baudelaire y la poesía moderna

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LA POESÍA MODERNA Prado, Javier del, coord., Historia de la literatura francesa, Madrid, Cátedra, 1994. 3. 3. 1. Charles Baudelaire 3.3.1.1. Vida y obra Joseph-François Baudelaire, ex sacerdote que había abandonado los hábitos, se casó en 1797 con Jeanne Janin, con quien tuvo un hijo en 1805, Claude-Alphonse. Después de la muerte de su mujer, se volvió a casar en 1817 con Caroline Dufayis, mucho más joven que él. De esta unión, nació el 9 de abril de 1821, Charles Baudelaire. A los seis años, murió su padre (10 de febrero de 1827) y Caroline Dufayis, viuda de Baudelaire, se volvió a casar, al año siguiente, con quien sería el odiado padrastro del futuro poeta, un militar, el comandante Jacques Aupick. La infancia de Baudelaire se desarrollará, pues, según los destinos del comandante. En 1830, ya teniente coronel, se le destina a Lyon para reprimir los motines; allí se instala con su mujer y su hijastro en 1831. A partir de 1832, Baudelaire cursa sus estudios en el colegio real de Lyon. Cuatro años más tarde, el ya coronel Aupick vuelve a París, y Baudelaire ingresa como interno en el Liceo Louis-le-Grand donde obtiene premios de versos latinos. Es alumno brillante, aunque poco disciplinado y nada conformista; por estas razones, se le expulsa en 1839, aunque aprueba el examen de bachillerato superior. En esa época, el coronel Aupick es ascendido a general de brigada. En 1840-1841, Baudelaire se matrícula en la Facultad de derecho. Al mismo tiempo, conoce a Gérard de Nerval, a Balzac y a otros escritores del momento. Su vida de estudiante es la de la bohemia dorada, que estudia poco y se divierte mucho. Es la época en que Baudelaire tuvo relaciones con una prostituta, Sara, apodada «La Locuchette», quien, según la crítica erudita, le transmitió la sífilis. En vistas de que no iba a ser abogado, sus padres intentan que prospere en el comercio. Para ello, le hacen embarcar, el 9 de junio de 1841, en un buque rumbo a la India. Pero después de la escala en Isla Mauricio, el futuro

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Estudio de Javier del Prado (Historia de la literatura francesa, Madrid, Cátedra, 1994) sobre Baudelaire como iniciador de la modernidad poética.

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  • 1. LA POESA MODERNA Prado, Javier del, coord., Historia de la literatura francesa, Madrid, Ctedra, 1994.3. 3. 1. Charles Baudelaire3.3.1.1. Vida y obraJoseph-Franois Baudelaire, ex sacerdote que haba abandonado los hbitos, se cas en 1797con Jeanne Janin, con quien tuvo un hijo en 1805, Claude-Alphonse. Despus de la muerte desu mujer, se volvi a casar en 1817 con Caroline Dufayis, mucho ms joven que l. De estaunin, naci el 9 de abril de 1821, Charles Baudelaire. A los seis aos, muri su padre (10 defebrero de 1827) y Caroline Dufayis, viuda de Baudelaire, se volvi a casar, al ao siguiente,con quien sera el odiado padrastro del futuro poeta, un militar, el comandante JacquesAupick.La infancia de Baudelaire se desarrollar, pues, segn los destinos del comandante. En 1830,ya teniente coronel, se le destina a Lyon para reprimir los motines; all se instala con su mujer ysu hijastro en 1831. A partir de 1832, Baudelaire cursa sus estudios en el colegio real de Lyon.Cuatro aos ms tarde, el ya coronel Aupick vuelve a Pars, y Baudelaire ingresa como internoen el Liceo Louis-le-Grand donde obtiene premios de versos latinos. Es alumno brillante,aunque poco disciplinado y nada conformista; por estas razones, se le expulsa en 1839,aunque aprueba el examen de bachillerato superior. En esa poca, el coronel Aupick esascendido a general de brigada.En 1840-1841, Baudelaire se matrcula en la Facultad de derecho. Al mismo tiempo, conoce aGrard de Nerval, a Balzac y a otros escritores del momento. Su vida de estudiante es la de labohemia dorada, que estudia poco y se divierte mucho. Es la poca en que Baudelaire tuvorelaciones con una prostituta, Sara, apodada La Locuchette, quien, segn la crtica erudita,le transmiti la sfilis. En vistas de que no iba a ser abogado, sus padres intentan que prospereen el comercio. Para ello, le hacen embarcar, el 9 de junio de 1841, en un buque rumbo a laIndia. Pero despus de la escala en Isla Mauricio, el futuro poeta vuelva a Francia. DesdeBurdeos, escribe a sus padres dicindoles que vuelve siendo otro, ms cuerdo. Ya es mayor deedad, de modo que cobra la herencia paterna, abandona la casa de sus padres y se instala, 10quai de Bthume, en la isla Saint Louis. Conoce entonces a Jeanne Duval, una oscura actriz delteatro de bulevar, una mulata que ser su amante durante muchos aos y que inspirar nopocos poemas de Las flores del mal.En estos aos, escribe sus primeros poemas, colabora en revistas como Le Corsaire-Satan, conPrarond en el drama Ideolus, escribe artculos annimos en Le Tintamarre y en los Mystresgalants des Thatres de Paris. La fanfarlo, una novela corta, no encuentra editor.Sigue llevando una vida disipada; se cambia varias veces de domicilio, compra muebles,cuadros, tapices, todos caros, viste de dandy y da fiestas esplndidas en sus sucesivos pisos. Detal modo que en poco tiempo ha dilapidado la mitad de su herencia. Sus padres, inquietos porsu futuro, le someten a las decisiones de un consejo de familia, figura jurdica que, en
  • 2. determinados casos, poda someter a un adulto a una tutela y administrar sus bienes. El 21 deseptiembre de 1844, el consejo de familia decidi que, en adelante, percibira una pequearenta mensual de 200 francos. El notario Ancelle fue el encargado de llevar sus intereseseconmicos. Baudelaire reaccion violentamente; se sinti humillado y este sentimiento leacompaara hasta su muerte.En 1845, conoci a varios artistas y msicos en las fiestas ofrecidas por Fernand Boissard deBoisdenier, su vecino, y empez a consumir hachs. Se dedica a la crtica de arte: en abril, sepone a la venta su Saln de 1845. Las revistas empiezan a publicar poemas sueltos, como Auna dama criolla ( une dame crole), que luego formarn parte de Las flores del mal. Sufreuna crisis moral que le lleva a un intento de suicidio (Me mato porque soy intil para losdems y peligroso para m mismo). Luego anuncia la publicacin de un libro de poemastitulado Las lesbianas (Les lesbiennes). Se empiezan a publicar traducciones de las obras deEdgar Allan Poe. Fascinado, Baudelaire, que no sabe ingls, aprender lo suficiente para poderleer, y posteriormente