aristóteles y el aristotelismo

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Aristóteles es (junto con Platón) el pensador más importante de toda la filosofía. La división en disciplinas que hoy conocemos (Lógica, Metafísica, Física, Ética, Política, etc.) ha surgido de él.

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    A K A L . H I P E C U

    H I S T O R I A D E L

    P E N S A M I E N T O

    Y L A C U L T U R A

  • Director de la coleccin Flix Duque

    Diseo de cubierta Sergio Ramrez

    Reservados todos los derechos. De acuerdo a lo dispuesto en el an. 270 del Cdigo Penal, podrn ser castigados con penas

    de multa y privacin de libertad quienes reproduzcan sin la preceptiva autorizacin o plagien, en todo o en parte, una obra literaria,

    artstica o cientfica fijada en cualquier tipo de soporte.

    Ediciones Akal, S. A., 2001, 2008

    Sector Foresta, 1 28760 - Tres Cantos

    Madrid - Espaa

    Tel.: 918 061 996 Fax: 918 044 028

    www.akal.com

    ISBN: 978-84-460-0628-2 Depsito legal: M -15.401-2008

    Impreso en Lavel, S. A. Humanes (Madrid)

  • Aristteles

  • a Nstor, siempre ms all

    y ms ac de todo lo que hago

    y escribo

  • IEntre Macedonia y Atenas:

    Una vida, una obra

    IEn el ao 367/6 a.C. llegaba a Atenas un joven forastero de diecisiete aos lla

    mado Aristteles. Vena de Estagira, ciudad jonia situada lejos, al Norte, en la pennsula calcdica, a escasa distancia de Macedonia.

    La Atenas a la que acuda Aristteles, all por los aos sesenta del s.IV a.C., era una ciudad importante y esplendorosa, sin duda, aunque los tiempos de su supremaca militar y poltica haban pasado ya para nunca ms volver. La hegemona poltico-militar de los atenienses haba tenido lugar durante el siglo anterior, s. V a.C. Este siglo haba asistido a importantes y asombrosos acontecimientos. Se abri con la victoria griega sobre los persas. A esta victoria sigui la fundacin de la Liga de Dlos, liderada por Atenas, confederacin que vendra a transformarse en el Imperio de los Atenienses. Fueron los tiempos del desarrollo definitivo de la democracia, del liderazgo de Pericles, de la construccin del Partenn. Despus vendra la larga y sangrienta guerra con Esparta que se prolong durante el ltimo tercio del siglo. Atenas fue finalmente derrotada (404 a.C.), y si bien poco despus recuper sus instituciones democrticas cuando terminaba el siglo (401 a.C.), su supremaca poltica y su podero militar resultaron definitivamente perdidos.

    En el s.IV a.C., cuando Aristteles llega a Atenas como estudiante, esta ciudad conservaba an la supremaca cultural -artstica, filosfica, cientfica y educativa- entre las ciudades griegas. Era la capital cultural del mundo helnico. En ella funcionaban ya dos importantes centros educativos que haban abierto sus puertas veinte aos atrs: la Escuela fundada por Iscrates (390 a.C.) y la Academia de Platn (386 a.C.). Eran dos escuelas rivales, dos centros de enseanza superior cuya finalidad fundamental era la formacin de futuros polticos, de futuros hombres de estado. La educacin que impartan tena, sin embargo, orientaciones marcadamente distintas: en la Escuela de Iscrates se conceda una atencin preferente a la ense

  • anza de la Retrica, mientras que en la Academia de Platon los estudios se orientaban a la Filosofa. Aristteles ingres como estudiante en esta ltima, en la Academia de Platn.

    Nacido en el ao 384 a.C., Aristteles era hijo de Nicmaco, amigo y mdico de Amintas, rey de la an poco importante Macedonia. Es de suponer, aunque carecemos de datos expresos al respecto, que Nicmaco llevara consigo a su hijo Aristteles a Pella, a la corte de Macedonia donde ste pasara parte de su infancia y de su primera juventud. Y es de suponer igualmente que durante estos aos Aristteles entablara conocimiento y amistad con Filipo, hijo de Amintas y futuro rey de Macedonia. Filipo y Aristteles eran dos muchachos de la misma edad.

    El oficio de su padre, mdico, debi influir en alguna medida en los intereses intelectuales de Aristteles, en su constante inclinacin a la observacin de la naturaleza, en su atencin a los procesos biolgicos, en su afn por conocer y clasificar ms y ms especies vegetales y animales. Todo esto pudo aprenderlo de su padre que, por lo dems, morira muy pronto. Muerto el padre, se hizo cargo de Aristteles un pariente llamado Prxeno. Este fue quien lo envi a Atenas, a estudir en la Academia de Platn.

    En la Academia de Platn permaneci Aristteles durante veinte aos, de los diecisiete a los treinta y siete (367-47 a.C.). Comenz como estudiante y lleg a impartir clases en ella. Durante su larga estancia en la Academia tuvo ocasin de participar en el ejercicio vivo de la filosofa, en largas e intensas discusiones sobre la ciencia, sobre matemticas y astronoma, sobre las Ideas y la dialctica, sobre retrica, tica y poltica. Pudo discutir las teoras platnicas -y los problemas que stas suscitaban- con el mismo Platn, y tambin con los discpulos ms cualificados de ste, como Jen- crates y Espeusipo. Al final de este perodo pertenecen algunas obras (perdidas) de Aristteles escritas en forma de dilogo, al estilo platnico. Y en esta poca se desarrollaron ya, sin duda, algunas discrepancias filosficas serias respecto del pensamiento de su maestro.

    Tras veinte aos de permanencia ininterrumpida en ella, decamos, Aristteles dej la Academia y march de Atenas el ao 347 a.C. Acababa de morir Platn. Mucho se ha especulado acerca de los motivos de esta marcha de Aristteles. Con frecuencia se ha relacionado sta con las circunstancias de la eleccin del sucesor de Platn al frente de la Academia. Tres eran los candidatos al cargo: los citados Espeusipo y Jencrates y el propio Aristteles. Espeusipo, sobrino de Platn, result finalmente elegido. Hay quienes han supuesto que Aristteles no fue elegido Director de la Academia a causa de sus conocidas discrepancias con el maestro y que esta postergacin fue el motivo que lo impuls a marcharse. Semejante hiptesis no me parece verosmil: en la Academia no se exiga acatamiento o fidelidad doctrinal, como demuestran las posiciones filosficas del propio Espeusipo que se opona tambin abiertamente a ciertos aspectos esenciales del pensamiento platnico, como la teora de las Ideas. Ms probable parece que la marcha de Aristteles estuviera relacionada con los acontecimientos polticos de la poca, con el enfrentamiento entre Atenas y Macedonia que haba comenzado doce aos atrs, con Filipo ya en el trono de Macedonia. El ao 348 a.C., es decir, un ao antes de la muerte de Platn y de la consiguiente marcha de Aristteles, Filipo haba saqueado la ciudad de Olinto, al norte de Potidea, en la pennsula calcdica. La reaccin antimacedonia de los atenienses pudo aconsejar a Aristteles alejarse de Atenas, dados sus viejos vnculos con Macedonia y con el propio Filipo.

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  • Con su marcha de Atenas se abre un nuevo perodo en la vida de Aristteles que se prolongar durante los doce aos siguientes, de sus treinta y siete a sus cuarenta y nueve aos de edad (347-35 a.C.). Con algunos colegas de la Academia Oencrates y Teofrasto entre ellos), se dirige en primer lugar a Assos, ciudad de la costa oriental del mediterrneo, frente a la isla de Lesbos. All reside durante tres aos acogido amistosamente por el tirano Hermias con cuya hija adoptiva, Pitias, contrajo matrimonio. De sta tuvo una hija, de nombre tambin Pitias como su madre. (Su otro hijo, Nicmaco, el que dara nombre al ms importante tratado tico de Aristteles, no nacera de Pitias, sino de Herpilis, la compaera inseparable de Aristteles tras la muerte de aqulla). Poco ms sabemos de la estancia de Aristteles en Assos, excepto que all realiz una intensa labor investigadora y docente. De Assos pas a Mitile- ne, en la cercana isla de Lesbos, donde permaneci hasta que en el ao 343 a.C. fue invitado por Filipo para que se hiciera cargo de la educacin de su hijo Alejandro que por entonces era un muchacho de apenas trece aos de edad. De la relacin de Aristteles con Alejandro, el futuro gran conquistador y creador de un vastsimo imperio, de las enseanzas que aqul procur transmitir a ste, apenas sabemos nada concretamente. A la luz de los acontecimientos posteriores podemos suponer, sin embargo, que Alejandro no debi hacer demasiado caso a las ideas de su maestro, al menos en lo que se refiere a las teoras polticas. La teora poltica de Aristteles continuaba aferrada a la ciudad-estado tradicional como institucin poltica fundamental y como punto esencial de referencia. Los proyectos y las realizaciones poltico-militares de Alejandro, por el contrario, se dirigieron a la formacin de un vasto imperio panhel- nico dentro del cual aquellas pequeas ciudades-estado perderan definitivamente su significacin y protagonismo polticos.

    Pero volvamos unos aos atrs. El ao 335 a.C. (es decir, cuando contaba cuarenta y nueve de edad), Aristteles regresa a Atenas, esta vez con la intencin de establecerse all definitivamente. En Atenas funda Aristteles un nuevo centro de investigacin y docencia, el Liceo. Al frente de ste pasara Aristteles los siguientes doce aos de su vida enseando, escribiendo y dirigiendo grandes y ambiciosos planes de investigacin.

    El ao 323 a.C. fue un ao memorable en la historia de los atenienses y del mundo helnico: en l moran Alejandro Magno y Demstenes, el mximo incitador de los atenienses contra el macedonio. Fue, adems, un ao especialmente amargo para Aristteles. A la muerte de Alejandro se reaviv entre los atenienses el odio a Macedonia y Aristteles hubo de marchar de Atenas por segunda vez, en esta ocasin para no regresar nunca ms. Contaba ya sesenta y un aos de edad y es de suponer que se sentira cansado. Busc refugio en Calcis, en la isla de Eubea de donde proceda su madre. All morira un ao despus, a los sesenta y dos, tras dejar un testamento con minuciosas instrucciones de carcter religioso, econmico y familiar, entre ellas, que los restos de su esposa Pitias fueran trados y sepultados junto a los suyos.

    La vida de Aristteles no fue una vida de aventuras. Podra pensarse, incluso, que careci de estmulos fuertes y de emociones intensas. Fue la vida de un hombre profundamente apasionado por el saber. Tuvo, adems, el privilegio impagable de conocer y tratar estrechamente a los dos hombres ms grandes, seguramente, de su siglo: fue discpulo de Platn y preceptor de Alejandro el Grande. Y de las dos veces en que hubo de abandonar Atenas, en la primera de ellas lo hizo, como sealbamos, tras la muerte de su maestro y en la segunda hubo de hacerlo tras la muerte de su discpulo.

