arriagada luco, camilo - vivienda y barrio. un siglo de políticas públicas

350

Upload: salvaferrer

Post on 25-Jun-2015

842 views

Category:

Documents


4 download

TRANSCRIPT

Page 1: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas
Page 2: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

CHILE

Un siglo de políticas en vivienda y barrioUn siglo de políticas en vivienda y barrio

Page 3: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por procedimientos mecánicos, ópticos o químicos,

incluidas las fotocopias, sin permiso escrito del MINVU.

IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE

La realización del Documento “Chile. Un Siglo de Políticas en Vivienda y Barrio”, fue instruida y supervisada por Sonia Tschorne Berestesky, Arquitecto, Ministra de Vivienda y Urbanismo, con la coordinación de Héctor López Alvarado, Jefe del Comité Asesor.

La dirección del documento y su edición sustantiva fue realizada por Camilo Arriagada Luco, Jefe del Departamento de Estudios, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del MINVU.

Los autores de los respectivos capítulos y secciones son los siguientes:

Camilo Arriagada Luco (Jefe Dpto. Estudios):Capítulo 1 (Introducción) y Secciones de Reseña de los Períodos del Capítulo 6, (Período del Gobierno Militar, 1973-1990); Capítulo 7 (Gobiernos de la Concertación de la década de los noventa; 1990-2000); y del Capítulo 8, (Nueva Política Habitacional, Tercer Gobierno de la Concertación, 2000-2006).

Daniela Sepúlveda Swatson (Socióloga, Depto. Estudios):Capítulo 2 (Momentos Urbanos y Demográfi cos del siglo XX); y Secciones de Reseña de Períodos del Capítulo 3. Período de Ensaye Legislativo (1906-1939); Capítulo 4 (Período de Institucionalización del Desarrollo, (1939-1964); Capítulo 5, (Período de participación popular, 1964-1973) y Capítulo 6, (Período Gobierno Militar, 1973-1990).

Enrique Cartier Rovirosa (Arquitecto, Depto. Estudios):Sección Fichas Técnicas de los Programas de los Capítulos 3 al Capítulo 8, que comprenden todo el período de análisis de un siglo de vivienda social, 1906-2006.

Carlos Gutiérrez Vera (Arquitecto, Depto. Estudios):Sección de Imágenes Arquitectónicas y Urbanas de los Capítulos 3 al Capítulo 8, que comprenden todo el período de análisis de un siglo de vivienda social, 1906-2006.

Agradecimientos

Por sus comentarios y aportes al documento, a:Mirna Jugovic (Jefe DIJUR); María de la Luz Nieto y Berta Teitelboim (Comité Asesor); Jaime Silva (Jefe DPH), Fernando Fariña

(Jefe Dpto, DPH); Carlos Hernández (DPH); Carlos Hernández (DPH); Carlos Hernández Ana Sáenz (Serviu Metropolitano); y Ana Sáenz (Serviu Metropolitano); y Ana Sáenz Norman Vásquez y Norman Vásquez y Norman Vásquez Eduardo Navarro (arquitectos del MINVU hasta el año 2003)

Por su colaboración al proceso de recopilación y revisión bibliográfi ca y documental, a: Cecilia Leiva, Sergio León, Pedro Muñoz, Cristian Pastén y Renán Retamal, (DDU), Silvia Araos (Chile-Barrio), Fabiola Quinteros (Depto. Comunicaciones), Proyecto Elemental de la Pontifi cia Universidad Católica, María Angélica Marín y Paulina Olivos (Centro de Documentación del MINVU), Francisco Bustamante (SERVIU V Región), Alfredo Gutiérrez (MOP III Región). Por su apoyo al trabajo de elaboración, a Olga Soto Zumaran, Secretaria Dpto. Estudios.

Producción Editorial y Diseño

Pehuén Editores Ltda.

María Luisa Santander 537 · Providencia · Santiago · Chile

Fono: (56-2) 225 62 64 - 204 93 99

[email protected]

Impreso en los talleres de

Editora e Imprenta Maval

© MINISTERIO DE VIVIENDA Y URBANISMO - MINVU

División Técnica de Estudios y Fomento Habitacional - DITEC

Inscripción Nº 142955

Primera edición, diciembre de 2004

Page 4: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

CHILEUn siglo de políticas en vivienda y barrio

MINISTERIO DE VIVIENDA Y URBANISMO

Page 5: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

6 Ministerio de Vivienda y UrbanismoP

rólo

go

PRÓLOGO A CIEN AÑOS DE POLÍTICA DE VIVIENDA Y BARRIO

Sonia Tschorne BeresteskyArquitecto, Ministra de Vivienda y Urbanismo

Chile cumple un siglo en la materialización de políticas en el ámbito de la vivienda social en un momento en que el derecho a la vivienda y a la ciudad constituye uno de los pilares fundamentales de las políticas sociales del gobierno del Presidente Ricardo Lagos.

El siglo XXI es claramente más urbano y globalizado que el siglo anterior lo cual nos ha obligado a formular políticas, planes y programas orientados a mejorar la calidad de las ciudades haciéndolas más efi cientes, más equitativas, más amables y bellas.

El cambio de siglo encuentra al sector habitacional en una etapa en que la vivienda social se ha constituido en una sentida aspiración ciudadana que ha sido acogida por los gobiernos de la Concertación. Ello se manifi esta en relevantes logros de cobertura y focalización, en 14 años de gestión.

Es por ello que hoy es el momento oportuno para documentar una experiencia de larga data, diversa en políticas, instituciones e instrumentos contenidos en los variados programas de vivienda social.

Este libro titulado “Chile: Un siglo de políticas de Vivienda y Barrio”, en una perspectiva de cien años (1906-2006), analiza los distintos períodos de las políticas habitacionales y los asentamientos humanos, sistematizando cerca de 50 programas que se han sucedido a lo largo del tiempo en el país, e ilustra a través de imágenes arquitectónicas y urbanísticas los proyectos representativos de las diferentes iniciativas.

Page 6: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

7Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Pró

log

o

La perspectiva histórica de la experiencia de vivienda a lo largo del siglo, exhibe un vasto y complejo proceso de interacción de la política sectorial con los distintos momentos vividos en el país en materia de estrategias de desarrollo y de urbanización.

Esta mirada retrospectiva, nos da a conocer la acción de diversas instituciones que han aportado a las políticas y programas habitacionales. En la primera mitad del siglo XX se cuentan los Consejos de Habitaciones Obreras; la Caja de la Habitación Popular; la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, y la Caja de la Habitación.

Con posterioridad, en el año 1953, surge una nueva institucionalidad con la Corporación de la Vivienda (Corvi) y después, por primera vez, se crea un ministerio que aborda específi camente el sector habitacional y urbano: el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (1965).

Junto con ello, se forman tres nuevas corporaciones: la Corporación de Mejoramiento Urbano (Cormu), la Corporación de Obras Urbanas (COU) y la Corporación de Servicios Habitacionales (Corhabit), las que junto con la Corvi, son las instituciones que dan forma a la ciudad.

Con el proceso de regionalización del país, a fi nes de la década de 1970, se incorporan las Secretarías Regionales Ministeriales (Seremi) y se fusionan las cuatro corporaciones en un solo Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu).

Cabe destacar que, a partir de los programas implementados por los gobiernos de la Concertación, la comunidad ha pasado a ser –cada vez más- un actor fundamental en la solución de sus demandas y aspiraciones tanto habitacionales como urbanas.

Los programas habitacionales han ido respondiendo a la dinámica de cambios de las necesidades de la población, con importantes matices en el enfoque conceptual del problema de vivienda, sus posibilidades de solución y sus vínculos con la sociedad y la ciudad.

A comienzos del siglo, los problemas de salubridad e higiene asociados a la marginalidad de los centros urbanos, surgieron como motivación de las primeras leyes del ámbito habitacional. Se inicia así, un largo camino con avances e hitos importantes en la producción de viviendas para las mayorías más postergadas de la población, logrando en los años 90 –por primera vez en un país latinoamericano– la reducción del défi cit habitacional.

El mirar un siglo de políticas de vivienda y barrio permite a los lectores realizar un recorrido por la evolución de los programas de vivienda social, desde un enfoque centrado en la entrega estricta de solución a la falta de vivienda o habitabilidad básica, hasta modelos orientados a la construcción de barrios y ciudades con la creciente incorporación del sector privado.

Este recorrido nos revela diversas leyes de fomento económico a la construcción de viviendas, sistemas de préstamo a sectores modestos, variados programas de soluciones progresivas, vivienda básica de esquemas masivos, modelos mixtos y variadas modalidades de subsidio.

Los proyectos y subsidios en el ámbito urbano territorial adquieren relevancia hacia fi nes del siglo XX, acentuando el sentido urbano en la localización y diseño de las soluciones habitacionales y del hacer ciudad.

Page 7: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pró

log

o

Los éxitos productivos del sector habitacional nos impusieron nuevos desafíos, fundamentalmente en el campo normativo y en la provisión de equipamiento, servicios y espacios públicos de calidad, así como también en la regulación y gestión del crecimiento en las grandes ciudades.

Estos desafíos obligan hoy a redoblar los esfuerzos de una mayor y mejor integración de los programas habitacionales con el quehacer urbano, con la dimensión social y los derechos de participación de la comunidad. Esperamos que la entrega de este libro sea un aporte para la generación de los nuevos programas y proyectos que se desarrollen próximamente en el país.

Deseo destacar que este libro es un motivo de gran satisfacción y orgullo para el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, ya que a través del balance realizado se puede leer nuestro importante aporte y liderazgo –a través de las políticas y programas habitacionales y urbanos– en la conquista de la dignidad de las personas y del desarrollo de Chile.

No puedo concluir este prólogo, sin entregar un afectuoso saludo y mi reconocimiento a las distintas generaciones de profesionales, técnicos y administrativos que con su creatividad y entrega al servicio público han permitido concretar este productivo siglo de experiencias en vivienda y barrio.

Santiago de Chile, diciembre de 2004.

Page 8: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

9Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

PRESENTACIÓN

Con esta publicación el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha querido recopilar y poner a disposición del público la historia de un siglo de Política y Programas de Vivienda Social en Chile.

El libro registra con detalle la vasta experiencia que en esta materia dispone el país, y esperamos sea un valioso aporte al debate de expertos y público en general. Sus páginas van mostrando como los gobiernos de nuestro país han abordado el défi cit habitacional y la demanda de nuestra sociedad por Políticas y Programas que den cuenta de la aspiración de vivienda propia, siendo el centro de la sistematización los enfoques de políticas y los respectivos programas habitacionales de cada período. También quedan registrados los programas de equipamientos creados en la década de los 90, por los gobiernos de la Concertación de Partidos Por La Democracia, como complemento de la gestión en vivienda.

Este documento, realizado por el Departamento de Estudios de la División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional del MINVU, consta de ocho capítulos. El primero introduce y explica la metodología y síntesis del trabajo, el segundo describe los momentos demográfi cos y territoriales, y los capítulos tercero a octavo estudian las distintas etapas de la política habitacional. Estos últimos se dividen en las siguientes secciones:

- la reseña del diseño y resultados del enfoque de política habitacional- el compendio explicativo de los programas implementados, y - la muestra de imágenes Arquitectónicas y Urbanas de proyectos seleccionados.

El rol del sector público en la gestión de vivienda es contundente y habla de la maduración del sistema de vivienda social a lo largo del siglo XX. A modo de ejemplo cabe señalar que, durante la primer mitad de la década de los setenta, la producción anual de viviendas de carácter social era menos de 20 mil unidades1; hoy la inversión programada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo considera fi nanciar más de 100.000 unidades. Los programas habitacionales del sector público equivalen aproximadamente a dos tercios de los hogares propietarios de viviendas y a más de la mitad del parque de viviendas construidas en el país desde los años 502. Dichas cifras remarcan la importancia del trabajo que se entrega: la sistematización de los distintos esquemas y programas de vivienda social implementados a lo largo de un siglo de la historia del país.

Héctor López AlvaradoArquitecto, Jefe Comité Asesor, MINVU.

Pre

se

nta

ció

n

1 La cifra de viviendas sociales de esa época esta tomada de Edwin Haramoto, Políticas de Vivienda Social. Experiencia Chilena de las últimas tres décadas, en el libro editado por Joan Mac Donald, (1983).

2 Datos tomados de MIDEPLAN.

Page 9: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

ÍNDICE

Prólogo a Cien Años de Vivienda Social, Sonia Tschorne Prólogo a Cien Años de Vivienda Social, Sonia Tschorne Prólogo a Cien Años de Vivienda SocialB, Ministra de Vivienda y Urbanismo ......................................... 11

Presentación del Libro, Héctor López Jefe ComitéAsesor ................................................................................................................... 15

Capítulo 1. Introducción1.1 Enfoque y método del documento ............................................. 18

1.2 Elementos para una síntesis del documento ........................ 19

Capítulo 2. Momentos Urbanos y Demográfi cosdel Siglo VeinteOrientaciones Generales ............................................................................. 25

2.1 Evolución de la Urbanización .......................................................... 26

2.2 Evolución de la estructura de localidades urbanas .......... 29

2.3 Evolución de la Primacía Metropolitana .................................... 32

2.4 Dinámica de la Población ................................................................... 402.5 Avances en la Disponibilidad de Vivienda ............................... 46

Capítulo 3. La Vivienda Social en el Período deEnsaye Legislativo (1906-1939)

• Reseña del período

La ley de 1906 .................................................................................................... 54

Hacia una nueva institucionalidad del sector vivienda ............ 55

• Programas del período de ensaye legislativo

3.1 Programas del Consejo de Habitación para Obreros ....... 60

3.2 Programa directo de la Caja de la Habitación Popular .... 63

• Imágenes de los programas del periodo de ensaye legislativo

3.3a Primeras iniciativas de vivienda Social. Leyes Higiénicas: conventillos ................................................................. 66

3.3.b Primeras iniciativas de vivienda Social. Leyes Higiénicas: El Cité ............................................................................. 68

3.3c Primeras iniciativas de vivienda Social. Leyes Higiénicas: El Pasaje ..................................................................... 71

3.3d Programa directo de la Caja de la HabitaciónPopular ................................................................................................................... 73 Capítulo 4. La Vivienda Social en el período de Institucionalización del desarrollo (1939-1964)

• Reseña del período

Nuevas leyes para el desarrollo habitacional ................................. 80

Las viviendas de emergencia ................................................................... 83

La autoconstrucción ...................................................................................... 84

La creación de la CORVI y el Plan de Vivienda ............................. 85

El Plan Habitacional Chile (DFL N°2 de 1959) ............................... 89

• Programas del periodo de institucionalización del desarrollo

4.1 Programa Fundación de Viviendas de Emergencia ........... 96

4.2 Programa de Autoconstrucción y Ayuda Mutua(PRACAM) ............................................................................................................. 97

4.3 Programa de Erradicación a Terrenos Urbanizados .......... 99

4.4 Programa Labor Directa e Indirecta CORVI ............................ 101

4.5 Programas del Plan Habitacional Chile ...................................... 103

• Imágenes del período de institucionalización del desarrollo

4.6a Programa de Autoconstrucción y Ayuda Mutua .............. 106

4.6b Programa de Erradicación a Terrenos Urbanizados ....... 108

4.6c Programa CORVI. Viviendas Económicas. Labor Directa ...................................................................................................... 110

4.6d Plan Habitacional (DFL 2 1959). CORVI. Labor Directa.Viviendas Económicas .................................................................................. 115

4.6e Plan Habitacional (DFL 2 1959). Vivienda de TipoSuperior .................................................................................................................. 121

Capítulo 5. La Vivienda Social en el Período de participación popular (1964-1973)

• Reseña del Período

El Programa de la promoción popular (Eduardo Frei Montalva) ............................................................................... 128

El Programa de la unidad popular(Salvador Allende Gossen) ......................................................................... 138

• Programas del período de participación popular

5.1 Programa Plan de Ahorro Popular (PAP) .................................. 148

5.2 Programa Operación Sitio .................................................................. 150

5.3 Programa Operación 20.000/70 o Auto fabricación .......... 152

5.4 Programa Plan de Emergencia 1971 ........................................... 154

5.5 Programa Habitacional 1972 ............................................................ 156

• Imágenes del período de participación popular

5.6a Programa Plan de Ahorro Popular ............................................. 160

5.6b Programa Operación Sitio .............................................................. 164

5.6c Sociedades Mixtas .............................................................................. 168

5.6d Programa 20.000/70 ........................................................................... 170

5.6e Plan de Emergencia 1971 ............................................................... 172

5.6f Programa Habitacional 1972/73 ................................................... 176

Capítulo 6. La Vivienda social en el período delGobierno Militar

• Reseña del Período

Orientaciones Generales ............................................................................. 184

Sistemas de contratación de obras del sector vivienda ......... 185

Evaluación del período ................................................................................. 187

Los programas descritos ............................................................................ 190

• Programas del período del Gobierno Militar

6.1 Programa Subsidio habitacional a la Demanda:General Unifi cado ............................................................................................ 196

6.2 Programa de Vivienda Básica: Situación de MarginalidadHabitacional ........................................................................................................ 198

6.3 Programa Subsidio Habitacional Variable ............................... 200

6.4 Programa Saneamiento de Poblaciones:Lotes con Servicio y Mejoramiento de Barrios .............................. 202

Page 10: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

6.5 Programa Sub. Habitacional a la Demanda: Para Atención del Sector Rural ............................................................... 204

6.6 Sistema Especial Dirigido a la Atención de Planesde Colonización ................................................................................................ 205

6.7 Subsidio Habitacional para el Sistema de Ahorroy Financiamiento SAF .................................................................................... 206

6.8 Programa Especial para Trabajadores P.E.T ........................... 209

• Imágenes de Programas del Gobierno Militar

6.9a Subsidio Habitacional a la Demanda ....................................... 212

6.9b Programa de Vivienda Básica SERVIU ................................... 214

6.9c Programa Lotes con Servicios ..................................................... 218

6.9d Subsidio Habitacional Rural Años ‘80 .................................... 224

6.9e Programa Especial para Trabajadores PET .......................... 225

Capítulo 7. La Vivienda Social en los Gobiernos de laConcertación de la Década de los noventa, 1990-2000

• Reseña del Período

Orientaciones Generales ............................................................................ 230

Resultado del período .................................................................................. 233

Los programas descritos ............................................................................ 240

• Programas de los Gobiernos de la Concertación

7.1 Programa de Vivienda Progresiva ................................................ 250

7.1.1 Programa de Vivienda Progresiva:1° Etapa Modalidad SERVIU .................................................................... 251

7.1.2 Programa de vivienda Progresiva:1° Etapa Modalidad Privada .................................................................... 252

7.1.3 Programa de vivienda Progresiva:2° Etapa Modalidad Privada ..................................................................... 253

7.1.4 Programa de vivienda Progresiva:Densifi cación Predial Mod. Privada ..................................................... 254

7.2 Programa de Renovación Urbana ................................................ 255

7.3 Vivienda Básica SERVIU ..................................................................... 256

7.4 Programa Vivienda Básica:Atención Especial al Adulto Mayor ....................................................... 257

7.5 Programa Vivienda Básica: De Libre Elección ...................... 258

7.6 Programa Chile-Barrio ......................................................................... 259

7.7.1 Programa Subsidio Habitacional Rural:Título I. Con Sitio Propio .............................................................................. 260

7.7.2 Programa Subsidio Habitacional Rural: Título II. Postulación Colectiva para la Formación de Nuevos Villorrios .................... 261

7.7.3 Programa Subsidio Habitacional Rural: Título III.Para el mejoramiento De la Vivienda Rural Existente ............. 262

7.8 Programa Nacional de Parques Urbanos ................................ 264

7.9 Programa de Pavimentación Participativa .............................. 266

7.10 Programa de Equipamiento Comunitario.De Urgencias urbanas .................................................................................. 268

7.11 Programa Equipamiento Comunitario.Equipamiento Complementario .............................................................. 270

7.12 Programa Equipamiento Comunitario:Mejoramiento Comunitario ........................................................................ 271

• Imágenes de los Programas de los Gobiernos de laConcertación

7.13a Programa de Vivienda Progresiva .......................................... 274

7.13b Programa de Renovación Urbana .......................................... 277

7.13c Vivienda Básica SERVIU, años 90 .......................................... 279

7.13d Programa de Atención Especial al Adulto Mayor ........ 285

7.13e Programa Chile-Barrio ................................................................... 286

7.13f Subsidio Habitacional Rural, años 90 .................................... 289

7.13g Programa de Parques Urbanos ............................................... 291

7.13h Pavimentos Participativos ........................................................... 292

7.13i Programa de Equipamiento Comunitario:Urgencias Urbanas ......................................................................................... 293

7.13j Programa de Equipamiento ComunitarioComplementario a la Vivienda ................................................................ 294

7.13k Programa Equipamiento Comunitario:Mejoramiento Comunitario ........................................................................ 295

Capítulo 8.La Vivienda Social en la Nueva Política Habitacional,tercer Gobierno de la Concertación (200-2006)

• Reseña del Período

Orientaciones Generales ............................................................................ 300

Los Programas descritos ........................................................................... 305

• Programas de la Nueva Política

8.1 Programa Fondo Concursable para ProyectosHabitacionales Solidarios .......................................................................... 310

8.2 Programa Vivienda Nueva Básica ................................................ 313

8.3 Programa Vivienda Social Dinámica sin Deuda .................. 315

8.4 Programa Concursable de Obrasde Espacios Públicos ................................................................................... 316

8.5 Programa Movilidad Habitacional ................................................ 318

8.6 Programa Subsidio Habitacional Título I:Subsidio General ............................................................................................. 319

8.7 Programa Subsidio Habitacional Título II:Interés Territorial ............................................................................................... 322

8.8 Programa Subsidio Habitacional Título III:rehabilitación Patrimonial ........................................................................... 323

8.9 Megaproyectos Urbanos ................................................................... 324

• Imágenes de Programas de la Nueva Política

8.10a Fondo Concursable para ProyectosHabitacionales Solidarios .......................................................................... 328

8.10b Vivienda Nueva Básica ................................................................. 332

8.10c Vivienda Social Dinámica sin Deuda .................................... 334

8.10d Programa Concursable de Obrasde Espacios Públicos .................................................................................. 335

8.10e Título I: Subsidio General ............................................................ 338

8.10f Título II: Ex Renovación Urbana ................................................ 339

8.10g Título III: Conservación Histórica ............................................ 340

8.10h Megaproyectos Urbanos ............................................................. 344

Bibliografía

Refencias bibliográfi cas según capítulos y secciones ............. 348

Refencias bibliográfi cas (ListadoTotal) ............................................... 355

Page 11: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Índice de Gráfi cos

Gráfi co 1. Chile 1895 - 2002: Total Población Urbanay Rural* y % de Urbanización ................................................................. 26

Grafi co 2. Chile 1952 - 2002: Porcentaje CrecimientoPoblación: Urbana, Rural y Total ........................................................... 27

Grafi co 3. Distribución de la Población según grandescategorías de centros poblados.Años 1952, 1960, 1970, 1982, 1992 y 2002 .................................. 31

Gráfi co 4. Razón de Aumento de la Población de Gran Santiago, Gran Valparaíso, Gran Concepción y Resto del País, segúnCensos de 1885 a 2002 (Períodos seleccionados) .................... 33

Gráfi co 5. Población en Gran Santiago, Gran Valparaíso, Gran Concepción y Resto del País, según Censos de 1885 a 2002 (Miles de Habitantes) .................................................................................... 34

Gráfi co 6. Índices de Segregación por varianza de la escolaridad del jefe de hogar entre subdivisiones territoriales grandes (comunas) y pequeñas (manzanas): áreas metropolitanasdel Gran Santiago (1992), versus Ciudad de Méxicoy Montevideo ..................................................................................................... 38

Grafi co 7. Algunos indicadores demográfi cos, Chile,Latinoamérica y Regiones más desarrolladas .............................. 41

Gráfi co 8. Chile: Transición demográfi ca según defi nición de Chackiel. Años quinquenales según tasas brutas de natalidad y mortalidad (valores promedio del quinquenio) ............................. 43

Gráfi co 9. Estructura porcentual según edad y sexo ............... 44

Gráfi co 10. Chile 1952 - 2002: Evolución del Stock Totaly Urbana de Vivienda ................................................................................... 47

Grafi co 11. Chile 1952 a 2002: N° de Viviendas cada milhabitantes. Total y según Área ............................................................... 47

Gráfi co 12. Razón de Aumento del Stock de Viviendas.Total País y Área Urbana ........................................................................... 48

Gráfi co 13. Evolución del défi cit habitacional 1952 a 2002según dos indicadores relativos: Défi cit como porcentajedel Stock y Défi cit cada mil habitantes ............................................ 49

Gráfi co 14: Viviendas construidas anualmente.Años 1952 - 1976 ............................................................................................ 143

Índice de Tablas

Tabla 1. 1895 - 2002 Ciudades de 40 mil habitantes y más: Total ciudades según rangos de tamaños y total población ........... 30

Tabla 2. % de Población en ciudades de 40 mil habitantes y más, según rangos de tamaño: Total ciudades según rangos de tamaños y total población ......................................................................... 30

Tabla 3. Chile y tres principales Centros Urbanos (Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción) Población, Tasa de Crecimiento respecto de año anterior y % de población respecto al país, Censos1885 a 2002 .................................................................... 32

Tabla 4. Défi cit Habitacional según diversas fuentes ............... 49

Tabla 5: Proposición Plan Viviendas 1954 ...................................... 88

Tabla 6: Porcentajes de Necesidades Básicas Insatisfechas según Postulantes inscritos y seleccionados de los programas de Vivienda Básica y Progresiva ........................................................... 234

Tabla 7: Hogares propietarios de vivienda social según quintil del ingreso autónomo per cápita ................................................................. 234

Tabla 8: Asentamientos irregulares (Grupo objetivo de Chile-Barrio): Hogares por tipo de asentamiento según condición de vulnerabilidad y zona de residencia, cifras relativas, 1992 .... 235

Tabla 9: Programa de Vivienda Básica SERVIU (muestras de dos períodos de aplicación): Evolución del Porcentaje de Satisfacción Aceptable (Nota sobre 4) con respecto a la Vivienda y Conjunto según Total Nacional y Tipología ........................................................ 237

Tabla Nº 10: Puntajes CAS de los benefi ciarios del Plan Piloto del FSV s ..................................................................................................................... 301

Tabla Nº 11: Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas de los benefi ciarios del Plan Piloto según Región y Total País ......... 302

Índice de Recuadros

Recuadro 1. ¿Qué se entiende por “urbano”? .............................. 28

Recuadro 2. La defi nición de Áreas Metropolitanasen la Planifi cación Urbana ........................................................................ 36

Recuadro 3. Atractivos para la localización de lapoblación ............................................................................................................. 37

Recuadro 4. La Ley del Plan de Vivienda y la creaciónde la CORVI ........................................................................................................ 86

Recuadro 5. Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo(SINAP) .................................................................................................................. 90

Recuadro 6. Instituciones relacionadas con el PlanHabitacional Chile .......................................................................................... 93

Recuadro 7: Las Cuatro Corporaciones .......................................... 131

Recuadro 8. Los Estudios Pre Inversionales ................................ 134

Recuadro 9. Las tomas de terreno ...................................................... 136

Recuadro 10. Materias habitacionales en las 40 medidas dela propuesta de gobierno del Presidente Salvador AllendeGossen .................................................................................................................. 139

Recuadro 11. El rol de la CORMU en el gobiernode la Unidad Popular .................................................................................... 140

Recuadro 12. Las mejorías sanitarias que produce la provisiónde lotes con servicios en asentamientos marginales .............. 188

Recuadro 13. Conceptos que sustentaron la ViviendaProgresiva ........................................................................................................... 232

Recuadro 14. La satisfacción residencial en programasSERVIU según el ciclo familiar y el capital social vecinal ...... 237

Recuadro 15. La importancia de los programas Urbanos enlas palabras de los ministros de los 90s .......................................... 238

Recuadro 16. Claves de éxito de los proyectos urbanosintegrales ............................................................................................................. 304

Índice de Figuras

Figura 1. Cambios en el área urbanizada dentro de los límitesdel Plan Regional Metropolitano .......................................................... 35

Figura 2. Gran Santiago: Cinco comunas con mayor porcentaje de población socio-productiva, 1992 ............................................... 39

Figura 3: Plan Nacional de la Vivienda(Esquema de organización) ...................................................................... 87

Índice de Esquemas

Esquema Institucional 1. Instituciones ligadas al sectorhabitacional 1906 a 1938 .......................................................................... 56

Esquema Institucional 2. Instituciones ligadas al sectorhabitacional 1939 - 1963 ........................................................................... 82

Esquema Institucional 3. Instituciones ligadas al sectorhabitacional 1964 - 1973 ........................................................................... 130

Page 12: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Introducción

C A P Í T U L O

1

Page 13: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

118 Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Ca

pít

ulo

1

El objetivo de esta publicación fue sistematizar las distintas políticas y programas de vivienda social desarrollados en Chile a lo largo del siglo XX, comenzando con las primeras experiencias de legislación habitacional y vivienda popular de alrededor del 1906, hasta la Nueva Política Habitacional del tercer gobierno de la Concertación, que comprende los primeros seis años del Siglo XXI. Al respecto, el presente capítulo explica el enfoque de trabajo aplicado y destaca algunos elementos de síntesis a partir del material que comprende el libro.

1.1 Enfoque y Método del Documento

El elemento ordenador del trabajo realizado son los programas de vivienda social aplicados a lo largo de un siglo de políticas, habiéndose puesto el acento en entregar una visión de conjunto de los distintos instrumentos de abordamiento del problema habitacional creados en el país, considerando tanto el análisis del contexto de políticas, que explica un determinado cuerpo de programas habitacionales; las características que dan estructura o defi nen a los mismos, y la muestra de huellas arquitectónica y espacial de proyectos concretos.

De este modo, la estructura del libro, y el proceso de investigación que le sustenta fue diseñado con los siguientes elementos:

En primer lugar, el diagnóstico de la evolución demográfi ca y urbana del país en el lapso de estudio, lo que se presenta en el capítulo segundo y busca detallar los cambios experimentados por el problema de la vivienda.

En segundo lugar, se realiza el análisis de las distintas etapas de la política habitacional, según tres elementos:

- Uno, la reseña del momento de política habitacional respectivo, consignando el enfoque, los objetivos estratégicos y los hitos de aportes a la solución del problema habitacional. En los períodos más recientes, se ha podido desarrollar el comentario evaluativo, sobre efectos de los programas.

- el segundo elemento es el compendio técnico de los programas desarrollados o creados en cada período o etapa, que se aproxima a casi cincuenta, sus características (período de operación, producto que se entrega, sistema de fi nanciamiento, requisitos de acceso).

- el tercer elemento son las imágenes Arquitectónicas y Urbanas de proyectos representativos de la aplicación de los distintos programas habitacionales, de manera de ilustrar gráfi camente cada forma de intervención en términos del tipo de obras, como el planteo arquitectónico y de inserción urbana.

El trabajo considero la revisión de un extenso material bibliográfi co y de archivos del Centro de Documentación del MINVU que se detalla en las Referencias Bibliográfi cas, complementado por material generado a través de visitas a terreno. El trabajo también incluyo un taller de discusión con algunos de los profesionales emblemáticos del sector a efectos de recibir aportes que fueron incorporados en la redacción fi nal.

El libro se estructura en los ocho capítulos, principalmente ordenados por criterio cronológico3:

- El primer capítulo es la presente introducción que cumple la función de explicar el enfoque desarrollado para sistematizar un Siglo de Políticas de Vivienda y Barrio, como también de intentar una síntesis general.

- El Capítulo 2 es el análisis de los Momentos Urbanos y Demográfi cos del Siglo XX, que incluye una recopilación de información de población y territorio de larga perspectiva.

- El Capítulo 3 se refi ere a la vivienda social en el período de ensayo legislativo (1906-1939)

- El Capítulo 4 aborda la vivienda social en el período de institucionalización del desarrollo (1939-1964)

- El Capítulo 5 trata de la vivienda en el período de participación popular (1964-1973)

3 Los períodos de análisis buscan refl ejar cambios del modelo de políticas públicas, asociados a gobiernos o períodos de gobierno. Ahora bien, antes de 1960 la menor información disponible sobre períodos más antiguos infl uyó en un esquema de organización por grandes etapas, mientras que con posterioridad es posible reconocer distintos momentos de la intervención del Estado en materia habitacional, propiamente tales.

Page 14: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

1

Ca

pít

ulo

1

19Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

- El Capítulo 6 de la vivienda en el período del gobierno militar (1973-1990)

- El Capítulo 7 se refi ere a la vivienda social de los gobiernos de la Concertación de la década de los noventa (1990-2000),

- y el Capítulo 8 a la vivienda social en la nueva política habitacional, Tercer Gobierno de la Concertación (2000-2006)

1.2 Elementos de Síntesis

Los siguientes capítulos están destinados a mostrar las respuestas implementadas por el sistema de políticas de vivienda social para hacer frente al problema de la vivienda en los distintos momentos del siglo XX. A efectos de introducir la lectura mediante algunos elementos de síntesis del material presentado, esta sección ha querido puntualizar algunas tendencias que se desprenden de períodos y variables a que se refi ere el material del libro.

Evolución del poblamiento y la necesidad habitacional:

La perspectiva de cien años de vivienda social debe realizarse considerando que, a lo largo del siglo XX, Chile experimentó una signifi cativa transición en el plano demográfi co y urbano. Por dicho proceso, las distintas generaciones de políticas y programas habitacionales en Chile del siglo XX, son paralelas de importantes cambios de población, urbanización y necesidades de vivienda, materias que se busca profundizar en el segundo capítulo y conforman una coordenada trascendental para la interpretación de los distintos momentos de la política habitacional y la comprensión de los instrumentos aplicados.

El lapso en que se describen los programas habitacionales es un tiempo demográfi co largo. En efecto la población de Chile aumentó de 2,7 millones de habitantes (hacia fi nes del siglo XIX) hasta algo más de 15 millones el año 2002, y la tasa de crecimiento de población reconoce su ciclo completo de transición, desde niveles altos hasta fi nes de los años setenta para después decaer en velocidad. En el plano de la distribución espacial, el Chile que se describe evolucionó desde una población mayoritariamente rural a un grado de urbanización cercano al 90% en el Censo del 2002, es decir los niveles propios de países desarrollados. La estructura urbana

mostró cambios importantes referentes a la incidencia del fenómeno metropolitano vis a vis la correspondiente a las ciudades medianas y menores en el patrón de urbanización y conformación misma del problema habitacional.

Con respecto a algunas características esenciales que defi nen el entorno demográfi co y urbano de los distintos períodos de la política habitacional, el período 1906-1939 (ensaye legislativo), corresponde al momento inicial cuando la localización de la población era eminentemente rural, pero la ciudad capital crecía a tasas aceleradas otorgando visibilidad al problema del hacinamiento de los sectores pobres en zonas centrales con conventillos y edifi cios deteriorados de la capital. El período 1939 a 1964, denominado Institucionalización del desarrollo, va a enfrentar un momento de gran presión demográfi ca, urbanización, y crecimiento metropolitano, con procesos migratorios que acentuaron la asimilación del problema habitacional al fenómeno de las grandes ciudades, en parte por el infl ujo de las políticas de fomento del desarrollo económico. En el período 1964 - 1973 (Participación Popular) la urbanización se consolida, surge un momento de gran crecimiento absoluto de la población urbana, haciéndose muy gravitante en la forma del défi cit la fi gura de los asentamientos precarios y su aporte a la urbanización y expansión informal de las ciudades; no obstante lo cual, la disponibilidad de viviendas mejora gracias a una cuantiosa acción del Estado en proveer suelo. El período del Régimen Militar (1973 - 1990) se trata de un lapso donde Chile entra de lleno en la fase de transición demográfi ca avanzada, por la cual se benefi cia de la reducción de las tasas de crecimiento demográfi co. La disponibilidad de viviendas mejora, pero eso ocurre de forma espuria ya que la formación de hogares ya comenzó a ser cuantiosa y surgió un problema masivo de allegamiento, de modo indiferente al menor ritmo de crecimiento de la población.

Llegados los años noventa, los rasgos esenciales comentados, no eximen que la lectura del siglo descrito por este libro muestre dos características persistentes en la realidad del país. Por una parte, se cuenta la vocación de concentración de la población en el área metropolitana del Gran Santiago, entidad que llega actualmente a representar un tercio de la población chilena; y por otra parte, el alza interrumpida del défi cit habitacional

Page 15: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

120 Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Ca

pít

ulo

1

hasta fi nes de la década de los ochenta. De esta forma, el problema habitacional chileno y las soluciones implementadas muestran estructuralmente una signifi cativa vinculación con el fenómeno metropolitano; y los diversos esfuerzos de construcción de las distintas políticas habitacionales no logran evitar que las necesidades de vivienda mantuvieron una tendencia alcista sino hasta después de 1992, es decir transcurridos la mayoría de períodos que aborda este libro. Recién a contar de 1992, Chile logra construir mas casas que nuevas familias, logro que se consolida durante los tres gobiernos de la Concertación, descritos en este libro como los períodos 1990-2000 y Nueva Política Habitacional.

Evolución de la Acción del Estado:

La evolución de los programas o modelos de intervención habitacional que describen las siguientes paginas han involucrado importantes cambios del modelo de pensar y enfrentar el problema habitacional, como asimismo de su relación con el modelo de políticas económico, sociales y con la ciudad

En términos de recursos, hay que destacar que, si bien las iniciativas legales y tipologías habitacionales datan desde 1906 y hay un desarrollo de institucionalidad relevante a contar de los años cuarenta; la inversión pública en vivienda recién comenzó a ser signifi cativa en los años cincuenta, cuando representaba alrededor del 3% del PGB, proporción que se mantiene hasta el inicio de los años setenta según los estudios de Olga Mercado. A mediados de la década del 70 - período del régimen militar - se inicio un acelerado descenso de la inversión habitacional, hasta mediados de los ochenta. El año 1990 marca el comienzo de un fuerte crecimiento del gasto social en vivienda, iniciando la década más exitosa de producción de vivienda social del país durante todo el siglo.

De la trayectoria que marca el siglo, además de los momentos demográfi cos y de la prioridad presupuestaria asignada al sector habitacional, la introducción a su lectura debe destacar el desarrollo que muestran los distintos capítulos del libro en cuanto a: sistemas de fi nanciamiento, esquema de solución habitacional, y propuesta urbana de los programas.

Sistemas de Financiamiento:

El fi nanciamiento habitacional del siglo reporta gran diversidad y amerita una lectura cuidadosa de distintas formulas ensayadas. La primera parte del siglo XX muestra sistemas de préstamo pensados para apoyar el arriendo y habitación por familias pobres y obreras; después leyes que permitieron el otorgamiento de préstamos a imponentes de las cajas Nacional de Empleados, a mejoreros y compradores de sitio a plazo. Posteriormente los sistemas de fi nanciamiento de viviendas son alimentados por subvenciones estatales y fondos especiales (generados a través de impuestos al alcohol, dulces y galletas y aportes de la Polla Chilena). La acción habitacional incorpora también fi nanciamiento internacional. En 1948, debuta la concesión de franquicias tributarias a través de la “ley Pereira”, que incentiva fuertemente la construcción de viviendas de sectores medios. La acción de la CORVI viene, por su parte, a sustentar fuertemente el fi nanciamiento que suma aportes de ahorro con crédito. Durante los años sesenta, adquiere un papel sustantivo el trabajo como un recurso aportado por los propios afectados

El esquema de “subsidio a la demanda” - surgido durante los años ochenta - introduce un cambio importante ya aplica un nuevo concepto de transformar la demanda potencial en demanda efectiva y multiplicar recursos por medio del incentivo al ahorro familiar y atraer fondos institucionales de largo plazo Este sistema de fi nanciamiento es consolidado y logra plenos resultados de cobertura a cargo de los gobiernos de la Concertación, de modo que en términos de inversión un 20% de recursos de origen habitacional llega a movilizar un 80% de recursos del sector privado hacia mediados de los noventa. Un aspecto notable de la consolidación del subsidio que se describe en el capitulo séptimo, es que la red de accesibilidad habitacional al alcance de los sectores de menores recursos se ve ampliada, aumenta el presupuesto público destinado a estos sectores y crece el fi nanciamiento a nuevas formas de modalidades privadas de ejecución, donde se minimizan subsidios ocultos. La Nueva Política Habitacional surgida en período 2000-2006 tiene como principal eje orientador la re-focalización del gasto en vivienda social hacia el 20% más pobre y el énfasis en programas sin deuda y fondos concursable.

Page 16: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

1

Ca

pít

ulo

1

21Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Esquema de Solución Habitacional:

El panorama de un siglo de programas habitacionales que muestra este libro comienza su recorrido con tipologías de inspiración europea como son el pasaje y cité, favorecidos por leyes de comienzos de siglo. Años después surgen las propuestas fi nanciadas por la caja de Habitación popular, consistentes en conjuntos habitacionales en altura y de generoso equipamiento de sus espacios comunes, visible por ejemplo en la Población Huemul de 1943, de calle Bío Bío; enfoque de vivienda popular acogedor para las posibilidades de desarrollo de nuevas generaciones de chilenos modestos. El Programa de Autoconstrucción y ayuda mutua (PRACAM) aparece más adelante como experiencia pionera en introducir un esquema que tendrá gran presencia en el siglo: el saneamiento mediante sitios urbanizados con servicios, y segunda etapa de vivienda y autoconstrucción considerando el aporte constructivo de los pobladores. La década de los cincuenta nos muestra grandes operaciones de conformación de ciudades Interiores por medio de la urbanización de terrenos para acoger poblaciones modestas. La huella física de la CORVI se inscribe como un hito muy signifi cativo del panorama urbano del país, visible en grandes proyectos de bloques de departamentos, combinados con otras tipologías, dotados de grandes espacios centrales destinados a recreación y circulación.

La década de los sesenta se muestra con gran diversidad de productos, destinados a atender a un amplio espectro socio económico de familias, desarrollándose diferentes prototipos de vivienda, materiales económicos y uso de vivienda pre fabricada. Surgen programas de gran impacto como son, por una parte, la operación Sitio, consistente en un acceso masivo de los sectores más pobres al suelo urbano en lotes de buen tamaño; y por otra, las remodelaciones CORMU consistentes en grandes intervenciones urbanas gestionados en esquemas de alianza público-privado. La sección que analiza los años del Gobierno de la Unidad Popular muestra la realización de gran cantidad de soluciones, con protagonismo de la racionalización, lo que se materializó en una diversidad que incluye las torres de edifi cios 1040 y 1050, los bloques de departamentos, y también programas de sitios urbanizados.

Las infl uencias urbanísticas han pasado del trazado ortogonal, con fachadas continuas unidas

a las veredas al concepto de ciudad jardín, a un trazado más diversifi cado, y viviendas aisladas con antejardín, apareciendo macro manzanas con viviendas en altura.

Durante el período del régimen militar es implementada la viviendas del subsidio a la demanda y también se inicia la vivienda básica SERVIU, programa que será un instrumento masivo de producción habitacional en los años noventa. También hay aplicación de los lotes con servicios del Ministerio del Interior, continuando el saneamiento impulsada en Chile por muchos años.

Los gobiernos de la Concertación desarrollan sustantivamente todos los tipos mencionados de instrumento, introduciendo mejoras de estándar y calidad. El capítulo correspondiente a los años noventa muestra soluciones innovadoras, que incorporan conceptos de desarrollo por etapas (vivienda progresiva), de vivienda especial para grupos de edad vulnerable (programa especial para el adulto mayor), de intervención integral de asentamientos precarios (Programa Chile Barrio), y de densifi cación urbana (subsidio especial de renovación urbana). La Nueva Política Habitacional consolida nuevas formas de vivienda de solución surgidas de los propios afectadas por el problema habitacional, quienes toman la iniciativa de concursar con proyectos de vivienda ya sea en nuevas urbanizaciones o bajo esquemas de densifi cación. También los primeros años del siglo XXI destacan con obras resultantes de concursos de vivienda y espacios públicos para zonas patrimoniales, y varias ciudades son escenario de grandes proyectos urbanos que localizan la vivienda social en esquemas de loteo innovadores.

Inserción UrbanaLa relación de los programas de vivienda

social con la forma urbana es un ángulo que se ha buscado testimoniar en el análisis e imágenes que contiene este libro. El recorrido comienza en Chile con conjuntos de alta densidad familiar que se incorporan a la ciudad central mediante manzanas compactas de fachada continua y patio interior de infl uencia europea (pasaje y cite). El estudio de la década de los cincuenta reconoce otro hito urbano importante en los conjuntos generados por la CORVI, posibilitados por esquemas claros de inversión pública en terrenos y su posterior urbanización, los que

Page 17: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

122 Ministerio de Vivienda y Urbanismo

desde el punto de vista espacial marcan un buen momento de vinculación de la vivienda social con el equipamiento, ello bajo intervenciones cuyo tamaño fue bastante masivo.

El signo urbano de los programas que muestran los años sesenta es su aporte al acceso al suelo a los sectores pobres y a la creación de nuevos anillos de la gran ciudad, creándose enclaves que, por varios años, conformaran zonas de acogida en los patios de sus lotes de varias nuevas generaciones de familias modestas. Los programas de comienzos de los setenta se muestran cruzados con procesos masivos de urbanización popular, que extienden la ciudad y ocupan espacios intersticiales, pero también dan cuenta de la preocupación por proyectos de localización de vivienda en los espacios disponibles de zonas equipadas. Por su volumen, la producción habitacional de comienzos de los años setenta debe ser vista como un trazador importante de la ciudad, existiendo esfuerzos de incorporar infraestructura y equipamiento.

La huella urbana de los programas fi nes de los ochenta acentúa los nexos que pueden manifestarse de la dispersión y descuido de la forma urbana con la operación de los programas de vivienda social. La innegable efectividad económica del sistema de subsidio va acompañada de importantes sesgos urbanos negativos que favorecen la expansión de la ciudad hacia zonas periféricas de menor valor de suelo. La tendencia se ve favorecido por el descuido del urbanismo y de su rol como elemento ordenador. También ocurre una desproporción entre inversión habitacional e inversión urbana, de modo que los programas que describe el capítulo respectivo son en los hechos “la política” de construcción de ciudad. Este período esta también marcado en lo urbano por la erradicación y saneamiento masivo de los campamentos de las grandes urbes, y el inicio del allegamiento, como expresión oculta del problema de la vivienda.

Los capítulos relativos a la política de los años noventa, muestran la progresión de varios programas de gestión pública y privada que conforman grandes zonas de nueva urbanización, pero ahora con mayor protagonismo de la inversión urbana compensatoria en equipamiento e infraestructura. También surgen herramientas de densifi cación del peri centro de Santiago y se recoge el desafío de la construcción de ciudad y barrios para todos. La huella urbana de los planes de vivienda va retomando la senda de

los proyectos de equipamiento e infraestructura urbana, entendidos como elementos complementarios indispensables de los sistemas de vivienda social.

El Capítulo correspondiente a la Nueva Política muestra cambios en el tipo de proyectos que se aplican, los que tienden a menor escala, y a mayor consideración por el impacto en el entorno y la capacidad de aporte a la equidad urbana y social. Las obras de espacio público y la aplicación de los fondos de vivienda y equipamientos a la revalorización de zonas de interés patrimonial son otras huellas urbanas documentadas por el capítulo fi nal del documento.

Queda abierta la lectura de cien años de vivienda social de este libro.

Page 18: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

1

Chile: Momentos Urbanos y Demográfi cos del Siglo Veinte

C A P Í T U L O

2

Page 19: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

Chile: Momentos Urbanos y Demográfi cos del Siglo Veinte

Page 20: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

25Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

El capítulo está destinado, en lo fundamental, a explicar el contexto demográfi co y urbano que debieron enfrentar las distintas generaciones de políticas y programas habitacionales en Chile a lo largo del siglo XX.

El examen de dicha trayectoria permite entender las demandas sectoriales que derivaron de las distintas fases del crecimiento de la población, de la urbanización y formación de requerimientos de vivienda, traduciéndose en un telón de fondo frente al cual se sucedieron distintos modelos de solución al problema de la vivienda. Hay que destacar que nuestro país llegó al siglo XXI constituyéndose en un caso pionero en absorber el défi cit habitacional. Esto, no obstante que, al igual que los demás países latinoamericanos, experimentó distintas fases en su dinámica urbana, demográfi ca y de desarrollo relativo, manifestando sendos procesos de migración rural-urbana, urbanización explosiva e inestabilidad del patrón de distribución espa-cial de la población, sucedidos después por períodos de apaciguamiento relativo de los momentos urbanos y de la población. Lo medular es que los distintos sistemas de vivienda social implementados a lo largo del tiempo, así como el balance de fortalezas y debilidades, deben ser mirados con la perspectiva de los procesos y dimensiones que se hace referencia en esta sección.

Producto del largo proceso del siglo XX, Chile incrementó su población de 2,7 millones de habitantes (hacia fi nes del siglo XIX), hasta algo más de 15 millones el año 2002. El porcentaje de urbanización de la población en igual lapso, ascendió desde menos del 40% a cerca del 90%, consolidándose un país eminentemente urbano, habiendo experimentado los años de urbanización más acelerada o explosiva durante las décadas de los sesenta y setenta (período de creación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo). A lo largo del siglo, este país fue conformando un patrón o estructura urbana con fuerte protagonismo

del área metropolitana del Gran Santiago, la que ejerce una gravitación demográfi ca que asciendió del 10 al 36% en un siglo, planteando que los problemas metropolitanos de la vivienda social hayan sido un componente importante de la historia del diseño y evaluación de las políticas habitacionales, en especial lo referente a los problemas de equipamiento, expansión urbana y segregación que han explicado la creciente centralidad de la cuestión urbana en los objetivos estratégicos sectoriales.

Igualmente, se suceden importantes cambios relacionados de población y avance del desarrollo social, combinándose cambio de la estructura de edades, mejoramientos de las tasas de fecundidad y mortalidad, y avance en el proceso de transición demográfi ca. Esta evolución, sumada al cuadro de institucionalización y maduración de políticas y programas, da por resultado que Chile haya logrado mejorías paulatinas en los índices de viviendas cada mil habitantes, y hacia fi nes de siglo, el logro inédito a nivel de países en vías de desarrollo de congelar y absorber el défi cit habitacional.

El Capítulo se compone de cinco secciones. En primer lugar, la referencia al avance de la urbanización; en segundo término, la evolución de la estructura de localidades; en tercer lugar, la evolución de la primacía metropolitana (ante-cedente relevante en un país con tendencias seculares a la concentración demográfi ca en un área metropolitana central). Seguidamente, se hace referencia a la dinámica de la población, caracterizada por su avance en el proceso de transición demográfi ca. Finalmente, el quinto apartado, es la reconstitución de antecedentes que dan cuenta de los avances logrados en la disponibilidad de viviendas para la población, sentido esencial de los sistemas de provisión de vivienda social, implementados durante el siglo XX en Chile.

Orientaciones Generales

Page 21: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

26 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

2.1. Evolución de la UrbanizaciónDesde 1952 a 1982 la población creció en

tasas superiores al 20% que alcanzaron su peaken el período 1970–1982, con 28% de porcentaje de crecimiento (Gráfi co 2), para luego desacelerar su ritmo en los ochenta y los noventa. El cre-cimiento demográfi co estuvo acompañado de un importante aumento de la población urbana, que se refl eja en tasas de crecimiento urbano de 40% entre los períodos de 1952–1960 y 1970–1982, y de 33% entre 1960 y 1970 (Gráfi co 2).

Pese a que el concepto de urbano–rural ha variado a lo largo del tiempo, lo que para algunos pudiera afectar la comparabilidad de los datos (ver Recuadro 1), es posible apreciar la magnitud del proceso de urbanización también a través del análisis de la evolución de la población en las ciudades. Si bien según la defi nición de INE (1992) las ciudades son entidades urbanas de más de cinco mil habitantes1, se ha escogido analizar a los centros urbanos de 40 mil y más habitantes, dado un tamaño sufi ciente para sus-tentar su propio desarrollo. En el siguiente acá-pite se aborda este tema.

Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1895 a 1940: CHILE. SERVICIO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. XII Censo General de Población y I de Vivienda. Tomos II al VI. Santiago, 1953?. 1952 a 1992: CELADE. Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950 - 1990). Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001. 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002 en www.ine.cl, Agosto, 2003.* Sólo desde el Censo de 1930 se tiene información de la distribución de la población según localización urbana y rural.

Gráfi co 1Chile 1895 - 2002: Total Población Urbana y Rural* y % de Urbanización

Durante la primera década del siglo XX las ciudades chilenas comenzaron a aumentar su importancia relativa respecto a los sectores rurales, que hasta entonces concentraban la mayor parte de la población. En la década de 1930, por primera vez el campo deja de crecer y la ciudad crece más, comenzando ésta a cubrir terreno agrícola. Se conforma, de este modo, un nuevo tipo de sector popular, ya no campesino, ni trabajador nómada, más bien urbano, obrero o trabajador del sector terciario, insertándose precariamente en la trama laboral y urbana de su nuevo mundo.

El Gráfi co 1 muestra que entre 1930 y 1952 la población urbana pasó de representar el 40%, a constituir el 60% de la población total. En los 30 años siguientes, el país continuó creciendo más en sus áreas urbanas, para atravesar la barrera de 80% de urbanización en 1982. Durante el siglo la población rural incluso decreció desde 2,6 millones de personas en 1930 a 2 millones de habitantes en el 2002 (Gráfi cos 1 y 2).

1 Y son entidades urbanas aquellas que “poseen concentraciones de viviendas con más de 2.000 habitantes y las que fl uctúan entre 1.001 y 2.000 que tienen el 50% o más de su población económicamente activa dedicadas a actividades secundarias y/o terciarias”, además de los centros turísticos con más de 250 viviendas. “Las entidades urbanas se clasifi can en ciudades o pueblos” (INE, 1992, p.7).

Page 22: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

27Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

En Chile, la urbanización ha mostrado un importante componente de metropolización. El último censo del siglo XIX mostró a sólo dos ciudades con un poco más de cien mil habitan-tes: Santiago y Valparaíso. En 1952, la capital ya tenía 1,4 millones de habitantes, mientras que Valparaíso recién alcanzaba los trescientos mil, siendo la ciudad más grande después de Santiago. Entre 1907 y 1952, el país aumentó 1,8 veces su tamaño, mientras que la urbe central lo hizo en 4,3 veces, concentrando a un cuarto de la población del país. A principios del siglo XXI, Santiago superó los 5 millones de personas, lo-calizando a más de un tercio de la población del país, aun cuando desde la década de 1980 ya había desacelerado su ritmo de crecimiento. El tercer acápite se refi ere específi camente al creci-miento y desarrollo urbano de las tres metrópolis chilenas: Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción.

El crecimiento demográfi co es posible por dos tipos de razones. Una sociedad tiene más personas debido al crecimiento natural de la población, resultante de un incremento del saldo positivo entre natalidad y mortalidad. Una segunda fuente de crecimiento es el referido a los movimientos migratorios. Ésta explica más fuertemente las diferencias entre el crecimiento demográfi co de las áreas urbanas respecto del total país. Mientras, en las áreas rurales la tendencia del siglo fue tener saldos migratorios negativos, debido a que la población que dejó el campo se movió hacia los centros urbanos. El cuarto acápite da cuenta de la evolución de los indicadores durante el siglo, que refl ejan también, entre otras cosas, las mejorías en las condiciones de vida de la población.

Uno de los principales factores que infl uyen en los cambios de las condiciones de vida de la población son los relacionados con el sector vivienda. El quinto y último acápite de este capí-tulo aborda este tema.

Gráfi co 2Chile 1952 - 2002: Porcentaje Crecimiento Población: Urbana, Rural y Total

Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1952 a 1992: CELADE. Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950-1990).Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001. 2002. INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002, en www.ine.cl, Agosto, 2003.

Page 23: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

28 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

¿Qué se entiende por “urbano”?

El concepto de “urbano” es usado para denominar los lugares caracterizados como tales por sus condiciones poblacionales. Los criterios utilizados para identifi car las zonas urbana y rural varían de un país a otro, y además tienen variaciones en el tiempo dentro de un mismo país, que difi cultan la comparabilidad (INE, 2002). No existe consenso en los criterios comunes para la defi ni-ción de lo urbano y lo rural entre los diferentes países. Rodríguez (2004) señala la existencia de al menos cinco tipos de defi niciones: i) las numéricas, basadas en criterios tales como número de ha-bitantes, cantidad de viviendas en una zona o densidad demográfi ca; ii) las político-administrativas, “que aluden a la posición de una localidad dentro de la estructura político-administrativa”; iii) según cantidad de equipamiento, es decir, existencia de infraestructura y servicios en una localidad; iv) según funcionalidad, “tipo de actividad económica predominante”; v) según criterios paisajísticos, tales como rasgos edilicios o características del entorno; vi) legales, “estatus de una localidad defi nido ex-ante por una ley o por una disposición normativa ofi cial”. (Rodríguez, 2002, p.27). De todas estos criterios el más comparable es el tamaño de la población.

Según el INE2, en el documento “Glosario” del Censo de 2002, “se entiende como ‘Entidad Ur-bana’ a un conjunto de viviendas concentradas, con más de 2.000 habitantes, o entre 1.001 y 2.000, con el 50% o más de su población económicamente activa dedicada a actividades secundarias y/o terciarias. Excepcionalmente, los centros que cumplen funciones de turismo y recreación con más de 250 viviendas concentradas y que no alcanzan el requisito de población, se consideran Entidades Urbanas. En consecuencia, área urbana es el conjunto de las entidades urbanas.(...) En el caso de los dos últimos Censos realizados en Chile (1992 y 2002), las defi niciones han sido las mismas”.

En Chile se han utilizado diferentes criterios para la distinción urbana-rural, que se resumen en el siguiente esquema:

Recuadro 1

Esquema R1

CHILE: CLASIFICACIÓN URBANO-RURAL

AÑO CRITERIO PRINCIPAL CRITERIO SECUNDARIO

1952 Jerarquía político administrativa Actividad Productiva

1960 Paisaje Equipamiento y servicios

1970 Tamaño Población Equipamiento y servicios

1982 Paisaje Tamaño Población

1992 y 2002 Tamaño Población Actividad Productiva

Fuente: Rodríguez, 2004, p. 29

2 Instituto Nacional de Estadísticas de Chile.

Page 24: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

29Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

2.2 Evolución de la estructura de Localidades Urbanas

concentrando al 42% de la población (Tablas 1 y 2 a continuación). De éstas ciudades, una ya había superado el millón de personas (Gran Santiago); mientras que sólo dos tenían 100 mil y más habitantes: Gran Valparaíso –que ya tenía 100 mil habitantes en 1885– y Gran Concepción –que alcanzó los 100 mil habitantes en la década de 1950–. El 2002, veintinueve ciudades tenían 40 mil.

En 1960, el aumento de la población de la década anterior se refl ejó en que seis ciudades más alcanzaron la barrera de los cuarenta mil habitantes, albergando al 51% de la población del país. Por su parte, el Gran Santiago superó los 2 millones de personas, concentrando al cuarto del país.

Recién el censo de 1970 mostró a 3 nuevas ciudades que se consolidaron con 100 mil y más habitantes: Antofagasta, La Serena–Coquimbo y Temuco; mientras que Gran Valparaíso dio un salto demográfi co, pa-sando a concentrar a más de medio millón de personas. Diez años después, Gran Concepción también se unió a este selecto grupo, siendo junto al Gran Valparaíso y hasta el 2002, las dos únicas ciudades en el rango de 500 mil y más, y menos de 1 millón. El censo de 1982 también señaló el aumento de población en ciudades de 100 mil y más, incorporándose durante el período a este grupo las urbes de Iquique, Rancagua, Talca, Arica, Chillán y Valdivia. Diez años más tarde lo hacían Osorno, Calama, Puerto Montt y Punta Arenas; y el 2002, Copiapó, Los Ángeles y Curicó.

La población en ciudades de 40 mil y más habitantes aumentó, en Chile, desde menos de 420 mil, hacia fi nes del siglo XIX, hasta más de 10.3 millones según el Censo del 2002 (68% de la población nacional)

Mientras, al 2002 se contaban 29 ciudades mayores a 40 mil habitantes, el último censo del siglo XIX mostró a una sola ciudad alcanzando esa cifra de habitantes: Concepción (Tabla 1), además de las ciudades de Valparaíso y Santiago ya comentadas, que superaban las cien mil personas. Estas tres ciudades mantienen, durante todo el siglo, los tres primeros lugares en cuanto a magnitud de población que albergan.

El primer censo del siglo XX constató el ingreso de Iquique en la categoría de urbes de cuarenta mil y más; aunque esta ciudad no estabiliza su tendencia al crecimiento hasta después de 19403. Trece años más tarde, el censo de 1920 indica a Viña del Mar4 y Antofagasta, como las nuevas urbes que atraviesan esta barrera. Este censo también muestra a la capital del país superando por primera vez la barrera de las 500 mil personas.

El censo de 1930 muestra a Talca como la nueva ciudad de 40 mil y más habitantes. Diez años más tarde se incorpora la comuna de Talcahuano5.

Durante la segunda mitad del siglo XX, junto con aumentar el número de ciudades de 40 mil habitantes y más, se incrementaron las urbes de tamaños intermedios (cien mil y más, pero menos de quinientos mil habitantes). En 1952, trece ciudades tenían cuarenta mil y más habitantes,

3 Iquique presenta grandes fl uctuaciones en su cantidad de habitantes hasta la década de 1940; probablemente asociado a la dinámica y declinación de la actividad salitrera, haciéndolo salir y entrar de la categoría de ciudad de 40 mil y más. Los cuarenta mil habitantes de 1907 bajan a 37 mil en 1920, para luego aumentar a 46 mil, una década más tarde. El censo de 1940 informa 38 mil habitantes habitando en Iquique. Entre 1940 y 1970, su tasa de crecimiento fue levemente superior que la del país (manteniéndose más o menos constante en torno el 27% en cada período intercensal). Entre 1970 y 1982, y entre 1992 y 2002, Iquique presentó un aumento explosivo de su población (71% y 56% de crecimiento respectivamente), para comenzar el siglo XXI con más de doscientos mil habitantes.

4 Este análisis considera la conurbación de la población urbana de las comunas de Viña del Mar y Valparaíso como un solo conglomerado urbano -Gran Valparaíso- recién desde el censo de 1952.

5 Si bien la población urbana de Talcahuano forma parte del Gran Concepción, el análisis lo considera sólo después de 1952. Entre otras razones porque no se cuenta con información desagregada a nivel urbano-rural de la población de la comuna de Talcahuano con anterioridad a dicho censo.

Page 25: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

30 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

AÑO % de población en % de población en % de población en % de población en ciudades de 40 mil ciudades de 100 mil ciudades de 500 mil ciudades de 1 millón y más hab*. y más hab*. y más hab*. y más hab.

Tabla 11895 – 2002 Ciudades de 40 mil habitantes y más:

Total ciudades según rangos de tamaños y total población

1895 1 2 - - 3 418.687

1907 2 2 - - 4 591.218

1920 3* 1 1 - 5 847.953

1930 5 1 1 - 7 1.164.974

1940 6 1 1 - 7 1.501.047

1952 10 2 - 1 13 2.483.672

1960 16 2 - 1 19 3.731.038

1970 17 4 1 1 23 5.152.859

1982 11 9 2 1 23 7.144.420

1992 10 13 2 1 25 8.819.855

2002 10 16 2 1 29 10.360.801

AÑO 40 mil y más; menos 100 mil y más; menos 500 mil y más; menos 1 millón Total Total Población de 100 mil hab. de 500 mil hab. de 1 millón de hab. y más hab. de ciudades en ciudades de 40 mil y más

Tabla 2% de Población en ciudades de 40 mil habitantes y más, según rangos de tamaño:

Total ciudades según rangos de tamaños y total población

Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1952 a 1992: CELADE. Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950-1990). Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001. 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002 en www.ine.cl, Agosto, 2003.*Incluye siempre a las siguientes categorías.

Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1895 a 1940: CHILE. SERVICIO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. XII Censo General de Población y I de Vivienda. Tomos II al VI. Santiago, 1953?. 1952 a 1992: CELADE. Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950 - 1990). Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001. 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002 en www.ine.cl, Agosto, 2003.* Iquique disminuye su población en este censo a 37 mil personas, por lo que no se considera.

1952 41,9% 33,2% 24,2% 24,2%

1960 50,6% 37,9% 28,1% 28,1%

1970 58,0% 45,5% 37,4% 31,4%

1982 63,1% 55,8% 44,9% 34,6%

1992 66,1% 61,0% 45,8% 35,7%

2002 68,5% 64,3% 45,5% 35,7%

Page 26: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

31Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Mientras que, en 1952, el 60% de la población habitaba en áreas urbanas (Gráfi co 1), el 42% lo hacía en ciudades de cuarenta mil y más. Cincuen-ta años más tarde, los habitantes de ciudades de 40 mil y más representaban el 69% del país mien-tras que los habitantes urbanos llegaron a 87%.

El Gráfi co 3 muestra la distribución porcen-tual de la población según grandes categorías de centros poblados, en los seis momentos censa-les de la segunda mitad del siglo XX. Es posible observar, primero, la evidente primacía del Gran Santiago a lo largo del siglo. Segundo, que luego de la categoría de habitantes en áreas urbanas de un millón y más, el grupo más relevante demográ-fi camente hasta el censo de 1970 fue el confor-mado por los habitantes de áreas rurales. Desde el censo de 1982 y hasta el 1992, este lugar pasó a ocuparlo el grupo de centros urbanos meno-res de cuarenta mil habitantes. En el 2002, por primera vez esta categoría pasa a corresponder a las ciudades de cien mil y más habitantes, pero menores de quinientos mil.

Tercero, es posible apreciar que el porcentaje de habitantes en áreas urbanas menores a los cuarenta mil habitantes se ha mantenido relativa-

Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1952 a 1992: CELADE. Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950-1990). Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001. 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002 en www.ine.cl, Agosto, 2003.Nota: Entre paréntesis se muestra el porcentaje de habitantes en ciudades de 40 mil y más.

mente constante durante la segunda mitad del si-glo, en torno al 18%; mientras que la cantidad de personas que habitaba en ciudades del rango de cuarenta mil y más, pero menos de cien mil, llegó a su peak en la década de 1960, para luego de-crecer. Ello, principalmente porque un importante grupo de ciudades creció de tal manera que pasó a engrosar el grupo de los cien mil y más habitan-tes. En 1952, un 9% de la población habitaba en ciudades de cuarenta mil, menores de cien mil; mientras que otro 9% lo hacía en ciudades de cien mil y más, menores de quinientos mil. Diez años más tarde, el censo de 1970 dio cuenta de un incremento de la población en ciudades de cuarenta mil y más, que todavía no alcanzaban la barrera de los cien mil, llegando a representar al 13% de la población total. El año 2002 este grupo representa sólo el 4%, mientras que los habitan-tes en urbes de cien mil y más –pero menores de quinientos mil– representan, en grupo, la segunda importancia demográfi ca.

En el siguiente acápite nos referiremos a la evolución de la primacía demográfi ca de la ciu-dad capital por sobre las otras urbes, como fenó-meno que adquiere el proceso de urbanización en Chile.

Gráfi co 3Distribución de la Población según grandes categorías de centros poblados

Años 1952, 1960, 1970, 1982, 1992 y 2002

Page 27: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

32 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

2.3. Evolución de la Primacía Metropolitana

Esta sección analiza la dinámica demográfi ca de las tres áreas que han sido defi nidas como metropolitanas: Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción. Tal como se señaló con ante-rioridad, una de las características del proceso de urbanización que vivió Chile durante el siglo XX, fue la importante concentración de la población urbana en una sola metrópolis: Santiago. Desde tiempos coloniales, Santiago tendió a concentrar la actividad político administrativa, así como par-te importante de la actividad económica y cultural del país. Hasta la década de 1910, la población de Santiago era comparable con la de Valparaíso. Desde el censo de 1920 en adelante, se constata la aceleración del ritmo de crecimiento de la po-blación de la Capital, muy superior a la del país y a la de las dos más importantes urbes (Tabla 3). En 1907 –y al igual que en los dos últimos censos

1885 2.503.544 189.332 7,6 116.853 4,7 24.180 1,0

1895 2.694.711 7,64 256.403 35,4 9,5 143.092 22,5 5,3 39.837 64,8 1,5

1907 3.227.973 19,79 332.724 29,8 10,3 200.543 40,1 6,2 55.330 38,9 1,7

1920 3.726.602 15,45 507.296 52,5 13,6 236.760 18,1 6,4 64.074 15,8 1,7

1930 4.747.606 27,40 696.231 37,2 14,7 263.338 11,2 5,5 77.589 21,1 1,6

1940 5.565.288 17,22 952.075 36,7 17,1 304.321 15,6 5,5 85.873 10,7 1,5

1952 5.932.995 6,61 1.436.522 50,9 24,2 344.802 13,3 5,8 190.137 121,4 3,2

1960 7.374.115 24,29 2.071.552 44,2 28,1 437.882 27,0 5,9 282.189 48,4 3,8

1970 8.884.768 20,49 2.791.972 34,8 31,4 529.780 21,0 6,0 369.287 30,9 4,2

1982 11.329.736 27,52 3.919.903 40,4 34,6 665.804 25,7 5,9 501.198 35,7 4,4

1992 13.348.401 17,82 4.759.118 21,4 35,7 750.713 12,8 5,6 610.380 21,8 4,6

2002 15.116.435 13,25 5.392.428 13,3 35,7 815.325 8,6 5,4 667.725 9,4 4,4

Año Chile Gran Santiago Gran Valparaíso Gran Concepción*

Población % Crec. Población % Crec % del Población % Crec % del Población* % Crec % del Total País Total País Total País

Tabla 3Chile y tres principales centros urbanos (Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción). Población,

Tasa de Crecimiento respecto de año anterior y % de población respecto al país, Censos1885 a 2002.

La cifra de población hasta el Censo de 1940 considera únicamente la población de la ciudad de Concepción.Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1885 a 1940: CHILE. SERVICIO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. XII Censo General de Población y I de Vivienda. Tomos II al VI. Santiago, 1953?; 1952 a 1992: CELADE. Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950 - 1990). Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001; 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002 en www.ine.cl, Agosto, 2003.

del siglo XIX– la población de Valparaíso equi-valía al 60% de la población de Santiago, siendo ambas ciudades las únicas con más de cien mil habitantes. Sumados los habitantes de estas dos urbes, además de los de Concepción –tercera ciudad en orden de importancia demográfi ca– ese año, menos del 20% de los chilenos habitaba en una de las tres urbes consideradas más tarde como metropolitanas (ver Recuadro 2).

En 1952, uno de cada tres habitantes del país vivía en una de las tres ciudades metropolitanas. Sin embargo, en Santiago ya se hacía evidente la tendencia a la concentración demográfi ca. Ese año, Valparaíso representaba sólo el 20% de la población de Santiago, año en el que, junto con alcanzar el millón y medio de habitantes, la capital localizó a uno de cada cuatro habitantes de Chile.

Page 28: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

33Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Los procesos de urbanización y la concen-tración de población en las tres principales urbes, Valparaíso, Concepción y, en especial, Santiago hasta fi nales de la década de 1930, se explican en parte importante por desarrollos y crisis que afec-taron al país en tres ámbitos: la industria salitrera, la crisis del sector agrícola y el efecto de la cons-trucción del canal de Panamá (ver Recuadro 3).

Luego de la crisis económica que vivió el país durante la década de 1930, en la década de 1940, el país asumió un esquema económico que tendió a aumentar la producción interna, fomentándose la industria nacional. Se crea la Corporación de Fomento (CORFO), cuya labor creativa y propulsora de la industria manufac-turera terminó por dar al proceso de desarrollo urbano características explosivas (De Ramón, 1990). Entre 1930 y 1952 Santiago volvió a dupli-car su población, concentrando a un cuarto de la población del país.

El Gráfi co 4, que muestra la razón de aumento6

de la población, según cada censo respecto del

* Hasta 1940 el dato corresponde a la ciudad de Concepción. Desde 1952 en adelante se considera el “Gran Concepción”. En período 1930-1952 se excluye el dato de Concepción, el cual se distorsiona por efecto de la incorporación de población de otras comunas a su área metropolitana.Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1885 a 1940: CHILE. SERVICIO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. XII Censo General de Población y I de Vivienda. Tomos II al VI. Santiago, 1953?; 1952 a 1992: CELADE. Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950 - 1990). Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001; 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002 en www.ine.cl, Agosto, 2003.

censo anterior, indica que hasta 1907 Valparaíso y Concepción crecieron a ritmos levemente supe-riores que Santiago y que el resto del país.

Entre 1907 a 1952 el ritmo de crecimiento de la capital superó con creces al de las otras dos urbes que se mantuvieron cercanas a los ritmos de crecimiento de la población total. La población de Santiago se duplicó entre 1907 y 1930; y se volvió a duplicar entre 1930 y 1952.

Entre 1940 y 1970, “la población del Gran Santiago creció a un ritmo superior a 3 por ciento anual, aunque en la década de los años 50 tuvo un promedio levemente superior al 4 por ciento anual. Desde el Censo de 1970 en adelante, se registra una atenuación de la velocidad del crecimiento demográfi co de la ciudad capital, coincidente con la moderación del incremento de la población nacional, producto del descenso generalizado de la fecundidad acaecido desde mediados de los años 60” (Guzmán y Rodríguez, 1992 en Rodríguez, 1993: 100).

6 La razón de aumento muestra la cantidad de veces que la población del año 2 cabe en la población del año 1, en este caso del año censal anterior: población año 2 / población año 1.

Gráfi co 4Razón de aumento de la población de Gran Santiago, Gran Valparaíso, Gran Concepción

y resto del país, según Censos de 1885 a 2002 (períodos seleccionados)

Page 29: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

34 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

Si bien el ritmo de crecimiento de la capital decreció durante la segunda mitad del siglo XX, llegando –al igual que el país– a una tasa de 1,1 entre 1992 y 2002, el diferencial de cantidad de población inicial hace que según datos del último censo, más de un tercio de los habitantes resida en el Gran Santiago (Gráfi co 5).

Nota: Hasta el Censo de 1940 el eje “Gran Concepción” considera únicamente la población de la ciudad de Concepción.Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: 1885 a 1940: Servicio Nacional de Estadísticas y Censos, 1953?; 1952 a 1992: CELADE, 2001; 2002: INE, 2003.

El aumento de la población en la capital del país estuvo acompañado de una expansión de la superfi cie cubierta por la urbe (Figura 1). “Entre 1900 y 1940 la ciudad pasa de 4 mil a casi 11 mil hectáreas (CED, 1990). En 1982, su extensión llegaba a las 38 mil hectáreas y se estima que en 1987 cerca de 45 mil hectáreas eran ocupadas por el Gran Santiago (SERPLAC Metropolitana, 1991)” (Rodríguez, 1993: 102).

Gráfi co 5 Población en Gran Santiago, Gran Valparaíso, Gran Concepción y Resto del País, según Censos de

1885 a 2002 (Miles de Habitantes)

Page 30: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

35Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Simbología:= área urbanizada a febrero de 1986;= áreas urbanizadas hasta Febrero de 2000;= áreas verdes que se mantuvieron sin cambios en este período

Fuente: Pedro Muñoz Aguayo, Coordinador SIG del Observatorio Urbano, DDU - MINVU. Se utilizaron las bandas espectrales de los satélites Landsat 5 TM (1986) y Landsat 7 HTM (año 2000). Cada pixel mide 28.5 mt por lado. La imagen de base corresponde a la banda Pancromática del Landsat 7 HTM (año 2000) con una resolución de 15 mt por pixel.

Figura 1Cambios en el área urbanizada dentro de los límites del Plan Regional Metropolitano

Page 31: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

36 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

Recuadro 2 La defi nición de Áreas Metropolitanas en la Planifi cación Urbana

Hasta la década de 1960, la planifi cación urbana no había considerado algún instrumento especial para las áreas metropolitanas, considerando sólo el nivel “intercomunal”. El Departamento de Planes Metropolita-nos, de la Dirección de Planifi cación del Desarrollo Urbano del MINVU (Ponce y Pumarino, 1966?, ps.1-2), señaló sobre las áreas metropolitanas que:

Existen tres de éstas, si se entiende por tales aquellos complejos urbanos formados por varios centros contiguos, con estrecha independencia funcional, con un gran tamaño demográfi co relativo a los demás centros urbanos del país y una fuerte tasa de expansión de su población, todo lo cual hace suponer que existe la tendencia que aumenten sus diferencias económicas (importancia relativa en la producción de bienes y servicios) y sociales (niveles de ingreso, educacionales, culturales), con el resto del país. Algunas características que defi nen estas áreas y le otorgan la importancia mencionada son: i) constituyen complejos industriales que concentran un gran porcentaje del potencial industrial del país. ii) poseen servicios y equipamientos de importancia nacional. iii) están afectos a una gran demanda de vivienda, urbanización y servicios. iv) concentran anualmente una impor-tante inversión pública y privada. v) son focos del desarrollo social donde participan diversas clases o niveles sociales. vi) existe un alto empleo disfrazado o sub ocupaciones, derivado del hecho que no se generan, en cantidad y calidad, los empleos demandados. vii) tienen severas limitaciones para el desarrollo integral de las metrópolis por la íntima relación entre factores económicos y sociales. Estas limitaciones pueden comprometer el desarrollo regional.

(...)

Dentro de un contexto nacional del desarrollo económico, las áreas metropolitanas son con-sideradas como ‘polos de crecimiento’, de infl uencia multiregional e importancia nacional. Esto indica que gravitan sobre ellas una extensa periferia rural, cuyo proceso de desarrollo interviene, en cierta medida, en el acontecer de las áreas metropolitanas. Igualmente gravitan otros centros urbanos menores, que son subcentros del área circundante, produciéndose un sistema interdependiente de ciudades cuyo desarrollo debe ser considerado en conjunto.

En consecuencia, el comportamiento futuro de estas metrópolis será dependiente, y a la vez motor de las decisiones que se tomen sobre el desarrollo nacional y regional, geográfi camente localizado, global y sectorialmente expresado.

Bajo esta defi nición se consideran como tales las áreas metropolitanas de Santiago, Valparaíso y Concep-ción.Actualmente, la Ley General de Urbanismo y Construcciones (DFL N° 458 de V. y U., de fecha 18.12.1975) señala que la planifi cación urbana se efectúa en cuatro niveles de acción, que corresponden a cuatro tipos de áreas: nacional, regional, intercomunal y comunal. El nivel que regula el desarrollo físico de áreas urba-nas y rurales de diversas comunas “que, por sus relaciones se integran en una unidad urbana”, correspon-den a la planifi cación Intercomunal. La ley señala en su artículo 34° que “cuando esta unidad sobrepase los 500.000 habitantes, le corresponderá la categoría de área metropolitana para efectos de su planifi cación”. Las disposiciones de la ley y su ordenanza (DS N° 47 de V. y U. del 16.09.1992) para áreas intercomunales y metropolitanas son las mismas, con excepción de lo estipulado en el articulo 40° de la ley que señala:

En las áreas metropolitanas, la Secretaría Regional del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo podrá asesorar a las Juntas de Alcaldes que se organicen para el estudio y resolución de problemas co-munes a varios municipios, y que se abordan de la forma dispuesta en la Ley de Municipalidades.

Según datos del Censo de 2002, las tres ciudades que cumplen los requisitos establecidos por la ley para ser consideradas “metropolitanas” son Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción.

El año 2004, ingreso un proyecto de ley que modifi ca la ley general de urbanismo y construcciones en ma-teria de planifi cación urbanística buscando modernizar los instrumentos de planifi cación y regulación ur-bana en el territorio, generando un nuevo marco para la coordinación multisectorial y la descentralización

Page 32: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

37Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Recuadro 3

de la gestión y planifi cación urbanística. En tal sentido, el proyecto constituye un aporte modernizador a una gestión efectiva del desarrollo urbano del territorio, con implicancias directas en la efi ciencia urbana, en la integración del desarrollo de los asentamientos humanos, en la concertación de recursos para el mejoramiento urbano y de las condiciones de vida en las ciudades y el territorio en general. Se proponen los conceptos de áreas de desarrollo urbano condicionado y áreas de expansión urbana condicionada, buscando sistemas para internalizar las externalidades del crecimiento de las ciudades.

7 Aunque es bastante evidente, de todas formas se hace notar que una tasa de crecimiento de 1 signifi ca que entre el año n y el año n-i hay 7 Aunque es bastante evidente, de todas formas se hace notar que una tasa de crecimiento de 1 signifi ca que entre el año n y el año n-i hay 7

la misma cantidad de población. Todos los valores sobre 1 implican crecimiento, mientras que los bajo 1, pérdida de habitantes.

Atractivos para la localización de la población

Durante el período comprendido entre 1880 y 1930, las exportaciones salitreras constituyeron el sector más importante de la economía chilena. Su desarrollo implicó un importante movimiento de población desde las zonas rurales hacia el norte minero. Los datos censales disponibles muestran que entre 1885 y 1895 la I región creció en 1,8 veces, mientras que la ciudad de Iquique más que duplicó su población, al presentar una razón de crecimiento de 2,1. Doce años más tarde, la II región presentó un aumento de 2,6 veces, mientras que su capital, Antofagasta lo hizo, 2,4 veces. En los mismos períodos, el país creció tan sólo en 1,1 y 1,2 veces, en los períodos intercensales respectivos; mientras que Santiago y Valparaíso presentaron tasas similares a las del país.

Una economía basada en mercados externos, y por lo tanto vulnerable a sus crisis, provocó una fuerte migración desde sectores mineros hacia diversos centros urbanos, en especial hacia Santiago.

Entre 1930 y 1940, la I y II región perdieron población, presentando razones de crecimiento de 0,9 y 0,8 veces respectivamente7, con un saldo neto de -43 mil personas, correspondientes al 15% de la población de 1930.

Durante el siglo XIX y las primeras décadas de 1900, el crecimiento de las principales ciudades puertos (Valparaíso, Talcahuano, Antofagasta e Iquique, entre otras) se debió importantemente al crecimiento económico de dichas localidades, asociado al aumento del tráfi co comercial marítimo, tanto internacio-nal como nacional.

Respecto del tráfi co comercial internacional, los barcos, especialmente los europeos y americanos, al dirigirse hacia y desde la costa pacífi ca de Asia, América y Estados Unidos, debían atravesar por el Cabo de Hornos, teniendo como usual punto de recalada -para abastecimiento y carga y descarga- la ciudad de Valparaíso. En 1914, la inauguración del Canal de Panamá, que unió el Atlántico con el Pacífi co, im-plicó el paulatino deterioro de la actividad comercial que se desarrollaba en Valparaíso, puesto que los barcos que iban desde Europa hacia el Pacífi co y viceversa, dejaron de atravesar por el Cabo de Hornos, privilegiando la seguridad y rapidez que ofreció el nuevo canal.

El puerto de Antofagasta también concentró importante actividad comercial internacional, pero ésta se asociaba más a la industria salitrera. En el caso de Talcahuano, San Antonio y otras ciudades puerto, el tráfi co se asociaba más al funcionamiento de los mercados nacionales. Sin embargo, tanto la crisis del salitre como la construcción del canal de Panamá les implicó una merma en su actividad económica, dejando de ser ciudades atractivas para la localización de población en busca de nuevas oportunidades. En el caso de Concepción - Talcahuano, así como en el de Valparaíso, la naciente industrialización evitó que su población decreciera.

Esos hechos, unidos a la crisis del sector agrícola, hizo que la capital tuviera que acoger en pocos años un aumento muy signifi cativo de su población. Rodríguez señala que la tendencia hacia la concentración de la población en la capital ha estado estrechamente asociada a una serie de procesos socioeconómi-cos y culturales acaecidos durante el siglo XX. (Rodríguez, 1993: 113)

Page 33: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

38 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

La estrategia de sustitución de importaciones impulsó la industrialización y la urbanización, procesos que convirtieron a las ciudades, y en especial a Santiago, en el ‘locus’ de la producción socioeconómica; la apertura de los sistemas de estratifi cación social permitió vislumbrar nuevos horizontes, por cierto situados en las urbes, para los habitantes del campo y las pequeñas ciudades; el estilo de desarrollo, básicamente concentrador, retroalimentó con más poder y recursos al Gran Santiago; la expansión de las áreas de infl uencia de los medios de comunicación masivos y el mejoramiento de las vías y medios de transporte facilitaron el desplazamiento de las personas atraídas por la gran ciudad. Estas transformaciones estructurales explican que la ciudad no se distinga sólo por concentrar población, sino también por ser el principal centro productivo, comercial y fi nanciero del país.

Fuente: Arriagada y Rodríguez (2003), CELADE.

Gráfi co 6Índices de Segregación por varianza de la escolaridad del jefe de hogar entre subdivisiones territoria-les grandes (comunas) y pequeñas (manzanas): áreas metropolitanas del Gran Santiago (1992), versus

Ciudad de México y Montevideo.

La concentración de la población urbana del país en centros metropolitanos y las características que ha tenido la localización de la población de menores recursos en áreas diferenciadas de la ciudad, con desventajas de infraestructura habitacional, han determinado que el problema de la segregación y la equidad urbana en el acceso a equipamiento fueran cobrando centralidad en el enfoque o marco de políticas de vivienda social. La cuestión urbana ha estado desde siempre presente en las demandas al sistema de vivienda social, pero esta tendencia es enfatizada fuertemente hacia fi nes de los años noventa, cuando los problemas habitacionales tienden a la solución (como veremos a continuación), y se recoge el desafío de la construcción de ciudad y barrios para todos.

En Chile, la segregación urbana alcanzó grados altos para el contexto de América Latina. El Gráfi co 6 compara índices de segregación a gran y pequeña escala para el Gran Santiago, a comienzos de los años noventa, con índices de Ciudad de México y Montevideo. Utilizando como variable de estratifi cación social a la escolaridad del jefe de hogar, se advierten niveles más altos de segregación residencial en el caso particular de Santiago (1992). Aunque la intensidad de la segregación urbana en Chile no alcanza los niveles de separación residencial racial que hay en las áreas metropolitanas de Estados Unidos, lo que en ningún caso es tranquilizador, las grandes ciudades chilenas, en particular Santiago, mues-tra una importante fragmentación urbana. Por ejemplo, las elites tienen un claro patrón de

Page 34: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

39Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Fuente: Arriagada y Rodríguez (2003), CELADE, página 26.

concentración territorial, bajo una modalidad de SRS a gran escala; esta es particularmente intensa en Santiago, donde los ámbitos ocupados por los grupos de mayores ingresos son altamente homogénea (Figura 2). Con respecto al campo de políticas que plantea la Segregación, en particular la concentración espacial de los pobres en zonas periféricas, queda de manifi esto la importancia de los programas de equipamiento e infraestructura urbana, complementarios de los sistemas de

vivienda social, de decididas políticas de focali-zación territorial de inversiones urbanas y manejo del espacio público en sectores populares, y de nuevos esquemas de políticas de vivienda que vayan posibilitando la plena inserción urbana de los sectores modestos en sus barrios de origen (Arriagada y Rodríguez, 2003).

Figura 2Gran Santiago: Cinco comunas con mayor porcentaje de población de la elite socioproductiva. 1992

Page 35: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

40 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

Entre 1895 y el año 2002, la población total de Chile aumento de 2,7 a 15,1 millones de personas. Durante el siglo XX, Chile experimentó un proceso de cambio de su dinámica de población, que lo ubica actualmente junto a Argentina, Cuba y Uruguay en el grupo de países latinoamericanos clasifi cados como avanzados en el esquema de la transición demográfi ca (CELADE, 1995; CELADE BID, 1996 en Arriagada, 2003).

Un aspecto característico de la transición demográfi ca, es la disminución de la tasa global de fecundidad y de la mortalidad, en especial la infantil, acompañado de un envejecimiento de la población y disminución de los índices de dependencia demográfi ca.

Cuando un país alcanza la transición demográfi ca avanzada se habla de un equilibrio relativo de la dinámica de población, con tasas de crecimiento de la población más lentas que en períodos anteriores. La transición demográfi ca avanzada, a su vez, se asocia con mayor urbanización y, también, con mayor grado de modernización. Es importante notar que el avance en la transición demográfi ca refl eja cambios en los niveles de desarrollo relativo. Aunque los problemas de pobreza y falta de vivienda se encuentran presentes en los distintos momentos de la dinámica de población, la incidencia de la marginalidad, el ingreso medio y los problemas de infraestructura habitacional tienden a alcanzar su cúspide en las fases iniciales de la transición demográfi ca, cuando el crecimiento de la población y la urbanización son acelerados. En todo caso, el avance del proceso de cambio demográfi co no garantiza el bienestar, sino en cuanto el sistema de políticas públicas cumple su función de atender las demandas de sufi ciencia y equidad de salud, educación y vivienda. En la evolución de Chile, esta relación ha existido en gran medida gracias al sistema de políticas sociales que fue desarrollándose con el avance del siglo y la institucionalización de políticas públicas. En el libro “La dinámica demográfi ca y el sector habitacional”, Arriagada señala que

Las etapas de transición demográfi ca en que se clasifi can los países se vinculan fi nalmente con diferencias del ritmo de crecimiento natural de las poblaciones (factor que determina la velocidad de crecimiento de requerimientos sectoriales en general), con distintas estructuras de edades (factor

que repercute en la cantidad de hogares y perfi l de la demanda de unidades de vivienda independientes, como de modo general en las modalidades de producción y consumo), con diferentes niveles de distribución urbano-rural de la población (factor de mayor o menor nivel de costos en la provisión de servicios de agua y alcantarillado, y asimismo relacionado con distintos grados de formalidad de la tenencia y del funcionamiento de los mercados de tierra urbana y vivienda). Asimismo, las distintas etapas de la transición demográfi ca están asociadas con distintos niveles de desarrollo relativo y muchas variables económicas, como es la extensión de la pobreza en los respectivos países, de modo tal que aquellos más avanzados en la transición demográfi ca reportan mejores niveles de vida y bienestar social, así también se trata de casos de modernización más extendida.

Según datos de CELADE (2002), en el quinque-nio 1950-1955, la tasa global de fecundidad era de 5, un poco más baja que el resto de Latinoamérica (5,9) y a gran distancia de las tasas promedio de las regiones más desarrolladas del mundo, que eran de 2,8 (Gráfi co 7.1). Ese mismo quinquenio, la esperanza de vida al nacer era de 55 años en Chile, 52 en Latinoamérica y de 66 en los países más desarrollados (Gráfi co 7.2). La tasa de mortalidad infantil era de 120,3 cada mil. (Gráfi co 7.3)

En Chile, la tasa global de fecundidad alcanzó su peack en el decenio de 1955 a 1965 (5,3 hijos en promedio) para luego disminuir y ubicarse en los 2,4 hijos en el quinquenio 1995–2000. Según datos del Censo de Población y Vivienda de 2002, las mujeres urbanas de la región metropolitana, mayores de 15 años, han tenido una fecundidad declarada promedio de 2,07 hijos, mientras que a nivel nacional el promedio es de 2,26 en áreas urbanas y de 2,9 en áreas rurales. En el quinquenio 1985-1990, la esperanza de vida al nacer alcanzó la curva de los países desarrollados. Por su parte, la tasa de mortalidad infantil descendió de 120,3 por mil nacidos vivos en el quinquenio 1950-1955 a 11,6 estimado para el quinquenio 2000-2005 (CELADE, 2002).

Hay que destacar que la transición demográfi ca ha signifi cado una reducción de la velocidad de crecimiento de la población, lo que repercute en mejores condiciones para el avance

2.4 Dinámica de la Población

Page 36: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

41Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

en el proceso de desarrollo, pero que esta evolu-ción no signifi ca necesariamente que disminuya la demanda o presión al sector de la vivienda.

Con respecto a la demanda por vivienda, defi nida a escala de hogares y familias, deben destacarse situaciones que determinan la presión sobre el sector habitacional. Primero, durante las últimas décadas, el ritmo de crecimiento de los hogares es superior al respectivo ritmo de cre-cimiento de población y, segundo, en algunos casos, la formación de hogares se ha mantenido acelerada.

Gráfi co 7Algunos indicadores demográfi cos, Chile, Latinoamérica y

regiones más desarrolladas

Todos estos factores han llevado a sostener que:

...si bien la desaceleración del crecimiento demográfi co implica, con cierto rezago en el tiempo, una reducción del aumento absoluto anual de la población, ello no ha aliviado la presión de la demanda por vivienda... de tal manera, al menos en el mediano plazo, este sector no se benefi ciará con la reducción de la presión demográfi ca que resulta del proceso de transición demográfi ca (Nota del editor con base en CEPAL; 1995, página 41).

7.1. Tasa Global de Fecundidad

Page 37: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

42 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

Fuente: Chile: CELADE, 2002. Latinoamérica y regiones más desarrolladas: Naciones Unidas (2003) y CEPAL-CELADE (2004) citado en Cuadro III.1 en Chackiel, 2004.

7.3. Tasa de Mortalidad Infantil

7.2. Esperanza de Vida al Nacer

54.8 56.2 58.1 60.6 63.6 67.2 70.7 72.7 74.4 75.2

66.2 68.4 69.7 70.6 71.4 72.3 72.9 73.9 74.0 74.8

51.8 54.7 57.1 59.1 61.2 63.4 65.4 67.3 69.0 70.6

Chile*

Regiones más desarrolladas

América Latina

1950- 1955- 1960- 1965- 1970- 1975- 1980- 1985- 1990- 1995-1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

Page 38: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

43Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Las distintas etapas del proceso de transición demográfi ca que pasó Chile a lo largo del siglo, pueden examinarse de acuerdo a los valores de las tasas brutas de natalidad y de mortalidad por años.

El esquema de presentación ha sido tomado de Chackiel. Según sus rangos, hasta 1965 Chile se ubicaba recién en el grupo de países de tran-sición incipiente, afectado por altas natalidad y mortalidad y contextos de urbanización inestable. En el quinquenio 1965-1970, y por efecto de aplicación de políticas públicas, la mortalidad

se modera, a una velocidad mayor que la na-talidad. Los indicadores del siguiente quinquenio muestran al país atravesando una etapa de tran-sición plena, cuando el crecimiento demográfi co se mantiene rápido. Desde 1980 en adelante, el país se ubica en el grupo de transición avanzada, esto es, condiciones demográfi cas más proclives al desarrollo, consolidándose esta tendencia a lo largo de las últimas décadas del siglo XX, gracias al despliegue del gasto social de los años no-venta (Gráfi co 8).

Gráfi co 8 Chile: Transición demográfi ca según defi nición de Chackiel8

Años quinquenales según tasas brutas de natalidad y mortalidad (valores promedio del quinquenio)

8 Se considera como transición demográfi ca incipiente cuando la tasa de natalidad es alta (32-45 por mil), acompañada de una tasa de mortalidad alta (más de 11 por mil). Transición moderada: tasa de natalidad alta y tasa de mortalidad moderada (7-11 por mil). Plena transición: tasa de natalidad moderada (24-32 por mil) y tasa de mortalidad moderada o baja (4-7 por mil). Finalmente, Transición avanzada: tasa de natalidad es baja (10-24 por mil) y tasa de mortalidad moderada o baja. (Chackiel, 2004: p.14).

Fuente: Elaboración propia a partir de datos de CELADE. Estimaciones y Proyecciones de Población 1950 – 2050. Boletín Demográfi co N° 69. América Latina y el Caribe, Enero 2002.

Page 39: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

44 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

El Gráfi co 9 muestra la estructura por sexo y edad de la población en la provincia de Santiago de 1960 (Rodríguez, 1993) y de 2002 (INE), a manera de ilustración de la tendencia al envejeci-

Grá fi co 9Estructura porcentual según edad y sexo

Fuente: 1960: Cuadro 5 (p. 108) en Rodríguez, Jorge, 1993. 2002: INE, Censo de Población y Vivienda de 2002. *Se incluye la población urbana de Puente Alto y San Bernardo, además de la población urbana de las 32 comunas de la Provincia de Santiago.

9.1 Población urbana de la Provincia de Santiago, según CENSO de 1960

9.2 Gran Santiago, según CENSO de 2002*

miento de la población chilena, cuya estructura pierde su forma piramidal, acercándose a un rom-boide, característico de la transición demográfi ca avanzada.

Page 40: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

45Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

En 1960, la población era todavía joven. Rodríguez (1993, p. 107) señala que

Las personas menores de 15 años representaban alrededor del 37 por ciento de la población, mientras que los efectivos de 65 años y más eran menos del 5 por ciento de la población. Esta estructura (...) se explica fundamentalmente por los niveles de fecundidad y mortalidad (...) que en las décadas previas a 1960 eran más bien elevados.

El Censo de 1982 mostró por primera vez una disminución de la población menor de 15 años, mientras la población mayor de 65 años se elevó. Rodríguez (1993) señalaba que en la década del 90 “en ningún caso puede hablarse (...) de una población ‘envejecida’, aunque ciertamente se trata de una población menos joven que en décadas previas” (Rodríguez, 1993: 113). Sin embargo, los resultados del último Censo nos permiten afi rmar la tendencia hacia el envejecimiento de la población.

Como se dijo anteriormente, el porcentaje de crecimiento de la población total llegó a un peak cercano al 30% en la década 1970-1980. peak cercano al 30% en la década 1970-1980. peakComo resultado directo de las mejoras en las condiciones de vida –que se refl ejó en una importante disminución de la mortalidad y en especial de la mortalidad infantil– junto a tasas de natalidad en niveles moderados, durante los períodos intercensales siguientes, los porcentajes de crecimiento de la población total disminuyeron hasta ubicarse en el 13,2%

El comparar las tasas de crecimiento de la población en áreas rurales y urbanas durante la segunda mitad del siglo XX, nos permite apreciar que las áreas rurales perdieron numéricamente población entre 1960 y 1970, y 1970 y 1982, mostrando el proceso de migración campo-ciudad que se desarrolló, en especial hasta 1980.

Rodríguez (1993) señala que desde 1907 a 1970 la mayor parte del crecimiento de la población fue producto del saldo migratorio, fenómeno que dice relación con el proceso de urbanización. En el período de 1907 a 1930 “de cada 1.000 personas que aumentaba población de la ciudad, cerca de 600 eran a causa del balance entre inmigrantes y emigrantes”. (IGM, 1986, en Rodríguez, 1993:103). Estimaciones realizadas por Naciones Unidas indican que entre 1960 y 1970 las migraciones explican

–directa e indirectamente– el 52 por ciento del incremento total de la población. A partir de 1970 el crecimiento vegetativo se transforma en el componente principal del incremento de la población, hablándose ahora más bien de proceso de desarrollo urbano.

Arriagada (2003, p.16) señala que

En América Latina, la transición demográfi ca se expresa mediante cambios en la mortalidad y fecundidad, que se entrecruzan con variables de vivienda. El descenso de la mortalidad general, y particularmente de la mortalidad infantil, se debe, entre otros factores, a mejorías del saneamiento de las viviendas. La transición de la fecundidad se relaciona con el creciente imperio del modelo de familia reducida, con cambios de la estructura de edades y nuevas pautas de comportamiento reproductivo (factores que infl uyen en la cuantía y características de la demanda de vivienda). La transición demográfi ca está estrechamente asociada con la transición urbana, presente en el aumento de la urbanización y en cambios del patrón de desplazamiento territorial (factores en directa interacción con los patrones de crecimiento y calidad del parque habitacional). De tal modo, los países más avanzados en el cambio demográfi co tienen pirámides de edad más envejecidas, menores niveles de mortalidad infantil y fecundidad, predominio del patrón de familia nuclear, mayor urbanización y mejores indicadores de desarrollo económico y social. Estas situaciones, vinculadas al estadio de transición demográfi ca y la particular dinámica de población que la defi ne, determinan la magnitud y tipo de requerimientos sectoriales (incluida la vivienda)”.

Este tema se aborda en el siguiente apartado.

Page 41: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

46 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

2.5. Avances en la Disponibilidad de ViviendaEsta última sección está destinada a comentar

los logros que fueron posibilitando las distintas generaciones de vivienda social, culminando en 1992 cuando se manifi esta un proceso inédito a nivel latinoamericano, de congelamiento e inicio de la absorción del défi cit habitacional.

A lo largo del siglo es posible identifi car distintas etapas del problema habitacional, desde la pobreza de los conventillos y campamentos, hasta el fenómeno del allegamiento precario.

De Ramón (1990), describe dos etapas de ocupación habitacional dirigido a grupos populares. La primera abarca desde la década de 1830 hasta la decada de 1940, en la cual existiría un predominio de formas legales, tales como arriendo de sitios –contrato llamado arriendo de piso– y de cuartos redondos, piezas en conventillos y en edifi cios deteriorados. La segunda etapa, que abarca las décadas de 1950 hasta 1970, estaría marcada por el predominio de ocupación ilegal de terrenos sin contrato previo. Identifi camos una tercera etapa, desde la década de 1980 hasta la actualidad, en donde vuelve el acceso legal de los sectores populares a la vivienda, pero esta vez a través de la propiedad, a la cual se accede vía una serie de programas estatales que combinan ahorro de las familias, subsidio estatal y crédito hipotecario.

El arriendo a piso, junto con la ocupación de sitios baldíos o terrenos de uso público, parece ser la forma más antigua de ocupación de suelo en la periferia urbana. De Ramón describe el arriendo a piso como

la división de una propiedad rural ubicada junto a la ciudad y que era dividida en lotes por su propietario, alquilados a familias que debían construir en ellos sus habitaciones, pagando una renta calculada en un precio fi jo por cada vara que comprendía el sitio (De Ramón, 1990, p. 6 y 7).

Las precarias condiciones higiénicas en las que vivían los sectores más modestos llevaron al Estado a promulgar la primera legislación de vivienda social el año 1906, en la cual se establecían las condiciones sanitarias mínimas de las viviendas, se demolían aquellas que no las cumplían y se otorgaban franquicias tributarias a los propietarios que construyeran viviendas para arriendo en buenas condiciones. De Ramón señala al respecto que

Más tarde, (...) los mismos propietarios demo-lieron estos rancheríos, construyendo con-ventillos, o edifi cios compuestos por piezas

edifi cadas en torno a un pasadizo central o un patio destinadas a ser alquiladas individualmente a muchas familias (De Ramón, 2000: 145).

