bajo esta cÚpula de azul Índigo
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BAJO ESTA CÚPULA DE AZUL ÍNDIGO
IDA LUZ SOLÍS MADRID
Quiero un amanecer sobre la tierra,
amplísima sonrisa para secar tristezas.
Quiero un amanecer, una ronda de sueños
y una sola alegría.
CARMEN LUZ BEJARANO / ABRIL Y LEJANÍA
HUAPEO MI GRITO HASTA EL INFINITO
Bailo feliz
moviendo mi cintura de lado a lado
de cerro a cerro, uniendo la noche y el día
Airosa levanto mi cuello al compás de la pandilla
y saludo reverente a las cumbres alfombradas
por donde me deslizo hoy
Bailo feliz
inclino mi cabeza de costado como lorito interrogante,
hasta escuchar la última nota de este baile que me llama
dejando que la brisa mueva mi cabellera
como si fuera una rama más
al compas de este huayno que hoy
me hace bailar al centro de su mano
Bailo feliz
y entre vuelta y vuelta hago zigzag
a la noche y a las sombras
que hasta hace un rato me acompañaban
Bailo feliz y mis fustanes bordados y ondulantes
son las nubes que me miran emocionadas
saludan a la vida y le tuercen la cara a las sombras
que yacen exhaustas con tanta vuelta
Se levantan majestuosas mis enaguas
en medio de estas cataratas de algarabía
dando vueltas rebosantes como mi gozo
Me saco el sombrero y saludo
Despierto a las palomas más antiguas de los tejados
que hoy lavan sus ventanas solo para mirarme
Saludo a las palomas que me miran divertidas
y se animan a cambiar de plumaje
y con la novedad se alborozan como quinceañeras
Bailo, huapeo mi grito hasta el infinito
y sus ondas se extienden hasta las grutas
más oscuras de mi vida, a las lagunas más antiguas
que hoy abren sus puertas, se sacuden
y dejan pasar al sol
Huapeo feliz
me hago parte de la banda y elevo sus notas
hasta el cerro más alto
que hoy me sigue al ritmo del tun tun
de su corazón andino
Bailo dichosa y mis fibras, mi hechura inicial
recuerdan el preciso momento de mi existencia
la luz y la vida que originaron
mis movimientos, al ritmo de esta música vital
Bailo, y nuevamente me alineo a este pueblo
laborioso, depositario de razas y culturas
que hoy lucen sombreros de gala
Encuentro que mis sonidos hoy coinciden con la lluvia,
y mis palpitaciones hacen dúo
con las germinaciones de las habas,
y los tacos de mi baile
acompañan el tambor de estos cerros
que hoy despiertan
eternos como hace mil años,
y que felizmente danzan.
HE LLEGADO HASTA AQUÍ
He llegado hasta aquí para verte mejor
para saber si tu amor aguanta este frío
este sol que limpia telarañas
y desaloja a los fantasmas más antiguos
He llegado, he vuelto
aquí me siento al medio día
abro mi pañuelo, extiendo mis acertijos
examino uno a uno los días que viví contigo
y analizo tus sombras que se esfuman
como suspiros en este patio amarillo
Aquí asoma el futuro como un niño en la ventana
y cada mañana me obliga a improvisar cajones, bolsas
para evitar que se derrame incontenible tu humo
que medio ciego no sabe dónde meterse
He venido hasta mi tierra para soltar mi cabellera
a solear mis ropas que vuelven a tener color
mis manos, mi cuerpo
que ahora reciben las auroras
están cambiando
Mi alma suele salirse cuando la estoy mirando
Mi corazón camina desnudo
Se pasea con toda calma por mi patio
como un niño que recién aprendió a andar
Ya no le asustan los atardeceres, ni las horas
a través de las cuales le solías llamar.
