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8/18/2019 ARTÍCULO I Richards(2005 El rol de los minerales en el desarrollo sostenible).pdf

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GeotemasREVISTA DEL CONSEJO SUPERIOR

PROFESIONAL DE GEOLOGIAGeotemas d i c i e m b r e 0 6

n º 1 7

Riesgo Geológico en

Villavil, Catamarca

Riesgo Geológico en

Villavil, Catamarca

Inundaciones en la Llanura Pampeana

Minerales y Desarrollo Sostenible

Atlas Satelital

Inundaciones en la Llanura Pampeana

Minerales y Desarrollo Sostenible

Atlas Satelital


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desarrollo sostenible

El rol de los minerales en eldesarrollo sostenible

Jeremy P. Richards

Department of Earth and Atmospheric Sciences, University of Alberta, Edmonton, Alberta, T6G 2E3, Canada (e-mail: [email protected])

Este trabajo es una versiónresumida basada en el artículopublicado en GeologicalSociety of London SpecialPublication de Richards, J.P.,2005, The role of minerals insustainable human develop-ment: Geological Society, Lon-

don, Special Publication:“Sus-tainable Minerals in theDeveloping World”, in Marker,B.R., Petterson, M.G., McEvoy,F., and Stephenson, M.H., eds.,Sustainable Minerals Opera-tions in the Developing World :Geological Society, London,Special Publication 250, p. 25-34. Agradezco la expresa auto-rización de la GeologicalSociety para poder publicareste artículo en español y a suvez a Liliana Castro por contri-buir con la traducción.

Los seres humanos tenemosahora una denominación paranuestro instinto de la supervi-vencia: el desarrollo sostenible.

Estos términos, absolutamentesimples, significan que debe-mos vivir en este planeta comosi nos propusiéramos vivir aquí para siempre. (Porritt, 2002).

Resumen

El desarrollo sostenible derecursos minerales se puedeconsiderar como la conversiónequitativa del recurso mineralen capital social y ambientaldurable. En el pasado, esta con-

versión no ha sido eficiente oequitativa, con las ventajas asi-métricas principalmente paralos inversionistas y consumido-res causando costos sociales yambientales en los lugares deexplotación. La industriamoderna, liderada por grandes

empresas multinacionales, estáen el proceso de cambiar sumodus operandi asumiendoresponsabilidad corporativa ysocial. El daño causado por lasprácticas pasadas en el mundoes grave, pero sin embargo sepuede revertir esa tendencia através de instrumentos jurídicosy/o voluntarios.

Uno puede preguntarse porqué nosotros que vivimos en unmundo confortablemente desa-rrollado debemos preocupar-nos por temas tales como ago-tamiento de los recursos ycambios ambientales, ya seaantropogénicos o de otra mane-ra, cuando en nuestro tiempode vida los efectos serían míni-mos aunque se presentaran los

peores escenarios. ¿Ningunaotra especie viva en este plane-ta se preocupa, por qué noso-tros sí? Porque, por supuesto,somos las únicas especies cons-cientes de los riesgos y de lasimplicancias a largo plazo deestos cambios potenciales.Actualmente, sin embargo, semuestra una tendencia paraenfrentar este desafío (el proto-colo de Kyoto, por ejemplo).

La transformación socialrequiere tomar decisiones glo-

bales y colectivas a gran esca-la, y si esto ocurre, marcará elcambio más fundamental dela humanidad que piensa yactúa en forma cooperativadesde el nacimiento de la civi-lización moderna. La explota-ción minera, por ejemplo, es

solo una parte mínima deldesarrollo global; los proble-mas y los desafíos que enfren-ta la industria son similares alde otras interacciones huma-nas con el mundo natural, ylas soluciones aplicadas enese campo se pueden utilizara menudo en otros. Por otraparte, aunque los individuosno puedan solucionar los pro-blemas de todo el mundo, sicada uno contribuye dentro desu o sus campos de conoci-miento, entonces el esfuerzocolectivo de 6,3 mil millonesde personas podrá seguramen-te tener éxito.

El presente trabajo, bastan-te subjetivo, muestra el papelque los minerales han desem-

peñado, y pueden potencial-mente jugar, en el desarrollo dela sociedad. El recurso minerales considerado por algunoscomo el punto de partida parael desarrollo económico.Eldesafío en el siglo XXI esencontrar las maneras de con-vertir el recurso mineral endesarrollo sostenible para unmayor y equitativo beneficiopara la sociedad, mientras queal mismo tiempo permita unretorno real de la inversión.


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El impacto global de laproducción mineral

El uso de rocas y de minera-les ha sido la base del desarro-

llo de la civilización desde laEdad de Piedra. El acceso apedernal u obsidiana comomaterias primas para realizarlas herramientas de caza eracuestión de vida o de muertepara el hombre del Paleolítico.Más adelante, el uso cada vezmás sofisticado de metalesconstituyó la base de las Eda-des del Bronce y del Hierro.

