avh cleopatra[1]

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20 LA AVENTURA DE LA HISTORIA SE OFRECIÓ EN SU LECHO A TODOS LOS LÍDERES ROMANOS EN UN INTENTO INÚTIL POR DE INMINENTE APARICIÓN, ADRIAN GOLDSWORTHY DESPOJA DE MITOS A LA ÚLTIMA LAS CLAVES MITIFICADA. Feminista, afri- cana, bella... Cada generación ha creído hallar en Cleopatra un modelo propio de referencia. SENSUAL. Se valió de su cuer- po para seducir a Julio César y a Marco Antonio y frenar la pre- sión romana sobre Egipto. IMPLACABLE. No tuvo repa- ros en ordenar el asesinato de sus hermanos, cuando lo creyó necesario para mantenerse en el trono en Alejandría. LA ÚLTIMA SOBERANA DE EGIPTO CORTESANA CLEOPATRA, AR

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habla sobre la reina cleopatra

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20

LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

SE OFRECIÓ EN SU LECHO A TODOS LOS LÍDERES ROMANOS EN UN INTENTO INÚTIL POR

DE INMINENTE APARICIÓN, ADRIAN GOLDSWORTHY DESPOJA DE MITOS A LA ÚLTIMA

LAS CLAVES

MITIFICADA. Feminista, afri-

cana, bella... Cada generación

ha creído hallar en Cleopatra un

modelo propio de referencia.

SENSUAL. Se valió de su cuer-

po para seducir a Julio César y

a Marco Antonio y frenar la pre-

sión romana sobre Egipto.

IMPLACABLE. No tuvo repa-

ros en ordenar el asesinato de

sus hermanos, cuando lo creyó

necesario para mantenerse en

el trono en Alejandría.

LA ÚLTIMA SOBERANA DE EGIPTOCORTESANA

CLEOPATRA, AR

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LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

Cleopatra prueba elEFECTO DEL VENENO EN

SUS ESCLAVOS, en lavisión historicista y

orientalista deAlexandre Cabanel,

1823-1889.

SALVAGUARDAR LA INDEPENDENCIA DE EGIPTO. NO LO LOGRÓ. EN UNA NUEVA BIOGRAFÍA

SOBERANADE LOS PTOLOMEOS YEXPONE LOS DILEMAS ALOS QUE SE TUVO QUE ENFRENTAR ➳

DE ROMA

MAS DE MUJER

Page 3: AVH Cleopatra[1]

22

LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

LA ÚLTIMA SOBERANA DE EGIPTO

LEOPATRA AÚN ES FAMO-

SA, más de dos mil

años después de qui-

tarse la vida ysu histo-

ria ha sido narrada una

yotra vez en libros, en

escenarios y en películas. No muchas

otras personas de la Antigüedad con-

tinúan siendo tan famosas en el si-

glo XXI y las que lo son, son hombres.

Julio César, que es tan famoso como

Cleopatra, fue amante suyo. A Marco

Antonio se le recuerda hoy en día más

por su aventura amorosa con la reina de

Egipto que por cualquiera de sus logros.

Todo el mundo cree que puede reco-

nocer a Cleopatra. Difundida por el arte

y por el gran número de actrices que

la han interpretado en el teatro y en

el cine, la imagen de Cleopatra resul-

ta tan familiar que puede ser explo-

tada por publicistas o incluso utilizarse

para un disfraz. Es posible que el pelo

negro y flequillo recto,

la intensa sombra de

ojos, las joyas recarga-

das, el vestido dorado y

el tocado con forma de

ave rapaz se deban más

a la interpretación de

Elizabeth Taylor que a

una realidad histórica,

pero no por ello esta

imagen deja de ser im-

pactante.