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  • IILa ingente produccin filosfica de Aristteles suele clasificarse en tres grandes gru

    pos o apartados de naturaleza diversa: (A) ms de una veintena de escritos de divulgacin publicados por el propio Aristteles, (B) un voluminoso grupo de tratados de carcter cientfico y filosfico que, en su conjunto, se denominan corpus aristotelicumo, simplemente, corpus y (C) una serie de grandes colecciones y proyectos de investigacin dirigidos o inspirados por Aristteles y realizados con la colaboracin -o con la autora exclusiva- de estudiosos cualificados pertenecientes al Liceo.

    contenido procedentes de autores griegos y latinos. Todos estos materiales (juntamente con otros relativos a otras obras perdidas de Aristteles) han sido recopilados y editados en sucesivas ocasiones bajo el ttulo genrico de Fragmentos de Aristteles.

    La mayora de estas obras de juventud fueron escritas por Aristteles durante los ltimos aos de su permanencia en la Academia. Se trata de obras de inspiracin profundamente platnica en su forma y en su contenido. En cuanto a lo primero, sabemos (o podemos conjeturar muy razonablemente) que estaban escritas en forma de dilogo, siguiendo el gnero literario cultivado por su maestro. Por lo que se refiere a su contenido, en ellas se mantenan las posiciones filosficas fundamentales del platonismo. Especialmente significativas al respecto son dos de estas obras, el Eudemo {Acerca del alma) y el Protrptico.

    El tema central del dilogo Eudemo era la inmortalidad del alma. En l segua Aristteles muy de cerca la doctrina y las argumentaciones del Fedn platnico defendiendo la sustancialidad y la inmortalidad del alma frente a quienes pretendan reducirla a una mera armona o equilibrio del cuerpo. Tambin defenda Aristteles la doctrina platnica de la anmnesis o reminiscencia y con ella, la existencia de las Ideas o Formas transcendentes: el divino Aristteles expone tambin la causa por la cual el alma, cuando viene ac desde all, olvida lo que all ha contemplado, mientras que cuando va de aqu all no se olvida de lo que ha experimentado aqu (fg. 5 de Walzer). A pesar de las reticencias de algunos, creemos que este testimonio de Pro- clo ha de interpretarse como referencia a la contemplacin de las Ideas por el alma en su estado de separacin del cuerpo.

    El Eudemo es, pues, un dilogo ntegra y fielmente platnico. Platnico es tambin, en lo sustancial, el Protrptico cuyo contenido ha sido objeto de reconstruccin a partir de la obra de Jmblico del mismo ttulo. El Protrptico es una invitacin, una incitacin a la filosofa, a la bsqueda del saber, del conocimiento. La concepcin del saber es uno de los temas importantes en que el Aristteles maduro se alejar radicalmente de su maestro. Platn no estableca distincin esencial alguna entre el saber

    Escritos divulgacin

    Los escritos de divulgacin de que tenemos noticia pertenecen al primer perodo de la produccin filosfico-literaria de Aristteles. Por desgracia, ninguno de ellos se ha conservado ntegramente. En realidad, solamente poseemos sus ttulos juntamente con algunas referencias a su

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  • terico (cientfico) y el saber prctico (poltico, moral): en ltimo trmino, ambos remiten al conocimiento del Bien y de l dependen, y de ah que en la utopa platnica el sabio sea, a la vez, el gobernante ideal. Aristteles se opondr a esta confusin de ambas formas de saber reclamando para cada uno de ellos un mbito y un estatuto especficos. Sin embargo, este distanciamiento respecto del platonismo no ha tenido lugar an en el Protrptico, obra en que la sabidura (phrnesis) se concibe platnicamente como un saber exacto que es, a la vez, terico y prctico: este saber es ciertamente terico, pero nos capacita para ordenarlo todo de acuerdo con l (fe. 13 de Walzer).

    Entre las obras de divulgacin conocemos dos escritos en los cuales Aristteles se muestra ya sustancialmente alejado del platonismo. Son los escritos Acerca de las Ideas y Acerca de la Filosofa que contienen ya una crtica abierta a la doctrina platnica de las Ideas subsistentes. Ambos son, sin duda, posteriores al Eudemo y al Protrptico, y comnmente se supone que fueron escritos poco despus de que Aristteles abandonara la Academia.

    El dilogo Acerca de la filosofa contena ciertamente mucho ms que una crtica del platonismo. Constaba de tres partes o libros. En el primero de ellos Aristteles ofreca una historia de las doctrinas filosficas, para continuar en el libro segundo con una crtica de las Ideas platnicas (todo ello al modo en que lo har en el libro primero de la Metafsica). Finalmente, en el libro tercero Aristteles avanzaba sus propias posiciones filosficas del momento. Entre stas, merece destacarse su afirmacin de la eternidad del mundo, tesis perfectamente coherente con el rechazo de las Ideas como paradigma y del Demiurgo, por tanto, como hacedor del mundo a imagen de ellas. (Por el propio Aristteles sabemos que en la Academia se discuta apasionadamente acerca del Timeo. Y sabemos que Aristteles interpretaba de modo literal el relato platnico del origen del universo y que lo rechazaba totalmente por considerar que la hiptesis misma de una cosmognesis es incompatible con la eternidad del mundo: cf. De Celo 1,10). A pesar del rechazo de las Ideas y de la afirmacin de la eternidad del mundo Aristteles segua manteniendo, sin embargo, otros aspectos importantes del platonismo en este dilogo.

    En la Antigedad, digamos que hasta

    T ) C t v n / f l C nuestra era, Aristteles era conocido fun-LUo L U l U U U o damentalmente a travs de los escritos

    (luego perdidos) de que nos hemos ocupado en el apartado anterior. Los tratados que, en su conjunto, forman el corpus aristotelicum eran prcticamente desconocidos hasta que a finales del s.I a.C. fueron editados por el peripattico Andrnico de Rodas. A partir de entonces el corpus se convirti en la fuente definitiva para el conocimiento de la filosofa de Aristteles y en el ncleo fundamental del aristotelismo.

    Qu ocurri con los tratados de Aristteles para que se perdiera su rastro de modo casi total durante cerca de tres siglos? No lo sabemos con certeza, aunque Estrabn nos ha dejado un relato acerca de los avalares que siguieron tras la muerte de Aristteles. Segn este relato, Aristteles dej sus tratados a Teofrasto que, a su vez, se los dej a Neleo. Este se los llev a Escepsis (en el Asia Menor) donde permanecieron en poder de su familia hasta que finalmente los compr Apelicn de

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  • Teos a comienzos del s.I a.C. Posteriormente se apoder de ellos Sila llevndolos consigo a Roma donde fueron a parar a manos de Tiranin de Amisos y de Andr- nico de Rodas. Esta es la historia que cuenta Estrabn y es posible que en ella haya algo de verdad. Lo cierto es que a partir de la edicin de Andrnico los tratados estuvieron disponibles para fortuna de todos.

    El abandono del dilogo y el recurso, en su lugar, al tratado no es un cambio de carcter meramente expositivo, literario o formal. Es un cambio de mayor calado que comporta importantes implicaciones epistemolgicas. El recurso al tratado expresa la voluntad de sistema, voluntad de ordenacin sistemtica de las ciencias y, dentro de cada una de ellas, voluntad de tratamiento sistemtico de las cuestiones correspondientes. Todo el corpus aristotelicum (en su conjunto, en cada grupo de tratados, en cada tratado particular) est presidido por una clara voluntad de sistema que no proviene de Andrnico, obviamente, sino del propio Aristteles, y que facilit a aqul su ordenacin en sus lneas generales. De ah que no resulte difcil clasificar los tratados agrupndolos de acuerdo con las ramas del saber de que se ocupan.

    Cinco son los tratados de lgica que, Tratados de lgica en su conjunto, recibiran el nombre de

    Organon (es decir, instrumento: la lgica se considera el instrumento del conoci

    miento). Objeto de la lgica es el razonamiento, sus elementos y sus formas. De acuerdo con el anlisis aristotlico, y desde un punto de vista formal, los razonamientos se componen de enunciados o proposiciones y las proposiciones se componen de trminos simples. En consonancia con este anlisis, Aristteles se ocupa de los trminos en el breve tratado titulado Categoras, de las proposiciones en el tratado Acerca de la Interpretacin (De Interpretatione) y, en fin, de la estructura formal del razonamiento o silogismo en los Analticos Primeros.

    Aristteles no se detiene, por lo dems, en una consideracin meramente formal del razonamiento, sino que presta tambin atencin a sus posibles contenidos distinguiendo dos tipos de razonamiento, el apodctico (demostrativo) que es caracterstico de la ciencia y el dialctico que no alcanza el rigor de la demostracin, sino que se mueve en el mbito de lo probable y verosmil. Del primero se ocupan los Analticos Posteriores, del segundo se ocupan los Tpicos. An cabe citar las Refutaciones Sofisticas que, en realidad, no constituyen un tratado autnomo, sino el ltimo libro de los Tpicos.

    Cuatro son los tratados aristotlicos Tratados de fsica dedicados al estudio de cuestiones fsicas:y de biologa ^ s^ ca que cons a^ de ocho libros (Aris-^ tteles se refiere a los cuatro primeros

    denominndolos Acerca del movimiento), Acerca del Cielo (De Celo) dedicado al estudio del movimiento local en el Universo (en cuatro libros), Acerca de la generacin y la corrupcin (De Generatione et Corruptione) en cuyos dos libros se estudian estos procesos naturales y la Meteorologa (Meteorologica), de autenticidad cuestionada, que se ocupa mayormente de los fenmenos atmosfricos.

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  • Ms abundantes son los escritos biolgicos que, a su vez, suelen dividirse en dos grandes grupos, tratados mayores y tratados menores. El conjunto de estos ltimos (hasta un total de quince) se conoce usualmente como Parva Naturalia (Naturales pequeos o menores). Los tratados biolgicos mayores son los siguientes: Acerca del alma (en tres libros), el ms importante de todos, dedicado al estudio de la vida, en que se contiene la concepcin aristotlica del alma; Historia de los animales, voluminosa coleccin de observaciones en diez libros; a stos hay que aadir Acerca de las partes de los animales (en cuatro libros), Acerca de la locomocin de los animales (De incessu animalium)y Acerca del movimiento de los animales y Acerca de la generacin de los animales cuyos cinco libros se dedican al estudio de la reproduccin.

    Dada su naturaleza, la filosofa prime- Metafisica, ra merece ser considerada en un aparta-filosofa primera ^o independiente y especfico. Las

    investigaciones aristotlicas dedicadas a ella estn recogidas en la obra denomina

    da Metafsica que consta de catorce libros.

    Tres son los grandes tratados de Aris- Etica y poltica ttes dedicados a la moral: la Etica a Eude-

    mo, la Etica a Nicmaco y la Gran Etica (Magna Moralia), esta ltima de dudosa

    autenticidad. A ellas hay que aadir, en el campo de la filosofa prctica, la Poltica, obra compuesta de ocho libros cuyo orden relativo es objeto de controversia.

    Entre las obras de Aristteles dedicadas a temas polticos ha de citarse, en fin, la Constitucin de los Atenienses que seguramente constituira uno de los volmenes (tal vez el primero) de una amplia coleccin de constituciones recopilada en el Liceo.