SANTOYO
Metiendo tu mano en tu seno
te abrigas al pie de la escalera de ese viejo zaguán
Sentada en tu banquito, casi en la oscuridad
Metida en la casa antigua te encuentras
abrigándote con todas las chompas que hallaste,
dormitando estas a veces
dejando que tu sombra vuele alada
por los techos y paredes
alumbrada por esa pequeña vela
que se quiere apagar
Doblando tus manos te proteges del frio
vendiendo tus años
rosquitas, cigarros, maní…
Por la calle juegan dos perros mozos
camina la gente apurada
Transitan los micros llenos
llevando gente callada
llevándome a mí,
que me quisiera bajar
para comprarte todo
solo para verte vender.
MI ROSTRO SE HA VUELTO OTRA LUNA
Esta noche mi rostro se ha vuelto otra luna, para ti
Mi rostro de plata, de espejo
refleja tu luz hermosísima que hoy está de gala
radiante, feliz
Están todos de fiesta en tu casa
Las tejas de mi techo se esmeran en ponerse
sus mejores encajes alrededor de mi patio
que deja de ser tierra para ser luna
Tus pequeñas luces de compañía
se encienden como estrellas
y entonan una canción con los grillos
que hoy día lucen camisas nuevas
y te agasajan hoy que estás de novia
Las nubes blancas y brillosas
adornan con sus blondas tu figura
Esparcen los polvos faciales de tu rostro emocionado,
las nubes blanquísimas y transparentes
como tu velo de novia
resaltan aun más tu carita de perla
Los charquitos, sobrevivientes de la lluvia
que terminó en la tarde
se unen al concierto
reflejando todas las luces y chispas del cielo
como fotógrafos con sus flashes instantáneos
La noche está de fiesta y me aúno a la celebración
Bailo bajo esta cúpula de azul índigo
Bailo en cruz, dando vueltas en aspas de molino
Plateada, acróbata
De un extremo a otro
Llena de luz
Ahora todo es una esfera cósmica y santa
Soy una estrella más.
APRENDO A LEER EN TUS MADRUGADAS
Te veo caminando entre la gente
Rozando los hombros uno a uno
con las personas que pasan apuradas a tu lado
Te veo caminando de prisa
con tus ropas puestas al azar
(muchas de ellas no son tuyas)
Te veo por momentos, distraído, despeinado
como pensando en las horas, los pagos y los hijos
Te veo tan cerca de mí que puedo tocarte
Olerte y sentir la tela de tu ropa entre mis manos.
Observo tu cabello que no has peinado hoy
tienes esa expresión que tanto amo.
y me sorprende como estas trabajando
con tanta eficacia
Me asombro del poder que tienes
para resolver trámites engorrosos
y hacerme escuchar las palabras justas
(¿será que estoy adquiriendo algún tipo de locura?)
Estoy conociendo tu trabajo
el modo como vas ordenando las cosas
Estoy observando, sigilosamente, muda
presa de emoción, bañada de luz
Me inundo de tu agua santa
no puedo creer que sea tan evidente
tan cierta
tu presencia,
Señor.
DANZANDO DE AMARILLO
Anoche esperé a que todos durmieran
para salirme a bailar
Volaba feliz
y con mis alas agitaba
y espantaba a los fantasmas
envidiosos que me querían bajar
Bailaba dichosa mirando mis alas
y era killicha, lechuza de media noche
dueña de caminos y tejados
volando de un extremo a otro
mirando arbolitos que se volvían niños
mientras dormían los ríos
cansados de estar brillando todo el día
y que dormían también
Era la reina de la noche
No tenía límites en mi volar
Era la lechuza dueña de los cielos
de los árboles y los tejados
Dorada y plateada, iluminada
volaba a toda velocidad
impulsada por la luz de mi cabeza
y por la veloz vibración de mis alas de oro
Ahora mismo, soy una lechuza terca y perdurable
que no se resigna a los tiempos
Soy una lechuza que aún vive en los cerros
como hace mil años
Vivo en el cerro más alto que cuida la ciudad
hago mi paradero preferido
en la torre de la iglesia más antigua
Soy el ave, reina de la noche
que divisa atenta desde los árboles
el juego de luces de las ventanitas que se apagan
Soy la killicha que conoce cada calle por su nombre
y sabe de memoria el comienzo y el final
de toda pequeña avenida
Soy un ave que alimenta sus vientos con tanta felicidad
A veces, me suspendo en el aire infinito
con la ilusión de que se ha detenido el tiempo
(solo algún gato techero me vuelve a la realidad
y sé que estoy descendiendo)
Rondo la ciudad, dueña de la noche
salpico todas las casas con mis alas de escarcha dorada
Nuevamente agito mis alas y llego hasta lo más alto
y caigo en picada
en medio de chillidos interminables
envuelta en vientos y felicidad.
