aspectos económicos del proceso de reorganización nacional

Aspectos económicos del Proceso de Reorganización Nacional.Pensamiento Político Argentino

Daniel Hugo Villanueva

Aspectos económicos del Proceso de Reorganización Nacional

”....... una activa política que reduzca la participación del gobierno en la economía tendrá numerosas y favorables consecuencias .... y una más

”Primero mataremos a


Daniel Hugo Villanuevaintensa negociación entre el trabajo y la patronal para establecer niveles salariares realistas y justos ..... Otro factor destacado de la situación económica argentina es la nueva Ley de Inversiones Extranjeras ...... una de las leyes más liberales de su clase en Latinoamérica ..... concede garantías e incentivos para atraer a los inversores extranjeros ...... Las organizaciones internacionales como el FMI o el Banco Mundial o el BID, así como los bancos comerciales de los EEUU de Europa Occidental y Japón han estudiado y valorado cuidadosamente el conjunto de medidas del nuevo gobierno. Ambas clases de organizaciones han alabado las medidas y sus resultados de la forma más práctica concediendo préstamos que apoyen los planes nacionales”.U.S. Departament of Commerce. Commerce America N° 31. 1977.

todos los subversivos; luego mataremos a sus colaboradores; luego a sus familiares; luego a

sus simpatizantes; luego a quienes permanezcan

indiferentes; y por último mataremos a los

indecisos”.

General Ibérico Saint Jean. International Herald Tribune. 26 Mayo 1977. París.

Contexto internacional.

Los elementos que determinaron el contexto internacional durante el período histórico correspondiente al del Proceso de Reorganización Nacional, se encuentran signados, desde el punto de vista económico, por la crisis del petróleo de 1973, que originó una ingente masa de petrodólares, que los países productores de petróleo no podían, por diversos motivos, ubicar en sus economías nacionales, y que fueron ubicados en bancos europeos y norteamericanos a altas tasas, lo que obligó a estas instituciones a buscar mercados donde colocar estas masas de dinero, encontrándolos en el mundo subdesarrollado, sin


Daniel Hugo Villanuevamedir los grados de solvencia y desestimando posibles riesgos de incumplimiento.

Creemos que explicación correcta, pero corre el riesgo de quedar trunca sino se explícita primero el porque los bancos prefirieron colocar sus inversiones en economías subdesarrolladas con escasa capacidad de pago antes que en las economías desarrolladas con una supuestamente larga tradición de pago, cuyas condiciones para afrontar los vencimientos eran superiores que los que podía ofrecer la economía de los países de América Latina.

Las causas remotas de este comportamiento hay que ubicarlas en el funcionamiento de la economía estadounidense en la década del 60 del pasado siglo. Las administraciones de Kennedy y Johnson adoptaron políticas expansivas que estimularon la economía, al punto que en 1965 ésta se encontraba en la frontera de producción potencial; pero el gobierno norteamericano subestimó los costos de la guerra de Vietnam, que fueron cubiertos por déficits presupuestarios. La Reserva Federal respondió expandiendo la oferta monetaria durante el período 1966 - 1970, inyectando dólares tanto al mercado interno como al internacional. Las consecuencias fueron, en lo interno, el inicio de un período inflacionario que duraría hasta 1981 sobre el que luego tendremos que volver, y en lo cambiario obligaron a la administración de Nixon el 15 de Agosto de 1971 a abandonar el patrón oro, que establecía un tipo de cambio fijo de 35 dólares por onza, vigente desde 1933.

Las consecuencias sobre la economía mundial fueron enormes. Al ser inconvertible el dólar, Estados unidos podía "exportar" su déficit presupuestario al resto del mundo. Para financiarse, imprimía dólares que utilizaba para realizar inversiones en el extranjero. Los otros Estados prestaban estos dólares a Estados Unidos a cambio de bonos del Tesoro, que eran usados como reservas que ampliaban sus respectivas bases monetarias. Esto originó un proceso expansivo del crédito del resto de los países basado en una deuda flotante, sobre el cual ninguna autoridad monetaria tuvo algún control, y es en este momento cuando se produce el shock del petróleo originario de los petrodólares.

