arquidiocesisdevillavicencio.org.coarquidiocesisdevillavicencio.org.co/wp-content/uploads/... ·...

117
HISTORIA DEL SEMINARIO NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN RESTREPO – META Por: Carlos Albeiro Velásquez B., CM El Seminario Mayor Nuestra Señora del Carmen, originalmente conocido como “de los Llanos y de la Orinoquia”, llega a la cima de los quince años. Cuantitativamente hablando, cinco lustros no representan mayor relevancia, sin embargo, por tratarse de una obra que seguirá abriéndose paso en la Iglesia particular de Villavicencio, no se puede dejar pasar inadvertida esta efemérides. Lo que la historia relata se parece a una carrera de relevos: cada generación constituye un eslabón de la cadena, el soporte físico de una antorcha que va de mano en mano. Esta celebración se torna coyuntura para contar la historia. Quizás no sea yo el más indicado para tejer estas páginas y, por lo mismo, sé que un avezado historiador puede emprender algo más elaborado. Mi intención es sencillamente no dejar pasar desapercibida esta fecha histórica y reunir los datos que existen para que al menos no queden dispersos, con el deseo de que otra mano venidera continúe la brecha abierta. Las palabras del libro de Sirácida, ejemplo completo de literatura sapiencial judía, “Cuando el hombre cree acabar, apenas comienza; cuando se detiene y mira, queda perplejo” (18,7), confirman que una mirada al pasado inmediato nos deja perplejos por el abundante cruce de actividades, experiencias y sueños que se van realizando en la historia de las personas y de las comunidades, sin exención de 1

Upload: lynhu

Post on 22-Feb-2019

214 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

HISTORIA DEL SEMINARIO NUESTRA SEÑORA DEL CARMENRESTREPO – META

Por: Carlos Albeiro Velásquez B., CM

El Seminario Mayor Nuestra Señora del Carmen, originalmente conocido como “de los Llanos y de la Orinoquia”, llega a la cima de los quince años. Cuantitativamente hablando, cinco lustros no representan mayor relevancia, sin embargo, por tratarse de una obra que seguirá abriéndose paso en la Iglesia particular de Villavicencio, no se puede dejar pasar inadvertida esta efemérides. Lo que la historia relata se parece a una carrera de relevos: cada generación constituye un eslabón de la cadena, el soporte físico de una antorcha que va de mano en mano. Esta celebración se torna coyuntura para contar la historia. Quizás no sea yo el más indicado para tejer estas páginas y, por lo mismo, sé que un avezado historiador puede emprender algo más elaborado. Mi intención es sencillamente no dejar pasar desapercibida esta fecha histórica y reunir los datos que existen para que al menos no queden dispersos, con el deseo de que otra mano venidera continúe la brecha abierta.

Las palabras del libro de Sirácida, ejemplo completo de literatura sapiencial judía, “Cuando el hombre cree acabar, apenas comienza; cuando se detiene y mira, queda perplejo” (18,7), confirman que una mirada al pasado inmediato nos deja perplejos por el abundante cruce de actividades, experiencias y sueños que se van realizando en la historia de las personas y de las comunidades, sin exención de fracasos o de errores. A la perplejidad –muy humana- le sigue la acción de Gracias al Señor de la historia por su sentida presencia en los avatares de nuestro itinerario. No quisiera que hubiera el mínimo asomo de triunfalismo en este “detenerse, mirar y quedar perplejo”, sino que aparezca en este escenario de la historia, con realismo y gratitud, los rostros de personas concretas que han posibilitado que se llegue hasta este momento. Hay obispos, rectores, formadores, seminaristas, profesores, benefactores, padres de familia, etc.

Las fuentes de las que me he valido para este trabajo son fundamentalmente las que ha publicado la Congregación de la Misión en su revista provincial Avance Noticioso, el historial de la comunidad local, el reporte de crónicas, los archivos de la curia episcopal y los

1

diálogos personales con personajes implicados en la vida del Seminario. En ciertas ocasiones hago transcripción literal de noticias escritas.

La primera parte de estas crónicas, bien podría omitirse porque la historia de la iglesia particular de Villavicencio ya ha sido escrita. Incluso en el Plan Pastoral 2007-2016 el marco de la realidad aborda una completa síntesis histórica (pp. 29-37). Sin embargo, a modo de exordio creo conveniente unas pocas líneas.

2

DATOS GENERALES DE LA IGLESIA PARTICULARDE VILLAVICENCIO

Esta jurisdicción fue conocida bajo el nombre de la Prefectura Apostólica de los llanos de San Martín, bajo la guía espiritual de Monseñor Eugenio Morón, quien llegó a Villavicencio el 31 de enero de 1904; posteriormente fue nombrado como primer Vicario Apostólico al Excelentísimo Monseñor José María Guiot y luego como segundo Vicario Apostólico al Excelentísimo Monseñor Francisco Bruls.

Con la bula del 11 de febrero de 1964, Su Santidad Pablo VI, creó la Diócesis de Villavicencio, nombrando como primer Obispo al Excelentísimo Monseñor Francisco Bruls, quien empieza su misión con la celebración del Congreso Eucarístico Diocesano Llanero en compañía del Señor Cardenal Pablo Bertoli.En su labor pastoral a lo largo de 30 años, Monseñor Bruls, construyó e inauguró el Seminario Menor San Pió X, que sirvió de sede muchos años más tarde para el actual Seminario Mayor Regional Nuestra Señora del Carmen; de igual manera se le recuerda por la erección de las primeras 17 parroquias en esta jurisdicción. El 11 de febrero de 1962, fue ordenado Obispo Auxiliar el Excelentísimo Monseñor Gregorio Garavito quien sucedió a Monseñor Bruls en 1964. El nuevo Obispo amplió las líneas pastorales a su cargo durante 29 años a través de la Radio y de la Editorial Diocesana Gráficas Juan XXIII, además impulsó la evangelización con la creación y el fortalecimiento de la acción social, comunidades de base, la promoción del laicado y el diaconado permanente. El Excelentísimo Monseñor Alfonso Cabezas fue nombrado primero como obispo

3

coadjutor desde junio de 1992 y luego como obispo residencial al aceptar su Santidad Juan Pablo II la renuncia de Monseñor Gregorio.

Con toda su experiencia pastoral Monseñor Alfonso Cabezas fortaleció vocacionalmente el Seminario Mayor “Nuestra Señora del Carmen”, propició la creación de diferentes asociaciones de fieles, movimientos apostólicos, adquirió “Alcaraván” empresa de turismo preferiblemente religioso y la emisora local “Radio Cinco” que se llamó posteriormente “Eco Llanero”. Así mismo creó El Bachillerato Campesino SAT y la Funeraria la Resurrección. Durante su gobierno pastoral florecieron diversos Grupos Apostólicos, Asociación de FielesTomó la decisión de participar en la Red de Nueva Evangelización.

Seguidamente ante la renuncia de Monseñor Cabezas, su Santidad Juan Pablo II, nombró posteriormente el 3 de julio de 2004 nombrado

Arzobispo de Villavicencio al ser elevada esta jurisdicción a esta categoría, al Excelentísimo Monseñor Octavio Ruiz Arenas, el 16 de Junio de 2001 como Administrador Apostólico y luego como Obispo

residencial el 16 de Julio de 2002. Se reconoce en Monseñor Ruiz su ardiente celo por la Evangelización al liderar el Plan Diocesano de Pastoral Participativo, al fortalecer el Sistema Integral de Nueva

Evangelización. Su preocupación por la formación permanente del clero, el fortalecimiento de estructuras que alimentan la fraternidad

sacerdotal y el bienestar social de los presbíteros, han sido una característica constante en su Ministerio Episcopal. Así mismo, ha

trabajado en el fortalecimiento de las Vicarías Episcopales, los arciprestazgos y las diferentes delegaciones de pastoral diocesana, como también el estudio y la creación de soportes jurídicos para las distintas asociaciones de fieles que trabajan en la Diócesis. El 4 de

Julio de 2004 fue elevada a Arquidiócesis de Villavicencio.

4

LOS ALBORES DEL SEMINARIO

En 1960 llega como párroco de Restrepo el sacerdote monfortiano Ramón Ramos. Su celo pastoral es testimoniado por algunas poblaciones del llano, en las que con innata pericia emprendió algunas obras de infraestructura: planta eléctrica para aserradora, cepilladeros de madera, templo y casa de El Calvario y San Pedro de Jagua, campo de aterrizaje en la misma población y el puente colgante sobre el río Guacavía en Restrepo. Su predecesor y hermano de comunidad, P. Luis Agatón, inició la construcción del Colegio Nuestra Señora de Fátima, para señoritas, que fue dirigido por las religiosas francesas de Ker María. Las instalaciones del Colegio corresponden al hoy Colegio Nacionalizado de Restrepo. Monseñor Francisco José Bruls, pide al P. Ramón Ramos habilitar la estructura del colegio como sede del seminario menor, ya que por los obstáculos legales las religiosas francesas tuvieron que salir de la institución y el colegio tuvo que ser cerrado. La ubicación del seminario menor en la sede del colegio femenino exacerbó los ánimos de la sociedad restrepense que no tardó en reclamarle al celoso misionero que le fuera devuelta la sede.Este percance obligó al Prelado a emprender la construcción de una sede propia para el seminario, tarea que le fue asignada al P. Ramón en calidad de párroco. A pesar de los años que se le vinieron encima, acompañados de algunos males, el P. Ramos conserva en su memoria algunos datos de estos orígenes y así los expuso al P. Carlos Albeiro Velásquez, el 10 de diciembre de 2006, en la casa de misioneros mayores que los monfortianos tienen en Choachí:

“Los monfortianos le expresamos a Monseñor Bruls que ya había llegado el momento de tener un seminario propio para asegurar sacerdotes autóctonos que ayudaran a la evangelización de esta extensa jurisdicción de los llanos de San Martín. El aumento poblacional se sumaba a este clamos que reclamaba más clero. El Colegio de señoritas que había sido cerrado ofrecía una buena posibilidad para comenzar allí el seminario. Pero la agresión de la gente no tardó. Viví en carne propia esta contradicción. No faltaron pasquines que afirmaban que yo era un cura dictador o comunista. Pero las palabras del Padre de Monfort me consolaron: ¡Qué cruz no tener cruz! Así me aferré más a la misión de llevar a cabo la misión que el mismo obispo me había confiado. Monseñor Bruls había

5

recibido por escrito los memoriales que la gente había firmado y que se oponían al seminario y al cura. El obispo, prudente y no amigo de polémicas ni distancias con su grey, me planteó la dificultad y al mismo tiempo no dejó de expresarme su apoyo de pastor. Entendí que este era un claro mensaje que me llevó a afirmar de manera contundente: ¡Haremos el seminario!Así pues, me dediqué denodadamente a buscar un terreno. Existían varias propuestas: en el barrio el Buque, de Villavo y en Acacías. Después de muchas búsquedas la balanza se fue inclinando por la población de Restrepo. En esta decisión jugó mucho la opinión de Monseñor Bruls.Encontré dos predios ubicados a las afueras de Restrepo, en la vereda Caney Alto, separados ambos por un camino veredal. La unificación del terreno implicó una reunión con los vecinos de este sector rural para acordar el cese de la servidumbre. Esta gestión no salió gratis porque tuve que pagar, además del costo de los dos lotes y el derecho para unirlos.

El P. José Rámakers, también monfortiano, innato arquitecto y gestor de otras obras eclesiásticas del llano, diseñó los trazos de la construcción y entregó los planos al obispo. No hubo ingeniero, así que me tocó dirigir la obra. E esta labor me colaboró un campesino de la población que entendía mucho de construcción, los dos leíamos los planos y ejecutábamos la obra. La idea original del P. Rámakers no pudo llevarse a cabo en su totalidad porque tenía muchos más detalles que ni yo ni el maestro de obra logramos plasmar, aunque quedó lo fundamental”.

La construcción quedó tan sólida como el carácter del cura párroco, que dedicó tres años ininterrumpidos al levantamiento del edificio, mientras atendía pastoralmente su parroquia. El dinero lo iba dando poco a poco Monseñor Bruls, con ayudas del exterior que iban llegando y que se completaban con los fondos que los fieles de Restrepo obtenían con bazares y aún con reinados de señoritas. La construcción, como lo refiere el mismo gestor, fue realizada en 1963. Consta de tres módulos: el primero en un extremo para el seminario menor, el otro equidistante para el mayor y un bloque central para el personal docente. Las paredes dobles se diseñaron de tal manera que tienen un espacio de 12 centímetros entre muro y muro, de suerte que se asegure la frescura del edificio. En la parte posterior se edificó

6

la cocina y a cada lado de ésta un comedor, uno para los padres y otro para los seminaristas. Se levantó también la construcción del actual bloque del propedéutico.

Por su parte, la capilla no hizo parte de lo original, más bien fue un ulterior trabajo, emprendido por el P. Carlos Achuri, en 1966.

Don Desiderio López, vecino de la población de Restrepo, refiere en el momento de redactar estas notas históricas, que durante una década trabajó al lado del P. Ramón Ramos. Esta cercanía lo acredita para allegar ciertos datos del inicio de la construcción, por ejemplo el nombre de los obreros que, junto con él, en un año y sin la ayuda de maquinaria sofisticada, fueron trayendo la arena del río Caney y haciendo los bloques de cemento en el mismo lugar de la construcción: Guillermo Dueñas (Maestro de obra), Saúl Bobadilla (Bloquero), Luis López, Luis Castillo, Rafael Mora. Don Desiderio, quien estuvo al frente de la administración de la finca comparada por el P. Ramos, recuerda vivamente que cotidianamente el consagrado párroco iba vestido de sotana negra y con bonete a dar vuelta a la obra y como era un empírico arquitecto, siempre advertía defectos para corregir a medida que los muros, las columnas y las vigas se iban levantando.

El Seminario recibió el nombre de San Pío X Desde el 11 de febrero de 1961 y se abrió como semillero de dos importantes clases de vocaciones: de apostolado seglar y sacerdotal.

El 26 de junio de 1992 fue nombrado Monseñor Alfonso Cabezas Aristizábal como obispo coadjutor con derecho a sucesión quien ejecutó lo que había soñado su predecesor, Monseñor Gregorio Garavito. El 11 de febrero de 1993 se abren las puertas de esta casa de formación con 12 teólogos y 22 filósofos, en la sede de la actual casa de retiros Juan Pablo II. Vale la pena precisar que de la construcción actual solamente se usaban las aulas de clase, porque el resto del edificio funcionaba aún como seminario menor.

El Seminario fue conocido primigeniamente como “de los Llanos y de la Orinoquia”, porque, efectivamente, recibió jóvenes provenientes de los Vicariatos de Mitú - Puerto Inírida, Guaviare, Ariari y de la Prefectura de Vichada; además de diocesanos de Villavicencio.

7

Ubicado en el piedemonte llanero, al pie de la cordillera de los Andes, donde muere la gigantesca mole de montañas y comienzan 650 mil kilómetros cuadrados de llanuras y selvas.

Para la historia es oportuno consignar los nombres de aquellos prelados que secundaron la idea de un seminario regional de los llanos: Monseñor Héctor Julio López Hurtado, Vicario Apostólico del Ariari; Monseñor Belarmino Correa Yepes, Vicario Apostólico de San José del Guaviare; Monseñor Gustavo Ángel Ramírez, Vicario Apostólico de Mitú-Puerto Inírida y Monseñor José Aurelio Rozo Gutiérrez, Prefecto Apostólico del Vichada. Todos ellos pastoreaban el dilatado territorio oriental de llano y selva, del que saldrían en épocas sucesivas los estudiantes del seminario.

El equipo de formadores era diocesano y escaso, solo contaba con tres padres de tiempo completo: Luis Fernando Restrepo, del Vicariato del Mitú, primer rector; Francisco Cardona, eudista, vicerrector y director espiritual; Alejandro Gaitán, del Vicariato del Mitú, director académico. Roberto Jaramillo Alzate, del Guaviare, se ordenó diácono durante el tiempo que estuvo colaborando como formador. Algunos sacerdotes diocesanos reforzaban el equipo en calidad de profesores que prestaban sus servicios “ad honorem”: Moisés Rodríguez, Alberto Medina, William Gil, Oscar Cardozo y Carlos Portela.

8

UN SEMINARIO PARA MISIONEROS

La formación, la experiencia y el talante sacerdotal de los presbíteros reclamaban la consolidación de la figura de un pastor más autóctono, más inculturado, más abierto y audaz, sin que por ello deje de ser fiel a la identidad mistérica de su sacerdocio y a las dimensiones de unidad y de comunión.

Para unos territorios como estos no se puede concebir ni formar un sacerdote que no tenga talante misionero. Y el misionero se enfrenta a las incomodidades del lugar y a la estrechez de los comienzos. Los jóvenes seminaristas pioneros se tropezaron con los espacios vacíos que debían ser llenados con creatividad y sacrificio: desde que llegaron se dieron a la tarea de sufrir día a día incomodidades, compartir sus habitaciones entre cuatro, protegerse de la lluvia aún dentro de aquellas habitaciones, tomar la pica y la pala para hacer más presentable “su casa”. Nos refiere el primer rector que “Admirables y ejemplares resultaron estos pioneros, supieron sortear toda clase de dificultades, incluso topográficas, pues para llenarse del alimento material y espiritual, debían siempre atravesar un pequeño caño haciendo peligrosas maromas, recuerdo hoy que uno de ellos aún reflexionando en las grandes verdades reveladas perdió el equilibrio y fue a parar en medio de las piedras, para fortuna de todos sólo hubo una pequeña fractura en uno de sus brazos…”

Poner a marchar un seminario mayor no es tarea fácil, toda vez que con bastante frecuencia se tiene que comenzar de cero. Los seminaristas no faltaban, habían sido bien seleccionados por los obispos de la zona. Sólo faltaban los formadores. Fueron los mismos obispos quienes presentaron a los sacerdotes formadores, tomados de entre su escaso clero. Hablemos de los pioneros:

Roberto Jaramillo Alzate. ¿Qué iba a pensar él, más adulto que joven, que después de manejar sus negocios le correspondería dejarlos para dedicarse a los de Dios? Además, que debía hacer un paréntesis en sus estudios universitarios y dejar del todo su vida capitalina, relativamente cómoda, para venir a dormir en un duro colchón y en una cama sostenida por ladrillos? La Iglesia del Guaviare lo cedió junto con su capacidad numérica y su creatividad en la organización.

9

Se desempeñaba en el Seminario como Ecónomo, cuando fue llamado por su Obispo al Diaconado, el 20 de marzo del 1993.

Alejandro Gaitán. Notoriamente más joven que el anterior, estaba siendo preparado por Dios en el silencio y la oración luego de haber vivido una labor agitada en la milicia como Capellán Castrense. También de la Iglesia del Guaviare. Un joven equilibrado, lleno de Dios y que con su espíritu de “guerrero” se le dio la nueva tarea de hacer conocer a Dios a través de la Liturgia.

Francisco Cardona. Este hijo de San Juan Eudes, era un sacerdote avezado en las faenas formativas y de muchos más años. Este perfil le permitió darle al equipo de formación un toque de seriedad y de peso necesarios. Fue enviado por su provincial, el P. Diego Jaramillo, pues se estaba contemplando la posibilidad de que los eudistas asumieran la responsabilidad de la formación general del Seminario. Se le asignó la tarea de la dirección espiritual.

Luis Fernando Restrepo Londoño. El más joven de todos. En tan sólo tres años de vida misionera había sido tocado por la “mano izquierda” de Dios, pues en una Navidad había tenido un accidente que casi le cuesta la vida, y en la Navidad siguiente fue privado, en un solo segundo, de la presencia física de su madre. La Iglesia particular del Vaupés quiso entregarlo como don acrisolado y como una muestra de la generosidad y desprendimiento de la iglesia misionera, pues aquella porción del Pueblo de Dios sólo tenía dos Sacerdotes propios y allí estaba donando el 50% de su clero. A este sacerdote se le dio el encargo de dirigir no sólo el Seminario como tal sino de llevar a cabo la edificación.

