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El grupo de investigación Aragosaurus L L as características geográficas y geológi- cas de las tres provincias de la comunidad autónoma aragonesa hacen de ella un lugar privi- legiado para el hallazgo y estudio de dinosaurios. No es por tanto extraño que sean habituales las noticias sobre los descubrimientos de estos extraordinarios habitantes del pasado por parte del grupo de investigación Aragosaurus (en el que estamos incluidos los firmantes de este tra- bajo). Este equipo, integrado dentro del Área y Museo de Paleontología (Facultad de Ciencias) de la Universidad de Zaragoza, comenzó su acti- vidad a principios de la década de 1990 y desde entonces el número de investigaciones desarro- lladas en este campo no ha dejado de crecer. 4 Naturaleza Aragonesa, Nº 15 ( julio-diciembre 2005). ISSN: 1138-8013 PALEONTOLOGÍA * Área y Museo de Paleontología de la Universidad de Zaragoza. Universidad de Zaragoza. E-50009 Zaragoza. España. C/e: [email protected], [email protected], [email protected] ** Paleoymás S.L.L. C/ Nuestra Señora del Salz, nº 4, local. E-50017 Zaragoza. España. http://www.paleoymas.com C/e: [email protected] *** Grupo Aragosaurus. http://www.aragosaurus.com José Luis BARCO *, **, *** José Ignacio CANUDO *, *** Gloria CUENCA-BESCÓS *, *** José Ignacio RUIZ-OMEÑACA *, *** Un nuevo dinosaurio saurópodo, Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov., del tránsito Jurásico-Cretácico en Galve (Teruel, NE de España) Figura 1. Aragosaurus y otros saurópodos en el Cretácico Inferior de Galve. Ilustración: Olga Malo (Archivo Paleoymás).

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PALEONTOLOGÍA extraordinarios habitantes del pasado por parte del grupo de investigación Aragosaurus (en el que estamos incluidos los firmantes de este tra- bajo). Este equipo, integrado dentro del Área y Museo de Paleontología (Facultad de Ciencias) de la Universidad de Zaragoza, comenzó su acti- vidad a principios de la década de 1990 y desde entonces el número de investigaciones desarro- lladas en este campo no ha dejado de crecer. Ilustración: Olga Malo (Archivo Paleoymás).

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Page 1: Barco et al, 2005a

El grupo de investigaciónAragosaurus

LLas características geográficas y geológi-cas de las tres provincias de la comunidad

autónoma aragonesa hacen de ella un lugar privi-legiado para el hallazgo y estudio de dinosaurios.No es por tanto extraño que sean habituales lasnoticias sobre los descubrimientos de estos

extraordinarios habitantes del pasado por partedel grupo de investigación Aragosaurus (en elque estamos incluidos los firmantes de este tra-bajo). Este equipo, integrado dentro del Área yMuseo de Paleontología (Facultad de Ciencias)de la Universidad de Zaragoza, comenzó su acti-vidad a principios de la década de 1990 y desdeentonces el número de investigaciones desarro-lladas en este campo no ha dejado de crecer.

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* Área y Museo de Paleontología de la Universidad de Zaragoza. Universidad de Zaragoza. E-50009 Zaragoza. España.C/e: [email protected], [email protected], [email protected]** Paleoymás S.L.L. C/ Nuestra Señora del Salz, nº 4, local. E-50017 Zaragoza. España.http://www.paleoymas.com C/e: [email protected]*** Grupo Aragosaurus. http://www.aragosaurus.com

José Luis BARCO *, **, ***José Ignacio CANUDO *, ***

Gloria CUENCA-BESCÓS *, ***José Ignacio RUIZ-OMEÑACA *, ***

Un nuevo dinosaurio saurópodo,Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov.,

del tránsito Jurásico-Cretácico enGalve (Teruel, NE de España)

Figura 1. Aragosaurus y otros saurópodos en el Cretácico Inferior de Galve.

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Galve, una pequeña localidad de la provincia deTeruel donde precisamente, retomando el testigodel equipo de José Luis Sanz, comenzamos a tra-bajar en varios proyectos a partir de 1991. Eldesarrollo continuo de esta actividad investiga-dora en Galve ha generado más de 40 publica-ciones de las que recomendamos al lector másinteresado un trabajo científico que se puededescargar en formato PDF de nuestra página web(RUIZ-OMEÑACA et al., 2005), así como un librode divulgación publicado por BARCO et al.(2004b) con el fin de acercar la paleontología deGalve a los numerosos visitantes del centro pa-leontológico de la localidad. De esta maneraconseguimos un viejo objetivo del Área y Museode Paleontología de la Universidad de Zaragoza:dar a conocer el valioso legado de Galve y mos-trar a la comunidad aragonesa que este munici-pio es un lugar importante para la investigaciónde los dinosaurios en España.

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En la actualidad nuestro grupo es pluridisciplinary está compuesto por geólogos, biólogos yarqueólogos. Nuestra actividad se puede seguiren la página web http://www.aragosaurus.com/.«Aragosaurus» hace referencia precisamente alprimer género de dinosaurio definido enEspaña (fig. 1) y, como su nombre indica, estádedicado a Aragón. El género Aragosaurus fuedescrito por un equipo formado por investigado-res de la Universidad Autónoma de Madrid y elInstituto de Paleontología de Sabadell (SANZ etal., 1987). Este equipo estaba liderado por JoséLuis Sanz, Mª Lourdes Casanovas y José VicenteSantafé, los acreditados padres de la investiga-ción moderna de los dinosaurios en España. Setrataba pues, no sólo del primer nombre de dino-saurio en España, sino también del primer traba-jo influyente sobre dinosaurios realizado por unequipo totalmente español (fig. 1).

Los restos de Aragosaurus se encontraron en

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Figura 2. Columna y distribución estratigráfica de los hallazgos de dinosaurios en Galve.(Modificado de RUIZ-OMEÑACA et al., 2005).

