aproximación a la situación de la ciudadanía española en ... · discurso sobre la identidad, ya...
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Aproximación a la situación de la ciudadanía española en Alemania INFORME 2º FASE Colectivo de Estudios e Intervención Social Financiado por:
2
Página Introducción 3 Capítulo 1 La emigración española en la República Federal de Alemania
13
Capitulo 2 Marco teórico sobre la emigración en Alemania y los factores de influencia de este proceso. Identidad e Integración.
66
Capítulo 3 La emigración española a Alemania
94
Capítulo 4 Propuesta de estudio de nueva emigración española
213
Capítulo 5 Metodología para el análisis de los grupos de discusión
261
Capítulo 6 Análisis de los grupos de discusión
290
Anexo I Transcripción de los grupos de discusión
294
Anexo II Gráficos
295
Anexo III Tablas
337
3
INTRODUCCIÓN
El proyecto Aproximación a la situación de la ciudadanía española en Alemania
de la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo financiado por la
Dirección General de la Ciudadanía Española en el Exterior ha finalizado su
segunda fase. Este proyecto pretende analizar de forma sistemática y
coherente las siguientes preguntas.
- ¿Podemos hablar de generaciones de la emigración española a este
país? ¿Cuáles han sido las experiencias que conforman la narrativa compartida
de estas generaciones, podemos detectar perfiles sociolaborales y cultures
comunes? ¿Qué perfil presenta la nueva emigración española a Alemania?
- ¿Cuáles han sido los factores decisivos que han permitido que la
ciudadanía española en Alemania presente niveles de integración superiores al
resto de los colectivos de inmigrantes?
- ¿Qué variables diferenciales y experiencias propias presentan las
mujeres españolas en Alemania?
- ¿Qué necesidades demanda la ciudadanía española de las
administraciones españolas tanto en Alemania como en España así como de
las diferentes administraciones alemanas?
La primera fase intentó dibujar un panorama de la emigración española en este
país, haciendo una revisión exhaustiva de los trabajos realizados hasta la
fecha, entrevistando a expertos y, por último, identificando las áreas de mayor
interés para la investigación.
En esta fase se ha continuado con el estudio detallado de la realidad de la
emigración española en Alemania. Hemos realizado once grupos de discusión
con españoles de la primera, segunda y tercera generación en Essen, Bonn,
Remscheid, Hamburgo, Duisburg y Dortmund. Todas las discusiones de grupo
han sido transcritas. Hemos procedido a profundizar en el análisis de la
aportación que la historiografía puede hacer para esclarecer las preguntas que
4
motivan este estudio. Además la revisión de las propuestas teóricas
relacionadas con la integración de la población inmigrante y aplicarla al material
empírico. En concreto hemos construido una matriz para el análisis de los
grupos de discusión vertebrada por los siguientes ejes temáticos: identidad,
conflicto e integración. Este procedimiento nos permite identificar los discursos
identitarios, las rupturas en los colectivos, generaciones y sexos así como la
importancia que los propios actores confieren a cada ámbito para la
integración.
En esta fase hemos querido insistir más en el carácter transversal, diacrónico e
interdisciplinario de nuestro trabajo. Transversal, por considerar que el análisis
de la emigración no puede centrarse en un solo ámbito; diacrónico, ya que el
análisis de todo el ciclo emigratorio desde su inicio en los años sesenta hasta la
fecha nos permite identificar temas comunes pero también rupturas y conflictos
y, por último, interdisciplinario por ser conscientes que la suma de las
aportaciones de especialidades tan diversas como la historia, la sociología, las
ciencias políticas y la ciencias de la educación nos permitirán dar respuesta a
las preguntas planteadas.
En fin, entendemos que un planteamiento transversal, diacrónico e
interdisciplinario puede dar algunas claves para entender mejor el devenir de
los cientos de miles de españoles y españolas que desde los años sesenta han
pasado por Alemania y de los muchos que continúan residiendo en este país.
Historia de la emigración española en la República Federal de Alemania
En este primer capítulo analizamos la contribución al estudio sobre la situación
actual de los españoles en Alemania de la historiografía. La investigación sobre
la emigración a Alemania ha experimentado un importante avance en la última
década, pero es aún mucho lo que queda por conocer. Nuestro artículo refleja
los avances logrados, pero fundamentalmente trata de aportar respuestas
propias a través de fuentes primarias, es decir, documentación de archivo. Su
5
intención es desentrañar las dinámicas profundas de una comunidad humana
que se fue configurando en el último medio siglo a partir de un núcleo
relativamente homogéneo: el más de medio millón de jóvenes españoles que
entre 1960 y 1974 emigraron a Alemania en busca de trabajo. El estudio dedica
una especial atención a esos años, porque fue entonces cuando se forjaron las
raíces a partir de la cuales crecería el árbol que hoy es la colonia española en
Alemania. En este periodo se vivieron profundos cambios sociales, económicos
y políticos en Europa. Fue una época de revoluciones pacíficas que afectaron a
las formas de organización del trabajo, la moda, la religiosidad, el ocio, el papel
de la mujer, la relación del ciudadano con las instituciones, etc. Los emigrantes
no fueron ajenos a estas dinámicas, sino que las vivieron de lleno. Lo peculiar
en el caso de los españoles respecto a otros grupos de emigrantes del sur de
Europa era su procedencia de un país dictatorial. De una nación dominada por
un régimen que, por más que hoy nos resulte extraño, pretendía persistir
después de que muriera su fundador Francisco Franco. La dictadura realizó por
ello un gigantesco despliegue de medios humanos y materiales para evitar que
sus súbditos en Europa se convirtieran en ciudadanos conscientes que un día
pudieran pedir democracia en su país. A su vez, los antifranquistas hicieron lo
propio para conseguir exactamente lo contrario. De esta confrontación pacífica
por el alma del emigrante surgiría una dinámica peculiar que, según trataremos
de argumentar en nuestro artículo, marcó la sociabilidad de la colonia española
en Alemania. Una sociabilidad caracterizada por el alto grado de cohesión del
grupo y en la búsqueda de soluciones a sus problemas como comunidad
emigrante. Es ahí donde surgiría el original movimiento de los padres de
familia, cuya labor resulta fundamental para comprender el alto grado de
integración en la sociedad alemana de los descendientes de aquellos primeros
emigrantes.
Teorías de la integración
Dedicamos este segundo capítulo a la emigración y realizamos en su parte
central un resumen de las teorías relevantes sobre la Integración, ya que este
es el aspecto central de esta segunda Fase del estudio.
6
Para contextualizar la emigración española en Alemania hacemos
primeramente referencia al la situación en el país de acogida, Alemania. En la
primera parte tratamos las etapas de la política de Emigración en Alemania,
país que hasta los años 2000, negó ser un país de emigración, excluyendo así
a los diferentes grupos de Emigrantes. Lo cual ha tenido a lo largo de las
diferentes etapas una gran influencia para los emigrantes, y en sus estrategias
operativas. Sobre todo nos centramos en las etapas a partir de los años 50
hasta el momento en que Alemania se define como País de emigración en el
año 2001.
En la segunda parte de este capítulo hacemos referencia primeramente al
discurso sobre la identidad, ya que en el contexto de la emigración no se puede
discutir a una forma teórica sobre la integración sin ponerla en relación con la
identidad. En este punto nos centramos sobre todo en los discursos de
Erikson, Goffman, Bilden oder Hall1.
Seguimos desarrollando el discurso teórico con aspectos de las definiciones
sobre la Integración y la Asimilación., La política de integración alemana
consistía en „integrar“ a los grupos de extranjeros que no volvían a sus países
de origen de una forma tolerable para el resto de la población como
consecuencia de una política defensiva, que se formó bajo una masiva
oposición de la población Alemana contra los emigrantes cuando estos
comenzaron a establecerse en el país. Por esta razón se concedió a los
“Gastarbeiter” una entrada controlada por ejemplo en el campo laboral, sin
embargo en otros sectores se les excluyo completamente de una participación
en la sociedad. Así mismo hacemos referencia a las teorías de Milton Gordon.
1 Krappmann, L. 1969: Soziologische Dimensionen der Identität. Strukturelle Bedingungen für die Teilnahme an Interaktionsprozessen. Stuttgart. Keupp, H. 2001: Das Subjekt als Konstrukteur seiner selbst und seiner Welt. In: Keupp, H./Weber, K. (Hg.): Psychologie. Ein Grundkurs. Reinbek, Erikson, E. H. 1973: Identität und Lebenszyklus. Frankfurt a.M. Goffman, E. 1996: Stigma: Über Techniken der Bewältigung beschädigter Identität. 12. Aufl., Frankfurt a.M. Hall, S. 1994: Rassismus und kult urelle Identität. Hamburg.
7
Este autor expone la teoría de la asimilación y utiliza únicamente el termino
integración, para definir el proceso de incorporación de los inmigrantes en el
campo de sociedad civil (integration in civic life), política y económica (political
and economical integration) (1964, 106 – 85), el utiliza el termino Integración
con el sentido de la Asimilación estructural (110-114). Para el Autor es por lo
tanto Integración un proceso parcial dentro del gran proceso de la asimilación.
Para Gordon era de gran importancia el hecho, de que la integración de los
individuos no depende únicamente de la voluntad de integración de los
inmigrantes, sino en gran parte de la política en la sociedad de acogida, que
garantiza la falta de discriminación étnica y garantiza los mismos derechos para
todos los ciudadanos ( 252, 265). Gordon intenta así mismo integrar en su
teoría de la asimilación las variables “poder” y “conflicto” (1975 – 86-88).
Para Eisenstadt el proceso de integración de los inmigrantes en la sociedad de
acogida, es un aspecto temporal que termina con la “completa absorción de los
emigrantes”. La medida de la integración se define según el grado de
participación de los inmigrantes en los aspectos básicos de la sociedad de
acogida así como con el grado de identificación con esta (223-224). Para
Eisenstadt el término integración supone la absorción completa.
Según Eisenstadt se pueden diferenciar cuatro tipos diferentes de procesos de
integración en cuatro campos estructurales de la sociedad de acogida (168):
1. Integración adaptiva
2. Integración instrumental
3. integración solidaria
4. Integración cultural
Dentro del discurso sociológico que aquí desarrollamos nos basamos así
mismo a autores con Bourdieu, para definir las estrategias positivas que
pueden desarrollar los emigrantes e igualmente, entre otros autores a
Morokvasic, que describe la importancia de la situación de partida del país de
origen. No puede faltar en esta fase la referencia a la importancia e influencia
de la familia en los procesos de emigración e integración.
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Ámbitos de la integración/inclusión
En el tercer capítulo profundizamos el análisis de los ámbitos de la integración
y la inclusión de la ciudadanía española en Alemania. Cabe destacar el
apartado dedicado a analizar la inclusión de los españoles en el sistema
educativo alemán. Hemos analizado de forma detallada la estadística y
podemos concluir que, efectivamente, el porcentaje de españoles que han
logrado acceder a los ciclos formativos superiores y a la formación profesional
ha sido superior al de otros colectivos de extranjeros. Por otra parte hemos
conseguido acceder a material inédito que hemos incorporado al trabajo y que
nos permiten determinar con mayor exactitud las opiniones de la ciudadanía
española en este país. Hemos analizado de forma detallada diversos trabajos
realizados por fundaciones y organismos alemanes sobre la realidad de los
trabajadores extranjeros en este país.
Propuesta de estudio de nueva emigración española
En el cuarto capítulo hacemos un intento de acercarnos al fenómeno de la
nueva emigración. La nueva emigración española a Alemania es un fenómeno
que se produce en la realidad social y en los medios de comunicación pero no
queda reflejado en las cifras oficiales. El primer paso de la investigación de la
nueva emigración es conocer los motivos para emigrar, la disposición a emigrar
y los perfiles de los nuevos emigrantes. En un segundo paso proponemos
analizar las redes que esta nueva emigración crea en Alemania o saber si
recurren a redes ya existentes. En el siguiente paso interesa conocer la
inserción laboral, las estrategias de movilidad profesional así como las
oportunidades laborales que brinda el mercado de trabajo alemán. Por último,
esbozamos una propuesta de un estudio cualitativo que permita identificar no
solo el perfil de la nueva emigración española, sino también su capital social y
sus perspectivas de movilidad laboral en Alemania.
Metodología para el análisis de los grupos de discusión
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Dentro de la metodología cualitativa de las ciencias sociales, utilizaremos en
esta segunda parte del proyecto los grupos de discusión como instrumento
para reflejar la transformación de una situación dada, por parte de un colectivo
social desde el punto de vista de las personas involucradas por una necesidad
de interpretar su propia situación. De esta forma podremos convalidar o
desechar las tesis expuestas e incluso detectar nuevos aspectos.
El grupo de discusión es una técnica de investigación que tiene dos raíces
teórico-prácticas, aunque con marcadas diferencias epistemológicas que
presuponen dos formas empíricas distintas de practicarse. Una de ellas es la
versión norteamericana, mejor conocida hoy en día como focus group, que se
generó y desarrolló a partir del uso de las técnicas de entrevista grupales,
como instrumento de análisis social y psicoterapéutico que llevaron a cabo
Robert K. Merton, M. Fiske y Patricia L. Kendall, en Estados Unidos, entre las
décadas 30 y 40.
La otra versión es la europea, particularmente la española, que crea,
epistemológicamente hablando, Jesús Ibáñez2, y que se le conoce como grupo
de discusión.
El grupo de discusión es, según Ibáñez- autor al que hacemos referencia- un
artefacto de producción de discursos sociales que simulan en una conversación
donde se da un “encuentro social” (Marc y Picard, 1992) donde las visiones y
valoraciones de los participantes refieren al sistema de significación al que
pertenecen; lo enunciado en el “discurso grupal” es más que una serie de
enunciados y lo que se genera es un práctica discursiva que tiene sentido
socialmente. Esto reconoce que los actores sociales portan una huella
2 IBAÑEZ, Jesús (1979): Más allá de la sociología. El grupo de discusión: técnica y crítica. Madrid. Siglo XXI. No. 7] El Grupo de Discusión como Artefacto Científico para el Análisis Social escrito por Gerardo León Barrios 2007.
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indeleble del universo social del cual son parte. Los datos que se recogen con
el grupo de discusión reconstruyen estructuras de significación y de estructuras
de producción de sentido a través de la interacción social. Esto nos habla de
las determinaciones (contextuales y rituales de la lengua) que definen la
estructura y dinámica de procesos sociales, las características de
comportamientos sociales y percepciones, así como la socialización de
significados estructuralmente generalizados. Esto, a su vez, demarca los
procesos de construcción y deconstrucción (Pérez, 2000) de los sistemas de
representaciones sociales.
Por lo tanto, el producto del grupo de discusión es información que habla de y
desde lo social; a partir de su lógica de operación en la construcción de
observables, reproduce lo social, lo colectivo, desde el grupo en conversación.
Los grupos de discusión y análisis de los grupos de discusión
Los diez grupos de discusión y tres entrevistas individuales contaron con un
total de 43 participantes de las tres generaciones. En cinco de estos grupos
estaban representabas al menos de los de las generaciones, tres se limitaban a
una sola generación y las dos restantes se realizaron exclusivamente con
miembros de una misma familia, uno de ellos con padres e hijos, y el otro con
las tres generaciones.
Para mantener cierta coherencia con las entrevistas realizadas en la fase
anterior guión abierto, que se vertebraba en los siguientes ejes: datos
biográficos / propia experiencia migratoria, visión global de la historia de la
emigración española en Alemania, ciudadanía española en el sistema
educativo alemán, generaciones, papel de la mujer, realidad sociolaboral y
estructura laboral, papel de las asociaciones y retorno.
Consideramos que los grupos de discusión no son solo historias subjetivas e
individuales sino representaciones de opiniones y conflictos dentro de un
contexto social que vertebran un grupo.
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Como plantilla para el análisis hemos fijado la identidad, el conflicto y la
integración como ejes de una matriz a un nivel de meta narrativa. Hemos
reducido algo el abanico de temas, limitando el análisis a los siguientes
ámbitos: Generaciones (conflicto generacional/señas de
identidad/acercamiento-distanciamiento), idioma (alemán/español), sistema
educativo (escuela española/complementaria/escuela alemana), contactos con
la sociedad alemana, mundo laboral, retorno, hombre/mujer, mundo español
(asociaciones/administración/sindicatos), discriminación y ocio.
Esto no solo nos permite romper las constricciones y la aplicación simplista de
las áreas de integración definidas en la primera parte, sino que además
permiten romper una la línea de interpretación unidimensional que se ciñe al
material y, finalmente, no logra despegarse de la lógica de los discursos de los
propios actores. Nos ha permitido identificar con mayor claridad los procesos
de ruptura dentro del propio colectivo, como entre las generaciones. Además,
nos ha permitido describir con mayor nitidez los ciclos de acercamiento /
distanciamiento y los factores que, después de una fase de alejamiento del
colectivo, han impulsado un acercamiento al mismo en períodos posteriores
(tener hijos, envejecimiento y soledad). Se trata de una interpretación más
asociativa del material que a la vez nos abre la posibilidad de contextualizar las
reflexiones de los participantes en los grupos de discusión. Así por ejemplo
llama la atención que algunos de los participantes cuentan con experiencias
fracasadas de retorno y nos hacen partícipes de un intento de racionalización
post ad hoc de estas experiencias que soslaya de forma más o menos explícita
las razones reales de estos fracasos: la falta de capital social o económico
suficiente para lograr los objetivos deseados. Llama la atención el esfuerzo
consciente que hicieron sobre todo la primera y segunda generación para crear
colectivo con un objetivo principal: sobrevivir en un entorno en un entorno
considerado más o menos hostil.
Parece importante mencionar que salvo pocas excepciones la política brilla por
su ausencia, es decir, la gran mayoría de los participantes niega que los temas
políticos hubieran jugado alguna importancia en sus vidas o en la agenda
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colectiva. Resulta llamativo este consenso, sobre todo teniendo en cuenta que
la historiografía cuenta otra historia.
En lo relativo a las experiencias conflictivas vividas resulta significativo la
insistencia de nuestros interlocutores en los conflictos vividos, no solo por el
traslado en un país que les era extraño a edades a menudo avanzadas, sino
también por su difícil inserción en el sistema educativo alemán, los conflictos
que generó la convivencia con unos padres en gran medida desconocedores
del nuevo entorno y, por supuesto, una sociedad alemana en parte no
dispuesta a dar acogida a estos jóvenes en pie de igualdad.
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Capítulo 1 La emigración española en la República Federal de Alemania 1. La emigración a Europa, factor estratégico del desarrollismo franquista
Apenas concluida la devastadora segunda guerra mundial, los países de
Europa occidental experimentaron un asombroso crecimiento económico que
se iba a prolongar durante casi tres décadas. De este milagro económico
quedó inicialmente excluida la España de Franco que, aislada por los países
democráticos, no pudo optar a las ayudas del Plan Marshall. Aunque el
régimen sostenía que España se bastaría por sí sola para desarrollarse, la
realidad era bien distinta. En un mundo cada vez más interdependiente, el
modelo autárquico del franquismo resultó inviable y condenó a la población a la
miseria. Todavía a comienzos de los años cincuenta, la mitad de los españoles
malvivían del trabajo agrícola y la renta nacional se mantenía en niveles
inferiores a los tiempos de la II República. La situación comenzaría a cambiar
con la guerra fría, que convirtió al régimen en aliado de occidente. En 1953,
Madrid y Washington firmaron un pacto estratégico por el cual España, a
cambio de permitir el establecimiento de bases militares americanas en su
territorio, salía del ostracismo y era admitida en las Naciones Unidas. Con el
asesoramiento del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, los
nuevos ministros tecnócratas diseñaron entonces un programa dirigido a
desmontar el tinglado autárquico y a enganchar la economía española al tren
europeo.3
Las primeras medidas de liberalización introducidas en la agricultura
española produjeron un descenso drástico del nivel de vida en las zonas
rurales y un éxodo masivo. Entre mediados de los años cincuenta y mediados
de los años setenta, unos siete millones de pequeños propietarios y de
asalariados abandonaron el campo. Nada menos que el 80 % del territorio
3 Santos Juliá, Un siglo de España. Política y sociedad, Madrid-Barcelona, Marcial Pons, 1999, pp. 176 y ss.
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perdió población.4 Sin embargo, las grandes ciudades españolas tampoco
aseguraban la salida de la pobreza a los que llegaban del pueblo. También allí
afectó duramente la crisis. Decenas de miles de talleres y negocios familiares
que durante años se habían podido mantener gracias al crédito barato y a la
protección frente a la competencia externa, no pudieron adaptarse a las nuevas
circunstancias y tuvieron que cerrar.
Si los planes de desarrollo podían comenzar a rendir sus frutos en
cuestión de unos años, la realidad inmediata a finales de los cincuenta en
España era la existencia de una enorme masa de población sin posibilidad de
ser empleada y condenada por ello a convertirse en un lastre para el
crecimiento, además de un nido de descontento que podía volverse contra el
propio régimen. Por fortuna, Europa crecía por entonces de forma explosiva y
la mano de obra escaseaba. De tal forma que la confluencia de intereses era
perfecta, según reconocía un responsable franquista de la política migratoria:
si el hecho es que la economía nacional no puede atender a toda la población durante la etapa de reconversión, los excedentes deben ser protegidos y encaminados a los países que, felizmente, se encuentran en mejor situación y pertenecen a la comunidad internacional en que vivimos. La ayuda que en tal terreno nos prestan Francia, Alemania, Suiza, Holanda, (...) tiene el máximo valor y concede un respiro para luchar por un desarrollo que permita en el futuro a todos los españoles permanecer en su país y mejorar en sus puestos de trabajo. (...) En la etapa del desarrollo económico la emigración representa, pues, un factor de corrección.5
Los dos millones de españoles que acabarían emigrando a Europa cumplieron
de sobra con las expectativas económicas puestas en ellos por el régimen. Los
expatriados hicieron bajar el paro en España, ahorraron al estado enormes
cantidades en servicios sociales y enviaron 7.000 millones en remesas que
sirvieron para financiar el 50 % del déficit comercial. La emigración se convirtió
en definitiva en la válvula de escape de una economía frágil que supo
4 Eduardo Sevilla-Guzmán, La evolución del campesinado en España, Barcelona, Península, 1979, cap. 8. 5 Enrique Latorre, Apuntes sobre el problema laboral español en la actualidad. Madrid, Ministerio de Trabajo - Instituto español de Emigración, 1961, pp .47 y ss,
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aprovechar la ola de bienestar económico europeo para forzar su acelerada
modernización.
Ahora bien, la emigración a Europa fue mucho más que el plan marshall
de la economía española, como por entonces se decía. Los trabajadores
españoles en Francia, Alemania o Inglaterra actuaron también como
trasmisores de las costumbres y maneras de las sociedades libres.
Contribuyeron así al fortalecimiento de la sociedad civil en España, cuyo
dinamismo aceleró la crisis del franquismo. En fin, los emigrantes no sólo
ayudaron a que España fuera más próspera, sino también a que se
tranmsformara en un país democrático. Por otra parte, aquellos emigrantes que
no retornaron sembraron la semilla de la colonia española en Europa. En
definitiva, la emigración a Europa es un fenómeno histórico relevante, rico y
complejo. Las páginas que siguen pretenden acercar a las diversas facetas de
la historia de la emigración española a la República Federal de Alemania
2. La gestación del Acuerdo de Emigración con la RFA de marzo de 1960
Desde mediados de los años cincuenta, el gobierno español buscó establecer
convenios con diversos países europeos para fomentar y controlar el flujo
migratorio. A ese fin se creó el Instituto Español de Emigración, agencia
primero dependiente de Presidencia de Gobierno y poco después del Ministerio
de Trabajo. Ya en 1956, el Instituto Español de Emigración firmó los primeros
dos acuerdos. El primero de ellos con Francia, que regularía la contratación de
trabajadores temporales del campo. El segundo con Bélgica, para el envío de
mineros, aprovechando la triste circunstancia de que el gobierno de Roma
hubiera decidido congelar la emigración a este país tras una catástrofe que
acabó con la vida de 262 mineros, la mitad de ellos italianos.6 Mientras el
convenio con Francia no hacía sino regular una migración estacional con larga
tradición, el firmado con Bélgica era de importancia estratégica para el régimen, 6 María José Fernández Vicente, “Las relaciones del IEE con Francia”, y Carlos Sanz Díaz, “Las relaciones del IEE con otros países europeos: Bélgica, los Países Bajos y el Reino Unido”, en Luís Calvo Salgado, María José Fernández Vicente, Axel Kreienbrink, Carlos Sanz Díaz, Gloria Sanz Lafuente, Historia del Instituto Español de Emigración, Madrid, Ministerio de Trabajo, 2009.
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porque abría la primera brecha hacia el corazón industrial de Europa. El
siguiente y ambicioso objetivo de la política migratoria española iba a ser la
República Federal de Alemania, ya entonces la locomotora de la recién nacida
Comunidad Económica Europea.
Tras varios años de complejas negociaciones, en 1958 el gobierno de
Francisco Franco y el gobierno de Konrad Adenauer firmaron un acuerdo por el
que aquel se comprometía a entregar a la República Federal de Alemania los
bienes del Tercer Reich en territorio español confiscados al final de la segunda
guerra mundial. La resolución satisfactoria para Bonn de este contencioso dio
paso a una nueva etapa de colaboración entre los dos países, que hasta
entonces había sido muy escasa pese a la mutua simpatía que se profesaban
sus dirigentes. En los meses siguientes se creó una Comisión Permanente
para la Cooperación Económica Hispano-Alemana, y se abrió un flujo de visitas
ministeriales para tratar de proyectos comunes en los más diversos ámbitos.
En este contexto Madrid propuso en verano de 1959 a Bonn establecer un
convenio de emigración y ofreció como señuelo la posibilidad de enviar de
forma inmediata miles de trabajadores especializados para la industria
alemana.7 Las autoridades de la República Federal declinaron sin embargo la
oferta española, argumentando que el acuerdo de emigración firmado con Italia
en 1955 no había sido aún aprovechado a fondo, lo cual hacía innecesario
ampliar el reclutamiento de mano de obra a otros países.8
Para presionar al gobierno de Bonn, la embajada española tomó
entonces la iniciativa de ofrecerse directamente a las empresas alemanas con
escasez de personal como intermediaria para que contrataran en España.9 En
pocas semanas, 15 firmas contestaron positivamente y demandaron un total de
1.019 trabajadores, el 80 % mujeres.10 Este golpe de efecto de la embajada
confrontó a las autoridades alemanas ante el dilema de tener que abortar la 7 Carlos María Rodríguez Valcárcel (Director del Instituto Español de Emigración) a Dr. Petz (Ministerio Federal de Trabajo), 7.8.1959, Bundesarchiv (BA), Coblenza, B 149/22387. 8 Anton Sabel, presidente de la Bundesanstalt für Arbeit, a Theodor Blank, ministro de Trabajo, 18.9.1959, BA, B 149/22387. 9 “Merkblatt für Firmen in der BRD zur Einstellung spanischer Arbeitskräfte”, s.f., BA, B 119/3068. 10 “Liste der deutschen Firmen, die über die spanische Botschaft in Bonn spanische Arbeitskräfte beantragt haben und deren Anträge zur Zeit im Instituto Español de Emigración bearbeitet werden”, s.f. [noviembre 1959], BA, B 119/3068.
17
puesta en marcha de una operación de reclutamiento irregular o bien cambiar
de opinión y ofrecer a Madrid la negociación de un acuerdo migratorio. Esta
última opción iba a ser defendida con especial énfasis por el Ministerio de
Asuntos Exteriores alemán, el cual estaba muy interesado en fomentar la
buena sintonía entre los dos gobiernos. En aquellos mismos días el ministro
Heinrich von Bretano y su homónimo Fernando María de Castiella estaban
negociando en secreto un acuerdo para el establecimiento de bases logísticas
del ejército alemán en territorio español. Se trataba de un proyecto de vital
importancia para Bonn, que veía en la península Ibérica el refugio ideal para su
aviación en el caso hipotético de un ataque del Pacto de Varsovia sobre
Europa Occidental. El proyecto iba sin embargo a quedar en vía muerta en
febrero de 1960 debido al veto impuesto por Londres, Washington y París,
potencias ocupantes que recelaban de las aspiraciones de autonomía militar de
la joven República de Bonn.11 Mientras todo esto ocurría, el Ministerio de
Economía alemán había llegado por su parte a la conclusión de que la
coyuntura de crecimiento se iba a mantener a medio plazo y se haría
imprescindible aumentar el volumen de la fuerza de trabajo a través de la
inmigración. Movido a la par por el interés político y el económico, Bonn decidió
finalmente en las últimas semanas de 1959 dar luz verde al acuerdo migratorio
con España.12
Entre finales de enero y comienzos de febrero de 1960 delegaciones de
ambos gobiernos redactaron en Madrid el borrador de convenio. Tras renunciar
la parte española a la segunda ronda de negociaciones, el 29 de marzo de
1960 el embajador español en Bonn y un representante del Ministerio de
Exteriores alemán firmaron el Acuerdo entre el Gobierno del Estado Español y
el Gobierno de la República Federal de Alemania sobre migración, contratación
y colocación de trabajadores españoles en la República Federal de Alemania.13
Un día después Alemania firmó un convenio de emigración con Grecia.
11 Birgit Aschmann, “Treue Freunde...”? Westdeutschland und Spanien, 1945-1963, Stuttgart, Franz Steiner, 1999, pp. 261-373. 12 Dr. Petz a Rodríguez Valcárcel, 12.12.1959, BA, B 119/3068. 13 Johannes-Dieter Steiner, Migration und Politik. Westdeutschland-Europa-Übersee, 1945-1961, Osnabrück, Secolo, 1995, pp. 293-296.
18
Seguirían acuerdos con Turquía (1961), Marruecos (1963), Portugal (1964),
Túnez (1965) y Yugoslavia (1968).
Mientras se negociaba el convenio de emigración hispano-alemán, ya
estaban en marcha las primeras acciones de reclutamiento de mano de obra
con el visto bueno de los dos gobiernos. Las realizaron algunas de aquellas
empresas que meses atrás se habían interesado por la oferta realizada por la
embajada española en Bonn. La más rápida fue la Wülfing und Söhne, una
empresa textil cercana al Ruhr con tradición centenaria en la contratación de
mano de obra extranjera. Su jefe de personal se reunió en febrero con
dirigentes del Instituto Español de Emigración, quienes le invitaron a contratar
en Béjar, donde la industria del telar atravesaba una profunda crisis. Él mismo
realizó allí la selección de 43 chicas y guió con su coche al autobús que las
llevó a Alemania, donde llegaron la tarde del 21 de marzo de 1960.14
3. La emigración a través del Convenio, la irregular y la ilegal.
Con el Acuerdo de 1960 el régimen franquista creyó disponer del instrumento
ideal para modelar según sus intereses el flujo de trabajadores al país europeo
que, por sus altos salarios, se iba a convertir muy pronto en el destino preferido
por los españoles que buscaban ocuparse en el extranjero. El gobierno de
Madrid estaba interesado en evitar la sangría de obreros especializados, muy
apreciados en Europa pero imprescindibles para la industria nacional en
expansión. Su deseo era que el reclutamiento se llevara a cabo
preferentemente en regiones rurales con alta tasa de paro, y que el emigrante
medio fuera un hombre joven de escasa formación. Para alcanzar estos
objetivos en nada coincidentes con los de las empresas alemanas, que sobre
todo deseaban personal cualificado y mujeres, Madrid impuso en el Acuerdo un
14 Entrevista del autor con Horst Kubiak, Remscheid-Lennep, 10.8.2005.
19
alambicado sistema de reclutamiento que debía permitirle un alto control en la
selección de los emigrantes.15
Los pasos para la contratación según el convenio eran los siguientes:
cuando una empresa alemana quería emplear a trabajadores españoles, lo
comunicaba a la Bundesanstalt für Arbeitsvermittlung (Oficina Federal de
Colocación), agencia estatal a la que correspondía en exclusiva la gestión de la
contratación en el extranjero y que era una de las partes concernida en el
Acuerdo de emigración. A continuación, esta agencia remitía la oferta de
empleo a su delegación en España, la Comisión Alemana, sita desde la
primavera de 1960 en el centro de Madrid y en la que llegarían a trabajar casi
sesenta personas entre funcionarios alemanes y personal contratado de los
dos países.16 En la Comisión se traducía la oferta y se enviaban seis copias de
la misma al Instituto Español de Emigración, que era la otra parte concernida
en el Acuerdo. El Instituto examinaba la oferta y en contadas ocasiones la
rechazaba, por ejemplo cuando el trabajo ofertado era muy peligroso, el salario
muy bajo, o bien por requerir obreros especializados o mujeres en un número
que considerase demasiado elevado. Si pasaba este primer filtro, la oferta era
entonces remitida a la Dirección General de Empleo del Ministerio de Trabajo.
Ésta Dirección General, según el nivel de paro o las previsiones del mercado
de trabajo para los meses siguientes, asignaba la oferta a una determinada
provincia española. Informada, la Delegación Provincial de Trabajo solicitaba
entonces a la Oficina Provincial de Encuadramiento y Colocación de la
Organización Sindical la selección de un contingente de entre quienes se
hubieran inscrito en las oficinas locales del Sindicato de aquella provincia como
candidatos a emigrar a Alemania. Una vez recibidas las fichas de los elegidos,
la Delegación Provincial de Trabajo solicitaba a la Dirección General de
Seguridad en Madrid el certificado de penales de cada uno de ellos. Los que
tenían un expediente limpio eran entonces convocados para hacer un
15 Carlos Sanz Díaz, “Las relaciones del IEE con Alemania”, en Luís Calvo Salgado, María José Fernández Vicente, Axel Kreienbrink, Carlos Sanz Díaz, Gloria Sanz Lafuente, Historia del Instituto Español de Emigración. 16 Hasta 1962, la Comisión Alemana estuvo en la propia sede del Instituto Español de Emigración en el nº 7 de la calle Arlabán. Se mudó luego a calle Marqués de Urquijo, nº 47. En 1963 se instaló en la Calle San Leonardo, nº 6. Allí estaría hasta su cierre en 1974.
20
reconocimiento médico. Si lo pasaban, iniciaban allí mismo los trámites para la
obtención del pasaporte. Días más tarde eran de nuevo convocados para ser
presentados al así llamado equipo volante de la Comisión Alemana, que desde
Madrid se desplazaba a esa capital de provincia en tren, coche y más
raramente avión para realizar un segundo reconocimiento médico y la
contratación definitiva. Los que firmaban el contrato se quedaban con un
ejemplar. En él se especificaba el tipo de trabajo que desarrollarían, el salario
bruto, el precio del alquiler de la residencia, los días de vacaciones, si la
empresa pagaba el viaje de vuelta a España al final del contrato que
generalmente duraba un año, etc. Además, el emigrante recibía una carta de
legitimación que hacía las veces de visado y permiso de trabajo en Alemania
por el tiempo de la duración del contrato, su pasaporte, una hoja informativa y
un mapa en el que venía marcado su destino.17
El proceso descrito era el que se aplicaba a la gran mayoría de las
ofertas, conocidas como innominadas. Un proceso algo diverso y más sencillo
se aplicaba a las ofertas nominativas, aquellas que tenían un destinatario
concreto en España. Este tipo de contratación la realizaban por norma aquellas
empresas satisfechas con sus trabajadores españoles que pretendían seguir
contratando en el pueblo o la provincia de la que aquellos procedían.
Este sistema descentralizado de contratación ideado por la parte
española para ejercer un estricto control sobre el flujo migratorio resultó ser
extremadamente lento. El tiempo mínimo que transcurría desde que un
empresario alemán solicitaba la contratación de un trabajador español hasta
que este aparecía a la puerta de su empresa no solía bajar de tres meses y no
eran infrecuentes demoras de más de medio año. La causa de esta lentitud no
hay que buscarla tanto en lo enrevesado del proceso impuesto por España en
el Acuerdo de emigración cuanto al hecho de que la maquinaria administrativa
nunca fuese dotada con las capacidades humanas y técnicas necesarias para
hacerla funcionar con un mínimo de fluidez. Diversas facetas de la precaria
17 Mollenkott, miembro de la Comisión Alemana: “Das Anwerbe- und Vermittlungsverfahren in Spanien”, s.f. [verano de 1961], BA, B 119/3064. Acta del Segundo cursillo para los Asistentes sociales encargados de la asistencia a los trabajadores españoles en la RFA, Friburgo, 25 al 30 de noviembre de 1963, intervención del subdirector del Instituto Español de emigración, Archivo de Cáritas Alemania, Friburgo.
21
burocracia franquista quedan retratadas en las comunicaciones que varios
delegados de Emigración remitieron a sus superiores en Madrid en octubre
1964, con las que daban réplica a las quejas de la Comisión Alemana por el
enorme retraso que acumulaban las solicitudes remitidas a aquellas provincias.
En el caso de la Córdoba, el problema principal era que la policía sólo
conseguía expedir veinticinco pasaportes al día.18 En Ciudad Real, era la
Jefatura de Sanidad la que más ralentizaba el proceso ya que únicamente
reconocía a diez emigrantes al día y despachaba tres días por semana.19 En
cuanto a Cáceres, la situación la describía así el delegado de emigración:
Lo que dice la Comisión Alemana respecto a que se devolvieron operaciones [de reclutamiento] a petición de ellos, ocurrió en verano, en el cual, aparte del exceso de trabajo que originó la salida en el mes de agosto de 438, de los que 372 eran para Alemania, coincidió también con las vacaciones de verano del personal (…). Y no te hablo de mis vacaciones, porque hace cuatro años que no las disfruto, por no tener suplente que me sustituya. No sé si esto último te parecerá mentira, pero es la verdad y lo sabe todo el mundo en la oficina sin contar también que, por la falta, o más bien carencia absoluta de personal tengo que atender a la Inspección de Trabajo, en lo que humanamente puedo. [A]hora estamos reconociendo a los 200 del contingente de junio [para Alemania].”20
La extrema lentitud del proceso de contratación fue el motivo principal
por el que España fue perdiendo atractivo desde mediados de los años sesenta
para los empresarios alemanes en favor de otros países donde el reclutamiento
apenas demoraba cuatro o cinco semanas y respondía por ello mucho mejor a
la demanda de un mercado de trabajo cada vez más flexible. Lo expresaba
gráficamente un participante del congreso sobre emigración laboral organizado
en 1966 por la Confederación Alemana de Empresarios en Bonn:
y de repente me hacen un pedido enorme para el mes siguiente y me veo sin personal suficiente. Y como los españoles que tengo en la fundición se han familiarizado bien con el trabajo, me gustaría seguir
18 Aurelio Pérez Fustegueras a Jesús Curía Cabra, Inspección de Trabajo, Sección de Emigración, 26.10.1964, Archivo General de la Administración (AGA), Alcalá de Henares, Trabajo, 23.352. 19 José Tomás Gómez Arias a Vicente Borregón, secretario general de Empleo, Ministerio de Trabajo, 22.10.1964, AGA, Trabajo 23.352. 20 Alfonso Soriano Turza a Jesús Curiá Cabra, 21.10.1964, AGA, Trabajo, 23.352.
22
trayendo más españoles. Pero en España resulta que el sistema de contratación funciona de tal manera que la solicitud la envían desde Madrid a una determinada provincia. Allí traen a la gente para que el médico español les haga el análisis, y luego los mandan para casa otra vez. Y ahora, ¡venga!, si la cosa va mal a esperar otras cuatro semanas a que llegue la Comisión Alemana [para hacer el segundo análisis y la contratación definitiva]. Estos retrasos me fastidiaron, de modo que decidí contratar en Turquía. Allí me mandan la gente rápido y estoy contento.21
Pero la insatisfacción con la burocracia franquista no sólo se hizo sentir
entre los empresarios alemanes sino también entre los verdaderos
protagonistas de esta historia, los emigrantes. En contraste con la imagen que
el Instituto Español de Emigración trataba de proyectar de sí mismo en la
opinión pública como una institución seria y fiable al servicio de quienes
buscaban trabajo en el extranjero, muchos españoles interesados en emigrar lo
percibían sencillamente como una pieza más del engranaje de una dictadura a
cuya arbitrariedad y negligencia no era posible sustraerse ni siquiera para
abandonar el país. Así pensaban quienes residían en provincias en las que el
Ministerio de Trabajo pretendía limitar al máximo el flujo migratorio para evitar
la sangría de obreros cualificados. En Castellón, por ejemplo, el delegado de
Trabajo se lamentaba en 1965 ante sus superiores en Madrid de que desde
hacía nueve meses no le hacían llegar una sola oferta que poder ofrecer a las
1.500 personas apuntadas para emigrar a Alemania.22 Otro tanto pasaba
cuando el delegado provincial de Trabajo decidía por los motivos que fuera que
no se contratara en una determinada comarca. Ocurrió con el valle de la Vera
en Cáceres, uno de cuyos alcaldes llegó a presentarse en la Comisión
Alemana en Madrid para rogarles que contrataran directamente en su zona.23
Caso aparte era el de los colectivos que por su connotación antifranquista
apenas eran admitidos como candidatos para emigrar por temor a que
21 Magnet Deutschland. Probleme der Ausländerbeschäftigung. Informationstagung der Bundesvereinigung der Deutschen Arbeitsgeberverbände am 30. und 31. März 1966 in Bad Godesberg, Schriftenreihe der Bundesvereinigung der Deutschen Arbeitgeberverbände, Heft 42, Köln-Bonn, Köllen Verlag, 1966, p. 66. 22 Evaristo Pareja Contreras a Manuel Ruiz-Gálvez López, director general de Empleo del Ministerio de Trabajo, 5.4.1965, AGA, Trabajo, 23.354. 23 Se trataba de Eusebio Vaquero Plaza, regidor de Madrigal de la Vera. Entrevista del autor con Wilhelmina Brück, miembro de la Comisión Alemana, Goch, 26.6.2003.
23
organizasen actos políticos contrarios al régimen en Europa. Esto les ocurría a
muchos mineros de León y Asturias, que estaban por entonces a la vanguardia
de las protestas contra la dictadura.24 A todas estas personas, que por su lugar
de residencia, su cualificación profesional o su orientación política el estado
impedía el disfrute del derecho que según la propia ley tenían a emigrar, sólo
les quedaba la búsqueda por libre del paraíso alemán.
La fiebre migratoria desatada en España a comienzos de los años
sesenta por la profunda depresión económica desbordó los mecanismos de
selección y control que el gobierno había intentado imponer a través del
acuerdo con la República Federal de Alemania. Más de la mitad de los casi
80.000 españoles que fueron a trabajar a este país entre 1960 y 1961 lo
hicieron por sus propios medios, lo que según la ley franquista les convertía en
emigrantes clandestinos. A partir de 1962, Madrid eliminó ciertas restricciones y
rigideces burocráticas, con lo que consiguió elevar considerablemente el
atractivo de la emigración asistida. En los doce años siguientes, el 70 % de los
que encontraron un empleo en Alemania lo hicieron ya a través del Instituto
Español de Emigración. El gobierno franquista no cejó sin embargo en su
empeño de controlar totalmente la salida de trabajadores con destino a
Alemania. A ese fin ejerció una constante presión sobre el gobierno de Bonn
para que cortara las vías alternativas de entrada al país a las establecidas en el
Acuerdo de emigración, reclamando así un monopolio de éste sobre el tránsito
de personas que en realidad iba contra el derecho internacional. Aunque las
correctas relaciones bilaterales aconsejaban tener en consideración la
preocupación de Madrid por domar la emigración, Bonn se debía sobre todo a
los intereses de su industria. Por ello, ni sus consulados en España dejaron de
expedir visados ni la policía alemana selló las fronteras a aquellos que querían
entrar en el país supuestamente para hacer turismo, para lo cual no
necesitaban un visado.25
24 Entrevista del autor con Pilar González, hija y nieta de mineros del Bierzo. Dortmund, 11.3.2004. 25 Carlos Sanz Díaz, “Clandestinos”, “Ilegales”, “Espontáneos”... La emigración irregular de españoles a Alemania en el contexto de las relaciones hispano-alemanas, 1960-1973, Madrid, CEHRI, 2004.
24
En el subconsciente colectivo español está grabada a fuego la idea de
que, en abierto contraste con la inmigración que recibimos en los últimos años,
nuestra emigración a Europa durante el franquismo fue asistida, ordenada y
legal. Pero esta imagen del emigrante abandonando el país con su contrato en
la cartera tiene menos que ver con la realidad de los hechos que con la
inveterada costumbre de los españoles de retocar los episodios menos
glamurosos de su historia. Como han demostrado varios estudios recientes, la
emigración irregular a Europa, o sea la que tuvo lugar al margen de los
acuerdos bilaterales, fue masiva, y constituyó un caldo de cultivo para
situaciones de explotación e ilegalidad similares a las que hoy sufren muchos
extranjeros en España. Movidos por esta loable intención de corregir una visión
distorsionada que precisamente consideraba a Alemania como la quintaesencia
del flujo controlado de trabajadores españoles, algunos autores han resaltado
la importancia de la emigración irregular a este país y considerado que el
franquismo fracasó también aquí en su pretensión de encauzar el caudal
migratorio.26
En nuestra opinión, de esta forma se corrige una exageración con otra.
Si partimos de la premisa de que controlar absolutamente la emigración es una
quimera, entonces estaremos de acuerdo en que la ambición monopolista del
gobierno franquista no puede ser nuestra única vara para medir el fenómeno de
la irregularidad en el caso concreto de la emigración a Alemania. Entendemos
que para hacer un juicio equilibrado sólo sirve aquí la perspectiva comparada,
que nos situaría ante las dos preguntas clave: ¿fue el grado de control de la
emigración española a Alemania mayor o menor que a otros países con los que
el gobierno franquista estableció acuerdos de emigración?; y ¿fue este control
ejercido por España sobre el flujo a Alemania mayor o menor que el de otros
países del sur de Europa que también enviaron emigrantes a la República
Federal en el marco de acuerdos bilaterales?
Para responder a la primera cuestión, basta referirse al caso de Francia,
donde el Acuerdo de emigración firmado en 1961 con España se convirtió muy
pronto en papel mojado. Nada menos que el 80 % de los españoles que fueron 26
José BABIANO y Ana Fernández Asperilla, La patria en la maleta. Historia social de la emigración española a Europa, Madrid, Fundación 1º de Mayo y Ediciones GPS, 2009, pp. 51-78.
25
a trabajar a aquel país en los catorce años siguientes lo hicieron sin pasar por
el Instituto Español de Emigración.27 Mientras tanto, en el caso de Alemania los
índices de emigración no asistida fueron, como ya hemos señalado, de apenas
el 30 %. En cuanto la segunda cuestión, el índice de emigración asistida a
Alemania desde España era muy similar a la procedente de Grecia o Turquía.
De por sí este ya es un dato llamativo, si consideramos que emigrar por libre a
Alemania desde las costas orientales del Mediterráneo era una aventura, pues
conllevaba bien atravesar el telón de acero, bien dar un enorme rodeo por Italia
y después Suiza o Austria. Mientras tanto, el español que quisiera emigrar a
Alemania por su cuenta no tenía más que atravesar Francia. Por otro lado, hay
que señalar que mientras en España las autoridades tenían un amplio margen
de maniobra a la hora de decidir quiénes emigrarían a Alemania, en otros
países no sucedía así, pues la administración local no ejercía ninguna labor de
filtro o preselección.28 Así, mientras en Turquía la Comisión Alemana disponía
de una enorme masa de candidatos y elegía por supuesto a los más fuertes y
los más cualificados, en España la Comisión Alemana no tenía más candidatos
para la contratación que los que habían previamente sido seleccionados por el
Instituto Español de Emigración. El resultado de esto era, por seguir con el
ejemplo de Turquía, que mientras en este país el 34 % de los contratados
tenían una cualificación profesional, en el caso de los españoles no llegaba
siquiera al 5 %.29
En definitiva, de toda la emigración española a Europa, aquella que se
dirigió a Alemania fue sobre la que el régimen franquista pudo ejercer más
influencia para modelarla según sus intereses estratégicos. Ello tuvo un reflejo
tanto en el origen de los emigrantes como en sus características profesionales
y sociológicas. Teniendo el control sobre la contratación de casi 7 de cada 10
emigrantes a Alemania, el Instituto Español de Emigración reclutó masivamente
en las zonas más atrasadas del país, con mayor índice de trabajadores
agrícolas y también de analfabetismo. Estas eran Andalucía, Murcia y todas las 27 María José Fernández Vicente, “Las relaciones del IEE con Francia”. 28 Sobre el proceso de contratación en Turquía, véase Aytaç Eryilmaz, “Wie geht man als Arbeiter nach Deutschland?”, en Aytaç Eryilmaz y Matilde Jamin (Hg.), Fremde Heimat. Eine Geschichte der Auswanderung aus der Türkei, Essen, Klartext Verlag, 1998. 29 Bundesanstalt für Arbeit, Ausländische Arbeitsnehmer 1970.
26
provincias limítrofes con Portugal. Sumando menos de un tercio de la población
española, estas quince provincias aportaron dos tercios del total de la
emigración asistida a Alemania. La provincia en la que el Instituto Español de
Emigración reclutó a más emigrantes para Alemania fue Orense, con c. 50.000.
La segunda Sevilla, con c. 30.000.30 Teniendo en cuenta todos estos datos,
consideramos que el gobierno español no tenía motivo alguno para considerar
su gestión del flujo migratorio a la República Federal de Alemania como un
fracaso. Bien al contrario; para el régimen Alemania fue lo más cercano al
modelo ideal de gestión que le hubiera gustado poder aplicar al conjunto de la
diáspora española a Europa.
4. El viaje
Los primeros traslados de emigrantes españoles a la República Federal de
Alemania organizados por la Comisión Alemana en la primavera de 1960 se
realizaron con autobuses que partían de Madrid y Barcelona. Las
complicaciones logísticas, los retrasos y el temor a que se produjeran
accidentes llevaron sin embargo al pronto abandono de este sistema.31 Se
decidió entonces organizar el viaje en trenes convencionales, reservándose
algunos vagones de las líneas Madrid-París / Barcelona-París y París-Colonia.
Pero ya solo el trasbordo en pleno centro de la capital francesa entre las
estaciones de Austerlitz y del Este supuso tal pesadilla para los emigrantes y
los organizadores del transporte que a los pocos meses se buscó otra
alternativa. La solución definitiva llegó con el establecimiento de trenes
especiales. El primero de ellos, con 720 emigrantes a bordo, partió de la
Estación del Norte de Madrid la media noche del 25 de mayo de 1961.32
30 Datos básicos de la emigración española 1975, Madrid, Ministerio de Trabajo – Instituto Español de Emigración, 1976. 31 Informe anual 1960 de la Comisión Alemana, 10.5.1961, BA, B 119/3064. 32 Karl Rinsche, director de la Comisión Alemana, al presidente del Bundesanstalt für Arbeit, 5.9.1961, BA, B 119/4043. Informe del Arbeitsamt de Colonia sobre los primeros trenes especiales, 15.6.1961, BA, B 119/4043.
27
Esos mismos andenes habían sido testigos dos décadas atrás, en 1941,
de la primera salida de sendos trenes especiales con jóvenes españoles con
destino a Alemania: soldados de la División Azul y trabajadores para la
industria de guerra.33 En ambos casos, fueron despedidos como héroes por
ministros, generales, autoridades varias, y por la prensa, la radio y las cámaras
del Nodo, dichosas de registrar para la posteridad el día en que España
iniciaba su contribución activa a la victoria del Tercer Reich sobre el
comunismo internacional. Nada más lejano de aquel aquelarre eufórico
orquestado por el fascismo español fue el ambiente de la despedida a los
emigrantes que veinte años más tarde tomaban el tren especial en la Estación
del Norte dirección a Colonia. Así lo recuerda uno de ellos:
Se mascaba la tensión. La gente culpaba al gobierno de que los españoles se vieran forzados a emigrar para encontrar trabajo. Se dijeron palabras gruesas contra Franco, y nadie se retraía porque la policía no se atrevía siquiera a aparecer por allí. (...) En la comida que nos dieron en Irún un falangista nos echó un discurso: “No olviden que a partir de hoy representan ustedes a España en el extranjero. Deben ser buenos embajadores de nuestra patria. Compórtense como verdaderos españoles”. Le grité: “Hijo de puta”.34
Durante los catorce años que estuvo vigente el Convenio de emigración con
Alemania, cada semana una media de 800 españoles salieron de sus casas
con un contrato firmado bajo el brazo y se prepararon para un largo viaje. Los
procedentes de la mitad sur de la península tomaban el lunes un tren regular
hacia Madrid, adonde llegaban el martes por la mañana. Allí pasaban todo el
día hasta la salida del tren especial de la Estación del Norte a primera hora de
la noche. Los procedentes de las regiones del centro-norte, y a partir de 1964
también los emigrantes portugueses, se iban agregando por el camino a este
33 Para apoyar al Tercer Reich en la conquista de la Unión Soviética, el régimen promovió el envío de 45.000 voluntarios españoles; véase Xavier Moreno Juliá, La División Azul, Barcelona, Crítica, 2004. En el marco de un acuerdo bilateral, España mandó a la Alemania nazi entre 1941 y 1943 a un total de 10.569 trabajadores; véase José Luis Rodríguez Jiménez, Los esclavos españoles de Hitler, Barcelona, Planeta, 2002. 34 Entrevista del autor con Francisco García, Madrid, 8.4.2004.
28
convoy de tercera clase que llegaba a Irún la mañana del miércoles.35 En la
ciudad fronteriza, los viajeros podían acudir a la Casa del Emigrante, sita en las
inmediaciones de la estación, donde recibían una comida. A partir de mediados
de los años sesenta, el destino del tren especial procedente de Madrid fue la
estación de Hendaya, la misma en la que Franco y Hitler se conocieron en
octubre de 1940. En un andén 6 se habilitaban mesas con viandas para los
emigrantes. Para el resto del viaje se les entregaba una bolsa con bocadillos,
fruta y agua. El tren especial francés salía al mediodía del miércoles,
circunvalaba París a primera hora de la noche, proseguía hacia Bélgica,
entraba en Alemania por Aquisgrán y hacía su entrada en la estación de
Colonia junto al rio Rin la mañana del jueves.36 Durante algunos años, la
entrada en Alemania se hizo más al sur, por la región del Sarre. Allí el convoy
se dividía. La mayoría de los emigrantes continuaban hacia el norte para
alcanzar Colonia, mientras que los que tenían como destino el sur de Alemania
proseguían hasta la ciudad de Maguncia.37
La Comisión Alemana otorgó la gestión del transporte de los emigrantes
españoles a Viajes Norda, una firma alemana instalada en Madrid a comienzos
del siglo XX. Como sabemos ahora por documentación depositada en archivos
alemanes, el servicio dado por esta agencia de viajes estuvo lejos de ser
ejemplar. Muchos de los viajeros procedentes del sur de España que tenían
que pasar casi todo el día en Madrid eran dejados a su suerte, pese a que
Norda estaba obligada a proporcionarles desayuno, comida y cena. Como los
trenes especiales no solían llenarse con los emigrantes, la agencia convenció a
la Comisión Alemana para que le permitiera vender billetes a turistas. Esa fue
la razón principal de que los vagones estuvieran siempre atestados de gente y
equipaje. Mientras tanto, los cuatro empleados de la agencia que
acompañaban a los emigrantes hasta Colonia ocupaban cada uno de ellos un
35 La tercera clase fue eliminada por RENFE durante la segunda mitad de los años sesenta. Comisión Alemana al presidente de la Bundesanstalt für Arbeit sobre el transporte de los emigrantes, 9.7.1965, BA, B 119/4043. 36 Informe de Müser, de la Bundesanstalt für Arbeit, sobre su viaje a Madrid y su regreso a Alemania en el tren especial con los emigrantes, 22.7.1964, BA, B 119/3066. 37 Informe de Krusch, de la Bundesanstalt für Arbeit, sobre su observación del proceso de separación de los trenes especiales en el Sarre, 22.3.1968, BA, B 119/4043.
29
compartimento.38 La presencia de turistas en los trenes añadía tiempo extra al
viaje, ya que en las fronteras la policía tenía que hacer un control más
exhaustivo.39 Además, en el cambio de trenes en Saarbrücken se producían
escenas caóticas.40 Los responsables de la administración de trabajo alemana
criticaron este estado de cosas, pero no fueron capaces de encontrar una
solución alternativa:
Mientras el tren especial vino por Aquisgrán para alcanzar Colonia, no hubo ningún problema. Solo cuando la agencia de viajes consiguió que el tren especial también pudiera ser utilizado por turistas con billetes vendidos por ella misma [y se desviara la entrada en Alemania por Saarbrücken] vinieron por fuerza las complicaciones. De este modo, entraron en conflicto los intereses puramente comerciales de la agencia de viajes con los del Bundesanstalt für Arbeit en su deseo de dar un servicio apropiado a los trabajadores [españoles y portugueses]. Durante años, entre la una y las cuatro de la mañana se han tenido que separar en Saarbrücken a los emigrantes según su destino. Esto ha llevado continuamente a situaciones intolerables en esta estación y zu nicht zumutbaren Belastungen para los viajeros (…), de las que se han informado con frecuencia en los medios de prensa portugueses y españoles.41
Pese a tenerlo prohibido, los acompañantes de Norda vendían a los emigrantes
sellos, postales, planos, folletos sobre Alemania, etc.. No faltaron las quejas por
la poca calidad y la escasez de la comida que se entregaba a los españoles en
Hendaya. La agencia de viajes nunca logró, si es que llegó a preocuparse del
tema, que el tren especial francés dispusiera de calefacción en invierno.42
Tampoco nadie atendió a las repetidas quejas por el rudo comportamiento de
38 Informe de Giesel, Comisión Alemana, sobre su viaje en tren especial a Alemania, 10.3.1972, BA, B119/3949. 39 Bundesanstalt für Arbeit a la Comisión Alemana sobre los problemas con los trenes en la frontera del Sarre, 1.3.1968, B 119/4043. 40 Informe del Arbeitsamt de Colonia sobre el transporte de emigrantes ibéricos, 1.3.1973, BA, B 119/3949. 41 Director del Arbeitsamt de Colonia al director de la Comisión Alemana, 17.7.1972, BA, B 119/3950. 42 Informe de Wächter, del Arbeitsamt de Colonia, sobre los trenes especiales, 2.10.1970, BA, B 119/4043.
30
uno de los acompañantes, un hispano-alemán que había sido combatiente de
la Legión Cóndor.43
Durante muchos años, las administraciones española y alemana hicieron
la vista gorda ante el más que mejorable servicio prestado por Viajes Norda.
Sólo en 1972 la Comisión Alemana decidió intervenir al barruntarse que podía
haber algo más que un simple comportamiento negligente por parte de la
agencia. A los dos empleados de la Comisión que se ocuparon de las
pesquisas les bastaron algunas entrevistas con emigrantes y con responsables
de restaurantes para concluir que, además de los conocidos problemas
relacionados con el acompañamiento a los emigrantes durante su estancia de
un día en Madrid y con la gestión del viaje hasta Colonia, Norda llevaba un
tiempo indeterminado cometiendo irregularidades contables y apropiándose de
parte de los fondos que debía dedicar a la manutención de los viajeros.44
Confrontado con los detalles de aquellas averiguaciones, el propietario de
Norda tuvo que reconocer la evidencia.45 Si hemos de dar crédito a sus
palabras de disculpa ante la Comisión Alemana, todo se debió a una
lamentable pero excusable concatenación de errores humanos, entre los que
en modo alguno se contaba la codicia.46 Movido por el sincero deseo de
reparar los daños causados, y quien sabe si también para evitar un juicio que
hubiera dañado gravemente la reputación de Norda y arruinado el jugoso
negocio que hacía con los emigrantes españoles, el propietario de la agencia
de viajes se avino a compensar a la Comisión con dos millones de pesetas.47
Con el fin de evitar los colapsos en la estación central de Colonia, en
1961 se decidió que el tren especial de emigrantes españoles hiciera su parada
final en la siguiente estación, situada a apenas quinientos metros en la orilla
opuesta del Rin. Hasta 1974, en el andén 11 de Colonia-Deutz hará entrada
todas las mañanas de los jueves un largo convoy que a veces traía más de 43 Informe del acompañante de Norda H.Z. sobre el comportamiento de su compañero R.H., 5.8.1969, BA, B 119/4043. Antonio García Rodríguez-Acosta, Director del Instituto Español de Emigración, a la Comisión Alemana sobre el mismo tema, 3.2.1970, BA, B 119/4043. 44 Informe de la Comisión Alemana sobre las irregularidades de Viajes Norda, 24.1.1972, BA, B 119/3949. 45 Comisión Alemana a Viajes Norda detallando esas irregularidades, 2.3.1972, BA, B 119/3949. 46 Director de Viajes Norda a la Comisión Alemana, 21.3.1972, BA, B 119/3949. 47 Acuerdo de compensación entre Viajes Norda y la Comisión Alemana, 26.4.1972, BA, B 119/3949.
31
1.000 ibéricos. Los que no llegaban demasiado cansados o aturdidos podían
oír por megafonía un saludo en castellano: “En nombre de la administración de
trabajo de la República Federal de Alemania, les damos la bienvenida en suelo
alemán como nuevos trabajadores de nuestra economía.”48
Pero para la mayoría el viaje aún no había acabado. Si la empresa a la
que estaban destinados se encontraba en la región, los emigrantes solían ser
recogidos en la estación por un representante y partían con él en autocar o en
tren de cercanías. Los que estaban aún lejos de su destino debían esperar a la
conexión. Entretanto, podían hacer cola para tomar en el mismo andén un café
o una comida consistente en arroz con carne y agua. La escena de centenares
de agotados españoles y portugueses dispuestos en fila india para recibir su
ración, con una etiqueta al cuello y cargados de maletas resultaba impactante,
como reflejan las crónicas periodísticas de la época y testigos privilegiados
como el trabajador de Caritas Colonia, que durante trece años acudió todos los
jueves a la estación para asistir y orientar a sus compatriotas. A mediados de
los sesenta, la administración alemana decidió acabar con aquel deprimente
espectáculo y alquiló un local cercano donde los emigrantes españoles y
portugueses podían tomar su comida de forma más cómoda y asearse antes
de volver a tomar de nuevo el tren. También se eliminaron las etiquetas al
cuello, que creaban indeseables asociaciones con la más negra página del
pasado reciente alemán.49
Al igual que la estación central de Múnich, donde llegaban los trenes
especiales con los emigrantes de Grecia, Turquía, Yugoslavia e Italia, la
estación de Colonia-Deutz está unida en el imaginario colectivo alemán a la
emigración laboral del periodo del milagro económico, y sobre todo a la figura
de Armando Rodrigues de Sá, el gastarbeiter un millón. La foto del espigado y
sobrio portugués, con barba de tres días y sombrero de ala ancha recibiendo el
9 de septiembre de 1964 un ramo de flores y una motocicleta al son de los
acordes de una banda de música forma parte desde hace décadas de la
iconografía popular alemana. En los años noventa, la motocicleta del por
48 Bethge, presidente del Landesarbeitsamt Nordrhein-Westfalen, al presidente del Bundesanstalt für Arbeitsvermittlung und Arbeitslosenversicherung, 9.11.1960, BA, B 119/4043. 49 Entrevista del autor a Óscar Calero, Colonia, 3.4.2003.
32
entonces ya fallecido Rodrigues fue recuperada del garaje de su familia en una
aldea de Portugal y hoy puede verse en el prestigioso Museo de Historia de la
República Federal de Alemania en Bonn.50 En 2004, coincidiendo con el 40º
aniversario de la llegada de Rodrigues de Sá, el gobierno de Renania del
Norte-Westfalia organizó en la estación de Colonia-Deutz una ceremonia de
homenaje a todos los inmigrantes ibéricos.51
Entre 1960 y 1974, aproximadamente 600.000 españoles fueron a
trabajar a Alemania. De ellos, unos 400.000 lo hicieron asistidos por el Instituto
Español de Emigración. Esto es, emigraron con contrato de trabajo por un año
y viajaron en los trenes especiales. Los restantes 200.000 llegaron a Alemania
por vías alternativas a las previstas en el convenio de emigración. Unos lo
hicieron de forma perfectamente legal. Fueron aquellos que recibieron en su
casa la invitación de una empresa alemana, con la cual pudieron solicitar y
adquirir un visado en el consulado alemán más cercano. Otros entraron en el
país de manera irregular, encomendándose a la suerte. Algunos se hicieron
pasar por turistas en la aduana. Quienes no querían arriesgarse a ser
descubiertos y recibir en su pasaporte el sello negro con el que ya no podían
volver a intentar pasar por otro puesto fronterizo, decidieron entrar en Alemania
caminando por prados y fincas, la conocida como frontera verde. Según
testimonio del antiguo lector de castellano de la Universidad del Saarbrücken,
centenares de españoles saltaron la tapia de un cementerio en la periferia de
aquella ciudad que estaba en la misma frontera con Francia, y dieron así sus
primeros pasos en suelo alemán caminando entre tumbas.52 Esta entrada a
escondidas en Alemania era común para los que habían contratado en España
los servicios de un traficante, que les dejaba a un lado de la frontera para
recogerles al otro lado y llevarles a su destino. Este tráfico de personas tenía
como principal punto de partida la ciudad de Barcelona. El viaje con el
50 Veit Didczuneit y Hanno Sowade, Geschenk für den millionsten Gastarbeiter, Bonn, Stiftung Haus der Geschichte der Bundesrepublik Deutschland, 2004. 51 www.angekommen.com/iberer 52 Entrevista del autor con José R. Richart, Saarbrücken, 18.8.2003.
33
traficante desde la capital catalana a inicios de los sesenta costaba unas 2.000
pesetas.53
Una vez en Alemania, los turistas y los de la frontera verde buscaban un
trabajo y de esta forma obtenían el permiso de residencia. Tenemos constancia
de que existieron empresas alemanas que aceptaron la oferta de alguno de sus
empleados españoles para introducir a compatriotas por la frontera verde para
luego contratarlos y regularizar su residencia en el país. Este fue el caso de
una importante empresa minera del Ruhr en la que llegaron a trabajar varios
centenares de asturianos que nunca hubieran sido aceptados por el Instituto
Español de Emigración como candidatos para emigrar a Alemania. El traficante
era un antiguo picador de la mina de La Camocha en Gijón que había sido
expulsado por estafa. Él mismo reclutaba en Asturias y organizaba el
transporte en furgoneta a Alemania. El empresario alemán le pagaba 100
marcos por cada trabajador que conseguía.54 No faltaron otros casos en los
que el empresario y/o el traficante se aprovecharon de la situación de ilegalidad
del español para explotarle.
4. Cuántos eran, dónde vivieron y dónde trabajaron
Hasta mediados de los sesenta, los españoles constituían la segunda colonia
más numerosa de gastarbeiter en la República Federal de Alemania, por detrás
de los italianos. En el año 1965, el 15 % del millón de trabajadores extranjeros
en el país eran españoles. Pero a partir de entonces el peso relativo de los
españoles en el conjunto de la población emigrante iba a descender de forma
imparable. Tras la leve recesión de los años 1966 y 1967, que redujo
drásticamente la demanda de mano de obra extranjera por parte de las
empresas alemanas, se produjo una fase de fuerte expansión económica que
disparó la contratación en países del área mediterránea. Pero mientras el
número de trabajadores italianos, griegos, turcos, yugoslavos y portugueses se
dobló en pocos años, en el caso de los españoles se estancó. Cuando a finales 53 Entrevista del autor con Sixto Marín Adán, castellonense que entró en Alemania con la ayuda de un traficante, Dortmund, 9.2.2005. 54 Entrevista del autor con Jordi Lloveras Vilar, traductor de varias minas en Essen, Essen, 28.6.2003.
