avances en el desarrollo de estrategias para el uso racional de insecticidas en méxico

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AVANCES EN EL DESARROLLO DE ESTRATEGIAS PARA EL USO RACIONAL DE INSECTICIDAS EN MEXICO Angel Lagunes Tejeda Trabajo que se presenta como requisito para ingresar a la Academia Mexicana de Ingeniería. 1995

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AVANCES EN EL DESARROLLO DE ESTRATEGIAS PARA EL USO RACIONAL DE INSECTICIDAS EN MEXICO

Angel Lagunes Tejeda

Trabajo que se presenta como requisito para ingresar a la Academia Mexicana de Ingeniería.

1995

AVANCES EN EL DESARROLLO DE ESTRATEGIAS PARA EL USO RACIONAL DE INSECTICIDAS EN MEXICO

Angel Lagunes Tejeda

INTRODUCCION

México no cuenta con la industria capaz de desarrollar y producir nuevos insecticidas

orgánicos, depende de otros países para obtener estos productos que utiliza para proteger

sus cosechas contra las plagas insectiles; en realidad, pocos países en el mundo tienen

industrias que descubran, desarrollen y produzcan nuevos insecticidas; la razón es simple,

sólo los grandes consorcios industriales tienen la capacidad de absorber las grandes

erogaciones que implica desarrollar nuevos productos insecticidas, pues en los costosos

laboratorios donde se hace la síntesis de nuevas moléculas las evalúan para múltiples fines,

de tal manera que una molécula es valorada como insecticida, herbicida, colorante,

decolorante, detergente, etc. y así existen más posibilidades de dividir el costo de la síntesis

química entre las industrias pertenecientes al conglomerado industrial.

El uso de insecticidas en México sigue un esquema que a grandes rasgos se podría explicar

en los siguientes puntos: a) un insecticida con posibilidad de ser empleado contra plagas

agrícolas es candidato para ser introducido al mercado; b) se realizan pruebas para evaluar

su efectividad, que hace la compañía interesada e instituciones de investigación o educación

agrícola; c) con base en la información sobre la efectividad de un producto, se solicita el

registro oficial para su uso; d) se publican folletos sobre su actividad y se promueve su

1

inclusión en las publicaciones oficiales; e) se apoyan las ventas del agroquímico de

referencia, con propaganda y reuniones técnicas en cada región, de acuerdo con las

proyecciones de mercado de la compañía interesada.

El anterior proceso, que aquí se presenta simplificado, conlleva un aspecto no siempre

positivo desde los puntos de vista económico, ecológico y social, ya que el componente

comercial frecuentemente influye de tal manera en las ventas, que el manejo de insecticidas

queda supeditado a los intereses de las compañías; esto es amplificado por la preparación

no siempre eficiente de los técnicos oficiales, que no impactan significativamente en la

selección de los insecticidas. Entre los ejemplos más notables del abuso de los

agroquímicos, están las regiones de Torreón, Coah., Matamoros, Tamps., Apatzingán, Mich.

y Tapachula, Chis., donde un cultivo tan importante como el algodón ha sufrido bajas

espectaculares en la superficie sembrada; debido a esto, las consecuencias sociales,

económicas y políticas, no tardaron en manifestarse sobre todo con la disminución de

fuentes de trabajo y de divisas. Otros cultivos como la soya, el tabaco, hortalizas, frutales,

arroz y maíz, por mencionar sólo algunos, enfrentan también problemas de mal uso de

insecticidas. La historia de la dependencia de México en este renglón ha ocasionado la

utilización de los insecticidas DDT, los ciclodienos, los organofosforados, los carbamatos,

los piretroides, etc., tan pronto como han estado disponibles en el mercado de plaguicidas.

En este contexto cabe preguntarnos, ¿ qué está haciendo nuestro país para que, sin aislarse

de los efectos positivos de la tecnología exterior, pueda aspirar a integrar una tecnología

propia ?.

2

Para contestar esa pregunta debemos analizar los siguientes puntos:

Síntesis de nuevas moléculas insecticidas.

Producción nacional de insecticidas convencionales

Investigación sobre el uso pertinente y sustentable de insecticidas.

NUEVOS PRODUCTOS

Con respecto a la síntesis de nuevas moléculas insecticidas, en México no existe esta

actividad en forma fácilmente detectable, a pesar de los posibles esfuerzos de algunos

grupos de investigadores; si acaso, lo que podría equipararse a esto es la búsqueda de

plantas y polvos con propiedades insecticidas en lo cual algunos grupos están trabajando,

sobre todo en la Universidad de Nuevo León yen el Colegio de Postgraduados (Laguneset

pi., 1982).

Insecticidas Vegetales y Minerales

La investigación se ha centrado en el maíz y el frijol los cuales son considerados los

principales cultivos básicos en México, tanto por ser componentes fundamentales en la

dieta alimenticia como por la superficie que se destina a su cultivo.

Entre los factores que disminuyen el rendimiento del maíz y del frijol se encuentran los

insectos plaga, los cuales durante las fases de campo y de almacenamiento pueden

ji

ocasionar pérdidas del 20 al 80%.

