barcelona exposición “100 años de anarcosindicalismo · 2021. 1. 7. · febrero 2011 rojo y...

5
Rojo y Negro 11 febrero 2011 BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo l el museo de Historia de Cataluña ha sido el escenario desde el miércoles 18 de enero hasta el 15 de febrero de la muestra ’100 años de anarcosindicalismo’, organizada de manera conjunta por la CGT y la Fundación salvador seguí. l La exposición repasa la historia del movimiento sindical anarquista y destaca, para conmemorar su centenario, cien nombres de destacados militantes anarquistas. La exposición sitúa cronológica- mente al visitante desde los princi- pios filosóficos que dieron origen a la CNT hasta el presente, ya con las si- glas de la Confederación General del Trabajo, a través de cuatro etapas diferenciadas por colores : el verde de 1910-1931, el violeta de 1931-1939, el marrón de 1939-1975 y el rojo de 1975-2010. El verde identifica los años de pu- janza del anarquismo, desde el naci- miento de la CNT en 1910 hasta la proclamación de la II República en 1931. El período violeta repasa la dé- cada de los años 30, con especial atención a la tensión política y la Guerra Civil. El marrón es para la larga noche franquista, y el rojo re- pasa los 35 últimos años, desde la muerte de Franco hasta la actuali- dad. En cada etapa se acompaña una cro- nología y una lista de 25 nombres de destacados militantes, que suman los 100 nombres más destacados de este centenario. Prensa de la época, carteles, libros y otros documentos históricos relacio- nados con la ideología y la práctica del movimiento anarquista, son la base de la muestra, que también va acompañada de un ciclo de charlas sobre el anarcosindicalismo. El acto de inuguración contó con la presencia del secretario general del sindicato, Jacinto Ceacero, de la pre- sidenta de la Fundación Salvador Seguí, María Ángeles Rodríguez, y con los comisarios de la exposición Rafael Maestro y Cristina Escrivá. También estuvieron presentes el conseller de Cultura, Ferran Masca- rell, y el director del Museo, Agustí Alcoberro. La exposición es fruto de un trabajo intenso y exhaustivo encaminado a dar a conocer, no solo a militancia y afiliación de CGT, sino tambien a toda la ciudadanía, las esencias del Anarcosindicalismo y su colabora- ción indiscutible en la construcción y avance de una sociedad más justa y libertaria. Más información en http://www.rojoynegro.info/2004/spi p.php?article33001 Podéis leer la segunda parte de textos extractados del catálogo en las pági- nas centrales siguientes. Presentación Desde que la conciencia obrera se despertó abiertamente en el siglo XIX el proletariado luchó por lo que consideraban fundamental, su dere- cho de asociación. Los obreros y obreras, además de luchar por sus derechos, empezaron a forjar su ideología y ética, calando en ellos el pensamiento anarquista, basado en la abolición de toda forma de gobierno y en la exaltación de la libertad individual, así pasaron de parias y miserables a convertirse en protagonistas de su destino. La necesidad de unión solidaria entre el pro- letariado militante antiautoritario fructificó con la aparición del anar- cosindicalismo. El anarcosindicalismo, movi- miento sindical de carácter revolu- cionario y orientación anarquista, va más allá de mejorar las condiciones laborales. Es consciente que sin un cambio de sociedad las mejoras se- rían pasajeras. Así arraigó la idea de revolución social, con el deseo de una sociedad organizada de abajo arriba por medio de asociaciones li- bres y la libre federación de los indi- viduos en comunas. En pocas palabras, el ejercicio de la libertad como un derecho inalie- nable. Desde hace cien años, los compañeros y compañeras confede- rales vienen cantando a la libertad, conjurando la opresión y actuando de forma ética bajo los dictados de la razón. La Confederación General del Trabajo, la CGT, pretende con esta conmemoración homenajear a los hombres y mujeres que militaron y militan en el anarcosindicalismo y luchan por la transformación social. Salud y adelante Comisión Organizadora de la Exposición - Fundación Salvador Seguí

Upload: others

Post on 02-Apr-2021

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo · 2021. 1. 7. · febrero 2011 Rojo y Negro 11 BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo lel museo de Historia

Rojo y Negro 11febrero 2011

BARCELONA

Exposición “100 años de Anarcosindicalismol el museo de Historia de Cataluña ha sido el escenario desde el miércoles 18 de enero hasta el 15 de febrero de lamuestra ’100 años de anarcosindicalismo’, organizada de manera conjunta por la CGT y la Fundación salvadorseguí. l La exposición repasa la historia del movimiento sindical anarquista y destaca, para conmemorar sucentenario, cien nombres de destacados militantes anarquistas.

La exposición sitúa cronológica-mente al visitante desde los princi-pios filosóficos que dieron origen a laCNT hasta el presente, ya con las si-glas de la Confederación General delTrabajo, a través de cuatro etapasdiferenciadas por colores : el verde de1910-1931, el violeta de 1931-1939, elmarrón de 1939-1975 y el rojo de1975-2010.El verde identifica los años de pu-janza del anarquismo, desde el naci-miento de la CNT en 1910 hasta laproclamación de la II República en1931. El período violeta repasa la dé-cada de los años 30, con especialatención a la tensión política y laGuerra Civil. El marrón es para lalarga noche franquista, y el rojo re-pasa los 35 últimos años, desde lamuerte de Franco hasta la actuali-dad.En cada etapa se acompaña una cro-nología y una lista de 25 nombres dedestacados militantes, que suman los100 nombres más destacados de estecentenario.Prensa de la época, carteles, libros yotros documentos históricos relacio-nados con la ideología y la prácticadel movimiento anarquista, son labase de la muestra, que también vaacompañada de un ciclo de charlassobre el anarcosindicalismo. El acto de inuguración contó con lapresencia del secretario general delsindicato, Jacinto Ceacero, de la pre-sidenta de la Fundación SalvadorSeguí, María Ángeles Rodríguez, ycon los comisarios de la exposiciónRafael Maestro y Cristina Escrivá.También estuvieron presentes elconseller de Cultura, Ferran Masca-rell, y el director del Museo, Agustí

Alcoberro.La exposición es fruto de un trabajointenso y exhaustivo encaminado adar a conocer, no solo a militancia yafiliación de CGT, sino tambien atoda la ciudadanía, las esencias delAnarcosindicalismo y su colabora-ción indiscutible en la construccióny avance de una sociedad más justay libertaria.Más información en http://www.rojoynegro.info/2004/spip.php?article33001Podéis leer la segunda parte de textosextractados del catálogo en las pági-nas centrales siguientes.

