araujo_configuraciones de sujeto

Upload: irisreategui

Post on 10-Apr-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    1/21

    I. DOSSIER BICENTENARIO

    CONFIGURACIONES DE SUJETO EN LA MODERNIDADLATINOAMERICANA: EL CASO DE PER A INICIOS DEL

    SIGLO XX

    Kathya AraujoAcademia de Humanismo Cristiano

    [email protected]

    RESUMEN / ABSTRACT

    Este texto se aproxima al estudio del sujeto y de los lazos sociales en nuestra regin a partir del anlisis del caso del Per en las primeras dcadas del siglo XX. Lo hace tomando apoyo enla nocin de con guraciones de sujeto como operador analtico y usando como corpus textosautobiogr cos en cuanto se considera que ellos son una va privilegiada para este tipo deestudios. El texto se inicia con una presentacin de los fundamentos tericos y metodolgicosque lo sustentan y, posteriormente, discute tres rasgos sobresalientes de las con guracionesde sujeto encontradas para el caso peruano en el momento histrico estudiado y lo que ellosrevelan sobre el lazo social.

    PALABRAS CLAVE: con guraciones de sujeto, modernidad latinoamericana, lazo social, auto- biografa, Per.

    This paper approaches the study of the subject and the social bond in the case of Peru in the rst three decades of the 20th century. It uses as analytical operator the notion of subject con gurations and it is based upon the analysis of autobiographical texts. The text beginswith the presentation of its theoretical and methodological foundations and then goes on todiscuss three of the main features of the subject con gurations foundings of these texts, and their meaning for the understanding of the social bond.

    K EY WORDS : Subject con gurations, Latinamerican modernity, Social bond, Autobiography, Peru.

    REVISTA CHILENA DE LITERATURAAbril 2010, Nmero 76, 5 - 25

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    2/21

    6 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    Este texto se aproxima al estudio del sujeto y lazo social en nuestra regina partir del anlisis del caso del Per en las primeras dcadas del siglo XX.Lo hace tomando apoyo en la nocin de con guraciones de sujeto comooperador analtico y usando como corpus textos autobiogr cos en cuantose considera que ellos son una va privilegiada, aunque no nica, para estetipo de estudios.

    Son estas dos premisas, terica y metodolgica, las que, de manerasucesiva, sern explicitadas antes de presentar lo que el estudio empricosobre el que se fundamenta este texto pone en evidencia sobre el sujeto y ellazo social en el perodo y pas estudiados.

    I. QU SON LAS CONFIGURACIONES DE SUJETO?

    Hablar de con guracin de sujeto es aludir al arte que debe desplegarse para producirse y sostenerse como sujeto en lo social. Pero, tambin, a que el sujetoes precisamente gestado por ese arte. Se es un personaje digno de su arteen la medida en que se es el personaje que resulta del trabajo de cincelado producido en el marco del encuentro de dos grandes dimensiones. Por un

    lado, los ideales sociales de sujeto: conjuntos de atributos, variables de unarealidad a otra, que se encuentran socialmente a disposicin del individuo yse presentan entramados por las retricas de la aspiracin y de lo deseable.Estos toman a veces la forma explcita de guras del sujeto (modelos moralesarticulados en torno a grandes valores como es el caso con los hroes ylos santos), y otras veces aparecen como modelos normativos, parciales ofragmentarios. Por otro lado, un conjunto dismil de contextos sociales, quevan desde factores estructurales hasta resquicios sociales, desde los cualeslos individuos se con guran como sujetos impactados y modelados por sus propias experiencias. Vale la pena detenerse para explicitar lo enunciado.

    En primer lugar, los ideales sociales de sujeto pueden ser consideradoscomo un conjunto reconocible de atributos que mantienen una relacinlgica de vinculacin entre ellos. Un conjunto de atributos (lealtad, cortesa,honestidad o autonoma, para poner algunos ejemplos) que se asocianen ocasiones a guras sociales de sujeto (la mujer liberada, el trabajador e ciente, el ciudadano consciente, etc.). No todas las normas disponiblesen una sociedad se insertan en una con guracin de sujeto; y no todas lascon guraciones del sujeto toman explcitamente como modelo una gurasocial de sujeto. Es entre el conjunto plural de normas existentes y la presencia

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    3/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 7

    de algunas pocas grandes guras del sujeto, que se desarrolla el trabajo real delos individuos. El lmite principal de muchos estudios en ciencias sociales yhumanas es justamente el haber supuesto que solo hay sujeto si ste se apoyasobre grandes guras sociales. Es as como, para dar un ejemplo provenientede los estudios sociales, Robert Bellah identi ca cuatro grandes tradicionesculturales en los EE.UU. (bblica, republicana, individualismo utilitarista eindividualismo expresivo), cada una de ellas dando lugar a diferentes gurasde sujeto, reduciendo el trabajo de con guracin a meras variantes de estas guras (47-80).

    Ahora bien, no todo ideal social de sujeto (ya sea una gura o un conjuntode normas) encuentra el camino para conseguir cumplir una funcin demodelacin del yo, performativa. Los ideales sociales no tienen garantizadasu actuacin de manera directa y mecnica en la conformacin de los sujetosconcretos. Para entender su actuacin efectiva es necesario concebir un paso intermedio. Un concepto psicoanaltico, el Ideal del Yo1, se ofrece paracomprender esta mediacin que explica, lo que resulta relevante, la accinsiempre desigual y plural de los ideales sociales cuando se los piensa desdela perspectiva individual. Son solo los ideales sociales en cuanto actuantesen el Ideal del Yo, los que podrn aspirar a cumplir la funcin de orientar lasformas de presentacin y actuacin del Yo.

    Pero, y en segundo lugar, las con guraciones del sujeto son tributarias deun conjunto de experiencias sociales que permiten acercarse a los contextossociales plurales desde los cuales los individuos se producen como sujetos.Por qu? Porque permiten vislumbrar el entretejido de las posibilidadesy restricciones para la cristalizacin de ciertos ideales en las formas decon guracin de sujeto particulares.

