arqueología de la batalla de belchite, 2014

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Arqueología de la Batalla de Belchite. Campaña de 2014.

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Page 1: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

Arqueología de la Batalla de Belchite.

Campaña de 2014.

Page 2: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

2

Arqueología de la Batalla

de Belchite.

International Brigades

Archaeology Project

Abril de 2015

Page 3: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

3

ÍNDICE

Ficha Técnica ............................................................................................................................................ 4

1. INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................................ 5

1.1. Las Batallas de Belchite. ............................................................................................................. 10

2. BELCHITE ................................................................................................................................................ 14

2.1 Metodología. ................................................................................................................................ 15

2.2. Prospección de las parcelas 5134 y 5135. .................................................................................. 17

2.3. Prospección en el entorno de la Acequia de Becú. .................................................................... 19

2.4. Prospección del camino de la Ermita del Calvario ..................................................................... 25

2.5. Síntesis interpretativa. ............................................................................................................... 28

3. PARIDERA DE EL SASO ........................................................................................................................... 29

3.1. Metodología. ............................................................................................................................... 34

3.2. Paridera. ...................................................................................................................................... 37

3.3. Nido Blindado ............................................................................................................................. 53

3.4. Prospección con detector de metales. ....................................................................................... 65

3.5. Síntesis interpretativa. ............................................................................................................... 67

4. MEDIANA ............................................................................................................................................... 78

4.1. Metodología. ............................................................................................................................... 82

4.2. Excavaciones en la Zona 01. ....................................................................................................... 85

4.3. Excavaciones en la Zona 02. ....................................................................................................... 98

4.4. Prospección en tierra de nadie. Zona 03. ................................................................................. 114

5. MOJÓN DEL LOBO. ............................................................................................................................... 122

6. CONCLUSIONES Y TRABAJO FUTURO. ................................................................................................. 125

7. BIBLIOGRAFÍA. ..................................................................................................................................... 126

Page 4: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

4

Ficha Técnica

PROYECTO

Arqueología de la Batalla de Belchite.

International Brigades Archaeology Project (IBAP)

Nº DE EXPEDIENTE DIRECCIÓN GENERAL PATRIMONIO CULTURAL. GOBIERNO DE ARAGÓN.

128/2014

DIRECCIÓN ARQUEOLÓGICA

Alfredo González Ruibal

Pedro Rodríguez Simón

Salvatore Garfi (Dirección internacional)

EQUIPO TÉCNICO

Carlos Marín Manuel Antonio Franco (Topografía)

Alejandro Laiño Xurxo Ayán (GPAC)

Candela Martínez Barrio (Antropología)

ASESOR HISTÓRICO

Jaime Cinca Yago

PLANIMETRÍAS

Manuel Antonio Franco

Pedro Rodríguez Simón

MODELOS FOTOGRAMÉTRICOS, VIRTUALIZACIÓN

Pedro Rodríguez Simón

SCANNER LASER

Patricia Mañana Borrazas

FOTOGRAFÍA

Equipo arqueológico.

Álvaro Minguito (Disopress)

Oscar Rodríguez.

FECHA DE REALIZACIÓN

9-30 Septiembre de 2014.

Page 5: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

5

1. INTRODUCCIÓN

Considerando la importancia de Belchite

como uno de los escenarios principales de

la Guerra Civil, entre los días 9 y 30 de

septiembre de 2014 se ha llevado a cabo la

primera campaña arqueológica sobre los

restos de este periodo en el entorno de

Belchite. La iniciativa se encuadra dentro

de un proyecto más amplio que tiene por

objetivo comprender la Guerra Civil

Española y la dictadura franquista a partir

de sus vestigios materiales. Este proyecto

se lleva desarrollando mediante campañas

anuales desde 2010 por parte del Instituto

de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT) del

CSIC. Las diferentes campañas se han llevado a cabo hasta la fecha en Guadalajara, Madrid,

Tarragona, Badajoz y León tanto sobre campos de batalla como centros represivos de

posguerra.

En el caso de Belchite, además de la línea central de trabajo basada en el estudio arqueológico

de los restos materiales, teniendo en cuenta la importante presencia de varias unidades de las

Brigadas Internacionales en diferentes momentos entre 1937 y 1938, la iniciativa forma parte

del International Brigades Archaaeology Project (IBAP), proyecto internacional que pretende

estudiar la participación de los voluntarios internacionales, igualmente a partir de vestigios

materiales. En este proyecto participan voluntarios de diversos países cuyos ciudadanos

estuvieron implicados en la Guerra Civil (Reino Unido, Irlanda, Canadá, Estados Unidos).

Desde un punto de vista científico, nuestra intención en Belchite es analizar

arqueológicamente una batalla que ha tenido un enorme impacto en la memoria cultural tanto

de los españoles como a nivel internacional. Esto se debe, por una parte, a la crudeza de los

combates registrados en 1937, y por otra y principalmente, a la decisión de Franco de

preservar las ruinas del pueblo como memorial de la guerra y la propaganda del régimen sobre

la gesta bélica.

Archivo de la Imagen de Castilla la Mancha, Fondo fotográfico de las Brigadas Internacionales. 65029/67

Page 6: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

6

Aunque hasta la fecha se habían hecho aproximaciones al estudio de los vestigios de la Guerra

Civil de Belchite, bien desde inventarios patrimoniales a nivel provincial1 o bien desde una

perspectiva fotográfica centrada en el pueblo viejo2, el estudio de los restos materiales desde

un punto de vista arqueológico todavía no había sido abordado.

El objetivo del presente proyecto es doble: por un lado, aportar nueva información de tipo

material que permita valorar históricamente y comprender mejor la batalla y, por otro,

caracterizar el paisaje de conflicto en general, más allá de las ruinas de Belchite y del período

concreto del enfrentamiento. Este trabajo se plantea dentro de un proceso complejo a largo

plazo, en el que esta primera campaña se enfoca como una toma de contacto inicial en la que

se han abordado una serie de aspectos concretos que pueden servir como muestra valorativa

para la organización del trabajo de investigación en el futuro. Para ello, en esta primera

campaña se ha planteado la puesta en marcha de varias intervenciones, tanto en el propio

Belchite como en sus alrededores.

Por lo que se refiere al pueblo viejo, se ha realizado una prospección de superficie en el

entorno de la iglesia de San Agustín, uno de los sectores principales en donde combatieron los

brigadistas.

1 Martínez de Baños y Pérez Esteban (2008) 2 Cinca et alii (2008)

A.Minguito

Page 7: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

7

En el entorno inmediato de Belchite nuestros esfuerzos se han concentrado en las

fortificaciones franquistas del Saso, posiblemente el sector defensivo más importante del

pueblo y uno de los mejor conservados. Finalmente, en Mediana de Aragón, escenario de

operaciones militares relacionadas con la batalla de Belchite, se ha prospectado y sondeado en

un sector de la extensa línea de frente que atraviesa este término municipal. La razón para

intervenir aquí es doble: por un lado se conservan en perfecto estado un gran número de

estructuras y restos muebles in situ y por otro se trata de una zona en la que las Brigadas

Internacionales jugaron igualmente un importante papel, contribuyendo a detener el intento

de contraataque sublevado en ayuda de Belchite.

AGRADECIMIENTOS

El proyecto IBAP tiene como una de sus base principales su carácter internacional y la

integración de voluntarios provenientes del mundo anglosajón en el estudio de las Brigadas

Internacionales y la Guerra Civil Española. Por esto debemos agradecer especialmente la

participación y el trabajo de los voluntarios, algunos de ellos familiares de brigadistas: Des

Mullaney (Ireland & UK), Frieda Park (Scotland/UK), nieta de brigadista; Susan Turner

(England/UK), Bethan Edwards (Wales/UK), Penny Demas (USA), hija de brigadista; Wendy

Lewis (Wales/UK) y Elaine Ryan (USA), sobrinas de brigadista; Gary Barko (USA); Morgan

Penfleton (Canada); Claire Maass (USA) y Louis-Phillippe Campeau (Canada). Por parte estatal,

debemos agradecer igualmente la entrega y el trabajo de los miembros del equipo de la UPV

(Josu Santamarina Otaola, Xabier Herrero Acosta, Iban Roldán Vergarechea y Sergio Escribano

Ruiz, por la identificación de cerámicas históricas.) y de Marta Ruiz Pascua y Laia Catarineu

Iglesias (Universidad de Barcelona / Universidad Autónoma de Barcelona). Los excelentes

reportajes fotográficos y de video se los debemos a Álvaro Minguito, Julio Zamarrón

(Disopress) y Óscar Rodríguez

En el ámbito más cercano, Belchite y su comarca, el agradecimiento es para Jaime Cinca Yago,

que ha aportado generosamente valiosa información documental y apuntes históricos, y para

Jonatan Querol García, que con su compromiso, entrega y conocimiento del terreno ha

facilitado el desarrollo de los trabajos de prospección, permitiendo además conocer la

existencia de elementos tan poco habituales como los uniformes encontrados en un corral de

Page 8: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

8

Mediana. Los trabajos en Belchite no habrían sido posibles sin el apoyo de su Ayuntamiento,

que ha colaborado con el proyecto facilitando medios materiales y de intendencia, su alcalde,

José María Artigas y la oficina de Belchite Turismo (J.C. Salavera) por facilitar el acceso al

Pueblo Viejo. El agradecimiento se hace extensible a todos los vecinos de Belchite, que han

acogido al equipo y han respondido estupendamente a cuantas vistas, conferencias o puertas

abiertas se convocaron. Nuestro agradecimiento igualmente a los propietarios de los terrenos

en donde se ha intervenido, tanto en Mediana como en Belchite, por autorizar y facilitar los

trabajos: Joaquín Molinos Follos y familia, Ramón Puertolas Lardies y Jesús García Peña. A

todos los que han hecho posible que el proyecto haya sido algo más que las horas pasadas en

el trabajo de campo: a los miembros de la Asociación Frente de Madrid (en especial a Ángel y

Andrés por sus apuntes técnicos en relación a vestimenta y armamento) y a Alan Warren, por

su sesión de historia en directo; y a los invitados que se desplazaron hasta Belchite para

ilustrar con sus conferencias a voluntarios y equipo: Amable García Enguita, Francisco

Ferrándiz (CCHS-CSIC), Severiano Montero Barrado (Asociación de Amigos de las Brigadas

Internacionales) y Alan Warren.

Page 9: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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Equipo arqueológico y voluntarios en la puerta del

viejo Belchite. Foto. O. Rodríguez

Elaine Ryan, sobrina del brigadista Sidney Shosteck. Muerto en Belchite. Foto A.Minguito

Recreación de la Asociación Frente de Madrid en el fortin de El Saso.

Page 10: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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1.1. LAS BATALLAS DE BELCHITE.

El asalto republicano a Belchite de agosto y septiembre de 1937 se ha fijado en el imaginario

colectivo como la Batalla de Belchite, episodio central que destruyó en buena parte un pueblo

que ha mantenido hasta nuestros días las huellas de esos combates.

Sin embargo, el contexto y la historia de Belchite en la Guerra Civil son mucho más complejos,

existiendo en realidad varias batallas de Belchite, además de numerosos sucesos bélicos

relacionados. Aunque no es objetivo de este informe el abordar en detalle el conjunto de las

operaciones militares de la ofensiva de Zaragoza en general o del asalto a Belchite en

particular3, si resulta necesario plantear un breve resumen de contextualización.

3 Numerosas publicaciones han abordado exhaustivamente el relato de los acontecimientos desde el punto de vista

de la historia militar. Como ejemplos, partiendo de la historiografía franquista, con relatos de algunos de los protagonistas, publicados ya desde 1939 –De Diego (1939), Oliver (1942), Izquierdo (1976) Uriel (1988 y 2005) - , obras generales de carácter esencialmente propagandístico – entre otros, Gracia (1938), García Mercadal (1939), Lojendio (1940), Arrarás (1943) o Aznar (1969)-, o posteriores análisis históricos basados en fuentes escritas – principalmente Martínez Bande (1973) o Salas Larrazabal (1973)-. Más recientemente varias publicaciones han centrado el campo de estudio en el frente de Aragón -como Maldonado (2007) o Martínez de Baños (2010)-

ES.28079.AHN/4.2.59.4//DIVERSOS-VICENTE_ROJO,Car.8,N.13

Page 11: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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Belchite, después de la sublevación militar de julio de 1936 quedó rápidamente encuadrada en

zona franquista. El avance de las columnas catalanas (en este sector, la segunda columna de

Ortiz, la Hilario-Zamora, Carod-Ferrer, Martínez Peñalver o Jubert) hizo que a finales de julio e

inicios de agosto las fuerzas militares sublevadas, junto con banderas de falange y requetés

entablaran los primeros combates para frenar el avance miliciano hacia Zaragoza. Resultado de

estos combates fue el asentamiento de un frente estable en la línea Quinto-Belchite-

Fuendetodos. Es desde este primer momento cuando comienza la actividad bélica en Belchite,

cuando se registran los primeros ataque republicanos los días 9 y 10 de agosto, prolongándose

los combates durante todo el mes. El día 21 de agosto el Mojón del Lobo, posición clave en el

sector es tomado por los republicanos. Establecida la línea de frente, la entonces denominada

columna Sur-Ebro realizó sucesivos ataques sobre la zona de Belchite. Nuevos combates se

registraron en noviembre de 1936, en una ofensiva conjunta de las diferentes columnas en

puntos como Almudévar, Santa Quiteria, Perdiguera, Quinto de Ebro y Belchite. Los combates

continuaron en el mes de diciembre, esta vez en apoyo del primer intento de ofensiva

republicana sobre Teruel. En febrero de 1937 volvieron a registrase combates en apoyo del

frente de Teruel, de la misma manera que a inicios de junio los republicanos volvieron a atacar

el sector, en este caso como apoyo a la ofensiva sobre Huesca. No solo existieron batallas de

Belchite anteriores a la del verano de 1937, sino que también hubo proyectos de ofensivas

coordinadas previas sobre Zaragoza, aunque nunca se llevasen a cabo, como la planteada por

A. Ortiz y V. Castán para el mes de marzo de 19374.

Al igual que sucedió en otras zonas, la militarización de las columnas republicanas a partir de

abril de 1937 supuso cambios importantes en el frente sur del Ebro y Belchite, integrándose las

unidades en la 25 división, quedando encuadradas, posteriormente, en el XII Cuerpo de

Ejército. Este proceso, por el que las milicias anarquistas de la zona desaparecieron en favor

del control comunista, todavía continuaba activo en el verano de 1937, cruzándose su

desarrollo con el plan militar de la ofensiva de Zaragoza.

Con el propósito principal de desviar fuerzas de la ofensiva que Franco desarrollaba en el

frente norte, de manera similar a lo que ocurrió en Brunete, los mandos republicanos

plantearon una compleja maniobra a ambos lados del Ebro desde Zuera hasta Fuendetodos,

que debía llegar a Zaragoza en tres días. Las fuerzas se organizaron en cuatro agrupaciones. En

el sector de Belchite debía avanzar la agrupación D, la más fuerte y numerosa, formada por el

V Cuerpo de Ejército y mandada por Modesto.

4 Márquez y Gallardo (1999), pp.163-174

Page 12: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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Pronto se pusieron de manifiesto algunos de los problemas principales del Ejército Popular de

la Republica en ese momento: el temor al vacío y la costumbre de combatir contra posiciones

establecidas y fijadas. Sabían “combatir en posiciones, pero no maniobrar”5. Esto, unido a las

dificultades del terreno y a la resistencia franquista hizo que pronto la compleja maniobra

coordinada fracasara en relación al objetivo principal de avanzar hacia Zaragoza y se centrara

en combatir núcleos concretos como Belchite.

El asedio republicano sobre Belchite terminó convirtiéndose en uno de los elementos centrales

de la ofensiva de Zaragoza. Aunque existieron algunas aproximaciones previas, el 28 de agosto

comenzó el ataque a la población desde todos los frentes, conquistándose hasta el día 31 el

conjunto de defensas exteriores y cerrándose el sitio al casco urbano, con excepción del

seminario. Ese mismo día, Sánchez Plaza, jefe del XII Cuerpo de Ejército y responsable del

asalto al pueblo fue relevado por el general Walter, jefe de la 35 división. A partir de este

momento, las Brigadas Internacionales de esa unidad se incorporaron a los combates,

participando en la conquista final del pueblo. Igualmente, el día 31 se inició el contraataque

franquista, tanto por tierra como por aire, interviniendo de manera decisiva tanto la Legión

5 Rojo (1975), p. 111.

Ataque a Belchite,según Ryan, F. (ed.) (1938),p. 263

Page 13: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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Cóndor como la Aviazione Legionaria. Los combates continuaron en el interior del casco

urbano (el seminario cae el día 3), quedando el día 5 los defensores cercados en la

comandancia militar, situada en la parte central del pueblo. Después del episodio de la rotura

del cerco, en el que algunos de los defensores intentaron romper las líneas enemigas para huir

hacia Zaragoza, el día 6 de septiembre, Belchite fue definitivamente tomado.

La Gesta Heroica de los defensores fue rápidamente utilizada por la propaganda franquista,

creándose un mito historiográfico de gran calado6 y una serie de símbolos y prácticas del

régimen que han estado vigentes hasta fechas recientes.

A pesar de que los intentos por atacar Zaragoza, reducidos a operaciones puntuales,

continuaron hasta final de año, Belchite se convirtió en una población de retaguardia, con su

población civil evacuada. La última batalla de Belchite tuvo lugar en marzo de 1938, cuando en

el marco de la Batalla de Aragón, las fuerzas franquistas, en el caso del sector de Belchite, el

Cuerpo de Ejército Marroquí arrasó el día 10 a las tropas republicanas, entre las que, de nuevo,

se encontraban las Brigadas Internacionales XI y XV.

Finalizada la guerra en cuanto a operaciones

militares, Belchite inició un proceso que llega

hasta nuestros días. La decisión de Franco de

no reconstruir el pueblo, manteniéndolo

como testimonio de la barbarie roja, y de

edificar una nueva población junto a esos

restos como símbolo de la nueva España

originó un proceso de reconstrucción

complejo y dilatado en el tiempo con los

trabajos del Servicio Nacional de Regiones

Devastadas7, acompañado de un uso

propagandístico y simbólico8 de las ruinas.

6 Alcalde (2010) 7 Forcadell y Sabio (eds) (2008) 8 Michonneau (2014), Viejo-Rose (2011), PP. 88-89.

Revista Reconstrucción, Nº 1.