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la posibilidad de explotar los distintos niveles.La mayoría de ellos correspondía a hallazgosaislados, o a yacimientos, como el de Arago-saurus, que se habían perdido a partir de la déca-da de 1960 por la construcción de obras públicaso la explotación incontrolada de la mina de arci-llas ubicada en la localidad. Se seleccionaronalgunos de ellos, como el de Camino Canales,para realizar un lavado-tamizado de sedimentos.El objetivo de lavar sedimentos es el de conocerla diversidad real de los ecosistemas del pasado,pues muchos organismos (o las partes en las quese descomponen al morir) son tan pequeños queresulta imposible descubrirlos a simple vista,tanto durante una prospección por el campo

Precisamente, la presentación de un nuevogénero de dinosaurio, el segundo definido enGalve y en Aragón, es el objetivo de este traba-jo. Además, añadimos una amplia historia de losavatares que han sufrido los fósiles de este dino-saurio encontrado y excavado durante campañasdistintas en el yacimiento de Cuesta Lonsal-1.Finalmente, este artículo pretende enseñar al lec-tor poco habituado cómo se realizan las descrip-ciones científicas de nuevos taxones. Para ello seutiliza una jerga especializada, la cual se traducetambién al inglés para que pueda ser leída porcualquier especialista del mundo (ver el apartadode Paleontología Sistemática).

Nuestra actividad en Galve

La principal preocupación a la que nosenfrentamos al comenzar nuestras investigacio-nes en Galve fue la de situar correctamente losmás de 50 yacimientos con restos fósiles de ver-tebrados que se conocían en el municipio. Lalabor de José María Herrero, un aficionado localdescubridor de buena parte de ellos, fue de granayuda, puesto que un gran número de ellos ha-bían sido hallados antes del comienzo de nuestrainvestigación en Galve. Él nos enseñó los puntosfosilíferos exactos donde había hecho sus descu-brimientos, y donde otros colegas paleontólogoshabían excavado y tomado muestras. Fue asícomo comenzamos a conocer y controlar la posi-ción estratigráfica y la edad de todos los hallaz-gos. Esto nos permitió eliminar un error comúnen algunas publicaciones previas a 1994(momento en que publicamos por primera vez laestratigrafía de los yacimientos), que consistíaen pensar que Galve era un único yacimiento yque todos los restos tenían la misma edad. Nadamás lejos de la realidad, ya que los vertebradosde Galve se encuentran en una sucesión estrati-gráfica de más de 600 metros de espesor, depo-sitada entre los pisos Titónico (JurásicoSuperior) y Barremiense (Cretácico Inferior), loque supone unos 25 millones de años de dura-ción (fig. 2). Gracias a sedimentólogas comoMargarita Díaz-Molina o Ana Rosa Soria hemospodido reconstruir cómo sería el paisaje deGalve en el Cretácico Inferior: una zona costeraa la que iban a desembocar pequeños ríos quedrenaban zonas relativamente áridas del interiorde uno de los islotes que formaban el archipiéla-go ibérico en ese momento.

Una vez fijada la edad de los yacimientos,empezamos a estudiar el contenido, la riqueza y

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Figura 3. Situación geográfica y geológica de Galve yubicación aproximada del yacimiento de Cuesta Lonsal-1

(CL). En verde se observa el afloramiento de laFormación Villar del Arzobispo. (Modificado de BARCO

RODRÍGUEZ [2003] y RUIZ-OMEÑACA et al. [2005]).

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parientes cercanos de las aves. También pensa-mos que están representados terópodos semejan-tes a Allosaurus, aunque este aspecto aún esnecesario confirmarlo. Entre los restos de sauró-podos se pueden destacar Aragosaurus y elnuevo dinosaurio del yacimiento de CuestaLonsal-1 que describimos en este trabajo.

Las Primeras actuaciones sobreel saurópodo de Cuesta Lonsal-1

Seguramente el saurópodo de Cuesta Lonsales, como lo fue Leonardo da Vinci, un adelanta-do a su tiempo, puesto que sus primeros restos seencontraron demasiado pronto: en un momentoen el que no había la sensibilidad e interés queactualmente existen por los dinosaurios. Comoconsecuencia de ello, durante los primerosmomentos se realizaron acciones con muchovoluntarismo pero con escasos medios. Sólo enlos últimos años, con el apoyo de la administra-ción autonómica, se ha podido dar una continui-dad al trabajo que ha culminado con la defini-ción del taxón Galvesaurus gen. nov. Puesto quela historia completa nunca ha sido relatada, apro-vechamos esta ocasión para hacerlo.

Los primeros restos de este saurópodo fueronencontrados por José María Herrero en unafecha indeterminada que podría rondar loscomienzos de la década de 1980. Se trataba defragmentos de gran tamaño que aparecieronrodados en un barranco seco. Tal y como noscontó hace años, José María se dedicó a recorrereste barranco hasta hallar el nivel fosilífero quese encuentra en el paraje llamado Cuesta Lonsal,a 1.270 metros de altitud y a unos 500 metros alESE de Galve (fig. 3), en unos terrenos propie-dad de Ismael Gonzalvo. Queremos aprovecharpara decir que Ismael siempre nos ha dado faci-lidades para las excavaciones que hemosemprendido en Cuesta Lonsal-1. El nombre delyacimiento hace referencia a que en esta zona seponía sal como complemento alimenticio delganado, que solía mantenerse en libertad.

Geológicamente, Cuesta Lonsal-1 se sitúa enla parte baja de la Formación Villar delArzobispo (figs. 2 y 3). Esta formación ha sidoestudiada por el geólogo de la Universidad deZaragoza Marc Aurell que ha encontrado evi-dencias del lugar donde quedó muerto este dino-saurio. Según su interpretación, se depositócerca del mar en el momento en que la línea cos-tera se encontraba justamente en Galve, marcan-do así la transición entre los medio marino y

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como en una excavación. Para recuperar estospequeños fósiles, también llamados microfósi-les, se pasa el sedimento por tamices desde 2 cmel más grande hasta 0,5 mm el más pequeño, enseco o con ayuda de agua, con la técnica conoci-da como «lavado-tamizado». Los concentradosresultantes se trían con la ayuda de una lupabinocular y se extrae todo el contenido fósil:vegetales, vertebrados e invertebrados.

