bartolomé de las casas y los derechos del indio; the unesco

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Una ventana abie ^m^ Bartolomé de las Casas y los derechos del indio

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Page 1: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Una ventana abie

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y los derechos del indio

Page 2: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

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TESOROS

DEL ARTE

MUNDIAL

AñoInternacional

de la Mujer

.

Foto ® Museo del Louvre, París

irán La reina de las manos juntasEn Susa fue descubierta la estatua de esta soberana de Elam, reino que, antes del imperio persa, seextendía por la región del Irán actual situada al oeste de la cuenca mesopotámica. La escultura,vaciada en bronce en el siglo XIII antes de nuestra era, mide 1 metro 29 y pesa 1.800 kilos. Lamajestuosa figura de la reina lleva un traje talar plisado y bordado, en la parte inferior del cual puedeleerse una inscripción, en caracteres cuneiformes, que dice: «Yo soy Napir-asu, esposa de Utash-napirisha... Sobre aquél que quiebre mi estatua, sobre aquél que deteriore la inscripción... caiga lamaldición del gran dios...». Tal amenaza no impidió que la estatua fuera decapitada. Reproducimos undetalle de la estatua con las manos.

Page 3: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

UNESCOEl Correo

JUNIO 1975 ANO XXVIII

PUBLICADO EN 15 IDIOMAS

Español Arabe Hebreo

Inglés Japonés Persa

Francés Italiano Portugués

Ruso Hindi Neerlandés

Alemán Tamul Turco

Publicación mensual de la UNESCO

(Organización de las Naciones Unidas parala Educación, la Ciencia y la Cultura)

Venta y distribuciónUnesco, Place de Fontenoy, 75700 París

Tarifa de suscripción anual : 28 francos

Tapas para 11 números : 24 francos

Los artículos y fotograflas de este número que llevan elsigno © (copyright) no pueden ser reproducidos. Todoslos demás textos e ilustraciones pueden reproducirse, siempreque se mencione su origen de la siguiente manera : "DeEL CORREO DE LA UNESCO", y se agregue su fechade publicación. Al reproducirse los artículos y las fotos deberáhacerse constar el nombre del autor. En lo que respecta a lasfotografías reproducibles, serán facilitadas por la Redacciónsiempre que el director de otra publicación las solicitepor escrito. Una vez utilizados estos materiales, deberánenviarse a la Redacción tres ejemplares del periódico o revistaque los publique. Los artículos firmados expresan la opiniónde sus autores y no representan forzosamente el punto devista de la Unesco o de la Redacción de la revista.

Redacción y Administración

Unesco, Place de Fontenoy, 75700 París

Director y Jefe de Redacción

Sandy Koffler

Subjefes de RedacciónRené Caloz

Olga Rodel

Redactores Principales

Español : Francisco Fernández-SantosFrancés : Jane Albert Hesse

Inglés : Ronald FentonRuso : Georgi StetsenkoAlemán : Werner Merkli (Berna)Arabe : Abdel Moneim El Sawi (El Cairo)Japonés : Kazuo Akao (Tokio)Italiano : Maria Remiddi (Roma)Hindi : Sayed Asad Ali (Delhi)Tamul : N.D. Sundaravadivelu (Madras)Hebreo : Alexander Broido (Tel Aviv)Persa : Fereydun Ardalan (Teherán)Portugués : Benedicto Silva (Río de Janeiro)Neerlandés : Paul Morren (Amberes)Turco : Mefra Telci (Estambul)

Redactores

Español : Jorge Enrique AdoumFrancés : Philippe OuannèsInglés : Roy Malkin

Ilustración : Anne-Marie Maillard

Documentación : Christiane Boucher

Composición gráfica

Robert JacqueminLa correspondencia debe dirigirse al Director de la revista

A NUESTROS LECTORES

El retraso con que nuestros lectores reciben nuevamente ElCorreo de la Unesco se debe a repetidas huelgas que han paralizadonuestra imprenta de París. Les rogamos nos excusen, con la espe¬ranza de que ese retraso podrá reducirse al mínimo en los próxi¬mos números de nuestra revista.

Página

4 BARTOLOMÉ DE LAS CASAS:

LA LARGA E INFATIGABLE LUCHADEL « APÓSTOL DE LOS INDIOS »

por Angel Losada

11 LIBERTAD Y DERECHO DE SER HOMBRE,PILARES DEL PENSAMIENTO LASCASIANO

por José Antonio Maravall

14 ARTE Y VIDA COTIDIANA EN OCEANIA

Una exposición ambulante de la Unesco

por Roger S. Duff

22 LA EXPRESIÓN GRÁFICA MODERNAEN NUEVA GUINEA

24 LA ENSEÑANZA SUPERIOR:HACER QUE LA VIDA ENTREEN LA UNIVERSIDAD

Crítica del conservadurismouniversitario en el mundo

por Dragoljub Najman

28 UNA ORQUESTA DE LA EDAD DE PIEDRA

Cuando del mamut se hacían

los primeros instrumentos musicales

por Serguei N. Bibikov

33 LOS LECTORES NOS ESCRIBEN

34 LATITUDES Y LONGITUDES

TESOROS DEL ARTE MUNDIAL

Año Internacional de la Mujer

La reina de las manos juntas (Irán)

Nuestra portada

Hace cinco siglos nacía en Sevilla quiencon el tiempo habría de ser conocido conel título de «Apóstol de los Indios»:Bartolomé de las Casas, uno de los gran¬des defensores modernos de los derechos

humanos, de la igualdad de las razas y dela integridad de las culturas. A su larga einfatigable lucha en América y España enfavor de los indios del recién descubierto

Nuevo Mundo están dedicados dos artí¬

culos de este número. En nuestra portada,cabeza de indio maya que se conserva enel Museo Nacional de Antropología deMéxico y que fue descubierta en Palenque,en la misma región de Chiapas de la quefue obispo el batallador e insigne frailedominico español.

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por Angel Losada

ANGEL LOSADA, historiador español, ha sidoprofesor de la Universidad de Madrid y trabajadocomo investigador en el Consejo Superior deInvestigaciones Científicas de España y cola¬borador de otras instituciones científicas espa¬ñolas y extranjeras. Se ocupa también de cues¬tiones internacionales, como alto funcionario

de la Oficina Internacional del Trabajo, deGinebra. Como historiador se ha especializadosobre todo en la historia del humanismo españoly, en particular, de dos de sus principalesfiguras: Juan Ginés de Sepúlveda y Bartoloméde las Casas. Entre sus obras destacan FrayBartolomé de las Casas a la luz de la moderna

crítica histórica (Madrid, 1970) y Juan Ginésde Sepúlveda a través de su epistolario y nuevosdocumentos (Madrid, 1948). Ha publicadoasimismo dos manuscritos inéditos de Las

Casas : Los tesoros del Perú (Madrid, 1958) yla Apología contra Sepúlveda, traducida por éldel latín (Madrid, 1975).

POCAS figuras hay en la historiatan controvertidas como Fray

Bartolomé de las Casas. «Apóstol delos Indios» para unos, autor de la«leyenda negra» antiespañola paraotros, viene siendo, ya desde antesde su muerte, banderín de las másexacerbadas actitudes, de las que, por

lo general, está ajena la serenidadnecesaria a todo juicio históricoimparcial.

Sin duda esta doble imagen esdebida a una imcomprensión tanto dela época como del personaje: se olvidafrecuentemente que, en su tiempo, nofue Las Casas el exclusivo campeónen pro del reconocimiento de losderechos del indio. La primera enestablecer ya solemnemente este prin¬cipio, a raíz del Descubrimiento deAmérica (y Las Casas lo recordaráen más de una ocasión), fue la ReinaCatólica Isabel de Castilla, la cual lo

dejará bien sentado en su Testamento.El gran mérito de Bartolomé de lasCasas fue constituirse en el aban¬

derado de lo que yo llamaría «esca¬lada ideológica» del humanismo rena

centista español hacia la conquista delos derechos del hombre.

Las Casas no es, pues, figura ais¬lada, sino, como se verá, miembroinsigne de aquella Escuela Domini¬cana de Teólogos y Juristas de Sala¬manca que, con Francisco de Vitoriaa la cabeza, establece los fundamentosdel moderno Derecho internacional.

En los 92 años de la larga y fecundavida de Fray Bartolomé se distinguenperfectamente cuatro etapas que resu¬miremos como sigue:

Nacimiento y formación (1474-1502).Aunque no nos consta la fecha

exacta de su nacimiento, se admiteque nació en Sevilla en 1474. Fue supadre el mercader Pedro de las Casas,íntimamente ligado a Cristóbal Colóna quien acompañó en su segundo viajeal Nuevo Mundo, lo que, sin duda, fueorigen de la vocación indiana de Barto¬lomé. En Sevilla estudió primeras letrasy humanidades y obtuvo el título debachiller en artes.

Esta formación más bien corriente,sin paso por la universidad, le abrióla puerta para recibir la tonsura y

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Bartolomé de las Casas

La larga e infatigable lucha

del Apóstol de los Indios

12 de octubre de 1492: Cristóbal Colón llega, con sus tres carabelas famosas,a una de las actuales islas Bahamas. Es el comienzo de la vasta empresa españoladel descubrimiento, la conquista y la colonización de lo que entonces se llamabalas Indias y que pocos años después empezaría a llamarse América. A la izquierda.Colón y sus compañeros españoles recibiendo regalos de los indios americanos, talcomo los vio unos cien años después de los hechos el grabador flamenco Teodorode Bry. Diez años más tarde, en 1502, llegaba a las Indias un joven clérigosevillano que había de hacerse famoso como defensor de los indios frente a lacolonización española : Bartolomé de las Casas, cuya efigie vemos aquí en ungrabado hecho a partir del único retrato que de él se conoce (véase la pág. 7).

ordenarse de menores; así, ya clérigo,pudo aspirar a una de las plazas de«doctrineros» o «auxiliares» de los

predicadores en las Indias recién des¬cubiertas, plaza que obtuvo.

Se nos presenta, pues, Las Casasen esta primera etapa de su vida,como un español medio, nada sobre¬saliente ni por familia ni por educación,bien dispuesto, por lo mismo, comotantos otros contemporáneos, para laaventura del viaje hacia el lejanoNuevo Mundo. El héroe que despuésserá Las Casas cobra así aun más

valor.

Sacerdote y colono en Centroamérica(primera conversión) (1502-1522).En enero de 1502 embarca Las Casas

para Indias en la expedición de Nico¬lás de Ovando, enviado allá por laCorte para poner orden en la gober¬nación de la colonia, devolver al indiosu libertad como persona humana yliberarlo de las exacciones, injusticiasy hasta servidumbre en que, por laimpericia de los Colón, había caído.Esta misión disciplinaria de la expedi¬ción de que forma parte explica bienel sesgo que tomará la vocación

indiana de Las Casas: con alma y vidase enfrentará con el problema humanodel indio.

Desembarca Las Casas en Santo

Domingo (Isla Española) el 15 de abrilde 1502 y su conducta en los primerosaños en nada se diferencia de la de

cualquiera de los colonos emigrados:explota, sirviéndose de la mano deobra indígena, la heredad que su padrele dejara, interviene en las guerras queOvando mueve contra los indios suble¬

vados y, como un «encomendero»más, aprovecha sin el menor escrú¬pulo el trabajo del indio, de lo que searrepentirá después amargamente.

En 1510 desembarca en la Isla Espa¬ñola una expedición de cuatro frailesdominicos misioneros, procedentes delConvento de San Esteban de Sala¬

manca, centro de la Escuela de Teó¬

logos y Juristas, fundadores del mo¬derno Derecho internacional. Dirigía laexpedición Fray Pedro de Córdoba yentre sus miembros se contaba el

célebre Padre Montesinos. Los pri¬meros sermones de Fray Pedrohicieron mella en el alma de Las Casas

quien, en su calidad de «doctrinero»,

se unió naturalmente al grupo deevangelizadores.

El hecho de que los colonos pro¬pendiesen a confundir la libertad y laesclavitud de los indios a su servicio

desencadenó la inmediata reacción de

los dominicos a favor del indígenaoprimido. Su portavoz fue el fogosofraile Antonio Montesinos quien, el30 de noviembre de 1511, en un ser¬

món pronunciado ante el propio Almi¬rante Diego Colón, hijo del Descu¬bridor, y un grupo de oficiales delRey, lanzó la primera protesta públicadeliberada y de importancia contra eltrato dado corrientemente a los indios

por los colonos. Este grito a favor dela libertad en el Nuevo Mundo, apli¬cable a todo hombre y pueblo no cris¬tiano, señaló un viraje decisivo en lahistoria de América.

La idea central del sermón de Mon¬

tesinos es que todos los colonosvivían y morían en pecado mortal porla esclavitud y trabajos que imponíana los indios, por las injustas guerrasque les hacían y por el incumplimientode su deber de evangelización.

Las palabras de Montesinos moles- r

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Obispode los

indios

s

ataron seriamente a los colonos y auto¬ridades de la Isla y no fueron muybien acogidas en la Corte, por lo queel fraile dominico se vio obligado aregresar a España; ahora bien, esaspalabras desencadenaron una cam¬paña en favor de los indios ameri¬canos, «llamada a repercutir tanto enla esfera de las ideas como en la más

concreta de las instituciones de go¬bierno. De aquel ambiente antillanosurgió ... la figura de Las Casas, in¬cansable procurador en corte por lacausa de los indios» (Silvio Zavala,La defensa de los derechos del hombre

en América Latina, Siglos XVI-XVIII,Unesco, París, 1963).

Las campañas de Cuba, en las queLas Casas interviene como capellánmilitar al lado del Gobernador DiegoVelázquez, fueron el «golpe de gracia»decisivo para su conversión. Velázquezle había premiado con un rico «reparti

miento» de indios, pero los escrúpulosque el sermón de Montesinos hiciesegerminar en el alma de Bartolomé ibanen aumento. Las inútiles crueldades

de la campaña, el hecho de que,siendo ya sacerdote Las Casas, otrocolega le negase la absolución porser encomendero, su continuo tratocon su íntimo amigo y colega en la«encomienda de indios», el piadosoPedro Rentería, y la llegada a Cubade cuatro frailes dominicos del equipode Fray Pedro de Córdoba, a los queinmediata y naturalmente se unió Bar¬tolomé en sus campañas a favor delindio oprimido, todo ello tuvo comonatural consecuencia lo que ha venidollamándose «primera conversión» deLas Casas: éste decidió abandonar

definitivamente sus explotaciones agrí¬colas realizadas con el trabajo de losindios y dedicar toda su vida a ladefensa de éstos. Así decidió tras

ladarse a la Península para convencera la Corte de la urgente necesidad desuprimir en Indias los abusos de laencomienda y condenar las guerrasde conquista.

Regresa Las Casas en 1515 aEspaña y, frustrado su intento deentrevistarse con el rey Fernando elCatólico, ya moribundo, se proponeganar para su causa al nuevo reyCarlos. Para ello se entrevista con el

Regente del reino Adriano de Utrecht,a quien dirige un memorandum sobrela desgraciada situación de los indios;Adriano comunica el memorandum a

su Corregente del reino, el cardenalde España y Arzobispo de Toledo,Francisco Ximénez de Cisneros, quienpresta inmediatamente oidos a LasCasas y le hace su consejero enasuntos de Indias. Las Casas es nom¬

brado oficialmente «Procurador y Pro¬tector Universal de los indios» con un

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En 1544, a los setenta años, elturbulento y justiciero Las Casas recibeuna consagración oficial a su acciónamericana: el emperador Carlos V lepropone y el Papa le nombra obispo deChíapa, en el actual estado mexicanode Chiapas. En tal calidad habría decontinuar su «obra cumbre»: la

colonización pacífica de la región deVerapaz, «tierra prohibida a losconquistadores» según los términos delprivilegio concedido por el Emperador.Los indios sometidos a la jurisdicciónespiritual de Las Casas no han cambiado,a través de los siglos, mucho. Escenascomo las de estas fotos debió de

contemplar fray Bartolomé en sus brevesaños de obispado. A la izquierda yabajo a la derecha, los descendientes delos indios evangelizados por Las Casasy sus compañeros celebran la SemanaSanta en la localidad de Chamula, estadode Chiapas. Abajo, una calle de lapequeña ciudad colonial de San Cristóbalde Las Casas, nombre que se le dioen 1823 en homenaje a su antiguoobispo. A la derecha, retrato de LasCasas por Antonio Lara, el único de él

que conocemos y que se conserva en laBiblioteca Colombina de Sevilla.

sueldo anual de 100 pesos de oro.(Este cargo de «Protector de losindios», institución típica y exclusivade la Corona de España, en tanto quecolonizadora, tenía por misión la de¬fensa de los derechos de los colo¬

nizados indígenas y la denuncia, conel consiguiente castigo, ante la Cortede toda clase de abusos de queaquéllos fueran objeto por parte delos colonos.)

