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B í b lío g r af í a INTRODUCCION A LA FILOSO- FIA DE DILTHEY. Eugenio Pucciarelli Buenos Aires - 1944. El hombre tiende imperceptible- mente a aquello que le depara u- na mayor aptitud y libertad. A medida que asoma en la vida se abren para él perspectivas insos- pechadas en sentidos inversos a los que conocía. Esto ocurre espe cialrnente en el campo de las cien cias y la filosofía. Educado así en un ambiente cxtr ater reno va c·~·- brand o paulatinamente sus prop.as posiciones y desde este plano ad vierte la inmensidad de la natu· r aleza ante la cual la vida del hom bre es una minúscula esperanza. y entcnces se pregunta si al hom- bre no le da vergüenza enfocar· se en disputas y guerras ante la presencia de ese inmenso mundo racional que lo rodea y que de sarrolla su tarea ccn una Iidel i dad y perfección sumas. Y ad .. vierte también cuán Iejos está aún el hombre de Encontrar un desi deratun en este sentido que sólo la libertad y la conciencia sabia y responsable podrían darle. Al hombre es preciso verlo con espíritu de crítica y no seguir le siempre la corriente. Esta es la ·la - . bar de los psicólogos y analistas y filósofos. Los científicos en cam bio se alejan de él y van a bus car en las leyes de la Naturaleza 128- la realidad indirecta del hombre. Este es así UL"l mundo mecanicis- ta que coloca al ser en una posi- ción de parte en un todo que de be conocer. 'El filósofo en cambio cree que sólo lo que el hombre piense acerca de la Naturaleza, eso será 100' que tiene valor y que :¡:. experiencia le enseña a dirigirse o también su razón. En síntesis la discusión radica en si nosotros he- mos influido más sobre la natura lezu o ella sobre nosotros. Mas es _ ta posición es falsa. La naturale za es una verdad incuestionable y nosotros debemos conocerla en su sentido natural, racional y obvio. Hay algo más por hacer? No Io cree. La posición de la filosofía es corno la d-e una madre que di- ce a su hijo: coge y busca los ob jetos de la naturaleza, o déjalos y no los busques. Dilthey, el filósofo alemán, ha bla de una corriente histórica de la cultura que puede sintetizarse; pero al lado de esta sigue su cur- so la Naturaleza, siempre la mis ma a los esfuerzos y estudios del hombre. Una materia prima siempre lista a entregarse a la vl da del espíritu, sin arttrícíos y sin problemas. La cultura puede ser así artificial o natural según sea su sistema, pero ante todo es siem pre histórica y pertinente al hom bre. Creo que la felicidad humana denende de estudiar la vida y .no de- vivirla. Eso es todo y nada más. Supongo que ningún hombre

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B í b lío g r af í a

INTRODUCCION A LA FILOSO-FIA DE DILTHEY.Eugenio Pucciarelli

Buenos Aires - 1944.

El hombre tiende imperceptible-mente a aquello que le depara u-na mayor aptitud y libertad. Amedida que asoma en la vida seabren para él perspectivas insos-pechadas en sentidos inversos alos que conocía. Esto ocurre especialrnente en el campo de las ciencias y la filosofía. Educado así enun ambiente cxtr ater reno va c·~·-brand o paulatinamente sus prop.asposiciones y desde este plano advierte la inmensidad de la natu·r aleza ante la cual la vida del hombre es una minúscula esperanza.y entcnces se pregunta si al hom-bre no le da vergüenza enfocar·se en disputas y guerras ante lapresencia de ese inmenso mundoracional que lo rodea y que desarrolla su tarea ccn una Iidel idad y perfección sumas. Y ad ..vierte también cuán Iejos está aúnel hombre de Encontrar un desideratun en este sentido que sólola libertad y la conciencia sabiay responsable podrían darle.

Al hombre es preciso verlo conespíritu de crítica y no seguir lesiempre la corriente. Esta es la ·la - .bar de los psicólogos y analistasy filósofos. Los científicos en cambio se alejan de él y van a buscar en las leyes de la Naturaleza

128-

la realidad indirecta del hombre.Este es así UL"l mundo mecanicis-ta que coloca al ser en una posi-ción de parte en un todo que debe conocer. 'El filósofo en cambiocree que sólo lo que el hombrepiense acerca de la Naturaleza, esoserá 100' que tiene valor y que :¡:.experiencia le enseña a dirigirseo también su razón. En síntesis ladiscusión radica en si nosotros he-mos influido más sobre la naturalezu o ella sobre nosotros. Mas es _ta posición es falsa. La naturaleza es una verdad incuestionable ynosotros debemos conocerla en susentido natural, racional y obvio.Hay algo más por hacer? No Iocree. La posición de la filosofíaes corno la d-e una madre que di-ce a su hijo: coge y busca los objetos de la naturaleza, o déjalosy no los busques.

Dilthey, el filósofo alemán, habla de una corriente histórica dela cultura que puede sintetizarse;pero al lado de esta sigue su cur-so la Naturaleza, siempre la misma a los esfuerzos y estudiosdel hombre. Una materia primasiempre lista a entregarse a la vlda del espíritu, sin arttrícíos y sinproblemas. La cultura puede serasí artificial o natural según seasu sistema, pero ante todo es siempre histórica y pertinente al hombre.

Creo que la felicidad humanadenende de estudiar la vida y .node- vivirla. Eso es todo y nadamás. Supongo que ningún hombre

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Bibliografía

pasará desapercibido a la luz dela razón cuando se ha adentradoen el estudio de las causas y re-yes de la naturaleza y del ser. Este hizo Dilthey' como investiga-dar e historiador, enemigo del "09sitívísmo y de la metafísica. Eraante todo un esteta. Le repugna·ba ante todo el esquematismo deHegal y decía qu-e las leyes uni-venales del saber deben sacarsepor deducción de les datos que VQmas viendo y no por una racionaltesis, antítesis y síntesis dialéctica.

Me ha sorprendido muchas veces por qué el hombre elude S11propia responsabilidad y su conciencia adhiriéndose a sistemasque no le dan la razón, ni le conceden libertad y conciencia paruresclver sus destinos. Es así co-mo creo que si el hombre lograrealizar una vida fecunda para ély para todos, habrá superado toda doctrina y filosofía; y si cons-truye ésta habrá mostrado tam·bién un derrotero. Esto busca Dilthey al sistematizar la historia, omejor al historiar les sistemas. Eldce que todo hombre nace dentro de ciertos conveo cionahsmosy por esto no sólo vive la historia sino que se siente un ser histór icc. Combate el racícnalismo deKant y lo supedita por una crítíea de la razón histórica. No legusta concebir al hombre como unente preformado sino corno un su.jeto de posibilidades. No lo con·vierte en un adorador de la uatu-raleza racional sino en un ser que

. la vive y la busca. Toda ciencia lecrea derroteros al hombre y 105descubrimientos de Galileo y Newton cambiaron el modo de se•..del hombre para siempre. La mo-ral Kantiana procuró hacer est-mismo fundando la libertad en eldeber y nada más que en el de-ber. No acepta Dilthey este derrotero.

Ccn los descubrimientos de lagravitación y de la traslación dela tierra el hombre empezó a comprender que su dostíno lo estabaforjando él mismo y entró la eta-paevolucionista del pensamientoque explicaba cómo se había for·mado la tierra, el hombre y losdemás seres. Kant cerró con sufilosofía las puertas del mueid.iantiguo, despótico, feudal" auraritario y abstracto, y abrió elnuevo mundo de la razón, perola encerró en límites precisos.

