arquitectura vernacula

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Vivienda Rural para Campesinos 26 C apitulo II Vivienda, población y arquitectura vernácula El problema de la vivienda se encuentra íntimamente relacionado con el nivel de producción del país, la distribución del ingreso, la asignación de los recursos financieros y el crecimiento demográfico, el papel que cumple el Estado y, en general, con el nivel de desarrollo social alcanzado. Existen efectos relacionados entre crecimiento urbano y desarrollo económico. En un momento determinado, la actividad económica amplía los mercados de mano de obra y atrae la gente del campo, que ve oportunidad de mejorar. Por otro lado, el crecimiento urbano amplía los mercados, tanto de productores del campo como industriales, asó como también los servicios. La concentración urbana se convierte en un mercado atractivo para las empresas inmobiliarias. Es un hecho evidente que los habitantes, al buscar mejores niveles de vida para ellos y sus familias, muestran una marcada tendencia por asentamientos más bien grandes que pequeños. 2.1 Situación actual de la vivienda en el Estado de México Las viviendas unifamiliares, construidas en el Estado de México y Distrito Federal, producidas a partir de 1972 tienen en cambio una nueva concepción espacial que aparece como la primera innovación importante llevada a la práctica desde hace más de dos decenios en la vivienda popular en México.

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Vivienda Rural para Campesinos

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Capitulo II Vivienda, población y arquitectura vernácula

El problema de la vivienda se encuentra

ínt imamente relacionado con el n ivel de

producción del país, la distribución del ingreso,

la asignación de los recursos f inancieros y el

crecimiento demográf ico, el papel que cumple

el Estado y, en general, con el n ivel de

desarrollo social alcanzado.

Existen efectos relacionados entre crecimiento

urbano y desarrol lo económico. En un momento

determinado, la act ividad económica amplía los

mercados de mano de obra y atrae la gente del

campo, que ve oportunidad de mejorar. Por

otro lado, el crecimiento urbano amplía los

mercados, tanto de productores del campo

como industr ia les, asó como también los

servic ios. La concentración urbana se convierte

en un mercado atract ivo para las empresas

inmobil iar ias.

Es un hecho evidente que los habitantes, al

buscar mejores niveles de vida para el los y sus

famil ias, muestran una marcada tendencia por

asentamientos más bien grandes que pequeños.

2.1 S ituación actual de la vivienda en el

Estado de México

Las viviendas unifamil iares, construidas en el

Estado de México y Distr ito Federal, producidas

a part ir de 1972 t ienen en cambio una nueva

concepción espacial que aparece como la

primera innovación importante l levada a la

práct ica desde hace más de dos decenios en la

vivienda popular en México.

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Se construye fundamentalmente en los conjuntos urbanos populares con

lotes de un máximo de 108 m2 con construcción de un solo nivel. Se trata

de viviendas de bajo costo por la cant idad mínima de metros de

construcción, pero que t ienen la posibi l idad de ampliarse de acuerdo a las

necesidades y posib i l idades futuras de cada famil ia por lo cual se logra una

gran f lexibi l idad para una gama de posib i l idades individuales. E l área de

construcción inicia l representa del 17% al 32% del área total del terreno. Se

dist inguen seis var iantes:1

• La vivienda de cartón. Es una construcción provisional que

cuenta con un lote urbanizado de 90 m2 en los asentamientos

populares. La famil ia puede ir construyendo su vivienda

defin it iva con materia les que el Gobierno proporciona

periódicamente.

• La vivienda base . Consta de espacios de estar-comedor,

cocineta, baño, una recámara y patio. Actualmente el mínimo

con que se pueden real izar estos espacios son con un mínimo

de 35 m2.

• La vivienda t ipo . Es la de menor área construida, consta de un

cuarto donde se cocina, se duerme y se come, y un baño con

acceso al exterior donde se local iza un lavadero, que suman

entre 18 y 20 m2 de construcción.

• La vivienda tapanco . Tiene las característ icas de la vivienda

anterior con la diferencia de constar con una plataforma de

madera colocada a 2.30 m sobre el nivel del suelo con una

escalera, formando un espacio para dormir.

• La vivienda tapanco-comercio. Simi lar a la anter ior pero

construida co un espacio de comercio con acceso a la cal le; con

una superf ic ie total construida de 45.7 m2.

• La vivienda tal ler. Mant iene las mismas característ icas de la

vivienda t ipo, pero con un área de 20 m2 para establecer un

tal ler ubicado en la parte posterior de la vivienda.

Para poder def in ir la magnitud de la problemática habitac ional del Estado de

México, es necesario part ir del anál is is de los diversos aspectos que la

componen, precisar sus causas y est imar su comportamiento en el futuro.

La Comisión Nacional de Fomento a la Vivienda COMAFOVI, perteneciente a

la SESEDOL, ha real izado cálculos sobre las necesidades de vivienda en

México para los años 2001-2010, guía para gobiernos estatales, municipales,

5 GARZA, Gustavo, SCHTEINGART, Marta. La acción habitacional del Estado en México. 1978 p.p 136

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promotores, constructores y f inancieros donde se ofrecen datos con

respecto a las carencias de vivienda nueva y de mejoramiento habitacional.

