aristoteles valor necesidad intercambio

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El concepto de justicia como reci- procidad desarrollado por Aristóteles obedece a su interpretación del inter- cambio comercial en una sociedad pre-capitalista. Sin embargo, esta evi- dencia no protagoniza los estudios realizados desde El capital de Marx hasta el presente. En este sentido, podemos, sin adscribir necesariamente a teorías medievales del precio justo, revisar el análisis aristotélico y estable- cer sus diferencias fundamentales con las interpretaciones modernas. Contra los historiadores ortodoxos de la eco- nomía, no intentamos descubrir los orígenes del análisis económico sino establecer un concepto filosófico de justicia social para las relaciones eco- nómicas orientado al bien común antes que al interés individual, tal como plantea Aristóteles. Ética y Economía En el libro quinto de la Ética Nico- maquea, Aristóteles desarrolla el con- cepto de justicia (dikaiosy ’ ne) y analiza los tipos de justicia relativos a las distri- buciones (de honores, de dinero, etc.) y a los tratos voluntarios e involuntarios. Estos tipos de justicia son definidos como un término medio entre cuatro términos: “aquellos para quienes es precisamente justo, son dos, y aquellos en los que [está lo justo], las cosas, dos” (hoîs te gàr díkaion tygchánei ón, dy ’o estí, kaì en hoîs, tà prágmata, dy ’o, 1131a19-20). De este modo, en el capí- tulo tercero se analiza lo justo distribu- tivo (tò dianemetikòn díkaion) confor- me a la proporción geométrica (katà tèn geometrikèn analogían), en el cuar- to lo justo correctivo (tò diorthotikòn díkaion) o restaurativo (epanorthotikón) conforme a la proporción aritmética (katà tèn arithmetikèn analogían) y en el quinto un tipo de justicia atribuido a una relación de reciprocidad (tò antipe- ponthòs). Aunque el libro continúa con la justicia política y los tratos volunta- rios e involuntarios, el análisis de los tipos de justicia según proporciones numéricas finaliza en el mencionado capítulo quinto. Una primera aclaración resulta necesaria para comprender la distin- ción entre la reciprocidad y los dos tipos previamente abordados. Aristóte- les afirma que este tipo de justicia no ESPACIOS 52 La justicia en el intercambio comercial según Aristóteles Carlos Andrés Martín Prof. de Enseñanza Media y Superior en Filosofía, FFyL, UBA. Becario doctorando, UBA FILOSOFÍA

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El concepto de justicia como reci-procidad desarrollado por Aristótelesobedece a su interpretación del inter-cambio comercial en una sociedadpre-capitalista. Sin embargo, esta evi-dencia no protagoniza los estudiosrealizados desde El capital de Marxhasta el presente. En este sentido,podemos, sin adscribir necesariamentea teorías medievales del precio justo,revisar el análisis aristotélico y estable-cer sus diferencias fundamentales conlas interpretaciones modernas. Contralos historiadores ortodoxos de la eco-nomía, no intentamos descubrir losorígenes del análisis económico sinoestablecer un concepto filosófico dejusticia social para las relaciones eco-nómicas orientado al bien comúnantes que al interés individual, talcomo plantea Aristóteles.

Ética y EconomíaEn el libro quinto de la Ética Nico-

maquea, Aristóteles desarrolla el con-cepto de justicia (dikaiosy’ ne) y analizalos tipos de justicia relativos a las distri-buciones (de honores, de dinero, etc.) ya los tratos voluntarios e involuntarios.

Estos tipos de justicia son definidoscomo un término medio entre cuatrotérminos: “aquellos para quienes esprecisamente justo, son dos, y aquellosen los que [está lo justo], las cosas,dos” (hoîs te gàr díkaion tygchánei ón, dy’ oestí, kaì en hoîs, tà prágmata, dy’ o,1131a19-20). De este modo, en el capí-tulo tercero se analiza lo justo distribu-tivo (tò dianemetikòn díkaion) confor-me a la proporción geométrica (katàtèn geometrikèn analogían), en el cuar-to lo justo correctivo (tò diorthotikòndíkaion) o restaurativo (epanorthotikón)conforme a la proporción aritmética(katà tèn arithmetikèn analogían) y enel quinto un tipo de justicia atribuido auna relación de reciprocidad (tò antipe-ponthòs). Aunque el libro continúa conla justicia política y los tratos volunta-rios e involuntarios, el análisis de lostipos de justicia según proporcionesnuméricas finaliza en el mencionadocapítulo quinto.