Bergscn, Dilthey y Husserl y o-tres se han encargado de abrir denuevo ese círculo de la razón basada en las categorías del pensamiento y de la moral y el deber, para dar paso a la evolucióncreadora, al elán vital, a la razónhistórica del mundo, al fenómeno ccmo aplicación y no comoteoría. Porque si el mundo nohace caso de la especulación a··caso no crea un estudio histórico que es preciso estudiar? Estoes lo que hace Dflthey. Sigue es·te criterio del hombre histórico ydeja a Kant en sus principios para estudíarlo solo en sus aplicacienes, o como el hombre lo ve.Así corno la tierra necesita de.hombre así la mente y la ínteligencia necesitan de la cultura quese obtiene en la vida y relaciones del hombre. Por eso digo queKant no podía coordinar la crítica de la razón pura con la prác·tica por tratarse de mundos di·ferentes y en esto falló ostensíblemente, dándole un carácternoseológico a lo que no tenía '1!asomos de él. Este fué el mundoque el no entrevió; el de la crea-ción y el de la psicología. Y e'inatural que al hombre hay quecomprenderlo tanto en lo quees como en lo que debe ser. LaIiber tad y el convencimiento Yla moral escogen. Kant, Newton,Kipler estaban preocupados porencontrar leyes generales, pero allado de todo esto cada individuotrata en su vida de reconcil.ar susfines particulares, propios y po.sitivos, y este es el sen.tido histórico y psicológico de la vida, tan.distintc ~l de aquellos. Cuandotodos adquieran la conciencia delas leyes generales talvez proceda en otra forma, antes no y ladivisión ccntinuará, o por la ra-za, o por la libertad, o por la ver·dad, o el amor, y todos esos valo-res humanos como la bondad, 1:1belleza y la maldad que la agi·tan y sacuden continuamente enla vida cotidiana y que estremecemás a los hombres que la ley desu razón. Pero Dilthey critica enKant la unilateralidad de haber loaplicado todo a las ciencias oaturales, despreciando la psicología yla hermenéutica -es decir lasciencias del espíritu- ademáscritica la dualidad de la razón pa ..ra con la práctica, Pero Kant sometió la estética a las limitado·nes del espacio y el tiempo, y a

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Universidad Católica Bolivarialla

la intuición y el eoeiocimiento losredujo al íenómeoo y no a la cosa en sí e al ser. Pero en lo quetailvez ~s'tuv,o limitado también,al decir de Dilthey, fué en igno·rar que en cualquier campo .don-de el hombre desarrolle su ae·tividad encuentra una dlímitadapotencia de acción que no está [i.mitada bajo ningún concepto yque el mundo se desenvuelve enforma tan ¡imprevisible respectode los actcs humanos que es imposible encausar lógicamente lainteligencia. Para Kant como para todos era imposible separar ",1bien y el mal o suprimirlos y es·to es tan Independiente de lascausas naturales que-es Imposiblesu control fuera de la conciencia,y cómo educar esta? El proble-ma de la personalidades 1'0 másimportante pues una conducta, in,dividual perfecta convence mas ymejor que cualquier sistema social. Dilthey se iba en busca delo anímico y del hecho históricoen razón de análisis. El dice quela naturaleza explica y que la razón comprende. Esta es la dualidad del espíritu y el triunfe sobrela materia .. Agrega que en elmundo han existido tres corrien·tes: El naturalismo, sensual ymaterialista. El idealismo tras·cendental, heróico y sacrificado,y el panteismo o idealismo obje'tivo confiando Ell la naturalezay sus leyes. Dernócrito, Kant yGoethe son señalados por él comolos genuinos representantes de ~s·tas 'escuelas. Comte, los cristia .nos y Espinoza, también.

'Me haría ya demasiado exten-se 'tratando de 'aglutinar tantospensamientos como los que se des-parraman por el libro cementado.Solo tengo que agregar que eada hombre busca un objeto y silo haya será feliz. Porciertc queEugenio Pucciarelli 'ha hecho unbuen trabajo que merece nuestro a-gradecimiento y aplauso.

Bernardo Viei-a Jaramillo

•"LAS' JERARQUIAS DEL SER Y

LA ETERNIDAD"Alberto Rouges

"Cuade~no' de Filosofía N~ 2"Facultad de Filosofía y Letras

Universidad de Tucumán.154 páginas.' - 1943.

130~

Para la crítica incierta de la fi-losofía subjetiva y anal í tíca lavaluación de una hipótesis es so-bremanera trascendental por cuanto encierra el carácter orgánico ti",la totalidad sucesiva que nos lle-va "sui generis" al otro extremode la eternidad, a las j er arqu iasque jalonan el ascenso de la villapor la realidad viviente de mues-tra incierta existencia indi vidu al ,

En las sustancias perpetuas quela ciencia concibe atrae desde 0:mundo físico la unicidad mecáni-ca que concibe Bergson en la olu-ralidad de situaciones 'especulati-vas e infinitas con relación al tiempo y al espacio; de aquí que a-preciara no ser "el cálculo fri 0de la ciencia que prevé el deve-nir necesario del mundo físico, ~ü-no la calidad y misión del artis-ta que da la existencia a lo quer.o ha existido antes, a lo que c-xiste por pr imer a vez".

Este libro revela una fuente d~~análisis preciso e indiviso en lamente del psicólogo abierto alcampo de la supervivencia y de la,ierarquía. El sustratum metódicode las concepciones de Platino yBroglie forma un criterio de e-sencia para el conocimiento delideario metafí sico.

El rnecanicismo de la voluntady la exclusión recíproca de las i-c'.eas con relación a las formas delpresente y el pasado determinanen Rougés una instantaneidad, desplegada a fondo y con sentido mu-sical que hace al estudioso pene-trar y escrutar la sombra del fe-nomenismo y los actos causales di!In vida espiritual.

Obra d,e premios y méritos, <1-nuncia con estilo y galanura uncampo 'inex'plotado y merecedorcie una atención un poco más Ier-vorosa y atemperada al conocr-miento lógico de los principios '1-la razón, qus navegan entre UI1'latmósfera inapropiada, minúsculay por demás carente de la sanaexperiencia que conduce una ex-posición de fundamento ped ag.i-gico .

En el análisis cualitativo que lo-gra restablecer la actividad 0["-gánica de nuestra anímica posl-ción, saturada del más inconcien-te ;-ealismo - si presuponemos l.'objetividad metafísica de una jus-ta valor ización ifilosóñca-c-, resal-ia como primer eslabón en el pro-ceso evolutivo de nuestras ma>1.-

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Bibliogroiin

f2staciones volitivas, la acción exi-gible de la síntesis productiva delos ontologistas cuando sitúan elarte verdaderamente divino entreel ser y la nada.

La exposición de Roug ás, noslleva a creer aquellas profundasdísquisíclones y dilemas enseña-dos por la autocrítica kantiana,cual es, si antes de la filosofía cri,tica había o no' verdadera filoso-fía. En verdad sí existe, pero des-de el conocimiento necesario deles primeros principios de la ra-zón en la exposición de algunospedantes, dando las más aberr an-tes conclusiones la nula aprecia-ción del lenguaje técnico, trocán-dese sensiblemente 'en "las OS~l¡-ras sutilezas de un prurista singusto (logodaedalus)".

Se ha logrado con la aplicaciónd-e un intuición apriori qu.s S'IS--tentó Hausen, la doble falta decuestiones filosóficas, que haceprescindir mentalmente de U''1:1simple yuxtaposición en la intui-ción empírica, de un arredradodominio propio en la construccióntermiriológica con la común y 01'-amaría manifestación del pensa-miento metafísico. Aquí se apr:i-pia la modificación justificativaadaptada por Shafstsbury y siem-pre en busca de una doctrina mo-ral, pactando su reciprocidad an i-mica en un jus incolatus que con-cíente la verdad filosófica.No resulta baladí afirmar unadiscrepancia notable entre los co-mentaristas escolásticos en rela-c.ón con la sucesión valorativa delos actos con.cientes de ras faCUL-tades ontológicas del ser, por cuanto sobre ellas se valúa el verda-dero predominio d-e la Inteligen-cia sobre las relaciones determi-nantes de los movimientos irihibr-torios de las potencias aíectivas ygenerador as del pensamiento. .

Al través de la malla incuestio-nable que establece el autor en lasucesión cuantitativa que Mater-maier pone en entredicho, es so-bremanera difícil precisar la dis-tribución armónica con la articu-lación subjetiva de las causales a-n 'micas en las organizaciones e3-tructurales, las cuales recaban elfondo esencial de la razón sacr,i-mentada del ser, al traspasar loslimites ontológicos del tiempo, yatemperar su gobierno al redorde los avances progresivos de underecho per se. Sinembargo sobre-

sale en la er udita exposrcion deeste libro el contraste científicode los postulados de la escuela ac-trvista y el claro raciocinio de S-pencer en un si es no es de la SÍ:1-tesis kantiana ,

En estos difíciles materiales es-tán haciendo falta -ne·cesaria so-bremanera=- hombres que protundicen estas cuestiones, dignos ra-zonadores de las ideas de la men-te, paladines egregios que" resta-blezcan la ventura de la humani-dad logrando que se conozca el férti l erial del espíritu del hombrv.Estos expositor es de la verdad ylas causas de los efectos de la ac-tividad de la voluntad deben ol-vidarse de la común vid-a comer-cializada y por consiguiente mer-cantilizada, para allegar a las es-peranzas de las arcas del tiempolas relaciones claras que limitanentre lo orgánico de nuestra C0-mún vida mecánica, poblada de"galeotes ontológicos" y las cir-cunstancias intangibles en la e3-fera del conocimiento y sus reac-ciones incorpóreas denominadaspsíquicas o anímicas, volátiles yetéreas en los laboratorios de famente humana.