Las Casas presenta a Cisneros unaserie de memoriales de agravios,remedios y denuncias en todos loscuales destaca la idea maestra de un

plan de reformación de las Indias, estoes, una profunda revisión de toda lapolítica de colonización indiana, misiónque Cisneros confía a un grupo detres frailes de la Orden Jerónima queenvía a Indias con Las Casas como

consejero. Ahora bien, desde el primer,momento surge una seria oposición^

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entre la política liberal a favor de las«comunidades indias» preconizada porLas Casas y los principios tradiciona-listas colonizadores de los frailes Jeró¬nimos. La oposición terminó pronto enruptura abierta y en 1517 Las Casasregresa a España con la intención deexponer sus quejas al cardenal Cis¬neros; pero la muerte de éste (el 8 denoviembre del mismo año) se lo impidey a Las Casas no le queda ya otrorecurso que entenderse directamentecon el nuevo rey de España, Carlos,que acaba de desembarcar en laPenínsula.

Bartolomé ganó pronto para sucausa la simpatía y el apoyo de losconsejeros flamencos del nuevo rey,de quienes (como anteriormente deCisneros) sigue siendo consejero enlos asuntos indianos.

Un nuevo proyecto reformador deIndias es concebido y presentado ala Corte por Las Casas. Consiste enla colonización agrícola del NuevoMundo por medio de expertos labra¬dores reclutados en Castilla, paraenseñar al indígena las viejas técnicasde explotación agrícola europea (unauténtico anticipo de los proyectos decooperación técnica de nuestros días).De este proyecto estaría totalmenteausente la idea de explotación delindio, si bien se buscaría el aumentode la productividad, lo que propor¬cionaría a la Corona nuevas fuentes

de ingresos.

El nuevo plan lascasiano preconi¬zaba, entre otras cosas, el reconoci¬miento de la libertad del indio, en piede igualdad con el subdito de la Penín¬sula, el fomento de los matrimoniosmixtos entre españoles colonos e in¬dios, ajena por completo la más ligerasombra de racismo, y la autorizaciónpara que cada familia de labradoresllevase consigo un esclavo o un matri¬monio de esclavos negros. Esta últimaidea lascasiana ha constituido la prin¬cipal piedra de escándalo de susadversarios, quienes le acusan decontradicción y ven en él al respon¬sable de la implantación del mercadode esclavos negros en América.

Tal acusación contra Las Casas no

se apoya en ningún sólido fundamento.El historiador francés Marcel Bataillon

ha demostrado ya palmariamente queni Las Casas fue el primero en aconse¬jar tal cosa ni su consejo tuvo en lapráctica la más mínima transcendencia.Por otra parte, el propio Las Casas,más tarde, en su Historia de las Indias,

se arrepintió amargamente de ello,arrepentimiento que no sólo le limpiade toda culpa sino que hace de él unode los primeros paladines del Rena¬cimiento en favor de la libertad de

los negros.

Ingreso en la orden dominicana (se¬gunda conversión) (1522-1550). El19 de mayo de 1520 había obtenidoLas Casas del rey Carlos una capitu¬lación por la que se le concedía unafranja de costa en Venezuela, dondeponer en práctica su experiencia decolonización pacífica con labradoresreclutados en España. Desgraciada¬mente el proyecto terminó en desastre,debido en gran parte a la deserciónde muchos labradores mal preparadospara la aventura. Esto significó unagrave decepción para Bartolomé quien,apenado, decidió cambiar de rumboe ingresar en la Orden Dominicana enel Monasterio de Puerto Plata de la

Isla Española, donde profesó a finesde 1523 (acontecimiento conocido ensu vida como su «segunda conver¬sión»).

De 1524 a 1530, en el retiro de suvida conventual, perfeccionó a fondosu preparación juridicoteológica yconcibió y preparó los originales desu magna obra literaria; allí surge elgran escritor «engagé» que será des¬pués Las Casas.

Con este nuevo y rico bagaje culturaly el apoyo de sus hermanos en reli¬gión, Bartolomé se lanza de nuevo ala lucha. Muy acertadamente sienteque su camino no lo constituyen lossenderos del misionero ambulante

entre los paganos indígenas, sino lavía que le facilite el acceso a la Cortey hasta al propio Papa para hacerlesllegar sus principios de colonizacióny evangelización pacíficas. Tales prin¬cipios pueden resumirse así:

Supresión de la encomienda: lograrliberar al indio de este estado de

sumisión al colono, que, a juicio deLas Casas, encubría la peor de lasservidumbres.

Condenación de toda guerra deconquista: llevar a la conciencia uni¬versal que el indio, antes de la llegadade los españoles, pertenecía a unanación tan libre y soberana como loera España; que era inteligente y librecomo cualquier hombre y, en muchosaspectos, de mejores condiciones natu¬rales y morales que el colono (conrazón Las Casas es considerado pre¬cursor de la doctrina del «buen sal¬

vaje»).

Único título válido de jurisdicción delos reyes de España sobre Indias: laconquista y evangelización pacíficas;esto es, la aceptación voluntaria porparte de los reyes y pueblos de Indiastanto del cristianismo como de la juris¬dicción española. Y, aun en estesupuesto, el dominio español revestiríasolamente la forma de un protectorado,conservando los reyes y caciques indí¬genas su propia jurisdicción.

Esta vez el éxito acompañó a losproyectos del fraile dominico: encuanto a la conquista pacífica, su

proyecto en tal sentido, puesto enpráctica en la reglón de Verapaz, lehará gloriarse en sus escritos hasta sumuerte de haber logrado que existiese,al menos, una región de Indias (éstade Verapaz) en que los reyes deEspaña ejercían su jurisdicción conpleno derecho.

Por lo que atañe a la encomienda, elinflujo decisivo de Las Casas se dejapronto sentir: en 1542 la Corona pro¬mulga las «Leyes Nuevas» que signi¬fican pura y simplemente la supresiónde la encomienda, una de las grandesideas por Las Casas preconizada.

El prestigio de Las Casas ante laCorte ha llegado a su apogeo; colo¬fón natural es su promoción al obis¬pado. Consagrado obispo en Sevillaen 1544, se le asigna la por él deseadaDiócesis de Chiapa, en Centroamé-rica, donde es recibido triunfalmente.Allí pone inmediatamente en prácticatoda una serie de medidas disciplina¬rias contra los abusos del sistema

colonial vigente y blande el armaterrible de la «negación de confesión»contra todo colono que tuviera indiosa su servicio, medida ésta que llegaincluso a reglamentar en un manualde preceptos titulado «Confesionario»que se encarga de divulgar profusa¬mente en forma manuscrita.

Tal actitud le ocasiona naturalmente

serios enfrentamientos contra clérigosy colonos bien aferrados al ordenreinante; ello, unido a la prematuraderogación de las «Leyes Nuevas»(1545), indiscutible victoria de loscolonos, significa un nuevo fracasopara su causa. Pero él no la siente enmodo alguno perdida y decide aban¬donar definitivamente el Nuevo Mundo

para dar en la Península la decisivabatalla en pro del indio.

Su campaña en la Península en pro delreconocimiento de los derechos huma¬

nos del indio (1550-1559). La di¬vulgación del «Confesionario» fue lagota de agua que colmó la ira de loscolonos contra el Obispo de Chiapa.Estos buscaron un defensor parasu causa ante la Corte y por inter¬medio, entre otros, de Hernán Cortés,lo encontraron en la persona delCronista y Confesor de Carlos V,el humanista cordobés Juan Ginés

de Sepúlveda. Este denunció anteel rey la divulgación del «Confe¬sionario» como atentatorio a los dere-

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chos de España en Indias y escribióen latín el tratado Démocrates Segundoo de las justas causas de la guerracontra los indios en el que defiende elrégimen de encomienda, liberado detodo abuso, y la justicia de la guerracontra los indios que opusieran resis¬tencia a la predicación del Evangelio.

No cabe duda de que, transplantadaa nuestros días, la posición de LasCasas, contra toda superioridad deculturas, no sólo resulta más atrayentey ejemplar sino que es la recta; ahorabien, ¡cuan lejos estamos aun hoy díade que sea aceptada efectivamente enla práctica!

Lo verdaderamente sorprendente esque la España de entonces, haciendouso de una libertad de expresión queaun hoy causa admiración, quedasedividida en dos bandos antagónicos:los partidarios de la política coloniza¬dora preconizada por Sepúlveda y lospartidarios de la preconizada por LasCasas; y, entre ambos, la Corona neu¬tral. Es más, Las Casas logró que lasUniversidades de Alcalá y Salamancano autorizasen la publicación delDémocrates Segundo de Sepúlveda, apesar de que este libro constituía laapología de la política oficial de colo¬nización.

En este estado de cosas, muy pru¬dentemente el Emperador decidióconvocar una «Junta de teólogos yjuristas» en Valladolid (1550-1551),para que en ella ambas partes conten¬dientes midiesen sus armas, lo queequivalía a poner a discusión la jus¬ticia de una guerra que el propioEmperador estaba llevando a cabo enAmérica. Es más, en espera del resul¬tado de las deliberaciones de la

«Junta», la Corona decidió interrumpir

toda guerra de conquista en el NuevoMundo, medida que efectivamente fuepuesta en práctica.

Contra la argumentación de Sepúl¬veda, Las Casas presentó y leyó antela «Junta» un voluminoso tratado en

latín, titulado Apología. Este texto, queha permanecido inédito hasta nuestrosdías en la Biblioteca Nacional de

París, lo acabamos de dar a la im¬prenta (Editora Nacional, Madrid, 1975).

En cuanto al respeto que se debe ala religión pagana de los indios, heaquí el siguiente párrafo de la Apo¬logía:

«Ni la antropofagia ni el sacrificiode víctimas humanas a los dioses, enel caso de los indios, son delitos quejustifiquen la guerra contra éstos; enprimer lugar, porque es muy reducidoel número de casos y, en segundolugar, porque tal antropofagia e inmo¬lación constituyen parte esencial desus ritos religiosos ... El cambio dereligión, aunque se trata de convertirsea la religión verdadera, es algo que nodebe tomarse a la ligera ni en modoalguno imponerse por la fuerza, puesno hay negocio más arduo e importantepara el hombre que abandonar suprimitiva religión, aunque ésta tengaentre sus ritos el sacrificio de víctimas i

humanas...» (¡Nos parecería estar I

CO

©

Contra el encomendero

Uno de los caballos de batalla de la acción de Las Casas en

favor de los indios americanos fue la supresión de la

encomienda, base del sistema colonial español. Gracias a su

infatigable labor el fraile dominico logró su objetivo en 1542

con la promulgación por la Corona española de las llamadar-

Leyes Nuevas, que, según el historiador norteamericano LewisHanke, representaron «un cambio tan revolucionario en la

administración del gran imperio español de Ultramar como

el del astrónomo polaco Nicolás Copérnico», contemporáneo

de Las Casas. La ilustración aquí reproducida, de un

manuscrito mexicano de la época, representa el proceso yla rebelión contra un encomendero.

Page 10: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

kleyendo una página de un Rousseauo un Voltaire!)

Propone, pues, Las Casas una for¬mula de pacífica convivencia, en ma¬teria político-religiosa, entre todos lospueblos con absoluto respeto de ladiversidad de razas, religiones y cultu¬ras, siendo así el precursor de lamoderna aceptación del pluralismoracial, cultural, político y religioso. Escierto que, para Las Casas, la únicareligión verdadera era el catolicismo;no obstante, mantenía el principio deque antes de hacer la guerra a unpueblo para convertirlo a la verdaderareligión, se debía respetar la religiónpagana de dicho pueblo y que másvalía que éste se mantuviese en sureligión primitiva que obligarlo a con¬vertirse por las armas.

Aquí radica la diferencia esencialentre la doctrina de Las Casas y la deSepúlveda y Francisco de Vitoria. Paraestos dos últimos, el sacrificio de víc¬timas inocentes por parte de los indiosjustificaba la intervención armada deEspaña en Indias a fin de liberar a losinocentes de la muerte injusta; paraLas Casas, tal intervención armadaconstituía una infracción de la leynatural mucho más grave que el sacri¬ficio de los inocentes.

La «Junta» de Valladolid terminó en

un empate y ninguna decisión en firmesalió de ella; no obstante, el tema endiscusión y las posiciones contra¬puestas adoptadas dejaron una estelaimborrable hasta nuestros días.

Intervención de Las Casas en los

asuntos del Perú (redacción del «DeThesauris»). Su muerte (1559-1566).Desde 1559 Las Casas se preocupa demanera especia! de los asuntos delPerú y de su régimen colonial, mástardíamente implantado que el deAmérica . Central y durante tantotiempo presa de guerras civiles. Así,en 1561 apoya decididamente lasintervenciones del Obispo de Charcas,Provincial de los Dominicos del Perú,Fray Domingo de Santo Tomás, contrala perpetuidad de la encomienda.

En respuesta a una consulta que lehicieron los misioneros del Perú, yanonagenario, escribió dos obras funda¬mentales: una en castellano, Las DoceDudas o Doce Cuestiones Peruanas

(oublicada en París en 1822 por JoséAntonio Llórente), y otra en latín, DeThesauris, hasta nuestros días inédita

y cuyo manuscrito original descubri¬mos en la Biblioteca de Palacio de

Madrid y publicamos con nuestra tra¬ducción castellana, bajo el título deLos Tesoros del Perú (Madrid, ConsejoSuperior de Investigaciones Cientí¬ficas, 1958).

(1) Véase, a este respecto, el Programade la UNESCO para 1975-1976, donde setrata del »problema que plantean el robo, elvandalismo y el tráfico ilícito de obras dearte...». En el apartado «Ayuda a los Esta¬dos Miembros para la conservación y revalo¬rización del patrimonio cultural y natural»,figura un programa especial dedicado alPerú: «Restauración de los monumentos his¬tóricos en la zona Cuzco-Machu Picchu...»

En esta obra Las Casas respondeextensamente a la consulta sobre la

«legitimidad de la posesión por loscolonos de los bienes procedentes delrescate de Atahualpa y de los tesorosde los sepulcros de los Incas».

Se nos presenta aquí Las Casascomo uno de los primeros y másacérrimos defensores de la identidad

cultural de todo pueblo: los tesorosarqueológicos y artísticos son pro¬piedad inalienable de cada pueblo yni el príncipe puede enajenarlos;¡cuánto menos podrán ser arrebatadospor hombres extraños! Del conceptode tesoro artístico pasa Las Casasnatural e inmediatamente al de tesoro

humano: ¡el mayor tesoro de Américason los indios que hay que defender!Este tratado la obra, a nuestro juicio,literariamente más perfecta de LasCasas cobra en nuestros días evi¬

dente actualidad (1). Con este libro,que él consideró como su último testa¬mento y como tal presentó al reyFelipe II, Las Casas pone fin a suactividad literaria.

El 17 (o tal vez el 18) de julio de1566 falleció Las Casas en Madrid enel Convento de Nuestra Señora de

Atocha, a los noventa y dos añosde edad. Según cuenta el CronistaFray Gabriel de Cepeda, estando parapartir de este mundo, con la candelaen la mano, pedía a todos no cesasende proteger a los indios y, arrepentidode no haber hecho por ellos lo nece¬sario, les suplicaba le ayudasen acompensar esta falta.