Aunque actualmente vivimosen la Edad del Hidrocarburo, ypuede ser que estemos a puntode incorporar la Edad del Hidrógeno, los minerales y lasrocas siguen siendo materiasprimas ineludibles para laextracción, conversión y uso deestos insumos. Por lo tanto lascivilizaciones desde su naci-

miento se han atado a la extrac-ción mineral, lo que trae apare- jado efectos tanto positivos,como secundarios negativos.

Como parte del proceso dearticulación del desarrollosostenible con respecto a laindustria minera, se debetener en cuenta que la extrac-ción de minerales tieneimpactos y dependencias en

tres áreas principales: la eco-nomía, el ambiente, y la socie-dad (Mining Journal, 2000). Aesto se puede agregar lagobernabilidad y reglas de

juego claras, sin las cuales losplanes pueden perder consis-tencia (MMSD 2002; Richards2002, 2003).

Históricamente, la búsque-da de minerales económica-mente explotables, comenzóen la Edad Neolítica, con unaprospección minera organiza-da. Esta búsqueda de minera-

les para su aplicación y poste-riormente para ornamentaciónllevó a los romanos a Gales, ya Colón a América. Las preo-cupaciones ambientales no

existían e incluso se cometíanabusos sociales ( esclavitud ytrabajo forzado), los cualescomenzaron a generar preocu-pación recién en el siglo XVIII,el Período de las Luces.

El reconocimiento de losderechos de tierra aborígenes afinales del siglo XX concienti-zó acerca del concepto de con-sentimiento previo local . Esto

significa que la aprobación dela comunidad debe ser busca-da abiertamente antes del ini-cio de las actividades mineras.Este concepto con considera-ble oposición, fue incorporadopor el Banco Mundial (WorldBank’s Extractive IndustriesReview, 2003). Fallas de esetipo fueron las que afectaron,

por ejemplo, el ProyectoEsquel (BSR 2003). La opinióngeneralizada es que la explota-ción minera no trae beneficiosy que los resultados solo sonaprovechados por un selectogrupo, a menudo extranjeros.Aunque las preocupacionesambientales por los impactosvinculados a la actividad mine-ra se han presentado localmen-

te, por lo menos desde las épo-cas romanas, comenzaron a serintensas entre los años 60 y 70con la aparición de gruposambientalistas como Greenpe-

ace y World Wildlife Founda-tion, entre otros. Las emisionesde gases tales como SO2, el dre-naje ácido de los relaves y lasminas abandonadas, los meta-les pesados en agua subterrá-nea, y los tratamientos de lasmenas, causan la preocupa-ción internacional. Se vuelveaquí a plantear el papel funda-mental de los gobiernos en el

desarrollo y control de las dis-tintas industrias.

En 1984, Zaire (hoy Repú-blica Democrática del Congo),era el primer productor decobalto en el mundo, y un pro-ductor importante de cobre ydiamantes. A pesar de esto, lainfraestructura del país sederrumbó, porque la mayoría

de la población vivía en lapobreza, y la deuda externaalcanzaba los U$S 4 mil millo-nes. Coincidentemente, el pre-sidente del país Mobutu SeseSeko tenía una fortuna perso-nal de magnitud comparable,en cuentas bancarias en elexterior (Fig.1). En otras partesde África como Angola, Liberiay Sierra Leona la explotación

Figura 1. Corte de la mina de cobre Kamoto, República del Congo (ex Zaire).Obsérvese la foto de Mobutu Sese Seko pegada en la esquina del mapa.


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de diamantes sirve para finan-

ciar conflictos, indicando cla-ramente la malversación defondos en países corruptos.

Ahora bien ¿Son siemprenegativos los impactos de laexplotación minera? No, porsupuesto que no, porque si losbeneficios son equitativos,redunda en el bienestar detodos.

La Figura 2 muestra la fun-dición de cobre de Chuquica-mata en el año 1993. Con lamodernización de la planta enlos años 70 se han reducido lasemisiones de SO2 que eran del100%, a un 20% en 1999, yhoy con los avances tecnológi-cos se captura el 99% de lasemisiones (Tilton, 2003).

El desarrollo sostenible

implica internalización de loscostos pagando un precio jus-to por los commodities consu-midos (Tilton, 2003; Walker &

Jourdan, 2003).

La población y laexplosión del consumo

Hay dos razones principalesque hicieron incorporar el con-cepto de impacto vinculado aldesarrollo en el siglo XX. Prime-ro, hoy Internet proporciona

una ventanainmediata delos aconteci-mientos en elmundo, pero,

más importan-te que esto esel concepto dela magnituddel impactoacumuladocausado por eldesarrollo.Tanto la pobla-ción como la

producción han aumentado.