    Bajo este ttulo genrico suelen incluir- Teoria del arte se dos importantes obras de Aristteles, la

    Retrica y la Potica. Esta ltima constaba de dos libros, de los cuales solamente con

    servamos el primero parcialmente. La Retrica (tres libros), por su parte, reviste un inters especial, dada su situacin fronteriza entre la poltica, la teora literaria y la teora de la argumentacin, perspectiva esta ltima desde la cual la retrica entronca con la dialctica.

    Dentro de este apartado se incluyen, ^ como decamos, los trabajos de investigao s / ^ , ? c^ n Hevados a cabo en el Liceo bajo la

    direccin o inspiracin de Aristteles que i cristalizaron en amplias colecciones, en

    C O l e c c i o n e s grandes enciclopedias e historias. En elapartado anterior hemos hecho ya alusin

    a una de ellas, la serie de las Constituciones de los Estados Griegos, uno de cuyos vol

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  • menes era la Constitucin de los Atenienses de Aristteles. La Historia de los animales, obra a la que nos hemos referido tambin con anterioridad, podra igualmente incluirse dentro de este apartado.

    Cabe citar tambin otras colecciones, como los Problemas (coleccin de 837 problemas, en su mayora de medicina) o las Disecciones (en siete libros). En el mbito de la historia merecen destacarse la historia de la aritmtica y la astronoma escrita por Eudemo, la historia de la medicina compuesta por Menn y, especialmente, la historia de las doctrinas fsicas {Opiniones de los fsicos) escritas por Teofrasto, el sucesor de Aristteles al frente del Liceo. De esta ltima obra, principalmente a partir de compendios realizados en el perodo helenstico, procede la mayor parte de la informacin (doxografa) que nos ha llegado sobre las doctrinas de los filsofos pre- socrticos.

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  • II

    La razn y sus

    procedimientos: la lgica

    En el captulo final de las Refutaciones sofsticas (obra que, como hemos sealado, constituye en realidad el libro ltimo de los Tpicos), Aristteles hace un balance de su propia contribucin a la lgica comparando la situacin en que sta se hallaba por entonces con la situacin en

    que se hallaban los estudios de retrica. En el caso de esta ltima, seala Aristteles, existan estudios anteriores, se haban escrito manuales a los cuales era posible referirse. En el caso de la lgica, por el contrario, nada se haba hecho con anterioridad: pero no es el caso, escribe Aristteles, que una parte de esta disciplina estuviera plenamente realizada y otra parte no, sino que no haba absolutamente nada (Refsof 34, 183b34-36). Y un poco ms adelante insiste: y si bien sobre los temas retricos haba muchas cosas dichas desde antiguo, acerca del modo de razonar no contbamos en absoluto con nada anterior que mereciera mencionarse, sino que estuvimos trabajando durante largo tiempo investigando a base de esfuerzo (ib. 184a8-b3). Con orgullo no disimulado Aristteles reclama para s el papel de pionero.

    No es exagerado, en absoluto, afirmar que Aristteles es el fundador de la lgica como disciplina, como estudio sistemtico del razonamiento. La teora lgica de Aristteles no surgi ciertamente de la nada. Surgi y se desarroll estimulada originalmente en -y por- cuestiones suscitadas y debatidas en la Academia. Pero no es menos cierto que Platn no escribi ninguna obra sistemticamente dedicada a cuestiones lgicas. Demos, pues, a cada cual lo suyo y concedmosle a Aristteles la paternidad reclamada.

    En la terminologa aristotlica razonar se dice syllogzesthai y razonamiento se dice syllogisms, o sea, silogismo. El silogismo o razonamiento, segn la conocida definicin de Aristteles, es un discurso en el cual, una vez puestas ciertas cosas, necesariamente resulta, a travs de las cosas establecidas, algo que es distinto de las

    Lenguaje y razonamiento

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  • cosas establecidas (Tpicos I l,100a25-27. Cf. tambin en An.Pr. I 1, 24bl8-20). Lo que resulta necesariamente en el razonamiento es la conclusin. Las cosas de las cuales resulta la conclusin, las cosas puestas o establecidas, son las premisas. Obsrvese la estructura del siguiente silogismo estrictamente aristotlico:

    premisas: s todos los vegetales son vivientes ytodos los pinos son vegetales,

    conclusin: entonces todos los pinos son vivientes.

    El ejemplo muestra que tanto las dos premisas como la conclusin son proposiciones o enunciados. El ejemplo muestra tambin que las proposiciones son, a su vez, compuestas de trminos: Vegetal, viviente y pino son trminos, dos de los cuales entran en cada una de las proposiciones que componen el silogismo.

    Aristteles estudia las proposiciones El enunciado como en su breve tratado Acerca de la Interpre-H G P i i r c n a r i n f n t nn tacin (De Interpretatione). El objeto dediscurso apoianuco este tratado ^ de ahf u tulo) e d ^

    curso apofntico o declarativo, es decir, aquella forma de discurso que desvela, que muestra a las claras alguna faceta o modo de ser de la cosa de que se habla. Mostrar abiertamente, en vez de ocultar: ste es el sentido del verbo apophanein, del sustantivo apphansis y del adjetivo apop- hantiks. As, en el Protgoras de Platn Scrates recurre a este verbo al subrayar la franqueza del viejo sofista: tal confianza tienes en t mismo que, mientras otros ocultan tal arte, t, mostrndote a cara descubierta ante todos los griegos, llamndote a t mismo sofista, te has mostrado abiertamente como maestro de educacin y de virtud (seautn apphenas paideseos kai arets didskalon) (348E-49A). La apphansis consiste, pues, en mostrar algo como algo (Protgoras se muestra a s mismo abiertamente como maestro de virtud). Esto es precisamente lo que hacen los enunciados declarativos (Protgoras es maestro de virtud), al contrario que otras formas del discurso (interrogativos, imperativos, etc. : es Protgoras maestro de virtud?) que no desvelan el modo de ser de las cosas.

    El discurso apofntico, el enunciado, puede ser afirmativo o negativo. En palabras de Aristteles, el discurso apofntico afirmativo muestra algo acerca de algo (as, el enunciado Scrates es moderado muestra o pone de manifiesto algo, la moderacin, acerca de algo, acerca de Scrates: muestra a Scrates como siendo moderado). El discurso apofntico negativo, por el contrario, muestra algo separado de algo (el enunciado Scrates no es embustero muestra algo, el embuste, como separado de algo, de Scrates: muestra a Scrates como no siendo embustero) (De Int. 6, 17a25-26).

    Adems de afirmativos o negativos, los enunciados pueden ser universales o particulares. Combinando ambas clasificaciones se obtienen cuatro tipos de enunciados: (1) universales afirmativos, (2) universales negativos, (3) particulares afirmativos y (4) particulares negativos. Aristteles estudia las relaciones lgicas existentes entre ellos: entre (1) y (4), as como entre (2) y (3), hay contradiccin; entre (1) y (2) hay contrariedad; entre (3) y (4) hay compatibilidad; de (1) a (3), y

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  • de (2) a (4) hay, en fin, implicacin. A este anlisis corresponde el clebre parale- logramo de la relacin entre las proposiciones transmitido por el aristotelismo escolstico.

    La descripcin aristotlica del discur- LOS s ig n i f i c a do s so apofntico (algo acerca de algo)V las ca tegor as comporta claramente que el enunciado no^ es una locucin simple. Posee una estruc

    tura compleja consistente en la combinacin de dos trminos o locuciones simples: as, el enunciado los vegetales son vivientes resulta de la unin de los trminos vegetal y viviente.

    Al estudio de los trminos o locuciones simples est dedicado el librito titulado Categoras. De acuerdo con su significado, Aristteles clasifica los trminos en diez gneros o grandes grupos: entidad (sustancia, ousa), cantidad, cualidad, relacin, lugar, tiempo, posicin en que algo se encuentra, estado en que algo se halla, accin y pasin. He aqu el texto aristotlico con los ejemplos utilizados para ilustrar cada una de las categoras:

    cada una de las expresiones simples significa o bien la entidad o bien la cantidad, la cualidad, la relacin, dnde, cundo, la posicin, el estado, la accin o la pasin. Bre

    vemente: entidad es, por ejemplo, hombre, caballo; cantidad, por ejemplo, de

    dos codos, de tres codos; cualidad, por ejemplo, blanco, experto en gramtica;

    relacin, por ejemplo, doble que, la mitad que, mayor que; dnde, por ejemplo, en el Liceo, en el gora; cundo, por ejemplo, ayer, el ao pasado; posicin, por ejemplo, est sentado, est tumbado; estado, por ejemplo, est armado, est calzado; accin, por ejemplo, cortar, quemar; pasin, por ejemplo, ser

    cortado, ser quemado. Por s mismo, ninguno de estos trminos expresa afirmacin

    alguna: la afirmacin se origina con la combinacin de ellos entre s. (Cat. 4,lb25 ss.).

    Mucho se ha discutido acerca del origen de esta clasificacin categorial: de dnde toma Aristteles las categoras, cmo y a partir de qu las deduce? Por lo pronto, ha de reconocerse que la tabla aristotlica de las categoras no es el resultado de deduccin alguna en sentido estricto. Andando los siglos, Kant reprochar a Aristteles que su tabla categorial es una mera enumeracin rapsdica. Kant tiene razn seguramente en este reproche. Aristteles parece haber procedido de un modo ms o menos inductivo en su descubrimiento y fijacin. Y si bien es verdad que en el contexto de la lgica (Categoras y Tpicos) Aristteles menciona expresamente las diez categoras, en obras posteriores y en otros contextos (en sus indagaciones de tipo ontolgico, por ejemplo) no parece especialmente interesado en mantener que son diez, y estas diez precisamente. Lo que siempre parece interesarle de un modo primordial es subrayar (a) el hecho mismo de la pluralidad de las categoras y (b) la prioridad de la categora primera respecto de todas las dems.

    Aristteles, en efecto, concede una prioridad absoluta a la categora primera, la de entidad o sustancia {ousa). A ella pertenecen tanto los individuos (Scrates, este perro concreto) como los predicados que definen esencialmente a los individuos (hombre, perro, animal: es decir, los gneros y las especies). En las Categoras Aris

    15

  • tteles denomina a los individuos entidades primeras y denomina entidades segundas a los gneros y especies. Las entidades son el eje sobre el que gira el lenguaje, el ncleo al que se orienta y remite el discurso. Por su parte, esta primaca concedida a la categora de entidad determina decisivamente ciertos aspectos sustanciales de las filosofa aristotlica. Determina, en primer lugar, que el modelo bsico y fundamental de enunciado sea precisamente el que exhibe la estructura de sujeto-predicado. Tomemos nuevamente como ejemplo el enunciado Scrates es moderado: en su mostrar algo acerca de algo, lo que se muestra es el predicado (moderado), aquello acerca de lo cual se muestra es el sujeto (Scrates). Ahora bien, el sujeto por antonomasia, aquello que es siempre sujeto y nunca predicado, es la entidad individual, las entidades primeras.