Falta en nuestro medio un <1-certado conocimiento de las pru-i-bas d·e la actividad futura de :::.razón, de 10 cual tenemos una sen-sación errónea. difícil de precisary en perfecto anquilosamienb pornuestra propia formación, porcuanto la consideramos una sup-e-rioridad cósmica in corpórea .e iló-gica.

En la República Argentina se a-bre su escudo patriótico un deste-llo clarividente que abraza a lasr:.uevas generaciones, las cualespueden describir sus galanas con-cepciones sobre urla página de progreso en la hístorta cultural ame-ricana, ¡Qué mucho descuellan lascualidades regionalistas en la filo-sofía de la historia! La naturildisposición de los cultivadores delespíritu recibe el alumbramientode la. creación Idalista sobre ellecho de los acaparadores, dispuestos a promulgar en la vida cri L-ea de la humanidad el regocijounánime por tan. significativo es-fuerzo.

y si aún paralelamos las efu-siones patrióticas de los países la-tinoamericanos, a Colombia co-rr'espóndel.s por hecho y por de-recho en el campo de la filosoí í a,

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Il nioersidad Católica Boiinariana

UI1 puesto d.e resaca en la produc-ción editora.

Una situación tan desesperanteobliga una desintegración forzosaen la elaboración. de las ideas 1"(';-novadonas que cuatquiera desearubricar .

Ernesto Vélez

•HISTORIA DE LOS PAPAS(Epoca moderna)

Leopoldo Von RankeTraducción de Eugenío Imaz

Colección de obras históricas.Fondo de Cultura EconómicaMéxico - 1943 - 774 Páginas.La primera ,edición en españe,l

de la "Historia de los Papas erla época moderna" edi trida po,Daniel Cosío Villegas enseña u-na densa colección de manuscritosy rubricar ias las cuales con uncrrtor-io amplio y r-enovador si··túan ,estos "grandes estudios" enel escalafón superior de las infor-maciones críticas, relativas al co-nocimiento de los poderes tempo-rales, en relación con los espni-tuales de alcances vehementes g~-neral.zados para la comprensión(;21 lector, proveyendo a estos deun a esp sr anza y una clara visionde la cultura vaticana, por espar-cir sus históricos cronícones a lavisión del intelectual.

Nueve extensos libros contieneeste volumen y en todos ellos :;?esparce la civilización d·e una !'2-novadora cultura, no sin escrutaraquellas sombras de la religióndonde se explica el verdadero sectído de la historia. Es el reflejode las corrientes espiritualistas a-preciando el sentir de la moralexplayada al través de los conor-i-mientos de la filosofía en los he-chos donde actualmente pendenlos simbolismos de una época me-derna en un sector determinado.

La prudencia de la cr itica ~12!autor, atañe no sólo al carácter-Ilustrativo de la síntesis sino tarnbién a la razón de los postuladosque escritura en las páginas dela historia del cristianismo: en u-r.a de ellas por ejemplo se obser-va la relación entre la historia de1'1 humanidad de las religiones enconsonancia con el deseo moraldel hombre.

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La posición v-ertical que Ilev ael mundo actual regido por ambi-ciones desaforadas y conquistasi'::aceptables a los principios de underecho natural, amén d-e las CODpetencias comerciales desquicia-das por las ,expansiones manutac-turadas, convierten en esporádi-cas las intransigencias políticasmovidas por impulsos matertal ssque re.fuerzan los pocos valoresde la voluntad j-erárquica por iaimposición de un principio doc-trinario en loavaluación de los es-tatutos morales que rigen la con-ciencia social .

Asimismo los factores ganad •.l-trópicos que ref'Iuyen en nuestrosmedios -sociales y morales- co-mo simples acaparadores e inter-mediarios ,en lacons;ecucié\n deuna banderola de posiciones gu-bernamentalcs se atestan de ac-ciones y sindicalizaciones que re-trotraen y modifican la actividadde los hombres de concienc.a queanalizan con un criterio razonadola situación posible de las costum-bres contra la ley que en las va-rraciones de la estructuración j 2-rarquiza Isgal de la Iglesia pu •...iesufnr las adversas cr í ticas de u-:1&. desafiante liberalidad de lamoral crisiana .

Sólo sobre la poderosa historiade nuestra reli'gión exista un pun-to donde todo es positivo y durr.-dero, y explica la razón de nU2¿.-tra desafiante unión moral, C'..lJ 1es aquel donde los int er esss te-rrenales se desvirtúan en su fuer-za a los espirituales donando cond tiempo la simiente benefacto-ade confianza, caridad, y Esperan-za en los Bierres de la Eternidad.

En una de sus páginas se obser-va el vínculo existente .entr a laIristoria de la humanidad de lasreligiones y del personai sent.»miento del hombre: "El poder pa-pa1 -observa con un sentido ma •.cadamente circunstancia1_ no hasido tan inmutable como se pre-tende. Si prescindimos de los principios que condicionan su existencia y a los que no pueden renunciar so pena de hundirs-e, ha sidorerncvido internamente en no me.nor grado que otro poder cual-quiera por los avatares que ha Sl1frido la humanidad europea. Lomismo que han cambiado los a·contecsres de la historia y un.inación y otra ha ejercido el pradominic y se ha movido la vida

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Bihllogralia

toda, así también el poder papal,sus máximas, sus empeños, suspretensico es han experimentad')metamórfosis esenciales, y sobretodo su influencia ha sido afec-tada por los mayores cambios"Sólo se aprecia el favor de su doctrina dlv.nc-posttíva la cual in-mutable en esencia y fondo moralda la pauta para el progreso :12la civilización, de la cultura y larazón de existir, en las actividades del género humano.

El vínculo entre ]0 que puedeser pero no es, ni podrá jamás V[,riar, a pesar de las transiciones ycambios o metamórfosis del género humano, resalta y encajcna supoderío para orientar el comúnsentido al verdadero conocimientode la causa final. Sinembar go. so,bre el espíritu humano se yergue.imperturbable el oscuro enigmide los sagrados misterios. Cuántas veces entre Voltaire y Chateabriand nos parece unificar en u·na sola expresión el pensami-entode un mundo ultra sensible, refl'~-ío vivo de la duda que atormentapar siglos a esta humanidad' yque se presenta a la sabiduría d zihombre corno un d 'f icil interrogante al cual la misma razón delalma se abstiene a responder, porel pánico indescriptible de moíar-se de la Razén Superior.

Sinembargo, sobre el panorarn..de la historia pasan los nombre,de Alejandro VI, Pío VI, LeónXII, Benedicto XV como digno,espectadores del drama del espíritu. Sobre la ancha figura de lo;Borgias se espera el casto vele d,"Julio Ir que da a la paz del mundo un lábaro y una nueva auro-ra. De aquí que en otras de suspáginas se observa la relación en -tre la histor.a de la humanidanccnvertida en una espeluznantecomedia de razones y principios:"Allí coinciden la plenitud del pJder secular y la suprema instan,cia espiritual. Este es el centroocupado pcr César. También 1:1degeneración tiene su perfección.Muchos familiares de los papashan intentado cosas semeiante s,pero nadie llegó tan lejos, ni has·ta el presente han podido llegar.César era un Virtuoso del cri-men'"

Mas en esta comparación un po .co audaz al principio, truécase a:final en la necesaria explicaciónde la unión temporal de la Igle.sia, con el favor marcado que e-l

Imperio del mundo desea delPríncipe de las monarquías. Porello, para el copilador de est ••"Historia de los Papas", esa in-teligencia fructífera de .anheloshumanos insospechados, vehemsn •tes y generosos tiene por único yexclusivo fin en esta vasta obra,prodigar en grande escala la verdad era orientación a una juven-tud ecléctica. En. su finura de es-tilo se comprende el objeto nohIe, el horizonte diáfano, el de·rrotero a seguir por aquellas in-tel igencias que han poseído so-bremanera una esniritualidad al·tarnente renovadora.

y detrás de aquellos Que deiaron sus galanas vestiduras sobreel polvo de los siglos se levantanotras corazas, otros proyectos audaces, pero un solo corazón.