La Cleopatra pro-

ducto de la imagina-

ción es esencialmente egipcia yal mun-

do occidental le han fascinado los mo-

numentos del antiguo Egipto desde

que fueron descubiertos en los si-

glos XVIII y XIX. Cleopatra es exótica

y de rasgos orientales y es también sen-

sual e intensamente erótica. Estos atri-

butos la convirtieron en su época en

la seductora siniestra que distrajo a

Julio César de su intento de estable-

cer el orden en el Imperio romano yque

corrompió al soldado Marco Antonio,

debilitándolo tanto que fue derrotado

por el astuto Octavio. Esta historia co-

menzó como parte de la propaganda de

guerra. Cuando el poeta Horacio habla-

ba del “soldado romano” que obede-

cía las órdenes de una mujer y de sus

“eunucos arrugados”, el horrorizado pú-

blico sabía que tal soldado era Marco

Antonio.

Marco Antonio y Cleopatra fueron

derrotados; por tanto, su idilio tuvo

un final triste e intensamente dramáti-

co. Marco Antonio se apuñaló a sí mis-

mo, pero lo hizo tan mal que murió len-

tamente en los brazos de Cleopatra.

Ella intentó llegar a un acuerdo con el

vencedor, pero cuando sus intentos fra-

casaron se quitó la vida. Sus dos siervas

murieron con ella, aunque según Plu-

tarco una vivió lo suficiente para decla-

rar ante los hombres de Octavio: “Una

verdadera hazaña, ser una reina descen-

diente de tantos reyes”.

La historia la escriben los vencedores.

Marco Antonio yCleopatra perdieron la

guerra de propaganda que libraron con-

tra Octavio y poco después perdieron

también la guerra real. Las fuentes de

información sobre sus vidas fueron es-

critas principalmente tras su muerte por

personas que vivían

bajo el régimen de Oc-

tavio y de sus suceso-

res. Por tanto, debe-

mos obrar con cautela

a la hora de utilizar

este material para así

podervermás allá de la

propaganda. También

debemos tener cuida-

do de no reemplazar

estos prejuicios con

nuestras propias afir-

maciones sesgadas.

Hoy en día todos quieren admirar y

amar a Cleopatra. Los imperios han de-

jado de considerarse esencialmente be-

neficiosos yya no se admira de forma au-

tomática la civilización de Roma. En la

actualidad se ha puesto de moda pensar

que los imperios son opresivos y, por tan-

to, hay quienes elogian a Cleopatra por

mantener la independencia de Egipto

durante mucho tiempo y oponer resis-

tencia al poderío de Roma. Las feminis-

tas han convertido de inmediato a Cleo-

patra en el icono de la mujer poderosa

que lucha por competir –y llega a ven-

cer durante un tiempo–, en un mundo

dominado por los hombres. En los Esta-

dos Unidos, los grupos de presión afro-

americanos reivindican la figurade Cleo-

patra. Reinó en Egipto y Egipto se en-

cuentra en el continente africano; por

tanto, Cleopatra era una mujer negra y

representa a varios “grupos oprimidos”.

ADRIAN GOLDSWORTHY. HISTORIADOR,AUTOR DE ANTONIO Y CLEOPATRA.

C

MARCO ANTONIO

Su apasionada historia de amor con Cleo-

patra ha traspasado pantallas. Tras cono-

cerse en Tarsos, se

instalaron juntos en

Alejandría. Octavio

trató de separarlos

casando a Antonio

con su hermana,

pero no consiguió

disolver su unión,

desencadenándose

una guerra que cul-

minó con la derro-

ta de la pareja. Él

murió en los bra-

zos de ella, que a

los pocos días se

dejó morder por un

áspid.

DOS FLECHAZOSY UNA CALABAZA

OCTAVIO AUGUSTO

Se enfrentó a Marco Antonio y Cleopatra en

la Batalla de Accio, justificada por el recha-

zo que éste mostró a su hermana Octa-

via. Tras vencer y

hacerse con el po-

der definitivo del

imperio, ignoró

la insinuación

de Cleopatra

para formar par-

te de su cortejo

triunfal. Octavio no

se dejó embaucar por

la Reina, que fra-

casó en su tercer

intento de sedu-

cir a un líder del

Imperio romano.

