arte terapia y cerebro

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Arte Terapia y Cerebro 1 Cathy A. Malchiodi Históricamente, el arte terapia se ha resistido a ser asociado con la ciencia y ha preferido una posición más bien basada en el arte, tanto en su filosofía como en la práctica. Sin embargo, hallazgos científicos recientes acerca de cómo las imágenes actúan sobre la emoción, el pensamiento y el bienestar, así mismo, cómo el cerebro y el cuerpo reaccionan ante la experiencia de dibujar, pintar u otras actividades, nos muestran con claridad por qué el arte terapia puede ser efectivo en una gran variedad de personas. Así como la ciencia adquiere cada vez mayores conocimientos acerca de la conexión entre emoción y salud, estrés y enfermedad, cerebro y sistema inmunológico, el arte terapia está descubriendo nuevas fronteras para el uso de las imágenes y la expresión artística en el tratamiento. Durante estas últimas décadas, el gran incremento de conocimientos provenientes desde la ciencia y medicina ha redefinido las intervenciones en el ámbito de la salud mental. En 1993, Bill Mayers presentó a la conciencia pública “Medicina de cuerpo y mente” en programas de televisión: “Curación y mente”. Medicina de cuerpo y mente es una denominación popular para describir un enfoque que considera el impacto de la mente en la salud corporal. A pesar que sólo ha cobrado importancia en las últimas décadas, no es una idea nueva, ya que muchas técnicas mente-cuerpo, como la meditación y el yoga, son conocidas desde hace miles de años. Investigaciones como la de Benson (1975, 1996) que 1 Traducción libre de Capella, C., Escala. C. y Núñez, L., docentes Curso de Actualización de Post título Intervención Psicoterapéutica con niños y niñas que han sido víctimas de agresiones sexuales: Profundización en el uso de técnicas (curso impartido en el mes de Enero del año 2008 en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile). Texto original: MALCHIODI, C. (2003). Art therapy and the brain. En: MALCHIODI, C. (ED). Handbook of art therapy. New York: The Guilford press. 1

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Arte Terapia y Cerebro

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Arte Terapia y Cerebro1

Cathy A. Malchiodi

Históricamente, el arte terapia se ha resistido a ser asociado con la ciencia y ha preferido una posición más bien basada en el arte, tanto en su filosofía como en la práctica. Sin embargo, hallazgos científicos recientes acerca de cómo las imágenes actúan sobre la emoción, el pensamiento y el bienestar, así mismo, cómo el cerebro y el cuerpo reaccionan ante la experiencia de dibujar, pintar u otras actividades, nos muestran con claridad por qué el arte terapia puede ser efectivo en una gran variedad de personas. Así como la ciencia adquiere cada vez mayores conocimientos acerca de la conexión entre emoción y salud, estrés y enfermedad, cerebro y sistema inmunológico, el arte terapia está descubriendo nuevas fronteras para el uso de las imágenes y la expresión artística en el tratamiento.

Durante estas últimas décadas, el gran incremento de conocimientos provenientes desde la ciencia y medicina ha redefinido las intervenciones en el ámbito de la salud mental. En 1993, Bill Mayers presentó a la conciencia pública “Medicina de cuerpo y mente” en programas de televisión: “Curación y mente”. Medicina de cuerpo y mente es una denominación popular para describir un enfoque que considera el impacto de la mente en la salud corporal. A pesar que sólo ha cobrado importancia en las últimas décadas, no es una idea nueva, ya que muchas técnicas mente-cuerpo, como la meditación y el yoga, son conocidas desde hace miles de años. Investigaciones como la de Benson (1975, 1996) que investigó la “reacción de relajación (“relaxation response”) y Ader (2001) que es líder en el campo de la psiconeuroinmunología (estudio integrado de la mente, sistema neuroendocrino y sistema inmunológico) y otros, han propiciado la inclusión de métodos cuerpo mente dentro de la corriente principal de la medicina. La neurociencia (el estudio del cerebro y sus funciones) está teniendo una gran influencia tanto en el ámbito y práctica de la psicoterapia, como en los enfoques “cuerpo y mente”. Ya que las nuevas tecnologías permiten a los investigadores examinar el

1 Traducción libre de Capella, C., Escala. C. y Núñez, L., docentes Curso de Actualización de Post título Intervención Psicoterapéutica con niños y niñas que han sido víctimas de agresiones sexuales: Profundización en el uso de técnicas (curso impartido en el mes de Enero del año 2008 en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile).Texto original: MALCHIODI, C. (2003). Art therapy and the brain. En: MALCHIODI, C. (ED). Handbook of art therapy. New York: The Guilford press.