Los cuatro sólo se conocieron unos días antes de iniciar sulabor. El domingo 31 de enero de 1993 estaban ya todos reunidos en lo que a partir de aquel día sería el Seminario Mayor de los llanos y de la Orinoquia “Nuestra Señora del Carmen”. Junto con los formadores estaban también 31 jóvenes que iniciarían clases al día siguiente, lunes 1° de febrero: 19 jóvenes para Filosofía y 12 para Teología.

Pero, ¿quiénes dictarían las clases? Se necesitaban sacerdotes y laicos santos y doctos para que colaboraran en esta gran misión y fueron surgiendo de manera espontánea llevados de la mano del Buen

10

Dios, sus nombres quedaran escritos en el Libro de la Vida y en la Historia de esta casa: Padre Bernardo Caicedo (Filosofía), Padre Oscar Cardozo (Liturgia), Padre William Gil (Teología Dogmática), y Padre Alejandro López (Sagrada Escritura). En representación del laicado estaba el Licenciado Guillermo Mejía encargado de la Procura del Vicariato de Mitú (Fundamentos Pedagógicos). Ellos, junto con los mismos formadores y con los dos Obispos, dieron vida a la idea de Dios.

La parroquias de Villavicencio abrieron sus puertas a nuestros jóvenes seminaristas para que pudieran tener el acercamiento a la pastoral, fueron aquellos párrocos quienes propiciaron Vida Pastoral a nuestra casa: P. Jesús David Sáenz (q.e.p.d.), en la Parroquia de Monte-Carlo; P. Oscar Cardozo, en la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro; P. Carlos Ricardo, en la Parroquia Nuestra Señora del Pilar; P. Guillermo Sánchez, en la Parroquia de Ciudad Porfía y P. Edgar Arias, en la Parroquia Cristo Resucitado. .

El 11 de febrero , en la Capilla del Seminario Menor, San Pío X, se elevó una oración de acción de gracias por esta gran obra: cientos de fieles se encontraban allí en oración, acompañados de 5 Obispos y 64 Sacerdotes de toda esta amplia región, todos ellos declararon oficialmente abierto el SEMINARIO MAYOR para los LLANOS Y LA ORINOQUIA.

Meses después, se terminaba la nueva casa que habitarían los teólogos, eran pequeños bloques construidos por los mismos Seminaristas, cuánto sudor ahí allí bajo esa casa! La construcción que hoy se tiene, hermosa y moderna, envuelta en medio del paisaje, fue diseñada por el arquitecto Juan Manuel González, actual gobernador del departamento del Meta (2007), y con la supervisión constante del Padre Crisanto Ramos, ambos debieron afrontar múltiples dificultades en cuanto a la premura del tiempo y a la escasez del dinero pero su empeño ahora se ve.

11

LLEGADA DE LOS PADRES VICENTINOS

La Congregación de la Misión, cuyo fin es seguir a Jesucristo evangelizando a los pobres y formando clero y laicos para la misión, recibe la invitación de Monseñor Alfonso Cabezas para asumir la dirección de esta obra. Los contactos iniciales del Obispo vicentino se hicieron con los padres eudistas, quienes respondieron negativamente después de “bajar a ver” la oferta. No me pregunten los motivos de esta negativa, se lo dejo a uno más curioso que yo.

En un artículo de carácter noticioso, el pionero vicentino, David Sarmiento, refiere en sugestivo relato que tituló “En el oriente sale otra vez el sol”, la llegada suya y de Francisco Javier Quintero a estas tierras donde apenas un año atrás se había abierto esta nueva cuna de sacerdotes. Después de insistentes peticiones que había hecho Monseñor Alfonso Cabezas a sus hermanos de comunidad para que pusieran su grano de arena en la formación del presbiterio llanero, con la firma de un contrato en enero de 1994, se responde a tan apremiante llamado. Nos cuenta el P. David que en febrero, uno tras otro, fueron llegando, preguntando por el desconocido lugar donde funcionaba el Seminario. “A unos veinticinco minutos en carro al nordeste de Villavicencio por la vía marginal de la selva, topamos la población de Restrepo, y unos 15 minutos más, ya caminando al occidente hacia donde la bravía cordillera se estira en levísima pendiente, a la sombra de los árboles, junto a un arroyuelo represado en lo que sirve de piscina y cuyo murmullo hacer caer el termómetro de los 35 grados atribuidos al lugar, abren sus brazos los ‘módulos’ surgidos de la noche a la mañana, en la de un año antes, ubérrima dehesa” (Avance Vicentino, No. 250. Marzo-Abril 1994, pp. 24-26).

En este segundo año de funcionamiento, el Seminario contaba con más personal: 26 seminaristas de Villavicencio y 12 más del Ariari, Vichada, Guaviare y Vaupés, que se acomodaban en tres módulos. Prefiero dejar ahora el relato en las letras del P. David Sarmiento: “En horas de clase este colmenar se acrece con los 23 huéspedes de la casa parroquial de Restrepo, ‘Hijos de la Madre de Dios’: I y II de teología, II de filosofía que comparte su aula con el Divino Maestro, quien, desde su sagrario y tras cortina ligera sonríe misericordioso a los profesores y no deja de inquietarlos, bien de frente,’ haciéndoles preguntas’. Los de I de filosofía, atravesando el arroyo caminan

12

calzada de cemento un par de cuadras para buscar aula en el añoso y amplio edificio del Seminario Menor, ocupado por unos cincuenta alegres aspirantes”.

Los formadores que se encontraban en ese momento -vale la pena recordarlo- eran tres: uno ya veterano, testigo generoso de la tradición eudista (Francisco Cardona) y dos jóvenes misioneros del Vaupés (Luis Fernando Restrepo y Alejandro Gaitán).

Poco después del arribo de los dos primeros vicentinos, Monseñor Alfonso Cabezas aprovechó la celebración diocesana de los 75 años de su predecesor, Monseñor Garavito, para presentarlos ante el presbiterio. “Desde el seminario se columbran las infinitas llanuras y sus necesidades infinitas y soñamos en la posibilidad de un compromiso menos limitado: ¡nos lo conceda Dios! Buenos misioneros para el llano en su inmensa Orinoquia” Con estas palabras cierra su primer reporte el nombrado pionero vicentino.

En 1995 llega como el P. Daniel Vásquez a remplazar al P. David Sarmiento. Hasta ese momento los dos hijos de San Vicente estaban adscritos a la comunidad local de la casa provincial, de Bogotá. 1995

El 1° de febrero de 1995 se iniciaron labores. El P. David Sarmiento deja el Seminario después de un año de fecunda misión formativa, en el que se dejó conocer como el siempre sereno amigo de los pobres e íntegro formador. Sus superiores le asignaron la dirección del Seminario Interno de los vicentinos en la población huilense de Nátaga. Un poco más tarde, el 16 de febrero, se unió a los padres Daniel Vásquez y Francisco Quintero, el diácono José Jair Vélez. El primer semestre de 1995 la dirección del Seminario siguió en manos del P. Luis Fernando Restrepo, a modo de empalme. Hizo también parte del equipo de formación el señor Martín Parra, del Vicariato Apostólico del Ariari y quien había concluido sus estudios de teología. Después de la Pascua llega el P. Juan Campos, en reemplazo de su hermano vicentino José Jair Vélez, destinado a estudiar Medios de Comunicación para la Pastoral, en la Universidad Javeriana de Bogotá.

13

Así pues, el equipo de formación se iba fraguando: ya contaba con tres vicentinos, un sacerdote diocesano y un laico teólogo. Para hacer frente a la carga académica se contaba con la ayuda de cinco sacerdotes diocesanos y con los obispos titular y emérito de Villavicencio.

Al finalizar el primer semestre de 1995 y de acuerdo con lo convenido entre Monseñor Alfonso Cabezas y el Padre Visitador, Aurelio Londoño, el P. Luis Fernando Restrepo hizo dejación de su cargo de Vicerrector del Seminario e inmediatamente asumió las funciones de Rector el P. Daniel Vásquez. Esto tuvo lugar el 16 de junio, fecha en que la comunidad del Seminario Mayor despidió a quien con inteligente tesón y mucha esperanza había iniciado la obra y la había acompañado durante sus primeros dos años y medio de vida. El P. Restrepo partió con su acreditado celo misionero a trabajar con las comunidades del Guainía. Es significativo para el Seminario el hecho de que el relevo de la rectoría se hubiese hecho entre un misionero que llegaba y otro que partía. Esta feliz coincidencia sella una vez más la impronta misionera que se ha querido dar a la formación de los sacerdotes en estos claustros.

Al terminar el primer semestre, el P. Juan Campos dejó la obra del Seminario, con la intención de enrutarse hacia su madre patria, Cuba. Su paso fue literalmente fugaz. A partir del segundo semestre de 1995 se sumó a los dos vicentinos restantes, el P. Luis Emilio Holguín, recientemente llegado de la patria madre, donde se especializó en Teología Pastoral en la Universidad del Salamanca. Asumió el P. Holguín la responsabilidad del economato del Seminario, mientras que el P. Francisco Quintero se asumió la Dirección Espiritual. Por unos pocos días estuvo el P. Rubén Darío Trejos, diocesano, quien por motivos de salud tuvo que se reemplazado por otro sacerdote del clerio diocesano, Rito Ignacio Ussa, a quien se le asignó la responsabilidad de la secretaría académica y del consejo de formación.

Durante el segundo semestre, bajo la dirección del P. Daniel Vásquez, se fueron trasladando poco a poco las distintas dependencias del Seminario Mayor ubicadas hasta ese momento en las edificaciones modulares construidas para los inicios, donde hoy funciona la casa de retiros Juan Pablo II.

14

Todo el año fue de mucho discernimiento y de búsqueda de la forma propia del Seminario, es decir, de su estructuración interna en todo sentido. Quedaron fundamentadas las distintas áreas o dimensiones: secretaría, biblioteca, salón de pastoral, etc. El pensum académico se racionalizó. Así mismo se logró posesionar adecuadamente al Seminario en el conjunto de la diócesis y de las demás circunscripciones eclesiásticas a las que se presta el servicio de formación de sus seminaristas.

Vale la pena destacar la acción vigorosa del Padre Ecónomo, Luis Emilio Holguín, que con sus bríos paisas fue consolidando la economía, el conjunto locativo y administrativo del Seminario, en medio de la pobreza, el trabajo y la sencillez.

1996

El 4 de febrero de 1996 se comenzaron las labores con la llegada de los mayoristas. Para filosofía 36 y para teología 22. A estos estudiantes internos hay que sumar 25 externos provenientes de dos nacientes comunidades auspiciadas por el Obispo: los Hijos de la Madre de Dios y los Predicadores de Cristo y de María. Los primeros residían en la parroquia de Restrepo con su fundador y superior, P. Alberto Hernández; mientras que los segundos habitan en Cristo Rey, el cerro desde donde se divisa Villavicencio, con el P. Mauricio Cuesta, su fundador y superior. En este mismo relato histórico se hará mención de estas nacientes Asociaciones y su relación con el Seminario.

Entre el 5 el 9 de febrero se llevó a cabo el trabajo de la planeación. Hay que decir, en honor a la verdad, que esta ha sido otra impronta vicentina en la formación del clero: elaborar juntos la planeación y hacerlo no solamente como un instrumento práctico de acordar actividades y fechas, sino entrar en una dinámica conjunta de reflexión y de planeación de las esperanzas. A decir verdad fue la primera vez que a comienzo del año de acometía con todo empeño la tarea de confeccionar en familia el planeamiento comunitario. Recuérdese bien que fue solamente a partir de junio del año anterior cuando los misioneros vicentinos asumieron plenamente la dirección del Seminario. Se mantuvo vigente la costumbre de organizar la vida y la acción de la comunidad formativa del Seminario en cuatro frentes:

15

espiritual, comunitaria, intelectual y pastoral. En este ir y venir de los inicios se va acentuando la identidad y el sentido de pertenencia y cada seminarista se va haciendo responsable de la construcción de la vida del Seminario.

El P. Gabriel Olmos, venido del Seminario de Popayán, entró a formar parte del equipo de formación. Amén de su aquilatada virtud y de su vida ejemplar salió a mitad del año destinado para el Seminario de Ibagué el P. Francisco Quintero. Su paso de dos años y medio dejó la huella de sencillez y de amena vida fraterna. En su reemplazo llegó de Francia Carlos Ignacio Lozada.

Haciendo síntesis, cuatro son los vicentinos en este año: Daniel Vásquez, Gabriel Olmos, Emilio Holguín y Carlos Ignacio Lozada. A ellos se suman en el equipo de formación, los presbíteros Rito Ignacio Ussa y Carlos Arturo Portela.

A lo largo del año 1996, el Seminario vivió los siguientes acontecimientos relevantes:

Curso sobre sectas. El Doctor en teología bíblica, P. Florencio Galindo, orientó un curso sobre sectas, entre el 27 y el 29 de febrero. Este vicentino había elaborado su tesis doctoral y la había titulado El Protestantismo fundamentalista, una experiencia ambigua para América Latina. El contenido del curso estaba basado básicamente en esta obra. Al curso asistieron también los sacerdotes de la diócesis, algunos laicos y el mismo Monseñor Alfonso Cabezas.

Visita del P. Lauro Palú. Este sacerdote brasileño, Vicario General de la Congregación de la Misión, visitó el Seminario entre el 5 y el 7 de marzo. El fin de su visita era la animación de la obra formativa en un contacto directo con la misma.

Conferencia y foro sobre la Nueva Era. El P. Daniel Vásquez dio una conferencia, el 16 de abril, sobre el fenómeno de la Nueva Era. El 8 de mayo, licenciado en literatura, Bil Carrascal, egresado de la Universidad nacional y miembro del movimiento carismático, ofreció también una extensa y profunda disertación sobre el tema.

16

Fiesta de las familias. Se tuvo del 18 al 20 de mayo y reunió un centenar de personas. Desde el mismo comienzo del año se enfilaron todos los esfuerzos hacia el logro de este evento, que permitió acerca las familias de los futuros sacerdotes a la gran familia del Seminario. Una de las familias regaló un arpa llanera con el fin de motivar la conformación de un conjunto musical cultural y artístico del Seminario.

Primeras ordenaciones sacerdotales. El 15 de agosto, en Puerto López, fueron ordenados los dos primeros sacerdotes, frutos de este semillero vocacional: los padres Carlos Alberto Pérez y Miguel Albarracín, para la diócesis de Villavicencio. Después de su ordenación debieron continuar sus estudios en el seminario hasta el final del año. Ambos habían iniciado estudios de teología en 1993, año de fundación del Seminario.

Participación de los teólogos en el encuentro Nacional de Seminaristas. Los seminaristas de teología participan, del 12 al 16 de agosto, en el Encuentro Nacional de Seminaristas Teólogos de Colombia, que se realizó en La Ceja (Antioquia). Se convierte esta en la primera representación institucional del Seminario en eventos eclesiales a nivel nacional.

Encuentro de los Benefactores del Seminario. Es la primera vez que en la historia del Seminario se realiza un encuentro con los benefactores. El 11 de septiembre se congregaron en las instalaciones del Seminario las personas más allegadas y colaboradoras.

Fiesta del Seminario. El 25 de septiembre se reunieron los aspirantes al Seminario junto con los mayoristas, los convictores que vivían en la Curia, los diáconos y los aspirantes adultos. En total se congregaron 100 personas.

Semana Bíblica. Del 25 de septiembre al 2 de octubre se llevó a cabo la Semana Bíblica en la que participó el Seminario. Hubo proyección a las parroquias y vivencia de la Semana Bíblica al interior del Seminario. La celebración de este evento es clave porque a partir de él se tomó la resolución de fundar la Escuela Bíblica.

17

El problema de la posmodernidad. Así tituló el P. Abelardo López, CM, su intervención de todo del día, el 4 de octubre. Se unieron a este evento académico el Obispo y los Vicarios de la diócesis. La hondura del tema y la preparación del ponente dejaron satisfechos a los asistentes.

Conferencias sobre la paz, la vida y la ternura. El 6 de noviembre, el doctor Luis Carlos Restrepo, conocido autor de las obras tituladas “El Derecho a la ternura” y “Ecología humana, una estrategia de intervención cultural”, intervino con sus bien fundamentadas e interesantísimas exposiciones sobre los temas arriba mencionados.

Ordenaciones diaconales y ministerios. El sábado 9 de noviembre, cuatro seminaristas de Villavicencio recibieron el diaconado, en la Iglesia Catedral, por imposición de manos de Monseñor Alfonso Cabezas. Cinco más fueron instituidos lectores. Esta fue la primera vez que el Seminario Mayor actuó en pleno en la catedral. Los buenos comentarios de este debut no se tardaron: buen coro y buenos ministros.

Inserción en la vida pastoral de la diócesis. Los sábados, desde las horas de la mañana, los seminaristas consagran el día a la acción pastoral. Se atendieron 15 centros parroquiales en Villavicencio, Cumaral y Paratebueno. Se prefirió el apostolado en los sectores más marginados de la ciudad y de las otras poblaciones. Además, se conformaron cinco centros de pastoral especializada: cárcel, Hospital Regional, Ancianato, Medios de Comunicación Social con programas radiales en Restrepo y Villavicencio, y Pastoral Vocacional diocesana, que orienta uno de los presbíteros del equipo de formación.1997

El inicio del año se vio caracterizado por el aumento considerable del número de seminaristas, tanto internos como externos: 140 mayoristas! El equipo de formación quedó conformado por los padres diocesanos Carlos Portela y Sigifredo Tocasuche, y por los vicentinos Daniel Vásquez, rector; Gabriel Olmos, director espiritual; Emilio Holguín, Ecónomo; Juan Antonio Camero, encargado del Propedéutico; Carlos Ignacio Lozada y Francisco Murcia. Este último había dejado la parroquia de Paratebueno y se trasladó

18

definitivamente al Seminario Mayor, aunque dedicaba parte de su tiempo para la atención pastoral de Los Alpes (Cumaral).

HECHOS SOBRESALIENTES ENTRE 1995 Y 2003

Visita apostólica. Apenas en su tercer año de funcionamiento se recibió la visita apostólica, hecha por Monseñor Víctor Manuel López, Arzobispo de Nueva Pamplona. Entre el 9 y el 10 de octubre de 1995 estuvo el Prelado en las instalaciones del Seminario en diálogos con el equipo de formación, con los mayoristas, y en la consabida revisión de libros, biblioteca, planta física, etc.

En el archivo de la rectoría reposa al menos una copia del informe emanado de la Congregación de los Institutos Religiosos y dirigido a Monseñor Alfonso Cabezas. Se puede evaluar el buen resultado que se constató con esta visita. En su homilía de clausura, en efecto, y en una charla extensa con los formadores, el Prelado Visitador expresó nítidamente su conformidad con los criterios y el modo de llevar esta nueva obra. En ese momento había un equipo de formaciones constituidas por tres vicentinos (Padres Daniel Vásquez, Francisco Quintero y Luis Emilio Holguín) y por un diocesano, Rito Ussa. Conformaban un verdadero equipo de vida, de oración y de trabajo, consagrándose por entero a las exigencias de la formación del clero.

La relación se ampliaba con los misioneros vicentinos de Paratebueno que apoyaban con algunas clases (Francisco Murcia). Como primer efecto de la visita apostólica, se tuvo el 28 de noviembre siguiente, una reunión del equipo de formación con los cinco obispos de las jurisdicciones que tenían seminaristas: Villavicencio, Ariari, San José del Guaviare, Vaupés-Guainía y Vichada. Aquí se hizo un balance de la obra y se vislumbró la llegada de más de un centenar de mayoristas para el año siguiente.