CUANDO HORACIO

HABLABA DEL

SOLDADO

ROMANO “QUE

OBEDECÍA A UNA

MUJER Y SUS

EUNUCOS”, EL

PÚBLICO SABÍA

QUE ALUDÍA A

MARCO ANTONIO

JULIO CÉSAR

Seducido por la inteligencia y fuerte perso-

nalidad de Cleopatra, le arrebató el trono

de Egipto a Ptolomeo

XIV para concedérse-

lo a ella. Mantuvo

con la reina una re-

lación que las fuen-

tes califican de arro-

lladora. Tras finali-

zar la guerra contra

Ptolomeo XIII, ambos

regresaron juntos a

Roma, donde conci-

bieron a su hijo Ce-

sarión. Finalmente,

él fue asesinado y

ella regresó a Egipto.

Page 4: AVH Cleopatra[1]

23

LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

No parece que la verdad histórica fre-

ne alguna vez la difusión de este tipo de

ideas. Con frecuencia, la gente quie-

re que el pasado confirme sus propias

opiniones del mundo moderno y si

las pruebas no las apoyan, entonces las

pruebas tienen que ser erróneas. No

obstante, para lograr entender a la ver-

dadera Cleopatra, no sólo debemos ol-

vidar los mitos y las ficciones que se han

convertido en buena parte de su his-

toria, sino también la urgencia moder-

na de encontrar a la Cleopatra que que-

remos encontrar. En cambio, debemos

examinar las pruebas, determinar qué

dicen y situar su vida firmemente en el

contexto del siglo I a.C. La imagen que

surge entonces es muy diferente, aun-

que más interesante. Por tanto, veamos

a continuación algunas de las creencias

más populares sobre Cleopatra y com-

parémoslas con la verdad.

LA REINA EGIPCIA. La familia de Cleo-

patra procedía de la Macedonia griega

y sus primeros descendientes llegaron

a controlar Egipto tras el desmembra-

miento del Imperio de Alejandro Mag-

no a finales del siglo IVa.C. Puede que

el sonido de su nombre parezca egip-

cio a nuestros oídos modernos, pero de

hecho es griego y significa “distinguida

porsus antepasados”. Su familia, los pto-

lomeos, se hicieron con los títulos y po-

deres de los faraones, pero no tenían nin-

guna relación con ellos ni con la cultu-

radel verdadero Antiguo Egipto. En rea-

lidad, Cleopatra está más cerca de

nuestra época que de los tiempos en

que se construyeron las grandes pirá-

mides. Su capital era Alejandría, que en

las fuentes antiguas se describe como

“la Alejandría cerca de Egipto”, en lu-

gar de “en Egipto”. Como su nombre

sugiere, fue fundada por Alejandro

Magno con la intención de crear una

ciudad griega, gobernada según ➳

La arqueóloga dominicana

Eureka Katheleen Martínez

explora desde hace seis años

las ruinas del templo grie-

go de Taposiris Magna (Abu-

sir), en busca de los restos

óseos de Cleopatra y

Marco Antonio. Se-

gún la especialista,

este enclave, situado

a unos 45 kilómetros de Ale-

jandría, en una explanada

ubicada entre el mar Medi-

terráneo y el lago Mareotis,

reúne el simbolismo necesa-

rio para cobijar el lecho que

acogiera los cuerpos de los

amantes. En el interior del

templo, junto a una necrópo-

lis con más de 2.000 esque-

letos del período ptolemai-

co, la investigadora ha en-

contrado numerosas

estatuas y bustos de

alabastro, joyas y mo-

nedas alusivas a la

Reina y a su esposo.

Un valioso tesoro que

habría acompañado,

durante siglos, el

descanso eterno de

los enamorados.

EN BUSCA DE LA TUMBA DE LA FARAONA

EL ENCUENTRO DE MARCO ANTONIO Y CLEOPATRA, imaginado por el pintor británico Lawrence Alma-Tadema en 1883.

EUREKA KATHELEENMARTÍNEZ Y ZAHIHAWASS, en elyacimiento dondecreen que se hallaenterradaCleopatra.

Page 5: AVH Cleopatra[1]

24

LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

un sistema jurídico basado en las

leyes de Atenas.