34
de 1970 se alcanzaron los 2 millones de trabajadores extranjeros, los
españoles no eran ya siquiera el 9 % del total. En esos años la colonia
española aumentó sin embargo de manera considerable debido a la
reagrupación familiar.55 Poco ante de estallar la crisis del petróleo que
provocará el cierre definitivo de la emigración, se registró el pico de la
presencia española en la República Federal de Alemania, con casi 300.000
personas, de las cuales sólo 180.000 trabajaban. En la segunda mitad de los
años setenta la colonia sufrió una fuerte regresión, que se fue ralentizando
desde entonces. A inicios del nuevo milenio, la población española en
Alemania apenas superaba las 100.000 personas, una gota en el mar de los
siete millones de extranjeros residentes en el país.56 La crisis económica de los
últimos tiempos está lanzando a miles de jóvenes españoles a buscar trabajo
en Alemania. Es probable que esta nueva emigración haga crecer
considerablemente una colonia que llevaba casi cuatro décadas en continua
regresión.
La mayor parte de los españoles llegados a Alemania a partir de 1960 se
instalaron en las ciudades industriales de tres regiones bañadas por el Rin, el
rio que atraviesa el país de norte a sur por su parte occidental. Un tercio residía
en el Land más populoso e industrializado, Renania del Norte-Westfalia (capital
Dusseldorf). Un veinte por ciento en Baden-Württenberg (capital Stuttgart), y
otro veinte por ciento en Hessen (capital Wiesbaden). La indiscutible capital
ibérica de la República Federal era Fráncfort. Allí estaban empadronados a
comienzos de los años setenta unos 20.0000 españoles. En Hanover y
Darmstadt vivían por entonces unos 15.000. Aproximadamente la mitad
residían en Solingen, Stuttgart, Dusseldorf, Hamburgo, Wetzlar, Maguncia y
Núremberg. Los españoles constituían el grupo de extranjeros más numeroso
en algunas ciudades de tamaño medio como Münster, Osnabrück, Hanover o
Goslar. Caso aparte y peculiar era el de algunas localidades donde la inmensa
mayoría de los residentes extranjeros era de nacionalidad española. Durante
muchos años este fue el caso de Weinheim, conocida como la Pequeña
55 Bundesanstalt für Arbeit, Ausländische Arbeitsnehmer 1970. 56 Statistisches Bundesamt.
35
España, o de Lennep, donde fueron a parar más de 1.000 salmantinas y
salmantinos que siguieron a las pioneras 43 chicas de Béjar.57
En los primeros años de la emigración a Alemania, la inmensa mayoría
de los trabajadores españoles vivieron en alojamientos proporcionados por la
empresa. El abanico de estas residencias situadas por lo general cerca de las
propias fábricas era de lo más variopinto. En el extremo de la precariedad, y
bordeando la indignidad, se encontraban los barracones de campos de
concentración e incluso los bunkers antiaéreos de la segunda guerra mundial
que habían sido adaptados para acoger a los sufridos gastarbeiter. Existían
otras curiosas soluciones habitacionales, como la que describía un emigrante
en 1964:
[aquí en Goslar vivimos] cuatro españoles en un vagón, que todo lo que tiene son tres metros de largo por dos de ancho y tenemos cuatro vagones a la orilla de la carretera que incluso los mismos alemanes que pasan por ella se quedan asombrados, porque además estamos expuestos a coger una tuberculosis. Y se ha dado el caso de algunos compañeros de ir a protestar y hasta incluso pedir la cuenta (…). 58
En el otro extremo estaban los modernos edificios de apartamentos, que eran
por supuestos muy escasos. La gran masa de residencias se encontraba en el
amplio espectro intermedio que quedaba entre estos dos extremos apuntados.
Los emigrantes que decidían prolongar se estancia en Alemania más
allá del par de años previstos inicialmente solían dejar la residencia y buscar
una vivienda en alquiler. No sólo se ganaba en intimidad y confort por un poco
más de dinero, sino que también se cumplía de esta forma el requisito legal
para poder traerse a la familia desde España. Encontrar un piso no era sin
embargo tarea fácil para un extranjero. Por un lado, existía una carencia
crónica de viviendas, que hasta bien entrados los años sesenta afectó a los
propis nativos. La guerra había destruido en muchas ciudades más de la mitad
de los edificios, y las empresas constructoras tardaron mucho tiempo en cubrir
57
Bundesanstalt für Arbeit, Ausländische Arbeitsnehmer 1970. Datos básicos de la emigración española 1975. 58 Trabajador español anónimo a la redacción del periódico 7 Fechas, 23.6.1964, Archivo de Alfredo Martín de Salamanca, Leverkusen.
36
la demanda de una población que había crecido enormemente por la llegada
de los expulsados de los territorios alemanes en Europa del Este y, hasta la
erección del muro de Berlín en 1961, de los refugiados de la RDA. Por otra
parte, como ocurre hoy día en nuestro país con los extranjeros, los alemanes
de entonces eran muy reticentes a alquilar casas a familias del sur de Europa,
a las que se consideraban ruidosas, poco de fiar y con excesiva prole. El
resultado de todo esto fue que ya desde finales de los años sesenta, los
emigrantes fueron ocupando los barrios más degradados de las ciudades.59
Estas y otras facetas poco amables de la emigración a Europa y a
Alemania eran bien conocidas por entonces entre la población española tanto
por el boca a boca como por la prensa, que no debía temer a la censura
franquista cuando se trataba de criticar los defectos de otras naciones.60 La
situación de los españoles en Europa también fue tematizada en novelas que
tuvieron buena acogida de público y crítica. Entre las más populares se
contaron dos cuya trama se desarrollaban en Alemania: Hemos perdido el sol,
publicada en 1963, y Equipaje de amor para la tierra, ganadora del Premio
Planeta 1965.61
Al igual que los gastarbeiter griegos, los españoles se emplearon
masivamente en la industria del metal y de transformación. Estos dos sectores
daban trabajo a siete de cada diez españoles en Alemania. Muy pocos eran los
que se dedicaban a la construcción (12 %) y a la minería (5 %), sectores en los
que destacaban italianos y turcos respectivamente. Un tercio de los
trabajadores españoles en Alemania eran mujeres, una realidad que no encaja
con la imagen preconcebida y estereotipada de la emigración a Europa como
una cosa de hombres.62 En acusado contraste con las emigrantes en Francia o
Suiza, ocupadas sobre todo en el sector servicios, en Alemania ellas se
emplearon sobre todo en la industria. Cuidadosas, disciplinadas y con menor 59 Bericht zum Fragenkreis “Betreuung ausländischen Arbeitnehmer in Nordrhein-Westfalen”, Arbeits- und Sozialminister des Landes Nordrhein-Westfalen, 12.6.1969, Staatsarchiv Düsseldorf, BR 1134/249. 60 Informe anual de la Comisión Alemana 1966, BA, B 119/3021. 61 José R. Richart, “La literatura de la emigración española”, en VV.AA., De la España que emigra a la España que acoge, Madrid, Fundación Francisco Largo Caballero y Obra Social de Caja Duero, 2006. 62 VV.AA., La mujer emigrante española en Alemania (1960-2010), Remscheid, Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo en Alemania, 2011.
37
salario que sus compañeros, las mujeres eran muy codiciadas por las
empresas con sistema de producción en cadena.63 De las 50.000 españolas
activas en 1970 en Alemania, unas 18.000 trabajaban en la industria del metal,
otras 21.000 en la industria de transformación (sobre todo textil), y unas 10.000
en el sector terciario: 2.500 eran enfermeras, 2.000 empleadas de banca, y
1.700 de la hostelería.64
La siguiente tabla muestra las veintiuna firmas alemanas que a
comienzos de los años setenta empleaban a más de cuatrocientos españoles.65
Estas empresas ocupaban por entonces a más del 10 % de los 150.000
españoles que trabajaban en Alemania.
Empresas alemanas con más de 400 trabajadores españoles (año 1970)
Empresa Localidad Total plantilla Españoles OPEL (automóviles) Rüsselheim 40.000 2.600 KARMANN (metal) Osnabrück 5.400 2.000 C. FREUDENBERG (pieles) Weinheim 12.300 1.250 LAGNESE (congelados/helados) Wunstorf y Heppenheim 3.500 1.200 HOECHST (química) Fráncfort (2 plantas) --- 1.130 BUNDESPOST (Correos) Stuttgart 50.000 1.050 CLAAS (metal) Harsewinkel 3.000 900 CONTINENTAL (ruedas) Hanover --- 760 HANOMAG (camiones) Hanover 5.600 750 TELEFUNKEN (electrotécnica) Kassel y Hanover 7.300 720 VOLKSWAGEN (automóviles) Hanover 27.000 690 DUNLOP (ruedas) Hanau --- 670 DAIMLER BENZ (automóviles)
Sildenfingen y Stuttgart 39.000 580 TEVES THOMPSON (metal) Barsinghausen 1.900 530 BUNDESPOST (Correos) Colonia 10.700 500 SCHILDKRÖT (juguetes) Maguncia 3.800 480 SIEMENS (electricidad) 19.100 450 AEROP. FRANKFURT 2.100 450 SCHICKEDANZ (papel) Neuss 750 430 VAILLANT (calentadores agua) Fráncfort 1.360 420 YOMOS (metal) Offenbach --- 400
El nivel profesional de los españoles destacaba por ser de los más bajo entre
los gastarbeiter. A su llegada a Alemania, casi el 80 % de los españoles se
emplearon como peones, y únicamente el 20 % como obreros cualificados y
63 Gloria Sanz Lafuente, “Mujeres españolas emigrantes y mercado laboral en Alemania, 1960-1975”, en Migraciones y Exilios, 7 (2006). 64
Bundesanstalt für Arbeit, Ausländische Arbeitsnehmer 1970. 65 Elaboración propia en base a información recogida en: Los trabajadores españoles en la Comunidad Económica Europea. República Federal de Alemania, Agregaduría Laboral de la Embajada española en Bonn, abril 1970. Archivo del autor. Las cifras se han redondeado para aligerar su comprensión.
38
especialistas. Por su parte, la mitad de los trabajadores yugoslavos en
Alemania eran especialistas. Muchos españoles lograron ascender a obrero
cualificado después de varios años trabajando en la misma empresa. Pero la
tendencia general no se modificó, y al cerrarse la emigración en 1973 los
españoles seguían a la cola de los emigrantes en lo referente a la capacitación
profesional junto a los portugueses y los tunecinos.66
5. Quedarse en Alemania, la excepción; retornar a España, la norma
Mientras el Acuerdo de emigración estuvo vigente, todos los años
aproximadamente 30.000 trabajadores españoles residentes en Alemania
decidieron poner fin a la estancia allí y retornar a sus casas. De esta forma, al
cerrarse la emigración, el 70 % de todos los que habían ido a trabajar a
Alemania desde 1960 se encontraban ya de vuelta en España. A partir de
entonces, y en acusado contraste con otras nacionalidades de gastarbeiter, la
tendencia al retorno entre los españoles se incrementó. Entre 1973 y 1978 la
colonia se redujo drásticamente, pasando del 300.000 a 200.000 personas.67
La tasa de retorno de los emigrantes españoles fue así la más elevada entre
los diversos grupos nacionales, excepción hecha de los italianos, que como
ciudadanos que eran de la Comunidad Económica Europea con libertad de
movimientos dentro de la Unión, habían desarrollado una peculiar pauta
migratoria de continuas idas y vueltas.68 Turcos, portugueses, yugoslavos,
todos ellos emigrantes extra-comunitarios y por lo tanto más apropiados para
establecer comparaciones con los españoles, registraron índices de retorno
mucho más bajos que nuestros compatriotas. La tendencia a permanecer unos
años en Alemania y regresar a España fue por tanto una característica muy
66 Forschungsverbund „Probleme der Ausländerbeschäftigung“. Integrierter Endbericht, Bundesminister für Forschung und Technologie,1979, p. 92. 67 Statistisches Bundesamt. 68 Aurora Rodonó, “Mobilità come progetto di vita? La migrazione italiana del lavoro nella Repubblica federale”, en VV.AA., Projekt Migration, Köln, 2005, Dokumentationszentrum und Museum über die Migration in Deutschland, Institute für Kulturanthropologie und Europäische Ethnologie der Johann Wolfgang Goethe Universität Frankfurt/Main, Institut für Theorie der Gestaltung und Kunst, HGK Zürich.
39
acusada entre nuestros emigrantes en aquel país. Permanecer en Alemania no
fue para ellos la regla sino justamente la excepción.69
Cuanto antes se produjo la vuelta a España, mayor fue la tendencia a
hacerlo al pueblo de origen. La diferencia del nivel de vida entre Alemania y
España era aún muy alta, y con lo ahorrado en un par de años el retornado se
podía construir una casa, comprar un taxi, abrir un negocio o adquirir un
terreno. A ojos de los paisanos del pueblo y de la familia, el emigrante era un
triunfador, y eso reforzaba en él la sensación de orgullo por lo alcanzado en
Alemania. Los emigrantes que retornaron después de 1974, tuvieron una pauta
bien distinta. España había cambiado radicalmente, la diferencia de salarios y
de precios con Europa se había reducido de manera drástica, y los ahorros ya
no rendían lo suficiente como para hacer demostración de riqueza en el pueblo.
Para ellos, era preferible irse a otro lugar donde no les conocieran. Muchos se
instalaron en la capital de su provincia, en Madrid y en las grandes ciudades
del Mediterráneo. En su caso, se puede decir que más que un retorno vivieron
una segunda emigración. La adaptación les resultó difícil y las autoridades
tampoco pusieron mucho de su parte para ayudarles. Para dar respuesta a su
problemática específica surgieron por toda España durante los años ochenta
numerosas asociaciones de retornados. Algunas de ellas siguen siendo hoy día
muy activas.70
Las esperanzas despertadas por el boom económico en la madre patria
y por la llegada de la democracia tras la muerte de Franco han sido
considerados factores muy importantes a la hora de explicar el masivo retorno
de los emigrantes españoles en Alemania. Evidentemente existe una relación
directa entre la decisión de regresar y la expectativa de encontrar trabajo en el
país de origen, como bien demuestra, a la inversa, el caso de los turcos en
Europa, cuya baja tasa de retorno tiene que ver con la falta de perspectivas
laborales en Turquía. El argumento queda sin embargo cojo al constatar que la
gran ola de retornos de nuestros emigrantes se produjo después de la crisis del
petróleo de 1973, que hizo subir las tasas de paro en España a niveles muy
superiores a los del resto de países de Europa. En cuanto a la idea de que la 69 José BABIANO y Ana Fernández Asperilla, La patria en la maleta, pp. 245-289. 70 Existe una Federación de Asociaciones de Emigrantes Retornados. www.losemigrantes.org
40
llegada de la democracia pudo haber contribuido a acelerar la vuelta de los
emigrantes, nos parece poco consistente si consideramos que en un caso tan
afín como el portugués apenas se produjo un incremento de las tasas de
retorno desde Alemania tras el fin de la dictadura en 1974.71
Los estudios más sólidos dedicados a estudiar el retorno a España de
los emigrantes en Europa centran su atención en un aspecto bien distinto a los
dos apuntados y que sería definitorio para comprender aquel fenómeno. Se
trata de la satisfacción o no de la expectativa que los emigrantes llevaban
consigo cuando abandonaron el país. Al contrario de los que se dirigían a
Madrid, Barcelona o Bilbao, los campesinos andaluces o gallegos que
cruzaban los Pirineos lo hacían pensando en volver a su pueblo al cabo de
pocos años. Para esta gran masa de emigrantes procedentes del campo, la
experiencia en el extranjero debía ser una corta etapa de su existencia, casi un
paréntesis. La idea no era la de hacerse millonario en Europa, sino la de
acumular allí un pequeño capital, con el que poder regresar y continuar la vida
anterior pero ahora con cierto desahogo. Esa expectativa era la que
predisponía al emigrante para una existencia en el extranjero sacrificada,
espartana y sin mayor interés por la sociedad de acogida. Dentro de este
esquema mental, Alemania se ajustaba como la mano al guante: altos salarios,
trabajo a destajo y un ambiente terriblemente distinto al español. Contar
además con el viaje pagado, con una residencia muy económica y con la
cercanía de gente de tu misma comarca, contribuía sin duda a elevar el
atractivo de una emigración que era lo más parecido a una aventuta controlada.
Difícilmente se hubieran producido por ejemplo niveles tan altos de emigración
de jóvenes solteras a Alemania si los padres que debían dar su visto bueno no
hubieran estado persuadidos de que sus hijas serían protegidas por otras
compañeras y familiares y que regresarían a los pocos años.72 Resulta muy
ilustrativo en este sentido el siguiente caso, que fue referido por una asistente
social de Caritas en 1963:
71 Sobre la emigración portuguesa en la RFA, véase Cristina Berretta Soares, “Die portugiesische Auswanderung nach Deutschland – eine empirische Untersuchung”, en Teresa Pinheiro, Portugiesische Migrationen. Geschichte, Repräsentation und Erinnerungskulturen, Wiesbaden, VS Verlag, 2010. 72 José BABIANO y Ana Fernández Asperilla, La patria en la maleta, pp. 245-289.
41
En una de las residencias de chicas de mi zona hay dos familias de Zamora con sus primas, cuñadas, etc. Un clan entero. Siempre cuando llegan las chicas nuevas de otras regiones [de España] les hacen la vida imposible hasta que se marchan. Cada grupo solo tolera a los suyos.73
Todos los indicios apuntan a que el comportamiento de la mayoría de los
emigrantes españoles en Alemania respondió al patrón que estos tenían en
mente cuando decidieron abandonar su casa. Es decir, que se quedaron en
Alemania unos pocos años, trabajaron duro, ahorraron dinero y regresaron al
pueblo, donde se reintegraron sin dificultades. Para ellos, la perspectiva inicial
de retornar pronto nunca se modificó. De tal forma que cuando las condiciones
del mercado laboral y de reagrupación familiar se complicaron después de
1973 muchos vieron la ocasión de adelantar el ya previsto retorno. Los escasos
estudios sociológicos de la época indican que esos retornados valoraban
positivamente su estancia en Alemania porque les había servido para juntar un
pequeño capital.74 Considerando todos estos hechos, podemos concluir que en
el caso de la emigración española a Alemania el elevado retorno está en muy
directa relación con la satisfacción de las expectativas que motivaron la marcha
a aquel país. Expresado en otros términos, diríamos que el retorno masivo de
los españoles residentes en Alemania refleja el éxito de un modelo de
emigración temporal por el que habían apostado tanto los gobiernos de la
República Federal de Alemania y de España como los propios emigrantes.75
Una colonia de extranjeros que destaca por su baja formación, su
escaso contacto con la sociedad local y por estar orientada mentalmente de
forma masiva al retorno no parece contar con las mejores condiciones de
partida para alcanzar la integración en la sociedad de acogida. Bien al
contrario, todo apuntaría a que los hijos de aquellos emigrantes que finalmente
deciden quedarse en el país están condenados de antemano a reproducir el rol
de sus padres y seguir ocupando la escala más baja de la sociedad. Sin
embargo, nada de esto ocurrió en el caso de los españoles en Alemania, sino 73 Acta del segundo cursillo para asistentes sociales encargados de la asistencia a los trabajadores españoles en la RFA. Friburgo, 25 al 30 de noviembre de 1963, Archivo de Caritas Alemania, Friburgo. 74 Angels Pascual, El retorno de los emigrantes: ¿conflicto o integración?, Barcelona, Terra Nova, 1970. 75 José Cazorla Pérez, Retorno al sur, Madrid, Siglo XXI y OCAER, 1989.
42
exactamente todo lo contrario. De aquella colonia cerrada sobre sí misma y
obsesionada con la idea de regresar a España surgió una generación de
jóvenes que alcanzó un nivel de formación muy superior al del resto de
contemporáneos del sur de Europa residentes en Alemania. Gracias a ello, hoy
los hijos y nietos de los emigrantes españoles de los años sesenta y setenta
forman parte mayoritariamente de la clase media alemana. ¿Cómo explicar
este fenómeno aparentemente ilógico? ¿Por qué los descendientes de los
inadaptados lograron una integración tan exitosa? ¿Cómo se explica esta
resistencia de los emigrantes españoles a aceptar lo que el destino les tenía
reservado?
Las respuestas a estas cuestiones hay que buscarlas por supuesto en la
intrahistoria de la colonia española en Alemania en los años sesenta y setenta.
En nuestra opinión no se puede entender el desarrollo de aquella comunidad
humana sin tener en cuenta la propia situación sociopolítica en España,
marcada por las tensiones entre un estado dictatorial que se creía sólido y
capaz de perdurar más allá de la muerte de su fundador y una sociedad cada
vez más dinámica y compleja que pugnaba por romper los corsés impuestos
por esa misma dictadura. Según se argumenta en las páginas que siguen, la
transposición a Alemania de aquella situación en la España de Franco
contribuyó de manera fundamental a crear una sociabilidad propia en la colonia
española de la cual surgió una muy poderosa dinámica de promoción de la
segunda generación de emigrantes.
6. Reflejos de España: la creación de una tupida red de asistencia para los
emigrantes
Como resulta previsible, el interés de la dictadura franquista por influir en la
emigración no se acababa en el momento en que los españoles habían
traspasado los Pirineos. Motivo principal era su preocupación por que, al vivir
43
en sociedades abiertas, los jóvenes españoles pudieran despertar de su apatía
política y desarrollar una conciencia crítica hacia el régimen. Ello no sólo
resultaría peligroso en el momento en que regresaran a España, cuando
podrían extender el virus del descontento entre sus familiares y vecinos. Mucho
más inquietante para el gobierno de Madrid era la posibilidad de que una parte
de los emigrantes se llegara a movilizar en las capitales europeas contra
Franco. Esto significaría un tremendo varapalo a los denodados esfuerzos que
el régimen estaba realizando para aparecer a los ojos del mundo como una
dictablanda que gozaba de amplio apoyo social. Una estrategia publicitaria esta
con la que el franquismo pretendía vencer las resistencias de algunos
gobiernos europeos a una asociación de España a la Comunidad Económica
Europea.76
Considerando estas preocupaciones del régimen de Franco, la
República Federal de Alemania se perfilaba a comienzos de los años sesenta
como el destino ideal para los emigrantes.77 Al contrario que en Francia o
Bélgica, en Alemania no existía una colonia de exiliados republicanos que
pudieran influir sobre los trabajadores españoles. Por otro lado, el ambiente
profundamente conservador y anticomunista de la República de Bonn
gobernada por el anciano ultraconservador católico Adenauer parecía ofrecer
una resistencia natural al surgimiento en este país de un movimiento
antifranquista. Curándose en salud, el gobierno español aprovechó la buena
disposición y los amplios recursos de la administración alemana para fomentar
el establecimiento de una red de asistencia al emigrante que contribuyera a
preservar los intereses políticos del sistema franquista. El objetivo de esta red
de asistencia debía ser arropar al trabajador español y mantenerle alejado de
las organizaciones contrarias al régimen que pudieran ir extendiendo sus
actividades a Alemania desde sus bases en Francia, Bélgica o los países del
Este, así como de los sindicatos autóctonos que eran abiertamente
76 Matthieu Trouvé, L´Espagne et l´Europe. De la dictature de Franco à l´Union européene, Bruxelles, Peter Lang, 2008. 77 Así lo reconoció por ejemplo el ministro José Solís en conversación con el presidente de la Bundesanstalt für Arbeit durante la visita de este a Madrid para supervisar la puesta en marcha de la Comisión Alemana. Informe de la embajada de la RFA en España Madrid sobre la visita de Anton Sabel, 14.4.1960, BA, B 149/6237.
44
antifranquistas y solidarios con el movimiento democrático español. Ese edificio
asistencial se iba a sostener sobre cuatro pilares: la Iglesia, Caritas, las
Oficinas Laborales Españolas y los medios de comunicación en español.
Para los jerarcas franquistas, la Iglesia católica debía jugar un papel
central en la asistencia a los emigrantes. Su función sería la de trasplantar a
Alemania el control social y moral que por entonces ejercía en la mayoría de
los pueblos de España. Desde la puesta en marcha de la emigración asistida
en la primavera de 1960, la Comisión de Emigraciones de la Conferencia
Episcopal envió a curas a las zonas de Alemania en las que se fueron
asentando un mayor número de trabajadores españoles. Con el apoyo
financiero y logístico de poderosa Iglesia católica alemana estos sacerdotes
crearon parroquias españolas, bien integradas en una parroquia alemana bien
con templo y locales propios. En algunas ciudades esta Misión Católica
Española se situó en la periferia, pero en otras como en Colonia ocupó una
iglesia noble del mismo centro histórico. La expansión de estas misiones fue
extraordinariamente rápida. A finales de 1960, eran ya 11 curas españoles los
que atendían a los cerca de 25.000 compatriotas residentes en el país. Y su
número fue creciendo hasta llegar a los 120 a comienzos de los años sesenta,
cuando existían 90 Misiones Católicas Españolas repartidas por toda la
República Federal. Esta amplia red no tuvo parangón en ningún otro país de
emigración. En Francia, con el doble de población española, había a
comienzos de los setenta 104 curas españoles.78 En principio, la labor de los
religiosos debía ser la misma que en España, esto es, dar a los parroquianos
un servicio sacramental y de culto. Pero en vista de la enorme cantidad de
problemas con los que se vieron confrontaros los emigrantes en su vida diaria,
muchos misioneros fueron asumiendo el papel de orientadores de unos
compatriotas por lo general de escasa formación y nula comprensión de la
lengua del país. Este trabajo puramente asistencial fue además una forma de
mantener ligados a la Iglesia a unos emigrantes que, para sorpresa de todos,
dieron la espalda de forma masiva a la religión. Según explicaba con pesar el
cura de la Misión Católica Española de Hanover en 1962, la asistencia de los
78 Datos básicos de la emigración española 1975.
45
españoles a sus oficios era alarmantemente baja, y la única razón que
empujaba a la mayoría de ellos a acudir al templo los domingos era poder
hacerle una consulta después de la misa. La frialdad de una parte importante
de los emigrantes hacia la Iglesia obligó a muchos párrocos españoles en
Alemania a replantearse los métodos y los objetivos de su misión en aquel
país.79 De ese proceso de reorientación saldría, como veremos más adelante,
una Iglesia enormemente dinámica y cercana a los problemas de los
emigrantes, especialmente en lo que respecta a la educación de los hijos.80
En estrecha colaboración con los sacerdotes españoles actuaron los
asistentes sociales de Caritas. Esta organización, responsable por decisión del
gobierno alemán de asistir a los gastarbeiter católicos, solicitó en 1960 a
Caritas España una persona para poner en pie una oficina en su sede central
de Friburgo que coordinara el trabajo con los emigrantes españoles. El elegido
fue José Antonio Aguirre, que acabaría dirigiendo aquella oficina durante más
de tres décadas. Para formar su equipo recurrió a las escuelas de trabajadores
sociales en España, que por entonces estaban ligadas a la Iglesia. Allí reclutó
sobre todo a chicas recién diplomadas, que antes de ser enviadas a su destino
recibían un curso intensivo de alemán en Madrid y otro de orientación en
Friburgo. A finales de 1961 ya había nueve asistentes sociales trabajando en
diversas ciudades alemanas. Desde entonces su número no dejó de crecer,
incluso cuando se produjo un descenso drástico de la colonia de emigrantes a
partir de 1974. A mediados de los ochenta, había 88 asistentes sociales, cada
uno con una clientela potencial de 2.000 emigrantes.81 Como en el caso de la
Misiones, la red de Caritas en Alemania fue con diferencia la más tupida de
todos los países de emigración española en Europa. Las funciones de los
asistentes sociales eran de lo más variado, e iban desde ayudar en un parto o
fundar un centro, pasando por mediar en un conflicto laboral o repatriar el
cadáver de un emigrante. La existencia de un competidor poderoso como era el 79 Acta del segundo cursillo anual para los asistentes sociales encargados de la asistencia a los trabajadores españoles en la república Federal de Alemania, 10 a 15 de diciembre de 1962, intervención de Antonio Martín, Archivo de Caritas. 80 Gabriel González del Estal, Misiones Católicas en Lengua Española en Alemania. 50 años de servicio a los emigrantes, Madrid-Bonn, Misiones Católicas de Lengua Española en Alemania, 2011. 81 Boletín de información del Trabajo Social con españoles Caritas, edición especial, año 30 (1994).
46
movimiento sindical alemán constituyó un estímulo permanente para el trabajo
de los asistentes sociales entre los emigrantes españoles. Ese espíritu de
competición quedó perfectamente plasmado en las palabras que el presidente
de Caritas dedicó a los asistentes sociales españoles durante uno de los
cursillos anuales que celebraban en Friburgo: No podemos permitir que
hombres por ejemplo de ideología socialista, sean mejores hermanos que
nosotros los cristianos.82 Todos los testimonios coinciden en que los asistentes
se entregaron en cuerpo y alma a su labor y que fueron muy apreciados por los
emigrantes. Aunque por lo general asistentes de Caritas y párrocos españoles
trabajaron armónicamente en la misma dirección, en algunos casos se dieron
roces e incluso situaciones de abierto desencuentro. Ocurría por lo general
cuando los asistentes se ponían del lado de trabajadores españoles en un
conflicto que les enfrentara con alguna instancia alemana, ya fuera la empresa,
el ayuntamiento, el gobierno regional, etc. En Kassel se produjo esta situación.
Allí cuajó un activo movimiento reivindicativo entre los trabajadores españoles
que arrastró al asistente de Caritas y enfrentó a este con el cura de la Misión
Católica Española.83
El Convenio hispano-alemán de Seguridad Social que entró en vigor a
finales de 1961 convirtió a los españoles en Alemania en beneficiarios de una
de las legislaciones sociales más progresivas de Europa. Sin embargo, la
inmensa mayoría de los emigrantes no conocían estos derechos y no podían
por tanto hacerlos respetar ante una administración y unos patronos con los
que apenas sí eran capaces de comunicarse. Consciente de aquel problema, el
agregado laboral de la embajada de España en Bonn, Luis E. Sorribes, decidió
por propia iniciativa organizar un servicio de orientación legal para los
emigrantes. Inspirándose en el sistema de asesoramiento de los sindicatos
alemanes, Sorribes creó a partir de 1962 Oficinas Laborales Españolas en las
oficinas del paro de las ciudades alemanas con mayor presencia de
emigrantes. Al frente de cada una de ellas situó a un asesor laboral,
generalmente un joven español con estudios medios o universitarios que ya 82 Acta del Segundo cursillo para los Asistentes Sociales encargados de la asistencia a los trabajadores españoles en la República Federal de Alemania, Friburgo 25 al 30 de noviembre de 1963, intervención de Monseñor Albert Stehlin, Archivo de Cáritas. 83 Entrevista del autor con Juan Manuel Aguirre, Friburgo, 14.7.2004.
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llevaba un tiempo trabajando en Alemania, por ejemplo como intérprete en una
empresa. El asesor laboral orientaba a sus compatriotas en temas de carácter
laboral, de seguridad social (cobro de pensiones, subsidios por familia en
España, entre otros), de fiscalidad (por ejemplo calculando la declaración de la
renta, que en Alemania suelen hacerse en las gestorías), etc. Acudían incluso a
los tribunales para lograr que se respetara el derecho de los españoles. Los
emigrantes recurrieron masivamente a las Oficinas Laborales Españolas. Por
poner un ejemplo, en 1966 se presentaron en las 16 oficinas existentes
entonces 98.605 casos. Es decir, que al menos la mitad de los españoles
residentes en el país solicitaron aquel año alguno de los servicios gratuitos de
su asesor laboral más cercano. Muy valorado por el emigrante era la
posibilidad de ir a juicio contra su empresa, su mutua de seguros o su casero.
No sólo corría la Oficina Laboral con los gastos del proceso sino que asumía en
todo momento la representación del demandante, que en la mayoría de los
casos acababa ganando el pleito sin tan siquiera haber tenido que comparecer
ante el juez. Cada asesor laboral tenía un promedio mensual de cinco vistas
orales ante los tribunales. Sólo en 1966, se llevaron 790 litigios en defensa de
trabajadores españoles ante las magistraturas de trabajo y unos 80 ante la
magistratura de lo social.84 Los casos presentados por las Oficinas Laborales a
los tribunales alemanes en defensa de los derechos de los españoles debieron
ascender sólo durante la época franquista a no menos de 10.000. Los asesores
laborales también asistían a los emigrantes fuera de la oficina, por lo general
en estrecha colaboración con los asistentes sociales de Caritas y los párrocos
de las Misiones Católicas Españolas. Una muestra de ese trabajo lo podemos
ver a través de algunas entradas en el diario del asesor laboral de Essen, Jordi
Lloveras, en el año 1963:
9 de abril He visitado la metalúrgica Hermsen. Los españoles se negaban a cargar y descargar camiones, alegando que los alemanes debían también hacerlo.
84 Los trabajadores españoles en Alemania. Información, estadísticas, gráficos, noviembre 1967, Agregaduría Laboral de la Embajada de España en Bonn, Archivo del autor.
48
Por indicación de la Asistenta Social he pedido en los servicios sociales de Essen la cantidad que una española ha de pagar por gastos de parto.
Un español ha recibido 10 marcos de ayuda. 10 de abril He acompañado a la Asistenta Social y al Padre Castejón a
diferentes locales para pedir presupuesto [para establecer un centro español].
18 de abril He dado a conocer a la empresa Salzmann los deseos de los españoles.
He acompañado a la Asistenta Social y al encargado de los españoles a la mina Emile a visitar al español que sufrió amputación de la pierna. Después de la visita nos hemos reunido con los demás españoles de la mina. El Viernes Santo hubo una pelea con arma blanca. Para el agresor, padre de 6 hijos, se ha conseguido la libertad.
En otros países de emigración también se fundaron Oficinas Laborales
Españolas. Sin embargo, no llegaron a ser tan numerosas ni tan activas,
especialmente en lo que toca a pleitear ante los tribunales, que apenas sí
practicaron. A mediados de los años setenta, los 275.000 españoles residentes
en Alemania disponían de 25 asesores laborales. Por su parte, los 600.000
españoles residentes en Francia eran atendidos por 15.85
Los medios de información en español fueron considerados por las
autoridades franquistas como pieza clave en la estrategia de combate contra la
politización de sus emigrantes en Europa. Una de las iniciativas más importante
del gobierno español en este campo fue la puesta en marcha en 1962 de una
edición europea de 7 Fechas, un popular tabloide de tirada semanal de la
Prensa del Movimiento. La redacción del periódico se instaló en un edificio
noble del centro de Colonia, y aunque dirigida a todos los emigrantes en
Europa su ámbito de referencia principal fue Alemania. Al igual que otras
publicaciones promocionadas por los países de origen de los emigrantes, 7
Fechas obtuvo una subvención del gobierno alemán. El periódico tuvo una gran
acogida entre los emigrantes, que apreciaban sobremanera las informaciones
85
Antonio Muñoz Sánchez, “El sindicato vertical al servicio del emigrante. La agregaduría laboral de la embajada española en Bonn durante el franquismo”, Historia, trabajo y sociedad, 3 (2012), en prensa.
49
sobre la vida social de la colonia y los reportajes y secciones que trataban
problemas específicos de los españoles en Alemania. Una sección fija y muy
seguida era “Consultorio Social”, en la que el asesor laboral daba respuesta a
las consultas de los lectores. El periódico organizaba anualmente un concurso
literario, al que se presentaban centenares de relatos cortos en que los autores
tomaban como principal fuente de inspiración sus experiencias como obreros
en Alemania.86 El nacionalismo primario, el patrioterismo, era la fuerza motriz
de 7 Fechas. Denunciaba por ejemplo de manera sistemática las situaciones
de discriminación o explotación sufridas por los emigrantes, pero no lo hacía en
un tono reivindicativo o constructivo. El objetivo era siempre dejar en evidencia
los aspectos negativos de la vida, la sociedad, la política o la cultura alemanas,
y de esta forma resaltar por contraste los rasgos positivos del orden social y
político de la España de Franco. Esta misión imposible obligaba al periódico a
retorcer los hechos y los argumentos, llegando a veces a lo grotesco. Su
enemigo declarado era el sindicalismo alemán, que pese a ser profundamente
anticomunista el tabloide se empeñaba en presentar como vendido a Moscú.
En 1965 los sindicatos consideraron que la cosa había llegado demasiado lejos
y forzaron al gobierno alemán a retirar la subvención al periódico.87 7 Fechas
publicaba gustoso las cartas de los lectores que adulaban su línea, pero nunca
la de quienes la criticaban. La siguiente cita procede de una de esas misivas
nunca publicadas:
Desgraciadamente para Vd el ochenta por ciento de los que estamos aquí, no pensamos como Vd. Amamos España, y no somos comunistas. Como tampoco lo eran hombres como Marañón, Unamuno, García Lorca, Antonio Machado, y otros muchos enemigos del régimen de Franco, y a la vez del comunismo (…). ¿Cree que no hubiéramos prosperado con una democracia? Hubiera sido mucho mayor, y los miles de españoles que estamos fuera de nuestra patria, puede que no estuviéramos. En cuanto a la paz, no me negará que el que está encerrado en la cárcel goza de paz, los que le vigilan se la imponen, ese es el ejemplo de España (…). La plantilla que tenemos de policía,
86 Algunos títulos de estos relatos: “Ilusión de un pequeño corazón”, “Milagro en el Krankenhaus” “Emigrantes y caciques”, “Juanito, el hijo del Gastarbeiter”, “No todo es malo”. Archivo de Alfredo Martín de Salamanca. 87 Senad Hadzic y Antonio Muñoz Sánchez, “Kalter Krieg und Migration”, en VV.AA., Projekt Migration, Köln, Dumont, 2005, p. 39.
50
soldados y curas, velan por nuestra paz, y al mismo tiempo por la de ellos.88
Toda la red asistencial aquí descrita fue con gran diferencia la más completa de
cuantas existieron en los países europeos a disposición de los emigrantes
españoles, y superaba a la de los demás grupos de extranjeros en Alemania,
destacando aquí la labor de defensa jurídica de los asesores laborales, que en
Alemania fue un absoluto specificum español. En conjunto, aquella red
respondía al deseo de Madrid de que su gente viviera al margen de los peligros
de la vida democrática en Alemania, y fue contemplada por las mismas
autoridades franquistas como ejemplar.89
Sin embargo, todo el esfuerzo desplegado por el régimen para mantener
a los emigrantes en una burbuja aséptica no iba a servir para frenar la
expansión del virus de la democracia en la colonia. A ello contribuyeron de
forma fundamental los sindicatos alemanes, y sobre todo el poderoso IG Metall.
Este sindicato concibió desde comienzos de los años sesenta una estrategia
dirigida a promover la socialización de los emigrantes españoles en los valores
de la democracia, con la idea de que regresar a España engrosaran la base
social crítica que ya se estaba formando en el país al calor de la
modernización. Consciente de que la inmensa mayoría de los jóvenes
españoles que llegaban a Alemania eran profundamente apolíticos, el IG Metall
evitó en sus publicaciones en español el ataque agresivo contra el franquismo y
se presentó como una organización exclusivamente preocupada por la defensa
de los derechos de los trabajadores. Además, creó oficinas para la asistencia y
defensa jurídica de los emigrantes. Con esta simple estrategia, el IG Metall y
los sindicatos alemanes por extensión fueron capaces de ganarse la confianza
de miles de españoles. En 1965, uno de cada tres metalúrgicos españoles
tenía carné del IG Metall, lo que significaba una cuota de afiliación más próxima
a la de sus compañeros alemanes que a la del resto de gastarbeiter. El IG
Metall logró de estar forma convertirse nada menos que en la organización 88 Carta de un español residente en Dusseldorf a la redacción de 7 Fechas, 9.7.1964, Archivo de Alfredo Martín de Salamanca. 89 Acta del Segundo cursillo para los Asistentes sociales encargados de la asistencia a los trabajadores españoles en la RFA, Friburgo, 25 al 30 de noviembre de 1963, intervención del subdirector del Instituto Español de emigración, Archivo de Cáritas Alemania.
51
democrática con mayor número de miembros españoles en cualquier lugar del
mundo. Tradicionalmente, se ha creído que los emigrantes en Europa vivieron
de espaldas a los sindicatos locales. Nuestra investigación desmiente de forma
rotunda esta interpretación en el caso de Alemania.90
Arropados por los poderosos y prestigiosos sindicatos alemanes, las
organizaciones democráticas españolas consiguieron también avanzar poco a
poco en aquella terra incognita que era para ellas Alemania en el momento de
iniciarse la emigración en 1960. Instrumento clave iban a ser las propias
publicaciones de los sindicatos alemanes. El Noticiero, Grito, Servicio de
Prensa (boletín semanal con traducciones al español de extractos de noticias
sobre España publicadas en la prensa internacional) o Exprés Español fueron
dirigidos por socialistas españoles, y con sus tiradas de decenas de miles de
ejemplares llegaban a la inmensa mayoría de los españoles en Alemania. Con
una información objetiva y un estilo alejado del antifranquismo visceral, estas
publicaciones contribuyeron a que los trabajadores españoles se familiarizaran
con los valores y los principios de la izquierda democrática y fuera en ellos
creciendo la receptividad a los discursos que reclamaban para España el
mismo orden político y social que el de los países de Europa occidental. A
partir de 1962, el éxito de la labor de los sindicatos alemanes y de las
organizaciones antifranquistas entre los emigrantes pudo mesurarse en las
calles, donde comenzaron a verse por vez primera manifestaciones de
españoles protestando por injusticias cometidas por el régimen de Franco. A
mediados de aquel año, unos 8.000 españoles, casi el 10 % de residentes en el
país, salieron a las calles de Fráncfort, Nüremberg o Bonn para expresar su
solidaridad con los mineros en huelga en Asturias. Un año más tarde otros
tantos repudiaron al régimen por la ejecución del comunista Julián Grimau. Con
estos actos, en que hacían una llamada de atención a la opinión pública y a los
políticos alemanes sobre las condiciones intolerables que se vivían en su país
de origen, los emigrantes españoles se convirtieron en pioneros de una nueva
clase de protesta transnacional que se generalizaría en Europa tras la
90 Antonio Muñoz Sánchez, “Entre dos sindicalismos. La emigración española en la RFA, los sindicatos alemanes y la Unión General de Trabajadores, 1960-1964”, Documentos de Trabajo de la Fundación 1º de Mayo, 1 (2008).
52
Revolución del 68, y que se expresaba en forma de manifestaciones, mítines,
sentadas, ocupaciones de iglesias e incluso, en ocasiones puntuales, ataques
a los consulados y a oficinas de empresas estatales, caso de Iberia.91 Griegos
y españoles estarían siempre a la cabeza de estas manifestaciones
antidictatoriales. Según datos de la policía alemana, de los 260 actos de
protesta política organizados entre 1969 y 1971 por gastarbeiter, 89 iban
dirigidos contra la Junta de los Coroneles, y 62 contra el régimen de Franco.92
Los regímenes dictatoriales del sur de Europa derrocharon recursos
humanos, financieros y diplomáticos para intentar frenar, contrarrestar y
reprimir las protestas políticas de los emigrantes que les ponían en evidencia
ante los ojos del mundo y dañaban gravemente sus pretensiones de
acercamiento a la Comunidad Económica Europea. En el caso de Alemania,
este esfuerzo resultó tan ingente como inútil, pues en última instancia eran las
leyes democráticas del país las que marcaban las reglas del juego, y estas no
permitían como Madrid hubiera deseado deportar a España a un emigrante por
ser miembro del Partido Comunista, juzgar a otro por publicar una viñeta contra
el Caudillo o prohibir una manifestación de protesta por los atropellos de la
dictadura. Para intentar aminorar el malestar de los franquistas, las autoridades
de Bonn se mostraban siempre dispuestas a contribuir al desarrollo de la red
de asistencia de Caritas, las Misiones y las publicaciones como 7 Fechas. Con
la llegada de Willy Brandt al poder en 1969 el ambiente político en Alemania se
hizo aún más propicio para los activistas demócratas del sur de Europa
residentes en el país. La respuesta de Atenas y Madrid fue incrementar la
presión sobre Bonn y amenazar con dañar sus intereses económicos.
Sorprenderá saber que una de las razones de la tardía introducción en España
de la televisión en color tiene que ver con este hecho. En 1969, Madrid se
decantó por el sistema PAL de Siemens. Pero no hizo pública la decisión y
durante años dio a entender que se inclinaría por el sistema francés SESCAM
91 Carlos Sanz Díaz, “La fuerza de la unión. Sociabilidad, culturas políticas y acción colectiva en la primera generación de emigrantes españoles en Alemania (1960-1973)”, Ana Fernández Asperilla (ed.), Gente que se mueve. Cultura política, acción colectiva y emigración española, Madrid, Fundación 1º de Mayo, 2010. 92 Informe del Ministerio del Interior de la RFA sobre las actividades políticas de los extranjeros, s.f. [enero 1972], Politisches Archiv – Auswärtiges Amt, Berlín, B 82/778.
53
si Bonn no actuaba para frenar las actividades contra los socialistas y los
comunistas españoles en Alemania.93
Aun sin alcanzar un carácter masivo, la movilización antifranquista en
Alemania fue el reflejo de un proceso de concienciación sobre las ventajas del
sistema democrático que sí afectó al conjunto de la colonia española y logró
alejarla de forma radical de los valores del régimen. Los escasos estudios que
existen al respecto, basados en encuestas y entrevistas, no dejan ninguna
duda de que la vida en Alemania fue para la inmensa mayoría de los
emigrantes españoles una escuela de democracia. Interiorizaron que sin
libertad personal no hay progreso social, y por ello entendieron antes incluso
que la mayoría de sus compatriotas que el franquismo era un lastre para
España y para sus aspiraciones de integración plena en Europa. Nada ilustra
mejor el abismo que se abrió entre los emigrantes en Alemania y el régimen
que la carta del desconsolado embajador español en Bonn a su ministro a raíz
de los Procesos de Burgos en 1970, que provocaron una ola de indignación
contra la dictadura de Franco en toda Europa. Decía el embajador:
frente a la masa de cartas telegramas y llamadas telefónicas amenazadoras no he tenido el consuelo de encontrarme una sola de apoyo de un centro español, de un lector de universidad, de un asistente social, de un capellán, de un maestro.... sólo una, repito, una me ha llegado de un sacerdote de Francfort.94
En ese proceso de aprendizaje democrático jugaron un papel esencial los
medios de comunicación independientes, y sobre todo el programa en español
de la radio pública alemana, un caso único en Europa de radio para los
emigrantes. Desde su nacimiento en 1964, el programa diario de 45 minutos en
español de Radio Baviera tuvo un seguimiento masivo. Radio Baviera
pretendía ser un instrumento útil para el emigrante, sirviéndole de puente tanto
con España, donde se suponía que iba a regresar, como con Alemania, porque
pese a residir allí desconocía muchas cosas de su cultura, estructura social,
93 Antonio Muñoz Sánchez, “Europeizar es democratizar. El SPD y la España del tardofranquismo”, Historia del presente, 17 (2011). 94 José de Erice a Gregorio López Bravo, 31.12.1970, Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, Madrid, “Política Exterior 1970”, caja 6.
54
funcionamiento de sus instituciones, etc. Para unos oyentes que no habían
conocido en su inmensa mayoría más que propaganda franquista, la
información objetiva, crítica y plural de Radio Baviera resultaba casi
revolucionaria. Al igual que los medios de información públicos en Alemania, el
programa de radio para los emigrantes daba con total normalidad noticia sobre
violaciones de derechos civiles en España o entrevistaba a activistas
antifranquistas. Todo ello para escándalo del régimen, que fue incapaz pese a
la insistente presión ejercida sobre el gobierno alemán de poner coto a aquella
diaria exhibición descarnada de sus vergüenzas ante sus emigrantes.95
Como hemos visto, en Alemania se dieron condiciones muy propicias
para la creación de una amplia red asistencial y de servicios a los emigrantes
españoles que se alimentaba de la tensión que existía en España entre
dictadura y democracia: una política oficial alemana que priorizaba el retorno
sobre la integración y que respondía en la medida de sus posibilidades a las
peticiones del gobierno español en materia de asistencia; un estado del
bienestar con numerosos servicios a los ciudadanos; unos medios de
comunicación públicos independientes y críticos; una sociedad civil con una
sensibilización creciente sobre la situación de falta de libertades en el sur de
Europa; unos sindicatos y unas organizaciones caritativas muy sólidas, activas
y con grandes recursos. Todos estos elementos contribuyeron para que tanto el
régimen como los antifranquistas pudiesen desplegar una intensa acción
dirigida a ganarse a los emigrantes. De tal forma que entre ambos se produjo
una especie de competición para intentar contrarrestar y superar la acción del
otro. Donde esa competencia tuvo un impacto más evidente y determinante
sobre la dinámica de la colonia fue sin duda en los centros españoles. Esto
queda perfectamente reflejado en un informe que el agregado laboral de la
embajada española remitió a su superior, el ministro José Solís, en 1962:
los esfuerzos de los sindicatos alemanes para atraerse a los obreros españoles son evidentes. La creación de Centros Españoles por nuestra parte (...) va dando buenos frutos. Estos centros (...) son la mejor
95 Roberto Sala, “Gastarbeitersendungen und Gastarbeiterzeitschriften in der Bundesrepublik (1960-1975) - ein Spiegel internationaler Spannungen”, Zeithistorische Forschungen, Online-Ausgabe, 2 (2005).
55
manera en que los trabajadores españoles permanecen en Alemania sin quedar intoxicados por ideas disolventes y ateas. Los Sindicatos alemanes no ven con ninguna simpatía estos Centros. 'El Noticiero' decía en su numero de julio de 1962 refiriéndose a los Centros Españoles: «creemos que por encima está la educación de los trabajadores para que ocupen su puesto de responsabilidad en la sociedad. Y esto hay que conseguirlo con algo mas que misa por la mañana, fútbol por la tarde y un pasodoble por la noche». Lo sentimos por los sindicatos alemanes, pues se seguirá llevando a cabo una acción más amplia por nuestra parte en materia de Centros españoles, en estrecha colaboración con las autoridades eclesiásticas españolas y alemanas.96
Resultado último de esta competencia con motivación y objetivos políticos fue
la proliferación extraordinaria de centros para los emigrantes. Hacia finales de
los años sesenta no era raro que en cualquier ciudad alemana con unos pocos
miles de españoles existieran al menos dos centros, uno ligado a los sindicatos
alemanes y otro a Caritas. Centros a los que acudían masivamente los
españoles, cuya natural tendencia al gregarismo se multiplicaba en aquel país
con comida, lengua, clima y costumbres tan hostiles. Este “alucinante mundo
de los centros españoles”97 que fue creciendo al claro de la competencia
política, y en los que la referencia principal era España y lo español, contribuyó
a que la gran masa de emigrantes viviera una intensa vida social propia, pero
sin apenas contacto con la sociedad de acogida. O dicho con otras palabras, a
que se creara un gueto español. Un fenómeno que ya entonces llamó la
atención de muchos observadores y sobre el que algunos advirtieron podía
estar condenando a la colonia española en Alemania a un futuro sin
perspectivas.98
7. El gueto como trampolín a la exitosa integración de la segunda
generación 96 Luis E. Sorribes Peris a José Solís, 17.9.1962. AGA, Fondo de la Administración Institucional de Servicios Socio-Profesionales Servicio de Relaciones Exteriores de la Delegación Nacional de Sindicatos, 5386. 97 El entrecomillado es de José Moll Marqués, “Medios de comunicación para emigrantes“, Cuadernos para el Diálogo, extra XL (mayo 1974), p. 39. 98 Javier Domínguez, Javier, El hombre como mercancía. Españoles en Alemania, Bilbao, Desclee de Brouwer, 1976, p. 192.
56
Sin embargo, la guetoización de los españoles en Alemania no iba a allanar su
camino a la marginalidad. Bien al contrario, sirvió para que nuestros emigrantes
desarrollasen una fuerte conciencia de pertenencia a una comunidad de
iguales que compartía un mismo destino y una serie de problemas que podían
ser abordados desde la fuerza que otorgaba el grupo. Una de las
preocupaciones más extendidas entre los emigrantes al iniciarse la década de
los setenta era la situación de los niños. Como el resto de los hijos de
gastarbeiter, los pequeños españoles en Alemania sufrían las consecuencias
de una política hacia los emigrantes basada en la premisa de que estos
acabarían regresando a su país. Así, la educación de los niños extranjeros se
movía entre la no escolarización, unas clases en lengua materna de baja
calidad organizadas por los consulados y algunos gobiernos regionales
alemanes, y un escaso aprovechamiento de la muy selectiva escuela alemana,
en la que solían terminar relegados en los niveles más bajos. Los padres veían
que sus hijos quedaban así condenados a desarrollar trabajos manuales,
cercenándose con ello el sueño de mejora para su familia que les habían
movido a emigrar. Ese parecía ser el destino que esperaba a los 20.000 niños
españoles en Alemania. De ellos sólo 16.000 estaban escolarizados, y se
calculaba que no más del dos por ciento accedería al bachillerato que permitía
el paso a la universidad.99
El salto de ese malestar generalizado a la acción sólo se puede entender
si tenemos en cuenta lo abigarrado de la colonia española y la existencia de
una elite compuesta por curas, asistentes sociales, sindicalistas, asesores
laborales, miembros de organizaciones católicas y activistas políticos con los
que los emigrantes estaban en permanente contacto. Una elite que a su vez
estaba impregnada del radical espíritu de reforma social tan extendido en la
Europa de aquellos años. Si el antifranquismo era una de las manifestaciones
de aquel ambiente propio de la colonia española, otro polo de movilización
surgió de la misma Iglesia, aquella que el régimen esperaba ejerciera una 99 Una perspectiva general de la situación de los niños españoles en Alemania por entonces, en Primeras jornadas de estudio para maestros españoles organizadas por el Institut für Lehrerfortbildung. Diocesis de Essen. Bottrop (Nordrhein-Westfalen) 27-31 mayo 1971, Departamento de Estudios Migratorios de la Comisión Episcopal Española de Migraciones, Madrid.
57
influencia adormilante sobre los emigrantes. La Iglesia española atravesó en
los años sesenta una profunda transformación que la apartó radicalmente de su
tradicional ultraconservadurismo y de su hasta entonces ciega lealtad a Franco.
Espoleados por el espíritu del Concilio Vaticano II, muchos jóvenes creyentes
se implicaron en España en el trabajo de base, sobre todo en los barrios
obreros, y utilizaron su prestigio y su posición privilegiada dentro del sistema
(las organizaciones católicas eran las únicas legales) para fomentar la
coagulación de movimientos reivindicativos como asociaciones de vecinos y
sindicatos. Esta conciencia de ser levadura en la masa era precisamente la que
animaba a muchos de los párrocos, asistentes sociales de Caritas y cristianos
de base que vivían en Alemania a finales de los años sesenta.100
Concientes de la situación calamitosa de los niños españoles en
Alemania, las Misiones Católicas pusieron en marcha un Departamento de
Asuntos Escolares del que se hizo cargo el padre Luis Zabalegui, él mismo
pedagogo. En parroquias y centros españoles, Zabalegui organizó reuniones
informativas a las que acudían centenares de padres a los que animaba a que
trabajaran por la plena integración de los niños en la escuela alemana. La
semilla era alimentada entonces por aquellos elementos más activos dentro de
la comunidad local, que eran los que acababan tirando del resto. A finales de
1972, Zabalegui lanzó la revista Carta a los Padres, portavoz y animador de
ese movimiento participativo en pro de la educación de los hijos. Poco a poco
fueron surgiendo asociaciones de padres por todo el país, bien directamente
impulsadas por Zabalegui bien por la iniciativa particular de alguna persona
especialmente activa dentro la colonia.
Miguel Romano fue uno de aquellos emigrantes que se decidieron poner
al frente del movimiento. Lo hizo por solidaridad con sus paisanos más que por
sus propias hijas, ya que estas tenían madre alemana y no tenían problema en
la escuela. Romano oyó un día en la radio al responsable de educación del
ayuntamiento de Münster decir que la integración de los niños extranjeros era
un problema felizmente superado. Indignado, Romano visitó a todas las
familias españolas de su barrio y fotocopió los libros de notas de sus hijos, casi 100 Misión Católica Española en Alemania. 1986. 25 años son mucho, Bonn, Misión Católica Española, 1986.
58
todos con suspensos en lengua alemana y matemáticas. Entregó estas
fotocopias personalmente al responsable de educación para hacerle ver lo
equivocado de sus afirmaciones en la radio. Ante la reacción del alemán, quien
afirmó que aquella preocupación no parecía ser compartida por los padres ya
que nunca un extranjero se le había quejado, Romano se presentó al día
siguiente en su oficina con decenas de españoles que reclamaron solución al
bajo rendimiento escolar de sus hijos. Resultado de aquella acción, la ciudad
de Münster aceptó la propuesta de Romano de suprimir las clases mixtas (6 a
12 años) en alemán y español, ya que no preparaba a los alumnos para un
pleno aprovechamiento posterior de la escuela alemana. El curso siguiente,
1972-73, todos los niños españoles de la ciudad tuvieron que integrarse en la
clase alemana que correspondía a su edad. Para que pudieran seguir el nivel,
se organizaron clases de refuerzo por las tardes que impartían estudiantes
alemanes de pedagogía.101
En noviembre de 1973 se reunieron en Wiesbaden las 24 asociaciones
de padres que ya existían en Alemania y fundaron la Confederación de
Asociaciones de Padres de Familia Españolas en la RFA. Esta fue la primera
gran organización de extranjeros en Alemania dedicada fundamentalmente a
los problemas de la integración. A partir de entonces, la expansión de las
asociaciones fue rapidísima. Toda aquella tupida red del gueto español que
había crecido con el trasfondo de la situación en España y de ninguna manera
pensando en buscar la integración de los emigrantes en la sociedad alemana,
fue utilizada para extender como reguero de pólvora el concepto de
participación asociativa de los padres en defensa de la educación de sus hijos.
Gracias a Radio Baviera, el mensaje llegó hasta las más reducidas
comunidades de españoles en Alemania. Hacia 1980 ya existían en Alemania
más de 120 asociaciones españolas de padres de familia con más de 10.000
familias como socios.102
101 Entrevista del autor con Manuel Romano, Münster, 25.7.2005. Ulrich Winninghoff, “Eigeninitiative spanischer Eltern zur schulischen Integration ihrer Kinder und Eigenintegration in die Gesellschaft der Bundesrepublik Deutschland. Ein Modellversuch in Hiltrup”, Jahrbuch für christliche Sozialwissenschaften, 18 (1977). 102 José Sánchez Otero, “Der Beitrag von sozialen Netzwerkbildung bei Migranteneltern zur Integration: das Beispiel der spanischen Elternvereine”, en Marianne Krüger-Potratz (Hg.), Familien in
59
Padres conscientes, participativos, arropados por la fuerza emanada de
la asociación lucharon para que las autoridades alemanas y españolas
apoyaran con recursos el sencillo concepto de integrar a los niños españoles
en el sistema educativo alemán ya desde el mismo Kindergarten y de apoyarles
para que llegaran lo más lejos posible, incluso a la universidad, combinándolo
con una activa transmisión de la cultura española por medio de las clases en
lengua materna. La motivación de los padres y la colonia en su conjunto para
que fuera un buen estudiante constituyó un elemento de presencia a veces
asfixiante en la socialización de la mayor parte de los niños españoles en
Alemania. Y los frutos no se hicieron esperar. Desde finales de los años
setenta los chicos españoles se fueron separando del bajo rendimiento entre
los alumnos extranjeros y acercándose cada vez más al nivel de los
compañeros alemanes, a los que incluso han llegado a superar en la última
década.103 Los españoles de segunda y tercera generación destacan pues por
su alto nivel educativo e integración en la sociedad alemana, que se percibe
por ejemplo en el muy elevado índice de matrimonios mixtos. Muchos
españoles con alta cualificación han sabido aprovecharse de las oportunidades
que ofrece la fuerte presencia de empresas alemanas y europeas en España
para labrarse un futuro laboral y vital a caballo entre los dos países.
En reconocimiento al papel de las asociaciones en la integración de los
niños españoles en Alemania, el primer presidente de la Confederación de
Asociaciones de Padres de Familia recibió en 1975 de manos del presidente
Walter Scheel la Cruz al Mérito Civil de la República Federal de Alemania. El
fenómeno de las asociaciones de padres de familia españolas es seguido con
interés desde entonces en la RFA, y en muchas ocasiones es esgrimido en el
debate público como ejemplo de lo que los emigrantes “deberían hacer” para
lograr la integración plena de sus hijos en esta sociedad. Pero lo cierto es que
hasta ahora los intentos de aplicar en otras comunidades de emigrantes en la
RFA el modelo de las Asociaciones de Padres de Familia, sólo ha dado
der Einwanderungsgesellschaft, Göttingen, Beiträge der Akademie für Migration und Integration, 8 (2004). 103 Berlin-Institut für Bevölkerung und Entwicklung, Ungenutze Potentiale. Zur Lage der Integration in Deutschland, Berlin, 2009.
60
resultados modestos. Quizás porque las circunstancias históricas en las que
surgieron y se desarrollaron estas asociaciones fueron únicas e irrepetibles.
TABLAS Movimientos de población españoles en la RFA entre 1960 y 1964104
1960 1961 1962 1963 1964 Población total* Trabajadores* 16.459 61.819 94.049 119.559 151.073 Contratados al año 26.745 51.183 54.958 51.715 65.872 De ellos asistidos 10.175 27.099 36.287 35.265 40.505 % de asistidos 40,6 52,9 66,0 68,2 68,1 1965 1966 1967 1968 1969 Población total* 177.000 206.895 Trabajadores* 182.754 178.154 118.201 115.864 143.058 Contratados al año 65.146 38.634 7.785 31.995 50.086 De ellos asistidos 40.505 26.449 3.257 23.220 41.932 % de asistidos 62,2 68,5 41,8 72,6 83,7 1970 1971 1972 1973 1974 Población total* 245.530 270.350 276.248 287.000 272.276 Trabajadores* 171.671 186.585 184.203 179.157 149.718 Contratados al año 48.836 De ellos asistidos 40.552 % de asistidos 83,0 1975 1976 1977 1978 1979 Población total* 247.447 219.427 201.429 188.937 182.155 Trabajadores* 124.533 107.518 97.226 90.875 88.898 Contratados al año
104 Bundesanstalt für Arbeitsvermittlung und Arbeitslosenversicherung (Hg.), Beschäftigung, Anwerbung, Vermittlung. Ausländischer Arbeitnehmer. Erfahrungsbericht 1965. Nürnberg, 1970. Bundes
61
De ellos asistidos % de asistidos
(*) datos del mes de septiembre.
62
- PIONERAS DE LA EMIGRACIÓN ESPAÑOLA A LA RFA. LAS 43 DE
BÉJAR.
Una de las empresas que respondió en 1959 a la oferta de la embajada de
España para contratar trabajadores españoles fue la Wülfing, fábrica textil de
Lennep, 30 Km. al este de Düsseldorf. Desde hacía meses funcionaba a medio
gas por falta de mujeres que quisieran emplearse. Por más que lo había
intentado, su jefe de personal Horst Kubiak no había logrado atraer
trabajadoras desde Italia. La presión de las familias sobre las jóvenes era allí
enorme, y muy pocas se aventuraban a la emigración. Kubiak vio el cielo
abierto con la posibilidad de reclutar en España. En febrero de 1960 viajó a
Madrid y se entrevistó con el director del Instituto Español de Emigración. Éste
le explicó la situación crítica de la industria textil en Béjar, y le remitió a su
subordinado en Salamanca. Al día siguiente, Kubiak estrechaba la mano de
Miguel de Lis, delegado del Instituto de Emigración en la capital del Tormes,
quien había trabajado con la Legión Cóndor durante la guerra civil y era un
apasionado de Alemania. Entre de Lis y el antiguo soldado en Rusia Kubiak
surgió una amistad inmediata, y todo fue desde entonces coser y cantar.
Mientras el español introducía al camarada alemán en la sociedad local y le
agasajaba con comidas y becerradas, la máquina administrativa se puso en
movimiento.
Durante la primera quincena de marzo de 1960, la radio local de Béjar informó
de la próxima visita de Hort Kubiak y animó a las familias a que permitieran a
sus hijas estampar la firma en el contrato que aquel les ofrecería. No había de
qué preocuparse, se les decía. Las chicas vivirían en una residencia; un
religioso español las acompañaría; tendrían un mes de vacaciones que
pasarían en Béjar con el viaje pagado por la empresa. En un año la aventura
alemana se acabaría: las chicas retomarían su vida normal, sólo que con unos
ahorros con los que podrían salir adelante y ayudar a los suyos. A mediados
de mes, Kubiak llegó a Béjar en su Mercedes-Benz y fue recibido como un
héroe por centenares de familias. Él mismo eligió a las 43 chicas que le
63
acompañarían en el primer transporte, que efectuó un autocar de una
compañía de Salamanca que aún hoy existe. Se despidieron de sus familias,
ironías del destino, el 19 de marzo, día del Padre. La primera etapa les llevó
hasta Burdeos. La segunda hasta el norte de Francia. Luego la entrada en
Bélgica y la parada en la frontera alemana de Aquisgrán en la tarde del 21 de
marzo, donde se inmortalizaron celebrando su llegada y la de la primavera. La
foto fue hecha por el propio Kubiak, que documentó este y muchos otros viajes
a España con los que realizó álbumes preciosos.
Apenas una semana después de que las 43 chicas de Béjar comenzasen a
cotizar a la Seguridad Social alemana, se cerró la negociación del Convenio de
Emigración. Con él se iniciaba el proceso de emigración asistida, que
controlaba el Instituto español de Emigración. Pero como si del poblado de
Astérix se tratara, Salamanca quedó al margen de aquella norma durante
algunos años, por decisión de Miguel de Lis. Así, en toda la provincia de
Salamanca, y ya no sólo en Béjar, la empresa Wülfing mantuvo una especie de
monopolio en la contratación, y el propio Horst Kubiak viajó en muchas
ocasiones para reclutar y acompañar el autocar hasta su destino.
- EL ALMA MATER DE LA COMISIÓN ALEMANA EN MADRID
Frau Wilhelmine Brück fue el único miembro de la Comisión Alemana en
Madrid que trabajó en ella desde 1960 hasta 1973, es decir, casi de principio a
fin. Formaba parte de los equipos volantes que viajaban por toda España
realizando la contratación de los emigrantes. Poseía contactos en las altas
esferas del régimen, como Pilar Primo de Rivera, que le ayudaría por ejemplo a
remover obstáculos a la emigración de mujeres. Su amistad era antigua. Se
habían conocido antes de la guerra, cuando Brück trabajó en Madrid como
institutriz de una familia acomodada. Vivió las primeras semanas de la guerra
civil en la capital de España y llegó a acompañar a su amiga Pilar a la cárcel
para visitar al hermano de esta, José Antonio Primo de Rivera. De vuelta en
Alemania, Brück se empleó como administrativa en la oficina del paro. Cuando
64
en 1960 se abrió la Comisión Alemana no se lo pensó dos veces y regresó a su
amada España. Disfrutó enormemente del trabajo y acumuló decenas de
anécdotas. Una de las situaciones que recordaba con humor fue la que vivió en
una capital andaluza. Ante varios centenares de candidatos ya seleccionados,
Brück leyó la lista de los trabajos ofertados. Rápidamente se iban cubriendo las
plazas. Hasta que llegó el turno de una fábrica que estaba, dijo Brück, en la
Selva Negra. Nadie levantó la mano interesándose por el trabajo. Siguió
adelante, hasta que todos los puestos quedaron cubiertos, excepto los de la
Selva Negra. Preguntó entonces por qué nadie quería ir allí. “Es que con un
nombre así, debe ser un sitio horrible”, le contestaron.
El autor entrevistó a Wilhelmine Brück en su casa natal de Goch en 2003.