En los indicadores anuales para el Estado de México se encuentra la

s iguiente tabal:

Necesidades 2001 2006 2010 2001-2010

Vivienda nueva 138,917 156,290 171,920 1,547.100

Mejoramiento de vivienda 40,470 59,327 58,328 493,639

Total 179,387 206,61739 230,248 2,039.7

Fuente: Consejo Nacional de Fomento a la Vivienda

Comparado con los datos estadíst icos de otros estados de la Repúbl ica

Mexicana, el Estado de México es el que crecerá más rápido y demandará

más opciones de vivienda popular, para el año 2010 se espera cubrir la

necesidad de más de 2,000 mil lones, cuando la mayoría de las otras

ent idades federativas apenas alcanzará el mi l lón.

El porcentaje anual del Estado con respecto a las necesidades de vivienda

en nuevas construcciones es de 63.6% a 69.1% y el mejoramiento de

Vivienda para los años 2001-2010 es de 36.9% a 48.2% con respecto al

terr itor io Nacional.

El municipio de Almoloya de Juárez presenta los s iguientes indicadores

según el CONAFOVI:

Fuente: Consejo Nacional de Fomento a la Vivienda

2.2 Aspectos socioeconómicos de la población rural

E l escritor Erick W. Zimermann ubica al ser humano como un individuo que

t iene que relacionarse directamente con la naturaleza. Lo hace

relacionándose con una tr iada de elementos: el medio ambiente, sus

propósitos (desde encontrar recursos de subsistencia hasta búsqueda de

objet ivos) y el apoyo de un grupo de conocimientos, de procedimientos,

que determinan sus niveles técnicos y sus apt itudes de aprender. De ahí se

desprende la creación de los “recursos”, concebidos como las

Necesidades 2001 2006 2010 2001-2010

Vivienda nueva 565 467 327 4,635

Mejoramiento de vivienda 331 315 233 3,042

Total 896 782 560 6,695

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característ icas que t ienen las cosas para sat isfacer las necesidades

individuales o de colect ividad.2

En el caso de la agricultura mexicana, la apl icación de estas ideas puede

señalarse en el hombre dedicado a las labores del campo, emplea de manera

general, recursos que se caracterizan de la s iguiente manera:

• Entrañan un carácter “comunal”, en el sent ido de que son

comunes amuchas áreas de la t ierra. La existencia de métodos

de cult ivo, las temporadas de calor y de fr ío y todos los

elementos que permiten la real ización de una act ividad

agropecuaria

• Su renovabi l idad, es decir que año con año se regeneran por

razones biológicas

• Su organic idad, en cuanto a que existe una simbiosis de

plantas y animales, cuya integración se establece por

complicados procesos biológicos

El término rural, independientemente de la connotación que se le han dado,

t iene def in ic iones diversas, generalmente atentas al manejo de criterios

cuant itat ivos, es decir, que a las comunidades campesinas se les dist ingue

por el número de habitantes, siendo ubicados entre 5 mil y 10 individuos en

las comunidades de América Lat ina.

En México, lo rural que se usa para el levantamiento del censo de la

población, considera así a las poblaciones que t ienen hasta 2,500 habitantes;

s irviendo como una base de estudios para la reducción del pueblo agrario y

el aumento de las grandes urbes. En 1968, el INV (Inst ituto Nacional de la

Vivienda) def inió una local idad rural a cualquiera que no sobrepase los 7999

habitantes, ubicada dentro de un municipio, donde más del 80% de su

población económicamente act iva , está dedicada a las tareas pr imarias,

carecientes de servicios de urbanización, o bien que sean def icientes.

La t ierra es entonces el escenario en que t iene lugar la vida rural; el

individuo que t iene y siente la naturaleza y sus relaciones con el la le

permiten obtener los medios de existencia, no siempre pródiga,

dependiendo de cl imas y regiones, el esfuerzo se mult ipl ica para la

subsistencia.3

La población rural de México como la de otros países, vive en contacto

directo con la t ierra, de la que obt iene logros en la agricultura, la ganadería,

6 ZIMERMANN, W Erick. Recursos e industrias del mundo. 1965 7ZAMORA, Millán Fernando. La Habitación Rural un deber de la Revolución. 1969 p.p 3

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la s i lvicultura y la pesca. Las comunidades rurales se const ituyen, por lo

regular, por campesinos con predominio indígena, poseedores de bienes

comunales, de pequeños propietar ios o de ej idatarios. En la actual idad la

gran mayoría carece del nivel educat ivo, concentrándose en el trabajo y en

el sustento de la famil ia.

Si se consideran los diferentes cambios c l imáticos que suceden a lo largo de

las estaciones en el país, que en algunos casos propicia y en otros di f iculta

la ut i l ización de los recursos naturales, así como la mala distr ibución de las

poblaciones en diversas zonas del país. Puede afirmarse que en México

existen dos t ipos de agricultura; de autoconsumo y comercial izada.