Page 14: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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2. BELCHITE

Como hemos comentado, Belchite es uno de los lugares centrales de la guerra civil, con un

importante peso simbólico y la cualidad de contar a nivel patrimonial con un extenso paisaje

bélico y, sobre todo, con el conjunto histórico del pueblo viejo, Bien de Interés Cultural en la

figura de Sitio Histórico9

El alarmante estado de conservación que presenta el pueblo viejo en la actualidad ha

dificultado la posibilidad de plantear cualquier tipo de trabajo arqueológico dentro de su

recinto. Recientemente, la situación de riesgo para la conservación del monumento ha llevado

a la administración local a cercar y delimitar físicamente el perímetro de los restos del antiguo

Belchite. Materialmente, la historia del pueblo fue complicada después de la guerra: quedó en

un estado de ruina importante, fue habitado hasta los años 60, ha sufrido la reutilización de

restos por parte de los vecinos, el saqueo de curiosos y coleccionistas y la degradación por

falta de mantenimiento. Además, los campos y zonas limítrofes continúan en uso actualmente.

9 Decreto 322/2002 de 8 de octubre.

“Approach road to Belchite, to church and Fabrica. Taken in direction of Lincoln-Washington attack from Battalion's first position, Belchite”. XVth International Brigade Photographic Unit Photographs Collection, Abraham Lincoln Brigades Archive,

Tamiment Library, New York University. 11-1229

Page 15: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

15

Todos estos elementos constituyen fuertes factores de antropización y alteración que crean

incertidumbre en cuanto a la posibilidad de obtener resultados fiables en la investigación.

Sin embargo, la intervención en Belchite en su primera campaña ha tenido un carácter

fundamentalmente de prueba y de valoración de las condiciones de trabajo que pueden ser

desarrolladas. El objetivo era fundamentalmente valorar las posibilidades de llevar a cabo una

investigación arqueológica de mayor calado, sea mediante prospecciones intensivas o

excavaciones. Para ello, dentro de la línea de estudio relacionada con las Brigadas

Internacionales, se ha seleccionado el entorno de la iglesia de San Agustín como entorno en el

que llevar a cabo una primera intervención.

El relevo el día 30 de agosto de Sánchez Plaza en favor del general Walter como oficial al

mando del asalto a Belchite provocó que las Brigadas Internacionales, con los batallones

Dimitrov, Spanish y, en especial, los americanos del batallón Lincoln, hicieran su aparición en la

batalla. Aunque las circunstancias exactas en las que sucedió el ataque todavía son caso de

estudio y de debate10, los internacionales, junto con fuerzas de la 153 brigada, recibieron la

orden de asaltar a través de la zona noreste del pueblo por la fábrica de aceites del

“Carbonero” y la parte trasera de la iglesia de San Agustín.

A pesar de la posible alteración del paisaje y del registro superficial, contamos con

precedentes11 en los que se ha comprobado como campos de batalla muy afectados por

detectoristas y otros impactos pueden todavía estudiarse eficazmente con prospecciones

micro, por lo que se planteó realizar una prospección en las inmediaciones de la iglesia para

valorar el potencial del método de trabajo.

2.1 METODOLOGÍA.

El lateral este de la iglesia de San Agustín mantiene en la actualidad una morfología similar a la

de 1937, sin casi haberse construido ningún tipo de edificio y manteniéndose las tierras en

producción. Gracias al permiso de los propietarios, se delimitó un área total de 14500 m2 que

engloban las parcelas 5131, 5132, 5134, 5135, 5137, 5138 y 5139 del Polígono 601, junto con

las inmediaciones de la cercana acequia de Becú, es decir, los terrenos más cercanos a la

iglesia.

10 http://merrimandiary.com/category/belchite/ 11 Espenshade, Jolley & Legg, J (2002) o Legg & Smith (2007).

Page 16: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

16

Sobre este entorno, planteamos una prospección de superficie con tres modalidades distintas:

1) Una prospección intensiva de visu apoyada con detector de metales y

con registro de todo el material mediante GPS y estación total.

2) Una prospección intensiva superficial en una zona de casas derruidas y

desescombradas al lado de la acequia en el que el material se recogió en su

totalidad y por franjas de un metro.

3) Una prospección intensiva de superficie a lo largo del margen exterior de

la acequia en la que se registró el material más significativo con estación

total.

Con el inicio de los trabajos fue necesario reajustar la estrategia de actuación debido a varios

factores. Excepto en las parcelas 5134 y 5135, el terreno presentaba serios problemas de

visibilidad debido a la gran cantidad de vegetación existente, que además impedía en buena

medida hacer uso del detector de metales. Ante esta situación, la prospección se realizó

exclusivamente en esas parcelas, en una extensión final de 5200 m2, quedando el resto

pendiente para futuras campañas. Además, la gran abundancia de material cerámico de los

últimos trescientos años existente, sin poder apreciarse densidades diferenciales ni zonas de

Zonas y parcelas prospectadas en el entorno de San Agustín

Page 17: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

17

actividad, hizo que optáramos por registrar exclusivamente el material claramente atribuible a

la Guerra Civil.

2.2. PROSPECCIÓN DE LAS PARCELAS 5134 Y 5135.

Se trata de un campo llano y alargado delimitado por aterrazamientos formando dos parcelas

y dedicado aparentemente a pasto, aunque se observa que ha sido arado en tiempos

recientes. La prospección se realizó en filas en paralelo, con una separación de 1,50 m entre

prospectores.

Materiales

Todo el terreno resultó estar tapizado de cerámica, que es más abundante, como se puede

suponer, en la zona más cercana al pueblo. Los materiales cerámicos cubren un período

comprendido entre el siglo XVII y la Guerra Civil, con algún posible elemento bajomedieval. Al

contrario que en las otras dos zonas prospectadas, aquí los elementos más antiguos (s. XVII-

XIX) son mayoritarios. Podemos distinguir loza con motivos geométricos y vegetales en verde y

manganeso y lozas bícromas (azul-blanco) (s. XVII-XVIII) y polícromas de factura más reciente

(s. XIX). La loza industrial es muy escasa, lo cual puede explicarse porque el material de fines

del XIX - inicios del XX no habría tenido tiempo de pasar el ciclo que le llevaría a formar parte

del desecho de las parcelas.

Registro de materiales en parcelas 5134-5135 y acequia de Becú.

Page 18: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

18

Plano de la zona prospectada: en rayado, el área prospectada, en gris, ruinas.

Page 19: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

19

Los fragmentos son en su casi totalidad de pequeño tamaño y se encuentran rodados. Llaman

la atención varias fichas realizadas sobre cerámica policromada.

En cuanto al material de la Guerra Civil, se localizaron 11 fragmentos de metralla, algunos de

buenas dimensiones, y un casquillo roto no percutido de Máuser. Entre los fragmentos de

metralla hay uno perteneciente a una bomba de aviación. Recogimos también una espoleta

Garrido reglamentaria de las que montan los proyectiles de 75, 105 y 155 mm. El 73% de los

fragmentos de metralla aparecen en el 25% de la parcela más cercana al pueblo. Se

documentó, además, una moneda de cobre ilegible.

2.3. PROSPECCIÓN EN EL ENTORNO DE LA ACEQUIA DE BECÚ.

Como ya se indicó, se desarrollaron dos estrategias distintas de prospección en torno a la

acequia: en la parte exterior al pueblo se recogieron solo materiales selectos y en el interior se

prospectó por franjas de un metro en las cuales se recogió todo el material. La razón detrás de

esta doble estrategia es simple: en el margen exterior de la acequia se ha depositado un

manto de escombro procedente del pueblo, con lo cual el material no está in situ. En el

margen interior, en cambio, hace poco se desescombraron las ruinas. Los materiales deben

relacionarse, en principio, con las viviendas que se encontraban en esta zona.

Materiales de diferentes cronologias documentados en la prospección

Page 20: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

20

Cerámicas del siglo XVII-XIX aparecidas durante la prospección. En la fotografía superior, verde-manganeso de Teruel o de tradición

turolense, y en la inferior, azul, de Muel. Agradecemos a Sergio Escribano Ruiz la identificación de los materiales.

Page 21: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

21

Margen interior

Se prospectó por metros un tramo de 44 metros de largo por unos 5 metros de ancho paralelo

a la acequia y coincidente con una manzana de casas en ruinas. Se recogieron 216 elementos,

el 95% contenedores de cerámica y vidrio. Los materiales no permiten precisar áreas de

actividad, si bien se advierte una mayor concentración de restos entre los metros 23-39, que

coinciden además con una mayor variabilidad tipológica. Llama la atención el número

relativamente elevado de medicinas. En esto coincide con los resultados obtenidos en el

margen exterior de la acequia, lo cual es extensible para otros materiales, como el vidrio

decorativo. Esto nos lleva a pensar que probablemente se extendió por la orilla opuesta de la

acequia parte del escombro liberado en esta manzana de casas.

Materiales

Los materiales predominantes son la cerámica tradicional (vidriada y a torno: N=53) y la loza

industrial (N=48), con valores muy semejantes. La cerámica se corresponde con vajilla de

cocina (alguna con huellas de hollín) y algunas tazas y cuencos, mientras que la loza pertenece

a platos y tazas. Los recipientes metálicos están representados por un solo puchero de café.

Esto indica que, al menos en estas viviendas, en los años 30 se seguía cocinando en pucheros

de barro mientras que el servicio de la comida se comenzaba a realizar progresivamente en

vajilla industrial—a la que hay que añadir el vidrio de mesa. La tardía adopción de recipientes

metálicos puede explicarse, además de por cuestiones culturales, por el hecho de que sufren

menos riesgo de destrucción y por lo tanto los vecinos pudieron llevárselos a sus nuevas casas.

Se puede señalar aquí la aparición de un puchero de café idéntico al documentado en Belchite

en las trincheras republicanas de Mediana.

No se documentó un solo objeto relacionado con la guerra, aunque es posible que la

abundancia de medicinas pueda tener que ver con el período bélico. La presencia de objetos

claramente anteriores al siglo XX es también muy reducida: se reduce a ocho fragmentos de

loza.

Margen exterior.

Se prospectaron 245 metros del margen exterior de la acequia, desde la cabecera de la iglesia

de San Agustín hasta el primer meandro del canal. En esta zona apareció una gran cantidad de

material, en su mayoría cerámica y vidrio.

Page 22: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

22

La loza vuelve a ser predominante y en su gran mayoría industrial: platos y tazas de café y té.

Apareció también un soporte de loza para huevos pasados por agua. Además de los materiales

del siglo XX, localizamos alguna loza del siglo XIX que seguramente permanecía en uso en los

años 30, por tratarse de productos de calidad, como la vajilla estampada: encontramos tres

fragmentos decorados con motivos vegetales y un sello de la Cartuja de Sevilla. También

aparecieron algunas cerámicas vidriadas, dos asas de botijo y un azulejo pintado a mano

procedente de Valencia. Llama la atención el elevado porcentaje de vidrio de mesa (copas,

vasos) y decorativo (jarrones, ¿floreros?) que localizamos en esta zona. La mayor parte es en

tonalidades que van del azul al violeta. En cuanto a otro tipo de vidrios, han aparecido

numerosos fragmentos de anís Las Cadenas. En este caso, se podría considerar su procedencia

militar, pues botellas de esta marca aparecen en gran abundancia en las posiciones franquistas

del entorno de Belchite. Tampoco se puede descartar el origen militar de un tintero que

apareció completo y que se corresponde con una tipología común en las trincheras.

Destaca una veintena de restos de medicina que, unidos a los fragmentos del margen interior

de la acequia, arrojan un número mínimo de 21 individuos. Se trata a todas luces de una

cantidad desproporcionada de medicamentos para un par de viviendas campesinas, a lo que se

añade la variedad de productos. Esta alta cantidad permite plantear su relación con posibles

suministros militares. A pesar de encontrarnos en un contexto urbano que ha experimentado

una dilatada ocupación en el tiempo, refuerza esta idea el hecho de que algunos de los frascos

Fragmentos de botellas de medicina documentados en la prospección

Page 23: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

23

de medicinas, concretamente unas botellitas de vidrio grueso verde, se han documentado ya

en contextos bélicos (La Fatarella en el Ebro y Abánades en Guadalajara12). Entre los productos

que hemos podido identificar se encuentra jarabe pectoral del Doctor Moliner de Laboratorios

Celta, una botella indeterminada del laboratorio del Doctor Benedicto, Lasa con codeína para

la tos, Bulgarol (fermentos lácticos para alteraciones intestinales) y Ladivosín (un callicida,

empleado frecuentemente por la tropa que debía realizar grandes caminatas con calzado

inadecuado). Además existen dos recipientes con leyenda que no hemos podido identificar:

(...)IZ F.CA [fábrica] y (...)PSULF(...). En el segundo caso se trata sin duda de un producto

medicinal o químico.

Al menos cinco frascos de vidrio pudieron contener perfumes. En uno de los fragmentos la

identificación es clara, pues se trata de un fondo moldurado en el que se lee PARF(...) en letras

art decó, mientras que otros tres recipientes de pequeñas dimensiones podrían

corresponderse con perfume o colonia. En la base de uno de los frascos parece que se lee

UFALGI, que no hemos podido identificar.

La mayor sorpresa en la prospección del margen exterior de la acequia viene dada por los

materiales de la Guerra Civil. Llama la atención que todavía aparezca material bélico en

superficie, pese a las numerosas visitas que recibe la zona, y pese a que el margen de la

acequia, como indicamos, está cubierto de escombro del pueblo. Los materiales identificados,

escasos pero significativos, son los siguientes:

- Cuatro casquillos de Máuser.

- Una bala impactada de 7.62 mm (Mosin Nagant).

- Una granada de fragmentación de tonelete.

- Una espoleta de granada.

- Un ojal de capote.

- Un pasador de la correa de un fusil Mosin Nagant.

- Una moneda de 25 céntimos franquista (Anv. España Una Grande

y Libre. 1937. II Año Triunfal, yugo y flechas/ Rev. 25 Cts, escudo,

rama).

12 http://digital.csic.es/bitstream/10261/47780/1/2012_Informe%20La%20Fatarella%202011_Gonzalez.pd

http://digital.csic.es/handle/10261/49097

Page 24: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

24

La granada de tonelete fue declarada reglamentaria en el Ejército Español en 1918 y en la

Guerra Civil la produjeron y usaron ambos bandos. El pasador de correa del Mosin apareció en

la zona de la acequia que discurre paralela a la iglesia de San Agustín. En este caso el elemento

apareció in situ y fue identificado con el detector de metales.

Diferentes elementos registrados en la prospección del entorno de San Agustín

Page 25: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

25

2.4. PROSPECCIÓN DEL CAMINO DE LA ERMITA DEL CALVARIO

Además de estas zonas principales de prospección, se ha realizado un muestreo aleatorio con

el uso de detector de metales en el entorno de la cercana loma del Calvario, con el objetivo de

valorar su potencial de cara a futuras intervenciones. La loma, a pesar de haber sido

considerablemente alterada en sus inmediaciones, conserva todavía restos de material bélico

de superficie.

La prospección en el alto donde se encuentra la ermita no suministró prácticamente ningún

material, a excepción de algún fragmento de granada de artillería. Los resultados fueron más

positivos a los pies de la ermita, donde se encuentran las ruinas de algunas casas, flanqueando

el camino que lleva a Belchite, y varias cuevas-bodegas, que fueron usadas como viviendas

tanto antes como durante la guerra y la posguerra. La prospección se realizó con la ayuda del

detector de metales. Solo se documentaron los materiales relacionados con el período bélico.

Por otro lado, al contrario que en la prospección del pueblo, aquí no se localizaron elementos

anteriores al siglo XX, con excepción del material de construcción.

Materiales

Los materiales de la Guerra Civil aparecieron en dos áreas de concentración: la situada más al

oeste aparece en la parte más baja de la ladera del Saso y la componen sobre todo vainas de

Máuser, cuatro de ellas al menos de fabricación checa13 y un cartucho y una bala de Máuser de

7 mm. La munición checa proviene de una compra de la República que fue a parar

fundamentalmente al frente norte, pero para agosto de 1937 muchos cartuchos estaban ya en

manos de los franquistas, que los habían capturado durante su avance en el País Vasco. En el

camino descubrimos una tartera de aluminio de la que se usaban en el ejército de la época.

Una muy similar apareció en las excavaciones de una posición republicana en Cuenca14. La

segunda concentración se sitúa en frente de las entradas a las cuevas y la componen tres balas

y varios casquillos (de Máuser y Mosin Nagant) y una guía de peine de Máuser. Dos de las

balas son de un calibre muy pequeño: no las hemos podido identificar. Los restos, en cualquier

caso, podrían dan testimonio del avance de las fuerzas republicanas desde el Saso hacia

Belchite.

13 Marcaje de la fábrica Sellier & Bellot de Praga, datado en 1935: SB 19 XI 35 14 Morín de Pablos, J. (2013). pp. 41 y 44.

Page 26: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

26

Prospección al pie de la ermita del calvario.

Page 27: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

27

Materiales localizados a los pies de la Ermita del Calvario.

Page 28: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

28

2.5. SÍNTESIS INTERPRETATIVA.

El éxito de la prospección debe de ser considerado como positivo, a pesar de la parquedad de

los hallazgos.

Teniendo en cuenta lo reducido del espacio prospectado y, sobre todo, las condiciones del

terreno, con un paisaje escasamente alterado en su morfología pero fuertemente antropizado

debido al uso continuado y su relación cercana con el núcleo urbano, sea el viejo o el nuevo,

los elementos documentados en relación al enfrentamiento bélico son de interés. A pesar de

estas circunstancias especiales, siguen conservándose restos materiales, que, ampliándose la

extensión y la intensidad de las estrategias de prospección, pueden aportar datos valiosos para

interpretar el desarrollo de los combates.

Uno de los elementos que igualmente debemos resaltar ha sido el hecho de haber tenido un

acercamiento indirecto a la dimensión histórica del Belchite viejo. El protagonismo de los

hechos bélicos recientes y la monumentalidad de las ruinas resultantes de los combates y las

decisiones políticas posteriores, frecuentemente hacen olvidar que Belchite es una población

centenaria, teniendo su casco histórico, el Pueblo Viejo, una gran importancia política,

económica, religiosa y administrativa en época medieval y moderna. A través de la cultura

material que usaron sus habitantes, principalmente con los restos cerámicos documentados,

hemos podido acercarnos no solo a los años 30 del siglo XX, sino también al conjunto del

dilatado e importante pasado histórico de la población.