Entre las principales plagas del maíz y del frijol tenemos: gusano cogollero, gorgojo del maíz,

barrenador mayor de los granos, gorgojos del frijol y conchuela del frijol cuyo combate está

basado en el uso de insecticidas, a pesar de resultados promisorios en el combate biológico

y genético.

La gran mayoría de los campesinos dedicados a estos cultivos básicos no utilizan los

productos químicos por falta de recursos económicos y por los bajos rendimientos obtenidos

bajo la agricultura de subsistencia.

Lo anterior impone la búsqueda de métodos de combate de plagas más acordes con la

realidad de nuestro país.

Como una posible solución a este problema, se ha propuesto el uso de polvos minerales y

vegetales, y de extractos acuosos de plantas silvestres para contrarrestar el daño producido

por los insectos. Este planteamiento tiene como ventajas más evidentes la protección de

estos cultivos con métodos sencillos, baratos y de fácil adopción por los agricultores de

escasos recursos, además de evitar los riesgos de contaminación y de accidentes que tienen

los insecticidas convencionales.

Varias instituciones han apoyado este proyecto; entre ellas destacan la Agencia para el

ii

Desarrollo Internacional (AID), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y Bodegas

Rurales CONASUPO.

Entre los principales resultados del proyecto tenemos que de 1981 a la fecha se han

evaluado 430 especies vegetales y 23 polvos minerales. En lo que respecta a plantas, se

han detectado 78 especies promisorias contra el gusano cogollero, 28 contra la conchuela

del frijol, 13 contra el gorgojo del maíz, 14 contra el barrenador mayor de los granos, 6

contra el gorgojo pinto del frijol y 20 contra el gorgojo pardo del frijol. Por otro lado, de 23

polvos minerales evaluados se tiene 10 prometedores contra el gorgojo del maíz, 11 contra

el barrenador mayor de los granos, 21 contra el gorgojo pinto del frijol, 4 contra el gorgojo

pardo del frijol y 1 contra el gusano cogollero. Los experimentos se han realizado en los

estados de México, Morelos, Guerrero, Guanajuato, Veracruz, Zacatecas, Oaxaca, Tabasco

y Durango.

Como parte del mismo proyecto se han realizado 21 tesis de licenciatura y 7 de maestría

en ciencias, de estudiantes de la Universidad Autónoma de Morelos, Universidad Nacional

Autónoma de México, Colegio de Postgraduados, Colegio Superior de Agricultura Tropical,

Universidad Autónoma Chapingo, Universidad Autónoma del Estado de México y

Universidad Veracruzana.

La divulgación de los resultados de este proyecto de investigación se ha realizado por medio

de pláticas, conferencia, exposiciones, participaciones en congresos, cursos, publicaciones

5

y divulgación directa en los mismos experimentos de campo y almacén.

En el Colegio de Postgraduados se ha iniciado el curso de Insecticidas Vegetales y se han

organizado tres simposios nacionales sobre el tema.

Se han enviado reportes, artículos y tesis a investigadores interesados en este proyecto, de

Colombia, Guatemala, Brasil, Estados Unidos de América, Filipinas, Islas Fidji, República

Dominicana, India, Holanda, Chile, Costa Rica y Cuba.

Algunas instituciones como la Universidad Autónoma de Puebla, Universidad Nacional

Autónoma de México, Grupo de Estudios Ambientales, A.C., Universidad Autónoma

Metropolitana, Universidad Autónoma Chapingo, e Instituto Nacional de Investigaciones

Forestales, Agrícolas y Pecuarias, han recibido asesoría en trabajos sobre el mismo tema.

Actualmente se tiene un lote de cuatro ha. con meliaceas con actividad insecticida en

Córdoba, Ver, para iniciar la introducción regional de esas plantas. Cabe agregar que

algunos países del Caribe exportan semillas de una meliacea (neem) aprovechando la gran

demanda actual de insecticidas biodegradablesque requiere la agricultura orgánica. Sin lugar

a dudas que el aprovechamiento de plantas con valor insecticida puede apoyar la economía

familiar en regiones de subsistencia.

4.

La investigación realizada contra plagas del maíz mereció una mención honorífica en el

Concurso Rolex Internacional de Investigación; por otro lado, la participación de dos tesistas

en el Tercer Certamen Nacional de Proyectos Creativos y Científicos y Tecnológicos de la

Juventud (CREA) obtuvo el primer lugar en la categoría "AAA't del área agropecuaria. En

base a lo anterior se participó en una exposición en el Aeropuerto Internacional de la ciudad

de México; se colaboró también en la exposición denominada Ecotecnologías para el

Desarrollo Rural y Urbano que fue organizada por la Secretaría de Desarrollo Urbano y

Ecología y llevada a cabo en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad

(Lagunes, 1994).

PRODUCCION NACIONAL

En lo que se refiere a la producción nacional de insecticidas orgánicos no sintetizados

originalmente en México, nuestro país está avanzando lentamente pero con paso seguro,

en la consolidación de una industria que, a pesar de posibles pagos de patente, genera

fuentes de trabajo. Hasta hace varios años la lista de productos fabricados en México incluía

al Azinfos metílico, BHC, Coumafos, DDT, Endrín, Malatión, Mevinfos, Monocrotofos,

Metamidofos, Naled, Ometoato, Paratión metílico, Clorpirifos metil, Paratión etílico,

Pentaclorofenol, Toxafeno, Triclorfon y varios piretroides, entre otros.

