badiou, alain - la vida como nombre del ser

Upload: natalie-rios

Post on 09-Apr-2018

223 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/7/2019 Badiou, Alain - La vida como nombre del ser

    1/5

    Revista TORO #1 Septiembre/08

    p.1

    DE LA VIDA COMO NOMBDE LA VIDA COMO NOMBDE LA VIDA COMO NOMBDE LA VIDA COMO NOMBRE DEL SERRE DEL SERRE DEL SERRE DEL SERAlain BadiouAlain BadiouAlain BadiouAlain Badiou

    Traduccin: Dominique Kahanoff

    Sostenemos que Deleuze est siempre endiagonal de sus propias distinciones. Como todogran filsofo, la maquinaria de las oposicionescategoriales, l no la monta ms que paradeterminar el punto que se sustrae, la lnea defuga que absorbe sus aparentes extremidades. Esel sentido profundo de una mxima metdicasobre la cual l no cesa de insistir: tomar las cosaspor el medio; no intentar encontrar desde unprincipio uno de los extremos, y de ir, luego, haciael otro. No. Agarrar el medio, porque, entonces, elsentido del recorrido no est fijado segn unprincipio de orden, o de sucesin; est fijado porla metamorfosis inestable que actualiza una de susextremidades en aquella que es aparentemente lams disjunta. Es esto que se podra llamar elmtodo anti-cartesiano. Hay una filosofa nocartesiana de Deleuze, como hay un teatro noaristotlico de Brecht.

    All donde Descartes fija negativamente yreflexivamente la primera certeza de una cadenade razones, Deleuze agarra afirmativamente eimpersonalmente el medio de una lnea de fuga.

    All donde Descartes salta a la garanta exterior desus referencias por la discontinuidad del granOtro, Deleuze intuye con una velocidad infinita lacontinuidad de las metamorfosis, el intercambiomicro-econmico del pequeo mismo y de suotro, o el intercambio macro-econmico delpequeo otro y de su gran mismo.

    Es, en realidad, la diferencial contra ellgebra.

    Pero esta oposicin metdica es unaoposicin ontolgica. Se trata de sustituir al ordencategorial y reflexivo de las certezas, la topologafina de las inversiones, de las reversiones y de lasconmutaciones. Se trata que en cada punto el serdistribuye a los entes el mismo sentido.

    Tal es la exhortacin de la ontologadeleuziana: Que el Ser no sea plegado a ningunacategora, a ninguna disposicin fija de suparticin inmanente. El Ser es univoco por eso

    que los entes, no estn jams repartidos yclasificados por analogas equvocas.

    Preguntemos, por ejemplo, qu es el ser sexuado,o sexual. Imposible de eso construir la intuicin sise parte de la identificacin del hombre, o de lomasculino; pero tampoco si se parte, aunque msno fuese como excepcin o como mella, del serfemenino, de la interioridad supuesta de unafeminitud. Lo que es necesario, es venir al puntode inflexin donde se embrollan, en una topologaque se bifurca, el devenir-mujer del hombre y laterritorialidad masculina de la mujer. El hombreno es pensable ms que como actualizacin de su

    virtualidad femenina. Mejor an: no es pensablems que en el punto donde es inasignable a lamasculinidad; porque su virtualidad femenina esella misma lnea de fuga de una territorialidadmasculina. De modo que nosotros pensamos elser sexual cuando estamos en la indiscernibilidadentre un movimiento de feminizacin y unsuspenso de masculinizacin, que intercambiansus energas en lo indiscernible.Diremos tambin: el ser sexual, pensado segn suser, segn la activacin modal de su ser, no estsexuado, no es tampoco sexual, si entendemos porsexual un repertorio de propiedades.Cualquiera que sea ese repertorio, y mismo si locomplicamos al infinito, el ser sexual no es

    intuible ms que en su mitad inasignable eindiscernible de todas las propiedades que lasmetamorfosea las unas en las otras.