Tenía 94 años y le atendía una emigrante orensana.
- ESPAÑOLES RECHAZADOS EN LA FRONTERA ALEMANA EN 1960
Bei der Passkontrollstelle Aachen Hbf. erscheinen seit 14 Tage täglich etwa 10-
12 spanische männliche Staatsangehörige mit umfangreichem Gepäck und
wenig Barmitteln zur Einreise. Eine Verständigung mit diesen Personen ist
schwierig, da sie nur Spanisch sprechen. Ein Teil dieser Reisenden gibt sofort
unbefangen zu, dass sie in der Bundesrepublik arbeiten wollen. Andere zeigen
Briefe ihrer spanischen Freunde vor, die bereits in Deutschland arbeiten. In
diesem Briefen wird geschildert, wie gut das Leben in der Bundesrepublik sei
und wieviel man hier verdienen kann. Die Spanier selbst erklären manchmal,
dass die ganze Verwandschaft bzw. das Dorf für Fahrkarten nach der
Bundesrepublik und für neue Wäsche und Kleidungsstuecke Geld gesammelt
haben. Eine Überprüfung des mitgebrachten Gepäck ergibt sehr oft, dass die
mitgeführte Wäsche und die Kleidungsstücke tatsächlich neu sind. Daneben
besitzen die meisten einreisende Spanier auch Wörterbücher sowie
Fachbücher ihres Berufs in spanisch-deutscher Übersetzung. Alle Spanier
machen einen sehr guten Eindruck. Die Zurückweisung dieser Spanier in
65
Aachen Hbf. ist für diese Personen niederschmetternde, alle Hoffnungen
zestörende, harte Entscheidung nach rd. 1300 km Bahnfahr, da für die
Rückreise nach Spanien alle restlichen Barmittel (ca. 100 DM) verbraucht
werden. Zum Teil reicht das Geld noch nicht einmal für die Rückkehr. Eine
Möglichkeit, diesen Leuten zu helfen, besteht hier nicht, da die Ausländerämter
auf telef. Anruf stets mitteilen, dass zwar Arbeitskräfte gesucht würden, aber
telefonisch keine Zusage wegen der Aufenthaltserlaubnis gemacht werden
kann, wenn der Reisende nicht im Besitz eines Arbeitsvertrages sei.
Extracto de un informe de la policía de fronteras de la estación de Aachen.
Primera quincena de abril de 1960. Bundesarchiv Koblenz, B 119/3068.
66
Capítulo 2 Marco teórico sobre la emigración en Alemania y los factores de influencia de este proceso. Identidad e Integración.
1. Alemania como país de emigración. Etapas de la política de Emigración den Alemania.
2. Identidad: Definiciones
3. Integración: Definiciones /Asimilación: .Integración: indicadores clásicos. La negación de Alemania a considerarse un país de migración, excluyendo así a los grupos de Emigrantes. Y la situación de partida en España: Morokvasic 1987 – (p. 89)
1. Deprivación versus Sumisión 2. Goffmann: Identidad 3. Boudieu: Habitus
La familia en la emigración – Generaciones – Trähnert - Breitenbach
4. Aspectos de la integración: 1. Contacto con la población autóctona 2. Matrimonios binacionales 3. Naturalizaciones 4. Idioma 5. Actores: Familia, movimiento asociativo e instituciones españolas 6. Aspectos subjetivos: sensación de discriminación
1. Valoración de la ciudadanía española sobre su decisión de emigrar
2. Estrategias desarrolladas en el país de acogida.
En este capitulo y ya que tratamos la emigración en Alemania, hemos decidido
sobre todo reflejar el discurso sobre la temática en este país refiriéndonos
principalmente a autores y estudios alemanes.
3.1. Alemania como país de emigración.
Según Münz1 se puede dividir la emigración en y hacia Europa después de la
segunda guerra mundial en las diferentes fases y tipos:
67
• expulsión y repatriación como consecuencia de la segunda guerra
mundial;
• Descolonización
• Emigración postcolonial;
• Emigración laboral;
• Emigración de elites y privilegiados
• Refugiados políticos y étnicos
Los motivos para la emigración aquí expuestos por Münz siguen siendo
actuales, si se añaden los motivos subjetivos para la emigración como por
ejemplo la reagrupación familiar o bien los motivos sentimentales.
A partir de los años 50 la emigración laboral en Europa fue la de más fuerza,
aunque se puedan identificar igualmente cruzamientos con la emigración
postcolonial. En comparación con los otros países, Alemania comenzó mucho
más tarde con el reclutamiento de Trabajadores extranjeros. Hasta mediados
de los años 50 la Republica federal alemana luchaba con sus propios
problemas de desempleo e inflación. Por otro lado había llegaban muchos
trabajadores de Europa del este, que cubrían las necesidades del mercado.
Fue a partir de 1958 cuando comenzaron a necesitarse trabajadores, esta falta
de mano de obra alcanzo su punto culminante en 1960. Esta falta de mano de
obra tenía sobre todo que ver con la disminución de natalidad en Alemania a
partir de 1939, así como con el fenómeno, que conllevo el “Wirtschaftsunder”
(Milagro económico), por el cual muchas mujeres volvieron a su papel de amas
de casa. Al igual que en otros países europeos fue en este momento, en el cual
Alemania comenzó a reclutar “Gastarbeiter” sobre todo de los países del
Mediterráneo.
La política de contratos laborales se basaba en el principio de rotación. Que
estas personas llegaran a quedarse permanentemente en Alemania no esta ni
pensado ni era querido. La intención era más bien, que jóvenes trabajadores y
trabajadoras viniesen a la Republica Federal entre uno y tres años, trabajasen
aquí, ganasen dinero y regresasen a sus países de origen. Pero esta idea llego
68
pronto a no ser aceptada y encontrar resistencia sobre todo por parte de los
empresarios, que no quería perder a los trabajadores que ya habían aprendido
su oficio y se había integrado en las empresas. Por lo cual se fueron alargando
los contratos con el complacimiento del gobierno, lo cual implico igualmente el
hecho de que las familias emigraran. Después de cumplir un plazo de cinco
años con permiso de residencia y trabajo, se permitía conceder a los
emigrantes un permiso de trabajo y residencia permanente2. En su mayoría
provenían los “Gastarbeiter” de zonas rurales con poco experiencia en la
industria. Entre otras por esta razón fueron vistos por la sociedad de acogida
como extraños de las clases sociales más bajas y como una solución
provisional (principio de rotación). Su papel era el de una “armada de reserva” y
su función la de servir de “compensación coyuntural” del mercado laboral.
Esta fase de la emigración laboral a Alemania termino, como ya hemos
documentado en otros capítulos de este trabajo, en 1973, con el fin de los
acuerdos laborales y del principio de rotación laboral. Con la prohibición de la
llegada de emigrantes, de países no pertenecientes a la EU, comenzó en
Alemania una nueva política de extranjerías. Ya que para los emigrantes, que
regresaban a sus países de origen, no existía la posibilidad de regresar
nuevamente con un contrato laboral a Alemania, no les quedaba a estos
trabajadores, a pesar de la mala situación económica en Alemania, que la de
quedarse en el país. De aquí resultaron graves consecuencias para los
emigrantes en Alemania:
El numero total de emigrantes aumento en los años siguientes, a pesar del final
de los acuerdos bilaterales y como consecuencia de la reagrupación familiar.
Por otra parte cambió en Alemania la política de ocupación laboral. Las cuotas
laborales de los emigrantes disminuyeron y se equipararon a las de los
alemanes. Todo ello no llevo a un descenso de la población “no-alemana”. Por
el contrario, muchos de estos trabajadores, que habían llegado al país como
trabajadores temporales y en condición de “huéspedes” (Gastarbeiter), se
convirtieron en emigrantes que se quedaron a vivir en el país con sus familias.
El fin e los acuerdos bilaterales disminuyo la movilidad de los emigrantes de los
69
países que no eran miembros de la EG, e influyo gravemente en su
planificación de vida. Varios autores estiman, que entre los años 70 y los 80
más de la mitad de la emigración se debía a la reagrupación familiar. En los
años 60 más del 80% de los emigrantes casados vivían en Alemania sin sus
cónyuges a partir de los años 80 el porcentaje descendió al 20%.
Como a pesar de la política restrictiva del país entre 1973 y 1977 el porcentaje
de la población no alemana creció, y las llamadas segunda y tercera
generación crecieron, hicieron que un paso en dirección a una política de
integración se hiciese inevitable, sobre todo por la presión ejercida por la
Iglesia, los sindicatos y las asociaciones de asistencia publica. El Gobierno
alemán redacto en 1977 como respuesta a esta situación, las siguientes
posiciones fundamentales:
- La Republica federal Alemana no es un país de emigración.
- Se seguirán necesitando trabajadores extranjeros en el país, pero el no se
cerraran nuevos acuerdos bilaterales.
- La disposición y las posibilidades para el retorno se fomentarán y favorecerán
- Los trabajadores extranjeros y sus familias tienen una seguridad en lo
referente a su estatus, y su integración en la sociedad debe fomentarse.
Como consecuencia de ello se creo en 1978 el departamento de “ Beauftragten
der Bundesregierung für die Integration der ausländischen Arbeitnhemer und
ihrer Familien” (Delegado del Gobierno para la integración de los trabajadores
extranjeros y sus familias) . Lo que se entendía por integración, dadas las
premisas redactadas queda claro.
Estás premisas fueron nuevamente fijadas a partir de 1983 por el Gobierno de
la CDU/FDP:
La republica federal Alemana no es una país de emigración ni debe convertirse
en uno.
70
La emigración debe de restringirse de una forma más efectiva que hasta el
momento.
La disposición y las posibilidades para el retorno deben de reforzarse
La meta de la integración es la nacionalización.
Las diferencias de estas posiciones se hicieron ver notablemente, sobre todo
en lo que se trata del regreso, la delimitación de la emigración y la
nacionalización. La nueva ley de extranjerías se decretó e 1.1.1991. Después
de largos debates políticos entre 1983 y 1990.
Hoy en día son de los ca. 7,3 millones de extranjeros en Alemania más de 1,4
millones nacidos en este país.
Muchos de estos emigrantes se han “integrado” a lo largo del tiempo en la
sociedad alemana. Sobre todo los que pertenecen a este grupo son los más
jóvenes, que tienen una calificación laboral buena y que hablan bien el idioma.
La mayoría de ellos pertenecen a las llamadas segunda y tercera generación.
Alemania se negó durante decenios a considerarse un país de inmigración, lo
cual ha tenido consecuencias para toda la población, pero sobre todo para los
emigrantes de las primeras generaciones y sus descendientes, ya que no se
realizaron ni políticas estatales para la integración, ni exisitia una regulación.
Entre 1955 y 1999 emigraron a Alemania más de 31 millones de personas de
diferentes nacionalidades, en el mismo periodo de tiempo abandonaron el país
unos 22 millones de personas, por lo cual quedaron unos 9 millones de
personas en Alemania.
A partir de los años 1990 se desarrollo en Alemania una cadena de actos
violentos con trasfondo racista y la xenofobia volvía a renacer en algunas
zonas del país. La xenofobia es un fenómeno social, que sobre todo se
desarrolla con más fuerza en momentos de crisis políticas, sociales y
económicas. Después de la reunificación de Alemania siguen existiendo
problemas de integración social de una gran parte de sus habitantes. Por ello
71
“los otros” ,los extranjeros, los refugiados, los emigrantes, siguen siendo
utilizados como chivo expiatorio. Este tipo de manifestaciones violentas
xenófobas que tuvieron sobre todo lugar a mediados de los años 90, han
influido enormemente la discusión política en el país y el desarrollo de
programas para la integración de los emigrantes.
En el 2000 se reformaron las leyes de ciudadanía y nacionalización. Esta
reforma constituyo un paso para la integración de derecho de muchos
extranjeros que residían en el país desde hace muchos años y de sus
descendientes. Los debates que se desarrollaron en torno a estos cambios
legales demostraron que la mayoría de la población Alemana tenía y tiene
todavía grandes problemas para verse como un país de emigración. Los
cambios de las leyes tenían como objetivo principal el favorecer la
nacionalización - e igual que en internacionalmente – permitir la doble
nacionalidad. Pero sin embargo al final de los debates, se llego a un
compromiso, que ofrecía a los extranjeros que residían desde hacía largo
tiempo en el país y a sus descendientes aquí nacidos , una oferta que les
permitía adoptar la nacionalidad alemana, pero poniendo como condición que
al contraer la nacionalidad alemana tenían que renunciar a su propia
nacionalidad. Una modificación del “jus sanguinis”, viene dada por el caso de
que los hijos de emigrantes de la segunda generación son por nacimiento
alemanes, sin embargo estos mismos jóvenes, que por ley de nacimiento
tienen la nacionalidad alemana, tienen que decidirse con la mayoría de edad,
por una de ambas nacionalidades, para evitar la doble nacionalidad.
En le transcurso del debate sobre las leyes de nacionalización se realizo una
desplazamiento semántico de la discusión: para allanar las carencias de la
complicadísima ley de extranjerías y para igualmente tener en cuenta , que
Alemania de facto desde 1960 un país de emigración es, con una fuerte
proporción de emigrantes, como parte de los habitantes del país, se creo por
parte del Gobierno Alemán en el año 2000 una “comisión independiente de la
emigración”, también llamada “Süssmuth- Comisión”. Después de una año de
discusiones, en 2011 se presentó un informe con extensas propuestas para la
72
nueva ley de la emigración. Este nueva legislación no tuvo los resultados
esperados para la regulación de una nueva emigración, sino todo lo contrario.
En cuestión de la integración fueron los resultados así mismo, desilusionantes,
ya que las ofertas se refieren únicamente la los nuevos emigrantes, como por
ejemplo cursos de alemán. Después de una periodo de más de tres años de
discusiones políticas, entro en vigor el 1 de enero del 2005 la nueva ley de
emigración. En los últimos seis años el tema de la integración, nacionalización
y emigración de extranjeros -sobre todo de países no pertenecientes a la EU-
se ha ido desarrollando poco a poco. Pero Alemania esta todavía lejos de
haber conseguido crear un concepto de integración, que se dirija a las cubrir
las necesidades de los emigrantes en el país.
Para comprender estas dificultades hay que entender, que el discurso alemán
esta sobre todo basado en la defensa del estado nacional, y la defensa de la
cultura alemana, que se basa sobre todo en un concepto de nacionalidad que
tiene como principio el “jus sanguinis” (ley de la sangre).
Los emigrantes Españoles, se encuentran hoy en día en una situación
privilegiada ya que disfrutan de unos privilegios legales, dados por la
pertenencia a la EU, muchas de las leyes no tienen relevancia para ellos. Esto
ha llevado en muchos casos a un cambio de perspectiva por parte de los
propios emigrantes, y en alguna medida también por parte de la población
Alemana, que ya no les ve como “Gastarbeiter”, sino como Europeos. Pero
esto no significa que los españoles en general no sigan siendo en muchos
casos confrontados con la percepción general que los alemanes tienen de los
emigrantes.
Los motivos para la emigración son, como ya hemos visto diversos. Las
corrientes migratorias están sobre todo influidas por disparidades político-
económicas, en general se produce la emigración de países y regiones menos
estables y económicamente más pobres a países políticamente más estables y
más ricos. No obstante los sistemas migratorios se van convirtiendo cada vez
73
en sistemas más complejos y se extiende cada vez más también
geográficamente.26
La aprobación de la Ley de emigración y la enmienda de la ley de extranjería
se decretaron nuevas normas, entre las cuales destacamos las siguientes: los
títulos de residencia se reducen a dos – la residencia limitada y la residencia
fija. El permiso de trabajo y de residencia se tratan paralelamente en un solo
acto, y no como hasta entonces en dos procesos independientes. A parte de un
sistema diferenciado de normas para los distintos grupos de emigrantes y su
estancia en el país, se introdujo un nuevo derecho por primera vez, el Fomento
a la Integración, en el que se decreta el derecho para todos los nuevos
emigrantes a recibir un “curso de idioma alemán e integración”. Este derecho
es valido para todos emigrantes trabajadores, autónomos, Familiares y algunos
grupos de exiliados. El curso comprende un curso de alemán, que debe ser
apropiado para poder aprender suficiente alemán (la duración depende de los
conocimientos y el nivel de educación de los beneficiarios). Los gastos corren a
cargo del Gobierno central y federal a medias. Pero también se puede solicitar
del extranjero que corra con una parte de los gastos, dependiendo de su
capacidad de rendimiento. En caso terminar el curso con éxito existe el
derecho de nacionalización después de 7 años en lugar de 8. Los cursos para
extranjeros con derecho a participar en los cursos existe igualmente el deber
de participar en ellos.
Estos cambios legales que pueden llevar en si una mejora para la integración ,
tienen sin embargo un aspecto muy restrictivo, ya que en caso de no asistir a
los cursos o no finalizarlos con existo, estos conllevan sanciones para los
beneficiarios.
Después de más de cincuenta años de emigración en Alemania, el país todavía
no ha sufrido un cambio social en cuanto a la aceptación social y la
diferenciación entre “nosotros – mayoritariamente alemanes - y los otros –
extranjeros, emigrantes, exiliados, alemanes o personas binacionales”.
3. 2. Identidad
74
Por lo hasta ahora expuesto creemos necesario hacer referencia a un marco
teórico, que trata el tema de la identidad. Los españoles en Alemania, sobre
todo los pertenecientes a la llamada segunda y tercera generación, se han visto
confrontados con muchos problemas e influencias que al igual que en otros
grupos de emigrantes y jóvenes han tenido que integrar a lo largo de los años
en su propia personalidad e identidad. Este discurso teórico se ve reflejado en
los grupos de discusión, lo mismo en lo referente al tema de la identidad que al
de la integración.
El termino integración, debe de relacionarse sobre todo en lo referente a la
emigración, pero igualmente en considerando los aspectos de genero y
generación. El termino se suele utilizar sobre todo con connotaciones
referentes a la identidad cultural o la identidad de genero (identidad masculina
o femenina). Los conceptos de identidad, de socialización y del sujeto se hallan
en general entrelazados, expongo a continuación diferentes conceptos de
Identidad para definir finalmente un concepto valido para nuestro trabajo.
Erikson es uno de los científicos que expone uno de lo conceptos más
controversamente discutidos sobre la identidad, y que no obstante es la base
para el desarrollo posterior del concepto sobre la identidad, sobre todo el la
sicología social. Erikson concibe la identidad como una construcción, bajo la
cual se describe la confianza subjetiva en las propias competencias para
conservar la continuidad y la coherencia personales. La identidad se define
como un proceso constante de “trabajo de identidad cotidiano”, se trata de un
trabajo permanente de adaptación entre el mundo interior y el mundo exterior y
se comprende a la vez como un “diseño de proyecto” de la propia vida o bien
como serie de proyectos. El problema del concepto de Erikson es que según el,
la identidad tiene que estar consolidada en la adolescencia.30
Por lo tanto esta recepción de identidad haría imposible, que hubiese una
evolución posterior a la adolescencia. Por ejemplo en nuestro caso, que
emigrantes, que emigraron en la adolescencia o juventud, en la sociedad
75
receptora puedan seguir desarrollando su identidad. Por lo cual a pesar del
aporte del concepto de la identidad de Erikson, no comparto esta opinión. Para
poder definir más claramente mi posición expongo como otro de las
aportaciones a el desarrollo del concepto de identidad los teorías de Goffman
31
Goffman trata la cuestión del desarrollo de la identidad a partir de las
desviaciones de las normas sociales. Diferencia entre “ identidad-social,
identidad-personal e yo-identidad”. Para el la identidad se desarrolla por medio
de una tipificación y una clasificación de un individuo por parte de otros, y
comprende a parte de los rasgos de naturaleza ... (igualmente) distintivos
estructurales como por ejemplo la profesión” 32 La identidad social de una
persona se constituye según Goffman por lo tanto a razón de las atribuciones
de sus interlocutores, es decir como una “perspectiva exterior”, que se forma
como una expectativa normativa y unas categorías y atributos adjudicados a la
persona en si. Goffman denomina las desviaciones negativas, bajo las cuales
se puede encontrar atributos físicos así como una “etiqueta primaria social” ,
como Estigma.
La identidad personal comprende, según Goffman, “indicadores de dispositivos
de identidad” y una combinación única de datos de la historia de vida, como
características de identificación de un individuo, que hacen posible diferenciar a
una persona de otra”.33
La identidad personal es igualmente atribuida por medio de sus interlocutores y
conlleva igualmente que la identidad social una “perspectiva exterior”. La Yo.
Identidad en cambio es una “cuestión subjetiva y reflexiva, que tiene que ser
sentida por el propio individuo, que se ocupa de su identidad34 . La “Yo –
identidad” tiene que desarrollarse para servir de compensación a las diferentes
e incluso contrarias expectativas puestas en un individuo. En el concepto de
Identidad de Goffman, el aspecto central se basa en la influencia de la
sociedad y los posibilidades y restricciones impuestas por ella.
76
El siguiente Autor, Krappmann, define la “identidad persona”l dentro de la
investigación sobre la socialización de los individuos. La identidad personal
conlleva “la individualidad que una persona desarrolla en la interacción con su
entorno, con otras personas y con las expectativas puestas en el”. Para
Krappmann se puede hablar de un desarrollo positivo de la identidad, “cuando
un individuo consigue considerar e incluir en sus actuaciones las diferentes
expectativas puestas en el y a pesar de ello conservar una consistencia y una
continuidad”.35
Bajo estas premisas coincidimos con la definición de Krappmann, en una
sentido de una dimensión sociológica y entendemos la individualidad, que una
persona desarrolla con su entorno, con otros interlocutores y con las
expectativas expuestas en ella”. 36
El problema que resulta, de los hasta ahora expuestos, modelos de
investigación social sobre la constitución de la identidad, se refriere a la
interacción entre el individuo y la sociedad que refleja una identificación con las
normas reglas y papeles sociales. A consecuencia de esto, la identidad es
concebida como la capacidad de los individuos para aportar a la sociedad.
Identidad se entiende como una propia temática del sujeto.
Keupp, uno de los representantes de los nuevos planteamientos teóricos,
indica que “ la convencional idea de un individuo, el cual consigue llevar a un
acuerdo interno su proyecto de vida y su praxis de vida, y el consiguiente ideal
de una personalidad, de una personalidad bien integrada, es cada vez menos
realizable. Las discontinuidades cotidianas requieren un sujeto, que sea capaz
de vivir los diferentes papeles y sus consiguientes identidades sin una
permanente confusión” 38
La vida en múltiples realidades exige un desarrollo adecuado de „múltiples
identidades“39
77
Las redes sociales tienen para Keupp una función central para poder mantener
una identidad social. El desarrolla el concepto de la “pachtworkidentidad”, sin
una identidad obligada, como proceso creativo de autoorganización.40
Aunque su concepto se diferencia de los expuestos anteriormente, Keupp no
tiene en consideración ni el concepto del poder ni las clases sociales, que
influyen y estructuran la actuación de los individuos como diferencia.
Otra autora que trata el tema de la integración, Bilden, comparte la opinión de
Keupp, pero añade, que las nuevas ideas sobre la subjetividad más allá de una
identidad obligada o de una búsqueda de identidad son necesarias, para
describir sujetos, que se puedan mover en las sociedades plurales (pluralistas),
sin estar descontento consigo mismo.41
Ella nombra diferentes “conceptos-propios” como respuesta de los sujetos a
una sociedad que cambia rápidamente, y en la cual una pluralidad de formas
de vida, valores, normas y culturas necesita una respuesta adecuada, para que
el sujeto mantenga su capacidad de actuación. Se trata de sujetos “ que
intentan en su praxis de vida activa y conscientemente en cuanto a sus propios
deseos y necesidades influir en la dinámica social. A pesar de ello las
imposiciones sociales, que niegan a las personas el reconocimiento como
miembro valioso y beneficioso para la sociedad – como estar continuamente en
el paro, la aislamiento social, experiencias de alineación, humillación,
impotencia (...) , pueden resultar devastadoras.“42
El concepto de identidad de Mecheril nos parece bastante acertado, sobre todo
relacionándolo con el proceso de la emigración, y en un país como Alemania.
Mecheril entiende bajo identidad “ que una persona se viva a si misma a través
del tiempo y en distintas situaciones como una unidad” .43
Las crisis de identidad son para el: crisis de contenido, que pueden influir el
propio concepto, la validez propia o a la capacidad de acción de un individuo.
Además Forman parte lo mismo las crisis de coherencia – con la
78
ambivalencias, contradicciones o tensiones – como las crisis de continuidad,
que conllevan igualmente la experiencia de desarrollo y ruptura.44
Mecheril expande el concepto de identidad a la identidad cultural, que para el
“resulta de la relación que el individuo desarrolla del conjunto de las
disposiciones y ventajas sociales, que surgen de la pertenencia a un
determinado grupo de personas”.45
Por lo tanto para Mecheril y Keupp es el concepto de identidad similar, con la
diferencia, que Mecheril toma en cuenta la relaciones de poder y las integra en
su concepto de identidad.46
Para Räthzel, que enfoca el tema bajo el punto de vista de la identidad y
pertenencia nacional y sobre todo trata la cuestión de la nación como forma de
socialización ideológica, el punto central del trabajo sobre la identidad se crea
por medio de la relación entre la homogeneidad y la diferencia siendo este el
punto central sobre la identidad en general y sobre la identidad étnica en
concreto. Ella toma como punto de referencia a Hall, el cual opina, que las
identidades culturales se deben de entender como identidades flexibles y
pluridimensionales.47 Los cambios en el ámbito de las identidades culturales
se pueden definir por un lado a lo largo del tiempo (por ejemplo dados por el
desarrollo histórico), por el otro como diferencia en el espacio.48 La flexibilidad,
la variabilidad y la heterogeneidad interior de las identidades – su “hibridismo” –
connotan una posición utópica dentro de la discusión sobre el futuro desarrollo
de las sociedades occidentales, y que paralelamente tienen un carácter
defensivo.49 Para Räthzel la identidad conlleva igualmente una identificación
con el estado.
Rommelspacher, autora que trata sobre todo la cuestión de poder y
discriminación en la sociedad alemana, por parte de la mayoría alemana,
establece: “ el dominio cultural de lo occidental-blanco, cristiano y masculino
crea una desigualdad real, que dada la equiparación legal se constata aun
más”.51 Para ella se manifiesta la represión también en simbolismos y
practicas sociales, como por ejemplo el reparto jerárquico por genero en el
79
mundo laboral, la explotación y la violencia sexual, la socialización dependiente
del genero, o el racismo. En cuanto a la construcción del sujeto ella habla de
discriminación y dominio: “cuando mas fuerte sea la conciencia de si mismo,
más clara se puede ver y realizar la discriminación y la “relativa
deprivación”.52.
Para ella la multidimensionalidad significa, dentro de un concepto propio, como
por ejemplo el expuesto de Keupp o Bilden, una múltiple percepción de los
diferentes “mundos de vida” y modelos a seguir, igualmente incluye una
participación contradictoria en relación al poder.53
Ya que el concepto propio esta también determinantemente marcado, por la
posición de cada uno toma dentro de las relaciones de poder. La falta de poder
o impotencia lleva consigo igualmente una perdida de uno propio, en la
negación de una identidad, que fuese capaz de reflejar adecuadamente las
propias experiencias y el contexto en el que se vive. En lugar de ello se intenta,
ofrecer a los pertenecientes a las minorías discriminadas una identificación
con clichés y modelos a seguir, que representen y defiendan los intereses de
los “dominantes” en la sociedad.54
Este espacio de discrepancia, en el cual los emigrantes tienen que crear su
propio yo o concepto propio, es para la comprensión de su identidad es decir
de su propia definición un importante aspecto a tener en cuenta, tal y como
podemos contrastar con las opiniones resultado de los análisis de los grupos
de discusión.
Nos hemos decidido por estos diferentes conceptos sobre la identidad, los
cuales crean una relación entre el sujeto y los fenómenos sociales, ya que en
ellos existe una aspecto común por el cual entre la identidad de un individuo, el
concepto propio esta siempre relacionado con influencias sociales. Todos ellos,
partiendo del concepto de identidad de Goffmann, tienen una comprensión de
identidad, en la cual identidad se define como un proceso no terminado ni que
finaliza, sino un proceso creativo y multidimensional, durante el cual no
obstante los sujetos se experimentan o viven como unidad. El hecho de que se
80
traten igualmente las relaciones de poder nos permite ampliar la mirada hacia
las estructuras y las influencias sociales que actúan o pueden producir un
efecto sobre la identidad. Todos estos aspectos nombrados pueden llevar a lo
largo del desarrollo de la propia personalidad y en distintas fases de la vida a
conflictos, bien sea personales, generacionales o sociales, como se refleja en
el análisis de los grupos de discusión realizados.
Por último un pequeño inciso a lo que se refiere a la identidad colectiva, ya que
en el grupo de los emigrantes, en este caso de los emigrantes españoles en
Alemania, la identidad colectiva también puede jugar un papel importante.
Goffmann relaciona como hemos visto no solo la identidad propia del individuo
con la sociedad, sino que también la pone en relación con el grupo. El define
los grupos como In-Group y Out-Group, es decir el grupo al que se sienten
pertenecientes algunos individuos y el o los grupos de los que se sienten o lo
están de hecho excluidos. No obstante los diferentes grupos se necesitan para
poder definirse a si mismos. Para pertenecer al un grupo el individuo debe de
ponerse en una relación con ese grupo y definir su posición en cuanto al
mismo. Una de las cualidades del individuo es la de ponerse en relación con
los diferentes grupos y con la sociedad en general. Por una lado proporciona el
grupo una referencia para los individuos en si, por otro lado puede llevar a
conflictos, en diferentes fases, y en el desarrollo de la identidad, ya que
conlleva una definición de estatus dentro de interacciones y convenciones
aceptadas por el grupo. El modelo que Goffmann define la identidad colectiva
como una organización de experiencias, las cuales implican una concordancia
de las interpretaciones y de patrones de percepción, que constituye un
determinado grupo social. Ponen a disposición del individuo las normas
culturales que facilitan e influyen la actuación del individuo.
En el caso de los emigrantes se deben de tener estos aspectos especialmente
en cuenta.105
105 Vgl. Petuya Ituarte, B. : Handlungsstrategien geschiedener Migrantinnen, 2007 Frankfurt M/London
81
Integración
Una vez descrito el concepto de identidad en el que nos basamos, pasamos en
este apartado a tratar el tema de la integración, los diferentes conceptos y
formas de entender este importante aspecto en las discusiones en torno a la
emigración y que varían notablemente según el enfoque que se les de o el
punto de vista desde el que se definan.
Si comenzamos este apartado desde una punto de vista sociológico, pero
tomando como punto de salida los discursos en la sociedad alemana desde los
acuerdos bilaterales, que fueron el comienzo de la emigración a Alemania y
que siguen siendo tema más de 50 años después podemos ver que la política
de integración alemana consistía en „integrar“ a los grupos de extranjeros que
no volvían a sus países de origen, de una forma tolerable para el resto de la
población como consecuencia de una política defensiva, que se formó bajo una
masiva oposición de la población Alemana contra los emigrantes cuando estos
comenzaron a establecerse en el país. Por esta razón se concedió a los
“Gastarbeiter” una entrada controlada por ejemplo en el campo laboral, sin
embargo en otros sectores se les excluyo completamente de una participación
en la sociedad.
Stephen Castles define este tipo de política como “Differential exclusion”
(exclusión diferencial) ya que por una lado permite de forma legal la exclusión
de los ciudadanos extranjeros, por ejemplo exclusión en los derechos de la
participación política, y por otro por un camino informal por medio del racismo y
la discriminación étnica. Castels 1995, P. 294)
Los países industrializados europeos intentaron por un lado controlar la
inmigración y si era posible impedirla, por otro lado intentaron integrar a los ya
emigrados en la sociedad de acogida. Al principio, la integración era entendida
como asimilación. En este contexto se desarrollaron diferentes teorías, aquí
exponemos algunas de ellas.
Shmuel N. Eisenstadt, 1954. Para Eisenstadt el proceso de integración de los
inmigrantes en la sociedad de acogida, es un aspecto temporal que termina
con la “completa absorción de los emigrantes”.(258). La medida de la
82
integración se define según el grado de participación de los inmigrantes en los
aspectos básicos de la sociedad de acogida así como con el grado de
identificación con esta (223-224). Para Eisenstadt el termino integración
supone la absorción completa.
Según Eisenstadt se pueden diferenciar cuatro tipos de procesos de
integración en cuatro campos estructurales de la sociedad de acogida (168):
Integración adaptiba Normas y reglas
Integración instrumental Mundo laboral
integración solidaria Contactos sociales
Integración cultural adaptación total
Milton Gordon expone la teoría de la asimilación y utiliza únicamente el termino
integración, para definir el proceso de incorporación de los inmigrantes en el
campo de sociedad civil ( integration in civic life), política y económica (political
and economical integration) (1964, 106 – 85). El utiliza el termino integración
con el sentido de la Asimilación estructural (110-114). Tomando como punto de
partida el hecho de que la asimilación de muchas de las minorías emigrantes
no puede llegar a producirse, ya que el proceso de adaptación queda reducido
la la aculturación ( es decir a los procesos de adaptación a nivel de
comportamiento en la sociedad y no se cumplen los siguientes pasos que
llevarían a la asimilación estructural, que sería la base para las siguientes fases
de la asimilación completa. La integración lleva consigo un cambio absoluto de
actitud de la interacción social que se extiende más allá del grupo primario.
Esto implicaría la disposición de la sociedad a permitir a otros grupos étnicos
tomar parte en la vida social.
Para Gordon integración es por lo tanto un proceso parcial dentro del gran
proceso de la asimilación. Para el era de gran importancia el hecho, de que la
integración de los individuos no depende únicamente de la voluntad de
integración de los inmigrantes, sino en gran parte de la política en la sociedad
de acogida, que garantiza la falta de discriminación étnica y garantiza los
mismos derechos para todos los ciudadanos ( 252, 265). Gordon intenta así
83
mismo integrar en su teoría de la asimilación las variables “poder” y “conflicto”
(1975 – 86-88):
„ las condiciones optímales las ve en una constelación social, en la cual el
poder competitivo (competitive power) de las minorías étnicas siendo por una
lado más débiles, que las de las la mayoría dominante, son sin embargo lo
suficientemente fuertes para ofrecerles derechos y protección (109).
Con este discurso teórico se acerca mucho a la posición radical de las minorías
de color en los EEUU.
Dentro de los sociólogos que tratan el tema de la inmigración en Alemania
citamos a Hartmut Esser. Esser intenta crear una teoría general de la
incorporación e integración de los inmigrantes. Para el es la integración un
“estado de equilibrio”, en el cual el emigrante alcanza por medio de un proceso
de aprendizaje de adaptación y llega a un estado de orientación en cuanto a los
diferentes puntos de referencia de la sociedad de acogida” (Esser 1980, 80;
1981, 77)
Este estado de equilibrio se desarrolla en tres dimensiones, por lo cual
diferencia tres tipos de integración:
integración personal
integración social
integración sistémica (1982, 282)
En la siguiente tabla sobre los comceptos de Esser se reflejan las diferentes
dimensiones de la incorporación de los emigrantes a la sociedad.
Concepto Dimensión Referencia
Individual total
Individual relacional
colectivo
aculturación Proceso Proceso de adquisición de los atributos usuales (cognitivos identificativos)
Proceso de incorporación de las relaciones interétnicas: adquisición de estatus
Proceso de una homogenización cultural colectiva
asimilación condición Analogía en las habilidades, orientaciones y
Ejercicio de papeles interétnicos,
Unidad cultural de un colectivo con el respeto
84
valoraciones; asimilación cognitiva e identificativa
adquisición de estatus asimilación social y estructural
de una diferencia institucionalizada
integración estado Equilibrio y falta de conflictos del sistema personal
Equilibrio y falta de conflictos en relaciones referenciales
Equilibrio latente de un macrosistema
• Harmut Esser, (1980, 25), según Han Petrus: Soziologie de Migration
2000, p. 311
Por lo expuesto en estos conceptos podemos resumir, que una política de
integración, significaría de hecho, que la pluralización de la sociedad es
políticamente deseada, para ello debe la política estar dispuesta a poner a
disposición de todos los ciudadanos (también los emigrantes forman parte de
ellos) todas las oportunidades necesarias en el terreno estructural y abrir estás
oportunidades para todos ellos.
Como hemos podido ver hasta ahora, este concepto no ha formado parte de la
política de integración en Alemania, y aun cuando en los últimos anisó cada
vez se tiende más a aceptar una sociedad pluralista, este concepto no ha sido
el que han vivido los emigrantes españoles en este país.
El hecho de que los términos integración y asimilación sean en muchos casos
comprendidos y utilizados como sinónimos, nos propone también una
explicación para la situación de los emigrantes españoles de la primera, pero
igualmente de la segunda y tercera generación.
Desde los años 70 se han ocupado científicos en toda Europa de encontrar una
definición acertada para el termino integración y que se diferencie claramente
del termino asimilación. Según Cashmore, el termino Integración describe
claramente un estado en el cual se posibilita a los miembros de diferentes
grupos raciales la participación en las instituciones relevantes sociales y el
acceso a posiciones sociales representativas.106
106 Cashmore, E: Integration. In. Ders Dictionary of Race ab Minority Ethnic Relations. London 1996, 172f
85
Dentro de las discusiones sobre la integración de los emigrantes juega un
papel importante el enfoque culturalista, que como se ha visto en los últimos
años lleva más a la exclusión de los grupos que a su integración en la
sociedad.
El problema del enfoque culturalista:
� atribuciones causales enfocadas únicamente al cambio de cultura
� El cambio de una cultura a otra se enfoca en un sentido reduccionista y se ve como una restricción al desarrollo � Enfoque únicamente dirigido al enriquecimiento de la sociedad de acogida y
perdida por parte de los emigrantes.
� Supuesta homogeneidad igualmente de la cultura mayoritaria y de la cultura
minoritaria (sociedad de acogida / emigrante)
Por eso aunque algunos aspectos culturales jueguen un papel en la integración
de los emigrantes no se puede tener como en algunos conceptos desarrollados
una fijación en ellos.
Queremos añadir un nuevo aspecto en la discusión, pero que puede tener
influencia en la llamada integración en el pías de acogida.
El proceso de la emigración se comprende como un punto de partida hacia una
nueva orientación y una ampliación de los conceptos de vida de los emigrantes.
La emigración puede significar para estas personas el abandono de una
seguridad colectiva, que va acompañada de miedos, tristeza y una inseguridad
general. Pero igualmente puede significar la emigración un nuevo punto de
partida para una autodeterminación. Aquí se puede encontrar un punto de
enlace entre los aspectos positivos y los negativos, que influyen en las
estrategias de acción de los emigrantes a su llegada a un nuevo país. En este
caso se ve al emigrante como un individuo activo que continua un proceso que
comenzó en su país de origen, y que no solo está influenciado por la nueva
situación. Según Morokvasic, dependiendo de la situación en la que se
abandonado el país de origen y de las condiciones que llevaron a ello, el punto
de vista sobre la sociedad de acogida y las experiencias en que se realizan en
ella pueden ser interpretadas y valoradas de diferentes maneras.
86
1 Vgl. Valentina Veneto Scheib: Migrantinnen zwischen Integration und Heimkehr, in: Konstantin Lajios (Hg.): Die ausländische Familie, Opladen 1998
2 Vgl. Morokvasic 1987, S. 226, nach Herzberg in Migrationsgeschichten von Frauen, Dausien u.a. 2000. S.117 ff)
Para poder comprender mejor los resultados de la parte empírica de este
estudio, trataremos brevemente el concepto de Bourdieu sobre el sujeto y sus
recursos sociales ( habito, medio y las tres columnas del capital).
Bourdieu pretende salvar las contradicciones de los conceptos objetivistas y
subjetivistas en las ciencias sociales tomando como referencia un orientación
micro y macro sociológica. El dice: “ de todas las contradicciones, que separan
los discursos en las ciencias sociales, es la más básica y nociva la disputa
entre el subjetivismo y el objetivismo.“1
Para zanjar esta separación introduce el termino del “mundo social”. Bajo las
estructuras objetivas entiende Bourdieu los factores empíricos como por
ejemplo las cuotas de estudiantes. Para el es el tema central en este contexto
sobre todo las diferentes estructuras sociales.2 Una sociología objetiva
supondría una „socialidad inerte“3 frente a ella, representa la subjetividad, la
conciencia, el sentido. En relación a la etnología describe Bourdieu la
“objetivación de la subjetividad” y la “subjetivización de la objetividad” a lo largo
de atributos discriminatorios, como por ejemplo los que acompañan la
separación de los trabajos de genero.4
Para poder levantar el dualismo del objeto- sujeto, y también para demostrar
sus limites, introduce Bourdieu el termino del „habito“. Para Bourdieu se trata
sobre todo de analizar los mecanismos, que se reproducen en la ideología de
la vida cotidiana. Para poder tratar el problema desarrolla un “diseño de una
teoría de la practica”, con este termino define las compleja disposición por la
cual los individuos son educados y que determinan sus acciones. Con un
sistema así internalizado – que Bourdieu denomina el “inconsciente cultural” –
las actuaciones de las personas en la sociedad coinciden sin que tengan que
ser reguladas. Por medio de esta disposición tienen las actuaciones de las
personas, sin tener que obrar conscientemente una unidad y lógica .5
87
Para Bourdieu el habito es algo, que presenta una continuidad, que está
grabada por medio de una interiorización – que sobre todo tiene lugar durante
la socialización familiar. Bourdieu describe el concepto del habito de la
siguiente forma: entre la posición de cada uno en la sociedad y su estilo de vida
existe una relación. Pero esa relación no es mecánica, lo que yo denomino
habito, es una actitud, una disposición cara al mundo, que conduce a una
posición, que ya que es una reproducción de la biografía, es relativamente
independiente de la posición tomada en ese momento”.6
El habito es lo mismo que el idioma un sistema no cerrado, que permite a cada
uno, reaccionar en situaciones inesperadas. Habito es una especie de
“principio creador de estrategias”, pero que permite cambios.7
Para Bourdieu, a parte de por la pertenencia a una clase social, el habito se
determina por el genero, la procedencia familiar y el origen étnico.8 Bourdieu
describe en este contexto la sociedad como espacio multidimensional, en el
cual están repartidos los individuos. Por medio de la relación entre ellos se
construye la realidad social, del espacio social. Para el, el termino clase no se
define en un sentido tradicional marxista, sino que el extiende este termino y lo
llama Medio (Milieu). Con medio quiere expresar Bourdieu la posición del
individuo en el espacio social, que esta en relación con el habito especifico
correspondiente. El termino Medio conlleva un conflicto entre las relaciones de
cada individuo y las formas de pertenencia colectiva en cuanto a las
actuaciones cotidianas. Con la terminología del medio introducida por Bourdieu
se pueden analizar sistemas diferenciales e igualmente se pueden considerar
las interpretaciones culturales.
Otro de los conceptos introducidos por Bourdieu es su forma de entender el
capital, que no solo se reduce al cambio de mercancía que decreta la
economía – el cual el denomina el ”capital económico”, sino que también
incluye otro tipo de relaciones de intercambio.
Para el es importante poder captar todo tipo de “capital en todas sus formas, y
las leyes, por las cuales los diferentes tipos de capital (o lo que vendría a ser lo
mismo, las diferentes formas de poder), se transforman recíprocamente entre
ellas”. El capital aparece según el en tres formas fundamentales: el “capital
88
económico” – que es el que esta relacionado directamente con el dinero y se
puede convertir directamente y sirve para una forma institucionalizada del
derecho de propiedad; el “capital cultural”, que se puede convertir bajo
condiciones determinadas en capital económico y que se encuentra sobre todo
en forma institucionalizada de títulos universitarios; y el “capital social”, que es
el capital que surge de las relaciones o compromisos sociales y que igualmente
se puede convertir bajo determinadas condiciones en capital económico y esta
sirve sobre todo para crear instituciones.14
Dentro del capital cultural diferencia Bourdieu entre el capital incorporado, el
capital objetivo y el capital institucionalizado. Con el termino incorporado
describe cualquier forma individual de posesión del capital cultural, y que
supone un proceso de internalización. Es individual, esta unido al cuerpo y
puede interpretarse como parte del habito individual. La transmisión del capital
cultural es según Bourdieu, la forma más velada de traspaso como herencia de
capital.15 Para Bourdieu son edificios, maquinas, obras de arte, instrumentos
etc.. un capital de objetos que supone la forma material del capital cultural. Bajo
el capital cultural institucionalizado se encuentran los títulos, certificados, que
son testimonio de la competencia cultural que se posee.17 Un sistema
educativo reproduce el orden social imperante, y no solo mediante los puntos
de vista que fija y representa, sino también por medio de una distribución
controlada del capital cultural. En su obra “las sutiles diferencias” (1982), el
expone la tesis de que formas parecidas de Poder en todo el campo de la
cultura funcionan. En este contexto habla Bourdieu de “poder simbólico”.
Como otra de las formas de capital expone el autor el capital social, bajo esta
terminología subsume el los recursos que surgen de la pertenencia a un grupo,
la unidad, y la pertenencia a una red social con más o menos relaciones
institucionalizadas.18
La institucionalización social del capital se da por ejemplo por medio de la
fundación de organizaciones o nombres comunes, que señalan la pertenencia
a una misma familia, clase, escuela, partido político etc... Esta trabajo de
institucionalización esta acompañado de inversiones, que pueden ser
relaciones, tiempo, dinero y conllevan directa o indirectamente, un capital
89
económico. 19 En este terreno suelen coincidir el capital social y el económico.
El reconocimiento reciproco y el conocerse mutuamente es a la vez condición
previa y resultado del capital social. La competencia social, que para el autor
determina el criterio para el reparto de puestos, tiene una función relevante.
Sobre todo el capital cultural es el que apoya y crea redes entre los emigrantes,
para establecer una posición de poder en la sociedad de acogida. Estos
conceptos aquí expuestos han sido desarrollados por otros autores, como
Ludger Pries o Verwiebe, sobre todo en la creación de redes para facilitar la
llegada de los nuevos emigrantes, familiares etc... Dentro del desarrollo del
capital social de los emigrantes españoles se pueden destacar las asociaciones
creadas como apoyo por ejemplo a los padres de familia, para conseguir un
aumento del capital cultural de los propios hijos.
Una de las claves para que los miembros de diferentes grupos, como pueden
serlo los emigrantes españoles en Alemania, es la educación.
1 Bourdieu 1993, p. 49.
2 Treibel 1993, p. 205-219.
3 Bourdieu 1993a, p. 82. El autor utiliza en este contexto el termino de „ socialidad inerte“ - tal como Satre- en el sentido de una sociología sin sentido, sin vida.
4. Bourdieu 1993b, p. 262f.
5 Bourdieu 1979, p. 187 f.
6 Bourdieu 1989, p. 25.
7 Eagleton 1993, p. 182-184.
8 Bourdieu 1993a, p. 81.
9 Koppetsch/Burkart 1999, p. 285-292.
10 Representante de esta variante es entre otros Bourdieu 1983
11 Koppetsch/Burkart 1999, p. 286f.
90
12 Koppetsch/Burkart, p. 16 s.
13 Bourdieu 1983, p. 183.
14 Borudieu 1983, p. 185.
15 Bourdieu, p. 186-188.
16 Gutiérrez Rodríguez 2003a, p. 86.
17 Bourdieu 1983, p. 188-190.
18 Bourdieu 1983, p. 190 s.
19 v.a., p. 193.
20 Bublitz 1997, p. 672.
21 Bublitz 2003, p. 151.
22 v.a., p. 152.
1 Münz 1997, p. 34-47.
2 Bischoff/Teubner 1990, p. 46f
3 Dominik u.a. (Hg.) 1999, aqui „Geschichtswerkstatt Göttingen e.V“., p.47 und
Oswald, p. 83f.
4 Münz/Seifert/Ulrich 1999, p. 60-64.
5 España, Grecia y Portugal no pertenecian en este momente a la EU
6 Münz/Seifert/Ulrich 1999, p. 124-126.
7 Treichler 2002, p. 13.
8 Rudolph 1996, p. 179f.
9 Barth 2005, p.107-115.
10 v.a..
91
11 Ial contrario que los EEUU, que como país tradicional de emigración,
permite el principio territorial.
12 Bischoff/Teubner, Zwischen Einbürgerung und Rückkehr, Berlin 1990, vgl. p.
46 -47
13 Dominik, Jünemann u.a. (Hg.) Angeworben-eingewandert-abgeschoben,
Münster 1999, p.47 y83-84
14 comp. Münz R., Seifert W., Ulrich R.: Zuwanderung nach Deutschland,
Frankfurt M./N.Y.1999, p.60-64
15 en ese tiempo no pertenician a la EG ni Grecia, ni España, ni Portugal.
16 comp. Münz, Seifert, Ulrich, 1999 S.76-77
17 1979 presentó el pirmer Delgado del País, Heinz Kühn, um memorandum
del mismo nombre, que se comviertió en la base para muchas discusiones y
conceptos sobre la integración, los derechos de los extranjeros y la
emigración de hecho. Sobre todo trató el tema de la integración de los
jovenes en el sistema educativo y en el campo laboral, así como las
posibilidades de nacionalizarse. (comp. Bischoff/Teubner 1990, p 50-52)
18 esto solo corresponde a la Republica Federal Alemana
19. Münz, Seifert, Ulrich 1999 p. 21
20 Migrationsbericht 99, p.8
21 Migrationsbericht, p.9
22 Fassmann, Münz, Migration in Europa 1996 p.13-27
23 Ial contrario que los EEUU, que como país de clasico de Emigración,
permite la ley territorial.
24 Rudolph, H. in Fassmann, Münz 1996 p. 179 -80
92
25 Treibel Annette, Migration in Modernen Gesellschaften, Karlsruhe 1998,
p.122
26 Gutierrez Rodriguéz E., Intellektuell Migrantinnen - Subjektivitäten im
Zeitalter von Globalisierung, 1999, p. 24
27 Klippstein, Eva: Migrantinnen auf dem Arbeitsmarkt, en: Varela, Clayton,
Otyakmaz: Dis-Qualifiziert: Migrantinnen auf dem Arbeitsmarkt, Köln 1998
28 Erikson ies uno de los más relevantes representates de la tradicion
psicoanalista de los EEUU, para el cual la identidad es un „principio de
organización psiquico“.
29 Erikson 1973.
30 Erikson, 1973, p. 74.
31 El interakcionismo simbolico parte de la idea, por la cual la identidad
necesita aprender un simbolismo, que es necesario para la interación con
otros individuos, que se hace posible solamente dentro de las expeiencias y
los procesos de acción sociales.
32 Goffman 1996, p. 10.
33 Goffman, p. 74.
34 Goffman, p. 132.
3511 Krappmann 1969, p. 79.
36 Krappmann.
37 Keupp/Bilden (Hg.) 1989, p. 53.
38 Keupp/Bilden, p. 54.
93
39 El hombre es un ser capaz de simbolizar e indemdiente, y como tal no es un
sujeto monologico, sino un sujeto interaktivo y constructor de si mismo y de
su mundo, pero igualmente un producto de su entorno. El ser humano como
sujeto es un „sometido“, y como „sometido“ es igualmente el creador de si
mismo. Keupp 2001, p. 35-53.
40 Keupp/Bilden (Hg.) 1989, p. 64.
41 Bilden 1997, p. 227-249.
42 Bilden,p. 246 f.
43 Mecheril/Teo (Hg.) 1994, p. 20.
44 Mecheril/Teo, p. 21.
45 Mecheril/Teo 1994
46. comp. Mecheril/Teo (Hg.) 1997.
47 comp. Hall 1994, p. 11.
48 comp. Räthzel 1997, p. 40.
49 comp. Räthzel, p. 44.
50 com. Räthzel 1989, p. 90.
51 comp. Rommelspacher 1998, p. 252.
52 La relativa deprivación se refiere a la discrepancia vivida entre lo que, se
tiene y lo que uno cree merecer; comp. Brown 1990.
53 Rommelspacher 1998, p. 260.
54 comp. Romelspacher, p. 266f.
94
Capítulo 3
La emigración española a Alemania
No coincidimos con la afirmación de Sanz (SANZ, 2008) que diagnóstica un
olvido de la emigración española en Alemania. Si bien es cierto que se sabe
menos sobre esta emigración que sobre la turca o la italiana en la RFA, llama
la atención que esta falta de conocimiento no puede deberse a que no existan
estudios sobre la ciudadanía española que se trasladó a Alemania a partir de
los sesenta y sobre sus descendientes de la segunda y tercera generación.
Hemos rescatado diversos trabajos que estudian la realidad sociolaboral de
este colectivo. Sobre todo durante los primeros 30 años de la emigración se
han realizado trabajos por diversos investigadores que ofrecen datos de interés
sobre el estado de la cuestión en las diversas fases. En 1962, Delgado realizó
350 entrevistas a emigrantes españoles en la zona de Colonia. Una fuente de
información privilegiada son las tres encuestas que realizó el servicio de
atención a los emigrantes españoles en Alemania de Cáritas, digirido por Juan
Manuel Aguirre. En 1969 realizó 500 entrevistas a españoles residentes en
Alemania, en 1979 el número de encuestados aumentó hasta los 1.412 y,
finalmente, en 1989 fueron entrevistadas 800 personas. (AGUIRRE, 1969,
1979 y 1989). Hemos tenido acceso a otras encuestas como la realizada por de
Miguel en la primera mitad de los ochenta (ARAGÓN, 1986).
Para retratar el cambio sociodemográfico de la emigración española hemos
recurrido a diversos informes y publicaciones de la Oficina Federal de
Estadística y de la Consejería de Trabajo e Inmigración en Berlín.
Algunos trabajos tratan la emigración española a Alemania de forma
monográfica y desde una perspectiva sociológica (GARMENDIA, 1981),
95
periodística (SOREL, 1974), del trabajo social (GUALDA, 2001a, 2001b),
historiográfica (HARMS, 1986, SANZ, 2008, 2006) o de las ciencias políticas
(Serrano, 2009)
Igualmente hemos tratado y estudiado trabajos sobre la emigración española a
Europa, todos ellos ofrecen una visión amplia de este fenómeno y nos permiten
contextualizar las experiencias vividas en Alemania (CAZORLA, 1976;
FERNÁNDEZ, 2000, 1998; KREIENBRINK, 2008; NUÑEZ, 2000; PINO, 2010;
VILAR, 2000, 1999)
Contamos además con un número considerable de estudios alemanes sobre la
integración de los jóvenes españoles de la segunda generación en la sociedad
alemana y, en concreto, en el sistema escolar (HEITKÄMPFER, 1971;
HOHMANN, 1971, BAYER, 1975, IZQUIERDO, 1975, NIEHUSEN, 1976;
SCHMIDTKE, 1978; SCHWARZER, 1981; ULRICH, 1974). En los años
ochenta, la segunda generación empieza a centrar la atención de las
investigaciones. Así por ejemplo, Ramirez (RAMIREZ, 1972) realizó 400
entrevistas (200 España y 200 Alemania) para analizar la situación de jóvenes
emigrantes españoles en este país. López-Blasco analiza la situación de los
jóvenes de la segunda generación a través de encuestas y entrevistas (LÓPEZ-
BLASCO, 1983).
Diversos trabajos analizan el papel del movimiento asociativo, sin duda, el
estudio pionero en este campo es la investigación de Breitenbach
(BREITENBACH, 1982). Hunger (HUNGER, 2004) ofrece un estudio
comparativo de la realidad asociativa de los diferentes colectivos de emigrantes
en Alemania. Otros estudios analizan las actividades para los padres
desarrolladas por el movimiento asociativo (FISCHER, 2007; FRIEDRICH,
2009) y ofrecen estudios locales sobre las asociaciones española (SEITTER,
1999).
Para contrastar los resultados obtenidos en Alemania en cuanto a la situación
96
de los españoles en otros contextos hemos incluido diversos trabajos sobre la
emigración española en otros países europeos. Sobre todo nos hemos
centrado en los trabajos sobre la ciudadanía española en Francia (BABIANO,
2001, 2002; BABIANO Y FERNÁNDEZ, 1998; DELGADO, 2002; DUROUX,
2002; FERNÁNDEZ, 2008; OSOS, 2008) pero nos ha parecido interesante
tener en cuenta también investigaciones sobre la emigración a otros países
(Reino Unido: Pozo-Gutierrez, 2005
Existen además diversos estudios sobre la situación de colectivos y aspectos
muy concretos: los mayores (BERMEJO, 1998; ZEMAN, 2005), las mujeres
(BABIANO, FERNÁNDEZ, 2009; DURÁN, 2009, SANZ LAFUENTE, 2006;
MATTES, 2005; RODRÍGUEZ, 2009; SEMPERE, 1998), el proceso de
aprendizaje político de los emigrantes (LATORRE, 2007) y suproducción
literaria (RUÍZ, 2007)
Diversos trabajos e informes realizados y publicados en Alemania nos han
permitido comparar la situación de la ciudadanía española en Alemania con la
de otros colectivos de extranjeros en este país. El Gobierno federal publica
regularmente diversos informes sobre la situación de los extranjeros en
Alemania (BEAUFTRAGTE DER BUNDESREGIERUNG, 2010, 2007, 2005;
BUNDESREGIERUNG, 2002, 2000) Además hemos tenido acceso a otros
trabajos que permiten estudiar detalladamente las diferencias entre los
principales colectivos de emigrantes (BERLIN-INSTITUT, 2009;
PREISENDÖRFER, 2003), algunos de ellos se limitan a el grado de integración
de los españoles en comparación con otro colectivo, p.ej. los italianos (VON
BREITENBACH, 1982; BIERBACH, 2003). Otros, que datan de la primera fase
de la emigración, analizan con todo detalle las situaciones de exclusión que los
emigrantes de diferentes nacionalidades vivían en Alemania (KLEE, 1972).
En este orden de cosas nos han parecido muy útiles algunos informes
puntuales la el trabajo por cuenta de los emigrantes en Alemania (LEICHT,
2007), la formación de la emigración (SIEGER, 2009). Además, contamos con
algunos estudios que analizan la discriminación que ha sufrido la emigración
97
española (ALBADALEJO, 1987; SAYLER, 1987)
Hemos decidido incluir algunos trabajos sobre la novísima emigración que se
produce a partir de año 2000. Son estas investigaciones que no tratan
directamente la nueva emigración española a Alemania (ALARCÓN, 2007;
VERWIEBE, 2006), pero que ofrecen algunas claves sobre las identidades y
las estrategias de estos nuevos emigrantes. Nos han parecido sumamente
interesantes los datos recogidos por el proyecto Pioneur que detallan las
importantes diferencias entre la actual y la primera generación de emigrantes
españoles a Alemania.
En este primer informe también han tenido entrada algunos trabajos elaborados
por los propios protagonistas del movimiento asociativo (FERNÁNDEZ, 2008;
RIESGO, S.F., 1999; SÁNCHEZ, 1983)
La situación de entrada
Durante los dos primeros decenios la mayoría de los trabajos coinciden en
dibujar un panorama sombrío para la emigración española en Alemania.
Veremos más abajo que la primera emigración española a Alemania en general
era percibida como una generación abocada a la discriminación, imersos en un
entorno hostil.
Es a partir de comienzos de los ochenta, cuando aparecen los primeros
estudios que detectan un mayor grado de integración de la población española
residente en este país en comparación a otros colectivos de inmigrantes. Estos
estudios difieren, sin embargo, en las causas que nombran para una evolución
que parecía poco probable al comienzo del movimiento migratorio español
hacía Alemania. Así por ejemplo, Garmendia afirma que el nivel de integración
se debe al mayor conformismo de la emigración española. "El español, de
estructura más rural que las otras nacionalidades de emigrantes, exhibe
actitudes y comportamientos de mayor aislamiento e inhibición sociales. Por lo
mismo, ahorra más, se comunica menos con la mayoría y busca con menor
98
celo la integración, que, en su caso, aparece institucionalmente incierta. En
consecuencia, persigue con especial ahínco la garantía de un retorno digno
arropado por sus ahorros" (GARMENDIA: 1981: 147). Este conformismo ligado
a cierta tendencia al aislamiento, conformarían una "mejor imagen social" de la
ciudadanía española y, en consecuencia, un mayor grado de integración, si
bien esta tiene un carácter sui generis.
Esta percepción de que la invisibilidad de la emigración jugó un papel
importante para lograr mayores cuotas de integración es compartida por
autores y autoras que analizan la situación de la emigración española en otros
países europeos. Así por ejemplo Oso en un reciente estudio sobre la mujer
emigrante española en París, señala que la peculiar inserción en el mercado de
trabajo parisino propició el que la sociedad de acogida tuviera de este colectivo
una imagen positiva.(OSO, 2008: 224)
Siguiendo el análisis expuesto por primera vez por Breitenbach (BREITENBACH,
1982) a comienzos de los ochenta, la mayoría de los trabajos señalan como
principal motivo para este sorprendente cambio la existencia de un estrecha red
asociativa de la colonia española en Alemania. (GUALDA, 2001: 100 Y S.). A
finales de los años 90 ya forma parte del consenso generalizado la percepción
que la ciudadanía española ha logrado importantes cuotas de integración a
diferencia del resto de los emigrantes procedentes de países de la franja
mediterránea. (TRÄNHARDT, 1999)
Además se da la circunstancia que el propio movimiento asociativo español en
Alemania reivindica su papel en este proceso de integración. (RIESGO, 2006: 1 )
En un reciente trabajo, uno de los dirigentes históricos de las asociaciones de
padres, Vicente Riesgo, se pregunta por las razones del éxito escolar de los
jóvenes españoles. Descarta el origen sociocultural de la emigración española
así como el que hubiera un elevado grado de fuerzas antifranquistas en la
emigración. Afirma que la clave para entender este proceso reside en el elevado
grado de autoorganización de la colectividad y el intenso trabajo desarrollado por
99
los padres desde los años sesenta hasta los ochenta así como el apoyo que
este movimiento obtuvo por las Misiones Católicas y, en especial, por su
departamento de Asuntos Escolares y de Formación de Adultos. (RIESGO,
2011)
Es esta la visión que ha asumido buena parte de los estudios sobre el
fenómeno de la emigración española a Alemania. Sirva a modo de ejemplo el
trabajo de Serrano de 2009. „Apoyados por las instituciones y los centros
culturales, la mayoría de los españoles residentes en Alemania ha logrado
integrarse con éxito. (...)El éxito que los Gastarbeiter españoles y que sus
familias han tenido en Alemania se debe a la capacidad de autoayuda y al
propio compromiso “ (SERRANO, 2009: 62)
Uno de los ejemplos más recientes de esta corriente de opinión es un informe
titulado “Potenciales desaprovechados: la integración en Alemania” publicado
por el Instituto berlinés de población y desarrollo (bibe) publicó en 2009
(BERLIN-INSTITUT FÜR BEVÖLKERUNG UND ENTWICKLUNG, 2009). Este
trabajo ofrece un análisis pormenorizado del grado de integración del colectivo
de los ciudadanos del sur de Europa que engloba, además de los españoles, a
los inmigrantes procedentes de Portugal, Italia y Grecia.
Los autores subrayan que este colectivo presenta un grado de integración
medio, destacando el acceso al mercado laboral, en el que los valores superan
la media, mientras que en lo relativo a la formación se sitúan claramente por
debajo de los ciudadanos alemanes. En líneas generales, los autores destacan
que el ejemplo de la población española residente en Alemania prueba que es
posible lograr sensibles mejoras. De hecho, los autores subrayan que los
españoles son el colectivo de inmigrantes del grupo del sur de Europa que más
se ha beneficiado de la emigración, obteniendo valores similares, y en parte
incluso mejores, que los alcanzados por el resto de ciudadanos de los países
de la UE-25.
100
Pero esta integración ha tenido un coste considerable que p. ej. se ha traducido
en importantes tensiones entre la primera y la segunda generación. Bierbach
(Bierbach, 2003) señala que el precio a pagar ha sido el declive idiomático, la
pérdida del conocimiento del español.“ (BIERBACH, 2003: 7) Ruiz (RUIZ)
afirma que el precio pagado por la integración de la segunda generación es su
desarraigo, aún más dramático que el desconocimiento de idioma de los
padres. „(...) es necesario tener en cuenta que la mejor situación en materia de
integración de la 2ª generación se consigue, en muchos casos, a base de un
costo enorme: La pérdida de toda raíz cultural como consecuencia de no haber
vivenciado, interiorizado y haberse vinculado de forma suficiente a la cultura de
su país de origen ni haber asimilado la cultura de la sociedad de aquel en el
que viven. (….)” (RUIZ: 78)
Datos sociológicos de la ciudadanía española en Alemania
En este apartado presentaremos algunos datos básicos que permitan identificar
algunos aspectos que nos parecen de interés para este trabajo.
Desde que se inició la emigración a Alemania en 1960 podemos observar un
incremento continuo del número de españoles y españolas residentes en este
país hasta 1973. Es en ese año cuando el número de residentes alcanza la
cifra máxima (287.000) y a la vez el Gobierno alemán pone fin al proceso de
reclutamiento masivo de trabajadores extranjeros. A partir de ese momento la
cifra de españoles cae paulatinamente alcanzando los 105.526 en 2008. (ver
gráfico 1)
Otro aspecto de interés es la progresiva feminización de la población española
en Alemania, que en sus comienzos tenía un claro perfil masculino. A partir del
2004 apenas se constatan diferencias por género y en 2007 las cifras son
prácticamente idénticas. (ver gráfico 2) Como señala Preisendörfer este
101
equilibrio del número de hombres y mujeres no se da en todos los colectivos de
extranjeros que residen en Alemania. “ (PREISENDÖRFER, 2003: 10)
Un elemento que merece especial atención es el envejecimiento de la
población española que reside en Alemania. A modo de ejemplo detallamos la
relación numérica entre el grupo de edad más joven (menores de 6 años) y el
de mayor edad (mayores de 65 años). En 1972 la relación era inversa a la
actual. Así pues, no es de extrañar que la media de edad de los españoles y
las españolas residentes en Alemania haya aumentado considerablemente,
pasando de 29,6 años en 1972 a 43,4 años en 2007. (ver gráficos 3 y 4)
Debido al descenso general del número de españolas y españoles residentes
en Alemania, en cifras reales el colectivo de personas de edades comprendidas
entre los 15 y los 65 años, ha caído significantemente, pasando de 226.794 en
1972 a 86.696 en 2007, si bien este grupo se ha estabilizado desde 2004. (ver
gráfico 5)
La ciudadanía española en Alemania es la que presenta la mayor tasa de
personas con 60 y más años de todos los extranjeros que residen en Alemania.
En 2003 el 19,8% de los españoles había superado los 60 años, seguidos del
16% de los croatas, el 1,5% de los griegos, el 12,1% de los italianos, el 10,8%
de Serbia y Montenegro y el 9,1% de Turquía y Portugal.
(BUNDESREGIERUNG, 2005: 151) (ver tabla 1)
En lo referente a la duración de la estancia en Alemania, los últimos datos
publicados por el Gobierno Federal indican que la ciudadanía española la
presenta una residencia media en el país de 27,4 años, más elevada que la del
resto de las nacionalidades que llegaron a este país en los años sesenta y
mucho mayor que la de la totalidad de los extranjeros (18,8 años). (ver tabla 2)
Pero a la vez, el porcentaje de ciudadanos españoles y españolas nacidos en
el país no es superior al del resto de nacionalidades. (ver tabla 3)
102
La primera emigración: características básicas
Dedicamos este cuarto apartado a analizar con algo más de detalle la situación
de partida de la emigración a Alemania. Parece importar profundizar algo más
en algunos de los aspectos relacionados con la primera generación ya que ello
nos permitirá valorar mejor el contexto en el que se produce la posterior
evolución de este colectivo.