Futuros trabajos podrán completar el registro material histórico de esta zona del Belchite

viejo.

Page 29: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

29

3. PARIDERA DE EL SASO

El sistema defensivo de Belchite no se basaba únicamente en el entorno inmediato del casco

urbano, sino que se componía de un extenso dispositivo formado por varias líneas

concéntricas que cubrían un radio de más de 4 km alrededor de Belchite. De manera general

se ha descrito un Belchite defendido al sur por el cementerio y seminario; al sureste por una

serie de avanzadillas sobre los olivares del rio Aguasvivas; al suroeste la Serretilla o al oeste por

posiciones como El Pueyo, estación de Azuara, Novia del Viento o Romanico. La parte norte era

la más desprotegida, contando casi solo al noreste con el pueblo de Codo como avanzadilla,

mientras que la zona este, El Saso, era la que contaba con un sistema más completo y

moderno, con defensas antitanque, puestos antigás y campos minados. Aunque generalmente

fue considerado como un sistema completo y muy importante en forma de herradura, las

características y la calidad de las fortificaciones han sido un tema controvertido en los

diferentes relatos existentes sobre la batalla de 1937. Posiblemente por la influencia de la

propaganda, varios autores y testimonios de ambos bandos plantearon la existencia de

deficiencias importantes, resaltando aspectos como los amplios espacios existentes entre las

fortificaciones, la ausencia de enmascaramiento de los mismos, la construcción de grandes

troneras en los nidos de ametralladoras o, sobre todo, la existencia de sectores escasamente

defendidos.

General Walter Inspeccionando Fortificación. Belchite 1937. Archivo de la Imagen de Castilla la Mancha, Fondo fotográfico de las Brigadas Internacionales.. 65029/77

Page 30: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

30

Aunque hasta el momento, sobre la base de esas descripciones en relatos y fuentes

documentales, teníamos una visión relativamente completa de este sistema defensivo, los

trabajos de prospección realizados han resaltado la existencia, por una parte, de vestigios no

documentados hasta el momento, y por otras, elementos interpretados incorrectamente.

Independientemente de la eficacia de las construcciones, el sistema defensivo de Belchite fue

mucho más completo y complejo de lo que se había planteado hasta el momento. Esta línea se

encuentra en proceso de trabajo y será completada en fases futuras.

El sector en el que se ha intervenido en esta campaña, la parte este, llamada El Saso,

posiblemente era uno de los que contaban con unas defensas de mayor entidad y complejidad.

El número de efectivos destacados en El Saso varía según los momentos y los datos

disponibles, oscilando entre 301 hombres en diciembre de 1936 o 358 hombres en mayo de

193715. Según Martínez Bande16, durante la batalla de agosto y septiembre de 1937, El Saso

estaba defendido por 257 hombres (del total de 2.273 que formaban la guarnición) de la 4ª

compañía del VI batallón del Regimiento Aragón 17 y las escuadras de ametralladoras II y IV

del regimiento nº 17, además de una batería y un pelotón del 9º regimiento de artillería ligera

(5 piezas del 75).

15 Datos aportados por J. Cinca. 16 Martínez Bande (1973), p. 130. Martínez de Baños (2010), p. 233, mantiene los mismos números. J. Cinca plantea

un número superior a 3473 hombres.

Belchite y El Saso. Plano de ubicación

Page 31: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

31

Afortunadamente, para el sector de El Saso contamos con dos valiosos documentos17 que

permiten conocer con detalle las fortificaciones planteadas para la zona este de Belchite.

Siendo un sector especialmente expuesto a los ataques18, los mandos franquistas dispusieron

en este sector un sistema defensivo especialmente reforzado. Los trabajos de fortificación

estuvieron a cargo, como la mayoría de las defensas de la zona, de la 3ª Compañía del Batallón

de Zapadores-Minadores nº 5, conocidos popularmente como Los Barbis. Afortunadamente, el

oficial al mando de la unidad, Capitán Adrada, no solo ejecutó los trabajos, sino que los utilizó

como ejemplo y base de dos publicaciones especializadas en técnicas de fortificación y defensa

anti-tanque, publicadas en Zaragoza en 1937 y 1939.

El primero de estos manuales, centrado en la defensa anti-tanque, aunque no identifica

explícitamente ni la población ni las posiciones descritas con Belchite, ofrece una descripción

detallada y precisa de la organización de la Paridera del Saso, a la que clasifica como Elemento

de Resistencia19:

(…) se utiliza una paridera desde la cual, por caminos cubiertos, se va a las

organizaciones defensivas establecidas fuera del recinto edificado. A la

izquierda, (…) las trincheras se abren en tierra arcillosa de consistencia media.

A los 4 metros de profundidad aparece una capa de aglomerado de grava,

ejecutándose en dicha capa los refugios en caverna para la guarnición, con

dos salidas, ventilación al exterior, revestidos con tirado de mortero de

cemento y blanqueados. Las trincheras en esa parte izquierda son para

tirador en pie, cubiertas con bovedilla de hormigón, llevando las paredes un

revestimiento de 40 cm de hormigón. En comunicación con estas trincheras

va un refugio en caverna para un pelotón, y tres nidos blindados para

ametralladora. Hacia la derecha se comunica también por camino cubierto

con el nido blindado a prueba del 15,5 (…) El terreno donde está ejecutada

esta obra es de mallacán –aglomerado de cal y canto rodado-, en el cual los

proyectiles del 15,5 hacen embudo de 20 a 25 cm de profundidad. Derivando

de esta organización defensiva se establecen pozos de tirador para

granaderos y con misión de flanqueo de las alambradas. (…) Circundando la

edificación existente existe atrincheramiento para tirador de pie, con zanjas 17 Adrada (1937 y 1939). Agradecemos a Jaime Cinca el habernos dado a conocer la existencia del primero de estos

manuales y la ayuda prestada para la interpretación de la información en él recogida. 18 Aparentemente, los mandos franquistas plantearon que los ataques a recibir en ese sector serían realizados con

tanques, debido a la extensa llanura que conforma el Saso, por lo que la fortificación giró de acuerdo a ese planteamiento estratégico. 19 Adrada (1937), pp. 79-80.

Page 32: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

32

de 1,80 m de profundidad, 40 cm de ancho en el fondo y 60 en la superficie,

de las que se sacan puestos para tirador separados unos dos metros

aproximadamente, con misión de defensa próxima en caso de intento de

asalto del enemigo a la posición. La alambrada va compartimentada.".

La descripción coincide con bastante exactitud con los restos conservados en la actualidad

(restos de la paridera, sistema de trincheras perimetral, galerías de tiro reforzadas con

hormigón en la parte norte, accesos a refugios subterráneos y un potente fortín para

ametralladoras en el extremo sur) y, como veremos, con las estructuras documentadas

durante el proceso de excavación. La paridera de El Saso en realidad formaba parte de un

complejo sistema de defensa en profundidad interconectado a ambos lados de la carretera

que comunicaba Azaila con Belchite y por donde previsiblemente podría venir un ataque

republicano. Contaba con una primera línea de puestos de defensa avanzados de hormigón,

cuyo extremo norte lo cerraba la paridera fortificada con su nido blindado a prueba de

artillería pesada. Delante de esta primera línea se extendían obstáculos y densos campos de

alambradas de espino y un campo de minas contracarro. Detrás de la línea se desplegó una

serie de estructuras de hormigón: nidos de ametralladora, puestos de tiro para escuadra,

puestos para pelotones, un refugio antigás, etc. Para la campaña de 2014, nuestra

investigación se ha centrado en la paridera, uno de los elementos principales, que además es

el mejor conservado.

A pesar de ese buen estado de conservación en lo que se refiere a las estructuras, la paridera

de El Saso a lo largo del tiempo ha sufrido fuertes procesos de origen antrópico que han

podido modificar o alterar el registro arqueológico. Como era habitual, en la posguerra la

posición fue campo de acción de chatarreros. La cubierta del nido de ametralladoras fue

desmontada para rescatar el hierro del armado interior, a la vez que los elementos de material

bélico más visibles y mejor conservados fueron recogidos y reaprovechados. Las posteriores

labores agrícolas reutilizaron igualmente los terrenos, aprovechándose los subterráneos para

el cultivo de champiñón. Con el final de esa actividad, estas zonas bajo tierra, así como la

superficie, se usaron como zona de vertido de purines de granjas de cerdos vecinas o

simplemente como vertedero en general. Además, el yacimiento20 ha sufrido acciones

puntuales de expolio. A pesar de todo esto, de manera similar a lo descrito en la zona de San

Agustín, como veremos, se han conservado niveles no alterados que han aportado importante

información arqueológica.

20 La Paridera de El Saso está incluida en Carta Arqueológica de Aragón en la categoría de yacimiento arqueológico

(código 1-ARQ-ZAR-022-045-038)

Page 33: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

33

Paridera de El Saso. Planimetría General

Page 34: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

34

3.1. METODOLOGÍA.

En primer lugar, se planteó la excavación en área del interior de la paridera. Teniendo en

cuenta su considerable superficie y la cantidad de escombros existente, se optó por iniciar la

intervención en el lateral este. Previamente, se retiró la capa de escombro y purines

depositados recientemente con ayuda de una pala excavadora. La excavación manual se

realizó siguiendo los estratos, que se documentaron siguiendo la metodología Harris. Todo el

material ha sido registrado con estación total y GPS subcentimétrico para su posterior

procesado con SIG. Finalmente ha sido decapado aproximadamente el 70% del espacio

ocupado por el lateral este de la paridera. Dado que resultaba imposible abarcar el conjunto

de los dos espacios que componen este lateral, en el extremo sur se realizó un sondeo

valorativo que ratificó la impresión de que los restos escasean según nos alejamos de la

entrada. Complementariamente se excavó el acceso del extremo noreste, el cual conecta con

la línea de trinchera que rodea la paridera por su extremo norte, la cual fue igualmente

sondeada para valorar sus características. Los resultados de este sondeo fueron negativos, ya

que el estado de conservación era regular, además de no documentarse ningún elemento

material producto de su uso. En la zona del extremo norte, prácticamente cubierta de

escombro y con unas condiciones limitadas para la extracción de tierra, solo ha sido posible

ejecutar labores de limpieza en el nido de ametralladoras central, donde no se obtuvo ningún

resultado positivo más allá del registro de su estado y técnica constructiva. El frente cuenta

con el retalle habitual para el emplazamiento de las patas de ametralladora Hotchkiss. En el

extremo opuesto, los trabajos se han centrado en los restos del fortín. El interior ha sido

utilizado hasta fechas recientes como vertedero, por lo que inicialmente ha sido necesario

limpiar y desescombrar, para lo cual se ha hecho uso de una pala excavadora para la parte

superficial, excavándose manualmente después desde el primer nivel de rellenos de abandono

hasta la superficie de suelo original. Como complemento, se ha procedido asimismo a la

excavación de la trinchera de acceso, en el tramo comprendido entre los restos del acceso

cubierto del fortín (el cual ha sido igualmente completamente desescombrado manualmente)

hasta la entrada al refugio antibombardeo situado más al sur. En el caso de este refugio

también ha sido utilizada pala excavadora para retirar los rellenos recientes más superficiales.

Posteriormente, se excavó la entrada del refugio, lo que permitió descubrir un tramo de

escaleras del que no se tenía constancia, hasta el codo de la galería: todo el interior estaba

relleno de escombro y purín, con una potencia de unos 1,70 metros.

Page 35: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

35

Junto con el registro topográfico y planimétrico mediante estación total, tanto en la paridera

como en el fortín y en la entrada del refugio, se ha realizado un registro mediante

fotogrametría.

Uno de los objetivos complementarios del proyecto es la integración de las últimas

metodologías y recursos tecnológicos para el registro arqueológico, como la fotogrametría, el

registro 3D o la virtualización del patrimonio, de tal manera que supongan una mejora tanto

en la toma de datos como en las posteriores labores de divulgación.

Nido de Ametralladora al finalizar los trabajos de limpieza y vista de las galerias de tiro de la zona norte

Page 36: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

36

De esta manera, de forma combinada con los levantamientos topográficos, el registro

estructural se ha llevado a cabo mediante la aplicación de fotogrametría digital terrestre o

structure from motion. Así, los elementos de mayor importancia han quedado documentados

en forma de modelos digitales 3D, obteniéndose además ortofotos georreferenciadas. En el

caso del fortín, además, este registro fotogramétrico ha servido de base para realizar

propuestas de su forma original mediante reconstrucciones virtuales.

Propuesta de reconstruccción virtual del nido de ametralladora

Page 37: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

37

3.2. PARIDERA.

La estructura principal del antiguo corral de ganado la compone una habitación rectangular de

unos 185 metros cuadrados dividida a la mitad por una hilera de pilares de planta cuadrada

que originalmente soportaban la techumbre. Al este se le adosa una estructura rectangular de

unos 45 m2 y un patio de 180 m2. El conjunto de la paridera posiblemente contaba con un

mínimo de cuatro accesos, uno en la parte norte, subterráneo y reforzado con hormigón,

conectado con el complejo fortificado del extremo norte; uno en la parte sur, conectando con

el acceso al refugio subterráneo relacionado con el fortín; y dos en el lateral oeste, ambos

conectados con trincheras. El localizado en la esquina NW ha sido el único que ha podido ser

parcialmente excavado.

Toda la paridera se rodeó de una trinchera de comunicación que comunicaba el antiguo corral

con las galerías de tiro al norte y el fortín al sur, así como con sendos refugios antibombardeo.

Con el inicio de la limpieza y excavación en el interior de la paridera, tras retirar la capa de

escombro, basura y purín (UEs 101-102) nos encontramos una capa de tierra arcillosa muy

compacta de color anaranjado (UE 104), generada por el uso y abandono, en la que aparecen

ya multitud de restos de la Guerra Civil. El estrato no tiene una potencia regular, debido al

derrumbe.

Trabajos de excavación en el interior de la Pariddera.

al del nido de ametralladora de la Paridera de El Saso.l

Paridera de El Saso. Planimetría General

Page 38: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

38

Esta UE se extiende sobre el sustrato geológico (UE 119). El firme natural fue rebajado hasta

unos 30 cm por debajo de la cota del pavimento original del corral, con el objetivo de

incrementar la seguridad de la estructura. Sobre este nuevo nivel de suelo generado es donde

se realizó el uso vinculado a la utilización de la paridera por parte de la guarnición militar.

Producto de este uso han sido registradas varias manchas de quemado en el suelo,

correspondientes con hogares (UEs 112-116). Bajo la UE 115 se han unificado varias manchas

de quemado situadas en la parte septentrional de la estructura en las que aparecieron semillas

de cereal carbonizadas, seguramente el resultado de la preparación de un sucedáneo de café.

Entre dos de los pilares documentamos un estrato de arcilla naranja muy decantada y

compacta, que interpretamos como el derrumbe de la parte superior del pilar, que sería de

tapial. Como veremos, creemos que la destrucción de este pilar se debió a un impacto de

artillería.

La distribución diferencial de los materiales es

bastante elocuente. La mayor densidad de

hallazgos de objetos relacionados con la vida

en la paridera (huesos, latas, vidrios, botones,

monedas, medicinas, etc.) se concentra en la

parte central del sector excavado, en el área

comprendida entre las manchas de quemado,

y disminuye claramente hacia los márgenes.

Esta tendencia queda reforzada por el sondeo

que realizamos en la esquina SE de la

paridera, en la que prácticamente no

aparecieron restos asociados a vida cotidiana

(una moneda y tres fragmentos de hueso).

También se advierte con claridad que la

concentración de artefactos es mucho mayor

en la nave derecha que en la izquierda. Podría interpretarse a priori el hecho de que esta nave

esté más diáfana por su utilización como espacio de tránsito desde el acceso. No obstante, no

se puede asociar los materiales sobre el suelo de la nave derecha directamente con presencia

de actividad: de ser así, estaríamos, entonces, ante un área drop21 , es decir, una zona en la

21 Binford, L. R. (1978).

Page 39: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

39

que los desechos se dejan caer directamente sobre el pavimento. Si bien esto podría ser el

caso para los huesos, es más difícil de entender en el caso del vidrio y de las latas.

Es posible que la fragmentación y dispersión del vidrio, al menos, se deba a las particularidades

de la formación del registro arqueológico, que, como veremos, es probable que fuera

provocado por una explosión. Más informativos respecto a la posición de los soldados dentro

de la paridera y las áreas de actividad son las monedas y el material de papelería, porque

ambos son de pequeño tamaño y pasan desapercibidos con facilidad. Significativamente, la

mayor acumulación se produce en una zona de baja densidad de vidrios y de lata. En cualquier

caso, la elevada cantidad de desecho de pequeño tamaño solo se explica por la interrupción

súbita del mantenimiento en la paridera: sería inviable habitar la edificación tal y como nos la

encontramos, con el suelo tapizado de basura. La situación contrasta con estructuras similares

excavadas en otros escenarios bélicos22, en las que los materiales potencialmente peligrosos

como el vidrio roto son muy escasos.

22 http://digital.csic.es/handle/10261/49097

Page 40: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

40

Ortoimagen de la paridera al acabar la excavación.

Page 41: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

41

A la luz de los datos, y a falta de completar la excavación del resto de los espacios que

componen la paridera, se puede sugerir que la parte sur de la paridera, es decir, la más lejana

a la puerta, pudo utilizarse para dormir o descansar, razón por la cual no han aparecido ni

objetos ni hogares. La parte norte se utilizaría para comer y realizar diversas actividades de

ocio, como escribir cartas o jugar. Dichas actividades se realizarían entorno a varios hogares

improvisados. La función principal de dichos hogares, especialmente en verano, sería calentar

la comida y sobre todo preparar café o sucedáneos. Teniendo en cuenta la reducida distancia

de la posición con el pueblo, el alimento no se cocinaría en la propia paridera, sino en las

cocinas de Belchite, desde donde se distribuía a las posiciones que rodeaban la población. Es

posible que el desecho de la comida (huesos, espinas) se arrojara directamente al suelo y

después se barriera, pero el ataque republicano seguramente rompió la rutina de las

actividades cotidianas.

No hemos registrado ningún material claramente posterior al conflicto, con lo que pensamos

que el lugar quedó sellado tras los combates. A consecuencia de estos, la techumbre debió de

caer, sellando completamente el registro. Llama la atención la escasa cantidad de teja

localizada en la superficie del derrumbe, aunque puede explicarse simplemente por el

reaprovechamiento de materiales de construcción, habitual en la zona en este tipo de

construcciones agrícolas.