Con todos esos productos nuestro país tiene una posición más independiente con respecto

a otros países en desarrollo. No existe duda de que en los planes fitosanitarios debe

inctuirse el apoyo a esta industria en desarrollo.

7

USO RACIONAL DE INSECTICIDAS

Con respecto a la investigación que se realiza sobre uso racional de insecticidas, podemos

dividir este concepto en varios temas:

Pruebas de efectividad de insecticidas

Estudios sobre resistencia a insecticidas

Estudios sobre manejo de insecticidas.

Pruebas de Efectividad

Estas evaluaciones se realizan como un requisito para obtener el registro que autoriza la

comercialización de los insecticidas; las mencionadas pruebas se realizan en experimentos

específicos o tesis que se ejecutan en instituciones del sector oficial como el Instituto

Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias o en universidades y otras

instituciones de investigación.

Como la industria desea obtener el registro lo antes posible para iniciar la comercialización,

se realizan pruebas en varias localidades del país y se presentan para el registro los

experimentos donde los resultados fueron positivos; esta circunstancia plantea la posibilidad

de que un producto sea efectivo contra poblaciones de insectos en algunas localidades e

inefectivo contra poblaciones de insectos de la misma especie en otras localidades.

0.1

Lo anterior hace necesario validar a nivel regional la efectividad de los productos con

registro a nivel central; de esta manera tendremos la seguridad de utilizar insecticidas con

actividad probada. El sistema nacional de investigación agrícola puede ser el responsable

de las validaciones requeridas. Este punto evitará el uso de productos inefectivos en algunas

regiones, lo cual ocasiona aumento en costos debido a la utilización de dosis mayores,

mayor frecuencia en las aplicaciones o el uso de mezclas donde un componente es activo

contra las plagas y el otro sólo contamina.

Resistencia a Insecticidas

Los estudios sobre resistencia a insecticidas se realizan incipientemente en algunas

instituciones educativas y/o de investigación y también en compañías no oficiales. Un

ejemplo de estos estudios aparece en el cuadro 1 donde se observa la diferencia en

susceptibilidad a insecticidas en algunas poblaciones del gusano bellotero (Heliothis spp.).

Es notable la resistencia que Heliothis virescens de Apatzingán, Mich. ha desarrollado a

paratión metílico debido al uso continuo y abundante de este insecticida; es difícil separar

esta información de las razones que existen para explicar la drástica reducción en la

superficie sembrada con algodonero en esa región agrícola, pues al presentarse altos costos

del combate químico se hace incosteable el cultivo (Lagunes, 1974).

Cuadro 1. Diferencia en susceptibilidad a tres insecticidas en varias poblaciones de Heliothis spp. colectadas en algunas localidades de México.

CL50 (ug/botella)

Especie Procedencia endrín DDT paratión m etílico

H. zea Chapingo, México 11 917 3.8

H. zea Zacatepec, Morelos - 601 4.9

H. zea Tapachula, Chiapas 125 - -

H. virescens Hermosillo, Sonora 1,385 1,821 34.0

H. virescens Apatzingán, Michoacán 842 513 523.0

H. virescens Chapingo, México - - 13.0

H. subflexa Zacatepec, Morelos 3.9 225 2.4

(Lagunes, 1 974)

La estrategia que se desprende de la utilidad de los estudios de resistencia es proponer que

regionalmente en los laboratorios de plaguicidas se establezcan grupos de trabajo dedicados

al estudio y divulgación periódica de los niveles de susceptibilidad o resistencia detectados

por medio de bioensayos. Estas actividades se realizarían en colonias de insectos benéficos

y perjudiciales colectados directamente en el campo antes y durante la temporada de

aplicación de insecticidas. El cuadro 2 muestra algunos de los insecticidas que se proponen

para realizar los bioensayos y los niveles estimados de participación de cada mecanismo de

resistencia involucrado con cada compuesto (Lagunes, 1982). Con los resultados obtenidos

en los bioensayos tendremos una estimación de los mecanismos de resistencia que están

presentes en la población.

10

Cuadro 2. Porcentaje estimado de la participación de los principales mecanismos de resistencia sobre varios insecticidas en poblaciones de artrópodos.

Mecanismos de resistencia 1 2 3 4 5 6 7

Metabólicos

Función oxidativa (FOM)

Esterasa

DDT dehidroclorinasa

Glutatión transferasa

Carboxiesterasa

No metabólicos

Mayor excreción

Menor penetración

Sensibilidad reducida (kdr)

ACE insensible

Insensibilidad a ciclodienos

10-50 20-30 20-30 20-30 0-10 5-10

40

10-70 10-70 5-10 5-30

20-80

10-40 5-10 5-15

10-80

5-10 5-10 5-10 5-10 5-10 5-10 5

5-10 5-10 5-10 5-10 5-10 5-10 10

20-80 50-90

5-15 5-15 5-15

10

70-90

1 = DDT; 2 = paratión metílico; 3 = paratión etílico; 4 = malatión; 5 = endrín; 6 = permetrina; 7 = carbaril. (Lagunes, 1982)

Las metodologías a nivel mundial para realizar los bioensayos en las principales especies de

artrópodos con importancia económica se recopilaron en una publicación que contiene las

especificaciones para desarrollar los bioensayos en 154 especies de insectos y ácaros

representativos para la mayoría de los artrópodos (Lagunes y Vázquez, 1994). Para la

evaluación directa de la efectividad de los insecticidas en el campo, se ha desarrollado el

Maletín Básico del Entomólogo Agrícola. Con este equipo es posible hacer recomendaciones

más acertadas (Lagunes, 1982).

