aspectos de la teoría de la sintaxis. noam chomsky

158

Click here to load reader

Upload: diana-castaneda

Post on 26-Sep-2015

146 views

Category:

Documents


49 download

DESCRIPTION

Aspectos de la teoría de la sintaxis - Noam Chomsky

TRANSCRIPT

  • -

    NOAM CHOMSKY MASSACHUSETTS INSTITUTt Of TlCHNOLOOY

    ASPECTOS DE LA TEORIA DE LA

    SINTAXIS

    Introduccin, versin, notas y apndice de C. P. OTERO UnivcrJity of C.lifornl~ 1 Los /.ngelct

    AGUILAR

  • coJe-ccin culcura e histori:.a a~sor arcuro del hoyo

    edicibn cSpnola C aguilar s a de ediciones 1970 ju11i bravo 38 nu,drld depsito legal m 28213/1976 primera edicin - tercera rclnlpiesin- 1976 ISBN 84-03-12029-X printcd in spain impreso en e1paf\1 por grOcas color mara zayas 1 S madrld

    edicin original o lhe massachu!ells inrlilute or technology 1965 aspects o( lhc lheOr)' o( syntax the m.it press cambridgc ma.\Slchu11e111

    ""'- ).l,X .... ~ - - " . ; ,,.,,

    PROLOG OS

  • -

    RECONOCIMIENTO

    Es1t tJ ti ln/or111t Ttcnico Esptcial n1ntro I I Jtl Rtstarch Laboratory o/ Eltrtronics dI ~1assacliusttts lnsrirui. o/ Tecli nology.

    El Rtstarch Laboratory o/ Eltct1011cs ts 11n laboratorio inttrdtparta111tntal 1/ondt llevan a cabo sus inl'Utigacionts pro/esoru y ts1i1dlantts grat/,1ados tft n1111rtrosos dtpa.rtan1en-tos acotll111icos.

    La t't1vtstigacin recogida tfl tstt informe /t1e posible tn parte gracias a la ayi1da prtJtada al Rtsearcl1 Laboratory o/ Eltclronict, Massacli11sttts lnstitt1te o/ Ttcltnology, por The Joint Services Eltctro11ics Progrc1111s (U. S. Ar1,1y, U. S. Navy a11d U. S. Air l'orc) ugn Co11troro 11111ero DA36039. AMC03200 {E); flyuda trtlicional fue pre,ratla por The U. S. Air Force (Electro11ic !iys1e111s Divisio11 seg11 Contra-to Al'/9(6282487), The National Science Foundario11 (Grant Gi'-249:!), Tht N111io11a/ lnsrilutts o/ Healrh (Grant M/10473704) .v The Nario11al Aero11atr1ics a11tl Space Ad minisrratio11 (Grfllll N.iG-496).

    Se per111ite la rtpr

  • _, ~...... . 'J ~_......-.. _ ... - - . l.' ~ ...

    NOTA PRELIMINAR A LA TRADUCOON

    Toda 1raducci6n 1itne tanto 1n4.s dt rtcrtaci6n cuanto mtnos ltnga de ttrgivtrsaci6n. Traducir no ts cosa de robots, sino dt ingtnios hunaanos (e/. la n. 17 dtl cap. 1). Convencido de la excepcional importancia de la obra. ti traductor ha putsto dt su parte cuanto ha podido y sabido, a fin de ttrgivtrsar lo 1nenos posible, procurando por iodos los me.dios evitar soluciones injustificadas o dtnwiado atrt~1idas, pero sin dtiar pcr ello dt acoger libtralmtntt todo lo que pa.rtc1a propiciar la ltttura dtl libro. A ato quieren contribuir tambiin la lntroducci6n y ti Apndice (o apndices). Su consulta pudiera rtsolvtr un buen nmero de dificullades y disipar mu-chas dudas.

    El Notacionario se li1nlta, tn principio, a los sfmbolos usados en ti zexto, pero ha parecido aconstjablt aadir algunos otros e indicar el uso ms tc nico y riguroso de la.r letras griegas y latinas como vari.ablts (inspirado en la lgica). indtptndltnttrntnlt dt Joda otra consideraci6n, para poner bien de n1ani/iesto la convtnc/611 funtlamental.

    El Glosario pretendt ser una esptcie ele clave para ciertos trminos nuevo.t o de slgnl/lcac;n 1t1uy precisa (el a11tor los t.scrbe a vtces con 1nayscula), faclll1a11do af1 su recta conaprtt1sin y acelerando en lo po-sible .fu asi1nilaci6n. f/ 11elga tlecir que no tiet1e en n1odo alguno preten-siones de/lnltor/a.r. Sabit/O es q11e los tlr1r1i11os cuyo significado depende

  • XII P'l'.OLOOOS

    cional (lo relativo a la tducac,.611'), Gran161ica generativa es 1a que ge-nera' oraciones, si adt1nd.t J11corpora 'lo rtlativo a Ja trasfor1naci6n', ser r1na gramlica generativo trasrornlacional. Ad111i1ido esto, el poder Jietirls-tico de la lengua espaola s"gitrt llamar abonnacional al tipo de gram-tica q11e en ingll.s se llanra .. plrrast Struct'''' (or con.st;'rue11t str11c1ure) gran1 .. niar", y Ahorman1e n lo q1Je se lla1na en inglis .. phrase-1,rarker, (ms per 1notiios c-ircunstancialts 11chez Fer/osio y refrt111/odo por A9u.1fi11 Garca Calvo) sobre "in d11c10". La a11alo~a de aduc10/ cduclo con aferenle/ ere rente va 1ns all de Ja etinrologa {aferentes tran )'O los aductos a u110 neitrono, p. ej.). El tradi1c1or l111biera pre/tridn atenerse a Jos tecnicis111os en uso y evitar in novaciones, ptro t11 las nu111trosar obras q11e ha consultado ( en1pezando por los diccionarios Elsevier) no lia conseguido dar con solucion~ nuis sari1/actort"as q11t las q11t aqu1 o.ta proponer a los Jtctores de /eng11a es-paola. De an1t111ano pitlt di1c11lpas por lstas y otras inno,aciona me 11os radicales: t. g., la incorporacin dt un doble1e para 1na11ttner ~/ con-

    " - .- .. _.._.._ -- - - ' . ~- --

    -

    N01'A PRllLl~tlNAlt A LA TRAOUCCIO.~ ____ _.;...;;.;;;...._...:..;; xm

    aste b:isc/basis (e/. tlipl'tr, elipsi.s), la crcaci11 dt 1111 verbo deler, mt1)1 ',, a e/idir'-c/. (in)e/tble, o "dtle" como tr111i110 de i111pren1a-; la :xrtnsi6n del principio dt .. teora at1nica" a teora coojntica (a sabiendas de la a111bigliedad q11t revtla .. teora dog11J6tica"), la ;ns.61ita prt/erencia dada a algorismo (cf. guarismo), ttc. Tambil11 s. di.

  • XIV PROI OOOS

    ningi1t 1rOP-fito cr1trco. La l11troduccidn, en >articular, 110 pretende ser ni exhausti\a 11/ ri.qurusa. Para un estt1dio de1e11ido y a Joiido ts inevifa .. ble .c~nsttltar las ~~ras tSCri~~J' o rtco1ne11dada.s por C/101nsky. A fin dt clur1/1car Ja txpo~1c16n Y f~c1/11ar la COl't1prensi6n (sobre todo al poco ave-zado) se '' tltg1do Jos t'/t1np/os 1114.r St11ci/los y u/1rasin1pli/icados. Se.ra absur~. ,pr~ttndtr rt/1'1.ar tJn punto concrtro de lo exposicin (y inenos la exptrcwn in co10) exhibiendo fen1ntnos dejados in1t1icional111entt al niar-gt11 . dtl ren1tdo r11dimtntario de gramtica i11rputJto por /as circuns-tancias.

    En un libro de tstt tipo, la traduccWn p11edt ttntr ciertas ve.ntajas so-br~. ti ~riginal, sobre todo tn lo que reSJttta a la ttrniinologa y a ltJs ejeni-p/1f1cac1ontt. Como en ti texto no hay 1114.s que ejemplos ingluu (sallo dos 1onuzdos del altmn Y 11110 dtl fmncls), la ltng11a espaola se conPiertt inevi-1ablemtn_te en u11a eJpttit de .. 1ne1ale11guaje .. raptcto al n101e1ia/ /i11gistico no e1pano/. Para a)~11dar al que no sepa inglls lo su/icitnten1ente bien to-dos los ejemplos van glosados. prtstrvando, a ser posible /a sintaxis 'aun a costa dt la. literalidad, de 1ndo q11t ~n 1n11chos ca.so$ la glosa u~ola puede ser~11 . tambitn de ilt1$traci6n: c11ando ello no ha resultado posi bit. se ha anad1do tn nota algn tjtntplo ~spaol grama1icalmen1t similar al d~l 'faino/ y. a falta de tsio. se ha tratado de e:cplicar el sentido del ejem p/o ingles.

    El. t10~11ctor ha proc11ra1/o, por todos los 1nedios, verter al espaol ti rex~~ ingles de /~ 1nanera 1>1df c/irecta, resistientlo en lo posible toda 1en-tac1on ti~ re-tscribir. Quitd ti rtsttltado st resienta de tilo tli parte, y eii partt '''~1z tambiln la l111prtsi6n se cleba a lo poco acllmntado qt1e est en e_spa110/ el nroclo de dtcir ob}t1ivo e i111prrsonal ( tn contraste p. e;. con l~s ef11siones '1lrict1s"). Cor,10 no .to11 pocos los q11e Jue/en hacer' basc:a; 0111e r1ertas const~ucc;one.r f>t1sivflS (per/tc111n1ente ltgtf111a.s, a Jo que parece, y l1asta acaso 1nevi1nble.r en el l11ng11ajt 'ie111/lco). ttl trt1d11ctor se vio en el h~ete de 1e11er que poner p11ttrta,t t1l c111upo pnrt1 redircirlas al 111ni1no, aun d~screpnndo de los renri/gado.t, y a red11cir totlava co11 nts t es1i (por di/ c1/ de cre~r que .paretca) las co11str11ccionts e11 que se ocupa el lugar de '''' frase no1n1nal .. sueto 1nx1na111e111t ine.spttlficatla. co11 el objeto {pero 110 el verbo) e11 plural.

    Ta11~1,oco -!'er11ri1e ti pit forzado de la tradi1ccl11 evitar la plaga de las cacofo,,1as ntns tot1,das (~tr la st. S dttl cap. J Ita sobrevivido 1111 eje,nplo de los nif .escandalosos: r1na sarta de nitdia doce111'1a de ntes, algunos su-

    ~ra1n~n~e duo1iante~);. n1 101 l!Xltnsionts un ta11to t!Xfra1ias de cittrtas faini-li~s lex1~as (e .. ~ d1st1ncidad o animadidad /rente a distincin y ani1naci6n); 111 la.r 1ntro1111s1ones de \'ocablos inglests (tntrt parlntesis) '-a sea acla ' ' ~ para

    rar un ltrmt~O lln arraigo tn tspool (t. g., .. ,nap, .. 0111put", etc.), s~bra)ado las .pr1mtras \'eCt$ (rtn1iJi1r tcita al Glosario), ya para pre .. cisar la acepcin de 11n \'OCablo t1paol que correspndt a 1ns de u vocablo inglls (piinsttt tn proof' y 1t~Jt'', "tatimony.., y .. evidencr'n .. tntronce .. Y "entry". "n1odt"" y "mOd'', "tin1e' y .. ltnse..,, "case" ;

    '- ... -. '....--.-~J911..-,. - - . o..:; ~--...

    a

    N'01'A PRfL.IMll'fA_R A LA l1tADUCCION XV

    '()Ccurrt11ce"1 ''defend" y ~cloinr", etc.). Otras vtces dos vocablos espao-co1110 abarque y gama, aberracin y desviacin (ti adjetivo udeviant" ~ . . d' '6 . ortce inJpontr aberrante), 1nen10 y me 10, u orac1 n y sentencia, corrt.S-

    p ondn a un solo vocablo lng/ls. El uso d sentencia (trmino de soltra :;.rpana. contra lo que p11ditra hacer ptnsa~ el olvi~o ~n que yac~, pest a Ferrattr y ublanc) permite preservar , Simbo/o inic1al S (y v11ar ade is el uso dt O, qut fcilmtnte se tomarla por cero). No se confunda 7 oracin (o sentencia) con la proposlci6n (o juicio) que la oracin e.xprt

    :, (o tn11ncia), confusi6n ta11 lamentable en lingiJs1ica co1no en Mgica (cf. 111, n. 11).

    fara resolver cierta.1 anrbigedadts sntdc-ticas u impera1ivo el uso de guiona tntr las palabrM qut forman una unidad (modificada en hk>qu). Tambin los numeralt.1 (o le1ras) entre pa.rl.ntesis forman una unidad con /a expresin qttt inn1tdiata1ntntt los prtetde (corno es frecutntt en l6gica),, 0 lo cual hay que prtstor 01enci6n p,ara no vaciar de su Stnlido a la frase ' " g., una expr

  • XVI PROl.OGOS

    Isabel L/cer y, en tSpecia/, a Rafael Sd,1clrer. Ftrlo.s,.o (entusiasta pronio/or y anfitrin dt aqutllas fnolvidablts .. orgtas /i11gsticas" ), por su ejemplo e i11spirnci6n; /inal1nente, pero con sostenido ardor, a Barbara Rossbach y, sobre todo, a Judy Stror.er, 1ln cuya oportuna colaboraci6n y e.stf1nulo hu .. hiera sido poco meno1 q11e inJposlble dar cima a la tarea, y a Maria Anto-nia Codeso/, q1,e ha sabido poner, con adniirable perseverancia e idoneidad~ lo que faltaba,

    c. o.