traducir, las obras del poeta americano. Sigue dando a la prensa y a lasrevistas pequeos trabajos como Seleccin de mximas consoladoras sobre el amor (Choix demaximes consolantes sur l amour) o Consejos a un joven literato (Conseils un jeunelittrateur). Se publica asimismo su Saln de 1846 (Saln de 1846), y dos nuevos poemas, Elimpenitente (Limpnitent) y A una india ( une indienne) que, en Las flores del mal sern,respectivamente, Don Juan en los infiernos [971] (Don Juan aux enfers) y A una malabaresa( une malabaraise). La fanfarlo se public, en 1847, en el Bulletin de la socit des gens delettres.Las jornadas de la Revolucin de 1848 (24-26 de febrero) ven a Baudelaire en la calle, gritandoque hay que matar al general Aupick. Funda, con Champfleury y Toubin, Le salut public,revista que tendr dos nmeros. Y el 15 de julio publica su primera traduccin de Poe, Larevelacin magntica (La revlation magntique) y un poema, El vino (Le vin). En 1849,descubre y admira a Wagner, que acaba de estrenar Tannhauser en Paris. El ao siguiente, sepublican tres poemas suyos en Le magasin des familles, al tiempo que anuncia la edicin de unlibro de poemas titulado Los limbos (Les limbes): tal es el segundo ttulo de lo que iban a serLas flores del mal.En 1851, Le messager de lAssemble publica Del vino y del hachs considerados como mediosde multiplicacin de la individualidad (Du vin et du haschisch considrs comme moyen demultiplication de lindividualit) as como once poemas bajo el titulo anunciado de Los limbos;siguen varios artculos de crtica, entre los cuales cabe destacar Los dramas y las novelashonestas (Les drames et les romans honntes), que aparecen en La semaine thtrale.Despus del golpe de Estado del 2 de diciembre de 1851, que le vio en la calle intentandoluchar en contra de los golpistas, sigue publicando poemas en La revue de Paris: Crepsculos yEdgar Poe, su vida y su obra (Edgar Poe, sa vie, son oeuvre). Hasta 1856, ir traduciendo obrasde Poe de manera continuada y las ir publicando en diversos peridicos. Admira mucho aThophile Gautier, que acaba de publicar Esmaltes y camafeos: le dedicar Las flores del mal.En 1855, escribe Ya que tenemos realismo (Puisque raIisme il y a), severa condena delmovimiento realista en el que Champfleury se est ilustrando. En junio, la Revue des deuxmonde publica dieciocho poemas bajo el ttulo, utilizado por primera vez, de Las flores del mal.
  • 3. Al mismo tiempo, toma apuntes para un libro proyectado bajo el ttulo de Mi corazn aldesnudo (Mon coeur mis nu), que ha sacado de las Marginalia de Poe. El 30 de diciembre de1856, Baudelaire vende al editor Poulet-Malassis un libro de poemas, Las flores del mal. Muereel general Aupick el 28 de abril de 1857 y el libro se publica el 25 de junio. Despus de unartculo de Gustave Bourdin en Le Figaro, el 5 de julio, se embarga la edicin por orden de laautoridad. Se organiza una campaa de defensa del poeta y de su obra, pese a la cual, el 20 deagosto, despus de un proceso, Baudelaire, su editor y el libro son condenados por atentar ala moral pblica. Tal era la poltica de orden moral del gobierno de Napolen III: el mismo ao,proceso a Flaubert por Madame Bovary, aunque fue absuelto.Baudelaire empieza a escribir y publicar pequeos grupos de poemas en prosa; siguetraduciendo a Poe (Las aventuras de Arthur Gondon Pym); la Revue contemporaine publica, enseptiembre de 1858, Del ideal artificial (De lidal artificiel) y El poema hachs (Le pome duhaschisch). En 1860, firma un nuevo contrato con Poulet-Malassis para una segunda edicin deLas flores del mal, aceptable por parte de la censura, enmendada, respecto de la de 1857,mediante la supresin de los poemas prohibidos, y el aadido de textos nuevos, como El 18albatros o Sisina. Esta segunda edicin se public en 1861 sin problemas. Veinte poemas enprosa aparecen en La Presse en 1862 y, el mismo ao, Swinburne elogia a Baudelaire en unartculo del Spectator. Poulet-Malassis quiebra y es encarcelado por deudas. Baudelaire vendeentonces los derechos de Las flores del mal, de Los pequeos poemas en prosa y de Micorazn al desnudo al editor Hetzel. Ya ha escrito varios artculos sobre Delacroix; despus dela muerte del pintor, publica La obra y la vida de Eugne Delacroix (L oeuvre el la vie dEugne Delacroix) en Lopinion nationale. Sigue haciendo traducciones de obras de Poe, ascomo un estudio importante sobre el pintor y dibujante Constantin Guys, El pintor de la vidamoderna (Le peintre de la vie moderne).En 1864, emprende un viaje a Bruselas para dar una serie de conferencias, de la que esperamucho para lanzarse y ganar un dinero del que, como siempre, anda escaso. Desanimado porel poco xito de su actuacin, enfermo y amargado, toma apuntes para un libro vengativosobre Blgica. En febrero y diciembre, se publican varios poemas en prosa bajo el ttulo Elespln de Pars (Le spleen de Paris), aunque en publicaciones posteriores volver al ttuloanterior de Pequeos poemas en prosa.En 1866, se edita una coleccin de poemas reunida por Poulet-Malassis, bajo el ttulo de Losdespojos (Les paves). EL 15 de marzo, Baudelaire sufre un ataque cerebral en la iglesia Saint-Loup de Namur. No se repondr de esta hemiplejia, que se repetir el da 30 en Bruselas; yaafsico, el poeta ser llevado a Paris, acompaado por su madre, a la clnica del doctor Duval.El Parnasse contemporain publica quince poemas suyos bajo el ttulo de Las nuevas flores delmal y La revue du XIXme sicle acoge sus dos Poemas licntropos (Pomes lycanthropes).Despus de un ao de agona, el 31 de agosto de 1867, muere Baudelaire; la propiedadliteraria de sus obras fue vendida a subasta. Las publicaron, en siete volmenes, Banville yAsselineau entre 1868 y 1870.3.3.1.2. Baudelaire poetaEn el momento en que Baudelaire alcanza los veinte aos, el Romanticismo est en su
