apuntes sobre los diablos de fiesta en cataluÑa
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APUNTES SOBRE LOS DIABLOS DEFIESTA EN CATALUÑA
BIENVE MOYA DOMENECH
Angeles de eolles de Diables del Penedés/Garraf
LA MASCARA TRADICIONALCATALANA
La mayoría del mater ial folclóricofestivo que trataremos en este trabajo debería conocerse con el genéri-
En nuestros días es difícil asistir auna celebración popular en Cataluña donde no aparezcan esos personajes, los «diablas». ¿Pero cual essu pecu liar historia y porque hanadquirido tanta notoriedad?
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ca de mascaras de fiesta ¿porqueen definitiva que otra cosa vienen aser sino mascaras, tanto gigantescomo cabezudos, como dragones yotros entremeses? Máscaras en unaacepción más amplia de la que hoy
solemos dar al termino el cual reducimos a la máscara de rostro. Máscaras en un sentido más etnológico,mascaras o disfraces o ropajesrituales. En el Diccionari Etimologicde la Llengua Catalana , de JoanCorominas, se utilizan cuatro paginas para la descripción de «Máscara», y desde el principio se toma éltermino como sinónimo de disfraz.Según Corominas, la palabra mascara tanto se utilizaría, o habría utilizado , en el sent ido de tiznarse elrostro (en catalán «rnascarar-se »),especialmente con algo negro uoscuro, como en el sentido de «masca», bruja en el norte de Italia y en laProvenza, o aun el de mascara =juglar , actor.
El personaje del cual nos proponemos tratar, el diablo de la fiesta, asume (en diversos lugares) algunas delas cualidades, o todas ellas , que
Corominas atribuye al vocablo máscara. Para mejor entendimiento denuestro propósito estab leceremosuna clasificació n que nos ayude atipificar las características señaladas que hemos creído poder apreciar en los «diablas» de la fiestacatalana en función de su rol en losdive rsos fes tejos. Tip if icacionesque, a bien seguro, también podríanapreciarse en otras figuras o máscaras festivas de la península y aun enel continente europeo.
El diablo «Esparriot» (esta palabraes la correspondiente al term inocastellano Botarga)
Jordi Bertran, en «El Ball de Diabies de Tarragona », nos proporciona una vis ión bien documentadasobre la teor ía de un posible origende la máscara-personaje que hoyconocemos como el «diablo de lafiesta», y que en un estadio anterior
NARRIAestaría encuadrado en alguna comparsa de la procesión del CorpusChristi. Bertrán nos cuenta que elprimer indicio sobre esta teoría loobtuvo atendiendo a una conferencia de Joan Plana, miembro activodel grupo (la colla) de «diables» deL'Arboc del Pened és. Este , entreotras noticias, aseguraba «haciéndose eco de la voz popular, que losdiablos de esta «colla» del Arboc,inicialmente eran bufones de la corte feudal que abrían paso al señor.Aunque aquella explicación del conferenciante , con toda seguridad ,debió extraerse de algún texto maso menos erudito , traspasado a la«memoria popular» -muy propensaa crear sus propios anteceden tes,cuando no los hay- , lo cierto es queaquella idea contribuyó a encaminarel estudio de la figura del diablo dela fiesta.
Colla cDiables_ de Vilanova y la Gelt ru , años 1980.
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Diables de diversas poblaciones
Poco después la teoría empezó atomar cuerpo en abundantes documentos sobre la figura del juglar,entre los cuales una obra de principios del XIV, Libro de las Confesiones, de Martín Pérez, reivindicadopo r el hispanista Ánge l GómezMoreno. En esta obra, capitulo 138,titulado «de los histriones [es decir,de los Esparriots), que tienen oficiomalo, y que transforman su cuerpoen ot ras viles apariencias , dice:«...Así mismo hay otro ministril maloque la escritura llama histriones, yson de cuatro especies: los unos setransforman en otras apariencias ,vistiendo caras y otros hábitos conapariencia de diablos y de bestias ydesnudan sus cuerpos y los tiznan ydan saltos desmañados y gestosdeshonestos y puercas juglerias yalteran el sentido de las palabras y aveces interpretan luchas y muertes y
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otras calam idades. Y ellos hacenestas cosas pera dar placer a loshombres, y algunos pera ganarse elsustento. De esta manera suelenobrar los que hacen de caharrones(otra forma de llamar a los botargas)por villas y mercados».