Hacia la década de 1940, la mayor parte de la población de escasos recursos habitaba en conventillos, cités y casas alquiladas por habitaciones. De Ramón (1990) indica que en 1909 el 21,7 por ciento de la población de Santiago vivía en conventillos o similares, proporción que aumenta a 29,2 por ciento en 1952 y que baja a 2,5 por ciento en 1970, por efecto de políticas expresas en la materia.

A lo largo del siglo la problemática habitacional estuvo siempre presente. Como se relató, el crecimiento demográfi co que experimentaron las áreas urbanas, y en especial la capital, se hizo visible en la demanda creciente por acceso a la vivienda. La creciente industrialización de la década del cuarenta le dio un ritmo acelerado a la migración hacia Santiago. Por su parte, el Estado perfeccionó sus mecanismos de gestión habitacional. Se destaca la creación de la CORVI en 1953, con la cual, entre otras cosas, se introdujo la planifi cación a la gestión habitacional; el Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo y el desarrollo de tipologías habitacionales para los más modestos de la década del sesenta; la creación del subsidio a la demanda de los ochenta; y el perfeccionamiento y diversifi cación de los programas con los gobiernos de la concertación.

Los gráfi cos a continuación muestran la evolu-ción del stock habitacional desde 1952 a 2002, en cuanto a número total (Gráfi co 10); disponibilidad de viviendas cada mil habitantes (Gráfi co 11) y la razón de aumento del stock en el intercensal (Gráfi co 12). En 1952 había un millón de viviendas para casi seis millones de habitantes, en una proporción de 5,6 viviendas por habitante.

El año 2002 hay casi cuatro millones de viviendas para quince millones de habitantes, en una relación de 3,9 personas por vivienda. Dicho de otra manera, se pasa de una disponibilidad de 177 viviendas cada mil habitantes a una disponibilidad de 258 viviendas cada mil habi-tantes al fi nal del período analizado.

Si bien la relación del total de viviendas par-ticulares existentes con la magnitud de población permite una buena aproximación a la disponibilidad de stock, la medición del défi cit habitacional es una cuantifi cación más precisa del cambio en la brecha de viviendas y necesidades, considerando

Page 42: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

47Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Gráfi co 10Chile 1952 - 2002: Evolución del Stock Total y Urbana de Vivienda (miles de unidades)

Fuente: Mac Donald, Botteselle y Arriagada, 1994.

Gráfi co 11Chile 1952 a 2002: N° de Viviendas cada mil habitantes. Total y según Área

Elaboración propia a partir de las siguientes fuentes: Población de 1952 a 1992: CELADE, 2001. Población 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002 en www.ine.cl, Agosto, 2003. Vivienda 1952 a 1992 Mac Donald et.al. 1994.. Vivienda 2002: INE. Datos del Censo de Población y Vivienda 2002, base datos.

Page 43: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

48 Ministerio de Vivienda y UrbanismoC

ap

ítu

lo

2

Ca

pít

ulo

2

Gráfi co 12Razón de Aumento del Stock de Viviendas. Total País y Área Urbana

Fuente: Elaboración propia a partir de Mac Donald, Botteselle y Arriagada. 1994

la calidad del parque y la estructura de los ho-gares. Conceptualmente, un hogar corresponde a una organización, la mayoría de las veces fa-miliar, que comparte una misma residencia y un mismo presupuesto alimentario. Cambios en los patrones culturales, estructura demográfi ca de la población, pudieran dar origen a hogares de dis-tinta naturaleza, que demanden a su vez, vivienda de tipologías diferentes. Por ejemplo, la tipología habitacional de la década de 1950 debía de dar cuenta de una mayoría de familias jóvenes, con un alto número de hijos y que convivían además con otros parientes, tales como padres, tíos, etc. A lo largo del siglo, junto con disminuir la fecundidad, disminuyen el tamaño promedio de las familias; las tipologías extendidas y compuestas son cada vez menos frecuentes, a la vez que hay cada vez más hogares constituidos por un solo miembro.

La Tabla 4 recopila distintas mediciones de défi cit desde 1952 en adelante y permite hacer un ejercicio de la evolución del défi cit habitacional a través de la serie histórica de datos disponibles. Hay que advertir que los datos responden a distintas defi niciones y no son estrictamente comparables, pero ofrecen una oportunidad para la comparación de los órdenes de magnitud de necesidades y su relación con el tamaño del parque y de la población de cada año.

El Gráfi co 13 muestra la evolución de las es-timaciones del índice de défi cit habitacional con relación a la población y stock de viviendas. Se han escogido únicamente los datos que se sustentan di-rectamente en los censos de población y vivienda.

Hecha la salvedad que las defi niciones son distintas, igualmente los datos captan la curva de evolución de las necesidades de manera aproxi-mada. Desde 1960 y hasta la década de 1980, el défi cit habitacional mantuvo una tendencia alcista, representando más de un tercio del stock de viviendas respectivos, disminuyendo hacia 1992, hasta alcanzar una relación menor al 15% del stock en el año 2002.

Si se mira el défi cit habitacional en su relación cada mil habitantes, también se aprecia que ha habido una considerable mejoría a fi nes del siglo XX. El máximo défi cit se alcanzó alrededor de la década de 1980, con 72,5 requerimientos cada mil habitantes. Esta cifra disminuyó sustancial-mente en el 2002, como resultado de la década más exitosa de construcción habitacional.

Los siguientes capítulos abordan en detalle las distintas generaciones de política habitacional implementadas a lo largo del siglo, haciéndose énfasis en la descripción de los programas y la imagen de los proyectos.

Page 44: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ca

pít

ulo

2

49Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Ca

pít

ulo

2

Tabla 4Défi cit Habitacional según diversas fuentes

* Dato de 1952 corresponde únicamente al défi cit en áreas urbanas.Fuente: Elaboración propia a partir de las fuentes indicadas en la columna respectiva.

Todas las viviendas “callampas”, los conventillos y las califi cadas como “malas” de las demás categorías.

No se especifi ca

No se especifi ca

No se especifi ca

Incluye todas las defi ciencias con ex-cepción de aquellas provenientes del hacinamiento

Familias sin casa o allegadas, vivien-das precarias para reponer

Familias sin casa o allegadas, vivien-das precarias para reponer

Familias sin casa o allegadas, vivien-das precarias para reponer

Viviendas irrecuperables, hogares alle-gados y núcleos familiares hacinados con autonomía económica

156.205*

454.000

420.000

592.324

419.000

820.959

1.030.828

888.681

543.542

Censo de 1952

Censo de 1960

Proyección a 1964 según datos del Censo de 1960

Censo de 1970

Proyección a 1975 según datos del Censo de 1970

Censo de 1982

Proyección a 1988 según datos del Censo de 1982

Censo de 1992

Censo de 2002

CORVI, 1963, p. 7 en Haramoto, 1983, p. 83

CORVI, 1963, p. 7 en Haramoto, 1983, p. 87

Hamilton, 1967 en Haramoto, 1983, p. 92

CORVI, 1972, p. 2 en Haramoto, 1983, p. 100

MINVU, 1975b, p. 6 en Haramoto, 1983, p. 110

Mac Donald, 1994, p. 10

Durán, Luis en Mac Don-ald, 1994, p. 10

Mac Donald, 1994, p. 6

MINVU, 2004

Gráfi co 13 Evolución del défi cit habitacional 1952 a 2002 según dos indicadores relativos: Défi cit como porcentaje

del Stock y Défi cit cada mil habitantes

* Dato de 1952 corresponde únicamente al défi cit en áreas urbanas.Fuente: Elaboración propia a partir datos de la Tabla 4. Los datos de vivienda y población son los citados anteriormente.

Défi cit (N°) Origen de los datos Fuente Defi nición

Page 45: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

La vivienda social en el períodode ensaye legislativo

C A P Í T U L O

3

1906 - 1939

Page 46: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

‹ Reseña del Período

‹ Ficha Técnica de los Programas

‹ Imágenes de los Programas

Page 47: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Reseña del Período

1906 - 1939

La vivienda social en el períodode ensaye legislativo

Page 48: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

54

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

La ley de 1906estadísticas de vivienda; proveer antecedentes que fueron base para la promulgación de esfuerzos legislativos posteriores. Se destaca el importante componente higiénico que sentó bases sobre estándares habitacionales, que se tradujo a lo largo del siglo en disminución de enfermedades y con ello disminución de la mortalidad, en especial de la infantil.

Sus limitaciones se derivaron de la ausencia de fi nanciamiento que estimulara la acción constructiva de agentes privados, por un lado, y de la propia acción de los consejos que demolió numerosas habitaciones por considerarlas insa-lubres, lo cuál generó un brusco crecimiento de los precios de arrendamiento, dado el défi cit habitacional y el encarecimiento de las viviendas por las reparaciones de las que fueron objeto.

Durante los 20 años de su vigencia (1906-1925) el Estado no pudo levantar más de dos poblaciones con un total de 396 casas. Por su parte la iniciativa privada, acogiéndose a los benefi cios y garantías tributarias que dicha ley impuso, construyó otras 3.246 viviendas durante el mismo período, en especial cités y pasajes en diversas poblaciones creadas en la ciudad (De Ramón, 1990). Imágenes de estas viviendas se ofrecen en el acápite 3.3b y 3.3c.

La escasez de vivienda llevó a un alza del precio de los arrendamientos, que derivó en 1925 en una gran huelga de arrendatarios organizados en Ligas, los que intentaban abrir un campo de negociación con los propietarios y el gobierno.

Hidalgo (1999) señala que

En 1925 se procedió a la promulgación del Decreto Ley 261, conocido como Ley de la Vivienda, que [junto con crear los Tribunales de Vivienda] establecía la reducción del 50 por ciento de la renta de alquiler de las propiedades declaradas insalubres; limitación de los precios de los arriendos de las viviendas salubres; exención del pago de contribuciones; y prohi-bición de desalojo a los arrendatarios antes de los seis meses, entre las medidas más relevantes.

Otra de las consecuencias de la huelga de arrendatarios, fue la promulgación del D.L. 308 de 1925, que impulsó la construcción de vivienda obrera. Se inicia así una segunda fase del período, fase en la cual se ensaya y perfecciona la fuerte institucio-nalidad habitacional con la que concluye la década de 1930. Este tema se aborda a continuación.

Alrededor de la década de 1880, emergió la preocupación en la clase política por la cuestión social, a partir de los problemas laborales y de la precaria calidad de vida en que los obreros subsistían. Los temas de la vivienda, salud y relaciones laborales fueron los primeros en debatirse en el Congreso, aunque muchos de éstos requirieron de varios años de fallida discusión antes de que se legislara en torno a ellos (Martínez y Palacios, 1996).

Las defi cientes condiciones de vida de los grupos de la sociedad más desfavorecidos, estuvo presente en la mayoría de los discursos parlamentarios que fundamentaron los proyectos de ley en materia de vivienda (Hidalgo, 1999). Las fotos 3.1 a 3.6 en el punto 3.3a muestran imágenes de una de las más comunes formas de habitación de los sectores más desposeídos: los llamados genéricamente “conventillos”.

Surge la pregunta de si es el Estado o el sector privado quienes deben solucionar el problema habitacional. Las primeras iniciativas son privadas, pero a lo largo del siglo el Estado asumirá su rol, promulgando una serie de leyes y decretos a través de los cuales impulsará la industria de construcción de viviendas populares.

En 1906 aparece la primera iniciativa estatal, al nivel de intervención nacional1, para dar una respuesta a la preocupación por el tema habitacional, a través de la promulgación de la Ley 1.838 (20.02.1906) “Sobre Habitaciones Obreras”, que creaba los Consejos de Habitaciones Obreras, que se coordinaban a través de un Consejo Superior que funcionaba en Santiago. “La normativa, concebida principalmente por don Alejo Lira Infante emulando las experiencias francesas, lleva las fi rmas del Presidente Germán Riesco y de don Miguel Cruchaga Tocornal, a la sazón Jefe de Gabinete” (Raposo, 2001, p. 108).

El Consejo tenía tres líneas de acción: construcción directa, para ofrecer viviendas en arriendo; higienización –en la práctica, demolición– de viviendas existentes; y normalización, que permitiera el acceso a benefi cios. Estas tres líneas de acción se describen en el apartado 3.1 a continuación. Las fotos 3.7 a 3.19 del apartado 3.3b y 3.3c muestran las tipologías arquitectónicas que resultaron de la aplicación de esta legislación.

Los principales aportes de esta iniciativa fueron sensibilizar a la opinión pública sobre el problema habitacional; aportar las primeras

1 La Ley de 1906 tiene precedentes en algunas ordenanzas municipales del siglo XIX. Ver Hidaldo, 1999.

Page 49: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

55

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Hacia una nueva institucionalidad del sector vivienda

Entre 1925 y 1936 se dictaron nuevas leyes que pretendían rectifi car la institucionalidad habitacional y con ello impulsar la construcción de viviendas. En este período de 11 años se fundó y refundó cinco veces la institucionalidad habitacional: El D.L. 308 crea en 1925 el Consejo Superior de Bienestar Social, que fue reemplazado en febrero de 1931 por la Junta de Habitación Popular; reemplazada a su vez en abril del mismo año por la Junta Central de Habitación Popular, cuyo brazo ejecutor se fundó en 1932 bajo el nombre de Departamento de la Habitación. Este proceso culminó en 1936 con la creación de la Caja de la Habitación Popular (ver Esquema Institucional 1).

Hidalgo (1999) señala que con la promulgación del Decreto Ley 308 de 1925

se deja atrás a un período de aciertos y vacilaciones, marcado por iniciativas de corte higiénico; en términos de viviendas construidas tuvo un aporte restringido, pero marcó el inicio de una dinámica de realizaciones por parte del Estado que infl uirían en el conjunto de la política social que comenzaba a gestarse en esos años. La Ley 308, creó el Consejo Superior de Bienestar Social que reemplazó al Consejo de Habitaciones Obreras de 1906, él que mantuvo las atribuciones impuestas por este último. Con esta iniciativa se buscó activar con mayor impulso la construcción de nuevas viviendas e intentó promover la participación de cooperativas en la construcción de alojamientos, incentivando para ello la exención de impuestos municipales en aquellos edifi cios colectivos.

El DFL Nº 33 (08.04.1931) creó la Junta Central de Habitación Popular en reemplazo del Superior de Bienestar. Poco antes se había dictado la Ley N° 4.931, fundándose la Junta de Habitación Popular; sin embargo, luego de su promulgación (el 06.02.1931) se propusieron en el Parlamento modifi caciones encaminadas a diversifi car el ejercicio de sus funciones, dando origen al DFL Nº 33, que recogía a la anterior legislación pero ampliaba sus funciones. La Ley la facultaba a otorgar préstamos en dinero efectivo para construcciones de tipo económica (habitación popular y huertos obreros). Tuvo también una labor normativa y constructora (Bravo, 1959).

Mención aparte merece los articulados de esta Ley que, según Bravo intentan dar respuesta a

un grave problema que se estaba produciendo en la mayoría de las ciudades como consecuencia del Centralismo: la afl uencia incontrolada de las masas que dejaban el campo y se instalaban en los alrededores [de las ciudades], sin que los terrenos contaran con los servicios mínimos de abastecimiento de agua ni menos los complementarios: luz y pavimentación. (...). [Los] empresarios inescrupulosos (...) formaban estos loteos y luego vendían o arrendaban los predios en condiciones por demás antojadizas, fuera de toda norma legal” (Bravo, 1959: 17).

Esta situación que se conoció como el “problema de los mejoreros y compradores de sitios a plazo”, generó una serie de legislaciones.

El DFL N° 33 dictaminó entre otros puntos (Bravo, 1959: 18)

1. Prohibición de destinar terrenos a nue-vas poblaciones, barrios etc. sin que previamente se cumplieran los requisitos de urbanización fi jados por la respectiva Municipalidad. Nulidad de contratos, a peti-ción del comprador, si ellos se celebraren contraviniendo este punto.

2. Prohibición de arrendar terrenos y pisos para la formación de poblaciones, calles o barrios nuevos.

3. Mandato de reducir a escritura pública “cuando lo exija el adquiriente y constar de algún antecedente escrito, las ventas concertadas en forma de promesa de venta, de arrendamiento con promesa de venta, de venta condicional, o en cualquiera otra que estuvieran vigentes a la fecha de la promulgación de esta ley” y que se refi eran a predios de valor no superior a $ 15.000. El juez podía suscribir la respectiva escritura en reemplazo de la parte que se negara a hacerlo.

4. El dueño del suelo no podía ejercitar las acciones que le competían, para obtener su restitución a menos que se allanase a pagar el valor de las mejoras y una indemnización igual al 25% del aumento de precio que hubiere experimentado el suelo durante su ocupación por el arrendatario.

Page 50: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

56

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Los Consejos tenían tres funciones: Construir, higienizar y normalizar la vivienda popular.

El D.L. 308 del 19.02.1925 reemplaza al Consejo de Ha-bitaciones Obreras y le da sus mismas atribuciones. A su vez, establece contribuciones adicionales a los sitios eriazos dentro de predios urbanos. Los préstamos se otorgaban con preferencia a:

las Cajas de Ahorro, las sociedades de obreros y em-pleados, [a las] cooperativas formadas por personal de las instituciones armadas, empleados públicos y empresas del Estado. Asimismo (...), [a las] sociedades Cooperativas de la Construcción o por particulares que edifi caren para arrendamiento (Bravo, 1959:15).

La ley también estableció la construcción gratuita de equi-pamiento en las poblaciones edifi cadas en conformidad a la ley y siempre que se estimara necesario.

Crea la Junta de Habitación Popular en reemplazo del Consejo Superior, como respuesta a la “afl uencia in-controlada de las masas que dejaban el campo y se instalaban en los alrededores [de las ciudades], sin que los terrenos contaran con los servicios mínimos”. La ley le da funciones técnicas de construcción de viviendas, así como funciones “de índole administrativa y social” (Bravo, 1959: 17).

Crea la Junta Central en reemplazo de la Junta de Habita-ción Popular. La Ley la facultaba a otorgar préstamos en dinero efectivo para construcciones de tipo económica (habitación popular y huertos obreros). Tuvo también la-bor normativa y constructora.

El D.L. 402 del 13.08.1932 crea al Departamento de la Habitación como institución encargada de la aplicación del D.F.L 33 de 1931.

Crea la Caja de la Habitación Popular en reemplazo del Departamento de la Habitación, reuniendo por primera vez todos los recursos en un solo organismo. Otra nove-dad es que por primera vez se dotaba a la institucionali-dad habitacional con una cuota presupuestaria fi ja.

Esquema Institucional 1Instituciones ligadas al sector habitacional 1906 a 1938

Consejo de Habitaciones Obreras(Creado por Ley 1.838 del 20.02.1906)

Consejo Superior de Bienestar Social (Creado por el D.L. 308 del 19.02.1925)

Junta de Habitación Popular(Ley 4.931 del 06.02.1931 sobre

Fomento de las Habitaciones Baratas)

Junta Central de Habitación Popular (DFL 33 del 08.04.1931)

Departamento de la Habitación (D.L. 402 del 13.08.1932)

Caja de la Habitación Popular (Ley 5,950 del 10.10.1936)

Simbología:

Se crea institución en reemplazo de la anterior

Instituciones asociadas

Page 51: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

57

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Sin embargo, esta legislación no logró fi nanciamiento hasta 1935, en donde fue necesario “dictar (...) una ley que en forma concreta destinara fondos para ayudar a mejoreros y compradores de sitios a plazo” (Bravo, 1959: 18). Esta fue la Ley 5.579 (02.02.1935) que fi jó normas sobre fi nanciamiento de habitaciones populares (CORVI, 1967) y que traspasó la intervención de la Caja de Crédito Hipotecario al Departamento de la Habitación (Jugovic, 1998). Bravo señala que “dispuso la emisión, por cuenta del Departamento de Hacienda, de 50 millones de pesos en bonos garantizados por el Estado, los cuales devengaban un interés del 7% anual con amortización acumulativa de 1%, también anual” (Bravo, 1959:19).

Ese mismo 1936, y luego de dos años de discusión en el Congreso, se promulgó la Ley 5.950, que creó la Caja de la Habitación Popular, en reemplazo del Departamento de la Habitación (creado a través de D.L. 402 del 13.08.1932 y cuya función era aplicar el D.F.L 33 de 1931). Esta Ley “esperaba [dar] un rumbo decisivo y seguro en la vacilante legislación habitacional que el país venía sufriendo desde hacía 30 años” (Bravo, 1959: 20).

Raposo señala

La Caja de la Habitación representa la primera institución gubernamental orgánicamente cons- tituida para centralizar la acción pública en materia habitacional, con la garantía del estado. Con su creación la legislación busca coordinar la acción del Estado, el que participa con sus propios aportes a la formación de capital de la Caja y la propia labor directa de esta en materia de producción y provisión habitacional; la acción de municipalidades, las que impulsarán directamente la construcción habitacional para los trabajadores y; la iniciativa privada, la que hará inversiones habitacionales que percibirán intereses asegurados mediante la garantía del Estado (Raposo, 2001, p.113).

La ley que creó la Caja de la Habitación Popular planteó importantes novedades. La primera fue la concentración de la administración de todos los recursos en una sola institución. La segunda es que por primera vez se contó con una cuota presupuestaria defi nida. A su vez otorgó facilidades a las instituciones de previsión, industriales y de agricultores, indicando condiciones para la construcción de viviendas y para el otorgamiento de los préstamos.

En opinión de Raposo

La legislación presenta un marcado sesgo social. Incluye obligaciones para los estratos altos de empresarios agrícolas e industriales en materia de provisión de viviendas higié-nicas para los trabajadores y pone un límite a los posibles benefi ciarios de la acción de la Caja de modo de focalizar la atención en los sectores de menores ingresos (Raposo, 2001, p.113).

Sus principales operaciones (programas) fue-ron: Construcción de viviendas directamente por la Caja, para su venta a largo plazo o arrendamiento; Concesiones de préstamo, estableciendo los usuarios preferentes; Concesiones de subsidio; Otorgamiento de la Garantía del Estado, a quienes invirtieran capitales en viviendas económicas. Éstos se describen en el punto 3.2.

Las Fotos 3.20 y 3.21 y las Figuras 3.8 a 3.11 del acápite 3.3d muestran un conjunto habitacional construido por el Seguro Obrero en Antofagasta, como una de las líneas de intervención que promovía la Caja de la Habitación Popular. Se hace notar el hecho de que aparece un cambio notable en el estilo arquitectónico, producto de la infl uencia de la CIAM.

Otro emblemático conjunto fue la población Huemul II, en Santiago, fi nanciado por la Caja de la Habitación Popular, y que se muestra en las Fotos 3.22 y 3.23 del punto 3.3d.

Si bien el crecimiento demográfi co de los centros urbanos aún no adquiría las carac-terísticas explosivas que tuvo durante las décadas siguientes, ya era percibido como signifi cativo, en especial en Santiago.

Al hacer un balance del período vemos que, si bien durante este período no se logró dar cuenta del défi cit habitacional que se estaba gestando, sus logros se ubican en la creación de una fuerte institucionalidad ligada al sector habitacional, que descentralizada desde su origen (Jugovic, 1998), combinaba acciones directamente estatales junto a la promoción de la gestión privada.

En los dos siguientes capítulos se abordarán los períodos que se vieron más fuertemente impactados por los efectos del aumento del nivel de urbanización, en conjunto con la emer-gencia del proceso de transición demográfi ca, cuyos períodos iniciales -como se recordará-, se caracterizan por un importante ritmo de crecimiento demográfi co, producto de la disminución de la mortalidad en conjunto a un rezago de la disminución de la natalidad.

Page 52: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ficha Técnica de los Programas

Page 53: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

1906 - 1939

Ficha Técnica

de los Programas

Los programas del períodode ensaye legislativo

Page 54: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

60

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

3.1 Programas del Consejo de Habitación para Obreros.

Año Inicio 1906 Ley N° 1838 del 20.02.06, promulgada en el D.O. N° 8.435 del 20.08.06(Ley General sobre las Habitaciones para Obreros).

Gobiernos Germán Riesco E., Pedro Montt M., Ramón Barros L., Juan Luis Sanfuentes A., Arturo Alessandri P.

Usuarios Familias de escasos recursos y obreros asalariados (a través del arriendo).

Producto Creación de los Consejos Habitacionales para obreros cuyas atribuciones son:

Como Organismo Constructor:Favorecía la construcción de habitaciones higiénicas y baratas destinas a la clase proletaria o su arrendamiento, o su venta, sea al contado, por mensualidades o por amortización acumulativa.

Esta actividad de organismo constructor, se materializó en las siguientes tipologías:

* Conventillo: Tipo de habitación colectiva de 1 piso que poseen acceso común con sistema de piezas en torno a un patio central o pasillo. Los servicios están formados por baterías de baño, cocinas y lavaderos localizados casi siempre en la parte más interna del inmueble.

* Cité: Tipo de construcción colectiva compuesta de agrupaciones de casas pequeñas parecidas, en torno a un pasaje sin salida, que es acceso común, para todas las viviendas de igual diseño, las que pueden estar planteadas en uno o dos niveles.Todas cuentan con más de una habitación (living de acceso directo, uno o dos dormitorios, baño, cocina y un pequeño patio interior de iluminación y ventilación.

* Pasaje:Se trata de viviendas de características similares al cité, pero con el pasaje más largo y con más de un acceso. Este pasaje permite circulación peatonal y en algunos también vehículos pequeños.

Como Organismo Higienizador:Todas las medidas conducentes al saneamiento de las habitaciones que se destinan a este objeto, las que se desarrollaron a través de dos aspectos.

* Rehabilitación:Aquellas viviendas que no cumplían con los mínimos vigentes en materia de higiene y eran declaradas insalubres o inhabitables, podían ser rehabilitadas, haciéndoles las reparaciones que indicara el Consejo de Habitación respectiva. Para tal efecto comunicaba del hecho al propietario, indicándole por escrito los defectos que adolecía el edifi cio y las reparaciones que debían hacerse, con inclusión de un presupuesto aproximado.Estos defectos podían ser: la distribución de las piezas, el nivel respecto a los patios y calles, el cubo de aire, la luz, la ventilación, y demás preceptos de la higiene.

* Demolición por Inhabitabilidad:Si fuera califi cada inhabitable por vetustez, existencia en ella de una infección permanente capaz de dañar a sus moradores o a los de las casas vecinas, u otra causa que impida la reparación en términos convenientes para la salud. Se establecería el plazo dentro del cual debía procederse a la reparación o a la demolición. Eran demolidas dentro de los plazos fi jados por el Juez; si la demolición no se llevaba a cabo dentro de los plazos señalados, la hacía la autoridad local con cargo al dueño.

Page 55: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

61

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Como Organismo Normalizador:Creación de un Consejo Superior de Habitaciones que tenía por función:

* Fijar las condiciones que debían llenar las habitaciones que se construirían en lo sucesivo para que fueran acreedoras a los benefi cios que otorga la ley y aprobar los planos y especifi caciones con los requisitos exigidos.

Toda habitación barata, individual o colectiva, declarada higiénica por el respectivo Consejo de Habitaciones, gozaban de las exenciones o benefi cios que se enumeran a continuación, por el término de 25 años.

- Exención de TributaciónLas propiedades quedarán exentas del pago de toda contribución fi scal o municipal.

- Derecho a Consumir Agua PotableGozarán del derecho de consumir el agua potable de la empresa fi scal o municipal que provee a la localidad, en la proporción de 100 litros diarios por cada familia, por un precio equivalente al 10% del precio común.

- Pavimentación GratuitaLa respectiva municipalidad hará y arreglará por su cuenta el pavimento de la calle con piedra de río a lo menos y las aceras con asfalto.

- Servicio de AlumbradoLa respectiva municipalidad instalará el servicio de alumbrado, sosteniendo un farol cada 50 metros.

- Empalme de Alcantarillado gratuitoSi hubiera servicio de alcantarillado en la calle, el Fisco pagará el servicio interior hasta su conexión con aquel.

- Alcantarillado y prolongación del Servicio por cuenta del fi scoSi las nuevas construcciones ocuparán 20 o más manzanas, se instalará además, por cuenta fi scal, el alcantarillado en las calles y se prolongará el servicio de agua potable.

- Plaza Pública y Escuela GratuitaSe destinará a plaza o jardín público de cada 20 manzanas una.

- AntejardinesEn las calles de 20 metros o más, la propiedad particular podrá tomar a cada lado hasta 4 metros para dedicarlo a jardín.

Nota: Todas las concesiones anteriores cesarán si la casa deja de ser higienizada o si no es dedicada a habitación.

* Dirigir las habitaciones que ellos mismos construyen con los fondos que les hubieran sido donados, legados o destinados por el estado.

* Fomentar la formación de sociedades encargada de construir estas habitaciones.

Page 56: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

62

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Financiamiento Las distintas funciones de los Consejos Habitacionales se fi nanciaban con fondos fi scales y además administraba aquellas viviendas que, según la misma ley, edifi carían las Municipalidades con fondos provenientes de sus propios bonos, emitidos con garantía del Estado.

En un aspecto fi nanciero, la ley N° 1.838, autorizó al Presidente de la República a invertir hasta $ 6.000.000, en estos fi nes, estableciendo además un fi nanciamiento indirecto a través de bonos emitidos por la Caja de Crédito Hipotecario2.

* La exención de todo impuesto, tanto fi scal como municipal, de aquellas sociedades o empresas que tuvieran por objeto construir viviendas baratas ya sea para la venta o el arrendamiento.

* Garantía del Estado a estas mismas sociedades de un interés hasta de 6% anual y por 20 años, de los capitales invertidos.

* La indivisión del único bien raíz hereditario cuando entre los descendientes hubiere uno o más menores.

* La inembargabilidad de este mismo inmueble mientras durare la indivisión, etc.

Observaciones Estas soluciones habitacionales en general se daban en arrendamiento, lo que había traí-do como consecuencia natural la especulación con las alzas y numerosos casos de mora en su pago, los que a su vez se traducían en lanzamientos. El Gobierno creyó entonces necesario dictar un decreto represivo que al mismo tiempo diera énfasis al desarrollo de la higiene ambiental. Surge así el D.L. N° 261 (19.02.1925) sobre arrendamiento, cuyas principales disposiciones fueron las siguientes:

* Reducción de un 50% de la renta de arrendamiento de las viviendas declaradas insalu-bres por la autoridad sanitaria hasta que ellas fuesen demolidas o reparadas.

* Limitación de las rentas a los propietarios de viviendas salubres, si su canon no excedía de $ 250 en Santiago y Valparaíso, a un 10% sobre el evalúo vigente más un 20% adicio-nal para reparaciones. Si el canon oscilaba entre $ 250 y $ 500, la tasa de arrendamiento quedaba fi jada en 12% anual. Otras disposiciones relativas a la vivienda barata (canon inferior a $ 250) fueron:

- Exención del pago de contribuciones en atención a haberse limitado su renta.- Prohibición de darles un uso distinto del que tenían.- Prohibición de desahuciar a los arrendatarios antes de los seis meses.

*Además este D.L. N° 261, creaba “los tribunales de la vivienda” para conocer los juicios que se produjeran.

Fuente: “Chile: El problema de la vivienda a través de su legislación (1906-1956)” Arqto. Luis Bravo H., pág. 11,12,13 / 129.Ley N° 1838 del 20.02.1906.

2 La Caja de Crédito Hipotecario y demás instituciones regidas por la Ley del 29.08.1855, estaban autorizadas para prestar en Letras de Crédito hasta el 75% del valor del terreno y edifi cios, a condición que se mantengan asegurados contra incendios y sin perjuicio de las demás disposiciones de la citada Ley.

Page 57: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

63

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

3.2 Programa Directo de la Caja de la Habitación Popular.

Año Inicio 1936 Ley N° 5.950 del 10.10.36, N° 7.600 del 20.10.43 (que reorganizó la caja).

Gobiernos Arturo Alessandri P., Pedro Aguirre C., Juan Antonio Ríos., Gabriel González V.

Usuarios Obreros.

Producto Las operaciones que debía efectuar la Caja de la Habitación, en conformidad con ley N° 5950, eran las siguientes: (art. 19).

* Construcción de viviendas económicas para la venta a largo plazo o en arrendamiento.

* Concesión de préstamos.

* Urbanización de Barrios Obreros.

* Concesiones de Subsidio.

* Otorgamiento de garantía del Estado.

* Fomento de huertos obreros con explotación de industria doméstica, constituido por la vivienda popular que tenía un terreno anexo, adecuado a la explotación de una pequeña industria o cultivo, y cuyo rendimiento económico era sufi ciente para cubrir los interese del préstamo y para el sustento de la familia, estableció que el terreno debía ser de 5.000 m2, en agrupaciones no inferiores a 20 predios y debía considerar superfi cie para calles, espacios públicos y equipamiento local y estaban destinados a ser ocupados por familias en que el jefe de ellas, o algunos de sus miembros, trabajará en actividades ajenas a la explotación del huerto y que sus emolumentos los emplee en el sustento común de la familia.

* Huerto familiar, destinado a ser ocupados por familias que en su totalidad se dediquen a la explotación del huerto y que vivan de sus productos.

* Jardín obrero, destinado a ser ocupados por familias obreras, en que sólo la esposa puede dedicarse a la explotación de la industria casera anexa.

* Jardín Familiar, destinado a familias en que además de la esposa pueden dedicarse a la atención de la industria casera anexa, los hijos mayores de 14 años.

Financiamiento * Construcción de viviendas económicas directamente por la Caja de la Habitación Popular; la transferencia de las casas se hacía sólo después de un plazo de 2 años, durante los cuales el futuro comprador debía cumplir en forma satisfactoria sus obligaciones como arrendatario, considerándosele abonada al servicio de la deuda, el alquiler que aquel hubiese pagado. Operaba la transferencia y amortizado un 25% del capital, la Caja perdonaba al adquierente un 10% del saldo insoluto del precio de la compraventa. Luego de amortizado un 50% del capital, la Caja le amortizaba en igual forma un 25% del saldo que estuviere adeudado (art. 23, 24 y 25).

* Concesiones de Préstamos, la Caja de la Habitación Popular a través de su consejo superior daba preferencia.- A los propietarios de terrenos, con un aporte mínimo de 5% del valor del terreno más

el edifi cio.- A las sociedades sin espíritu de lucro que construyeren para el arrendamiento o la

venta a largo plazo.- A las empresas industriales que edifi caren vivienda para su personal.- A las instituciones obreras o de empleados con existencia legal. siempre que el socio

apoderado respondiere personalmente de la parte de la obligación que le tocase.

Page 58: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

64

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

- A los propietarios de habitaciones declaradas insalubres, para el sólo efecto de su reparación. - A las Municipalidades, para que edifi caren viviendas económicas dentro de sus respectivas comunas. - A los propietarios de predios agrícolas, 3% con 1%, quedando estos obligados a construir todas las viviendas necesarias para sus inquilinos, dentro del plazo de 20 años.

En general, el interés de los préstamos no podía exceder del 3% anual, con una amortización acumulativa anual de 1%, salvo en los primeros casos en que el interés tenía un tope de 2 1/2/2/ %, llegando hasta el 2% en el caso de los industriales que dieran las viviendas en uso gratuito a su personal. Los préstamos cubrían hasta un 80% de la tasación, hecha por la caja, del terreno más el edifi cio y, en ciertos casos, hasta el 90%.

La Ley contemplaba además préstamos a los propietarios de predios agrícolas, quedando estos obligados a construir todas las viviendas necesarias para sus inquilinos, dentro del plazo de 20 años.

* Concesiones de Subsidios.Se otorgaban los subsidios hasta por un 20% del dividendo, que comprendiera sólo a los empleados y obreros jefes de familia numerosa. Los pagaría la Caja de la Habitación Popular directamente al vendedor o arrendador.

* Otorgamiento de la Garantía del Estado.Esta disposición iba encaminada a fomentar la inversión de capitales en vivienda económicas. Por ella, la Caja garantizaba con cargo a sus fondos, el goce de una renta hasta de 6% anual durante 20 años sobre el dinero invertido, a aquellos capitalistas que destinaren a este objetivo sumas no inferiores a $ 300.000.

* Exenciones.A parte de estas operaciones, existían en la ley ciertos estímulos para la edifi cación económica, tales como la exención por 10 años del pago de toda contribución fi scal. En igual forma, los bonos emitidos en cumplimiento con ella, no pagaban impuesto. Finalmente, las escrituras públicas otorgadas por operaciones relacionadas directamente con la ley, pagaban sólo el 50% de los correspondientes impuestos fi scales.

NOTA: La Caja cobraba al adquiriente sólo el 10% de los gastos de urbanización (art. 80) y se consideraban abonados los 2 años de arrendamiento previo. Fuera de esto, una vez que aquel había amortizado un 25% de capital, se le abonaba a su cuenta un 10% del saldo insoluto y luego un 25% del mismo cuando la amortización había llegado a un 50%. En resumen, si a la Caja una vivienda le costaba en esa época $ 40.000 incluido el terreno, ella percibía sólo $ 20.045, con el agravante de que tenía que seguir costeando los gastos de conservación y cobranzas. Varias poblaciones como la “Fermín Vivaceta”, “Sierra Bella”, “Sargento Aldea” y otras fueron entregadas conforme a este mecanismo.

En las concesiones de préstamos a los propietarios de terrenos, fue rebajado el servicio de la deuda llegando a un 2% de interés en el caso de los industriales y no excediendo en 3% los demás casos. Este hecho es importante si se considera que la Caja conseguía sus recursos a un 6% de interés.

En las concesiones de subsidio, la caja facilitaba al obrero su acceso a la vivienda modesta que se arrendara o vendiera en el comercio, regalándole el 20% del dividendo que correspondiera en cada caso.

Requisitos Capacidad de pago de los arriendos o de los préstamos.

Fuente: “Chile: El Problema de la vivienda a través de su legislación 1906-1959”. Arquitecto Luis Bravo Heitmann, pág. 21-22 / 129.“Espacio Urbano e Idiología”: Alfonso Raposo Moyano, pág. 114 y 115 / 314.

Page 59: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

Imágenes

Imágenes de los programas del período de ensaye legislativo

1906 - 1939

Arquitectónicas y Urbanas

Page 60: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

66

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 3.1Conventillo construcción de un piso con patio central.Es el conventillo “tradicional”.Fuente: Urbina, Ximena

El conventillo nace como una tipología de vivienda que da respuestas a la demanda habita-cional de los sectores populares, a la falta de te-rrenos para levantar sus viviendas y al progresivo valor del suelo. De acuerdo al Reglamento de Conventillos de 1899, fue defi nido como “la propiedad destinada a arrendamiento por piezas o por secciones, a la gente proletaria” en que “varias piezas o cuerpos de edifi cios arrendado a distintas personas tengan patio o zaguán en común.

Esta forma de habitación, netamente urbana, es un modo de habitar colectivo en espacios compartidos, pequeños, y sucios. La pobreza y la atracción que ejercían las ciudades, más la especulación comercial de los propietarios gene-ralizaron este tipo de vivienda. (Revista de Urban-ismo. U. de Chile). Imágenes de esta tipología se muestran en las Fotos 3.1 a 3.6.

La tipología más común consistía en ocupar el interior de la manzana con piezas (llamadas cuartos redondos, que era sólo una habitación con puerta de acceso y sin ventanas) conectadas por un pasillo central y en algunos casos con un patio interior. Tenían un acceso común, con servi-cios de baño, cocina y lavadero compartido entre todos los habitantes, tal como se muestran en las Figuras 3.1 y 3.2.

CONVENTILLOS

Foto 3.2 Interior de un conventillo. Condiciones sanitarias precarias y falta de orden.Fuente: Gross, et al

Figura 3.1 Conventillo Tradicional.Piezas ordenadas en torno a un eje central de circulación y convivencia y un área común.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Figura 3.2Tipología de conventillo con patio común.Fuente: Dibujo C.Gutiérrez

3.3a | Primeras iniciativas de vivienda social. Conventillos

Page 61: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

67

Imá

ge

ne

s

Arquitectónicamente, en la práctica, el con-cepto de conventillo se aplicaba a varios tipos de vivienda popular y colectiva, No siempre corres-pondía a la imagen tradicional, es decir, un edifi -cio de uno, dos, o más pisos, con muchas piezas dispuestas en cuadro en cuyo centro y ocupando la primera planta estaba el patio al pasillo común, el excusado y las artesas, como era el conventillo “La Troya” en Valparaíso, y otros situados en el plan porteño. En el lenguaje corriente se llamaba de esa forma a toda casa de uso colectivo.

Para los inspectores municipales conventillos eran indistintamente:

1. La casa grande y antigua, generalmente de material sólido, de uno o más pisos, arrendadas por piezas a varias familias, y cuya unidad básica era el “cuarto redondo”.

2. El conventillo propiamente tal, es decir el edifi cio de uno o dos pisos con cuartos que tenían su puerta hacia un patio común y central.

3. Los ranchos, carpas o toldos multifamilia-res instalados dentro de un sitio cercado por los propios arrendatarios o por el propietario, situa-dos generalmente en cerros y quebradas. Estos eran los conventillos más elementales. (Revista de Urbanismo. U. de Chile).

Foto 3.3Entrada al “cuarto redondo”, espacio oscuro y de reducidas dimensiones que alberga a toda la familia.Fuente: Gross, et al

Foto 3.4 Construcción de dos pisos compuesta de cuartos redondos, sin patio y con salida a la calle.Fuente: Urbina, Ximena

Foto 3.5 Interior de un conventillo; artesas, acequias de aguas servidas ymucha gente conviviendo en el patio central.Fuente: Gross, et al

Foto 3.6La acequia del conventillo divide el patio, pero también congrega a los habitantes en sus bordes.Fuente: Gross, et al

3.3a | Primeras iniciativas de vivienda social. Conventillos

CONVENTILLOS

Page 62: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

68

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

CITÉ CONSTITUCIÓN 135 SANTIAGO, R.M.

El cité (del francés que signifi ca ciudad pequeña) se desarrolla como una tipología neta-mente urbana. Su característica principal era la de estar conformado por casas pequeñas, (entre 36 y 78 m2, continuas y pareadas en torno a un eje de circulación central sin salida .

El cité de calle Constitución 135, en la ciudad de Santiago, es un buen ejemplo de esta tipología arquitectónica de vivienda.

La entrada a este cité (Foto 3.7), es caracterís-tica de esta tipología de vivienda, con un portal de acceso conducente a un espacio común a todas las viviendas.

Arquitectónicamente, todas ellas, cuentan con más de una habitación o pieza, living de acceso directo, uno o dos dormitorios, baño, cocina y un patio interior de iluminación y ventilación (Fig. 3.3)

El trabajo de fachadas con predominio del lleno sobre el vano, es rico en detalles. El uso de cornisas, zócalos, arcos y peldaños, bow windows, ochavos de esquina son elementos arquitectónicos de uso común (Foto 3.8).

El uso de elementos de estilo en sus fachadas fue de común ocurrencia en su época de origen, y estos todavía se conservan en este cité de calle Constitución.

Todas las viviendas contaban con agua pota-ble, alcantarillado, electricidad, y a veces gas. Se construían fundamentalmente en ladrillo y adobe, madera en los muros interiores

Es importante destacar la imagen urbana. Desde este punto de vista, el cité se caracteriza por aprovechar al máximo el interior de la man-zana logrando altas densidades.

Su planteamiento urbanístico es de perfecta incorporación a la trama ortogonal preexistente, manteniendo las fachadas continuas y de este modo la consistencia del tejido urbano.

La calidad estética y espacial de este cité a facilitado su conservación a través del tiempo combinando funciones de habitación con trabajo (ofi cinas) y haciendo un aporte al carácter y estilo del barrio Bellavista de Santiago.

Foto 3.7Vista acceso a cité.Fuente: Foto C. Gutiérrez

El cuidado trabajo de molduras y cornisas de ladrillo, hacen del acceso al cité un punto de atractivo urbano. Defi ne, además, un límite que permite generar un espacio interior claramente reconocible para los habitantes, generando así un sentido de pertenencia y territorialidad.

Figura 3.3 Planta de conjunto. El cité ocupa el interior de la manzana, y obtiene altas densidades habitacionales.Fuente: Boza, Dubal

Foto 3.8Vista interior del cité desde la calle. Se observan los detalles decorativos hechos con ladrillo y estucos.Fuente: Foto C. Gutiérrez

3.3b | Primeras iniciativas de vivienda social. El Cité

Page 63: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

69

Imá

ge

ne

s

Foto 3.9 Vista acceso a cité.Fuente: Foto C. Gutiérrez

Foto 3.10 Vista interior pasaje. Remate de calle interior. Líneas de cornisas, antetechos, y trabajo en vanos de puertas y ventanas enriquecen el espacio interior.Fuente: Foto C. Gutiérrez

Foto 3.11 Vano de puerta con detalle de estuco y color.Fuente: Boza, Duval

Figura 3.4Planta de conjunto.Fuente: Boza, DuvalFuente: Boza, Duval

CITÉ DARDIGNAC 72-84 SANTIAGO, R. M.

El cité de calle Dardignac 72-84 en la ciudad de Santiago, barrio Bellavista, es otro buen ejem-plo de esta tipología de vivienda desarrollada para el sector obrero de principios del siglo XX.

El conjunto se desarrolla en torno a un eje (pasaje) central con un ritmo de entrantes y salientes para romper la linealidad. Cada casa cuenta con un patio que permite dar luz y ven-tilación a las habitaciones en torno a él. Esta tipología permite una alta densidad de ocupación de suelo, como se aprecia en la planta de con-junto (Fig. 3.4).

La calle interior termina en un muro, tratado con puerta de acceso rematada en arcos vidria-dos y remate superior con cornisas y molduras decorativas. Los detalles arquitectónicos enri-quecen el espacio interior y le dan carácter a las fachadas (Foto 3.10).

Arquitectónicamente, las puertas y ventanas se ubican en un vano ricamente trabajado con ba-laustras y molduras de contorno (Fotos 3.9 a 3.11). Su fachada continua hacia la calle integra el conjun-to a la trama urbana existente, generando un borde de calle continuo, interrumpido sólo por el acceso enmarcado por el portal de entrada (Foto 3.9).

3.3b | Primeras iniciativas de vivienda social. El Cité

Page 64: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

70

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

sFigura 3.5Plantas 1º 2º y 3º piso.Fuente Boza, Duval

Este cité desarrollado en 3 pisos, conformando hacia la calle una fachada de fuerte carácter urbano.La propuesta de locales comerciales en primer piso lo hace conectarse funcionalmente y espacialmente al trazado urbano existente.

Foto 3.12La imagen urbana es la de un edifi cio.Fuente: Foto C. Gutiérrez

Foto 3.13Vista interior hacia la calle.La zona “puente” conforma un zaguán que defi ne el límite entre lo privado y lo público.Fuente: Foto C. Gutiérrez

El cité de calle Bellavista Nº 149, en la ciudad de Santiago, nos muestra otra interesante varia-ción dentro de esta tipología. En este caso, el diseño arquitectónico se desarrolla en tres pisos, como lo muestra la Fig. 3.5. Los elementos arqui-tectónicos ornamentales como los accesos cu-biertos, los balcones, bow windows, tratamientos de pisos, almohadillados de antepecho, le confi e-ren un carácter de fuerte identidad (Foto 3.13).

Este ejemplo si bien, no es representativo de la generalidad de los proyectos de la época, se-ñala la tendencia a respetar y aplicar elementos de estilo, y a manifestar una preocupación por el detalle y el ornamento como modo de enriquecer el espacio interior.

Este proyecto de arquitectura combina el concepto del cité y de edifi cio urbano. Observado desde la calle, su imagen es más la de un edifi cio que la de un cité tradicional como los mostrados anteriormente. La Foto 3.12 ilustra claramente la imagen de edifi cio urbano.

CITÉ BELLAVISTA 149SANTIAGO, R.M.

3.3b | Primeras iniciativas de vivienda social. El Cité

3er Piso 2º Piso 1er Piso

Page 65: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

71

Imá

ge

ne

s

Figura 3.6 Planta de conjunto.

Fuente: Boza, Duval

Foto 3.14Acceso con arco de ladrillo.Fuente: Foto C. Gutiérrez

Foto 3.15 Borde urbano consolidado que claramente conforma la manzana.Fuente: Foto C. Gutiérrez .

La manzana entre las calles Victoria y Santa Isabel, ha tomado la tipología de cité a un nivel mayor y conforma una gran manzana cruzada por cinco pasajes conectando las calles principales (Fig. 3.6)

Este conjunto de viviendas, dirigida al sec-tor obrero, es un claro ejemplo de arquitectura urbana con altas densidades, construida con materiales simples, en una trama perfectamente integrada a la ciudad.

El conjunto está conformado por casas de un piso, construidas en ladrillo a la vista y con elementos ornamentales sencillos. Los ritmos de ventanas y las dos puertas de fachada dan cuenta de la condición de pareo de las viviendas (Foto 3.16).

Las características formales se repiten hacia la calle donde se destaca el arco de acceso en ladrillo cuidadosamente trabajado (Foto 3.14)

El uso de antepecho con moldura de ladrillo, defi ne una línea horizontal que da continuidad y unidad al conjunto.

Las puertas con doble hoja y molduras deco-rativas, dan acceso a un zaguán que conecta con el patio interior que proporciona luz y ventilación a las habitaciones organizadas alrededor de él.

La predominancia de los llenos sobre los vanos son el resultado de un sistema constructivo que da arriostramiento a los muros para protegerlos de la condición sísmica de Chile. Esto le confi ere también al conjunto una imagen de solidez propia de la arquitectura de principios del siglo XX.

PASAJE, MANZANA VICTORIA, VÍCTOR MANUEL, STA. ELVIRA

SANTIAGO, R.M.

Foto 3.16Pasaje interior, espacio de circulación y encuentro a escala del peatón.Fuente: Foto C. Gutiérrez

Victoria

Víc

tor

Man

uel

Santa Elvira

3.3c | Primeras iniciativas de vivienda social. El Pasaje

Page 66: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

72

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Características similares al cité, pero con el pasaje más largo y más de un acceso. Éste es de circulación peatonal y en otros para vehículos pequeños como se observa en la (Foto 3.17).

Las casas a ambos lados del pasaje son de igual diseño, en construcción continua, de uno o dos pisos. Esta tipología de pasaje netamente peatonal hace al conjunto más integrado a la trama urbana, ya que no conforma un espacio cerrado, sino que per-mite cruzar a través de la manzana, permitiendo una circulación continua, incluso para vehículos de tamaño pequeño.

Tratándose de vivien-das de tipo económico, no hay una profusión de elemento decorativos de alta complejidad y costo; se ha utilizado sin embargo, el ladrillo como un material con posibili-dades decorativas.

Originalmente los ac-cesos estaban defi nidos por un portal defi nido por un segundo piso que sufrió serios daños estructurales en el terre-moto de 1985 y signifi có su posterior demolición (Fotos 3.18 y 3.19)

Foto 3.17Calle interior, fachadas simples, sin decoración.Fuente: Foto C. Gutiérrez

Figura 3.7Planta de conjunto.Fuente: Boza, Duval

Máximo aprovechamiento de la manzana. Un pasaje interior sirve de eje conector al cual dan todas las viviendas. Este pasaje a su vez sirve de vía peatonal que conecta dos calles, Arturo Prat y San Diego.

Foto 3.18 Acceso antes del terremoto de 1985.Portal de entrada conformado por un segundo piso.Fuente: Boza, Duval

Foto 3.19Fachada acceso Oriente, hacia la calle Arturo Pratposterior al terremoto de 1985.Fuente: Foto C. Gutiérrez

PASAJE SAN DIEGO 1544 SANTIAGO, R.M.

San Diego

3.3c | Primeras iniciativas de vivienda social. El Pasaje

Page 67: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

73

Imá

ge

ne

s

Dentro de las atribuciones de La Caja de Habitación Popular estaba la de otorgar créditos a instituciones, entre las cuales se contaba al Seguro Obrero.

Este conjunto habitacional en la ciudad de Antofagasta, construido en 1939, es uno de los cuatro grupos que construyó la Caja de Seguro Obrero en Arica, Tocopilla, Iquique y Antofagasta. El conjunto habitacional se construye para los empleados de ferrocarriles, lo que correspondía a sectores de la población con ingresos medios.

El conjunto consta de 50 unidades de vivien-da con una superfi cie mínima de 51 m2. El diseño de la unidad habitacional con su fuerte infl uencia modernista, se destaca por sus líneas claras (Foto 3.20). El edifi cio se defi ne por los juegos de volúmenes y no por los detalles ornamentales. Esta es una clara manifestación de la fuerte in-fl uencia modernista que se desarrollaba en los años 30.

En su fachada principal de lee con toda claridad la defi nición de líneas horizontales de balcones, en contraposición a los terminales de fuerte verticalidad y solidez.

Foto 3.20Elevación principal. Líneas claras en un estilo moderno propio de la época.Fuente: Palmer, et al

BLOQUE ANTOFAGASTA 1939II REGIÓN

Foto 3.21Elevación posterior. Se destaca la escalera y balcones. La forma sigue la función del edifi cio.Fuente: Palmer et al

La fachada posterior se caracteriza por la fuerte presencia de la rampa de circulación ubicada geométricamente en el centro del edifi cio (Foto 3.21). La perfecta simetría del edifi cio pro-porciona un sentido de estabilidad y equilibrio.

El plantemiento urbano esta basado en la disposición lineal de tres edifi cios siguiendo una suave curvatura. Estos se emplazan en una manzana de forma irregular en medio de un gran espacio abierto, característico del planteo urbano del modernismo (Fig. 3.8).

3.3d | Programa Directo Caja de Habitación Popular

Page 68: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

74

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 3.8 Proposición original.Fuente: Palmer, et al

Figura 3.9Proyecto construido. Tres edifi cios en medio de un gran espacio abierto.Fuente: Palmer, et al

Figura 3.10Planta tipo unidades de vivienda.Fuente: Palmer, et al

Figura 3.11Elevación acceso. Una imagen desprovista de todo

elemento ornamental. Fuente: Palmer, et al

La proposición original consideraba un total de 6 unidades de vivienda, con 3 edifi cios tipos que se repiten. Finalmente sólo se construyeron tres de ellos.

Los tres edifi cios del frente defi nían una línea de calle muy consecuente con el trazado urbano de la ciudad. La falta de ellos deja un gran vacío a escala urbana (Fig. 3.9).

La planta de la unidad habitacional se desarrolla de modo simétrico y dividida en dos secciones por la imponente rampa de acceso (Fig 3.10). El corredor exterior nos recuerda el concepto de “la calle elevada”, muy propia del movimiento moderno.

Los departamentos con una superfi cie míni-ma de 51 m2 son de trazado simple. Algunos cuentan con balcón que se expresa en la fachada en un juego volumétrico de “salientes”, que contrasta con el juego de “entrantes” en la que contrasta con el juego de “entrantes” en la fachada opuesta.

La fachada principal de la unidad de vivien-da se caracteriza por el juego de entrantes y la contraposición de la horizontalidad del corredor externo, de modo opuesto a la verticalidad de los terminales (Fig. 3.11).

Las circulaciones por medio del corredor ex-terior permiten un buen control visual del espacio público y puntos de encuentro de los residentes.

Las escalinatas de acceso a la rampa central defi nen el centro geométrico del edifi cio, refor-zando así, la simetría con que fue diseñado.

La infl uencia del movimiento modernista es clara en su diseño y especialmente en la uti-lización de la terraza superior como área de ex-pansión.

Urbanísticamente se rompe con el concepto de cuadra con fachada continua y se reemplaza por un borde abierto, con edifi cios aislados, ro-deados de área verde que corresponde al con-deados de área verde que corresponde al con-cepto de la “Ville Radiese” de Le Corbusier.cepto de la “Ville Radiese” de Le Corbusier.

3.4d | Programa Directo Caja de Habitación Popular

Page 69: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

75

Imá

ge

ne

s

Conformación urbana que permite la creación de espacios interiores claramente defi nidos. Se mantiene el concepto de manzana con borde continuo.

Borde urbano de tres categorías: impermeable, semi- permeable y permeable.

Área de equipamiento ubicada en el centro del conjunto. Los bloques se orientan dirección norte sur para privilegiar asoleamiento.

Figura 3.12Conformación urbana. Aun cuando hay un estilo modernista en el diseño del conjunto, se conserva la idea de manzana con borde continuo.Fuente: Palmer, et al

Foto 3.22Vista de bloques interiores.Fuente: Palmer, et al

La Población Huemul 2, construida en el año 1943, en la ciudad de Santiago, es la segunda etapa de la población Huemul 1, construida entre 1911-1918. El conjunto se fi nanció por medio de la Caja de Hab. Popular en un terreno de 1,18 Ha, ubicando en él 186 viviendas con una superfi cie mínima de 52,70 m2.

Merece destacar, que desde el inicio el proyec-to contó con equipamiento comunitario como pérgolas, piscina, juegos infantiles y árboles.

Urbanísticamente, el proyecto se desarrolla en base a bloques de departamentos que de-fi nen dos conformaciones básicas, una lineal y continua, que defi ne 3 bordes hacia la calle (dos de ellos cerrados al interior de la manzana, y uno abierto que permite acceso al interior de ella; y el otra de bloques aislados que conforman espacios intermedios. La disposición de los bloques defi ne claramente un “exterior” y un “interior” pensado como áreas de esparcimiento (Fig. 3.12).

La simpleza del diseño, desprovisto de todo elemento ornamental da cuenta de la clara in-fl uencia modernista de la época, y la dominancia del lleno sobre el vano le confi ere un carácter de arquitectura de “masa”, muy propio de sus condi-ciones estructurales y constructivas antisísmicas de Chile.

Foto 3.23Vista interior hacia zona de equipamiento.Fuente: Palmer, et al

POBLACIÓN HUEMUL II. 1943SANTIAGO, R.M.

3.4d | Programa Directo Caja de Habitación Popular

Page 70: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

76

Imá

ge

ne

s

Figura 3.14Corte fugado interior.Fuente: Palmer, et al

Figura 3.15Planta Bloque de departamentos, 2º y 3º piso.Fuente: Palmer, et al

Figura 3.16Planta duplex 1º piso.Fuente: Palmer, et al

Figura 3.17Planta duplex 2º piso.Fuente: Palmer, et al

Figura 3.18 Elevación Poniente bloques duplex.Fuente: Palmer, et al

3.4d | Programa Directo Caja de Habitación Popular

Figura 3.13Figura 3.13Elevación Sur, bloque de colectivos.Fuente: Palmer, et al

Page 71: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

La vivienda social en el períodode institucionalidad del desarrollo

C A P Í T U L O

4

1939 - 1964

Page 72: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

‹ Reseña del Período

‹ Ficha Técnica de los Programas

‹ Imágenes de los Programas

Page 73: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

La vivienda social en el períodode institucionalidad del desarrollo

Reseña del Período

1939 - 1964

de institucionalidad del desarrollo

Page 74: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

80

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

La Ley 7.600 del 20.10.1943 reorganizó la Caja de la Habitación Popular creando un organismo múltiple, dependiente del Ministerio del Traba-jo: la Caja de la Habitación (ver Esquema Institucional 2).

La nueva institución –con mayores poderes y potencialidad económica que su predecesora– aunque siguió considerando fundamental la construcción directa de vivienda con fondos propios, tuvo por gran novedad la ampliación de su labor en forma indirecta. Su gestión contó con tres nuevas herramientas: el aporte de las Cajas de Previsión en la construcción de viviendas económicas, la facultad de expropiación y su nueva forma de fi nanciamiento.

Bravo (1959, p. 29) señala que permanecen con pequeños cambios

los préstamos a largo plazo y bajo interés, el otorgamiento de primas y bonifi caciones, la garantía de interés fi jo a los capitales que construyan viviendas, etc. (...) la higienización de la vivienda popular, la atención de los mejoreros y compradores de sitios a plazo, la protección del Hogar Obrero, etc.

Como temas nuevos aparecen el aporte de las Cajas de Previsión en la construcción de viviendas económicas, la Ordenanza de Urbanización y Construcciones Económicas (cuya dictación la debía hacer el Consejo Superior de la Caja), así como la Vivienda Agrícola.

Para su funcionamiento, esta ley contó con fi nanciamiento múltiple, compuesto por recursos ordinarios, recursos extraordinarios, fondos de terceros y recuperación de capitales, lo cual signifi có un considerable mejoramiento en los ingresos de la Caja.

Bravo (1959:33) señala que “de acuerdo con los datos ofi ciales de la misma Caja los ingresos reales (...) subieron de unos 40 millones en 1943 a 120 millones en 1950”. Los recursos ordinarios, correspondieron a aquellos tales como el apor-te presupuestario fi scal; la participación del impuesto extraordinario del cobre (Ley 7.434 de 1943), del impuesto territorial y del carbón, el impuesto a las utilidades industriales, mineras y salitreras, el aporte de la Caja del Seguro Obrero y los fondos percibidos de la Caja de Crédito Hipotecario, etc. También tuvo aportes extraordinarios creados en cada oportunidad por

leyes especiales, tales como los préstamos de la Corporación de Fomento para edifi cación y los del Fisco. Los fondos de terceros corresponden a aquellos que la Caja invirtió como mandataria (por ejemplo en construcción de viviendas para personal de las FF.AA. y Carabineros). La recuperación de capitales se realizó a través de la venta al contado de las viviendas construidas por la misma Caja y otras de menor importancia tales como dividendos o productos de inversiones que pudiera efectuar la institución (Bravo, 1959).

La llamada labor directa consistió en la construcción “directa” de viviendas por parte de la Caja de la Habitación. Bravo señala que esta acción se fi nanció con

fondos propios para el arrendamiento o venta o bien con fondos de otras instituciones, como son las Cajas de los Empleados Públicos, de los Empleados Particulares, de Carabineros, de los Empleados de la Caja de Crédito Hipotecario, la Mutualidad de Carabineros, etc., haciendo la respectiva entrega de las obras (Bravo, 1959, p.30).

La labor indirecta se realizó a través de dos mecanismos: a) Labor llamada “indirecta propiamente tal” (Arts. 28 al 30), que permitía la concesión de préstamos a particulares, a industriales, etc., para que ellos construyan sus viviendas con control de la Caja, y b) La llamada labor “indirecta obligada”, a través de disposiciones de la Ley que obligan a las empresas industriales y mineras el 5% de sus utilidades y a las salitreras un 4%, cuando excedan cierto margen, a aportar a la Caja en forma de impuesto, o en su defecto, construir con las sumas equivalentes a ellos, viviendas económicas para sus propios empleados y obreros.

Bravo (1953, p. 30) señala que esto podía realizarse de dos maneras:

Por “imputaciones”, cuando el impuesto se devenga anualmente (art. 16), o por “acumu-laciones”, cuando el Consejo de la Caja de la Habitación autoriza la acumulación de varios ejercicios fi nancieros (art. 18).

A su vez, se estimuló la construcción habitacional por parte de los privados, haciendo “más económico al inversionista y al público en general construir por la ordenanza especial”.

Nuevas leyes para el desarrollo habitacional

Page 75: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

81

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Importantes hitos para la actividad inmobiliaria chilena fueron los siguientes:

a) la promulgación de la Ordenanza Especial de Urbanización y Construcciones Econó-micas (D. 451 del 06.07.1944), que defi nió los estándares de la vivienda económica;

b) la Ley 9.135 del 30.10.1948 (Ley Pereira, modifi cada por la Ley 9.572 del 04.03.1950), que estableció benefi cios tri-butarios a quienes construyeran a través de esa Ordenanza y;

c) la Ley 10.254 del 20.02.1952, que estableció sanciones tributarias a quienes no se acogieran a esta ordenanza (Bravo, 1959).

Respecto de la Ordenanza Especial de Urbanización y Construcciones Económicas de 1944, esta legislación defi nió por primera vez la vivienda económica haciendo alusión a sus estándares constructivos y no sólo a su posible precio de renta como había sido hasta ese momento1. La ordenanza precisó que la “vivienda económica” es aquella que satisface las condiciones mínimas que se indican en la Ordenanza y “cuyos dividendos o renta mensual no exceda del 30% de dos y media veces el sueldo vital”.

El decreto especifi có para las viviendas los parámetros de superfi cie edifi cada2; el programa y superfi cies mínimas de las dependencias que la integran; su altura libre y total de pisos; sus circulaciones y la clasifi cación de las construcciones atendiendo al sistema constructivo, entre otros.

Respecto del urbanismo, la ordenanza se refi rió al trazado de las poblaciones, de los espacios libres, de los sistemas de agrupamiento, de la densidad y de la separación de los edifi cios para asegurar su correcto asolamiento. Reglamentó también la urbanización especifi cando parámetros de pavimentación, agua potable y desagües, alumbrado público, energía y gas industrial. También señaló diversas tolerancias que podrían

aceptarse en caso de las “viviendas provisionales y de emergencia” (Bravo, 1959).

Establecida esta Ordenanza, en 1948 la Ley Pereira precisó los benefi cios que gozarían quiénes construyeran viviendas, cuyos planos y especifi caciones se ciñan “estrictamente a la Ordenanza de Urbanizaciones y Construcciones Económicas [D. 451 de 1944] (...) y sean aprobados por la Caja de la Habitación” (Bravo,1959: 37-38). Sus benefi cios fueron principalmente exenciones tributarias: por 10 años de todo impuesto que grave la propiedad raíz; del impuesto global complementario a las rentas que produzcan las viviendas a la que se refi ere la Ley; del impuesto a la herencia que devenguen las propiedades construidas en conformidad a la Ley; del impuesto de 3ª categoría y del 50% de los impuestos que graven su constitución a las sociedades formadas con el exclusivo objeto de construir viviendas económicas, así como importantes exenciones a sus socios o accionistas. A su vez, permitió la libre fi jación de los cánones de arrendamiento en las viviendas construidas por la Ley.

Como incentivo adicional a la construcción vía Ordenanza Económica, la Ley 10.254 de 1952 estableció un impuesto fi scal de 2% sobre el monto de los presupuestos de toda nueva edifi cación que se someta a la aprobación de las municipalidades del país y no esté previamente aprobado por la Caja de la Habitación (Bravo, 1959).

En el período 1944 a 1953, la Caja de la Habitación construyó, a lo largo del país, 18.195 viviendas en forma directa; 365 viviendas en forma indirecta “propiamente tal”; 9.486 viviendas en forma “indirecta obligada” y; 7.128 a través del fomento de la Ordenanza Especial y la Ley Pereira, en total 35.174 viviendas que se sumaron al parque habitacional (CORVI, 1957 en Bravo, 1959).

1 El DL. 308 de 1925 defi nió “habitación Barata”, en función del precio de arrendamiento ($300 en caso de viviendas colectivas y $30.000 para las viviendas unifamiliares, en Santiago y Valparaíso. En el resto de las ciudades el precio máximo lo fi jaba el Presidente de la República a indicación del Consejo. (Bravo, 1959). A su vez defi nió a la vivienda obrera, como aquella [colectiva] cuya renta de arrendamiento no excediera los $150, o individual con valor inferior a $15.000. Esta Ley defi nió también como equipamientos a las escuelas, plazas de juegos infantiles, policlínicas, farmacia, restaurante popular, teatro y correo. El DFL Nº 33 de 1931 defi nió “habitación popular (vivienda económica)” como aquella cuyo arrendamiento fuera no superior a $200 en caso de viviendas colectivas y $20.000 para las viviendas unifamiliares, en Santiago, Valparaíso, Antofagasta e Iquique (Bravo, 1959).

2 “Estará comprendida entre 35,65 m2 y 100 m2, excluyendo en ambos casos los closet”.

Page 76: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

82

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Simbología:

Se crea (o reorganiza) institución en reemplazo de la anterior

Nueva Institución

Esquema Institucional 2Instituciones ligadas al sector habitacional 1939-1963

Caja de la Habitación Popular (Ley 5.950 del 10.10.1936)

Corporación de Reconstrucción y Auxilio (Ley 6.334 del 29.04.1939,

que también crea la CORFO).Institución dependiente del

Ministerio de Hacienda)

Caja de la Habitación(Ley 7.600 del 20.10.1943)

Se reorganiza la Caja de la Habitación Popular, dependiente del

Ministerio del Trabajo

Fundación Viviendas de Emergencia (Decreto 6.486

del 26.09.1947)

Corporación de la Vivienda (DFL 285 del 25.07.1953)

Entidad autónoma de derecho público con personalidad jurídica dependiente en sus relaciones administrativas del

Ministerio de Obras Públicas

Corporación de la Vivienda, (DS N° 1.100 de Obras Públicas del 28.07.1960) Empresa del Estado con personalidad jurídica y

patrimonio distinto del Fisco, que se relacionaría con el Ejecutivo a través del Ministerio de Obras Públicas

Page 77: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

83

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Si bien estas nuevas leyes signifi caron un considerable avance para la acción constructiva, el país, todavía estaba lejos de alcanzar el nivel de actividad habitacional requerido. Bravo (1959, p. 47-48) hace el siguiente balance de las intervenciones realizadas hasta 1953

Después de 47 años de la actividad legislativa en materia de viviendas, vemos que los resultados han sido sumamente pobres, apenas un promedio de 1.650 casas al año en todo el país.

Sin embargo, la población aumentó de 3 millones a 6 millones de habitantes a lo largo del período, y de esta diferencia de 3 millones no menos del 90% necesitó de una legislación efectiva que le permitiera el acceso a la vivienda. Para estas 2.700.000 debieron construirse unas 475.000 viviendas y el país construyó sólo 79.000.

En respuesta a este diagnóstico el gobierno de Ibáñez formuló el primer “plan” habitacional, que como se verá más adelante, no sólo intervino favoreciendo tributariamente la construcción; también procuró que esta acción estuviera acompañada del necesario nivel tecnológico y de industrialización que se requería.

Las viviendas de emergenciaEl terremoto de Chillán, de febrero de 1939

–y la imagen de amplias zonas desvastadas por el sismo–, motivó la inauguración de una nueva institucionalidad, tanto en materia habitacional y constructiva, como en la planifi cación del desarrollo.

El 29 de abril de 1939 se promulgó la Ley 6.334, que tuvo un doble objetivo. El primero fue crear un organismo “capaz de auxiliar en forma inmediata a las provincias desvastadas, proveyendo luego su reconstrucción”. El segundo objetivo fue dotar al país de una institución que impulsara y fomentara su desarrollo económico. De esta forma se crea la Corporación de Reconstrucción y Auxilio y la Corporación de Fomento, CORFO3 (Bravo, 1959). (Ver Esquema Institucional 2).

Junto a ello también se comenzó a estudiar la reformulación del primer reglamento asísmico

chileno contenido en la Ordenanza General de Construcciones de 1932, incluyéndole espe-cifi caciones más exigentes (D. 2.233 de 1942). “En 1949, este Reglamento fue revisado sin introducírsele modifi caciones de importancia” (CORVI, 1969).

La Corporación de Reconstrucción y Auxilio, dependiente del Ministerio de Hacienda, desarro-lló tres grandes rubros: a) Edifi cación de viviendas, concediendo préstamos a damnifi cados para reconstruir o reparar edifi cios y; construyendo en forma propia o a través de terceros mediante propuestas. b) Obras de Emergencia, tales como pabellones y barracas para albergar a la población y servicios públicos y municipales de la zona afectada y c) Obras públicas y municipales.

Durante su labor, que duró hasta 1953 -año en que se fusiona con la Caja de la Habitación- la Corporación de Reconstrucción logró terminar 6.759 casas, 5.125 vía prestamos y 1.454 en forma directa. A su vez, logró levantar en las provincias de Talca a la de Malleco, inclusive, 274 pabellones para viviendas, conteniendo

3 Aunque ambas instituciones tienen un origen en común, la Ley Orgánica que crea la CORFO y sus modifi caciones tiene como texto defi nitivo la Ley N° 6.640 del 10.01.1941 (Bravo, 1959).

Folleto informativo. Viviendas económicas, año 1942

Page 78: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

84

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

2.113 departamentos, los que pese a su carácter de “emergencia” subsistieron como alternativa habitacional hasta al menos 20 años más tarde (Bravo, 1959).

Otra institución del período fue la Fundación de Viviendas de Emergencia, creada por la Sra. Rosa M. de González Videla. Si bien su principal función fue la readaptación al medio social de las familias que vivían en conventillos y callampas, el défi cit habitacional de la época la obligó a construir viviendas con el fi n de arrendarlas. Sus acciones se describen en el acápite 4.14.

La autoconstruciónLa creación de la CORFO y la puesta en

marcha de sus planes, generó un impulso al desarrollo industrial y económico, localizado principalmente en las grandes urbes y en especial en Santiago, que constituyó un enorme factor de atracción de la población hacia la capital del país. Los conventillos y cités fueron incapaces de albergar a toda la masa migrante que el desarrollo industrial fue capaz de atraer, en especial si se considera que los particulares habían dejado de construir este tipo de habitaciones. Por otra parte, la labor constructora del Estado, que en 35 años dejó un balance muy poco positivo –unido a la prolongación y aumento del transporte urbano, en especial hacia la periferia–, permitió la posibilidad de que surgiesen los primeros asentamientos humanos, formados por autoconstrucción con materiales de deshecho y en sectores que no les pertenecían, que el pueblo bautizó con el nombre de “callampas” (De Ramón, 1990).

Al respecto, CORVI señala que

la falta de adecuación del volumen de lo edifi cado con las necesidades de la población explica la aparición de viviendas inadecuadas, en sus variadas formas (...). Las viviendas ‘callampas’ más antiguas se remontan probablemente al período 1920-30. Su proliferación llegó a alcanzar, especialmente en las ciudades más populosas del país, extremos verdaderamente vergonzosos (CORVI, 1967:698).

Según De Ramón, las respuestas del Estado para hacer frente a la formación de asentamientos espontáneos, se concentró en dos tipos de acciones:

a) continuar con la construcción de poblaciones que se hacían por la Caja de Habitación, añadiendo a esta labor una serie de incentivos a los particulares para promover la edifi cación, como lo fue el establecimiento de tributos a los benefi cios para que estos sean invertidos en la actividad constructora; o, b) erradicar a los habitantes de las “callampas” hacia otros lugares (De Ramón, 1990:12).

Los programas de erradicación comenzaron con Gabriel González Videla (1946–1952) y continuaron con los gobiernos de Ibáñez (1952–1958) y Alessandri (1958–1964). En el período de González Videla se creó el Programa de Autoconstrucción y Ayuda Mutua, cuyo origen fue un convenio básico de cooperación técnica entre los Gobiernos de Chile y Estados Unidos. La iniciativa consistía en la entrega de un sitio urbanizado con servicios sanitarios en una primera etapa, y una vivienda de 49 m2 por autoconstrucción en bloque de cemento con asesoría técnico-administrativa, tal como se describe en el punto 4.2.

Muy similar al programa anterior, el Programa de erradicación a terrenos urbanizados desa-rrollado durante la presidencia de Alessandri Rodríguez (punto 4.3), contemplaba, en una segun-da etapa, una vivienda mínima de 38 m2, ampliable, construida por sistema de autoconstrucción o a través de una empresa constructora.

Según De Ramón con estos dos programas

se hizo un traslado masivo de habitantes desde los terrenos donde primitivamente se habían instalado hacia otros que habían sido loteados y urbanizados por el Estado, en cuyos sitios se iniciaba la construcción de viviendas defi nitivas. (...) Se trataba de poblaciones levantadas en la periferia de la ciudad, en terrenos de muy poco valor y donde se hacía una inversión mínima en urbanización, lo cual permitía dar soluciones a muchas familias” (De Ramón, 1990:12).

Sin embargo estas iniciativas no lograron terminar con el problema, puesto que se mantenían las causas que lo originaron. De esta forma “nuevas familias [pasaban] a ocupar los terrenos abandonados (...) manteniéndose las características de poblamiento miserables” (De Ramón, 1990:12).

4 Según Bravo (1959), y al igual que lo ocurrido con los pabellones construidos por la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, pese al califi cativo de emergencia, las 5.030 viviendas construidas desde 1950 a 1958 por la Fundación de Emergencia fueron concebidas para una durabilidad casi normal de una vivienda.

Page 79: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

85

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Uno de los conjuntos emblemáticos del Programa de Autoconstrucción y Ayuda Mutua es la población Germán Riesco, construida en los tiempos de Carlos Ibáñez del Campo. Sus imágenes y diseños se comentan en el punto 4.6a respecto del Programa de Erradicación, la Población San Gregorio, levantada con Alessandri Rodríguez, se muestra en el acápite 4.6b.

La creación de la CORVI y elPlan de Vivienda

Con el Gobierno de Ibáñez, por primera vez se formulan “Planes de Vivienda”, contemplando soluciones integrales y la racionalización y coordinación de las instituciones y recursos disponibles, marcando el inicio de una nueva manera de abordar el problema habitacional.

En 1953 se crean nuevas instituciones, entre las que se destacan, la Corporación Nacional de Inversiones de Previsión, CIP (DFL 200), el Banco del Estado de Chile (DFL 126) y el Centro Científi co de la Vivienda (bajo el patrocinio de la Universidad de Chile).

Se destaca dos importantes iniciativas. La primera es la formulación del Plan Nacional de la Vivienda (ver Recuadro 4 y Esquema Institucional 2). La segunda es la creación de la Corporación de la Vivienda (DFL 285 del 25.07.1953), fusio-nando la Caja de la Habitación, dependiente del Ministerio del Trabajo y la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, dependiente del Ministerio de Hacienda. La nueva institución, con funciones ampliadas, fue una “entidad autónoma de derecho público con personalidad jurídica, dependiente en sus relaciones administrativas del Ministerio de Obras Públicas” (Jugovic, 1998).

El artículo 2º del DFL 285 señala que

La Corporación de la Vivienda estará encargada (...) de la ejecución, de la urbanización, de la reestructuración, de la remodelación y de la reconstrucción de barrios y sectores comprendidos en el Plan de la Vivienda y en los Planos reguladores elaborados por el Ministerio de Obras Públicas. También estará encargada del estudio y fomento de la construcción de viviendas económicas”.

El artículo 4º establece que

para el cumplimiento de estos fi nes, la Corporación de la Vivienda podrá expropiar,

comprar, construir, vender, arrendar y permutar inmuebles; contratar y conceder préstamos; abrir cuentas corrientes banca-rias; contratar sobregiros y créditos en cuentas corrientes; girar, aceptar y avalar letras de cambio y suscribir documentos comerciales y de crédito; garantizar sus obligaciones con hipotecas, prenda, boleta bancaria, póliza de seguro y, en general, ejecutar los actos y contratos que sean necesarios para sus fi nes.

El artículo 5° establece como funciones de la CORVI (en Bravo, 1959: 57-58):

a) Colaborar en la Dirección de Planeamiento del Ministerio de Obras Públicas en el estudio y confección del Plan de la Vivienda;

b) Expropiar, comprar, urbanizar, remodelar, subdividir, vender y permutar terrenos;

c) Expropiar, comprar, vender o arrendar inmuebles;

d) Proyectar y construir viviendas econó-micas por cuenta propia o de terceros (que pueden ser destinadas a venta o arriendo, según el art. 6°);

e) Proyectar y construir viviendas de uso provisorio, destinadas al arrendamiento.

f) Conceder préstamos para la edifi cación de viviendas económicas. Según el art. 6º, estos préstamos podían ser para edifi car, reparar, ampliar o sanear viviendas indi-viduales y de grupos (ley 6071) y se extienden a particulares, no dueños de viviendas; a Cooperativas de Edifi cación; a Empresas industriales, agrícolas y comerciales; a particulares propietarios de terrenos adecuados y urbanizados en los diferentes casos que específi ca la ley; a propietarios de predios agrícolas; a propietarios de viviendas insalubres, etc.

g) Construir edifi cios escolares para Servicios Públicos y sociales por cuenta propia o de los servicios fi scales, municipales, semifi scales, empresas de administración autónoma y, en general, de personas jurídicas creadas por ley, en que el Estado tenga aporte de capital o representación, cuando le encarguen estas construcciones;

h) Fomentar y coordinar con los institutos Universitarios y Particulares, la inves-tigación científi ca y técnica de nuevos materiales y nuevas modalidades de edifi cación;

Page 80: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

86

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Recuadro

4

i) Informar, coordinar y fomentar la industria de materiales de construcción, mediante el otorgamiento de préstamos a las empresas industriales ya establecidas, o creando nuevas con capitales propios, o en colaboración con capitales privados y de acuerdo con las fi nalidades propias de la Corporación;

j) Elaborar y poner en marcha un plan de racionalización y mecanización de la industria de la construcción;

k) Vender o arrendar las viviendas y locales que construya la Corporación de la

Vivienda con sus propios recursos, así como vender los sitios de los lotes que ella realice y;

l) Coordinar con el Ministerio de Defensa Nacional del Servicio Militar del Trabajo, en relación con la realización del Plan de la Vivienda que elabore el Ministerio de Obras Públicas.

Bravo (1959:58) señala que “las letras a, h, i, j, l representan nuevos aportes y posibilidades para un plan habitacional de vastas proporciones no contemplados antes en ninguna ley”.

La Ley del Plan de Vivienda y la creación de la CORVI

El DFL 150 de agosto de 1953, que aprobó la ley orgánica del recientemente creado Ministerio de Obras Públicas, en reemplazo del Ministerio de Obras Públicas y Vías de Comunicación, defi nió entre sus servicios dependientes a la Dirección de Planeamiento, la que entre otras materias, debía elaborar el Plan de la Vivienda, para ser sancionado por la “Junta de Planeamiento y Coordinación de Obras Públicas”, constituida por el Ministro de OO.PP., el Subsecretario y los Directores de cada una de las Direcciones.

El DFL 431 de diciembre de 1953 creó la Junta Ejecutiva del Plan de Vivienda considerando (DFL 431 en Bravo, 1959, p. 51):

Que es preocupación fundamental del Gobierno llevar a la práctica la solución integral del problema de la vivienda, que afecta especialmente a las clases populares del país;

Que el Poder Ejecutivo debe poner en acción toda su autoridad y todos los medios disponibles, a fi n de encarar la solución de este problema vital para los intereses nacionales;

Que con este fi n debe desarrollarse en forma racional y coordinada el Plan de Vivienda, elaborado por el Ministerio de Obras Públicas, de acuerdo con las facultades que le otorga el DFL 150 de 3 de Agosto de 1953;

Que en esta labor deben intervenir todas las instituciones relacionadas con el problema habitacional y participar en ella tanto la iniciativa estatal como la privada, actuando en forma armónica con objetivos exclusivamente sociales.

La Junta Ejecutiva del Plan de Vivienda, compuesta por los Jefes de todas las reparticiones que debían colaborar con el Plan de Vivienda, siendo presidida por el Presidente de la República. Sus atribuciones iban desde la puesta en marcha del plan hasta su propaganda, pasando, entre otras funciones por (Bravo, 1959, 52):

Organizar el mercado y la producción de materiales de construcción y determinar sus excedentes exportables; promover la contratación de préstamos o empréstitos internos y externos para la ejecución y desarrollo del Plan de la Vivienda;

Disponer las medidas de prioridad que deben tener la producción, adquisición y distribución en el país de los materiales y elementos de construcción que se empleen en la ejecución del Plan de la Vivienda;

Controlar, fomentar, industrializar, racionalizar y estandarizar la construcción de viviendas en el país; determinar los materiales y elementos de construcción necesarios para el Plan de la Vivienda, que han de ser declarados artículos de primera necesidad por la Superintendencia de Abastecimientos y Precios.

Fuente: (Bravo, 1959. pág. 51- 52)

Page 81: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

87

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

PLAN

IFIC

ACIÓ

NCO

ORDI

NACI

ÓNJU

NTA

DE P

LANE

AMIE

NTO

Y CO

ORDI

NACI

ÓN1.

Min

istro

de

Obra

s Pú

blica

s2.

Sub

secr

etar

io3.

Abo

gado

Dir.

Dpto

. Jur

ídico

4. D

irect

or D

epto

. Ser

vicio

s Co

mun

es5.

Dire

ctor

de

Plan

eam

iento

6. D

irect

or d

e Ar

quite

ctur

a7.

Dire

ctor

de

Obra

s Fe

rrovia

rias

8. D

irect

or d

e Ob

ras

Portu

arias

9. D

irect

or d

e Ob

ras

Sani

taria

s10

. Dire

ctor

Pav

imen

tació

n Ur

bana

11. D

irect

or d

e Ri

ego

12. D

irect

or d

e Vi

alida

d

D.F.L

. 150

CORP

ORAC

IÓN

DE F

OMEN

TOIn

dust

ria d

e la

Cons

trucc

ión

Ley

6.64

0

CORP

ORAC

IÓN

DE L

A VI

VIEN

DARe

aliza

ción

D.F.L

285

DIRE

CCIÓ

N DE

PLA

NEAM

IENT

OPL

ANIF

ICAC

IÓN

D.F.L

. 150

BANC

O CE

NTRA

L DE

CHI

LEPo

lítica

de

Créd

itos

CORP

ORAC

IÓN

NACI

ONAL

DE

INVE

RSIO

NES

DE

PREV

ISIÓ

NFi

nanc

iamien

to y

Coor

dina

ción

D.F.L

200

BANC

O DE

L ES

TADO

- BAN

COS

COM

ERCI

ALES

-INST

ITUC

IONE

S DE

CRÉ

DITO

– C

ÍAS.

SEG

UROS

– P

ARTI

CULA

RES.

(In

iciat

iva P

rivad

a). P

lanes

de

Créd

ito e

Inve

rsio

nes

INST

ITUC

IONE

S Y

ORGA

NISM

OS F

ISCA

LES

O AU

TÓNO

MOS

Y

MUN

ICIP

ALID

ADES

. (In

iciat

iva P

úblic

a) P

lanes

de

Cons

trucc

ión-

Urba

niza

cione

s-Eq

uipa

mien

to-R

ecur

sos

Fina

ncier

os d

el Es

tado

y

mun

icipa

lidad

es

COOP

ERAT

IVAS

DE

CONS

TRUC

CIÓN

(In

iciat

iva S

ecto

r Int

eres

ado)

PROP

OSIC

IÓN

JUNT

A EJ

ECUT

IVA

DEL

PLAN

DE

LA V

IVIE

NDA

(SAN

CION

A Y

FISC

ALIZ

A)S.

E. e

l Pre

siden

te d

e la

Repú

blica

Mini

stro

de

Obra

s Pú

blica

s; Vi

ce P

dte

Corp

.Nac

.Inve

rsio

nes

P.;

Supe

rinte

nden

te S

egur

idad

Soc

ial; V

icepr

. Cor

pora

ción V

ivien

da;

Dire

ctor

Seg

uro

Socia

l; Pd

te. F

unda

ción

Viv.

Emer

genc

ia; V

ice

Pdte

. Caja

E.E

. Par

ticula

res;

Supe

rint.A

bast

ecim

iento

s y P

recio

s; Ge

rent

e Cor

pora

ción V

ivien

da; J

efe V

iv. C

orp.

Nac.

Inve

rsio

nes P

.; Pd

te. C

onfe

dera

ción

Mun

icip.

; Rep

rte. D

irec.

Obr

as S

anita

rias;

Repr

te. D

irec.

Arq

uitec

tura

; Rep

rte. D

irec.

Plan

eam

iento

Secr

etar

io

D.FL

. 431

CENT

RO C

IENT

ÍFIC

O DE

LA

VIV

IEND

AIn

vest

igac

ión

Cien

tífi c

a

COM

ITÉ

DE A

CCIÓ

NCO

MIT

É DE

ACC

IÓN

COM

ITÉ

DE A

CCIÓ

NCO

MIT

É DE

ACC

IÓN

Min

istro

de

Obra

s Pú

blica

sVi

ce P

dte

Corp

.Nac

.Inve

rsio

nes

P.Ge

rent

e Co

rpor

ació

n Vi

viend

aJe

fe V

iv. C

orp.

Nac.

Inve

rsio

nes

P.Ar

qto.

Jef

e Di

rec.

Plan

eam

iento

Secr

etar

io

Acta

Jun

ta 1

0.06

.195

4

COM

ISIÓ

N DE

PL

ANIF

ICAC

IÓN

Y FI

NANZ

AS

COM

ISIÓ

N DE

URB

ANIS

MO

Y VI

VIEN

DA

COM

ISIÓ

N DE

MAT

ERIA

LES

E IN

DUST

RIAS

DE

LA

CONS

TRUC

CIÓN

CÁM

ARA

DE L

A CO

NSTR

UCCI

ÓNIn

iciat

iva P

rivad

a

SECR

ETAR

ÍA G

ENER

AL

Acta

Jun

ta 1

0.06

.195

4

Cons

truye

n y

Urba

niza

n Po

blac

ione

s- C

olec

tivos

- Uni

dade

s Ve

cinale

s-

Vivie

ndas

Indi

vidua

les.

VIVI

ENDA

S PA

RA E

MPL

EADO

S

Cons

trucc

ión

y ur

bani

zació

n po

r Par

ticul

ares

par

a us

o in

divid

ual-c

olec

tivo

o Re

nta

Ley

Pere

ira. V

IVIE

NDAS

PAR

TICU

LARE

S

URBA

NIZA

CIÓN

– E

QUIP

AMIE

NTO

SERV

ICIO

S PÚ

BLIC

OS

Cons

trucc

ión

y ur

bani

zació

n de

pob

lacio

nes

reco

nstru

cció

n zo

nas

desv

asta

das

por T

erre

mot

os –

Pré

stam

os

VIVI

ENDA

S PA

RA O

BRER

OS Y

E.E

REAL

IZAC

IÓN

INST

ITUC

IONE

S DE

PRE

VISI

ÓNPl

anes

de

Inve

rsió

n pa

ra c

onst

rucc

ione

s de

vivi

enda

s

JUNT

A DE

PLA

NEAM

IENT

O Y

COOR

DINA

CIÓN

Figu

ra 3

Pla

n N

acio

nal d

e la

Viv

iend

a (E

sque

ma

de

Org

aniz

ació

n)

S.E

. EL

PR

ESID

ENTE

DE

LA R

EPÚ

BLI

CA

AP

RU

EBA

(Da

fuer

za L

ey)

Fuen

te: B

ravo

, 195

9

Page 82: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

88

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Vivienda “mínima ampliable”, de 25 m2 de superfi cie.

Vivienda “mínima defi nitiva”, de 50 m2 super-fi cie promedio

Vivienda “económica del Estado”, 75,5 m2

superfi cie promedio

Vivienda “campesina hecha por la iniciativa particular”, de 50 m2 en promedio.

Vivienda “económica hecha por la iniciativa particular”, de 100 m2 útiles en promedio.

Tabla 5Proposición Plan Viviendas 1954

Tipo Defi nición Número planifi cado

a) Viviendas de tipo mínimo amplia-ble para resolver las actuales poblaciones callampas (CORVI)

b) Viviendas de tipo económico he-chas por el Estado:

Mínima defi nitiva

Económica

c) Viviendas de tipo mínimo amplia-bles o defi nitiva, en los campos hecha por la iniciativa particular

d) Viviendas de tipo económico hechas por la iniciativa privada, consultadas en igual cantidad que las que se construyen ac-tualmente según Ley Pereira

SUB TOTAL (a+b+c+d)

Mayor aumento en el aporte de la iniciativa privada por diversas medi-das de fomento

TOTAL

13.483

3.000

8.000

1.00

1.800

27.283

4.800

32.083

Fuente: Bravo, 1959:71

El acápite 4.4 describe los programas de la CORVI de este período. En lo constructivo se continuó con la división de “labor directa” y “la-bor indirecta”, y se fueron diversifi cando –según el Plan– las tipologías habitacionales.

La población Germán Riesco, ya comentada en el punto 4.6a, corresponde a un ejemplo de las viviendas de tipo “mínimo”. Los conjuntos Miguel Dávila y Juan Antonio Ríos que se muestran en el acápite 4.6c, corresponden a la tipología de “vivienda económica”. Los tres conjuntos corres-ponden a la labor directa de la CORVI.

En 1955 se observaron los primeros síntomas de un fuerte descenso en la actividad construc-tora, que se agudizó en los siguientes años. Así

en 1955 la CORVI inició la construcción de 5.944 viviendas, 2.881 viviendas al año siguiente, para decaer a 868 en 1956 (Bravo, 1959).

Si bien la actividad constructiva no alcanzó las metas propuestas en el período considerado, la formulación de un complejo plan que coordi-nara las diferentes instancias que se relacionaban con lo habitacional fue una de las grandes nove-dades de la época.

La idea de planifi cación es rescatada también por el gobierno de Alessandri Rodríguez, tiempos en los que se reformuló la CORVI y se generó el “Plan Habitacional Chile”, tal cómo se verá en la siguiente parte.

La Corporación de la Vivienda se rigió hasta 1959 con la ley orgánica 7.600 (de la Caja de la Habitación).

El Plan contempló para 1954 la construcción de 32.083 viviendas, divididas como lo indica la

Tabla 5 a continuación, de las cuáles sólo fueron construidas 6.877 unidades, siendo que 486 co-rrespondían al tipo “mínimo ampliable”, que en la práctica fueron de 50,4 m2, sin ninguna posibili-dad de ampliación (Bravo, 1959:76).

Page 83: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

89

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

El Plan Habitacional Chile (DFL N° 2 de 1959)De esta forma el DFL N° 2 fundó el Sistema

Nacional de Ahorro y Préstamo (SINAP), el cual “amplió la gama de acceso a la vivienda hasta entonces circunscritos a los organismos de pre-visión y a los sistemas de leyes especiales” (Pal-ma y Sanfuentes, 1979:28). (Ver Recuadro 5).

Una segunda forma de incorporar al sector privado, esta vez a aquellos “más modestos de la población” fue a través de la autoconstrucción. El Plan Habitacional Chile contempló que

Aun cuando las metas habitacionales fi jadas no contemplan los recursos necesarios para mejorar la defi ciencia habitacional acumulada, se estima recomendable utilizar el esfuerzo privado de los sectores más modestos de la población, mediante programas de erradicación de poblaciones insalubres, en cuyas etapas de ejecución los interesados intervendrían completando sus viviendas. De esta manera una inversión relativamente baja en urbanización mínima y viviendas parcialmente construidas va solucionando el grave problema de la vivienda callampa y produce enormes benefi cios educativos y sociales, disminuyendo al mismo tiempo la diferencia de arrastre (CORVI,1963, p. 7).

Respecto de la “focalización”5, el Plan Decenal de Desarrollo Económico partió del diagnóstico de que la defi ciencia existente en materia habi-tacional se originó no tanto por la insufi ciencia de recursos, como por la desequilibrada asignación de éstos. CORVI (1963, p.7) señala que

Al efectuarse el encuadre general de las in-versiones involucradas en el Programa Dece-nal, se advirtió la conveniencia de establecer las metas más modestas posibles en materia habitacional y la necesidad consiguiente de plantear un conjunto de principios de aus-teridad y justicia que dieran a la actividad constructora de viviendas el más amplio sig-nifi cado posible.

(...) [Para ello] se destinarían a vivienda solamente las inversiones necesarias para atender el crecimiento de la población, la reposición y la reconstrucción de lo destruido por los sismos de 1960.(...) Se proponen patrones habitacionales

Las respuestas del gobierno de Alessandri Rodríguez al problema habitacional fueron la pro-mulgación del DFL N° 2 (31.07.1959) –conocido también como Ley del Plan Habitacional– y la formulación del Programa Nacional de Vivienda que formó parte del Plan Decenal de Desarrollo Económico 1961-1970, elaborado por CORFO (CORVI, 1960).

Hidalgo (2000b) señala que

La “Ley del Plan Habitacional”, (...) se constituyó en la nueva forma de encarar el problema de la vivienda en Chile luego de los años de crisis vividos en la segunda mitad de la década de los cincuenta. El “Plan Habitacional” sería defi nido como “un conjunto de normas jurídicas y económicas orientadas a aunar los esfuerzos del país para dar solución defi nitiva de la defi ciencia de viviendas”. Esta iniciativa establecería una larga lista de franquicias que intentarían promover la acción de los privados y motivar de paso la edifi cación de la vivienda propia, por parte de los mismos afectados, tanto de los grupos más pobres de la población como de aquellos estratos que tenían capacidad adquisitiva (Hidalgo, 2000b).

El Plan Habitacional se caracterizó por lo siguiente: primero, el objetivo explícito de incor-porar activamente al sector privado. Segundo, la intención de focalizar los recursos disponibles en los sectores más necesitados. Tercero, el fuerte componente de planifi cación, es decir, formu-lación de metas y de mecanismos de gestión basados en complejos diagnósticos.

Respecto de la incorporación del sector priva-do, CORVI señala que:

Dentro del propósito general de dejar el máximo de iniciativas en manos del sector privado, limitando las inversiones públicas a aquellos rubros que por mandato de la ley debían pertenecer a su esfera de actividades, se establece una política de reajuste en base al índice de variaciones del costo de la vida o salarios, y se crea el sistema de ahorro y préstamo, dándose fuerte estímulo a la formación de Asociaciones privadas destinadas a operar con esta modalidad (CORVI 1963, p. 7).

5 Si bien el término “focalización” aparecerá más tarde en la historia de las políticas públicas, asociado al concepto neoliberal de reducción

del tamaño estatal y de una reasignación racional de los recursos, se utiliza en estos momentos para dar cuenta justamente de un cambio en los objetivos propuestos: se busca dar atención preferentemente a aquellas familias que más lo necesitan.

Page 84: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

90

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Recuadro 5 Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo (SINAP)

Con el fi n de ampliar la participación del sector privado en la dinámica habitacional, el DFL N°2 de 1952 instituyó el SINAP, que contó con un mecanismo de reajustabilidad aplicable tanto a los depósitos como a los créditos. Este sistema estaba enfocado principalmente a sectores de ingresos medios, preocupándose el Estado a través de la Corporación de la Vivienda, creada en 1953, de los sectores de menores recursos (Pérez-Íñigo, 1999, p. 9). Se ha estimado que el Sistema Nacional de Ahorros y Préstamos (SINAP) entregó entre 1961 y 1973, un subsidio implícito promedio del orden del 20% de cada préstamo que hizo. Este subsidio surgía de los mecanismos de reajustabilidad de los préstamos, y fue recibido en gran proporción por los grupos de ingresos medios y altos, que eran los principales usuarios de los mecanismos de fi nanciamiento que tenía el SINAP (Figuerola y Lavados, 1983 p.160).

El propósito de la reajustabilidad en palabras de la CORVI fue planteada de la siguiente manera:

La garantía que la reajustabilidad signifi ca para el valor real de los ahorros, redundará en un esfuerzo del mercado de capitales con el consiguiente alivio de la carga que se ha impuesto al Sector Público. No obstante, debido a la gran defi ciencia habitacional que existe en el país, el Presupuesto Nacional deberá proporcionar una fuente ayuda directa al sector Privado, fi nanciando gran parte de la inversión total en vivienda mediante préstamos a largo plazo (CORVI, 1963, p.60).

El sistema tuvo gran acogida por sectores medios y altos, en especial porque los depositantes “más que buscar una vivienda estaban interesados en la reajustabilidad ofrecida, como una manera de mantener sus ahorros protegidos de la infl ación”. Sin embargo, “la principal debilidad fi nanciera del sistema radicaba en su exposición a la tasa de interés, ya que mientras sus pasivos eran a la vista, y por ende podían ser retirados en cualquier momento, sus activos eran colocaciones a largo plazo” (Pérez-Íñigo,1999, p. 9).

Respecto del monopolio de emisión de deuda reajustable de corto plazo del SINAP, Figuerola y Lavados acotan que

Ello originó que gran parte del ahorro fi nanciero de corto plazo se orientara al sector, el cual lo destinaba a préstamos de largo plazo. Esto constituía una decisión conveniente, siempre y cuando no cambiaran las regulaciones que le habían dado parte del monopolio de los instrumentos fi nancieros de corto plazo al SINAP, asegurándole un fl ujo continuo de recursos. Hacia fi nes de 1974 dichas regulaciones sufrieron una alteración al alterar la situación de monopolio, lo cual destruyó el sistema, siendo reemplazado hacia 1977 por un nuevo sistema de fi nanciamiento privado de adquisición de viviendas, en que entran a participar los Bancos Comerciales y los Bancos de Fomento como intermediarios. (Figuerola y Lavados, 1983 p.160).

Con la liberación y modernización del sistema fi nanciero en la década de 70, el monopolio sobre la reajustabilidad ofrecida a los inversionistas con que contaba el SINAP fue desarticulado por conside-rarse incompatible con el establecimiento de un verdadero mercado de capitales. Con esto el sistema debió entrar a competir con al banca, la que por estar más diversifi cada pudo ofrecer más por los ahorros del público, generó en el SINAP una crisis de liquidez que obligó a la autoridad al intervenirlo para sostenerlo. La falta de un mercado secundario de hipotecas, sumada a la pérdida de confi anza de los inversionistas generada por la extensión arbitraria del plazo de vencimiento de los instrumentos de captación, impidió que el SINAP pudiera refi nanciarse, con lo que el sistema entró en decadencia y terminó por quebrar (Pérez-Íñigo,1999, p.9).

defi nidos, en concordancia con la capacidad económica de todos los sectores de la po-blación, de manera que cada familia tienda a

aspirar al estándar habitacional que corres-ponda a sus posibilidades reales.

Page 85: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

91

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Relacionado con este punto, el componente de “planifi cación” dio origen a una serie de estu-dios, de diversa índole relacionados con la situa-ción habitacional.

Destacamos el completo diagnóstico y pro-yección realizada con datos del censo de po-blación y vivienda de 1960 respecto del défi cit habitacional7.

El programa de viviendas, determinó la nece-sidad de edifi car 538.700 viviendas en el decenio 1961-1970. Esta cifra comprendió 395.000 uni-dades para el crecimiento de la población; 58.700 unidades para la reconstrucción de viviendas destruidas por el sismo de 1960 y 85.000 uni-dades por reposición (CORVI, 1963, p. 8). De las 538.700 viviendas se contemplaron 406.720 uni-dades con carácter de “popular”, constituyendo el 75,5% de total (Haramoto, 1983).

Por su parte se defi nieron diversos patrones constructivos, que apuntaban a racionalizar los procesos constructivos. Se destaca la defi nición de metros cuadrados por habitantes8; tipologías habitacionales en extensión y altura, para la cual se defi nió la cantidad de pisos racionales9, entre otros.