  • 4. apogeo: la repblica de las letras cuenta con hombres como Lamartine, Victor Hugo, Musset,Vigny. Sus obras fueron las lecturas del joven Baudelaire, aunque su instinto los rechaza comomodelos. Haba que ser, pues, un gran poeta, sin ser ni Hugo, ni Vigny, ni Musset ni Lamartine.La obra de Baudelaire deba ser, por tanto, una respuesta al Romanticismo, a la esttica de1830; se explica que, sin tener mucho que ver con ellos, Baudelaire simpatizara con el Parnaso,la escuela del arte por el arte, con Leconte de Lisle en cabeza, con Banville, Heredia y Gautier.La actitud de Baudelaire, nica en su poca, antes de prefigurar el Simbolismo, que serelacionar con l, aparece, pues, como la de sus contemporneos los parnasianos, como unanecesaria puesta en orden del lirismo fcil, del canto apasionado, a veces inconsistente yampuloso, que fue el peor Romanticismo. A la hora de hacer obra de poeta, habr queolvidarse de los dictados de una inspiracin complaciente y facilona, para invertir en elestudio, en una obra reflexiva que debe ms a la elaboracin efectuada a partir de la materiasensible que a la materia misma.Esta actitud explica que Baudelaire esperara tantos aos para publicar un nico libro, Las floresdel mal, tras infinitas correcciones, recelos, dudas, borradores; y los Pequeos poemas enprosa fueron la pesadilla del Baudelaire enfermo, arruinado y desesperado por la mala acogidareservada a su poesa: los trabaj una y otra vez hasta lograr la prosa difana ytremendamente eficaz que hace de ellos, segn deseo del autor, un arma ms peligrosa anque la poesa en verso. Pero si Baudelaire se opone al Romanticismo por su actitud respecto ala labor del poeta, del mismo modo que se aparta de toda filosofa, de toda moral a priori, detodo estilo discursivo y de todo didactismo poltico, le debe al menos en apariencia elsatanismo, moda de los aos 1840, que le permite abordar el problema central de su obra,el Mal, con una complacencia que ha sido mal entendida por sus primeros jueces y por lamayora de la crtica que gusta de echarle la etiqueta de poeta maldito. Y si Baudelaire seconvierte en el padre de la poesa moderna, si es capaz de integrar y superar el Romanticismo,descubriendo, al mismo tiempo, su propia personalidad, es gracias al descubrimiento de Poe.Baudelaire empez a leer la obra de Poe hacia 1847. Su admiracin fue inmediata y total: elbalance, al final de su vida, lo dice bien claro; son cinco volmenes de traducciones, muchas deellas con introducciones del ms alto inters. El examen de la obra demuestra que esteentusiasmo debe matizarse y que ms valdra hablar de coincidencia en lo esencial, que es lapoesa. Dos grandes personalidades entran en contacto, y el joven se reconoce, se revela a smismo en el espejo del viejo; como dice me dedique bastante tiempo a Poe porque nosparecemos un poco. Poe no ense a Baudelaire la lucidez extrema en el plano tcnico y enel plano de la inspiracin, sino que le proporcion la confirmacin de lo que sospechaba; le dioseguridad. Cuando Baudelaire traduce The poetic principle quiere convencer al pblico de queno es el nico en pensar as, de que puede haber otra esttica que la romntica y que elconvencionalismo academicista de los salones.Poe y Baudelaire desentonan en su pas y en su tiempo. El rechazo de la sociedad moderna, dela sociedad industrial, del capitalismo salvaje caracterstico de aquellos [974] aos es comn aambos poetas. Baudelaire apunta en Mi corazn al desnudo: Acaso hay algo ms absurdoque el Progreso, ya que el hombre, como lo demuestra la experiencia diaria, siempre es elmismo, es decir, que no existe sino en el estado salvaje? Qu son los peligros de la selva y dela gran pradera al lado de los choques y de los conflictos diarios de la civilizacin? Que elhombre abrace al inocente engaado en los bulevares o mate la presa de un flechazo en las
  • 5. selvas impenetrables, acaso no es el mismo hombre, el hombre eterno, es decir, la msperfecta de las fieras? Se comprende que el pensamiento del poeta est enteramentedirigido, como lo ser en Blgica, en contra de la Francia del Segundo Imperio, la Francia deldinero, de las ambiciones frustradas, de los burgueses arrogantes, del pueblo laborioso ypeligroso; es la Francia que condena a poetas y a novelistas, ignora a Stendhal, desconfa de lainteligencia y convierte a Victor Hugo el smbolo de la oposicin.Otro punto de contacto importante con Poe es la aprehensin de la realidad bajo un ngulonuevo, adecuado para sorprender al lector y dar alcance filosfico a su obra. Se trata de haceremerger un mundo que encierra toda la realidad posible ms all de lo inmediatamentedescifrable: una exploracin exhaustiva del ser y de sus circunstancias, que se ha dado enllamar supernaturalismo, y que Baudelaire cultiva, a su manera, despus de Balzac, de Nerval,y de todos los visionarios modernos: Swedenborg, Mesmer, Goethe y Goeffroy de Saint-Hilaire.Si Baudelaire admira a Poe es tambin por el insaciable anhelo espiritual que manifiestaconstantemente y que Baudelaire comparte con l. Debe eliminarse la imagen moralizante deun Baudelaire depravado, vago, lascivo y blasfemador; Baudelaire fue un joven al que el placery la diversin le atraan; fue uno ms de los jvenes artistas de su generacin, alegre ydespreocupado, tal y como salen en La Bohme de Murger y luego de Puccini. Era unadolescente emancipado, que disfrutaba de su recin estrenada libertad y caa, comocualquiera, en todas las trampas de la facilidad. Pero Mi corazn al desnudo revela unBaudelaire piadoso, sumiso ante Dios, humilde y respetuoso, animado por una fe ardiente einsaciable, por un deseo de salvacin del que habr que acordarse al leer su obra. Poe yBaudelaire han recorrido juntos el sendero que lleva a Dios y a la belleza. Es al mismo tiempopor la poesa y merced a la poesa, por la msica y merced a la msica como el alma vislumbrael esplendor que se esconde ms all de la tumba; y cuando un exquisito poema hace brotarlas lgrimas en los ojos, estas lgrimas no son la seal de un deleite excesivo, sino ms bien lahuella de una melancola irritada, de un postulado de los nervios, de una naturaleza exilada enel mundo imperfecto y que quisiera apoderarse sin ms demora, en esta misma tierra, de unparaso revelado.Entre Poe y Baudelaire hay que concebir una comunidad espiritual y esttica que teje entrelos dos poetas una visin comn del mundo y de la obra de arte, que se nutre a la vez de lasaspiraciones ms generosas, ms humanistas, y tambin de la concepcin pesimista delhombre y de su maldad natural, su mediocridad, su hipocresa y su ceguera.3.3.1.3. Los temas de la poesa de BaudelaireUno de los clichs ms trillados considera a Baudelaire como el poeta de la vida moderna, elprimero que se interesa por las ciudades. S lo es ser para decir hasta qu punto detesta laciudad tentacular, que, para l, es el lugar geomtrico de la desgracia humana. Y el campo novale mucho ms. No ser nunca el eterno globe-trotter entusiasmado por las locomotoras y latcnica moderna. Sus viajes son imaginarios, pero sus sufrimientos son reales. Baudelaireaparece como poeta en medio del mundo por repulsin, no por adhesin; y por esta razn elmundo le rechaz.