    Pero hay ms. Si el sujeto por antonomasia del discurso (su referencia ltima) son las entidades individuales, los predicados que cabe atribuir a stas son de muy distinto rango y condicin. En realidad, hay tantas clases posibles de predicados como categoras. Tomemos a Scrates una vez ms como sujeto de nuestro discurso. De Scrates podemos decir muchas cosas, podemos atribuirle multitud de predicados. Podemos decir, por ejemplo, que es un hombre (entidad, ousa), que es de corta estatura (cantidad), que es moderado (cualidad), que est en el gora (lugar), que va descalzo (hbito), etc. Pero obsrvese que solamente el primero de estos predicados dice o exhibe realmente qu es Scrates (un hombre, un ser humano); los dems no dicen qu es, sino de qu tamao es, de qu talante moral, dnde anda y cmo viste. Esto marca una distincin radical entre la categora de entidad y el resto de las categoras, sea su nmero el que fuere. Cuando el sujeto es una entidad primera, un individuo, solamente los predicados pertenecientes a la categora de entidad (es decir, las entidades segundas, gneros y especies) dicen o muestran qu es el sujeto. Tratndose de este tipo de sujeto, los predicados de la categora primera exhiben aspectos esenciales de su ser, muestran su esencia. Por el contrario, los predicados pertenecientes a todas las dems categoras exhiben solamente rasgos suyos no esenciales, exhiben sus accidentes. (Cf. Tpicos I 9, 103b20-39).

    A menudo se ha discutido, en fin, si la clasificacin aristotlica de las categoras se refiere al lenguaje, a las expresiones lingsticas, o si se trata, ms bien, de una clasificacin de los distintos tipos de realidad existentes. En ella se ofrece, sin duda, una clasificacin de todos los predicados posibles, y como tal pertenece al mbito del discurso. Pero en el discurso apofntico, como hemos visto, se manifiestan la estructura y los aspectos de la realidad misma y, por tanto, las categoras manifiestan la diversidad real de las realidades extralingsticas. Son, pues, categoras del exhibir la realidad (lenguaje) y lo son tambin de la realidad exhibida.

    El estudio de la estructura del razona- La estructura de los miento se lleva a cabo en los Analticos r a z o n a m i e n t o s Primeros. En esta obra Aristteles redu

    ce toda la posible variedad de razonamientos a unos cuantos esquemas vlidos

    que, a su vez, son reducibles a un esquema fundamental, el llamado silogismo de la primera figura. A esta figura pertenece el ejemplo ms arriba propuesto:

    16

  • premisas: (si) todos los vegetales son vivientes ytodos los pinos son vegetales,

    conclusin: (entonces) todos los pinos son vivientes.

    Este ejemplo sirve adecuadamente para analizar los elementos y la estructura del silogismo. Todo silogismo se compone de tres enunciados (las dos premisas y la conclusin) y de tres trminos. Los trminos son denominados por Aristteles, respectivamente, mayor, medio y menor. El trmino medio (vegetal en el ejemplo) aparece en ambas premisas y no aparece en la conclusin: es el que sirve de puente o enlace entre los otros dos. Cada uno de stos (viviente, pino) aparece, a su vez, en una de las dos premisas, y ambos componen la conclusin. En realidad, cuando Aristteles denomina medio al trmino de enlace no lo hace simplemente porque realice esta funcin. Lo hace porque ocupa una posicin lgicamente intermedia entre los otros dos: est contenido en el trmino mayor y, a su vez, contiene al menor. Nuestro modo de expresar los enunciados no muestra con claridad esta circunstancia que, sin embargo, resulta fcilmente perceptible si recurrimos al modo aristotlico de enunciar:

    viviente se da en todo vegetal, vegetal se da en todo pino, viviente se da en todo pino,

    Esta formulacin, en efecto, permite comprender mejor cmo vegetal es medio, siendo viviente mayor y pino menor que l, a la vez que permite captar ms claramente la marcha efectiva del razonamiento (del trmino mayor al menor pasando por el trmino medio). En ello consiste la gracia de este esquema silogstico, y de ah que Aristteles lo considere como figura primera.

    Adems de esta figura, Aristteles analiza otras dos figuras vlidas en las cuales el trmino medio no aparece en el puesto correspondiente. Aristteles considera, como indicbamos, que estas dos figuras son reducibles a la primera y estudia los procedimientos lgicos de tal reduccin o conversin. De este modo construye una teora del razonamiento vlido, de las figuras del silogismo y de los distintos modos posibles del mismo atendiendo a la cantidad (universal, particular) y a la cualidad (afirmativo, negativo) de los enunciados que se utilicen. Una teora formal del razonamiento que, en lo esencial, permanecer inalterada e insuperada durante siglos, hasta el desarrollo contemporneo de la lgica a partir del s. XIX.

    Demostrar y argumentar

    muy distinta ndole en cuanto a su origc que en ciertos mbitos razonamos con

    El estudio aristotlico del razonamiento no se detiene en sus aspectos formales. Aristteles est interesado, no solamente en su forma, sino tambin en sus usos posibles y, por tanto, en sus posibles contenidos. Un esquema lgico puede, en efecto, llenarse con proposiciones de

    n y su verdad: en trmino generales digamos premisas verdaderas, mientras que en otros

    17

  • mbitos razonamos a partir de premisas meramente probables o verosmiles. En el primer caso los razonamientos son cientficos, en el segundo caso son dialcticos.

    El silogismo cientfico es denominado Ciencia y Pr Aristteles silogismo demostrativodemostracin (apodeiktiks) o, simplemente, demostra

    cin (

  • ciencia absolutamente universal que pretendiera ocuparse de todo lo real sin vincularse a un gnero determinado. Esto ltimo pretenda ser precisamente la dialctica platnica tal como aparece definida y proyectada en los libros centrales de la Repblica, proyecto que Aristteles declara inviable al establecer que slo puede haber una ciencia cuando el conocimiento se vincula un gnero determinado.

    El segundo aspecto de la doctrina aristotlica de la ciencia que merece una atencin especial se refiere al conocimiento de los principios. Como veamos, el conocimiento cientfico es demostrativo, la ciencia es demostracin. Toda demostracin se hace a partir de ciertas premisas. En algunos casos las premisas (cuando no son verdaderamente ltimas) podrn ser demostradas a su vez a partir de otras premisas, pero este retroceso en busca de demostraciones ha de tener un lmite: de no haber un lmite, nos veramos abocados a un proceso regresivo infinito que excluira la posibilidad misma de la demostracin. El lmite lo constituyen los principios de cada ciencia que ya no son demostrados. Y puesto que la ciencia es, de suyo, demostracin, Aristteles concluye que los principios de la ciencia no son conocidos mediante ciencia, sino intuitivamente. La capacidad de intuir o captar inmediatamente los principios es denominada por Aristteles nous, palabra que a veces se traduce como entendimiento o como intelecto y a veces como inteleccin o, simplemente, intuicin (An.Post. II 18, 100b5-17).

    La demostracin (ciencia) es un caso particular de razonamiento, aqul que parte de premisas verdaderas. No siempre, sin embargo, nos es posible argumentar cientficamente. Muy a menudo

    nos vemos en la necesidad de razonar en mbitos no susceptibles de demostracin. Pinsese, por ejemplo, en el mbito de la deliberacin sobre asuntos morales o polticos, en general, en aquellos dominios en que se enfrentan entre s opiniones discordantes. Tambin en estos casos cabe ser razonable, es posible comportarse racionalmente. Y un modo de comportarse racionalmente en estos casos es precisamente argumentar.

    Aristteles caracteriza genricamente el mbito de la argumentacin como mbito de la dialctica. El estudio del razonamiento dialctico, de sus formas e instrumentos, es llevado a cabo por Aristteles en los Tpicos y en las Refutaciones sofsticas. (Aun cuando por razones de estrategia expositiva nos referimos a estas obras en ltimo lugar, en realidad constituyen la primera contribucin de Aristteles en el mbito general de la lgica). Al comienzo mismo de los Tpicos la dialctica se define del siguiente modo: el objetivo de este estudio es encontrar un mtodo gracias al cual seamos capaces de razonar (syllogzesthai) partiendo de opiniones establecidas respecto de todo problema que se nos proponga, y si somos nosotros los que sostenemos algo, de no decir nada contradictorio (11,100al8-21). En esta breve definicin se concentran los aspectos ms relevantes de la concepcin aristotlica de la dialctica.

    En primer lugar, Aristteles seala que el razonamiento dialctico parte de opiniones establecidas. No parte, pues, de enunciados verdaderos, de enunciados de cuya verdad nos conste (como hace el razonamiento cientfico), sino de opiniones. Pero no parte tampoco de cualquier tipo de opiniones, sino de opiniones establecidas,

    Dialctica y argumentacin

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  • opiniones que gozan de aceptacin. Las opiniones establecidas son denominadas por Aristteles ndoxa, palabra que se traduce a menudo como opiniones probables. Las opiniones establecidas (aceptadas, probables) son aqullas que, en palabras de Aristteles, son compartidas o por todo el mundo, o por la mayora de la gente, o por los sabios; y en el caso de los sabios, bien por todos ellos, bien por la mayora, bien por los ms conocidos y reputados (ib. 100b21-24). Al moverse en el mbito de las opiniones, la argumentacin dialctica recurrir a aqullas que gozan de mayor (o ms cualificada) aceptacin.

    En segundo lugar, Aristteles seala que la dialctica permite argumentar acerca de cualquier problema que se nos plantee. La dialctica es universal, capacita para argumentar (encontrar argumentos) sobre cualquier tema o asunto, no se limita a ningn mbito o gnero determinado. Y puesto que solamente puede haber ciencia cuando los razonamientos se refieren a un gnero, la dialctica no produce conocimiento cientfico. De este modo Aristteles se enfrenta al platonismo. Platn conceba la dialctica (en la Repblica) como un conocimiento rigurosamente cientfico y universal a la vez. Aristteles, por su parte, mantiene el alcance universal de la dialctica, pero a costa de negarle cualquier pretensin de alcanzar el estatuto de ciencia.

    En tercer lugar, la dialctica se sita, como en su lugar propio, en el contexto del dilogo, de la discusin, es decir, en el mbito de las opiniones contrapuestas, ambas susceptibles de ser defendidas y atacadas con argumentos. El dialctico sabr argumentar contra la opinin propuesta por el otro sometindola a prueba y a eventual refutacin, pero tambin sabr sostener la opinin propia con argumentos siendo capaz de no decir nada contradictorio, es decir, evitando ser refutado por caer en contradiccin. Al subrayar la dimensin dialgica de la dialctica (dimensin olvidada por Platn hasta cierto punto, al menos en determinados contextos), Aristteles recobra la tradicin procedente de la sofstica.

    En el captulo siguiente Aristteles se refiere a los servicios intelectuales que puede prestar la dialctica. Entre los sealados merece destacarse el servicio que puede prestar a las ciencias. La dialctica es til, dice Aristteles respecto de los principios de cada ciencia. En efecto, a partir de los principios propios de cada ciencia establecida no es posible decir nada acerca de ellos mismos, puesto que los principios son anteriores a todo lo dems, sino que resulta necesario discurrir acerca de ellos basndose, en cada caso, en las opiniones establecidas; ahora bien, esto es lo propio o exclusivo de la dialctica. Y es que siendo, como es, refutativa, proporciona el camino hacia los principios de todas las ciencias (101a37-b3).

