aquino, tomás de-suma contra gentiles

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SUMA CONTRA LOS GENTILES Santo Tomás de Aquino PROLOGO Al poner en manos del lector español la traducción castellana de la Suma contra los Gentiles, de Santo Tomás de Aquino, nos ha parecido conveniente hacer unas sencillas aclaraciones destinadas exclusivamente a exponer, en muy pocas líneas, los límites de nuestro trabajo. Nuestro intento fundamental puede resumirse en una sola palabra: traducir; poner al alcance de quienes cultivan la filosofía y no cuentan con la suficiente preparación para vencer cómodamente las dificultades de la lengua latina una de las grandes obras del Doctor Angélico. No hemos trabajado, pues, para eclesiásticos, ya que éstos mejor estudiarán el pensamiento del Santo en su original latino. Nuestra tarea ha sido realizada con vistas a los seglares, católicos o no católicos, aunque todos cultos, para que tanto unos como otros, estudiando con detención la obra que les ofrecemos, puedan llegar por la simple vía racional a establecer contacto con las grandes verdades y a penetrar, en cuanto nos es dado, en el mundo de los grandes misterios. Aparte de la introducción general, en la que, tras unas breves pero vigorosas pinceladas sobre la persona de Santo Tomás, se exponen las circunstancias históricas que motivaron la aparición de la obra, el estudio critico del Pugio fidei en relación con la Contra Gentes, etc., a cada uno de los dos libros que componen el presente volumen precede una extensa introducción. Es de notar, sin embargo, que ambas introducciones, en conformidad con lo ya dicho, tienden únicamente a resumir en una síntesis claray asequible, en cuanto cabelos puntos doctrinales en que se apoya la argumentación del libro respectivo. En consecuencia, hemos ladeado intencionadamente las exposiciones doctrinales que pudieran contrarrestar este anhelo de expansión vulgarizadora de la doctrina de Santo Tomás, como también hemos prescindido de insistir en la demostración y defensa de cuanto constituye el núcleo de nuestro sistema tomista. Y esto por dos razones: en primer lugar, porque aquellos a quienes va destinada esta traducción castellana de la suma contra los Gentiles, los seglares, ni están mediatizados por escuelas determinadas, ni buscan, por consiguiente, una defensa crítica de la doctrina. Interésales sólo el pensamiento del Santo. Y su pensamiento, indudablemente, con la diafanidad que le caracteriza, está en sus obras. En segundo lugar, porque los menos del mundo laico a quienes pudiera interesar la controversia podrán suplir con relativa facilidad cuanto falte en exposición doctrinal y defensa crítica acudiendo a las introducciones especiales de la Suma Teológica publicada por esta misma Biblioteca. Réstanos sólo advertir al lector que la Suma contra los Gentiles no va dirigida como dice el P. Suermondt a cualquier clase de hombres, sino a eruditos y doctos; a quienes, cultivando la verdadera sabiduría, acúciales el deseo de escudriñar las verdades divinas. Por es razón, Santo Tomás comienza la obra preguntándose en el primer capitulo cuál sea el deber del sabio INTRODUCCIÓN GENERAL Santo Tomás de Aquino, por su grandeza excepcional, por la extensión y por las múltiples facetas de su obra literaria, por la universalidad de su influencia, por su significación en la Iglesia, no puede ser abarcado de manera global sin un previo es fuerzo analítico como antecedente obligado para una visión integradora. Tampoco es tarea fácil el estudio de un aspecto particular de su doctrina o de su vida, desgajado más o menos violentamente del conjunto vivo y reciamente ensamblado, sin que sufra merma en su exacta valoración y sin que pierda sus claros contornos. Por ello ofrece una real dificultad hablar o escribir de Santo Tomás con carácter introductorio y con el propósito de dar a conocer en visión de conjunto, alada y densa, cordial y científica, la obra total del Santo, o algunos aspectos, en tal forma que pueda ser guía seguro para adentrarse en la lectura de sus escritos con

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  • 1. SUMA CONTRA LOS GENTILES Santo Toms de AquinoPROLOGOAl poner en manos del lector espaol la traduccin castellana de la Suma contra los Gentiles, deSanto Toms de Aquino, nos ha parecido conveniente hacer unas sencillas aclaraciones destinadasexclusivamente a exponer, en muy pocas lneas, los lmites de nuestro trabajo.Nuestro intento fundamental puede resumirse en una sola palabra: traducir; poner al alcance dequienes cultivan la filosofa y no cuentan con la suficiente preparacin para vencer cmodamentelas dificultades de la lengua latina una de las grandes obras del Doctor Anglico. No hemostrabajado, pues, para eclesisticos, ya que stos mejor estudiarn el pensamiento del Santo en suoriginal latino. Nuestra tarea ha sido realizada con vistas a los seglares, catlicos o no catlicos,aunque todos cultos, para que tanto unos como otros, estudiando con detencin la obra que lesofrecemos, puedan llegar por la simple va racional a establecer contacto con las grandes verdades ya penetrar, en cuanto nos es dado, en el mundo de los grandes misterios.Aparte de la introduccin general, en la que, tras unas breves pero vigorosas pinceladas sobre lapersona de Santo Toms, se exponen las circunstancias histricas que motivaron la aparicin de laobra, el estudio critico del Pugio fidei en relacin con la Contra Gentes, etc., a cada uno de los doslibros que componen el presente volumen precede una extensa introduccin.Es de notar, sin embargo, que ambas introducciones, en conformidad con lo ya dicho, tiendennicamente a resumir en una sntesis claray asequible, en cuanto cabelos puntos doctrinales enque se apoya la argumentacin del libro respectivo. En consecuencia, hemos ladeadointencionadamente las exposiciones doctrinales que pudieran contrarrestar este anhelo de expansinvulgarizadora de la doctrina de Santo Toms, como tambin hemos prescindido de insistir en lademostracin y defensa de cuanto constituye el ncleo de nuestro sistema tomista. Y esto por dosrazones: en primer lugar, porque aquellos a quienes va destinada esta traduccin castellana de lasuma contra los Gentiles, los seglares, ni estn mediatizados por escuelas determinadas, ni buscan,por consiguiente, una defensa crtica de la doctrina. Intersales slo el pensamiento del Santo. Y supensamiento, indudablemente, con la diafanidad que le caracteriza, est en sus obras. En segundolugar, porque los menos del mundo laico a quienes pudiera interesar la controversia podrn suplircon relativa facilidad cuanto falte en exposicin doctrinal y defensa crtica acudiendo a lasintroducciones especiales de la Suma Teolgica publicada por esta misma Biblioteca.Rstanos slo advertir al lector que la Suma contra los Gentiles no va dirigidacomo dice el P.Suermondta cualquier clase de hombres, sino a eruditos y doctos; a quienes, cultivando laverdadera sabidura, acciales el deseo de escudriar las verdades divinas. Por es razn, SantoToms comienza la obra preguntndose en el primer capitulo cul sea el deber del sabio INTRODUCCIN GENERALSanto Toms de Aquino, por su grandeza excepcional, por la extensin y por las mltiples facetasde su obra literaria, por la universalidad de su influencia, por su significacin en la Iglesia, no puedeser abarcado de manera global sin un previo es fuerzo analtico como antecedente obligado para unavisin integradora. Tampoco es tarea fcil el estudio de un aspecto particular de su doctrina o de suvida, desgajado ms o menos violentamente del conjunto vivo y reciamente ensamblado, sin quesufra merma en su exacta valoracin y sin que pierda sus claros contornos. Por ello ofrece una realdificultad hablar o escribir de Santo Toms con carcter introductorio y con el propsito de dar aconocer en visin de conjunto, alada y densa, cordial y cientfica, la obra total del Santo, o algunosaspectos, en tal forma que pueda ser gua seguro para adentrarse en la lectura de sus escritos con

2. curiosidad inteligente y con devocin ardiente y amorosa.Sin duda la copiosa literatura enteramente consagrada al estudio del Doctor Anglico, de su vida, desu doctrina y de sus escritos, ofrece sobradamente todo lo que puede apetecer un lector culto sobreun autor y una obra literaria. Estaramos muy lejos de la realidad si afirmramos que el Santo espoco estudiado o es poco conocido, como suele afirmarse con tanta frecuencia al escribir sobrefiguras destacadas con carcter monogrfico. La bibliografa tomista es abundante y variada, noslo en estudios de carcter doctrinal, filosficos y teolgicos, sino en estudios de tipo histrico yde crtica textual, cada da ms numerosos y ms perfectos. Esta riqueza en estudios monogrficos yde sntesis, de valor muy desigual, puede constituir un verdadero escollo para el conocimientoexacto de Santo Toms si el lector estudioso, y mucho ms el escritor, no somete la produccinbibliogrfica a un anlisis delicado para conocer previamente el valor de los estudios utilizables, lasfuentes empleadas y los criterios que han guiado a los respectivos autores en sus tareas deelaboracin cientfica. De no hacerlo as, en algunos casos esta remos expuestos a verdaderasconfusiones, por aceptar como conclusiones de valor objetivo las estimaciones subjetivas de ciertosautores, o como hechos histricos comprobados plenamente las hiptesis histricas ms o menosfundadas como explicacin provisional de un hecho o como interpretacin, tambin provisional, deun texto obscuro.A pesar de esta dificultad, nos vemos obligados a escribir sobre Santo Toms con carcterintroductorio y para esta edicin espaola de la Summa contra Gentiles. Tarea difcil siempre, lo espara nosotros, que estamos ocupados en otras tareas histricas que slo muy de lejos tienen unarelacin con los problemas que tenemos que tratar aqu. Seguimos adelante en nuestro trabajofiados slo en el bonum obedientiae.Nuestra tarea queda muy reducida, casi fcil, si tenemos en cuenta que en esta misma Biblioteca deAutores Cristianos, en fecha an reciente y como introduccin general a la edicin espaola de laSumma Theologica, se ha publicado un magnfico estudio de conjunto sobre la vida y la obra totalde Santo Toms de Aquino, debido al insigne telogo P. Santiago M. Ramrez, O. P. 1 El amplioestudio introductorio del P. Ramrez, en sus pginas densas y luminosas, ofrece al lector espaoluna visin completa de Santo Toms, rica por su informacin erudita y por el vigor delpensamiento. En la obra del P. Ramrez puede hallar el lector culto plenamente expuestos aquellosconocimientos previos que puede desear para adentrarse inteligentemente en la lectura del DoctorAnglico. Parece, pues, innecesario, y hasta vano, emprender de nuevo el trabajo para darle anuestro pblico culto una nueva introduccin de tipo general que no podra sustituir a la obramagistral del insigne P. Ramrez.Nuestro propsito es modesto: exponer algunos problemas generales de tipo histrico en torno a laSumma contra Gentiles, y que pueden interesar al lector porque su conocimiento ayuda a situar laobra del Santo en su ambiente histrico y facilita la comprensin del mtodo y la problemtica deesta obra del AnglicoEn nuestro intento de ofrecer una introduccin de inters general y de lectura agradable,procuramos eliminar aquellos problemas de erudicin y de crtica que slo interesan al lectorespecializado y que no ayudan de manera eficaz al conocimiento y comprensin de la obra. Comouna excepcin, dedicamos bastante espacio al estudio de las relaciones de Santo Toms conRaimundo Mart, por su inters hispnico y por no estar plenamente estudiadas en las obras decarcter general sobre Santo Toms.El texto que se publica es el mismo de la edicin Leonina, edicin crtica perfectsima 2 As huelgala exposicin de los problemas crticos