Una primera aclaración resultanecesaria para comprender la distin-ción entre la reciprocidad y los dostipos previamente abordados. Aristóte-les afirma que este tipo de justicia no

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La justicia en el intercambio comercial según Aristóteles

Carlos Andrés Martín

Prof. de Enseñanza Media y Superior en Filosofía, FFyL,UBA. Becario doctorando, UBA

FILOSOFÍA

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es sencillamente “reciprocidad respec-to a otro” (tò antipeponthòs álloi,1132b23). En las asociaciones comer-ciales (en taîs koinoníais allaktikaîs,1132b31) –y este será el ámbito deanálisis del resto del capítulo quinto–la reciprocidad se produce por la com-binación cruzada (he katà diámetron sy’ zeuxis, 1133a-6) de sus términos. Enlos tipos anteriores, la distributiva res-pondía a una proporción geométricadonde un conjunto respecto al otroestá en la misma relación que sus pro-pias partes entre sí (1131b14-15) y lacorrectiva respondía a una proporciónaritmética, donde la cantidad excedidapor un término respecto al promediose debe añadir al otro menor paraajustar la relación (1132b4-6); pero eneste tercer tipo, la proporción exige uncruce: un constructor –el ejemplo esbrindado por el mismo Aristóteles–recibe de un zapatero su producción ycomparte con él a su vez su propiaproducción. Si se alcanza la igualdaden la proporción de ese intercambio,entonces ocurrirá la reciprocidad.

Fenomenología del intercambioUna pregunta legítima, primera,

fundamental, apunta a saber de quémanera Aristóteles puede determinarsemejante igualdad. Aristóteles sostie-ne exactamente que:

Es necesario que lo que precisamente[hoper] un albañil es respecto a [pròs] unzapatero, tantas [tosadì] sandalias seanrespecto a [pròs] una casa o alimento.(1133a22-24, traducción del autor).

Las interpretaciones contemporá-neas de esta afirmación se apoyansobre la “conmensurabilidad” de losobjetos intercambiados en términosde igualdad efectiva. Ciertamente, Aris-tóteles propone el ejemplo de cincocamas por una casa (1133b23-28). Sinembargo, algunas aclaraciones realiza-das durante su argumentación deberíanimpugnar esas interpretaciones. Precisamente, Aristóteles afirma que

En verdad es imposible que cosas tandiferentes resulten conmensurables [sy’ mmetra], pero respecto a la necesidad[chreían] resulta bastante aceptable.(1133b.18-20, traducción del autor).

Apoyados en la oposición entre phy’ sis y nómos, podríamos comprenderel pasaje como la distinción entre unaconmensurabilidad efectiva y otra con-vencional, ya que Aristóteles inmediata-mente exige una unidad de compara-ción establecida por convención: lamoneda (nómisma, 1133b21, de la cualreconoce allí mismo su derivación eti-mológica del término nómos, conven-ción, norma, ley, etc.). De este modo, laproporción establecida entre los térmi-nos del intercambio no obedece a unadeterminación objetiva sino a un índicesubjetivo. Precisamente, la necesidad(chreía) no solo es la referencia de esacomparación sino el principio de lasrelaciones comerciales, ya que la necesi-dad mantiene mutuamente unidas a laspersonas por la dependencia de la pro-ducción del otro, establecidos en el prin-cipio de división social del trabajo (yareconocido por Platón en República II).No habría intercambio si las personas ysus productos fueran iguales; no se aso-cian dos médicos o dos agricultoressino dos personas diferentes, un médico

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*

Aristóteles

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y un agricultor (1133a16-18). De ahí larelación cruzada y su afirmación de queno es sencillamente reciprocidad res-pecto a otro (1132b23). El médico debesuministrar al zapatero aquello quenecesita, a cambio de lo que necesita elmédico de parte del zapatero, y en lamedida en que ambos resulten igual-mente retribuidos, “ya que nada impideque el trabajo [érgon] de uno sea mayorque el del otro” (1133a12-13, traduccióndel autor). La proporción no se defineen función de la ponderación del traba-jo propio (relación directa con el trabajosubjetivo; por ejemplo, fuerza de traba-jo), sino de la necesidad del trabajo aje-no (relación cruzada con el trabajo obje-tivo; por ejemplo, producto). Aunqueeste análisis no define un índice mate-máticamente determinable (como enlos dos tipos de justicia previamenteabordados), Aristóteles reconoce doscaracterísticas cruciales de la experienciadel intercambio comercial: necesidad yconvención. Ambas permiten, de unmodo muy particular, concretar la com-paración cruzada:

Entonces es menester medir todas lascosas con una sola, como se dijo antes.Y esto en verdad es la necesidad, quecontiene todas las cosas; pues, si nocarecieran o no carecieran por igual,

no habría cambio o no existiría el mis-mo. Y la moneda ha venido a ser porconvención como un sustituto de lanecesidad. (1133a25-29, traduccióndel autor).