Primera cosecha presbiteral. Cuando el año 1996 llegaba a su ocaso, el seminario cumplía su primer periplo de formación teológica y esto significó la primera cosecha presbiteral y la segunda diaconal. Esta vez, para la diócesis de Villavicencio se ordenaron tres sacerdotes y cinco diáconos. Para el Vicariato de San José del Guaviare un sacerdote, dos diáconos para el Vicariato del Ariari y uno para la Prefectura del Vichada. Este halagüeño logro hizo vibrar de alegría a

19

todos los moradores de este “corazón de la diócesis”, a la vez que se constituyó en un reto de fidelidad activa y creativa para los agraciados, y de acompañamiento fraternal para los formadores y el presbiterio diocesano de las iglesias particulares. En un reporte del P. Daniel Vásquez a la Provincia Vicentina de Colombia se pueden leer unas palabras que hoy se constatan: “Hacia el futuro se mira con confianza porque los surcos tanto de la filosofía como de la teología reverdecen con lozano vigor y dejan entrever frutos abundantes y óptimos” (Avance Vicentino N° 264, Agosto-Diciembre 1996, p. 53).

Vínculo con la Universidad San Martín: Después de seis años de vida, en 1999 se inició el proceso de vinculación del Seminario a la Fundación Universitaria San Martín.

Remodelaciones: En el octavo aniversario, en pleno jubileo, el Seminario recobra nueva cara: una inversión de 60 millones de pesos para restaurar la fachada.

El 10 de mayo de 2003, al cumplirse prácticamente la primera década de vida, se reinauguró la capilla que había sido restaurada.

20

TRADICIONES E INSTITUCIONES

La capilla

Primeras Olimpíadas: octubre de 2000

Fiesta de las Familias: Los reportes históricos consultados en los archivos aseguran que a partir del año 1995 se comenzó a celebrar la Fiesta de las Familias de los seminaristas. La primera se realizó en el puente festivo del 12 de octubre.

La Emisora Esplendor Stereo:

Esplendor Llanero: comenzó llamándose “boletín informativo” del Seminario. Su primer número salió a la luz pública en 1995.

Envío de seminaristas a RomaEn 1996 viajó el tercer seminarista de la diócesis de Villavicencio que había hecho en este Seminario tercero de filosofía. Con éste ya eran dos los que adelantaban su formación teológica en la Ciudad Eterna.

Escuela Bíblica. Con la celebración de la Semana Bíblica, entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre de 1996, se toma la decisión de fundar la Escuela Bíblica del Seminario. El P. Juan Antonio Camero, fue el gestor de esta idea que se fue consolidando y proyectando en la diócesis.

21

ASOCIACIONES Y JURISDICCIONES

Asociación Inmaculada Concepción. En enero de 1994 llegan a Restrepo los primeros 25 miembros de la naciente Asociación de Fieles de la Inmaculada Concepción y son enviados por Monseñor Alfonso Cabezas a estudiar al Seminario, en calidad de alumnos externos. Desde esta fecha no pocos jóvenes de esta Asociación se han beneficiado de la formación. Las incertidumbres propias del comienzo al lado de la extrañeza con que fueron vistos, desmotivó a algunos, de manera que al final de ese primer año, solamente quedaron ocho. En los años posteriores y a medida que se fueron consolidando como Comunidad, el número se fue estabilizando.

Asociación Predicadores de Cristo y María. Enseguida hicieron su aparición en el panorama eclesiástico local, los miembros de esta otra Asociación, que fue fundada por el P.

RECTORES

DANIEL VÁSQUEZ ORDOÑEZ

Después de catorce años como misionero en el Bajo Cauca, llegó a este Seminario como Rector en 1995. Tras haber iniciado su gestión al frente de la rectoría, la Congregación de la Misión en diálogo con Monseñor Alfonso Cabezas, recibió la atención pastoral de las parroquias de Paratebueno y de Maya. Terminado su primer año como rector, se dirigió al Visitador Provincial de ese tiempo para pedir incremento del número de vicentinos en el equipo de formación, dado el aumento del número de mayoristas, los compromisos de la dirección espiritual y de la administración y demás exigencias de una obra que apenas se estaba consolidando.

Durante este período se tuvo mucha proyección pastoral a varias parroquias de la diócesis de Villavicencio y se apoyó el trabajo misionero en las parroquias de Paratebueno, Maya y Santa Cecilia.

De igual modo, se instauró la fiesta de las familias, se recibió la primera Visita Apostólica (8-9 de octubre de 1995), se comenzó la publicación del boletín titulado El Esplendor llanero, que ininterrumpidamente editó noticias del Seminario hasta 2004.

22

El Seminario gestó y realizó en adelante las Semanas Vocacionales.

Le tocó al P. Daniel Vásquez, apenas recibió la rectoría el 16 de junio de 2005, dirigir el progresivo traslado del Seminario de las instalaciones modulares donde hoy funciona la casa de retiros, a la sede de la vieja casona monfortiana (sede actual), donde había funcionado el seminario menor.

HÉCTOR VIDAL GUTIÉRREZ GALINDO

En su período como rector se dio inicio a la vinculación del Seminario con la Fundación Universitaria San Martín, que años después, en 2005, arrojó la primera y única promoción de sacerdotes titulados en teología.

PEDRO MARTÍN GONZÁLEZ SALINAS

Este vicentino de pura cepa, había trasegado los campos de la formación en seminarios como el de Popayán, San José de Costa Rica. Su amplio itinerario vicentino lo ha tenido en Chile, España,… Llegó a Restrepo a comienzos del año 2001. Estaba recién llegado como Rector cuando fue enviado como Obispo a esta iglesia particular, Monseñor Octavio Ruiz Arenas. La presencia del nuevo Obispo significó para el Seminario el inicio de un proceso de consolidación que se afirmó con la selección de candidatos y la exigencia de aceptar solamente a aquellos que eran de la región o iniciaban aquí su proceso formativo. Durante su rectoría se adelantó la remodelación total de la capilla mayor, impulsada y apoyada por Monseñor Octavio Ruiz.

El P. Pedro Martín González estuvo al frente de la rectoría durante cuatro años. En diciembre de 2004 fue nombrado Director Provincial de las Hijas de la Caridad de Bogotá, cargo que obligó su traslado a la capital del país y que dejó abiertas las puertas para la llegada del quinto rector.

CARLOS ALBEIRO VELÁSQUEZ BRAVOEn la ciudad de Garzón (Huila), al clarear el día 16 de septiembre de 1967, nació Carlos Albeiro Velásquez Bravo, del hogar constituido por

23

Pedro Emilio Velásquez y María Inés Bravo. Es el quinto de ocho hijos (Cinco mujeres y tres hombres).

En su natal Garzón terminó el bachillerato. Faltando dos años para graduarse como bachiller en el Colegio Departamental Jenaro Díaz Jordán, entró en contacto con los padres vicentinos que regentaban el Seminario de esa diócesis. Los hijos de san Vicente le fueron mostrando el camino de la Congregación de la Misión. Nunca sintió deseos de hacerse diocesano, siempre se dejó atraer por el carisma vicentino. Ingresó a hacer la filosofía en el Seminario Mayor La Milagrosa, de los padres vicentinos, en Medellín. Después pasó a Bogotá a hacer el Noviciado o Seminario Interno. Realizó el año de experiencia pastoral como secretario del Padre Visitador Provincial. Después estudió la teología en el Seminario Villa Paúl y en París. Al regresar, fue ordenado diácono en la iglesia de Las Victorias, de Santa Rosa de Cabal (Risaralda), con ocasión del centenario de la Escuela Apostólica y destinado al equipo de formación de Villa Paúl.

Unos meses después, en la Capilla del Seminario Villa Paúl, de Funza, el 25 de junio de 1995, fue ordenado sacerdote, por manos de Monseñor Germán García Isaza, también hijo de San Vicente y Obispo de Caldas (Antioquia). Junto con él, otros seis diáconos recibieron la imposición de manos. Las primicias sacerdotales las vivió en esa casa de formación, cuya estadía se prolongó por dos años y medio más. Durante su estadía en Funza, estuvo conectado con la Universidad Javeriana, en el programa de Universidad Abierta. Esto permitió que la editorial Vestigios, de dicha Universidad, le publicara el libro “Jesús, el Cristo, para el hombre de hoy”, un texto de 258 páginas para los estudiantes de teología a distancia.

Sus superiores lo enviaron a fundar, junto con otro de sus cohermanos de Comunidad, el Seminario de la diócesis de Arauca, en La Esmeralda. El paso por estas tierras –entre 1998 y 1999- le permitieron a él, a su hermano de Comunidad y a los seminaristas, vivir situaciones dolorosas en medio del conflicto armado que atravesaba por momentos muy críticos.

De este extremo oriental del país fue enviado al otro. Llegó al Seminario de Popayán en el año 2000. Dos años y medio después, sus superiores le pidieron que fuera a Los Angeles (California) a

24

acompañar un grupo de seminaristas en el aprendizaje del inglés. Así, pues, estuvo vinculado a Saint John´s Seminary, de la Arquidiócesis de Los Ángeles, como estudiante y como mimbro de la Facultad. Al finalizar esta experiencia temporal, su Provincial le pidió que empezara a hacer gestiones para ir a especializarse en Historia Eclesiástica, pero al llegar a Colombia fue nombrado miembro del consejo provincial y Asistente Provincial, oficio que le impidió que el plan de formación se llevara a cabo. Fue Asistente Provincial durante un período de tres años. El 17 de enero de 2005 llegó a este Seminario a reemplazar a Pedro Martín González, en la rectoría. La reciedumbre de su carácter le imprimió a este seminario organización: actualizó los archivos de la rectoría, estructuró la secretaría, gestionó la graduación estancada de veinticinco sacerdotes quienes desde sus épocas del seminario se habían inscrito en la Universidad para obtener el título de profesionales en teología; impulsó la creación de la red interna que sistematiza los datos de la rectoría, el economato y la secretaría académica; adelantó reformas locativas: los cercados de piedra, la reubicación de la biblioteca, la pavimentación de la entrada del Seminario, la creación del auditorio interno. Promovió los contactos institucionales como la participación permanente en encuentros nacionales de tipo eclesial (Encuentro de Seminaristas, Cursos de Formación).

25

CRONICAS DE 2005

Por: Carlos Albeiro Velásquez B., CM

17 de enero. Con la profesión de fe y con el juramento, toma posesión en la capilla de la Curia Arzobispal de Villavicencio como nuevo rector del Seminario, Carlos Albeiro Velásquez, quien reemplaza en este oficio a Pedro Martín González, nuevo director de las Hijas de la Caridad de la Provincia de Bogotá. Después de cuatro años al frente de la rectoría, Pedro Martín deja entre los estudiantes, entre el clero y entre los cohermanos, un grato recuerdo por su bonhomía, serenidad y buenas relaciones. El nuevo rector deja la casa provincial, aunque no su cargo de Asistente Provincial, para dirigir el Seminario que la Congregación recibió doce años atrás (12 de febrero de 1993), por encargo del aún recordado Monseñor Alfonso Cabezas. El segundo que también pronunció el credo e hizo el juramento fue Álvaro Panqueva, que dejó el Seminario de Popayán y está a punto de celebrar sus bodas de oro sacerdotales.

Este mismo día se reúne el equipo de formación en pleno: Carlos Albeiro Velásquez, Álvaro Panqueva, Antonio Mora, Álvaro Mauricio Fernández, Israel Arévalo, René Mancilla y Miguel Albarracín; éste último del clero de Villavicencio. Durante la “primera jornada de trabajo” el equipo se ocupó de diseñar la planeación del año y de ultimar los detalles organizativos que supone el comienzo de un año.

24 de enero. Después de las misiones de Navidad y de unas semanas de descanso, van llegando graneados los seminaristas y se van ubicando en sus habitaciones. El grupo de los internos (diocesanos y miembros de la Asociación de fieles Predicadores de Cristo) llega a 62, distribuidos así: 33 de la Arquidiócesis de Villavicencio, uno de la Diócesis de Granada, 5 de la Diócesis de Arauca, 4 de la Diócesis de Yopal, 7 del Vicariato de Puerto Gaitán y 12 Predicadores de Cristo. El grupo de los externos está conformado por 8 estudiantes de la Asociación de Fieles de Cristo y Maestro, y por una docena de la Inmaculada Concepción.

26 y 27 de enero. Días de planeación y programación, respectivamente. El primer día se llamó “de asimilación” del planeamiento anterior, al que se le hicieron los debidos ajustes y

26

actualizaciones. Cada uno de los formadores asumió la parte que asesora y puso su toque personal, de modo que la dinámica de planeación resultó pluriforme, aunque con un hilo conductor y cohesionada. El segundo día, llamado “de programación” fue más práctico y ayudó a plasmar de manera concreta los sueños y las esperanzas típicas de una planeación.

El Padre Rector propuso un logotipo propio para el Seminario, como se puede ver a continuación: en adelante este será el distintivo oficial. El trazo de la capilla mayor confirma que el Seminario, bajo el amparo de la Madre de Dios, en la advocación de la Virgen del Carmen, forma pastores configurados con Cristo para la Iglesia particular de Villavicencio y otras jurisdicciones aledañas.

28 y 29 de enero. Antes de clausurar el año pasado, los formadores se pusieron de acuerdo en comenzar éste con un curso de lectoescritura para los seminaristas. Efectivamente, la doctora Claudia Hoyos orientó –con intensidad y competencia profesional- un curso que fue asumido como “seminario de lectoescritura”.

31 de enero. El último día de enero fue el primero de clases. Siguiendo la usanza en este Seminario, la capilla es el lugar en el que arranca la vida académica. Congregados en el sancta sanctorum, profesores y estudiantes, escuchan la lectura del libro de la Sabiduría, con la que el Padre Rector declara oficialmente abierto el semestre académico.

6 de febrero. René Mancilla viaja a Tame (Arauca), invitado por los cohermanos que trabajan en el Seminario de Arauca, para dirigir durante una semana la planeación y el retiro de los mayoristas.

12 de febrero. Se congrega el seminario en pleno, es decir los formadores, profesores, estudiantes internos y externos, empleados y

27

allegados, para celebrar los doce años de vida. Como se afirmó en la homilía de la celebración eucarística: “Si bien es cierto, se trata de un seminario que apenas está en sus años mozos, no hay que desconocer que ha ido madurando y dando frutos abundantes y óptimos”.

Esta es la lista de los hijos de San Vicente que han sido enviados a formar el clero en estos claustros:

David Sarmiento 1994 Francisco Quintero 1994Daniel Vásquez 1995 (Rector)Luis Emilio Holguín 1995Juan Campos 1995 (solo el primer semestre)Gabriel Olmos 1996Carlos Ignacio Lozada 1996Juan Antonio Camero 1997 Francisco Murcia 1997José Carmelo Arias 1998Nelson Fernando Sarmiento 1998Héctor Vidal Gutiérrez 1999 (Rector)Pedro Joaquín Martínez 1999Cristian Duarte 1999Hernando Escobar 2000Eduardo Arboleda 2000Antonio Mora 2001Pedro Martín González 2001 (Rector)Álvaro Mauricio Fernández 2002Israel Arévalo 2003René Mancilla 2004Álvaro Panqueva 2005Carlos Albeiro Velásquez 2005 (Rector)

15 de febrero. En la casa de retiros de la Arquidiócesis, a uno pocos metros del Seminario, se reúne la comunidad local para la elaboración del Plan y Programación de este año.

4-6 de marzo. Álvaro Panqueva, Israel Arévalo Y Carlos Albeiro Velásquez viajaron a Cartago para participar en la celebración de las

28

bodas de oro de Álvaro Quevedo y, los dos últimos, en la reunión de la Comisión de Estudios Vicentinos.

13 de marzo. Carlos Albeiro visita el barrio de invasión La Nohora, a donde van dos seminaristas a hacer el apostolado el fin de semana. Se trata de un sector popular conformado por unas 500 familias provenientes de muchos sectores de la región y del país, afectados por la violencia, la pobreza y por el desplazamiento. Allí funciona una conferencia de San Vicente de Paúl que, en compañía de otras dos conferencias de Villavicencio, se reunieron con Carlos Albeiro para afirmar los vínculos de carisma como Familia Vicentina. Allí se programó un retiro espiritual y se aseguró la formación a los miembros de las conferencias.

17 de marzo. Participó el equipo en la misa crismal. Una oportunidad en la que se vuelve a demostrar el aprecio por los vicentinos en esta iglesia particular y para estrechar los vínculos con el presbiterio llanero.

18 de marzo. Carlos Albeiro, en calidad de rector y director de la emisora, ordena el cierre de Splendor Stero 94.8 FM, que ocho años atrás había salido al aire por concesión del Ministerio de Comunicaciones, bajo la categoría de emisora comunitaria. Los motivos, sobre todo económicos, obligaron tal decisión, después de varias consultas y de serios estudios. En este renglón histórico se deja mención de la gestión eficiente de los anteriores directores vicentinos: Juan Antonio Camero, Pedro Joaquín Martínez, Israel Arévalo y Pedro Martín González.

19 de marzo. Antes de salir a los lugares de misión, algunos padres y seminaristas participaron en la ordenación diaconal de Jesús Gabriel Medina, miembros de la Asociación de fieles de los Predicadores de Cristo y María, que se celebró en la Catedral de Villavicencio.

20-27 de marzo. Los miembros de la comunidad local se desplazaron a varios lugares de misión. Álvaro Mauricio se quedó en casa con los jóvenes del Propedéutico, Antonio Mora fue a Villanueva (Casanare), Álvaro Panqueva fue invitado como el predicador de Guamal (Meta), Israel fue a una parroquia urbana de Neiva, René Mancilla integró el equipo vicentino para la misión organizada por Jucovi en la sufrida

29

población de San Vicente del Chucurí y Carlos Albeiro Velásquez con cinco jóvenes del seminario interno estuvo en Chaparral (Tolima). La semana siguiente algunos de ellos aprovecharon el descanso de la octava de Pascua para adelantar gestiones personales. Carlos y Álvaro Mauricio se unieron a la reunión del clero en el Seminario, durante la cual fue expuesto y enriquecido el Plan Pastoral Arquidiocesano.

3 de abril. En horas de la tarde comenzaron a llegar los seminaristas y los padres. Con el saludo se mezclaban los comentarios que suscitaba en todos la muerte de Juan Pablo II el día anterior. El hecho eclesial se aprovechó como coyuntura reflexiva a través de una conferencia que dictó, el 11 de abril, el dominico profesor de historia de la Iglesia, P. Carlos Mario Alzate, y que llevó a un análisis del pontificado del Papa Wojtyla.

11-15 de abril. Carlos Albeiro participó en el Encuentro Nacional de Rectores de Seminarios que se realizó en la casa de los Hermanos de La Salle, en Fusagasugá. Al salir del encuentro viajó a Chinauta con Francisco Salamanca, Diego Luis Vásquez y Ricardo Fernández para participar en el consejo provincial ampliado que trataría el tema de la formación del clero diocesano.

16-22 de abril. Invitado por las Hijas de la Caridad de Cali, Álvaro Panqueva predicó el retiro anual a un grupo de hermanas de esa Provincia.

18 de abril. Para unirse a toda la Iglesia orante, que pedía a Dios un Papa según Su corazón, se realizó un “lucernario” en horas de la noche. Los cuatro momentos (el recuerdo del Papa que nos dejó, el Padre Dios que acompaña la historia, Cristo luz del mundo, el Espíritu Santo que guía y orienta a la Iglesia) suscitaron una fuerte oración por el conclave que se había reunido ese día.