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cerebro y otras actividades neurológicas y fisiológicas del cuerpo, estamos aprendiendo mucho acerca de la relación entre la mente y el cuerpo. Damasio (1994), Sapolsky (1998) y Ramachandran (1999), entre otros, han descrito los fenómenos neurológicos y fisiológicos relativos a la memoria, cómo las imágenes se conceptualizan y cómo ellas afectan al cerebro y al cuerpo. Siegel (1999), Van Der Kolk, McFarlane y Weisaeth (1996) y Schore (1994) han difundido el conocimiento acerca de la compleja interrelación entre el cerebro, la fisiología humana y las emociones, como también la importancia del apego temprano para las funciones neurológicas del resto de la vida de la persona y el impacto de los traumas en la memoria. Estos hallazgos son de largo alcance y afectan el modo cómo la psicoterapia está siendo diseñada y puesta en práctica.

La relación entre neurociencia y terapia es relevante ya que influye en cada área de la práctica (Malchiodi, Riley y Hass-Cohen). Kaplan (2000) subraya la tremenda importancia del pensamiento científico en la práctica de arte terapia, el significado de la neurociencia para este ámbito y la importancia de la unidad mente-cuerpo en la imaginería y actividad artística. Por último, la ciencia será central en la comprensión y definición de cómo trabaja actualmente el arte terapia y por qué es éste una modalidad terapéutica.

Arte Terapia como una intervención mente cuerpo

El Centro Nacional para Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM, 2002), que es un departamento del Instituto Nacional de Salud (NIH), ha definido las intervenciones mente cuerpo como aquéllas dirigidas a facilitar la capacidad de la mente para actuar sobre las funciones corporales y los síntomas. Muchos enfoques que cuentan con bases teóricas bien documentadas, como por ejemplo Educación del Paciente y Cognitivo Conductual están ahora incluidos dentro de la “corriente principal” según el NCCAM. El arte terapia es considerado una intervención mente-cuerpo, sin embargo se ha empleado prioritariamente como una forma de psicoterapia más que como una intervención que modifique la fisiología, los síntomas y otros aspectos de la salud (Instituto Nacional de Salud, 1994). Sólo la investigación más reciente en arte terapia comienza a explicar por qué éste puede ser usado como un método mente- cuerpo (Malchiodi, 1993, 1999). De Luc (1999) demostró los efectos fisiológicos de dibujar mandalas, con un grupo de escolares, empleando un “biofeedback” para medir la temperatura de la piel, junto con la presión de la sangre y monitores de pulso. Camic (1999) realizó un estudio usando arte visual y otras formas de arte junto a técnicas cognitivo

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conductuales, meditación e imaginería para reducir dolores crónicos en adultos. Otros han investigado el papel de la producción artística como complemento del tratamiento médico y apoyo a las habilidades del paciente para sobrellevar los síntomas y el estrés (Anand y Anand, 1999; Gabriela, 1999; Hiltebrand, 1999; Lusebrink, 1990).

En general, los estudios de intervenciones mente cuerpo (incluyendo el arte terapia), aunque promisorios, han mostrado graves deficiencias. Así es como muchas de las investigaciones en esta área deben aún ser replicadas por investigadores independientes. Además, no hay razones que expliquen con claridad por qué algunas intervenciones que parecían prometedoras en un comienzo, han obtenido resultados dudosos en estudios posteriores. Felizmente, con el advenimiento de una tecnología cada vez más sofisticada, que ha ampliado la comprensión del cerebro y su relación con el cuerpo, emergen evidencias que demostrarán por qué, cómo y con quiénes son efectivas las intervenciones mente cuerpo.

