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may-99 A. K. Coomaraswamy ___________________________________ 1: ARTÍCULOS SELECTOS ARTE Y SIMBOLISMO TRADICIONAL

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A. K. Coomaraswamy___________________________________

1: ARTCULOS SELECTOS ARTE Y SIMBOLISMO TRADICIONAL

Contenido del Volumen IEL TEMPLO INDIOUn Templo Indio: El Kandarya Mahadeo..............................................................5

ENSAYOS SINPTICOSUna Figura de Lenguaje o una Figura de Pensamiento?.....................................16 La Filosofa del Arte Medieval y Oriental...........................................................50 La Parte del Arte en la Vida India.......................................................................80 Introduccin al Arte del Asia Oriental .............................................................. 113

ARTE Y ESTTICA INDIOSLa Operacin Intelectual en el Arte Indio ......................................................... 144 La Naturaleza del Arte Budista......................................................................... 160 Savega: La Conmocin Esttica..................................................................... 195

ARTE Y ESTTICA MEDIEVALESLa Teora Medieval de la Belleza ..................................................................... 203 Ars sine scientia nihil ....................................................................................... 247 El Encuentro de los Ojos .................................................................................. 251

ESTUDIOS AFINESOrnamento ...................................................................................................... 257 Mobiliario Shaker ......................................................................................... 271

Nota Sobre la Filosofa del Arte Persa .............................................................. 277 Intencin ........................................................................................................ 283 Imitacin, Expresin y Participacin ................................................................ 294

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La Mentalidad Primitiva................................................................................... 305 Pintura China en Boston ................................................................................... 328 Sntoma, Diagnosis y Rgimen ......................................................................... 337

SIMBOLISMO TRADICIONAL MetodologaEl Simbolismo Literario ................................................................................... 343 El Rapto de una Ng: Un Sello Indio Gupta..................................................... 352 Walter Andrae: Sobre la Vida de los Smbolos ................................................. 363

Cuatro EstudiosSobre la Esposa Horrible .................................................................................. 374 El Cuerpo Sembrado de Ojos............................................................................ 393 El rbol Invertido ............................................................................................ 398 El Mar ............................................................................................................. 431

La Puerta del Sol y Motivos AfinesEl Simbolismo del Domo Apndice: Pli kaik: Clave de Bveda .............................................. 440 Svayamt: Janua Coeli .............................................................................. 497 Simplgades ..................................................................................................... 555

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EL TEMPLO INDIO

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A.K. COOMARASWAMY, UN TEMPLO INDIO: EL KANDARYA MAHADEO

Figura 1. Templo Kandarya Mahadeo, Khajuraho

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UN TEMPLO INDIO:EL KANDARYA MAHADEO*

La naturaleza del presente simposio sugiere el uso de una nica ilustracin, pero se pide que el lector comprenda que mi tema en el breve artculo presente es realmente el de el templo Hind, con independencia del perodo y de su complejidad o simplicidad relativa. La eleccin de este tema resulta especialmente apropiada por la reciente publicacin [1946] de la magnfica obra de la Dra. Stella Kramrisch, The Hindu Temple. En primer lugar, puede observarse que la parte ms esencial del concepto de un templo es la de un altar, o un hogar, en el que pueden hacerse ofrendas a una presencia invisible, que puede estar o no representada iconogrficamente. Los tipos de templos ms antiguos son los de las mesas de piedra1 de los cultos megalticos y los de los altares de piedra de los cultos del rbol o del pilar2; o bien el templo puede ser un hogar; la ofrenda a quemar se transmite entonces a los dioses con el humo del fuego, y Agni funciona as como el sacerdote misal. En todos estos casos el templo, aunque est vallado o cercado, sigue siendo hypaethral3, es decir, abierto al cielo. Por otra parte, el tipo indio ms antiguo de arquitectura sagrada, a la vez cercado y techado, es el del sadas (sede, puesto que la operacin sacrificial misma es un sattra, una sesin) del Sacrificio o Misa vdico. Hecho slo para un uso temporario, este recinto es un lugar aparte (tiras, antarhita) al que los dioses recurren y en el que el[Publicado simultneamente en Art in America, XXXV (1947), y en ilpi, II (1947), este artculo fue la contribucin de Coomaraswamy al nmero especial de la revista American sobre el tema Art as Symbol.ED.] 1 Cf. J. Layard, Stone Men of Malekula (Londres, 1942), pp. 625, 701, sobre los dlmenes como altares, usados tambin como sillas. 2 Cf. Coomaraswamy, Yakas [I], 1928, p. 17. 3 Cf. Coomaraswamy, Early Indian Architecture: II. Bodhigharas, 1930. La palabra griega (como se aplica a los cnicos y a los gimnosofistas indios) = abhoksika (como se aplica a los monjes budistas); cf. vivattacado (cuyo techo ha sido abierto, como se dice de un Buddha).*