19 de abril. Cerca de las 10:30 a.m., la campana rompió el silencio académico para avisar a todos que estaba saliendo humo blanco y que pronto se oiría el esperado y consabido “Habemus Papam”. Suficiente motivo como para suspender las clases y congregarse a ver el hecho eclesial e histórico. Era notoria y admirable al mismo tiempo la emoción colectiva de formadores y seminaristas, reflejo de amor a la

30

Iglesia, que se iba expresando, como en un “in crecendo”, al ritmo de los momentos que se viven en una elección papal: todos pendientes de una chimenea que arrojaría humo blanco, después de unas campanas que anunciarían que ya había sucesor de Pedro, enseguida de una ventana que se abriría para recibir el nombre del elegido, y finalmente, del hombre según el corazón de Dios que apacentaría el redil de la Iglesia católica.

21 de abril. Llega el consejero Miguel Martínez a realizar la visita canónica que se prolongó hasta el 23. Esa misma noche estuvo reunido con el grupo de mayoristas para escucharlos acerca de la marcha del Seminario. Al otro día, inmediatamente después de la oración de laudes y de la Eucaristía, hizo la apertura oficial de la visita y se dedicó a los diálogos personales e institucionales y a la revisión de libros, típicos en una ocasión como esta. Después de la clausura de la visita la comunidad local y el consejero salieron a degustar una pizza llanera!

23 de abril. Coincidencialmente el día en que se celebra el nacimiento de Federico Ozanam y la fundación de la Sociedad de San Vicente de Paúl, los miembros de las conferencias de Villavicencio se reunieron en el Seminario para una jornada de retiro. A esta coincidencia se suma otra: la presencia del consejero Miguel Martínez, quien aprovechó la ocasión para compartirles un tema de reflexión, para escucharlos y para celebrar la Eucaristía.

24 de abril. De paso para las fincas de San Martín y en plan de hacer visita a estas propiedades y de paseo, el Visitador Provincial y su consejo, acompañados por el grupo de empleados de la casa provincial, llegan al Seminario a almorzar. Se les unen Carlos Albeiro y René hasta el día siguiente. Ese mismo día parte para Nátaga (Huila) Álvaro Mauricio Fernández, quien había recibido el encargo de la Comisión de Pobreza y Administración de Bienes de la Provincia, de ir hasta esa población huilense a gestionar la venta de la casa. De hecho, el comisionado visitó la Alcaldía Municipal, la estación local de policía, las emisoras y las parroquias aledañas para hacer ofrecimientos comerciales. No se escaparon de esta gestión las Hijas de la Caridad, interesadas en comprar el inmueble para ampliar las instalaciones del Colegio que regentan. Álvaro Mauricio aprovechó la

31

coyuntura de este viaje para visitar a los cohermanos de Neiva y para predicar un retiro a los de Nátaga.

29 de abril. Los padres César Chávez y Oscar Romero, vicentino peruano y misionero guadalupano de México, respectivamente, llegan a pasar el fin de semana al Seminario. Ambos, estudiantes del Itepal, aceptaron la invitación del rector y del ecónomo para “pegarse la rodadita” a climas cálidos, aunque la temporada invernal afectó sus deseos.

9 de mayo. Los formadores y los mayoristas participaron en la V Asamblea Arquidiocesana de Pastoral, que se reunió en las instalaciones del Colegio La Salle, de Villavicencio. Una vez visto el recorrido que ha llevado el plan pastoral en los últimos años, las comisiones vicariales se dedicaron a diseñar las urgencias pastorales para los próximos tres trienios.

9-13 de mayo. Álvaro Mauricio Fernández predica, en Cartago, el retiro anual a las Hijas de la Caridad de la casa de Hermanas Mayores.

10 de mayo. Monseñor Octavio Ruíz Arenas visitó el Seminario para presidir la Eucaristía y para una reunión con todos los miembros del Seminario. La invitación que le hizo el rector conjugaba tres motivos: la celebración pendiente del Buen Pastor, un aniversario más de su ordenación episcopal y el compartir del viaje que hizo a la Ciudad Eterna para participar en la misa de inauguración del pontificado de su amigo y anterior Jefe en la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger.

Ese mismo día, por la tarde, José René y Carlos Albeiro viajan a Bogotá para atender asuntos familiares y para participar en el consejo provincial extraordinario, respectivamente.

16 de mayo. Súbitamente parte para Bogotá José René Mancilla a participar del Encuentro Nacional de Directores Académicos, organizado por el Spec. Por la mañana se verificó que la fecha no era la que tenía en su agenda y por lo mismo tuvo que agilizar sus asuntos personales y académicos para poder participar en este encuentro que se prolongó hasta el 19.

32

25 de mayo. Muy de madrugada, Carlos Albeiro viajó a Bogotá para participar en la reunión del consejo provincial. Tan pronto llegó a la capital fue avisado de los quebrantos de salud de Antonio Mora, quien tuvo que ser internado en la Clínica de Coopsalud de Villavicencio hasta el otro día para ser sometido a chequeos médicos.

27 de mayo. René Mancilla y Álvaro Mauricio Fernández viajaron a Bogotá para participar en la sesión del consejo provincial en la que algunos cohermanos presentaron sus monografías o estudios de grado. El primero de ellos tituló su trabajo “Análisis semántico de una obra literaria” y el segundo, “Aspectos de la cultura de la muerte en la Arquidiócesis de Villavicencio”.

29 de mayo. La Arquidiócesis de Villavicencio organizó una solemne procesión de Corpus Christi, acatando la petición del Sumo Pontífice de dar realce a esta solemnidad en el año de la Eucaristía. Participaron en Villavicencio los mayoristas acompañados de Israel Arévalo y Álvaro Panqueva.

3 de junio. A pesar de que al comienzo del año el señor Arzobispo había dialogado con el rector para comunicarle que no hacía parte del consejo episcopal, esta decisión fue revocada, de manera que a partir de esta fecha fue invitado a participar de las sesiones de consejo.

9 de junio. Monseñor Octavio Ruiz visitó el Seminario para presidir la Eucaristía en la que seis jóvenes de la Asociación de Fieles de la Inmaculada recibieron el rito de la candidatura.

10 de junio. Carlos Albeiro asistió a la reunión del consejo episcopal que se realizó en la parroquia de la Grama, en Villavicencio. Al otro día se adelantó la evaluación semestral del seminario.

14 de junio. René recibió en Villavicencio la responsabilidad de atender la parroquia San José por un mes, mientras su párroco viajó a Europa como miembro de la comitiva que acompañó al señor Arzobispo en la toma del palio.

16 de junio. Los seminaristas terminaron examanes finales y viajaron a sus casas en plan de vacaciones. Solamente quedó un “pequeño

33

resto” preparando las habilitaciones. Al otro día René y Álvaro Mauricio viajaron a Carmen de Apicalá para participar en el encuentro anual de misioneros jóvenes de la Provincia. Aprovecharon el viaje para llevar a Chinauta la imagen de la Virgen Milagrosa que estuvo ubicada 14 años en el patio central de la casa provincial y que había sido donada por el Visitador a éste Seminario: “La buena hija vuelve a casa”.

22 de junio. Carlos Albeiro viaja a Bogotá para participar, el 23 y 24, en la Asamblea de la Asociación de la Inmaculada Concepción, por petición que le hizo el Arzobispo. En dicha Asamblea sus miembros deberán definir tres cosas: cuál es el carisma, quién o quiénes son sus fundadores y qué relación guardan con las actas de Lino Sevillano.

26 de junio. Álvaro Panqueva celebra sus bodas de oro sacerdotales en la casa Saint Facon, de las Hermanas de la Presentación de Bogotá, rodeado de sus familiares y de un nutrido número de cohermanos que habían sido convocados por el Padre Visitador para la celebración provincial de los jubileos ese mismo día por la tarde.

5-6 de julio. Carlos Albeiro predica un retiro espiritual en Cali a las Misioneras Agustinas Recoletas que por primera vez celebraban fuera de España un Capítulo General. Después viajó a La Plata (Huila), donde se encontró con el Padre Visitador y los cohermanos que viajaban a Tierradentro, a participar en las celebraciones centenarias de la presencia vicentina en ese territorio misionero. Se encontró allí con Álvaro Panqueva y Álvaro Mauricio Fernández, con quienes regresó a Bogotá el 17.

14 de julio. René Mancilla entrega la parroquia de San José, de Villavicencio, que administró durante casi un mes, en ausencia de su párroco, Alberto Medina, quien había viajado a Roma a acompañar al Arzobispo de Villavicencio en la toma del palio arzobispal.

17 de julio. Comienzan a llegar de vacaciones y de misiones patronales de la Virgen del Carmen, los seminaristas. El equipo de formación despide a Álvaro Mauricio Fernández y recibe al sacerdote diocesano Sigifredo Tocasuche. Israel Arévalo asumirá el papel de ecónomo del Seminario, sin dejar de ser el director del curso propedéutico.

34

18 de julio. La primer parte de la jornada se destinó a las matrículas de los seminaristas y, la segunda, al arreglo de la casa. Al otro día se llevó a cabo la programación del segundo semestre.

20 de julio. Comienzan tres días de retiro espiritual para los mayoristas. Al final del primer día llegó Monseñor Alfonso Cabezas a visitar el Seminario. Al otro día presidió la Eucaristía y, antes de partir, predicó uno de los temas que se le había pedido.

25 de julio. Comenzaron las clases. Este semestre el recargo académico sobre los miembros del equipo de formación fue evidente, debido al traslado sin reemplazo de Álvaro Mauricio Fernández, y a la partida de la arquidiócesis de los tres padres dominicos que apoyaban con clases la formación.

31 de julio. Celebración de los jubileos sacerdotales de Álvaro Panqueva. Monseñor Octavio Ruíz Arenas, Arzobispo de Villavicencio, aceptó gustoso venir a presidir la celebración eucarística en el Seminario. Lamentablemente un derrumbe de enormes proporciones taponó la vía Bogotá-Villavicencio el día anterior e impidió que asistieran los familiares de Álvaro y el Padre Visitador que había confirmado su participación junto con una delegación de cohermanos venidos de Bogotá. La celebración se desarrolló entonces sin la presencia de los invitados procedentes de la capital y estuvo muy cargada de sentimientos de gozo y gratitud a Dios por el ministerio de Panqueva quien al llegar a la cima áurea de su sacerdocio se muestra lozano y fecundo entre los jóvenes futuros sacerdotes.

2 de agosto. La Cruz Roja Colombiana y la empresa Coopsalud se hicieron presentes en las instalaciones del Seminario para adelantar una jornada de donación de sangre y una brigada de vacunación y de salud. Los resultados fueron satisfactorios: 26 donantes, 52 vacunas contra sarampión y rubéola, 12 pacientes para higiene oral.

6 de agosto. René Mancilla representó a la comunidad local en la celebración de las ordenaciones de algunos de los nuestros. Su viaje fue realmente un “giro” porque tuvo que dar la vuelta por Garagoa, su patria chica, a causa de los derrumbes de la vía al llano.

35

8 de agosto. Después de que la vía al llano fue despejada, llegan desde Bogotá los padres Pedro Martín González y Álvaro Mauricio Fernández. El primero de ellos, anterior rector, en búsqueda del médico llanero que lo había estado tratando de una artrosis y el segundo, anterior ecónomo, para finiquitar la entrega de su oficio a Israel Arévalo, recoger sus pertenencias personales y desplazarse a su nuevo lugar de misión que pronto será definido por el gobierno provincial. Se aprovechó la visita de ambos para festejar como comunidad local las bodas de oro de Álvaro Panqueva y para despedir a Álvaro Mauricio.

12 de agosto. Viajó a Bogotá Carlos Albeiro para enrutarse al otro día hacia Cali, con el fin de predicar una tanda de ejercicios espirituales a la Hijas de la Caridad de esa provincia. Su estadía en la capital valluna se prolongó hasta el 18 por la noche cuando llegó a la casa provincial para la reunión mensual del consejo provincial.

19 de agosto. Monseñor Carlos Germán Mesa, Obispo de Arauca, vino a visitar por un par de días el seminario. Llamó la atención a los mayoristas y a los cohermanos su ejemplo de sencillez y sus habilidades de futbolista.

22 de agosto. René Mancilla fue sometido a una pequeña operación ambulatoria de un pólipo en el pecho.

23 de agosto. El Padre Rector recibe la noticia de que la Fundación Universitaria San Martín aprobó a 24 sacerdotes diocesanos y dos laicos para otorgarles el título de profesionales en teología. Será la primera promoción de graduados fruto del acuerdo que desde hace algunos años de firmó entre esa alma mater y el Seminario. Las directivas de la Fundación Universitaria invitaron al Rector para concretar los asuntos prácticos de la graduación y para fijas la fecha, que será el jueves 15 de septiembre, en el auditorio de la biblioteca Germán Arciniegas, de Villavicencio.

4 de septiembre. El Arzobispo preside la celebración de la eucaristía en la que fueron instituidos lectores y acólitos algunos jóvenes del seminario.

36

5 de septiembre. El rector participa en la reunión del consejo episcopal. Durante la misma recibió no pocos reclamos por parte de los miembros del consejo, incluido el Obispo, acerca de la extensión de las clases en el Seminario los sábados y, por ende, la participación “reducida” de los seminaristas en los apostolados.

6 de septiembre. Con la apertura oficial y solemne en la cancha de básquetbol se dio comienzo a las Olimpíadas 2005. Esta vez, durante tres días consecutivos, se organizaron seis equipos para competir en diversas modalidades: fútbol, baloncesto, voleibol, competencias de campo abierto, maratón y juegos de mesa. Los padres compitieron integrados a cada equipo. El último día fueron invitados los candidatos al seminario del año próximo para lograr un mutuo conocimiento.

8 de septiembre. Israel Arévalo recibió, en Bogotá, el título de Especialista en gerencia de Recursos Humanos, que le fue otorgado por la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Debido a las Olimpíadas, ningún cohermano de la comunidad local lo pudo acompañar, pero sí el P. Wilson Alzate, también en representación del Padre Visitador.

11 de septiembre. Los padres Israel Arévalo, Álvaro Panqueva y Sigifredo Tocasuche representaron el seminario en la fiesta del Señor de los Milagros de Cabuyaro, que reunió no solo a miles de devotos, sino a destacados miembros del gobierno departamental.

15 de septiembre. Después de la reforma del oratorio del segundo piso, todos los miembros del seminario se congregaron allí, a pesar de la estrechez del lugar, para la celebración de la eucaristía que presidió el padre rector y en la cual se bendijo el nuevo sagrario. Este lugar, “cruce de caminos de la casa” seguirá siendo un espacio que propicia la oración de comunidad local y la personal de los mayoristas.

Ese mismo se llevó a cabo la ceremonia de graduación de la primera promoción de teólogos, egresados de la Fundación San Martín según el convenio firmado entre esa institución y el Seminario. Después de algunos años de briega y de gestiones, la Universidad dio luz verde para que 24 sacerdotes y dos laicos obtuvieran el título en teología. Carlos Albeiro Velásquez, en calidad de rector, no solo estuvo en la ceremonia, sino que hizo parte de la mesa presidencial para la entrega

37

de diplomas a 117 graduados entre sacerdotes, contadores públicos e ingenieros de sistemas.

16 de septiembre. Los formadores y seminaristas ofrecieron un almuerzo con serenata incluida a Carlos Albeiro con motivo de su cumpleaños.

25 de septiembre. El P. Henry Cucaita, párroco de San Vicente de Paúl, de Restrepo, invitó a los padres del Seminario a la celebración eucarística dominical en la que se adelantó la fiesta patronal para asegurar la participación de la feligresía. Álvaro Panqueva presidió la celebración y se “jaló una homilía” propia de su manera de predicar, que suscitó no pocos comentarios elogiosos.

26 de septiembre. La víspera de la fiesta de San Vicente con los mayoristas se concentró en dos momentos: el primero litúrgico, con una vigilia vicentina; el segundo comunitario, a través de una obra montada por los mayoristas, en la que nuestro Fundador recibió de San Pedro la tarea de descender a la tierra para visitar la perdida población del Meta donde sus hijos regentan un seminario y elaborar un informe que le permitiese mantener actualizada la base de datos celestial. En el escenario apareció el ventajoso satanás que rondaba buscando a quien llevarse y algunos personajes de la casa que fueron exactamente representados con las capacidades histriónicas de los seminaristas. Entre las risas permanentes de los jóvenes se fue dando a conocer el perfil de bondad y celo pastoral del padre de los pobres. Dos días antes, la película “Monsieur Vincent”, protagonizada por Pierre Fresnay, había comenzado a enseñar la vida de quien ahora era representado perfectamente por Jorge Hinestrosa.

27 de septiembre. La oración matutina evoca la figura del gran renovador del clero. A medio día, invitados los alumnos externos, se celebró la eucaristía que presidió Israel Arévalo y en la que no faltaron los comentarios de los hijos del Santo celebrado. Efectivamente, cada uno de los vicentinos pudo expresar ideas y sentimientos en relación con la vida y obra de San Vicente. Y de la “mística” se pasó a la “mástica”.

29 de septiembre. El señor Obispo ordenó diáconos a tres miembros de la Asociación de la Inmaculada Concepción que habían sido

38

alumnos del Seminario y que estaban pendientes de recibir la ordenación a causa de la espera que él mismo prelado sugirió hacer mientras aclaraba su conocimiento de dicha asociación. Fueron ellos: Rony, Gilberto Amórtegui y Fernando.

4 de octubre. Desde el comienzo del año, el Padre Rector había concretado esta fecha con el director del parque Los Ocarros para una visita del Seminario. Un recorrido en grupos, guiado por avezados en biodiversidad llanera, permitió a todos acercarse un poco a la flora y la fauna de la región. Al finalizar el itinerario, el mismo director del parque se dirigió a los visitantes para invitarlos a ejercer allí mismo una pastoral ecológica y, como despedida, se recibió una charla sobre el manejo de situaciones ante la eventual aparición de una serpiente.

14 de octubre. Con mucho tiempo de anticipación las distintas comisiones habían estado organizando la tradicional fiesta de las familias, que este día comenzó con la llegada de algunas de ellas. Por la noche, después de la cena, se abrió el encuentro con un acto mariano. Al otro día, el Rector presidió la eucaristía en la que invitó a todos a vivir el encuentro en ambiente evangelizador y como una oportunidad para estrechar lazos como una sola familia. Hubo tiempo para que cada familia posara para la fotografía que se daría como recuerdo, para obras de teatro en las que afloró el talento humano, para contarle a los parientes con fotografías lo que se ha vivido este año, para escuchar mariachis, y para pasear por el cielo, el purgatorio y el infierno con el Cura de Cucuñán, obra teatral de gran creatividad montada por los mismos mayoristas. El 16 se hizo presente el señor Arzobispo para presidir la eucaristía dominical y para tener un rápido contacto con las familias. Durante el almuerzo no faltó la tradicional música y baile típicos de la tierra llanera. A pesar de la lluvia, por la tarde, las familias se dirigieron a pie a las piscinas naturales de Altos de Caney. Quienes se sintieron descansados del trajín del día, se reunieron por la noche para ver al cómico mejicano Cantinflas protagonizando la película El padrecito, que –como todas sus producciones- siempre arranca carcajadas y deja lecciones interesantes.

23 de octubre. René Mancilla viajó a Sardinata (Norte de Santander) para participar durante una semana en la misión arquidiocesana que celebra las bodas de oro de esa iglesia particular y a la que fue

39

invitado por las Hijas de la Caridad de esa población, a través de la curia provincial.

29 de octubre. La reunión de benefactores del seminario de este año se realizó en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar, en Villavicencio. Participaron el rector y el ecónomo.

30 de octubre. Carlos Albeiro viajó a Bogotá para orientar los tres días siguientes un curso de cristología vicentina a las Hijas de la Caridad de CIEVI. Inmediatamente después, a partir del 2 de noviembre por la noche, comenzó la visita canónica al Seminario Interno en Villa Paúl; la visita se prolongó hasta el 5 del mismo mes.

1 de noviembre. El Seminario Interno visitó la comunidad local. A medio día y procedentes de las fincas de San Martín, llegaron los 16 seminaristas con su director, P. Miguel Martínez. Comparten con la comunidad y con los mayoristas el almuerzo y el deporte, antes de continuar su viaje de regreso a Funza.

