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Asesoría en ordenamiento ecológico comunitario participativo para tres comunidades de la Región de la Chinantla, del Municipio de San Felipe Usila, Oaxaca

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Asesoría en ordenamiento ecológico comunitario participativo para tres comunidades de la Región de la Chinantla, del

Municipio de San Felipe Usila, Oaxaca

Dirección Pueblos Indios/UCPAST/SEMARNAT-Grupo Mesófilo A.C. 2

Introducción: Objetivos de los Estudios Con la finalidad de conocer a través de las autoridades municipales, agrarias, líderes de organizaciones sociales de productores y de los pobladores de las principales localidades asentadas en la cuenca baja del río Usila, Oaxaca, el estado actual de los recursos naturales asociados a esa cuenca, así como determinar los mecanismos idóneos para iniciar un proceso que desemboque en un proceso para el ordenamiento territorial que permita la conservación de la misma, la Dirección de Atención a los Pueblos Indios, de la SEMARNAT, selecciono a las organizaciones IDEMO A.C. y Grupo Mesófilo A.C., para, en primer término, instrumentar las evaluaciones rurales participativas –ERP’s- en dichas localidades. Como un propósito relevante de las ERP’s, se dio especial importancia a establecer una comunicación con las mujeres de esos poblados, a fin de conocer sus puntos de vista sobre la problemática regional y la de género en particular, a fin de resaltar la importancia que su participación debe tener en la toma de decisiones de todo tipo de su entorno social y ambiental. En segundo término, se evaluaron las condiciones sociales y políticas prevalecientes a fin de diseñar una estrategia para proponer e instrumentar el establecimiento de un mecanismo normativo regional para garantizar la preservación y buen manejo de la cuenca, como paso previo necesario para desembocar en el ordenamiento territorial de esta porción de la cuenca del río Usila. Esto es especialmente importante, ya que las comunidades de la parte alta de la cuenca han dado ya pasos significativos en este sentido, resaltando la incorporación del ordenamiento territorial en el estatuto comunitario de Santa Cruz Tepetotutla. Para la realización del proceso de consulta participativa y la definición de prioridades y alternativas posibles de solución, se dividió el área de trabajo en 3 micro cuencas o micro regiones, considerando estudios previos existentes1 y el análisis de la cartografía elaborada para este propósito especifico. Para homogeneizar y facilitar el proceso de sistematización de la información obtenida en las micro cuencas, se tomó como base metodológica una carta descriptiva común.2 En algunos casos se efectuaron consultas específicas adicionales con grupos de mujeres, dado que en al región la incorporación de las mismas a este tipo de procesos es aún incipiente y, por tanto, se cohíben en reuniones mixtas. De manera complementaria, se llevaron a cabo recorridos de campo –transectos-, a fin de corroborar y 1 Especialmente el de PAIR-UNAM, 1994 2 Ver anexos

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registrar las condiciones ambientales y físicas prevalecientes en la cuenca. Finalmente se tuvieron reuniones de consulta con autoridades, líderes y grupos de la población para identificar y evaluar con mayor precisión las condiciones sociales, organizativas y políticas prevalecientes para precisar las mejores vías de seguimiento del proceso y la identificación de los posibles obstáculos a vencer o minimizar. Los trabajos y resultados obtenidos se inscriben en los proyectos institucionales: Asesoría en ordenamiento ecológico comunitario participativo para tres comunidades de la Región de la Chinantla, del Municipio de San Felipe Usila, Oaxaca y Proyecto Evaluaciones Rurales Participativas en 6 localidades de la región de la Chinantla, Oaxaca.

Agradecimientos

Dado el factor tiempo y el espectro geográfico que cubren las principales localidades ubicadas en dicha cuenca, y con la idea de poder cubrir los objetivos y productos planteados, se solicitó el apoyo de los organismos civiles Geoconservación A.C. y Conserva A.C., para aprovechar su experiencia y conocimientos de la región del Papaloapan, en la cual colaboran en diversas iniciativas. Los aportes a este trabajo son de indudable valor, dado el profesionalismo mostrado por sus directivos e investigadores. A todos ellos, gracias por el invaluable apoyo. Asimismo, queremos manifestar nuestro agradecimiento a las autoridades civiles, agrarias y a los campesinos(as) participantes en este esfuerzo, por las facilidades y disposición mostradas. Cabe resaltar las atenciones recibidas por parte del C. Presidente Municipal de San Felipe Usila, Leonardo Inocente Isidro, quien amablemente nos recibió y llevó a cabo la inauguración formal de los trabajos. Los esfuerzos institucionales para poder llevar a cabo este proyecto corrieron a cargo del Antrop. Ricardo Garibay, Director de la Oficina de Pueblos Indios de la SEMARNAT, cuya iniciativa y gestión institucional lo hizo posible. También reconocemos el siempre oportuno apoyo brindado por el Ing. Santos Cruz, Responsable de la Oficina Regional de la SEMARNAT en Tuxtepec, Oaxaca. La cartografía para estos trabajos corrió a cargo del Biol. Jorge López Paniagua, a quien agradecemos su importante aportación. Nuestra gratitud a Francisco Maldonado, quien entusiastamente colaboró en los preparativos logísticos necesarios, la distribución regional de la convocatoria y las diligencias efectuadas para proveer de instalaciones de trabajo, alojamiento y alimentación en las 3 sedes donde se realizaron los talleres: San Felipe Usila, Arroyo Tambor y Lázaro Cárdenas, pertenecientes al municipio de San Felipe Usila, Oaxaca.

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1 Asesoría en ordenamiento ecológico comunitario participativo para tres comunidades de la Región de la Chinantla, del Municipio de San Felipe Usila, Oaxaca

Llevar a cabo un ordenamiento territorial en las 3 comunidades consideradas en los

términos de referencia resulta una tarea imposible debido a factores agrarios, sociales e institucionales de los órganos de gobierno municipal y agrarios regionales, como se irá detallando a lo largo del trabajo. Por tanto, se optó por iniciar un proceso de recopilación y sistematización de información relevante para contar con el marco socio-ambiental básico que permita en un futuro emplearla para el diseño e instrumentación de un proceso de ordenamiento territorial en las localidades de la cuenca baja del Río Usila. Sus resultados se presentan a continuación.