De este modo, la proporción justade la reciprocidad de un intercambiocomercial, aunque apoyada en la nece-sidad mutua, es establecida convencio-nalmente por la sociedad y representa-da por el dinero, sin una fórmula defini-da, según Aristóteles. En este sentido,una última aclaración debería zanjar ladistinción entre conmensurabilidadefectiva y convencional de los produc-tos: Aristóteles sostiene que la moneda,si bien no tiene siempre el mismovalor, al menos es más estable que lasrestantes mercancías y, por ese motivo,la considera la unidad de cambio ade-cuada (1133b10-14).

Valor de uso y valor de cambio, lainterpretación marxista

Aunque los elementos presentadosorienten claramente la interpretacióndel pasaje, resulta inevitable revisar Elcapital ya que Marx apoya su análisisdel valor de la mercancía en la formula-ción aristotélica y su interpretación hasobrevivido hasta los estudios másmodernos y completos, como el pre-sentado en el libro Aristotle’s EconomicThought de Scott Meikle. Si bien esteestudio analiza la argumentación aristo-télica, no establece claramente la iden-tidad entre los conceptos económicosantiguos y modernos. En realidad,Adam Smith es el primer autor en defi-nir expresamente la distinción entre losdos significados del término “valor”. EnUna investigación sobre la naturaleza ycausas de la riqueza de las naciones dice:

The word value, it is to be observed, hastwo different meanings, and some-times expresses the utility of some par-ticular object, and sometimes the powerof purchasing other goods which thepossession of that object conveys. Theone may be called “value in use”; the

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Adam Smith y Karl Marx.

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other, “value in exchange.” (Smith,2001: 48).

Años más tarde, cuando Marx anali-ce en El capital la forma equivalencialde las mercancías y explique los dosfactores de la mercancía, el valor deuso y el valor de cambio, entendidoscomo sustancia y magnitud del valor,afirmará que “Aristóteles dice clara-mente que la forma–dinero de la mer-cancía no hace más que desarrollar laforma simple del valor, o lo que es lomismo, la expresión del valor de unamercancía en otra cualquiera. He aquísus palabras: “5 camas = 1 casa” (Marx,1946: 25). Sin embargo, no encontra-mos en la Ética Nicomaquea ningúndesarrollo conceptual o definición dela categoría de valor y, mucho menos,mencionada claramente como preten-de Marx. Es cierto que Aristóteles esta-blece como ejemplo la ecuación “5camas = 1 casa”, pero responde a lainterpretación de Marx que esa equi-valencia exprese “claramente” la formasimple del valor. En su análisis Meikleintenta ubicar la distinción de la cate-goría de valor económico, distinciónfundacional del pensamiento econó-mico moderno, en el texto de Política I9. Cito el mismo pasaje:

Pues la utilización [chrêsis] de cadaposesión [ktématos] es doble, y ambasutilizaciones propiamente [kath’autò],pero no propiamente por igual, sino unautilización apropiada [oikeía] y otra noapropiada de la cosa [prágmatos],como del calzado el calzarse y el inter-cambiarlo. Pues ambas son utilizacionesdel calzado. Pues también el que inter-cambia con el necesitado de calzadopor dinero o alimento utiliza el calzadoen cuanto calzado, pero no respecto a lautilización apropiada; pues no ha sidocreado a causa del intercambio.(1257a6-13, traducción del autor).

Aunque puedan diferir algunasacepciones entre una traduccióninglesa1 y otra castellana, el conceptodesarrollado por Aristóteles es claro.