    Dicho de otra manera, si una condicin para la performatividad de losideales sociales es su inscripcin en el Ideal del Yo, no obstante, sta no resultasu ciente. Como ya lo haba sealado Freud ( Psicologa ), es necesario prestar atencin al juego de distancias entre Ideal del Yo y Yo, y las consecuencias que

    1 Ideal del Yo, es el lugar desde el que nos observa,desde el que nos miramos de modoque nos resultamos amables, dignos de amor (Zizek 147, resaltado en el original). El Ideal delYo, funciona, as, como una especie de inscripcin puente entre los ideales sociales de sujeto,

    y las formas en que se con

    gura un sujeto singular. El Yo se nutre de los rasgos imaginariosofrecidos a la identi cacin en lo social, como se ha sostenido, pero es necesario agregar quelo hace orientado por lo que se inscribe a partir de la identi cacin en su vertiente simblica,es decir, por el Ideal del Yo.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    4/21

    8 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    esta distancia puede producir. Una distancia que va a relacionarse de maneraimportante, proponemos, con el juego de constricciones y posibilidadesestructurales (recursos socioeconmicos, normas sociales vigentes,caractersticas institucionales, entre otras) y contingentes (encuentrosinesperados, situaciones vitales o histricas no previsibles, para nombrar algunas). En breve, son las experiencias decantadas por la vida social en losindividuos los que dan cuenta de las distancias insalvables entre los idealesdel sujeto y los sujetos-encarnados.

    El anlisis de las con guraciones de sujeto permite aprehender la accinde estas determinaciones en la medida en que son procesadas en las formas de produccin de s. Esas ltimas tienen funcin de sostn y orientan los modosde enfrentar el mundo. De este modo, tanto las determinantes estructurales,como los resquicios sociales que pueden ser aprovechados o movilizados para producir un trayecto y un lugar en el mundo social, son visibles en lastrazas de la con guracin de sujeto. La con guracin de sujeto y el trabajoque ella supone, porta las trazas del saber decantado experiencia en elencuentro repetido con el mundo: sus constricciones y la gama abierta de sus posibilidades2. Dicho en breve, las formas de con guracin de sujeto no soloson tributarias de la accin del ideal, sino tambin, portan las resonancias dela accin de la experiencia3, y, por ende, revelan las caractersticas del lazosocial en un momento histrico determinado.

    Esta nocin ofrece una comprensin del sujeto fuertemente historizada, pero abstenindose de una lectura historicista del mismo. En otros trminos, a pesar de reconocer su carcter de nidamente histrico, se aleja de lecturas delsujeto latinoamericano que, sostenidas en la identidad como clave analtica,han propuesto entender las caractersticas que lo identi can en relacincon matrices histrico-culturales: ya sea en las versiones ms esencialistas,

    como la del trauma de la Conquista (Paz, entre los ms destacados), aquellasque subrayan la impronta del mestizaje colonial (como en la tesis de matrizsimblico-dramtica en Morand) o en las que adoptan una concepcin msdinmica de la identidad (como la de Larran). Por otro lado, y a distanciade una versin homogeneizante y generalizadora, incorpora en el centro de

    2

    Para la revisin de la propuesta terica sobre lo social cristalizada en la nocin deintermundo de la que se inspira este trabajo, ver Martuccelli,Cambio 205-237.3 Para una discusin sobre la relacin ideal, experiencia y con guracin de sujeto a partir

    de un estudio sobre el caso de Chile, ver Araujo, Habitar.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    5/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 9

    su perspectiva al trabajo del propio individuo, ciertamente anudado en elcorazn mismo de sus determinaciones sociales e histricas.

    II. CONFIGURACIONES DE SUJETO Y ESCRITURA AUTOBIO-GRFICA

    Pocos elementos ejempli can mejor el trabajo de con guracin de sujetoque los textos autobiogr cos. Por qu? Porque ellos constituyen una de lasformas de presentacin del yo y testimonio de sujeto en que esta relacin conlos ideales y las constricciones y posibilidades sociales aparece de manera

    ms transparente. Ciertamente no porque los textos autobiogr cos seantestimonios eles a la realidad del yo y de lo narrado (De Man), sino porquerevelan las estrategias y posibilidades de produccin del Yo en razn de las propias determinantes subjetivas, pero tambin sociales e histricas.

    Las narraciones de vida estn organizadas por una serie de representacionesacerca del yo, de su mundo, de la historia, las que se encuentran en unarelacin problemtica con la dimensin referencial, tanto en la vertiente dela relacin texto y sujeto, como en la relacin entre lo narrado y el referente

    de esta narracin. Pero si el valor de verdad es anulado del lado del contrastecon la referencia, ste se reubica en el valor de verdad que se produce en larelacin interna de estas producciones: lo que dicen acerca del sujeto que se produce como efecto del relato mismo, as como de la imagen que se buscaofrecer, lo que se desprende del proyecto autobiogr co que revela eltexto. Como ha sostenido Molloy, la imagen de s existe como impulso quegobierna el proyecto autobiogr co. Adems de fabricacin individual, esaimagen es artefacto social, tan revelador de una psique como de una cultura(19). Esta imagen de s revela tanto las condiciones para el reconocimientocomo para la legitimidad.

    Ahora bien, una exigencia para el texto autobiogr co es la necesidad delegitimacin del propio lugar del autobigrafo. Ello le exige buscar una ciertaidenti cacin o simpata por parte de aquellos a quienes va supuestamentedirigido el texto. El texto autobiogr co est consciente de que su propialegitimidad depende de la aceptacin de un otro supuesto, del otrosupuesto a la lectura. Esta dependencia de lo que se atribuye a la comunidadde otros relevantes interviene, entonces, en los modos en que se con gurala reconstruccin autobiogr ca impelida, esta vez, por para parafrasear aLejeune el pacto social sobre el que se sostiene su legitimidad.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    6/21

    10 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    Tal como lo ha planteado Bajtin, es necesario tener en cuenta que undiscurso no es producido en un espacio vaco. Los discursos dialogancon otras posiciones, se organizan en funcin o en oposicin de argumentos presentes y validados, entre otras posibilidades. Adems, como ha sidosealado, hay un efecto de anticipacin en su produccin, pues sta obedecea las suposiciones acerca de las respuestas que podra generar: objeciones,argumentaciones contrarias, etc. Las formas supuestas por las cuales seaccedera al reconocimiento y la legitimacin por el otro lo que debecontarse, lo que no y la forma en que debe ser referido nos dan claves paradesentraar los modos posibles de esta legitimacin, es decir, las formas,exigencias y estrategias para ser parte de, en otros trminos, da lucesacerca la variedad de opciones disponibles en nuestras culturas y sociedades(Hunsaker 6) y de los modos vigentes de anudamiento social.