2 Ubicación del área de trabajo

2.1 La cuenca del Papaloapan Dentro de la geografía oaxaqueña, la región del Papaloapan o Golfo se caracteriza, entre otras cosas, por la presencia de significativos recursos hidrográficos. Esos recursos conforman la cuenca del Río Papaloapan, cuyas corrientes formadoras se originan en las regiones de la Sierra Norte en Oaxaca y la Cañada poblano-oaxaqueña, fluyendo con mayores caudales a la región oaxaqueña del Golfo, para de ahí pasar y recorrer parte de Veracruz, para desembocar en la Laguna de Alvarado. El área de la cuenca se calcula en 46,517 km², pero considerando la superficie de los municipios dentro de la cuenca con una porción igual o mayor al 60% de su territorio, el área de influencia se amplía a 49,335 km² , que representan 2.5% del área de la República Mexicana . La cuenca genera un promedio de 47,000 millones de m³ anuales, con fluctuaciones entre 25,000 y 67 ,000 millones de m³, donde 97% corresponde a escurrimientos superficiales y 3% a aguas subterráneas. El volumen de su escurrimiento la hace la segunda en relevancia nacional, sólo detrás de la Lerma-Chapala-Santiago. En términos generales, la mayoría de las sub cuencas cuentan con abundancia del recurso, excepto las correspondientes a los Ríos Blanco y Salado que se encuentran en equilibrio, es decir, la oferta y la demanda son equivalentes. El aprovechamiento del agua asciende a

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19,251mm³. El uso más relevante corresponde a la generación de energía eléctrica con 17,973 mm³, siendo este un uso no consuntivo. El uso consuntivo más importante es la agricultura que requiere 570 mm³ anuales. Los principales ríos de la cuenca se encuentran contaminados, principalmente por las descargas de aguas residuales de las industrias, centros de población y residuos de agroquímicos empleados en actividades agrícolas. En la cuenca se descargan 269 mm³/año de aguas residuales, tratándose sólo 7% debido a la escasez de infraestructura de tratamiento y a la deficiente operación de la existente, aunado a un desconocimiento social amplio de la problemática ambiental que esto genera. La calidad del agua de los acuíferos es aceptable3. Los azolves de la cuenca provocan pérdidas de suelo anuales por encima de las normas tolerables de 10 t/ha año. En oaxaqueña de la cuenca se localizan las principales corrientes alimentadoras del Papaloapan antes de su entrada a Veracruz. La construcción de las presas Temascal y Cerro de Oro, implicaron un descomunal impacto a las estructuras socio-culturales de muchas comunidades indígenas mazatecas y chinantecas, afectadas por los procesos de desalojo y reubicación, además de generarse cambios bruscos en la hidrografía regional misma, al haberse desviado y alterado muchos de sus cauces, incluidos los de la cuenca baja del río Usila. Lo más dramático es que no se lograron los objetivos de desarrollo energético y socio-productivos que justificaron sus construcciones; los efectos ecológicos, socio-políticos y económicos negativos derivados, por el contrario, forman parte importante del contexto regional actual.

2.2 La cuenca del Río Usila Para su estudio, el Río Usila es dividido en nueve sistemas hidrológicos, que en conjunto suman aproximadamente 163.6 kilómetros. En general todos los ríos presentan zonas de montaña con fuertes pendientes y corrientes rápidas. Los ríos Tigre, Iguana, Aguacate y Usila descienden desde los 1960 msnm hasta llegar a los 40 msnm. Los ríos Tlatepusco, Perfume, Tlacuache Verde, Grande y Hondo, se forman desde los 2950 msnm y llegan hasta los 200 msnm.4 Desde la perspectiva pesquera, las corrientes de las planicies son las de mayor relevancia, destacando el río Usila, que comprende 32 kilómetros.5 3 CNA, 1995 4 PAIR-UNAM, 1994 5 PAIR, op.cit.

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La cuenca del Río Usila

SUB-CUENCA:

KILÓMETROS:

% PENDIENTE:

Río Tigre 2.9 11.51 Río Iguana 7 8.16 Río Aguacate 6.8 8 Río Usila 32 1.43 Río Tlatepusco 30 6.2 Río Perfume 36.4 6.48 Río Verde 12 9.65 Río Tlacuache 54.2 7.1 Río Grande 31.5 5.8 Río Hondo 5 16.96

Fuente: PAIR, 1994 En general los ríos nacen y recorren largos tramos de de accidentada montaña hasta alcanzar el Valle de Usila. Los ríos Tigre, Aguacate, Iguana y Usila, conforman la cuenca baja y el resto la alta. Mayoritariamente, las localidades asentadas en la cuenca forman parte del municipio de San Felipe Usila, el cual tiene una superficie de 255.17 kilómetros cuadrados. Están asentadas en un gradiente altitudinal que va desde los 40 m.s.n.m. hasta alcanzar los 700 en la localidad de Cerro Verde, alcanzando los 3,000 msnm en la parte alta. El río Usila, también llamado localmente Agrio o Verde, nace en las serranías del vecino distrito de Cuicatlán, con una anchura que llega a los 100 metros y profundidades de hasta cuatro. Al norte de San Felipe Usila se le une el de Tlatepusco, y más adelante se conectan al Río Santo Domingo. Debido a la construcción de la presa Cerro de Oro, esa corriente desemboca en el vaso de dicha presa. Varios son los arroyos que alimentan al río Usila, destacando el arroyo Tambor que nace en el cerro de Paso Escalera; los de Aguacate y la Cueva lo hacen en el Monte Dormido, al tiempo que los de Caracol, Calabaza, Despoblado y Seco vienen de Cerro Armadillo y los de el Arenal y el arroyo Iguana se originan en el

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cerro Monte Verde. Existen, además, otras pequeñas corrientes nacidas en los manantiales y ojos de agua de la planicie que forma el valle de Usila.6

3 Las localidades del área de estudio

Como señalamos, para la realización de los trabajos la cuenca fue dividida en 3 micro cuencas, quedando distribuidas de la siguiente manera:

3.1 Población total y distribución regional por microcuenca Las 18 localidades comprendidas en el estudio presentaron en el 2000 una población

conjunta de 8,784 personas, que abarcan 74.9% de la población total municipal, compuesta por 11,163 personas distribuidas en 30 localidades. La cabecera municipal, San Felipe, agrupa 41.07% de la población total municipal y 54.7% de la cuenca baja, siendo, por mucho, la de mayor relevancia demográfica y, por tanto, prioritaria en relación a la presión demográfica sobre los recursos naturales, incluido el acceso al agua con fines domésticos, recreativo, de uso agrícola, pecuario y aprovechamiento pesquero. La distribución específica de la población en relación al total municipal, a las micro cuencas y al área de estudio, muestra lo siguiente:

6 Weitlaner y Castro, 1974

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Microcuenca Usila LOCALIDAD POBLACIÓN

