aspectos culturales de las drogas

Comprensión de la Problemática Global en material de drogas TEMA:Aspectos culturales de las drogas

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Introducción

La cultura como forma de vida completamente aprendida de la sociedad juega un rol importante en la existencia del ser humano y se hace evidente desde cuando contestamos el teléfono, en la forma como nos saludamos, a través de las cosas que admiramos o reverenciamos.

Debido a que tenemos poco que decir de la cultura en la que hemos crecido, existe la tendencia a pensar de ella como si fuera algo externo a nosotros mismos y casi impuesto por la fuerza. Pero esta manera de pensar ignora el lado activo y creativo de nuestra relación con la cultura pues ésta no es tan sólo un conjunto de elementos que dicta un comportamiento; es más bien algo que las personas mismas desarrollan y utilizan.

Es necesario distinguir dos elementos fundamentales de la cultura: la cultura material, constituida por todos los objetos físicos, o artefactos que las personas hacen ya a las que le dan un significado y la cultura no material que consiste en creaciones humanas que no se incluyen en objetos físicos como valores, creencias, normas, costumbres, sistemas de gobierno, las lenguas que hablamos y demás.

Existen factores socio-culturales asociados al consumo de drogas (los cuales en algunos casos son causa directa) entre ellos tenemos el rápido cambio social, la urbanización acelerada, las migraciones, la progresiva disparidad entre los grupos sociales, entre otros. El consumo de drogas en especial las legales esta fuertemente unido al contexto cultural de nuestras poblaciones, especialmente las urbanas. El alcohol quién presenta nociones construidas socialmente, es una de las drogas más fuertemente ligada a la historia de la humanidad, su uso simboliza a un amplio rango de valores y sentimientos tanto positivos como negativos.

Los daños causados por el abuso del alcohol y otras drogas, cuyas graves consecuencias se reflejan en las tasas de mortalidad, morbilidad y deterioro social, afectan la vida de innumerables adolescentes, adultos jóvenes, mujeres y ancianos. Las mujeres y los niños son víctimas de abuso en una magnitud sobrecogedora. La organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) estima que el


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abuso de substancias adictivas está entre las causas subyacentes más importante de mortalidad, lesiones y violencia en la población joven y adulta de América Latina. En consecuencia los esfuerzos que se hagan para controlar el abuso de drogas y enfrentar los estragos que causa son determinantes del bienestar de esa Región, que cuenta aproximadamente con el 9% de la población del mundo. Allí, al igual que en otras partes, el abuso del consumo de drogas frecuentemente tiene sus raíces en problemas sociales, a menudo asociados con la corrupción y el crimen organizado. Lo que sostenemos es la necesidad de comprender las fuerzas culturales que la mantienen.


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Objetivos

Al finalizar este curso Ud será capaz de:

1. Identificar los elementos necesarios para realizar un análisis científico de las interrelaciones entre consumo de drogas y cultura.

2. Comprender los patrones culturales asociados al consumo de drogas.


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Esquema


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ASPECTOS CULTURALES DE LAS DROGAS