LA CANCIÓN QUE ENTONAS A VIVA VOZ
Dejas que se guarden niños y animales
para subir al proscenio dispuesto a cantar a viva voz
Paciente esperas que recojan ropas y papa seca
trigo y habas puestas a solear
y comienzas a soplar con tu quena más potente
limpiando tierra y telarañas
Silbas y levantas polvaredas, agitas brazos y piernas
sacudes toda tu cabellera
hasta la punta de tus manos
expirando todo el aire
Repasas veloz las habitaciones
para cerciorarte que todo se mueva al mismo ritmo
de la canción que entonas en altavoz
Y sonríes complacido, orgulloso
con las manos en la cintura
cuando todos se mueven de un lugar a otro
resignados y apresurados.
Sonríes más aún cuando algunos se resisten a moverse
y se aferran entre sí para no caer
Entras a sacudir árboles y arbustos
y te quedas más tiempo en ese eucalipto
que te gusta tanto, visitando sus habitaciones
Haces correr a todos dando palmadas
apresurando a las hojas y a las ramas
especialmente a las más pequeñas las pones a correr
y ellas, disforzadas corren como en patio de recreo,
corren alborotadas entre gritos y carcajadas
Te deslizas dentro de tu árbol querido y de otros más
los mueves soplando como en concierto
al ritmo de la tarde que se sacude
las horas que faltan para irse a cenar
Viento querido, no sabes ya cómo moverte, como bailar
en esta esfera bella que te aguarda
De pronto te vas
Termina tu concierto de instrumentos de viento
concluye la música y te alejas algo cansado
Sonríes recordando cómo algunas flores
se sacudían despeinándose
y cómo otras se reían hasta doblarse,
agitando sus ropas y sus aretes
Te despides satisfecho de la jornada divina
lograste desalojar en medio de empujones
persuasión y canciones a esta lluvia inoportuna
que quería volver y reinar por más tiempo
Llega la noche
ingresa la luna como elegante dama a su castillo
Y tu viento
recordando y sonriendo te vas.
ESTOY AQUÍ, DE PIE, ESPERÁNDOTE.
Estoy aquí, de pie, esperándote…
Todos estos años, son solo algunas gradas
que avanzo de dos en dos para alcanzarte
Te enviaron tan lejos
y solo consiguieron que se vuelvan de oro
los hilos por los que hablamos
Yo terminé ya mi servicio militar
el trabajo para el que fui contratada.
ya deje surcos en las chacras, huellas en los caminos
Mis palabras insistentes
hicieron germinar habas y duraznos
Mis lágrimas dejaron de caer sin sentido
y se emparentaron con la lluvia
He criado a mil niños
Les he enseñado a sobrevivir
a reír, a encontrar agua a medianoche
Ya cumplí con mis deberes de ciudadana
de guerrera, de guardiana de las auroras
He sido buena hija, esposa fiel, madre amorosa
También he sido puta, pecadora, asceta
He vivido en todos los espacios del mundo
He sido ave, estrella, lombriz de tierra
Todo lo hice para esperarte
Todo este tiempo ha sido el necesario para curarme
para ensayar
para bajar al infierno
para arrastrarme entre mil pecados
He recibido a todos los clientes sin distinción alguna
he sufrido todas las enfermedades
y sobreviví a todas ellas
He pelado a puño limpio
Y también,
muchas veces sin motivo y a traición
me patearon en el suelo
pero ya no tengo miedo
Y ahora estoy aquí, de pie, esperándote
Estoy aquí
he adquirido con el tiempo, el color de la miel
entre mi ropa vive la noche y las estrellas
Tengo un convenio con mis diablos inquilinos
para organizarnos y tener un horario más oportuno
Estoy como el trigo maduro
flexible como una cañita para el sol
Estoy aquí
De pie
Esperándote.