2000 %

MUNICIPAL%AREA

DE ESTUDIO

% MICROCUENCA

SAN FELIPE USILA

4802 41.07 54.67 78.28

PEÑA BLANCA

241 2.06 2.74 3.93

CERRO DE HOJA

98 0.84 1.12 1.60

CERRO CARACOL

172 1.47 1.96 2.80

COLONIA SAN MARTIN PEÑA BLANCA

67 0.57 0.76 1.09

ARROYO AGUACATE

211 1.80 2.40 3.44

ARROYO IGUANA

543 4.64 6.18 8.85

SUBTOTAL 6134 52.46 69.83 Microcuenca Arroyo Tambor

LOCALIDAD POBLACION 2000

% MUNICIPAL

%AREA DE

ESTUDIO

% MICROCUENCA

ARROYO TAMBOR

427 3.65 4.86 28.49

CERRO VERDE

182 1.56 2.07 12.14

PASO ESCALERAS

640 5.47 7.29 42.70

SANTA FLORA

250 2.14 2.85 16.68

SUBTOTAL 1499 12.82 17.07 Microcuenca Lázaro Cárdenas

LOCALIDAD POBLACION 2000

% MUNICIPAL

%AREA DE

ESTUDIO

% MICROCUENCA

ARROYO CARACOL ESTRELLA

150 1.28 1.71 13.03

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LOCALIDAD POBLACION 2000

% MUNICIPAL

%AREA DE

ESTUDIO

% MICROCUENCA

ARROYO TIGRE 261 2.23 2.97 22.68

GENERAL EMILIANO ZAPATA

104 0.89 1.18 9.04

GENERAL LAZARO CARDENAS

168 1.44 1.91 14.60

CONGREGACION SANTA FLORA

129 1.10 1.47 11.21

NUEVO SANTA FLORA

132 1.13 1.50 11.47

PIEDRA DE AZUCAR

207 1.77 2.36 17.98

SUB TOTAL 1151 9.84 13.10 Fuente: Con datos de INEGI, 2002. Desde la perspectiva demográfica, no hay duda sobre la importancia que la cabecera tiene en todos los indicadores, siendo la localidad clave para el mantenimiento o desequilibrio del entorno natural y sus recursos, además del peso político derivado de su categoría municipal. En menor escala, Paso Escalera, Arroyo Tambor, Arroyo Tigre., Piedra de Azúcar y Santa Flora, le siguen en importancia desde la perspectiva demográfica en el área de estudio y por su peso especifico en sus respectivas microcuencas. En términos de la estructura demográfica por sexo, en las 3 predomina la población femenina, agrupando a 62% de la población total, siendo notoria la diferencia con 53% del total en la micro cuenca de Usila y de mayor equilibrio con 51% en las de Arroyo Tambor y Lázaro Cárdenas. Numéricamente, hablamos de 6,963 mujeres y 4,200 hombres, cifras que indican la presencia de 1.65 mujeres por cada varón.

3.2 Dinámica demográfica y origen de las localidades

El crecimiento demográfico de la Chinantla se traduce en un proceso continuo de formación de nuevas localidades: en 1921 existían en la región 131 localidades; en 1970 habían aumentado a 252, para pasar a 382 en 1995. Este proceso obedece a patrones culturales arraigados, donde la búsqueda de tierras para fines agrícolas por los núcleos de población sin acceso al recurso en sus comunidades de origen constituye un mecanismo

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regulador de la estabilidad demográfica y social comunitaria. A este factor se suman causas externas, como los repartos agrarios en las tierras bajas que dieron lugar a la formación de ejidos; el inicio de la lucha por el reconocimiento de las tierras comunales; los procesos de reacomodo ocasionados por la presa Cerro de Oro y el auge transitorio de cultivos como el tabaco, café, hule, algunos frutales y la ganadería. A diferencia de otras áreas de la Chinantla, en Usila no se dieron procesos intensos de colonización por población externa, salvo los caso de la localidad de Cerro Verde, formada por núcleos provenientes del municipio de San Lucas Ojitlán, quienes se asentaron en tierras comunales de Usila. Una situación similar, pero con pobladores de otro origen agregados a población local, se da en el caso del ejido Arroyo Tambor . El municipio de San Felipe Usila ha visto surgir 16 localidades en el lapso 1950-2000, pasando de 15 a 33 en ese lapso. En 1950 sólo existían 8 de las 18 localidades consideradas en este estudio: San Felipe Usila, Arroyo Iguana, Arroyo Tambor, Caracoles Estrella, Paso Escalera, Peña Blanca, Piedra de Azúcar y Santa Flora; el resto es de creación posterior. En conjunto, en ese lapso, dichas localidades crecieron a una tasa anual de 2.26, mientras el conjunto del municipio lo hizo a un ritmo un poco mayor: 2.47. Vale resaltar que partir de la caída de los precios del café, el dinamismo demográfico municipal ha disminuido al acrecentarse la migración; así entre 1990-2000, la tasa de crecimiento anual municipal fue de sólo 0.6.

3.3 Pirámide de edades

La población conjunta de las 3 micro cuencas tiene una estructura cronológica aparentemente equilibrada entre la población adulta (18 a años y más), con 49.9% del total frente a 50.1% de población menor a ese rango. Pero, al observar con rangos etareos más específicos, encontramos una población donde predomina la población adulta mayor, que cubre 36% del total. Estas cifras muestran concordancia con las nacionales, que indican el paulatino envejecimiento de la población, y, para el caso que nos ocupa, la probable ausencia de población adolescente y adulta menor que se encuentra fuera de la región como consecuencia de la migración, fenómeno antes discreto en Usila, pero que se ha acentuado a raíz de la profundización de la crisis cafetalera, hasta hace poco el cultivo comercial básico en la región, y la constante caída de la inversión pública en el sector agropecuario, especialmente en las zonas indígenas del país.

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Ilustración 1: Porcentaje de población por grupos de edad en la cuenca baja del Río Usila

0

10

20

30

40

0-5 6 a 14 15 a 49 50 ymas

3.4 Estructura étnica Históricamente San Felipe Usila es uno

de los municipios tradicionales de la etnia chinanteca,7 donde el empleo de la lengua madre, la indumentaria femenina y diversos rasgos culturales, organizativos y de relaciones de parentesco y ayuda siguen vigentes, si bien cada vez más con una fuerte tendencia a su modificación y/o desaparición gradual. Las descripciones de sus pueblos y pobladores en la década de los 50´s8 muestran lo vertiginoso de los cambios que sus estructuras socio-culturales han experimentado, mismas que han ido acompañadas de severas transformaciones en su entorno natural, como precisaremos más adelante. El arraigo del idioma chinanteco, no obstante, no ha disminuido y constituye el rasgo de pertenencia étnica mejor conservado. De acuerdo a las cifras censales, los hablantes mayores de 5 años de lengua indígena constituyen 99.58% de esa población, donde el monolingüismo, especialmente entre las mujeres sigue siendo significativo, representando 35.71% de la población de habla indígena citada, siendo uno de los más altos a nivel estatal.

7 Tradicionalmente son 14 los municipios que constituyen el hábitat tradicional de la etnia chinanteca, distribuidos en la región Golfo, Cañada y Sierra Norte. 8 Cfr. Weitlaner y Castro, 1973.

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3.5 Indicadores demográficos de bienestar y desarrollo

Como en la mayor parte de los territorios indígenas de la entidad, la población chinanteca de San Felipe Usila se ubica en los estratos sociales de mayor marginación y pobreza, si bien aspectos como la mortalidad infantil y materna han disminuido, al tiempo que el acceso a la energía eléctrica doméstica es casi generalizado. No obstante, en términos de nutrición, calidad de la vivienda, ingresos, escolaridad y acceso a seguridad social las carencias son aun enormes, como lo muestran algunos indicadores censales de las localidades del estudio:

Cuenca Río Usila: Indicadores demográficos de bienestar social. Localidad Grado escolar

promedio % Población 15 años y más analfabeta

% Población ocupada sin ingresos

% Población sin seguridad social

% Viviendas con drenaje

S. F. USILA 4.5 42.2 75.5 94.0 1.67 PEÑA BLANCA 4.1 41.9 96.6 100.00 0.00 CERRO DE HOJA

4.3 20.0 97.5 100.0 0.00

CERRO CARACOL

3.4 57.3 97.5 99.4 0.00

COLONIA SAN MARTIN PEÑA BLANCA

4.0 41.3 100.00 100.00 0.00

ARROYO AGUACATE

4.7 22.6 65.0 95.7 3.33

ARROYO IGUANA

4.2 36.3 92.5 99.6 0.00

Cuenca Arroyo Tambor: Indicadores demográficos de bienestar social Localidad Grado escolar

promedio % Población 15 años y más analfabeta.