La razón de uo a Biblioaraí¡a 'l.)encaja dentro de los limites de ladisposición loatoria, pero con elconocimiento audaz de tan mag-na obra, es preciso recabar el co-nocimiento multiforme de su autor al través de los museos y bi·bliotecas, Ics cuales han desraj a-do sus secretos inmemoriales, para dilucidar tras los errores 1'1.verdad de la doctrina, la razónde la Impotencia de las Iuerza sadversas como se siente palpitaren el SEI1 o de la Iglesia, la crudoza de los destinos humanos al tr avés de las altas miras de la his·toria.

Más Do) es posible la perfecciónen los crientadores de las genera ,.cienes espirituales, por cuanto suformación filosófica les enseña '1constreñir su acción en los campos fructíferos de la ambición, yles renueva el conocimiento de laslacras de la humanidad. En aqueHas permanece nuestro siglo, quecon rara viz de certidumbre glo·rifica el pase de un simbolismo intclectual al estirpar la noción ncuna macilenta euforia humana.

Una fórmula de alto alcance Enel estudio de las religiones como.prende el análisis crítico de losmomentos más grávidos de la I-glesia en los cuales por un capri -cho de ciertos personajes de lamonarquía reinante en la vépocade la visión pclítica se esfuerzanpor clarificar la posición de 138escuelas realistas en medio de iduna conciencia general, perfeccio-nada al estilo de los pendones va-ticanos.

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Universidad Ccr&ólit:aBolivariana

El profundo estudio de la épocamoderna aclara diversas opinio-nes que de suyo se oponen a lasdoctrinas filosóficas cristianas:"El papado con su vieja ccecíen-cia de sí mismo hacía frente a lamarea progresiva de la política yde la opinión, si una de las cuestiones del siglo sería, si habría deretirarse ante ellas o le ofreceríaresistencia".

La actividad inconmensurableque abarca al mundo y a la vezin vade los Andes y los Alpes entoda su extensión se allega defuerzas poderosas 'en cierto senotido orientadas a la dirección y ala perfección de los cataclismoséticos, para dar origen a su a-tención y obediencia en la oon-sistencia p-ermanente de la autoridad papal, En esta forma el im-pulso vigoroso y fresco que se a-gita en el centro de la concienciade todo- humano ser, mueve tam-bién, quizás con mayor ardor aquienes a pesar de la dura luchade misión a misión respaldan consardónicas ideas y manifestacio-nes propias de cafres o maro nitas, las cuales están vinculadassobre la doble naturaleza de Cris.to, orientada por la Iglesia ro·mana y los patriarcas cristianos.

Ante tales empeños que aíortunadameate han florecido en todoslos países cristianos y que abarcan la educación, la enseñanza,la predicación, el estudi,o, la earidad son el escenario sobre elcual ha escrito su obra van RAN-KE. Mas, su propósito lcado yloable es el de ofrecer una baseinconmovible a los estudios delcristianismo y su historia, paradar una Iorma sólida al impulsor-eligioso, para consagrarlo en ca-da una de las meditaciones delpensar ético alrededor de la Iglesia Católica, y educar en forma .•_saz académica e insensible, todas.las generaciones que propendenen su formación por encontrar 1:1verdad desde la esencia misma dela religión.

Bien se entiende en esta Iorrna"el eje del presente y del futuro"para que la bandera de Santa A~.gelo garantice a la nación católica el libre ejercicio de sus debsres.

Ernesto Vél<.'z

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"SANTOS EN COLOMBIA"

Fray Samuel Botero Restrepo.

mra.y Samuel Botero Restrepoes un apóstol de Cristo dueño deuna deliciosa oratoria engalanadacon un pulcro estilo literario quea través de la cátedra Sagrada yde sus libros transparenta ese amo-r a Cristo y a su Iglesia colma-do de renunciami-ento y con fir-mes miras religiosas.

"Santos en Colombia" es unaobra madura, de un estilo histó-rico que deja ver a pesar de estola fluid-ez exquisita de su prosa.Libro edificante este, singularísi-mo por el tema tratado y que lle--na un vacío en la histeria ecle-siástica colombíaaa.

Peno el Padre Botero no s-econtenta con analizar sus personajesdesde el punto de vista meramen,te biográfico; él sabe extraer, con.sutil delicadeza de laboratorístaexperto, lo que hay de ejemplaren ellos, lo más admirable, no dejando de dar advertencias, conse-[os útiles a la juventud desco:i-trolada, constante preocupacióndel joven franciscano.

Las vidas de San Luis Beltrán,de San Francisco Solano. de. Sa'1Pedro Claver como santos estar.perfiladas claramente con sus he-chos más salientes. Otras vidas devarones santos que cansaron CO:lsus plantas estas regiones son a-tractivas y adquieren rasgos in-teresantes en la obra del jovenautor.

Estas biografías sintéticas dejanen nuestro espíritu un suave ali-en-to de bonanza, porque a más delejemplo que nos procuran, el estilo del escritor, cantarino y sen-cillo, constituye un deleite espiritual.

Vemos en esta obra de Fray Botero, como lo hemcs visto en o··tras, ese amor tan hondo. tan re-cóndito, tan sublime hacia Dios yhacia su Madre Santísima. En ellacifra todas sus esperanzas y esMaría la que embellece sus obrasy sublimiza sus cánticos.

Fray Samuel Botero Restrepocon su libro "Santos en Colom·bia", se revela como fácil escrt-tor histórico, como agradable yprofundo moralista.

R. Darío Restrepo Lendoño.

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"LA PASAJERA"

GUY de Chantepleure.Edición Zig-Zag.

Don Juan Val era escribió en u-no de los prólogos de su novelacumbre, "Pepita J'iménez' esta opinión: "El fin de una novela hade ser deleitar, imitando pasionesy actos human-os y creando, mer-ced a esta imitación, una obra be11a". La verdadera aspiración de:novelista no está en fantasear, niEn elevarse sobre las figuras exó-ticas, olvidando el factor psicol ó-

gico, el sent'miento y la esencia;manifestación del hcrnbre en loque escribe. La sublimidad de i'ínovela está en la ho.manidad quémanifieste, en la realidad de la vida. Guy de Chantepleure ha llenado fielmente este cometido en SlAúltima obra, "La Pasajera".

El autor francés ha señaladonueves rumbos a la novela, puesla que comentamos no está fami-·liarizada con las puer iles obrasque tienen por escenario una fá-brica de avi.:nes, ni amores en elaire, ni tampoco emparentada conaquellas proezas fantásticas de i-'dilios inaccesibles. Es esta una obra real, nueva en su argumen,to, sentida y vivida auizá por alzún ingeniero como Kerjean que,la protagoniza.

El amor en esta novela juega elrol pr incipal. Pero no el amor vui-gar, nacid-o de pasiones impulsa ..das por instintos mzequinos. Es m:"amor diáfano, cristalino que bro-ta del alma de Filis pcr un senotimiento afectivo. La perfecta amistad que se cristaliza en amor.El amor de la mujer hacia su ma-rido que ha sidc tal para prestarun servicio de amigo, antes quedejarla desamparada en medio deuna sociedad que la mira con desdén por llevar sobre sí el estigma de ser una desheredada de lamadre adoptiva que acaba de mo.,rir.

Hay en este amor una fuerzamisteriosa y sublime que une corazones con ese lazo mágico de 1:.mutua comprensión, de la identi-dad de destinos, de la semejanzade aspiraciones. Como decía Jnda-ledo Liévano: "Hay en los gran-des amores un centro en el cuallos más violentos deseos se pur if i-can al encontrarse con ciertas du:,zuras misteriosas que brotan de10 más hondo del alma humana".

Guy de Chantepleure ha sido enesta obra el exquisito filmador deemociones afectivas, Está la obr.'!salpicada de un sabor ar istocr át.i-ea y sentimental que no nos dejé!descansar siquiera un momento ensu lectura, porque la avidez po:corx.cer el desenlace, la últimapalpitación de un corazón anhe-lante y el sacrificio postrero deuna mujer enamorada, nos impi-den dar una tregua a nuestra impaciente curiosidad de lectores e-mocioriados. Esa es una de las cuaIidades del purísimo estilo del au.,ter: despertar interés en el lectorpara que la trama de la obra ad-quiera más importancia y paraque nuestr-o corazón acompañe enunísono palpitar al corazón de mijer que sufre en aquellas páginas<J al hombre desesperado, cuyoproblema no se soluciona clan-mente.