La distinción elaborada para el uso delas cosas, el uso propio e impropio dela sandalia (como calzado y comoobjeto de intercambio comercial),implicaría, según Meikle, una distin-ción entre dos clases de valor: valor deuso y valor de cambio. Que esta últi-ma distinción sea reconocida porMarx en El capital no significa quesean análogas, ni nada parecido. Aris-tóteles emplea la palabra chrêsis y estoes fundamental para entender la dis-tinción, porque esta misma palabra esutilizada anteriormente (1254a3) porAristóteles para señalar la distinciónentre instrumento (órganon) y pose-sión2 (ktêma). Afirma que el instru-mento produce algo más que su pro-pia utilización (chrêsis), por ejemplo lalanzadera produce el tejido o un vesti-do además de su propia utilización entanto lanzadera, mientras que unaposesión solo exhibe su utilización, esdecir, su uso en cuanto vestido, porejemplo, y nada más. Por lo tanto, conla distinción de la utilización de lascosas realizada en el pasaje arriba cita-do (1257a6-13) Aristóteles no describeninguna característica valorativa delobjeto sino una caracterización fun-cional, pues utilizado propiamentesatisface la necesidad para la cual fuefabricado, pero utilizado impropia-mente estará su fin determinado porel intercambio (comercial). Es, precisa-mente, la utilización (chrêsis) de unacosa y no su “valor”, como pretendenMarx y Meikle. Por otra parte, si elobjeto es intercambiado para la satis-facción de una necesidad del susten-to, la chrêsis está limitada a la suficien-cia natural y es necesaria; pero si lamisma es conforme al lucro, resultainnecesaria e infinita, como advierteAristóteles. Por lo tanto, la considera-ción aristotélica del objeto no respon-de ni a la distinción entre valor de usoy valor de cambio ni tampoco a lacategoría aristotélica de cantidad,como pretende Meikle cuando afirma:

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Carlos Andrés Martín

1. Sin embargo, no tan distintas ya que la traduc-

ción usada por Meikle dice: “with every article of

property there is a double way of using it; both uses

are related to the article itself, but not related to it in

the same manner –one is peculiar to the thing and

the other is no peculiar to it…”. De todos modos, la

distinción entre valor de uso y valor de cambio no

está presente, ya que en ninguna parte del pasaje

se desarrolla el concepto mismo de “valor”, sino el

de “utilización” (propia e impropia).

2. También traducible por “propiedad” en el senti-

do de objeto poseído por alguien.

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“Since the expression ‘5 beds = 1 house’asserts a relation of equality, then bedsand house cannot occur here as quali-fied entities, but only as quantities ofsomething qualitatively the same.”(Meikle, 1995: 15). Esta interpretaciónimplica que “the problem is to findwhat kind of quantity exchange valueis” y allí mismo Meikle admite que estainterpretación es la misma que daMarx de E.N. V 5 en El capital.

La reciprocidad como categoría de relación

Meikle desarrolla una interpreta-ción ontológica de la conmensurabili-dad, más adecuada a la visión marxis-ta que a la aristotélica. En realidad,Aristóteles no sostiene una ecuaciónentre magnitudes o valores de un pro-ducto. Para Aristóteles la necesidad(chreía) mantiene unidas a las perso-nas en el intercambio y su representa-ción convencional, según Aristóteles,la encontramos en la moneda. Sinembargo, que la moneda constituyauna unidad de medición no implicaque la necesidad también lo sea. Eneste sentido, Meikle se equivoca cuan-do interpreta de este modo la argu-mentación aristotélica: “The ideawould be this: chreia, not money as hesuggested earlier, makes things com-mensurable, but it lacks a unit and socannot be the measure” (1995: 35).Precisamente, la chreía no puede ser lamedida de comparación, no porquecarezca de una unidad, sino porque lachreía en ningún momento es plante-ada por Aristóteles como la cantidad(en tanto categoría) responsable de laconmensurabilidad de las cosas. Yaexpliqué que la igualdad en el inter-cambio comercial se establece por lareciprocidad de necesidades, por ladependencia mutua de sus respecti-vas producciones entre el albañil y elzapatero. Por lo tanto, la chreía noconstituye de ninguna manera unacantidad de las cosas, sino la relación