Materiales

La mayor parte de los elementos documentados en el interior de la paridera nos hablan de la

vida cotidiana de los soldados y son los habituales en este tipo de posiciones. La gran mayoría

se relaciona con la comida y la bebida. Como es de esperar en una posición estable cercana a

una población, aparecen muy pocas latas. Si bien se registraron 110 fragmentos, solo se ha

identificado un número mínimo de 9 latas, de las cuales 2

Huesos de ovicáprido, vértebras de congrio y

valvas de mejillón recogidas en la paridera.

Page 42: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

42

pertenecen a conservas de sardinas y 6

a leche condensada. El alimento mejor

representado es la carne de ovicáprido:

aparecieron 1.618 huesos troceados,

que seguramente se emplearon en la

preparación de algún guiso o caldo, el

cual, como ya indicamos, no se cocinaría

en la posición si no en el pueblo.

También se documentaron restos de

pescado en forma de escamas (N=6) y

vértebras (N=4), pertenecientes a

congrio23. Más extraña es la presencia

de valvas de mejillón, indicativa en

cualquier caso de un buen

aprovisionamiento alimenticio. La

bebida está bien representada por 424

fragmentos de vidrio, que pertenecen a garrafones de vino (NMI=3), botellas de vino y jerez

(NMI=8), de gaseosa (NMI=2), brandy (N=1) y otras no identificados, algunas quizá de cerveza.

El jerez, como sucede en todas las posiciones franquistas, es de la marca Pedro Domecq,

bodeguero ideológicamente afín a los sublevados y que colaboró en el esfuerzo bélico.

Pese al contexto militar, también hemos localizado cerámica. Parte de ella puede relacionarse

con el uso agrícola previo (especialmente la cerámica a torno sin vidriar), pero dado que nos

hallamos ante una posición estable, es posible que los soldados estuvieran utilizando cerámica,

especialmente loza industrial. La tipología recuerda a la de los contextos de Belchite de fines

del XIX e inicios del XX: cerámica a torno sin vidriar (N=31 fragmentos), cerámica a torno con

vidriado verde (N=31) y loza industrial polícroma (N=11). Además aparecieron algunos

fragmentos de cerámica monócroma azul (N=11).

23 El consumo de congrio en salazón es habitual en Aragón y especialmente en la zona de Calatayud. Este tipo de

salazón se produce principalmente en Muxia, existiendo una tradición comercial centenaria entre ambas localidades.

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47

El apartado numismático es notable: recuperamos un total de 10 monedas, todas ellas

anteriores a la República, pero con circulación hasta la posguerra, excepto posiblemente una

moneda que parece más antigua:

Anv. Alfonso XII por la G. de Dios 1885 / Rev. 5

pesetas Rey Constit. de España

Anv. Alfonso XIII por la G. de Dios 1904 / 1

peseta Rey Constit. de España

Anv. Alfonso XIII... (2 ejemplares)

3 perras chicas no identificables.

1 perras gorda no identificable.

1 moneda de cobre del siglo XVIII ¿?

Sorprende la parquedad de elementos relacionada con la vestimenta y el equipamiento de los

soldados (hebillas, botones, etc.) que suelen ser muy habituales en estos contextos: solo

aparecieron seis botones (tres de plástico y tres de nácar, además de dos corchetes de

chaquetón). El único elemento abundante es el

calzado: se recogieron suelas y otros restos

pertenecientes a un número mínimo de 9 prendas.

Las medicinas están representadas por 11

fragmentos pertenecientes a un mínimo de 5

frascos, cuyo contenido no hemos podido averiguar

a partir de los restos disponibles. La escritura está

atestiguada por un mínimo de cinco tinteros de

distinta tipología (se conserva una tapadera marca

Erka), un lápiz de color azul, un afilalápices y una

plumilla. El objeto más llamativo es un fragmento

de compás, que podría relacionarse con las tareas

propias del oficial al mando de la posición.

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Además de los objetos que denotan el uso de la paridera como zona de vida principal de la

posición defensiva, en el interior ha sido documentada una cantidad significativa de munición:

13 balas, 16 casquillos, 9 guías de peine y un cartucho. Esta muestra de restos de armamento,

aunque reducida en número, es muy representativa e indica la existencia de combate desde el

interior de estos espacios. Curiosamente, y al contrario de lo que sucede en otros sectores de

esta posición, la totalidad de la munición se corresponde con el Máuser de 7 mm. Al menos 2

balas muestran trazas de impacto y 10 de los 16 casquillos están percutidos. Esto indica que en

el interior de la paridera se realizaron disparos en un momento contemporáneo a su último

uso como zona de vida, a la vez que se recibía fuego del mismo tipo de fusil, todo ello en un

momento previo al derrumbe de la techumbre y al abandono final de la estructura.

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3.3. NIDO BLINDADO

La existencia del fortín, aunque cubierta en su mayor parte por basura, era conocida desde

hace tiempo. Sin embargo, hasta esta intervención sus características y la evolución de su

alzado no habían sido definidas. De manera coincidente con la descripción de Adrada24, el

fortín es una construcción de planta circular de 5 metros de diámetro y cerca de 2 metros de

altura conservada. En la actualidad se encuentra desprovisto de cubierta, probablemente

eliminada para la recuperación del metal por chatarreros en los años de posguerra. De

acuerdo a la descripción de Adrada y a las huellas conservadas en la estructura, el fortín estuvo

protegido por una cubierta semiesférica rebajada abovedada en hormigón. El espacio interior

es de poco más de 2 metros, teniendo unas paredes de un grosor de 1,80 metros, lo que,

sumado al mallacán natural, lo hacía a prueba de impactos de proyectiles de 155 mm. El muro

(UE 207) está construido en hormigón armado con cantos rodados hasta la mitad de la altura

(el resto está excavado en el sustrato natural), estando revestido en la parte baja interior por

ladrillos cocidos. En la parte superior se abren cinco aspilleras de sección rectangular y planta

trapezoidal. El espacio entre las aspilleras está protegido al exterior por cuatro contrafuertes.

Enfrentadas a estas troneras, a media altura del muro, se abren dos pequeños entrantes,

revestidos y reforzados con cemento. Estas cavidades, tal y como se aprecia en la sección de

24 Además de la descripción escrita, Adrada publica una ilustración en la que se recoge la sección del nido que

presidia el elemento de resistencia de la paridera. Si bien no es un plano exacto de obra, si es un croquis acotado muy bien realizado que corresponde perfectamente con el nido documentado en esta campaña.

Imagen a partir de Adrada (1939), p.120

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Adrada, servían para encastrar las dos patas delanteras del trípode de una ametralladora.

La mayor parte del espacio está ocupado por una base, tambor o podio cilíndrico (UE 208) que

tenía como función servir de apoyo a las patas traseras de la ametralladora y ser la ubicación

del tirador del arma. Está construida con un núcleo de material calizo blanquecino disgregado,

forrado por ladrillos equivalentes a los que recubren las paredes interiores, y zunchado (tal y

como especifica Adrada) con alambre de espino, del que se han documentado algunos

fragmentos. Según se aprecia en la sección, el esquema constructivo estaba inicialmente

pensado, como en la mayoría de las estructuras defensivas del momento, para recibir una

ametralladora pesada Hotchkiss M1914, reglamentaria en el ejército español. La base –el

remate superior de este podio, construida en cemento y ladrillo, se encontraba desprendida

de su ubicación original, aunque conservada en los rellenos contemporáneos de basura del

interior del nido.

En uno de sus laterales ha podido documentarse la existencia de una inscripción grabada en el

cemento fresco, “ZAPADORES 5”. Esta inscripción, desconocida hasta la fecha, confirma la

construcción de la posición por parte de Los Barbis. La unidad habitualmente firmaba sus

obras (aunque en esta ocasión los hicieron de forma esquemática), como en los ejemplos del

Vértice Parapetos de Jaulín o la “Pista de los Barbis” de Belchite. Esta base ha sido recuperada

para ser reintegrada en el futuro a su posición original. En torno al tambor se desarrolla un

corredor de medio metro de anchura que era utilizado para el movimiento de los servidores

del arma, que debían de atender tanto el municionamiento como el cambio manual de

posición de la pieza. El acceso al interior del fortín se realiza a través de una puerta abovedada

que comunica en un paso subterráneo con la trinchera que une la construcción con el resto del

sistema defensivo.

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Proceso de excavación del interior del nido

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Ortofoto generada desde modelo fotogramétrico

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Proceso de excavación del acceso al nido y munición sobre el nivel de uso

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La parte más cercana al acceso era igualmente

cubierta y construida en hormigón, que al igual

que la cubierta del nido fue desmontada en la

posguerra.

En la estratigrafía del fortín se aprecia un primer

nivel con purines, plásticos y materiales

recientes (UE 201), procedente del uso como

vertedero contemporáneo del nido, que cubre una

unidad de 60 cm de potencia compuesta por cascotes de hormigón y ladrillo correspondientes

a la voladura de la estructura (UE 202). Este estrato a su vez sella una capa de tierra amarilla

muy compacta y fina de entre 10 y 20 cm que aparece en todo el anillo que rodea el soporte

de la ametralladora. Finalmente, esta UE cubre el nivel de uso de la estructura (UE 205), que

está formado por un echadizo de yeso, roto por el uso. En este estrato aparece la mayor parte

del material, compuesto fundamentalmente por casquillos y cartuchos.

El acceso cubierto al fortín estaba completamente relleno de escombro, mientras que la

trinchera que lo continúa estaba colmatada por completo con tierra de color algo más oscuro

(anaranjado, UE 301) que las paredes de la zanja, la cual sellaba el nivel de uso (UE 302), de

características similares al del interior del fortín. La trinchera prosigue en curva hasta

comunicar con la zanja perimetral de circulación que rodea la paridera. De este primer sector

de la trinchera sale un puesto de tirador justo en un cambio de ángulo, orientado hacia el E, es

decir, hacia las líneas enemigas.

Continuando por la trinchera de comunicación, que evoluciona en curva, se abre la entrada en

L a un refugio subterráneo. Desde la puerta se abre una galería descendente, excavada en el

terreno natural, a través de 9 escalones construidos en cemento. Toda la estructura esta

reforzada en hormigón, construido mediante encofrado. La galería está cubierta por una

bóveda construida en ladrillos rayados huecos. En la parte baja, sobre el último escalón se abre

verticalmente hacia la superficie un respiradero rectangular, reforzado con ladrillo y con

tablones de madera, los cuales se conservan perfectamente. El final de la escalera desemboca

en un giro en curva, del que sale un corredor directamente excavado en el mallacán. Todo el

interior de la galería está relleno por una potente capa que alterna purines solidificados y

tierra, a la que se dio un solo código de UE (401), aunque en realidad se trata de distintos

episodios de deposición de estiércol con sus correspondientes episodios de sedimentación

natural (arrastre de material por la lluvia).

Ilustración extraida de Capdevila (1938)

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Ortofoto generada desde modelo fotogramétrico, vista de las escaleras durante la excavación y el acceso una vez finalizada la intervención.

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Secciones generadas desde modelo fotogramétrico

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Esta UE se apoya sobre las escaleras (UE 402) de bajada al refugio. Al rematar la escalera y al

adoptar la galería el plano horizontal aparece un estrato arcilloso naranja muy compacto que

se corresponde con el nivel de uso del refugio. En este nivel apareció un casquillo y un frasco

de medicina intacto. La colmatación completa de la galería, de suelo a techo, y la dureza del

sedimento ha impedido por el momento avanzar la excavación hasta la sala principal del

refugio, de la que desconocemos su forma y tamaño. Además de la entrada excavada, el

refugio cuenta con un segundo acceso orientado hacia el norte, el cual se encuentra

completamente cegado en la actualidad.

Materiales

A pesar de, como se ha comentado, la fuerte antropización que ha sufrido el yacimiento, y, en

contra de lo esperado, los trabajos de excavación y prospección han permitido documentar un

número muy significativo de restos materiales relacionados con la actividad bélica sucedida en

la posición. En el caso del nido de ametralladoras, el material registrado se concentra

fundamentalmente en el interior del fortín y el espacio exterior adyacente (junto a las

aspilleras), así como en la parte de la trinchera más cercana a la entrada del nido. La gran

mayoría de los objetos localizados corresponden con munición (cartuchos, casquillos y balas),

como cabía esperar dada la función de las estructuras. Aunque por el momento no ha sido

posible contrastarlo documentalmente, la posición fue abandonada y no se utilizó en

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momentos posteriores a septiembre de 1937, por lo que el residuo de munición documentado

debería de corresponderse con ese último momento de combates. La tipología de la munición

registrada parece corroborar esa interpretación.

En el interior del fortín se registraron 55 casquillos, de los cuales el 54% pertenece a Lebel, el

42% a Mosin y el 4% restante a Máuser de 7 mm. El estado de conservación es muy malo por

las concreciones, pero donde es posible verlo, la mayor parte de las vainas muestran signos de

percusión. Además se recogieron 4 cartuchos de Máuser de 7 mm, 1 de Mosin y 1 de Lebel.

Encontramos también 8 balas de Máuser y Mosin, en muy mal estado, pero tres de ellas con

trazas claras de impacto, tres guías de peine de Maúser, así como fragmentos de peine de

Mosin Nagant, muy deteriorados. En los casquillos existe una distribución diferencial: los de

Lebel aparecen dentro del fortín, mientras que los de Mosin Nagant los encontramos en la

entrada del fortín y en la trinchera de acceso.

En la entrada al búnker documentamos una espoleta de granada y otra en la trinchera de

acceso, que pueden relacionarse con la limpieza de la fortificación por las tropas asaltantes.

Material documentado en el interior del nido

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Los materiales de otro tipo son escasos: podemos citar una cantimplora reglamentaria

completa, botones y trabillas de un pantalón, una insignia (una estrella de seis puntas de oficial

franquista), un grafito de batería y media docena de latas.

Materiales localizados en el acceso al fortín: a la izquierda, alambre de espino, trabillas y botón de pantalón, suela de zapato,

cartuchos de Máuser y casquillos de Lebel y cartucho de Mosin. Arriba a la derecha, estrella de oficial, probablemente de la galleta

de pecho del alférez al mando de la posición. Abajo a la derecha, cantimplora reglamentaria.

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Vista de la trinchera de acceso al fortín una vez acabada la intervención.

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3.4. PROSPECCIÓN CON DETECTOR DE METALES.

Con el objetivo de comprender el entorno inmediato de la posición y de comprobar la

existencia de restos materiales de los combates, los trabajos de excavación en la paridera y el

fortín han sido complementados con una prospección con detector de metales del resto del

cerro amesetado en el que se ubica la paridera, cubriéndose una superficie aproximada de una

hectárea.

La zona de mayor concentración de hallazgos es una pequeña elevación que se encuentra al W

de la paridera. En ella se han documentado una gran cantidad de balines de plomo de granada

metrallera, fragmentos de proyectil de artillería, bandas de forzamiento de proyectil de

artillería y de mortero del 81, casquillos y balas, además de otros objetos como un tubo de

pasta de dientes, una pieza de cantimplora y un tenedor. Los diferentes tipos de proyectiles de

artillería documentados y sus diferentes usos (los metralleros habitualmente se disparan

contra acumulaciones de tropas en campo abierto, teniendo una efectividad más limitada

contra soldados atrincherados) parecen indicar que el entorno de la paridera fue

bombardeado en diferentes ocasiones y situaciones, probablemente por parte de ambos

bandos.

Espiga de granada de lanzabombas

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En la misma zona aparecieron una espoleta de granada y un fragmento de otra, así como

media docena de casquillos percutidos de Mosin lo que indica que en este sector pudieron

existir combates a corta distancia.

Entorno de la Paridera.

Material y dispersión

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A veinte metros al sur del fortín descubrimos durante la prospección una espiga de granada de

lanzabombas. El mortero de espiga disparaba una granada de fragmentación de dos kilos de

peso a unos 300 metros. El mortero pesaba poco (menos de 40 kg), por lo que constituía una

herramienta de trinchera ideal: se usó mucho en la Gran Guerra. La granada iba inserta en un

vástago hueco provisto de aletas estabilizadoras, que fue, precisamente, lo que nos

encontramos frente al nido de hormigón. Contra el fortín, naturalmente, su efecto era nulo,

pero no contra las tropas que pudiera haber a su alrededor. Su función, de hecho, era la misma

que la del metrallero: causar los mayores estragos posibles a las masas de soldados al

descubierto. En este caso, su atribución a los asaltantes republicanos se puede dar casi por

segura, dada la ubicación del hallazgo.

3.5. SÍNTESIS INTERPRETATIVA.

La importancia del sector este del sistema defensivo de Belchite hizo que, como hemos

comentado, se construyera un completo entramado de fortificaciones de hormigón

conectadas entre sí. Sin embargo, a pesar de su complejidad y monumentalidad, las

circunstancias de su construcción y conquista no son todavía del todo claras.

La compañía de Los Barbis actuó en Belchite desde agosto de 1936, aunque tuvo que cubrir en

su trabajo especializado de zapadores un extenso frente (realizaron trabajos de fortificación,

voladuras de puentes o construcciones de infraestructuras en lugares como Farlete, Villafranca

“Los Barbis fortificando en las estepas aragonesas. Puesto de pelotón (Tubo de la Risa). El Saso. Junio de 1937”, en Latas, J. (2004), p. 6

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de Ebro, Almudevar, Santa Quiteria, Fuentes de Ebro o Quinto) lo que hizo que los trabajos de

Belchite se realizaran de manera discontinua y se prolongaran desde septiembre de 1936

hasta el verano de 193725. Posiblemente, a juzgar por algunas fotos26 conservadas del proceso

de construcción realizadas por los propios componentes de la compañía, fue precisamente el

sector del Saso uno de los últimos en completarse. La construcción tardía de estas

fortificaciones, entre los que se pudo encontrar la paridera, implicaría un terminus post quem

por el que los primeros combates registrados en la posición corresponderían con los de

agosto-septiembre de 1937.

De acuerdo a su importancia dentro del sistema defensivo de Belchite, el ataque republicano

desde el este, llevado a cabo principalmente por el 125 batallón de la 32 brigada mixta, ha sido

recogido en todos los relatos publicados sobre la batalla de Belchite de 1937. El asalto en este

sector, acontecido previamente al inicio de los ataques al casco urbano, se desarrolló, según

versiones, entre los días 28 y 30 de agosto de 1937.