    . P. S.-L_a ~' que precede, como _Ja "'lotroducci6n a Ch01Tl$ky .. , qued ter-minada en 1un10 de 1968. en tu pos1nmerias de una ausencia casi ininterrumpi-da de los EE. UU. de m de 1rcs ailos (

  • X-V1JI PROLOOO!>

    man (1906) y en la sintalnttJCtic s1rul't11r~s) es eoorn1e, por supuesto. Pero ya en el prlogo a su Str11ctllrol li11g11istics1 fechado en enero de 1947'. menci?na y agradece Harris la colaboracin de N. Cbomsky, y en un trabao pubhcado en Language diez anos despus reconoce Jo que deben sus jnves1igaciones sobre anJisis del discurso (prccis:irncnte las que Je llevaran ol estudio del concepto de trasformacin) n sus conversaciones con Chomsky (''in addition to being a great pleosurc in thcmsclves"). Por Jo dcm6s, ('homsky no se Jimila a servirse de Ja idea de trosformacin. sino que la rccloborn y afina hasta dotarla de propied:idcs formales y funciones nuev.1s.

    Como se sobe, Harru haba elaborado su concepto de transformacin como relacin de coaparicin poco antes de 1950 (aunque no publica los trabajos correspondientes basta 19$2 y 1957) . Por aquellas fechas, Cbomsky estaba tratando de construir gram1icas del hebr pau los llamados "componcnles largos"). Esto plan1e a Chomsky senas dofoculladcs, slo superadas al adaptar y ttelaborar la nocin de trans-fonnacin para incorporarla al componenlc sin1K1ico de una gramtica generativa con reglas ordenadas (Cbomsky, 1962, pg. 83). Sus investiga-ciones sobre el hebreo le sin1eron de "tesis de liccnciaiura" (195 J ), ms bien rci;.az.a que "tesina", y parte de las q_ue hizo sobre nnlisis transformacional del iogl; las present como tesis doctoral, tambin en In Universidad de PennsyJvania (Transforma1io11al analysis, 1955).

    Pcl'o csla tesis doctoral no es mi\s que una versin del captulo s de su "mogntun opus", 1'/ie logical strt1cture o/ linguistlc 1/1eory, obra origioa-J:si1na, rigurosa y verdaderamente nlonutt1entnl (tres cuartos de ruilJar de p(igjnns), slo asequible en microfilme o a multicopista. Elaborada en sus aos d~ becario en la Universidad de Harvard (1951-1955), en ella esi ) ~ en cierne o en plena floracin lo esendal del pens;1micnto de Cbomsky. Y en Syntac11c struc111r~s. e: . 9 d . , b' . '"stiu. norteamencaoa de l S8, se puede ttlr que esta en r ita una

    ligui iJf!i.liCa nueva. Empieza entonces verdaderamente la rc\oluci6n s. En uoas og d d d as sesiones mas bien tonnentosas e un conareso 1nus1ta o, un esco-1:ido "cnfant terrible" de treinta aos no cumplidos y aspecto casi ado-~ ..,:ntc tuvo poca dificultad en dejar complctameo1e ato.icos y aturdidos e. Jos consarados de entonces, que difcilmente podian avenirse a dar cr-

    :ito a lo que tenlan delante de los ojos ni evitar Ja imagen .de un ngel estcrn'ljnndor o den1onio iconoclasta y con10 empcfiado en no dc1ar ttere con cabew . Tcndr[an que pasar cinc-0 aos ms paru que Chomsky exten-diese " ' pcrspicnz, honda e insobornable critica a 01ros "(dolos" (sobre todo polf1icos) de nuestro tiempo, sirviendo de piedra de escndalo, no Y. a un cenculo de lingllistas, sino a gran par le del arepago de respetabilidades

    norteamericanas~. J:>urn los descriptivistas (o "estructuralistas} de entonces, las nuevas ideas

    no podan menos de resuJtar esotricas. ni sus rigurosas formulaciones aJge braicas podan menos de cobrar un cariz casi cabalstico. Surgi en seguida una como necesidad de divorciar a Cbomsky del "'humanismo" (-dase. m&s adelan1e, 1.3 y 1.4). El conocido lingista e hispanista Dwi&ht Bolinger, hoy profesor de Harvard, empez por verlo todo como una especie nueva a la que llam "ingenierizacin lingstica" (Bolinger, 1960). No tardaron en seguirle otros en el intcn10 de hacer surgir la gram,tica generativa transfor macional de la venera de la aplicacin de los computadores electrnicos a Ja traduccin mecnica. Ms de una vez ha rechazado Chomsky con todo vigor In msica y la letra de todas estas lucubraciones (1962, pg. 61; J964a,

    3 Cf. Kuhn, 1962. Hoekett (1964, pg. 196) considera a Chomsky "prime mo-vcl'" del "fourth major breakthrough" en la histori11 de la linUstica. Hill (1966. IBgino 15) habla de "a major lingujslic revolution". Cf. ~oslal, 1967.' pg. Xt ..

    ' Un tesrio de excepcin (el profesor Arcbibald A. H11l, secretario d~ la Lll1-guistc SOciety or America) es qujen lo describe como .. un en/0111 aen~namente en/011t y enuinamente tenibk, .,.enido de las riberas del rfo Charles" (Hill, 1966,

    p~ina 8). Para los ya legendarios debates entre Cbomsky y los (muy poco efec-tivos) consaarados de entonces en las sesiones celcbr1d1,s del 9 al 12 de ma)'o de 19$8, vhse Hill, ccL 1960, pa.ssim. . .

    ; ~Je dccfa en una ocasi6o un decano de la Un1verltdad de Californl11: ""Tengo entendido que el fenmeno ["'tbe wonder boy"] de la linsUfstica no tiene: mis Que treinta y siete aos. da la impresin de que tiene vcn1i:sictc, y e compona como $i tuvicn diecisic1c." Slo unos das antes, el S de qosto de 1966, Choms.ky habja hecho un anlisis demoledor de la guerra de Vietnam y de varios aspectos concomitan1c1 de la mitologa poltica norteamericana en un mitin de prott:S!a celebrado al aire libre en la Uni,crS.idad de California en Lo! Angeles, Y al da iiguicntc (sbado) haba sido partcipe. durante hoJas (lo mismo q~e Joan Bae~. en una. nun1crosa manifestacin de rcpuls;t contra la bomba atmica en el aru \ersario do J 1 iroshima. (C1Lriosamcnte. da la casualidad-qui1, no tan casual~de que Choms.ky naci el misn10 ao que Che Ouevara y un afio despus que F1del Castro, un 111'\o an1es que Camilo Torres ... )

  • XX l'ROLOOOS

    pgs. 23). Y no ha (tejado de insistir en que sus investigaciones estn profundan1ente enraizadas en Jo remota tradicin de la lingstica por ser. a la postre, el intento ms recicnrc de reelaborar las nociones funda.mentaJes de los gramticos y lgicos de Pori-Royol (1660, 1662) y de Humboldt (1836). En definitiva, el intento de desarrollar la nocin de forma del lenguaje y de explorar sus implicaciones para la psicologa cognoscitiva (Cbomsky, 1966). Ullimamenlo (1966), Bar-Hillel, al defender a Chomsky de una tergiversa-cin ms, ha corroborado que Cbomsky no mostr nunca inters en el estudio de la traducccin mec,nica, ni siquiera e:o cJ perodo inicial cuando (burocrticamenie al menos) peneoeea a un grupo consagrado ofi~ialmenlc a ello (cf. Hill, ed. 1960, p,g, 161).

    Por lo dems, se sabe que Chomsky (quiz el investigador que ms ba conlribuido, sin propoMrsclo, al avance de los esaudios sobre rraduccin me-cnica) es s.umamen1e esc~ptico en lo que respecta a las posibilidadcs futuras de esta mecanizacin (1, S, n. 17). La razn es bien sencilla: parece ser que !odas Y cada una de las migajas del conocimiento humano posible pueden resultar imprescindibles para la desambisuaci6n de alguna oracin y, por uin10, de su comprensin en el contexto adecuado. De ello resulta que no puede existir una teorfa gcr1tral de la funci6o de los contextos en Ja selec-cin de una entre varias interpretaciones posibles de una oracin cualquiera; Y que son vanos, a la postre, lodos los inlcnlos prcticos de reemplazar por aulmarus mecnico los rraductores humanos (cf. Postal , J964b, pss. 263-64).

    Quiz lo que llam a engao a ms de uno fue la preocupacin funda-mental de Chomsky en los aos de elaboracin de su obra capital. Su em peo no era otro que la fonnolizacin (precisin y explicitacin) de la teora lingstica. Su primer trabajo publicado (Chomsky, 1952) es ya un intedto de formaliza r In sintaxis elaborado por l!.arris (1951, caps. 15 y 16, nueva versin sta de J farris, 1946) y aparece, significativan1entc, en The Journal of Symbolic Logic en septiembre de 1953, casi un afio despus de escrito.

    ~s !an1l')in un ir1tento de clcsatl'OIJnr una nocin adecuada de categora sin-tact1ca dentro de un encuadre nominalstico inscripciooal.

    Pero este intento, por valioso que sea, no pnl>a de ejercicio preparatorio para la imponente creacin de Thb logcal structure of linguistic rheory. Pa:a construir_ Y. formalizar esta teorla, Cbomsky habfa empezado por ad-

    qum~ un baga_ mteleUJl"racin difcil, nociones tan fundamentales como las de "gramtica .. , 04regla", .. nivel'1 1 .. descripcin estructural", "abor-~1aci6n", "tra$formaci6n", etc., tsclarcciendo al misn10 tiempo nociOOC$ filosficas fundmentales de alcance general (realidad, naturaleza de Ja cien-cia. teoria, evaluacin de la sin1plicidad

    1 c;w;plicaci6n, etc.).

    Los primeros cinco captulos de esaa obra son con mucho los ms dif ciles. pOr es1ar cifrados ~n un s.imboli\mO lgico-matemtico que requjere

    . -~ .__... ~ - ., - . . ~ ...

    INfRODUCCION A CJIOt.tSll'.Y XXI

    ---pnracin, conccnlraci6n y esfuerzo. En ellos crea Chomsky la lingstica pretco1tica o, si se quiere, Jo gra1n6tica algbrica, extensin genuina de Ja n1a .

    13 de la 01atcn1t1ca pura llamada lgebra abstracta, y desarrolla con '~:cho deraJle un lgebra trasrorn1aciona1 para la descripcin lingstica, dan ~ cumplida rozn de la gramtico trasformacional. Los cuatros captulos si';oienies (6, 7, 8 y 9) contienen un minucioso anlisis de la estructura de 13 lengua inglesa (cf. Chomsky, 1956 y 1958) y pueden ser ledos, hasta cierro punto, sin estudiar :i fondo Jos primcr05, aunque no indepe-ndiente... mente de ellos, pero no son lo que se dice fciles (el cap. 6, p ej., forrnaliz.a el algorismo de diagramacin arbrea de las derivaciones). El ltimo cap tu lo (1 O) recoge y r01ume los temas ms imponantes del libro.

    Desde 1955 es Chomsky profesor del Instituto de Tecnologa de Massa chusell$ (M. l. T.), una de las m important01 insrituciones universitarias de los Estados Unidos. Su poder de atraccin intelectual y su impacto e influjo sobre un amplsima gama de colegas y discipulos de dotes excep-c:onalcs ha sido siempre tnorme. Entre sus colaboradores destacan quiz sobre todos los demb, por lo crucial de su aponacin, Morris Halle (1923) y Paul Postal (1936-), y por su proximidad desde otras disciplinas, el psi clogo Gcorge A. Millrr (192().) y el bilogo Eric H. Lennebcrg (1921-). En-tre sus alumno~ y ex alumnos figuran muchos de los ms brillantes y pro-metedores lingtlisLas del momento. desde Robert B. Lees (1922-), el primer doctor en liagiistica (Communicn.tioo Science, Dcpartmcnt of Electrical En-gineering) salido del M. T. T., nico para 1959. bosta la esplndida y pu-jante plyade de 196S: Foley, Grubcr, Hall (Panee), Kiparsky, Kuroda, Ughtner, McCawley. Rosenbnun1 , Schnne, Zwcky .. .