Se tiene la idea de que los dinosaurios erananimales enormes. Sin embargo, aunque engeneral eran de gran tamaño, también existíanalgunos dinosaurios muy pequeños, por lo quesus restos sólo se pueden recuperar tras el lava-do-tamizado del sedimento. Con esta metodolo-gía procesamos más de 15 toneladas de diferen-tes yacimientos, y pudimos recuperar un impor-tante número de dientes de pequeños dinosauriosy fragmentos de cáscara de huevo. Estos últimosson especialmente interesantes, ya que entreellos encontramos y describimos un nuevotaxón, Macroolithus turolensis, que formabaparte de la tesis de licenciatura de nuestra com-pañera Olga Amo, desgraciadamente fallecidahace pocos años. Entre los restos microscópicostambién hemos descrito dos especies nuevas demamíferos, a las que hemos denominadoLavocatia alfambrensis y Pocamus pepelui,pequeños acompañantes de los dinosaurios delos que únicamente se conocen dos dientes aisla-dos encontrados por José María Herrero.

Paralelamente al estudio de los microrrestoscomenzó a abordarse el de los dinosaurios orni-tópodos, que forma parte de la tesis doctoral deuno de los firmantes de este artículo (J. I. Ruiz-Omeñaca). Dentro de este grupo, el más abun-dante en Galve, hay dos ejemplares especial-mente significativos: el «iguanodóntido» de LaMaca-3 y el «hipsilofodóntido» de PoyalesBarranco Canales. Se trata en ambos casos degéneros y especies nuevas cuya descripción ypublicación científica está en proceso de prepa-ración. El dinosaurio de La Maca-3 fue inicial-mente estudiado por el paleontólogo francésAlbert de Lapparent en 1960, en lo que supuso laprimera descripción de un dinosaurio español.Los dinosaurios carnívoros están representadosexclusivamente por algunas vértebras y dientesaislados de tamaños diversos, que van desdevarios centímetros hasta algunos milímetros.Entre los más destacables se encuentran los espi-nosaurios, terópodos con un cráneo alargadomuy semejante al de los cocodrilos, y los dro-meosáuridos, pequeños carnívoros emplumados

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continental. La datación del yacimiento deCuesta Lonsal-1 se basa en la presencia de unmicroforaminífero de pared aglutinada, Anchis-pirocyclina lusitanica, que indica que se encuen-tra en la transición entre los pisos Titónico yBerriasiense o, lo que es lo mismo, la transiciónentre el Jurásico Superior y el Cretácico Inferior.Teniendo en cuenta que el yacimiento se encuen-tra en la base de la formación, posiblemente ten-drá una edad Jurásico Superior, aunque por pru-dencia en la definición de la especie hemos con-templado la posibilidad de que pudiera estar enla base del Cretácico (Berriasiense).

Pero volvamos a la historia del yacimiento.Tras localizar el nivel fosilífero, José María, conla colaboración de sus hijos, fue excavándolodurante la parte media de la década de 1980.Descubrieron piezas como los húmeros actual-mente expuestos en el Museo Paleontológico deGalve (fig. 4). En el año 1987, el catedrático dePaleontología Eladio Liñán fue invitado por laDiputación General de Aragón a supervisar losmateriales paleontológicos que estaban siendoexcavados por la familia Herrero. En este viajeacompañamos al profesor Liñán uno de los auto-res del artículo (Gloria Cuenca-Bescós) y BeatrizAzanza. En el yacimiento podían observarse loshúmeros de un gran dinosaurio y algunas vérte-bras, todo lo cual confirmaba la importancia delyacimiento. Se sugirió un plan de acción queincluiría una excavación con el permiso y regula-ción de la DGA. Finalmente, José María consi-deró que los restos corrían peligro de destruccióny procedió a excavar, junto a sus hijos, el materi-al que afloraba. Entre 1987 y 1990 extrajeron unavértebra cervical, una vértebra dorsal, varios res-tos de la cintura escapular, los dos húmeros, algu-nas costillas, cinco vértebras caudales, un arcohemal o chevron (hueso situado debajo de lasvértebras de la cola para proteger las arterias y

venas) y algunas otras piezas sin clasificar.Posteriormente, entre 1993 y 1998, mientras con-tinuaban en su casa la preparación de los huesosextraídos (utilizando para ello escayola y diver-sos tipos de pegamentos domésticos), José Maríay su familia siguieron excavando nuevos huesosdel yacimiento de Cuesta Lonsal-1, entre los quedestaca una escápula.

Nuestra actividad enCuesta Lonsal

Una de las prioridades al comienzo de nues-tras investigaciones en Galve fue el estudio delsaurópodo de Cuesta Lonsal-1. En ese momentoel licenciado en Ciencias Geológicas JosuéPérez-Oñate empezó el estudio del materialexcavado por José María Herrero dentro de unproyecto inacabado de tesis de licenciatura.También comenzamos los trabajos sobre el yaci-miento; así en agosto de 1993 hicimos la prime-ra actuación paleontológica bajo la dirección deGloria Cuenca-Bescós y con el permiso corres-pondiente del Gobierno de Aragón. En esta cam-paña recibimos la ayuda inestimable de un pale-

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Figura 4. Uno de los húmeros de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. en el momento de su hallazgo (izda.).Ambos húmeros se encuentran en el Museo Paleontológico de Galve (dcha.).

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comenzó la consolidación y preparación de losfósiles extraídos por José María Herrero, actua-ción a la que se dio gran importancia debido al

delicado estado de conservación quepresentaban. Hace diez años era muydifícil encontrar financiación para pre-parar unos huesos de dinosaurio; afor-tunadamente esto ha cambiado comoveremos más adelante, pero en el ecua-dor de la década de 1990 el trabajo setuvo que abordar con mucho entusias-mo y grandes dosis de altruismo.