    Que el ser no tenga ninguna propiedad esuna vieja tesis. Pero la renovacin por Deleuze deesta tesis es que el ser es la neutralizacin activade las propiedades por la virtualizacininseparada de la separacin actual de esaspropiedades.

    Que el ser sea la im-propiedad es tambinuna vieja tesis; es exactamente eso que Platon

    quiere decir cuando afirma que el Bien, que es elnombre del ser, no es una idea. Porque toda ideaes el ser-actual de una propiedad, y el Bien noindica ninguna propiedad, siendo esto a partir delo cual toda propiedad, toda idea, viene a lapotencia de la particin que ella instituye.

    Pero Deleuze transforma el tema de laimpropiedad del ser. Porque Deleuze piensa queen Platn, la impropiedad trans-ideal del Biensigue siendo an una propiedad, la propiedadtrascendente de lo impropio por excelencia.

    Cmo pensar que el ser es impropiedad sin queas se le asigne una suerte de sobre-propiedad

  • 8/7/2019 Badiou, Alain - La vida como nombre del ser

    2/5

    Revista TORO #1 Septiembre/08

    p.2

    trascendente? Cmo evitar que lo impropio nosea al fin ms que lo propio del ser? El caminoque toma es eso que l nombra la univocidad, o lainmanencia. Es la misma cosa. Deleuze meescribi un da, en letra mayscula: inmanencia= univocidad. Pero de qu se trata? Se trata deque la impropiedad del ser no sea otra cosa que ladefeccin de las propiedades por su

    virtualizacin; y que inversamente laspropiedades de lo ente no sean otra cosa que elsimulacro Terminal de su actualizacin. Entonces,el ser es de-propiacin de lo propio de lapropiedad, pero tambin apropiacin de supropia impropiedad. Lo que quiere decir que es elmovimiento de dos movimientos, o ms bien: elmovimiento neutro del Todo tal como en lmismo adviene la particin de los entes segn loindivisible, o lo indiscernible, del movimientoque los desune.

    Es la razn fundamental por la cual el sermerece el nombre de Vida. Nosotros planteamosall una verdadera pregunta. Por qu el ser, comounivocidad o inmanencia, debe llamarse Vida?Por qu el ser como potencia es potente vidainorgnica que encierra el mundo? El nombredel ser es, en filosofa, una decisin crucial.Recapitula el pensamiento. Incluso el nombreser, si es elegido como nombre del ser,envuelve una decisin que no es en modo algunotautolgica, como se lo ve en Heidegger. Y desdeluego, todo nombre del ser declina a continuacinlas nominaciones que l induce. As paraHeidegger del movimiento giratorio que envuelve

    y desplaza Sein, Da-sein, y, al final del trayecto,Ereignis. O para mi propia cuenta, la seriedisjunta que pasa de mltiple a vaco, de vaco ainfinito, y, al final del trayecto, de infinito a

    acontecimiento.Qu es lo que en Deleuze prende elpensamiento del ser a su nombre nietzschiano, la

    vida? Esto, que el ser debe evaluarse comopotencia, pero como potencia impersonal, oneutra.

    Es potencia, ya que l es rigurosamentecoextensivo a la actualizacin de lo virtual y a la

    virtualizacin de lo actual; o an a la impropiacinde lo propio, y a la propiacin de lo impropio. Oan a la disyuncin desatante de los entes

    mltiples, y a la Relacin, que define el Todo. Yque en este y, en esta conjuncin, hay que

    pensar la desviacin moviente como movimientodel ser mismo, el cual no es ni virtualizacin, niactualizacin, pero, an una vez ms, el medioindiscernible de los dos, el movimiento de los dosmovimientos, la eternidad mvil donde se anudandos tiempos que divergen.

    Y es adems la razn por la cual el ser esneutro. Porque su potencia es metamorfosearcomo eterno retorno de lo mismo, eso que sepresenta como particin categorial, sustraerseafirmativamente a las disyunciones que l efectasin descanso. El ser es modalizacin por el mediode eso que parece estar distribuido. Tampoco sedeja pensar en ninguna distribucin.