    Las publicaciones de Chomsky y lno de sus discpulos y colaboradores poner1 bien de n1rtniicsto que el i1n1>ncto de su obra afecta no slo a la linglistica, sino tnn1bin rt la mntcnltica, n la psicologta, a la filosofla )' a otras disciplinas cientficos. Afecta tambin a las conclusiones iniciales de Chomsky, llevndole a iniroducir ciertos cambios y precisiones. Aspectos de la teorfo de la sintnxi. (publicado como libro a mediados de 1965, pero casi completo ya en 1963, nnies del recrudecimiento en la guerra de Vietnam, Y expuesto oral1ncn1.c en su esencia nntc.s de su publicacin) representa un alto en el camino y uno como nlirada panormica y rcsumidora de las in-vestigaciones de estos aos (apcnos dos lustros). Pero aoles de detenerse a examinar estos cambios .. inmanentes"', como si dijran1os1 con,1iene situar en ~u perspectiva histrica (nunquc no sea ms que en esbozo) y en su en-cuadre tcnico (por fuerto muy simplificado) la aportacin de Chomsky.

    1.2. Este esbozo histrico tendra que rcultar por fuerza parcial Y poco completo, aunque nada ms fuera por razones de espacio. Pero tendr que ser parciol sobre iodo porque slo parte de lo poco (no poco deformado) que hoy se acepta w a mi pan:ial alcance, y porque e-st visto, de manera surnamentc esqutm1ica (e invcrs.1mcnte proporcional, a veces. a lo que se

  • XXII

    usa), desde. ln flta lnyn que hoy pode1nos considera r sin resquemor como vi-gente. (Cla ro que Jo vigcnlc en un dclcrn1inado 111on1ento no tiene que ser po r fuerza prccrtrio y p3so.jcro.)

    Por Jo dems, la hislo rin. con10 deca aquel personaje de Papini. tiene ms sentido "a rilroso .. , vista desde lo nl~ reciente. U na cosa es el l 8 de julio de 1936 a los dos o tres dlas, otra en abril de 1939, otra ca febrero de 1968 y ot ra ser (para quien lo sea) el ao 2036. En primer lugar, los datos pasan siempre por las mentes de los que los manipulan, y se Jos tras mite sien1pre con es.a inlpron11. E.n scaundo lugar, al volver la vista atrs se "e por los ojos del presente. (Deca Crocc que toda historia es historia contemponlnea.)

    Tratndose de la historia de un saber, a las lucubraciones del pasado se las somete siempre (impllcita o plk:itamcntc) a las perspectivas en uso. La legitimidnd de IM objetivos y problcm=as investigables viene determinada siempre por el nivel de Jos conocimientos y por la orientac.in en vigor (Kuhn. 1962). Cuanto mb sea el "desvo'" predominante, tanto ms intensa ser la "deformncin .. con que se historian los esfuerzos y aportaciones de las generaciones pa.sad.u.

    Las crnicas de In evolucin del s.abcr lingstico sueJeo trazar una gran divisoria hacia 1800. y genera lmente no dan demasiada im portancia a todo lo "anterior al siglo x1x .. e. '"La lingstica es u na ciencia mt1y joven, nacida a principios del siglo x1x", escribe, p . ej .. Anrndo Alonso (1 943, pg. 7). Desde esta perspectivo, la "lingstica'' propian1ente tal empici:a con Ja gra mtica comparat iva (quier~ deUCCION A CHOt\ISKY

    concurso, en 18 14 , po r el dans Rasmus Rask ( 1787-1832). y publicado a un 1 "6 d 1 "t d J g 18 0 la monograf1n sobre a con1ugac1 11 e sanscri o con1para a coo e.~ del g'ricgo, Jatln, persa y germnico, publicada en 1816 por el alemn 1 Jlopp (179 1- 1867) Si los e ircunstoncios hacen a los ho mbres no menos f raaz .

    los hombres a las c ircunstancias, es de suponer que el mundo estaba qo: nces "maduro para la filologia co1nparativa ... P arece que el snscrito, ~n ;.,nacin reciente entonces en Europa, lo hiro todo ms fcil. En contraste :n la del griego o la del latn, la morfologla del snscrito resultaba "trans-e i rente )t pennila entrever relaciones y correspondencias antes ocultas, ba-~ia tas que se orient la exploracin de Bopp y de sus mulos.

    Los p rimtros comparativislas pcrtcnccco a la que cabra llamar, co tr-minos europeos~ generacin de 1808, y m exactamente a la segunda .. bor-nda" de esa generacin. Bopp y Rask , lo mismo que el germanista Jakob Grimrn (178S-1863) y que el romanista Fricdrich Din (1794-1874), son ge-neracionalmente coetneos de los ltimos premarxistu (Owen, F ourier). de los primeros " ingenieros" (Maudslay. Stephenson) y de los primeros estudian tes de las instituciones educativas realmente .. nuevas" desde el Renacimiento

    (~falus, Thenard, Gay Lussnc, Fresnel), a los que tanto debe la ciencia. Son tambin coetneos de una granada gcncuci6n de ro mnticos (de Words worth a Keats, de Fscolo a T.eopardi y n Puhkin, de H ijlderlin y H egel a Schopenhauer y H einc). Son coetneos. en definitiva, de toda una plyade de hroes carpetobctnicos inconfundibles (San J\

  • }.XlV J11l0LOOOS

    de cxplicaci6o gcncrnl y no digan1os universal. Para Jos con1parativislas la lengua era un si1nplc invcnt:i.rjo (ms o menos entramado, segn Jos ca~s pero casi siempre a1omls1ico) de unidades fonolgicas que a veces cambia'. ban (al correr del tiempo) en cienos contexlos delerminados fonticamente: el caballo de batalla del comparativismo es el "cambio fontico", definido por le)'cs ("Lau1gese11e") sin excepcin ("ohne Ausname").

    La culminacin del oomparativismo es el descriptivismo de principios del s~gJo "": Pa~a los gcnerativi.stas existe una clara vinculacin doctrinal, emp{-nca e h1st6nca enlre el dcscriplivismo sincrnico de la generacin de Jakob-son Y Harris y el diacrnico de sus antecesores comparativistas (Chomsky, 1966a; Postal, 1967, pg. x1v; cf. Malkiel, pi. 824). Los dcscriptivists con-virtferon la concepcin C\'Olutiv3 decimonnica en uoa concepcin esttica

    aphc~ble a un momenlo determinado en la historia de la lengua. Al nfasis fo~:t1eo de los compara1ivistas dccin1on6oicost los dcscriptivistas o "es1ructu .. ':'l!stas" aparean. ~tro punto de referencia: la nttcsidad de distinguir repe-11c1n Y no-repe11c1n ontro los especmenes del habla. El nuevo caballo de batalla es

  • XXVI PROLOOOS

    generacin. En su aprobacin (1 1 de agosto de 1574) dice el doctor Heredia, con acierto, que el Ex(lJntn _.muestro singular ingenio inventivo, y ejercitado en sutil filosofa naturnl'', y que su argumento es exquisito entre todQs" Jos que l hn visto y odo en >U gnero. Tambin en Ja Aprobacin de Villa-viceocio aparece como doelrina gr:inde y de nuevo ingenio, fundada y sacada de Jo mejor filosofia que puede enscilorse".

    Para nuesiro propsito. huelga escindir la originalidad de Huarte de su trndicionalidad. Lo. que impon~ es destacar su papel histrico como posible fuente de Deseanes (Chomsky, 1966, p:lg. 78) y anticipador de Leibniz (ibd., p:lg. 93) y de A. \V. Sc:hle~I (ibd., pig. 18). Ms todavia importa sealar su penetracin y su sorprendente afinidad con la letra y el esprit de la lingiistico generativa (Chomsky, 1967, p;ig. 8 y sgs.).

    Ya en 1490 deine Alonso Fernindez de Palencia el ingenio como "fuer-~ interior del 6nimo con que muchas \"e:tCS inventamos lo que de otro oo aprendimos" (Corominas. s. v. ienlo), y no meramente fuerza interior o cualidades innat". Como "'le "ingenio y habilidad de Jos hombres (H11ar-1e, pg. 40) es el "sujeto total" del Examen, Huane trata ante todo de definirlo y precisar qu es lo que contiene en su esencia", para lo cual empieza por relacionarlo con los .. tres verbos latinOJ gigno, ingigno, ingtnero". Como se sabe. gigno (o geno) sinifica 'enendrar', y su derivado ingenuo, 'generar, producir': Natr1ra ingtntrat on1ottn1 (Cicern). lngentra111n1, como ingeni1111n (de inaigno), significa inoaro: ingeniuni es la 'capacidad mental ' o 'disposicin natural'. (Gtnio no u.surp3 estii significacin-innovacin fran .. cesa- hasta el siglo xv11r. l)orn Huartc. upor antonomasia quiere decir el gr an engen que fascinar o l..ancclot (a quien t>mpoco contentaba el mero descrip-tiismo de VuJl"ls) ser! preei

  • PROLOGOS

    autorrct~ato de Carl~sian linguis1lc.r es la cifra del comedimiento). El punto de part1~a ci;, por supucs~o, Descartes en iJosofa y en psicologa, y Ja Gra1nmatrt!. ?lnlralt! ti .ro1.to11n ft! (1660), en lingstica. Pl'incipio generaJ-n1ent.e admitido en el silo xv11 (y bisico en el cartesianis1no) es que las propiedades generales de la es1ruc1ura Ungs:tica son comunes a todas las lenguas, por rcOcjar propiedades fundan1cn1alcs de la mcole o espritu hU mano. Una disfincin cartesi:ino clave. anticipada ya, como hemos visto, p0r

    Hua!'~ ~. no slo por. Huorr< .'), cs la que opone el instinto o "principio mccan1co del au1oma11smo animal a la ra.zn o ';principio creati\'O" de Ja libertad humana. En el curw de su cuidadoso e inleoso estudio de la exten-sin y lmitn de la txplicacin mecnica o automtica, que le llev desde la mero fsica a la fi

  • XXX PROLOG OS

    endro muerto', o sea improductivo'. La Forma del Lenguaje es Arbeit des GJttJ 'lrabnjo de Ja inteligencia o de la mente' (de f'3prt ou de l'me, como dira un canesiano). y no del instinto (ya en 1792 Humboldt contrapone la verdadera energia humana" del trabajo libre y creativo, que es, para ll, necesidad humana bsica, a Ja "mera habilidad mccinica"). Esto no pa-recen haberlo entendido a derechas ni Amado Alonso (que Uega a identificar 11lrgtn con habla (1945, pg. 27)) ni sus cspiri1ualfs1icos inspiradores (cf. Chomsky, 1966, pgs. 19-28, 64-72) 12.

    August \Vilhehn von Scblegel concibe el aspecto creativo del lenguaje de manera bastante afn a Ja de Humboldt. Como paro Rousscau y para Her-der, paro Schlegel el uso ordinario del lenguaje Uene ya en s una cualidad "potica" inevitable (cf. Bousoo, 1952) que hubiera hecho muy fcil de-mostrar n M. Jourdnin que hablaba tambin "poesfa" y no slo prosa. Esta pocticidad del lenguaje ordi o ario deriva precisamente de su independencia de estimulacin inmediata del universo perceptible y su libertad respecto a lodo fin prctico (caractersticas cartesianas). Para Schlegel no slo es potica la crcallvidad lingstica ordinaria, sino tambin la creatividad artstica del genio. la potencialidad expresiva del arle es, como la del lenguaje, ilim-lada, pero la poesa es nica entre las artes porque su medio de expresin (el lcouaje) es libre e ilimitado (un sistema de potencialidades innovativas ilimitadas para la formacin y expresin de las ideas) y porque la creacin de una obra de ane tiene que ser precedida por una actividad mental de la imaginocin creativa que slo el leoguaje hace posible (recurdese Ja tercera di-ferencia de ingenio de que hablaba Huarte). J..a creatividad anstica est, pues, relacion:ida, en definitiva, con el aspecto creativo del uso lingstico ordinario.

    Entendiendo los conceptos y teoras del periodo cartesiano como partes inlcgrontes de un proceso argumentativo en evolucin, visto si.stemticamente en el contexto de la obra pstuma (1836) de Humboldt, cabra reducirlas (con Viene!) n tr"-! nociones fundameolales :

    1) El concepto cartesiano de las facultades mentales humanas (en con-trnste con In trabadn conducta instintiva clel mecanismo aninlal''), puestas de manifiesto en la creatividad del lenguaje {caracterizado por respuestas siempre nuevas y apropiadas, libres de coolrol estimular) emerge (reelabo-rado) en la concepcin del lenguaje como tnlrgtla, proceso generativo en el cu:tl la Forma del Lenguaje aparece como un sistema finito de reglas cap de especificar ("erz.eugen") infinitas formaciones.