El grupo Aragosaurus comienza en1998 la preparación y el estudio de lavértebra cervical CL-2. Este momentocoincide con el inicio de la tesis docto-ral de J. L. Barco (basada en el materi-al de Cuesta Lonsal-1 y codirigida porG. Cuenca-Bescós y J. I. Canudo),quien pasa a dirigir las actuacionessobre el yacimiento hasta la actualidad.Las primeras investigaciones sobre elesqueleto axial cervical permiten deses-timar que se trate de un Camara-sauridae como inicialmente se habíaconsiderado (fig. 5). La reactivación delas investigaciones motiva la realiza-ción en 2000 –por encargo y con lafinanciación del Gobierno de Aragón–de una prospección, una excavaciónpara recuperar restos en superficie yuna valoración del potencial paleonto-lógico de Cuesta Lonsal-1. En estaexcavación se recuperaron una espinavertebral dorsal, una vértebra caudalmuy deteriorada, un diente de terópodo

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ontólogo francés, Michel Brunet, quien enlos últimos años se ha hecho famoso por susdescubrimientos de homínidos en el Chad.Durante esta intervención de urgencia serecuperó una vértebra cervical muy deterio-rada por los intentos anteriores de extraccióny por haberse cubierto con plásticos que pro-dujeron una perniciosa concentración dehumedad. Esta pieza se depositó en elMuseo Paleontológico de la Universidad deZaragoza, junto con fragmentos aislados dehuesos indeterminados. Uno de los proble-mas con los que nos enfrentamos en esacampaña fue que la parte del yacimientofácilmente accesible ya había sido excavada.Y puesto que el nivel fosilífero está inclina-do hacia el interior de la montaña, era nece-sario retirar gran cantidad de roca para acce-der a los fósiles, por lo que se necesitaba maqui-naria de la que carecíamos al faltarnos la finan-ciación adecuada. También en esos momentos

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o:Figura 6. Un momento de la campaña de 2000. En la foto, Luis MiguelSender (primer plano), Javier Rubio (de pie) y Cristóbal Rubio (en la parte

alta del yacimiento). Al fondo, los materiales cretácicos del sinclinal de Galve.

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o:Figura 5. Uno de los autores (J. L. Barco), durante el estudioy toma de datos de la vértebra cervical CL-2.

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y otro de cocodrilo, y diversos restos indetermi-nados. Previamente a la excavación fue necesarioretirar manualmente, y con un equipo de hastasiete personas, varias toneladas de sedimentosestériles hasta llegar al nivel fosilífero. Pero elesfuerzo mereció la pena ya que recuperamos unaveintena de restos fósiles, lo que permitió con-cluir que el potencial del yacimiento era aún alto,siendo necesario excavarlo en profundidad(fig. 6). Este material se encuentra depositado endependencias del Gobierno de Aragón

Otro aspecto importante de las excavacionespaleontológicas es que el trabajo permite estudiarla tafonomía, es decir, cómo (entre otros datos) seencuentran los huesos en el yacimiento, su con-servación y si pertenecen a un esqueleto comple-to articulado o no. En este trabajo de campovimos que el dinosaurio no se encuentra articula-do y que los huesos están bastante dispersos. Haypor tanto una incertidumbre sobre si todos loshuesos pertenecen al mismo individuo o pudieraexistir más de un ejemplar. Es un problema quehay que solucionar, ya que por ejemplo los doshúmeros que se conocen tienen un tamaño distin-to (fig. 4), lo que puede deberse a una patología,a la deformación de los huesos, una pequeñafractura tectónica, o simplemente a la pérdida deun fragmento durante su excavación o prepara-ción. La preparación de estos húmeros fue reali-zada (a finales de la década de 1980) rellenandolos huecos con gran cantidad de escayola, lo quedificulta por completo el estudio pormenorizadode las piezas. La hipótesis con la que trabajamoses que todos los restos pertenecen a un mismoejemplar, ya que no se han encontrado huesosrepetidos y los elementos anatómicos recupera-dos son coherentes con la existencia de un únicoindividuo al aplicar el análisis del NMI (NúmeroMínimo de Individuos).

Los restos recuperados estaban parcialmenteenterrados en arenisca y cubiertos por un estratode arcilla. Tanto la arenisca como algunos de loshuesos presentan una pátina rojiza, lo que unidoa la dispersión de dichos huesos podría indicarque estuvieron expuestos a la intemperie antesde ser enterrados. Durante esta exposición pasóel suficiente tiempo para ser dispersados por loscarroñeros y los agentes meteorológicos, y sufrirprocesos de oxidación. Esta hipótesis se confir-ma en parte por el hallazgo antes mencionado deun diente de dinosaurio terópodo y otro de coco-drilo sin raíz. La ausencia de raíz se interpretacomo que el diente fue perdido por un animaldurante su actividad vital, ya que tanto dinosau-rios como cocodrilos tienen dientes de reempla-zamiento continuo, es decir nuevos dientes vancontinuamente apareciendo en las mandíbulaspara reemplazar a los que se caen. Sin embargo,antes de perder sus dientes desgastados, reabsor-ben el calcio de la raíz para terminar de formarel diente que está a punto de aparecer, lo que nospermite saber que siempre que encontremos undiente con la raíz reabsorbida fue perdido por elanimal en vida (probablemente mientras se ali-mentaba de carroña, como en este caso) y no setrata de un diente perteneciente a un animal quemurió «con los dientes puestos» y que ha queda-do aislado tras los procesos de enterramiento yfosilización. La relación entre dientes de carní-voros y carcasas de dinosaurios comedores deplantas es bien conocida en muchos lugares delmundo y se interpreta como resultado de la caídade estos dientes cuando los carnívoros se ali-mentaban del ejemplar muerto.

Como consecuencia de la excavación de 2000se elaboró un Plan Director de Actuaciones, tam-bién a instancias del Gobierno de Aragón, quienademás financió en 2001 una nueva excavación, lapreparación en el laboratorio de algunos materialesexcavados en 2000 y la continuación de la prepara-ción de la vértebra cervical CL-2. En la excavaciónde 2001 se recuperaron, entre otros restos, variascostillas (dorsales y cervicales), fragmentos de vér-tebras y un resto de gran tamaño, aún sin preparar,que se trata del sacro de Galvesaurus herreroigen. nov., sp. nov. Durante esta campaña contamoscon la visita de nuestro colega Leonardo Salgado,uno de los mejores especialistas en saurópodos delmundo (fig. 7). Este investigador trabaja en laUniversidad Nacional del Comahue, en Argentina,y con él tuvimos la oportunidad de charlar sobre laposición taxonómica del dinosaurio de CuestaLonsal-1. Su opinión apoyaba nuestras ideas acer-

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Figura 7. Campaña de excavación de 2001, en la quenos visitó el Dr. Leonardo Salgado. De izquierda a dere-cha, Javier Rubio (de pie), José Ignacio Canudo (aga-

chado), Leonardo Salgado y Cristóbal Rubio.