  • 6. No tiene mucha mejor opinin de la sociedad burguesa a la que reprocha su mojigatera y suhipocresa, su egosmo, su cinismo, en una palabra su falsedad engreda. Baudelaire detest auna sociedad que no entenda a Watteau y a unos franceses que, segn dice, se parecantodos a Voltaire, enemigos de las rosas, enemigos de la poesa. Su actitud de dandy sirvepara establecer distancias, para intentar distinguirse, alcanzar en el aspecto ms exterior ysuperficial aquella perfeccin que le obsesiona; es el ltimo lance heroico en las sociedadesdecadentes; ser, pues, una actitud asctica, un ejercicio espiritual de alto coste pues reducea la ms total soledad- que edifica una barrera entre el mundo inaceptable y el ser dolido, conel riesgo de que caiga en la apata, en lo que Baudelaire llama su pereza. Ser la imagenconcreta de su angustia vital, parlisis y prdida de las facultades humanas de quien estinmerso en un mundo desproporcionado, en el que todos los valores espirituales han sufridoinflacin, el trueque y la deformacin, la especulacin que nos aleja del innocent paradis desamours enfantines. El satanismo, el cantar, suscitar el Mal, desvelarlo por doquier es otramanera de establecer distancias: el poeta, lcido, no suscribe el consenso, no se vela la fazpdicamente; dice con claridad lo que todos quieren callar.Lo que engendra el spleen est escrito en el primer verso del libro: el pecado, el error, laidiotez, la avaricia, y la lista no es exhaustiva. Es el mundo moderno, el hombre moderno, losvalores modernos, en una palabra, la desilusin del hombre de una generacin cuyos padreshicieron la Revolucin para algo ms que para matar al rey y proclamar la repblica y quecontempla, consternada, a qu infierno se ha llegado. Cuando el poeta se pregunta qu soy?,se reconoce, como dice Poulet, un hombre, un ser degenerado que en medio de su propiavillana se descubre poeta, es decir, aquel que puede decir, proferir, la bajeza y los sueos deideal.A este siniestro espacio humano se superpone rpidamente un espacio teolgico: en Lasflores del mal se habla a menudo de pecado y cuando no se habla se huele. Es un espacio queinclina al hombre hacia lo ms bajo y por el que todos resbalan con mayor o menor rapidez; unespacio sin horizonte, uniformemente gris, que incita a la claustrofobia: el cielo bajo y pesadopesa como losa Baudelaire dice la tapa de un puchero y nos aboca al abismo, es decir, a laimposibilidad de escapar de la condicin humana, del pecado, del error, de la avaricia, de lahipocresa, etc... Quien no haya pecado nunca que arroje la primera piedra.Naturalmente, en este universo carcelario, bastante comn en los dems romnticos, y sobretodo en Hugo, se vislumbra la luz, se postula la trascendencia, un Ideal capaz de contrarrestarel spleen. Aunque el Ideal queda como un mero sueo, una aspiracin intima, algo remoto quese concibe y que nunca se alcanzar. De modo que la vida se presiente llena de sufrimientosirremediables porque el remordimiento pesa ms que los mejores propsitos, y las faltascometidas excluyen cualquier expiacin futura. Esta postura permite hablar de la actitudjansenista de Baudelaire, finalmente el ms pesimista del siglo.En su mundo, la belleza es de piedra, la belleza alcanzable, propia de las mujeres, ser siempredegradada, testimonio, en el presente, de la imposibilidad de preservar [976] la pureza delpasado. Existen remedios: dormir, no estar, dormir sin soar, pues el despertar es msdoloroso si se ha revisado la realidad sondola. Y despus viajar, que no es exotismopintoresco, sino neurtico deseo de estar siempre en otro sitio que aquel en el que est. El
  • 7. viaje baudelairiano es siempre imaginario, indefinido, incierto y precario. Los viajeros deverdad son aquellos que parten por partir Es la imagen de una agitacin interior, untormento que no cesa jams, un desasosiego constante: la vida del poeta. Luego no habrpaisajes concretos ni horizontes precisos: vagas palmeras, perfumes, movimientos mecedores,un autntico retorno al claustro materno. El atardecer, como el alba siniestra, son momentosde lentas transformaciones, insensibles agonas en las que la sensibilidad enfermiza del poetase regocija, proclamando, como harn mucho ms tarde los surrealistas, la radical inutilidad detodo. Si frente al mundo moderno se estructura una geografa onrica del pas extico,lujuriante y clida, por el que pasean pulposas mujeres criollas, no pasa nunca de ser un Ednprofano, huidizo, como la belleza, y que no tiene futuro.As, las imgenes de infinito, el mar, los ojos de los gatos o las nubes que pasan, no se brindanjams como un espacio que se podra recorrer, sino como la imposibilidad de cualquiertrayecto, la confirmacin cruel del encarcelamiento del hombre en los parmetros de sucondicin.En cuanto a la mujer, no es siquiera la Musa del poeta, como es norma. Adems de la madreadorada y odiada a la vez, fueron cuatro las amantes relevantes: Sarah, la iniciadora; JeanneDuval, la mulata; Marie Daubrun, y la presidenta Sabatier, las dos dulces rubias; yprobablemente muchas ms, que no contaron tanto. Baudelaire tiene con ellas dos posturasopuestas. Hay una mujer abominable, que llama la mujer natural, es decir, sometida a lanaturaleza, esclava de sus instintos de posesin, de maternidad: es el retrato ms escandalosode la degradacin ms paulatina del ser. Es la vieja de los grabados de Goya que dice qutal?; la arruga es peor en el rostro femenino. De modo que la mujer es semejante a un relojque desgrana minutos y segundos, siniestra cuenta atrs que recuerda constantemente el pasodel tiempo y que, por aadidura, se permite ser frvola. Culmina en el poema Una carroaen que se dan cita todas las imgenes de la femineidad terrible, las harpas y los monstruos, lamiseria de las viejecitas, la crueldad de las furias, y la despiadada actitud de las madres tridas.Otro modelo que ofrece de la