Neurociencia y Arte Terapia

Cómo funciona el cerebro y de qué manera influye en las emociones, cognición y conducta: he aquí un tema importante para el tratamiento de muchos problemas que las personas traen a la terapia, incluyendo trastornos del ánimo, estrés post-traumático, adicciones y enfermedades físicas. Así como hay muchas áreas de investigación que son relevantes en la práctica de la psicoterapia, existen también muchas áreas que son especialmente importantes para el arte terapia. Estas áreas son: imágenes y formación de la imagen, fisiología de la emoción, teoría del apego y el efecto placebo.

Imágenes y formación de la imagen:

El sentido común nos dice que las imágenes deben tener un impacto en cómo sentimos y reaccionamos. Un ejemplo, sólo imaginar morder un limón puede llevarnos a fruncir los labios y el ver un alimento que nos gusta mucho puede hacernos salivar. Las imágenes pueden provocar sensaciones de placer, temor, ansiedad o tranquilidad, existen evidencias que ellas pueden alterar el ánimo e, incluso, inducir una sensación de bienestar (Benson, 1975). “Existe evidencia sólida que las imágenes tienen un significativo impacto en nuestro cuerpo. Sencillos experimentos han aportado evidencia que la simple exposición a las imágenes de la naturaleza desde la ventana de un hospital, puede disminuir

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el período de internación y aumentar los sentimientos de bienestar en los pacientes”(Ulrich, 1984).

El terapeuta en arte Vija Lusebrink (1990) observa que las imágenes son “un puente entre mente y cuerpo, o entre los niveles conscientes del proceso de información y los cambios fisiológicos del cuerpo” (p. 218). La imaginería guiada, un procedimiento experimental en el cual un individuo es conducido, a través de la relajación, a seguir sugerencias de imágenes determinadas, ha sido empleado para disminuir síntomas, cambiar el ánimo y aprovechar las capacidades de sanación del cuerpo.

Terapeutas en arte y otros han aplicado los principios de la imaginería y de la imaginería guiada para trabajar con sujetos en una variedad de settings. Por ejemplo Baron (1989) empleó imaginería guiada como parte de arte terapia en el tratamiento de personas con cáncer.

Hasta hace relativamente poco tiempo, los investigadores sólo eran capaces de especular sobre la acción de la imaginería guiada. La neurociencia está mejorando en forma acelerada la comprensión de la imaginería, formación de la imagen y las zonas del cerebro involucradas en la creación de imágenes. Un ejemplo, la investigación demuestra que las imágenes que “vemos” o las que “imaginamos” activan la corteza cerebral de una manera similar. En otras palabras, según Damasio (1994), nuestro cuerpo responde a las imágenes “mentales” como si ellas fueran reales, las imágenes no son sólo visuales e incluyen todas las modalidades sensoriales: auditivas, olfativas, gustativas, cenestésicas (sentidos: tacto, muscular, temperatura, dolor, visceral y vestibular). Las imágenes no se almacenan en un lugar único del cerebro, al contrario, varias zonas del cerebro participan en la formación, almacenamiento y recuperación de la imagen.

El conocimiento reciente sobre los hemisferios cerebrales y sus interacciones ha contribuido también a la mejor comprensión de las imágenes mentales y la creación artística. En el pasado, se creía que cada hemisferio cerebral tenía funciones diferentes; el derecho, era el centro de la intuición y la creatividad, mientras que el izquierdo, se creía, estaba comprometido con el pensamiento lógico y el lenguaje. Algunos postulaban que el valor del arte terapia se debía a su habilidad para hacer uso de las funciones del hemisferio derecho, aduciendo que la producción artística es una actividad del “lado derecho” (Virshop, 1978). En realidad el hemisferio cerebral izquierdo (donde se localiza el lenguaje) está también implicado en la producción artística. Gardner (1984), Ramachandran (1999) y otros demostraron que ambos hemisferios del cerebro son necesarios para la producción artística, una evidencia de ello se observa en los dibujos de personas con daños en áreas específicas del cerebro. Los

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investigadores también han descubierto que existen conexiones entre el lenguaje y ciertos movimientos realizados al dibujar. Un ejemplo, en un estudio que emplea la tomografía por emisión de positrones se grabó la actividad del cerebro de individuos que dibujaban formas en el espacio. Los resultados indican que incluso un simple dibujo implica complejas interacciones entre muchas partes del cerebro (Frith y Law, 1995).