7 de noviembre. Los miembros del equipo de formación y los seminaristas asistieron al III Congreso Eucarístico Arquidiocesano, que congregó a más de 2000 personas en una jornada de reflexión, oración y celebración en torno a la Eucaristía.

8 de noviembre. Monseñor Octavio Ruiz asiste al consejo de petición de órdenes, que esta vez resultó prolongado por la cantidad de asuntos y personas para analizar.

21 de noviembre. Álvaro Panqueva comienza a predicar el retiro espiritual anual a los padres franciscanos de Villavicencio, sobre la eucaristía. Después de cuatro días le sede el turno al P. Antonio Mora para que prolongue la predicación con asuntos de praxis litúrgica.

3-4 de noviembre. Durante dos días los padres y seminaristas hacen un paseo por Boyacá. De paso fueron recibidos en Villa Paúl por los formadores y estudiantes de teología, de año pastoral y del seminario interno que estaban reunidos con el Padre Visitador en retiro espiritual. Después del desayuno y de hacer un recorrido por la casa, se dirigieron a la catedral de sal de Zipaquirá, la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, Villa de Leyva y Paipa. En esta última ciudad

40

pernoctaron en la casa de retiros Villa Vianey no sin antes tomar un baño en las aguas termales. Al otro día visitaron el monumento a los lanceros del Pantano de Vargas, la catedral de Tunja y el santuario de Nuestra Señora del Topo, el puente de Boyacá y la familia de Israel Arévalo, donde el abundante almuerzo campestre dejó a todos satisfechos. En este contexto familiar, el superior hizo oficial a parientes y seminaristas la noticia de que Israel había sido enviado a estudiar al país galo.

26 de noviembre. Después de la celebración de las ordenaciones diaconales de cuatro seminaristas, comenzó la diáspora vacacional. Poco a poco fueron saliendo los mayoristas a su casa, lo mismo que algunos miembros del equipo.

27 de noviembre. Carlos Albeiro viajó a Bogotá para participar de las ordenaciones en Villa Paúl. Ya se le había adelantado el día anterior Álvaro Panqueva. Los demás miembros de la comunidad se quedaron atendiendo asuntos del economato y de la dirección académica, para dejar “todo planchado” antes de terminar el año. Las misiones de Navidad quedaron distribuidas así: Álvaro Panqueva estará en una parroquia de Villavicencio, Antonio Mora en la de Villanueva (Casanare), René Mancilla en el seminario, Israel Arévalo en su patria chica despidiéndose de la familia antes del viaje a Europa, y Carlos Albeiro Velásquez en la casa provincial ayudándole al Visitador a preparar la inminente y próxima entrega de su oficio. Se cierra esta crónica precisamente con este reporte, a la espera de que el equipo sea reestructurado y de que llegue el 26 de enero para empezar a recibir el curso propedéutico 2006.

41

CRONICAS DEL 2006

Por: Carlos Albeiro Velásquez B., CM

El 2006 comienza con noticias no tan gratas para la iglesia particular y para la Congregación. El P. Pedro Jaramillo, párroco de la Catedral de Villavicencio, Vicario de Pastoral y profesor del Seminario murió en trágico accidente el 4 de enero. De inmediato vinieron de Bogotá Álvaro Mauricio Fernández y Carlos Albeiro Velásquez a representar el seminario y la Comunidad en el sepelio. De otro lado, ya se hizo vox populi el retiro del sacerdocio anunciado por René Mancilla al finalizar el año académico 2005. Este par de hechos tienen que ser interpretados, sobre todo porque se trata de dos sacerdotes que tuvieron que ver con la formación en esta obra: el primero murió sacerdote, en el camino, lleno de plenitud; el segundo abandona el ministerio apenas empezando el itinerario ministerial.

28 de enero. Monseñor Octavio Ruíz visita el seminario para sostener diálogos con el equipo de formación, relacionados con la marcha del Seminario y con la inminente visita apostólica que se va a recibir este año.

29 de enero. Se congregan los seminaristas para el inicio del año escolar. Tres días antes habían llegado los jóvenes del curso propedéutico para asegurar que entraran solos en el ritmo de la marcha de la casa. Todos juntos hicieron la planeación y la programación del año entre el 31 de enero y el primero de febrero.

Este año se cuenta con la presencia del P. José Antonio González, quien acaba de obtener una maestría en filosofía en el Instituto Católico de París. El otro cohermano que debe llegar es Samuel Sarmiento, aunque lo hará solamente a mediados de marzo, por compromisos ya adquiridos en Bologna (Italia); mientras tanto el economato y la dirección del Propedéutico descansan sobre el mismo rector.

2-4 de febrero. El Doctor Felipe Acosta, vecino del seminario, orientó un Seminario sobre economía durante tres días. Este avezado profesional logró dejar ideas claras en este campo.

42

3 de febrero. Llegada del Superior General de la Congregación de la Misión, P. Gregory Gay, a Colombia. Para este momento provincial viaja a Bogotá Carlos Albeiro Velásquez. Su estadía en este asunto se prolonga hasta el 6 de febrero, día en que regresa acompañado de Álvaro Mauricio Fernández quien fue enviado por el Padre Visitador a asumir nuevamente el economato del seminario por el resto de semestre, debido a que la llegada del esperado Samuel Sarmiento es posible que se demore.

11 de febrero. Todos los miembros de la comunidad local, excepto Antonio Mora, viajaron a Bogotá para participar, el 12, en el día provincial, organizado con ocasión de la visita del Superior General. En la mañana del domingo 12, los participantes viajaron a Chinauta para la bendición de la casa Martiniano Trujillo. La jornada implicó un tour por la construcción, la celebración de la eucaristía dentro de la cual se hizo la bendición y un almuerzo preparado que fue degustado en las zonas verdes. Ese mismo día por la tarde Álvaro Panqueva, Álvaro Mauricio Fernández y Antonio González regresaron a Restrepo, mientras que Carlos Albeiro Velásquez se quedó todavía en Bogotá para asistir a una reunión del consejo provincial.

15 de febrero. Por primera vez en la historia del Seminario se reunió allí el consejo episcopal. Las deliberaciones que se prolongaron hasta las 2:00 p.m., no impidieron que los seminaristas tuvieran el detalle de aguardar pacientemente para compartir la mesa con los visitantes. Precisamente, mientras de servía el sancocho de gallina preparado con leña, cada uno de los miembros del consejo se presentó para asegurar el conocimiento personal y el sentido de comunión eclesial.

23-24 de febrero. El año pasado durante el Encuentro Nacional de Rectores se escogió el Seminario como la sede de la primera reunión del año de la zona 6 de Oscol. El 23 en la noche llegaron los padres Héctor Mejía, Juan Carlos Sevillano y Adolfo Palacios, rectores de los seminarios de los Misioneros del Sagrado Corazón, San José de Calasanz y Los Santos Apóstoles, respectivamente. Al otro día se sumaron los padres Juan Pablo Paré (Fraternidad Sacerdotal), Mario Rodríguez (Oratorio San Felipe Neri), Augusto Campos (Seminario Mayor de Bogotá), Ariel Gutiérrez (Castrense), Saúl Grisales (Intermisional) y los hermanos Otoniel Salcedo y Jair Contreras (Franciscanos conventuales). Por parte de la comunidad local

43

participaron Carlos Albeiro Velásquez, Álvaro Panqueva y Álvaro Mauricio Fernández. El tema de reflexión, orientado por Álvaro Panqueva, se desarrolló en torno al perfil del candidato al Seminario Mayor, y sirvió para propiciar un compartir de experiencias relacionadas con la formación espiritual, sobre todo en los primeros años del itinerario formativo. El encuentro, aunque fugaz, fue profundo, estrechó lazos de comunión y permitió que los participantes tuvieran un contacto directo y conocieran la orientación de la formación en este seminario. A la hora del almuerzo, que estuvo precedido de un aperitivo, los seminaristas fueron escuchando el nombre y el lugar de procedencia de cada uno de los rectores. Tras las palabras del rector anfitrión, se escucharon las del Vicario General de la Arquidiócesis, P. William Gil, quien representó para el acto al señor Arzobispo.

24 de febrero. José Antonio González, Álvaro Mauricio Fernández y Carlos Albeiro Velásquez viajaron a Bogotá para participar cada uno en distintos eventos. El primero asistió a una cita odontológica, el segundo participó en el Encuentro de Ecónomos de Comunidades Religiosas organizado por la CRC y el último de ellos participó en la reunión ordinaria del Consejo Provincial.

28 de febrero. Por la tarde comenzaron a salir los seminaristas a las parroquias a donde fueron enviados para apoyar el trabajo del miércoles de ceniza. Esta vez se mantuvo el criterio de enviarlos a los mismos lugares donde hacen el apostolado de fin de semana.

2 de marzo. Carlos Albeiro Velásquez viajó a Bogotá para organizar su partida a la Ciudad Eterna, en donde participará, del 6 al 10 de marzo, en la reunión de la Comisión de ayuda a cohermanos en situaciones difíciles, de la que hace parte por nombramiento del Superior General. Regresó el 13 a Bogotá y al otro día, después de participar en el consejo provincial, a casa.

3 de marzo. Carlos Albeiro Velásquez invitó a al P. Miguel Martínez, actual Director del Seminario Interno, para que orientara, por dos días, una inducción a los seminaristas que conforman la Escuela Bíblica del Seminario.

44

5 de marzo. El tradicional “sancocho” reunió unas 200 personas que se congregaron para el almuerzo. Los fondos de esta actividad apoyan la economía del Seminario.

6-8 de marzo. Durante estos tres días los mayoristas estuvieron en retiro espiritual, predicado por el franciscano Juan Morantes, párroco del Divino Niño en Villavicencio.

13 de marzo. Los miembros del equipo de formación, excepto el rector, se reunieron con los padres Oscar Mora y William Gil, para recibir el examen ad audiendas de cuatro diáconos que recibirán su ordenación en la fiesta de San José.

14-17 de marzo. El seminarista Oscar Salamanca, en calidad de coordinador de la Escuela Bíblica del Seminario, representó a la Arquidiócesis en el Encuentro Nacional de Pastoral Bíblica, realizado en la sede del Spec, en Bogotá.

18 de marzo. En la Catedral de Villavicencio se celebraron las ordenaciones sacerdotales y diaconales. Asistió solamente Carlos Albeiro Velásquez, porque los demás cohermanos viajaron a Bogotá: José Antonio González a presentar al teologado y al Seminario Interno su tesis de grado con la que obtuvo la maestría en filosofía en el Instituto Católico de París. Álvaro Mauricio Fernández y Álvaro Panqueva a acompañar, cada uno, a parientes suyos en celebraciones familiares.

20 de marzo. Aprovechando el tiempo que permite este día festivo, el rector se reunió toda la mañana con todos los seminaristas para dirigir un taller de Semana Santa, programado por el área pastoral.

23 de marzo. De manera repentina, en la hora de vísperas, llegó al Seminario Monseñor Octavio Ruiz Arenas para dialogar con el rector un asunto delicado relacionado con la frustrada ordenación diaconal de dos exalumnos de Puerto Gaitán, excluidos del Seminario, que han reaccionado, junto con su obispo, ante la negativa del ordinario del lugar de conceder licencia para que dicha ordenación se realice en su jurisdicción, por tratarse de dos casos que han suscitado duda. El caso, que tiene que seguir siendo investigado, pasó a instancias de la Nunciatura Apostólica en Colombia e incluso a Roma.

45

24 de marzo. El padre rector asiste a la reunión del consejo episcopal en Puerto López. Esa misma tarde, José Antonio González viajó a Bogotá para acompañar, al otro día, a las Hijas de la Caridad en la renovación de sus votos.

28 de marzo. Veinticinco sacerdotes de la Arquidiócesis, entre los 6 y 8 años de ordenados, se reunieron para un encuentro de formación permanente en la casa de retiros. Carlos Albeiro Velásquez los acompañó y orientó una conferencia y un taller acerca de la espiritualidad del sacerdote diocesano. Participó, además, el señor obispo y padre delegado para la formación permanente del clero. Terminado el encuentro, los participantes compartieron el almuerzo y el deporte con los seminaristas.

30-31 de marzo. Los estudiantes de cuarto año de teología y dos seminaristas de filosofía, asistieron al Simposio sobre evangelización de las culturas, organizado por la Arquidiócesis.

6 de abril. Los seminaristas y formadores asistieron a la Misa Crismal en la Catedral, expresión visible de la sacramentalidad de la Iglesia, y de fraternidad y unidad del presbiterio en torno al Pastor. Algunos de los seminaristas viajaron ese mismo día con los párrocos a donde fueron enviados para la misión de Semana Santa. En cuanto a los miembros de la comunidad local se refiere, éste es el reporte de los lugares donde prestaron su servicio pastoral en esta temporada litúrgica: San Francisco, Meta (Carlos Albeiro), Villa Nueva, Casanare (Antonio Mora), Guamal, Meta (Álvaro Panqueva), Seminario, Restrepo (Álvaro Mauricio Fernández), Bogotá, retiro a las Hijas de la Caridad (José Antonio González).

23 de abril. La tradición formativa de los seminarios en Colombia hace obligado el descanso de todos los miembros de la comunidad estudiantil y de los formadores durante la semana de la octava de Pascua, que en el almanaque de 2006 se celebró del 16 al 22 de abril. El domingo 23 fueron llegando uno tras otro los seminaristas para reemprender la faena académica.

26 de abril. Carlos Albeiro viajó a Bogotá y a su tierra natal para atender asuntos de familia.

46

28 de abril. Álvaro Mauricio Fernández y José Antonio González viajaron a Bogotá para unirse a la celebración provincial de posesión del nuevo Visitador, P. Daniel Vásquez, que se realizó al otro día. José Antonio prolongó su estadía durante la semana siguiente debido a su nuevo oficio como consejero provincial.

1º de mayo. Carlos Albeiro Velásquez y Sigifredo Tocasuche asistieron junto con todos los mayoristas a la VI Asamblea Arquidiocesana de Pastoral que se adelantó en el Colegio de La Salle, en Villavicencio.

4 de mayo. El P. Fernando Restrepo, quien fuera el primer rector entre 1993 y junio de 1995, visitó el Seminario y presidió la Eucaristía, que se prolongó a causa de su emotiva y amena homilía en la que tejió de manera inteligente la historia de los orígenes, el texto pascual y las exhortaciones a estas nuevas generaciones de formandos. Su paso por Villavicencio estaba motivado por el desempeño actual como capellán de la guardia presidencial.

7 de mayo. Desde el día anterior los mayoristas habían salido a distintas parroquias de la arquidiócesis para hacer una motivación vocacional y para la colecta Pro-Seminario, típica del cuarto domingo de pascua. Este mismo día, en horas de la noche, llegaron de Bogotá José Antonio González, Álvaro Mauricio Fernández, cuatro jóvenes del Propedéutico, acompañados del P. Daniel Vásquez, quien comenzó la semana presidiendo la eucaristía.

11 de mayo. Los miembros de la Comisión Arquidiocesana de Pastoral Vocacional se reunieron en el Seminario y en la casa de retiros para un encuentro acerca del Proyecto Personal de Vida. Fue invitado invitado el P. Arbeláez, responsable de la Pastoral Vocacional de la Arquidiócesis de Bogotá. El seminario estuvo representado por Carlos Albeiro Velásquez.

2 de mayo. Cuatro “fogones académicos” fueron debidamente decorados en distintos rincones de la casa, para que por grupos espontáneos los formadores y los mayoristas participaran en el día del idioma: Cuentos, adivinanzas, mitos y leyendas, y poesía. Algunos seminaristas dejaron ver el cobre académico en cada uno de estos

47

“fogones”, que logró su objetivo de no dejar pasar desapercibida la celebración del idioma de Cervantes.

Ese mismo día, Carlos Albeiro viajó en horas de la noche hacia Cabuyaro, invitado por su párroco, Ángel Gilberto Torres, para pasar el fin de semana. Esta pequeña y antigua población llanera, es descrita por Germán Castro Caicedo como un caserío que “se pierde en la inmensidad de la estepa llanera y es vecino de caudales como el río Upía, el Túa, el Meta, un gigante, y de otros menos poderosos como el Macapay o el Cabuyarito. Allí no hay selva sino esa sabana abierta que desciende hasta las vegas de los ríos, limitadas por palmas de moriche y franjas de vegetación que llaman matas de monte” (cf, El Alcaraván). Si se hace énfasis en esta población es porque representa un lugar típico para el envío de seminaristas a las misiones de tempo forte durante el año y porque el año anterior se habían adelantado Álvaro Panqueva e Israel Arévalo en las fiestas del Señor de los Milagros.

17 de mayo. Carlos Albeiro y José Antonio visitan en su casa al obispo emérito de San José del Guaviare, Monseñor Belarmino Correa. Con él concretan la celebración de Pentecostés en la que serán instituidos ministros lectores y acólitos algunos mayoristas. Aprovechan la oportunidad para invitar formalmente al prelado a que asuma algunas cátedras en el Seminario.

18 de mayo. Los empleados de la Curia Arzobispal, 12 personas en total, fueron invitados al Seminario para compartir un almuerzo y estrechar lazos de amistad y de cercanía.

Ese mismo, a la hora en que el sol se pierde, el seminario en pleno se hizo presente en la Catedral de Villavicencio para unirse a la celebración de la Jornada Vocacional organizada por el Comité Arquidiocesano de Pastoral Vocacional. Hay que decir que por primera vez se asiste a una celebración como esta, que dejó buenos comentarios entre la gente.

26 de mayo. Por la tarde comenzó el puente festivo que se prolongó hasta el lunes 29. Por un lado, los seminaristas pudieron ir a sus pueblos de origen a descansar y a ejercer su derecho ciudadano al voto; por otro, un grupo de diez jóvenes aspirantes al sacerdocio se

48

reunió en el Seminario para la primera convivencia vocacional de este año, liderada por el P. Juan Andrés Barrera, Coordinador Arquidiocesano de la Pastoral Vocacional.

El domingo 28, día en que Colombia vivió una jornada electoral para escoger Presidente de la República, el Padre Rector fue avisado del accidente que sufrió uno de los seminaristas, Edwin Cómbita. De inmediato se puso al frente de las gestiones para trasladarlo de Cumaral a Villavicencio, debido a la gravedad de las lesiones que sufrió mientras conducía una motocicleta, la noche anterior.

30 de mayo. Los dos últimos días de mayo y el primero del mes siguiente, se reunieron en la casa de retiros de la Arquidiócesis, los sacerdotes de esta iglesia particular para seguir avanzando en la asimilación, revisión y ejecución del Plan Participativo de Pastoral. Los miembros del equipo de formación participaron en algunas sesiones, según sus posibilidades.

2 de junio. Por la tarde había llegado al Seminario el P. Daniel Vásquez, Visitador Provincial, proveniente de Arauca. Ese día, en horas de la noche se reunió con la comunidad local vicentina para abordar asuntos relacionados con la vida del equipo y, al otro día, acompañado por el superior y por el ecónomo, fue a la Curia Episcopal a reunirse con el Señor Arzobispo. El 3, se hospedó en la casa de la misión del Vicariato de Puerto Gaitán, a donde había sido invitado por el obispo de esa jurisdicción, Monseñor Alberto Rozo.

El 2 de junio llegó Miguel Martínez para orientar la jornada de retiro espiritual a un centenar de personas de las escuelas bíblicas que atienden los seminaristas y, además, para dirigir entre el 8 y 9 un curso de nivelación bíblica a los estudiantes de cuarto de teología.

4 de junio. Pentecostés. Acatando la sugerencia del señor Arzobispo, el Padre Rector invitó a Monseñor Belarmino Correa, emérito de San José del Guaviare, para que presidiera la Eucaristía dominical en la que fueron instituidos dos seminaristas como lector y acólito, y en la que recibieron su alba los estudiantes del curso Propedéutico. La sencillez del anciano obispo y su profundidad en el mensaje dejó buena impresión entre todos.