    Es el sentido deleuziano profundo delenunciado de Nietzsche: ms all del Bien y elMal. El Bien y el Mal son aqu la proyeccinmoral, o genealgica de no importa que particincategorial. Se podra decir, y Deleuze dice: delotro lado de lo Uno y lo Mltiple, del otro lado dela identidad y la diferencia, del otro lado deltiempo y la eternidad. Y sobre todo: del otro ladode lo Verdadero y lo Falso. Pero del otro ladode no significa evidentemente ni una sntesis, niun tercer trmino trascendente. Pero del otrolado de quiere decir: en el medio; all donde, enel intercambiador en red rizomtica de la

    virtualizacin y de la actualizacin, el ser es esoque activa la esencial falsedad de lo verdadero y

    virtualiza la verdad de lo falso; el ser es eso quehace venir la secreta bondad, la infernal bondaddel Mal, y es eso que despliega el maleficioterrible del Bien.

    Y ser an pobre e inexacto decir que laneutralidad del Ser es de no identificarse ni albien, ni al mal; ni a lo falso, ni a lo verdadero. Estenini deja escapar el yy de la

    metamorfosis. Porque el ser es el devenir falso delo verdadero, el devenir verdadero de lo falso, y esluego neutro de ser y verdadero y falso.

    Pero el yy es l mismo todavademasiado pobre, es todava demasiadocategorial.

    Deleuze, nosotros lo sabemos, aborrece laLgica; el giro lingstico y lgico de la filosofa alcomienzo de este siglo era para l una grandesgracia. El potente mundo anglo-americano deMelville y de Whitehead mortificado por la rumia

    analtica era para Deleuze un espectculodeprimente.

  • 8/7/2019 Badiou, Alain - La vida como nombre del ser

    3/5

    Revista TORO #1 Septiembre/08

    p.3

    La lgica no es jams, desde Aristteles,ms que la escritura de las categoras, el triunfo dela propiedad contra la impropiedad. Habra queextraer de la univocidad deleuziana otra lgica;una lgica donde, respecto a las distribucionescategoriales, nosotros no podemos contentarnoscon las conexiones usuales. El yy, el o bienobien, el nini: todo esto extena, dilapida, lapotente neutralidad del ser. Habra que pensaruna sobre-imposicin moviente del y, del o y delni, porque entonces se podra decir: el ser esneutro, de eso que toda conjuncin es unadisyuncin, y de eso que toda negacin es unaafirmacin.

    Este conector de neutralidad, este y-o-ni,Deleuze lo ha nombrado sntesis disyuntiva. Y hayque decir: el ser, como potencia neutra, merece elnombre de Vida porque es, como la relacin, el y-o-ni, la sntesis disyuntiva. O an tambin, elanlisis conjuntivo, el o-y-ni. La vida es en efectoespecificante e individuante, ella separa y desata;pero todo tanto ella incorpora, virtualiza y une. La

    vida es el nombre del ser-neutro segn su lgicadivergente, segn el y-o-ni. Ella es la neutralidadcreadora que permanece en el medio de la sntesisdisyuntiva y del anlisis conjuntivo.

    Por esta razn Deleuze es el que efecta elpensamiento ms profundo de una idea capital deNietzsche. Nietzsche subraya que la vida esproductora de las desviaciones de valor, ella espotencia evaluante y divergencia activa. Pero enella misma, es inevaluable y neutra. El valor de la

    vida, dice Nietzsche, no puede ser evaluado. Loque significa adems: no hay vida de la vida; puesno es ms que desde el punto de una vida quealgn ente es evaluable. Es eso, la univocidad: nohay ser del ser. Y si la palabra vida conviene

    como nombre de esta univocidad, es a partir deesta evidencia que no podra haber vida de la vida.De la vida no hay ms que el movimiento, lmismo pensable como entre-dos de losmovimientos de la actualizacin y de la

    virtualizacin. Es por lo cual que la potencia delser, que es el ser mismo, es neutra, impersonal,inasignable, indiscernible. Y es a esas im-propiedades agrupadas que conviene el nombrede vida.