11

El grupo de toxicología del Colegio de Postgraduados se ha involucrado fuertemente en el

campo de la resistencia a los insecticidas, de tal manera que en la última publicación de la

FAO base de los estudios sobre el fenómeno de la resistencia a nivel mundial se participó

activamente (Georghiou y Lagunes, 1991).

La mencionada publicación reporta 504 especies de artrópodos con poblaciones resistentes

a uno o más productos; de estas 504 especies, 481 son perjudiciales y 23 son benéficas;

de las 481 dañinas, 283 (58.8%) son de importancia agrícola y 198 (41.2%) son de

importancia médica y veterinaria. En el cuadro 3 se muestra la distribución de los casos de

resistencia por órdenes de artrópodos, clases de insecticidas, e importancia agrícola, médica

y veterinaria.

Manejo de Insecticidas

Con respecto a estudios sobre manejo de insecticidas, éstos deben promoverse en tal forma

que aprovechemos mejor los productos que tenemos y los que debemos importar, pues a

pesar de que no sintetizamos nuevas moléculas y de que sólo producimos algunos

insecticidas comerciales, es fundamental que generemos la información que nos permita

seleccionar la tecnología exterior que más se ajuste a nuestras condiciones.

12

Cuadro 3. Número de especies de artrópodos con casos reportados de resistencia hasta 1989.

Tipo de pesticida 1 Importancia DDT CtCLOD. OP. CARB. PR. FUM. OT. MED/ AGRIC, BEN. TOTAL

VET,

ARANEAE 1 1 1

ACARI 20 17 59 16 5 27 21 38 12 71

ANOPLURA 4 4 2 1 6 6

COLEOPTERA 25 63 26 11 4 9 5 71 1 72

DERMAPTERA 1 1 1 1

DIPTERA 130 114 81 22 16 1 153 23 1 177

EPHEMEROPTERA 2 2 2

HEMIPTERA 8 16 6 1 4 16 20 HOMOPTERA 14 14 36 14 8 3 1 51 51

HYMENOPTERA 1 3 4 2 5 7

LEPIDOPTERA 45 43 37 17 13 4 74 74

MALLOPHAGA 2 2 2

NEUROPTERA 1 1 1

ORTHOPTERA 2 3 2 1 1 3 3

SIPHONAPTERA 8 6 4 2 9 9 THYSANOPTERA 3 5 1 1 2 7 7

TOTAL 263 291 260 85 48 12 40 198 283 23 504

% 52.2 57.8 51.6 16.9 9.5 2.4 8.0 39.3 56.2 4.5

CICLOD = ciclodieno; OP = organofosforado; CARB = carbamato; PIR = piretroide; FUM = fumigante; OT otros; MED/VET = médica/veterinaria; AGRIC = agricultura; BEN = predator, parasitoide, productor de miel, etc.

(Georghiou y Lagunes, 1991).

Los estudios sobre manejo requieren del análisis del uso de insecticidas en las diferentes

regiones con uso intensivo y extensivo de estos insumos. Lo anterior nos auxiliará a

identificar y evitar las causas de fracasos en el control de insectos plaga atribuibles a los

tóxicos empleados. Debemos recordar que una de las razones que precipitó el desplome de

la región algodonera de Matamoros en el noroeste de México fue la falta de control de

algunos insectos a pesar del uso abundante de insecticidas; en el Cuadro 4 podemos

observar los cambios en el número de hectáreas sembradas con algodonero en la

13

mencionada área (Lagunes y Rodríguez, 1992). El mismo fenómeno con variantes locales

se presentó en Apatzingán, Mich., Tapachula, Chis. y Torreón, Coah. Esta disminución en

la superficie sembrada con algodón provocó problemas sociales, políticos y económicos que

no han desaparecido en esas áreas; los principales parámetros indicativos han sido la

disminución en las fuentes de trabajo, aumento relativo de la criminalidad y de las

invasiones de terrenos.

Cuadro 4. Cambios en el número de hectáreas sembradas con algodonero en el noroeste de México después del desarrollo de resistencia a varios insecticidas en el complejo Heliothis spp. (modificado de Smith y Reynolds, 1977).

Año

Hectáreas

Matamoros - Reynosa 1960 287,739 1961 218,457 1962 202,344 1963 206,096 1964 77,644 1965 41,540 1966 17,617 1967 9,789 1971 200 1972 5,020 1973 15,062 1974 35,800

Tampico - Mante 1966 202,429 1968 80,972 1969 40,486 1970 486 1971 1,184 1972 7,528 1973 12,355 1974

(incluyendo área de Tampico - Mante)

(ver área de Matamoros)

14

Para analizar el uso de insecticidas necesitamos generar la metodología adecuada, y ésta

requiere que tengamos una clasificación de insecticidas que tome en cuenta los mecanismos

de resistencia que se desarrollan en las poblaciones de insectos al reproducirse los

individuos capaces de sobrevivir las aplicaciones de insecticidas (Georghiou, 1971).