DEJO QUE ME CREZCAN RAICES
Por ti, dejo que me crezcan raíces
estoy engordando, feliz y placentera
retozando como una yegua preñada
en los campos de sol.
Voy engordando mi vientre, mis huesos
mis espacios vacíos y solos antes de ti
Estoy como hembra que va a parir
preparando su lecho
arreglando su espacio cada día
inventando una parcela
un pequeño terreno para recibirte
Estoy dedicada a verte crecer
Sentada, permito que entren
la luna y el sol a través de mi ventana
Por ti dejo que me crezcan raíces
y sin moverme, sin prisa
espero a la noche, y al día siguiente
Como media luna te siento en mi vientre
como frejolito dormido y húmedo
como pescadito te siento en mis aguas
como arañita prendida de mí
Y me recuesto en esta tierra mojada
extiendo mis brazos y piernas
quiero volverme surco, tierra buena para ti
Me tiendo bajo este cielo sin estrellas
sintonizo mejor mis pulsaciones, y sonidos
para escucharte
Todo lo pongo en orden para ti
Para que bailes, respetuosa me detengo
Para que te muevas tranquila
como estrella en el firmamento,
o pececillo en el mar
disciplino mi aliento, reposo mi andar
Para que te apropies de mi savia me alimento
para que ancles en mí, dejo de caminar
Para que tú hables, callo mi voz
te acerco los pájaros que aún quedan
intento una canción especial
Como un ave embarazada que carga su vientre
me encuentro
intentando día a día
tejerte un hogar
Como una paloma henchida
recuesto mi humanidad
Como un haba germinada
me veo preñada,
llena de ti.
CANTARÉ CADA NOCHE SIN DESISTIR
Voy a escribirle al Sumo Pontífice y al mismo Dios
para que te exoneren de tus promesas
de los exámenes que te faltan rendir
y puedas venir aquí, a mi lado
Voy a contratar a las noches más elocuentes
a las aves más tiernas
para que viajen especialmente a cantarte
a sanarte
y te convenzan de volver conmigo
Todo este tiempo han crecido flores
y eucaliptos en nuestra casa
se han limpiado los campos y los ríos esperándote
Yo ya estoy curada
ya no me asustan los días ni los anocheceres
a través de los cuales te solías ir
Aún tengo las oraciones y remedios que dejaste
Todo está preparado
durante estos años he aprendido a domar
a la desesperanza, y a las penas
que se habían venido a vivir conmigo
He arreglado todos los techos y las goteras por las cuales
se filtraba el desaliento que no nos dejaba dormir
Estoy aquí, no he aceptado la derrota
he apelado a la corte suprema
tengo todos los fallos a mi favor
Parece que el gran señor cederá
y aceptará por fin la libertad de tus sueños
Mientras tanto tercamente seguiré esperando
parada frente a la puerta aunque todavía no abran
y a Dios enterneceré, le hablaré, y le hablaré
y le cantaré cada noche sin desistir
hasta que vuelvas
LLEGAS COMO EL AMANECER
Llegas poco a poco
como el amanecer,
ocupando mi cuarto
llenándolo profundamente de luz
Vienes tan sigilosamente
que ni siquiera te siento
Seguro aprovechas el atardecer
para acercarte y esperarme
sin que me dé cuenta
Utilizas los cielos, la brisa
y los colores del ocaso
para venir sin darme tiempo a nada
Vienes y te asomas entre libros
coges mis lapiceros, mis manos
y como a una niña me haces escribir
me soplas ideas y mensajes
que solo podrían venir de ti
Llegas con el agua de la lluvia lenta