    Hace poco tiempo que sali mi pequeo

    ensayo sobre Deleuze, pero ya comienzan areprocharme, como una paradoja insostenible y

    liviana, haber dicho que la filosofa de Deleuzeimplicaba una concepcin asctica delpensamiento; que ella se opona a laespontaneidad; que ella exiga una firme rupturacon las exhortaciones del Yo.

    Preguntemos entonces: qu pensamientopuede justamente estar, en la construccin de susintuiciones, a la altura de la neutralidad del ser?Cmo venir al punto de intercambio y dedesviacin de los movimientos, al puntoimpersonal, inasignable, indiscernible? Cmodisolver las pretensiones cerradas de nuestro ser-actual en el gran circuito integral de lo virtual?

    Deleuze es al menos tan consecuentecomo Nietzsche. Ahora bien Nietzsche sabe que esnecesario afirmarlo todo, que el Mediodadionisaco no deja ninguna parcela de la Tierrafuera de su activacin pensante. Para Nietzsche,en cuanto embargadas en el ncleo de potenciaque re-afirma su llegada, todas las figuras de lafuerza son integrables a Dionisio, que all sedesarticula y se recompone en esa risa cuyosdioses estn muertos. Nietzsche sabe que elnombre Vida nombra la igualdad integral delser. Y Deleuze afirma con l que el ser es laigualdad misma.

    Cmo la neutralidad no categorial podraella ser desigual? No por eso, Nietzsche sepronuncia menos por el aristocratisismo, en elpensamiento, por la supereminencia de losfuertes, eso que puede parecer paradjico. Sinembargo, quin o qu es fuerte? Es fuerte aquelque afirma integralmente la igualdad del ser,dbil aquel que permanece desigualmente en estaigualdad, aquel que mutila y abstrae la alegreneutralidad de la vida. Pero as concebida, lafuerza de ninguna manera cae por su propio peso,

    la fuerza es concentracin y esfuerzo,despojamiento de todas las categoras bajo lascuales nosotros construimos el abrigo opaco denuestra actualidad, de nuestra individualidad, denuestro yo (moi). Sobriedad, sobriedad! , estdicho en Mil Mesetas. Sobriedad, porque laopulencia espontnea, la irrisoria confianza eneso que somos, nos categoriza en una reginpobre y asignada del ser. Si, ascesis, estoicismo,porque para pensar es necesario darse los mediosde dejar atrs nuestros lmites, de ir hasta al final

    de eso que nosotros podemos. Ascesis, porque la vida nos constituye y nos juzga segn una

  • 8/7/2019 Badiou, Alain - La vida como nombre del ser

    4/5

    Revista TORO #1 Septiembre/08

    p.4

    jerarqua que considera las cosas y los seres desdeel punto de vista de la potencia. Ser digno de la

    vida inorgnica es tambin no demorarsedemasiado en la satisfaccin de los rganos. Elnmada es aquel que sabe no beber cuando tienesed, continuar debajo del sol cuando desearadormir, acostarse solitario sobre el suelodesrtico cuando l suea con el abrazo y conalfombras. El pensamiento nmada est deacuerdo con la neutralidad de la vida y con lametamorfosis por el ejercicio resistente donde seabandona eso que se es.

    El devenir quien eres de Nietzschedebe entenderse: no sos ms que eso quedevienes. Pero para venir all donde la fuerzaimpersonal del Afuera activa ese devenir, hay quenegociarse a s-mismo como sntesis disyuntiva,como anlisis conjuntivo, separarse y disolverse.