49

Por la tarde los tres jóvenes de la comunidad local salieron con José Miguel Martínez al Parque Los Ocarros.

15 de junio. Monseñor Octavio Ruiz Arenas visitó el seminario para reunirse con el equipo de formación. Se trató de la típica reunión para hacer una presentación de la marcha del primer semestre y para aborda con el pastor los casos considerados como difíciles o preocupantes.

17 de junio. Por la mañana se llevó a cabo la evaluación semestral del Seminario. La dinámica permitió a todos tomar el pulso de la marcha de la casa y fue una ocasión propicia para enfatizar en la importancia del uso responsable de la informática, el valor de la verdad y la responsabilidad en el uso de la palabra, la importancia del estudio, el aprovechamiento del tiempo, la asiduidad en la dirección espiritual y la renovación en la vida espiritual. Ese mismo día, por la tarde, viajaron a Bogotá Carlos Albeiro y José Antonio para predicar el retiro anual a las Misioneras Agustinas Recoletas y para participar en el Simposio Nacional de Teología., respectivamente.

23 de junio. Terminaron las clases y como ya es usanza, por la noche, se hizo una cena de despedida del semestre, en el que no faltó el discurso de uno de los seminaristas, que esta vez despidió –por segunda vez- a Álvaro Mauricio Fernández. El día anterior había llegado Jairo NNNN, antropólogo profesor de la Universidad Javeriana, amigo de José Antonio González desde la estadía de ambos en la Ciudad Luz.

Por la noche, apenas servida la cena, arribaron los padres Daniel Vásquez y Héctor Vidal Gutiérrez, procedentes de Bogotá, quienes participaron al otro día en la ordenación de algunos mayoristas y diáconos. El Padre Rector llegó de Bogotá, aunque las celebraciones de despedida del semestre ya habían pasado.

24 de junio. Por imposición de manos de Monseñor Octavio Ruiz, fueron ordenados algunos miembros de la Asociación de Fieles de la Inmaculada y algunos de los mayoristas. Seis diáconos y cuatro neopresbíteros son buena cosecha vocacional.

50

Con el “podéis ir en paz” al final de la ceremonia, los seminaristas salieron a vacaciones de mitad de año, que interrumpen mientras participan en la novena y fiesta de la Patrona de la Arquidiócesis.

26 de junio. Álvaro Panqueva, Álvaro Mauricio Fernández y Sigifredo Tocasuche participaren en la celebración de las bodas de plata sacerdotales del P. Alberto Medina, en la parroquia San José Obrero, de Villavicencio.

17 de julio: Llegó Samuel Sarmiento Cendales a integrar el equipo de formación, concretamente a asumir el economato del Seminario y la dirección del curso Propedéutico. Había estado los últimos cuatro años en Italia, como estudiante y ejerciendo el sacerdocio en Bologna.

23 de julio: Los seminaristas van llegando a lo largo del día para el segundo semestre 2006.

24 de julio: Como había dado buen resultado los semestres anteriores, toda la mañana de este día se dedicó a las matrículas. Por la tarde, los seminaristas se dispusieron a arreglar la casa que, como es de suponerse, después de un mes sin sus ocupantes, requiere aseo y organización.

25 de julio: La comunidad del Seminario se reunió para la programación del segundo semestre que resultó ágil y participativa.

27 de julio: Después de hacer el respectivo empalme del oficio como ecónomo del Seminario, la comunidad local despidió a Álvaro Mauricio Fernández con un almuerzo. El despedido viajó a Bogotá para adelantar gestiones de visa con miras a comenzar estudios de especialización en el país de las galias.

31 de julio: El turno de dejar esta casa ahora le tocó al P. Luis Antonio Mora. Muy temprano lo recogió un típico camión para llevarlo junto con sus pertenencias a Bogotá y luego a su destino final: la casa Martiniano Trujillo. Este mismo día iniciaron las clases del segundo semestre.

Por la tarde, llegó Monseñor Octavio Ruíz en compañía de Monseñor Gabriel Romero Franco, Obispo de Facatativá y delegado de la Santa

51

Sede para hacer, por espacio de una semana, la Visita Apostólica al Seminario. Se transcribe el artículo enviado por el Padre Rector para el periódico arquidiocesano, en el que relata y da a conocer los detalles de la visita.

Entre el 31 de julio y el 4 de agosto estuvo Monseñor Gabriel Romero Franco, Obispo de Facatativá, haciendo la Visita Apostólica, en nombre de la Santa Sede, al Seminario Mayor de la Arquidiócesis. Una visita como esta se hace periódicamente a instituciones de la Iglesia Católica con el fin de asegurar que los lineamientos propuestos por Ella misma se estén aplicando y que, en consecuencia, se esté viviendo y marchando en sintonía eclesial. Además, la Iglesia, por medio del Obispo delegado, toma un contacto más directo con la realidad de la institución visitada.

La Congregación de los Institutos Católicos ha propuesto que la formación de los futuros sacerdotes camine fundamentalmente al ritmo de la Optatam Totius (Decreto sobre la formación sacerdotal, del Concilio Vaticano II, 1965), la Exhortación Apostólica Pastores Dabo Vobis (Juan Pablo II, 1992). La Iglesia colombiana, no ajena a la misión de formar debidamente a los sacerdotes, también ha reflexionado al respecto; por eso tenemos Las Normas Básicas para la formación presbiteral inicial en los Seminarios Mayores de Colombia, emanadas de la Conferencia Episcopal en julio de 1995. Como se puede constatar no son pocas las fuentes doctrinales ni las reflexiones que la Iglesia universal y colombiana ha hecho en torno a esta tarea de formar los pastores del Pueblo de Dios.

Conviene recordar que la primera visita apostólica fue realizada por Monseñor Víctor Manuel López Forero, Arzobispo de Nueva Pamplona, entre los días 9 y 10 de octubre de 1995, cuando apenas el Seminario llevaba dos años de funcionamiento. De aquí surgió, como es normal, una visión objetiva que incluyó luces, sombras y sugerencias.

Para esta visita 2006 se elaboró un informe escrito de 98 páginas que fue enviado con antelación al Obispo visitante, como lo pidió la Conferencia Episcopal de Colombia. Dicho informe recoge los datos del personal docente (formadores, profesores externos y profesores invitados), de la comunidad estudiantil (nombre, edad, jurisdicción,

52

ministerio), el planeamiento del Seminario (objetivo, criterios y líneas de acción de las distintas dimensiones de la formación), principios básicos que se están afirmando en el proceso formativo, reglamento interno, pensum académico para los ciclos de filosofía y teología, horario general, programa del curso Propedéutico, descripción de la biblioteca, trabajo de pastoral vocacional (criterios de selección de candidatos y criterios de acompañamiento y discernimiento), descripción del contacto con las familias de los seminaristas, presentación del año de pastoral y balance económico.

Los formadores y los seminaristas, nos propusimos cuatro criterios fundamentales para esta visita apostólica:

Vivirla como una gracia de Dios (dimensión de fe) Afianzar el sentido de Iglesia universal y local (dimensión

eclesial) Mantener, en lo posible, el ritmo normal del seminario en

horarios y actividades Asumir la visita como un momento de evaluación institucional y

en espíritu de conversión.Creo que fue un acierto haber preparado y vivido la visita bajo estos cuatro aspectos, porque nos permitieron entrar en un horizonte menos formal y más vivencial de un momento como este. La visita incluyó el siguiente itinerario: recorrido por las instalaciones para conocer la infraestructura, visita expresa a la biblioteca, diálogos personales y con los distintos cursos, diálogo con el Arzobispo, con el rector y con el consejo de formadores, con alumnos externos, con empleados, con profesores y párrocos donde hacen pastoral los seminaristas, encuentros comunitarios, celebraciones eucarísticas e incluso una vuelta rural.

Monseñor Gabriel Romero Franco, desde hace veinte años obispo de Facatativá, es un hombre avezado en la formación sacerdotal por la especialización que realizó en Europa para ejercer este ministerio, por su experiencia como formador y rector del Seminario Mayor de Bogotá, y por su pasión personal por este frente apostólico de la Iglesia. Llegó acompañado de Monseñor Octavio Ruíz Arenas, a las 3:00 de la tarde, del lunes 31 de julio. En la entrada principal lo esperábamos todos para acogerlo. Su presencia entre nosotros a lo largo de una semana, no solamente le permitió a él conocer “in situ”

53

nuestro ritmo de vida y nuestra organización institucional, sino que también nos permitió a nosotros conocer y valorar la rica personalidad y la fecundidad apostólica de alguien que desde el comienzo aseguró que “venía a aprender” de esta visita y a acompañar temporalmente la formación “no como un fiscalizador sino como un pastor”. Efectivamente, todos podemos testimoniar su sencillez y agudeza para hacer análisis y reflexiones en torno a esta institución. Su presencia entre nosotros fue estimulante para nuestra vocación y ministerio.

Esta fue una oportunidad para tomarle el pulso a la marcha de esta casa de formación y un incentivo para izar y seguir avanzando en estas faenas formativas, toda vez que el “Seminario que representa como un tiempo y un espacio geográfico, es sobre todo una comunidad educativa en camino” (Juan Pablo II, PDV, 60).

El efecto y la gracia de esta visita se prolongan en la etapa que viene. Una vez llegue de Roma la síntesis o la comunicación oficial de las impresiones y sugerencias, formadores y seminaristas nos dedicaremos a estudiar y a asimilar todo aquello que la Iglesia nos indique para continuar la marcha.

6–12 de agosto. Carlos Albeiro Velásquez estuvo en el Convento de La Merced, en Cali, predicando una tanda de retiros a las Hermanas Agustinas Recoletas. La semana siguiente, 13 – 18, estuvo, en la misma ciudad, José Antonio González en idéntica misión, pero esta vez con las Hijas de la Caridad.

18 de agosto. Por la noche se congregaron los mayoristas y algunos de los formadores para la hora de la alegría: los sentimientos frescos evocaron la memoria del recién “desaparecido” Milenio, el perro mascota del Seminario en los últimos seis años. El noble perro, después de haber sido llevado por los estudiantes del cíclico de teología hasta el municipio de Monfort, durante una escalada montañosa de seis horas, retornó por su cuenta una semana después. Tampoco faltaron las capacidades histriónicas que hicieron saltar al escenario a algunos formadores. En todo caso, la creatividad y el ingenio reinaron esta noche de esparcimiento comunitario.

54

25 agosto. Llegó Daniel Vásquez a una visita fugaz que incluyó diálogo con el rector y la entrega de la copia del contrato para llevar al despacho del Arzobispo.

6 de septiembre. De acuerdo con el programa provincial reciente, la comunidad local recibió la visita de José María Nieto, uno de los Asistentes Generales de la Congregación. Esta visita fue súbita, intencionada antes de la Asamblea Provincial y fugaz. Se estructuró fundamentalmente en un encuentro con los mayoristas, en los diálogos personales y en una reunión comunitaria. Al otro día, Carlos Albeiro y José Antonio lo llevaron hasta la casa Provincial.

7 de septiembre. Las Hermanas Predicadoras organizaron el festival musical del peruano Enrique Ascoy, al que asistieron los seminaristas.

26 de agosto. Samuel Sarmiento organizó una salida de dos días con los empleados del Seminario a Chinauta. Es la primera vez que se organiza un paseo extenso y distante con los empleados. Después de dejar a las señoras de la cocina en el cruce de La Sevillana para que viajaran en servicio público, continuó su viaje, acompañado de Eduardo Camero, hacia Garagoa para atender algunos asuntos personales y regresar un día después.

13–20 de septiembre. Carlos Albeiro Velásquez y Álvaro Panqueva viajaron el 12 de septiembre a Bogotá para unirse a los cohermanos asambleístas que de la casa provincial viajaron a Chinauta para la AP/06. José Antonio González, lo había hecho unos tres días antes para participar en el consejo provincial. Así, fueron tres los miembros de esta comunidad local que participaron en este momento provincial.

21 de septiembre. Llegó David Sarmiento, superior de La región de Rwanda-Burundí, a participar en una reunión orquestada desde el África por Monseñor Alfonso Cabezas, con algunas personas pudientes de Villavicencio. El fin de dicho encuentro era organizar una especie de “amigos llaneros de la misión vicentina de La región” para la consecución de ayudas. David Sarmiento fue acompañado de Samuel y de uno de los mayoristas que ayudó a manejar el video beam. Al otro día la misma presentación se hizo a los seminaristas, aunque ya no con los mismos fines, sino para motivar el espíritu misioneros de los jóvenes.

55

27 de septiembre: La fiesta de San Vicente estuvo preparada por un triduo que inició el 24. Tres padres fueron haciendo cada día la presentación de algunos rasgos del Santo de la Caridad: Samuel Sarmiento presentó el primer día la biografía del Santo, al otro día Carlos Albeiro Velásquez presentó su acción social, y –para concluir el triduo- Álvaro Panqueva habló de la formación del clero. El propio día de la fiesta, que coincidió con un encuentro del clero en la casa de retiros, presidió la Eucaristía el Señor Arzobispo de Villavicencio.

27-30 de septiembre: Durante estos cuatro días el Seminario tuvo como huéspedes al profesor Jairo Clavijo y un grupo de siete estudiantes de la Facultad de Antropología de la Universidad Javeriana, de Bogotá. La finalidad de su estadía en Restrepo obedeció a un trabajo de campo sobre la antropología de la enfermedad. Se aprovechó esta presencia para una reunión, el jueves 28, con los mayoristas.

1º de octubre. La Arquidiócesis de Villavicencio organizó la venida del popular Padre Chucho, quien durante tres días congregó masivamente a la gente de Villavicencio, Acacías y Restrepo. El sacerdote estuvo el 1° de octubre en la parroquia del Santuario para dirigir en vivo y en directo el programa de 6:30 am, en el que fueron entrevistados el señor Arzobispo y Carlos Albeiro Velásquez. Enseguida, presidió la Misa televisada que fue concelebrada por el Padre Rector y acompañada por un grupo de seminaristas.

Este mismo día, en horas de la noche, los formadores vicentinos asistieron a la eucaristía dominical presidida por Samuel Sarmiento en la parroquia San Vicente de Paúl. Habían sido invitados por el P. Henry Cucaita, párroco, para la celebración de la fiesta patronal.

A las 9 de la noche, en la puerta principal del Seminario se congregaron todos los seminaristas y los formadores para dar inicio a la Semana Bíblica con una procesión de entronización de la Palabra de Dios. En el itinerario, a los largo de cuatro momentos o estaciones, se fueron sumando algunos seminaristas que portaban biblias en diversas lenguas. Finalmente se entró al salón bíblico, previamente diseñado por el Padre Rector y cargado de mucha simbología, que sirvió para vivir “ad intra” el paso de la Palabra de Dios. Durante la semana siguiente, del 2 al 5, todo el Seminario hizo lectio divina

56

alrededor de los doce troncos en los que descansaban las biblias abiertas en el capítulo 11 de Lucas. La temática, el discipulado en el tercer evangelio, fue la propuesta por la Conferencia Episcopal de Colombia para este año. Esta semana vivida “ad intra” se proyectó “ad extra” con la participación de todos en los distintos centros de apostolado.

4 de octubre. Para celebrar la fiesta de San Francisco de Asís, el Seminario en pleno visitó el monasterio de las Hermanas Clarisas. Monseñor Octavio Ruíz, presidió la eucaristía, después de la cual no faltó el encuentro fraterno en el locutorio, acompañado de no pocas preguntas por parte de los seminaristas a las hermanas acerca de su estilo de vida marcado por la oración, el trabajo y la pobreza.

23-26 de octubre. Diego Luis Vásquez, rector del Seminario de Popayán, orientó un curso de afectividad y sexualidad a los mayoristas, incluidos los externos. Durante esos mismos días, Carlos Albeiro Velásquez acompañó a un grupo de 25 Hijas de la Caridad de las distintas provincias de América Latina en un curso de cristología vicentina.

9 de noviembre. Un grupo de ocho sacerdotes diocesanos de Facatativa visitó el Seminario de paso a una finca a donde se dirigían para tomar un descanso.

11 de noviembre. Organizado por el Arzobispo, el Padre Rector, el Director de la Pastoral Vocacional Arquidiocesana, se llevó a cabo el Encuentro de Benefactores y Custodios Vocacionales. Asistieron 55 personas, además del Padre Ecónomo del Seminario y de algunos párrocos: Luis Fernando Nieto, Marco Antonio Niño y Miguel Albarracín. Ese mismo día, en una finca de la vereda Caney Alto se adelantó la convivencia semestral de la Escuela Bíblica que reunió a muchas personas de distintas parroquias. Por la tarde, Carlos Albeiro Velásquez viajó a Medina (Cundinamarca) para reemplazar al párroco durante el fin de semana.

13 de noviembre. Las tradicionales Olimpíadas, que desde el nacimiento del Seminario han reunido a todos sus miembros en diferentes competencias deportivas, este año tuvieron la peculiaridad de que se redujeron a un solo día, dadas las circunstancias de tiempo

57

que obligaron a ajustar obligatoriamente el cronograma. A pesar de este corte de tiempo, fueron intensas y no perdieron calidad. La GymKhana que se prolongó durante toda la mañana hizo rotar a los cinco equipos por diversas modalidades: tiro al blanco, lanzamiento Tarzán, travesía de la cachamera sobre una guadua, salto de obstáculos en equipo por encima y por debajo de cuerdas, carrera al tun tun, carrera de encostalados, travesía por el lodo, fútbol americano y travesía por una pista rastrera. Por la tarde no faltó el paseo a las piscinas naturales de La Talanquera. No se puede omitir que un invitado este año fue René Mancilla, quien aprovechó el puente festivo para integrarse a este evento.

18 de noviembre. El actual párroco de Monfort (Meta), también miembro del equipo de formación, P. Sigifredo Tocasuche, había invitado con insistencia a los padres del Seminario a visitar esa parroquia de la montaña. Después de revisar la agenda, se escogió esta fecha para viajar, aunque solamente pudieron responder y representar al equipo de formación los padres Carlos Albeiro Velásquez y José Antonio González. La subida se hace en cuatro horas por una carretera destapada y en pésimo estado, en un campero de motor resistente y pleno de víveres. Monfort es una inspección de policía que pertenece en lo civil al municipio de El Calvario. Fue fundada hace sesenta años y evangelizada por los hijos de San Luis María de Monfort. Actualmente hay 75 familias en el casco urbano. Es un caserío enclavado en la imponente cordillera de los Andes. Precisamente su ubicación montañosa la ha puesto en alto riesgo, porque las fuentes de agua que descienden permanentemente y las frecuentes lluvias han ablandado el terreno y representan un inminente peligro. Las entidades oficiales, como la gobernación del departamento, la Oficina de Prevención de Desastres, la Cruz Roja, la alcaldía municipal, el ministerio del medio ambiente, entre otras, después de los estudios han concluido y decretado el desalojo total del pueblo. De hecho, hace cuatro meses fue demolido el templo parroquial y en pocos días se prosigue con la casa cural y el colegio. Esto ha generado un serio problema social porque las garantías que el gobierno le ha dado a las gentes que deben movilizarse son ínfimas en comparación a lo que tienen que dejar. Nada fácil venirse de la montaña a la ciudad. El desarraigo se compara al del desplazamiento forzoso aunque en este caso no se debe a la violencia sino a las condiciones topográficas. La gente es conciente de que la promesa

58

de recibir una casa en Villavicencio es peligrosa porque la vida de la ciudad implica empezar a pagar transporte y servicios públicos y, lo más grave aún, llegar a engrosar la lista de desempleados.