Complementando a lo anterior, la proposición del plan consideró también la capacidad de pago de los obreros y empleados, entendida como

la aptitud de un postulante para atender el servicio de un préstamo equivalente al valor de la vivienda (...) y es función directa del ingreso mensual del grupo familiar.

Para estimar los tramos de salario a considerar se realizó en 1960, un muestreo entre imponentes del Servicio Social y una encuesta a los imponen-tes de la Caja de Empleados Particulares.

Estos estudios determinaron que

las entradas del grupo familiar podían estimarse en 1.9 veces la renta del jefe de familia, tanto en obreros como en empleados,

considerando otros miembros de la familia que desempeñan funciones remuneradas, las asignaciones familiares, etc.[A su vez], se impuso a los dividendos la condición de no ser inferiores al 15% ni superiores al 25% de dichos ingresos” (CORVI, 1963, p.11).

De esta forma se estableció el siguiente diag-nóstico (CORVI, 1963 en Haramoto, 1983):

a) El 4,5% de los obreros carece de la capacidad de pago necesaria para pagar el dividendo más bajo, no pudiendo, en consecuencia, optar a ningún tipo de vivienda, salvo subvención especial;

b) El 17% de los obreros podría postular a vivienda de tipo mínimo.

c) El 61% de los obreros y el 12% de los empleados pueden postular a vivienda del tipo medio;

d) El 11% de los obreros y el 26,5% de los empleados pueden postular a casa de mejor terminación;

e) El 6,5% de los obreros y el 54% de los empleados goza de renta sufi ciente alta como para no interesarse por las viviendas que CORVI construye y preferir, presumiblemente, aquellas que podrían ofrecerles el sector privado;

f) La estadística registró un 7,5% de em-pleados de rentas muy bajas que no fueron considerados en los estudios, por estimarse que estas rentas correspondían a ocupacio-nes que no representan una jornada completa ni constituye la única fuente de ingreso de quienes las gozan. Para los efectos de los cálculos se estimó que el dividendo mensual era de 5,4% del monto del préstamo.

Los tipos de vivienda propuestos se describen en acápite 4.5.

En lo institucional, uno de los cambios sig-nifi cativos del período fue la reorganización de la CORVI a través del D.S. 1.100 del 28 de julio de

7 Se defi nió como défi cit a todas las viviendas de las categorías pieza en conventillo, callampa, rancho, ruca, choza, etc; además de todas las viviendas de los grupos restantes que se han califi cado de “malas” en el censo de 1960. Las proyecciones de necesidades se realizan sumándoles los permisos de construcción que contabilizaba el INE (referidos a viviendas construidas por el sector privado) más las propuestas públicas asignadas cada año por las diversas instituciones, que permite contabilizar las viviendas construidas por el sector público. CORVI, 1960, p. 7)

8 Se realizó un análisis del funcionamiento de 60 poblaciones representativas construidas y habitadas entre 1938 y 1960. En este estudio “quedó establecido que obreros y empleados requerían idéntica superfi cie de vivienda por persona. A los sectores de rentas más baja no se les proporcionará una vivienda más pequeña que a los sectores de más capacidad, sino una parte de dicha vivienda que puedan pagar y que pueda en el futuro ser ampliada hasta completarse el programa normal” (CORVI, 1963, p. 11).

9 Se estableció que ya que la norma chilena no permite más de 5 pisos sin ascensor y que, cuando se han construido viviendas de este tipo, el 5° piso no tiene demanda dado el alto costo de los ascensores en el país. Se resolvió que CORVI construyera edifi cios de 4 pisos o en su defecto de 12 pisos y más, en donde comienza a ser rentable la inversión del ascensor.

Page 86: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

92

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

1960, que la convirtió en empresa del Estado y le dio autonomía.

Jugovic (1998) señala que

En este nuevo texto, la ley innovó respecto a la naturaleza jurídica de la Corporación de la Vivienda, reemplazando su carác-ter de entidad autónoma de derecho público con personalidad jurídica, por el de empresa del Estado con perso-nalidad jurídica y patrimonio distinto del Fisco, con domicilio en la ciudad de Santiago; también sustituyó su calidad de dependiente del Ministerio de Obras Públicas en sus relaciones administrativas, por la de entidad que se relacionaría con el Ejecutivo a través del Ministerio de Obras Públicas10.

La CORVI, que podía expropiar, comprar, urbanizar, remodelar, subdividir, vender y permutar terrenos, proyectar y construir viviendas por cuenta propia o de terceros, etc.; y que tal como se describe en el punto 4.5 desarrollaba una labor en forma directa así como de forma indirecta; se relacionaba con las otras instituciones a través de una Comisión Administrativa Asesora, para el cumplimiento del Plan (ver Recuadro 6).

El Plan General contempló un control centralizado “para el planteamiento, ejecución y administración del programa Nacional de Viviendas”, y descentralizado para “la acción ejecutiva del programa, según los diversos sectores atendidos: vivienda mínima popular, vivienda media y vivienda de alto standard” (CORVI 1963, en Haramoto, 1983).

Entre 1959 y 1963 se erradicaron 30.000 familias y las viviendas iniciadas por el sector público alcanzaron las 106.412 unidades, con un promedio anual de 17.735 (Haramoto, 1983).

El punto 4.6d muestra imágenes de conjuntos habitacionales construidos por la CORVI en este período. La población Quebrada Verde en Valpa-raíso constituye un ejemplo de la construcción de vivienda económica en extensión correspondiente a la “labor directa”. Las poblaciones 15 Norte y Zenteno, ambas de la V región, corresponden a tipologías en altura de la misma línea programática (vivienda económica, labor directa).

Emblemática hasta hoy es la Unidad Habita-cional Portales, construida en este período enforma directa por la CORVI, a través de su línea programática de viviendas de tipo superior.

El tercer ejemplo es la Remodelación San José, ubicada en pleno centro de la ciudad de Santiago, construida por CORVI a través de su “labor indirecta”.

El balance global del período da cuenta de numerosos avances: el país cuenta con una fuerte institucionalidad habitacional; el problema se aborda racionalmente a través de una planifi cación, la que a su vez se basa en diagnósticos.

Se tiene conciencia de que es necesario fortalecer los mecanismos de ahorro e innovar en los créditos para favorecer el acceso a la vivienda. También se da cuenta de que los sectores de menores recursos no pueden obtener por su propia iniciativa las viviendas que realmente requieren, por lo que necesitan de una ayuda más focalizada del Estado. En este sentido se le da prioridad en la asignación de recursos a los grupos más desposeídos, a la vez que se crea un sistema de postulación que permite ordenar objetivamente a los postulantes en orden de prioridades defi nidas (sistema descrito en el punto 4.5).

Sin embargo las debilidades se encuentran en que pese a lo claro de los diagnósticos y a los objetivos propuestos, la actividad de la CORVI se concentró en la construcción de viviendas para las Cajas; es decir para obreros y empleados organizados que en ningún caso correspondían a los sectores de menores ingresos. Por su parte, si bien en lo conceptual las demandas se ordenarían en orden de prioridad, en la realidad los grupos de presión pudieron más y el sistema quedó sólo en su defi nición.

Respecto del esquema fi nanciero, el Recuadro 5 da cuenta ya de que el sistema creado (SINAP) contenía fallas estructurales, al ser un estupendo mecanismo de capitalización para el corto plazo, tal cómo fue utilizado en la realidad, en vez de ser un sistema de capitalización para el largo plazo que era lo que realmente se necesitaba.

Por mientras, los sectores de menores recursos seguían consolidando las llamadas “ca-llampas”, que eran cada vez más populosas10. En 1958 se inaugura una nueva forma de acceso a la vivienda por parte de los más pobres: las tomas de terreno, las que tuvieron su máxima expresión en los dos gobiernos siguientes. Esta problemáti-ca se describe, a continuación, en el capítulo 5.

10 Ver Recuadro 7 en capítulo 5.

Page 87: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

93

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Recuadro 6 Instituciones relacionadas con

el Plan Habitacional Chile

El Plan Habitacional contempló la creación de una Comisión Administrativa Asesora encargada de la coordinación las instituciones que intervienen en las distintas fases de su ejecución. Estas insti-tuciones son:

a) El Instituto Rural, organismo creado por modifi cación de la Fundación de Viviendas y Asistencia Social, que programó un plan trienal (1962-64) de 4.000 viviendas destinados a la construcción de villorrios campesinos y pesqueros con todos sus servicios comunes, realizando una inversión total de US$ 3.000.000 fi nanciado con fondos propios y, con empréstitos del exterior.

b) Las Asociaciones de Ahorro y Préstamo, instituciones privadas que “reciben los ahorros del pú-blico para luego darlos en créditos hipotecarios”.

Estas asociaciones determinaban libremente su política, debiendo tomar en consideración las disposiciones legales que les permitieron nacer y las reglamentaciones que importa la Caja Central, especialmente en su período de formación. Al 31 de diciembre de 1962 el número de Asociaciones llegó a 18 y existían otras 4 en tramitación, lo que hace un total de 22 Asociacio-nes (CORVI, 1963, p. 9).

c) La Caja Central de Ahorro y Préstamos, un Organismo Fiscal, autónomo, destinado a controlar, fi nanciar y dictar normas de política general al Sistema de Ahorro y Préstamo Privado, como asimismo actuó de Asegurador de los depósitos y los créditos. Como Organismo controlador del Sistema, le correspondió supervigilar a las Asociaciones de Ahorro y las operaciones que éstas realizaban. Como organismo fi nanciero, la Caja Central compraba las hipotecas de los préstamos que realizaban las Asociaciones. En el caso de las Cooperativas de Vivienda, ayudó fi nanciera-mente a las Asociaciones de una manera especial.

d) El Instituto de Previsión Social, que corresponde al “sistema tradicional con que operaban las Cajas de Previsión”. Éste consistió en otorgar créditos para la vivienda, basados en un escalafón o puntaje, en el cual se consideraba la antigüedad de la persona como imponente, cargas fami-liares, monto de las imposiciones, etc. CORVI señala que

[este] sistema [fue) totalmente inoperante en los últimos años, debido a la infl ación que sufría el país. Poco a poco estas instituciones han ido modifi cando sus reglamentos internos, tratando de benefi ciar mejor a sus imponentes. Es así que cambian su antigua política de capitalización por la de otorgar viviendas a sus imponentes, a través de los fondos que deban enterar en la CORVI, (...) muchas de ellas (...) [comenzaron] a operar con las Asociaciones de Ahorro y Préstamo, para que con el tiempo no sean las Cajas de Previsión quienes otorguen créditos hipotecarios, sino que sus dineros sirvan de ahorro previo en las instituciones mencionadas (CORVI y Asociaciones). (CORVI, 1963, p. 9).

e) Operaciones Hipotecarias del Banco del Estado, que otorgaba ciertos créditos hipotecarios, cuyo monto máximo no sobrepasara los E° 6.000 de la época, previo requisito de tener una cuenta abierta con un mínimo de 5 años, considerándose el promedio de los saldos mensuales del último año o de los dos últimos años. El plazo máximo para cancelar la deuda no podía exceder de 11 años. CORVI señaló que

Dado el pequeño monto que presta esta institución y los requisitos exigidos para ello, en la práctica sólo se puede adquirir viviendas de escaso valor, lo cual se realiza con la idea de fa-vorecer a grupos sociales de menor remuneración.

f) Financiamiento Bancario. Los Bancos particulares iniciaron en la segunda mitad del 1962 una línea de operaciones de crédito a corto plazo para edifi cación de conjuntos de viviendas económi-cas con cargo a sus encajes adicionales, hasta un monto total para todo el país a la fecha de E° 17.000.000, de la época. A 1963 se encuentraba prácticamente copada esa cifra, con solicitudes que representaron un total de 3.000 viviendas.

Page 88: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

94

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

g) Cooperativas de Viviendas, instituciones autónomas, controladas y supervisadas por el Depto. de Cooperativas del Ministerio de Fomento, Economía y Reconstrucción. Su objetivo fue proporcionar viviendas a sus cooperados, mediante la adquisición de terrenos, su urbanización y construcción en ellos. El DFL 2 les creó un régimen preferencial en operaciones de préstamo y asesoramiento técnico, tanto por parte de las asociaciones de Ahorro y Préstamo, como por intermedio de la CORVI.

Existieron además otras Instituciones en el sector privado que produjeron viviendas sin fi nes de lucro. Entre ellas CORVI (1963) menciona a INVICA y al Instituto de Vivienda Popular de Caritas Chile.

Page 89: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ficha Técnica

de los Programas

La vivienda social en el períodode institucionalidad del desarrollo

1939 - 1964

de institucionalidad del desarrollo

Page 90: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

96

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

4.1 Programa Fundación de Viviendas de Emergencia.

Año Inicio 1949. La aprobación de su existencia la dio el D. N° 3.925 del 17.09.49, debiendo su funcionamiento regirse por las disposiciones del título 33, libro primero del Código Civil. A través de esta escritura la institución paso a denominarse “Fundación de Viviendas y Asistencia Social”, fue reformulado por D. N° 4.250 (20.10.54).

Gobiernos Gabriel González Videla y Carlos Ibáñez del Campo.

Usuarios Familias que vivían en conventillos o campamentos (callampas).

Producto Viviendas que se dan en arriendo con cánones sumamente bajos a familias que junto con cumplir requisitos exigidos por la Corporación, tengan de antemano el entrenamiento y la educación sufi ciente para cuidarlas, ya que uno de los objetivos de este programa era “la readaptación al medio social de las familias que vivían en conventillos o callampas”.

Financiamiento El Congreso aprobó diversas leyes para asegurarle un fi nanciamiento adecuado:

* La ley 9.542 que autoriza la realización de dos sorteos anuales extraordinarios a la Polla Chilena de Benefi cencia cuyo 75% iba destinado a la Fundación.

* La ley 9.545 que consultaba la suma de 45 millones de pesos, durante cinco años, como subvención fi scal a la institución.

* La ley 9.976 que establecía un impuesto adicional de 50% a la producción y venta de bebidas alcohólicas, dulces y galletas en benefi cio de la fundación.

En el campo de la construcción habitacional, la Fundación de Viviendas de Emergencia, en el período que va entre 1950 y 1958 entregó 5.030 viviendas para la solución del problema habitacional, que pese a su califi cativo de “viviendas de emergencia” estaban concebidas para una durabilidad semejante a la de una vivienda normal.

Requisitos Familias que hubieran sido objeto, previamente, del trabajo social de la Fundación.

Fuente: Estudio “Análisis de la Evolución de la Política Habitacional Chilena”, Informe Final.Sandra Silva L. 21/03/97.

Page 91: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

97

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

4.2 Programa de Autoconstrucción y Ayuda Mutua. (PRACAM)

Año Inicio 1951 Convenio Básico de Cooperación Técnica (16.01.51).

Gobiernos Gabriel González Videla, Carlos Ibañez del Campo.

Usuarios Sectores de menor ingreso, que conformaban las organizaciones de pobladores en comités de más de 30 familias.

Se obtiene Primera Etapa:* Sitio urbanizado con servicios sanitarios.

Segunda Etapa:* Vivienda de 49 m2 por autoconstrucción en bloque de cemento con asesoría técnico-administrativa. Un ejemplo de dicho programa es la Población Germán Riesco, fruto de un Acuerdo de Proyecto del 20 de Abril de 1955 como parte del Convenio Fondo Común.

Comprende “un plan de construcción en la Población Germán Riesco (651 viviendas, superfi cie construida 31.899 m2) en donde habitan en forma provisoria 651 familias provenientes de distintas poblaciones callampas, La Legua, Zanjón de la Aguada, etc. y a las cuales, la CORVI les había asignado sitios, con los respectivos servicios sanitarios los cuales fueron ubicados en forma defi nitiva considerando el futuro plano de cada vivienda” (Bravo 1959, p. 58).

Algunas otras realizaciones son:- San Gregorio: 1.249 viviendas - 46.213 m2.

- La Palma: 216 viviendas - 9.720 m2.

- Clara Estrella: 1.417 viviendas - 50.892 m2.

- Chillán: 8 viviendas - 560 m2.

- Cía. de Gas: 27 viviendas - 1.836 m2.

- Buen Pastor: 84 viviendas - 4.788 m2.

- Cimbreos: 69 viviendas - 3.588 m2.

Financiamiento Financiamiento Este programa tiene su origen en el Convenio Básico de Cooperación Técnica entre los Gobiernos de Chile y Estados Unidos de fecha Enero 16 de 1951. (CORVI 1960, st).

El Convenio Fondo Común Vivienda (28 de junio 1954) fue suscrito entre la CORVI y el Instituto de Asuntos Interamericanos, con el fi n de llevar a cabo programas cooperativos de vivienda, basados en la posibilidad de que las familias contribuyan con su propio trabajo en la construcción de sus casas (Bravo 1959, p. 58). La CORVI destinaba fondos que eran concedidos en préstamos en materiales de construcción a los participantes benefi ciados con el programa y los fondos provenientes del Gobierno de los E.E.U.U. se invertían en su totalidad en equipos mecanizados, herramientas y otros artículos de procedencia extranjera.

Administraba dicho programa cooperativo un Fondo Común Vivienda formados por esas dos instituciones y el Centro Científi co de la Vivienda (Bravo 1959, p. 58). La CORVI podía comprar terrenos, urbanizarlos y venderlos a personas de escasos recursos a un plazo de 15 años con el 3 1/2 /2 / % de interés y el 1 1/2 /2 / % de comisión anual, pudiendo al mismo tiempo la Institución vender a los adjudicatarios de los sitios, materiales de construcción, hasta por un valor equivalente al valor del sitio, en un plazo de 5 años, más el interés del 3 1/2 /2 / % y el 1 1/2 /2 / % de comisión. El benefi ciario del préstamo tenía dos años de plazo para terminar su casa” (Ibid, p. 59).

Page 92: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

98

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Cuadro Resumen de Financiamiento:

Sitio urbanizado* Plazo : 15 años.* Interés de 3 1/2/2/ % anual. * Comisión de 1/2/2/ % anual.

Materiales de Construcción equivalente al valor del sitio* Plazo : 5 años.* Interés de 3 1/2 /2 / % anual. * Comisión de 1/2 /2 / % anual.

Observaciones Otros logros adicionales del Programa:

* Económicas: La mano de obra de los participantes era una economía positiva, que representaba un 47% del costo aproximadamente.

* Sociales: Era un gran aporte para otorgar viviendas a grupos familiares de escasos recursos económicos.

* Educativas: Enseñaba a los participantes prácticas de la construcción, creándoles nuevas posibilidades de ocupación y haciéndolos aptos para ser los propios constructores en el mejoramiento de sus viviendas (CORVI 1960, sf).

Fuente: Documento de Trabajo Nº 177. “Políticas de vivienda para sectores de menor ingreso. Experiencia chilena en los últimos 25 años”, Edwin Haramoto, Septiembre/1979.

Page 93: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

99

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

4.3 Programa de Erradicación a Terrenos Urbanizados.

Año Inicio 1958/1963

Gobiernos Jorge Alessandri R.

Usuarios Los habitantes de poblaciones generadas espontáneamente y llamadas “callampas”, que se encuentran en las inmediaciones de las grandes ciudades y especialmente en la capital (CORVI 1960, s/f).Las condiciones de vida de los pobladores “callampas” estaba afectada por problemas de todo orden, como bajo nivel económico, social y cultural, cesantía, uniones ilegales, promiscuidad, analfabetismo y otros. (Ibid).La primera erradicación realizada por la CORVI se inició en 1958 con la llamada Operación San Gregorio. Esta población alberga a cerca de 25.000 ex habitantes de poblaciones “callampas” de Santiago, la mayoría de los cuales cooperaron allí en la construcción de sus propias viviendas.

Producto Primera Etapa:

* Sitios urbanizados y loteados, con una caseta sanitaria en cada lote de 8 m2 como mínimo, en los cuales se instalaban provisoriamente las viviendas primitivas de los pobladores al fondo de los lotes, para luego realizar, por autoconstrucción o por contrato con empresas especializadas, la vivienda defi nitiva en la parte delantera.La CORVI, junto con destacar personal técnico del Departamento de Construcción, trabajaba también en la organización de las comunidades que así se creaban a través del Departamento Jurídico y el Servicio de Asistencia Social, dando a los habitantes nuevas directrices que les ayudaran a alcanzar mejores niveles de vida. (Ibid).En varias oportunidades las operaciones de erradicación se hicieron con la colaboración del Ministerio de Defensa, que suministraba transporte, carpas y alumbrado provisorio; Carabineros de Chile que mantenían el orden e impedían la reocupación de los terrenos; el Servicio Nacional de Salud, que disponía atención médica de emergencia; la Dirección de Auxilio Social, que proporcionaba alimentos durante los días de traslado; el Ministerios de Obras Públicas, que habilitaba escuelas y galpones provisorios; la Empresa de Transportes Colectivos, la Municipalidad respectiva, etc. La CORVI ubicaba a las familias en sitios asignados de antemano y les otorgaba título de dominio (CORVI 1963, p. 99).

Segunda Etapa:

* Vivienda defi nitiva ampliable de carácter mínimo de 38 m2 por autoconstrucción o a cargo de empresas. Consultaba 2 dormitorios, baño, estar-comedor-cocina y un zaguán para lavado, adaptándose así a las formas de vida de los pobladores. La zona de dormitorios era susceptible de ser ampliada, agregando los recintos que fueran necesarios para cada familia.Para la construcción de estas viviendas se eligieron sistemas constructivos en base a paneles o bloques de madera prefabricados para facilitar y acelerar el montaje, el cual fue realizado en gran parte por autoconstrucción y el resto por contrato con empresas, ya que existía en la población una cantidad de familias no aptas para la autoconstrucción por no contar con miembros que pudieran colaborar en las faenas u otras causas similares (CORVI 1960, s/f).

Page 94: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

100

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Financiamiento Las viviendas construidas por labor directa eran en cierto modo subvencionadas, por cuanto la CORVI no perseguía fi nes de lucro y el valor de venta estaba recargado solamente con un 6% por concepto de gastos de administración. Signifi caba también una forma de bonifi cación el hecho de que la deuda se pagaba a 30 años plazo, con un interés de 4% anual, más 1,7% de amortización inicial anual (CORVI 1963, p. 10).

Cuadro Resumen de Financiamiento:

* Ahorro: 100 cuotas al contado.

* Dividendo del crédito: entre 15% y 25% del ingreso familiar.

* Plazo: 30 años.

* Interés: 4% anual.

* Amortización: 1.7% anual.

* Valor Venta: Recargo del 6% sobre costos.

Requisitos Los postulantes a unidades tipo mínimo o de tipo medio se califi caban con la asignación de puntos, de acuerdo al siguiente criterio:

- Matrimonio legalmente constituido, 20 puntos.

- Carga familiar, 10 puntos.

- Cuotas de ahorro, por cada 100, depositadas por el solicitante en cuenta especial, 10 puntos. Estas cuotas de ahorro eran reajustables. (Ibid).

Puntaje exigido, para optar a las distintas tipologías:

- Para las vivienda tipo mínimo, se exigía un puntaje mínimo de 60 puntos.

- Para las viviendas media, el puntaje mínimo era de 90 puntos.

- Para fomentar el esfuerzo propio, se exigía el pago de 100 cuotas de ahorro al contado, en el momento de ser entregada la vivienda.

El dividendo de la deuda que contraía el postulante al recibir su casa incluía un 0,2% de seguro de incendio y un 0,6% de seguro de desgravamen que pagaba el total del saldo insoluto en caso de fallecer el asignatario, de modo que los herederos recibían la vivienda liberada de toda deuda. (Ibid).

Fuente: “Políticas de Vivienda Social. Experiencia chilena en las últimas décadas”, Edwin Haramoto, pág. 84-85/317.

Page 95: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

101

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

4.4 Programa Labor Directa e Indirecta - CORVI.

Año Inicio Año Inicio 1953 DFL N° 285 (25.07.53) Regida por la Ley Orgánica N° 7.600.

Gobiernos Gobiernos Carlos Ibáñez del Campo.

Usuarios Usuarios Sectores de extrema pobreza: (Viviendas mínimas que correspondían a Programas de Erradicación que incluía entrega de sitios y se ejecutaban por autoconstrucción).

Obreros y empleados de rentas bajas: (Viviendas medias).

Empleados de renta intermedia: (Viviendas superiores).

Producto Producto * Proyectar y construir viviendas económicas (no superior a 140 m2 por unidad) por cuenta propia o de terceros (labor directa o indirecta). (ver en fi nanciamiento).

- Las unidades mínimas consultaban el terreno urbanizado y la edifi cación de un núcleo de vivienda que podía ser como mínimo una caseta sanitaria (baño y cocina), de 8 m2 en total.

- Las viviendas medias consultaban entre 35 y 84 m2 edifi cados, correspondiendo esta última superfi cie a un programa de 4 dormitorios.

- Las viviendas de tipo superior comprendían superfi cies entre 66 y 84 m2, pero consultaban terminaciones de más calidad que las tipo medio.

Además el DFL N° 285, le permitía a la CORVI:

* Proyectar y construir viviendas de uso provisorio destinadas al arrendamiento.

* Conceder préstamos para la edifi cación de viviendas económicas.

* Construir edifi cios escolares y edifi cios para servicios públicos y sociales por cuenta propia o de los servicios fi scales, municipales, semifi scales, empresas de administración autónoma y, en general, de personas jurídicas creadas por ley, en que el Estado tenía aportes de capital o representación, cuando le encargaban estas construcciones.

* Fomentar y coordinar con los Institutos Universitarios y Particulares, la investigación científi ca y técnica de nuevos materiales y nuevas modalidades de edifi cación.

* Proporcionar permanentemente a las personas que lo solicitaran tipos de planos modelos, con sus respectivas especifi caciones y cubicaciones, correspondientes a “Viviendas Económicas” cuya superfi cie edifi cada no sea superior a 70 m2 y a viviendas campesinas cuya superfi cie edifi cada no sobrepase de 140 m2.

* Vender o arrendar las viviendas y locales (que no deberán exceder del 20% de la superfi cie total edifi cada) que construya la Corporación de la Vivienda con sus propios recursos, así como vender los sitios de los loteos que ella realice).

* Coordinar con el Ministerio de Defensa Nacional el Plan Nacional del Servicio Militar del Trabajo, en relación con la realización del Plan de la Vivienda que elabore el Ministerio de Obras Públicas. (Art. N° 5 DLF. 285/1953).

* Expropiar, comprar, urbanizar, remodelar, subdividir, vender y permutar terrenos.

* Expropiar, comprar, vender o arrendar inmuebles.

Page 96: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

102

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Financiamiento * Labor Directa, se refi ere a la construcción realizada institucionalmente con fondos propios (provenientes del Fisco), o los fondo provenientes de organismos semifi scales o autónomos (Caja de Previsión, en general), a las que construye haciendo entrega posteriormente de las obras.

* Labor Indirecta, esta dirigida al fomento, fi nanciamiento y asistencia técnica para la construcción de viviendas. Dentro de esta labor se aplicaron tres modalidades:

- Labor Indirecta Propiamente Tal: que corresponde a préstamos a particulares y control técnico de la construcción. Mediante préstamos: la CORVI estaba facultada para conceder préstamos para la edifi cación, reparación, ampliación y saneamiento de viviendas individuales y de grupos.

- Labor Indirecta Obligada: Construcción realizada en base al impuesto, a la utilidad aplicado a industrias o empresas mineras, para la edifi cación de viviendas para sus propios obreros y empleados.

- Labor Indirecta Fomentada: Dirigida a particulares en general, que construían según las Normas de la Ordenanza especial de construcción, premiando con exenciones de impuestos.

Requisitos Requisitos y condiciones para el otorgamiento de prestamos:

* A particulares, no dueños de vivienda, que sean propietarios de terrenos adecuados y urbanizados, para la construcción de su propia vivienda y siempre que el monto de la renta del grupo familiar no sea superior a tres sueldos vitales.

* A las Cooperativas de Edifi cación, dueñas de terrenos adecuados y urbanizados, para la construcción de viviendas a fi n de venderlas o arrendarlas a sus cooperados, siempre que las entradas del grupo familiar de estos, no sean superiores a tres sueldos vitales y que ellos, individualmente ni colectivamente, sean dueños de otro inmueble.

* A las empresas industriales, agrícolas y comerciales dueñas de terrenos adecuados y urbanizados para la construcción de viviendas económicas, destinadas al arrendamiento a sus empleados y obreros.

* A particulares propietarios de terrenos adecuados y urbanizados que aporten a lo menos un 25% del valor total de las construcciones con un máximo de 20 viviendas. En el caso de edifi cio de ventas por pisos, en conformidad a la ley 6.071, los departamentos deberán cumplir con los requisitos de la Ordenanza de Viviendas Económicas.

* A particulares dueños de terrenos adecuados y urbanizados que se organicen en comunidades para la construcción de viviendas económicas, con un mínimo de 10, y que aporten para la edifi cación a lo menos un 15% del valor total de las construcciones.

* A particulares dueños de terrenos ubicados en zonas afectadas por catástrofe de origen sísmico u otras de carácter devastador.Los préstamos a que se refi ere el inciso anterior se daban solamente a personas naturales para la construcción, reconstrucción o reparación de su vivienda.

Fuente: Corporación de la Vivienda, Recopilación de Leyes y Reglamentos (Santiago, Chile, 1961).“Espacios Urbanos e Ideologías”, Alfonso Raposo, Beatriz Aguirre, Salin Rabí, páginas 151 a 200.D.F.L. N° 285 de 1953 sobre organización y atribuciones de la CORVI, Párrafo II, Art. N° 5 y 6, pág. 10, 11, 12 / 271.

Page 97: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

103

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

4.5 Programa Plan Habitacional Chile. DFL N° 2. Año Inicio 1959 DFL N° 2 (31.07.59).

Gobiernos Jorge Alessandri R.

Usuarios * Personas de ingresos mínimos (unidades mínimas Programas de erradicación).* Obreros y empleados de rentas bajas (viviendas medias).* Empleados de rentas intermedias (viviendas de tipo superior).

Producto En su acción directa, la CORVI, edifi caba con fondos propios, vendiendo y arrendando las viviendas, las que tenías las siguientes características:

* Las unidades mínimas consultaba el terreno urbanizado y la edifi cación de un núcleo inicial de vivienda que era como mínimo una caseta sanitaria (baño y cocina), de 8 m2 en total.

* Las viviendas medias consultaba entre 35 y 84 m2 edifi cados, correspondiendo esta última superfi cie a un programa de 4 dormitorios.

* Las viviendas de tipo superior comprendía superfi cies entre 60 y 84 m2, consultaba terminaciones de más calidad que las de tipo medio.

En su acción indirecta, la CORVI tenía las siguientes líneas de préstamos para viviendas económicas:

* Sistema contractual de ahorro y préstamo, en el cual, mediante un pacto entre el interesado y la CORVI, aquel se comprometía a ahorrar una determinada suma en un período determinado, y ésta se comprometía a otorgarle un préstamo cuyo monto está en función de las magnitudes del ahorro y el plazo, de acuerdo a una tabla especial.

Estos préstamos se pagaban en plazos que fl uctuaban entre 7 y 21,5 años, siendo las deudas reajustables.

Estos convenios se fi rmaban con personas, individualmente, o con Cooperativas, para las cuales regían condiciones más generosas en cuanto a plazos de cancelación.

* Préstamos de Reconstrucción, para reparar los daños causados por terremotos, incendios u otros siniestros en edifi cios ubicados en zonas declaradas como devastadas. Estos préstamos eran por una cantidad fi ja, y su deuda se pagaba en un plazo de 15 a 25 años.

* Préstamos para terminaciones o saneamiento que servían para terminar una obra gruesa ya iniciada o para habilitar una vivienda que estuviera en malas condiciones materiales o careciera de servicios higiénicos adecuados.

* Préstamos para viviendas mínimas, mediante los cuales se podían edifi car viviendas de superfi cie no mayor de 45 m2, debiendo el interesado acreditar que es dueño de un terreno urbanizado. La deuda se pagaba también a 25 años plazo y era reajustable.

* Préstamos a Corto Plazo, para fomentar la edifi cación de viviendas económicas, CORVI otorgaba préstamos a dos años plazo a empresas constructoras, para aumentar la existencia de unidades en el mercado comprador, estimulado a su vez por el sistema de ahorro y préstamo.

Page 98: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

104

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Financiamiento Los fondos de que disponía la CORVI para fi nanciar las labores indicadas, estaban formados por:

* Aporte de Instituciones de Previsión.

* Aporte Fiscal. El grueso del presupuesto de capital de la institución estaba constituido por el aporte fi scal.

* Ahorro obligatorio de empleados y obreros, establecido temporalmente por Ley, después de los terremotos de 1960.

* Venta de todos los edifi cios de propiedad de instituciones de previsión, que habían sido comprados como inversión de capitales.

* La recuperación de capital producida por los dividendos que pagaban los favorecidos con viviendas.

* El ahorro voluntario que se basa el sistema CORVI de Ahorro y Préstamo.

* Parte del impuesto de 5% sobre las utilidades de agricultores, comerciantes, industriales y mineros.

Otros AportesLa Corporación de la Vivienda recibió el siguiente aporte de Estados Unidos de Norte América para ser destinada a Viviendas:

* Donación de 5 millones de Escudos (1960) para reconstrucción de viviendas en la zona devastada por los sismos del año 1960.

* Préstamos de 30 millones de Escudos (1961), para ser invertidos en la zona devastada. Este préstamo fue desglosado en 17 millones para labor directa (construcción de determinadas poblaciones) y 13 millones para labor indirecta (préstamos al sector privado), y se giró conforme a las rendiciones de cuenta de los estados de pago.

* Préstamo de 32 millones de Escudos (1962) para labor directa general de CORVI, aplicados a poblaciones especifi cas y girado conforme a las rendiciones de cuenta de los estados de pago.

NOTA: Parte de estos préstamos en moneda de la época (escudos), que correspon-dían a aportes del Programa de Alianza para el Progreso, sirvieron para completar el aporte fi scal a la Institución.

Requisitos Las personas interesadas en obtener viviendas CORVI debían inscribirse como postulantes indicando si deseaban unidades de tipo mínimo o de tipo medio. Los empleados que aspiraban a la categoría superior debían hacerlo a través de sus propias instituciones de previsión, las que estaban obligadas a depositar en CORVI los dineros necesarios para las obras. Las solicitudes recibidas en CORVI se califi caban con la asignación de puntos, de acuerdo al siguiente criterio; por el matrimonio legalmente constituido, 20 puntos; por cada carga familiar, 10 puntos; por cada 100 “cuotas de ahorro” depositadas por el solicitante en cuenta especial, 10 puntos. Estas cuotas de ahorro son reajustables según se explicó anteriormente.

Para las viviendas básicas, las exigencias eran más bajas. La lista de postulantes califi cados de acuerdo a estos puntos, que determinaban automáticamente un orden de prioridad, se organizaban por comunas, de manera que los postulantes elegían de antemano la zona en que deseaban vivir. Se exigía un puntaje mínimo de 90 puntos para vivienda media y de 60 para vivienda básica. Muchas familias completaban el puntaje exclusivamente con su cargas familiares. En todo caso, para fomentar el esfuerzo propio, se exigía el pago de 100 cuotas de ahorro al contado, en el momento de ser entregado la vivienda.

NOTA: El dividendo de la deuda que contrae el postulante al recibir su casa incluye un 0.2% de seguro de incendio y un 0,6% de seguro de desgravamen, que paga el total del saldo insoluto en caso de fallecer el asignatario, de modo que los herederos reciben la vivienda liberada de toda deuda.

Fuente: CORVI. 1963. Plan Habitacional Chile. Corporación de la Vivienda Decreto con fuerza de Ley N° 2 31.07.59. Corporación de la Vivienda, Santiago, 1963, p. 104.

Page 99: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

1939 - 1964

Imágenes

Arquitectónicas y Urbanas

La vivienda social en el períodode institucionalidad del desarrollo

Page 100: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

106

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

La población Germán Riesco se construye durante el gobierno del Presidente Ibáñez en Santiago, comuna de San Miguel, para los secto-res de menores ingresos de la población. Ocupó una superfi cie de 15,59 Ha, considerando 651 viviendas con un total estimado de 2.604 habi-tantes. Las viviendas fueron diseñadas conside-rando una superfi cie mínima de 50,4 m2.

La Corporación de la Vivienda asignó sitios a 651 familias que provenían de distintas pobla-ciones callampas. Los terrenos contaban con casetas sanitarias para posteriormente, en una segunda etapa construir la vivienda defi nitiva con bloques de cemento. El conjunto residencial se desarrolla usando como tipología bloques de vivienda continua, en un trazado urbano ortogo-nal que considera en el centro un área dedicada a equipamiento comunitario (Fig. 4.1).

En este programa de vivienda el énfasis mayor estaba en los aspectos de economía y participación comunitaria más que en los plan-teamientos de diseño, tanto urbanísticos como de las viviendas. El diseño arquitectónico es simple, y desprovisto de toda infl uencia estilística (Fig. 4.2 a 4.5 - Foto 4.1).

4.6a | Programa Auto Construcción y Ayuda Mutua

POBLACIÓN GERMÁN RIESCO

SANTIAGO, R.M.

Foto 4.1Vista de conjunto. Construcción de un piso, simple en su diseño que conforma manzanas con borde continuo.Fuente: Palmer, et al

Figura 4.1 Planta de Conjunto.Trazado urbano simple, con área comunitaria al centro de él. Viviendas con tipología de bloque continuo. Se buscaba un máximo aprovechamiento del terreno y simpleza constructiva, tanto en las viviendas como en las obras civiles.Fuente: Palmer, et al

Por medio del sistema de autoconstrucción se esperaba una economía por mano de obra de aproximadamente un 47%. Desde el punto de vista social, la construcción de las viviendas era la per-fecta vía para generar comunidades organizadas y participativas en torno a un tema de interés común. Por otro lado el programa pretendía generar una ins-tancia de capacitación laboral que permitiera a los participantes, nuevas posibilidades de ocupación, como asimismo la capacidad para continuar con los trabajos de mejoramiento de su vivienda (Foto 4.2).

Page 101: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

107

Imá

ge

ne

s

Las viviendas se desarrollan en una superfi cie mínima de 50,4 m2, con un programa inicial de baño y cocina (Fig. 4.2). En torno a esta unidad se construye la futura vivienda utilizando el trabajo de la familia.

El diseño es simple y no considera elementos arquitectónicos de tipo estilístico. La construc-ción con bloques de ladrillo le da condiciones de solidez y es al mismo tiempo una técnica simple de aprender.

Figura 4.3Corte ZZ.Fuente: Palmer, et al

Figura 4.4Elevación frontal.Fuente: Palmer, et al

Figura 4.5Elevación posterior.Fuente: Palmer, et al

Foto 4.2Vivienda, con ampliación y pórtico de entrada.

Fuente: Palmer, et al

Figura 4.2Planta Vivienda Tipo.Fuente: Palmer, Fuente: Palmer, et alet al

4.6a | Programa Auto Construcción y Ayuda Mutua

Page 102: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

108

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Los programas de erradicación consistían en el traslado masivo de pobladores desde las llamadas poblaciones “callampas” que se encon-traban cercanas a las grandes ciudades.

Dicha operación tiene por fundamento que las condiciones de vida de los pobladores “callam-pas” está afectada por problemas de todo orden, como bajo nivel económico, social y cultural, cesantía, uniones ilegales, promiscuidad, analfa-betismo y otros (Doc. de Trabajo Nº 17, Políticas de Vivienda para sectores de menor ingreso. Ex-periencia chilena en los últimos 17 años. Edwin Haramoto. 1979).

Desde el año 1959 hasta 1963 aproximada-mente 30.000 familias fueron erradicadas en todo el país. En varias oportunidades las operaciones de erradicación se realizaron con la colabo-ración del Ministerio de Defensa, que colaboró con transporte, carpas y alumbrado provisorio; Carabineros de Chile que mantenía el orden y evitaba la reocupación de los terrenos; el Servicio Nacional de Salud con atención de emergencia; la Dirección de Auxilio Social con alimentos du-rante los días de traslado; el Ministerio de Obras Públicas con escuelas y galpones provisorios; la Empresa de Transportes Colectivos; y la Munici-palidad respectiva.

La población San Gregorio contó con 19,93 Ha, con un total de 4.384 viviendas con 25.000 nuevos habitantes en un proyecto urbano de grandes dimensiones para la época (Fig. 4.6).

Durante el gobierno de Alessandri se llegaron a crear verdaderas ciudades, con más de 200.000 habitantes en terrenos escogidos principalmente por su bajo costo en el mercado (Fotos 4.3, 4.4).

POBLACIÓN SAN GREGORIOSANTIAGO, R.M.

Foto 4.3Una nueva vivienda como solución a la erradicación de las llamadas poblaciones callampas.El sistema de autoconstrucción fue un buen modo de dar solución a la necesidad de vivienda.Fuente: Palmer, et al

Foto 4.4Fachada vivienda, realizada por auto construcción. Se utilizó sistema constructivo basándose en bloques de madera prefabricado, lo que aceleraba y facilitaba el montaje. Algunas viviendas se construyeron por medio de contrato a empresas.Fuente: Palmer, et al

4.6b | Programa Erradicación a Terrenos Urbanizados

Page 103: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

109

Imá

ge

ne

s

Figura 4.6Planta de conjunto, Población San Gregorio.Fuente: Palmer, et al

El trazado urbano contempla una trama de pasajes interiores con una secuencia de peque-ñas plazas o bolsones, que hacen el recorrido del peatón variado y con diferentes instancias es-paciales. Se destaca con claridad el gran vacío cen-tral destinado a espacio comunitario.

4.6b | Programa Erradicación a Terrenos Urbanizados

Page 104: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

110

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

La población Miguel Dávila de Santiago es un conjunto de viviendas característico de lo reali-zado por los programas CORVI en sus conjuntos de viviendas económicas.

Dirigido a sectores medios de la población, fue construido en la comuna de San Miguel el año 1956 en su programa de acción directa, ocu-pando un total de 66 Ha., con un total de 2.238 viviendas y un total aproximado de 12.309 ha-bitantes (Fig. 4.7). Se utilizaron en este conjunto viviendas de uno y dos pisos de altura en edifi -cación pareada y continua, además de bloques colectivos de tres pisos (Fotos 4.5 y 4.6).

Originalmente la población estaba dividida en dos por una carretera (Panamericana Presidente Roosevelt), que al no construirse permitió un uso diferente de los terrenos dejados para dicho fi n.

El planteamiento urbano se desarrolla en base a una trama ortogonal de calles y pasajes, en el cual se destaca un gran área central destinada a equipamiento comunitario.

La inserción dentro del trazado urbano pre-existente se logra por medio de conectar ade-cuadamente las vías de circulación del conjunto al sistema de calles circundantes. De este modo, el conjunto se integra a la trama urbana pasando a conformar una unidad urbana homogénea.

Las viviendas construidas en bloques conti-nuos de dos pisos con una superfi cie de 65 m2 no presentan elementos decorativos ni accesorios de ningún tipo. Una sucesión de puertas y venta-nas sobre el muro continuo conforma la fachada urbana característica.

Las viviendas de un piso siguen un patrón similar de diseño, fachadas muy simples y caren-tes de todo recurso estilístico (Foto 4.7 y Figs. 4.8 a 4.10).

Foto 4.5Vista imagen urbana. Fuente: Palmer, et al

Foto 4.6Vista de bloques de dos pisos.Fuente: Palmer, et al

Foto 4.7Vivienda de un piso.Fuente: Palmer, et al

POBLACIÓN MIGUEL DÁVILASANTIAGO, R.M.

4.6c | Programa CORVI. Viviendas Económicas. Labor Directa

Page 105: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

111

Imá

ge

ne

s

Figu

ra 4

.7

Pla

nta

de c

onju

nto

Pob

laci

ón D

ávila

.El

gra

n co

njun

to u

rban

o en

una

tram

a or

togo

nal q

ue c

onsi

dera

un

gran

sec

tor c

entra

l par

a ár

eas

com

unita

rias.

Fue

nte:

Pal

mer

, et a

l

4.6c | Programa CORVI. Viviendas Económicas. Labor Directa

Page 106: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

112

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 4.8 Planta 1º y 2º piso.Fuente: Palmer et al

La planta con una superfi cie de aprox. 65 m2

comprende en primer piso estar comedor, cocina y un dormitorio. El segundo piso, dos dormito-rios y baño. Además, cada dormitorio considera

4.6c | Programa CORVI. Viviendas Económicas. Labor Directa

POBLACIÓN MIGUEL DÁVILASANTIAGO, R.M.

closet. La planta está arquitectónicamente bien resuelta, logrando un máximo aprovechamiento del espacio disponible.

Figura 4.9Corte WW.Fuente: Palmer, et al

Figura 4.10Figura 4.10Elevación principal y posterior.Fuente: Palmer, et al

Page 107: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

113

Imá

ge

ne

s

POBLACIÓN JUAN ANTONIO RÍOS

SANTIAGO, R.M.

Foto 4.8Vista General Sector 2-C. Bloques de vivienda aislados que defi nen áreas de uso común.Fuente: CORVI, 1963

Foto 4.9Vista general del sector 2-B.Una amplia vía de acceso que divide el conjunto.Fuente: CORVI, 1963

Foto 4.10Vista General Sector 3-B. Se observa aquí la idea arquitectónica de la planta libre (el edifi cio elevado) en primer piso, muy desarrollada por al movimiento moderno.Fuente: CORVI, 1963

La población Juan Antonio Ríos, en la ciudad de Santiago, construida para un segmento medio bajo de la población, adopta los conceptos de la arquitectura moderna; y la conformación urbana se desarrolla en base a bloques aislados en me-dio de áreas destinadas a jardines y recreación (Foto 4.8). La negación de la tipología de fachada continua característica del casco antiguo de la ciudad se hace evidente. Son estos algunos de los primeros conjuntos de vivienda social rea-lizados con estos conceptos, y que han marcado la tendencia urbanística en proyectos de vivienda social hasta la época actual.

El uso de tipologías en altura da cuenta de la idea de aumentar las densidades habitacionales. Esto comienza a cambiar la imagen urbana de Santiago, que ahora ve la aparición de estos blo-ques de departamentos que conllevaron también a un nuevo modo de vida, netamente urbano. La casa con jardín y patio daba ahora paso al colec-tivo de departamentos (Fotos 4.9, 4.10).

Las Figuras 4.11 a 4.13 muestran el desarrollo planimétrico de esta nueva tipología de vivienda.

4.6c | Programa CORVI. Viviendas Económicas. Labor Directa

Page 108: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

114

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 4.11Planta tipo Sector 2-C.Fuente: CORVI, 1963

Figura 4.13Planta Tipo Sector 3-B.Fuente: CORVI, 1963

4.6c | Programa CORVI. Viviendas Económicas. Labor Directa

POBLACIÓN JUAN ANTONIO RÍOS

SANTIAGO, R.M.

Figura 4.12Planta tipo Sector 2-B.Fuente: CORVI, 1963

Page 109: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

115

Imá

ge

ne

s

POBLACIÓN QUEBRADA VERDE

V REGIÓN

Figura 4.14Elevaciones tipo.Fuente: CORVI, Plan Habitacional, 1963

Figura 4.15Planta 2º piso Viv. Tipo.Fuente: CORVI, Plan Habitacional, 1963

Figura 4.16Planta 1º piso Viv. Tipo.Fuente: CORVI, Plan Habitacional, 1963

Figura 4.17Plano de loteo. Se aprecian los tres sectores, en un terreno Plano de loteo. Se aprecian los tres sectores, en un terreno dominado por pendientes.dominado por pendientes.Fuente: CORVI, Plan Habitacional, 1963Fuente: CORVI, Plan Habitacional, 1963

La Población Quebrada Verde de Valparaíso cuenta con una organización urbana dividida en 3 sectores:

Sector 1 con un total de 534 viviendas divididas en 208 colectivos tipo 400, 166 vivien-das tipo 4-2 y 100 viviendas tipo 22-N. La superfi cie total construida fue de 35.601 m2.

Sector 2 con un total de 330 viviendas, 174 viviendas tipo 20-N, 156 tipo 6-N, con una superfi cie total de 9.953 m2.

Sector 3, con un total de 448 viviendas tipo 6-N, con una superfi cie total construida de 14.784 m2 (CORVI, Plan Habitacional Chile, 1963 p, 30).

El conjunto se ordena siguiendo la topografía del terreno, y los 3 sectores se proyectaron en áreas separadas, conectadas sólo por un camino.

Las tipologías de vivienda usadas consideran planimetrías que logran un máximo uso del espacio interior de las viviendas y se basan en criterios de simplicidad constructiva y máximo aprovechamiento de los materiales; concepto muy usado en la época en que este conjunto habitacional fue construido (Fig. 4.14 a 4.16).

El uso de tres tipologías de viviendas construidas le dan al conjunto heterogeneidad formal y visual, que identifi ca los 3 sectores (Fig. 4.17), no sólo por su localización geográfi ca, sino que también por sus características arqui-tectónicas.tectónicas.

Las Fotos 4.11 a 4.14 muestran las 3 tipologías Las Fotos 4.11 a 4.14 muestran las 3 tipologías en la actualidad.

Foto 4.11Imagen de conjunto viviendas de dos pisos.Fuente: Foto E. Cartier

4.6d | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Directa. Viviendas Económicas

Page 110: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

116

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 4.12Viviendas de dos pisos, que se acomodan a la cota del terreno.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 4.13Viviendas de un piso.

Vista de conjunto.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 4.14Colectivo de cuatro pisos.Las áreas circundantes se usan para fi nes domésticos como colgar la ropa.Fuente: Foto E. Cartier

POBLACIÓN QUEBRADA VERDE

V REGIÓN

4.6d | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Directa. Viviendas Económicas

Page 111: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

117

Imá

ge

ne

s

Figura 4.18 Elevación de conjunto. La simplicidad y racionalidad del diseño se rompe con los volúmenes de los balcones.Fuente: CORVI, 1963

Foto 4.15Fachada tipo bloque de viviendas.Fuente: Foto E. Cartier.

Foto 4.16Áreas comunes usadas como estacionamientos, situación no considerada en el proyecto original.Fuente: Foto E. Cartier

El conjunto habitacional 15 Norte, en la comuna de Viña del Mar, consta de 7 bloques de 4 pisos con un número total de 300 viviendas, para un total aproximado de 1910 habitantes.

El proyecto de arquitectura se desarrolla considerando como punto fundamental la eco-nomía, tanto en el desarrollo planimétrico como en la construcción misma. Desde el punto de vista arquitectónico el diseño logró soluciones racionalizadas con un muy bajo porcentaje de circulaciones interiores (sólo un 8% de la superfi cie), y cada caja de escaleras sirve a 4 departamentos, maximizando de este modo el uso del espacio para áreas habitables y de servicios (Fig. 4.19). El uso de la “doble fachada” como tipología permite evitar las “espaldas” del edifi cio, generando así espacios vitales en ambas caras principales de los bloques (Foto 4.15). Estos están dispuestos de modo paralelo, y permiten generar un área de esparcimiento entre ellos (Fig. 4.20). En la zona donde la calidad del suelo no aconsejaba construir, se diseñó otra área central de esparcimiento. El criterio de racionalizar el diseño para maximizar los recursos es muy propio de la época en que se construyó este conjunto habitacional, lo cual se ve refl ejado también en las terminaciones exteriores en que el hormigón está a la vista, por un lado como parte de una tendencia arquitectónica orientada a mostrar las características propias de los materiales, como también con un criterio de ahorro de materiales y mano de obra en terminaciones.

Urbanisticamente, el conjunto se plantea siguiendo los lineamientos modernistas, impo-niéndose la obra sobre el paisaje y generando sus propios espacios, en la condición característica de grandes volúmenes construidos, rodeados de espacio, sin conformar la clásica manzana característica de las zonas tradicionales de las ciudades chilenas.

Las Fotos 4.16 a 4.18 muestran el conjunto habitacional en la actualidad.

POBLACIÓN 15 NORTEVIÑA DEL MAR

V REGIÓN

4.6d | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Directa. Viviendas Económicas

Figura 4.19Figura 4.19Planta de vivienda tipo. Planta con doble orientación, mínimo de circulaciones y escalera que sirve a 4 departamentos por piso.Fuente: CORVI, 1963

Page 112: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

118

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 4.17El espacio entre los bloques es utilizado como área de esparcimiento y de estacionamiento.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 4.18Acceso al conjunto habitacional

año 2004.Fuente: Foto E. Cartier

Figura 4.20Volúmenes dispuestos de modo paralelo sobre el espacio, Volúmenes dispuestos de modo paralelo sobre el espacio, generan interioridad y buscan las mejores orientaciones para los generan interioridad y buscan las mejores orientaciones para los departamentos.Fuente: CORVI, Plan Habitacional Chile, 1963Fuente: CORVI, Plan Habitacional Chile, 1963

POBLACIÓN 15 NORTEVIÑA DEL MAR

V REGIÓN

4.6d | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Directa. Viviendas Económicas

Page 113: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

119

Imá

ge

ne

s

Figura 4.21 Planta de vivienda tipo. Máximo uso del espacio, mínimo espacio en circulaciones.Fuente: CORVI, 1963

Foto 4.19 La arquitectura que se adapta a la geografía, ofrece una imagen urbana de variedad formal y volumétrica.Fuente: Foto E. Cartier

La Población Ignacio Zenteno de Valparaíso comprende un total de 185 viviendas, conside-rando 3 tipos: A, de 71,8 m2; B, de 62,3 m2; y C, de 63,3 m2, con una superfi cie total construida de 12.941,0 m2 (Figura 4.21).

El proyecto se desarrolla basándose en un módulo arquitectónico que se articula utilizando la zona de escaleras como eje de rotación (Foto 4.20), para generar espacios contenidos de forma semicircular (Fig. 4.22). Esto es un aporte al desarrollo arquitectónico de la época, ya que la tendencia habitual era el desarrollo de bloques de forma regular y dispuestos paralelamente. Este criterio genera un espacio exterior rico y una imagen urbana de carácter más orgánico, que se adapta a la topografía, con sus juegos de curvas y contracurvas, reconociendo de este modo que es parte de un contexto geográfi co que ofrece múltiples posibilidades, que las orientaciones y “vistas” son variadas, que los juegos de entrantes y salientes son propios de la geografía y de la arquitectura del cerro (Fotos 4.21 y 4.22).

Aun cuando la planimetría de los depar-tamentos es simple, el conjunto es rico en volúmenes y formas. Las torres de agua se destacan como un elemento escultórico sobre los techos, dándole una identidad que hace del conjunto un hito urbano dentro de los cerros de Valparaíso.

La construcción cuidadosamente ejecutada y con materiales nobles, ha permitido que más de 40 años después de su construcción, esta se mantenga en buenas condiciones, desafi ando el paso del tiempo (Foto 4.19).

Foto 4.20 Las escaleras y torres de agua como grandes esculturas urbanas.Fuente: Foto. E. Cartier

POBLACIÓN ZENTENOVALPARAÍSO

V REGIÓN

4.6d | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Directa, Viviendas Económicas

Page 114: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

120

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 4.21Las torres de agua se destacan como elemento escultórico sobre los techos de los edifi cios.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 4.22 La arquitectura que se adapta a la geografía, ofrece una imagen urbana de variedad formal

y volumétrica.Fuente: Foto E. Cartier

Figura 4.22Plano de loteo.Los volúmenes se articulan conformando espacios, en una conformación orgánica, muy de acuerdo con la topografía del lugar.Una arquitectura adaptada al cerro y hecha de curvas y contracurvas.Fuente: CORVI, Plan Habitacional Chile, 1969

POBLACIÓN ZENTENOVALPARAÍSO

V REGIÓN

4.6d | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Directa. Viviendas Económicas

Page 115: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

121

Imá

ge

ne

s

VILLA PORTALESSANTIAGO, R.M.

Foto 4.23Vista de bloque tipo de departamentos. Se observa la calle elevada y la fuerte estructura de hormigón.Fuente: Eliash / Moreno

Figura 4.24Planta Vivienda Tipo.Fuente: Eliash / Moreno

Esta unidad vecinal construida para sectores medios de la población, revolucionó el concepto de conjuntos habitacionales conocidos hasta ese momento. Fuertemente infl uido por el urba-nismo C.I.A.M y también por la vanguardia moderna brasileña, incorpora nuevas relaciones espaciales, separa las circulaciones peatonales de los vehículos y genera una arquitectura brutalista de carácter altamente innovativo y experimental (Foto 4.23).

El urbanismo CIAM presente en el conjunto planteaba a través de sus propuestas un cambio cualitativo de las condiciones urbanas de nuestras ciudades. Lamentablemente las nuevas tipologías de arquitectura y diseño urbano estaban pensadas para una sociedad desarrollada y con un entorno físico y social diferente al nuestro. La relación de espacios construidos y áreas libres no correspondían a los patrones de uso del espacio, ni a las posibilidades de solventar la mantención de grandes áreas verdes. Esto produjo que en la casi totalidad de grandes proyectos que adoptaron las premisas de urbanismo ortodoxo, un creciente grado de deterioro y una incapacidad para acoger y generar lugares articuladores entre el espacio privado y el espacio público (Arquitectura y Modernismo en Chile/1925-1965. Una Realidad Múltiple. Eliash/Moreno, pags. 124-125).

El diseño de los departamentos y casas estaba considerado dentro de los estándares de tipo superior (Figuras 4.23 y 4.24).

Fig. 4.23 Plantas Departamento Tipo Villa Portales.Fuente: Eliash / Moreno

4.6e | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). Vivienda de Tipo Superior

Page 116: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

122

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 4.24 Vista de bloque tipo de departamentos.Fuente: Eliash / Moreno

El urbanismo CIAM se refl eja claramente en este proyecto que rompe con el concepto urbano tradicional de la ciudad chilena (Figura 4.25). Grandes bloques de vivienda construidos en hormigón se imponen en medio del paisaje, en oposición a la manzana de borde continuo (Foto 4.24).

VILLA PORTALESSANTIAGO, R.M.

4.6e | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). Vivienda de Tipo Superior

Figura 4.25Planta de Conjunto Villa Portales.Fuente: Eliash / Moreno

Page 117: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

123

Imá

ge

ne

s

El conjunto residencial San José, en la ciudad de Santiago, se desarrolla, según CORVI, con la idea de

Crear, en una zona desmejorada de Santia-go, un barrio residencial que una las ventajas de proximidad a su centro (zona principal de comercio, trabajo, entretenciones y equipa-miento públicos, teléfonos, gas, luz etc., en el país), con las características de edifi cación de ciudad jardín propia de los barrios altos (CORVI, 1963 p. 93) (Figuras 4.26 a 4.28).

Se crean entonces plazas interiores y jardines constantemente asoleados y sin tránsito, que conforman al mismo tiempo, diversos centros de atracción, en una escala muy humana y familiar. Cada uno de estos centros ha sido diseñado con características que lo individualicen par evitar esa horrible monotonía de los conjuntos de edifi cios en poblaciones de rígido trazado geométrico. Existirá así la plaza “del Ombu”, o “del Sauce”, o “de la fuente”. Se ha dotado también al conjunto de un número sufi ciente de locales comerciales, en el edifi cio del “estanque” (Foto 4.25).

El diseño de las viviendas pretende crear, me-diante las escaleras abiertas, aceras que suben, el acceso individual e independiente desde el ex-terior a cada vivienda descartando la posibilidad de un pasillo interior de uso público.

Se consigue con esto hacer sólo viviendas pareadas o aisladas en diferentes niveles, que guardan toda la privacidad de vistas y programa (logias de estar exterior y patios de servicio) de la casa a nivel terreno (Plan Habitacional Chile, Corporación de la Vivienda, 1963 p. 93).

Los edifi cios de borde logran conformar una manzana continua, respetando así la tipología típica de la zona donde se encuentran (centro de Santiago). La manzana se ocupa en su interior, logrando con esto un conjunto de alta densidad que se articula muy bien con el trazado urbano ya existente.

Figura 4.26 Vista de Conjunto.Fuente: CORVI, 1963

Foto 4.25Vista interior, la ciudad jardín en el centro de Santiago.Fuente: CORVI, 1963

REMODELACIÓN SAN JOSÉSANTIAGO, R. M.

4.6e | Imágenes del Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Indirecta 1958-1963. Viviendas Tipo Superior

Figura 4.27Plano de ubicación.

Page 118: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

124

Imá

ge

ne

s

Figura 4.28Este conjunto residencial, dirigido a un segmento medio alto de la población, incorpora la solución planimétrica que considera la “pieza de servicio” (dormitorio para el Servicio Doméstico) integrada al área de cocina y lavadero, lo que es inusual dentro del programa arquitectónico típico de la vivienda social, pero que en este caso da respuesta a las necesidades del segmento social al que se dirige el proyecto. Fuente: CORVI, 1963

REMODELACIÓN SAN JOSÉSANTIAGO, R. M.

4.6e | Plan Habitacional (D.F.L.2 1959). CORVI Labor Indirecta 1958-1963. Viviendas Tipo Superior

Page 119: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

La vivienda social en el períodode participación popular

C A P Í T U L O

5

1964 - 1973

Page 120: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

‹ Reseña del Período

‹ Ficha Técnica de los Programas

‹ Imágenes de los Programas

Page 121: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Reseña del Período

1964 - 1973

La vivienda social en el períodode participación popular

Page 122: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

128

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

El programa de la promoción popularLa llegada de Eduardo Frei Montalva a la

presidencia, en 1964, estuvo signada por dos importantes contextos que enmarcaron la pro-puesta política de la Democracia Cristiana. Por un lado, la Alianza para el Progreso, que había sido puesta en acción mediante la Carta de Punta del Este en 1961 -y ratifi cada ulteriormente en el Acta Económica y Social de Río de Janeiro-; marcó un nuevo tipo de cooperación entre los países latinoamericanos y Estados Unidos, “para la formulación y puesta en marcha de políticas de desarrollo nacional”. Por el otro, la infl uencia de la doctrina estructuralista de la CEPAL, que ofreció un marco teórico al desarrollo (Raposo, 2001b, p. 98).

En opinión de Raposo, ambos contextos otorgaron “las bases de factibilidad para un potencial proyecto novador en el orden económico y socio-político” (Raposo, p. 97). Al respecto Raposo señala

En ambos contexto Chile ocupa un lugar de privilegio. Se constituye, por su tradición democrática y su orden institucional, en el caso ejemplar y promisorio para someter a prueba las doctrinas y planes del desarrollismo internacional, los que buscan, entre otros fi nes, alejar el riesgo del desarrollo de procesos nacionalistas revolucionarios antagónicos de la hegemonía de Estados Unidos en la región, como lo representaba el caso cubano. Se trataba, entonces, de constituir un caso de prueba, demostrativo de la posibilidad de alcanzar un alto crecimiento económico, en un marco de democracia política, superando al propio tiempo las situaciones de pobreza y de injusticia social.En el marco de este ambiente auspicioso, se constituye la propuesta de la Democracia Cristiana como una opción vanguardista que busca desarrollar los grandes cambios necesarios para la modernización del capi-talismo nacional, los que debían ocurrir, no obstante, respetando los encuadramientos liberales y democráticos. Tal propuesta es lo que se denomino como “Revolución en Libertad”. En el plano interno, ella representa la opción que permite superar los crecientes temores de los sectores de derecha frente al avance de la radicalización izquierdista. (Raposo, 2001b, pp. 98-99).

En lo habitacional, con el aumento del nivel de producción que se logró desde fi nales de la década de los cincuenta, el Estado se había convertido en uno de los grandes productores de espacios urbanos a través de la CORVI. Sin embargo, el problema de la vivienda aún estaba lejos de encontrar su solución. Contribuyó a ello la magnitud del défi cit de arrastre, los procesos de migración campo-ciudad, que continuarían hasta la década siguiente, y la explosión demográfi ca producto de la transición experimentada ya desde la década de 1950 (que implicó que Chile pasara de ubicarse en el grupo de países de transición incipiente, en 1960, al grupo de transición plena en 1975. Ver capítulo 2).

El gobierno de Frei Montalva se propuso atender preferentemente a los sectores de más bajos ingresos de la población, teniendo por meta cuantitativa la construcción 360.000 viviendas defi nitivas para el sexenio 1964-1970, 213 mil de las cuales (59%) se destinarían a dichos grupos. (Palma y Sanfuentes, 1979).

Raposo señala que

Entre los enunciados del Plan de Desarrollo Nacional impulsado por la Democracia Cristina se incluye destacadamente el de “promover la construcción de las viviendas necesarias para absorber el crecimiento demográfi co y mejorar el nivel habitacional de los grupos de menores ingresos” (Raposo,2001b, p. 128).

Todo esto en el contexto de una política de integración y participación social dirigida por el Estado y el partido dominante cuyo contenido ideológico proclamaba las virtudes de la comunidad popular capaz de llevar a cabo la autoconstrucción de sus viviendas y la organización de sus condiciones de vida.

El programa del gobierno de Frei Montalva en materia habitacional hizo un cambio de enfoque respecto del gobierno de Alessandri: el objetivo ya no fue la reactivación económica sino que la redistribución de recursos y la incorporación a la sociedad de los sectores “marginados”, a través de su movilización y organización.

La política de vivienda se construyó bajo la noción de marginalidad como supuesto social, infl uenciada fuertemente por las corrientes teóricas impulsadas desde DESAL.

Page 123: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

129

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

El Mensaje Presidencial de 1965 defi nió a la marginalidad como

La condición fundamental de grandes sectores de la población urbana y rural que carecen de una efectiva participación en la vida de la comunidad nacional a que pertenecen y en los benefi cios que otorga una sociedad bien organizada y un Estado en forma (Palma y Sanfuentes,1979: 34).

En opinión de Palma y Sanfuentes

De tal concepto se [derivaron] tres objetivos: i) fomento de las organizaciones de base; ii) prioridad programática al desarrollo de dichas organizaciones; y iii) cambios institucionales, especialmente a través de una ley de juntas de vecinos. De esta forma, los grupos de pobladores marginales [quedaron] convocados a participar como actores en la política de vivienda.

Respecto de las juntas de vecinos, Espinoza (1998) señala que

Estas organizaciones, que se desarrollan sobre todo entre los que habían tenido acceso a vivienda en las nuevas poblaciones, fueron el vínculo entre la vida asociativa comunitaria y la vida política, al canalizar sus reivindicaciones. (...) Ellos recibían y distribuían la asistencia del Estado, al mismo tiempo que eran medios efi caces de participación política” (Espinoza, 1998: 76). La política populista con énfasis en la pro-moción popular multiplicó las organizaciones comunitarias por las que se extendieron las redes clientelistas hasta las poblaciones. Entre 1964 y 1970 se crearon 3.487 juntas de vecinos y se encontraban en funciones 9.000 centros de madres, con 450 mil socias. (Duque y Pastrana, 1972 en Espinoza, 1998).

Con la promoción popular de Frei Montalva no se trataba por lo tanto de responder solamente a la crisis habitacional, sino que también realizar una activa política nacional-populista sin poner en tela de juicio las estructuras de la sociedad chilena. La política de vivienda debía mantener la actividad económica, responder a reivindicaciones urgentes y acrecentar la integración institucional de los marginales urbanos” (Espinoza, 1998: 76).

Junto a este cambio de enfoque, la política habitacional desarrollada por el gobierno democratacristiano tuvo otros dos importantes componentes. El primero fue la profundización de la racionalización de la producción habitacional, tanto en lo referente a la regulación del mercado productor como a la organización de la demanda, a través de la creación del Plan de Ahorro Popular

(que se describe en el punto 5.1). El segundo componente estuvo constituido por las relaciones que se establecieron entre el desarrollo urbano y la política habitacional.

Respecto de ambos componentes, se reorganiza la institucionalidad del sector, a través de la Ley 16.391 del 16.12.1965, que junto con crear al Ministerio de Vivienda y Urbanismo crea la Corporación de Servicios Habitacionales (CORABITH), la Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU) y reorganiza las dependencias de la CORVI y la Dirección de Obras Urbanas. Dos años más tardes ésta última es reformada, convirtiéndose en la cuarta de las corporaciones del período: la Corporación de Obras Urbanas.

Institucionalmente se destaca que las cuatro corporaciones se crean con la máxima autonomía posible, al darles el estatus jurídico de “Empresa del Estado con personalidad jurídica, con patrimonio distinto del Fisco, de carácter autónomo, de derecho público, de duración indefi nida, que se relacionaría con el Gobierno a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo” (Jugovic, 1998).

El Esquema Institucional 3 grafi ca la estructura del período. A su vez, el Recuadro 7 da cuenta de las funciones de las corporaciones. Se destaca acá la CORHABIT, que como heredera de la Fundación de Viviendas de Emergencia, coordinó la asistencia social en materia habitacional, siendo la institución que se le asignó la tarea de organizar la demanda de uno de los más importantes programas habitacionales sociales del gobierno DC: la autoconstrucción para la operación sitio.

Page 124: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

130

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Esquema Institucional 3Instituciones ligadas al sector habitacional 1964 - 1973

Fundación Viviendas de Emergencia (Decreto 6.486 del 26.09.1947)

Corporación de la Vivienda, (DS N° 1.100 de Obras

Públicas del 28.07.1960)

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

(Ley 16.391 del 16.12.1965)

Dirección General de Obras Urbanas

Dirección de Servicios Sanitarios

Dirección de Pavimentación

Urbana

Corporación de Servicios Habitacionales

(CORHABIT)(Creada por el Art. 33

de la Ley 16.391; Reglamento Orgánico en el DS N° 485 de V. y U. del 15.09.1966)*

Corporación de la Vivienda (CORVI)

(Reglamento Orgánico en DS N° 508 de V. y U.

del 26.09.1966)*

Corporación de Mejoramiento Urbano (CORMU)

(Creada por el Art. 43 de la Ley 16.391; Reglamento Orgánico en el DS N° 483 de V. y U. del 03.09.1966)*

Corporación de Obras Urbanas (COU)

(Creada por Ley 16.742 del 08.02.1968; Reglamento

Orgánico en el DS N° 323 de V. y U. del 05.06.1968)*

Simbología:

Nueva Institución

Se crea (o reorganiza) institución en reemplazo de la anterior

Instituciones asociadas

Dependencia institucional

*Las cuatro corporaciones fueron defi nidas como “Empresa del Estado con personalidad jurídica, con patrimonio distinto del Fisco, de carácter autónomo, de derecho público, de duración indefi nida, que se relacionaría con el Gobierno a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo”

Page 125: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

131

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Recuadro 7

La Ley N° 16.391 dispuso en su artículo 26 que la empresa autónoma del estado denomina Corporación de la Vivienda, estaría encargada de la proyección, ejecución, formación, loteo, urbanización, construcción, equipamiento, reestructuración, remodelación y reconstrucción de barrios, poblaciones, edifi cios y viviendas en sectores y zonas urbanas y rurales, y del fomento de estas actividades dentro de los planes y programas elaborados por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo.

Conforme al D.S. 508 de V. y U. del 26.09.1966, que aprobó su Reglamento Orgánico, la Corporación de la Vivienda tenía la calidad de empresa del estado con personalidad jurídica, con patrimonio distinto al Fisco, de carácter autónomo, de derecho público, de duración indefi nida, con domicilio en la ciudad de Santiago y se relacionaría con el Gobierno a través del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo.

En cuanto a sus funciones, dicho reglamento, además de las que mencionaba sin carácter taxativo, señalaba que correspondería a la Corporación de la Vivienda el cumplimiento de todas las funciones, atribuciones, derechos y obligaciones que hubiera tenido y que no se hubieran traspasado o se traspasaran al Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, a las Corporaciones o Servicios a que se refería la ley N° 16.391, con la sola limitación de no invadir la competencia y atribuciones de dichos organismos. Le otorgaba, además, de la manera más amplia, las funciones de promover y desarrollar todas las actividades tendientes a la solución del problema habitacional; y de acordar y disponer los actos y contratos necesarios o conducentes al cumplimiento de los fi nes de la Corporación, con la sola exclusión de aquellas materias que entrañaren el ejercicio de facultades propias del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, de la Corporación de Servicios Habitacionales o de la Corporación de Mejoramiento Urbano, las que podían llevarse a cabo con autorización expresa del citado Ministerio.

La Ley N° 16.391 encargó a la CORHABIT atender los problemas de vivienda de la población del país, preferentemente en sus niveles socioeconómicos medio y bajo; desarrollar programas de asistencia técnica, social, económica, educacional y cultural, relacionados con el problema habitacional de los barrios, poblaciones y grupos humanos y, en general, realizar todas las actividades relacionada con el bienestar habitacional de la población urbana y rural, dentro de los planes y programas elaborados por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, facultándola para desarrolla y promover todas las actividades tendientes a la solución del problema de la vivienda y las que en el futuro se le encomendaran, con la sola limitación de no invadir la competencia y atribuciones del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, sus servicios dependientes y de las Corporaciones de la Vivienda y de Mejoramiento Urbano.

El D.S. 485 de V. y U. del 15.09.1966, que aprobó su Reglamento Orgánico, enunció, sin carácter taxativo, las funciones de la Junta Directa, otorgándole, entre otras, la de disponer, en casos califi cados por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, todas las medidas destinadas a prestar a la población urbana y rural los servicios de carácter habitacional que se requieran para la reparación, mantención habilitación o higienización de sus viviendas; los trabajos complementarios de urbanización y el equipamiento y radicación de las poblaciones o grupos habitacionales, y en general, de la manera más amplia, las facultades de promover y desarrollar todas las actividades tendientes a la solución del problema habitacional y la de acordar y disponer los actos y contratos necesarios o conducentes al cumplimiento de los fi nes de la Corporación, con la sola exclusión de aquellas materias que entrañaren el ejercicio de facultades propias del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, de la Corporación de la Vivienda o de la Corporación de Mejoramiento Urbano, las que sólo podrían llevarse a cabo con autorización expresa del citado Ministerio.

LA CORPORACIÓN DE LA VIVIENDA (CORVI)

LA CORPORACIÓN DE SERVICIOS HABITACIONALES (CORHABIT)

Las Cuatro Corporaciones

Page 126: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

132

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

La ley N° 16.391 en su artículo 43 creó la Corporación de Mejoramiento Urbano, como empresa autónoma del Estado, encargándole, entre otras funciones, las de expropiar, comprar, urbanizar, remodelar, subdividir, transferir, vender, rematar inmuebles dentro o fuera de los límites urbanos; formar una reserva de terrenos para abastecer los planes de vivienda, desarrollo urbano y equipamiento comunitario, tanto del sector público como del privado.

El D.S. 483 de V. y U. del 03.09.1966, que aprobó su Reglamento Orgánico, enunció que la citada ley orgánica enunciaba, sin carácter taxativo las funciones de la Corporación de Mejoramiento Urbano, otorgándole, en general, de la manera más amplia, las de dar cumplimiento a sus fi nalidades y a las que en el futuro se le asignan, con la sola limitación de no invadir la competencia y atribuciones del Ministerio de la Vivienda y urbanismo y de las otras Corporaciones del Sector.

Entre las facultades que la ley orgánica dotaba a la Corporación de mejoramiento Urbano, merecen especial mención las siguientes:

a) de expropiar los inmuebles declarados de utilidad pública por el artículo 51° de la Ley N° 16.391, que la CORMU estimara necesarios para la ejecución de programas de vivienda, equipamiento comunitario y desarrollo en general, de construcción de viviendas económicas y de reconstrucción en los casos de catástrofes de origen sísmico u otro carácter devastador;

b) de adquirir inmuebles para la ejecución de planes habitacionales que confeccionara el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo y, en general, para los objetivos señalados en la letra a) precedente.

La ley N° 16.712 del 08.02.1968, creó la empresa autónoma del estado denominada Corporación de Obras Urbanas, que reemplazaría a la Dirección General de Obras Urbanas y a las direcciones de Servicios Sanitarios y la Dirección de Pavimentación Urbana que de ella dependían. El reglamento Orgánico de la Corporación de Obras Urbanas se aprobó por D.S 323, de V. y U. del 05.06. Al igual que las otras corporaciones, la Corporación de Obras Urbanas se creó como una empresa del Estado, con personalidad jurídica, con patrimonio distinto del Fisco, de carácter autónomo, de derecho público, de duración indefi nida, con domicilio en la ciudad de Santiago, que se relacionaría con el Gobierno a través del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo.

La COU estuvo encargada de la proyección, del estudio, de la ejecución, de la construcción y de la explotación o conservación de las obras urbanas fi scales dentro de los planes y programas elaborados por el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, y de realizar cualquiera de estas funciones cuando ellas le fueran encomendadas petición de personas naturales o jurídicas.Su reglamento orgánico enunciaba, sin carácter taxativo, las funciones de la Corporación de Obras Urbanas, relacionadas con los servicios de agua potable, alcantarillado, desagües y pavimentación, encomendándole, en general, ejercer, todas las funciones, realizar todas las operaciones y ejecutar los acuerdos y celebrar los contratos que a la fecha de la vigencia de la ley N° 16.742 correspondían a la Dirección General de Obras Urbanas y a las Direcciones de Pavimentación y de Servicios Sanitarios y, de la manera más amplia, dar cumplimiento a sus fi nalidades y a las que en el futuro se le encomendaran, con la sola limitación de no invadir la competencia y atribuciones del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo y de las otras Corporaciones del Sector.

LA CORPORACIÓN DE MEJORAMIENTO URBANO (CORMU)

LA CORPORACIÓN DE OBRAS URBANAS (COU)

Fuente: Jugovic, Mirna. 1998. Naturaleza Jurídica de los Servicios de Vivienda y Urbanización. Informe en Derecho, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, División Jurídica. S/f.

Page 127: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

133

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

La racionalización de la producción habitacional tuvo su expresión también en el desarrollo de “una importante labor en materia de racionalización de nuevos prototipos edifi catorios” (ver punto 5.6) y en la creación de un Registro Único de Productores de Viviendas y Construcciones Industrializadas” (Raposo, 2001b, p. 128).

La CORMU, por su parte, cumplió una importante gestión al coordinar la constitución de Sociedades Mixtas, de mejoramiento urbano destinados a la realización de proyectos específi cos de renovación urbana; preferentemente junto a municipios y otras entidades públicas.

Raposo relata que

A través de estas Sociedades se ejecutaron proyectos de remodelación, de parques industriales, áreas habitacionales, centros de equipamiento, áreas de esparcimiento, terminales de buses, centrales de distribución de productos agropecuarios y otros en distintas ciudades en el país. Un ejemplo vastamente divulgado de la labor de las sociedades en este período, fue la URCOREI en cuya labor se coadunaron las acciones de la CORMU y del Plan de Desarrollo Comunal de la Municipalidad de La Reina (Santiago de Chile). (Raposo, 2001b, p. 128)

Es relevante apuntar que el nuevo orden que se establecía por esos años en el campo de las políticas de vivienda, fi jaba claramente en el ámbito teórico las relaciones que se producían entre los programas habitacionales y el desarrollo global de las ciudades. Surge lo que Raposo denomina “la ingeniería espacial del desarrollo”, que incorpora en la planifi cación la interrelación entre la actividad económica y el espacio territorial. Se defi nen Políticas Nacionales de Planifi cación y acciones de planifi cación del desarrollo regional. A nivel local se inicia un programa de asistencia técnica destinado a los municipios de las principales ciudades del país para efectos de desarrollar los estudios pre-inversionales de Vivienda y Desarrollo urbano. A su vez se capacitó a los municipios para instalar las Ofi cinas de Programación del Desarrollo Local, las que debían elaborar los “programas de inversiones” en conjunto a los Comités de Programación1.

Si bien en un inicio las políticas habitacionales “se defi nieron sólo en el marco del enfoque sectorialista tradicional referido al

défi cit y la necesidad normativa de producción habitacional (...) durante el transcurso del sexenio, la programación habitacional va siendo crecientemente contextualizada por la planifi cación del desarrollo urbano” (Raposo, 2001b, p. 127).

A juicio de Hidalgo (2000b) la creación del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Ley Nº 16.391 del 16.12.1965) fue

una de las principales medidas que se tomarían en la década de los sesenta, respecto de la gestión del problema habitacional en Chile, (...). [Esta] institución (...) tendría a su cargo la política habitacional de Chile y la coordinación de las instituciones involucradas con la acción del Estado en materia de vivienda. En esta perspectiva, el nuevo Ministerio debería establecer el control y la orientación de la actividad habitacional, la distribución de los recursos para la construcción de viviendas, la planifi cación del desarrollo urbano y la atención de obras de equipamiento comunitario, pavimentación e instalaciones sanitarias. (Hidalgo, 2000b).

Se destaca también el papel de los Estudios Pre-inversionales (ver Recuadro 8) y la modifi cación al artículo 10 de la Constitución Política del Estado que posibilitaba acciones más expeditas de expropiación de suelo urbano.

Respecto del sector privado

se le asignó la tarea de cubrir en el sexenio los dos tercios del défi cit habitacional, bajo el supuesto y la condición que las empresas constructoras dedicarían esfuerzos a la vivienda popular (Palma y Sanfuentes, 1979: 35).

Para ello se mantuvo las franquicias existentes (con excepción de lo relativo al impuesto global complementario) y se propuso la creación de nuevos mecanismos de estímulo y fomento que impulsaran y orientaran la inversión de los capitales privados hacia las viviendas de carácter realmente económico.

Así quedan planteados los sectores que convergen en la arena política de la vivienda: la burocracia pública del sector -técnicos y administradores -, los demandantes de vivienda a través de sus organismos sociales, los dirigentes políticos vinculados a dichas organizaciones y al Parlamento y, fi nalmente, el sector empresarial más o menos encuadrados en la Cámara de la Construcción” (Palma y Sanfuentes, 1979: 35).

1 Formados por autoridades de los gobiernos locales, representantes de las uniones y juntas de vecinos y los jefes zonales del MINVU (Raposo 2001b, p. 128)

Page 128: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

134

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Los Estudios Pre Inversionales

Una de las innovaciones introducidas en la época, que comenzarían a jugar un papel relevante en la defi nición de las estrategias de desarrollo urbano, corresponde a los «estudios preinversionales», a cargo de la recientemente creada Dirección General de Planifi cación y Presupuesto, como unidad burocrática encargada de las nuevas tareas del equipamiento comunitario y el desarrollo urbano. Ya en el período preelectoral se había criticado la tendencia a construir conjuntos de viviendas carentes de equipamiento comunitario. Más tarde, la propia implementación de la llamada “promoción popular” signifi có un factor concomitante de ideas, expectativas y experiencias en torno al desarrollo social urbano (Palma y Sanfuentes, 1979). Se argumentaba, por parte de las autoridades encargadas de la gestión del desarrollo urbano hacia 1965, que las difi cultades que afrontaban los sistemas de transporte, el equipamiento comercial e institucional, e incluso las estructuras sociales y económicas de la población, eran producidas, en parte, por las inadecuadas instalaciones de las zonas residenciales (Hidalgo, 2000b).El mensaje presidencial de 1968 les dio a los estudios preinversionales los siguientes objetivos: elaborar y otorgar información general de carácter local; realizar un diagnóstico económico-social y físico de una región, microrregión o comuna; conciliar el desarrollo urbano de la localidad con las metas nacionales y las aspiraciones de la comunidad; proponer programas de corto y mediano plazo con diversas alterativas; y lograr la participación de la comunidad en la planifi cación (Palma y Sanfuentes, 1979; Hidalgo, 2000b).

Recuadro 8

Bajo la premisa de “construir viviendas dignas, pero ajustadas a la capacidad de pago de sus asignatarios”, la política dirigida a los sectores de menores ingresos programó la construcción de viviendas con un promedio de 50 m2 (superfi cie reducida en comparación con las cifras históricas), pero con énfasis en el equipamiento comunitario. (Palma y Sanfuentes, 1979: 32).

La vivienda deberá contar con el equipamiento circundante indispensable para completar la vida familiar y para promover el desarrollo comunitario” (Ministro de Obras Públicas, 1964 en Haramoto, 1983).

Se esperaba iniciar la construcción de 60.000 viviendas anuales, partiendo con un mínimo de 54.000 en 1965, para terminar con el máximo de 67.000 en 1970 (Palma y Sanfuentes).

Palma y Sanfuentes (1979: 34) señalan que el plan tenía los siguientes supuestos implícitos en las metas planteadas

i) se suponía que el sector iba a disponer de una corriente continua de recursos fi nancieros (...), el plan habitacional no iba a estar sometido a las fl uctuaciones tradicionales del gasto social en inversión como consecuencia de las presiones infl acionarias o de empleo; ii) estaba implícito en el plan

que (...) la recuperación de los recursos fi nancieros debía ser cuantiosa; iii) se suponía un mecanismo burocrático en funciones, con un Ministerio de Vivienda y Urbanismo operando desde el primer momento (...). iv) se suponía una movilización social ordenada”.

Sin embargo, en la práctica, estos supuestos no operaron como se pensaba. En 1967 la presión infl acionaria obligó al gobierno a implementar políticas económicas contractivas, con una importante reducción en el gasto público, siendo la construcción de obras públicas y viviendas el principal sector de ajuste.

Respecto de la recuperación de los recursos fi nancieros, ésta fue considerablemente menor que lo programado.

Primero, porque el monto que se cobraba correspondía a un valor inferior al de la vivienda. La deuda era cuantifi cada en los costos de la construcción, sin introducir elementos de reajustabilidad del período de construcción y además, por no imputársele los gastos generales de operación del sistema.

Segundo, por la reajustabilidad incompleta o tasas de interés inferiores al costo de los fondos para la institución prestamista, o bien a la tasa de interés social de la economía.

Page 129: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

135

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Tercero, por la falta de pago de parte de las deudas contraídas, a causa de los inefi caces mecanismos de cobro y la virtual inexistencia de sanciones (Palma y Sanfuentes, 1979).

En cuanto al aparato administrativo, Palma y Sanfuentes identifi can un conjunto de factores que explican sus difi cultades de funcionamiento:

[Primero), inefi cacia administrativa que se venía observando desde las dos administraciones anteriores. Como ilustración, puede mencionarse la promesa del Gobierno de Frei de entregar los títulos de propiedad a los asignatarios de viviendas CORVI del período anterior; [segundo] despreocupación manifi esta de los ejecutivos del sector por lo administrativo-fi nanciero en benefi cio de lo constructivo-urbanístico; no hubo intentos de envergadura por implementar sistemas administrativos modernos y aptos para operar en gran escala; [y, tercero] despreocupación en los sectores político y parlamentario y bloqueo en ellos de los intentos esporádicos de ordenar el sistema y atenuar el crecimiento de los subsidios. Palma y Sanfuentes (1979:39).

El cambio social operado en el país “aumentó las necesidades en forma notable, mucho más allá de las 360.000 soluciones prometidas” (Palma y Sanfuentes: 35).

En esto contribuyó la movilización social que, lejos de ser ordenada, se constituyó en una presión creciente que obligó a la continua redefi nición, sobre la marcha, de los planes propuestos.

Por una parte, la creación de redes de organizaciones, tales como juntas de vecinos y comités habitacionales, junto a la acción de partidos políticos, hicieron que la movilización social fuera mucho más organizada en los grupos que anteriormente carecían de capacidad de presión: los “callamperos” o “marginales”.

Por la otra, el aumento de subsidio habitacional a los grupos de bajos ingresos, que fue creciente, alentó a mayores presiones, contribuyendo a la falta de correspondencia entre la oferta de vivienda y las expectativas de la población.

Otro elemento a considerar es que pese a que se había planifi cado que “la vivienda debería ser pagada total o parcialmente por el adquiriente en su valor real, según su situación económica y en ningún caso regalada” (Ministro de Obras

Públicas en “El Mercurio” del 06.12.1964); en la práctica se comprobó que los grupos de más bajos ingresos no podían tener acceso a las viviendas defi nitivas, aun con fuertes subsidios.

“La diferencia entre el costo y la capacidad de pago resultó mucho mayor que la prevista para los grupos de extrema pobreza” (Palma y Sanfuentes, 1979).

Las metas impuestas de edifi car 360.000 casas de construcción sólida y defi nitiva sólo pudo mantenerse durante los dos o tres primeros años del gobierno. En 1967 el programa se reformuló con metas que preveían 360.000 “soluciones habitacionales”. A partir de ese cambio de objetivo se observó un continuo descenso de los estándares habitacionales.

Palma y Sanfuentes, (1979: 35) señalan que

se puede confeccionar una especie de secuencia del deterioro de la solución entregada. I) casa CORVI de 60 metros; ii) operación sitio con construcción sólida de 27 a 30 metros; iii) operación sitio con construcción y sólo agua, luz y sistema de eliminación de aguas servidas, y iv) operación “tiza” (sólo el sitio)”.

Luego de 1967, las luchas de los pobladores escaparon al control institucional; las ocupa-ciones ilegales de terrenos se multiplicaron (ver Recuadro 9).

Las “tomas de terreno”, se centraron en los terrenos públicos adquiridos por el Estado para hacer ahí conjuntos habitacionales. Una vez instalados, los grupos organizados, y generalmente al alero de algún partido político, ejercían presión para obtener una solución.

En 1970, con la llegada al poder político de una coalición de partidos de izquierda denominada «Unidad Popular», se postularía que la vivienda debería constituir un derecho irrenunciable del pueblo, que no podía ser objeto de lucro, y cuya provisión debía constituir una de las principales responsabilidades del Estado (Hidalgo, 2000b).

Page 130: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

136

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Las tomas de terreno

Desde principios de siglo las oleadas de hogares compuestas por migrantes o provenientes del crecimiento vegetativo de la ciudad, comenzaron a instalarse en terrenos eriazos y abandonados en diversos sectores de Santiago. Se empiezan a constituir así las “poblaciones callampas”, como fueron bautizadas en su época. Son estas “callampas” los lugares en donde se gesta, hacia fi nales de la década del 1950, una nueva forma de ocupación: las tomas de terreno.

Espinoza (1987) señala a la toma de terreno por parte de habitantes del Zanjón de la Aguada, que dio origen a la población La Victoria, como un hito especialmente importante en la constitución de este movimiento social, puesto que inauguró una nueva etapa en la historia de los pobladores, al establecerse un precedente de ocupación de terreno a través de la movilización social que -con ayuda de partidos políticos y la iglesia- logra una negociación con el Estado.

Durante la década de 1960, y en particular hacia principios de la de 1970, las tomas de terreno se fueron intensifi cando. “Entre 1967 y 1972 (...) se cuentan 312 tomas de terrenos, que involucraban 54.710 familias” (Duque y Pastrana, 1972, en Espinoza, 1998).

En opinión de Dubet et al (1989) durante los años 60 las luchas de los pobladores se mezclan con la et al (1989) durante los años 60 las luchas de los pobladores se mezclan con la et alpolítica nacional populista de la promoción popular. La ideología y las organizaciones preconizadas por el Estado dieron lugar a una demanda que la sociedad no podía absorber. Sobre esta frustración se insertó la infl uencia de los partidos de izquierda que hasta entonces, habían concentrado sus esfuerzos en el dominio sindical, en gran medida descuidando la acción comunitaria de las poblaciones. Con la promoción popular de la democracia cristiana la izquierda no alcanzaba el apoyo de un sector que le parecía naturalmente adquirido, por lo que decidió cambiar de estrategia, reconociendo, por un lado, las iniciativas del Gobierno en favor del sector popular, mientras que por otro, se concentró en radicalizar la acción de las organizaciones comunitarias y sobre todo de organizar la acción reivindicativa de quienes no se habían podido benefi ciar con las políticas públicas. Es en este contexto en donde aparece el nombre de “campamento” asociado a una carga ideológica de lógica paramilitar. Campamento, como denominación asociada a la lucha de clases que se estaba iniciando.

Durante el gobierno del Frente Popular las tomas de terreno continuaron a un ritmo que sobrepasó las programaciones o planifi caciones dictadas para el crecimiento urbano y dejando obsoletos los planos reguladores de las respectivas municipalidades. Sólo la fuerte intervención militar de septiembre de 1973, que culminó con una dictadura, fue capaz de reducir la lucha reivindicativa habitacional.

Recuadro 9

Teniendo por objetivos el incentivar el ahorro popular para la vivienda, así como el disminuir y unifi car la heterogeneidad de los programas habitacionales del sector público, y canalizar la producción de servicios habitacionales a través de un número limitado de planes claramente identifi cados, es que el gobierno DC crea el Plan de Ahorro Popular. El Plan, que se describe en el acápite 5.1, contemplaba cinco líneas de acción por parte de la CORVI que iban desde la provisión de un sitio demarcado sin urbanización (llamado popularmente “operación tiza”) hasta un departamento de 45 m2 aproximadamente.

El supuesto era que cada línea correspondía a la capacidad de pago de las familias.

Las tres primeras líneas (sitio demarcado, sitio urbanizado y sitio con caseta sanitaria) corresponden a la llamada operación sitio.

Aguirre y Rabi indican que

El plan era que la CORVI comprara o expropiara el terreno, la COU instalara el equipamiento comunitario, redes de elec-tricidad, gas, agua potable, alcantarillado y pavimentación. Luego, la CORVI, construiría las viviendas. La asignación de las mismas

Fuente: Sepúlveda, 1998.

Page 131: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

137

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

y el pago de los dividendos sería función de la CORHABIT. Si la producción del Ministerio era organizada en forma consecutiva, cada organismo dependería de otro para la ejecución de sus funciones. La Dirección General de Planifi cación y Presupuesto era la autoridad máxima sobre las corporaciones. (Aguirre y Rabi, 2001, p.181)

El apartado 5.6 muestra imágenes arquitec-tónicas del Plan de Ahorro Popular, en donde se aprecia la marcada infl uencia de la actividad tipifi cadora de la CORVI. Los edifi cios 1010 y 1020 construidos a lo largo del país, se constituyen hasta nuestros días en símbolos del patrimonio arquitectónico de la década de 1960.

Los acápites 5.2 y 5.6 dan cuenta de la operación sitio. El primero, a través de la descripción del programa; mientras que el segundo mostrando sus imágenes. La operación sitio fue uno de los programas más emblemáticos de este gobierno y a su vez, el más objetado. La interrupción de la inversión programada para una segunda etapa que consolidaría la infraestructura sanitaria, convirtió a las poblaciones construidas a través de la línea 1 en grandes cloacas, puesto que contemplaron una solución “provisoria” con pozo negro, que duró en el mejor de los casos 10 años. Un ejemplo de ello es la población Laguna Poniente, que habitada en 1968-1969, doce años después, aún tenía esta precaria solución como sistema de eliminación de excretas (ver punto 5.6b).

El apartado 5.6c muestra la Remodelación San Borja, como ejemplo de una línea de intervención urbana: las sociedades mixtas.

A lo largo del sexenio, la experiencia acumulada con el programa de operación sitio llevó al diagnóstico de que no sólo era necesaria la provisión de vivienda, también era necesario dotar a los benefi ciarios de capacidades económicas y sociales. La respuesta fue el Programa de Auto-fabricación, también llamado Plan 20.000/70, que se describe en el acápite 5.6d a continuación. El programa buscó ofrecer importante cobertura de soluciones habitacionales, junto con fortalecer la actividad comunitaria, la que según la práctica, una vez conseguida la vivienda, se disolvía. A su vez se buscó dar continuidad laboral a los autoconstructores.

Mario Suárez señala que

La formulación del Plan 20.000/70, o Autofabricación (...) en síntesis, pretendía:

- Ampliar la participación del autoconstructor a las etapas de fabricación de los elementos que constituyen la vivienda, para rebajar aún más el costo fi nal del producto.

- Reemplazar el concepto de vivienda completa y defi nitiva para unos pocos, por el de vivienda defi nitiva por etapas para muchos, racionando los limitados recursos económicos, técnicos y humanos de modo de hacer posible la entrega de una solución habitacional parcial, progresiva, al mayor número de los afectados por el défi cit habitacional.

- Ofrecer un objetivo de reemplazo para los grupos autoconstructores, que después de conseguida la vivienda tienden a la diso-lución, perdiéndose defi nitivamente para la comunidad la organización, el adiestramiento y la experiencia tan duramente conseguidas.

El objetivo de reemplazo estaría constituido por las fábricas instaladas en las poblaciones, que permitirían la autofabricación de los ele-mentos necesarios para la auto-construcción y que posteriormente pasarían a propiedad del grupo bajo el compromiso de que éste seguiría produciendo elementos y partes para otros autoconstructores, constituyéndose así en fuentes de trabajo permanente (Suárez, 1983, p. 186-187).

En el apartado 5.6d se muestra el conjunto Villa Perú construido en la comuna de La Florida, bajo este programa.

Page 132: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

138

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Salvador Allende Gosseny en sus manifestaciones, tales como la dependencia externa creciente, la concentración de la propiedad y el ingreso, la existencia de grandes masas fuera del sistema y la concentración urbana (Palma y Sanfuentes, 1979, p. 43).

Se consideró que hasta 1970 la vivienda había sido considerada como “mercancía”, permitiéndose que la actividad constructiva actuara guiada por el lucro (Palma y Sanfuentes).

El gobierno de Allende cambió la noción habitacional señalando que la vivienda era un derecho de todas las familias.

El programa de Frei Montalva ya había señalado que

la vivienda es un bien de primera necesidad, al que tiene derecho cada familia. En consecuencia, la vivienda debe estar al alcance de todo grupo familiar, cualquiera sea su nivel económico4.

Con Allende este concepto se radicalizó, señalándose que

la vivienda es un derecho irrenunciable y es obligación del Estado proporcionar vivienda a su pueblo y ella no puede ser objeto de lucro5.

En 1971, el Ministerio de Vivienda y Urbanis-mo, en su documento Fundamentos y Estructura del Plan Habitacional6 indicó además, que

“la vivienda puede ser un instrumento pode-roso para acelerar y facilitar el desarrollo de los valores humanos y sociales”.

Raposo indica que en este período, junto con colocarse el objetivo de “que cada familia llegue a ser propietaria de su casa”, el gobierno también propuso diversas medidas (ver Recuadro 10), entre las que se destaca

revertir las tendencias segregativas hacia las periferias urbanas con que se decide la localización de las viviendas populares, mediante acciones orientadas a la remodelación de las ciudades y barrios sin expulsar a los residentes (Raposo, 2001b, p.133).

2 Se hace notar sin embargo que esta cifra proviene de la diferencia de 382.932 viviendas defi citarias en 1960 y las 592.324 en 1970. Sin embargo, según CORVI, 1963 el défi cit habitacional en 1960 se situaba alrededor de las 454.000 viviendas. 3 Se identifi có además el défi cit de servicios de urbanización: AGUA POTABLE, metros lineales de redes, 4.2 millones; ALCANTARILLADO, metros lineales de colectores, 6.4 millones; PAVIMENTACIÓN DE CALZADAS, metros cuadrados, 43,3 millones; PAVIMENTACIÓN DE ACERAS, metros cuadrados, 14,3 millones; PAVIMENTACIÓN DE SOLERAS, metros lineales, 8.8 millones (CORVI, 1972, p.40).4 Ministro de Obras Públicas, 1964, en Haramoto, 1983, p. 92.5 MINVU (1971). Fundamentos y estructura del Plan Habitacional citado en Haramoto, 1983, p. 101.6 MINVU (1971). Op. cit. en Haramoto, 1983, p. 101.

En los planteamientos programáticos del gobierno de la Unidad Popular, la noción de défi cit habitacional adquirió carácter de denuncia del sistema (Palma y Sanfuentes, 1979).

Este gobierno, que tenía la decisión política de un cambio social profundo, se consideraba en la obligación de eliminar el défi cit habitacional en un plazo prudente y sin pretender recuperar el costo que le signifi caba la construcción de las unidades (Haramoto, 1983).

CORVI estimó que el défi cit habitacional ascendía a las 592.324 viviendas, a diciembre de 1970, agregando que “sólo en el decenio 60-70 el défi cit aumentó en 210.000 viviendas”2 (CORVI, 1972, p. 40)3.

El documento CORVI señala que

La lucha proletaria, organizada desde los albores del presente siglo, ha tenido como una de sus banderas de lucha reivindicativas el problema de la vivienda de interés social. (...) A pesar que los gobiernos sucesivos no han representado a las masas, o la han utilizado para defender los intereses de la oligarquía y el imperialismo, han tenido que responder de algún modo concreto a la aspiración legítima de los más amplios sectores por la vivienda.Todo esto ha ido decantando una profusa legislación y una conciencia del problema en la mayoría nacional. (...) [El] sexenio 64-70 se caracteriza por la búsqueda de soluciones masivas, prolon-gando hacia los sectores populares las políticas fi nancieras de ahorro y préstamo con el sistema de Planes de Ahorro Popular (P.A.P). Al no cambiarse las estructuras de ingresos de los sectores populares, estos carecieron de posibilidades reales de ahorro y por tal motivo no tuvieron acceso masivo a las soluciones que el sistema previó.

El diagnóstico fue que el défi cit habitacional era una expresión más de las condiciones en que operaba el desarrollo capitalista en el país (Raposo, 2001b)

Page 133: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

139

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Recuadro 10

Al respecto MINVU 19717 había señalado que

Las viviendas se relacionarán, en conjuntos residenciales homogéneos, tendiendo a con-formar un nuevo concepto para el desarrollo de nuestra ciudades, rompiendo el esquema de la estratifi cación clasista, que se expresa en una sectorización inorgánica, y privativa de la ciudad, con los vicios inherentes a una injusta y desproporcionada repartición de los recursos urbanos de equipamiento; áreas verdes, movilización; fuentes de trabajo, etc..El suelo urbano destinado a la satisfacción de necesidades sociales y habitacionales, debe administrarse en función de tan importantes requerimientos, al margen de la comercialización y una plusvalía perniciosa y limitativa de las posibilidades del Estado, para la consecución de sus propósitos en el Sector Vivienda.

Ejemplo de estas medidas son las Sociedades Mixtas y los Planes Seccionales elaborados por CORMU (ver Recuadro 11).

Respecto de los principios objetivos y defi niciones de la política habitacional, MINVU 19718 también señaló lo siguiente:

La política de vivienda se apoya fundamentalmente en la concepción unitaria del uso del suelo, la vivienda y su equipamiento doméstico.El equipamiento social es atendido como relación dinámica entre las acciones planifi cadas para lograr la integración del poblador a una vida rica en contenidos humanos, políticos y sociales y los edifi cios y espacios.

Así planteada, la solución habitacional propuesta “era de carácter integral, es decir, preveía la entrega de una vivienda sólida, defi nitiva, y no de respuestas progresivas o de emergencia” (Palma y Sanfuentes, 1979).