    2) El concepto (Pon-Royal) de una Gram,lica General o Uruversal, de Jt Tampc>co par:e entender a d(':rec-bas A. Alonso el Cours de S3ussure en e~ que. u palentc. la influenc:ia de Humboldt (si bien dc-.provista de u ~cial dimcns16n cenerat~~a). No de1a de resultar curioso )' ai&niK:a1i\'O que en el pr-logo a su 1raducaon (J94S) pase por afio A. Alonso las ms obvi:is dctciencias del libro (el liislcma como inventario de clcn:ientOJ y no como conjunto de re glas. los procedimientos de segmentacin y clasificacin a fn1ta de procesos re c.ursjvo, la vauedad t i_o1precjsi6n de aliunas nocion~s capitales, et.e.) y ponga. ~un embnrgo, sran nfasis en reprochar a Saussurc deficiencias atribuibles ex-clu\ivan1entc :t su foslrica ('"ossfrica") interpretacin del CourJ.'.

    - ~ ~-- .... ,... -- .. - . ,~. ~ '

    ~NTl\OOUCClON A Ctl0..'1SKY XXXI

    uucturn.s internas universales expresadas co la mltiple diversidad de cstruc-c~as cl\terno.s que es caractcs1ica de la variedad de lo.s Jcngtins humanas, 1

    reelaborado en la distincin entre Forma Interior ("innere Sprachform") e> Forma Fnica {"l..auorm"). ) 3) El concepto del papel constitutivo del lenguaje en la "raciocinacin",

    'nterprelado racionalsticamenle por Hobbes y por Leibniz. e historizado ;:;;e \-icrdcr, reaparece en la tooa de la iotcrdcpcndcncia entre el pensa-miento y la lengua naciva en la creatividad ioteleclual del individuo y de la con1unidad (nn.cional) de hablantes. La lengua viene a ser el eslabn clave nt rc la creocin individual y e1 progreso social, ndcms de representar un ;upel bsico en In formulaci6o de la diversidad cultural dentro de la cultura J1urnnna universal. Este relativismo romntico es, sht cr11bo.rgo, una n1odifi-cncin importnnte (pe.ro infundada) de la concepcin estrlctomcnle canesiana del Jcngunje como medio constitutivo universo( del pcnsan1ienl0 (Chomsky, 1966. pg. 30: Lenneberg, 1967, pg. 363). Los romnticos niegan Ja posi-biliK:riptivismo y del "esiruclurolismo" es vol-verse de espaldas a la tradici6n anterior al siglo x1x. n la que reprochan (infundndumcntc) cuatro defectos capicales (Chomsky, l 966b, pg. 588):

    1) No distinguir entre letra y sonido. (Basta echar una ojeada a la primcrn parte de la gramtica de Pon-Royal o a la primera pane de la gramtica castellana de Nebrija para comprobar que no es os.)

    2) Ser prcscriptiva y latinizante, es decir, basada en el modelo de la gramtica lolin>. (La atencin al uso s.>.lta a la vi>ta al primer examen. Que la gramtica lotina no fue el lecho de Procustes que algunos pretenden lo pOne de manifiesto el onlisis de fenmcoos-dclas-lcouas-verniculas sn co-~pondencia en latln.)

    3) Hober sido refutada por la "lingstica anlropolgica". (Ni lo ha 'ido ni poda serlo [ll, 4.2). J..a gramtica tradicional pretenda estudiar las estructurns subyacentes de las oraciones, y la --nngilistJca antropol6gica se ha lin1itado a mostrar grao variedad en las estructuras superficiales, sin Preocuparse demasiado de lM estructuras no potentes.)

  • 4) tlobcr cometido el error de no atenerse a la mera descripcin del uso. (El error es de los que se limitan al uso sin r:iz6n para ello. Lo cien-tlico es la c~plieaci6n, no Ja mera dcsc:ripci6n.)

    Teniendo e~to en cuenta~ se comprender~ mejor por qu Ja gramtica 1rasormocional es, en cierto modo, la inevitable continuacin y extensin de la gramtica tradicional (lo cual es, por cierto, motivo de especial irri-tacin para ms de un '"estructura1ista .. ). La cxlr:iordinaria originalidad de Chom;ky no puede hacer perder de visia su no menos extraordinaria tradi-cionalidad. Poco n1enos n1rito tiene separar lo v:ilioso de Jo insostenible (el Jcgndo que se acepta, del lastre que se echa por In borda) que contribuir con nuevos aportaciones. Por obra y gracia de Chomsky en todo caso, el pleito secular entre el empiricismo y el racionalismo (entre Locke y Leibniz) parece hoy ms desigual que nunca, y difcil es por dems sobcr dnde acaba lo que Chomsky ha revalorado y resucitado (tradicin de ayer) y dnde em-pif."Z.ll st1 aportacin original al acer\'O que es ya, quirase o no, tradicional (aunque la tradicin no pase de una dcada).

    Poco tiene de novedoso el partir de que llOQ de las cualidades comunes a todas lns lengua< humanas es su aspecto "creativo". Lo novedoso est en poner a contribucin saberes matemticos des.conocidos h:asta muy poco an~ t> para formular y tratar de maoera clMa y general los procesos recursivos del lenauajc y para precisar nociones fundamentales (cf. R=nbloom, pgi-nJ.> 162-63). Me refiero a Ja teora de la computabilidad (o teora de las funciones recursivas), que surge en los Estados Unidos por los aos mismos de Ja ltima guerra civil espaola Oa de 1936). Sus creadores principales son Enl Lon Post (1897-1954), AIOOZ() Church (1903-), Andrci A_ Markov (1903-), John B. Rocsser (1907-), Stephcn C. Klecne (1909-) y Alan T. Turing ( 191 2-). 'De manera general se podr(a decir que Cl1oni

  • XXXIV PR0t()G()S

    E. 2. l. W (ni aplicar R. 1 de E. 1 ); 2. \V + \V (ni aplicar R. 2); 3. W + \V + W (al reaplicar R. 2 a lo lfnca anterior); 4. \V + W + W + W (al reoplicor R. 2 a Ja lnea anterior),

    y as sucesivanlente sin fin. En unn palabra: la aplicacin continuada de es-tas dos reglas enumera o especifica (t~nicamcnte se dice "genera"') un conjunto infinito de cadenas do la forma \V, \V\V, \VW\V, W\VW\V ... (prescindiendo de + como snbolo de concatenacin). Dicho de otra ma-nera: esas dos reglas consliluycn una din1inuta "gramtica generativa", y las cadenas de smbolos "generadas'' por esa gramtica ca miniatura soo un ejemplo (triviaHsimo, p0r supuesto) de "lengua".

    Otro ejemplo tambi~n trivial (pero quiz mis ilustrativo) sera el siguiente: E. 3. Cadena inicial: S

    R.I. S-+A+B R. 2. A -> C + D R. 3. C -. e R. 4. D-+ d R. 5. 8 -+ b + (S).

    Obsrvese, en primer lugar, que entre los slmbolos (i. e., "voc.abulario") de esta gramtica hay algunos que no aparecen nunca a Ja izquierda de Ja flech:t: son los sfn1bolos ttrtninalts (las minsculas, en este caso concreto). Entre los slmbolos no terminales (las maysculas del ejemplo) hay al menos unn cadena ,.t1iciat de smbolos que se toma como dada (a la n1anera de un axioma en un sistema deductivo). La operacin de concatenacin que sio1bo-Jiza el signo + pudiera ser simboliznda por un arco (e. g., A~B) o por Ja mera yuxtaposicin (e. g., AB, cdb).

    Como hemos visto en el ejemplo anterior, la generacin de las cadenas te rminales de la grnmlico resulla de aplicar automticamente una regla despus de otra, en el orden dado, hasta obtener una derivacin. Una deri-vacin (de una cadcnu dada) es una secuencia de cadenas de smbolos: Ja primera cadena es la cadena inicial (o dada), y cada cadena sucesiva re-sulta de la precedente por la aplicacin maquinal de una regla. Slo una regla puede ser aplicada cada vez (para pasar de una lnea de la derivacin a la lnea siguiente).

    Con lo dicho, y con un papel y un lpiz, bastar pora obtener (prescin diendo por el momento del slmbolo S que va entre parntesis al final) Ja derivacin siguiente:

    e. 4. l. s (dada) 2. A + B (aplicando R. 1) 3. C+D+B (R. 2) 4. e + D + B (R. 3) 5. e + d + B (R. 4) 6. e + d + b (R. 5)

    INI ltOOl.,.l('('ION A c11or.1si.:v XXXV

    y ahora, algo muy importante: Los parntesis de R. 5 indican una op-n en el sentido de que el smbolo b puede ir solo o puede ir concatenado c~n 'el smbolo S. Si se opto por lo pri111ero (con10 acabamos de hacer), la ~e.riv:\cin quedo tern1innda. Pero si se opto por lo segundo, en vez de la In 6 de e. 4, obtenemos esta otra:

    6'. e + d + b + S. l' el smbolo S nos remite a R. 1 de nuevo, y de R. 1 pasaramos a R. 2, y Juego, sucesivamente, a R. 3, R. 4 y R. S, y, por tanto, de nuevo a Ja opcin (con posible vuelta a empezar). Optando tambi~n por S en la se-gunda aplicacin de R. 5, tendriamos:

    ES. c+d+b+c~d+b+& Un elemento como S en este ejemplo se llama elemento recursivo Oas

    cadenas derivadas de l pueden, a su vez, contenerlo). Gracias a este ele mento recunivo, la gramtica de .E. 3 puede gene.rar un coojuoto infinito de cadnas 1

  • XXXVI J>ROI OOOS

    t:. 6. Este es aquel galo I que cogi la rnla I que comi el queso I que compr la chica I que puso el vestido I que hizo In modistn / que vive en el piso I que es del olicial / que arm aquel cotarro I que inici la guerra I que ...

    ~15..s interesante (y complicado) es el proceso recursivo de la incrustacio (sobre todo la autoincrustacin, vase el cap. 1, sec. 2). As, p. ej., Ja frase que sto providencial 110 deja de sorpreuder111~ puede engullir una y otra vez (en trnlinos gramaticales) un pez igualn1ente gordo, con10 si dijran1os, de

  • .XX"XYIJJ

    niada teora de la inorn1ocin) de Shanon co1110 Ja ciberntica de Wieoer aparecen en 1948 (c. Marks, cd., p6gs. 183 y sgs).

    Conviene subrayar que lo dicho se reiere principalmente a Ja teora lingfs1ica general y al csiudio abs1rac10 de los sis1emas gramaticales. Chomsky no se cansa de repelir que la lina!s1ica es una disciplina emp!rica en Ja que no licne cabida el apriorismo mb o menos dogmtico. Que sea imprescin dible conocer los resullados establecidos por la leona general y sus consc cuencias prcticas par:i el estudio de una Jengua co particular no quiere decir que el lingista necesite una formacin matemtica de gran amplitud. Por otra pane, cada vc-z resultar& mis dicil seguir las in,estigaciooes ac-1uales y poder leer y some1er a juicio las pginas de las revistas profesio-nales sin 1ener algunas nociones rputabi lidad 11.

    Al \'alorar la imporlnncia y conveniencia de que el lingi.tista tenga una formacin lgico-ma1em1ica cumple poner especial cuidado en no 1omar el rbano por fas hojas. Ya en 1954. en su amistosa pero contundente po lmica con su colega Y. Oar-Hillcl (otro de los acreedores enumerados en el prlogo de Syntnclic struct1lf

  • XC PROf OOOS

    en su Cybemetics (1948) un (hermoso) modelo (matemtico) del cerebro, sino tambin que para Ooole In lgico de las clases y la lgica de las propo-siciones eran modelos ditintos del mismo sistema formal (Rosenbloom, 1950, pgs. 207 y 196) que ciertos modelos preiirando hacia ta .. formalizacin", Un Siiltma H u(ormalmeote comp}ClO'" Si e-ad.a aserto c

  • Xl,)l

    Ja confirmacin eo,pfrica (i e., de Jri cnrencia de "falsacir1u) que Jos posi-tivistas y empiricistas 1ns exigentes, ni menos adverso que eUos a todo tipo de dogmatismo apriorstico. Claro que a la vez usa de ciertos tnninos .. roen .. tales" que son puramente l

  • JCl 1V

    subcadena I urrt> "es un" FN, lo mismo que la subcadena el gatt>; la subcadena vio el gato "es un" FY, Porque "se remonta" a un FV~ perro vio no es nada (no fonnn una subcadena); la cadena entera ''es un" S, es decir, una Oracin. Otra n1ancra de representar es-la red de relaciones sera por medio de corchetes rolulados: c. g., si ti ''e.s unH Art podemos escribir Art[tl]Art y si perro "es un'' N, escribin1os NfltrroJl\; si ~/ perro .. es un" FN, puesto que es "rastttablc" hasta un FN, podemos escribir FNL,rtCIJA,. sCP'"INll'N Y as sucesivamente, hasta obtener el encorcheta miento rotulado.