    Esta dimensin de reconocimiento y legitimidad es especialmenterelevante y problemtica en el caso de la tradicin de escritura autobiogr cahispanoamericana, hasta por lo menos la primera parte del siglo XX, laque se caracteriza por la escasez comparativa de este tipo de textos. SilviaMolloy ha argumentado que existe una relacin incierta con la autobiografaque se revela en la gran autocensura de los escritores hispanoamericanos.Discute en su clsico estudio de qu manera en el siglo XIX la escrituraautobiogr ca resultaba desdeada como una actividad fuera de las tareasurgentes propuestas por la emancipacin. Esta caracterstica modela partecentral de los rasgos que este gnero adoptar posteriormente en nuestraregin:

    La autobiografa en Hispanoamrica es un ejercicio de memoria quea la vez es una conmemoracin ritual, en donde las reliquias indivi-duales (...) se secularizan y se re-presentan sucesos compartidos (...)Si por una parte esta combinacin de lo personal y de lo comunitariorestringe el anlisis del yo (...) por otra parte tiene la ventaja de captar la tensin entre el yo y el otro, de fomentar la re exin sobre el lugar uctuante del sujeto dentro de su comunidad (20).

    Recogiendo y avanzando sobre los postulados de Molloy, es posible sostener y demostrar que la falta de legitimidad del gnero tiene como consecuenciaimportante, para el inters de nuestros argumentos, que la tarea de legitimacin

    del o la autobigrafa se extreme, procurando de esta manera una visin mstransparente de los elementos y dimensiones que sostendran la legitimidadde la empresa de escritura.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    7/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 11

    En breve, los textos autobiogr cos permiten as reconstruir los idealessociales en cuanto retomados por los Ideales del yo y las condicionantes para su cristalizacin, la del sujeto de la escritura autobiogr ca. Un sujetoque se per la en la construccin del yo que se desarrolla en el marco de undiscurso que tiene como caracterstica principal estar dirigido a Otro (elotro supuesto a la lectura). Vector en el que se va a jugar de manera central,especialmente en la tradicin hispanoamericana de la poca aludida, tantosu reconocimiento como su legitimidad.

    Los resultados de un estudio sobre los ideales de sujeto y modalidades decon guracin de sujeto y lazo social en las primeras tres dcadas del sigloXX en el Per, servirn como evidencia del argumento tericometodolgicorecin expuesto y como fundamento de la discusin que sigue. Este estudiose centr en una sociedad crecientemente conmovida por transformacionessociales que encuentran a su paso tanto super cies resistentes, como porosas.Una poca marcada por las necesidades de recomposicin producidas por los procesos de modernizacin en curso (Parker, Los pobres yThe idea , Quijano,Burga y Flores Galindo, Contreras y Cueto, Basadre, Ortega, Muoz, McEvoy, Elmore, entre otros), de las cuales la recon guracin de los ideales desujeto no es la menor. Se interes por las con guraciones de sujeto presentesen las elites ilustradas peruanas de las primeras dcadas de los veinte, para buscar respuesta a algunas interrogantes: Cules son los ideales sociales desujeto imperantes en la poca? Cules son las condiciones de posibilidad desu cristalizacin? En las respuestas, por su intermedio o en sus intersticios, busc identi car las condiciones mismas del lazo social del cual estos sujetos posibles y sus imposibilidades son solidarios.

    El estudio tuvo como eje de anlisis central cuatro textos autobiogr cos4.Los textos corresponden al poeta modernista, probablemente el ms

    4 Estos cuatro textos ms uno que no pudo ubicarse materialmente, constituyen eluniverso de textos autobiogr cos producidos en la poca mencionada que cumplieroncon los criterios siguientes: 1) que hubieran sido publicados (por el nivel de observanciarespecto del otro de la lectura que ello implica), 2) que tuvieran una mnima elaboracin delyo (siendo este elemento central del anlisis) y 3) que correspondieran a sectores urbanos (enconsideracin de su cercana con los efectos de los procesos de modernizacin que afectaronen ritmos desiguales al pas). El estudio contempl adems del anlisis de estos textos, la

    revisin exhaustiva de bibliografa secundaria en los mbitos de la historia social, la sociologahistrica e historia del pensamiento, la revisin de textos autobiogr cos correspondientes aotras realidades nacionales y regionales, as como el anlisis de la produccin escrita de cadauno de los autores (diarios, libros, artculos, entre otros) y de textos biogr cos y referencias

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    8/21

    12 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    reconocido de Hispanoamrica junto a Rubn Daro, Jos Santos Chocano(Memorias. Las mil y una aventuras de Chocano , 1940); a la escritora yactivista feminista, Zoila Aurora Cceres (Mi vida con Enrique Gmez Carrillo , 1929), representante de la alta burguesa, e hija de un presidentey hroe nacional. En tercer lugar, al ingeniero de dilatada carrera en la burocracia estatal, Alberto Jochamowitz (Mi vida profesional. Apuntesautobiogr cos del Ingeniero Alberto Jochamowitz , 1931), representante dela elite modernizadora nacional. Finalmente, al de Dora Mayer ( Zulen y yo. Testimonio de nuestro desposorio ofrecido a la humanidad ., 1925), periodistay destacada indigenista social5.

    III. MODALIDADES DE CONFIGURACIN DE SUJETO

    Tres grandes caractersticas de las con guraciones de sujeto se desprendendel material estudiado. Cada una de ellas puede entenderse como un ensayo por resolver la tensin fundadora del sujeto y su articulacin en la vida social.Como se ver, cada una de ellas se inserta en el abanico de las relacionesentre individuos y sociedad. La primera, el Otro como soporte, muestra la

    presencia activa de la comunidad en la constitucin del sujeto. La segundarevela las presiones de esta comunidad para la presentacin del Yo, a la vezque da cuenta de una a rmacin creciente de l. Por ltimo, aparece una gurams agnica, la de un individuo constituyndose en medio de las severas prevenciones de la comunidad respecto al individualismo. En los tres casos,la con guracin de sujeto resultante se constituye en la articulacin de unideal social, de un ideal del Yo y de un cmulo de experiencias.

    A. EL OTRO COMO SOPORTE

    En las escrituras autobiogr cas analizadas se revela, de manera destacada,un yo que no entra en el juego ccional de ser sostn de s mismo. El yoencuentra y produce su sostn en otro.

    escritas disponibles sobre cada cual. Con este material se construy el marco en el cual sesita la produccin del texto autobiogr co.5 La con guracin de sujeto que emerge del anlisis en profundidad de estos cuatro

    casos se desarrolla en Araujo , Dignos.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    9/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 13

    El otro se encuentra en lugar de proveer reconocimiento, un reconocimientoque aparece provisto de un valor estructurante. Pero, tambin, se evidencia suimportancia en su funcin de sostn, as como de garanta de la legitimidaddel sujeto. La a rmacin de la centralidad del otro atraviesa los textos, peroms an es ella la que permite entender buena parte de las caractersticas particulares de las formas de constitucin de sujeto y de las dimensiones quesostienen su relacin con el mundo en la tradicin cultural estudiada. Medetendr solo en un aspecto que resulta esclarecedor de la tesis sostenida: ellugar y la cualidad de la verdad.