SUBCULTURA DE LAS DROGAS

El problema de consumo de drogas es típico de los grandes núcleos urbanos y urbano marginales. El crecimiento económico y las transformaciones sociales concomitantes han estado acompañados de un marcado aumento en las tasas de alcoholismo, abuso de drogas y suicidio. Podemos examinar la manera en que conductas moldeadas culturalmente como el consumo de alcohol, el hábito de fumar tabaco, las dietas, etc. pueden contribuir al deterioro de la salud. Es más fácil describir los parámetros y la magnitud del USO de las drogas que definir la naturaleza, extensión y consecuencias del ABUSO de sustancias adictivas: ¿Dónde termina el uso y dónde comienza el abuso?, se debe tener en cuenta que el abuso ocurre en un contexto social y cultural. La disposición de una persona para usar las drogas y el carácter de su respuesta al uso están influidos por factores tales como la disponibilidad de la sustancia, las normas culturales que rigen su uso, la respuesta de la sociedad y los aspectos financieros; pero también están vinculados con la frustración, la falta de satisfacciones y una necesidad de escapar de situaciones intolerables de desigualdad social. Los individuos necesitan una estructura vital, y la ausencia de esta estructura genera el derrumbamiento de las personas. Ante los cambios continuos y acelerados esta estructura “sirve como un refugio” que impide el derrumbe de las creencias, valores y normas de los individuos. Los jóvenes, ante la carencia de una estructura visible, se refugian en las drogas como el fin de buscar y/o crear una estructura acorde con sus valores. El psicólogo Rollo May, menciona que el consumo de heroína da “una estructura”, una forma de vida al joven. La vida de éstos jóvenes se caracteriza por una perpetua falta de finalidad, por lo tanto, “su estructura” consiste ahora en buscar la forma de escapar del control de los padres, de escapar de los policías, de buscar la forma de obtener el dinero que necesitan, el lugar para conseguir su


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próxima dosis, etc.; todo eso le da una nueva red de energía en sustitución de su anterior mundo desprovisto de estructura. Así pues, los usuarios de drogas poseen un estilo de vida, constituido por su manera específica de hablar, su pertenencia de grupo, el uso de una simbología, presencia de actitudes, normas, valores y creencias compartidas por todos los integrantes del grupo. La conducta de organizarse en la esquina o parque del barrio, los cohesiona y les da identidad, lo cual se manifiesta en determinadas prácticas sociales, donde se va transformando el ambiente físico en territorio apropiado, donde se comparte objetos, espacios y tiempos, así como una visión del entorno, una forma de percibir, vivir y sentir el espacio (Reguillo, 1991). Los usuarios de drogas patentizan su existencia a partir de la consolidación de su identidad misma; de su imagen, su lenguaje, su vestido, su interacción social y mediante expresiones múltiples. En muchos casos estas conductas violentas, así como la designación de apodos a sus propios integrantes y el uso de expresiones peculiares, están dirigidas a modificar las pautas de interacción vigente. Siendo estas conductas percibidas por la sociedad como amenazantes. El consumo de drogas al interior del grupo podría “mirarse” a partir de su reproducción simbólica y la implicación que tiene en la edificación de procesos sociales. Hasta la fecha tanto las políticas gubernamentales y las iniciativas legislativas (figura1) para hacer frente al consumo de drogas, especialmente en jóvenes han sido insuficientes.


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Otro aspecto a destacar es, cuando en una cultura se introduce una droga que no ha sido “tradicional” ya que, puede producir serias consecuencias como el resquebrajamiento muchas veces de las estructuras sociales, así como de los sistemas de creencias y valores. Por ello, la comercialización de la cerveza en regiones del África Central ha inducido al deterioro de antiguas costumbres sociales, además ha ocasionado el uso generalizado del alcohol, lo cual se ha asociado al surgimiento de la violencia principalmente. En muchas culturas está profundamente arraigado el uso de drogas producidas naturalmente. Este es el caso de la masticación de hojas de coca por los indios quechuas y aymarás del altiplano andino, así como, el masticar (fumar) opio por los miembros de tribus asiáticas. La cultura del consumismo relacionado a los medios de comunicación y a las campañas publicitarias, con frecuencia se aprovechan de las aspiraciones y frustraciones de grupos especialmente vulnerables para promover ciertos productos, pasando por alto su efectos perjudiciales como acontece en el caso de la publicidad del alcohol, el tabaco y otras substancias. Las empresas y organizaciones ligadas a la producción y comercialización de alcohol, tabaco y otras drogas perciben muchas


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comunidades o segmentos poblacionales como mercados potencialmente explotables.