mujer es la imagen como espejo de sensualidad; es la que inspiraamor carnal y permite vivir siempre ebrio, fuera de uno mismo, en medio de olores, sedas yvapores; stas subyugan, como la droga; ofrecen un smil de infinito, suficiente vitico para eltrnsito terrenal. Y, el tiempo de una ilusin, permiten alcanzar la unin de los contrarios,autorizan la alquimia espiritual, que anhela el poeta que clama: Me diste tu fango y lotransform en oro.Habr, pues, aqu tambin, una doble postulacin, hacia la pureza, el sacrificio y la luz, por unaparte, y hacia las tinieblas, el dolor, el pecado y el egosmo, por otra. La figura de la Madona,amante y madre a la vez, ocupa un lugar ambiguo en este espacio femenino, donde florecernveladamente todas las fantasas sadomasoquistas, hijas de un Edipo nunca bien resuelto. Estaamante-madre se tornar serpiente, pual, smbolo flico, que, para el psicoanlisis, significaque un complejo de castracin ronda el texto y explica el spleen. Aunquese puede leer algoms. Detrs de la relacin neurtica con la madre, el fantasma del texto materializa, a travsde la escritura, la idea de que el poeta es la madre de su obra, que ha de morir al mundo para[977] apoderarse de su propia madre, la lengua materna, y producir as lo que el hombrepuede perder, la virilidad, el poema, como quien da a luz y reproduce el drama del propio
  • 8. nacimiento. En este sentido, la edicin de 1857 se parece a un aborto, al parto de un hijomuerto. Y si este hijo ha sido creado gracias a la relacin incestuosa con la lengua materna,el ltimo gesto, el ms eficaz, es el de la tortura, clavando los siete puales de la Madona.Tales son los arcanos de la creacin literaria.3.3.1.4. Las flores del malEl libro condenado en 1857 era un volumen muy pensado, construido hasta en sus menoresdetalles, especialmente en cuanto al orden de los poemas, con una intencin que el hiloconductor dejaba entrever progresivamente. La condena del tribunal obligaba a suprimirvarios poemas y desfiguraba el conjunto. La edicin que prepar despus, y que se public en1861, contaba con treinta poemas ms, que modifican en profundidad el orden inicial, puesvarios textos de la primera edicin han cambiado de sitio, de modo que el libro definitivohaba perdido buena parte de su sentido inicial. La crtica est dividida: durante muchos aos,pens que haba que dar la edicin de 1861, argumentando que era la ltima revisada porBaudelaire; pero pasaba por alto que esta revisin no obedeca a una voluntad de mejora, sinoa una necesidad de adaptacin. A Baudelaire se le exiga que suavizara sus intenciones, queaprendiese a disimular un poco ms, a poner, como se estilaba entonces, hojas de parra a susestatuas y a pintar desnudos femeninos sin vello. Por otra parte, adems de ser una tentativade salvacin del libro, la edicin de 1861 plasma un grado de madurez mayor y no se puededesechar. Tampoco es razonable decir, como pretenden otros, que la nica versin solvente esla de 1857, porque se eliminan, entre los treinta poemas aadidos, algunos de importanciacapital.Luego estn Las nuevas flores del mal y Los despojos, colecciones de las que no se puede sabersi, en una versin posterior, Baudelaire no las hubiese integrado al conjunto inicial. Lacomplejidad del asunto es, pues, enorme. Un criterio ponderado, que es un mal menor, estomar como base la edicin de 1861, sin perder de vista la de 1857, recogiendo, a manera dedespojo exigido por la sociedad, los textos condenados en anexo. Pero no se pueden solaparlas dos ediciones.Considerado de esta manera, el libro empieza por un poema dedicado al lector que, como seha dicho, es un verdadero discurso del fiscal Baudelaire dirigido al hipcrita lector, susemejante, su hermano, y cuya finalidad es introducir la nocin de spleen. Le sigue la seccinSpleen e Ideal que cuenta con ochenta y cinco poemas en los que se desgrana la irreductibleoposicin entre las aspiraciones ms nobles del hombre y la irremediable atraccin que el Malejerce sobre l. La seccin siguiente, Cuadros parisinos, introduce el tema de la gran ciudad, esdecir, de la modernidad, que se aade al Spleen inmanente y lo hace ms real, ms presente:se ve al poeta, azorado,presa de un pnico interior que slo la actitud de dandy permitedisimular; en esta seccin estn los dos crepsculos, el de la noche y el de la maana, quecierra la seccin con la imagen Por sus tareas rotos volvan los noctmbulos, que sirve detransicin hacia la seccin siguiente, El vino. Los noctmbulos huyen de la realidad, como losborrachos, los drogados y todos los soadores de ideal para los cuales la realidad esinsoportable. Son los pobres, los asesinos presa del remordimiento, los [978] solitarios,hurfanos de amor, y los amantes que huyen hundindose en su propia sensualidad. Pero esta
  • 9. huida no est exenta de consecuencias y lleva a cultivar Las flores del mal, ttulo de la cuartaseccin y del libro mismo.All, la sensualidad se cifra en el desolador cuadro de dos lesbianas (Mujeres condenadas), elViaje a Citerea conduce al pie de una horca en la que se balancea un cadver y concluyeconestos versos: Ah, Seor!, concededme el valor y la fuerza / de contemplar mi alma y micuerpo sin asco. La seccin siguiente, Rebelin, enteramente escrita antes de 1843,pertenece a la ms pura tradicin romntica del poeta satnico y tenebroso. Comprendepoemas tan provocadores como La negacin de San Pedro, cuyo ltimo verso San Pedro harenegado de Jess... Y ha hecho bien! no es menos blasfemo que el ltimo dptico del poemasiguiente, Abel y Can, que dice: Raza de Can, sube al cielo, / y arroja a Dios sobre la tierra.Petrus Borel y sus amigos, los licntropos, solan confundir a Dios con un tirano, pero no es laidea esencial. Cuesta hacer comprender que, como dice Klossowsky, todo Sade es amor, y, delmismo modo, resulta difcil hacer admitir que Baudelaire es un poeta religioso que clama alCielo porque