La primera es generalmente extensiva, se caracteriza por sus bajos

rendimientos y la dependencia a las s iembras y r iegos de temporal, con

cult ivos atrasados y la gran cant idad de mano de obra que absorbe y su

escaso respaldo de capital; igualmente los cult ivos que acostumbran son de

bajo valor económico y lo l imitado de su producción. Sólo permite que una

mínima parte de destine a la venta en los mismos lugares donde se produce

y el resto se ocupe para el consumo famil iar.

En nuestro país se pract ica mayor itar iamente este t ipo de agricultura,

s iendo más del 80% de las t ierras de labor como temporales, lo que impide

una explotación intensiva de los campos de cult ivo.

La segunda (la comercial izada), se pract ica generalmente de forma intensiva,

ya que cuenta con una alta tecnología, adecuados s istemas de r iego, buenas

vías de comunicación y un efectivo s istema comercial; su producción se

dest ina tanto al mercado interno como externo.

En México como en otras culturas, la vida campesina se ha diferenciado de

la urbana por diversas característ icas o procesos: los hombres que se

establecen en el campo trabajan la t ierra y los que viven en las ciudades

explotan sus industr ias y tecnología.

Diferentes estudios dentro de nuestro país, c itados por Fernando Zamora,

abarcan que cerca del 88% de las casas campesinas son de uno y dos

cuartos, teniendo un aproximado mínimo de 25 m2 por vivienda.

Al lado de las def ic iencias de servic ios urbanos, agua potable, drenaje, luz

eléctr ica, también se destacan las carencias de habitación como resultado

del crecimiento de la población; el grado de hacinamiento, el uso de

mater iales nuevos y un número menor de dotación de servic ios públ icos en

relación a las actuales necesidades

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Vivienda Rural para Campesinos

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Además de los efectos de estas concentraciones humanas, se suman los

ocasionados por la l imitación de ingresos, d ías sin trabajo, falta de servicios

urbanos y educación superior. Todos o algunos de estos fenómenos han

or iginado movimientos migratorios del campo a la ciudad con el propósito de

buscar nuevas y mayores oportunidades de trabajo, educación, comercio,

transportes, casa, etc., que t iendan a elevar el nivel de vida personal y

mejorar el ambiente social de la famil ia.

El campesino migrante pierde val iosos elementos de trabajo, aumentando

las necesidades de la ciudad y disminuyendo la fuerza económica act iva

rural. Se ha reducido en cierta medida el déf ic it de viviendas rurales,

aunque el problema básico de las comunidades radica en mejorar las

condic iones económicas existentes, estableciendo bases de seguridad para

el trabajo y hacer que se desarrol le en un cl ima de sanidad, a f in de lograr

la estabi l idad y aumento de la productividad famil iar campesina.

Los rasgos económicos más característ icos de la cultura de la pobreza

incluyen la lucha constante por la vida, periodos de desocupación y de

subocupación, bajos salarios, trabajo infant i l , ausencia de ahorros, escasez

crónica de al imentos y dinero y el uso de ropas y muebles de segunda mano.

Algunas de estas característ icas sociales y psicológicas incluyen el vivir

incómodos y apretados, falta de vida privada y una alta inc idencia al

a lcohol ismo lo que trae consigo al uso frecuente de la violencia intrafamil iar.

Pareciera inverosími l de creer que aún después de décadas de crecimiento y

desarrol lo dentro del país, la mayoría de las famil ias rurales y de escasos

recursos no alcanzan ni el salar io mínimo por el trabajo y sobreviven con el

presupuesto aproximado de un dólar al d ía

Los que viven dentro de esta real idad t ienen un fuerte sent ido de

marginal idad, de abandono, de dependencia, de no pertenecer a nada. Son

como extranjeros en su propio país, convencidos de que las inst ituciones

existentes no sirven a sus intereses y necesidades4

2.3 Característ icas generales de la Arquitectura Vernácula en la región

centro de México

En la actual idad la vivienda de los campesinos en la Repúbl ica Mexicana ha

s ido resultado de la inf luencia de dos géneros, la histor ia y el medio natural .

8 LEWIS, Oscar. Los hijos de Sánchez. 1982 p.p XIV

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Vivienda Rural para Campesinos

32

El pr imer género comprende principalmente la fusión de dos grandes

tradiciones culturales que establecieron en el país: la indígena prehispánica

y la española. Este mest izaje de est i los s in perder la identidad y

característ icas regionales de Meso América y España.

El medio natural se puede formar por dos elementos principales: el c l ima y

los recursos naturales. E l c l ima inf luye en la función protectora de la

arquitectura hacia el hombre, mismo que uti l iza estos medios para crear una

especia de micro-cl imas que favorezca su convivencia. Los recursos

naturales existentes en la zona condiciona la construcción de las viviendas

con los mater ia les que se encuentren para su empleo y transformación.