y aprovechas su danza, su música, su elenco
para entrar a mi cuarto antes de que cierre la puerta
Vienes con la luz del día que amanece
Te acercas tocando y encendiendo mi cuerpo
mi corazón y las ventanas de mi vida
cuando ya había sucumbido a la enfermedad
firmado mi rendición, y capitulado
cuando estaba a punto de quemarlo todo
mis cuadros, mis poemas
Tenía ya la notificación de desalojo
y te apareces en silencio, como si nada
Llegas como si fuera ayer, discreto
y con facilidad ordenas todo de nuevo
(conoces cada lugar)
Devuelves a su lugar lo que había empacado
comienzas a pintar mi casa otra vez con este color rojo
como este ocaso de esperanza
Llegas y sorprendida aun
no sé cómo hablarte qué decir
Estás aquí y no sé cómo atenderte,
qué darte, qué servirte o cómo serte agradecida
para que te quedes más
Estas aquí, y solo atino a rezarte despacito
despacito
para alargar el tiempo
y tú te quedes.
MANUEL
Tu risa como una rosquilla de dulce se eleva en la tarde
enfrentándose al apático sol de este junio limeño
y pinta arboles a estas casas sin techo
sin estrellas, y sin cielo, donde los días no cambian
Tu risa como un anillo de luces
es el sonido grato que se le escapa a la tarde
hace asomar a este sol ya maduro, y sorprendido
más escéptico que nunca hoy
Tu risa morena, pequeña, infantil
pone hoy campanas a tus juegos
Tu risa, que intentas frenar
pero que sale a borbotones
es un río sin diques
tiene el sonido de la mañana
es el canto de la esperanza
Tu risa, despierta ternura a este día
que se pone a lamer como un perrito
los días adoloridos de precios
Tu risa trenza de pan
leche con miel
es una tregua
en esta guerra de pobreza
que no acaba.
Y AÚN ESTÁS CONMIGO
Despierto… y aun estás conmigo
reconozco tu mirada
tus pestañas vestidas de terciopelo
Las frazadas en las que dormimos aún están calientes
Viene a mi encuentro, tu mirada amorosa
(nunca fueron tan dulces tus ojos…)
Y de pronto me preguntas nuevamente ¿Por qué?
(Querido, esa época andaba enferma y embrujada
tomaba agua de otro color
andaba sin peso por techos y paredes
había perdido la cuenta de los días
La mala hora me empujó hacia ese fantasma
que decía que me amaba
y que comió mi corazón
No podía sacudirme de sus velos
No lograba juntar palabras, pensamientos completos
Quería dejar mis cosas, mis platos, mis cuadernos,
y escaparme contigo)
Ahora, luego de tantos años, pasamos la noche juntos
Aún llevo puesta tu chompa, tu olor
Todo es mágico y hermoso
Va amaneciendo
El azul crece despidiendo a la noche
Las estrellas quinceañeras se retiran
van respetuosas, contentas
con los zapatos en la mano
después de haber bailado toda la noche
Se van de puntillas las estrellas conversando entre ellas
Escucho de lejos el murmullo de sus voces
y amanezco mirando este cielo
desde los tejados que te gustan tanto
Escucho silenciosa a estos pajarillos puntuales
empeñosos, que aún creen en esperanzas
y convencidos cantan juntos
como si fuera el primer día
Desde mi ventana recibo cambiando de luz
el milagro del día que nace
Tú te has salido de mis sueños
Y estás a mi lado mirando el amanecer.
LA BONDAD DE TUS OJOS INFINITOS
Nuevamente regreso a tu lado
sin decir nada
Los dos sabemos qué me pasa,
¡Son tan elocuentes las luces de tus ojos!
