ayeres coatz miguel pataccini

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    Ayeres y hoy: Lospatrones de acumulacinglobales de los ltimos70 aos y su correlacin

    con la evolucin de laindustria argentinaDiego Coatz*, Mariano de Miguel** y Leonardo Pataccini***

    IntroduccinHace exactamente 70 aos, el mundo se encontraba sumido enel conflicto blico ms dramtico y destructivo en la historia de lahumanidad. La Segunda Guerra Mundial fue un punto de inflexininsoslayable en la visin que el ser humano tena del medio quehaba creado para vivir y de s mismo. Un evento de semejan-tes magnitudes solo poda significar una bisagra en la historia denuestra especie que, a todas luces, representaba el final de unaera y el nacimiento de otra nueva. Tal es as que a partir de ella se

    produjeron profundas mutaciones en la concepcin de las condi-ciones que deban imperar posteriormente. El principal objetivo delnuevo mundo deba ser restablecer y conservar la concordia entrelas naciones, para que tal tragedia no volviera a ocurrir jams.

    * Economista Coordinador de INSECAP de UCES y Economista Jefe del Centro de Estudiosde la UIA, CEU-UIA. Secretario de SIDbaires. Profesor Asociado de Macroeconoma deFCE-UCES y Profesor Adjunto Interino de Macroeconoma y Poltica Econmica de laFCE-UBA.

    ** Director de INSECAP de UCES. Profesor Titular de Macroeconoma FCE-UCES y Profe-

    sor Adjunto de Macroeconoma y Poltica Econmica de FCE-UBA. Presidente de la Socie-dad Internacional para el Desarrollo Cp. Buenos Aires SIDbaires.

    *** Licenciado en Sociologa de la UBA. Docente en la UBA y en la UNLZ. Investigador deINSECAP de UCES y SIDbaires.

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    La guerra en s era un ejemplo de que el equilibrio de los aos

    precedentes era intrnsecamente inestable y que haba que mo-verse hacia la bsqueda de un nuevo orden, sustancialmente dis-tinto del anterior. La manera de hacerlo era articulando un sistemade relaciones econmicas, polticas y sociales dentro de cada es-tado y a nivel internacional que actuaran como contencin de lospotenciales conflictos. Aun antes de que la conflagracin hubieraconcluido se haca evidente la necesidad de encontrar este nuevoorden. Este es, justamente, el punto de partida de nuestro trabajo:ese momento de bsqueda apremiante de un nuevo orden mun-

    dial estable.Hacia 1942, los lderes de las principales potenciasmundiales estaban corriendo contrarreloj para que, cuando la gue-rra hubiera finalizado, un nuevo orden mundial ms estable que elanterior, ya se encontrara definido.

    Sin embargo, la primera pregunta que surga era evidente: Qufactores garantizaran la estabilidad del nuevo orden? La primerapremisa era simple: no volver a cometer los errores del pasado.Claro que esto implicaba un anlisis crtico de las acciones y rolesde los principales actores a nivel mundial en los aos previos. En

    segundo lugar, haba que adaptarse a la amplia gama de cam-bios que haban experimentado las sociedades en los deceniosanteriores, que abarcaban los aspectos culturales, tecnolgicos,polticos, econmicos, etc. En otras palabras, era imposible re-troceder. La nica opcin era aventurarse en la bsqueda de unorden completamente nuevo que fuera capaz de satisfacer todasestas exigencias.

    Por supuesto que estas profundas transformaciones que seoperaban en el mbito internacional tambin se reproduciran en

    el medio local. Inmediatamente despus de la Segunda GuerraMundial la Argentina comenzara un profundo proceso de cambioque trastocara de manera irreversible sus estructuras polticas,econmicas, sociales y culturales, en sintona con lo que ocurraen el resto del mundo, pero tambin con unas particularidadessustanciales.

    Dado que la ocasin que nos convoca es el homenaje a ADEpor su 70 aniversario, en reconocimiento a su rol de permanentepatrocinadora y mentora de nuestra Universidad, este trabajo pre-

    tende mostrar cual ha sido la evolucin de la economa mundial,as como la de nuestro pas y su matriz industrial, a lo largo delas siete dcadas de historia de dicha institucin. En este marco,

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    tambin se procura comprender cuales son los desafos que se

    presentan de cara al futuro para nuestro pas y, fundamentalote,para sus dirigentes empresariales.En este sentido, nos proponemos analizar los dos patrones de

    acumulacin que han regido la evolucin de la economa mundialdurante estos 70 aos. Estos son, el sistema monetario de BrettonWoods, desde 1945 hasta 1974, y el modelo de la valorizacinfinanciera, desde mediados de la dcada de 1970 hasta la crisismundial iniciada en 2008. As mismo, nos ocuparemos de obser-var cual ha sido la evolucin industrial de nuestro pas dentro de

    esos ciclos, dedicando un anlisis especial al proceso que co-menz despus de la crisis de 2001 por comprenderlo como unainstancia superadora, al menos en trminos histricos, del patrnde acumulacin hegemnico hasta la crisis financiera global.

    En nuestra opinin, la relevancia de este trabajo es que puedeconstituir un humilde pero til aporte a comprender la actualidadeconmica domstica y externa, partiendo desde una perspectivahistrica y holstica. Esto se sustenta en que entendemos que soloconociendo nuestro pasado podemos adquirir las herramientas ne-

    cesarias para entender el presente y trazar un porvenir prspero.Para alcanzar estos objetivos, abordaremos el anlisis de lamanera que se expone a continuacin:

    Presentaremos las herramientas tericas que utilizaremos paracaracterizar los regmenes de acumulacin que han actuado comoparadigmas de la evolucin econmica durante los siete ltimosdecenios. Esto nos permitir caracterizar los grandes procesos ydestacar sus especificidades, as como comprender sus influen-cias sobre la evolucin de los acontecimientos en nuestro pas.

    En el apartado siguiente haremos una caracterizacin del Sis-tema Monetario de Bretton Woods a nivel global, sus principaleslineamientos y su evolucin, para comprender cual era el marcoen el cual la industria de nuestro pas desarroll sus actividadesdurante esa etapa. Asimismo, haremos una breve resea de estaltima, con sus cambios, logros y limitaciones ms importantes.

    Posteriormente nos enfocaremos en analizar el agotamientodel rgimen de Bretton Woods, sus causas y consecuencias, parapasar a la descripcin del surgimiento del nuevo orden que lo re-

    emplazara, regido por la valorizacin financiera. Del mismo modo,expondremos sus efectos sobre la economa de nuestro pas ysobre, en particular, sobre el sector industrial, hasta el ao 2001.

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    Por ltimo, realizaremos una caracterizacin de la situacin

    productiva de nuestro pas tras la crisis de 2001, para entenderlocomo un ejemplo de superacin prematura del modelo de valo-rizacin financiera. Proseguiremos con el anlisis de la situacinplanteada en el escenario internacional tras el estallido de la crisisfinanciera de 2008, entendindola como un exponente del ago-tamiento del patrn de acumulacin vigente. Y, para finalizar, nosproponemos sealar cuales son los potenciales desafos y con-dicionamientos que pueden enfrentan las industrias locales y susdirigentes de cara al futuro, en el marco global de transicin.

    Marco tericoPara conceptualizar lo que entendemos por Patrn o Rgimen

    de Acumulacin nos serviremos de las definiciones que han rea-lizado varios economistas. Segn Boyer y Saillard, en su trabajoTeora de la regulacin: Estado de los conocimientos, Volumen I,existen 3 niveles de anlisis fundamentales econmico-sociales:el primero de ellos es el Modo de produccin; el segundo es elrgimen o patrn de acumulacin; y el tercero las formas institu-

    cionales o estructurales. En este sentido, es preciso destacar quepatrn de acumulacin se trata de un instrumento analtico quenos permite diferenciar los distintos comportamientos econmicosque se suceden en el tiempo, es decir, estudiarlos en una perspec-tiva dinmica. De este modo, el rgimen de acumulacin describeuna fase exitosa, o sea de alta acumulacin de capital dentro deun Modo de produccin y es apuntalado por unas formas institu-cionales determinadas. A su vez, el concepto contrapuesto al de lafase exitosa del rgimen de acumulacin es el de crisis1.

    1Para profundizar en la definicin de patrn o rgimen de acumulacin tambin nos remiti-remos a la definicin de Eduardo Basualdo (2007), para quien Este concepto alude a la ar-ticulacin de un determinado funcionamiento de las variables econmicas, vinculado a unadefinida estructura econmica, una peculiar forma de Estado y las luchas entre los bloquessociales existentes. E inmediatamente especifica que: Es preciso indicar que las variableseconmicas para poder constatarse la existencia de un patrn de acumulacin de capitaldeben cumplir dos requisitos: la regularidad en su evolucin y la existencia de un orden deprelacin entre ellas. [...] La regularidad se refiere a la cadencia que exhibe el recorrido deuna variable econmica, es decir el ritmo o repeticin de determinado fenmeno a interva-los ms o menos regulares. [...] Adems de la regularidad, para determinar la existencia deun patrn o rgimen de acumulacin de capital es necesario tener en cuenta el orden de

    prelacin de las variables econmicas, es decir la jerarqua que se establece entre ellas, enun doble sentido: la importancia relativa y la causalidad o dependencia entre ellas.Por su parte, Harvey (1998) define al rgimen de acumulacin como un patrn que describela estabilizacin en una largo periodo de la asignacin del producto neto entre el consumo y///

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    El concepto de Patrn o Rgimen de Acumulacin, por tanto,

    es una herramienta de anlisis dinmica que nos permite articularlas principales variables de la evolucin econmica, tanto nacio-nal como internacional, a lo largo de un periodo de tiempo dado.En este marco, el patrn de acumulacin acta como matriz dereproduccin de las relaciones sociales especficas de un espacioconcreto y en un periodo determinado.

    Por su parte, un orden monetario se basa en la existencia deun bien que cumpla precisamente las funciones monetarias. Estoes, como un concepto constitutivo sin el cual el conocimiento de

    la realidad monetaria no es posible. El dinero es el ente que cum-ple este rol como medio general de cambio y posee, a su vez,una doble funcin de numerario y patrn monetario: por un lado,un bien que sirve para expresar el valor de los otros y funcionacomo unidad de cuenta (numerario); y por el otro, un bien quefunciona de regulador del nivel general de precios (patrn). As, elproblema de fondo que enfrenta una economa, hacia el interior ohacia el exterior de sus fronteras, desde la ptica monetaria es elde la definicin de un instrumento monetario que cumpla con las

    funciones enumeradas anteriormente, sobre el que reine la mayorde las confianzas posibles por parte de los sujetos econmicos ycuya provisin est asegurada, a los efectos de llevar a cabo losprocesos de produccin, circulacin y distribucin del excedentematerial de la sociedad.