Todo este panorama fue compartido con la gente y con el párroco. Durante los dos días de permanencia se pudo constatar la magnitud del problema de este pueblo que ha sido maltratado en su fe: asesinato de un párroco por parte de la guerrilla, escándalos del clero, demolición del templo y, ahora, desalojo forzado.

23 de noviembre. Los padres franciscanos de Villavicencio, invitaron a los formadores a un almuerzo en la parroquia el Divino Niño. Por la tarde, Samuel Sarmiento y Carlos Albeiro participaron en la segunda tanda del encuentro de benfactores y comités vocacionales que se llevó a cabo en la iglesia de El Templete.

25 de diciembre. Los formadores y los seminaristas asisten a la Catedral de Villavicencio a las ordenaciones: tres presbíteros y seis diáconos son una buena cosecha vocacional con la que termina este año. Esa misma tarde los padres José Antonio González y Samuel Sarmiento viajaron a San Francisco (El Calvario) para acompañar, al otro día, al neopresbítero Fernando Velásquez en su primera misa.

28 de noviembre. El Padre Rector asiste a la Curia Episcopal a una reunión con el señor Arzobispo para tratar asuntos del Seminario (exclusión de dos seminaristas, casos especiales, organización de la dirección espiritual para el año próximo, distribución de las misiones de Navidad y, lo más determinante, el envío al seminario en calidad de alumnos internos a los seminaristas miembros de las Asociaciones de fieles).

1 de diciembre. La Asamblea Arquidiocesana de Pastoral, que había sido aplazada, se congregó en las instalaciones del Colegio de La Salle, de Villavicencio. Como es tradicional, el Seminario en pleno asistió a este evento eclesial en el que se hizo el lanzamiento del Plan Arquidiocesano de Pastoral. Ese mismo día en horas de la tarde, los mayoristas se congregaron con los formadores para el acto de entrega oficial de monografías empastadas y para la cena de despedida del año. En este contexto el Padre Rector anunció que José Antonio

59

González había sido nombrado Rector del teologado vicentino de Funza y que, por lo mismo, se le despedía en este mismo agasajo.

2 de diciembre. Muy de madrugada y como algo inusual llegó el bus de la empresa de turismo que fue contratada para llevar a los padres y seminaristas al paseo de fin de año. Esta vez el itinerario cubría el eje cafetero. El primer día nos esperaba la casa Martiniano, en Chinauta, para brindarnos el desayuno y para la celebración de la Eucaristía dominical que presidió Álvaro Panqueva. Como un “Diálogo con el camino”, describió en su homilía lo que significaba un paseo-peregrinación como el que se iniciaba. El paso por la capital musical de Colombia fue tangencial y solo se pudo divisar su panorámica mientras en la carretera variante degustamos el almuerzo.

Hacia las cinco de la tarde llegamos a Calarcá y tomamos la ruta del café que nos condujo a Santa Rosa de Cabal. La Escuela Apostólica, recién restaurada y convertida en hospedería, nos recibió durante los tres días que permanecimos en el Eje Cafetero. Al otro día, el 3 de diciembre, hicimos un recorrido por el zoológico de Pereira; visitamos la tumba del P. Pedro Jaramillo, profesor del Seminario; recorrimos el centro de esta ciudad; después visitamos la ciudad milagro, Armenia.

4 de diciembre. Nos esperaba el parque Panaca, cuyo recorrido implicó toda una jornada que comprendió el paso por cinco eventos en los que nos vimos involucrados como público numeroso y participativo. Realmente extraordinario. Esa noche, en compañía de los seminaristas vicentinos de La Apostólica fuimos a las termales de Santa Rosa.

5 de diciembre. El regreso a Restrepo se hizo por la línea y no por Manizales como se había pensado. Este cambio de itinerario permitió hacer escala en Ibagué y visitar el Seminario, donde muchos de los teólogos se encontraron con su antiguo apreciado formador, Eduardo Arboleda. El regreso a casa implicaba el inicio de unas vacaciones temporales mientras llegaban las celebraciones navideñas.

60

CRONICAS DEL 2007

Por: Carlos Albeiro Velásquez B., CM

9 de enero. Frady López, que había terminado tercer año de teología, muere en Duitama de un infarto cardíaco. El día anterior había viajado a acompañar a uno de los sacerdotes de la Arquidiócesis de Villavicencio que iba al retiro del clero en esa ciudad boyacense. Mientras se hospedaba en la casa de la familia de otro sacerote amigo, lo sorprendió la muerte. El Padre Rector fue avisado, pero no pudo asistir a sus funerales porque se encontraba en Cali predicando un retiro espiritual a las Hijas de la Caridad. En nombre del Seminario asistieron los padres Samuel Sarmiento, Héctor Vidal Gutiérrez quien presidió los funerales por ser el rector que lo recibió cuando ingresó al seminario, y Francisco Vidal Piñeros; el diácono Edersandro Parra y cuatro de sus compañeros. Por la época en que falleció no pudieron asistir más seminaristas.

25 de enero. Los jóvenes que iniciaron su proceso formativo llegaron este día de la conversión de San Pablo para ubicarse en la casa y para la inducción a la vida del Propedéutico.

28 de enero. Llega el resto de mayoristas para el inicio del año lectivo. Al otro día se dedicaron a gestionar sus matrículas y a la organización general de la casa. Como novedad, hay que destacar que a partir de este año y por petición expresa del Obispo, todos los estudiantes de teología de las Asociaciones de fieles deberán estar como internos en el Seminario. La noticia que al principio generó impacto y desilusión en ellos va a confirmar que para unificar criterios formativos es la mejor decisión.

29 – 31 de enero. Tres días fueron dedicados al planeamiento y a la programación del año. En adelante las áreas se llamarán dimensiones como se refiere a continuación: de discipulado (área espiritual), de comunión (área comunitaria), de misión (área de pastoral) y de estudio (área académica). Se pretende emplear un lenguaje acorde con la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en este año del discipulado y, sobre todo, entrar en una dinámica formativa que pretenda articular de forma integral las dimensiones de la formación.

61

30 de enero. Procedente de Santa Rosa de Cabal, llegó el P. Blas Samir Lemos a conformar el equipo de formación. Su llegada se había dilatado a causa del asalto de que fueron víctimas los padres vicentinos de La Apostólica y que obligó al P. Blas a enfrentar las gestiones de denuncia penal del hecho ante las autoridades, en calidad de ecónomo.

31 de enero. Primera visita del señor Obispo al Seminario. En el contexto de la planeación fue invitado Monseñor Octavio Ruiz para dialogar con los mayoristas acerca de la vida diocesana, sobre todo del inicio del Plan de Pastoral.

1° de febrero. Los tres chivos que el año anterior había conseguido el Padre Ecónomo fueron sacrificados para el asado campestre con el que se dio la bienvenida a los nuevos seminaristas. Esta celebración ya es tradicional y permite arrancar el año con un momento de integración fraterna. Esta noche el P. Blas Samir debutó ante los mayoristas como excelente músico, pues tocó los no pocos instrumentos que sabe interpretar, arrancando aplausos y suscitando buenos comentarios entre los animados seminaristas.

5 de febrero. Iniciaron las clases del primer semestre. El P. Hernando Olaya, nuevo Director Académico, para este momento ya había organizado la marcha académica del Seminario, a pesar de que hacía poco tiempo había llegado a conformar el equipo de formación.

9 de febrero. Al cumplirse el primer mes de la muerte de Frady López, el Padre Rector, acompañado de tres de sus compañeros, viajó hasta Chivor para saludar a la familia, celebrar la eucaristía en la iglesia del pueblo y comenzar las gestiones con miras al pago del seguro estudiantil de Frady. Esa noche pernoctó en Chivor y de regreso pasó, junto con sus acompañantes, por las parroquias de San Pedro de Jagua, Gazaduje y Medina.

12 de febrero. El Seminario llegó a su XIV aniversario de fundación. Este acontecimiento congregó a todos sus miembros para la ecucaristía que presidió el Padre Rector y para el almuerzo al que siguió una tarde merecida deportiva.

62

15 de febrero. Desde el año pasado el consejo episcopal había pedido que en el Seminario se tuviera una oportunidad para que los estudiantes conocieran lo que es el MASC. Por lo mismo fue invitado el P. César Baldín, Director Nacional de esta organización eclesial, quien dedicó una tarde a exponer el origen, la organización y el compromiso de mutuo auxilio sacerdotal colombiano.

21 de febrero. Los seminaristas y algunos de los formadores visitaron algunas parroquias de la Arquidiócesis para acompañar a los párrocos y a las comunidades en la celebración del miércoles de Ceniza. Ese mismo día el Padre Rector viajó a Bogotá a atender algunos asuntos personales.

22-23 de febrero. La dimensión de discipulado programó para este par de días el retiro espiritual, que fue predicado por el Padre Álvaro Jaramillo, miembro de la Asociación de los Misioneros de Cristo.

24 de febrero. Aunque una semana antes había venido el P. Germán Ortiz, párroco de Pipiral, a dirigir el Proceso Integral de Nueva Evangelización –SINE- entre los padres y seminaristas, esta vez fue invitado el P. Francisco Bernal Velasco, del clero castrense y capellán de la VII Brigada, avezado en orientar el proceso dentro del Seminario. Había venido unos días antes para dialogar con los formadores acerca de la manera como el proceso tenía que introducirse en el ritmo de la formación. La claridad de sus conceptos, la experiencia en la formación y en el SINE ayudaron mucho a enrrutar este proceso en el Seminario.

25 de febrero. El P. Samuel Sarmiento, como ecónomo, lideró la jornada Pro-Capilla que reunió en las instalaciones del Seminario cerca de cuatrocientas personas para la Eucaristía, el almuerzo, el bingo, el concierto musical amenizado por el P. Blas Samir y algunos músicos del Seminario. Las ganancias de esta actividad no fueron bajas para ser la primera vez. Se valoró mucho el apoyo de la gente que viene a la eucaristía dominical.

8 de marzo. En horas de la tarde vinieron algunos empleados de la Cruz Roja Departamental para promover la donación de sangre. Esta actividad se cruzó con la celebración del día internacional de la mujer, que se hizo con una merienda especial a la que fueron invitadas no

63

solamente las empeladas de la cocina y la secretaria, sino también las enfermeras que habían venido de la Cruz Roja.

10 de marzo. El curso Propedéutico, acompañado de su director, P. Blas Samir Lemos, y del P. Sigifredo Tocausche, emprendió un viaje a pie hasta Monfort.

Ese mismo día por la tarde, los demás formadores fueron a Chichimene a la finca Santa Ana, invitados por el seminarista Odway Torres.

3 de abril. El curso Propedéutico que se había quedado para la Semana Santa en el Seminario, asistió con el Padre Rector a un retiro espiritual con los empleados del seminario que se realizó en la Fundación Camino de la Esperanza, en la vereda Caney Medio.

4 de abril. Los empleados de la Curia episcopal, los de Alcaraván, Pastoral Social y Funeraria La Resurrección se reunieron en el Seminario para el retiro espiritual que predicó el P. Carlos Albeiro Velásquez, acerca de la encíclica “Dios es Amor”. Participó también el Señor Arzobispo.

Este mismo día se hizo la pavimentación de la entrada del Seminario.

9 de abril. En diálogo que sostuvo el diácono Manuel Ipiales con Monseñor Octavio Ruíz, surgió la idea de celebrar la ordenación sacerdotal en su tierra natal. Efectivamente, el sábado 14 de abril, en la parroquia donde recibió los sacramentos de la iniciación cristiana, recibió la imposición de manos del Arzobispo de Villavicencio. A esta celebración se unieron el Padre Rector del Seminario Mayor de Restrepo (quien viajó el 9 de abril con Blas Samir Lemos, dos diáconos y un seminarista de cuarto de teología), y otros seis sacerdotes de la Arquidiócesis que habían viajado con un centenar de fieles en peregrinación. Se hicieron presentes también el padre canciller de la diócesis de Ibarra, y el superior de la Asociación de Fieles de Cristo Sacerdote, quien se convirtió en un generoso y detallista anfitrión.

Monseñor Octavio Ruíz, arribó al aeropuerto Internacional de Quito, en la mañana del viernes 13 de abril. Allí lo esperaba una nutrida

64

comitiva de padres, seminaristas y amigos de Manuel que habían ido a recibirlo. De regreso a San Antonio de Ibarra, en caravana, se aprovechó el tiempo de que disponía para visitar el santuario nacional de Nuestra Señor de El Quinche, patrona del Ecuador, de almorzar al borde del camino, de pasearse por algunos lugares de esa Provincia (Departamento) de Imbabura: las calles de Otavalo y de Cotacachi, y la laguna de Cuicocha. Al caer la tarde Monseñor Octavio fue llevado hasta la sede de la curia episcopal, donde lo esperaba el Obispo de San Antonio, Monseñor Julio Terán, quien lo acogió como huésped en su casa.

El día de la ordenación, algunas religiosas y personas de la población se fue reuniendo desde tempranas horas para terminar de organizar los detalles que tal celebración implica. Hacia las 9 de la mañana, se dio inicio a la ordenación. En un primer momento, Monseñor Terán dirigió unas palabras de bienvenida a Monseñor Octavio Ruíz y se retiró. Terminada la misa toda la feligresía se dirigió a la casa de la Asociación Cristo Sacerdote, donde se ofreció un suculento almuerzo, precedido de folclóricas danzas ecuatorianas.

Primera misa. Al otro día, segundo domingo de Pascua, en la misma parroquia de San Francisco de Natabuela, el neopresbítero celebró su primera misa. Esta vez fue más nutrido el número de participantes. Después de la bendición final y desde la entrada del templo, comenzó una solemne procesión hasta la casa de Manuel. A lo largo del camino no fueron pocas las expresiones de afecto y, sobre todo, de fe de parte las gentes, que en ciertos altares equidistantes, adornados de flores, frutos y guirnaldas, iban ofreciendo dones al recién ordenado. En la misma casa de campo donde Manuel creció, se agolpó la población para la merecida fiesta. Realmente una fiesta que conjugó lo popular y lo religioso, realmente un acontecimiento de fe que testimonió cuán importante es para el Pueblo de Dios el hecho de que uno de los suyos llegue al sacerdocio. Las distintas etnias de la región se las ingeniaron para entrar desfilando con típicos atuendos, en medio de ritmos muy autóctonos, con las manos llenas de frutos y aún de algunos animales domésticos, para acercarse con notoria alegría y veneración hasta el “Padrecito” y expresarle el merecido afecto después de recibir de él la primera bendición.

65

Después de un viaje largo, realizado de forma directa desde San Antonio de Ibarra (Ecuador) hasta Restrepo (Meta), regresaron al Seminario los extenuados viajeros para seguir la marcha de sus actividades normales.

23 – 27 de abril. El Encuentro Nacional de Rectores de Seminarios Mayores en Colombia, se llevó a cabo en el Seminario Redemptoris Mater, en Medellín. Carlos Albeiro Velásquez participó en este evento, en el que se hizo un análisis agudo de la realidad y su incidencia en la formación sacerdotal, orientado por el Arzobispo de Medellín, Monseñor Alberto Giraldo. Otro asunto que allí fue deliberado y que ese momento constituía una de las noticias de interés nacional, era la situación de eventuales demandas penales instauradas contra representantes legales de los seminarios a causa de los informes confidenciales de seminaristas retirados. El hecho concreto se cimentaba en un proceso penal contra el Arzobispo de Manizález por el retiro de un candidato al sacerdocio que interpuso un derecho de petición que falló en contra del Prelado, originado tres días de prisión, que no se hicieron efectivos a causa de una acción judicial interpuesta, a modo de apelación, por abogados manizalitas, que se ampararon en el desconocimiento del Concordato colombiano por parte de la juez que firmó la sentencia.

1 de mayo. Los formadores y los seminaristas de teología asistieron a la Eucaristía de profesión religiosa de una Hermana Clarisa, en el Convento de Santa Clara.

3-5 de mayo. El clero de Villavicencio se reunió en el recién construido auditorio para un curso de formación permanente sobre afectividad, que orientó el P. Diego Luis Vásquez. Al finalizar el curso, Monseñor Octavio Ruiz viajó para Aparecida (Brasil) a participar, en calidad de invitado especial, en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Este acontecimiento eclesial fue seguido de cerca en el Seminario a través de los permanentes “flash informativos” que los miembros de la dimensión pastoral daban durante las horas de la comida y que permitían seguir el ritmo de este momento latinoamericano.

31 de mayo. Su Santidad Benedicto XVI nombró a Monseñor Octavio Ruíz Arenas, como Vicepresidente de la Pontificia Comisión para

66

América Latina. Este nombramiento supone que el Prelado en pocos meses abandone la sede episcopal para trasladarse a la Ciudad Eterna a ejercer su nuevo oficio.

3 de junio. Se realizó el típico sancocho con los vecinos y allegados del Seminario. Esta vez no hubo mucha ganancia debido a la poca participación de la gente que quizás no asistió porque coincidencialmente este mismo día había otras actividades de este tipo en el municipio.

11 de junio. El Seminario en pleno participó de la Asamblea Arquidiocesana de Pastoral que se congregó en el Colegio La Salle, de Villavicencio. El tema central fue el conocimiento del nuevo Plan Arquidiocesano de Pastoral para las personas que han iniciado el Sistema Integral de Nueva Evangelización.

16 de junio. Los formadores y los mayoristas participaron de la ordenación de Erlin Johan García, en el Santuario de Restrepo. Terminada la Misa y el almuerzo, regresaron para continuar la cuarentena académica que esa semana se había iniciado con ocasión de los exámenes finales. Un día antes, el Padre Rector había viajado a Armenia para dar una conferencia a los participantes del I Congreso de Profesores Vicentinos del oriente colombiano, que se celebró en la sede de Comfenalco (Armenia). Este evento le impidió participar en la ordenación.

21-22 de junio. Para clausurar con “broche de oro” el seminario se dedicó a la evaluación semestral. Al otro día, después de dejar la casa en orden todos salieron a las vacaciones de mitad de año.

18 de julio. Después de participar en la Misión de la Virgen del Carmen, regresaron los seminaristas para el inicio del segundo semestre. El día siguiente estuvo dedicado a las matrículas y al arreglo de casa.

20 de julio. Con un acto patrio que evocó la independencia de Colombia, se dio inicio a la programación del segundo semestre.

25 de julio. El Padre Rector invitó al Señor Arzobispo para que, después de la celebración de la Eucaristía, dirigiera unas palabras a

67

todos los mayoristas al comienzo del semestre. El Prelado estructuró su diálogo a partir de las dimensiones de la formación.

26 y 27 de julio. El P. William Martínez, vicario de pastoral de la vecina diócesis de Yopal, fue invitado por el Padre Rector para predicar el retiro kerigmático a los seminaristas. Este es el primer retiro del proceso del Sistema Integral de Nueva Evangelización que comenzó a marchar dentro del Seminario este año.

27 de julio. E Padre Rector viajó a Cali para predicar un retiro espiritual a las Misioneras Agustinas Recoletas, en el Convento de la Merced. Ese mismo día, por la tarde, llegó el P. José Gregorio García Rubio, para integrarse al equipo de formadores. José Gregorio acababa de vivir una experiencia pastoral en la cuna de San Vicente, en Francia. Llegó acompañado de la señora Marie Claire Dupuy y de su hija adoptiva de nacionalidad colombiana, Miyelli. Ambas habían hecho gestiones legales para darse cita en algún lugar de Colombia con la familia biológica de Miyyelli, y el lugar más apropiado era el llano por la procedencia de la joven. Debido a la cercanía con Gregorio, se decidió que el Seminario fuera la sede para este encuentro familiar que duró una semana.

A la lista de vicentinos que está referida en esta misma crónica (el 12 de febrero de 2005), hay que sumar a José Antonio González (2006), Samuel Sarmiento (junio 2006 – junio 2007), Blas Samir Lemos (2007) y José Gregorio García (julio 2007).