Una primera imagen de las preocupaciones de la Unidad Popular en materias habitacionales es la que se enuncia en la lista de las 40 primeras medidas del Gobierno. Varias de ellas apuntan a aliviar la penuria de vivienda e introducir más equidad en la situación habitacional y condiciones de vida residencial de los sectores populares, en especial la de los estratos socio-económicos pobres de la sociedad:N° 16. Consultorio materno-infantil es su población.

N° 19. Casa, luz, agua potable para todos. (Plan de Emergencia para construcción rápida de viviendas y garantías de luz y agua por manzana).

N° 20. No más cuotas CORVI reajustables.

N° 21. Arriendos a precio fi jo (10% de la renta familiar como máximo para el pago de arriendos y dividendos. Supresión inmediata de los derechos de llave).

N° 22. Sitios eriazos: NO / Poblaciones: SI (destinación de todos los sitos eriazos fi scales, semifi scales y municipales a la construcción).

N° 23. Contribuciones sólo a las mansiones (liberación de pago de contribuciones a la casa habitación hasta un máximo de 80m2, donde vive permanentemente el propietario y no sea de lujo o de balneario).

N° 36. Trabajo para todos (nuevas fuentes de trabajo con los planes de Obras Públicas y Viviendas...).

N° 37. Disolución del Grupo Móvil (garantías de orden en los barrios y poblaciones y la seguridad de las personas mediante el cumplimiento de las funciones esencialmente policiales).

N° 38. Consultorios judiciales en su población.

Fuente: Raposo, Alfonso, 2001b, págs. 133 - 134.

7 MINVU, 1971. Op. cit. en Haramoto, 1983, p.1017 MINVU, 1971. Op. cit. en Haramoto, 1983, p.1017

8 MINVU, 1971. Op. cit. en Haramoto, 1983, p.101

Materias habitacionales en las 40 medidas de la propuestade gobierno del Presidente Salvador Allende Gossen

Page 134: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

140

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Recuadro 11

El MINVU en su documento de formulación de la política habitacional señala que se descarta el Plan de Ahorro Popular9 porque

la capacidad de pago era un elemento determinante en la obtención de una vivienda

(...) igual cosa ocurría con las disposiciones vigentes sobre postulación y asignación de viviendas, en donde predominaba un criterio económico en vez de un criterio social10.

9 Esto sólo para los sectores de menores ingresos, puesto que siguió operando para los grupos medios y altos hasta 1977, como se verá más adelante.10 MINVU (1972) Política habitacional del gobierno popular. Editorial Universitaria, Santiago, 1972, citado por Palma y Sanfuentes, p. 43.

CORMU, 1971 en la Revista AUCA 23 señala lo siguiente: Al MINVU (Ministerio de Vivienda y Urbanismo) le corresponde establecer las líneas de acción del Sector Vivienda enmarcadas en una política global socio-económica del Gobierno.Estas líneas de acción se refi eren a:1. Políticas de Desarrollo Urbano que den la estructura espacial adecuada al desarrollo socio-

económico.

2. Política Habitacional que incluye construcción, conservación y mejoramiento del stock de vivienda.

3. Política de Equipamiento.

4. Política de Infraestructura Urbana.

Lo anterior se traduce en planes y programas nacionales, regionales y locales que originan proyectos y que deben ser ejecutados a través de las Corporaciones que conforman MINVU: Corvi, Corhabit, Cormu y Cou.

(...) La labor desarrollada por CORMU desde su creación ha sido fundamentalmente de Remodelación Urbana dirigida a satisfacer la demanda de estratos socio-económicos de nivel medio y alto. (Remodelación San Borja) y a la creación de sociedades mixtas destinadas a realizar proyectos de equipamiento.

Actualmente toda la acción de CORMU a través de sus líneas de Remodelación, Rehabilitación, Densifi cación, etc., está orientada a satisfacer la demanda de los sectores socio-económicos más postergados.

Como programa de emergencia, CORMU ha debido solucionar fundamentalmente durante el año 1971 el problema habitacional de esos sectores, cuya urgencia se ha manifestado a través de las “tomas” masivas de terrenos originando las soluciones habitacionales denominadas “Campamentos”.

En los próximos años esta labor seguirá abordándose parcialmente por CORMU, dando prioridad a aquellos proyectos que refuercen el objetivo para el cual fue creada, cual es el mejoramiento urbano.Estos proyectos deben tender a crear una Estructura Urbana a través de elementos básicos como valorización de lugares de encuentro, creación de barrios con programas de densifi cación, integración de estratos socio-económicos y jerarquización de vías de circulación.Raposo, 2001b, p. 135 agrega que

CORMU ha de ampliar y profundizar su acción para lo cual se modifi ca su organigrama incorporando un Departamento de Planifi cación y un Departamento de Ejecución, creándose además Delegaciones Regionales en Arica, Antofagasta, Concepción y Punta Arenas. De otra parte, ha de reorientar su labor abriendo nuevas líneas de renovación urbana mediante la formación de Sociedades Mixtas con municipalidades y convenios con instituciones (Ejército, Fuerza Aérea, INDAP, ETC y otras). Se trata de revertir las tendencias de localización periférica y segregación espacial de la vivienda social y reposicionar el espacio de reproducción de los sectores populares en las áreas pericentrales e intermedias de la ciudad, proveyendo al propio tiempo, en el conjunto

El rol de la CORMU en el gobierno de la Unidad Popular

Page 135: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

141

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

del ámbito urbano, equipamientos tales como restoranes populares, lavanderías, centros sociales, jardines infantiles, dotaciones de lugares de esparcimiento masivo popular y de núcleos de abastecimiento populares (supermercados en convenio con la DINAC). Ejemplos habitacionales de CORMU en Santiago fueron: los Conjuntos habitacionales “Compañero Ministro Carlos Cortes” en la comuna de Las Condes y “Alcides Leal” en la comuna de La Reina, la Remodelación Mapocho - Bulnes en la comuna de Santiago, la Remodelación Polígono de Tiro en la comuna de Recoleta (ex - Conchalí) y otras. Paralelamente se prosiguió con el desarrollo de las Sociedades Mixtas con municipalidades y otras entidades.

Otra medida fue la supresión de los programas de autoconstrucción del gobierno anterior. MINVU, 197111 señala que

la autoconstrucción implica una discrimi-nación en contra de los sectores de más bajos ingresos, por cuanto la vivienda producida por este sistema es de inferior calidad y de mayor costo que la vivienda producida por una empresa especializada; y el sistema, además, implica una mayor explotación de los trabajadores, al crearles una doble ocupación. Desde el punto de vista económico, el sistema de autoconstrucción no provoca ningún impacto sobre la cesantía, al no generar nuevas fuentes de empleo y la actividad se desarrolla a niveles muy bajos de productividad.

Al respecto, el gobierno de Allende le otorgó al sector construcción un rol protagónico en la reactivación económica y la absorción del desempleo.

Palma y Sanfuentes indican que

el sector vivienda, era considerado como uno de los que disponía de una mayor capacidad ociosa para elevar la producción. Además cumplía con el requisito de emplear grandes contingentes de mano de obra, especialmente obrera, lo que permitía reducir la desocupación y, por ende, redistribuir el ingreso (Palma y Sanfuentes, 1979, p. 44).

La formulación de los planes habitacionales de la Unidad Popular estuvieron fuertemente infl uenciados por los procesos de tomas de terreno que se habían agudizado en la segunda mitad del año 1970 (Ver Recuadro 9).

Fadda y Ducci12 dan cuenta que hasta 1968 las ocupaciones ilegales fueron menos de 10 por año, mientras que en 1970 esta cifra aumentó a más de 220. Espinoza (1998) señala que las

tomas de terreno fueron la forma predominante de acceso a la vivienda durante este período. Palma y Sanfuentes agregan que estas “tomas” eran de sitios eriazos, pero también de soluciones habitacionales semi-terminadas y aún de conjuntos habitacionales.

El MINVU13 explicaba que

Se presentó el hecho de la ocupación masiva de viviendas en forma ilegal, lo que enervó la atención racional de los compromisos adquiridos a favor de postulantes que cumplieron con la totalidad de los requisitos exigidos, compromisos éstos que hubieron de ser diferidos a futuro y, que aun, obligaron a distraer gran parte de la actividad de la institución en su regulación.

La respuesta gubernamental a las tomas de terreno fue en dos direcciones. Por una parte se formuló el Plan de Emergencia 70 - 71, que entre sus objetivos tuvo la atención preferentemente a estos sectores por parte de la CORVI. El Plan se planteó la meta de iniciar 83.000 viviendas y la dotar de servicios de infraestructura sanitaria a 124.000 sitios (Raposo, 2001b).

En segundo lugar, en 1971, cuando las tomas de terreno continuaron, el Presidente Allende envió un Mensaje al Congreso, en el que proponía una ley que reprimiera las ocupaciones ilegales de inmuebles

“es bien sabido que los problemas sociales no se resuelven con el fácil recurso de la represión” y “...la experiencia ha demostrado que no siempre esas ocupaciones pueden atribuirse a una exasperación frente a la necesidad, que lleva a sus autores incluso a tomar casas ya destinadas a otros trabajadores. Con frecuencia, tales ocupaciones aparecen alentadas u organizadas por personas inescrupulosas,

11 MINVU, 1971 op.cit. en Haramoto, 1983, p.10212 Fadda y Ducci, 1993, en Rojas, 1999.13 MINVU, 1972 op.cit. citado en Palma y Sanfuentes, 1979, p. 45.

Page 136: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

142

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

interesadas en traer difi cultades a la política habitacional y social del gobierno y aún por elementos movidos por ánimo de enriquecimiento, verdaderos especuladores con la miseria ajena. La mayor parte de las difi cultades duraderas son creadas, precisamente por dichos individuos, cuando actúan como promotores o cabecillas de las usurpaciones”14.

En un memorando de fecha 25 de marzo de 1971 dirigida al Sr. Arsenio Alcalde, en respuesta a las preocupaciones presentadas por la Cámara Chilena de la Construcción, el Presidente Allende señala

Con respecto a las ocupaciones ilegales de terrenos y obras en ejecución por parte de pobladores el gobierno asume su responsabilidad con respecto a normalización de la situación producida y la previsión de acontecimientos futuros15.

Este memorando constituyó una de las respuestas del gobierno a la preocupación expresada por la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC), en representación del sector privado, que demandaba una defi nición ofi cial frente al sector.

Entre otras cosas, el Presidente Allende señaló en este comunicado

Respecto del rol de la empresa privada, manifi esta el gobierno su compromiso con la realización de un Programa Básico de construcciones habitacionales públicas. Reafi rma su propósito de generar un área estatal de la construcción, garantizando al propio tiempo la existencia de un sector de Empresas Constructoras privadas a las cuales se le reconoce un rol en la ejecución de los programas de vivienda y una participación de acuerdo a sus capacidades técnicas y posibilidades de movilización de ahorros y fi nanciamientos (...).

Respecto a las relaciones laborales en el Sector (...) se espera establecer un sistema unifi cado nacional o convenios provinciales orientados a establecer contratos de trabajo que permitan dar estabilidad a las acuerdos. Para efectos de las concertaciones colec-tivas se plantea también un sistema de

contratos tripartitos con la concurrencia de la CUT (Confederación Única de Trabajadores), Gobierno y empresarios. Plantea también el gobierno su disposición a perfeccionar la aplicabilidad al sector construcción, de las leyes relativas a la inamovilidad laboral y la conveniencia de constituir un fondo de desempleo que permita entregarles un ingreso estable a las trabajadores de la construcción cubriendo los períodos intermedios entre inicio y término de obras16.

Alfonso Raposo da cuenta que luego que el gobierno planteara su Plan de Emergencia, la respuesta de la CCHC fue la propuesta de lineamientos generales de un Plan Habitacional para el período 1971-1981, que no tuvo acogida gubernamental.

Junto con combatir el défi cit habitacional, el Plan planteado por la Unidad Popular se propuso también un “aumento de la producción (‘‘la batalla de la producción”) y (..) un programa de acciones de corto plazo orientando a la reactivación económica, en especial del sector industrial” (Raposo, 2001b, p. 136). El diagnóstico del Plan consideró lo siguiente:

- Los défi cit cuantiosos ya señalados.

- Cesantía altísima entre la masa obrera de construcción (sólo en Santiago más de 30.000 cesantes).

- Producción de materiales anárquica, con enormes existencias en algunas industrias y sub-utilización generalizada de la capacidad instalada.

- Paralización del sector industrial de prefabricación de viviendas.

- Paralización del medio profesional.

- Desconfi anza del sector empresarial, ligado a la construcción, hacia el Gobierno.

- Enorme presión de las masas en torno a la obtención de viviendas, canalizada a través de cuerpos organizados (campa-mentos, comandos de pobladores, etc.) y con gestiones de hecho consumado, tales como tomas de terreno, edifi cios, construcciones, etc. (CORVI, 1972, p. 43).

14 Mensaje del ejecutivo con el que se inició un proyecto de ley que sanciona las ocupaciones ilegales de inmuebles, sesión 34 del 8 de febrero de 1971, pp. 2003-2004 en Palma y Santuentes, 1979, p. 45.

15 Memorando del Presidente Salvador Allende de fecha 25 de marzo de 1971 dirigida al Sr. Arsenio Alcalde, citado en Raposo, 2001b, p. 138.

16 Allende, 1971, op. cit. citado en Raposo, 2001b, p. 136.

Page 137: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

143

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Desde esta perspectiva, Raposo señala que la propuesta de la CCHC fue considerada por el Gobierno de “carácter sectorialista centrada en consideraciones circunscritas al défi cit habitacional”, y que no tomó en consideración “materias tales como: la desocupación, la subutilización de la capacidad instalada, la regionalización de las inversiones, las relaciones con la fuerza de trabajo y otros aspectos” (Raposo, 2001b, p. 136).

La producción habitacional de este período es objeto de especial controversia. Si bien no se alcanzaron las metas planteadas, según el Segundo Mensaje del Presidente Allende ante el Congreso Pleno, en 1971 sólo el sector público inició 73.000 viviendas. Según CORVI, el sector privado inició ese mismo año cerca de 7 mil viviendas. (CORVI, 1972).

El Departamento de Economía de la Universidad de Chile, basado en informes de la Cámara Chilena de la Construcción, consigna la

cantidad de 61.000 viviendas iniciadas ese mismo año. Arellano (1976) estima en 76.000 las viviendas iniciadas en 1971, según boletines de edifi cación del INE.

Olga Mercado (1977), utilizando como fuentes a MINVU, INE y al Colegio de Arquitectos sitúa la cifra en 66.027 viviendas construidas17. Esta autora, en su documento “El problema habitacional en Chile, Evolución a partir del año 1952”, ofrece un panorama de lo construido entre 1952 y 1976. En el Gráfi co 14 a continuación ofrecemos una reproducción de estos datos, que en sus grandes tendencias coincide con el gráfi co CORVI en el decenio 60-70, publicado por CORVI en la revista AUCA 23 de 1972.

De todas formas se hace notar que independientemente de la cifra exacta, el nivel de producción habitacional alcanzado el año 1971, no fue repetido en el país, hasta la década de 1990, con los gobiernos de la Concertación.

Fuente: Mercado, 1977. Cuadro N° 12, p. 49 y Cuadro N° 13, p. 50.Nota: Hasta 1959 el dato no distingue las viviendas construidas por el sector público o privado, así que la cifra corresponde al total de viviendas.

Gráfi co 14Viviendas construidas anualmente. Años 1952 - 1976

17 El tema no es menor, se hace notar que las otras cifras corresponden a “viviendas iniciadas”, mientras que el dato ofrecido por Mercado se refi ere a viviendas “construidas”. Suponemos que esta cifra se acerca más a las viviendas terminadas.

Page 138: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

144

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

18 MINVU (1972), Política habitacional del gobierno popular..., citado por Haramoto, 1983, p. 106.19 Encuentro y Exposición Internacional de la Vivienda realizada en Santiago de Chile en septiembre de 1972.20 Informe del 25 de septiembre de 1972, citado en Raposo, 2001b, p. 138.21 21 Jornada de Labor CORVI 1972, en Raposo, 2001b, p. 138.

En su momento las instituciones involucradas realizaron su propio “mea culpa” por no alcanzar las metas propuestas. Es así que según MINVU, 197218 algunas razones por las cuales no se alcanzaron las metas planteadas en 1971 fueron, “el retardo de la puesta en marcha de los programas”; licitaciones en donde se presentaban “escaso número de empresas con ofertas con un costo muy superior a los determinados en el presupuesto ofi cial (...), lo que obligaba a rechazarlas para recomenzar el proceso posteriormente”.

En opinión de Eduardo Rojas al declarar la vivienda como un derecho, el Gobierno de la Unidad Popular amplió la responsabilidad gubernamental y en consecuencia,

durante los primeros años de la década del setenta se realizaron esfuerzos signifi cativos para entregar viviendas a través de proyectos públicos. Este esfuerzo copó la capacidad institucional y fi nanciera del gobierno y puso a prueba la capacidad de la industria de la construcción (Rojas, 1999).

En esta línea argumental, en la VIEXPO19 de 1972 se señaló que

no es posible mantener o aumentar el ritmo de construcción de viviendas del Plan 1971 sin distorsionar la economía o debilitar otros sectores de la producción. La experiencia ha demostrado que en alrededor de 60.000 viviendas anuales se produce el “techo” o tope de la capacidad instalada actual de producción de materiales (VIEXPO en Haramoto, 1983, p. 106).

Los problemas encontrados fueron tanto de orden institucional como de mercado. Respecto de la Institucionalidad del período, Raposo (2001b, p. 134) señala que

Para su accionar, el gobierno de la Unidad Popular, no obstante considerar crítica-mente el aparato institucional heredado, opera básicamente con las mismas entidades administrativas creadas durante el gobierno anterior. Estas instituciones, MINVU y las cuatro corporaciones: CORMU,COU, CORHABIT y CORVI, habrán, sin embargo, de reorientar substantivamente su labor, llegándose a incorporar en ellos Departamentos de Ejecución Directa (Mensa-jes presidenciales 1971 a 1973).

En una autoevalación de la situación realizada por el departamento de Ejecución de la CORVI20

se destacó

el severo desequilibrio que representa la carga de trabajo entregada con respecto al tamaño y estructura de la organización, lo que impide lograr un manejo administrativo racional. Se hace ver también la inadecuación del manejo fi nanciero con respecto a los presupuestos de obras y las posibilidades de programación y control. Se señala, además, falta de organización necesaria para desarrollar una política de adquisición de insumos y equipos que permita una programación efi ciente de entregas, de manejo de cuantías y especifi caciones de los stocks. Al mismo tiempo se observan discrepancias salariales con el tarifado del Convenio Nacional de la Construcción. A esto se añade la percepción de severas limitaciones y debilidades de la organización interna, expresadas en el desdibujamiento de la jerarquización y unidad del mando.

En mayo de 1972, en el contexto de unas jornadas de evaluación interna de la CORVI, la CCHC21

presentó un cuadro de observaciones en que se hace ver las preocupaciones de las empresas constructoras con respecto al desarrollo de los programas públicos habitacionales. Señalan las debilidades de la productividad laboral, la indefi nición de programaciones de mediano y largo plazo que permita a las empresas constructoras privadas e industrias de materiales de construcción saber a que atenerse.Manifi estan también sus preocupaciones por el desabastecimiento de algunos mate-riales y su disconformidad con algunas de las modalidades de contratación para la ejecución de obras.

En opinión de Hidalgo (2000)

el término brusco del mandato de la Unidad Popular, que daría paso a la dictadura militar, no permite establecer mayores proyecciones de estos años de la política habitacional; sólo se puede apuntar que se planteó un ambicioso programa de construcción de viviendas que no correspondía a la capacidad real de la industria de la construcción en Chile.

Page 139: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

145

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Figuerola y Lavados (1983: 165) opinan que el défi cit habitacional que caracterizaba al país por estos años no es posible adjudicarlo a las políticas aplicadas. Gran parte del défi cit

se originó en la escasez de recursos para dedicar a la construcción habitacional y en el fuerte incremento de las necesidades de viviendas urbanas, generada por la emigración campo-ciudad y la incorporación a la actividad económica nacional urbana de un gran sector poblacional, que antes estaba marginado de él. Las políticas habitacionales de los diferentes gobiernos estuvieron bien orientadas, en el sentido de estar dirigidas hacia los sectores más necesitados del país a quienes no se les regalaron completamente las viviendas, sino que se les entregó tratando de fomentar los esfuerzos de ahorro y de responsabilidad familiar.

Si bien los programas habitacionales tuvieron aciertos, existieron muchas difi cultades que estos programas no fueron capaces de solucionar, y muchas defi ciencias tanto en su formulación como es su aplicación, que generaron problemas adicionales.

Lo primero que llama la atención al analizar las políticas aplicadas fue la falta de consistencia entre las metas planteadas y los recursos disponibles. En su gran mayoría, los programas propuestos necesitaban para su ejecución una cantidad de recursos que no estaban disponibles. (...) El interés por tratar de cumplir metas cuantitativas, a pesar que los recursos no resultaban sufi cientes, obligaba a saltarse prioridades formuladas en el plan. Como resultado de esta inconsistencia, se llegó a utilizar los recursos estatales para entregar soluciones habitacionales muy diferentes a pobladores con características familiares, de ahorro e ingresos muy similares. (...) Esta misma falta de concordancia entre los programas y las políticas aplicadas impidió un mejor aprovechamiento de los recursos destinados al sector, en el sentido de formular pautas generales de construcción habitacional, que tomaran en consideración las necesidades insatisfechas que dan origen al défi cit habitacional. Es así como los estándares habitacionales del país no se habían adecuado a esta realidad. Por ejemplo, entre 1960 y 1973 la superfi cie promedio de las viviendas entregadas por el sector público supera los 50 m2. (Figuerola y Lavados, 1983: 165-166).

En opinión de Figuerola y Lavados, si bien Allende focalizó bien la inversión, concentrándose en los sectores de menores recursos

los problemas económicos globales por las que atravesaba el país, impidieron que se concretara un verdadero mejoramiento de las condiciones habitacionales de dichos sectores (Figuerola y Lavados, 1983: 164-165).

Los programas reseñados en este período son dos:

El Plan de Emergencia de 1971, ya comen-tado, que se describe en el apartado 5.4 y cuyas imágenes se muestran en el acápite 5.6e. Al respecto se destacan los nuevos prototipos arquitectónicos, tales como los colectivos 1040 y 1050. Así mismo, se da cuenta de la labor implementada en la planta KPD.

El segundo programa corresponde al Pro-grama Habitacional 1972-1973, que, además de construcción de vivienda social, contemplaba remodelación y rehabilitación urbana, equipa-miento social, relleno urbano y mejoramiento de poblaciones. Este programa se describe en el apartado 5.5. El acápite 5.6f muestra dos ejem-plos de este programa, la Población Santa Anita de Lo Prado y la Población Pozos Areneros de San Miguel.

Page 140: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ficha Técnica de los Programas

Page 141: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

1964 - 1973

Ficha Técnica

de los Programas

Los programas del períodode participación popular

Page 142: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

148

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

5.1 Programa Plan de Ahorro Popular. (PAP)

Año Inicio 1967 DS N° 553 (26.09.67).

Gobiernos Eduardo Frei M.

Usuarios Cubría las necesidades grupos de bajos ingresos.Los cinco planes básicos del Plan de Ahorro Popular dicen relación con las nece-sidades habitacionales y la capacidad económica de distintos grupos de bajos in-gresos, es decir, de familias que perciben menos de US$ 100 al mes.

PAP 1 = 0-1/2/2/ Sueldos Vitales.PAP 2 = 1/2/2/ -1 Sueldos Vitales.PAP 3 = 1-2 Sueldos Vitales.PAP 4 = 1-2 Sueldos Vitales.PAP 5 = 2-3 Sueldos Vitales.

Producto Las opciones presentadas recorren toda la gama desde el Plan 1 que ofrece un terre-no semi-urbanizado con una mediagua de madera al Plan 5 que ofrece un departa-mento urbano. (Ibid. P. 184)

PAP 1 = Operación Sitio (Línea 1).* Demarcación de predios de 170 m2 aprox.- Emparejamiento de sitios.- Estacado de sitios y cierros con malla de alambre en todos los fondos y uno lateral por cada sitio.

* Vialidad:- Apertura, trazados de calles.- Raya ripiado de aceras y calzadas, colocación de soleras.

* Servicios Básicos:- Red de electricidad general y alumbrado público, sin empalme domiciliario.- Red de agua potable y pilones cada 100 metros aprox.- Pozo negro ejecutado por los pobladores, con letrinas administradas por el S.N.S, mediante convenio entre pobladores y éste.

PAP 2 = Sitio urbanizado (Línea 2).* Demarcación de predios de 170 m2 aprox.- Emparejamiento de sitios.- Estacado de sitios y cierros con malla de alambre en todos los fondos y uno lateral por cada sitio.

* Vialidad:- Apertura, trazados de calles.- Raya ripiado de aceras y calzadas, colocación de soleras.

* Servicios Básicos:- Red de electricidad general y alumbrado público, sin empalme domiciliario.- Red de agua potable. No se consultan pilones ni arranque ni medidores.- Red general de alcantarillados y aguas lluvias con uniones domiciliarias.

PAP 3 = Sitio urbanizado + vivienda básica 20 m2 (Línea 3).- Línea 2- Empalme de agua potable, luz eléctrica y conexión a la unión de alcantarillado.- Vivienda de 20 m2 aprox. (sala dormitorio, baño, cocina con instalaciones completas y artefactos sanitarios).

Page 143: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

149

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

PAP 4 = Sitio urbanizado + vivienda 42 m2 (Línea 4). - Línea 2- Empalme de agua potable, luz eléctrica y conexión a la unión de alcantarillado.- Vivienda de 42 m2 aprox. (dos dormitorios, sala de estar, baño y cocina con insta-laciones completas y artefactos sanitarios).

PAP 5 = Departamento de 36 m2 (Línea 5).- Línea 4- Vivienda aproximada de 45 m2 en edifi cio colectivo.

Financiamiento El Programa de Ahorro Popular buscaba estimular el ahorro de las familias de bajos ingresos que desean una vivienda mejor. En efecto, el plan presentaba una em-presa conjunta del Estado y la familia por la cual los ahorros para vivienda de ésta última recibían un efecto multiplicador a través de un sistema de préstamos fi scales. (Fuente: Frankenhoff 1970, p.184).

Habían alternativas de préstamo para: etapas, ampliaciones, completar urbani-zación, edifi car y ampliar hasta 42 m2.

El Reglamento del Plan (acuerdo N° 09 del 20.06.1969 de CORHABIT) establece las condiciones para cada situación:

* PAP 1.- Ahorro inicial: 20 cuotas de ahorro.- Mensual: 4 cuotas de ahorro durante 12 meses.

* PAP 1 Segunda Etapa.- Mensual : 5 cuotas de ahorro, durante 15 meses.- Se obtiene : Derecho a préstamo de 880 cuotas de ahorro, más su ahorro.

* PAP 2.- Ahorro inicial : 20 cuotas de ahorro.- Mensual: 4 cuotas de ahorro durante 12 meses.- Se obtiene : Derecho a préstamo de 839 cuotas de ahorro, más su ahorro.

* PAP 3.- Ahorro inicial : 110 cuotas de ahorro.- Mensual: 9 cuotas de ahorro durante 24 meses.- Se obtiene : Derecho a préstamo de 2.017 cuotas de ahorro, más su ahorro.

* PAP 4.- Ahorro inicial : 142 cuotas de ahorro.- Mensual:12 cuotas de ahorro durante 24 meses.- Se obtiene : Derecho a préstamo de 2.683 cuotas de ahorro, más su ahorro.

* PAP 5.- Ahorro inicial : 170 cuotas de ahorro.- Mensual:15 cuotas de ahorro durante 24 meses.- Se obtiene : Derecho a préstamo de 3.980 cuotas de ahorro, más su ahorro.

Page 144: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

150

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Requisitos * Ahorro previo (en cuotas de ahorro).* Depósito mensual según tipo de PAP.* Préstamo: El logro de los requisitos anteriores, daba derecho a un préstamo en CA

que sumado al ahorro previo y los depósitos cubría el pago del terreno semiurba-nizado.

* Dividendo mensual: Aproximadamente de 5 CA mensuales (hasta el 20% del ingreso familiar).

* Plazo: 14 años, con un interés del 0,5%.

Fuente: “Vivienda Social. Refl exiones y Experiencias”. Joan Mac-Donald.Cuadro N° 4. Síntesis Comparativa Sistemas de Provisión, pág. 143 / 317.Chile, Dirección de Planifi cación del Desarrollo Urbano. Concepción, Estudios Pre-Inversional de Vivienda y Desarrollo Urbano. Primera Etapa. Anexos.

5.2 Programa Operación Sitio.

Año Inicio 1965

Gobiernos Eduardo Frei M.

Usuarios Sectores de extrema pobreza y damnifi cados por los temporales del invierno de 1965 en la Zona del Gran Santiago.

Producto Primera Etapa:* Lotes urbanos unifamiliares de 160 m2, dotados con urbanización mínima; letrina en base a pozos negros, 1 vivienda (mediagua) de 20 m2 sin revestimiento interior, ni piso, techo de fonolita sin cielo y equipamiento comunitario.

El primer plan proporcionaba en su etapa inicial predios unifamiliares de 160 m2 de superfi cie, con cierros de malla de alambre, en conjuntos que cuentan con calles ripiadas y soleras, redes de agua potable con pilones (1 por manzana) y redes eléctricas de distribución y alumbrado. En casos califi cados por el Servicio Social se proporcionaba una “mediagua”, vivienda provisional de madera de 20 m2, una alta proporción de pobladores poseían su propia “mediagua” o “mejora”, que podían transportar hasta el sitio asignado. Si no la tenían, por lo general la adquirían en la Fundación de Viviendas Hogar de Cristo, entidad privada de benefi cencia que las producía a escala industrial y las vendían sin utilidades (Fuente: Labadía, 1973 p. 24).

En esta primera etapa no existían instalaciones de alcantarillado. Por ello los servicios higiénicos se reducían a una letrina cuyo pozo debía abrir el interesado y cuya estructura complementaria podía obtenerse con facilidades de pago en el Servicio Nacional de Salud (Ibid).

Como equipamiento comunitario, el programa comprendía escuelas provisionales o defi nitivas, centros comunitarios y locales comerciales. Cada proyecto consultaba los trazados defi nitivos de las avenidas, calles y pasajes así como las áreas libres y las reservas para el equipamiento comunitario total y para otros usos del suelo, de acuerdo a los planos seccionales reguladores establecidos (Ibid).

Los predios en que se desarrollaban los proyectos debían estar bien ubicados respecto al resto de la ciudad y adecuadamente conectados a ella.

Page 145: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

151

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Segunda Etapa:* Se complementaba la urbanización: se instalaban los arranques y medidores de electricidad y de agua, se construía la red de alcantarillado y las uniones domiciliarias y se completaba el pavimento de aceras y calzadas. (Fuente: Ibid, p. 24).

El Programa “Operación Sitio” se planteó secundado por la concurrencia de otros tres programas complementarios:

* Programa de Autoconstrucción.

* Programa de Equipamiento Comunitario

* Plan de Ahorro Popular (PAP).

La tuición, tanto de los aspectos como organizacionales de las acciones emprendidas estaba a cargo de la Corporación de Servicios Habitacionales:

*CORVI, dotaba el Equipamiento Básico.

*CORHABIT, proveyendo Equipamiento de nivel vecinal en poblaciones y barrios ya consolidados y estableciendo también equipamientos mayores de alcance comunal que quedaban bajo la tuición de instituciones o municipio.

Financiamiento El Estado a través de CORVI, adquiría los predios, elaboraba los proyectos de loteos y encargaban las obras por licitación. La Corporación de Servicios Habitacionales (CORHABIT) estaba a cargo de la asignación de los lotes y la administración de los créditos de acuerdo a las directrices del Plan de Ahorro Popular (PAP). (Fuente: “Vivienda Social. Refl exiones y Experiencia”. Joan Mc Donald, p. 273-274).

Requisitos Plan 1 En cuanto al sistema de postulación para la Operación Sitio, el postulante debía tener en el momento de la inscripción al menos 20 “cuotas de ahorro” (aproximadamente US$ 20 en esa época) en su Libreta del Banco del Estado.Hecha la inscripción, el interesado debía depositar 4 cuotas mensuales durante un año, al cabo del cual habría reunido en su cuenta 68 cuotas y obtenido con esto el derecho a recibir un sitio semi-urbanizado.Una vez instalado en él, debía seguir depositando 5 cuotas al mes durante 15 meses, con lo cual su ahorro previo llegaba a 143 cuotas que le daban derecho a un préstamo de 787 cuotas de ahorro.

Resumen Requisitos Plan 1:

* Ahorro previo 68 CA (cuotas de ahorro).* Depósito mensual 5 CA por 15 meses = 75 CA.* Préstamo: El logro de los requisitos anteriores, daba derecho a un préstamo de

787 CA, que sumado al ahorro previo y los depósitos, cubría el pago del terreno semiurbanizado igual 930 CA.

* Dividendo mensual: 5 CA mensuales (hasta el 20% del ingreso familiar).* Plazo: 14 años, con un interés del 0,5%.

Plan 2

Exige 50 cuotas como ahorro inicial y un plazo de espera un poco mayor para la obtención del crédito necesario para la adquisición de un predio totalmente urbanizado (Labadía, p. 23).

Aun cuando en el plazo establecido para la deuda se pagaba el costo normal del terreno y de las obras complementarias, había otros gastos e inversiones agregados cuyo monto era absorbido por el Estado.

Page 146: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

152

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Además, existía un mecanismo de bonifi cación que se aplicaba para que el dividendo no sobrepasase el 20% de los ingresos familiares mensuales (Ibid, p. 27).

Observaciones Aspectos positivos:Existió un amplio consenso que para la solución habitacional de los sectores de extrema pobreza, esta podía ir progresando por etapas y no por partir ya en forma acabada. Si se busca el ideal de partida, se limita el número de soluciones y se impide el aporte de la comunidad organizada en la incorporación paulatina de nuevos servicios. (Fuente: Puga, 1978, p. 65)

Aspectos negativos:Consumió rápidamente importantes áreas de la periferia rural en las más importantes ciudades metropolitanas del país. (Fuente: Ibid).Baja densidad (120 a 150 hab/Há) y bajo rendimiento del suelo urbano, frentes excesivos y altos porcentajes de calles, pasajes y áreas libres. (Fuente: Ibid, p. 2).

Fuente: “Políticas de vivienda social. Experiencia chilena de las últimas décadas”. Edwin Haramoto, pág. 96-97.Doc. Trabajo Nº 17. Política de Vivienda Sectores de Menores Ingresos”. Edwin Haramoto, Sep. ‘79.“Espacio Urbano e Ideología”. Alfonso Raposo M., pág. 130,131 y 132.

5.3 Programa Operación 20.000/70 o Auto fabricación.

Año Inicio 1970.

Gobiernos Eduardo Frei M.

Usuarios Sectores de menores ingresos.

Producto Primera Etapa:* Vivienda básica 36 m2 por autoconstrucción en paneles, sin división interior ni revestimiento, ni instalaciones.

Segunda Etapa:* Terminar completamente la vivienda.

Tercera Etapa:* Ampliación de 18 m2 completando 54 m2 en total.El Programa se denominó Operación 20.000/70 queriendo con ello señalar un plan nacional extraordinario de 20.000 viviendas que serían iniciadas en 1970 en 14 ciudades a lo largo del país, entre ellas, Santiago, que absorbería 13.450 unidades. (Ibid).

El sistema consistía en la auto fabricación de viviendas mediante la instalación de fábricas en las poblaciones, cuyo grado de concentración lo justifi cara y que per-mitiera a la comunidad organizada auto fabricar los elementos necesarios para la autoconstrucción de sus viviendas y que posteriormente pasaría a propiedad del grupo bajo el compromiso de que éste seguiría produciendo elementos y partes para otros auto constructores, constituyéndose así en fuentes de trabajo perma-nente y rebajar aún más el costo fi nal del producto.

Se obtenía una vivienda defi nitiva de 36 m2.

Page 147: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

153

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Financiamiento * Ahorro sistemático (sistema de ahorro y préstamos Estatales).* Trabajo personal de 3 horas diarias (21 hrs. semanales).* Asistencia técnica social y administrativa.

Requisitos Inscripción, para asignación del terreno: * Ahorro previo mínimo 68 CA.

Primera Etapa: Autoconstrucción de Vivienda Básica de 36 m2.* Inscripción: 17 CA.* Préstamo de la Corporación, cancelable a largo plazo en unidades reajustables y con un interés nominal mínimo.* Ahorro Básico: 3 meses.

Segunda Etapa: Terminar completamente la vivienda. * Préstamo que consolidado al de etapa anterior se cancela a largo plazo en forma similar.

A este Plan el poblador se adhiere con un Ahorro Previo, mínimo de 68 cuotas de ahorro exigidas para la asignación del terreno del cual es asignatario. Se integra a la primera etapa del Plan, destinada a la auto fabricación y auto construcción de una vivienda básica de 36 m2 de superfi cie mediante el depósito del ahorro de inscripción variable según provincia (en Santiago es de 17 C.A.). Mientras completa el ahorro básico en un plazo de 3 meses, recibe de la Corporación un préstamo que luego cancelará a largo plazo en unidades reajustables y con un interés nominal mínimo. Para la segunda etapa, el auto constructor que haya cumplido satisfactoriamente con la primera etapa entra a terminar completamente su vivienda, por lo cual deberá nuevamente completar un ahorro básico correspondiente a esta etapa.En condiciones análogas a las de la primera etapa, recibe un préstamo que, con-solidado al de la etapa anterior, cancela a largo plazo en forma similar a la descrita anteriormente.(Fuente: COHABIT / CPC 1970, s/f).

Observaciones Se ha podido comprobar que la inquietud social despertada en los pobladores por el desafío que signifi ca la puesta en marcha de una organización comunitaria... para poder resolver la diversidad de problemas que plantea un programa de autocons-trucción... se fue enfriando en la medida que el objetivo inmediato, la vivienda, se va alcanzando.

Fuente: CORHABIT / CPC 1970, S/F.Fuente: “Políticas de vivienda social. Experiencia chilena de las últimas décadas”. Haramoto, Edwin.En “Vivienda social. Refl exiones y experiencias”. Corp. de Prom. Universidad de Santiago, 1983, p. 75-151. Mac Donald, Joan.

Page 148: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

154

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

5.4 Programa Plan de Emergencia 1971.

Año Inicio 1971.

Gobiernos Salvador Allende G.

Usuarios Atención preferente y masiva al poblador agrupado socialmente en los llamados Campamentos, y que representan el sector de la población más postergada en esta materia.

Producto * Sitios urbanizados.* Mediaguas.* Viviendas de distintas tipologías: 36, 38 y 50 m2. ( 227, 197, 132, 136, 61-N, C.O. Esp. C-36 y C-54)* Departamentos (1010, 1020 y especiales).* Equipamiento Comunitario.* Unidades Sanitarias.

Se incorporaba a los pobladores a equipos de acción que analizaban, en conjunto a los funcionarios técnicos, el proceso de gestión de los proyectos; (solución urbanística habitacional y de equipamiento social, combinando las determinaciones de orden técnico-legal con sus demandas, sus aspiraciones, su particular visión de los problemas y, especialmente, la posibilidad real de integrarse a las operaciones de la construcción).

Financiamiento * Préstamo de la Corporación de Servicios Habitacionales, para la adquisición de sitios disponibles y de viviendas contratadas, en construcción o terminadas durante el año 1971.

* Se suprime la reajustabilidad de las deudas habitacionales (Ley 17.663) y no podrá ser mayor al 10% del ingreso del grupo familiar.

* Se establece un sistema de bonifi cación general a los dividendos.

Requisitos Por categorías:* Personas que formarán parte de operaciones de grupo, programadas o en

ejecución.* Postulantes del Plan de Ahorro Popular y damnifi cados del sismo.* Personas cuya postulación tenía el carácter de derecho adquirido.* Simples postulantes.

Sólo podían postular en alguna de las categorías señaladas precedentemente, las personas que reunían los siguientes requisitos:

* No ser dueño de ninguna vivienda y/o sitio el postulante, su cónyuge o conviviente, ni sus hijos menores, individual o colectivamente considerados.

* Formar un grupo familiar que necesariamente debía estar constituido, al menos, por el postulante y su cónyuge; o el postulante y su conviviente; o el postulante y tres familiares unidos a él por vínculos de consanguinidad.

* Poseer un ahorro mínimo de 20 cuotas de ahorro, cuando no se trate de postulantes inscritos en los Planes de Ahorro Popular.

* Cumplir las condiciones requeridas por el Plan de Ahorro Popular cuando se trate de postulantes de ese sistema.

Page 149: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

155

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Por Prelación:Cada postulante tenía un puntaje de acuerdo a las normas que se expresan a con-tinuación:

* Composición del núcleo familiar: Por el o la jefa de hogar, su cónyuge o conviviente, hijos, padres, abuelos y hermanos menores de edad: 10 puntos cada uno.Por otros miembros del grupo familiar que la Corporación juzgue acreedores a pun-taje: 5 puntos cada uno.Adicionalmente, por hijos menores de 15 años o miembros del grupo familiar ma-yores de 60 años: 5 puntos cada uno.Mujer jefe de hogar, sin conviviente, adicionalmente: 20 puntos.

* Emergencia habitacional o urgente necesidad social, aprobada por la Corporación de Servicios Habitacionales: 20 puntos.

* Nivel de ingresos:Para determinar este factor se consideraba toda entrega permanente que perciba el grupo familiar, cualquiera que sea su naturaleza o periodicidad. Este total se dividía por el número de miembros del grupo, obteniéndose de esta forma el índice de renta per cápita. Si dicho índice es inferior a Eº 150 mensuales: 20 puntos.

* Ahorro para la vivienda:Sobre mínimo de 20 cuotas de ahorro, por cada 10 cuotas hasta un máximo de 120 cuotas: 2 puntos.Si las cuotas fueron depositadas antes del 30 de junio de 1971: 5 puntos.Para postulantes del Plan de Ahorro Popular Nº 2 con ahorro completo al 31 de diciembre de 1970, que no pudieren ser atendidos: 20 puntos.

Asignación:Los Delegados Regionales asignaban los préstamos, que podían ser aplicados a la adquisición de inmuebles, aun antes de que pudieren ser materialmente ocupadas o habitadas.Producida la entrega material al asignatario, éste debía ocupar el inmueble en un plazo no superior a 15 días, bajo apercibimiento de dejarse sin efecto la asignación.

Observaciones * Privilegió la construcción en altura a aquella en extensión.

Fuente: “60 mil viviendas CORVI en el Centro de la Construcción”. Hiran Quiroga Fuentealba.Decreto Nº 698 12.11.71 (Reglamento).

Page 150: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

156

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

5.5 Programa Habitacional 1972.

Año Inicio 1972.

Gobiernos Salvador Allende G.

Usuarios Sectores poblaciones de menores ingresos (que no superen los 3,5 vitales).

Producto El Programa habitacional para 1972 planteó las siguientes líneas de acción, a través de las cuales se canalizarían las actividades del sector:

* Atención a las demandas del área de propiedad social:Consultó la producción de viviendas en dos grandes sublíneas: producción destinada a los núcleos urbanos y producción para satisfacer necesidades del sector rural.El objetivo principal de esta línea, aparte de la satisfacción de las necesidades de vivienda, era dar apoyo relevante a la estrategia de desarrollo, por lo cual se otorgaba trato preferencial al área social. Por tal razón los programas propendían a crear o reforzar la infraestructura habitacional de los centros o zonas industriales, agrícolas, mineras y de pesca.

La tendencia de la vivienda podría ser social o privada. Esta última era reglamentada de tal manera que se hacían limitaciones efectivas al dominio con el objeto de condicionarlo al hecho de que sólo sería propietario el trabajador realmente incorporado a la fuente de producción para la que se programaba dicha vivienda.

* Atención a la demanda de postulantes y grupos organizados: La línea estaba concebida para atender diversos canales de demanda de vivienda, exclusivamente en los sectores urbanos (campamentos), funcionarios de servicios fi scales inscritos al Rol Único Postulantes (RUP), sindicatos, grupos sociales organizados, imponentes de Cajas de Previsión, cooperativas de viviendas, impuestos CORVI de 5% sobre las utilidades, requerimientos consolidados del Plan de Ahorro Popular (PAP). Por lo tanto, los sectores benefi ciados por esta línea eran los de menores recursos y los de recursos medios.Desde el punto de vista del ingreso, esto signifi caba atender a los sectores que poseían un ingreso no superior a 3,5 vitales, aproximadamente.

* Remodelación Urbana:Se regía por el concepto de Mejoramiento Urbano. Abarcaba la construcción de viviendas y equipamiento de centros urbanos deteriorados.Respecto a la población misma, uno de los objetivos era lograr una mayor densifi cación en base a programas seccionales y globales.

* Rehabilitación Urbana:Tenía un propósito de desahogo de las funciones de la vivienda y una política de mejoramiento y conservación del stock habitacional. Benefi ciaba a los sectores socio-económicos de acuerdo a los grupos de afi nidad territorial que se determinaban. La tenencia de esta línea podía ser privada, colectiva, social o cooperativa.

* Equipamiento Social:Tenía como objetivo primordial la satisfacción de las necesidades sociales de los distintos agrupamientos territoriales. Se otorgaba el benefi cio de esta línea en forma preferente a los grupos de afi nidad territorial.La tenencia será solamente colectiva y/o social.

Page 151: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

157

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

* Relleno urbano:Esta línea procuraba la regularización de la tenencia de la vivienda y desarrollaba el relleno urbano, con lo cual se lograba aumentar el rendimiento del stock existente de viviendas y un mayor aprovechamiento de la infraestructura urbana.

* Mejoramiento de Poblaciones:Proporcionaba materiales y elementos para mejorar las condiciones habitacionales y urbanas a antiguas operaciones de emergencia y operaciones sitios. También se preocupaba de las áreas defi citarias en proceso de consolidación. Por lo tanto se benefi ciaban con esta línea los grupos de afi nidad territorial de los sectores más pobres.

* Emergencia:Tenía una fi sonomía muy distinta a las anteriores, pues correspondía a las periódicas situaciones de emergencia derivadas de las catástrofes sísmicas o climáticas que sufría el país, con especial daño en los sectores más pobres a quienes se les otorgaría una atención preferencial.

Nota:El Programa habitacional planteaba para 1972 la iniciación de 58.000 viviendas y el término de urbanización o urbanización completa para 36.000 sitios.

Financiamiento * CORVI absorbería aproximadamente un 50%.

* CORMU y SINAP un 12% cada uno.

* CORHABIT el 26 % restante.

Las condiciones de pago para los benefi ciados era en base a dividendos a los que se les suprimió la reajustabilidad de determinadas deudas habitacionales (ley 17.663).

Fuente: Vivienda social. Refl exiones y experiencias. Mac Donald, Joan, pág. 144 y 187 / 317.

Requisitos Sistema de asignación a base de puntajes sobre:* Cargas familiares.

* Condición socio-económica.

* Grado de emergencia.

Atención preferencial:* Junta de Vecinos, Sindicatos, Poblaciones Marginales y Campamentos (en tránsito).

Fuente: “Política Habitacional 1971-72 Chile”, MINVU, Santiago, 1972, pág. 75.“Política de vivienda social. Experiencia chilena de las tres últimas décadas”. Edwin Haramoto, pág. 144 / 317.

Page 152: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imágenes Arquitectónicas y urbanas

Page 153: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imágenes

1964 - 1973

Arquitectónicas y Urbanas

Los programas del períodode participación popular

Page 154: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

160

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 5.1Ejemplo conjunto Plan de Ahorro Popular Línea 5:Población Huechuraba, comuna de Conchalí, Santiago.256 departamentos en colectivo, con un promedio de 68 m2 cada uno, y 922 viviendas de un piso de 47,37 m2 de promedio. Se consideran también 9 locales comerciales y dos centros sociales. Fuente: CORVI, 1969

El Plan de Ahorro Popular contemplaba cinco líneas de acción según la capacidad de ahorro de las familias.

En sus líneas de acción 1 y 2 se entregaba a los pobladores un terreno con infraestructura sanitaria pública, sin empalmes domiciliarios. Su línea 3 consideraba el empalme y una vivienda de 20m2 a ser completada por las familias. Para estas tres líneas se implementó sistemas de viviendas prefabricadas y autoconstrucción.

En sus líneas 4 y 5 se entregaban un terreno urbanizado y viviendas de 45 m2 en promedio en extensión y en altura.

Fuera del PAP, la CORVI también desarrolló una sexta línea de acción, en donde construía viviendas para las Cajas de Previsión de 65 m2

en promedio.

La CORVI, diseñó diferentes prototipos de vivienda para ajustarse a las distintas situaciones a las que debía dar solución.

Algunas de viviendas en extensión más usadas eran: n-61, 132, 136, sm-196.

Entre los prototipos en altura, algunos de los más usados eran: Colectivo 1010, Colectivo 1020.

La CORVI utilizaba materiales económicos, y los diseños arquitectónicos estaban raciona-lizados para lograr un óptimo uso de los materiales.

Algunos materiales usados eran: Muros: Albañilería de bloques de hormigón;

albañilería de ladrillo reforzada.

Tabiques: Planchas de yeso forrada en cartón; Cubierta: Asbesto cemento; Puertas y Ventanas: Madera y metálicas.

Las Fotos 5.1 y 5.2 corresponden a ejemplos de la línea 5 del Plan de Ahorro popular, cuya tipología más frecuente fue la “Vivienda 1010”.

Foto 5.2Ejemplo PAP línea 5. Población Santa Olga, comuna de La Cisterna, Santiago.42 colectivos de departamentos con un total de 672 departamentos, 54 viviendas de un piso. Se han urbanizado, además, 1.402 sitios. Urbanísticamente, el proyecto consideró un total de 40.240 m2

construidos, en una superfi cie de 55 Ha. con una densidad media de 230 Hab/Ha.Fuente: CORVI, 1969

COMENTARIO ARQUITECTÓNICOY URBANO

5.6a | Plan de Ahorro Popular

Page 155: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

161

Imá

ge

ne

s

Figura 5.1Colectivo 1010: Elevación Frontal.Fuente: MINVU-CORVI, 1972

Dentro de las líneas de acción 5 de la CORVI, el prototipo 1010 fue un diseño de edifi cio colec-tivo ampliamente construido a lo largo de todo Chile, con algunas modifi caciones de acuerdo con las situaciones climáticas regionales.

La apremiante situación de atender en forma urgente a las numerosas familias damnifi cadas por los temporales de 1965 en la zona de San-tiago, fueron razón para optar por nuevas formas tecnológicas de construir. La utilización de pre-fabricados se presentó como una forma de dar respuesta efi ciente a las necesidades de construir con menores costos y en corto tiempo

CORVI desarrolló también tipologías de vivien-das como la 132, con una superfi cie de 42 m2

(Figuras 5.4 a 5.6 y Foto 5.3)

También los prototipos prefabricados A y B, con 40 y 50 m2 aprox. cada una, que se pusieron en práctica en algunos conjuntos de la Operación Sitio (Fotos 5.4 a 5.8 y Fig. 5.7)

Algunos de los nombres de los sistemas constructivos usados son:

Antares, Chapo, Délano, Prensomat, A. Al-calde, Mosso, Coprovex, Horplac 1100, Betonit, Pine Home, Cindec.

TIPOLOGÍAS ARQUITECTÓNICAS DEL PAP

5.6a | Plan de Ahorro Popular

Figura 5.2Figura 5.2Colectivo 1010: Elevación Lateral.Fuente: MINVU-CORVI, 1972

Figura 5.3Colectivo 1010: Planta.Fuente: MINVU-CORVI, 1972

Page 156: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

162

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

TIPOLOGÍAS ARQUITECTÓNICAS DE LA CORVI

Figura 5.6Planta Vivienda Tipo 132. 42 m2.Fuente: MINVU-CORVI, 1972

Foto 5.3Población San Jorge de San Bernardo, Región Metropolitana.Población construida usando tipología 132, año 68-69?

5.6a | Plan de Ahorro Popular

TIPOLOGÍA ARQUITECTOS

Figura 5.4Elevación Principal. Vivienda Tipo 132.Fuente: MINVU-CORVI, 1972

Figura 5.5Figura 5.5Elevación Lateral. Vivienda Tipo 132.Fuente: MINVU-CORVI, 1972

Durante el período 1966-1972 CORVI desa-rrolló variadas tipologías de viviendas, con profesionales dedicados a esta tarea de investi-

gación y diseño. La siguiente tabla muestra un resumen de los diseños realizados durante la época señalada y los nombres de los autores.

1010 Walterio González Sergio Moreno

1020 Jaime Perelman Orlando Sepúlveda

1011 Jaime Rodríguez

1021 José Vásquez

1040 Eduardo Navarro

1050 Norman Vásquez Hugo Hartard Ricardo Farrú Fernando Silva (Egres.)

C-36 Hugo Hartard Norman Vásquez Hernán Moreno Antonio Gonel (Egres.) Fernando Silva (Egres.)

SM-36 Hugo Hartard Norman Vásquez Sergio Bravo Antonio Gonel (Egres.) Fernando Silva (Egres.)

196 y 197 Marta Ibáñez Francisco Hurtado Norman Vásquez

227-SM Francisco Hurtado

132 Hernán Moreno José Vásquez

136 Hernán Moreno José Vásquez

61-N Ricardo Farrú

E-19 José VásquezEmergencia

E-21 Hernán Moreno PEmergencia Juan García (Egres.)

150 José Quintela Herve Pelletier Carlos Di Giorgis H (Egres.)

250 Antonio Gonel (Egres.)

Page 157: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

163

Imá

ge

ne

s

Figura 5.7Plantas tipo propuestas por CORVI para construcción con sistemas prefabricados.Tipo A= 37,80 m2

Tipo B= 50 m2

Fuente: AUCA, 1966

Foto 5.4Vivienda terminada con sistema CINDEC.Estructura y forro interior de pino.Fuente: AUCA, 1966

Foto 5.5Equipamiento comunitario construido con sistema prefabricado.Fuente: AUCA, 1966

Foto 5.6Tabique con sistema Pine Home.Sistema constructivo con pino estructural de 2”.Fuente: AUCA, 1966

Foto 5.7La operación sitio consideraba construir también equipamiento comunitario y para ello usó sistemas prefabricados.Fuente: AUCA, 1966

Foto 5.8Vivienda terminada con sistema Pine Home.Fuente: AUCA, 1966

A B

5.6a | Plan de Ahorro Popular

VIVIENDAS PREFABRICADAS

Page 158: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

164

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

La operación sitio, como programa de vivienda impulsado por el gobierno del Presidente Frei Montalva, tuvo un importante impacto en aspectos tanto urbanos como sociales.

Desde el punto de vista urbanístico, creó un anillo de acción urbanizadora alrededor de Santiago.

En la Figura 5.8 se aprecian nueve áreas de la ciudad de Santiago que recibieron el impacto de este programa, a 1966.

Los sectores que participaron fueron:• Colón Oriente• Santa Julia• La Granja• La Cisterna, paradero 32• Cisterna II, paradero 28• General Velásquez• Barrancas I-II (La Estrella)• Renca (Plaza)• Conchalí (La Palmilla)

Figura 5.8 Portada de folleto promocional de la Operación Sitio.Fuente: Ministerio de la Vivienda, 1966

Foto 5.9La operación sitio considera la autoconstrucción como parte integrante de su modo de operación.La Población Nuevo Esfuerzo fue el primer lugar donde se puso en práctica este modo de trabajo.Fuente: Corporación de Servicios Habitacionales, 1968?

5.6b | Operación Sitio

COMENTARIO ARQUITECTÓNICOY URBANO

Page 159: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

165

Imá

ge

ne

s

5.6b | Operación Sitio

PLAN DE AHORRO POPULAR LÍNEA 1

En su línea de acción 1 y 2 la operación sitio entregaba sólo el terreno, estacado y con cierro de malla de alambre. Los servicios básicos eran red de electricidad y alumbrado público, sin empalme domiciliario (Dirección de Planifi cación del Desarrollo Urbano, 1968b).

Este debía ser tramitado y costeado por el propietario. La falta de recursos económicos hacía que muchas de las familias se “colgaran” del tendido eléctrico para proporcionar electri-cidad a su sitio, con el consiguiente riesgo que ello implicaba.

El agua potable estaba provista por un pilón de agua cada 100 mts. El sistema de alcantarillado estaba conformado por un poso negro ejecutado por los pobladores, con letrinas administradas por el Servicio Nacional de Salud, mediante convenio entre pobladores y este.

La Figura 5.9 ilustra un modo de ocupar el terreno después de recibido el sitio. Construcciones simples que albergan la vida familiar, en este caso compuesta por dos adultos y tres niños. Obsérvese que el agua potable se encuentra fuera de la casa y que el baño es una letrina al fondo del sitio.

Figura 5.9Población Laguna Poniente.Población Laguna Poniente.El sitio ocupado con construcciones simples. No se cuenta con El sitio ocupado con construcciones simples. No se cuenta con servicios higiénicos dentro de la casa.servicios higiénicos dentro de la casa.Fuente: Mac Donald, Joan, 1983Fuente: Mac Donald, Joan, 1983

Page 160: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

166

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 5.10Figura 5.10Planta de conjunto.Planta de conjunto.Fuente: Palmer, Fuente: Palmer, et al

POBLACIÓN CONCHALÍSANTIAGO, R.M.

Dentro de la línea de acción Nº 3, la PoblaciónConchalí es un ejemplo de la acción de construcción orientada por la CORVI.

Esta población se construye entre los años 1965 y 1966, la CORVI aportó con diseño de viviendas que se construyeron con la participa-ción de fi rmas contratistas que se adjudicaron la ejecución de las obras. Los contratistas proponían sistemas prefabricados de tipo experimental, basándose en un diseño tipo entregado por CORVI. Así, la vivienda tipo A, de CINDEC, incluía una estructura y forro exterior de pino y volcanita al interior. El tipo B, de Betonit, contemplaba placas y pilares de hormigón vibrado (Documento “Reseña Vivienda Social en Chile”. Separata Revista CA. Haramoto, Bertrand, Gurovich, Mc Donald).

La urbanización contaba con terrenos de 12,51 m. de frente y consideró un número de 450 viviendas y 2.072 habitantes con una densidad de 165,76 hab/Há. Fig. y Foto 5.10.

5.6b | Operación Sitio. Utilización de Prefabricados

Las viviendas se desarrollan en una planta de aprox. 36 m2 con un carácter netamente funcional y desprovistas de todo accesorio decorativo en sus fachadas.

El trazado urbano se desarrolla sobre la base de una trama ortogonal de calles y pasajes, considerando en el interior de ella algunas áreas vacías dedicadas a zona de juegos infantiles y actividades comunitarias.

Foto 5.10Pareo viviendas tipo.Fuente: Palmer, et al

Page 161: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

167

Imá

ge

ne

s

Figura 5.11Planta Vivienda tipo A.Fuente: Palmer, et al

Las plantas de arquitectura se desarrollan concentrando en un área las zonas húmedas de cocina y baño para hacer más económico el sistema de instalaciones sanitarias.Las dos tipologías consideran un espacio de estar comedor y dos y tres dormitorio respectivamente.

Figura 5.12Plantas viviendas tipo B.Fuente: Palmer, et al

Figura 5.13Esta vivienda construida por la empresa CINDEC incluía una estructura y forro exterior de pino y Volcanita al interior.Fuente: Palmer, et al

Figura 5.14Elevaciones viviendas tipo B.Esta vivienda, de Betonit, contemplaba placas y pilares de hormigón vibrado.

Elevación Frontal Elevación FrontalElevación Frontal

5.6b | Operación Sitio. Utilización de Prefabricados

Page 162: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

168

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 5.11Remodelación San Borja. Vista general del proyecto, un anillo de edifi cios en altura y un gran área de parque en el centro. Fuente: CORMU, 1969

El proyecto Remodelación San Borja, fue desarrollado por CORMU, la Corporación de Desarrollo Urbano, la que en su Ley Orgánica determinó las diversas funciones encomendadas a esta Empresa del Estado. De ellas es importante destacar la de “mejorar y renovar áreas deterioradas de las ciudades mediante programas de remodelación, rehabilitación, fomento, mantención y desarrollo urbano.

El complejo habitacional considera un gran espacio central pensado como expansión de las torres de viviendas pero también como parque urbano (Foto 5.11).

La predominancia de las torres marca el anillo de borde de contacto con el casco existente de la ciudad.

El proyecto nunca se terminó según el diseño original, pero a pesar de eso parte del parque fue construido, y hoy está integrado a la ciudad.

El conjunto formaba parte de un proceso de mejoramiento urbano con soluciones de viviendas para los sectores medios de la población.

REMODELACIÓN SAN BORJA(LABOR INDIRECTA)

El Empresario de la Construcción, por su parte, aporta su capacidad empresarial para llevar a cabo la obra, sus nuevas técnicas constructivas, su organización especializada y la parte del capital necesario para completar el fi nanciamiento propuesto.

Las ventajas de tal unión de esfuerzos conducirán a:1. Permitir una solución habitacional y urbanística

contemporánea en sectores importantes de la ciudad.

2. Facilitar al sector privado una vía expedita y continua de trabajo a la cual dedicar su técnica y procesos creativos.

3. Obtener economías de costo y una mayor agilidad en la rotación de capitales.

4. Lograr un benefi cio directo para los usuarios de los inmuebles que se construyan, ya que al reducirse los costos, un mayor número de miembros de la comunidad tendrá acceso a la solución. Con todo esto se logra dejar a la vivienda fuera de los factores especulativos.

5.6c | Sociedades Mixtas

Page 163: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

169

Imá

ge

ne

s

Figura 5.18Elevación Torre 4-5-6-7-8.Fuente: CORMU

El proyecto emplazado en medio del área urbana está basado en la tipología de torres de departamentos. El diseño de las torres pretende alcanzar un correcto equilibrio entre funcionali-dad y estructura dentro de una planta rectangular de 22,90 m. x 19,30 y 21 y 22 pisos de altura.

La individualidad de cada departamento está asegurada con la separación que le brindan los muros sólidos de la estructura de hormigón ar-mado. Las divisiones interiores son tabiques de 6 cm de espesor. Las zonas de baño y cocina se re-suelven con tabiques prefabricados de concreto armado, mientras el resto de las divisiones son en tabique de yeso empapelado.

Las Figuras 5.15 a 5.18 muestran una de las torres tipo, donde se destacan claramente los elementos estructurales como parte del diseño de arquitectura. Los núcleos centrales de as-censores aportan funcionalidad y estructura al edifi cio.

Desde el punto de vista urbano, el proyecto se plantea como un anillo de borde conformado por las torres de vivienda, con un gran área cen-tral de parques y espacios recreativos.

El anillo de contacto propone una vialidad peatonal liberada del tráfi co vehicular, con dife-rentes niveles que participan tanto de la ciudad misma como del área verde interior. Este criterio era un avance dentro de lo que los conceptos so-cioculturales tendían a aceptar como aceptable para una solución habitacional.

REMODELACIÓN SAN BORJA(LABOR INDIRECTA)

Figura 5.15Planta Piso Tipo.Fuente: CORMU, 1969

5.6c | Sociedades Mixtas

PLANTA PISO TIPO1. Estar/comedor2. Dormitorio3. Dormitorio4. Dormitorio

PLANTA SEGUNDO PISOPLANTA SEGUNDO PISO1. Estar/comedor2. Dormitorio3. Dormitorio4. Dormitorio

PLANTA PRIMER PISO1. Local Comercial2. Hall de Ingreso

Figura 5.17Planta Primer Piso.Fuente: CORMU, 1969

Figura 5.16Planta Segundo Piso.Planta Segundo Piso.Fuente: CORMU, 1969Fuente: CORMU, 1969

Page 164: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

170

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 5.19 Planta primera etapa. Se muestra aquí la segunda etapa de desarrollo interior de la vivienda.Fuente: Haramoto, 1988

La Villa Perú es un proyecto CORVI, CORHABIT, en la comuna de La Florida, en una superfi cie de terreno de 14,35 Há. y un número de habitantes aproximado de 2.272.

El proyecto consideró tres tipologías de vivien-da, caseta sanitaria de 10 m2, vivienda tipo 132-A con 42,5 m2, y prefabricada con 36,3 m2.

Esta población se inicia originalmente como una toma de terreno, y en 1970 fue incluida en la operación 20.000/70 para la auto fabricación de viviendas en paneles de hormigón liviano. Al producirse el cambio de gobierno esta modali-dad se cambió por viviendas de albañilería, y se construyeron casetas sanitarias a las familias que quedaron sin atención.

El planteamiento urbano es el de trabajar con el concepto de “super manzana”, que queda defi nida por vías principales (Figura 5.21). Esta manzana queda interrumpida por una serie de pasajes trazados siguiendo un patrón de damero, que recorren el interior, dejando espacios reser-vados a equipamiento y áreas verdes.

VILLA PERÚ

Figura 5.20Figura 5.20Elevación principal.Fuente: Haramoto, 1988

5.6d | Plan 20.000/70

La vivienda se desarrolla con un programa de cocina, baño, dos dormitorios y estar comedor (Figuras 5.19 y 5.20).

La misma tipología se repite dentro del con-junto sin considerar orientaciones, lo que trae como resultado unidades con pobre soleamien-to y condiciones ambientales en general.

Page 165: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

171

Imá

ge

ne

s

5.6d | Plan 20.000/70

Figura 5.21Figura 5.21Plano loteo Villa Perú. Se aprecia Plano loteo Villa Perú. Se aprecia aquí el concepto de la Super aquí el concepto de la Super Manzana, y el gran espacio Manzana, y el gran espacio designado a equipamiento designado a equipamiento comunitario.comunitario.Fuente: Haramoto, 1988Fuente: Haramoto, 1988

Page 166: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

172

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto. 5.12Las precarias condiciones de vivienda requerían de un urgente plan de emergencia.Fuente: AUCA, 1972

La precariedad de las condiciones de vivienda (Foto 5.12), llevaron a organizar el “Plan de Emer-gencia 1971”, que puso en marcha un programa para construcción de viviendas coordinado por la CORVI, Corporación de la Vivienda. El plan se propuso iniciar 83 mil viviendas. En este período se trabajó con tecnologías tradicionales tanto como con sistemas industrializados. La CORVI tomó la dirección de los programas de vivienda en tanto diseñar e implementar la construcción de ellas.

La construcción de viviendas industrializadas por medio de la instalación de una planta de pre-fabricados de hormigón fue una iniciativa que se destaca en la época.

La planta de prefabricados KPD, instalada en la localidad de El Belloto, en la V Región, tenía una producción programada de 1680 departa-mentos al año, con una superfi cie aproximada de 70 m2.

La importancia técnica de este sistema, es que proporcionó al país la oportunidad de anali-zar experimentalmente el comportamiento de una nueva tecnología de la construcción, permitiendo su evaluación y adecuación a nuestra realidad técnica y económica (CORVI, 1972).

Los planteamientos de diseño y propuestas urbanas estaban fundamentalmente a cargo de los equipos técnicos de la CORVI. El mayor acento estuvo puesto en el diseño e implemen-tación de sistemas constructivos más que en planteamientos de tipo urbanístico. La política de equipamiento comunitario era de 1 m2 con relación a cada vivienda urbana y 1,5 por cada vivienda rural.

La implementación de programas de vivienda con edifi cios en altura es algo que merece ser destacado en esta época. Los colectivos 1040, las torres 1050, son prototipos característicos de la época.

5.6e | Plan de Emergencia 1971

Page 167: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

173

Imá

ge

ne

s

El colectivo 1040 se asimila en su condición de habitabilidad al tipo 1010, y se diseñó para cubrir la necesidad de un colectivo de doble orientación, que pueda oponerse or-togonalmente a los colectivos tipo 1010 y 1020, posibilitando una mayor riqueza de composición de espacios urbanos, un mejor aprovechamiento del terreno y las pendientes topográfi cas (Fig. 5.22).

Figura 5.23Elevación colectivo 1040.Fuente: AUCA, 1972

La tipología de torre 1050 (Fig. 5.25) fue un prototipo racionalizado de 15 pisos de altura con 4 departamentos iguales por piso. Estaba equipada con dos ascensores de parada piso por medio y una sola escalera. Los departamentos se ordenan en torno a un hall central iluminado naturalmente, ventilado y equipado con sistema de eliminación de basuras e incinerador.

La torre se puede ubicar con orientación múltiple, siendo la ideal Norte Sur a 45º.

La planta de arquitectura se desarrolla sobre la base de una planta libre, sin elementos duros, muebles incorporados. Tiene una capacidad mí-nima de siete camas en planta y una superfi cie de 9,99 m2 por cama (Fig. 5.24).

Cada departamento cuenta con dos fachadas con ventanas, lo que garantiza habitabilidad en términos de soleamiento, ventilación, vistas.

Las zonas húmedas de baño y cocina están concentradas y dispuestas de manera simétrica en la planta.

El edifi cio se diseñó con una estructura simétrica de hormigón armado, con un mínimo de elementos distintos.

La plasticidad, esbeltez y el reducido impacto en el terreno, permiten resolver conjuntos habitacionales de alta densidad enriqueciendo el paisaje urbano.

PROTOTIPOS EDIFICIOS 1040 Y 1050

Figura 5.22Planta tipo Colectivo 1040.Fuente: AUCA, 1972

5.6e | Plan de Emergencia 1971

Page 168: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

174

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

El colectivo 1040 (Figuras 5.22 y 5.23) estaba construido con fundaciones de hormigón arma-do, lo mismo que su estructura, tabiques interioresde tabique real y asbesto cemento, techumbre de madera, cubierta con planchas de asbesto cemento. Revestimiento exterior de estuco, pavi-mentos plásticos y vinilo, marcos de puertas y ventanas metálico y puertas de madera.

5.6e | Plan de Emergencia 1971

Figura 5.25Elevación torre 1050.Fuente: AUCA, 1972

Elevación Ingreso

Figura 5.24Planta torre 1050.Fuente: AUCA, 1972

Planta Piso Tipo

Page 169: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

175

Imá

ge

ne

s

Figura 5.26Elevación posterior.Fuente: AUCA, 1972

Figura 5.27Planta tipo.Fuente: AUCA, 1972

Figura 5.28Planta tipo primer piso.Fuente: AUCA, 1972

Figura 5.29Fachada principal bloque tipo.Fuente: AUCA, 1972

Con motivo de los sismos que azotaron al país en el mes de Julio de 1971, el gobierno de la Unión Soviética donó al pueblo de Chile maquinarias, vehículos, asesoría técnica y otros rubros relacionados con la instalación de una planta de elementos pesados prefabricados, para viviendas de altura media, denominado planta KPD.

El sistema prefabricado se basa en la unión de paneles soportantes de hormigón armado unidos entre sí por medio de suples soldados, cuya unión es posteriormente hormigonada formando así un complejo rígido y homogéneo.

La planta KPD cumplía con tres objetivos fundamentales dentro del plan habitacional nacional.

1. Objetivo directo: El de cumplir con la función de entregar viviendas en relación con una producción anual de 1680 departamentos.

2. Objetivo indirecto: Introducir al país nuevas tecnologías aún desconocidas y abrir las puertas al conocimiento experimental dentro de la nueva realidad chilena.

3. La planta debería considerarse como una herramienta efi caz de producción de viviendas, por lo que debe ser manejada con efi ciencia para no malograr su productividad.

Las Figuras 5.26 a 5.29 muestran una tipología de edifi cio construido con esta tecnología.

La fachada refl eja claramente los módulos que lo conforman y la imagen de los edifi cios prefabricados se hizo característica, ya que se diferenciaba claramente de aquellos construidos con sistemas tradicionales.

PROTOTIPOS EDIFICIOS PREFABRICADOS KPD

5.6e | Plan de Emergencia 1971

Fachada Posterior Bloque 1

Piso Tipo

Piso Tipo

Fachada Ingresos Bloque 1Fachada Ingresos Bloque 1

Page 170: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

176

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 5.13Vista general bloque tipo.Fuente: Palmer, 1981

Figura 5.30Figura 5.30Plano de conjuntoFuente: Palmer, 1988

Este conjunto corresponde a una línea de acción para erradicación de campamentos y densifi cación urbana. El proyecto fue realizado por CORMU en la comuna de Lo Prado. Ocupa un terreno de 12,88 Ha. aproximadamente, con un total de 880 viviendas y 4970 habitantes (Fig. 5.30). La solución arquitectónica considera tres tipologías de vivienda: Tipo A con 35,20 m2; tipo B con 41,20 m2; y tipo C con 51,30 m2.

El conjunto forma parte del Parque Interco-munal Poniente destinado por el plano regulador Intercomunal a área verde y vivienda. Inicialmente se planteaba la construcción de cerca de 1.500 viviendas en bloque de 3 y 4 pisos con su equi-pamiento, más un área de parque y forestación además de un equipamiento intercomunal. Gran parte de las viviendas estaban destinadas a los pobladores del campamento Che Guevara y el resto a los entonces ocupantes de los ter-renos expropiados para la construcción de la población.

Los bloques de departamentos se organizan de modo ortogonal, unos con otros, formando espacios intermedios destinados a áreas comu-nitarias. Estos en su conjunto tienen una fuerte presencia urbana; el remate de la techumbre con

POBLACIÓN SANTA ANITA

5.6f | Programas Habitacionales 1972 - 1973

planchas onduladas de asbesto cemento con-fi ere un claro rasgo de identidad a la obra.

Los balcones de las circulaciones exteriores refuerzan la horizontalidad del bloque y propor-cionan muy buen control visual sobre las área inmediatas al edifi cio. Son también utilizados como espacio de servicio donde los vecinos cuelgan ropa y realizan actividades de encuentro social (Figuras 5.31 a 5.34).

Page 171: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

177

Imá

ge

ne

s

Figura 5.31Figura 5.31Planta 1º y 2º piso.Planta 1º y 2º piso.Fuente: Palmer, 1981Fuente: Palmer, 1981

Figura 5.32Planta duplex 3º Nivel.Fuente: Palmer, 1981

Figura 5.33Elevación principal bloque tipo.Fuente: Palmer, 1981

Figura 5.34Elevación posterior bloque tipo.Fuente: Palmer, 1981

Foto 5.14Vista posterior bloque tipo. Los pasillos exteriores de circulación son usados como espacios para tender ropa.Fuente: Palmer, 1981

5.6f | Programas Habitacionales 1972 - 1973

Page 172: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

178

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 5.32Planta de Conjunto Población Pozos Areneros.Fuente: Palmer, 1988

Foto. 5.15Pozos Areneros.Fuente: Palmer, 1988

La población Pozos Areneros fue un proyecto CORMU en la comuna de San Miguel, construido en un terreno con una superfi cie de 4,13 Há. que acomodó un total de 1760 habitantes (Fig. 5.32).

En este conjunto se utilizaron dos tipologías de vivienda, una de 42 m2 y otra de 58 m2.

El conjunto nace como un intento de densifi car las áreas habitacionales mediante bloques en media altura.

La distribución de los departamentos en una tipología de dúplex conformando terrazas en el tercer nivel, ha permitido ampliaciones en el tercer piso y hasta en un cuarto nivel.

Los bloques con 4 pisos de altura tienen una fuerte presencia urbana, que se refuerza con las escaleras en los extremos. Estas tienen un carácter escultórico y permite defi nir claramente tanto los accesos como el inicio y termino de cada bloque.

POBLACIÓN POZOS ARENEROS

5.6f | Programas Habitacionales 1972 - 1973

La organización paralela de ellos defi ne espacios intermedios hacia los cuales se vuelcan los departamentos de modo visual.

Page 173: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

179

Imá

ge

ne

s

Fig. 5.34Elevación de conjunto.Fuente: Palmer, 1988

Foto. 5.16Vista posterior de los dúplex, con ampliaciones sobre las terrazas.Fuente: Palmer, 1988

En las elevaciones frontales y posteriores del bloque tipo se destacan las escaleras escultóricas en los extremos y el corredor exterior que marca la fuerte horizontalidad del conjunto (Figura 5.34).

La tipología usada en la planta de los dúlex, con ventanas en ambos extremos, permite buenas condiciones de iluminación, soleamiento y vistas. La crujía angosta del dúplex permite además, un máximo aprovechamiento del terreno disponible, sin embargo sacrifi cando la comodidad de alguos recintos, como dormitorios, los cuales son de muy reducidas dimensiones (Figura 5.33).

5.6f | Programas Habitacionales 1972 - 1973

Fig. 5.33Plantas 1º y 2º nivel duplex.Fuente: Palmer, 1988

Page 174: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

La vivienda social en el períododel Gobierno Militar

C A P Í T U L O

6

1973 - 1990

Page 175: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

‹ Reseña del Período

‹ Ficha Técnica de los Programas

‹ Imágenes de los Programas

Page 176: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Reseña del Período

1973 - 1990

La vivienda social en el períododel Gobierno Militar

Page 177: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

184

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

El período 1973-1990 corresponde al surgimiento de un nuevo modelo de política habitacional (centrada en el instrumento de subsidio a la demanda y su complemento con el ahorro y crédito), inserto en el marco político de un régimen autoritario, que constituye un quiebre de la historia democrática del país, y que, en lo económico-social introduce cambios fundamentales del modelo de desarrollo y organización del Estado, por su orientación neo liberal y reorganización de las políticas públicas.

En lo institucional, cabe destacar una serie de reformas:

i) A través del D.L. 44 (12.10.1973) se reorganiza el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y sus servicios dependientes (Corporación de la Vivienda, Corporación de Servicios Habitacionales, Corporación de Obras Urba-nas, Corporación de Mejoramiento Urbano, Caja Central de Ahorro y Préstamos, Empresa de Agua Potable de Santiago y la Empresa de Agua Potable El Canelo).

ii) Se establece que los Ministerios se descon-centrarán territorialmente mediante Secretarías Regionales Ministeriales (SEREMI), a las que les corresponderá ejecutar las políticas regionales y coordinar la labor de los servicios de su sector de acuerdo a las instrucciones del Intendente Regional y con las normas técnicas de los respectivos Ministerios (D.L. 575 del 13.07.1974).

iii) A través del D.L. 1.305 del 04.03.1976, se reestructura el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), desconcentrándose territorialmente a través de una Secretaría Ministerial Metropolitana y Secretarías Regio-nales Ministeriales, fi jándose las funciones y atribuciones que corresponden a esta Secretaría de Estado y a los nuevos servicios que se relacionan con el Supremo Gobierno a través del MINVU.

iv) El D.L. 1.305 de 1976 establece que “las Secretarías Regionales Ministeriales y Metropolitana tienen como misión concretar la política nacional de vivienda y urbanismo en su área territorial respectiva, para lo cual realizan actividades de planifi cación, programación, evaluación, control y promoción de dicha política, debiendo además velar por el estricto cumplimiento por parte de los

Servicios Regionales y Metropolitano de Vivienda y Urbanización (SERVIU) en sus respectivas jurisdicciones, de todos los planes, normas e instrucciones impartidas por el MINVU y, especialmente, porque sus inversiones se ajusten estrictamente a los presupuestos aprobados para cada uno de ellos”. Se fusionan las cuatro Corporaciones: Corporación de Servicios Habitacionales (CORHABIT), de Mejoramiento Urbano (CORMU), de la Vivienda (CORVI) y de Obras Urbanas (COU), estableciéndose un Servicio Regional de Vivienda y Urbanización (SERVIU) en cada una de las regiones.

v) El D.L. 1.305 de 1976 señala que “los SERVIU Regionales, son instituciones autónomas del Estado, relacionadas con el Gobierno a través del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con personalidad jurídica, con patrimonio distinto del Fisco, de duración indefi nida, de derecho publico y ejecutores de las políticas, planes y programas que ordene directamente el Ministerio o sus Secretarías Ministeriales”.

Desde 1975-76, comenzaron a esbozarse las líneas de lo que sería la política del gobierno militar. Hasta dichos años continuó de hecho la misma estructura habitacional del período anterior, con el SINAP atendiendo a los sectores de ingresos altos y medios y el Ministerio de la Vivienda a los sectores de ingresos bajos. Con la quiebra del SINAP la situación se alteró sustancialmente. El Estado decidió abandonar las labores de fi nanciamiento y construcción de viviendas permanentes, para concentrarse en el subsidio habitacional y las viviendas sociales (Figuerola y Lavados, 1983).

A fi nes de la década del setenta, la política habitacional asumida en Chile tuvo los siguientes principios orientadores: Primero, concentración de los esfuerzos del estado en los hogares con limitado acceso a las fuentes privadas de fi nanciamiento. El diagnóstico era que las difi cultades encontradas por el mercado para satisfacer las necesidades de la población de escasos recursos eran producto, más que nada, del bajo poder adquisitivo de los hogares. Por ello el Estado, “ayudaría a las familias más necesitadas suplementando su poder adquisitivo con subsidios directos, en tanto los bancos privados ofrecerían fi nanciamiento suplementario”; los sectores medios y altos

Orientaciones Generales

Page 178: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

185

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

debían conseguir fi nanciamiento en los bancos privados. De esta forma “la construcción y el fi nanciamiento de viviendas quedarían a cargo del sector privado y el gobierno sólo actuaría como facilitador” (Rojas, 1999: 2).

Basado en las ideas neoliberales, que inspiraron las reformas de todos los sectores de la economía, el segundosegundo componente fue la formulación en 1979 de una nueva política urbana que liberalizó el mercado del suelo, en la idea que esta medida abarataría la vivienda por menores costos de suelo. “Se simplifi caron las reglas para incorporar terrenos a usos urbanos y se fl exibilizaron las normas que regulaban el uso de la tierra para permitir que el crecimiento urbano marchase más de acuerdo con las tendencias del mercado” (Rojas, 1999: 3).

Dado que las nuevas políticas entraron en vigencia en un período de bajo crecimiento económico, también se buscó con ellas, reactivar la economía a través de la construcción de viviendas nuevas. Desde aquí el tercer componentecomponente fue proveer subsidios sólo para la compra de viviendas nuevas, no realizándose ningún esfuerzo para “apoyar la reventa, remodelación y mejoramiento de las viviendas existentes o para asistir al sector de viviendas en arriendo” (Rojas, 1999:3).

En la marcha, “el gobierno debió asumir un papel más activo que el previsto originalmente cuando quedó de manifi esto que las empresas constructoras y los bancos no se interesaban por edifi car y fi nanciar viviendas económicas”. El MINVU pasó a contratar directamente con empresas privadas la construcción de viviendas de bajo costo, para distribuirlas entre los benefi ciarios inscritos en una lista nacional. “Más aún, abandonando ostensiblemente el objetivo original de transferir al sector privado la total responsabilidad de fi nanciamiento de hipotecas, el gobierno tuvo que otorgar en forma directa los prestamos suplementarios que necesitaban los benefi ciarios de bajos ingresos para pagar las viviendas [producidas por el Estado], puesto que, (...), ningún banco se interesó por fi nanciar estos préstamos” (Rojas, 1999: 3).

Una de las principales reformas del período fue el cambio de subsidios a la oferta por subsidios a la demanda. “En 1978 se crean los subsidios habitacionales a la demanda. El Estado

deja de subsidiar a través de la oferta, ya sea vía tasa de interés y/o precio de ventas de las viviendas. Explicita dichos subsidios por medio de un certifi cado por una cantidad específi ca, utilizándolo los benefi ciarios para complementar el precio de la vivienda. Este nuevo sistema, supone que el individuo es el responsable directo para alcanzar la solución a su problema habitacional. Junto al subsidio otorgado por el Estado, al benefi ciario se le exige un esfuerzo previo refl ejado en un ahorro inicial mínimo necesario para optar al subsidio, el cual sumado al crédito hipotecario le permitirá completar el precio de la vivienda. Este aspecto es fundamental, ya que no sólo involucra a la persona en la solución de su problema habitacional, sino que también fomenta el hábito del ahorro, el cual además incide positivamente en el comportamiento del benefi ciario a la hora de servir la deuda hipotecaria” (Pérez-Iñigo, 1999: 11).

Los nuevos programas habitacionales basados en el esquema de subsidio a la demanda fueron madurando durante los ’80. Se destaca entre otros, el “Programa de Subsidio Habitacional” (1978), “Subsidio Rural” (1986), “Programa Especial para Trabajadores”, PET, (1985), “Subsidio Unifi cado” (1984). En 1984 se crea el Programa de Vivienda Básica (PVP) a través de la promulgación del D.S. N.62 (V. y U.) de 1984, destinado a atender la marginalidad habitacional.

Sistemas de contratación de obras del sector vivienda1

Las obras SERVIU en este período se contrataban generalmente por Licitaciones Públicas, Privadas o Trato Directo, regidas por la Bases Generales Reglamentarias que contienen las disposiciones con que cuenta el Sector Vivienda para llamar a licitación; establecen los procedimientos para la adjudicación de las ofertas que se presenten a ellas; fi jan las responsabilidades que corresponden; señalan las alternativas de contratación, estipulando, en general, los procesos administrativos de las contrataciones. Las Bases Administrativas Especiales conformaban instrumentos com-plementarios de las anteriores, determinando las características propias de la licitación, cantidad de viviendas, valor, monto disponible,

1 Las notas de esta sección están tomadas de una minuta elaborada por Norman Vásquez G, ex jefe del Depto. de Vivienda de la División de Política Habitacional del MINVU.

Page 179: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

186

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

etc.., fi jando las fechas de ella y los plazos de ejecución de las obras. Por su parte las Bases Técnicas establecían las condiciones técnicas de las licitaciones; condicionantes especiales de los materiales; sistemas de evaluación para adjudicar la propuesta; la reglamentación con que debían cumplir los proyectos ofertados; las normativas relativa al diseño, tanto en lo referente al conjunto como para las viviendas, constituyendo los elementos técnicos en que debe basarse la empresa constructora para desarrollar sus proyectos y presentar su oferta. Las instituciones del Sector Vivienda, proporcionaban a las empresas constructoras que se adjudicaban las propuestas, la totalidad de los antecedentes técnicos, proyectos, aporte de terrenos, fi nanciamiento de las obras mediante Estados de Pago mensual en relación al avance real de lo ejecutado. En este marco, las empresas contratistas eran ejecutoras de viviendas y urbanizaciones planifi cadas.

Durante el Período 1974–1976, las bases Administrativas Generales son el reglamento de contratación de obras a suma alzada de la CORVI. La Resolución Nº 778 del 11/06/1974 tuvo como característica principal: Licitaciones Públicas y excepcionalmente contratación por Propuesta Privada o Trato Directo. El D.S. 331 de 1975 fue el Reglamento para contratos de ejecución de obras de edifi cación y urbanización para los Servicios e Instituciones de la Vivienda. Incluyó algunos criterios de las Bases Administrativas Generales de 1974 pero introdujo variables importantes al eliminar los cubos ajustables y pago directo de materiales a proveedores. Se fi jaba Licitaciones Públicas y excepcionalmente contratación por Propuesta Privada o Trato Directo. La cancelación por Estados de Pago y Anticipos alcanzó un máximo del 10 % del valor del contrato para la ejecución de las obras, y de un máximo del 60 % por materiales al pie de la obra. Se creó la Administración Delegada para aquellos casos de fracasar las alternativas de contratación por licitaciones o Trato Directo y el concurso Oferta, que consiste en la Licitación a Equipos Empresariales (empresas constructoras y equipos de profesionales del área de diseño)

El Decreto Ley Nº 1088/75 y su Reglamento D.S. Nº 314/75 aprobó los programas de Viviendas Sociales y creó en cada comuna los Comité Habitacionales Comunales, entidades autónomas de derecho público, con personalidad jurídica, patrimonio propio, encargados de

elaborar y realizar los planes y programas de las soluciones habitacionales con la asesoría y aprobación previa del MINVU. Contrataban directamente las obras o a través de mandato a la CORVI, el cual tenía que regirse por su reglamentación vigente.

Durante el Período 1977–1984, funcionó el sistema de contratación de obras “Llave en Mano”, reglamentado por los decretos Nº 622, del 24/06/77; Nº 1292, del 16/12/77 y Nº 171, del 19/10/82. Esta era una nueva estrategia de contratación de obras, cuya diferencia más relevante era que antes, una tecnología dada por el Estado, se contrataba a quien ofreciera ejecutarla a menor precio, mientras que, por el sistema Llave en Mano se paso a comprar la tecnología más conveniente a un precio determinado que incluye el valor del terreno, valor de los proyectos, ejecución de las obras, valor de los títulos y trámites de inscripción, aportes, impuestos y derechos, y valor del capi-tal invertido. En resumen, el Sector Vivienda, sólo quedaba con la responsabilidad de la planifi cación, comercialización de las viviendas y fi nanciamiento de lo obra al fi nal cuando está terminada. La selección y contratación de las obras se realizaba mediante un Método de Evaluación a tal efecto.

Previo a la contratación se fi rmaba un promesa de compraventa entre SERVIU y Empresas Oferentes seleccionadas, comprometiéndose el oferente, en este acto, a ejecutar las obras en el plazo estipulado y de acuerdo a los planos aprobados por SERVIU, y éste a pagar al contado y en una sola cuota el valor prefi jado al momento de recibir las obras terminadas con recepción de los servicios y su documentación legal pertinente.

Se estableció un nuevo criterio de Supervisón Técnica de las obras, como un sistema de inspección selectiva. El sistema de contratación por Obra Vendida, decretos Nº 306 del 10/05/78 y Nº 17 del 13/10/82, reglamentó la contratación de obras en terrenos de propiedad SERVIU y en casos de mandatos al SERVIU de otras instituciones o empresas del Sector Público (Municipalidades, Intendencia, etc), por propuesta pública con proyectos proporcionados por SERVIU o proyec-tos ofertados por empresas contratistas; en este caso se efectuaba una precalifi cación de los proyectos para determinar su selección. El precio del contrato correspondía a una “obra vendida”, o sea “terminada y cancelada a la entrega de las

Page 180: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

187

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

obras en una sola cuota con la correspondiente corrección monetaria. Por D.S. Nº 815 del 11/12/78 se declaró aplicable el sistema de contratación de Obra Vendida a obras de conservación o reparación de pavimentos.

Durante el período 1984–1989 se rectifi có el criterio de contratación de obras “Llave en Mano” y Obra Vendida con precalifi cación de proyectos, adoptándose algunos principios generales reglamentarios del D.S. Nº 331/75, relacionados principalmente con el fi nanciamiento de las obras, cancelándolas mediante Estados de Pago mensual, desligando a la empresa de la responsabilidad del fi nanciamiento total durante la ejecución. Se retorna a la Inspección Técnica de las obras. La selección de ofertas se efectúa por sobre-oferta respecto al número de viviendas solicitadas o por menor valor promedio de las viviendas en relación al valor mínimo estipulado en las Bases de la licitación.

Se estableció Condiciones Mínimas para las viviendas que los oferentes debían cumplir obligatoriamente, “Publicación Nº 222 de Junio de 1986. El D.DNº 29, del 16/02/1984, aprueba Bases Generales Reglamentarias de Contratación de Obras a Suma Alzada, a ser aplicadas por los SERVIU ya sea cuando actúen directamente o por mandato de otros servicios. Sus características principales son establecer que la contratación de obras es por Licitación Pública y excepcionalmente, previa autorización del Sr. Ministro o Subsecretario de Vivienda y Urbanismo, por propuesta Privada o Trato Directo. Las alternativas de las propuestas son: Proyecto proporcionado por SERVIU y precio proporcionado por el Oferente; Proyecto proporcionado por el oferente y precio fi jado por el SERVIU; Proyecto y precio proporcionado por el SERVIU, incluyendo listado de partidas adicionales al proyecto; Cancelación de las obras por Estado de Pago; Posibilidad de anticipos según se establezcan en las bases de la licitación. Este decreto fue sufriendo modifi caciones en el tiempo y estuvo vigente hasta el nuevo decreto de contratación de obras, que fusionó el D.S. 331/75 y el Nº 29/84.

El D.S. Nº 217/86, aprueba Bases Adminis-trativas Generales de Contratación, para ser aplicadas por los SERVIU cuando actúen como mandatarios de las Intendencias Regionales en contratos fi nanciados con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR)

y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El D.S. Nº 196/88, aprueba las Bases Administrativas Generales para contratación de obras del Programa de Mejoramiento de Barrios, correspondiente a mandatos de Intendencias Regionales y/o Municipalidades, derivados del Convenio de Préstamo del BID.

Evaluación del Período Existe acuerdo que, los sistemas de acceso

a la vivienda que se desarrollaron en Chile en los años ochenta, constituyeron una experiencia innovadora a nivel internacional puesto que probaba que opciones ya introducidas en países industrializados, como el subsidio directo a la demanda, la menor injerencia del aparato estatal en la oferta de vivienda, parecían comprobar su validez para países en desarrollo. No obstante, la validez del modelo quedaba debilitada por las cifras acumuladas en el défi cit de vivienda, superior a 800 mil viviendas en un país de menos de 2,5 millones de alojamientos. Se estimaba que el promedio de la oferta habitacional del gobierno militar estuvo en torno a las 45 mil viviendas por año, mientras que en igual período la formación de hogares llegó a ser de 90 mil unidades (Mac Donald, 1992).

Efectivamente, si bien este período sentó las bases de un sistema de subsidio que tendrá importantes logros cuantitativos o de cobertura durante los años noventa, la política social del gobierno militar no logró su objetivo de superar las situaciones de marginalidad y défi cit habitacional existentes en Chile. Los promedios de construcción de viviendas por períodos (edifi cación habitacional tanto pública como privada) y la producción anual durante el lapso 1974-1986, es levemente superior al período Allessandri, pero menor a los promedios de los presidentes Frei y Allende (CCHC, 1987).

En el plano económico-social, este período tuvo la relevancia de marcar la evolución de la concepción de la vivienda: desde un derecho social función obligatoria del Estado, hasta el concepto de un Estado subsidiario inserto en una economía de libre mercado. El MINVU de este tiempo señalaba que “la vivienda es un derecho que se adquiere con el esfuerzo y el ahorro, acción en la cual la familia y el Estado comparten su cuota de responsabilidad”. Esta política se basa en fomentar la iniciativa privada

Page 181: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

188

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Recuadro 12

para que asuma un responsabilidad creciente en el sector. El ingreso de las personas es enfocado como una variable crucial en la segmentación y estructuración de los subsidios habitacionales. La política habitacional del gobierno militar

plantea que el Estado “asegurará que todos los sectores dispongan de canales de acceso a la vivienda expeditos y de acuerdo a sus características socioeconómicas”. José Pablo Arellano (1985), citado por Arriagada y Echeverría

Las mejorías sanitarias que produce la provisión de lotes con servicios en asentamientos marginales

Las diarreas infecciosas constituyen tanto por su frecuencia como por los trastornos digestivos que ellas determinan, un serio problema para los sectores marginales, especialmente durante los primeros años de vida. Las inadecuadas condiciones sanitarias son la principal causa de las diarreas infecciosas, las cuales a su vez condicionan en buena medida la desnutrición del primer años de vida.

En Chile se estudió efecto de la intervención en saneamiento ambiental sobre la contaminación bacteriana de biberones, incidencia de episodios de diarreas infecciosas y estado nutritivo en niños entre 0 y 4 años de edad provenientes de una población marginal urbana de bajo nivel socioeconómico. Se eligió una población marginal urbana de la ciudad de Santiago de muy baja condición socio económica. La población “El Vivero” de la comuna de Maipú estaba constituida por 570 familias que habían llegado a ese lugar en el año 1965. En aquella ocasión el Ministerio de la Vivienda proporcionó un sitio de 9 mts. de frente por 18 mts. de fondo a cada una de ellas (Operación Sitio), provisto cada sitio de una llave de agua conectada a la red de agua potable de la ciudad. Las familias allí instaladas no experimentaron cambio alguno en sus condiciones de vida desde 1965 a 1977.

Después de esa fecha se construyeron a 270 familias de la población “Unidades Sanitarias”. Cada unidad consistió en una construcción de madera y albañilería de ladrillo de 6 m2, que se levantó en la parte anterior de cada sitio, independiente de la vivienda. Su diseño era tal, que permitía su posterior conexión a la casa defi nitiva. La unidad sanitaria esta constituida por 2 piezas: un baño, que poseía lavatorio, W.C. y una ducha de pie, y una cocina equipada sólo con un lavaplatos y un calefont. Afuera y bajo techo se instaló un lavadero. La unidad disponía de agua fría y caliente. El costo de cada unidad fue aproximadamente de 820 dólares (1977). Su construcción fue fi nanciada por un crédito de AID por intermedio del Consejo para la Alimentación y Nutrición (CONPAN). Por razones presupuestarias el programa debía efectuarse en dos etapas. La primera etapa consistía en la construcción de unidades para la mitad de las familias de la población (270). En la segunda etapa, 20 meses más tarde, se construirían las unidades para el resto de ellos. Para el objeto del estudio ello permitió tener dos grupos homogéneos de familias: Grupo experimental, que disponía de unidad sanitaria y Grupo Control, que durante el tiempo que durase el estudios no dispusiera de esa facilidad.

El estudio comprobó que, al mejorar el saneamiento ambiental por medio de la provisión de Case-tas Sanitarias que realiza el Programa de Lotes con Servicios o Mejoramiento de Barrios, disminuye la contaminación de biberones, los trastornos digestivos y se logra un mejor crecimiento y desarrollo de los niños menores de 4 años. El efecto benefi cioso para el grupo en el cual se realizó la interven-ción sanitaria, podía deberse a varios factores: primero, la mejoría del saneamiento ambiental fue sustantiva, como lo demuestra la adecuada cantidad de agua consumida por las personas. Al mismo tiempo, no sólo aumentó el agua disponible, sino que se mejoró en casa la eliminación de excretas. En ambos grupos, hubo una cierta medida educación sanitaria. Además, al inicio de la experiencia, otros factores condicionantes de desnutrición estaban siendo favorablemente infl uidos, como por ejemplo: atención de salud, educación (no había analfabetos), planifi cación familiar y distribución de alimentos para las edades vulnerables. En esas condiciones, puede ser que el mal saneamiento ambiental fuera realmente un factor limitante y al cambiar éste, mejoró la situación nutritiva.

Fuente: Liliana Schlesinger y Fernando Monckeberg (1983) “La Caseta Sanitaria: elemento de saneamiento básico de la vivienda marginal urbana”, en Joan Mac Donald (ed.) Vivienda Social: Refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria, Santiago.

Page 182: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

189

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

(1990), destacaba que, el subsidio de una vez a la demanda y las viviendas sociales básicas son los mecanismos esenciales de la política habitacional de este gobierno, y que los resultados son distintos en uno y otro caso: la selectividad ha sido débil en los subsidios, mientras que la Vivienda Básica alcanzó benefi ciarios cuyo niveles de ingreso son asimilables a los de los Programas de Viviendas Económicas, Autoconstrucción y Operación Sitio de los años sesenta.

En este período son perfeccionados los siste-mas de asignación de subsidios, congruentemente con el desplazamiento del sistema al subsidio directo de una vez a la demanda y con la política de focalizar en los sectores de extrema pobreza. En este sentido se implementan sistemas como la fi cha CAS y procesos de prelación de postulantes con buen sustento técnico.

Los programas focalizados de este período deben ser destacados por su impacto en la erradicación de situaciones de extrema pobreza o marginalidad sanitaria. En particular, se imple-mentaron, por medio de créditos del Banco Interamericano de Desarrollo, los denominados Programas de Lotes con Servicios o Mejoramiento de Barrios, que van a tener grandes alcances en la intervención de campamentos localizados principalmente en las grandes ciudades del país. Estas intervenciones consistían en la dotación de casetas sanitarias en asentamientos originados en tomas de terreno, logrando importantes mejorías de salud pública (Recuadro Nº 12).

Los Programas de Vivienda Básica y Mejo-ramiento de Barrios conforman la experiencia de programas habitacionales focalizados durante este período. Estas líneas de acción son representativas de distintos conceptos y modalidades operatorias y fueron evaluados en sus resultados por la Corporación de Promo-ción Universitaria. La tipología de Vivienda Básica más frecuente durante los años ochenta estuvo conformada por la vivienda de dos pisos continua y la de un piso pareada (2/3 del total de soluciones entre ambas). Otra característica fue la construcción de proyectos habitacionales de mayor escala en el caso de la Región Metropolitana con un promedio de tamaño de 310 versus un promedio nacional de 121 unidades, situación que favoreció un impacto urbano negativo en la capital del país. El Programa de Mejoramiento de Barrios (PMB) surgió de proyectos postulados por municipios y

se caracterizó por una gran diversidad. Un 25% de los contratos de proyectos superaban las 500 unidades, lo que habla de un programa que signifi có intervenciones de escala signifi cativa en la solución de los problemas de marginalidad habitacional. Entre una amplia tipología de soluciones, el PMB se materializó a través de tres tipos de casetas sanitarias: la caseta de frente ancho, la caseta de frente angosto y la caseta baño (Greene, Durán y Arriagada, 1991).

Desde el punto de vista de la focalización, ambos programas llegaron a sectores de menores recursos, pero la focalización en los pobres fue mucho mejor lograda por el Programa de Mejoramiento de Barrios dirigido al saneamiento de asentamientos precarios. La Vivienda Básica llego a familias más jóvenes, mientras que los proyectos de mejoramientos de barrios intervinieron asentamientos antiguos con gran cantidad de familias envejecidas. La urbanización y consolidación barrial fue mejor lograda en la vivienda básica, pero las casetas sanitarias motivaron mucho mayores grados de ampliación y aporte del usuario, alcanzando con este aporte una superfi cie promedio similar a la entregada como dotación inicial por el Programa de Vivienda Básica (Greene, De La Lastra, Durán y Arriagada, 1992).