    Los textos analizados han mostrado que la garanta de la verdad de lonarrado no se sostiene en el yo, sino en el testimonio de terceros6. As, untercio del texto de Jochamowitz est constituido por cartas y documentostestimoniales que aseguran de la veracidad de lo relatado7, un recurso queen menor medida se repite en todos los textos.

    El texto de Zoila Aurora Cceres est poblado en gran medida por citas a terceros y, hacia el ltimo tercio del texto, de cartas que el escritor Enrique Gmez Carrillo le enviara y que sirven como referencia principalargumentativa, sostn de la veracidad de lo narrado. As, la primera partedel texto relata la poca del enamoramiento de Zoila Aurora con GmezCarrillo. Las citas cumplen con darle veracidad al ensalzamiento de la gura del escritor proveniente en buena cuenta de la elevacin subjetivadel objeto producida por el amor. De esta manera, largas citas que abundanen las virtudes del objeto son incorporadas, como por ejemplo, el pequeoextracto de una larga referencia a un texto escrito por los escritores Paul yVctor Margueritte reseando un libro recin aparecido de Gmez Carrillo:

    Gmez Carrillo posee en grado extraordinario el don divino, el don

    casi inhallable de la fantasa, una fantasa ligera que os orienta, osdivierte, o encanta. Esta fantasa tan rara, tan contrastada, Carrillo laemplea en su vida, en sus libros, en su conversacin (19).

    6 Es necesario subrayar, sin embargo, que en los textos de mujeres la relacin entre lodicho y la verdad toma caminos ms complejos y hay una problematizacin un poco mayor de la misma.

    7

    Es cierto que la intencionalidad del texto, la defensa de Jochamowitz ante acusacionesque haban puesto en cuestin su probidad, da razn de las caractersticas retricas del texto, pero, lo que es remarcable es la dimensin exacerbada en que este trabajo de descargo requiereel testimonio del Otro para a rmar lo dicho como verdad.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    10/21

    14 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    Lejos de la autoa rmacin individual sostenida en la subjetividad propia, laescritura en su relacin con la verdad encuentra aqu su soporte en el otro.

    Otro recurso retrico encontrado que apunta en este sentido es la referenciadirecta a una persona que puede funcionar como garante de la verdad. Por ejemplo, el texto de Chocano termina de manera signi cativa con el siguiente prrafo: Puede dar fe de todo lo narrado quien era entonces en CartagenaDirector de El Diario de Levante y en la actualidad desempea cargoimportante en Pars y Ginebra () Dr. Antonio R. Larrosa (350).

    De esta manera, los otros valen como garanta de verdad. Son soporte dela verdad. El texto que debera ser testimonio se encuentra en la situacin paradjica de tener que apelar l mismo a los testimonios de terceros paradar cuenta de su veracidad.

    El recurso al otro como soporte de la verdad es expresivo de la relacinentre narracin y verdad, palabra y verdad en el lazo social. La relacin conla verdad aparece como externa, no reside en el propio yo.

    Esta caracterstica va a contrapelo de la exigencia para el yo de latradicin autobiogr ca occidental moderna, la que supone que el textoha de presentarse ofreciendo el mayor grado de credibilidad, verdad yautorre exin, sea cual sea el criterio de verdad utilizado: una verdad objetivao un concepto de verdad subjetiva8. En cualquier caso de de nicin de laverdad, la tradicin occidental moderna del norte ha colocado la garanta deverdad en el propio yo o en el sujeto autobiogr co.

    En los casos estudiados no es la referencialidad de la palabra la que esobjeto explcito de duda, sino que la garanta de la produccin de la verdadrecaiga en el propio sujeto. De esta manera, la verdad, que es fctica, puede ser dicha, pero requiere de un testigo que garantice que el sujeto est dicindola.Paradjicamente, quizs, la palabra, aunque referencial, no es unvoca. Loque ja, retiene o cristaliza la multivocidad y ductilidad de la palabra para ponerla en relacin con la verdad se de ne en la relacin con otro. En estesentido, la verdad es una verdad intersubjetiva. Si la verdad se produce enla relacin con otro, pues es el otro el que funciona como garanta de larelacin del sujeto con la verdad, entonces, la verdad es una produccin que

    8

    No se hace referencia con ello a la extensa discusin sobre la verdad del textoautobiogr co: la relacin entre texto y realidad o la unicidad o disyuncin entre sujeto,narrador y autor, como mbitos de disputa en el anlisis terico de la autobiografa. A lo quese apunta aqu es a la manera en que la verdad es tratada al interior de los propios textos.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    11/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 15

    se despliega en el campo del entre-sujetos, y no un rendimiento individual.La verdad de la palabra se produce en la relacin entre sujetos, es por tantouna produccin mvil y no una entidad ja. Exige para su propia constitucindel soporte del otro.

    B. YO CONSTREIDO

    Un segundo aspecto por relevar es la evidencia de la estricta imposicin yobservancia de los lmites a la exhibicin del yo, la que se presenta, estaltima, supeditada al gesto de sometimiento y a la lealtad de grupo. Una

    limitacin que puede ser leda al mismo tiempo como frontera a la a rmacinindividual. Limitacin y empuje al gesto de sometimiento que puedencomprenderse como evidencias de la existencia de una relacin estrecha entreel yo y la comunidad. No obstante, este vnculo se da de una manera diferentea lo que ocurre en la tradicin noroccidental. En la tradicin autobiogr cade los Estados Unidos de Norteamrica, como Couser (1979) entre otroslo han discutido, el sujeto aparece proyectado a su comunidad, y se a rmaindividualmente por la identi cacin de s con sta. A diferencia de ello, en

    el caso estudiado se trata de la restriccin del Yo por el sometimiento retricoa la comunidad, lo que conduce a una relacin con ictiva con la a rmacinde s como individuo, como veremos ms adelante.