La versión más extendida del relato surge a partir del testimonio del capitán De Diego27, militar

franquista defensor que mandaba la batería artillera situada en el mismo Saso, en las

inmediaciones del Calvario. De Diego describe de esta manera las circunstancias de la

conquista republicana de la posición:

Dominábamos el campo atrincherado del Saso. En aquellos cinco días28 aún

no habían encontrado las tropas de la republica medio apto para

conquistarlo. Tenía una excelente fortificación; eran obras para una

antología de modelos. Un todo defensivo, cuyas partes esenciales eran la

loma artificial, la paridera y la línea de resistencia. La primera dominaba el

olivar de codo y era pieza codiciadísima por el enemigo. A media mañana

observamos que la rodeaban. A ochocientos metros nuestros, el tiro de una

sección en fuego rápido resolvió la amenaza (…).

Respiramos satisfechos. Quisimos hablar por teléfono con los defensores de

la paridera, pero no contestaron. Supusimos que el bombardeo habría roto

25 Información aportada por J. Cinca 26 Como el caso de la recogida en esta página, publicada por Latas, J. (2004), p. 6 y fechada en junio de 1937. En

este caso, las obras no corresponden con la paridera, pero sí con un puesto para pelotón situado 800 m al SW. Al fondo, otra fortificación que posiblemente pueda identificarse con la “Loma Artificial”. El propio Adrada recoge varias fotos de procesos constructivos, sin fechar, en Adrada (1939). 27 De Diego (1938), p. 53-54. 28 El relato se desarrolla el día 29 de agosto

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la línea telefónica29. Pero a poco, la traición se había consumado. Un cabo

había matado al oficial30 y entregaba el fortín al enemigo.

Inmediatamente dos baterías rompían fuego sobre los recién apostados,

único recurso que nos quedaba ya ante lo irremediable. Aquello esterilizaba

todo el sistema defensivo del Saso, cuyo flanco izquierdo quedaba

debilitado.

Con los primeros intentos republicanos de hostigamiento, la guarnición de la posición traiciona

al oficial al mando y la entrega al enemigo. Ante la pérdida de la paridera, los propios artilleros

franquistas bombardean a los nuevos ocupantes. Este episodio fue posteriormente recogido

por Martínez Bande31, lo que contribuyó a afianzar esta versión de los hechos. Una de las

últimas publicaciones específicas dedicada a la guerra civil en la provincia de Zaragoza32,

recoge igualmente el relato y lo utiliza como explicación para el desarrollo de los

acontecimientos.

Sin embargo, curiosamente, este relato de los hechos no ha sido la única versión recogida

tanto a nivel de fuentes primarias documentales como de la historiografía. Al contrario, el

episodio de la traición, a pesar de su potencial valor propagandístico, tardó en ser admitido y

difundido cerca de 35 años. Ninguno de los testigos, cronistas, historiadores o propagandistas

del régimen que abordan el tema33, desde los mismos años 30 y primeros 40, nombran en

absoluto cualquier tipo de episodio de traición hasta que lo hace Martínez Bande.

Contradictoriamente, el mismo autor recoge las transmisiones de radio realizadas por los

defensores34. En una parte de este documento35 se relatan varias situaciones relacionadas con

el día 29 y la paridera de El Saso: un llamamiento para bombardeo urgente de aviación sobre el

Saso a las 13:35, una llamada de atención a la situación comprometida de la posición en caso

de que no intervenga la aviación a las 14:35 y la noticia de la ocupación definitiva de la

paridera a las 15:20. En ningún momento se hace referencia a cualquier acontecimiento

extraño aparte de a los combates que se desarrollaban. Curiosa y significativamente, sí existen

29 En la excavación se han documentado fragmentos de cable telefónico, que posiblemente pudieran identificarse

con esta línea que conectaba con la batería. Los republicanos igualmente realizaron un tendido de cable telefónico para conectar el puesto de mando y la retaguardia en dirección a Codo y Azaila. 30 Alférez Jesús Moreno Corella, que fue declarado oficialmente como “desaparecido” 31 Martínez Bande (1973), p. 135. 32 Martínez de Baños (2010), p. 239. 33 García Mercadal (1939), Lojendio (1940), Arrarás (1943) o Aznar (1969) 34 Martínez Bande (1973), Doc. nº 6, p. 238 y ss 35 Martínez Bande (1973), p. 242

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registros de bombardeos aéreos36 en la zona de El Saso el día 29 de agosto. En dos ocasiones,

una de ellas con seguridad a las 18:03, aviones alemanes (Ju 52) e italianos (S 79),

bombardearon una zona que ya debía de estar ocupada por los republicanos.

El relato de otro de los testigos del asedio de Belchite37, aunque en otro tono, tampoco recoge

ninguna referencia a una posible traición. Al contrario, resalta del ataque a la Paridera la

“resistencia sobrehumana de los soldados de España” en una disputa “feroz, desesperada”.

El relato y los combates en la Paridera parecen estar estrechamente relacionados con los de la

cercana Loma Artificial y en la mayoría de ocasiones se mezcla la referencia de ambas. Sin

embargo, en algunos relatos38 coinciden las referencias, que describen como se conquistó la

Loma Artificial el día 30: fue batida de flanco con ametralladoras desde la Paridera y atacada

con tanques. Irónicamente, el ataque esperado por Adrada y en torno al cual organizó el

sistema defensivo del Saso tuvo lugar como episodio final para atacar el pueblo, cuando ya

habían caído las fortificaciones que precisamente debían detener a esos tanques.

Los partes oficiales de guerra39 de ambos bandos no hacen referencia a ningún tipo de

acciones en este sector en las fechas en que se combatió en El Saso. En el caso republicano

solo se nombra el Saso el día 1 de septiembre, junto con el resto de defensas exteriores que

han caído.

Si atendemos a la versión republicana, la información aportada no contribuye a aclarar

definitivamente lo sucedido, aunque se asemeja a lo recogido por las transmisiones de radio

franquistas. El diario de operaciones de la 32 Brigada40, la unidad encargada de los combates

en este sector, por desgracia, no aporta datos concluyentes al respecto. Dentro de una

sensación general de descoordinación, contradicción y confusión constante de órdenes y

desconocimiento de las líneas enemigas, el diario relata el avance desde la carretera Cariñena-

Escatrón (actual A-1307). Después de la conquista de Codo, en una orden coordinada de

avance con la 153 Brigada hacia el NW, el diario recoge como el día 28 de agosto, a las 14:15,

dos compañías del 125 batallón de la 32 brigada hacen contacto con la posición “Calva del

Bosue”41, la cual cuenta con una serie de fortines. El nombre de esta posición es desconocido,

36 Maldonado (2009) y Salas Larrazabal (1973), p. 2799. 37 Oliver (1940). p. 140 38 Oliver (1940). p. 144; García Mercadal (1939), p. 72 39 Gárate (1977), I y II (pp. 400-404) 40 V Cuerpo de Ejército. 32 Brigada-35 División. E.M. Diario general de las operaciones realizadas en el frente del

este, sector Belchite-Codo. AGMAV, C. 993, 11/1-52. 41 Probablemente sea un error tipográfico y el nombre real sea “Calva del Bosque”, refiriéndose al arbolado de los

olivares.

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aunque según el relato de los hechos y su ubicación geográfica debe de asimilarse con El Saso.

Entre las 16:15 y las 19:40 se resumen en el documento una serie de órdenes y contraordenes,

con preparaciones artilleras (20 disparos) para un asalto que aparentemente no llega a

producirse. Reina la descoordinación con las fuerzas de la 153 brigada, lo que obliga a

intervenir a N. Toral42, jefe de la 32 brigada, para “explicar objetivos y como efectuar la

marcha” al resto de las unidades. El ataque se produce finalmente, según el diario, a las 5:00

del 29 de agosto, pero fue rechazado. Posteriormente, aunque un nuevo asalto, con

bombardeo aéreo incluido, se fija para las 15:00, el fortín es ocupado a las 13:15, después de

haber sido destruido las alambradas con granadas lanzabombas. Los defensores son hechos

prisioneros. Posteriormente, el día 30, se organiza un ataque con 10 tanques en este mismo

sector y se llega a las primeras casas de Belchite a las 16:20

Otro diario de operaciones, el de Sánchez Plaza43, jefe del XII cuerpo de Ejército y oficial

responsable del asalto a Belchite, relata como los ataques a la paridera se iniciaron el día 28 de

agosto desde las 17:45, cuando fuerzas de la 32 BM atacan “un fortín al E. de Belchite” (que

debería corresponderse con la paridera). La posición atacada ofrece “bastante resistencia”. A

las 11:00 se sigue atacando. En ese momento se recoge el testimonio de cuatro soldados

evadidos que afirman que la guarnición del fortín dispara por obligación, circunstancia que

quizás pueda ponerse en relación con la versión de la traición de Diego. El fortín se toma

finalmente a las 15:00 del 29 de agosto, junto a 40 prisioneros. El día 30, a las 14:00 se realizó

un ataque de carros por el SE.

Por ahora solo hemos localizado una referencia al episodio de traición desde el bando

republicano, un documental anarquista44 dedicado a la batalla de Teruel que adapta la cita al

conjunto de la batalla de Belchite: lo pone como ejemplo de propaganda y mentiras

franquistas para contrarrestar los éxitos republicanos.

Aunque todavía es necesario realizar un vaciado documental más exhaustivo, las fuentes y

testimonios consultados hasta el momento parecen dejar claro un aspecto: existe un número

importante de contradicciones en el relato de los hechos de combate sucedidos entre los días

28 y 30 de agosto en el sector este de Belchite. Ateniéndonos a los textos escritos, no

podemos descartar la existencia de una posible traición que entregara al enemigo la Paridera,

42 El propio Toral ofrece una nueva variante de los hechos. Gracias a la Información facilitada por Jaime Cinca,

sabemos que en sus memorias personales inéditas, Toral cuenta como tomó la paridera del Saso al asalto, en un golpe de mano organizado desde Codo. 43 Diario del XII C.E. en Salas Larrazabal (1973), Documento 59, tomo III, pp. 2789-2812. Los episodios relacionados

con el Saso en las pp. 2796-2799. 44 https://www.youtube.com/watch?v=5t3_AGFyK8c (min 2:16)

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aunque la mayor variedad de testimonios apunta a que si existieron combates. De la misma

manera que resulta difícil establecer documentalmente, por la falta de coincidencia entre las

diferentes versiones, un relato cronológico de lo que sucedió realmente en ese momento de la

ofensiva republicana. Ante esta situación, se pone especialmente de manifiesto el valor del

registro material arqueológico como herramienta para contribuir a la interpretación y

conocimiento de este episodio.

A juzgar por el registro y pese a la intensidad de procesos post-deposicionales ocurridos en la

zona desde 193845, de inicio debemos resaltar la existencia de un número significativo de

materiales bélicos localizados durante la excavación y prospección de la Paridera del Saso, lo

que nos hacen concluir que en este lugar se desarrollaron combates de cierta intensidad, que

deben de encuadrarse durante los primeros días de la Batalla de Belchite en 1937.

En lo que se refiere al nido blindado, toda la munición que aparece en el interior del fortín y la

trinchera podría relacionarse con el asalto republicano de los días 28 y 29 de agosto.

Estratigráficamente, el relleno final de abandono es definitivo. Aunque quizás pueden

diferenciarse dos momentos o acciones diferenciadas -posiblemente una defensa de fondo y

una de ataque que la cubre- no existió actividad bélica posterior, ya que el nivel que sella este

abandono está directamente cubierto por el derrumbe de los restos de la cubierta, caídos en el

momento en que se desmontaron intencionadamente para extraer el metal. Este registro

45 Resulta claro que el registro material resultante de los combates fue muy superior al que se ha conservado en la

actualidad, una fracción de lo existió originalmente.

Sección a partir de modelo fotogramétrico e ilustraciones

de Adrada. Ametralladora Hotchkiss

Page 73: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

73

coincide con las noticias orales y la información documental conocida hasta el momento, que

expone la inexistencia de combates posteriores (salvo, posiblemente, bombardeos) y la no

ocupación de la paridera una vez terminada la guerra.

La concentración exclusiva de casquillos de Lebel en el interior del fortín permite plantear la

existencia de una ametralladora alimentada con munición de 8 mm. Aunque cabe la

posibilidad de que la ametralladora Hotchkiss con la que en teoría, a juzgar por la información

gráfica de Adrada, estaba dotada la posición fuera francesa y no estuviera recalibrada a 7 mm,

nos inclinamos por pensar que el arma que pudo disparar fue una ametralladora Saint Étienne

M1907.

Esta ametralladora utilizaba munición Lebel46 y podía ser acoplada en el mismo trípode que las

Hotchkiss, por lo que su colocación en el peculiar sistema del nido era posible. Además, gracias

a fotografías del propio Adrada, sabemos que este modelo de arma se encontraba en el

arsenal disponible de la guarnición que defendía Belchite. Aunque las características del

sedimento han hecho que la conservación de los casquillos haya sido precaria, con altos

niveles de concreciones, los ejemplos en los que puede intuirse la marca de percusión parecen

indicar el uso por parte de un arma automática.

46 Los marcajes que han podido identificarse corresponden en todos los casos a la Pirotechnica de Bolonia, con

fechas de 1935 y 1936 (T.M. B-35/36)

Sección a partir de modelo fotogramétrico e ilustraciones

de Adrada. Ametralladora Saint Etienne

Page 74: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

74

Más problemática resulta la interpretación del registro del resto de la trinchera. La significativa

presencia de munición de Mosin Nagant pudo ser el resultado de disparos republicanos contra

los franquistas en el momento de un posible asalto que alcanzó el interior de la trinchera en

dirección al fortín. En cualquier caso, no deben descartarse factores deposicionales por los que

los casquillos pudieron caer desde el exterior al fondo de la zanja. Por el contrario, la munición

Máuser de 7 mm, tanto la disparada como la que (significativamente) no se llegó a usar47,

pudo pertenecer a los defensores. Los restos de objetos y equipamiento (cantimplora,

uniformes) depositados en el fondo podrían indicar un abandono apresurado y que no se

hubiera reutilizado posteriormente. Esto parece coincidir con testimonios orales, que apuntan

a que la paridera no volvió a ser utilizada después de la guerra.

Aunque por el momento no ha sido posible contrastarlo documentalmente, durante la Batalla

de Aragón de marzo de 1938, con las unidades republicanas en desbandada, no se registraron

combates en la posición. Estos datos, unidos a la secuencia estratigráfica permiten plantear

una hipótesis plausible por la que los restos materiales documentados corresponden con los

combates de finales de agosto de 1937, los únicos que tuvieron lugar en la posición, ya que,

recordemos, las obras de fortificación en el sector de El Saso no finalizaron hasta al menos el

mes de junio de 1937. Otros ejemplos del asalto republicano pueden ser los materiales

documentados en prospección en las inmediaciones de las aspilleras del fortín: aparecen balas

impactadas tanto de Mosin como de Máuser español, lo que indica que ambos fusiles se

emplearon en el ataque del Ejército Popular. También aparecen casquillos dispersos de Lebel y

Mosin.

En cuanto a la paridera, la secuencia documentada puede aportar información importante a la

hora de realizar la interpretación. Se pueden plantear hipótesis sobre las causas que llevaron a

su destrucción y abandono. En el interior de la estructura apareció un gran número de

fragmentos de metralla (N=112), con una concentración clara hacia el centro de la zona

excavada. El epicentro de la concentración, significativamente, coincide con el pilar más

arrasado y con la UE 103, que identificamos como la caída de la prolongación de tapial del

soporte. Podemos interpretar el patrón como el impacto de un proyectil de artillería.

Corrobora esta impresión el hallazgo de una espoleta Garrido completa al sur de la UE 103 y

pegada al muro W de la paridera. No podemos saber qué tipo de granada impactó, pero es

posible que fuera un 105. La paridera no solo recibió este impacto: la dispersión de la metralla

47 De la decena de cartuchos de 7 mm que no se llegaron a usar, al menos 6 muestran marcajes checos. Todos ellos

son de Sellier & Bellot de Praga, fechados en 1935: SB 1935 X (2 ejemplares), SB 1935 XI (2 ejemplares), SB 1935 VII (1 ejemplar).

Page 75: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

75

podría indicar otros dos impactos cercanos y, además, en la esquina NW localizamos otra

espoleta Garrido, está sin la caperuza. En el sondeo de la esquina SE apareció un fragmento de

gran tamaño de granada de mortero, deformada y con gran cantidad de concreción que

impide identificar la pieza con seguridad; podría ser un Valero o un Brandt, ambos de 81 mm.

Lo que resulta claro es que el edificio de la paridera sufrió uno o varios bombardeos de

artillería. Esto se confirma en los relatos documentales referidos anteriormente, en los que se

describe como, al menos, la paridera recibió un bombardeo artillero directo en dos ocasiones,

Page 76: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

76

una por cada bando: 20 disparos preparatorios, previos al asalto y el fuego realizado por la

batería del capitán De Diego una vez conquistada la posición por los republicanos.

Basándonos en el registro material, en principio, igualmente, cualquiera de los dos bandos

podría haber disparado estos proyectiles, por lo que podríamos estar ante bombardeos

realizados en momentos diferentes. Sin embargo, es difícil saber exactamente quién disparó

qué.

Podemos aventurar que al menos uno de los impactos que se verifican en la paridera

corresponde a las baterías republicanas, mientras que el impacto de una granada de mortero

encajaría mejor con un posible hostigamiento de la paridera por parte de los franquistas una

vez que cayó en manos del Ejército Popular. En cuanto al resto del material bélico

documentado, es posible que los republicanos hubieran atacado la posición tanto con Máuser

español como con Mosin Nagant (como parece sugerir la presencia de balas de 7 mm

impactadas en el fortín) o que estemos documentando dos momentos distintos: la defensa

franquista de la paridera y, una vez que cayó en manos republicanos, el hostigamiento de la

posición por parte de los expulsados. Las espoletas de granadas de mano localizadas en el

acceso al fortín y en el entorno de la paridera invitan a pensar que los combates no se saldaron

únicamente en la distancia.