    Hasta la Gran Depresin, el oro haba cumplido las principalesfunciones del dinero, es decir, las funciones de medio de cambio,unidad de cuenta y reserva de valor. Sin embargo, a causa de lasmedidas proteccionistas que se aplicaron entre la mayor parte

    de los pases del mundo tras el inicio de la recesin, las divi-sas del mundo fueron abandonando progresivamente su paridadcon el metal y este perdi sus cualidades. La realidad econmicamundial exiga, desde quince aos antes del final de la Segun-da Guerra, la consolidacin de un instrumento que reemplace

    ///la acumulacin; implica cierta correspondencia entre la transformacin de las condicio-nes de produccin y las condiciones de reproduccin de los asalariados. Un sistema deacumulacin particular puede existir en la medida en que su esquema de reproduccin seacoherente. Pero a su vez seala que para introducir el anlisis de los comportamientos de

    los actores sociales intervinientes es necesaria una materializacin del rgimen de acumu-lacin que tome la forma de normas, hbitos, leyes, redes de regulacin, etc. que asegurenla unidad del proceso, es decir, la conveniente consistencia de los comportamientos indivi-duales respecto del esquema de reproduccin.

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    al oro en el cumplimiento de estas funciones. El dorado metal,

    aunque depositario de una confianza excepcional, obstaculizaba,ms que complementar el progreso econmico de las nacionescapitalistas.

    En otro orden de cosas, debemos mencionar que existen dife-rentes vertientes respecto de lo que se entiende por valorizacinfinanciera como modelo de crecimiento econmico. En lneas ge-nerales, podemos sealar que esta conceptualizacin es deposi-taria de la ya mencionada escuela de regulacin y es all dondehunde sus races. Las reformas estructurales llevadas a cabo du-

    rante los ltimos aos de la dcada de los setenta que marcaronel final del sistema monetario Bretton Woods, dieron inicio a unproceso de cambio estructural que redefini las caractersticas deun nuevo patrn de acumulacin global. En l el mbito financieropas a ser el dominante y determinar el funcionamiento del mbitoproductivo. Esta nueva configuracin de las relaciones de fuer-za entre la esfera productiva y la financiera es el pilar de lo quese ha denominado como modelo de valorizacin financiera. Esteesquema ha posibilitado que determinados sectores econmicos

    tengan movilicen libremente su capital desde la esfera productivahacia la financiera y viceversa, aprovechando la variacin de lasrentabilidades en cada una, segn las fases de la evolucin en elciclo econmico2.

    Del mismo modo, el diferencial de rentabilidades existente en-tre el mbito productivo y el mbito financiero ha provocado quelas empresas desarrollen nuevas fuentes de financiacin, funda-mentalmente en los mercados de capitales, en detrimento de losprstamos solicitados a los bancos comerciales, involucrndose

    progresivamente en las actividades financieras. Este ltimo fen-meno es el que se ha denominado como financiarizacin. En estemarco, las instituciones financieras tambin experimentaron pro-fundas transformaciones durante los tres ltimos decenios. Como

    2Tomando como referencia el caso de nuestro pas, Arceo y Basualdo (2002) han definido ala valorizacin financiera como la colocacin de excedente por parte de las grandes firmasen diversos activos financieros (ttulos, bonos, depsitos, etc.) en el mercado interno e in-ternacional. Este proceso, que irrumpe y es predominante en la economa argentina desdefines de la dcada de los aos setenta, se expande debido a que las tasas de inters, o la

    vinculacin entre ellas, supera la rentabilidad de las diversas actividades econmicas, y aque el acelerado crecimiento del endeudamiento externo posibilita la remisin de capitallocal al exterior al operar como una masa de excedente valorizable y/o al liberar las utilida-des para esos fines.

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    consecuencia de esto, los bancos han tenido que adaptarse a esta

    nueva situacin y han abierto nuevas lneas de actividades finan-cieras, pero no solo eso, sino que los bancos comerciales se hanvisto en la necesidad de asumir mayores riesgos, actuando en laprctica como bancos de inversin, generando beneficios por lava de las tasas, comisiones y negociando por cuenta propia en losmercados financieros3.

    A su vez, dentro de este escenario el endeudamiento externojugaba un rol clave, puesto que permita aprovechar el diferencialexistente entre las tasas de inters locales e internacionales. La

    operatoria era sumamente simple, pero no por ello menos efec-tiva: las divisas ingresaban al pas, se cambiaban al tipo de cam-bio vigente, considerablemente sobrevaluado, y se colocaban enel mercado financiero local, con altos tipos de inters real. Estasimple mecnica arrojaba cuantiosas ganancias para sus ejecu-tores y contribua a profundizar los diferenciales de rentabilidadentre las esferas productiva y financiera. Como veremos oportuna-mente, con estas actividades, en Argentina se inici un ciclo queacompa a la tendencia global, en que la forma predominante de

    acumulacin fue la valorizacin financiera ligada a la desindustria-lizacin.Por ello los factores potencian el ciclo en la crisis financiera

    reciente de EE.UU. y Europa son en esencia endgenos: las bur-bujas y las innovaciones derivadas del boom financiero que sedesarrollan en las etapas de auge son una consecuencia natural yespontnea de la evolucin del sistema financiero. Mucho de losaspectos de la crisis financiera actual reproduce muy ntidamenteel esquema de Minsky (1977). Las crisis financieras estn precedi-

    das por un perodo de auge econmico y financiero, la percepcindel riesgo disminuye y los agentes asumen posiciones de riesgoy el sistema adquiere una creciente fragilidad financiera en dondela esfera real se desliga de la financiera. Cuando cambia el cicloy como respuesta a la percepcin de un riesgo ms elevado, las

    3Como seala Lapavitsas (2009): La financiarizacin [...] ha supuesto un acicate para elfenomenal desarrollo de las actividades de mercado (fondos de inversin, fondos de pen-siones, tarjetas de crdito, etc.) de la banca. Amplios sectores de la sociedad se han vistofuertemente implicados en las actividades del sistema financiero formal tanto en trminos

    de crdito (hipotecario y al consumo) como en trminos de activos (fondos de pensionesy seguros). Estos desarrollos se deben en gran medida a la eliminacin de las provisionespblicas de bienes y servicios que forman parte del salario real: vivienda, sanidad, educa-cin, pensiones, etc..

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    carteras de activos fluyen hacia posiciones lquidas y ms segu-

    ros. El exceso de demanda de liquidez y termina por hacer estallarla burbuja afectando elstockde riqueza y con ello la demanda yla economa real. Incluso la deflacin en los mercados financieroreduce la liquidez. Por ello lo que se percibe como una problem-tica en el sector financiero terminan afectando la economa en suconjunto.

    Sin embargo, como pretendemos exponer posteriormente, estadinmica que en la Argentina funcion hasta la crisis de 2001, seha visto superada por la confirmacin de un nuevo rgimen de cre-cimiento que analizaremos y definiremos oportunamente. Comoveremos, este nuevo patrn posee diferencias diametrales con elde la valorizacin financiera, que se expresan tanto es sus aspec-tos econmicos, como polticos y sociales.

    En sntesis, podemos sostener que con la consolidacin de lavalorizacin financiera como patrn de acumulacin dominantese han reconfigurado las relaciones entre la esfera industrial, lacomercial y la financiera. En esta transformacin, el sector de lasfinanzas ha sido el principal beneficiado. A su vez, las institucionesfinancieras se han transformado a si mismas para captar benefi-cios procedentes de la intermediacin de transacciones en merca-dos financieros abiertos. Finalmente, como qued dicho, tambines importante sealar que la financiarizacin ha implicado cam-bios sustanciales en el aspecto institucional y en los mecanismosde toma de decisiones de poltica econmica, incluyendo a losBancos Centrales.

    El punto de partida: la economa, la poltica y la

    sociedad argentinas al comienzo de los 40Resulta imposible realizar una descripcin ponderada de los

    grandes rasgos del movimiento de la sociedad argentina en losprimeros aos 40, sin consignar sumariamente aquellos que defi-nieron la dcada anterior, marcada a fuego en su inicio por la crisismundial del 29/30. Para ese entonces, la estructura econmicaagro exportadora, completamente dependiente del mercado ex-terno (fundamentalmente el ingls), ya estaba en crisis. En estesentido, podramos decir que la depresin global no hizo otra cosa

    que mostrarla en sus caracteres ms crticos.Ante la encrucijada, se abran dos caminos: modificacin radical

    y reversin de todo el dispositivo econmico hacia la construccin

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    y satisfaccin del mercado interno, o bien, reajuste del disposi-

    tivo existente a las necesidades del mercado externo. Este lti-mo fue el camino adoptado y recorrido con gran eficacia por ladirigencia reinstalada en el poder a travs de la revolucin deSeptiembre 30.

    El respaldo poltico del Gobierno de facto surgido en esos aosresida en la coalicin llamada Concordancia, integrada por con-servadores, radicales anti personalistas y socialistas independien-tes, que le proporcionaron calificados y experimentados cuadros,tanto para el PE como para el Parlamento, fundamentalmente en

    el mbito nacional pero tambin en las principales provincias. Elbloque de gobierno tena entonces plan, programa, cuadros, res-paldo institucional y poder poltico estatal suficiente para estable-cerse por un tiempo considerable en el poder.

    Sin embargo, a pesar del fraude, la impronta oligrquica y laactitud represiva que el gobierno mostr hacia los trabajadoresdurante ms de una dcada, algo estaba cambiando en el entra-mado social del pas. Algo estaba pasando que todava no se ha-ca evidente, pero que estaba produciendo un cambio en la com-

    posicin de las fuerzas sociales y la guerra mundial sera clavepara acelerarlo.Hacia la segunda mitad de la dcada de 1930, la economa

    argentina ya no estaba en crisis, sino en pleno crecimiento, aun-que precario y sin las bases dinmicas que le dieran autonoma,pero crecimiento al fin. De hecho, la poltica de obras pblicas na-cionales y provinciales puede calificarse de impresionante: bastasealar la construccin de 15000 kilmetros de rutas asfaltadas,con los recursos reunidos por un mtico impuesto de 5 centavos al

    litro de nafta, o la infraestructura escolar, o de edificios pblicos,o de puertos fluviales y martimos. Entre 1935 y 1939, el pas pasde 38.000 a 50.000 establecimientos industriales; de 400.000 a530.000 obreros ocupados; de 654.000 HP instalados a 958.000.La ocupacin en la industria pas de base 100 a 124 y el volumende la produccin industrial de base 100 a 158 (en 1943).

