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AURRERA KALEA

(por J.Berger y A.Daniel G.Orellana)

El miedo y el alcohol pasean de la mano

fantasmas y paranoias,

¿hay crímenes de Estado?

Disparos que atraen

muchos más disparos,

muertes a más muertes

por los siglos de los siglos... ¡Bang!

Bilbao, 2000. Casco viejo. Dos ertzainas de paisano avanzan dando traspiés.

PRIMER ERTZAINA: Etxebe, ese es el auténtico cerebro.

SEGUNDO ERTZAINA: ¡Qué clase, qué técnica!

PRIMERO: ¡Qué cojones!

SEGUNDO: Levantó la cabeza y tiró como si nada. ¡Bang, por la escuadra! Este

año sí.

LOS DOS (ríen): Euskal Selekzioa, ya!

SEGUNDO: No nos harían sombra. Buenos jugadores no faltan y cantera...

PRIMERO: Llevo el tanque cargado de combustible y no voy a poder seguir las

maniobras, mi teniente.

SEGUNDO: A descargarlo, sargento.

Mean. Silencio. El Segundo mira alrededor.

PRIMERO: ¡Qué gusto, esto nunca nos lo podrán quitar!

SEGUNDO: No deberíamos haber cruzado el río.

PRIMERO: ¿A qué viene eso?

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SEGUNDO: Cruzamos el río y...

PRIMERO: Mierda, esta también es mi ciudad.

SEGUNDO: Estamos en pleno casco viejo y...

PRIMERO: Nací aquí, vivo aquí y moriré aquí. ¡Nadie me va a impedir que

pasee por donde me salga de los cojones! Acaso no puedo echar unos potes, ver

un partido de fútbol y salir a pasear, joder.

SEGUNDO: Hemos bebido demasiado.

PRIMERO: Lo echo de menos.

SEGUNDO: No hace ni un mes.

PRIMERO: Era un tío cojonudo.

SEGUNDO: Un central con buen toque.

PRIMERO: Pensó en marcharse, por sus hijos, por la tranquilidad. ¿Pero cómo

hacerlo si creía en este país, en su independencia? Debemos tener una policía de

aquí, nuestra, joder. Su mujer se va a Burgos, con los niños.

SEGUNDO: Txema, volvamos. Es peligroso, ya tenemos suficiente por hoy.

PRIMERO: ¡Los cojones, esto es Bilbao, que vengan a por mí! (Echa mano a su

pistola)

SEGUNDO: ¡Guarda eso, hostias! No liemos más las cosas.

El segundo ertxaina intenta llevarse a su amigo, tira de él hasta que éste se para

en seco.

SEGUNDO: Sigamos.

PRIMERO: Mira, Aurrera Kalea.

SEGUNDO: Aquí mismo fue.

PRIMERO: Aún estará su mancha en el asfalto.

SEGUNDO: Déjalo, me dan escalofríos.

PRIMERO: Seguro que no han podido limpiarlo, como sus conciencias.

SEGUNDO: Está muy oscuro.

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PRIMERO: Han apagado una luz al fondo de la calle.

SEGUNDO: Joder, no debimos cruzar el puente.

El Primer Ertzaina retira el seguro de su pistola.

PRIMERO: ¡Aquí tenéis a otro! ¡Salid de vuestros escondrijos, hienas!

SEGUNDO: ¡Calla, imbécil!

Un hombre de edad, con ropa de dormir, se asoma a una ventana.

HOMBRE: Ainhoa, ¿eres tú?

PRIMERO: ¡Ahí están!

SEGUNDO: ¡Quieto!

El primer ertzaina con la pistola en la mano da vueltas como un loco. El segundo

agarra su brazo. Dispara en todas las direcciones.

SEGUNDO: ¡Déjaloooo!

PRIMERO: ¡Suelta, Montxo, suelta!

De la ventana situada frente a aquella en la que estaba el hombre, se oye un grito

de otro hombre que ha sido alcanzado por una bala. Se encienden luces en las casas.

Algunas voces. El primer ertzaina en el suelo exhausto.

SEGUNDO: Corre, Txema, corre.

Huyen los dos, cada uno en una dirección.