En cualquier caso, la ausencia de restos humanos u objetos de valor en el interior de la

paridera parece indicar que los soldados tuvieron tiempo de evacuar el edificio antes de que

fuera destruido. Por su parte, la dispersión de basuras en su interior indica una interrupción

repentina de las labores de mantenimiento. Esta destrucción, en su mayor parte, al menos en

lo que se refiere a la techumbre, probablemente estuvo causada por uno de estos

bombardeos, en el que al menos uno de los proyectiles impactó en los pilares que sujetaban la

cubierta, lo que provocó su colapso. El nivel de uso documentado, en el que, además,

Material documentado en el interior de la paridera

Page 77: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

77

aparecen únicamente elementos materiales relacionados con el bando sublevado, quedó

directamente cubierto y sellado por el derrumbe del techo, por lo que debería descartarse un

uso posterior al verano de 1937.

Una ambigüedad similar rodea al entorno inmediato de la paridera prospectado con detector

de metales. De la misma manera, aparecen claras las huellas de varios bombardeos, con

marcas de impacto sobre el terreno y restos de metralla de distintos tipos de proyectiles.

Algunos elementos, como el mortero de espiga documentado deben de asimilarse claramente

con el ataque republicano. Este pudo quizás utilizarse, tal y como indica el diario de

operaciones de la 32 BM, para eliminar la defensa exterior de alambradas. En otros casos,

como el de los balines de proyectil metrallero, la interpretación es menos clara: pudieron ser

usados por ambos bandos en diferentes momentos. En este caso, podría corresponder incluso

con bombardeos franquistas realizados en marzo de 1938. El hecho de que atacantes y

defensores utilizaran armas semejantes impide por ahora reducir la equifinalidad de los

contextos, pero lo que resulta claro es que la Paridera del Saso fue escenario de combates más

encarnizados y duraderos de lo que las menciones documentales e historiográficas permiten

colegir.

Restos de bombardeos y combates en el entorno de la paridera

Page 78: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

78

4. MEDIANA

Mientras las unidades republicanas atacaban Belchite, la ofensiva sobre Zaragoza continuaba

en el resto de los sectores. Desde el día 30 de agosto, unidades de la 35 división (primer

batallón de la XI brigada y un escuadrón de caballería) además de efectivos de la 24 división,

iniciaron una serie de ataque a las líneas franquistas del vértice Sillero desde Mediana.

Además de los intentos de avance

republicanos en otros sectores, los

combates en Belchite coincidieron, o en

este caso motivaron, la movilización de las

fuerzas franquistas para organizar un

contraataque que aliviara la presión de la

ofensiva sobre Zaragoza y ayudara a los

sitiados de Belchite. Dos divisiones, la 13

del general Barrón y la 150 de Sáenz de

Buruaga, fueron rápidamente movilizadas

con el inicio de las operaciones, el mismo

día 24 de agosto, desde el frente de

Madrid, en donde habían participado en la batalla de Brunete. El 26 las fuerzas comenzaron a

llegar a Zaragoza, siendo rápidamente movilizadas a los sectores de Zuera y Fuentes. El día 30

comenzó la contraofensiva con el intento de avance hacia Belchite a través de Mediana. En

esta zona fue la 13 división la que llevó el peso del avance, que desde el entorno de Valmadrid

debía progresar hasta cortar la carretera hacia Belchite en el km 17. El avance franquista fue

rápido, llegando el 3 de septiembre a la línea marcada inicialmente, aunque sin conseguir su

objetivo de cortar la carretera y avanzar hacia Belchite.

Ante el empuje franquista, los mandos republicanos se vieron obligados a desviar tropas del

ataque a Belchite. Varias Brigadas Internacionales fueron las encargadas de realizar la defensa.

Los batallones Edgar André (41) y 12 de febrero o Austriaco (44) de la XI brigada fueron los que

combatieron inicialmente, sumándose a partir del día 3 el Thälmann (43) y del día 4 el British

Battalion de la XV brigada, junto con un batallón de la 153 brigada.

Martinez Bande (1973)

Page 79: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

79

Después de establecer varias líneas de defensa, las unidades republicanas consiguieron parar

la contraofensiva franquista. El punto máximo de avance fue la cota 381, cercana al km 17 de

la carretera, alcanzada por la 4ª bandera de Falange de Castilla. Los combates en el sector

fueron durísimos, con gran cantidad de bajas. El día 5, a pesar del fuerte empuje realizado y

ES.37274.CDMH/8.9//INCORPORADOS,1438,26. Abajo: imagen de la tiera de nadie en Mediana desde las trincheras republicanas.

Page 80: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

80

del apoyo constante desde el aire de la Legión Cóndor, el ejército franquista desistía de

continuar los ataques y de intentar socorrer Belchite.

A la dureza de los combates debe sumarse la del terreno, con grandes extensiones con una

orografía accidentada que dificultaba los desplazamientos, así como una gran escasez de agua,

problema sufrido especialmente por las unidades sublevadas, que en la urgencia de

movilizarse y atacar, no contaron con medios e intendencia suficiente.

Las tropas franquistas no fueron las únicas que sufrieron la dureza del terreno. En el bando

republicano las condiciones fueron similares. Así lo describió un brigadista del British Battalion:

“laderas desoladas, improductivas, sin árboles, que no ofrecían

ninguna protección contra los elementos y escasa cobertura contra el

fuego enemigo. Era un paisaje terrible y deprimente que parecía

carcomerle a uno y minar su espíritu”48.

Después de la conquista definitiva de Belchite el día 6 y del fin de los ataque en el sector de

Mediana, las posiciones alcanzadas se estabilizaron, emitiéndose orden desde el cuerpo de

ejército franquista de fortificarlas49. Esta orden se repitió posteriormente el día 14 de

septiembre (mediante telegrama postal) y en diciembre de

193750. Por parte republicana, los trabajos de fortificación

se inician igualmente el día 751.

El entorno de Mediana constituye un extenso (con una

delimitación mínima de un área de 56 km2) y completo

paisaje de guerra, excepcionalmente bien conservado,

gracias precisamente al carácter desértico de la zona:

sobreviven intactas, en la mayoría de los casos, tanto las

trincheras republicanas como las franquistas. La actividad

bélica previa a la batalla de Belchite, la batalla desarrollada

a inicios de septiembre de 1937 y el mantenimiento del

frente hasta la batalla de Aragón en marzo de 1938 generó

decenas de kilómetros de trincheras y todo tipo de estructuras relacionadas con líneas de

frente mantenidas durante meses de combate.

48 Walter Gregory, citado en Baxell, R. (2012), p. 266. 49 Alonso (1954), p. 11 50 Martínez de Baños (2008) p. 265. 51 Diario de operaciones de la 35 División; Baxell, R. (2012), p. 269.

Page 81: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

81

La importancia de este paisaje bélico, unida al decisivo papel desempeñado por los brigadistas

internacionales en la defensa del sector hizo que fuera necesario plantear una intervención

fuera de los límites de la población de Belchite, con la intención de considerar el marco

extenso de la ofensiva, y, más directamente, estudiar macroespacialmente el entorno de los

combates, documentar los vestigios conservados y evaluar el estado de conservación del

registro arqueológico. Para ello, gracias a la información aportada por documentación

primaria, como el diario de operaciones de la 35 división52, ha sido posible localizar el sector

que defendió una de las brigadas presentes, el batallón Británico.

Teniendo en cuenta estas condiciones, nos dimos cuenta de que no hacía falta excavar, ni

siquiera prospectar con un detector de metales, para documentar los restos de la guerra,

puesto que la escasa sedimentación ha hecho que la mayor parte de los restos sean

perfectamente visibles sobre la superficie del terreno. Decidimos por lo tanto optar por una

doble estrategia: sondear en puntos específicos y prospectar intensivamente un amplio sector

del paisaje.

52 Centro Documental de la Memoria Histórica. ES.37274.CDMH/8.9//INCORPORADOS,1438,26

Situación de fuerzas y posiciones conservadas en el sector de Mediana

Page 82: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

82

4.1. METODOLOGÍA.

Ante la gran extensión del sector, se acotaron tres zonas de registro, repartidas entre las líneas

de ambos bandos.

En el caso de las líneas republicanas, de entre las diferentes posiciones conservadas en el

sector, se seleccionó un área bien conservada y con abundante material en superficie situada

en un espolón en avanzadilla con un sistema completo de fortificación y una gran variedad

tipológica de estructuras. Esta posición se sitúa en un área cercana a la cota 381 y la zona

conocida como “Parapeto de la Muerte”, el punto donde se concentraron los combates más

importantes.

Además de la línea de frente y posiciones de combate, en la zona de retaguardia, situada en un

pequeño valle perpendicular ubicado a resguardo en contrapendiente, los trabajos de

prospección previos comprobaron la existencia de una extensa zona de vida, con una

importante cantidad de chabolas y refugios excavados en el terreno natural de yeso.

El irregular entorno de Mediana esta intensamente ocupado por posiciones defensivas, con

centenares de metros de trinchera controlando cualquier elevación o punto estratégico.

Mapa de visibilidad desde la Zona 1 republicana. En verde, las zonas visibles.

Page 83: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

83

Para localizar la línea franquista a la que se oponía la republicana, se ha combinado la

prospección superficial con análisis espaciales SIG. Para ello se han realizado estudios de

visibilidad combinados con el rango de tiro de las armas utilizadas. El resultado obtenido por

ambos métodos fue coincidente, concluyéndose que las líneas franquistas debieron situarse en

un conjunto de elevaciones sucesivas que evolucionan de oeste a este entre las cotas 433 y

406. Esta línea defensiva se encuentra a una distancia de entre 600 y 1000 m de la posición

republicana.

Acotadas las zonas de intervención, se planteó centrar los trabajos de excavación en tres

puntos con la idea de documentar una diversidad de estructuras:

Un fortín y un refugio republicanos (Zona 01).

Cinco refugios republicanos de retaguardia de primera línea (Zona 02).

Un pozo de tirador franquista de primera línea (Zona 03).

Al igual que en El Saso, se procedió aquí a excavar estratigráficamente las estructuras, con

registro tridimensional total de los materiales mediante estación total o GPS diferencial. Las

excavaciones de los refugios fueron en área y pusieron al descubierto la mayor parte de las

estructuras.

En el caso de la Zona 02, al estar parcialmente talladas en el yeso, que se derrumba con

facilidad, no se pudo vaciar el interior por completo. Esto no ha impedido, sin embargo,

comprender la organización del espacio.

Page 84: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

84

De manera similar a la metodología aplicada en El Saso, en las tres zonas se ha realizado un

registro fotogramétrico de todas las estructuras excavadas, obteniéndose modelos 3D53 y

ortofotos. Además, en el caso de la chabola GE 03, se ha realizado un escaneado laser 3D de la

estructura y todo su entorno, obteniéndose una nube densa de puntos de gran resolución.

A través de estos recursos, se llevó

a cabo el levantamiento

planimétrico de toda la Zona 01 y

la Zona 02. En el primer caso se

utilizó la estación total y en el

segundo un GPS diferencial, que

nos dio un margen de error solo

ligeramente superior al de la

estación gracias al establecimiento

de una base fija. La Zona 01 es estructuralmente menos compleja que la 02. Además de

cartografiar las estructuras existentes, se realizó una prospección sistemática de visu y con

detector de la zona y se registraron tridimensionalmente todos los artefactos localizados.

En la Zona 02 se documentó un complejo de trincheras y en torno a 80 abrigos. Aquí no se

registraron los materiales en superficie, al menos durante la presente campaña.

En el transcurso de los trabajos se realizó una modificación sobre lo planteado inicialmente. Al

comprobar durante la excavación de la Zona 01 que los resultados eran más positivos en

superficie que en los sondeos, decidimos cambiar la estrategia y dar prioridad a la prospección

y el levantamiento planimétrico. La prospección se llevó a cabo entre la Zona 01 (republicana)

y la Zona 03 (franquista), con el propósito de cubrir las líneas de ambos bandos y la tierra de

nadie entremedias. La visibilidad del terreno y la abundancia de material en superficie

permitían llevar a cabo una prospección de visu intensiva y con cobertura total de una amplia

zona y documentar los patrones de combate en todo el sector. En total se prospectaron 25

hectáreas de terreno y se registraron unos 700 artefactos con un GPS convencional.

Posteriormente se procesaron los datos utilizando SIG. Para agilizar la recogida de datos no se

utilizaron hojas de registro, al contrario que en las excavaciones y prospecciones de menor

cobertura: los datos básicos se introdujeron directamente en el GPS utilizando códigos más

largos para registrar más información. Así, mientras en la hoja de registro las piezas se

identifican por el tipo de objeto y un número correlativo simplemente, porque el resto de los

53 Algunos de estos ejemplos pueden visualizarse en https://sketchfab.com/guerraenlauniversidad

Modelo de nube de puntos obtenido mediante scanner 3D

Page 85: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

85

datos se recopilan en la ficha (CQ0001: casquillo nº1; GR0014: elemento de granada nº14), en

este caso se añadió información sobre el tipo en el propio código (CQM0001: casquillo de

Mosin nº 1; GRFR0008: granada de fragmentación nº 8). Esto facilitó, además, la labor de

procesado de los datos en el SIG.

4.2. EXCAVACIONES EN LA ZONA 01.

Las excavaciones se centraron en dos puntos. El denominado Sector 01 comprende un fortín

excavado en el sustrato, que se ubica en la parte más avanzada de la fortificación, y sus

trincheras de acceso. El Sector 02 se sitúa el extremo sur del espolón y lo componen dos

abrigos tallados en la roca y un tramo de la trinchera perimetral que rodea la Zona 01. Nos

referiremos aquí también a la prospección intensiva del entorno del fortín para poder

interpretar mejor el conjunto.

Sector 01: El fortín (GE 01) y su entorno.

La estructura GE 01 fue identificada originalmente como un refugio de tropa para dar servicio

a los soldados que se encontraban en la parte más expuesta del espolón. Sin embargo, la

excavación reveló que se trataba realmente de un fortín, con la peculiaridad de que estaba

excavado en el sustrato y tallado en la roca, en vez de construido en hormigón o piedra como

suele ser lo habitual en posiciones estables. La excavación reveló una estructura de planta

trapezoidal, con un ancho máxima (lado expuesto al enemigo) de 5 metros y mínimo de 2,5

(pared opuesta al frente). El otro eje de la estructura es de 3,8 metros máximo. La parte más

cercana al frente de tiro tiene mayor profundidad que el resto: se trata en realidad de la

misma trinchera que rodea el espolón. Todo indica que el fortín se construyó a partir de la

trinchera existente. El propósito, según veremos, fue probablemente instalar una

ametralladora Maxim. La estratificación de la estructura es sencilla: tenemos dos niveles: un

estrato superficial húmico con un suelo poco desarrollado (UE 101), que se superpone al

relleno de abrigo (UE 102). Este estrato es de textura arenosa, color blanquecino, y

compactación media. En su interior apareció bastante material, pero casi exclusivamente

casquillos soviéticos de 7,62 mm y balas de Máuser de 7,92 mm.

Page 86: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

86

Zona avanzada del sector republicana 01 con dispersión de materiales localizados en prospección.

Page 87: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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Ortofoto generada desde modelo fotogramétrico y

dispersión vertical de materiales en el interior del

fortín.

Page 88: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

88

La UE se formó por el desmoronamiento de los parapetos (UE 106) que defendían el refugio,

con lo que el material que aparece en su interior se encontraba, originalmente, en el exterior

del fortín y sobre la superficie de los parapetos. El mismo origen se puede atribuir al estrato

que sella (UE 103), que llega a alcanzar una potencia de 80 cm. Muestra una mayor

compactación y color grisáceo. Los materiales son equivalentes a los de la otra UE, aunque más

numerosos. Este estrato se superpone al nivel de uso de la estructura (UE 105), en el que se

recuperaron casquillos y

cartuchos de Mosin in situ, así

como varias cajas de munición

desmontadas. La trinchera por la

que se accede al fortín es una

típica trinchera de resistencia de

medio metro de ancho y

conservada en una profundidad

semejante. Aquí solo detectamos

la UE 102, con una potencia de

unos 40 cm. El material es menos

abundante que en el interior del

nido y se concentra sobre todo en

la parte más cercana a este:

destaca una gran acumulación de

chapas de caja de munición justo

a la entrada del fortín. Por lo que

respecta al parapeto conservado

(UE 106), aquí aparecen casi

exclusivamente balas de Máuser. La interpretación de la estructura como nido de

ametralladoras se basa en diversas pruebas. En primer lugar, la propia ubicación y forma

constructiva de la estructura. Se encuentra en la zona más avanzada y expuesta de la

fortificación republicana, esto hace que, por un lado, no sea una buena opción como refugio;

pero, por otro, le otorga un extraordinario dominio visual sobre las trincheras enemigas:

controla 900 metros de línea de trinchera sublevada situados dentro de un radio medio de 650

metros. Recordemos que el alcance efectivo de la ametralladora era de unos 2.000 m. Además,

no solo cubre y protege el frente enemigo a distancia, sino que también cubre posibles vías de

ataque menos protegidas, como las vaguadas cercanas entre las elevaciones.

Page 89: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

89

Material documentado en el fortín (GE 01): casquillos de Mosin, balas de Máuser, cartuchos de Mosin, guías de peine ed Mosin, framgmentos de granadas artilleras

y de mortero y chapas de caja de munición.

Page 90: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

90

En segundo lugar, el 80% de los materiales recuperados corresponden a munición (casquillos,

cartuchos, balas y cajas) y solo el 6% a elementos de vida (vidrio, latas, zapatos). Las

numerosas chapas de caja de munición son coherentes con la existencia de una ametralladora,

que consume muchos cartuchos. En total se recogieron 74 casquillos, la mayor parte de los

cuales (todos los que aparecen en las UEs 101, 102 y 103) debieron arrojarse fuera del nido

después de disparar la máquina. El estado de conservación no es muy bueno, pero los que

están en mejores condiciones permiten observar la marca de la percusión. En ciertos casos se

pueden identificar marcajes54. Algunos, además, muestran las deformaciones y abolladuras

típicas que causa la expulsión de la ametralladora. Si el fuego hubiera sido realizado

principalmente por fusiles, deberíamos haber encontrado un mayor número de guías de peine.