    A su vez, estos cambios tenan que manifestarse obligadamen-te en las clases y los diversos actores sociales. Con estas trans-formaciones se estaba generando un nuevo empresariado y un

    nuevo estrato de obreros industriales. Entre los primeros, muchostenan origen obrero y traan a la industria un sentido social. Por elotro lado, los nuevos obreros venan del interior, irrumpan en los

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    con la evolucin de laindustria argentinaDiego Coatz*, Mariano de Miguel** y Leonardo Pataccini***

    IntroduccinHace exactamente 70 aos, el mundo se encontraba sumido enel conflicto blico ms dramtico y destructivo en la historia de la

    humanidad. La Segunda Guerra Mundial fue un punto de inflexin

    insoslayable en la visin que el ser humano tena del medio que

    haba creado para vivir y de s mismo. Un evento de semejan-

    tes magnitudes solo poda significar una bisagra en la historia de

    nuestra especie que, a todas luces, representaba el final de una

    era y el nacimiento de otra nueva. Tal es as que a partir de ella se

    produjeron profundas mutaciones en la concepcin de las condi-ciones que deban imperar posteriormente. El principal objetivo del

    nuevo mundo deba ser restablecer y conservar la concordia entre

    las naciones, para que tal tragedia no volviera a ocurrir jams.

    * Economista Coordinador de INSECAP de UCES y Economista Jefe del Centro de Estudiosde la UIA, CEU-UIA. Secretario de SIDbaires. Profesor Asociado de Macroeconoma deFCE-UCES y Profesor Adjunto Interino de Macroeconoma y Poltica Econmica de laFCE-UBA.

    ** Director de INSECAP de UCES. Profesor Titular de Macroeconoma FCE-UCES y Profe-

    sor Adjunto de Macroeconoma y Poltica Econmica de FCE-UBA. Presidente de la Socie-dad Internacional para el Desarrollo Cp. Buenos Aires SIDbaires.

    *** Licenciado en Sociologa de la UBA. Docente en la UBA y en la UNLZ. Investigador deINSECAP de UCES y SIDbaires.

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    La guerra en s era un ejemplo de que el equilibrio de los aos

    precedentes era intrnsecamente inestable y que haba que mo-verse hacia la bsqueda de un nuevo orden, sustancialmente dis-

    tinto del anterior. La manera de hacerlo era articulando un sistema

    de relaciones econmicas, polticas y sociales dentro de cada es-

    tado y a nivel internacional que actuaran como contencin de los

    potenciales conflictos. Aun antes de que la conflagracin hubiera

    concluido se haca evidente la necesidad de encontrar este nuevo

    orden. Este es, justamente, el punto de partida de nuestro trabajo:

    ese momento de bsqueda apremiante de un nuevo orden mun-

    dial estable.Hacia 1942, los lderes de las principales potenciasmundiales estaban corriendo contrarreloj para que, cuando la gue-

    rra hubiera finalizado, un nuevo orden mundial ms estable que el

    anterior, ya se encontrara definido.

    Sin embargo, la primera pregunta que surga era evidente: Qu

    factores garantizaran la estabilidad del nuevo orden? La primera

    premisa era simple: no volver a cometer los errores del pasado.

    Claro que esto implicaba un anlisis crtico de las acciones y roles

    de los principales actores a nivel mundial en los aos previos. En

    segundo lugar, haba que adaptarse a la amplia gama de cam-bios que haban experimentado las sociedades en los decenios

    anteriores, que abarcaban los aspectos culturales, tecnolgicos,

    polticos, econmicos, etc. En otras palabras, era imposible re-

    troceder. La nica opcin era aventurarse en la bsqueda de un

    orden completamente nuevo que fuera capaz de satisfacer todas

    estas exigencias.

    Por supuesto que estas profundas transformaciones que se

    operaban en el mbito internacional tambin se reproduciran en

    el medio local. Inmediatamente despus de la Segunda GuerraMundial la Argentina comenzara un profundo proceso de cambio

    que trastocara de manera irreversible sus estructuras polticas,

    econmicas, sociales y culturales, en sintona con lo que ocurra

    en el resto del mundo, pero tambin con unas particularidades

    sustanciales.

    Dado que la ocasin que nos convoca es el homenaje a ADE

    por su 70 aniversario, en reconocimiento a su rol de permanente

    patrocinadora y mentora de nuestra Universidad, este trabajo pre-

    tende mostrar cual ha sido la evolucin de la economa mundial,as como la de nuestro pas y su matriz industrial, a lo largo de

    las siete dcadas de historia de dicha institucin. En este marco,

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    tambin se procura comprender cuales son los desafos que se

    presentan de cara al futuro para nuestro pas y, fundamentalote,para sus dirigentes empresariales.

    En este sentido, nos proponemos analizar los dos patrones de

    acumulacin que han regido la evolucin de la economa mundial

    durante estos 70 aos. Estos son, el sistema monetario de Bretton

    Woods, desde 1945 hasta 1974, y el modelo de la valorizacin

    financiera, desde mediados de la dcada de 1970 hasta la crisis

    mundial iniciada en 2008. As mismo, nos ocuparemos de obser-

    var cual ha sido la evolucin industrial de nuestro pas dentro de

    esos ciclos, dedicando un anlisis especial al proceso que co-menz despus de la crisis de 2001 por comprenderlo como una

    instancia superadora, al menos en trminos histricos, del patrn

    de acumulacin hegemnico hasta la crisis financiera global.

    En nuestra opinin, la relevancia de este trabajo es que puede

    constituir un humilde pero til aporte a comprender la actualidad

    econmica domstica y externa, partiendo desde una perspectiva

    histrica y holstica. Esto se sustenta en que entendemos que solo

    conociendo nuestro pasado podemos adquirir las herramientas ne-

    cesarias para entender el presente y trazar un porvenir prspero.Para alcanzar estos objetivos, abordaremos el anlisis de la

    manera que se expone a continuacin:

    Presentaremos las herramientas tericas que utilizaremos para

    caracterizar los regmenes de acumulacin que han actuado como

    paradigmas de la evolucin econmica durante los siete ltimos

    decenios. Esto nos permitir caracterizar los grandes procesos y

    destacar sus especificidades, as como comprender sus influen-

    cias sobre la evolucin de los acontecimientos en nuestro pas.

    En el apartado siguiente haremos una caracterizacin del Sis-tema Monetario de Bretton Woods a nivel global, sus principales

    lineamientos y su evolucin, para comprender cual era el marco

    en el cual la industria de nuestro pas desarroll sus actividades

    durante esa etapa. Asimismo, haremos una breve resea de esta

    ltima, con sus cambios, logros y limitaciones ms importantes.

    Posteriormente nos enfocaremos en analizar el agotamiento

    del rgimen de Bretton Woods, sus causas y consecuencias, para

    pasar a la descripcin del surgimiento del nuevo orden que lo re-

    emplazara, regido por la valorizacin financiera. Del mismo modo,expondremos sus efectos sobre la economa de nuestro pas y

    sobre, en particular, sobre el sector industrial, hasta el ao 2001.

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    Por ltimo, realizaremos una caracterizacin de la situacin

    productiva de nuestro pas tras la crisis de 2001, para entenderlocomo un ejemplo de superacin prematura del modelo de valo-

    rizacin financiera. Proseguiremos con el anlisis de la situacin

    planteada en el escenario internacional tras el estallido de la crisis

    financiera de 2008, entendindola como un exponente del ago-

    tamiento del patrn de acumulacin vigente. Y, para finalizar, nos

    proponemos sealar cuales son los potenciales desafos y con-

    dicionamientos que pueden enfrentan las industrias locales y sus

    dirigentes de cara al futuro, en el marco global de transicin.

    Marco tericoPara conceptualizar lo que entendemos por Patrn o Rgimen

    de Acumulacin nos serviremos de las definiciones que han rea-

    lizado varios economistas. Segn Boyer y Saillard, en su trabajo

    Teora de la regulacin: Estado de los conocimientos,Volumen I,

    existen 3 niveles de anlisis fundamentales econmico-sociales:

    el primero de ellos es el Modo de produccin; el segundo es el

    rgimen o patrn de acumulacin; y el tercero las formas institu-

    cionales o estructurales. En este sentido, es preciso destacar quepatrn de acumulacin se trata de un instrumento analtico que

    nos permite diferenciar los distintos comportamientos econmicos

    que se suceden en el tiempo, es decir, estudiarlos en una perspec-

    tiva dinmica. De este modo, el rgimen de acumulacin describe

    una fase exitosa, o sea de alta acumulacin de capital dentro de

    un Modo de produccin y es apuntalado por unas formas institu-

    cionales determinadas. A su vez, el concepto contrapuesto al de la

    fase exitosa del rgimen de acumulacin es el de crisis1.

    1Para profundizar en la definicin de patrn o rgimen de acumulacin tambin nos remiti-remos a la definicin de Eduardo Basualdo (2007), para quien Este concepto alude a la ar-ticulacin de un determinado funcionamiento de las variables econmicas, vinculado a unadefinida estructura econmica, una peculiar forma de Estado y las luchas entre los bloquessociales existentes. E inmediatamente especifica que: Es preciso indicar que las variableseconmicas para poder constatarse la existencia de un patrn de acumulacin de capitaldeben cumplir dos requisitos: la regularidad en su evolucin y la existencia de un orden deprelacin entre ellas. [...] La regularidad se refiere a la cadencia que exhibe el recorrido deuna variable econmica, es decir el ritmo o repeticin de determinado fenmeno a interva-los ms o menos regulares. [...] Adems de la regularidad, para determinar la existencia deun patrn o rgimen de acumulacin de capital es necesario tener en cuenta el orden de

    prelacin de las variables econmicas, es decir la jerarqua que se establece entre ellas, enun doble sentido: la importancia relativa y la causalidad o dependencia entre ellas.Por su parte, Harvey (1998) define al rgimen de acumulacin como un patrn que describela estabilizacin en una largo periodo de la asignacin del producto neto entre el consumo y///

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    El concepto de Patrn o Rgimen de Acumulacin, por tanto,

    es una herramienta de anlisis dinmica que nos permite articularlas principales variables de la evolucin econmica, tanto nacio-

    nal como internacional, a lo largo de un periodo de tiempo dado.