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Sacrificador, una vez investida la vestidura de la iniciacin y el ardor, duerme, deviniendo entonces como si fuera uno de ellos mismos; ciertamente, el Sacrificador deviene un embrin, y renace del recinto sagrado como si fuera de una matriz4. Esta cabaa o sala es un microcosmos, cuyas esquinas, por ejemplo, se llaman los cuatro cuadrantes5. Al mismo tiempo, debe reconocerse que no puede hacerse ninguna distincin fundamental entre la casa de dios como tal y las moradas de los hombres, ya sean cabaas o palacios, como es evidente en el caso de esas culturas, notablemente la cultura india, en la que el paterfamilias mismo oficia como sacerdote del hogar, celebrando diariamente el Agnihotra en el crculo domstico. En adicin a esto, debe entenderse que en la India, como en otras partes, no slo los templos hechos con las manos son el universo en una semejanza, sino que el hombre mismo es igualmente un microcosmos y un templo sagrado6 o Ciudad de Dios (brahmapura)7. Puesto que el cuerpo, el templo, y el universo son as anlogos, se sigue que todo culto que se celebra exterior y visiblemente tambin puede celebrarse interior e invisiblemente; y que el ritual grosero no es, de hecho, nada ms que una herramienta o un soporte de contemplacin, pues los medios externos (justamente como era el caso en Grecia) tienen como su fin y meta el conocimiento de El que es el Primero, el Seor, y el Inteligible8 en tanto que se distingue de lo visible. Se reconoce tambin, por supuesto, que toda la tierra es divina, es decir, potencialmente un altar, aunque, necesariamente, se selecciona y prepara un lugar para un Sacrificio efectivo, y la validez de ese sitio no depende del sitio mismo sino de la del arte sacerdotal; y ese sitio est siempre, tericamente, a la vez en un lugar elevado y en el centro u ombligo de la tierra, con una orientacin hacia el oriente, puesto que es desde el oriente hacia el oeste como los dioses vienen a los hombres9. Por consiguiente, se recalca constantemente que el Sacrificio es esencialmente una operacin mental, que ha de realizarse a la vez exterior e interiormente, o en todo caso interiormente. El Sacrificio se prepara con toda la mente y todo el s mismoatapatha Brhmaa III.1.1.8, III.1.3.28; Taittirya Sahit VI.1.1.1, VI.2.5.5. Taittirya Sahit VI.1.1.1, con el comentario de Keith en Harvard Oriental Series, XIX, 483, nota 4. 6 I Corintios 3:16, 17. 7 Atharva Veda Sahit X.2.30; Chndogya Upaniad VIII.1.1-5. 8 Plutarco, Moralia 352A. 9 atapatha Brhmaa I.1.2.23, III.1.1.1,4.5 4

