LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA (1936-1939)

LOS GOBIERNOS DEL FRENTE POPULAR

El 18 de febrero de 1936 se produjo en las elecciones legislativas el triunfo del Frente Popular y, en consecuencia, el presidente Alcalá Zamora encarga la formación de gobierno a Manuel Azaña. Este gobierno pretende aplicar un programa consistente en1. La continuación de la reforma Agraria; 2. La intensificación de la política educativa; 3. Una amplia amnistía y 4. El restablecimiento de la Generalitat de Cataluña y el impulso para aprobar los estatutos de autonomía del País Vasco y Galicia

Tras la dimisión de Alcalá Zamora el 7 de abril, Azaña pasa a ser presidente de la República y Casares Quiroga la presidencia del gobierno. Ambos políticos van a ser incapaces de frenar el progresivo deterioro del orden público que por tenía como principales manifestaciones: la violencia en el campo y la ocupación de tierras; los ataques a edificios religiosos y la quema de algunos conventos y, por último los atentados políticos protagonizados por los extremos del arco político y cuyo hecho más significativo es la muerte de José Calvo Sotelo, líder del partido ultra Renovación Española, el 13 de julio de 1936. En el deterioro del orden público tuvo bastante que ver la radicalización de las posturas políticas:

a) En la derecha se constata un incremento de las actividades violentas de Falange Española o de los carlistas. En el caso de falange, este partido minoritario planteaba, sin tapujos, una alternativa autoritaria al régimen parlamentario, tal y como ya había sucedido en Italia con Musolini

b) En la izquierda también se observaba por ese entonces una fuerte radicalización. En el caso del PSOE, el ala más a la izquierda, liderado por Largo Caballero, planteaba abiertamente la necesidad de llevar a cabo una revolución social, enfrentándose, de este modo, al sector más moderado que lideraba Indalecio Prieto. Por su parte, la CNT, en su congreso de mayo en Zaragoza, confirmó su posición revolucionaria y antirrepublicana y con un programa que preveía: la supresión del culto religioso, la colectivización de todos los medios de producción y la creación de comunas.

LA CONSPIRACIÓN MILITAR

Desde el momento en que se proclamó la República en 1931, una parte del ejército no dejó nunca de conspirar contra ella, como ya quedó claro en el golpe de Estado de Sanjurjo en 1932. Sabedor el gobierno de este peligro sitúa en las capitanías generales más importantes a militares cercanos al régimen. Por el contrario, a los más hostiles se desplaza a lugares alejados de la capital: Franco a Canarias, Mola a Navarra o Goded a Mallorca.

Desde los primeros días de marzo comienzan a tramarse varias conspiraciones, pero es la que lidera el general Mola la más consistente y de ese modo las restantes quedan englobadas estas. El golpe de Estado, según Mola, tenía que ser una acción rápida y se debería emplear el grado de violencia que fuera necesario. La conspiración militar estaba en conexión con una trama civil de importantes terratenientes y financieros como Juan March.

LA INSURRECIÓN MILITAR Y SU RESPUESTA

La sublevación se inicia en Melilla el 17 de julio de 1936. Poco después Franco volaba de Canarias a Marruecos y se ponía al frente del ejército de África. En estos primeros momentos, los oficiales al mando, como Romerales en Melilla, que se opongan al golpe serán fusilados sin más. El 18 de julio se alzó en Sevilla el general Queipo de Llano y durante la noche del 18 al 19, Mola y otros jefes militares declararon el estado de guerra en el resto de España

Pero la insurrección no tuvo éxito en todas partes y el 20 de julio el país quedó dividido. La República conservaba las grandes ciudades y las zonas industriales así como el control del estrecho de Gibraltar al mantenerse fiel al régimen la armada.

1. En la zona republicana se crearon durante las primeras semanas

numerosos comités locales y provinciales que asumieron de manera espontánea la administración de ayuntamientos e instituciones con el fin de garantizar el abastecimiento de la población, la creación de milicias populares o el orden público. El poder popular, espontáneo, plural y contradictorio, a pasear de no tener unidad ni coherencia política consiguió, durante los tres primeros meses, desplazar a los políticos en la toma de decisiones. En la zona republicana, además, el ejército casi no existía por lo que durante los primeros meses del conflicto la guerra es asumida por las milicias populares.