    Lo que en este pasaje se dice acerca del conocimiento de los principios de cada ciencia parece inconsistente con lo establecido en el pasaje ms arriba citado de los Analticos Posteriores (II 18, 100b5-17). En el pasaje arriba citado se deca, en efecto, que los principios de cada ciencia se conocen intuitivamente, aqu se dice que su conocimiento se alcanza a travs de la discusin dialctica. Tal vez se trate de una inconsistencia ms aparente que real: quizs el texto de los Analticos Posteriores haya que interpretarlo en el contexto de una ciencia cuyos principios estn ya establecidos, mientras que este texto de los Tpicos se refiere a la discusin de los mismos con vistas a su establecimiento. Cabe entender, por lo dems, que la captacin de los principios advenga tras su sometimiento a prueba por la dialctica. En todo caso, resulta profundamente sugestiva esta imagen de los principios de las ciencias sometidos a prueba (a crisis) dialcticamente.

    20

  • III

    Naturaleza, universo, vida:

    la fsica

    El crecimiento de una encina es un cambio natural, su destruccin por un rayo es un cambio violento, la construccin de una mesa con su madera es un cambio artstico, tcnico. Los dos ltimos cambios tienen en comn el ser originados por un agente exterior a la encina (el rayo y el arte del artesano respectivamente). No son movimientos naturales. El crecimiento de la encina, por el contrario, es un cambio o movimiento que tiene su origen en la encina, no fuera, sino en ella misma. Es un cambio o movimiento natural. Aristteles define la naturaleza (physis) como principio interno del movimiento que se da en los seres naturales. Estos, en efecto, al contrario que los seres artificiales (artefactos) poseen en s mismos el origen o principio de su propia actividad, de sus cambios y movimientos.

    La naturaleza, en tanto que principio interno de movimiento, comprende y determina ciertas pautas de actuacin, ciertos modos especficos de comportarse espontneamente y desde s. A la naturaleza de cada cosa pertenecen, pues, ciertas capacidades de actuacin cuyo destino es precisamente actualizarse (as, la capacidad de crecimiento de la encina se actualiza y cumple en el proceso de su desarrollo), de modo que la actualizacin de tales capacidades constituye el fin de los movimientos o procesos naturales. Por lo dems, la naturaleza de cada cosa se identifica con su esencia, con lo que cada cosa es. Es la esencia, pero considerada no estticamente, sino dinmicamente, en tanto que principio de actividades y operaciones propias.

    La idea de naturaleza determina un mbito de la realidad, el mbito de los seres naturales, el de las cosas que existen por naturaleza (physei), en oposicin a aquellas otras que no existen por naturaleza, sino por arte (artefactos) o por abstraccin (objetos matemticos): es el mbito de los cuerpos sujetos a movimiento. La idea de naturaleza determina adems un punto de vista o perspectiva para el estudio de stos, el punto de vista de su corporeidad y movilidad. Este mbito y este punto de vista corresponden a la ciencia fsica. La fsica, en efecto, estudia los seres naturales (cuerpos sujetos a movimiento) y los estudia precisamente en tanto que son cuerpos

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  • sujetos a movimiento. Alternativamente cabe decir que la fsica estudia los seres naturales precisamente desde el punto de vista de su naturaleza.

    A la naturaleza de los seres naturales pertenece, pues, el movimiento. De ah que al fsico, a su vez, corresponda esencial y prioritariamente el estudio del movimiento.

    mente mostrado en la experiencia. No es necesario, pues, demostrar la existencia del movimiento. No obstante, la tradicin filosfica anterior haba resultado conmocionada por la argumentacin de Parmnides que conduca a declarar la imposibilidad racional del movimiento. Partiendo del axioma lo que es, es (y no puede no ser) y lo que no es, no es (y no puede ser), Parmnides conclua en que la nocin misma de movimiento es de suyo contradictoria: cualquier cambio o movimiento real comportara, en efecto, o bien que algo que no es venga a ser y sea, o bien que algo que es venga a no ser y no sea. El movimiento exigira el cambio -rechazable y rechazado- de no ser a ser o de ser a no ser.

    En el libro primero de la Fsica Aristteles se enfrenta a la tesis de Parmnides a travs de un anlisis de los factores que intervienen en el movimiento. De acuerdo con este anlisis, (1) todo cambio o movimiento tiene lugar entre contrarios: de negro a blanco, de ignorante a sabio, etc. De dos formas contrarias, la una desaparece (negrura, ignorancia) y la otra aparece en su lugar (blancura, saber); (2) los contrarios son factores necesarios pero no suficientes para explicar el movimiento. En efecto, los contrarios se dan siempre en un sujeto (hypokemenon): hay algo, un sujeto, que es primero negro y luego blanco y hay alguien, un sujeto, que es primero ignorante y es sabio despus. El sujeto permanece a travs del cambio. 1res son, por tanto, los factores implicados en todo cambio: el sujeto, la forma que desaparece y la forma contraria que aparece en su lugar. Y puesto que se trata de formas contrarias, la que desaparece en el cambio puede considerarse funcionalmente como ausencia o privacin de la que aparece: la negrura es ausencia o privacin de blancura y, por tanto, el cambio de nuestro ejemplo puede describirse, bien como movimiento de negro a blanco, bien como movimiento de no-blanco a blanco. De ah que Aristteles concluya que los tres factores implicados en el movimiento son sujeto, privacin (de la forma que se adquiere) y forma (que se adquiere).

    Pertrechado con los resultados de este anlisis Aristteles se enfrenta a Parmnides. Hay algo en lo que ste tena, sin duda, razn: que el movimiento no puede originarse ni a partir de lo que es, del ser, ni a partir de lo que no es, del no ser, si ambos trminos se toman de modo absoluto y sin ulteriores matices. Pero es posible matizar y distinguir. El movimiento parte ciertamente del no ser, de no ser sabio a ser sabio: parte de la privacin que es una manera de no ser. Pero no parte del no ser, de la privacin en s, sino de la privacin en cuanto se da en algo que es, en el sujeto. Recurriendo a la misma mati- zacin cabe afirmar que el movimiento parte del ser, de algo que es: el sujeto, el hombre que llega a ser sabio en nuestro ejemplo. Pero no parte de l en tanto que es, sino en tanto que no es an sabio, es decir, en cuanto afectado por la privacin, por el no ser.

    Este anlisis aristotlico merece una doble consideracin. En primer lugar, conviene subrayar que no se trata de un anlisis reductivo, sino factorial y funcional:

    movimiento La realidad del movimiento, la existencia de cambios en el Universo es un hecho incuestionable, un dato irrefutable-

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  • no se pretende encontrar elementos de cuya composicin resulte una realidad compleja. Se trata, ms bien, de descubrir factores o funciones implicados en el movimiento: en ste ha de haber algo que funcione como sujeto, algo que funcione como privacin o no ser y algo que funcione como forma adquirida. Qu sean estos algos depender ya en cada caso del tipo de cambio de que se trate. En segundo lugar, el anlisis muestra cmo el trmino final o resultado de todo movimiento es compuesto de un sujeto y una forma.

    En su explicacin del movimiento Aristteles recurre adems a otro esquema conceptual, el correspondiente a las nociones de potencia (dynamis) y acto o actualizacin (ienrgeia, entelcheia) . El recurso a estas nociones permite tambin hacer frente al reto de Parmnides.Nuevamente ha de sealarse que la deficiencia del razonamiento de ste consisti en tomar las nociones de ser y de no ser de una manera absoluta, sin matices: digamos ahora que las tom unvocamente, sin distinguir diversos sentidos y, por tanto, diversos modos de ser y de no ser. Una piedra y una semilla no son un rbol, pero no lo son de distinta manera: aqulla no lo es ni puede serlo, sta no lo es, pero puede serlo. En trminos de la teora, la piedra no es rbol ni actualmente ni potencialmente, mientras que la semilla no es actualmente, pero es potencialmente un rbol. En el primer caso el movimiento es imposible, jams la piedra llegar a ser un rbol. En el segundo caso el movimiento es posible: en las condiciones adecuadas la semilla se convertir en rbol. El movimiento parte, pues, del no ser, de lo que no es, pero no simplemente, sin ms, sino de lo que no es actualmente, pero es potencialmente aquello a lo que el movimiento conduce. El movimiento es el paso, el progresar del estado de potencia al estado de actualidad. Aristteles lo define como actualizacin de lo que est en potencia en tanto que tal, es decir, en tanto que est en potencia.

    Esta concepcin del movimiento en trminos de potencialidad y actualizacin comporta ciertas consecuencias de notable importancia, de las que sealaremos brevemente tres. (1) En primer lugar, el movimiento se concibe, no como un estado de los cuerpos, sino como un proceso orientado a un fin. Al exponer ms arriba la nocin de naturaleza (physis), hemos sealado que Aristteles la concibe teleol- gicamente: la naturaleza de cada cosa, decamos, comporta ciertas capacidades cuyo destino y fin es actualizarse. El movimiento, en general, es el proceso por el cual se actualizan tales capacidades. Para comprender un proceso es necesario entender el fin al cual tiende y en el cual se cumple. (2) La teora comporta, a su vez, la anterioridad del acto respecto de la potencia (cf. Metafsica IX 8), la primaca de aqul sobre sta, puesto que aqul es cumplimiento y perfeccin y sta es imperfeccin y deficiencia. Desde esta consideracin cobra sentido pleno el principio aristotlico del movimiento segn el cual necesariamente, todo lo que se mueve es movido por otro (Fsica V II1, 241b24) o, ms explcitamente, lo que es en acto se genera siempre de lo que es en potencia por la accin de algo que es en acto (Metafsica IX 8, 1049b24-25). Se exige, en definitiva, que el que mueve posea actualmente la forma o perfeccin que el sujeto del movimiento posee slo de modo potencial. (3) La aplicacin de este principio, juntamente con el principio que establece la imposibilidad de una serie infinita de seres que movieran siendo movidos, a su vez, por otro, lleva a Aristteles a situar la causa ltima de todos los movimientos del Universo en un ser que mueve sin estar l en movimiento, un ser en acto y carente de potencialidad que mueve eternamente la primera esfera celeste. La argumentacin al re specto se

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  • halla ampliamente desarrollada en el ltimo libro de la Fsica. Con la afirmacin de la existencia de este moviente inmvil se alcanzan los confines de la fsica, ciencia de los seres corpreos sometidos a movimiento. En efecto, dado que el moviente supremo no es corpreo ni est sujeto a movimiento, su estudio ha de corresponder a otra ciencia denominada por Aristteles teologa o filosofa primera.