La creciente inestabilidad monetaria internacional, indujo una creciente desconfianza sobre el papel del dólar como moneda de reserva, por lo que los países productores de petróleo comenzaron a realizar sus reservas no en dólares, sino en materia prima, es decir petróleo, con lo cual se elevaron los precios en forma espectacular. Este incremento jugó a favor de Estados Unidos, ya que se absorbieron los eurodólares que presionaban contra la economía estadounidense,


Daniel Hugo Villanuevapermitiendo afianzar así el papel rector de Estados Unidos en materia monetaria internacional.

En forma paralela a la evolución de la masa monetaria mundial en 1972 se constituyó la Comisión Trilateral, presidida por el banquero norteamericano David Rockefeller e integrada por las 400 principales empresas de Estados Unidos, Europa Occidental y Japón postulaba una división internacional del trabajo, sobre la base de la explotación de las ventajas comparativa, en las que se ubicaba a los países en tres categorías:1. Países productores de materias primas.2. Países productores de productos de escaso valor agregado.3. Países productores de productos de alto valor agregado.

Esta situación de extrema liquidez vigente en el mercado bancario oligopolístico mundial, aunado a la crisis de las economías centrales, especialmente la de Estados Unidos, que auguraban bajas tasas de interés por largos períodos para la enorme masa de capitales inmovilizados, hizo que América Latina se convirtiera en un mercado apetecible, ya que había experimentado un notable crecimiento a partir de la posguerra, además del alza de los productos básicos en la década de 1970.

En 1981 como una de las herramientas para ayudar a combatir la inflación, la Reserva Federal elevó bruscamente las tasas de interés por las que se regían la deuda latinoamericana, llevando los intereses desde un promedio del 6 % a picos del 22 %; lo que provocó un inmediato incremento de la deuda.

Podemos resumir la situación afirmando que la interrelación de la crisis económica y financiera con la suba de los precios del petróleo generó un incremento de los dólares en circulación, lo que a su vez generó el mercado de eurodólares que motorizaron una enorme movilidad especulativa del capital financiero. Esta situación aunada a la caída de la tasa de inversión y el bajo rendimiento del capital en las economías centrales generó por un lado una feroz competencia de los bancos por colocar sus excedentes financieros prestables a países soberanos del Tercer Mundo a tasas flexibles; y por otro, como forma de protección de sus economías, una extensión del proteccionismo en los países industrializados por medio de barreras para arancelarias y acuerdos multilaterales entre los países centrales.

Antecedentes internos.

El gobierno peronista que asumió en 1973, centró su programa económico sobre el fortalecimiento del mercado interno, para


Daniel Hugo Villanuevalo que estableció un Pacto Social entre trabajadores y empresarios en el que se buscaba incrementar la participación del salario en un 50 % del producto, se estabilizaban los precios, y suspendiendo las convenciones colectivas de trabajo luego de un aumento general de salarios.

En 1974 ya el Pacto había dejado de existir, las conducciones sindicales se encontraban desbordadas por el accionar de las bases y el activismo; mientras que los sectores industriales que se veían afectados por la creciente presión tributaria y la inflación en alza disminuyeron la producción paulatinamente, hasta entrar en recesión en 1975.

El gobierno de Isabel intentó corregir los desajustes de los precios relativos con una política monetarista de shock que implicaba una devaluación del 160 % con congelamiento salarial (conocida popularmente con el Rodrigazo). Esta política fracasó porque la inflación no es fenómeno estrictamente monetario, y con su fracaso arrastró tras de sí a la alianza con las bases políticas del gobierno peronista, con lo que se gestaron las condiciones de política económica que permitieron el golpe.

La política económica del Proceso.

La implementación del plan.