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do se está estudiando unmaterial, no poder disponerde él con continuidad, yaque hay que tener en cuentaque los pequeños detalles sepueden escapar en una pri-mera descripción. Sin em-bargo, somos conscientes deque es importante que en loslugares donde se realizanlos descubrimientos éstos sepuedan rentabilizar turísticay culturalmente, aunque pa-ra nosotros sean costososlos desplazamientos que nospermitan completar nuestrainvestigación.

Es la hora dedescribir la

nueva especie

En todos estos años sehan realizado más de 20publicaciones científicasdonde se han citado y estu-diado algunos aspectos deeste dinosaurio. Hasta elmomento no se había consi-derado necesario describirla especie, teniendo encuenta que parte del materi-al estaba sin preparar. Sinembargo la tesis de licen-ciatura del primer firmante

ha demostrado que la vértebra dorsal CLH-16(fig. 11) tiene los suficientes caracteres diagnósti-cos para definir una nueva especie. La diagnosisoriginal, así como el listado de algunas publica-ciones mencionadas, se encuentra en el apartadode Paleontología Sistemática. La vértebra dorsales por tanto el holotipo de la especie, mientras queel resto del material lo hemos referido a esta espe-cie como paratipo, ya que no se ha encontradoarticulado. Conforme se vaya preparando el restodel material se podrá conocer mejor Galvesaurusgen. nov., y sobre todo tener una idea más clarasobre si los huesos de Cuesta Lonsal-1 pertenecena un único ejemplar. Mientras tanto, el nombre yaestará propuesto y se unirá al listado de dinosau-rios españoles, pasando a ser el sexto definido ennuestro país, después de Aragosaurus en Galve,Pararhabdodon en Isona (Lérida), Pelecani-

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ca de que éste se incluye en el grupo de los neo-saurópodos basales, un conjunto de saurópodospoco conocidos aún a nivel mundial, o que tambiénpodría relacionarse con los rebaquisáuridos (fig. 8).Actualmente se están tramitando los permisos parala preparación del sacro financiada en su totalidadpor el Gobierno de Aragón y se va a realizar en ellaboratorio de Paleoymás S.L.L. (cuyos paleontó-logos y técnicos han trabajado con éxito en lasexcavaciones y preparaciones del material deCuesta Lonsal-1 desde 2000). También al comien-zo de este año 2005 terminamos la preparación dela vértebra cervical CL-2 (con la colaboración eco-nómica del proyecto de investigación PIVeCI) y,tras una primera toma de datos, la transportamos alMuseo Paleontológico de Galve, en el mes demarzo, para que pudiera ser utilizada en la exposi-ción. Queremos resaltar que es un problema, cuan-

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Figura 8. Árbol genealógico de los saurópodos estrictamente consensuado (arriba)y consensuado al 50% (abajo; los números entre paréntesis indican la frecuencia

de aparición de los nodos en los árboles más parsimoniosos), tras incluirGalvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. (Tomado de BARCO RODRÍGUEZ, 2003).

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mimus en Las Hoyas (Cuenca), Lirainosaurus enLaño (Álava) y Losillasaurus en Aras de losOlmos (Valencia).

Los datos aportados tanto por la mencionadavértebra dorsal como por una vértebra cervical(fig. 12) y tres vértebras caudales han permitido,además, una primera aproximación al conoci-miento de sus relaciones filogenéticas, es decir, suposición en el árbol evolutivo de los saurópodos.Este estudio, que se denomina cladístico (porquerelaciona los caracteres de los grupos –o clados–de saurópodos más relevantes), refleja queGalvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. es unneosaurópodo basal no incluido por el momentoen ninguno de los grupos tradicionales de neosau-rópodos: ni en Macronaria (donde se encuentrandinosaurios tan conocidos como Brachiosaurus yCamarasaurus) ni en Diplodocoidea (donde estánincluidos por ejemplo Diplodocus, Apatosaurus yRebbachisaurus). Bien es cierto que se observa

una mayor afinidad con este último grupo debidoa algunas similitudes marcadas con los rebaqui-sáuridos y Haplocanthosaurus (fig. 8).

Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. vieneademás a engrosar la lista de dinosaurios de laFormación Villar del Arzobispo, en la cual sehan constatado 31 hallazgos (incluyendo huesose icnitas) de saurópodos, terópodos y ornitópo-dos. Entre ellos destaca la presencia del sauró-podo Losillasaurus giganteus, un diplodocoideodefinido por los paleontólogos M. L. Casanovas,J. V. Santafé y J. L. Sanz en el año 2001. Estesaurópodo proviene de la provincia de Valenciay está a sólo 80 km de distancia de Galve. Lacercanía espacial y temporal (al ser de la mismaformación geológica), motivó un estudioexhaustivo del material de este dinosaurio, cen-trado principalmente en las vértebras dorsales,las cuales permitieron observar característicasradicalmente distintas a Galvesaurus gen. nov.

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Figura 10. Los autores de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. De izquierda a derecha: José Luis, tomando notassobre una vértebra cervical; Iñaki, observando el holotipo; Gloria, en la excavación de 1993;

y Ome, preparando un hueso para su extracción.

Figura 9. Posible aspecto de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov. (la barra mide 1 m y la silueta humanautilizada en la comparación mide 1,80 m).

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y por tanto descartar que el dinosauriodel yacimiento de Cuesta Lonsal-1pudiese pertenecer al mismo taxón queel dinosaurio valenciano.

La reconstrucción de las propor-ciones de Galvesaurus es por elmomento complicada, ya que el mate-rial es fragmentario y además se sitúaen un lado del cladograma integradopor saurópodos de cuyas característi-cas existe poca información. Su tama-ño sería mediano para este grupo, lecalculamos una longitud ligeramentesuperior a los 15 metros (fig. 9). Éstose deduce de unos centros vertebralescervicales, dorsales y caudales relati-vamente cortos para el tamaño quepresentan los arcos neurales. No sepuede decir demasiado respecto alpeso, únicamente adelantar que todoslos huesos de Galvesaurus gen. nov.son gráciles para su tamaño por loque posiblemente no superaría las10 toneladas.