el cielo no contesta. El hurfano, en pos de un padre espiritual, slo tiene aSatn, a quien pide, en las Letanas de Satn: Apidate, oh Satn, de mi larga miseria!porque es el Padre adoptivo de esos que en su clera negra / Dios Padre del Eden terrenal haexpulsado, imagen en la que se vuelve a percibir la nostalgia del paraso inocente de losorgenes.Despus, slo queda la incierta esperanza de la muerte, que da su ttulo a la ltima seccin dellibro. Una muerte en la que vuelven a darse cita los amantes, los pobres y los artistas y queconcluye con el largo poema, capital, titulado El viaje, en el que Baudelaire pasa revista a todassus experiencias y desazones para acabar deseando realizar el ltimo viaje, porque nos hastaesta tierra; y slo queda hundirnos, Cielo, Infierno, qu importa?, / al fondo de lo ignoto,para encontrar lo nuevo. El ltimo verso del libro, que parece una luz encendida, una puertaabierta hacia otro mundo y otra vida, es, en realidad, el ms desesperado del libro: bien sabeBaudelaire que poca novedad puede depararle el no ser. Cualquier cosa, en cualquiersitio,mejor que el Tedio. Para l, el fin del sufrimiento no es el principio de la felicidad. Coneste verso empieza la reflexin moderna, la de nuestro siglo, sobre lo absurdo, y confiere a laobra un alcance metafsico que no supieron interpretar los jueces que le condenaron. Estaperspectiva sita a Baudelaire en la tradicin de los grandes poetas de la condicin humanaque tienden a retratar la existencia como un infierno dantesco. De hecho, la edicin de 1857puede leerse como un criptograma donde crticos como Jean Richer han credo descifrar variasseries de crculos infernales a la manera de Dante. En efecto, el spleen, el amor culpable, lalujuria y la muerte, forman cuatro crculos por los que vamos bajando irremediablemente; seaaden la esperanza del paraso que es el ideal de amor y arte del poeta, el purgatorio deldolor.La seccin Spleen e Ideal comporta a su vez siete crculos, que no se superponen exactamentea los siete crculos dantescos ni a los siete planetas del sistema solar, sino que se inspiran enambas estructuras. Se puede observar tambin que el nmero inicial de poemas era de cien, yque Baudelaire insisti mucho en que su nombre de pila figurase slo como inicial en laportada, tal vez para recalcar el simbolismo totalizador de la centena. Se observan tambingrupos numricos de siete y once poemas, similares a los de la Divina comedia. Finalmente, no
  • 10. puede pasarse por alto que el libro empieza [979] por El pecado, el error... y acaba con elhastiante espectculo del inmortal pecado. De modo que si Baudelaire no imita a Dante,como tampoco a Poe, coincide con l.Luego estn los smbolos astrolgicos, los siete planetas del sistema solar, a los cuales seaade, a veces, la Tierra. Hay, pues, un ciclo del Sol en el que dominan las imgenes de luz, quecomprende los once primeros poemas; la luz se opone cada vez ms al dolor y a la melancolapropias de Saturno: Oh Dolor, oh Dolor! Come el Tiempo a la vida... y nos llevan hacia lastinieblas y el olvido. El segundo ciclo es el de la noche y de la Luna, el de los hijos humanos dela noche, los sueos y los recuerdos que los engendran. Culmina con el xtasis de amor que enla noche se reconoce a s mismo, hasta que se dramatiza a los pies de esa gigante cuyosinmensos pechos, hasta ahora acogedores, sugieren el tema, propio del ciclo siguiente, de laVenus libitina, la Venus infernal de los romanos; es la parte ms morbosa del libro, ya queevoca todo un universo de formas horribles. Es el ciclo de la carroa, de la juda repulsiva, delos gatos inquietantes y misteriosos, a los que se oponen los sueos de ideal y de amor exentode pecado. Concluye este grupo con Armona del atardecer, un texto tmidamente solar queda paso al ciclo de Mercurio: es un grupo dinmico, que evoca los viajes y los deseosinsatisfechos, todas las neurosis que nos minan, y nos hacen ser el Heautontimoroumenos, elverdugo de nosotros mismos. La va est despejada para volver a Saturno.En el ciclo siguiente, el ms baudelairiano del libro, estamos en contacto con lo ms hondo dela desesperacin humana, que ilustra magistralmente la serie de opemas titulados Spleen; esel mundo del sol negro, el de Nerval y el de los humoristas lcidos. All se roza la locura, ltimorefugio.El ltimo ciclo es el de la Luna y del Limbo; ah estn los dos crepsculos, las tristezas de laLuna y naturalmente la msica. Es el ciclo de los recuerdos que permanecen en la memoria delcosmos, tal y como se pueden leer en los Cantos XV a XVII del Purgatorio de Dante. Latrayectoria de Spleen e Ideal sigue una lnea dominante nocturna y depresiva. Por un lado elSol, la Venus celestial y Mercurio; por el otro, la Luna, la Venus libitina, Saturno y nuevamentela Luna. No hay ciclo de Marte ni de Jpiter, que son astros conquistadores y guerreros,monarcas de un mundo que el poeta ni quiere ni puede avasallar.Nerval haba inscrito simblicamente su carta astral en El desdichado y en Artemis, dos de sussonetos; parece que Baudelaire hizo lo mismo en la seccin Flores del mal de la edicin de1857, y, por lo tanto, el texto encierra muchos ms misterios de los que, a primera vistaparece.Se ha observado, por ejemplo, que cada ciclo est dominado por un sistema voclico fijo, quecorresponde a la aplicacin de teoras musicales que Villiers de lIsle Adam supo reconocer. Porotro lado, la serie planetaria, estructurada por estas agrupaciones voclicas peculiares, recubreotras series o setenas, como la de los pecados capitales anunciados en el poema liminar yrepresentados por siete animales simblicos. Y cuando Baudelaire celebra a los faros, sietegrandes artistas, aplica la teora de las sinestesias anunciadas en el poema Correspondencias,asociando planetas, colores, vocales y notas musicales. Rimbaud recordar esta manera decodificar el mundo en su famoso soneto Vocales.