Existen varias clasificaciones de acuerdo al tipo de estudio que se pretende; éstas son:

De tipo general, donde se agrupan los insecticidas por parámetros químicos y de

fórmulación; como un ejemplo tenemos la clasificación reportada por Narro (1979)

(Cuadro 5).

Cuadro 5. Clasificación de insecticidas de tipo general

Según su modo Según su composición Según su de acción química presentación

Por contacto Aceites minerales Líquidos

Por ingestión Inorgánicos Polvos

Sistémicos Orgánicos naturales Granulados

Asfixiantes Orgánicos sintéticos

Polivalentes

(Narro, 1 979)

Para la enseñanza de la toxicología (Cuadro 6), aquí los grupos de insecticidas se

examinan en un orden cercano al cronológico de acuerdo al descubrimiento de sus

propiedades tóxicas (Lagunes, 1982).

15

Cuadro 6. Clasificación de insecticidas generalmente empleada para la enseñanza.

1. Insecticidas inorgánicos 7. Insecticidas microbiales

2. Organoclorados 8. Organoazufrados a) Grupo del DDT 9. Organoestanosos b) Grupo del benceno 10. Formamidinas c) Ciclodienos 11. Tiocianatos

3. Organofosforados 12. Dinitrofenoles

4. Carbamatos 13. Aceites minerales

5. Piretroides 14. Etc.

6. Insecticidas botánicos

(Lagunes, 1 982)

3. De acuerdo a los mecanismos de resistencia; esta clasificación agrupa a los insecticidas

de acuerdo a su afinidad por mecanismos de resistencia. Con respecto a este último tipo

de clasificación, uno de los primeros intentos para definir dichos grupos fue reportado en

1971 por Georghiou, al integrar los cuatro grupos mostrados en el Cuadro 7. Varios años

después, en 1976, el mismo autor reportó los diez grupos que se observan en el Cuadro 8.

Cuadro 7. Insecticidas agrupados de acuerdo a afinidad para resistencia cruzada.

DDT

DDD

metoxicloro

dieldrín

aldrín

lindano

endrín

heptacloro

c lord ano

paratión

malatión

diazinon

ro nne 1

naled

dimetoato

clorpirifos

carbaril

propoxur

isolan

di meti lan

(Georghiou, 1971)

II

Cuadro 8. Agrupamiento de insecticidas de acuerdo a afinidad para resistencia cruzada.

A. Análogos del DDT DDT y otros análogos dehidroclorinizables Análogos no dehidroclorinizables (p.e. clorobenzilato)

B. Ciclodienos BHC, aldrín, dieldrín, endrín, etc.

O. Organofosforados Organofosforados 0-metil (p.e. paratión metílico, dicapton) Organofosforados 0-etil (p.e. paratión etílico) Organofosforados misceláneos, incluyendo algunos de los grupos 1 y

E. Piretroides

(Georghiou, 1976).

Con la finalidad de tener una clasificación más general y útil en condiciones de campo,

Lagunes y Rodríguez (1982) propusieron la clasificación mostrada en el Cuadro 9. Esta

clasificación no pretende ser aplicable en un 1 00% para todos los insectos, debido a las

diferencias bioquímicas y fisiológicas que pueden presentarse en tan amplio grupo de

organismos. Es posible que para algunas familias de insectos los grupos 9, 10 y 11, por

ejemplo, sean en realidad un solo grupo; y que para otras familias sea posible separar el

grupo 4, por ejemplo, en dos o tres grupos. La definición final de grupos de insecticidas por

su capacidad de promover mecanismos de resistencia a nivel de familia de insectos o áreas

geográficas, se logrará después de probar la clasificación propuesta en pruebas de

laboratorio y de campo. Esta clasificación de insecticidas de acuerdo a grupos toxicológicos

puede tener varias aplicaciones en entomología económica; entre ellas:

MIN

Cuadro 9. Grupos toxicológicos de los insecticidas y acaricidas

OC-DDT. Grupo del DDT. OC-Be. Grupo del benceno. OC-Cd. Grupo de los ciclodienos FA-OM. Grupo de los organofosforados

alifáticos con enlace P=O, monodimetil. FA-OE. Grupo de los organofosforados

alifáticos con enlace P=O, dietil. FA_SM. Grupo de los organofosforados

alifáticos con enlace P=S, monodimetil. FA-SE. Grupo de los organofosforados alifáticos

con enlace P=S, dietil. FC-OM. Grupo de los organofosforados cíclicos

con enlace P=O, monodimetil. FC-O E. Grupo de los organofosforados cíclicos

con enlace P=O, dietil. FC-SM. Grupo de los organofosforados cíclicos

con enlace P=S, monodimetil. FC-SE. Grupo de los organofosforados cíclicos

con enlace P=S, dietil. FH-OM. Grupo de los organofosforados

heterocíclicos con enlace P=O, monodimetil. FH-OE. Grupo de los organofosforados

heterocíclicos con enlace P=O, dietil. FH-SM. Grupo de los organofosforados

heterocíclicos con enlace P=S, monodimetil.

