BATALLA DE SAN ROMANO

Obra del artista florentino Paolo Ucello. Consiste en tres grandes paneles que conmemoran la batalla de San Romano de 1432 donde se enfrentaron Florencia y Siena. La batalla duró 8hrs, las tropas florentinas comandadas por Niccolo da Tolentino vencieron a las sieneses sin efectuar ningún muerto. Bernardino Della Ciarda comandó la tropa de sianesa.

Las tres tablas representan a Tolentino liderando a los florentinos, la intervención de Micheletto de Cotignola en la batalla de San Romano y El triunfo sobre Della Ciarda.

En todo el cuadro podemos hallar testimonios del interés que tenía Uccello por la perspectiva; incluso las lanzas rotas del suelo están puestas de manera que apuntan hacia su común “punto de fuga”. Esta colocación matemáticamente precisa es en cierta manera responsable de la apariencia fantástica del escenario en el que parece desarrollarse la batalla.

“La utilización de un tema que en principio parece exigir una representación “naturalista”, como pretexto para una investigación de índole casi abstracta sobre la naturaleza del espacio, le condujo a la configuración de un mundo forzosamente extraño por cuanto comportaba el desprecio de los datos sensibles. Lanzas, cascos, caballos y soldados se disponen sobre la superficie pictórica como datos previos de una ecuación matemática para cuya resolución se hiciera necesario reducir a términos fijos un determinado número de variables. Los caballos adquieren una dureza de cartón piedra, los contornos asumen una rigidez cortante y ello, junto a la esplendente policromía -aquí y allá de tonos planos y arbitrarios-, acaba por producir una atmósfera surreal. Quizá no ande desencaminada la idea de Heydenreich y el pintor intentara conseguir aquí un género nuevo de decoración mural inspirándose en los tapices o en los trabajos de taracea, pero en éstas más que en cualesquier otras obras, lo que se hace evidente es que Uccello se mueve en el campo de lo puramente mental y no en el de las sensaciones.” (Alvarez Lopera, J., ob., cit., pág. 103)

La luz y el objeto alcanzan un acentuado nivel de irrealidad, su función primordial es la de establecer una configuración volumétrica y particular del objeto y la figura en el espacio.

Ucello trabaja escorzos en las más variadas posiciones junto con el movimiento, el reciente descubrimiento de la perspectiva era su pasión. Las relaciones que éste mantenía con Masaccio, uno de los primeros artistas en trabajar la perspectiva, eran innegables. Utiliza en los cuadro colores brillantes y poco naturalistas procedentes de la tradición gótica; los rojos y blancos actúan como punto de fuga, algunos los caballos aparecen representados con colores irreales como el azul o naranja. La luz también está alejada del naturalismo renacentista, se trata de una luz ilusoria e irreal creada precisamente para otorgar una sensación teatral en el espectador.

Pero es quizás el movimiento el elemento más trascendental en la obra de Uccello. La composición en sí misma trasmite dinamismo e inestabilidad sin embargo, la obsesión del humanista por el movimiento se desarrolla en cada una de las figuras que componen las tres tablas, todas son elementos dinámicos que interactúan con el espectador.

Paolo Uccello está más interesado en la perspectiva y su aplicación, que en los sentimientos humanos.

Actualmente las tres tablas que componen el tríptico se encuentran dispersas en tres museos distintos: la Galería Nacional de Londres, La Galería de los Uffizi de Florencia y el Museo del Louvre de Paris.

GALERIA DE LOS UFFIZI (FLORENCIA)

Caída de Bernardino Della Ciarda

GALERIA NACIONAL DE LONDRES

Niccolo da Tolentino dirigiendo las tropas florentinas

MUSEO DE LOUVRE (PARIS)

Intervención de Micheletto de Cotignola