  • 11. En sus Notas nuevas sobre E. Poe, Baudelaire confesaba que conceba la tierra como [980]reflejo del cielo, lo cual invita, efectivamente, a ver inscrito el destino personal en los astros, ainscribirlo, a su vez, en la obra; de este modo, el pasado, el presente y el futuro estnpredestinados y se comprende el abatimiento, no siempre tan digno como el de los ansenistas,de quien descubre lo irremediable del destino. Baudelaire era Virgo; es el smbolo universal dela femineidad; aparece en la Biblia con la expresin (nigra sed pulchra) y ms de una vez enlos versos del poeta. Tambin abundan los emblemas de la femineidad inquietante, de lavirgen negra: lo cual explica la obsesin de Baudelaire por las mujeres de piel cetrina, JeanneDuval, la Malabaresa y, en el principio, Sarah, la juda bizca.Finalmente, hay que tomar en consideracin la esttica del oxmoron que, a su vez, tambinestructura la obra y que el poema liminar utiliza para describir el Tedio, monstruo delicado.Es tambin la oscura claridad que dimana del astro nocturno, del ojo de los gatos y de todaslas mujeres que fascinaron a Baudelaire. Este uso del oxmoron, mucho ms frecuente enBaudelaire que en cualquiera de los dems poetas de su tiempo, llev a pensar en unaconexin entre la poesa de Las flores del mal y una tradicin esotrica gnstica, queBaudelaire hubiese conocido a travs de un texto hermtico traducido al francs en el sigloXVI, el Pomandres. Se podr descifrar la obra de Baudelaire siguiendo los planos estructuralesde la Gnosis: el del dualismo metafsico y tico, el del dualismo suavizado por la posibilidad deuna redencin (gracias a la mujer) y, finalmente, por la afirmacin de la individualidad, esdecir, en trminos junguianos, la unificacin de la experiencia propia y del cosmos, experienciapropiamente mistica, que, ms all del pesimismo, se puede leer en el ltimo poema, El viaje.Siguiendo esta perspectiva, se comprender mejor por qu Baudelaire inaugura lamodernidad. Estas tres instancias gnsticas echan por tierra el mito romntico por excelencia,el de Prometeo, gracias a quien se poda esperar el fin de Satn, desenlace triunfal del dramade la civilizacin. Segn este punto de vista, los contrarios no coinciden, sino que seintercambian; Satn se convierte en Jess, Prometeo triunfa, el hombre es un dios gracias a laciencia y al progreso. En Las flores del mal el poeta sigue siendo un ser superior, pero es uncaro pattico e irrisorio, cuyas alas de gigante le impiden caminar; su universo es a la vezcerrado e infinito, y su existencia es un drama que comporta cuatro aspectos principales,reiteradamente identificados por Baudelaire. El primero es el de la alteridad, es el tema deldoble tenebroso:Venus, las mujeres, o aquel que se descubre otro a medianoche. El segundo actualiza ladualidad vivida segn un modelo atractivo y repulsivo a la vez: Pandora, fuente de placer y dedesastres.Un tercer tema interioriza, mediante el acto potico, la dualidad que le obsesiona. Es la figurahermtica por excelencia, que confiere al texto las caractersticas del hermafrodita, msfecundo para s mismo porque es estril hacia fuera, como el hijo de Hermes y de Afrodita;para lo cual hay que pagar el precio de la soledad y de la incomprensin de los dems: ahempieza el poeta a ser maldito. El cuarto tema es consecuencia directa de los anteriores:postula la iniciacin y la transformacin del fango en oro puro. Al final de la empresa, ya noqueda lugar para la proyeccin hegeliana del Mal, sobre el cual, segn crea, podan crecer lashumanas flores; la flor es el Mal, del mismo modo que la vctima es el verdugo; la herida, elcuchillo, y Dios, el Demono. Esta vasta empresa de coincidencia de los contrarios que anhela
  • 12. emular a Hermes, arma al poeta con el tirso, emblema del mediador que requieren los tiemposmodernos. Ser capaz de realizar en s mismo todos los oxmoros posibles. Y su corazndolorido, verdadero atanor de alquimista, es el crisol en el que el mundo celestial se funde conel terrenal, el bien con el mal, la muerte con la vida.Las cosas no son siempre tan sencillas y, poco a poco, se ve que la magia no es bastantepoderosa para redimir al hombre y al mundo a la vez. Slo queda la nica gloria permitida alhombre, descubrir la conciencia del Mal, sin la cual nadie puede convertirse en artista. Paraadquirirla, habr que bajar a los infiernos del alma, donde se sufre el vrtigo de la nada. No sepuede leer a Baudelaire a partir del voluntarismo positivista que nos suele habitar, so pena deno entender nada. Baudelaire, que no se salv ni del alcohol, ni de las drogas, ni de la nada quecierra trgicamente el libro, en busca de lo Desconocido y de lo Nuevo, inscribe finalmente laequivalencia del Cielo y del Infierno, del bien y del mal. Estas dicotomas ya han dejado de sertales, son mixtos, rebis de alquimista, piedras losofales, que, como el sufrimiento, permiten latransformacin, a la que permanecer ajeno quien no emprenda el viaje y la aventura de lalectura del libro, sin prejuicio de escuela, para descubrir, al final de la propia noche, la luz deldestino personal.[][982]3.3.3. La poesa simbolista3.3.3.1. El universo simbolistaEl ltimo tercio del siglo ve multiplicarse las escuelas, los grupos, las capillas poticas, con unavitalidad slo comparable con su efmera existencia. Es una comodidad de manual pretenderque hubo una escuela simbolista que sucedi al Parnaso para liquidar el Romanticismo de unavez. Paul Valry escribe: Lo que se dio en llamar el Simbolismo se resume muy simplementeen la intencin comn a toda una familia de poetas (por lo dems enemigos entre s) derecuperar lo que era suyo a costa de la msica. Y Georges Rodenbach nos ofrece unadefinicin ms clara: La poesa simbolista es el sueo, los matices, el arte que viaja con lasnubes, que domea los reflejos, para el que la realidad no es ms que un punto de 26 partida yel papel mismo, una dbil certeza blanca a partir de la cual poder lanzarse hacia simas demisterio que estn arriba y que atraen. As, despus del materialismo, del positivismo, de larazn razonable, de la impasibilidad de los parnasianos, le toc la hora al individualismo, alidealismo, a la intuicin, la vacilacin, la fantasa, la fluidez, y tambin a unas armonas mssutiles si no ms logradas. El arte del simbolista pretende representar con la realidad todo elmisterio definitivo que encubre. Con todo, el Simbolismo protest tambin en contra de lavida moderna, y pretendi desvelar los misterios del ms all cayendo en no pocas ocasionesen las tentaciones del esoterismo y de las sociedades ocultistas y secretas que florecieronentonces: Rosa-Cruces, por ejemplo. Y si Simbolismo viene de smbolo, postula el manejo deun material atemporal en el que confluyen mitos y ritos, fbulas y leyendas, sueos yalucinaciones psquicas, que hacen del poema el nico medio viable para expresar estados denimo.