La densidad de la población inf luye también en las formas construct ivas, ya

sea para dar la mayor protección a las viviendas aisladas o b ien para

aprovechar al máximo los espacios y permit ir la vecindad de las viviendas

en los pueblos compactos. La economía es otra de las condicionantes de la

vivienda, dando origen a casas de muy diversos costos. 5

La región central del país ha sido de las más pobladas desde t iempos

ant iguos y con una cont inuidad en su desarrol lo histórico que no se puede

comparar con el resto de la Repúbl ica Mexicana. Esta zona simbol iza el

or igen del mest izaje, un lugar de compleja integración social y étnica donde

convive una gran cant idad de grupos étnicos don diferentes expresiones

culturales. Presenta también un variado sistema montañoso con un eje neo

volcánico que cruza la región, que ha s ido determinante en los matices

geográf icos y en las adaptaciones de sus habitantes al cl ima y orograf ía,

generando característ icas muy propias de cada región en sus

manifestaciones arquitectónicas y culturales.6

Los siguientes ejemplos y característ icas tomados sobre arquitectura

vernácula, fueron tomados de dos fuentes principalmente: “La vivienda

campesina en México, de Valer ia Pr ieto” y “Arquitectura vernácula en México,

de Francisco López Morales”, l ibros muy r icos y completos en cuanto a

arquitectura popular. Fueron de gran ayuda para la real ización de esta

invest igación.

9 PRIETO, Valeria. Vivienda campesina en México. 1978 10 LÓPEZ, Morales Francisco J. Arquitectura vernácula en México. 1987 p.p 34

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2.31 Aspectos t ipológicos y funcionales

Influencia en la vivienda campesina:

Arquitectura Prehispánica y Española

En las viviendas de inf luencia prehispánica se manif iestas las var iantes

lógicas de las dist intas culturas de nuestro país, como la náhuatl , maya,

huichol, mixteca, zapoteca, entre otras. La herencia cultural expresada en

los modos de vida const ituye un mundo arquitectónico pleno de diferencias

en conceptos y formas.7

La inf luencia española cont iene en sí las diferencias de las culturas

regionales que los conquistadores y colones, según su lugar de or igen

trajeron a México. A través de razones de t ipo rel igioso, económico, estét ico,

lograron la inf luencia de sus culturas cambiando el paisaje arquitectónico de

c iudades y pueblos mexicanos.

En el México Prehispánico como en el actual exist ían dos t ipos de

arquitecturas domésticas que necesitaban soluciones dist intas: la

arquitectura urbana, r ica en ornamentos orientada hacia lo permanente; y la

©Fig 2.311 Melissa Schumacher, Granada, 2005

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arquitectura rural s iendo esta de t ipo más senci l la y real izada por sus

propios usuarios.

Un rasgo cultural indígena que t iene un efecto decisivo en la arquitectura,

es la costumbre de ut i l izar el espacio inter ior de la vivienda, sólo para

real izar act ividades senci l las como dormir y guardar cosas de la casa, y

entre ésta y el camino o cal le, se pueden hacer una gran variedad de

act iv idades. Dependiendo de la función de los espacios dedicados a diversas

labores, la vivienda puede ubicarse en medio de predio, normalmente con la

cocina adosada.

El pórt ico adquiere vital importancia como un espacio al a ire l ibre donde

además de ut i l izarse para real izar las actividades domést icas propias de la

casa, también se ut i l iza para reuniones famil iares y de amigos.

En la cultura ibérica, la d iferencia se encuentra en que la vivienda se

encuentra al ineada a la cal le y normalmente las actividades se real izaban en

el inter ior de las habitaciones, en los corredores o en el patio trasero.

Los anexos agropecuarios (establos, corrales o lugares para los animales)

eran mínimos. Los corrales se hacían con hi leras de diversas especies de

cactus como órganos y nopales, logrando así una integración con el paisaje

y que hoy en día se puede seguir apreciando en la mayoría de las viviendas

rurales del país. Este es un aspecto importante dentro de la vivienda

prehispánica ya que todas sus

construcciones estaban

ínt imamente l igadas al mundo

natural, sin jamás aparecer en

conf l icto con él. 8

Los tres sig los de dominio español

sobre terr itor io mexicano, dieron

como resultado a una nueva

cultura mest iza con rasgos tan

autóctonos como españoles.

Gradualmente la arquitectura

popular hispana fue sust ituyendo

en gran medida a la prehispánica

11 PRIETO, Valeria. Vivienda campesina en México. 1978 12ibidem

©Fig 2.312 Melissa Schumacher, Granada, 2005

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35

original. La arquitectura culta f loreció en las grandes urbes de México,

mientras que la arquitectura popular inf luenció y se estableció en la mayoría

de los poblados del campo mexicano.

En varias regiones de México, principalmente en las zonas templadas, el

c l ima exige alternat ivas y soluciones muy parecidas a la península Ibérica.

La teja, el ladri l lo y la madera labrada, son algunos elementos que

signif icaron ventajas principales. La piedra y el adobe resultaron muy

semejantes entre las dos culturas.