PresentaciónDesde que la conciencia obrera se

despertó abiertamente en el sigloXIX el proletariado luchó por lo queconsideraban fundamental, su dere-cho de asociación.

Los obreros y obreras, además deluchar por sus derechos, empezarona forjar su ideología y ética, calandoen ellos el pensamiento anarquista,basado en la abolición de toda formade gobierno y en la exaltación de lalibertad individual, así pasaron deparias y miserables a convertirse enprotagonistas de su destino.

La necesidad de unión solidaria

entre el pro-letariado militante antiautoritariofructificó con la aparición del anar-cosindicalismo.

El anarcosindicalismo, movi-miento sindical de carácter revolu-cionario y orientación anarquista, vamás allá de mejorar las condicioneslaborales. Es consciente que sin uncambio de sociedad las mejoras se-rían pasajeras. Así arraigó la idea derevolución social, con el deseo deuna sociedad organizada de abajoarriba por medio de asociaciones li-bres y la libre federación de los indi-viduos en comunas.

En pocas palabras, el ejercicio de

la libertad como un derecho inalie-nable. Desde hace cien años, loscompañeros y compañeras confede-rales vienen cantando a la libertad,conjurando la opresión y actuandode forma ética bajo los dictados de larazón.

La Confederación General delTrabajo, la CGT, pretende con estaconmemoración homenajear a loshombres y mujeres que militaron ymilitan en el anarcosindicalismo yluchan por la transformación social.

Salud y adelante

Comisión Organizadora de la Exposición -Fundación Salvador Seguí

Page 2: BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo · 2021. 1. 7. · febrero 2011 Rojo y Negro 11 BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo lel museo de Historia

Rojo y Negro enero 201110

PRIMERA PARTEEchar una mirada a nuestros orígenessiempre ayuda a que podamos entenderel porqué y el cómo de nuestra organiza-ción. En este extracto del texto de Fran-cisco Zugasti sobre los ORÍGENES DELANARCOSINDICALISMO se encentran al-guna de estas cosas. [...] Pronto hubo 400 detenidos entre dirigentesde sociedades obreras, maestros anticlericales,ideólogos anarquistas o escritores modernistas.Muchos de los detenidos fueron trasladados alcastillo de Montjuic a merced de la recién cre-ada Brigada Social, integrada por delincuentescomunes reconvertidos en policías. Tras dosmeses de torturas hallaron a los “culpables”. Enel consejo de guerra celebrado en diciembre, elfiscal declara: «Agobiado por el número, cierrolos ojos a la razón», y solicitó 28 penas demuerte y 59 condenas a cadena perpetua paralos “cómplices”. En el consejo de guerra, cele-brado a puerta cerrada, no se aceptó alegaciónalguna relacionada con malos tratos a los en-causados y sus declaraciones, obtenidas me-diante brutales torturas por la policía, fuerondadas como válidas. Mas tarde se redujo tantasinrazón pero acabaron condenando a la penacapital a cinco de los acusados y a otros veintea diversas sentencias de cárcel. Las ejecucionesse llevaron a cabo el 4 de mayo de 1897 en elCastillo de Montjuic. Incluso aquellos que ha-bían sido absueltos por los tribunales fueronnuevamente arrestados por orden de Canovas yencerrados en el penal colonial africano de Ríode Oro.

Nuevo siglo, nuevo modeloEl nuevo siglo se inaugura con un intento dereconstrucción de la organización obrera an-tiautoritaria. A iniciativa del gremio de albañi-les de Madrid se celebra una conferencia amediados del mes de octubre de 1900. En lamisma se acuerda la constitución de la Federa-ción Regional de Sociedades de Resistencia(FRSR), continuación de sus precedentes FRE(1870) y FTRE (1881). Al año siguiente se cele-bra el segundo Congreso y asisten 51 delegadosen representación de 75.000 trabajadores.En esta etapa se reacciona contra el espontane-ísmo antiorgánico y vuelve a resaltarse la ecesi-dad y el valor de la organización obreraemancipadora, si bien con las característicaspropias (federalista, antiautoritaria...) del movi-miento libertario. Anselmo Lorenzo lo expresaasí: «La organización como consecuencia de unjuicio y de una volición, significa un progreso,un perfeccionamiento, un beneficio. Acepté-mosla; salgamos, no del individualismo, sino delatomismo, mantengamos, depuremos y refor-cemos todos y cada uno la organización federalde los sindicatos obreros».La nueva Federación al poco de cumplir un añode existencia promovió uno de los movimientoshuelguísticos más importantes de Cataluña. El17 de febrero de 1902 convoca una huelga ge-neral en solidaridad con los metalúrgicos deBarcelona que llevaban 2 meses de huelga porla jornada de ocho horas. La huelga se extiendea toda Barcelona y a otras ciudades catalanas;salvo aislados incidentes se desarrolló de manerapacífica y duró una semana entera. Fue una de-mostración de solidaridad y de capacidad de or-ganización de la clase obrera que salía de unaprofunda crisis.Con posterioridad a esta huelga se suceden otraspor todo el territorio español que centran susobjetivos inmediatos en la consecución de la jor-nada de ocho horas pero que, más allá de éste,están inspiradas por la nueva estrategia de lahuelga general que sustituye a la táctica insu-rreccional del siglo precedente. Tras esta oleadade huelgas se produce un cierto declive del mo-vimiento obrero, lo que no quiere decir que lossindicatos, nombre que adoptaron por entonceslas sociedades obreras, no sigan operativos; dehecho la Federación celebra congresos anualesdesde 1902 a 1906, año de su disolución.De este tiempo –tiempo sombrío en el pano-rama educativo oficial– es la proliferación de es-cuelas libertarias y proyectos pedagógicos

innovadores. Los internacionalistas españolesconcedían una gran importancia a la educaciónporque atribuían a la ignorancia la causa prin-cipal de que los oprimidos no se rebelaran con-tra la explotación; esto y la profundaconvicción de que había que transformar lasmentes sumisas en mentes críticas para trans-formar la sociedad, llevó a no pocos maestros li-bertarios a recorrer campos y ciudades parallegar allí donde la desidia estatal o la indiferen-cia religiosa no llegaba pero, sobre todo, paraproporcionar al proletariado la búsqueda del co-nocimiento liberador.

Felix Garcia Mariyón, ha realizado unaradiografía sobre los comportamientos,los deseos, las frustraciones y las recom-pensas que los militantes de esta u otraorganización pueden sentir en el transcu-rrir de su actividad.