    En este marco, el patrn de acumulacin acta como matriz de

    reproduccin de las relaciones sociales especficas de un espacio

    concreto y en un periodo determinado.

    Por su parte, un orden monetario se basa en la existencia de

    un bien que cumpla precisamente las funciones monetarias. Esto

    es, como un concepto constitutivo sin el cual el conocimiento de

    la realidad monetaria no es posible. El dinero es el ente que cum-ple este rol como medio general de cambio y posee, a su vez,

    una doble funcin de numerario y patrn monetario: por un lado,

    un bien que sirve para expresar el valor de los otros y funciona

    como unidad de cuenta (numerario); y por el otro, un bien que

    funciona de regulador del nivel general de precios (patrn). As, el

    problema de fondo que enfrenta una economa, hacia el interior o

    hacia el exterior de sus fronteras, desde la ptica monetaria es el

    de la definicin de un instrumento monetario que cumpla con las

    funciones enumeradas anteriormente, sobre el que reine la mayorde las confianzas posibles por parte de los sujetos econmicos y

    cuya provisin est asegurada, a los efectos de llevar a cabo los

    procesos de produccin, circulacin y distribucin del excedente

    material de la sociedad.

    Hasta la Gran Depresin, el oro haba cumplido las principales

    funciones del dinero, es decir, las funciones de medio de cambio,

    unidad de cuenta y reserva de valor. Sin embargo, a causa de las

    medidas proteccionistas que se aplicaron entre la mayor parte

    de los pases del mundo tras el inicio de la recesin, las divi-sas del mundo fueron abandonando progresivamente su paridad

    con el metal y este perdi sus cualidades. La realidad econmica

    mundial exiga, desde quince aos antes del final de la Segun-

    da Guerra, la consolidacin de un instrumento que reemplace

    ///la acumulacin; implica cierta correspondencia entre la transformacin de las condicio-nes de produccin y las condiciones de reproduccin de los asalariados. Un sistema deacumulacin particular puede existir en la medida en que su esquema de reproduccin seacoherente. Pero a su vez seala que para introducir el anlisis de los comportamientos de

    los actores sociales intervinientes es necesaria una materializacin del rgimen de acumu-lacin que tome la forma de normas, hbitos, leyes, redes de regulacin, etc. que asegurenla unidad del proceso, es decir, la conveniente consistencia de los comportamientos indivi-duales respecto del esquema de reproduccin.

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    al oro en el cumplimiento de estas funciones. El dorado metal,

    aunque depositario de una confianza excepcional, obstaculizaba,ms que complementar el progreso econmico de las naciones

    capitalistas.

    En otro orden de cosas, debemos mencionar que existen dife-

    rentes vertientes respecto de lo que se entiende por valorizacin

    financiera como modelo de crecimiento econmico. En lneas ge-

    nerales, podemos sealar que esta conceptualizacin es deposi-

    taria de la ya mencionada escuela de regulacin y es all donde

    hunde sus races. Las reformas estructurales llevadas a cabo du-

    rante los ltimos aos de la dcada de los setenta que marcaronel final del sistema monetario Bretton Woods, dieron inicio a un

    proceso de cambio estructural que redefini las caractersticas de

    un nuevo patrn de acumulacin global. En l el mbito financiero

    pas a ser el dominante y determinar el funcionamiento del mbito

    productivo. Esta nueva configuracin de las relaciones de fuer-

    za entre la esfera productiva y la financiera es el pilar de lo que

    se ha denominado como modelo de valorizacin financiera. Este

    esquema ha posibilitado que determinados sectores econmicos

    tengan movilicen libremente su capital desde la esfera productivahacia la financiera y viceversa, aprovechando la variacin de las

    rentabilidades en cada una, segn las fases de la evolucin en el

    ciclo econmico2.

    Del mismo modo, el diferencial de rentabilidades existente en-

    tre el mbito productivo y el mbito financiero ha provocado que

    las empresas desarrollen nuevas fuentes de financiacin, funda-

    mentalmente en los mercados de capitales, en detrimento de los

    prstamos solicitados a los bancos comerciales, involucrndose

    progresivamente en las actividades financieras. Este ltimo fen-meno es el que se ha denominado como financiarizacin. En este

    marco, las instituciones financieras tambin experimentaron pro-

    fundas transformaciones durante los tres ltimos decenios. Como

    2Tomando como referencia el caso de nuestro pas, Arceo y Basualdo (2002) han definido ala valorizacin financiera como la colocacin de excedente por parte de las grandes firmasen diversos activos financieros (ttulos, bonos, depsitos, etc.) en el mercado interno e in-ternacional. Este proceso, que irrumpe y es predominante en la economa argentina desdefines de la dcada de los aos setenta, se expande debido a que las tasas de inters, o la

    vinculacin entre ellas, supera la rentabilidad de las diversas actividades econmicas, y aque el acelerado crecimiento del endeudamiento externo posibilita la remisin de capitallocal al exterior al operar como una masa de excedente valorizable y/o al liberar las utilida-des para esos fines.

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    consecuencia de esto, los bancos han tenido que adaptarse a esta

    nueva situacin y han abierto nuevas lneas de actividades finan-cieras, pero no solo eso, sino que los bancos comerciales se han

    visto en la necesidad de asumir mayores riesgos, actuando en la

    prctica como bancos de inversin, generando beneficios por la

    va de las tasas, comisiones y negociando por cuenta propia en los

    mercados financieros3.

    A su vez, dentro de este escenario el endeudamiento externo

    jugaba un rol clave, puesto que permita aprovechar el diferencial

    existente entre las tasas de inters locales e internacionales. La

    operatoria era sumamente simple, pero no por ello menos efec-tiva: las divisas ingresaban al pas, se cambiaban al tipo de cam-

    bio vigente, considerablemente sobrevaluado, y se colocaban en

    el mercado financiero local, con altos tipos de inters real. Esta

    simple mecnica arrojaba cuantiosas ganancias para sus ejecu-

    tores y contribua a profundizar los diferenciales de rentabilidad

    entre las esferas productiva y financiera. Como veremos oportuna-

    mente, con estas actividades, en Argentina se inici un ciclo que

    acompa a la tendencia global, en que la forma predominante de

    acumulacin fue la valorizacin financiera ligada a la desindustria-lizacin.

    Por ello los factores potencian el ciclo en la crisis financiera

    reciente de EE.UU. y Europa son en esencia endgenos: las bur-

    bujas y las innovaciones derivadas del boom financiero que se

    desarrollan en las etapas de auge son una consecuencia natural y

    espontnea de la evolucin del sistema financiero. Mucho de los

    aspectos de la crisis financiera actual reproduce muy ntidamente

    el esquema de Minsky (1977). Las crisis financieras estn precedi-

    das por un perodo de auge econmico y financiero, la percepcindel riesgo disminuye y los agentes asumen posiciones de riesgo

    y el sistema adquiere una creciente fragilidad financiera en donde

    la esfera real se desliga de la financiera. Cuando cambia el ciclo

    y como respuesta a la percepcin de un riesgo ms elevado, las

    3Como seala Lapavitsas (2009): La financiarizacin [...] ha supuesto un acicate para elfenomenal desarrollo de las actividades de mercado (fondos de inversin, fondos de pen-siones, tarjetas de crdito, etc.) de la banca. Amplios sectores de la sociedad se han vistofuertemente implicados en las actividades del sistema financiero formal tanto en trminos

    de crdito (hipotecario y al consumo) como en trminos de activos (fondos de pensionesy seguros). Estos desarrollos se deben en gran medida a la eliminacin de las provisionespblicas de bienes y servicios que forman parte del salario real: vivienda, sanidad, educa-cin, pensiones, etc..

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    carteras de activos fluyen hacia posiciones lquidas y ms segu-

    ros. El exceso de demanda de liquidez y termina por hacer estallarla burbuja afectando elstockde riqueza y con ello la demanda yla economa real. Incluso la deflacin en los mercados financiero

    reduce la liquidez. Por ello lo que se percibe como una problem-

    tica en el sector financiero terminan afectando la economa en su

    conjunto.Sin embargo, como pretendemos exponer posteriormente, esta

    dinmica que en la Argentina funcion hasta la crisis de 2001, se

    ha visto superada por la confirmacin de un nuevo rgimen de cre-

    cimiento que analizaremos y definiremos oportunamente. Como

    veremos, este nuevo patrn posee diferencias diametrales con elde la valorizacin financiera, que se expresan tanto es sus aspec-

    tos econmicos, como polticos y sociales.

    En sntesis, podemos sostener que con la consolidacin de la

    valorizacin financiera como patrn de acumulacin dominantese han reconfigurado las relaciones entre la esfera industrial, la

    comercial y la financiera. En esta transformacin, el sector de las

    finanzas ha sido el principal beneficiado. A su vez, las instituciones

    financieras se han transformado a si mismas para captar benefi-

    cios procedentes de la intermediacin de transacciones en merca-dos financieros abiertos. Finalmente, como qued dicho, tambin

    es importante sealar que la financiarizacin ha implicado cam-

    bios sustanciales en el aspecto institucional y en los mecanismos

    de toma de decisiones de poltica econmica, incluyendo a los

    Bancos Centrales.

    El punto de partida: la economa, la poltica y la

    sociedad argentinas al comienzo de los 40Resulta imposible realizar una descripcin ponderada de los

    grandes rasgos del movimiento de la sociedad argentina en losprimeros aos 40, sin consignar sumariamente aquellos que defi-

    nieron la dcada anterior, marcada a fuego en su inicio por la crisis

    mundial del 29/30. Para ese entonces, la estructura econmica

    agro exportadora, completamente dependiente del mercado ex-

    terno (fundamentalmente el ingls), ya estaba en crisis. En estesentido, podramos decir que la depresin global no hizo otra cosa

    que mostrarla en sus caracteres ms crticos.Ante la encrucijada, se abran dos caminos: modificacin radical

    y reversin de todo el dispositivo econmico hacia la construccin

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    y satisfaccin del mercado interno, o bien, reajuste del disposi-

    tivo existente a las necesidades del mercado externo. Este lti-mo fue el camino adoptado y recorrido con gran eficacia por la

    dirigencia reinstalada en el poder a travs de la revolucin de

    Septiembre 30.