    Un buen ejemplo puede extraerse del texto de Jochamowitz:

    Con eso que no he dejado de sentir cierta intimidacin al publicar () y para neutralizar la accin paralizante del sonrojo con queme tie la modestia, necesito esconder mi censurable prurito, antesentimientos que se me antojan loables. Y ya con todo desenfado

    declaro: que en el Per faltan autobiografas (...) los que ms tienenque contar y los que ms deben decir los ingenieros (....) Mientrasel poltico perora o intriga, el militar o el mdico de enden (...) elabogado enreda o desconsuela, y el sacerdote consuela, el ingenieroorganiza y al organizar crea (....) y siendo el Per una de las parcelasde la corteza terrestre en que hay ms por hacer, es aqu donde ltiene mayor participacin, material y moral, en el robustecimientode la nacionalidad (3).

    Los sentimientos de vergenza y pudor propios a la empresa autobiogr ca enla poca revelados por esta cita, dan cuenta del lugar que sta tena. La pocavalidez de una posicin como la del autobigrafo y, por lo tanto, la sancin

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    12/21

    16 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    prevista por la exposicin del yo, aparecen de manera transparente en esteextracto. La restriccin del yo implica que cada a rmacin de s corra el riesgode aparecer como mera e injusti cada exhibicin. La accin de escribir debe primero dar testimonio de la vergenza asociada con el acto de exposicindel yo. Se inicia el texto, as, con el reconocimiento de los acuerdos socialesvigentes en torno a la exposicin pblica del yo.

    La justi cacin de la legitimidad de esta escritura requiere que sta sea presentada en las antpodas de la pura exhibicin. Esto implica un tratamiento particular de la presentacin del mismo, pero, a la vez, se vincula directamentecon la a rmacin de la legitimidad del autobigrafo basada en una retricadel sujeto al servicio del pas. Es solo en la medida en que este tipo de textossean constituidos como aportes a la patria, que es posible y an necesarioque las autobiografas se produzcan.

    En los textos de Cceres y Mayer, estos lmites a la exhibicin del yose revelan en la presencia en el texto de un yo en tono menor que debe usar el nombre y la palabra masculina, reconocida y legitimada por el pblico,como medio para per larse a s mismas (lo que se revela ya en los ttulos delos libros), acatando, as, adems, las de niciones de gnero de la poca. La produccin de los dos textos ha debido sortear una doble restriccin. A lavinculada con la falta de legitimidad de la escritura autobiogr ca, se sumala limitacin establecida para la escritura femenina.

    Cceres evita los escollos puestos por las restricciones enumeradas, enla medida en que se presenta como un texto sobre un hombre (el testimoniode la vida de un hombre reconocido y famoso, el escritor Enrique GmezCarrillo), y, por lo tanto, como un texto con pretensin biogr ca. La vozfemenina y el carcter autobiogr co de la escritura son elididos. El nombremasculino como sostn de la escritura femenina autobiogr ca est tambin presente en el caso de Dora Mayer. Nuevamente el nombre propio delamado (Zulen), conocido representante del indigenismo social y cercanocolaborador de la autora, y la historia de amor se conjugan para abrirlecamino al texto hacia los lectores. En esta perspectiva, los textos, aparecencomo una modalidad radical de lo que Sidonie Smith ha detectado comouna condicin de la empresa escritural de tipo autobiogr ca en el caso delas mujeres: el abandono de su silencio cultural al emprender una tarea deescritura autobiogr ca supone entrar en la arena pblica, y la autoridad le

    vendr de que se trate de una historia que la audiencia lea, en este contextotomar, tratndose de una cultura androcntrica, cciones culturalmente privilegiadas, es decir, vinculadas a la identidad masculina.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    13/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 17

    En lo que se re ere al caso de Chocano, la fuerza de esta restriccin serevela al contrario, no por el acatamiento, sino por el no acatamiento de estasexigencias y las consecuencias que ello tiene para el destino del texto. Enel texto se encuentra un yo hiperblico que tensiona el relato, ponindolo alservicio de su engrandecimiento9. El ejercicio testimonial est supeditadoa la bsqueda de reconocimiento de un yo que ha copado la escena textual.Aunque el sometimiento al grupo aparece de manera retrica, es siempreavasallado por un yo jado ferozmente en su autoa rmacin. El testimoniosobre personajes y eventos, ms que ofrecerse para explicar a su comunidady a su tiempo, est orientado principalmente a legitimarlo en tanto yo. As, por ejemplo, las referencias a guras de su tiempo cumplen la funcin deser bsicamente muletillas del yo, por cuanto estn all para testi car laimportancia y la vala del yo autobiogr co:

    Por cierto que la carta de don Benito (Benito Prez Galds K/A)empezaba cali cndome con exageracin cariosa y, por lo mismo,disculpable: Mi maestro y amigo (323).

    El recuso a la cita tiene como condicin que se trate de alguien relevante,no importando la posicin poltica o tica del sostn buscado. Se trata dela actuacin de la voracidad del yo, que en su indiscriminacin no cumplesiquiera con producir el efecto de per lamiento del yo. La funcin deengrandecimiento que tiene la cita desactiva su potencia.

    El fracaso del texto de Chocano, de lectura y de crtica, testimonio delincumplimiento de las exigencias ideales respecto al sometimiento del yo. AunLuis Alberto Snchez, crtico benevolente y bigrafo del poeta, al referirseal texto usa adjetivos como campanudo y cursi y sostiene que al caboarranca sonrisas (454). Este yo hiperblico, aparece asociado directamenteal carcter individualista de Chocano, al que Jos Carlos Maritegui tildarde individualismo jerrquico, un caso de individualismo exasperado yegosta (274).

    La restriccin del yo en todos los casos analizados se encuentra en estrecharelacin con el carcter problemtico con el que aparecen el individuo y elindividualismo. Mientras que la produccin del texto autobiogr co en latradicin occidental moderna se fundamenta en y fortalece la idea de individuo

    9 Para una discusin detallada de este caso ver Araujo,Con guracin. Para una lecturade Chicano en cuanto sujeto heroico y fusin de sujeto y nacin, ver Esparza.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    14/21

    18 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    y supone la enftica a rmacin de ste y su autonoma, en la realidad culturalestudiada, precisamente se distingue por las prevenciones que toma en contrade esta a rmacin.

