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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAUNIVERSIDAD Dr. JOSÉ GREGORIO HERNANDEZ
VICERRECTORADO ACADÉMICO .
FORMACIÓN ÉTICA DEL GERENTE Y MANEJO DE CONFLICTOS EN LA EDUCACIÓN BÁSICA PRIMARIA
Artículo Arbitrado Presentado por:
Autora: Lcda. Ruth DuqueLcda. Vanessa Aguilar
Lcda. Ayeni Morillo
Maracaibo, Septiembre de 2015
RESUMEN
La teoría de la organización y la práctica administrativa evoluciona
continuamente, por esta razón, los países de este sub-continente se han
preocupado por modificar el funcionamiento de las organizaciones escolares
para adaptarlas a los cambios que requieren estas instituciones. Ahora bien;
estos cambios han sido producto de las diferentes reformas educativas
tendentes a mejorar la calidad de la educación. Por tanto, la presente
investigación tuvo como objetivo determinar la relación entre formación ética
del gerente educativo y manejo de conflictos en la U.E.P General Carlos
Soublette. Se fundamentó en las teorías de Martín (2007), Sarramona
(2007), Altarejos (2008) entre otros. Así mismo, el presente artículo estuvo
constituido fue de tipo descriptivo, campo, transversal no experimental, cuya
población objeto de estudio fueron docentes y directores. Entre sus
consideraciones finales se evidencia que los gerentes educativos deben
fomentar cada día su ética ante los docentes para poder confrontar los
conflictos internos que se presentan día a día en la unidad educativa objeto
de estudio y poder resolver en unanimidad las dificultades y lograr con ello la
excelencia de su labor educativa ejercida.
Descriptores: Formación ética, manejo de conflictos, educación básica,
directores y docentes.
INTRODUCCION
La teoría de la organización y la práctica administrativa evoluciona
continuamente, por esta razón, los países de este sub-continente se han
preocupado por modificar el funcionamiento de las organizaciones escolares
para adaptarlas a los cambios que requieren estas instituciones. Ahora bien;
estos cambios han sido producto de las diferentes reformas educativas
tendentes a mejorar la calidad de la educación.
Por consiguiente, el servicio educativo además de fundamentarse en
los principios pedagógicos de la educabilidad requiere mantener dinámica la
acción gerencial a fin de que las organizaciones escolares funcionen dentro
de un clima alejado de la conflictividad donde predominen los valores éticos,
por lo tanto se requiere de gerente éticamente formados. Al respecto,
Altarejos (2008) refiere “la formación ética es una demanda inaplazable,
prioritariamente para los educadores. En la educación, los intentos por
establecer una ética profesional han sido y son tan abundantes como
escasos los resultados perdurables” (p. 12).
Aunando a esto último, el sistema educativo venezolano persigue
metas innovadores que contribuyen a eliminar perniciosas estrategias que
afectan el mejoramiento de la calidad y el funcionamiento de las instituciones
escolares cuyo propósito trascendente es dejar atrás los problemas de la
educación, por cuanto lo que se necesita es una escuela con líderes capaces
de gerencia con un comportamiento que se adapte a la nueva gerencia.
Donde estén presentes los valores intelectuales, instrumentos y corporativos.
Ahora bien, dado que actualmente es escaso o nulo el protagonismo
que han tenido los valores como aprendizaje estratégicos en las
organizaciones escolares, por esta razón, se requiere que estos sean
integrados en los paradigmas gerenciales; en este sentido, Sarramona
(2007) refiere “la verdadera competencia para relacionarse y convivir de
manera participativa en una sociedad democrática plural y cambiante exige
recurrir a los valores que la caracterizan: libertad, igualdad, respeto,
tolerancia, no discriminación, dignidad, responsabilidad, justicia y solidaridad”
(p. 84). Por lo tanto, la actuación ética del gerente debe partir de estos
valores.
Sin embargo, en algunas organizaciones escolares venezolanas
pareciera que el comportamiento del gerente no crea condiciones para
desarrollar relaciones interpersonales armónicas por cuanto la capacidad de
comunicación, la empatía, la asertividad y el trato justo al personal
probablemente impide un nivel de convivencia donde se desarrollan valores
corporativos que permitan hacer posible el mantenimiento de una
organización escolar adaptada al desarrollo de los valores organizacionales.