Mas entrados en la obra de JordiBertran leeremos que «según la profesora alemana Margot Berthold ,durante los siglos XI, XII Y XIII, seextiende por Europa la figura delarlequín como sinónimo de diablo,coincidiendo ambas figuras inclusoen algunos puntos de su indumentaria: roja, con caperuza adornada decascabeles, muy propios, estos últimos, de la imaginaria festiva del diablo catalán medieval».
A renglón seguido el mismo autornos describe una serie de mascaras-personajes de toda la penínsulaque estarían relac ionadas con la
figura que hoy conocemos como eldiablo de la fiesta. Estos serían los«Peliqueiros» de Laza, mascaras
. del carnaval de esta villa gallega; losdiablos de Almonacid del Marquesado, en Cuenca»; y nosotros podríamos añadir los «Perchten» de Salzburgo (Austria) , las aragonesas«Trancas» del carnaval de Bielsa, ydiversas máscaras hispánicas comoel «Jarramplas», de Piornal (Cáceres); el Zangarrón, de Montamarta(Zamora); y el Colacho, de Castrillode Murcia (Burgos); entre otros.
DIABLOS DE SAN ANTÓN
El17 de Enero, alrededor del día desan Antonio, se celebran una seriede festejos dedicados al santo en loscuales aparece otra figura del diablo. Estas representaciones, puesto
que esto de trata, actualmente vivenrecluidas dentro de las comarcas deels Ports -a caballo entre Aragón, elPaís Valenciano y Cataluña-, aunque antaño, y según Salvador Palomar, en Els balls parlats a la Catalunya Nova: «La representación dela vida de San Antonio podríamosencontrarla en un área geográ ficamucho mayor, desde del Camp deTarragona: a las comarcas del Ebro.La mayoría de estas representaciones reciben el apelativo de santantonades , interviniendo unas máscaras-personaje afines a la figura del«diable de la festa» catalán».
Uno de los estudiosos que primerosupo emparentar estas máscaraspersonaje de las santantonades conlos diablos catalanes (y también deMallorca) fue Xavier F ábreqas , queen 1976 estuvo allí con el fotógrafoPau Sarceló. Aunque ya anterior-
mente el incansable Joan Amadeshabía visitado els Ports. Pero va aser Fábreqas quien dé a conocermas ampliamente esta relación delos personajes de la santantonadadel Forcall con los diablos del Campde Tarragona , del Penedés-Garraf,los de la Patum de Serga y los diablos de Mallorca.
Estas máscaras-d iab lo de elsPorts están estrechamente ligadascon el anacoreta del desierto y perpetran su aparición festiva en el díadel santo. La relación de los diabloscon este santo es bien conocida pertodos aquellos que poseen un mínimo de conocimiento sobre la vida delos santos , y como su hagiografíanos parece harto divulgada no nospararemos en ella. «La Santantonada del Forcall» -dice Xavier F ábregas- asemeja la cristalización de unculto anterior ofrecido a divinidades
NARRIAde la fecundación del ganado y delas simientes del campo, si nos dejamos guiar por los símbolos que hansubsistido en el ritual llegado hastanosotros». Esta es la impresión quele causó al autor la fiesta del Forcall,y de esta manera la narra en CavalIers, dracs i dimonis. Es posible queestas apreciaciones estuvieseninfl uidas por las part icu laridadesgeogra f ico-a mb ie nta les de la,comarca del Forcall: cerca de estapequeña población se eleva el santuario de la Mare de Déu de la Salma, lugar sobrado de sugestiones,donde, según es fama, hasta bienentrada la década de los cincuentase llevaron a termino estrafalariasceremonias de exorcismos cont raendemoniados .
Colla de «Dlables•. Vilanova i la Geltrú. Años 1950.
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ColI de diables
DIABLOS DEL CAMP DETARRAGONA, EL PENEDES yELGARRAF
Francesc P Bové, en «El Penedes»,cuenta que la comparsa del ball dediables «estaba compuesta per diecisé is personajes: san Miguel, unánge l, Lucifer, la diab lesa y docedia blos de dife re nte ca tegoría ,como: un alfé rez, un porrero, unlicenciado, un borrón y dos timbaleros. El vestuario consistía en: sanMiguel y el ángel, con su vestuariopropio; Lucifer con el mismo de losdiablos y encima una gran capa; ladiablesa igual que los diablos y confalda hasta el tobillo; los otros conuna especie de mono de trabajo (...)con caperuza adornada con loscorrespond ientes cue rnos (... ) yalpargatas rojas ; todo el vestido pintado de llamas, reptiles y alimañasinfernales; todos ellos provistos de
diferentes porras y horcas , de entrelas cuales sobresale la de Luciferporque es mayor que las otras , y enella se colocan petardos ...»