FH-SE. Grupo de los organofosforados heterocíclicos con enlace P=S, dietil.

F -CX. Grupo de los organofosforados con uno o dos grupos carboxietil.

CA-MM. Grupo de los carbamatos alif áticos cíclicos monometil.

CC-MM. Grupo de los carbamatos cíclicos monometil.

CH-MM. Grupo de los carbamatos heterocíclicos monometil.

C-DM. Grupo de los carbamatos dimetílicos. PIRT. Grupo de los piretroides. IBOT. Grupo de los insecticidas botánicos. OA-Ci. Grupo de los organoazufrados cíclicos. OA-He. Grupo de los organoazufrados

h ete ro cíclicos. OEST. Grupo de los organoestanosos. FORM. Grupo de los formamidinas. TIOC. Grupo de los tioacinatos. DNF. Grupo de los dinitrofenoles. MICR. Grupo de los biológicos o microbiales. INOR. Grupo de los inorgánicos. AMIN. Grupo de los aceites minerales.

No se incluyen análogos de la hormona juvenil, inhibidores de la síntesis de la quitina, avermectinas y otros tipos de plaguicidas que en

general se consideran como grupos independientes.

(Lagunes y Rodríguez, 1982.)

Rotación de insecticidas en recomendaciones prácticas

Selección de insecticidas para pruebas experimentales

Análisis toxicológico de áreas agrícolas.

La rotación de insecticidas puede tomar en cuenta estos grupos toxicológicos, cuando se

quiere sustituir un producto A que ya no trabaja contra una plaga, por otro insecticida B que

no se ha empleado; lo más conveniente es que el nuevo compuesto B sea de un grupo

toxicológico diferente al de A. pues si A y . son del mismo grupo toxicológico, se corre el

riesgo de que el compuesto B sólo contamine sin disminuir significativamente las

poblaciones del insecto plaga, debido a que exista resistencia cruzada entre A y B.

Otra forma práctica de utilizar los grupos toxicológicos es:

Determinar por medio de una prueba de campo, cuales insecticidas de los autorizados

efectivamente combaten a la plaga indicada (se puede utilizar el Maletín Básico del

Entomólogo).

Utilizar a los productos efectivos determinados en el punto anterior, de acuerdo al

siguiente orden: organoclorados, organofosforados, carbamatos y piretroides.

Los demás grupos se utilizarán de acuerdo apruebas de efectividad que indiquen la

conveniencia de incluirlos en la secuencia.

19

En los organoclorados, el orden es el siguiente: OC-DDT, OC-Be, OC-Cd.

En los organofosforados: cíclicos, heterocíclicos, alifáticos; dentro de los cíclicos: FC-OE,

FC-SE, FC-OM, FC-SM; dentro de los heterocíclicos: FH-OE, EH-SE, FH-OM, FH-SM; dentro

de los alifáticos: EA-OE, FA-SE, EA-OM, EA-SM. Cuando un insecticida del grupo F-CX sea

efectivo, debe emplearse antes que los demás organofosforados.

Dentro de los carbamatos el orden es: CC-MM, CA-MM, CH-MM, C-DM.

En los piretroides, se sugiere emplear primero los productos que tienen simultáneamente en

su molécula un grupo ciano y un grupo ciclopropano dimetil.

c) El método más correcto para definir la secuencia en que deben ser empleados los

insecticidas, es realizando bioensayos en los principales insectos o ácaros plaga, antes,

durante y después de la temporada de cultivo. De esta manera, se puede saber si el

producto que actualmente se esta empleando debe seguir recomendándose, y si los

productos que no se han utilizado pero que son candidatos para usarse, serán efectivos

cuando se necesiten.

La clasificación de los insecticidas por mecanismos de resistencia o grupos toxicológicos

se estudia en los cursos sobre insecticidas en el Colegio de Postgraduados (Lagunes y

Rodríguez, 1992; y Lagunes y Villanueva, 1995). Por otro lado, también se ha incluido este

20

desarrollo técnico en las publicaciones sobre manejo de insecticidas a nivel nacional

(Lagunes, Rodríguez y Mota, 1994).

En el caso de selección de insecticidas para utilizar en pruebas experimentales, la

clasificación propuesta puede ayudarnos a escoger, dentro de muchos candidatos a aquéllos

que pertenezcan a grupos toxicológicos diferentes; de esta manera la investigación tendrá

un costo menor al no incluir productos que generan los mismos mecanismos de resistencia.

El análisis toxicológico de una área agrícola consiste en hacer un examen de los insecticidas

utilizados en años anteriores, con el objeto de estimar los volúmenes de cada clase de

insecticidas que se consumirán en el siguiente ciclo de cultivo. La información requerida

para realizar este análisis consiste en: calendarios de aplicación de insecticidas, dosis y

superficies aplicadas, consumos totales de producto comercial y concentración en

ingrediente activo de cada uno de los insecticidas utilizados. Todo lo anterior en por lo

menos el 1 5% del área total de una región agrícola durante una o más temporadas.