2. En la zona insurrecta se va air sustituyendo a todo tipo de autoridades: alcaldes, gobernadores, jefes militares, etc. mediante el uso de la violencia extrema. Muchos militantes o simples simpatizantes de los sindicatos o de los partidos que integraban el Frente Popular fueron asesinados o fusilados sin juicio. La respuesta a la insurrección militar había dejado a España dividida en dos zonas. Empezaba así una larga guerra civil que los insurrectos no habían previsto y también una revolución y una reacción caracterizadas por la violencia política.

LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DE LA GUERRA

La Guerra Civil española conmocionó a todo el mundo occidental. La prensa americana y europea dedicaba mucha atención a la guerra y los políticos y las organizaciones obreras de los países europeos. En general, la opinión pública mundial se posicionó a favor de la

República frente al fascismo. La URSS vio en la guerra la posibilidad de proyectar su influencia política y movilizó muchos recursos y personas para poder dirigir el proceso hacia sus posiciones.

El ejercito insurrecto obtuvo casi desde el comienzo de la guerra la ayuda directa en efectivos humanos y materiales de Alemania (la legión cóndor, 16.000 hombres) y de la Italia de Musssolini (40.000 hombres). Por su parte, la República consiguió el apoyo de la URSS, que le proporcionó armamento y consejeros. Además hay que señalar el importantísimo papel que desempeñaron las Brigadas Internacionales, unidad militar integrada por unos 40.000 hombres procedentes de diferentes países.

Las democracias occidentales, sobre todo Francia y Reino Unido, propiciaron un Comité Europeo de No-intervención, encargado de vigilar que no se enviara material de guerra a ninguno de los dos bandos. Ni Alemania ni Italia acataron tales resoluciones.

LAS RETAGUARDIAS

LA ZONA REPUBLICANA Desde los primeros momentos, las organizaciones obreras, especialmente la CNT, crearon comités que actuaban como un poder no controlado. Algunas de las primeras medidas que toman son: hacerse cargo de las tierras y fábricas que pasan a ser colectivizadas y gestionadas por los mismos trabajadores. En las áreas donde existían grandes terratenientes como Andalucía o La Mancha se crearon comunas de jornaleros que colectivizaron los campos.LA ZONA FRANQUISTA En la zona insurrecta, la muerte en accidente de aviación del general Sanjurjo dejó a los sublevados sin un jefe visible. La dirección del alzamiento militar la ejercía la Junta de Defensa Nacional, pero en realidad, cada general ordenaba lo que quería en su zona. Una vez que se asumió que el golpe de Estado se iba a convertir en una guerra, la necesidad de un mando único llevó a los generales a proclamar a Francisco Franco como jefe del estado y Generalísimo de los ejércitos.

LA VIOLENCIA Y LA REPRESIÓN EN LA RETAGURDIA

Los procesos de revolución y de reacción fueron acompañados de una represión, en ocasiones violenta, contra todos los grupos sociales y políticos que se podían considerar directa o indirectamente enemigos.

A) En la zona republicana, toda persona sospechosa de apoyar la sublevación militar o de simpatizar con ella (empresarios; propietarios; militantes de partidos de la derecha, curas, monjas, etc.) fue objeto de persecución que en ocasiones terminó en el asesinato. Las verdaderas causas de esta violenta represión no se correspondían, en general, con las presuntas actividades pro golpistas de los perseguidos, sino que en muchos casos procedían de situaciones anteriores: de

las tensiones sociales que habían generado odios ancestrales acumulados. Aunque a menudo se culpó a los incontrolados de los asesinatos y quema de edificios religiosos, todas las organizaciones fascistas tomaron parte de una manera u otra en la represión de los primeros meses con las patrullas de control. De hecho, durante toda la guerra la práctica religiosa fue prohibida y se convirtió en una actividad clandestina