Por lo que respecta a las balas, documentamos 43, de las cuales solo cuatro pertenecen a

Mosin (dos de ellas, extrañamente, están impactadas). Las 39 restantes son munición

franquista. Solo dos balas se corresponden claramente con el calibre 7 mm. Del resto, la

mayoría parecen de 7,92 mm, aunque el estado de conservación (como suele suceder con

estas balas) es malo. Sin embargo, se aprecia en casi todas ellas deformación o explosión por

impacto. Es evidente, pues, que la estructura atrajo un nutrido fuego enemigo y de

considerable precisión. Esto reforzaría también la idea de que aquí se encontraba una

ametralladora que amenazaba a las líneas franquistas. En ningún otro punto de la Zona 01 o de

la Zona 02 encontramos una acumulación semejante de proyectiles entrantes.

La intención del enemigo de destruir este punto específico queda puesto de evidencia en otros

elementos localizados durante la prospección de la zona inmediata: identificamos un cráter de

mortero a escasos metros de la estructura, así como metralla y otros elementos

pertenecientes a granadas de Valero de 81 mm. Además, los sublevados intentaron al menos

un golpe de mano, del que han quedado huellas en la ladera del espolón y en una

prolongación de este que se extiende hacia el NW: se trata de varias Laffite explotadas o a

medio explotar utilizadas sin duda por los asaltantes y restos de granadas polacas empleadas

en la defensa por los republicanos. La dispersión de los hallazgos demuestra que los atacantes

no consiguieron llegar a la alambrada de espino que rodeaba el nido de ametralladora y del

que se conservan varios restos.

54 23 35 : ¿? Año 1935

T 25: Tulski Patronnyi Zavod, de Tula, año 1925. 35: ¿? año 1935. 3B 28: Zavod Volodarskogo, 3 = Planta de Ylianovsk, año 1935; 3B 35: Zavod Volodarskogo, 3 = Planta de Ylianovsk, año 1935. 17 22: Podolsk, año 1922.

Page 91: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

91

Page 92: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

92

Page 93: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

93

Vista general de Zona 01 y excavación del fortín (GE 01)

Page 94: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

94

En las prolongaciones del espolón al NW y WNW se han identificado puestos de escucha

avanzados, que sin duda colaboraron en frustrar los ataques franquistas. Junto a estos puestos

de escucha se registran en superficie casquillos y guías de peine de Mosin, seguramente de los

disparos efectuados por los vigías contra los asaltantes, pero también cráteres de mortero y

metralla, lo que indica que, al igual que el nido de ametralladoras, los escuchas también eran

objetivo de los ataques enemigos. Un patrón similar de puestos de vigilancia avanzados y

golpes de mano se documentó en la parte más avanzada del espolón vecino (Zona 02).

En la ladera al SW del nido de ametralladoras aparecen algunos restos de materiales asociados

a vida cotidiana que nos permiten identificar el lugar con un basurero: aparecen algunas latas,

vidrio de botella de vino y de otros tipos, un

trozo de porcelana y, lo más notable, un

puchero de café perfectamente conservado. Ya

señalamos que recogimos uno idéntico en las

ruinas de Belchite. Los desechos seguramente

se dejaban simplemente rodar ladera abajo.

Se puede señalar como curiosidad la aparición

en el interior del fortín de un cartucho de

Máuser de 7,92 mm, de la fábrica Metallwerk

Odertal en Alemania, datado en 193555.

Seguramente proceda de los golpes de mano

que, como veremos, los republicanos lanzaron

contra las trincheras franquistas.

Puchero recogido en un vertedero del Sector 01, junto al nido de ametralladora.

Sector 2: Refugio (GE 02)

El estado de conservación de los refugios de tropa en el espolón que nos ocupa es bastante

deficiente: justo detrás del fortín al que nos acabamos de referir había una serie de abrigos en

batería, de los cuales los cuatro primeros todavía se identifican relativamente bien, pese a la

colmatación. Sin embargo, las lluvias han ido desmoronando las paredes del resto y en la

actualidad ya no se pueden individualizar ni precisar sus dimensiones o morfología original. En

el parapeto de la trinchera a la que se abren los abrigos se observan algunos materiales

dispersos, mayoritariamente casquillos de Mosin y latas de conserva y en menor medida restos

55 Marcaje: P207 S*11 35

Page 95: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

95

de cajas de munición (que sin duda se reutilizaron para diversos menesteres), pequeños

fragmentos de vidrio (de botellas de vino y frascos de medicina) y un trozo de calzado de tela.

Optamos, en consecuencia, por intervenir en los abrigos situados en el extremo sur del

espolón, que se encontraban mejor conservados por haber sido tallados en una veta de yeso y

por tener una menor colmatación que los otros. De los dos abrigos existentes en esta zona se

seleccionó el de mayores dimensiones y menos colmatado. Presentaba una estratigrafía simple

compuesta por un nivel húmico poco desarrollado (UE 201), que cubría un estrato de

colmatación procedente de arrastres (UE 202) con una potencia de hasta 40 cm y en el que

aparecieron algunos materiales de la Guerra Civil (latas, casquillos, chapas de caja de

munición), y finalmente el nivel de uso (UE 206) de 10-20 cm con características semejantes al

superior, excepto por la presencia de algunas manchas de ceniza. Los materiales en este nivel

aparecen en horizontal y están compuestos por algunas chapas de caja de munición, un

cartucho, algún casquillo y hierros indeterminados. A la vista de la parquedad de los hallazgos,

se decidió no intervenir en el abrigo adyacente ni en la trinchera.

Como ya indicamos, el trabajo en la Zona 01 se completó con el levantamiento planimétrico de

la fortificación y una prospección sistemática del entorno, especialmente de la ladera SW, que

es la que está más desprovista de arbustos. Se distinguen claramente dos zonas de actividad:

en el extremo del espolón, donde se sitúa el fortín y los abrigos en batería, aparecen tanto

casquillos como latas.

Page 96: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

96

Refugio (GE 02). Vista general, desde el sur, y detalle.

Page 97: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

97

En la parte opuesta, en cambio, los materiales son más escasos, como resulta lógico: no hay

zonas de habitación y aquí la trinchera es sobre todo de tránsito y no de resistencia. En

cambio, lo que sí se ha documentado en abundancia en esta parte son restos de metralla,

particularmente fragmentos de granada de mortero del 81, así como huellas de impacto de

este tipo de mortero. De hecho, localizamos dos granadas de mortero sin explotar, una de

ellas hincada en el suelo en un ángulo de unos 45º. Es evidente, por lo tanto, que esta ladera

fue sometida a un ataque con morteros, aunque a tenor de la dispersión de los fragmentos y

los proyectiles, debió tener escaso éxito.

Síntesis interpretativa.

La Zona 01 es uno de los múltiples espolones paralelos ocupados por las tropas republicanas

durante la ofensiva de Zaragoza en el sector de Mediana. El espolón se fortificó con una

trinchera perimetral que rodea la totalidad de la elevación y a la que se abrieron varios

abrigos, por lo general en mal estado de conservación. En la zona más avanzada se construyó

un fortín excavado en el sustrato en el que se emplazó seguramente una ametralladora

Maxim, de la que se han recuperado docenas de casquillos y restos de cajas de munición. La

ametralladora atrajo el fuego enemigo, como prueba la gran densidad de impactos de bala de

Máuser en el parapeto del fortín. También motivó al menos un golpe de mano, del que quedan

testimonio en forma de restos de granadas de mano. Los ataques también se recibieron a

Granada de mortero Valero de 81 mm impactada sin explosionar, in situ

Page 98: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

98

distancia, mediante el bombardeo de la posición con morteros del 81, si bien la zona que

recibió un mayor castigo en este sentido fue la situada al SE, en donde encontramos dos

granadas de Valero sin explotar. Los refugios situados en este extremo del espolón, aunque

mejor conservados, no suministraron información relevante. Los materiales localizados nos

llevan a pensar que esta fue, ante todo una posición de combate. Es posible que tras los

momentos iniciales del combate estuviera protegida tan solo por unos pocos efectivos, que

probablemente rotaban desde la zona de retaguardia de manera coordinada con posiciones en

espolones vecinos. La Zona 01, sin embargo, debió mantener su importancia estratégica por su

gran visibilidad sobre las líneas contrarias—la cual justificaría el establecimiento de una

ametralladora aquí. Aunque se han registrado ataques e intentos de conquista de la posición,

su función principal fue la de contención y mantenimiento de líneas, realizándose

principalmente fuego a distancia, que era respondido de manera similar por las líneas del

adversario. A pesar de la importante información aportada por el registro material, por ahora

no ha sido posible identificar la unidad o unidades que ocuparon la posición, por lo que no es

factible asegurar que brigadistas británicos combatieran aquí, a pesar de que sobre el plano se

trataba de su sector. Tampoco es posible determinar si los combates documentados tuvieron

lugar exclusivamente en septiembre de 1937. La estabilidad de las defensas e infraestructuras

construidas sugieren que la posición, avanzadilla de un sector más amplio conectado con zonas

de vida y puestos de mando, mantuvo su actividad en momentos posteriores, quizás hasta

marzo de 1938, momento en que el ejército franquista conquistó definitivamente el frente

aragonés.

4.3. EXCAVACIONES EN LA ZONA 02.

La Zona 02 constituye el área más extensa y la línea principal de resistencia y de retaguardia de

esta zona de frente, siendo la Zona 01 una de sus posiciones avanzadas. En consecuencia, las

fortificaciones de la Zona 01 englobaban un área de unos 3.000 metros cuadrados, mientras

que la Zona 02 cubre un espacio en un espolón amesetado no inferior a los 16.000 m2. La

longitud máxima es de 385 metros y el ancho máximo 85, si bien en muchos sitios la meseta

tiene poco más de 20 metros. Todo el espolón está rodeado por una trinchera de resistencia

de planta ondulada excavada en tierra y roca, que se halla dotada de un parapeto de

mampostería de yeso. El espolón está cruzado, además, por varias zanjas de comunicación que

permiten atravesar la meseta de E a W o viceversa. En el sur se construyó una trinchera

circular en la que confluyen varios ramales para facilitar el tránsito.

Page 99: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

99

Planimetría general de las dos zonas intervenidas.

Zonas 01 y 02. Ubicación.

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100

Plano general de la Zona 02 y de los conjuntos de chabolas excavadas.

Page 101: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

101

En la ladera E, que es la más protegida del fuego y la visión enemiga, se construyeron más de

80 abrigos, la mayor parte de ellos unipersonales y en ocasiones con capacidad para más de

tres combatientes. Asumiendo la ocupación simultánea de todos los refugios, podemos

concluir que el poblado de la Zona 02 pudo acoger a una unidad completa de tamaño

compañía (100 a 200 soldados). Las “chabolas” se agrupan en pequeños conjuntos, situados en

pliegues del espolón, lo que da lugar a un patrón espacial en forma de herradura. Todas las

estructuras están empotradas contra la pared del espolón, que tiene una elevada pendiente, y

se encuentran semiexcavadas en la ladera. La parte no subterránea está construida con

bloques irregulares de yeso, seguramente extraídos durante la excavación del refugio. La

techumbre se hacía con arbustos, piquetas de alambrada, uralitas, tejas reaprovechadas de las

parideras vecinas y chapas de las cajas de munición. El estado de conservación es, en general,

bueno, aunque se han producido colapsos de las paredes por efecto de las lluvias. Se

seleccionaron para sondear cinco abrigos en tres agrupaciones distintas.

EXCAVACIÓN DE LA ESTRUCTURA GE 03.

La decisión de sondear esta estructura vino dada por su morfología y tamaño anómalo. Tiene

planta rectangular y un tamaño de 7 metros de largo por 4,20 de ancho. El espacio útil es de 22

metros cuadrados que se distribuyen en cuatro estancias y un pasillo. Las estancias no tienen

Page 102: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

102

muros medianeros: la división de espacios se logra mediante la utilización de distintas alturas.

Las estancias de menores dimensiones están adosadas a la ladera y elevadas medio metro.

La estructura en general está formada por un muro perimetral de mampostería de yeso en tres

de sus lados que se empotran contra el espolón por el W. La estratigrafía es simple pero

potente: bajo el nivel superficial (UE 301), tenemos un depósito de tierra arenosa y color

blanquecino (UE 302) procedente del colapso de la ladera y que cubre toda le estructura: su

profundidad varía de los casi tres metros en la zona más cercana a la pared del espolón hasta

un metro en la entrada del abrigo, en el lado opuesto. La tierra aparece mezclada con tejas

que originalmente debieron de haberse usado en la techumbre de la estructura. Este estrato

sella tres niveles de ocupación: UE 307, que se corresponde a la estancia inferior y el pasillo;

UE 303, correspondiente a una de las estancias menores elevadas, y UE 308, que es el suelo

de la segunda estancia elevada que no se llegó a excavar por la potente colmatación que lo

cubría. Las estancias elevadas son el resultado de la excavación del terreno a su alrededor para

realizar habitaciones a una cota más baja. El dejar espacios más altos puede tener por función

evitar humedades y animales, con lo que podríamos pensar que estos espacios, que son

además los que se encuentran adosados a la ladera, tendrían la función de dormitorios.

Sobre los suelos se registraron diversos

materiales, la mayor parte relacionados con la

vida cotidiana. Así, en la estancia de mayores

dimensiones (UE 307) se localizaron varios

objetos relacionados con la higiene (espejo,

cepillo de dientes, tubo de dentífrico, peine-

lendrera), a los que se une una bacía de loza para

el afeitado que apareció rota a la entrada de la

estructura. En el cepillo de dientes se lee “qualité

superieure” y en la lendrera “kamm...”. También

localizamos un pastillero metálico. Sobre el suelo

aparecieron asimismo varias latas de conservas

(dos de ellas abiertas a bayoneta) y botellas

rotas, entra las que se identificó una de jerez

Pedro Domecq (caso poco habitual en las líneas republicanas) y una en la que se lee “Parral”,

indudablemente de vino o derivado (brandy). En el estrecho pasillo entre la estancia elevada

(UE 303) y el muro de la estructura descubrimos una caja de munición de Mosin completa,

aunque sin tapa, y un perfil de alambrada, quizá reaprovechado como material de

Objetos de higiene

Page 103: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

103

construcción. En la estancia elevada (UE 303) apareció material militar de diverso tipo:

cartuchos, un peine de Mosin con tres proyectiles y, lo más llamativo, una pieza de cuero del

tahalí de una bayoneta. También documentamos un casquillo de bala de 9 mm. En todo caso,

la pistola podría relacionarse con la presencia de algún oficial en este abrigo, lo cual sería

consecuente con el mayor tamaño del edificio y su ubicación en la zona más protegida del

espolón.

El hallazgo más sorprendente de la estructura GE03, sin embargo, lo constituyen varios restos

de papel impreso. El mejor conservado es un fascículo de varias páginas que apareció en la

estancia elevada UE 303, depositado sobre el suelo. En las otras habitaciones se recogieron

trozos de menor tamaño. A la espera de la restauración56, solo podemos decir que se

identifican palabras en catalán (l’esquerra), una dirección postal, lo que parecen anuncios de la

cartelera de cine y noticias deportivas (se menciona el estadio londinense de Wembley).

56 Los restos de papel impreso se encuentran en proceso de restauración en el laboratorio del Museo Provincial de

Zaragoza.

Materiales de la estructura GE 03

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104

Caja de munición soviética y piqueta de alambrada documentados sobre el suelo de la estrucutra G03.

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105

Estructura GE 03. Documentación de hallazgos

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106

Estructura GE 03. Vistas de la construcción

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107

GE 03 detalle

GE 04 B

Restos de prensa escrita documentados en las chabolas de

la Zona 02

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108

EXCAVACIÓN DE LAS ESTRUCTURAS GE 04 A Y B

Se trata de dos estructuras adyacentes, separadas por un muro medianero de mampostería y

empotradas contra el afloramiento geológico. Forman parte de un conjunto más amplio de

cinco estructuras talladas en las vetas de yeso. En este caso, se excavaron las vetas más

blandas del yeso tabular dejándose las más duras a modo de voladizo, sobre el que debió de

montarse la techumbre. De esta tenemos constatación arqueológica: sobre la esquina NE de la

estructura GE 04A documentamos una acumulación de piquetas de alambrada y chapas de

caja de munición. Seguramente, las piquetas sirvieron para sostener la techumbre y las cajas

cumplirían la labor de las láminas de metal ondulado que se usan con frecuencia en

construcciones de tipo militar. Este material formaba parte de la UE 402, que se corresponde

con la colmatación por derrumbe de la estructura. La tierra es anaranjada y tiene bloques de

yeso desprendidos del afloramiento. La UE 402 es equivalente a la 404 de la estructura

adyacente, de la cual está separada por un grueso muro de mampostería (UE 403). Como en

los otros casos, estos depósitos de relleno homogéneos sellan directamente los niveles de

ocupación (UE 405 en GE 04A y UE 406 en GE 04B, que suministraron bastante material en

ambos casos. En el caso del abrigo GE 04A, el material más significativo apareció dentro de un

rebaje rectangular (UE 409) que crea dos niveles de suelo (como una versión en miniatura de

lo que documentamos en el refugio GE 03).

Ortofoto generada desde modelo fotogramétrico

Page 109: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

109

Los objetos más reseñables aquí son un tahalí de cuero para bayoneta, un frasquito de

medicina, un casquillo de pistola de 9 mm y varios trozos de cáscara de huevo, aparentemente

de gallina. El abrigo GE 04B proporcionó también algunos materiales de interés: destacan dos

enganches de correaje Mills (los garfios que sujetan las trinchas al cinturón), uno de ellas

todavía con restos de tela adherida, y varios restos de papel impreso, desafortunadamente

ilegible. En ambos abrigos se localizaron algunas latas y munición (cartuchos, casquillos y balas

de Mosin).

Materiales de la estructura GE 04: de arriba a abajo y por filas, munición de Mosin y pistola; guías de peine de Mosin; tahalí de bayoneta; alambre, enganches de trinchas, botón; bote de medicamento, cáscara de

huevo y latas.

Page 110: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

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Planta y sección de la estructura GE 04

Vista general de la estructura GE 04 y detalle de los elementos de cubierta (picas, chapas y cajas de munición)

Page 112: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

112

Excavación de las estructuras GE 05 y GE 06.

Se trata de dos abrigos adyacentes, estrechos y de pequeñas dimensiones, separados por un

grueso de muro de mampostería y empotradas contra el afloramiento de yeso. Forman parte

de un conjunto más amplio de estructuras adosadas. No arrojaron prácticamente material,

aunque en GE05 se pueden señalar, además de algunos casquillos y un cartucho de Mosin, tres

objetos de interés: un asa de escudilla de rancho, una bisagra de hierro, seguramente de una

paridera, que debió reutilizarse en la estructura (quizá una puerta entera), y una boquilla de

cigarrillo en la que se observan huellas de dientes.