Para ello comenzaremos comparando las diversas etapas en las que se puede
dividir esta primera fase. A continuación detallaremos los principales problemas
con los que se encontró esta primera generación en el momento de llegar a
Alemania. Prestaremos especial atención a los problemas derivados de las
normas legales que regulaban su reclutamiento y su estancia en el país, así
como la situación creada por el cierre de la fase de reclutamiento de mano de
obra extranjera, el llamado Anwerbestopp en 1973.
Para finalizar queremos mencionar algunos aspectos concretos e
imprescindibles para entender la emigración española a Alemania: la
emigración en solitario y la reagrupación familiar, los motivos para emigrar, el
perfil de la primera emigración, la emigración „irregular“ y las estrategias
migratorias de esta primera generación.
Etapas de la primera emigración
Nos ha parecido interesante el análisis que diversos autores ofrecen de la
primera emigración española a Alemania, identificando varias fases que sirven,
no solo para crear una cronología de la emigración, sino también poder
sintetizar motivos comunes y estrategias compartidas.
Si adoptamos las perspectivas de los propios emigrantes españoles a
Alemania, podemos detectar diversas fases.
103
A la primera, marcada por el deseo de acumular en el menor plazo de tiempo
posible el máximo volumen de ahorro. La llamaremos fase de temporalidad ya
que la intención de la mayoría de los emigrantes españoles era permanecer en
el extranjero el tiempo justo para reunir el capital deseado.
Le sigue una segunda fase que denominamos fase de transición. Los
emigrantes deciden prolongar su estancia en el país por los motivos más
diversos y posiblemente ya se produzca la reagrupación familiar.
Le sigue la fase del asentamiento definitivo, que irá acompañada de una
redefinición de los objetivos de la estancia.
Para visualizar las principales características de cada fase, comparamos tres
obras que nos parecen de interés (RUIZ, Asistentes sociales de la zona de
Hessen y v. BREITENBACH) (ver anejo 1)
Los principales problemas sociales de la primera generación
En este apartado trataremos de identificar los problemas de tipo social a los
que se tuvo que enfrentar la primera generación, en el siguiente nos
centraremos de los derivados de las normas legales.
En primero lugar destaca el idioma como ámbito en el que encuentran las
mayores dificultades, seguido del alojamiento, que era percibido como más
problemático por las mujeres que por los hombres. El desconocimiento del
idioma es nombrado como principal problema por un porcentaje elevado de los
encuestados, que oscila entre el 41,0% (solo mujeres DELGADO, 1966: 65) y
el 94,76% (solo hombres, AGUIRRE, 1969: 105). De hecho, en la interpretación
de estos resultados Aguirre adelanta ya una conclusión que mencionaremos
más adelante: los emigrantes de la primera generación parecen haber
considerado más dificultosa la relación con los ciudadanos del país de acogida
104
y menos complicadas y perjudiciales en lo relacionado con el mundo laboral y
las instituciones alemanas. (AGUIRRE, 1969: 104 y s.)
La primera emigración tuvo que enfrentarse a un entorno desconocido y en
gran medida completamente distinto al del país de procedencia. Como ya
señaló Delgado en su trabajo de 1966, este cambio supuso una ruptura a todos
los niveles. (DELGADO, 19666: 5 y s.)
Si tomamos como referencia las tres fases mencionadas (temporalidad,
transición y permanencia), podemos constatar que cada una de estas fases
conlleva problemáticas de índole muy diversa, aunque algunas se mantendrán
en el tiempo. BREITENBACH afirma que los siguientes son comunes a todas
las fases los problemas relacionados con el permiso de residencia y trabajo, la
estabilidad laboral, el idioma, la discriminación, la vivienda y la integración en el
colectivo español. A medida que estos problemas pierden intensidad surgen
otros como la educación de los hijos, el gradual cambio de valores, el
desarraigo de España, los problemas intergeneracionales así como la inserción
de los hijos en el sistema educativo y sus perspectivas laborales. (von
BREITENBACH,s .d.: 88-89)
Uno de los principales problemas de los españoles durante los primeros años
de su estancia en Alemania fue la decepción de constatar el contraste entre las
expectativas y la realidad de las condiciones laborales ya que p.ej. muchos de
los trabajadores esperaban recibir el salario bruto. En su encuesta de 1979
Aguirre describe la evidente discrepancia entre el deseo inicial de permanecer
por un período corto en Alemania y la realidad de que muchos de los
emigrantes residían en Alemania desde al menos 10 años (AGUIRRE, 1979:
149)A ello hay que añadir la carestía de la vida, los conflictos culturales y, por
último, los problemas para adaptarse a la dieta alemana, clima, horarios y
costumbres. (SANZ, 2008: 286).
En 1974, es decir, una vez cerradas las fronteras alemanas a la entrada de
105
más emigrantes laborales, Sorel enumeró una serie de características
generales que dan una visión realista de los primeros años de los emigrantes
en el exterior: aislamiento, idioma, sociedades cerradas, discriminatorias y la
ruptura cultural entre padres e hijos, diálogo imposible entre dos culturas, dos
mundos diferentes.
Algunos autores afirman que además las “enclaves étnicas” fueron uno de los
principales escollos para integrarse. “Los emigrantes de la primera generación
están marginados de la convivencia social a causa de la lengua y el desnivel
cultural del país. Esto se debe a la poca instrucción recibida. El aprendizaje del
idioma y de la cultura en general es muy limitado. (….) Durante los primeros
años de emigración, la familia constituye uno de los pilares más fundamentales
del orden social establecido. Apegados a sus familias los emigrantes tendrán
dificultades para integrarse en la comunidad que le recibe. La familia no actúa
de lazo para que el individuo rompa ni aquí ni allá. Otro factor que ayuda a los
emigrantes a cerrarse socialmente al país extranjero durante los primeros años
de estancia, son el vivir en los llamados enclaves étnicos (…)” (RUIZ: 47 y s.)
Si nos atenemos a los resultados de las encuestas realizadas en los años
sesenta aproximadamente la mitad de los primeros emigrantes se trasladaban
a Alemania sin tener información sobre el país o sus habitantes, si bien el
porcentaje de aquellos que tenían una imagen negativa del país era mínimo.
(AGUIRRE, 1969: 104) Una vez aquí muchos de los encuestados afirman que
sus esperanzas y objetivos no se cumplieron. Los datos no dejan lugar a duda:
solamente el 45,2% de los que decían haberse trasladado a Alemania para
ahorrar, dice que se han cumplido sus expectativas. Peor incluso es el balance
de los que se fueron a Alemania para mejorar su nivel de vida (33,3%) o
encontrar un puesto de trabajo seguro (32,2%). (DELGADO, 1966: 44)
No extraña pues que para muchos emigrantes el proyecto del retorno se
convierte en una seña de identidad: “Lo importante del mantenimiento de la
idea del retorno es que es uno de los factores que aglutina y une con más
106
fuerza al grupo de españoles. La idea del retorno ha sembrado una huella,
marca una identidad que se comparte y unifica al grupo en torno a un deseo y
una expectativa compartida. Se nutre tanto en incontables conversaciones y
discusiones sobre planes de futuro, etc. Como en los continuos contactos con
España y los españoles, entre los cuales, son especialmente importantes los
que se producen en las estancias vacacionales que “no perdonan” muchos
emigrantes, porque sin ellas “no podría respirar aquí durante el resto del año.”
(Gualda, 2001: 80)
Los problemas legales
Un aspecto importante a tener en cuenta es el marco jurídico que regulaba la
entrada y la residencia en Alemania. Se trataba de una emigración altamente
regulada, siendo Alemania uno de los países que más acuerdos bilaterales
había firmado (con Italia en 1955, con España y Grecia en 1960, con Turquía
en 1961, con Marruecos en 1963, con Portugal, con Túnez en 1965 y con
Yugoslavia en 1968) (SEIFERT, 1996)
BABIANO y Fernández destacan los siguientes elementos comunes en los
sistemas de reclutamiento de los países europeos: la discrecionalidad de las
administraciones especializadas del país de acogida y la restricción de los
derechos de ciudadanía a los trabajadores extranjeros. (BABIANO, 2010: 21)
Pero no todos los países aplicaban los mismos criterios, siendo Alemania y
Suiza los que impusieron criterios más restrictivos para los emigrantes y menos
propicios para impulsar su integración en las sociedades de destino.
(BABIANO, 2010: 14) Llama la atención de las importantes diferencias entre los
convenios bilaterales. Fernández cita el convenio bilateral entre Francia y
España que, de forma explícita, se compromete a fomentar la reagrupación
familiar así como a facilitar el acceso a la formación profesional tanto de los
inmigrantes españoles como de sus familiares. El convenio firmado entre
Alemania y España contenía cláusulas claramente restrictivas, que pretendía
poner impedimentos a la reagrupación familiar y no preveía ninguna ayuda
107
económica para la misma. Fernández señala que la política franquista en
realidad no hacía más que adaptarse a las políticas de inmigración de los
diferentes países europeos con los que firmaba estos convenios. El Gobierno
alemán (también Suiza) no estaba interesado en favorecer el asentamiento
definitivo de los trabajadores españoles y por ello tampoco destinó fondos a la
enseñanza del idioma o a la provisión de alojamientos adecuados. La
educación infantil claramente estaba destinada a preparar a los menores para
el retorno a España. (FERNÁNDEZ, 1988, 75-77) De hecho, la Agregaduría
laboral señalaba los problemas relacionados con una disposición interna de los
Ministerios de Interior regionales de 1965 que supeditaba la reagrupación
familiar a una serie de requisitos como una duración mínima de estancia del
reagrupante y la existencia de una vivienda adecuada. (AGREGADURÍA, 1970)
Desde un principio el Gobierno alemán no entendía que la asistencia de la
ciudadanía española fuera responsabilidad suya. Al contrario, como señalan
BABIANO y Fernández, el Acuerdo delegaba en organizaciones sociales o
religiosas esta tarea. (BABIANO y FERNÁNDEZ, 2010: 31)
Vilar (VILAR, 1999) señala que el marco legislativo alemán tuvo una incidencia
directa y negativa en la disposición de los emigrantes españoles a adaptarse al
país de destino. Unido a la priorización absoluta de ahorrar, suponía un
impedimento importante para la disposición a integrarse (VILAR, 1999, 27)
Este mismo autor afirma en otro trabajo que esta normativa restrictiva
respondía al objetivo de sacar el máximo provecho de los inmigrantes,
reduciendo al mínimo los derechos que podía acumular durante su estancia en
Alemania y dificultando al máximo todo aquello que pudiera promover su
establecimiento definitivo en el país. (VILAR, 2000: 134 y s.)
Las trabas legislativas que los emigrantes españoles se encontraban en
Alemania tocaban aspectos tan diversos como el cambio de lugar de
residencia, es decir, la libre movilidad en el país, las reagrupaciones familiares,
108
etc. Si bien el objetivo de las restricciones legales no era otro que evitar el
arraigo de los emigrantes en el país, el efecto que se logró fue el contrario.
Algunos autores señalan que esta política hostil hacía los inmigrantes llevó a
muchos emigrantes españoles a plantearse el establecimiento sine die en
Alemania. Así por ejemplo, Fernández (FERNÁNDEZ, 2000) menciona la
combinación entre una política de extranjería restrictiva y la pocas perspectivas
laborales que España ofrecía a mediados de los años setenta. (FERNÁNDEZ,
2000, 84)
A pesar de que la emigración era un hecho innegable desde los años sesenta,
los diversos Gobiernos alemanes tardaron más de 20 años en desarrollar
políticas de integración, eso si, combinándolas con programas para incentivar
el retorno. (ALBADALEJO, 1987: 83) Sin embargo no se debe olvidar, que este
enfoque se corresponde al modelo, denominado conservador por los estudios
comparativos de los Estado de bienestar. Esping-Andersen (ESPING-
ANDERSEN, G., 1990) identificó tres tipos de Estados de Bienestar: el liberal,
el socialdemócrata y el conservador o corporativista. El sistema liberal (Estados
Unidos y Canadá) se caracteriza por prestaciones con una comprobación de la
necesidad real y de una cuantía reducida. El modelo (países escandinavos),
denominado socialdemócrata, tiene como objetivo lograr cuotas elevadas de
igualdad y, a diferencia del corporativista, asume y traslada al conjunto de la
sociedad los costes sociales que ocasionan los cuidados y atenciones por parte
de la familia. El modelo conservador (Alemania y Austria) tiene unas
características netamente corporativistas. El estado provee y garantiza las
prestaciones, el sector privado juega un papel marginal. El principio de la
subsidiariedad es un elemento central en este sistema y, en el contexto de la
inmigración, en un inicio el Estado es reacio a liderar las políticas de
integración ya que entiende que en primer lugar corresponde a las familias
impulsarlas. (BÜCHEL, 2005).
La política estatal alemana apostó por un sistema de rotación, que queda
reflejado en la palabra “Gastarbeiter” (trabajador invitado), nombre que en
109
aquellos años se le daba a los todos trabajadores extranjeros. (BABIANO,
2010: 21y s.) La normativa alemana además emitió el mensaje claro a los
emigrantes españoles de que no era bien vistos en Alemania. (GUALDA, 2001:
69 y s.)
Alemania se caracterizó por políticas inmigratorias ad hoc, diseñadas para no
tener que emitir pronunciamientos vinculantes de cara al futuro y marcadas por
ello, por un considerable ambivalencia. (RIST, 1979)
A finales de los años sesenta muchos emigrantes comenzaron a plantearse
ampliar su permanencia en el país lo que entraba en clara contradicción con la
política oficial. Como ya se ha señalado en el apartado dedicado a la historia
de la emigración española el planteamiento del Gobierno español fue
completamente distinto al del alemán. A diferencia de movimientos migratorios
anteriores como p.ej. el de los años cincuenta, éste estaba firmemente
encuadrado en una política emigratoria estatal. La dictadura franquista además
procuró extender la política estatal española a los países de acogida.
(CAZORLA, 1976, 11)
Como consecuencia de la crisis del petróleo y del empeoramiento de la
situación económica en 1973, el Gobierno decidió suspender las contrataciones
de trabajadores extranjeros con el objetivo de impedir la inmigración de los
procedentes de Estados no comunitarios. Como señala Sanz (SANZ, 2008)
este decisión fue meditada durante mucho tiempo y discutida públicamente.
Muchas de las empresas optaron por extender la reducción de la jornada lo que
redujo considerablemente los salarios. Además fueron muchas las empresas
ofrecían compensaciones económicas a aquellos trabajadores extranjeros que
aceptaron marcharse voluntariamente. (SANZ, 2008: 282)
Entre 1973 y 1979 se mantuvo estable el porcentaje de extranjeros en
Alemania. El saldo negativo entre inmigración y retorno se equilibró sobre todo
debido al aumento de la tasa de natalidad. En total, la cifra de extranjeros
110
aumentó entre 1973 y 1988 sólo de 4 a 4,8 millones. En conjunto, el
Anwerbestopp redujo el número de trabajadores extranjeros aunque a la vez
crecía el volumen de la población extranjera debido a la reagrupación familiar.
El caso de los trabajadores españoles fue diferente, ya que muchos optaron
por volver a España (SANZ, 2008: 284)
A finales de los setenta se produjo un ligero cambio en las políticas alemanas
de extranjería. El Gobierno parecía estar dispuesto a dar respuesta a las
necesidades de los emigrantes que claramente habían optado por permanecer
en el país de forma indefinida. (RUIZ, 2007: 36) El 1 de diciembre de 1983
entró en vigor la Ley de incentivación del retorno de extranjeros (Gesetz zur
Förderung der Rückkehrbereitschaft von Ausländern). Esta ley constaba de
varios instrumentos para animar a los emigrantes a retornar a sus países de
origen. A la vista del elevado número de extranjeros en la RFA, así como de su
alta cuota de desempleo y de la situación general del mercado de trabajo en el
país, el Gobierno decidió ofrecer a los extranjeros incentivos económicos para
estimular el retorno voluntario. La Ley contemplaba un subsidio para el retorno
así como la posibilidad de beneficiarse anticipadamente de derechos
adquiridos.
Los efectos sobre la población inmigrante no tuvieron la misma importancia
para todos los colectivos de extranjeros. Los ciudadanos turcos representaban
el grupo de mayor importancia numérica desde 1970. El saldo migratorio de
éste y los otros colectivos extranjeros residentes en Alemania depende en
buena medida de la situación económica de los países de origen y de destino.
Así, entre 1982 y 1985 la cifra de italianos, españoles, griegos, yugoslavos y
turcos, los cinco grupos más significativos de extranjeros, cayó a consecuencia
de la recesión económica registrada durante esos años. Sin embargo, a partir
de mediados de los ochenta esa cifra volvió a crecer, es decir, que el número
de inmigrantes de esas nacionalidades superó al de los retornados con la única
excepción de los españoles, que mantuvieron una clara tendencia al retorno. El
111
colectivo de emigrantes españoles es el único cuyo número ha caído
constantemente desde 1970.
Finalmente, la entrada de España a la Unión Europea en 1986 cambió
radicalmente el estatus legal de los emigrantes españoles pero también la
política española hacía este colectivo. “En el caso de los españoles en Europa,
la incorporación de nuestro país a la Unión Europea en 1986 marcó un cambio
en el vocabulario oficial y en las políticas. El término emigrante fue sustituido
por el de “residente ausente”. De la noche a la mañana dejaron de ser
emigrantes y se convirtieron en ciudadanos europeos. Pero en general, los
españoles y sus asociaciones siguen considerándose como extranjeros,
denunciando los mismos problemas que tenían antes de esta conversión y
sufriendo discriminaciones semejantes a las de otras minorías étnicas más
visibles desde el punto de vista físico y cuantitativo (tasas elevadas de
desempleo, deficientes condiciones de vivienda, débil poder político,
etcétera).”(FERNÁNDEZ, 2000: 90)
Características de la emigración
La emigración en solitario y la reagrupación familiar
Durante los primeros años de la emigración la mayoría de trabajadores
españoles emigraban solos. Buena parte de los emigrantes españoles
entrevistados por Delgado en 1962 estaban en Alemania sin su familia
(hombres 78,7%, mujeres 74,3%). (DELGADO, 1966: 17) La emigración en
solitario fue mucho más frecuente en los países con problemas idiomáticos
como Alemania (76,5%), y Holanda (64,4%) y se dio menos en los países
francófonos: Francia (58,1%), Bélgica (45%), y Luxemburgo (25%).
(Fernández, 2000, 72) En un principio en Alemania y Suiza predominaban los
hogares unipersonales (ARAGÓN, et.al., 1986:38).
Buena parte de los emigrantes salieron de España dejando atrás a sus familias
112
y no fueron pocos los matrimonios que optaron por emigrar sin sus hijos,
quedando estos al cuidados de familiares. (Fernández, 2000, 84 y s.) Este tipo
de situaciones suscitaba a los menores problemas de diversa índole,
solamente queremos mencionar dos: la separación de los padres, considerada
a menudo como traumática, y su posterior inserción en el sistema educativo
alemán. Como veremos más abajo, fue mucho la inserción escolar de los
jóvenes reagrupados en edades avanzadas fue especialmente difícil.
La reagrupación familiar, que como hemos visto arriba se produjo en la fase del
establecimiento definitivo en Alemania y muy a menudo respondió a la
imposibilidad de alcanzar el objetivo que motivó la emigración: lograr ahorrar en
el menor tiempo posible el máximo de capital. En 1968 el 95% de los españoles
casados habían traída los familiares que inicialmente habían dejado atrá en
España. (BREITENBACH, 1982: 49) De hecho, en 1968 el 74% de los
trabajadores españoles estaban casados (media 71%) y, de ellos, el 60%
tenían la esposa en la RFA (media: 58). Solamente el 26% estaban divorciados
o solteros (media: 29%). Por lo tanto, los trabajadores españoles presentaban
valores similares a la media. La situación de las trabajadores españolas
tampoco distaba de la del resto de las ciudadanas extranjeras que se
encontraba trabajando en la RFA: el 64% estaban casadas (media: 64%), de
ellas, el 95% tenían el esposo en Alemania (media: 90%), el 36% solteras o
divorciadas (media: 36%) (AGREGADURÍA, 1970). Pero el hecho de no lograr
los ahorros deseados en el tiempo previsto es una experiencia que la
emigración española también ha vivido en otros países europeos. A modo
ilustrativo queremos mencionar el caso de Inglaterra analizado por Pozo-
Gutierrez. (Pozo-Gutierrez, 2005, 24) y el de Francia (BABIANO, 2002, 562).
La reagrupación familiar podía producirse por fases: primero emigraba el
marido, dejando a la mujer y a los hijos en España. A continuación emigraban
las madres, con o sin hijos. (GUALDA, 2001: 87)
113
Las encuestas realizadas por Caritas en tres oleadas reflejan esta transición de
una emigración mayoritariamente de solteros o casados que dejaron sus
familias en España hacia una emigración dominada por familias. (AGUIRRE,
1989: 14 y s.) La reagrupación familiar fue un fenómeno que algunos autores
consideran intrínseco a la emigración española y que además fue el factor
decisivo para la feminización de la ciudadanía española en Alemania.
(PREISENDÖRFER, 2003: 10)
Sin embargo, hemos visto que el Gobierno alemán quiso dificultar al máximo la
reagrupación familiar por parte de los inmigrantes españoles. Así, p.ej. algunas
ciudades directamente vetaban las reagrupaciones, estás precisabas de un
período de residencia mínima del reagrupante y podían hacer necesaria el
traslado a barrios con ssufieente espacio, etc., etc. (RIST, 1979)
A comienzos del 2000 las formas de convivencia de la población española en
Alemania se ha asimilado a la de los ciudadanos alemanes. La mayoría de los
españoles no convive con un hijo menor de 18 años mientras que el porcentaje
de familias con tres o más hijos solamente es del 6,4%. (PREISENDÖRFER,
2003: 26 y ss.). Preisendörfer interpreta este cambio como un indicio del grado
de integración de la población española en Alemania. (PREISENDÖRFER,
2003: 26 y ss.) En 2002 solamente el 15,7% de los españoles viven en un
hogar unipersonal, un porcentaje más cercano al de los ciudadanos alemanes
(17,3%) que al del resto de los inmigrantes (10,5%).
Los motivos para emigrar
Prácticamente todos los estudios coinciden en identificar móviles de tipo
económico / laboral para los emigrantes de la primera generación. La encuesta
realizada por Delgado (DELGADO, 1966) a la primera emigración que dan
absoluta predominancia a los motivos económicos y laborales. El 52% indica
que el ahorro es el principal motivo para la emigración, le sigue el descontento
con los salarios percibidos en España (23%) y, en tercer lugar, el deseo de
114
conocer algo, vivir una aventura (11%). (DELGADO, 1966: 27)
Así por ejemplo Gualda afirma que “ (...) se trató de migraciones de carácter
básicamente económico en las que el motivo principal que impulsó la migración
tenía que ver con el mejoramiento de una situación económica personal o
familiar que era de carácter precario: desde solucionar problemas de
desempleo, a poder ahorrar algún dinero para casarse, comprar una vivienda,
montar un negocio, o incluso en menos casos, para mejorar algo la formación.”
(GUALDA, 2001b: 186) El carácter económico (y transitorio) de esta primera
emigración quedaría demostrado con que “la curva estadística del número de
empleados extranjeros en la R.F.A. aumentara o disminuyera acomodándose
exactamente a las variaciones coyunturales del proceso económico.”
(GUALDA, 2001b: 189, ver también Cazorla, 1978, 11 que pone el ejemplo de
Opel para demostrar la estrecha relación entre el número de española y la
marcha de la economía alemana).
Castillo (Castillo, 1980) enumera los condicionantes económicos y sociales que
motivaron la emigración española a los países europeos. Entre los sociales
destacarían la alta presión demográfica, motivada por un importante segmento
joven que no tiene perspectivas laborales en sus lugares de residencia, el
fuerte crecimiento de las zonas urbanas y “la insatisfacción de las necesidades
humanas básicas e intermedias.” (CASTILLO, 1980: 190)
Ruiz (RUIZ, 2007) incluye un listado de las principales razones y también aquí
prevalecen los motivos de índole económica, laboral y profesional. (RUIZ, 2007
33 y s.) En su estudio sobre la exclusión y la discriminación vivida por la
emigración española en Alemania, Albadalejo (Albadalejo, 1987) reproduce los
resultados de una encuesta que corroboran esta tesis. El 87% afirmaba que
había emigrado a Alemania para considerar mejores condiciones de vida, el
66% para encontrar trabajo o mejorar sus condiciones laborales y el 11% por
razones económicas generales, ganar dinero o conseguir cancelar deudas.
(Albadalejo, 1987: 29 y s.)
115
También la encuesta realizada por Caritas en 1979 apoya esta interpretación
ya que concede una importancia marginal a motivos diferentes de los
netamente económicos: el 2,97% de los encuestados afirma haber emigrado
por problemas familiares, el 1,27% por conflictos emocionales, el 11,68% para
conocer algo nuevo y el 9,20% por otros motivos (AGUIRRE, 1979: 148 y s.)
Pero la emigración española además se producía en un contexto de un
creciente intercambio comercial entre España y otros países. Como señalan
BABIANO y Fernández no fue casualidad que la emigración española se dirigió
preferentemente a los tres países europeos que entre 1961 y 1972 mantenían
el mayor volumen de inversiones en España por detrás de los EE.UU. (31,7%):
Suiza (23,84%), Alemania (11,9%) y Francia (7,34%). (BABIANO y Fernández,
2010: 29).
Pero algunos autores dudan que el económico/profesional haya sido el único o
principal motivo para emigrar y abogan por ampliar el horizonte de motivos,
señalando que “Los condicionantes migratorios son tan diversos como
complejos y ricos en matices. Y estos últimos casi tantos como las personas.”
(VILAR, 1999, 11) Vilar apoya esta tesis en que precisamente la emigración
española a Europa hizo una aportación escasa al desarrollo económico de
España si exceptuamos la importante entrada de remesas procedentes de
Alemania, Francia, Suiza y el resto de los países de destino. Afirma que la
huella dejada por los retornados de la emigración europea puede ser calificada
de «desarrollo cosmético» (VILAR, 1999, 38)
Albadalejo (Albadalejo, 1987) cita una encuesta realizada por CAZORLA a los
emigrantes españoles retornados que parecen indicar una multiplicidad de
razones para trasladarse al exterior en la destacan los motivos vivenciales, la
búsqueda de otra vida, más allá de los estrechos límites que marcaba el
entorno rural. (Albadalejo, 1987: 31)
116
Perfil de la primera emigración
Hemos visto que durante la primera fase de la emigración española a
Alemania, esta era predominantemente masculina y joven. (Díaz, 2006: 295 y
s.) Junto a Suiza y Holanda, Alemania pertenece al grupo de países en los que
claramente predominan los varones. (ARAGÓN, et.al., 1986: 46). Según
Martinez Veiga la edad media en la cual habían empezado a trabajar los
emigrantes era de 17,8 años, el 6% comenzó a trabajar antes de los 10 años,
un 16% entre los 11 y los 14 años y la mayor parte (78%) entre los 15 y los 20
años. (cit. RUIZ: 56)
Fernández indica que esta relación hombre / mujer no debe extrañar ya que
reflejaba aproximadamente con la tasa de empleo femenino en España.
(Fernández, pp. 67-68).
Además de la variable del sexo, pesaba mucho la procedencia regional de los
emigrantes (sobre todo Andalucía y Galicia) y la falta de formación de la
mayoría de los emigrantes, siendo Andalucía y Galicia las provincias de
procedencia de mayor peso, seguidas Extremadura y León. (DIAZ, 2006: 296).
La procedencia regional a su vez condicionaba el nivel de formación y la
experiencia profesional de estos primeros emigrantes. Albadalejo remite a una
encuesta a emigrantes españoles realizada en la zona de Colonia, de la que
resulta que el grupo número más fuerte era el que había trabajado en la
agricultura (30%) seguido de los trabajadores sin formación (17%). (Albadalejo,
1987: 29)
Delgado (DELGADO, 1966) señala que el colectivo más grande de los
trabajadores españoles que entrevistó a comienzos de los años sesenta
procedía del sector agrícola antes de abandonar España (30%), seguido de
profesiones varias (23,1%) (DELGADO, 1966: 20)
Esta primera emigración se concentraba en las grandes zonas urbanas, más
117
industrializadas, de Alemania como Renania del Norte-Westfalia, Hessen y
Baden-Württemberg. (GUALDA, 2001: 60 y s.)
Esta concentración de la emigración española en los centros urbanos se
mantiene hasta el día de hoy. Como señala Preisendörfer (PREISENDÖRFER,
2003) “los españoles residen prioritariamente en ciudades medianas y grandes.
Sólo un 12% de los españoles viven en municipios de menos de 20.000
habitantes. En las grandes ciudades de más de 500.000 habitantes viven el
29,1% de los españoles.” (PREISENDÖRFER, 2003: 13)
Otra característica, relacionada con la anterior, es la concentración de los
españoles que residen en Alemania en zonas con gran concentración
industrial. Destacan Renania del Norte, Baviera, Baden-Württemberg y Hesse.
La emigración “irregular”
Varios autores coinciden en señalar que resulta prácticamente imposible
conocer el volumen total de emigrantes que marcharon a Europa. Las vías para
entrar a los países europeos fueron varías, la emigración asistida era solo una
de ellas (GUALDA, 2001: 56).
Uno de cada tres españoles que emigraron a Alemania en los años sesenta y
setenta lo hizo de forma "irregular" o "no asistida". "La emgiración "no asistida"
o "irregular" fue especialmente intensa en el período 1960 - 1967 y sobre todo
los años iniciales, de intenso boom o fiebre migratoria, cuando el número de
trabajadores españoles en Alemania pasó de 2.200 en 1959 a 16.500 en 1960
(multiplicándose por 7,5 en un solo año), a 61.800 en 1961 (aumentando 3,74
veces respecto al año anterior), y a 94.000 en 1962. Por los mismos años se
detectaron, igualmente, prácticas ilegales de intermediarios que, contra el pago
de una cantidad, proporcionaban a emigrantes españoles el traslado hasta
Alemania y el ingreso en el país por pasos fronterizos poco vigilados." (DIAZ,
2006: 293, ver también FERNÁNDEZ, 1998, 65)
118
Díaz calcula que en los primeros años setenta solamente el 20% de la
emigración a Alemania optaba por caminos diferentes a los oficiales y la
prácticas ilegales también fueron decayendo. (DIAZ, 2006: 293). Sin embargo,
los datos que presenta Mattes para la totalidad del primer ciclo migratorio
indican que en ningún año de los españoles que entraron a Alemania el
porcentaje de la emigración asistida, es decir, la que optó por los canales
controlados por el IEE superó el 44,1%. (MATTES, 2005: 39) Valdría la pena
profundizar algo más en este aspecto, ya que los emigrantes irregulares se
encontraron con trabas legales difíciles de superar.
Estrategias migratorias
En lo relativo a las estrategias de esta primera emigración parece importante
resaltar dos aspectos: la dimensión familiar y la maximización del ahorro como
objetivo central. En muchos casos, así al menos lo afirma buena parte de los
estudiosos en la materia, fueron estos dos de los factores que más influencia
ejercieron sobre las estrategias de la primera emigración.
La familia fue un elemento determinante en dos vertientes: por un lado la
familia que permaneció en España y por el otro lado la que ya se había
trasladado a Alemania o estaba pendiente de ser reagrupada.
La familia en España tuvo que afrontar la pérdida de uno de sus miembros y
mantener, a pesar de ello, el funcionamiento explotaciones agrarias. Responde
además a un complejo proceso selectivo (RODRÍGUEZ GALDO, 22) Por lo
tanto, la emigración en muchos casos no es una estrategia meramente
individual sino que más bien hay que analizarla en el conjunto familiar. (VILAR,
2000: 146)
Además, parece ser que en muchos casos el emigrante abrió camino al resto
de la unidad familiar, podemos hablar de una cabeza de puente en Alemania,
que sobre el terreno explora las oportunidades que puede suponer la
119
emigración para el resto de la unidad familiar. (FERNÁNDEZ, 2000, 74 y s.)
El otro aspecto mencionado en muchos de los estudios es la prioridad que la
primera emigración da al ahorro. Este objetivo será prioritario durante las dos
primeras fases, las que hemos denominado de temporalidad y de transición.
Buena parte de la primera emigración subordinó su perspectiva en Alemania
(condiciones de alojamiento, ocio, aprendizaje del idioma, reagrupación
familiar, etc.) a la consecución de ese objetivo.” (SANZ, 2008: 275 y s.).Pero el
ahorro fue una motivación que se mantuvo mucho más allá de los primeros
años de la emigración. Por supuesto que este proyecto (ahorro rápido y
estancia limitada en Alemania) en muchos casos iba ligado a un proyecto de
futuro en España. (BABIANO, 2002, 562)
Como señala BABIANO para el caso francés (BABIANO, 2002) esta
perspectiva inicial temporal tenía efectos inmediatos sobre las relaciones con la
sociedad de acogida. En la mayoría de los casos, éstas estaban circunscritas al
lugar de trabajo y las largas jornadas de trabajo apenas permitían dedicar
tiempo al aprendizaje del idioma. (BABIANO, 2002, 563)
Sin embargo, como señala Sánchez continúan sin estar exploradas las redes
migratorios por las que la primera emigración española no sola a Alemania,
sino a todos los países europeos. Esta autor indica que si bien parece claro
que los países francófonos facilitaron más la reagrupación familiar, también es
cierto que están por esclarecer los factores determinantes que dirigieron los
flujos hacía un país u otro. (SÁNCHEZ, 2010, 149 y s.)
Espacios de integración y discriminación
Este apartado está dedicado a ofrecer una amplia visión de los espacios de
integración y discriminación que la emigración española se encontró al llegar a
este país. Analizaremos con especial detenimiento el mundo laboral, el sistema
educativo y el papel jugado por la sociedad civil y las instituciones españolas.
120
Trataremos otros aspectos que podemos considerar objetivos (el idioma, la
naturalización, matrimonios binacionales, la vivienda, etc.) así como ámbitos
que podemos calificar de subjetivos (valoración de la experiencia migratoria,
sensación de discriminación, la acogida por la sociedad alemana y las
estrategias de adaptación). Además hemos incluido un apartado que analiza la
historia de la Agregaduría laboral en Bonn
El Mundo del trabajo, realidad laboral, organizaciones sindicales
El mundo laboral como espacio de derechos
El mundo laboral era considerado por la emigración española a Alemania un
espacio más garantista que la mayoría de los otros ámbitos. Pero en lo laboral
podemos constatar dos tipos de derechos. Por un lado tenemos los derechos
relativos a la protección social y las retribuciones, regulados en los convenios
bilaterales sobre Seguridad Social. El Acuerdo hispano-alemán contaba con un
contrato de trabajo modelo que le garantizaba al trabajador las mismas
condiciones laborales que le eran de aplicación a los ciudadanos alemanes.
(véase BABIANO y FERNÁNDEZ, 2010: 26) Efectivamente, los trabajadores
españoles contratados para una actividad concreta debían recibir las mismas
condiciones que los trabajadores alemanes de esa misma categoría
profesional, un principio recogido por el artículo 3 de la Constitución alemana.
Por ello, no extraña que en la encuesta realizada en 1983/84 por SOFEMASA
acerca de las condiciones de trabajo en los respectivos países de destino en
comparación a las de España la respuesta mayoritaria de los emigrantes en
Europa sea que estas son mejores (53%), destacando las respuestas de los
residentes en Holanda (61%) y Alemania (59%). (La Región - Internacional,).
El segundo grupo de derechos se refiere a la participación, organización y
acción colectiva y es en este ámbito en el que los trabajadores y las
trabajadoras españoles vieron restringidos sus derechos hasta que la reforma
121
de la ley que regula los órganos de representación de los trabajadores
aprobada en diciembre de 1971 permitió la participación pasiva y activa de los
ciudadanos extranjeros en los mismos. (BABIANO y FERNÁNDEZ, 2010: 27)
La inserción de los españoles en el mercado de trabajo alemán.
La inserción en los mercados laborales de los principales países europeos que
acogieron la emigración española de los años sesenta y setenta presenta
algunos rasgos comunes determinados sobre todo por la baja cualificación de
los emigrantes. En líneas generales, los españoles emigrantes ocuparon
puestos subordinados y de poca cualificación. Pero la inserción laboral de la
emigración en los mercados laborales europeos resultó más compleja y se
produjo una clara especialización de los españoles en las respectivas
economías nacionales. (FERNÁNDEZ, 1988, 70)
La inserción laboral de los españoles en el mercado de trabajo alemán
presenta una clara predominancia del sector secundario y de la gran empresa.
Alemania fue el único país de destino de la primera emigración española a
Europa en el que una gran mayoría trabajaban en la industria: en 1970 el 73,5
por ciento de los hombres y el 77,5 por ciento de las mujeres. (FERNÁNDEZ,
1988, 69) (véase gráfico 9)
La primera emigración española a Alemania se concentró en la gran industria
fordiana, caracterizada por relaciones laborales altamente institucionalizadas y
una importante presencia sindical. El 50% de los trabajadores españoles en
Alemania trabajaban en empresas con más de 500 trabajadores, el 27% en
empresas con más de 1.000 trabajadores (SANZ, 2008:278 y s.)
Por rama económica destacan sin duda el metal y el resto de la industria
transformadora. En 1963 el 70% de los trabajadores estaban empleados en
estas dos ramas. (SANZ, 2009) En 1969 112.584 de los 143.058 trabajadores
y trabajadoras españolas en Alemania habían encontrado en estas dos ramas,
122
lo que equivale al 78,7%. El porcentaje de hombres empleados en estas ramas
alcanzó el 72,3%, el de mujeres el 78,6%. (AGREGADURÍA, 1970)
Una encuesta realizada a emigrantes española a mediados de los años
ochenta, concluye que en Alemania y Holanda tienen predominancia las
empresas de más de cien trabajadores (50%), mientras que en Bélgica y
Francia los encuestados afirman en su mayoría haber encontrado trabajo en
PYMEs. (ARAGÓN, et.al., 1986: 54) En 2000 se mantenía esta predominancia
de la gran empresa, aunque ha aumentado el porcentaje de los españoles que
han encontrado trabajo en una PYME de menos de 10 trabajadores (64,3% y
14,4% respectivamente). (PREISENDÖRFER, 2003: 65)
La concentración en el sector industrial fue incluso más pronunciada entre las
mujeres emigrantes. El 84% trabajaba en la industria (siderometalúrgica: 30%,
industrias transformadoras de diferentes tipos: 30%, industria textil: 22%).
Parece especialmente llamativa la diferencia entre la ocupación de las mujeres
emigrantes españolas en Alemania y Francia. Hemos visto que un altísimo
porcentaje de emigrantes españolas en Alemania trabajaban en la industria
transformadora mientras que buena parte del empleo femenino español en
Francia se concentraba en el servicio doméstico. (OSOS, 2008: 202).
Mattes señala que en Alemania las mujeres inmigrantes sustituían a la
población autóctona en puestos de trabajo industriales con una elevada carga
industrial. Precisamente la industria textil, que daba trabajo al 22% de las
emigrantes españolas, ofrecía a las mujeres inmigrantes puestos de trabajo
que las trabajadoras alemanas habían abandonado por su alto grado de
exposición a contaminaciones, a la elevada presión, etc. Se trataba de un
sector industrial que ya en los años sesenta había trasladado parte de la
producción a países con un nivel salarial inferior al alemán. Entre 1969 y 1970
la cifra total de trabajadores en este sector cayó en 17.600, mientras que el
número de trabajadores extranjeros creció en 16.800, de éstos 10.900 mujeres.
Prácticamente la totalidad de los trabajadores alemanes del sector, en su
123
mayoría mujeres, optaron por buscar trabajo en otros sectores económicos.
(MATTES, 2005. 198 y s.)
Conviene mencionar que una inserción laboral en un el sector secundario,
altamente regulado por convenios colectivos, se traduce en un mayor nivel de
protección. Muy diferente era por ejemplo la situación de las trabajadoras
españolas en Francia que sobre todo habían encontrado trabajo en el servicio
doméstico, en la hostelería y, en general, en la economía sumergida. Babiano y
Fernández afirman que las mujeres empleadas en el servicio doméstico se
encontraban aisladas, lo que dificultaba mejorar sus condiciones laborales y,
por lo tanto, aumentaba su vulnerabilidad y desprotección. (BABIANO y
FERNÁNDEZ, 2009b, 90 y s.)
Esta concentración de la primera emigración en el sector industrial respondía a
una estrategía de los emigrantes, que elegían este sector por ofrecer las
mejores condiciones salariales y de los empresarios, que procedieron a un
relevo gradual de una nacionalidad por otra. (SANZ, 2008: 279)
Para el año 2000 Preisendörfer (PREISENDÖRFER, 2003) detecta el paso
desde una actividad profesional que se desarrollaba predominantemente en el
sector secundario hacía una diversificación de sectores. (ver tablas 5 y tabla 6)
De hecho, si además diferenciamos estos datos por ramos económicos
podemos constatar que, si bien en 2000 todavía el 37,2% de los trabajadores
españoles estaban empleados en la industria transformadora, la suma del resto
de ramos permite hablar de una terciarización. (ver tabla 7)
Entre 1990 y 2009 el número de españoles que cotizaban a la seguridad social
alemana y contaban con un trabajo regular pasó de 61.293 a 33.773. Si bien la
reducción es considerable, a partir de 2006 la cifra se estabilizó alrededor de
los 34.000. (ver gráfico 10)
124
Si analizamos el período 1999 a 2009 destacan los servicios, el comercio y los
transportes (tercer sector). Sin embargo, el incremento de los servicios sobre el
total no se debe a que haya aumentado el número de trabajadores españoles
en este sector (1990: 22.585, 2009: 21.018) que ejercen en ese sector, sino
que ha sufrido una importante caída el número de ciudadanos españoles que
trabajan en la industria (sector secundario). Entre 1990 y 2009 la cifra de
españoles en el segundo sector pasó de 37.696 a 12.538, por lo que puede
hablarse de una “terciarización” del empleo de la ciudadanía española en
Alemania, un proceso que está viviendo la totalidad del mercado laboral
alemán. (ver gráfico 11)
La terciarización también se manifiesta en las profesiones de los españoles en
Alemania. En 2009 23.137 trabajadores españoles en Alemania, el 55,6% del
total se concentraban en 12 profesiones, de las cuales nueve pertenecen al
sector de servicios y las tres restantes al secundario. (ver gráfico 12)
En este contexto parece conveniente analizar la diferencia entre trabajadores y
empleados, un tipología sui generis del sistema laboral alemán. Un elevado
porcentaje de empleados representa un indicio de una movilidad profesional.
Algo mayor es la diferencia entre los porcentajes de trabajadores (españoles:
54,5%; resto extranjeros: 57,3%) y empleados (españoles: 35%; resto
extranjeros: 28,2%). (ver tabla 8) En este orden de cosas el 6º Informe del
Gobierno Federal sobre la situación de los extranjeros informa que los
españoles son el colectivo de los países de la emigración de los años sesenta
que presenta la mayor tasa de empleados. En 2003, el 45,8% de los españoles
eran empleados, un porcentaje algo inferior al de los ciudadanos alemanes
(52,9%), pero muy superior al del resto de los extranjeros (36,3%). Los
ciudadanos turcos y yugoeslavos presentan la cuota más baja de empleados
(22,4% y 30,3% respectivamente). (BUNDESREGIERUNG, 2005: 85)
En 2004 los emigrantes españoles presentaban una tasa de actividad por
cuenta propia inferior a la media de los extranjeros. (ver tabla 9) Cabe
125
preguntarse si esa concentración de la mano de obra española en Alemania no
respondía en parte a las trabas que la normativa alemana ponía al inicio de una
actividad por cuenta propia como señalan algunos autores. (ver p.ej. VIRGIL,
1981: 390 y s.) Los emigrantes que entraron al país en los años sesenta puede
dividirse en dos grupos. Los griegos, españoles, ex-yugoeslavos y los turcos
presentan cuotas de trabajo por cuenta propia que se sitúan por debajo de la
media. Leicht (LEICHT, 2007) identifica tres factores, son decisivos para iniciar
una actividad por cuenta propia: el nivel de formación, las circunstancias
laborales individuales y factores institucionales. (LEICHT, 2007: 96) Habría que
analizar cual de estos factores son aplicables a los españoles.
En el año 2000 trabajaba el 59,7% de los españoles mayores de 15 años, en el
40,3% que no trabajaba estaban incluidos los pensionistas y los jóvenes que
realizan una formación profesional. (ver gráfico 13)
La movilidad profesional de la emigración española
Una de las cuestiones centrales de la emigración es el de la movilidad laboral,
uno de los indicadores más claros de que se ha producido una integración.
(ARAGÓN, et.al., 1986: 94).
La emigración española a Alemania tradicionalmente se caracteriza por una
escasa cualificación técnico-industrial, "sensiblemente inferior a la de otros
contingentes migratorios procedentes del área mediterránea, aunque éstas
sean menos desarrolladas (...) (GARMENDIA, 1981: 257). De hecho, la Oficina
Federal de Empleo afirma en su Informe 1972/1973 "Una de la causas (de la
reducción del grupo español) estriba en la creciente demanda alemana de un
mayor nivel de rendimiento de los trabajadores. Otra, la escasa cualificación de
los trabajadores." (citado por GARMENDIA, 1981: 257 y s. )
126
La emigración española a Alemania tradicionalmente se caracteriza por una
escasa cualificación técnico-industrial, "sensiblemente inferior a la de otros
contingentes migratorios procedentes del área mediterránea, aunque éstas
sean menos desarrolladas (...) (GARMENDIA, 1981: 257). De hecho, la Oficina
Federal de Empleo afirma en su Informe 1972/1973 "Una de la causas (de la
reducción del grupo español) estriba en la creciente demanda alemana de un
mayor nivel de rendimiento de los trabajadores. Otra, la escasa cualificación de
los trabajadores." (citado por GARMENDIA, 1981: 257 y s. )
Sin embargo, sorprende que a pesar de la distribución por sectores y el bajo
nivel de cualificación, se produjo una importante movilidad social en la
empresa. (GARMENDIA, 1981: 261).
Garmendia explica esta movilidad con las siguientes razones: una prolongada
estancia en el país, una menor movilidad entre empresas y, por último, la
imagen social más favorable de la emigración española que Garmendia asocia
con el conformismo que, en su opinión caracterizaba al emigrante español en
este país. (GARMENDIA, 1981: 262)
En líneas generales la primera generación de emigrantes españoles logró
cierta movilidad profesional. Por un lado parece ser que se produjo una
movilidad vertical, pasando algunos trabajadores españoles de una categoría
de peones sin formación (ungelernt) a una categoría superior (angelernt o
Facharbeiter). Por el otro lado, hubo una movilidad horizontal. Muchos de los
trabajadores españoles lograron acceder a la plantilla núcleo de las empresas
que les habían contratado.
La movilidad vertical
Sayler (Sayler, 1987) afirma que los trabajadores españoles protagonizaron
una movilidad vertical mucho mayor que el resto de los primeros emigrantes.
Esta autora cifra el porcentaje de trabajadores encuadrados en los niveles
127
profesionales especializados y de elevada cualificación en un 37%, muy
superior al resto de los colectivos extranjeros. (SAYLER, 1987: 73) (ver tablas
11, 12 y 13)
Por otra parte, estos resultados contradicen la encuesta realizada por Amando
de Miguel en los años ochenta llega a la conclusión que la movilidad
profesional es mayor en aquellos países que menos trabas legales y culturales
planteaba a los emigrantes para integrarse (Reino Unido, Bélgica y Francia) y
menor en los que encontraba mayores dificultades (Alemania, Suiza y Holanda)
(ARAGÓN, 1986, 97) (ver tabla 14)
Una posibilidad de movilidad profesional es aprender un oficio o cursar una
formación reglada que abría las puertas a categorías profesionales superiores.
Aguirre (AGUIRRE, 1989) deja claro en la encuesta realizada en 1988 que solo
el 23,37% afirman haber aprendido un profesión. (ver tabla 15) La primera y
segunda generación presentan resultados diametralmente opuestos. La mitad
de los menores de 41 años dice haber cursado una formación profesional,
mientras que solamente el 20,12% de los mayores de 41 años responde esta
pregunta afirmativamente. (AGUIRRE, 1989: 96) Esa misma encuesta
constata un estancamiento en lo relativo al nivel de formación entre 1967 y
1988 rondando el 25% en las tres encuestas que Caritas hizo en ese período.
(ver tabla 16) (AGUIRRE, 1989: 31)
De todas maneras, parecería poco acertado achacar esta falta de mejora del
nivel formativo únicamente a la sociedad de acogida. Fernández analiza el
caso francés, en el que estaba prevista la posibilidad de obtener una
cualificación profesional en los centros de formación profesional (Certificat
d`aptitude professionelle (CAP), posibilidad de la que no hicieron uso muchos
de los emigrantes españoles. Muchos de ellos preferían optar por una
movilidad rápida en vez de apostar por mejorar el nivel formativo.
(FERNÁNDEZ, 2008: 251)
128
El trabajo de Preisendörfer (PREISENDÖRFER, 2003) menciona la utilización
de equipos informáticos en el ámbito profesional como un indicador del nivel de
cualificación profesional. El 28,6% de los españoles usa estos equipos en su
actividad profesional, ocupando una posición intermedia entre los ciudadanos
alemanes (35,9%) y los italianos (13,6%) y los turcos (7,3%). (ver gráfico 14)
Salvo contadas excepciones apenas se produjo una movilidad profesional de la
mujer inmigrante de la primera generación. Una encuesta representativa
realizada por la Agencia Federal en 1968 cifra el porcentaje de hombres
emigrantes sin formación o poca formación en el 84%, el de mujeres en el 96%.
El 13% de los varones eran trabajadores especialistas, pero solamente el 2%
de las mujeres. Una encuesta realizada en 1972 por el mismo organismo
informa que si bien el porcentaje de mujeres sin formación o con poca
formación había pasado al 91%, el de trabajadoras especialistas se mantenía
en 2%, mientras que el porcentaje de trabajadores especialistas alcanzó el
20%. (MATTES, 2005: 202 y s.) De hecho, esta autora señala que esta escasa
movilidad no está relacionada con un menor conocimiento del alemán ni con la
nacionalidad de las trabajadoras Sencillamente, no estaba previsto el que la
mujer, con indiferencia de que fuera alemana o extranjera, accediera a una
formación especializada. (MATTES, 2005: 203 y s.)
La movilidad horizontal
Los trabajadores españoles consiguieron insertarse en la plantillas nucleares,
menos vulnerables a cambios de los ciclos de producción y, por lo tanto, más
estables. Breitenbach (BREITENBACH, 1982) cree que esta ha sido la vía
prioritaria del ascenso laboral de los trabajadores de la primera generación. En
1980 el 26% tenía una pertenencia a la empresa por un período superior a los
10 años, superior al resto de los extranjeros. El 29% pertenecía a la plantilla
núcleo, una cuota superior incluso a la de los ciudadanos alemanes que
llegaban al 25% (SAYLER, 1987: 77) yugoeslavos (26%), italianos (18%),
129
turcos (12%) y griegos (2%). El factor decisivo para poder tener entrada en este
núcleo empresarial es la larga duración a una misma empresa.
(BREITENBACH, 1982: 74)
En 2000 los trabajadores españoles mantenían un elevado grado de fidelidad a
su empresa. El 11,9% había cambiado de empresa el año anterior (alemanes
11,2%; resto extranjeros: 16,9%). El porcentaje de españoles que ha cambiado
de profesión también es menor que el que se da entre el resto de extranjeros
(6,3% y 10,1% respectivamente; ciudadanos alemanes: 6,4%)
Además, la duración media de las relaciones laborales de la población
española en Alemania era superior al de los otros extranjeros (11 y 7 años
respectivamente). La mayor parte de los españoles (59,7%) preguntados en el
año 2000 iniciaron su relación laboral actual en los años 90. Solo una pequeña
parte de los españoles que emigraron en los años 60 (3,7%) y que se
encuentran aún trabajando en el mismo oficio indican que iniciaron su empleo
entre 1960 y 1969. Las personas que iniciaron su trabajo actual entre 1970 y
1989 suponen un porcentaje total del 33,1% de los españoles ocupados. (ver
gráfico 15) En 2000 los españoles seguía siendo el grupo con un mayor
porcentaje de pertenencia a la misma empresa superior a los 15 años. (ver
gráfico 16)
La primera fase de la emigración:
Sin embargo, la permanencia en una misma empresa, requisito para lograr
acceder al núcleo de las plantillas, no fue siempre la pauta de los trabajadores
de la primera emigración. Hemos visto que al comienzo primaba el objetivo de
maximizar los ahorros. Muchos emigrantes preferían cambiar de empresa para
lograr mejorar sus salarios y renunciaban a permanecer en la misma empresa y
lograr cierta estabilidad del empleo.
130
La encuesta realizada por Delgado en 1962 (DELGADO, 1966) desvela que
solamente el 40,8% de los encuestados no había cambiado de puesto de
trabajo. (ver tabla 17) La primera encuesta de Caritas realizada en 1968 insiste
en este aspecto. El 39% de los hombres encuestados permanecía en el mismo
puesto de el trabajo, 37% había cambiado 2 a 3 veces y 17% 4 a 6 veces. El
porcentaje de las mujeres que conservaba el mismo puesto de trabajo era del
44%, el 40% había cambiado 2 a 3 veces y el 14% 4 a 6 veces.
Como señala Sanz (SANZ, 2006) se trataba de una estrategia que anulaba
todos los intentos por parte de las autoridades alemanas de controlar y limitar
la movilidad de los trabajadores extranjeros. (SANZ, 2006: 49)
Diversos autores señalan que esta disposición a cambiar constantemente de
puesto de trabajo se correspondía con el objetivo principal de la primera
emigración: maximizar el ahorro en el menor tiempo posible.
Mattes (MATTES, 2005) analiza el comportamiento de las mujeres trabajadoras
españolas. Interpreta los continuos cambios de puesto de trabajo como una
estrategia que mejoraba considerablemente su postura frente al empresario. En
muchos casos no se trataba solamente de conseguir un trabajo con mejores
condiciones salariales sino que a menudo la intención era trasladarse a una
ciudad en la que vivían familiares. El cambio repetido del puesto de trabajo era
factible en un escenario económico de crecimiento económico. La demanda de
mano de obra ampliaba pues la movilidad de los trabajadores, que de por sí no
tenían previsto ampliar su estancia en Alemania y, a la vez ponía un
instrumento de poder en mano de las trabajadoras (MATTES, 2005: 95, véase
también FERNÁNDEZ, 2008: 254).
Posiblemente la crisis que la economía alemana vivió en los años 1966 y 1967
y que supuso un primer inciso del fenómeno migratorio a la RFA impulso el
cambio de estrategia de los trabajadores españoles. (SANZ, 2008: 282) Esta
crisis dejó al descubierto también para los propios trabajadores españoles la
131
función que las autoridades alemanas les querían asignar: formar un
“amortiguador coyuntural” para la “regulación del mercado de trabajo alemán”.
(SANZ, 2007: 33)
La estructura salarial de los trabajadores españoles
La estructura salarial de los trabajadores españoles claramente les situaba por
debajo de los ciudadanos alemanes. En opinión de algunos autores
precisamente este fue un elemento clave que facilitó su integración en el
mercado de trabajo alemán. (VILAR, 1999, 24) En los años ochenta,
preguntados si habían logrado ahorrar lo suficiente, la gran mayoría de los
encuestados contesta negativamente. (ver tabla 18) En 1999 los españoles era
uno de los grupos que con mayor frecuencia ganaban salarios medios. El
65,4% de los griegos, 65,3% de los españoles, 64,2% de los yugoeslavos,
61,1% de los italianos y el 60,9% de los turcos mayores de 15 años ganaban
entre 1.750 y 3.000 marcos mensuales. Sin embargo, el 50,2% de los hogares
turcos afirma tener ingresos entre 2.500 y 4.500 marcos, frente al 48,5% de los
yugoslavos, el 47,6% de los griegos, el 46,3% de los italianos y el 42,9% de los
españoles. (BUNDESREGIERUNG, 2000: 162)
Según una reciente encuesta, el porcentaje de españoles es superior a la
media en los segmentos bajos de 1.250 a 2.000 euros (35% y 27%) así como
en el segmento salarial muy alto de 3.000 euros o más (27% y 23%
respectivamente). Sin embargo, es inferior en el segmento medio de 2.000 a
3.000 euros (19% a 28%). (INSTITUT FÜR DEMOSKOPIE ALLENSBACH a,
2009)
Sin embargo, los bajos salarios que recibieron al comienzo de la emigración a
menudo fueron motivo de conflicto, ya que distaban mucho de lo acordado por
contrato. Al parecer, esta disparidad se debía al desconocimiento por parte del
trabajador español de que del salario íntegro se descontaban las cotizaciones a
132
la Seguridad Social y la parte correspondiente a los gastos de alojamiento y
manutención. (STEVENS, 2008: 22 y ss.)
Precisamente la pertenencia de los trabajadores españoles a los segmentos
salariales más bajos es el que lleva a algunos autores a dudar de la movilidad
profesional de la primera emigración. SANZ, 2008: 280)
Ante esta situación los emigrantes optaron por diversas estrategias: el inicio de
una actividad laboral por las mujeres, la restricción del gasto para la vivienda y
la intensificación y ampliación de la jornada de trabajo (horas extras, trabajo a
destajo y turnos nocturnos y de fin de semana). Dedicaremos este apartado a
analizar este último aspecto.
Teniendo en cuenta que uno de los objetivos centrales fue la maximización de
los ahorros no extraña que un porcentaje elevado opte por el trabajo a destajo
(hombres 31,6%, mujeres 32,9%) o por turnos (hombres 42,9%, mujeres
34,7%), unos porcentajes solamente superados por los ciudadanos
portugueses. (SAYLER, 1987: 77)
Sanz (SANZ, 2006) reproduce los resultados de una encuesta de 1967 que
viene a confirmar este extremo. El 62% de los hombres encuestados y un 50%
de las mujeres realizaba horas extra y un 22% y un 26% no las hacía pero
quería hacerlas. El trabajo a destajo fue un fenómeno más extendido entre las
mujeres. Frente a un 34% de los hombres, un 51% de las encuestadas optaba
por esta vía para mejorar sus salarios. (SANZ, 2006: 48)
Sorel (Sorel, 1974) llega a la conclusión que la disposición de los trabajadores
españoles a realizar horas extras o trabajar a destajo pasó a formar parte de la
identidad de los emigrantes (SOREL, 1974: 99 y s.)
En 2000 los trabajadores españoles parecen más dispuestos trabajar en turnos
para mejorar su salario. El 80,7% de los trabajadores españoles ocupados
133
tienen por regla general una semana laboral de cinco días. El porcentaje de
trabajadores españoles que tiene más de cinco jornadas semanales es inferior
al de los ciudadanos alemanes o del resto de extranjero. (ver gráfico 17)
En promedio, los españoles trabajan alrededor de 35 horas a la semana. Más
de la mitad (50,9%) de los trabajadores españoles ocupados tiene un tiempo de
trabajo semanal de 38 a 40 horas; un 38,7% trabajan menos de 38 horas y un
10,5% más de 40 horas.
Preisendörfer (PREISENDÖRFER, 2003) señala que el colectivo de los
trabajadores españoles es el que menos uso hace del trabajo en fin de
semana. Llama la atención, sin embargo, que los trabajadores españoles son
los que más trabajan en turnos y en horario de tarde o de noche. (ver gráfico
18) La diferencia con los ciudadanos alemanes es especialmente llamativa en
lo que se refiere al colectivo de trabajadores que de forma permanente tienen
un trabajo a turnos. El porcentaje de trabajadores a turnos entre los otros
extranjeros es algo más reducido y en el caso de los alemanes incluso casi un
10% inferior. (ver gráfico 19) (PREISENDÖRFER, 2003:73)
Otro aspecto de interés es la discriminación salarial por sexo. La desiGUALDAd
salarial era considerable. En 1968, el 56% de los hombres encuestados por el
Ministerio de Trabajo ganaba entre 4 y 5 marcos por hora, el 57% de las
mujeres ganaba entre 3 y 4 marcos (SANZ 2006: 43) La encuesta realizada por
Caritas en refleja esta desigualdad salarial. El porcentaje de hombres que
percibían un salario mensual superior a 1.000 marcos ascendía al 85,55%,
mientras que el 75,88% ganaba menos de 1.000 marcos. (ver tabla 19)
El hecho que las mujeres emigrantes recibieran salarios sensiblemente
inferiores a los de los hombres no respondía a una discriminación por el hecho
de ser inmigrantes sino por ser mujeres. En ” (MATTES, 2005: 95 y s.) Esta
estructura salarial terminó por convertirse en el principal motivo por el que
muchas mujeres italianas y españolar optasen por no emigrar a Alemania, sino
a Suiza, Francia o los Países Bajos (MATTES, 2005: 99). Una vez en Alemania
134
muchas trabajadoras españolas organizaran protestas y huelgas espontáneas
para denunciar unos salarios que consideraban injustos. (MATTES, 2005: 109)
Las bajas retribuciones percibidas durante la vida laboral necesariamente se
traducen en pensiones muy bajas como veremos más adelante en el apartado
dedicado a la Tercera Edad (GUALDA, 2001: 118)
Conflictividad y sindicación de los trabajadores españoles
Otro tema que nos parece de interés es la participación de los trabajadores
españoles en los sindicatos alemanes. Todos los autores coinciden en que el
grado de organización de los trabajadores españoles era el más alto de todos
los colectivos de emigrantes en Alemania. En 1971 la Confederación Alemana
de Sindicatos (DGB) contaba con 54.0406 afiliados españoles, el 29% del total
(SANZ Díaz, 2006: 57) Ese mismo año, el 36% de los trabajadores españoles
del metal estaban afiliados al sindicato sectorial I.G. Metall. Los españoles
ocupaban el primer lugar en lo relativo al grado de afiliación sindical, seguidos
de los trabajadores turcos con el 32%. (SOREL, 1974: 94)
La reforma de la Ley de constitución de las empresas
(Betriebsverfassungsgesetz) de 1971 que entro en vigor el 19 de enero de
1972, permitió que los trabajadores extranjeros pudieran presentar sus
candidatura en las elecciones a los comités de empresa. En las elecciones
celebradas en 1972 el 10% de los 1.443 candidatos extranjeros que salieron
elegidos eran españoles. (SOREL, 1974: 96)
En 1980 el porcentaje de trabajadores españoles afiliados al DGB incluso
ascendió al 57,5% entre los hombres. (ver tabla 20)
135
El grado de afiliación a los sindicatos en Alemania era mucho mayor que el
registrado en otros países. Así por ejemplo en Francia, uno de los países
considerados menos reacios a integrar a los extranjeros, el grado de
organización sindical de los trabajadores españoles parece no haber sido
superior al 10%. Diversos autores nombran tres motivos para explicar este
fenómeno: la buena marcha de la economía francesa (FERNÁNDEZ, 2008:
251), la perspectiva de una estancia corta en el país (BABIANO, 2002, 564 y s.)
y, por último, la dictadura franquista y el temor a represalias por las autoridades
francesas (BABIANO, 2001: 28)
Todos estos motivos pueden ser de aplicación al caso alemán. Convendría
analizar con más detalle la política desarrollada por los sindicatos alemanes de
cara a la emigración española para conocer los factores que explican tan
elevado porcentaje de afiliación sindical. Diversos autores creen que la
concentración de los trabajadores españoles en la industria es el motivo que
explica el elevado grado de afiliación a los sindicatos alemanes.
Los trabajadores españoles también se involucraron en conflictos laborales,
algunos de ellos contra las directrices de las organizaciones sindicales
alemanas y los cauces establecidos. Por ello estas conflictos fueron calificados
„huelgas salvajes“. (ver p.ej. STEVENS)
Sanz (SANZ, 2008: ) enumera algunos de los conflictos espontáneos en los
que participaron trabajadores españoles.
- 1972: 127 adultos y 36 niños ocupan viviendas en el barrio de Burgerhausen
en Essen en protesta por las condiciones de vivienda.
- Marzo de1965: protesta de los Gastarbeiter en Rüsselheim que exigen la
presencia de un médico.
- 1965 protesta contra algunas de las disposiciones de la Ley de Extranjería de
NRW.
- 1968 contra las Leyes Federales de Extranjería y de Estado de Excepción.
136
- Conflictos laborales Bahlsen en 1969.
- Huelgas salvajes en Pierburg AG en Neuss a comienzos de los setenta,
fábrica de carrocerías de Volkswagen de Karmann en 1971.
- 25 de abril 1972: huelga salvaje Opel Bochum.
Este autor cree que las protestas más tardías del período que comienza en
1960 y termina en 1973, responden a una creciente concienciación de la propia
problemática por parte de los trabajadores extranjeros (SANZ, 2007: 71)
La mujer en el mundo laboral
La emigración laboral a Alemania fue mayoritariamente masculina, aunque la
participación de la mujer fue incrementando con el transcurso del tiempo. En
1962 el 74,2% de los trabajadores españoles eran hombres, las mujeres
representaban el 25,8%. En 1975 estos porcentajes habían pasado al 60,6% y
al 39,4% respectivamente. (SANZ, 2007: 33)
Alemania fue el destino prioritario de las emigrantes españolas, situándose este
país a la cabeza, muy por delante del resto de países. El 47,67% de las
emigrantes se desplazaron a ese país, seguido de Suiza (27,34%) y Francia
(19,96%). (Durán Villa, 58 y s.)
Este autor afirma, que el proyecto migratorio supuso para muchas mujeres la
posibilidad de romper las pautas y los modelos tradicionales que en la mayoría
de los casos les habría imposibilitado iniciar una actividad laboral de haberse
quedado en España (DURÁN VILLA, 56)
Las autoridades alemanas intentaron aumentar el número de mujeres
inmigrantes una vez firmados los acuerdos con España y Grecia. Resulta
llamativo que a pesar de ello el número de mujeres inmigrantes españolas se
redujo a partir de 1964. Mattes cree que el trabajo de la Comisión de
reclutamiento desplazada a España se vio sobre todo dificultada por la
normativa española que obliga a todas las mujeres menores de 25 años a
137
presentar una autorización paterna (las solteras) o del marido (las casadas).
(MATTES, 2005: 42) (ver tabla 21) La licencia marital era obligatoria hasta su
eliminación por la Ley 14 de 2 de mayo de 1975. (DURÁN VILLA, 52)
La orientación hacía el ahorro y diversos otros factores llevaron a muchas
familias a tener que replantearse el reparto interno de las tareas familiares, la
incorporación de la mujer al mundo laboral y la externalización de la atención
de los hijos. En 1968 el 68% de las esposas de emigrantes españoles
trabajaban fuera de casa, un porcentaje inferior al de las ciudadanas griegas
(90%) o turcas (74%) (SANZ, 2006: 37) .
Esta opción suponía que las mujeres tenían que asumir un doble papel: ir a
trabajar y además garantizar las tareas reproductivas. La mayoría de las
mujeres trabajadores de la primera generación tenía una experiencia laboral
previa (SANZ, 2006: 38). En la emigración española en Alemania es llamativo
el descenso de la segregación laboral entre hombres y mujeres. Aumentó el
porcentaje de empleo femenino en sector secundario, en 1965 la mujer
representaba el 46,6% de los emigrantes españoles que trabajaban en la
industria. En 1973 este porcentaje había caído al 40,4%. El 32% de las mujeres
españolas trabajaban en las industrias que pagaban los mejores sueldos
(transformación del hierro y el metal).