    El respaldo poltico del Gobierno de facto surgido en esos aos

    resida en la coalicin llamada Concordancia, integrada por con-

    servadores, radicales anti personalistas y socialistas independien-

    tes, que le proporcionaron calificados y experimentados cuadros,

    tanto para el PE como para el Parlamento, fundamentalmente en

    el mbito nacional pero tambin en las principales provincias. Elbloque de gobierno tena entonces plan, programa, cuadros, res-

    paldo institucional y poder poltico estatal suficiente para estable-

    cerse por un tiempo considerable en el poder.

    Sin embargo, a pesar del fraude, la impronta oligrquica y la

    actitud represiva que el gobierno mostr hacia los trabajadores

    durante ms de una dcada, algo estaba cambiando en el entra-

    mado social del pas. Algo estaba pasando que todava no se ha-

    ca evidente, pero que estaba produciendo un cambio en la com-

    posicin de las fuerzas sociales y la guerra mundial sera clavepara acelerarlo.

    Hacia la segunda mitad de la dcada de 1930, la economa

    argentina ya no estaba en crisis, sino en pleno crecimiento, aun-

    que precario y sin las bases dinmicas que le dieran autonoma,

    pero crecimiento al fin. De hecho, la poltica de obras pblicas na-

    cionales y provinciales puede calificarse de impresionante: basta

    sealar la construccin de 15000 kilmetros de rutas asfaltadas,

    con los recursos reunidos por un mtico impuesto de 5 centavos al

    litro de nafta, o la infraestructura escolar, o de edificios pblicos,o de puertos fluviales y martimos. Entre 1935 y 1939, el pas pas

    de 38.000 a 50.000 establecimientos industriales; de 400.000 a

    530.000 obreros ocupados; de 654.000 HP instalados a 958.000.

    La ocupacin en la industria pas de base 100 a 124 y el volumen

    de la produccin industrial de base 100 a 158 (en 1943).

    A su vez, estos cambios tenan que manifestarse obligadamen-

    te en las clases y los diversos actores sociales. Con estas trans-

    formaciones se estaba generando un nuevo empresariado y un

    nuevo estrato de obreros industriales. Entre los primeros, muchostenan origen obrero y traan a la industria un sentido social. Por el

    otro lado, los nuevos obreros venan del interior, irrumpan en los

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    sindicatos con un nuevo espritu y no se ajustaban a los viejos m-

    todos ni al viejo lenguaje de los dirigentes tradicionales. Tambinse hizo sentir este proceso de industrializacin en los sectores delEjrcito que actuaban en la Direccin de Fabricaciones Militares.La guerra mundial paraliz la importacin de materias primas, ma-quinarias y armamentos y simtricamente, esos militares impulsa-ron la explotacin minera, la fabricacin de maquinarias y armaslivianas, contribuyendo significativamente a la produccin civil. Detal modo, sin prisa pero sin pausa, se iba conformando un granagregado social favorable a la neutralidad en la Gran Guerra, con

    tendencia industrialista y creciente conciencia social, que conde-naba sin reservas al fraude electoral.Con toda certeza, ese movimiento auguraba lo que sucedi el

    4 de junio de 1943, aunque quienes vivan ese momento no loesperaban en absoluto, incluso en niveles prominentes del elen-co gobernante: el derrocamiento del Presidente Castillo por partede un Movimiento Militar Nacionalista y el consecuente acceso alpoder de las FF.AA. De la conocida Revolucin del 4 de Juniodevendra el protagonismo del entonces Coronel Pern, electo

    Presidente en las elecciones generales de Febrero de 1946. SuJusticialismo desat un proceso que cubri todo el resto del pa-sado siglo y an perdura en la actualidad. En sus orgenes, de ungolpe dot de futuro e identidad a la mitad de la poblacin exclui-da, les mostr sus derechos y les dio las herramientas aptas parahacerlos valer.

    De esta manera, es posible situarnos en el clima de la poca,dominado por grandes cambios en todos los niveles de la socie-dad. No solo se trataba de transformaciones polticas o econmi-

    cas, sino tambin culturales e identitarias. De esta manera, el pun-to de partida de nuestro anlisis se inserta en medio de un contex-to muy particular, tanto en lo nacional como en lo internacional, apartir del cual se viviran profundos cambios en la dinmica de laevolucin de las variables mencionadas. El mundo que naca en1942 tena muy poco parentesco con sus antecesor inmediato,que estaba agonizando y perecera definitivamente en 1945, conel final de la Segunda Guerra Mundial.

    Ayer I: El mundo segn Bretton WoodsIncluso antes del final de la Segunda Guerra Mundial ya se ha-

    ca evidente la necesidad de disear un nuevo orden econmico

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    internacional. El futuro se presentaba como un gran interrogante

    para los pases de Occidente y el camino a seguir no estaba claro,pero no haba dudas de que era hora de aventurarse por nuevosrumbos. La nueva era deba mostrar cambios significativos parasuperar los problemas que haba trado el pasado inmediato: nun-ca antes en su historia la humanidad se haba enfrentado a unaguerra tan destructiva como aquella ni a una recesin tan profunday duradera como la que sigui al crackde 1929.

    Por otra parte, dentro de las distintas alternativas que se pre-sentaban para encarar el periodo de posguerra, una cosa si esta-

    ba clara para los principales responsables: no haba que volver acometer los mismos errores de la primera posguerra mundial. Estafue la directriz que guiara todos los pasos dados en el mundooccidental despus del conflicto y, justamente inspirada por eseespritu, surge la primera y sustancial diferencia con respecto a loocurrido despus de 1918. Ahora Estados Unidos estaba decididoa ejercer un rol protagnico en el nuevo orden, asumiendo el lide-razgo econmico y poltico mundial.

    Por ello mismo, desde antes del final de conflicto, diversos ex-

    pertos del pas norteamericano comenzaron a trabajar en vistas adisear el modelo econmico de posguerra y a estos fines celebra-ron numerosas reuniones con sus pares ingleses, con la intencinde establecer puntos de acuerdo respecto de la naturaleza de lasrelaciones econmicas internacionales despus de la contienda. Se-gn su criterio, era imprescindible crear instituciones internacionalescapaces de tutelar el nuevo orden. De este modo surgira la Declara-cin de las Naciones Unidas, aprobada el 1 de enero de 1942, queservira como precursora a la Conferencia de Bretton Woods.

    Los objetivos generales eran compartidos por ambas naciones,pero las dos potencias tenan importantes diferencias en algunosaspectos cruciales del nuevo modelo. Para los representantes nor-teamericanos el principal objetivo era asegurar la libre circulacinde bienes y servicios a nivel global, lo que supona suspender todotipo de discriminaciones comerciales y medidas proteccionistas,as como facilitar la ejecucin de pagos internacionales. Los nego-ciadores de la Casa Blanca eran conscientes de la posicin de supas como principal centro productivo y acreedor del mundo tras

    el conflicto, y a raz de ello, velaban por el establecimiento de unorden que se ajustara al rol que Estados Unidos deba desempearen l, pero sin perjudicar sus asuntos econmicos domsticos.

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    La postura de los representantes ingleses, por su parte, mostra-

    ba algunas divergencias y esto se deba fundamentalmente a quese encontraban influenciados por la doctrina de John Maynard Ke-ynes. En esta lnea, su principal objetivo resida en aplicar medidasque priorizaran el mbito domstico y que garantizaran la estabili-dad del pleno empleo en cada pas. Para ello, era importante queel valor de la moneda pudiera ser variable, a fin de que actuaracomo factor de regulacin y se ajustara a las necesidades polticaeconmica nacional y de los distintos momentos del ciclo econ-mico. La primera expresin de este proyecto fue plasmada en uninforme titulado Report to the Parliament on Social Insurance and

    Allied Services, (Informe al Parlamento acerca de la seguridadsocial y prestaciones vinculadas), ms conocido como InformeBeveridge, en referencia a su autor. Este informe fue publicado afines de 1942 y sugera la creacin de un amplio sistema de se-guridad social destinado a garantizarle a la ciudadana un ingresocuando el mercado laboral dejara de contar con ellos de maneratemporal (desempleo, enfermedad, etc.) o permanente (acciden-tes, vejez, etc.) El reporte Beveridge argumentaba que ese sistemapermitira asegurar un nivel de vida mnimo mientras sostena quela asuncin por parte del Estado de los gastos de enfermedad y delas pensiones de jubilacin, permitira a la industria nacional bene-ficiarse de condiciones que podan redundar en un aumento de laproductividad, y como consecuencia, de la competitividad.

    Estas divergencias fueron finalmente negociadas en los compro-misos asumidos durante la Conferencia Monetaria y Financiera de lasNaciones Unidas, que tuvo lugar en el complejo hotelero de BrettonWoods, New Hampshire, del 1 al 22 de julio de 1944. En ella par-ticiparon los representantes de 44 pases y all se establecieron las

    bases de lo que sera el orden econmico mundial de la posguerra.Las resoluciones acordadas fueron posteriormente conocidas comolos Acuerdos de Bretton Woods y seran las reglas para las relacio-nes comerciales y financieras entre los pases ms industrializadosque regiran el mundo durante los siguientes treinta aos.

    Con consonancia con las perspectivas generales, durante losmeses previos a Bretton Woods se haban debatido dos propues-tas distintas en lo tocante al sistema institucional de la posguerra,una elaborada por Harry White4, de los Estados Unidos y la otra

    4En la cual, no obstante, se observa la influencia de quien era en ese momento el secretario delTesoro de los Estados Unidos, Henry Morgenthau. Al respecto, ver de Miguel y Meza (2011).

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    era producto del economista Keynes, del Reino Unido. El plan de

    este ltimo se apoyaba en la creacin de un rgano interna-cional de compensaciones, denominado International ClearingUnion (ICU), que sera capaz de emitir una moneda internacio-nal (Bancor) vinculada a las divisas fuertes del mundo capitalis-ta, y canjeable en moneda local por medio de una paridad fija.

    A travs de la ICU, los pases con excedentes presupuestariasfinanciaran a los pases deficitarios, va una transferencia desus excedentes. De esta manera se tendra la ventaja de hacercrecer la demanda mundial y de evitar la deflacin, lo que final-

    mente sera beneficioso para todos los pases. La clave de estapropuesta era que los pases acreedores y los deudores estaranobligados a mantener una balanza comercial equilibrada y, encaso de incumplimiento, deban pagar intereses sobre la dife-rencia, mientras que los acuerdos de los gobiernos permitiranmantener una cuenta cero. La principal oposicin surga de losEE.UU., que no quera estar obligado a gastar su supervit co-mercial en los pases deudores, por lo que este plan no conve-na a sus intereses, y aprovechando su mayor influencia poltica

    y la situacin vulnerable de sus aliados britnicos, necesitadosde crditos americanos para superar la guerra, presion paraque el plan britnico fuera rechazado.

