo-res. Transcurridos escasos minutos de obser-vacin, las dos estructuras parecen unirse ydesaparecen de nuevo bajo las aguas.Avisadas las autoridades militares de la zona,parti de la base ms prxima un avin, no en-contrando nada destacable en el lugar de loshechos. No obstante, los numerosos testigosreafirmaron su avistamiento, y as se mantu-vieron siempre en esa certeza.

    tAS ZON[ Adems de las reas que YaMAS hemos mencionado como Po-CAqENTES sible lugar de ubicacin dewre bases submarinas de ovnis,

    las estadsticas hacen Pensaren la existencia de otras en las que igualmenteabundan testimonios y documentos referentesa salidas y entradas de extraos objetos vola-dores en el mar, y avistamientos de estructu-ras, algunas semejantes a las que ya hemos

    descrito, que seran las verdaderas bases delas que los pequeos ovnis partiran para suspequeos viajes, y a las que, finalizados stos,regresaran al fin.

    Uno de estos puntos est situado en el Mardel Diablo, en el ocano Pacfico, en el que,aclems de haberse producido numerosas de-sapariciones de barcos y aviones - como en elfamoso "tringulo de las Bermudas" - las ob-servaciones de ovnis relacionados con lasaguas marinas se prodigan de manera extraor-dinaria. Algunas verdaderamente curiosas, co-mo la que se produjo desde el barco japons"Kitsukawa Maru", el 19 de abril de 1957, por lamaana. Navegaba el barco en direccin aJapn, cuando se produjo el avistamiento dedos objetos plateados, discoidales, de aproxi-madamente 10 metros de dimetro.Descendieron con extraordinaria rapidez y fue-ron a hundirse en- las aguas muy cerca del bu-que. La situacin geogrfica a la que se produ-jo el hecho es altamente significativa: exacta-mente en el mismo borde de la fosa submarirque bordea Japn, con una media de prof'-r: ..dad que oscila en torno a los 8.500 metros. Ur

    319

  • Afirman los tes-tgos que antesde que emerjande las aguasmarinas los ov-nis se produceun curiosos fe-nmeno de ilu-minacin de lasmismas, quetarda luego endesaparecer.ffiW

    buen lugar para ocultarse y estar bien protegi-dos, sin duda.

    lgualmente, en el golfo de Thailandia se pro-ducen abundantes avistamentos. Los ms sig-nificativos fueron, sin duda, los de marzo de1967, mes en que los testigos hablaron de "do-bles ruedas" que giraban cada una en sentdocontrario a la otra. Eran unas grandes ruedas,de casi una milla de dimetro - algo en verdaddescomunal -, con brazos radiales o en espiral,que nos hacen recordar la estructura del in-quietante edificio submarino visitado por loscontactados de las islas Canarias. En algunasocasiones, estas ruedas dieron la sensacin dedesplazarse a escasa altura de la superficie delagua, aunque la mayora de los testimonios in-sisten en que lo hacan por debajo del agua,debindose el error a un efecto ptico.

    Considerando todos los testimonios que he-mos recogido en estas pginas - que son unacantidad mnima en la extensa casustica deposibles ovnis submarinos, pero que puedenservirnos de muestrario - no es descabelladopensar que, muy posiblemente, incluso proba-blemente, existan en nuestros fondos marinosy ocenicos construcciones que correspondana lo que en trminos terrestres conocemos co-m* bases, o cuarteles generales. No resultaralg ) que, tras llevar a cabo vajes a travs de

    distancias tan desmesuradas que se miden poraos luz, nuestros visitantes del Cosmos tuvie-ran que regresar a su lugar de origen antecualquier problema que se les presentara. Otracosa es afirmar, como algunos investigadoresmuy atrevidos hacen, que los mares estn pla-gados de este tipo de asentamientos. Debenser a modo de avanzadillas, albergues, estacio-nes y almacenes, y laboratorios tambin, enlos que se facilita la labor que han venido a de-sarrollar entre nosotros los tripulantes de losovnis. Un nuevo enigma que viene a sumarsea los ya muchos que ofrece el fenmeno ovni alos investigadores y curiosos.

    Con los comentarios a estas supuestas basessubmarinas, ya tenemos un panorama bastan-te completo de la fenomenologa que provocala presencia de los ovnis. Pero continuamossin saber lo que ms nos interesa: qu preten-den de nosotros. Hasta que no se pongan defi-nitivamente de manifiesto, y de una manerapalmaria, las intenciones que obligan a los tri-pulantes de las naves extraterrestres a acercar-se a nuestro planeta, la clave del enigma esta-r oculta. Tal vez deba ser as, y nunca llegue-mos a descubrirla. O quiz el da menos pensa-do podamos llegar a comprender todo lo quesignifica la presencia de los ovnis en nuestrocielo y en nuestro futuro.

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