Las imágenes y la formación de la imagen (tanto las mentales como aquéllas dibujadas en papel) son importantes para toda práctica de arte terapia, porque a través de la producción artística los pacientes son invitados a examinar cómo se sienten, cómo reaccionar ante un acontecimiento o experiencia y cómo trabajar un cambio emocional o conductual. En contraste con las imágenes mentales, sin embargo, la producción artística permite al individuo probar activamente, experimentar, o ensayar un cambio deseado a través de un dibujo, una pintura o un collage, esto implica un objeto tangible que puede ser físicamente alterado.

Teoría del apego

La teoría del apego (Bowlby, 1969) ha sido usada como base teórica en psicoterapia durante muchos años, pero recientemente se convirtió en un foco importante de la neurociencia y renovó el interés de los terapeutas. Siegel (1999) explica el apego como sigue: “El apego es un sistema innato del cerebro que evoluciona en aspectos que influyen y organizan procesos motivacionales, emocionales y de memoria respecto a figuras cuidadoras significativas” (p. 67). Shore (1994) ofrece un modelo neurológico para la importancia del apego en el niño para su vida futura. Él afirma que enseguida del nacimiento el cuidador y el niño desarrollan interacciones muy relevantes en la regulación del proceso afectivo. El contacto de piel y una caricia tranquilizadora son ejemplos del modo como el niño aprende a responder a la estimulación de las personas y de las experiencias. Perry, Pollard, Blackley, Baker y Vigilante (1995) plantean que un apego exitoso es crucial para el óptimo desarrollo de zonas específicas del cerebro. Piensan que un apego saludable entre el niño y su cuidador establece bases favorables para que el sujeto desarrolle la capacidad de “autorregulación” de las experiencias estimulantes. La vinculación afectiva en la primera infancia queda impresa en el cerebro, constituyendo una base para los patrones relacionales de su vida futura; cuando se produce un trauma lo que está impreso en el cerebro se altera, pero puede ser corregido a través de una intervención apropiada.

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La investigación en neurociencia demuestra que la infancia no es la única oportunidad para que la persona adquiera un apego saludable, ya que parecen existir maneras de reestructurar y reparar algunas experiencias tempranas. El arte terapia es el camino que se está explorando para restablecer el apego saludable, ya sea a través de la relación entre el terapeuta y el paciente, como también alentando buenas interacciones entre el niño y sus padres. Riley (2001) informa que las actividades de arte se emplean actualmente en programas de apego en la primera infancia, agrega que pueden usarse sencillos ejercicios de dibujos para resolver problemas de relación y fortalecer los vínculos padres-hijos. Explica que las características no verbales de las actividades artísticas logran tempranos estados relacionales antes que las palabras sean dominantes, lo que posiblemente, permite al cerebro establecer nuevos patrones más productivos.

Siegel (1999) y Shore (1994) creen que las interacciones entre el niño y su cuidador se producen a través del hemisferio derecho, ya que durante la infancia la corteza derecha se desarrolla más rápido que la izquierda. Siegel agrega, que así como el hemisferio izquierdo requiere estar expuesto al lenguaje para crecer, el hemisferio derecho necesita estímulo emocional para desarrollarse en forma adecuada. Va más allá aún, sostiene que la producción del cerebro derecho expresa con modos “no verbales” cómo dibujar un cuadro o usar una pintura para describir sentimientos o acontecimientos, De acuerdo a esta idea, el arte terapia puede ser una modalidad importante para trabajar temas de apego, entre otros trastornos o experiencias relacionadas con las emociones.

La fisiología de la emoción

Es muy sabido que, a menudo, el cuerpo es un espejo de las emociones del individuo. Cuando estamos ansiosos nos sudan las manos o palidecemos y al sentir vergüenza enrojecemos. Las imágenes afectan nuestra emociones y diferentes partes del cuerpo pueden activarse cuando miramos rostros tristes o felices, o imaginamos un acontecimiento, o una relación feliz o triste (Sternberg, 2001). También se producen numerosas fluctuaciones hormonales, efectos neurológicos o cardiovasculares. En efecto, la fisiología de las emociones es tan compleja que el cerebro sabe más de lo que la mente consciente puede revelar por sí misma (Damasio, 1994). Es decir, uno puede realmente manifestar una emoción sin estar consciente de lo que indujo dicha emoción.