Con "La Pasajera", la colección"MI LIBRO" de la Editorial Zig-Zag nos procura el placer de leeren pocas horas una tragedia queazcta corazones, En nuestra men-te, en ese rincón que guarda ho-ras de amores ya lejanos en eltiempo, la figura eterna. sacrifi-cada y comprensiva de Filis BoÍ5..joli estará Iligada estrechament een el recuerdo a la de GuillermoKerjean, dualidad simbólica deiamor sufrido.

Kerjean es la personificacióndel hombre de labor, del hombre"solo", del que ama la soledad c.c·mo inspiradora que es de lasgrandes empresas. Filita, como éltiernamente la llama, E§ la mujerexquisitamente sufrida, que amaescondida bajo el velo de la amii:.·tad; es ella la plena mujer heróica que "con sus ojos clava bao.deras en el corazón", capaz deocnquistar con una mirada unmundo y con una lágrima salvaruo a existencia.

•LOS ESPA~OLES EN 'ELMEJICO

INDEPENDIENTE

Por Alberto María Carreño

El autor de este formidable einteresante libro analiza, de UD:;'manera muy encomiable, la ex-tensa, desinteresada e ilimitada earidad desplegada por los españo-les, trayendo así a luz un argu-mento más para continuar la Ia-

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Universidad Católica Bolioariana

bor que de tiempos atrás vienetomando gran incremento y qu-eno finalizará hasta su culminación.total. Me refiero al palpitante problema del Hispanismo, a esa indestructible pero suave cadena quehace que miremos, aprobemos yqueramos como si de nosotros fuer a, todo aquello que pertenezca otenga relación con nuestra madreEspaña.

En esta obra se relata fiel ehistóricamente, cómo los .españo··les, los mal llamados buscador-esde oro, que sólo venían al Nuevo Muo d o con la única mira desaciar su sed abrazadora de ri·quezas, una vez llegados a Ame-rica y ya ínstaladcs convenientemente, se preocupaban no sól., desu propio bienestar sino por el deaquellos a quienes la engañosa ypérfi da fortuna no colmó de tavor es.

En efecto el gran ConquistadorDn. Herrián Cortés, una vez qu ehub.: sentado sus reales en Móxrea, vencido a Guatimozín y pacoficado el grande imperio aztec»,ordenó a Dn.Alonso García Brava, encargado de las construccio-nes, que se ocupara cuanto antesen f.:rmar la traza o primer intento de planeac.óu de la ciudau:y dentro de esa traza quedaroncomprendidos los terrenos en quese levantaron los dos primeros ho spitales que hubo en la Nueva Es ..pana: el de la Limpia Concepciony el del Amor de Dios. Más tarde;y ya cuando Cortés se pr-eparab ;para emprender en 1.571 el viajeeterno, dejó asegurada la subsis·tenca de aquellos c.r.i cuantiososlegados.

Ese rasgo de generosidad d eiGran Conquistador fue el princ:pio de una era de caridad sin Umites, silenciosa y abnegada, f~.?como el embrión de una red enorme de hospitales, casas de saluo.asilos etc., hasta culminar en lafundación de la "Sociedad de Beneñcencía Española" por el Exce .lentísimo Señor Dn. Franc-sco Prieto y Neto, Cónsul General de España en Méjico, el 9 de Octubrede 1.842.

Tres largos años corren despuésde esta fundación admirable, vientos tempestuosos, vislumbres detragedia, tribulaciones sin cuentose desatan y convulsionan la jo·ven nación; amenazas de guerrainternacional cuando a Méjic.:. l-~es cercenada Texas; luchas intes

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tinas cuando el General MarranoParedes invade la coprtal. derroea a Herrera sembrando el caos yla muerte, dejando una estela sanguinolenta y siendo a su vez de-rrocado por el General Santa Ana.

A pesar de tántas calamidadesla Sociedad de Beneficencia Española seguía repartíendo les au-xilios de que su caridad sin Iímites la capacitaba, llevando paz ydulzura a tod os los corazones.

Pasan los años, a los Gobiernosse suceden las Dictaduras y estasson nuevamente reemplazadas ,1su vez por aquellos; Méj ic.: pr«-gr esa, sus hij os poseen dinamis·mo, aue los ha de llevar muy le'jos; el formidable imperio de 103aztecas ha pasado a S2r una bell-inación de españoles y meiicanosque bajo el dulce vasallaje de 1<1libertad viven sus vidas y mirancada día por la prosperidad de sunación,

y qué hay de la antes incipiente fundación de la Sociedad d:Beneficenca Españ •.la": pues qu ehoy cuenta con más de 11.000 (011ce mil) socios a diferencia de Ios53 que tenazmente comenzaron h.ce un siglo.

Yen cuanto a fondos cómo ma.cha? Admirablemente bien, puesde la discreta cantidad íuicial d'"cien pesos, hoy el respaldo de laSccied ad alcanza a la respetablesuma de $ 700.000 peses sin contar los bienes raíces.

Hemos llegado al final de estecorto comentario; no queremos t.ermnarlo sin emplear las mismasirasesque el distinguido y autorizado autor de este libro, se sirvióponer para finalizarlo.

¡L.:0l' et.erno a quienes de unmodo u otro han socorrido tántasnecesidades, siguiendo la ruta queles señaló el ilustre filán tro ooFrancisco Prieto y Neto. .

Luis Arrovave P.

•LECTURAS AMERICANAS

Por Roque Esteban ScarpaBiblioteca Conocimiento, EditorialZog-Zag, Santiago de Chile - 636

Páginas - 1.944

La labor realizada por RoqueEsteban Scar pa, como de simprederrotero pedagógico que sea to-mada su obra, es ya una rectifica-

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ción al pretérito concepto de quelos clérigos no han hecho en A-mérica ninguna faena que los él-credit e ante la histor-ia, ante laliteratura, ante la poes ia. Este ar-bitrario concepto que he visto re-petido en los tiempos que corren,en publicaciones de índole mar-xista, muestra una clarísima t m-dencía a desvirtuar los trabajosde los sacerdotes en el confinen-te americano, para hacer anar>-cer a la I~lesia corno sernill 21'0 .:1'negligencia y como almácigo depereza, Pero la verdad es QIJe er~todas lo;; Universirl,ades C'atól'L'~sde América, lo mismo ayer quehov, la pr-esencia de los rn in ivtiosdel Señor se VI? ,JW'poI8a8 elé' 1)-br as que no sólo miran al 521""-cio dr' Dios en In nredicación 'vregad io de sus comarcas, sine' :~la especu1ación filosófica y al i,l,~Lorso literario, 10 mismo que o ]85pr socupacionos históricas y poét i-cas, que estos terrenos no est,ínen manera alguna vedados a nu ii-r es so han entregado de lleno éllr, milicia del Señor,. El profesor Scarpa cuya cate" faCle litcratura en la Umversidn.lCatótica cie Chile es una cita ~12l':di~lzgos, de sorpresas, de cnn-mociones emocionales para quic-"es ocurren al acervo de la litera-í ura española ':;n busca del almad e España, ha entregado a los I~,,-tores de América un Iorrnidab!econtingente de producciones enla crítica li.terari a, €11 el esc~E:e,)psdugógico, en la labor simp le-mente didáctica, simultáneamc-itecon los paseos por la poesía oueen el profesor Scarpa tiene tarn-bién a un cosechero entusiastaque- sabe vaciar sobre el moldeuel poema sus íntimas corn.nlace n-cias en la desesperada bú·sque"'"~e la Divinidad ,y sus dolores y1,ant~s en ese rnismo capítulo dela m ística. Una serie de lecturasque hemos venido siguiendo co-moalumnos, como discípulos rn-mo aprendices de litsratura,' h..ncolocado al profesor Scarna en Idescala de los más altos [ntél"pr.:-tes de la literatura hispana, endonde alternan la santidad y ",1her oismo, el paisaje y la po es li,.a emoción de la patria yla t iri-tante emoción de Dios, en formaque no se da la posibilidad ex is-tencial de la una sin la otra, S2-gún observación de Ignacio B.Anzoátegui, otro cultor tervoroso