% Población ocupada sin ingresos

% Población sin seguridad social

% Viviendas con drenaje

ARROYO TAMBOR

4.7 36.1 92.9 93.4 0.00

CERRO VERDE

3.4 44.6 100.00 99.4 0.00

PASO ESCALERAS

4.6 35.5 74.2 96.4 1.74

SANTA FLORA

3.8 45.8 88.7 96.8 2.33

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Cuenca Lázaro Cárdenas: Indicadores demográficos de bienestar social. Localidad Grado

escolar promedio

% Población 15 años y más analfabeta

% Población ocupada sin ingresos

% Población sin seguridad social

% Viviendas con drenaje

ARROYO CARACOL ESTRELLA

3.4 60.7 100.00 100.00 0.00

ARROYO TIGRE 3.6 42.2 95.9 100.00 0.00 GENERAL EMILIANO ZAPATA

3.6 42.8 96.1 100.00 0.00

GENERAL LAZARO CARDENAS

4.1 37.7 97.3 100.00 4.76

CONGREGACION SANTA FLORA

3.6 51.1 93.5 100.00 0.00

NUEVO SANTA FLORA

3.6 46.3 96.9 100.00 0.00

PIEDRA DE AZUCAR

4.0 50.0 91.3 94.2 0.00

Fuente: Con datos de INEGI. Censo de Población y Vivienda 2000, Estado de Oaxaca. A esta situación debemos añadir la presencia de problemas de salud derivados de una alimentación deficiente e insuficiente, con un creciente consumo de comida chatarra y enlatada y la pérdida casi total de los recursos pesqueros, carne de monte y hierbas de recolección, antes frecuentes en la dieta. En referencia a la disminución de los recursos alimentarios pesqueros, se estimó en1994 que se habían afectado los hábitos alimenticios de alrededor de 10 mil personas.9

4 Estructura agraria Dentro del municipio de Usila se asientan tanto terrenos comunales como ejidales. Las

comunidades agrarias presentes en el municipio, pero fuera del área de estudio, son Santiago y San Pedro Tlalepusco, San Antonio del Barrio y Santa Cruz Tepetotutla . Dentro del área de estudio están presentes los ejidos de Arroyo Tambor y Caracol Estrella, donde el 1ero. no es consignado en los listados agrarios oficiales, y, desde esa perspectiva, no existe legalmente, al igual que acontece con los bienes comunales de San Felipe Usila, debido a la persistencia de los conflictos de limites con los bienes comunales de Santiago Tlatepusco y el ejido de Santo Tomás Texas, dando por resultado que los bienes comunales de San Felipe Usila se cataloguen en estado de indefinición agraria según las autoridades oficiales en la materia, al tiempo que la resolución ejidal de San Antonio Texas aparezca como “inejecutable”, según el Registro Agrario Nacional de Oaxaca.10

9 PAIR, 1994, loc. cit. 10 Registro Agrario Nacional. Dirección general de Catastro Rural, Oaxaca, 2000

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La historia agraria de los ejidos de Arroyo Tambor y Caracol estrella está entrelazada y llena de conflictos y enfrentamientos tanto internos, como externos, como lo muestra un estudio al respecto: “El origen del conflicto se remonta hacia 1936 cuando campesinos del poblado lograron desalojar a un alemán de nombre Ernesto Tillman que poseía la propiedad de 86 hectáreas del terreno sobre el que se asentaban los primeros caseríos de Arroyo Tambor. Este terreno no fue integrado a las 38 hectáreas que recibió su población en la dotación ejidal de 1943, sino que se formó con tierras expropiadas a las fincas “La Estrella Cofee Company” y “El Caracol”. Aquellas 86 quedaron sólo bajo el control de la comunidad y fueron conocidas como “parcelas del pueblo..Ante el aumento de población y nuevos adultos que formaban sus propios hogares se requirió de nuevas parcelas de labor, mientras aumentaba la cantidad de privatizaciones de dichas parcelas desde que ocurrió el primer robo en 1967. Esto hizo que se buscara la ampliación de las 38 hectáreas ejidales con las 86 que habían quedado bajo su posesión y así tener un mayor control de las mismas. Esta ampliación estaba a punto de hacerse efectiva legalmente en 1972, pero no fue posible ante el proyecto de la presa que, según las autoridades, afectaba estas 86 hectáreas. Esta etapa se caracteriza por la formación de grupos contrarios que tenían como objetivo su reacomodo6 en Uxpanapa; luego de que las 38 hectáreas ejidales tuvieron que ser expropiadas al resultar afectadas por la cota de elevación de la presa (72.80 msnm).. Algunos miembros de estos grupos de población no estaban totalmente conformes con su traslado a Uxpanapa y por eso buscaron ser beneficiados con tierra sobrante de su región. Su meta se dirigía a lograr las 86 hectáreas que eran de Tillman bajo la posibilidad de que la mayor parte de la población abandonara sus parcelas al ser reacomodada. Esto no lo lograron, pero sí se les entregaron 209 hectáreas que le fueron expropiadas, también por razones de la presa, a su vecino ejido Arroyo Caracol Estrella. Sin embargo, el carácter de esta dotación fue “provisional” mientras el Presidente de la República se las entregaba oficialmente. La población de Arroyo Caracol Estrella que aún poseía esas 209 hectáreas no salía todavía a Uxpanapa y por lo tanto seguían trabajando ese terreno, razón que impidió ocuparlas a los de Arroyo Tambor. El censo agrario de 1984 amplió la cantidad de campesinos beneficiarios en la comunidad que no salieron a Uxpanapa, quienes tuvieron la posibilidad de elegir entre quedarse a vivir en los terrenos sobrantes de las inmediaciones del vaso de la presa o en algún predio que se les compraría en el estado de Veracruz8. Una parte, 22 campesinos solicitaron quedarse eligiendo las 86 hectáreas como sitio de su nuevo centro de población ejidal y 73 pidieron salir a Veracruz. Cada agrupación realizó sus propias gestiones a través de su respectivo comité ejecutivo agrario. En la comunidad, el escenario ya estaba marcado por la competencia para lograr el control del cargo de la agencia de policía municipal, considerado por ellos puesto clave que respaldaba el alcance de su meta. Esta lucha por la agencia ha continuado desde entonces. Luego de 13 visitas sin lograr la compra de ninguno de los predios, el Comité de Reacomodo les sugirió dividirse para disminuir las dimensiones de los mismos y facilitar así su compra. Se separaron en dos partes en 1989: una de 43 que mantuvo su deseo de salir a Veracruz y otra de 30 que renunció a su reacomodo”11