Es particularmente importante analizar la política económica de la dictadura militar, ya que produjo una transformación cualitativa fundamental en las estructuras socioproductivas de Argentina, al cambiar el balance de poder entre los diferentes grupos económicos, en donde se sentaron las bases de la realidad que en la actualidad padecemos.

El cambio estaba estrechamente vinculado a factores de orden interno, aunque también a las transformaciones de la coyuntura económica internacional, y a la articulación entre ambas. En relación con el contexto internacional se notaba una exacerbación general del mercado de fondos especulativos, que junto al predominio de políticas liberales y aperturistas generaron una fuerte presión sobre los países periféricos a efectos de lograr su inserción en los nuevos circuitos financieros.

Entre los factores internos merece destacar que nuestro país vivía un proceso de agudos conflictos sociales y políticos, signado por fuertes movilizaciones populares, y por la existencia de importantes grupos radicalizados; lo que implicaba una seria dificultad para regular los modos de producción vigentes, así como para la


Daniel Hugo Villanuevaimplementación de otros nuevos que implicaban el abandono del proceso de sustitución de importaciones, la liberalización de la economía y un nuevo tipo de inserción en la economía mundial.

Por ello para el Proceso una vez superada la conflictividad social por medio de la represión, la implementación de un mercado libre que arbitrara en los diferentes reclamos sociales se convertía en un objetivo en sí mismo para acabar con el orden vigente y pasar a nuevas formas de regulación y de control del conflicto social. En adelante el mercado disciplinaría a la fuerza de trabajo al tiempo que las luchas corporativas se trasladarían también a ese ámbito.

El 2 de abril de 1976, Martínez de Hoz establecía en su discurso los objetivos centrales del programa económico del nuevo gobierno: 1. “Lograr el saneamiento monetario y financiero indispensable, como

base para la modernización y expansión del aparato productivo del país en todos sus sectores, lo que garantizará un crecimiento no inflacionario de la economía.

2. Acelerar la tasa de crecimiento económico.3. Alcanzar una razonable distribución del ingreso, preservando el nivel

de los salarios, en la adecuada medida a la productividad de la economía”.

Podemos agrupar las primeras medidas económicas de la siguiente forma: Medidas tendientes a disciplinar la fuerza de trabajo.

Disminución de los salarios, vía devaluación y congelamiento salarial simultáneos, de un 30 %.

Disolución de la CGT y prohibición de la actividad sindical. Supresión del derecho de huelga. Modificación de la ley de Contrato de Trabajo.

Apertura de la economía a la inversión extranjera. Desregulación total a todo tipo de inversión. Equiparación de derechos entre inversores nacionales y

extranjeros. Disminución de la protección a la industria nacional de un 40 %

mediante: Unificación del tipo de cambio. Eliminación de los subsidios a las exportaciones. Disminución en los aranceles a las importaciones.

Disminución del déficit fiscal del 12.3 % al 7.5 % del PBI. Incremento real de las tarifas. Incremento de la presión tarifaria. Disminución del gasto en personal, vía reducción de sueldos.


Daniel Hugo Villanueva El plan se encontraba sustentado sobre tres lineamientos políticos fundamentales:Acuerdo con los organismos internacionales de crédito, especialmente el FMI, que aportaba dinero fresco en grandes cantidades.

Transformación de las estructuras de precios relativos, descargando el peso del costo total del plan sobre los salarios.

Compensación a los sectores productivos afectados mediante:Disminución de la protección.

Devaluación

Contracción de la demanda interna.

Mejor posición exportadora

Como es natural, y pese a los cálculos previos, gracias a la congelación de los salarios se produjo una brusca recesión debido a la caída del consumo, y cuando a los tres meses se intentó liberar suavemente esa variable se produjo un rebrote inflacionario; por lo que a fin del año 1976 se congelaron los precios por un lapso de 120 días.

La evolución de la tasa de inflación mensual durante el primer año fue la siguiente:


Daniel Hugo VillanuevaGRÁFICO N° 1

Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Mario Rapoport, Historia Económica, Política y Social de

la Argentina (1880 – 2000)

De esta forma vemos como la inflación se fue consolidando como uno de los problemas estructurales de la economía argentina, pese a las políticas liberales implementadas.