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del Sacrificador. Por as decir, el Sacrificador se vaca de s mismo, y l mismo es la vctima real10. El verdadero fin del culto es un fin de reintegracin y de resurreccin, alcanzable no por un cumplimiento meramente mecnico del servicio, sino por una plena realizacin de su significacin, o inclusive por esta comprehensin sola11. El Agnihotra, u ofrenda a quemar, por ejemplo, puede ser y es para el comprehensor un sacrificio de s mismo interior, en el que el corazn es el altar, el hombre exterior la ofrenda, y el s mismo domado la llama12. Dado que la estructura humana, el templo construido, y el universo son equivalentes analgicos, las partes del templo corresponden a las del cuerpo humano no menos que a las del universo mismo13. Todas estas formas dimensionadas (nirmita, vimita) son explcitamente casas, habitadas y llenadas por una Presencia invisible, y representan sus posibilidades de manifestacin en el tiempo y el espacio; su razn de ser es que la Presencia invisible pueda conocerse a s misma. Pues este Principio unificador y constructivo, que es el Espritu o S mismo de todos los seres, est slo aparentemente confinado por sus habitaciones, que, como todas las imgenes, sirven slo como soportes de contemplacin; y ninguna de ellas es un fin en s misma, sino medios ms o menos indispensables para la liberacin de todo tipo de recinto. En otras palabras, la posicin es primariamente iconlatra, pero teleolgicamente iconoclasta. Cada una de las casas que estamos considerando est dimensionada y limitada en seis direcciones, donde el nadir, los cuadrantes, y el cenit los pies, el suelo, o la tierra; el tronco, el espacio interior, o el espacio atmosfrico; y el crneo, el techo, o el cielo definen la extensin de este hombre, de esta iglesia, y de este mundo respectivamente. Aqu nosotros slo podemos considerar uno o dos aspectos particulares de stas y otras analogas. El templo, por ejemplo, tiene ventanas y puertas por las cuales el morador puede mirar y salir, o inversamente retornar a s mismo; y stas corresponden en el cuerpo a las puertas de los sentidos a travs de las cuales uno puede mirar en los tiempos de actividad, o desde las cuales uno puede retornar al corazn del propio ser de uno cuando los sentidos se retiran de sus objetos, es deatapatha Brhmaa II.4.1.11, III.3.4.21, III.8.1.2, IX.5.1.53. atapatha Brhmaa X.4.2.31, X.4.3.24. 12 Skhyyana rayaka X; atapatha Brhmaa X.5.3.12, Sayutta Nikya I.169. 13 Cf. Stella Kramrisch, The Hindu Temple (Calcuta, 1946), II, 357-361, The Temple as Purua.11 10