11 Datos y texto de Molina Ramos Eduardo, 1992.

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24% Por otra parte, la indefinición agraria de la comunidad de San Felipe, incide en que las autoridades agrarias, reconocidas sólo a título de representación de bienes comunales, tengan un peso de autoridad débil, no constituyendo por el momento la vía adecuada como estructura factible de regulación y control del territorio y sus recursos12. Mayor peso y respeto merecen a los pobladores de la cuenca baja las autoridades municipales, a través de las cuáles fluyen los recursos institucionales y cuya elección da pie a enfrentamientos y conflictos, pero donde, en general, han dominado los sectores afiliados al PRI. En términos generales, estas autoridades han puesto poca atención a los asuntos concernientes al medio ambiente y las formas asociadas a su aprovechamiento, lo que explica el grave deterioro en términos de disminución de la cubierta vegetal, la erosión de suelos y la contaminación y disminución de los caudales de ríos y arroyos. Al margen de la modalidad agraria formal que presentes en el municipio, las tierras de la cuenca baja se manejan de hecho como propiedades particulares, perfectamente delimitadas, donde la compra, cesión, arrendamiento y otras formas de alquiler son normales con mucha anterioridad a los procesos del PROCEDE. Las áreas de uso común, generalmente las zonas forestales, son de libre acceso y prácticamente no existen regulaciones de ninguna índole para la extracción de madera, leña o el control de la cacería. Esto ha ocasionado la extinción de especies, como los monos aun presentes en la década de los cincuentas, y la casi desaparición de mamíferos mayores, aves y reptiles diversos.13

5 Estructuras normativa y organizativa para el manejo de recursos naturales

Como se mencionó, las localidades de la cuenca baja no cuentan con ningún tipo de

normatividad agraria o municipal para salvaguardar y regular el acceso y conservación de los recursos naturales, incluidos los insertos o conexos con la cuenca baja. Esta carencia se ha traducido en un desordenado esquema de aprovechamiento y apropiación de los recursos, donde actualmente se entremezclan manchones de vegetación con las áreas agrícolas y pecuarias, dando como resultado la paulatina disminución y fragmentación de la selva, bosques de encinos y bosques mesófilos. Esta situación se manifiesta por igual en el caso de los recursos hidrológicos, con las consecuencias arriba indicadas. La indefinición agraria en el caso de los terrenos comunales de Usila no ha permitido crear reglamentos regulatorios para los recursos naturales, pero suponiendo su existencia, su instrumentación sería socialmente difícil dado el carácter altamente individualizado que caracteriza a los productores, así como la debilidad de las autoridades, como lo manifiesta el preocupante proceso de deforestación intensiva que se viene realizando ya de tiempo atrás en Cerro Verde, sin que la autoridad agraria o municipal lo hayan podido frenar o disminuir.

12 La indefinición agraria se manifiesta en la categoría de las autoridades agrarias, que sólo tienen el reconocimiento como representantes de bienes comunales, al no contar con su expediente agrario oficialmente reconocido y ejecutado. 13 Cfr. Weitlaner y Castro, 1973.

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Asimismo, la presencia de diversas “organizaciones” de productores contribuye a la anarquía que en materia de protección ambiental existe. Estas organizaciones no cuentan con programas de trabajo que correlacionen manejo con conservación, pues su interés se centra exclusivamente en la obtención de recursos y créditos que se distribuyen entre los agremiados a fin de garantizar su solidaridad política hacia los lideres o para algún partido político. Por ende, no cuentan con cuadros técnicos y muchas de las asesorías que se han brindado a los productores por programas institucionales y grupos civiles en materia de planeación, manejo agroforestal y agrícola, entre otras, sean de impacto pasajero y decaigan progresivamente, ya que la intención no es su apropiación sino el acceso al beneficio inmediato que estas aportan en el momento. Además, un factor negativo más es que en las organizaciones se han dado casos de corrupción y malos manejos, generando conflictos y tensiones sociales. Un recuento de organizaciones en el municipio de Usila, incluyendo la parte alta, arrojo la presencia de 78 organizaciones en 21 localidades, con un total de 2,731 afiliados. Sin embargo, su impacto en la conservación y manejo de recursos naturales es prácticamente nulo y da una idea de la fragmentación socio-política del municipio14. Desde la perspectiva de abordar un ordenamiento territorial para las localidades de la cuenca baja del Río Usila, el factor social, junto al organizativo y la poca incidencia de las autoridades agrarias y civiles en materia de normatividad ambiental y regulación para el acceso a los recursos naturales, sumado a la problemática agraria, indican que el proceso debe ser gradual, combinando la sensibilización inicial hacia las autoridades municipales y agrarias para la discusión y consenso de normas municipales para la conservación del agua de manera inicial, cuidando de no impactar demasiado los intereses productivos individuales, al tiempo que se debe instrumentar un programa de asistencia técnica y capacitación para la reconversión técnica de los sistemas agropecuarios y agroforestales, y se creen condiciones adecuadas para solventar los conflictos agrarios mediante diálogo y acuerdos. La información técnica sobre el uso y tipos de suelos, geología, clima, etc., es ya una base informática importante15, que deberá ser en todo caso detallada a nivel micro cuenca, pero, insistimos, el problema central reside en la readecuación de las estructuras de gobierno y las modalidades sociales de acceso y uso de los recursos naturales, sin lo cual resulta utópico pensar en un eventual proceso de ordenamiento territorial.

14 Beltrán Emma y Alvaro González, 1999. 15 Ver anexo cartográfico al respecto.

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6 Uso del suelo y vegetación.

La topografía en el municipio de Usila se distingue por un amplio y prolongado valle, sobre el cuál se asientan casi todas las localidades de la cuenca baja y la propia cabecera municipal y por lomeríos y abruptas montañas que se levantan aledaños a dichos poblados, en cuyas laderas se asientan las agencias y otros poblados de la cuenca alta. Desde las circundantes partes elevadas, el valle normalmente aparece verdeando sea por la maleza y uno que otro cultivo en la época del temporal o por las siembras de tonamil, más homogéneas entre los meses finales y primeros de los años que se suceden. El maíz es el principal cultivo, por lo mismo ocupa la mayor superficie, particularmente la siembra de temporal en pronunciadas y pedregosas laderas. Por el área que abarcan se encuentran en segundo orden los pastizales de los potreros en expansión, entreverado a los cultivos. Otro cultivo de importancia comercial es el chile, aunque los terrenos en que se siembran las dos variedades presentes: tabaquero y soledad, no se equiparan a las de las dos actividades anteriores.