Sin duda alguna, estas situaciones posiblemente afecten el trabajo en
equipo, el liderazgo y la supervivencia de un clima laboral adecuado; puesto
que tal como refiere Martín (2007), “la figura directiva de un centro educativo
puede desempeñar un rol mediador en gran parte de los conflictos, siempre
que adopte un estilo democrático” (p. 352). Por tanto, si el gerente de las
escuelas venezolanas carece de cualidades que le conlleven a actuar como
líder con competencia en valores difícilmente el directivo podría incorporar al
personal para lograr los objetivos de las escuelas básicas.
Por consiguiente, de continuar presentando estas situaciones
probablemente estas organizaciones educativas no cumplan con los
requisitos señalados por la moderna gerencia por cuanto, que un gerente al
poseer buena competencia para el trabajo en equipo, respeta a los demás y
se hace respetar situación de la cual adolecen algunos directivos de las
instituciones donde constantemente se crean roces interpersonales; además
debido a esta situación tal vez, el personal se resiste a cooperar debido a la
carencia de apoyo por parte de la gerencia y por tanto posiblemente surgen
conflictos, los cuales deben ser manejado mediante una comunicación
asertiva. En este sentido, Lussier y Achua (2009) refieren “muchos líderes
están expuesto constantemente al conflicto. Por tanto, manejarlo de una
manera constructiva ejerce un efecto directivo hacia el éxito” (p. 125).
Analizando esta situación, la misma también se viene presentando en
la Unidad Educativa GRAL Carlos Soublette de Educación Básica del
Municipio Maracaibo, donde se ha observado como de manera no
participativa que el personal directivo, tal vez posee debilidades en la
manifestación de valores intelectuales, instrumentales y corporativos para
dirigir al personal, actuación la participación y el trabajo en equipo. Aunado a
esta situación, se puede inferir que entre los integrantes de las instituciones
escolares se aprecian actitudes de falta de iniciativa, indisposición para el
trabajo en equipo, escasa participaciones en la toma de decisiones, falta de
colaboración en la implantación de decisiones. Por otra parte, los gerentes al
momento de la toma de las decisiones manifiestan ausencia de solicitud de
colaboración o de cooperación, de manera tal que las soluciones pudieran
presentarse fortuitamente.
Por consiguiente, en caso de continuar presentándose estas
circunstancias ocasionadas por el desconocimiento de los valores
intelectuales, instrumentales y corporativos, algunos gerentes posiblemente
limiten el trabajo en equipo, por otro lado, la planeación y organización de las
actividades pudieran no seguir la tendencia orientada a la obtención de
resultados inmediatos o la previsión de acontecimientos futuros. Asimismo,
estas acciones tenderían a impedir que los miembros vean el compromiso de
las tareas como una necesidad para el logro de los objetivos en pro de la
organización.
En cuanto a la solución de los problemas ocasionados por conflictos,
probablemente los gerentes no siguen las técnicas apropiadas, para un
manejo adecuado de los mismos, es decir, negociación, mediación y
arbitraje; por consiguiente las situaciones anteriores hacen pensar que esta
problemática tanto individual como en conjunto dificultar el mejoramiento de
las competencias profesionales personales y humanas logrando que el
gerente no desemboque en la optimización de su gestión. Por otro lado, el
manejo de las relaciones interpersonales por parte del directivo, pareciera
ser el más educado; sobre todo que la correlación y el trato ante los
conflictos.
Por estas razones, se estima que de continuar esta sintomatología
estas organizaciones podrían perder su eficiencia, porque al desconocer el
gerente los pasos a seguir en la toma de decisiones basada en valores
probablemente no podrían ejercer proyecciones para futuras actividades que
beneficien a la organización de allí, la necesidad de estudiar la formación
ética a partir de valores y comportamientos del gerente para aportar
soluciones a necesidades como el manejo de conflicto, la relación
interpersonales y el nivel de convivencia.
