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VOZ DE CARMEN: Tengo frío…
VOZ DE DANIEL: Es la humedad.
VOZ DE CARMEN: … Y hambre…
VOZ DE DANIEL: Es… Debe ser tu pastel de vainilla.
Silencio.
VOZ DE DANIEL: Carmen…
VOZ DE CARMEN: ¿Sí?
VOZ DE DANIEL: ¿Oyes?
Silencio.
VOZ DE CARMEN: No… Nada en especial.
VOZ DE DANIEL: Ah…
Silencio.
VOZ DE CARMEN: ¿Tú sí?
VOZ DE DANIEL: Sí, es como… No… No, ya no lo oigo.
VOZ DE CARMEN: Ah…
Silencio.
VOZ DE CARMEN: ¡Ah, sí, sí, ya lo escuché! Como hormiguitas que van caminando
en hilera debajo de la tierra, ¿no? Espera… Tikitikitikitiki… Sí, son hormigas.
VOZ DE DANIEL: ¿Eh?
VOZ DE CARMEN: ¡Shhtt!
Silencio.
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VOZ DE DANIEL: Estás loca. Eran como aviones caza cruzando el cielo y traspasando
la barrera del sonido.
Silencio.
VOZ DE CARMEN: De todos modos ya no se escucha.
Silencio.
VOZ DE DANIEL: ¿Carmen?
VOZ DE CARMEN: Mmmhh.
VOZ DE DANIEL: Te quiero.
Largo silencio.
VOZ DE DANIEL: ¿Carmen? Ehhh… ¿Me…? ¿Me oíste?
Silencio.
VOZ DE DANIEL: ¿Carmen? ¡Te quiero!
VOZ DE CARMEN: Sí, sí, te escuché perfectamente…
Se ilumina lentamente el escenario. Se ve un jardín artificial. Hay pasto artificial, una
alberca inflable llena de agua con un velerito flotando, una chaise longue y un parasol.
Se siguen escuchando las voces fuera del escenario.
VOZ DE DANIEL: ¿Y?
VOZ DE CARMEN: ¿Y qué?
VOZ DE DANIEL: ¿Tú qué sientes?
VOZ DE CARMEN: ¿Tengo que decirlo?
VOZ DE DANIEL: Si quieres…
El escenario se obscurece lentamente. Largo silencio. Se siguen escuchando las voces
en la obscuridad.
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VOZ DE CARMEN: Siento que cuando uno dice lo que siente, eso que siente
desaparece… Se pulveriza… Plop.
VOZ DE DANIEL: ¿Ah, sí?
VOZ DE CARMEN: Sí…
VOZ DE DANIEL: Qué curioso. A mí no me pasa igual. Por ejemplo, cuando te dije
que te quiero, no dejé de quererte. (Pausa.) Al contrario.
VOZ DE CARMEN: Bueno.
VOZ DE DANIEL: ¿Entonces?
VOZ DE CARMEN: ¿Qué?
VOZ DE DANIEL: Pues no sé. Tú… Digo… ¿Tú qué sientes al respecto?
VOZ DE CARMEN: No sé… Siento… Bonito.
VOZ DE DANIEL: Sí, sí, pero… Pero ¿qué sientes, qué sientes tú?
VOZ DE CARMEN: Pues eso, bonito.
VOZ DE DANIEL: No puede ser. Entiendes perfectamente lo que quiero decir.
VOZ DE CARMEN: ¿Quieres decir que me quieres?
VOZ DE DANIEL: ¡Sí!… Sí, pero…
VOZ DE CARMEN: ¿Pero qué?
VOZ DE DANIEL: Pero… Pero nada… Para que lo entiendas: te quiero y me gustaría
conocer tu opinión al respecto.
Vuelve la luz sobre el escenario. AGATA está sentada en la chaise longue ,
leyendo una revista.B LAS
emerge de la alberca cada dos segundos, toma aire, y vuelvea hundirse en el agua. Cada vez que esto sucede, AGATA da vuelta a la página de su
revista. Se siguen escuchando las voces fuera del escenario.
VOZ DE CARMEN: Opino que está bien.
Pausa.
VOZ DE DANIEL: ¡Está bien!
VOZ DE CARMEN: Sí, está muy bien.
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VOZ DE DANIEL: ¿Es todo lo que tienes que decir sobr e eso? No… ¿No hay algo
más?
Larga pausa.
VOZ DE CARMEN: No, de momento, nada…
Larga pausa.
VOZ DE DANIEL: Me desesperas, CARMEN. Me desesperas.
VOZ DE CARMEN: ¿Ah, sí?
VOZ DE DANIEL: Pues sí.
VOZ DE CARMEN: Ah…
DANIEL gruñe, refunfuña, respira profundo.
VOZ DE DANIEL: ¿Lo haces a propósito, o qué?
VOZ DE CARMEN: Pero…
AGATA enrolla la revista y la azota contra el piso. Las voces callan. BLAS sigueemergiendo cada dos segundos, para volver a hundirse.
AGATA: ¿Por qué nunca tienes tiempo para nada? El tiempo se lo hace uno. ¿Sabes lo
que me pasa a mí? ¿Tienes tiempo para pensar en eso?
BLAS: (Emergiendo.) ¡Aire! (Vuelve a hundirse.)
AGATA: ¿Te has molestado en revisar los recibos del gas, del agua, de la luz y delteléfono? ¿Quién va a ir al banco? ¿Tengo que ir yo otra vez?
BLAS: (Emergiendo.) ¡Agua! (Vuelve a hundirse.)
AGATA: ¿Sabes que sumando todo pasa de dos mil pesos? ¿Entiendes lo que significan
dos mil pesos? ¿Serías capaz de darle alguna importancia? ¿Por qué todo te tiene tan sin
cuidado?