referentes a elencos de manuscritos, genealoga de losmismos, estado actual del manuscrito autgrafo, etc. Problemas stos estudiados y resueltos por loseditores romanos y exhaustivamente expuestos en las introducciones de la citada edicin crticapara saciar la curiosidad de los eruditos y crticos ms exigentes. Una exposicin sumara de estosproblemas carece de utilidad real. Algo parecido ocurre con las observaciones de detalle que puedenhaberse hecho a la labor de los editores de Santo Toms. As, descartados estos problemas de crtica 3. textual, nuestra labor se reduce y se limita a una reconstruccin histrica del ambiente y a unasobservaciones sobre el mtodo de trabajo del Santo Doctor.1 Suma teolgica de Santo Toms de Aquino. Tomo 1: Introduccin general por el R. P. Mtro. Fr. Santiago Ramrez, O.P., etc. (Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1947). La introduccin del P. Ramrez abarca 237 pginas, conbibliografa sistemtica y continuas referencias a problemas crticos y autores actuales. Es, por tanto, un instrumento detrabajo insubstituible, al mismo tiempo que es un estudio altamente orientador.2 S. Thonuze Aquinatis, Doctoris Angelici, Opera onvnia iussu impen saque Leonis XIII P. M. edita. La Suma contraGentiles ocupa los volmenes 13, 14 y 15. De esta edicin de la Contra Gentiles escribe Grabmann que representa untrabajo de primer orden entre las ediciones crticas de obras de autores escolsticos (Historia de la Teologa catlica,edic. espaola [ 1940], p. 383).Santo Toms de Aquino, escritor humanoNo pretendemos escribir una semblanza de Santo Toms y mucho menos dar un salto en el vaco ylanzarnos por el mar sin fondo de una estimacin subjetiva de las variadas facetas, siempresugeridoras, de su personalidad enorme. Sin embargo, queremos sealar con amor una caractersticade su obra, o mejor, de su actitud como escritor: Santo Toms es un escritor humano. Nos interesanlos mviles psicolgicos y las circunstancias histricas para estimar con justeza la razn misma delos escritos del Santo y de la directrices de su vida. Queremos, en lo que cabe, una valoracin plenade su obra en su propio ambiente, para que el lector espaol reciba con las enseanzas de sudoctrina la leccin esplndida de su ejemplaridad.Muchas veces se ha dicho y se ha escrito que Santo Toms es tan impersonal en sus escritos, tanobjetivo en el fondo, tan tcnico en la forma, que no revela nunca los pliegues de su alma delicada;no es fcil penetrar en las intimidades del Santo a travs de las pginas fras del telogo o delfilsofo. Resalta ms esta actitud del Anglico si se le compara con otras grandes figuras delpensamiento cristiano, como San Buenaventura, el doctor de la uncin franciscana, y sobre todo conSan Agustn, el otro gigante de la ciencia cristiana. Quiz la comparacin, como en tantasocasiones, lejos de ayudar al conocimiento, sirve para obnubilarlo. Una simple lectura inteligente deestos autores pone de manifiesto las diferencias temperamentales entre los mismos que hancondicionado su manera de escribir. No nos toca hacer un estudio de las notas caractersticas de SanBuenaventura ni tampoco de San Agustn, con su personalidad tan suya, con su rica variedad dematices, con su clida emocin humana, que descubre las inquietudes de su adolescencia desgarraday el trepidar de su alma ardiente abrasada por el fuego inextinguible de su caridad.As se ha llegado a una idea falsa de Santo Toms, que al deshumanizarlo le ha quitadoejemplaridad humana. Esta visin inexacta la ha sometido a un anlisis certero el seor Obispo deTy, Fr. Jos Lpez Ortiz, y la ha sintetizado en estas magistrales palabras: Tienen fama losescritos de Santo Toms de encerrar la ms abstracta e impersonal exposicin de una doctrina. Cabela dudase ha llegado a decirde si han sido compuestos por un hombre que vivi en algntiempo y lugar o si la pura objetividad ha cristalizado en ellos sin ser turbada o animada por elaliento de alguien que, a ms de pensarlos, los viva. Y esta impresin de impersonalidad de la obraha llegado a proyectarse sobre el hombre, del cual corre tambin un deforme esquema biogrfico; eldel monje sedentario, apacible, abstrado y abstracto, viviendo solo con sus ideas, sin saber niimportarle nada del mundo que le rodeaba, capaz de turbar la alegra de un convite palaciego, en elque por azar se encuentra, con una extempornea exclamacin, tal vez un golpe en la mesa, porqueha encontrado la clave de una argumentacin concluyente contra los maniqueos. Completan lasemblanza una celda desnuda de adornos en un monasterio solitario, una mesa cargada depergaminos y, tras ellos, siempre absorto, Toms destilando pausadamente por su pluma argumentotras argumento3.Y contina el Excmo. P. Lpez Ortiz: Claro est que no es sta la imagen de Santo Toms quedescriben los historiadores preclaros que ltimamente le han consagrado hermosos estudios y que elconocimiento que hoy tienen de la vida intelectual del medioevo la hacen absolutamente 4. inverosmil, pero es un poso que queda por debajo de lo que omos o leemos, aunque no dejemos deaceptarlo, y queda como reserva mental, recinto de recelo personal no disipado 4.Santo Toms de Aquino tena, como la han tenido los dems autores, su manera de escribir, muypersonal por cierto, en la que reina con plena soberana la objetividad, servida por una tcnicarigurosa. Pero podemos preguntarnos si esta obra global, aparentemente fra, procede de un alma sinemocin o de un alma de rica afectividad, pero de una excepcional tenacidad asctica. En esteltimo caso, si el extenssimo opus tomista recoge alguna manifestacin de la riqueza interior delalma de su autor. En algunos casos, el Anglico Doctor ha dejado conscientemente el tonoimpersonal que le caracteriza para gritar con toda el alma, y tambin algunas veces ha manifestadopor alguna rendija los sentimientos ntimos de su corazn.Pero creemos mucho ms eficaz como medio revelador del verdadero espritu de Santo Toms, msque algunos textos excepcionales, el estudio de los fines de su obra. Santo Toms de Aquino es unescritor vocacional, un escritor animado por una profunda inquietud humana; esta inquietud humanaanima su produccin cientfica sin inmutar su objetividad. Tenemos que seguir la lnea vocacionalsi queremos medir el alcance de su obra y estimarla con justeza.3 JOS LPEZ ORTIZ, O. S. A., Santo Toms de Aquino. Conferencia pronunciada en el paraninfo de la Universidadde Madrid el 7 de marzo de 1943, p. 3.4L.c., p.3.Ambiente histrico y vocacin particular de Santo TomsEl siglo de Santo Toms fue un siglo de inquietudes, de grandes creaciones del espritu, de nuevascorrientes religiosas y sociales, que, debidamente amasadas por obra del tiempo, han venido aintegrar la vida moderna. Contra lo que pueda creer un observador superficial, es preciso reconocerque en la lnea del progreso espiritual los ltimos siglos de la Edad Media estn ms cerca denosotros que de los tiempos de la alta Edad Media. El siglo XII ye cmo se opera en Europa unarevolucin espiritual que llega a fruto maduro en el siglo XIII.El siglo XIII, con su nuevo estilo de pensar y de vivir, crea nuevas instituciones acomodadas a lasnuevas formas de la vida y del pensamiento. As ocurre en la vida religiosa. Las nuevas rdenesmendicantes recogen entonces la vibracin religiosa de una conciencia ciudadana que se haformado por un proceso que converge con las dems formas de vida, favorecido por unas mismascircunstancias histricas. Encarnan el nuevo estilo de vida religiosa que responde a nuevasnecesidades espirituales y a nuevas exigencias psicolgicas. Ello nos explica el fenmeno, aprimera vista sorprendente, del mimetismo universal que afecta a los nuevos movimientos de vidareligiosa y en algunos casos arrastra incluso a instituciones antiguas. Se multiplican las iniciativas,pero siempre se acercan a las formas que han hecho populares las dos grandes familias mendicantesde dominicos y franciscanos. Franciscanos y dominicos vienen a representar as los principiosactivos, particularmente eficaces, de la renovacin religiosa en el prtico del mundo moderno, conaportaciones muy propias, muy matizadas, que contribuyen en el mismo proceso temporal aconfigurar sus fuertes personalidades como movimientos y como instituciones.Santo Toms de Aquino es hombre que se alinea en el movimiento nuevo desde la hora temprana enla que adquiere plena conciencia de los problemas del espritu y de las inquietudes de su coyunturahistrica; no est de sobra recordarlo si queremos llegar a una plena comprensin de su obra. SantoToms acepta con valenta su vocacin y la defiende hasta el herosmo; con ello define su vida, querecibe a travs de su profesin dominicana unos moldes ascticos, unos ideales apostlicos y hastaun sentido de los problemas de su poca. No es procedimiento seguro interpretar a Santo Tomsviendo en l de una manera ms o menos general reflejadas las diversas tendencias de su poca enel planteamiento y solucin de aquellas cuestiones que de algn modo escapan al mundo de lasrelaciones necesarias por estar afectadas por lo espacial y lo temporal, como todo lo contingentehumano. Tenemos que ver al Santo en una lnea recta de pensamiento y de conducta que no se 5. desentiende de ninguna de las corrientes de su poca, que se define ante ellas abrazando unas,rechazando otras y en no pocos casos superndolas y descubriendo rutas absolutamente inditas.El Santo de Aquino no es, pues, un espectador fro de los acontecimientos de su poca; por elcontrario, vive sus luchas, es beligerante, en el ms noble sentido de la palabra, en una poca en laque florecen los espritus combativos. Es un convencido de su vocacin apostlica y la vive conjuvenil entusiasmo y con el fuego que le comunic el alma ardiente y dulcsima del patriarca SantoDomingo.No son escasos hoy los ensayos de estudio y exposicin del ideal de Santo Domingo y de lascaractersticas de la vida dominicana primitiva. Nosotros mismos lo hemos intentado, y no vamos arepetir lo ya escrito 5. Sin embargo, queremos recordar algunos caracteres fundamentales, porqueello puede ayudarnos para el conocimiento de Santo Toms y de su obra.Santo Domingo establece la vida dominicana sobre las bases siguientes: los tres votos religiosos yla vida comn, las observancias monsticas, la recitacin solemne del oficio coral, el estudio asiduode la verdad sagrada. Todo ello armonizado y dirigido a la santificacin de los religiosos y a lasalvacin de las almas.Algunas notas particulares, muy caractersticas del momento histrico, venan a completar la figuradel fraile predicador: la mendicidad, que le matizaba de evangelismo. La vida urbana, que lelanzaba de lleno en medio del ambiente clido, efervescente, del siglo XIII. As, el dominico,aunque nacido cannigo regular y con muchas prcticas de monje en su vida ntima, es un sernuevo. Es un clrigo pobre y estudioso consagrado a las almas; es profesor, es predicadorambulante. Est animado por un espritu combativo; el ideal apostlico se halla en primer plano enla vida dominicana del siglo XIII.Cuando Santo Toms abraza la vida dominicana, conoce y quiere precisamente la total dedicacin alas almas; quiere ser un clrigo evanglico. Esta vocacin ha condicionado su vida.5Santo Domingo de Guzmn visto por sus contemporneos. Esquema biogrfico, introducciones, versin y notas de losPP. Fr. Miguel Gelabert y Fr. Jos M. Milagro, O. P. Introduccin general por el P. Fr. Jos M. de Garganta, O. P.(Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1947). En este volumen pueden hallarse las fuentes principales, lasreferencias bibliogrficas y un primer conocimiento de los problemas planteados por la investigacin actual.Gneros literarios en Santo Toms de AquinoDentro totalmente del cauce de la vida dominicana discurre la vida de Santo Toms de Aquino, quees vida dominicana en plenitud de santidad y en plenitud humana. El Santo, enamorado del ideal deSanto Domingo, procura abarcarlo, no en las varias formas de su despliegue externo, sino en laplena y cordial aceptacin de sus fines universales y apostlicos. Ello nos da la clave para una rectainterpretacin de la obra literaria de Santo Toms.Si abrimos las Constituciones de los Frailes Predicadores, precisamente el texto de San Raimundode Peafort que corresponde a su momento vocacional, nos hallamos con dos hechos nuevos,verdaderamente sorprendentes, que arrancan de la primera redaccin constitucional, no de laredaccin raimundiana: la formulacin de un fin apostlico y un ordenamiento jurdico escolarEstos dos hechos son cardinales en la vida del Anglico, que tiene su molde cannico-monstico enlas Constituciones dominicanas; Santo Toms es profesor, pero est animado de espritu apostlico,y con estas dos condiciones personales escribe sus obras teolgicas y filosficas.La obra de Santo Toms, estudiada en su conjunto, tiene una esplndida unidad interna y unafinalidad trascendente. Monseor Grabmann y el P. Ramrez han estudiado certeramente loscaracteres de la obra de Santo Toms y la manera peculiar de trabajar que tena el Maestro.Queremos nosotros sealar, sin embargo, alguno de estos caracteres por lo que ilustra nuestro tema.Nuestro Doctor Anglico es el prototipo del escritor escolstico, es el profesor que escribe para laclase y para sus alumnos. Para l escribir es una funcin docente que tiene su finalidad concreta y 6. sus modos rgidos, los modos que caracterizan el gnero escolar de la poca, y a los cuales seacomoda cordialmente Santo Toms de Aquino. Todo ello es cierto para un sector de la obratomista, que entra de lleno en el estadio del magisterio escolstico, pero en otro grupo depublicaciones y aun en ciertos aspectos de las obras propiamente didcticas el Santo desborda sucarcter de profesor.Los escritos bblicos de Santo Toms sobre Job, Isaas, Jeremas, Evangelios de San Mateo y de SanJuan, Epstolas de San Pablo, etc., son todos ellos comentarios magistrales en el sentido estricto,tcnico, del concepto. Son escritos que proceden de la enseanza oral; algunos de entre ellos, comolos comentarios evanglicos, han llegado a nosotros como reportata de sus discpulos. El mismocarcter tienen los diversos comentarios a las obras de Aristteles y el comentario al Maestro de lasSentencias y tantos otros escritos. Particularmente las Quaestiones disputatae y las Quaestionesquodlibetales hay que explicarlas en su funcin universitaria, puesto que la disputa ordinaria, comola disputa de quolibet, han tenido como ambiente adecuado y nico el de aquella universidadmedieval.La Summa Theologica nace, s, de una preocupacin pedaggica, pero no puede confundirse con laliteratura de clase. Tiene otros fines y escapa, desde luego, al mtodo expositivo de la literaturapropiamente escolar. Es en su consunto una obra mucho ms personal; nace de unos afanes desuperacin de las doctrinas y de los mtodos corrientes en aquella coyuntura cultural. La SummaTheologica tiene una finalidad didctica que escapa a los moldes de la docencia universitaria deentonces; no es un escrito para la clase, como los Comentarios y las Cuestiones. Pero, sobre todo, laSumma recoge plenamente como fruto sazonado la preocupacin de Santo Toms por dar a laIglesia una sntesis doctrinal de acuerdo con la verdad objetiva, con el progreso teolgico y con laproblemtica de su momento histrico. Este carcter personalsimo de su Summa la diferenciaenormemente de los escritos magistrales, como los Comentarios, hechos de acuerdo con losprocedimientos de la exgesis teolgica de la poca.El genio fecundsimo de Santo Toms no se agota en la tarea de escritor docente, aun cuando laclase es el campo ordinario de su labor apostlica. Santo Toms predica asiduamente a losestudiantes, y han llegado hasta nosotros sus sermones universitarios en nmero suficiente parapoder tener un conocimiento de su estilo oratorio, de la fuerza de persuasin que tenan sus palabrasy de la clida emocin de su magisterio vivo cuando pretenda conmover a sus oyentes.El Santo cumple una misin de consejero, particularmente eficiente. Santo Toms no gobernnunca; en pura verdad no sabemos la causa real. Pero durante toda su vida ejerci una influenciaenorme como hombre de consejo en la Curia romana, en la Curia generalicia de los FrailesPredicadores y en los captulos generales y provinciales, en varias cortes reales y principescas.Como es lgico que ocurriera, fue muy buscado por estudiantes y religiosos jvenes comoconsejero, orientador de su vida intelectual, director de su trabajo cientfico y, en no pocos casos,maestro de su espritu. Varios de sus escritos proceden de este campo de accin tan propio de unreligioso dominico, tan apostlico, que supone una preparacin amplsima por tener una temticamuy compleja, muy fluctuante y que escapa a toda previsin y a todo sistema de trabajo. Variosescritos de Santo Toms nacieron en este ambiente de trabajo diario, de sacrificio callado del quepone su ciencia al servicio de las almas. As son las diversas respuestas del Santo al Beato Juan deVercelli, Maestro General de la Orden de Predicadores, y a diversos lectores. Algunos opsculosdirigidos a personas de autoridad o a discpulos suyos. De su labor de director de almas nos quedasu bellsima carta sobre el modo de estudiar o de adquirir la divina sabidura. De su labor comopredicador al pueblo fiel nos quedan algunas muestras, como su exposicin del smbolo de losapstoles, del padrenuestro, de los diez mandamientos, de la salutacin anglica.En la misma lnea dominicana, el Doctor Anglico escribi sus opsculos para resolver problemasde su momento histrico, en muchos casos para deshacer errores, para evitar peligros, para orientara los jvenes en la ciencia y en la vida. En este campo de combate, sus opsculos tienen unavibracin humana que no tienen sus escritos de clase. El Santo se sumerge en su actualidad, vive en 7. ella, experimenta las emociones de la lucha, que comunican a su palabra y a su pluma una energa,un calor de cosa humana, de cosa vivida, que desborda lo puramente sistemtico. Son escritos queestn afectados, por tanto, de un carcter de historicidad, no pueden desligarse de su momento. Ellono implica un relativismo doctrinal. Los problemas del momento obligaban a Santo Toms a labsqueda de soluciones en el mundo de las doctrinas permanentes. La misma fuerza del combateobligaba al Santo a un estudio penetrante de los fundamentos ms slidos y ms profundos de susdoctrinas. As sus obras de controversia tienen un valor histrico y un valor doctrinal permanente.En un campo de combate naci la Summa contra Gentiles.Las controversias en el siglo XIII y la Summa contra GentilesLa obra literaria de Santo Toms recoge, pues, las facetas y las preocupaciones de su poca con unaplena fidelidad a la lnea dominicana. Siendo as, no puede faltar en los escritos del Santo lapreocupacin por los problemas surgidos en la lucha doctrinal con los infieles y los herejes, tandentro de los fines y de las maneras de los Frailes Predicadores. El ideal apostlico de SantoDomingo es un ideal universal, pero ha tenido su manera peculiar de realizarse y hasta unosproblemas y unos ambientes preferidos.Creci la llama del celo apostlico en el corazn de Santo Domingo cuando su juventud sacerdotalvibr al chocar con los primeros herejes albigenses en las tierras del Languedoc. As, el apostoladodominico es en la mente del santo Patriarca y en su despliegue histrico un apostolado devanguardia dirigido hacia todas aquellas almas que viven privadas totalmente de la luz o sonvctimas de crisis de la inteligencia. Apostolado de la verdad, que emplea tcticamente confrecuencia la controversia doctrinal. De este ideal apostlico arranca tempranamente, como unaexigencia del mismo, una copiosa literatura de controversia, muy rica por su contenido doctrinal, degran importancia como documento histrico y de enorme inters por su valor humano.Es cierto histricamente que Santo Domingo escribi algo en sus luchas de la primera hora contralos albigenses, aun cuando no conocemos la amplitud ni el contenido exacto de sus escritos. Pero deaquel claro amanecer de la vida dominicana nos han llegado algunos grandes controversistas,totalmente dedicados a los fines de un apostolado de conquista doctrinal, como Moneta deCremona, con su Summa adversus Catharos et Valdenses; Rainero Sacconi, con su Summa deCatharis et Pauperibus de Lugduno; San Pedro Mrtir, con su Summa contra Patarenos; RaimundoMart, con su Pugio fidei; Ricoldo de Montecroce, con su Propugnaculum fidei, y tantos otrosfrailes predicadores consagrados a la nobilsima tarea de sostener la verdad frente a toda suerte deerrores.En este clima apostlico naci la Summa contra Gentiles de Santo Toms de Aquino.Pedro Marsili es un testimonio valioso; no puede ser desechado sin razones verdaderamente slidas.As, en diversos sectores crticos se mantiene esta tradicin marsiliana como explicacin de losorgenes de la Summa contra Gentiles. Suermondt, Walz, Chenu, Valls Taberner, Monneret deVillard, entre otros, aceptan el texto del cronista cataln, como lo han aceptado los crticos ybigrafos antiguos. En el ambiente misional de las tierras catalanas y valencianas surgi la idea deuna gran obra apologtica, y San Raimundo de Peafort, con su extraordinaria influencia, logrconvertirla en realidad. Sin embargo, esta explicacin tradicional, que tiene su nico apoyo en eltexto de Marsili, no est exenta de dificultades. En el ambiente crtico de hoy tena que surgir y hasurgido la pregunta elemental: Quines fueron los gentiles de Santo Toms? El texto de Marsilinos lo dice, pero algunos medievalistas no ven claro que la Summa contra Gentiles respondaplenamente a un ambiente de lucha exclusiva con rabes y judos. El padre Gorce ha credo hallaren la Contra Gentiles un reflejo de las batallas averrostas de la Universidad de Pars. La obra deSanto Toms nacera para Gorce en el ambiente parisiense y representara el empeo del DoctorAnglico frente a unos vecinos enemigos. Sera esta Summa un libro de lucha domstica yacadmica. Recuerda que con el nombre de errores gentilium, poco despus de la muerte de Santo 8. Toms, el 7 de marzo de 1277, el obispo de Pars Esteban Tempier conden una serie deproposiciones que circulaban por el ambiente universitario parisiense. En la misma lnea parisiensehay que situar a los gentiles que impulsaron a Santo Toms a escribir su Summa.El P. Laurent tambin ha sentido la curiosidad acuciante de preguntarse a quin o a quines dirigaSanto Toms su obra de controversia, pero no acepta plenamente el planteamiento y solucin deGorce. Al P. Laurent le causan natural extraeza ciertos problemas que afloran en las pginas delsanto Doctor; son problemas que no surgen por s mismos de un ambiente ideolgico islmico, nitampoco parece lgico que Santo Toms, por puro ejercicio cientfico, los planteara a personas quetenan que abrirse a la fe cristiana y no poda interesar suscitarles nuevas inquietudes. As recuerdalas alusiones a Arrio (IV, 7, 8, 11), a Cerinto (III, 27, in fine), a Eutiques ( 3741). Del simple cotejode los diversos textos en los que emplea el Santo la palabra gentiles, siguiendo la Tabula aurea dePedro de Brgamo, queda patente que Santo Toms igualmente aplicaba la palabra a los infieles,como a los musulmanes, que a los judos. La Summa contra Gentiles tiene, pues, un campo msvasto que el islmico. Ello le parece a Laurent que dificulta a aceptacin de la tradicin de nuestroPedro Marsili.Las observaciones crticas del P. Laurent, igualmente que la interpretacin, rica en sugerencias, delP. Gorce, ayudan, sin duda alguna, al planteamiento y solucin del problema, pero nos parece queno destruyen la tradicin marsiliana del origen hispnico de la Contra Gentiles. Como es