ESTIGMAS Y MARGINALIDAD EN DROGAS

El consumo de drogas en su dimensión social como fenómeno resultante de una sociedad compleja en su estructura, ha sido el factor propulsor de una minoría, formada a expensas de individuos y grupos marginales que no tienen acceso a los servicios básicos de bienestar colectivo, lo cual ha llevado a la creación de una sociedad de marginados o excluidos. Uno de los aspectos más descuidados del problema del consumo de drogas es el análisis de los aspectos de marginación social. Una pregunta clave para entender la marginación es la siguiente: ¿Qué sucede cuando muchos consumidores de drogas no pueden acceder a los servicios educativos y al campo laboral, pudiendo solo acceder a ámbitos de socialización poco aceptados o hasta rechazados por la mayoría de la sociedad? La respuesta resulta casi evidente, este grupo de usuarios corre el riesgo de quedar estigmatizados de un modo negativo y, junto a ello, es muy probable que se les cierren las posibilidades para insertarse en las diversas y complejas redes sociales modernas. De este modo, les será difícil conseguir un trabajo para satisfacer sus necesidades básicas, pero lo que es tan grave como esto, es que corren el riesgo de no poder acceder a los ámbitos en donde es posible adquirir las destrezas y capacidades que en un determinado momento son consideradas necesarias para pertenecer a la condición de ciudadano. Estos consumidores de drogas se encuentran de esta manera al margen de las redes sociales, económicas, culturales y educacionales, y por ello suelen ser rechazados desde diversos ámbitos, en tanto no cumplen con lo que se espera de ellos como miembros de una comunidad o sociedad. Reciben toda la fuerza de la violencia simbólica que implica el rechazo o la exclusión social. Esta violencia simbólica que a veces también es física, por parte de los


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padres, vecinos e instituciones, le confiere un sentido negativo a sus prácticas y a ellos como personas, como por ejemplo, se les discrimina, que muchas veces, a su vez, los lleva a auto-discriminarse “esos ámbitos (del trabajo y el estudio) no son para mi”, o si la discriminación está más internalizada, a sostener: “No deseo ingresar a esos ámbitos, no deseo trabajar ni estudiar”. La situación de aislamiento o exclusión social se manifiesta en los usuarios de drogas que no estudian, o en los que se ven afectados por el desempleo. La exclusión supone una ausencia de poder, además “las relaciones sociales saludables” son reemplazadas por actos violentos donde se refuerza la pertenencia a grupos de consumo de sustancias adictivas. La consolidación de un modelo de enfermedad aunado a una respuesta punitiva en casos de adicción fue propuesto por Lawrence Kolb, el cual planteaba que los adictos tenían déficit psiconeuróticos preexistentes al uso de las drogas. Asimismo, se refería a ellos como “hombrecillos” con grandes ambiciones sociales, pero sin las habilidades necesarias para lograrlas, por lo que el uso de drogas les proporciona una sensación de poder que los libera de sus sentimientos de inadecuación. Kolb contrastaba a los adictos “ psicopáticos” o “viciosos” con los adictos “normales” o “inocentes”. Como podemos apreciar, este modelo alaba y sintetiza los diferentes significados, concepciones y representaciones sociales que aún hoy en día se mantienen vigentes. Aún en la actualidad, se puede observar que tanto los miembros de la comunidad, como los formuladores de políticas o incluso los profesionales de la salud poseen una imagen negativa del usuario de drogas. Muchas veces en la sociedad en general existe el pensamiento (erróneo) de que, quien “abusa” de las drogas es una persona mala o de moral dudosa. El estigma como manera ignomiosa de condenar la conducta de algunas personas, ha existido siempre. Esta conducta de estigmatización puede ser en función de tres características:


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1. Las deformidades del cuerpo Estas deformaciones pueden deberse a alteraciones congénitas como por ejemplo labio leporino y paladar hendido, o la trisomía del cromosoma 21, conocido como Síndrome de Down que al ser denominada erróneamente por muchos como mongolismo, refleja la postura estigmatizante. Otras de las enfermedades estigmatizantes son los trastornos neurológicos como la parálisis cerebral infantil. Otro grupo comprende a las alteraciones resultantes de la poliomielitis, las amputaciones, las deformaciones faciales, la obesidad, etc. 2. Los defectos del Carácter del Individuo Palabras como falta de voluntad, pasiones desbordadas, creencias rígidas y falsas, deshonestidad, entre otras; son términos usados "erróneamente" para referirse a desordenes mentales, reclusiones institucionales o de otra naturaleza; así como, alcoholismo y drogadicción a otras drogas, homosexualidad, desempleo, intentos de suicidio y conductas políticas extremistas. Otro factor importante a analizar es la migración dado que ocasiona no solo un choque cultural, sino además, conflictos y pérdida de valores, así como un sentimiento de marginalidad. La juventud rural se siente atraída por lo que imagina son valores y modos de vida cosmopolitas, pero a menudo es incapaz de realizar sus expectativas; por lo tanto, al carecer del apoyo necesario, se retrae, se frustra cuando se da cuenta que no ha logrado nada, cuando constatan que dejaron de ser parte de una cultura tradicional basada en la aldea. Todo esto genera conflictos en relación con la identidad personal y el sentimiento de pertenencia, circunstancias frecuentemente asociadas con la iniciación en drogas y, posteriormente su abuso. 3. Estigmas tribales Aquellos que están relacionados con la raza, la religión y la nacionalidad, como por ejemplo los prejuicios sobre los negros, los judíos, etc.

RELIGION, SECTAS Y DROGAS

El proceso de modernización económica y cambio social en todo el mundo esta separando a los pueblos de sus antiguas identidades, valores y creencias, debilitando a la Nación – Estado como fuente de identidad. En buena parte del mundo la religión ha avanzado para llenar este hueco.


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Religiones como el cristianismo occidental, el judaísmo, el budismo, el islamismo y el hinduismo han empezado a jugar un rol preponderante en el siglo XXI como una respuesta a la crisis cultural, social y moral provocada por la globalización. La religión –la revanche de Dieu- proporciona una base de identidad y compromiso que trasciende fronteras y une civilizaciones. El papel que juegan las religiones ante el consumo de drogas varían desde una permisividad hasta una rigidez casi dogmática. Así la religión protestante propone la prohibición de la ingesta alcohólica, mientras los fieles manejan la noción de “pecado como parte del mundo”. En los países islámicos, por ejemplo, donde el alcohol está prohibido por la religión, también se observa problemas de alcoholismo, dado que existe el hábito de beber a escondidas. Muchos de los líderes que prohíben el consumo de sustancias psicoactivas, han sido formados en seminarios teológicos y reconocen que no existe una prohibición para el consumo de sustancias psicoactivas basada en sus textos sagrados. De otro lado, también el consumo de drogas, se puede dar dentro de actividades religiosas con alta significación cultural, las cuales pueden tener fines recreativas o el alivio de una dolencia o enfermedad, por lo que se recurre a las curaciones mediante rituales: shamanismo. En este tipo de circunstancias el uso de sustancias psicoactivas, no implican dependencia o abuso. En todo el mundo se practican intervenciones religiosas para tratar a los adictos. La curación por la fe, la meditación es practicada por muchas religiones, así en Sudán los jeques religiosos tratan a los adictos en mezquitas especiales. Otro ejemplo de la preocupación e intervención activa de grupos religiosos es el tratamiento de adictos por monjes de templos budistas en Tailandia. Las terapias administradas por los monjes combinan las enseñanzas religiosas con el uso de prácticas médicas tradicionales del país. Otro aspecto importante en la evolución social y cultural de las sociedades actuales es el creciente surgimiento de sectas religiosas. El fenómeno es de tal magnitud que mueve a plantear las siguientes interrogantes: ¿Por qué tantas miles de personas aparentemente inteligentes se dejan absorber por la miríada de cultos dogmáticos, autoritarios y absorbentes que en la actualidad surgen?,