ELOGIO DE LA MILITANCIALa militancia nunca gozó de buena saludEs bastante frecuente que, cuando hablamos deestas cosas, tendamos a establecer una cierta di-cotomía: hubo tiempos en los que había unamilitancia muy coherente, muy eficaz, congran capacidad de incidencia en la realidad e in-cluso con posibilidades de poner en práctica lasmás innovadoras y radicales propuestas revolu-cionarias. Y ahora nos tocan tiempos en los quenadie milita, en los que la gente acepta resigna-damente el orden establecido y solo cambia sushábitos al ritmo que impone la cultura domi-nante y en la medida en que esos cambios fa-vorecen dicha cultura. Lo malo de esadicotomía es que no suele ser un buen reflejo dela realidad. Es más, uno puede pensar, sobre

todo si el que hace semejante valoración tieneya cierta edad, que empieza a afectarle la enfer-medad de Alzheimer o que tuvo una juventudalgo peculiar. Por otra parte, lo más frecuentees que quien expone este lamento no se incluyaen el conjunto de los que no militan, sino másbien en el resto que mantiene encendida lallama del compromiso social y político. Lo mássensato es pensar que ni tanto ni tan calvo: niantaño se militaba tanto, ni hogaño se militatan poco.En el caso del movimiento libertario eso sueledarse con frecuencia cuando se habla de tiem-pos pretéritos, en especial de aquellos años glo-riosos en los que la CNT tenía un millón deafiliados (cifra, por otra parte, algo artificial) yera capaz de imponerse a la patronal con huel-gas muy duras, o de construir el comunismo li-bertario y las colectivizaciones para frenar a laderecha reaccionaria con la revolución liberta-ria. O también cuando se recuerdan los años 60y 70 del siglo pasado, durante los cuales portodo el mundo se extendieron contestacionesradicales del orden establecido, con el anar-quismo como uno de los referentes más signifi-cativos de dichos movimientos, en especial enel caso del Mayo Francés. Como la muerte deFranco retrasó un poco la recepción en Españade esos movimientos, hubo que esperar a 1976para asistir al resurgir brillante de la CNT quefue capaz de convocar a más de 20.000 personasen la plaza de toros de San Sebastián de losReyes en 1977. Pues bien, la verdad es que noera todo lo que relucía, e incluso algunas actua-ciones no relucían en absoluto. Eso no quiere decir que no haya diferencias,pues evidentemente las hay y los libros de his-toria dan buen testimonio de ciertas etapas enlas que coincidieron en el tiempo y el espacio

algunas personas y algunas circunstancias quetuvieron un especial nivel de militancia, alcan-zaron cotas de implicación personal y de capa-cidad de movilización no demasiado frecuentes.Recordemos, por ejemplo y por seguir con losdos ejemplos anteriores, lo que ocurrió en lasdos primeras décadas del siglo XX, época en laque nace el anarcosindicalismo español y tieneuna brillante irrupción coronada por unahuelga sonada. Hubo muchos y muy buenosmilitantes sindicales, con Salvador Seguí, JoanPeiró, Ángel Pestaña y muchos otros que nosuelen aparecer tanto en los papeles. Fue posi-blemente su ejemplo y su capacidad de liderazgoy de organización los que incrementaron elnivel de militancia en general y entre todos sa-caron adelante la CNT en adversas condiciones.Pero la historia posterior ya no es tan brillante,al menos no hasta ya implantada la II Repú-blica y durante el primer año de la Guerra Civil.Y después, tras una brutal represión, una vueltaal silencio y el olvido con el repunte de la mili-tancia en el movimiento obrero a finales de losaños 50. Y algo parecido se puede hacer con lospotentes movimientos sociales de los años 60 enEstados Unidos y en Europa. Durante unospocos años, esos movimientos contaron con mi-litantes muy cualificados y con un elevado nivelde implicación colectiva. Pero también en estecaso, al poco tiempo llegaron años de más bajonivel de militancia, también, como en el casoanterior, con la inestimable ayuda de las fuerzasencargadas de acallar y, en caso necesario, ex-terminar, los movimientos que cuestionaban elorden establecido.No hay, por tanto, razones especiales que justi-fiquen ese tipo de discursos mencionados alprincipio. Con la militancia ocurre algo pare-cido a lo que ocurre con todos los procesos na-turales y sociales. Para ser más específicos,ocurre como con los vinos; hay años en que lacosecha es excelente, y otro en los que baja lacalidad y pasa a ser normal o incluso mala. Yestos cambios cíclicos se manifiestan en la so-ciedad en general, en grupos específicos y, claroestá, en cada uno de nosotros como persona in-dividual. [...]

Nuestro mundo se ha ido construyendoalrededor de nuestro ideario, en este ex-tracto del texto CULTURA, EVOLUCIÓN YREVOLUCIÓN. PRÁCTICAS CULTURALESE IDENTIDAD EN EL MUNDO LIBERTA-RIO ESPAÑOL, escrito por el profesor dela Universidad de Valencia Javier Nava-rro y Navarro, se reflexiona sobre cómose ha ido construyendo nuestro particularentorno.En definitiva, la doble dimensión mencionada–interna y externa– es la que caracteriza todaesta serie de prácticas y actividades culturales,sobre cuya tipología y características realizare-mos algunas reflexiones. Pero conviene precisaralgo antes que resulta aquí fundamental. Al alu-dir genéricamente al “movimiento libertario”hacemos referencia, tal como apuntábamos, aun mundo caracterizado por su diversidad y he-terogeneidad, no sólo por lo que se refiere a susdiversas tendencias y corrientes (así, por ejem-plo, en la década de 1930 podemos hablar de“faístas”, “treintistas”, “individualistas”, y, enun sentido más general, de comunistas liberta-rios, sindicalistas, anarcoindividualistas, etc.) oa una trama asociativa definida por su policen-trismo y autonomía (sindicatos pertenecientesa la CNT, grupos de afinidad, agrupaciones deJJLL y de Mujeres Libres, ateneos y agrupacio-nes culturales, etc.), sino también a una culturay una identidad en general, conviene insistir,diversa y heterogénea en sus perfiles, contestadadesde su interior, cambiante y flexible. A unnivel muy básico –y aun a riesgo de simplifi-car–, encontraríamos la presencia, a grandesrasgos, de:a) Una cultura sindicalista, en la que se muevenlos sindicatos de la CNT, su masa de militantesy, en cierta medida, de afiliados; la que marcabael día a día de la lucha y la vida obrera. Esta cul-tura no estaría lejos de la de otros sindicatos declase (por ejemplo, los de la UGT u otras socie-dades de trabajadores de filiación republicana,progresista, etc.) y, por extensión, de una cul-

Page 3: BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo · 2021. 1. 7. · febrero 2011 Rojo y Negro 11 BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo lel museo de Historia