De esta descripción sumamentedetallada quisiera resaltar el «vestido pintado de llamas, reptiles y alimañas infernales» y las «diferentesporras» con petardos», para relaciona r los co n la descr ipc ión queRamón Ajarque hace del diablo queaparece en la procesión de la Marede Déu de la Balma, santuario queya hemos señalado estar cerca delForcall. Dicho diablo, según Ajarque, «se cubre la cabeza con uncasco y las desnudas carnes de lcue rpo co n vestidos de rabi ososcolores pintados con lagartos y otrosreptiles(...) esgrimiendo en la manode recha un in fl amado da rdo ».Como, amén del paralelismo de lasdos descripciones, hemos observado la imagen de los actuales diablos
del Forcall , advirtiendo que entre lasdos se da una gran relación iconográfica , así que podríamos asegurarque entre ambas máscaras ha dehaber sin duda un referente o nexocomún.
Ahora bien, si es cierto que se daesta relación de imagen e iconográfica entre ambas figuras , también esevidente, que unas y otras hoy noparticipan de la misma fiesta dentrodel calendario festivo mediterráneo.Así, mientras los diablos de els Portsparticipan -y casi se erigen en protagonistas- de la representación deSan Antonio en Enero, los otros, losdel Camp de Tarragona, el Pened ésy el Garraf, en la actualidad no mantienen ninguna relac ión conocidacon esta festividad.
Veamos en que celebraciones hanido a parar los diablos del Camp deTarragona , el Pened és y el Garraf.En este territorio los diablos tienen
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El .diablea y el fuego que le rodea
bras.;» como nosdetalla en su Librode las confesionesMartín Pérez, citado por Jordi Bertran, que no con losde els Ports , quesugirieron a XavierFábreqas «la cristalización de un cuIta anterior ofrecidoa las divinidades dela fecundación delganado, etc.» Tanto y más teniendoen cuenta que elmismo Francesc deP Bové nos da aconocer el concepto en que sé tenia aestas comparsas afinales del sigloXIX, en la propiaVilafranca. CitaBové que, en unarticulo aparecidoen un periódicolocal en agosto de1895, se comentaque con motivo dela conmemoración-ya aludida- de la canonización deRamon de Penyafort, el autor escribe que «salieron aquellas tresmamarrachadas (el dragón, los diablos y los gigantes) a divertir lavilla».
Pero para su completo estudio nosolo debemos basarnos en estecometido que hoy cumplen los diablos en el Camp de Tarragona y elPenedés-Garraf. Para situarlos enun contexto más correcto deberemos tener en cuenta otro componente, anterior sin duda a la funciónque hoy cumplen en las comarcasdel Camp de Tarragona , su propialabor escénica y los elementos iconográficos que les acompañan , talescomo vestuario, uso del fuego, elespíritu y las licencias, mofa, algazaras, etc. Porque, si bien el primercometido (la representación sobre elbien y el mal, etc.) les apartaría delos diablos de els Ports, el segundo(los elementos iconográficos y escenográficos) les aproxima de manera
su día más importante durante «laFesta Majar» (la fiesta patronal),donde amén de ejercer el servicio dedespejar la calle, para que circulecon comodidad «cercaviles» (pasacalles) y procesiones, representanun ball (una actuación). La característica principal de este ball es elrecitado de unos versos de carácterburlesco. Actividad que los asemejamas al carnaval que a otra de lasfiestas del calendario. También, preteritamente, habían participado-junto con la misma función de despejar la calle- en la procesión delCorpus, donde representaban unadanza mimada entre ángeles y diablos. «Pero a decir verdad pareceque la principal función principal delball de diables de dichas comarcashaya sido desde hace mucho tiempoel recitado de versos, o el de representar un cuadro dramático por elestilo de los que ponían en escenaalgunas centurias atrás y de los queen el presente representan los títeres callejeros», como asegura Fracesc P Bové. Este ball (el de diablos), según el mismo autor, ya sehabría representado en «1602 conmotivo de los festejos que en Vilafranca del Penedés se celebraronpara conmemorar la canonizaciónde san Ramon de Penyafort». O seaque, podemos advertir que, asícomo los diablos de los Ports estánestrechamente relacionados con lahagiografía de san Antonio, los diablos de esta segunda área han sidoutilizados como soporte escenográfico de una variada serie de motivosde celebración : conmemorar lacanonización de un santo, canalizarla voz crítica, con burlas y por mediode una forma abiertamente asimilable al carnaval; representar luchasentre el bien y el mal, etc.