Así, aunque los abusos indivi-duales hace 2000 años en laépoca romana eran probable-mente mucho más severos quehoy, desde el punto de vista glo-bal con una población mundialde solo 300 millones de perso-nas, esos impactos eran insigni-ficantes (Naciones Unidas,1999).

Ruddiman (2003), se ha refe-rido recientemente a las activi-dades agrícolas que puedenhaber comenzado a afectar losniveles atmosféricos de CO2 des-de hace 8000 años. Hoy, conuna población mundial de 6,3mil millones y con un creci-miento proyectado a 12,8 milmillones antes de 2050 (Fig .3,

Naciones Unidas, 2003), losefectos acumulativos serán real-mente impactantes.

El crecimiento rápido de laproductividad ocurrió sobre

todo en el mundo desarrolla-do, mientras tanto el ProductoBruto Interno disminuyó enotras partes (p.ej. en África, elPBI decreció 60% per-cápitadesde 1900; IFC 2002). Por elcontrario, la población entre1950 y 1999, tuvo un creci-miento moderado en el mundodesarrollado (1,3 x en Europa,1,8 x en Norteamérica), y se tri-

plicó en África (3,5x) y Latino-américa y Caribe (3,1 x;(Naciones Unidas, 1999; Ernst,2002). La tasa de producciónha crecido en el mundo desa-rrollado debido al alto consu-mo. Por ejemplo, Tilton (2002)estima que el 20% de la pobla-ción del mundo en nacionesdesarrolladas consume el 80%

de los recursos globales(UNPD 2002).

El crecimiento insoste-nible

El mundo desarrollado estáviendo lentamente que elmodo y la tasa de consumo no

Figura 3. Proyecciones del crecimiento de población entre 2000-2050 (http:// www.un.org/popin/data.html).

Figura 2. La fundición de cobre de Chuquicamata en el año 1993; hoy con los avances tecnológicos se captura el 99% de las emisiones.


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es sostenible. El primer indica-dor que llamó la atención mun-dial fue el agotamiento de lacapa de ozono debido al usode CFC en aerosoles y de

HCFCs en los equipos de refri-geración. A partir del Protoco-lo de Montreal (1987) y reu-niones posteriores) se ha dadolugar a una reducción eficaz ya la eventual eliminación de laproducción de CFC y deHCFC. Pero esto no implicaque todos los problemasambientales tengan una solu-ción sencilla. ¿Quién es el cul-

pable? Quizás nadie sea espe-cíficamente culpable. A estaaltura de los acontecimientos -es una manera natural desupervivencia (Mining Journal,2001). En el caso de la produc-ción minera, muchas de lasconsecuencias ambientales ysociales ocurren cuando laexplotación es artesanal (Kaf-

wembe y Veasey, 2001;MMSD, 2002) o bien cuandola explotación minera se hacesin los controles adecuados (ej.en Myanmar; MMSD, 2002).

En el caso de minería apequeña escala, el cambiodebe venir a través de progra-mas de cooperación con elobjetivo de mejorar los méto-dos de explotación y trata-

miento, y del desarrollo deindustrias secundarias quemejoren localmente el desarro-llo sostenible. La ayuda para elemprendimiento puede prove-nir inicialmente del mundodesarrollado, pero la inversióntambién debe sostenerse en losgobiernos locales, no solo paradesarrollarse sino también para

regular la explotación mineraen pequeña escala en formasostenible. (Mate, 2001; Veigaet al ., 2001; Pantoja, 2003).

En el caso de minería a gran

escala, los cambios debenvenir desde el gobierno (ej.impuestos, regulaciones), de lapresión del mercado (respon-sabilidad del inversionista,

incentivos, responsabilidadcorporativa, imagen corporati-va), y de la presión del consu-midor (ONG´s). Un aspectoimportante es la certificaciónde la Norma ISO 14001 parala gestión ambiental como car-ta de presentación entre com-pañías más progresistas. Porejemplo, el BHP Billiton haalcanzado o está en el proceso

de recibir la certificación de laNorma ISO 14001 en todas susoperaciones importantes entodo el mundo (BHP Billiton,2003). Otras medidas, comoreducción de impuestos yseguros se usan como incenti-vos para compañías que certi-fiquen normas tales como ISO14001. La medida y certifica-

ción de la sustentabilidadsocial ha probado ser más difí-cil de implementar, debido ala amplia gama de condicio-nes y de expectativas socialesen todo el mundo (BancoMundial, 1997; IFC, 2002). Elsistema SA8000 fue desarrolla-do en 1997 bajo auspicios delConsejo sobre PrioridadesEconómicas Agencia y Acredi-

tación (CEPAA) para propor-cionar un estándar internacio-nal auditable para laresponsabilidad social(http://www.cepaa.org/SA8000