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cir, en la concentracin. Sin embargo, en teora, hay otra puerta o ventana, accesible slo por una escala o la cuerda de la que nuestro ser est suspendido desde arriba, y a cuyo travs uno puede emerger de la estructura dimensionada de manera que ya no est ms al nivel de su suelo, o dentro de ella, sino enteramente por encima de ella. En el hombre, esta salida se representa por el foramen craneal, que todava no est cerrado al nacer, y que se abre nuevamente al morir cuando se rompe ritualmente el crneo, aunque, en lo que concierne a su significacin, puede mantenerse abierto durante toda la vida de uno mediante los ejercicios espirituales apropiados, puesto que esta abertura de Dios (brahma-randhra) corresponde al punto u ojo del corazn, la Ciudad microcsmica de Dios (brahmapura) dentro de nosotros, de la que el Espritu parte al morir14. Arquitectnicamente, el brahma-randhra, o foramen del crneo humano, o del templo hecho por el hombre, corresponde al lucernario, chimenea, o claraboya (Lichtloch) de la casa tradicional; y en algunos templos Occidentales antiguos e incluso relativamente modernos, este oculus del domo todava sigue siendo una ventana circular abierta, y, por consiguiente, la estructura sigue siendo hypaethral15. En los antiguos domos indios de madera, la abertura de arriba est aparentemente cerrada por la clave de bveda circular (kaik) sobre la que encajan las vigas como los radios de una rueda o las varillas de un parasol; pero este plato est perforado, y de todos modos funciona como una puerta o lugar de salida, a cuyo travs, los movedores a voluntad Perfectos (Arahants) y los viajeros del cielo seBhadrayaka Upaniad IV.4.2; Chndogya Upaniad VIII.1.1-4; Hasa Upaniad I.3. Para el rompimiento del crneo, ver Grua Pura X.56-59, donde bhitv brahmarandhrakam corresponde arquitectnicamente a bhitv kaik-maalam (Dhammapada Atthakath III.66) y microcsmicamente a bhitv sryamaala (salir a travs del disco solar) (Maitri Upaniad VI.30). En el Pura, esta salida representa explcitamente el renacimiento del decedido desde el fuego sacrificial en el que se quema el cuerpo; Jaiminya Upaniad Brhmaa III.2.7. Para el ojo del corazn, cf. J. A. Comenius The Labyrinth of the World (1631, basado sobre J. V. Andreae, Civis Christianus), tr. Spinka (Chicago, 1942) captulos 37, 38, 40 (en la bveda de sta mi cmara, una gran ventana redonda arriba, accesible slo por medio de escalas; a travs de ella, por una parte, Cristo mira abajo desde arriba, y por otra, uno puede escudriar adentro del ms all). 15 Por ejemplo, el Panten Romano; cf. el grabado del Tempio della Tossa de Piranesi. An hoy, para que l [Terminus] no vea algo por encima de l que no sean las estrellas, tienen los techos de los templos su pequea abertura (exiguum foramen, Ovidio, Fasti II.667-668), Para la arquitectura islmica, cf. E. Diez en Ars Islamica, V (1938), 39, 45: El espacio era el problema principal y se puso en relacin con, y en dependencia de, el espacio infinito por medio de un opaion ampliamente abierto en el cenit de la cpula. Esta relacin con el espacio abierto se recalcaba siempre por medio de la linterna abierta al cielo en la arquitectura Occidental El arte islmico aparece como la individuacin de su base metafsica (unendlichen Grund).14

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describen repetidamente como haciendo su salida; es una puerta superior (agga-dvra)16. En las estructuras lticas indias ms recientes, la sumidad de la espira est de la misma manera aparentemente cerrada por una losa de piedra circular (malaka), pero sta est perforada tambin para la recepcin de la espiga del pinculo que prolonga el eje central de toda la estructura; y se sigue usando el trmino brahma-randhra. Finalmente, en el mundo del que el cielo es el techo, el Sol mismo es la Janua Coeli, la puerta de la liberacin (moka-dvra), la nica va por la que se sale del universo dimensionado, y as se escapa enteramente17. Hemos considerado hasta aqu el altar (siempre en algn sentido un hogar sacrificial, anlogo al corazn) y el oculus del domo (siempre en algn sentido un smbolo del Sol) como las metas prxima y ltima del adorador que viene a visitar a la deidad, cuya casa, hecha por el hombre, es el templo, para entregarse a s mismo. El altar, como el hogar sagrado, est siempre teorticamente en el centro u ombligo deVer Coomaraswamy, El Simbolismo del Domo, Pli kaik, y Svayamt: Janua Coeli; para el agga-dvra, cf. Coomaraswamy, Algunas Fuentes de la Iconografa Budista, 1945, p. 473, nota 12. Para la salida por la va del techo, cf. Odisea I.320 donde Atenea, al dejar la casa de Odiseo, vol como un pjaro a travs del oculus; Cross and Slover, Ancient Irish Tales (1936), p. 92, Y l [el dios Mider] la llev a ella [Etain] fuera a travs del agujero tragahumos de la casa y ellos vieron dos cisnes dando vueltas; y H. Rink , Tales and Traditions of the Eskimo (Londres y Edimburgo, 1875), pp. 60, 61, cuando el angakok [el shaman] tena que hacer un vuelo, saltaba a travs de una abertura que apareca por s sola en el techo. Es a travs de la abertura csmica por donde el Hombre, el Hijo de Dios, mira abajo, y desciende (Hermes, Lib. I.14). Y de la misma manera que el kaik es un smbolo del samdhi, sntesis, as, como dice Pausianas, esta piedra clave griega es una armona de todo el edificio (Pausianas, VIII.8.9 y IX.38.7). En conexin con el trmino agga-dvra, puede observarse que agga (= agra, cf. Platn, Fedro 247B y Filn, De opificio mundi 71), sumidad, se predica del Buddha (Aguttara Nikya II.17, Dgha Nikya III.147), que abre las puertas de la inmortalidad (Vinaya-Piaka I.7, Dgha Nikya II.33. Majjhima Nikya I.167) y que, en este sentido, es un Dios Puerta, como Agni (Aitareya Brhmaa III.42) y como Cristo (San Juan 10:9; Sum. Theol. III.49.5), pues esta Janua Coeli es la puerta en la que se dice que los Buddhas estn y llaman (Sayutta Nikya II.58). Se encontrar ms material pertinente en P. Sartori, Das Dach im Volksglauben, Zeit. des Vereins f. Volkskunde, XXV (1915), 228-241; K. Rhamm como lo resea V. Ritter von Geramb, dem, XXVI (1916); R. Gunon, El Simbolismo del domo, tudes traditionelles, XLIII (1938); F. J. Tritsch, False Doors in Tombs, JHS, LXIII (1943), 113-115; y ms generalmente en W. R. Lethaby, Architecture, Mysticism, and Myth (Nueva York, 1892). 17 Jaiminya Upaniad Brhmaa I.3.5, es decir, a travs del medio del Sol, Jaiminya Upaniad Brhmaa I.6.1, la Janua Coeli, Jaiminya Upaniad Brhmaa IV.14.5, IV.15.4 y 5, o la Puerta del Sol de Maitri Upaniad VI.30 y Muaka Upaniad I.2.11.16