Los sectores que acogieron un número bajo de trabajadoras españolas fueron
la construcción, la minería, el sector energético, transportes y el primario. De
todas maneras, la trabajadora española presentaba un reparto muy diferente
por sectores económicos al de la mujer trabajadora alemana. En 1966 el 72,1%
habían encontrado empleo en la industria (trabajadoras alemanas:
33,6%).(SANZ, 2006: 40 y s.) Los datos recogidos por Mattes (MATTES, 2005)
indican que durante el período 1960 a 1973 el porcentaje de las mujeres
españolas sobre el total de los trabajadores españoles no es, ni mucho menos
de los más elevados. (ver tablas 22 y 23)
138
En la actualidad la situación es completamente diferente. El colectivo español
es el que presenta la mayor tasa de empleo femenino, un porcentaje que
además ha aumentando en los últimos años. (ver tablas 24 y 25)
Desempleo y empleo de la ciudadanía española en Alemania
En apartados anteriores hemos visto que la economía alemana sufrió dos fases
de crisis durante el primer período (1960 – 1973). Los primeros emigrantes que
habían venido antes de 1966/67 se habían encontrado una economía en pleno
crecimiento. Pero la crisis que el sistema económico afronto en esos dos años
visualizó las inseguridades que un mercado laboral supuestamente tan estable
como el alemán. Mientras que el empleo de los ciudadanos alemanas cayó un
2% el de los extranjeros se contrajo un 18,5%. (GUALDA, 2001: 62)
Sorel, que a comienzos de los años setenta entrevistó a numerosos emigrantes
en varios países europeos entre ellos Alemania, describe la sensación de
inseguridad que generó esta crisis. (SOREL, 1974: 55 y s.)
En 1973 la segunda crisis económica golpeó a todas las economías
occidentales y también a la alemana. Diversos autores señalan que la reacción
inmediata de muchos empresarios fue desprenderse de la mano de obra
extranjera. (Klee, 1972: 29) La tasa de ocupación de la población española
siguió descendiendo incluso después de la crisis, pasando del 66,6% a
comienzos de los años setenta hasta el 56,4% en 1975. (SANZ, 1989: 36)
Si analizamos las cifras correspondientes a los años 1999 a 2009 podemos
observar que el número de trabajadores españoles ha caído más que el de los
italianos y portugueses, solamente ha sido mayor la reducción del número de
cotizantes griegos. (ver gráfico 20 y tabla 26)
Es significante la diferente incidencia que la precarización del trabajo ha tenido
en los diversos colectivos de extranjeros. El crecimiento de trabajadores
139
precarios españoles, aún siendo importante (22,81%) fue mucho menor que el
registrado por portugueses (60,65%), italianos (52,05%) y griegos (32,00%).
(ver gráfico 21 y tabla 27)
Si comparamos la evolución de la tasa de desempleo de los emigrantes
españoles, griegos, italianos, turcos y yugoslavos podemos observar que
existen dos grupos que además se mantienen estables durante más de 20
años (1979 a 2000). Por un lado están los emigrantes griegos, turcos e
italianos que presentan tasas de desempleo cercanas a la media de todos los
extranjeros, por el otro lado están los ciudadanos portugueses, españoles y
yugoslavos, cuya tasa de desempleo es inferior y ronda la media general. (ver
gráfico 22)
Durante los últimos años el número de desempleados españoles ha registrado
una evolución similar a la de los portugueses, griegos e italianos. Todos ellos
han registrado una contracción del número de parados alrededor del 40%, con
la única exepción de los ciudadanos italianos (-37%). (ver gráficos 23 y tabla
28)
Según Preisendörfer, los españoles presentan diferencias en lo que se refiere
al número de hogares con uno o dos parados, siendo la incidencia del
desempleo en este colectivo. (ver gráfico 24)
En lo relativo al lugar de residencia de los españoles desempleados, no extraña
que la mayoría se concentre en Alemania Occidental y, sobre todo, en las
regiones más industrializadas y con mayor número de españoles: Renania del
Norte, Baden-Württemberg, Hessen y Baviera. (ver tabla 29)
El idioma
Hemos visto que diversas encuestas dan como resultado que el principal
escollo que encontraron los emigrantes españoles fue el idioma. De hecho,
como señala DELGADO, al comienzo de la emigración los conocimientos de
140
alemán eran prácticamente nulos. (DELGADO, 1966: 80) (ver tabla 29a)
En 1969 el 17% de los trabajadores españoles decían hablar bien el alemán
frente al 33% del conjunto de los trabajadores extranjeros, el 61% afirmaba
tener conocimientos regulares (media: 53%) y el 22% indicaba no tener
conocimiento alguno (media: 14%). Los conocimientos de alemán de las
mujeres españoles también distaban mucho de la media: el 12% señalaba
tener conocimientos buenos (media: 28%), el 67% regulares (media: 52%),
mientras que el 21% decía no tener conocimientos (media: 20%).
(AGREGADURÍA, 1970)
La encuesta de SOFEMASA llega a la conclusión que un porcentaje elevado de
personas ha logrado aprender el idioma del país de acogida en Francia (64%) y
el Reino Unido (61%) mientras que afirman expresarse solo “a medias” en ese
idioma buena parte de los emigrantes españoles en Suiza (45%), Alemania
(61%), Holanda (56%) y una mayoría de los que han marchado hace menos de
20 años. (LA REGIÓN - INTERNACIONAL, 12)
De hecho, Stevens (Stevens, 2008) señala que el desconocimiento del idioma
fue uno de los principales impedimentos para lograr la integración de los
españoles en el mundo laboral. (Stevens, 2008: 22) En lo referente a los
conocimientos del idioma del país de residencia, la ciudadanía española en
Alemania ocupa los últimos lugares, siempre muy por debajo de la media
(ARAGÓN, et.al., 1986: 63). (ver tabla 30)
Todavía en 1989 solamente el 29,50% de los encuestados por Caritas afirma
tener buenos conocimientos del alemán. (ver tabla 31) Aguirre compara estos
resultados con los obtenidos en las dos encuestas anteriores realizadas en
1967 y 1978 y constata una clara mejoría de los conocimientos, debido sobre
todo a la segunda generación (AGUIRRE, 1989: 32)
141
Solamente una minoría adquirió sus conocimientos en clases de alemán o en el
sistema escolar, mientras que el 64,75% dice haberlo aprendido de oídas. (ver
tabla 32) El porcentaje de emigrantes españoles que en 1989 afirma no haber
participado en un curso es prácticamente idéntico al recogido por DELGADO
en su encuesta de 1962. (ver tabla 33a)
Preguntados si consideran suficientes sus conocimientos del alemán, resulta
que en 1989 más del 50% contestaba negativamente. AGUIRRE subraya que
el desconocimiento del idioma alemán necesariamente tendrá un efecto
pernicioso sobre el emigrante y se traducirá en un sentimiento de aislamiento,
soledad y diversas enfermedades somáticas. (AGUIRRE, 1979: 150) Además,
este autor constata que en comparación a los datos obtenidos 20 años antes
no se ha producido una mejora en lo relativo a la valoración del propio dominio
del alemán. (AGUIRRE, 1979: 150)
En 1991 un informe de la Fundación Españoles en el Mundo constataba que un
81% de los españoles que residían en Alemania declaraban escribir bien el
castellano, pero sólo un 26% escribía bien el alemán, un 33% lo leía bien y un
44% lo hablaba bien. (GUALDA 2001b, 196 y s.)
Pero en lo relativo a los conocimientos del alemán el cambio que se ha
producido durante los últimos años ha sido sustancial. PREISENDÖRFER
señala que el alemán es el idioma más extendido en la vida cotidiana de los
españoles residentes en Alemania, un indicio de que están mejor integrados en
este país. (PREISENDÖRFER, 2003: 58). El porcentaje de españoles que
afirma utilizar de forma predominante el español en su vida social ha quedado
reducido al 14,6%, mientras que el 59,6% utiliza sobre todo el alemán y el
25,8% ambos idiomas. Esta situación es radicalmente diferente a la de los
ciudadanos turcos e italianos. (ver gráfico 25)
142
En este contexto estos mismos autores ofrecen dos datos que parecen de
interés: el 14,3% de los españoles utiliza el español en la vida profesional
(turcos: 10,1%) y el 13,2% habla el inglés en ese entorno (turcos: 3,5%).
(PREISENDÖRFER, 2003: 59)
La naturalización de los ciudadanos españoles
El colectivo español es el que menor interés muestra por obtener la
nacionalidad alemana. Como señala el 4º Informe del Gobierno Federal sobre
los extranjeros (BUNDESREGIERUNG, 2000) el 51% de los encuestados
(españoles ex-Yugoslavia, Grecia y Turquia e Italia) dice tener interés en
solicitar la nacionalidad alemana, el 23,1% afirma tener mucho interés y 34,1%
algo de interés. Esta disposición es especialmente acentuada entre los
menores de 35 años: el 37,0% tiene mucho y el 36,8% algo de interés. Por
nacionalidades destacan los ciudadanos turcos (66%), los de la antigua
Yugoeslavia (55,7%), griegos (42,4%), italianos (42,1%) y, en último lugar, los
españoles (38,3%). (BUNDESREGIERUNG, 2000: 21)
De hecho, el número de ciudadanos españoles que han optado por la
nacionalidad alemana es sumamente bajo. “En el año 2002 recibieron 137
españoles un pasaporte alemán; en 74 casos de estas nacionalizaciones, un
54% renunció a la nacionalidad española y el resto de las 63 nacionalizaciones
mantuvieron la nacionalidad española. La mayor parte de los nacionalizados
españoles tenían en ese momento una edad comprendida entre 23 y 45 años
(62%) o bien llevaban residiendo ya más de 20 años en Alemania (71%). En
total, un 43% de los nacionalizados eran hombres (59 personas) y un 57%
mujeres (78 personas).” (PREISENDÖRFER, 2003: 19)
En otros países de emigración el número de españoles que han obtenido la
residencia del país de destino ha sido mucho mayor. Sempere (Sempere,
1998) afirma para el caso francés, que la naturalización ha sido la principal
causa para la caída del número de ciudadanos españoles residentes en ese
143
país (SEMPERE, 1998, 22)
No podemos cerrar este apartado sin señalar que el movimiento asociativo
español achaca la falta de interés de la ciudadanía española en obtener la
nacionalidad alemana a la imposibilidad de mantener la española. Pues bien, el
Gobierno alemán eliminó esta traba a finales de 2007, como señala Fernández
(FERNÁNDEZ, 2008), uno de los dirigentes de las asociaciones de padres.
„Endlich gilt seit dem 28.8.2007: Bundesministerium des Innern: „Im Hinblick
auf das Ziel der fortschreitenden europäischen Integration hat der Gesetzgeber
eine spezielle Regelung getroffen: Bei der Einbürgerung von Staatsangehörigen
eines Mitgliedstaates der Europäischen Union wird generell nicht mehr zur
Einbürgerungsvoraussetzung gemacht, dass zuvor dessen Staatsangehörigkeit
aufgegeben wird (§ 12 Abs. 2 StAG)“. Jetzt sind die Türen für die Spanier in der
Bundesrepublik Deutschland für Bilingualität plus Binationalität offen.“
(FERNÁNDEZ, 2008)
Los datos publicados por la Oficina Federal de Estadística a mediados de 2010
refleja un aumento considerable de las cifras de naturalizaciones a partir de
2008, posiblemente gracias a este cambio de normativo. (STATISTISCHES
BUNDESAMT, 2010 Y 2005) (ver gráfico 26)
La familia
Como hemos visto, el fin del reclutamiento de mano de obra extranjera
decretado en 1973 no tuvo el efecto que el Gobierno alemán pretendía: reducir
considerablemente el número de ciudadanos extranjeros. Breitenbach
(BREITENBACH, 1982) afirma que más bien al contrario, en el caso de los
trabajadores españoles concurrían tres motivos que más bien les llevaron a
plantearse una residencia indefinida en Alemania: el estatus legal inseguro, que
hacía inviable una vuelta al país de origen sin perder el estatus obtenido en
Alemania, el elevado coste de un traslado a España y los menores derechos a
la hora de exportar los derechos a la Seguridad Social acumulados durante la
144
estancia en Alemania. Es por ello, que muchas familias centraron su atención
en lograr que sus hijos pudieran realizar una formación profesional en
Alemania. (BREITENBACH, 1982: 130)
Esta autora cree que las restricciones legales más bien impulsaron
reagrupaciones familiares, mientras que la libre movilidad como la que
disfrutaban en aquella época los trabajadores italianos, animan al emigrante a
retornar a su país de origen. (BREITENBACH, 1982: 132)
La suspensión del reclutamiento organizado de mano de obra extranjera
(Anwerbestopp), en términos generales supuso que ya no se renovaban los
contratos de los emigrantes siempre que hubiera un alemán dispuesto a llevar
a cabo su trabajo.
Además, el Gobierno fijó el 1 de diciembre de 1974 como fecha tope para la
concesión de permiso de trabajo a cónyuges y el 31-12-1976 para reagrupar a
los hijos. Todo ello llevo a muchos emigrantes a acelera la reagrupación
familiar. (GUALDA, 2001: 65 y MATTES, 2005: 59 y s.)
Una vez en Alemania la familia y teniendo en cuenta que la economía española
no pasaba por su mejor momento, pesaban más las razones para establecerse
definitivamente. (GUALDA, 2001: 76)
Uno de los principales motivos para retrasar el momento del retorno fue
esperar hasta que los hijos finalizaran el período escolar y, muchos años más
tarde, la llegada de nietos (GUALDA, 2001: 78)
¿Qué papel jugó la familia en la primera fase de la emigración? Diversos
trabajos constatan que la primera generación y sus familiares se replegaron
sobre si mismos, es decir, tomaron la familia como referencia nuclear y al
propio colectivo como referencia exterior. Así p. ej. Garmendia cree que la
familia y colectivo español precisamente ofrecían al emigrante el
145
reconocimiento que la sociedad de acogida le negaba. “ (GARMENDIA, 1998:
109, cit. RUIZ: 81)
En esta primera fase , la emigración española en Alemania opta por el
“enclaustramiento cultural” (RUIZ: 81). Esta opción se sustentaba en
instituciones y organizaciones como los centros y asociaciones, las misiones
católicas, la familia pero también experiencias, objetivos y estrategias comunes
(RUIZ: 82)
Un aspecto a tener en cuenta, es que la emigración supone una ruptura con el
entorno de origen que hasta ese momento había sido punto de referencia
central para el joven que emigra. Algunos autores creen que en esta ruptura
reside uno de los motivos centrales para la falta de orientación y la necesidad
de construir valores nuevos y normas adecuadas para afrontar la nueva
situación
El contacto con la población alemana
En lo relativo a integración en Alemania, Gualda distingue entre una
integración social en Alemania y una integración social con alemanes.
Esta autora afirma que la integración social en Alemania fue razonablemente
lograda pero básicamente tuvo lugar en un ámbito español. (GUALDA, 2001:
106)
Cazorla (CAZORLA, 1978) afirma que hay que distinguir entre la adaptación o
integración al mundo laboral y la falta de integración en lo social, debida, en
buena parte, a los propios emigrantes. „En cuanto a la aculturación, aún los
procesos más superficiales se ven dificultados por el desinterés de los
españoles en cualquier aspecto de la nueva lengua que no se relacione
directamente con los problemas básicos de su rol laboral. Así, es frecuente la
iniciación de cursos de lengua alemana en las factorías y en los Centros
españoles. Las dos o tres primeras noches el local se encuentra abarrotado. Al
146
cado de dos semanas, tales cursos se ven obligados a terminar por falta de
partícipes suficientes.” (CAZORLA, 1978, 15)
Un aspecto importante para cuantificar la dimensión real de la
integración/discriminación de la primera emigración es el contacto con la
población alemana.
La mayoría de los emigrantes españoles encuestados en 1962 afirman estar
dispuestos a tener contacto con la población alemana, pero también son
mayoría los que afirman no tener amistades alemanas. (ver tablas 33b y 33c)
Algo más matizada es la conclusión a la que llega Aguirre (AGUIRRE, 1989) al
evaluar los resultados de la encuesta realizada por Cáritas. Por una parte el
72,12% de los encuestados afirma que comparte su tiempo libre con amigos
alemanes y el 46% con compañeros de trabajo. (ver tablas 33d y 33e)
Sin embargo, tomando como referencia los datos acerca de la regularidad de
estos contactos, Aguirre constata que entre 1979 y 1989 el porcentaje de
encuestados que afirmaba tener contacto regular y asiduo con ciudadanos
alemanes incluso había bajado, pasando del 35,99% en 1979 al 33,25% en
1989. (AGUIRRE, 1989: 79)
Hemos visto en el apartado anterior que la primera emigración se replegó sobre
dos instituciones: la familia y la propiedad colectividad. Pues bien, el estudio
comparativo publicado por Aragón además detalla las especiales dificultades
para entablar relaciones de amistad con los ciudadanos del país de acogida.
En Alemania, pero también en Suiza y en Holanda, los emigrantes
prácticamente limitaron su círculo de amistades a personas de su propia
nacionalidad, lo que algunos autores califican de “gueto migratorio”. (ARAGÓN,
1986, 65 y ss.)
El porcentaje de españoles residentes en Alemania que decía tener un primer y
147
segundo amigo de la misma nacionalidad era superior a la media en otros
países, pero que eran menos los españoles que vivían en un vecindario
mayoritariamente español. Este es un indicio de que la segregación se
producía en el ámbito social y no en espacial, es decir, que los guetos
españoles se daban con menor frecuencia en Alemania que en otros países.
(ARAGÓN, 1986, 65 y ss.) (ver tabla 34)
Gualda (GUALDA, 2001) hace referencia al trabajo de la Fundación de
Españoles en el Mundo referidos a Alemania, recogido en el Anuario de los
españoles en el mundo de 1991, según el cual persistía la distancia con la
población alemana. El 91% de los españoles residentes en Alemania indicaba
que su mejor amiga era de la misma nacionalidad, el 81% decía que segundo
mejor amigo también. (GUALDA, 2001: 83)
Bien diferentes son los resultados de recientes encuestas. El 78% de los
españoles entre 16 y 24 años dice tener un círculo de amistad alemán (media
28%), mientras que el 14% afirma tener amistades mayoritariamente del país
de origen (media 20%). El 13% de los españoles afirma tener un círculo de
amistades mixto, mientras que la media de todos los colectivos de extranjeros
encuestados es del 45%. (INSTITUT FÜR DEMOSKOPIE ALLENSBACH a,
2009)
Los matrimonios binacionales
En los dos apartados anteriores hemos visto que la familia y el entorno español
fueron „refugios“ a los que recurrió la emigración española en Alemania y que,
en líneas generales, raras veces se daba el contacto con la población alemana.
Sin embargo, la falta de integración en estos dos ámbitos y, sobre todo, el
escaso contacto con la población alemana no era extensible a todos los
ámbitos como veremos al analizar la importancia que han tenido los
matrimonios binacionales.
148
En 1989 el 10,54% de los encuestados por Caritas había contraído matrimonio
con un ciudadano/a aleman/a. (ver tabla 35) Este porcentaje supone un (ligero)
aumento en comparación a 1979. (AGUIRRE, 1989: 22)
Fernández señala que la primera emigración masculina por regla general solía
optar por entablar relaciones con mujeres españolas. Según esta autora, los
hombres de la primera emigración distinguían claramente entre relaciones
esporádicas y no estables con mujeres no españolas y el matrimonio que, salvo
pocas excepciones, tenía que celebrarse con una mujer española.
(FERNÁNDEZ, 2000, 77)
Pero en 1999 el número de matrimonios entre dos personas de la misma
nacionalidad había perdido importancia para todos los colectivos de
extranjeros, pero sobre todo para la ciudadanía española residente en
Alemania. (ver gráfico 27)
El porcentaje de españoles y españolas que se casan con ciudadanos/as de la
misma nacionalidad es absolutamente minoritario. Como señala Preisendöfer,
el cambio ha sido radical. (ver gráfico 28)
El informe del Gobierno Federal sobre la situación de los extranjeros en
Alemania visualiza de manera impresionante el cambio de patrón
experimentado en los matrimonios de los españoles en comparación al resto de
los extranjeros. Llama la atención, que la ciudadanía española en este país se
distingue de los emigrantes turcos, italianos y griegos sobre todo en el elevado
porcentaje de mujeres que se casan con hombres alemanes y en la poca
importancia que tienen los matrimonios entre personas de la misma
nacionalidad. (ver tabla 36a)
De hecho, los hombres españoles no destacan del resto de las nacionalidades
aquí analizadas ya que en todas ellas la el porcentaje ronda el 50%. (ver
149
gráfico 29) Bien diferente es el caso de las mujeres españolas.
Aproximadamente el 50% de ellas se casan con un hombre alemán y con ello
se sitúan a la 15 puntos del siguiente colectivo. (ver gráfico 30)
El otro aspecto en el que el colectivo español presenta una gran diferencia de
los ciudadanos italianos, turcos y griegos es el porcentaje tan bajo de
matrimonios entre personas de la misma nacionalidad (2%) (ver gráfico 31)
El uso de los medios de comunicación
También parece importante analizar el uso de los medios de comunicación por
parte de los trabajadores españoles en Alemania.
De la encuesta realizada en 1961 por Delgado resulta que la gran mayoría
(69%) de estos primeros emigrantes afirmaba leer exclusivamente prensa
escrita española. En cuanto a la emisiones radiofónicas el porcentaje es solo
del 38%, seguido en importancia del grupo que dice no escuchar ningún
programa de radio. (ver tabla 36b)
Aguirre constata en 1989 que el número de lectores regulares de la prensa
española continua siendo importante si bien con una gran disparidad en lo
relativo a la regularidad. (ver tabla 36c)
Sin embargo, este autor subraya que estos datos indican un cambio en la
tendencia. Frente a los resultados de 1979, el número de lectores asiduos
cayó consideralbmente (AGUIRRE, 1989: 62)
Idéntica evolución ha experimentado el uso de las emisiones radiofónicas
españolas. En 1989 un porcentaje importante afirmaban utilizar este medio de
comunicación. (ver tabla 36d)
150
Pero comparando estos datos con los de la encuesta realizada un decenio
antes, resulta que ha caído considerablemente el número de españoles que
siguen con regularidad los programas e español emitidos por la radio: del
92,49% en 1979 al 77,87% en 1989. (AGUIRRE, 1989: 64)
Por otro lado, en 1989 el porcentaje de lectores de prensa alemana ascendía al
72,75%, lo que supone un espectacular incremento en comparación a los
primeros años de la emigración. (ver tabla 36 e) Frente a la encuesta de 1979,
este porcentaje prácticamente se ha duplicado (AGUIRRE, 1989: 68)
El autor cree que básicamente se debe a dos factores: la mayor duración de la
estancia en el país y el mayor peso de la segunda generación. El 41,83% de
los encuestados que afirmaban leer a diario un periódico alemán tiene menos
de 31 años, un dato tanto más significativo si tenemos en cuenta que este
grupo de edad solamente representa el 23% del total de los encuestados.
(AGUIRRE, 1989: 68)
A comienzos de los años ochenta la prensa seguía siendo el medio preferido
para de la emigración española para informarse. También la encuesta de
SOFEMASA revela su papel destacado: el 73% de los emigrantes recurría a la
prensa para seguir la actualidad española. (LA REGIÓN - INTERNACIONAL,
36). El 31% de los encuestados afirma respectivamente utilizar la prensa o la
TV del país de residencia, un porcentaje inferior a medios de comunicación
directos como cartas de familiares y amigos (36%). El 56% de los residentes en
Europa escucha la radio española, destacando Alemania y Holanda (74% y
65% respectivamente. (LA REGIÓN - INTERNACIONAL, 37)
Coinciden estos resultados con los publicados por Aragón et. al. según los
cuales la radio y la prensa que llegan de España están entre los servicios más
utilizados por la emigración residente en Alemania, Francia, Holanda, Suiza y
Bélgica. (ARAGÓN, et.al., 1986: 106 y s.). (ver tabla 36e)
151
La encuesta de Caritas 1989 recoge la importancia que entonces ya tenía la
televisión. La gran mayoría de los encuestados ve la televisión alemana con
regularidad.(ver tabla 36f) La comparación de las encuestas realizadas en 1979
y 1989 demuestran que la televisión se había convertido en el medio de
comunicación prioritario para la colonia española en Alemania, pasando el
porcentaje de los que decían ver la televisión del 63,17% al 92,25% y el de los
encuestados que afirmaban ver la televisión a diario del 32,29% al 72,75%.
Sanz (SANZ, 2010) recuerda que durante el franquismo los medios de
comunicación constituyeron un campo de intensa pugna entre la dictadura y la
oposición. El franquismo lanzó una serie de publicaciones como el 7 Fechas y
emisiones de radio mientras que la oposición contaba con publicaciones
editadas bajo el auspicio de los sindicatos alemanes o bien por los sindicatos y
partidos españoles como el Mundo Obrero y Libertad y emisiones de radio
como la de Radio Baviera, dirigida por los socialistas Josep Moll Marqués y
Manuel Moral (véase el testimonio de Manuel Moral, en: GONZÁLEZ, 2011:
268 – 270)
La vivienda
La vivienda fue uno de los mayores problemas para la primera emigración. En
los primeros años, muchos emigrantes habían estado alojados en viviendas
que eran propiedad de las empresas que les habían contratado. Este tipo de
alojamiento respondía al deseo de muchos emigrantes de dedicar una parte lo
más baja posible de sus salarios a sus gastos de manutención y alojamiento en
Alemania, pero a la vez generaba serios problemas de convivencia.
(STEVENS, 2008: 15)
Son varios los pasos que propician la integración de los emigrantes españoles
en la sociedad alemana. Uno de los primeros era abandonar las viviendas
facilitadas por la empresas, en condiciones pésimas de espacio y a menudo
organizadas por nacionalidades. (SOREL, 1974: 104)
152
Según la encuesta realizada por Delgado a comienzos de los años sesenta
aproximadamente un tercio de los españoles residía en barracas o residencias
de las empresas, algo más de la mitad pisos o habitaciones alquiladas y el
0,3% tenía una vivienda en propiedad. (ver tabla 37)
A finales de los años ochenta el porcentaje de personas que vivían en
alojamientos propiedad de la empresas había caído al 3,47%, el 93% vivía de
alquiler y el porcentaje de españoles que tenían un piso en propiedad ni
siquiera llegaba al 4%.
La propiedad inmobiliaria también puede ser un indicio del grado de
integración, siempre teniendo en cuenta que uno de los objetivos principales
consistía en dirigir los ahorros hacía España, priorizando la adquisición de
bienes inmuebles o la realización de proyectos en el país de origen. El hecho
de que la mayoría de los emigrantes españoles hayan optado por adquirir una
vivienda en España y no en Alemania es coherente con el objetivo inicial de la
emigración. La orientación hacía el país de origen en cuanto a la adquisición de
bienes inmobiliarios haya sido un fenómeno compartido con otros colectivos de
emigrantes. A comienzos de siglo el 16,2% de los españoles en Alemania tenía
un piso en propiedad en este país, un porcentaje claramente inferior al de los
alemanes (48,5%), pero algo superior al resto de los extranjeros (14,2%).
(PREISENDÖRFER, 2003: 33) (ver gráfico 32) En 1989 más del 60% de los
encuestados por Caritas afirmaba poseer una casa o un piso en España. (ver
tabla 39) Este porcentaje incluso supone un crecimiento frente a 1979
(AGUIRRE, 1989: 56)
Completamente diferentes son las respuestas en lo referente a la propiedad
inmueble en Alemania: cerca del 90% de los encuestados dice no tener casa o
piso en propiedad en el país de acogida. (ver tabla 40)
153
Aguirre achaca esta diferencia tan llamativa a tres factores: los ingresos no
eran suficientes para diversificar la inversión, la inseguridad en materia de
residencia y, por último, la persistencia del retorno como objetivo primordial
para muchos emigrantes españoles. (AGUIRRE, 1989: 58)
El sistema educativo
Uno de los principales indicadores para avalar el grado de integración de la
emigración española en Alemania son los resultados escolares.
Estos datos resultan especialmente sorprendentes si tenemos en cuenta que el
sistema escolar alemán sencillamente no estaba preparado para acoger a
miles de hijos de emigrantes. (Romano-García, 1995, 471 y s.) Las vías por las
que optaron las administraciones alemanas y españolas para dar respuesta a
las necesidades de los jóvenes españoles en edad escolar pronto demostraron
ser poco adecuadas.
Las respuestas de la administración española
Por un lado tenemos a la administración española que en un principio intentó
montar guarderías y escuelas paralelas lo que pronto resultó ser poco eficaz ya
que los alumnos por regla general no adquirían suficientes conocimientos de
alemán para integrarse en el sistema y además los títulos no eran reconocidos
por las autoridades alemanas. Los principales actores rápidamente se
percataron que esa era una vía abocada al fracaso. (ROMANO GARCIA, 1995)
Otra vertiente de este sistema paralelo fueron las guarderías españolas,
organizadas en buena parte por las Misiones Católicas. Los padres se
percataron pronto de las limitaciones de un sistema que apenas aportaba nada
al aprendizaje del idioma de la sociedad de acogida. Como señala von
Breitenbach, las guarderías alemanas presentaban diversos inconvenientes
(listas de espera, horarios de apertura incompatibles con los horarios laborales
154
de los padres). A comienzos de los años setenta las Misiones Católicas
decidieron poner en marcha en diversas ciudades para paliar este problema. A
finales de los años setenta muchas de estas guarderías contrataron a
educadoras alemanas para abrir la vía del bilinguismo. (BREITENBACH, 1982:
120)
Las respuestas del sistema educativo alemán
Las autoridades federales alemanas aprobaron diversas recomendaciones
acerca de la escolarización de este colectivo. La primera data de 1964 y recoge
la obligatoriedad de asistir a la escuela y prevee como norma general la
creación de clases integradas. Los ministros de Educación de las regiones,
está es una competencia transferida, aprobaron diversos documentos al
respecto en 1971, 1976 y 1979. En 1996 finalmente se aprobó una resolución
que apostaba por la educación intercultural y que por primera vez calificaba la
diversidad de oportunidad y no de impedimento. (STEVENS, 30 y ss.)
Dado que la educación está transferida a los gobiernos regionales, estos
pusieron en marcha sistemas muy diversos. Stevens (STEVENS, 2008)
menciona los tres modelos más comunes: las clases preparatorias
(Vorbereitungsklassen), las clases nacionales que sobre todo se dieron en
Baviera y, por último, las clases completarias en sus dos modalidades
(financiadas por el gobierno regional o las administraciones de los países de
origen). Sobre todo las clases nacionales, es decir, la segregación de los
jóvenes inmigrantes, dificultó la inserción escolar de este colectivo. (STEVENS,
30 y ss.)
Los principales problemas del sistema educativo
En 1974 Sorel resumía los problemas de la escolaridad de los jóvenes
españoles tal como en aquel momento lo analizaban las Asociaciones de
155
Padres de Familia: falta de datos estadísticos sobre la población escolar
española en Alemania, inserción incompleta en el sistema escolar, excesivo
porcentaje de niños extranjeros en escuelas para menores con una
discapacidad, falta de contacto con los niños alemanes, excesivo coste del
bachillerato español. (Sorel, 1974: 107) Sorel menciona diversos factores que
dificultan la plena inserción escolar de los menores españoles en el sistema
alemán: provisionalidad y centralidad del retorno, duplicidad del sistema
(escuelas alemanas y clases complementarias) lo que, en opinión de autor,
implica una carga excesiva para los menores, falta de preparación del sistema
alemán para atender a los menores extranjeros. (SOREL, 1974: 23 y s.)
Diversos autores señalan las dificultades que el sistema escolar encontraba
para dar respuesta a las necesidades específicas de los hijos de emigrantes:
una excesiva orientación en las pautas socioculturales alemanas, poca
capacidad para poder reaccionar a las necesidades individuales de los jóvenes
inmigrantes, desconocimiento por parte de los profesionales del trasfondo
cultural y de las circunstancias de los países de origen. A esto se le añade por
parte de los inmigrantes un profundo desconocimiento del sistema educativo
alemán y de la sociedad de acogida en general, ambivalencias en la valoración
de la educación y, en general, rechazo de la sociedad alemana, etc. (Sayler,
1987: 127 y s.)
La integración de los españoles en el sistema educativo alemán hasta los
años ochenta
En líneas generales, todo indica que ya antes de 1973, es decir, del período en
que los padres se volcaron en preparar la permanencia duradera en el país, el
colectivo español era el que presentaba la mayor tasa de escolarización de los
principales grupos de la primera emigración, el 41%, seguido del 36% de los
griegos, 34% de los yugoeslavos, 30% turcos y 29% respectivamente de los
ciudadanos portugueses e italianos. (AGREGADURÍA, 1970)
156
A pesar de ello, la situación en el momento de cerrarse este primer ciclo
migratorio con el fin del reclutamiento de trabajadores extranjeros en 1973 se
presentaba bastante precaria. Beltrán (BELTRÁN, 2011) indica que ese año el
90% de los alumnos españoles no tenían una cualificación profesional, cerca
del 25% de los jóvenes en edad escolar no iban a la escuela y solamente
11.000 de los 21.000 españoles en edad escolar asistían a las clases
complementarias.
Izquierdo (IZQUIERDO 1975) comparó en un trabajo publicado en 1975 la
situación de jóvenes españoles entre 10 y 12 años pertenecientes a las
mencionadas clases preparatorias con la de sus coetáneos en España. Pues
bien, este autor concluye que los alumnos españoles en Alemania presentan
unos índices de inseguridad, problemas de tipo emocional y miedos muy
superiores a los alumnos en España. (THOMAS, 1986: 69)
Schmidtke (1978) entrevistó a 495 alumnos entre 9 y 15 años. Los jóvenes
españoles presentan sintomáticas de miedos y temores muy superiores a los
alumnos alemanes. Llama la atención que los jóvenes españoles que acudían
a las clases preparatorias presentan resultado peores que los de aquellos
jóvenes integrados en el sistema regular. Schwarzer y Arzoz presentan los
resultados de una encuesta a 280 alumnos españoles pertenecientes a los tres
modelos mencionados anteriormente (clases preparatorias, clases nacionales,
sistema regular con clases complementarias). También este informe llega a la
conclusión que los jóvenes españoles que habían sido integrados en el sistema
escolar regular presentan valores mucho más positivos que aquellos otros que
participan en modelos específicamente diseñados para los jóvenes
inmigrantes. Estos autores concluyen que el tipo de escuela es decisivo para
lograr elevadas cuotas de autoestima y reducir el absentismo. (THOMAS, 1986:
69)
157
Niehusens (NIEHUSENS, 1976) por su parte analiza los resultados de una
encuesta a 797 alumnos alemanes, italianos, turcos y españoles entre 9 y 16
años. Resulta sorprendente que los jóvenes españoles integrados en el
sistema regular presenten prácticamente valores idénticos que los jóvenes de
nacionalidad alemana. En comparación al resto de las nacionalidades
analizadas presentan los índices más bajos de temores y miedos así como de
“conformismo social.”107 Por otra parte, los jóvenes españoles en las clases
preparatorias presentan elevados niveles de temores (igual que los jóvenes
italiandos) y considerables índices de conformismo social, similares a los
alumnos turcos.
Schwarzer (SCHWARZER, 1980) llega a conclusiones menos positivas en una
encuesta a 425 alumnos de cuarto de primaria de nacionalidad alemana, turca
y española. Este autor concluye que tanto los alumnos turcos como los
españoles presentan valores muy inferiores a los de los alemanes en los tres
ámbitos analizados: autoestima, miedo a los exámenes y temor de
consecuencias sociales.
López-Blasco (LÓPEZ-BLASCO, 1983) afirma que varios factores influyen en la
socialización de los jóvenes españoles: la edad en el momento de la entrada en
el país y la temporalidad y provisionalidad de su estancia en el país.
La edad en el momento de la emigración fue central para la integración y la
inserción de los jóvenes en el sistema educativo. Resalta la centralidad de
escuela para entablar relaciones con la sociedad alemana y el papel muy a
menudo restrictivo en lo que se refiere a las mujeres jóvenes. Señala este
autor que resulta llamativo el que chicas de 16 a 18 años, que emigraron en
107 ¨El conformismo social –afirma Marcos Roitman- es un tipo de comportamiento cuyo rasgo más característico es la adopción de conductas inhibitorias de la conciencia en el proceso de construcción de la realidad. Se presenta como un rechazo hacia cualquier tipo de actitud que conlleve enfrentamiento o contradicción con el poder legalmente constituido. Su articulación social está determinada por la creación de valores y símbolos que tienden a justificar dicha inhibición a favor de un mejor proceso de adaptación al sistema-entorno al que se pertenece.¨ (El pensamiento sistémico: los orígenes del social conformismo; Siglo XXI, 2003)
158
edad escolar, pasan su tiempo libre sobre todo en los centros españoles.
(LÓPEZ-BLASCO, 1983: 160 )
Precisamente aquellos hijos de emigrantes que llegaron a Alemania pasados
unos años y después de haber recibido buena parte de su formación escolar en
España, serán los que mayores problemas encuentran para integrarse a la
sociedad alemana. Bien distinta es la situación de los jóvenes que nacieron en
Alemania o que llegaron en edad preescolar. Estos jóvenes son los que viven
con mayor intensidad las discrepancias entre un hogar español y el entorno
alemán. Estos son los jóvenes que menos se identifican con la orientación al
retorno de sus padres. (RUIZ: 69 y s.)
Precisamente la provisionalidad de la estancia en el país. Muchos de estos
jóvenes fueron arrancados de sus entornos en España y trasplantados a un
entorno marcado por una gran inseguridad en lo referente a la duración de la
estancia en el país. Algunos autores afirman que se trata de un estatus
“provisional duradero” en el que el retorno tiene una presencia permanente.
(López-Blasco, 1983: 160 y s.)
La integración de los españoles en el sistema educativo alemán a partir
de los años ochenta
A partir de comienzos de los años ochenta algunos autores comienzan a
comentar el éxito escolar de la segunda generación española, una visión no
compartida por todos los estudios.
Así por ejemplo López-Blasco (LÓPEZ-BLASCO, 1983) afirma que la situación
escolar de los jóvenes españoles es similar a la del resto de los emigrantes,
estando sobre todo representados en los ciclos educativos básicos (LÓPEZ-
BLASCO, 1983: 120 )
159
Von Breitenbach disiente de esta visión pesimista. Mientras que los emigrantes
italianos se muestran sumamente reacios a la hora de enviar a sus hijos al
sistema escolar regular y prefieren darlos de baja y mandarlos a Italia para que
cursen su formación escolar ahí el entramado asociativo español optó a tiempo
por reclamar la equiparación de sus jóvenes a los alemanas y renunciar a un
sistema escolar paralelo. (BREITENBACH, 1982: 105) BIERBACH
(BIERBACH, 2003) insiste en este aspecto señalando que los españoles
presentan una tasa del 16% en el ciclo escolar superior frente al 6% de los
ciudadanos italianos. (BIERBACH, 2003: 5) Vermeulen llega a una conclusión
similar en su comparación de emigrantes españoles y griegos en Alemania.
Ambos colectivos dieron gran importancia a la educación de los hijos. Los
españoles optaron por la integración en el sistema escolar alemán, mientras
que los griegos dieron preferencia a un sistema escolar paralelo sobre todo
para mantener la opción abierta de que los jóvenes puedan estudiar en Grecia.
(VERMEULEN, 2010)
El trabajo de Breitenbach data de comienzos de los años ochenta. Pues bien,
en 2005 las diferencias con los grupos de comparación (griegos, portugueses,
italianos y turcos) se han consolidado. La encargada del Gobierno para la
inmigración constató en su informe de 2005 que las cuotas de integración
logradas por los españoles en el sistema educativo alemán se deben a la
estrategia de los padres, que apostaba por la integración de sus hijos en el
sistema regular y las clases complementarias - (BUNDESREGIERUNG, 2005:
51)
Aguirre afirma que en 1989 el 84,57% de los encuestados por Caritas dicen
que sus hijos asisten a estas clases complementarias. (ver tabla 41)
En la actualidad los españoles presentan el menor porcentaje de alumnos en el
nivel educativo inferior (Hauptschule) y el mayor en el que da acceso a la
universidad (Gymnasium).
160
El propio Gobierno Federal califica a los españoles de grupo con mayor éxito
escolar (BUNDESREGIERUNG, 2000: 128) y que tiene el porcentaje de
jóvenes en el Gymnasium más similar al de los alemanes.
(BUNDESREGIERUNG, 2005: 51) (ver tablas 42 y 43)
En el año 2000 el 21,9% de los españoles estaban integrados en el sistema
escolar y universitario alemán o estaban realizando una formación profesional.
Estos datos no se diferencian de los porcentajes de la población alemana
(17,4%) o del restos de los extranjeros (22,6%) (PREISENDÖRFER, 2003: 44)
Si diferenciamos por sectores educativos, el porcentaje de jóvenes españoles
que en ese año realizaban una FP (1.514) supone el 1,6% de la totalidad de los
aprendices extranjeros, mientras que los españoles en ese año representaban
el 1,7% de los ciudadanos extranjeros residentes en Alemania.
(PREISENDÖRFER, 2003: 45)
El informe del Gobierno Federal de 2000 señala que el porcentaje de jóvenes
extranjeros que realizan una formación profesional experimentó un crecimiento
entre 1986 (25%) y 1994 (44%) volviéndo a caer en 1997 (37%). Únicamente
los jóvenes españoles logran alcanzar la cuota de FP de los alemanes e
incluso superarlas (1997: 67% y 63% respectivamente). Entre 1994 y 1997 el
porcentaje de los jóvenes italianos pasó del 55% al 46% y el de sus coetáneos
turcos del 48% al 39%. (BUNDESREGIERUNG, 2000: 140) Pero los españoles
además destacan por el elevado porcentaje de mujeres que realizan una FP.
En 1997 el 51% de las jóvenes españolas realizaban una FP, un porcentaje
mucho mayor que el del resto de nacionalidades (turcas: 30%, italianas 37% y
portuguesas 39%) (ver tabla 44)
Para este trabajo hemos procedido a analizar en detalle el reparto de los
jóvenes extranjeros de las principales nacionalidades de la emigración de los
años sesenta en los diferentes sistemas escolares. Llama la atención que a
todos los grupos les es común la caída del porcentaje de los jóvenes en la
161
escuela primaria. En el caso de los españoles el porcentaje de alumnos en la
escuela primaria sobre el total de los alumnos pasó del 92,5% en 1970 al
34,2% en 2009, siendo la evolución del resto de las nacionalidades muy
parecido. (ver gráfico 33a)
Las diferencias son llamativas en los ciclos escolares superiores. Así por
ejemplo, el porcentaje de españoles en la Hauptschule, el ciclo básico, sobre el
total de los alumnos siempre fue el más bajo de todos los colectivos
analizados, pasando del 16,7% en 1990 al 13,5% en 2009. A modo de ejemplo,
en 1990 el 38,1% de los jóvenes griegos cursando sus estudios en esta rama,
en 2009 este porcentaje todavía suponía el 22,2%. (ver gráfico 33b)
En el siguiente nivel, la Realschule, que abre mayores oportunidades laborales,
el porcentaje de los españoles ha sido mayor al menos hasta el año 2005,
momento en el que el resto de los colectivos alcanzan o incluso superan el
porcentaje de los españoles. (gráfico 33c)
Pero es en el nivel superior del sistema escolar, el Gymnasium que da acceso
a la universidad, donde mayor es la diferencia entre los porcentajes de los
españoles y la de los otros colectivos. El punto de partida era similar para todas
las nacionalidades: en el año 1970 ninguna de ellas presentaba un porcentaje
superior al 2,5%. En la totalidad del período entre 1970 y 2009 el colectivo
español fue el que presentó un mayor porcentaje de alumnos en este ramo. En
2009 se situaban a la cabeza con un 19,6%, mientras que el colectivo turco
llegaba al 10,6%. (gráfico 33d)
Bierbach (BIERBACH, 2003) relativiza algo las diferencias del nivel educativo
de jóvenes españoles y p.ej. sus coetáneos italianos. Probablemente hay que
tener mucho más en cuenta las circunstancias específicas de cada comunidad.
Los emigrantes italianos tuvieron más oportunidades de desarrollar “tendencias
endógeneas” debido a su mayor número y al poder acogerse a la libre
circulación. (BIERBACH, 2003: 6)
162
Otro aspecto de interés para evaluar el grado de integración de la segunda y
tercera generación es la titulación obtenida. El 79,4% de los españoles cuentan
con un título de Enseñanza General con lo que vuelve a ocupar una posición
intermedia entre la población alemana (92,1%) y ligeramente por encima del
resto de los extranjeros (77,9%)
Parece significativo que el porcentaje de españoles que cuenta con el
bachillerato (23,6%) es superior al resto de los extranjeros (22,6%) y al de los
ciudadanos alemanes (16,8%). (ver tabla 45)
El trabajo de Preisendörfer (PREISENDÖRFER, 2003) además ofrece una
comparación con otros dos colectivos de emigrantes (italianos y turcos) que
visualiza de forma gráfica los avances dados por la emigración española frente
a otros colectivos que entraron de forma masiva a Alemania a partir de los años
sesenta. Llama la atención el porcentaje de estudiantes universitarios sobre el
total de jóvenes integrados en sistema educativo. En el caso de los españoles
este porcentaje asciende al 24,8%, una cuota muy superior a la del resto de los
extranjeros y de los ciudadanos alemanes. En lo relativo al número de
estudiantes extranjeros los españoles cuentan con un porcentaje superior
incluso al de los ciudadanos alemanes. (ver tabla 46)
Como señalan algunos autores, este dato está distorsionado por la inclusión de
jóvenes españoles que se desplazan a Alemania para estudiar.
(PREISENDÖRFER, 2003: 45) De hecho los españoles son el único colectivo
que presenta un porcentaje superior al 90% de estudiantes que han obtenido el
título para acceder a la universidad en el país de origen tanto en lo que se
refiere al total como a los jóvenes que inician sus estudios. (ver tablas 47 y 48)
Si nos limitamos a evaluar por ejemplo el porcentaje de licenciados españoles
sobre el total de licenciados extranjeros que han cursado sus estudios
escolares en Alemania, la diferencia con el resto de los colectivos ya es menor.
(ver gráfico 33e)
163
En este contexto parece interesante mencionar las diferencias por sexos.
Mientras que el 49,4% de los hombres españoles tienen un título de formación
profesional o un título de Escuela Universitaria o de Universidad mientras que
este porcentaje es solo del 39,9% entre las mujeres españolas. La relación es
diferente si solo analizamos el porcentaje de titulados universitarios. El 23% de
las mujeres españolas tienen un título de Escuela Universitaria o de una
Universidad frente a un 12,7% de los hombres. El panorama vuelve a cambiar
si nos centramos en los títulos de Maestría (hombres: 11,4%; mujeres: 2,3%).
Si introducimos la variable de la edad, resulta que las diferencias entre los
ciudadanos alemanes y los españoles son mayores entre los grupos de edad
más avanzados. (ver grafico 34)
Posiblemente la concentración de la emigración española de segunda
generación en la formación profesional ha evitado que se produjera una
“generación desengañada”. Bourdieu (BOURDIEU, 1987 y 1988) describió la
creciente incorporación de los jóvenes de origen obrero al sistema educativo en
paralelo a la expansión del sistema educativo. Este colectivo, siguiendo las
pautas marcadas por sus padres, puso todo el empeño de la movilidad social
en el acceso al sistema educativo, obteniendo títulos universitarios devaluados
en el mercado laboral. (TUCCI, 2008) De hecho, el sistema educativo alemán
es de los más selectivos del entorno europeo. Combina un acceso muy tardío
al sistema escolar con una bifurcación muy temprana de las diferentes ramas
del sistema escolar. En cierta medida, la emigración española ha sabido optar
por el correctivo que el propio sistema ofrece: la formación profesional. (CRUL,
SCHNEIDER; 2010) Eso si, el colectivo español no solo consiguió evitar el
proceso selectivo inherente al sistema educativo sino también neutralizar la
discriminación de clase. Son pocos los sistemas educativos en Europa que
permiten tan poca movilidad social. (MODOOD, 2004)
164
Atención por parte de la administración española/del país de origen
La administración española desplegó una amplia red de instituciones en
Alemania: Consulados, asesores laborales y Casas de España. La actividad de
la Administración tenía una doble vertiente: prestar atención a los emigrantes
españoles residentes en este país y, a la vez, ejercer un control político sobre
el colectivo. (VILAR, 2000: 137)
Vilar señala que hasta la aprobación de la Ley de Bases de la Emigración en
1961 un total de siete ministerios, incluída la Secretaría General del
Movimiento, tenían competencia en materia de emigración. Si bien formalmente
el IEE vendría a hacerse cargo de esta materia, en la práctica la política seguía
controlada por personas adscritas a la O.S.E. Así por ejemplo los asesores
laborales destacados en las Embajadas tenían un doble papel: por un lado,
apoyar a los trabajadores españoles que se desplazaban al extranjero, pero por
el otro lado ejercer un control político sobre la emigración, reprimir cualquier
tipo de actividad antifranquista y evitar, en la medida de lo posible, el contacto
de los emigrantes con organizaciones sindicales del país. (VILAR, 1999: 29 y
s.). Existían además una serie de centros afines al régimen y financiados por
este, sobre todo las Casas de España. (VILAR, 1999: 30)
Las agregadurías laborales surgieron a partir de 1953 por iniciativa de José
Solís, ministro delegado nacional de sindicatos. En 1974 existían 68 oficinas
laborales. En Alemania había 25; en Francia, 15; en Suiza, 12; en Holanda 6;
en Bélgica y Gran Bretaña 5 respectivamente. (BABIANO y FERNÁNDEZ,
2010: 32) Las agregadurías laboral materializaban la política de emigración
franquista y desde 1961 representaban al IEE. (SANZ Díaz, 2007: 729) En los
años setenta Alemania fue el país que contó con mayor número de Asistentes
Sociales: 68 en la RFA, 14 en Suiza, 8 en Francia y 7 en Bélgica.
También el Ministerio de Asuntos Exteriores desplegó una importante red de
Consulados en la RFA. (DIAZ, 2006: 301). Babiano y Fernández hablan de
165
una “concepción de alcance global de la intervención estatal en el proceso
migratorio” y afirman que “el intento de control del conjunto del proceso
migratorio está omnipresente en las grandes leyes que definieron la política
franquista de emigración.” (BABIANO y FERNÁNDEZ, 2010: 35)
Babiano y Fernández detectan cuatro aspectos de la vida de los emigrantes
sobre los que intervenía la Administración franquista: la atención de consultas,
problemas laborales y administrativos (acción asistencial), la problemática de
los hijos de los emigrantes, sobre todo, en la educación (acción educativa), el
ocio (acción recreativa y cultural) y, por último, el mundo asociativo (acción
organizativa). (BABIANO y FERNÁNDEZ, 1999: 18 )
Por parte española se desplegó un importante operativo. En diciembre de 1960
ya trabajaban 11 sacerdotes en Alemania, 13 en febrero de 1961 y en junio de
1962 el número había ascendido a 33. (GONZÁLEZ, 2011) En 1963 había
capellanes de la emigración en 30 ciudades y capellanes auxiliares en otras 22.
(SANZ, 200) En 1969 la iglesia católica española contaba con un total de 87
religiosos en 20 diócesis, siendo la más importante la de Colonia con 12
religiosos y la Rottenburgo-Stuttgart con 11. En 2010 el número de misiones y
religiosos ha pasado a 33 en toda Alemania. (GONZÁLEZ; 2011)
La Agregaduría contaba con 20 asesores laborales repartidos en 16 Oficinas
Laborales. En la Oficina de Bad Godesberg había cuatro asesores, en el resto
1. Por último, Caritas alemana contaba 207 Asistentes sociales, de los cuales
67 se dedicaban exclusivamente a atender a los trabajadores españoles.
Destacaba Colonia con 9 asistentes, seguido de Limburgo y Rottenburgo-
Stuttgart con 7 respectivamente. (AGREGADURÍA, 1970)
El estudio realizado por SOFEMASA en 1983/1984 desvela que el 75% de los
residentes en Europa pensaba que la Administración podía mejor la atención
que les prestaba (La Región - Internacional, 6) Este mismo informe analiza
detalladamente la opinión de la emigración acerca de la atención que recibe de
166
la administración española. "Parece ser" afirman los autores del estudio, "que
el sentimiento entre los emigrantes españoles en Europa es generalizado en
cuanto que son "atendidos por obligación", que resultando molestos los
emigrantes españoles en sus consulados (36%) (...) De las personas que se
han ido a Europa, la mayor parte (37%) opina que les atienden por obligación,
sin entusiasmo: Francia (38%), Suiza (37%), Alemania (31%), Inglaterra (44%),
Bélgica (47%), Holanda (40%).(LA REGIÓN - INTERNACIONAL, 13 y s.)
Según informa el estudio de Aragón, al analizar las instituciones que ofrecen
asistencia a la emigración española, se observa que la asistencia religiosa es la
institución que menos llega a la ciudadanía española en los cinco países
analizados pero también la menos criticada, mientras que el Consulado es la
institución a la que recurren con mayor frecuencia y (por ello) la que más
críticas genera. (ARAGÓN, et.al., 1986: 100 y s.). A raíz de lo visto más arriba
no extraña que sea en Alemania donde los emigrantes españoles ven con
peores ojos a las escuelas españolas. En líneas generales podemos decir que
Alemania es uno de los países en los que la ciudadanía española recurre con
mayor frecuencia a los servicios de la agregaduría laboral y sus servicios
periféricos. (ver tablas 50 y 51)
Las necesidades de la ciudadanía española en Alemania
La encuesta de Cáritas de 1989 detecta un cambio en las necesidades de los
emigrantes españoles en Alemania. Preguntados por los ámbitos en los que
necesitan asistencia por parte de la Administración española, destacan las
relacionadas con la cultura en un sentido amplio, es decir, incluyendo las
clases complementarias para sus hijos. (ver tabla 52) El 38,66% reclamaba
apoyo en el ámbito cultural, es decir, en lo relacionado con el “trabajo
identitario”.(AGUIRRE, 1989: 90)
Aragón señala que la actuación de la Administración española en el exterior
llevó a crear, debido a la propia concepción ambigua y contradictoria de la
167
emigración y a la falta de garantías por parte de los acuerdos bilaterales, una
red asistencial estrecha que pretendía emular la existente en España.
(ARAGÓN, 1986, 22 y s.)
En el transcurso del tiempo, afirma este autor, la actividad internacional de
España y diversos convenios bilaterales habrían permitido alcanzar un nivel de
garantías que, en principio, haría innecesario mantener estas instituciones en el
exterior. (ARAGÓN, 1986, 25)
La sociedad civil española en Alemania: ¿motor de integración?
En este apartado queremos profundizar el papel que jugaron, para la
integración de la ciudadanía española en Alemania, las diferentes
organizaciones que formaban la sociedad civil española. Incluimos en este
apartado a la iglesia española. En lo relativo a la integración en el sistema
educativo ya hemos visto que el movimiento asociativo jugó un papel decisivo
para convencer a los padres a no aceptar la doble imposición que provenía de
las administraciones alemana (ciclos nacionales) y española (sistema escolar
nacional). Además de observar con mayor detenimiento la importancia que tuvo
este planteamiento para la configuración del movimiento asociativo,
analizaremos brevemente el papel que jugaron los partidos políticos y los
sindicatos españoles así como la iglesia. Por último queremos analizar el papel
de la experiencia migratoria para la socialización política de los emigrantes.
El movimiento asociativo
En su análisis del movimiento asociativo español Babiano y Fernández señalan
que éste resultó ser un instrumento imprescindible para que los emigrantes
pudieran abordar las dificultades que se encontraron en el país de destino y
además sitúa al emigrante como sujeto en el centro del trabajo. (BABIANO y
FERNÁNDEZ, 1999, 5) Sería pues un error ignorar los aspectos de acción
colectiva de la emigración español. Esta acción colectiva se movía en el marco
168
de una serie de constricciones de tipo generacional, individual e institucional.
Las constricciones de tipo generacional están relacionadas con la socialización
política en la dictadura franquista, las de tipo individual con un proyecto
migratorio estrechamente ligado a la idea de trabajar en el extranjero un
período limitado con el objetivo de generar unos ahorros y retornar a España.
Las constricciones de tipo institucional tienen que ver con el control político que
el sistema franquista pero también los estados de acogida ejercían sobre la
emigración. (BABIANO, FERNÁNDEZ, 2009, 13)
A diferencia de lo sucedido en Francia, donde la emigración no comenzó en los
años sesenta sino que ya contaba con una dilata trayectoria, los españoles que
se trasladaban a Alemania tenían que empezar desde cero. (BABIANO y
FERNÁNDEZ, 1999, 8)
Sanz Díaz (SANZ Díaz, 2006) divide en dos fases el período en el que se
produjo la primera emigración: 1960 a 1967 y 1967 a 1973.
Entre 1960 y 1967 fueron creadas las primeras asociaciones autogestionadas
por los propios emigrantes, algunas de ellas muy politizadas y con un marcado
perfil antifranquista, y la red de centros afines al sistema franquista y
directamente controlados y financiados por él. (SANZ Díaz, 2006: 54)
Este autor afirma que la crisis económica vivida en los años 1966 y 1967
cambió sustancialmente el enfoque de la emigración española en Alemania.
Debido a la experiencia vivida en esos dos años los propios emigrantes
pasaron de considerar su estancia en Alemania como un período transitorio a
reconocer “que se prolongaba de forma indefinida hacia el largo plazo.” (SANZ
Díaz, 2006: 54) A partir de 1967 son frecuentes las reagrupaciones familiares.
Las actividades de los centros se fueron desligando de la idea del retorno para
pasar a centrarse más en la vida en la RFA, las condiciones de trabajo,
vivienda, etc.. (SANZ Díaz, 2006: 54 y s.)
169
Esta diferenciación seguía viva poco antes de la muerte de Franco. Sorel
afirma que había dos tipos de centros: unos recibían subvenciones por las
autoridades españoles mientras que otros subsistían mediante las cuotas de
sus miembros. (Sorel, 1974: 42)
Las Casas de España dependían orgánicamente y en cuanto a su financiación
de la Administración española. (VILAR, 2000: 138) Los centros no oficiales
mantenían distancias con los estamentos estatales y no contaban, por regla
general, con subvenciones de la administración franquista. (SOREL, 1974: 43)
López-Blasco insiste en otro carácter distintivo de estos centros: sus
estructuras democráticas, razón por la que este autor los denomina “centros
democráticos”. Para ser reconocidos como tales por las autoridades alemanas,
debían necesariamente dotarse de órganos elegidos por todos los miembros de
la asociación. (LÓPEZ-BLASCO, 1983: 77)
Creemos que es aplicable al caso alemán la conclusión a la que llegan Babiano
y Fernández (BABIANO, FERNÁNDEZ, 200) para el movimiento francés: aún
habiendo considerables diferencias ideológicas entre los centros, los rasgos
comunes eran importantes. Jugaban un papel importantísimo como lugar de
encuentro y de recreación de la cultura de origen además de ofrecer servicios
de asesoría legal y administrativa. (BABIANO, FERNÁNDEZ, 2009, 15)
Motivos para la creación de las asociaciones
Los trabajos identifican varios motivos que llevaron a los emigrantes a crear
sus propias organizaciones. En su trabajo sobre el caso francés, Babiano y
Fernández (BABIANO, FERNÁNDEZ, 1999) afirman que el movimiento
asociativo español en ese país comenzó a articular sus reivindicaciones de una
forma más sistemática entre 1963 y 1975. Se trata de un elenco de
reivindicaciones que podría subdividirse en cinco grupos:
170
Demandas de representación:
Demandas de carácter económico
Demandas de orden democrático y participativo
Demandas educativas
Demandas relativas al retorno (BABIANO, FERNÁNDEZ, 1999: 35)
La creación de una red de organizaciones propias, distintas y ajenas a las
alemanas y las del régimen franquista recibió un importante impulso al
constatar los propios emigrantes que su estancia en el país iba a durar más de
lo esperado. (Zubillaga, 1998: 99).”
Pero el papel reivindicativo es solo uno de los que juegan las asociaciones
étnicas. Rex indica que básicamente tienen cuatro funciones: ayudar a vencer
el aislamiento social, afianzar los valores, proporcionar asistencia y, por último,
actuar en defensa de los intereses del colectivo. (REX, 1994). Albert (ALBERT,
2004) operacionaliza esta definición en el ámbito relacional y traduce las cuatro
dimensiones en la sociabilidad, solidaridad, la identidad y la participación. (ver.
MONTESINOS, RODRIGO, 2011)
Uno de los actuales dirigentes de la Confederación de Asociaciones de Padres
insiste en la importancia que tuvo no ya solo la llegada de las familias sino
también la experiencia vivida durante la crisis de 1966/67. (RIESGO, 1999,
124)
La legitimación del movimiento asociativo y el reconocimiento por parte de la
colonia dependía directamente de si cumplía la función instrumental que tenía
asignado: ser herramienta “con las que los españoles orquestaban estrategias
adaptativas a las difíciles circunstancias de la experiencia migratoria, estuvo
más vinculado a las actividades desarrolladas que al ámbito de las
171
reivindicaciones”. (BABIANO y FERNÁNDEZ, 1999: 37)
No cabe duda que las asociaciones no solo fueron creadas para representar
los propios intereses de cara a la sociedad y autoridad alemana sino que
además sirvieron de refugio para el propio colectivo y se constituyeron en
institución socializadora. Por una parte fueron un instrumento central para las
estrategias migratorias (FERNÁNDEZ, 2000: 89) pero también parece ser
cierto que fomentaron cierta tendencia al retraimiento, formando un “refugio
español” que provocó cierto encapsulamiento. (FERNÁNDEZ, 2000: 85 y s.)
En una sociedad de acogida percibida como hostil, las asociaciones ofrecían
espacios en los que era posible organizar el ocio con personas que hablaban el
mismo idioma y compartían los valores. (LÓPEZ-BLASCO, 1983: 74) La
exclusión de buena parte de la vida social en el país de acogida, la
consideración por parte de la población autóctona del inmigrante como una
persona problemática, no adaptada a la sociedad alemana hacía muy difícil el
acceso y la aceptación de los emigrantes a la cultura alemana. Una reacción a
esta realidad fue por lo tanto la creación de esta red asociativa y la desafección
de las organizaciones de la sociedad civil alemana. (FERNÁNDEZ, 2000: 87)
Este aspecto es sobre todo significativo en lo que se refiere a la segunda
generación. Los centros intentaban organizar el ocio de estos jóvenes con el
objetivo de evitar un contacto mayor que el estrictamente imprescindible con la
sociedad alemana.El principal problema residía en que los padres a través de
los centros intentaban inculcar a sus hijos patrones de comportamiento que
nada tenían que ver con la sociedad de residencia y ni siquiera con la España
de esa época. (FERNÁNDEZ, 2000, 72) Este planteamiento no podía dejar de
llevar a conflictos. Además, los centros españoles perdían en interés para la
segunda generación una vez que estos jóvenes llegaban a la adolescencia y su
círculos de referencia se trasladaba cada vez más hacía la sociedad alemana.
(GUALDA, 2001: 92).
172
Gualda (GUALDA, 2001) afirma que el grado de vinculación de la segunda
generación con los centros dependía en muchos casos de la edad de llegada a
Alemania. Hemos visto que los jóvenes que emigraron siendo adolescentes
tuvieron mayores problemas para integrarse en el sistema escolar alemán.
Precisamente este colectivo fue el que al parecer no dejó de participar en los
centros españoles, en parte para compensar sus dificultades de integrarse en
la sociedad alemana.
Finalmente, la tercera generación, los nietos de los primeros emigrantes, se
desvincula totalmente del movimiento asociativo español. (GUALDA, 2001: 92).
Bierbach (BIERBACH, 2003) insiste en las dificultades que para las
asociaciones ha supuesto el cambio generacional y el consiguiente declive del
interés de la segunda y, sobre todo, de la tercera generación en las
asociaciones, lo que ha llevado además al surgimiento de centros y
asocuaciones de nuevo tipo, como p.ej. las dedicadas a jóvenes o a la tercera
edad. (BIERBACH, 2003: 6)
Las asociaciones han tratado de adaptarse a los cambios experimentados por
la sociedad alemana y la propia emigración española. Pozo-Gutierrez analiza el
caso inglés y afirma que se han producido dos cambios de calado. Por un lado
las asociaciones han ido modificando paulatinamente su concepto de cultura
española y por el otro gradualmente se han ido convirtiendo en asociaciones
interculturales, integrando a miembros de la sociedad de acogida y de otras
culturas. (Pozo-Gutierrez, 2005, 6) La apertura de las asociaciones españolas
a otras culturas y realidades es un fenómeno que en Francia también se dio
pasados unos años y, desde luego, en prácticamente ningun caso durante la
primera fase de la emigración. (BABIANO, 2002, 571)
von Breitenbach fue una de las primeras autoras en señalar los importantes
logros de integración de la segunda generación y el papel que, en su opinión,
jugaron las asociaciones para lograr estos resultados. (BREITENBACH, 1982:
173
121) La principal razón del éxito escolar de la segunda generación de
españoles en Alemania reside en el elevado nivel de
autoorganización.(STEVENS, 2008: 33)
Thränhardt y Hunger describen a las asociaciones españolas como
asimilacionistas a diferencia de las griegas, que defienden pautas que se
corresponden a un modelo de integración pluralista, constitutivas de lo que
ambos autores denominan una colonia inmigrante. (HUNGER, 2004: 24;
THRÄNHARDT, 2000: 36) De hecho, Thränhardt es uno de los principales
defensores de la tesis que afirma que el español es el más exitoso de todos los
movimientos asociativos extranjeros en Alemania. “Las asociaciones españolas
han alcanzado la forma más eficaz de articulación de sus intereses en la
República Federal”, afirma este autor. “Muy pronto han logrado centrarse en
una política de articulación de sus intereses centrada en al República Federal
incorporando reivindicaciones relativas al retorno dirigidas al Gobierno de
España.” (PUSKEPPELEIT; THRÄNHARDT, 1999, 145 y s.)
El mayor éxito del movimiento asociativo y sobre todo las asociaciones de
padres de familia, así al menos lo afirman buena parte de los trabajos que
hemos analizado, es lograr la integración de los hijos en el sistema escolar
alemán. Hemos visto que la creación de las asociaciones daba respuesta al
deseo de los padres de lograr una buena inserción de sus hijos en el sistema
escolar alemán. (BREITENBACH, 1982: 120)
Babiano describe una motivación similar para el caso francés. Se trata de un
proceso migratorio diferente al que se produjo hacía Alemania, dado que hacía
Francia ya existía una emigración española anterior a los años sesenta y
además el tejido asociativo en parte se había creado antes de la llegada de
esta emigración. A pesar de todo ello, el movimiento asociativo “descubre” el
campo de la enseñanza de forma paralela a la emigración española en
Alemania, es decir, a comienzos de los años setenta. (BABIANO, 2002, 571)
174
Valdría la pena operacionalizar en este contexto el término de capital social,
acuñado por Robert Putnam y, en especial, su distinción entre tres funciones
del capital social: bonding, bridging y linking. (PUTNAM, 1995 y 2000) De
hecho, el mundo asociativo español combina las tres funciones: ata a los
miembros del grupo a la vez que tiende puentes hacía el exterior del colectivo
y, por último, crea vínculos con personas influyentes en el exterior, es decir,
sirve directamente a la movilidad social.
La participación de los emigrantes españoles en el movimiento asociativo
Cabe preguntarse cual fue la participación de los emigrantes españoles en el
movimiento asociativo. Delgado (DELGADO, 1966) ofrece un dato que
corresponde a los primeros años y que refleja una participación relativamente
baja. (ver tabla 54) La encuesta de SOFEMASA le dedica un amplio espacio es
al movimiento asociativo y a la red de centros españoles y constata, en líneas
generales, una mayor participación en América que en Europa (LA REGIÓN -
INTERNACIONAL, 15 y s.)