La arquitectura vernácula española es fundamentalmente de conjunto. En

pocas zonas del país se l legan a encontrar casas esparcidas por los campos

de cult ivo. Situaciones diversas como la defensa que faci l i ta el pueblo

compacto ante antiguos enemigos y asaltos; los cl imas extremosos propios

de Europa por lo que en estas agrupaciones se podían lograr una especie de

micro-cl imas.

Uno de los elementos arquitectónicos que más se adaptaron a los pueblos y

c iudades mexicanas fue la introducción del Portal. Debido a que las

viviendas se al ineaban a la cal le, éstas quedaban f lanqueadas por las

fachadas. El portal, soportal o claustro, se erige a lo largo de la fachada y

a su vez forma parte de la vía exterior; cuando las casas y sus pórt icos se

al inean una junto a la otra, se logran espacios públicos sombreados y

protegidos por la l luvia. Estos portales sumamente acogedores son lo más

característ ico de la arquitectura española.

La parcela, como elemento generador de la estructura urbana, alcanza en

nuestro cont inente superf ic ies 15 veces mayores que las europeas. Esto

implica que el carácter del asentamiento no sólo está concebido para

implantar la casa, sino para servir el modo de producción del colono.

El nuevo cr iter io de ortogonal idad urbaníst ica será determinante en todos

los terr itorios novo hispanos, la traza cuadricular y rectangular será la base

de nuestros centros urbanos, las casas se ubicarán o se modif icarán ahí. La

plaza principal juega un papel determinante como la organizadora de todos

los espacios públ icos y trama urbana.

El clima

Existen dos característ icas principales que def inen los cl imas de la Repúbl ica

Mexicana: la alt itud sobre el Ecuador y la altura sobre el nivel del mar. Por

debajo de los 1000 metros y al sur del Trópico de Cáncer , que cruza por la

mitad nuestro país, la temperatura media anual es de 22.5º, en tanto que al

norte de esa l ínea y por encima de la lat itud, el promedio es de 15º. Con

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excepción del extremo norte, donde los veranos son con intensos calores y

los inviernos con algunas nevadas, en el resto del país no existen cambios

c l imáticos radicales durante el avance de las estaciones.

Las precipitaciones pluviales son más signif icat ivas. Las l luvias en verano

van desde los 300 mm y en las zonas desért icas a 1500 mm en los decl ives

de la s ierra. Estas condiciones producen diversos y var iados microcl imas

d ivididos en tres grupos: el tropical l luvioso, el templado y el seco. El c l ima

templado se hal la pr incipalmente en las zonas montañosas del país y en los

val les altos, conocidos como el Alt ip lano mexicano.

Las propiedades de estas regiones ofrecen una gama más amplia de

soluciones. Los habitantes se adaptan más fáci lmente al c l ima para la

real ización de sus act ividades, por esta misma variedad de condiciones

existen muchas soluciones arquitectónicas, predominando las formas

rectangulares y cuadradas en las regiones fr ías.

Los techos predominantes son los de Agua, generalmente ubicados hacia la

fachada y en las regiones con más precipitaciones pluviales, los techos se

construyen de 2, 3 y 4 aguas. E l funcionamiento c l imático de estas casas

populares se basaba en el calentamiento solar de la fachada durante el d ía,

produciendo el calor radiante una temperatura confortable para la noche.

Los muros son gruesos para atenuar la radiación, así como absorbe calor

para los inviernos y mantiene la casa cal iente y durante los veranos

mantiene los espacios internos frescos.

Materiales y sistemas

constructivos

Los materiales y recursos de las

regiones están muy

relacionados con la construcción

de la vivienda campesina,

determinados por la ecología de

cada lugar y con las técnicas

construct ivas que culturalmente

cada región ha aportado.

Durante el paso del t iempo y de

los s ig los, los campesinos

siempre se han caracterizado

por el empleo de los mater iales

que encuentren a la mano y la ©Fig. 2.313 Valeria Prieto, La vivienda Campesina en México, México 1978

Page 12: arquitectura vernacula

Vivienda Rural para Campesinos

37

uti l ización de su mano de obra para la elaboración de sus viviendas.

Comida, vestido y vivienda son 3 necesidades básicas que todo hombre de

campo sabe resolver por sí mismo. Los problemas emergentes de las

necesidades habitacionales son resueltos a base de sent ido común,

aprovechando al máximo el espacio que se va a construir . Logran con esto

optimizar varios factores para la real ización de sus act ividades y

microcl imas confortables en base a una tecnología adecuada que todo

campesino aprende al mismo t iempo que asimi la su tradic ión cultural.

Materiales inorgánicos

La arquitectura popular se basa principalmente en el aprovechamiento de los

recursos de la zona, así como todo lo que le pueda aportar la naturaleza.

Las piedras más frecuentes para los c imientos son: la p iedra brasa, el

“canto rodado” o piedra bola. Las lajas anchas y l isas son poco usadas en la

c imentación, s in embargo se ut i l izan comúnmente para los acabados y

protección exter ior del mortero y de las juntas. Las canteras aparecen en la

c imentación.