El impacto Urbano de la política habitacional constituye otra área de revisión importante de la efectividad de este período. La política del gobierno militar se orientó a dar prioridad al mercado en la asignación del uso del recurso suelo urbano, determinando éste las áreas de expansión, las densidades, la localización, perdiéndose capacidad de conducción del proceso urbano en un área que el mercado presenta serias imperfecciones (MIDEPLAN, 1994). En este período, se incrementó la segregación a gran escala de la ciudad con la erradicación de campamentos del sector oriente y central; se favoreció el crecimiento de la periferia de la ciudad mediante la localización de programas de vivienda básica en función de los menores costos de suelo (sin considerar la generación de diversas externalidades negativas), fenómeno que fue muy importante en la dinámica de extensión horizontal del área metropolitana, que sucedió a la liberalización del límite urbano y descuidó las funciones tanto de planifi cación urbana como de regulación de los operadores del transporte público.

Page 183: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

190

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Con respecto a la medida de liberalización del mercado de suelo introducida por el gobierno militar en 1979, su resultado fue expandir fuertemente el mercado de tierras de la periferia con posterioridad a la eliminación de la norma del limite urbano, sin motivar en ningún caso el descenso del precio del suelo, sino que el aumento conjunto de precios y suelo (Sabatini, 2000).

Los Programas descritos Las fi chas de programas e imágenes de

proyectos en las siguientes páginas nos dan cuenta de los distintos instrumentos de política habitacional creados en este período como parte del Sistema de Subsidio Habitacional2:

Programa de Subsidio Habitacional a la Demanda

(D.S. Nº 188, de 1978)Este programa fue uno de los instrumentos

distintivos de la política habitacional de este período por su relación con el modelo de Estado de rol subsidiario, en que se privilegia la acción de los privados y el Estado se hace presente entregando apoyo fi nanciero a las familias que suman su propio esfuerzo de ahorro y capacidad de endeudamiento. El apoyo fi nanciero del Estado se manifi esta en un subsidio habitacional directo, a la demanda habitacional (no a la oferta, porque ésta debe competir por captar recursos en el mercado fi nanciero en igualdad de condiciones con otros sectores demandantes, y porque los recursos canalizados a la oferta, normalmente no se traducen en benefi cios para la demanda habitacional, a la vez que ésta no los percibe como aporte). Se plantean como subsidios directos, a diferencia de los subsidios indirectos que normalmente se concedían a la fecha (a la tasa de interés a los créditos, a la manutención de altos niveles de morosidad, a la no reajustabilidad de los créditos o a mecanismos de reajustabilidad incompatibles con la realidad económica nacional).

Estos subsidios debían ser estrictamente dimensionados al nivel de necesidades de las familias y a la capacidad del Estado para

apoyarlas. El sistema busca atraer recursos del sector privado que contribuyan a fi nanciar la acción habitacional, en especial en la inversión de largo plazo, a través del otorgamiento de créditos fi nanciados con la emisión de letras que se venden en el mercado (bolsa de valores). Inicialmente el sistema contempló la posibilidad de que el SERVIU participara en el otorgamiento de créditos con emisión y venta de letras, pero con administración de la cartera a través de una entidad bancaria. También en el período inicial se consultó un mecanismo de refi nanciamiento de parte de las letras emitidas, por parte del Banco Central, primero, y por parte del Banco del Estado, después. El Sistema buscó generar un mercado privado de oferta habitacional. Inicialmente se orientó el sistema a la compra de viviendas nuevas, estableciéndose limitaciones a su aplicación a la compra de viviendas usadas, cuyas autorizaciones se orientaron a ofrecer esta alternativa sólo al fi nal del período de vigencia de los certifi cados de subsidio, y limitado a las comunas en que no se registraba oferta de viviendas nuevas.

Conviene recordar que este sistema de subsidio directo tiene como antecesor, en el año 1977, un mecanismo mediante el cual el Sector Vivienda y Urbanismo promovió la venta de viviendas producidas por él, otorgando un subsidio a quienes las adquirieran al contado, para lo cual podían recurrir al mercado bancario, solicitando créditos hipotecarios fi nanciados con la emisión de letras hipotecarias, cuya operación recientemente se había regulado. También cabe señalar el importante rol que desempeñó la modifi cación al sistema previsional, al introducirse el concepto de capitalización individual, lo que signifi ca buscar instrumentos de inversión de largo plazo, como lo son las letras hipotecarias, que se ajustan a los compromisos contraídos por las Administradoras de fondos de Pensiones, con sus afi liados.

Este sistema fue objeto de modifi caciones signifi cativas introducidas a través de los decre-tos supremos de Vivienda y Urbanismo Nº 138, de 1982; Nº 86, de 1983; Nº 92, de 1984; Nº 9, de 1985. Cabe señalar que como variante al Sistema de Subsidio Habitacional, el año 1981 se reguló, por D.S. Nº 351, (V. y U.), de 1981, la Asignación de Subsidio Habitacional Variable, conforme

2 Las notas de esta sección están tomadas de una minuta elaborada por Fernando Fariña, Jefe del Departamento de Operaciones Habitacionales de la División de Política Habitacional del MINVU.

Page 184: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

191

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

al cual se efectuó un solo llamado, destinado a la adquisición de viviendas de tipo básico. Como complemento al Sistema de Subsidio Habitacional, el año 1984 se genera el Subsidio Habitacional para el Sistema de Ahorro y Financiamiento de la Vivienda, regulado por D.S. Nº 74, (V. y U.), de 1984. Ambos sistemas darán origen al Sistema General Unifi cado de Subsidio Habitacional, regulado por D. S. Nº 44, (V. y U.), de 1988, reemplazando al Sistema General de Subsidio Habitacional y al Subsidio Habitacional para el Sistema de Ahorro y Financiamiento de la Vivienda.

La fi cha 6.1 describe el programa. La fi cha 6.9a muestra como ejemplo uno de los productos del período de este Programa: la Población Los Sauces, construida en 1983 en la comuna de La Florida.

Programa de Viviendas Sociales Básicas para la Marginalidad

Habitacional. (D.L. Nº 1.088, de 1975 y D.S. Nº 314, de 1975;

D.L. Nº 2.552, de 1979 yD.S. Nº 152, de 1979)

Este Programa fue implementado para disminuir el défi cit habitacional que afectaba a los sectores de menores ingresos (extrema pobreza), ello a través de una estructura diferente (anteriormente, mediante D.L. Nº 519, de 1974 se había encomendado a la ONEMI y a las Municipalidades la solución de este problema). Para tal efecto se crean los Comités Habitacionales Comunales (CHC), como entidades autónomas de derecho público, con patrimonio propio, a cargo de un Consejo y del Alcalde de la Municipalidad respectiva. Responde al concepto de fortalecer el proceso de regionalización, radicando en el nivel local la atención de la población carente de “urbanización mínima, equipamiento comunitario y cuyas viviendas carezcan de las condiciones sanitarias o de habitabilidad y de las seguridades necesarias para satisfacer las exigencias básicas de una familia”. Se mantiene en el Sector Vivienda y Urbanismo la facultad de aprobar los planes y programas elaborados por los CHC y las expropiaciones necesarias para el cumplimiento de esos planes, así como la ejecución de obras por cuenta y cargo de los CHC.

Mediante D.L. Nº 2.552, de 1979 se derogó el D.L. Nº 1.088, de 1975, transfi riendo al MINVU los programas de viviendas sociales, así como las funciones de radicación y erradicación de campamentos y poblaciones marginales, la construcción de viviendas sociales y la adquisición o expropiación y urbanización de terrenos para esas viviendas, radicando en los SERVIU la ejecución de sus planes y programas y traspasándoles a dichos Servicios los fondos, bienes, derechos, acciones y obligaciones de los CHC, constituyéndose en sucesores legales de éstos. Se defi nen los conceptos de “vivienda social” y “vivienda de emergencia”, manteniendo en la ONEMI la facultad de construir o encomendar la construcción sólo de estas últimas. Lo anterior se fundamentó en la incapacidad para resolver con una estructura local, la atención de la población objetivo que se había propuesto en el derogado D.L. Nº 1.088.

El Programa de Vivienda Básica SERVIU consolidó el mecanismo de acceso a la vivienda por parte de las familias que habitaban en condiciones de extrema marginalidad ha-bitacional, como respuesta a aquellos sectores que no pueden ser atendidos a través de los sistemas de subsidio habitacional vigentes, con viviendas producidas por el sector privado y con créditos hipotecarios otorgados por la banca. Cabe mencionar que, mediante D.S. Nº 89, (V. y U.), de 1987, se agrega un Título VI al reglamento aludido, el que regula una modalidad de llamados especiales dirigidos a la desconcentración de la Región Metropolitana, cuyo objetivo fue fomentar el traslado de familias residentes en la Región Metropolitana, a otras regiones del país.

Este programa se inició durante el gobierno militar y continuó en operación después durante la década de los noventa, período en que alcanzará cifras record de construcción a la par de importantes mejoramientos de su superfi cie y equipamiento respecto de lo producido en su creación.

Para muestra del productos de este Programa en su primer período de aplicación, se presenta varios casos, entre estos, Población Colina Norte en la Región Metropolitana (casa continua de 2 pisos); Villa Los Arrecifes en la V Región (tipología de Departamentos) y la Población Cerro 18 (tipología B), (fi cha 6.9b).

Page 185: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

192

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Programa de Subsidio Variable. 1980

Las fi chas descriptivas de programa, más adelante, incluyen la descripción de este programa consistente en una ayuda estatal directa para adquirir o construir una vivienda destinada a su habitación (con un monto de subsidio hasta de 200 U.F). Más adelante se presenta la fi cha descriptiva de sus características técnicas (fi cha 6.3).

Saneamiento de Poblaciones. Lotes con Servicios o Ley

Nº 18.138, reglamentada porD.S. Nº 804, de Interior, de 1982

Junto con el Programa de Vivienda Básica SERVIU, el Programa de Lotes con Servicios conforman las herramientas de atención del problema habitacional de los sectores pobres creados durante el gobierno militar. Este programa fue creado para atender, desde el nivel municipal, los casos más urgentes de marginalidad habitacional a través de infraestructuras sanitarias, más conocidas como casetas sanitarias. Esta línea de acción formaba parte de una estrategia de priorizar la inversión del gasto público, destinándolo a la construcción de viviendas sociales e infraestructuras sanitarias que tiendan a combatir la marginalidad habitacional y, a la vez, a mejorar los niveles de ocupación de mano de obra, para lo cual los fondos municipales debían destinarse prioritariamente a la construcción de este tipo de soluciones. Inicialmente se planteó como un programa a desarrollar durante los años 1982 y 1983, destinado a atender a personas que habiten campamentos de radicación como de erradicación y a aquellas personas que habiten en condiciones de marginalidad habitacional, para después conformar una línea permanente en la fi gura de su sucesor el Programa Mejoramiento de Barrios. Como complemento al programa de lotes con servicios o infraestructuras sanitarias, mediante D.S. Nº 146, (V. y U.), de 1988, se agregó al D.S. Nº 235, (V. y U.), de 1985 (Reglamento del PET), su artículo 20, que regula un programa que permite fi nanciar la construcción del entorno a este tipo de soluciones habitacionales.

Hay que destacar que, los lotes con servicios constituían un programa de saneamiento y no de

vivienda convencional, puesto que el desarrollo habitacional posterior a la habilitación de casetas sanitarias quedaba a cargo de las capacidades de consolidación de las familias, lo que en todo caso ha sido extensamente destacado en Chile como muestra de las potencialidades de la progresividad habitacional.

Conjuntamente con la fi cha descriptiva del Programa, para dar una imagen de este programa se muestran más adelante las planimetrías de los distintos tipos de casetas sanitarias aplicados, como asimismo imágenes de distintos resultados habitacionales a partir de esta dotación inicial (fi cha 6.9c).

Subsidio Habitacional a la Demanda, Atención al Sector Rural (D.S. Nº 206, de 1980

y posteriores)La creación de este subsidio buscaba

contener la migración de las personas a las ciudades, en concordancia con el modelo de desarrollo económico impulsado, el que suponía una forma de poblamiento diferente a la que se venía presentando en el territorio nacional. En efecto, el modelo anterior, de sustitución de importaciones, suponía incentivos a la concentración de la población (migración rural urbano, y dentro de este último sector, hacia las grandes ciudades), en tanto que el nuevo modelo suponía el aprovechamiento de ventajas comparativas que se dan en distintas partes del territorio nacional (distintas alternativas de poblamiento). Además, daba respuesta a la necesidad de establecer un sistema destinado exclusivamente a la atención del sector rural, en que se consideraban sus particularidades de ocupación y tenencia del suelo.

El primer llamado de este tipo, regulado por D.S. Nº 206, (V. y U.), de 1980, se efectuó con carácter piloto, en las regiones VII, VIII y IX, benefi ciándose a 2.802 familias. El éxito de ese llamado piloto y la amplia aplicación obtenida, dieron origen a los posteriores reglamentos que regularon esta modalidad de atención orientada al sector rural. Es así como el siguiente llamado a subsidio rural se efectuó el año 1984, conforme al reglamento regulado por el Título III del D.S. Nº 92, (V. yU.), de 1984.

Page 186: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

193

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Este programa se inicia durante el gobierno militar y continuará después durante la década de los noventa, período en que se introducen importantes mejoramientos y ajustes operacio-nales. Más adelante se presenta la fi cha descriptiva del Programa y una selección de imágenes de este programa en su primer tiempo de aplicación (años ochenta), consistente en planimetrías y fotos de un proyecto de estudio de las posibilidades de aplicación de este nuevo subsidio en Padre Hurtado, Región Metropolitana (Ficha 6.9d).

Subsidio Habitacional a la Demanda. Sistema Especial

dirigido a la Atención dePlanes de Colonización(D. S. Nº 194, de 1984)

Este Programa se estableció como un mecanismo de apoyo a la labor abordada por el Ministerio de Bienes Nacionales, que se proponía lograr una más efectiva integración al desarrollo del país, de zonas de escasa densidad poblacional y alto grado de aislamiento, de las Regiones X, XI y XII. Concebido como un mecanismo de complementación de los Planes de Colonización impulsados por dicho Ministerio, fue a éste a quién le correspondió proponer a las familias que, habiendo sido incluidas en los Planes de Colonización respectivos, se les otorgaría el correspondiente subsidio habitacional. El programa se descontinúa, al dejar de desarrollarse los Planes de Colonización.

Más adelante se presenta la fi cha descriptiva de sus características técnicas. (6.6)

Subsidio Habitacionalpara el Sistema de Ahorro

y Financiamiento. SAFEste programa es otro instrumento de

subsidio directo que constituye un complemento del ahorro y del crédito para fi nanciar la adquisición de una vivienda de hasta un valor equivalente a 2.000 U.F, terminada, nueva o usada. Esta destinado a titulares de una Cuenta de Ahorro a Plazo para la Vivienda. Más adelante la fi cha descriptiva presenta sus características técnicas (fi cha 6.7).

Programa Especial de Trabajadores (PET).

Programa Especial de Construcción de Viviendas

Sociales que organicen entidades que indica (D.S. Nº 235, de 1985)

Este Programa se creó para la atención de personas inscritas en los Registros regulados por el D.S. Nº 62, (V. y U.), de 1984, que para obtener una atención más expedita, saltándose el proceso de postulación y selección, deseen postular a través de entidades organizadoras (sindicatos, asociaciones gremiales, etc.), obte-niendo un menor monto de subsidio, el que podrán complementar con su ahorro y con créditos hipotecarios obtenidos de bancos o sociedades fi nancieras, para lo cual se establecen mecanismos de incentivo y la suscripción de convenios.

El modelo de gestión es bastante especial ya que se basa en una entidad organizadora que selecciona a las familias (en un comienzo se pensó como un mecanismo asociado a la negociación colectiva, que permitiera aportes del empleador, a través de la entrega de un subsidio adicional o apoyo fi nanciero al grupo que patrocinan). Inicialmente se planteó como un programa extraordinario, para presentar como contribución al año internacional de la vivienda para familias sin hogar, auspiciado por HABITAT. Sin embargo este programa se mantuvo en el tiempo durante todos los años noventa.

Más adelante se presenta la fi cha descriptiva del Programa y una selección de imágenes de loteos y viviendas de la Población Lambert (La Serena) y Población Bonilla (Antofagasta), contratadas en los ochenta (fi cha 6.9e).

Page 187: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Ficha Técnica de los Programas

Page 188: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Los programas del períododel Gobierno Militar

1973 - 1990

Ficha Técnica

de los Programas

Page 189: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

196

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

6.1 Programa Subsidio Habitacional a la Demanda: General Unifi cado.

Año Inicio 1978 D.S. Nº 188/78 (Reglamento base).

Gobiernos Augusto Pinochet U.

Usuarios Estaba orientado a la atención de familias de recursos medios bajos, cuya capacidad de ahorro y pago no les permitía acceder, por sí mismas, a la solución habitacional defi nitiva, por lo que requerían del concurso subsidiario del Estado (apoyo fi nanciero), para adquirir su vivienda en el mercado inmobiliario privado.

Producto A través de este sistema se podía adquirir o construir una vivienda económica, de carácter defi nitivo, nueva o usada, urbana o rural.La aplicación del subsidio a la adquisición de viviendas usadas sólo podía efectuarse cuando la operación se había formalizado durante los últimos 8 meses de vigencia del Certifi cado de Subsidio Habitacional respectivo (y se defi nían por Resolución ministerial).

Financiamiento * Ahorro Previo.* Subsidio Directo Implícito y oculto del Estado.* Crédito Hipotecario.

Las viviendas son ejecutadas y comercializadas por el sector privado, fi nanciándolas el benefi ciario de estos sistemas con su propio ahorro, el que variará según el tramo de valor de la vivienda al que se postula según el cuadro adjunto, con el subsidio directo que le otorga el Estado y con un crédito hipotecario (o mutuo endosable) obtenido por el benefi ciario en el sector fi nanciero, en condiciones preferentes, cuyo monto máximo no puede exceder en 1.000 UF, ni del 75% del precio de la vivienda, ni de la cantidad que resulte de restar al precio de la vivienda el producto de las sumas del subsidio más el ahorro previo acreditado al postular, debiendo aplicarse la cantidad que resulte menor.

El subsidio se documenta mediante un certifi cado que representa una orden de pago a favor del benefi ciario, la que es pagada por el SERVIU, cuando se acredita que se ha adquirido o construido la vivienda durante el período de vigencia del certifi cado (21 meses de vigencia, que varió a través del tiempo de 12 a 21 meses) y esta se encuentra inscrita en el conservador de bienes raíces respectivo, a nombre del benefi ciario o su cónyuge. Este certifi cado puede ser endosado a favor del vendedor o constructor.

Los créditos hipotecarios dan origen a la emisión de letras hipotecarias que se transan en el mercado secundario. En caso que el valor de venta de las letras sea inferior que su valor par, el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (MINVU) cubre esa diferencia o parte de diferencia, hasta por un monto máximo de 80 UF, monto que corresponde al subsidio implícito o indirecto. En caso que el valor de venta sea superior al valor par, la diferencia se aplica al pago anticipado de dividendos, como amortización extraordinaria.

En el caso que la vivienda fuere objeto de remate judicial por incumplimiento en el servicio de la deuda, y el producto del remate no alcance a cubrir el saldo insoluto de la deuda, el SERVIU respectivo enterará al acreedor hipotecario (banco, sociedad fi nanciera o agencia administradora del mutuo hipotecario endosable) hasta el 75% de la diferencia correspondiente a ese saldo insoluto, con sus intereses y comisiones devengados hasta el día de su pago efectivo, incluyendo las costas del juicio, con un límite máximo de 200 UF. Ese porcentaje se incrementa en un 0,04% por cada UF que resulte de la diferencia entre 670 UF y el monto del crédito recibido por el mutuario, siempre que el total no exceda del límite máximo indicado.

Page 190: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

197

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Existe además en el sistema unos subsidios ocultos que son aquellos gastos en que incurre el sector Vivienda y Urbanismo como consecuencia de la operación del sistema y que no se cargan o cobran al benefi ciario. En el caso del Sistema General Unifi cado de Subsidio Habitacional estos se refi eren a la información y difusión del Sistema; recepción de postulaciones y selección de benefi ciarios; pagos de subsidios, por lo que se sistema que a cada operación se agrega un subsidio oculto de entre 3 a 5 UF.

Estos sistemas descansan en una activa participación del sector privado, tanto en la gestión inmobiliaria (captación de la demanda habitacional, construcción y oferta de viviendas, fi nanciamiento de las mismas y su venta); como en la gestión fi nanciera pertinente (captación de ahorro; otorgamiento de créditos para la construcción y de préstamos hipotecarios para la adquisición; comercialización de instrumentos que fi nancian esos préstamos; etc).

Consulta tres tramos de valor de vivienda a los cuales se podía postular, asociándose a cada uno de ellos, montos diferentes de subsidio directo y distintos, montos máximos de crédito, con derecho a subsidio implícito, conforme al siguiente detalle que varió en el tiempo:

78 a 83 HASTA 400 UF 200 UF 1°, 2°, 3°, HASTA 580 UF 170 UF 6° y 7° HASTA 850 UF 150 UF

84 HASTA 400 UF 180 UF 8°, 9° HASTA 580 UF 150 UF y 10°

85 a 88 HASTA 400 UF 165 UF 11°, 12° 89 HASTA 400 UF 120, 130, 140, 150 280 UF y 13°

HASTA 900 UF 100, 110, 120, 130 670 UF HASTA 2.000 UF 80, 90, 100, 110 1.000 UF

AÑOS TRAMO DE VALOR VIVIENDA

MONTO MÁXIMO DE SUBSIDIO DIRECTO

MONTO MÁXIMO DEL CRÉDITO CON DERECHO A SUBSIDIO IMPLICITO

N°LLAMADO

Requisitos A este Sistema se podía postular en forma individual o a través de cooperativas de vivienda. La selección de benefi ciarios (en base a puntaje) se efectuaba por tramo de valor de vivienda y por región de postulación, de modo que la competencia se establece entre grupos de postulantes de características homogéneas.El puntaje que se asignaba a los postulantes en este Sistema, consideraba los siguientes factores:

* Ahorro en dinero enterado por el postulante, debiendo acreditarse que se ha cumplido con el monto y plazos mínimos correspondientes y que éste se ha enterado en alguno de los instrumentos que fi ja el reglamento respectivo;

* Antigüedad o permanencia de ese ahorro, siempre que se hubiese cumplido con los saldos medios que voluntariamente pacta el ahorrante;

* Ahorro acreditado por la disponibilidad de sitio propio (si se acredita ese tipo de ahorro).

* Composición del grupo familiar acreditado por el postulante, considerando dentro de este grupo familiar al propio postulante, a su cónyuge y a los hijos menores de 18 años;

Page 191: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

198

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

* Menor monto de subsidio directo solicitado al momento de postular (de acuerdo a las alternativas que para cada tramo establece el reglamento);

* Menor monto de crédito con derecho a subsidio implícito, solicitado por el postulante al momento de su inscripción.

Fuente: “Memoria 1973-1989”. Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Santiago). 1990, pág. 103.“Cartilla informativa”. Depto. Comunicaciones, Unidad de Difusión y Fomento MINVU.

6.2 Programa de Vivienda Básica: Situación de Marginalidad Habitacional.

Año Inicio 1975 DL Nº1088/75 Se reglamenta por el DS N° 314/75, DL N° 2552/79.

Gobiernos Augusto Pinochet U.

Usuarios Sistema orientado a la atención de las familias de más bajos ingresos que vivían en condiciones de marginalidad habitacional, tales como allegados o en otras situaciones similares, así como a aquellas familias que requieren ser erradicadas de los lugares en que residían, por condiciones de precariedad, inseguridad, carencias, sanidad, o por ser terrenos inapropiados.

Producto * Una vivienda completa, en cuanto a su programa arquitectónico, defi nitiva, de una superfi cie aproximada de 34 a 40 m2 (generalmente ampliable, de allí su denominación de básica ).En un sitio en lo general de 60 a 100 m2 de superfi cie (era menor en caso de tratarse de soluciones en altura). Su ejecución era contratada, mediante licitación pública, por los SERVIU.

Tipos de Soluciones:Tipo A: Un piso, estar comedor, dos dormitorios, cocina comedor, con una superfi cie máxima de 34 m2 y un terreno de 100 m2.

Tipo B: Dos o más pisos, con un programa similar y con una superfi cie máxima de 36 m2 y un terreno de 60 m2.

Tipo C: tres pisos o más (departamentos) con copropiedad, superfi cie máxima de 40 m2 y programa de 3 dormitorios.

Financiamiento * Subsidio Directo del Estado.Los principales benefi cios que otorgaba este Sistema consistía en un subsidio ( que el benefi ciario no devolvía) que otorgaba el Estado, que alcanzaba hasta el 75% del valor de la vivienda.

*Crédito Hipotecario. Posibilidad de acceso a un crédito hipotecario que le otorgaba el mismo SERVIU, expresado en U.F. a un plazo no superior a 20 años y a una tasa de interés real anual del 8%.

Page 192: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

199

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Los valores máximos de las viviendas básicas variaron a través del tiempo según el siguiente cuadro:

Los dividendos correspondientes a este crédito no podían comprometer, al pactarse, más del 20% de la renta del postulante más la de su cónyuge, ni ser inferiores al equivalente a 0,3 U.F. mensuales.

El precio de las viviendas que se entregaban mediante este Sistema eran de aproximadamente 220 U.F., salvo en algunas regiones extremas o localidades específi cas, donde el costo de construcción es superior, compensándose ese mayor valor con un subsidio también superior.

En este Sistema las viviendas son contratadas por los SERVIU; ejecutadas por el sector privado (empresas constructoras) a través de licitación pública y entregadas por los mismos SERVIU a los postulantes inscritos en los registros de este Sistema.

Requisitos Los postulantes eran seleccionados por estricto orden de prelación según puntaje, conforme a procedimientos generales, objetivos, impersonales y no discrecionales.

El puntaje que se asigna a los postulantes considera los siguientes factores:

* Antigüedad de la inscripción en el Registro respectivo.

* Ahorro en dinero enterado por el postulantes en una Cuenta de Ahorro a Plazo para la Vivienda.

* Ubicación del postulante en el Sistema de Estratifi cación Social, expresada en las Fichas CAS correspondiente.

* Composición del grupo familiar acreditado por el postulante (se considera dentro de este grupo familiar, al propio postulante, a su cónyuge y a sus hijos menores de 18 años).

Fuente: “Memoria 1973-1989”. Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Santiago). 1990, pág. 103.“Sistema de Postulación, Asignación y Venta de Viviendas, destinadas a atender situaciones de Marginalidad Habitacional. Diagrama Operativo”.

AÑO SUPERFICIE 1° ETAPA VALOR MÁXIMO MONTO DEL SUBSIDIO VIVIENDA BÁSICA NO REEMBOLSABLE

79 a 82 24 m2 225 UF 75% Valor de tasación

83 25 a 36 m2 200 UF 75% Valor de tasación

Page 193: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

200

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

6.3 Programa Subsidio Habitacional Variable.

Año Inicio 1981 DS. N° 351 ( 18.12.80). D.O. N° 30.875 ( 27.01.81).

Gobiernos Augusto Pinochet U.

Usuarios Personas naturales, solteras o casadas, mayores de edad, que sean jefes de hogar y no hayan sido propietarias de una vivienda, por cualquiera de los medios y/o instituciones (aunque la hubieren posteriormente transferido), a través de Asociaciones de Ahorro y Préstamo, préstamos del Banco del Estado, del Servicio de Bienestar o conforme a Planes Habitacionales por instituciones Semifi scales, autónomas o del Estado.

Producto Una ayuda estatal directa, que se otorgará por una sola vez al benefi ciario, sin cargo de restitución por parte de éste y que constituye un complemento a su propia capacidad de fi nanciamiento para adquirir o construir una vivienda destinada a su habitación.

El monto del subsidio para fi nanciar la vivienda, no puede exceder a 200 U.F. o del monto máximo que corresponda al tramo en el que postula.

Los SERVIU pagarán el subsidio contra presentación del certifi cado, directamente al benefi ciario, en dinero al valor que tenga la U.F. a la fecha de pago. El Subsidio se podrá pagar también al vendedor, constructor o proveedor de la vivienda, o a la institución que hubiere otorga crédito al benefi ciario para el fi nanciamiento, previo endoso del certifi cado de Subsidio Habitacional Variable por parte del benefi ciario.

El monto del subsidio que pagará el SERVIU será, como máximo, el indicado en el Certifi cado de Subsidio Habitacional Variable, el que en ningún caso podrá ser superior al 75% del valor de tasación de la vivienda.

Financiamiento Se otorgará con cargo a los fondos presupuestarios de los Servicios de Vivienda y Urbanización, o del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Secretaría de Estado.

El Ministerio de Vivienda y urbanismo fi jaba, mediante resoluciones que publicaba en el Diario Ofi cial, los recursos que destinaba al fi nanciamiento de estos subsidios en cada llamado a inscripción.

En la misma resolución señalaba el respectivo período de inscripción, el que no podría ser inferior a 60 días y, asimismo, el período durante el cual se podía cobrar el Subsidio Habitacional Variable, el que no podía ser inferior a un año contado desde la fecha de su otorgamiento.

Requisitos Los SERVIU pagaban el subsidio que correspondía previa verifi cación de que tanto el benefi ciario como la vivienda adquirida o construida, cumplían con los requisitos establecidos para el respectivo llamado a inscripción y contra presentación de los siguientes documentos:

* Tasación de la Vivienda, la que será practicada por el propio SERVIU a solicitud del benefi ciario. La primera tasación será sin cargo para el benefi ciario; el SERVIU aplicará las tablas de factores, valores y demás condiciones fi jados por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo mediante resoluciones.

* Certifi cado de Subsidio Habitacional Variable, debidamente endosado cuando procediere.

Page 194: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

201

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

* Copia de inscripción de dominio vigente de la vivienda adquirida o construida a nombre del benefi ciario o de su cónyuge.

* Permiso de Edifi cación y Recepción Municipal, si el benefi ciario hubiera construido la vivienda en sitio propio.

* Prohibición de enajenar durante 5 años, contados desde la fecha de pago de Subsidio.

* Prohibición por 5 años de arrendar la vivienda, ni ceder el uso y goce de ella, sin autorización expresa del SERVIU correspondiente. Durante el mismo plazo, no podrá dársele a la vivienda otro destino que no sea el exclusivamente habitacional, ni destinarla a vivienda de recreación o veraneo. La infracción a lo dispuesto será sancionada con la restitución del subsidio habitacional recibido, al valor de la U.F vigente a la fecha de restitución.

Determinación del puntaje:En la determinación del puntaje de cada postulante, corresponderá 1 punto por cada Unidad de Fomento que resulte de la diferencia entre 200 Unidades de Fomento y el monto del subsidio solicitado, valorado también en Unidades de Fomento. La determinación del puntaje se hará hasta con tres decimales.

Los subsidios se otorgarán por estricto orden de prelación a aquellos postulantes que obtengan los más altos puntajes dentro de cada tramo.

Fuente: Decreto N° 351 de 18.12.1988 (Reglamenta la asignación del Subsidio Habitacional Variable).

Page 195: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

202

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

6.4 Programa Saneamiento de Poblaciones. Lotes con Servicio y Mejoramiento de Barrios.

Año Inicio 1982, Ley N° 181348 Reglamentada por el DS N° 804/25.06.82 Ministerio del Interior. D.O. N° 31.304 del 01.07.82

Gobierno Augusto Pinochet U., Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias urbanas y rurales, que habitaban en situación de extrema pobreza, carentes de las condiciones sanitarias mínimas y en la gran mayoría de los casos, sin ser propietario del sitio en que vivían; se consideraba que los sectores benefi ciarios debían estar constituidos por población en condiciones de pobreza (80% de ellas clasifi cadas con puntaje C.A.S. bajo 600 puntos).

Producto Los programas de “Lotes con Servicios” y “Mejoramiento de Barrios”, contemplan varias obras, de acuerdo a las infraestructura existentes en cada barrio y a las características de propiedad de los terrenos.

Los proyectos podían variar desde la ejecución de proyectos en asentamientos precarios que no contaran con urbanización o la tuviesen parcialmente, proveyendo la construcción de infraestructuras sanitarias (casetas sanitarias constituidas por: baño, cocina, lavadero), redes de agua potable, alcantarillado sanitario y pluvial (o combinado), electricidad y pavimentación, más la entrega de un sitio con una superfi cie mínima de 100 m2 por cada familia. Junto con ello cada benefi ciario recibía el título de propiedad del terreno.

Tipos de Soluciones Entregadas.La solución de saneamiento básico, en el caso que el benefi ciario careciera de toda infraestructura, ha considerado los siguientes componentes:

* Sitio. (Lotes con servicios).- Entrega a la familia favorecida de un sitio con una superfi cie mínima de 100 m2.

Estos tipos de loteamiento básico, presentaban algunas variantes a nivel regional, siendo interesante ver un tipo de loteamiento que permitía conformar con mayor claridad planimétrica el entorno inmediato a los lotes.

Los lotes que se han implementado en el programa en todo el período, a nivel nacional presentaban un predominio de la forma rectangular, con superfi cies entre 100 y 200 m2, con la vivienda económica y/o la caseta sanitaria emplazada a tres metros de la línea ofi cial.

* Caseta Sanitaria.- Cada sitio era equipado de una caseta sanitaria de superfi cie mínima de 6 m2 y

máxima de 12 m2. Compuesta de baño, un ambiente de cocina y conexión para lavadero.

* Urbanización. (Saneamiento de poblaciones).- Construcción de redes públicas que permitían dotar a cada sitio de agua potable,

alcantarillado sanitario y energía eléctrica.

- Escurrimiento de aguas lluvias se contemplaba en forma superfi cial. Si esto no es posible se consultaba alcantarillado pluvial.

Page 196: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

203

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

* Obras de pavimentación mínima, que de acuerdo a la localización geográfi ca podrían variar desde formación de calzadas en tierra hasta pavimentos de asfalto u hormigón. Se consultaba a lo menos una vía de tránsito vehicular permanente. Las restantes vías de circulación podían ser tipo pasaje peatonal de 6 metros de ancho.

* Equipamiento mínimo, en agrupaciones de más de 100 unidades habitacionales: terreno para jardín infantil, centro abierto o similar, de 500 m2, terreno para locales comerciales de 250 m2.

* Señalización, arbolización de calles y pasajes.

* Cierros de limitación predial; de madera o malla de 0.40 m. de altura.

* Planos: se entregaban al benefi ciario planos tipo que muestran algunas alternativas de ampliación de la caseta, esperándose que éste, mediante mecanismos de auto-ayuda, con asistencia técnica del municipio, consiga completar su vivienda defi nitiva.

* Titulación.

Financiamiento Financiamiento La solución descrita es transferida en dominio al benefi ciario, mediante contrato de compraventa. Una parte del precio de venta corresponde a una subvención municipal de hasta el 75%, y el saldo a un préstamo hipotecario que para este efecto concede la Municipalidad al benefi ciario, a 12 años plazo a pagar en cuotas mensuales.

La solución habitacional sanitaria tenía un costo total máximo de 110 U.F., valor que incluye el costo del terreno, los proyectos, la urbanización, obras complementarias e instalaciones, la construcción de la unidad propiamente tal, aportes, tasas y derechos que cobren los servicios de utilidad pública, derechos notariales y de inscripción y otros costos y gastos. El costo máximo podrá incrementarse hasta en un 30 % de su valor, en casos califi cados.

Requisito Requisito La selección de los poblaciones a benefi ciar era realizada por la correspondiente Municipalidad que contaba con un diagnóstico comunal, que permitía detectar las necesidades más urgentes en términos de marginalidad urbana y sanitaria. En este sentido, existía un criterio de selección de asentamientos y posteriormente, de los postulantes individuales. Se consideraba que los sectores benefi ciarios debían estar constituidos por población en condiciones de pobreza (80% de ella clasifi cadas con puntaje C.A.S. bajo 600 puntos).

Observaciones Observaciones Los recursos ingresados al municipio como recuperación de préstamos hipotecarios quedaban a disposición de éste, para reinversión en el mismo sector en que se ejecutaba el proyecto.

Fuente: “Programa de Mejoramiento de Barrios. Análisis del período 1983-1992”. Sepúlveda R., Arditi C., De La Puente P., Muñoz P., Torres E. Agosto de 1992, INVI, FAU, Universidad de Chile, FONDECYT, 11-14-92.

Page 197: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

204

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

6.5 Programa Subsidio Habitacional a la Demanda para la Atención del Sector Rural.

Año Inicio 1980 DS Nº 206 de 1980, DS N° 92 del 1984, DS N° 167 de 1986.

Gobiernos Augusto Pinochet U., Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Este Sistema se orientaba a la atención de familias de recursos modestos, que habitan permanentemente en el sector rural.

Producto El Sistema no sólo contemplaba la construcción de viviendas en predios individuales, sino que también fomentaba la formación de villorrios u otras formas de agrupamientos en el sector rural, con lo que facilitaba la provisión de servicios comunitarios (educación, salud, redes de urbanización, etc.).

Financiamiento Las viviendas son ejecutadas y comercializadas por el sector privado, fi nanciándolas el benefi ciario de estos sistemas con su propio ahorro, con el subsidio directo que le otorga el Estado y con un crédito hipotecario obtenido por el benefi ciario en el sector fi nanciero, en condiciones preferentes con derecho a subsidio implícito.

En este Sistema, el valor máximo de la vivienda a la cual se podía aplicar el subsidio habitacional, estaba fi jado inicialmente en 200 UF., y posteriormente fue de 260 UF., salvo en el caso que se desarrollan proyectos que correspondieran a postulación colectiva (aldeas, villorrios, etc.), cuando las viviendas a las cuales se aplicaba este benefi cio contaran con todas las obras de urbanización exigidas para las viviendas sociales, en cuyo caso el valor máximo podía alcanzar hasta 400 U.F.

El monto máximo de subsidio directo que se entregaba mediante este Sistema alcanzaba a 150 U.F., pudiendo destinarse parte de ese subsidio directo (hasta el equivalente a 5 U.F.), al pago de gastos de escrituración, regularización del dominio del inmueble e inscripción del predio en que se ejecutaba la vivienda a la cual se aplicaba el subsidio.

En el caso de aquellas viviendas cuyo valor máximo alcanzara a 400 U.F., se consulta la posibilidad de acceso a créditos hipotecarios complementarios, con derecho a subsidio implícito, operados por el sistema fi nanciero, con un tope equivalente de 280 U.F.

Los montos del Subsidio máximo y el valor máximo de tasación de la vivienda rural, variaron a través del tiempo de la siguiente manera:

Requisitos A este Sistema se puede postular en forma individual o colectiva. En este último caso, a través de cooperativas de vivienda o como personas naturales constituidas en comunidades agrícolas DFL 5.

La selección de benefi ciarios (en base a puntaje), se efectuaba por tipo de postulación (individual o colectiva) y por región.

El puntaje que se asignaba a los postulantes a este Sistema, consideraba los siguientes rubros:* Ahorro en dinero enterado por el postulante en una Cuenta de Ahorro a Plazo para la vivienda.

* Composición del grupo familiar acreditado al postular.

* Menor monto de subsidio directo solicitado al momento de postular.

Page 198: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

205

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

AÑOS TRAMO DE VALOR VIVIENDA MONTO MÁXIMO DE SUBSIDIO DIRECTO

1980 a 1985 400 U 180 UF1986 a 198 260 UF 165 UF1988 a 1989 260 UF 150 UF

* Requiere que el postulante acredite ser propietario o poseer derechos ciertos sobre un predio o terreno que no exceda del equivalente a 8 hectáreas de riego básicas, ubicado en el sector rural o en localidad previamente autorizadas en cada llamado, en atención a las características de éstas.

Observaciones Este sistema descansa en una activa participación del sector privado, tanto en la gestión inmobiliaria (captación de la demanda habitacional, construcción y oferta de viviendas, fi nanciamiento de las mismas y su venta); como en la gestión fi nanciera pertinente (captación de ahorro, otorgamiento de créditos para la construcción y de préstamos hipotecarios para la adquisición; comercialización de instrumentos que fi nancian esos préstamos).

Acción INDAP créditos de enlace; ampliación y gestión demanda en período inicial del programa.

Fuente: Memoria 1973-1989. Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Santiago), 1990, pág. 103.

6.6 Programa Subsidio Habitacional:Sistema Especial dirigido a la Atención de Planes de Colonización.

Año Inicio 1984 DS N° 194 (V. y U.) 1984.

Gobiernos Augusto Pinochet U.

Usuarios Los Colonos. Este sistema está orientado a complementar los planes de colonización emprendidos por el Ministerio de Bienes Nacionales en las Regiones X, XI y XII, tendientes a lograr una efectiva integración de éstas al desarrollo del país.

Producto * Una vivienda emplazada en el predio ocupado por el benefi ciario.

Mediante la aplicación de este Sistema, se busca facilitar el fi nanciamiento de las viviendas que precisan los colonos, para protegerse adecuadamente en el medio al cual se han trasladado. La vivienda debe emplazarse en el predio que ocupa el benefi ciario.

Financiamiento Similar al del General Unifi cado, pero por las difi cultades que presentaba la construcción de estas viviendas (distancia, transporte, accesibilidad, etc.), así como por las especiales condiciones que requieren dichas viviendas, el monto del subsidio, en estos casos, alcanza hasta el equivalente a 300 UF, teniendo como tope el 90% el valor de la vivienda a la cual se aplique (incluye en ese valor los gastos de fl ete).

Page 199: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

206

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

En este sistema, los subsidios se otorgaban de acuerdo al orden de prelación que señalaba para tal efecto el Ministerio de Bienes Nacionales de acuerdo a los planes de poblamiento que impulsaba.

Requisitos Los requisitos corresponde a los exigidos en el Subsidio General Unifi cado.

Fuente: Memoria 1973-1989 Ministerio de Vivienda y Urbanismo, MINVU (Santiago), 1990, pág. 103.

6.7 Programa Subsidio Habitacional para el Sistema de Ahorro y Financiamiento SAF.

Año Inicio 1984 D. N° 74 (V. y U) de 07.05. 84 D.O. N° 31.781 (V. y U.) 15.05.84.

Gobiernos Augusto Pinochet U.

Usuarios Personas naturales, mayores de edad, solteras o casadas, que sean jefe de hogar, tengan o no cargas familiares, que no sean propietarias de una vivienda ni lo sea su cónyuge, y que hayan cumplido el contrato de ahorro pactado en una Cuenta de Ahorro a Plazo para la vivienda regida por las normas dictadas al efecto por el Banco Central de Chile.

Producto Un subsidio directo que constituye un complemento del ahorro que necesariamente deberá tener el benefi ciario, y del crédito a que podrá optar para fi nanciar la adquisición de una vivienda de hasta un valor equivalente a 2.000 U.F., terminada, nueva o usada, urbana o rural, o la construcción de ella, y cuyo fi n sea la solución habitacional del benefi ciario y de su grupo familiar.

El certifi cado de Subsidio Habitacional indicará, a lo menos, fecha de su emisión, el nombre del postulante, su cédula de identidad y RUT, el monto del subsidio obtenido; período de vigencia para presentarlo a cobro; monto máximo del crédito a que puede optar el benefi ciario; monto del ahorro acreditado; región en la cual se aplicará el subsidio y porcentaje del valor de emisión de las letras de crédito correspondientes al préstamo que se otorgue al benefi cio, hasta el cual el Ministerio de Vivienda y Urbanismo concurrirá a su pago.

La vigencia será de un año desde su emisión (podrá prorrogarse por una sola vez por un plazo máximo de seis meses (por resolución en casos califi cados).

Financiamiento * Ayuda estatal directa, que obtendrá el benefi ciario por una sola vez, sin cargo de restitución por parte de éste, y que se otorgará con cargo a los fondos presupuestarios de los Servicios de Vivienda y Urbanización, o del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Secretaría de Estado a cuyo cargo estará la implantación y desarrollo de este sistema de subsidio.

* Para postular a este Subsidio, es pre requisito ser titular de una Cuenta de Ahorro a Plazo para la Vivienda; para estos efectos, el contrato de ahorro que suscribirá el titular de dicha cuenta indicará el monto total mínimo de ahorro al cual se compromete; el plazo en que enterará su ahorro; y saldo medio semestral mínimo que deberá mantener, el cual no podrá ser inferior para el primer semestre al que

Page 200: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

207

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

resulte de dividir el ahorro total pactado por dos veces el número de semestres convenido para enterarlo; para el segundo semestre deberá tener tres veces el saldo medio mínimo del primer semestre; para el tercer semestre deberá tener cinco veces el saldo medio mínimo del primer semestre, y así sucesivamente.

Sólo una vez cumplido con su contrato de ahorro, en cuanto a monto total y plazo mínimo convenidos, el ahorrante podrá postular al Subsidio Habitacional, a través del SERVIU correspondiente a la región en que desea adquirir o construir su vivienda.

* El postulante que resulte seleccionado para asignación del Subsidio Habitacional, podrá solicitar un crédito hipotecario complementario, a un Banco o Sociedad Financiera, conforme con las normas del Consejo Monetario.

Estos créditos se otorgarán en U.F., a un plazo de 12, 15 o 20 años, a elección del mutuario, y con un interés máximo efectivo de un 8% anual a los benefi ciarios, que deberá estipularse en los respectivos mutuos hipotecarios. Estos créditos se fi nanciarán mediante la emisión de letras de crédito de tasa de interés nominal del 5%.

Si de la venta en la Bolsa de Comercio de las letras de crédito emitidas para fi nanciar los préstamos, resultara un producto menor que el monto del respectivo crédito otorgado, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo pagará esa diferencia, por intermedio del respectivo SERVIU, hasta enterar el porcentaje del valor de emisión de dichas letras señalado en el respectivo Certifi cado de Subsidio.

Requisitos Al momento de postular el ahorrante deberá proporcionar los siguientes antecedentes:

* Certifi cado del Banco o Sociedad Financiera, que acredite el plazo y monto de ahorros convenidos, ahorro total acumulado, expresado en U.F., incluidos capital e intereses devengados y los saldos medios efectivamente mantenidos en cada semestre, así como la permanencia o antigüedad de la Cuenta de ahorro, que no podrá ser inferior a 18 meses completos, contados desde el día 1° del mes siguiente al de la fecha de apertura de la Cuenta de Ahorro a Plazo para la Vivienda;

* Cargas Familiares, (sólo se considerarán cargas del postulante, su cónyuge y sus hijos menores de 18 años). Estas cargas se acreditarán mediante la Libreta de Familia o con los certifi cados de matrimonio y de nacimiento respectivo;

* Monto del Subsidio, que solicita de acuerdo a la tabla siguiente:

Tramo A, para los que opten por un crédito de hasta 500 U.F. y un Subsidio directo de 50, 90 o 130 U.F.; y

Tramo B, para los que opten por un crédito de hasta 500 U.F.; y hasta 1.000 U.F. y un Subsidio directo de 30, 70 o 110 U.F.

* Monto y plazo del crédito que solicitará, expresado en U.F., el que no podrá ser superior a ocho veces el ahorro total pactado ni a un 75% del valor de la vivienda.

De la selección:La selección para la asignación de este Subsidio Habitacional se efectuará por regiones, entre los postulantes de cada tramo que hubieren cumplido con su contrato de ahorro, mediante el procesamiento computacional de las solicitudes presentadas. El orden de prelación dentro de cada tramo se fi jará atendiendo a los más altos puntajes, de acuerdo a la suma de los puntos obtenidos por los postulantes en cada uno de los rubros siguientes, hasta concurrencia de los recursos disponibles para el respectivo trimestre en cada región: monto del ahorro, permanencia o antigüedad del ahorro, cargas familiares, monto del subsidio solicitado y cantidad de crédito requerido.

Page 201: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

208

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

El puntaje:* Monto de ahorro: 1 punto por cada UF de ahorro acumulado, incluido capital e intereses.

* Permanencia o antigüedad del ahorro: corresponderán 8 puntos por cada mes completo a partir del día primero del mes siguiente al de la fecha de apertura de la Cuenta de Ahorro a Plazo para la Vivienda. Si en uno o más semestres no se hubiera mantenido el saldo medio semestral pactado, se descontarán 48 puntos por cada de esos semestres.

* Cargas Familiares: corresponderán 10 puntos por carga familiar.

* Monto de subsidio solicitado: el postulante obtendrá por este concepto el puntaje que corresponda de acuerdo a la siguiente tabla:

MONTO DEL SUBSIDIO SOLICITADO (EN U.F.)

TRAMO A TRAMO B PUNTAJE

130 110 090 70 5050 30 1000 0 50

* Cantidad de crédito requerido: el puntaje por este concepto será de 0,2 puntos por cada Unidad de Fomento que resulte de la diferencia entre el máximo de crédito correspondiente al tramo de subsidio al cual postuló y el crédito solicitado.

Fuente: Decreto N° 74 de 07.05.84.

Page 202: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

209

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

6.8 Programa Especial para Trabajadores PET.

Año Inicio 1985 DS. N° 235/85.

Gobiernos Augusto Pinochet U., Patricio Ayilwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Este Programa se dirige a trabajadores que:

* Pertenecen a un sindicato, organización gremial o similar y postulan a través de dicha institución, la que actúa como entidad organizadora.

* Quieren solucionar colectivamente su problema habitacional.

* Cuenten con una renta estable no inferior a 11 UF mensuales.

* Están en condiciones de ahorrar.

* Pueden acreditar solvencia y capacidad de pago para el otorgamiento del crédito, si lo solicitan.

Producto Un subsidio que, junto al ahorro y al crédito otorgado por el Banco le permiten:

* Financiar una vivienda nueva con terminaciones básicas, de 40 a 50 m2 de superfi cie, de 1 o 2 pisos pareadas o un departamento en edifi cios de 3 pisos o más. Esta vivienda, debe ser parte del programa organizado por la entidad a través de la cual se postula.

Financiamiento El precio máximo de la vivienda es de 400 UF (valor tasación municipal) y se fi nancia con:* Subsidio del Estado (máximo) 90 UF (*).

* Ahorro del postulante (mínimo) 40 UF.

* Crédito hipotecario (optativo) no superior al 75% del precio de la vivienda otorgado por en Banco u otra entidad fi nanciera.

* Aportes Adicionales: se pueden agregar aportes adicionales al ahorro, en dinero o terreno, otorgados por empleadores o entidades ajenas al postulante. Si al fi nanciamiento del proyecto concurren terceros que se comprometen aportar un monto mínimo de 50 UF por cada benefi ciario, el monto máximo de subsidio podrá alcanzar a 150 UF. (desde el 2000).

En zonas de renovación urbana y de desarrollo prioritario: 130 UF. (desde 1990).Zonas de renovación urbana son aquellas defi nidas por el MINVU para favorecer la renovación de barrios antiguos dentro de la ciudad. Zonas de desarrollo prioritario: son las defi nidas por el MINVU para impulsar el desarrollo equitativo de la ciudad atrayendo inversiones del sector privado en vivienda y urbanismo. Regiónes XI, XII y Provincia de Palena: UF 150.

Requisitos * Ser titular (postulante o su cónyuge) de una cuenta de ahorro para la vivienda, u otras cuentas autorizadas, con un saldo no menor de 40 UF.

* Si se solicita crédito hipotecario bancario, tener capacidad de pago y solvencia.

* Postular en grupo, patrocinados por organizaciones de derecho público o privado, denominados entidades organizadoras, tales, como: sindicatos, confederaciones, servicios de bienestar, asociaciones gremiales en general, municipios o instituciones que tengan personalidad jurídica.

Page 203: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

210

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

* Acreditar personalidad jurídica vigente, de la entidad organizadora.

* En caso de programas especiales con aportes de terceros mínimos de 50 UF por cada benefi ciario, donde el subsidio a otorgar es de 150 UF, debe acreditarse que el grupo ha sido encuestado con la Ficha CAS y que el puntaje promedio del grupo no excede los 520 puntos (desde el 2000).

Observaciones Este Programa Especial de Construcción de Viviendas Sociales, estaba orientado a la atención habitacional de familias de recursos modestos, de características socioeconómicas homogéneas y que participaban en programas habitacionales impulsados por Entidades Organizadoras que suscribían convenios con el MINVU (Municipalidades; Asociaciones Gremiales; etc.).

Estos Programas suponían:* Un aporte administrativo adicional (la postulación, selección y eventualmente la

contratación de las obras, era organizada por una persona jurídica de derecho público o privado);

* Un mayor monto de ahorro previo enterado por los postulantes (se fi jaba un monto mínimo de ahorro, para califi car en estos Programas);

* Un menor monto de subsidio estatal (que se compensaba con el mayor ahorro, con la mayor capacidad de crédito de los benefi ciarios y, eventualmente, con aportes adicionales proporcionados por la entidad organizadora);

* Créditos hipotecarios otorgados por el Banco del Estado de Chile, en base a un convenio celebrado con el MINVU (a un plazo no superior a 20 años y con un 8.0% de interés real anual);

* Las viviendas que se entregaban a través de este Sistema tenían un valor aproximado de 280 U.F. y podían ser contratadas por la Entidad Organizadora o por el propio SERVIU, en el caso que la Entidad Organizadora le otorgara mandato en tal sentido.

Fuente: Memoria 1973-1989. Ministerio de Vivienda y Urbanismo, MINVU (Santiago), 1990, pág. 103.Sistema de Postulación, Asignación y Venta de Viviendas, destinadas a atender Situaciones de Marginalidad Habitacional. Diagrama Operativo, página web MINVU.

Page 204: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

Imágenes

Imágenes de los programas del período del Gobierno Militar

1973 - 1990

Arquitectónicas y Urbanas

Page 205: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

212

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 6.1Plano de conjunto. El rescate de la manzana con fachada continua y espacio interior de uso comunitario.Fuente: Haramoto, et al

Foto 6.1Calle con fachada continua. Se observa la esquina utilizada para instalar un pequeño comercio de barrio.Fuente: Haramoto, et al

Foto 6.2Acceso al conjunto con letreros de venta.En la venta del conjunto hace énfasis en el uso del subsidio.Fuente: Haramoto, et al

La población Los Sauces fue construida el año 1983 en la comuna de La Florida. Ocupa un terreno de 11,64 Ha. y considera un total de 843 viviendas, con una superfi cie de 66 m2.

Las viviendas están en un rango de precio de U.F 400 a UF 580 según se aprecia en la foto 6.2 que muestra un letrero de publicidad anunciando la venta y el precio.

En su planteamiento urbanístico, el conjunto rescata la tipología de la manzana con borde continuo y patio interior, características del casco antiguo de la ciudad (Figura 6.1).

El proyecto considera en su organización espacial la tipología de “manzana completa”; perfectamente cuadrada, y la “media manzana”. Estas se articulan por medio de una calle central interior que cruza en su recorrido, una sucesión de plazoletas interiores. Las manzanas recono-cen el punto de esquina como un punto signifi ca-tivo, y tienen un uso comercial.

El diseño de la vivienda se desarrolla con base a un bloque continuo con unidades diseñadas en 3 pisos (Foto 6.1), lo que permite una superfi cie bastante mayor (66 m2) que en otros conjuntos de similar precio. La crujía angosta permitió un máximo aprovechamiento del terreno, logrando altas densidades (506,5 hab/Há.).

Las fachadas del conjunto se caracterizan por el trabajo decorativo con ladrillos y elementos or-namentales en la zona de ventanas. Los frontones de remate interrumpen la fuerte horizontalidad del bloque continuo, haciéndolo de este modo me-nos monótono y más atractivo a la vista.

El área vacía al interior de la manzana se ofrece como un espacio común, protegido y con-trolado, al que se tiene acceso desde la zona de patio de cada vivienda.

POBLACIÓN LOS SAUCESSANTIAGO, R. M.

6.9a | Subsidio Habitacional a la Demanda

Page 206: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

213

Imá

ge

ne

s

Foto 6.3 Vista de Conjunto, donde se aprecia el espacio interior habilitado como zona comunitaria.Fuente: Haramoto, et al

Figura 6.2Corte BB.La escalera central conecta los diferentes niveles y se transforma en el centro de la viviendaFuente: Haramoto, et al

Figura 6.4 Elevación Frontal. Se aprecia en la fi gura los detalles decorativos con el ladrillo de construcción.Fuente: Haramoto, et al

El espacio al interior de la manzana se ofrece como un área de encuentro comunitario, al que se puede acceder desde el patio de cada vivienda.

En la fachada se aplican elementos decora-tivos usando los materiales propios de la obra y adornos adicionales, que nos recuerdan el trabajo de fachada en los cites de principios del siglo XX.

El corte B-B mostrado en la Fig. 6.2 nos per-mite apreciar los tres niveles en que se desarrolla la vivienda, que se desarrolla en su planta con muy poco ancho (aprox. 3 m.), pero que se hace amplia en la altura. Esta solución arquitectónica es poco usual dentro de la vivienda social y es un aporte investigativo a las soluciones habitaciona-les en Chile.les en Chile.

6.9a | Subsidio Habitacional a la Demanda

Figura 6.3Plantas vivienda tipo.La crujía angosta desarrolla la vivienda en tres niveles, generando en su interior una espacialidad que la enriquece y le da un carácter propio.Fuente: Haramoto, et al

Page 207: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

214

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 6.5Planta 1º y 2º piso. Se observa la ampliación en 1º piso como una habitación desconectada de la vivienda original.Fuente: MINVU, 1990Fuente: MINVU, 1990

Figura 6.7Elevación principal. Una construcción simple donde se destaca la estructura de pilares y cadenas de hormigón. Fuente: MINVU, 1990

La población Colina Norte es un conjunto de 542 viviendas básicas con una superfi cie de 34,38 m2. Éstas están diseñadas en un primer piso con área de estar, cocina comedor y baño, y un segundo piso con dos dormitorios y closet. Considera además una ampliación en la parte posterior de la vivienda.

El loteo, caracterizado por terrenos de muy poco frente y mucho fondo, se construye dando cabida a los bloques de viviendas de manera ordenada y sin variaciones. Un sector del te-rreno ha sido destinado a canchas de juegos, equipamiento comunitario y una zona de reserva municipal (Fig. 6.6).

El trazado de calles ha sido resuelto con dos vía principales y dos de menor longitud perpen-dicular a ellas.

La construcción de las viviendas se ha rea-lizado con sistema tradicional de albañilería de ladrillo reforzada con pilares y cadenas de hormigón, que se muestran claramente en sus fachadas (Figura 6.7).

POBLACIÓN COLINA NORTE R.M.

Figura 6.6 Planta de loteo.Fuente: MINVU, 1990

No se han utilizado elementos decorativos o accesorios de ningún tipo, terminando el proyec-to con una arquitectura simple, sin pretensiones y destinada solo a satisfacer la necesidad de dar

6.9b | Programa Vivienda Básica SERVIU

Page 208: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

215

Imá

ge

ne

s

Figura 6.9 Elevación edifi cio.Fuente: MINVU, 1989

Foto 6.4Conjunto de edifi cios que conforma un hito urbano.Fuente: MINVU, 1989

Figura 6.10Planta de conjunto.Fuente: MINVU, 1989Fuente: MINVU, 1989

Figura 6.8Planta tipo. Conjunto Villa Los Arrecifes, V Región.La planta en forma de cruz asegura una buena estabilidad estructural y racionaliza el uso de escaleras y ascensor.Fuente: MINVU, 1989

En este proyecto de Vivienda Básica, la po-blación Los Arrecifes ubicada en la V Región de Valparaíso consta de 229 viviendas básicas con una superfi cie de 38,58 m2 en una tipología C (vivienda en edifi cio de 3 o más pisos), lo cual no posibilita ampliaciones como lo permiten las viviendas de uno o dos pisos.

El conjunto consta de 7 edifi cios de 4 pisos con 4 departamentos por piso, con un programa de living comedor cocina, en un solo espacio, baño y tres dormitorios (Fig. 6.8).

El edifi cio tiene un diseño en forma de cruz, perfectamente simétrico, lo que asegura una per-fecta estabilidad estructural.

La ubicación del conjunto en la ladera de un cerro ofrece a muchos de los departamentos una hermosa vista del océano circundante y su estructura de color blanco que se eleva por sobre las viviendas de un piso características del área, las viviendas de un piso características del área, transforman a este conjunto de viviendas en un transforman a este conjunto de viviendas en un hito urbano dentro del lugar (Foto 6.4 y Fig. 6.10).hito urbano dentro del lugar (Foto 6.4 y Fig. 6.10).

6.9b | Programa Vivienda Básica SERVIU

Page 209: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

216

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Foto 6.5Vivienda básica. Población Los Nogales, Puente Alto.Fuente: MINVU,1980

Figura 6.11Planta Población Los Nogales.Fuente: MINVU, 1980

Foto 6.6Vivienda Básica. Población Tacora,I Región.Fuente: MINVU, 1980

Figura 6.12Figura 6.12Planta vivienda Planta vivienda básica con básica con ampliaciónampliaciónFuente: MINVU, Fuente: MINVU, 1980

La Vivienda Básica como línea de acción en vivienda social, está orientada a resolver los problemas de marginalidad habitacional de los Sectores de más bajos ingresos

Se entenderá por Vivienda Básica la primera etapa de una vivienda de interés social fi nanciada con recursos públicos y destinada a resolver las radicaciones y la erradicaciones de campamen-tos, permitiendo mejorar las actuales condiciones de vida de sus pobladores (MINVU 1980, pág. 63).

Las Viviendas Básicas se construyen con los siguientes materiales básicos:

Fundaciones y pavimento de hormigón. “Mu-ros perimetrales y medianeros de material sólido. Tipos de agrupación pareada. Superfi cies mínima de la vivienda 24 m2, situación muy característica de la vivienda Básica del período 73-90, y una superfi cie mínima predial 100 m2. Las fotos 6.5 y 6.6 son ejemplos de proyectos de Viviendas Bási-cas contratadas el año 1980.

El programa arquitectónico mínimo: zona de estar/comedor/cocina; zona de dormito-rios; baño mínimo: 1 ducha, 1 WC; 1 lavatorio. Equipamiento mínimo: 1 cama de 1 1⁄2 plaza y dos camarotes de 2 camas cada uno; 1 mesa de comedor y 6 sillas o 2 banquetas; 1 lavaplatos y mueble de guardar.

El diseño de la vivienda debe consultar la 1ª Etapa (Vivienda Básica) y su ampliación para to-dos los efectos pertinentes, como se observa en la Fig. 6.12. Su costo total con ampliación no debe ser superior a 400 UF (MINVU 1980, pág. 63).

La escasa superfi cie de la Vivienda Básica (24 m2) se compensaba con equipamiento Social, entre el cual se contaba con:

a) Jardines Infantiles: “Son unidades de equipamiento destinadas a proporcionar aten-ción integral a niños desde 90 días hasta 6 años de edad. Se ubican en Sectores Poblacionales de extrema Pobreza” (MINVU 1980, pág. 53).

b) Centros Abiertos: “Son unidades de Equipamiento de Carácter Social, destinadas a proporcionar atención nutricional y recreativa básica a niños de 2 a 6 años de edad. Se ubican preferentemente en Sectores Poblacionales de extrema pobreza” (MINVU 1980, pág. 63).

6.9b | Programa Vivienda Básica SERVIU

Page 210: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

217

Imá

ge

ne

s

Foto 6.7Población Diego Portales, Rancagua.80 Viviendas Básicas Tipología A.Fuente: MINVU, 1980

Foto 6.8Población Cerro 18, Lo Barnechea.1250 Viviendas Básicas de tipología B. Superfi cie = 32,09 m2

Fuente: MINVU, 1989

Foto 6.9Población San Gregorio, La Granja.102 Viviendas Básicas tipología B Continuas.Superfi cie = 39,38 m2

Fuente: MINVU, 1989

Foto 6.10Población Marta Colvin, comuna de Recoleta.136 Viviendas Básicas tipología C.Superfi cie = 46 m2

Fuente: Sepúlveda, 2001

ALGUNOS PROYECTOS EN LA REGIÓN METROPOLITANA, Y SUS TIPOLOGÍAS

Tipologías de Vivienda Básica SERVIU

Tipo A Un piso, aislada o pareada. Foto 6.7

Tipo B Dos pisos, pareadas o continuas. Fotos 6.8 y 6.9

Tipo C Vivienda en edifi cio de tres o más pisos. Foto 6.10

6.9b | Programa Vivienda Básica SERVIU

Page 211: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

218

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 6.13Elevación principal caseta con ampliación proyectada. Población Héroes de la Concepción,Fuente: Sepúlveda, 1992

Figura 6.14Planta caseta con dos proposiciones de ampliación.Fuente: Sepúlveda, 1992

En la población Héroes de la Concepción, en la comuna de Conchalí, se proyectaron 1792 casetas sanitarias, para un total de aprox. 8000 habitantes. La superfi cie de cada caseta es de 6,05 m2. Fue construida en el año 1983 como parte del programa de erradicación de campamentos.

Figura 6.15Forma de organizar la manzana.Fuente: Sepúlveda, 1992

El programa de lotes con servicios está orientado a dar saneamiento a poblaciones mar-ginales. La proposición arquitectónica original estaba basada en la llamada “Caseta Sanitaria”, Figura 6.14, las que contaban con una gran va-riedad de diseños, que desmienten la creencia generalizada de diseños rígidos y únicos para todas las situaciones. La caseta se presentaba como una primera etapa de saneamiento para que el asignatario pudiera posteriormente cons-truir alrededor de ella una vivienda de acuerdo a las necesidades de la familia.

Desde el planteamiento urbanístico proponía un trazado con predominio de la forma rectangu-lar con sitios con superfi cies entre 100 y 200 m2, e incluso mayores a 200 m2, con la unidad sanitaria emplazada a tres metros de la línea ofi cial, en sus modalidades de frente angosto y ancho.

A nivel nacional había un promedio de super-fi cie que variaba entre los 6,5 y 7,5 m2, siendo los rangos límites de 6.0 y 12.0 m2 (proyectos que in-cluyen superfi cies techadas abiertas, destinadas a lavadero).

Las casetas sanitarias se ejecutaban en una diversidad de materiales con una clara predomi-nancia de materiales de acuerdo a los diversos sectores habitacionales.

Dentro de los aspectos funcionales y mor-fológicos de detectaron 40 tipologías a nivel nacional (Fig. 6.16).

Urbanísticamente los proyectos se desarro-llan con dos tipos de manzanas, uno rectangular en base a dos manzanas y dos manzanas per-pendiculares a la primera, según los esquemas A y B mostrados en la Figura 6.15.

6.9c | Lotes con Servicios

A B

LOTES CON SERVICIOS Y MEJORAMIENTOS DE BARRIOS

Page 212: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

219

Imá

ge

ne

s

Figura 6.16Ejemplos de tipologías usadas, según región del país.Fuente: Sepúlveda, 1992

6.9c | Lotes con Servicios

Page 213: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

220

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 6.17Figura 6.17Caseta de Frente Ancho.Fuente: Greene, et al, 1991

Figura 6.18Ampliación propuesta para caseta de frente ancho.Ampliación propuesta para caseta de frente ancho.Fuente: Greene, et al, 1991

Figura 6.19Caseta de frente angosto.Fuente: Greene, et al, 1991

Figura 6.21Caseta Baño.Fuente: Greene, et al, 1991

Las soluciones dadas a las casetas se ade-cuaban a las necesidades de los usuarios; a al-gunos se les entregaba una caseta completa y a otros sólo la caseta baño.

Según Greene et al, 1991, Las características de cada una de ellas son:

a) Frente Ancho: Cuenta con dos recintos, baño equipado con WC, lavamanos, y receptá-culo de ducha, y cocina con lavaplatos. Los dos recintos tienen ventana a la fachada y el techo de la unidad es a un agua, con la cumbrera hacia la parte posterior del edifi cio (Fig. 6.17). El em-plazamiento se da habitualmente en la línea de edifi cación, para economías de las redes respec-tivas.

b) Caseta de Frente Angosto: Igual a la ante-rior, pero el baño y la cocina están alineados hacia atrás del sitio. Esto hace que presente un frente más angosto a la calle, que solamente uno de sus recintos tenga ventana a la fachada anterior y que posibilite un pareo más largo con el vecino (Fig. 6.19). Esta caseta tiene un techo a dos aguas y se presenta exclusivamente en la modalidad pareada. Se construye fundamental-mente en la Región Metropolitana.

c) Caseta Baño: Esta solución consta de solo una habitación, el baño, y su emplazamiento en el lote siempre es aislada (Fig. 6.21). La razón para este tipo de solución son fundamentalmente económicos, el tipo de localización geográfi ca del asentamiento y las características de los benefi -ciarios.

Las Figuras 6.18 y 6.20 muestran las casetas de frente ancho y angosto con sus ampliaciones propuestas.

Figura 6.20Ampliación propuesta para caseta de frente angosto.Fuente: Greene, et al, 1991

6.9c | Lotes con Servicios

LOTES CON SERVICIOS Y MEJORAMIENTOS DE BARRIOS

Page 214: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

221

Imá

ge

ne

s

Figura 6.22Loteo 1792 sitios. Sup. terreno 46,93 m2.Población Héroes de la Concepción.Fuente: Sepúlveda, 1992

Foto 6.11Vivienda con reja y muros. La vivienda se consolida con la participación de los habitantes. Se contrapone la consolidación con sus ampliaciones, a la precariedad de la etapa inicial.Fuente: Sepúlveda, 1992

Foto 6.12Los habitantes participan del proceso de crecimiento y apropiación espacial con los recursos de que disponen. Una cerca exterior construida con madera de distinto tipo cumple el propósito de defi nir el límite de la propiedad y cerrarla.Fuente: Sepúlveda, 1992

Figura 6.23Detalle loteo.Fuente: Sepúlveda, 1992

La Población Héroes de la Concepción es un ejemplo de programa de Lotes con Servicios. Las Fotos 6.11 y 6.12 y las Figuras 6.22 y 6.23 muestran imágenes de este conjunto habitacional construido con casetas sanitarias.

POBLACIÓN HÉROES DE LA CONCEPCIÓN

6.9c | Lotes con Servicios

Page 215: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

222

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Modelos típicos de Caseta Sanitaria:Frente angosto, Campamento 21 de Mayo, Calera de Tango. Región Metropolitana.Frente Ancho, ampliación Población La Higuera, La Florida. Región Metropolitana.

Figura 6.27VIII Región. 10,18 m2

Fuente: Sepúlveda, 1982

Figura 6.24Figura 6.24Caseta Sanitaria, frente ancho.Fuente: Sepúlveda, 1982

POBLACIONES CAMPAMENTO 21 DE MAYO Y AMPLIACIÓN

LA HIGUERA

6.9c | Lotes con Servicios

Figura 6.25I Región. 8,27 m2

Fuente: Sepúlveda, 1982

Figura 6.26Figura 6.26VI Región. 9,0 m2

Fuente: Sepúlveda, 1982

Figura 6.28X Región. 3,19 m2

Fuente: Sepúlveda, 1982

Page 216: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

223

Imá

ge

ne

s

La multiplicidad de soluciones arquitectóni-cas en las cuales se desarrollaron los proyectos determinó ciertas tipologías de interés arquitec-tónico a escala nacional.

La población Campamento 21 de Mayo y Ampliación la Higuera es otro ejemplo de esta modalidad de programa habitacional. La Fig. 6.31 muestra un ejemplo de caseta con frente angosto y su ampliación respectiva, que considera incluso un porche de acceso.

Figura 6.29 Figura 6.29 X Región. 11,1 m2

Fuente: Sepúlveda, 1982

Figura 6.30XI Región. 8,7 m2

Fuente: Sepúlveda, 1982

Figura 6.31Caseta Sanitaria, frente angosto.Fuente: Sepúlveda, 1982

Figura 6.32Elevación caseta, con ampliación.Fuente: Sepúlveda, 1982

Figura 6.33Elevación principal, caseta frente angosto.Fuente: Sepúlveda, 1982

6.9c | Lotes con Servicios

Page 217: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

224

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura. 6.34 Vista superior, se muestra corredor de acceso. Elevaciones.Fuente: Alcalde, 1980

Figura 6.35Vista isométrica de pareo tipo.Fuente: Alcalde, 1980

Figura 6.36Planta Vivienda tipo.Fuente: Alcalde, 1980

Figura 6.37Plano de conjunto.Fuente: Alcalde, 1980

Este proyecto de vivienda rural con uso de subsidio, es un claro ejemplo de las posibilidades de esta modalidad de solución habitacional.

Los autores desarrollan una propuesta tanto urbana (Figura 6.37) como de diseño de vivienda tomando en cuenta la forma de vida rural.

Las viviendas se desarrollan con una tipología pareada (Fig. 6.35), rescatando elementos de la arquitectura rural tales como el corredor de acce-so (Figura 6.34). La planta de arquitectura con-sidera un gran espacio de cocina comedor, muy adecuada a la forma de vivir rural (Fig. 6.36).

El conjunto como totalidad conforma un pe-queño villorrio, tipología urbana que luego, en los años 90, se desarrollaría de modo más extenso.

CONJUNTO DE VIVIENDAS RURALES EN PADRE HURTADO

6.9d | Subsidio Habitacional Rural Años ‘80

Page 218: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

225

Imá

ge

ne

s

Figura 6.40 Figura 6.40 Planta Conjunto: Una distribución homogénea de las viviendas, resuelta sobre la estructura de pasajes que tienen salida a una calle principal.Fuente: MINVU, 1991

Figura 6.38 Elevaciones principal y posterior. Se destaca el techo con bastante altura como para dar cabida a la ampliación proyectada.Fuente: MINVU, 1991

Figura 6.39Planta 1º y 2º piso. La distribución interior con la escalera central permite hacer un buen uso del espacio bajo el techo pensado para una futura ampliación.Fuente: MINVU, 1991

Foto 6.13 Vivienda tipo, donde se observa una ampliación en mansarda, según lo estipulado en proyecto original.Fuente: MINVU, 1991

La Población Lambert es un conjunto habi-tacional de 170 viviendas con una superfi cie de 38,70 m2, en la ciudad de La Serena, IV Región.

Las viviendas pareadas se desarrollan en un piso, que considera una zona de estar-comedor, cocina y dos dormitorios, además de una esca-lera conducente a la futura ampliación en el en-tretecho. Esto lleva a dejar un espacio con altura sufi ciente como para dar cabida a otro recinto habitable (Fig. 6.38 y 6.39).

Esta misma característica hace que la vivien-da se destaque por el gran techo que la cubre (Foto 6.13).

Urbanísticamente, el proyecto se ordena en torno a una calle central a la que dan salida 11 pasajes generando una trama regular que se interrumpe solo por la presencia de un área de equipamiento comunitario (Fig. 6.40).

POBLACIÓN LAMBERT R.M.

6.9e | Programa Especial para Trabajadores. P.E.T.

Page 219: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

226

Imá

ge

ne

s

Foto: 6.14Vista de conjunto. Se aprecia el paisaje seco del norte Chileno.La arquitectura de las viviendas se adapta al clima, con aleros pequeños y techos con poca pendiente.Fuente: MINVU, 1990

La Población Bonilla de Antofagasta es un proyecto de 50 viviendas con una superfi cie de 53,14 m2, desarrolladas en dos pisos, con un programa de estar-comedor, cocina, baño y tres dormitorios (Figuras 6.41, 6.42 y 6.44).

Las viviendas corresponden a la tipología pareada y dispuestas urbanamente sobre un trazado ortogonal de calles y pasajes, según se aprecia en la Fig. 6.43.

El conjunto se ubica en la zona norte de Chile, en una región desértica y seca, lo cual se refl eja en la arquitectura de techos con muy poca pen-diente y aleros pequeños.

Figura 6.43 Planta de conjunto.Las viviendas pareadas se ordenan de manera simétrica en manzanas que contienen ocho pareos.Fuente: MINVU, 1990

POBLACIÓN BONILLAANTOFAGASTA

Figura 6.44Figura 6.44Planta Segundo piso. La buena solución de la escalera permite un 2° piso con máximo aprovechamiento de espacio.Fuente: MINVU, Memoria 1990

Figura 6.41Figura 6.41Elevación principal. Se aprecia la poca pendiente de los techos y la predominancia de ventanas en el 1° piso. Fuente: MINVU, Memoria 1990

Figura 6.42 Planta primer piso. Se destaca el amplio espacio de Planta primer piso. Se destaca el amplio espacio de estar-comedor y la escalera central que ocupa muy poco espacio. Fuente: MINVU, Memoria 1990

6.9e | Programa Especial para Trabajadores. P.E.T.

Page 220: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

La vivienda social en los gobiernosde la Concertación de

la década de los noventa

C A P Í T U L O

7

1990 - 2000

Page 221: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

‹ Reseña del Período

‹ Ficha Técnica de los Programas

‹ Imágenes de los Programas

Page 222: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Reseña del Período

1990 - 2000

La vivienda social en los gobiernos de la Concertación de

la década de los noventa

Page 223: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

230

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Orientaciones Generales

búsqueda de mecanismos de recuperación de sectores deprimidos y de incorporación de los benefi ciarios de los programas habitacionales a la red de servicios sociales urbanos. Otros principios fundamentales que se dio el nuevo gobierno fueron la incorporación del medio ambiente, el desarrollo de un ministerio facilitador (pasando de ser una cartera ejecutora a ser una estructura facilitadora de procesos), la efi ciencia, y la estabilidad de los distintos agentes (MINVU, 1991)

El segundo gobierno de la Concertación estructuró sus objetivos estratégicos cimentado en la estabilidad de las reglas del juego y la solidez alcanzada por el desenvolvimiento de la economía chilena durante el primer quinquenio de los años noventa; la estabilidad social y el alto grado de credibilidad de las políticas públicas en materia habitacional y urbana, junto al espíritu de colaboración logrado entre los sectores privado y público. Sobre estas bases, el MINVU introdujo nuevos énfasis dirigidos a perfeccionar la política habitacional, incrementando su funcionalidad con respecto a los objetivos de equidad y con la vigoroza dinámica económica mostrada por el país. Para esto se privilegiaron las modalidades de postulación y asignación de naturaleza asociativa, se diversifi có la oferta programática mediante mecanismos de Leasing, movilidad, se incrementó la calidad urbanística de los conjuntos y se generó nueva oferta de programas urbanos, incorporando la noción de megaproyectos urbanos que orienten la acción habitacional. Los principios orientadores de la política del ministerio en este segundo gobierno de la concertación fueron:uno, el ciudadano como centro de las políticas; dos, la equidad y solidaridad como sentido de la participación ciudadana; tres, la búsqueda de ciudades sustentables; cuatro, la consolidación de políticas integrales; cinco, la promoción de un Estado activo, regulador, subsidiario y facilitador; seis, la búsqueda de mercados urbanos efi cientes (explicitando subsidios y costos); y séptimo, la consolidación de modalidades participativas de hacer ciudad (MINVU, 1996).

Los Gobiernos de la Concertación se propusieron la absorción del défi cit habitacional. Para lograr este objetivo, el MINVU se propuso una meta anual mínima de producción de 90

A comienzos de la década de los noventa, la situación en materia de vivienda se caracterizaba por un défi cit cuantitativo y de trayectoria creciente, refl ejado en la existencia de más de 900 mil familias sin casa. Por su parte, la oferta de soluciones habitacionales existente cubría sólo de manera parcial las necesidades de los hogares más pobres del país.

La propuesta programática del equipo político-técnico de la Concertación de Partidos por la Democracia propuso al país tres ideas matrices de gestión del sector de la vivienda que surgían del diagnóstico del défi cit habitacional y urbano acumulado: i) más viviendas para los más pobres y allegados; ii) mejores barrios y ciudades; iii) diseño y ejecución participativa de los programas habitacionales (Mac Donald, 1992).

Durante el primer gobierno de la Concertación, el MINVU tuvo especial preocupación por adaptar los instrumentos de política habitacional a las nuevas características y énfasis de la política social y económica en democracia (estrategia de desarrollo de crecimiento con equidad), así como acentuar los programas dirigidos a los sectores de menores ingresos. Los principios generales que se dio el Ministerio para orientar dichas tareas fueron: primero, la redistribución, esto se refería a contribuir al mejoramiento de la distribución del ingreso, favoreciendo los programas dirigidos a los sectores más postergados, sin descuidar políticas que permitieran a los sectores medios acceder a los instrumentos fi nancieros y sociales necesarios); segundo, la progresividad, que signifi caba contemplar mayores subsidios para las soluciones de menor costo unitario y mayor focalización en la pobreza; tercero, la regionalización, referida a delegar a las autoridades regionales las opciones de desarrollo de los programas habitacionales; cuarto, la ponderación de factores socio-económicos y habitacionales en la entrega de soluciones, premiando la focalización y los esfuerzos de organización de los postulantes; quinto, la libre asociación, referida a la creación de modalidades de postulación colectiva; sexto, la participación, referida a una política de puertas abiertas con las organizaciones del sector privado (Cámara Chilena de la Construcción), organizaciones sociales, y ONGs u organismos no gubernamentales; y, séptimo, la integración urbana, esto es la

Page 224: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

231

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

mil soluciones habitacionales para responder al crecimiento de los hogares y deterioro del parque habitacional (MIDEPLAN, 1998). La producción de soluciones habitacionales del MINVU alcanzó la meta anual indicada, superando signifi cativamente a las 54 mil soluciones promedio anuales del sexenio 1984-1989 (esto es la mejor cifra dentro del período precedente).

El éxito productivo de viviendas logrado fi nalmente durante la década de los noventa, tuvo importantes relaciones con procesos de crecimiento económico sostenido y, conforme a los datos que entrega la Encuesta CASEN de MIDEPLAN, con: la reducción de la pobreza (desde un 38.6% de la población en 1990 a menos del 21% el año 2000); con el aumento de la tenencia de vivienda propia (desde un 61.2% de los hogares en 1990 a un 70% en 1998); y con una fuerte reducción del défi cit habitacional tanto cuantitativo como cualitativo (que disminuyen, respectivamente de 1990 a 1998, desde cerca de un millón de viviendas a 750 mil en el primer caso, y desde 665 mil a 450 mil viviendas, en el segundo). El proceso descrito situó a Chile como el primer país latinoamericano en disminuir el défi cit de vivienda, y además, bajo un proceso por el cual las mejorías más signifi cativas de los indicadores habitacionales (de materialidad y saneamiento) correspondieron a los quintiles inferiores de la distribución del ingreso, esto es, los sectores de menores recursos.

Contabilizando viviendas sociales, subsidios, y soluciones del programa mejoramiento de barrios, durante los años noventa se construyeron anualmente siempre más de 96 mil soluciones habitacionales con alguna participación del Esta-do, llegándose en 1996 a 117 mil soluciones, lo que ha sido posibilitado por el incremento de la inversión habitacional (MIDEPLAN, 2001)

Hay que destacar que, la coyuntura en la cual debieron implementarse las políticas habitacionales del primer gobierno de la Concertación estaban muy marcadas por la magnitud del allegamiento que se presentaba como una demanda social contenida, proba-blemente la mayor demanda social dejada por el período autoritario. Ello inducía a temer un proceso masivo de tomas de terreno, frente a lo cual el MINVU asumió el problema de los allegados en distintos niveles: primero, diálogo directo con los comités de allegados; segundo, se perfeccionaron los procesos de selección

y asignación habitacional; tercero, se creó el Programa de Vivienda Progresiva, esfuerzo explícito orientado a ampliar las alternativas de acceso a la vivienda de los sectores allegados de menores ingresos. El éxito de esta política quedó de manifi esto en que no se produjeron las tomas; lo que se produjo fue la multiplicación de comités de allegados en los sistemas de postulación y la apertura masiva de libretas de ahorro para la vivienda (Cortínez, 1993).

El éxito de productividad y la capacidad de atención de los sectores de menores recursos que muestra este período se relaciona, en gran medida, con cambios importantes del modelo de gestión emprendidos durante esta década: uno, la fuerte ampliación del sistema de subsidio a la demanda bajo un esquema que permitía desarrollar la orientación social hacia sectores de menores ingresos y, dos, la conformación de red de programas de vivienda y desarrollo urbano que permite cubrir distintos segmentos y formas de necesidades. En efecto, Chile durante estos años oferta una amplia variedad de programas habitacionales para la atención de sectores pobres: i) Programa de Mejoramiento de Barrios, del Ministerio del Interior; ii) Programa de Vivienda Progresiva Privada y SERVIU; iii) Programa de Vivienda Básica; y iv) Subsidio de Atención Sector Rural. Estos programas son complementados por acciones de vivienda dirigidas a sectores medios (Programa Especial para Trabajadores; Sistema de Subsidio Unifi cado; y Subsidio Especial de Renovación Urbana); como asimismo por una red de programas de espacio publico dirigidos a atender el défi cit de ciudad que afecta los barrios pobres (Equipamiento Comunitario; Pavimento Participativo; y Programas de Parques y de Vialidad Urbana). Hacia fi nes de la década, se suman los proyectos urbanos autofi nanciados, consistentes en intervenciones de reciclaje urbano que integran Vivienda y Espacio Público bajo esquemas de asociación público/privada.

El Programa de Vivienda Progresiva (PVP) fue especialmente representativo del enfoque habitacional del primer gobierno de la Concertación por crear programas que permitieran enfrentar el enorme défi cit habitacional de los sectores pobres del país (Recuadro 13). Si bien el programa tuvo una escala menor a la prevista y hubo importantes problemas de oferta y demanda, su focalización en los sectores pobres fue muy buena y sirvió como un gran laboratorio de ensaye para el desarrollo de programas

Page 225: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

232

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Recuadro

13

habitacionales participativos y la segunda etapa del PVP vino a constituirse en los hechos en un nuevo programa de mejoramiento habitacional. (Cortinez, 1994).

Otra lección de la implementación del PVP fue la necesidad de complementar los proyectos de este programa con mecanismos de asistencia técnica (Cortinez, 1994). En 1996, el MINVU crea a este respecto el Programa de

Asistencia Técnica, cuya aplicación se hace obligatoria en los Programas de Subsidio Progresivo y Rural, y que fi nancia la contratación de servicios de asistencia técnica a familias y grupos organizados que acceden a dichos programas habitacionales, apoyándoles en las etapas de diseño de los proyectos, contratación de empresas constructoras, control de obras o autoconstrucción (según sea la modalidad), y asesoría técnico-legal.

En un contexto de elevado défi cit habitacional y recursos escasos, el modelo de política y estándar habitacional es de gran importancia. Las políticas habitacionales de los distintos gobiernos enfocan de manera muy distinta el rol que les cabe a las familias afectadas por el défi cit habitacional en la solución de su problema de vivienda. Durante la Administración Ibáñez (1952-1958) el aporte de mano de obra “gratuita” por parte del jefe de hogar en los programas de autoconstrucción y ayuda mutua, fue considerado una posibilidad de abaratar las casas. La Administración Alessandri (1958-1964) elaboró programas de erradicación masiva de familias que vivían en condición precaria, para instalarlas en enormes poblaciones de vivienda básica, rebajándose estándares. Por su parte, durante la Administración Frei (19964-1970) el camino de la vivienda digna se planteó a través de un plan de ahorro fl exible, que permitiera a la familia organizada con otras ir incrementando gradualmente su nivel habitacional a través de la operación sitio, primer escalón del proceso de acondicionamiento habitacional. Durante la administración Allende (1970-1973) la vivienda se concibe como un derecho de los trabajadores, se rechaza la idea de diferenciar estándares según el nivel de ingreso de las familias y se vincula el acceso a la vivienda dentro del proyecto político general de cambio social. Las políticas del régimen militar vieron a las familias como sujeto de ahorro para acceder a un mercado de viviendas de tipo terminado y defi nitivo. El estudio de terreno de poblaciones que proporcionan los elementos para visualizar la experiencia chilena desde los años cincuenta a los años ochenta, plantea hechos relevantes: si bien los programas de estos años han entregado tanto viviendas terminadas como terminables, los habitantes en cambio han interpretado todas las distintas soluciones como un instrumento para desarrollar un permanente acondicionamiento a través de ampliaciones, modifi caciones, instalación de locales comerciales. La conclusión es que los logros en el campo habitacional dependen, más que de soluciones estatales, de la permanente voluntad de los habitantes por mejorar día a día el medio en que viven. Apoyar esta tendencia tiene una incidencia directa en la forma que debe encararse la acción habitacional frente a la magnitud del défi cit habitacional.

El estudio posterior más profundo de la calidad de vida, desde el punto de vista del habitante en poblaciones periféricas de Santiago, muestra que, desde un punto de vista de efi ciencia, el nivel de dotación inicial preferible para una política de vivienda sería el de menor costo inicial, ello porque la acción del habitante logra incrementar sustancialmente la calidad habitacional. Sin embargo, las soluciones de este tipo (por ej. operaciones sitio) muestran gran dispersión de los resultados fi nales de consolidación habitacional, lo que muestra la mayor conveniencia que el punto de partida sean soluciones de casetas sanitarias. En efecto, se pudo estimar que esta modalidad de programa tiene la mejor relación entre la inversión inicial y la calidad habitacional fi nal (después de realizado el aporte y acondicionamiento del habitante), lo que se debe al aporte del habitante. La vivienda de desarrollo progresivo le costaría al Estado fi nalmente sólo el 60% de la vivienda social convencional, en igual nivel de calidad habitacional fi nal, lo que es un dato fundamental a la hora de buscar políticas que puedan maximizar cobertura y aliviar el costo social que sufren los allegados que no pueden ser atendidos oportunamente cuando se elevan los costos de dotación inicial y se restringe la cantidad de viviendas.

Conceptos que sustentaron la Vivienda Progresiva

Fuente: Joan Mac Donald (1983) “25 años de Vivienda Social: la perspectiva del habitante” en Vivienda Social: Refl exiones y experiencias; y Joan Mac Donald (1985) “Dotación Básica en Vivienda Social: Hacia una fundamentación de las decisiones”, (ambos textos de la Corporación de Promoción Universitaria, Santiago).

Page 226: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

233

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

La diversifi cación de los programas habitacionales fue un mecanismo importante para mejorar la focalización en los sectores pobres durante los años noventa. Durante el segundo Gobierno de la Concertación, el Ministerio de Vivienda, en conjunto con la Universidad de Chile, realizaron un Catastro Nacional de Campamentos y Loteos Irregulares, arrojando un computo nacional de 445.943 personas, residentes en 93.457 viviendas, localizadas en 972 asentamientos irregulares. Como porcentaje de la población chilena y del stock habitacional, esta condición representaba, a esa fecha, menos del 4,0% de los habitantes del país y un 3% del parque habitacional. La mayoría de las personas residentes en asentamientos irregulares están localizados en el medio urbano (290 mil). (MINVU/INVI, 1996)

Para dar una solución integral al problema de pobreza y marginalidad habitacional que identifi caba el Catastro de Campamentos, en 1997 es creado el Programa “Chile-Barrio”, el cual corresponde a una instancia intersectorial que surge como una iniciativa pública orientada a abrir oportunidades.

Resultados del PeríodoEl impacto de los programas habitacionales

de este período está registrado en una serie de estudios de evaluación de programas en términos de calidad habitacional, focalización, participación social, satisfacción del usuario e impacto urbano. Los programas evaluados son, principalmente, la Vivienda Básica SERVIU y la Vivienda Progresiva, muestra de dos esquemas distintos de enfrentamiento del problema habita-cional de los sectores pobres.

La Calidad de la Vivienda es uno de los parámetros de evaluación que adquiere especial importancia en este período. En los sistemas de producción de la vivienda económica de modalidad SERVIU, se han estudiado las fallas constructivas; mientras que en la vivienda progresiva, la consolidación se manifi esta por medio del aporte del usuario. Con respecto a la vivienda SERVIU, estudios de patologías de la construcción han evaluado el porcentaje de viviendas con fallas o defectos de construcción en pavimentos interiores; estructura de muros y techumbre; tabiques y terminaciones; funciona-miento servicios; baños y alcantarillado. Las

mediciones de los programas SERVIU del período 1996-1997 (MINVU/UCV; 2003) arrojaron un índice de viviendas libre de patologías del orden del 68%. Un 31% de las viviendas, por su parte, apareció afectado por algún tipo de fallas, siendo las más frecuentes las referidas a tabiques y terminaciones y, en segundo término, referidas a estructuras y techumbres. La lección del período es que los problemas de calidad constructiva muestran una importante heterogeneidad regional y por partidas de construcción, mostrando la importancia de instrumentos de gestión de calidad en bases de Licitación y sistemas de Inspección de Obras (materias que fueron siendo progresivamente desarrolladas por el Ministerio). Respecto a la vivienda progresiva, se estima que en los programas de vivienda progresiva privados, un 42% de los benefi ciarios realiza ampliaciones agregando un promedio de 24 m2

a una dotación inicial, que es de alrededor de 20 m2;. El valor inicial de la dotación inicial, de 140 UF, se estima se ve incrementado en 60 a 80 UF de valor agregado promedio ((MINVU/PUC, 1994). Ahora bien, la consolidación de la vivienda progresiva mostraba niveles de consolidación habitacional variables en función de capacidades familiares desiguales, mostrando la necesidad de programas de asistencia técnica, línea que comenzó a ser desarrollada por el MINVU a contar de 1998 como un requisito obligatorio de la operación de los programas de subsidio privado.

La focalización constituye una segunda perspectiva relevante con la cual mirar los programas de los años noventa, y que se refi ere al grado de llegada de las soluciones a los sectores de menores recursos. Al respecto, conviene remitirse a mediciones del perfi l socio-económico de los benefi ciarios, desde distintos ángulos, como son la línea de pobreza, las necesidades básicas insatisfechas, y la ubicación en la distribución del ingreso autónomo.

Estimaciones de pobreza basadas en Encuestas a Benefi ciarios, indican que un 79% de los benefi ciarios de los programas de Vivienda Básica son pobres (MINVU/PUC, 1994), mientras que en la Vivienda Progresiva las cifras se sitúan del orden del 65% (MINVU/INVI, 2001). La focalización medida según el necesidades básicas insatisfechas es también evaluado positivamente. Estudios del MINVU (Cortínez, Arriagada y Botteselle, 1995) muestran que, comparado el perfi l de carencias habitacionales

Page 227: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

234

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

de postulantes y seleccionados de los llamados de programas de Vivienda Básica y Progresiva, se comprueba que los procesos de selección logran un importante grado de discriminación

positiva de hogares con carencias materiales de vida (hacinamiento, defi ciencias de materialidad y carencias de saneamiento) (Tabla 6).

Desde un punto de vista distributivo, estudios de MIDEPLAN (MIDEPLAN, 1998) muestran que la focalización de los planes habitacionales en el quintil inferior mejoró durante los años noventa, respecto a benefi ciarios de los años del régimen militar, del 17 al 24%; además la información del período 1994-1996 muestra que la focalización mejoró a lo largo de los años noventa, aumentando la participación del quintil 1 al 28%

Tabla 7Hogares propietarios de vivienda social según quintil del ingreso autónomo per cápita

Años 1994-98 Q1 Q2 Q3 Q4 Q5 TOTAL

Subsidio Rural 13.747 5.773 2.949 1.848 551 24.868 55% 23% 100%

PET 2.776 3.361 4.748 5.368 1.236 17.507 16% 19% 100%

V. Básica SERVIU 21.538 17.464 10.981 6.541 1.474 57.998 37% 30% 100%

PVP Ia Etapa 5.834 3.857 3.821 1.211 242 14.965 39% 26% 100%

Fuente: Adaptado de Mideplan (1999), Serie CASEN 1998: modulo VIVIENDA.

Tabla 6Porcentajes de Necesidades Básicas Insatisfechas

según postulantes inscritos y seleccionados de los programas de Vivienda Básica y Progresiva

INDICADORES DE CARENCIA POSTULANTES INSCRITOS SELECCIONADOS

% DE FAMILIAS V. Básica Progresiva Básica Progresiva

Hacinamiento crítico (%) 12.3 13.7 19.0 13.8

Material de muro defi ciente (%) 58.9 71.0 69.1 65.1

Material del techo defi ciente (%) 43.8 59.5 54.2 54.2

Material del piso defi ciente (%) 38.7 45.7 39.5 39.1

Material defi ciente (%) 19.5 29.7 23.1 24.1

Sin agua potable dentro de vivienda (%) 44.3 55.9 60.1 66.7

Sist. evacuación excretas defi ciente (%) 44.8 57.6 62.8 72.1

Acceso a electricidad defi ciente (%) 9.5 18.1 13.4 15.0

Saneamiento defi ciente (%) 39.6 51.9 55.8 63.5

Fuente: Cortinez, Arriagada y Boetteselle (1995).

POSTULANTES INSCRITOS

de las soluciones o benefi cios. En términos de programas, la Encuesta CASEN 1998 (MIDEPLAN, 1999), que ocupa procedimientos de ajuste de ingresos, estima que los benefi cios otorgados entre 1994-1998 han logrado focalizarse en el 40% más pobre de la población, con un porcentaje del 78% en el subsidio rural, del 67% en el Programa de Vivienda Básica SERVIU, del 55% en el PVP Privado y de 35% en el PET (Tabla 7).

Page 228: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

235

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

El balance del período en materia de focalización es que ésta depende de manera importante del producto y tipo de programa habitacional, siendo mayor la focalización lograda por programas de orientación territorial como son el Subsidio Rural, el Programa Mejoramiento de Barrios y el Programa Chile-Barrio. De otra parte, queda planteado el desafío de implementar programas, no solamente focalizados en los sectores pobres, sino que sirvan de herramientas de habilitación social o superación de pobreza; problema relevante puesto que gran cantidad de benefi ciarios que accede a los programas habitacionales sigue afectado por la pobreza, aun después de haber sido favorecido con el subsidio y accedido a la tenencia de patrimonio habitacional.

El subsidio de la vivienda constituye una transferencia monetaria importante del Estado hacia los hogares seleccionados como asignatarios. Al fi nanciarse una parte de un bien de uso durable como la vivienda, el subsidio habitacional genera una renta por la parte del costo de la casa que cubre. Esto es una renta que se manifi esta como ahorro en el gasto mensual del alojamiento, siendo un aporte permanente del susidio estatal al ingreso y calidad de vida de los sectores pobres, mientras las familias hagan uso de la vivienda subsidiada. Esta renta representa una importante ayuda, expresada como porcentaje del ingreso autónomo de los hogares, especialmente en los programas de Vivienda Básica y Vivienda Progresiva, o programas focalizados en la pobreza. (MIDEPLAN, 2001).

Como ya se destacó, la creación del Programa Chile-Barrio durante el segundo gobierno de la Concertación, constituyó una importante medida de focalización en la extrema pobreza, puesto que los Campamentos conformaban un segmento del problema habitacional que tenía problemas de acceso a los sistemas de vivienda social. Además, con este programa se incorporan por primera vez objetivos de superación de pobreza y habilitación social como desafíos explícitos de programas de solución habitacional.

El alto grado de focalización del Programa Chile-Barrio queda de manifi esto en el perfi l socio-demográfi co que realizó un estudio de CELADE sobre los habitantes de los asenta-mientos que forman el grupo objetivo de este programa (MINVU-CELADE, 1998). Por ejemplo, la aplicación del índice de vulnerabilidad a los hogares habitantes de campamentos ratifi ca condi-ciones de subsistencia particularmente precarias.

A nivel nacional, el 43% de los hogares de asentamientos precarios reporta la combinación de los dos factores de vulnerabilidad: un bajo nivel educacional del jefe de hogar (predictor del nivel de ingreso que le es posible de generar) en combinación con una alta dependencia económica (cuando existen 3 y más inactivos por cada perceptor de ingreso). Se agrega un 30,1% de hogares donde si bien el número de dependientes económicos no supera el límite crítico (3 inactivos), igualmente el jefe de hogar presenta un bajo nivel educacional (proxy de un ingreso insufi ciente o precario) (Tabla 8).

Tabla 8Asentamientos irregulares (Grupo Objetivo de Chile-Barrio):

Hogares por tipo de asentamiento según condición de vulnerabilidad y zona de residencia.Cifras relativas, 1992

Tipo de No vulnerable Vulnerable con menos Vulnerable con 3asentamiento de 3 dependientes económicos y más dependientes económicos

Urbano Rural Total Urbano Rural Total Urbano Rural TotalCampamento 33.7 14.0 30.4 27.8 37.7 29.5 38.5 48.4 40.1Loteo irregular 31.8 15.8 27.1 26.3 34.4 28.7 41.9 49.8 44.2Total 32.5 13.3 27.1 27.3 37.0 30.1 40.1 49.7 42.8

Fuente: MINVU/CELADE, 1998. Procesamiento especial del Censo de 1992.

Page 229: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

236

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Sin perjuicio de los notables avances, hacia fi nes de los noventa los sectores pobres mostraban un menor grado de postulación a los programas habitacionales que otros grupos de ingreso, refl ejo de la difi cultad de estos sectores sociales para ser atendidos por los programas como consecuencia de sus problemas para acceder a la información y sus menores posibilidades de cumplir requisitos de ahorro y/o endeudamiento, como también de difi cultades para solventar la autonomía residencial en el caso de allegados con pocos recursos, dado que el acceso a solución exige capacidad de fi nanciar costos de necesidades básicas, de alojamiento y de transporte (MIDEPLAN, 2001). Esta situación va a ser abordada por la Nueva Política Habitacional del tercer Gobierno de la Concertación.

La relación de los planes de vivienda con la Participación Social, ha sido otra materia importante en la evaluación de los programas. En el período 1990-1994, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo defi nió en este período como uno de sus tres grandes objetivos: “Crear las condiciones que permitieran que todos los actores involucrados en el ámbito de la vivienda y el desarrollo urbano, pudieran informarse y participar en forma activa y efi ciente en la generación e implementación de políticas”. En materia de promoción de la participación, se apuntó a crear instancias de diálogo y concertación social con todos los actores involucrados; mejorar la cobertura y calidad de la información: masiva, oportuna y veraz, y crear procedimientos claros y transparentes en la postulación, selección y asignación de los benefi cios o programas; y generar condiciones para la participación de los usuarios en la postulación, gestión y ejecución de los programas. Logros de este período son i) la creación de la Postulación Colectiva, herramienta que institucionaliza la participación de los comités de allegados existentes dentro del sistema de postulación formal, basándose en las ventajas que esto tendría durante el proceso de acceso a la vivienda y luego para la futura conformación de barrios; Programas de desarrollo urbano y su sello “participativos”, visibles en la creación del Programa de Pavimentos Participativos a nivel nacional, en el cual es requisito un aporte de los benefi ciarios organizados y de los municipios (MINVU-UDIU, 2000).