Las metodologías desarrolladas para el análisis toxicológico de áreas agrícolas se han

probado en varias tesis, y sus resultados han demostrado la utilidad de este desarrollo

técnico, del cual ya se han elaborado programas de computo (Lagunes, 1 982; Paniagua y

Lagunes, 1982; Lagunes y Rodríguez, 1985; Romo y Lagunes,1987).

21

El manejo de la información consiste en tres fases:

Homogenización en cuanto a unidad de superficie, fechas de aplicación, nombres

comunes de los insecticidas utilizados y separación de los componentes de las mezclas.

Cálculo y cuantificación total semanal por temporada de las dosis medias (producto

comercial e ingrediente activo) por hectárea, producto comercial (litros o kilogramo),

ingrediente activo (kilogramos) y superficie aplicada.

Ubicación de todos los insecticidas dentro de los grupos toxicológicos correspondientes

para efectuar el cálculo de las unidades de selección dividiendo el volumen total de cada

tóxico entre la superficie total sembrada del cultivo analizado.

Con esa información se elaboran figuras que muestran la fluctuación en uso que siguió cada

grupo toxicológico en términos de presión de selección absoluta semanalmente para toda

la temporada. La figura obtenida se hace coincidir con las barras horizontales de presencia

de plagas durante la temporada y obtendremos una estimación de qué insectos estuvieron

bajo determinada presión de selección. Como un ejemplo de este análisis se muestra la

figura 1 donde observamos el uso de piretroides y formamidinas en la región de Tiquisate,

Guatemala (Paniagua y Lagunes, 1982). Estos análisis toxicológicos junto con los estudios

de resistencia nos indican la historia del uso de los insecticidas, las poblaciones que fueron

sometidas a presión de selección y la respuesta de estas poblaciones en el desarrollo de

resistencia a los insecticidas empleados.

22

Figura 1. Uso de insecticidas piretroides y formamidinas en el cultivo del algodonero y su relación con las principales plagas de este cultivo en la región de Tiquisate, Guatemala, en 1980181. (Paniagua y Lagunes, 1982).

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julio agosto septiembre octubre noviembre diciembre enero febrero marzo 5 E lIANAS

Con estos desarrollos técnicos sera posible manejar racionalmente, a nivel de parcela y

regional, a los insecticidas agrícolas; esto producirá disminución de la contaminación y

abatirá los costos del combate químico de las plagas insectiles, hasta que encontremos

métodos más aceptables y pertinentes desde el punto de vista social, económico, ecológico

y sustentable.

Se propone incluir el curso de manejo de insecticidas en la carrera de agronomía o biología

con orientación a la entomología económica.

23

BI BLI O G RAFIA

Georghiou, G.P. 1971. Resistance of insects and mites to insecticides and acaricides and the future of pesticide chemicais. Agricultural Chemicals-Harmony or Discord for food, People and the Environment. ed J.E. Swift, 11 2-24. Univ. Calif. Div. Agr. Sci.

151 pp.

Georghiou, G.P. 1976. Curso de resistencia de artrópodos a agentes tóxicos. Depto. de Entomología, Universidad de California en Riverside, EUA.

Georghiou, G.P. y A. Lagunes-Tejeda. 1991. The occurrence of resistance to pesticides in arthropods. FAO. AGPP/MISC/91-1. 317 pp.

Lagunes, T.A. 1974. Resistencia diferencial a insecticidas entre poblaciones de Heliothis spp. (Lepidoptera: Noctuidae) que atacan al algodonero, tomate y maíz en México. Tesis de maestría en ciencias, Colegio de Postgraduados, Montecillo, Texcoco, México.

Lagunes, T.A. 1982. Notas del curso de Toxicología y Manejo de Insecticidas. Centro de Entomología y Acarología, Colegio de Postgraduados, Montecillo, Texcoco, México.

Lagunes, T.A., A. Huerta P, M. Galicia P, J.C. Rodríguez M, C. Rodríguez H, E. Kumul D. y A. Salcedo B. 1982. Avances sobre el uso de insecticidas de origen vegetal contra el gusano cogollero del maíz en áreas de temporal. XVII Congreso Nacional de Entomología, Saltillo, Coah.

Lagunes, T.A. y J.C. Rodríguez M. 1982. Clasificación de los insecticidas y acaricidas en base a grupos toxicológicos. XVII Congreso Nacional de Entomología, Saltillo, Coah.

Lagunes, T.A. y Rodríguez, M.J.C. 1985. Análisis toxicológico de áreas agrícolas. En: Temas Selectos de Manejo de Insecticidas Agrícolas. vol 2. Editores: Lagunes, T.A. y Rodríguez Maciel J.C. Colegio de Postgraduados, CONACYT, Sociedad Mexicana de Entomología. pp. 1-17.

Lagunes, T.A. y J.C. Rodríguez M. 1992. Temas Selectos de Manejo de Insecticidas Agrícolas. Colegio de Postgraduados, CONACYT, Sociedad Mexicana de Entomología. 81 pp.

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Lagunes, T.A. y M. Vásquez N. 1994. El Bioensayo en el Manejo de Insecticidas y Acaricidas. Colegio de Postgraduados. 159 pp.