Rojo y Negro 11enero 2011

tura obrerista en general, con puntosen común con otras culturas políticas,adscritas, por ejemplo, al socialismo oal republicanismo. Comparte con ellasesa “mística de la educación” antesmencionada, la fe en la ciencia, el lai-cismo, el compromiso con la difusióny la extensión cultural entre las clasespopulares, así como la apuesta por unasociabilidad instructiva y por un ociomoralizante propio del “obrero cons-ciente”, etc. b) Otra cultura más específicamenteanarquista, libertaria, sustentada enlas publicaciones (diarios, revistas, edi-toriales de libros y folletos), la labor dedeterminados grupos en sus ámbitosde influencia (en el trabajo y los sindi-catos, en los ateneos, en las juventu-des, etc.) y en sus prácticas sociales yculturales, o en la ascendencia y elejemplo de determinados militantes. El“afán cultural” se acentúa tambiénaquí, pero compartido con el énfasisen la autonomía individual y la pul-sión antiautoritaria, así como en latransformación integral de la vida co-tidiana en múltiples ámbitos (entreellos, la filia naturista o la apuesta porformas alternativas de convivencia ode relaciones sexuales y familiares, porcitar sólo algunos ejemplos).Dicho lo anterior, podemos pasar aponer en duda abiertamente cualquierpretensión de convertirlo en algo másque una reflexión muy general. Re-sulta equivocado trazar fronteras aquí.Esta división es desde luego demasiadoesquemática, posiblemente clarificadora perocriticable sin duda desde muchos puntos devista. En primer lugar, por las impregnacionese interacciones constantes que se producenentre ambas dimensiones y que hacen que re-sulte difícil separarlas. También porque no sevinculan mecánicamente, ni mucho menos, alas organizaciones con las que, en un principio,podríamos relacionarlas (es decir, la CNT en elprimero ámbito; los grupos anarquistas y laFAI, las JJLL, los ateneos libertarios –o Muje-res Libres posteriormente– en el otro). Los in-tercambios y los desplazamientos sonconstantes. Así, como se ha demostrado para laCNT, las vías para el acceso a la militancia másactiva, es decir más allá de la militancia de base–vías no formalizadas ni explícitas– pasabanpor la formación ideológica, por la lectura de lapublicística (prensa, libros, folletos) anarquistao anarcosindicalista, por la asistencia a las con-ferencias organizadas en ateneos, agrupacionesy sindicatos, etc.En definitiva, nos encontramos ante una cul-tura que se expresa –y se construye al mismotiempo– a través de prácticas de influencia di-versa y de características diferentes. El intentoprometido de clasificación, posiblemente tam-bién esquemática en exceso, nos llevaría a teneren cuenta, al menos, los siguientes tipos deprácticas. [...]

No podía quedar fuera de este repaso poralgunos de los aspectos que configuran eltranscurrir de estos cien años sin aludir aesa herramienta que nos ha acompañadosiempre y a las que la TIC empiezan ahacer sombra, no obstante siempre estány estarán en nuestra memoria, así lo des-arrolla Rafael Maestre Marín en el artí-culo LA PRENSA ANARCOSINDICALISTA,del que ofrecemos una parte.“En cuanto al Movimiento Libertario en el exi-lio, en el Congreso de París de la CNT de 1945,se vio la necesidad de mantener la publicaciónregular de una prensa libertaria española enFrancia para perpetuar la memoria del movi-miento anarquista, como aparece explicado enel “Informe de la CNT en el Exterior”. Las pu-blicaciones periódicas se hacían eco de la vidade los propios exiliados. La prensa era muy ricaen contenidos políticos, de pensamiento o refle-xión teórica, y culturales en un sentido amplio.Las cabeceras más importantes por su tirada yduración fueron: Solidaridad Obrera, Le Sindi-

calyste, Espoir, España Librey Frente Liber-tario. También sería muy interesante detener-nos a analizar algunas revistas de carácterespecíficamente cultural como: Suplemento li-terario de Solidaridad Obrera (París, 1954-1961), Umbral(París, 1962-1969),Cenit(Toulouse, 1951-1994), Inquietudes (Bor-deaux, 1947) y Universo(Toulouse, 1946-1948),aunque ésta es una cuestión que excede elmarco de estas páginas y que dejamos para fu-turas investigaciones. Resumiendo, “una vidacultural intensa junto con la acción política másarriesgada y las más terribles tragedias persona-les, éste fue el exilio confederal durante casi 40años. A través de toda esta labor, se traduce lapreocupación constante de los libertarios en elexilio: Aguantar, ayudar a los de España, apren-der y reflexionar”.La pérdida de la guerra a pesar de la brutal re-presión desatada, no desanimó a los libertarios.edición de prensa clandestina puede servirnoscomo indicador para evaluar la acción del MLen la lucha contra la dictadura. “Podemos des-tacar, en Valencia, la edición simultanea de dosdiarios: Fragua Social, una tirada media de

6.000 ejemplares Acción Juvenil,órganos del Comité Regional de laCNT y de las JJ.LL. respectiva-mente. En el resto de regionales sepublicaban numerosos órganos deexpresión: Barcelona editaba ya suclásica Solidaridad Obrera, comoórgano del Comité Regional,aparte de otros órganos de rama deproducción como El Martillo, laFederación Metalúrgica. En lasprovincias aragonesas, Cultura yAcción, del que se hacen tiradas dehasta 10.000 ejemplares; en Astu-rias y Vascongadas, CNT Regio-nal. En Madrid y provincia seeditaba CNT, Castilla Librey Ju-ventud Librey también, conjunta-mente con la UGT, Fraternidad...publicaciones se distribuían a tra-vés de estafetas previamente con-certadas situadas en distintosestablecimientos abiertos al pú-blico (bares, quioscos de prensa,ultramarinos, puestos de venta enmercados de barrio, librerías deviejo, etc.). Los paquetes se envia-ban por toda la geografía española,por medio de los trabajadores afi-liados al sindicato ferroviario, ypor mediación de camioneros co-tizantes, los cuales los entregabana los respectivos Comités localesque procedían a su reparto entresimpatizantes y afiliados”. Para hacernos una idea de la im-plantación de la CNT en ese perí-odo y de la difusión de la prensa