En el período 1994-1999, la modernización del Estado refuerza la participación en los programas

por medio de conceptos como calidad y atención al usuario. Se da un fuerte impulso a los Programas Habitacionales Privados, segmento que requiere de una importante gestión por parte de los benefi ciarios, tanto en la etapa de información previa, como para la adquisición o construcción de las viviendas. Los temas de participación en temas urbanos son relevados en la agenda, lo que incluyó normativas relacionadas con la organización de los vecinos y la vida en comunidad, contándose entre estas materias el Equipamiento Comunitario concursable y la Ley de Copropiedad Inmobiliaria, que favorece el rol de vivir en comunidad. La calidad del producto se asume como tema institucional después de la crisis originada por los temporales de 1997, emergiendo la necesidad de atender al usuario en el período post-venta, más allá de la entrega de la vivienda (MINVU-UDIU, 2000).

Los estudios de evaluación muestran que, durante la década de los noventa, los Programas Privados se han consolidado como instrumentos de participación en la gestión de vivienda por medio de demanda organizada. Por su parte, la Vivienda Básica muestra que los niveles de organización comunitaria se ven favorecidos por el acceso a la propiedad. Los benefi ciarios de Programas Privados de Vivienda Progresiva y Subsidio Rural, se han involucrado en la gestión de su proyecto, declarando haber participado en el proyecto de solución diseñado y en el contrato de obras respectivo (MINVU-DITEC, 2000). Por su parte, en los programas de Vivienda Básica SERVIU, los benefi ciarios declaran haber incrementado la participación en organizaciones vecinales (asociatividad), comparado con la situación previa como allegados (MINVU-INVI, 2001). No obstante estos impactos de signo positivo, a fi nes de la década quedan de mani-fi esto desafíos de mayor incorporación de la participación en los distintos momentos del ciclo de los programas habitacionales: difusión, diagnóstico, diseño, ejecución, evaluación.

La Satisfacción Residencial ha sido otra dimensión considerada en el balance de los programas habitacionales de los años noventa y que fue consolidado por la División de Estudio y Fomento del MINVU como una herramienta de evaluación permanente.

La satisfacción con la vivienda SERVIU, así como con el conjunto o entorno, mejoró en el tiempo, según se compara estudios de progra-mas del período 1995-1998 (MINVU-INVI, 2001)

Page 230: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

237

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Recuadro 14

versus período 1999-2000 (MINVU/DICTUC, 2003). Mientras el porcentaje que califi caba favorablemente su vivienda y su barrio en el

primer período era, respectivamente, el 69 y 56%, dichos indicadores se incrementaron a 83 y 68% hacia el período más reciente (Tabla 9).

La satisfacción residencial en programas Serviu según el ciclo familiar y el capital social vecinal

Según se controla el ciclo familiar de los hogares benefi ciarios de Vivienda SERVIU, se puede advertir que la satisfacción con la vivienda disminuye entre los hogares en formación (jefe de hogar jóvenes), mientras que la evaluación es más positiva entre los jefes de hogar de mayor edad. Los hogares en primera fase de consolidación (jefes de 34 a 37 años), incrementan la queja por aislamiento acústico, y los hogares con jefes de 38 a 48 años, lo referente a tamaño de la vivienda. Así, el requerimiento de mayor superfi cie y funcionalidad de los recintos se asocia a etapas intermedias donde hay aumentos del tamaño del hogar y dominan demandas espaciales propias de la fase o coyuntura de crianza de niños y educación de adolescentes. La evaluación que realizan los usuarios de su entorno deja de manifi esto la importancia de considerar en la defi nición de núcleos de equipamiento, la estructura de edades de la población residente. La demanda por ciertos componentes de equipamiento (áreas verdes) es más alta en hogares de fases tempranas, y que la demanda por seguridad humana en el espacio público es una demanda relevante para el conjunto de hogares. Con respecto al desarrollo comunitario, el estudio realizado plantea que la construcción de capacidades de vida en comunidad exige avanzar en el desarrollo de sistemas de pre y post-venta destinados a capacitar a los benefi ciarios en la vida en copropiedad, considerando acciones o contenidos específi cos para familias jóvenes y otras constituidas por personas de mayor edad. Los hogares en fases de formación y crecimiento (hogares con jefes jóvenes y edades intermedias) aparecen como el grupo de familias más demandante de programas mínimos de regulación de la convivencia en altura o densidad.

Por su parte, el Estudio de Satisfacción Residencial desde la perspectiva del desarrollo comunitario muestra que, en las poblaciones de Vivienda Social, existe una densidad considerable de capital social. Menos del 20% de los hogares encuestados por el Sistema de Medición de Satisfacción clasifi có en un rango de baja confi anza, identidad y asociatividad vecinal. En las poblaciones SERVIU, las relaciones entre capital social y calidad de vida operarían en doble sentido. En una dirección, la satisfacción residencial puede ser explicada por la existencia de capital social, el que posibilita confi anza vecinal, identifi cación barrial y asociatividad y con ello los benefi cios que traen dichas relaciones para el uso y acondicionamiento del hábitat. De otro lado, los factores que deterioran la satisfacción residencial parecen verse agravados o ser más frecuentes en casos de bajo capital social y menor capacidad comunitaria. Se puede distinguir, además, la existencia de una estructura urbana de ciudades que

Tabla 9Programa de Vivienda Básica SERVIU (muestras de dos períodos de aplicación):

Evolución del Porcentaje de Satisfacción Aceptable (Nota sobre 4) con respecto a la Vivienda y Conjunto según Total Nacional y Tipología

Satisfacción con Vivienda Satisfacción con Conjunto

Ámbito Ámbito Ámbito % Nota sobre 4 % Variación % Nota sobre 4 % Variación1995-1998 1999-2000 1995-1998 1999-2000

Nacional 68,8% 82,9% 20,5% 55,6% 67,9% 19,1%Tipología AB 73,1% 86,8% 18,7% 59,0% 73,3% 24,2%Tipología C 60,8% 78,5% 29,1% 49,4% 61,8% 25,1%

Fuente: MINVU/INVI, 2001, para programas 1995-1998; MINVU/DICTUC, 2003, para programas 1999-2000.

Los estudio enseñan que, el sistema SERVIU adoleció de ofrecer modelos estandarizados

de vivienda y de requerimientos de desarrollo comunitario (Recuadro 14).

Page 231: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

238

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Recuadro 15

marca diferencias en la probabilidad de encontrar lugares de capital social menor de otros donde hay mayores reservas de capital social. Lo primero se asocia a problemas de segregación e inseguridad humana de áreas metropolitanas y lo segundo a localidades urbanas intermedias menores. En el plano de los requerimientos de consolidación barrial, la demanda por seguridad (retenes policiales, comisarías y mayor vigilancia), representa a uno de cada dos benefi ciarios de la Vivienda Básica SERVIU y está asociada a hogares con menor índice de capital social. Finalmente, la condición de pobreza, aunada a baja disponibilidad de Capital Social, conforma la situación que mejor predice insatisfacción y mayor disposición a mudarse. De allí la importancia de pensar la futura gestión de vivienda social en términos de formación de comunidades social y económicamente viables en el tiempo. Entre varias medidas posibles, la perspectiva del capital social lleva a destacar a escala local, la necesidad de aprovechar el activo comunitario en programas de consolidación del espacio público; implementar proyectos de habilitación social para vecinos menos integrados y de capacitación para vida en copropiedad; y fortalecer la Identidad Barrial por medio de proyectos de microurbanismo que construyan hitos de referencia barrial.

FUENTE: Arriagada, Camilo y Sepúlveda, Daniela (2002a y 2002b).

El Impacto Urbano de los Programas Habitacionales es reconocido tanto como uno de los problemas graves que afectaban a las ciudades y que fueron enfrentados de manera decisiva por las políticas del MINVU durante los gobiernos de la Concertación, pero también una de las principales áreas de oportunidad o desafíos que quedaron pendientes para la Nueva Política (Recuadro 15).

La importancia de los Programas Urbanos en las palabras de los ministros de los 90s

La respuesta al desafío habitacional aparece incompleta si no se forma parte de un mejoramiento de la ciudad. La carencia de una vivienda, el hacinamiento y la falta de acceso a las cosas mínimas que una vivienda puede ofrecer, se ven agudizados por las carencias y défi cit de nuestras ciudades. Cuando se ha tomado la opción de planifi car, gestionar e invertir en la ciudad, los allegados lo han aplaudido. Ha sido una sorpresa que los comités de allegados no por necesitar que se construyan más viviendas; cuando se les planteaba que íbamos a pavimentar calles y pasajes, que íbamos a hacer parques urbanos, íbamos a hacer equipamiento comunitario, y que parte importante de los recursos del Ministerio de la Vivienda se destinarían a eso, el respaldo de los allegados fue unánime. De un presupuesto ministerial de menos del 8% destinado a la ciudad, durante el gobierno Aylwin llega a cerca de 30%, y esto nunca ha sido cuestionado por las organizaciones de los allegados. Se están pavimentando gran cantidad de km. de calles de tierra, calles donde viven los allegados; ellas son su espacio público. El problema del allegamiento no es solamente un problema de falta de vivienda: es un problema de inserción general, y si la ciudad es más amable, ciertamente la inserción del allegado es más fácil. Es llamativo el apoyo suscitado por el parque La Bandera y por la calle Santa Rosa, que es la primera expresión de modernidad que recibe el mundo popular chileno -es la Av. Kennedy de los pobres: había gente llorando. uno entiende que la gente se emocione por una casa, pero no entiende que la gente llore por una calle, y la gente lloraba por la calle. La gente valorizaba ese lugar, lo sentía propio. Esta acogida da fuerza a la percepción que la pavimentación, los equipamientos y los parques son absolutamente complementarios con una solución habitacional digna. (Etchegaray, 1993)

Con posterioridad a la asunción del segundo gobierno de la Concertación, se plantea que el principal de los desafíos de gestión MINVU se relaciona con las responsabilidades sectoriales en materia urbana. La dinámica de crecimiento económico, y el impacto de la acción habitacional, se expresan de manera paradojal en problemas crecientes de funcionamiento de las ciudades y de calidad de vida. Una de las dimensiones de este desafío consiste en establecer la más estrecha relación posible entre los objetivos urbanos y la labor ministerial en materia de producción habitacional, lo que incluye considerar de manera central los impactos que tiene una acción exitosa en vivienda en los equilibrios urbanos. La óptica de satisfacción de necesidades habitacionales y de su efecto en el

Page 232: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

239

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

desarrollo urbano hace que la coordinación de las políticas urbana y de vivienda sean un imperativo. Las soluciones al problema del acceso al suelo urbano para localizar adecuadamente los programas habitacionales constituye una cuestión estratégica de esa perspectiva (Hermosilla, 1994).

En los últimos años de la década de los noventa, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo ha debido empeñarse en una tarea doble. En primer término, seguir reduciendo el défi cit habitacional, construyendo cada vez más y mejores viviendas sociales y subsidiando gran cantidad de soluciones; y por otra parte, cada vez con mayor convicción, esta cartera ha debido hacer suyo el tema del desarrollo urbano, tanto desde la perspectiva de la construcción de soluciones de ciudad, como avenidas estructurantes o parques, como del diseño de herramientas que permitan mecanismos de gestión tendientes a un desarrollo a la vez dinámico y socialmente justo para nuestras ciudades (Henríquez, 1999).

Fuente: (i) adaptado de Etchegaray, Alberto (1993) Los allegados: un desafío impostergable de nuestro tiempo, Ministerio de Vivienda y Urbanismo; (ii) Hermosilla, Edmundo (1994) Desafíos de Gestión MINVU, Revista Vivienda, Participación y Desarrollo Progresivo, Nº 4, MINVU-GTZ, Santiago; iii) Henríquez, Sergio, (1999), presentación del libro “Mecanismos para hacer ciudad”, Seminario Internacional, MINVU-Dirección de Proyectos Urbanos, Santiago de Chile.

El Ministerio de Planifi cación en su balance de las políticas habitacionales del primer gobierno de la Concertación destacaba que, junto con el défi cit habitacional, las ciudades planteaban un problema central dado el abandono de la inversión urbana durante los años ochenta. “Durante décadas la acción del Estado para proveer vivienda a los hogares más pobres no consideró las inversiones complementarias que las dotaran de los servicios de equipamiento social, ni siquiera de la infraestructura básica como la pavimentación de calles, iluminación pública, arborización, conexión a redes viales. La vida en los barrios pobres estaba afectada por la inequidad en el acceso a servicios urbanos”. El gobierno del Presidente Aylwin, introdujo mejoras importantes respecto de este cuadro mediante el fortalecimiento de las inversiones en equipamiento comunitario, pavimentación y vialidad urbana; la creación de nuevas líneas de proyectos: rehabilitación y mejoramiento de áreas centrales deterioradas, infraestructura sanitaria y parques urbanos; como asimismo la creación de instituciones para gestionar programas urbanos. No obstante los logros, los avances en el campo urbano fueron modestos frente a la magnitud de las necesidades heredadas en materia de vialidad, pavimentación, y áreas verdes y recreativas (MIDEPLAN, 1994, pág.133).

Los nuevos programas urbanos tuvieron importantes logros en la focalización territorial de la inversión pública del gobierno central en zonas periféricas de las grandes ciudades, donde se había concentrado el crecimiento demográfi co mediante programas de vivienda carentes de la necesaria contrapartida de inversiones en

equipamiento e infraestructura. Por ejemplo, en el caso del área metropolitana del Gran Santiago, Arriagada y Simioni (2001) comprueban que, durante los años noventa, la inversión en mejoramiento urbano estuvo compuesta en gran parte por inversión en bienes locales (equipamiento comunitario, parques, servicios sociales de salud y educación, pavimentos). Esto es una partida que creció fundamentalmente por la expansión del gasto del MINVU y que, desde un punto de vista territorial, se localizó en comunas de alta pobreza.

El impacto de los nuevos programas urbanos en mejorar la calidad de vida de los barrios pobres de las ciudades fue signifi cativo, y asimismo su implementación deja también importantes lecciones para la consolidación de esta rama de proyectos, complementarios en lo urbano de la gestión de vivienda social, los que se detallan más adelante, antes de pasar a las fi chas descriptivas e imágenes.

Además de la creación de nuevos programas urbanos, el primer gobierno de la Concertación tuvo dos logros especialmente destacables en la integración de la perspectiva urbana en la gestión habitacional. Una fue el incentivo introducido a la renovación de áreas centrales deterioradas, por medio de un subsidio unifi cado especial o de mayor valor para las zonas defi nidas como de renovación urbana. La segunda medida de impacto urbano se refi ere a la exigencia que los nuevos conjuntos de vivienda social tienen obligatoriamente que entregar calles y pasajes pavimentados, equipamiento comunitario mínimo y arborización (Greene, 1993).

Page 233: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

240

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

La importancia de la renovación urbana queda de manifi esto con el hecho que la comuna de Santiago (centro de la capital del país) experimentó un proceso continuo de despoblamiento durante varias décadas. Los sectores de ingresos medios se desplazaron hacia la cordillera, por deterioro del centro, y los sectores pobres residentes en el centro fueron paulatinamente expulsados hacia la periferia como resultado de las erradicaciones de campamentos originados en tomas de terreno, el deterioro de las viviendas que habitaban, las alzas del precio del suelo y la ausencia de mecanismos de subsidio habitacional (Rodríguez e Icaza, 1993).

En esta década, la masividad alcanzada por los sistemas de vivienda social constituyó un importante factor de redistribución espacial de la población al interior de las ciudad, con importantes impactos urbanos. Al respecto, ha sido motivo de controversia la inserción urbana lograda por las nuevas urbanizaciones que genera la vivienda social, esto es, sus efectos sobre calidad de vida y acceso a bienes urbanos de la población benefi ciaria, como asimismo los efectos del proyecto Bienestar o impactos en el défi cit urbano de equipamiento e infraestructura.

Los estudios de evaluación referidos a Vivienda SERVIU (MINVU-INVI, 2001 y MINVU-DICTUC, 2003) confi rman la centralidad de la dimensión urbana de los programas habitacionales. Al respecto, si bien el Ministerio emprendió mejoras tanto de los aspectos de vivienda como de entorno de los programas habitacionales, la satisfacción con el conjunto (equipamiento y servicios) no progresó durante los años noventa en igual medida que la satisfacción habitacional, mostrando la necesidad de perfeccionar la gestión de barrios amigables. La seguridad ciudadana y dotación de áreas verdes aparece como uno de los aspectos importantes a desarrollar.

En Programas de Vivienda Progresiva, los benefi ciarios evalúan favorablemente sus barrios en aspectos de urbanización básica, pero declaran niveles sólo regulares de acceso a escuelas, salud, comercio y seguridad, y niveles defi citarios en lo referente a equipamiento deportivo y áreas verdes (MINVU/PUC, 1994).

El balance es que la integración de la política habitacional con el desarrollo urbano constituye el principal aspecto a mejorar. El éxito cuantitativo de producción de viviendas durante los años noventa se materializó bajo un

enfoque operativo resultante en la creación de grandes barrios desfavorecidos en lo referente a integración urbana, dejando planteada la necesidad de programas habitacionales de renovación urbana y aumentar la calidad urbana de los nuevos barrios de vivienda social (Rojas, 2001). Al respecto, se ha planteado que una de las grandes innovaciones pendientes que deja esta década es mejorar las decisiones de localización de los proyectos habitacionales, en el sentido de considerar, no solamente un criterio de menor costos directo (terreno, urbanización, edifi cación) -que favorece la localización periférica en zonas subequipadas- sino que los costos nacionales de proveer un estándar adecuado de infraestructura y equipamiento; lo que lleva a considerar también los costos de proveer equipamiento de salud, educación, seguridad, áreas verdes, deporte, como asimismo, minimizar los costos al usuario (viajes y segregación social); esto es internalizar las externalidades del emplazamiento en el radio urbano (MINVU-U.Católica, 1996).

Los Programas descritosLas fi chas de programas e imágenes de

proyectos en las siguientes páginas nos dan cuenta de los distintos instrumentos de política habitacional creados y reformulados en aspectos esenciales en este período como parte de la red de programas habitacionales y urbanos implementados por los dos primeros gobiernos de la Concertación.

Programa de Viviendas Progresivas (D.S. Nº 140, de 1990)

Este programa fue creado en 1990 para la atención de familias individuales o grupos organizados que no tienen viviendas, y que son “allegadas” o se encuentran en otras situaciones de marginalidad habitacional. Este programa buscaba dar atención habitacional a un mayor número de familias, con los recursos disponibles para tal efecto, por la vía de una dotación inicial menor que los programas de vivienda básica, pero que apostaba a la consolidación y adecuación por parte de los usuarios. Con este enfoque se plantea el acceso gradual a la vivienda.

EL PVP podía ejecutarse en dos etapas y dos modalidades. Con respecto a las etapas, el PVP consideraba como primera etapa la entrega

Page 234: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

241

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

de la solución de más alto costo y complejidad técnica (zona húmeda); y para una segunda etapa (después de 2 años), si la familia no ha podido por sí sola terminar su vivienda, el acceso a fi nanciamiento para el resto de la vivienda. Desde el punto de vista de las modalidades, se contemplaba una modalidad de gestión SERVIU (donde esta institución licitaba y contrataba las viviendas) y una modalidad de gestión privada (donde las familias postulaban con su sitio propio y obtenían un certifi cado de subsidio para contratar sus obras). Este programa incorpora también la postulación colectiva, reconociendo los distintos tipos de organización social. El Programa de Densifi cación Predial es una variante de la vivienda progresiva que merece ser destacada por sus grandes potencialidades de aporte a la densifi cación urbana y a la adecuación de los programas habitacionales a la realidad de los sectores pobres. La densifi cación predial es una respuesta habitacional al allegamiento en el mismo sitio, lo que contribuiría a lograr mayor densidad habitacional; aprovechar la infraestructura y equipamiento existente, fortale-ciendo redes sociales de apoyo; y posibilitando la preservación de estrategias de supervivencia o complementariedad entre padres propietarios e hijos en situación de allegamiento (hogar receptor y allegado).

La Ficha (7.1) más adelante presenta las especifi caciones de las distintas variantes o mo-dalidades del Programa de Vivienda Progresiva, esto es: fi cha de identifi cación general del PVP, PVP Primera Etapa Modalidad SERVIU (7.1.1) PVP Primera Etapa Modalidad Privada (7.1.2), PVP Segunda Etapa Modalidad Privada (7.1.3), PVP Densifi cación Predial (7.1.4). Las imágenes del programa de vivienda progresiva (7.13a) corresponden, en primer término, al Conjunto Tucapel Jiménez en Iquique; también se presentan ejemplos relativos a Villa Colombia en Santiago, Conjunto Habitacional 250 años en San Felipe, y del Conjunto Habitacional Palmas de Rodelillo en Valparaíso.

Si bien no existe siempre ventaja de localizaciones centrales versus periféricas, por lo general el menor costo nacional de proveer vivienda corresponde a zonas centrales y pericentrales, mientras que el mayor costo nacional corresponde con comunas periféricas subdotadas de equipamiento e infraestructura urbana (MINVU/U.Católica, 1996).

Renovación Urbana 1991El Subsidio Habitacional para Zonas de

Renovación Urbana fue creado con perspectiva urbana, dado que incentiva la construcción y adquisición de viviendas en zonas centrales y equipadas de la ciudad mediante un subsidio de mayor monto, que reconoce tanto los mayores costos de terreno de estas zonas, como asimismo la conveniencia para la sociedad de aprovechar la infraestructura disponible para atender el crecimiento demográfi co. El subsidio persigue así objetivos de mayor densidad habitacional, aprovechando infraestructura y equipamiento pobremente aprovechado debido a las tendencias de despoblamiento de los anillos interiores de la gran ciudad. Este programa comienza a operar en 1990 como un tramo adicional de valor de vivienda, dentro de la modalidad general regulada por el D.S. Nº 44, (V. y U.), de 1988, y así continúa hasta el segundo llamado de 1991. Mediante D.S. Nº 95, (V. y U.), de 1991 se agrega como Título III al D.S. Nº 44, de 1988. El D.S. Nº 40, (V. y U.), de 2004 derogó el D.S. Nº 44, (V. y U.), de 1988, incorporando en su Título II el subsidio destinado a atender estas acciones. El subsidio para Zonas de Renovación Urbana y para Zonas de Desarrollo Prioritario también se encuentra incorporado al Programa Especial regulado por D.S. Nº 235, de 1985 (PET), así como al Subsidio Habitacional para el Arrendamiento de Viviendas con Promesa de Compraventa (“Leasing” Habitacional), que regula el D.S. Nº 120, (V. y U.), de 1995.

Más adelante se presenta la fi cha descriptiva del Programa (7.2). La imagen escogida es la Comunidad Andalucía (7.13b), proyecto especial fi nanciado con aportes de la Cooperación Internacional (Junta de Andalucía, España), de gran originalidad tanto por su enfoque arquitectónico de crecimiento interior como por ser representativo del momento inicial de los programas de Renovación Urbana, cuando su implementación era difi cultosa y se requería romper la inercia por medio de proyectos piloto que generaran un efecto de demostración. Actualmente, el programa es muy signifi cativo y existe oferta especializada en este sector urbano y tipo de subsidio.

El Subsidio Habitacional de Renovación Urbana fue un factor crucial de repoblamiento del Centro y Pericentro de Santiago. Constituye una señal de gobierno pionera, que reconoce el ahorro enorme en los costos sociales de la expansión

Page 235: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

242

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

urbana y la necesidad de dar una orientación a la localización habitacional. Otra virtud del subsidio es que no pone límite a la renovación urbana en términos de número de benefi ciarios por año, dejando abierta la posibilidad de demanda por el centro. Finalmente, hay que destacar que la posibilidad de logros de este tipo de programas se potencia con la acción de los municipios y entidades de desarrollo comunal, como es el caso de la Corporación para el Desarrollo de Santiago, con la generación de atractivos urbanos para la localización residencial, como son parques, plazas, y barrios universitarios (Trivelli, 1999).

Viviendas Básicas Modalidad SERVIU Años 90

Este programa se origina en 1984, para atender situaciones de marginalidad habitacional. Durante los gobiernos de la Concertación, el Programa de Vivienda Básica SERVIU logra sus mayores niveles de producción, siendo una de las herramientas fundamentales del logro de reducción del défi cit habitacional, pero, lo más importante, experimenta una serie de mejoramientos en todas sus tipologías de solución (casas pareadas, continúas, y departamentos). Durante la primera mitad de los años noventa, son incrementadas sustancialmente las exigencias de urbanización de los loteos y la dotación de espacios públicos (equipamiento, pavimentación, arborización y áreas verdes). Durante el segundo gobierno de la Concertación se procedió a la regulación del tamaño de los proyectos (con fi nes de calidad de vida y aminorar las tendencias de segregación que afectaban a este programa) y se llevó a la práctica un objetivo explícito de aumento de los estándares de diseño, materialidad y superfi cie. En el plano social se llevaron a cabo mejoramientos de los procesos de asignación, introduciéndose mecanismos de asignación por afi nidad y experiencias de servicio comunitario en estas nuevas poblaciones. También se comenzó a desarrollar la conformación de condominios y se mejoraron sus condiciones de entrega (cierros).

Durante los años noventa, el programa de Vivienda Básica modalidad SERVIU, se focalizó en atender a familias1 individuales o grupos organizados, consultando una atención diferenciada a adultos mayores, discapacitados y

situaciones de extrema marginalidad habitacional. En caso de ser colectiva, el grupo -que no podía ser inferior a 10, ni superior a 50 familias-, debía acreditar personalidad jurídica. Al postular al PVB, los interesados debían señalar su alternativa de postulación y preferencia de localización del menú de comunas y conjuntos disponibles en el respectivo llamando, pudiendo elegir hasta dos preferencias en orden de prioridad. Luego se seleccionaba a los postulantes con mayor puntaje obtenido para cada una de las ofertas. La oferta consistía en una vivienda localizada en un conjunto habitacional urbanizado, en sitio urbanizado de 100 m2, en caso de viviendas de 1 piso o 60 m2 en caso de viviendas de 2 pisos; o vivienda en edifi cio de hasta cuatro pisos. Su costo variaba entre 200 y 400 UF, con un costo promedio de 320 UF al año 2000.

Las fi cha más adelante (7.3) presenta las características generales del Programa de Vivienda Básica SERVIU. Las imágenes seleccionadas de este programa (7.13c) durante los gobiernos de la Concertación corresponden a la Población Las Parcelas, Santiago; la Población los Llanos de Bellavista, San Antonio; y también se muestran varios Levantamientos cuyo sentido es ilustrar los sucesivos mejoramientos de este programa durante los años noventa.

Programa de Atención Especial a los Adultos Mayores

(D.S. Nº 150, (V. y U.), de 1990)Este programa formó parte de la Vivienda

SERVIU de los años noventa. Inicialmente estuvo dirigido a “la ancianidad” y a personas mayores de 65 años, lo que posteriormente se modifi ca hacia el concepto de “adulto mayor” y mayor de 60 años. En 1990, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo comenzó a desarrollar una línea de acción directa dentro del Programa de Vivienda Básica, consistente en destinar un porcentaje (hasta el 2%) de la producción anual de viviendas básicas, a este grupo de edad. La vía a través de la cual se ha desarrollado dicha atención es el Decreto Supremo Nº 62, (V. y U.), de 1984, cuyo Título VI regula un sistema especial dirigido a personas mayores de 65 años que carecen de recursos para acceder a una vivienda básica, el que se diferencia de las normas generales en

Orientado a familias con ingresos entre 5 y 9 UF mensuales.

Page 236: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

243

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

cuanto a que no se exige ahorro y que la vivienda se entrega en comodato o en arrendamiento, según los ingresos del benefi ciado. Las viviendas de este programa eran casas pareadas de uno o dos pisos, departamentos o casas en condominios.

En el transcurso de la década de los noventa, a efectos de entregar una respuesta cada vez más diversifi cada y adecuada a los distintos sectores de la población, el MINVU desarrolló distintas iniciativas orientadas a otorgar una mejor atención al adulto mayor, no sólo enfocada a la solución habitacional, sino que también procurando un entorno agradable y seguro, en el que tenga cabida un provechoso uso del tiempo, donde se pueda dar respuesta a sus necesidades de atención médica y que también disponga de un espacio para compartir con el resto de sus pares y la comunidad en general; respuestas que se orientan a una mayor integración social y al mejoramiento de su calidad de vida. Con el propósito de avanzar hacia una integración de los adultos mayores a la comunidad, a partir de 1997 algunos SERVIU han implementado soluciones habitacionales en condominios, especialmente diseñadas para los adultos mayores, consistentes en viviendas de alrededor de 25 m2, diseñadas para dos personas, dotados de lavadero, calefón y terminación especial del baño (ducha de teléfono, manillas de apoyo y extractores de aire). Dichos condominios disponen de equipamientos comunitarios especiales, consistentes por ejemplo en sedes con una sala de uso múltiple, una ofi cina con lavatorio para uso médico, dos baños para uso público y minusvalidos, y sala de espera; además de área verde exterior.

Estudios de la percepción de los jefes de familia mayores de 60 años propietarios de Viviendas Básicas (Morales y Arriagada, 2001) muestran particularidades de la situación y necesidades de los adultos mayores respecto a programas arquitectónicos y entorno urbano en ese programa habitacional. Los adultos mayores plantean requerimientos o prioridades específi cas, por ejemplo, respecto a la vivienda, su evaluación es singular en lo referente a distribución de recintos, tamaño del baño y espacios de logia o lavadero en los departamentos. En el plano urbano, los adultos mayores son más sensibles a los viajes por motivo de acceso a servicios (bancos, pago de cuentas, etc.), áreas verdes y recreativas, comercio (abastos, farmacia, etc.), y vigilancia policial. Consultados acerca de las

actividades que le gustaría realizar en la vivienda, los adultos mayores residentes en viviendas básicas declaran actividades recreativas como talleres y manualidades, seguidas de actividades comerciales. En el plano asociativo, los adultos mayores manifi estan interés por talleres e instancias de capacitación, mostrando su aspiración por mantenerse activos.

Más adelante se presenta una fi cha especial del Programa del Adulto Mayor (7.4), lo que en la sección de imágenes (7.13d) está complemen-tado por la planimetría y registro gráfi co de una zona de viviendas para adultos mayores dentro de la Población Llanos de Bellavista (San Antonio, V Región), como asimismo imágenes de viviendas de condominios ubicados en Cerrillos y La Pintana (Area Metropolitana de Santiago, Región Metropolitana). Estos son ejemplos de acciones especiales de vivienda para esta edad.

Programa Privado de Vivienda Básica de Libre Elección,

D.S. Nº 159, (V. y U.), de 1994 Es otra variante del Programa de Vivienda

Básica, creada durante los años noventa. Buscaba contribuir a aumentar la capacidad de decisión (libre elección), por parte de las familias de ingresos más modestos, sobre las características de las viviendas que adquieran, su localización, nivel de terminaciones, super-fi cie y otros atributos que pueda ofrecer el mercado, a un determinado nivel de precios. La intencionalidad era generar un mercado privado de viviendas de bajo monto (tipo básicas) y fomentar la adquisición de viviendas usadas en ese estrato y la movilidad habitacional. Se buscó también transparentar “ahorros ocultos”, que no se hacen presentes en la postulación pero que introducen alto grado de inefi ciencia o pérdida de inversión, a través de la introducción de cambios al poco tiempo de ocupadas las viviendas (que se incorporen esos ahorros ocultos dentro del proceso productivo de la vivienda, dentro del esquema de fi nanciamiento formal). Desde el punto de vista urbano, este programa buscaba el desarrollo de proyectos habitacionales de menor envergadura, que permitieran un mejor aprovechamiento de sitios eriazos disponibles y la recuperación de viviendas existentes.

La fi cha más adelante presenta las caracterís-ticas de esta variante de Vivienda Básica (7.5).

Page 237: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

244

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Programa Chile-BarrioEn 1996, la División Técnica de Estudio y

Fomento Habitacional del MINVU, en conjunto con la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U. de Chile, llevaron a cabo el estudio “Catastro de Campamentos y Asentamientos Irregulares” (MINVU, U. de Chile, 1996), actividad realizada en el marco del Programa Nacional de Superación de la Pobreza. El estudio consistió en un catastro del hábitat precario chileno, generando un diagnóstico estandarizado relativo, entre otros aspectos, a la localización de los mencionados barrios y asentamientos, data o antigüedad de su formación, situación de tenencia de los terrenos, dotación de servicios básicos de saneamiento, vialidad, distancias a equipamientos e infraestructura vecinal, y factores de riesgo ambiental.

El Catastro del MINVU contabilizó la existencia de 972 asentamientos precarios a lo largo del país, comprendiendo un total de 93.457 viviendas, habitadas estas por 445.943 personas. El carácter de asentamiento precario quedo defi nido bajo alguna de las tres siguientes condiciones:

- Conjuntos de 20 y más viviendas agrupadas y contiguas, donde residen familias instaladas en terrenos de terceros (con o sin autorización), que carecen de títulos de dominio de los lotes que ocupan, y que, además, presentan carencia de alguno o todos los servicios básicos de saneamiento (agua potable, alcantarillado y electricidad).

- Conjuntos de 20 y más viviendas agrupadas y contiguas, donde las familias residentes si bien tienen títulos de dominio a su favor, carecen de alguno o todos los servicios básicos de saneamiento (agua potable, alcantarillado y electricidad) y son califi cados como focos de marginalidad habitacional por los organismos regionales o municipales respectivos.

- En ciudades mayores del país (100 mil y más habitantes a 1992), se agregan loteos irregulares sumando 60 y más viviendas dispersas (dentro de poblaciones consolidadas o formales), que carecen del total o de alguno de los servicios básicos y son califi cados como focos de marginalidad habitacional por los organismos regionales o municipales respectivos.

Visto el desafío social de los campamentos, el gobierno del Presidente Eduardo Frei creó el

Programa “Chile Barrio “destinado a que, los habitantes de los asentamientos precarios del país pudieran superar su situación de pobreza, a través de un mejoramiento sustancial de su situación residencial, de la calidad de vida de su hábitat y de sus oportunidades de inserción social y laboral. Los ámbitos de acción abordados por este programa son: el desarrollo comunitario e inserción social, habilitación laboral y productiva; el mejoramiento de la vivienda y el barrio; y el fortalecimiento institucional en torno a Programas de Superación de Pobreza. En la realización de este programa el Ministerio de Vivienda y Urbanismo actúa coordinadamente con diversos ministerios y servicios del área social, desarrollo regional, y empleo.

El Programa Chile-Barrio es especialmente destacable puesto que, a nivel internacional, si bien estas zonas de vivienda han sido un foco de atención constante para los organismos planifi cadores del hábitat, generalmente han constituido una dimensión del défi cit de vivienda que muchas veces es desatendida o ignorada. Esta situación se relaciona con un conjunto de factores que hacen especialmente complejo el abordamiento del hábitat precario por políticas habitacionales, operándose sobre la base de proyectos puntuales en ciudades mayores. De otro lado, cuando se han aplicado programas habitacionales, muchas veces estos no han considerado la extrema pobreza de los habitantes de estos asentamientos, y las soluciones de vivienda no han podido generar procesos de habilitación social.

La fi cha más adelante (7.6) describe las características del Programa en términos de Producto, Financiamiento y Requisitos de Acceso. La fi cha 7.13e ilustra imágenes de campamentos y del programa. Las imágenes de la fi cha 7.13e, se trata del Proyecto de Radicación del Campamento de Quinta Monroy (Iquique), cuya propuesta arquitectónico-urbana fue desarrollada por el equipo “Elemental” de la Pontifi cia Universidad Católica de Chile, con una perspectiva de tipo experimental que signifi ca un alto grado de innovación en el diseño de la vivienda social y de aprovechamiento del espacio residencial disponible.

Page 238: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

245

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Programa de Subsidio Rural de los años Noventa

Si bien el decreto que crea el Programa de Subsidio Habitacional para la Atención del Sector Rural fue implementado durante los años ochenta, durante los gobiernos de la Concertación, esta modalidad de acción habitacional fue perfeccionada y ampliada sustancialmente. Durante los años noventa se estructuran tres modalidades de subsidio rural: Título I, con sitio propio; Título II, postulación colectiva para formación de villorrios; y Título III, para Mejoramiento de la Vivienda Rural existente. Mientras que lo existente durante los años ochenta se restringía esencialmente a un programa específi co acotado por el denominado Título I, el gobierno del Presidente Lagos va a ampliar esta línea de acciones.

El Programa de Subsidio Rural signifi có una importante mejoría del acceso a alojamiento y servicios básicos de las familias rurales de menores recursos. Los estudios de la encuesta CASEN de MIDEPLAN constatan, además, que este programa tuvo los más notables logros de focalización en los quintiles inferiores de la distribución del ingreso entre el conjunto de programas del MINVU.

No obstante los logros, quedan planteadas importantes lecciones para políticas de mejoramiento del medio rural relativas a la complejidad de los problemas habitacionales de esta zona. María de la Luz Nieto (1995), destaca que los principales problemas del área rural son de carácter intersectorial, lo que exige abordar los problemas de saneamiento con perspectivas de coordinación intersectorial, más allá de la aplicación individual de subsidios. Esto se refi ere a la importancia de hacer fl uir recursos, de buscar fuentes de fi nanciamiento sectoriales de distintos ministerios, regionales, municipales, de empresas de servicios sanitarios, los propios benefi ciados es un tópico central. Asimismo, “el tema del saneamiento hace presente la necesidad de un ordenamiento territorial diferente, puesto que el poblamiento disperso es incompatible con estándares adecuados de saneamiento, lo que realza la importancia de los programas de villorrios.

Las fi chas más adelante (7.7.1 - 7.7.2 - 7.7.3) presentan las especifi caciones de las distintas modalidades o títulos del Subsidio Rural durante

los años noventa. El Programa de Título I con sitio propio está descrito en la fi cha 7.7.1; el Programa Título II para la formación de Villorrios en la fi cha 7.7.2; y fi nalmente, el programa para mejoramiento de la vivienda rural existente en la fi cha 7.7.3. Las imágenes seleccionadas del programa (7.13f) corresponden al Comité de Allegados Clotario Blest de Alto Jahuel-Buin y la Aldea Rural Codegua. Estos son ejemplos de villorrios o agrupamientos de población rural.

Programa Nacionalde Parques Urbanos

El programa de Parques Urbanos se inicia en 1992, como respuesta ante la apremiante situación de contaminación atmosférica de la ciudad de Santiago, y como un esfuerzo para hacer más equitativo el acceso de la población, en particular aquella de menores recursos económicos, a espacios de calidad para la recreación y el libre esparcimiento. En ese año se estimaba que la ciudad de Santiago ofrecía a su población tan solo 2,43 metros cuadrados de áreas verdes públicas en mantención, donde 10 de las 34 comunas que conforman la trama urbana consolidada de la ciudad presentaban menos de dos metros cuadrados de área verde utilizable por persona, mientras otras 11 contaban con menos de un metro cuadrado por persona.

La operación de este programa fue perfeccionada, desde 1995, con la entrega lineamientos para la operación del programa en todo el país, promoviendo el uso racional del agua, el suelo, la iluminación artifi cial y el mobiliario, sugiriendo la utilización de materiales perdurables y a la vez amables para uso público, apelando a la innovación, al propender a conjugar los objetivos de costo-efectividad, calidad y respeto por la naturaleza y las costumbres de las comunidades locales, como aspectos que promueven una mayor identifi cación del usuario con los nuevos parques, y facilitan su administración y manutención en el largo plazo (León, 2001).

La acción del Ministerio de Vivienda y Urbanismo en este programa, sin bien ha sido innovadora y efectiva, enfrentó restricciones institucionales en cuanto a los límites jurídicos de su accionar, que obligan a la entrega de sus obras a terceras partes, sean estos los municipios o las familias benefi ciarias de programas de vivienda

Page 239: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

246

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

social, sin poder emprender iniciativas con el ámbito privado. Otra restricción fue la inexistencia de estímulos tributarios a empresas privadas para que pudieran hacer aportes directos a proyectos de mejoramiento de los espacios verdes urbanos, o que permitieran al Ministerio recibir donaciones para dichos fi nes si que ello implicara una reducción equivalente de su presupuesto anual (León, 2001).

Los estudios de evaluación (Minvu-Pulso, 2002), constataron importantes efectos positivos de esta nueva línea de acción en términos de grado de satisfacción de los usuarios, de aporte al desarrollo urbano y calidad ambiental de sectores pobres. Se identifi caban como oportunidades de desarrollo la integración de los proyectos de áreas verdes en intervenciones estructurales de los espacios públicos y gestión de suelos, el manejo de los temas de seguridad como aspectos fundamentales para motivar la apropiación por la población de estos espacios, y fi nalmente, la conveniencia que la construcción de Parques Urbanos se desarrollara en escalas y esquemas tales que permitieran crear entornos urbanos de mayor jerarquía. Ahora bien, León (2001) destaca que, en varias regiones del país se pudo generar proyectos complementarios que vinculaban físicamente los parques urbanos a la trama urbana circundante y a los sistemas naturales en los que se insertan los espacios urbanos.

La fi cha 7.8 resume las características del programa. La imagen 7.13g presenta como ejemplo de este programa al Parque Lo Varas de Renca, en la Región Metropolitana, que constituyó una experiencia destacada por el carácter participativo de su diseño.

Programa de PavimentosParticipativos

El Programa de Pavimentos Participativos fue una de las intervenciones emblemáticas creadas por los gobiernos de la Concertación para atender las graves carencias de pavimentación de calles y pasajes de los barrios de menores recursos del país, conformándose un programa de grandes virtudes por su carácter participativo, aporte a la equidad urbana y contribución a la descontaminación de la polución generada por partículas en suspensión.

Se plantearon esencialmente cinco objetivos: reducir el défi cit de pavimentos en los conjuntos habitacionales de urbanización incompleta; mejorar la calidad ambiental del área de los proyectos; facilitar el acceso a equipamiento y locomoción colectiva; mejorar el escurrimiento de aguas lluvias; y lograr focalización social y urbana.

La Evaluación de este programa (MINVU/PULSO, 2003) indica que, el programa logró una alta focalización (un 71% de los hogares residentes en las vías intervenidas se ubicaba por debajo de la línea de la pobreza); que los vecinos de las poblaciones intervenidas perciben grandes benefi cios: disminución de la contaminación (90%); mejorías de servicios de basura municipal (85%); incremento del valor de las propiedades (78%); y uso del espacio público por los niños (73%). El estudio señalado advierte también que, la pavimentación fomento también el mejoramiento de las viviendas por los usuarios, que los proyectos lograron motivar incrementos del fl ujo vehicular y uso de las vías intervenidas, pero que el impacto económico del programa fue limitado debido a que la localización predominantemente periférica y barrial del Programa difi cultó que las mejorías de pavimentación pudieran incentivar desarrollos de comercio y actividades económicas de los barrios.

Las fi chas 7.9 y 7.13h, más adelante, presentan el esquema del programa e imágenes de diferentes vías intervenidas con el Programa de Pavimentos Participativos.

Programa de EquipamientoComunitario

Este programa fue creado para intervenir en los défi cit urbanos de arrastre, como asimismo para consolidar nuevas poblaciones.

En sus distintas modalidades, el programa responde al objetivo introducido por los gobiernos de la Concertación que, además de la producción de viviendas sociales, se espera constituir localidades habitables, barrios equipados con los servicios necesarios, comunas y ciudades en las que sea posible convivir y participar con una mejor calidad de vida. En lo social, buscaban constituirse en una inversión social que creara las bases para que toda la población satisfaga

Page 240: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

247

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

sus necesidades esenciales, buscándose también una mayor integración social y espacial de los sectores marginales, a la ciudad y a sus servicios básicos. El enfoque es que la inversión en infraestructura, equipamiento y espacios comunitarios, junto con la organización y la participación, pueden ser la llave para atacar las distintas facetas que tienen la extrema pobreza, como así mismo, son elementos organizadores del espacio urbano. De este modo se determina que tanto las localidades segregadas y margi-nales que existen en la actualidad como en los nuevos asentamientos que se construyan, deben ser provistos de espacios y/o de obras de equipamiento comunitario, las que deberían “ser determinadas en cada caso específi co”. Esto en el entendido de que el edifi co de equipamiento y el servicio que presta pueden satisfacer o facilitar la educación, salud, socialización, esparcimiento e integración, complementando también las actividades de nivel familiar que se proyectan al espacio comunitario, como también sirviendo la función de organizador del espacio urbano y su capacidad de conformar unidades territoriales identifi cables y organizadas que vayan estructu-rando la ciudad o localidad tanto física como socialmente. (MINVU-Chile Ambiente, 2001).

Las fi chas descriptivas e imágenes de proyectos más adelante reconocen las distintas variantes del Programa de Equipamiento Comunitario durante los años noventa.

Programa de UrgenciasUrbanas 1990

Este programa se desarrolló durante los años 1990 a 1994 y tenía por fi nalidad paliar el défi cit de equipamiento existente en poblaciones urbanas de vivienda social ya construidas por los SERVIU. Este programa se materializó atendiendo a las demandas formuladas por la comunidad y con la participación de los municipios.

La fi cha 7.10 describe el programa de Urgencias Urbanas. La fi cha 7.13i muestra como ejemplo gráfi co el Complejo de equipamiento deportivo (Multicancha con camarines y sede social) construido en la Población Juan Soler, Casto, Región de Los Lagos, inversión en espacios públicos para deportes y recreación en sectores modestos de las ciudades chilenas.

Programa de Equipamiento Complementario a la ViviendaEste programa se inició el año 1995,

destinado a la inversión en la satisfacción de las necesidades de equipamiento de la gran cantidad de nuevas poblaciones que construye el sector.

El enfoque fue que, la ocupación de territorios con poblaciones nuevas había considerando sólo el terreno y las obras que el valor de las viviendas del conjunto permitían, constituyéndose así sectores defi citarios, sin servicios e instalaciones que vincularan al individuo y su familia con la comunidad, y a ésta con la ciudad. Esto implicaba, entre otras cosas, que los miembros de estas comunidades debían recurrir a los servicios de otras áreas, invirtiendo mayores tiempos de viaje, involucrando mayores costos familiares o saturando los servicios existentes.

De este modo se determina durante el año 1995 aplicar un programa de equipamiento comunitario que se propone servir al territorio en que se construyen conjuntos habitacionales nuevos, de viviendas básicas y progresivas SERVIU, que pudieran servir tanto a las nuevas viviendas como a otras existentes en territorios aledaños. La defi nición de los equipamientos que se construyen con todas sus características, dise-ño y costos, son determinados por las SEREMI, de acuerdo a la planifi cación que se proponga del territorio y localización del equipamiento.

Respecto de los terrenos donde se deben emplazar los equipamientos, se indica que es necesario tener en cuenta que deberían ser aquellos que establece la Ordenanza, que se ceden a la Municipalidad, lo que implica construir sólo las obras que pasarían a la administración municipal o en otras reservas de terrenos adicionales, en cuyo caso es conveniente considerar las obras que pueden tener recupe-ración de inversiones (comercio) o que por otros motivos sea conveniente que queden en propiedad del SERVIU.

La fi cha 7.11 describe el programa. La fi cha 7.13j muestra como ejemplo gráfi co la sede de la Junta Vecinal Diego Espinera, construida en Punta Arenas, ejemplo de la inversión en infraestructura de apoyo al tejido organizativo y también de adecuación del diseño y materiales a condiciones especiales del clima.

Page 241: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

248

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Programa de MejoramientoComunitario (reemplazante del

Programa de Urgencias Urbanas)Este programa comenzó a implementarse

el año 1996, de manera paralela al Programa de Equipamiento Complementario a la Vivien-da. Estuvo destinado a paliar el défi cit de equipamiento en poblaciones de viviendas sociales construidas, por lo que pasa a remplazar al Programa de Urgencias Urbanas. Una de sus características más relevantes es su carácter “concursable” dado que, sólo pueden postular al programa las Municipalidades y personas jurídicas que no persiguen fi nes de lucro, tales como organizaciones comunitarias y corporaciones o fundaciones de ayuda a la comunidad. Las obras se construían en terrenos propios de los postulantes o de dominio del SERVIU o del Municipio.

La fi cha 7.12 describe el programa. El ejemplo que muestra la fi cha 7.13k, más adelante, es el Taller de Discapacitados Galvarino, Población Santa Clara en Talcahuano, VIII Región, que presenta una unidad arquitectónica integral y autosufi ciente, en este caso, destinada a prestar servicio a grupos vulnerables de la población chilena como son las personas con discapacidad.

La evaluación realizada a los resultados de estas modalidades muestra que se trata de una

inversión fundamental para consolidar espacios públicos complementarios a la vivienda social. Se comprobó el uso de los equipamientos por distintos grupos de edades de la población: adultos, niños y jóvenes, dependiendo del tipo de equipamiento, pero también la necesidad pendiente de equipamientos accesibles para los adultos mayores. En lo referente a las tipologías, queda de manifi esto la intensiva utilización de las tipologías de Centros Comunitarios, mientras que las tipologías de Sede Social y Deportes y Recreación pueden verse subutilizadas en ciertos casos.

Otros desafíos que plantea la gestión de este tipo de programas se refi ere al traspaso de las obras a los municipios, la mantención y las capacidades de administración de los equipamientos comunitarios. En relación al impacto urbano, queda la lección que es mejor agrupar diferentes equipamientos, con más de un tipo de obra en un mismo espacio y que contemplen un mayor nivel de cobertura y puedan fortalecer la identidad de los territorios. Otra lección es que el equipamiento comunitario debe ser fl exible con las dinámicas comunitarias, lo que hace recomendable el diseño arquitectónico de concepto “modular”. Finalmente, la interacción entre los distintos equipamientos y su contexto urbano recomendó fortalecer la capacidad de las obras para formar núcleos, lo que hace crucial la planifi cación para localizar los distintos equipamientos.

Page 242: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

1990 - 2000

Ficha Técnica

de los Programas

Los programas durante los gobiernos de la Concertación

de la década de los noventa

Page 243: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

250

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

7.1.0 Programa de Vivienda Progresiva.

Año Inicio 1990 DS Nª 140/1990.

Gobiernos Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T, Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias y/o personas de áreas urbanas o rurales que por sus condiciones socio-económicas y nivel de pobreza no lograban ser atendidas por los programas tradicionales de vivienda social y que vivían allegadas o en otras condiciones de marginalidad habitacional, de preferencia correspondientes a los primeros quintiles de ingresos.

Se obtiene Un subsidio para la Primera etapa de una vivienda de 13 a 23 m2 en un sitio de 100 m2.La vivienda de desarrollo progresivo estaba concebida para ser lograda en dos etapas. El subsidio da acceso a una 1ª Etapa que era completada con recursos de los benefi ciarios. Para aquellas familias que no son capaces de completar por si misma su vivienda, existe una 2º Etapa con ayuda estatal.

La 1ª Etapa es de una superfi cie aproximada de 13 m2 a 23 m2 como promedio, edifi cados en un sitio generalmente de 100 m2, urbanizado con agua potable; alcantarillado y electricidad, unidad sanitaria (baño con servicio higiénico, lavatorio y ducha ); cocina; superfi cie adicional de uso múltiple (según proyecto y costo de la obra).

En el área rural el grado de urbanización de la primera etapa depende de los servicios existentes en el entorno y del nivel de agrupamiento de las soluciones habitacionales.

Sobre la base de la primera etapa, que incluye los elementos de mayor costo, mayor difi cultad técnica para su ejecución y máxima prioridad desde el punto de vista sanitario, una gran parte de los benefi ciarios es capaz de completar su vivienda por propia iniciativa y en forma privada (junto con la primera etapa se entregan los antecedentes técnicos -proyecto aprobado y cartilla técnica- correspondiente a la vivienda completa).

Un subsidio para la segunda etapa, destinada a completar la vivienda de quienes no la han podido lograr por si mismos.(Esta 2ª Etapa con aporte estatal, de haberla, siempre opera como Programa Privado).

Financiamiento La vivienda se fi nanciaba con el ahorro previo del benefi ciario, con un subsidio de cargo estatal y con un crédito hipotecario complementario otorgado por el SERVIU.

Observaciones El Programa consta de las siguientes modalidades:

Modalidad SERVIU. El SERVIU contrata la construcción de las viviendas de 1ª Etapa y las asigna a los postulantes, ya sean individuales o grupales (se analiza a continuación).

Modalidad Privada. El SERVIU otorga el subsidio. El postulante aporta un sitio propio y contrata o construye su proyecto. 1ª Etapa, 2ª Etapa y Densifi cación Predial.

Fuente: Página web MINVU.

Page 244: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

251

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

7.1.1 Programa de Vivienda Progresiva: 1ª Etapa modalidad SERVIU.

Año de Inicio 1990 D.S. Nº 140.

Gobierno Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuario Familias y/o personas que por sus condiciones socio-económicas y nivel de pobreza no lograban ser atendidas por los programas tradicionales de vivienda social y que:

* No disponen de un sitio propio.

* Buscan dar el primer impulso para comenzar su proyecto habitacional.

* Van completando la vivienda defi nitiva posteriormente con el subsidio de 2ª Etapa, su esfuerzo y los recursos de su familia.

Producto * La primera etapa de una vivienda:

- Un sitio urbanizado, (con luz, alcantarillado y pavimento).

- Unidad sanitaria, (consistente en una pequeña construcción constituida por un baño y cocina como mínimo).

- Superfi cie adicional de uso múltiple (según proyecto y costo de la obra), para aquellas familias que no son capaces de completar por si misma su vivienda, existe una segunda etapa de ampliación.

Financiamiento * Subsidio del Estado (que no se devuelve) 132 UF.

* Ahorro mínimo del postulante 8 UF (3 UF al postular y 5 UF al recibir la primera etapa).

Requisitos * Acreditar encuesta CAS II vigente (aplicada por los municipios).

* Ser titular de una cuenta de ahorro para vivienda (postulante o cónyuge).

* Acreditar personalidad jurídica del grupo, si se postula colectivamente.

* Tener capacidad de ahorrar 8 UF.

* Estar inscrito en el Registro Único de Inscritos del SERVIU.

Fuente: Página web MINVU. Programa de Vivienda Progresiva (MINVU), Proyecto de Asistencia Técnica, Programa de Vivienda Progresiva, pág. 8.

Page 245: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

252

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

7.1.2 Programa de Vivienda Progresiva: Primera Etapa Modalidad Privada.

Año de Inicio 1990 DS Nº 140.

Gobierno Patricio Aylwin A, Eduardo Frei R-T, Ricardo Lagos E.

Usuario Familias y/o personas que por sus condiciones socio económicas y nivel de pobreza no lograban ser atendidas por los programas tradicionales de vivienda social que:

* Tienen sitio propio, lo están comprando o tienen sobre él promesa de compraventa (con deuda pendiente no superior a 18 UF).

* Buscan dar el primer impulso para comenzar su proyecto habitacional: la urbanización del sitio y la construcción del baño y la cocina como mínimo.

* Estén dispuestos a encargarse individualmente o en grupo de todos los trámites, de contratar y supervisar la construcción en conjunto con la asistencia técnica.

* Puedan ahorrar 8 U.F., (sólo si tienen deuda pendiente por el sitio).

Producto * Un certifi cado de subsidio con el cual individualmente o el grupo contrata y supervisa.

* La urbanización de su sitio (luz, agua, alcantarillado y pavimento).

* La construcción de la unidad sanitaria, (compuesta de baño y espacio de uso múltiple que contempla lugar para cocina y dos camas).

* Asistencia técnica gratuita.

Financiamiento * Subsidio del Estado (que no se devuelve) 132 UF o 150 UF en caso de renunciar a la II Etapa (hasta 10 UF pueden usarse para terminar de pagar el sitio en caso necesario).

* Ahorro de 3 a 8 UF dependiendo del monto de la deuda que tengan por el sitio.

* Si el sitio está pagado no requiere ahorro.

Requisitos * Acreditar encuesta CAS II vigente.

* Acreditar propiedad o disponibilidad de sitio.

* Ser titular de cuenta de ahorro para la vivienda, si el sitio no está totalmente pagado o tiene promesa de compraventa o si desea obtener puntaje por concepto de ahorro.

* Acreditar personalidad jurídica del grupo, si se postula colectivamente.

* Estar inscrito en el Registro Único de Inscritos SERVIU.

Fuente: Página web MINVU.

Page 246: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

253

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

7.1.3 Programa Vivienda Progresiva: Segunda Etapa Modalidad Privada.

Año de Inicio 1990 DS Nº140.

Gobierno Patricio Aylwin Azocar, Eduardo Frei R-T, Ricardo Lagos E.

Usuario Familias y/o personas que:

* Han sido benefi ciarias de la primera etapa de vivienda progresiva y no han podido completar, en dos años, su vivienda defi nitiva.

* Han sido asignatarias de una caseta sanitaria o solución similar y quieren ampliar la unidad inicial.

* Estar dispuestas a realizar las gestiones de contratación y supervisión de las obras en conjunto con la asistencia técnica.

* Pueden ahorrar y están en condiciones de pagar dividendos mensuales, si solicitan el crédito, debiendo hipotecar la vivienda para su obtención.

* Se interesan en postular solas o en grupo.

Producto Se obtiene un certifi cado de subsidio que, junto al ahorro y al crédito, le permiten:

* La construcción de una superfi cie habitable que complementa la primera etapa.

* Asistencia técnica gratuita.

* La disponibilidad de un crédito otorgado por el SERVIU, con una tasa de interés preferencial.

Financiamiento El precio de esta segunda etapa es, aproximadamente, 70 UF y se fi nancia de la siguiente manera, según sea el caso:

18 UF (si en la 1ª etapa recibió 132 UF subsidio)Subsidio de

35 UF (si en la 1ª etapa recibió100 UF subsidio)

Ahorro de 5 UF obligatorio

47 UF si recibe 18 UF subsidio en II EtapaCrédito

30 UF si recibe 35 UF subsidio II Etapa

2° Etapa

Requisitos * Acreditar encuesta CAS II.

* Acreditar que el postulante o cónyuge son titulares de Cuenta de Ahorro para la Vivienda.

* Acreditar haber sido benefi ciario con la primera etapa, asignatario de lote con servicio o solución similar.

* Estar al día en los pagos, en caso de tener deuda por crédito, salvo prohibición a favor de SERVIU por subsidio de primera etapa.

* No haber renunciado al subsidio de 2ª Etapa al postular a la primera etapa.

* Acreditar personalidad jurídica del grupo, si se postula colectivamente.

* Estar inscrito en el Registro Unico de Inscritos del SERVIU.

Fuente: Página web MINVU.

Page 247: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

254

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

7.1.4 Programa Vivienda Progresiva: Densifi cación Predial Modalidad Privada.

Año de Inicio 1990 D.S. Nº 140.

Gobierno Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T, Ricardo lagos E.

Usuario Familia y/o persona que:

* Vivan allegadas y cuenten con autorización del propietarios para construir en el sitio que ocupan.

* Sean asignatarias de una caseta sanitaria o solución similar y deseen ampliar su vivienda postulando simultáneamente con el allegado en el sitio que ambos ocupan.

* Están dispuestas, preferentemente en grupo, a realizar las gestiones de contratación y supervisión de las obras en conjunto con la asistencia técnica.

Producto Un certifi cado de subsidio que junto al ahorro y al crédito:

* Permiten al propietario del sitio construir la etapa que requiera de su vivienda, si postula en forma simultánea con el allegado.

* Permite al allegado construir su primera etapa, contando también con asistencia técnica gratuita.

Financiamiento El precio y fi nanciamiento de ambas soluciones habitacionales, corresponde a lo establecido para la primera y segunda etapa, modalidad privada del Programa de Vivienda Progresiva, respectivamente. También es posible realizar densifi cación predial a través del Programa de Vivienda Básica Libre Elección y del Subsidio General Unifi cado.

Requisitos * Ser titular de una Cuenta de Ahorro para la Vivienda (postulante o cónyuge).

* Presentar proyecto técnico que acredite la factibilidad de densifi car el sitio.

* Acreditar personalidad jurídica del grupo, si se postula como comité de densifi cación predial o similar.

Primera Etapa:* No ser propietario o asignatario de una vivienda, ni haber recibido un subsidio habitacional con anterioridad (postulante o cónyuge).

* Acreditar disponibilidad de sitio.

* Estar inscrito en los Registros SERVIU.

Segunda Etapa:* Acreditar ser benefi ciario de primera etapa, asignatario de lote con servicio o solución similar y aptitud del sitio para densifi car.

* No haber renunciado expresamente al subsidio de la segunda etapa al postular a la primera etapa.

* Estar inscrito en el Registro Único de Inscritos del SERVIU.

Fuente: Página web MINVU.

Page 248: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

255

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

7.2 Programa Renovación Urbana y Desarrollo Prioritario.

Año Inicio 1991 D.S. N° 95 (V. y U.) de 1991. (Incorporó Título el III D.S N° 44/88 y el Título II D.S. N° 40/04).

Gobiernos Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T, Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias de sectores medios, empleados, profesionales, que prefi eren vivir en zonas pericéntricas y céntricas de la ciudad, con capacidad de ahorro . Los benefi ciarios deben estar dispuestos a realizar gestiones para concretar su solución habitacional y en caso de solicitar el crédito hipotecario, estar en condiciones de pagar dividendos mensuales, a un banco o institución fi nanciera.

Producto A través de este programa, el Estado otorga un subsidio habitacional que el benefi ciario no devuelve y que contribuye a fi nanciar la compra o construcción de una vivienda económica (superfi cie edifi cada no superior a 140 m2), nueva o aquella que resulte de la reparación o alteración de edifi cios ya construidos que se acojan al DFL2, según norma especial.

En ambos casos, la vivienda debe contar con certifi cación de recepción fi nal y estar emplazada en Zonas de Renovación Urbana, es decir, áreas determinadas por el MINVU en las principales ciudades del país para favorecer su renovación.

La vigencia del certifi cado de subsidio es de 21 meses y no puede destinarse a la compra de viviendas entre parientes, ni usadas.

Financiamiento Existen dos tramos de valor de la vivienda, la que se fi nancia a través de ahorro, subsidio y crédito hipotecario:

Crédito Hipotecario (optativo): permite completar el valor de la vivienda y es otorgado por un banco u otra entidad crediticia, quienes emiten letras de crédito para ser transadas en la Bolsa de Valores. Si de la venta de estas letras resultare un producto menor que su valor nominal, el MINVU otorgará un subsidio implícito de 80 UF para cubrir dicha diferencia. El crédito con derecho a subsidio implícito no puede ser superior a las 1.000 UF.

Requisitos * Ser mayor de 18 años.

* No ser propietario o asignatario de una vivienda o infraestructura sanitaria, ni haber recibido un subsidio habitacional con anterioridad (postulante o cónyuge).

* Acreditar cumplimiento de ahorro pactado, que no debe ser inferior al mínimo estipulado por tramo, en cuenta de ahorro a plazo para la vivienda u otro instrumento específi camente autorizado, con una antigüedad mínima de 12 meses.

* Si se postula acreditando disponibilidad de sitio propio, debe estar emplazado en zonas de renovación urbana e inscrito en el Conservados de Bienes Raíces. El sitio debe estar urbanizado y libre de hipotecas, gravámenes, prohibiciones y litigios.

* Si se trata de postulación colectiva con proyecto habitacional, acreditar disponibilidad de sitio propio y proyecto respectivo.

Tramo Valor de la Vivienda Ahorro Mínimo Postulante Monto de Subsidio

1° Hasta 600 a 1.000 UF 100 UF 200 UF

2° 1.000 a 2.000 UF 200 UF 200 UF

Page 249: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

256

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

* El sitio no sustituye el ahorro en dinero.

Se puede postular en forma individual o colectiva. Esta última puede efectuarse con o sin proyecto habitacional a través de:

* Cooperativas de viviendas.

* Grupos organizados que tengan personalidad jurídica.

* Afi liados a corporaciones o fundaciones que tengan entre sus objetivos la solución habitacional de sus miembros.

La selección se realiza regionalmente, por estricto orden de puntaje, entre las personas que cumplan con los requisitos y documentación exigidos, hasta enterar el total de los recursos disponibles por cada tramo.

Fuente: Renovación Urbana Títulos II/III y III D.S. N º 44 (V. y U.) de 1988-1996 Depto. Comunicaciones Unidad de Difusión y Fomento MINVU.

7.3 Programa Vivienda Básica: Modalidad SERVIU.

Año Inicio 1984 D.S. N° 62 (V. y U.) 84, DS N° 5 (V. y U.) 2002.

Gobiernos Augusto Pinochet U., Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Este Programa se dirige a familias que:

* Vivan en condiciones de allegadas o arrendatarias.

* Sus ingresos varíen entre 3 y 8 UF mensuales.

* Puedan ahorrar y pagar dividendos mensuales para devolver el crédito solicitado, equivalente a 0,6 U.F. como mínimo.

* Se interesan en postular solas o en grupo.

Producto * Una vivienda nueva sin terminaciones, (compuesta de baño, cocina, estar-comedor y dos dormitorios). Su tipología puede ser: pareada en 1 o 2 pisos o en block de departamentos de 3 pisos y su superfi cie edifi cada fl uctúa entre 38 y 42 m2.

* Estas viviendas forman parte de un conjunto habitacional urbanizado y equipado con juegos infantiles, sede social y arborización.

Financiamiento El precio de la vivienda es, aproximadamente 230 U.F. y se fi nancia con:

* Subsidio del Estado (máximo) 140 U.F.

* Ahorro del postulante (mínimo) 10 U.F.

* Crédito hipotecario (optativo máximo) 80 U.F. (Este crédito se lo puede otorgar el SERVIU, a un plazo de 8, 10 o 15 años, o, un banco u otra entidad fi nanciera. En este caso, puede ser un crédito hipotecario o mutuo hipotecario endosable en U.F, a un plazo máximo de 20 años y para obtenerlo deberá cumplir con los requisitos que la entidad le exija).

(*) En las regiones XII, XI y Provincia de Palena de la X, el monto máximo del subsidio puede alcanzar 240 U.F. y el valor total de la vivienda, 330 U.F.

Page 250: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

257

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Requisitos * Ser mayor de 18 años.

* Que el postulante ni su esposo (a) sean propietarios, o asignatarios de una vivienda, infraestructura sanitaria o sitio, ni hayan recibido anteriormente un subsidio habitacional o subvención municipal.

* Acreditar Encuesta CAS I, CAS II (desde 1991).

* Ser titular, o su esposo (a), de una Cuenta de Ahorro para la Vivienda.

* Declarar personalidad jurídica del grupo, si se postula colectivamente.

* Estar inscrito en el Registro Unico de Inscritos del SERVIU.

Fuente: Página web MINVU.

7.4 Programa Vivienda Básica: De Atención Especial al Adulto Mayor.

Año Inicio 1984 D.S. N° 62 (v. y U.) 84, D.S. N° 150 (V. y U.) 90, D.S. N° 83 (V. y U.) 92 (en que se reemplaza su denominación)

Gobiernos Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.,

Usuarios Este programa se dirige a personas que:

* Sean mayores de 65 años.

* Perciban bajos ingresos y busquen solucionar su problema habitacional.

* Estén dispuestas a acceder a una vivienda en préstamo o arrendamiento.

* Postulen en forma individual y se responsabilicen de la mantención y cuidado de la vivienda.

Producto Viviendas Nuevas SERVIU:

Que tienen aproximadamente 25 m2, y se ubican en conjuntos habitacionales de hasta 300 viviendas, rodeadas de plazas y zonas de juegos.

Las que son asignadas en arrendamiento o comodato, considerando los ingresos del benefi ciario y su cónyuge.

Viviendas Usadas:Que cuentan con diversas tipologías y tamaños: casa de uno o dos pisos o departamentos en primer piso, con terminaciones básicas. Se trata de viviendas anteriormente entregadas a otros adultos mayores y recuperadas por el SERVIU.

Financiamiento * En arrendamiento, se paga hasta el 10% de la renta bruta del postulante y de su cónyuge, con un tope máximo de 0,3 UF mensuales.

* En comodato, no tiene cargo para el benefi ciario.

Requisitos * Ser mayor de 65 años.

* No ser propietario ni haber sido benefi ciado anteriormente con vivienda o subsidio habitacional proporcionado por el Estado o las municipalidades.

* Acreditar su condición de pobreza mediante Ficha CAS II al día (puntaje igual o bajo la línea de la pobreza).

Page 251: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

258

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

* En este programa no se exige ahorro y si se acredita, no otorga puntaje.

* Estar inscrito en el Registro Único de Inscritos del SERVIU y postular cuando se realicen los llamados.

Observaciones Los adultos mayores que acrediten su condición de pobreza mediante Ficha CAS II, con puntaje igual o bajo la línea de la pobreza, además tendrán la posibilidad de postular al Programa Fondo Concursable para Proyectos Habitacionales Solidarios.

Fuente: Página web MINVU.

7.5 Programa Vivienda Básica: De Libre Elección.

Año Inicio 1994 D.S. N° 62 (V. y U.) 84, D.S. N° 159 (V. y U.) 94 (Título VIII)

Gobiernos Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Este programa se dirige a familias que:

* Vivan en condición de allegadas o arrendatarias.

* Disponen de un sitio para construir su vivienda y están dispuestas a realizar las gestiones de contratación y supervisión de las obras.

* Están en condiciones de ahorrar y perciben un ingreso mínimo familiar de 6 UF mensuales, aproximadamente.

* Pueden acreditar solvencia y capacidad de pago del crédito, si lo solicitan.

* Se interesan en postular solas o en grupo.

Producto En este programa se obtiene un subsidio habitacional que contribuye a fi nanciar la compra de una vivienda social nueva o usada, urbana o rural, destinada al uso habitacional. También puede utilizarse para contratar la construcción de una vivienda en el sitio del benefi ciario.

Se entiende por vivienda social aquella vivienda económica que se rige por el DFL N°2 de 1959, cuya superfi cie edifi cada no supera los 140 m2 de construcción defi nitiva y cuyo valor de tasación no excede las 400 UF. Si se trata de una vivienda construida antes de 1959, debe cumplir con los requisitos exigidos en el Manual de Califi cación Técnica para viviendas usadas.

El certifi cado de subsidio tiene una vigencia de 21 meses y no puede destinarse a la compra de viviendas entre parientes, ni a viviendas de recreación o veraneo.

Financiamiento Precio de la Vivienda y Financiamiento:

El precio máximo de la vivienda es 400 UF (que incluye el valor del permiso de edifi cación más la tasación fi scal del sitio) y se fi nancia con:

* Subsidio del Estado (máximo) 140 UF (*)

* Ahorro del postulante (mínimo) 20 UF

* Crédito Hipotecario (optativo máximo): 100 UF. Es otorgado por el SERVIU y se devuelve mediante el pago de dividendos mensuales en un plazo no superior a 12 años. El monto del dividendo inicial no puede superar el 20% del ingreso familiar mensual.

Page 252: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

259

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

* Aporte adicional al ahorro: Contribuciones realizadas por entidades ajenas al postulante o grupo, que se aplicarán al pago del precio de la vivienda.

(*) En las regiones XII, XI y Provincia de Palena de la X, el monto máximo del subsidio podrá ser hasta 240 UF.

Requisitos * Ser mayor de 18 años.

* No ser propietario o asignatario de una vivienda, ni haber recibido un subsidio habitacional con anterioridad (postulante o cónyuge).

* Acreditar Encuesta CAS II vigente.

* Acreditar ahorro, en alguno de los instrumentos fi nancieros estipulados por el programa (postulante o cónyuge).

* Acreditar solvencia y capacidad de pago del crédito hipotecario, si se solicita.

* Acreditar sitio propio o aporte adicional al ahorro, si es el caso, al momento de la inscripción.

* Acreditar personalidad jurídica del grupo, si se postula colectivamente.

* Estar inscrito en el Registro Único de Inscritos del SERVIU.

Fuente: Página web MINVU.

7.6 Programa Chile Barrio.

Año Inicio 1998 D.S. N° 33 (V. y U.) 98.

Gobiernos Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Ricardo Lagos E.

Usuarios Habitantes de asentamientos precarios registrados por el catastro nacional de asentamientos irregulares.

Producto Viviendas y Servicios Básicos:* Acceso a subsidios para construir, reparar o ampliar la vivienda y mejorar las condiciones del barrio, mediante la instalación de servicios de agua potable, alcantarillado, electricidad y pavimentación de las calles y pasajes.

Títulos de Dominio:* Posibilidad de regularizar los Títulos de Dominio del lugar en que se vive.

Equipamiento Comunitario:* Acceso a fi nanciamiento y apoyo para construir o mejorar sedes sociales, multicanchas y otros lugares de encuentro, además de actividades compartidas del barrio.

Desarrollo Comunitario y Organizacional:* Apoyo al desarrollo de las capacidades colectivas para defi nir las principales necesidades del barrio, asumir iniciativas comunitarias, y realizar proyectos orientados a solucionar integralmente los problemas más importantes.

Page 253: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

260

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Financiamiento * Ahorro de los benefi cios (variable según el tipo de solución que se de al campamento).

* Subsidio estatal que dependerá del programa al cual se aplica.

* Aportes complementarios, que son subsidios adicionales provenientes del nivel local o regional (cuando las soluciones son de mayor costo).

Requisitos * Pertenecer a alguno de los Campamentos o Asentamientos Precarios registrados hasta 1996 en el “Catastro Ofi cial” del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, y que hayan sido seleccionados por el Municipio y el Gobierno Regional.

* Una vez seleccionados, organizarse con el resto de las familias del Asentamiento para identifi car las iniciativas que les permitan mejorar la vivienda, el barrio y la situación laboral y social.

* Acordar un Plan de Acción Compartidos con el Municipio y Chile Barrio, a fi n de llevar a cabo las iniciativas principales, controlar su cumplimiento y responder por los compromisos asumidos.

* Compromiso a participar activamente en la ejecución de proyectos e iniciativas del Plan de Acción Compartido, y realizar los aportes propios en ideas, dinero y trabajo solidario que correspondan a las familias y a la comunidad.

Fuente: Página web MINVU.

7.7.1 Programa Subsidio Habitacional Rural: Título I Con Sitio Propio.

Año Inicio 1986 DS N° 167/86, D.S. N° 117 (V. y U.) 2002.

Gobiernos Augusto Pinochet U., Patricio aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias de bajos ingresos, habitantes rurales (excluidas las áreas urbanas de localidades de más de 2.500 habitantes): campesinos, pescadores, pirquineros, agricultores, trabajadores forestales o temporeros, que requieren una vivienda rural defi nitiva, segura e higiénica, nueva. Pueden postular de manera individual para aplicar el benefi cio a soluciones singulares aisladas o postular colectivamente, en cuyo caso deberán contar con un mínimo de 10 socios, para asentamientos existentes.

Producto * Un certifi cado de Subsidio (ayuda directa del Estado que no se devuelve) que junto al ahorro le permite acceder a una vivienda rural defi nitiva, segura e higiénica, nueva y terminada; comprar una vivienda o construirla (para lo cual deberá acreditar disponibilidad de terreno).

* Contratar Asistencia Técnica.

* Financiar costo de escrituración, regularización e inscripción de dominio.

Financiamiento * Ahorro Previo: 10 UF.

* Subsidio: 170 UF y de 250 UF (desde 1998) para áreas de desarrollo indígena declaradas conforme a la Ley N° 19.253.

* Crédito: El benefi ciario podrá solicitar un crédito hipotecario complementario a un Banco o Sociedad fi nanciera. El monto máximo del crédito no podrá exceder las 280 UF.

Page 254: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

261

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Requisitos Para participar en los llamados a postulación se exigirá que los interesados:

* Se encuentren inscritos en el Registro Único del SERVIU (desde el 2000).

* Tener un terreno propio no superior a 8 hectáreas de riego básico.

* No posean vivienda.

* No hayan sido benefi ciados anteriormente con vivienda o subsidio habitacional proporcionado por el Estado o las Municipalidades.

* Cuenten con encuesta CAS II vigente (desde 1993).

* Cumplan con el ahorro mínimo exigido (10 UF.), al último día del mes anterior al del inicio del período de postulación (desde 1995).

Fuente: Cartilla informativa Dpto. Comunicaciones, Unidad de Difusión y Fomento MINVU. Fuente: Página web MINVU.

7.7.2 Programa Subsidio Habitacional Rural: Título II Postulación Colectiva para la Formación de Nuevos Villorrios.

Año Inicio 1986 DS N° 167 de 86, D.S N° 59 (V. yU.) 95, DS. N° 117 (V. y U.) 2002.

Gobiernos Augusto Pinochet U., Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias de bajos ingresos, habitantes rurales (excluidas las áreas urbanas de localidades de más de 2.500 habitantes): campesinos, pescadores, pirquineros, agricultores, trabajadores forestales o temporeros. Deben postular de manera colectiva, en cuyo caso tendrán un mínimo de 10 socios para adosamiento en asentamientos existentes y un mínimo de 30 socios para formar nuevos asentamientos. Los terrenos no podrán exceder de 1000 m2 por postulante y deberá contar dentro del período de postulación, con los antecedentes técnicos del proyecto habitacional.

Producto * Un certifi cado de subsidio (ayuda directa del Estado que no se devuelve), que junto al ahorro le permite acceder a una vivienda rural defi nitiva, segura e higiénica, nueva y terminada o construirla (para lo cual deberá acreditar disponibilidad de terreno).

Financiamiento * Ahorro Previo: 10 UF. 15 UF (desde 1995).

* Subsidio: 220 UF, de 250 UF y 200 UF (desde 2002). Para áreas de desarrollo indígena, los benefi ciarios podrán solicitar créditos hipotecarios complementarios a un Banco o Sociedad Financiera.

* Crédito: el monto máximo de crédito no podrá exceder las 280 UF.

* Aportes: Igualmente podrán recibir aportes de entidades de derecho público o privado que exploten, administren o fi nancien la construcción de obras de equipamiento comunitario o social, para complementar el proyecto, obteniendo puntaje por esta gestión.

Page 255: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

262

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Requisitos Para participar en los llamados a postulación se exigirá que los interesados:

* Se encuentren inscritos en el Registro Único de Inscritos del SERVIU colectivamente (desde el 2000).

* No posean vivienda.

* No hayan sido benefi ciados anteriormente con vivienda o subsidio habitacional proporcionado por el Estado o las Municipalidades.

* Cuenten con encuesta CAS II vigente.

* Cumplan con el ahorro mínimo exigido (15 UF).

Fuente: Cartilla Informativa Depto. Comunicaciones, Unidad de Difusión y Fomento MINVU.

Fuente: Página web MINVU.

7.7.3 Programa Subsidio Habitacional Rural: Título IIIPara el Mejoramiento de la Vivienda Rural Existente.

Año Inicio 1986 DS N° 167/86, D.S. N° 59 (V. y U.) 95, D.S. N° 117 (V. y U.) 2002

Gobiernos Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias de bajos ingresos, habitantes rurales (excluidas las áreas urbanas de localidades de más de 2.500 habitantes): campesinos, pescadores, pirquineros, agricultores, trabajadores forestales o temporeros.

Producto * Un certifi cado de subsidio (ayuda directa del Estado que no se devuelve), que junto al ahorro le permite sanear o mejorar la vivienda rural defi nitiva.

Financiamiento * Ahorro Previo: 3 UF a partir de 1995 y 5 UF desde el 2002.

* Subsidio: 70 UF a partir de 1995 y 85 UF desde el 2002.

Requisitos * Requieren el mejoramiento de viviendas rurales existentes, las que podrán consistir en intervenciones constructivas para el saneamiento sanitario (dotar a la vivienda de agua potable y evacuación de aguas servidas), recuperabilidad habitacional (mejoramientos para que la vivienda pueda obtener recepción municipal defi nitiva por la Dirección de Obras Municipales) y/o ampliaciones en caso de hacinamiento de la vivienda rural existente (construcción de nuevos recintos). El costo de estas intervenciones no pueden superar el 30% del valor máximo de tasación fi jado en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones para la vivienda social.

* Postular de manera individual o colectiva en cuyo caso se debe contar con un mínimo de 10 socios.

* Presentar un proyecto que incluya las partidas de construcción a desarrollar y el presupuesto estimado de las obras a desarrollar, con informe de entidad técnica validada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, que señale que son las necesarias para que la vivienda obtenga la recepción municipal defi nitiva.

* Podrán postular los benefi ciarios de Subsidio Rural aplicados antes del 4 de Julio de 1995, sólo si la vivienda requiera de acciones de saneamiento sanitario no resueltos con aplicación del Subsidio anterior.

Page 256: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

263

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Además para participar en los llamados a postulación se exigirá que los interesados:

* Se encuentren inscritos en el Registro Único de Inscritos del SERVIU.

* Sean propietarios de la vivienda rural a la que se aplicará el subsidio.

* No hayan sido benefi ciados anteriormente con vivienda o subsidio habitacional proporcionado por el Estado o las Municipalidades, excepto aquellos que aplicaron subsidio habitacional rural con anterioridad al 4 de Julio de 1995, siempre que la vivienda adquirida o construida con ese benefi cio tuviere acciones de saneamiento aún pendientes o no ejecutadas.

* Cuenten con encuesta CAS II vigente.

* Cumplan con el ahorro mínimo exigido (5 UF) .

Fuente: Cartilla Informativa Depto. Comunicaciones, Unidad de Difusión y Fomento MINVU.Fuente: Página web MINVU.

7.8 Programa Nacional de Parques Urbanos.

Año Inicio 1992

Gobiernos Patricio Aylwin A., Eduado Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios El Programa Nacional de Parques Urbanos está orientado a la construcción de parque en sectores habitados por la población de menores ingresos y tiene por objeto hacer más equitativo el acceso de la población a espacios de calidad para la recreación y el libre esparcimiento.

Producto Proveer espacios para el deporte, la recreación, el libre esparcimiento y el reencuentro con la naturaleza al interior del espacio urbano.

Dichos espacios son estructurados por un proyecto de arquitectura del paisaje que involucra una serie de subproyectos:

Propuesta paisajista general

- Espacios verdes.

- Proyecto de sistema de riego.

- Proyecto de sistema de iluminación.

- Obras civiles, como muros, asientos, muros de contención y edifi caciones para ofi cinas de administración, baños públicos, anfi teatros.

- Recintos deportivos: canchas de football, multicanchas.

El programa se plantea como generador de espacios públicos para fomentar:

- El encuentro social.

- El trabajo participativo con las comunidades receptoras.

- La recreación y el deporte.

- El encuentro con la naturaleza y el conocimiento de la biología de la fl ora nativa y los ecosistemas naturales, promover la biodiversidad y la restauración y preservación de hábitat naturales al interior y en el entorno de las ciudades.

Page 257: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

264

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

- El mejoramiento de la calidad del medio ambiente.- Disminución de los niveles de contaminación.- Recuperación y habilitación de terrenos con problemas de desechos urbanos.

En forma paralela a la operación del programa, también se han fi nanciado una serie de estudios, orientados a aportar mayor fortaleza técnica al mismo, donde, entre otros temas, se han evaluado los procesos de diseño participativo, se ha analizado la factibilidad de atraer recursos frescos a la administración y mantención de los parques, y se enfrenta la posibilidad de promover la producción y utilización de fl ora nativa, adecuada a las diferentes condiciones climáticas locales a nivel nacional, además de estudiar el potencial de incorporar y recuperar espacios verdes de carácter natural al interior de la trama urbana, aprovechando en forma económica y a la vez ecológica, espacios tales como las riberas de los cursos de agua, los cerros y pies de monte, y las franjas de protección en zonas industriales.

Programa de Parque Urbanos1992-1997

Año Inversión total Inversión total Superfi cie del Programa del Programa entregada (M$) (MUS$) (Há)

1992 434.311 924,07 0,001193 1.488.594 3.167,22 26,501994 2.054.925 4.372,18 6,801995 2.951.390 6.279,55 34,501996 2.287.188 4.866,36 64,881997 2.055.871 4.374,19 14,85Totales 11.272.279 23.983,57 147,53

Financiamiento El fi nanciamiento proviene de un aporte fi scal a nivel sectorial, correspondiente al subtítulo 31, ítem 55, Inversiones Programas Parques Urbanos, a partir del año 1992. En los años siguientes, con las innovaciones y cambios de los ítem presupuestarios en la Dirección de Presupuestos DIPRES, el Programa se mantuvo hasta el 2002, dentro de la Ley de Presupuesto anual del Ministerio de Hacienda. En la discusión del presupuesto 2003, efectuada durante el mes de Septiembre 2002, se traspasan los proyectos del Programa de Parques Urbanos del MINVU, a la administración de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, para ser fi nanciados a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, a cargo de los Gobiernos Regionales.

Además se aplicó el fi nanciamiento compartido en determinados proyectos que propusieron los Municipios, a través del aporte de las etapas de diseño para iniciar más rápidamente la ejecución de las obras con fondos sectoriales a cargo del MINVU, y en otros casos, aportes de fondos sectoriales-municipales para construir las etapas sucesivas de parques.

Page 258: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

265

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Requisitos La postulación de nuevos proyectos la puede realizar cualquier persona, organización social o municipalidad directamente a la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo correspondiente (a través de los Servicios de Vivienda y Urbanización-SERVIU-, entidad que contrata y supervisa las obras).

Los requisitos son:

* Défi cit de espacios verdes y de equipamiento recreativo y deportivo.

* Cercanía y benefi cio directo a sectores populares urbanos y el compromiso municipal o de alguna organización de asumir los costos de mantención del parque y encargarse de su administración.

* También benefi cia la postulación el contar con proyecto técnico o la realización de aportes totales o parciales a la realización del mismo, o al menos cubrir parte de los costos de construcción.

* Constar de terrenos disponibles para parques de propiedad fi scal (municipal, SERVIU o Bienes Nacionales) y que estén defi nidos como tales en los Instrumentos de Planifi cación Urbana (Planos Reguladores).

* Para que el MINVU construya parques en terrenos que no sean de propiedad SERVIU se requiere un Decreto Supremo que autorice la ejecución de la obra.

* Aun cuando no existen precedentes hasta la fecha, es posible construir nuevos parques en terrenos de propiedad privada, en los cuales se debe asegurar el acceso público y dar seguridad de tal uso en el largo plazo a través de un comodato al municipio o la entrega en administración a una entidad pública o una organización o corporación sin fi nes de lucro, que se encargue de la administración sin costo para el Estado.

* Los terrenos deben encontrarse saneados al momento de postular.

Fuente: Programas de Parques Urbanos, Junio 1992-2002, (Documento). Jaime Hoffmann, Arqto. D.O.U. - MINVU.“Los nuevos modos de Gestión de la Metropolización”, serie GEO Libros; LOM Ediciones, Inst. Geografía U. Católica, Dic-2003, pág. 221, 239, Sergio León Balza.

Page 259: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

266

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

7.9 Programa de Pavimentación Participativa

Año Inicio 1994, D.S. N° 114 (V. y U.) del 12.07.94, Resolución Exenta N° 1820 ( V. y U.) 2003

Gobiernos Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Todas las personas organizadas en un Comité de Pavimentación, con representación jurídica, que habitan en viviendas que enfrentan una calle local o pasaje cuya calzada se encuentra sin pavimentar, que cuenten con una solución defi nitiva de agua potable y alcantarillado de aguas servidas.

Producto El objetivo del Programa es reducir el défi cit de pavimentación. Contempla la pavimentación de calles y pasajes y al suministro y colocación de soleras y la pavimentación de aceras, permitiendo el necesario escurrimiento de las aguas lluvias y facilitando la accesibilidad a equipamientos y medios de transporte, mejorando la calidad ambiental de los conjuntos habitacionales y, fi nalmente, elevar la calidad de vida de los vecinos.

Financiamiento * Aporte Sectorial: Respecto a la asignación de Recursos Sectoriales, se preferencia la inversión en regiones y comunas proporcionalmente al défi cit comprobado en cada una de ellas, de su realidad socioeconómica, de su cantidad de habitantes y de su capacidad de gestión, es decir, la demanda generada.

* Aporte del Comité: El monto de este aporte depende del tipo de vía que se postula (calle o pasaje) y de la Categoría a la que es asimilado el Comité de Pavimentación por parte de la respectiva D.O.M.

- Categoría 1: Programas estatales o de instituciones de ayuda social sin fi nes de lucro, consistentes en operaciones sitio, sitio urbanizado con infraestructura sanitaria domiciliaria y vivienda progresiva. Aportes mínimos 5% calles y 7% pasajes.

- Categoría 2: Programas estatales o de instituciones de ayuda social sin fi nes de lucro, consistente en loteos de viviendas de hasta 60 m2 de superfi cie, según el proyecto de loteo original. Aportes mínimos, 7% calles y 10% pasajes.

- Categoría 3: Loteos y/o conjuntos habitacionales construidos por particulares. Las autoridades regionales del sector Vivienda respectivas, en conjunto podrán asimilar loteos y/o conjuntos particulares de personas de escasos recursos a la Categoría 2, previo informe social de la Municipalidad. Aportes mínimos, 15% calles y 25 % pasajes.

- Estos aportes del comité pueden ser suplementados con fondos municipales si un informe social lo justifi ca.

* Aportes Municipales: En el caso de los Municipios, colocan un menor aporte los que tienen una menor capacidad fi nanciera relativa. Por ejemplo, a los Municipios de Colchane, Isla de Pascua, Codegua, Yerbas Buenas, Chanco, Portezuelo, Ranquil, Ninhue, Contulmo, Tirua, Lumaco, Purén, Toltén, Galvarino, Puequeldón, Tortel, La Pintana, Peñafl or, Padre Hurtado, se les requiere un 5% de aporte. En cambio a Camarones un 25%, a Pica un 21%, Sierra Gorda 25%, La Higuera 18%, Zapallar 25%, El Tabo 23%, Algarrobo 23%, Santo Domingo 21%, La Estrella 22%, Vichuquén 25%, Torres del Paine 25%, Río Verde 25%, Lo Barnechea 23%, La Reina 14%, San Miguel 16%, Quilicura 15%, Pirque 22%.

Page 260: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

267

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Requisitos * Constituir el Comité de Pavimentación, con Representación Jurídica.

* Contar con el proyecto de ingeniería aprobado por el correspondiente SERVIU. Este es el Estudio Técnico realizado por profesionales acreditados ante el MINVU, que incluye planos del diseño, la memoria explicativa y de cálculo, el costo del proyecto y los planos del loteo del sector o población en donde se ubica la calle o pasaje a pavimentar, aprobados por la respectiva Dirección de Obras Municipales.

* Llenar la fi cha única de postulación al Programa con datos solicitados. Estos serán revisados por el Municipio y SERVIU correspondientes.

* Contar con factibilidad técnica, esto es, la calle o pasaje postulados deben estar sin pavimentar, se debe demostrar la existencia de red de agua potable y de alcantarillado de aguas servidas; poseer un ancho mínimo de 6 y máximo 15 metros entre líneas ofi ciales y una longitud mínima de 100 y máxima de 1.000 metros. Se debe presentar fotocopia de la cuenta de agua potable del inmueble que ocupa cada postulante, que enfrenta la calle o pasaje a postular o documento alternativo que acredite la red.

* Presentar nómina de todos los integrantes del Comité de pavimentación que postulan al proyecto, indicando nombres y apellidos, domicilios, cédulas nacionales de identidad y sus fi rmas.

Criterios que determinan la selección de los Proyectos:* Aporte de la Comunidad (comités) y Municipio. Monto acreditado del ahorro de los vecinos y el aporte municipal comprometido al cierre del proceso de postulación.

* Si el Comité o el Municipio coloca el proyecto de ingeniería, su costo, valorado como 3% del costo de la obra, se considera como aporte fi nanciero.

* Antigüedad de la Población. Esta antigüedad debe certifi carla la respectiva Dirección de Obras Municipales.

* Antigüedad de la Postulación. Se considera la cantidad de veces que el Comité de Pavimentación ha participado válidamente en Procesos de Selección.

* Magnitud o importancia Urbana. Dimensión del proyecto, considerando el ancho entre líneas ofi ciales y la longitud total del pavimento a construir.

* Grado de Cobertura o Efi cacia del Proyecto. Cantidad de viviendas benefi ciadas directamente por la obra de pavimentación, en relación a la superfi cie de calzada a pavimentar.

* Costos del Pavimento o Efi ciencia del Proyecto. Se compara el costo referencial del m2 del pavimento postulado con el costo del m2 del pavimento base, que es el más económico para la comuna.

Fuente: Página web MINVU.

Page 261: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

268

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

7.10 Programas de Equipamiento Comunitario. De Urgencias Urbanas.

Año Inicio 1990, por Instructivo.

Gobiernos Patricio Aylwin A., Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Habitantes de conjunto de viviendas existentes en sectores de ingresos de bajos recursos, que presentan un arrastre de défi cit de equipamiento comunitario.

Producto Grupo 1Esparcimiento:* Plazas con juegos infantiles. * Area recreacional.* Multicanchas que involucran cancha, gradería, camarines, iluminación y cierros.

Desarrollo Social: * Sede comunitaria con salas de uso múltiple, (capacitación, actividades laborales, actividades sociales, atención primaria de salud).

Grupo 2Atención niños pre-escolares y capacitación:* Jardín Familiar - ex Cadel.* Centros abiertos.* Centros de atención al menor.

Seguridad:* Cuarteles de Bomberos.

Estándares mínimos de Equipamiento Comunitario para conjuntos de viviendas sociales progresivas e infraestructura sanitaria:

Tipos de equipamientos y superfi cies necesarias

N° Plaza Juegos Área Multicancha Sede ComunitariaViviendas* Infantiles (m2) recreativa (m2) (m2) Terreno m2 Construido m2

90-99 200 80 - 120 60100 - 199 400 200 - 140 60200 - 299 700 450 - 200 100

300 - 399 800 - 600 280 100400 - 499 1.000 - 600 280 140500 - 599 1.300 - 990 280 140600 - 699 1.500 - 990 300 160700 - 799 1.700 - 990 320 160800 - 899 2.000 - 990 320 160 600900 - 999 2.200 - 990 320 160 6001.000 - 1099 2.400 - 990 320 1601.100 - 1.200 2.600 - 990 320 160

Construido m Construido m

* Nivel Vecinal: hasta 299 viviendas y hasta 1.500 habitantes.* Nivel Barrio: de 300 a 1.200 viviendas, de 1.500 a 6.000 habitantes.

Page 262: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

269

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Financiamiento Fondos sectoriales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

La defi nición de los equipamientos que se construyen con todas sus características, diseño y costos, son determinados por las SEREMI de acuerdo a la planifi cación que se proponga del territorio y localización del equipamiento.

* El Grupo 1 son fi nanciados por el sector, con eventual aporte de la comunidad.

* El Grupo 2 son fi nanciados por el sector, en conjunto con otras instituciones públicas o privadas y con eventual aporte de la comunidad.

Requisitos * Los proyectos deberán construirse en terrenos de propiedad SERVIU, destinados a equipamiento, o bien en áreas verdes destinadas al uso público.

* Conformación del grupo usuario del equipamiento: se otorga prioridad a aquellos equipamientos solicitados en conjunto por el máximo de organizaciones territoriales o funcionales, con el objeto de estimular su uso compartido y lograr una mayor cobertura.

* Aporte de la comunidad y fi nanciamiento institucional: se da prioridad a aquellos equipamientos que cuentan con el mayor aporte de la comunidad y/o fi nanciamiento institucional (en dinero y/o terreno propio o en comodato), el dinero podrá ser ahorro previo del grupo y/o donaciones de algún organismo o empresa.

* Cobertura del equipamiento: se consideran 3 niveles de cobertura, de acuerdo a la población atendida:

- Nivel vecinal: hasta 1.500 habitantes

- Nivel de barrio: entre 1.501 y 6.000 habitantes

- Nivel comunal: desde 6.001 habitantes

* Se otorgará preferencia a los equipamientos cuya cobertura corresponda al nivel de barrio, considerando que este programa esta orientado fundamentalmente a suplir las carencias de espacio al interior de las viviendas y porque en este nivel se logra atender a un mayor número de personas.

* Capacidad del proyecto de conformar centros o subcentros de equipamiento: se otorgará prioridad a aquellos equipamientos que se proyecten anexos a otros ya existentes, ya que con esto se logra reforzar la intención de conformar núcleos estructuradores y reconocibles dentro de un conjunto habitacional. Por lo tanto, se propone que en lo posible el equipamiento no se localice en forma aislada.

* Localización del equipamiento en función de la vialidad: los equipamientos, a excepción del tipo seguridad, se deberán localizar de manera preferente, adyacentes a vías locales y de servicio o a una distancia de entre 100 y 200 m. de vías expresas troncales y colectoras. El equipamiento del tipo seguridad, deberá localizarse preferentemente adyacente o a menos de 100 m. de vías expresas, troncales, colectoras o de servicio.

Fuente: Evaluación de uso de los equipamientos comunitarios construidos en el período 1990-1999. Chile MINVU, D.D.U., pág. 234.

Page 263: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

270

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

7.11 Programas de Equipamiento Comunitario. Equipamiento Complementario.

Año Inicio 1995 Instructivo N° 193 del 07.03.95 de Jefe de D.D.U. y Jefe D.P.H.

Gobiernos Eduardo Frei R-T.

Usuarios Sectores de menores ingresos, habitantes de poblaciones nuevas, de viviendas básicas y progresivas SERVIU, defi citarias de servicios e instalaciones que actualmente tienen que recurrir a los servicios de otras áreas, invirtiendo mayores tiempos de viaje y mayores costos familiares, saturando los servicios existentes.

Producto * Producir un ambiente material y social en el entorno de las viviendas que satisfagan las necesidades básicas de los distintos grupos etarios que incluyen necesidades de servicios tales como salud, educación, correos, vigilancia policial, servicios municipales, de interacción social, cultural y religioso.

* Organizar al territorio urbano e integrarlo al resto de la ciudad, haciendo que la acción del equipamiento comunitario constituya una fórmula para la organización espacial del territorio. Sus características y localización estarán determinadas por la planifi cación de la SEREMI en cada caso.

* Contribuir a la superación de la pobreza.

* Otorgar identidad al territorio, generando sentimientos de pertenencia a su lugar de residencia.

Educación

Salud

Seguridad

Sociabilidad

Asistencial

Deportes

Desarrollo Social

Recreación

Expansión

Descanso

Servicio Comunitario

Comercio

Jardín infantil, escuelas,liceos medios y técnicos

Postas, consultorios y hospitales

Carabineros, investigaciones, otros

Centro polifuncional, sala de uso múltiple

Centros abiertos,hogares de ancianos, etc

Canchas, gimnasio

Talleres de capacitación,talleres laborales

Plaza, centro polifuncional

Juegos de niños, plazas,centro polifuncional

Plazas, parques, calles equipadas

Sala uso múltiple, ofi cinas, servicios públicos,teléfonos públicos,

paraderos para movilización

Supermercado, ferias libres, locales comerciales

Unidad VecinalBarrio

Barrio

Barrio

Unidad Vecinal

Unidad Vecinal

Unidad Vecinal y Barrio

Unidad Vecinal

Unidad Vecinal y Barrio

Unidad vecinal, vecindario y barrio

Vecindario y Unidad Vecinal

Barrio

Unidad Vecinal y Barrio

Tipologías de Equipamientos Tipos Nivel de Localizaciónsegún función del equipamiento de Obras (recomendación)

Page 264: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

271

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Financiamiento Fondos sectoriales del Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Requisitos Previo a la ejecución de las obras se exigen los siguientes antecedentes:

* Territorio en que se aplica el programa y cantidad de viviendas que atiende.

* Estudio que contenga la planifi cación del territorio y las áreas para equipamiento, inversiones y fuente de los recursos.

* Inversiones a realizar con los fondos del programa con su correspondiente programación de egresos.

* Compromisos de construcción, administración y operación del equipamiento, según sea el aporte del programa.

Criterios de selección para defi nir los equipamientos:

Corresponde a la SEREMI (en coordinación con los Departamentos, Planes y Programas y Desarrollo Urbano) y al SERVIU, elegir uno o más tipos de equipamientos u obras a construir en la unidad poblacional.

En términos generales, la localización de las obras que se construyan deben considerar que sirva prioritariamente a las viviendas nuevas.

Fuente: “Evaluación de uso de los equipamientos comunitarios construidos en el período 1990-1999. Chile”, pág. 234.

7.12 Programas de Equipamiento Comunitario: Mejoramiento Comunitario (reemplaza al Programa Urgencias Urbanas).

Año Inicio 1996 D.S. N° 39 (V. y U.) 09.04.96.

Gobiernos Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Pobladores de Viviendas Sociales.

Producto La construcción de equipamiento comunitario, como la restauración de edifi caciones destinadas a equipamiento.

El objetivo central del programa está dado por la construcción de obras complementarias a las viviendas, destinadas al desarrollo social y la recreación de la comunidad (una de sus principales características es la participación tanto de la comunidad organizada, como de los municipios en la postulación de las obras a construir), tales como plazas con juegos infantiles, multicanchas, salas de uso múltiple, centros abiertos, jardines familiares, talleres laborales y centros de capacitación.

Financiamiento Los equipamientos a construir consideran tres fuentes de fi nanciamiento:

* Recursos provenientes del MINVU, los que son asignados a nivel regional a través de las respectivas SEREMI.

* Aportes municipales obligatorios, que corresponden a un porcentaje del valor de la obra. Estos aportes están fi jados de acuerdo al nivel de ingreso de cada municipio, para cada comuna. Se establece el porcentaje de aporte, el que presenta un monto que varía entre un mínimo de un 10% a un máximo de 60% del valor total de la obra.

* Aportes de personas jurídicas que no persigan fi nes de lucro. Este es voluntario pero favorece a la adjudicación del proyecto.

Page 265: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

272

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Los montos de los aportes municipales o de personas jurídicas correspondientes a un porcentaje del valor total de la obra, se calculan según los valores referenciales de costos por m2 de construcción de obras de mejoramiento comunitario, tales como obras con o sin cierros, con o sin iluminación y en obras con o sin graderías.

Con todo esto, se establece que los proyectos que se postulen no pueden signifi car un monto de inversión superior a 5.000 UF.

Requisitos * La convocatoria a postulación para la selección de los proyectos del Programa se desarrolla mediante resoluciones exentas de las respectivas SEREMI, las que son publicadas en periódicos de circulación nacional o regional. Esencialmente en ellas se fi jan los plazos de postulación.

* Sólo pueden postular al programa las municipalidades y personas jurídicas que no persiguen fi nes de lucro, tales como organizaciones comunitarias y corporaciones o fundaciones de ayuda a la comunidad.