/SA8000.htm).Sin embargo, SA8000 fue

creado principalmente para sal-vaguardar los derechos labora-les en industrias fabriles, y ha

encontrado aplicabilidad limi-tada en el sector minero. Enausencia de reglas claras,muchas compañías grandeshan adoptado posiciones cor-

porativas independientes res-pecto a la responsabilidadsocial y ambiental (ej. AngloAmerican, 2002; Río Tinto,2002; BHP Billiton, 2003). Por

el otro lado, los gobiernos delos E.E.U.U. y de Reino Unidopublicaron recientemente unmemorándum común sobre lapuesta en práctica voluntaria delos principios de la seguridad yde los derechos humanos. Sinembargo, una medida globalaceptada para la responsabili-dad social (equivalente a ISO14001) debe ser una meta

importante de cualquier siste-ma de acreditación para eldesarrollo sostenible holístico(Handelsman et al ., 2004).

Tomando como ejemplo elsector agrícola, donde el pro-ducto orgánico compite conéxito en muchos mercados apesar de precios más elevados,una posibilidad en el futuro es

la de calificar de metales ver-des a aquellos producidos enminas y plantas certificadas pornormas ambientales. Lo prime-ro y más importante para obte-ner la licencia para operar esmostrar claramente a la comu-nidad local la importancia dela inversión y el beneficio quepuede brindar. En muchoscasos la aplicación de nuevas

tecnologías, especialmente enel tratamiento de los relavesproduce efectos positivos ydemuestran responsabilidadempresaria. A su vez, más alláque las compañías tengan suspropias políticas ambientales ysociales, son las autoridades deaplicación quienes deben con-trolar y los gobiernos quienes

deben decidir cómo invertirlocalmente lo recaudado porimpuestos y regalías. El ocu-parse de que los gobiernosreinviertan en sociedades sos-


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tenibles debe ser un requisitode certificación de “metal ver-de” (véase también el BancoMundial, 2004). Lo importantees convertir el beneficio de la

actividad minera en otras for-mas de capital social y ambien-tal más durable, que continúecreciendo más allá de la vidade la mina.

La expansión de las activi-dades puede apoyar el desarro-llo del mercado de capital y delos sectores de servicio, segui-do por la inversión en industrias`de alta tecnología‘ y otras

industrias basadas en el cono-cimiento. Walker y Jourdan(2003) indicaron que una trans-formación exitosa requiere porparte de los gobiernos una rein-versión en innovación y enrecursos humanos, a largo pla-zo. (véase también Newbold,2003). Los autores señalan queen países tales como Suecia,

Finlandia, Alemania, Gran Bre-taña, y los E.E.U.U. se ha pro-ducido con éxito ese procesode transferencia a inversión tec-nológica a partir de la extrac-ción de los recursos (es decirlos minerales y otras materiasprimas) en tanto que este pro-ceso aún es incompleto enotros países tales como Cana-dá, Australia, Kuwait, y Arabia

Saudita. Mucho peor que esto,sin embargo, es la posición dela mayoría de los países en víasde desarrollo que nunca hanpodido salir de la primera eta-pa es decir obtener la confian-za en la extracción del recursonatural.

Conclusiones

Aquí se discutió solo unaindustria, que ha sido responsa-ble de abusos ambientales y

sociales en el pasado. Por el otrolado, la industria minera ofrececomúnmente la única oportuni-dad realista para que los paísesen vías de desarrollo escapen de

la pobreza. Con la actividadminera en muchas ocasionesdisminuye el índice de pobreza,mejora la calidad de vida,aumenta el consumo y permiteuna distribución más equitativae incluso mejora la estabilidadsocial y económica. Si se lograesto, tendremos el punto de par-tida de un futuro global susten-table.

Actualmente, los benefi-cios y el crecimiento se acep-tan extensamente comohechos indiscutibles. Solo lacomunidad antiglobalizadacuestiona estas metas. Losbeneficios y el crecimientodependen de cómo se recon-vierten esos recursos. Si losrecursos adquiridos se repar-

ten genuina y equitativamen-te, entonces esto redundará enel bienestar de la sociedad ensu conjunto. Como Porritt(2002, p. 75) ha dicho, “noso-tros debemos suponer quevivimos en el planeta como sinos propusiéramos seguirviviendo en él por siempre”.Si pensamos que somos la úni-ca especie que puede causar

su propia declinación, tam-bién podemos pensar quesomos la única que puede pre-ver qué puede ocurrir y comoen la mayoría de los casos,resolverlo y manejarlo para unfuturo sostenible. La mudanzaa otro planeta no es una solu-ción realista; y en lugar deello, debemos aprender a vivir

dentro de nuestro medio y enarmonía con nuestro mundo.Esto implica trazarse comoobjetivos, colectivos globalespara el beneficio de todos.

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