de la literatura española, en elprólogo a la selección de obrasae San Juan de La Cruz. Estaslecturas americanas en cuya intro-ducción se habla de la hermandadentre las letras americanas y lasespañolas, hermandad de caracts-res y herrnaridad de origen, co-munión de expresiones y corm--r.íón de gestos, es una pauta si nocompleta por lo menos bastante 0'-r íentadora para quienes se inicianU1 [<:5 lides Iiterarias. Es naturalque el una obra de esta natu ra ie-7.rl. S2 hagan acotaciones v a not...l··cienes de alguna entidad que sino modifican sustanciaimente SL~presar tación y su intención PéJ;'lo 111e1103 desvirtúan un poco sucapacldad. Esto, decimos, es n.i-rural, porque a lo largo e12 un' pa-gmaje QU2 entendemos medido deantemano o al m enns dellmitado,no puede enf rr sr-arse totalmentela visión apar en cial de las Iitera-turas americanas como fu sra que-rer dc:l autor, Pero si echamos .Ieun lado estas preocupaciones sen-timentales Que el los colombianos!)OS hace lamentar la ausencia d esusto n ti vos va lores de nuestros ti-clos h.stóricos. de nuestros hitnscscritos, de nuestros tr.nos emo-cioncdos en la p0251a, v que a los;-,:lbitantes de otros sitios de A-mérica har án dolerse de otras 3d-sencias encontraremos en la oh',''-\cie Searpa un t ir-I rasero, una p,lU-t a segura, algo así como una brú-jula QU'2 marca al estudiante del: taratura el sendero a seguir ensus personales ex ner iencias ahc-rrándole por tanto muchos' rarosperdidos en sus excavaciones li-terarias,

Queremos felicitar cordialmen-;e al Profesor Scarpn lo mismoque a la editorial Zig-Zag; al pri-mero por este nuevo acierto lite-rario qu s pondrá muy más en 3.].,.c su nornbr e entre los militant-srie la enamorada poesía de Espa-ña; a los segundos por el patrc-cinio de obras de este rango quecontribuyen al fomento de laspreocupaciones literarias, por labuena letra, en América,

Belisario Betancur

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cienes psíquicas, intrascendentes.Ediciones hechas para un r edu-

cido círculo de lectores, ni p.navend.das, ni para rematadas, sinotan solo para entregadas cordia l-

mente, estas de Finger it y Alejan-dro Danis-Kr auso, que tambiéncu-entan con la asistencia de Ele-na Duncan, no tendrán cuandodisponer de gruesas masas enar-decidas que se muevan en su mili-cia, en el fragor de su reventazónlir ica oen el incendio de sus prc-clamas. Callada y recatada, lapoes ía corre por bajo la tierra enVD lento tránsito que apenas con-mueve las orillas del ánimo; la[lo~sia anda, la poesía fluye porbajo la tierra de estas edicioneselaboradas amorosamente, con mi-nimas ex.igesis liminar-es que noinuesuan ni rencor DI excesivo a-mor porque sólo van orientadas adar al lector las noticias estricta-mente precisas para la conforma-ción de sus juicios sobre los tro-·zos que aparecen. enseguida. Eloficio del crítico no aparec e, pU2S,con el dogmatismo de otras obr.isen qUe el prologuista quiere cori-seguir para sí toda la responsa-bili dad del enfoque de la obra que1'.!"esenta. Ftngcr.t no hace aqu e-Lo. El lector queda en Iibert adpar a formar su juicio sin qUe me-díen odiosas premisas iniciales.

Los seis cuadernos recibidosratifican -el alto sitio que Mar-cos Fingerit ocupa en las le··tras americanas. Su labor silen-ciosa que no por callada es rles-conocida porque las gentes de A-menca ya la han captado en obrasde vertical valor, tiene que f ruc-tificar de grado o por fuerza. Si110 como vehículos de adoctrina-miento: ni como medios de prosc-litismo literario, sí como ejemplos.y camo afirmaciones de lo que u-na vocación irrevocable puede conseguir cuando se olvida de las di-ficultades, cuando se olvida de lasdesazones, cuando se olvida de laingratitud que estos menesterestraen consigo. Otro día hare-mos una presentación cordial dela poesí a de Marcos Fingerit a loslectores de América, tal como lavemos en Colombia quienes segui-mos el proceso de nuestra cultu-ra americana en estos ciudadanosde la poesía y de las letras enquienes se columbra ya Américaafirmada y confirmada en sus ele

Ilnioersidod Cató'i~a Bolionriana

El poeta y el resplandor, de Ar-turo H. Gnida; Agosto Febril, deAlejandro Denis-Krause; El Fan-tasma de Abel, de Williaril Blake;Tres Fábulas contra el fragor delos días, de Héctor R. Lafleur; 80-neto.i místicos, puestos en prosa,110r Michelagnolo Buonarrotí: 1-ván el Guerrero, de Máximo Go'·-

ki

Talleres Gráficos El Sol. _ LaPlata - Argentina - Ediciones

M. F.-'Por generoso envío de ElenaDuncan y Marcos F'inger it, se hanrecibido estos cuadernos que la ex-quisitez lírica y la inquietud po=-tca, al tiempo que una sobsrbi aatención tipográfica de ·2stOSbu--nos amigos argentinos, realizan enLa Plata, por el sencillo placerG.ehacer obra, de crear, de esp ar--c.r, de difundir en hermosa f'J'-·ma el p-ensamiento universal, has·18 dar le la universalidad que 1~corr-esponde. Son' preciosas edic;o-nes pequeñísimas, de bolsil!o, T)1-

ra llevar con nosotros como lasombra de la poesía. Porque PO?-sía hay en todas ellas, con esa in-dispensable dosis de misterio queLeón Bloy exigía imponderable-mente a toda estructura poét: C".A la vista de estas ediciones Si;siente más fuertemente el t2m'c1¡¡'de 10 inefable y el estremecimien-to del júbilo. y nosotros los deColombia, sentimos una tremen-da nostalgia. la desazón de saberoue aun no hemos logrado la plan-tación de empresas que como 1"de Fingerit, sean bastantes a sos-tener una tónica de acción intré-pida en la poesía y en la prosa,en la novela y en el cuento, paridilatar el alcance de las obras na-cionales, primero; y luego, paradilatar el alcance de las obra-s deacidez universal. Porque estas 0-brecillas que se editan bajo el '"5-mero de Fingerit en La Plata, noson para ser pulsadas multitudi-nariamente sino para conocidasen la intimidad espiritual de lasoledad. La misma corporeidad deestas ediciones convida al sílen-cio, al soledoso reposo del yo, endonde el choque entre nuestrusintimas concepciones con las vi-osienes de los demás, revienta y es-talla en copiosos contrastes queunas veces pueden traducirse enobras y otras en humanas conmo-

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vados destinos. Por ahora, sólo es-to que permite una glosa veloz:la ratificación de nuestra devocióna Marcos Fingerit, a Elena Dun-can, a Alejandro Donís -Krausspcr su afanosa labor divulgadora.

Belisario Betancur

LA VENTANA DE ESCULA,PIO

Por Enr!!l.ue PrmsEditorial Francisco A. Colombo.

236 páginas - Buenos AiresArgentina

No poíir í a pedirse más sincerasinceridad a un médico que la deEnrique Prins en este repaso denombres que han llenado algunostramos de su vida protesíonut,luego de haber cavilado lu-en~:1-mente sobre los libros de círuj"Ja, d'e anatomía, de fisiología,con un amor inevitable por unaprofesión que lo atraía, como elfruto al pájaro. Prins tiene ideasbastante originales sobre la fun--ción del escritor y la d-el médicoque por no haber oficiado nuncade escribidor, resulta de prontometido en el arte de hacer Iibrosde su propio magín, contra el cois-entimiento y benevolencia dequienes de verdad son escritores.El proceso de Prins, antes de Ile-gar al .libro, es bien curioso perodificil de recccitar en este comen-to por cuanto aparecs esparcido alo largo de la Ventana de Esculapio. Sí podemos oirles el comienZ0, lo que a mi ver es el comíen.zo de su actividad literaria, residuo de un estado psíquico en queprimó la nostalgia: "El estado demelancolía, parezca o no diagnóstico, puede ser móvil literario para quien como yo no haya oficia-do de literato. Tal e508·Srimadoresocasionales, fruto de inexistentes.desdenes, que algunos climasmantienen en lírica alucinación,hasta que la avenencia Iavorablco el episodio renovador los tornaa la prosa". Una larga fila de nombres va enumerando este médico,argentino, si mal no ando, una es-tirada galería de galenos que aun-que no hayan existido en la realidad, sí han tenido existenciaIorrnal en la vida profesional dePrtns, en lo-s instantes crucial esde sus actividades ciruianas, en

Bibliografía

las horas de cruenta melancolía,en los desesperas de no haber ha-llado la solución a una detonan·te enfermedad que asedia la vid',del enfermo. He leído este librocon gran delectación, sin quereratisbar por ningún rincón la som-bra de la fantasía de Prins queha sa-cado sus pers-onajes de la nada, a diferencia de lo que' generalmente hacen los médicos quesin una sólida vocación hterar isorganizan excursiones por los pr edios de las letras: que se dan a lafacturación de zalameros relatosdedicados a sus colegas o a las ro - -Ilizas esposas de sus colegas. Lospersonajes de Prins no son de car .ne y hueso como él lo confiesafrancamente. Pero pudieron haberlo sido y, más aún, pueden ser-Io. "Son seres que faltaron a la Cl-ta en cualquier esquina del munde, pero acudieron con astríctapuntualidad a la que yo no tuvela precaución de proponerles".