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN
Objetivo general
Determinar la relación entre formación ética del gerente educativo y
manejo de conflictos en la U.E.P General Carlos Soublette.
Objetivos específicos
Describir los valores presentes en el gerente educativo en la U.E.P
General Carlos Soublette.
Caracterizar el comportamiento del gerente educativo en la U.E.P
General Carlos Soublette.
Identificar las relaciones interpersonales en la U.E.P General Carlos
Soublette.
MARCO TEÓRICO
El proceso de elaboración de la presente investigación, implica situar
el marco de referencia teórica, el cual orienta al estudio en todos sus
aspectos, y determina la voluntad de la investigadora de analizar la realidad
de acuerdo a una explicación pautada por los conceptos y aportes
proporcionaos por otros autores de las variables objeto de la investigación
que sirvan de base para el desarrollo del estudio.
Formación Ética del Gerente Educativo
El proceso de gestión implica dirigir el funcionamiento y desarrollo de un
sistema. En el caso de las instituciones escolares se cumple mediante una
serie de funciones para darle direccionalidad al servicio educativo que se
ofrece basándose en aspectos legales, pedagógicos, didácticos, y también
éticos, por esta razón, el gerente educativo debe contar con suficiente
formación ética por cuanto tal como refiere Altarejos (2008), “lo primero que
debe hacer el educador, como profesional de la enseñanza, es conseguir
que su propia tarea sea un acto ético” (p. 93).
Evidentemente el directivo debe actuar éticamente como persona que
dirige a otra persona para dar a esa relación reciproca un sentido moral.
Desde esta perspectiva, el gerente educativo debe contar con una formación
ética basada en valores, no solamente intelectuales sino también
instrumentales y corporativos, los cuales ameritan un proceso de formación
ya que quienes trabajan en educación deben enfrentar una cantidad de
problemas relacionados con las competencias, el ejercicio del control, la
comunicación, cooperación y solidaridad.
Tomando en cuenta lo anterior, todos los valores humanos son
principios sociales cuya base es una primicia básica de autonomía, mérito y
dignidad de una persona. Por otra parte la mayoría de los gerentes
educativos son personas que han desarrollado una serie de conocimientos,
pero pocos reconocen que la formación del profesional debe ser permanente,
acumulada a lo largo de toda la vida profesional, sobre este particular Díaz
(2006) refiere “el profesor requiere ubicar su propia actuación en relación con
las actuaciones de los demás autores involucrados y en función del contexto
en que se ubica” (p. 12).
Sin duda, esto amerita un proceso informativo porque el impacto de
los cambios de la cultura organizativa en las pautas éticas y la costumbre
moral de las personas en la organización ha sido cada vez más
documentado, lo cual ha potenciado el desarrollo de códigos éticos como
estrategias culturales para animar el comportamiento ético, por consiguiente
el gerente tiene el deber de ayudar, apoyar y mantener al grupo para
contribuir al éxito de la organización con el esfuerzo e interés de todos. En
consecuencia una forma de potenciar la imagen corporativa es enseñar ética
a los miembros de la organización sobre las relaciones interpersonales a fin
de evitar la generación de conflictos indeseables.
Cabe considerar, que al abordar la formación ética del gerente, esta
debe referirse a dos cuestiones fundamentales: por un lado la globalización
de educación lo cual se contrapone a la individualización del trabajo y por
otra parte la obsolescencia de los conocimientos creados cada vez por los
cambios educacionales. Por consiguientes los gerentes deben recibir
formación para lograr poseer suficientes valores éticos.
En este sentido, Sambrano y Steiner (2007) señalan “la sociedad
exige profesionales capaces de continuar su actualización, que sepan asumir
y desarrollar compromisos de solidaridad y productividad” (p. 19). Lo referido
por estas autoras, es una evidencia que la educación sobre el valor es
mucho más apropiada para el personal directivo porque son custodios de las
decisiones gerenciales, sobre todo porque deben ilustrar con su ejemplo.