La lengua materna de Cleopatra era

el griego, así como su educación y su

cultura eran griegas. Fue la primera

persona de su familia que aprendió la

lengua egipcia, aunque sus antepasa-

dos ya habían gobernado en el país du-

rante dos siglos y medio. A diferencia

de lo que ha dicho Hollywood, su indu-

mentaria era de estilo griego y llevaba

el pelo peinado hacia atrás y recogido

en un moño, con una diadema de la

monarquía helena como símbolo de au-

toridad. Cleopatra y sus cortesanos

no se vestían como una caricatura del

Imperio Nuevo de Egipto, que había

caído mil años antes, aunque esto le

conviniera a los estudios de Hollywood

para diferenciarlos en la pantalla de los

romanos con togas.

LA REINA AFRICANA. Sabemos que

hubo una princesa siria, también des-

cendiente de griegos, entre los an-

tepasados de Cleopatra. Sin embar-

go, el resto de los

miembros de su ár-

bol genealógico eran

macedonios o grie-

gos. Aunque existen

ciertas lagunas en

esta lista. No sabemos quiénes fueron

su madre y su abuela, aunque lo más

probable es que hayan sido, respecti-

vamente, la hermana de su padre y la

hermana de su abuelo. Su familia prac-

ticaba el matrimonio endogámico a

una escala bastante asombrosa, hasta

el punto que resulta sorprendente que

tantos vástagos hayan vivido lo sufi-

ciente para ser asesinados por sus fa-

miliares más cercanos.

No existen pruebas concluyentes

de que Cleopatra tuviera sangre egip-

cia y aún menos alguna relación con

otros pueblos africanos. Se ha plantea-

do con frecuencia la hipótesis de que

su madre era descendiente de algu-

na de las familias de los altos sacer-

dotes de Egipto, pero tal afirmación

carece de base.

Todas las pruebas sugieren que, des-

de el punto de vista étnico, Cleopatra

era casi completamente griega. Su cul-

tura era sin duda griega. Cleopatra con-

tinuó la práctica de su familia de cons-

truir un gran número de templos a lo

largo de su reino, la mayoría dedica-

dos a los cultos del Antiguo Egipto.

Algunos presentan cierto estilo heleni-

zado. Sin embargo, muchos de los gran-

des templos egipcios que ahora visi-

tan los turistas fueron ampliamente re-

formados por los ptolomeos. Era una

buena política. Los proyectos de cons-

trucción proporcionaban trabajo a mu-

chas personas y reforzaban la posición

de las familias de sacerdotes, que a su

vez ayudaban a los ptolomeos a explo-

tar los recursos de Egipto. No obstan-

te, Cleopatra y los demás ptolomeos

ELIZABETHTAYLOR puso en1963 el rostrocinematográficomás popular a laReina, que sedujoen la pantalla aRichard Burton.

332 a.C. Alejandro Mag-

no conquista Egipto, que

queda incorporado a la

expansión helenística.

323 a.C. Muere Alejandro

y el control de Egipto cae

en manos de Ptolomeo,

uno de los generales de

su ejército.

304 a.C. Ptolomeo I asu-

me el trono egipcio como

faraón.

69 a.C. Nace la futura

Cleopatra VII, hija de Pto-

lomeo XII.

51 a.C. Cleopatra ascien-

de al trono junto a su

hermanastro.

48 a.C. Ptolomeo XIII ex-

pulsa a su hermana del

trono; Julio César llega

a Alejandría.

47 a.C. Muere Ptolomeo

y Julio César proclama a

Cleopatra reina absoluta

de Egipto. Nace Cesa-

rión, el hijo de ambos.

46 a.C. Cleopatra visita

Roma por primera vez y,

tras el asesinato de César,

regresa a Egipto.

42 a.C. Encuentro en Tar-

sos (Asia Menor) de Mar-

co Antonio y Cleopatra.

DE IMPERIO A PROVINCIA

JULIO CÉSAR ADOPTA AOCTAVIO, tapiz, siglo XVI.

RELIEVE DE CLEOPATRAesculpido en cerámica.

LA ÚLTIMA SOBERANA DE EGIPTO

GONZC5

Page 6: AVH Cleopatra[1]

25

LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

siguieron siendo griegos. La diosa

egipcia Isis fue adoptada con forma

griega, de manera que su exótico con-

sorte, Osiris, fue reemplazado por la

más aceptable invención de Serapis.