Es interesante acompañar a es-te médico, por entre lasdensa5cortinas agonizantes que resguar-dan la muerte de los ojos abisma-dos de los vivos. Primero es el a·nálisis de las maneras, de los <t-demanes, de las posiciones dequienes acaban de abandonar IaEscuela de Medicina y tienen queenfrentarse, cara a cara, respon-sablemente, trágicamente, a lafuerza de las circunstancias cuvo.estudio les ha sido encomendado,o por disposición de su tempera-mento o por la voluntad totalitar.ia de los resabios Iamiliares, Lavccación para la medicina en-cuentra en esta obra de Prins unlátigo en quienes no existe pecopersiste el vano empeño de sentir ..se predestinados; la faena del os-curo cirujano de provincia qUe vi-ve silenciosamente su vida entreel amor de sus compatriotas, 11veneración de las beatas y el asentimiento de los gobiernos; laobsesión del pomposo cirujano d~la ciudad, de sentirse la últimapalabra en curanderías. todo tie·ne para Prins un especial enfoque qUe hace de sus palabras, to·madas de experiencias vividas u-nas y otras sospechadas o mera--mente preseo tidas en su vida pro-fesional, apuntes de pavorosa es-trictez. En todos sus párrafos, ensus capítulos hay la nostalgia delmédico que no ha podido sobreponerse a la muerte, que no hapodido co-rresponder a aquella

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preocupación de los mortales deser mortales al más largo plazoposible.

Si para quienes apenas atisba-rnos la medicina desde nuestroángulo de forasteros, este libropresenta consideraciones agudasy maduras reflexiones, para losmédicos que han tactado la trage-dia del desgaste vital en la carnede sus pacientes deberá ser el ha-llazgo con las propias palabra';enterradas que nunca han podi··do decir, porque no han encontra-do los sonidos precisos, los moldesfonéticos exactos para precisarsus emocicries. Prins se mofa espectacularrnent¿ de aquellos hé·rces para quienes "vivir sin la o..bl igac.ón de un vaticinro heróic:implica un desfalco al destino d-:las cosas supremas". Pero de es ..!sutil ironía, de esas espasmódicasfrases en donde aparece el pr ofe-sional que se revuelve sobre S.1propia tragedia, saltan deduccio·nes de intensa palpitación vita.para los ya Entregados a la bre·ga de ese frenesí de conservaciónde los hombres. "Quiero antic1·par que v-: no creo que se nazc..ÜJn predsposicionos operatorias,como no creo en más pertinacesdestinos que en los que emanande ciertas facultades f isicu-sensoriales, mucho más que intelectua·les, inclinación congénita a la mú .sica, a la natación, a la poesía, alalcohol, a la pintura etc. En estocreo, sí, y la historia corr oboraampliamente mi creencia. Peronacer con anhelos incccrc.blcs d,~reducir luxaciones de cadera, éldescubrir quistes del ovario o 1",trompa, eso n.; me parece via·ble". Esto dice Prins en un capi-tulo de su libre, el del CirujanoCongéu ito. Los médicos, los estudiantes de medicina para quienesparece haber sido escrito espec;almente este libro, pueden elabo-rar el balance comparativo de suspersonales reüexícnes con las re-flexiones tremendamente sincerasde Prins.

Belisario Betancur.

•"HISTORIA SECRETA DEBOLIVAR"

Por Cornelio Hispiano,Edición de la Librería Colombiana

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Hace poco apareció la segundaedición de la "Historia Secreta ::!~Bolívar", en una pulcra publica:"ción de doscientas noventa pági-nas. En ella ha agregado el a:l·tor nuevos documentos y apunta.cienes críticas, que le dan mayorimportancia, y que constituyen u"na atracción más de tan intere-sante obra.

La "H'storia Secreta de Boli-var" corr-esponde, en todo caso, asu título sugestivo. Es la revela-cién de la vida íntima del Libev-tador, en sus relaciones amoro-sas. El autor se propone "acercarla figura del Genio a nosotros porlo más humano que existe sobrela tierra, las pasi ones", como 10dice en el prólogo. "Estud iarln,pues, en las más secretas aventu·ras de su vida, es sentir las re"cónditas palpitaciones de su graicorazón, sorprender sus sueños ydelir.os, acercarse a la perfec 'ucomprensión de su go uo", ccrnoagr-ega el autor.

En realidad, este libro logra darnos una visión quizás antes insi ..nuada Iragmentariamente pero 3"hora emprendida en conjunto y armoniosamente, de la historia glo ..r iosa d'21 Libertador desde el plan,~·de sus amores y aventuras. A~efecto, Hispano sabe narr arnoscon toda vi videz y delicadeza a·que llas escenas en que la bíogr afía oscila encantadoramente entre:a indiscreción y lo discreto. Y lohaCe con tal elegancia y maestría,que obtiene una fase nueva d eBolívar no antes conocida por el'·sck-r, y que perdura en él comoun ensueño exquisito, y que dis-curre en parábola entre la histo ..ria y la leyenda de este hombreextraordinario.

Basta leer el prólogo y r ev.starel índice, para darse cuenta de ~5mo el autor sabe encausar y dis-tr ibuir el tema con soltura ya·cierto. Nombres de mujeres -gloríosos unes, evocadores otros, p ..l.saleros muchos- trazan episodiosy marcan episodios en la vida delLibertador. Nombres temoniuo s-María Teresa, Fanny, Isabel, Josef'ina, Manuelita- que marcan,unes, fechas, capítulos, y otros, queson etapas y jalones en la histo-ria del Genio, vale decir de la A ..mérica. No un desfile, vistoso yvariado, sino la historia de Bo-lívar narrada a través de sus a-mores: eso €s el libro. Y como forido, la gloria, el triunfo, el apo -

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Bibliografía

geo, la ingratitud y el declina rque forman la vida grandiosa deSimón Bolívar. Allí está narradoy comprendido todo, en una cró·nica que no envidia a las más galantes novelas o donosos romau-ceso Y el Libertador Domo centro,como genio que no ha dejado d eser hombre.

La devoción bolivariana de Cornelio Hispano ha logrado con pIe·no éxito esta nueva visión del Hé-roe. El prosista que discurre po':sus páginas ·2S casi un embriaga ..do en la gloria del Padre. Es uutexto de nacionalismo y de bolivarianismo del mejor género intelectual que conozcamos. y a másde esto, basado en. una riguros ifidelidad a los documentos y a lahistoria: una serie de bien orde-nadas citas nos indican hasta dói,de es honrada y responsable est-,obra. Por 10 demás, conocida esla formación literaria de Corne11:0 Hispano: su amor por el genio helénico hac., que su. prosasea siempre elegante, fluida y gruciosa. La armonia, la sencillez yla medida forman el andamiaje dela obra, que es también perfectaen el estilo.

El libre que comentamos, nuoe·va para muchos, -es una adquisi ..ción para la bibliografía colombiaria, y viene a llenar la falta d';la primera edición, ciertamentemuy escasa. Los bolivarianos d ~todo el país -vale decir los buenos colombianos- no podrán dejar de contar en su biblioteca coa"Historia Secreta de Bolívar".

Horacio Londoño Pardo

•LA EXPRESION POPULAR

DRAMATICA

Bernardo Canal FeijóoUniversidad Nacional de TucumánFacultad de Filosofía y Letras.