    E. l 2b. c,.,.c""[tl)"" sCPtrrolslFN FVlv[vio}y FNl..,.(/IArt "(tatt>J,. lr

  • XL\ft PROLOGOS

    concatenacin de sus encorcbct~mientos tOlUlados :1. Todas las oraciones complejas o compuestas eran derivadas trdformacionalmenle. De este modo las reglas rescriturales generabJn tan slo los tipos or:iciooalt.s ms simples (IM oraciones afirmativas oetivas ms elementales, sobre poco n1s o menos). Aprovechando las incicaciones heursticas del cas1ellano, cabra llamar a es-tas oraciones silllples gencraclas nbormacional1ncnte ornciot1es-/1or1l1a, y a su conjunto, llor1naz611 ("kernel''); a las construcciones derivadas trasformacio-naln1cnte se las Uan1a tra$/Or1t1a.v (la oracin de E. 14f es una trasforma), )' al siscen1a de trasfom1acioncs aplicadas en el proceso de la derivacin, tras-/or1nanre ("transformation-markcr'' o "T-marker'').

    6n la gramtica de Asp~ctos no hay trnsformacionn cncraliz.adas" ni "trasformantcs"', pero el nivel "intermedio- (trasformaeionol) sigue teniendo los mismas caractersticas fundamentales. Una regla rescritural slo requiere tener en cuenta los resultados de la regla aoterior, pero una regla t.rasfor-macional requiere tener en cuenca toda la historia ahormacionnJ y trasforma-cionol que ha precedido n su posible aplicacin. Considcrnda como operacin forn1al, una tras.formacin pertenece a una clase n1uy especial que satisface condiciones muy abstractas" Por otra parte, las reglas trasformaeiooales re-lacionan cstrocturas subyllccntes (la tao trada y llevada ''for1na interior" del lenguaje) con estructuras potentes Oa "forma exterior"). Las estructuras subyacentes (o latentes) son, pues, objetos extremadamente abstractos a Jos que oo es posible llegar desde los datos mediante ningn procedimiento po-sitivlstico inductivo (no cstin representadas en los datos en forma fsica o detectable). Es de suponer que cuando adquirimos el lengua~, adquirimos un sis1cma (generativo) de estrucluras abstrac1as Oatentcs) que subyacen las estructuras patentes, y adquirimos asimismo un conjunto de condiciones abs-lrnctns sobre las operaciones aplicables a esas estructuras.

    El nivel 3 de E. 8 (morfofonmico o fonolgico) ern el menos desarro-llado en la primera versin de la teorla y el ms desarrollado, sin duda, eo la actualidad (Chomsky & Halle, 1966; Postal, 1967; Chomsky, 1967b). Se impone, pues, prestarle ntg:unn otencio.

    l. 7. Contra lo que ha puesto de moda la lingistica de hace unos aos, para la fonologa genera1iva la unidad fonolgica fundamental NO es el fo-ntma. La raz6n es bien sencilla: los fonemas son susceptibles de anlisis componencial. As, p. ej .. los sonidos intermedios de las palabras anro, ao y uno tienen varias propiedades t:n comn: .son consoo6nticos (y no voc licos). son nasales (i. c., se los pronuncia con el velo bajado y el aire sale

    11 Un Ahormante es representable como conjunto de cadcna.s. y el "'producto" de dos Ahormaotes es el producto complejo de los dos conjuntos, es decir, el conjunto de todas las cadenas XZ tales que:. X est en la primera cadena y Z eo la segunda. . ..

    tt Sobre las propiedades formales de las transformaciones. el resumen qu1za m accesible es el de CROMtcnsa, CHOM~. 1956 (caps. S y 7) y, sobre todo, 1955 (caps. 8 y 9), el tratamiento ms complclo )' riguroso.

    INIR0Dl.i('CIOJiil A CllO.MSKY XI.Vil

    p0r la nariz.), ele. Es eviden1e que la consonanticidad o la nasalidad que em-parienta a estos sonidos es m general (y ms fundamental) que cada una de sus "versiones" de la consonanticidad o la nasalidad. Por otra parte, el primero de ellos, el sonido m, comparte con los sonidos p y b (adems de la consonanticidad) la propiednd de ser pronunciados los tres con los labios en cootncto. Resulta, pues, que los sonidos forman clases qtte se interseccio non: por su nasalidad, e l sonido 1t1 va con los sonidos 11 y fl, por su labia tidnd, en cambio, va con los sonidos p y b. Cada una de esas propiedades nts generales define, pues, una clase de sonidos, y para hacer referencia J la clase entera asl definida basta con especificar esa propiedad. Es, adems, ta nica manera d~ poder e.xpres.ar las ms importantes gcnerolizaciooes, como veremos en seguida: algunas reglas sern aplicables a los sonidos nasales, 01ra a los labiales, otras a los vocales, etc. (l, 7).

    Es obvio que una regla aplicable a una clase de elementos (e. g., a Ja clase de las labiales o a la clase de las nasales) es ms general que una apli-cable a un elemento individual (e. g., a m), y que cuanto m extensa sea lo close, ms general ser la regla (e. g., Ja aplicable a todas las comonantts ser;\ ms general que la aplicable a las estridentes, que es unn clase de con-sonanLes). Como de lo que se trata es de reducir una mirada de observa-ciones a un nmero reducido de generalizaciones lo ms s imples que sea po-sible, las reglas aplicables a los clanes naturales ms extensas (y de entre es1as reglas, las que requieran la m's simple identificacin del contexto) sern las preferibles.

    Dos de las propiedades de Jakobson, 19$1 (Halle, 19S8, p,g. 327). divi den los sonidos del lenguaje humano en cuatro ciases principales (el signo + quiere decir que el sonido tiene esa propiedad, y el signo - quiere decir que no la tiene) u;

    I.l. 1 Sa. VocaleJ

    Voclico .......... .. ....... , .. . + Consonnlico ................ .

    Paravocales . Ltqulda11 Consonantes

    + + +

    Salta a la vista que esta clasificacin permite distinguir las f14rtJvt>calu (i. e., la hache aspirada, las semivocales, la glotal), que son l -Voc(61ico). -Con(so-nln1ico)], de las lquidas (i. e., 1 y r), que son (=[ + Voc, +Con]), y de las "vtrdaderas consonantes., as definidas (es decir, los sonidos [- Voc, +Con]). l"ambin permite reunir las vocales y las lquidas (=! + Voc]) o los lquidas . 2:s Como se ve, e-sta clasificacin (cuaternaria) difiere de la claslficacin (bina-

    ria) cradicional en vocales y consonantes. La adecuacin empfriea de csto5 y otros r.as4os de Jakobson ha sido puts1a muy en duda. M cCawley, p. ej., propQoe sus-~cu1r Voclico por Silbico y aftadir Obstruye11te para agn.ipar los sonidos llqui-

    os. y los nasales (distinguiendo los silbicos de los no silbicos), con lo ~ue r~ul~n cinco clases generales (SCtt~l?. ed .. pgs. 112-23). Pero esta cucsun, 1,unque muy imp0rta.n1e, no h:Jct. aqu al caso (cf. OtOMSltY el HAu.., 1966; osri.. 1967).

  • XLVIII PRQl.0005

    y las consonante no lfquid;~ ( ( .1..ConJ). Las vocales propiamente dichas quedan caracteriz.adas conlo 1 + Voc, -Co11).

    rara c.Ji$tinguir Jas vocales espaolas entre s nccesicaramos estas otras tres propiedades (o rasos dis1in1ivos) del "nlabeto" de Jakobsoo (cf. Alar-cos, 1961, pg. 173):

    E. 1 Sb.

    Grave ...................... , ...... . Difuso ............................. . + Denso ............................. .

    +

    +

    o

    +

    + +

    De este modo podemos di~tinguir las 'ocales posl

  • L

    forman una cJase nnturn1, sino un conjun10 arbjtrario que requerira una larga lista de fonones). uArchifonc1na1 no es, pues, otra cosa que el nombre de la clase na1urnl en este scnlido preciso. l>or lanto, una gramtica ser ms genera) y mAs altamente vulorada si sus regios son forn1uJadas en trminos de "arcbifonemos .. como N (i. e., L +nasal), es decir, lo que todas las nasales de uo:i lengua tienen en con1n) y 1ncjor an en 1rn1inos de .. a.rchifoncmas generalizados" como C (la clase de las con>0nantes) o V (lo clase de las vocales), que si sus reglas son formulodas en trminos de segmentos indi-viduoles (Cbomsky, 1962, p!g. 71). La medida evaluativa (la mtrica de simplicidod) del componen1e fonolgico de una gram,tica es precisamente el nmero de especificaciones fonnicas que contiene (Halle, 1961). Es prefe-rible que las reglas haon referencia muchas veces a las mismas clases (no cada vez a una clase dis1inta), ya que los regios deben ser relativamente pocas y de gran alcance (1, 7).

    Antes hemos vis10 que el fonn JXnsidad serva para distinguir paso de poso. Tambin pudiera servir para distinguir paso de caso. La Densidad y lo Gravedad de Jakobson definen asimismo cuatro clases de consonantes (que corresponden a los cuatro puntos primarios de articulacin tradicionales). Enlre corchetes doy alunos ejemplos espaoles tpicos de cada una de las cuatro clases ti:

    E. 17.

    Grave Denso

    .........................

    tnbi~I (1 p bl

    +

    Dental (n t di

    Ptlalal lfl ti

    + + +

    Si la Densidad dis1inguc perfectamente paso de poso, por un lado, y de caso, por otro, In Tcnsidad pu

  • 1.11 t'R(\I 000S

    ?.1s adelante veremos un ejemplo de E. 20. l. Como ilustraci6n de E. 20.2, cita J.1cCawley la realizacin mediante redondeamicnto (no mediante farin-galizacin) del fonn Bemolizado en ingls. Por lo que respecta a E. 20.3, recurdese que el fonn Tenso produce menos diferencia entre las parejas de vocales abiertas y cerrados del gallego que entre las del portugus (D. Alon-so, 1963), y que en scrbo-croaca una vocal larga es aproximadamente vez y media ms larga que una vocal corta, mientras que en checo una vocal larga es aproximadamente dos veces y media ms larga que una corta.

    Entre el nivel ms abtrncto (fonmfoo) y el nivel fontico sistemtico, que Jakobson no distingue adtcuadamcntc, media, pues, una relacin n.atura/ (Postal, 1967, cap. 4): Los elementos (morfo)fonmicos que constituyen cla-ses naturals (tanto para los reglas de la gramitica como para las variaciones dialectales y para los cambios histricos) tienen realizaciones muy parecidas en el nivel fontico (sistem6tico). Pero estas realizaciones idales de la len-gua no son, por supuesto, las realizaciones oc1uadas de los especmenes del habla. Despus del nivel iolerior de E. 18 estn los fenmenos fisicos pr-ducidos por los hablantes. Y por encima del nivel superior de E. 18 es preciso postular, a lo que parece, una representacin todava ms abstracta, en que los fonones tienen valores en trminos de 1.\1.arcado y No-marcado (Postal, 1967, cap. 8): Paro los vocales, In nasalidad, p. ej., tiene el valor !Marcado, mientras que la oralidad tiene el valor No-marcado (vase ros adelante).

    E.sto quiere decir que, adems de tener contenido fontico (cada proceso articulntorio requiere un lonn separado, contra lo que crefa Jakobsoo), los fonones reflejan una jerarqua en su configurocn arb6rca y sus valores bivalentes muesi-rnn unn a.ri1netrfa que, como la jerarquJa1 tiene visos de universal. As(, p. ej., /urquicomanta el fonn Consonanticidad es siempre uno de los ms altos (i. e., define las clases ms tensas); por su parte, la Gravedad suele estar por cncini de lll lnterruptidad (que agrupa a las consonantes oclusivas con las africndas); la Intcrruptidad, a su vez, suele estar por encinin de la Sonoridad, etc. En cuanto a la ndole caracterstiea-n1cnte asifntrica de los valores fonnicos binarios, parece haber un nmero considerable de principios universales como los siguientes (Postal, 1967, p-ginas 81 y 169):

    E. 21. l. Nor111t1/11Jt11tt /ns voca/t.v son 110-nasaleJ'. No hay len-guas que tengan slo vocales nasales, pero son mu-chas las que slo tienen vocales orales.

    2. Nor111almtnte las consonantu van seguidas Je, vocales. y las vocalt.s, de consonantts Hay muchas lenguas sin secuencias de vocales o de consonantes (y sin unas y otras), pero no hay ninguna sin secuencias de con-sooanies y vocales.