Respecto a la formación ética del gerente educativo, Robbins (2007)
señala “el hecho de que un gerente actúe con ética o sin ella dependerá de
varios factores. Estos incluyen la moral, los valores, la personalidad y las
experiencias personales” (p. 59). Tomando en cuenta lo referido por este
autor, es lógico suponer que dentro de las experiencias personales se
incluyen los de tipo cognitivo, las cuales tienen sus bases fundamentales en
los procesos de formación académica. Por lo tanto, el gerente atenderá a la
adaptación, a la vida social distinguiendo la legitimidad de valores y
promoviendo con su trabajo la propuesta de ideales.
Por otro lado, parece fácil coincidir en la idea de que algunas
capacidades o valores propios de una sociedad deben ser sin duda
fundamentales o primordiales para un gerente educativo, porque éstos
deberán constituir la base de su radical e inexcusable trabajo de construcción
de una institución formadora de personalidades aptas para el complejo oficio
de vivir en la colectividad y en un tiempo como el actual, donde quién
pretende preparar para la libertad, la autonomía y la solidaridad debería
alentar el camino de búsqueda de los valores.
De igual manera, todas esas demandas y esos valores invitan a
reflexionar sobre el tema de la ética ciudadana y las virtudes que deberían
ser cultivadas por los gerentes educativos, las cuales con toda claridad
serían las siguientes: la tolerancia, la solidaridad traducida en apoyo o
cooperación, las virtudes intelectuales, la prudencia, donde una buena fuente
para concretarlas sería un programa formativa para la cultura cívica en una
sociedad democrática. Sin duda estas cualidades conllevan a alcanzar
dignidad, respeto mutuo y decencia moral, donde la noción del bien público
queda claramente resaltada.
En relación con lo anterior, Dubrin (2009), refiere “la ética es un
aspecto muy importante cuando se estudian las acciones de los
administradores y el funcionamiento de las organizaciones” (p. 53). Por
consiguiente, el directivo para la transformación, dirección y la toma de
decisión sobre la gestión de la escuela debe utilizar como recurso la ética
como herramienta de apoyo para lograr la excelencia de la institución,
creando en el recurso humano el deseo de la mejora de las prácticas
pedagógicas y la gestión de la escuela.
Por las razones anteriores, los gerentes educativos deberían ser muy
precavidos para asegurarse del bienestar que proporcionaría a la institución
y al personal su formación ética, porque la falta de la misma podría provocar
experiencias negativas no solo en las relaciones gerente-personal sino
también implicaciones de esta naturaleza ante cualquiera de los involucrados
en las actividades de la organización; ya que los códigos de ética protegen a
los participantes de daño mental o físico.
Por consiguiente, los valores emergentes en el campo ético tales
como: espontaneidad y autorrealización deben definitivamente fundamentar
la actuación, la certeza pedagógica y el papel educativo del gerente; por
tanto, éste debe mantener la convicción de que la moralidad debe ser parte
de su responsabilidad, ya que no es suficiente proclamar valores sino que se
debe demostrar su compatibilidad con los auténticos lenguajes del gerente
como sujeto.
Por otro lado, llama la atención la importancia de los conocimientos
respecto a los valores, por cuanto, estos pueden ser muy variados desde la
sensibilidad, el compromiso, la reflexión, la comprensión puesto que son
características de la conciencia y de la libertad. Por lo anterior, es
conveniente destacar que la formación ética del gerente no debe ser
impuesta, porque el forjamiento de una personalidad basada en los mejores
valores morales para integrarse fácilmente en las exigencias de la vida social
va más allá de las acciones obligantes.
Por las razones anteriores, hoy es de capital importante para los
gerentes mantener propuestas éticas con capacidad para transformar las
instituciones escolares, porque la escuela sigue teniendo una función
esencial que nadie puede arrebatarle; es decir, educar para la libertad para
hacer que cada humano pueda diseñar una trayectoria vital y un horizonte de
preparación para la vida; por lo tanto, la conducta ejemplarizante de los
directivos además de constituirlo en autoridad moral para sus colaboradores
y subordinados también se acumula a lo largo de toda la vida como
profesional.