    De este modo, fue aprobada una versin levemente modifica-da del Plan White. Este consista, por un lado, en la creacin deun fondo de estabilizacin monetaria que brindara crditos bajociertas condiciones a pases con balanzas de pagos negativas y,por el otro, la instauracin de un banco de carcter internacional.En el plan White un desequilibrio fundamental en la balanza de

    pagos solo poda ser corregido mediante un ajuste en los tipos decambio, con lo cual seran los pases deficitarios los que carga-ran con los costos del saneamiento y los superavitarios quedaranexonerados de dichos cargas. A su vez, White abogaba por la ins-tauracin de una moneda de referencia internacional como factorde estabilizacin, funcin que en tales circunstancias solo podracumplir el Dlar.

    En trminos cualitativos, la diferencia subyacente entre la pro-puesta de Keynes y la de White era que el primero de ellos priori-

    zaba los objetivos nacionales y la salubridad del sistema capita-lista en su conjunto frente al naciente escenario de la guerra fra,mientras que el segundo persegua una estabilizacin comercial

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    y financiera global, que beneficiara el crecimiento de su pas.

    Finalmente, como ya lo hemos sealado, el proyecto que se im-puso en Bretton Woods fue el propuesto por los EE.UU., cuyoresultado fue la creacin del Fondo Monetario Internacional y delBanco Internacional de Reconstruccin y Fomento, institucionesambas que se volvieron operativas a partir de 1946.

    De tal manera, los principios bsicos que resultaron de losAcuerdos de Bretton Woods fueron tres: igualdad entre lospases miembros y uniformidad en el tratamiento; estabilidad delas paridades monetarias entre los pases miembros; y, libertad

    de cambios. El dlar, aunque nunca se especific expresamente,pas a jugar un papel fundamental en la etapa de aplicacin deestos Acuerdos. En efecto, el rgimen denominado patrn cam-bio oro, supona la convertibilidad del dlar al oro a una paridadestablecida, por un lado, y, por otro, la referencia de valor de todaslas mercancas restantes al dlar.

    La evolucin de la economa global tras los acuer-dos de Bretton Woods

    En un profundo contraste con el marco de rigurosa depresinque domin a lo largo de toda la dcada de 1930 y la destruccinmasiva y difcil reconstruccin que prosigui a la Segunda GuerraMundial, en los decenios de 1950 y 1960 la economa capitalis-ta mundial experiment el mayor y ms sostenido crecimiento detoda su historia. Desde la expansin a nivel global del capitalismo,tras la segunda mitad del siglo XIX, nunca haba tenido lugar unperiodo de bonanza tan extendida ni tan generalizada.

    Despus de la Segunda Guerra Mundial las tasas anuales decrecimiento de la produccin industrial alcanzaron niveles sinprecedentes en el mundo occidental. Como seala van der Wee(1997), la tasa de crecimiento media de la produccin industrialmundial lleg a la cifra record de 5,6% anual para el periodo 1948-1971. A su vez, si observamos ms detenidamente esta tasa, des-componindola por pases y por dcadas, se evidencia que en losdos decenios de 1950-1970 se acelera espectacularmente el cre-cimiento econmico de Europa occidental y de Japn. En conjun-

    to, podemos decir que las tasas de crecimiento se distribuyeronde manera ms homognea y favorable, especialmente durantelos aos sesenta, que en toda la historia previa del capitalismo.

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    Las causas de esta nueva realidad econmica son diversas,pero debemos buscar su gnesis en las condiciones que posi-bilitaron la recomposicin de las secuelas de la Segunda Guerramundial. Como seala van der Wee:

    El crecimiento acelerado que se produjo despus de la

    guerra deber ser interpretado en primer trmino como un

    enrgico movimiento de recuperacin. Europa occidental

    deba recuperar desarrollos que haban sido aplazados por

    las dos guerras mundiales y la crisis econmica mundial. Ja-

    pn se vio contenido solo por la Segunda Guerra Mundial ypor la crisis econmica mundial. En cuanto a Estados Uni-

    dos, el factor de la recuperacin jug un papel de menor

    entidad porque el crecimiento retardado por la crisis econ-

    mica mundial de los aos treinta fue parcialmente compen-

    sado por el crecimiento de la produccin durante la segunda

    guerra mundial5.De este modo, es importante remarcar que dicho crecimiento

    fue producido por la sinergia de la coyuntura y los factores internos

    y externos que la potenciaron. Para comprender estos resultados

    5Ver van der Wee, 1997, p. 47.

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    es imprescindible comenzar sealando que el incremento de la

    formacin de capital fue uno de los factores fundamentales paraposibilitarlo. En el periodo 1950-1970 las tasas brutas de inver-sin fueron mucho ms altas que en las dcadas previas: del 15%al 20% del PBI frente al 10% aproximadamente para el periodode entreguerras. En una primera instancia, esto nos habla de dosfactores que seran determinantes para el desarrollo favorable delos ciclos: por un lado, se trata de las expectativas positivas delos empresarios, que se volcaron masivamente a la realizacin deinversiones productivas internas, alentadas por el respaldo que

    significaba el nuevo rol de los Estados Unidos a nivel global, comogarante y promotor del crecimiento. Por el otro, estas perspectivashalageas nos muestran de una slida confianza en el desarro-llo de la coyuntura en el largo plazo. Para entender esta renova-da confianza es imprescindible que tengamos en cuenta ciertosaspectos que exceden el mbito de lo estrictamente econmicopero que estn irremisiblemente conectados con l.

    Es fundamental apuntar que el crecimiento econmico quetuvo lugar despus de 1945 dependa de una serie de compromi-

    sos entre los actores ms importantes del mundo capitalista. Estecontrato social se conoci como el Gran Acuerdo de Posguerray su aplicacin prctica en el campo de la produccin y el con-sumo fue la economa mixta. Los objetivos de la economa de lamisma se sintetizaron en la frmula del pentgono mgico, queinclua pleno empleo, plena utilizacin de las capacidades produc-tivas, estabilidad del nivel de precios, aumento de las rentas pa-ralelo a un incremento de la productividad del trabajo y equilibrode la balanza de pagos. Estas medidas se enmarcaban en la doc-

    trina del denominado Estado Keynesiano, que se inspiraba en lospostulados tericos del ya mencionado economista britnico JohnKeynes. Muy resumidamente, podramos decir que este modeloconsista en que el estado deba intervenir en la economa (a travsdel gasto pblico y otras medidas de poltica fiscal) para garantizarun nivel mnimo de Demanda Agregada que evitara la cada en losciclos de recesin.

    Las condiciones alcanzadas a travs de la economa mixtafueron esenciales para garantizar la inversin y orientarla en tres

    grandes direcciones: en primer lugar, hacia los sectores indus-triales estrechamente vinculados con el desarrollo de la socie-dad de consumo (tambin denominada de bienestarpor algunos

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    historiadores econmicos). En este grupo se destacaron las in-

    dustrias de bienes durables (con la industria automotriz en primerlugar). En segundo lugar, grandes cuotas de inversin se diriganhacia el sector terciario, de modo que los servicios adquirieron ungran impulso. Por ltimo, fueron muy importantes las inversionesprivadas que sirvieron para estimular el desarrollo de nuevas re-giones industriales dentro de los propios territorios nacionales. Eneste sentido, es importante sealar que la mayor parte de los sec-tores industriales ligados al crecimiento econmico de la posgue-rra eran intensivos en capital y en trabajo, por eso los empresarios

    estaban interesados en buscar zonas menos desarrolladas dondeel precio de la fuerza de trabajo fuera ms bajo. De esta manerase incrementaban los beneficios al mismo tiempo que se cumplacon los objetivos extender el bienestar a nuevos sectores de lapoblacin sin que las inversiones generasen inmediatamente unapresin al alza sobre el nivel salarial global. Un buen ejemplo dela ampliacin de la demanda de fuerza de trabajo durante esteperiodo es la significativa cada en los ndices de desocupacincomparados con la fatdica dcada de 1930.

    La evolucin de la economa y la industria argen-tina

    Para comenzar a analizar la evolucin de la economa y la indus-tria en nuestro pas es necesario retrotraernos brevemente hastael periodo de entreguerras. Desde entonces, podramos identificartres grandes etapas en el proceso de industrializacin, con clarasdiferencias entre si. La primera de ellas es la que Mario Rapoport(2007) denomina como industrializacin espontnea y se extien-

    de de 1930 a 1945. La segunda est vinculada a las presidenciasde Juan D. Pern, desarrolladas entre 1946 y 1955. Finalmente,la tercera etapa se caracteriz por su componente desarrollistaytuvo lugar desde 1955 hasta 1976.

    El marco impuesto por la primera posguerra estuvo signadopor un mundo crecientemente proteccionista y un comercio in-ternacional prcticamente paralizado. A su vez, estas condicio-nes se vieron severamente agravadas tras el crack de la bolsa deNueva York, en octubre de 1929. En tales circunstancias, Argen-

    tina inici una larga etapa de industrializacin que vino a rompercon ms de 50 aos de modelo agro exportador. El proceso par-ta, sin embargo, de una fuerte desigualdad originaria dada por la

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    forma especfica en la que el progreso tcnico se haba generado

    y difundido a travs de la divisin internacional del trabajo.El proceso de sustitucin de importaciones que emprendi en-tonces la Argentina fue en gran medida una consecuencia de lanecesidad y no un producto la voluntad poltica. El principal objeti-vo era hacer frente a la coyuntura que la crisis mundial haba gene-rado. De este modo, los primeros pasos hacia la industrializacinsupusieron el desarrollo de actividades tecnolgicamente senci-llas y a pequea escala, marcando en la estructura productiva dosrasgos fundamentales: especializacin en ciertos productos bsi-

    cos y pronunciada heterogeneidad en el desempeo productivode los diversos sectores de actividad (Rodrguez, O.; 2001). As,los rubros ms dinmicos en estos aos fueron las actividadesrelacionadas con insumos locales (especialmente los textiles) y lametalurgia liviana. Posteriormente, este nuevo escenario dara lu-gar a un comportamiento cclico de la economa, con episodiosde restriccin externa que surgan del elevado consumo de bienesduraderos combinado con una estructura de oferta insuficiente ydependiente del nivel de importaciones (Pinto, A.; 1971). No obs-

    tante ello, durante los aos que siguieron a la Gran Guerra, y a lolargo de casi medio siglo, el sector industrial se constituy en eleje central del dinamismo econmico, con creciente generacinde valor y aumento permanente de su participacin en el productototal. Un ejemplo de ello es que el PBI industrial se duplic entrelos aos 1935 y 1939 y volvi a duplicarse durante la segundaguerra mundial.