En muros y bandas las p iedras más aprovechadas son: la p iedra brasa, las

lajas, rajuelas y canteras. La piedra se puede usar en su estado natural,

s implemente encimada y s in

necesidad de mortero, o bien

l igeramente labrada para que

ajuste una con otra y la

superf ic ie de fr icc ión sea mayor

y aumente la resistencia. Una

capacidad mayor se produce al

mezclar arc i l las en el mortero

para muros y bandas, y en este

caso la p iedra puede estar

canteada, con o sin rajuelas.

Cuando los muros están

aplanados, también se emplea

arci l la para cubrir los o arena y

cal .

Para los marcos de puertas y

ventanas, o como refuerzo en

las esquinas de los muros, la

p iedra se ursa siempre labrada.

©Fig 2.315 Valeria Prieto, La vivienda Campesina en México, México 1978

Page 13: arquitectura vernacula

Vivienda Rural para Campesinos

38

Bien pul ida y rectangular se coloca cuatropeada en las esquinas y cuando el

muro es de adobe, este refuerzo en las esquinas puede asumir el carácter

de un contrafuerte, cuadrado o redondo.

Arcil las

En todo el terr itorio nacional se d istr ibuyen diversos t ipos de arci l las,

combinadas en diversas formas con otros materia les minerales. Este

elemento natural es fundamental y característ ico en la construcción de

viviendas campesinas. Con arc i l la cruda se pueden hacer terrados,

aplanados, adobes, tepetates y dependiendo de su grado de cocción se

transforma en ladr i l los, tabiques y tejas.

Usualmente la arci l la constituye el 20% y 50%; el contenido de arenas

osci la entre el 30% y 70%; el l imo entre un 10% y 30%; los agregados

orgánicos van en una razón de 1% a 5%.

En el preparado de arci l la para adobes se usan arenas volcánicas, o sea

puzolanas, que los hacen más duros y resistentes a la tensión. Preparado el

barro, se l levan unas gaveras o moldes de madera de diversas medidas,

s iendo la más común la de 40x30x8 cm. y se presiona con la mano en las

esquinas para evitar interst ic ios; se l impia con una tabla para dar le la

misma altura y se depositan sobre un piso seco regado con arena fr ía hasta

que endurezca.

Para su secado completo, los adobes son colocados de canto. El secado

requiere alrededor de 3 semanas, al cabo de las cuales resisten una

compresión de 10 a 15 Kg. x cm2.

Los adobes de los muros se unen generalmente con un mortero hecho de

arci l las que se endurece lentamente y que se prepara de manera semejante

a los adobes. El mortero que va entre una hi lada y otra, a veces de un

espesor simi lar o igual al del mismo adobe.

Cuando el muro no va cubierto los adobes se disgregan con el agua al paso

del t iempo, por lo que se procura proteger las ar istas mediante el

tratamiento de la junta que puede ser ancha o delgada y rajueleada con

diversos materiales. La junta más común, es la ancha y resaltada con

rajuela o tezont le.

E l tepetate es un conglomerado granuloso, amari l lento, de arc i l las y arenas

calcáreas, que se encuentran en mantos gruesos y macizos. Resiste hasta

3kg x cm2 y los muros hechos con tepetates son buenos ais lantes térmicos.

E l mortero que más se emplea en el campo mexicano, es la cal, que es un

óxido de calc io con la propiedad de adherirse a otros cuerpos, por lo que es

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Vivienda Rural para Campesinos

39

ideal para usarse como un amasijo con el que se unen piedras y ladri l los o

se enlucen sus superf ic ies.

Las tejas se hacen con arci l las que cont ienen cuarzos y s í l ice para dar

mejores resultados en el cocido. Pueden ser planas o curvas; la forma más

común es la teja árabe, acanala y la de gancho.

Las tejas son soportadas normalmente por una estructura de vigas, encima

de las cuales se coloca un lecho de carr izo, faj i l la, duela, tablones,

tejamanil o ladri l lo. Sobre la cama se coloca la teja, clavada o f i ja con

mortero que se remata en la cumbrera con una hi lada de el las

transversalmente, y en los aleros laterales, con cerramientos que pueden

ser normales, con las mismas hi ladas o bien transversales a el las.

Materiales vegetales

La madera se encuentra práct icamente en todas las viviendas del país; en

algunos casos para construir toda la casa y en otros únicamente para la

estructura y otros elementos auxi l iares. Su empleo tan vasto obedece a que

resiste por igual la tracción y la compresión.

México posee una gran r iqueza en maderas. Veint is iete famil ias de árboles

se uti l izan en la construcción de la vivienda rural, s iendo las más comunes

el oyamel y el pino. Las maderas se pueden clasif icar en 3 t ipos: maderas

duras, maderas de dureza mediana y maderas suaves.

Como materia pr ima, la madera asume dos nombres dist intos según el

espesor con que se le corte de la p lanta; s i su diámetro es menor de 5 cm.,

se conoce como vara; si es mayor, como tronco. Los troncos se usan rol l izos

o en tablas, las cuales se logran mediante un labrado o con una aserrada

manual.

Según la forma, el corte

y el grosor de la madera,

esta recibe diferentes

nombres:

• viga o vigueta

(grosor de más de

7 cm., longitud

mayor a 1.50 m.)