Esta versión del culto se extendió por

el Mediterráneo. Cleopatra se hizo lla-

mar “la nueva Isis”, pero le gustaba

que los atributos de la diosa coincidie-

ran con los de las deidades griegas,

en particular con Afrodita.

Alejandría pretendía ser el centro

del mundo griego. Los ptolomeos

crearon el museo –cuyo significado

literal es santuario de las musas–, don-

de trabajaban filósofos a los que el

Estado pagaba generosamente para

que fomentaran conocimientos esen-

cialmente griegos. Aquí los hombres

sabían que la Tierra era redonda y cal-

cularon su circunferencia con sorpren-

dente precisión. También crearon es-

tatuas que podían moverse mecáni-

camente, así como un

prototipo de motor de

vapor, aunque estos

inventos nunca se de-

sarrollaron para un

uso práctico.

La famosa bibliote-

ca de Alejandría pre-

tendía incluir todas

las obras escritas en

griego. Los ptolomeos

encargaron a equipos

de expertos la traduc-

ción de las escrituras

judías al griego y las ediciones defi-

nitivas de Homero y de otras grandes

obras de la literatura griega. Cuando

Cleopatra se hacía llamar “amante de

su país” (Philopatris) pensaba en el am-

plio mundo helenizado que Alejandro

Magno había extendido por Oriente

Próximo. Egipto era la posesión más va-

liosa de los ptolomeos y la última que

perdieron, pero

nunca fue su cen-

tro cultural.

LA REINA HERMOSA.

En realidad no sabe-

mos qué aspecto tenía

Cleopatra. Las mone-

das que llevan su efigie

destacan la prominente

nariz aguileña y los ojos

saltones de Ptolomeo

I, fundador de la di-

nastía. Sin embargo,

estas imágenes eran

más que nada símbolos

de poder. Cleopatra lu-

chó por la

legitimidad

para gobernar

en contra de sus pro-

pios hermanos y de su

hermana y las mone-

das constituían un

medio para presentar-

se como la monarca le-

gítima. No es del todo

segura la identifica-

ción de sus bustos y

estatuas. Y la imagen

suya que aparece en

los relieves de los templos están dema-

siado estilizadas como para ser de uti-

lidad. Probablemente, Cleopatra tenía

una nariz prominente. Los hombres

de la familia, incluido su padre, tenían

tendencia a sufrir de obesidad extre-

ma, pero nunca se ha dicho lo mismo

de ella.

No sabemos de qué color eran el ca-

bello, los ojos o la piel

de Cleopatra. El ca-

bello negro del lookdeCleopatraproviene

de las pinturas mu-

rales de tumbas y

templos egipcios

mucho más anti-

guos. Algunos ptolo-

meos eran rubios. Ale-

jandro Magno tenía el

pelo rubio, aunque en la

copia de un mosaico anti-

guo aparece con pelo más

bien castaño.

En realidad, las fuen-

tes antiguas de las que

disponemos no mues-

tran ningún interés

por el color de la piel

y el cabello de Cleopa-

tra, lo que probablemen-

te sugiere que no era ex-

traordinario. El poeta Lu-

cano, que escribió un exube-

rante poema épico casi un siglo

después de los hechos, es el único que

menciona el color de su piel cuando

habla de sus “pechos blancos”, aunque

parece más bien una frase poética con-

vencional que en realidad no nos dice

mucho.

Plutarco asegura que la personalidad

carismática y la voz musical de la Rei-

na, en lugar de su belleza, era lo que

atraía a los hombres. Es importante ob-

servar que no afirma que Cleopatra

no haya sido bella, dice simplemente

que su apariencia física era menos im-

portante que su vivacidad y su encan-

to. Dión Casio escribió mucho más tar-

de que la Reina era excepcionalmen-

te bella. La belleza es difícil de va-

lorar. Probablemente algunas de las ac-

trices más atractivas e idolatradas de

los tiempos modernos no son ➳

NO CONOCEMOS

SU ASPECTO. SUS

MONEDAS

MUESTRAN NARIZ

AGUILEÑA Y LOS

OJOS SALTONES

DE LOS

PTOLOMEOS, QUE

ERAN SÍMBOLOS

DEL PODER

BUSTO DE MÁRMOL,presuntamente unretrato naturalistade Cleopatra, que seconserva en losMuseos Vaticanos,en Roma.