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la tierra, y el ojo solar del domo est siempre en el centro del techo o coelum inmediatamente encima de l; y stos dos estn conectados en principio, como en algunas estructuras antiguas lo estaban de hecho, por un pilar axial que a la vez une y separa el suelo y el techo, y que soporta a este ltimo; ello es como era en el comienzo, cuando el cielo y la tierra, que haban sido uno, fueron separados y apuntalados por el Creador18. Es por este pilar considerado como un puente19 o una escala, o, debido a su inmaterialidad, como un pjaro en vuelo20, y considerado, en todo caso, desde su base, pues no hay ningn atajo aqu en el mundo21 por donde debe hacerse el difcil ascenso tras de Agni (drohaa, agner anvroha)22 desde abajo hasta la Puerta del Sol arriba; un ascenso que se imita tambin en incontables ritos de escalada, y, notablemente, en el del ascenso del poste sacrificial (ypa) por el Sacrificador que, cuando alcanza su sumidad y alza su cabeza por encima de su capitel, dice en nombre de s mismo y de su esposa: Nosotros hemos alcanzado el cielo, hemos alcanzado a los dioses; nosotros hemos devenido inmortales, hemos devenido los hijos de Prajpati23. Pues entonces la distancia que separa el cielo de la tierra est temporalmente aniquilada; el puente queda detrs de ellos. La naturaleza y la plena significacin del pilar csmico (skambha), el Axis Mundi mencionado arriba, puede entenderse mejor desde su descripcin en Atharva Veda Sahit X.7 y 824, o comprenderse mejor en los trminos de la doctrina islmica del Qutb, con el que se identifica el Hombre Perfecto, y sobre el que giran todas las cosas. En el Sadas vdico se representa por el poste-rey (stha-rja, o l-vaa) queg Veda Sahit passim. En general, la columna axial del universo es un pilar (mita, sth, vaa, skambha, etc.) de Fuego (g Veda Sahit I.59.1, IV.5.1, X.5.6), de Vida (g Veda Sahit X.5.6), de Luz solar (Jaiminya Upaniad Brhmaa I.10.10), de Soplo o de Espritu (ran, passim), es decir, es el S mismo (tman, Bhadrayaka Upaniad IV.4.22). La separacin primordial del cielo y de la tierra es comn a los mitos de creacin de todo el mundo. 19 D. L. Coomaraswamy, The Perilous Bridge of Welfare, Harvard Journal of Asiatic Studies, VIII (1944). 20 Pacavia Brhmaa V.3.5. 21 Maitri Upaniad VI.30. 22 Taittirya Sahit V.6.8; Aitareya Brhmaa IV.20-22. 23 Taittirya Sahit I.7.9, V.6.8, VI.6.4.2; atapatha Brhmaa V.2.1.15. Cf. Coomaraswamy, Svayamt: Janua Coeli. 24 Atharva Veda Sahit X.7.35 y 82, El skambha sostiene a la vez el cielo y la tierra y ha habitado todas las existencias Con l stos dos [el cielo y la tierra] estn separados y apuntalados, en l est todo lo que est enspirituado (tmanvat), todo lo que alienta y parpadea.18