Poco después (el 6 de mayo de1567) el Consejo de Indias otorgabasolemnemente la libertad a los indios

de Cobán, primera gran batalla ganadapor el «Apóstol de los Indios» despuésde su muerte, que sería seguida detantas otras hasta nuestros días.

Angel Losada

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A partir de su «conversión». Las Casasfustigó implacablemente, sin vacilar aveces en recurrir a la exageración polémica,las crueldades e injusticias de lacolonización española en América debidasa conquistadores y encomenderosávidos de ganancia. (Arriba a la derecha,grabado de Teodoro de Bry). Tal crueldade injusticia, inherente por lo demás a -cualquier colonización antigua omoderna, fue de todos modos acompañadade una vasta obra civilizadora, a cargofrecuentemente de los misioneros

españoles: fundación de colegios yuniversidades (la de México, cuyopromotor fue el mismo Las Casas, datade 1533, cuatro años después determinadala conquista), introducción de la imprentay de las técnicas agrícolas e industríaleseuropeas, fundación de ciudades, etc.Como dice el historiador y filósofomexicano Ramón Xirau, «en la conquistade América se entreveran encomienda

y utopía, hecho y derecho, guerra ymisión, agresión y voluntad de una nuevaCiudad de Dios». Ejemplo singular de esteaspecto positivo de la colonizaciónamericana es el padre Las Casas, figuraseñera entre los muchos españoles ilustresque defendieron los derechos humanosdel indio contra sus propios compatriotas.Arriba, el trabajo forzado según unmanuscrito de Huamán Poma de Ayala,uno de los primeros escritores mestizosde Hispanoamérica. En el primer grabado,una india en su telar; en el segundo, unfraile dominico «colérico y soberbioso»hace trabajar para su provecho a «solterasy viudas» acusándolas de estar«amancebadas».

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BARTOLOMÉ DE LAS CASAS

Libertad y derecho deser hombre, pilares delpensamiento lascasianopor José Antonio MaravalI

JOSE ANTONIO MARAVALL, historiador y pensador español,es catedrático de la Universidad Complutense de Madrid y hasido catedrático asociado de la Universidad de París-Sorbona.

Es además miembro de la Real Academia de la Historia y presi¬dente de la Asociación Española de Ciencias Históricas. Su laborde historiador se ha centrado sobre todo en el estudio de la cultura

y del pensamiento politico españoles desde la Edad Media hastael siglo XVIII. Citemos, entre sus numerosísimas obras. El conceptode España en la Edad Media (Madrid, 1954), Teoría del saberhistórico (Madrid, 1958), Carlos V y el pensamiento político delRenacimiento (1960), Estudios de historia del pensamiento español(dos volúmenes, 1967 y 1975), Teatro y literatura en la sociedadbarroca (1972) y La cultura del Barroco. Análisis de una estruc¬tura histórica (1975).

EL pensamiento de Las Casas,el contenido doctrinal de sus

obras, tiene valor más allá de las cir¬cunstancias del hecho americano yofrece un interés que puede ser to¬mado en consideración en las circun¬

stancias históricas de otros pueblos.

Algunos historiadores (Lewis Hanke,Silvio Zavala, Marcel Bataillon, etc.)que se han ocupado de Las Casashan señalado ciertos elementos ideo¬

lógicos en su obra. En primer lugar,el profetismo, cuando, por ejemplo,anuncia al rey los males que puedencaer por designio de Dios sobreEspaña, por haber desatendido el en¬cargo providencial de protección ycristianización de los indios. En se¬

gundo lugar, el mesianismo; y, enefecto, Las Casas se considera a sí

mismo designado para cumplir unamisión en Indias que le viene señaladadesde lo Alto. En tercer lugar, el mile-narismo, que lleva a nuestro batalla¬dor dominico a esperar el adveni¬miento de la espiritual Jerusalén, estoes, de una sociedad perfecta y defini¬tiva que se sale de la Historia y le

fin, alcanzando la plenitud de los p

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tiempos, por especial ordenacióndivina.

De todo ello hay sin duda muestrasen el pensamiento lascasiano. Perohay que reconocer que tales ele¬mentos ocupan un volumen muy redu¬cido en la obra de Las Casas y, aun¬que se pueden detectar en algunosde sus pasajes, no dan el tono a lamisma.

Creo que la calificación que a LasCasas mejor corresponde es la deutopista. La suya es una reforma quequiere ser realizada en este mundoy ahora; esto es, dentro de la Historia,con medios humanos y para fines hu¬manos. Estos son, en gran medida, decarácter económico-social y requierenuna organización positiva de la socie¬dad, prácticamente orientada a esosfines. Las Casas insiste en presentar

sus objetivos de gobierno político conpalabras como la «espiritual y tempo¬ral utilidad», la «prosperidad» que hacreído encontrar en los indios regidospor sus gobiernos originarios, la «tem¬poral felicidad» valores que parecenuna anticipación del programa de laIlustración del siglo XVIII. Su propó¬sito es alcanzar una «policía (esto es,un sistema de gobierno) temporal yrazonable». Y al enunciar el complejofin que ha de perseguir el gobiernode los indios, a saber, «el bien y utili¬dad y prosperidad y crecimiento» delos mismos, alcanza a definir el fin

general de la sociedad política (estosconceptos se hallan en sus tratadosEntre los remedios y Brevísima rela¬ción de la destrucción de Indias).

Sin duda, a Las Casas le importamucho la evangelización, entre otrosmotivos porque sabe que en cuanto seapoye en ese punto no le van a discu¬tir sin gran embarazo. Pero desde susprimeros memoriales, cartas y otrosescritos, hasta los tratados de 1552 y,finalmente, hasta sus dos grandes His¬torias que redacta en edad avanzada,busca el bienestar y la conservacióny aumento de las riquezas de los in¬dios, la adquisición de ellas por lospobres y modestos, el mejoramiento delos artesanos y labradores que llegande la Península. Es la sociedad tem¬

poral y sus valores terrenales quizáel objetivo primero de sus luchas.

Para corregir y perfeccionar esa so¬ciedad propone modelos nuevos, enalguno de los cuales se ha señaladoposible influencia de Tomás Moro;presenta planes sucesivos a los pode¬res públicos, con ese afán reglamenta-rista que con frecuencia caracteriza alos utopistas. Le interesan, sobre todo,sociedades basadas en grupos delabradores, sociedades de economía

agraria, pero sin olvidar los necesariosartesanos, mercaderes, magistrados yhasta soldados. Y pone especial inte¬rés en el tema de la relación entre

indios y españoles. En Las Casas pre¬domina, a este respecto, la imagende un amplio y fecundo mestizaje, delcual espera él la aparición del nuevotipo de sociedad a cuyo estableci¬miento aspira.

¿Cuáles son los principios funda

mentales en que Las Casas apoya laconstrucción política de esa nuevasociedad y las aplicaciones concretasque en algunos casos nos ofrece deesos principios? A través de su largavida y de su extensa obra, su sistemase despliega intelectualmente cadavez con más rigor, hasta llegar a lasgrandes obras de vejez, pero no poreso menos briosas y avanzadas en susplanteamientos: la Historia de las In¬dias y la Apologética Historia de lasIndias. Pero, sobre todo, los opúscu¬los, memoriales y cartas que redactadesde 1516 hasta los años de 1530-

1539 no pueden entenderse sin consi¬derar como presupuestos de que par¬ten esos principios políticos funda¬mentales.

Empezaremos por hacer referenciaal principio de la propiedad. Creo quecabe sostener que todas las utopíasque se escribieron en Europa en elsiglo XVI están relacionadas con lasgrandes transformaciones económicasque la época del Renacimiento pre¬sencia. Pues bien, Las Casas parte dela directa experiencia de verdaderasconmociones económicas, tan gravesque estaban provocando la ruina ydestrucción de muchos pueblos y ladespoblación de un continente. No hayque olvidar que Las Casas tiene con¬ciencia, que debió de adquirir antes desu embarque para Indias, de la penosasituación en que se halla el campesinocastellano.

Desde las Indias recordará Las

Casas a esos miserables pequeñoslabradores y jornaleros de Castilla quese han quedado sin tierra o que seven agobiados por las cargas que so¬portan en su cultivo. En sus planespara Indias, querrá buscarles un lugarfavorable a estos pobres hombres delcampo peninsular que, como recordaráaños más tarde en la Historia de las

Indias, anhelaban poseer una tierra«más libre y bienaventurada». LasCasas posee una agudizada concienciasocial, le conmueve la destrucción delrégimen de propiedad que tenían loaindios y, si se trata de relaciones detrabajo, la injusticia en la remuneracióndel mismo: «que el jornal fuese con¬forme a los trabajos», recordará en sutratado Entre los remedios.

Esa viva conciencia le permite com¬prender, por de pronto, la dolorosaopresión en que se ven colocados losindios, la alteración que se ha produ¬cido en la posesión de sus bienes,llevándolos al hambre y al exterminio;y puede comprender también las doscausas principales de ese fenómeno:de un lado, la introducción del dinero

y, de otro, las consecuencias que traeconsigo este nuevo instrumento mone¬tario.

El hambre de riquezas, el «áureafames», se da en todos los tiemposy lugares, pero toma formas históricasvariables y nunca se había hecho tangeneral y tan intensa, tan insaciable,como cuando en el Renacimiento se

presenta como hambre de dinero. LasCasas atribuye en gran parte al espe¬cífico apetito de dinero la actuación

de los españoles en Indias: «el dineroes más universal (en el apetito que deél se tiene) y como fué dicho tienerazón de fin». Bajo esa forma ha inten¬sificado el afán de riqueza y de lucro,hasta convertirlo en un grado decodicia nunca conocido antes, porquese estima como fin de «bienaventu¬

ranza y felicidad». Es el gran impulsodel hombre moderno con todaslas consecuencias de violencia e in¬

justicia, provocadas por la civilizacióncreada por él lo que Las Casasseñala como raíz de los males queatribuye a los colonizadores espa¬ñoles.

Todas las «razones» que se sucedenen su escrito Entre los remedios re¬

piten el tema de la codicia: «todos

los que pasan a las Indias van y sonhombres pobres e cudiciosos y nolos mueve ir allá otro fin sino sola

cudicia y el ansia de salir no sola¬mente de pobreza, pero de ser ricos,y no como quiera ricos, sino con másopulencia ricos que en los tiempospasados nadie pudo tanta riqueza seren el mundo posible pensar ni soñar...»

De la comprobación de un estadosocial tan desfavorable para los dé¬biles, bajo el peso de las riquezas delos poderosos y de la codicia dequienes tratan de elevarse en la escala

social, procurando ennoblecerse, par¬ten los utopistas, y parte también,con ellos, Las Casas, para hacer unreplanteamiento del tema de la pro¬piedad, en un momento en el que seadvierte ya que la posesión de bieneses base para el desarrollo de la per¬sona y que la gran división de losgrupos sociales va a hacerse cadavez más en razón a ser o no ser

propietarios. Los sistemas de esosutopistas mezclan con ciertos maticesde inspiración presocialista un respetoa la propiedad de las gentes medianasy pequeñas, de manera que sus obrasvinieron en apoyo de la propiedadburguesa (que utilizó para imponerseargumentos semejantes a los quemanejó el proletariado en el siglo XIX),y, por otra parte, las escuelas socia¬listas pudieron contar con tales Uto¬pías como antecedentes de sus doc¬trinas. Esto sucedió con Tomás Moro ycon Rousseau. Las Casas, que sienteuna evidente simpatía por la propiedaden común y en cuyos proyectos deorganización siempre hay elementosde tipo comunitario, combate la acu¬mulación de riquezas de los poderosos,pero defiende la propiedad privada enmanos de los indios o de los pequeñoslabradores instalados en el nuevo

continente.

Para Las Casas (en uno de los tra¬tados de 1552, Principia quaedam)Dios creó todas las cosas libres ysin dueño para que los hombres todosse sirvieran de ellas. Su afectación

originaria es, pues, la comunidad. Perosi alguien puede servirse de unacosa, quiere decirse que se puedeapropiar de ella para su uso: laocupación es el título legítimo de lapropiedad. Los indios que se hallabansobre la tierra americana y los pri¬meros trabajadores que se asentaron

u

Page 13: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

De un calendario

azteca

Calendario azteca de los años 1520, 1530

y 1531, contemporáneo por tanto de laacción de Bartolomé de las Casas en

Nueva España, el México de hoy. Lasfiguras representan la caída de los diosesy de la civilización aztecas aconsecuencia de la conquista española.

en unas tierras de nadie, son sus

propietarios y no los señores o do¬minadores que luego se les hanimpuesto.

Por tanto, todas las encomiendas,donaciones, ventas, etc., realizadaspor los reyes españoles, que afectan apropiedades de indios, son ¡legítimasy deben deshacerse. Las Casas noentra en aplicar la misma o paralelatesis a las mercedes de tierras hechas

en España por los Reyes a favor delos nobles, pero trata de hacer salirde la Península a los labradores po¬bres, ofreciéndoles la tierra que enAmérica queda libre o anunciándolesque los indios, los cuales ocupan aveces extensiones imposibles de cul¬tivar por sus solos brazos, les cederíanparte de esos territorios o los acepta¬rían como compañeros o socios parauna explotación en común.

Las Casas, que ha fundamentado elprincipio de propiedad individual contanto vigor, recomienda en más deuno de sus planes formas de explo¬tación colectiva, agrícola y minera. Suafección al mito del «buen salvaje»

que él construye íntegramente, antesque los filósofos del siglo XVIIIle lleva a una estimación positivade un estadio de comunismo primitivo,según esa condición bifronte quehistóricamente presenta el utopismodel siglo XVI.

Pero el principio que mayor papeltiene en la construcción doctrinal

lascasiana es el de la libertad. Sobre

él se apoyan, en último término, todoslos demás. El da el criterio pararesolver cualquier dificultad en elcampo de la convivencia humana. Lalibertad cubre cuanto es vida humana.

Ser hombre y ser libre son conceptosque se corresponden. Desde su origen,esto es por naturaleza, el hombre eslibre. Por tanto, esta afirmación seextiende también a los indios. En el

Memorial de remedios (1516) LasCasas dirá que «aquellos indios sonhombres libres y han de ser tratadoscomo hombres y libres». Tan esenciales la libertad a la naturaleza humana

que no se puede apartar o suprimir deella, ni se puede perder.

Hemos dicho que nadie la puedequitar; en efecto (salvo muy excepcio-nalmente, en casos singulares decomisión de delito y en virtud deaplicación legítima de justicia penal),para suprimir la libertad de aquellos«ningún poder hay sobre la tierra quesea bastante»; por nadie, ni por ellosmismos^ «no pueden ser privados delo que por ley natural les compete,que es la libertad» (Memorial de 1543).Es más, ni siquiera se puede renunciarvoluntariamente, hasta tal punto estápegada a la misma esencia de la con¬dición humana: aunque los pueblosacordasen, por propia determinación,rebajar su estado y abandonar sucondición de libres, «sería nula y deningún valor la tal voluntad y no lopodrían hacer». Hay una razón defini¬tiva para sentar esta tesis y es la deque para que un grupo forme comu¬nidad política, para que sea un pueblo,

es necesario que sus individuos seconserven en estado de libres, ya que«no siendo libres no pueden ser partede pueblo».

Las Casas, pensando en esas mani¬festaciones del principio de libertadque estamos viendo, las cuales afectan

al orden político, formulará un juiciode valor sobre aquél, que más de unavez se repite en el siglo XVI y quese encuentra en otro libro de plantea¬miento utópico, el Quijote . LasCasas afirma «cómo la libertad sea la

cosa más preciosa y suprema en todoslos bienes de este mundo temporalesy tan amada y amiga de todas lascriaturas sensibles e insensibles ymucho más de las racionales» (Entrelos remedios). Por tanto, cualquierarreglo que se intente de la cruelsituación en que los indios se hallanha de partir, ante todo, de «ponerlosen libertad, sin el cual no hay ningunobueno».