Posiblemente una de las razones para esta desafección del movimiento
asociativo radique en que la gran mayoría de los encuestados opina que la
Administración pública debería ocuparse de la atención de los emigrantes,
situándose a la cabeza Alemania (73%), Francia (72%) y Holanda (71%).(LA
REGIÓN - INTERNACIONAL, 28)
Pero en los años ochenta el grado de organización en las asociaciones había
repuntado considerablemente. Si nos atenemos a los datos publicados por
Aguirre en 1989, el 59,55% de los encuestados pertenecía a una asociación de
padres. Estas fueron las organizaciones que más aceptación tuvieron entre los
emigrantes españoles en Alemania. (ver tabla 55)
La comparación de los datos de las encuestas realizadas en 1979 y 1989
175
prueba el aumento del grado de aceptación que tuvieron las asociaciones de
padres de familia pero también las asociaciones deportivas y del estancamiento
a un nivel bajo o muy bajo del nivel de participación en sindicatos y partidos
políticos. (ver tablas 56 y 57)
La predominancia de las asociaciones de padres
El movimiento asociativo español en Alemania presenta algunas característica
sque lo diferencia de red asociativa de otros colectivos de extranjeros que
residen en este país. Sobre todo llama la atención que en 2001 el 32,7% de
las asociaciones españoles eran asociaciones de padres, mientras que la
media se situaba en el 5,2%. (BUNDESREGIERUNG, 2007: 170) Hunger
(Hunger, 2004) analiza el registro de asociaciones extranjeras dependiente del
Bundesverwaltungsamt. De sus datos se confirma esta preferencia por las
asociaciones de padres de familia, además de un porcentaje inferior a la media
de asociaciones humanitarias y sociales, políticas y comerciales. (ver tabla 58)
Una encuesta realizada en 2009 confirma una mayor disposición de los
españoles a involucrarse en una asociación (58% frente al 38%) siendo el
porcentaje de españoles no afiliado a ninguna asociación inferior a la media
(40% y 60% respectivamente). (INSTITUT FÜR DEMOSKOPIE ALLENSBACH
a, 2009)
El papel del movimiento asociativo: motor de integración y espacio de
repliegue
A partir de los años ochenta prácticamente todos los trabajos coinciden en
destacar el papel jugado por la sociedad civil y, sobre todo, las propias
organizaciones de los emigrantes españoles en Alemania, para su integración
en este país.
Diaz disiente de un análisis que achaca a las asociaciones una tendencia a
176
aislarse de la sociedad alemana y afirma que precisamente las asociaciones
de españoles han sido un instrumento central para lograr abandonar los
“guetos”. (DIAZ, 2006: 304).
De hecho, parece ser que las asociaciones, más allá de cumplir un rol de lugar
de encuentro con personas que hablan el mismo idioma, sirvieron de
instrumento para lograr que las autoridades alemanas cumplieran diversas
reivindicaciones de la colonia española (GUALDA, 2001: 89)
Stevens (Stevens, 2008) insiste en su investigación sobre la colonia española
en la región de Westfalia en el papel decisivo de las asociaciones para lograr la
integración e incluso cree que la experiencia de autoorganización vivida por
este colectivo debe servir de modelo para otros grupos de extranjeros.
(Stevens, 2008: 45)
Algunos autores opinan que esta disposición a participar en un movimiento
asociativo muy diferenciado y dispar ha sido la clave para las elevadas cuotas
de inserción social. (BIERBACH, 2003: 6)
Vicente Riesgo, uno de los principales representantes de la Confederación
afirma que la gran virtud del movimiento asociativo fue el haber podido hacer
frente a los principales postulados de la política estatal alemana de cara a la
emigración. Ésta no apostaba por la integración de la segunda generación en el
sistema escolar alemán sino que, muy al contrario, mantenía la idea del retorno y
la temporalidad de la estancia en Alemania. El movimiento asociativo se
constituye por lo tanto en una suerte de “colectividad de resistencia” contra la
política institucional de la sociedad de acogida. (Riesgo, 2006: 1 y s.) Este autor
indica además que resultó acertada la estrategia elegida por la Confederación: la
integración de los jóvenes españoles en el sistema escolar regular y, a la vez, la
reivindicación de la educación bilingüe en general y de las clases
complementarias en concreto. (RIESGO, 2011)
177
Esta descripción coincide con los resultados de algunos trabajos que pretenden
determinar el efecto de la participación en organizaciones étnicas y una mayor
participación o interés en la política alemana. Pues bien, llama la atención que
la relación es negativa o al menos ambigua, es decir, cuanto mayor es el grado
de implicación en las organizaciones étnicas menor es el interés o/y la
implicación en la política alemana. (BERGER, 2004) Otros autores señalan que
precisamente el movimiento asociativo español adaptó sus estrategias y su
tabla de reivindicaciones y actividades a la realidad local, pasando a formar
parte de las redes locales en Alemania. (PUSKEPPELEIT; THRÄNHARDT,
1999, 155 y s.)
Más allá de la importancia que el movimiento asociativo otorgó a la
concienciación y a la socialización de sus afiliados, parece interesante señalar
que diversos estudios realizados en los EEUU indican que la implicación de
padres e hijos en este tipo de organizaciones mejora considerablemente el
rendimiento escolar de los hijos. (BAUKSTON, 2002)
La Confederación y la Coordinadora
A continuación centraremos nuestra atención en las dos grandes
organizaciones de la emigración española en Alemania: la Confederación de
las Asociaciones de Padres de Familia y la Coordinadora Federal del
Movimiento Asociativo en la República Federal.
La Confederación fue creada en noviembre de 1973 y surgió de diferentes
iniciativas de asociaciones de padres repartidas por toda Alemania. (Von
BREITENBACH, o.J., 172-73) Gualda (GUALDA, 2001) señala que no es
casualidad que el número de asociaciones comenzase a crecer de forma
notable en 1973, año en el que debido a la crisis económica muchos
emigrantes españoles deciden establecerse de forma permanente en
Alemania. (GUALDA, 2001: 90)
178
El objetivo central de estas asociaciones era mejorar las oportunidades de los
hijos de los emigrantes de acceder a sistema escolar alemán. Las asociaciones
pusieron todo su empeño en reivinicar que los gobiernos regionales cumplieran
a la normativa en materia escolar y, en un segundo paso, lograr que esta
normativa fuera mejorando (Von BREITENBACH, o.J., 172-73)
En el año de la fundación de la Confederación de Asociaciones de Padres de
Familias Españolas en la RFA en Alemania existían 42 asociaciones de padres.
Entre 1974 y 1977 el número de asociaciones pasó de 55 a 90, en 1980 la
Confederación contaba con 120 asociaciones con más de 10.000 familias
asociadas. (STEVENS, 2008: 36 Y S., FISCHER, 2007: 43)
De hecho, uno de los objetivos centrales de las asociaciones de padres de
familia fue la integración de los hijos en el sistema escolar regular,
mostrandose sumamente críticos con los sistemas paralelos. (LÓPEZ-
BLASCO, 1983: 86)
Las asociaciones de padres apostaron por lograr el acceso de los jóvenes
españoles al sistema educativa regular y mantener las clases complementarias
para así lograr una mejor integración de los jóvenes (FISCHER, 2007: 42)
Von BREITENBACH cifra el número de asociaciones de padres de familia en
24 para 1973. En 1977 ya existían 90 asociaciones. Según esta autora el grado
de organización en estas asociaciones fue considerable llegando a afiliar al
30% de los trabajadores españoles en Alemania. Desarrollaban una intensa
tarea de apoyo para realizar las tareas escolares, contacto con la
administración alemana y trabajo formativo con los padres. (BREITENBACH,
1982: 120 y s.)
179
Las asociaciones de padres lograron crear una estructura relativamente eficaz
que contaba con una organización a nivel nacional, diversas federaciones
regionales y, finalmente, las asociaciones a nivel local. (OTERO 2003).
La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo
La Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo surge de una reunión de
las Organizaciones Españolas en la RFA que se celebró en Kassel en 1977.
Ahí se decide crear la Coordinadora Federal del Movimiento Asociativo pro
Congreso Democrático en la RFA.
La Coordinadora formula sus principales reivindicaciones en un documento
aprobado en 1978.En líneas generales, una diferencia con la Confederación
parece que residió en una tabla reivindicativa más amplia, dirigida tanto a la
sociedad y Administración alemana como la española. (LÓPEZ-BLASCO,
1983:81 y s. )
Partidos políticos y sindicatos españoles
Los partidos políticos españoles es otro de los actores en el seno de la
emigración española cuyo papel merece ser analizado. Estos partidos
actuaban que en España en la clandestinidad. Diversos autores señalan que la
influencia sobre los emigrantes de estas organizaciones políticas fue mucho
menor que la de las organizaciones de la propia emigración.
Sánchez Otero nombra varios motivos: la centralidad de la lucha antifranquista
y el miedo a las represalias en caso de volver a España. (Sánchez Otero, 1983:
49)
Virgil (Virgil, 1981) confirma esta impresión cuando resume las entrevistas
realizadas a trabajadores españoles en Alemania. (Virgil, 1981, 414) Esta
180
desafección de los emigrantes hacía los partidos políticos al parecer también
se hizo extensiva a los centros más politizados. Como señala Latorre (Latorre,
2007) la mayoría de los emigrantes españoles temían acercarse a este tipo de
centros por los ya mencionados temores pero también para no desviar la
atención de lo que era su interés principal: lograr el máximo ahorro en el menor
tiempo posible. (LATORRE, 2007: 90)
Este mismo autor afirma que algunos de estos centros reaccionaron ante este
distanciamiento, abriendo su campo de actividad a otros ámbitos, más
cercanos a los problemas más inmediatos de los emigrantes. (LATORRE,
2007: 90)
De todas maneras, y aún a pesar de ser actividades minoritarias en el conjunto
de la emigración española en Alemania, sobre todo el PCE demostró una
importante actividad en este país. (SANZ Díaz, 2006: 60) A mediados de los
sesenta el PCE contaba con 670 militantes repartidos en casi 70 asociaciones
locales y treinta comités comarcales coordinados desde los comités de zona de
Hannover, Frankfurt, Stuttgart, Nuremberg, Düsseldorf/Remscheid.
Probablemente el acto con mayor impacto tuvo lugar el 30 de abril 1972. Entre
3.000 y 7.000 trabajadores españoles para escuchar a Santiago Carrillo en la
explanada de la universidad de Frankfurt. También es de interés señalar que
en 1970 existían Comisiones de Solidaridad con CCOO en trece ciudades
alemanas.
Hasta 1975 estas organizaciones desarrollaron una intensa actividad de
protesta con el sistema franquista entre las que destacan las manifestaciones
antifranquistas de emigrantes españoles con motivo de las huelgas mineras en
Asturias en 1962 en Berlín, Frankfurt, Colonia o Düsseldorf, las protestas
contra asesinato de Julián Grimau en 1963, contra la condena del militante
comunista Justo López de la Fuente (1964 a 1965) y la proclamación del
estado de excepción 1969. Asimismo fueron importantes las movilizaciones
contra el proceso de Burgos 1969 a 1970, proceso 1001 contra CCOO de 1973
181
a 1975 así como participación de trabajadores españoles en las
manifestaciones del 1° de mayo (SANZ DÍAZ, 2006: 53)
Este autor destaca diversos aspectos que habría que tener en cuenta a la hora
de valorar la actividad de las organizaciones políticas españolas en Alemania.
Uno de los grandes éxitos de estas organizaciones fue el que lograsen
paulatinamente interesar a las organizaciones alemanas por la lucha contra el
franquismo. Por otra parte, los partidos políticos y los sindicatos españoles
dedicaron sus esfuerzos casi exclusivamente a combatir el franquismo,
concediendo un papel secundario a las reivindicaciones más ligadas a la
realidad social y laboral de la emigración en Alemania. (SANZ DÍAZ, 2007: 70)
La falta de militancia o el bajo número de afiliados a las organizaciones
políticas y sindicales española no supone necesariamente que la emigración
española no compartiera los objetivos de estas organizaciones (SANZ DÍAZ,
2007: 78)
De todas maneras, como hemos visto más arriba los emigrantes participaron o
protagonizaron una serie de conflictos laborales y sociales. Cabe preguntarse
que eco tuvieron estas movilizaciones en las organizaciones españolas, si las
apoyaron. (SANZ DÍAZ, 2007: 78)
En general, el interés por la realidad política alemana está poco extendida entre
la población emigrante. Según el informe del Gobierno Federal de 2000
(BUNDESREGIERUNG, 2000: 73), una encuesta representativa da como
resultado que el porcentaje de extranjeros que dice no interesarse nada en
política oscila entre el 33,6% de los españoles y el 49,4% de los italianos
(alemanes: 14,1%).
El papel de la iglesia católica española
El papel de la iglesia católica merece ser analizado con más detalle de lo que
182
podemos hacerlo en este trabajo. Los primeros trabajos sobre la emigración
española en Alemania señalan que la iglesia tuvo dificultades para ser
aceptada por los trabajadores que se habían desplazado al exterior.
La encuesta realizada por Delgado en 1962 da como resultado que la
asistencia a las misas era menor que la que se daba en España.
El autor afirma que son varias las razones que llevan a este desapego de la
institución iglesia. El menor control social del entorno, el cambio de horarios, el
diferente papel de la iglesia en la sociedad alemana, la mayor importancia del
ocio y las distancias de la misiones católicas españ0las. (DELGADO, 1966:
125)
Sorel (SOREL, 1974) confirma esta tendencia y señala que solamente el 5% de
la colonia acude a la misa dominical, siendo la ratio de 1 sacerdote por cada
2.500 emigrantes españoles. (SOREL, 1974: 39)
Las misiones católicas tuvieron una gran importancia a la hora de impulsar las
asociaciones de padres y conciencar a los padres de la importancia de la
educación para sus hijos. En 1972, es decir, poco antes de la creación de la
Confederación de Asociaciones de Padres, se creó un departamento dedicado
exclusivamente a la educación de los hijos y de los mayores. Otro elemento
central fue la publicación de la revista Carta a los Padres. (STEVENS, 2008: 36
y s.)
Las emigración como campo de socialización política
En lo relativo a la importancia que el movimiento asociativo tuvo para la
emigración española en Alemania, son varios los aspectos que resaltan los
diversos trabajos analizados.
Por un lado, diversos autores subrayan el aprendizaje político que supuso la
183
emigración para muchos de los trabajadores que se trasladaron a Alemania.
Latorre (LATORRE, 2007) nombra varios aspectos como la posibilidad de
comprobar de que es lo que se podía hacer en un entorno democrático como el
que ofrecía la sociedad alemana, el conocer un sistema de normas
relativamente garantistas así como la oportunidad de conocer la negociación
como forma de proceder. (LATORRE, 2007: 93) Este autor insiste en la
importancia que la experiencia migratoria tuvo para la socialización política
tanto en lo que se refiere al aprendizaje de las formas como en lo que tiene que
ver con el descubrimiento de espacios nuevos como los clubes y las
asociaciones. (LATORRE, 2007: 89)
Seitter resalta que la paulatina politización de muchas asociaciones a partir de
los años 70 no solo redundó a nivel individual en la experiencia de los
emigrantes, sino que además impulsó la vida política española después de
1975. Según este autor fueron muchos los emigrantes retornados que supieron
aprovechar los conocimientos en materia de organización y movilización a su
vuelta a España. (Seitter, 1999, 43, ver también SANZ Díaz, 2007: 78)
Babiano y Fernández son escépticos en cuanto la emigración haya constituido
una escuela de ciudadanía para los emigrantes, sobre todo teniendo en cuenta
que estos no disfrutaban más que de una parte muy limitada de los derechos
en los países de acogida. (BABIANO y FERNÁNDEZ, 2010: 23)
Valoración de la experiencia migratoria
Un aspecto que parece interesante es la valoración que de su experiencia
emigratoria hacen los propios emigrantes. Diversos trabajos nos ofrecen un
panorama muy dispar.
El informe realizado por SOFEMASA por encargo de La Región - Internacional
señala que "Los emigrantes españoles encuestados opinan un 39% que no
184
están arrepentidos de haber emigrado, que viven en todo mejor que antes. Si
pormenorizamos esta opinión por países, nos encontramos con que el 52% de
los residentes españoles en Estados Unidos comparten esta idea, así como en
el Continente Europeo (43%) y concretamente los emigrantes españoles en
Bélgica (49%). Por el contrario los emigrantes españoles en Holanda (14%),
Argentina (14%) y Alemania (13%) manifiestan estar totalmente arrepentidos
de haber emigrado" Preguntados si consideran el arrepentimiento un
sentimiento generalizado entre la emigración española llama la atención que el
53% de los emigrantes en Holanda creen que si es un sentimiento
generalizado. "(...) la opinión de los emigrantes españoles en Francia (44%) y
en Suiza (43%) es de que en líneas generales están mejor que antes de la
emigración no se arrepienten de haber emigrado confirmándose nuevamente
con la respuestas obtenidas en esta pregunta en la cual el 47% de los
emigrantes españoles en Francia y el 46% de los emigrantes españoles en
Suiza afirman la no existencia del arrepentimiento como sentimiento
generalizado entre los emigrantes.” (LA REGIÓN - INTERNACIONAL, 4 y s.).
Pocos años más tarde, en 1989, la encuesta realizada por Cáritas a emigrantes
españoles en Alemania llega a un resultado muy diferente. Aproximadamente
la mitad de las respuestas son positivas (no se arrepienten de haber emigrado).
Aguirre (AGUIRRE, 1989) constata que este resultado sorprende, si se tiene en
cuenta que en 1979 el 77,62% de los encuestados había afirmado no
arrepentirse de haber emigrado, es decir, que el desciende el porcentaje de los
que dicen no arrepentirse. Aguirre explica esta tendencia con la resignación
que vive buena de la primera emigración por no haber podido retornar
(AGUIRRE, 1989: 109)
Esta conclusión es similar a la elaborada en 1979. En ese año Aguirre afirmaba
que la valoración positiva no se debe ni a la movilidad profesional (de la que se
pudo beneficiar una minoría) ni al hecho de haber alcanzado el ahorro previsto
(el 60,34% dice no haberlo alcanzado). El motivo principal es la seguridad
económica que la mayoría de los emigrantes ha conseguido gracias a su
185
decisión de emigrar a Alemania y quedarse en este país. (AGUIRRE, 1979: 151
y s.)
Sin embargo, son menos los que dicen que volvería a emigrar, el autor sugiere
que se debe sobre todo a la decepción experimentada durante los años de
estancia en Alemania sobre todo en lo que se refiere al contacto y a la
convivencia con los ciudadanos alemanes. (AGUIRRE, 1979: 151 y s.)
En cierta manera, las encuestas de Cáritas confirman la tendencia indicada por
el trabajo de Amando de Miguel. Este autor, que presenta un estudio
comparativo de la emigración española a diversos países europeos, señala que
las respuestas a la pregunta acerca de si desaconsejería a un amigo a venir al
respectivo país no coincide con la clasificación de éstos según el nivel de
integración. Así por ejemplo, el porcentaje es mayor entre los emigrantes
españoles en Francia y Bélgica – países más predispuestos a integrar a los
emigrantes, que entre aquellos que residen en Alemania y Holanda, entornos
más hostiles para la emigración española. Es decir, en este aspecto, no
coincide el nivel de integración con la valoración de la propia situación. De
hecho, es en Suiza donde se da el mayor porcentaje de españoles que
recomendarían emigrar (60%), seguido de Francia (59%), Bélgica (57%),
Holanda (55%), Alemania (52%) y Reino Unido (30%). (ARAGÓN, 1986, 82)
Este mismo autor diferencia la disposición a volver a España en función del
grado de integración. En lo referente al deseo de retornar a España, las
respuestas afirmativas de los encuestados residentes en Alemania los sitúan a
la cabeza por detrás de Suiza. (ARAGÓN, 1986, 87) (ver tabla 61)
La sensación de discriminación
La discriminación fue una de las experiencias negativas compartidas por
muchos de los primeros emigrantes. (Sorel, 1974: 99)
186
A este respecto, la encuesta de Caritas de 1979 introduce una diferenciación
importante. Una gran mayoría de los encuestados afirma tener en el ámbito
laboral los mismos derechos que los alemanes, pero sentirse discriminados en
su condición de ciudadanos. (AGUIRRE, 1979: 151)
No coincide con este resultado la encuesta realizada por Amando de Miguel.
Este estudio comparativo confirma que los emigrantes españoles en Alemania
eran de los que más discriminados se sentían. El 41% de los encuestados en
Alemania dice no haber sentido nunca discriminación en la escuela, en el otro
extremo están Bélgica y el Reino Unido con 78% y el 77% respectivamente.
(ARAGÓN,1986, 69 y ss.) (ver tabla 62)
Por otra parte, llama la atención que solo el 17% dice ser discriminado en el
trabajo y el 10% por la policia. Los autores afirman que la discriminación real es
superior a la indicada. Creen que estos resultados se pueden deber a dos
razones bien diferentes: por un lado, es posible que el emigrante se haya
resignado con el medio hostil, por otro lado, no es de descartar que los
emigrantes prefieran negar la discriminación sufrida por miedo a poner en
entredicho su propia dignidad. (ARAGÓN, 1986, 69)
Las conclusiones de este estudio son claras: cuanto mejor se conoce el idioma,
menos riesgo hay de sentirse discriminado, caso que se da con cierta
frecuencia en Francia y el Reino Unido, mientras que apenas se da en
Alemania y Holanda. (ARAGÓN, et.al., 1986: 71)
Los autores incluso hablan de que sobre todo en Alemania, Suiza y Holanda
existen indicios de que la ciudadanía española viven en guetos. Uno de estos
indicios es el hecho de que en estos tres países los encuestados afirman que
sus mejores amigos son españoles. "Este hecho actúa tanto de "colchón"
amortiguador del choque cultural como de "barrera" para sentirse a gusto y
prosperar en el país receptor." (ARAGÓN, et.al., 1986: 66) Destacan Reino
187
Unido y Francia como países en los que los españoles deciden abandonar
estas pautas y romper con el "gueto psicológico". (ARAGÓN, et.al., 1986: 67)
Parece consecuente que la exposición a medios de comunicación españoles
sea más intensa en los tres paises mencionados (ARAGÓN, et.al., 1986: 68).
Esta sensación de discriminación también se expresa en lo relativo al sistema
escolar (ARAGÓN, et.al., 1986: 71) Preguntados por los problemas más
acuciantes de la emigración española el 42% de los residentes en Alemania
cita el desprecio por parte de la población autóctona, el 55% el
desconocimiento del idioma y el 37% la educación de sus hijos (La Región -
Internacional, 10).
Garmendia identifica precisamente el acceso al sistema educativo de los hijos
de los emigrantes españoles como uno de los principales motivos de
discriminación de este colectivo. Afirma este autor que el aislamiento y la
discriminación que sufren los hijos de los emigrantes permiten aplicar la
categoría del “hombre marginal”, término acuñado por R.E. Park y V.E.
Stonequist “es decir, “persona condenada a vivir en dos sociedades y dos
culturas no sólo diferentes sino antagónicas.”" (GARMENDIA, 1981: 274 y s.).
De todas maneras, cabría preguntarse si la sensación de ser discriminados se
basaba en una discriminación realmente vivida o en la percepción de que los
extranjeros no era bienvenidos en Alemania. (GUALDA, 2001: 73)
A menudo la crisis económica vivida por Alemania en 1966 se asocia
únicamente al parón de la entrada de mano de obra extranjera al país.
SERRANO (SERRANO, 2009: 27 ss.) señala que ese año marca también el
inicio de una fase breve pero intensa de importantes éxitos electorales a nivel
regional del partido de extrema derecha NPD. El autor lo relaciona claramente
con un cambio de actitud de la población alemana que pasó de ver a los
emigrantes con cierta simpatía a considerarlos un estorbo. No extraña que este
cambio generalizado de actitud viniera acompañado de una tono hostil de los
188
medios de comunicación. A todo esto se le suma el aumento de la tasa del
desempleo y diversos informes que indicaban una clara disposición de buena
parte de los inmigrantes a establecerse de forma definitiva en el país y no estar
de paso como inicialmente estaba previsto por legislador pero también por los
propios inmigrantes. Diversos actores políticos aclararon que daban clara
preferencia a un sistema de rotativo de inmigración, que de entrada excluyera
la reunificación familiar.
La acogida por la sociedad alemana: expectativas y realidades
La encuesta de SOFEMASA realizada entre diciembre 1983 y enero 1984 con
una encuesta a 4.746 españoles residentes en el exterior relativiza algo la
distinción entre los países de habla alemana y el resto de los países europeos.
El 40% de los encuestados en Alemania y en Francia afirma haberse
acostumbrado bastante a la sociedad de acogida, mientras que el 38% de los
residentes en Suiza y el 41% de los residentes en Holanda contesta que es
difícil acostumbrarse. (La Región - Internacional, 11).
Uno de las claves que identifica el trabajo de Garmendia publicado en 1981
para explicar las elevadas cuotas de integración y movilidad social que no se
correspondían con el escaso nivel de formación es la imagen de los españoles
en Alemania (GARMENDIA, 1981: 277 y ss.) El emigrante español, afirma
Garmendia, está especialmente mal equipado para integrarse en la sociedad
de destino y aprovechar la experiencia profesional adquirida en la emigración
en el momento de su retorno. Básicamente esto se debe al perfil de primera
emigración (falta de cualificación profesional) y a las políticas estatales que se
limitaban a lograr objetivos inmediatos, de corto alcance: reducir la tasa de
desempleo y generar remesas de divisas. (GARMENDIA, 1981: 278)
Según Delgado en el momento de emigrar el 39,1% de los encuestados
esperaban tener una buena acogida por parte de sociedad. Llama la atención
que el porcentaje de mujeres que anticipaban un recibimiento neutral o
directamente adverso era mayor que el de los hombres. (ver tabla 63)
189
Si comparamos las expectativas y la acogida real, resulta que sobre todos los
hombres que esperaban un recibimiento positivo vieron decepcionadas sus
esperanzas: el 58,9% decía haber vivido una acogida pero de la esperada. (ver
tabla 64) Preguntados por el cambio de sus expectativas, resulta que
empeoraron sobre todo las de los hombres. (ver tabla 65)
Delgado afirma que (al menos en esta primera fase) la mujer emigrante
española llegó a Alemania con mayor escepticismo lo que a su vez hizo que
fueron menos las mujeres que se sintieron decepcionadas por las
circunstancias que se encontraron. (DELGADO, 1966: 56)
Y sin embargo, encuestas recientes sitúan a los españoles residentes en
Alemania a la cabeza en lo que se refiere a la confianza a las instituciones
alemanas.
Estrategias de adaptación de la primera emigración
A continuación presentamos tres estrategias incluídas en los trabajos de
Delgado (DELGADO, 1966), Cazorla (CAZORLA, 1978) y Oliver (Oliver, 2004).
Delgado diferencia tres tipos de tendencias de la primera emigración: la
monista (dispuesta a abandonar comportamientos tradicionales durante su
estancia en Alemania), la pluralista (indiferencia frente a la sociedad de
acogida) y la interaccionista (buscar un compromiso). (DELGADO, 1966: 57)
La encuesta realizada por este autor da como resultado que la mitad de los
emigrantes españoles decían preferir la opción interaccionista. Parece llamativo
que el porcentaje de mujeres dispuestas a adoptar de forma selectiva las
normas de la sociedad de acogida era mayor que el de los hombres y a la vez
era menor el número de mujeres que optaron por un conformismo social. (ver
tabla 66)
190
Cazorla, en una propuesta más bien teórica, describe cinco pautas de
comportamiento alternativas: la conformidad, en la que el emigrante se
somete a las pautas tradicionales, el ritualismo que opta por interiorizar
normas institucionales para alcanzar un “status” social, el retraimiento, que
consiste en la resignación ante unas circunstancias que se consideran
inamovibles, la innovación que incurre en riesgos para lograr la movilidad
social y, si es necesario, se desprende de lo tradicional si esto impide el
ascenso, y, por último, la rebelión que percibe lo tradicional como un lastre y
que formula metas y objetivos nuevos. A menudo, según Cazorla, la emigración
reduce el antagonismo, los que se van suelen ser los disidentes. (CAZORLA,
1978, 18 y s.)
Por último, nos parece interesante reproducir la opción que describe Oliver en
clave literaria y que creemos de forma acertada el deseo de invisibilidad de al
menos parte de la primera emigración.
“Auf Zehenspitzen die Holztreppen steigen, um die Dachwohnung zu erreichen,
die Abstellkammern die Wohnnischen “Stöckelschuhe nicht erlaubt”.
Auf Zehenspitzen durch den Maschendraht schlüpfen, nachts in Rüsselheim
z.B. und die Nutten einlassen eine weitere Illusion, die vom Opelgehalt bezahlt
sein wollte das Fabrikgelände um der Ordnung willen nicht verlassen. Kino
Supermarkt die Kneipe.
Das Zimmer das Bett der Gasherd. 1 Koffer.
Auf Zehenspitzen Kochen, Waschen, Baden, Deutsch lernen. Arbeiten.
Auf Zehenspitzen die eigene Kultur nach Feierabend oder am Wochenende
Weitersprechen, weitersingen, weiterleben.
Auf Zehenspitzen schließlich, die ersten freundlichen Worte vor und jenseits der
Maschinen, die ersten Einladungen nach und wegen der Maschinen, die
gegenseitige
Annäherung durch und mit den Kindern.
191
Auf Zehenspitzen von der Erlaubnis zur Genehmigung, von der Genehmigung
zum
unbefristeten Aufenthaltsrecht.
Auf Zehenspitzen aus der Diktatur in die Demokratie.
Und: Auf Zehenspitzen sterben. Weil die Sehnsucht zurückzukehren doch
stärker war
als die Selbstverständlichkeit, die willenlose Selbstverständlichkeit der neuen
Heimat.
Ein Tod schließlich unter großer Anteilnahme und nicht mehr ganz auf
Zehenspitzen.”
(OLIVER, 2004, 7)
Algunas encuestas señalan que los españoles podrían haber optado en buena
parte por un sincretismo de valores. El porcentaje de encuestados que dicen
haber asumido los valores alemanes y el de aquellos que dicen limitarse a vivir
según los valores de origen son inferiores a la media (3% y 7%; 11% y 15%
respectivamente). Por otra parte es considerablemente más alto el porcentaje
de los encuestados de nacionalidad española que afirma unir los valores de
ambos ámbitos (82% y 74%). (INSTITUT FÜR DEMOSKOPIE ALLENSBACH
a, 2009)
Generaciones
En este apartado queremos centrar nuestra atención en el análisis de las
diferentes generaciones. Tenemos que constatar que son varios los trabajos
que contienen datos e interpretaciones de interés respecto a la primera y
también a la segunda generación pero no contamos con ninguna investigación
que analice a la tercera generación.
La primera generación
192
Los trabajos analizados coinciden en señalar que es más sencillo identificar
rasgos comunes de la primera que de la segunda generación: la fuerte
identificación con España, las dificultades para aprender el alemán, la
importancia que ha tenido y todavía tiene la red de asociaciones y el entorno
español, etc. (GUALDA, 2001: 115 y s.)
Además, como afirma Latorre, no podemos olvidar que esta generación fue
socializada bajo el franquismo, lo que probablemente ha tenido gran influencia
en los valores y las pautas de comportamiento de los emigrantes españoles.
(LATORRE, 2007: 87)
Hemos visto en los capítulos anteriores que la enseñanza de los hijos fue una
de las razones principales para crear las APF. Pero los hijos también fueron
uno de los puentes hacía la sociedad de acogida. (VILAR, 1999)
La primera emigración centró sus esfuerzos en crear una red de instituciones
propias que de alguna manera pudieran servir para conservar su cultura en la
sociedad alemana. La segunda generación ya no participa de este objetivo, se
abre más a su entorno. (FERNÁNDEZ, 2000, 72)
Aragón (ARAGÓN, 1986) llega a una conclusión diametralmente opuesta. Este
autor afirma precisamente los emigrantes de la primera emigración son los más
integrados, ya que se mantuvieron en el país todos aquellos que se sentían
integrados. (ARAGÓN, 1986, 87)
La tercera edad española
Una perspectiva que nos parece de interés es el envejecimiento en Alemania
de esta primera generación. Podemos hablar ya de una Tercera Edad española
en este país, una realidad que plantea una serie de problemas nuevos.
La ciudadanía española en Alemania es la que presenta la mayor tasa de
personas con 60 y más años de todos los extranjeros que residen en Alemania.
193
En 2003 el 19,8% de los españoles había superado los 60 años, seguidos del
16% de los croatas, el 1,5% de los griegos, el 12,1% de los italianos, el 10,8%
de Serbia y Montenegro y el 9,1% de Turquía y Portugal.
(BUNDESREGIERUNG, 2005: 151)
Bermejo (Bermejo, 1998) destaca los siguientes problemas de esta generación:
carencias sociales y económicas, problemas síquicos y físicos consecuencia de
su actividad laboral, pensiones bajas, falta de red social en Alemania salvo la
familiar y el entorno español, problema que se agudiza con el final de la vida
laboral y, por último, experiencias discriminatorias. (BERMEJO, 1998, 111)
El 58% de los emigrantes mayores afirman que el trato con las autoridades
alemanas les está resultando cada vez más difícil. (Rusia: 80%, Turquía: 62% y
España: 50%) (ZEMANN, 2005: 65)
De hecho, como observa Gualda, buena parte de los problemas que ha de
afrontar la emigración española en Alemania ya no se centran en la segunda o
tercera generación, sino en esa primera generación que ha decidido no
retornar. Este colectivo se enfrenta a problemas genéricos de la vejez como se
pueden dar también entre los mayores alemanas, pero además tienen una
casuística específica que se deriva de su condición de emigrantes. (GUALDA,
2001b, 193) Además, muchos de estos españoles de la primera generación se
han convertido en emigrantes pendulares. Mantienen una vivienda en Alemania
además de la que adquirieron en España y se trasladan con cierta regularidad
de un país al otro. (BERMEJO, 1998: 116).
Muchos de estos primeros emigrantes han decidido convertir en indefinida una
emigración inicialmente pensada como temporal y arrastran la falta de
conocimiento del alemán que les caracterizó desde el principio. (STEVENS,
2008: 43 y s.)
Bermejo diferencia cinco grupos de emigrantes españoles mayores:
194
1. Aquellos que solamente están esperando a que se terminen los trámites
de la pensión para retornar lo antes posible a su país de origen.
2. Aquellos que ya han regresado a su país de origen, pero que siguen
viniendo a menudo a Alemania, ya que sus hijos o parte de sus hijos
viven aquí (emigrantes pendulares).
3. El grupo que se queda en Alemania, porque ya no tienen contactos
sociales en España o porque los hijos que viven allí ya no los quieren, o
bien porque la pensión que reciben es tan mínima que necesitan una
ayuda económica, que sólo se le da si permanecen en Alemania.
4. Aquellos españoles que se quedan en Alemania para no separarse de
sus hijos y nietos.
5. Aquel grupo de españoles que teniendo un puesto de trabajo bueno y
habiendo ganado bastante, reciben ahora una pensión que les permite
vivir muy bien en Alemania. (...)
(Bermejo, 1998: 115 y s.)
¿Qué estrategias adoptan estos emigrantes ante la nueva realidad que supone
su retirada del mundo laboral? Bermejo afirma que una opción relativamente
común es la retirada étnica y cultural. (BERMEJO, 1998, 114)
Seguramente no se nos debe olvidar que esta tendencia al retraímiento y al
encapsulamiento étnico en buena parte se debe a que muchos de estos
primeros emigrantes nunca abandonaron el objetivo de retornar a España. Esta
meta se vio frustrada por razones muy diversas, pero el no haber podido o
querido volver al país de origen no deja de ser motivo de frustración. (GUALDA,
2001b, 193)
En este contexto parece interesante analizar los datos del organismo alemán
de pensiones Deutsche Rentenversicherung (DRV). Entre 1992 y 2008 el
número de jubilados españoles que perciben una pensión de este organismo
195
pasó de 62.810 a 198.226. Mientras que en 1994 la nómina anual de pensiones
del régimen general ascendía a 279.709.413 euros, en 2008 alcanzó los
631.904.842,80 (en 2007 fueron 610.717.283,56). (ver gráfico 35)
Gran parte de esta suma se transfiere a los 176.937 pensionistas españoles
que han retornado a España. Se han quedado en Alemania 20.061 y sólo 1.228
jubilados españoles con pensión alemana tienen su residencia habitual en un
tercer país. Sin embargo, son los pensionistas españoles residentes en
Alemania los que perciben las pensiones de mayor importe. La DRV transfirió
en 2008 un total de 478.403.019,24 euros a España, otros 149.066.595,92
euros fueron abonados a españoles residentes en Alemania y 4.435.227,40
euros a los pensionistas españoles que residen en terceros países. El importe
medio de las pensiones se situaba en 265,65 euros. (ver gráficos 36 y 37)
Entre 1994 y 2007 aumentaron espectacularmente tanto el número como el
importe total de las pensiones abonadas a ciudadanos españoles. Mientras que
en 1994 la nómina anual de pensiones del régimen general ascendía a
279.709.413 euros, en 2007 alcanzó los 610.717.283,56 euros, que en gran
parte se transfieren a pensionistas residentes en España.
Esta subida se debe sobre todo al incremento del número de pensiones
abonadas por la seguridad social alemana, que pasó de 80.921 en 1992 a
192.374. Por otra parte, resulta sorprendente que el importe medio de las
pensiones incluso ha descendido: si en 1994 el importe medio de las pensiones
contractuales, que se abonan a la mayoría de jubilados españoles, ascendía al
cambio a 252,80 euros, en 2007 el importe era de 217,55 euros. (ver tablas 67,
68, 69 y 70)
La segunda y la tercera generación
Hemos podido constatar que la primera generación comparte rasgos,
experiencias y socializaciones comunes. El análisis de la segunda generación
196
parece más difícil. Este es un colectivo más dispar y por ello resulta más
complicado identificarlo como tal. (GUALDA, 2001: 116).
Diversos trabajos indican que la segunda generación compartió conflictos
similares tanto en el seno de la familia como con la sociedad de acogida.
Ramírez compara en su trabajo la situación de jóvenes en España con la de
jóvenes emigrantes en Alemania. Detecta los siguientes problemas: pérdida del
dominio del idioma materno y, a la vez, en la escuela alemana una importante
falta de conocimiento del idioma alemán (RAMIREZ, 1972:136). A un nivel
emocional, este autor describe que los jóvenes de la segunda generación
comparten un sentimiento de soledad y, a la vez, una sensación de desgarro
entre la ansia por regresar a España y la satisfacción de estar en Alemania.
(RAMIREZ, 1971: 137 y s.)
Los estudios analizados mencionan la soledad, como una experiencia
compartida por muchos de estos jóvenes (LÓPEZ-BLASCO, 1983: 167)
Además de la sensación de soledad muchos de los jóvenes que permanecieron
en España mientras que sus padres emigraron a Alemania dicen haber sufrido
la separación. (SAYLER, 1982: 64)
El trabajo de Preisendörfer refleja cuanto ha cambiado la situación en el año
2000. Menos del 1% de los ciudadanos españoles residentes en Alemania
dicen tener a un hijo/a en España (PREISENDÖRFER, 2003: 32)
López-Blasco (LÓPEZ-BLASCO, 1983) llega a la conclusión que la variable
que más influye en el grado de integración de estos jóvenes es la edad de
llegada a Alemania. En primer lugar están los jóvenes que llegaron como recién
nacidos o que incluso nacieron en Alemania, que mostraron una clara
preferencia por lo alemán. (LÓPEZ-BLASCO, 1983: 167) Una integración
menos consolidada se da en el grupo de aquellos que llegaron en edad
preescolar. El autor afirma que estos jóvenes tienen una personalidad difusa,
197
tienen conocimientos del español muy deficientes y, de alguna manera,
presentan una especie de puente entre ambas culturas. (LÓPEZ-BLASCO,
1983: 167) Por último están aquellos que llegaron en edad escolar. Éstos son
los que presentan el mayor grado de identificación con España (LÓPEZ-
BLASCO, 1983: 167)
Bayer y Gärtner/Harnach (BAYER, 1975) afirman que la segunda generación
española vive con mayor intensidad que sus coétaneos alemanes los
conflictos en los siguientes ámbitos: escuela, casa, yo mismo, la relación entre
chicos y chicas. Además, la duración de la residencia en Alemania no aminora
la intensidad de estos problemas. (THOMAS, 1986: 72). Son varios los ámbitos
de conflicto que se le plantean a este colectivo: el conocimiento o gradual
pérdida de conocimiento del español, el conflicto de valores que se da en el
seno de las familias.
La paulatina integración en Alemania de la segunda generación ha llevado
necesariamente a que muchos perdieran al menos parcialmente sus
conocimientos del español. Como señala Bierbach (BIERBACH, 2003) en la
segunda y tercera generación encontramos todo un abanico de nivel de
conocimiento del español. (BIERBACH, 2003: 7)
Como señala López-Blasco fueron dos instituciones que representaron las dos
culturas de socialización de esta segunda generación. La familia representaba
a la cultura española. El idioma, más que un simple medio de comunicación,
estaba cargado de significado. Por otro lado, la escuela alemana representaba
la cultura y la sociedad del país de acogida. El idioma dominante en cada
ámbito, el español en la familia y el alemán en la escuela, estaba cargado de
significado. Mientras que el español representaba en cierta manera los
sentimientos, las normas y las tradiciones de la familia, el alemán era la vía
para ser obtener el reconocimiento de los compañeros alemanes. (LÓPEZ-
BLASCO, 1983: 109 )
198
Además, estas dos instituciones encarnan normas y pautas de comportamiento
que a menudo no coinciden o incluso son contradictorias. (LÓPEZ-BLASCO,
1983: 167)
Los problemas que se dieron en el seno de las familias era multiples: la
separación de los padres, la falta de un marco de orientación (otros familiares,
estructura social), perdida de autoestima, perdida de estatus de los padres,
inseguridades de los padres en lo referente al entorno alemán, ausencias de
padre y madre por las extensas jornadas laborales, ambivalencias en cuanto a
la sociedad alemana, falta de estabilidad en el país por el deseo de retorno,
sensación de transitoriedad, etc. (SAYLER, 1987: 126)
De hecho, la familia – así lo afirman algunos de los autores – quiso resguardar
al jóven de la influencia del entorno y de alguna manera conservar la cultura de
origen, dificultando con ello la adaptación a la sociedad de acogida. “ (
RAMIREZ, 1972: 143)
Sayler confirma esta tendencia y sostiene que los padres impiden o dificultan el
contacto de sus hijos con jóvenes alemanes con el fin de mantenerlos alejados
de la sociedad de entorno. Afirma que, si bien esta tendencia era mayor con
respecto a las chicas, ambos sexos tuvieron que enfrentarse a los intentos de
las familias a limitar los contactos con el peer-group alemán. (SAYLER, 1987:
129) Las dificultades que estos jóvenes de la segunda generación tuvieron para
relacionarse con otros jóvenes en muchos casos supuso que no pudieron
contar con una institución para su socialización: el peer group. (LÓPEZ-
BLASCO, 1983: 145)
La perspectiva del retorno que durante tantos años mantuvo la primera
generación, también ha sido motivo de incertidumbre para estos jóvenes. Por
un lado vivían en un país que les era ajeno y por el otro tenían siempre
199
presente la opción de retornar a España, un país que desconocen (LÓPEZ-
BLASCO, 1983: 93)
Los padres españoles de la primera generación dieron menos valor al
desarrollo individual de sus hijos mientras que la cohesión de la unidad familiar
jugaba un papel central. Los padres españoles asignaban a la educación un
papel similar que el de los padres alemanes: facilitar la movilidad social en una
sociedad altamente competitiva. (ALBADALEJO, 1987: 90 y s.)
Las reacciones de los jóvenes y las estrategias que desarrollan ante este
conflicto, que Albadalejo califica de problema de identidad o incluso choque
cultural (ALBADALEJO, 1987: 91), son muy diferentes. Este autor distingue
diversas formas de reaccionar ante este conflicto: resignación, llamar la
atención, agresividad, interiorizar los prejuicios y rechazo de otros coletivos de
inmigrantes. (ALBADALEJO, 1987: 90 y s.)
Ruiz (RUIZ) cree que las opciones son más simples: la reclusión en el colectivo
español o la ruptura con el mismo (RUIZ: 78) LÓPEZ-BLASCO comparte este
diagnóstico y cree que esta segunda generación oscila entre la retirada y la
sobre-identificación, que lleva a estos jóvenes a intentar esconder todos los
rasgo identitarios del colectivo de origen y destacar todo aquello que pueda ser
identificado por el grupo de destino. (LÓPEZ-BLASCO, 1983: 178)
Sin embargo, el enclaustramiento en el propio colectivo encierra el peligro de
exponerse excesivamente a las pautas de los padres y a los métodos, a
menudo expeditivos, que utilizan para imponerlos. (LÓPEZ-BLASCO, 1983:
177)
Además podemos constatar que existieron considerables diferencias entre los
conflictos vividos por chicos y chicas. Además de los problemas mencionados,
derivados del hecho de ser emigrantes, las chicas de la segunda generación
200
tuvieron que afrontar conflictos de género, resultantes de los estereotipos de
sus padres y su insistencia en imponerlos. (THOMAS, 1986: 73)
Ramírez señala que las chicas han logrado mayores cuotas de confianza en si
mismas, si se las compara con su coetáneas en España. Sin embargo este
autor afirma que los conflictos intrafamiliares son idénticos para chicos y
chicas. (RAMIREZ, 1971: 137 Y S.)
El informe de actividad del servicio psicológico de Cáritas refleja el cambio de
situación de la problemática vivida por la segunda generación entre 1977 y
1984. Este trabajo, citado por Thomas (THOMAS, 1986) indica que los jóvenes
españoles en edad escolar siguen teniendo como punto de referencia central la
familia y la escuela. En 1977 la escuela era el principal foco de problemas por
el que estos jóvenes recurrían a esta institución, mientras que en 1984 la
principal causa eran problemas de índole emocional, sobre todo generados en
el seno de la familia, y los problemas escolares han pasado a un segundo
plano. En concreto, destacan las siguientes tres problemáticas: la inseguridad
laboral tanto en la RFA como en España, las dificultades para tomar decisiones
de cara al futuro y el rechazo por parte de la sociedad alemana. (THOMAS,
1986: 85)
De todas maneras, como hemos visto, la segunda generación de emigrantes
españoles han logrado cuotas de integración importantes, al menos en lo que a
los indicadores objetivos se refierere. (STEVENS, 2008: 43 y s.)
Probablemente la conclusión a la que llega Vilar (VILAR, 1999) para la
emigración española a Francia sea trasladable al caso alemán. La integración
de los hijos en Alemania inicialmente no tenía cabida en el proyecto emigratorio
de los padres. A la medida que se iba produciendo los padres constataron que
este proceso conllevaba el distanciamiento de sus hijos. A la vez, la presencia
de los hijos fue decisiva para diversificar sus estrategias económicas,
201
destinando buena parte de sus ingresos y ahorros a impulsar la movilidad
social de sus hijos en la sociedad de acogida. (VILAR, 1999, 59)
A lo largo de estos años por supuesto también la identidad de la emigración
española ha experimentado importantes cambios entre otras razones porque
se va ampliando el espectro de influencias a los que se ve sometida la segunda
generación. Además de la familia los encuestados por Aguirre mencionan los
usos y las costumbres alemanas y los amigos alemanes. (AGUIRRE, 1989: 92)
Esta misma encuesta detalla un aspecto que parece interesante. Preguntados
por la cultura que más influencia ha ejercido sobre ellos, son más los que
mencionan la cultura alemana. (AGUIRRE, 1989: 92) Sin embargo,
preguntados por si se sienten españoles o alemanes, vuelve a ser mayor el
grupo que se identifica con España. (ver tabla 71) Sin embargo, resulta que el
grupo más grande resulta de la suma de los que afirman sentirse tanto alemán
como español o bien europeo (mujeres 47,42%, hombres 39,28%). (AGUIRRE,
1989: 92)
Reciente encuestas sitúan las opciones identitarias del colectivo español en
unas posiciones intermedias. Así por ejemplo, el porcentaje de españoles que
dicen sentirse europeos es ligeramente superior a la media de los extranjeros
(41% y 34%) pero muy superior a la media del conjunto de la población (13%).
(STIFTUNG BERTELSMANN, 2009) (gráfico 38). Es algo superior a la media el
porcentaje de españoles que dice sentirse español (40% y 36%) y algo menor
El porcentaje de españoles que dice su país de origen es su patria es
ligeramente superior a la media (65% y 62% respectivamente), mientras que el
de que aquellos que califica a Alemania como patria es un poco inferior a la
media (35% y 38%). (INSTITUT FÜR DEMOSKOPIE ALLENSBACH a, 2009)
Roosens y Martín analizaron en su trabajo la identidad de jóvenes españoles
residentes en Amberes e identifican los siguientes tipos de identidad :
202
joven orientado al retorno (tipo español – muy cerca de la primera
generación)
joven bicultural (los que se sienten en casa en los dos países, habiendo
tomado lo mejor de cada mundo)
tipo integrado (mucho más belga que español)
tipo ambiguo (que tiene sentimientos contradictorios, actitudes ambivalentes y
definen con dificultad su propia identidad)
Gualda añade a estos cuatro un quinto tipo de identidad: la que representa la
suma de las identidades de origen y destino y otras procedentes de otras
partes del mundo para formar una identidad transnacional. (GUALDA, 2001:
117) Pozo-Gutierrez identifica esta misma identidad de nuevo corte en su
estudio sobre la emigración español en el Reino Unido (Pozo-Gutierrez, 2005,
35) Además, habría que añadir un sexto tipo de identidad: la europea.
203
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Capítulo 4
Propuesta de estudio de nueva emigración española
1° La nueva emigración española a Alemania es un fenómeno que se
produce en la realidad social y en los medios de comunicación pero no
queda reflejado en las cifras oficiales.
Podemos constatar que en los últimos años no se ha producido un flujo
migratorio importante desde España hacia Alemania. Muy al contrario de la
percepción subjetiva o de la publicada, al menos hasta finales de 2010 los
datos del Registro central de extranjeros, actualizados a finales de marzo de
2011 por la Oficina federal de Estadística, contabilizan a 31.12.20110 un
incremento de la ciudadanía española residente en la República Federal de
Alemania de apenas 1.500 personas en comparación interanual.
214
La variación de ciudadanos españoles inscritos en el Censo Electoral de los
Residentes Ausentes gestionado por el Instituto Nacional de Estadística entre
el 1.1.2009 y el 1.1.2010 fue de 1.350.
A 1.1.2011 el número de electores había pasado a 85.758, es decir, que en
todo 2010 solamente 1.757 ciudadanos españoles se inscribieron en el CERA.
215
2° El primer paso de la investigación de la nueva emigración es conocer
los motivos para emigrar, la disposición a emigrar y los perfiles de los
nuevos emigrantes.
La migración intra-europea ha dejado de ser una emigración de trabajadores
poco cualificados y que básicamente servía para suministrar mano de obra
barata a los países de destino. (VERWIEBE, 2008) Todo indica, que la
emigración ha pasado ser un fenómeno que afecta sobre todo a la clase media.
El factor diferencial de esta nueva emigración ya no es la nacionalidad, sino el
nivel educativo, el acceso a redes sociales o la experiencia laboral previa
(VERWIEBE, 2008)
Este cambio en la composición de los flujos migratorios intraeuropeos es
especialmente llamativo en el caso alemán, que entre 1960 y 1973 atrajo sobre
todo trabajadores poco cualificados de los países del sur de Europa que en
aquel entonces presentaban unos niveles de desarrollo económico y de
bienestar muy inferiores a los alemanes (CASTLES, 1986; BADE, 1987) Por lo
tanto, cabe pensar que el encaje de estos nuevos inmigrantes no tiene por que
ser en los estratos profesionales más bajos y menos cualificados.
Recientes estudios señalan que uno de los cambios más espectaculares en el
perfil de los inmigrantes fue el experimentado por la emigración española hacía
Alemania y Francia, dos de los principales países de destino en los años 60. A
partir de la entrada de España en la CE en 1986, el perfil de los españoles que
emigraron a estos dos países cambió radicalmente, la emigración de
trabajadores no cualificados fue sustituida por la de trabajadores cualificados.
(ALAMINOS, 2010)
216
Los motivos para emigrar
En nuestro anterior informe (CEIS, 2010) habíamos detectado los siguientes
factores
• El estatus social y movilidad geográfica están ligados.
• La situación y el origen familiar condicionan la movilidad.
• Las redes sociales apoyan o dificultan la movilidad y la integración en el
país de destino.
• Las condiciones culturales (conocimientos del idioma) impulsan o impiden la
movilidad.
• La estructura social y económica del país de origen y destino impulsan o
impiden la movilidad y determinan el tipo de inserción laboral.
Prácticamente todos los estudios coinciden en identificar móviles de tipo
económico / laboral para los emigrantes de la primera generación. Los motivos
217
para emigrar: las teorías clásicas de la emigración parten de la base que la
principal razón radica en el desnivel de bienestar entre el país de origen y el
destino (CASTLES, 1986; ZOLLBERG, 1989)
Así por ejemplo Gualda afirma que “(...) se trató de migraciones de carácter
básicamente económico en las que el motivo principal que impulsó la migración
tenía que ver con el mejoramiento de una situación económica personal o
familiar que era de carácter precario: desde solucionar problemas de
desempleo, a poder ahorrar algún dinero para casarse, comprar una vivienda,
montar un negocio, o incluso en menos casos, para mejorar algo la formación.”
(GUALDA, 2001b, 186) El carácter económico (y transitorio) de esta primera
emigración quedaría demostrado con que “la curva estadística del número de
empleados extranjeros en la R.F.A. aumentara o disminuyera acomodándose
exactamente a las variaciones coyunturales del proceso económico.”
(GUALDA, 2001b, 189)
Existe un consenso llamativo en lo referente a la primacia de los motivos
económicos. Castillo (CASTILLO, 1980) enumera los condicionantes
económicos y sociales que motivaron la emigración española a los países
europeos:
„Características de los aspectos económicos:
1) Nivel de renta más bajo que en destino para cada perfil socio-
ocupacional considerando la cualificación, el sexo y la edad.
2) Imposibilidad total o parcial de acceder a la propiedad y usufructo de los
recursos.
3) Nivel de paro más alto que en destino, en relación con el total de la
población y con el perfil profesional.
4) Crisis del sector económico al que pertenece el candidato al emigrar.
5) Inestabilidad económica o clima de crisis generalizada, con impacto
social.
218
6) Expectativas de escasa movilidad social.
Aspectos sociales:
1) Alta presión demográfica, una gran cantidad de población
frecuentemente joven que no encuentra formas de sustento suficientes o
satisfactorias.
2) Población distribuida heterogenéamente en el territorio, por lo general
con procesos de gran concentración urbana en condiciones de
hacinamiento.
3) Grandes niveles de pobreza e insatisfacción de las necesidades
humanas básicas e intermedias.
(CASTILLO, 1980: 190)
Ruiz (RUIZ, 2007) incluye un listado de las principales razones y también aqui
prevalecen los motivos de índole económica, laboral y profesional.
- Para ayudar a la familia
- Para mejorar salarios
- Ahorro
- Por tener un trabajo mal remunerado
- Por preparar mejor a los hijos
- Para adquirir una vivienda
- Por ser obreros eventuales
- Para convertirse en trabajadores independientes
- Por estar en paro, etc.
(RUIZ, 2007 33 y s.)
En su estudio sobre la exclusión y la discriminación vivida por la emigración
española en Alemania, Albadalejo (ALBADALEJO, 1987) reproduce los
resultados de una encuesta que sitúan en primer lugar mejorar las condiciones
219
de vida (87%), la búsqueda de empleo (66%) y motivos económicos (saldar
deudas o hipotécas, etc.) También la encuesta realizada por Caritas en 1979
sustenta esta interpretación y concede una importancia marginal a motivos
diferentes de los netamente económicos. (AGUIRRE, 1979: 148 y s.)
El cambio que se ha producido en las motivaciones queda reflejado en la
Encuesta internacional EIMSS (European Internal Migrations Social Survey) de
2006 que analiza los motivos de la emigración actual. Llama la atención que el
principal motivo que nombran los jóvenes españoles para trasladarse a otro
país es de índole sentimental.
Principales motivos para la movilidad:
Movilidad laboral: italianos (37,6%)
Calidad de vida: ingleses (40,4%), alemanes (38,4%)
Amor, familia: españoles (45,4%), franceses (33,8%)
Estudios: franceses (11,7%), españoles (10,4%)
Podemos constatar que se ha producido una diversificación de espectro de
motivos, manteniéndose el trabajo como principal razón de los hombres pero
ya acompañado de otros de índole muy diversa.
Alarcón (ALARCÓN, 2007) analiza en su trabajo los principales motivos que
llevan a esta nueva generación a trasladarse a otro país.
• Atracción por una ciudad/región.
• Aprendizaje del idioma del país de destino.
• Grado bajo de vinculación con su país de origen, estancia en el país de
residencia será limitada.
220
• Idioma materno tiene un elevado valor de cambio (organización
transnacional de las empresas, importancia de la información, nichos
laborales).
• Importancia del conocimiento de dos o más culturas nacionales.
Aquí también se refleja el peso que tienen motivos diferentes a los económicos
y laborales. Pero los trabajos que se están realizando sobre esta nueva
emigración llegan a conclusiones muy dispares. Algunos autores creen tener
datos suficientes para poder constatar que “el salario no parece ser el factor
determinante en el caso de migraciones cualificadas.” (ALAMINOS, 2010, 19).
Otros como por ejemplo, Verwiebe (VERWIEBE, 2006) identifican diferentes
tipos de nuevos emigrantes en función de su biografía personal y pertenencia a
diferentes clases. Este autor afirma que los motivos laborales son los
predominantes para las clases más elevadas. Se trata de emigrantes con
categorías profesionales elevadas, que se apoyan en redes multiculturales.
Según este autor son los emigrantes de clase baja y media baja los que
presentan mayor diversidad de motivos pero para los que los aspectos
profesional o laborales apenas tienen importancia.
Precisamente es en este contexto donde conviene recordar un elemento que
no por conocido puede dejar de ser esclarecedor para el asunto que tratamos:
la presión laboral a la que se ven sometidos los trabajadores españoles con
una alta cualificación a abandonar el país. Según señala FEDEA en su reciente
Observatorio laboral de la crisis, el porcentaje de licenciados que pierden su
puesto de trabajo es mucho menor que el de trabajadores con titulaciones
inferiores y además se ha mantenido estable. (FEDEA, 2011).
221
FEDEA, 2011
La disposición emigrar
� 80% de la ciudadanía europea (UE 25) vive en la región de origen.
� 1,5% de la ciudadanía europea (UE25) reside en un país diferente al de
origen.
� Solamente el 25% de ese 1,5% emigró por razones económicas, el 75%
por razones privadas.
Todo ello contrasta con los resultados de diversas encuestas representativas
que reflejan que la mayoría de los ciudadanos europeos ha internalizado el
derecho a la libre movilidad (COMISIÓN EUROPEA, 2010b)
En lo referente a períodos previos de emigración y tomando como referencia el
Eurobarometro 337 de 2010, los encuestados españoles apenas presentan
diferencias en comparación al resto de los encuestados salvo en lo que se
refiere al porcentaje de encuestados que dice haberse trasladado desde el
extranjero a España para vivir y trabajar. (COMISIÓN EUROPEA 337, 2010)
222
Pero el porcentaje de personas que realmente han hecho una formación en el
extranjero es inferior a la media europea.
¿Ha hecho alguna vez una formación escolar, universitaria o alguna otra
medida de formación de una duración superior a los dos meses en un
país diferente al suyo?
COMISIÓN EUROPEA 337, 2010
¿Qué disposición presentan los encuestados en España a emigrar? España
sigue siendo uno de los países en la UE en el que la emancipación de los
padres se produce a edades más avanzadas. (EUROPEAN FOUNDATION,
2006)
223
Preguntados si tienen
la intención de vivir en
el extranjero apenas
notamos una variación
entre 2005 y 2009. En
ambas encuestas los
españoles se sitúan en
el grupo de países en
los que una gran
mayoría afirma tener la
intención de emigrar y
solo una minoría está
dispuesta a trasladarse a otro país.
224
Llama la atención que en lo relativo a la valoración de la decisión de emigrar
los encuestados españoles se sitúan en el grupo de países que mejor
valoración le da a la emigración para el propio emigrante y, sobre todo, para la
economía en su conjunto y el mercado laboral.
225
226
227
Pero volvamos a las motivaciones. El Eurobarometro de 2010 evidencia que los
españoles son los que mayor importancia le dan a las condiciones laborales a
la hora de sopesar la posibilidad de emigrar: el 48% frente a una media del
27%.
228
A su vez, los encuestados españoles ocupan una posición intermedia en lo que
se refiere si consideran tener mejores oportunidades laborales en el extranjero
o en otro
País. De hecho, en ningún otro país de la UE 15 son tanto los encuestados que
opinan que en el extranjero las posibilidades laborales son mejores.
229
Sin embargo, encuestas muy recientes contradicen este panorama general de
escepticismo de cara a la emigración. Según una encuesta realizada a
comienzos de 2011 por la empresa de reclutamiento de personal altamente
cualificado Catenon (CATENON, 2011) el porcentaje de españoles dispuestos
a desplazarse al extranjero para trabajar ha crecido exponencialmente entre
2008 y 2011.
230
CATENON, 2011
La opción de salir del país incluso ya está desligada de una mejora salarial. Los
encuestados dicen estar dispuestos a recibir un salario inferior.
231
CATENON, 2011
Entre los países preferidos Alemania ocupa el segundo lugar por detrás del
Reino Unido pero por delante de Francia.
232
CATENON, 2011
233
3° En un segundo paso proponemos analizar las redes que esta nueva
emigración crea en Alemania o saber si recurren a redes ya existentes
En este apartado queremos analizar brevemente la importancia de las redes
para acceder a la sociedad acogida. En lo relativo a la integración en el sistema
educativo el movimiento asociativo jugó un papel decisivo para convencer a los
padres a no aceptar la doble imposición que provenía de las administraciones
alemana (ciclos nacionales) y española (sistema escolar nacional).
El movimiento asociativo español resultó ser un instrumento imprescindible
para que los emigrantes pudieran abordar las dificultades que se encontraron
en el país de destino y además sitúa al emigrante como sujeto en el centro del
trabajo. “(...) al abordar la cultura de la emigración española a Francia,
pensamos en un entramado de soluciones y estrategias que (los emigrantes)
fueron orquestando para resolver los problemas que la difícil cotidianeidad
presentaba. (...) Este tejido asociativo formó parte, sin duda, del conjunto de
estrategias adaptativas puesto en marcha por los propios emigrantes y en ese
sentido puede tomarse como parte integrante de su cultura.” (BABIANO,
FERNÁNDEZ, 1999, 5) Sería pues un error ignorar los aspectos de acción
colectiva de la emigración español. Esta acción colectiva se movía en el marco
de una serie de constricciones de tipo generacional, individual e institucional.
Las constricciones de tipo generacional están relacionadas con la socialización
política en la dictadura franquista, las de tipo individual con un proyecto
migratorio estrechamente ligado a la idea de trabajar en el extranjero un
período limitado con el objetivo de generar unos ahorros y retornar a España.
Las constricciones de tipo institucional tienen que ver con el control político que
el sistema franquista pero también los estados de acogida ejercían sobre la
emigración. (BABIANO, FERNÁNDEZ, 2009, 13)
Los trabajos identifican varios motivos que llevaron a los emigrantes a crear
sus propias organizaciones. En su trabajo sobre el caso francés, BABIANO y
234
Fernández (BABIANO, FERNÁNDEZ, 1999) afirman el movimiento asociativo
español en ese país comenzó a articular sus reivindicaciones de una forma
más sistemática entre 1963 y 1975. Se trata de un elenco de reivindicaciones
que podría subdividirse en cinco grupos:
Demandas de representación:
Demandas de carácter económico
Demandas de orden democrático y participativo
Demandas educativas
Demandas relativas al retorno (BABIANO, FERNÁNDEZ, 1999: 35)
La creación de una red de organizaciones propias, distintas y ajenas a las
alemanas y las del régimen franquista recibió un importante impulso al
constatar los propios emigrantes que su estancia en el país iba a durar más de
lo esperado.“Al constatar que la emigración no era un proceso tan breve como
habían planificado, empezaron a surgir casi de manera espontánea,
organizaciones con diversas funciones “como espacios de autodefensa de la
identidad cultural de origen, ámbitos mutuales para la preservación de la salud,
como vehículos para la inserción en el mercado laboral, como instrumentos
para la capacitación técnica o la instrucción” (ZUBILLAGA, 1998: 99).”
La red asociativa tuvo un papel ambiguo: por un lado fueron un instrumento
central para las estrategias migratorias (FERNÁNDEZ, 2000: 89) pero también
parece ser cierto que fomentaron cierta tendencia al retraimiento, formando un
“refugio español”, “que facilitaban la vida en el país receptor. Desde este punto
de vista favorecieron la solución de problemas y conflictos, pero a la vez,
provocaron cierto encapsulamiento de los emigrantes en ámbitos reducidos e
impidieron un intercambio superior con las sociedades de acogida.”
(FERNÁNDEZ, 2000: 85 y s.)
Por supuesto que más allá de asumir funciones de lobbiismo, el tejido
asociativo representó una posibilidad de retiro y una oportunidad para reforzar
235
la autoestima. (LÓPEZ-BLASCO, 1983: 84) En una sociedad de acogida
percibida como hostil, las asociaciones ofrecían espacios en los que era
posible organizar el ocio con personas que hablaban el mismo idioma y
compartían los valores. La exclusión de buena parte de la vida social en el país
de acogida, la consideración por parte de la población autóctona del inmigrante
como una persona problemática, no adaptada a la sociedad alemana hacía
muy díficil el acceso y la aceptación de los emigrantes a la cultura alemana.
Una reacción a esta realidad fue por lo tanto la creación de esta red asociativa
y la desafección de las organizaciones de la sociedad civil alemana.
(FERNÁNDEZ, 2000: 87)
Este aspecto es sobre todo significativo en lo que se refiere a la segunda
generación. Los centros intentaban organizar el ocio de estos jóvenes con el
objetivo El principal problema residía en que los padres a través de los centros
intentaban inculcar a sus hijos patrones de comportamiento que nada tenían
que ver con la sociedad de residencia y ni siquiera con la España de esa
época. (FERNÁNDEZ, 2000, 72)
Este planteamiento de los padres no podía dejar de llevar a conflictos. Además,
los centros españoles perdían en interés para la segunda generación una vez
que estos jóvenes llegaban a la adolescencia y su círculos de referencia se
trasladaba cada vez más a la sociedad alemana (GUALDA, 2001: 92).
Gualda (GUALDA, 2001) afirma que el grado de vinculación de la segunda
generación con los centros dependía en muchos casos de la edad de llegada a
Alemania. Hemos visto que los jóvenes que emigraron siendo adolescentes,
tuvieron mayores problemas para integrarse en el sistema escolar alemán.
Precisamente este colectivo fue el que al parecer no dejó de participar en los
centros españoles, en parte para compensar sus dificultades de integrarse en
la sociedad alemana. Algunos de los entrevistados de la segunda generación
hablan de un ciclo de alejamiento y acercamiento a los centros españoles. Al
parecer, el hecho de ser padres volvió a despertar su interés por los centros y
236
españoles. “
Finalmente, la tercera generación, los nietos de los primeros emigrantes, se
desvinculan totalmente del movimiento asociativo español. “Y si hablamos de la
tercera generación, gran parte aún niños, en ellos es más fácil encontrar al que
apenas habla español, lo que parece que debilita, de cara al futuro, la
importancia que este tipo de asociaciones tuvo en su momento, como punto de
encuentro y espacios básicos de integración de los españoles.” (GUALDA,
2001: 92).