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¿Qué es lo que explica el control total que un líder espiritual es capaz de ejercer sobre la vida de sus seguidores?. Se estima que en la actualidad una creciente población pertenece a cultos religiosos cada vez más numerosos. Los más importantes llevan nombres como Hare Krishna, Iglesia de la Unificación, etc. ¿Por qué estos grupos pueden imponer una dedicación y obediencia casi totales a sus miembros?. A las personas con problemas como el consumo de drogas, las sectas o cultos les ofrecen, al principio, amistad indiscriminada. El recién llegado es rodeado de personas que ofrecen amistad y aprobación. Es tan extraordinariamente gratificadora esta súbita cordialidad y atención que los miembros ingresantes están dispuestos con frecuencia a renunciar a todo contacto con sus familias, a abstenerse del consumo de drogas e incluso de toda actividad sexual.


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Resumen

Al referirnos a la comprensión de la problemática global estamos haciendo alusión a una extensa gama de hechos y situaciones, todos interconectados entre sí. Hemos planteado que el pensamiento habitual basado en la fragmentación del conocimiento no permite captar adecuadamente la realidad. Por tanto, referimos la necesidad de un cambio de postura mental (paradigma) para poder comprender la inmensa variabilidad del mundo, la cual requiere la adopción de un enfoque amplio y sistemático, no comprometido y solidario, que ayude a organizar y hacer pertinente el conocimiento, evidenciando lo implícito mediante su adecuación al contexto, la globalidad, la multidimensionalidad y la complejidad.

El tema trata de explorar las fuerzas sociales, políticas y económicas que contribuyen al aumento mundial de la incidencia de los problemas de consumo de drogas. En él se examina como interactúan los acontecimientos locales, nacionales y mundiales y se enuncia la necesidad de un marco conceptual necesario para entender el impacto de las grandes transformaciones sociales de nuestro tiempo sobre comunidades e individuos. El examen de eventos y problemas locales, aparentemente aislados, nos permite visualizar que, aunque las fuerzas globales sean semejantes, los resultados locales difieren por obra de la historia y peculiaridades de las poblaciones.

El análisis de la multidimensionalidad del problema de las drogas hace énfasis en la necesidad del conocimiento y manejo de diversos marcos metodológicos que permitan alcanzar modelos explicativos válidos de por qué en algunas circunstancias la combinación de clase social, género, edad, origen étnico y políticas sociales pueden funcionar como factores de riesgo, mientras que en otras comunidades las mismas circunstancias pueden desempeñar un papel protector.

Por último se trata de esbozar una teoría de la complejidad que permita no sólo una compresión del proceso de consumo de drogas sino tambien como implementar soluciones en los múltiples y heterogéneos sistemas y componentes de la sociedad en la cual nos desarrollamos y


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que estos no queden desfasados en una realidad tan cambiante.


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Materiales complementarios

Publicaciones

1. NN. Potentials of Addiction Disease Models. Journal of

Psichoactive Drugs. 1993, 25 (3):193-205

2. Devine, G.O. Stereotypes and Prejuice: Their Automatic

and Controlled Componets. Journal of Personality and

Social Psychology; 1989, 56 (1): 5-18.

3. Fundación Dug Hammarskj. Desarrollo a Escala Humana,

una Opción para el Futuro. Suecia, 1986.

4. Huntington, S.P. El Choque de Civilizaciones y la

Reconfiguración del Orden Mundial. Barcelona-España,

1997.

5. Instituto Nacional de Salud Pública de México. Salud,

Cambio Social y Política. Perspectivas desde América

Latina. México: EDAMEX S.A., 1999.

6. Jessor, R. Risk behavior in adolescence: A psychological

framework for understanding and action. Journal of

Adolescent Health 1991, 12, 597-605.

7. McLuhan, Marshall y Powers, B.R. La Aldea Global.

México: Editorial Gedisa, 1991.