misma de mutua dependencia incor-porada en la reciprocidad. Este puntoes central para comprender el error dela interpretación marxista. CuandoMeikle afirma que “The relation Aristo-tle has identified between proportionsof houses, food and shoes is one ofequality, and he writes of quantity inthe Categories that most distintive of aquantity is its being called both equaland unequal…” (1995: 15). Meikle olvi-da que Aristóteles analiza en estepasaje la reciprocidad y que la ecua-ción “5 camas = 1 casa” es solo unarepresentación convencional de esarelación cruzada entre necesidadesmutuas y no la expresión misma delvalor de las mercancías. La ecuaciónno expresa una identidad ontológicasino exclusivamente convencional y elcarácter convencional de las mercan-cías no se le escapa en ningúnmomento a Aristóteles. Asimismo,Meikle olvida que la igualdad tambiénestablece una relación, que puede sercomprendida bajo la categoría derelación, como menciona Aristótelesen Metafísica (1021a9) respecto a lasrelaciones numéricas. En este puntoconviene aclarar que la categoría derelación es precisamente la categoríautilizada por Aristóteles para definir lareciprocidad cuando afirma que “esnecesario que lo que precisamente unalbañil es respecto a [pròs] un zapate-ro tantas sandalias sean respecto a[pròs] una casa o alimento” (1133a22-24) y también recordar que en Catego-rías afirma que “todo lo relativo se dicerespecto a un recíproco” (pánta dè tàprós ti pròs antistréfonta légetai, 6b28).En todo caso, la ecuación “5 camas = 1 casa” debe comprenderse como elresultado de la medición de la mone-da que “hace conmensurable a todaslas cosas” (pánta poieî sy’ mmetra,E.N.1133b22), pero nunca como unaexpresión de cantidad. “Es verdad–dice Robbins (2008)– que el precioexpresa la cantidad de dinero que se

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Página de la Ética Nicomaquea de Aristóteles en una

edición medieval.

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precisa dar para obtener a cambio unadeterminada mercancía, aunque suimportancia es la relación entre estacantidad de dinero y otras cantidadessimilares. Y las valuaciones que el sis-tema de precios expresa no son, enmanera alguna, cantidades; son unarreglo de cierto orden. Es completa-mente innecesario suponer que laescala de precios relativos mide otracosa que no sean cantidades dedinero. El valor es una relación, nouna medida.”

En el libro de Scott Meikle Aristo-tle’s Economic Thought, no hemospodido encontrar ninguna reflexiónsobre los términos “valor de uso” y“valor de cambio” aplicados por Marxal texto aristotélico. Meikle los utilizatan acríticamente como Marx o másaún, ya que las limitaciones filológi-cas deberían ser más disculpables enMarx que en Meikle. Coincidimos conMiller (1998: 390) “Meikle’s interpreta-tion of Nichomachean Ethics V 5 isimplausible because his reconstru-tion of Aristotle’s overal argument isnot supported by the text”.3

Justicia social y políticaLa introducción de la moneda

(nómisma, 1133a20) como factorponderativo de la relación entre lostérminos de la “analogía” ha forzado a

muchos estudiosos de la economía areconocer cierta teoría primitiva delintercambio mercantil e interpretar(y traducir) chreía como “demanda”(aludiendo al mecanismo de oferta-demanda), en lugar de “necesidad”. Sise caracterizara este capítulo comoun discurso económico exclusiva-mente por la inclusión de la monedaen la explicación del intercambio,entonces se ignoraría el lugar de laÉtica en el pensamiento político aris-totélico. El carácter económico deeste capítulo no reside en las refe-rencias a la moneda o la conmensu-rabilidad de los términos del inter-cambio, sino en la relación entre elpensamiento político aristotélico y lainstitución económica vigente en elsiglo IV a. C.

La experiencia social del intercam-bio y la teoría aristotélica de estaexperiencia sintetizan la relaciónentre la institución económica y laexplicación aristotélica como suexpresión. En este sentido, tanto lapolítica aristotélica como su éticaexpresan el imperativo social de laautarquía y, por lo tanto, una interde-pendencia entre los agentes delintercambio definida por el equilibrionecesario para evitar la sumisión, unequilibrio que podríamos denominarjusticia “económica”.

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3. Al final del mismo párrafo, Miller detecta una falla

característica de muchas de las argumentaciones

del libro: “Meikle adds that Aristotle ‘observes that

since chreia lacks a unit, it cannot serve as a measu-

re, and for this reason Aristotle drops this second

idea too’ (23). Where does Aristotle make this obser-

vation? Unfortunately Meikle cites no text.”

Aristóteles, Categorías, Minio-Paluello, L. (1949), Aris-

totelis categoriae et ‘liber de interpretatione’,

Oxford, Clarendon Press.

—————, Ética Nicomaquea. Bywater, I. (ed.)

(1894), Aristotelis ethica Nicomachea, Oxford,

Clarendon Press.

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York, Oxford University Press, 1995.

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consultado en http:

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Referencias bibliográficas

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