clandestina vamos a reseñar, del acta de la reu-nión de la Federación Local de Barcelona del 8de junio de 1946, el reparto de 6.000 ejemplaresde la Solidecidida por los Sindicatos de la CNT:Oficios Varios: 450 ejemplaresAlimentación: 750 ejemplaresArtes Gráficas: 450 ejemplaresConstrucción: 900 ejemplaresEspectáculos Públicos: 250 ejemplaresIndustria Química: 450 ejemplaresEnergía: 350 ejemplares Madera: 250 ejemplaresMetalurgia: 750 ejemplares Pesca: 100 ejemplaresPiel: 250 ejemplaresSanidad: 50 ejemplaresTextil: 550 ejemplaresTransportes: 450 ejemplaresTampoco debemos olvidarnos de los BoletinesInternoseditados en el exilio por la CNT y laFIJL correspondientes a las regiones de Franciadonde tenían implantación, así como de laprensa elaborada de forma artesanal por los pre-sos confederales internados en las cárceles deFranco:“En la prisión Modelo de Barcelona, se editaronentre 1947 y 1949, La Voz Confederal, el perió-dico satírico Ácarusy Esfuerzo, de las Juventu-des Libertarias. En la prisión de San Miguel delos Reyes de Valencia, CNTde 1946 a 1949.Combateen la prisión del Puerto de Santamaría(Cádiz) en 1946. Y Juventud Libre, de 1946 a1947, en la cárcel de Alcalá de Henares”.A partir de la llamada Transición a la demo-cracia se produjo un renacer de las organizacio-nes del Movimiento Libertario y delanarcosindicalismo lo que trajo un sinfín de pu-blicaciones“

Nuestros elementos iconográficos nosidentifican y al mismo tiempo nos en-vuelven para delimitar nuestro espacio ypara expandirlo. Saber cuándo y cómohan evolucionado estos elemento es lo quenos explica Cristina Escrivá Moscardó ensu articulo CIEN AÑOS DE IDENTIDADANARCOSINDICALISTA, del que ofrece-mos un extracto.“[...] Es dentro de esta etapa donde las creacio-nes adquirieron mayor relevancia en las manosde los grandes cartelistas, casi todos hombres,que asumieron el papel de difusores de las con-signas e ideales revolucionarios, entre ellos: Ar-turo Ballester, Vicente Ballester, Jacinto

Bofarull, Ramón Calsina, Coves, Carles Font-seré, José María Gallo, Gumsay, Manuel Mon-león, Baltasar Lobo, José Luis Rey (Sim),Ricard Obiols, Eduardo Vicente, etc. Desde lomás cotidiano, sellos, membretes, cabeceras deprensa, portadas de revistas… hasta lo más vi-sible y grandilocuente, las pancartas con retra-tos de los líderes, se convirtieron en el lenguajede la calle. Las imprentas colectivizadas traba-jan para mejorar la información gráfica y hacermás atractivo el resultado editorial.[...] Esto trae a colación el siguiente comentario:en mi opinión, la introducción de la banderacomo hoy la conocemos, en diagonal, fue frutode una evolución, siendo en la intensidad de laGuerra Civil cuando las tres letras, que centra-das unían los dos triángulos, adquirieron pres-tigio como símbolo popular. La bandera roja y negra aparece nombrada enprensa gubernamental por primera vez en elmes de marzo de 1931 en La Correspondenciamilitar, describiendo los sucesos de una revueltaobrera y estudiantil en la Facultad de Medicinade Madrid: “en otra ventana se izó una banderaroja y negra”. El mismo diario, el día 2 de fe-brero de 1932, comunica: “Granada: Hoy se ter-minó una obra en el parque del Triunfo y losobreros colocaron en ella la bandera roja ynegra del sindicato. Acudió en el acto la policíay quitó la bandera.” [...]”El Solpor primera vezla bandera el día 31 de marzo de 1932 en estostérminos: “figuraban un centenar de sindicalis-tas, llevaban a su frente la bandera roja ynegra”. La bandera referida en esos años aúnno mostraba los dos colores en diagonal, comolo demuestra al cartel de Sagristá tituladoMontjuic, la visión última,en 1930 a modo dehomenaje a Francisco Ferrer i Guardia o el re-alizado por Esbert sobre la Revolución de As-turias de octubre de 1934 para la revistaLiberación, en 1936.[...] pero desde el exilio se continuaba creandoilusión por el regreso y se luchaba por mantenervivo el ideal Libertario. Siguiendo las huellasiconográficas de esos años encontramos la ac-ción sindical diseñada gráficamente por autoresque vivieron la guerra y la de sus herederos. [...]Los colores rojo y negro se mantienen fijos ensu esencia. La introducción de viñetas, anóni-mas en la mayoría de las ocasiones, contra deFranco, son imágenes recurrentes. Las tonali-dades de la prensa no salían del negro, por mo-tivos esencialmente económicos. Además através de los dibujos ya no se tenía que crearconciencia, había otras preocupaciones esencia-les en el exilio, ayudar a los compañeros y com-pañeras de España y no dejar que muriera lailusión del regreso a una patria libre. La reali-zación de tarjetas postales para contribuir eco-nómicamente fue una de las formas gráficasmás vistosas que se publicaron. [...]

Page 4: BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo · 2021. 1. 7. · febrero 2011 Rojo y Negro 11 BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo lel museo de Historia

Rojo y Negro febrero 201112

SEGUNDA PARTE

Además del congreso fundacional de de1910,o los conocidos de 1919, 1931,1936,han existido diferentes comicios que hanmarcad nuestra historia durante estosaños. He aquí una referencia a algunosde ellos que aparecen en artículo de Juan.J. Alcalde “ EL ANARCOSINDICALISMO YSUS CONGRESOS EN ESPAÑA” en el cata-logo de la exposición .

Congreso de Campesinos, Córdoba 1913. Celebrado del 17 al 24 de abril a iniciativa decampesinos catalanes. Acudieron representacio-nes de España y Portugal y se decidió crear laFNA (Federación Nacional de Agricultores)para proteger y preparar el ideario anarquistaen el campo peninsular. Se acordó publicar unperiódico titulado La Voz del Campesinobajo ellema: “la tierra para los que la trabajan”. Susreivindicaciones se centraron en la extensión alcampo de la Ley de Accidentes de Trabajo y elestablecimiento de una jornada máxima y unsalario mínimo. Se recomendó extender la cre-ación de escuelas racionalistas. En el transcurso de los años 1916-17 se produ-jeron importantes huelgas en el agro andaluz,siendo de especial importancia las que comen-zaron el 1 de mayo de 1917; el estado tendríaque declarar el estado de sitio el 28 de mayo de1918.