Bierbach (BIERBACH, 2003) insiste en las dificultades que para las
asociaciones ha supuesto el cambio generacional y el consiguiente declive del
interés de la segunda y, sobre todo, de la tercera generación en las
asociaciones, lo que ha llevado además al surgimiento de centros y
asociaciones de nuevo tipo, como p.ej. las dedicadas a jóvenes o a la tercera
edad. Las asociaciones han tratado de adaptarse a los cambios
experimentados por la sociedad alemana y la propia emigración española.
Pozo-Gutierrez analiza el caso inglés y afirma que se han producido dos
cambios de calado. Por un lado las asociaciones han ido modificando
paulatinamente su concepto de cultura española y por el otro gradualmente se
han ido convirtiendo en asociaciones interculturales, integrando a miembros de
la sociedad de acogida y de otras culturas. “En contra de la tesis que asignan
un papel determinante a las asociaciones de emigrantes en la formación y
consolidación de comunidades étnicas, y por ende, en el mantenimiento de la
identidad cultural del emigrante en la sociedad de acogida, en caso concreto de
la emigración española al Reino Unido, se podría decir que las asociaciones
han contribuido en gran medida a lo contrario. Por un lado, las asociaciones
han contribuido a la homogeneización gradual de la identidad cultural a través
de un proceso en el que los contenidos de la supuesta cultura española que se
pretendía conservar han quedado anclados en el tiempo y fijados en el
momento de partida de los emigrantes, para ir transformándose gradualmente y
adaptándose a las percepciones estereotipadas que de la “españolidad” y la
237
“hispanicidad” sostiene gran parte de la sociedad británica, y que han acabado
por ser incorporadas y reproducidas por muchos emigrantes. Por otro lado, las
asociaciones han experimentado un proceso de evolución que las ha alejado
del exclusivismo español de la asociación emigrante propiamente dicha y las
ha acercado a un modelo asociativo intercultural en el que se han extendido la
participación no sólo a miembros de la sociedad acogida sino también a
miembros de otros colectivos emigrados, principalmente de origen
sudamericano.” (POZO-GUTIERREZ, 2005, 6)
En los años ochenta el grado de organización en las asociaciones había
repuntado considerablemente. Si nos atenemos a los datos publicados por
Aguirre en 1989, el 59,55% de los encuestados pertenecía a una asociación de
padres. Estas fueron las organizaciones que más aceptación tuvieron entre los
emigrantes españoles en Alemania. Precisamente esta es una de las
características que diferencian el movimiento asociativo española del resto. En
2001 el 32,7% de las asociaciones españoles eran asociaciones de padres,
mientras que la media se situaba en el 5,2%. Hunger (HUNGER, 2004) analiza
el registro de asociaciones extranjeras dependiente del Bundesverwaltungsamt.
De sus datos se confirma esta preferencia por las asociaciones de padres de
familia, además de un porcentaje inferior a la media de asociaciones
humanitarias y sociales, políticas y comerciales.
No cabe duda que también la nueva emigración tiene que encontrar redes que
le permita articular sus intereses y que le sirvan para abrirse camino en
Alemania. Este es precisamente uno de los aspectos del que menos sabemos.
Llama la atención el poco conocimiento que tienen los organismos oficiales,
incluso aquellos que se suponen deben facilitar la movilidad intraeuropea como
la red EURES. Solamente el 9% de los encuestados afirma haber oído de la
red, un 1% ha hecho uso de esta oferta, pero el 89% de los encuestados
desconoce EURES por completo.
238
4° Interesa conocer las estrategias de inserción laboral así como las
oportunidades laborales que brinda el mercado de trabajo alemán.
Consideramos la migración intraeuropea como un fenómeno sui-generis. Se
produce entre Estados pero la Unión Europea se ha conformado como un
espacio propio. El Tratado de Maastricht marca un antes y un después
(VERWIEBE, 2006). Algunos autores creen que los migrantes intra-europeos
post-Maastricht presentan un perfil completamente diferente p.ej. al de los
emigrantes de los años sesenta. Sin embargo, nos parece aventurada la
conclusión que por ello se integrarán más y mejor al mercado laboral de
destino. (VERWIEBE, 2006). La emigración española a Alemania se encontró
239
con un mercado de trabajo altamente estructurado, con un peso especial del
sector secundario y casi marginal del sector servicios. En este apartado
analizaremos la inserción laboral en el mercado de trabajo alemán y las vías de
movilidad profesional de la primera emigración española a este país.
La inserción de la emigración española en el mercado de trabajo alemán
La inserción en los mercados laborales de los principales países europeos que
acogieron la emigración española de los años sesenta y setenta presenta
algunos rasgos comunes determinados sobre todo por la baja cualificación de
los emigrantes. En líneas generales, los españoles emigrantes ocuparon
puestos subordinados y descualificados. Ahora bien, Fernández señala que la
inserción laboral de la emigración en los mercados laborales europeos resulta
más compleja y que hay una clara especialización de los españoles en las
respectivas economías nacionales. (FERNÁNDEZ, 1988, 70)
La inserción laboral de la primera emigración española alemán presenta una
clara predominancia del sector secundario y de la gran empresa. Alemania fue
el único país de destino de la primera emigración española a Europa en el que
una gran mayoría trabajaban en la industria: en 1970 el 73,5 por ciento de los
hombres y el 77,5 por ciento de las mujeres (FERNÁNDEZ, 1988, 69) La
primera emigración española a Alemania se concentró en la gran industria
fordiana, caracterizada por relaciones laborales altamente institucionalizadas y
una importante presencia sindical. El 50% de los trabajadores españoles en
Alemania trabajaban en empresas con más de 500 trabajadores, el 27% en
empresas con más de 1.000 trabajadores (SANZ, 2008, 278 y s.) En Francia en
cambio los trabajadores españoles encontraban trabajo en sectores marcados
por una fuerte desregulación y una importante cuota de trabajo irregular.
(BABIANO, 2009, 11)
La concentración en el sector industrial fue incluso más pronunciada entre las
mujeres emigrantes. El 84% trabajaba en la industria siderometalúrgica (30%),
240
en industrias transformadoras de diferentes tipos (30%) y en la industria textil
(22%). Parece especialmente llamativa la diferencia entre la ocupación de las
mujeres emigrantes españolas en Alemania y Francia.
Conviene mencionar que una inserción laboral en un el sector secundario,
altamente regulado por convenios colectivos, se traduce en un mayor nivel de
protección.
Entre 1990 y 2009 el número de españoles que cotizaban a la seguridad social
alemana y contaban con un trabajo regular pasó de 61.293 a 33.773. Si bien la
reducción es considerable, a partir de 2006 la cifra se estabilizó alrededor de
los 34.000.
Si analizamos el período 1999 a 2009 destacan los servicios, el comercio y los
transportes (tercer sector), aunque el incremento de la importancia de los
servicios no se debe a que haya aumentado el número de trabajadores
españoles (1990: 22.585, 2009: 21.018) que ejercen en ese sector, sino que ha
241
sufrido una importante caída el número de ciudadanos españoles que trabajan
en la industria (sector secundario), que en el pasado fue el principal sector de
actividad de los trabajadores españoles en Alemania. Entre 1990 y 2009 la cifra
de españoles en el segundo sector pasó de 37.696 a 12.538, por lo que puede
hablarse de una “terciarización” del empleo de la ciudadanía española en
Alemania, un proceso que está viviendo la totalidad del mercado laboral
alemán.
La terciarización también se manifiesta en las profesiones de los españoles en
Alemania. En 2009 23.137 trabajadores españoles en Alemania, el 55,6% del
total (412.649) se concentraban en 12 profesiones, de las cuales nueve
pertenecen al sector de servicios y las tres restantes al secundario.
242
La estructura del empleo de los españoles es similar a la del conjunto de los
trabajadores en Alemania, es decir, que es un fiel reflejo de la terciarización
que en los últimos años ha vivido el conjunto de la economía alemana.
243
La mujer española en el mercado de trabajo alemán
La emigración laboral a Alemania fue en su inicio mayoritariamente masculina,
aunque la participación de la mujer fue incrementando con el transcurso del
tiempo. En 1962 el 74,2% de los trabajadores españoles eran hombres, las
mujeres representaban el 25,8%. En 1975 estos porcentajes habían pasado al
60,6% y al 39,4% respectivamente. (SANZ, 2007: 33)
Duran-Villa afirma que Alemania fue el destino prioritario de las emigrantes
españolas, situándose este país a la cabeza, muy por delante del resto de
países. “Los principales destinos elegidos por nuestras emigrantes en la etapa
de mayor volumen de emigración con Europa son Alemania, que cataliza casi
la mitad de las mujeres asistidas (47,67%), seguida a gran distancia por Suiza
y Francia con el 27,34% y 19,96% respectivamente.” (DURÁN VILLA, 58 y s.)
Este autor afirma, que el proyecto migratorio supuso para muchas mujeres la
244
posibilidad de romper las pautas y los modelos tradicionales que en la mayoría
de los casos les habría imposibilitado iniciar una actividad laboral de haberse
quedado en España.
Las autoridades alemanas intentaron aumentar el número de mujeres
inmigrantes una vez firmados los acuerdos con España y Grecia. Resulta
llamativo que a pesar de ello el número de mujeres inmigrantes españolas se
redujo a partir de 1964. MATTES cree que el trabajo de la Comisión de
reclutamiento desplazada a España se vio sobre todo dificultado por la
normativa española que obliga a todas las mujeres menores de 25 años a
presentar una autorización paterna (las solteras) o del marido (las casadas).
(MATTES, 2005: 42)
Durán Villa detalla estas trabas normativas a la emigración femenina que no
desaparecen del todo hasta 1975. “Las condiciones impuestas por ley para
emigrara perpetúan las diferencias entre los hombres y las mujeres en el
ordenamiento español de los años sesenta y setenta del siglo recién terminado,
en su afán paternalista y protector. La Ley de ordenación de la emigración de 3
de mayo de 1962, continuó limitando las salidas femeninas “cuando a ello se
opone alguna disposición legal reguladora de su capacidad civil o protectora de
su sexo” (....) la de 22 de julio de 1961 sobre derechos políticos profesionales y
de trabajo de la mujer, que les permite continuar en su puesto de trabajo
después de contraer matrimonio y, sobre todo, le otorga capacidad para recurrir
ante la autoridad competente cuando por mala fe o abuso se le deniegue la
autorización marital para el ejercicio de los derechos reconocidos; y como
245
colofón la Ley 14 de 2 de mayo de 1975 que deroga definitivamente la licencia
marital.” (DURÁN VILLA, 52)
La orientación hacía el ahorro y diversos otros factores llevaron a muchas
familias a tener que replantearse el reparto interno de las tareas familiares, la
incorporación de la mujer al mundo laboral y la externalización de la atención
de los hijos.“El salario externo se convertía en el eje económico de la unidad
familiar en medio de una sociedad de consumo más desarrollada que la de
procedencia y en la que los hijos tardaban más en incorporarse al mercado de
trabajo. Este hecho generaba en el seno de las familias emigradas una toma de
decisiones alrededor de la maximización de ingresos salariales externo o del
coste de las actividades no remuneradas fuera del entorno familiar como era
cuidado de los niños.” En 1968 el 68% de las esposas de emigrantes
españoles trabajaban fuera de casa, un porcentaje inferior al de las ciudadanas
griegas (90%) o turcas (74%) (SANZ, 2006: 37) .
Esta opción suponía que las mujeres tenían que asumir un doble papel: ir a
trabajar y además garantizar las tareas reproductivas. Una de las entrevistadas
relata esta toma de decisión de la siguiente forma: “O había que dejar de
trabajar y era la mujer la que dejaba de trabajar o trabajaban los dos para
conseguir las metas que se habían propuesto y entonces tenían que repartirse.
Trabajar uno en turno cuando uno estaba de mañana, el otro estaba de tarde
para que los niños estuvieran siempre.. pero la mujer era la que se cargaba el
trabajo (...) era la que compraba, era la que fregaba, era la que cocinaba, era
la que llevaba todo la economía del hogar. Y el marido se limitaba si, a ese
reparto, pero ir, llevar el niño a la escuela, recogerlo y darle la comida (...) que
la mujer había dejado hecha ya antes de ir a trabajar.“ (3M, p.11)
La mayoría de las mujeres trabajadores de la primera generación tenía una
experiencia laboral previa (Sanz: 38). En la emigración española en Alemania
es llamativo el descenso de la segregación laboral entre hombres y mujeres.
De hecho el porcentaje de empleo femenino en sector secundario aumentó
246
espectacularmente, en 1965 la mujer representaba el 46,6% de los emigrantes
españoles que trabajaban en la industria. En 1973 este porcentaje había caído
al 40,4%. El 32% de las mujeres españolas trabajaban en las industrias que
pagaban los mejores sueldos (transformación del hierro y el metal).
Los sectores que tienen menor presencia femenina son la construcción, la
minería, el sector energético, transportes y el primario. De todas maneras, la
trabajadora española presentaba un reparto muy diferente por sectores
económicos al de la mujer trabajadora alemana. “No obstante, aquellos
trabajos con mayor tasa de feminización – servicios y servicios públicos – no
eran en los que se encontraban la inmensa mayoría de las mujeres que
estaban empleadas en Alemania. En 1965 el 6,3% y 7,7% de las mujeres
ocupadas trabajaba en estos dos sectores mientras que en 1973 estas cifras
pasaban a ser el 9,1% y el 9,5%.” En 1966 el 72,1% habían encontrado empleo
en la industria (trabajadoras alemanas: 33,6%).(SANZ, 2006: 40 y s.)
Sin embargo, los datos recogidos por Mattes (MATTES, 2005) indican que
durante el período 1960 a 1973 el porcentaje de las mujeres españolas sobre el
total de los trabajadores españoles no es, ni mucho menos de los más
elevados en comparación a los otros colectivos de emigrantes
En la actualidad la situación es completamente diferente. El colectivo español
es el que presenta la mayor tasa de empleo femenino sobre el total de los
trabajadores de las respectivas nacionalidades, un porcentaje que además ha
aumentando en los últimos años.
247
Trabajadores extranjeros sujetos a cotizaciones a la Seguridad Social por
nacionalidad y sexo, 31.3.2004
Mujeres Hombres Nacionalidad Total
Total % Total %
% sobre el
total de
trabajadores
extranjeros
sujetos a
cotizaciones
Grecia 91.161 38.408 39,9 57.753 60,1 5,4
Italia 175.136 55.422 31,6 119.714 68,4 9,8
Portugal 42.156 15.580 37,0 21.198 59,4 2,0
España 35.679 14.481 40,6 21.198 59,4 2,0
Turquía 479.884 147.799 30,8 332.085 69,2 26,9
BUNDESREGIERUNG, 2005: 584
Trabajadores extranjeros sujetos a cotizaciones a la Seguridad Social por
nacionalidad y sexo, 31.12.2008
Mujeres Hombres % sobre el total de
trabajadores
extranjeros
sujetos a
cotizaciones
Nacionalidad
Total
Total % Total %
Grecia 87.632 34.960 39,9 52.672 60,1 4,7
Italia 174.805 57.415 32,8 117.390 67,2 9,3
Portugal 40.519 15.076 37,2 25.443 62,8 2,2
España 33.717 14.327 42,5 19.390 57,5 1,8
248
Turquía 489.770 147.68
7
30,2 342.083 69,8 26,2
BEAUFTRAGTE DER BUNDESREGIERUNG, 2010: 602
La movilidad profesional de la emigración española
Una de las cuestiones centrales de la emigración es la de movilidad
profesional. La primera emigración española a Alemania tradicionalmente se
caracteriza por una escasa cualificación técnico-industrial, "sensiblemente
inferior a la de otros contingentes migratorios procedentes del área
mediterránea, aunque éstas sean menos desarrolladas (...) (GARMENDIA,
1981: 257). De hecho, la Oficina Federal de Empleo afirma en su Informe
1972/1973 "Una de la causas (de la reducción del grupo español) estriba en la
creciente demanda alemana de un mayor nivel de rendimiento de los
trabajadores. Otra, la escasa cualificación de los trabajadores." (citado por
GARMENDIA, 1981: 257 y s. )
Sin embargo, sorprende que a pesar de la distribución por sectores y el bajo
nivel de cualificación, se observa una importante movilidad en la empresa.
(GARMENDIA, 1981: 261).
En líneas generales la primera generación de emigrantes españoles logró
cierta movilidad profesional de la que cabe destacar dos aspectos. Por un lado
parece ser que se produjo una ligera movilidad vertical, pasando algunos
trabajadores españoles de una categoría de peones sin formación (ungelernt) a
una categoría superior (angelernt o Facharbeiter) es considerable si se la
compara con otras nacionalidades. Por el otro lado, el grueso de la movilidad
fue horizontal. Muchos de los trabajadores españoles lograron acceder a la
plantilla núcleo de las empresas que les habían contratado.
249
Sayler (SAYLER, 1987) afirma que los trabajadores españoles protagonizaron
una movilidad vertical mucho mayor que el resto de los primeros emigrantes.
A pesar de esta inserción laboral razonablemente estable, los trabajadores
españoles de la primera generación solían pertenecer a los segmentos
salariales bajos. Teniendo en cuenta que uno de los objetivos centrales fue la
maximización de los ahorros no extraña que un porcentaje elevado opte por el
trabajo a destajo o por turnos que comporta unos ingresos adicionales
Por otra parte los trabajadores españoles consiguieron insertarse en la
plantillas nucleares, menos vulnerables a cambios de los ciclos de producción
y, por lo tanto, más estables. (SAYLER, 1987: 77)
Breitenbach (Breitenbach, 1982) cree que esta ha sido la vía prioritaria del
ascenso laboral de los trabajadores de la primera generación. Con ello
250
consiguieron ser imprescindibles para los empresarios. (BREITENBACH, 1982:
74)
En 2000 los trabajadores españoles mantenían un elevado grado de fidelidad a
su empresa. El 11,9% había cambiado de empresa el año anterior (alemanes
11,2%; resto extranjeros: 16,9%). El porcentaje de españoles que ha cambiado
de profesión también es menor que el que se da entre el resto de extranjeros
(6,3% y 10,1% respectivamente; ciudadanos alemanes: 6,4%)
Hemos visto, que los trabajadores españoles de la primera generación lograron
acceder a la plantilla nuclear de las empresas, menos vulnerable que el resto.
Pues bien, en 2000 esta pauta se ha mantenido, siendo los españoles el grupo
con un mayor porcentaje de pertenencia a la misma empresa superior a los 15
años.
251
Sin embargo, la permanencia en una misma empresa, requisito para lograr
acceder al núcleo de las plantillas, no fue siempre la pauta de los trabajadores
de la primera emigración. Durante los primeros años de la emigración en los
que primaba el objetivo de maximizar los ahorros, muchos emigrantes daba
prioridad a cambiar de empresa para lograr mejorar sus salarios, a permanecer
en la misma empresas y lograr cierta estabilidad del empleo. La encuesta
realizada por Delgado en 1962 (DELGADO, 1966) desvela que solamente el
40,8% de los encuestados no había cambiado de puesto de trabajo. La primera
encuesta realizada por Caritas en 1968 insiste en este aspecto. El 39% de los
hombres encuestados permanecía en el mismo puesto de el trabajo, 37%
había cambiado 2 a 3 veces y 17% 4 a 6 veces. El porcentaje de las mujeres
que conservaba el mismo puesto de trabajo era del 44%, el 40% había
cambiado 2 a 3 veces y el 14% 4 a 6 veces.
Como señala Sanz (SANZ, 2006) “(…) pese al intento de control,
fundamentalmente por parte de los empresarios y funcionarios del Ministerio de
Trabajo Federal, una de las constantes de todos los trabajadores emigrantes
en Alemania va a ser la búsqueda de un mejor trabajo y mayor salario y, con
ello, la presencia de una importante movilidad laboral, tanto para el hombre
como para la mujer. La práctica social de los emigrantes subvertía en gran
medida los mecanismos restrictivos, pese a las dificultades y barreras legales
impuestas. Los emigrantes – hombres y mujeres – se habían movido de
nuevo.” (SANZ, 2006: 49)
Si analizamos las cifras correspondientes a los años 1999 a 2009 podemos
observar que el número de trabajadores españoles ha caído más que el de los
italianos y portugueses, solamente ha sido mayor la reducción del número de
cotizantes griegos.
252
Si es significante la diferente incidencia que ha tenido en los diversos
colectivos de extranjeros la precarización del trabajo. El crecimiento de
trabajadores precarios españoles, aún siendo importante (22,81%) fue mucho
menor que el registrado por portugueses (60,65%), italianos (52,05%) y griegos
(32,00%).
Si comparamos la evolución de la tasa de desempleo de los emigrantes
españoles, griegos, italianos, turcos y yugoeslavos podemos observar que
existen dos grupos de extranjeros que además se mantienen estables durante
más de 20 años (1979 a 2000). Por un lado están los emigrantes griegos,
turcos e italianos que presentan tasas de desempleo cercanas a la media de
todos los extranjeros, por el otro lado están los ciudadanos portugueses,
españoles y yugoeslavos, cuya tasa de desempleo es inferior y ronda la media
general.
253
Durante los últimos años el número de desempleados españoles ha registrado
una evolución similar al de los portugueses, griegos e italianos. Todos ellos han
registrado una contracción del número de parados alrededor del 40%, con la
única excepción de los ciudadanos italianos (-37%).
254
255
5° Por último, proponemos realizar un estudio cualitativo que permita
identificar no solo el perfil de la nueva emigración española, sino también
su capital social y sus perspectivas de movilidad laboral en Alemania.
La migración intra-europea ha dejado de ser una emigración de trabajadores
poco cualificados y que básicamente servían para suministrar mano de obra
barata a los países de destino. (VERWIEBE, 2008) Todo indica, que la
emigración ha pasado ser un fenómeno que afecta sobre todo a la clase media.
El factor diferencial de esta nueva emigración ya no es la nacionalidad, sino el
nivel educativo, el acceso a redes sociales o la experiencia laboral previa
(VERWIEBE, 2008)
Este cambio en la composición de los flujos migratorios intraeuropeos es
especialmente llamativo en el caso alemán, que entre 1960 y 1973 atrajo sobre
todo trabajadores poco cualificados de los países del sur de Europa que en
aquel entonces presentaban unos niveles de desarrollo económico y de
bienestar muy inferiores a los alemanes (CASTLES, 1986; BADE, 1987) Por lo
tanto, cabe pensar que el encaje de estos nuevos inmigrantes no tiene por que
ser en los estratos profesionales más bajos y menos cualificados.
El interés de la investigación de los movimientos migratorios paulatinamente ha
prestado mayor atención en la emigración de trabajadores altamente
especializados, centrándose en aspectos como las biografías laborales o en su
capital social (PEIXOTO, 2001; SALT, 2005) así como en la emigración intra-
europea de una clase media (VERWIEBE, 2008; BRAUN, RECCHI, 2007)
Nos parece de interés aplicar los resultados de trabajos que toman como
referencia planteamientos teóricos de Max Weber y Pierre Bourdieu e
identifican la UE como un espacio migratorio marcado por normas
institucionales y legales
256
Proponemos realizar entrevistas en profundidad, aplicando cuatro dimensiones
inspiradas básicamente en la obra de Bourdieu (BOURDIEU, 1984)
257
BIBLIOGRAFÍA
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259
FERNÁNDEZ ASPERILLA, ANA, Estrategias migratorias. Notas a partir del proceso de la emigración española en Europa (1959-2000), en: Migraciones & Exilios: Cuadernos de la Asociación para el estudio de los exilios y migraciones ibéricos contemporáneos, Nº. 1, 2000, 67-94 GARMENDIA, J.A., La emigración española en la encrucijada, Madrid, 1981 GUALDA CABALLERO, ESTRELLA, „Los procesos de integración social de la primera generación de „Gastarbeiter“ españoles en Alemania“, Huelva, 2001a GUALDA CABALLERO, ESTRELLA, El trabajo social en Alemania con los Gastarbeiter o emigrantes económicos españoles, en: Portularia, 1, 2001b, 185-202 HUNGER, UWE; Wisschenschaftliches Gutachten im Auftrag des Sachverständigenrates für Zuwanderung und Integration des Bundesministeriums des Innern der Bundesrepublik Deutschland zur Frage “Wie können Migrantenselbstorganisationen den Integrationsprozess betreuen?”, Münster/Osnabrück, 2004 LÓPEZ-BLASCO, ANDRÉS, Sozialisationsprozesse und Identitätskrise spanischer Jugendlicher in der Bundesrepublik Deutschland, Verlag Deutsches Jugendinstitut, Augsburg, 1983 MATTES, MONIKA, “»Gastarbeiterinnen« in der Bundesrepubli. Anwerbepolitik, Migration und Geschlecht in den 50er bis 70er Jahren, Frankfurt, 2005 Mobility, 2010a PEIXOTO, J. “The International Mobility of Highly Skilled Workers in Transnational Corporations”, en: International Migration Review, 35, 2001, 1030-1053 POZO-GUTIERREZ, ALICIA, Emigración española en Inglaterra: prácticas asociativas, integración e identidad, Fundación 1º de Mayo, 2005 RUIZ GARZÓN, FRANCISCA, Historias de vida de los emigrantes españoles en Alemania: un estudio comparativo (tesis doctoral, Universidad de Granada, 2003 SALT, J.; FORD, R., “Skilled international migration in Europe: the shape of things to come?, en: R. King (ed.) Mass Migration in Europe, Londres, Belhaven Press, 293-309
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261
Capítulo 5
Metodología
5.1. Introducción
Dentro de la metodología cualitativa de las ciencias sociales, utilizaremos en
esta segunda parte del proyecto los grupos de discusión como instrumento
para reflejar la transformación de una situación dada, por parte de un colectivo
social desde el punto de vista de las personas involucradas por una necesidad
de interpretar su propia situación. De esta forma podremos convalidar o
desechar las tesis expuestas e incluso detectar nuevos aspectos.
El grupo de discusión es una técnica de investigación que tiene dos raíces
teórico-prácticas, aunque con marcadas diferencias epistemológicas que
presuponen dos formas empíricas distintas de practicarse. Una de ellas es la
versión norteamericana, mejor conocida hoy en día como focus group, que se
generó y desarrolló a partir del uso de las técnicas de entrevista grupales,
como instrumento de análisis social y psicoterapéutico que llevaron a cabo
Robert K. Merton, M. Fiske y Patricia L. Kendall, en Estados Unidos, entre las
décadas 30 y 40.
La otra versión es la europea, particularmente la española, que crea,
epistemológicamente hablando, Jesús Ibáñez1, y que se le conoce como grupo
de discusión.
El grupo de discusión es, según Ibáñez- autor al que hacemos referencia- un
artefacto de producción de discursos sociales que simulan en una conversación
donde se da un “encuentro social” (Marc y Picard, 1992) donde las visiones y
valoraciones de los participantes refieren al sistema de significación al que
pertenecen; lo enunciado en el “discurso grupal” es más que una serie de
enunciados y lo que se genera es un práctica discursiva que tiene sentido
socialmente. Esto reconoce que los actores sociales portan una huella
indeleble del universo social del cual son parte.
5. 2. Recogida de datos
262
Los datos que se recogen con el grupo de discusión reconstruyen estructuras
de significación y de estructuras de producción de sentido a través de la
interacción social. Esto nos habla de las determinaciones (contextuales y
rituales de la lengua) que definen la estructura y dinámica de procesos
sociales, las características de comportamientos sociales y percepciones, así
como la socialización de significados estructuralmente generalizados. Esto, a
su vez, demarca los procesos de construcción y deconstrucción (Pérez, 2000)
de los sistemas de representaciones sociales.
Así pues vemos a los grupos de discusión como una técnica eminentemente
cualitativa que tiene la vocación generar información para entrar a lo social
desde lo subjetivo (Reguillo, 2000) construyendo conocimiento a partir del
propio sujeto.
Para mantener cierta coherencia con las entrevistas realizadas en la fase
anterior: guión abierto, que se vertebraba en los siguientes ejes: datos
biográficos / propia experiencia migratoria, visión global de la historia de la
emigración española en Alemania, ciudadanía española en el sistema
educativo alemán, generaciones, papel de la mujer, realidad sociolaboral y
estructura laboral, papel de las asociaciones y retorno. Hemos trabajado en
esta segunda fase del proyecto igualmente con un guión abierto, que se ha
guiado igualmente por ejes similares: sociedad de acogida, generaciones,
educación, mujeres, mundo laboral, mundo asociacionista.
Guión:
Preguntas abiertas como: podríais describir..., según vosotros ...., que
pensáis....
Discusión de grupo:
1. Sociedad de acogida:
¿Como vivisteis Alemania a vuestra llegada?
263
¿Podrías describir cuales fueron para vosotros las experiencias más difíciles?
¿Cuales las más positivas?
¿Tuvisteis, has tenido contacto con los alemanes? En que ámbitos?
¿Dirías que tenéis más amigos Alemanes o españoles?
¿Y de otras nacionalidades?
¿Como os sentís ahora en Alemania?
¿Si pudieses elegir donde os gustaría más vivir, aquí o en España?
2. Generaciones:
¿Sois de la opinión que dentro de una misma generación hay diferencias
notables?
¿Cuales han sido los factores mas problemáticos entre padres e hijos, dentro
de la emigración?
¿Que dificultades creéis que tuvo la 1 generación?
¿Cuales pensáis que tuvo la segunda?
¿Como definiríais a la tercera generación?
3.Educación
¿Fue para vosotros (vuestros hijos) difícil integraros en el sistema escolar
alemán?
¿Que fue lo más difícil?
¿Que fue lo que más os ayudo?
¿Que nivel de educación diríais vosotros que tienen los españoles en
Alemania?
¿Que relación teníais con los profesores?
¿Que relación con los otros alumnos? De otros orígenes, Alemanes?
4. Mujeres
264
¿Como describiríais el papel de la mujer española en Alemania?
¿Como describirías el papel de vuestras madres?
¿El de vuestras hermanas?
¿Cuales pensáis que fueron las dificultades que tuvieron?
¿Cuales fueron las ventajas para ellas?
5. Mundo laboral
¿Cuales fueron las facilidades para entrar al mundo laboral en Alemania?
Cuales las dificultades?
¿En que puestos de trabajo creéis que están mejor situados los españoles?
¿A que pensáis que se debe eso?
¿Como han sido, son las relaciones laborales con los Alemanes? Para vosotros
y para vuestros Padres
¿Como con otros grupos de extranjeros?
7. Asociaciones
¿Que papel pensáis que jugaron las asociaciones para los españoles de la 1â
generación?
¿Que papel para la segunda?
¿Juegan todavía un papel? Cual?
¿Y para la tercera generación?
¿Que tipo de asociaciones conocéis? Y a cual acudís o habéis acudido más y
porque?
8. Administración
¿Que papel ha jugado la administración publica española?
¿Que tipo de asesoramiento esperabais de ella?
¿Que tipo de asesoramiento habéis recibido?
265
¿Que papel la administración alemana?
¿Que tipo de asesoramiento esperabais de ella?
¿Que tipo de asesoramiento habéis recibido?
Lo mismo los diferentes ejes temáticos que las preguntas propuestas se
adaptan flexiblemente a los diferentes grupos, teniendo en cuenta por un lado
las características del grupo, por otro los propios temas que el grupo define y
sobre todo según las discusiones dentro del grupo se van desarrollando y
adquieren más fuerza.
Ya que de lo que se trata para el posterior análisis es de que se desarrolle un
dialogo, que a su vez el grupo de científicos realice un análisis en forma de
dialogo.
Para esta fase del proyecto realizamos once grupos de discusión, que contaron
con un total de 40 participantes de las tres generaciones. En seis de estos
grupos estaban representabas al menos dos de las generaciones, tres se
limitaban a una sola generación y los dos restantes se realizaron
exclusivamente con miembros de una misma familia, uno de ellos con padres e
hijos, y el otro con las tres generaciones.
5. 3. Análisis de los Grupos de discusión
Por lo hasta ahora expuesto nos adscribimos a la perspectiva epistemológica y
teórica del sociólogo Jesús Ibáñez, sobre la cual se plantea que el grupo de
discusión es una técnica que construye datos de la realidad social, si bien
Ibáñez propone el uso de la técnica desde el punto de vista estructural (1979),
bajo el argumento de que la “representatividad” que se busca en el uso de ésta
técnica responde a elementos ideológico-estructurales, es decir, a variables de
composición de un grupo que pertenece a la sociedad, y no a criterios
numéricos distributivos como se pretende en el uso de metodología
cuantitativa.
266
Dice Anthony Giddens desde la hermenéutica de segundo orden –interpretar lo
ya interpretado— que todo sujeto social (lego) es un “teórico social práctico”, al
referirse a la producción de la sociedad por la acción misma de los sujetos,
implementando toda una serie de conocimientos, destrezas y habilidades que
cobran sentido al ser puestas en práctica en cada encuentro y acción dentro de
una colectividad. Esta doxa, que organiza la vida cotidiana, es por lo tanto una
interpretación en sí.
Por lo tanto, el producto del grupo de discusión es información que habla de y
desde lo social; a partir de su lógica de operación en la construcción de
observables, reproduce lo social, lo colectivo, desde el grupo en conversación.
Para el análisis social mediante el grupo de discusión, considerando que los
procesos de construcción de objetos de estudio y la construcción de sus
observables, no son una serie de operaciones predeterminadas y que operan
de manera lineal y secuencialmente, y sí emergen como un ejercicio reflexivo,
dialógico, iterativo, indefinido y complejo donde están implicados
estrechamente tanto el sujeto investigador y su objeto de estudio, como sus
referentes epistemológicos.
El grupo de discusión se ha posicionado en las ciencias sociales dentro del
paradigma de la investigación de segundo orden (Ibáñez, 1994), desde donde
se reconoce que el investigador social es el instrumento más importante de la
construcción de su objeto de estudio cuando usa grupos de discusión; en otras
palabras, esto nos coloca en un espacio de reflexividad metodológica al
aceptar que el punto de vista del investigador altera-transforma-afecta, en
buena medida, el objeto que estudia; por lo que es imprescindible el ejercicio
de mirar cómo es utilizado en la investigación social un “artefacto” científico
que, en palabras del Jesús Ibáñez, “regresa al sujeto” (a partir de su discurso)
para que desde la estructura que lo configura podamos conocer la vida social.
Jesús Ibáñez, retomando la propuesta de Gordon Pask sobre la Teoría de la
Conversación, concibe al grupo como un todo, en el que cada “interlocutor” es
parte del proceso, que al conversar, va generando cambios en su conversar y
en la conversación; el sistema informacional es abierto, cada participante habla
y puede responder, a su vez, el que responde puede cuestionar y volver a
267
hacer otras preguntas, lo que hace una conversación. Lo anterior, toma
trascendencia para la investigación social, si consideramos que la conversación
es entendida como la unidad mínima de la interacción social (Pask, 1988) que
a partir de este juego de lenguaje dialógico se (re) produce el orden social.
(Ibáñez, 1994)
Sobre todo por dos razones centrales nos hemos decidido por los Grupos de
discusión y su análisis en base a las citadas premisas:
- El discurso grupal que se genera en el microgrupo (grupo de discusión) es un
constituyente de la estructura social del macrogrupo (sociedad).
- El grupo en su dinámica de conversación es el insumo para el análisis social
en el que se busca interpretar el sentido del orden social.
Por lo tanto consideramos que los grupos de discusión no son solo historias
subjetivas e individuales sino representaciones de opiniones y conflictos dentro
de un contexto social que vertebran un grupo.
Como plantilla para el análisis hemos fijado como ejes de una matriz a un nivel
de meta narrativa: la identidad, el conflicto y la integración. Por otro lado
hemos reducido el abanico de temas, limitando el análisis a los siguientes
ámbitos: Generaciones (conflicto generacional/ señas de identidad/
acercamiento-distanciamiento), idioma (alemán/ español), sistema educativo
(escuela española/ complementaria/ escuela alemana), contactos con la
sociedad alemana, mundo laboral, retorno, hombre/ mujer, mundo español
(asociaciones/ administración/ sindicatos), discriminación y ocio.
Esto no solo nos permite romper las constricciones y la aplicación simplista de
las áreas de integración definidas en la primera parte, sino que además
permiten romper una la línea de interpretación unidimensional que se ciñe al
material y, finalmente, no logra despegarse de la lógica de los discursos de los
propios actores. Nos permite identificar con mayor claridad los procesos de
ruptura dentro del propio colectivo, como entre las generaciones. Además,
permite describir con mayor nitidez los diferentes ciclos por los que ha pasado
este colectivo. Se trata de una interpretación más asociativa del material que a
la vez nos abre la posibilidad de contextualizar las reflexiones de los
participantes en los grupos de discusión, dentro de un dialogo abierto.
268
Para ello hemos desarrollado una plantilla en Forma de matriz que nos permite
igualmente diferenciar los temas propios de los diferentes grupos, así como los
comunes, e ir introduciéndolos en la plantilla manteniendo a las vez un arco
propio en cuanto a la meta narrativa fijada por los temas centrales para el
análisis. (anexo ¿??)
Una vez realizado el análisis de los grupos de discusión, los contrastamos con
los aspectos tanto macro sociológicos expuestos en el capitulo 1 (Miguel),
como los discursos históricos expuesto en el capitulo 2 (Antonio), como las
referencias teóricas desarrolladas en el capitulo 3 (Begoña) , para así poder
llegar a desarrollar los resultados bajo el planteamiento interdisciplinario
descrito, que ponen fin a esta segunda fase del proyecto.
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Guadalajara, No. 17, invierno, UdeG, México
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segundo orden. México. Madrid. Siglo XXI.
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Aires. Amorrortu
El Grupo de Discusión como Artefacto Científico para el Análisis Social escrito
por Gerardo León Barrios, 2007
270
Capítulo 6
Análisis de los grupos de discusión
Centraremos el análisis de los grupos de discusión y de las entrevistas
realizadas a los expertos en dos ámbitos: el mundo español en una acepción
muy amplia de la palabra, entendiendo como tal no solo el colectivo como tal
sino también sus organizaciones, la administración española en Alemania y los
sindicatos y partidos políticos españoles y el tema de las generaciones
El mundo español: identidad, conflicto e integración
Sin duda alguna, la colectividad española representaba un refugio para muchos
de los participantes en los grupos de discusión. Eso si, siempre que hubiera un
grupo suficientemente nutrido de españoles. Uno de los factores que parece
ser que influyeron la formación del grupo es la densidad de los españoles, es
decir, que hubiera un número suficiente en una zona concreta. Así por, ejemplo
uno de los participantes del grupo de Dortmund comenta que en esa ciudad
existían auténticas aglomeraciones de españoles. “Por ejemplo, aquí en
Dortmund hay dos barriadas donde sólo vivían... o sea, el 90% de los que
vivían aquí eran del norte de León, de la provincia de León. (Nombre de los
barrios, inaudible).... en esas dos barriadas, tú ibas por la calle y oías a veces
más español que alemán porque llegaron a ser me parece que casi 3.000
españoles. Y claro, el contacto entre los críos pues venía a raíz del contacto
que tuvieran los padres. Nosotros vivíamos en el norte de Dortmund y (nombre
del barrio, inaudible) está en el sur, pero un fin de semana sí y otro también
cogíamos el tranvía y nos íbamos al sur porque era donde estaba la gente
española, que mis padres conocían ya incluso de España. Y el contacto entre
los críos pues se daba por eso y después cuando ya estábamos aquí en la
Misión Católica, o sea, en la vieja, empezamos a hacer el graduado escolar y
de ahí surgió el contacto.” (D)
271
En lo relativo a la elección de los centros en los que se desarrollaba el ocio de
la segunda generación algunos de los participantes como el que citamos a
continuación señala que la decisión de acudir a un centro u otro se hacía en
función de la oferta que había en ese momento. “Después cuando se abrieron
las otras asociaciones españolas en Dortmund, porque hasta el año 71 sólo
había la Misión Católica, ya empezamos a separarnos un poco... pero eso los
mayores, los mayores, o sea los adultos, porque los jóvenes nos juntábamos.
Los jóvenes, si había fiesta en la Misión para allá que íbamos, si había una
fiesta en el Centro para allá que íbamos, si había fiesta en el Círculo, aunque
íbamos menos, pero allá que íbamos.”(D)
Una de las participantes en Essen relata como la Misión Católica vertebraba el
tiempo libre de forma casi automática, integrando la misa en las actividades
regulares de fin de semana. “Bueno, pero mis padres no pienso que haya sido
así, sólo que era usual venir los sábados y a los domingos también, porque los
domingos era también antes por la tarde la misa, entonces después nos
encontrábamos en el bar, charlábamos, jugábamos, la discoteca los sábados,
¿los domingos había discoteca también?, no, era los sábados solo (voces: sí,
sí. ¿También?) ¡Noooo, los domingos también!, hombre, claro, que yo
solamente podía ir a la discoteca si primero iba a misa, entonces venía a misa
para quedarme en la discoteca (risas), y los fines de semana siempre, era
obligatorio, o sea, ya no se preguntaba qué hacemos, sino que era casi
siempre lógico sábados y domingos a la Misión, al Centro, se llamaba, el
Centro Español (CR: y todas las fiestas españolas que hubiera por ahí, en
Gelsenkirchen o donde fuera, allí, vamos, nos llevaban nuestros padres,
digamos así por lo que había comentado mayormente, por tener el contacto
con españoles, que querían que siguiéramos teniendo contacto con
españoles...).” (E-1)
Nos comenta un fundador de una de las grandes organizaciones de la
emigración que en esa fase constitutiva del movimiento asociativo español
272
buena parte de la actividad se centró en las tareas de organización y formación
de los padres.
E Muy bien pero el padre no podía por si mismo ayudar al niño en alemán.
Como se trataba entonces de movilizar a los padres para que los hijos si
tuvieran una buena educación. ¿Que era lo que podían hacer los padres?
MRG Seminarios seminarios, seminarios, seminarios y
E ¿Formar a los padres quieres decir?
MRG Claro, informarles de que (...) yo he ido a (...) bueno yo iba
prácticamente estaba dos o tres fines de semanas en las asociaciones
hablándoles a los padres
E Recreas una de aquellas reuniones. ¿Tú llegabas ahí y que decías?
MRG Llegaba a Dusseldorf por ejemplo y había 200 personas ahí, 200
españoles y había un maestro también español tumbándome y era difícil. Yo
padre de familia ya había estudiado y tenía una formación, pero contradecir al
profesor..
(MRG)
Otros participantes destacan el carácter instrumental del movimiento asociativo,
creado en su momento para alcanzar unas metas muy concretas. Una vez
alcanzadas algunas de estas metas como el éxito escolar de sus hijos
resultaba en cierta manera paradójico mantener el mismo entramado
organizativo. “MJ: Yo lo veo bajo otro punto de vista. La Asociación de Padres
de Familia ha sido una necesidad para todos los que habíamos venido con
hijos, el principal problema por el que nos agarrábamos a la Asociación ha sido
el de las escuelas... Que nuestros hijos aprendan el español... Nadie podía
273
pensar que íbamos a estar tanto tiempo, pero era prioritario que los hijos
aprendieran español. A medida que los hijos han dejado el nido muchas
personas se han ido alejando (de la Asociación): por retornar, por no ver la
necesidad o por formar guetos -centro andaluz, centro gallego, La Barraca etc.-
Yo he trabajado mucho, he tenido familia, y por eso no he ido con regularidad a
esos centros, no me gusta masificarme, puedo haber ido aisladamente, pero no
con regularidad.” (H-1)
Parece interesante en este contexto la reflexión de uno de los dirigentes del
movimiento asociativo que describe una relación pragmática del emigrante
español con la estructura organizativa, caracterizada por un motivo principal:
buscar soluciones a problemas muy concretos.
“VR Si si, pero fíjate los problemas sociales pues unos emigrantes lo
resuelven sindicándose en el sindicato alemán, pero a lo mejor el mismo día
por la tarde pues van a la asistente social de Caritas para que les arregle un
papel. O van al cura de la Misión Católica que les haga una traducción. O van a
una gente a un líder del Partido Comunista que sabe mejor alemán y se mueve
mejor y les ayude y les dé orientación, es decir el pensamiento en bloques que
caracterizaba quizá más en aquel momento a la sociedad española aquí se
empieza a romper. Hay una ruptura interna de sus bloques que es
precisamente por los problemas reales y concretos que vive el emigrante. Qué
son problemas a los que él quiere dar una solución hoy y aquí. Y yo creo que
esto es quizá lo máximo que podríamos aprender de toda esta historia. El justo
en este momento en encontrar respuestas pragmáticas, prácticas a problemas
reales.” (VR)
En este mismo orden de cosas, algunos de los participantes en los grupos de
discusión describen estos ciclos de acercamiento y alejamiento al mundo
asociativo como un fenómeno estrechamente ligado a los ciclos vitales, a las
274
ganas de emanciparse del colectivo español y relacionarse más con la
sociedad de destino.
“Pero la cosa es que no sé porqué, no sé porqué, a lo mejor como he venido
todos los fines de semana a la Misión pues parece ser que estaba ya saciada
de, de... y quería conocer otra cosa, y entonces por el ambiente alemán, por el
trabajo, con la chica que empecé a hacer el aprendizaje, nos hicimos muy
amigas, entonces salíamos juntas, después fue cuando conocí a mi marido, en
el 80, y entonces fue ya cuando... seguí con el ambiente alemán pero con mi
marido, y después cuando nació mi primera hija fue cuando empecé como,
como si te... como tú dices, las raíces las tienes dentro, y entonces volver a tus
raíces para que tus hijas o tu hija en ese momento tuviese también otra vez
contacto con los españoles, no perdiese... porque mi marido, también por tener
tanto interés por lo español, me obligó y me dijo: “tú hablas con la niña en
español” y cuando nació mi hija, como yo estaba metida tanto en el ambiente
alemán, hablaba mucho más alemán que español, y ya el español como si
hubiese ido a la segunda fase, y miraba a mi hija y me decía yo a mí misma, en
alemán: “Y yo ahora a ti ¿qué te digo en español?” No sabía expresarme ni
decirle nada a mi hija en español. Y entonces fue cuando empecé a hablar
español, empezamos a ir a las fiestas españolas... y entonces fue cuando me
ambienté o volví otra vez a la Misión, fue cuando empecé otra vez a bailar,
empecé a bailar la jota con el grupo de la jota y desde entonces estoy aquí,
desde el 86.” E-1
Como hemos señalado más arriba los encuestados y los participantes en los
grupos de discusión nos comentan que han atravesado diversas fases de
alejamiento del movimiento asociativo seguidas de otras en las que buscaban
la cercanía. Coinciden algunos en identificar la pubertad como una fase en la
que preferían buscar las amistades fuera del mundo español. “Yo he tenido
épocas de así y así. De 15 a los 19 ò 20 años, que es cuando estaba en el
aprendizaje [Ausbildung] estaba con un grupo de alemanes. Luego empecé a
salir con españoles, y me quede con los españoles. Durante la semana estaba
275
siempre de viaje con mi empresa de montaje. Y el fin de semana íbamos a una
discoteca española y dejé [de ir] con los alemanes. (E-K)
Constatamos cierta diferencia en la valoración del movimiento asociativo por
parte de la segunda y la tercera generación. Para la segunda el mundo español
claramente representaba al menos en una fase importante de la vida
adolescente y adulta la principal referencia para el ocio: “No, a mí me metieron
en la asociación, yo lo tenía muy claro con quince años: de lunes a sábado la
escuela alemana, de lunes a viernes también la española, y el sábado y el
domingo eran para mí, mis amigos y mis deportes. Mis hermanos los mayores
estaban en el Centro y veían que pasábamos de ir, hasta que con quince años
nos llevó mi hermano mayor a una fiesta, y mira por dónde allí estaban todos
los chavales que conocíamos del bachiller... Así que empezamos a ir con
regularidad los sábados por la tarde, aunque no dejamos las actividades
deportivas de por las mañanas. Ya con dieciséis años éramos muchos jóvenes
y mi hermano dijo de hacer una discoteca para atraer jóvenes, y mientras los
mayores bailaban arriba nosotros nos quedábamos abajo en el Keller (sótano)
bailando con tocadiscos la música que nos gustaba más que la que tocaba la
orquesta arriba... Ya la Directiva vio que había que hacer algo porque éramos
muchos jóvenes, venían incluso los de la Misión Católica, aunque sus padres
no lo supieran, luego mi hermano mayor a las nueve tenía que hacer de taxista
para repartirlos por sus casas...” (D)
En la tercera generación encontramos todo tipo de planteamientos, desde un
profundo rechazo de las instituciones españolas hasta una postura pragmática
y de distancia sin rechazo. Así, por ejemplo, una de las participantes del grupo
de discusión en Dortmund, verbalizaba de esta manera su hastío de las
organizaciones españolas. “Porque no tenían interés para los niños y chavales
jóvenes, a mí mis padres me obligaban a ir, en la Misión Católica todavía los
mayores hacían algo para niños, pero en el Centro y el Círculo no te daban ni
un juego para niños, ni nada, y si te movías te decían que te estuvieras quieta,
era superaburrido...” (D)
276
Hemos constatado que si bien las asociaciones tienen dificultades manifiestas
para captar a jóvenes españoles, algunos de los participantes de la tercera
generación manifiestan haber pasado por una fase intensa de actividad en los
centros y lo valoran como una experiencia importante.
“Hoy en día menos, menos que antes, se ha ido perdiendo también mucho,
pero antes tenía una importancia pa mi muy grande y pa mí un fin de semana
sin ir a la asociación es que no existía porque íbamos siempre.
Hasta que edad más o menos?
Hasta los 16 más o menos si, pero yo toda mi niñez la he vivido en la
asociación también porque bailaba flamenco y pues para mí era muy
importante me encantaba bailar y por eso yo una vez a la semana teníamos
baile íbamos a bailar que hacía una actuación aquí que si otra allí.
(...)
Y tú crees que para las generaciones jóvenes como tú o como los que vienen
ahora de España que tienen tu edad también un poquito mayores es
importante que haya centros donde se puedan reunir o no porque tienen otros
medios hoy en día yo que se facebook , twiter y todos esas cosas.
Si pero yo creo que es importante que tengas a gente con la que puedas
hablar, fiestas donde puedas bailar, música española que te haga recordar tu
país de donde tu vienes yo creo que eso es muy importante o sea hay días
que nos juntamos en un local español y sacan la guitarra mi hermano empieza
a tocar la guitarra y cantamos todos, me encanta y eso hay que cuidarlo.
Y habláis también de otras cosas por ejemplo de cómo está la situación en
España de cuestiones así o no, o no son temas que os interesen.
277
Se habla claro que se habla, por ejemplo del momento cómo está la cosa en
España, que por ejemplo mi tía se ha quedado sin trabajo son muchas cosas y
pues claro una amiga mía que se fue, se fue con sus padres teniendo 13 años
y ahora ya está casada y tiene una niña y el otro día estuve hablando con ella y
me ha comentado que está pensando en volver a Alemania otra vez. “(N-R)
Coinciden muchos de los participantes en señalar que el motivo para
reengancharse o tomar contacto por primera vez al movimiento asociativo fue
el hecho de tener hijos. Como comenta esta participante de Essen, el mundo
asociativo le produjo un rechazo inicial por tratarse de un entorno social en el
que no se sentía a gusto y que no se decidió a superar este escollo hasta que
nació su hija. “Yo di con la Misión, en principio porque Rudi me dijo: “¡vamos!”,
el miró y encontró, me dijo: “Aquí hay una Misión Católica española”. Vinimos y
conocí... Alfonso es el primero que me encontré en el pasillo, además, y le
pregunté dónde podía hacer tal o cual, y miré hacia el bar y vi el bar que estaba
lleno de gente jugando a las cartas, bebiendo y fumando, y me quedé súper
sorprendida y dije: “¡Dios!, no entiendo, no sé yo si voy a poder...”, y entramos
y me quedé un poco así y me dije: “No conozco a nadie pero ése no es el
problema, no sé, yo no me identifico con este tipo de ambiente”, porque si en
España no lo he vivido no tiene sentido llegar a otro país y meterte en él si no
te identificas, ¿no?. Entonces lo dejamos pasar un tiempo hasta que... yo
intentaba mantener pues... eso, las fiestas que hacen en el Hohenheim,
intentar acercarme siempre y conocer alguna gente, ¿no?, sobre todo en un
futuro por mi hija, fundamentalmente porque para nosotros era importante que
mi hija tenga las dos culturas, no sólo los dos idiomas sino también cultura.”(E-
1)
Otros encuestados han vivido una experiencia diferente. Afirma que fueron sus
hijos los que les acercaron a la sociedad alemana. “A.: Aunque yo al principio
no me integré porque vivíamos sólo entre españoles. Íbamos a misa española
278
los domingos, teníamos cine español, teníamos locales donde tocaba una
orquesta española, teníamos restaurantes españoles, y las fiestas las
hacíamos al estilo nuestro: los carnavales, las nocheviejas, todas esas fiestas
eran de estilo español y con españoles. Vivíamos en un ambiente español.
Vivíamos en una colonia española. Pero a raíz de tener a los niños sí que me
integré más en la vida alemana (…) porque es conveniente y además es
obligatorio: empiezan en la guardería, empiezan el colegio, tienen amigos,
tienes que ir a reuniones, tienes que interesarte, aprender a leer.” (Bonn)
Un componente central del mundo español al menos para la segunda
generación fue el denominado colegio español. Más allá de consideraciones de
tipo educativo o de la importancia que para jóvenes y padres podía representar
el aprender el idioma, muchos de los participantes señalan que este espacio
representaba una especie de refugio. “Cuando yo iba al colegio español por la
tarde, siempre decía que... bueno, era un acontecimiento social, por supuesto,
o sea no ibas a clases, sino que yo iba con mucho placer porque me
encontraba con las amiguetas y porque lo pasábamos muy bien (MM: ¿entre
españoles?) En el colegio español, sí, en las clases de español, en el
bachillerato (voz: era distinto a las clases de alemán...), lo pasábamos muy
bien, o sea que ahí teníamos de verdad alegría, y nos reíamos mucho, si no
entendíamos algo pues preguntábamos, y ja, ja, ja, pero mira, que es así,
¿pero no te acuerdas, que ya lo hemos hablado? Mientras que en el colegio
alemán era como tan steif que nadie se atrevía ni a preguntar (MC: rígido)
rígido, justo, gracias, y... o sea, que realmente eran dos mundos diferentes, y
eso lo considero importante.” (E-1)
Por supuesto que las Misiones y los centros fueron uno de los espacios en los
que había grandes probabilidades de conocer una pareja, tal como narra una
de las encuestadas en Essen. “Yo estoy casada con un español y ese le
conocí aquí en la Misión, aparte de que era del mismo pueblo y de vista ya nos
conocíamos, pero de niños, de aquella, no se apreciaba... (voz: ¿os conocías
ya del pueblo?) del pueblo, sí, y nada pues de aquí, de eso, de las fiestas estas
que comentaba antes típicas españolas y los domingos y fines de semana que
279
se pasaban aquí en la Misión, pues nos fuimos conociendo, ya fue otra cosa
que el caso de ellos, de ellas mejor dicho, que están con alemanes, entonces
yo, ya.” E-1
A la vez de ser conscientes de la crisis que atraviesa el movimiento asociativo
español y los retos que ha de afrontar, muchos son conscientes de la ventaja
que representa contar con unos espacios en los que es posible pasar el tiempo
libre. “La pena... bueno, la alegría que tenemos nosotros es que por estos
contornos, que se conozca, nadie tiene una misión, una casa en sí, los
italianos, griegos etc. están todos buscando y nosotros tenemos la gran suerte
de que, aunque muchos no lo saben valorar -lo notarán cuando no exista-
tenemos nuestra capilla aquí, los domingos venimos a misa, luego podemos
tomar unas tapas, como te he dicho tenemos varias oficinas, y la pena es que
nuestra tercera generación está muy alemanizada, se perdió.” E-3
Los españoles encuestados en esta segunda fase que tuvieron algún cargo de
responsabilidad en el movimiento asociativo son conscientes de que cumplían
la doble función de organizar el tiempo libre para sus asociados y, a la vez de
asumir el papel de hacer de lobbistas para el colectivo. “Al estar en el Centro
Español me tocó por causalidad ser el presidente de la Sociedad [Asociación]
de Padres de Familia. Y teníamos la central en Bonn, y entonces allí por
mediación de eso lo que pedíamos a la embajada nos lo concedían. El Centro
Español y los Padres de Familia estábamos todos en el Centro, era todo uno.
Entonces ahí era raro que cada dos meses no hubiera una fiesta española aquí
en Essen. Traíamos orquestas, traíamos de Frankfurt, de Bélgica traíamos
orquestas. Sobre la educación de los críos, nosotros estábamos obligados a
preocuparnos por los maestros que nos mandara la embajada. Si eran pocos
los pedíamos nosotros … Luego ya a última hora no mandaban ninguno. Aquí
en Essen si se sacaron muchas cosas [a la embajada].” (E-K)
La administración española en Alemania no jugó papel alguno en la formación
de la colectividad. Más bien al revés era considerada un estorbo y son varias
280
las voces muy críticas con los organismos públicos españoles en este país. “La
embajada no supe dónde estaba hasta que no tuve el restaurante y fueron
clientes nuestros. Yo nunca los vi, y se lo dije unas cuantas veces a los de la
embajada, en fiestas nuestras, Para mí ha sido un poco desagradable, cuando
había una cosa especial de España, por ejemplo en un museo, aparecían los
de la embajada. Cuando había cosas en las asociaciones españolas no venía
nadie. Nunca vimos a ninguno. Todavía se lo dije a uno hace poco aquí. Le
dije: “Pero si nunca has compartido nada con nosotros, ¿para que venís a pedir
firmas? No habéis compartido nada.” (…) Y en el consulado, que solo tenemos
que ir para renovar el pasaporte, les pasa lo mismo que estos [de la embajada
en Bonn]. (…) Te tratan de tu, y tu tienes que decirles de usted. No sé, se
creen totalmente superiores, un cien por cien superiores a nosotros. ¡Si ellos
están trabajando para nosotros! Si nosotros no estuviéramos aquí ellos no
tenían que estar, realmente. Si lo que vamos es a pedir un servicio por el que
están cobrando.” (BN-1)
Otro de los entrevistados identifica cierto cambio de actitud de la administración
española y la relaciona expresamente con la política en materia de emigración
desarrollada por los gobiernos de diferente color en Madrid. “ No. No, luego ya
no, eso se terminó claro, pero si aprendieron en la segunda fase a no buscar
este enfrentamiento directo y abierto. (..) Intentaban por lo menos argumentar,
por lo menos no reuían el encuentro, reuían las formas prepotentes y sin duda
eso contribuyó a, pues bueno por lo menos unas mejora de las relaciones con
la administración española. Yo creo que en ese tema entretanto también la
administración española ha dado cambios creo que en positivo. Yo pienso que
tanto de después los Gobiernos del Partido Popular como incluso también los
gobiernos de Zapatero estan presentes han sabido tener una relación mas
discreta- diria yo, con la emigración.” (V-R)
CONFLICTO
281
Por supuesto que hablar de conflicto en el contexto del mundo español
inmediatamente podría centrar la atención en aquellos vividos con la sociedad
de acogida, es decir, en los exógenos. Nosotros queremos fijarnos en los
endógenos, en los que generó el propio colectivo.
Por un lado tenemos aquellos conflictos que se produjeron entre las diferentes
organizaciones. Muchos de los encuestados y de los participantes en los
grupos de discusión nos han relatado los profundos debates que ha vivido el
movimiento asociativo a lo largo de los años. “Yo de joven y adolescente por
mediación de la natación entré en la Asociación de Deportes como socia, he
jugado también balonmano, mi hermano al fútbol y balonmano, después en la
Misión Católica Española de Dortmund nos rebelamos un poco contra la
parroquia y en el 71 se fundó aquí en Dortmund el Centro Español, la primera
asociación que se fundó en Dortmund después de la Misión Católica. Mi
hermano es uno de los fundadores, con mi cuñado. La Misión tenía un equipo
de fútbol y cuando se pelearon con el párroco que había se fueron a un bar
alemán y luego crearon el Centro y allí estuvieron con el fútbol hasta que se
disolvió en el 86. Luego, la Directiva que había fundado el Centro, se pelearon
entre ellos y una parte se quedó y otros crearon otra asociación: el Círculo. “(D)
Preguntados por los motivos de estos conflictos en el seno de las asociaciones
destacan los debates entre los diversos partidos políticos españoles, la iglesia
católica y la administración. “A ver... la idea de hacer una asociación en
Dortmund empezó a finales de los 60 cuando empezó el movimiento político
clandestino en España y aquí teníamos socialistas, comunistas activos y los
sindicatos, representantes de Comisiones y de UGT, y claro, en la Misión
Católica no se podían hacer las reuniones que se querían hacer, lógico, estaba
subordinada al gobierno español y bueno, fue uno de los motivos para crear el
Centro Español, de hecho fuera de Dortmund hablas del Centro Español y te
hablan del centro comunista, los socialistas fueron los del Círculo, el Centro se
crea el 71 y el Círculo el 72, no tiene lógica que una asociación se separe por
ideas políticas, pero eso pasó en Dortmund.” (D)
282
La división del mundo asociativo por razones de índole ideológica es percibida
como una debilidad a la que el individuo se enfrentaba con un eclecticismo
vital.
“ Lo que yo digo siempre es que la Misión española fue un pro y un contra de
la sociedad española, porque aquí en Essen nunca hubo un centro en
condiciones por culpa... no por culpa, pero bueno, la Misión para unos era la
Misión y para otros el Centro, y todo el mundo: “vamos al Centro”, los únicos
otros centros que había de aquella eran cuando los comunistas, pero eso era
para los que les gustaba la política. Bueno, hacían bailes y fiestas y venían de
todas partes, pero bueno, había un poco de diferencias entre los de la Misión y
los comunistas, y yo, como siempre fui una persona neutral, pues iba con todos
y me lo pasaba bien, no era ningún político pero... Y en otros lugares había
otros centros que tenían otra clase de actividades, como en Gelsenkirchen...
hacían muchas más actividades de tiempo libre.
AL: Es que aquí perdimos la ocasión de unirse, ¿no?, porque estaba el círculo,
que era un poco político y también por el sindicato, luego el centro catalán, que
ellos nunca quisieron abrirse, solamente cuando hacían actividades hacían
propaganda para que fueran los españoles a consumir, pero estaban entre
ellos, luego el fútbol, que también era algo así, yo pertenecía también porque
siempre he jugado al fútbol, de vez en cuando iba al Círculo, que era algo
político pero hacían fiestas atractivas etc. El caso es que nunca supimos hacer
una unión para tener algo nuestro, siempre cada uno cocinando su paella a su
estilo y manera, en Gelsenkirchen desde un principio hubo más actividades,
pero también lo explotaron de un modo más comercial... que ya no era una
cosa social, me acuerdo cuando llegó el centro asturiano, el Grillo Theater, que
venían hasta orquestas, con el escenario... pero bueno, a la juventud le
gustaba el ambiente, queríamos divertirnos después del trabajo... (E-2)
283
También el papel de la iglesia tiene una valoración muy diferenciada entre
nuestros entrevistados. Por un lado tenemos aquellos que se distancian de la
iglesia por un proceso de alejamiento personal del credo. “Yo siempre. Hasta
que poco a poco me fui decepcionando, y vi que la mitad eran mentiras, y que
la otra mitad era algo que no entraba dentro de mi cabeza ya. Mis hijos están
bautizados y comulgaron, en la iglesia alemana. Al principio yo iba a la
española, pero luego me pillaba muy lejos y fui a la alemana. Y cuando decidí
que ya no quería saber nada de ellos fue cuando mi hijo comulgó, que me
pregunta: “que le dice usted a su hijo de temas de religión” Y yo le digo, “pues
que pregunte a la maestra y al cura que saben mucho mejor meter mentiras.”
Delante de toda la reunión. Se puso rojo el cura y otra señora también y dijo:
“por qué dice usted eso”; y digo: “es que últimamente veía que todo lo que a mí
me dijeron [de niña] no lo veo por ninguna parte. Todo es al contrario. Antes la
puerta de la iglesia estaba abierta para todo el que quisiera entrar, ahora está
cerrada para todo el que quiera venir. Cosas así, todo lo contrario. Así que le
he dicho a mi hijo que pregunte a la maestra y le pregunte al cura que son los
que están mejor preparaos para decir las mentiras que yo no sé decir”. (BN-1)
Pero el papel de iglesia también es analizado por algunos de los participantes
desde la perspectiva del control social en el contexto histórico del franquismo.
La iglesia es identificada como uno de los principales instrumentos del régimen
para garantizar el control político de la colonia. Ponemos como ejemplo el
análisis que hace una de las participantes, socializada en el movimiento
asociativo ajeno a la iglesia católica.
“Aquel entonces, porque no estaba, recuerdo, en España, pienso que es
verdad, por lo poco que he leído, que también la Iglesia ya trabajó lo suficiente
como para tener un poco controlada a la gente aquí en el país para que no se
demandase, porque entonces seguía estando Franco y había una dictadura en
España y los emigrantes podían emigrar (CF: y mandar divisas), pero cuidadito
con lo que iban a hacer en otros países, como en éste por ejemplo (CF: pero
284
ojo...) , entonces yo pienso que ahí sí que tuvo que influir muchísimo la Iglesia,
las asociaciones que tenía que ver con la Iglesia, de alguna manera para...
tener recogido, controlado, al rebaño, ¿no? que no se desmande... (E-2)
Llama la atención que prácticamente todos los participantes que tuvieron o
tienen un papel destacado en el movimiento asociativo califican de conflictivas
las relaciones con la administración española. Uno de los actuales dirigentes
del movimiento asociativo narra el desencuentro que el movimiento asociativo
experimentó con respecto a la administración española. “Como digo ésto se
puede ver perfectamente viendo el archivo de la Confederación, los
encuentros, las cartas, las citas, las visitas a Madrid y luego efectivamente
choca mucho con el cambio del que precisamente muchísimos emigrantes que
habían votado ese cambio, el cambio que se dá no es el que se esperaba.
Porque se esperaba un cambio a más Democracia, a más (..) a una forma de
practicar la política aún más cercana a los ciudadanos, aun más en aquella
línea que se prometio por el cambio. Lo que se encuentra es un cambio de
estilo totalmente diferente. Es la llegada de dos consejeros: uno de trabajo y
otro de Educación que implantan un estilo de trabajo arrogante, desafiante,
prepotente. Alguno diria yo- chulesco. Esto chocó mucho y esto provocó graves
conflictos y enfrentamientos que culminaron con una manifestación fuerte en
Bonn, en el campus de la Universidad.” (VR)
Si bien no podemos calificarlo de conflicto, el declive del movimiento asociativo
español si representa una crisis. Uno de los expertos consultados afirma que
las razones que llevan a la crisis al movimiento asociativo español son
similares a las que tienen las organizaciones alemanas: un creciente
individualismo, la pérdida de arraigo de las asociaciones en la sociedad civil y
una oferta más diferenciada con la consiguiente pérdida del monopolio de las
asociaciones.