lgico,hemos de integrar estos elementos en la tradicin que arranca del texto de Marsili. Aceptamos eltexto de Marsili por su valor como testimonio histrico. Pedro Marsili es un cronista honorable,situado muy cerca de los hechos en lugar y tiempo; no recoge un eco lejano, sino algo conocidomuy de cerca por los buenos frailes predicadores del convento de Santa Catalina Virgen y Mrtir,de Barcelona. Tradicin de un hecho reciente relacionado con aquel ambiente, tradicin domsticaque en tiempo de Marsili tena que conservar toda su nitidez, toda su lozana. Pero adems podemosaceptarlo por su ntima armona con los hechos. En realidad, este testimonio nos sita en aquelambiente de Catalua y Valencia en el siglo XIII, ambiente de lucha valiente y optimista. Es uno delos momentos ms sugestivos de nuestra historia; al avance victorioso de las huestes del gloriosorey Jaime el Conquistador sigue la tarea gigantesca de la repoblacin cristiana, de la organizacinsocial y poltica y tambin la tarea amplia, generosa y ardua de la conversin de los vencidos, quepasaron a constituir minoras tnicas y religiosas dentro de un estado y una sociedad cristianos. Esla hora de las intervenciones decisivas de San Raimundo de Peafort, el gran consejero del rey,encaminadas al ordenamiento jurdicoeclesistico de las nuevas tierras y a la organizacin deinstituciones apostlicas que pudieran tener real eficacia. En aquel clima clido de lucha doctrinal yde ansias apostlicas, la feliz iniciativa de San Raimundo de pedir la colaboracin del insignemaestro Santo Toms de Aquino tena que ser recibida con fervoroso entusiasmo .Una vez hemos situado, quiz un poco provisionalmente, el origen de la Summa contra Gentiles, yapodemos plantear algunos problemas que naturalmente se suscitan, el primero entre ellos el de lafecha de composicin de la obra.El P. Gorce, de acuerdo con su teora, coloca los orgenes de la Contra Gentiles alrededor de 1270.El P. Synave llega a conclusiones muy diferentes, recogidas por el P. Laurent. Del estudiocomparativo de las razones aducidas por el Santo para probar la necesidad o conveniencia de larevelacin de las verdades divinas naturales en sus diversos escritos deduce la existencia de unproceso de madurez que llega a plena sazn en la Contra Gentiles. En la De Veritate, igualmenteque en el comentario a las Sentencias y en el comentario al De Trinitate de Boecio, se apoya elSanto en la autoridad de Maimnides.En la Contra Gentiles, como despus en la Summa Theologiae, presenta una exposicin nueva conlas tres clsicas razones que todos conocemos. Synave coloca la composicin del artculocorrespondiente de la cuestin XIV de la De Veritate entre el 11 y 13 de marzo de 1258 (no nosinteresan ahora las razones de su cronologa), y, por tanto, la redaccin de los primeros captulos dellibro I de la Contra Gentiles tiene que colocarse despus de dicha fecha, y la coloca en las 9. vacaciones de Pascua del mismo ao, 20 al 31 del citado mes de marzo de 1258.El P. Laurent acepta el planteamiento de Synave y sus conclusiones de una manera global, rechazala precisin matemtica de la hiptesis cronolgica de Synave y supone que entre la fecha deredaccin del artculo de la De Veritate en marzo de 1258, y la redaccin de la Contra Gentilespasara un lapso de tiempo bastante mayor para dar origen al nuevo enfoque de la cuestin en lamente del Anglico. As la cronologa de Laurent viene a coincidir con la cronologa clsica.El P. Motte vuelve sobre la argumentacin del P. Synave y su conclusin aceptando como trmino aquo de un posible comienzo el marzo de 1258. Se fija en la exposicin del Santo sobre la cuestinutrum Deus sciat infinita. Seala la coincidencia entre la doctrina del Santo en el comentario a lasSentencias y la De Veritate y la Summa contra Gentiles. En. cambio, en la Summa Theologiae y enotra cuestin De Veritate tiene el Santo un nuevo planteamiento y solucin del problema. Deacuerdo con la cronologa de las cuestiones De Veritate, concluye que los primeros captulos de laContra Gentiles, 169 del libro I, fueron escritos entre marzo y julio de 1258.Con toda su agudeza crtica, los esfuerzos de Synave y Motte no han llegado a satisfacer a muchosautores, que mantienen la fecha 12591264 como el perodo de composicin de nuestra Summa,comenzada en Pars y continuada y acabada en Orvieto en la corte de Urbano IV.Esta fecha se armoniza plenamente con el texto de Pedro Marsili. No nos toca discutir si SantoToms pudo recibir el encargo de escribir su Summa en el captulo general de Valenciennes de1259, 1 de junio, al cual asisti Santo Toms de Aquino como socio del definidor de la provinciaromana y en el que tuvo eficaz intervencin como miembro de la comisin que estableci lasnormas cardinales de la organizacin de los estudios de la Orden, entonces ya en pleno desarrollo.No puede suponerse que San Raimundo de Peafort asistiera a este captulo general; era ya muyanciano y se hallaba casi ciego. Sin embargo, no por ello qued olvidado el problema islmico de lacorona de Aragn. En las actas de aquel captulo encontramos una ordenacin sobre la fundacin deuna escuela de lengua arbiga en el convento de Barcelona o en otra parte y sobre los posiblesalumnos de dicha escuela. Coincide este acuerdo del captulo general de los Frailes Predicadorescon ciertas actividades de San Raimundo de Peafort, que por aquellos das mantena contacto conla curia romana y con la curia dominicana para resolver los problemas referentes a la accinapostlica sobre el mundo islmico. Fruto de estas actividades de San Raimundo fu la bula deAlejandro IV del 15 de julio de 1260, por la cual se conceden a San Raimundo especiales facultadesen orden a la organizacin de las misiones en los prximos territorios islmicos.En consecuencia podemos concluir que el texto de Marsi1 adems de su valor real, est en armonacon unos hechos histricamente conocidos. Puede aceptarse, pues, que Santo Toms recibi elencargo de escribir la Summa contra Gentiles por iniciativa de San Raimundo. No sabemos si esteencargo lo recibi a travs de la curia dominicana, del capitulo general de 1259 o de la curiaromana; esto ltimo parece lo ms probable. Ello se armoniza con la cronologa admitida por lageneralidad de los autores, que seala para la Contra Gentiles los aos 125964, sin que ello seoponga de una manera absoluta a las observaciones de Synave y Motte, pero s a las de Gorce.El texto de Marsili suscita otro problema: quines eran los gentiles? Puede admitirse en buenacrtica que Santo Toms pensara slo en el mundo islmico al escribir su Summa? Creemos que no.Hemos recordado ya las observaciones vlidas del P. Laurent. Pero ahora preguntamos nosotros:est probado que San Raimundo pidiera una obra exclusivamente dedicada a la controversiaislmica? Marsili nos dice: Conversionem etiam infidelium ardenter desiderans..., lo cual noexcluye, ni mucho menos, a los judos. La descripcin del ambiente de los estados de Jaime I hechapor ciertos crticos al hablar de los orgenes de la Contra Gentiles, est inspirada en esquemahistrico realmente pobre. En Catalua, como en las nuevas tierras de Mallorca y Valencia, exista,junto al problema islmico, un problema judo que fue objeto de la preocupacin de San Raimundoy de los frailes predicadores de nuestras tierras. Pero, adems, conservaba su fuerza el peligroalbigense en las fronteras de Catalua. Es curioso que alguno de los religiosos dedicados al estudio 10. del rabe lo hallamos despus consagrado al apostolado contra los albigenses, el glorioso mrtirPedro de Cadireta. Todo ello nos permite suponer que San Raimundo pidi una obra amplia quepudiera bastar para las necesidades de la controversia, y que as procur realizarlo el anglicomaestro Santo Toms de Aquino. La corona de Aragn durante la Edad Media fue terreno frtil,abonado para recibir la siembra de las ms varias corrientes espirituales; en consecuencia, los frailespredicadores de nuestras regiones mediterrneas se educaron para las controversias en campoabierto. Ello explica, por lo menos as lo creemos, la amplitud del plan de Santo Toms en suContra Gentiles.Otra observacin muy certera del P. Laurent puede ayudar al conocimiento de los verdaderos finesde San Raimundo y de Santo Toms. Ha notado dicho P. Laurent que en la Summa contra Gentilesse hacen referencias a ciertos errores no corrientes en el ambiente islmico, y quiz tampoco en eljudo, aadimos nosotros. Qu utilidad poda tener una referencia que se nos ofrece comoperturbadora? La observacin tiene su fuerza; sera decisiva en el caso hipottico de un librodestinado a los mismos infieles. Pero ste no es el caso de la Summa contra Gentiles, destinada a lospredicadores y, por ello, redactada segn un plan amplsimo, para que en su libro pudieran hallar lasolucin de los problemas controvertibles no slo en el ambiente ordinario, sino en circunstanciasespeciales. El predicador, con slida formacin teolgica y pastoral, poda y deba discernir cundoy cmo tena que utilizar ciertas informaciones en la controversia con los infieles. En el casoRamn Mart tenemos un ejemplo de esta labor de discriminacin prctica de los materiales decontroversia que ofrece la Summa del Anglico.El Pugio fidei y la Summa contra GentilesEn 1904 apareca en Zaragoza, incluido en el Homenaje a D. Francisco Codera, un luminosoestudio del inmortal arabista don Miguel Asn Palacios con el ttulo El averrosmo teolgico deSanto Toms de Aquino, Transcurrido medio siglo, aun perduran ecos lejanos del ruido quepromovi el citado estudio por su valor crtico, por el planteamiento certero de un problema deverdadera importancia en la historia del pensamiento y por lo audaz de una hiptesis que prcticamente negaba la originalidad de Santo Toms en algunos de los captulos ms ricos de su Summacontra Gentiles, El objetivo del trabajo de Asn es establecer la coincidencia del pensamiento deSanto Toms con el de Averroes en el problema general de la razn y la fe. En el primer captuloestudia comparativamente el pensamiento de Siger de Brabante con el del Anglico. Un segundocaptulo est consagrado al pensamiento de Averroes. El captulo 3, a la coincidencia de SantoToms y Averroes. Los captulos 4 y 5 los dedica al estudio de la imitacin de Averroes. El captulo6 y ltimo lo consagra a los probables conductos de estas imitaciones.En este ltimo captulo apunta brevemente la influencia de Maimnides, el conocimiento directo devarias traducciones de Averroes, y particularmente hace hincapi en la influencia del Tahafut y delKitab falsafa. De dnde podan proceder las influencias de esos dos ltimos escritos? No vacila ensealar como procedencia el Pugio fidei, de Ramn Mart. Abre el libro del controversista cataln yen l halla una serie de captulos paralelos a la Contra Gentiles.Se fija el sabio arabista en la doctrina de Ramn Mart sobre el conocimiento que Dios tiene de lossingulares, y su antecedente averrosta, el Kitab falsafa, y su coincidencia con la exposicin deSanto Toms: Concluye:Ahora bien: pudo ste [Toms] copiarla del Pugio fidei? Para m no cabe duda. La Summa contraGentes del Doctor Anglico fue escrita, como el Pugio, por mandato del maestro general de laOrden, Raimundo de Peafort. Ambos autores son, pues, contemporneos; pero R. Martn, de msedad, llevaba ya largos aos de estudio y de trabajo sobre las fuentes rabes cuando parece queSanto Toms comenz a componer su libro. Por otra parte, muchsimos captulos de la Summa sonidnticos literalmente a los del Pugio, y como las ideas comunes a ambos libros son a vecestraduccin casi literal de textos rabes de Algazel, Avicena, Averroes, etc., no es atrevido afirmar 11. que Santo Toms las tomara de R. Martn, especialista en el conocimiento de la filosofamusulmana. Sera inaudito suponer lo contrario. Consta, adems, que se era el modo habitualempleado por los hijos de Santo Domingo para sus tareas literarias. Conscientes del fecundoprincipio econmico de la divisin del trabajo, a l fiaban el xito, encomendando a arabistas yhebrastas de profesin, como R. Martn, la versin y recoleccin de textos filosficos y rabnicos, afin de proporcionar copiosos materiales a los apologistas, predicadores y telogos... La maravillosaorganizacin de la naciente Orden dominicana proporcionaba al Doctor Anglico instrumentos detrabajo excepcionales, que l supo utilizar con discrecin y talento por nadie discutidos.El mismo Asn Palacios en una nota se plantea la dificultad cronolgica: La nica dificultadaparente estriba en que en el mismo Pugio dice su autor (p. 395) que escribe en 1278, es decir,cuatro aos despus de la muerte de Santo Toms. Esta dificultad se disipa teniendo en cuenta: 1Que el captulo en que trae el Pugio esa fecha es de la segunda parte, escrita contra los judos, lacual es de poca bastante posterior a la redaccin de la primera parte, en la que explota a manosllenas las obras filosficas rabes. 