    An resta una ltima observacin acerca de la teora aristotlica del movimiento. Hasta ahora hemos utilizado indistintamente los trminos cambio (metabole) y movimiento (knesis). Estos, sin embargo, no son estrictamente sinnimos. Aristteles reconoce cuatro tipos de cambio: entitativo o sustancial, cuantitativo, cualitativo y local. El primero corresponde a la categora de entidad (ousa) y es aqul en el cual se producen, o bien se destruyen, entidades o sustancias (generacin y corrupcin). Los otros tres no son ya cambios sustanciales, sino accidentales y tienen lugar, respectivamente, en las categoras de cantidad (aumento y disminucin), cualidad (alteracin) y lugar (traslacin, desplazamiento). En ellos no se generan o destruyen sustancias, sino que la sustancia afectada se modifica en sus determinaciones accidentales (tamao, cualidades o lugar que ocupa). Slo estos tres, solamente los cambios accidentales son movimientos en sentido estricto.

    Aristteles se siente particularmente

    T / jo p u n t y P f i C/7C orgulloso de su teora de las causas.L*Uo L w U l J U LU l lo U d . segn esta teora las causas que intervie-

    nen en todo proceso real (y, por tanto, lasEl hlemorfismo causas que es necesario especificar paraexplicar adecuadamente cualquier proceso) son cuatro: (1) la materia o sujeto

    afectado por el proceso, (2) la forma adquirida por el sujeto, (3) de dnde se origina el movimiento (con esta frmula se refiere Aristteles a lo que posteriormente se denominar causa eficiente o agente) y, por ltimo, (4) el para-qu, el fino finalidad del proceso. Puede resultar extrao para el lector actual que Aristteles se refiera a cuatro tipos de causa, acostumbrados como estamos a llamar causa solamente a la enumerada en tercer lugar, a la causa eficiente o agente. Pero Aristteles tiene buenas razones para llamar causas a las cuatro: cada una de ellas seala a un factor aducible como respuesta a la pregunta por qu? y el conjunto de todas ellas agota las posibilidades de responder pertinentemente a tal pregunta. Segn Aristteles, causas son estas cuatro y solamente estas cuatro.

    En realidad, ya nos hemos tropezado con las cuatro causas en el apartado anterior, al estudiar la teora del movimiento. Al analizar los factores que intervienen en ste (sujeto, forma y privacin) subraybamos que el trmino o resultado del movimiento es siempre una realidad compuesta de un sujeto y una forma: cabe igualmente decir de ella que es compuesta de materia y forma, ya que los trminos sujeto (hypokemenon) y materia Qiyl) son funcionalmente sinnimos. Esto implica que aquello que funciona como materia y aquello que funciona como forma son distintos para cada caso y contexto. As, en los cambios accidentales (Scrates aprende y llega a ser msico) el sujeto o materia es un individuo, una sustancia o entidad perfectamente determinada en su ser (Scrates, un hombre) siendo la forma una determinacin accidental de ella (el conocimiento musical en nuestro ejemplo). Por el

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  • contrario, en el cambio estitativo o sustancial la materia es un sustrato indeterminado a partir del cual, y en virtud de la forma, se constituye una sustancia o entidad.

    La doctrina segn la cual las sustancias o entidades naturales son compuestas de materia y forma se denomina hilemorfismo. En rigor, cabra hablar de hilemorfismo tambin en el caso de la composicin de una sustancia con un accidente (Scrates- msico) puesto que aqulla funciona como materia y ste como forma. Pero en su sentido primero y radical el trmino hilemorfismo se aplica a la estructura de las sustancias naturales, compuestas de un sujeto material indeterminado y de una forma {edos) sustancial que actualiza y determina a una sustancia singular como individuo perteneciente a una especie natural (un hombre, un caballo, etc.).

    El esquema de las cuatro causas puede aplicarse tambin (analgicamente) a los procesos producidos por el arte (tchn). As, en el caso de la produccin de una estatua podra tambin preguntarse de qu est hecha (de bronce: materia), qu es (una Atenea: forma), quin la ha hecho (tal vez Fidias: agente) y para qu (fin: para ganar dinero, tal vez). No obstante, entre los procesos artsticos y los naturales hay una diferencia radical. As, al contrario que en las producciones artsticas, en los procesos naturales (1) la forma y el agente son especficamente idnticos, ya que el agente es la misma forma existente en el progenitor: un hombre engendra a un hombre; (2) adems, y esto es especialmente relevante, la forma y el fin se identifican, el fin de la generacin no es otro que la actualizacin misma de la forma. Hasta ahora, puesto que todo proceso natural tiene un fin, hemos hablado de teleologa. La teleologa aristotlica se muestra ahora abiertamente como teleologa inmanente: las generaciones naturales no tienen otra finalidad que la actualizacin incesante, generosa y gratuita de las formas, de las especies.

    La forma {edos) es acto, actividad. Al desarrollo de esta idea y de sus implicaciones dedicar Aristteles ulteriores reflexiones, especialmente en la Metafsica y en Acerca del alma. En la Metafsica (IX 6) encontramos una interesante distincin entre dos tipos de actividad a los que Aristteles propone denominar respectivamente movimientos {kineseis) y actos {enrgeiat). Los movimientos se caracterizan por poseer un fin distinto de ellos mismos, por ejemplo, la actividad de edificar una casa, y por ello cesan una vez alcanzado el fin: no se va a un sitio cuando ya se ha llegado a l, ni se edifica cuando ya se ha edificado. Por el contrario, las otras actividades -para las que reserva aqu el nombre de actos- no tienen un fin distinto de ellas mismas y, por tanto, no tienen por qu cesar: uno ha visto y sigue viendo, piensa y ha pensado. Aquellas acciones son incompletas de suyo, stas son completas, perfectas. Obviamente, la forma es acto o actividad de esta ltima clase.

    La vida y el alma. El conocimiento

    tado Acerca del alma. El estudioso ha de te que Aristteles no separa en absoluto

    Entre los seres naturales Aristteles presta una atencin especial a los vivientes. A stos, a los fenmenos y procesos relacionados con la vida dedica multitud de pginas en distintos escritos. Desde el punto de vista filosfico la ms importante de sus obras biolgicas es, sin duda, el tra- cercarse a esta obra teniendo muy presen-l biologa de la psicologa: el conocimiento

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  • intelectual, la memoria y el deseo son fenmenos vitales como la nutricin, el crecimiento o la reproduccin. Existe ciertamente una gradacin o escala en las funciones vitales (vegetativas, sensitivas, racionales) y Aristteles la reconoce y tematiza sealando que las superiores implican y suponen las inferiores: as, todo viviente que posee sensacin posee tambin vida vegetativa, pero no a la inversa {Acerca del almaII 3, 414b 19-32). Pero todas ellas son funciones vitales y Aristteles las considera como diversas manifestaciones de la vida.

    Al comienzo de este captulo veamos que Aristteles define la naturaleza (physis) como principio interno del movimiento que se da en los seres naturales. Al principio interno del movimiento en los vivientes Aristteles lo denomina alma. El alma es, pues, la naturaleza del viviente. Recurriendo a los conceptos centrales de su fsica Aristteles define al alma como forma y como acto. El viviente natural es una entidad compuesta, una sustancia hilemrficamente constituida. El alma es la forma: el alma es necesariamente entidad en cuanto forma (edos) de un cuerpo natural que en potencia posee vida(/. II 412al9-22). Y puesto que la forma es acto, actualizacin y actividad (como explicbamos ms arriba y Aristteles repite en este mismo pasaje), el alma es acto: si cabe enunciar algo en general acerca de todo tipo de alma, habra que decir que es el acto primero de un cuerpo natural organizado (ib. 412b4-6). El alma es el acto, la actualizacin o cumplimiento de la capacidad de vivir propia de los organismos naturales. Se trata evidentemente de aquel tipo de acto que, como veamos al final del apartado anterior, es perfecto o completo y no tiene fin alguno fuera de su propio ejercicio y actividad.

    El alma, dice Aristteles, es acto primero. Esta expresin invita a una doble consideracin. (1) En primer lugar, cabe preguntarse por qu introduce Aristteles el alma en la explicacin del fenmeno de la vida. Tal vez por incapacidad para romper con una tradicin que no cuestion nunca radicalmente la existencia del alma? Puesto que el organismo posee potencialmente vida, y el acto es siempre actualizacin de la potencia correspondiente no sera ms coherente decir que la vida es la actualizacin de un cuerpo natural que en potencia tiene vida? (T.Calvo, 1978, 112-120). En el pensamiento de Aristteles alma (psych) y Vida (zoe) tienden, sin duda, a sinonimizarse. Pero hay un aspecto del vivir de los vivientes que Aristteles toma en consideracin: vida llamamos usualmente a las operaciones o actos que ejecutan los vivientes (nutrirse, ver, desplazarse, sentir, etc.): en estas actividades consiste el vivir. Ahora bien, a menudo los vivientes (cuando estn dormidos, por ejemplo) no estn ejecutando algunas de estas funciones sin que por ello pierdan la capacidad de ejecutarlas, sin que por ello dejen de estar vivos (ib. 412a23-b9). Estas mltiples operaciones vitales son consideradas por Aristteles como actos segundos y la fuerza de que brotan, fuerza que se canaliza y cumple a travs de ellas es el acto primero, el alma, que muy bien podra caracterizarse como la vitalidad originaria del organismo. Hay, pues, acto primero (alma, vitalidad) y hay operaciones o actos segundos. (2) De acuerdo con la teora general de acto y potencia, el acto es siempre actualizacin de una potencia determinada. Esto exige que a cada tipo de acto segundo corresponda una potencia determinada (nutritiva, locomotriz, apetitiva, etc.). De esta exigencia surge la teora de las facultades o potencias del alma. Aristteles estudia las distintas potencias o capacidades que pertenecen a cada uno de los tipos de alma o niveles de vitalidad.

    En el estudio aristotlico de las capacidades o potencias vitales sobresale, por su inters intrnseco y por su relevancia histrica, el anlisis del conocimiento. Tambin

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  • en ste se recurre a las nociones de materia/forma y potencia/acto. Si en la nutricin el viviente recibe la materia de la sustancia nutritiva, en el conocimiento el cognos- cente recibe la forma de lo conocido sin su materia: de ah la clebre comparacin aristotlica con el anillo que deja su forma en la cera sin dejar en ella su materia (Acerca del alma II, 12). Conocer es, pues, captar la forma de lo conocido asimilndose a ello. Esta explicacin vale para todo conocimiento, sensible o intelectual.

    Al analizar el conocimiento intelectual Aristteles introduce una clebre y controvertida distincin entre dos facultades o funciones que denomina respectivamente entendimiento activo y entendimiento pasivo {ib. III 5). Para ello recurre a dos tipos de consideraciones distintas. En primer lugar aduce una consideracin de carcter general: en todo proceso natural intervienen un factor activo (agente) y un factor pasivo (sujeto, materia). Nada, decamos, pasa de la potencia al acto a no ser por la accin de algo ya en acto. Tambin en el conocimiento intelectual habr, por tanto, un entendimiento en acto que piensa y conoce sin interrupcin, al contrario de lo que ocurre con el entendimiento particular de los individuos, entendimiento pasivo que a veces piensa y a veces no. Adems y en segundo lugar, Aristteles atiende al proceso especfico del conocimiento recurriendo a la clebre analoga platnica de la luz: como la luz ilumina los colores actualizndolos, as el entendimiento activo ilumina, actualizndolas, las formas inteligibles. Aristteles no es suficientemente explcito respecto de la relacin existente entre ambos entendimientos. En todo caso, del texto aristotlico cabe deducir que el entendimiento activo, siempre en acto, no es individual: es el mismo para toda la especie humana y solamente l es incorruptible. La participacin de los individuos humanos en este entendimiento comporta, por lo dems, que la antropologa aristotlica no es dualista, sino trialista: cuerpo, alma, entendimiento. El alma es forma del cuerpo, el entendimiento activo no.