Pero observemos que si Las Casashabla de esa libertad que no puedearrebatarse a los indios, queda aludido,por debajo, el postulado universal dela libertad natural de los hombres. De

ahí que cuando habla del problemade la tiranía y abomina de los gobier¬nos tiránicos, reconocibles por latristeza y pasividad que engendran enlas gentes, lo hace en términos gene¬rales que son de aplicación en cual¬quier lugar y tiempo, que son válidosincluso en nuestros días.

Las consecuencias de este principioen Las Casas son múltiples: no sepuede imponer a un grupo humano ungobierno contra su voluntad libre.Tampoco se puede imponer la religión(sobre ello, es bien famoso su tratadoDel único modo de atraer a los pue¬blos a la verdadera religión). LasCasas tiene en su pensamiento ma¬tices que desde la «tolerencia» seaproximan a la «libertad de concien¬cia», por lo menos respecto a minoríasreconocidas (alguna vez alude a mi¬norías de judíos y mahometanos, te¬niendo por lícita su convivencia).

Ni siquiera se puede imponer, contrala voluntad de una comunidad, que

permita la predicación cristiana: «sitoda la república, de común consenti¬miento de todos los particulares, noquisiesen oírnos, sino estarse con susritos en sus tierras, donde nuncahabía habido cristianos, como son losindios, en tal caso no les podemoshacer guerra». Añadamos que una yotra vez Las Casas sostiene que ni

por crimen de idolatría conceptoque no estima de aplicación ni porcomisión de pecados nefandos o con¬tranatura, ni por práctica de sacrificioshumanos, es lícito castigar a los indios,hacerles guerra y, como por vía penal,quitarles sus tierras y su libertad.

Este principio de libertad tiene suaplicación en el plano del gobierno.Y ello nos lleva a hablar del principiode la democracia, término cuyo

empleo no se da en Las Casasaunque sí se sirve de otros equiva-

SIGUE EN LA PAG. 32

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Page 14: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

arte y vida cotidiana en

por Roger S. Duff

Presentamos a continuación algu¬nos aspectos sobresalientes de«El arte de Oceania», tema de laundécima exposición circulanteorganizada por la Unesco comoparte de su programa encaminadoa promover la circulación inter¬nacional de las obras de interés

cultural. Esta exposición, queofrece un vivido panorama delarte originario de ese sinfín deislas de Oceania diseminadas porel Pacífico meridional, se inau¬

guró en Sidney, Australia, enmayo de 1975 y va a recorrerdiversos países del mundo entero.Concibió la exposición el autordel artículo que seguidamentepublicamos, Dr. Roger S. Duff,etnólogo neozelandés, directordel Museo Canterbury de Christ-church, con la colaboración de

Stuart Park, director del MuseoOtago, de Dunedin, ambos deNueva Zelandia. Freimut Steiger,a quien incumbió diseñar la expo¬sición, ha realizado la maquetade estas páginas.

OceaniaUna exposición ambulante de la Unescorevela en sus múltiples aspectos lacapacidad creadora de los pueblos insularesdel Pacífico meridional

Las

10.000 islas

de Oceania

La belleza y la diversidad de lasartes aplicadas de Oceania son expre¬sión del genio creador de que sabedar muestras hasta el más pequeñoy aislado de los pueblos. Nadie quehaya estudiado la región puede, pormenos de sentirse impresionado por lacolonización sucesiva de Oceania, queconsistió esencialmente en una serie

de incursiones a través del mayorocéano del mundo.

Se ha dividido la región en tresgrandes zonas naturales: Nueva

Guinea-Melanesia, que va desde elIrián Occidental hasta Nueva Cale¬

donia; Micronesia, desde las Palaos

hasta las Gilbert; y Polinesia, tanextensa que, de oeste a este, abarca

desde las islas Fiji hasta la de Pascuay, de norte a sur, desde Hawai hastaNueva Zelandia.

En parte alguna de la región exis¬tía «ningún rastro de hierro» (segúnlas palabras del explorador británicoCook en 1769, refiriéndose a los tahi-

tianos polinéslcos), y siempre nos ma¬ravillarán las proezas técnicas de lacultura oceaniana en un mundo carente

de metal.

La cerámica no existía en la mayorparte de Polinesia y de Micronesia,y solamente era posible en la cadenade arcillas rocosas continentales de

Melanesia o cerca de ella. En los múl¬

tiples atolones privados de piedra había

que fabricar la hoja de la azuela esen¬cial para el trabajo de carpintería apartir de la concha de la almeja gigantede los arrecifes.

La agricultura estaba en la fase ante¬rior a la de los cereales, sin arados

ni bueyes, y, por lo que a la ganaderíase refiere, no existían animales de

pasto de ningún tipo. Inlcialmente, huboque traer el coco en piragua plantán¬dolo en la arena estéril de las playas.Lo mismo ocurrió con el árbol del pan,la morera papirífera, el bananero, lacaña de azúcar, el taro, la batata, la

calabaza Lagenaria y otras plantas.Podríamos decir que los pueblos de

Oceania eran «náufragos» y que sólopor milagro pudieron sobrevivir enaquellas islas desérticas.

En el panorama mundial de las cul¬turas se considera a las de las islas

de Oceania como una extensión del

neolítico austronesio del sudeste asiá¬

tico del segundo o tercer milenio antesde Cristo. El conjunto lingüístico ma¬layo sigue siendo hoy la prueba máspersistente de esta expansión; consti¬

tuye, en efecto, la mayor zona culturaldel mundo dotada de un idioma común,

abarcando Madagascar (el malgache),la región malayo-indonesia, Filipinas,Formosa, Melanesia, Micronesia y Poli¬nesia.

Aunque eran sombrosamente varia¬

das y se hallaban provistas de unSIGUE EN LA PAG. 17

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El mapa muestra tres grandeszonas culturales de Oceania :

Micronesia, Melanesia y Polinesiaformadas por más de 10.000 islasque se extienden por el OcéanoPacífico entre Asia y América.

Page 15: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Representaciónde los antepasados

Cada «mbi» o palo tallado de laregión de Asmat (NuevaGuinea) representa a uno o dosantepasados. Los asmat, una

población de 20.000 personasque habitan una llanura

pantanosa del Irián Occidental,tallan esos ídolos en ramas

de mango y los colocan cercade una casa ceremonia

Foto Museo de Arte PrimitivoNueva York

Page 16: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Grabados y pinturas delas ({ casas de hombres »

En las «casas de hombres» de las

comunidades sepik de NuevaGuinea se utilizaban ganchos demadera artísticamente tallados

para colgar los trofeos. En lasviviendas servían para poner a buenrecaudo los artículos caseros,

particularmente los alimentos.

A la derecha, una casa tambaransepik, sólo para hombres. Su fachadase halla bellamente decorada con

pinturas sobre corteza de árbolque representan cabezas deantepasados y otros motivos.Todavía hoy pueden verse fachadassimilares en los edificios de

los consejos locales.

Escultura de mujer que suelecolocarse sobre la entrada de

las «casas de hombres» de las Palaos.

Estas figuras representan un relatofolklórico y reciben el nombre deDilukai por el de la mujerque lo protagonizó.Foto Museo Linden. Stuttgart,Rep. Fed. de Alemania

A la izquierda, entrada de una «casade hombres» de Goreor, aldea

de las islas Palaos (Micronesiaoccidental). Empleando la técnicaaborigen del ensamblaje sinclavos, se ha cubierto la fachadade tablones decorados con

escenas de la vida diaria o

de la tradición oral. A la derecha,

detalle de un tablón pintado que

representa, en su partesuperior, una danza demujeres tatuadas saludandola llegada de sus hombres y,en la inferior, la pescasubmarina de tortugas.

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Page 17: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

y poder artístico a menudo macabro, lasartes aplicadas de Nueva Guinea y deMelanesia se ajustan bastante fiel¬mente al prototipo austronesio. Paracomprobarlo, nos referiremos a las

otras dos zonas, Micronesia y Poline¬sia, en las que los austronesios pri¬migenios se abrieron camino hastaunas islas desiertas en las que pudie¬ron establecer focos culturales viables.

La palabra que caracteriza más ade¬

cuadamente a Nueva Guinea y Mela¬nesia es «diversidad»; diversidad quese manifiesta tanto en su idioma como

en su modo de vida. Sólo en Nueva

Guinea se hablan unos 500 idiomas

totalmente distintos, es decir, la sexta

parte de todos los que existen en el

mundo. Hay zonas donde un grupodifícilmente comprenderá el Idioma desus vecinos de otro valle, situado a

apenas 30 kilómetros de distancia.

De una isla a otra, del litoral a las

mesetas del interior y de un valle aotro valle, la indumentaria, la vivienda,

el arte y las ideas pueden ser muydistintos. Y, sin embargo, pese a estadiversidad, hay ciertos modos e ideas

comunes: la importancia del cerdocomo artículo alimenticio y como fuentede riqueza y de prestigio, la actitudante los muertos, de los que se piensaque desempeñan un papel importanteen el destino de los vivos, y la luchaconstante por el poder, ya sea me¬diante la guerra, la oratoria o la adqui¬sición de riquezas.

Se ha fechado en unos 25.000 años

antes de Cristo la primera ocupaciónhumana de Nueva Guinea. El más anti¬

guo movimiento demográfico conocidohacia las demás Islas melanesias se

produjo hacia el año 3.000 antes denuestra era.

Hasta el momento las excavaciones

arqueológicas en Melanesia se hancentrado principalmente en el estudiode la cerámica y, sobre todo, en untipo particular conocido con el nombre

de «Lapita», por el lugar de NuevaCaledonia donde se realizaron los pri¬meros hallazgos. Esta cerámica de La-pita se suele reconocer por el estilocaracterístico de decoración impresaque lleva, pero su calidad de fabrica¬

ción se diferencia de la de otros tiposde cerámica, por lo que es siempreposible reconocer la Lapita «común».

A los arqueólogos les han interesadoespecialmente los alfareros de esta

cerámica de Lapita por estimar que enellos está, al menos en parte, el origende los polinesios. Parece ser, en efec¬to, que se trasladaron por la cadenade islas de Melanesia entre los años

1200 y 200 antes de Cristo, viviendoen el litoral o en las islas periféricas.Los especialistas no están en modoalguno de acuerdo sobre el rumboexacto que siguieron los colonos de

Polinesia. Aunque es indudable que los

alfareros de Lapita son los antepasa¬dos de los pueblos polinesios poste¬riores, también hay datos muy convin¬centes de que unos pueblos que te¬nían elementos de cultura polinesiapenetraron en el Pacífico por la rutaseptentrional pasando por Micronesia.

Como la inmensa mayoría de lasislas son pequeños atolones coralífe¬ros, a Micronesia se la califica con ra¬

zón de zona cultural de «pequeñasislas». En los atolones bajos la vidaera una lucha constante por la exis¬tencia que solamente resultaba tole¬rable manteniendo contactos comer¬

ciales gracias a las piraguas de velamás rápidas y perfeccionadas de todaOceania. Al no existir árboles lo sufi¬

cientemente grandes para poder ahue¬car el tronco y convertirlo en un cascode piragua, era preciso unir pequeñostableros borde a borde al estilo de

una carabela para construir un cascoafilado. Bastaba con añadir un flotador

a barlovento y un balancín a sotavento,así como un aparejo de vela rever¬sible, para obtener la embarcación devela más rápida del mundo.

Esa misma calidad de ensamblado

de precisión se daba en las casas de

Micronesia. Las viviendas eran espa¬ciosas y funcionales, y en las casasde ceremonia de las islas Palaos y delas islas occidentales podían tenercabida varios cientos de personas. Lasbellas casas comunes de las Palaos

(rubakbai), instaladas sobre cimientos

y construidas con vigas labradas abase de azuela, tenían pórticos delan¬tero y trasero protegidos con tablerospintados y moldeados. Una terceracategoría importante eran los varade¬ros cubiertos, que se caracterizabantambién por su amplitud y elegancia.

Uno de los vínculos culturales más

distintivos entre Micronesia oriental yPolinesia era la leyenda del héroeMaui, el antecesor de «mil trucos», quepescó las islas en el fondo del mar

y las hizo subir a la superficie. Losisleños discutían sobre cómo podíaser su primitivo anzuelo. Es indudable

que los arpones y los anzuelos poli-nesios vinieron de Micronesia. r

Rollo de monedas de plumasutilizadas en otro tiempo enlas islas de Santa Cruz. La

faja o cinta que lo formaestaba hecha de pequeñasláminas de plumas pegadascon goma y unidas en un rollode diez metros de largo, paraobtener el cual se requeríanunos 300 pájaros.

Adzes de piedra (herramientascortantes) de Polinesia. Laprimera de la izquierda es unaherramienta de trabajocomún. Las demás son adzes

ceremoniales con grabadosdecorativos.

Fotos Museo Canterbury, Museo Otago,Museo Nacional de Wellington yMuseo Británico de Londres

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Page 18: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Piraguas de Polinesiay de Micronesia

El nombre de Polinesia («muchasislas») es apenas exacto para referirsea la enorme dispersión de las islaspolinesias. En medio de la inmensaextensión del Océano Pacífico, con

unos límites occidental y oriental equi¬distantes de Asia y América, respec¬tivamente, y su frontera sur a mitadde camino entre el ecuador y el polo,el «triángulo» polinesio, con sus islasdiseminadas, abarca la parte más inac¬

cesible. del mundo habitable y la últimacolonizada por el hombre.

Al igual que en Micronesia, estacolonización solamente resultó posiblegracias a la construcción en el Asiasudoriental de piraguas de vela esta¬bles provistas de un aparejo que per¬mitía navegar con los vientos alisiosdominantes, los cuales en la granmayoría de los archipiélagos polinesiossituados al sur del ecuador soplandel sudeste.

Por esta ruta oceánica septentrional

penetraron muy probablemente esas

formas culturales que comparten exclu¬sivamente Micronesia y Polinesia y

que se observan en las piraguas y enla navegación, en los aparejos depesca, en las casas y su mobiliario,

en los varaderos de las piraguas, enlos tatuajes, en el atuendo básico defaldón y taparrabos y en la austeridadde sus artes aplicadas.

En lo que atañe a la alfarería, que seestableció de modo permanente enFiji y que existía ya en Samoa en elprimer milenio antes de Cristo, hemosde pensar en la primitiva ruta que

siguieron los navegantes saltando deIsla en isla, con una trayectoria meri¬dional que rozaba el límite norte deNueva Guinea y Melanesia hasta elarchipiélago de Santa Cruz, conside¬rado ahora como un punto de reunión

clave,. y con Fiji como lugar de entra¬da en Polinesia.

Todas las actividades artesanales

especializadas, desde la construcción

Litografía del siglo XIX. Foto Biblioteca AlexanderTurnbull, Wellington

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Interior de un varadero de Tonga,Polinesia occidental, en el que puedeverse una de las canoas de doble casco

en las que los habitantesdel lugar solíanrecorrer grandes distancias, llegandoincluso a Fiji, Samoa y la mayor partede la Polinesia occidental, hastamediados del siglo XIX.

Page 19: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

1. Modelo de piragua de laguna conflotador lateral, de las islas Gilbert,Micronesia.

Foto Museo Canterbury

2. Piragua rápida de vela con flotadorlateral, de las islas Fiji, Polinesia.Este tipo de embarcación se guardabaen varaderos tan grandes como elhangar de un avión a reacción parapasajeros; cinco años de trabajose necesitaban para construirla.

Foto Museo del Hombre, París

3. Piragua con flotador de la remotaisla de Tíkopia, Polinesia.

Foto Instituto y Museo de AucklandNueva Zelandia

de casas hasta el tatuaje, corrían acargo de una categoría de expertos alos que se daba el nombre de tohungas(o una de las variantes dialectales de

esta palabra maori neozelandesa).

En los archipiélagos de islas altas,más privilegiados, de la Polinesia tro¬pical, se construían casas muy ele¬gantes con postes y techados de paja.En las islas Cook y en Nueva Zelan-vdia existían casas dedicadas a la ense-r

Anzuelos polinésicos y melanésícosdedicados al héroe Maui, que, segúnla leyenda, pescó las islas del marhaciéndolas subir a la superficie.