Conferencia de la CNT en Zaragoza 1922El 11 de junio comenzó esta Conferencia que serealizó a efectos legales como una reunión detrabajadores, pero sin mencionar para nada lassiglas CNT. Las garantías constitucionales ha-bían sido restablecidas en abril y la autoridadgubernamental, presente en la reunión, advir-tiendo enseguida que era un acto de la CNTtrató de suspender el acto en la tercera sesión.Ante la amenaza, el representante de la organi-zación zaragozana amenazó con una HuelgaGeneral en la localidad, lo que hizo desistir alGobernador de sus propósitos. Uno de los dictámenes de la Conferencia tratósobre “posición ante la política”: “Al Pleno:Considerando que, a deducir por la historia, lospartidos políticos sin excepción, no suponenvalor moral alguno en orden de sus actuacio-nes… La ponencia propone que la CNT de-clare: que siendo un organismo netamenterevolucionario que rechaza franca y expresa-mente la acción parlamentaria colaboracionistacon los partidos políticos es a la vez integral yabsolutamente política, puesto que su misión esla de conquistar sus derechos de revisión y fis-calización de todos los valores evolutivos de lavida nacional y, a tal fin, su deber es el de ejer-cer la acción determinante por medio de la co-acción derivada de los dispositivos ymanifestaciones de fuerza de la CNT”. CNT,reclamaba el sentido aristotélico de la palabra“política”.También se trató sobre el concepto de comu-nismo libertario, finalidad de la Confederación.La intervención de Salvador Seguí levantaría,“a posteriori”, muchas susceptibilidades entredos de las tendencias de la confederación: la delos puristas anarquistas y la de los sindicalistasrevolucionarios: “El comunismo libertario debeser considerado como un posibilismo social.Quiero decir que su realización se llevará a cabopor la vía de la experiencia. No creo gran cosaen la eficacia de las Internacionales obreras. Porlo menos, hasta el presente, de nada han ser-vido. En cambio creo que podría resultar inte-resante una Confederación Hispano Americanade Trabajadores”.La Conferencia, condenó la forma arbitraria enque se nombró la delegación que asistió a laURSS considerándola irregular y rectificandoel acuerdo del Congreso de Zaragoza. En con-secuencia se estimó adherirse a la AIT radicadaen Berlín. La CNT, que había sufrido unacruenta época de represión, muertos, pistole-rismo, encarcelamiento y disolución de Sindi-catos continuará siendo perseguida y acosada.Esta guerra sucia declarada estará caracterizadapor tres sanguinarios personajes: Dato, Anido y

Arlegui que a punto estuvieron de acabar conla CNT.

Congreso Confederal de Logroño (1923)No se llegó a realizar por haber transcendido elproyecto a los medio policiales. Muchas delega-ciones serían detenidas. Es en estas fechas dondese sitúa por algunos el origen del anarcosindi-calismo como tal. El 13 de septiembre de 1923se produce el golpe de estado del general MiguelPrimo de Rivera, constituyéndose un DirectorioMilitar bajo la monarquía de Alfonso XIII. LaCNT se mantiene en la semiclandestinidad,pero ante el acoso de los pistoleros del libre y lapatronal, la aplicación de la ley de Fugas y elGolpe militar decidió pasar totalmente a laclandestinidad en diciembre de 1923. Primo deRivera manifestaría unos años después: “En Es-paña ha terminado el anarquismo como movi-miento de masas”.

En una conferencia clandestina celebrada enValencia, en julio de 1927, se constituye la Fe-deración Anarquista Ibérica (FAI) en un am-biente social donde el terrorismo del Estado yla patronal habían deshecho cientos de sindica-tos y asesinado o encarcelado a los militantesmás representativos de la CNT. Tras esta Con-ferencia de Valencia la nueva militancia confe-deral decidiría seguir plantando cara a lareacción y no darse por vencida. Primo de Ri-vera tendría que tragarse sus palabras.

Susana Tavera, historiadora de la Univer-sidad de Barcelona, da una visión refres-cante y conocida aunque como ellamismo dice contestada muchas vecesdesde las mismas filas anarquistas, sobre

la intención que siempre ha subyacido enel anarcosindicalismo de ir mas allá deuna organización que solo quería trans-formaciones y cambios del mundo labo-ral. Así lo manifiesta en su articulo LACNT CATALANA ¿REMEMORACION OHISTORIA?, del que os ofrecemos untrozo.La hegemonía sindical consolidada durante laI Guerra Mundial también derivaba de las as-piraciones cenetistas dirigidas a sustituir el sis-tema político catalán, un componente que dehecho tuvo decisivas consecuencias en la deses-tabilización de este sistema durante los años dela postguerra europea. Por parte del anarcosin-dicalismo militante hubo pues una querida yrítmica búsqueda de respuestas transformadorasrespecto a las características fundamentales dela política catalana, una característica que –

nunca aceptada por los anarquistas y escasa-mente reconocida por la historiografía nolibertaria– se manifestó en la persistente volun-tad de responder a las movilizaciones catalanis-tas y también en la de sustituir la hegemoníainstitucional de la Lliga catalana.No obstante, la concreción política y organiza-tiva del anarcosindicalismo no olvidó en los mo-mentos inmediatamente posteriores almencionado Congreso de Sants que el anarco-sindicalismo también debía responder a impul-sos organizativos estatales. Así lo señaló Pestañaen 1919 al insistir en que, si los anarcosindica-listas habían fundamentado hasta entonces sumilitancia en Cataluña, en adelante no dejaríanla perspectiva de todo el Estado: “, hasta ahorahemos limitado nuestra organización a Cata-luña; en lo sucesivo la vamos a extender a toda

España, y lo vamos a hacer convencidos de labondad de nuestras teorías, convencidos de quenuestros procedimientos son lógicos y raciona-les [...] Nosotros queremos decir que cuando al-guien objeta: en Cataluña podéis hacer esascosas, pero en Madrid, pero en Madrid no; eltrabajador madrileño no es como el catalán, yole digo que es lo mismo, que es igual [...]”. En efecto, la CNT se entregó a edificar un an-damio o “entramado” revolucionario de amplioalcance territorial para que además pudiera ase-gurar una transformación social fundamentadaen las concepciones federales de la sociedad li-bertaria. Siguiendo el ejemplo “reorganizativo”de los Sindicatos Únicos catalanes, la CNTtrató de cubrir en los años inmediatamente pos-teriores la totalidad del territorio estatal conunas Regionales llamadas a sustituir el Estadomonárquico –o el republicano tras el año 1931–por un régimen sindical y/o revolucionario en-cabezado por un Parlamento con participacióny amplia representación de las organizacionesobreras “íticas”. Es lo que los sindicatos anar-cosindicalistas propusieron en el Congreso de laComedia de Madrid en 1919 con la fuerza queentonces –un año largo después del de Sants–les daba contar ya con las Regionales del re-nombrado arco mediterráneo: la de Andalucíahabía sido creada antes incluso de la catalanaen el Congreso de Sants aunque no se presentópúblicamente hasta enero de 1919 y la de Le-vante se creó en diciembre de 1918. Otras Re-gionales cenetistas vinieron después, entre 1920y 1922 las del norte peninsular hasta Aragón ytambién la de las Baleares. El proceso finalizaríatras el derribo de la Monarquía cuando entre1931 y 1932 se crearon las Regionales del Centroy la de las Canarias. Es evidente que en pleno régimen republicanoya la CNT continuó buscando de manera tanabierta e incuestionable como antes esta susti-tución revolucionaria de la estructura políticadel Estado por organismos sindicales de produc-ción y distribución además de culturales y edu-cativos como habían preconizado los acuerdosdel Congreso de Sants. Pero la CNT respondíaentonces a una realidad que incluía a la FAI yle daba al conjunto unas características nuevas.Aunque a la Federación Anarquista Ibérica aúnle costaría despegar en términos organizativosy muy a menudo tan sólo fuera operativa la re-ferencia a estas siglas o a los grupos ácratas quese suponía había detrás, lo cierto es que segúnGarcía Oliver la temida FAI sólo estaba repre-sentada por la máquina de escribir que le tras-pasó Juan Manuel Molina “” cuando marchóa la “mili” la primavera de 1931.