    Despus de la Segunda Guerra Mundial, el Estado argentino co-menz a cobrar una mayor injerencia en cuestiones econmicas,

    rompiendo con el predominio del modelo librecambista, al generarlos incentivos para la radicacin de diversas empresas extranje-ras6en el pas que tenan dificultades para importar su produccin.De esta forma, se fue dando un nuevo impulso, de mayor signifi-cancia, a la sustitucin de importaciones, dadas las necesidadesde contar con proveedores locales de partes y piezas.

    El Censo Nacional de 1946 resume el xito parcial respecto de11 aos atrs: de poco ms de 40 mil establecimientos industrialesen 1935 la cifra haba crecido a ms de 86 mil, para llegar a casi

    150 mil en 1954. Ello se tradujo adems en una fuerte creacin de

    6Se destacan los casos de Osram, Siemens, Bayer, Firestone, Good Year, entre otros.

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    empleo en el sector, pasando de 526 mil ocupados a ms de 1,1

    milln en 1946 y ms de 1,2 millones en 1954, en gran parte obreros(ver cuadro).

    Por su parte, la industrializacin promovida por el peronismo sediferenci profundamente de la acontecida durante el ciclo ante-rior en varios aspectos. El primer rasgo fundamental fue que du-rante la primera presidencia de Pern se busc sostenidamentela ampliacin del mercado interno a travs del incremento en elconsumo de las masas. Tambin se recurri a la promulgacin deleyes laborales que brindaran mayor estabilidad y remuneracionesa los trabajadores y, finalmente, se ampliaron las potestades y el

    tamao del aparato estatal para potenciar su intervencin en laeconoma.El proceso de industrializacin basado en el desarrollo del mer-

    cado interno y las industrias livianas fue dando paso en los aos50 a otra etapa, caracterizada por la creacin de industrias bsi-cas, la necesidad de capitales externos y la evolucin del aumentosalarial ligado al incremento de la productividad. Tambin es dignode destacarse que durante la etapa final de este proceso de in-dustrializacin se produjo un incipiente intento de exportacin de

    manufacturas.En conjunto, la etapa 1946-1955 arroj un fuerte crecimientodurante los primeros aos y un importante crisis entre 1950 y 1952.Entre sus aspectos ms destacables debemos sealar que se pro-dujo una apreciable mejora en la distribucin del ingreso, a travsdel cual los sectores asalariados llegaron a tener una participacindel 50% del ingreso nacional. Tambin se pusieron en vigenciauna serie de leyes que aumentaban las retribuciones al trabajo(como la introduccin de aguinaldos, vacaciones pagas, conve-

    nios colectivos de trabajo, etc.) y garantizaban ingresos a aque-llos trabajadores que se encontraban fuera del mercado laboral,ya sea de manera temporal o definitiva (jubilaciones y pensiones).

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    Asimismo, se emprendi la concesin de prestaciones para los

    sectores de ms bajos ingresos, como construccin de viviendaspopulares, hoteles sindicales, etc. y la transferencia de ingresosa sectores que se consideraban estratgicos (como la industria)mediante una poltica crediticia y mecanismos institucionales demanejo del comercio exterior. Finalmente, tambin tuvo lugar unproceso de nacionalizacin de las empresas de servicios pblicos,especialmente durante los primeros aos de gobierno, que contri-buyeron a consolidar el rol del Estado en la economa.

    Posteriormente, ya con el gobierno de Arturo Frondizi, las acti-

    vidades industriales comenzaron a ser el motor de crecimiento dela economa, creando empleo y convirtindose en la base funda-mental de la acumulacin de capital. Durante esos aos tambinse logr forjar en nuestro pas una capacidad tecnolgica y desaberes tcnicos muy destacada en el mbito latinomearicano. Eneste grupo se encontraba la industria automotriz, diferentes ramasdel sector metalmecnico y el complejo petroqumico. Si bien noexista una gran escala de produccin, ya que la produccin sedestinaba principalmente al mercado interno, y se estaba relativa-

    mente lejos de la frontera tecnolgica internacional, el escenariofue propicio para la generacin de un tejido social y productivo co-hesionado con una acumulacin de conocimiento significativa. Entrminos sectoriales, adems de la fuerte presencia del sector dealimentos y bebidas, se destac el crecimiento de la actividad tex-til, la aeronutica en Crdoba, otras ligadas a la defensa nacional,tractores, metales, vehculos, maquinarias y electrodomsticos.Tambin en la divisin geogrfica emergan nuevas condiciones,en particular con los avances en la produccin de yerba mate,

    algodn, frutas, entre otros.Es importante destacar que durante este perodo de industria-lizacin no se volvi a caer en ciclos de fuerte endeudamientoexterno como los que haban caracterizado a la etapa agroexpor-tadora pero, en vez de ello, se produjeron sucesivas y recurrentescrisis de la balanza de pagos. Este fenmeno fue conocido comostop-go, y era consecuencia de los desequilibrios estructuralesque se producan entre requerimientos del proceso de industriali-zacin local, que demandaba divisas pero era incapaz de generar-

    las, volvindolo dependiente de las exportaciones agropecuarias,que generaban dichas divisas necesarias para la importacin deinsumos industriales.

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    De esta manera, los ciclos econmicos estaban ligados a la

    evolucin del mercado interno y a la de los mercados externos.En la etapa de auge, ante el aumento de la produccin industrialderivada del incremento del consumo domstico, se incrementa-ban las importaciones para comprar bienes de capital e insumosbsicos y se reducan los saldos exportables a causa de la mayordemanda interna originada en la suba del salario real y de los nive-les de ingresos. Pero este proceso causaba recurrentes dficits enla balanza comercial y la disminucin de las divisas consecuentellevaba a una devaluacin que generaba un aumento del precio de

    los productos agrarios exportables y de lo insumos importados,as como una cada de los salarios reales. Todo esto se traduca encrisis del sector externo, procesos inflacionarios, estancamientodel consumo y polticas monetarias restrictivas.

    Desde lo institucional, se destac la creacin del Banco de Cr-dito Industrial Argentino, orientado al financiamiento a pequeas ymedianas empresas, el Instituto Argentino para la Promocin delIntercambio, el Instituto Nacional de Tecnologa Industrial, el Insti-tuto Nacional de Tecnologa Agropecuaria y la Comisin Nacional

    de Energa Atmica, de fuerte importancia para el rumbo que to-mara desde entonces la investigacin cientfica y tcnica. La otracara de la moneda de estos avances fue la ya mencionada necesi-dad de importar muchos de los bienes intermedios y equipos parala produccin, ante el escaso desarrollo de una industria nacionalde base, productora de bienes de capital e insumos industriales.Esta circunstancia pona de manifiesto, ya por ese entonces, lanecesidad de avanzar en un mayor autoabastecimiento en estasreas. Si bien este desequilibrio fue en parte atenuado por la inver-

    sin extranjera7, nunca lleg a ser resuelto.Como resumen, podemos sealar que el proceso de Industriali-zacin por Sustitucin de Importaciones (ISI) que se inici durantelos aos de entreguerras y se profundiz tras la Segunda GuerraMundial, implic un notable desarrollo de la estructura econmicaargentina. A pesar de que experiment diversas crisis en la balanzade pagos y brotes inflacionarios, su balance global es sumamenteinteresante. Entre comienzos de la dcada del cuarenta y prome-diando los setenta, la industria tuvo un crecimiento anual de 5,4%,

    superior al del PBI (3,8%), llevando la participacin del sector de

    7Que se tradujo en el ingreso de fbricas como Fiat, Mercedes Benz y Kaiser, entre otras.

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    15 a 30%, implicando no solo un avance cuantitativo sino tambinuna mejora cualitativa, con una matriz productiva ms densa y di-versificada. Si bien la conformacin resultante presentaba algunosproblemas estructurales, hacia 1974 la Argentina contaba con elsector industrial ms desarrollado de Latinoamrica, un desem-pleo en torno a 4%, un escaso nivel de desigualdad con GINI de0,36 y una incidencia de la pobreza que no superaba el 5%.

    Ayer II: el mundo al ritmo de las finanzas

    A nivel global, el rgimen de acumulacin industrial de la pos-guerra mundial alcanz su cenit en los primeros aos de la dcadade 1970, cuando el crecimiento sostenido de las dcadas pre-cedentes dio paso al estancamiento y a una posterior depresin.Pero en realidad el rgimen ya vena exhibiendo signos de agota-miento desde unos aos antes. De este modo, el crecimiento de laeconoma mundial comenz a desacelerase significativamente en1973 y cay desde 1974.

    Esta circunstancia se debe tanto a factores estructurales pro-

    pios del patrn de acumulacin como ashocksexternos, siendoejemplos de esto ltimo el aumento del precio del petrleo y de lasmaterias primas. Probablemente estos ltimos le dieron el golpe de

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    gracia a la subsistencia del rgimen, pero sus causas fundamen-

    tales debemos buscarlas en el agotamiento de sus dispositivos dereproduccin internos. La situacin de la moneda de los EstadosUnidos se fue deteriorando de manera sostenida a lo largo de todala dcada del 1960 como consecuencia del dficit sistemtico quearrojaba su balanza de pagos. Esta situacin estuvo originada enlos aumentos de productividad experimentados por los demspases desarrollados, con Alemania y Japn a la cabeza, cuyasmercancas en muchos casos eran ms competitivas que las deEE.UU. Mientras el descubierto de la balanza comercial del pas

    norteamericano se acrecentaba, los supervits que arrojaban lasde los otros pases eran sumamente importantes. De esta formacomenz a socavarse irremisiblemente el equilibrio esencial sobreel cual haba nacido el sistema de Bretton Woods. Como sealavan der Wee (1997), entre 1964 y 1969 Japn y Europa Occidentalregistraron supervits en sus respectivas balanzas de pagos porvalores que oscilaban entre 2.500 y 6.000 millones de dlares, yhacia finales de la dcada, los Estados Unidos tendrn por prime-ra vez en el siglo XX una balanza comercial deficitaria.