Mientras que las labores agrícolas se caracterizan por la presencia de sistemas que privilegian el abuso de los agroquímicos y la tradicional técnica de roza-tumba-quema para la preparación de las siembras, la actividad ganadera se desarrolla prácticamente bajo un sistema extensivo. Los cultivos comerciales implantados a lo largo de la historia han sido especialmente dañinos en materia de contaminación agroquímica: el tabaco en el pasado y ahora el picante, entre otros. Estos sistemas, entre otros efectos negativos, han generado serios procesos erosivos, la aparición de plagas y enfermedades diversas, la pérdida de productos asociados a la milpa. Con esto último, se abandonan importantes factores ecológicos pues los policultivos imitan la diversidad y estratificación de la vegetación natural del trópico húmedo, brindan una mayor diversidad de productos, disminuyen el riesgo de pérdida de la cosecha total y protegen al suelo al mantener la cubierta vegetal sobre él. En consecuencia, podemos considerarlos como los más adecuados tanto ecológica como socialmente para las regiones del trópico húmedo (Gliessman,1981). Medio siglo atrás el paisaje dominante eran las selvas que brindaban frescura y amparo contra el fuerte sol, como lo resalta esta descripción: “La vereda se hace más estrecha, sobre todo en el difícil paso llamado El Caracol, abajo del cual se admiran las aguas azules de los rápidos del río...El paisaje presenta una vista maravillosa. Se contemplan cercanas por ambos lados las escarpadas montañas cubiertas de u a exuberante vegetación tropical. Del fondo sombrío del bosque virgen se destaca ene esta época un

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árbol singular, el roble, de flores lilas. El valle (de Usila) se amplia y sus partes planas están sembradas con maíz de tonamil, cuyas matas alcanzan más de dos metros. Se cruza un riachuelo de fondo amarillento en cuyas aguas cristalinas abundan los crustáceos16” Ahora predomina en el valle y los cerros circundantes un panorama caracterizado por la creciente deforestación, la salinidad y erosión del suelo, y, como lo testimoniaron los habitantes, la pérdida y contaminación de los caudales fluviales. En la medida en que los encierros ganaderos se van extendiendo en la planicie y pies de cerros la agricultura de temporal se va desplazando hacia las laderas de la cuenca baja, que aunado a la promoción de cultivos alternativos bajo el concepto de la selva productiva, ya sólo dejan apreciar cada vez más pequeños y perturbados manchones de selva alta perennifolia, intervenidos principalmente con plantaciones de café y vainilla. La mayor extensión de selva conservada, de esta parte del territorio, sigue siendo la que cubre Cerro Verde, sin embargo tanto la población asentado en este cerro como la proveniente de las localidades vecinas del valle de Usila se encuentran ahora acentuando el proceso de deforestación y transformación de la selva, iniciado varios años atrás. Selvas y bosques de gran extensión hasta hoy en equilibrio con las actividades productivas de los habitantes únicamente se localizan en las agencias de la cuenca alta que limitan con la Sierra Norte, por un lado, y, por otro lado, con la serranía cuicateca. El uso dedicado a distintas porciones del territorio y la fragmentación de los recursos vegetales se expresa claramente en el mapa anexo.

6.1 El agua y la pesca en la cuenca baja del Río Usila

Otro inquietante ejemplo de la fragmentación se observó en campo con relación al área de recarga de los manantiales donde se toma el agua potable para las localidades, áreas donde ninguna autoridad ni incidencia ciudadana ha podido frenar la contaminación, deforestación y el avance de pastizales, a pesar de que en ya alguna vez en el pasado se

16 Weitlaner y Castro, 1973 op. cit.

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agotó la fuente de agua que surte la cabecera municipal por causas similares. Por lo que respecta a la actividad pesquera, su importancia viene decreciendo, como ya señalamos, pues desde el llenado de la presa “Cerro de Oro” en 1989 , a decir de los habitantes de esta región, la diversidad y cantidad de peces a disminuido notablemente. Anteriormente era frecuente obtener especies como las mojarras (Cichlasoma salvini, C. callolepis, C. eigenmanii), el bobo (Jorotus pichardoi), el jolote (Ictalurus meridionalis), el juil (Rhamdia guatemalensis) y diversos tipos de camarones y crustáceos. Las causas de la extinción de los recursos alimenticios provenientes de las corrientes fluviales descansan en múltiples causas, entre las que destacan la aplicación de artes de pesca de alto impacto, como la dinamita y el barbasco, aunado al efecto del lavado de los tanques de ddt durante las campañas antipaludismo, y el actual lavado de bombas de fumigación de agroquímicos, la creciente presencia de detergentes y desechos orgánicos en los ríos y arroyos, más los impactos ecológicos e hidrológicos causados por los desvíos de cauces ocasionados por la presa Cerro de Oro. Todo esto ha ocasionado la merma de especies, como el pez bobo, la trucha de río y la guavina, que ya desaparecieron, dando origen a la dominancia de las mojarras, juiles, pepesca y topos17. Al cierre de la presa “Cerro de Oro” en 1990 se tenían registrados 24 especies de peces dulceacuícolas de las cuales solamente una correspondía a una especie exótica, y tres se consideraban traslocadas, es decir que provenían de otras cuencas hidrológicas pero de la misma región biogeográfica. (Rodríguez, T. et al. 1992).

7 Las amenazas institucionales y sociales para el proceso de ordenamiento en la cuenca baja del Río Usila

Desde la perspectiva de programas potencial o realmente adversos a los intereses de la

conservación, han destacado en la región los programas ganaderos promovidos por dependencias como SAGAR, SEDESOL, CDI y SEDAF, con efectos directos en la erosión de suelos, pérdida de capa vegetal y homogeneización del paisaje natural. La región del Papaloapan es la que concentra actualmente el mayor número de especies bovinas de todo el estado.

En este rubro se inserta también el Procampo, manejado por Acerca-SAGARPA, donde regionalmente está plenamente documentada su relación directa con la propagación masiva de agroquímicos, su depósito posterior en ríos y arroyos y el desmonte de áreas de vegetación secundaria, e, incluso, forestales.

La práctica agrícola de la roza, tumba y quema en laderas (rtq), contribuye también a la erosión y deslave de suelos, amén de generar incendios forestales.

Otro factor de riesgo es la falta de normatividad comunitaria en torno al aprovechamiento de especies forestales maderables y no maderables como la palma

17 PAIR, 1994. loc. cit..

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camedor, tepejilote, vainilla etc., si bien Semarnat a través del Programa Proders y el acompañamiento de ONG´s y algunas organizaciones sociales, han hecho en el pasado esfuerzos para buscar formas sustentables de aprovechamiento y disminución de presión hacia las áreas silvestres donde se reproducen esas especies.

Las campañas de fumigación y cloración de ríos por la SSA para combatir enfermedades como el paludismo, cólera y dengue representan, paradójicamente, un peligro a la salud y el medio (intoxicaciones, contaminación de viviendas, alimentos, suelos y ríos18).

Los sistemas de pesca sustentados en la dinamita o el uso de barbasco son otro factor de riesgo para las ya deterioradas corrientes regionales en materia de sus poblaciones de peces y crustáceos, afectadas de sí por los cambios hidrológicos causados por la Presa Cerro de Oro.