2 Que un libro de la importancia del Pugio, de su volumen, conerudicin de primera mano, etc., no puede ser redactado en corto plazo, sino que debe ser fruto delargusimas vigilias... 3 Que R. Martn no habla del error averrosta del intelecto uno cual si fuesecorriente entre los cristianos, sino slo como opinin de Averroes, y por cierto de un modoincidental (c. 12), sin consagrarle captulo especial entre los que dedica a refutar los otros erroresperipatticos; luego, al menos la primera parte del Pugio (a que pertenece ese captulo), fue escritaantes de que tal error tomase carta de naturaleza entre los cristianos, es decir, antes del 1256... Y 4Que durante el siglo XIII no era costumbre citar a autores contemporneos; pero... todos losescolsticos hicieron una excepcin a esta costumbre cuando se trataba de Alberto Magno o deSanto Toms. Ahora bien, R. Martn, sujetndose a lo que era corriente, cita (p. 555) a AlbertoMagno; luego tambin habra citado a Santo Toms si de l hubiese copiado los muchsimos pasajesen que literalmente coinciden; si, pues, jams lo cita, es porque tales pasajes, como todo su libro,eran obra original suyaTal vez parecern excesivamente largas estas citas de Asn Palacios; en cambio, a nosotros nosparecen necesarias porque presentan el problema en toda su amplitud: riqueza de informacinarbiga, probabilidad de un plagio, atribucin de dicho plagio a Santo Toms de Aquino. Talplanteamiento del problema y tal intento de solucin no podan pasar inadvertidos a la crtica. Muypronto comenz la discusin, que solamente despus de bastantes aos parece haber llegado aconclusiones firmes. En 1905, el P. Getino public en Vergara su opsculo tambin titulado Elaverrosmo teolgico de Santo Toms de Aquino. Fu el primer intento de revisin crtica de laposicin de Asn Palacios. El P. Getino procur establecer la cronologa de la Summa contraGentiles y a su vez la del Pugio fidei, para probar la prioridad de aqulla. El estudio valioso del P.Getino no lleg a convencer a los crticos, porque no pudo establecer una cronologa segura para laobra de Ramn Mart en su primera parte y s solamente en la segunda, que el mismo autor diceescribir en 1278. Los captulos controvertidos pertenecen a la primera parte, no datada.Pero el P. Getino tuvo el mrito de plantear adecuadamente la revisin del problema, abri unsurco. Por otra parte, hizo notar con certero criterio que las influencias rabes en Santo Tomspodan tener otras procedencias; cosa clara si se tienen en cuenta los diversos caminos seguidos porla cultura rabe en la Europa de la baja Edad Media. Planteaba as el P. Getino un problema quesigue hoy ms vivo que nunca: Santo Toms y la cultura rabe.En 1929, el ilustre telogo y fino crtico P. Francisco Segarra, S. J., public su monografa teolgicaDe identitate corporis mortalis et corporis resurgentis. En ella plantea el problema de la prioridad dela Summa contra Gentiles sobre el libro de Ramn Mart. Aunque es una cuestin planteadaincidentalmente, el P. Segarra la resuelve con particular acierto crtico. Funda su conviccin de laoriginalidad y de la prioridad del texto tomista en las correcciones numerosas de mano de SantoToms que presenta el autgrafo de la Summa contra Gentiles, manuscrito Vaticano Latino 9.850;estas numerosas correcciones nos muestran patentemente un trabajo de elaboracin personal, que nopuede tener en su proceso interno una dependencia con un texto prefabricado. La razn del P. 12. Segarra, aunque de crtica interna, es tan fuerte que no parece pueda ser destruida.En 1929, al celebrarse en Barcelona el Congreso de la Asociacin para el Progreso de las Ciencias,el cannigo de la catedral de Barcelona Dr. D. Jos M. Llovera pronunci un denssimo discurso,verdadera leccin magistral, sobre el tema Raimundo Mart, un telogo espaol del siglo XIII. Lasegunda parte de este discurso estuvo consagrada a estudiar una influencia temprana de SantoToms en Espaa. En este estudio parece qued resuelto el problema que nos ocupa.En 1936, Andr Berthier public su monografa Un Matre orientaliste du XIII sicle: RaymondMartin, O. P., estudio de conjunto de verdadero valor. Andr Berthier desconoce el discurso del Dr.Llovera, la obra del P. Segarra, la exposicin de estas posiciones que nos da Carreras Artu. Ello,sin embargo, no impide que adopte la misma posicin, convencido por las razones cronolgicas. Elestudio e Berthier, para nosotros, interesa particularmente por su tabla comparativa de la Summacontra Gentiles con el Pugio fidei.Veamos, pues, las conclusiones de Llovera y Berthier. El Dr. Llovera plantea en su discurso elproblema de la prioridad en toda su amplitud. Nota el carcter marcadamente escolstico de laprimera parte del Pugio, el tono moderado de la exposicin, el rigor lgico del razonamiento. Elloes obra de Ramn Mart? De ser as, Ramn Mart sera un gran filsofo, pero las coincidencias conSanto Toms inspiran una fuerte duda. Apunta las coincidencias comprobadas y, adems, anota elDr. Llovera los casos de coincidencia con la Summa Theologica del mismo Santo Toms.Analiza el Dr. Llovera el dbil apoyo que tiene la afirmacin de Asn al decir que la obra de RamnMart tiene que ser fruto de largusimas vigilias. Es una estimacin de valor muy relativo, que quedareducida a muy poco si la obra de Mart no es original en sus captulos ms especulativos. Hacenotar que el estilo de dichos captulos sabe por entero a Santo Toms y, podramos aadir, no al deRamn Mart de otros escritos o de otros captulos del Pugio. A continuacin escribe: Hay unhecho inequvoco, innegable, que resuelve por s solo la cuestin, que palpablemente demuestracmo las coincidencias son por dependencia de Ramn Mart con respecto al Anglico. El hecho esstey me complazco en poder hacer al Congreso la aportacin de este dato, que estuvo hasta hoyinobservado y que, debo decir providencialmente, salt a mi vista anoche mismo, obligndome aredactar nuevamente varias cuartillas:Ramn Mart cita en el captulo 12 del Pugio la Summa contra Gentes de Santo Toms. No con sunombre, naturalmente, pero s con la consueta frmula de aquel tiempo: Dicit quidam. Ad hoc dicitquidamescribe en el prrafo 13 y penltimo del citado captuloquod multitudo animarumseparatarum a corporibus consequitur diversitatem formarum secundum substantiam; quia alia estsubstantia huius animae, alia illius; non tamen ista diversitas procedit ex diversitate principiorumessentialium ipsius animae, nec est secundum diversam rationem ipsius; sed est secundum diversamcommensurationem animarum ad corpora, etc., hasta quince lneas de todo el ancho de folio. Puesbien, el quidam que dice eso, y lo que sigue, textualmente, no es otro que Santo Toms en elcaptulo 81, solucin 2, del libro II, de la Summa contra Gentes.Contina el Dr. Llovera: Resulta, pues, claro que fue Ramn Mart quien tuvo presente y extractla Summa contra Gentes del Anglico al escribir la primera parte del Pugio, y no viceversa; que, porobvia razn despus de esto, el Pugio depende, adems, de la Summa Theologica, y no al contrario;que ni siquiera hay que buscarles fuente comn, aunque hubieran podido tenerla; que la primeraparte del Pugio no es tan anterior de fecha como calculaba Asn Palacios, ni cost a R. Mart laslargusimas vigilias que l supona. Porque veintiuno casi, de los veintisis captulos de que secompone, se los encontr ya redactados. Le costaron slo el trabajo de emplazarlos en su plan decontroversia y hacerles algunas substracciones y adiciones; por cierto, algunas de stas, sacadas detraducciones directas de los filsofos rabes y de los sagrados libros, muy estimables.Poco antes recogamos unas palabras de Asn Palacios sobre la manera de trabajar de los dominicosen el siglo XIII, en equipo, con perfecta solidaridad en servicio de empresas culturales y apostlicassuperiores a las fuerzas de una sola persona. Este recuerdo a la prctica dominicana, Asn lo hace 13. servir para explicar la utilizacin por Santo Toms del texto de Ramn Mart. Nosotros creemos,despus de todo lo dicho, poderlo emplear invirtiendo los trminos. En el clima apostlico ycultural preparado por San Raimundo de Peafort, la recepcin del texto de la Contra Gentiles seraun hecho de eficacia decisiva. Ramn Mart, al preparar su obra con unas finalidades prcticasclarsimas, no poda menos de utilizar el texto de Santo Toms, que haba nacido con una finalidadsimilar y por la presin de las mismas personas y las mismas circunstancias histricas. As, las dosgrandes obras de controversia, la de Santo Toms y la de Ramn Mart, nacieron del mismoimpulso apostlico que arranca de Santo Domingo y contina vivo y operante entre nosotros por elgenio prctico de San Raimundo de Peafort.Carcter de la Summa contra GentilesConocida suficientemente la gestacin de la Contra Gentiles a travs de la tradicin marsiliana y delos datos y observaciones aportados por las modernas investigaciones y estudios crticos, podemoshacer nuestra la conclusin del P. Chenu, que afirma que la Contra Gentiles arranca del ambientedominico de restauracin evanglica; una preocupacin evanglica, misionera, inspira la obra.Santo Toms se sita de lleno dentro del evangelismo del siglo XIII y, por tanto, siente y vive laspreocupaciones de sus hermanos de hbito y vocacin, los frailes predicadores; pero en el caso de laContra Gentiles acta, adems, como catalizador la iniciativa de nuestro San Raimundo de Peafort.Pero Santo Toms no se limita a ejecutar el programa de San Raimundo, atendiendo a lasnecesidades inmediatas de los misioneros catalanes. La iniciativa de San Raimundo coincidecronolgicamente con la penetracin en los ambientes culturales de Europa de las influenciasrabes. El Islam se manifiesta no slo como amenaza militar, sino como una cultura enormementerica. Santo Toms, magnficamente situado para abarcar estos problemas en toda su amplitud,escribe su tratado animado de un espritu valiente, que sabe proponer una solucin plena alproblema de la crisis ideolgica de Europa en su momento histrico; convergen as en la obra delSanto todas las corrientes de aquella hora, tuviera o no una utilidad prctica su estudio para losmisioneros que preparaba San Raimundo.Claro est que no podemos pensar, ante este planteamiento de la Contra Gentiles, en un defectovisual del Santo, en un enfoque borroso de un problema de suyo claro. Ante la perfeccinextraordinaria de la obra de Santo Toms, es forzoso pensar en un enfoque plenamente conscientedel problema, en una penetracin visceral del mismo y en un propsito vigoroso de solucionesdefinitivas. Santo Toms busca un saber de salvacin. Por otra parte, sera muy difcil probar quelos problemas que agitaban el ambiente de Pars eran totalmente desconocidos en el estadio movidoy enmaraado de las minoras tnico-religiosas de la corona de Aragn en el siglo XIII.Tambin debemos atribuir a un propsito consciente