    Todos los cambios, sustanciales y acci-

    W 1 1J f! 11) Y) dentales, acontecen en el Universo. En laL/1 l/l n i U t oU tierra y bajo la esfera celeste ms prxima

    a ella (regin sublunar) tienen lugar las

    V su estructura generaciones y las corrupciones, y tam-^ bin toda suerte de movimientos cualitati

    vos, cuantitativos y locales. Los cuerpos celestes, por su parte, estn sujetos solamente a movimiento local, circular y eterno.

    Aristteles se ocupa del Universo y de los movimientos que en l acontecen en el tratado Acerca del cielo {De Celo). Este tratado presenta caractersticas peculiares. Por lo pronto, puede muy bien considerarse como una rplica al Timeo platnico: a la cosmognesis platnica responde Aristteles con la descripcin de un Universo increado, eterno. (Ya en el captulo primero hemos hecho referencia a la polmica sobre la cosmognesis y la interpretacin del Timeo en la Academia). Puesto que la epistemologa aristotlica prohbe la confusin de gneros {supra p. 18), el estudio del Universo ha de hacerse desde el punto de vista de la fsica. Contra la pretensin de Platn y de insignes astrnomos de la antigedad, la astronoma no es una rama de las matemticas, sino un captulo de la fsica: se trata de explicar, por medio de principios fsicos, el por qu de la estructura real y de los movimientos del Universo. Por lo dems, en la cosmologa aristotlica se mezclan observaciones y supo-

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  • siciones a menudo gratuitas y apriorsticas. Veamos las lneas fundamentales de la concepcin aristotlica del Universo.

    Por lo que se refiere a la estructura del Universo, ste es nico, finito, simtrico y esfrico. En l hay direcciones absolutas: arriba y abajo, delante y detrs, izquierda y derecha son independientes del lugar que ocupe un presunto observador. Por lo que se refiere al movimiento, Aristteles comienza sentando que solamente hay dos tipos de movimientos simples, el rectilneo y el circular, y que solamente estos dos pueden ser movimientos naturales. Aplicando esto ltimo a la estructura del Universo se concluye que solamente hay tres posibles clases de movimientos naturales: de abajo arriba (a partir del centro), de arriba abajo (hacia el centro) y circular (alrededor del centro). Los dos primeros (rectilneos) tienen lugar en la regin sublunar (las piedras caen, el humo asciende). El movimiento circular, el nico susceptible de durar indefinidamente puesto que su trayectoria no tiene principio ni fin, corresponde a los cuerpos celestes.

    Hablamos de movimientos naturales, movimientos acordes con la naturaleza (physis) de cada cuerpo. La concepcin aristotlica de todo movimiento natural como proceso comporta que en el mundo sublunar los cuerpos tienden por naturaleza a ocupar un lugar determinado en el Universo: los cuerpos se mueven naturalmente hacia el lugar en que reposan sin violencia y reposan sin violencia en el lugar hacia el que naturalmente se mueven (De Celo I 8, 276a23-26). Hacia arriba se mueven naturalmente los cuerpos pesados, hacia abajo los ligeros. Pesantez y ligereza son propiedades intrnsecas y absolutas, no relativas a la densidad del medio en que un cuerpo se encuentre. La tierra es pesada, el fuego es ligero, e intermedios son el agua y el aire: de este modo introduce Aristteles los cuatro elementos. La tierra permanece inmvil en el centro del Universo porque ste es su lugar natural. Estas ideas aparecen tambin en la Fsica. En cuanto a los cuerpos celestes, puesto que no se mueven ni hacia arriba ni hacia abajo, sino alrededor del centro, no son ni ligeros ni pesados. En realidad, su naturaleza es distinta, poseen otra esencia (la quinta esencia o quinto elemento). Son inalterables e incorruptibles. Son sustancias divinas.

    Sobre el movimiento de los cuerpos celestes cabe hacer dos obsevaciones. En primer lugar, en el De Celo su movimiento es concebido como natural, no como intencional: seguramente Aristteles no haba desarrollado an su teora del primer moviente inmvil. En segundo lugar, la heterogeneidad radical de los cuerpos celestes respecto de los cuerpos sublunares excluye toda posibilidad de hallar una explicacin unificada, nica, para el movimiento de los unos y de los otros. La ciencia moderna refutar definitivamente este prejuicio y con l la imagen entera del Universo aristotlico.

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  • IV

    A la bsqueda de la filosofa

    primera: la metafsica

    Hay, segn Aristteles, tres tipos de saberes: productivos, prcticos y tericos o teorticos. Los primeros (artes, ciencias aplicadas: tchne en griego) tienen como finalidad la produccin de objetos, de artefactos. Los segundos tienen como finalidad la regulacin de la conducta. Ambos estn, pues, orientados a la accin. Frente a unos y otros, las ciencias o saberes te

    ricos no estn orientados a la accin, nada resulta de ellos fuera de ellos mismos, no tienen otra finalidad que el conocimiento mismo. Esta es su gracia y en esto reside su superioridad, y por esto son ms valiosos y ms estimables que aqullos.

    En la Metafsica (VI 1) Aristteles cla- La ciencia primera sifica, a su vez, las ciencias tericas en fsi

    ca, matemticas y ciencia o filosofa primera. La fsica se ocupa de una parcela

    de lo real, de aquellas realidades que no son ni inmateriales ni inmviles (ya en el captulo anterior sealbamos que su mbito es el correspondiente a los cuerpos sujetos a movimiento: supra, p. 21). Las ciencias matemticas, por su parte, se ocupan de realidades que son inmviles, pero no inmateriales (los objetos matemticos, en efecto, no existen fuera de las realidades materiales y sensibles, segn Aristteles). La filosofa primera, en fin, estudia realidades que son a la vez inmviles e inmateriales, es decir, no sujetas a movimiento y cuya existencia no tiene lugar en sustrato material alguno.

    Esta clasificacin de las ciencias tericas (a la que nunca renunci Aristteles, que sepamos) es sealadamente platnica en su origen y en sus connotaciones, lo cual

    Las ciencias tericas. La filosofa primera

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  • plantea ciertos problemas y sugiere no pocos considerandos. Su platonismo se manifiesta, en primer lugar, en que estas tres ciencias no son situadas al mismo nivel, como si se tratara del reparto de un gnero en tres especies coordinadas, sino que aparecen jerarquizadas entre s: prueba de ello es que la ltima es denominada ciencia (o filosofa) primera. Hay, pues, un orden jerrquico en las ciencias tericas. Adems, y en segundo lugar, la clasificacin parece traer su fundamento del orden de la realidad, de la gradacin platnica de tres tipos de seres realmente existentes: seres fsicos sensibles, seres matemticos y seres ideales o Ideas. Al negar la subsistencia de los seres matemticos (contra Platn), Aristteles rechaz este orden real. Mantuvo, sin embargo, la clasificacin correspondiente de las ciencias tericas.

    El rechazo de la existencia separada de los seres matemticos guarda relacin, por su parte, con dos aspectos importantes de la ordenacin aristotlica de las ciencias. Guarda relacin, en primer lugar, con la nula importancia que se concede a las matemticas en el mbito de la fsica y de la cosmologa. Ya en el captulo anterior subraybamos que contra la pretensin de Platn y de insignes astrnomos de la antigedad, el estudio del Universo ha de hacerse desde el punto de vista de la fsica (:supra, p. 27). La fsica no puede recurrir a las matemticas, no solamente por el principio epistemolgico general que prohbe que unas ciencias invadan el gnero de las otras 0supra, p. 18), sino por la ms especfica y contundente razn de que los objetos matemticos carecen de subsistencia y, por tanto, no pueden ser causas reales explicativas de movimiento real alguno. La negacin de la subsistencia de los seres matemticos guarda relacin tambin -y consiguientemente- con el rechazo de cualquier pretensin de convertir a las matemticas en ciencia o filosofa primera. Candidatos a constituirse en ciencia primera son solamente, en principio, la fsica y la teologa: as pues, si no existe ninguna otra entidad fuera de las fsicamente constituidas, la fsica ser ciencia primera. Si, por el contrario, existe alguna entidad inmvil, sta ser anterior, y filosofa primera, y ser universal de este modo: por ser primera. Y le corresponder estudiar lo que es, en tanto que algo que es, y qu-es, y los atributos que le pertenecen en tanto que algo que es (Metafsica VI 1, 1026a27-32).

    Estas lneas -que siguen a la clasificacin de las ciencias tericas- merecen ser ledas con cierto detenimiento. Dentro de su proyecto jerarquizador de las ciencias Aristteles se pregunta cul de ellas ha de ser considerada como la primera. Las matemticas, insistimos, no son siquiera mencionadas como posible aspirante a este puesto. El planteamiento, por lo dems, es simple. Si existe alguna entidad inmvil e inmaterial, la ciencia que se ocupe de esta entidad ser la ciencia primera: desde esta ciencia ser posible arrojar luz sobre la naturaleza (physis), sobre la estructura y los procesos propios de los seres naturales. Si, por el contrario, no existe ninguna entidad de este tipo, sino que solamente existen seres naturales (cuerpos sujetos a movimiento), entonces la fsica ser ciencia primera: a ella, en efecto, corresponder el conocimiento de los principios y de las causas de todo lo real, puesto que todo lo real -ex hypothesi- pertenecer al mbito de la naturaleza. El ltimo extremo de la alternativa planteada (la fsica es la ciencia primera) fu adoptado por los filsofos presocrticos. Aristteles, sin embargo y en lnea con el platonismo, mantendr el otro miembro de la alternativa: la ciencia primera es la que se ocupa de la(s) entidad (es) inmaterial (es) e inmvil (es).