En esta su condición, los diablosdel Camp de Tarragona, parecenestar mas relacionados con los «histriones que tienen oficio bellaco (oo .)vistiendo caras y otros hábitos conapariencia de diablos y bestias, ydesnudan sus cuerpos y los tiznan yrealizan saltos estrafalarios, gestosdeshonestos y puercas juglerias ycambian el sentido de las pala-
evidente. Aparte que unos y otrosson esencialmente los agentes (oactores, por lo tanto , juglares) deuna dramatización directamenterelacionada con principios sagrados(esenciales) de la fiesta: los santos ysus hagiografías , las luchas entre elbien y el mal, el escarnio liberadorde leyes y convenciones sociales.
En definitiva, podríamos advertirque, aunque unas máscaras u otras,las de els Ports o del Camp de Tarragana, en principio puedan parecernos distintas figuras festivas porquelas primeras están esencialmenterelacionadas con el día de san Antonio y las segundas con la FestaMajar y el Corpus, también es notorio la relación que existe entre ellasya que, en realidad, no son mas quesimples actores o juglares al serviciode una función didáctica: representar un cuadro dramático (la vida deun santo o la lucha entre el mal y elbien) a partir de un juego escénicoantiquísimo (el de los juglares) que
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NARRIAinterpretan unos actores-máscaraque titulamos diablos y que escénicamente presentan grandes semblanzas. A partir de esta obviedad,me parece tan creíble la tesis de lasmáscaras-juglar, como la de lasmáscaras-genio (o dioses familiares), porque estoy convencido quelos jug lares, no son otra cosa que losherederos (sin consciencia de ello)de hechiceros, brujos y otras «máscaras», que se consideraban vocesde estos genios familiares protectores y curanderos. El ya citado XavierFábreqas opina, en un estudio sobreel aspecto teatra l y parateatral de lafiesta , que «las ceremonias mágicasson ya un estadio muy avanzado delproceso de dramatización».
LOS DIABLOS DE LA PATUMDEBERGA
En la fiesta de Patum, que se celebra durante el Corpus en la ciudadde Berga, participa otra especie de
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diablo fest ivo : los denominadosMaces (mazas) y los Plens (textualmente , llenos). Maces y Plens participan en la fiesta junto a otros elementos de comparseria fest iva :gigantes y animales fabulosos: laMula Guita, el Águila , danzas de turcos y caballitos , cabezudos, etc. Enla Patum los diablos tienen un tiempo reservado para su actuación en laplaza, separado de los demás elemen tos . Las Maces representan ,como algunas calles de diablos delPenedés-Garraf, un elemental autode lucha entre el bien y el mal en elcual tiene su lugar san Miguel. LosPlens son personajes cubiertos dehierba fresca por todo el cuerpo ,incluso el rostro , y armados, en lacima de su cabeza , con enormesfuets (cohetes). Como los plens nopueden ver , ni casi oír, por no permitírselo el revest ido de hierba verde ,cada unos de ellos debe ser llevadopor sus compañeros -que antes hanejercido de ayuda de cámara revistiéndole de verdor y colocándo le los
cohetes. Protegidos con su corazade hierba son llevados al centro dela plaza, llena a rebosar de jóvenesdispuestos a soportar un espectacular bautismo de fuego. Una vez en laplaza suena la música y se leencienden los cohetes al Plen, y asíacompañándole, todos los participantes se ponen en marcha moviéndose en el sentido de las agujas deun reloj , en una danza primitiva yenervante.
Para cerrar el art icu lo -que noagota el tema- quisiéramos hacerobservar que sin duda debe existiralguna relación -que se expresa porsus funciones en la fiesta, por susroles-, que una estos diablos festivos, con otras figuras festivas actuales: cabezudos , botargas y otros milnombres de inventiva local, que a lavez habr ían heredado el oficio (lamaestría, la func ión, ya que no laprofes iona lidad ) de los antiguosjuglares, bufones y otros mil personajes del teatro callejero popular.