8. Naisbitt, I y Aburdene, P. Megatendencias 2000.

Bogotá: Grupo Editorial Norma, 1993.

9. Negrete, J.C. El Alcohol y las Drogas como Problema de

Salud en América Latina. Boletín de la Oficina Sanitaria

Panamericana. 1976. Washington D.C. USA.

10. Negrete, J.C. Prevención de la Tóxicofilia. Acta

Psiquátrica y Psicológica de América Latina. 1996, 42(2),

142-160.

11. Oficina Panamericana de la Salud. Salud Mental en el

Mundo, Problemas y Prioridades en Poblaciones de Bajos


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Ingresos. Oficina Panamericana de la Salud :

Washington D.C., 1997.

12. Pendersen, D. El Desarrollo Humano y la Salud

Mental: Perspectivas Socioculturales y Apuntes

Metodológicos. Anales de Salud Mental del Instituto

Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado- Hideyo

Noguchi”. 1998, XIV (1-2).

13. Sayette, B; Smith, W.D. Breiner, J.M. Wilson, T.G;

The effect of Alcohol on Emotional Response to a Social

Stressor. Journal of Studies on Alcohol 1992, 53: 541-

545.

14. Toffler, A. El Schock del Futuro. España: Plaza &

Janes Editores, S.A., 1976.

15. Toffler, A. La Tercera Ola. España: Plaza & Janes

Editores, S.A., 1983.

16. Toffler, A. El Cambio del Poder. España: Plaza & Janes Editores, S.A., 1995.

17. Weiz, C. Social Identies and Response to Treament for

Alcohol an Cocaine Abuse. Addictive Behaviors 1996;

21(4): 445-458.

A continuación te presentamos sitios Web y publicaciones en la red, de interés para el presente curso (si colocas el cursor sobre ellas puedes ir directamente a dicha página)

1. Sala de Lectura del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales www.clacso.org

2. Johns Hopkins School of Public Health www.jhu.edu

3. UNESCO. www.unesco.org

4. Responsabilidad Global www.uuhome.de/global

5. Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción. www.fad.es

Aquí estan las transparencias elaboradas para este tema


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Actividades

1. Resolver las preguntas, que se plantean en la autoevaluación.

2. Participar de la Conferencia Virtual.

3. Desarrollar el Control de Lectura.


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Autoevaluación

A continuación se presentan 5tareas que buscan fortalecer tus conocimientos referente a al tema desarrollado. 1. ¿El IDH es un indicador innovador para medir el desarrollo Humano? Sustente su respuesta. 2. ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de los AVAD para la medición de la enfermedad adictiva? 3. Desarrolle un mapa conceptual del tema de costos sociales. 4. Realice un análisis critico de las comunidades saludables señalando sus ventajas y desventajas. 5. Marque verdadero (V) o falso (F)

a.- El paradigma de políticas sociales se basa en la implementación de programas especiales ( ) b.- La equidad esta en relación con la igualdad de acceso, de utilización y de resultados ( ) c.- El criterio de bienestar basado en utilidad considera que las evaluaciones éticas de los estados sociales son las utilidades colectivas ( ) d.- El IDH mediano esta entre 0.5 y 0.8 ( ) e.- En la carga global de enfermedad el alcohol y el consumo de drogas están dentro de las 10 principales patologías ( )


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Autoevaluación

A continuación se presentan 5 tareas que buscan fortalecer tus conocimientos referente a al tema desarrollado.

1. Diseñe un perfil con los rasgos culturales del usuario de drogas.

2. Correlacione Marginalidad, estigmatización y subcultura de las Drogas.

3. ¿Cuál es el rol de las religiones sobre el consumo de drogas? ¿podría ser considerado como un factor protector o como un factor de riesgo?

4. Analice el papel que juega la cultura en el uso de drogas legales.

5. Realice un mapa conceptual del tema.

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