Fotos Museo Otago, Museo de Arqueología yEtnología de la Universidad de Cambridge, MuseoCanterbury, Museo Bernice P. Bishop de Honolulú,Museo Nacional de Wellington, Museo Británico

Artística máscara en forma de pezformada por pequeñas láminas deconcha de tortuga. Procede de lasislas del Estrecho de Torres (NuevaGuinea), donde las máscaras seempleaban frecuentemente en lasdanzas funerales y de iniciación.

c

Foto Museo Otago

de hueso de ballena, salvo la puntabarbada, de concha de tortuga.

Foto Museo Nacional de Etnografía, Estocolmot

19

Page 20: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

La importancia del cerdo Cerdo de madera de la región deMassim, Nueva Guinea. En toda

Melanesia los cerdos constituyenuna base importante de la alimentación ;poseer gran número de esos animalesconfiere prestigio y riqueza a supropietario.

Foto Museo Otago

^dían crecer. En cuanto al vestido, unartificio decorativo que apreciaban

ñanza (vahare wananga).Aunque en Nueva Zelandia las vi¬

viendas eran pequeñas y bajas paraprotegerse contra el frío del invierno,las casas comunes se construían en

grande, a base de tableros labrados

con azuelas; los muros presentaban lasefigies esculpidas en relieve de los

antepasados y las vigas aparecían pin¬tadas con decorativas volutas. El mo¬

biliario doméstico se limitaba a los

apoyacabezas, los cuencos para la

Siringas melanésicasLas siringas hechas concañas de bambú son un

instrumento musical muycorriente en Melanesia.

En los malanggano palos tallados,las figuras totémicas sonrepresentadas a veces tocandoeste instrumento.

En algunas regiones del Pacíficoexisten representaciones de figurashumanas, hechas con tela de corteza

tensada en un bastidor, pero aun nose sabe qué función desempeñaban.La que reproducimos aquí, provenientede las islas del Almirantazgo, seutilizó quizás en una ceremonia enhonor de los antepasados.

20

Foto

Museo Australiano.

Sidney

comida, las mesas para moler los ali¬mentos feculentos y un tipo de sillas

bajas, si bien estas últimas no eran

muy corrientes.Para beber el kava se utilizaban reci¬

pientes de madera de gran elegancia.Los cuencos para la comida (kumete),en forma de piragua, tenían en las islasCook un tamaño gigantesco y llevabansoportes en forma de figuras humanasesculpidas en Hawai. En las islas Mar¬

quesas y en Nueva Zelandia se utili¬

zaban cajas con tapadera para guardarpequeños tesoros, y en las islas dela Sociedad un receptáculo en forma

de casa protegía las figurillas de losdioses contra la mirada de los pro¬fanos.

El mástil y los canaletes de las pira¬guas de Fiji a principios del siglo XIXrecuerdan las piraguas dobles: tienenuna eslora de hasta 35 metros, un

mástil de 18 y unos remos de 11 y sonlo suficientemente profundas como

para que un hombre pueda caminar de

pie entre la cubierta o puente y la cala.Su construcción duraba cinco años ynecesitaban un varadero tan grande

como el hangar de un avión de reac¬ción para pasajeros.

A lo largo de siglos de vida en elmar, los pilotos polinesios (TohungaTautai) habían llegado a dominar elarte de la navegación, basándose prin¬cipalmente en el conocimiento de lasestrellas, en particular de las cenitales,que les permitía determinar la latitud.Los tupaeas de Cook podían indicar, enlas noches claras, la posición de Tahiti,a miles de kilómetros de distancia.

En Polinesia no se conocían los

telares; en cambio, hubo un notable

desarrollo de un tipo de tela fabricadacon la corteza interior de la morera

papirífera (Broussonetia papyrifera) y

del árbol del pan (Artocarpus), que pro¬cedían originariamente del Asia sud¬oriental y que eran cuidadosamentecultivados en todas las islas donde po-

Page 21: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

El tatuaje

Foto Biblioteca Alexander Turnbull,Wellington

Foto Museo del Hombre, París

El tatuaje palabra de origenpolinésico fue antaño una prácticamuy generalizada en toda Polinesia.Los pigmentos se introducían bajo laepidermis con pequeños cinceles dehueso golpeados con un martilloligero. En Samoa se conserva todavíala costumbre de tatuar a los jóvenesal llegar a la edad viril.

1. Grabado del siglo XIX querepresenta al Jefe Ngatai, de NuevaZelandia. En el rostro puedenadvertirse dibujos formados porlíneas curvas.

2. Modelo para el tatuaje de unamujer de las islas Marquesas, dePolinesia, donde las mujeresacostumbraban tatuarse

profusamente el cuerpo.

3. Símbolo de una divinidad de las

islas Marquesas, cuyos habitantessolían decorar con motivos de tatuajelas telas de corteza en substitución

de la piel humana.

Foto Museo Nacional, Wellington

mucho los habitantes de la Polinesia

occidental consistía en colorear la tela

por frotamiento colocándola sobre unamatriz en relieve; en una ilustración

sobre un tejido procedente de Tongapuede contemplarse una versión de

un gramófono de principios delsiglo XX.

En cuanto a la decoración corporal,

la práctica del tatuaje (conocida entodo el mundo por su nombre derivado

de Tatau) era virtualmente universalen Polinesia, llegando a su punto máxi¬mo en las islas Marquesas y en NuevaZelandia.

Como los polinesios se preocupabanmucho por su árbol genealógico, ha¬cían múltiples esfuerzos para perpe¬tuar la semblanza mortal de los difun¬

tos. Los maories conseguían conservarel pelo y las facciones cociendo lacabeza en un horno de tierra. Los habi¬

tantes de las islas Marquesas cubríanla calavera con tela de corteza de

árbol, que pintaban para representar lacara tatuada. En la isla de Pascua los

antepasados eran perpetuados en figu¬ras esculpidas de madera que repre¬sentaban hombres casi esqueléticos y

mujeres que habían pasado ya la edadde la fecundidad; en la única esculturade madera conocida de las islas Cha¬

tham destacan el estómago caído y lascostillas salientes del antepasado.

La rivalidad entre clanes y gruposfamiliares a la hora de erigir esculturasconmemorativas de los antepasadosparece ser una de las razones que

explican las imágenes gigantes de laisla de Pascua, que han suscitado la

atención mundial y dado lugar a diver¬sas teorías sobre su origen sudame¬ricano.

Debido a la presión demográfica, lasnecesidades de las tribus que compe¬tían entre sí provocaban inevitablemente

guerras, que llegaron a ser endémicasen las islas Fiji, Nueva Zelandia, la

isla de Pascua y las islas Marquesas.

El estado de guerra crónico iba unidoal canibalismo, la caza de cabezas y

el empleo de los huesos de los ene¬migos como anzuelos y utensilios.

Para satisfacer las preferencias porel combate cuerpo a cuerpo, se

empleaban armas como éstas: flechasde madera, una especie de maza-lanzaque se utilizaba a manera de pica, ma¬

zas de doble empuñadura, dagas demadera y la maza-puñal de empuña¬dura única (patu) de Nueva Zelandia yde la isla de Pascua.

Por acuerdo tácito, estaba prohibido

emplear en la guerra el arco; sola¬mente se utilizaba en Tahiti como

deporte y en Samoa para matar pája¬ros y ratas. El tamaño poco manejablede la maza de las islas Marquesas nosrecuerda el carácter con frecuencia

ceremonial de la guerra polinesia, enla cual unos campeones designadosdecidían del triunfo en combate singu¬lar, ante un público de partidarios quebailaban.

Roger S. Duff

Máscara tapa (o de corteza tejida) delos baining de Nueva Bretaña, que seutiliza en las ceremonias para pedirla intercesión de los muertos y parainiciar a los adolescentes.

Foto Instituto y Museo de Auckland,

Page 22: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

La expresión gráfica modernaen Nueva Guinea

Ofrecemos en estas páginas seis

grabados que varios artistas de laNueva Guinea actual ejecutaron a insti¬

gación de Rolf Italiaander, escritor yetnólogo holandés a quien sus múlti¬ples viajes por el mundo han llevadoa estudiar las relaciones existentes

entre los elementos folklóricos y elarte moderno.

En 1953, encontrándose en Poto Poto(Congo), inició a los artistas congole¬ños en la técnica del grabado con

punta seca; obtuvo así de ellos 82 gra¬bados, los primeros que se hayanrealizado jamás en África y que seconservan en el Museo de Arte Mo¬derno de París.

En 1972 repitió la experiencia en

Dos hombres y un oso, por Nani Kimai

Nueva Guinea, exactamente en las

aldeas de la región de Sepik, en lasmesetas de Goroka y en Lae, el granpuerto de la costa oriental de la isla.Rolf Italiaander enseñó a los artistas

locales una técnica el grabado encobre enteramente nueva para ellos,

pese a lo cual la dominaron enseguida. «Cuando les hablé de laposibilidad de que hicieran previa¬mente un dibujo a lápiz dice Ita¬liaander la mayor parte de ellos senegaron. Muchos respondieron: 'Sabe¬mos exactamente lo que vamos a

hacer'.»

Los 41 grabados que obtuvo en esastres regiones diferentes de la islaexpresan la conciencia profunda que

Ser fabuloso, por Nani Kimai

22

Page 23: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

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<* J. V:w*-

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03d rr

los artistas de Nueva Guinea tienen

de su identidad cultural. En sus obras

representan el mundo que les rodea

fauna, flora, vivienda, costumbres ymodo de vida empleando una simbo-

logía particular y un estilo que, aunqueconserva un carácter tradicional, se

muestra de todos modos absoluta¬

mente original y libre. A menudo suelenexplicar los artistas guiñéanos susgrabados con textos escritos; y lostítulos mismos que les ponen «Casa

enga de Wabag», «Mi antepasado elcaníbal», «Lo que un joven debe ofre¬cer a su esposa la noche de bodas» ,demuestran que los artistas siguenintegrados en su universo propio. Peroninguna explicación resulta tan elo¬cuente como la obra de arte por símisma.

Máscara, por Ula Meló Pokana

Serpiente escupiendo, anónimo

:

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Pájaro fantástico, por latan Stplo

NAH i *«**El espíritu de los antepasados.por Nani Kimai

23

Page 24: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

La enseñanza superior

Hacer que la vidaentre en la universidad

Texto copyright © Prohibida la reproducción

por Dragoljub Najman

DRAGOLJUB NAJMAN dirige el Departa¬mento de Enseñanza Superior y de Formaciónde Personal de Educación de la Unesco. Es autor

de numerosos estudios sobre los problemas dela educación y ha publicado dos libros entorno a ellos. Al tema de que trata en el artículoque publicamos en estas páginas ha dedicadoun importante capítulo de su obra L'enseigne¬ment supérieur, pour quoi faire ? que publicarápróximamente en español la Editorial Noguer deBarcelona.

CABE preguntar cuáles son losvínculos efectivos de ciertos

profesores de enseñanza superior conla vida real y con la sociedad. ¿Cuán¬tos hay en las facultades de letras yde ciencias encargados de formar alos profesores de enseñanza secun¬daria y que enseñan realmente en cen¬tros de segunda enseñanza? «

¿Cuántos profesores de economíahan participado activamente en la con¬cepción y elaboración de planes dedesarrollo quinquenales, cuadrienaleso anuales?

¿Cuántos profesores de escuelasde ingenieros tienen realmente a sucargo talleres de fábrica o inspec¬cionan de hecho obras de construc¬

ción? ¿Cuántos profesores de de¬recho ejercen, siquiera sea en régi¬men de dedicación parcial, funciones

en los organismos judiciales, porejemplo?

Y, sin embargo, esos mismos pro¬fesores de enseñanza superior son losque exigen un derecho absoluto defiscalización de todas las modalidades

de formación en el nivel postsecunda¬rio; «el monopolio de los profesores,asimilados a un clero universitario

que dispensara el sacramento dela educación: ésta es la constatación

a que llegamos cuando se piensaen la constante declaración de nulidad

de casi todos los sacramentos educa¬

tivos conferidos por quienes no sonmiembros del clero universitario...» (1).

Sería, no obstante, erróneo estimar

(1) La contribution des universités à l'édu¬cation permanente, Comisión Nacional Fran¬cesa de la Unesco, París, 1972.

24

Page 25: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Crítica del

conservadurismo

universitario

en el mundo

que esta situación se debe exclusiva¬mente a la psicología propia de losprofesores de universidad o de escue¬las superiores. En realidad, puede afir¬marse que la situación de los profe¬sores de enseñanza superior, en par¬ticular en la universidad, es ambiguadesde el momento en que se exige deellos que sean a la vez investigadores,educadores y formadores de las nue¬vas generaciones de intelectuales.

A mi juicio, sólo habrá una verda¬dera reforma de la enseñanza supe¬rior cuando se proceda a una trans¬formación radical, que afecte tanto a laselección del profesorado como a sucomposición.

Sería preciso abrir desde ahora am¬pliamente las puertas a quienes, auncareciendo del título de doctor o de

otro superior, poseen una inmensa ex

periencia en su especialidad. Habríaque orientarse decididamente hacia unaselección de los profesores, aunquesólo fuera en régimen de dedicaciónparcial, basada de modo exclusivo enla competencia personal.

Para que la enseñanza, y en espe¬cial la superior, deje verdaderamentede ser una actividad cuyo objetivoprincipal consiste en su propia repro¬ducción (¿acaso no se pasa del jardínde la infancia a la escuela primariay de ésta a la enseñanza secundaria,y más tarde a la universidad, sin habertenido nunca contacto real con la vi¬

da?), resulta indispensable y urgenteatraer hacia ella a personas que ten¬gan características totalmente distin¬tas y encomendarles funciones de for¬mación y de educación.

Prácticamente en todas partes se

critica el comportamiento de los estu¬diantes. Se pretende que viven apar¬tados de la sociedad y que se dedicanúnicamente a criticarla. En los titu¬

lares de los periódicos y en un estu¬dio tras otro se pone de relieve hastaqué punto se adaptan mal a las exi¬gencias de la sociedad, a su salida dela universidad. Pero, al mismo tiempo,se confía la formación de esos inte¬

lectuales, de esos hombres y mu¬jeres que habrán de asumir funcionesimportantes, a unas personas que, conharta frecuencia, tienen muy escasosvínculos con la realidad económica,

social y política de su propio país.

Es imposible cambiar de la nochea la mañana la totalidad del personaldocente de todas las universidades yescuelas superiores de todos los ^países del mundo cosa que, por lo r

Desde que obtuvo laindependencia en 1960,Malí ha tenido que resolverel problema apremiante dela formación del personalnecesario para su desarrollo.Dragoljub Najman, autor delpresente artículo, escribe ensu libro L'enseignementsupérieur, pour quoi faire?:«No queriendo seguir elejemplo de los países quese han visto obligados acrear universidades segúnlos modelos extranjeros.Malí decidió organizar susistema de enseñanza

superior de manera que seadaptara enteramente nosólo a la realidad nacional

sino sobre todo a la

necesidad del país de contarcon 'cuadros' que pudieranser útiles de inmediato». La

primera de las institucionescreadas con este espíritu fuela Escuela Normal Superiorde Bamako (fotos de laizquierda), donde se formanlos profesores de enseñanzasecundaria. Una innovación

original de esta escuela esque cumple funciones defacultad de letras y deciencias dispensando a losestudiantes una formación

a la vez teórica y práctica.

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Page 26: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

k demás, nadie desearía y que yo norecomiendo, desde luego , pero re¬sulta no solamente indispensable sinotambién urgente incorporar al profe¬sorado a personas que procedan di¬rectamente de la vida activa.

Insisto en que no deberían ocuparsino puestos docentes de dedicaciónparcial, ya que me parece indispen¬sable, para ellos mismos y para suenseñanza, así como para los estu¬diantes, jóvenes o adultos, a los quehabrán de formar, que se mantenganen contacto con la realidad y quesigan asumiendo en la vida econó¬mica, social o política de su país fun¬ciones que ejercían hasta entonces.