  • 13. Para este programa, haba que definir una esttica adecuada. El Simbolismo, gran enemigo delNaturalismo, es potico por esencia; la poesa es un canto interior, [983] que es, al mismotiempo, una epistemologa de la realidad autntica, incompatible con la rutina, la accin y lasociedad. Como experiencia del absoluto, como idealismo creador, la poesa simbolista estmuy cerca del Romanticismo alemn, pues busca una explicacin onrica del universo a travsde una metafsica experimental, la praxis potica. El lenguaje ser la nica va de acceso a loirracional y, en este sentido, los simbolistas preparan la va a los surrealistas ms de lo queestos reconocieron jams. Es el mundo del pensamiento analgico, de las iluminacionesreveladoras.Poco a poco, como har Mallarm, el poeta deja la iniciativa a las palabras, antes sonidos ymsica que sentido. La confluencia de la msica y de la poesa, en tiempos del mejor Wagner,produjo, pues, buen nmero de melodas, respondiendo as al dictado de Verlaine: Msicaante todo.Frente a la naturaleza, el poeta slo distingue apariencias, vagas y vaporosas, parecidas a loscuadros impresionistas en los que las cosas no existen en s, sino slo en la medida en que seperciben. El poeta es entonces el que nombra y profiere el mundo sensible; es la posicininversa a la del Romanticismo de Lamartine: la naturaleza ya no inspira estados de nimo, sinoque el poeta expira su alma en la naturaleza. Mallarm dice que no hay que nombrar losobjetos, sino sugerirlos poco a poco, tejiendo un misterio que es la esencia misma del smbolo,y Verlaine aade que el smbolo es la metfora, la poesa misma.Esta esttica del misterio preservado usa una lengua que ha dejado de ser difana y sencilla,que gusta de hurgar en los detalles, de mezclar ideas, de urdir frases de sintaxis perversa, deacoplar palabras contra natura para crear una confusin, que es la imagen de la analogauniversal ms que la del rechazo del sagrado cartesianismo, gloria de la mente clsica francesa.La ruptura con el Parnaso fue tambin una ruptura con el diccionario, la gramtica y la sintaxis,ms declarada en unos que en otros. Pero al mismo tiempo devolvi al lector un papel activodel que se le haba privado casi siempre: la lectura plural es as una creacin del Simbolismo. Elcultivo del enigma llev fcilmente al verso abstruso, a veces oscuro, para disimular su vacode sentido, que slo se podr achacar a los peores decadentes y raras veces a los grandesnombres de los sucesivos simbolismos que habr que distinguir.Sin que haya abandono total de la prosodia clsica, cabe remarcar que el Smbolismo cultivcon especial inters el verso libre (H. de Rgnier, Verhaeren, por ejemplo). El verso libre seconceba hasta entonces como el uso de distintos metros en un mismo poema, como en lasFbulas de La Fontaine, para dar fluidez y ritmo a la poesa. Ahora se utilizar el verso librepara alcanzar un grado mayor de variaciones meldicas, de inefable inconsistencia de laexperiencia evocada, y la mayor libertad de expresin que la poesa francesa haba conocidohasta entonces. Versos ms largos de lo normal, sin rima, impares, hasta de diecisiete pies,obligan a poner el acento sobre el ritmo de clusulas ms cortas. La cuestin del verso libre diolugar a numerosas discusiones, no siempre de buena fe. Despus del verso, se liber la estrofa,que, segn Gustave Kahn, nace del primer verso. Y la estrofa crea el poema, en definitivasegn las necesidades expresivas del poeta y ya no en funcin de una forma predeterminada.Sin rechazar las formas antiguas, de las que todos usaron con mayor o menor libertad, los
  • 14. simbolistas probaron suerte con el verso libre y debe decirse, para su mayor gloria, que sloestaban de acuerdo en un punto: la calidad de la obra. No hubo uno sino varios simbolismossucesivos, a veces con otros nombres. Se distingue un perodo preparatorio entre 1875 y 1885.A partir de 1886, la publica[984]cin de manifiestos y textos tericos, la consolidacin deperidicos como Le dcadent littraire et artistique de Anatole Baju, da consistencia al grupode los Decadentes que aparecen como una escuela del Simbolismo; todos profesan unRomanticismo lnguido y neurtico que sazonan con las brumas del norte, en el caso de lospoetas de la joven Blgica, sea con todas las patologas soadas de una mente desasosegada.1886 es el ao del prlogo (Avant-Dire) de Mallarm al Tratado del verbo ( Trait du verbe), deRen Ghil, y el Manifiesto del simbolismo, de Moras; en la Revue wagnrienne se insiste enlas relaciones entre poesa y msica. Luego se multiplican los artculos tericos y las revistas:La Plume, Entretiens politiques et littraires, Mercure de France, La Revue Blanebe,LErmitage. Hacia 1890, el maestro indiscutido de toda esta efervescencia es Mallarm. Sinembargo, esta dinmica ser de corta duracin; muy pronto los simbolistas se reconvierten ala poesa social (Ghil, Stuart Merrill), al misticismo alucinado de la naturaleza y de las grandesciudades (Verhaeren), al populismo de Jehan Rictus, al musicismo d Jjean Royre; la tradicinde Mallarm revivir en el joven Valry y en Andr Fontainas, mientras Verlaine emular variasgeneraciones lricas y religiosas: Charles Gurin, Francis Jammes. Hasta Paul Claudel se apoyaen el Simbolismo para imponer una visin catlica que desplace el wagnerismo imperante. Losalimentos terrenales (Les nourritures terrestres), de Gide, el naturismo de Saint-Georges deBouhlier, el humanismo de Fernand Gregh y la Escuela Romnica de Jean Moras se lo debentodo al Simbolismo.Entre las publicaciones que pesaron en esta gran aventura de la poesa, cabe sealar Lospoetas malditos (Les potes maudits), de Verlaine. Son los poetas absolutos, desconocidos desu tiempo: son Tristan Corbire, Rimbaud y Mallarm en 1883, Marceline Desbordes-Valmore,la poetisa romntica, Villiers de lIsle Adam y l mismo, en 1884. Se leer una caricaturadivertida del decadentismo en Las deliquescencias de Ador Floupette (Les dliquescencesdAdor Floupette, 1885), de Henri Beauclair y Gabriel Vicaire, donde se denuncia la facilidaddel manierismo morboso y el culto de lo artificioso en una sociedad carente de espiritualidad.Todos, como demostr Marcel Raymond, estaban preocupados por la forma en s, de modoque tendan a utilizar el smbolo como un estmulo del pensamiento, un armazn que habaque vestir; faunos, sirenas, cisnes, damas de la noche desfilan hierticos y parecen esperar, aveces, que el poeta les diga lo que tienen que hacer. A falta de saberlo, los cubre de joyas, sedemora en los detalles, y refina hasta lo insoportable; este gusto revive en las modas retro y seprolonga hasta muy avanzado el modernismo. Pero los mejores poetas que surgen de estemovimiento no caen en estos defectos.