Manejo de Conflictos
Día tras día los gerentes de las instituciones escolares se encuentran
con situaciones problemáticas que causan un determinado grado de
incertidumbre o dificultad para el logro de los resultados que desean alcanzar
en las organizaciones. Solucionar estas situaciones se conocen normalmente
como resolución de conflictos. No obstante, esto requiere de unas
habilidades específicas las cuales desempeñan un papel fundamental en la
vida laboral, social y privada. Cabe considerar que los gerentes educativos
que son eficaces en la resolución de conflictos se adaptan con mayor
prontitud a las épocas de cambios.
De acuerdo con lo anterior, los directivos capaces de lograr estos
propósitos hacen un mejor uso de sus conocimientos y habilidades; por lo
tanto, la capacidad para resolver conflictos tiene una gran importancia como
factor determinante del éxito personal y profesional. Ahora bien el gerente
logra alcanzar aptitudes para analizar situaciones conflictivas, identificar
líneas de acción alternativas y ponderar sus consecuencias en la medida en
que aprende elementos cognitivos, a percibir las cosas de cierta manera y a
confiar en soluciones aceptadas, basadas en valores para ayudar a resolver
eficazmente los problemas.
Algunos problemas conflictivos pueden ser resueltos con una facilidad
relativa, mientras que otros requieren un desafío mayor. Independientemente
de la circunstancia, aprender las técnicas de solución de conflictos es
beneficioso para los gerentes educativos, por cuanto puede ser capaz de
prever ciertos problemas y tomar acciones preventivas, solucionar problemas
más rápido y con menos esfuerzos, mejorar el rendimiento de la
organización, ganar una mayor satisfacción personal, aumentar su sensación
de efectividad personal y crear valores dentro de la institución.
En este sentido, Jones y George (2006) refieren “es importante que
los administradores desarrollen habilidades y competencias necesarias para
manejar eficazmente los conflictos… por tanto deben esforzarse por tomar
buenas decisiones” (p. 607). En consecuencia los administradores deben
comprender los tipos y fuentes de conflictos y familiarizarse con algunas
estrategias que puedan ser eficaces para trabajar con ellas, por cuanto todo
esto es parte de la administración de los conflictos, ya que se necesita
comprender el problema para poder solventarlo.
Cabe considerar que en situaciones conflictivas, se coloca en peligro
el logro de los objetivos de la organización. Cuando el gerente enfrenta un
conflicto, en la mayoría de los casos, inconscientemente busca imponer su
punto de vista. En este momento donde la tensión aumenta, debería pensar
que al momento de manejar los conflictos lo importante no es ganar o
imponer su visión, sino solucionarlo a favor de la organización, si es un
conflicto interno.
Cabe considerar, que en las organizaciones escolares, en ocasiones
es común la práctica conflictiva, y sin embargo, cuando se intenta entenderla
y solucionarla se suele buscar causas y consecuencias fuera del proceso
mismo de conflicto. De allí, que la práctica de resolución de conflictos sea de
útil aplicación en todos los ámbitos de la existencia, ya que una de las
culturas que más se necesita es la resolución de la conflictividad; por cuanto,
se vive marcado por un dramático repunte de la violencia, donde se ve
afectado el estado normal de la sociedad y de las relaciones interpersonales.
Debe señalarse que en las relaciones interpersonales, la comunicación es
esencial durante una situación conflictiva. Los diálogos de sordos, la falta de
habilidad de escuchar, la comunicación rígida, la confianza, la imposición de
criterios son intensificadores del conflicto y conducen a la repercusión
residual del mismo.
Por las razones anteriores, Chiavenato (2008) refiere “el desafío
consiste en administrar el conflicto, de modo que pueda maximizarse los
efectos constructivos y minimizarse los efectos destructivos” (p. 531). Sin
duda, dependiendo de las parte en conflicto y el tipo de solución encontrada
pueden quedar percepciones y sentimientos que den lugar a secuelas
conflictivas donde en cualquier momento las partes puedan sacarlas a relucir
convirtiéndose entonces el conflicto en un ciclo repetitivo de evento de esta
naturaleza, creando consecuencias negativas, destructivas e indeseables.