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  • El prrafo que hemos transcrito pre- Ciencia primera, senta otro aspecto ms complicado an yciencia universal m^s Prblemtico. En principio, las cien

    cias tericas de la clasificacin tripartita se presentan como ciencias particula

    res, es decir, como ciencias que se ocupan de una parte o parcela de la realidad: a la fsica corresponden las realidades sometidas a movimiento, a la filosofa primera (teologa) la(s) entidad (es) inmaterial (es) e inmvil (es). Y, sin embargo, en la lneas finales del prrafo citado se dice de sta ltima no solamente que es anterior y primera, sino tambin que es universal: ser universal de este modo: por ser primera.Y le corresponder estudiar lo que es, en tanto que algo que es, y qu-es, y los atributos que le pertenecen en tanto que algo que es (ib.). En la ciencia primera, precisamente por ser primera, vienen a fundirse (o confundirse?) dos perspectivas tericas, dos ciencias dispares: de una parte, la teologa, ciencia a la que compete estudiar la(s) realidad (es) suprema (s) y de otra parte, una pretendida ciencia universal capaz de hacerse cargo de todo lo real, de lo que es (to n, el ente en la traduccin latina y medieval) sin restriccin alguna, estudindolo en tanto que algo que es (hi n, en tanto que ente) simplemente, y no en tanto que es tal o cual cosa: no, por ejemplo, en tanto que es fuego o en tanto que es una lnea, pues en tal caso habramos cado ya en los mbitos respectivos de la fsica y de las matemticas, sino simplemente en tanto que es.

    En el libro cuarto de la Metafsica Aristteles se haba comprometido con la constitucin y desarrollo de esta ciencia universal al afirmar enfticamente que hay una ciencia que estudia lo que es, en tanto que algo que es (el ente en tanto que ente segn la versin tradicional de esta frmula) y los atributos que por s mismo le pertenecen (Met. IV 1,1003a21- 22). Aristteles no da nunca un nombre a esta ciencia que andando los siglos vendra a denominarse ontologa. Y puesto que ontologa deriva del participio griego del verbo ser (n/ntosy ente, algo que es) y Aristteles utiliza este participio para nombrar lo estudiado por esta ciencia, no vemos inconveniente en utilizar la palabra ontologa para referirnos en lo sucesivo a esta ciencia universal aristotlica.

    En la filosofa primera confluyen, pues, la teologa (ciencia, en principio, particular) y la ontologa (ciencia, por principio, universal). Se trata de una autntica integracin o de una insoportable confusin de ambas? Entre los aristotlicos y los aristotelistas esta pregunta no ha encontrado una respuesta unnime. Volveremos a ella tras considerar por separado y sucesivamente las dos ciencias aristotlicas implicadas.

    Lo que es en tanto que algo que es (ontologa)

    El libro cuarto de la Metafsica se abre, decamos, con la afirmacin enftica de que hay una ciencia que estudia lo que es en tanto que algo que es, ciencia -aade Aristteles inmediatamente- que no se identifica con ninguna de las denominadas particulares (ib).

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  • La institucin de una ciencia universal Es posible u n a como la propuesta, capaz de abarcar todoO n tO lo g i a COmO rea* toc* ^ue es considerndolop i p n r i a i i n v p r e a P desde el puni de vista de su ser, desdec e ti n a u u i v c i s d i . el punto de vista de que es, resulta mayor-

    mente problemtica. Contamos, desde luego, con el participio presente del verbo ser {to n, lo que es) aplicable a todo sin restriccin, a toda realidad y a cualquier aspecto de la misma. No obstante, para la constitucin de una ciencia (que sea realmente una, que posea unidad) no basta con tener a la mano una palabra aplicable a todo aquello que pretendemos englobar bajo su consideracin. El trmino o palabra con que se menciona el objeto de una ciencia ha de ser unvoco, ha de poseer un significado nico y mediante ste ha de delimitarse un gnero. Y aqu es donde surge la dificultad para instituir una ontologa como ciencia. El verbo ser (y por ende, su participio: to n, lo que es) no es unvoco, sino que posee mltiples y diversas significaciones. Es aplicable a todo, sin duda, pero no siempre en el mismo sentido: ser, algo que es -repite Aristteles- se dice de muchas maneras (cf. Met. IV 2). Y como consecuencia de su multivocidad, al verbo ser no le corresponde realmente la unidad de un gnero. Su aplicacin es trans-genrica (entre los aristotlicos se dir que es transcendente o transcendental), se extiende a todo (fuera de su aplicacin solamente quedara lo que no es, es decir, no queda nada) y, por tanto, no deslinda un gnero determinado frente a otros cualesquiera.

    En el captulo segundo nos hemos referido a las estrictas condiciones impuestas por Aristteles para la constitucin de una ciencia. Cada ciencia, decamos, estudia un gnero determinado demostrando sus propiedades a partir de los principios que le son propios. Por ello toda ciencia como tal es particular de modo que estrictamente hablando, no es posible una ciencia absolutamente universal (.supra, pp. 18-19). Ahora, al proclamar en la Metafsica la constitucin de la ontologa como ciencia universal, Aristteles es plenamente consciente de la apora en que se introduce: en tanto que pretende ser una ciencia, su objeto ha de poseer la unidad de un gnero, pero en tanto que pretende ocuparse universalmente de lo que es, la unidad genrica resulta inevitablemente perdida.

    Situado aporticamente entre Escila y Caribdis, Aristteles trata de navegar adelante en su proyecto ontolgico sometiendo a un anlisis original y brillante la pluralidad de sentidos de ser y de lo que es. Es cierto, sin duda, que ser posee mltiples usos y significaciones. Sin embargo, su multivocidad no excluye que sus mltiples significaciones guarden una cierta conexin entre s. Aristteles toma como ejemplo la palabra sano. Sano se dice del organismo, del clima, del color, de los alimentos. Del organismo se dice porque en l se da la salud, del color porque es signo de salud, del clima y de los alimentos porque son favorables a la salud. A pesar de sus diferencias, entre todas estas aplicaciones de la palabra sano hay una cierta conexin, una cierta unidad: la unidad que les confiere su referencia comn a la salud. Esta forma de unidad (denominada por Aristteles referencia a uno o ms explcitamente, referencia a una naturaleza, a un principio) es la que conviene precisamente al verbo ser, como se explica en el prrafo siguiente: de unas cosas se dice que son por ser entidades, de otras por ser un proceso hacia la entidad, o bien corrupciones o privaciones o cualidades o agentes productivos o agentes generadores ya de la entidad ya de aquellas cosas que se dicen en relacin con la entidad, o bien por ser negaciones ya de alguna de estas cosas ya de la entidad {Met. IV 2, 1003b6-10).

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  • La multiplicidad de significaciones del verbo ser no puede considerarse, por tanto, como un caso de mera homonimia o equivocidad. Hay una cierta unidad entre ellas consistente en su referencia comn (explcita o implcita) a la entidad o sustancia (iousa). En el captulo segundo, al ocupamos de las categoras, sealbamos cmo Aristteles concede una prioridad absoluta a la categora primera, la de entidad o sustancia (supra, p. 15). Aadamos ahora que en el esquema de las categoras se manifiestan a la vez la inevitable pluralidad de significaciones de ser y la necesaria unidad de todas ellas asentada en su referencia constitutiva a la primera. A la entidad o sustancia se remiten las distintas categoras y a stas, a su vez, se remiten otros sentidos de ser como los bien conocidos de ser en potencia y ser en acto, actualmente.

    Aristteles extrae inmediatamente de este anlisis las consecuencias oportunas para la ontologa. Brevemente enunciadas son las siguientes: (1) la referencia a uno garantiza una unidad nocional que es ciertamente ms dbil que la unidad genrica, pero que es suficiente para asegurar la unidad de la ciencia; (2) all donde tiene lugar este tipo de unidad hay un trmino primero, precisamente el trmino comn al que todos los dems estn referidos; (3) cuando una ciencia se articula conforme a este tipo de unidad su investigacin ha de centrarse en el trmino primero; (4) puesto que en el caso de la nocin de ser y lo que es el trmino primero es la entidad o sustancia, la ontologa ha de ocuparse fundamentalmente de sta: en todos los casos la ciencia se ocupa fundamentalmente de lo primero...Por tanto, si esto es la entidad, el filsofo debe hallarse en posesin de los principios y las causas de las entidades (ib. 1003M6-19).

    Antes de pasar al estudio de la entidad conviene reparar en que, de acuerdo con con la propuesta aristotlica citada, la ontologa estudia lo que es, en tanto que algo que es y los atributos que, por s, le pertenecen (1003a21-22). Hay, pues, atributos o propiedades de lo que es en tanto que algo que es. Se trata de aquellas propiedades que posteriormente se denominarn transcendentales y, en particular, de la unidad. Adems de propiedades, hay tambin principios de lo que es, en tanto que algo que es. El ms importante de ellos es el Principio de no-contradiccin a! cual dedica Aristteles una parte sustancial del libro IV de la Metafsica.

    Los libros VII, VIII y IX de la Metafisi- La entidad (ousa) ca constituyen, en su conjunto, un ciclo

    dedicado al estudio de la entidad. A modo de introduccin a este estudio Aristteles

    comienza subrayando una vez ms la prioridad ontolgica de la entidad (VII 1) para sealar a continuacin que el objetivo ltimo de tal estudio es indagar cuntos tipos de entidades hay, si hay algunas fuera de las sensibles o no las hay, y cul es el modo de ser de stas, y si hay alguna entidad separada fuera de las sensibles, y por qu y cmo, o si no hay ninguna (VII 2, 1028b28-31). Pero antes de adentrarse en estas cuestiones decisivas es necesario establecer qu es la entidad (ib).

    La entidad como sujeto

    La investigacin aristotlica parte de la constatacin de que la palabra ousa (que traducimos como entidad y que tradicionalmente se traduce como sustancia)

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  • puede utilizarse para designar distintos aspectos o elementos constitutivos de la realidad: puede, en efecto, utilizarse para designar la esencia de algo, y tambin el universal y el gnero y tambin, en fin, el sujeto.

    De todas estas aplicaciones de la palabra ousa la correspondiente al sujeto resulta especialmente relevante. Ya en el captulo segundo, al caracterizar la categora de entidad, sealbamos que el sujeto por antonomasia, aquello que es siempre sujeto y nunca predicado, es la entidad individual (supra, p. 16). En aquella ocasin nos referamos al sujeto considerado preferentemente desde el punto de vista de la predicacin. Tambin nos hemos referido al sujeto en el captulo tercero, al desplegar los tres factores que intervienen en todo cambio o movimiento: sujeto, privacin y forma (supra, pp. 22-23), en este caso desde una perspectiva fundamentalmente fsica. En la Metafsica Aristteles radicaliza y retrotrae la cuestin del sujeto hasta abarcar conjuntamente ambos aspectos, el lgico y el fsico: de modo radical, entidad ser el sujeto ltimo (primero) entendido a la vez como sustrato ltimo (fsico) de todas las modificaciones y determinaciones reales y como sujeto ltimo (lgico) del discurso, ya que todas las determinaciones reales habran, en ltimo trmino, de ser atribuidas a l.

    La lgica de este razonamiento (que consiste, en definitiva, en remover todas las determinaciones reales de las cosas) lleva a un sujeto ltimo absolutamente indeterminado, carente de toda suerte de atributo, propiedad o determinacin positiva. Ahora bien, seala Aristteles, su propia indeterminacin descalifica a tal sujeto o sustrato para ser considerado entidad en sentido adecuado. La entidad es ciertamente sujeto, pero no cualquier tipo de sujeto: en expresiones del propio Aristteles ha de ser algo separado (choristn) y un esto (tde ti), es decir, algo determinado en su ser. Y ninguno de estos rasgos conviene al sustrato material ltimo que no es separado (no ex