• tablón (grosor 5 a

7 cm.)

• tabla (espesor de

1.5 cm. y hasta 2

m. de largo)

©Fig 2.316 Valeria Prieto, La vivienda Campesina en México,

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Vivienda Rural para Campesinos

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• tableta (espesor de 1.5 cm. longitud menor a 2m.)

• tejamanil ( espesor de 1.5 cm. en piezas pequeñas)

E l uso más frecuente de los troncos, es en la estructura pr incipal. Su

función más importante es en las casas de apoyos aislados, donde interviene

para soportar d irectamente la techumbre a base de horcones o postes .El

horcón es una columna hecha de un tronco que al extremo l leva una

horqui l la para recibir las vigas que forman el ángulo del techo. Otras veces

en su lugar se emplea una viga o un poste labrado. A part ir de los apoyos

ais lados, se van formando todas las diferentes estructuras para recib ir con

la resistencia necesaria, la techumbre.

Para las puertas y ventanas, la madera es un mater ial indispensable. Se

ut i l iza para los marcos y para las hojas con que se cierran los vanos, en

algunas regiones conocidos como “oscuros”.9

Tipos de vivienda campesina

Los d iferentes t ipos de vivienda campesina se dist inguen por su planta y la

forma de sus techos, s iendo estos últ imos los determinantes para def inir los.

Cuatro son los t ipos de planta: cuadrada, rectangular, circular y el ípt ica.

Ocho son los modelos de techo: p lano, incl inado con tres variantes (de agua,

2 y 4 aguas); abovedado con dos variantes (bóveda curva y bóveda plana,

cónico y semicónico) y absidal.

La forma pecul iar de construir en cada zona, produce los subt ipos regionales

y las var iaciones s ingulares que dan lugar a dist intas modalidades. Propio

del carácter mexicano es modif icar ciertas ormas o crear ornamentaciones

para hacer del espacio algo propio y

d ist int ivo.

Techo de dos Aguas

La casa más abundante en el suelo

mexicano es la vivienda con techo de

dos aguas que por su altura resulta

muy fresca. Debido a que el agua

escurre con mayor rapidez por las 2

pendientes, estos techos son ideales

para las zonas l luviosas, tanto

13 PRIETO, Valeria. Vivienda campesina en México. 1978

©Fig 2.317 Valeria Prieto, La vivienda Campesina en México, México 1978

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templadas como tropicales. En el centro del país, generalmente la altura del

techo es de dos tercios del muro.

La incl inación del techo varía en relación al material del que esta hecho y a

la l luvia que t iene que afrentar. En algunas regiones del Estado de México y

Veracruz, se real izan techos con doble pendiente, que t ienen la

característ ica de disminuir la velocidad de los escurr imientos del agua. Se

hacen como pequeños aleros o prolongando las aguas, logrando de esta

forma el portal.

En este t ipo de edif icaciones se conjugan dist intas cual idades como el logro

de claros anchos y largos que requieren vigas relat ivamente cortas, de modo

que den más espacio interno y una sensación de mayor amplitud.

Bajo un techo de dos aguas se pueden instalar varias habitaciones con

muros divisorios internos y se puede aprovechar la viguería horizontal para

tapancos y desvanes que funcionan como trojes o bodegas.

La cocina en las casas más simples, las de un cuarto, se adosa al exter ior

de un muro o bien como una estructura independiente. En la casa de un

cuarto con pórt ico la cocina ofrece 3 opciones de ubicación: dentro del

cuarto, en el pórt ico o en una estructura dist inta adosada.

En la casa de dos cuartos, generalmente uno es el dormitorio y el otro es

dest inado como comedor y cocina. El zaguán es común en las viviendas de

dos cuartos, este se ubica en medio, como un vest íbulo de distr ibución que

permite el acceso a cada una de las habitaciones al exter ior y al pórt ico.

2.4 Los nuevos materiales y tecnologías de construcción

En las últ imas 3 décadas del s ig lo XX y pr incipios del s iglo XXI se han

presentado diversos fenómenos de transición en los materiales de

construcción en las viviendas populares y rurales dentro de la población

mexicana.

La decadencia de la arquitectura vernácula t iene como antecedente los

programas de la reforma agraria que promovieron diferentes

administraciones presidenciales a lo largo de los años. Se les repart ió la

t ierra a los campesinos, más no los mater ia les, la tecnología, el capital para

trabajar la. Esto provocó un quiebre permanente en la agricultura nacional.

Grandes migraciones hacia la capital se lograron a part ir de la década de los

30’s y 40’s, nuevas famil ias se asentaron en México DF y la ciudad creció

hacia los l imites in imaginables. Una nueva sociedad surgió de las raíces del

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campo, los gustos rurales cambiaron por los modos de vivir del c itadino,

incluyendo las viviendas en las que moraban.