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Romo, R.C. y Lagunes, T.A. 1987. Análisis del uso de insecticidas por grupos toxicológicos en la región algodonera de la Costa de Hermosillo, Sonora, de 1975 a 1982. Agrociencia 67. pp. 7-24.

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25

Figura 1. Uso de insecticidas piretroides y formamidinas en el cultivo del algodonero y su relación con las principales plagas de este cultivo en la región de Tiquisate, Guatemala, en 1980181. (Paniagua y Lagunes, 1982).

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5 ENANAS

Figura 1. Uso de insecticidas piretroides y formamidinas en el cultivo del algodonero y su relación con las principales plagas de este cultivo en la región de Tiquisate, Guatemala, en 1980181. (Paniagua y Lagunes, 1982).

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julio agosto septiembre octubre noviembre diciembre enero febrero marzo

8EOANAS

AVANCES EN EL DESARROLLO DE ESTRATEGIAS PARA EL USO RACIONAL DE INSECTICIDAS EN MEXICO.

Resumen

Angel Lagunes Tejeda

En el uso de insecticidas en México el aspecto comercial ha tenido mayor influencia que el

aspecto técnico, esto ha ocasionado el abuso en el uso de estos compuestos, con

consecuencias negativas en el costo del combate químico para cultivos con abundante

presencia de plagas. En el caso del algodón, tan importante como fuente de trabajo y de

divisas, la drástica reducción de la superficie dedicada a su cultivo en Matamoros, Coah.;

Tapachula, Chiapas; Apatzingán, Michoacán y Torreón Coah., principalmente, es ejemplo

del perjuicio que ocasiona no saber manejar a los insecticidas. Por muchos años los estudios

sobre entomología económica estuvieron concentrados a aspectos biológicos y a pruebas

de efectividad puntuales que no conformaban la tecnología apropiada para un país sin una

industria que produjera nuevos insecticidas, la investigación desarrollada no daba respuesta

a las preguntas básicas en el manejo de insecticidas: ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿cómo? y ¿por

qué?.

En el presente estudio se presenta el compendio de estudios sobre manejo de insecticidas,

en los cuales el autor ha intentado contestar a las anteriores preguntas, las cuales se le

presentaban continuamente cuando hace más de 20 años como auxiliar de investigación en

el Departamento de Entomología del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas,

participaba en experimentos con insecticidas.

1

Las estrategias propuestas en este escrito son las siguientes:

Es necesario impulsar el desarrollo de insecticidas vegetales y minerales que constituyen

una alternativa aceptable desde los puntos de vista social, económico, ecológico y

sustentable, en el combate de plagas de cultivos básicos como el maíz y el frijol. En este

sentido se ha desarrollado la metodología para la evaluación de estos productos y se han

valorado 430 especies vegetales y 23 polvos minerales con resultados promisorios.

Debido a que el registro de insecticidas a nivel central requiere, entre otros requisitos,

las pruebas de efectividad contra plagas insectiles, y que estas pruebas se realizan en

algunas localidades del país, pero no en todas las regiones agrícolas, es probable que en

algunas de ellas los insecticidas no sean efectivos. Lo anterior indica la pertinencia de

validar regionalmente la efectividad de los productos autorizados a nivel central. La

tecnología para la evaluación de insecticidas a nivel de campo se tiene disponible.

Establecer en las principales regiones con cultivos con abundante uso de insecticidas,

grupos de trabajo que antes y durante la temporada de combate químico, realicen

bioensayos en las mas importantes especies de insectos plaga. Esta información nos

permitirá hacer el seguimiento del desarrollo de resistencia para los productos utilizados y

evitara el uso de productos inefectivos. En apoyo a esta propuesta se publicó la recopilación

de la metodología para realizar los bioensayos en 154 especies de insectos y acaros

representativos para la mayoría de los artrópodos.

a

4

Utilizar en la investigación y en el manejo de insecticidas el concepto de Grupo

Toxicológico, el cual fue desarrollado con base en los mecanismos de resistencia que se

generan en las poblaciones de insectos al reproducirse los individuos capaces de sobrevivir

la aplicación de insecticidas, los insecticidas del mismo grupo toxicológico provocan en las

poblaciones de insectos el desarrollo de mecanismos de resistencia similares. Este

desarrollo técnico está apoyado por las publicaciones correspondientes

El manejo racional de insecticidas requiere de métodos para realizar el Análisis

Toxicológico de Areas Agrícolas, es conveniente adoptar la tecnología propuesta que estima

cronológicamente el volumen de insecticidas empleados, calcula la presión de selección con

base en los mecanismos de resistencia para cada una de las poblaciones de insectos plaga,

y nos permite, junto con los bioensayos, tomar decisiones a nivel regional sobre el manejo

de los insecticidas. Se tienen disponibles las publicaciones sobre este tema y también el

programa de cómputo para dar seguimiento al análisis toxicológico indicado.

Incluir en los programas de estudios de entomologia agrícola a nivel de licenciatura y

posgrado materias sobre manejo racional de insecticidas, esto nos permitirá utilizar menor

dosis de insecticidas y disminuir la contaminación y los costos del combate químico. Las

publicaciones básicas necesarias están disponibles junto con equipo como microaplicadores

y el maletín básico del entomólogo agrícola.