Vuelvo, y mis golpes hablan solos
Las flores quebradas en mis bolsillos
están aún temblorosas
y agitadas de pura rabia
Vuelvo con mi bandera
rota y revolcada,
palpitando aún su resistencia
Siento como te afecta mi caudal de pena
¡Cielo santo!
tu respiración entrecortada estremece los techos
las calaminas, remece arboles de las quebradas
que sorprendidos se despiertan y no saben qué sucede
Tú no sabes cómo empezar a curarme
ni qué hacer para consolarme
El viento frio me llega y siento indignación
Tú estás conmigo
Luego te enderezas, te recobras, carraspeas
nuevamente acercas tu comprensión
lenta y dulcemente, como el oleaje de esta noche
Dispones que la paz de tu cielo
me acompañe solidaria hasta mi casa
Me despides
las luces intensas que salen de tus ojos
me consuelan
y la bondad con que me miras
es infinita.
CANTO AGITANDO LAS AGUAS
Canto agitando las aguas desde lo alto
mezclando mi voz con las olas
que ondulantes llegan al mar
Canto, canalizando el aire por grutas y quebradas
extendiendo hasta el final mi voz
que huele a río y huele a mar
Bailo de puntas
dando vueltas sobre las copas de los arboles
ellos juntan su follaje y cruzan sus manos
para sostenerme y mecerme con ellos
como un columpio de cerro a cerro
Bailo feliz en el monte más alto
y agito las nubes juntamente
con mis fustanes que hoy andan de fiesta
Doy volantines, despacio
mi cuerpo se extiende entre chacras
De rodillas, rozo mis mejillas entre los bosques
que hoy me acarician
Recibo el agua con alborozo
en mis enormes manos, en mi rostro de luna
y la esparzo por donde no llega la lluvia
por los patios de las casitas que diviso desde lo alto
por los techos asustando a los perros que
despiertan sorprendidos por el agua.
Arreglo algunos riachuelos con las yemas de mis dedos
arrimo los pedrones de dos en dos
dejo que el agua fluya como cuando jugaba
con barquitos en la puerta de mi casa
Canto recibiendo la lluvia y el sol,
extiendo mi voz al infinito
Bailo feliz
Estoy libre,
¡Soy la mujer más grande del universo!
TAN LLENA DE LUZ
Desde ayer estás que revoloteas
cual mariposa a mi lado
persuadiéndome
hablándome con tus palabras de seda
limpiando con esmero
cada uno de mis sentimientos.
Estás que revoloteas sin hablar
meditando, acompañando mis viajes internos
mis palpitaciones, poniendo a flote, y con cuidado
las emociones más antiguas de mi vida
Revoloteas, das más aire y soplas
encendiendo el fuego a mis pensamiento olvidados
Das vuelta a la luz de mi vida
avivándola por todos lados
Me despiertas para mirar
amaneceres y alumbramientos
Me haces voltear sorprendida
cuando apareces aplaudiendo
nuevecita y bella
Estos días me quedaría desde la mañana
en las copas de los árboles más antiguos,
observándote
Miraría sin apuro por la ventana de mis días,
Caminando sin prisa
por diferentes cielos y por las nubes más lejanas
Estos días, mariposa, podría sorprender
algún milagro caminando
un duende levantado fuera de hora
eufórico y regalando su oro a manos llenas
Estos días, vienes revoloteando cual mariposa dorada
acompañándome a todos lados sin cansarte
poniendo música en cada paso que doy
pintando de color todo lo que toco
dando profundidad a los caminos que hago a diario
En estos momentos
podría volar por techos y estrellas
saltando de punta a punta sin caerme
ser testigo de los nacimientos y de las plantas
más pequeñas que me esperan
Estos días, Poesía
podrías estar aquí solidaria
y hacer menos loca a esta mi alma
que camina desnuda
Podrías detener con tu mano esta mi vida
que amenaza pasarse al otro lado
¡Estoy tan llena de luz!