La prevalecencia de intereses político-electoreros por sobre aspectos de conservación-manejo y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales por parte de las organizaciones de productores, contribuye a un esquema de participación y aprovechamiento de recursos desordenado y caótico.

Los conflictos agrarios impiden el acceso a las comunidades y ejidos a participar en programas regionales de la Semarnat y la Conafor, amén de constituir un factor de conflicto y enfrentamiento entre localidades.

Finalmente, destaca la nula inversión municipal destinada para programas de conservación y/o manejo sustentable de los recursos naturales, factor que impide ampliar los esfuerzos en este sentido. Sin inversiones sólidas para estos fines, la conservación o el manejo sustentable no pasan de ser un mero buen propósito.

8 Conclusiones: Los factores que impiden un ordenamiento territorial en la cuenca baja del río Usila

8.1 Una definición de ordenamiento territorial y desarrollo sustentable

Los ordenamientos territoriales son un instrumento de planeación de reciente

aplicación dentro del marco de las políticas institucionales, por lo cual su instrumentación práctica es aún limitada y su efecto directo en materia de conservación y desarrollo

18 La combinación del lavado de tanques de fumigación contra el paludismo y el excesivo empleo d e barbasco, acabaron con la antes variada fauna de las corrientes fluviales de San Felipe Usila. Cf. Weitlaner, 1972.

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sustentable es igualmente restringida.19 ordenamiento territorial son la SEDESOL y SEMARNAT a nivel federal; los COPLADES,Seceretarías Locales de Ecología en el ámbito estatal y los Municipios: Hay que destacar que en estas políticas no hay participación de la Comisión para los Pueblos Indígenas, -ex INI-, Los objetivos de largo plazo se encuentran explícitos en la gestión del OT, existente o en ciernes, de Bolivia, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México y Uruguay. En Bolivia los planes se conciben a 10 años, en tanto que en Colombia la "Ley de Desarrollo Territorial" lo establece a 9 años, en México es de 20 a 25 años En México, tanto los términos de referencia elaborados por el Grupo Interinstitucional de OT en el año 2000, como las guías metodológicas elaboradas por el Instituto de Geografía de la UNAM[9] en el año 2001, ambos orientados a apoyar la elaboración de programas estatales de ordenación territorial; coinciden en plantear la elaboración de distintas imágenes de futuro (escenarios) como apoyo a la formulación de los modelos de ocupación de los territorios estatales. Básicamente se considera un escenario deseado, escenarios tendenciales y escenarios alternativos. Las guías metodológicas para la formulación de planes de ordenamiento ecológico elaboradas por el Instituto Nacional de Ecología (INE) también incluyen la elaboración de escenarios tendenciales y alternativos para la elaboración de los modelos de ordenación ecológica.

Existen diversas definiciones sobre ordenamiento, pareciéndonos adecuada la siguiente: "El

objetivo final de la ordenación territorial es lograr una relación armónica entre el medio ambiente y los asentamientos humanos con el propósito de disminuir las desigualdades regionales y lograr un desarrollo socialmente equilibrado, respetando el ambiente natural" (Durán, et al, 1993). En este sentido, los ordenamiento buscan el desarrollo sustentable a través de una participación activa de la población cuyo territorio será materia de ordenación. Como ya se estableció con precisión, el desarrollo sustentable, a su vez, consiste en En su definición más completa el desarrollo sostenible o sustentable es "un proceso de cambio social en el cual la explotación de los recursos, el sentido de las inversiones, la orientación del desarrollo tecnológico y las reformas institucionales se realizan en forma armónica, ampliándose el potencial actual y futuro para satisfacer las necesidades y aspiraciones humanas" (Nuestro Futuro Común, 1987).

En suma, es un concepto complejo que incorpora principios de sostenibilidad, cada uno de los cuales es aplicable a las distintas modalidades de la relación naturaleza-sociedad. La sostenibilidad ecológica exige que el desarrollo sea compatible con el mantenimiento de los procesos ecológicos, la diversidad biológica y la base de los recursos. La sostenibilidad social requiere que el desarrollo aspire a fortalecer la identidad de las comunidades y a lograr el equilibrio demográfico y la erradicación de la pobreza. La sostenibilidad económica demanda que el desarrollo se económicamente eficiente y equitativo dentro y entre generaciones (Carrizosa Umaña, 1993)

19 La ordenación del territorio (OT) en los países latinoamericanos tiene una historia muy reciente que se remontan a los inicios de la década de los ochenta. Desde su origen ha sido concebida de manera diversa, asociada a las políticas ambientales, urbanísticas, de desarrollo económico regional y de descentralización. Hoy predomina la idea de la ordenación como instrumento o estrategia para lograr el desarrollo sustentable, entendido en términos de política plurisectorial, horizontal

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8.2 Los ordenamientos territoriales en áreas indígenas de Oaxaca

En Oaxaca, los procesos de ordenamientos territoriales en territorios indígenas se

expresan bajo 3 modalidades: 2 de ellas de carácter y rectoría institucional a través de la SEMARNAT/CONANP, vía el establecimiento de áreas protegidas, las que en teoría al requerir de un plan de manejo, sientan las bases para el ordenamiento territorial de los poblados insertos en esas áreas. La segunda instancia se transfirió recientemente de la SEMARNAT a la CONAFOR, a través del programa PROCYMAF, quien ha promovido la realización de estudios para el ordenamiento territorial, con un enfoque especial hacia los recursos forestales. La 3ª. opción corresponde al ordenamiento territorial que las propias comunidades y ejidos definen a través de normas que pueden ser formales o informales para delimitar las áreas productivas, de uso común, etc. Aquí destaca que de facto las comunidades y ejidos participan de un ordenamiento al demarcar vía la parcelización o reconocimiento de las parcelas individuales o familiares de cultivo o pastoreo frente a las de uso común. Esta parcelización del territorio, obedece a patrones históricos de uso y ha sido en casos “legitimizada” o trastocada por acción de las instituciones agrarias, especialmente el programa PROCEDE, que “legaliza” la posesión individual de las tierras de trabajo. Otra forma importante de ordenamiento territorial “de facto” en comunidades indígenas corresponde al establecido por las Empresas Forestales Comunitarias, quienes, mediante planes de manejo, definen y regulan el uso de los espacios forestales: de saca, resiembra, uso común, etc., estableciendo así normas precisas para el uso de los espacios forestales. Destacan Ixtlán, Mancomunados, San Pedro el Alto, etc.

8.3 Los factores adversos al ordenamiento territorial en la cuenca baja del río Usila

En las localidades de la cuenca baja del municipio de San Felipe Usila existen

factores agrarios, sociales e institucionales que por el momento impiden pensar en impulsar un proceso de ordenamiento territorial, si bien estos no impiden dar un paso inicial para su eventual realización. Asimismo, y como parte de la estrategia, es recomendable impulsar actividades que sienten las bases para el desarrollo sustentable, varias de las cuales ya fueron jerarquizadas por la población a través de las ERP´s realizadas, y que complementan este proyecto.