Será, por supuesto, imprescindibleasociar paralelamente al personal deenseñanza superior profesores, auxi¬liares, etc. a las actividades econó¬

micas y sociales del país. En efecto,habría que llegar a una situación enla cual un matemático o un sociólogo,un médico, un periodista, un dibujante,un ingeniero electrónico, un respon¬sable de la administración local o na¬

cional, un director de industria, unfuncionario del Estado dedique ciertonúmero de horas semanales a la ense¬

ñanza superior sin dejar por ello deejercer su profesión primera.

Lo que algunos futurólogos prevénpara mañana por ejemplo, «pro¬gramas de enseñanza superior quecomprendan unos 'instructores' esco¬gidos de entre los adultos... Conta¬bles, médicos, ingenieros, hombres denegocios, carpinteros, constructores yplanificadores podrían formar todosellos parte de una 'Escuela Exte¬rior'» (2) , debería ser ya la realidadde hoy.

¿Por qué, en efecto, utilizar el futuroen declaraciones como: «A pesar deno tener diplomas, se incorporará alclaustro de profesores a personas queposean talento creador en la esferade las letras y las artes. Se contra¬tará, además, a hombres instruidos dela localidad o del mundo del comercio

o de ía industria, según las necesi¬dades" (3), o el condicional en otras,como: «Al menos en ciertos casos,los no universitarios tienen quizá lamisma vocación y el mismo derechoa enseñar que los doctores. Haypues que darles cabida, sin ejercercontra ellos ninguna discriminación, detipo reglamentario o no» (4), o bien:«Toda sociedad debería incluir entre

sus educadores a sus mejores artistas,científicos, escritores, músicos, médi¬cos, abogados, sacerdotes, ingenieros,etc.»? «El claustro de profesores com¬prendería un número importante demiembros en ejercicio que no seríanhumanistas sino médicos, magistrados,administradores, etc. El programaabarcaría no solamente los estudios

tradicionales de literatura, psicologíay química sino también la experienciaclínica y el trabajo in situ y en empre¬sas relacionadas con las diversas dis¬

ciplinas.» (5).

La respuesta a todas estas pregun¬tas es, por desgracia, muy fácil dedar. Se trata de una resistencia diría

mos «fisiológica» a tales innovacionesde los centros de enseñanza superior,porque «humanistas y científicos nohan dado muestras, hasta ahora, de

amplitud de miras. Siempre que hantenido algún poder, lo han utilizadopara eliminar a los no universitariosde la enseñanza dispensada a losestudiantes universitarios» (6).

Aquí radica precisamente la clavedel problema, que es político y notécnico. Su solución no puede depen¬der únicamente de la buena o mala

voluntad del profesorado; y son la so¬ciedad, el gobierno, el poder políticoquienes han de imponer en los esta¬blecimientos de enseñanza la presen¬cia de quienes proceden del mundode la acción.

A mi juicio, incumbe a la enseñanza

Bretaña radica en que la inmensamayoría de los profesores no recibenformación alguna sobre el modo deenseñar, por lo que, en general, tienenque aprender por su propia cuentael arte.de la educación» (7), o bienque «más curiosa todavía ha sido laactitud de ciertos profesores ante loque llaman 'la pedagogía' y por la queno intentan ocultar su desprecio» (8).

Y, sin embargo, no se trata ni muchomenos únicamente de pedagogía: «Allídonde antes sólo se veía un arte el

arte de enseñar encontramos hoyuna ciencia que se desarrolla sobreunas bases cada vez más sólidas yque enlaza con la psicología, la antro¬pología, la cibernética, la lingüística,etc., pero cuya aplicación por losmaestros y profesores que la llevan

LA SALIDA DE LA ESCUELA O LA ENTRADA EN EL LABERINTO

superior señalar el camino y dar elejemplo, en vez de ir a la zaga de lasdemás formas de enseñanza, influir enellas no solamente por el contenido desus cursos sino también por los mé¬todos y, en el caso concreto que nosocupa, por la composición de su pro¬fesorado.

Hace todavía unos años, el problemaque planteamos habría parecido quizásincongruente. En una mesa redondaque se celebró en la Unesco sobrelos problemas relacionados con elcometido y la función de la universidaden la sociedad contemporánea, losestudiantes participantes aceptaron eldebate sobre la cuestión de su acceso

a la enseñanza superior, a condiciónde que se añadiera al orden del díaun punto titulado «Acceso de los pro¬fesores a la universidad».

No es ello de sorprender cuandose sabe, por ejemplo, que «el fondodel problema del mejoramiento de laenseñanza universitaria en la Gran

a la práctica es más un arte que unaciencia» (9).

Tratándose de la formación del per¬sonal de la enseñanza superior, hay

(2) The shock of the future, por Alvin Toiler.

(3) Rapports entre l'activisme étudiant, laparticipation étudiante et la réforme des insti¬tutions. Cinq études de cas, por Joseph DiBona, Unesco, Paris, 1970.

(A) La contribution des universités à l'édu¬cation permanente, Comisión Nacional Fran¬cesa de la Unesco, Paris, 1972.

(5) y (6) The Academic Revolution, porChristopher Jenks y David Riesman, AnchorBooks, Doubleday and Co., Nueva York, 1969.

(7) Innovation dans l'enseignement supé¬rieur : Universités nouvelles au Royaume-Uni,por H. J. Perkin, OCDE, Paris, 1970.

(8) The concept of lifelong integratedlearning and some implications for universityadult education, International Congress ofUniversity, Adult Education, 1968.

(9) Aprender a ser, por Edgar Faure, FelipeHerrera, Ebdul-Razzak Kaddura, Henri Lopes,Arthur V. Petrovski, Majid Rahnema y Fre¬derick Champion Ward, Alianza Editorial-Unesco, Madrid, 1973.

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Page 27: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

que tener presente que, en este nivel,la enseñanza posee un cierto númerode puntos comunes tanto en el planometodológico como en el tecnoló¬gico con la educación de adultos,al igual que con el tipo de educacióno de enseñanza que se dispensa ac¬tualmente en el segundo o en el primergrado.

Es, pues, indispensable desarrollartales métodos en la enseñanza supe¬rior. Y esos métodos se aprenden. Sonpocos quienes nacen pedagogos. Lamayoría de los que son capaces detransferir no solamente sus conoci¬

mientos sino también sus aptitudesdiré más: sus actitudes son per¬

sonas que han aprendido la técnica.Mediante un aprendizaje más o menoslargo, han adquirido los conocimientosnecesarios para poder enseñar en undeterminado grado. Nada nos auto¬riza a pensar que, en el caso de laenseñanza superior, los profesores nonecesiten esa formación especial queles permita transmitir sus conocimien¬tos con mucha mayor eficacia y éxitoque en la actualidad.

Podemos fácilmente observar quetodos los países, grandes o pequeños,desarrollados o en vías de desarrollo,

necesitarán en los próximos años unnúmero creciente, y en conjunto so¬bremanera importante, de profesoresde enseñanza superior. Creo que eslegítimo preguntarse si, para atenderesa demanda, no convendrá procedera una formación organizada de quieneshayan de encargarse de esa tarea enrégimen de plena dedicación. A esterespecto, cabe citar una interesanteiniciativa del gobierno de Malí, queha creado un centro pedagógico supe¬rior cuyo objetivo principal consisteen formar personal para ese grado dela enseñanza. En ese centro pedagó¬gico los futuros profesores de ense¬ñanza superior reciben ^a la vez capa¬citación en sus distintas especiali¬dades y una formación pedagógica queles ayude a actuar como educadores yno meramente como encargados de lainstrucción de los futuros «cuadros»

dirigentes del país.

Todo hombre tendrá tal vez quedesempeñar, en algún momento de suvida, una función de formación. Pro¬cede, pues, considerar a todos los estu¬diantes como educadores en potencia.Esto entraña una importante reorienta¬ción pedagógica, a partir de la forma¬ción Inicial en los centros de enseñanza

superior. Ahora bien, no se trata úni¬camente de los estudiantes: «También

se debe preparar para el papel queles incumbe en la participación detodos en la educación a muchos inge¬nieros, a la mayoría de los bibliote¬carios, de los agricultores y de quie¬nes trabajan en el campo, a los quetienen una profesión con proyecciónsocial o actúan en el mundo del comer¬

cio o de los negocios» (10).

En la perspectiva de una educaciónpermanente, adoptada por la mayoría

PARTENOGENESIS DEL CUERPO DOCENTE.

Dibujos de Trez © El Correo de la Unesco

DEL AISLAMIENTO CONSIDERADO COMO UNA FORMA DE DIALOGO.

(10) The concept of lifelong Integratedlearning.

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Page 28: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

kde los sistemas de educación del

mundo, «¿no habrá que llegar a la con¬clusion inevitable de que la aptitudpara ser educador debería formar parteen adelante de la formación de cada

individuo? Más concretamente, haytoda clase de razones para estimar quela teoría y la práctica de la educaciónson ya indisociables de la formaciónde todo individuo perteneciente a unasociedad moderna al que su profesiónvaya a conferir una influencia, unaautoridad o una responsabilidad conrespecto a los demás» (11).

Las consecuencias de lo que acaba¬mos de exponer son, a mi juicio, de dostipos. En primer lugar, si se aspira aque la enseñanza superior contenga,en la formación de todos los estu¬

diantes, unos elementos que los per¬mitan convertirse en los educadores

de mañana, ¿podrán desempeñar esamisión eficazmente si los profesoresde hoy no han recibido ellos mismossemejante preparación? La respuesta aesta pregunta es ciertamente negativa.

De ahí que sea indispensable incul¬car una formación a todos los quevayan a ejercer funciones en la ense¬ñanza superior de hoy y de mañana,de modo tal que puedan formar ellosmismos educadores. Esto vale tanto

para los profesores de plena dedica¬ción como para los que habrán detrabajar en régimen de jornada parcial,según he indicado antes. También esésta una tarea que incumbe a la ense¬ñanza superior, que deberá formar alos formadores pero también a los for-madores de esos formadores.

A mi juicio, la primera medida prác¬tica que procede adoptar se refierea la transformación de los centros de

formación del personal docente eninstituciones de formación y de per¬feccionamiento de todos aquellos queejerzan o vayan a ejercer en todoslos grados, incluido el de la enseñanzasuperior funciones de educadoresen régimen de dedicación plena o par¬cial. Estas instituciones podrían con¬vertirse, pues, en los viveros de unaenseñanza interdisciplinaria centradaen un tema esencial: la educación.

Dragoljub Najman

(11) Introducción a la educación permanente,por Paul Lengrand, Editorial Teide, Barce¬lona, 1973.

Una orquestade la Edad de PiedraCuando del mamut se hacían los

primeros instrumentos musicales

por Serguei N. Bibikov

SERGUEI N. BIBIKOV, historiador y miembrocorrespondiente de la Academia de Ciencias de laUnión Soviética, es investigador del Instituto deArqueología de la Academia de Ciencias de Ucrania.

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No se trata, como podría parecer aprimera vista, de un osario cualquierasino de una de las orquestas másantiguas del mundo: data, en efecto,de hace unos 20.000 años. Estos

instrumentos de percusión fabricadoscon huesos de mamut (en la fotopueden advertirse, entre otros, unomóplato, un hueso ilíaco y unfémur) fueron descubiertos cerca dela aldea ucraniana de Mezín en un

yacimiento arqueológico paleolítico.

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LAS excavaciones realizadas

entre 1952 y 1964 en un solararqueológico que data del paleotíticopermitieron descubrir en la aldea deMezín, cerca de Chernigov (Ucrania),una cabana construida con huesos de

mamut. Los arqueólogos ucranianosI. G. Pidoplichko e I. G. Shovkoplyasencontraron en su interior otros

huesos del mismo animal, de grandesdimensiones, pintados de rojo y condibujos geométricos grabados, queformaban un montón aparte. Se tratabade un omóplato, un hueso ilíaco, dosmaxilares, un fragmento de la pelvisy un trozo del cráneo.

Asimismo aparecieron en el suelodos porras pequeñas de marfil, unmartillo de cuerno de reno, un fémurde mamut vaciado de sus tejidos inte¬riores y un gran número de conchasmarinas, junto a un brazalete o ajorca

formado por cinco trozos de colmillo,magnífico por la sencillez de su con¬cepción y la belleza de sus dibujos.Cerca de estos objetos se descubrie¬ron ocho perforadores de hueso ycuatro montones de ocre puro de coloramarillo y rojo.

En el suelo se conservaban las

huellas de tres hogares o fogones ycuatro pares de pequeños puntalesque debieron servir para soportar lospostes que sostenían el techo com¬bado de la habitación. Cabe señalar

que algunas poblaciones del norestede Siberia utilizan todavía viviendas

de ese tipo.

Un análisis minucioso de los restosde la construcción así como de los

objetos en ella encontrados condujoa los arqueólogos a distinguir dosetapas en la historia de la casa paleo

lítica de Mezín. Desvencijada despuésde haber servido durante cierto tiempode abrigo para el invierno, sus habi¬tantes debieron abandonarla ya que laarmazón, de tres toneladas de peso,amenazaba con derrumbarse.

A medida que crecía este campa¬mento prehistórico, debió de manifes¬tarse la necesidad de'contar con un

edificio público. Los aldeanos deMezín volvieron a utilizar la cabana

deshabitada. Y tras repararla, apunta¬lándola por dentro y limpiándola de losrestos dejados antaño por el trabajoo la vida cotidiana, la destinaron a lacelebración de fiestas y ritos, ador¬nándola con huesos de mamut deco¬

rados y otros objetos suntuarios. Esinteresante advertir que, hasta unaépoca relativamente reciente, algunaspoblaciones del norte de Rusiaseguían utilizando casas abandonadas ^

29

Page 30: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Las castañuelas

de Cro-MagnonEste brazalete o ajorcaformado por aros de marfil demamut con incisiones

decorativas pertenece a laorquesta de percusiónencontrada en Mezín y esel único ejemplar de este tipode instrumento del

paleolítico descubierto hastala fecha. Al chocar entre sí

los aros producen un sonidoarmonioso. Cabe suponer queel brazalete servía paraacompañar la danza, por locual puede afirmarse ahoraque este arte se practicabaya en la época del hombrede Cro-Magnon.

z

cri

o

k para ceremonias similares.

Los esfuerzos conjugados dearqueólogos, paleontólogos, médicosy especialistas judiciales en investi¬gación de huellas que estudiaron loshuesos de mamut encontrados en el

suelo de la cabana paleolítica per¬mitieron elucidar, en 1974, la utiliza¬ción práctica a que estaban destinadosesos objetos.

El desgaste de la superficie delfémur (al que podría llamarse «osteó-fono») y del omóplato, la densidad deltejido compacto de éste y su separa¬ción del tejido esponjoso, la localiza-ción precisa de las partes deformadasy de aquellas pulidas por el uso, asícomo otros Indicios complementarios,no dejan lugar a dudas de que se tratade instrumentos de percusión.

El martillo y las porras (o palillos)al igual que los otros huesos pertene¬cían evidentemente a la misma «or¬

questa», mientras que los brazaleteso ajorcas con sonajas servían para elacompañamiento de la danza, comolas castañuelas de hoy. El ocre y losperforadores de hueso constituíanseguramente accesorios indispensa¬bles para las representaciones rituales.

El descubrimiento de esos idiófonos

de percusión que datan de hace unos20.000 años reviste el máximo interés

para la arqueología toda vez quehasta la fecha no se conocían, ni enla Unión Soviética ni en la Europacentral u occidental, más instrumentosdel paleolítico que unas flautas dehueso que, por lo demás, aun no hansido objeto de un estudio científico.

El brazalete de sonajas es el primerinstrumento de este tipo pertenecienteal paleolítico que se ha encontrado en

el mundo. Gracias a él puede afirmarseque el arte de la danza era practicadoya por los hombres de Cro-Magnonen la Europa central y oriental.