40 a.C. Marco Antonio re-

gresa a Roma y se casa

con la hermana de Octa-

vio. Cleopatra da a luz a

dos gemelos de Marco

Antonio: Alejandro y

Selene.

37 a.C. Marco Antonio re-

gresa a Egipto y contrae

matrimonio con la reina

Cleopatra.

32 a.C. Octavio le decla-

ra la guerra a Egipto.

31 a.C. Cleopatra y Mar-

co Antonio son derro-

tados en la batalla de

Accio.

30 a.C. Ambos mueren

trágicamente en el pla-

zo de unos días y Egipto

se transforma en una pro-

vincia de Roma.MONEDA con el perfil

idealizado de Cleopatra. LA MUERTE DE CLEOPATRA, por Prinsep, 1872.

Page 7: AVH Cleopatra[1]

26

LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

más guapas que muchas

otras actrices famosas. Su

atractivo se basa en el caris-

ma, en su presencia ante la

cámara y, al cabo del tiem-

po, en el glamour de la

fama misma.

Podemos decir sin lugar

a dudas que Cleopatra era

una persona sumamente

atractiva ycarismática. Su

apariencia física era par-

te de su atractivo, pero

probablemente eran aún

más importantes su inge-

nio, su inteligencia, su vi-

vacidad y su encanto. La

obsesión por el aspecto fí-

sico y la belleza de Cleo-

patra nos dice más de

nuestras ideas preconcebi-

das que de cualquier otra

cosa. A nadie le importa en

realidad de qué color era el

pelo de Marco Antonio.

LA REINA INDEPENDIENTE.

La imagen de la mujer fuer-

te e independiente que pro-

tege su reino del poder

invasor de Roma resulta

muy atractiva para mu-

chos. La propaganda de

Octavio presentó a Cleo-

patra como una amenaza

para la república de Roma. Era

unatontería, pero como estabaen gue-

rra contra su antiguo aliado, el también

ciudadano romano Marco Antonio, era

mejorpretenderque no se tratabaen ab-

soluto de una guerra civil, sino de la de-

fensa ante un poder extranjero.

El reino ptolemaico había sido un Es-

tado cliente de la república romana du-

rante más de cien años antes de que

Cleopatra llegara a ser reina. Tras múl-

tiples matrimonios entre hermanos,

tíos y sobrinos, los ptolomeos habían lo-

grado que se considerara imprescindi-

ble tener sangre real para poder recla-

mar el derecho al trono.

Las luchas por el poder se mantuvie-

ron en el ámbito de la familia, pero dada

la fertilidad de los ptolomeos y ante la

ausencia de normas que establecieran

al hijo mayor como legítimo sucesor,

se produjeron mortales enfrentamien-

tos por el poder. El reino se fue descom-

poniendo mientras los ptolomeos se

mataban entre sí. Amediados del

siglo II los pretendientes al tro-

no ya tenían por costumbre

recurrir a Roma para obtener

la confirmación de su po-

der. El padre de Cleo-

patra fue expulsado al

exilio por una facción

que logró colocar en el

trono a su hija mayor. Fue

a Roma y, tras pagar sumas

impresionantes en sobor-

nos, a la larga convenció a

un gobernador romano

para que le devolviera el

poder mediante el uso de la

fuerza. Varias legiones marcha-

ron sobre Egipto, con el joven

Marco Antonio capitaneando

parte de la caballería. El padre

ordenó la ejecución de su hija

mayor. Por su parte, Cleopatra

también fue expulsada al exilio

por los partidarios de su herma-

no. Sólo la llegada yel apoyo de

César le devolvieron el trono.

Cleopatra fue fiel alia-

da de Roma a lo lar-

go de todo su reina-

do. No se enfrentó

ni una sola vez a los

romanos, cuyo po-

der era abrumadora-

mente superior al de su reino.