    Aquellos que lo hacen son los fuertes. As sealumbra que la gran salud se gana en laenfermedad, que hace de la salud una afirmacin

    y una metamorfosis, no un estado y unasatisfaccin; o que el hroe de la palabra flexible,aquel por quien habla la vida indiscernible, sea elhroe de Beckett, agotado, destrozado, cabeza quechorrea lgrimas plantadas en el serrn de una

    jarra. Y rehusaramos decir que el pensamiento,el pensamiento-vida, es un ascesis?

    Hay en verdad en el pensamiento deDeleuze un terrible dolor, que es la condicinanti-dialctica de la alegra, que esadelgazamiento de s para que el ser decline porsu boca y sus manos su nico clamor.

    El nombre del ser es la vida solo paraaquel que no toma la vida por un don o un tesoro,o por una supervivencia, sino por un pensamientoque vuelve all donde toda categora entra en

    desfallecimiento. Toda vida est desnuda. Toda vida es descarnadura, renuncia a tomar loshbitos, a los cdigos y a los rganos; no es queuno se dirija hacia el agujero negro nihilista. Peroal contrario para mantenerse en el punto donde seintercambian actualizacin y virtualizacin; paraser un creador, es decir eso que Deleuze llama unautmata purificado, una superficie cada vezms porosa a la modalizacin impersonal del ser.

    Dnde est, entonces, la dificultad? Yodir que ella est, como para Nietzsche, en la

    teora del signo, de eso-que-hace-signo. Eso quehace signo para lo impersonal en lo personal, para

    lo virtual en lo actual, para lo nmada en losedentario, para el eterno retorno en el azar, parala Memoria en la materia; sintticamente: eso quehace signo para lo Abierto en lo Cerrado.

    Sera yo fiel a Deleuze si no dijera aqumi reticencia, mi resistencia? Estoy convencidoque nada hace signo, y que de mantener elestigma, aunque ms no fuese en el colmo de sudisminucin, de su diferencial nfima, Deleuzeconcede an demasiado a alguna hermenutica delo visible.

    En Nietzsche, es notoria que la teora delsigno es circular. As Zaratustra debe identificarsecomo su propio precursor, aquel que es en lascalles el gallo cuyo canto anuncia su propiallegada. Eso que hace signo para el superhombrees el superhombre mismo, o el superhombre noes ms que el signo en el hombre de la llegada delsuperhombre, entre el acontecimiento y suanuncio, no se puede distinguir. Zaratustra es elsigno de Zaratustra. La locura de Nietzsche es

    venir en ese punto de indiscernibilidad dondepara, segn su anuncio, romper en dos la historiadel mundo, hay que estrellarse a s-mismo, ya queel solo signo de la gran poltica, donde elmundo se estrella, es esa pobre singularidad quebajo el nombre de Nietzsche, errando solitario ydesconocido en las calles de Turn, declara suinminencia.

    Pero Deleuze, como Nietzsche, debesimultneamente marcar en los entes actuales,cerrados y disjuntos, su co-pertenencia a la grantotalidad virtual; y tambin anular esa marca de talsuerte que la neutralidad del ser no se encuentradistribuida en categoras. Es necesario que elcierre lleve el signo para lo abierto, haga en l-mismo signo para lo abierto. Si no cmo

    alumbrar que pensamos? Cmo comprenderque estemos algunas veces obligados a quitar lacerca de nuestra actualidad? El signo de loabierto, o de la totalidad, es que ningn cierre escompleto. Como lo dice Deleuze el juntos essiempre mantenido abierto en alguna parte, comopor un hilo tenue que lo ata al resto del universo.Este hilo, por ms tenue que sea, es un hilo de

    Ariadna. l concentra el optimismo ontolgico deDeleuze. Por ms disjuntos y cerrados que puedenser los entes actuales, un delgado estigma, en

    ellos, gua el pensamiento hacia la vida total quelos disponen. Sin lo cual no tendramos, ya que

  • 8/7/2019 Badiou, Alain - La vida como nombre del ser

    5/5

    Revista TORO #1 Septiembre/08

    p.5

    nada puede jams comenzar absolutamente,ninguna chance de pensar lo cerrado segn loabierto, o a partir de su virtualidad.