Aunque hoy es un lugar comúnafirmar que la música es una de lasmanifestaciones más elevadas de la

cultura, son raros los estudios dedica¬dos a sus orígenes y a su evolución,como señalan los profesores Mau¬rice Freedman y Bruno Nettl en suartículo «Música de siglos» (El Correode la Unesco de junio de 1973).

Generalmente se ha considerado

que la historia de la música se remontaa las civilizaciones del antiguo Orientey de la Antigüedad clásica. Con eldescubrimiento de los instrumentos

poleolíticos de Mezín es preciso situarsus orígenes por lo menos 15.000 añosantes y admitir que la música rítmicaexistía ya en la época del hombre deCro-Magnon, lo que equivale a decirque éste poseía nociones del ritmoy de la tonalidad y tenía conciencia dela fuerza emotiva de la frase musical.

Cabe, pues, suponer que los hombresconcibieron la música al mismo tiempoque el trabajo y que la organizaciónsocial.

La danza, que puede expresar dediversas maneras que van desde laimitación de los gestos del trabajohasta la manifestación de las emo¬

ciones más sutiles toda la comple¬jidad del espíritu humano, es tanantigua como la música. En efecto, unade las primeras formas de combinaciónde música y representación coreográ¬fica concebidas por el hombre, ya seade significación ritual o con finalidadesde ' diversión, parece ser la danzaacompañada por instrumentos de per¬cusión para marcar su cadencia e in¬cluso acompañada de cantos.

A menudo se ha comparado laestructura de la música y de la danzacon la del lenguaje, poniendo derelieve la relación que existe entre laspalabras y los sonidos, entre el dis¬curso y la música como medios deexpresión del pensamiento y de losconceptos.

Cabe esperar que, gracias a losmétodos histórico, analítico, compara¬tivo y experimental de la etnografía yde otras ciencias sociales, sea posibleconocer mejor la cultura musical delperiodo paleolítico y, en consecuencia,tener una noción más precisa de losprocesos mentales del homo sapiens,de su emotividad y su comportamientoy, en general, de su percepción delmundo.

Para no limitarse a las observaciones

de carácter puramente etnográfico yhacerse una idea aproximada de lossonidos que podían producir los instru¬mentos de Mezín, se realizó un experi¬mento interesante en el Instituto de

Policía Científica de Kiev (Ucrania). Sesolicitó la colaboración de un músico

que, 'con el cuidado extremo querequería el estado de los objetosarqueológicos, moduló una frase rít¬mica golpeando con el martillo di¬versos puntos de los idiófonos fabri¬cados con huesos de mamut. Los

sonidos que se obtuvieron fueron detimbre variado, fuertes, claros y expre¬sivos. Tal fue el inicio de una investi¬

gación más profunda sobre la gamatonal de los instrumentos de percusióndel paleolítico.

Serguel N. Bibikov

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Page 31: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

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Flautas prehistóricasLa mayoría de los objetos hallados en el yacimiento paleolítico de Mezín eraninstrumentos musicales de percusión. En cambio, en otros lugares de Francia,Inglaterra, Checoslovaquia y Europa oriental se han encontrado flautas similaresa ésta, descubierta en Moldavia (URSS). Su antigüedad puede calcularse entre12.000 y 15.000 años. Se hizo con un cuerno de ciervo perforado por un canal interiory tiene cuatro agujeros delante y dos detrás. Con el paso del tiempo losinstrumentos musicales se vuelven más numerosos y complejos. Un ejemplo es estaflauta de Pan de la época neolítica (tercer milenio antes de nuestra era), hechade huesos cuyos fragmentos se han podido juntar y que recuerda de manera insólitalas siringas utilizadas actualmente en diversos países de Europa (España, Rumania,Grecia) y los rondadores de América Latina.

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Page 32: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

LIBERTAD Y DERECHO DE SER HOMBRE EN LAS CASAS (viene de ia Pá9. 13)

lentes: gobierno por consentimientocomún, por libre voluntad, etc.

Las Casas afirma este principio:«imperio . inmediate processif a po¬pulo» (el poder emana directamentedel pueblo). Tal es el eje doctrinal desu De Regia potestate. Su proyecciónes frecuente en los escritos lasca-

sianos. «A la perfecta policía perte¬nece que los nombres vivan en ellaa toda su voluntad»: un gobierno per¬fecto es un gobierno aceptado yconservado libremente; podemos decirque la libre voluntad es el principioque perfecciona el orden político. Elgobierno ha de ser voluntariamenteaceptado, escribe en carta al arzobispoCarranza (1555),* no dejando de sersignificativo el dato de su amistad conel arzobispo toledano perseguido porla Inquisición.

Fray Bartolomé, separándose decierta línea que evolucionará haciael absolutismo, sostiene que el go¬bierno de los reyes no deriva de lapotestad paterna; «es más moderno»,lo que quiere decir que no es naturaly no surge al formarse las comuni¬dades humanas, sino que tiene uncarácter convencional y derivado. Estoequivale a sostener que no es ungobierno necesario, sino que su justi¬ficación está en el acuerdo de los

hombres, de cuya invención procede:«se funda sobre el voluntario consen¬

timiento de los subditos y por tantono trae consigo natural fuerza ni abso¬luta necesidad».

Por eso, en Las Casas el consenti¬miento sumado de los miembros de

una comunidad no enajena la libertaden manos del nuevo soberano, sino

que éste ha sido puesto para defendery perfeccionar aquélla. Expresamentele dice al Rey de Castilla que suseñorío, cuando sea aceptado por losindios, ha de establecerse para con¬servar tan preciado derecho: «la cuallibertad no pierden por admitir y tenera V.M. por universal señor, antes,suplidos si algunos defectos en susrepúblicas padecían, el señorío deV.M. se los limpiase y depurase y asígozasen de mejorada libertad" (Entrelos remedios).

Un gobierno político sólo puede serlegítimo cuando se basa en un pactolibremente consentido: por tanto, quese contrate y asiente entre el Rey ylos pueblos «llamándolos a todos, queconsientan de su propia voluntad ycon libertad (pues a todos toca y nopueden ser privados de lo que porley natural les compete, que es lalibertad) y propio consentimiento, porque se sujeten a Vuestra Majestadsobre la manera del regimiento y go¬bernación temporal que, como sonpueblos y vasallos libres, VuestraMajestad ha y debe tener con ellos».(Memorial de 1543). Antes de que sehagan cristianos y acepten el gobiernodel rey español no se les puede obli¬gar ni a una ni a otra cosa.

Pero Las Casas llega a más: elprimer acto no implica necesariamenteel segundo. Aunque se hayan con¬vertido al cristianismo, siguen siendolibres y, por consiguiente, un gobiernosobre ellos sólo será legítimo cuandolibremente lo hayan reconocido comopropio: «en caso que después de cris¬tianos no quisiesen el tal supremoseñor recibir y obedecer, no se siguepor eso que se les puede hacerguerra, mientras ellos permaneciesenen la fe y en la observación de lajusticia» (Doce réplicas, XII).

Las Casas despliega, en aplicaciónde esa tesis que bien podemos llamardemocrática, amplias consecuencias.El rey no puede, en cosas importantes,hacer nada «sin que los pueblos densu consentimiento» (Entre los reme¬dios). Contra lo que se había visto yse seguiría viendo en Europa, nopueden cambiar la religión, no puedencambiar sus leyes y costumbres tra¬dicionales, no pueden donar ni venderparte alguna del territorio, no puedenestablecer tributos, no pueden alterarel valor de la moneda, no puedenintroducir limitaciones a la libertad

personal.

Esta doctrina democrática se com¬

pleta con la afirmación de un derechoque bajo el imperio de las Monarquíasabsolutas en Europa rara vez es admi¬tido por otros autores, en los siglosXVI y XVII. Nos referimos al llamado«derecho de resistencia». Este derecho

es no menos básico e irrenunciable,

como pieza de un régimen de libertad:hay casos en los que privilegios ydisposiciones del rey, aunque llevencláusulas en contrario, no se puedenrecibir, obedecer ni cumplir; por depronto, claro está, si son contra la fe;pero el principio se extiende a mayorámbito, ya que se aplica «lo mismo sies contra el servicio y provecho delreino y contra el bien común».

La última defensa del principio de¬mocrático requería, en la época, lademostración de la capacidad políticade los indios.

Para Las Casas, como para lospensadores políticos de la época, laprueba de la libertad está en lacapacidad de fundar y mantener unorden político o de autoridad. Por eso,Las Casas, después de una tan encen¬dida defensa de la libertad de los

indios, se considera obligado a com¬pletarla y apoyarla en la defensa desu capacidad política.

La mayor parte de la ApologéticaHistoria, muchos pasajes de su His¬toria de las Indias, de otros escritos

como el Tratado comprobatorio o elDe Regia potestate, asi como reitera¬das afirmaciones de sus Memoriales

en los que propone diferentes formasde gobernación, se apoyan en la ideade la perfección y legitimidad de losregímenes que los indios han tenidoestablecidos en su libertad.

Esta cuestión que acabamos de

plantear apunta ya al principio que,en cierto modo, corona el sistema

lascasiano: lo llamaremos principio dehumanidad. Creo que se ha acentuadodemasiado la pretendida creencia me¬dieval en la unidad del género humano.Esa concepción cristiano-estoica nopudo nunca vencer y desalojar lossentimientos de las insalvables dife¬

rencias físicas, sociales y espiri¬tuales que la sociedad estamentaldel Medievo, tan próxima en algunosaspectos a la sociedad de castas,colocó en la base de su organización.Más bien creo que no sólo la divisiónentre pueblos cristianos y extraños,entre pueblos instruidos en la verdaddel saber y pueblos bárbaros, no esresultado de la etapa de descubri¬mientos de los primeros tiempos mo¬dernos y particularmente del descu¬brimiento de América, sino que esentonces cuando aquella pierde fuerza.

Por de pronto, la constatación dela condición racional y humana de lospobladores de las tierras ultraoceáni-cas ha dado una base natural más

firme al principio de unidad, tal comodoctrinaimente lo afirmaba el cristia¬

nismo. Es más, la Edad Media creyó,de la parte que quedaba fuera deluniverso cristiano, que sus pobladoreseran monstruos con un ojo, una oreja,etc. Todavía en 1550, la Cosmografíade Sebastian Munster recoge estavisión legendaria. En los relatos de losdescubridores españoles se eliminaese aspecto y el historiador mejicanoO'Gormann ha sostenido que los espa¬ñoles afirmaron siempre la condiciónhumana general de los indios.

Al disponer de la experiencia ame¬ricana, a través de viajeros y escri¬tores españoles, el Renacimiento, enel plano de la antropología y de laetnografía, vino a establecer unaúltima unidad. Entonces, al tenersenoticia real de los hombres de otras

latitudes pobladores de otros conti¬nentes, y al encontrarse con que lasdiferencias somáticas y psicológicasentre ellos eran escasas y no alterabanla figura humana, y de que inclusoentre todos los individuos de uno yotro sexo era posible la fecundación,es cuando la unidad de la especiehumana se ve fortalecida y retrocedentodas aquellas visiones monstruosasde que el mundo medieval estabapoblado.

En Las Casas, naturalmente, nopuede faltar tal afirmación: la tesis dela unidad genérica de los hombresderivaba en él de razones antropo¬lógicas y cobra un valor natural, capazpor primera vez de alcanzar los re¬sultados de aplicación práctica a quellegó. Moviéndose en el plano de lanaturaleza, formulará Las Casas suconocida tesis central: «todas las na¬

ciones del mundo son hombres y detodos los hombres y de cada unodellos es una no más la definición yesta es que son racionales», todosposeen los mismos elementos orgá-

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Page 33: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Los lectores nos escriben

SOBRE LA TRADUCCIÓN

Quisiera felicitarles por el magníficoarticulo de Octavio Paz «Sobre la tra¬

ducción», publicado en el número defebrero de 1975.

Destaco también por su interés lareproducción del fragmento del grabado«Metamorfosis II» del artista holandés

Mauritz Cornells Escher con que se¡lustra el mencionado articulo.

D. G. Sudra

Thornton Heath

Surrey, Reino Unido

LOS TEMPLOS DE FILAE

Quiero felicitarles por el artículopublicado en el número de noviembre de1974 referente a Filae. Desde la vez

primera que publicaron algo acerca deestos templos faraónicos he estadosiempre al tanto de todo cuanto puedarelacionarse con esta gran obra del artemundial. Al leer en esta ocasión lo queexpone Henri Stierlin me siento henchidode emoción por el resurgimiento deFilae y, más aún, por ver cómo variasnaciones, al llamado del Sr. Maheu, hancontribuido monetariamente a la cam¬

paña internacional para salvar estostemplos.

Prof. Daniel Eduardo Santana

Universidad

La Habana

EL DERECHO DE VOTO

DE LA MUJER EN LA "ISLA

DEL HOMBRE"

El Correo de la Unesco de marzo de

1975, dedicado al Año Internacional de

la Mujer, es excelente y espero con elmayor interés el de agosto-septiembresobre el mismo tema.

Quisiera, sin embargo, hacer una recti¬ficación. En el número de marzo se dice

que Nueva Zelandia fue el primer paísdel mundo que concedió el derecho devoto a las mujeres en 1893. En realidad,ya en 1881 éstas lo habían obtenido enla Isla de Man.

D. H.'RowledgeDerby, Inglaterra

N.D.L.R. La Isla de Man (cuya tra¬ducción literal seria 'Isla del Hombre*),situada entre Inglaterra e Irlanda, cuentacon el parlamento más antiguo delCommonwealth británico: la Cámara deTynwald, que data de hace mil años.

POPULARIZAR "EL CORREO"

Mis felicitaciones a la Unesco porEl Correo, pero he observado que en mipaís sólo es leído por una minoría inte¬lectual, o por los estudiantes univer¬sitarios (donde tiene gran acogida enlos pocos que la leen). Además, llegacon un retraso de aproximadamente tresmeses. Desde ya excuso esos retrasos,pero... ¿no podría la revista ser másaccesible al pueblo? Podría venderse enkioscos, lo que le daría mayor difusión,o incrementarse la «propaganda».

Querría también agregar que me hangustado mucho los números dedicados

a «Lo que el sol nos promete» y a otrostemas científicos en general; me agra¬daría publicaran uno sobre la electrónicay sus aplicaciones, especialmente en lospaíses dependientes o «en vías dedesarrollo».

Manuel RayanoResistencia, Chaco

República Argentina

VICISITUDES DE UN

MANUSCRITO DE LEONARDO

El número de octubre de 1974, real¬mente extraordinario, sobre los códicesde Leonardo de Vinci descubiertos en

Madrid, brinda a los lectores la oportu¬nidad de conocer los proyectos e ¡deasde Leonardo que le sitúan muy porencima de los científicos de su época.Dudo de que exista otra publicaciónescrita con tanta claridad y precisióny tan rica en datos sobre el genio poli¬facético de Leonardo.

De todos modos, quisiera comentar elartículo «La extraña aventura de los

manuscritos de Leonardo», de PaoloGalluzzi. El autor afirma que el Códicesobre el vuelo de los pájaros fue ven¬dido por el conde Manzoní al eminente

leonardista Teodoro Sabachnikof. La

verdad es que Fiodor Vasilievich Sabach¬nikof compró el manuscrito a los here¬deros de Manzoní en la subasta a quese sacaron los bienes del conde despuésde su muerte. Además, aunque el artí¬culo afirma que Sabachnikof entregó elcódice a la Biblioteca de Turin, nomenciona el hecho de que el leonardistaruso hizo donación de tan inapreciabledocumento al pueblo italiano.

Con el concurso de científicos emi¬

nentes, Sabachnikof publicó en 1893 unaedición de 300 ejemplares del referidocódice. Impreso en un tipo de pergaminoque se empleaba en la época de Leo¬nardo y que se fabricó especialmentepara ese efecto, todavía hoy constituyeuna obra única del arte de la repro¬ducción de manuscritos antiguos.