Hemos sido en esta batalla como en otrasmuchas un ejemplo en nuestros plantea-mientos, aunque hemos padecido las con-tradicciones de nuestro entorno. En esteextractó del articuló de MUJERES YANARCOSINDICALISMO, Mary Nash nosvuelve a recordar todo lo hecho y lo quenos resta por hacer..[…] Las numerosas polémicas juveniles deMontseny en torno al debate sobre la emanci-pación femenina alcanzaron una resonanciasignificativa. Publicadas mayoritariamente enLa Revista Blancaentre 1923 y 1929, es decir,cuando era una joven entre 18 y 24 años, susescritos se convirtieron en un punto de referen-cia sobre la cuestión de la mujer. Luego marca-ron el posicionamiento predominante en losmedios anarquistas que se desasociaba del femi-nismo y negaba la necesidad de una defensa es-pecifica de la emancipación femenina. La jovenMontseny adoptó entonces la postura de des-marcarse del feminismo, actitud que marcaríasu posición en las décadas posteriores y que mástarde la mantendría alejada de la organizaciónfemenina anarquista Mujeres Libres. En di-ciembre de 1923 su artículo de La Revista Blan-catitulado “La falta de idealidad en elfeminismo” argumentaba la falta de ideales y lacarencia de valor revolucionario en el femi-nismo. Sin embargo, sus escritos juveniles anti-feministas adquirieron ciertas paradojas alseñalar en otros momentos la viabilidad de unfeminismo 'noble y elevado' que calibraba de 'fe-minismo racional o humanista' (La Revista

Page 5: BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo · 2021. 1. 7. · febrero 2011 Rojo y Negro 11 BARCELONA Exposición “100 años de Anarcosindicalismo lel museo de Historia

Rojo y Negro 13febrero 2011

Blanca, 1 septiembre 1925). A pesar de denun-ciar la "milenaria intromisión masculina" en losasuntos de las mujeres y constatar que “Entreel anarquismo teóricamente emancipador de lamujer y la emancipación real de ésta, se elevauna muralla formada de prejuicios, de temores,de egoísmos y de bajezas", rechazaba la especi-ficidad de un problema femenino para reclamarel humanismo como vía emancipatoria com-partida entre hombres y mujeres. Su propuestadel amor como vía de emancipación y de lacompleta libertad e independencia forjadas me-diante la auto-superación individual quedabanfuera del alcance de muchas libertarias y de lasespañolas del momento. Desde la lógica indivi-dualista de mujer capaz de confrontarse al pro-blema de los sexos desde la voluntad individual,Montseny rechazaba una cultura anarcofemi-nista. A partir de 1931 abandonó el debatesobre la mujer en el momento de su crecientepolitización. [...]A partir de octubre de 1935 se intensificaron losdebates en torno al feminismo y la emancipa-ción femenina en los medios anarcosindicalis-tas. Se produjo entonces un punto de inflexiónen el cuestionamiento del discurso predomi-nante que negaba validez a la especificidad dela opresión femenina y a la necesidad de unalucha especifica de las libertarias para conseguirsu emancipación. Solidaridad Obrera y Tierray Libertadfueron los escenarios de estos debates.Entonces, las propuestas cada vez más contun-dentes de Lucía Sánchez Saornil, cofundadorade Mujeres Libres meses después, y de la perio-dista Lola Iturbe Arizcuren dieronpie al debate sobre el anarcofemi-nismo colectivo. Lola Iturbe, ac-tivista en Brisas Libertarias, poníade manifiesto de nuevo una pa-tente falta de coherencia entre re-tórica revolucionaria y practicasdiscriminatorias en los hogares li-bertarios: “Por fortuna, hay unamujer veraz, no implora, y lanzael Yo acusocontra este ambientemasculino que rara vez se ha pre-ocupado de la emancipación fe-menina en otros aspectos que nohayan sido la cuestión sexual…Los compañeros, tan radicales enlos cafés, en los sindicatos y hastaen los grupos, suelen dejar en lapuerta de su casa el ropaje deamantes de la liberación feme-nina”. Aunque de igual maneraque las demás anarquistas LolaIturbe no utilizó el término femi-nista, su nueva propuesta de unacultura anarquista de liberaciónfemenina abrió además la dimen-sión doméstica como escenario detransformación igualitaria yemancipatoria. La potente voz de la militante deCNT, poeta vanguardista y em-pleada de Telefónica, Lucía Sán-chez Saornil se unió al debate.Rehusó el dominio masculino enlas filas anarquistas y poco después

apostó por un anarcofeminismo colectivo enMujeres Libres, fundada en abril de 1936. Laorganización se acercaba más a un grupo deafinidad en sus orígenes, a partir de políticas deidentidad de acercamiento feminista y afinidadanarquista, como también de redes entre dife-rentes mujeres y grupos de libertarias. En Ma-drid y Barcelona su creación puso de manifiestouna ruptura significativa en la cultura políticaanarquista al abogar por la liberación femeninay la autonomía asociativa dentro del movi-miento anarquista. El núcleo fundador se unióen torno a Lucía Sánchez Saornil, periodista ymontadora cinematográfica Mercedes Coma-posada y a la joven médica Amparo Poch yGascón. Mujeres Libres aglutinó a muchas jó-venes libertarias que se movían en los circuitosanarquista de los ateneos o de la CNT. Aunquese trataba de mujeres de perfiles diferentes quedivergían en ciertos momentos sobre su posturapolítica anarquista e incluso en sus plantea-mientos sobre las vías emancipatorias de lasmujeres, las fundadoras convergieron en apostarpor una organización específica para las anar-quistas dedicada a la emancipación femenina.[...]