B) En la zona insurrecta también se vivió un clima de terror, a veces más acentuado que en la zona republicana, con el agravante de que, mientras duró la guerra, ninguna voz, ni siquiera de la jerarquía católica (que daba su apoyo a los golpistas, se levantó contra la represión, que se produjo de manera sistemática. Episodios como los fusilamientos sin juicio de más de 2000 personas en la plaza de Toros de Badajoz, la represión sangrienta de Málaga, los asesinatos de la sima de Jinamar en Gran Canaria o los paseos de los campesinos andaluces son un ejemplo del clima de violencia que se vivió. La cifra de muertos y encarcelados es muy alta y, según nuevas investigaciones, supera con creces a la que produjo en la zona republicana

LA EVOLUCIÓN POLÍTICA

LA REPÚBLICA

En la retaguardia republicana, las derrotas militares de los primeros meses evidenciaron la necesidad de formar un gobierno central de unidad, de volver a la autoridad institucional republicana y de crear un ejército que sustituyera a las milicias. José Giral dimitió como presidente del gobierno y fue sustituido porFrancisco Largo Caballero (PSOE, septiembre de 1936, mayo de 1937)

Se reserva para él mismo el ministerio de la Guerra. Forma un gobierno de unidad integrado por socialistas,

sindicalistas, republicanos, comunistas, PNV, ERC y más tarde de la CNT.

Su gobierno recupera lentamente los poderes del estado: desaparición de juntas y comités y vuelta a la vida parlamentaria.

Por su disciplina interna y el apoyo de la URSS, el PCE se vuelve el partido más importante del gobierno.

Dentro del gobierno que preside Largo Caballero ha de hacer frente a diferencias con los partidos por hechos como la falta de ayuda a Málaga tras caer está en manos de los rebeldes o su manera de dirigir la guerra.

Barcelona (mayo de 1937)a) Entre el 2 y el 3 de mayo, enfrentamientos entre CNT+POUM

y PSUC+UGT.

b) El enfrentamiento armado—barricadas—deja más de 500 muertos

c) El gobierno central envía 5.000 Guardias de Asalto y sofoca el enfrentamiento que termina con la derrota de la CNT.

d) Los comunistas piden el cese de Largo caballero y la disolución del POUM---El presidente Azaña obliga a L. Caballero a dimitir.

Juan Negrín (PSOE, mayo de 1937, abril de 1939) Le apoyan gran parte del PSOE y el PCE, partido este último que

tendrá una gran influencia a partir de ahora. Sus objetivos:

1. Resistencia a ultranza de la república ante el más que claro estallidos de un conflicto en Europa.

2. Fortalecimiento del Estado.3. Supresión del Consejo de Aragón en manos de los

anarquistas.4. Le resta competencias a la Generalitad de Cataluña5. Potencia el ejército popular.6. Su política se plasma en el programa de los 13 puntos con el

que pretendía tantear la posibilidad de un armisticio.

EL BANDO SUBLEVADO: LA ESPAÑA NACIONAL

En el bando insurrecto nadie discute la primacía militar de Franco. En cambio, políticamente son cada vez más acusadas las diferencias que enfrentan a Falangistas (totalitarios y antimonárquicos); carlistas (tradicionalistas y monárquicos) y alfonsinos (pretenden la vuelta de Alfonso XIII), con el poyo, estos últimos de miembros de la CEDA y de Renovación Española.

Fruto de estas tensiones son los enfrentamientos a tiros en Salamanca en 1937 entre facciones de la Falange. La reacción de Franco es el Decreto de Unificación por el que se crea un partido único FET de las JONS.

El decreto crea fuertes tensiones dentro de la falange. A este nuevo partido quedarán adscritos todos los que

pertenecieran a cualquier otro partido. Franco se convierte en generalísimo de los ejércitos, jefe

del Estado y jefe del partido único. Quedan bien delimitados los apoyos ideológicos del nuevo

régimen: el falangismo, el carlismo que aporta la tradición y la espiritualidad católica y los monárquicos el conservadurismo.

La Iglesia católica se convierte a partir de ahora en aliada del nuevo régimen aunque dentro de ella no siempre hay unanimidad:

La muerte de sacerdotes a manos republicanas resultó especialmente doloroso para los católicos.

El Vaticano, dentro de la nueva coyuntura internacional, no veía con buenos ojos el apoyo de Franco a Hitler y Mussolini

La muerte de algunos curas vascos a manos de los nacionales da lugar a fricciones con el régimen.

La jerarquía eclesiástica española habla de la guerra civil como de una cruzada.