El problema era que la república de

Roma estaba muy ocu-

pada desintegrándose

a causa de una serie de

guerras civiles. El po-

der seguía cambiando

de manos de forma re-

pentina y violenta.

Cleopatra no pudo evi-

tar verse atrapada en

los conflictos civiles de

Roma. Una gobernan-

te como Cleopatra,

que debía su poder a

una potencia extran-

jera, no tenía más remedio que obe-

decer a cualquier señor de la guerra

romano que se presentara en su reino.

César y Cleopatra se necesitaban

mutuamente por razones prácticas y

políticas. Esto no significa que su re-

lación amorosa careciera de verdadera

pasión; de hecho, es posible que la di-

mensión política añadiera interés a su

relación sentimental. Sin embargo, in-

dependientemente de lo que Cleopa-

tra sintiera por César, no tuvo más re-

medio que lidiar con sus asesinos cuan-

do Bruto y Casio tomaron el control del

Mediterráneo este. De haber intenta-

do enfrentarse abiertamente a ellos, ha-

bría perdido inevitablemente tanto su

reino como su vida.

Cuando Bruto y Casio fueron derro-

tados, Marco Antonio quedó a cargo de

la región. Cleopatra necesitaba su apo-

yo para permanecer en el poder. Otros

gobernantes que dependían de la ayu-

da de los patricios romanos también

realizaron el mismo cambio de lealta-

des. En su caso, Cleopatra fue, incluso,

más lejos. Se presentó de forma tan

espectacular en Tarso, donde la mandó

llamar Marco Antonio, que se convirtió

en su amante. Así obtuvo de él la ne-

cesaria confirmación de su reinado.

También se quedó embarazada y con el

tiempo dio a luz a gemelos. Sin em-

bargo, Marco Antonio no vio ni a la ma-

dre ni a los hijos en varios años. Por tan-

to, la continuidad de su apoyo no es-

taba garantizada.

UNA BUENA REINA. Todo el reinado de

Cleopatra fue una lucha constante para

obtener y mantener el apoyo de Roma,

imprescindible para continuar en el po-

der. Lo mismo hicieron su padre y sus

predecesores. Aunque algunos romanos

propusieron varias veces la anexión de

Egipto, la minúscula

maquinaria adminis-

trativa de la repúbli-

ca de Roma tenía di-

ficultades para contro-

lar sus provincias, por

lo que a lo largo del

Mediterráneo debían

confiar en gobernan-

tes peleles.

Cleopatra no era la

única opción de los ro-

manos. Su primer her-

mano, Ptolomeo XIII,

gobernaba con Cleopatra hasta que éste

la expulsó al exilio en el año 49 a.C. Cé-

sar derrotó sus fuerzas, asesinó al rey

adolescente y estableció que Cleopatra

compartiera el trono con su otro herma-

no, Ptolomeo XIV. Tras el asesinato de

TODO SU

REINADO FUE UNA

CONSTANTE

LUCHA POR

MANTENER EL

APOYO DE ROMA.

AL IGUAL QUE LO

HABÍAN HECHO

ANTES SU PADRE Y

SUS HERMANOS

SABÍA EGIPCIO y construía templosa los dioses del Nilo, peroCleopatra era griega, hablaba engriego y vestía a la griega.

LA ÚLTIMA SOBERANA DE EGIPTO

Page 8: AVH Cleopatra[1]

27

LA AVENTURA DE LA

H I S T O R I A

César, Cleopatra orde-

nó que envenenaran a

su hermano. Su herma-

na, Arsinoe, fue siem-

pre una amenaza para

Cleopatra. Al parecer

Marco Antonio había

pensado conceder a Ar-

sinoe una gran parte

del reino –si no todo–,

durante el apogeo de su

poder, en el año 44 a.C.

Pero cuando se hizo

amante de Cleopatra,

lo primero que ella hizo

fue convencerlo de or-

denar el asesinato de

Arsinoe.

Ser un ptolomeo era

sumamente peligroso,

pues todos los miembros de la fami-

lia eran rivales en potencia. Incluso los

hijos de Cleopatra se habrían conver-

tido en una amenaza al llegar a adul-

tos, ya que habrían dejado de estar

bajo su control. En el siglo II uno de

sus predecesores mantuvo una larga

y cruenta lucha por el poder contra

su propia hija.