La reforma financiera de 1977.

A principios de 1977 se puso en marcha una reforma financiera, que tuvo como objetivo colocar en una posición hegemónica de absorción y asignación de recursos al sector financiero. El Régimen de Entidades Financieras iniciaba un rumbo que apuntaba a la liberalización de los mercados internos y a una profunda vinculación con los mercados internacionales.

Podemos resumir las principales medidas de la siguiente forma:


Daniel Hugo VillanuevaMedidas Objetivo justificador

Cambio del sistema centralizado de depósitos por el de reservas fraccionadas.

Liberalización de las tasas activas y pasivas.

Garantía plena de los depósitos. Libertad para instalar nuevos bancos y

sucursales. Rol del Banco Central como

prestamista de última instancia.

Incrementar el rol del sistema financiero privado en detrimento del oficial; ya que el mercado es más eficiente asignando recursos que el Estado.

Esta nueva política financiera provocó una serie de consecuencias entrelazadas que se potenciaban entre sí: Se utilizó el alza de las tasas de interés para disminuir el ritmo

inflacionario. La apertura total de la economía implicaba que la tasa de interés

interna sería igual a la internacional más la inflación esperada. Como consecuencia de los dos puntos anteriores las tasas crecientes

retroalimentaron a la inflación. Se incrementó la rentabilidad del sistema financiero en una economía

estancada. Las altas tasas desviaron fondos de los circuitos productivos a los

especulativos. El Estado remuneró los encajes fraccionarios a los Bancos,

subsidiando de esta forma al sector financiero con un importe cercano a los 62 billones de pesos, que equivalen al 5 % del PBI.

El sistema vigente hasta 1976 tenía como eje al crecimiento económico, y para el cual la industrialización era el instrumento idóneo para alcanzarlo. Como se creía que el mercado argentino de capitales era de baja confiabilidad para el financiamiento del sector industrial, era preciso establecer estrictas regulaciones. A partir de 1977 el objetivo era la eficiente asignación temporal de los recursos de acuerdo a las preferencias del consumidor, lo que entrañaba la necesidad de una liberalización absoluta para que dichas preferencias pudieran revelarse. De esta forma el problema del crecimiento y de la inversión carecían de entidad y quedaban subordinados al disciplinamiento del acontecer social; de modo que el estancamiento no podía ser interpretado como un fracaso. En otras palabras el sistema financiero previo a la reforma se orientaba a subsidiar al sector industrial por medio de tasas de interés negativas; y a partir de 1977 el mecanismo se revirtió con tasas de interés altamente positivas, con lo que se produjo una transferencia de recursos desde la industria al sector financiero.




la Argentina (1880 – 2000). El subsidio se encuentra expresado en porcentaje del PBI industrial.

La reforma financiera generó una caída en la producción, pero no logró detener la inflación como era su objetivo declarado, razón por la cual se aplicó una política monetaria muy contractiva, lo que agravó aún más la recesión.

Año PBI Inflación1975 -0.9 182.81976 -0.2 444.01977 6.0 176.01978 -3.9 175.51979 6.8 158.51980 0.7 100.81981 -6.2 104.61982 -5.2 164.71983 3.1 343.3



GRÁFICO N° 3


la Argentina (1880 – 2000).



Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos de Mario Rapoport, Historia Económica, Política y Social de la Argentina (1880 – 2000).

La segunda apertura económica (1978).

Ante el fracaso que implicaba la conjunción de caída en el Producto Bruto Interno, más tasas de inflación que bordeaban la hiper, se implementó una apertura de la economía al exterior mucho más profunda que la ya practicada mediante la fijación de un tipo de cambio con devaluación pautada a futuro mediante la denominada tablita, con porcentajes menores que la inflación esperada, lo que implicaba un fuerte retraso cambiario con importaciones más baratas a efectos de presionar a la baja a los precios industriales. Paralelo a esto se reducieron los aranceles aduaneros a la importación.