    C. INDIVIDUOS DEL INDIVIDUALISMO IMPOSIBLE

    Como se ha visto, la legitimidad pende del gesto de sometimiento a lacomunidad o al grupo. Un sujeto legtimo es aquel que orienta, retricamente por lo menos, su presentacin de manera que su especi cidad individual no essubrayada. En este contexto, el individualismo es una dimensin que aparece

    como problemtica. En los textos analizados ello se revela en el vehementerechazo social a la individualidad (como lo muestran las luchas de ZoilaAurora Cceres por ser reconocida como individuo en su relacin de pareja),al individualismo (evidenciada en la paradjica defensa de la modernidady abstencin y distancia respecto del individualismo del individuo que sedesprende del texto de Jochamowitz) y a la excepcionalidad individual (comolo evidencia el fracaso del texto en el caso de Chocano).

    De manera ms precisa: las configuraciones de sujeto encontradas

    son expresivas de una recepcin armativa de la idea de individuo, perocuyo destino en las formas de presentacin del Yo es incierto, frgil y/o

    contradictorio por la prevencin cultural contra el individualismo que dejasentir su accin. En estos textos autobiogr cos de comienzos de siglo,que solo pueden ser comprendidos como movidos por el impulso intenso ala a rmacin individual, es donde probablemente con ms claridad puedaapreciarse el trabajo de con guracin de sujeto en un contexto cultural quele pone sus condiciones.

    As, por ejemplo, una recepcin de la idea de individuo se deja entrever enel mbito de la constitucin de nuevas subjetividades femeninas en el marcode las ofertas feministas de comprensin del sujeto mujer. En el texto de ZoilaAurora Cceres, la idea de individuo y de individuacin es un elemento centralen el ideal de sujeto femenino. Se trata de un sujeto que reivindica para sautonoma individual y derecho a la libertad personal, haciendo eco de losrasgos que de nen al sujeto moderno. No obstante, el lugar y valencia positivaotorgada al individuo se topa con barreras. Particularmente, la contradiccinque se produce entre este ideal de sujeto individuado y las expectativas quese deben enfrentar en el amor y la conyugalidad. Un pasaje que relata los

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    15/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 19

    acontecimientos que llevan a la ruptura de la relacin conyugal entre ZoilaAurora Cceres y Enrique Gmez Carrillo es expresivo de lo anterior.

    Comprendo que en la vida en comn se hagan concesiones mutuasde recproca tolerancia, mas no que el marido disponga librementede su voluntad entregndose a extravos censurables, mientras laesposa permanece encerrada en la casa, que desde ese momento dejade ser el hogar de los apacibles goces para transformarse en crcelimprovisada por el absolutismo del hombre y el doblegamiento de lamujer () Al anunciarme que sala a comer con Tible comprend quese iniciaba la separacin completa de nuestras almas () existe ladeclaracin franca y categrica, que equivale a decir: salgo porquequiero y t debes quedarte porque yo lo ordeno. Sin inmutarme,tranquilamente, sofocando la pena que me ahogaba, la indignacin,que me provocaba a lanzar un grito formidable de rebelda, le dije:Si t sales con Tible, yo ir al teatro con mi hermana. Plido por la clera, que no puede dominar, insiste, repitindome varias vecesque me quede en casa. Aparentando serenidad le replico: Si noquieres que salga, t tampoco debes salir () Antes de salir merepite nuevamente que no vaya al teatro. Pasado el primer impulso,movida a la bondad, le pregunto: A qu hora vuelves?, y me res- ponde secamente: No s. Mi hermana me aconsej que no saliese, por estar Enrique seriamente disgustado. Le contest: Si t no meacompaas, voy con Melanie (178).

    Como resultado de este acto de desobediencia, Gmez Carrillo escribirla siguiente misiva:

    Si es cierto que t no eres resignada como te complaces en decirlo,lo mejor es que, antes que nos agriemos la vida del todo, que nosseparemos () De lo contrario, o t aceptas la vida como todaslas mujeres que quieren aceptar la vida tal como es, o tendremosque llegar a una existencia muy amarga () Para eso la existenciade mis amigas de Montmartre era preferible, pues siquiera tena la poesa de poderse romper cualquier da y la ventaja de no ponermeen ridculo (181).

    As, la a rmacin de s como individuo tiene como consecuencia el destierrodel campo amoroso. De esta manera, el individuo, en el caso femenino, perono solamente, aparece como una propuesta que tiene como costo posible yacechante la exclusin del lazo social.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    16/21

    20 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    La presencia de una estrategia tan alerta y e ciente en la restriccin del yoy en la vigilancia a la individualidad no puede sino responder a que el sujetoconstituido sobre la base de su a rmacin individual se contradice con lasmodalidades culturales de establecimiento y mantenimiento del lazo social,y, por lo tanto, resulta en una amenaza para ste. En otros trminos, que unaa rmacin tajante de la individualidad del sujeto pondra en cuestin unaforma privilegiada de enlazamiento social.

    Las razones de la percepcin de amenaza pueden vincularse con lasformas de recepcin misma de la nocin de individualidad e individualismo.En efecto, nuestros resultados evidencian la presencia de una forma designi cacin que vincula individualidad e individualismo, y que coloca aeste ltimo en asociacin signi cante con la excepcionalidad y con un msall de las restricciones de la ley. Lejos de la idea moderna de individuacinque se sustenta precisamente en la idea de sujeto sometido a la ley, sujeto auna ley interiorizada y por lo tanto un sujeto descompletado, esta modalidadde recepcin y cristalizacin concibe al sujeto que a rma su individualidadcomo un sujeto completo en tal medida que le atribuye la capacidad inclusode colocarse l mismo en el lugar de la ley.

    El individualismo en su encuentro con una realidad social, la del naldel novecientos peruano, desa ada por la necesidad de su recon guracin(e incluso reconstruccin) frente a los procesos de modernizacin y conuna discursividad cvica que se asienta en lo pico debido a su pasadoemancipatorio reciente, deviene en que la accin individual se prestigie en lamedida en que su poder se encuentre por encima de las normas e instituciones.Pero, es necesario recordar que ello se justi ca en cuanto esta posicin deencarnar la ley permitira alcanzar el orden y la disciplina necesarios parael progreso de la nacin. Esta signi cacin de la nocin de individualismo

    encuentra materialidad en la gura del caudillo novecentista.Si esta recepcin del individualismo se presenta en el cambio de siglocomo una opcin del tipo de sujeto que debera liderar el pas, como loejempli ca el caso de Chocano y el xito de su gura en el cambio de siglo,algunas dcadas ms tarde su legitimidad pblica habr empezado a disminuir entre las elites ilustradas de manera dramtica. Se trata ya en la segunda otercera dcada del siglo XX de la puesta en cuestin de un tipo de a rmacindel individualismo y del individuo que es la que Chocano a rma y celebra:

    A travs de mi arte y de mi vida he actuado siempre en un sentidode nitivamente individualista (65).