    3. Nor11UJ/n1tnlt las /rita1ivas dtntaltS son tstridtntts (como en el ststo}, 110 ines1ridtn1es (como en el ce ..

    1NTR.OOUCCION A CllO..iSXY

    ceo). Casi todas las lenguas tienen una consonante del tipo ut. pero son relativamente pocas las que tienen una consonante del tipo ce (como la tienen el castellano, el inl~s y el griego)"

    Ltll

    Todo esto puede servir como de botn de muestra de Jos problemas que plantea la especificcin y caracteriucin articulatoria de cada uno de los fonones. Es, en todo caso, una cuestin estrictamente emprica, que re-quiere examinar todas lns lenguas del mundo. Pero a veces no es necesario ir tan lejos para poner en cuarentena una propuesta determinada. Una ma-nera relativamcncc accesible de matar varios p6jaros de un tiro es usar como ilustracin (referida al espaol) la regla (33) del captulo 4, que reproduzco aqu para facilitar la relerencia:

    E. 22a.

    [ Grav ] [ +Consonntico ]

    [+NasalJ _, ftDen~ /- p~:: Salta a la vi.Jt3 que se rrata de una asfmilacidn: las letras griegas .son va ..

    riables con slo dos valores posibles

  • LJV

    Ahora la regla indicn cspccU'icomcnte que hay que sustituir a: por + y fJ por -. Segn E. 17, la nica nasul que es [+Ora, - Den] es m. Esta es, por tanto, la nasol que hay que colocar en Ja posicin inocupada del contexto (i. e., entre las dos columnas); dos de las consonantes que define Ja columna de la derecha son p y b. Resultan, pues, a tenor de la regla, las combinaciones -mp- y mb-. O sea que la regla E. 23a viene a ser una especie de explicacin o fundamentacin lingistica precisa de la oonna que prescribe escribir m antes de p y b. Obsrvese de paso que la clase de las labiales, aludida al principio de esta seccin, parece tener sentido en la lengua espaiiola: la asimilocin en este caso es de labialidad.

    Aplicando a las dentoles, a las palatales y a las velares de E. 17 el mis-mo procedimiento, la regla general quedara desglosada en cuatro reglas especiales, y los rcsultodos serian, respectivamente, 6tos (doy primero los de E. 23a):

    E. 23b. l. -mp-, -mb- (e. g., ta111biln, tQJtipoco). 2. -nt-, nd (tanta, tanda). 3. -t e- (ancho). 4. -nk-, ng- (anca, angazo ).

    Contrastemos ahora las predicciones de la regla con Jos datos empricos. Aunque los tratadistas de ms autoridad (Navarro, 1919, pgs. 112 y 133; A. Alonso, 19S 1, pgs. 306 y 3 J 2; Alnrcos, 1961, pg. 176) nos aseguran que Ja nasal de anc/10 (co11clia. pinche, Carn1e11chtl, etc.) e$ una especie de l, para los hablantes nativo' C!ta opinin ele los c~pertos rcsuJta, en general, un tanto dura de roer: su intuicin les dice que acho es poco menos que impronunciable. Ln verdad del caso parece ser que esa nasal resulta indislingui ble (ni oido) de las nasales (alveolares) de anonadan, si bien (articulatoriamentc) el rea de contacto Jiogual-alvcolar se exliende un poco ms hacia el paladar (aunque no tonto como el contacto dorso.palatal de ) . Se trata, pues, de una nasal alveolo-palatal, no de una palatal pro-piamente dicha, y, por tanto, una de las predicciones de la regla (la que lleva el n6mero 3 en E. 23b) no se cumple.

    Por otra parte, In nnsnl de 11n, pong.nn1os por caso, se pronuncia, no de cuatro, sino de seis moncrns distintas, n teoor de la consonante que la siga:

    E. 24. Bilabial Labiodcn1n.I DcnlI Al,col~r Palalal Velar

    umporro um forro un zato un soto u chorro Ul'I cono um borro un ta to u11 gorro

    un dalo Ul'I jorro

    !8 Tomo la ~ripc:i6n de J. \V, Harris., 19671. trabajo {modelo en so g. nero) que sigo muy de cerca en e'' cucsti6n (YEasc Harris. J967/69, 2.2).

    1NrMODVC(1()N A CllO!llSKY LV

    Otros datos que ec; in1prcscindible tener en cuenta son Jos de alternan cas co1no

    E. 25a. presu[m]ir J>rCSU[nJci6o prcsu[o]tivo,

    en que la raz parece ser prl!JunJ (pinsese en cons1lnJir, rl!sUJnir, redi1nir, reprimir, ele.) y mc1amorfoscarsc en prcsun .. anle un afijo que empieza por una consonante dental (o alveolar); y los de otras alternancias del tipo

    E. 25b. cc[Jir ci(nJto ci[nJcura,

    en que la raz parece ser (aunque esto es m dudoso) c

  • t,Vl

    E. 27.

    1 +nasal)

    PllOLOGOS

    .BAntcrior [

    o.Coronal ] ... yPostcrior

    6Distribuido 1-

    +Obstruyen te Coronal

    .BAnterior y Posterior 6Distribuido

    Esta regla no s6!o eKpresa la (naturallsima) generalitacin de E. 22b de una manera simple y exacta, sino que, al propio tiempo, excluye tas com-binaciones -1nt-. .., ... y .. nl, secuencias no-permitidas por la pauta fnica del espaol (y no meramente "huecos" o "lagunas fonui1:u"). Ea vista de todo ello podramos concluir, con J. Harris, que Jos datos del espaol corroboran la propuesta de Chomsky y Halle, y abandonar, por tanto, la hiptesis de Jakobson (interesante por restrictiva) de que todas las lenguas humanas operan con s61o cuatro puotos-sos, la oracin entera), con la sal-

  • LVIII -=---'------- -

    vedad de que ciertas rela< slo son aplicables al nivel de la palabra (i. e., slo cuando el dominio de su aplicacin es la pa.labra entera).

    Este principio de aplicacin c!clica es intuitivo en el sentido de que su-giere que hay un sistema de regios fijo que determina la forma de las uni-dades ms grandes a partir de la forma (ideal) de sus partes constitutivas. As, p. ej .. la regla aeenlu:il asigna un acento prlmario a cada parte consti tutiva, Juego a cada unid3d inmediatamente superior, y as sucesivamete hasta la unidad mxima. Estas unidades y sub-unidades vienen definidas por Ja estructura sint.ccica. No s.erfa posible asignar acentos a Ja expresin

    E. 29a. La Alianza para el Progreso

    sin saber si se trato de una Frase Nominal ('La Alian%3 para fomentar el Progreso') o de una Oracin ('Lo Alian%3 obstaculiza o detiene el Progreso'). Optando por la primera posibilidad, en el primer ciclo Ja regla asignara acentos primarios 3 AliantA y a Progreso, y en el segundo ciclo asignarla un solo acento primario a la Frase Nominal entera (debilitando el otro acento). Si la Frase Nominal formn parte de la Oracin (tambin ambigua)

    E. 29b. La Alianza paro el Progreso para el Progreso,

    un tercer ciclo asignara lln solo acento primario a la oracin entera (a tenor de su estrt1ctt1ra sintc1ica, es decir, segn el verbo sea el primer para o el segundo). Por Jo dems, lo realidad psicolgica (perceptual) de Ja gradacin acentual resultante no depende de su realidad fsica. No resulta paudjico que fenmenos como los acentuales no cst~n fsicamente representados con el detalle con que son percibidos (Chomsky, 1967a, pgs. 413 y sgs.).

    Aunque se hfl dicho, y no sin razn, que las reconstrucciones .. del com .. parativismo y los "mor os b:'i.sicos" del "cstructuralismo son1 en el fondo, de 1laturaleza generativa cuando son exccl'cionnli11ente certeros, sera un error identificar lt' nocin de "rccon,truccin" o In de "n1orfo bsico" (y menos an la de "timo") con la nocin de forma subyacente del generativismo (Hamp, 1967). Esta nocin, d icho sea de paso, permite salvar en gran parte el abismo abierto por Ja Ji ngU!stica posiliv!stica entre las palabras curtas y las palabras populares (Dlimnso Alonso. 1933. pllg. 43). Si /pede/ es, en efecto, Ja forma subyacente de pie (Folcy, 1965, cap. 2; 1966b, pg. 490), la relacin con pedal, ptdtstrt, pedestal, pednculo, etc .. resull~ obvia a un cierto nivel de abstroccin, y Jo relacin con pie serla especificada (y enmas-carada) por las regla~ fonolgicas. Esto no se les ocult6 a los fillogos de-cimonnicos, concretnrnen1c a los estudiosos de Jos dialectos clticos. y hasta aparece relativamen1c explcito en oca!ioncs: v. gr., en el tratado que Bopp public en 1838 (d. Pcdtr>en. pA. 57). Lo frecuente, sin embargo, es que quede implcito (cf. Malkiel, 1959).

    Finalmente. conviene hacer nolar que. ~ bien la justificacin de un.a for-ma subyaeenlc gcnerati\13 debe tener su fundamentacin en eJ anlisis sin-crnico mismo, p3.r:i fonnul:ar hipte~j, provisionales todo tipo de informa-

    ,...

    IN1'RODUCC101'4 A CHO>o1SKY LlX

    cin (diacrnica. dialectal, cte.) es de un valor heurstico indiscutible ($chane, J 965, pg. 140). Las Jcnguos m&s documentodas son, en principio, las ms accesibles. Huelga decir que pocos acervos de datos pueden parangonarse con Jos acumulados en el estudio de las lenguos romnicas en general (cf. 1-fal-kiel, 1968) )' de las ibero-romnicos en particular (cf. Cuervo, Menndez Pida!, 1904 y 1926; A. Alonso, 1954; D. Alonso. 1963; Femndez, 1951; Corominas, 1954-1957; La pesa, 1965, cte.). A veces basta se dira que Ja posibilidad (o inevi1abilidad) de una sfntesis no puede hacerse esperar (cf. Mal-kiel, 1965, y Foley, 1965, caps. 3 y 7).

    t.8. El libro ahoro inducido al espaol es una especie de examen gene-ral de conciencia y una enmienda parcial de la teora de la gramtica gene rativa trasformacional para incorporar los hallazgos de un.a dcada de in "-estig:lciones. Como su ttulo indica, el autor ccntr:l la atencin en el componente formativo o capital de lo ram&tica. y slo extiende sus con-

    sidcracioo~ a los componentes interpretativos (la fonologia y la scmologa) cuando le lleva a ello l:i teora sintctica.

    La novedad del capitulo 1 no cst& en Ja< presupuestos metodolgicos que el autor expone (inalterados desde el principio). sino en que el enfoque se debe en parte al pie forzado de los molentendidos habituales, lo cual le lleva a presentar otra vez las mi$mt'ls nociones ele n1anera que puedan ser mejor comprendidas y evaluodos en lo sucesivo. y no slo por los buenos enten-dedores. Est tambin en el cuidado y dtmorn con que el autor se complace en sefialar las conexiones (a veces remotas) y divergencias (a menudo pr-ximas) de la teora con las invcslinciones linglisticas del pasado .Y en sub-rayar el irnpacto de Jns conclu-"ionc-s n1s recientes sobre las cuestiones cru-ciales dc.se antal\o pllra Ja filosofln y la psicologa. Especialmente impor-tantes a este respecto son sus nrgu1ncntos racional.sticos en contra del en1 pircisn10 en todas StlS n10Llnlidodcs1 incluida la conductalstica (rocl1rdese Ja resen del libro de \kinncr hace cnsi diez af\os, una de las pocas reseas verdaderamente "epoch-1naking"; cr. Dar-Hillel, 1967c, pg. 547).

    El cap(tulo 2 es con mucho el ms sustancial de Jos tres restantes. Su tema central es Ja estructura lxicn1 In. peor tratada en la primera formo !acin de la teora chomskiana. Pnra superar el defecto que haca imposible un tratamiento adecuado (lo cual "folsabn" irremediablemente un subsistema de ta teora). el autor propone una extensin de Jos mecanismos del sistema anterior para enriquecer su potencia expresiva. En el captulo 3, por cl contrario, propone tina modificacin en dircc.cin opuesta, empobrccleodo'' Ja potencia Clpresivn de la teora n1ediante la imposicin de rest~;ciooes ms estrictas '1.ue, sin embargo, no parecen aftclar a su adecuac100 cm prica. Y en el captulo 4 (y ltimo) vuelve sobre algunos de Jos problemas ms complejos, pendientes todavra de ttsolucin, y especula sobre posibles vas de acceso. Pero la provisionlidad de muchas de las conclusiones queda de manifi"1to una y otr vez a lo largo de todo el libro, y no slo en el ltimo capitulo.

  • J>ROLOOOS

    La formn o estructura de la nueva gramtica gencrativ3 difiere eo varios respectos de la primera, como salta a la vista comparando con el de E. 8 el esquema 5iuiente:

    E. 30a. FORMA DE LA GRAMATICA l . Componente formativo:

    A. SINTAXIS l. Sistema Ahonnanre:

    Estructuras lateotes

    2. Sistema Trasformante: Estructuras patentes:

    IL Componcnics interpretathos:

    B. SEMOU>OfA: El..s interpretadas scmnti can1eote.

    C. FONO~OOiA: EPs intcrprctndas fontica mente.

    Ln estructura general de esta gramtica podra ser reducida a este sen-cillo diograma:

    E.JOb. S .J. B T F l. semintica +- E. LATENIF. -> E. PATE.'