Lo que se buscaba era de regular los precios internos mediante la presión de la competencia externa, pero como en la economía existen precios que no pueden ser sometidos a esa competencia, como ser los alimentos frescos, los servicios no provistos en el exterior, los servicios que constituyen monopolios naturales, algunos sectores protegidos; se produjo una distorsión en la estructura de precios de la economía, lo que generó transferencias de ingresos intersectoriales que alimentaban la inflación.


Daniel Hugo VillanuevaLa inflación mayor que la devaluación prevista

acrecentaba las expectativas devaluatorias, lo que implicaba un incremento de la tasa de interés que generó los siguientes efectos: Se desviaban fondos de la producción al circuito especulativo. Sólo podían conseguir financiamiento las grandes empresas con

acceso al crédito internacional.Esto tuvo como resultado no sólo el condenar a las PYMES a una paulatina extinción, sino que se modificó la estructura productiva en sus fundamentos.

GRÁFICO N° 5Fuente: Elaboración propia sobre la base de datos del INDEC.

El problema de la deuda externa.

La deuda externa del Estado Nacional. generada en el período 1976/1983, donde saltó, según algunas estimaciones de 7.875


Daniel Hugo Villanuevamillones a 35.887 millones de dólares. La principal explicación desde lo interno fueron las políticas implementadas por el Proceso, que presentaba elevadas tasas de interés internas con respecto a las internacionales y libre movilidad de los capitales, lo que generó el mecanismo de la "bicicleta financiera", que consistía en primer lugar en depositar dólares en el extranjero, obteniendo créditos contra tal garantía, cambiando tal dinero a pesos, se lo colocaba a corto plazo a altísimo interés, volvían a comprar dólares, que los volvían a depositar en el extranjero, multiplicando un ciclo de grandes ganancias especulativas sin correr ningún tipo de riesgo. Esta situación originó una fuerte caída de las reservas internacionales del Banco Central, que para evitar caer en un proceso inflacionario las reponía endeudándose con el exterior.

Para agravar esta situación a finales de la década, la Reserva Federal elevó los tipos de interés, que como vimos anteriormente pasaron del 6% anual en 1979 al 16,8% en 1981, habiendo tenido picos del 22%; esto hizo que la carga de los intereses fuera insoportable, y el exceso que no se podía afrontar se capitalizaba nuevamente. La elevación de los intereses también afectó a los privados endeudados en el extranjero, muchos de los cuales fueron los beneficiarios de la "bicicleta", quienes lograron que el Banco Central, presidido por el Dr. Domingo Caballo, estatizara la deuda privada, a través del mecanismo del seguro de cambio. Estos mecanismos le costaron al Estado nacional 14.500 millones de dólares entre 1981 y 1983.

Como nota aclaratoria de este período conviene destacar algunos párrafos del Informe final de los peritos en la causa "Olmos, Alejandro sobre denuncia", referida a estos hechos:

...De todo lo expuesto por los declarantes, los expertos concluyen que existen opiniones terminantes y en algunos casos concordantes entre sí en el sentido de que: En el BCRA no existió entre 1976/81 un sistema de alerta

anticipado que llamara la atención sobre los peligros que pudiesen plantear un aumento significativo y continuado del endeudamiento externo.

Hubo un criterio erróneo en el manejo de la deuda externa, al no vigilarse su crecimiento con relación a la real capacidad de reintegro que tenía el país.

Existían en el BCRA unidades de trabajo a saber: Gerencia de Exterior y Cambios, de Finanzas Públicas y de Investigaciones Económicas, que reunían la información que era transmitida al Directorio y a la Presidencia del Banco, datos suficientes para alertar a las autoridades superiores de la conducción del país sobre el agravamiento de la situación.

A su vez el Directoria había formado Comisiones - notoriamente la número uno - que deberían haber efectuado un adecuado seguimiento de la deuda externa.