29 de julio. Monseñor Octavio Ruíz Arenas, presidió en la capilla del Seminario la Eucaristía en la que algunos seminaristas fueron instituidos acólitos y lectores. Debido a los compromisos pastorales que lo desbordan no pudo quedarse para el almuerzo que con este motivo se ofreció.

7 de agosto. Aprovechando el paso por la Arquidiócesis del P. Carlos Pérez, sacerdote diocesano de esta iglesia particular que acabó de obtener el doctorado en Historia Eclesiástica, el seminario en pleno se reunió para escuchar una conferencia acerca de los antecedentes del Concordato: las relaciones de la Iglesia y el Estado colombiano desde la época republicana hasta las postrimerías del siglo XIX. Pero en horas de la mañana de ese mismo día, se conmemoró esta fecha

68

patria con una amplísima reseña histórica que hizo el P. Álvaro Panqueva. Su elocuencia y gracejo permitieron a todos adentrarse en los detalles de esta página de historia nacional.

10 de agosto. El consejo episcopal se reunió en el Seminario. Esta vez, el almuerzo no se compartió con los seminaristas y formadores debido a que se dilataron las deliberaciones.

18 a 20 de agosto. El P. José Gregorio García representó a la comunidad local vicentina en la reunión de Comisiones que se llevó a cabo en el teologado de Villa Paúl.

20 de agosto. La programación del Seminario permite que los festivos “emiliani” se destinen a actividades no académicas, por eso este día se hizo un paseo por jurisdicciones. A pesar del intenso aguacero que inundó todas las horas de la jornada, los seminaristas fueron a “tomarse un baño”. Por la noche llegaron al Seminario los miembros del consejo provincial: Daniel Vásquez, Mario García, Fernando Escobar, Rodrigo Restrepo, Gonzalo Montoya y Antonio González. Habían escogido el Seminario como sede de la reunión ordinaria mensual del gobierno provincial, que se prolongó hasta el 22.

22 de agosto. Álvaro Panqueva llegó a su cumpleaños número 76. La coincidencial presencia del consejo provincial le dio solemnidad a esta efemérides que se festejó con la Eucaristía que presidió el agasajado, con el almuerzo de cachama y mojarra caseras y, por la noche, con una salida comunitaria a una pizzería de Villavicencio.

23 de agosto. Durante el tiempo de la reunión comunitaria ordinaria, el P. Oswaldo Jaramillo, misionero monfortiano, profesor del Seminario, orientó una charla sobre la dirección espiritual y el proyecto personal de vida. Estas pistas pretenden avivar la búsqueda de este medio de crecimiento humano, espiritual y vocacional de los candidatos al sacerdocio.

25 de agosto. El Padre Rector viajó con cuatro seminaristas a Granada a participar de la ordenación diaconal de Luis Alfonso Gómez. Después de la ceremonia y del almuerzo, se regresó con rapidez para alcanzar a llegar al estadio Macal, de la ciudad de Villavicencio, en el que se dieron cita el equipo de las estrellas de

69

televisión de RCN, con el equipo de los sacerdotes de la Arquidiócesis para un partido de fútbol. El evento deportivo, organizado por la Pastoral Vocacional Arquidiocesana para recoger fondos, congregó a muchos aficionados que disfrutaron del ameno juego que arrojó como resultado un empate dos a dos. El Seminario se hizo presente no solo como espectador sino también con la atención taquillera. Tres son los padres del equipo de formación que hacen parte de la selección arquidiocesana: Hernando Olaya, Gregorio García y Blas Samir Lemos.

2 – 8 de septiembre. Durante una semana se desarrolló la semana bíblica dentro del Seminario. El grupo de la Escuela Bíblica se dividió en otros cuatro, cada uno de los cuales organizó en determinado lugar de la casa un arreglo bíblico, llamado “tienda bíblica”, donde se reunió toda la comunidad cada día para la lección divina. Cuatro fueron los ejes temáticos del discipulado en San Mateo: las bienaventuranzas, el envío de los discípulos, las parábolas y el juicio final.

5 de septiembre. Hacia las 11 de la mañana el Seminario en pleno se dirigió a la ENDICIOON AUDOIRORIO Benedicto XVI,

8 de septiembre. Los padres José Gregorio García y Carlos Albeiro Velásquez viajaron, acompañados por cuatro seminaristas, al municipio de Cabuyaro, puerto sobre el río Meta, en donde hace cuatro años se viene dando culto a la imagen del Señor de los Milagros de Buga. Habían sido invitados por el párroco de la localidad para unirse a la peregrinación que atrajo Su estadía se prolongó hasta el día siguiente.

11 de septiembre. Invitador por el Padre Rector, los dos candidatos a la alcaldía de Restrepo visitaron el Seminario para la exposición de sus respectivos programas de gobierno. El evento reunió a formadores y seminaristas y fue una oportunidad para conocer de primera mano las propuestas de gobierno y, en cierta forma, la realidad del municipio. Los dos candidatos, César Robayo y Horacio Álvarez fueron abordados por una serie de preguntas interesantes que confirmaron la altura de escenario en el que se movieron esa tarde.

20 de septiembre. Se aprovechó la celebración de la Hora de la Alegría para celebrar como comunidad del Seminario el cumpleaños

70

número 40 del Padre Rector. Por la mañana, él presidió la Eucaristía y a lo largo de la jornada -en la hora de merienda, en el almuerzo y por la noche- se prolongó la fiesta de la vida. La Hora de la alegría esta vez tuvo en el escenario a cinco grupos heterogéneos conformados por padres y seminaristas, que hicieron parodia, con mucha creatividad y arte, de distintos programas de la televisión nacional y, quizás el que más arrancó carcajadas, de la reciente inauguración del Auditorio Benedicto XVI. Como sucede siempre en estos momentos, el humor se convierte en oportunidad para sacarle los cueros al sol a algunos, para derrochar creatividad, para conocer talentos, para reír de la vida y para construir comunidad.

27 de septiembre. La fiesta de San Vicente de Paúl se convirtió en el marco celebrativo de las Olimpíadas 2007. Por la mañana el Padre Rector presidió la Eucaristía y enseguida los equipos fueron saliendo al campo de fútbol del Seminario para el acto de apertura oficial. Con desfile, llegada de la llama olímpica, discursos, himnos se dio inicio a los dos días intensos de competencias que enfrentaron a cinco equipos.

29 de septiembre. Monseñor Octavio Ruíz se reunió con el equipo de formadores y con los padres Fernando Orejuela y Ernesto Sardi, de las Asociaciones Inmaculada y Cristo Maestro, respectivamente, para el consejo de órdenes que estudió los casos de los seminaristas de estas dos comunidades que habían hecho petición.

1° de octubre. Los seminaristas que fueron aprobados para presbiterado y diaconado, salieron muy temprano hacia Funza (Cundinamarca) para el retiro de preparación a las órdenes. En esa casa de formación fueron acogidos por los padres y teólogos vicentinos. El último día el Padre Rector viajó para acompañarlos y darles una charla.

5 de octubre. Los jóvenes del curso Propedéutico viajaron, en compañía de su director, José Gregorio García, hacia Bogotá, con el fin de hacer una salida de curso, de carácter cultural, durante tres días.

11 de octubre. La reunión del clero se realizó en el recién inaugurado Auditorio Benedicto XVI. En esta ocasión el clero le rindió una

71

despedida a Monseñor Octavio Ruiz Arenas, y por tal motivo la Eucaristía se celebró en la capilla del Seminario, con la presencia también de los seminaristas. Fue ésta una ocasión para que el clero visitara el seminario.

12-14 de octubre. Se celebró la tradicional fiesta de las Familias, que congregó un centenar de personas, con el lema La Familia primera escuela de la fe y primer seminario. Esta fiesta se caracterizó por la organización, familiaridad, mensaje evangelizador amplio, celebración de

20 de octubre. En la Catedral de Villavicencio, Monseñor Octavio Ruiz ordenó tres presbíteros y seis diáconos. Esta se convirtió en el último ejercicio como pastor de esta Iglesia particular, antes de emprender su viaje a la ciudad Eterna a desempeñarse como Vicepresidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Al otro día los padres Carlos Albeiro, Blas Samir y Gregorio acompañaron al neopresbítero Fredy Albeiro Rodríguez a la celebración de su primera misa en su natal Calvario (Meta). Después de esta celebración, José Gregorio García acompañó al neopresbítero Edersandro Parra en su primera misa en Piedecuesta (Santander).

24 de octubre. El Seminario despidió a Monseñor Octavio Ruiz Arenas. La celebración de la Eucaristía se vio enaltecida con la consagración del altar de la capilla mayor que fue restaurado. Después vino el almuerzo y la presentación del video de la obra montada por los seminaristas que remembraba jocosamente la bendición del Auditorio Benedicto XVI. Con esta muestra de aprecio y de gratitud los formadores, seminaristas y empleados expresaron al Obispo saliente lo que había significado su episcopado en bien de esta obra. Una semana atrás, Monseñor había donado toda su biblioteca personal al Seminario (unos 800 libros).

A continuación se incluye en esta crónica lo que el Padre Rector resaltó de la obra de Monseñor Octavio a lo largo de los seis largos años de ejercicio episcopal en relación con la obra del Seminario:

Dentro de su agenda pastoral las venidas al Seminario los miércoles, para la celebración de la Eucaristía ha posibilitado los diálogos personales o los encuentros con los distintos cursos.

72

Esta cercanía del Obispo la pudo experimentar también el equipo de formación. Hubo empatía, diálogo permanente, evaluaciones periódicas de la marcha del proceso formativo y reuniones para discernir las peticiones de órdenes.

El Seminario ha estado presente de forma activa en todos los momentos celebrativos, pastorales y de formación permanente que ha organizado la Iglesia particular. Hemos vivido con intensidad vocacional y con sentido de Iglesia la Misa Crismal, las ordenaciones, los ministerios y las Asambleas Arquidioceanas.A partir de este año, llamado “Propedéutico” en el Plan Pastoral Arquidiocesano, el Seminario ha entrado en la experiencia de vivir ad intra el proceso del Sine. Este proceso de nueva evangelización que Su Excelencia ha impulsado en esta Iglesia particular nos ha permitido a todos vivir una experiencia de renovación espiritual y de sintonía con el caminar pastoral arquidiocesano y con mucha seguridad va a asegurar que los jóvenes que van saliendo del Seminario, una vez ordenados, conozcan el Proarne y lo proyecten en las comunidades a donde sean enviados a ejercer el ministerio sacerdotal.

Una de las cosas que mucho hay que agradecerle a Monseñor Octavio, es su permanente preocupación por el mejoramiento de la planta física del Seminario. La obra más significativa en este sentido es la remodelación total de la capilla mayor. Y, el más reciente gesto de desprendimiento y de aprecio por este semillero vocacional es la donación que nos ha hecho de su biblioteca particular que será bien aprovechada en la formación.

28 de octubre. Mientras el país cerraba la jornada electoral en la que se elegían gobernadores, diputados a la Asamblea, alcaldes y concejos municipales, llegaba a la ciudad de Villavicencio el Administrador Apostólico, Monseñor Ignacio Gómez Aristizábal, Arzobispo Emérito de Santafé de Antioquia. El Prelado había entregado la sede episcopal en febrero de 2007 y se encontraba viviendo en Medellín, cuando el Nuncio Apostólico lo llamó para pedirle este nuevo servicio eclesial. Nació en El Peñol (Antioquia), el 2 de diciembre de 1929. Realizó sus estudios en el Seminario Mayor de Medellín y se especializó en ciencias sociales en Roma.  Ordenado Sacerdote el 17 de agosto de 1958, fue nombrado Párroco de San Antonio de Pereira, director diocesano de la "Acción Social", de

73

"Caritas" y de las escuelas radiofónicas. Fue preconizado Obispo de Ocaña el 27 de julio de 1972; se posesionó el 20 de octubre del mismo año y rigió esta sede durante 20 años. El Papa Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Santa Fe de Antioquia el 10 de octubre de 1992, donde desarrolló una gigantesca labor basada en la implementación del Plan de Pastoral, la creación de la Fundación para el Desarrollo y la Paz “FUNDEPAZ”, la fundación de CARED ó Corporación Arquidiocesana para la Educación; la reactivación de varias parroquias; la creación del Tecnológico Católico de Occidente “TECOC” - y sus constantes esfuerzos por la pacificación del occidente antioqueño.

El 28 de octubre, el consejo episcopal en pleno fue invitado a la Curia Arzobispal para recibir al recién llegado Obispo. La cena sirvió al mismo tiempo de despedida de Monseñor Octavio. Al otro día se tuvo la primera reunión de gobierno con el Prelado.

31 de octubre. Siguiendo la tradición de Monseñor Octavio Ruiz, el nuevo Administrador Apostólico, Monseñor Ignacio Gómez, visita por primera vez el Seminario. Llegó a las 6:30 de la mañana para la celebración de la Eucaristía, compartió el desayuno y enseguida fue llevado por el Padre Rector a recorrer las instalaciones del Seminario y de la casa de retiros. No basta tener mucha imaginación para calcular lo que significó este primer contacto del Administrador con el corazón de la diócesis. Los mayoristas quedaron admirados por la sencillez del Pastor.

1 de noviembre. En la solemnidad de todos los santos, el clero le da la bienvenida al Administrador Apostólico, con un encuentro en la Cámara de Comercio de Villavicencio y con la celebración de la Eucaristía en la Catedral. Los seminaristas de teología y los formadores asistieron a este momento significativamente eclesial.

5 de noviembre. La dimensión de misión del Seminario organizó un taller de dinámicas para la evangelización, que fue orientado por las hermanas Adriana y Angela Herrera, ambas vinculadas a la pastoral juvenil del Spec.

22 de noviembre. Después de presentar el último examen, los mayoristas se reunieron con los formadores para la segunda parte de

74

la evaluación anual, que había comenzado una semana antes. Esta vez, el rector presentó, resumidas en doce puntos, las preocupaciones del consejo de formación a modo de evaluación. Por la noche, en torno a una cena preparada por los mismos seminaristas, se hizo la despedida del año, en medio de la cual se anunció oficialmente el traslado de José Gregorio García al seminario de Arauca. Se valoró mucho la presencia de este joven formador cuyo paso fugaz dejó huellas de sencillez, profundidad y fecundidad ministerial. Al finalizar la “cena navideña” algunos de los seminaristas dieron la sorpresa a todos con una obra de teatro en la que dos viejos curas, ad portas del cielo, hacían remembranza de sus años “seminarísticos”. Estas memorias, cargadas de jocosidad e ingenio, provocaron las carcajadas de todos cada vez que iban apareciendo los formadores y algunos seminaristas bien representados por los histriónicos artistas.

23 de noviembre. Después de un arreglo general a la casa, los seminaristas se dedicaron a recoger sus bártulos para entregar las habitaciones.

24 de noviembre. Muy de madrugada, a las 4:00, arrancó el bus con los veinticinco pasajeros que emprendieron el paseo hacia la capital de la montaña, Medellín. El paseo de final de año, por cierto bastante esperado, esta vez llevó a padres y seminaristas a tierra paisa. Este día, pasando por Villa Paúl para el desayuno, los viajeros llegaron a Medellín y se hospedaron en el Seminario La Milagrosa de los padres vicentinos.

25 de noviembre. Viaje por el oriente antioqueño: visita al aeropuerto internacional y al parque Tutucán, en Rionegro. Una oportunidad para recorrer la región más próspera de Antioquia y para acercarse a la emprendedora cultura paisa a través de los personajes del pueblo de Tutucán.

26 de noviembre. Visita a la ciudad. Fue una jornada bastante agotadora por el amplio itinerario: catedral metropolitana, paseo Junín, parque Berrío, Museo de Antioquia, Plaza de Botero, mercado el Hueco, recorrido en metro, metrocable, Edificio Inteligente, Parque de los pies descalzos, La Alpujarra, Estadio Girardot, Pueblito Paisa, el Poblado.

75

27 de noviembre. Este día se reservó para la visita a El Peñol: todos escalaron la imponente piedra y después, un recorrido en Yate por el embalse de Guatapé. Esto último fue quizás lo que más emocionó a los muchachos que jamás habían hecho travesía por agua. De allí se salió hacia la histórica población de Mariquita (Tolima), donde los esperaba la mamá de un padre vicentino en su pequeño hotel, que los albergó la última noche antes de regresar a las tierras llaneras.Con este paseo de final de año queda cerrada la faena formativa del 2007. Los comentarios de los mismos seminaristas resumen el alcance de esta actividad: estímulo vocacional, recompensa por el trabajo del año, acercamiento a la realidad del país, promoción del turismo, lección de ecología, conocimiento de la variada geografía nacional, valoración de benefactores y personas que hacen posible esta salida, contacto con otras culturas y otros modelos de Iglesia, el ingenio humano en las obras de Antioquia y la mano de Dios en todo lo anterior. A.M.D.G.

76

CRONICAS DEL 2008

Por: Carlos Albeiro Velásquez B., CM

Después de la “dispersión vacacional” de final de año, se dio a conocer la noticia del nombramiento de Monseñor Oscar Urbina como segundo Arzobispo Metropolitano de Villavicencio. De inmediato el rector se comunicó con el nuevo Pastor para augurarle fecundidad pastoral en el ejercicio de su nuevo ministerio episcopal, y con los mayoristas para anunciarles, con un mensaje de navidad, que la fecha de entrada se veía forzosamente adelantada unos tres días, de suerte que se prepare todo lo relacionado con la toma de posesión de la sede episcopal.

Este año, el Seminario llega a la cima de los tres lustros. La cifra de años no es elevada cuantitativamente hablando, pero sí deja ver que la obra que se abrió en 1993 para la formación de los pastores del oriente colombiano ha ido tomando forma y dando óptimos frutos en el surco de estas iglesias particulares de Colombia.

El equipo de formación quedó conformado así: Carlos Albeiro Velásquez (Rector), Álvaro Panqueva, Blas Samir Lemos (Ecónomo), Héctor Manuel Farfán (Director Propedéutico y Director de Estudios). Este último vicentino fue canjeado –para emplear un término de moda- por Gregorio García, quien pasó al Seminario de Arauca. Se suma al equipo vicentino un quinto formador: Luis Eduardo Mora, octogenario misionero que llega a apoyar la dirección espiritual, procedente de la casa de Chinauta. Los dos sacerdotes diocesanos, Hernando Olaya y Sigifredo Tocasuche, continúan como formadores. Así, queda el número completo –por no decir perfecto- de formadores.

24 de enero. Muy diligentemente fueron llegando los mayoristas a las instalaciones del Seminario. El mensaje que les había enviado el Padre Rector y la comunicación entre ellos, les permitió enterarse del adelanto en la fecha de llegada por los motivos ya expuestos.

Al otro día, por supuesto después de arreglar sus bártulos, se prepararon para las gestiones de matrícula. Quedaron registrados 71, incluidos los dos seminaristas de año de pastoral.

77

28 a 31 de enero. Bajo tres miradas: al pasado, al presente y al futuro, se adelantó la planeación y programación del año. La mirada al pasado se fundamentó en la evaluación del año anterior que fue retomada e incluso ampliada. La mirada al presente, con una reflexión en torno a la realidad nacional, ubicó en el contexto desafiante con el que se comienza este nuevo año de formación. Y el futuro quedó fraguado en las convicciones y compromisos que enseguida se programaron. Esta vez se añadió como novedad en el trabajo de las cuatro dimensiones (discipulado, comunión, misión y estudio), un proyecto por cada equipo, con miras a enriquecer la casa con ocasión de sus quince años.

El último día de la planeación los formadores y mayoristas se dedicaron a trabajar en comisiones para organizar los detalles de la celebración del aniversario, el 16 de febrero.

1º de febrero. El Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis, P. William Gil, predicó el retiro de inicio de año. La temática en torno a los consejos evangélicos permitió, en un ambiente de muchísimo silencio, que los seminaristas aprovecharan la fecundidad de esta cita con Dios.

78