del Santo y a su amplia visin del problemaapologtico el planteamiento de ciertos problemas teolgicos, estrictamente cristianos, de particularinters para los orientales. Igualmente, a esta visin de anchos horizontes hay que atribuir lapresencia de ciertos problemas prcticos, muy occidentales y muy de la hora de Santo Toms, comoson los captulos del libro III sobre los votos y sobre la pobreza voluntaria de los religiosos. Enverdad, no se puede suponer a los gentiles europeos desconocedores del movimiento evanglicorepresentado principalmente por los frailes mendicantes, ni tampoco puede negarse que aquelmovimiento de restauracin espiritual tena que causar enorme impresin a los rabes y judos deEspaa y de otras regiones de Europa. Estos problemas prcticos, en el campo de las luchasreligiosas, han tenido siempre importancia, que en ciertos casos puede haber sido decisiva. SantoToms tena un convencimiento firme de la eficacia de la pobreza evanglica. El estudio detalladode las motivaciones que poda tener el Santo al establecer con cierta elasticidad la problemtica desu tratado Contra Gentiles, podra conducirnos a conclusiones interesantes y, sobre todo, pondra aplena luz que la Summa contra Gentiles es un libro de alta calidad humana, hondamente vivido porel Santo; no es un producto fro de un cerebro de intelectual, es la obra de un apstol.Los mviles que inspiraron al Santo en la composicin de su Contra Gentiles, tan diferentes de los 14. que le impulsaron a la redaccin de otras obras suyas, condicionaron el estilo, los principioscardinales, la tarea selectiva de problemas, el mtodo de esta Summa, tan distintos de los de laSumma Theologica, a pesar de la permanencia en unas mismas posiciones doctrinales. Estasnotables diferencias han motivado la discusin crtica en torno al carcter de la Summa contraGentiles.El P. Chenu, que ltimamente ha dedicado un sabroso libro al estudio de la obra global de SantoToms, afirma que el Doctor Anglico, al redactar el tratado Contra Gentiles, tena un planperfectamente concebido, con una finalidad clarsima. De acuerdo con este propsito inicial escribiuna obra teolgica. Es una posicin muy clara la del P. Chenu; se acepte o no, por lo menos hay queestimarla en su valor y tambin por lo que tiene de sugerente en su planteamiento. El P. Chenu noignora, no puede ignorar, la sobreabundancia de problemas filosficos y de argumentos de raznque tiene la Contra Gentiles hasta constituir ntegramente los tres primeros libros de la obra. Cree,sin embargo, que ello no desfigura el carcter teolgico de esta Summa; conviene, para mejorcomprenderlo, conservar a la teologa la totalidad de sus funciones.Santo Toms, as, dice el P. Chenu, acepta el oficio del sabio, arquitecto de la vida del espritu, queconsidera las causas supremas, la Verdad, fuente de toda verdad. La alusin al saber filosficointroduce el saber teolgico, en lugar de presentarlo solo, para usar de sus solas fuerzas. Reconoceel crtico dominico que los tres primeros libros de la Contra Gentiles tienen por objeto el estudio deverdades accesibles a la razn. No es ello, sin embargo, razn suficiente para afirmar que es obra decarcter filosfico, puesto que estas verdades racionales se presentan como formando parte deldepsito revelado, y como mereciendo ser demostradas y defendidas a ttulo precisamente deverdades reveladas.El orden seguido en los tres primeros libros, dice Chenu, es teolgico.Procura el P. Chenu, en esta lnea del pensamiento, hacer resaltar cmo Santo Toms utiliza converdadera opulencia en su tratado Contra Gentiles las razones que llamamos de congruencia, que, sino tienen suficiente fuerza probatoria, contribuyen a hacer amables las verdades inaccesibles ycrean un clima intelectual propicio al sentido del misterio.Monseor Martn Grabmann, el gran historiador de las doctrinas y del mtodo escolsticos, resumesu pensamiento con estas palabras:Dado el fin de la obra, se comprende que en los tres primeros libros trate y discuta el autor lascuestiones filosficas y religiosas comunes al cristianismo y al islamismo, y que slo en el libro IVse ocupe de los misterios propios del primero: de la Santsima Trinidad, Encarnacin y teologasacramentaria. La Summa contra Gentiles es un monumento admirable y un dechado perfecto deapologtica cristiana, metdica, eficaz y objetiva; es, adems, entre todas las obras del Aquinatense,la que nos ofrece la idea ms clara de la actitud del Santo frente a la filosofa del Islam. En ellatenemos tambin la mejor sistematizacin de su doctrina acerca de las relaciones entre la razn y lafe, entre los rdenes natural y sobrenatural... La Summa contra Gentes es en su mayor parte, y porel modo de exposicin, obra de carcter filosfico; pero slo contiene aquellos problemas defilosofa que poseen importancia y derivaciones en el terreno de la dogmtica cristiana .Podramos enumerar otras opiniones. El P. De Broglie sostiene que los tres primeros libros sonfilosficos y el cuarto es teolgico.El P. Bouygues y Baithasar ven en la Contra Gentiles un esfuerzo de adaptacin al adversario segnla naturaleza de los problemas planteados, pero con una tendencia al predominio del mtodoteolgico. El P. Laurent halla en la diferenciacin de objetos la diferenciacin de mtodos dentro dela Contra Gentiles.El P. Clement Suermondt, el insigne presidente de la comisin de editores de las obras de SantoToms, se ha planteado el problema y ha puesto en el estudio del mismo todo su conocimiento de laobra global del Anglico, su aguda penetracin crtica, su claridad de sistematizacin. Creemos que 15. el P. Suermondt nos da la interpretacin ms objetiva. El P. Suermondt ha estudiadocomparativamente las dos Sumas, sus principios y su composicin. Ha estudiado los propsitos delsanto Doctor, comparando la Summa Theologiae con la Contra Gentiles. Resume el pensamientoexpuesto por el Anglico en la cuestin primera y en el prlogo de la cuestin 2 de la primera partede la Suma Teolgica. Igualmente estudia el pensamiento del Santo en los nueve primeros captulosdel libro 1 de la Contra Gentiles y en el captulo 1 del libro IV.El P. Suermondt advierte que la diferencia de carcter de las dos Sumas, nacida de las distintasfinalidades, se mantiene a lo largo de dichas obras en la diferente intencin manifestada desde loscomienzos de cada una de ellas, en sus mismos ttulos, en la distinta cualidad de los lectores a quese dirige, en la naturaleza de las cuestiones preliminares que preparan las materias, a tratar.Sigue el P. Suermondt su exposicin recordando que Santo Toms toma para s la tarea ingente deescribir su Suma Teolgica como doctor de la verdad catlica y con el propsito de exponer en unasntesis completa las materias pertenecientes a la religin cristiana y en forma apta para losprincipiantes en el estudio de las ciencias sagradas; escribe una obra de iniciacin teolgica. En laContra Gentiles, por el contrario, asume la responsabilidad del sabio que estudia con amplia ypenetrante visin el fin del universo y se eleva al conocimiento de las causas altsimas.Los ttulos mismos de las dos obras, como nota el insigne editor de Santo Toms, son bastanteexpresivos de intenciones muy diversas. A su obra de sntesis teolgica destinada a la enseanza lepone por ttulo Summa de Teologa o Theologiae. El ttulo genuino de la Contra Gentiles loestablece Suermondt segn el incipit y el explicit de la tradicin manuscrita ms venerable y msautorizada: Incipit liber de veritate catholicae fidei contra errores infidelium; explicit quartus liberet etiam totalis tractatus de fide catholica contra gentiles. Fcilmente se alcanza que la diferencia dettulos expresa una diferencia de contenido y un enfoque distinto.En cuanto a la clase de lectores a que se destinan, tambin la diferencia es manifiesta. Santo Tomsen el prlogo a la primera parte de su Summa Theologica expresa claramente su intencin deescribir para los principiantes, para los telogos noveles. En la Summa contra Gentiles se dirige aun pblico restringido de estudiosos.De acuerdo con estas distintas posiciones del santo Doctor son tambin diferentes los mtodosempleados en la Summa Theologica y en el tratado Contra Gentiles.La manera de Santo Toms en su Summa contra GentilesSe dice corrientemente que el estilo es el hombre, pero hay estilos de pensar, estilos de vivir, estilosde obrar. El estilo de escribir no es otra cosa que la proyeccin de los estilos del hombre interior;precisamente por ello puede decirse que el estilo es el hombre. Cuando no existe un estilo demanifestarse que revele una personalidad vigorosa, suele ser seal inequvoca de que realmente noshallamos ante una mediocridad. Claro que, al estimar en su calidad humana una manera demanifestarse de palabra o por escrito, no podemos limitar nuestra valoracin a una valoracinpuramente literaria; sobre todo, las personalidades ms recias ofrecen mltiples facetas, que nopueden dejar de ser estudiadas si queremos abarcarlas en su total dimensin. Este es el caso deSanto Toms, particularmente el del santo Doctor en su tratado Contra Gentiles.Anteriormente hemos hablado de los gneros literarios en Santo Toms, indicando sus diferenciasdentro de la tnica general del Santo. Santo Toms, como escritor, es lo que podemos llamar unescritor tcnico, en el sentido ms estricto de la palabra; una simple mirada sobre las pginas de laSumma Theologica es suficiente para advertir que sta tiene una arquitectura rgida, fielmentesalvada hasta en los detalles aparentemente insignificantes: perfecta ordenacin de los artculos,lenguaje, formas de expresin, ejemplos, empleo de autoridades. Pero, por la misma razn de ser unescritor de tcnica perfecta, sta tiene que aplicarse con flexibilidad a los diversos gneros literariosy a los distintos fines de sus escritos. En este sentido, la Summa contra Gentiles se nos ofrece corno 16. uno de los ejemplos ms significativos de su originalidad, de su plena adaptacin a unos fines quedesbordan ampliamente el campo un poco estrecho de la literatura destinada a las aulas. En laContra Gentiles, Santo Toms tiene plena conciencia de que escribe para otro pblico, y de acuerdocon sus necesidades y sus gustos construye con recios sillares y con perfecta armona esta obramaestra de la controversia cristiana.El P. Suermondt ha observado con fino sentido critico las caractersticas de la composicin de laContra Gentiles. En esta obra, el santo Doctor, lejos de aceptar el mtodo de la Summa Theologica,con sus divisiones y subdivisiones absolutamente fieles a un orden sistemtico, escribe su obra conun estilo seguido, modo oratorio, dice Suermondt; las grandes lneas de su construccin solamentequedan apuntadas al correr de una exposicin amplia, verdaderamente opulenta, si la comparamoscon la exposicin sobria, cortada, de la Summa Theologica.Consecuencia natural de la diferente manera de exponer es la distinta relacin entre unas y otrascuestiones, unos y otros artculos, en la Summa Theologica y la que existe entre unos y otroscaptulos en el tratado Contra Gentiles. En esta obra no existen subdivisiones que establezcan unnexo visible entre unos y otros captulos de la misma. En cambio, este lazo se establece en laintimidad del relato en tal forma, que unos captulos son continuacin de otros, en no pocos casossin otra solucin de continuidad que la separacin material del captulo. No pocas veces haceresmenes de lo dicho anteriormente, y en algn caso el capitulo es un verdadero eplogo de unaserie de captulos que le precede. El P. Suermondt advierte que la distincin en captulos, aunqueexiste en el manuscrito autgrafo vaticano, es apenas perceptible. Los ttulos colocados en losmrgenes del manuscrito fueron aadidos despus de escrito el texto, y con frecuencia, sobre todoen el libro 1, faltan absolutamente. Los captulos no estn numerados en dicho