Ahora bien, los factores que impiden un proceso de ordenamiento territorial a corto plazo, se pueden agrupar de la siguiente manera: Factores limitantes para el establecimiento de un ordenamiento territorial en la Cuenca Baja del Río Usila Factor Tipo Alternativa de Solución Indefinición agraria Institucional normativo

federal -Diálogo con sus vecinos para zanjar las disputas

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Factor Tipo Alternativa de Solución agrarias en materia de limites. -Tramitación de la documentación oficial agraria de la comunidad de San Felipe Usila y el ejido de Arroyo Tambor.

Ausencia de normatividad municipal y/o agraria regional para el acceso y conservación de los recursos naturales

Institucional normativo municipal y agrario

-Consenso para definir e instrumentar un reglamento para la conservación de los recursos de la cuenca baja del Río Usila, como paso inicial al proceso de ordenamiento territorial. -Capacitación a las autoridades municipales y agrarias para su elaboración, aplicación y seguimiento. -Campaña de sensibilización sobre la importancia de conservar los recursos terrestres e hidrológicos de la cuenca baja del Río Usila. -Visitas a municipios o comunidades agrarias con estatutos o reglamentos que hayan incorporado el ordenamiento territorial.

Acceso desordenado y bajo patrones técnicos apropiados a los recursos forestales, agroforestales y agropecuarios

Social, procesos de apropiación fincados en una concepción individualista.

-Carencia de alternativas para capacitarse en materia de reconversión productiva -Asesorar a las organizaciones sociales de productores en materia de educación ambiental y metodologías técnicas para el desarrollo sustentable. -Visitas para evaluar experiencias exitosas sobre desarrollo sustentable agroforestal, forestal y agropecuario.

9 Las perspectivas

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Resulta evidente que en ninguno de los dos ámbitos de autoridad, existen normas o reglamentos para la conservación del medio ambiente, a no ser algunas disposiciones para la limpieza del entorno urbano, que incluye el encierro de animales de traspatio y otras, provenientes de las exigencias del programa Oportunidades. Fuera de algunos letreros que señalan no tirar basura a los ríos, no hay ningún tipo de regulación ni mecanismos de vigilancia efectiva para evitarlo, así como para normar el acceso a los recursos maderables, no maderables y la fauna en general. No obstante esas limitaciones, actualmente existe una buena disposición de la Presidencia Municipal de San Felipe Usila para abordar la problemática ambiental, por lo cual iniciar un proceso para definir, instrumentar y operar un reglamento municipal para la protección de los recursos hidrológicos y forestales de la cuenca baja será un importante paso para sentar las bases del eventual ordenamiento del territorio. Por tanto, como seguimiento del proceso iniciado, resulta estratégico que se den los pasos institucionales necesarios para proveer del apoyo que este esfuerzo requerirá, el cual debe ser complementado con los proyectos priorizados en el anterior rubro, donde la Semarnat a través de la UCPAST, y los proyectos Proders deberán estar presentes en el esquema de seguimiento, si bien la situación agria es un impedimento institucional formal, para lo cual deberá buscarse una salida aceptable para las instituciones. Desde luego, esto deberá ir acompañado de una campaña sólida de sensibilización, que refuerce la necesidad de introducir mejoras sustanciales en el acceso y uso de los recursos naturales, empezando por las autoridades municipales y agrarias. Sin una base normativa efectiva que siente las bases para la protección del entorno natural de la cuenca baja, poco o nada se logrará para detener el visible y preocupante deterioro ambiental. Estos procesos deberán centrarse inicialmente en las áreas de mayor impacto ambiental actual, como son la disminución acelerada de los recursos forestales en la localidad de Cerro Verde, derivada de la tala ilegal y el deterioro ambiental terrestre y del agua en las localidades asentadas en la sub cuenca Lázaro Cárdenas, especial, pero no exclusivamente. En las áreas de relevancia forestal aún en buen estado, deberá procederse a establecer un marco normativo que garantice su preservación bajo sistemas de aprovechamiento que protejan los recursos de flora y fauna y se evite la reconversión del uso del suelo. Asimismo, habrá que iniciar procesos que vayan abriendo el camino a una mayor participación de las mujeres, quienes, en términos generales, siempre han mostrado una mayor disciplina y disposición para el trabajo organizado, no obstante su relegación en la toma de decisiones políticas en sus comunidades y en las organizaciones de productores.

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Igualmente, resulta indispensable trabajar con las organizaciones de productores a fin de que refuercen sus capacidades de planeación y elaboración de proyectos, para desterrar progresivamente la idea presente de recibir recursos oficiales sin formular proyectos con una base clara sobre los objetivos, metas, metodologías y procesos de evaluación; en suma, que las organizaciones pasen de ser meras receptoras y distribuidoras de recursos con fines políticos para convertirse en instancias regionales para la planeación del desarrollo y el cuidado de sus recursos naturales. Finalmente, es prioritario regularizar el ámbito agrario de los bienes comunales de San Felipe Usila, ya que al no contar con su carpeta básica y plano definitivo, esa comunidad no puede acceder a programas institucionales de la SEMARNAT y la CONAFOR, ni está en condiciones, por tanto, de iniciar cualquier proceso tendiente al eventual ordenamiento territorial y su reconocimiento oficial por las instancias agrarias, donde la Semarnat debiera tender un puente con la SRA y crear las bases para encontrar salidas vía el diálogo y los acuerdos..

9.1 Líneas estratégicas de acción para el seguimiento:

Involucrar a las autoridades municipales para iniciar un proceso para generar y operar una normatividad municipal para la conservación y buen manejo de los a)recursos hidrológicos, b)forestales y c) suelos de la cuenca baja.

Sensibilizar via un programa de educación ambiental y generar opciones productivas sustentables de capacitación en las áreas de mayor deterioro ambiental regional: e.g. Cerro Verde, valle de Usila, microcuenca Lázaro Cárdenas, etc. (agroforestería, ganadería sustentable, frutales, etc.)

Reconvertir progresivamente los sistemas técnicos agrícolas de subsistencia y comerciales para incrementar la productividad y disminuir los riesgos ambientales y a la salud.

Fortalecer la organización y participación de las mujeres a través de operar proyectos de beneficio social y ambiental: estufas ahorradoras, traspatio, agroforestería, huertos, etc.

Capacitar a productores y líderes en aspectos de planeación y elaboración de proyectos.

Acordar vía el diálogo y la concertación la resolución definitiva de los conflictos de la comunidad de San Felipe Usila por motivos de límites y poder acceder al reconocimiento pleno de su territorio por las autoridades agrarias oficiales.

Realizar estudios detallados sobre el uso del suelo para delimitar áreas de restauración, conservación, manejo restringido, aprovechamiento de no maderables, etc., a fin de iniciar un proceso gradual para el ordenamiento territorial.

Visitas de intercambio para que autoridades y productores conozcan y evalúen experiencias de ordenamiento y manejo agroforestal y agrícolas sustentables.

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ANEXO CARTOGRAFICO: MAPAS BASE PARA EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE LAS LOCALIDADES

DE LA CUENCA BAJA DEL RÍO USILA

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Cuenca Alta y Baja del Río Usila: Distribución de localidades

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