Buscar las raíces más remotas ylegítimas, las fuentes más verda ..deras y distantes de las representaciones populares, transmitida,de generación en generación, enun proceso de perdurabilidad queles va otorgando no sólo la páti-na prestlgiosa de lo legendario si·'.10 retocándolas, adaptándolas, COJ1formándolas a cada estadio de civilización, buscar estas raíces y

fuentes es tarea harto útil y pon-derable y no por ello menos ccm-pleja y susceptible de errores d eapreciación.

En los pueblos americanos subsisten expresiones representatr-vas que llevan en sí -ya casi Im-posibles de deslindar y apreciarseparadamente-- la influeucia in.digena y el aparte hispánico. Conla conjugación a través de los tiempos de estos dos atributos se haforjado una suma de representadones dramáticas que tienen a 1'1

vez mucho de lo pagano, lo sal.vaje y lo melancólico de la razaíndígena que pobló este contío.en-te americano antes de la conqui s-ta, y mucho de lo cristiano. beli-coso y tenaz que aportaron a estehemisf.erio los colonizadores y descubridores peninsulares.

Bernardo Canal F'eijóo ha es-crito dos sesudos ensayos en ter-no a dos representaciones popu-Iares argentinas que con Iigera-,variantes se realizan hoy en todala América hispano -parlante. Laprimera es la fiesta sacramental 2,-mericana -así la denomina el au·tor-. Es algo semejante a nues·tras fiestas patronales católicasque con tárito Ierv.;r se celebranen muchos puebles colombianos. Figuran allí num-erosos "actos" quetambién en alguna manera se ps.-recen a nuestros actos religiosospor su espectáculo exterior o sustgn ificado io tr inseco o su fina·lidad postrera, pero es indudableque allá, en un viejo rincón casiInhóspite de la provincia de Santiago del Estero, se conservan ea ..si puros, invariables y def'nid()~todos los detalles de la repr esentación .

La leyenda maldita de "La víu ..da", así llama el autor su otro en·sayo sobre expresión popular dramátiea, constituye una magníficareconstrucción de una leyenda in·conocida, tácita si se quiere, de cuya trama únicamente queda un.ibrev., alusión que sirve para ate·mor izar o que cumple algún fi~lmoralizador o de reprensión. "Teva a salir la viuda"... "Le salió la viuda"... En Colombia noposeemos tal leyenda, pero bienpodría equipararse, aunque no ensu argumento, sí en su objetivo,con los cuentos de patasolas 'Yduendes, tan repetidos en nuestr-aspoblaciones y veredas y únicarnente a la manera de la leyerida ar-gentina, sin que se conozca cier-

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Universidad Católica Bolivllrir",a

tamente por nadie la totalidad dela trama, su contexto y desenvol .vimíento, Trae este libro que ve.nirncs glosando un apéndice sobrelos '''nacimientos'' o "pesebres".Aquí sí son exactas la ccuforma .ción y desarrollo de la represe:1'tación y valen para toda la Amé'rica hispana, indicando de quémanera los conquistadores y colo-nizadores de España lograron u··nificar cristianamente estos pue-blos otorgándoles en muchos yhO.1dos aspectos un perfil simílar,común mejor, que hace indestructible nuestra figuración étnica.

Recomendamos esta obra, ma-gistral por el pensamiento, agr a-dable por el estilo, 'grata por labuid ez de sus apreciacknes y lainteligente revelación de algo queconvive con la tradición amer icanao

La Redacción.

RIO y PAMPA

Por Nicanor Velásquez Ortiz.1.944. Imprenta Departamental.

Ibagué

Quizás el íutemper ante optirni.,mo de nuestros críticos literariosha sido causa muy principal pareque en Colombia aún no tengamosauténti-co género novel ístioc. La';obras de esta índole que hasta a·hora noseemos o son meros CUJ·dros de costumbres o constituyanapenas cantos de la tierra de es-casa trama humana, de pobre in ..terés psicológico. Porque la novela es eso sencillamente: un relatode almas, de caracteres, de temoperamentos, de. pasiones en fin. Pcro los colombianos en la novelano nos hemos despegado del pa.>saje, a él vivimos aferrados 'c<;mterca pugnacidad y IX!'r tal r~z~naún no hemos producido autenh·cas obras de tal género. La Ma-ría de Isaacs, pese a su desabridoromanticismo y a su desconcer-tante ingenuidad. es lo que más

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se parece a una novela, si nos':l·tenemos a su estructuración h u.mana, sentimental. Osorio Lizar a..zo habria podido también -si irisiste en su actividad de novelis·ta- Ilegar a ser un auténtico re-presentante colombiano del género. Jaime Ibáñez lo será algún díaefectivamente si no decide desem·bocar en el períodsmo. tan propr-cio en nuestro país para frustra,'vocaciones intelectuales. Pero niRivera, ni Carrasquilla, ni los romanceros románticos que hicieronlas delicias de nuestros abuelos ydesazonaron a nuestras damas fi·niseculares, son auténticos nove -listas, Sus obras son magníficoscantes de la tierra, ccn marcadosabor epopéyico en veces y otrascon carácter autéritico de cuadrescostumbristas. Lo humano, lo vi.tal en estas obras es apenas supletcrío, con carácter más anecdótieo que fundamental, con valor desimple rellen-. en un tema dondeel. paisaje es casi todo. Y ese 11')es para nosotros novela.

Nicanor Velásquez Ortiz ha p11-b1icado recientemente un libro d2esta índole. Son relatos en dendela única confinu iríar¡ es la de 11tierra soberbia de su departamento del Tolimay el ric- padre quelo deslinda Y tutela. Los hombres,a pesar de sus rasgos definidos ydefinilivos, que el autor supo marcal' muy bien, se quedan (11, la o.bra un pOC'J atrás Y para el lectorson -sencillamente efímeros, d.elez.nables a su memoria y a su afecto.

Mas no podríamos hacer repa .ros a la obra de Velásquez Or tizen lo que ella vale como conjun ..to esti lístico, como maru vil losa empresa descriptiva, llena de calor Ycolor, de fuerza telúrica, de apegosin pausas al solar nativo. Son magníficcs por muchas razones esto;cuadros (1'1 donde florece un canto grande para el hermano e ilusotre departamento del Tolima, pe-dazo noble, gestos o y vivo de lapatria.

La Redacción.

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Bibliografía

DE BAYAMO A SAN LORENZO

Por Carlos Manuel de Céspedes;

PLACIDO COMO POETACUBANO

Por Jorgc Casals

Cuadernos de Cultura. Publica-ciones del Ministerio de Educa-

ción.Dirección de Cultura. La Habana,

1944

Valga como pretexto para unencomio de los Cuadernos de Cul-tura la leve glosa que intenta-mas' acerca de la obra literaria dedos próceres de la vida cubana,de des figuras sobresalientes dela vida intelectual de la herrna.nanación en el siglo anterior.

Sin duda ninguna una de las la-bores culturales más fecundas quehasta ahora se han realizado enAmérica, desde los sitios oficia-les, es la lograda por el Míntste,r io de la Educación de Cuba. Ypartrcularrnenbe los Cuadernos deCultura, ediciones ,por donde handesfilado todos los valores inte-lectuale, de la gran patria oleMartí. ,Treinta y cuatro cuader-

nos a ue son libros en la cabal a-ceptación del vocablo. van pre-sentados hasta ahora, y son el.osuna magnífica ventana para ad-mirar y gustar el amplío y gene--roso );Jan/orama de la literatur-acubana.

Par de nuestra Biblioteca Al-deana por muchas razones, aun-que más cesuda y ponderable lacolombiana, esta colección poseemejor método, más coordinación,quizás mayor intento nacionalis-ta. Para los colombianos es gra-to por numerosas razones étr.i-cas e históricas conocer la cult,i-ra de Cuba, bucear-la y estudia!'-la.

Los dos cuader-nos que ahoraregistramos cumplen por su ex-quisita presentación, por' su vali-dez histórica, por su ancho calorhumano y patriótico, un laudableoficio de divulgación y perpetua-ción de la memoria de dos insig-nes hombres d,e Cuba. Con ellosse continúa la tradición, ya est 1_blecida, de prestigio para los Cua-demos de Cultura' y se acentúaaún más y se hace meritoria i"generosa labor del Ministerio deEducación de la gra-n nación cu-bana.

La Bedacción

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