* Los terrenos donde se pueden construir las obras pueden ser propios o de dominio del SERVIU o del Municipio. En estos dos últimos casos se debe suscribir, cuando proceda, un contrato de comodato. Además mediante modifi cación realizada al Decreto, se agrega que “las municipalidades o personas jurídicas que tengan calidad de concesionarios podrán postular proyectos en bienes nacionales de uso público, tales como plazas y parques, que tengan por objeto complementar el destino recreacional y/o deportivo de los mismos”.

Las solicitudes de inscripción para postular proyectos al Programa deben contener los siguientes datos:

- Antecedentes relativos a la constitución legal de la persona jurídica postulante y documentos en que conste la representación legal correspondiente.

- Indicación del monto total del aporte que efectuará el municipio.

- Indicación del monto total del aporte que efectuará la persona jurídica postulante, en su caso.

- Certifi cado de dominio vigente, si las obras se construirán en terreno de propiedad de la persona jurídica postulante.

- Contrato de comodato, si las obras se construirán en terrenos de dominio del SERVIU o el Municipio. En su defecto se acepta una declaración jurada en que conste el compromiso de estos organismos de transferir el dominio o entregar en comodato los terrenos.

- Anteproyectos vigente de las obras postuladas, aprobada por la respectiva municipalidad.

- Individualización de la población en la que se postula construir la obra e informe de la municipalidad correspondiente, en que se especifi que el défi cit de equipamiento existente en la población.

- Certifi cado de recepción municipal de las viviendas de la población, con constancia de la fecha de entrega y su carácter de viviendas sociales.

- Proyecto de operación del equipamiento que indique su fuente de fi nanciamiento, montos de operación y grados de participación de los distintos grupos involucrados.

- Declaración jurada de la persona jurídica postulante en que se compromete a la administración, operación y mantenimiento del equipamiento en forma permanente.

Fuente: Evaluación de uso de los equipamientos comunitarios construidos en el período 1990-1999. Chile, MINVU, D.D.U., pág. 234.

Page 266: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

Imágenes

1990 - 2000

Arquitectónicas y Urbanas

Imágenes de los programas de los gobiernos de la Concertación de la

década de los noventa

Page 267: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

274

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

El loteo del conjunto habitacional Tucapel Jiménez V, de Iquique, se originó por iniciativa de familias allegadas (trabajadores agrícolas provenientes de parcelas próximas al asenta-miento). El SERVIU adquirió el terreno, incorporó el grupo al proceso de postulaciones y programó la construcción de las viviendas.

Actualmente, gran parte de los asignatarios está ampliando sus casas y continúan activos en la consecución de recursos para el mejoramiento del barrio.

El conjunto consideró la construcción de 162 viviendas con una superfi cie entregada de 15,79 m2. El conjunto pertenece a la modalidad SERVIU, y fue entregado en 1993.

La vivienda progresiva está concebida para ser lograda en dos etapas. Se plantea una solución en que la vivienda se amplía hacia atrás agregando un nuevo cuerpo sin alterar la imagen de fachada continua a la calle (Fig. 7.1 y Foto 7.3). En otros casos la ampliación se desarrolla en un 2º piso.

La solución arquitectónica permite tener una imagen de fachadas continua y homogénea, ya que las ampliaciones quedan hacia la parte trasera de la vivienda (Foto 7.2).

La participación de la comunidad (Foto 7.1) en el proceso de ampliaciones a la vivienda es un importante factor en el desarrollo de la vivienda.

Foto 7. 1La comunidad participa del proceso de construir.Fuente: MINVU, 1994

Foto 7.2Vista de conjunto construido. Se observa la fachada continua que ayuda a defi nir el borde peatonal.Fuente: MINVU, 1994

Foto 7.3Fachada de la unidad básica.Fuente: MINVU, 1994

CONJUNTO HABITACIONAL TUCAPEL V

(Modalidad SERVIU)

7.13a | Vivienda Progresiva

Figura 7.1Figura 7.1Planta unidad tipo con ampliación propuesta.Fuente: MINVU, 1994

Page 268: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

275

Imá

ge

ne

s

Figura 7.2Tipologías de viviendas continua.Fuente: MINVU, 1994

Figura 7.4Planta tipo viviendas pareadas.Fuente: MINVU, 1994

Figura 7.5Figura 7.5Planta vivienda pareada. Conjunto Habitacional 250 años, San Felipe.Fuente MINVU, 1994

Foto 7.4 Fachada principal. Unidad básica con ampliación.Fuente: MINVU, 1994

Foto 7.5Consolidación de la etapa inicial y uso del espacioFuente: MINVU 1994

Foto 7.6 Fachada de viviendas con ampliación en 2º piso. Villa ColombiaFuente : MINVU 1994

CONJUNTO HABITACIONAL VILLA COLOMBIA Y 250 AÑOS

Figura 7.3 Planta Villa Colombia, La Planta Villa Colombia, La Pintana, Santiago. Pintana, Santiago. Tipología continua, con Tipología continua, con ampliación en 2º piso.ampliación en 2º piso.Fuente: MINVU, 1994Fuente: MINVU, 1994

La Vivienda Progresiva hace uso de variadas tipologías para ajustar su arquitectura a diferentes situaciones. La fi gura 7.2 muestra la tipología de viviendas de tipo continuo. La fi gura 7.4 nos muestra tipologías de viviendas pareadas.

La Villa Colombia, Santiago, es un ejemplo de vivienda progresiva de tipo continuo (fi g. 7.3 y foto 7.6).

El conjunto habitacional 250 años, de San Felipe, es un ejemplo de vivienda progresiva pareada (fi gura 7.5). La foto 7.4 muestra la unidad inicial con su ampliación posterior, mientras que la foto 7.5 muestra como los habitantes se apropian del espacio y consolidan la etapa inicial.

7.13a | Vivienda Progresiva

Page 269: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

276

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

7.13a | Vivienda Progresiva

El Conjunto Habitacional Las Palmas de Rodelillo, entregado en 1993 en la comuna de Valparaíso V Región; cuenta con 150 viviendas, con una superfi cie construida de 20 m2 en su primera etapa, y fueron ejecutadas según modalidad SERVIU.

La calidad habitacional y del espacio urbano, fue un criterio de importancia en este proyecto, integrando viviendas progresivas (con posibilidad de ampliación) en segundo nivel, y viviendas básica en altura, con un diseño innovador en el modo de enfrentar el tema del crecimiento, que en este caso es interior (Figuras 7.6, 7.7).

El proyecto es una intervención que dinamiza el sector con obras de envergadura, como dotación de servicios básicos, redes viales, creación de áreas verdes (Foto 7.9), de modo de incrementar la densifi cación de la zona, haciendo uso de una quebrada hasta ahora despoblada, que permitió el desarrollo de nuevas actividades y servicios como comercio, movilización colectiva, etc.

La instalación de las familias asignatarias así como el inicio del proceso de consolidación del barrio fue asistida técnicamente gracias a un proyecto de la Cooperación Sueca.

El conjunto construido en ladrillo y bloques de cemento en 2º piso, se conforma de bloque continuos (Foto 7.7, 7.8).

La vivienda está conformada por una “cáscara” que cuenta con baño y cocina. La distribución interna de la vivienda es una etapa posterior que se realizará de acuerdo a las necesidades de cada usuario.

Foto 7.7Vista de conjunto. Se aprecia la utilización de ladrillo y bloque de cemento en 2º piso, estructura de pilares y cadena de hormigón armado como refuerzo estructural.Fuente: MINVU, 1994

Foto 7.8 Conjunto de 6 viviendas. Se aprecia en la fotografía el uso de bloques de cemento como material predominante, y la topografía del terreno.Fuente: MINVU, 1994

Foto 7.9Una intervención urbana de impacto en el área.Fuente: MINVU, 1994

CONJUNTO HABITACIONAL LAS PALMAS DE RODELILLO

(Modalidad SERVIU)

Figura 7.6Planta vivienda tipo. Una “cáscara” habitable con unidad de baño y cocina.Fuente: MINVU, 1994

Figura 7.7Corte transversal vivienda propuesta.Fuente: MINVU, 1994

Page 270: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

277

Imá

ge

ne

s

La comunidad Andalucía nace como un proyecto inserto dentro del propósito del gobierno de estudiar nuevos diseños arquitectónicos que permitieran redensifi car las áreas centrales de la ciudad, con costos de construcción similares a los empleados por el gobierno militar para construir conjuntos de viviendas en la periferia de Santiago. El proyecto se terminó en agosto de 1991 y la obra en septiembre de 1992.

Este proyecto no es un conjunto típico del Programa de Renovación Urbana, pero ilustra el enfoque y prioridad por la recuperación del centro de Santiago (Foto 7.10), área que venía manifestando pérdida de población y vivienda durante el período de los años ochenta.

El proyecto es el resultado de la cooperación entre el gobierno chileno y la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, España. Los gobiernos de Chile y Andalucía han logrado desarrollar una importante experiencia abierta a la nuevas ideas arquitectónicas y al empleo de tecnologías apropiadas.

Arquitectónicamente, el proyecto desarrolla la idea de la manzana ocupada en su interior como un claro refl ejo de la inspiración en la tipología urbana del Cité. Los espacios interiores son ricos y a escala del habitante. Esta interioridad crea un buen dominio del espacio y una identifi cación con él (Figura 7.8).

Los accesos al interior del conjunto, clara-mente identifi cados al centro de la manzana, rescatan el tradicional zaguán presente en la arquitectura chilena, reforzando así la idea de conservar los espacios patrimoniales de la arquitectura urbana chilena.

Figura 7.8 Planta de conjunto. Un borde construido que defi ne la manzana. Interior construido genera espacios intermedios y centro marcado por la pérgola.Fuente: Agencia Española de Cooperación Internacional, 1998

Foto 7.10Vista de Conjunto Comunidad Andalucía.Fuente: Agencia Española de Cooperación Internacional, 1998

Foto 7.11Vista interior. Pérgola y edifi cios interiores.Fuente: Agencia Española de Cooperación Internacional, 1998

COMUNIDAD ANDALUCÍASANTIAGO, R.M.

7.13b | Subsidio de Renovación Urbana

Page 271: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

278

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Siguiendo el espíritu de renovar el casco antiguo de la ciudad, rescatando la tradición histórica, se adoptó como proposición urbanís-tica, el concepto del antiguo cité, considerando además que el terreno donde se proyectaría la obra estaba anteriormente ocupado por el Cité Santa Sofía, construido a principios de siglo por la Sociedad León XIII, formada por don Melchor Concha y Toro en 1891, para construir casas para obreros.

Siguiendo un patrón de diseño consecuente con la tipología urbana de la zona donde se ubica la obra, ésta se plantea con viviendas de fachada continua hacia las calles circundantes de la manzana (Figs. 7.9, 7.10). El conjunto se ordena en torno a un espacio central marcado por una pérgola, y con espacios intermedios en torno a los edifi cios interiores (Foto 7.11).

La tipología tendiente a la densifi cación predial pretende rescatar el pericentro de la ciudad (en deterioro y despoblamiento), manteniendo la tipología de vivienda continua, que utiliza el centro de ellas para construir más viviendas.

El conjunto cuenta con varias tipologías de edifi cios, (2, 3, y 4 pisos); esto permite diversidad volumétrica y una clara lectura de interioridad.

La construcción realizada con ladrillos a la vista, le confi ere un carácter de simpleza y claridad estructural, a la vez que utiliza los materiales como elemento decorativo (Foto 7.12).

7.13b | Subsidio de Renovación Urbana

Figura 7.9Figura 7.9Elevación Viviendas tipo A y pérgola central.Fuente: Agencia Española de Cooperación Internacional, 1998

Figura 7.10Elevación Viviendas tipo. Fuente: Agencia Española de Cooperación Internacional, 1998

Foto 7.12Vista acceso viviendas. La arquitectura en ladrillo, con simples elementos ornamentales, enriquece las fachadas continuas del conjunto.Fuente: Agencia Española de Cooperación Internacional, 1998

Page 272: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

279

Imá

ge

ne

s

El conjunto se organiza en base a tres tipologías de viviendas: bloques de departamentos de tres pisos C3-1, 52,92 m2 (60 unidades); C3-2, 53,14 m2 (60 unidades), misma solución planimétrica, sólo variación en superfi cie (Foto 7.13); Vivienda B2, 46,26 m2 (174 unidades); Adulto mayor, 39,01 m2 (6 unidades), vivienda en un piso (Fig. 7.11).

Los bloques de departamentos se organizan linealmente en torno a una calle principal, en dos líneas paralelas, que generan un espacio interior controlado, muy apto para la interacción social y encuentro.

Confi guración de circulaciones lineales, sin espacios de contención, trama ortogonal. Espacio calle con posibilidades de facilitar interacción social, pero que no cuenta con elementos de apoyo arquitectónicos o de mobiliario urbano. Las viviendas aisladas de uno o dos pisos no logran conformar espacios contenidos que favorezcan el encuentro comunitario. Las áreas destinadas a equipamiento comunitario se encuentran en la periferia de él y separadas por vías de circulación. Esto afecta el acercamiento a ellas para realizar actividades de encuentro social. Áreas sin control visual.

La tipología C, edifi cio departamentos de 3 pisos, favorece la creación de potenciales espacios de interacción social, especialmente dada por la característica de “doble cara del edifi cio”, lo cual permite accesos por ambas fachadas del edifi cio, lo que genera un espacio interior protegido, con control visual, y con recorridos peatonales controlados.

Figura 7.11Planta de conjunto. Se observa en color el área de equipamiento comunitaria separada del área de viviendas.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Foto 7.13 Elevación bloques de departamentos.Fuente: SERVIU, V Región

VIVIENDA BÁSICA POBLACIÓN LLANOS

DE BELLAVISTAV REGIÓN

7.13c | Vivienda Básica SERVIU años 90

Page 273: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

280

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

7.13c | Vivienda Básica SERVIU años 90

El uso del color y los elementos volumétricos destacados en las fachadas, (balcones, salientes de ventanas, celosías de loggias, frontones de techumbres, color en escaleras) son elementos que crean identidad y favorecen el sentido de pertenencia (Foto 7.13).

El conjunto se identifi ca claramente de las construcciones circundantes; esto facilita el sentido de identidad.

Las múltiples tipologías, (Foto 7.14 y Figuras 7.12, 7.13) ofrecen espacios “reconocibles” al interior del conjunto (la zona de los bloques, la de los adultos mayores, la de las casas), generando diversidad de percepción espacial. Estos hitos marcan instancias de recorridos y posibilitan la apertura del sentido de pertenencia al lugar.

Foto 7.14Elevación vivienda tipo dos pisos.Fuente: SERVIU,V Región

Figura 7.12 Planta departamentos.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Figura 7.13 Planta vivienda 2 pisos.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Page 274: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

281

Imá

ge

ne

s

7.13c | Vivienda Básica SERVIU años 90

La población Las Parcelas de Peñalolén es un conjunto que comprende 200 viviendas, con una superfi cie unitaria de 42,37 m2 y 49,40 m2

(Figura 7.15). El conjunto considera dos tipologías de vivienda: bloques de departamentos de 3 pisos (Fig. 7.17) y casas de dos pisos (Figuras 7.18, 7.19, 7.20).

Los departamentos se organizan en torno a bloques paralelos, conectados entre si por escaleras (Figura 7.16), logrando de este modo un ahorro en circulaciones verticales, pero al mismo tiempo seccionando el espacio intermedio y restando posibilidades de uso del espacio a los habitantes.

La Foto 7.15 muestra la imagen característica de este tipo de vivienda, dos bloques paralelos conectados por la escalera central.

Las fachadas de los bloques son simples. El ritmo de fachada es marcado sólo por las líneas de ventanas y puertas (Figuras 7.17 y 7.18).

Las casas de dos pisos siguen el mismo criterio de diseño, y no se diferencian formalmente de los bloques de departamento de modo signifi cativo. Las viviendas consideran un espacio de estar, cocina, comedor y baño en primer piso, y dos dormitorios en el segundo piso (Fig. 7.19 y 7.20).

Figura 7.15Plano de conjunto.Fuente: MINVU, 1990

Figura 7.16 Planta bloque de viviendas.El gran espacio central entre los bloques es ocupado por las escaleras, dividiéndolo y restándole potencial de uso a los habitantes.Fuente: MINVU, 1990

Foto. 7.15 Elevación frontal característica del bloque de viviendas. Dos bloques paralelos y escalera central.Fuente: MINVU, 1995

POBLACIÓN LAS PARCELAS SANTIAGO, R.M.

Page 275: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

282

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

7.13c | Vivienda Básica SERVIU años 90

Figura 7.17Elevación bloque de departamentos de 3 pisos.Fuente: MINVU, 1990

Figura 7.18Elevación viviendas de dos pisos.Fuente: MINVU, 1990

Figura 7.19Plantas segundo piso viviendas.Fuente: MINVU, 1990

Figura 7.20Plantas viviendas primer piso.Fuente: MINVU, 1990

PLANTA PRIMER PISO CASAS

ELEVACION A CALLE

ELEVACION EXTERIOR

PLANTA SEGUNDO PISO CASAS

Page 276: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

283

Imá

ge

ne

s

PROGRAMA PERÍODO 1980-2002

Valor promedio vivienda (UF)

Superfi cie promedio vivienda (m2)

Número anual contratado de viviendas

Valor promedio metro cuadrado (UF)UN

IDA

DE

S D

E F

OM

EN

TO

AÑOSAÑOS

ME

TRS

O C

UA

DR

AD

OS

AÑOS

OS

NÚMERO DE VIVIENDAS BÁSICAS

UN

IDA

DE

S D

E F

OM

EN

TO

AÑOS

Page 277: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

284

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Período 80-89 Período 90-94 Período 95-2000

2001-2002

Figura 7.21Población Los Carolinos, Puente Alto.Planta pareo tipo, construcción 1980.Superfi cie = 28 m2

Figura 7.22Población 3 de Mayo, La Florida.Superfi cie = 41,02 m2

Figura 7.23Población Francisco Coloane, Puente Alto.Superfi cie = 47,29 m2

Figura 7.24Población Los Magnolios, Buin.Superfi cie = 45,124 m2

Foto 7.16Población Los Carolinos, Puente Alto.

Superfi cies promedio del período1990 = 35,56 m2

1991 = 37,67 m2

1992 = 39,31m2

1993 = 39,41 m2

1994 = 39,76 m2

Promedio del período = 38,35 m2

Superfi cies promedio del período1995 = 40,65 m2

1996 = 41,90 m2

1997 = 42,70 m2

1998 = 41,74 m2

1999 = 44,56 m2

2000 = 42,46 m2

Promedio del período = 42,33 m2

Superfi cies promedio del período2000 = 42,46 m2

2001 = 42,04 m2

Promedio del período = 42,25 m2

Page 278: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

285

Imá

ge

ne

s

El programa de vivienda para adulto mayor nace como una forma de dar respuesta al concepto de diversidad dentro de los conjuntos de viviendas, además de incorporar variedad tipológica arquitectónica al conjunto, adecuada a un usuario con características y necesidades muy específi cas (Fotos 7.18 y 7.19).

El tema de la diversidad en términos etareos y de diseño, está planteado como una forma de fortalecer el tejido urbano y social, rompiendo de este modo con el criterio de conjuntos habitacionales fuertemente marcados por una condición de edad y de tipología arquitectónica.

El proyecto Llanos de Bellavista cuenta con un número de viviendas especialmente diseñadas para adultos mayores, viviendas pareadas, de un piso, que se diferencian del resto de las viviendas construidas en 2 y 4 pisos. La tipología de vivienda para el adulto mayor se desarrolla en un piso, con un solo dormitorio y una zona integrada de estar comedor y cocina (Figura 7.25).

A nivel urbanístico, esta tipología defi ne una zona característica dentro del conjunto, la de los adultos mayores con casas de un piso (Foto 7.17). Esto favorece la identifi cación de un área específi ca dentro del conjunto, lo cual facilita la ruptura de la estandarización y homogeneidad formal y espacial, características de muchos conjuntos de vivienda social.

Foto 7.17Viviendas para el Adulto Mayor. Se destacan del resto de las vivienda del conjunto y defi nen un área especial dentro del proyecto.Fuente: SERVIU, V Región.

Foto 7.19Condominio en Cerrillos. Espacio interior adecuado a las necesidades de los adultos mayores.Fuente: MINVU-PULSO, 2004

Figura 7.25Planta tipo Vivienda Adulto Mayor, Los Llanos de Bellavista, V Región.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Foto 7.18El adulto mayor, un usuario con características especiales, que requiere también de una vivienda adecuada a su condición.Fuente: MINVU-PULSO, 2004

PROGRAMA DE VIVIENDA PARA EL ADULTO MAYOR

7.13d | Programa de Atención Especial para el Adulto Mayor

Page 279: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

286

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

7.13e | Programa Chile Barrio

CHILE BARRIO

Foto 7.20El programa se orienta a superación de la pobreza en los campamentos y asentamientos precarios.Fuente: Chile Barrio, 1999

Foto 7.22Programa de Pavimentación.Fuente: Chile Barrio, 1999

Foto 7.21 Mejoramiento de techos en Cañitas, Los Muermos.Fuente: Chile Barrio, 1999

El propósito del Programa Chile Barrio es abrir oportunidades, atrayendo y coordinando recursos fi nancieros, capacidades técnicas y apoyo solidario de programas y servicios públicos y del sector privado, poniéndolos a disposición de los asentamientos para que sus habitantes, -con el apoyo de Chile Barrio y de los municipios, una vez defi nidas y priorizadas sus particulares necesidades- los sumen a su propio esfuerzo en Planes de Acción Compartidos, orientados a superar su condición de pobreza y exclusión a través de un mejoramiento sustancial de su situación residencial, de la calidad de su entorno y de sus oportunidades de inserción social y laboral (Documento, Chile Barrio, Solidaridad, Oportunidad, 1998, pág. 11).

Las Fotos 7.20, 7.21 y 7.22 ilustran la idea de multiplicidad de acciones orientadas a la superación de la pobreza.

A diferencia de otros programas, Chile Barrio ofrece una variedad de posibilidades de participación a los usuarios, y no sólo proyectos de viviendas nuevas, como es característico en otros programas de vivienda. Dado que su fi nalidad es terminar con la llamada “pobreza dura” de los campamentos y asentamientos precarios, se plantea con cuatro ámbitos de intervención con sus respectivos objetivos específi cos cada uno:

1.- Desarrollo comunitario e inserción social.2.- Habilitación laboral y productiva.3.- Mejoramiento de la vivienda y el barrio.4.- Apoyo al fortalecimiento institucional de

programas destinados a la superación de la pobreza.

Page 280: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

287

Imá

ge

ne

s

7.13e | Programa Chile Barrio

Un aspecto fundamental en la ejecución del programa, es la participación comunitaria (Foto 7.24). Un proyecto se inicia con el diagnóstico de requerimientos por parte de la comunidad, ya sea la pavimentación de una calle, la mejora de la vivienda, el baño, la casa nueva.

“Queremos que ellos nos digan cuales son los problemas que primero solucionarían, que ellos jerarquicen. Y nosotros decimos O.K., hagámoslo así”, indica el Secretario Técnico de la Región de Los Lagos (Voces de Chile Barrio, Diciembre, 1999, pág. 21).

En el área de la vivienda, Chile Barrio ofrece el programa de mejoría de viviendas existentes, ocupando mano de obra de los propios bene-fi ciarios (Foto 7.23).

“Vivo hace 30 años aquí. Esto fue una toma de 1974 en terrenos fi scales. Chile Barrio nos va a ayudar con el mejoramiento de viviendas y ahora el FOSIS dio unas platas para hacer invernaderos”. (Don Aladin Yáñez, benefi ciario de capacitación, mejora de vivienda y caseta sanitaria en el campamento Los Muermos).

Parte de las ofertas que hace Chile Barrio es el mejoramiento de entorno, que incluye, entre otros adelantos, la creación de áreas verdes, construcción de sedes sociales, pavimentación, juegos infantiles, cierres, accesos, muros de contención y otros. En el campamento Pedro Lira, Chile Barrio participa en un proyecto de área verde y veredas.

Tenemos un proyecto de 200 metros de verde y piscina para todo el conjunto habitacional. Debería partir el año 2000, cuenta Sergio Merino, encargado de Chile Barrio en el Campamento.

Foto 7.23 Mejoramiento de Servicios.Antes se colgaban del tendido eléctrico, con los consiguientes peligros para los habitantes. Ahora tienen su propio servicio de electricidad.Fuente: Chile Barrio, 1999

Foto 7.24Grupo de participantes del programa Chile Barrio.Fuente: Chile Barrio, 1999

Page 281: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

288

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

El proyecto Radicación Campamento Quinta Monroy es una iniciativa Chile Barrio, en conjunto con la Universidad Católica. La Quinta Monroy es un campamento con 30 años de existencia en el centro de la ciudad de Iquique.

El proyecto toma el desafío de radicación de grupos familiares pobres en zonas urbanas consolidadas y trabaja con el programa de Densifi cación Predial, del Fondo Solidario para Vivienda sin Deuda, impulsado por el MINVU, dando vivienda de bajo costo, UF 300, a 100 familias.

El proyecto de arquitectura desarrollado trabajó con el concepto de edifi cio paralelo (Fig. 7.29), en un desarrollo urbano de lotes de 9 x 9 metros, dándole fuerte importancia a la ocupación del interior de la manzana (Fig. 7.27).

En el diseño participó la comunidad por medio de talleres “didácticos” que permitieran recoger iniciativas e ideas que llevaran a un diseño que respondiera a las necesidades de las familias y a su cultura.

El conjunto considera viviendas en tipologías de Casa Patio (Fig. 7.30) y Departamento Duplex (Fig. 7.31).

Un interesante aporte de este proyecto es la idea de ampliar en el interior (Fig. 7.26).

Foto 7.25 Se aprecia la situación de pobreza del lugar.Fuente: Chile Barrio, 1999

Figura 7.29 Esquema elemental de conformación de Edifi cio Paralelo.Fuente: Elemental, 2004

Fig. 7.26 Imagen del proyecto propuesto. Se destaca el espacio interior al que dan las viviendas proyectadas con tipologías de un piso y duplex.Fuente: Chile Barrio

Figura 7.30Planta vivienda patio.Fuente: Elemental, 2004

Figura 7.27Plano de loteo, 93 viviendas y 47 estacionamientos.Fuente: Elemental, 2004

Figura 7.28Sección transversal. Se aprecia la envolvente que permite ampliación interior según se aprecia en la imagen superior.Fuente: Elemental, 2004

Figura 7.31Planta vivienda duplex.Fuente: Elemental, 2004

7.13e | Programa Chile Barrio: El proyecto Elemental

Page 282: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

289

Imá

ge

ne

s

El subsidio rural favoreció la construcción de este proyecto, que considera dos tipologías de vivienda, con 50 m2 y 43 m2, ambos tipos diseñados con una máxima utilización del espacio interior, según se muestra en la Figura 7.32 y Foto 7.26.

El proyecto se destaca por el cuidado con que el planteamiento urbano planifi ca el aspecto paisajista, dentro de un orden de calles perpendiculares y de dimensiones a escala del peatón. El equipamiento comunitario, que considera el cuidadoso diseño de las áreas verdes, se distribuye en las tres secciones en que está distribuido el conjunto (Fig. 7.33). El criterio de simetría aplicado al concepto general de diseño del conjunto genera un sentido de equilibrio, con un orden fácilmente reconocible, con recorridos a escala del peatón y defi nidos claramente por las fi las de árboles escogidos para el lugar. La arborización y trabajo del paisaje planteados son una buena forma de continuar con la sensación de estar en un “espacio rural”, condición que muchas veces se pierde al urbanizar áreas con criterios netamente de zona urbana. La comunidad participante recibió las obras con presencia de autoridades y celebrando al más típico estilo rural (Foto 7.27).

Figura 7.32 Planta Vivienda tipo.Fuente: Toro, 2000

Foto 7.27 La comunidad y autoridades celebrando la entrega de las viviendas al estilo rural. El baile de la cueca marca un hito en la ceremonia.Fuente: Archivo MINVU

Figura 7.33Plano de conjunto, donde se aprecian Plano de conjunto, donde se aprecian las tres secciones del proyecto. las tres secciones del proyecto. Fuente: Toro, 2000

COMITÉ DE ALLEGADOS CLOTARIO BLEST ALTO JAHUEL, BUÍN

7.13f | Subsidio Rural años 90

Foto 7.26 Fachada principal vivienda.Fuente: Archivo MINVU

Page 283: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

290

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Este proyecto de subsidio rural, correspon-diente al Título II de dicha modalidad, comprende la planifi cación y construcción de una aldea rural, con un total de 83 viviendas, con una superfi cie de 42,63 m2 cada una. Urbanísticamente, el conjunto de ordena en dos grandes áreas, la de viviendas y un área verde (Fig. 7.35). La zona habitacional, estructurada en torno a una calle central que recoge 8 pasajes perpendiculares, se ordena de manera armónica. Las viviendas muestran hacia la calle su fachada con un porche de acceso en el estilo característico de la arquitectura rural (Figura 7.36).

Cada unidad de vivienda está conformada por una envolvente que contiene en su interior una unidad de baño cerrado. Los tabiques interiores que defi nen la zona de dormitorios (2) y cocina quedan propuestos para que el propietario los pueda construir de acuerdo a su disponibilidad económica tanto como de necesidad de espacio (Fig. 7.34). El proyecto ha propuesto una am-pliación de dos dormitorios que se ordenan en torno a un eje medianero y conectados por una extensión del porche trasero.

Se destaca el uso del porche, tanto en el frente como en la parte trasera de la vivienda, que sirve como espacio de transición entre el espacio exterior y la vivienda, situación característica de la arquitectura rural chilena.

Figura 7.34Planta Vivienda tipo. Se observa la ampliación proyectada y el corredor cubierto en el frente y parte posterior de la vivienda.Fuente: SEREMI VI Región, 1996

Figura 7.35Plano de conjunto. Las viviendas se ordenan en torno a una calle central que remata en un área comunitaria.Fuente: SEREMI VI Región, 1996

SUBSIDIO RURAL TÍTULO IIPRIMERA ALDEA RURAL, CODEGUA

7.13f | Subsidio Rural años 90

Figura 7.36 Elevación de pareo tipo. Dos viviendas que jun-tas crean una imagen urbana de continuidad y homogeneidad visualFuente: SEREMI VI Región, 1996

Page 284: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

291

Imá

ge

ne

s

7.13g | Programas de Parques Urbanos

El programa de parques urbanos tiene por propósito potenciar áreas en deterioro y entregar a la comunidad espacios de recreación y desarrollo comunitario. El parque Lo Varas se encuentra ubicado en la comuna de Renca y tiene como característica el tener un importante patrimonio vegetal, además de la existencia de una casa patronal de alto valor arquitectónico. El diseño del parque se orientó a destacar las especies vegetales, apoyándolas con senderos peatonales, mobiliario, casetas de mantención e infraestructura de riego e iluminación. El diseño del parque considera un área de Multicancha, abierta a la comunidad (Figura 7.38; Foto 7.28).

Figura 7.38Planta general parque.Fuente: MINVU, 1992

Foto Nº 7.28Vista del parque con su importante patrimonio vegetal.Fuente: MINVU, 1992

PARQUE LO VARASRENCA, R.M.

Es en este parque que por primera vez se incorporó la idea de lograr participación comunitaria, tanto en el diseño como en la apropiación de él por parte de la comunidad.

En este caso, la casa patronal restaurada fue entregada al Hogar de Cristo en comodato, en tanto que la comunidad tiene acceso a las áreas verdes y deportivo recreativas (Fig. 7.38).

El parque se encuentra en un área urbana conformada por vivienda, comercio, equipamiento público, deportivo, y se extiende desde el borde del río Mapocho hasta la calle Topocalma, abar-cando una superfi cie de aproximadamente dos manzanas. Su ubicación dentro de un área urbana conformada, pero en deterioro, ha sido una buena contribución al recuperamiento urbanístico de la zona (Figura 7.37).Figura 7.37

Emplazamiento urbano dentro de un área en deterioro. El parque busca recuperar el área y hacer uno del importante patrimonio vegetal existente.Fuente: MINVU, 1992

Page 285: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

292

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

El programa de Pavimentos Participativos nace como una forma de dar respuesta a la necesidad de pavimentar áreas carentes de este tipo de infraestructura urbana. El programa tiene cobertura nacional y se presenta como una forma de producir desarrollo urbano, pero al mismo tiempo como una instancia de organizar la participación comunitaria en torno a un tema de interés común. Es esta participación la que facilita la creación de capital social y fortalece las redes de apoyo comunitario. Por esta vía no sólo se consigue mejorar el espacio público, sino que también el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias como la junta de vecinos.

Las nuevas vías pavimentadas facilitan el acceso a equipamiento comunitario y a medios de transporte, tienen un importante impacto en la calidad ambiental del área, como también en permitir el escurrimiento de aguas lluvias.

Las Fotos 7.29, 7.30, 7.31 y 7.32 muestran diversas situaciones en este proceso de trabajo; los inicios de obras, la comunidad, el trabajo terminado.

Foto 7.29Las obras que dan inicio a una nueva imagen urbana. Fuente: Archivo MINVU

Foto 7.32 El pavimento no sólo mejora las vías de acceso al área, sino que también mejora las condiciones ambientales del lugar.Fuente: Archivo MINVU

Foto 7.30La comunidad organizada, importante actor en la mejoría del espacio urbano, ahora celebrando sobre los nuevos pavimentos. Dichato VIII Región.Fuente: Archivo MINVU

Foto 7.31Programa de pavimentación en comuna de El Bosque. El trabajo terminado benefi cia a la comunidad y a toda la ciudad.Fuente: MINVU, 1994

7.13h | Pavimentos Participativos

PAVIMENTOS PARTICIPATIVOS

Page 286: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

293

Imá

ge

ne

s

Este complejo de equipamiento social Juan Soler, ubicado en la ciudad de Castro, está conformada por una multicancha, camarines y una sede social (Foto 7.33). En él funcionan una junta de vecinos, club de adulto mayor, club de box, grupo juvenil y un club deportivo.

Las instalaciones se ubican en un terreno de 300 m2 y considera una superfi cie de 84 m2. La multicancha está cerrada con malla transparente y cuenta con iluminación para actividades noc-turnas (Fig. 7.39; Foto 7.34).

La sede social está construida en madera con cubierta de acero galvanizado, materiales muy propios de la zona donde se ubica.

La ubicación del complejo en una zona de colinas, genera desde la multicancha un mirador sobre la ciudad, lo que le da un atractivo especial. El equipamiento tiene carácter vecinal y es de uso intensivo por parte de la comunidad.

Foto 7.33 Vista general multicancha. Su ubicación también la transforma en un interesante mirador urbano. Fuente: MINVU, Evaluación equipos comunitarios, 2001

Figura 7.39 Planta General complejo comunitario.

Fuente: MINVU, Evaluación equiposcomunitarios, 2001

Foto 7.34 Vista desde el accesoFuente: MINVU, Evaluación equipos comunitarios, 2001

MULTICANCHA POBLACIÓN JUAN SOLER

CASTRO, X REGIÓN

7.13i | Programa Equipamiento Comunitario: Urgencias Urbanas

Page 287: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

294

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

7.13j | Programa de Equipamiento Comunitario Complementario a la Vivienda

La sede de la Junta Vecinal Diego Espinera, localizada en la austral ciudad de Punta Arenas, refl eja en su diseño y materialidad las condicionantes climáticas y culturales del lugar donde se emplaza.

El revestimiento exterior en láminas de fi erro galvanizado, es un material característico de la zona austral de Chile, muy apropiado para soportar las condiciones climáticas. Las fuertes pendientes de techos son también un rasgo propio de la arquitectura del lugar (Foto 7.35).

Planimétricamente, el proyecto de defi ne en dos zonas que se destacan claramente en la volumetría de ella (Fig. 7.40). Una zona de servicios y acceso, conteniendo ofi cina, cocina, hall de entrada, sala de espera y baños para hombres y mujeres. La segunda zona la conformauna sala exagonal de uso múltiple con un techo rematado en un lucernario. Éste le confi ere al edifi cio un claro carácter de uso público y lo hace identifi cable en el área, transformándose así en un hito urbano reconocible por la comunidad habitante del lugar.

La Figura 7.41 muestra la imagen del edifi cio, que rescata el carácter de la arquitectura local, con sus techos con fuertes pendientes y ventanas pequeñas.

JUNTA VECINALDIEGO ESPIÑERA

PUNTA ARENAS, XII REGIÓN

Figura 7.40Planta de arquitectura. Se destaca claramente el área de trabajo y las zonas de servicios.Fuente: MINVU, 1995

Foto 7.35Sede Junta Vecinal. La forma característica del edifi cio lo hace reconocible dentro del área, dándole carácter de hito urbano.Fuente: MINVU, 1995

Figura 7.41Arquitectura y materiales le dan un carácter local a esta obra de uso comunitario.Fuente: MINVU, 1995

Page 288: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

295

Imá

ge

ne

s

El taller para discapacitados Galvarino, ubicado en la Población Santa Clara de Talcahuano, se plantea como una unidad arquitectónica compac-ta, que reúne en un solo edifi cio todo lo necesario para desarrollar sus actividades con la comunidad. El programa comprende una gran sala taller, bode-ga, baños, hall de recepción, ofi cina de secretaría, asistente social, y servicio médico. Se destaca el patio interior que proporciona luz natural y ventilación al pasillo de circulación (Figura 7.42).

Urbanísticamente, el edifi cio se extiende entre dos calles, Buenos Aires y Manuel Bayon, con un gran frente hacia calle Aldunate. Esta situación le da una fuerte presencia dentro del sector, haciendo de este lugar de trabajo comunitario un punto de referencia dentro del área (Foto 7.36; Fig. 7.43).

El diseño arquitectónico, de carácter simple, permite que el edifi cio se integre perfectamente a las viviendas del lugar, generando un todo armónico con el entorno construido.

Figura 7.42 Plano de planta del Centro para Discapacitados. El edifi cio reúne bajo un solo techo todo lo necesario para su función con la comunidad. Salas de trabajo, servicios y administración se ordenan armónicamente en torno a un jardín interior.Fuente: MINVU, Evaluación de equipamiento, 2001

Foto 7.36Vista del edifi cio hacia la calle.Fuente: MINVU, Evaluación equipamiento, 2001

Figura 7.43 Plano de Ubicación.

Fuente: MINVU, Evaluación equipamiento, 2001

TALLER DE DISCAPACITADOS GALVARINO

TALCAHUANO, VIII REGION

7.13k | Programa Equipamiento Comunitario: Mejoramiento Comunitario

Page 289: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

‹ Reseña del Período

‹ Ficha Técnica de los Programas

‹ Imágenes de los Programas

Page 290: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Reseña del Período

2000 - 2006

La vivienda social en la Nueva Política Habitacional, Tercer Gobierno

de la Concertación

Page 291: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

300

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

La política de vivienda del tercer gobierno de la Concertación está enmarcada por la política de gobierno del Presidente Ricardo Lagos Escobar quien planteó que, junto con el crecimiento económico y la modernización, Chile requería llegar a ser un país más igualitario, más solidario, con mayor igualdad de oportunidades y con redes más efi caces de protección social. El logro de estos aspectos exigió políticas públicas orientadas de manera clara a favorecer que el crecimiento llegara a todos los ciudadanos. “Que los que tienen menos reciban más, que los que están alejados se sientan más cerca. Que las regiones más alejadas estén más cerca. Queremos, por sobre todas las cosas, hacer un Chile que sea cada día más humano, donde todos sean iguales en dignidad. Queremos crecer, pero de modo que esos frutos lleguen a todas las familias de Chile”. (Gobierno de Chile, 2004, Mensaje Presidencial del 21 de Mayo). El Presidente de la República incorporó también la Reforma de las Ciudades como una de las siete grandes reformas de su gobierno, invitando en su intervención correspondiente a la apertura del período legislativo 2000 a: “realizar una gran reforma de las ciudades, para mejorar la integración y la convivencia de las mismas”

Durante este gobierno, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo se ha planteado el desafío de generar políticas, planes y programas destinados a mejorar la gestión de la ciudad y el territorio, propiciando el desarrollo de ciudades funcionales, equitativas, efi cientes, socialmente integradas, con viviendas que reconozcan la diversidad de la demanda, barrios con equipamiento y espacios públicos donde se generen posibilidades para el desarrollo de la cultura y el ejercicio de la democracia. En este marco ha orientado su accionar en focalizar los recursos de vivienda en los sectores más pobres; la consolidación del programa Chile Barrio, acelerando la solución de las familias de los asentamientos catastrados; rehabilitar los espacios públicos de valor patrimonial; avanzar en la modernización de la gestión urbana a través de la reforma de instrumentos legales, normativos y el desarrollo de instrumentos de planifi cación territorial, y consolidar la asociación público-privada, generando nuevas alternativas de inversión y potenciando el crecimiento del país. (Gobierno de Chile, 2004, Mensaje Presidencial del 21 de Mayo).

Acorde a este contexto, los objetivos estratégicos del MINVU en este período han sido:

* Terminar con la erradicación de las familias de los asentamientos del Programa Chile Barrio.

* Disminuir el défi cit habitacional, y focalizar la inversión preferentemente en los pobres.

* Modernizar la gestión de las ciudades, actualizando la legislación, la normativa y los instrumentos de planifi cación territorial.

* Mejorar la calidad de vida en las ciudades, aumentando la oferta de espacios públicos integrales y poniendo en valor las áreas patrimoniales.

En materia de acción hacia los asentamientos precarios del Programa Chile Barrio, el MINVU incorporó como complemento el programa Un Barrio para mi familia, destinado a apoyar la entrega de soluciones habitacionales y fortalecer la integración social mediante acciones que permitan a los pobladores conocer y aprovechar la red social asistencial, fortalecer la organización comunitaria y mejorar la adaptación a su nueva realidad. (MINVU, 2004)

En materia de la nueva política habitacional, ésta constituye una respuesta al cuadro o balance de fortalezas y debilidades de los años noventa. Durante esta década se alcanzaron logros signifi cativos inéditos en el país (reducción del défi cit, mejora de la calidad y estándares de las viviendas y loteos y diversifi cación de programas); pero se percibe que persistieron limitaciones de la focalización de los programas en los sectores pobres; que el sistema de producción masiva SERVIU generó crisis de calidad; y que las nuevas políticas requerían enfrentar los problemas de segregación socio-espacial de las ciudades y consolidar mejores grados de acceso de los pobres a servicios urbanos y niveles adecuados de calidad de vida. En dicho marco, la nueva política habitacional se trazó como objetivo proseguir disminuyendo el défi cit habitacional y mejorando la calidad de las viviendas; pero mejorar asimismo la focalización de recursos en los sectores pobres y también contribuir al equilibrio socio-espacial y calidad del entorno urbano.

Orientaciones Generales

Page 292: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

301

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

En el plano de las soluciones habitacionales, la Nueva Política ha promovido un tipo de solución de carácter dinámico, donde a partir de un estándar mínimo se apuesta por un crecimiento de la vivienda a cargo del usuario. La Vivienda Social Dinámica sin deuda, en su primer período de aplicación, ha posibilitado proyectos innovadores, por ejemplo con prefabricación, modalidades de crecimiento interior con intervención del usuario para habilitación de segundos pisos; localización equidistante de áreas verdes y equipamiento en loteos de baja densidad y menor tamaño que lo implementado por los programas de vivienda SERVIU tradicionales. Por su parte, el Fondo Solidario de Vivienda (FSV) permite proyectos de construcción de viviendas nuevas en terrenos nuevos, construcción de viviendas nuevas en terreno de los participantes, adquisición y mejoramiento de viviendas usadas, adquisición de viviendas nuevas, densifi cación predial, mejoramiento y habilitación de cités y mejoramiento y habilitación de inmuebles. En su llamado Piloto del año 2001, el FSV entregó un total de 2.225 viviendas con una superfi cie promedio de 39 metros cuadrados, acogiendo 4 tipos de proyectos: i) Construcción en Nuevos Loteos, dirigido a grupos que no cuentan con

una vivienda ni terrenos de su propiedad y que requieran adquirir un terreno para su solución habitacional nueva; ii) Construcción en Sitio Propio, dirigido a familias propietarias de sus sitios de residencia pero que, sin embargo, posean soluciones habitacionales defi citarias; iii) Adquisición y Mejoramiento de Viviendas Usadas. Dirigido para aprovechar las posibilidades de movilidad y el stock no absorbido de viviendas SERVIU.; y iv) Densifi cación Predial, dirigido a la subdivisión y construcción de una o más viviendas en un terreno inicialmente de un propietario y donde existía una sola vivienda, permitiendo así el acceso de nuevas familias a la propiedad de los lotes resultantes y a las nuevas construcciones (MINVU, 2004).

Estudios recientes (MINVU; 2004) muestran que los seleccionados del proyecto piloto del FSV son pobres según queda refl ejado en el puntaje CAS, promedio de los seleccionados que, a nivel nacional, es de 507 puntos; mientras que el puntaje mediano (que divide a la población benefi ciaria en dos grupos equivalentes) es 504 puntos. Hay que recordar que la línea de pobreza es estimada por MIDEPLAN alrededor de los 543 puntos (Tabla Nº 10).

Tabla 10Puntajes CAS de los benefi ciarios del Plan Piloto del FSV s

EDAD Total País

Puntaje CAS promedio 507,6Puntaje CAS mediana 504,2Puntaje CAS Moda 467,0

La focalización, medida según el grado de complejidad o cantidad de carencias simultaneas en la vivienda de origen (MINVU, 2004), muestra que -en un país como Chile-, donde la frecuencia de NBI es baja entre la población general, el FSV

destaca por su alto grado de focalización en familias afectadas por tres y más carencias: 49% de los benefi ciarios del proyecto piloto clasifi ca en esta situación, la que es posible de asimilar a extrema pobreza o marginalidad (Tabla 11).

Page 293: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

302

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

Tabla 11Índice de Necesidades Básicas Insatisfechas

de los benefi ciarios del Plan Piloto según Región y Total País

Total País

Sin NBI 17,91 NBI 16,62 NBI 16,3

3 y más NBI 49,2TOTAL 100%

Otra característica social del FSV es que no sólo está conformado por proyectos de vivienda, sino que necesariamente debe incluir, para cada grupo postulante, un Plan de Acción Social. Este plan de acción social surge del grupo postulante y su entidad organizadora, estando compuesto por los programas y acciones que se encuentran en desarrollo al momento de postular al FSV, o que serán llevadas adelante durante la ejecución del proyecto o con posterioridad a éste, destinadas a superar la marginación social de las familias integrantes del grupo y a mejorar sus condiciones de vida. De este modo, el FSV ofrece un camino de acceso a la vivienda que, no sólo es focalizado, sino que favorece también la superación de pobreza (MINVU, 2004).

Haciendo un balance del ámbito habitacional, el Ministro Ravinet evalúa que, los cuatro primeros años del gobierno del Presidente Lagos dejan un balance positivo por la combinación de innovación de los programas con focalización en la extrema pobreza y el logro de niveles altos de producción habitacional. Los logros más innovadores tienen que ver con la puesta en marcha del Fondo Concursable para Proyectos Habitacionales Solidarios. También es destacable el aumento de los recursos sectoriales destinado al 30% más pobre de la población chilena, lo que ha implicado una mayor y mejor focalización de la inversión habitacional, siendo notable que, la meta de mejorar la focalización para los deciles 1 a 3 de la distribución del ingreso respecto de la vara del período 1997-2001 se ha visto exitosamente sobrepasada. Por otra parte, la política habitacional del período ha podido seguir avanzando en solucionar el défi cit habitacional gracias a grandes logros cuantitativos a través de la producción de los programas de Viviendas Básicas, Viviendas Sociales Dinámicas sin Deuda, y los subsidios otorgados entre las diferentes líneas (Ravinet, 2004).

La Nueva Política Habitacional, en particular el Fondo Concursable, son evaluados como orientaciones estratégicas que fortalecen el rol subsidiario y regulador del Estado, ampliando el papel del sector privado (empresas privadas, ONG, Fundaciones, Comunidad organizada), incentivando por su esquema de formulación el respeto por la diversidad geográfi ca, cultural y social, la descentralización y participación (Sepúlveda, 2004).

En materia de défi cit habitacional, el gasto del Programa Habitacional fue siendo orientado en más de un 60 por ciento de la inversión al 30 por ciento más pobre de la población, y se buscó en lo cuantitativo superar anualmente las 100 mil soluciones habitacionales, entre subsidios y viviendas, con una inversión superior a 15 mil millones de Unidades de Fomento. En el marco de la Nueva Política Habitacional, que ha implicado un incremento en los Subsidios, en lugar de la construcción directa y la creciente preocupación por la acción post-venta a los Benefi ciarios, el Programa de Asistencia Técnica tiende al crecimiento (MINVU, 2004).

En este período se inician, además, programas complementarios o de consolidación legal y social de la entrega de viviendas sociales (Programas de Mejoramiento, de Saneamiento de Títulos y Formación para la Vida en Comunidad). A la fecha de esta publicación, estaba previsto para el año 2005 el inicio del Programa de Mejoramiento de la vivienda familiar y su entorno, el cual tiene como fi nalidad detener el proceso de obsolescencia de las viviendas sociales, mejorando la calidad de vida de sus habitantes. Este programa considera un subsidio destinado al mejoramiento del entorno, que tiene por objeto recuperar cierros exteriores, fachadas, techumbres, bienes de uso público y dominio común, de conjuntos de viviendas sociales de al menos 15 años de

Page 294: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

303

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

antigüedad, cuyo valor de tasación no supere las 520 UF. También se considera un subsidio para mejoramiento de la vivienda que habita el benefi ciario, siendo requisito de postulación el contar con un proyecto de mejoramiento de la vivienda (MINVU, 2004).

Otra acción de benefi cio habitacional que se aplica en este período es resolver la situación planteada por gran cantidad de títulos de dominio pendientes de entrega a los asignatarios de viviendas obtenidas a través de programas implementados por el sector, que precisaban ser escriturados, inscritos y entregados. Para ellos, se elaboró un programa extraordinario de saneamiento, cuyo objetivo principal es generar certeza jurídica en los benefi ciarios, propiciando de esta forma, su inclusión en las políticas y programas ministeriales”. Con esta acción se busca fi nalizar la deuda que históricamente mantiene el sector -que en algunos casos supera los 15 años-, con benefi ciarios directos de sus programas habitacionales destinados a la población más pobre del país, habilitando a todos los benefi ciarios de los programas habitacionales a participar de las nuevas políticas y programas complementarios, para lo cual requieren contar con los respectivos títulos de dominio (MINVU, 2004).

El Programa Vida en Comunidad surge como una estrategia de intervención social común para programas de vivienda social que actualmente mantiene en operación el MINVU, estrategia que aborda tanto el proceso de instalación de las familias en su nueva vivienda o barrio, así como su vinculación a la red social de bienes y servicios a los que tienen acceso, apoyando el desarrollo de la vida comunitaria, promoviendo propuestas de mejoramiento de la vivienda y espacios de uso común, y fortaleciendo la organización social. En defi nitiva, lograr que las familias nuevas propietarias de viviendas sociales, se organicen para la vida en comunidad, conozcan y utilicen los servicios y recursos institucionales y comunitarios a los que tienen acceso, y se encuentren insertas e integradas a la vida del barrio al que se incorporan.

En materia de gestión urbana, las obras de desarrollo se aplicaron a mejorar la calidad de vida de los habitantes, contribuyendo a generar ciudades más amables, dignas y efi cientes, proveyendo infraestructura vial y sanitaria, pavimentación, especialmente en los sectores más carentes, mejoramiento y recuperación de espacios públicos, particularmente aquellos

de carácter patrimonial, y mejoramiento de condominios de viviendas sociales. Todo lo anterior acorde a las necesidades y demandas que presentan las ciudades. El objetivo es llegar al bicentenario con ciudades que sustenten desarrollo social y económico.

Con respecto a la Política Ministerial de Desarrollo Urbano, los objetivos estratégicos que se planteó el MINVU fueron mejorar la gestión de las ciudades para hacerlas integradas, expeditas, seguras y solidarias, a través de la promoción del desarrollo equitativo y equilibrado de ellas, el desarrollo de inversiones que incrementen el acceso a bienes y servicios urbanos y la promoción de una planifi cación territorial efi ciente. También, mejorar la calidad de vida para los sectores de bajos ingresos a través del desarrollo de acciones de generación de barrio en y con las comunidades de dichos segmentos de la población (especial énfasis tendrán los programas concursables). Finalmente, la política ha buscado “hacer ciudad” a través de la construcción y el mejoramiento de los espacios públicos para el disfrute de la población y/o de inversiones de rehabilitación patrimonial, proyectos urbanos y bicentenarios” (MINVU, 2004).

En materia específi camente de dotación de espacios públicos integrales y puesta en valor de las áreas patrimoniales, durante este período comien-za a operar el Programa Bicentenario 2002-2010, destinado a consolidar las ciudades chilenas de cara al bicentenario de la Independencia; se comienza el Programa de Espacios Públicos, continua Vialidad y Pavimentos.

En este período los proyectos urbanos integrales se consolidan como esquema de coordinación de la vivienda con el desarrollo urbano (Recuadro 16). A través de estos proyectos se busca generar condiciones en aquellas ciudades en donde no es factible, sin la acción del Estado, el desarrollo de los programas del Ministerio y el levantamiento de viviendas sociales, ya sea por condiciones de carencias o precio de suelo, de equipamiento o de macro infraestructura, y que además requieren un fuerte trabajo social con la comunidad: se genera una dinámica urbana, que obtiene el crecimiento de las ciudades o genere nuevos núcleos urbanos, aprovechando las infraestructuras y equipamientos existentes, o generando dichas obras si se requiere; y se vitalizarán zonas al interior de las ciudades, que permitan recuperar y poner en valor espacios deteriorados, aprovechando las condiciones propias de su

Page 295: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

304

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

entorno. La integración de zonas de acogida de viviendas sociales es un factor importante de los proyectos urbanos integrales, considerándose que en el país existe una signifi cativa producción

Recuadro 16

de vivienda social y éstas deben tener la posibilidad de emplazarse en territorios urbanos adecuados (MINVU, 2004).

Claves de éxito de los proyectos urbanos integrales

La idea fuerza que está presente en los proyectos urbanos es la integralidad. Hoy hemos llegado a establecer que un buen proyecto urbano debe tomar en consideración todos y cada uno de los siete pilares que sustentan su gestión:

La Propuesta Urbana: Un buen proyecto urbano requiere contar con una propuesta urbanística interesante, que integre los elementos paisajísticos, como ríos o borde costeros; que realce los elementos patrimoniales, como estaciones ferroviarias o edifi cios cívicos, y que integre diversas actividades de la población, como vivienda, comercio, recreación y cultura, entre muchas otras. El proyecto de Ribera Norte en Concepción da buena cuenta de este punto.

La participación ciudadana y el Trabajo Social: A la hora de adoptar defi niciones respecto de cómo vivirá la gente, resulta necesario dialogarlo con ella; a su vez, desde que las personas habitan su nuevo barrio, es múltiplemente benefi cioso trabajar con ellos enseñándoles a vivir en comunidad y a organizarse socialmente. Alto Hospicio, Iquique es un ejemplo.

La Calidad de la Vivienda: se espera que estos proyectos puedan considerar una cantidad importante de viviendas sociales; se pretende que éstas siempre exhiban un sello distintivo a la vez que logren la mejor calidad en su diseño y construcción. En la localidad de Alerce, en la Provincia de Llanquihue, más de 1.200 viviendas contratadas los años 2000 y 2001 constituyen un ejemplo de este pilar.

La Integración Social: es una cualidad siempre buscada en la gestión de estos proyectos. Este atributo es el que tiene una más profunda connotación sociológica, pues refl eja el modelo de sociedad no segregada que pretendemos, lo que llevado al ámbito urbano, supone barrios plurisociales, donde a cuadras de distancia y comportamiento los mismos espacios públicos y equipamiento, convivan familias de distinta condición socioeconómica. El Palomar de Copiapó es una excelente demostración de lo aquí expresado, pues se ha logrado un “Indice de Plurisocialidad” cercano a cinco, es decir, que coexisten armónicamente en el mismo barrio viviendas que tienen valores de cinco veces las de sus vecinas.

Equipamientos Variados y Generosos Espacios Públicos: se entiende que las viviendas construidas deben ir acompañadas de equipamientos que satisfagan integralmente las necesidades de la población: Iglesias, comercio, sedes comunitarias, instalaciones deportivas, entre muchísimas otras. A su vez, las personas requieren de espacios públicos que les permitan recrearse, encontrarse y relacionarse. El proyecto en San Pedro de la Paz, en la Octava Región, muestra como a un espacio habitacional con cabida para unos 100 a 120 departamentos se adosa un parque de escala intercomunal, con diversos equipamientos proyectados para actividades deportivas, recreativas y culturales, lográndose una excelente complementación de actividades urbanas.

La Coordinación en el Sector Público y con el Sector Privado: es defi nitivamente la única manera de lograr un proyecto urbano integral. La ciudad y sus barrios responden a dinámicas donde intervienen gran cantidad de variables; una buena planifi cación debe dar solución a temáticas sociales, de transporte, medioambientales, productivas, entre otras, por ende su planifi cación y manejo, además de las inversiones necesarias, requieren imprescindiblemente de un accionar conjunto de la sociedad, coordinando acciones y compartiendo esfuerzos. El proyecto de Renovación del Casco Céntrico y Borde Costero de Antofagasta, ha mostrado a muchas ciudades del país que la ya referida coordinación es el camino para alcanzar los objetivos colectivos; los antofagastinos ya se están benefi ciando de ello.

Fuente: Sonia Tschorne B. (2001). Presentación del libro “Los proyectos urbanos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo”, Dirección de Proyectos Urbanos, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago de Chile.

Page 296: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

305

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Los Programas Descritos

Fondo Concursable para Proyectos Habitacionales

SolidariosEl FSV es el programa habitacional nuevo,

destinado específi camente a dar solución a familias que se encuentran bajo la línea de pobreza. La población objetivo de este programa es defi nida en términos de puntajes CAS por debajo de la línea de pobreza defi nida por MIDEPLAN.

Este programa es fundamental en el esquema de la nueva política tanto desde el punto de vista social, programático como técnico. Con respecto al plano social, cabe recordar que el Fondo Concursable es una opción destinada, especialmente, a mejorar la atención habitacional de las familias de menores ingresos. En efecto, pese a que la década pasada brilló por grandes logros en materia tanto de reducción del défi cit habitacional como reducción de la pobreza, el Fondo Concursable viene a plantearse como respuesta a la constatación que los sectores indigentes habían quedado excluidos de solu-ciones a través de los programas existentes. Datos de la Encuesta CASEN de MIDEPLAN mostraban que, hacia fi nes de los años noventa, la mayoría de los hogares allegados se concentraba en los dos quintiles más pobres de la distribución del ingreso, mientras que los programas habitacionales, se desviaban de ese grupo objetivo en proporciones importantes (cercanas al tercio de las soluciones de la Vivienda Básica SERVIU). El diseño de programas con exigencias de crédito difi cultaba asimismo que parte importante de los sectores en extrema pobreza no tuviesen posibilidades de demanda efectiva del subsidio debido a su imposibilitad de acreditar ingresos. La magnitud y complejidad de la demanda habitacional involucrada en los sectores más pobres del país ameritaba globalmente un instrumento especializado en este grupo de la población. Hacia fi nes de los noventa, la Encuesta CASEN registraba más de 200 mil núcleos familiares indigentes involucrados en situaciones de allegamiento interno, los cuales mostraban un perfi l diverso de requerimientos habitacionales que demandaba soluciones diversifi cadas y esquemas innovadores de gestión de proyectos. La localización de los hogares

indigentes planteaba otro desafío, referido a generar instrumentos que tuvieran capacidad de irradiar territorialmente la cobertura de los planes habitacionales, entregando posibilidades de postulación de proyectos habitacionales desde localidades, barrios y grupos de pequeña escala. El balance es que el proyecto piloto del FSV mostró una capacidad importante de cobertura de familias y comunas pobres. Por ejemplo, el puntaje CAS promedio de los seleccionados, a nivel nacional, es de 507 puntos; esto es un índice bastante bajo la línea de pobreza que MIDEPLAN estima alrededor de los 543 puntos.

El FSV merece ser destacado, también, por innovaciones importantes que introduce en el plano programático. Posibilita la postulación de distintas modalidades de solución habitacional, lo que permite hacer frente a la variedad de expresiones del problema habitacional de los sectores pobres, desde intervenciones de mejoramiento y densifi cación, hasta la provisión más convencional de nuevas viviendas en nuevas urbanizaciones. El FSV acentúa, además, el aporte de la vivienda social a la superación de pobreza al ponderar factores de vulnerabilidad social en la selección de proyectos e introducir la exigencia de Planes de Acción Social para cada grupo. Hay aportes importantes a la efi cacia y adecuación de los proyectos por medio del acento que pone este nuevo programa en la participación de los usuarios desde el momento de generación de los proyectos, como asimismo en el trabajo local a cargo de una “entidad organizadora” externa. Al respecto, el llamado Piloto 2001 registró la participación principalmente de municipios, mostrando potencialidades de descentralización de la gestión de vivienda (MINVU, 2004).

Con respecto al aporte técnico del FSV, si bien el Plan Piloto 2001 mostró un sesgo hacia proyectos de construcción en nuevos terrenos, dejando planteado el desafío de fomentar una más activa postulación de iniciativas de Mejoramiento de Viviendas Usadas y Densifi cación Predial, lo realizado desde el punto de vista arquitectónico deja de manifi esto una serie de aspectos positivos. El programa de recintos se caracterizó por la tendencia a entregar soluciones habitacionales con una buena superfi cie construida, entregán-dose a través del llamado Piloto 2001 un promedio cercano a 40 m. por vivienda y pudiéndose contar proyectos que ofrecen 50 m2 como solución y con una distribución de tres dormitorios. La solución de integrar la cocina al espacio de

Page 297: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

306

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Re

se

ña

His

tóri

ca

comedor se da con frecuencia, y de este modo, se gana espacio en el área pública de la vivienda. Son característicos los proyectos de un piso construidos con albañilería de ladrillo y, desde el punto de vista tecnológico, se observa una tendencia al uso de prefabricados en madera con proyectos racionalizados y de rápida ejecución. La libertad que ofrece el programa para enfrentar el tema de diseño, permite también encontrar proyectos en los cuales se hace uso de materiales locales como la piedra. Desde el punto de vista espacial, se ha mantenido una tendencia a trabajar con trazados simples y con vivienda aislada o pareada, sin embargo hay experiencias que han planteado una solución de vivienda continua, conformando manzanas con patios interiores. Esta solución demuestra que el programa puede permitir soluciones innovadoras, escapando a la tendencia de confi guración de espacios físicamente monótonos que muchas veces afecta a la vivienda social.

El Fondo Concursable ha generado proyectos que se han podido ajustar a situaciones habitacionales muy distintas como proyectos de nuevos loteos y densifi cación; ha posibilitado el uso de materiales muy diversos, como también soluciones de arquitectura con imagen novedosa. Sin embargo, queda planteado el desafío de consolidar propuestas innovadoras en lo referente a diseño urbano y equipamiento (MINVU, 2004).

La Participación ha sido otro aporte de este programa. En el FSV, la participación se materializa en una dualidad grupo-proyecto, siendo los propios postulantes quienes deciden el tipo de proyecto que más se ajusta a sus preferencias y necesidades. La preparación de los proyectos exige la participación de una entidad externa, en calidad de “entidad organizadora”, que tiene las capacidades técnicas, sociales y económicas para apoyar el proceso de formación del grupo postulante; el desarrollo del proyecto de soluciones habitacionales que el grupo obtendrá al fi nal del proceso y la formulación y puesta en práctica del Plan de Acción Social, abriendo así una espacio al ejercicio de la ciudadanía. El FSV ofrece, además, la oportunidad de participar en la solución habitacional de los grupos de menores ingresos a instituciones externas al sector vivienda. Entre ellas se destacan los municipios, que han tomado un rol activo en este programa como entidades organizadoras; universidades, que han realizado importantes aportes en la oferta de soluciones innovativas; instituciones del

sector privado, especialmente fundaciones, que han realizado aportes económicos para mejorar las soluciones habitacionales o para posibilitar la ubicación de proyectos en terrenos de altos precios; entidades prestadoras de servicios de asistencia técnica, que aprovechan su conocimiento de este segmento del mercado de viviendas sociales; cooperativas y corporaciones, en su rol de organizadoras de demanda y gestoras de proyectos y empresas constructoras, que han descubierto un interesante nicho de mercado. La apertura a la participación se refl eja también en el proceso de selección de los proyectos ganadores de cada concurso, que se realiza a través de un jurado regional presidido por el Intendente e integrado por representantes del MINVU, de otros Ministerios, de los Municipios de la región y de los propios pobladores (MINVU, 2004).

Con respecto al impacto urbano, el FSV ofrece entre su menú de posibilidades, la alternativa de densifi cación predial, funcional con objetivos de densifi cación urbana y retención de población en sus comunas de origen.

La Ficha 8.1 describe las principales características de este programa. La Ficha 8.10a son imágenes seleccionadas correspondientes a los Comités Esfuerzo y Desarrollo de la Villa Portales (IX Región); Nueva Esperanza de Chalaco (Va Región) y Comité Padre Hurtado de Calera de Tango, Región Metropolitana.

Vivienda Nueva BásicaEste programa es una modifi cación destinada

a posibilitar a la población de menores recursos que tiene capacidad de endeudamiento el acceso a la obtención de una vivienda a través del otorgamiento de un subsidio habitacional. Es regulado por el Título VIII del D.S. Nº 62, (V. y U.), de 1984, para atender a postulantes califi cados para obtener crédito en entidades fi nancieras privadas.

La Ficha 8.2, más adelante, describe las principales características de este programa. La Ficha 8.10b son imágenes seleccionadas correspondientes a los Conjuntos Las Hortensias de San Bernardo (bloques de departamentos de 3 pisos) y el Conjunto Portal Sur de Punta Arenas (vivienda pareada, ejemplo de adecuación climática).

Page 298: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

307

Re

se

ña

His

tóri

ca

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Vivienda Social Dinámica Sin Deuda

Este programa surge para posibilitar a la población de menores recursos y en condiciones de pobreza el acceso a una vivienda, destinado preferentemente para la atención de postulantes del primer quintil de la población, que no están califi cados para obtener crédito en las entidades fi nancieras. Se incorpora para defi nir la población objetivo de este Programa, el concepto de “Postulantes en Condición Extrema”. El sentido de esta vivienda es combinar calidad y cantidad, es decir, la solución es de menor tamaño y debe ser completada en el tiempo con el esfuerzo de los usuarios y con la ayuda de un diseño fl exible, dinámico y modular.

La estructura del Programa está descrito en la fi cha 8.3, más adelante. La imagen de proyecto seleccionada corresponde a la fi cha 8.10c que muestra las características arquitectónicas y de loteo del Conjunto Habitacional Baquedano de Paine, Región Metropolitana.

Programa Concursable de Obras de Espacios Públicos

El Programa de Recuperación del Patrimonio Urbano es una nueva intervención que crea el MINVU en este período y se inserta en la estrategia de generar un desarrollo integral y equilibrado del territorio a través de la densifi cación de las ciudades, reconociendo que existe un patrimonio urbano y arquitectónico que se encuentra deteriorado o subutilizado que puede ser valorizado y usado con fi nes habitacionales. En esta línea, junto con los subsidios habitacionales, se implementa el Programa Concursable de Espacios Públicos Patrimoniales, destinado a fi nanciar obras de rehabilitación o consolidación de espacios de uso público en zonas con el carácter mencionado (www.patrimoniourbano.cl).

Las características del Programa están descritas en la fi cha 8.4, más adelante. La fi cha 8.10d son imágenes de las intervenciones del Paseo Atkinson y de los senderos peatonales y plazas en Valparaíso (ciudad declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO). También se incluye el Proyecto Población Los Castaños, postulado para un barrio de Independencia, en la ciudad de Santiago, que tiene el valor de ejemplifi car las posibilidades de consolidación de barrios tradicionales con

elementos estilísticos destacados que ofrece este programa concursable.

Programa de Movilidad Habitacional

Este programa fue creado originalmente en sus conceptos en 1994 a través del título VIII con el propósito de permitir que las familias asignatarias de Vivienda SERVIU que deseen cambiarse de vivienda puedan acceder a un subsidio para la compra de otra vivienda. El sistema busca contribuir a que la vivienda permita la evolución de las necesidades y aspiraciones de las familias en el tiempo y contribuya, como un activo, a esa superación para acceder a una vivienda mejor o cambiarse de barrio o ciudad. De esta manera la construcción de inmuebles de mayor valor, a través de la cadena de traspasos de las viviendas que se dejan, contribuye a resolver las necesidades habitacionales de familias de menores recursos, pero a la vez por medio de un mecanismo que eleva el nivel de las soluciones habitacionales como un todo.

Pese a sus grandes potencialidades, este programa ha tenido un lento inicio y aplicación. Su principal aplicación hasta la fecha ha ocurrido como mecanismo de venta para usuarios incorporados a programas de reparaciones de viviendas SERVIU, estando pendiente en los hechos que pueda conformarse un mercado de vivienda usada de bajo precio, tanto desde un punto de vista de oferta como de demanda. La fi cha 8.5 más adelante describe las características de este programa.

Subsidio Habitacional Título I (Ex Nueva Básica y

Ex Subsidio Unifi cado)Este programa fue creado para familias de

sectores medios que estén dispuestas a realizar los trámites necesarios para comprar o encargar la construcción de su vivienda y tienen capacidad de ahorro y pueden pagar los dividendos correspondientes a un crédito hipotecario o un mutuo hipotecario. El monto del subsidio dependerá del precio de la vivienda.

Más adelante la fi cha 8.6 describe la estructura del Programa y la fi cha 8.10e presenta como imagen al Conjunto Habitacional Renacer de Maipú.

Page 299: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

308

Re

se

ña

His

tóri

ca

Ministerio de Vivienda y Urbanismo

Subsidio Habitacional Título II (Ex Renovación Urbana)

Este subsidio es la consolidación del Programa de Renovación Urbana y está destinado a quienes están dispuestos a adquirir una vivienda nueva, emplazada en zonas de renovación urbana o en zonas de desarrollo prioritario, accediendo para ello a un subsidio preferencial en cuanto a su monto, pero restringido sólo a las zonas así determinadas. Se obtiene un certifi cado de subsidio, con el cual puede comprar una vivienda económica nueva emplazada en Zonas de Renovación Urbana (defi nidas para favorecer la renovación de barrios antiguos dentro de la ciudad) y Zonas de Desarrollo Prioritario (defi nidas para impulsar el desarrollo equitativo de la ciudad atrayendo inversiones del sector privado en vivienda y urbanismo).

La principal innovación se refi ere al concepto de Zonas de Desarrollo Prioritario, como una forma de incentivar el desarrollo de focos de inversión en grandes áreas de sitios eriazos o áreas ocupadas por actividades que dejan patios de grandes dimensiones que pueden ser reutilizadas, como es el caso, por ejemplo, de los recintos ferroviarios. La idea de generar polos de atracción de las inversiones del sector privado en vivienda en estas zonas busca contrarrestar tendencias a la segregación social y económica de las ciudades. Evitar que con el objeto de impulsar este tipo de proyectos, se recurra al uso de la determinación de zonas de renovación urbana, para sectores que no responden al concepto.

La fi cha 8.7, más adelante, presenta la estructura del Programa y la fi cha 8.10f es la imagen del Edifi cio Santa Lucía, en la comuna de Santiago, con las plantas, elevaciones y dibujo de imagen urbana de un proyecto que es de gran tamaño (25 pisos). Se ubica en pleno centro de Santiago (frente a la Biblioteca Nacional), señal de la consolidación del programa de renovación urbana.

Subsidio Habitacional Título III (Subsidio de Rehabilitación

Urbana Patrimonial)Se incorpora al D.S. Nº 44, (V. y U.), de 1988,

mediante D.S. Nº 192, (V. y U.), de 2001 y se enmarca dentro de un conjunto de medidas destinadas a recuperar el patrimonio urbano,

potenciando el desarrollo inmobiliario de zonas e inmuebles de carácter patrimonial. Se insertó además en las acciones que posibilitaron obtener el reconocimiento de Valparaíso, por parte de la UNESCO, como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Con este programa se estimula el repoblamiento del casco y los barrios históricos, poniendo en valor los bienes patrimoniales y fomentando su conservación.

La estructura del Programa está descrita en la fi cha 8.8, más adelante. Como imagen ha sido seleccionada la restauración de las casas de Calle Sócrates, Cerro Cordillera y Calle Lautaro, incorporándose fotos y plantas de arquitectura propuestas (fi cha 8.10g).

Megaproyectos UrbanosLos proyectos urbanos integrales fueron

iniciados durante el gobierno del Presidente Eduardo Frei y se consolidaron en su operación y conceptos durante la administración del Presidente Lagos. En las notas de secciones anteriores se presentó su enfoque y características.

Cabe destacar que los proyectos urbanos son un instrumento que cobra fuerza como forma de planifi cación urbano-territorial público-privada, para un contexto nacional de descentralización y libre mercado. Estos proyectos renuevan los contenidos de la gestión inmobiliaria y urbana, concentrando esfuerzos en un tipo de planifi cación urbana orientada a crear valor y atractivo urbano, lo que ha sido denominado a nivel internacional como “Place-Making”. Esto, a través de integrar a gestores inmobiliarios con el mundo de las políticas públicas, arquitectos e inversionistas, para buscar fórmulas de desarrollo urbano que permitan crear lugares con identidad, capturar la demanda e intereses habitacionales de los habitantes y lograr apoyo fi nanciero. Esta nueva visión transforma a los inmobiliarios en hacedores de ciudad, a los gestores públicos en emprendedores, a los diseñadores urbanos en creadores de valor y articuladores de demandas, posibilitando proyectos de largo plazo de alta rentabilidad y regeneración urbana (Bresciani, 2004).

La fi cha 8.9 describe las características de este esquema de intervención. La fi cha 8.10h presenta las imágenes de vivienda y zonifi cación de los Proyectos El Palomar, Copiapó y de Rivera Norte en Concepción, intervenciones urbanas emblemáticas.

Page 300: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Re

se

ña

His

tóri

ca

2000 - 2006

Ficha Técnica

de los Programas

Programas de la Nueva Política Habitacional, Tercer Gobierno

de la Concertación

Page 301: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

310

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

8.1 Programa Fondo Concursable para Proyectos Habitacionales Solidarios.

Año Inicio 2001 DS N° 155/2001, Resolución Exenta N° 2587 de 2002.

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios Está destinado a dar solución habitacional a familias que se encuentran bajo la línea de pobreza, que participan en grupos previamente organizados, que no hayan obtenido anteriormente un Subsidio y que se encuentren inscritos en los registros del SERVIU.

La población objetivo de este Programa son familias cuyo puntaje CAS sea inferior o igual al puntaje promedio nacional o regional, según determine mediante Resoluciones el Secretario Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la Región correspondiente.

Producto Un Subsidio, que junto al ahorro, permite la construcción de alguna de las siguientes soluciones habitacionales:

* Una vivienda que como mínimo debe considerar, estar-comedor, cocina, baño y un dormitorio.

* Densifi cación Predial (construcción de otra vivienda en el mismo sitio).* Construcción de vivienda en el mismo sitio en que las familias residen.* Construcción de viviendas en nuevos terrenos.* Adquisición y mejoramiento de viviendas usadas.* Adquisición y rehabilitación de viviendas en cités.* Adquisición, rehabilitación y subdivisión de edifi cios antiguos para convertirlos en

viviendas.* Otras soluciones similares.

Se busca complementar estas soluciones con proyectos de áreas verdes y equipamiento comunitario que permitan mejorar las condiciones del barrio. Junto al subsidio, se otorgará asistencia técnica a los proyectos seleccionados para la contratación y ejecución de las obras y Plan de Habilitación Social.

Financiamiento El monto del subsidio que obtendrá cada familia integrante del grupo, podrá alcanzar hasta el monto máximo que se indica en la siguiente tabla, expresado en UF, según la comuna de emplazamiento del proyecto habitacional:

Comuna de emplazamiento Monto máximo de del Proyecto Habitacional Subsidio (en UF)

Todas las comunas de la XII Región con 420excepción de la comuna de Punta Arenas

Comuna de Isla de Pascua de la V región 420

Todas las comunas de la XI Región 360

Todas las comunas de la Provincia de Palena X Región 360

Comuna de Punta Arenas de la XII Región 360

Resto de las comunas del país 280

En las comunas del país en que el monto máximo de subsidio puede alcanzar hasta el equivalente de 280 UF, se podrán destinar hasta el equivalente a 180 UF a fi nanciar parte del precio de la construcción de la vivienda y hasta el equivalente a 120 UF a fi nanciar parte del precio del terreno y su urbanización, no pudiendo la suma de ambos exceder del equivalente a 280 UF.

Page 302: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

311

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

En las comunas del país en que el monto máximo de subsidio puede alcanzar hasta el equivalente a 360 UF, se podrán destinar hasta el equivalente a 240 UF a fi nanciar parte del precio de la construcción de la vivienda y hasta el equivalente a 120 UF a fi nanciar parte del precio del terreno y su urbanización, no pudiendo la suma de ambos exceder del equivalente a 360 UF.

En las comunas del país en que el monto máximo de subsidio puede alcanzar hasta el equivalentes a 420 UF, se podrán destinar hasta el equivalente a 300 UF a fi nanciar parte del precio de la construcción de la vivienda y hasta el equivalente a 120 UF a fi nanciar parte del precio del terreno y su urbanización, no pudiendo la suma de ambos exceder del equivalente a 420 UF.

Requisitos Para participar en este programa será requisito estar inscrito en el Registro Único de Inscritos del SERVIU. Cada familia interesada deberá tener sólo una inscripción en el mencionado Registro. Podrán participar el jefe de familia, su cónyuge o su conviviente, de acuerdo a la Ficha CAS. En todo caso, la misma persona que esté en el Fondo Solidario, deberá estar inscrita en el Registro. La familia, deberá tener su Ficha CAS vigente al momento en que el proyecto ingrese al SERVIU y representada por el jefe de familia, cónyuge o conviviente.

Sólo pueden participar personas solas (familias unipersonales) según Ficha CAS, siempre que cumplan con ser personas de 60 años o más, personas con discapacidad debidamente inscritas en el Registro Nacional de la Discapacidad y las personas indígenas que acrediten tal condición según la ley 19.253. Con todo, las familias unipersonales no podrán superar el 30% del total de familias integrantes del grupo.

Organización para la Postulación:Los grupos deben estar integrados por 10 familias como mínimo, con excepción de los proyectos de adquisición y rehabilitación de cités y de adquisición, rehabilitación y subdivisión de edifi cios antiguos, en cuyo caso, dependiendo del proyecto, pueden estar integrados por menos familias; requieren ser patrocinados por entidades organizadoras de demanda, con o sin fi nes de lucro, tales como municipios, fundaciones, corporaciones, cooperativas, prestadores de servicios de asistencia técnica inscritos en le Registro de Consultores del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, además de los SERVIU regionales. Serán estas entidades las encargadas de organizar a los grupos, preparar los proyectos, gestionar los correspondientes permisos y aprobaciones, además de presentar los grupos y proyectos a los concursos regionales y controlar el cumplimiento del plan de ahorro comprometido.

Del Proyecto:Los Proyectos deben estar incorporados en el Banco de Proyectos del Fondo Concursable para Proyectos Habitacionales Solidarios. Además, los proyectos deben contar con el respectivo permiso de construcción o alteración otorgados por la Dirección de Obras Municipales y las factibilidades de dación de los servicios de urbanización, cuando corresponda. En caso que los proyectos requieran de suelo, deberá acreditarse la propiedad del terreno, ya sea éste a nombre de los postulantes individualmente, del grupo o de la entidad organizadora. Los conjuntos de viviendas nuevas deben cumplir con los siguientes estándares de equipamiento:

N° Viviendas Unidad Mínima de Equipamiento

De 30 a 70 Plaza con Juegos Infantiles de 200 m2 y Área recreacional Deportiva de 80 m

Plaza con Juegos Infantiles de 200 mÁrea recreacional Deportiva de 80 mPlaza con Juegos Infantiles de 200 m

2

De 71 a 200 Plaza con Juegos Infantiles de 400 m2; Área recreacional Deportiva de 200 m2 y Sala Multiuso de 120 m2

De 201 a 300 Plaza con Juegos Infantiles de 800 m2; Multicancha de 600 m2 y Sala Multiuso de 120 m2

Page 303: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

312

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Tratándose de viviendas de uno o dos pisos, el permiso de construcción debe contemplar su futura ampliación hasta alcanzar una superfi cie edifi cada de a lo menos 50 m2.

Componentes de Puntajes:

1.- Vulnerabilidad del Grupo.

* Porcentaje de familias monoparentales.* Porcentaje de familias en que cualquiera de sus miembros tenga alguna

discapacidad y se encuentre inscrito en el Registro Nacional de la Discapacidad.* Porcentaje de familias en que cualquiera de sus miembros se encuentre aquejado

por una enfermedad catastrófi ca.* Porcentaje de personas Adultas Mayores integrantes del grupo, considerando

para tales efectos como adultos mayores a hombres y mujeres de 60 años o más, incluidos los que cumplan esa edad durante el año calendario en que se efectúe el llamado a concurso.

* Porcentaje de menores de 15 años, considerando entre ellos los que cumplen los 15 años durante el año calendario del llamado a concurso.

2.- Habilitación Social de acuerdo al Plan de Acción Social.

3.- Condición de Pobreza refl ejada en el puntaje CAS.

4.- Menor monto promedio de subsidio solicitado por el grupo postulante, medido en Unidades de Fomento, inferior al monto máximo de subsidio asignado a la respectiva región, provincia o comuna, según corresponda.

5.- Mayor monto promedio de aporte de terceros, expresado en Unidades de Fomento, por postulante integrante del grupo.La respectiva región asignará a cada uno de estos cinco criterios un valor no inferior a cinco puntos y, en todo caso, la suma de todos los factores no puede ser superior a 100 puntos.Respecto de cada uno de estos criterios de selección, el proyecto que en cada región tenga la mejor califi cación obtendrá como puntaje el valor máximo que se le haya asignado a ese criterio y el proyecto que tenga la menor califi cación obtendrá cero punto. En cuanto a los proyectos con califi caciones intermedias, éstos obtendrán un puntaje producto de una relación lineal entre ambos extremos.

A la suma de los puntajes obtenidos en estos cinco criterios se agregará:

6.- Puntaje asignado por el Jurado Regional.

7.- Puntaje adicional por proyecto factible que no fue seleccionado en llamados anteriores, el que no podrá ser superior a 20 puntos.

La selección se efectuará por estricto orden de puntaje, escogiendo primeramente aquellos proyectos que cuenten con Certifi cado de Precalifi cación Defi nitiva y de quedar recursos disponibles luego de seleccionar éstos, se elegirá también por estricto orden de puntaje, aquellos que cuenten con Certifi cado de Precalifi cación Condicionada, emitido por el SERVIU, en base a los proyectos ingresados al Banco de Proyectos.El Jurado Regional estará presidido por el intendente e integrado por el SEREMI de Vivienda y Urbanismo, el Director del SERVIU, el SEREMI de SERPLAC, un representante de Capítulo Regional de la Asociación de Municipalidades y un Consejero Regional.

Asistencia Técnica:Adicionalmente al subsidio, se entregará asistencia técnica a los proyectos seleccionados para la contratación y ejecución de las obras, para lo que se destinará un máximo de 10 UF por familia.

Fuente: Página web MINVU.

Page 304: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

313

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

8.2 Programa Vivienda Nueva Básica.

Año Inicio 1984 D.S. N° 62/ 84., D.S. N° 5 (V. y U.) 2002.

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias de ingresos medios o de menores recursos, que tengan capacidad de endeudamiento para obtener un crédito hipotecario en entidades fi nancieras privadas en convenio con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. La postulación podrá ser individual o colectiva. Tratándose de postulación colectiva, ésta podrá ser sin proyecto, a través de Comités de Vivienda.

Producto Un certifi cado de subsidio que le permite acceder a la oferta privada de viviendas nuevas o usadas hasta y 600 UF.

Financiamiento En este programa, el Estado y el Sector Privado funcionan de la siguiente manera:

El Estado:* Subsidia a los benefi ciarios.* Establece niveles de calidad.* Incentiva el fi nanciamiento privado.

El Sector Privado:* Proyecta.* Construye.* Otorga crédito y manejo de cartera respectiva.* Entidades fi nancieras con convenios, créditos hipotecarios con subsidio de Nueva

Básica.* Subsidio implícito.* Seguro de remate.* Subsidio a la Originación.

Se establecen tres tramos según el precio de venta de la vivienda:

A. Todas las Regiones, excepto las señaladas en la letra B y C.

Precio de la Vivienda (en UF) Monto del subsidio (en UF)

A.1. Hasta 400 140A.2. Más de 400 y hasta 500 120A.3. Más de 500 y hasta 600 100

B. Regiones XI y XII y provincia Palena, X Región.

Precio de la Vivienda (en UF) Monto del subsidio (en UF)

B.1. Hasta 500 240B.2. Más de 500 y hasta 600 220B.3. Más de 600 y hasta 700 200

C. Comunas de Isla de Pascua, Isla de Juan Fernández, V Región de Valparaíso (viviendas nuevas).

Precio de la Vivienda (en UF) Monto del subsidio (en UF)

C.1. Hasta 600 350C.2. Más de 600 y hasta 700 320C.3. Más de 700 y hasta 800 290

Page 305: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

314

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Las condiciones del crédito son las siguientes:

El Deudor:* Se permite, mediante declaración jurada, la acreditación de ingreso informal.

* La evaluación del cliente se basa en su capacidad de servir los créditos contraídos con el banco.

* Siendo el 25% del ingreso líquido inferior al valor del dividendo, podrá complementarlo con la renta de un tercero, el que se constituirá en codeudor.

* La carga fi nanciera total debe ser menor al 55% del o los ingresos.

* Se permite otorgamiento de créditos a personas con o sin giro comercial activos y pasivos, dependientes o independientes, con capacidad de pago.

Seguros exigidos:Con el fi n de proteger a las personas y evitar remates de viviendas, serán exigidos los siguientes seguros:* Incendio con sismo.* Desgravamen e invalidez.* Desempleo para trabajadores dependientes.* Incapacidad temporal para trabajadores independientes.

Requisitos Para participar en los llamados a postulación se exigirá que los interesados:

* Se encuentren inscritos en los Registros del SERVIU.

* No posean vivienda.

* No hayan sido benefi ciados anteriormente con vivienda o subsidio habitacional proporcionado por el Estado o las Municipalidades.

* Cuenten con encuesta CAS vigente (optativo).

* Cumplan con el ahorro mínimo exigido (20 UF).

Observaciones Estos programas de Viviendas Sociales estaban complementados por programas de equipamiento social que básicamente tenían cuatro líneas de acción dirigidos a los sectores de extrema pobreza:

* Jardines infantilesLabor de conjunto con la Junta Nacional de Jardines Infantiles para ejecución de estas unidades de equipamientos en distintas regiones del país.

* Hogares de AncianosCoordinación con CONAPRAN.

* Centros AbiertosCoordinación y asesoría a la División Social del Ministerio del Interior para construir por mandato Centros Abiertos en 7 Regiones.

* Albergues UniversitariosFinanciamiento Consejo Social de Ministros. Mandatos de la Intendencia.

Fuente: Página web MINVU.

Page 306: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

315

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

8.3 Programa Vivienda Social Dinámica sin Deuda.

Año Inicio 2002 D.S. N° 62 (V. y U.) de 84, Modifi cado por D.S. N° 5 (V. y U.) 2002.

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios Personas que no tienen posibilidad de obtener crédito en las entidades fi nancieras, cuyo puntaje CAS sea inferior o igual a 543 puntos (o promedio regional). En caso de postulación colectiva, este límite corresponde al puntaje CAS promedio del grupo. El objetivo de esta solución habitacional es combinar calidad y cantidad, es decir, la solución es de menor tamaño y debe ser completada con el esfuerzo de las familias benefi ciadas. La calidad será a lo menos equivalente a la de las Viviendas Básicas.

Producto * Una vivienda de aproximadamente 25 m2 que incorporará en su diseño la posibilidad de crecimiento mínimo de hasta 50 m2, el que logrará con el esfuerzo posterior de la propia familia benefi ciada, jugando un rol preponderante para ello la organización de los vecinos. La vivienda dinámica estará dispuesta en conjuntos habitacionales de hasta 300 unidades, conformadas según el caso, por subconjuntos de máximo 60 viviendas cada uno, los que dispondrán de equipamientos comunitario.

Financiamiento El subsidio máximo que otorga este programa es de 280 UF (considerando un subsidio máximo para la construcción de 180 UF y un subsidio máximo para el terreno y urbanización de 120 UF). El precio máximo de la vivienda es de 300 UF, y el ahorro mínimo requerido para postular es de 10 UF (varía en regiones y comunas determinadas).

Requisitos * Se encuentren inscritos en los Registros del SERVIU.* No posean vivienda.* No hayan sido benefi ciados anteriormente con vivienda o subsidio habitacional proporcionado por el Estado o las Municipalidades.* Cuenten con encuesta CAS vigente (dentro de los límites establecidos).* Cumplan con el ahorro mínimo exigido (10 UF).* Factores de Puntaje:

Encuesta CAS II Ptos.

Grupo Familiar

Antigüedad en laInscripción

Ahorro

Postulación Colectiva

Factor Puntaje Adicional

15 15

1515

15

0,5

1

21

0,2550

0,25

30

- Por cada uno de los miembros integrantes del grupo familiar.- Madre o padre soltero, o viudo, o cuyo matrimonio ha sido declarado

nulo, que tenga a su cargo hijos con lo requisitos para integrar su grupo familiar y con el reconocimiento como carga familiar de postulante.

- Si además esos hijos son menores de 15 años.- Si el postulante, o su cónyuge, o uno o más miembros integrantes del

grupo familiar acreditado, estuvieren inscritos en el Registro Nacional de la Discapacidad.

- Si la discapacidad afecta al postulante y/o a su cónyuge, y que además, su grupo familiar está integrado por uno o más hijos menores de 15 años.

- 0,5 punto, por cada mes calendario de antigüedad hasta un máximo de 48 meses.

- 1 punto por cada mes que exceda los 48 meses.

- Por cada UF hasta un máximo de 10 UF.- Entre más de 10 y hasta 20 UF.- Por cada UF que exceda las 20 UF.- Calidad postulante hábil.

- Por cada mes calendario de antigüedad del grupo.- Por cada mes de permanencia o antigüedad promedio de los socios en

el grupo.

- Postulante acreditado incluido en el Programa Chile Barrio.

Page 307: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

316

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

8.4 Programa Concursable de Obras de Espacios Públicos (complementario al Subsidio de Rehabilitación Patrimonial).

Año Inicio 2002 D.S. N° 245 (V. y U.) 19.12.2001 (publicada el 14/02/2002), Resolución Exenta N° 680 (V. y U.) 2003.

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios Será condición que las obras que se construyan benefi cien a la comunidad y posibiliten el libre acceso a toda la población, a excepción de aquellas que por su particular naturaleza no lo permitan, tales como bandejones centrales de calles de uso vehicular u otros.

Producto Con el fi n de poner en valor los barrios patrimoniales que refl ejan nuestra historia e identidad, y fortalecer la calidad ambiental de sus espacio públicos, se creó como complemento al Subsidio de Rehabilitación Patrimonial (Título III) este Programa Concursable de Obras de Espacios Públicos.

Este Programa deberá emplazarse en barrios de carácter patrimonial, ubicados en sectores urbanos consolidados, cuya rehabilitación o recuperación sea necesaria por encontrarse en evidente estado de deterioro o abandono.

Obras de espacio público son aquellas destinadas al uso público, que aporten a la rehabilitación de espacios de valor patrimonial o paisajístico, que generen impacto urbano, contribuyendo a la estructuración de barrios a través de espacios libres y seguros para toda la comunidad. Deberán considerarse, además, como tales, las plazoletas y su iluminación, el mobiliario urbano, el tratamiento de pavimentos en calles y pasajes, los paseos peatonales, las áreas de juegos y recreación para jóvenes con muros para pintar grafi tis o con pistas de skates, la conformación de áreas verdes en bandejones centrales y de espacios urbanos para usos alternativos de encuentro e instalación de ferias libres y, en general, la recuperación de terrenos para el uso público. Este programa considera tanto la construcción de obras nuevas, como la rehabilitación de obras existentes.

Financiamiento Las obras serán fi nanciadas con los recursos contemplados para estos efectos en el presupuesto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, los que se asignarán a los Servicios de Vivienda y Urbanización a nivel regional, a través de las respectivas Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda y Urbanismo, y con los aportes que para este fi n efectúen los Municipios. Además, podrán concurrir con aportes adicionales el Gobierno Regional, personas naturales y entidades privadas, tales como organizaciones comunitarias, sociedades, corporaciones o fundaciones de ayuda a la comunidad. En el costo de las obras a fi nanciar quedan excluidos los gastos para su mantención.

La distribución de fondos a nivel regional se efectuará aplicando los siguientes criterios:

* Proyectos con la primera prioridad de cada ciudad.

* Proyectos emplazados en Zonas de Conservación Histórica.

* Proyectos que cuenten con mayor cantidad de benefi ciados.

Page 308: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

317

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

Requisitos Postulación:Mediante Resoluciones de las respectivas Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda y Urbanismo, que se publican en uno o más periódicos de circulación nacional o regional, se convocan a postulación para la selección de los proyectos del programa, se fi jan los lugares de inscripción para estos efectos, los períodos de postulación y los plazos correspondientes.Pueden postular proyectos de obras para el mejoramiento de un sector de interés patrimonial de la comuna o del barrio, las municipalidades, personas naturales y entidades privadas, tales como, organizaciones comunitarias, sociedades, corporaciones o fundaciones de ayuda a la comunidad. Las obras deberán ser construidas en terrenos de dominio municipal o del SERVIU, o en terrenos que tengan la calidad de bien nacional de uso público. Cuando proceda, se suscribirá el contrato de comodato, o se otorgará la concesión correspondiente.

Mediante Resoluciones del Ministerio de Vivienda y Urbanismo que se publicarán en el Diario Ofi cial, se señalarán los antecedentes que deberán acompañarse a las postulaciones y en general, todas aquellas operaciones o actos que se requieran para la aplicación práctica de este reglamento, como así mismo, se fi jarán los parámetros para efectuar las selecciones, considerándose, a lo menos, los siguientes aspectos:

* Contribución del proyecto a la conformación y estructuración de un área o barrio de carácter patrimonial de la comuna en la cual se establece.

* Número de benefi ciados.

* Monto de los aportes.

* Impacto urbano del proyecto.

* Antigüedad en la participación en el programa.

* Participación y organización de la comunidad.

Selección:* Los proyectos postulantes serán informados técnicamente por las respectivas Secretarías Regionales Ministeriales de Vivienda y Urbanismo y priorizados por una Comisión Califi cadora Regional, integrada por el Secretario Regional Ministerial, por el Director del SERVIU y demás personas que se señalen en las resoluciones.

* La comisión priorizará los proyectos teniendo en consideración los parámetros señalados.

* La lista de proyectos priorizados, conforme a los criterios indicados, se remitirán a la Subsecretaría de Vivienda y Urbanismo, para la distribución regional de los recursos asignados al programa.

* Con el marco presupuestario, se defi nirán los proyectos benefi ciados por Región, quedando los proyectos restantes en lista de espera, pudiendo cada Secretaría Ministerial conformar un Banco de proyectos. Los proyectos seleccionados se exhibirán en la Secretaría Regional Ministerial y en los municipios respectivos.

Fuente: D. N° 245 (V. y U.) 19.12.2001.

Page 309: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

318

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

8.5 Programa Movilidad Habitacional.

Año Inicio 1995 (para todos los Reglamentos de todos los Programas Habitacionales) D.S. N° 62/ 84.

Gobiernos Eduardo Frei R-T., Ricardo Lagos E.

Usuarios Deudores del SERVIU, o de una institución bancaria, que tengan una vivienda con prohibición vigente de vender por cinco años, constituida a favor del SERVIU y deseen cambiar su vivienda por otra.

Producto * Sistema que permite a los benefi ciarios de una vivienda adquirida con Subsidio del Estado, acceder a otra vivienda a través de la gestión del propio interesado (el SERVIU no compra ni vende viviendas a través de este sistema).

Se aplica en el caso de viviendas que aún están en el período de la prohibición de vender por cinco años, en razón del subsidio otorgado por el Estado.

El benefi cio consiste en levantar esta prohibición con el propósito de que su propietario pueda venderla y adquirir otra en un plazo no superior a un año desde que se anota el alzamiento de la prohibición en el Conservador de Bienes Raíces.

La vivienda a adquirir puede ser nueva o usada, con una superfi cie edifi cada no superior a 140 m2.

Si la vivienda que se adquiera tuviese un precio superior al valor de la vendida, la persona deberá solventar la diferencia con recursos propios o mediante un préstamo obtenido en el sector fi nanciero. Esta operatoria no implica la concesión de nuevos subsidios ni el otorgamiento de nuevos créditos por parte del Estado. En casos califi cados, mediante resolución fundada, el Ministerio podrá disponer que este plazo se amplíe hasta en 12 meses más, debiendo renovarse las garantías de modo que cubran el nuevo plazo concedido e inscripción de prohibición por saldo de tiempo.

Financiamiento El propio interesado o, si lo estima conveniente, un agente de servicios habitacionales contratado por él, realiza las siguientes gestiones:

* Solicita al SERVIU autorización para efectuar la venta de la vivienda subsidiada.

* Solicita al SERVIU información acerca de: monto del subsidio o de los subsidios otorgados propiedad y antigüedad de la vivienda, estado de la deuda correspondiente al crédito hipotecario, monto del crédito hipotecario adeudado (saldo insoluto).

* Una vez que se realice la venta de la vivienda, deben establecerse garantías de enlace (depósito a plazo en UF, en un banco o sociedad fi nanciera, a nombre del vendedor endosado a favor del SERVIU) y el SERVIU procede a alzar las hipotecas y prohibiciones que se constituyeron originalmente sobre la vivienda subsidiada.

* Finalmente debe asegurarse la aplicación de las garantías de enlace a la compra de la nueva vivienda.

Requisitos * Haber sido benefi ciado por programa habitacional.

* Mantener prohibición vigente.

Fuente: Página web MINVU.

Page 310: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

319

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

8.6 Programa Subsidio Habitacional Título I: Subsidio General (Ex Nueva Básica y Ex Subsidio Unifi cado).

Año Inicio 2004 DS N° 40 (V. y U.) D. O. 19.03.04.

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios * Familias de sectores medios que estén dispuestas a realizar los trámites necesarios para comprar o encargar la construcción de su vivienda. * Tienen capacidad de ahorro.* Puedan pagar los dividendos correspondientes a un crédito hipotecario o un mutuo hipotecario, si lo solicitan, a un banco, sociedad fi nanciera, agencia administradora de mutuos hipotecarios endosables o cooperativa de ahorro y crédito, institución que califi cará su solvencia, capacidad de pago y señalará las condiciones para su otorgamiento.

Producto * Se obtiene un certifi cado de subsidio que, junto a su ahorro y el crédito o mutuo hipotecario, le permite comprar una vivienda económica nueva o usada, urbana o rural, o construirla.

Financiamiento * Subsidio del Estado.

El monto del subsidio dependerá del precio de la vivienda (según tabla).

Tramo Valor de la Vivienda Subsidio del Estado Ahorro mínimo exigido para postular

1 Hasta 600 U.F. Variable (*) 20 U.F.2 Hasta 1.000 U.F. 90 U.F. 80 U.F.

Dichos valores serán válidos para todas las regiones, provincias o comunas del país, excepto las específi camente señaladas en las dos tablas siguientes:

Región XI, XII y Provincia de Palena, X Región:

Tramo Valor de la Vivienda Subsidio del Estado Ahorro mínimo exigido para postular

1 Hasta 700 U.F. Variable (**) 20 U.F.2 Hasta 1.200 U.F. 190 U.F. 100 U.F.

Comunas de Isla de Pascua y de Juan Fernández:

Tramo Valor de la Vivienda Subsidio del Estado Ahorro mínimo exigido para postular

1 Hasta 800 U.F. Variable (***) 20 U.F.2 Hasta 1.200 U.F. 290 U.F. 100 U.F.

Valores de Subsidio Tramo 1:

(*) Subsidio (U.F.) = 210 - ( Precio de la vivienda/5 )(**) Subsidio (U.F.) = 330 - ( Precio de la vivienda/5 )(***) Subsidio (U.F.) = 450 - ( Precio de la vivienda/5 )

Page 311: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

320

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

* Ahorro acreditado al postular:

Instrumentos para acreditar ahorro:

* Cuenta de Ahorro a Plazo para la Vivienda en Bancos o Instituciones Financieras regidas por las normas dictadas al efecto por el Banco Central de Chile y la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras y sujetas a la fi scalización de la citada Superintendencia.

* Cuenta de Ahorro regida por el Título I de la Ley N° 19.281, en Bancos, Sociedades Financieras o Cajas de Compensación de Asignación Familiar, sujetas a las normas dictadas al efecto por el Banco Central de Chile y la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras y sometidas a la fi scalización de la referida Superintendencia.

* Cuenta de Ahorro con Fines Habitacionales mantenida en algún Servicio de Bienestar Social sujeto a la fi scalización de la Superintendencia de Seguridad Social, o regido por leyes especiales, entre cuyas facultades expresas se contemple la de captar ahorro de sus afi liados, siempre que el respectivo Servicio de Bienestar suscriba previamente un convenio con el MINVU para estos efectos.

* Cuenta de Ahorro Voluntario a que se refi ere el artículo 21 del D.L. N° 3.500, de 1980 y su reglamento, contenido en el Título II del D.S. N° 57, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, de 1990, en una entidad sujeta a la fi scalización de la Superintendencia de Administradoras de Fondo de Pensiones.