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Figura 11. Vértebra dorsal CLH-16, holotipo de Galvesaurus herreroi gen. nov., sp. nov., en vista dorsal (A), anterior(B), lateral izquierda (C), posterior (D), lateral derecha (E) y ventral (F).

Fot

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Figura 12. Vértebra cervical CL-2, paratipo de Galvesaurusherreroi gen. nov., sp. nov., en vista lateral izquierda.

Fot

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Distribución / Distribution: Titónico superior-Berriasiense medio. / Late Tithonian-Middle Berriasian.

Galvesaurus herreroi sp. nov.(Figuras 4, 11, 12)

Camarasauridae indet. (CUENCA-BESCÓS et al., 1994: 52).

Camarasauridae indet. (PÉREZ OÑATE et al., 1994:

p. 162, figs. 1, 2).

Camarasauridae indet. (CANUDO et al., 1996a: p. 11).

Camarasauridae indet. (CANUDO et al., 1996b: p. 228).

Camarasauridae? indet. (CUENCA-BESCÓS et al., 1997:

p. 205, figs 3, 4).

Camarasauridae (CUENCA-BESCÓS et al., 1999: p. 241).

Sauropoda indet. (BARCO, 1999: p. 21).

Sauropoda indet. (BARCO y RUIZ-OMEÑACA, 2001: p. 240).

Sauropoda indet. (CANUDO et al., 2001: p. 310, fig. 1).

Neosauropoda nov. gen. et sp. (BARCO RODRÍGUEZ, 2003:

p. 96, figs. 1-20, 34-43, 44c).

Neosauropoda indet. (ROYO-TORRES y CANUDO, 2004:

p. 317, fig. 1).

New unnamed taxon (Neosauropoda). (BARCO et al.,

2004a: p. 7).

Nueva especie de dinosaurio (neosaurópodo) (BARCO et

al., 2004b: p. 77, figs. 4.26, 4.27).

Nuevo género (RUIZ-OMEÑACA, 2005: p. 26).

Nuevo género de Neosauropoda (CANUDO et al., 2005: p. 51).

Neosauropoda nov. gen. et sp. (RUIZ-OMEÑACA et al.,

2005: p. 192).

Neosauropoda indet. (BARCO, en prensa: p. 1, fig. 3c, lám. 1).

Etimología / Etymology: Dedicado a JoséMaría Herrero, quién descubrió los primeros res-tos de Galvesaurus. / Dedicated to José María

Herrero, who discovered the first remains of Galvesaurus.

Estrato tipo / Stratum typicum. Subcuenca deGalve, Formación Villar del Arzobispo; Titónicosuperior-Berriasiense medio. / Galve sub-basin, Villar

del Arzobispo Formation; Late Tithonian-Middle

Berriasian. (RUIZ-OMEÑACA et al., 2005).Yacimiento tipo / Locus typicus: Cuesta

Lonsal-1, Galve, Teruel, España / Cuesta Lonsal-1

locality, Galve, Teruel province, Northeastern Spain.

Distribución / Distribution: Titónico superior-Berriasiense medio. / Late Tithonian-Middle Berriasian.

Depósito / Repository: Museo Paleontológico deGalve (CLH y CL), Diputación General de Aragón(GAL00/CL) y / and Museo Paleontológico de laUniversidad de Zaragoza (MPZ).

Holotipo: una vértebra dorsal (CLH-16),depositada en el Museo Paleontológico de Galve(fig. 11) (figurada por PÉREZ OÑATE et al., 1994:fig. 2; CUENCA-BESCÓS et al., 1997: fig. 3;BARCO RODRÍGUEZ, 2003: figs. 34-43, 44c;

¿Por qué el nombreGalvesaurus herreroi?

La denominación de los nuevos dinosaurios laproponemos los paleontólogos, y en general sededican a lugares geográficos o a personas quehan tenido relevancia en el mundo de laPaleontología. El dinosaurio de Cuesta Lonsal-1,desde el momento que descubrimos que era ungénero nuevo, decidimos dedicárselo a Galve, el«Galvesaurus». A finales de la década de 1990informamos de esto a la familia Herrero, y duran-te estos últimos años el saurópodo de CuestaLonsal se ha explicado a los visitantes del MuseoPaleontológico de Galve como «Galvesaurus».

Los nombres científicos de los dinosaurios(al igual que los de todos los seres vivos) están for-mados por dos palabras, la primera es el género yla segunda es la especie, la cual hemos queridodedicar a José María Herrero. Lo hemos hecho porser el descubridor del yacimiento y como agrade-cimiento a las facilidades que siempre nos ha brin-dado para el estudio del material depositado en elMuseo Paleontológico de Galve (oficialmente enel Ayuntamiento de Galve). El nombre de la espe-cie declinado en latín es herreroi, y el nombre delnuevo dinosaurio saurópodo del yacimiento deCuesta Lonsal-1 es Galvesaurus herreroi BARCO,CANUDO, CUENCA-BESCÓS y RUIZ-OMEÑACA,2005, gen. nov., sp. nov. (fig. 10).

Paleontología SistemáticaSystematic Palaeontology

Subclase / Subclass DINOSAURIA OWEN, 1842Orden / Order SAURISCHIA SEELEY, 1887

Suborden / Suborder SAUROPODOMORPHAHUENE, 1932

Infraorden / Infraorder SAUROPODAMARSH, 1878NEOSAUROPODA BONAPARTE, 1986

Galvesaurus gen. nov.

Etimología / Etymology: Del castellano«Galve», dedicado a Galve, localidad españoladonde se encontraron los restos fósiles; y delgriego «sauros», lagarto. / From Spanish «Galve»,

dedicated to Galve, Spanish village where these fossil

remains were found; and from Greek «sauros», lizard.

Especie tipo / Type species: Galvesaurusherreroi sp. nov.

Diagnosis: La misma que la de la especie tipoy única especie conocida. / As for the type (the only

one known) species.

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5. En las vértebras dorsales medias una lámi-na accesoria está situada bajo la lámina postzi-gapofisial.

6. La lámina compuesta formada por la uniónentre las láminas espinopostzigapofisial lateral yespinodiapofisial discurre junto al margen poste-rior de la espina, en las vértebras dorsales medias.