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el Sacrificador mismo erige, y que representa al Soplo Mediano25, de la misma manera que, dentro del hombre, es el principio axial de la propia vida y ser de uno26. En el altar vdico (del Fuego), que es una imagen construida del universo, ste es tambin el principio axial que pasa a travs de los tres ladrillos perforados del s mismo (svayamt), de los que el ms alto corresponde a la Puerta del Sol de los textos posteriores; es un eje que como la escala de Jacob es la va arriba y abajo de estos mundos. Al visitar a la deidad cuya imagen o smbolo se ha erigido en el seno del templo, el adorador est retornando al corazn y centro de su propio ser para cumplir una devocin que prefigura su resurreccin y regeneracin ltima desde la pira funeraria en la que se hace el ltimo Sacrificio. Volvemos as nuevamente al concepto de las tres casas anlogas la corporal, la arquitectnica, y la csmica que el Espritu de Vida habita y llena; y al mismo tiempo reconocemos que los valores del simbolismo arquitectnico ms antiguo se conservan en las construcciones ms recientes y sirven para explicar su uso27. Para concluir, slo recalcar lo que ya est implcito en lo expuesto, a saber, que el simbolismo arquitectnico indio, brevemente esbozado arriba, no es en modo alguno peculiarmente o exclusivamente indio, sino ms bien de extensin mundial. Por ejemplo, que la estructura sagrada es un microcosmos, es decir, el mundo en una semejanza, es explcito entre los indios americanos; como observa Sartori, Entre los indios huicholes el templo se considera como una imagen del mundo, el techo como el cielo, y las ceremonias que se celebran durante la construccin se relacionan casi todas con este significado28, y como cuenta Speck en su descripcin de la Gran Casa Delaware, la Gran Casa representa el universo; su suelo, es la tierra; sus cuatro paredes, son los cuatro cuadrantes; su bveda, es la cpula del cielo arriba, donde reside el Creador en su indefinible supremaca el poste central es el bculo del Gran Espritu, con su pie sobre la tierra, con su pinculo que llega hasta la mano del SerAitareya rayaka III.1.4, III.2.1; Skhyana rayaka VIII; cf. Coomaraswamy, El Beso del Sol, 1940, nota 30. 26 Bhadrayaka Upaniad II.2.1, donde, en los cuerpos grosero y sutil de los individuos, el Soplo Mediano es el pilar (madhyamah prna sth). 27 En efecto, es bien sabido que la construccin del altar del fuego es un sacrificio personal disfrazado La actividad artstica de la India siempre se ha resentido, lo hemos reconocido, de que la primera obra de arte brahmnico haya sido un altar donde el donador, dicho de otra manera el sacrificador, se una a su dios, Paul Mus, Barabuur (Pars, 1935), I, *92, *94. 28 Sartori, Das Dach im Volksglauben, p. 233.25