Las grandes habilidades políticas y el

instinto de supervivencia de Cleopatra

quedan demostrados ampliamente en

el hecho de haber logrado permane-

cer viva y en el poder durante dos déca-

das. Para ello tuvo que actuar con mu-

cha crueldad y deshacerse de sus her-

manos antes de que ellos se deshicie-

ran de ella. La mera supervivencia re-

sultaba una tarea tan exigente que ape-

nas tenía tiempo de hacer cualquier

otra cosa.

El fértil Egipto era extremadamen-

te rico y exportaba un enorme exce-

dente de cereales. Roma quería dispo-

ner de esta producción, así como de los

demás recursos del país. Cleopatra

mantuvo el poder entregando los re-

cursos de Egipto a los romanos. La ri-

queza de Egipto fue canalizada hacia

los poderosos romanos para comprar su

apoyo. En realidad este arreglo no be-

neficiaba en absoluto a sus súbditos.

Las frecuentes afirmaciones de que

Cleopatra era popular entre su pue-

blo carecen de fundamento. Los cam-

pesinos egipcios no eran importantes.

Los romanos sí lo eran.

LA REINA ORGULLOSA. Cleopatra se

quitó la vida antes de verse sometida

a la humillación de caminar encade-

nada por las calles de Roma como parte

del triunfo de Octavio. Sin embargo,

tras el suicidio de Marco Antonio, tar-

dó más de una semana en tomar esta

determinación. Cleopatra había creado

deliberadamente las condiciones para

que su amante se suicidara o huyera

solo. Marco Antonio era una causa per-

dida, sin ninguna probabilidad de obte-

ner clemencia por parte del vencedor.

Está claro que, una vez librada de

Marco Antonio, Cleopatra creía que po-

dría llegar a un acuerdo con Octavio y

quizá a conseguir mantenerse en el po-

der o al menos que alguno de sus hi-

jos reinara. A fin de cuentas, podía ale-

gar que siempre había sido fiel a Roma

yque se había mostrado dispuesta a en-

tregar a los poderosos romanos lo que

quisieran de su reino. Podría ofrecer

este mismo apoyo a Octavio, que nece-

sitaba urgentemente la riqueza y los re-

cursos de Egipto.

Lamentablemente para ella, Octa-

vio quería explotar la región directa-

mente y no estaba dispuesto a conce-

derle ningún poder ni a ella ni a sus hi-

jos. Sólo entonces Cleopatra se quitó

la vida. Incluso en su momento nadie

estaba muy seguro de cómo se había

matado, aunque la historia de la morde-

dura de serpiente pronto se extendió.

Hasta este último instante Cleopatra

dio muestras del instinto de superviven-

cia que la había mantenido tanto tiem-

po en el poder.

La verdadera historia de Cleopatra di-

fiere radicalmente de los numerosos mi-

tos que la rodean, aunque es mucho más

interesante. Era una política muycapaz,

que tuvo que gobernar en circunstan-

cias en extremo difíciles y peligrosas.

Sin embargo, no hay motivos para pres-

cindir de sus idilios. Las relaciones amo-

rosas de César y Cleopatra fueron rea-

les, así como muchos de los momen-

tos más teatrales de su vida. La vida y la

muerte de Cleopatra tienen un dra-

matismo que seguirá fascinándonos. ■

TRADUCCIÓN: ARMANDO FIGUEROA

LA MUERTE DE CLEOPATRAes, paradójicamente, el

momento másrepresentado de la vida

de la Reina, óleo de JeanAndré Rixens, 1874.

Los lectores interesados puedenparticipar en el sorteo de diezejemplares de Antonio y Cleopatra

(Adrian Goldsworthy, Madrid, La Esfera de losLibros, 2011), enviando un correo electrónicocon el título de la obra y todos su datos decontacto a [email protected], opor correo postal a la dirección dela revista antes del 10 deseptiembre. Los ganadores sedarán a conocer en el número deoctubre.

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