  • senlc libro. No hay, p. ej . incol1cre:ncia alguna en suponer que exjsten smbolos complejos de la formn l+Dof, +FNJ. La regla xvm (57) de Ja gramlica de In sec. 3 del cap. ll puede ser reforroulada, por taoto, en estos trminos

    B. 32. Art - [:t: Del, (rN)). Es decir, el artculo puede ser defioido o indefinido, o puede ser una Frase Nominal con el monn ( + Def) o con el monn 1- OeO asociado a ella. Cuando el FN es ex1rado del determinante por una trasformacin, el ras-go [.Def) permanece, lo mismo que permncce el rugo !+Pro) en ciertas posiciones llenadas con tilo cuando el FN es extrado as.

    El LI:xicn consta de una lista o conjunlo (inordenado) de anculos l-xicos y de un sistema de relas de redundancia (IV, 2-1). Un articulo lxico puede ser considerado como un conjunto de monooes de varias clases (ll, o. J S). Cada monn fontico (=fon6n) lleva un subndice numeral (e. g., l+Con sonntic0:s]) que indica su posicin, es decir. el fonema a cuya definicin contribuye. los monones semnticos (=semones) pueden ser sumamente abstractos y escar interrelacionados formando redes estructurales llamadas "campos semnticos" (lV, 1.3); el conjunto de semones de un lexema constituye una. definicin de diccionario" {=semema).

    Llama Chomsky rasgos sintActicos o rasgos lJticos a ciertas propiedades de las entidales lxicas (lexemas) enteras (c. g., [+Animado))'. Estas pro-piedades son pertinentes no slo para las reglas estrictamente sintcticas (IV, 1.2), sino tambin parn las regios fonol6gcas (al menos en muchas len-guas). Difieren, pues, de Jos rasgos "morfolgicos" (U, 2.3.3; IV, 2.1) o diacr(ticos (Chomsky &. Hnlle, 1966, pg. 373) en que stos no son perti-nentes para las reglas s intcticas: pero son sin1ilares a ellos en su pertinencia respecto a las mismas clases de reglas fonolgicos. A veces quz convenga llamarlos a todos monones lxicos o simplemeotc lexooes (cf. o. 25, supra), distinguiendo, entre los lcxones subcntcgorizacionales, los ge11erales (de fun-cin tambin sintctica) de los no seneralcs o diacrflicos (que no la tienen). Los lexones diacrticos pueden ser, a su vez, espeCillles (e. g., !+Nativo]), que son pertinentes respecto a varias reglas fonol6g.icas, y excepcionales (e. g., [ - regla n)), que eximen a los lexemas de una regla aplicable (el caso ms frecuente) o lo someten n una regla inaplicable (Postal, 1967, pgs. 1 19-39). Todos ello son in/Jutntts a los lexemas en el lexicn. Tam-bin son inherentes otros mononcs; e. g., [GEnero) y [Declinacin) para Jos Nombres y [Conjugacin) para los Verbos. En general, el artculo lxico

    " Vlse ms ndc1antc. Sobre FraKS Nominales mimame.nte inespecificadas, Otero, 1968.

    s Aunque es obvio que los rasaos lxicos comprenden ra$.&OS de varias sub-clases. p. ej., ra.

  • ).)(IV 1 1u') 1 or.o~

    un sujeto humano" y conllevo. por tanto, el lexn seleccionaJ [+(X [+Hu. mano) Aux _ YJJ, reducible, por la convencin mencionada, a [+ [+Hu. mano] Aux _J, expresin mucho menos obvio que [ + _ FNJ. Es evidente que estos Jexones contextuales cspeciic3n el dominio de reglas con potencia trasformacional (ll, 2.3.4).

    Investigaciones ms recientes a las de este libro parecen iodicar que esta S

  • LXVI 1"11.0tOOOS

    donde el smbolo t:>. es un coniodn. Con estas reglas es sun1an1ente fcil cons truir Ja derivacin siguiente (cr. E. 11):

    E. 37. l. s (dada) 2. FN FV (aplicando R. 1) 3. FN V FN (R. 2) 4. NVN (R. 3) 5. 11 V 11 (R. 4) 6. 11 11 11 (R. 5)

    Salta a Ja vista que lo esencial de esta derivacin es representable (cf. E. 12) como diagrama arbreo:

    E. 38a. s

    FN FV 1 /'--.....

    N V FN 1

    N

    1 11 11

    o como cncorchelnmicnto rotulado:

    E. 38b. .1,NrN!liJ,.]p. ,,,,fv!L\lv ,.l,.!6lNl.,.ls Si contamos con un Lexicn que nos permita poner Pepe u J1orcl1ata en

    lugar de un comodn dominado por N (la dominacin de uo elemento por uo smbolo A se indico poniendo eso elemento entre corchetes as{ rotulados; i. e., .(11].J y poner btb/6 en lugar de un dominado por V, sera posible extender la derivacin de E. 38 y convertir su cadena pretcrminal en Ja cadena tern1inal

    E. 39. Pepe btb/6 ltorcha1a.

    Como se ve, los reglas de E. 36 deinen relaciones gramaticales: R. 1 de fine la relacin Sujeto-Predicado, y R. 2 define la relacin Verbo-Objeto (ntese que el primer FN es "Sujeto de" la Oracin entera, mientras que el segundo FN es "Objeto de" Ja Frose Verbal; i. e., no hay "Objeto de" Ja Oracin).

    Uno de los smbolos terminales del Ncleo es, pues, el comodI 11, que indica la posicin

  • donde [Esp, NJ ser analizado como Determinante, [Esp, V] ser analizado como Auxiliar (con los adverbiales de tiempo quiz. asociados) y [Esp, AJ puede ser analizado como el sistema de elementos intensicaotes asociados con las Frasn Adjetivas (muy, estructuras comparativas, etc.). En vez de la gramtica del nmero S1 (JI, 3) 18, tcndrlamos, entre otras, las reglas si .. guientes (cf. E. 36):

    E. 42b. R. l. s ... N v - [Esp, N) R. 2. N -+ Especificaote de N (i. e., De-

    R. 3. -+ N terminante)

    R. 4. V -+ !Esp, VJ v Especificante de V (i. e., Awti V

    liar) R. S. V -+

    En esta gnmtica, ta.mbitn N es uo elemento recursivo del Ncleo (el otro elemento recursivo sera. S, que poda ap~ecer a la derecha de la flecha en R. 2, quiz como alternativa), por lo que es natural suponer que, en la aplicacin cclica de lns trurormacioo.,, las frases de la forma N represen tan el mismo papel que las frases de la forma S en la especificacin del dominio de las trasformaciones (e(. JU, n. 11).

    Si este enfoque es correcto, la escructura interoa de Ja oracin

    E. 43a. s

    o /'---...

    e Esp, QJ iJ ~ V 1 1

    ., PQSOdO probar el ll'Of'ma (ti prob 1 ltoromo J

    . se Los. dos c~s~ (facultativos) de FtllSC Preposicional en la regla 111 han sus citado senas obJC~1on.cs del profeso~ Fillm?re (1966 y. ms e.xcensarncote, J967).

    C~omsky (comun1c.ac1n pci:-sonal) siente \11vo intertt por estas ideas, y cree que F1llmor~ ha puesto de n:i1n1fics10 puntos muy va1i0$0S, pero no le convcnocn sus concluSioncs generales n1 le parece &icmprc 1ceptablc su aolisis. De todos mo-dos, Jas obtnal del lcnuajc que A un ,crbo expresa una a~16n, su SUJCIO latente .es el 11entc: para expresar este principio de interpreta Ctn (a lo que parttc un1vtrsil) no cs necesaria rcala aluna (Fillmorc usa vui11s.

    -

    I

    aparecera rclejadn exactamente, como en un espejo (Chomsky, 1967g; cf. H, n. 29), en la estructurn del nominal (o "denominacin")

    E. 43b.

    CEsp,J N

    /"-.. "'"' [dtt, lh

    ~ N ; 1 1 1 "

    e pt'OO(lr. p1 1

    Los monones eolocacionales del lexema de probar tieoeo en cuenta las fra-- -

    S

  • l'llOLOOOS

    Las reglas del sistemo trasormcionnl de la sintaxis (d. E. 30) modi-fican de ciertas maneras ijas los Ahormaotcs generados por el sisten1a b-sico. Estas reglas, que satisfacen ciertas condiciones de orden (posiblcn1ente secuencial), se aplican al Ahormante bsico de manera clctica (cf. l. 7). Cuando son aplicadas, al finnl del proceso, 111 Ahormaote entero dominado por el ca.so inicial de S, producen una Estructura Patente que las "reglas de reajuste" (Chomsky & Halle, 1966, pgs. 9 y 371) convierten en una representacin fonolgica.

    En este libro la teora de las trasfom1aciones gramaticales es objeto de una doble simplificacin (cap. 3): 1) Las permutaciones quedan eliminadas del conjunto de trasformaciones elementales (sustituciones, deleciones y ad4 junciones); 2) a lo que parece, los anli.lisis estructurales que determinan el dominio de las tra~formacioncs pueden ser limitados a coodicioocs bulianas sobre Ja Analizabilidad (nocin bsica de la teoa).

    La cuestin de las condiciones bulianas sobre la Analizabilidad es su-mamente imponante y merece especial atencin. Es bien sabido que las condiciones que exceden a los buli3nas son las que implican cuantific-antes (vase mi nota a la scc. 4.3 del cap. 2) - En el caso ms simple, el do-minio de una trasrormacin (i. e., In clase de estructuras a Ja que es apli-cable) es determinado por una condicin que establece que la estructura tiene que ser analizable en n partes sucesivas, la primera de las cuales es un "lo que sea" (c. g., FN, N, etc.), Ja segunda de las cuales es un "lo que sea", etc. (esta es la condicin ms simple sobre la Analizabilidad). "Lo que sea" slo puede ser o una catcgoria. o una cadena de categoras. o una variable, o una cadena de smbolos terminales, o a lguna combinacin de

    Y que los smbolos c.omplcjos donlinnn una secuencia de elementos s6Jo dentro de la P

  • LXXII PROLOC.O~

    Foley (196S) y James Harris (1967) sobro el espaol y las de Schane sobre el francs'' No faltnn tampoco investignciones extensas sobre lenguas de otras familias menos conocidas y m4s o menos exticas. EJ hebreo ha sido estudiado ya a mediados de silo por el propio Chomsky. Entre las inves-tigaciones sobre lenguas sin tradicin escrita, destacan las de G. H. Matlhews sobre el hidatss, y muy especialmente las de Paul Postal sobre el mohoks, lenguas que penenecen a dos familias distintas del .. ftlo'' macf'O-'suans ("Siouan") americano'' Tambi~n han sido estudiados, desde el punto de vista generativo tn1sfonnaclonal, el turco (Lees) y et japons {Kuroda, :\fcCawley) ".

    Todos estos estudios descripti"os de ls diversas lenguas individuales tie-nen por objeto (algo remoto por ahora) tanto la construccin de la teoa de cada una de las lenguas en lo que le es propio y privativo (graniticas particulares)' como la de Ja teoa general ("architeorfa") de la campe-

    mencin especial en este contex10 son los de P. Kiparsky sobre el griego y el snscrilo (que ttflejan la atencin que ha prbtado a la naturaleza del cambio lingstico) y los de A. Zwicty sobre el s4n..:rito. Tambl~n ha sido estudiado el letn (por Z.ps).

    u Continuadas l'Or Mllner y Bailey (cf. OoclOIS~Y & HALLE, t966. pg. 3$3). Fuera del M. J. T. han estudiado el rrancs desde un punto de vista trasforma-cional Langacker y Ruwet. y el C.5paftol, StockwcU, Bowen. Saporta y Contreras (entre otros). Para las cuc.51iones ... acn6ticas'' romnicas (trmino de ltialtiel~ v.ase Cbrtien, pg. S 18). son muy suertntes Jos trabajos de EmanueJ Vasiliu sobre el rumano. (V. ahori1 Otero, Evol11ci6n y rtvoluc-;6n en romance.]

    "Cf. Vocgelin, Languagt 4J (1967). p:I. S77. Postal tiene el mrito singular de haber logrado conjuar. quiz.& con m4s provecho que nadie. el estudio terico (de gran precisin y originalida.d) con las exigencias de la investigacin de primera mano sobro el terreno (Jea::i.do de Ja 'JingUl'.!tica nntropolgicn''), ~fochas otras len guas amerindias han sido estudiado.! desde el punto de vista transformacional. entre ellas la. menomincsn (por llcvcr, sobre las huellas de Bloomfield), de Ja familia algonkiana~ la nnvnhe.5a (por Stnnlcy, sobre las huellas de Hoiicr), de Ja fanlilin az.apascana (del "filo'' mncroalonkiano, como la anterior)~ Ja papa-guesa y la paiutesa meridional (POr Hale y Harms, y antes por Voc:gelin y Sapir, respectivamente), de Jn fnmilio uto-nztcca, cte.