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    17/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 21

    Una a rmacin que se presenta como un individualismo de excepcin,sostenido en el gesto pico, cierto, pero, especialmente, esttico:

    Lo nico que le corresponde cuidar a un poeta en la vida: la bellezadel gesto (11).

    O, ms an:

    La belleza en el gesto predomina por sobre toda otra preocupacinhispanoamericana (42).

    No importa vencer o ser vencido: lo que importa es ser grande en

    la batalla (43).Ahora bien, sin la dimensin tica como condicin central, como es elcaso de la construccin de individuo moderno en la tradicin europea onorteamericana, la propuesta del individualismo como acompaante dela modernizacin constituye un riesgo para la propia sociedad y requiere deotras estrategias compensatorias.

    En esta perspectiva, individuo e individualismo se contradicen con elsometimiento a la comunidad, impidiendo la constitucin de una comunidadmoderna. El individuo resulta problemtico en la medida en que su asociacincon el individualismo entra en tensin con la tarea pendiente del pas deconstituirse como una nacin. Los individuos deben, as, producirse ysostenerse en el seno del individualismo imposible gracias a mltiplesestrategias a partir de las cuales la articulacin de ideales y experienciasmltiples es alcanzada.

    IV. DEL SUJETO AL LAZO SOCIALA diferencia del sujeto occidental del norte, entonces, el sujeto aqu es unotal que no se presta a encarnar la ccin occidental y moderna del individuosostenido en s mismo (Martuccelli,Grammaires 57). Lejos de esta ccin,el sujeto es consciente de su dependencia del otro y trabaja para dar las pruebas de delidad a un orden que hace del mutuo soporte entre los sujetosel entramado que caracteriza las formas de establecimiento y sostenimiento

    del lazo social.El texto de Jochamowitz nos entrega un buen ejemplo. En este caso, loque se pone en relieve es la reticencia a a rmarse retricamente como un

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    18/21

    22 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    individuo moderno a pesar de con gurarse como tal, lo que ocurre en lamedida en que la a rmacin del individuo implique la prescindencia delotro. Ingeniero representante de la elite modernizadora de comienzos desiglo, Jochamowitz har de modelos extranjeros de pases exitosos en laempresa de modernizacin sus referentes ideales: toma de ellos los valoresasociados a la tica del trabajo, la e ciencia y el vigor, lo que se expresa enuna estimacin descollante del hacer. No obstante, la a rmacin explcitade s como individuo es mantenida a raya en la medida en que ella implicauna caracterstica de la que se guarda severa distancia: la autosu ciencia. Laescritura parca y ceremoniosa de Jochamowitz se permite en relacin con este punto los escasos comentarios irnicos presentes en el texto. Por ejemplo,respecto a quien considera su verdadero maestro y gura inspiradora, elingeniero norteamericano Charles Sutton, quien llega al Per contratado por el gobierno peruano. Relata una escena en que Sutton en una de lasexcursiones de trabajo insiste con toda conviccin en caminar largo rato enuna direccin evidentemente equivocada sin consultar a su acompaante.Finalmente y luego de horas:

    Con suma precaucin, para no herirlo, le dije: no le parece Sr. Sutton

    que llegaremos ms pronto tomando el sentido opuesto? Y entoncesme contest: Yo cree (sic) Jochamowitz, usted tenga razn, y sinvacilar, dio media vuelta. A media noche llegamos a nuestro cam- pamento de Ica (15).

    La burla a la actitud autosu ciente, la que es de nida principalmente por su carcter absurdo, pone en relieve el lmite puesto al individuo: no puede prescindir del otro.

    Esta estrategia, de a rmacin de la dependencia del otro, aparece comonecesaria en un momento en que las tareas sociales se particularizan por la necesidad de responder a los desafos de la modernizacin. Lo anterior aconsejara, entonces, considerar esta dimensin del lazo social y delsujeto no como un simple resabio premoderno, sino como parte de unaestrategia espec ca de estas sociedades para enfrentar los procesos demodernizacin.

    El lazo social debe garantizar en esta regin el mantenimiento de losocial en el contexto de sociedades fuertemente fragmentadas debido a los

    procesos de exclusin y restriccin de sectores importantes de la poblacinen razn de gnero, raza y clase social, al mismo tiempo que conmovidas por la desaparicin abrupta de las formas tradicionales coloniales de resolver el

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    19/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 23

    ordenamiento y la cohesin social, a saber, basadas en el carcter adscrito dellugar en lo social y fuertemente sostenidas en el principio de jerarqua (cf.Mannarelli, Portocarrero). Pero, an ms, el lazo social debe recon gurarseen el contexto de procesos de modernizacin de carcter extrnseco y que presionan hacia la renovacin de los criterios de inclusin y exclusin y declasi cacin social (Parker,The idea ). El otro como soporte, la restriccindel Yo y la prevencin contra el individualismo, son caractersticas de lascon guraciones de sujeto reveladoras de las estrategias que tomar estasociedad frente a las tareas que se le reclaman.

    En sntesis, se puede a rmar que los ideales sociales de sujeto que sedesprenden de las con guraciones de sujeto encontradas y de las formasde presentacin del yo presentes en los textos autobiogr cos analizados,no se corresponden con los que constituyen al sujeto autosostenido peroen sujecin a la ley moral interiorizada de la tradicin moderna ilustradanoroccidental. En la tradicin estudiada, el sujeto es colocado en referencia aotro, est marcado por la heteronoma. No hay una formulacin ideal social desujeto individualista, aunque haya individuos pugnando por su legitimacin.El modelo de individuo se entrama segn las condiciones que le pone unsujeto extremadamente consciente de su dependencia y, por tanto, orientadohacia el otro. En este contexto, la experiencia se cristaliza en la certeza deque el otro tiene una funcin estructurante. Acta como soporte, fuente dereconocimiento, garanta de legitimidad y de verdad. El lazo social, que sededuce de los anlisis, se basa en la a rmacin de la interdependencia entresujeto y otro, sosteniendo la idea del mutuo soporte, y en la obligacin derenovacin permanente de los votos de sometimiento y lealtad al grupo, lacomunidad o clase. Se trata de una modalidad de establecimiento de lazosocial que pone en relieve el reconocimiento de la necesidad de soporte

    externo social para los sujetos. La conciencia de la necesidad de soportesexternos como fundamento del sostn del sujeto impulsa modos particularesde con guracin y compone un horizonte particular para los procesos deindividuacin en curso.