BLAS: (Emergiendo.) ¡Aire! (Vuelve a hundirse.)
AGATA: ¿Tendrías la amabilidad de escucharme? ¿Un solo minuto? ¿Podrías donarmetan solo un segundo de atención?
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BLAS: (Emergiendo.) ¡Agua! (Vuelve a hundirse.)
AGATA: Blas, ¿me escuchas? ¿puedes escucharme? Blas, por favor, sé lindo y
escúchame. Tengo cosas que decirte. ¿Me haces caso?
Blas ya no sale del agua.
AGATA: Son cosas importantes que siento aquí, muy fuerte, en el pecho, ¿te ha
pasado? ¿Has sentido así como que hay un vacío aquí adentro? Como que no entiendes
lo que pasa, pero… Pero pasa algo… ¿Blas?… Blas…
AGATA se para y se asoma a la alberca. Salen burbujitas del agua.
AGATA: ¡Blas! No otra vez… ¿Sabías que sufro?
B LAS sale despacio del agua. Toma una toalla y se seca. AGATA regresa a la
chaise longue , retoma la revista del piso y sigue leyendo.
BLAS: (Secándose la oreja.) Estaba buena… Muy buena.
AGATA y BLAS se sobresaltan. Se paran y van corriendo a la orilla de la azotea. Seasoman hacia abajo.
BLAS: ¿Viste?
AGATA: Sí… ¿Qué es, eh?
BLAS: No sé, pero qué bárbaros.
AGATA: Sí… Otra vez lanzando cosas a la calle.
BLAS: Mira, lo de la izquierda. Parece una maceta.
AGATA: Ah, sí. Ya lo vi… Claro, es una maceta. Y lo otro, es como… como un pái.
BLAS: ¿Un pái?
AGATA: Sí, un pái. ¿No?
BLAS: ¿Lo dices por lo redondo?
AGATA: Ya no está tan redondo, pero mira, ya se acercó un perro a comerse las
migajas.
BLAS: ¡Ah, sí! ¡Ya lo vi! Tienes razón. Debe ser un pái. ¿De queso?
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AGATA: Puede ser… O de vainilla.
BLAS: Sí, tal vez era de vainilla.
AGATA: (se acerca a Blas y lo besa.) Blas. Te amo.
BLAS: Yo también. El amor es hermoso. Los que avientan macetas y páis deben estar
llenos de odio. Qué feo. Ya llegó la policía.
AGATA: Miran para acá. ¿Ya viste?
B LAS y AGATA se miran el uno al otro. Cada cual se tapa la boca. Ambos
aguantan la carcajada. AGATA corre a sentarse en la chaise longue y finge leer. B LAS
brinca hacia el interior de la alberca.
BLAS: (Antes de volver a hundir se en el agua.) Yo no estoy…
La escena se obscurece lentamente, mientras se escucha un chapoteo de agua
cada dos segundos, seguido del sonido del papel al voltear la página de una revista.
Silencio. En la obscuridad.
AGATA: Fue tu culpa. Yo me acuerdo. Si no te hubieras asomado tanto…
BLAS: Nos quedan pocos minutos. Es absurdo que cada vez que nos veamos hablemos
de eso.
AGATA: No puedo evitarlo. Si tú hubieras seguido nadando y yo leyendo…
BLAS: AGATA, por favor. ¿Cómo te tratan a ti, cuéntame?
AGATA: Ya te lo he dicho. El ambiente es una mierda. Todo el mundo se agrede. Mi
única arma es el silencio.
BLAS: Es igual aquí. (larga pausa.) Todo se va a arreglar, ya verás.
AGATA: Algún día.
BLAS: Pronto.
AGATA: Y nos iremos a la playa.
BLAS: Una cabañita, ¿te imaginas?
AGATA: Queda un minuto.
BLAS: Agata, de veras, pero de veras te amo. ¿Y tú?
AGATA: Ay, Blas, ¿tú qué crees?
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BLAS: Necesito que me lo digas. Por favor.
AGATA: Yo también.
BLAS: ¿De veras de veras?
Se hace la luz. En el escenario, vemos el mismo jardín artificial, desde otra
perspectiva. Se escucha el sonido de olas del mar. El sonido se intensifica.
AGATA: De veras, de veras… Adiós.
BLAS: Adiós….
Silencio. Olas de mar.
AGATA: Está muy acabado. La soledad se lo está comiendo. Pobrecito. Se preocupa
todo el tiempo por mi. No tiene tiempo ni para pensar en sí mismo. Ni un instante. Niuna milésima de segundo. Tal vez solo así puede sobrevivir. Imaginándome.
Soñándome. Porque seguro que hasta en sus sueños me le aparezco. Y es que me
necesita… Me necesita tanto…
D ANIEL entra al jardín, cargando una enorme maceta que coloca cerca de la
alberca. Poda la planta que está en la maceta.
VOZ DE BLAS: Seis años tienen dos mil ciento noventa días. Dos mil ciento noventa
días tienen cincuenta y dos mil quinientos sesenta horas. Cincuenta y dos mil… ¿cómo
le hará sin mi tanto tiempo? ¿Va a aguantar? Y todo por esa estupidez… Esa
imbecilidad. El morbo. Esa pinche casualidad de mierda. Esa chingada coincidencia. La
confusión.
C ARMEN ofrece un pái a D ANIEL. El lo prueba. La besa. Ella sale. Se oyen las
olas del mar en crescendo.
AGATA: Y es que me necesita… Me necesita tanto…
BLAS: Esa chingada coincidencia. La confusión.
Obscuro final.