manuscritoautgrafo; slo se distingue la separacin por un breve espacio blanco al final de la ltima lnea. Enestas condiciones no tiene que causar extraeza que la tradicin manuscrita de la numeracin de loscaptulos y de su titulacin presente al crtico una maraa de problemas.La libertad en la externa ordenacin de sus partes que caracteriza esta obra del Anglico es unreflejo de otra realidad ms profunda que afecta grandemente a la estructura ntima del tratadoContra Gentiles: la ausencia de una norma rgida en la composicin de cada artculo y en el repartode problemas en los mismos. En algunos casos, en un artculo s tratan diversos problemas; enotros, un problema llena un artculo y se trata en forma exhaustiva. En otras ocasiones dedica unartculo a la exposicin del terna, y el artculo siguiente, a la resolucin de los argumentos de loscontrarios. En otras ocasiones, un problema ocupa su atencin en varios artculos. No puede sertarea nuestra estudiar aqu el nexo ntimo de unos problemas con otros dentro de cada libro de laContra Gentiles; esta libertad que acabamos de anotar hace bastante difcil dicho estudio, que, porotra parte, tiene su lugar adecuado en las introducciones particulares que preceden a cada uno de loslibros en la presente edicin.Esta elasticidad en el mtodo, manifiestamente querida por Santo Toms, facilita la amplitud en laexposicin y hasta en la concepcin, que no estn condicionadas por la rigidez arquitectnica de laSumma Theologica. Ello tambin le permite buscar a veces la eficacia humana de ciertasevocaciones por su fuerza potica. Con esta finalidad, nos parece, utiliza algunos textos del AntiguoTestamento, que resultan de una fuerza impresionante hasta para el no creyente. Algo parecidopodramos decir de ciertas razones de congruencia que no aduce el Santo como argumentosdecisivos, sino como insinuaciones que tienen su fuerza sobre el hombre, particularmente endeterminados estados anmicos.Otras notas caractersticas de la Contra Gentiles se refieren a la utilizacin amplia de los materialespositivos sometidos a la valoracin de una crtica certera. Santo Toms se revela en todas sus obrasno como un especulativo puro, sino corno un telogo genial y completo; especulativo que saberemontarse a las causas altsimas y positivo que sabe ejercer una crtica sagaz y rica en matices. Ellono es una caracterstica de la Contra Gentiles, pero en esta Summa tiene algunas realizacionessorprendentes por su excepcional valor crtico, por la eficacia que tienen en el desarrollo de su 17. doctrina y hasta en el progreso general de la teologa.Sealemos algunos casos. Parece que las cuestiones De veritate marcan un hito importante en lafamiliarizacin de Santo Toms con la doctrina de San Agustn. Parece tambin que ms adelante,en plena madurez como telogo, establece un mayor contacto con San Agustn en el estudioreposado y directo de los opsculos del Doctor de Hipona De praedestinatione sanctorum y Dedono perseverantiae. Este contacto con San Agustn le permite una valoracin histrica delsemipelagianismo y es motivo para un mayor desenvolvimiento de la doctrina de la gracia,particularmente en relacin con nuestra primera conversin a Dios. En la Summa contra Gentileshallarnos el primer eco de este progreso interno de la doctrina tomista de la gracia.En la Summa contra Gentiles hallamos muy avanzado el proceso de revisin tomista delaverrosmo. En el mismo tratado se presentan las pruebas de la distincin de la esencia y laexistencia, como fruto de una plena elaboracin, muy alejadas de Avicena, a diferencia de losescritos anteriores.Seguramente el xito mayor de Santo Toms como telogo positivo en la Contra Gentiles es lautilizacin en su libro IV de las actas de los concilios de Efeso y Calcedonia, olvidadas hasta elsiglo XIII y probablemente descubiertas por el mismo Santo Toms de Aquino. Todo el libro IV dela Contra Gentiles es de una gran riqueza positiva y est muy condicionado por la preparacinhistrica del santo Doctor, excepcionalmente slida para su poca.Creemos que estas observaciones pueden contribuir a una justa valoracin de la obra de SantoToms. La Summa contra Gentiles es una obra apologtica, condicionada en su gestacin por lasnecesidades de una coyuntura histrica; es una obra rica en informacin; pero, por encima de todo,es la obra maestra de un sabio, en el sentido ms elevado de la palabra, que busca la verdad. Unaunidad ntima, que escapa a toda valoracin crtica, se mantiene en todas las pginas, casi en elsubsuelo de las digresiones metafsicas y teolgicas; es el anhelo de un espritu enamorado de laverdad, es el esfuerzo sereno de un alma que camina hacia Dios. Este sentido de lo eterno es larazn suprema de la actualidad de la Summa contra Gentiles.Terminamos con la conciencia clara de la desproporcin entre la majestad de la obra y la pobreza denuestro prtico; nos hemos visto obligados a escribirlo. No queremos cerrar estas lneas sin recordaralgo sobre la autoridad doctrinal de Santo Toms de Aquino. El P. Ramrez, en su introduccin a laedicin espaola de la Summa Theologica, ha tratado ampliamente el tema con la perfeccin quecaracteriza sus tareas literarias. No vamos a repetir hechos y textos. Pero desde la publicacin en1947 del trabajo del insigne P. Ramrez hasta hoy han ocurrido algunos hechos importantes que handado ocasin al Papa Po X gloriosamente reinante, para volver con palabra clida y amorosa ainsistir sobre la necesidad de seguir en la Iglesia el magisterio del Doctor comn Santo Toms deAquino. No es sta la ocasin de recordar los antecedentes histricos de ciertos documentospontificios, concretamente la llamada nueva teologa y otras corrientes actuales que han agitado yestn agitando los espritus en el campo de la teologa, de la filosofa, de las ciencias sociales y de lahistoria, y tienen fuertes repercusiones en el estadio abierto de la vida. A nosotros nos interesa laenseanza del Papa por su valor absoluto.Es notorio que en estos ltimos aos S. S. Po XII aprovecha las audiencias a rectores deseminarios, profesores de centros eclesisticos o catlicos, lectores religiosos, para inculcar lanecesidad de seguir a Santo Toms. Al lado de estas recomendaciones particulares y con toda sufuerza se hallan los discursos y documentos pblicos elogiando o recomendando a Santo Tomscomo Doctor comn de la Iglesia.Sin ningn gnero de duda, el documento pontificio de mayor trascendencia, en este orden de cosas,publicado en los ltimos aos, es la carta encclica Humani generis, del 12 de agosto de 1950, quetan profunda impresin ha causado en ciertos ambientes intelectuales y que es como la carta magnadel estudioso catlico. El Papa Po XII ensea al mundo cules son los caminos que debe seguir unpensamiento autnticamente catlico y seala las desviaciones de la doctrina de la Iglesia en el 18. mundo actual, los espejismos que han fascinado a muchas almas hasta poner en peligro la integridadde su fe. Renueva con energa, con santa exaltacin, las normas de sus predecesores sobre lanecesidad de la fidelidad al magisterio de la Iglesia y sobre la importancia capital de la doctrina deSanto Toms.Santo Toms de Aquino sigue siendo, hoy como ayer, el Doctor comn de la Iglesia, y sus obrasruta luminosa que nos gua hacia el conocimiento de la verdad.Fa. Jos M. DE GARGANTA, O. P.INTRODUCCIN AL LIBRO PRIMEROI. PROLOGO1. Las dos Sumas del Anglico. Es innegable cierto carcter de prlogo que la Summa contraGentes tiene respecto a la Summa Theologica. No parece sino que Santo Toms, al elaborar estacreacin, estuviera perfilando su obra. No obstante, seria injusto suponer que el Anglico nocamina con pie firme de maestro entre la maraa de doctrinas paganas que, introducidas porEspaa, se extendan en su tiempo por toda Europa. Contra ellas publica esta obra.Un prlogo nunca supone indecisin, y en nuestro caso mucho menos. Quiz el Anglico no estaqu tan magistral; pero, al escribir la contra Gentes, haba dejado de ser el ms aventajadodiscpulo. Era ya un maestro.El objeto de ambas Sumas es el mismo: Dios. La divisin, idntica: a) Dios en s; b) Dios creador;c) Dios fin; d) Dios sobrenatural.El medio o razn formal vara. No poda menos de ser as. Con lo cual, el objeto, que es realmenteel minino, es formalmente distinto. All lo estudia a travs de la luz de la fe; aqu, a travs de la luzde la razn. No obstante, es tan perfecto el estudio que Santo Toms hace de Dios, racionalmenteconsiderado, que no duda en conducir al simple filsofo a la consideracin de Dios sobrenatural,objeto de la revelacin. De este modo viene a convertirse la Summa contra Gentes en prticohacia el smbolo de la fe.La intencin del Anglico en esta obra e introducir en el campo de la fe a quienes admitan losmismos principios racionales que l admite. Y si en lo racional no coinciden con l, es decir, si nisiquiera admiten los principios de razn natural, trata en esta Summa de convencerlos de absurdo,de error o de malicia.2. Breve exposicin de la Summa contra Gentes.Los dos primeros libros de la Summacontra Genteshace notar el P. Ramrezy las cuestiones disputadas De veritate, De potentia,De anima y De spiritualibus creaturis son la ms acabada expresin y la realizacin msperfecta del ideal de una verdadera y autntica filosofa estamos, por consiguiente, ante un tratadofilosfico de Dios, el ms ntegro. Santo Toms nos ofrece lo que podramos llamar su teologanatural o teodicea, sin dar de lado por ello a la revelada. Verdades hay, aunque reveladas, asequiblespor la humana razn. Santo Toms las conjuga magistralmente a travs de los libros primero,segundo y parte del tercero. Una vez que ha ofrecido a la razn humana su objeto propio, y le hahecho comprender la racionalidad de lo suprarracional, y, por tanto, una vez que la razn, bajo lagua de la fe, ha admitido la posibilidad de verdades sobrenaturales, trata en el libro tercero de lamoral cristiana y en el cuarto de muchos misterios revelados: la Trinidad, la encarnacin, laredencin, con toda la economa sacramentaria, la resurreccin de los cuerpos, el juicio final, etc.3. Su mtodo.No es idntico su modo de proceder cuando trata de la teologa natural que cuandotrata de la teologa revelada, puesto que en la primera expone las verdades racionales y refuta losfallos de la mente humana, fundado en principios de razn y en autoridades filosficas,confirmando, a su vez, su posicin con testimonios entresacados del depsito revelado y dichos delos Santos Padres. As, por ejemplo, prueba la eternidad de Dios filosfica o racionalmente, con el 19. principio en Dios se identifican la esencia y la existencia (1. 