    .c: El primer esludio trasformncionnl sobre unn lcnaua africana es el de K. \Vil-Jiamson (vase Schochtcr, 1966). Rcccntcmen1c, OrcgcrS(o ha estudiado un as-pecto de1 bant, Oc las Jengun.s poln~sicas hnn sido estudiadas, entre otras, ''arias lenguas filipinas. pirticulnnncnte lt'l 1n.ala (Stoc;kwell. Schachter); cf. CHOMS.KY, 1961, pgs. 128-29. Otri.\.S familias cstudadns l1ou sido la fino-grica (por Harms; cf. Anttila, l.angunge 4J, t967, p. S66) y la ino-tibetana, particularmente el chino (por Wan.s, a quien se debe-no es cxtrai\o-el ms completo estudio te~ rico de los tnonones de tono).

    tG Tambi6n e.abra decir que la descripcin de una lengua determinada (i. e., su gramtica) puede ser un n1odtlo de una teoria (sistem{tica) del le.oguaje humano determinada (cf. ..el modelo de la 1ramitica latina'"): A las conttnciones de Ja teora o g:ram6tica univcnal, una snm6tica partic;ular cualquiera tiene que aadir un sistema de rtgla.r de interpretacin muy complejo (la arcbiteoa seria entonces la algbrica). Cf. supra, J.S. y Bar-Hillel. l 967c . .,;p, pgs. 530-31; ''ase J, 9.

    Las tcnicas de dcteripcin linOfstica elaboradas en la Edad Antigua (India. Grecia. Roma). en la Edad Media {lil:un, Cristiandad) y en la Edad Moderna no contem90rne.a bao dcsbroudo e.n ran parte r allanado considerablemente el c=lno (v. !, 1, esp. n. 2, )' wpra. 1.3).

    1encia lingilstica humana, to.J como aparece reflejna en )as propiedades comunes a todas Jos lenguas (gra1ntica universal). Todava hay una teo_a ms abstract.a (la 1neta-architeoria .. ), que estudia el lenguaje como objeto maten1tico, es decir, en su.s aspectos puramente formales (gramJica alg-brica). La teora de la siniaxis que el autor presenta en este libro constituye, pues, el plinto y meollo de todo un espectro de estudios sincrnicos y dia-crnicos sobre la naturaleza del lenguaje y sobre la estructura y evolucin de las lenguas.

    Parece lgico esperar que estos estudios netamente lingsticos contribu-yan en gran medida al conocimiento de la naturaleza de la mente del or-ganismo capaz de adquirir y hac

  • J.X"X'TV l'ROLOGOS

    Cuba, Santo Domingo y Vic1nam, que el radicaJ bumanisnlo de c-.s-le epigono de Rousseau, Kont, Humboldt, Morx y Russcll (cf. supra, J.3).

    El nfasis de Chomsky en la crenlividod curncterbticamente humana (que implica inalienable libertad y responsabilidad individual, y exige mximo respeto a lns convicciones personales ntimas no jncompatibles con el bien comn universal} se corre-spondc con su intc~ por Ja creati,idad lings-tica (cf. cap. 3), y, lgicamente, rebosa consecuencias. Como Humboldt antes que l, hoy es Chomsky uno de los mis ilusires representaotcs de la doc-trina de los "derechos naturales" (ahora mucho ms avanzada, pues desde entonce..'i ha llovido mucho en la historia de la ciencia. y mucho ms en la o!I11) y uno de los m decididos adversarios de todo tipo de autorita-rismo. Como es lgico, cl sinificado poltico de su concepcin del mundo depende, hasta cieno punto, dcl contexto social co que aparece. Baste decir, por el momento, qoc la conciencia moral y politica de la gcoc.ra-cin de Cbomsky (y Fanon, y Lumumba, y Ben Barka, y Malcolm X, y Camilo Torres, y Che Gucvara, y Manin Luthcr Kjng, y .. Gagarin, y . ), como, de modo crucial, la sociedad soviEtica de boy, se form entre t 928 y 1945: Horrores de los :J.os rreint1, guerra. de Etiopa, purga rusa, incidente chino. guerra civil espaola, atrocidades nazis y complicidadci. no del todo na ~!~ etc.; como cifra y colofn, Hiroshima y Nagasuk.i, que hay que contar

    sin duda alguna entre los crimcns m4s abominablci. de la historia" (Cbom-sky, 1967 bis, pgs. 2S4-S5l. Como revulsivo moral deja bastante chiquito ~1 de las atrocidades napolenicas que tanto perturbaron a Humboldt v no

    poda menos de agudizar la respOnlObilidad de un inlelectuol de cuerpo entero, mucho ms profunda que I de un no privilegiado. A tos intelectuales atae propagar la verdad y denunciar las mentiras de todo el mundo, y, por tanto, analizar Iris acciones de los gobernantes seg(an sus verdaderas cau-sas, motivos e intenciones (a 1ncnudo ocultos). Nadie ha reaccicnado ms vivamente que Chomsky nnlc las otrocidades y tropelas ms flagrantes. Nadie ha denunciado con 1t1s vigor In~ mendncidades de los "expertos'' de nuestro tiempo (en especial Jas de lo~ expertos en la 11teora" de _los juegos termo--nucleares). E l eso1erismo, el cspiritu de cuerpo, la complicidad de ta "dis-crecin" que piden los hipcritas juramentos hipocrticos no son conjugables con el esp'irjt11 humanstico humboldlinno.

    La responSJ1bilidad mor~I de Chom;ky parece corresponder plenamente a su extrnordinarin capacidad intelectual, y su preocupacin por los dere-chos humanos irrenunciables de todos y cada uno de los hombres sin dis-. .. '

    t1nc.1on de _razas: colores ni ~nlbligos, no parece ir a la zaga de sus preocu-paciones crentff1cas y creativas. No es Chomsky de los intelectuales que pueden perder inters en convenir las ideas en ralancas para Ja trasforma-cin radical de I sociedad internacional y de la vida diaria (hoy tan enaje-

    49 Generacin de .. prc""lnucrtos. no de .. .wpcr-vivicntes" como la de sus abue-los. Aunqlle oo fallan los candidatos a ..-upervivkotes ni I~ franco.vi,idores. Para algo de Jo que se cuece en Ja universidad noncameric;ana y Por contrast~ otro aspec10 de la c.cepeionalidad de Chomuy, "'ase Rouak (ed.).

    JNTROl)UCCION ,. CllOt.I S.lC.~ LXXV

    nada), ni de los que comulgan con la retrica a menudo vacia de la "Nueva z.quierda''. Para l, s1o unn. trnsformncin interuaciooaJ a gran escala per-n1ltira hacer frente n In vasta miseria. bun1aoa (quiz en aumento en todo el mundo) y abolir In clsica paradojo que incrementa a la vez (incesantemen-te y a escala internacional) I pobrca y la opulencia (1967 bis, pgs. 276-77). Capitular ante el s1a111s quo, nte uno implacable minora manipuladora de masas, es renunciar de antemano a la construccin del mundo racional que pide la voi. de la decencia human1> (la voz de las geauioas necesidades y potencialidades creativas del hombre), segn prioridades dictadas por el bien comn universI, no segn los caprichos de una oligarqua. Tambin en esto recuerda Cbomsky a los insobornables tratadistas espaoles de antao y a los infatigables combatientes de la estirpe de Banolom de la.s Casas so. Tampoco a Chomsky le uredra poner el dedo en la llaga. Y, como ba escrito el prof~r "Raziel Abclson, jefe del Departamento de Filosofa de la Universidad de Nueva York, "es verdaderamente aleccionador ver a un brillante hombre de cicnca arriesgar su prestigio, su acceso a lucrativas sub-. veoclones del Gobierno [norteamericano] y su reputacin respecto a la ob--jetividad olmpica, por adoptar una tajante e implacable posicin adversa en la flagrante cuestin politico-moral deJ da, y por arremeter conlra la complaciente mitologa del "experto especializado,., bajo fa cual muchos in telectuales universitarios se sacuden los crimcoes cometidos por su gobierno con tal que no queden demusiado al descubierto (c. g., la intervencin domi nicana) paro las ms refinadas falacias"''

    Pero Chomsky no se ha limitado a denunciar las mendacidades del apa-rato propagnndslico y lo cspedal complicidad de su propia institucin uni-versitaria (a la que tnnto esplendor intelectual ha dado en los ltimos diez aos) en la guerra y en la represin. Contestando a la pat6tica carta de George Stciner, ha planteado nbicnan1cnte In cuestin crucial de la ccin poltica inmediata y, como Lns Casns, ha defendido la necesidad de adoptar medidas ilegales para opone .. c n un gobierno indecente (rehusar el pago de impues-tos, rehusar el reclutamicnlo y rchusnr todo lo que pueda contribuir en alguna med ida a los fines del militarismo y la represin, sin descartar la posibilidad ele constituir brigadas jnternocionales, como Ja gcncracio anterior frente al irracionalismo de entonces, o de trasladarse a Vietnam del Norte como vc

    so Tampoco faltan inlcrprclacioncs ''cidianns .. de la combatividad de Chomsky (el. supro, n. S).

    "'NYR, April 20, 1967, pile. 30. Se rcfic"' al artlculo sobre la responso bilidad de los intelectuales (CHOMSKv. 1967 bis), "el documento p0ltico ms impre sionanto que he ledo desde la mucrcc do Len Trostk.y'', .. dcouocia moralmente ferviente y eficazmente argUida de la aresin americana en Vietnam y en otras partes del nlundo ... Par:i. mantener la perspectiva quiz convenga recordar que el medio mlln bien colmado de soldad0$ norteamericanos en Vietnam ha resultado de "escalar" los IS.000 enviados Por Kcnnedy, que ya eran casi e) triple de Jos que compusieron "la lci6n Cndor c.n,ioda por Hitler a tuchar c.ontra el co-munjsmo en una c-1crn civil anlcrtor (Choms.ky, 1967d, p.. 46). Y que~ al n1argcn del 1cstamcnto de Cho Guc,ar.1. '" muchos .. kJs Vietnams qut: incvita b!ementc nos cspernn" (CHOMSEY, 1967 bi. i*. 291).

  • l.XXVI

    1ima propiciatoria conira los bombardeos) H, Claro que la actividad y la indignacin chomskiana hubieran resulto.do ms contagiosas si oo fueran en gran parte ensordinadas por la ruidosa maquinaria propagandstica del "muo do libre".

    No es posible dar por completa esta introduccin a Chomsky sin incluir al menos un botn de muestra de su "visin del mundo .. , y nada mejor ni ms apropiado que cs1e bo16n de muesira (1967 bis, pgs. 279-80) para concluir:

    Los pases subdesarrollados tienen problemas increbles, quiz insu-perables, y cuenian con muy pocas opciones; Estados Unidos tiene una amplia gama de opciones. y 1iene los recursos econ6rnicos y tecnol-gicos. aunque evidenlemente no tieoe los recursos intelectuales ni los morales, r.1ra hacer fren1e al menos a alguno de estos problemas. Es fcil para un inlelectual americano pronunciar homilas sobre las virtudes de la liberiad; pero si vcrdaderamcnle le preocupa, digamos, el totalitarismo chino o las cargas impuestas sobre el campesnado chino en una indus-trializacin forzad.a, debiera ene.ararse con una tarea infinitamente ms significativa y emuladora: la tarea de crear, en los Estados Unidos, tanto e l c lima intelectual y moral como las condiciones sociales y econmicas que permitieran al pals parlicipar en la modernizacin y el desarrollo [universal) de manera congrua a su riquO'Za material y capacidad tcnica. Ddivas masivas de capital a Cuba y a China pueden no contribuir a a liviar e l autori1arismo y el terror que suelen ncompaar a las primeras fases de la acumulacin de capital, pero tienen mucha ms probabilidad ele 1ener ese efcclo q ue las proclamaciones sobre los valores democrticos. Es posible que, a.u n sin .. asedio capitalista" en sus varias manifestaciones, los elementos verdaderamente democrticos de los movimientos rcvolu cionarios-en algunos casos, los soviets y los colectivas, p. ej.-pudieran ser n1inados por una "lite" de bur6cra tos y tcnicos; pero es casi seguro que el asedio capi talista, con el que tienen que enfrentarse ahora todos los n1ovimientos revolucionarios, go rnnl izor ese resultado. La lecci6n, parn aquellos verdaderamente preocupados por reforzar los elementos democrticos, espont6neos y populares de las sociedades en desarrollo es de una claridad n1cridiana.

    CARLOS-PP.RP.GRN OTERO. Uni\'f!':t.ddad de Callfomla..

    La Corua, 26 de junio de t 968. Los AngeJes.

    s: Se puede ver )3 cana de S1cincr y la. res.puesta de Cbomsky en NYR., Marcb 23, 1967, pg. 28 (y en trad. france1& en ttmp modunes, mai 1967. pp. 2017-020). Cf. Rouat (ed.), p(. 3-00 (rchtlsa a pagar impueslos) y pg. 301 (curso sobre .. Los in1clec;1ualcs y el cambio $0Ca1 ... al alimn con el profesor Louis KampO. Vase 1nmbifo la pond

  • IND I CE

    PaLOOOS: Reconocimiento .. ........... ... ... . .