Los traumas presentan gran interés para la neurociencia porque se cree que constituyen una experiencia tanto

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psicológica como fisiológica. Hay consenso que los acontecimientos traumáticos dañan tanto el cuerpo como la mente y de este modo, el trastorno de estrés post traumático es definido por sus síntomas psicológicos y fisiológicos. Muchos han postulado que el núcleo del trauma es fisiológico (Rothchild, 2000; Levine, 1997) y Van Der Kolk agrega metafóricamente “el cuerpo lleva la delantera” en la experiencia emocional.

Aunque muchas zonas del cerebro son importantes en los traumas, el sistema límbico (el asiento del instinto de conservación y los reflejos), ha recibido una considerable atención. Incluye el hipotálamo, el hipocampo y la amígdala, lo que es también pertinente para comprender el recuerdo traumático. Aunque la función del sistema límbico no será cubierta aquí en detalle, descubrimientos recientes subrayan su papel en los recuerdos sensoriales de eventos estresantes y traumas. Estos hallazgos explican por qué la expresión artística es de uso común en terapia, resolución de traumas y recuperación psicológica. Debido a que el núcleo de las experiencias traumáticas es fisiológico, la expresión y procesamiento de los recuerdos sensoriales de un evento traumático son esenciales para el éxito de la intervención y solución (Rothchild, 2000, Shore, 1994). El arte es un modo sensorial de expresión porque involucra el tacto, el olfato y otros sentidos en la experiencia. El dibujo y otras actividades de arte movilizan la expresión de recuerdos sensoriales (Steele, 1997; Steele y Raider, 2001) en una medida que las entrevistas e intervenciones verbales no lo logran. Experiencias con fuerte carga emocional como el trauma, son codificados por el sistema límbico como una forma de realidad sensorial (Malchiodi y otros, 2001) Para que la experiencia traumática de una persona se resuelva exitosamente, debe ser procesada a través de medios sensoriales. La capacidad de la ejecución artística para obtener material sensorial (el recuerdo sensorial del sistema límbico en un evento) la convierte en una herramienta potente para intervenir un trauma. Indicaciones específicas como “dibuje lo que sucedió” (Pymoos y Eth, 1985; Malchiodi 2001) y otras instrucciones semejantes resultan efectivas tanto en la obtención de recuerdos sensoriales como en la generación de relatos, los cuales pueden ser transformados a través de técnicas de modificación cognitiva (Steele y Raider, 2001) para reducir las secuelas perdurables del estrés post traumático.

El modo de almacenamiento de la memoria nos da luces hasta qué punto el arte terapia puede ser provechoso para los que sufren un trauma. Hay dos tipos de memoria: la memoria explícita, que es consciente y está compuesta por hechos, conceptos e ideas y la memoria implícita, que es sensorial y emocional y se relaciona con los recuerdos corporales. Andar en bicicleta es un buen ejemplo de memoria implícita; relatar los detalles cronológicos de un acontecimiento, es un ejemplo de

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memoria explícita. Generalmente, se especula que el trastorno por estrés post traumático, en parte, puede deberse a que el recuerdo del trauma está excluido del almacenamiento explícito (Rothchid, 2000). Del mismo modo, se derivan problemas de los recuerdos traumáticos cuando la memoria implícita no se conecta con la memoria explícita, es decir que un individuo puede no tener acceso al contexto en el cual surgen las emociones o las sensaciones. La ejecución de arte puede ayudar a unir los recuerdos implícitos a los explícitos de un evento estresante, al facilitar la expresión de un relato a través del cual la persona pueda explorar los recuerdos y por qué le resultan tan terribles. Las actividades artísticas, en este sentido, pueden ayudar a los sujetos traumatizados a pensar y sentir, en forma simultánea, mientras se está buscando el significado de las experiencias perturbadoras.