Daniel Hugo Villanueva En 1976 algunas operaciones se hicieron sin estudios

técnicos previos y aprobadas por el Directorio sólo después de tramitadas por los gestores.

Las empresas del Estado - notoriamente YPF -, se endeudaron en moneda extranjera, pero recibían del sistema bancario sólo los pesos para sus operaciones.

Dicha política de endeudamiento la decidía el Directorio del BCRA.

El Directorio del BCRA decidió, con el conocimiento de las autoridades del Ministerio de Economía, que las empresas del Estado podían tomar fondos anticipadamente a sus necesidades, que en un principio se renovaron los créditos por capital e intereses y en algunos casos los préstamos recibidos fueron colocados en un mismo banco, a la tasa que resultara más favorable.

Los avales caídos, que fueron otorgados por el Estado a empresas privadas, y que no fueron levantados, a su vencimiento por los deudores, no fueron reclamados a ellos por falta de decisión política de así hacerlo hasta 1982, y aún entonces no se impartieron instrucciones precisas de proceder a ejecutar dichas deudas.

Otras evidencias de lo actuado respecto da YPF S.E., es que la última autoridad de dicha empresa - con relación a la causa - anterior a la instauración del gobierno constitucional, Dr. Mario Bustos Fernández, ha reconocido circunstancias que se expresan además en la memoria de la empresa en 1982 por la que las autoridades económicas y financieras del país vigentes en el período investigado decidieron el endeudamiento externo de la empresa sin que las divisas obtenidas se destinaran a atender sus necesidades financieras en moneda extranjera, se indicó también que en algún caso tales divisas fueron volcadas por el BCRA al mercado de cambios, lo cual significó desviar los fondos externos obtenidos del presunto destino que motivó la concertación de las operaciones. .....

En defensa de este esquema de endeudamiento el Dr. Martínez de Hoz expuso ante la misma comisión de expertos lo siguiente: "...que en el período abril/76 a marzo/ 81, considera como positivo que la deuda externa en el período 1976/1980 equivalió aproximadamente a dos años y medio del volumen de exportaciones de 1975, que si bien creció el endeudamiento externo, también crecieron las exportaciones en un 200%, lo que demostró que la situación del país se había mejorado, al utilizar los mayores ingresos como respaldo para capitalizar el país". A esto la comisión de expertos sostuvo que: "que este criterio es contrario a lo que sostiene la sana doctrina, en el sentido de que la deuda externa debe relacionarse con la capacidad del país para hacer frente a los pagos del servicio de dicha deuda, en términos de amortización de capitales e intereses, que las cifras expuestas en la


Daniel Hugo Villanuevaevolución del balance de pago 1973/82 indican que la capacidad de pago no se materializó, pues el saldo en varios años de las transacciones corrientes fue negativo, el asesoramiento que realizó el Ministerio de Economía con relación al endeudamiento externo no sólo se vio afectado por estas fallas, sino por las que surgen de las declaraciones de diversos funcionarios.

Evolución de la balanza comercialEn millones de dólares. X: exportaciones, M: importaciones, S: saldo balanza comercial

Año X M S1973 2961.3 3946.5 -985.21976 3916.1 3033.0 883.11977 5651.8 4161.5 1490.31978 6399.5 3833.7 2565.81979 7809.9 6700.0 1109.91980 8021.4 10540.6 -2519.21981 9143.0 9430.0 -287.0

Fuente: Informe de la comisión de expertos de la causa "Olmos, Alejandro s/denuncia" tomado de las memorias del BCRA.

La evolución del endeudamiento en el período fue:En millones de dólares. (a): Deuda externa al fin del período, (b): Monto, (c): incremento respecto del año anterior, (d): % de variación

(a) (b) (c) (d)1975 7875 - -1976 8280 405 5.141977 9679 1399 16.91978 12496 2817 29.11979 19034 6538 52.321980 27072 8038 42.23

Fuente: Informe de la comisión de expertos de la causa "Olmos, Alejandro s/denuncia" tomado de las memorias del BCRA.