    Pero es necesario tambin que no hayasigno, que nada por s mismo haga signo. Porquesi no el ser no sera ms unvoco. Estara elsentido del ser segn el ser, o en tanto que ser, y elsentido del ser segn el signo del ser. Por esoDeleuze, cuando habla de objetos, debesimultneamente afirmar que tienen una partereal y una parte virtual; pero que esas dos partesson indiscernibles. De suerte que la parte virtualdel objeto, que es precisamente su abertura, esoque le hace signo hacia la Totalidad, no es

    verdaderamente un signo, porque no se puedediscernir su funcin de signo de esa a propsitode lo cual ella hace signo. En realidad, el punto deabertura de los conjuntos cerrados es menos anque un hilo tenue. Es un componente a la vezenteramente tomado en la cerca, y sin embargo,enteramente abierto, sin que el pensamientopueda separar esas dos influencias, y porconsecuencia sin que ella pueda jams aislar elsigno.

    As como Nietzsche, Deleuze, paramantener el postulado de univocidad, quecondiciona que el ser tenga por nombre la Vida,debe plantear que toda cosa es, en un sentidooscuro, como un signo de ella-misma; no de ella-misma en tanto que ella-misma, sino de ella-misma en tanto que simulacro provisorio, omodalidad precaria, de la potencia del Todo.

    Pero si una cosa es signo de ella-misma, ysu dimensin de signo es indiscernible de su ser,es indistinto decir: Todo es Vida, y decir: Todo essigno.

    El nombre del ser ser la Vida, si se lo

    piensa del lado de la unvoca potencia del sentido.El nombre del ser ser Relacin, si se lo piensa dellado de la equvoca distribucin universal de lossignos.

    Los entes ellos-mismos sernenteramente disjuntos y sin proporcin, si sontrados de nuevo al ser como vida inorgnica.Sern enteramente unidos y consonantes, si se los

    vuelve a traer al ser como relacin.Creo que as el equvoco es re-instalado en

    el corazn mismo del ser. Quiz la distribucin

    categorial, desechada de las grandesclasificaciones macroscpicas, como lo sensible y

    lo inteligible, hace retorno en lo microscpico,cuando la indiscernibilidad de los componentesde lo ente lo gira equvocamente, ya sea hacia lasntesis disyuntiva de la vida, ya sea hacia elanlisis conjuntivo de la relacin.

    Se puede decir tambin: Deleuze montaun equipo fenomenolgico inmenso, virtuoso,ramificado, para poder escribir la ecuacinontolgica: ser = acontecimiento. Pero en el puntoms nfimo de eso que este aparato captura, sereencuentra, precisamente, que eso que del ser essu ser no es nunca acontecimiento, de modo queel ser permanece equvoco.

    Por eso, instruyndome junto a este genio,pens tener que decir que el mltiple puro, formagenrica del ser, no acoge jams en s mismo alacontecimiento como su componente virtual;pero que al contrario el acontecimiento le advienepor una suplementacin rara e incalculable.

    Hubo que para esto sacrificar el Todo,sacrificar la Vida, sacrificar el gran animalcsmico del cual Deleuze encanta la superficie. Latopologa general del pensamiento ya no esentonces, como l lo declaraba carnal o vital.Ella es tomada en las redes cruzadas de lamatemtica severa, como deca Lautramont, y delpoema estelar, como habra dicho Mallarm.

    En el fondo, de los dos grandes lanzadoresde dados de finales del siglo XIX, Nietzsche yMallarm, cada uno ha elegido el suyo. Queda quenos es universalmente comn la gran pasinfilosfica del juego. S, se trata de eso, lo digo deuna vez por todas: pensar, es arrojar los dados.