Finalmente, se puede usar el arte terapia para obtener del cuerpo una “respuesta de relajación”. Dibujar, por ejemplo, se supone que facilita la información verbal de los niños sobre acontecimientos con carga emocional en variados aspectos: reducción de la ansiedad, ayuda para sentirse cómodo con el terapeuta, acelerar la recuperación de la memoria, organizar relatos y preparar al niño para contar más detalles de los que entregaría a través de una entrevista oral (Gross y Haynes, 1998); Malchiodi (1997, 2001) observó, al trabajar con niños de hogares violentos, que la actividad artística tenía una influencia tranquilizante, casi hipnótica y que los niños traumatizados se sentían atraídos naturalmente a este estado cuando estaban ansioso o sufrían estrés postraumático. Algún día, a través de scanners cerebrales u alguna otra tecnología podremos obtener una mejor comprensión de cómo usar exactamente arte terapia para lograr la relajación en pacientes de cualquier edad sometidos a un fuerte estrés.

Efecto placebo

El poder de la fe, a menudo denominado como efecto placebo, es una efectiva intervención mente cuerpo que puede acelerar la curación y lograr el bienestar (Sternberg, 2001). El arte terapia, como otras formas de terapia o tratamiento, puede aumentar el efecto placebo porque implica varios aspectos: la confianza del individuo en el terapeuta y en la terapia, un lugar especial de atención, (en este caso, la sala de arte terapia) y una actividad que la persona realiza (dibujo, pintura u otra actividad artística). Estos son elementos reconocidos que contribuyen al efecto placebo, tanto en psicoterapia como en medicina.

Benson (1996) conocido por su trabajo “respuesta de relajación” observa que toda persona puede evocar la tranquilidad

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y la confianza asociadas a la salud y a la felicidad. Los sujetos, aunque estén físicamente enfermos pueden acceder a lo que Benson llama “recuerdo de buena salud”, aumentando la sensación de bienestar a pesar de la angustia o enfermedad. En la intervención de un trauma, evocar recuerdos de acontecimientos positivos que puedan modificar y, eventualmente, anular aquéllos negativos es muy valioso para reducir el estrés post traumático, especialmente si se incluye una experiencia sensorial de “recuerdo de buena salud”. Sencillas actividades artísticas como dibujar un momento agradable, parecen ser efectivas gracias a la capacidad sensorial de la imagen que permite traer a la memoria recuerdos actuales y detalles de momentos positivos (Malchiodi y otros, 2001).

Aunque la fe en el tratamiento es considerada como un elemento central del efecto placebo, pueden existir otros aspectos, antes desconocidos, que contribuyan a la curación. Twinin (1994) propone que el arte terapia facilita la curación de un modo semejante al efecto placebo porque utiliza la imitación, una antigua y proverbial función del cerebro que es básica para la propia tranquilidad. Un ejemplo de imitación podría ser un niño acariciando una manta de una manera que imita la caricia maternal, para activar un proceso interno de auto relajación. La ejecución artística puede estimular una experiencia similar y proporciona conocimientos que tranquilizan y reparan, tal como se dijo en la sección anterior. De acuerdo a Twinin, este tipo de experiencia, intencionalmente estimula la auto curación a través del efecto placebo. Agrega que “el arte terapia tiene un potencial, único y específico, relativo a la auto curación debido a cómo el arte afecta al cerebro” (p. 77).

Conclusión

La neurociencia proporciona conocimientos que crecen día a día, en relación a cómo reaccionan el cerebro y el cuerpo ante el estrés, el trauma, la enfermedad y otros eventos. Esto es central para comprender de qué manera las imágenes actúan sobre las emociones, pensamientos y sensación de bienestar, como también que el lenguaje visual, sensorial y expresivo del arte se integra mejor al tratamiento. Usar la neurociencia como punto de referencia, explica muchos de los acercamientos al arte terapia discutidos en esta publicación. Por ejemplo, la aplicación de la teoría de la “relación objetal” se ha ampliado con lo que comúnmente se conoce sobre los enfoques del apego y cognitivo conductual, los que tienen como base la comprensión de las imágenes, la formación de la imagen y la fisiología de las emociones.

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El impacto de la neurociencia en todos los aspectos del cuidado de la salud, literalmente, va a “repintar el cuadro” (Kaplan, 2000) del uso del arte terapia en el tratamiento de trastornos emocionales y físicos en el futuro. Debido a que emerge como investigación adicional en neuro psicología y enfoques mente cuerpo, sin duda aprendemos más acerca de la ayuda que la expresión artística presta a las personas con angustia o enfermedad física, como también por qué las imágenes y la formación de la imagen son centrales para mejorar la salud y el bienestar.

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