    BIBLIOGRAFA

    Araujo, Kathya. Con guracin de sujeto y lazo social. Las mil y una aventuras de Chocano.Lpez Maguia, Santiago et al. Estudios Culturales. Discursos, Poderes, Pulsiones. Lima:Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Per, 2001. 273-288.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    20/21

    24 R EVISTACHILENA DE LITERATURAN 76, 2010

    ________ Habitar lo social . Usos y abusos en la vida cotidiana. Santiago: LOM, 2009. ________ Dignos de su arte. Sujeto y Lazo Social en el Per de las tres primeras dcadas

    del siglo XX . Madrid/Frankfurt: Iberoamericana Vervuert Verlag, 2009.Bajtin, M. Esttica de la creacin verbal . Mxico: Ed. Siglo XXI, 1990.Basadre, Jorge. Historia de la Repblica del Per 1822-1933 . Sexta edicin. Tomo XVI.

    Lima: Editorial Universitaria, 1970.Bellah, Robert et al. Hbitos del corazn . Madrid: Alianza Editorial, 1989.Burga, Manuel y Alberto Flores. Apogeo y Crisis de la Repblica Aristocrtica . Lima: Edi-

    ciones Rikchay Per, 1981Cceres, Zoila AuroraMi vida con Enrique Gmez Carrillo . Madrid: Compaa Ibero-

    Americana de Publicaciones. Renacimiento, 1929.

    Chocano, Jos SantosMemorias. Las mil y una aventuras . Santiago de Chile: Editorial Nascimento, 1940.Contreras, Carlos y Marcos Cueto. Historia del Per Contemporneo . Lima: Red para el

    desarrollo de las Ciencias Sociales en el Per, 1999.Couser, Thomas G. American Autobiography. The Prophetic Mode. Amherst: University of

    Massachussets Press, 1979.De Man, Paul. La autobiografa como des- guracin. La autobiografa y sus problemas

    tericos . Suplementos Anthropos. 29 (Diciembre 1991): 113-118.Esparza Cecilia. El Per en la Memoria. Lima: Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales

    en el Per, 2006Elmore, Peter. Lima: puertas a la modernidad. Modernizacin y experiencia urbana a prin-cipios de siglo.Cuadernos Americanos . Universidad Autnoma de Mxico. Nueva pocaV. 6 (30 nov-dic 1991): 104-23.

    Freud, Sigmund. Psicologa de las masas y anlisis del yo (1921).Obras Completas . Madrid:Biblioteca Nueva, 1973.

    Hunsaker, Steven V. Autobiography and National Identity in the Americas . Virginia: TheUniversity Press of Virginia, 1999.

    Jochamowitz, Alberto.Mi vida profesional. Apuntes autobiogr cos del Ingeniero Alberto

    Jochamowitz. 1900-1930. Lima: Imprenta Torres Aguirre, 1931.Larran, Jorge. Identidad chilena . Santiago: LOM, 2001.Lejeune, Phillipe. Le pacte aubiographique. Poetique N 14. (1973): 137-162.Mac Evoy, Carmen. La Utopa republicana. Ideales y realidades en la formacin de la cultura

    poltica peruana (1871-1919) . Lima: Fondo Editorial Ponti cia Universidad Catlicadel Per, 1997.

    Mannarelli, Mara Emma. Sexualidad y Cultura Pblica. Los poderes domsticos y el desar-rollo de la ciudadana. Estudios Culturales. Discursos. Poderes. Pulsiones. Lima: Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Per, 2001. 189-209.

    Maritegui, Jos Carlos.Siete ensayos de interpretacin de la realidad peruana . 44 edicin.Lima: Biblioteca Amauta, 1981.

    Martuccelli, Danilo.Grammaires de lindividu . Paris: Gallimard, 2002.

  • 8/8/2019 Araujo_configuraciones de Sujeto

    21/21

    Con guraciones de sujeto en la modernidad latinoamericana: el caso de Per... 25

    ________ Cambio de Rumbo. La sociedad a escala del individuo. Santiago: LOM, 2007.Mayer de Zulen, Dora. Zulen y yo. Testimonio de nuestro desposorio ofrecido a la humanidad .

    Lima: Imprenta Gracilaso, 1925.Molloy, Silvia. Acto de presencia. La escritura autobiogr ca en Hispanoamrica. Mxico:

    Fondo de Cultura Econmica - El Colegio de Mxico, 1996.Morand, Pedro.Cultura y Modernizacin en Amrica Latina. Santiago: Cuadernos de So-

    ciologa de la Ponti cia Universidad Catlica de Chile, 1984.Muoz, Fanni. Diversiones pblicas en Lima 1890-1920. La experiencia de la modernidad.

    Lima: Red para el desarrollo de las Ciencias Sociales en el Per, 2001.Ortega, Julio.Cultura y Modernizacin en la Lima del 900 . Lima: CEDEP, 1986.Parker, David. Los pobres de la clase media: estilo de vida, consumo e identidad en una

    ciudad tradicional.Mundos interiores: Lima 1850-1950 . Lima: CIUP-Universidad delPac co, 1998. 161-183.

    ________ The idea of the Middle Class. White-Collar Workers and Peruvian Society, 1900-1950. Pennsylvania: The Pennsylvania State University Press, 1998.

    Paz, Octavio. El laberinto de la soledad. Madrid: Ctedra, 1993.Portocarrero, Gonzalo. El fundamento invisible: funcin y lugar de las ideas racistas en la

    Repblica Aristocrtica.Mundos interiores. Lima 1850-1950 . Lima: Centro de Investi-gacin de la Universidad del Pac co, 1998. 219-259.

    Quijano, Anbal. Imperialismo, clases sociales y estado en el Per 1890-1930. El Per en lacrisis de los aos 30 . Primera edicin. Lima: CEIS. Centro de Investigaciones Sociales,1970.

    Snchez, Luis Alberto. Aladino o vida y obra de Jos Santos Chocano . Lima: EditorialUniverso, segunda edicin, 1975 (primera edicin 1960, Mxico: Libro Mex). Muchasgracias por todo. Reciba mis ms cordiales saludos, Kathya Araujo

    Smith, Sidonie. Hacia una potica de la autobiografa de mujeres. El Gran Desafo: Femi-nismos Autobiografa y Post modernidad . Madrid: Megazul-Endymion, 1994.

    Zizek, Slavoj. El sublime objeto de la ideologa . Mxico: Siglo Veintiuno, 1992.