7. La lámina espinoprezigapofisial en las ver-tebras dorsales medias discurre a través del mar-gen lateral de la espina y nunca se sitúa en posi-ción anterior o anterolateral.

8. Presencia de una cavidad profunda entre lasláminas espinoprezigapofisial y espinodiapofisialque posee además una lámina accesoria queconecta a ambas en las vértebras dorsales medias.

Las sinapomorfías son:1. Pleurocelos en las vértebras presacras

(WILSON, 2002: carácter 78).2. Vértebras cervicales opistocélicas (WILSON,

2002: carácter 82).3. Ausencia de quilla ventral en la vértebras

cervicales (UPCHURCH, 1998: carácter 83).4. Altura del arco neural mayor que la dimen-

sión dorsoventral de la cara posterior del centrovertebral en las vértebras cervicales medias(WILSON, 2002: carácter 87).

5. Excavación en la superficie dorsal de lasparapófisis separada del pleurocelo por un mar-gen longitudinal, en las vértebras cervicales(UPCHURCH, 1998: carácter 86).

6. Superficie lateral de las vértebras cervica-les profundamente excavada sin lámina acceso-ria oblicua (UPCHURCH, 1998: carácter 87).

7. Pleurocelos en las vértebras dorsales anterio-res con terminaciones caudales agudas (UPCHURCH,1998: carácter 96).

8. Pleurocelos en centros vertebrales dorsalesprofundos, ramificándose extensamente en elinterior del centro e incluso en la base del arconeural (UPCHURCH, 1998: carácter 98).

9. Altura del arco neural dorsal similar o mayorque la altura del centro vertebral (UPCHURCH,1998: carácter 100).

10. Presencia de una excavación profunda bajoel proceso transverso de las vértebras dorsales quedeja únicamente una lámina muy estrecha entreambos lados (UPCHURCH, 1998: carácter 108).

11. Proceso transverso dorsal dirigido lateral-mente (UPCHURCH, 1998: carácter 102).

12. Sección horizontal en la base de la espinaneural dorsal con forma subtriangular(UPCHURCH, 1998: carácter 111).

13. Lámina suprapostzigapofisial prominenteen las espinas vertebrales dorsales (UPCHURCH,

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ROYO-TORRES y CANUDO, 2004: fig. 1; BARCO,en prensa: fig. 3c; láms. 1, 2).

Paratipos: tres vértebras cervicales [CL-2,figura 12, CL(CBC)15-4 y MPZ 2003/884], unacostilla cervical (GAL00/CL/60), dos espinasdorsales (CL-JMH y GAL00/CL/62), un sacro(GAL00/CL/90), una costilla dorsal(GAL01/CL/102) y dos fragmentos de costillasdorsales (CLH-5, CLH-22), seis vértebras cau-dales [CLH-8, CLH-15, GAL00/CL/35, CLHsin sigla y otras dos fusionadas sigladas comoCL(CBC)-31], un chevron [sin sigla, fusionadocon CL(CBC)-31], una escápula (CLH-14), doshúmeros (CLH-1 derecho, CLH-4 izquierdo), unisquion (CLH-6), un fragmento de ¿radio?(CLH-21), un metatarso (CLH-15CBC) y una¿placa esternal? (CLH-7).

Holotype: a dorsal vertebra (CLH-16), housed in the

Museo Paleontológico de Galve (fig. 11) (also figured in PÉREZ

OÑATE et al., 1994: fig. 2; CUENCA-BESCÓS et al., 1997: fig. 3;

BARCO RODRÍGUEZ, 2003: figs. 34-43, 44c; ROYO-TORRES and

CANUDO, 2004: fig. 1; BARCO, in press: fig. 3c; pls. 1, 2).

Paratypes: three cervical vertebrae [CL-2, figure 12,

CL(CBC)15-4 and MPZ 2003/884], a cervical rib

(GAL00/CL/60), two dorsal spines (CL-JMH and

GAL00/CL/62), a sacrum (GAL00/CL/90), a dorsal rib

(GAL01/CL/102) and two dorsal rib fragments (CLH-5, CLH-

22), six caudal vertebrae [CLH-8, CLH-15, GAL00/CL/35,

and two fused labeled CL(CBC)-31, and finally one CLH

unnumbered], a haemal arch [unlabeled, fused to CL(CBC)-

31], a scapula (CLH-14), two humeri (CLH-1 right, and CLH-

4 left), an ischium (CLH-6), a radius? fragment (CLH-21), a

metatarsal (CLH-15 CBC) and a sternal plate? (CLH-7).

Diagnosis: Galvesaurus herreroi gen. nov.,sp. nov. está caracterizado por ocho autapomor-fías y la combinación de 18 sinapomorfías.

Las autapomorfías son:1. El Índice de Alargamiento (Elongation

Index; UPCHURCH, 1993) en las vértebras dorsa-les medias es aproximadamente 0,5.

2. En las vértebras dorsales medias el centrovertebral y el arco neural sólo están conectadospor medio de las láminas centrodiapofisialesanteriores y posteriores (acdl, pcdl), sin contactode la centroprezigapofisial (cprl) y la centropost-zigapofisial (cpol) con el centro vertebral.

3. Las parapófisis en las vértebras dorsalesestán situadas en la lámina centroprezigapofisial yno dividiendo a la lámina centrodiapofisial ante-rior como usualmente ocurre en los saurópodos.

4. Presencia en las vértebras dorsales mediasde láminas accesorias que conectan las láminasintraprezigapofisiales con las láminas centropre-zigapofisiales.

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1998: carácter 112).14. Arcos neurales de las vértebras dorsales

medias y posteriores con lámina espinodiapofi-sial (WILSON, 2002: carácter 99).

15. Arcos neurales de las vértebras dorsalesmedias y posteriores con lámina espinopostzigapo-fisial dividida (WILSON, 2002: carácter 100).

16. Arcos neurales de las vértebras dorsalesmedias y posteriores con lámina espinodiapofi-sial en contacto con la lámina espinopostzigapo-fisial (WILSON, 2002: carácter 101).

17. Espinas neurales dorsales con procesostriangulares laterales (WILSON, 2002: carácter 102).

18. Presencia de una lámina supradiapofisialen las vértebras dorsales medias y posteriores(UPCHURCH, 1998: carácter 118).