Si analizamos las causas que gestaron este proceso de endeudamiento podemos distinguir dos períodos bien diferenciados:

1976 – 1979 1980 – 1981El sector público se endeudó con la banca internacional a efectos de aumentar las reservas del Banco

La apertura casi total de la economía unida al retraso cambiario incrementaron las



Central, con el objetivo de poder usar el tipo de cambio como freno de los precios.

importaciones no productivas, los viajes turísticos al exterior y la remisión de utilidades a las casas matrices de las multinacionales.Este período se caracterizó por la fuga de capitales.

Podemos observar la variación de la deuda pública y privada, y de las reservas internacionales en el siguiente cuadro:

Año Sector público Sector privado Total Variación reservas

1975 4941 3144 8085 -791.11976 6648 3091 9738 1192.41977 8127 3635 11762 2226.51978 9453 4210 13663 1998.41979 9960 9074 19034 4442.41980 14450 12703 27162 -2796.11981 20024 15647 35671 -3433.11982 28798 14836 43634 -5080.51983 31561 13526 45087 -4204.3Fuente: Rapoport, Mario. Obra citada

GRÁFICO N° 6


Daniel Hugo VillanuevaA simple vista, y sin contar con demasiados

conocimientos económicos, es posible de percibir la peligrosidad del esquema, y que conducía irremediablemente al desastre, por lo que la pregunta que surge es el porqué se mantuvo en el tiempo. Rapoport apunta a que diversos sectores con poder eran netos beneficiarios de esta situación: Altos funcionarios del gobierno, que en el período considerado

transfirieron gruesas sumas a sus cuentas en el exterior. Empresarios y financistas que hicieron de la especulación un pingüe

negocio. Las FFAA que utilizaron el endeudamiento para la compra de

equipamiento militar.

Creemos que uno de los principales motivos que se mantuvo este esquema de endeudamiento fue para financiar la constantemente creciente fuga de capitales, como lo podemos ver en el gráfico N° 8.

La cuestión fiscal.

El gasto fiscal.

Durante el período 1976/1983 la relación gasto público sobre Producto Bruto Interno, a contrario de lo expresado por Martínez de Hoz se expandió, como consecuencia tanto del incremento del gasto como de la reducción del PBI. Pero lo que sí cambió fue la composición del gasto; ya que disminuyó la participación porcentual de las partidas de salud, educación y de gastos de personal, y se incrementó la correspondiente a los gastos militares, y particularmente luego de 1980 la del servicio de los intereses de la deuda externa.

Merece especial consideración destacar que una parte importante del gasto la constituyó el pago de los intereses correspondientes a los encajes inmovilizados, de la llamada Cuenta de Regulación Monetaria; y como estos gastos no eran originados en partidas del Tesoro Nacional, técnicamente no podían ser considerados parte del déficit fiscal, pero al ser el Banco Central un organismo estatal el Estado debía asumirlos, por lo que se lo denominó “déficit cuasifiscal”.

Este particular déficit tenía un crecimiento exponencial alimentado desde dos vertientes. Por un lado la remuneración de los encajes aumentaba la masa monetaria, lo que obligaba por consiguiente a inmovilizar un porcentaje de dicha masa, que nuevamente debía ser remunerado, reiniciando otro ciclo de generación de intereses. El otro factor que alimentaba el monto de los encajes remunerados esta dado por el servicio de la deuda externa; ya que el Estado compraba divisas


Daniel Hugo Villanuevaen el mercado, con lo que inyectaba pesos al circuito, que aumentaban la masa monetaria, un porcentaje de la cual debía ser inmovilizado y remunerado a su vez.

Los recursos públicos.