Con la introducción de la Televis ión a las c lases populares, se ref lejó en

programas y telenovelas la real idad f ict icia a que todo mexicano debería de

aspirar; aunado a la introducción de los programas de vivienda del gobierno

federal donde se administraban materiales relat ivamente novedosos como el

concreto y el acero, garantizando una reducción del costo de la vivienda y

un mejoramiento en la “cal idad de vida” para la famil ia.

Arena, grava, vari l las, cemento y lámina, elementos suf ic ientes para edif icar

una “vivienda digna” como han insist ido l lamarle a este término, además de

lograr una unif icación por igual, es decir, con estos materiales se podía

construir una casa en Mérida, al igual que en Tijuana o en el centro del país,

s in importar en absoluto las condic iones c l imáticas de la región.

Con el paso del t iempo estas ideas se les transmit ieron alas nuevas

generaciones, que ahora trataban de negar un pasado indígena y rural, para

dar paso al “progreso” del país… volver a la vivienda de adobe es volver a la

miseria.

Sin embargo el gobierno que durante años ha regalado material para

construcción en comunidades y pueblos, en parte lo ha hecho por contratos

dentro de las mismas compañías cementeras, logrando un ingreso a favor de

los pol ít icos y sin ninguno para sus habitantes.

Poco t iempo después se introdujo la novedad del “block” o “tabicón”,

©Fig 2.41 Melissa Schumacher, Nuevos materiales en la Soledad, 2005

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material más barato y fáci l de producir de manera industr ia l, que lograba

terminar mucho antes una casa que s i fuera de adobe y ladri l lo.

En parte este fenómeno se ha dado por la migración a las ciudades,

pr incipalmente por los empleados de la construcción y albañi les que muchas

veces lo que ven en la ciudad, es lo mismo que quieren emplear en sus

casas de campo.

Hoy en día el panorama vernáculo mexicano a dejado de ser las casas de

dos aguas de teja y adobe para convert irse en una serie de cajas grises de

zapato esparcidas como granizo en el terr itor io nacional.

2.41 El futuro del adobe en la vivienda popular mexicana

El adobe como sistema construct ivo siempre ha estado presente en la

vivienda popular mexicana, fruto de la fusión de la cultura ibérica y

prehispánica, s iempre ha cumplido sus funciones cl imáticas, de

acondicionamiento y estét icas, s in embargo ya no es un símbolo de vivienda

que todo campesino quisiera tener.

Este sistema de edif icación ha perdurado a lo largo de los s ig los de la

historia de México, embel leciendo val les y pueblos y dándole un toque

part icular a la arquitectura del lugar. Sin embargo parece ser que este

mater ia l natural se encuentra en ext inción, principalmente entre sus

usuarios or iginales.

Este es un problema cultural que no es actual, aproximadamente se viene

desarrol lando desde los últ imos 50 años, desde que las administraciones

federales introdujeron el cemento y la vari l la como regalo de los programas

de apoyo a la vivienda, sumando las migraciones laborales de los

campesinos a las grandes ciudades y Estados Unidos. Con el paso de los

años el campesino fue observando diferentes formas de vida y de casa en

las ciudades, comparando su ant igua forma rural de vida con el “progreso”

que presentaban las grandes urbes.

Es un hecho que el adobe es mucho más ef ic iente y mucho más estét ico que

cualquier otro material contemporáneo, pero cómo hacer cambiar la forma

de pensar de la población que l levan décadas asimilando los nuevos

materiales y aceptándolos como una nueva forma de vida que mejorará sus

condiciones de vivienda.

Comentar ios como “Es más caro”, “Ya nadie lo hace”, “Se deshace”, son

comunes entre las voces de las comunidades rurales. Bien es c ierto que es

poca gente que lo hace, muchas veces pierden la tradición y deseo por

seguir con estas formas de construcción, incluso la teja aunque a muchos

les s iga gustando, es un lujo que sus presupuestos no pueden pagar.

Todo lo anter ior se sust ituye por un “El b lock es más seguro”, un material

barato, que les dará la posib i l idad de ampliarse en un futuro, fáci l de

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adquir ir y colocar y que les responderá a sus nuevos gustos por la

arquitectura suburbana que tanto desean implantar en los ej idos y zonas

rurales.

El adobe no está perdido, pero debe revert irse contra el daño cultural que

ha creado el concreto sobre la población en general, no es sólo de

convencer a la gente e imponer que debe de seguir ut i l izando adobe.

Desafortunadamente si las formas vernáculas no quieren morir en el

recuerdo, deben de adaptarse a los nuevos gustos y formas del usuario, en

un principio encontrar una armonía entre la casa campesina t íp ica y el uso

de cemento, block, lámina, rescatar pr incipalmente el color que tanto

caracteriza a países como el nuestro.

Es muy probable que si en conjunto con los programas de gobierno se

vuelva a construir con los materiales t íp icos y que la gente visual ice el

contraste entre una casa bien hecha y otra ecléct ica, ta l vez poco a poco

vuelvan a asimi lar las casas de sus abuelos como algo bel lo, no como un

prejuicio hacia la pobreza y miseria y principalmente como una vivienda

que será segura y que les dará todas las característ icas posit ivas de

cualquier casa de ciudad.

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