1, c. 22), y al mismo tiempo,confirma la prueba con el salmo 101: "Amas t eres siempre el mismo". Y con el xodo (3, 1314):Yo soy el que soy.En la segunda, o sea en la teologa revelada, Santo Tomas estudia los misterios de la fe a travs ypor medio de la luz de la divina revelacin, aadiendo a continuacin argumentos de razn ofilosficos para demostrar que la luz de la razn y la de la fe, lejos de oponerse, se complementan,subordinndose aqulla a sta. De esta manera el Anglico logra hacer racionalmente verosmil loque es suprarracionalmente cierto y en s evidente.De esto son prueba muchos de los captulos que componen esta obra.Para Santo Toms, la verdad es una. Por consiguiente, toda verdad, sea racional o suprarracional,procede de la verdad suprema: Dios. Implicara contradiccin que una verdad contradijera a otra,pues contradira al principio de ambas. O dejara de ser verdad o dejara de serlo Dios. De aqu queSanto Toms tome como punto de partida el oponerse a los errores de la filosofa grecoarbiga desu tiempo, que admita la teora de la doble verdad y sus consecuencias lgicas, metafsicas ymorales; filosofa muy extendida en el siglo XIII e incluso entre los doctores de Paris.4. Proemio de Santo Toms.Lo hasta aqu expuesto tan brevemente tiene eco a lo largo de losnueve primeros captulos de este libro, distribuidos en tres grupos, sobre los que nos vamos adetener un poco.A) FIN DE LA OBRA1. Oficio del sab1o.Como quiera que el Anglico no pretende componer un tratado teolgico,sino filosfico, de Dios, comienza su labor preguntando por el objeto de sabio, no del telogo.Santo Toms asigna al verdadero sabio cinco funciones u oficios (c. 1).a) Al sabio le compete prever el fin del asunto que lleva entre manos.b) Si se trata de la sabidura ms alta o ltima, su funcin ser tener ante la mente el fin universaltotal ltimo de todo ser.c) Como quiera que, segn el dicho de Aristteles (II Metaph., trado en el comentario a estecaptulo por el Ferrariense), los principios de las cosas necesarias o perennes han de ser verdaderos,y, por otra parte, el fin universal, Dios, es el principio universal de todo, sguese que incumbenciadel sabio es estudiar la verdad, principio y fin de todo ser: Dios.d) Es decir, que a la sabidura o al sabio compete estudiar la verdad primera, y por consiguiente...e) El sabio debe refutar la falsedad contraria a la verdad primera.En consecuencia, el objeto del sabio es Dios racionalmente considerado.Santo Toms, como puede verse, aduce ya en el primer capitulo de una teologa racional datos otestimonios revelados. Alguien pudiera pensar que esto es precipitacin. Nada de eso. Santo Tomsaduce dichos, apotegmas, sentencias de la revelacin que pueden considerarse, sin menoscaboninguno, como dichos filosfico de primer orden, sin que esto sea obstculo para que los creyentesvean en ellas, no slo una verdad filosfica, como pueden hacerlo los paganos, sino una sentenciapronunciada por el mismo Dios, que, por consiguiente, viene a ser objeto del sabio y del fiel comotal y como sabio.2. Propsito del autor.Una vez presentado el tema a tratar, expone su intento (c. 2) y el mtodoque va a seguir en su realizacin (c. 3).Respecto a lo primero nos dice que su intencin es manifestar la verdad de la fe cristiana,eliminando todo error contrario. Y esto lo voy a hacerescribeporque, aunque incapaz, voy aasumir el oficio de sabio, esto es, voy a buscar la verdad. Primero, porque, entre todas la 20. ocupaciones del hombre, la del sabio es la ms perfecta, til, sublime y agradable. Segundo, porque,haciendo mas las palabras de San Hilario (De Trin. 1, 37), tengo como deber primordial,impuesto por Dios, que ste resplandezca en mis palabras y sentidos (c. 2).B) MODOS DE MANIFESTAR LA VERDAD1) Dos rdenes de verdad en Dios (c. 3).No es uno el modo de manifestar las diferentes clases deverdadesdice el filsofo (Ethic. 1; I 4), y Boecio insina (De Trin. II: edit. Teubn. S.Theol., 12) que es propio del hombre ordenado intentar apoderarse de la verdad solamente en lamedida en que se lo permite la naturaleza de la cosa. Primeramente, pues, debemos sealar cul seael modo posible de manifestar la verdad propuesta.De cuanto de Dios predicamos, verdades hay asequibles a la razn humana, v. gr., Dios uno, eterno,simple, al paso que otras muchas rebasan nuestra capacidad: Dios trino, vida de la gracia... Luegotenemos dos clases de verdades. De las verdades divinas al alcance de nuestra razn nada dice aquel Santo. Es un asunto de hecho. Muchos filsofos han conocido muchas verdades de stas. Encuanto a las que sobrepasan a la capacidad, Santo Toms se entretiene en probar la necesidad de suexistencia. Nos da tres razones: 1. Como no podemos conocer intelectualmente la substancia deDios, no podemos conocer todo lo que de Dios es cognoscible. 2. Cuanto ms elevado es elentendimiento, tantas ms verdades puede entender. El entendimiento divino excede en mucho alhumano; Juego Dios puede comprender muchas verdades y seguir stas siendo incomprensiblespara nuestro entendimiento. 3. Ms fcil nos es conocer lo sensible, por ser ms connatural connuestro modo de ser, que conocer cuanto acerca de Dios puede conocerse. Pero es el caso quedesconocemos muchas propiedades de los seres sensibles; luego con cunta ms razn hemos deconfesar como incomprensibles para nosotros muchas verdades acerca de Dios.2) Las verdades divinas se manifiestan: a) En s (cc. 4 al 6). Probada la existencia de este dobleorden de verdades, expone el Santo el modo especfico de manifestarse dichas verdades. En primerlugar lo hace de manera absoluta (cc. 4 y 6). Despus, comparando dichas verdades con las de razny comparando tambin la verdad primera con nuestra mente (c. 7).En el captulo 4 dice que tanto las verdades sobrenaturales como muchas de las naturales se ofrecenal hombre como objeto de fe, porque, de lo contrario, serian conocidas por pocos y despus demucho tiempo y mezcladas con una infinidad de errores.A continuacin estudia el modo que estas verdades tienen de manifestarse, consideradas por partedel que las ensea, seguidamente por parte del que las recibe (c. 6). En cuanto a lo primero, estudiael modo de ser de las verdades naturalmente inteligibles, para tratar seguidamente de las queexceden toda nuestra capacidad (c. 5). Si en el captulo 4 nos dijo que era conveniente que muchasverdades de orden natural fueran reveladas, en este captulo 5 nos prueba cmo esta conveniencia setrueca en necesidad al tratar de las verdades de orden sobrenatural.Esto por lo que toca a las verdades divinas consideradas por parte del que las ensea. En cuanto almodo de atenerse el hombre respecto a estas verdades de orden sobrenatural (c. 6), hace lassiguientes afirmaciones: quienes prestan asentimiento a verdades que la humana razn no puedecomprender, creen muy razonablemente y no sin motivo. La razn es obvia: no es imprudenciafiarse de lo que Dios dice y prueba como El solo sabe probar.b) Comparativamente (cc. 7 al 8). Ahora estudia la verdad divina sobrenatural en relacin connuestra razn, y dice que del hecho de que estas verdades sobrepasen nuestra capacidad no se sigueque sean contrarias a las verdades racionales. Lo prueba claramente en los captulos 7 y 8.Finalmente, cierra su prlogo dando a conocer su intencin o propsito en lo tocante a su modo deproceder, y hace constar que la duplicidad de verdades racionales y suprarracionales no tiene larazn de ser en Dios, sino en nuestro conocimiento.En cuanto a su modo de proceder se expresa en estas palabras: Para exponer la primera clase de 21. verdades se ha de proceder por razones demostrativas que puedan convencer al adversario. Pero,como es imposible hallar estas razones para la otra clase de verdades, no se ha de intentar convenceral adversario con razones, sino resolver sus objeciones contra la verdad, ya que la razn natural,como qued probado (c. 7), no puede contradecir a la verdad de la fe. La nica manera deconvencer al adversario que niega esta verdad es por la autoridad de la Escritura, confirmada por losmilagros, porque lo que est sobre la razn humana no lo creemos si Dios no lo revela. Sinembargo, para la exposicin de esta verdad se han de traer algunas razones verosmiles paraejercicio y satisfaccin de los fieles. No para convencer a los contrarios, porque la mismainsuficiencia de las razones los confirmarla ms en su error al pensar que nuestro consentimiento alas verdades de fe se apoya en razones tan dbiles.Queriendo proceder, pues, de la manera indicada, nos esforzaremos por evidenciar la verdad queprofesa la fe y la razn investiga invocando razones ciertas y probables, algunas de las cualesrecogeremos de los libros de los santos y filsofos, destinada a confirmar la verdad y convencer aladversario. Despus procediendo de lo ms a lo menos conocido, pasaremos a exponer la verdadque supera la razn (1. 4), resolviendo las objeciones de los contrarios y estableciendo, ayudadospor Dios, la verdad de fe con razones probables y de autoridad.Santo Toms cierra su prlogo con las siguientes palabras, que sirven a la vez de presentacin de sulibro primero: Pues bien, lo primero que se nos presenta al querer investigar por va racional lo quela inteligencia humana puede descubrir de Dios, es examinar qu le conviene como tal (1. 1). Acontinuacin, cmo las criaturas proceden de El (1. 2), y en tercer lugar, la relacin de fin que conEl tienen (1. 3). Por lo que respecta a lo que conviene a Dios como tal, es necesario establecer comofundamento de toda la obra que Dios existe; sin ello toda disertacin sobre las cosas divinas esintil.C) ORDEN DEL TRATADO (c. 9)Ciendo nuestra labor a slo el libro primero, tenemos el siguiente orden:Tres son los problemas principales que se plantea el Santo en este tratado: a) existencia de Dios (cc.10 al 13); b) su naturaleza (cc. 14 al 27); c) su perfeccin (c. 28 s.), para terminarlo con unoscaptulos dedicados al estudio de las pasiones en Dios .(cc. 89, 90 y 91), a las virtudes (cc. 92 y 96)y a la vida divina (cc. 97 y 102).Vamos a tratar en primer lugar de la existencia de Dios segn el orden que sigue.II. LIBRO PRIMEROA) Primer problema: Existencia de Dios (cc. 10 al 13)1. PRUEBAS INDIRECTAS, DIFICULTADES Y SOLUCIONESSanto Toms, antes de exponer su doctrina sobre este asunto, examina las teoras que puedenoponrsele, concedindoles todo su valor cuando lo tienen y condenndolas sin ambages cuandoson dignas de ello. Estudia en estos captulos (10 al 13) lo que ms tarde estudiar en los artculos 1,2 y 3 de la cuestin 2 de la primera parte de la Suma Teolgica. decir: La existencia de Dios, escognoscible? Es una verdad evidente en s misma? evidente para nosotros? Si no es evidente en smisma respecto a nosotros, es, a lo menos, demostrable o slo cognoscible de fe?Antes de responder diremos que son cuatro los errores acerca de la existencia de Dios. Por exceso,el del ontologismo; por defecto, el tradicionalismo, escepticismo y atesmo. Este niega la existenciade Dios; el escepticismo y sus derivados, empirismo, positivismo, niegan su cognoscibilidad. Eltradicionalismo, que niega la capacidad de nuestra mente, debilitada a raz de la cada de nuestrosprimeros padres, para demostrarla, y que sostiene que solamente por el camino de la fe puedeconocerse. 22. Aqu slo nos ocuparemos de los dos sistemas opuestos: ontologismo y tradicionalismo, ya que lasobjeciones ms serias contra la demostrabilidad de la existencia de Dios vienen de estas dosvertientes diversas, pero que coinciden en admitir la indemostrabilidad. La primera es conocida enel mundo filosfico, como decamos, con el nombre de Santo Toms le dedica los captulos 10 y 11.La segunda, la llamada tradicionalismo. De ste trata en el capitulo 12. Y una vez que prueba lainevidencia de la existencia de Dios, contra el ontologismo, y la demostrabilidad de la misma,contra el tradicionalismo, fundamenta las pruebas en que se basa la demostrabilidad, con lo cual dade lado al atesmo, bien sea terico, bien sea prctico. Al escepticismo no le dedica atencinparticular.a) Primera dificultad: 1. La existencia de Dios es evidente (c. 10)El ontologismo.El ontologismo parte del principio de que el primer ser es el primer objeto denuestro conocimiento. Dios es el primer ser y del que todo otro ser recibe cuanto es (C. Gent, 1. 3,c. 1); luego es el ser que primeramente conocemos. Segn esta afirmacin, la existencia de Dios nies de fe ni es demostrable por la razn, o de evidencia mediata, sino que ya es de evidenciainmediata. A esto obedecen aquellas palabras de Santo Toms en este captulo 10, que vienen adecir: para quienes sostienen que Dios es de suyo evidente, es superfluo el conato de quienespretenden demostrar su existencia.2. Refutacin filosfica de ontologismoDespus de exponer las razones que alegaban los ontologstas de su tiempo en pro de su teora, elAnglico comienza el capitulo 11 disculpando a quienes adujeron tales argumentos, entre los quesobresale el tan conocido de San Anselmo, y que nuestro Santo lo trae en forma abreviada, enprimer lugar, en el captulo 10.Dice que tienen un doble o