Podemos observar como varió la composición de los ingresos tributarios en los siguientes cuadros:

GRÁFICO N° 7





Podemos observar en los cuadros anteriores como disminuyó la participación de los impuestos correspondientes al comercio exterior, producto de la apertura de la economía, mientras que los impuestos sobre el trabajo que también disminuyeron su participación lo fueron por la disminución de la cantidad de trabajadores empleados. En el segundo gráfico observamos como la estructura tributaria se hizo cada vez más regresiva, ya que el incremento de los impuestos indirectos, implica un avance de aquellos que pueden ser trasladados a los precios y por lo tanto pagados por los consumidores en última instancia.

Como parte de la reforma impositiva se extendió el Impuesto al Valor Agregado a actividades como la producción y


Daniel Hugo Villanuevadistribución de alimentos que anteriormente estaban exentos, y se incrementaron notablemente los impuestos a las actividades lucrativas e internos. El déficit fiscal.

GRÁFICO N° 9


Gracias a la mayor presión impositiva, aunada al flujo de créditos internos y externos se pudo reducir el déficit fiscal a un tercio en 1977. Pero a partir de ese año se fue deteriorando la posición fiscal hasta llegar a niveles peores que los de la década pasada.

La distribución del ingreso.

Toda la política económica del Proceso, desde Martínez de Hoz hasta su final, estuvo basada en producir una fuerte redistribución del ingreso desde los asalariados hacia los beneficios económicos y financieros. Como muestra de ello podemos afirmar que la participación de los salarios en el Producto Bruto, pasó del 45 % en 1974 al 26 % en 1983.

Paralelo a ello se produjo otra puja distributiva en el seno del campo empresarial, en donde se vieron beneficiados los grupos económicos integrados a la creciente esfera financiera, por sobre las pequeñas y medianas empresas nacionales; ya que estas últimas


Daniel Hugo Villanuevageneralmente estaban ligadas a la suerte del mercado interno, que como el nivel salarial se encontraba en franca contracción.

Conclusiones.

Mucho más allá de las declaraciones de objetivos tanto de los militares, como de Martínez de Hoz y sus “Chicago boys” la Historia de la política económica juzgará al Proceso de Reorganización Nacional únicamente por sus resultados. En ocho años de gestión el crecimiento del PBI fue de sólo el 2.3 % lo que implicaba una drástica reducción de la riqueza per cápita. La sustitución de importaciones como política económica había sido eliminada, habiendo desaparecido ramas enteras de la producción. Se concentraron las actividades económicas, a la par que se comprimían los niveles salariales y el mercado interno a límites jamas pensados. Se generó, por último, una deuda externa impagable, que condicionó a futuro la capacidad de decisión de las futuras administraciones.

Paradojalmente sostenemos que el Proceso fue un modelo exitoso desde el punto de vista de la política económica, que sólo se retiró cuando había cumplido sus objetivos estratégicos. Estos los podemos deducir de la persistencia en la aplicación de un esquema a toda costa, a pesar de la evidencia que mostraban todos los indicadores macroeconómicos. Más allá de la importancia que le asigna el autor a los altos índices de venalidad como justificativos de dichas políticas, creemos que el objetivo principal era disciplinar la mano de obra industrial para poder reestructurar así la forma de apropiación de los excedentes de la economía.

Dado que hasta ese momento había sido imposible de disciplinar a los trabajadores argentinos, ya sea por medio del sindicalismo colaboracionista o por medio de la represión tradicional, se intentó hacerlo mediante el expediente de sacarle la alfombra de la industria a la fuerza laboral, para mediante ese medio elevar las tasas, tradicionalmente bajas, de desocupación. Este procedimiento permitió a la vez reestructurar a toda la economía a favor de una concentración de capital nunca antes vista.Bibliografía.

Frank, André. La crisis mundial (El Tercer Mundo). Bruguera Editorial. Barcelona. 1980.

Olmos, Alejandro

Todo lo que usted quiso saber sobre la deuda externa y siempre se lo ocultaron. Editorial de los argentinos. Buenos Aires.

Rapoport, Mario Historia económica, política y social de la Argentina (1880 – 2000). Ediciones Macchi.



Buenos Aires. 2000.

aspectos económicos del proceso de reorganización nacional

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