Diagnosis (English translation): Galvesaurus herreroi

gen. nov., sp. nov. is characterised by eight autapomorphic

traits and it is also characterised by the combination of 18

synapomorphies.

The autamophies are:

1. Elongation index (UPCHURCH, 1993) is aproxima-

tely 0.5.

2. In medial dorsal vertebrae, the vertebral centrum and

neural arch are only connected by mean of anterior and pos-

terior centrodiapophyseal laminae, with no contact of the

centroprezygapophyseal and centropostzygapophyseal

laminae with the vertebral centrum.

3. Parapophysis in dorsal vertebrae is situated in the

centroprezygapophyseal lamina and not dividing anterior

centrodiapophyseal lamina as usually occurs in sauropods.

4. In medial dorsal vertebrae, accesory laminae con-

nect intraprezygapophyseal lamina with centroprezyga-

pophyseal lamina.

5. In medial dorsal vertebrae, an accesory lamina is

situated below the postzygodiapophyseal lamina.

6. Composite lamina in medial dorsal vertebrae (the

one formed by the union of the lateral spinopostzygapo-

physeal lamina and the spinodiapophyseal lamina) runs

close to the posterior margin of the spine.

7. Spinoprezygapophyseal lamina in medial dorsal ver-

tebrae runs across the lateral margin of the spine, and is

never situated in anterior or anterolateral position.

8. In medial dorsal vertebrae there is a deep cavity bet-

ween spinoprezygapophyseal lamina and spinodiapophy-

seal lamina, wich has an accesory lamina connecting those

laminae.

And the synapomorphies are:

1. Pneumatopores (pleurocoels) in presacral centra

(WILSON, 2002: character 78).

2. Opisthocoelous cervical centra (WILSON, 2002:

character 82).

3. Absence of ventral keel on cervical centra

(UPCHURCH, 1998: character 83).

4. Mid-cervical neural arches taller than the height of

posterior centrum face (WILSON, 2002: character 87).

5. Excavation in the dorsal surface of parapophysis

separated from the pleurocoel by a longitudinal ridge in

the cervical vertebrae (UPCHURCH, 1998: character 86).

6. Lateral surface of cervical vertebrae is deeply exca-

vated, without oblique accessory laminae (UPCHURCH,

1998: character 87).

7. Pleurocoels in cranial dorsal centra with tapering

acute caudal margins (UPCHURCH, 1998: character 96).

8. Pleurocoels in dorsal centra are deep and ramify

extensively within the centrum, entering the base of the

neural arch (UPCHURCH, 1998: character 98).

9. Height of dorsal neural arches subequal to or greater

than the height of the centrum (UPCHURCH, 1998: charac-

ter 100).

10. Presence of deep excavation below the transverse

process whitch leaves only a thin septum on the midline

(UPCHURCH, 1998: character 108).

11. Dorsal neural spines with triangular lateral proces-

ses (UPCHURCH, 1998: character 116; WILSON, 2002: cha-

racter 102).

12. Subtriangular horizontal cross-section thoungh the

base of the dorsal neural spine (UPCHURCH, 1998: charac-

ter 111).

13. Prominent suprapostzygapophyseal laminae on

dorsal neural spines (UPCHURCH, 1998: character 112).

14. Middle and posterior dorsal neural arches with spi-

nodiapophyseal lamina (WILSON, 2002: character 99).

15. Middle and posterior dorsal neural arches with

divided spinopostzygapophyseal lamina (WILSON, 2002:

character 100).

16. Middle and posterior dorsal neural arches with spi-

nodiapophyseal lamina contacting spinopostzygapophy-

seal lamina (WILSON, 2002: character 101).

17. Dorsal transverse processes are directed laterally

(UPCHURCH, 1998: character 102).

18. Presence of supradiapophyseal lamina on middle

and caudal dorsal vertebrae (UPCHURCH, 1998:

character 118).

Agradecimientos

El proceso de estudio y definición de un dino-saurio es siempre largo, y en el caso deGalvesaurus lo ha sido especialmente, por lo quemuchas personas y entidades merecen que lesagradezcamos el apoyo y la financiación presta-dos. Empezamos por José María Herrero y sufamilia, quienes nos han facilitado siempre la laborde trabajar en Galve. También el Ayuntamiento deGalve, entidad pública en la que oficialmenteestán depositados los restos de Galvesaurus, y elMuseo Paleontológico de Galve, donde se expo-

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Manuscrito recibido: 17 de febrero de 2005

Manuscrito aceptado: 12 de abril de 2005

Fecha de publicación: 1 de julio de 2005

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nen al público y donde acudimos ocasionalmentea revisar el material. Ismael Gonzalvo y su familianos permiten excavar en su propiedad, donde estála «Cuesta Lonsal». Y si de excavar o preparar setrata, debemos acordarnos de Cristóbal, Javi,Alfredo, Luismi y Rafa, y del buen hacer que,desde 2000, ha demostrado el equipo técnico dePaleoymás S.L.L. Esta empresa además financiaparte de las investigaciones de J. L. Barco y hafinanciado parte de la preparación del material,como lo han hecho el Ministerio de Educación yCiencia y el FEDER (proyecto CGL2004403393), el Departamento de Ciencia, Tecnologíay Universidad (Grupos Consolidados 2005-2006)del Gobierno de Aragón, el Instituto de EstudiosTurolenses y, sobre todo, la Dirección General dePatrimonio del Gobierno de Aragón quien se haimplicado de lleno, especialmente en esta últimaparte del proyecto financiando el grueso de lasactuaciones. En el terreno científico queremosagradecer los comentarios al manuscrito realiza-dos por los doctores Xavier Pereda Suberbiola(Universidad del País Vasco) y Julio Company(Universidad Politécnica de Valencia), las enrique-cedoras discusiones y comentarios intercambiadoscon el Dr. Leonardo Salgado (UniversidadNacional del Comahue, Argentina) y el soportefísico e institucional que supone «nuestra» Área yMuseo de Paleontología de la Universidad deZaragoza, donde se realiza el grueso de nuestrasinvestigaciones. Nuestras familias (Eva, Lorenzo,Begoña y los demás) merecen también un pedazode Galvesaurus.

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