Ortofoto generada desde modelo fotogramétrico

Materiales de la estructura GE 05

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113

Síntesis interpretativa.

La Zona 02 es una zona de vida central en todo el sector, como demuestra el número de

abrigos sin parangón en los espolones vecinos. Es posible que alojara a toda una compañía,

cuyas tropas podrían cubrir otros espolones vecinos, como el 01, al menos cuando este sector

dejó de tener importancia estratégica. Todos los refugios están construidos en la ladera E, que

es la más protegida y se halla fuera del dominio visual del enemigo. La ausencia de cráteres o

de metralla demuestra que la elección del lugar fue acertada y que la existencia de los

combatientes republicanos fue algo mejor que la de los franquistas, cuyas zonas de vida de

primera línea se encuentran llenas de impactos de la artillería republicana.

Aunque no puede descartarse su uso durante los combates de 1937, el carácter estable de las

construcciones y la elaboración de las chabolas plantea la necesidad de relacionar su

ocupación con los momentos posteriores a septiembre de 1937, cuando se estabilizaron y

fortificaron las posiciones del entorno de Mediana. Por lo tanto, los habitantes de este

campamento deben de ser identificados con soldados del Ejército Popular y no con brigadistas

internacionales, que estuvieron aquí demasiado poco tiempo como para poder dedicar tiempo

a la construcción de estructuras de la complejidad atestiguada. La unidad que ocupó este

sector, identificado como Valderranca, fue la 144 brigada, que se estableció aquí desde

septiembre / octubre de 1937 hasta marzo de 1938, momento en el que (día 12), como en el

resto del frente aragonés, el ejército franquista desbordó las líneas republicanas.

Estructuras Ge 05 y GE 06

Page 114: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

114

Uno de los elementos materiales principales que puede aportar información en detalle sobre

el momento cronológico, al menos un terminus post quem, y la unidad que ocupó estas

chabolas son los restos de papel impreso documentados. Aunque el estado fragmentario de

conservación, a falta de restauración, no permite precisar en detalle, los restos de papel

parecen corresponder con periódicos generales o prensa de guerra. Alguno de las palabras

legibles, en catalán, inciden en la idea de que los ocupantes eran españoles. El boletín que

editaba la 144 brigada en el frente de Aragón era la publicación Victoria! Si interpretamos el

lugar como el campamento de una compañía, podríamos pensar que los conglomerados de

estructuras podrían corresponderse con los pelotones con que conformaban la mencionada

compañía. Puede también hipotetizarse que el mando se alojaba en la estructura G03, que es

de grandes dimensiones. Un casquillo de pistola aparecido aquí y la abundancia de material

impreso también podría apuntar a la presencia de mandos.

4.4. PROSPECCIÓN EN TIERRA DE NADIE. ZONA 03.

La prospección en tierra de nadie se llevó a cabo partiendo de la Zona 01 y Zona 02 y

caminando en dirección NW hacia las líneas franquistas. Las zonas donde se documentó el

grueso del material es en las laderas de los propios espolones republicanos y delante de los

parapetos franquistas, así como en los espolones que llevan a estos. En los vallejos no se

identificó prácticamente material, en parte porque han sido arados continuamente, pero

también porque son zonas de enfilada de tiro que los soldados republicanos tratarían de evitar

en su avance hacia las líneas franquistas. Fuera de las zonas mencionadas, solo cabe reseñar

una espoleta de granada de mortero Brixia de 45 mm que apareció al final del vallejo entre la

Zona 01 y 02. Dado el alcance limitado de este mortero, podemos deducir que se disparó

desde la trinchera franquista más cercana, situada a unos 400 metros de distancia.

Significativamente, el punto donde intersecta el radio de la Brixia es precisamente un punto

que fue duramente castigado por los propios morteros republicanos, como veremos. Sobre el

material localizado en las faldas de los espolones republicanos no volveremos, pues ya se hizo

mención al describir el ataque al fortín en la Zona 01.

La dispersión general de los materiales revela varias cosas: en primer lugar, que los

republicanos tuvieron la iniciativa en los ataques artilleros y de fusilería, pues hay mucho más

material bélico republicano (balas, metralla, cráteres) en los parapetos franquista que

viceversa; en segundo lugar, que también realizaron más golpes de mano y estos fueron más

efectivos, según revela la dispersión de casquillos de Mosin; en tercer lugar, que determinadas

Page 115: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

115

Materiales de prospección en Tierra de Nadie

zonas recibieron una atención preferente por parte de los atacantes y se utilizaron más

habitualmente para dar golpes de mano.

Por lo que respecta a las zonas de aproximación, la dispersión de cartuchos perdidos y

casquillos disparados no deja lugar a dudas: los republicanos avanzaron por el espolón que

está situado justo delante de sus propias posiciones en la Zona 01. Este espolón ofrecía la

ventaja de estar fuera de enfilada de tiro la mayor parte del tiempo, si se progresaba por su

ladera SW. En el comienzo del espolón aparecieron algunos trozos de granada de

fragmentación, conque cabe pensar que al menos en ese punto fueron sorprendidos alguna

vez por los franquistas. No obstante, los restos de granadas no son abundantes excepto en los

propios parapetos. La presencia de multitud de Lafittes reventadas o partes de Lafitte, así

como algunos restos de granadas de fragmentación, a escasos metros del parapeto dan

prueba de que los republicanos realmente llegaron a asaltar las trincheras enemigas. También

lo sugiere la aparición de balas de Máuser impactadas, que evidencian que los franquistas

estaban disparando a muy corta distancia, quizá para repeler un asalto enemigo. De hecho, al

menos en un punto consiguieron sobrepasarlas: se trata de un tramo de trinchera de unos 50

metros lineales defendido por un pozo de tirador avanzado conectado por un ramal a la

trinchera de resistencia. En este sector encontramos 17 elementos de Lafitte y 29 balas de

Mosin impactadas. Las balas pudieron haber sido disparadas desde las trincheras contrarias,

pues se encuentran a tiro, pero las Lafitte indican claramente la proximidad de los

republicanos.

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Dispersión total de materiales en zonas 01 y 03 y prospección en zona 03

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117

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118

Dicha proximidad aparece confirmada por otro elemento: los casquillos de Mosin. Localizamos

7 vainas percutidas a menos de 25 metros de la trinchera. Una acumulación de ellas apareció a

escasos centímetros del pozo de tirador, lo que podría revelar disparos a quemarropa contra

los defensores. Decidimos excavar el pozo de tirador con la intención de completar la imagen

del asalto. En el interior aparecieron más casquillos de Mosin (N=6) y una guía de peine, lo que

ratifica la idea de que asalto fue exitoso. Pero sobre todo documentamos una docena de

casquillos de 6,5 mm de Mannlicher-Carcano57, de los cuales encontramos algunos ejemplares

más en superficie. Lo más probable, dado que la única guía de peine franquista era de Máuser,

es que en esta posición se hubiera emplazado un fusil ametrallador Breda M-1930, que dispara

el calibre mencionado. Además, se documentaron dos casquillos de 7.92 x 57 mm alemanes58

Esto explicaría el empeño republicano de atacar este punto específico, pues si no se

neutralizaba la ametralladora, toda la aproximación a la trinchera quedaría en peligro. Los

soldados del Ejército Popular no se contentaron con asaltar la posición: registramos

numerosas huellas de un ataque con morteros y, en menor medida, artillería pesada. De los

morteros registramos no menos de 14 cráteres en el sector, algunos de ellos con numerosos

trozos de metralla. Al contrario que en los parapetos republicanos, los impactos cayeron en el

parapeto mismo de la trinchera franquista en varios puntos.

57 Marcajes SMI 936 (Societá Metallurgica Italiana 1936), y dos posibles ejemplares de Hirtenberg Patronen

Zundhütchen und Metallwarenfabrik 1936, lo que confirmaría el uso de la munición con una ametralladora, ya que son específicos para ese tipo de arma. 58 Marcajes P 36 S* 81 (Polte Armaturen und Machinenfabrik AG de Magdeburg/Sachen, 1936) y P25 36 S* 28

(Metallwarenfabrik Treuenbritzen werke Sebaldushof, 1936).

Plantas y secciones a partir de modelo fotogramétrico

Munición en puesto de tirador franquista

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119

Densidad de metralla e impactos y material bélico documentado en zona 03

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120

El análisis SIG demuestra que la concentración de metralla coincide con las zonas más

castigadas por los republicanos con fuego de fusilería a distancia o por los golpes de mano.

Coincide, además, con los campos de visibilidad desde las trincheras republicanas: Más del

90% de los trozos de metralla aparece en zonas visibles desde las posiciones leales.

Además de los materiales relacionados con armamento, también registramos otro tipo de

objetos en los parapetos, todos ellos esperables en este contexto: multitud de trozos de

alambre de espino, gran cantidad de vidrio y muchas latas. La distribución diferencial de lata y

vidrio es interesante: el vidrio aparece en su inmensa mayoría dentro de la franja de los 25

metros desde la trinchera. Las latas, en cambio, aparecen hasta a diez veces esa distancia.

Puede deberse simplemente al hecho de que las latas no se rompen fácilmente y ruedan

ladera abajo. Las botellas son en su mayor parte de vino y jerez Domecq, seguidas de anís Las

Cadenas, identificable por su característica botella. En menor medida hemos localizado

también restos de medicinas, hebillas, botones, restos de cuero de correaje y suelas de

calzado. Sorprende la gran cantidad de desecho frente a los parapetos en comparación con los

republicanos, donde el material es mucho menos abundante. Quizá una explicación sea el

reciclaje de guerra, que era más intenso en la República debido a su maltrecha economía.

Finalmente, es reseñable la aparición de una espoleta de 45 mm soviética a escasa distancia de

los parapetos franquistas, al final del vallejo con forma de Y. El proyectil de 45 mm lo disparaba

tanto el tanque ruso T-26 como el antitanque M-1937. Sabemos que la batería antitanque del

batallón británico, que estaba formada por estas piezas, estuvo en la zona, con lo que no se

puede descartar ninguna de las dos opciones.

Síntesis interpretativa.

Los combates entre estas dos líneas de frente se desarrollaron entre septiembre de 1937 y, al

menos, diciembre del mismo año. Estos combates, salvo los relacionados con la batalla de

Belchite, que si formaron parte de una ofensiva coordinada y continuada en el tiempo,

posiblemente fueron bajo la forma de ataques puntuales y golpes de mano esporádicos. La

prospección en tierra de nadie ha ofrecido un panorama único sobre la dinámica bélica en este

espacio entre parapetos. A tenor de los materiales registrados hasta el momento, parece que

los republicanos en este sector específico llevaron la iniciativa y fueron más exitosos, pues la

munición del Ejército Popular aparece, al menos en dos puntos, sobre los parapetos e incluso

detrás de las trincheras. Generalmente, los golpes de mano se hacían con frecuencia para

conseguir información o desgastar al enemigo, así que no hemos de interpretar las trazas de

Page 121: Arqueología de la batalla de Belchite, 2014

121

combate como un intento de rectificación del frente (lo cual habría dejado un volumen de

restos muy superior). Además de los golpes de mano, los republicanos castigaron duramente

los parapetos enemigos con fuego artillero y de morteros. En un punto, como mínimo, dicho

fuego de mortero aparece muy concentrado, lo cual puede indicar que, o bien se trataba de

destruir un elemento específico (ametralladora o mortero), o bien se quería facilitar el trabajo

de la infantería que asaltaban las posiciones. Los soldados de la República también hostigaron

las posiciones contrarias con nutrido fuego de fusilería. Futuros trabajos de prospección en

áreas más extensas podrán ampliar la información sobre estos combates y posiblemente

precisar el momento cronológico en el que tuvieron lugar.

Rematamos esta síntesis con la descripción de un golpe de mano por parte de un brigadista

mexicano, Néstor Sánchez. Sánchez apenas contaba 19 años cuando se encontraba

combatiendo en las trincheras de Mediana, aunque era ya un veterano—comenzó en la Guerra

Cristera con 14. Desde Mediana movilizaron a su unidad para que asaltaran una posición

enemiga en Fuentes de Ebro:

“Ya obscurecía cuando llegamos a las alambradas enemigas, que circundaban la

cumbre fortificada y fue allí donde comenzó nuestro ataque a fondo, queriendo

aprovechar el factor sorpresa; a bombas de mano nos lanzamos a tratar de

destruir los obstáculos y de obligar a los fascistas a meterse a sus trincheras

mientras cortábamos con pinzas sus alambradas. Pero el enemigo, seguramente

advertido de nuestra ofensiva, mejor dicho golpe de mano, nos esperaba

preparado, nos dejó aproximarnos, incluso soldados nuestros estaban ya

cortando los alambres del obstáculo cuando se soltó el horrísono fuego de sus

ametralladoras (...) Se soltó entonces el bombardeo con granadas de mano entre

nosotros y el enemigo, iluminándose la noche con los estallidos que apagaban

los gritos de nuestros heridos que pedían ser salvados”59.

59 Sánchez Hernández, N. 1997, p. 148.

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5. MOJÓN DEL LOBO.

El vértice, monte o Mojón del Lobo fue una de las posiciones más disputadas durante el

comienzo de la guerra y uno de los principales puntos de ataque artillero y de control del

territorio republicano sobre el sector de Belchite.

Conscientes de su importancia estratégica

por el dominio de la llanura de Belchite,

los sublevados controlaron y fortificaron

rápidamente la posición, situando en ella

piezas de artillería. No fue hasta finales

de agosto de 1936 cuando las columnas

anarquistas catalanas que controlaban la zona consiguieron tomar la posición. Después de

duros combates iniciados el día anterior, el 22 de agosto efectivos de las columnas de Gerona

(batallón de montaña de Chiclana nº 1), de Tarragona (Regimiento Almansa) y de las milicias

de Tortosa conquistaron definitivamente el Mojón del Lobo60. Entre septiembre y diciembre de

1936, los republicanos construyeron un enorme complejo artillero compuesto por varios

túneles tallados en el interior rocoso de la montaña. La obra, realizada por antiguos mineros

de Utrillas61, está compuesta por un largo túnel con bifurcaciones que conectaba ambas

laderas: la de retaguardia, con la entrada y un polvorín, orientada al sur, y el extremo opuesto

hacia Belchite, en donde se abrieron 4 bocas de tiro para piezas de artillería. Desde esta

posición, en la que se situó el puesto de mando avanzado del XII Cuerpo de Ejército

republicano, se bombardeó Belchite y sus defensas durante la batalla del verano de 1937.

Como paso previo a posibles futuras intervenciones, y ante la inexistencia de cualquier tipo de

planimetría de la posición, en esta campaña se ha iniciado un registro topográfico mediante

scanner laser, con el objetivo de obtener una documentación 3D completa de todo el

complejo. Del modelo 3D resultante se ha extraído plantas y secciones del trazado de los

túneles. Desgraciadamente, dificultades técnicas han impedido que este registro mediante

scanner laser se haya completado. La última de las bocas de tiro ha sido provisionalmente

documentada mediante fotogrametría, pero será necesario finalizar la documentación de la

misma y de todo el perímetro exterior orientado a Belchite en futuras campañas.

60 Martínez de Baños (2008), pp.121-123. 61 Aunque algunos testimonios orales, recogidos por J. Cinca, apuntan a un origen asturiano. La obra fue ejecutada

por el que pasaría a llamarse 25 batallón de Obras y Fortificaciones, al mando del capitán Marquina. En los trabajos intervino el guerrillero anarquista Bautista Albesa Segura (Batista) y su grupo “Los Dinamiteros de Utrillas”

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Sección del monte Lobo y tunel a partir de Scan3D

Planta del sistema de túneles del monte Lobo a partir de Scanner 3D

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Scan laser en el interior del Mojón del Lobo

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6. CONCLUSIONES Y TRABAJO FUTURO.

De la misma manera que, como hemos visto, la historia bélica de Belchite no puede ser

reducida únicamente a la batalla de agosto y septiembre de 1937, el estudio de los elementos

materiales resultantes de esos acontecimientos tampoco pueden centrarse únicamente en el

pueblo viejo de Belchite y su entorno, si bien es el elemento más reconocido y con una mayor

carga simbólica.

Belchite formó parte de un gigantesco campo de batalla, relacionado directamente con el

frente inmediato de Zaragoza, en el que se desarrollaron importantes acontecimientos desde

el mismo mes de julio de 1936 hasta, en lo que se refiere a acontecimientos militares, marzo

de 1938, momento en que las tropas de Franco destruyen el frente aragonés. En este periodo

de tiempo, los combates y la actividad militar se sucedieron no solo en Belchite, sino también

en Mediana, Codo, el Sillero, las zonas de retaguardia cercana, como Lécera o Letux o los

sectores vecinos, como Quinto o Fuentes de Ebro. A pesar del tiempo pasado y de las

alteraciones de distinto tipo sufridas, el registro material existente en estas zonas es enorme e

importantísimo, tanto como la necesidad de estudiarlo desde una perspectiva arqueológica. La

historiografía oficial, fuertemente influenciada por la propaganda, se ha centrado en estudiar

solo algunos aspectos generales de los acontecimientos. Las fuentes documentales, en relación

a muchos matices, todavía deben de ser estudiadas en profundidad. Ante estas situaciones,

como se ha demostrado en campañas anteriores en otras localizaciones y en la de 2014 para el

caso de Belchite, el estudio de la materialidad con metodología arqueológica se destaca como

una herramienta especialmente útil para completar la investigación historiográfica y

documental. En este sentido, futuras campañas se centraran en profundizar el conocimiento

de aspectos como, por ejemplo, el sistema defensivo de Belchite, el paisaje del campo de

batalla de Mediana o los lugares en donde estuvieron presentes brigadistas internacionales.

Sin embargo, a diferencia de otros lugares, en Belchite, el fin de la guerra no supuso volver a la

situación previa del conflicto. Las decisiones propagandísticas y políticas de Franco llevaron al

abandono de la población y la construcción de una nueva, creándose un lugar de memoria que

se mantiene hasta la actualidad. Para la construcción de este nuevo pueblo, realizada por el

trabajo de presos, se construyeron varios campos de concentración, que todavía se conservan

materialmente de manera parcial en la actualidad. El proyecto pretende igualmente abordar el

estudio de estos elementos de posguerra, con la excavación y estudio de estos campos o de

aspectos como la reorganización urbana, agraria e industrial del franquismo en la zona.

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