Mucho o poco hemos o se ha hablado decómo hemos llevado nuestra organiza-ción en los últimos casi 40 años , ChemaBerro Afiliado a la CGT de Pamplona , re-flexiona y aporta su opinión en el arti-culo DE 1976 A 2010 ENTRE LARESPUESTA A LA REALIDAD Y LA FIDE-LIDAD AL LEGADO, de cuál ofrecemos unextracto .La reconstrucción de la CNT y sus primerospasos y traspiésLa reconstrucción de la CNT se inicia convo-cando asambleas abiertas de las que emana lavoluntad de ponerla en marcha, de levantar laCNT como “sindicato con aspiraciones trans-formadoras sin exclusiones ni exclusivismos”.Pese a la existencia de reducidas realidades, máspuestas en cuestión que reconocidas, en las queCNT se había mantenido, la nueva CNT surgede la nada, de la puesta de acuerdo de personascon trayectorias diversas que esperaban traducirel prestigio de la histórica CNT en capacidadde convocatoria. Fue rescatar de la historia unprotagonismo que había quedado perdido en elcamino, traer a la realidad un agente hasta esemomento no existente, un intento de adecuarla realidad con la historia –saltando de ésta untramo importante, por reciente– y haciendo unempalme en lo que había sido un corte.Fue, de entre la muchas posibles, una opción

aparentemente sensata, de la que salió un pro-yecto en torno al que se concitaron esfuerzosque lograron ponerlo en pie, por lo menos ensus aspectos más materiales y concretos: locales,estructura, medios económicos y materialespara desarrollar un trabajo… El resto, los nu-merosos vacíos en la definición de ese proyectoy sus formas de abordar la realidad, fueron en-cubiertos por la sigla CNT, el mito, la marca,de la que esperábamos mucho; demasiado.Fue como un surgir de la nada con toda unahistoria detrás. Historia que por falta de conti-nuidad se había depositado en peso histórico,convertido en ortodoxia y patrimonializado, y,en la misma medida, manipulado.En 1976 todavía el reciente movimiento obreroestaba vivo, era una realidad que permitía la in-tervención y la CNT empezó su actuación, di-versa y dispar seguramente: se constituyeronsecciones sindicales y sindicatos y federaciones,se hacían propuestas y toma de posiciones, seimpulsaban conflictos a veces incluso en solita-rio. La CNT fue una realidad que tenía presen-cia social y laboral. El pleno nacional deregionales de septiembre de 1977 contabilizaba120.000 cotizaciones, cifra que hubiera supuestoun buen punto de partida para seguir traba-jando, para ejercer influencia en los derroterosque la realidad iba tomando, para convertirnuestra CNT en opción que ofertar a los tra-bajadores y la sociedad.Pero el compromiso con la realidad se quebró.Desde los inicios la actuación práctica, el com-promiso con la realidad llevado a cabo conaciertos y errores, entró en conflicto con elcompromiso o fidelidad al legado histórico con-vertido en ortodoxia y patrimonializado. LaCNT inicial, diversa y dispar, proyecto indefi-nido y suma de aspiraciones no concretadas, es-taba atravesada, como no podía ser de otromodo, por numerosas tensiones, todas ellas sus-ceptibles de compatibilizarse y convivir en con-flicto relativo, sin perder la tensión de larespuesta a la realidad. Lo que se convirtió enconflicto irresoluble, incompatible con la res-puesta a la realidad, fue la primacía del legadoreducido a ortodoxia, convertido en dogma y,además, patrimonializado. [...] La CNT, “sin-dicato con aspiraciones transformadoras sin ex-clusiones ni exclusivismos”, la CNTinstrumento de respuesta a la realidad, la CNTproyecto abierto y por hacer, se convirtió enalgo que nos venía dado, que nos fue impuestoy en la que la preocupación por la realidad pasóa un muy segundo plano, quedando sometida,hasta casi desaparecer, a esa primacía del le-gado/ortodoxia.Fue un proceso, no algo que sucediera de re-

pente y de una vez por todas. Un proceso en elque las estructuras organizativas adquirieronvida propia que giraba en torno a sus proble-mas (pugnas) internos; en el que las fórmulasorganizativas, perfectamente democráticas,dejaron de recoger las realidades organizativasmás básicas, primero, para después estorbar suparticipación; en el que el debate se convirtióen teórico circunscribiéndose a un número re-ducido de militantes; las posiciones discrepan-tes se convirtieron en enemigas eirreconciliables y no trataron de impulsar larealidad y la actuación sino de encorsetarla,ponerle trabas y controlarla; un proceso en elque primó el radicalismo verbal y la ortodoxia,excluyendo la reflexión; en el que se fueronasentando espacios cerrados, propicios a la im-posición que se iría extendiendo con la sumi-sión de muchos. En paralelo, el movimiento obrero entra enetapa de retroceso y la realidad se irá convir-tiendo en más hostil y menos penetrable. En1978, coincidiendo con los Pactos de la Mon-cloa, pero sin hacer entre ello relación de causaa efecto, inicia el declive de la conflictividadobrera. También supone la cima de la actua-ción laboral de la CNT, el comienzo de su pro-pio declive, lo que inclinará definitivamente labalanza del predominio de la ortodoxia sobrela preocupación respecto a la realidad.Curiosamente, el decrecimiento de la lucha

obrera da paso al boom de “lo li-bertario”. Son las realidades mássólidas, las más reales, las que pri-mero detectan los cambios socia-les. El movimiento obrero, lacapacidad de los trabajadores deprotagonismo y autonomía, no escapaz de resistir el ataque de lasorganizaciones sindicales y deuna legislación laboral puesta alservicio de su hegemonía, y quefue simultáneo a la imposición dela crisis como forma de ataque delcapital. La CNT que se (nos)había(mos) tomado su (nuestra)participación en ese movimientoobrero con falta de seriedad, coninmediatismo, como disfrute delas posibilidades del momento,como prevalencia de las aspira-ciones al aprovechamiento de lasposibilidades reales, con grandesdosis de juego en definitiva, con-tinuará la fiesta en torno al másevanescente boom de lo liberta-rio, más despreocupada, ajenacasi, a la derrota del movimientoobrero y de las profundas conse-cuencias para el futuro de las re-laciones laborales: los pasos de laorganización al movimiento, y dela indefinición al predominio dela confusión, fueron tambiénpropicios a esa consolidación dela imposición.