Yu. Elenev-PerovskyMoscú

LA MARCHA HACIA EL PROGRESO

Soy alumno del último curso debachillerato y pertenezco a un Club deAmigos de la Unesco del que soyfundador. Nuestro propósito es educara los campesinos africanos todavía anal¬fabetos, enseñarles a leer y a escribir,a fin de que no continúen viviendo en laIgnorancia, ese azote que frena el pro¬greso de los países africanos. Ya eshora de que se les suministren lo quenecesitan para mejorar sus técnicassanitarias y agrícolas, todavía de tipotradicional, en lugar de gastar sumasenormes en la compra de material bélico.

No son los fusiles, los tanques ni losbombarderos los que van a resolver losproblemas de la enfermedad, del hambrey de las luchas tribales. «La dignidadpasa por el saber»: esta frase de nuestrohermano Amadou Mahtar M'Bow expresala importancia de la educación. Sólorecurriendo a ella se podrá poner fin aciertas anomalías que impiden que elcampesino africano pueda avanzar haciael progreso.

François NkodiaOuenze Brazzaville

Rep. Popular del Congo

nicos y mentales y se mueven por losmismos objetos, «todos tienen losprincipios naturales o simientes paraentender y aprender y saber las scien¬ces y cosas que no saben y esto nosólo en los bien inclinados, perotambién se hallan en los que por de¬pravadas costumbres son malos...»,«todos se huelgan con el bien ysienten placer con lo sabroso y alegrey todos desechan y aborrecen el maly se alteran con lo desabrido y queles hace daño».

Hay diferencias, claro está, causadasporque, habitando los hombres endistintos lugares, sujetos por consi¬guiente a una variación en las condi¬ciones en que influyen los cielosno hace falta aclarar que esta palabratiene un significado cosmográfico, noteológico forzosamente se han dedar, como resultado de tal diversifi

cación en las causas, diversos efectos

en los cuerpos, los cuales originandiferencias en éstos, de unos a otros.

Sin embargo, la superación de lasdiferencias exóticas en una homo¬

geneidad de naturaleza confiere a launidad del género humano una fuerzapráctica grande, traduciéndose desdeluego en consecuencias que llegan,última y supremamente, a la religión,pero que no dejan de darse y ellasson el supuesto de toda la acciónlascasiana . en la esfera política,social y moral.

Para terminar, es así como exotismo

y universalismo se manifiestan de unamanera nueva en Las Casas, muchomás próxima a la mentalidad del hom¬bre moderno de lo que se manifiestacomúnmente en su tiempo. Se tratade un cosmopolitismo que no es unamera actitud ética, al modo de los

estoicos, o escatológica, al modo delos cristianos, sino de vida prácticaterrenal, y afecta al modo en que enésta se relacionan los hombres, enun planeta que según diría elgran humanista español Luis Vivesse les había hecho explícito por pri¬mera vez. Las Casas nos da la

imagen de un efectivo cosmopolitismode la convivencia: «Como todos los

hombres del mundo sean unidos yligados entre sí con una cierta her¬mandad y parentesco de naturaleza y,por consiguiente, se reducen como sitodos juntos estuvieren mirándose»(prólogo de la Historia de las Indias).

Así, el universalismo antropológicode Las Casas fundamenta en él el

último y supremo de los derechos polí¬ticos, en el que se compendian todoslos demás: el derecho de ser hombre.

José Antonio Maravail

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Page 34: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Algunas obras sobre elPadre Las Casas

Fray Bartolomé de las Casasa la luz de la crítica histórica

por Angel LosadaEditorial Tecnos, Madrid, 1970

Idea y querella de la NuevaEspaña. Las Casas,Zumágarra y otrosPrólogo, selecciónRamón Xirau

Alianza Editorial, Madrid

Sahagún,

notasy de

1973

la

las

La lucha por la justicia enconquista de Américapor Lewis HankeBuenos Aires, 1949

Etudes sur Bartolomé de

Casas

por Marcel BataillonParis, 1965

Bartolomé de las Casas

por Manuel Giménez FernándezDos volúmenes

Sevilla, 1953-1960

El Padre Las Casas. Su doble

personalidadpor Ramón Menéndez PidalMadrid, 1963

Estudios sobre Fray Bartoloméde las Casas

por F. Morales Padrón, R. Marcus,A. Losada, C. Sáenz de Santamaría,

M. Batllorí, L. Pereña y otrosDirección General de Relaciones

Culturales, Madrid, y Universidadde Sevilla, 1974

LIBROS RECIBIDOS

Tiempo de destrucciónpor Luis Martín SaniosEdición, prólogo y notas deJuan Carlos Mainer

Seix Barrai, Barcelona, 1975

La Viena de Wittgensteinpor A Janik y S. ToulminTaurus Ediciones, Madrid, 1975

Ciudadanos y locosHistoria social de la psiquiatríapor Klaus DörnerTaurus Ediciones, Madrid, 1975

César Vallejo(El escritor y la crítica)Edición de Julio OrtegaTaurus Ediciones, Madrid, 1975

Años de penitenciapor Carlos BarraiAlianza Editorial, Madrid, 1975

Volverás a Regiónpor Juan BenetAlianza Editorial, Madrid, 1975

Dublineses

por James JoyceTraducción de G. Cabrera Infante

Alianza Editorial-Lumen, Madrid, 1975

La otra América

por Arturo Uslar Pietri

Alianza Editorial, Madrid, 1975

China : La larga revoluciónpor Edgar SnowAlianza Editorial, Madrid, 1975

Introducción al budismo

por H. SaddhatissaAlianza Editorial, Madrid, 1975

Discurso del método

por René DescartesRevista de Occidente, Madrid, 1975

ElHacia el intercambio mundial

de la información científica

La Unesco ha emprendido en cinco paísesBulgaria, Colombia, Guinea, India y

Sudán proyectos encaminados a crear omejorar sus servicios de documentación einformación científica y técnica. Esosproyectos, cuyo costo aproximado es dedos millones de dólares, constituyen laprimera etapa del programa UNISIST de laUnesco cuya finalidad es establecer unared mundial de servicios que tendrán a sucargo el tratamiento de datos y el almacena¬miento e intercambio sistemático de estu¬

dios e informes científicos y técnicos.

Obras representativasde la literatura universal

Desde que en 1948 se Inició la «Co¬lección Unesco de Obras Representativas»se han publicado hasta la fecha, con losauspicios de la Organización, cerca de450 traducciones de obras de religión, filo¬sofía, poesía, historia, novela clásica ymoderna y otros géneros literarios, perte¬necientes a más de 60 literaturas diferentes

(asiática, africana, latinoamericana, europea,árabe y persa, así como literaturas noeslavas de la Unión Soviética). La mayorparte han sido traducidas al inglés y alfrancés, pero algunos títulos han aparecidoen español, alemán, Italiano, árabe y variaslenguas asiáticas y africanas.

La ciencia

¿un privilegio masculino?

«Mujeres en la ciencia: un mundo dehombres» es el tema a que está dedicadoel último número (abril-junio de 1975) de larevista trimestral de la Unesco Impacto -Ciencia y sociedad. Las mujeres dedicadasa la ciencia constituyen menos de la cuartaparte del número total de científicos delmundo entero. Sin embargo, la física fran¬cesa Jacqueline Feldman afirma que «hanpasado ya los tiempos en que había quedemostrar que las mujeres podían dedi¬carse a la ciencia; las pruebas están a lavista para quien quiera verlas». Otros artí¬culos del mismo número de Impacto,escritos por profesionales o divulgadorascientíficas, se refieren a la capacidadcreadora de la mujer para las ciencias, losobstáculos que se le ponen en esa esferay las relaciones de la mujer de ciencia consus colegas masculinos.

78 millones de hombres más

en un año

Según la última edición del AnuarioDemográfico de las Naciones Unidas lapoblación mundial era de 3.860 millones dehabitantes a mediados de 1973, lo quesupone un aumento de 78 millones de per¬sonas en un año, o sea un índice de creci¬

miento anual de 2,1 por ciento que, demantenerse, duplicaría la población delmundo (más de 7.700 millones) hacia elaño 2007. El Anuario Demográfico de lasNaciones Unidas publica estadísticas sobrepoblación, índices de natalidad y de mor¬talidad, índices de matrimonio y divorcioy de esperanza de vida por regiones delmundo. (Precio del ejemplar: encuadernadoen tela, 38 dólares; en rústica, 30 dólares).

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Salvaguardia del patrimonioarquitectónico de Africa

El Instituto Frobenius de Francfort (Repú¬blica Federal de Alemania) ha iniciado laelaboración de un inventario de la arqui¬tectura tradicional africana en el que seincluyen las típicas construcciones de barroque datan por lo menos del siglo XVI.El profesor Eike Haberland, director delInstituto, ha declarado: «Hemos emprendidoesta tarea antes de que desaparezcan esosedificios que constituyen un importante testi¬monio de la capacidad creadora del Africa.Ya no se los construye en la actualidad;hoy han de dar paso a nuevos estilos.»

En comprimidos...

Gracias a las campañas nacionales desanidad pública, en Cuba se ha logradoeliminar la malaria y la poliomielitis y dis¬minuir la frecuencia de otras enfermedades,

según informa la revista Salud Mundial quepublica mensualmente la Organización Mun¬dial de la Salud (OMS).

Con los auspicios conjuntos de lasComisiones Nacionales de la Unesco de la

República Federal de Alemania y de Polo¬nia, en el presente año se celebrarán dosconferencias sobre la revisión de los textos

de historia y geografía de esos países.

La OMS y el UNICEF han emprendido enBangladesh campañas para la distribuciónurgente de 30 millones de cápsulas devitaminas con el fin de salvar de la cegueracausada por la avitaminosis a 15 millonesde niños en edad preescolar.

Irán es el undécimo país que se haadherido a la Convención de la Unesco

para la Protección del Patrimonio Culturaly Natural Mundial.

La República Democrática Alemana se haadherido a la Convención Universal sobre

Derecho de Autor y a la Convención de laUnesco relativa a la Lucha contra las Dis¬

criminaciones en la Esfera de la Enseñanza.

AÑO INTERNACIONALDE LA MUJER

La Administración Postal de las Naciones

Unidas emitió el 9 de mayo de 1975 unsello de correos conmemorativo del Año

Internacional de la Mujer. El dibujo lasilueta de un hombre y una mujer unidospor el signo aritmético de la igualdadexpresa el espíritu que animó a las Nacio¬nes Unidas a hacer un llamamiento a fin

de que se eliminen las desigualdades yse modifiquen las leyes y tradiciones quediscriminan a la mujer en todas lasesferas.

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Page 35: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

Una obra

fundamental

de la Unesco

en español

Tendencias de la investigaciónen las ciencias sociales

638 págs. Precio : 280 pesetas

Acaba de aparecer

la segunda edición

TENDENCIAS

DE LA INVESTIGACIÓN

EN LAS CIENCIAS SOCIALES

Este estudio de gran aliento, que la Unesco publicó en francés einglés hace cuatro años, se ha editado en español, si no com¬pleto, sí al menos en algunos de sus capítulos esenciales. Parallevar a cabo esta obra única en su género se contó con lacolaboración de múltiples organizaciones nacionales e interna¬cionales y se consultó a más de 300 especialistas de todo elmundo. En cuanto a los autores de los diferentes capítulos,figuran entre las máximas autoridades mundiales en materia de

ciencias sociales y humanas.

He aquí el índice de este grueso volumen :

Prefacio, por René Maheu. Advertencia, por Samy Friedman.Presentación, por Jean Piaget. La situación de las ciencias

del hombre dentro del sistema de las ciencias, por Jean Piaget.La psicología, por Jean Piaget. Problemas genera/es de la

investigación interdisciplinaria y mecanismos comunes, porJean Piaget. La sociología, por Paul Lazarsfeld. La cienciapolítica, por W.J.M. Mackenzie. La ciencia económica, sobre

la base de un trabajo de Oskar Lange, W. Brus, T. Kowalik eI. Sachs.

PUBLICADA POR ALIANZA EDITORIAL, MILAN, 38

MADRID, 33

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ésta. Los nombres de los agentes que no figuren en esta

lista se comunicarán al que los pida por escrito. Los

pagos pueden efectuarse en la moneda de cada país.

ANTILLAS HOLANDESAS. C.G.T. Van Dorp & C°

(Ned. Ant.) N.V. Willemstad, Curaçao. ARGENTINA.

Editorial Losada, S.A., Alsina 1131, Buenos Aires.

REP. FED. DE ALEMANIA. Todas las publicaciones:

Verlag Dokumentation Postfach 148, Jaíserstrasse 13,

8023 München-Pullach. Para « UNESCO KURIER » (edi¬

ción alemana) únicamente: Vertrieb Bahrenfelder

Chaussee 160, Hamburg-Bahrenfeld, C.C.P. 276650.

BOLIVIA. Los Amigos del Libro, Casilla postal 4415, La

Paz; Casilla postal 450, Cochabamba. BRASIL. Fun-

daçao Getúlio Vargas, Servico de Publicaçoes, caixa pos¬

tal 21120, Praia de Botafogo 188, Rio de Janeiro, GB.

COLOMBIA. Librería Buchholz Galería, avenida Jimé¬

nez de Quesada 8-40, apartado aéreo 49-56, Bogotá;

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tado aéreo 5829, apartado nacional 931, Bogotá; y su¬

cursales: Edificio La Ceiba, Oficina 804, Medeliin; calle

37 Nos. 14-73, oficina 305, Bucaramanga; Edificio Zac-

cour, oficina 736, Cali. COSTA RICA. Librería Tre|Os

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Habana CHILE. Editorial Universitaria S.A., casilla

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Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro Moncayo

y 9 de Octubre, casilla de correo 3542, Guayaquil. EL

SALVADOR. Libreria Cultural Salvadoreña, S.A., Edifi¬

cio San Martín, 6a. calle Oriente No. 118, San Salvador.

ESPAÑA. Ediciones Iberoamericanas, S.A., calle de

Oñate 15, Madrid 20; Distribución de Publicaciones del

Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Vitrubío

16, Madrid 6; Librería del Consejo Superior 3e Investiga¬

ciones Científicas, Egipcíacas 15, Barcelona; Ediciones

Liber, apartado 17, Ondárroa (Vizcaya) ESTADOS

UNIDOS DE AMERICA. Unipub, a Xerox Education

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postal 244, Guatemala. JAMAICA. Sangster's Book

Stores Ltd., P.O. Box 366; 101. Water Lane, Kingston -

MARRUECOS. Librairie «Aux Belles Images», 281,avenue Mohammed-V, Rabat. « El Correo de ¡a Unesco .,

para el personal docente' Comisión Marroquí para la

Unesco, 20, Zenkat Mourabitine, Rabat (C.C P. 324-45).

MEXICO. CILA (Centro Interamencano de Libros

Académicos), Sullivan 31-bis, Mexico 4 D.F. MO¬

ZAMBIQUE. Salema & Carvalho Ltda., caixa postal 192,

Beira. PERU. Editorial Losada Peruana, apartado 472,

Lima. PORTUGAL. Días & Andrade Ltda., Livraria

Portugal, rua do Carmo 70, Lisboa REINO UNIDO.

H.M. Stationary Office, P.O. Box 569, Londres SE. 1-

URUGUAY. Editorial Losada Uruguaya, S.A. Librería

Losada, Maldonado 1902, Colonia 1340, Montevideo

VENEZUELA. Librería del Este, Av. Francisco de Mi¬

randa, 52-Edifícío Galípán, apartado 60337, Caracas.

Page 36: Bartolomé de las Casas y los derechos del indio; The UNESCO

EL ARTE DE OceaniaLas islas de Nueva Guinea y de Melanesia, que se extienden por el Pacífico desde

Irián Occidental hasta Nueva Caledonia, constituyen una de las regiones

culturales más importantes de Oceania. En Nueva Guinea una de las islas másgrandes del mundo se hablan 500 lenguas; no menos sorprendente es ladiversidad de sus modos de vida y de sus expresiones artísticas. Esta máscara de

corteza de árbol tejida de la región del golfo de Papua es una de las muchas quese utilizan durante los. rituales de iniciación celebrados cada diez o veinte años.

(Véase en las páginas 14 a 23 el artículo sobre el arte de Oceania.)

Foto Museo Nacional, Wellington, Nueva Zelandia

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