* Cuenta de Aporte de Capital para la Vivienda a que se refi ere el artículo 25 del D.S. N° 502, de Economía de 1978, que fi jó el Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la Ley General de Cooperativas, en su texto sustituido por el número 21 del artículo primero de la Ley N° 19.832, en una cooperativa abierta de vivienda, sujeta al control de Departamento de Cooperativas del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, en los términos exigidos por el reglamento (D.S. N° 40, V. y U., de 2004).

* Cuenta de Ahorro a Plazo para la vivienda mantenida en un Cooperativa de Ahorro y Crédito sometida a la fi scalización de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras.

* Crédito Hipotecario, si se requiere (entidades crediticias y privadas) (ver instrumentos para acreditar ahorro).

* Subsidio Implícito y de Originación, y Seguro de Remate:

Estos benefi cios se aplican sólo a operaciones del tramo 1 del Título I.Las operaciones de subsidio correspondientes al tramo 2 del Título I, del Título II (ambos tramos) y del título III (ambos tramos), no tienen derecho a estos benefi cios.

* Subsidio Implícito: además del subsidio directo, el MINVU o el SERVIU pagan un subsidio implícito en caso que de la venta de las letras de crédito emitidas para fi nanciar el crédito, se produzca una diferencia entre el valor par de las letras y el producto de la venta. Para tener derecho al subsidio implícito, las letras deben ser emitidas a una taza de interés igual o superior a la taza mínima de carátula vigente a la fecha de la fi rma del respectivo mutuo. Los mutuos hipotecarios endosables y los créditos con garantía hipotecaria no endosable, no dan derecho a subsidio implícito.

Page 312: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

321

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

* Subsidio a la Originación y el Seguro de Remate: Se aplica en operaciones de crédito hipotecario, mutuo hipotecario endosable, o crédito con garantía hipotecaria no endosable. El subsidio a la originación es el pago que se efectúa a las entidades crediticias por otorgar créditos hipotecarios o mutuo hipotecario endosable a benefi ciarios del tramo 1 del Título I.

* Convenio con bancos y entidades crediticias.

Requisitos * Acreditar un ahorro mínimo para el Título y tramo de valor de vivienda elegido, enterado en alguno de los instrumentos de ahorro expresamente dispuestos para estos efectos, monto que deberá haber sido enterado al último día del mes anterior al del inicio del respectivo período de postulación (no podrán efectuarse giros posteriores a esa fecha).

* Encontrarse inscrito en el Registro a que se refi ere el D.S. N° 62, (V. y U.), de 1984, al último día del mes anterior al del inicio del período de postulación.

* No tener vivienda ni tenerla su cónyuge o alguno de los otros miembros del grupo familiar acreditado.

* No tener certifi cado de subsidio vigente ni tenerlo su cónyuge.

* No encontrarse postulando a ningún otro programa habitacional, ni haber efectuado reserva de subsidio en el sistema de “leasing habitacional” (tampoco su cónyuge).

* Si se acredita cargas familiares, presentar antecedentes que las acrediten como tal.

* No haber obtenido del SERVIU, o de sus antecesores legales, o de las Municipalidades, o a través de los mecanismos del Impuesto Habitacional, una vivienda o una infraestructura sanitaria, o un Subsidio Habitacional o una Subvención Municipal, a través de cualesquiera de los sistemas que regulan o hayan regulado dichos benefi cios, o con fi nanciamiento proveniente de un préstamo habitacional obtenido del SERVIU o de sus antecesores legales, sea directamente o a través de cooperativas de viviendas, que lo hubieren aplicado a la adquisición o construcción de una vivienda o infraestructura sanitaria, o que lo hubiere obtenido y aplicado su cónyuge, aunque le hubieren transferido posteriormente, salvo los casos que expresamente permite la reglamentación vigente (D.S. N° 40, V. y U., de 2004).

* No estar simultáneamente postulando en el mismo llamado, ni su cónyuge, ni los demás integrantes del grupo familiar acreditados como cargas familiares.

* Si se postula en grupo debe ser con proyecto y a través de una Entidad de Gestión Inmobiliaria Social y declarando estar en conocimiento del proyecto respectivo y sus características.

Nota: La Ficha CAS no es obligatoria ni constituye requisito de postulación, pero si se dispone de ella y su puntaje es inferior 636 puntos, se obtiene puntaje por este concepto.

Fuente: Página web MINVU.

Page 313: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

322

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

8.7 Programa Subsidio Habitacional Título II: Subsidio de Interés Territorial (Ex Renovación Urbana y Desarrollo Prioritario).

Año Inicio D.S. N° 40 (V. y U.) 2004 D. O. 19.03.04.

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios * Todos aquellos que están dispuestos a adquirir una vivienda nueva, emplazada en zonas de renovación urbana o en zonas de desarrollo prioritario, accediendo para ello a un subsidio preferencial en cuanto a su monto, pero restringido sólo a las zonas así determinadas.

* Que tengan capacidad de ahorro y puedan pagar los dividendos correspondientes a un crédito o un mutuo hipotecario, si lo solicitan, a un banco, institución fi nanciera, agencia administradora de mutuos hipotecarios endosables o a una cooperativa de ahorro y crédito.

Producto Se obtiene un certifi cado de subsidio, con el cual puede comprar una vivienda económica nueva emplazada en las siguientes zonas:

* Zonas de Renovación Urbana: Son aquellas defi nidas mediante Resolución por el MINVU, para favorecer la renovación de barrios antiguos dentro de la ciudad.

* Zonas de Desarrollo Prioritario: Son las defi nidas mediante Resolución por el MINVU, para impulsar el desarrollo equitativo de la ciudad atrayendo inversiones del sector privado en vivienda y urbanismo.

Financiamiento * Subsidio del Estado

* Ahorro acreditado al postular (ver instrumento para acreditar ahorro en título I).

* Crédito hipotecario, si se requiere (entidades crediticias privadas).

Existe dos tramos de valor de la vivienda:

Tramo Valor de la Vivienda Subsidio del Estado Ahorro mínimo exigido para postular

1 Hasta 1.000 U.F. 200 U.F. 100 U.F.2 Hasta 2.000 U.F. 200 U.F. 200 U.F.

Requisitos Se requiere cumplir con los requisitos exigidos para postular al subsidio habitacional (explicado en Título I Subsidio General).

Fuente: Página web MINVU.

Page 314: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

323

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

8.8 Programa Subsidio Habitacional Título III: Subsidio de Rehabilitación Patrimonial (para Zonas de Conservación Histórica o en un Inmueble de Conservación

Histórica).

Año Inicio D.S. N° 44 (V. y U.) 88, modifi cado por D.S. N° 192 ( V. y U.) 2001, y modifi cado por D.S N° 40 (V. y U.) 2004. Diario Ofi cial del 13.03.04 (Título III).

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios Familias de sectores medios, comerciante, empleados, profesionales, con capacidad de ahorro, interesados en comprar una vivienda económica, generada por la rehabilitación de un inmueble ubicado en una Zona de Conservación Histórica o en un inmueble de Conservación Histórica, defi nidas en el Instrumento de Planifi cación Territorial (Plan Regulador).

Producto Se obtiene un certifi cado de subsidio que, junto al ahorro previo y el crédito hipotecario, permite comprar un vivienda económica (hasta 140 m2), que se haya generado (dos o más viviendas), del reciclaje o rehabilitación de un inmueble ya construido (de construcción anterior al 31 de Julio de 1959, fecha de publicación en el Diario Ofi cial del D.F.L. N° 2 de 1959) y que cuente con la autorización de la SEREMI de Vivienda y Urbanismo respectiva, de acuerdo al inciso 2 del artículo 60 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.

Dichas viviendas deberán estar ubicadas en una Zona de Conservación Histórica o en un inmueble de Conservación Histórica defi nido en el Instrumento de Planifi cación Territorial.

Financiamiento * Subsidio del Estado.

* Ahorro acreditado al postular (ver instrumentos para acreditar ahorro).

* Crédito hipotecario, si se requiere (entidades crediticias privadas). Los interesados deben estar en condiciones de pagar dividendos mensuales y cumplir los requisitos y condiciones que establezca la entidad crediticia.

Los tramos de valor de la vivienda, el monto máximo de subsidio y el ahorro mínimo exigido, expresado en U.F. son los siguientes:

Tramo Valor de la Vivienda Subsidio del Estado Ahorro mínimo exigido para postular

1 Hasta 1.200 U.F. 250 U.F. 100 U.F.2 Hasta 2.000 U.F. 250 U.F. 200 U.F.

Nota: En los llamados a postulación durante los años 2002, 2003, 2004 no será exigible acreditar antigüedad en las cuentas de ahorro para la vivienda.

Page 315: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

324

Pro

gra

ma

sMinisterio de Vivienda y Urbanismo

Pro

gra

ma

s

Requisitos Para la postulación se debe cumplir con todo lo establecido por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en el reglamento del Sistema General Unifi cado de Subsidio Habitacional (DS N° 44 V. y U. de 1988).

La Rehabilitación del inmueble debe cumplir con los siguientes requisitos:

1.- Haber generado dos o más viviendas.2.- El inmueble rehabilitado debe tener una antigüedad anterior al 31 de Julio de 1959 (DFL2 de 1959).3.- Estar emplazado en una zona de conservación histórica, defi nida según disposiciones del artículo N° 60 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.

Observaciones En el primer año de operación del subsidio, se ha realizado un plan piloto en las ciudades de Valparaíso, Lota y Santiago, focalizando 250 en la primera ciudad y 250 en las restantes. El primer llamado 2002 fue exclusivamente para la ciudad de Valparaíso, de la V Región. Posteriormente, a partir del año 2003, se implementó en otras regiones del país.

Fuente: Página web MINVU y Decreto N° 192 (V.y U.) 26.09.2001.

8.9 Megaproyectos Urbanos.

Año Inicio 2001

Gobiernos Ricardo Lagos E.

Usuarios Está destinado a dar solución habitacional y de equipamiento a familias de menores ingresos y a sectores medio (con capacidad de ahorro), conformando barrios plurisociales, donde a cuadras de distancia y compartiendo los mismos espacios públicos y equipamiento, convivan familias de distinta condición, en viviendas de hasta 5 veces superiores. Permite dar acogida a zonas de vivienda social dentro de desarrollos inmobiliarios de buena inserción urbana y altos niveles de equipamientos e infraestructura. Es también un mecanismo de reciclaje o regeneración de áreas urbanas deterioradas en zonas con ventaja de localización.

Producto * El producto corresponde a un desarrollo urbano habitacional territorial, en que se conjugan los siguientes objetivos sectoriales:

Urbanos: Ciudad Funcional, Ciudad Amable, Ciudad Equitativa.

Vivienda: Vivienda de Calidad, Focalización de la Vivienda.

* Los atributos del programa se expresan a través de los siguientes aspectos:

- Vivienda Social: Calidad y Diseño.- Vivienda Social: Mayor Cabida.- Barrio Integrado Socialmente.- Existencia de Vialidad Estructurante.- Existencia de Áreas Verdes y Espacios Públicos.- Aprovechamiento Infraestructura Existente.- Aprovechamiento Patrimonial.- Aprovechamiento Paisajístico.- Aborda especialmente Tema Ambiental.

Page 316: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Pro

gra

ma

s

325

Pro

gra

ma

s

Chile. Un siglo de políticas en vivienda y barrio

- Generación Sub Centro.- Funcionalidad Productiva del Suelo.- Asociación con Tema productivo.- Incluye Venta de Suelos a Privados.- Mecanismo Nuevo de Financiamiento con Privados.- Planifi cación a Largo Plazo.

Financiamiento En este Programa se da una estrecha coordinación entre los actores públicos, la apertura hacia la participación ciudadana y la incorporación del sector privado, tanto en las compras y ventas de suelo, como en la provisión de equipamientos y viviendas.

Es importante destacar que la acción pública se ha planifi cado de manera que genere oportunidades de inversión para el sector privado, las que se estiman por sobre los US$ 2.400 millones, y que debieran concretarse en sus dos terceras partes los próximos dos años.

Los campos que a través de estas intervenciones se abren para el capital privado incluyen los principales ámbitos de la acción inmobiliaria, comprendiendo vivienda, desde niveles de precios bajos y medios bajos hasta los altos; hotelería y otros servicios turísticos; comercio, desde la escala de barrio hasta grandes malls en importantes paños de terrenos con aptitud comercial; equipamiento educacional, de salud y de todo tipo que satisfaga las necesidades de la población que está habitando en estos desarrollos; complejos recreacionales de carácter turístico, cultural y ecológico; y suelos para instalaciones industriales.

Las exigencias para la adquisición de viviendas en estos megaproyectos urbanos, corresponderá a los programas vigentes: Fondos Concursables (8.1.1.), Vivienda Social Dinámica sin Deuda (8.3.1.) etc.

Requisitos Se exigirán los requeridos para cada Programa en particular.

Fuente: “Los Proyectos Urbanos del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo”. Agosto 2001.

Page 317: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imágenes Arquitectónicas y Urbanas

Page 318: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

2000 - 2006

Imágenes de Programas de la Nueva Política Habitacional,

Tercer Gobierno de la Concertación

Imágenes

Arquitectónicas y Urbanas

Page 319: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

328

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Este conjunto de viviendas trabaja con el concepto urbano de fachada continua en torno a patios interiores (Figura 8.1). Los grandes techos y los materiales usados en su construcción (madera) refl ejan con claridad el carácter local de su diseño arquitectónico (Figs. 8.4 y 8.5); con un clima lluvioso que hace adecuados los espacios protegidos que generen una sensación de res-guardo en el habitante. El proyecto considera tres tipologías de vivienda (36 m2, 41 m2, 41,6 m2), lo cual es un buen aporte a la variedad volumétrica del conjunto. Las viviendas de las esquinas se reconocen como distintas al resto, situación inusual en proyectos de vivienda social, donde se tiende a repetir un patrón de diseño de modo indiscriminado.

Las Figuras 8.2 y 8.3 ilustran las plantas de una de las tipologías de vivienda.

Este proyecto es un buen ejemplo de las posibilidades que ofrece el programa Fondo Concursable, en términos de diseño tanto arquitectónico, como urbano, ya que se nota una clara intencionalidad de realizar una arquitectura con buenas soluciones a nivel planimétrico de la vivienda, pero también hacia la ciudad en términos de presencia y carácter urbano (Figura 8.6).

Figura 8.2 Planta 1º piso.Fuente: SERVIU, IX Región

Figura 8.3 Planta 2º piso.Fuente: SERVIU, IX Región

Figura 8.4Elevación principal.Fuente: SERVIU, IX Región

Figura 8.5Elevación posterior.Fuente: SERVIU, IX Región

Figura 8.6 Elevación de conjunto. Fachada continua que conforma una manzana de carácter netamente urbano.Fuente: SERVIU, IX Región

COMITÉ ESFUERZO Y DESARROLLO

VILLA PORTALES, IX REGIÓN

8.10a | Fondo Concursable

Figura 8.1Figura 8.1Planta de conjunto. Manzanas de borde continuoy espacio interioresFuente: SERVIU, IX Región

Page 320: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

329

Imá

ge

ne

s

8.10a | Fondo Concursable

El programa Fondo Concursable para Proyecto Habitacional Solidario se caracteriza por dar la posibilidad a los usuarios de ser parte activa del proceso de diseño de sus viviendas. En el caso de este proyecto, Nueva Esperanza de Chalaco, V Región, el diseño ha considerado el uso de materiales locales como la piedra, lo que le confi ere un carácter propio, con una imagen de fachadas que se destaca del común de los proyectos de vivienda social (Foto 8.1). La simpleza y fuerza del material, así como las formas ataludadas de los muros, son un aporte al diseño (Figuras 8.7 y 8.9).

Este proyecto es un buen ejemplo de cómo la vivienda social puede tener un carácter local y un diseño que se ajusta a las necesidades de sus usuarios, rescatando materiales propios del área donde se construye. Las técnicas constructivas son simples y de tipo tradicional (albañilería reforzada con pilares y cadenas de hormigón).

El diseño planimétrico de la vivienda se resuelve en base a dos sectores, uno de cocina, estar-comedor y baño, y otra de dormitorios conectadas por un pasillo (Fig. 8.8). Esta separación permite la generación de espacios intermedios y un recorrido que reconoce el espacio exterior, situación que es característica de la arquitectura rural chilena.

Figura 8.7Elevación principal.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Foto 8.1El diseño hace uso de materiales locales y de da a la vivienda una carácter especial dentro del área.Fuente: MINVU, 2001

Figura 8.8Las viviendas se organizan en lotes rurales de aprox. 5000 m2. Su organización planimétrica permite reconocer su entorno y generar una buena relación interior exterior, situación poco frecuente en vivienda social.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Planta vivienda

Figura 8.9Elevación lateral.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

COMITÉ NUEVA ESPERANZADE CHALACO

V REGIÓN

Page 321: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

330

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 8.10 Elevación principal Vivienda tipo B.Diseño que considera dos tipologías de materiales, ladrillo en 1º piso y madera en 2º piso.Fuente: SERVIU, R.M.

Foto 8.2Proceso de construcción.Fuente: SERVIU, R.M.

Figura 8.11Planta 1º piso Vivienda Tipo B.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Figura 8.12 Planta 2º piso Vivienda tipo B.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Foto 8.3Fachada principal vivienda dos pisos.Fuente: SERVIU, R.M.

COMITÉ PADRE HURTADO CALERA DE TANGO, R.M.

8.10a | Fondo Concursable

Page 322: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

331

Imá

ge

ne

s

8.10a | Fondo Concursable

El programa Fondo Concursable para Proyecto Habitacional Solidario, es un programa muy versátil. Desde el punto de vista urbano, puede considerar un emplazamiento en un nuevo loteo o adaptarse a situaciones urbanas o rurales ya existentes (Fig. 8.16).

El proyecto Comité Padre Hurtado, de Calera de Tango, considera la construcción de viviendas en sitios de los postulantes. De este modo, el programa dio solución de vivienda a postulantes que ya contaban con un sitio urbanizado.

Las dos tipologías usadas se adaptan a las diferentes situaciones urbanas, dando respuesta a las necesidades de los usuarios.

La vivienda de un piso consta de un espacio de cocina, estar-comedor, baño y dos dormitorios. Está construida sobre la base de paneles prefabricados de madera y tiene una superfi cie de 43,93 m2 (Figuras 8.13 y 8.14.).

Figura 8.13Planta vivienda un piso Tipo B.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Figura 8.14Elevación principal.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

Figura 8.15 Ejemplos de emplazamiento urbano.Fuente: Dibujo C. Gutiérrez

COMITÉ PADRE HURTADOCALERA DE TANGO, R.M.

Page 323: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

332

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 8.16Una planta simétrica que hace máximo uso del espacio interior y facilita el diseño estructural del edifi cio.Fuente: MINVU, 2004

Figura 8.17Elevación Principal Bloque de vivienda de imagen netamente urbana.Fuente: MINVU, 2004

Figura 8.18Planta depto. tipo C1, planta de un solo dormitorio. Solución poco frecuente en este tipo de proyectos.Fuente: MINVU, 2004

Planta Depto tipo C

Planta Depto tipo C1

En este proyecto, el conjunto de viviendas está trabajado con la tipología de bloque de departamentos en 3 pisos, con un carácter netamente urbano (Fig. 8.17).

El diseño arquitectónico considera dos tipos de departamento: C1, de 36.4 m2 y C2, 44.15 m2

(Figuras 8.16 y 8.18).

Planimétricamente se desarrollan con un programa de dos dormitorios, área de estar comedor, cocina y baño, en una solución de diseño que maximiza el espacio interior.

El proyecto está construido con el sistema tradicional de albañilerías de ladrillo, reforzado con cadenas y pilares de hormigón armado. El ladrillo a la vista y el diseño simple, y sin decoraciones accesorias, generan la imagen urbana característica de este tipo de conjunto habitacional.

CONJUNTO LAS HORTENSIASSAN BERNARDO, R.M.

8.10b | Vivienda Nueva Básica

Page 324: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

333

Imá

ge

ne

s

Figura 8.19Planta Vivienda que hace máximo uso del espacio disponible.Fuente: MINVU, 2004

Figura 8.20Elevación Principal. La vivienda pareada, con su techo con fuerte pendiente, crea una imagen que rescata la arquitectura tradicional del lugar.Fuente: MINVU, 2004

Figura 8.21El conjunto organizado en torno a una calle central y un área verde a uno de sus extremos.Fuente: SERVIU, XII Región

Figura 8.22Elevación Posterior.Fuente: MINVU, 2004

Este conjunto de viviendas cuenta con 76 unidades pareadas de 42,46 m2 y 2 unidades de la misma superfi cie, aisladas, con una planta de arquitectura según se muestra en la Fig. 8.19.

Por encontrarse construidas en la zona austral del país, sometidas a severas condiciones climáticas, la materialidad de las viviendas ha dado respuesta a esta condición, utilizando en su construcción materiales tales como revesti-mientos exteriores de planchas metálicas de zinc ondulada. Las viviendas se emplazan en un terreno de 120 m2 y cuentan con sistema de calefacción a gas natural.

Arquitectónicamente, el diseño responde a las condiciones climáticas de la zona: techos con pendiente fuerte, porche de acceso, lo cual le da carácter local y la asimila a la arquitectura típica de la zona (Fig. 8.20 y 8.22).

El programa arquitectónico de estar-comedor, cocina, baño y dos dormitorios se desarrolla de manera efi ciente, logrando maximizar el espacio disponible y con una funcionalidad muy bien lograda.

Desde el punto de vista urbano, el conjunto se organiza en torno a una calle principal, con un área verde ubicada en un extremo de él, según se aprecia en la Figura 8.21.

El proyecto se localiza en un área que cuenta con servicios como locomoción colectiva, escuela básica y policlínico. El conjunto se encuentra aproximadamente a 4 kilómetros del centro de la ciudad de Punta Arenas.

CONJUNTO PORTAL DEL SUR

PUNTA ARENAS, XII REGION

8.10b | Vivienda Nueva Rural

ZONA ÁREA VERDE

Page 325: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

334

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Este proyecto habitacional es una clara muestra de la evolución que ha sufrido el desarrollo de proyectos de vivienda social, especialmente en-marcado dentro de la Nueva Política Habitacional. El conjunto está conformado por menos de 300 viviendas (296) y cuenta con un completo equipamiento comunitario, conformado por Sede Comunitaria, Jardín Infantil, área de Multicancha y áreas verdes (Fig. 8.26), además de considerar varias tipologías de vivienda. Las Figuras 8.23 a 8.25 muestran una de las tipologías de vivienda usada.

Se destaca la inserción de un condominio para adultos mayores, equipado con una sala multiuso, y dos viviendas para discapacitados, las que, aun cuando son un aporte al conjunto, necesitan una mejor solución arquitectónica. El desarrollo de mejores diseños en esta área es un desafío que se tiene que abordar en el proceso de mejoría de estándares y diseño que forman parte de la Nueva Política de Vivienda.

Urbanísticamente, se destaca el hecho de ubicar las zonas comunitarias, de adulto mayor y discapacitados, al centro del conjunto, integrán-dolas al total y haciéndolas fácilmente accesibles a los habitantes.

La calle O’Higgins estructura el conjunto habitacional en dos áreas que se conectan por la red de pasajes perpendiculares a ella. El ancho de calle permite una buena circulación vehicular, especialmente para acceder a las áreas comunitarias.

Figura 8.23Planta primer piso.Fuente: Marambio, San Martín, 2003

Figura 8.24Elevación lateral.Fuente: Marambio, San Martín, 2003

Figura 8.25Planta Segundo Piso. Fuente: Marambio, San Martín, 2003

CONJUNTOHABITACIONAL BAQUEDANO

R.M.

Figura 8.27Planta de loteo.

Fuente: Marambio San Martín, 2003

8.10c | Vivienda Social Dinámica sin Deuda

Page 326: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

335

Imá

ge

ne

s

8.10d | Programa Concursable de Obras en Espacios Públicos Patrimoniales

El programa de Recuperación de Espacios Públicos Patrimoniales es un importante aporte de la Nueva Política de Vivienda a la revitalización de espacios urbanos. La recuperación de edifi cios de valor arquitectónico se potencia grandemente si el espacio urbano que los contiene está también revitalizado y mejorado para uso de la comunidad.

El paseo Atkinson en Valparaíso es un claro ejemplo de este programa, que rescata y mejora la condición arquitectónica de miradores, escaleras, plazoletas y puntos de interés urbanístico en los cerros de Valparaíso (Fotos 8.4 a 8.6).

Este paseo se conforma como un espléndido mirador sobre la bahía de Valparaíso. El trabajo de pavimento y mobiliario -como bancos y faroles- refuerzan su condición urbana de punto de interés, permitiendo la permanencia de los visitantes. Las fachadas de las casas forman un perfecto telón de fondo para esta plaza de las alturas, que apaciblemente mira hacia el horizonte de la urbe porteña.

Foto 8.4 Las fachadas de las casas, el mobiliario urbano, la plaza elevada, conforman un mirador sobre la bahía y la ciudad.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 8.5Las escaleras equipadas con nuevos faroles de iluminación que llevan hacia el paseo armonizan con las fachadas y conforman espacios urbanos ricos en luces, sombras y formas, que hacen del recorrido urbano una experiencia única y muy propia de Valparaíso.Fuente: Archivo SERVIU, V Región

Foto 8.6Los detalles de las fachadas enriquecen el entorno del paseo.Fuente: Foto E. Cartier

PASEO ATKINSONVALPARAÍSO, V REGIÓN

Page 327: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

336

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

La población Los Castaños se encuentra ubicada en la comuna de Independencia (creada en 1992) en la zona norte de la ciudad de Santiago, y se postuló como proyecto tomando en cuenta la calidad de las obras de arquitectura creadas por el arquitecto Luciano Kulczewski, y la calidad urbana del barrio. El programa de mejoramiento de áreas de interés es parte de la continuidad de la Política Habitacional que considera el mejoramiento de áreas de interés. Parte del área proyectada se muestra en las Figuras 8.27 y 8.28.

Este conjunto de vivienda surge a fi nes de la década de los años veinte, destinada a personal de la Caja de Asistencia Previsional y Bienestar de la Policía (hoy Dirección General de Carabineros).

El conjunto está conformado por 83 viviendas emplazadas en la Av. Francia, entre las Av. Independencia y la Av. Fermín Vivaceta. La arquitectura de las viviendas está constituida por construcciones de un piso, que se combinaban con viviendas pareadas de dos pisos. Las fachadas son todas diferentes entre si, a pesar de estar vinculadas por una misma ley de diseño. Las fachadas están llenas de elementos estilísticos Art Nouveau, Art Deco e Historicista, expresiones arquitectónicas muy exitosas en la época. Las Fotos 8.7 y 8.8 son un ejemplo de la arquitectura del sector.

Las fachadas están ornamentadas con rejas, faroles, pilares, jarrones y fuentes. Las ventanas están coronadas por arcos o poseen algún elemento que las hace diferentes, batientes con detalles, vitreaux o postigos.

Foto 8.7Vivienda de dos pisos, arcos y detalles ornamentan la fachadaFuente: Municipalidad de Independencia

Foto 8.8Vivienda de un piso. Se destaca el pórtico de acceso y puerta con arco de remate.Fuente: Municipalidad de Independencia

Figura 8.28Planta de conjunto Av. Francia entre Maruri y Escanilla.Fuente: Municipalidad de Independencia

Figura 8.29Proyecto remodelación

en esquina con calle Independencia.

Fuente: Municipalidad de Independencia

Rehabilitación del Espacio Público POBLACIÓN LOS CASTAÑOS

R.M. Proyecto Postulado

8.10d | Programa Concursable de Obras en Espacios Públicos Patrimoniales

Page 328: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

337

Imá

ge

ne

s

Foto 8.9Sendas peatonales Cerro Santo Domingo.Escalinatas, barandas, pavimentos e iluminación ayudan a rescatar los senderos urbanos patrimoniales de Valparaíso.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 8.10Recuperación de espacios en la plaza Eleuterio Ramírez, Cerro Cordillera.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 8.11Pasajes peatonales del Barrio Puerto. Trabajo de pavimentos y mobiliario urbano ayudan a recuperar el espacio público.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 8.12Pasaje pavimentado y con mobiliario urbano.Fuente: Foto E. Cartier

Las obras de espacios públicos son una importante contribución al rescate de los espacios patrimoniales de Valparaíso.

Los senderos peatonales del Barrio Puerto, mejoramiento de plazas, como la Eleuterio Ramírez, paseos y sendas peatonales (Fotos 8.9 a 8.12), contribuyen a la recuperación de dichos espacios para los habitantes de la ciudad, y ciertamente favorecen el realce de las obras de arquitectura de ella.

Las obras, aun cuando simples en su conformación, son un buen aporte a la recupe-ración de la ciudad como una totalidad.

La Nueva Política de Vivienda no sólo estimula la recuperación de edifi cios patrimoniales, sino que también aporta a generar el marco urbano para apoyar a dichas obras.

SENDEROS PEATONALES, PASAJES Y PLAZASVALPARAISO, V REGIÓN

8.10d | Programa Concursable de Obras en Espacios Públicos Patrimoniales

Page 329: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

338

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 8.29Planta primer piso.Se observa la inclusión de 1⁄2 baño en el prime piso.Fuente: Correa, Domínguez, 2003

Figura 8.30Planta segundo piso.Dos dormitorios y baño completo en una planta con mínimo espacio de circulaciones.Fuente: Correa, Domínguez, 2003

Figura 8.31Elevación lateralFuente: Correa, Domínguez, 2003

Figura 8.32Elevación principalSe observa la línea que divide el pareoFuente: Correa, Domínguez, 2003

Este conjunto habitacional es un proyecto en la comuna de Maipú que considera un total de 260 viviendas, construida en tres etapas.

Las viviendas proyectadas tienen una superfi cie de 50,76 m2, en una tipología de vivienda pareada en dos pisos (Figura 8.32). Considera, además, un programa arquitectónico de estar-comedor, cocina, tres dormitorios y un baño y medio, lo cual es poco usual en vivienda económica (Fig. 8.29 a 8.32).

Urbanísticamente, el proyecto tiene un orden muy claro, el conjunto se ordena en un esquema simétrico, con una gran área de equipamiento en el centro, señalado como A en la Fig. 8.33. Se consideran también áreas verdes distribuidas de manera homogénea (B en la Fig. 8.33). La organización del conjunto, siguiendo un orden que permita trabajar el interior de los conjuntos en escalas pequeñas, es el resultado de la Nueva Política Habitacional, de mejorar el diseño de los conjuntos, y no sólo buscar mejorías en la vivienda.

Áreas fácilmente accesibles y conectadas entre si, permiten vitalizar el conjunto y dar a los habitantes la posibilidad de disfrutar del equipamiento construido, a la vez que crea también condiciones de seguridad, especialmente a los niños y adultos mayores.

Figura 8.33Planta de conjunto. Un esquema simétrico, con un orden claro y áreas comunes distribuidas equitativamente, además de accesibles.Fuente: Correa, Domínguez, 2003

CONJUNTO HABITACIONALEL RENACER DE MAIPÚ

R.M

A

B

B

8.10e | Título I. Subsidio Habitacional

Page 330: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

339

Imá

ge

ne

s

8.10f | Subsidio Habitacional Título II. Ex Renovación Urbana

Figura 8.34Planta Depto. 2 dormitorios,2 baños, 78,07 m2.Fuente: Numancia, 2004

Figura 8.35 Depto. 2 dormitorios,2 baños, 62.12 m2.Fuente: Numancia, 2004

Figura 8.37Depto. Estudio. 1 dormitorio, 36,08 m2.Fuente: Numancia, 2004

Figura 8.38Ubicación en las esquinas de Alameda y San Isidro.Su ubicación frente a la Biblioteca Nacional y el cerro Santa Lucía le confi ere un carácter de hito.Fuente: Numancia, 2004

El edifi cio Santa Lucía se ubica en la zona céntrica de Santiago, en la calle Alameda, frente al Cerro Santa Lucía (Fig. 8.36). Emplazado en un sector de hitos históricos y culturales, ofrece a los residentes la oportunidad de acceder a una serie de servicios y actividades propias del centro de Santiago.

Este edifi cio se construye dentro del proceso de renovación urbana y densifi cación de zonas con carácter patrimonial, que ha sido estimulado por la entrega de un subsidio.

Arquitectónicamente, se desarrolla como una torre de 25 pisos (Fig. 8.38), con varias tipologías de departamentos (Fig. 8.34, 8.35 y 8.37), y equipado con espacios de uso común, como Spa con piscina, sala multiuso, salón de juegos y eventos.

EDIFICIO SANTA LUCÍASANTIAGO, R.M.

Figura 8.36Elevaciones hacia calle Alameda.Fuente: Numancia, 2004

Page 331: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

340

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

8.10g | Subsidio Título III. Conservación Histórica. Valparaíso

El programa de conservación histórica es una iniciativa de la Nueva Política Habitacional, que reconoce el valor arquitectónico de obras de arquitectura como parte del patrimonio cultural de las áreas urbanas. El subsidio otorgado es un estímulo a la recuperación de dichas obras.

El proyecto de la calle Lautaro Rosas 547 restaura una casa de 4 pisos, transformándola en un condominio de 7 viviendas. El proyecto de arquitectura trabaja con el concepto de loft, con departamentos con superfi cies desde aproximadamente 48 m2 hasta 72 m2 (Fig. 8.39, Foto 8.13).

La restauración y rehabilitación de esta casa hace una contribución a la vitalización y recuperación del espacio urbano.

El proyecto se encuentra ubicado dentro de una trama urbana compacta, en que las fachadas conforman la cara de la calle y la ciudad. Cada casa restaurada, cada fachada recuperada, es también un pedazo de ciudad que se rescata.

Este proyecto recoge todo eso y, además, favorece el repoblamiento, al aumentar la densi-dad del área.

Figura 8.39Elevaciones Norte y Sur propuestas.El proyecto rescata y destaca los elementos característicos de la arquitectura.Fuente: SERVIU, V Región

Foto 8.13 La fachada restaurada, destacando elementos ornamentales.Fuente: Foto E. Cartier

VIVIENDACALLE LAUTARO ROSAS

VALPARAÍSO, V REGIÓN

Page 332: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

341

Imá

ge

ne

s

Figura 8.40Plantas distintos niveles. Vivienda calle Lautaro Rosas.Fuente: SERVIU, V Región

VIVIENDA CALLE LAUTARO ROSAS

VALPARAÍSO, V REGIÓN

8.10h | Subsidio Título III. Conservación Histórica. Valparaíso

Page 333: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

342

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 8.41Elevación restaurada. El proyecto de restauración recoge los elementos ornamentales y de estilo.Fuente: SERVIU, V Región

Foto 8.14La restauración de la fachada contribuye al enbellecimiento del puerto.Fuente: Foto E. Cartier

Foto 8.15Los trabajos de restauración ayudan a la creación de una renovada imagen urbana.Fuente: SERVIU, V Región

VIVIENDACALLE SÓCRATES

CERRO CORDILLERA, V REGIÓN

El proyecto de calle Sócrates, en el Cerro Cordillera de Valparaíso, hace la restauración de esta vivienda de arquitectura historicista del año 1910, y la interviene rehabilitándola en un condominio de 11 departamentos (Fig. 8.41).

Se restauran las fachadas, recuperando los elementos ornamentales y restaurando puertas, ventanas, arcos de medio punto, etc. (Foto 8.15).

Se reintegra la mansarda en el cuarto piso, la que armoniza muy bien con el resto de las construcciones vecinas.

El total de superfi cie rehabilitada es de 613 m2

y los departamentos tienen superfi cies entre los 37 y 77 m2 (Figuras 8.42 a 8.45).

La fachada restaurada del edifi cio es un importante apoyo a la recuperación del espacio e imagen urbana de Valparaíso (Foto 8.14).

8.10g | Subsidio Título III. Conservación Histórica. Valparaíso

Page 334: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

343

Imá

ge

ne

s

8.10g | Subsidio Título III. Conservación Histórica. Valparaíso

Figura 8.42Planta 1º piso.Fuente: SERVIU, V Región

Figura 8.43Planta 2º piso.Fuente: SERVIU, V Región

Figura 8.44Planta 4º piso.Fuente: SERVIU, V Región

Figura 8.45Planta 3º piso.Fuente: SERVIU, V Región

Page 335: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

344

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Figura 8.46El equipamiento del proyecto considera comercio, iglesias de distinto culto, dos escuelas, un liceo, equipamiento deportivo, un hipermercado, un infocentro y un condominio de juntas de vecinos.Fuente: MINVU, Proyectos Urbanos 2001

Foto 8.16Conjunto residencial Vivienda Continua, conformando calles con fachadas trabajadas con detalles y usando colores característicos de la zona semi desértica donde se encuentra.Fuente: MINVU, Proyectos Urbanos 2001

El proyecto está estructurado basándose en barrios que se conectan por recorridos peatonales y espacios públicos diseñados para generar convivencia y buena calidad de vida urbana (Fig. 8.47).

La planifi cación considera dos vías estruc-turantes, la Vía de los Árboles y la Vía de las Esculturas. Cada sub barrio cuenta con establecimiento educacional, que se vincula con otros por medio de un parque, como asimismo otros tipos de infraestructura como hipermercado, infocentro y junta de vecinos (Fig. 8.46).

Esta intervención urbana es un claro ejemplo de la coordinación público privada. En la gestión y fi nanciamiento del proyecto participaron, a través de un convenio de programación, el Gobierno Regional, Ministerio de la Vivienda y Urbanismo y el SERVIU de la región de Atacama.

“Este proyecto en un ejemplo de los esfuerzos en la línea de lograr un crecimiento armónico y planifi cado de las ciudades, que contribuyen a mejorar el bienestar y la calidad de vida de sus habitantes” (Los Proyectos Urbanos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Agosto 2001).

EL PALOMARCOPIAPÓ, III REGION

Foto 8.17Tipología de viviendas de dos pisos.Fuente: MOP, III Región

Las Fotos 8.16 a 8.20 muestran diferentes tipologías de vivienda usada en el proyecto. El planteamiento arquitectónico busca la diversidad y la heterogeneidad como un modo de enriquecer el espacio urbano.

Foto 8.18Tjpología de edifi cio de 3 pisos. Se observa el detalle de las fachadas que rompe la monotonía típica en conjuntos de vivienda social.Fuente: MOP, III Región

8.10h | Megaproyectos Urbanos

Page 336: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

345

Imá

ge

ne

s

Figura 8.47Plano de Zonifi cación General, que considera distintas tipologías de vivienda, equipamiento áreas verdes y comercio.Fuente: MINVU, Proyectos Urbanos 2001

Foto 8.19.Tipologías de vivienda de un pisoFuente: MOP, III Región

Foto 8.20 Una de las vías urbanas al interior del conjunto habitacional.Fuente: MOP, III Región

8.10h | Megaproyectos Urbanos

Page 337: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

346

Imá

ge

ne

s

Imá

ge

ne

s

Ribera Norte, en la ciudad de Concepción, corresponde a un proyecto urbano que por su naturaleza y su gran dimensión (Figura 8.48), representa una enorme complejidad en su gestión y operación.

Se ha establecido un período de desarrollo total de a lo menos 10 años.

El sector público intervendrá durante 3 a 4 años (1997-2000 aproximadamente), invirtiendo MUS$ 150, y se estima que el sector privado lo hará durante 6 a 8 años (1999-2006 aprox.), invirtiendo unos MUS$ 630. (Los Proyectos Urbanos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, 2001).

RIVERA NORTECONCEPCIÓN, VIII REGION

Figura 8.48Plano de conjunto.Fuente: MINVU, 2001

Foto 8.21 El borde urbano junto al río, defi nido por los bloques de vivienda. El uso del color se destaca en la larga secuencia de fachadas que conforman un borde urbano sólido y dinámico.Fuente: MINVU, 2001

8.10h | Megaproyectos Urbanos

Page 338: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

Imá

ge

ne

s

347

Imá

ge

ne

s

BIBLIOGRAFÍA

Page 339: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

348

Capítulo 2.

ARRIAGADA, Camilo y RODRÍGUEZ, Jorge (2003) Segregación Residencial en áreas metropolitanas de América Latina: magnitud, Características, evolución e implicaciones de política, Serie Población y Desarrollo, Nº 47, CELADE, Naciones Unidas, Santiago de Chile.

ARRIAGADA, Camilo (2003). La dinámica demográfi ca y el sector habitacional en América Latina. CEPAL - CELADE Serie Población y Desarrollo N° 33. Santiago, Chile. Enero de 2003. 63 p.

CELADE (2001) Urbanización y Evolución de la Población Urbana de América Latina (1950 - 1990). CENTRO LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO DE DEMOGRAFÍA, Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001.

CELADE (2002). Estimaciones y Proyecciones de Población 1950 – 2050. CENTRO LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO DE DEMOGRAFÍA. Boletín Demográfi co N° 69. América Latina y el Caribe, Enero 2002.

CEPAL (1995) Alojar el Desarrollo: Una tarea para los asentamientos Humanos, Unidad de Asentamientos Humanos, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Naciones Unidas, Santiago de Chile.

CHACKIEL, Juan (2004). La dinámica demográfi ca en América Latina. CEPAL, Serie Población y Desarrollo N° 52. Santiago, Chile, Mayo de 2004. 104 pp.

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS (2003). Datos del Censo de Población y Vivienda 2002. En www.ine.cl, Agosto, 2003.

MAC DONALD, Joan; BOTTESELLE, Verónica y ARRIAGADA, Camilo (1994). Ciudad y Vivienda en el CENSO 1992 (Análisis de las Comunas del Gran Santiago). Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Colección Monografías y Ensayos, Serie Estudios y temas. Publ. N° 290. Santiago, Chile, Julio de 1994. 90 p.

MAC DONALD, Joan (1994). ¿Cuántas casas faltan? El défi cit a nivel nacional y regional. Corporación de Promoción Universitaria. Documento de Trabajo N° 16/94. Santiago, Junio de 1994. 14 p.

MINVU (2004). “El défi cit habitacional en Chile. Medición de requerimientos de vivienda y su distribución espacial”. Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago, 2004. 102 p.

RODRÍGUEZ, Jorge (1993). Evolución de la población del Gran Santiago: Tendencias, perspectivas y consecuencias. En Revista Notas de Población, Año 21, N° 58. CEPAL – CELADE. Santiago, diciembre, 1993. p. 95 – 184.

SERVICIO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. XII Censo General de Población y I de Vivienda. Tomos II al VI. Santiago, 1953.

SERVICIO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. XII Censo General de Población y I de Vivienda. Tomos II al VI. Santiago, 1953.

Capítulo 3: Bibliografía de la Reseña del Período

BRAVO, Luis. (1959). Chile: El problema de la vivienda a través de su legislación (1906 – 1959). Editorial Universitaria S.A. Santiago, 1959. 129 p.

BRAVO, Luis. (1961?). Chile: El problema de la vivienda a través de su legislación. Plan Habitacional Alessandri. Editorial Universidad Católica, Santiago, 1961?. 64 p.

DE RAMÓN, Armando. La población informal. Poblamiento de la periferia de Santiago de Chile. 1920-1970, en Revista EURE, Vol. XVI, Nº50, Santiago, 1990. p. 5-17.

HIDALGO, Rodrigo (1999). La vivienda social en Chile: La acción del Estado en un siglo de planes y programas. En Scripta Nova Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales N° 45, Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 1999. www.ub.es/geocrit/sn-45-1.htm.

HIDALGO, Rodrigo (2000a). El papel de las leyes de fomento de la edifi cación obrera y la caja de la habitación en la política de vivienda social en Chile, 1931-1952. En Boletín INVI, N° 39, Santiago, Mayo de 2000. p. 30-67. ISSN 0716 5668

HIDALGO, Rodrigo (2000b). Políticas de vivienda y planeamiento urbano en Chile en la segunda mitad del siglo XX. En Revista Geo Notas, Volumen 4, Número 4, Oct/ Nov/ Dic 2000. Departamento de Geografía- Universidade Estadual de Maringa, ISSN 1415-0646.

HIDALGO, Rodrigo (2002). Vivienda social y espacio urbano en Santiago de Chile: Una mirada retrospectiva a la acción del Estado en las primeras décadas del Siglo XX. EURE (Santiago). [online]. mayo 2002, vol.28, no.83 [citado 19 Agosto 2003], p.83-106. Disponible en la World Wide Web:<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612002008300006&lng=es&nrm=iso >. ISSN 0250-7161.

JUGOVIC, Mirna. (1998?). Naturaleza Jurídica de los Servicios de Vivienda y Urbanización. Informe en Derecho, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, División Jurídica. S/f.

MARTÍNEZ, J; PALACIOS, M (1996). Informe sobre la decencia. Ediciones SUR, Santiago, 1996.

RAPOSO, Alfonso (comp.). (2001a). Espacio urbano e ideología. El paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura habitacional chilena. Ediciones Universidad Central, Santiago, abril de 2001. 314 p.

Capítulo 3: Bibliografía Descripción de Programas

BRAVO, LUIS “El Problema de la vivienda a través de su Legislación (1906-1959)” Editorial Universitaria S.A. Pág. 11,12,13/129.

CHILE, Ley N° 1.838 de 1906.RAPOSO M., ALFONSO (2001a) “Espacios Urbanos e

Ideología el Paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura Habitacional chilena”. Ediciones Universidad Central, Santiago, Abril 2001Pág. 114,115/314.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS SEGÚN CAPITULOS Y SECCIONES

Page 340: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

349

Capítulo 3. Referencias de las Imágenes de Programas.

RAPOSO M., ALFONSO (2001a) “Espacios Urbanos e Ideología el Paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura Habitacional chilena”. Ediciones Universidad Central, Santiago, Abril 2001, Pág. 114,115/314.

BOZA Cristian y DUVAL Hernán (1982), Inventario de una Arquitectura Anónima, 12 fascículos, Editorial Lord Cochrane, Santiago Chile 1982, 192Pgs

GROSS, DE RAMON, VIAL, Imagen ambiental de Santiago 1810-1930, Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago 1985

GUTIERREZ, CARLOS (2004) Figuras Conventillos, fotografías de Cité y pasajes

PALMER Montserrat, GROSS Patricio y ORTEGA Oscar, Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G, Santiago Chile, 1988,107 pgs.

URBINA, Ximena. Los conventillos de Valparaíso, 1880-1920: Percepción de barrios y viviendas marginales. En Revista de Urbanismo N°5, Enero 2002. ISSN 0717-5051 citado de http://revistaurbanismo.uchile.cl

Capítulo 4: Bibliografía de la Reseña del Período

BRAVO, Luis. (1959). Chile: El problema de la vivienda a través de su legislación (1906 – 1959). Editorial Universitaria S.A. Santiago, 1959. 129 p.

CORFO. (1967) Geografía Económica de Chile. CORPORACIÓN DE FOMENTO, Santiago,1967.

CORVI (1963). Plan Habitacional Chile. Corporación de la Vivienda Decreto con Fuerza de Ley N°2 31 de julio de 1959. CORPORACIÓN DE LA VIVIENDA, Santiago,1963. 104 p.

CORVI (1967). “Capítulo XXIII Vivienda”. En CORFO. Geografía Económica de Chile. CORPORACIÓN DE FOMENTO, Santiago,1967. p. 695-729.

DE RAMÓN, Armando. La población informal. Poblamiento de la periferia de Santiago de Chile. 1920-1970, en Revista EURE, Vol. XVI, Nº50, Santiago, 1990. p. 5-17.

DE RAMÓN, Armando. Santiago de Chile (1541-1991). Historia de una Sociedad Urbana., Editorial Sudamericana Chilena. Biblioteca Todo es Historia. Santiago, 2000.

FIGUEROLA, Marcelo y LAVADOS, Hugo. “Elementos para un análisis económico de la vivienda popular”. En MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 153-180

HARAMOTO, Edwin (1983). “Políticas de vivienda social: Experiencia chilena de las tres últimas décadas”. En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 75-151.

HIDALGO, Rodrigo (2000a). El papel de las leyes de fomento de la edifi cación obrera y la caja de la habitación en la política de vivienda social en Chile, 1931-1952. En

Boletín INVI, N° 39, Santiago, Mayo de 2000. p. 30-67. ISSN 0716 5668

HIDALGO, Rodrigo (2000b). Políticas de vivienda y planeamiento urbano en Chile en la segunda mitad del siglo XX. En Revista Geo Notas, Volumen 4, Número 4, Oct/ Nov/ Dic 2000. Departamento de Geografía - Universidade Estadual de Maringa, ISSN 1415-0646.

HIDALGO, Rodrigo (2002). Vivienda social y espacio urbano en Santiago de Chile: Una mirada retrospectiva a la acción del Estado en las primeras décadas del Siglo XX. EURE (Santiago). [online]. mayo 2002, vol.28, no.83 [citado 19 Agosto 2003], p.83-106. Disponible en la World Wide Web:<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612002008300006&lng=es&nrm=iso >. ISSN 0250-7161.

JUGOVIC, Mirna. (1998?). Naturaleza Jurídica de los Servicios de Vivienda y Urbanización. Informe en Derecho, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, División Jurídica. S/f.

PÉREZ-IÑIGO, Alvaro (1999). El factor institucional en los resultados y desafíos de la política de vivienda de interés social en Chile. Naciones Unidas. Unidad de Financiamiento, D.C.I.T.F., Santiago, 1999. 71 p.

Capítulo 4: Bibliografía Descripción de Programas

SILVA, Sandra. Análisis de la Evolución de la Política Habitacional Chilena, Informe Final. 1997. 171 pág.

HARAMOTO Edwin, (1979) “Políticas de Vivienda para Sectores de Menores Ingresos, Experiencia Chilena en los Últimos 25 años Septiembre/1979.

HARAMOTO Edwin, (1983) “Políticas de Vivienda Social, Experiencia Chilena en las Ultimas Décadas” pág. 84-85/317.

CORPORACIÓN DE LA VIVIENDA Recopilación de Leyes y Reglamentos (Stgo. Chile 1961).

RAPOSO M., Alfonso (2001a) “Espacios Urbanos e Ideología el Paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura Habitacional chilena”. Ediciones Universidad Central, Santiago, Abril 2001Pág. 114,115/314.

D.F.L. 285 de 1953 Párrafo II Art. N° 5 y 6, Pág. 10,11,12/271.Corporación de la Vivienda 1963. Plan Habitacional Chile

D.F.L. N° 2 de 31.07.59/104

Capítulo 4: Referencias de las Imágenes de Programas.

CORPORACIÓN DE LA VIVIENDA 1963. Plan Habitacional Chile D.F.L. N° 2 de 31.07.59/104

ELIASH Humberto, MORENO Manuel. Arquitectura y Modernidad en Chile 1925-1965, Una Realidad Múltiple. Capítulo IV, La Arquitectura del Estado una Experiencia sin Evaluar, Serie Arte/Arquitectura, Edic. U. Católica 1989,198 Pgs

PALMER Montserrat, GROSS Patricio y ORTEGA Oscar, Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G, Santiago Chile, 1988,107 pgs

Page 341: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

350

CORVI (1963), Plan Habitacional Chile, CARTIER, ENRIQUE. Fotografías de Viviendas CORVI

Capítulo 5: Bibliografía de la Reseña del Período

CORVI. (1972). “Corvi en el centro de la construcción”. Revista AUCA, Arquitectura Urbanismo Construcción Arte N° 23. ps 39-65. 1972.

DIRECCIÓN DE PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO URBANO (1968ª). Estudio Pre-Inversional de Vivienda y Desarrollo Urbano. Primera Etapa. Concepción. Plan Intercomunal de Concepción, diciembre, 1968.

DIRECCIÓN DE PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO URBANO. (1968b). Estudio Pre-Inversional de Vivienda y Desarrollo Urbano. Primera Etapa. Anexos. Plan Intercomunal de Concepción, diciembre, 1968.

DUBET, François; TIRONI, Eugenio; ESPINOZA, Vicente y VALENZUELA, Eduardo (1989); Pobladores: Luttes sociales et democratie au Chili, L‘Harmattan, Paris, 1989.

ESPINOZA, Vicente (1998). Historia social de la acción colectiva urbana: Los pobladores de Santiago, 1957-1987. EURE (Santiago), set. 1998, vol. 24, nº 72, p. 71-84. ISSN 0250-7161.

ESPINOZA, Vicente (1987). Para una historia de los pobres de la ciudad. Ediciones Sur, Colección Estudios Históricos, Santiago, 1987. 359 p.

HARAMOTO, Edwin (1983). “Políticas de vivienda social: Experiencia chilena de las tres últimas décadas”. En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 75-151.

HIDALGO, Rodrigo (2000b). Políticas de vivienda y planeamiento urbano en Chile en la segunda mitad del siglo XX. En Revista Geo Notas, Volumen 4, Número 4, Oct/ Nov/ Dic 2000. Departamento de Geografía - Universidad de Estadual de Maringa, ISSN 1415-0646.

HIDALGO, Rodrigo (2002). Vivienda social y espacio urbano en Santiago de Chile: Una mirada retrospectiva a la acción del Estado en las primeras décadas del Siglo XX. EURE (Santiago). [online]. mayo 2002, vol. 28, nº 83 [citado 19 Agosto 2003], p.83-106. Disponible en la World Wide Web:<http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612002008300006&lng=es&nrm=iso >. ISSN 0250-7161.

MÉNDEZ, Juan Carlos (1980). Panorama socio-económico de Chile. S/E. Santiago, 1980. 165 p.

MERCADO, Olga (1977). El problema habitacional en Chile. Evolución a partir del año 1952. Escuela de Arquitectura, Universidad Católica de Chile, Santiago julio de 1977. 65 pg.

PALMA, Eduardo y SANFUENTES, Andrés (1979). Políticas Estatales en condiciones de Movilización Social: Las Políticas de Vivienda en Chile (1964-1973). En Revista EURE, Vol. VI, Santiago, Octubre de 1979. p. 21- 55.

RAPOSO, Alfonso (2001b). “Estado, ethos social y política

de vivienda”. En RAPOSO (comp.) Espacio urbano e ideología. El paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura habitacional chilena. Ediciones Universidad Central, Santiago, abril de 2001. p.81-149.

RAPOSO, Alfonso (2000). Notas sobre Estado, vivienda y población. En Boletín INVI, N° 39, Santiago, Mayo de 2000. p. 30-67. ISSN 0716 5668

ROJAS, Eduardo (1999). El largo camino hacia la reforma del sector vivienda. Lecciones de la experiencia chilena. Banco Interamericano del Desarrollo. Departamento de Desarrollo Sostenible. Washington D.C., 1999

SEPÚLVEDA, Daniela. 1998. De tomas de terreno a campamentos: movimiento social y político de los pobladores sin casa, durante las décadas del 60 y 70, en la periferia urbana de Santiago de Chile. Boletín INVI Nº 35, Universidad de Chile, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Instituto de la Vivienda, Noviembre, 1998, pp. 103-115.

SUÁREZ, Mario. 1983. “Programa de vivienda progresiva en la política habitacional chilena”. En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 181-197.

Capítulo 5: Bibliografía Descripción de Programas

MAC-DONALD, Joan “Vivienda Social Refl exiones y Experiencias”. Corp. De Prom. Univer. Stgo. De Chile, 1983 p. 75-151/317.

MAC-DONALD, Joan “Vivienda Social Refl exiones y Experiencias” cuadro N° 4 Síntesis Comparativa Sistemas de Provisión Pág. N° 143/317.

HARAMOTO Edwin, (1983) “Políticas de Vivienda Social, Experiencia Chilena en las Últimas Décadas” pág. 96-97/317.

DIRECCIÓN DE PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO URBANO. 1968a. Estudio Pre-Inversional de Vivienda y Desarrollo Urbano. Primera Etapa. Concepción. Plan Intercomunal de Concepción, diciembre, 1968.

HARAMOTO Edwin, (1983) “Políticas de Vivienda Social, Experiencia Chilena en las Ultimas Décadas” pág. 96-97/317.

HARAMOTO Edwin, (1979) “Políticas de Vivienda para Sectores de Menores Ingresos, Experiencia Chilena en los Últimos 25 años Septiembre/1979.

RAPOSO M., Alfonso (2001a) “Espacios Urbanos e Ideología el Paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura Habitacional chilena”. Ediciones Universidad Central, Santiago, Abril 2001Pág. 130,131 y 132/314.

MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 75-317.

CORVI (1972), (corporación de la Vivienda) “CORVI en el Centro de la Construcción”, en Revista AUCA, Arquitectura Urbanismo Construcción Arte N° 23/27 pág. SEPARATA, 1972.

Page 342: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

351

MINVU, D.S. N° 698 12.11.71 (Reglamento).MINVU (1971) “Política Habitacional 1971”, 75 Pág. Santiago

de Chile 1971.MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y

experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 144/317.

Capítulo 5. Referencias de las Imágenes de Programas.

AUCA Nº 4, (1966) Edición especial, prefabricados en Chile, Santiago Junio Julio 1966

AUCA Nº 23, (1972) Santiago, 1972CORMU (1969) Inserto Remodelación San Borja, Plano de

Conjunto, Revista AUCA Nº 16, Santiago Chile 1969CORPORACIÓN DE SERVICIOS HABITACIONALES 1968?,

Fotos de Operación SitioHARAMOTO Edwin, BERTRAND Maria, GUROVICH Alberto

y MAC DONALD Joan, (1988) Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G,Santiago Chile, 1988,107 pgs.

MAC DONALD, Joan. “25 años de vivienda social. La perspectiva del habitante”. En: MAC DONALD, Joan (ed.). (1983) Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 239-317

CORVI, (1969) Folleto de Programas, 1969 (Fotografías Plan de Ahorro Popular)

CORVI. (1972) Tipologías de Viviendas Racionalizadas 1966–1972. Sub-Departamento Diseño CORVI 1972

MINVU (1966), Operación Sitio 1965-1966. Folleto informativo, Santiago de Agosto 1966.

PALMER Montserrat, GROSS Patricio y ORTEGA Oscar, (1988) Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G.Santiago Chile, 107 pgs.

Capítulo 6: Bibliografía de la Reseña del Período

ARELLANO, José Pablo (1976). Elementos para una política de vivienda social. Estudios CIEPLAN 5, Santiago, diciembre de 1976. 39 p.

ARELLANO, José Pablo (1985). Políticas Sociales y Desarrollo: Chile 1924-1984, CIEPLAN, Santiago

ARRIAGADA, Camilo y ECHEVERRIA, Julio (1990). Planifi cación Central versus Progresividad en la Vivienda Social, Tesis para optar al Título Profesional de Sociólogo, Facultad de Sociología, Universidad de Chile.

CÁMARA CHILENA DE LA CONSTRUCCIÓN (1987) Boletín Estadístico, Santiago de Chile.

FARIÑA, FERNANDO (2004) Minuta sobre Programas Habitacionales, DPH,MINVU

GREENE, Margarita; DE LA LASTRA, Carolina; DURAN, Luis y ARRIAGADA, Camilo (1992) Vivienda Básica y Mejoramiento de Barrios: un estudio comparado de calidad habitacional en ambos Programas, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile.

GREENE, Margarita; DURAN, Luis y ARRIAGADA, Camilo (1991). Vivienda Básica y Mejoramiento de Barrios: un estudio comparado de dos líneas de acción complementarias, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile.

MIDEPLAN (1994) Integración al Desarrollo Social: Balance de la Política Social 1990-1993, Ministerio de Planifi cación y Cooperación, Santiago de Chile.

MINVU (MINISTERIO DE VIVIENDA Y URBANISMO). Cronología de la Vivienda Social en Chile. En www.mivu.cl.

SABATINI, FRANCISCO (2000) “Reforma Urbana de los mercados de suelo en Santiago, Chile; efectos sobre los precios de la tierra y la segregación residencial”, en Revista EURE, Vol. XXVI, Nº 77, mayo, Instituto de Estudios Urbanos, Pontifi cia Universidad Católica, Santiago de Chile

SCHLESINGER, Liliana y MONCKEBERG Fernando, et al. (1983). “La Caseta Sanitaria: elemento de saneamiento básico de la vivienda marginal Urbana” En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 217-238.

Capítulo 6: Bibliografía Descripción de Programas

MINVU. Memoria 1973 – 1989 Santiago 1990. 104 pág. MINVU Cartillas Informativas Depto. Comunicaciones, Unidad

de Difusión y Fomento.MINVU (Ministerio de Vivienda Y Urbanismo), Sistema

de Postulación, Asignación y Venta de Viviendas, Destinadas a atender Situaciones de Marginalidad Habitacional Diagrama Operativo. En www.minvu.cl

MINVU, D.S. N° 351 18.12.1988 (Reglamenta Asignación del Subsidio Habitacional Variable).

SEPÚLVEDA, Rubén, et al. Programa de Mejoramiento de Barrios. Análisis del Período 1983-1992. INVI FAU U. de Chile FONDECYT, Agosto 1992. 92 pgs.

MINVU, D.S. N° 74 de 07.05.1984.

Capítulo 6. Referencias de las Imágenes de Programas.

ALCALDE Mario, GOMEZ Sergio, Gestión Subsidio Rural, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 1980 HARAMOTO Edwin, BERTRAND María, GUROVICH Alberto y MAC DONALD Joan, Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G,Santiago Chile, 1988,107 pgs.

GREENE Margarita, LUIS DURAN Y CAMILO ARRIAGADA Vivienda Básica y Mejoramiento de Barrios, un estudio comparado de dos líneas de acción complementarias. CPU 1991, Santiago Chile, 1991.

MINVU, Memoria 1990MINVU, Memoria 1989MINVU, Memoria 1980PALMER Montserrat, GROSS Patricio y ORTEGA Oscar,

Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA,

Page 343: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

352

Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G, Santiago Chile, 1988,107 pgs

SEPÚLVEDA R., “et al”, Programa de Mejoramiento de Barrios, análisis del período 1983,1992, INVI, F.A.U, U de Chile, Fondecit 1114-92, Santiago 1992, 90 pgs.

Capítulo 7: Bibliografía de la Reseña del Período

ARRIAGADA, Camilo y SIMIONI, Daniela (2001). Dinámica de Valorización del Suelo en el área metropolitana del Gran Santiago, Serie Medio Ambiente y Desarrollo Nº 44, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL; Naciones Unidas, Santiago de Chile.

ARRIAGADA, Camilo y SEPÚLVEDA, Daniela (2002a). Satisfacción residencial en la vivienda Básica SERVIU: La perspectiva del ciclo familiar. División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago, 2002.

ARRIAGADA, Camilo y SEPÚLVEDA, Daniela (2002b). Satisfacción residencial en la vivienda Básica SERVIU: La perspectiva del capital social. División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago, 2002

CORTÍNEZ, José Manuel (1993) “Cambios en la Realidad Habitacional de los Allegados: su incidencia en la política del sector”, en Allegados: Caracterización y propuestas para una política de vivienda, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago,

CORTÍNEZ, José Manuel (1994) Conclusiones y Comentarios sobre el Programa de Vivienda Progresiva, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU, Santiago de Chile (mimeo).

CORTÍNEZ, José Manuel, ARRIAGADA, Camilo y BOTTESELLE, Verónica. Focalización en la Vivienda Social, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago, 1995.

ETCHEGARAY, Alberto (1993) “Los allegados: un desafío impostergable de nuestro tiempo, Ministerio de Vivienda y Urbanismo en Allegados: Caracterización y propuestas para una política de Vivienda, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago.

GREENE, Margarita (1993) La gestión gubernamental en el Sector Vivienda y Urbanismo, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile.

HENRÍQUEZ, Sergio (1999) Presentación del Libro Mecanismos para Hacer Ciudad, Seminario Internacional, MINVU-Dirección de Proyectos Urbanos, Santiago de Chile.

HERMOSILLA, Edmundo (1994). Desafíos de Gestión MINVU en Revista Vivienda, Participación y Desarrollo Progresivo, Nº 4, MINVU-GTZ, Santiago.

LEÓN, Sergio (2001). Avances y desafíos en la gestión sustentable del desarrollo urbano: Lecciones del Programa Nacional de Parques Urbanos de Chile; en Revista digital Tranvía NÚMERO 14, 30 DE NOV. DE 2001http://revistatranvia.web1000.com/tv14/index.html

MAC DONALD, Joan (1983). “25 años de vivienda social. La perspectiva del habitante”. En: MAC DONALD, Joan (ed.).

Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 239-317.

MAC DONALD, JOAN (1985) “Dotación Básica en Vivienda Social: Hacia una fundamentación de las decisiones”, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago

MAC DONALD, JOAN (1992) Gestión del desarrollo social chileno: el sector vivienda, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile.

MIDEPLAN (1994) Integración al Desarrollo Social: Balance de la Política Social 1990-1993, Ministerio de Planifi cación y Cooperación, Santiago de Chile.

MIDEPLAN (1998). Impacto de la Política Habitacional Chilena. División Social, MINISTERIO DE PLANIFICACIÓN Y COOPERACIÓN. Santiago, 1998

MIDEPLAN (2001) Programas Habitacionales: impacto en la calidad de vida y en el ingreso de los benefi ciarios, División Social, Ministerio de Planifi cación y Cooperación, Santiago de Chile.

MINVU - UDIU (2000) Experiencias participativas del Ministerio de Vivienda y Urbanismo: aprendizajes de una década 1990-1999; Unidad de Difusión e Información al Usuario, Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

MINVU (1991) Memoria 1990, Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

MINVU / UCV (2003) Levantamiento de Defectos y Deterioros en la edifi cación SERVIU, Programa de Estudios Básicos, Convenio MINVU / Universidad Católica de Valparaíso.

MINVU –DITEC (2000) Programa de Asistencia Técnica 1998-99, un diagnóstico desde los Actores, Unidad de Asistencia Técnica.

MINVU-INVI (1997) Catastro Nacional de Campamentos y Asentamientos Irregulares, Programa de Estudios Básicos, Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

MINVU–INVI (2001) Sistema Medición Satisfacción Benefi ciarios de Vivienda Básica: Informe consultoría. División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional.

MINVU/CELADE (1998) “Población y vivienda en asentamientos precarios: diagnóstico nacional urbano/rural”, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional.

MINVU/ U. CATÓLICA (1996) Análisis Costo Diferencial de Localización de Vivienda.

MINVU / PUC (1994) Evaluación de Resultados de la Vivienda Progresiva Modalidad Privada Primera Etapa, Convenio MINVU/PUC, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional.

MINVU-PULSO (2002) Estudio Evaluación Programa de Parques Urbanos, Programa de Estudios Básicos, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago de Chile.

MINVU / PULSO (2003) Evaluación Técnica del Programa de Pavimentación Participativa, Programa de Estudios, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago de Chile.

MINVU-Chile-Ambiente (2001) Análisis Evaluación Uso Equipamientos Comunitarios 1990-1999, Programa de Estudios, Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

Page 344: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

353

MINVU-DICTUC (2003) Segunda Fase Sistema de Medición de Satisfacción de Benefi ciarios de Vivienda Básica SERVIU 1999-2000, Convenio MINVU/DICTUC, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional.

MORALES, Nelson y ARRIAGADA, Camilo (2001). Satisfacción Residencial en la Vivienda Básica SERVIU: La perspectiva del adulto mayor; División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional.

NIETO, María de la Luz (1995). Caracterización de la realidad Habitacional del Sector Rural, en Primer Seminario de Programas Habitacionales de la vivienda Rural, Cooperación Técnica de la República Federal de Alemania, Ministerio de Vivienda y Urbanismo.

RODRÍGUEZ, Alfredo e ICAZA, Ana María (1993). Procesos de Expulsión de Habitantes de Bajos Ingresos del Centro de Santiago, 1981-1990, Sur, Centro de Estudios Sociales y Educación, Santiago de Chile.

ROJAS, Eduardo (1999). El largo camino hacia la reforma del sector vivienda. Lecciones de la experiencia chilena. Banco Interamericano del Desarrollo. Departamento de Desarrollo Sostenible. Washington D.C., 1999

TRIVELLI, PABLO (1999). Programa de Repoblamiento de Santiago en MINVU, Mecanismos para Hacer Ciudad, Seminario Internacional, MINVU-Dirección de Proyectos Urbanos, Santiago.

Capítulo 7: Bibliografía Descripción de Programas

PÁGINA WEB-MINVU en www.minvu.clMINVU (Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Programa de

Vivienda Progresiva, proyecto de Asistencia Técnica. En www.minvu.cl

MINVU, D.S. N° 44 (V. y U.) de 1988-1996.MINVU Cartillas Informativas Depto. Comunicaciones, Unidad

de Difusión y Fomento.MINVU Cartillas Informativas Depto. Comunicaciones, Unidad

de Difusión y Fomento.LEON, B. Sergio. Los Nuevos Modos de Gestión de la

Metropolización. LOM Ediciones Serie Instituto de Geografía U.C.CH, Geo Libros diciembre de 2003. 239 p.

MINVU-Chile-Ambiente (2001) Análisis Evaluación Uso Equipamientos Comunitarios 1990-1999, Programa de Estudios, Ministerio de Vivienda y Urbanismo. 234 Pág.

Capítulo 7. Referencias de las Imágenes de Programas.

ANDALUCIA AMERICA. Agencia de Cooperación Internacional, Junta de Andalucia, Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Comunidad Andalucía, Renovación Urbana en periferia central de Santiago de Chile, Santiago Chile,1998, 45 pgs.

CARTIER, ENRIQUE; Fotos de Obras en Espacios Públicos Patrimoniales

CHILE BARRIO, VOCES DE CHILE BARRIO, SANTIAGO CHILE, DICIEMBRE 1999,

CHILE BARRIOS, Registro Fotográfi coCORREA, DOMINQUEZ arquitectos, Plano de Loteo, Planta

de conjunto. Conjunto Habitacional El Renacer de Maipu, Chile, Escalas 1:500/1:100, lámina 1, Junio 2003

GUTIERREZ, CARLOS, Imágenes de Vivienda SERVIU años 90 y Dibujos de Fondo Concursable

MARAMBIO, SN MARTÍN, arquitectos, Planta de loteo, superfi cies, pefi les, números municipales, Conjunto Habitacional Baquedano, Comuna de Paine, Chile, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, SERVIU Región Metropolitana. Escala 1:500, lámina 1, Julio 2003

MINVU Memoria 1995MINVU, Memoria 1994MINVU, Memoria 1992MINVU, Memoria 1991MINVU, Memoria 1990MINVU, Programa de vivienda progresiva, muestra gráfi ca,

DITEC, Santiago, Chile 1994MINVU-PULSO (2004) Estudio Análisis Fortalecimiento

Programas MINVU destinados al adulto mayor, Programa de Estudios, MINVU

MINVU, Aldea Rural Codegua, Región del Libertador Bernardo O´Higgins, informe Nº 295 Julio 1997

MINVU, Fotografías Subsidio Rural

Capítulo 8: Bibliografía de la Reseña del Período

BRESCIANI, Luis Eduardo (2004). El Proyecto Urbano como política de hacer ciudad, en www.reformaurbana.cl

GOBIERNO DE CHILE (2004) Mensaje Presidencial del 21 de Mayo del año 2004, Gobierno de Chile, Santiago de Chile.)

MINVU (2004) Fondo Solidario, Plan Piloto 2001: Inventario de experiencia arquitectónica y social, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU.

MINVU (2004) Proyecto de Presupuesto 2005 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Gobierno de Chile, Santiago de Chile.

RAVINET, Jaime (2004). La política Habitacional Chilena: alternativas de acceso a la vivienda para las familias más pobres, Revista INVI Nº 50, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, pp. 130 a 145.

SEPÚLVEDA, Rubén (2004). Integralidad e intersectorialidad, ejes claves en la producción del hábitat. Refl exiones a partir de la experiencia chilena, Revista INVI Nº 50, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Santiago de Chile; pags. 146 a 164.

TSCHORNE, SONIA (2001) Presentación del Libro Los Proyectos urbanos del MINVU, Dirección de Proyectos Urbanos, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago de Chile.

Capítulo 8: Bibliografía Descripción de Programas

MINVU, Página WEB-MINVU enwww.minvu.clMINVU (Ministerio de Vivienda y Urbanismo), Decreto N° 245

del 12.12.2001MINVU Decreto N° 192 del 26.09.2001.

Page 345: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

354

MINVU, “Los Proyectos Urbanos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo”, Agosto 2001.

Capítulo 8. Referencias de las Imágenes de Programas.

MINVU (2004) Archivo Gráfi co Fondo Rotatorio DPH MINVU (2001), Los Proyectos Urbanos del Ministerio de

Vivienda y Urbanismo, Santiago Chile, Agosto 2001, 110 páginas.

MOP III Región (2004), Fotos del Proyecto El PalomarMUNICIPALIDAD DE INDEPENDENCIA, Programa

Concursable de Espacios Públicos en Áreas Patrimoniales, Rehabilitación del Espacio Público Población Los Castaños, tramo Av. Vivaceta- Av. Independencia, Región Metropolitana, Provincia de Stgo., Enrique Barba Director SECPLA, Magdalena Pérez de Arce, Ecólogo Paisajista. Santiago, Chile

NUMANCIA, INMOBILIARIA (2004), Folleto informativo, Edifi cio Sta. Lucía, San Isidro 33, Santiago, 2004

PROYECTO ELEMENTAL UNIVERSIDAD CATÓLICA (2004), Maqueta libro Elemental, Iniciativa para innovar y construir 7 conjuntos de vivienda de muy bajo costo en Chile, Santiago, 2004

SERVIU V Región, Fotografías de Vivienda SERVIU IX Región 2001, Imágenes de Fondo ConcursableTORO CARMEN, arquitecto (2000), Cierros, áreas verdes,

Comité de allegados Clotario Blest Comuna de Buin, Chile, Varias. Escalas lámina 123/P/3, Octubre 2000.-

Page 346: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

355

ALCALDE Mario, GOMEZ Sergio, Gestión Subsidio Rural, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, 1980 HARAMOTO Edwin, BERTRAND María, GUROVICH Alberto y MAC DONALD Joan, Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G,Santiago Chile, 1988,107 pgs.

ANDALUCIA AMERICA. Agencia de Cooperación Internacional, Junta de Andalucia, Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Comunidad Andalucía, Renovación Urbana en periferia central de Santiago de Chile, Santiago Chile,1998, 45 pgs.

ARELLANO, José Pablo (1976). Elementos para una política de vivienda social. Estudios CIEPLAN 5, Santiago, diciembre de 1976. 39 p. (Cap.6)

ARELLANO, José Pablo (1985). Políticas Sociales y Desarrollo: Chile 1924-1984, CIEPLAN, Santiago de Chile. (Cap.6)

ARRIAGADA, Camilo y RODRÍGUEZ, Jorge (2003) Segregación Residencial en áreas metropolitanas de América Latina: magnitud, Características, evolución e implicaciones de política, Serie Población y Desarrollo, Nº 47, CELADE, Naciones Unidas, Santiago de Chile. (Cap.2)

ARRIAGADA, Camilo (2003). La dinámica demográfi ca y el sector habitacional en América Latina. CEPAL - CELADE Serie Población y Desarrollo N° 33. Santiago, Chile. Enero de 2003. 63 p. (Cap.2)

ARRIAGADA, Camilo y ECHEVERRIA, Julio (1990). Planifi cación Central versus Progresividad en la Vivienda Social, Tesis para optar al Título Profesional de Sociólogo, Facultad de Sociología, Universidad de Chile. (Cap.6)

ARRIAGADA, Camilo y SEPÚLVEDA, Daniela (2002a). Satisfacción residencial en la vivienda Básica SERVIU: La perspectiva del ciclo familiar. División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago, 2002. (Cap.7)

ARRIAGADA, Camilo y SEPÚLVEDA, Daniela (2002b). Satisfacción residencial en la vivienda Básica SERVIU: La perspectiva del capital social. División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago, 2002 (Cap.7)

ARRIAGADA, Camilo y SIMIONI, Daniela (2001). Dinámica de Valorización del Suelo en el área metropolitana del Gran Santiago, Serie Medio Ambiente y Desarrollo Nº 44, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL; Naciones Unidas, Santiago de Chile. (Cap.7)

AUCA Nº 23, (1972) Santiago, 1972AUCA Nº 4, (1966) Edición especial, prefabricados en Chile,

Santiago Junio Julio 1966BOZA Cristian y DUVAL Hernán (1982), Inventario de una

Arquitectura Anónima, 12 fascículos, Editorial Lord Cochrane, Santiago Chile 1982, 192 pgs.

BRAVO, Luis “El Problema de la vivienda a través de su Legislación (1906-1959)” Editorial Universitaria S.A. Pág. 11,12,13/129.

BRAVO, Luis. (1959). Chile: El problema de la vivienda a través de su legislación (1906 – 1959). Editorial Universitaria S.A. Santiago, 1959. 129 p. (Cap.3 y 4)

BRESCIANI, Luis Eduardo (2004). El Proyecto Urbano como política de hacer ciudad, en www.reformaurbana.cl (Cap. 8)

CÁMARA CHILENA DE LA CONSTRUCCIÓN (1987) Boletín Estadístico, Santiago de Chile. (Cap.6)

CARTIER, ENRIQUE. Fotografías de Viviendas CORVICARTIER, ENRIQUE; Fotos de Obras en Espacios Públicos

PatrimonialesCELADE (2001) Urbanización y Evolución de la Población

Urbana de América Latina (1950 - 1990). CENTRO LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO DE DEMOGRAFÍA, Boletín Demográfi co, Edición Especial. Mayo 2001. (Cap.2)

CELADE (2002). Estimaciones y Proyecciones de Población 1950 – 2050. CENTRO LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO DE DEMOGRAFÍA. Boletín Demográfi co N° 69. América Latina y el Caribe, Enero 2002. (Cap.2)

CEPAL (1995) Alojar el Desarrollo: Una tarea para los asentamientos Humanos, Unidad de Asentamientos Humanos, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Naciones Unidas, Santiago de Chile. (Cap.2)

CHACKIEL, Juan (2004). La dinámica demográfi ca en América Latina. CEPAL, Serie Población y Desarrollo N° 52. Santiago, Chile, Mayo de 2004. 104 pp. (Cap.2)

CHILE BARRIO, VOCES DE CHILE BARRIO, SANTIAGO CHILE, DICIEMBRE 1999,

CHILE BARRIOS, Registro Fotográfi coCORFO. (1967) Geografía Económica de Chile.

CORPORACIÓN DE FOMENTO, Santiago,1967. 885 p. (Cap.4)

CORMU (1969) Inserto Remodelación San Borja, Plano de Conjunto, Revista AUCA Nº 16, Santiago Chile 1969

CORPORACIÓN DE LA VIVIENDA 1963. Plan Habitacional Chile D.F.L. N° 2 de 31.07.59/104

Corporación de la Vivienda Recopilación de Leyes y Reglamentos (Stgo. Chile 1961)

Corporación de Servicios Habitacionales 1968?, Fotos de Operación Sitio

CORREA, DOMINQUEZ arquitectos, Plano de Loteo, Planta de conjunto.Conjunto Habitacional El Renacer de Maipu, Chile, Escalas 1:500/1:100, lámina 1, Junio 2003

CORTÍNEZ, José Manuel (1993) “Cambios en la Realidad Habitacional de los Allegados: su incidencia en la política del sector”, en Allegados: Caracterización y propuestas para una política de vivienda, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago, (Cap.7)

CORTÍNEZ, José Manuel (1994) Conclusiones y Comentarios sobre el Programa de Vivienda Progresiva, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU, Santiago de Chile (mimeo). (Cap.7)

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS (LISTADO TOTAL).

Page 347: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

356

CORTÍNEZ, José Manuel, ARRIAGADA, Camilo y BOTTESELLE, Verónica. Focalización en la Vivienda Social, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago, 1995. (Cap.7)

CORVI (1963). Plan Habitacional Chile. Corporación de la Vivienda Decreto con Fuerza de Ley N°2 31 de julio de 1959. CORPORACIÓN DE LA VIVIENDA, Santiago,1963. 104 p. (Cap.4)

CORVI (1967). “Capítulo XXIII Vivienda”. En CORFO. Geografía Económica de Chile. CORPORACIÓN DE FOMENTO, Santiago,1967. p. 695-729. (Cap.4)

CORVI (1972), (corporación de la Vivienda) “CORVI en el Centro de la Construcción”, en Revista AUCA, Arquitectura Urbanismo Construcción Arte N° 23/27 pág. SEPARATA, 1972.

CORVI, Corporación de la Vivienda, Recopilación de leyes y Reglamentos, Santiago Chile 1961, 2 Vólumenes.

CORVI. (1972). “Corvi en el centro de la construcción”. Revista AUCA, Arquitectura Urbanismo Construcción Arte N° 23. ps 39-65. 1972. (Cap. 5)

D.F.L. 285 de 1953 Párrafo II Art. N° 5 y 6, Pág. 10,11,12/271DE RAMÓN, Armando. La población informal. Poblamiento de

la periferia de Santiago de Chile. 1920-1970, en Revista EURE, Vol. XVI, Nº50, Santiago, 1990. p. 5-17. (Cap.3 y 4)

DE RAMÓN, Armando. Santiago de Chile (1541-1991). Historia de una Sociedad Urbana, Editorial Sudamericana Chilena. Biblioteca Todo es Historia. Santiago, 2000. (Cap.4)

DIRECCIÓN DE PLANIFICACIÓN DEL DESARROLLO URBANO. (1968b). Estudio Pre-Inversional de Vivienda y Desarrollo Urbano. Primera Etapa. Anexos. Plan Intercomunal de Concepción, diciembre, 1968. (Cap.5)

DUBET, François; TIRONI, Eugenio; ESPINOZA, Vicente y VALENZUELA, Eduardo (1989); Pobladores: Luttes sociales et democratie au Chili, L ‘Harmattan, Paris, 1989. (Cap.5)

ELIASH Humberto, MORENO Manuel. Arquitectura y Modernidad en Chile 1925-1965, Una Realidad Múltiple. Capítulo IV, La Arquitectura del Estado una Experiencia sin Evaluar, Serie Arte/Arquitectura, Edic. U. Católica 1989,198 Pgs

ESPINOZA, Vicente (1987). Para una historia de los pobres de la ciudad. Ediciones Sur, Colección Estudios Históricos, Santiago, 1987. 359 p. (Cap.5)

ESPINOZA, Vicente (1998). Historia social de la acción colectiva urbana: Los pobladores de Santiago, 1957-1987. EURE (Santiago), set. 1998, vol.24, no.72, p.71-84. ISSN 0250-7161. (Cap.5)

ETCHEGARAY, Alberto (1993) “Los allegados: un desafío impostergable de nuestro tiempo, Ministerio de Vivienda y Urbanismo en Allegados: Caracterización y propuestas para una política de Vivienda, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. Santiago. (Cap.7)

FARIÑA, FERNANDO (2004) Minuta de programas habitacionales, DPH.

FIGUEROLA, Marcelo y LAVADOS, Hugo. “Elementos para

un análisis económico de la vivienda popular”. En MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 153-180 (Cap.4)

GOBIERNO DE CHILE (2004) Mensaje Presidencial del 21 de Mayo del año 2004, Gobierno de Chile, Santiago de Chile. (Cap.8)

GREENE, Margarita (1993) La gestión gubernamental en el Sector Vivienda y Urbanismo, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile. (Cap.7)

GREENE, Margarita; DE LA LASTRA, Carolina; DURAN, Luis y ARRIAGADA, Camilo (1992) Vivienda Básica y Mejoramiento de Barrios: un estudio comparado de calidad habitacional en ambos Programas, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile. (Cap. 6)

GREENE, Margarita; DURAN, Luis y ARRIAGADA, Camilo (1991). Vivienda Básica y Mejoramiento de Barrios: un estudio comparado de dos líneas de acción complementarias, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile. (Cap. 6)

GROSS, DE RAMON, VIAL, Imagen ambiental de Santiago 1810-1930, Ediciones universidad Católica de Chile, Santiago 1985

GUTIERREZ, CARLOS (2004) Figuras Conventillos, fotografías de Cité y pasajes; Imágenes de Vivienda SERVIU años 90 y Dibujos de Fondo Concursable

HARAMOTO Edwin, (1979) “Políticas de Vivienda para Sectores de Menores Ingresos, Experiencia Chilena en los Últimos 25 años Septiembre/1979.

HARAMOTO Edwin, BERTRAND Maria, GUROVICH Alberto y MAC DONALD Joan, (1988) Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G,Santiago Chile, 1988,107 pgs.

HARAMOTO, Edwin (1983). “Políticas de vivienda social: Experiencia chilena de las tres últimas décadas”. En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 75-151. (Cap.4 y 5)

HENRÍQUEZ, Sergio (1999) Presentación del Libro Mecanis-mos para Hacer Ciudad, Seminario Internacional, MINVU-Dirección de Proyectos Urbanos, Santiago de Chile. (Cap.7)

HERMOSILLA, Edmundo (1994). Desafíos de Gestión MINVU en Revista Vivienda, Participación y Desarrollo Progresivo, Nº 4, MINVU-GTZ, Santiago. (Cap.7)

HIDALGO, Rodrigo (1999). La vivienda social en Chile: La acción del Estado en un siglo de planes y programas. En Scripta Nova Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales N° 45, Universidad de Barcelona, 1 de agosto de 1999, www.ub.es/geocrt/sn-45-1.htm (cap.3)

HIDALGO, Rodrigo (2000a). El papel de las leyes de fomento de la edifi cación obrera y la caja de la habitación en la política de vivienda social en Chile, 1931-1952. En Boletín INVI, N° 39, Santiago, Mayo de 2000. p. 30-67. ISSN 0716 5668 (Cap. 3 y 4)

Page 348: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

357

HIDALGO, Rodrigo (2000b). Políticas de vivienda y planeamiento urbano en Chile en la segunda mitad del siglo XX. En Revista Geo Notas, Volumen 4, Número 4, Oct/ Nov/ Dic 2000. Departamento de Geografía - Universidad de Estadual de Maringa, ISSN 1415-0646. (Cap.3, 4 y 5)

HIDALGO, Rodrigo (2002). Vivienda social y espacio urba-no en Santiago de Chile: Una mirada retrospectiva a la acción del Estado en las primeras décadas del Siglo XX. EURE (Stgo.). [online]. mayo 2002, vol.28, no.83 [citado 19 Agosto 2003], p.83-106. Dispo-nible en la World Wide Web: <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612002008300006&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0250-7161. (Cap. 3, 4 y 5)

HOFFMAN, JAIME. (2004), D.O.U. MINVU “Programa de Parques Urbanos Período 1992-2002”

INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS (2003). Datos del Censo de Población y Vivienda 2002. En www.ine.cl, Agosto, 2003. (Cap.2)

JUGOVIC, Mirna. (1998?). Naturaleza Jurídica de los Servicios de Vivienda y Urbanización. Informe en Derecho, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, División Jurídica. S/f. (Cap. 3 y 4)

LEON, B. Sergio (20003). Los Nuevos Modos de Gestión de la Metropolización. LOM Ediciones Serie Instituto de Geografía U.C.CH, Geo Libros diciembre de 2003. 239 pg.

LEÓN, Sergio (2001). Avances y desafíos en la gestión sustentable del desarrollo urbano: Lecciones del Programa Nacional de Parques Urbanos de Chile; en Revista digital Tranvía NÚMERO 14, 30 DE NOV. DE 2001http://revistatranvia.web1000.com/tv14/index.html (Cap. 7)

LEY N° 1.838 de 1906.MAC DONALD, Joan (1983). “25 años de vivienda social.

La perspectiva del habitante”. En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 239-317. (Cap.7)

MAC DONALD, JOAN (1985) “Dotación Básica en Vivienda Social: Hacia una fundamentación de las decisiones”, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago (Cap. 7)

MAC DONALD, JOAN (1992) Gestión del desarrollo social chileno: el sector vivienda, Corporación de Promoción Universitaria, Santiago de Chile. (Cap.7)

MAC DONALD, Joan (1994). ¿Cuántas casas faltan? El défi cit a nivel nacional y regional. Corporación de Promoción Universitaria. Documento de Trabajo N° 16/94. Santiago, Junio de 1994. 14 p. (Cap.2)

MAC DONALD, Joan; BOTTESELLE, Verónica y ARRIAGADA, Camilo (1994). Ciudad y Vivienda en el CENSO 1992 (Análisis de las Comunas del Gran Santiago). Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Colección Monografías y Ensayos, Serie Estudios y temas. Publ. N° 290. Santiago, Chile, Julio de 1994. 90 p. (Cap.2)

MAC-DONALD, JOAN “Vivienda Social Refl exiones y Experiencias”. Corp. De Prom. Univer. Stgo. De Chile, 1983 p. 75-151.

MARAMBIO, SN MARTÍN, arquitectos, Planta de loteo, superfi cies, pefi les, números municipales, Conjunto Habitacional Baquedano, Comuna de Paine, Chile, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, SERVIU Región Metropolitana. Escala 1:500, lámina 1, Julio 2003

MARTÍNEZ, J; PALACIOS, M (1996). Informe sobre la decencia. Ediciones SUR, Santiago, 1996. (Cap.3)

MÉNDEZ, Juan Carlos (1980). Panorama socio-económico de Chile. S/E. Santiago, 1980. 165 p., Cap.5)

MERCADO, Olga (1977). El problema habitacional en Chile. Evolución a partir del año 1952. Escuela de Arquitectura, Universidad Católica de Chile, Santiago julio de 1977. 65 ps. (Cap.5)

MIDEPLAN (1994) Integración al Desarrollo Social: Balance de la Política Social 1990-1993, Ministerio de Planifi cación y Cooperación, Santiago de Chile. (Cap. 6 y 7)

MIDEPLAN (1998). Impacto de la Política Habitacional Chilena. División Social, MINISTERIO DE PLANIFICACIÓN Y COOPERACIÓN. Santiago, 1998 (Cap.7)

MIDEPLAN (2001) Programas Habitacionales: impacto en la calidad de vida y en el ingreso de los benefi ciarios, División Social, Ministerio de Planifi cación y Cooperación, Santiago de Chile. (Cap.7)

MINVU - UDIU (2000) Experiencias participativas del Ministerio de Vivienda y Urbanismo: aprendizajes de una década 1990-1999; Unidad de Difusión e Información al Usuario, Ministerio de Vivienda y Urbanismo. (Cap.7)

MINVU (2004) Archivo Gráfi co Fondo Rotatorio DPH MINVU Decreto N° 192 del 26.09.2001.MINVU (1966), Operación Sitio 1965-1966. Folleto informativo,

Santiago de Agosto 1966.MINVU (1971) “Política Habitacional 1971”, 75 Pág. Santiago

de Chile 1971.MINVU (1991) Memoria 1990, Ministerio de Vivienda y

Urbanismo. (Cap.7)MINVU (2001), Los Proyectos Urbanos del Ministerio de

Vivienda y Urbanismo, Santiago Chile, Agosto 2001, 110 páginas.

MINVU (2004) Fondo Solidario, Plan Piloto 2001: Inventario de experiencia arquitectónica y social, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional, MINVU. (Cap.8)

MINVU (2004) Proyecto de Presupuesto 2005 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Gobierno de Chile, Santiago de Chile. (Cap. 8)

MINVU (Ministerio de Vivienda y Urbanismo), Decreto N° 245 del 12.12.2001

MINVU (Ministerio de Vivienda y Urbanismo), Depto. de Comunicaciones Unidad de Difusión y Fomento.

MINVU (Ministerio de Vivienda Y Urbanismo), Sistema de Postulación, Asignación y Venta de Viviendas, Destinadas a atender Situaciones de Marginalidad Habitacional Diagrama Operativo. En www.minvu.cl

Page 349: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

358

MINVU (MINISTERIO DE VIVIENDA Y URBANISMO). Cronología de la Vivienda Social en Chile. En www.minvu.cl (Cap.6)

MINVU (Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Programa de Vivienda Progresiva, proyecto de Asistencia Técnica. En www.minvu.cl

MINVU / PUC (1994) Evaluación de Resultados de la Vivienda Progresiva Modalidad Privada Primera Etapa, Convenio MINVU/PUC, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional. (Cap.7)

MINVU / PULSO (2003) Evaluación Técnica del Programa de Pavimentación Participativa, Programa de Estudios, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago de Chile. (Cap.7))

MINVU / UCV (2003) Levantamiento de Defectos y Deterioros en la edifi cación SERVIU, Programa de Estudios Básicos, Convenio MINVU / Universidad Católica de Valparaíso. (Cap.7)

MINVU Cartillas Informativas Depto. Comunicaciones, Unidad de Difusión y Fomento.

MINVU CORVI, (1969) Folleto de Programas, 1969 (Fotografías Plan de Ahorro Popular)

MINVU DDU (1990) “Evaluación de Uso de los Equipamientos Comunitarios Construidos en el Período 1990-1999”. 234 p.

MINVU –DITEC (2000) Programa de Asistencia Técnica 1998-99, un diagnóstico desde los Actores, Unidad de Asistencia Técnica. (Cap.7)

MINVU- INVI (1997) Catastro Nacional de Campamentos y Asentamientos Irregulares, Programa de Estudios Básicos, Ministerio de Vivienda y Urbanismo. (Cap.7)

MINVU–INVI (2001) Sistema Medición Satisfacción Benefi ciarios de Vivienda Básica: Informe consultoría. División Técnica de MINVU Memoria 1995

MINVU (2001), “Los Proyectos Urbanos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo”, Agosto 2001.

MINVU, Aldea Rural Codegua, Región del Libertador Bernardo O´Higgins, informe Nº 295 Julio 1997

MINVU, D.S. N° 351 18.12.1988 (Reglamenta Asignación del Subsidio Habitacional Variable).

MINVU, D.S. N° 351 18.12.1988 (Reglamenta Asignación del Subsidio Habitacional Variable).

MINVU, D.S. N° 44 (V. y U.) de 1988-1996.MINVU, D.S. N° 698 12.11.71 (Reglamento) MINVU, D.S. N° 74 de 07.05.1984. MINVU, Fotografías Subsidio RuralMINVU, Memoria 1973 – 1989MINVU, Memoria 1980MINVU, Memoria 1989 MINVU, Memoria 1991MINVU, Memoria 1990MINVU, Memoria 1992MINVU, Memoria 1994.MINVU, Programa de vivienda progresiva, muestra gráfi ca,

DITEC, Santiago, Chile 1994MINVU/CELADE (1998) “Población y vivienda en

asentamientos precarios: diagnóstico nacional urbano/rural”, División Técnica de MINVU/ U. CATÓLICA (1996) Análisis Costo Diferencial de Localización de Vivienda. (Cap.7)

MINVU_CORVI. (1972) Tipologías de Viviendas Racionalizadas 1966 –1972. Sub-Departamento Diseño CORVI 1972

MINVU-Chile-Ambiente (2001) Análisis Evaluación Uso Equipamientos Comunitarios 1990-1999, Programa de Estudios, Ministerio de Vivienda y Urbanismo. (Cap.7)

MINVU-DICTUC (2003) Segunda Fase Sistema de Medición de Satisfacción de Benefi ciarios de Vivienda Básica SERVIU 1999-2000, Convenio MINVU/DICTUC, División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional. (Cap.7)

MINVU-PULSO (2002) Estudio Evaluación Programa de Parques Urbanos, Programa de Estudios Básicos, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago de Chile. (Cap.7)

MINVU-PULSO (2004) Estudio Análisis Fortalecimiento Programas MINVU destinados al adulto mayor, Programa de Estudios, MINVU.

MINVU (2004). “El défi cit habitacional en Chile. Medición de requerimientos de vivienda y su distribución espacial”. Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago, 2004. 102 p.

MOP III Región (2004), Fotos del Proyecto El PalomarMORALES, Nelson y ARRIAGADA, Camilo (2001).

Satisfacción Residencial en la Vivienda Básica SERVIU: La perspectiva del adulto mayor; División Técnica de Estudio y Fomento Habitacional. (Cap.7)

MUNICIPALIDAD DE INDEPENDENCIA, Programa Concursable de Espacios Públicos en Áreas Patrimoniales, Rehabilitación del Espacio Público Población Los Castaños, tramo Av.Vivaceta- Av. Independencia, Región Metropolitana, Provincia de Stgo, Enrique Barba Director SECPLA, Magdalena Pérez de Arce, Ecólogo Paisajista. Santiago, Chile

NIETO, María de la Luz (1995). Caracterización de la realidad Habitacional del Sector Rural, en Primer Seminario de Programas Habitacionales de la vivienda Rural, Cooperación Técnica de la República Federal de Alemania, Ministerio de Vivienda y Urbanismo. (Cap.7)

NUMANCIA, INMOBILIARIA (2004), Folleto informativo, Edifi cio Sta. Lucía, San Isidro 33, Santiago, 2004

Página WEB-MINVU en www.minvu.clPALMA, Eduardo y SANFUENTES, Andrés (1979). Políticas

Estatales en condiciones de Movilización Social: Las Políticas de Vivienda en Chile (1964-1973). En Revista EURE, Vol VI, Santiago, Octubre de 1979. p. 21- 55. (Cap.5)

PALMER Montserrat, GROSS Patricio y ORTEGA Oscar, Separata, Reseña de la Vivienda Social en Chile, CA, Revista Ofi cial del Colegio de Arquitectos de Chile A.G, Santiago Chile, 1988,107 pgs.

PÉREZ-IÑIGO, Alvaro (1999). El factor institucional en los

Page 350: Arriagada Luco, Camilo - Vivienda y Barrio. Un siglo de políticas públicas

resultados y desafíos de la política de vivienda de interés social en Chile. Naciones Unidas. Unidad de Financiamiento, D.C.I.T.F., Santiago, 1999. 71 p. (Cap.4)

PROYECTO ELEMENTAL UNIVERSIDAD CATÓLICA (2004), Maqueta libro Elemental, Iniciativa para innovar y construir 7 conjuntos de vivienda de muy bajo costo en Chile, Santiago, 2004

RAPOSO M., ALFONSO (2001a) “Espacios Urbanos e Ideología el Paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura Habitacional chilena”. Ediciones Universidad Central, Santiago, Abril 2001Pág. 114,115/314.

RAPOSO, Alfonso (2000). Notas sobre Estado, vivienda y población. En Boletín INVI, N° 39, Santiago, Mayo de 2000. p. 30-67. ISSN 0716 5668 (Cap.5)

RAPOSO, Alfonso (2001b). “Estado, ethos social y política de vivienda”. En RAPOSO (comp.) Espacio urbano e ideología. El paradigma de la Corporación de la Vivienda en la arquitectura habitacional chilena. Ediciones Universidad Central, Santiago, abril de 2001. p.81-149. (Cap.5)

RAVINET, Jaime (2004). La política Habitacional Chilena: alternativas de acceso a la vivienda para las familias más pobres, Revista INVI Nº 50, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Santiago de Chile, pp. 130 a 145. (Cap.8)

RODRÍGUEZ, Alfredo e ICAZA, Ana María (1993). Procesos de Expulsión de Habitantes de Bajos Ingresos del Centro de Santiago, 1981-1990, Sur, Centro de Estudios Sociales y Educación, Santiago de Chile. (Cap.7)

RODRÍGUEZ, Jorge (1993). Evolución de la población del Gran Santiago: Tendencias, perspectivas y consecuencias. En Revista Notas de Población, Año 21, N° 58. CEPAL – CELADE. Santiago, diciembre, 1993. p. 95 – 184. (Cap.2)

ROJAS, Eduardo (1999). El largo camino hacia la reforma del sector vivienda. Lecciones de la experiencia chilena. Banco Interamericano del Desarrollo. Departamento de Desarrollo Sostenible. Washington D.C., 1999 (Cap.5 y 7)

SABATINI, FRANCISCO (2000) “Reforma Urbana de los mercados de suelo en Santiago, Chile; efectos sobre los precios de la tierra y la segregación residencial”, en Revista EURE, Vol. XXVI, Nº 77, mayo, Instituto de Estudios Urbanos, Pontifi cia Universidad Católica, Santiago de Chile (Cap.6)

SCHLESINGER, Liliana y MONCKEBERG Fernando, et al. (1983). “La Caseta Sanitaria: elemento de saneamiento básico de la vivienda marginal Urbana” En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 217-238. (Cap.6)

SEPÚLVEDA, Rubén (2004). Integralidad e intersectorialidad,

ejes claves en la producción del hábitat. Refl exiones a partir de la experiencia chilena, Revista INVI Nº 50, Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Santiago de Chile; pags. 146 a 164. (Cap.8)

SEPÚLVEDA, Rubén, et al. Programa de Mejoramiento de Barrios. Análisis del Período 1983-1992. INVI FAU U. De Chile FONDECYT, Agosto 1992. 92 pág.

SEPÚLVEDA, Daniela. 1998. De tomas de terreno a campamentos: movimiento social y político de los pobladores sin casa, durante las décadas del 60 y 70, en la periferia urbana de Santiago de Chile. Boletín INVI Nº 35, Universidad de Chile, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Instituto de la Vivienda, Noviembre, 1998, pp. 103-115.

SERVICIO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. XII Censo General de Población y I de Vivienda. Tomos II al VI. Santiago, 1953 (Cap.2).

SERVIU IX Región 2001, Imágenes de Fondo ConcursableSERVIU V Región, Fotografías de Vivienda SILVA, Sandra. Análisis de la Evolución de la Política

Habitacional Chilena, Informe Final. 1997. 171 pág.SUÁREZ, Mario. 1983. “Programa de vivienda progresiva

en la política habitacional chilena”. En: MAC DONALD, Joan (ed.). Vivienda social refl exiones y experiencias. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago de Chile, 1983. p. 181-197. (Cap.5)

TORO CARMEN, arquitecto (2000), Cierros, áreas verdes, Comité de allegados Clotario Blest Comuna de Buin, Chile, Varias. Escalas lámina 123/P/3, Octubre 2000.

TRIVELLI, PABLO (1999). Programa de Repoblamiento de Santiago en MINVU, Mecanismos para Hacer Ciudad, Seminario Internacional, MINVU-Dirección de Proyectos Urbanos, Santiago de Chile. (Cap.7)

TSCHORNE, SONIA (2001) Presentación del Libro Los Proyectos urbanos del MINVU, Dirección de Proyectos Urbanos, Ministerio de Vivienda y Urbanismo, Santiago.

URBINA, Ximena. Los conventillos de Valparaíso, 1880-1920: Percepción de barrios y viviendas marginales. En Revista de Urbanismo N°5, Enero 2002. ISSN 0717-5051 citado de http://revistaurbanismo.uchile.cl