En atención al manejo de conflictos, Schermerhorn, Hunt y Osborn
(2007) refieren: Los enfoques indirectos para el manejo de conflictos son:
interdependencia reducida, apelación a metas comunes, atención jerárquica
y alteraciones en el uso de la mitología y los guiones. Los enfoques directos
para el manejo de conflictos son: evitación, reconciliación, concesión,
colaboración, competencia y mando autoritario (p. 392).
De acuerdo con lo referido por estos autores, en el caso de conflictos,
los gerentes pueden eliminar o reducir el contacto entre las partes en
conflicto, esto puede manejarse ajustando las tareas para reducir el número
de coordinaciones requeridas, por otro lado, se le puede proporcionar un
exceso por separado a los recursos, además el manejo de conflicto también
puede facilitarse si se asignan personas que actúen como punta de lanza
entre las partes en conflicto. En relación con la técnica para el manejo de
conflictos relacionados con la aplicación de metas comunes.
Otra manera de manejar conflictos de manera indirecta, es mediante
la atención jerárquica; en este caso, los problemas se remiten simplemente a
niveles superiores de la jerarquía para que estos concilien a las partes en
diferencias. Asimismo, algunas situaciones de conflicto se pueden manejar
superficialmente mediante guiones o rutinas de comportamiento que llegan a
convertirse en parte de la cultura de la organización permitiendo que las
partes de la cultura de la organización permitiendo que las partes en conflicto
ventilen sus frustraciones.
También, puede manejarse el conflicto mediante la concesión, es
decir, trabajando para obtener una satisfacción parcial de cada una de las
partes, buscando soluciones aceptables de tal manera que nadie gane o
pierda totalmente. Por su parte, Dubrin (2006) propone “la técnica de
confrontación, contención y conexión que da a los trabajadores enojados un
lugar en el que puedan ventilar sus frustraciones” (p. 143).
La primera, provoca que los trabajadores agitados hablen para evitar
explosiones, contestando con calma a los gritos de la otra persona; la
segunda consiste en poner fuera de la vista a los trabajadores enojados,
asumiendo el director una actitud imparcial entre las partes y la tercera se
establece haciendo preguntas abiertas para llegar a las verdaderas causas
que están detrás de la explosión de carácter.
En el mismo orden de ideas, la colaboración para la solución del
problema es otra manera de manejar el conflicto; en este caso, el gerente
debe buscar una satisfacción autentica de todos, analizando las diferencias,
encontrando y solucionando problemas de tal manera que al final todos
ganen. Por otro lado, la competencia y mando autoritario también es una
forma de manejar conflictos, sin embargo, en estos casos prevalece el tipo
ganar-perder, por cuanto en el primer caso una de las partes logra su deseo
por medio de la fuerza, la habilidad superior o el dominio de alguna de las
partes.
Evidentemente, que estas últimas fórmulas de manejar los conflictos
simplemente recurren a estrategias ganar-perder, no ayudan a determinar las
causas profundas de los conflictos y solo tienden a suprimir los deseos de
una de las partes. Cabe considerar que la evitación, la reconciliación y la
concesión se ubican dentro de la categoría perder-perder.
La colaboración o solución del problema por el hecho de implicar que
todas las partes en conflicto reconocen que algo anda mal y por lo tanto se
necesita atención, se ubican dentro de la condición ganar-ganar, finalmente
la competencia y el mando autoritario corresponde a la modalidad ganar-
perder. Ahora bien, solo el manejo de conflicto ganar-ganar contribuyen a
eliminar las causas para que el conflicto continúe por cuanto nada se ha
evitado o suprimido. Por su parte, Martín (2007) refiere:
El procedimiento que aplica es de la búsqueda conjunta de una solución aceptable para las partes en litigio, que reúna las tres condiciones siguientes: 1) que de respuesta funcional
al conflicto, aunque no sea la mejor para ninguna de las partes; 2) que las partes en litigio las soluciones acordadas va a continuar; 3) que la solución obtenida mejore la relación entre las partes, que sin duda habría quedado deteriorada al surgir el conflicto (p. 351).