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Supremo sedente en su trono29. De la misma manera, desde el punto de vista indio, se dice, con respecto a la va arriba y abajo [de estos mundos], que dentro de estos dos movimientos tiene su ser el templo hind; su pilar central se erige desde el corazn del Vstupurua en el Brahmasthna, desde el centro y corazn de la existencia en la tierra, y soporta el Prasda Purua en el Vaso de Oro en el esplendor del Empreo30. Finalmente, puesto que el templo es el universo en una semejanza, su interior obscuro est ocupado slo por una nica imagen o smbolo del Espritu formador, mientras que externamente sus muros estn cubiertos de representaciones de los Poderes Divinos en toda su multiplicidad manifestada. Al visitar el santuario, se procede hacia adentro, desde la multiplicidad a la unidad, de la misma manera que en la contemplacin; y al retornar de nuevo al mundo exterior, se ve que uno ha estado rodeado por todas las innumerables formas que el nico Veedor y Agente adentro asume en su actividad como de juego. Y esta distincin entre el mundo exterior y el santuario interior de un templo indio, dentro del que se entra para nacer de nuevo de su seno obscuro31 es la misma distincin que hace Plotino cuando observa que el veedor de lo Supremo, siendo uno con su visin, es como el que, habiendo penetrado en el santuario interior, deja las imgenes del templo detrs de l aunque stas devienen, una vez ms, los primeros objetos de consideracin cuando deja el santuaF. G. Speck, sobre la gran casa india delaware, citado de Publications of the Pennsylvania Historical Commission, II (1931), por W. Schmidt, High Gods in North America (Oxford, 1933), p. 75. Fr. Schmidt observa, p. 78, que los delawares estn perfectamente acertados al afirmar esto, la importancia fundamental del poste del centro, y seala que lo mismo es vlido para muchas otras tribus indias, entre quienes el poste del centro de la cabaa ceremonial tiene una funcin simblica completamente similar y pertenece as a los elementos religiosos ms antiguos de Norte Amrica. Sobre la importancia del poste central, cf. tambin J. Strzygowski, Early Church Art in Northern Europe (Nueva York, 1928), p. 141, en conexin con las iglesias mastiladas de Noruega: La aguja que marca la cspide del eje perpendicular parece ser una reliquia del tiempo en que el nico tipo era la iglesia de un solo mstil. Para China, cf. G. Ecke, Once More Shen-Tung Ssu and Ling-Yen Ssu, Monumenta Serica, VII (1942), 295 sig, Cf. el verso invocatorio del Dasakumracarita: Que el bastn de Su pie, el de el Zanqueador (Vinu), te cruce es decir, el bastn del parasol del Brahmnda, el tallo del loto csmico del Sacrificador de Ciento (de Brahm), el mstil de la barca de la tierra, el asta del estandarte del ro de la corriente del nctar, el poste del eje de la esfera planetaria, el pilar de la victoria sobre los tres mundos, y el bastn mortfero de los enemigos de los dioses que ste sea tu medio de cruce. 30 Kramrisch, The Hindu Temple, II, 361. 31 dem, p. 358.29

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rio; pues All su conversacin no era con la imagen, ni con el rastro, sino con la Verdad misma32. La deidad que asume innumerables formas, y que no tiene ninguna forma, es uno y el mismo Purua, y adorarle de uno u otro modo conduce a la misma liberacin: Como los hombres se acercan a M, as yo les doy la bienvenida33. En ltimo anlisis, el ritual, como el del antiguo Sacrificio vdico, es un procedimiento interior, cuyas formas exteriores son slo un soporte, indispensable para aquellos que aunque estn en la va todava no han alcanzado su meta, pero del que pueden prescindir aquellos que ya han encontrado el fin, y que, aunque pueden estar todava en el mundo, no son de l. Mientras tanto, no puede haber peligro ni obstculo ms grande que el del iconoclasmo prematuro de aquellos que todava confunden su existencia propia con su ser propio, y que todava no han conocido el S mismo; stos son la vasta mayora, y para ellos el templo y todas sus figuraciones son mojones en su camino.

32 33

Plotino, Enadas VI.9.11. Bhagavad Gt IV.11.

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ENSAYOS SINPTICOS

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A.K. COOMARASWAMY, UNA FIGURA DE LENGUAJE O UNA FIGURA DE PENSAMIENTO?

UNA FIGURA DE LENGUAJE O UNA FIGURA DE PENSAMIENTO?* 1

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