    Desde mediados de la dcada de 1960, Europa Occidental yJapn ya haban alcanzado su plena recuperacin y sus mercadosinternos estaban dando muestras de saturacin. Por lo tanto, paracontinuar expandindose era imprescindible que crearan merca-dos para la exportacin de sus mercancas. Esto redundara enla cada de la participacin de los Estados Unidos en el comerciomundial, mientras sus niveles de importacin se incrementabanconsiderablemente. As, en el pas norteamericano comenzarana verse afectadas determinadas industrias que perdan compe-

    titividad y se generara una disminucin de la demanda efectiva,que sera temporalmente compensada por la Guerra de Vietnam.Adems, como veremos ms adelante, en este contexto comenzuna nueva poltica de sustitucin de importaciones en muchas re-giones del tercer mundo, como Amrica latina, lo que se vio alen-tado por el impulso de muchas corporaciones multinacionales deinstalarse en ultramar. Sus efectos para los Estados Unidos fueronnocivos, ya que por un lado, aumentaban la competencia externade bienes transables y, por el otro, disminua la demanda efectiva

    de fuerza de trabajo en su propio territorio.Pero la cada de la tasa de ganancia y la productividad de buena

    parte de las corporaciones en los Estados Unidos, que se acentu

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    durante el ltimo tercio de la dcada de 1960, comenz a presio-

    nar los precios al alza, lo que se vio dramticamente agravadopor el mercado de eurodlares8. A esta situacin debemos sumarlos efectos de los crecientes gastos militares por la guerra que seestaba sosteniendo en el Sudeste asitico y las inversiones de lasempresas norteamericanas en el exterior, donde las tasas de ren-tabilidad eran mayores. Estos hechos significaban una continae ingente salida de capitales desde los Estados Unidos hacia elresto del mundo que generaran tensiones fatales para la estabili-dad monetaria del pas norteamericano. Frente a este escenario,

    el presidente de los Estados, Richard Nixon, tom la determina-cin de suspender la convertibilidad del Dlar en agosto de 1971,clausurando de esta manera las condiciones del sistema moneta-rio internacional acordadas en Bretton Woods. Esta medida llev,tanto en el plano interno como en el externo, a una aceleracin dela inflacin que fue fundamental para erosionar las bases del r-gimen de acumulacin que todava se sostenan en pie. Despusde la devaluacin se instal un nuevo tipo de cambio flotante, y amenudo muy voltil, que reemplaz al sistema monetario de pos-

    guerra.La desaparicin del sistema de paridades monetarias fijas lleva una disminucin del comercio mundial, lo que impuls a muchosgobiernos a aplicar polticas de expansin monetaria y ampliacindel crdito para revertir sus efectos. Esto provoc una intensifica-cin de la espiral inflacionaria surgida de la puja precios-salarios,potenciada por la coyuntura del pleno empleo sostenida principal-mente en gran parte de Europa Occidental. Este recalentamientoen las economas desarrolladas tuvo efectos sobre las materias

    primas y los alimentos. Durante ese mismo periodo 1972-1973 losprecios de los productos primarios (sin contar los energticos) au-mentaron un 63% y en total de los tres aos 1971-1974, casi un160%. Ante estas circunstancias, muchos gobiernos optaron pordar un golpe de timn y comenzar a aplicar polticas restrictivaspara enfriar sus respetivas economas. Para completar el cuadrode agotamiento de los principios de Bretton Woods, debemos

    8Los eurodlares son depsitos en dlares estadounidenses que se mantienen en ban-

    cos fuera de EE.UU. por lo general en instituciones europeas, y comnmente son usadospara realizar transacciones internacionales. Estas divisas no estn bajo la jurisdiccin de laReserva Federal, por lo tanto, estos depsitos estn sujetos a una menor regulacin quedepsitos similares en los Estados Unidos.

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    aadir las consecuencias que tuvo la crisis del petrleo, que en

    octubre de 1973 lleg a cuadriplicar el precio que haba el barrilmantenido durante de las dos dcadas precedentes, desbaratan-do la estructura de precios del comercio internacional.

    De esta forma, a partir de la segunda mitad de 1974 sobrevinouna severa recesin como no se haba vivido desde la dcada del1930. Muchos pases arrojaron tasas de crecimiento negativas, alpunto que el producto anual medio de los pases de la OCDE enconjunto se redujo por primera vez desde su creacin, en 1960. Laproduccin industrial se redujo, disminuyeron losstocksy el volu-men de comercio mundial decreci mientras que la desocupacinaumentaba, llegando a alcanzar a 7 millones de personas dentrode los pases de la OCDE para el periodo 1974-1975.

    Surgimiento y consolidacin del nuevo patrn deacumulacin

    Ante el agotamiento del patrn de acumulacin industrialistade las dcadas de 1950 y 1960, se produjo un proceso de transi-cin hacia un nuevo orden econmico mundial que tendra carac-

    tersticas muy distintas al anterior. En primer lugar, se evidencia laausencia de un consenso internacional para la constitucin de unsistema monetario que reemplazara al de Bretton Woods. En lugarde eso, desde mediados de la dcada de 1970 se liberalizaronlos tipos de cambios, lo que progresivamente deriv en altsimostipos de inters de los pases centrales a comienzos de la dcadasiguiente. Estos provocaron drsticas transformaciones en el es-cenario laboral y productivo de esos pases, as como tuvieron unfuerte impacto en las deudas externas contradas por los pases

    perifricos.Simultneamente, a nivel global se emprendieron reformas insti-

    tucionales que condujeron a la autonoma de los bancos centralesy estos, en lnea con los nuevos discursos dominantes, pasaron apreocuparse por controlar los procesos inflacionarios, dejando delado funciones vinculadas al empleo o la distribucin del ingreso.

    A su vez, las medidas en materia de poltica econmica se orienta-ron bsicamente en dos grandes lneas: acondicionar el mercadolaboral con el objetivo de disciplinar a los trabajadores y desregu-

    lar los mercados, tanto de bienes transables como financieros. Porsu parte, las polticas monetarias se enfocaron en garantizar losya mencionados tipos de inters reales positivos. Por ltimo, todo

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    eso se complement con una notable retraccin a nivel global del

    rol del Estado en la economa, materializado en la privatizacinde los servicios pblicos, los recortes de los gastos sociales, elequilibrio fiscal, etc.

    Como consecuencia de todo ello, el sistema financiero comen-z a arrojar mayores tasas de rentabilidad que el sector industrialo el comercial. Las desregulaciones acaecidas en las distintas es-feras de la economa ensancharon los espacios de valorizacin deldinero y provocaron una afluencia de capitales a las actividadesrelacionadas con la circulacin en detrimento de las dems. Como

    vemos, a partir de mediados de los aos setenta, el nuevo patrnde acumulacin se caracteriz porque la esfera de la circulacin(en particular, el sector financiero) comenz a exhibir un mayordinamismo que la esfera de la produccin. Estas son, de maneramuy resumida, las caractersticas que definen al modelo global devalorizacin financiera.

    Ahora bien, los conductores de este proceso que se ha desa-rrollado durante los tres ltimos decenios hay que encontrarlos enespacios no necesariamente ligados a lo econmico. Por un lado,

    la revolucin tecnolgica de las telecomunicaciones y la informa-cin ha jugado un rol crucial para posibilitarlo y, por el otro, la des-regulacin de los mercados de trabajo y financieros ha sido crticapara su desarrollo. Estos factores impactaron en la esfera de lacirculacin en general, y de las finanzas en particular, impulsandofuertemente la marcha de los cambios.

    Como dijimos, el crecimiento de la productividad para el con-junto de la economa ha sido deficiente desde finales de los aossetenta entre los pases desarrollados, siendo particularmente d-

    bil en el sector manufacturero. Este mediocre crecimiento de laproductividad est asociado a unos resultados exiguos, que in-cluyen una importante cada en la rentabilidad. En este contexto,el impacto de las nuevas tecnologas en la esfera de las finanzasha sido decisivo, posibilitando el surgimiento de nichos de activi-dad con rentabilidades superiores a la media. Frente a un creci-miento declinante de la productividad industrial, la esfera de lasfinanzas, estimulada por el impulso de las nuevas tecnologas, hasido capaz de expandirse ms rpidamente que la produccin.

    Paralelamente a estos nuevos paradigmas tecnolgicos (expresa-dos, en particular, en materia de informacin, comunicaciones ymicroelectrnica, entre otros), se produjo una segunda instancia

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    de valorizacin y rentabilidad, expresada en el surgimiento de las

    llamadas Cadenas Globales de Valor (CGV).El otro de los factores que nos permite comprender este proce-so es el de las transformaciones institucionales y legales, ocurridosdesde finales de los aos 70. Estas se han expresado fundamental-mente en dos mbitos. La primera de ellas, es la desregulacin delos mercados de trabajo. Los cambios en los procesos de trabajoy en el marco institucional y legal del mercado laboral, junto con elestancamiento de los salarios reales, han contribuido a la recupe-racin parcial de la rentabilidad desde comienzos de la dcada del

    1980. La contrapartida de estos cambios ha sido el surgimientoy permanencia de niveles de desempleo superiores a los de lasdcadas precedentes, que simultneamente presionaban haciaabajo el costo medio de la fuerza de trabajo. La segunda avanza-da de desregulacin se implement sobre los mercados financie-ros. La liberalizacin financiera supuso inicialmente medidas paraeliminar toda clase de controles, como los que se aplicaban a lostipos de inters y a los volmenes de crdito concedidos por lasinstituciones financieras. Esta desregulacin del lmite cuantitativo

    y del precio del crdito se constituy en el ncleo de la liberaliza-cin financiera en los pases desarrollados. Sin embargo, comoveremos posteriormente, desde comienzos de los aos setenta, latendencia liberalizadora tambin se extendi hacia los pases envas de desarrollo como la Argentina, donde fue introducida gran-dilocuentemente como un nuevo paradigma de desarrollo.

    Una vez puesta en movimiento, la liberalizacin financiera ad-quiri un conjunto de nuevas caractersticas, como la formacin ypromocin de mercados de capitales, la eliminacin de prcticas

    no competitivas entre los agentes del mercado, la financiarizacinde los ahorros privados y su canalizacin hacia los mercados decapital en forma de fondos de pensiones y seguros, la elimina-cin de los controles a los flujos de capitales externos, etc. Esimportante destacar que este conjunto de transformaciones tuvolugar durante un profundo proceso de cambio a nivel global. A co-mienzos de la dcada de 1990 desapareca la URSS, y con ella unimportante referente en el balance de poder a nivel global. En estenuevo escenario, los sectores gobernantes de la potencia sub-

    sistente, EE.UU., contaron con amplias libertades para expandirsus doctrinas, con todo el planeta como teatro de operaciones.De esta compleja manera, la desregulacin financiera se convirti

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