En relación con las conceptualizaciones propuestas por los autores se
observan diferencias, más de forma que de fondo, por cuanto, Jones y
George tienen aspectos coincidentes con Chiavenato al señalar que los
gerentes deben prestar atención a la manera de administrar los conflictos, de
modo que sepan aprovechar los efectos constructivos y desechar los
destructivos. Sin embargo, Martín, Dubrín así como Schermerhorn, Hunt y
Osborn presentan técnicas para el manejo de los conflictos, lo cual es valioso
para el gerente educativo puesto que de esta manera sabe cómo canalizar
los problemas ocasionados por la conflictividad, lo cual le ofrece la
posibilidad de saber tomar la parte positiva de estos problemas.
MARCO METODOLÓGICO
Por medio de este apartado se da a conocer la metodología aplicada
en la investigación respecto al tópico abordado, cconsiderándose aspectos
como: el tipo y diseño de estudio, la población y muestra, las técnicas e
instrumentos de recolección de datos, la validez y confiabilidad de dichos
instrumentos, los cuales permitieron brindar información relevante para el
análisis estadístico respectivo la elaboración posterior de conclusiones y
recomendaciones en base a los resultados obtenidos.
Para esta investigación, se asumió una metodología de desarrollo con
enfoque positivista, ahora bien, Gomes (2007), señala “el positivismo ha sido
el dominante en la investigación educativa, trata de adaptar el modelo de las
ciencias experimentales a las ciencias sociales” (p.24). En el presente
estudio se van a describir los hechos ajustados a la realidad para llegar a
concluir en algo específico.
En el mismo orden de ideas, este estudio positivista subyace en el
modelo descriptivo de campo, a través del cual se pretende obtener
información sobre la actividad intrínseca al fenómeno analizado, para
determinar sus posibles consecuencias haciendo a un lado, la fuente de
origen del mismo; en este sentido, el modelo descriptivo, es concebido por
según Arias (2012):
La investigación descriptiva consiste en la caracterización de un hecho, fenómeno, individuo o grupo, con el fin de establecer su estructura o comportamiento. Los resultados de este tipo de investigación se ubican en un nivel intermedio en cuanto a la profundidad de los conocimientos se refiere (p.24)
Por otro lado, el diseño de una investigación tiene como finalidad
señalar las etapas, pasos y procedimientos aplicados para el logro de los
objetivos planteados. En cuanto al diseño del estudio para el autor Arias
(2012), “el diseño de la investigación es la estrategia general que adopta el
investigador para responder al problema planteado” (p.27).
Por lo tanto, se identifica como investigación no experimental Gómez
(2007), en los métodos no experimentales “no se construye ninguna
situación, sino que se observan situaciones ya existentes no provocadas
intencionalmente por el investigador” (p.91). Es decir, que la variable objeto
de estudio debe ser evaluada tal cual una sola vez.
Por otra parte, es de campo, al respecto, para Pelekais, Finol de
Franco, Neuman, Carrasquero, García y Leal (2012) las investigaciones de
campo, “se refieren a los métodos a emplear cuando los datos de interés se
recogen en forma directa de la realidad; estos datos, obtenidos directamente
de la experiencia empírica, son llamados primarios (datos de primera mano)”
(p.92).
Es decir, se va directamente al lugar de los hechos donde el evento
está ocurriendo, es decir, al usar este modelo de investigación, son
recabados los datos desde su ambiente natural tomando en cuenta las
instituciones en estudio, en un sólo instante, sin alteración alguna por parte
de la investigadora en los mismos o en el contexto donde estos se
encuentran.
Por otro lado, Hernández, Fernández y Baptista (2010), quienes
consideran a los estudios transversales o transaccionales como aquellos que
“recolectan datos en un solo momento, en un tiempo único, su propósito es
describir variables y analizar su incidencia e interrelación en un momento
dado” (p.90). De este modo se describen las variables en estudio las cuales
se midieron en un solo momento, sin manipularlas.
Así mismo, los sujetos de la investigación están conformados por los
elementos seleccionados que sirvieron como fuentes primarias de
información para la presente investigación. Según Sabino (2006), “los sujetos
de la investigación son los elementos participantes previamente
seleccionados para desarrollar un estudio” (p. 52). En el presente estudio los
sujetos que participan como unidad de análisis están constituidos por el
personal docente y directivo.