V: La gente no va a las asociaciones porque quiere que se mantenga la cultura
y tal, sino porque tiene una necesidad de hacer algo y la asociación te la
285
soluciona. Por ejemplo en la época de nuestros padres (había problemas de
orden práctico)... pero cuando nosotros ya hablábamos alemán ya los
problemas aquellos eran menos, estaba la necesidad de relacionarse, pero ya
la asociación acaparaba (se ocupaba de) una pequeña parte de lo anterior. Ese
problema lo tienen todas las asociaciones en general, también las alemanas:
se ha perdido el colectivismo del 68, la gente ahora es muy individualista y
claro, el tema asociativo ya no está de moda, se mezcla eso con el hecho de
que las asociaciones para los españoles ya no son tan vitales, ya no hay tanta
necesidad de dar información y de encontrar alguien que la explique de una
manera que tú la entiendas, ahora la asociación es un servicio más entre
varios, ya no es el esencial...(H-3)
Una de las participantes de la tercera generación ahonda en estas razones y
aporta otra que puede ser decisiva para distanciarse del movimiento asociativo:
la ruptura con la colectividad española.
“Y: Cuando llegaron mis padres no hablaban el alemán, y se centraban
lógicamente en el ambiente español y en aquellas asociaciones de la época
con tanta potencia, en mi generación ya no buscas tanto ese ambiente
asociativo porque ya estamos más integrados en la vida social alemana,
sabemos el idioma, hemos ido aquí a clases y tenemos otros intereses que los
que ellos traían de España, somos además más abiertos de mente, tenemos
una mentalidad un poquito alemana... ahora a mi hija apenas la llevo a sitios
así como entonces... quizás va a perder más el contacto con lo español... (MM:
¿para ti tener a tu hija no te ha motivado a volver a lo español?) En parte sí,
pero no soy... de un rebaño de ovejas, yo soy yo misma, yo busco mi propio
camino y no busco esas asociaciones, ni quiero llevar a mi hija a ellas... (MM:
¿y cuál fue el punto de ruptura, porque tú contabas que estabas muy apegada
al mundo asociativo?) Pues poco a poco, yo hice errores, o no errores...
digamos que hice mi propio camino, he sido diferente a las otras niñas, no tuve
286
un novio luego me casé y tuve la niña... tampoco tengo un novio español, y por
esos motivos me he ido alejando de las demás...”(H-3)
Sin duda alguna la falta de militancia motivada por una buena dosis de
pragmatismo preocupa a los líderes del movimiento asociativo. Este
participante refleja la problemática de la despolitización de algunos temas por
parte de la segunda y tercera generación. Pone como ejemplo el derecho a
tener la doble nacionalidad, una reivindicación histórica del movimiento
asociativo español en Alemania pero que ya no es percibido como un tema vital
por las nuevas generaciones.
“AF: Es por lo que hablaba yo antes: no hay problemas, no hay militancia. Yo
he sido de los militantes desde el año 81, y se ve que al haber casi los mismos
derechos -ahora hasta puedes ser funcionario, estamos en la UE, pero antes
del 86 las circunstancias hubieran sido otras- pues baja el interés. Es necesario
seguir tirando muros, pero (la falta de interés) es llamativa... A mí me ha dicho
un joven en Renania de la tercera generación, con un alemán impecable: “yo
nunca me haré alemán, porque no me hace falta” Me dejó boquiabierto. Yo le
explicaba esto (la posibilidad de obtener la doble nacionalidad) a unos jóvenes
y me dicen: “¿para qué?”. Yo empiezo a percibir España un poco a lo Max
Frisch con Suiza, ¿no? Quizás sea mi propio sentimiento, yo creo mucho en el
contrato social, yo no soy súbdito de nadie ni quiero que lo sea ningún español,
pero tampoco me pueden hacer esas faenas mis representantes en el
parlamento español de quitarme derechos, sin que eso me haga mella y haga
reducir un buen porcentaje mi voluntad libre de lealtad con España, si no son
leales conmigo, pues tendré que pensármelo... Pero quizás los jóvenes eso no
lo ven así...
MJ: Pues yo (esa reacción) lo veo bien, para qué se van a hacer de doble
nacionalidad si puedes votar, por otro lado estás dentro de la Comunidad
Europea, que es igual... casi hay más diferencias entre autonomías en España,
287
por ejemplo entre el País Vasco y Andalucía, que en zonas de fuera... en
cuanto a integrarte, eres español y nadie te va a decir nada..(H-1)
Sin duda alguna, en el movimiento asociativo también se reprodujo el conflicto
generacional. Algunos participantes de la segunda generación comentan que
los padres mostraban una clara preferencia por las Misiones Católicas,
mientras que percibían que las asociaciones de jóvenes se posicionaban
claramente del lado de los adolescentes y apoyaban la emancipación de los
padres sobre todo la de las chicas. “V: Cuando nosotros creamos hace 30 años
la asociación juvenil, eso era uno de los grandes problemas: los padres
dejaban a los niños y especialmente a las niñas en la Misión Católica, en la
escuela, pero no en una asociación... y ya no digamos cuando una chica de 22
o 23 años decía: “quiero vivir sola” Siempre era lo mismo, había un gran
problema en la familia o se rompían las relaciones. La chica, o se echaba para
atrás, o tiraba para adelante y montaba su casa... Al cabo de dos o tres
semanas llegaban los padres con la bolsa de la comida, miraban que la chica
estuviera viviendo en condiciones, con una cama, un armario, una silla, en fin,
tan burguesa como (cualquier) otro, y se reiniciaban las relaciones y el
respeto... La asociación sirvió mucho en aquella época para reforzar a las
chicas y ayudarlas a salir de ese conflicto, para convencerlas de que no eran
malas hijas, sino que muchas habían pasado por ahí, y que podían aprender
mucho unas de otras con todos lo casos que había. Es decir, la asociación ha
sido un buen instrumento para la independencia de los chicos y especialmente
de las chicas.” (H-3)
Otro aspecto que a menudo mencionan los participantes de la segunda
generación es la presión que los padres y las asociaciones ejercían para seguir
siendo el principal referente en el ámbito del tiempo libre de los jóvenes
españoles. “Y: Yo me crié mucho en las asociaciones españolas y con esa
mentalidad un poquito española, en casa también... el ocio lo pasaba en las
asociaciones españolas. Pero sí recuerdo que los padres tienden a que sus
hijos no destaquen de los demás.. Parece que tú también obedeces y no lo
288
haces (la vida) diferente por la presión esa, para no poner a tus padres en un
aprieto, eso es cierto...
V: Había una cosa muy curiosa, los españoles en Hamburgo están bastante
repartidos por los diversos barrios, había un... no un gueto, pero sí una cierta
aglomeración en barrios concretos (Hartburg, Wilhemsburg, Altona) y los
padres eran más conservadores en esos sitios que en otros barrios con menos
españoles... “yo lo podría hacer, pero ¿qué dirá la gente?” O sea, era una
presión social, y los que vivíamos en zonas con menos españoles lo teníamos
un poco más fácil...” (H-3)
Esa presión y control social por parte de la colectividad era vivida con especial
intensidad por las mujeres jóvenes como relata esta participante de un grupo
en Bonn.
“A.: Al ser muchos de vosotros de Zamora, había mucho control social?
A.: Sí lo había. Critiqueo más que eso. Se preocupaban poco de hacer bien, se
preocupaban más de criticar lo que una hacía. Pero es una cosa que como
nunca me importó… Yo vivía mi vida. Tenía y sigo teniendo contacto con todos
los que han estado aquí. Pero mi vida la controlaba yo. Mi padre me había
dado un permiso para venir, y yo me encontraba lo suficiente hecha y derecha
como para pensar que lo que hacía era cosa mía. Eso de que no voy allí por el
qué dirán o no me pongo esto o lo otro… Me acuerdo que era el tiempo de la
minifalda. Todavía muchas mujeres no llevaban pantalones. Y yo me ponía lo
que me daba la gana y lo que quería, porque era mi cuerpo, y mi vida y mi
dinero.” (Bonn-1)
Precisamente esa presión y el control ejercidos por la colectividad son uno de
los requisitos esenciales para marcar fronteras con el exterior, diferenciar
claramente entre insiders y outsiders. Algunos de los encuestados nos han
narrado las dificultades que tuvieron para conseguir integrarse en los círculos
289
españoles por no haber participado en las actividades o haber llegado más
tarde la ciudad en cuestión. A modo de ejemplo reproducimos estas palabras
de una participante.
“O sea, mira hijos tengo tres, como he dicho, dos hijas y un hijo, y el otro día
hablábamos justamente de este tema y, volviendo a antes, a mucho antes,
¿no?, a los años 80, recordábamos que cuando yo fui presidenta de la
asociación aquí en el ochenta y algo, no me acuerdo, tú eso lo sabes mucho
mejor que yo, entonces mis hijos, las niñas iban al colegio español y estaban
también en principio muy activas aquí, o sea, bailaban, Mónica, mientras le
permitieron que bailasen, bailó, llegó un momento que no la dejaron seguir
bailando, dijeron: “Está lleno el grupo, qué le vamos a hacer” , yo dije: “Pero
bueno, si está bailando porqué no puede seguir bailando” “Pues porque está
lleno el grupo” (voz: ajá...) Y con Mónica, con la mayor, decía: “Mamá, ¿sabes
qué? Y eso es una cosa que yo no lo sabía, que se sintieron tan discriminadas
aquí (MM: ¿aquí en el Centro?) Sí, absolutamente discriminadas. Y así lo
explicaba Mónica, o sea lo digo sin valorar, sólo digo lo que decían las dos:
estaban aquí pero en realidad entraban a un ciclo o a un micromundo cerrado,
porque las otras niñas se veían con frecuencia, los padres se conocían, se
veían en el colegio español, ellas iban también al colegio español pero no
tenían acceso a ese mundo.” (E-1)
INTEGRACIÓN
Parece interesante que son sobre todo los lideres históricos del movimiento
asociativo los que destacan el papel jugados por estas para la integración de la
población española en Alemania mientras que el resto de los participantes en
los grupos de discusión como hemos visto destacan más bien el aspecto de
refugio del colectivo. A modo de ejemplo reproducimos lo que nos contaron dos
destacados dirigentes de la Confederación de asociaciones de padres.
290
MRG Si en la directiva y en la (..) en los gremios de la Confederación cuando
la asamblea había de todo como en botica, pero la línea general de la
Asociación era, estaba clara y es por eso es que todavía hoy se habla. Hace
medio año estuve en unos seminarios de la - como se llama estos que hacen la
(..) no se si me acuerdo ahora la Bertelmann Stiftung en Berlin invitado por
ellos debido a mi (..) a el problema que tú me estas preguntando ahora
preguntando del trabajo de la Confederación porque todavía hoy se habla en
todo, en muchos de los gremios para emigrantes en Berlin cuando se trata de
la integración de lo que hicieron los padres españoles en la época aquella.
Todavía hoy se habla porque son, fue muy decisivo. Para mi haber estado
desde el principio claro, pero después eran siempre muchos más los que
decian Ja Wohl! Este es el camino y ahí no nos bajamos integración integración
integración
MRG
E Y entonces de que hablabais ahí en Radio Baviera? Que era lo que
queríais trasmitir al común de los españoles que había aquí?
MRG De la necesidad de formar las asociaciones y de gritar injusticia frente a
España y frente a Alemania sobretodo. El problema era (..) el gobierno español
se ha desentendido completamente de la enseñanza de los niños españoles en
las escuelas alemanas lo que no debería haber hecho nunca. Y se limitaba a
colaborar en las 4 horas de clases de español (..) punto. Y eso fue mal hecho,
una tragedia y entonces nosotros a través de Radio Munich pues había que
bombardear, pero en (..) yo personalmente, pero yo creo que mucha gente de
los españoles veía que era gastar cartuchos en balde, la pelea con los
españoles porque no nos servían para nada.
MRG
Cuesta en un primer momento pues si convencer a la administración española
también de este concepto. De que integrados aquí, pero con necesidades de
291
allá también no, de apoyo desde allá. Yo pienso que la administración española
les pasaba un poco como a la de los países de acogida hasta cierto punto que
tampoco tenían muy claro que va a pasar con estos niños. Es cierto que por
ejemplo se pone muy pronto en marcha ciertas iniciativas como es el
bachillerato radiofónico a distancia para la migración. Ese es un tema que está
investigando este profesor de Canadá del que te hacía referencia antes. Que
yo no sé hasta que punto es relevante, pienso que aunque no sea quizás
numérica o cuantitativamente relevante quizá tiene aspectos muy relevantes en
el sentido de la conciencia, en el sentido freiriano del término.
VR
VR Muy rápidamente evidentemente has citado ahí a radio Baviera, radio
Baviera tiene un papel importantísimo también a investigar para, si para
divulgar, para concientizar a los españoles de éstas ideas y de otras muchas
no. también ahí se puede citar a una persona concreta Manuel Moraga que
durante años dirige el programa y que fue una persona que yo creo que jugó un
papel absolutamente relevante en ésta transformación de esta comunidad. Este
proceso no fue caído del cielo, no fue fácil, todavía en los años finales de los 70
primero de los 80 yo recuerdo que aún teníamos que luchar mucho con las
ideas que aun tenían algunos padres de que el hijo y la hija en cuanto acabe
más ante la escuela y se ponga a ganar dinero en la fábrica mejor no. esto
estaba aún muy metido. O sea todavía estamos hablando de épocas en las que
un sector importante de la población española aun no veía claro que fuera
conveniente y necesario optar por el máximo grado de formación a costa quizá
del dinero inmediato que daba de aquella, pues si las posibilidades de empleo
que había en el sector industrial sobretodo el Alemania.
VR
Sin duda los propios protagonistas del movimiento asociativo son conscientes
del riesgo que encerraba la apuesta por la integración en la sociedad alemana
ya que posiblemente ello podría llevar a que la segunda y la tercera generación
292
podrían a medio plazo desentenderse del colectivo. “AF: Te lo puedo decir
quizás institucionalmente: en realidad las metas propias son contradictorias. Si
mi meta y la de muchos asociados era tirar paredes y abrirles el mundo a
nuestros hijos, el resultado es, claro, que se van... Si lo prioritario hubiera sido
conservarlos nos teníamos que haber cerrado a la sociedad alemana, y el
resultado hubiera sido, creo, el fracaso profesional. Esos niveles en los que
nos hemos movido en distintas épocas, son contradictorios. Hoy las
asociaciones tienen dificultades para conseguir más socios. (…) Las
asociaciones respondían (por entonces) a una necesidad, incluso a una
emergencia, estábamos en una situación social de pura supervivencia. Ese
aspecto ha cambiado... y, paralelamente a que hay menos militancia, ahora
tenemos un reconocimiento muy alto: nos falta tiempo para asistir a tantas
invitaciones y gremios como nos invitan. (…) El mundo es complejo, yo
desearía que hubiera más militancia, yo lo veo todo de una manera bastante
militante, pero entiendo que una generación o dos más tarde alguien más joven
me diga: “problematizas demasiado...” (H-1)
293
294
Anexo I
Transcripción de los grupos de discusión
Grupos de discusión Essen I Participantes: 4 mujeres, primera y segunda generación Essen II 1 mujer y 2 hombres, primera y segunda generación Hamburgo I 2 hombres, primera generación Hamburgo II 2 hombres, 1 mujer, primera, segunda y tercera generación Hamburgo III 2 hombres, 1 mujer, tercera y segunda generación Dortmund 2 hombres, 4 mujeres, primera y segunda generación Essen-Katernberg 2 hombres, 3 mujeres, primera, segunda y tercera generación Duisburg 2 hombres, 3 mujeres, segunda generación Remscheid 6 hombres, 2 mujeres, primera, segunda y tercera generación Bonn 2 mujeres, primera y segunda generación V.R. 1 hombre, primera generación M.R.G. 1 hombre, primera generación N. 1 mujer, tercera generación (….)
295
Anexo II Gráficos Gráfico 1
Población española residente en Alemania, 1961 a 2008
500
1.00
01.
500
2.20
09.
500 44
.200
177.
000
245.
500 28
7.00
024
7.40
018
0.00
015
2.80
013
5.50
013
5.23
413
3.84
713
3.16
013
2.35
513
2.28
313
2.45
713
1.53
613
1.12
1
129.
471
128.
731
127.
465
125.
977
108.
276
107.
778
106.
819
106.
301
105.
526
700
129.
893
400
1954
1955
1956
1957
1958
1959
1960
1961
1967
1970
1973
1975
1980
1985
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
Oficina Federal de Estadística, Consejería de Trabajo e Inmigración, Agregaduría
296
Gráfico 2
Ciudadanía española en Alemania, por género, 1972 a 2007
0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
300.000
350.00019
72
1973
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2007
Mujeres Hombres Total españoles
Oficina Federal de Estadística, Consejería de Trabajo e Inmigración
297
Gráfico 3
Evolución del promedio de edad de la ciudadanía española en Alemania, 1972 – 2008
43,843,442,6
40,939,4
37,1
34,7
31,6
29,329,6
25
27
29
31
33
35
37
39
41
43
45
1972
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2007
2008
Oficina Federal de Estadística, Consejería de Trabajo e Inmigración
298
Gráfico 4
Menores de 6 años y mayores de 65 años, 1972-2007
0
5.000
10.000
15.000
20.000
25.000
1972
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2007
Menores de 6 años Mayores de 65 años
Oficina Federal de Estadística, Consejería de Trabajo e Inmigración
299
Gráfico 5
Evolución de la cifra de españoles residentes en Alemania: españoles de 15 a 65
226.794
191.581
106.000
86.69685.641
139.627125.600
115.900 112.800
88.149
0
50000
100000
150000
200000
250000
1972
1975
1980
1985
1990
1995
2000
2005
2007
2008
15 a 65 años
Oficina Federal de Estadística, Consejería de Trabajo e Inmigración
300
Gráfico 6 Ciudadanos extranjeros en Alemania, por nacionalidades (miles) (Jankowitsch, 2000)
0
500
1000
1500
2000
2500
1970 1975 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996
Italianos Españoles Griegos Yugoslavos Turcos
301
Gráfico 7 Saldo migratorio en Alemania, por nacionalidades en miles (Jankowitsch, 2000)
-20
-15
-10
-5
0
5
10
15
20
25
30
1970
1975
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
Italianos Españoles Griegos Yugoslavos Turcos
302
Gráfico 8 Distribución geográfica de los emigrantes españoles en la RFA, 1963 y 2008
0%
5%
10%
15%
20%
25%
30%
35%
40%
SchleswigHolstein
Hamburgo
Baviera
BadenWürtemberg
Renania delNorte
Renania delSur
Fuente: Sanz, 2008: 277; Oficina Federal de Estadística, 2009
303
Gráfico 9 Distribución por actividad económica de los emigrantes españoles en la
RFA, 1963
0%
10%
20%
30%
40%
50%
Servicios públicos Comercio, banca y seguros Agricultura
Metalurgia Industria transformadora Construcción
Minería, energia Transportes Servicios
Fuente: Sanz, 2008: 278
304
Gráfico 10
Españoles en la seguridad social alemana, 1999-2009 61
.293
60.6
8854
.922
55.3
4052
.571
50.1
4147
.991
46.0
38
41.8
57
41.1
7339
.636
37.5
1935
.617
34.2
9833
.864
33.7
6033
.730
41.5
83
30.000
35.000
40.000
45.000
50.000
55.000
60.000
65.000
jun-9
0
jun-9
2
jun-9
4
jun-9
6
jun-9
8
jun-0
0
jun-0
2
jun-0
4
jun-0
6
jun-0
8
Agencia Federal de Empleo, 2010
305
Gráfico 11 Trabajadores españoles en Alemania por sectores, 1990 - 2009
1.10
3
962
903
944
927
905
831
755
447
439
374
329
292
272
252
232
226
215
37.6
96
36.6
20
33.2
82
31.3
17
28.4
98
26.8
92
25.2
17
23.7
18
20.5
44
19.6
62
18.9
68
17.6
65
16.3
84
15.3
72
14.4
28
13.8
72
13.5
37
12.5
38
22.5
85
23.0
16
20.7
37 23.0
79
23.1
46
22.3
45
21.9
43
21.5
65
20.8
64
21.4
79
21.8
28
21.6
40
20.8
39
19.9
69
19.6
15
19.7
58
19.9
94
21.0
18
0
5.000
10.000
15.000
20.000
25.000
30.000
35.000
40.000
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2009
Sector primario Sector secundario Sector terciario
Agencia Federal de Empleo, 2010
306
Gráfico 12 Las 12 principales profesiones de los españoles en Alemania, 2009
4.942
2.354
1.368
1.364
1.380
1.109
1.061
990
963
949
746
725
708
687
308
18
2.227
102
189
167
752
9
19
0 500 1.000 1.500 2.000 2.500 3.000 3.500 4.000 4.500 5.000
Auxiliares administrativos
Comercio
Almacenistas/transportes
Ingeniería
Limpieza
Procesamiento cuentas y datos
Sanidad: otras
Maestros/profesores
Electricistas, montaje
Hostelería
Banca y seguros
Cerrajeros
Trabajos regulares Subempleo
Agencia Federal de Empleo, 2010
307
Gráfico 13 Porcentaje de trabajadores y no trabajadores de la población española (sin incluir menores de 15 años) en Alemania
40,3%
59,7%
Trabajadores no trabajadores
Preisendörfer, 2003: 60
308
Gráfico 14
35,9%
31,7%
16,4%14,7%
5,2%7,3%
3,4%
13,2%14,3%
28,6%28,6%
13,6%
7,1%
18,5%
3,7%
11,2%
Alemanes 35,9% 31,7% 16,4% 14,7%
Españoles 28,6% 28,6% 14,3% 13,2%
Italianos 18,5% 13,6% 7,1% 5,2%
Turcos 11,2% 7,3% 3,7% 3,4%
Uso privado de computadoras
Uso profesional de computadoras
Uso privado de internet
Uso profesional de internet
Preisendörfer, 2003: 35
309
Gráfico 15 Año de comienzo del empleo actual según nacionalidad, 2000
4,4%
11,3%
18,0%
62,9%
3,7%
14,9%18,2%
59,7%
1,2%
7,5%13,0%
75,3%
1960-1969 1970-1979 1980-1989 1990-2000
Alemanes Españoles Otros extranjeros
Preisendörfer, 2003: 68
310
Gráfico 16 15 años y más en la relación laboral actual según nacionalidad, 2000
14,8%
20,5%
24,5%
27,6%
Turcos Italianos Alemanes Españoles
Preisendörfer, 2003: 69
311
Gráfico 17 Días laborables a la semana según nacionalidad, 2000
9,7%
77,2%
13,1%
10,0%
80,7%
9,3%
8,9%
76,9%
14,2%
Menos de cinco días
Cinco días
Más de cinco días
Alemanes Españoles Otros extranjeros
Preisendörfer, 2003: 71
312
Gráfico 18 Horarios de trabajo aparte de una semana laboral de 5 días, 2000 Ocasional a permanente... Alemanes Españoles Otros
extranjeros ...trabajo en sábados 42% 40,8% 45,7% ...trabajo en domingos y festivos 23,2% 16,1% 25,7% ...trabajo en horario de tarde (18 a 23 h)
35,1% 38,1% 38,5%
...trabajo en horario de noche (23 a 6 h)
12,9% 16,3% 16%
...trabajo a turnos 11,8% 25,2% 18,1% Preisendörfer, 2003: 72
313
Gráfico 19 Trabajo a turnos (permanentemente), 2000
6,3%
15,6%
11,1%
Alemanes Españoles Otros extranjeros
Preisendörfer, 2003: 73
314
Gráfico 20 Trabajadores portugueses, griegos, italianos y españoles sujetos a cotizaciones a la Seguridad Social, 1999 a 2009 Agencia Federal de Empleo, 2010
enero
noviembre
octubre
septiembre
julio
junio
jun-99
oct-99
feb-0
0jun-0
0
oct-0
0
feb-01
jun-01
oct-0
1
feb-02
jun-02
oct-02
feb-0
3jun-0
3
oct-0
3
feb-04
jun-04
oct-04
feb-0
5jun-0
5
oct-05
feb-0
6jun-0
6
oct-0
6
feb-07
jun-07
oct-07
feb-0
8jun-0
8
oct-08
feb-09
Griechenland Italien Portugal Spanien
315
Gráfico 21 Trabajadores portugueses, griegos, italianos y españoles con un empleo precario (geringfügig beschäftigt), 1999 a 2009
0,00
5000,00
10000,00
15000,00
20000,00
25000,00
30000,00
35000,00
jun-
99
oct-9
9
feb-
00
jun-
00
oct-0
0
feb-
01
jun-
01
oct-
01
feb-
02
jun-
02
oct-0
2
feb-
03
jun-
03
oct-0
3
feb-
04
jun-
04
oct-
04
feb-
05
jun-
05
oct-0
5
feb-
06
jun-
06
oct-0
6
feb-
07
jun-
07
oct-
07
feb-
08
jun-
08
oct-0
8
feb-
09
Griechenland Italien Portugal Spanien
Agencia Federal de Empleo, 2010
316
Gráfico 22 Tasa de desempleo ciudadanos turcos, yugoeslavos, portugueses, italianos, españoles y griegos, 1979 a 2000
0
5
10
15
20
25
30
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986198
719
8819
89199
019
9119
92199
319
9419
9519
96199
719
9819
99200
0
Tasa de desempleo total Tasa de desempleo extranjeros
Grecia Italia
Portugal España
Yugoeslavia Turquia
Bundesregierung, 2002: 445
317
Gráfico 23 Desempleados portugueses, griegos, italianos y españoles, 1999 a 2010
-
10.000
20.000
30.000
40.000
50.000
60.000
Ja
nuar
199
9
Ju
ni 19
99
Nov
embe
r 199
9
Apr
il 200
0
Sep
tembe
r 200
0
Fe
brua
r 200
1
Ju
li 200
1
Dez
embe
r 200
1
Mai 200
2
Okto
ber 2
002
Mär
z 20
03
Aug
ust 2
003
Ja
nuar
200
4
Ju
ni 20
04
Nov
embe
r 200
4
Apr
il 200
5
Sep
tembe
r 200
5
Fe
brua
r 200
6
Ju
li 200
6
Dez
embe
r 200
6
Mai 200
7
Okto
ber 2
007
Mär
z 20
08
Aug
ust 2
008
Ja
nuar
200
9
Ju
ni 20
09
Nov
embe
r 200
9
Apr
il 201
0
Spanien Griechenland Portugal Italien
Agencia Federal de Empleo, 2010
318
Gráfico 24
7,4%
0,8%
10,8%
0,0%
12,7%
2,1%
Un parado Dos parados
Alemanes Españoles Otros extranjeros
319
Gráfico 25
Alemán o idioma materno como idioma coloquial, comparación entre españoles, italianos y turcos
59,6%
39,3%
19,4%
25,8%
40,2%
45,6%
14,6%
20,5%
34,9%
Españoles Italianos Turcos
preferentemente alemán idioma materno y alemán predomina idioma materno
Preisendörfer, 2003: 59
320
Gráfico 26 Número de naturalizaciones de españoles, 1998 a 2009
0
50
100
150
200
250
300
350
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Total Hombres Mujeres
Statistisches Bundesamt, 2010 y 2005
321
Gráfico 27 Matrimonios por nacionalidad del cónyuge, 1999
46,2%
25,8%
69,5%
51,7%
33,8%
8,1%2,1%
40,4%
22,4%
Españoles Italianos Turcos
Esposa alemana Marido alemán Cónyuge de la misma nacionalidad
Preisendörfer, 2003: 23
322
Gráfico 28
0,0%
10,0%
20,0%
30,0%
40,0%
50,0%
60,0%
70,0%
80,0%
Esposa alemana 73,3% 27,0% 47,9% 50,7% 46,2%
Marido alemán 10,4% 21,2% 28,9% 46,9% 51,7%
Cónyuge con la mismanacionalidad
16,3% 51,9% 23,2% 2,5% 2,1%
1960 1970 1980 1990 1999
Preisendörfer, 2003: 24
323
Gráfico 29 Matrimonios: mujer alemana con hombre de la nacionalidad respectiva sobre el total de matrimonios de la nacionalidad, en %, 1960 a 2008
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
1960 1970 1980 1990 2000 2008
Grecia Italia Esp. Tur.
Beauftragte der Bundesregierung, 2010, elaboración propia
324
Gráfico 30 Matrimonios: hombre alemán con mujer de la nacionalidad respectiva sobre el total de matrimonios de la nacionalidad 1960 - 2008, en %
0
10
20
30
40
50
60
1960 1970 1980 1990 2000 2008
Grecia Italia Esp. Tur.
Beauftragte der Bundesregierung, 2010, elaboración propia
325
Gráfico 31 Matrimonios: hombre y mujer de misma nacionalidad respectiva sobre el total de matrimonios de la nacionalidad, en %
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
1960 1970 1980 1990 2000 2008
Grecia Italia Esp. Tur.
Beauftragte der Bundesregierung, 2010, elaboración propia
326
Gráfico 32 Vivienda en propiedad o alquiler
Españoles
16,2%
83,8%
Vivenda en propiedad Alquiler
Otros extranjeros
14,2%
85,8%
Vivenda en propiedad Alquiler
(Preisendörfer, 2003: 33)
327
Gráfico 33 a % sobre el total de alumnos/as en la escuela primaria (Grundschule) por nacionalidades, 1970 a 2009
0
20
40
60
80
100
120
1970
1975
1980
1985
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Espanoles Griegos Turcos Italianos Portugueses
(Statistisches Bundesamt, 1970, 1975, 1980, 1985, 1990, 2000)
328
Gráfico 33 b % sobre el total de alumnos/as en la Hauptschule por nacionalidades, 1970 a 2009
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
1970
1975
1980
1985
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Espanoles Griegos Turcos Italianos Portugueses
(Statistisches Bundesamt, 1970, 1975, 1980, 1985, 1990, 2000)
329
Gráfico 33 c % sobre el total de alumnos/as en la Realschule por nacionalidades, 1970 a 2009
02468
1012141618
1970
1975
1980
1985
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
Espanoles Griegos Turcos Italianos Portugueses
(Statistisches Bundesamt, 1970, 1975, 1980, 1985,1990, 2000)
330
Gráfico 33 d % sobre el total de alumnos/as en el Gymnasium por nacionalidades, 1970 a 2009
0
5
10
15
20
25
1970 1975 1980 1985 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Espanoles Griegos Turcos Italianos Portugueses
(Statistisches Bundesamt, 1970, 1975, 1980, 1985, 1990, 2000)
331
Gráfico 33 e Porcentaje de población con título general de acceso a la Universidad o a estudios vinculados a una formación anterior, según nacionalidad, 2000
23,2%
9,8%7,8%
Españoles Italianos Turcos
Preisendörfer, 2003: 49
332
Gráfico 34 Títulos profesionales y académicos según la edad y la nacionalidad, 2000
27,2%
64,0%
8,5%
30,4%
50,8%
69,9%65,4%
28,3%
85,8%
71,3%
84,7%
77,1%
0%
50%
100%
Españoles 8,5% 65,4% 69,9% 50,8% 30,4% 27,2%
Alemanes 28,3% 71,3% 85,8% 84,7% 77,1% 64,0%
19-21 años 22-29 años 30-39 años 40-49 años 50-59 años 60-69 años
Preisendörfer, 2003: 52
333
Gráfico 35
Nómina anual de pensiones a españoles por el sistema público alemán de pensiones, 2008
Deutsche Rentenversicherung, 2009
478.403.019
149.066.596
4.435.227
España Alemania Otros países
334
Gráfico 36 Pensionistas españoles por país de residencia, 2008
176.937
20.061 1.228
España Alemania Otros países
Deutsche Rentenversicherung, 2009
335
Gráfico 37 Importe medio de la pensión para españoles, 1992-2008
245
250
255
260
265
270
275
19921994
129961998
20002002
20042006
2008
Deutsche Rentenversicherung, 2009
336
Gráfico 38 Personas que sobre todo se sienten europeas, en % sobre el total
Bertelsmann, 2009
337
Anexo III Tablas
Tabla 1
Bundesregierung, 2002
338
Tabla 2 Residencia de extranjeros, duración en años 31.12.2009
Duración de la residencia de … a …. Años Duración media de la residencia
Nacionalidad En miles
Menos de 1
1 a 4
4 a 6
6 a 8
8 a 10
10 a 15
15 a 20
20 a 25
25 a 30
30 y más
Turquía 1.658.1
13.8 42.9 43.3 58.8 58.9 258.4
269.1
192.4
150.0
570.4 23,2
Italia 517.5 7.7 16.4 9.6 11.5 15.1 55.8 53.3 55.7 50.8 241.4 27,3 Grecia 278.1 2.9 7.8 5.0 6.9 9.1 29.6 40.5 34.4 18.2 123.6 26,6 Portugal 113.3 2.7 5.9 3.1 3.9 5.2 19.4 21.4 8.2 5.3 38.3 21,8 España 104.0 4.3 7.7 4.0 3.4 3.5 8.0 6.4 5.0 5.1 56.4 27,4 Total población extranjera
6.694.8
275.1
643.7
410.2
444.1
438.8
966.6
974.7
548.4
373.6
1.619.6
18,8
Bundesregierung, 2010
339
Tabla 3 Población extranjera por nacionalidad y país de nacimiento a 21.12.2008
De esta.. nacida en Alemania
De esta: nacida en Alemania
Total población extranjera Total En %
Población extranjero menos de 18 años
Total En %
Turquía 1.688.370 563.016 33,3 324.843 293.102 90,2 Italia 523.162 157.667 30,1 63.245 54.498 86,2 Grecia 287.187 79.414 27,7 34.598 28.879 83,5 Portugal 114.45 23.226 20,3 14.882 11.228 75,4 España 105.526 25.819 24,5 6.478 4.987 77,0 Total 6.727.618 1.325.481 19,7 970.193 690.819 71,2 Rühl, 2009
340
Tabla 4 Emigración (asistida) española por países, 1962 a 1973 Alemania Francia Holanda Reino
Unido Suiza Otros Total
1962 9.022 952 41 480 2.702 203 13.400 1963 9.222 2.043 35 1.056 4.588 516 17.451 1964 8.594 2.096 49 654 6.533 348 18.274 1965 8.619 924 102 717 4.663 120 15.148 1966 7.844 958 116 665 4.089 93 13.765 1967 1.528 634 35 332 3.329 52 5.910 1968 4.864 5.054 49 352 3.238 14 13.571 1969 7.228 4.741 145 316 3.881 15 16.326 1970 7.269 4.081 169 303 3.398 29 15.249 1971 6.191 4.638 234 314 3.428 22 14.827 1972 5.185 5.088 240 258 3.434 15 11.026 1973 4.676 2.408 188 162 2.744 20 9.342 Total 80.242 33.608 1.403 5.609 46.027 1.447 168.339 Durán Villa, 58
341
Tabla 5
Actividad realizada predominantemente (clasificada) según nacionalidad , 2000
Actividad realizada predominantemente Alemanes Españoles Otros
extranjeros
Ajustar o supervisar maquinaria 7,3% 17,5% 12,5%
Cultivar, producir o elaborar 13,5% 15,1% 19,4%
Comercio o reparación 14,8% 9,9% 12%
Oficina, oficina técnica, elaboración de datos o investigación 21,5% 16,3% 10,7%
Marketing, relaciones públicas o management 5,8% 3,5% 3,1%
Servicios Personales 24,3% 17,5% 21,3%
Otros servicios 11,5% 17,7% 19,4%
Preisendörfer, 2003: 62
342
Tabla 6
Profesiones de los españoles en Alemania, 2000
Profesiones
Función directiva (Gerente etc.) 3,2%
Profesiones académicas (médicos, científicos, juristas, profesores de enseñanza secundaria, etc.)
7,1%
Servicios: oficina, administración 10,3%
Servicios: personas, economía doméstica 6,3%
Comercio, transporte y viajes (vendedor, chófer, monitor de viajes, etc.) 10,2%
Profesiones sociales, de cuidados y educativas 2,5%
Profesiones técnicas 6,1%
Profesiones de producción y artesanas 38,6%
Trabajos auxiliares 13,1%
Arte, moda y deporte 2,6%
343
Tabla 7 Ramos económicos en los que trabajan los españoles, 2000
Ramo económico
Industria transformadora 37,2%
Comercio 9,0%
Servicios 8,9%
Industria de la construcción 8,7%
Ramo sanitario y social 6,9%
Transporte y transmisión de noticias 6,9%
Hostelería 6,4%
Otros servicios públicos y personales 5,3%
Educación y enseñanza 4,9%
Administración pública 2,4%
Institutos de crédito y seguros 1,3%
Agricultura y economía forestal 1,3%
Abastecimiento de energía y agua 0,7%
Preisendörfer, 2003: 64
344
Tabla 8 Clase de trabajo (actualmente) en comparación entre españoles y el resto de extranjeros, 2000 Españoles Otros extranjeros Autónomos 6% 8,6% Obreros 54,5% 57,3% Empleados 35% 28,2% Otros 4,4% 5,8% Preisendörfer, 2003: 60
345
Tabla 9 Distribución de autónomos extranjeros por grupos y nacionalidades Nacionalidad Absolutos (en
miles) Tasa de autónomos % sobre el total
de autónomos extranjeros
% de trabajadores sobre el total de los trabajadores extranjeros
Europa 244 9,7 82,4 84,6 De estos: UE 15 143 14,3 48,3 30,7 Resto Europa y Turquía
101 6,7 34,1 53,9
Resto de países 52 12,2 17,6 15,4 Total 296 10,1 100,00 100,00 Antiguos países de reclutamiento
141 12,3 47,6 43,3
Países fronterizos con Alemania
62 16,0 20,9 11,9
Nacionalidades Austria 25 31,9 8,4 3,3 Países Bajos 14 17,9 4,7 2,2 Francia 9 15,3 3,0 1,7 Reino Unido 12 18,5 4,1 2,0 Grecia 24 14,2 8,1 5,3 Italia 45 13,2 15,2 10,8 España 5 8,2 1,7 1,9 Suiza 6 25,0 2,0 0,7 Polonia 8 7,1 2,7 3,9 Turquía 44 6,4 14,9 25,3 Ex-Yugoeslavia 23 5,9 7,8 12,8 CEI 6 6,0 2,0 4,3 Otros PECO 5 4,6 1,7 4,1 EEUU 8 16,3 2,7 1,5 Sudeste asiático 13 12,9 4,4 3,4 (Leicht, 2007: 22)
346
Tabla 10 Trabajadores a jornada completa y jornada parcial según nacionalidad y sexo, 2000
Alemanes Españoles Hombres Mujeres Hombres Mujeres
Jornada completa
66% 34% 71,9% 28,1%
Jornada parcial 14,6% 85,4% 18,6% 81,4% Preisendörfer, 2003: 70
347
Tabla 11 Movilidad profesional de los emigrantes españoles
Sexo Hombres en % Mujeres en % Españoles Españolas
Movilidad profesional
1980 1972 Todos los extranjeros 1980
1980 1972 Todas las extranjeras
Del trabajador no cualificado al trabajador cualificado
27,6 38 27,5 42,3 34 32,6
Del trabajador no cualificado al trabajador especializado
28,7 -- 10,0 8,5 -- 5,8
Del trabajador cualificado al trabajador especializado (incluídos maestros y jefes de plantilla)
3,4 --- 6,2 1,4 --- 3,0
Total movilidad profesional 59,8 44 43,6 52,1 37 41,5 Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 BMAS 80 cit. por Sayler, 1987: 74
348
Tabla 12 Posición profesional en la empresa
Sexo Hombres en % Mujeres en % Españoles Españolas
Movilidad profesional
1980 1972 1968 Todos los trabajadores extranjeros
1980 1972 1968 Todas las trabajadoras extranjeras
Trabajadores especializados (incluídos maestros)
37,3 13 15 28,0 14,2 -- -- 10,8
Trabajadores cualificados
33,7 49 44 39,0 51,9 44 34 39,5
Trabajadores no cualificados
23,0 34 38 25,2 23,5 48 59 34,1
Total trabajadores 94,0 96,0 97 92,2 90,2 95 -- 84,4 Empleados 1,0 -- -- 4,5 7,4 -- -- 9,4 En formación 3,1 -- -- 1,2 0,0 -- -- 2,3 Otros 2,0 -- -- 2,2 2,5 -- -- -- Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 BMAS 80 cit. por Sayler, 1987: 74
349
Tabla 13
Sexo Hombres en % Mujeres en % Hombres y mujeres en % Españoles Españolas Españoles
Posición profesional en la empresa 1980 1972
Todos los trabajadores extranjeros 1980
1980 1972 Todas las trabajadoras españolas en 1980
1980 1972 Todos los trabajadores españoles en 1980
Trabajadores especializados (incluídos maestros)
39,7 14 30,3 16,4 4 12,8 33,1 10 25,5
Trabajadores cualificados
35,9 51 42,4 57,5 46 46,8 42,0 50 43,6
Trabajadores no cualificados
24,5 35 27,3 26,0 50 40,4 24,9 40 30,9
Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 BMAS 80 cit. por Sayler, 1987: 74
350
Tabla 14 % de emigrantes cuyo nivel de cualificación... « Emigrantes » País de residencia
Ha mejorado Está igual Ha empeorado NC
Reino Unido 85 13 2 0 Bélgica 81 16 2 0 Francia 75 20 5 0 Alemania 65 20 13 2 Suiza 60 28 10 2 Holanda 59 27 9 5 Total 69 22 8 1 Edad 20-29 años 61 25 10 4 30 – 39 68 23 8 1 40 – 49 71 22 6 1 50 – 59 70 21 8 1 60 – 69 64 22 14 0 70 y más 85 15 0 0 Nivel de estudios Ninguno 71 21 6 1 Primarios 69 21 9 1 Secundarios 73 18 8 1 Carrera media 70 17 13 0 Carrera secundaria 36 62 0 2 (Aragón, 1986, 98)
351
Tabla 15 ¿Pudo aprender una profesión durante su estancia en Alemania? Hombres Mujeres Total Si 132 (30.20%) 55 (15,15%) 187 (23,37%) No 266 (60,87%) 253 (69,69%) 519 (64,87%) N.c. 39 (8,92% 55 (15,15%) 94 (11,75%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 95)
352
Tabla 16 ¿Ha finalizado una FP? Hombres Mujeres Total En España 75 (17,16%) 35 (9,64%) 110 (13,75%) En Alemania 69 (15,78%) 25 (6,88%) 94 (11,75%) No o n.c. 293 (67,04%) 303 (83,47%) 596 (74,50%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 30)
353
Tabla 17 Cambios de puesto de trabajo 0 veces 1 vez 2-3 veces 4 veces y
más Total
Hombres 38,0 24,4 24,9 12,7 100,0 Mujeres 47,6 26,7 14,3 11,4 100,0 Total 40,8 25,1 21,7 12,2 100,0 (Delgado, 1966: 171)
354
Tabla 18 ¿Logró reunir suficientes ahorros durante su estancia en Alemania Hombres Mujeres Total Si 96 (21,97%) 69 (19,00%) 165 (20,62%) No 58 (64,76%) 217 (59,78% 500 (62,50%) N.c. 58 (13,27%) 77 (21,21%) 135 (16,87%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 96)
355
Tabla 19 Ingresos mensuales De 1.301 hombres
españoles De 381 mujeres española
Más de 2.000 marcos 33 (3,20%) --- 1.500 a 2.000 marcos 234 (22,70%) 9 (2,36%) 1.000 a 1.500 marcos 615 (59,65%) 83 (21,78%) 750 a 1.000 marcos 112 (10,86%) 148 (38,85%) 500 a 750 marcos 9 (0,87%) 49 (12,86%) Menos de 500 marcos 9 (0,87%) 24 (6,30%) k.A. 19 (1,85%) 68 (17,84%)
356
Tabla 20
BMAS 80 cit. por Sayler, 1987: 75
Afiliación de los trabajadores españoles a los sindicatos alemanes Hombres Mujeres Si 57,5 50,7 32,9 29,9 No 42,5 49,3 67,1 70,1 Total 100,0 100,0 100,0 100,0
357
Tabla 21 Inmigración asistida a Alemania, mujeres 1960-1973
1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 Italia 1.912 2.942 1.608 545 517 729 520 157 212 224 111 55 32 14 España 1.805 6.280 8.615 9.013 8.078 8.050 7.508 1.436 4.646 6.816 6.924 5.689 4.632 4.226 Grecia 1.501 5.879 11.852 13.681 11.155 14.310 14.035 1.471 10.740 21.328 19.931 12.092 5.629 1.776 Turquía --- 46 504 2.476 5.022 11.107 9.611 3.488 11.302 20.711 20.624 13.700 16.498 23.839 Portugal --- --- --- --- 5 232 1.831 334 1.188 2.313 3.298 3.627 3.489 5.550 Yugoslavia --- --- --- --- ---- --- ---- --- --- 14.754 19.908 17.252 12.432 16.461 Total 5.218 15.147 22.579 25.715 24.777 34.428 33.505 6.886 28.088 66.146 70.810 52.484 42.992 52.070
Fuente: Mattes, 2005: 39
358
Tabla 22 % de las mujeres sobre el total de los trabajadores de cada nacionalidad en Alemania, 1960-1973
Mattes, 2005: 187
1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 Italia 6,4 6,6 9,5 12,0 13,9 15,4 18,1 21,7 22,1 23,2 23,7 24,3 24,9 25,2 España 17,5 15,0 25,8 28,7 28,4 28,9 31,1 35,9 35,2 31,5 29,4 29,6 30,3 30,8 Grecia 11,7 16,7 29,7 32,5 33,3 36,9 40,0 41,5, 42,2 42,6 42,0 43,0 43,6 Turquía 8,0 6,3 8,4 10,8 9,5 13,4 16,9 19,4 22,4 21,9 21,9 22,0 22,4 24,4 Portugal --- --- 14,2 18,4 19,8 13,1 18,2 25,0 28,4 28,6 27,1 27,8 29,7 31,2 Yugoslavia 18,8 --- 18,2 20,9 21,0 22,5 26,3 33,4 35,5 32,3 29,7 31,2 31,9 32,2 Total 15,5 15,5 18,5 21,2 22,0 23,3 25,8 28,9 29,5 29,3 28,6 29,2 29,5 30,1
359
Tabla 23 Trabajadoras extranjeras en Alemania, 1960-1973
1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973Italia 7.819 14.934 26.310 34.516 41.244 57.256 70.772 57.909 67.141 80.962 90.343 97.936 104.290 103.328España 1.646 9.287 24.303 34.334 42.914 52.725 55.328 42.389 40.548 45.066 50.546 53.936 55.711 55.122Grecia 1.526 8.724 24.000 37.950 51.561 68.977 77.903 58.290 61.036 81.077 103.052 113.846 116.944 116.Turquía 200 430 1.563 3.569 8.045 17.759 27.215 25.456 34.257 53.573 77.405 97.358 119.501 128.808Portugal --- --- 202 420 918 1.842 3.837 4.449 5.597 8.461 12.119 16.211 19.898 21.503Yugoslavia 1.657 --- 4.309 9.298 11.142 14.443 25.471 32.004 42.247 85.497 125.522 139.929 147.824 149.893
Mattes, 2005: 187
360
Tabla 24 Trabajadores extranjeros sujetos a cotizaciones por nacionalidad y sexo 31.3.2004
De estas: mujeres De estos: hombres Nacionalidad Total Total En % Total En %
% sobre el total de extranjeros sujetos a cotizaciones
Grecia 91.161 38.408 39,9 57.753 60,1 5,4 Italia 175.136 55.422 31,6 119.714 68,4 9,8 Portugal 42.156 15.580 37,0 21.198 59,4 2,0 España 35.679 14.481 40,6 21.198 59,4 2,0 Turquía 479.884 147.799 30,8 332.085 69,2 26,9 Bundesregierung, 2005: 584
361
Tabla 25 Sozialversicherungspflichtig beschäftigte Ausländer in der Bundesrepublik Deutschland nach ausgewählten Staatsangehörigkeiten und Geschlecht, 31.12.2008
De estas: mujeres De estos: hombres % sobre el total de extranjeros sujetos a cotizaciones
Nacionalidad Total
Total En % Total En % Grecia 87.632 34.960 39,9 52.672 60,1 4,7 Italia 174.805 57.415 32,8 117.390 67,2 9,3 Portugal 40.519 15.076 37,2 25.443 62,8 2,2 España 33.717 14.327 42,5 19.390 57,5 1,8 Turquía 489.770 147.687 30,2 342.083 69,8 26,2 Beauftragte der Bundesregierung, 2010: 602
362
Tabla 26 Trabajadores portugueses, griegos, italianos y españoles sujetos a cotizaciones a la Seguridad Social, 1999 y 2009 Griegos Italianos Portugeses Españoles Enero 1999 108.911 204.906 50.218 41.857 Mayo 2010 85.479 179.088 42.358 33.773 Variación en % -21,51 -12,59 -15,65 -19,31 Agencia Federal de Empleo, 2010
363
Tabla 27 Trabajadores portugueses, griegos, italianos y españoles con un empleo precario (geringfügig beschäftigt), 1999 y 2009 Griegos Italianos Portugueses Españoles Junio 1999 11.531 21.539 4.860 3.748 Septiembre 2009 15.221 32.752 7.808 4.603 Variación en % +32,00 +52,05 +60,65 +22,81 Agencia Federal de Empleo, 2010
364
Tabla 28 Desempleados portugueses, griegos, italianos y españoles, 1999 y 2010, variación Españoles Griegos Portugeses Italianos Junio 1999 7.037 26.357 9.030 50.318 Septiembre 2009 3.946 15.567 5.087 31.685 Variación en % - 43,92 - 40,92 -43,66 - 37,03 Agencia Federal de Empleo, 2010
365
Tabla 29 Españoles desempleados residentes en Alemania, 2005 a 2009
Marzo 2005 Marzo 2006 Marzo 2007 Marzo 2008 Marzo 2009
Estados federados occidentales 6.173 5.173 4.089 3.438 3618
Schleswig-Holstein 131 117 80 77 81
Hamburgo 177 168 135 117 129
Baja Sajonia 695 601 457 367 428
Bremen 57 46 51 35 38
Renania del Norte Westfalia 2.429 2.088 1.690 1.389 1.470
Hesse 1.036 651 529 557 527
Renania Palatinado 191 176 133 96 115
Sarre 19 20 14 11 12
Baden-Wurtemberg 930 808 587 477 495
Baviera 508 498 413 312 323
Estados federados orientales 351 370 345 309 328
Berlín 299 316 292 267 269
Mecklemburgo Pom. Occ. 9 7 9 4 7
Brandeburgo 4 11 7 6 14
Sajonia-Anhalt 5 4 5 3 3
Sajonia 20 26 24 24 28
Turingia 14 6 8 5 7
Total de desempleados españoles en Alemania
6.524 5.543 4.434 3.747 3.946
Agencia Federal de Empleo, 2009
366
Tabla 29a Conocimientos de alemán Bien Suficiente Deficiente Muy
deficiente Total
Hombres 2,4 3,7 24,5 69,4 100,0 Mujeres 1,9 8,5 24,8 64,7 100,0 Total 2,3 5,1 24,5 68,1 100,0 (Delgado, 1966: 80)
367
Tabla 30 Conocimiento del idioma del país de residencia « Emigrantes » País de residencia
Conocimiento del castellano : lo escriben bien
Lo hablan bien Lo leen bien Lo escriben bien
Francia 78 76 60 41 Bélgica 84 89 75 51 Alemania 81 44 33 26 Suiza 88 49 38 23 Holanda 90 41 30 24 Reino Unido 97 83 73 59 Total 83 63 50 35 (Aragón, 1986, 63)
368
Tabla 31 ¿Cómo son sus conocimientos de alemán? Hombres Mujeres Total Bien 130 (29,74%) 106 (29,20%) 236 (29,50%) Medianos 216 (49,42%) 167 (46,00%) 383 (47,87%) Deficientes 7 (1,60%) 77 (21,21%) 154 (19,25%) No tiene conocimientos 6 (1,37%) 3 (0,82%) 9 (1,12%) N.c. 8 (1,83%) 10 (2,75) 18 (2,25%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 32)
369
Tabla 32 ¿Dónde aprendió alemán? Hombres Mujeres Total Clases de alemán 61 (13,95%) 65 (17,90%) 126 (15,75%) Escuchando 300 (68,64%) 218 (60,05%) 518 (64,75%) En la guardería/escuela 67 (15,33%) 67 (18,45%) 134 (16,75%) N.c. 67 (15,33%) 67 (18,45%) 134 (16,75%) (Aguirre, 1989: 3)
370
Tabla 33a ¿Qué pasos ha emprendido para aprender alemán? Escuela de
idioma Profesor particular
Clases en la empresa
Autoaprendizaje
Ninguno
Hombres 2,9 2,0 4,5 23,3 67,4 Hombres 2,9 2,9 5,7 25,7 62,8 Total 2,8 2,4 4,8 24,0 66,0 (Delgado, 1966: 82)
371
Tabla 33b Disposición a tener contacto con los ciudadanos alemanes Si No Indeciso Total Hombres 57,6 20,0 20,4 100,0 Mujeres 58,1 19,0 22,9 100,0 Total 57,7 21,1 21,1 100 (Delgado, 1966: 82)
372
Tabla 33d
¿Pasa tiempo libre con amigos alemanes? Hombres Mujeres Total Si 321 (73,45%) 256 (70,52%) 577 (72,12%) No o n.c. 116 (16,54%) 107 (29,47%) 223 (27,87%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 77)
373
Tabla 33e ¿Pasa tiempo con compañeros de trabajo alemanes? Hombres Mujeres Total Si 227 (51,94%) 141 (38,84%) 368 (46,00%) No o n.c. 210 (48,05,% 222 (61,15%) 432 (54,00%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 77)
374
Tabla 33c Número de amistades con alemanes Ninguno Pocos Muchos Total Hombres 66,5 26,2 7,3 100,0 Mujeres 62,9 21,9 15,2 100,0 Total 65,3 24,8 9,9 100 (Delgado, 1966: 89)
375
Tabla 34 % de “emigrantes” que dicen que sus
mejores amigos son españoles
« Emigrantes » País de residencia
El primer amigo El segundo amigo % que dicen que la mayoría de sus vecinos son españoles
Francia 75 65 18 Bélgica 87 68 27 Alemania 91 81 14 Suiza 93 87 28 Holanda 82 72 7 Reino Unido 86 65 -- Total 84 74 18 Aragón, 1986, 66
376
Tabla 35
Nacionalidad de la pareja / conyuge Hombres Mujeres Total Española 282 (89,53%) 193 (82,91%) 475 (86,36%) Alemana 28 (8,88%) 30 (13,04%) 58 (10,54%) Otros 5 (1,58%) 12 (5,22%) 17 (3,09%) (Aguirre, 1989: 22)
377
Tabla 36a Matrimonios en la RFA, España, Italia, Grecia, Portugal, Turquía, 1960 – 2008, en % 1960 1970 1980 1990 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Hombres de la nacionalidad respectiva con mujeres alemanas
Grecia 266 399 452 511 491 459 473 492 478 529 495 467 451 Italia 1.215 2.227 2.301 2.085 1.885 1.895 1.702 1.777 1.813 1.706 1.713 1.731 1.872 Esp. 198 335 492 492 433 371 390 396 421 396 373 381 411 Tur. 71 404 3.339 2.767 4.320 5.005 5.642 5.564 4.938 4.108 3.753 3.839 3.774 Mujeres de la nacionalidad respectiva con hombres alemanes Grecia 25 266 256 290 354 321 320 327 322 342 314 318 306 Italia 239 457 487 836 988 924 943 946 942 969 945 972 982 Esp. 28 263 297 455 510 468 480 465 489 471 437 406 428 Tur. 12 182 426 691 1.464 1.738 1.983 1.850 1.789 1.753 1.706 1.874 1.894 Matrimonio entre dos personas de la misma nacionalidad Grecia 33 2415 782 45 99 100 121 131 107 105 96 95 99 Italia 70 622 953 1.033 1.145 1.164 1.069 977 842 801 768 803 810 Esp. 44 645 239 24 13 15 23 15 22 20 22 12 20 Tur. -- 170 2.417 276 1.367 1.432 1.482 1.534 1.284 1.165 1.085 1.147 1.281 Beauftragte der Bundesregierung, 2010: 582
378
Tabla 36b Aspectos Hombres Mujeres Total Correos (mensual) 1 a dos veces 82,9 85,8 83,5 Menos 17,1 14,2 16,5 Viajes al país de origen 2 x al año 13,0 8,5 11,5 1 x al año 70,6 66,7 69,5 Menos 16,4 24,8 19,0 Leo revistas y períodicos Españoles 69,0 68,6 69,0 Alemanes 1,2 -- 1,0 Ambas 17,6 10,5 15,5 Casi ninguna 12,2 21,0 14,5 Escucho programas de radio Españoles 31,0 53,2 38,0 Alemanes 2,9 1,8 2,5 Ambas 24,5 20,0 23,0 Casi ninguna 41,6 25,0 36,5 Escucho los programas de radio para española emitidos desde la RFA Regularmente 22,5 21,5 22,0 Irregularmente 26,9 20,0 25,0 Poco 40,8 25,0 36,0 Nunca 9,8 33,5 19,0 Alimentos Españoles 73,5 86,7 77,3 Alemanes 1,6 -- 1,2 Ambas 24,9 13,3 21,5 Ropa Española 42,0 53,3 45,5 Alemana 20,4 14,3 18,5 Ambas 37,6 32,4 36,0 (Delgado, 1966: 178 y s.)
379
Tabla 36c ¿Lee periódicos españoles? Hombres Mujeres Total Diariamente 51 (11,67%) 31 (8,54%) 82 (10,25%) Semanalmente 82 (18,76%) 44 (12,12%) 126 (15,75%) De vez en cuando 201 (45,99%) 161 (44,35%) 362 (45,25%) Si (sin especificar regularidad)
16 (3,66%) 22 (6,06%) 38 (4,75%)
n.c. 87 (19,91%) 105 (28,92%) 192 (24,00%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 56)
380
Tabla 36d ¿Escucha programa de radio españoles? Hombres Mujeres Total Diariamente 158 (36,15%) 99 (27,27%) 257 (32,12%) Semanalmente 15 (3,43%) 19 (2,75%) 25 (3,12%) De vez en cuando 172 (39,36%) 137 (37,74%) 309 (38,62%) Si (sin especificar regularidad)
19 (4,35%) 13 (3,58%) 32 (4,00%)
n.c. 73 (16,70%) 104 (28,65%) 177 (22,12%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 63)
381
Tabla 36e Países En español En la lengua del país de
residencia Radio Prensa o
revistas Radio Prensa o
revistas Francia 25 12 58 43 Bélgica 19 31 60 50 Alemania 45 49 35 29 Suiza 31 48 22 26 Holanda 34 51 42 28 Reino Unido 13 22 44 50 Total 30 31 45 37 (Fuente: Aragón, 1986, 68)
382
Tabla 36f ¿Ve programas de la televisión alemana? Hombres Mujeres Total Diariamente 328 (75,06%) 254 (69,97%) 582 (72,75%) Semanalmente 3 (0,69%) 2 (0,55%) 5 (0,62%) De vez en cuando 49 (11,21%) 60 (16,52%) 109 (13,62%) Si (sin especificar regularidad)
38 (8,69%) 28 (7,71%) 66 (8,25%)
n.c. 19 (4,35%) 19 (5,23%) 38 (4,75%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 70)
383
Tabla 36e ¿Lee periódicos / revistas alemanas? Hombres Mujeres Total Diariamente 107 (24,48%) 46 (12,67%) 153 (19,12%) Semanalmente 23 (5,26%) 95 (26,17%) 118 (14,75%) De vez en cuando 82 (18,76%) 183 (50,41%) 265 (33,12%) Si (sin especificar regularidad)
21 (4,80%) 25 (6,89%) 46 (5,75%)
n.c. 204 (46,68%) 14 (3,86%) 218 (27,25%) Total 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 68)
384
Tabla 37
Unterbringung der Befragten Männlich Weiblich Gesamt Eigene Wohnung
0,4 -- 0,3
Mietwohnung 6,5 4,8 6,0 Möbiliertes Zimmer
49,8 61,0 53,1
Leeres Zimmer 5,3 7,6 6,0 Heim 21,2 26,7 22,8 Baracke 16,7 -- 11,7 (Delgado, 1966: 67)
385
Tabla 38 Was für eine Wohnung haben sie? Art der Wohnung Männer Frauen Total Firmenwohnheim 23 (5,36%) 4 (1,14%) 23 (3,47%) In Untermiete 14 (3,26%) 8 (2,29%) 22 (2,83%) Mietwohnung 382 (89.04%) 319 (91,66%) 701 (90,21%) Eigentumswohnung bzw. Eigenheim
10 (2,33%) 17 (4,88%) 27 (3,47%)
Insgesamt 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 50)
386
Tabla 39 Besitzen sie eine Wohnung/Haus in Spanien? Männer Frauen Total Wohnung 148 (33,87%) 123 (33,88%) 271 (33,87%) Haus 141 (32,26%) 97 (26,72%) 238 (29,75%) k.A. 148 (33,86%) 143 (39,29%) 291 (36,37%) Insgesamt 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 56)
387
Tabla 40 Besitzen sie eine Wohnung/Haus in Deutschland? Männer Frauen Total Ja 11 (2,52%) 19 (5,23%) 30 (3,75%) Nein 407 (93,13%) 311 (85,67%) 718 (89,75%) k.A. 19 (4,35%) 32 (8m81%) 51 (6,37%) Insgesamt 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 56)
388
Tabla 41 Besuchen ihre Kinder einen spanischen Ergänzungsunterricht? Männer Frauen Total Ja 184 (84,79%) 156 (84,32%) 340 (84,57%) k.A./ nein 33 (15,20%) 29 (15,67%) 62 (15,42%) Insgesamt 217 (100%) 185 (100%) 402 (100%) (Aguirre, 1989: 3)
389
Tabla 42 Ausländische und deutsche Schülerinnen und Schüler an allgemeinbildenden Schulen in Sekundarstufe I und II, 2005 Gesamtschule Hauptschule Realschule Gymnasium Freie
Waldorfschule Deutsch (5.206.171) 15,9 14,8 23,5 44,7 1,0 Ausländer insg. (478.774) 17,2 40,5 20,7 21,2 0,3 Italien (31.668) 14,0 49,0 22,3 14,4 0,3 Türkei (204.572) 19,2 45,4 22,1 13,2 0,1 Griechenland (17.064) 10,5 42,0 23,6 23,7 0,2 Spanien (3.657) 16,6 26,9 26,2 29,0 1,2 Portugal (6.852) 14,7 42,7 23,5 19,0 0,1
Bundesregierung, 2007: 58
390
Tabla 43 Ausländische und deutsche Schülerinnen und Schüler an allgemeinbildenden Schulen in Sekundarstufe I und II, 2002/2003 Hauptschule Realschule Gymnasium Integrierte
Gesamtschule Sonstiges
Griechenland (17.347) 43,7 20,9 21,1 9,4 4,9 Italien (35.391) 51,5 19,8 11,9 10,7 6,1 Portugal (6,950) 44,2 20,6 16,2 11,8 7,2 Spanien (4.188) 28,3 24,2 26,6 14,0 6,9 Türkei (210.273) 45,7 18,4 10,8 16,3 8,8
Bundesregierung, 2005: 572
391
Tabla 44 Ausbildungsquote ausländischer Auszubildender in der Bundesrepublik Deutschland nach Geschlecht und ausgewählten Staatsangehörigkeiten in den Jahre 1994 und 2000 bis 2002, %
1994 2000 2001 2004 Staatsangehörigkeit Insg. M W Insg. M W Insg. M W Insg. M W
Ausländer insgesamt 43,5 51,6 33,9 39,7 44,1 34,8 37,6 41,0 33,7 34,0 36,5 31,3Darunter: Griechen 45,0 55,2 34,0 43,9 50,1 37,1 45,1 51,6 38,1 42,5 46,8 37,7Italiener 54,5 65,1 43,2 53,2 60,0 46,0 52,9 59,5 45,9 50,9 56,0 43,5Spanier 63,2 63,4 51,4 79,5 93,7 65,4 72,1 87,3 58,3 59,9 74,3 46,7Türken 48,3 58,2 36,1 48,4 57,3 38,4 44,7 52,0 36,6 37,6 42,7 32,0Portugiesen 53,8 69,0 38,6 45,8 52,1 37,6 45,2 52,0 37,6 41,9 45,0 38,2Deutsche 69,7 80,6 58,3 66,7 78,4 55,1 65,3 74,4 55,7 63,5 72,4 54,2Bundesregierung, 2005: 574
392
Tabla 45 Título escolar de mayor nivel, según nacionalidad, 2000
Alemanes Españoles Otros extranjeros
Título de Enseñanza General Básica o Popular (Haupt- oder Volksschulabschluss)
49,1% 52,8% 55%
Título de la Escuela Politécnica de Educación General en la antigua RDA
8,8% -- 1,2%
Título escolar intermedio (Mittlere Reife) o equivalente
20,3% 21% 16,2%
Título de acceso a una Escuela Universitaria (Fachhochschulreife)
4,1% 2,5% 3,4%
Bachillerato (Abitur) 16,8% 23,2% 22,6%
Preisendörfer, 2003: 49
393
Tabla 46 Estudiantes en una Escuela Universitaria o Universidad en relación con todos los alumnos, según nacionalidad, 2000
14,7%
20,6%
13,9%
13,5%
29,1%
13,6%
Alemanes
Españoles
Otros extranjeros
Hombres Mujeres
Preisendörfer, 2003: 47
394
Tabla 47 Ausländische Studienanfänger in deutschen Hochschulen nach ausgewählten Herkunftsländer im SS 2003 und WS 2003/2004
Sachverständigenrat, 2004: 111
Sommersemester 2003 Wintersemester 2003/2004 Studienanfänger Davon
Bildungsausländer Anteil der Bildungsausländer an den Studienanfängern
Studienanfänger Davon Bildungsausländer
Anteil der Bildungsausländer an den Studienanfängern
Griechenland 334 246 73,7 919 504 54,8 Italien 722 624 86,4 2.263 1.762 77,9 Spanien 543 491 90,4 2.395 2.207 92,2 Türkei 819 427 52,1 3.167 1.178 37,2 Insgesamt 19.549 17.793 91,0 51.341 42.320 82.4
395
Tabla 48 Ausländische Studierende (Bildungsinländer und Bildungsausländer), WS 2006/2007 Bildungsinländer Bildungsausländer
Insgesamt absolut % absolut %
Türkei 22.090 14.190 67,5 7.180 32,5 Griechenland 5.643 3.196 56,6 2.447 43,4 Italien 6.614 3.145 47,6 3.469 52,4 Spanien 4.799 1.092 22,8 3.707 77,2 Portugal 1.341 898 67,0 443 33,0 Ausländische Studierende insgesamt
246.369 57.933 23,5 188.436 76,5
Sieger, 2009: 69
396
Tabla 49 Hochschulabsolventen (Bildungsinländer) 2006 Insgesamt Anteil an allen
von Bildungsinländern bestandenen Prüfungen
Türkei 1.258 23,1 Griechenland 315 5,8 Italien 334 6,1 Spanien 132 2,4 Portugal 108 2,0 Bildungsinländer insgesamt
5.448 100,00
Sieger, 2009: 69
397
Tabla 50
Instituciones % que no utilizan esos servicios o no participan % que tienen una mala opinión de su funcionamiento Francia Bélgica Alemania Suiza Holanda Reino
Unido Francia Bélgica Alemania Suiza
Asistencia religiosa 71 63 51 56 61 57 3 1 2 2 Ayudas por actividades culturales
58 49 62 65 49 58 18 15 13 13
Casas de España (o similar)
44 71 52 67 51 85 13 4 9 8
Clases complementarias
58 57 52 60 55 30 8 2 19 13
Casas regionales 59 50 52 41 60 61 5 4 7 10Escuelas españolas 50 54 45 56 54 40 12 3 20 14Asesoría laboral 35 43 25 25 18 33 10 13 16 23Programas de radio 31 17 22 25 21 50 12 8 17 18Revistas y prensa de España
22 6 24 17 23 16 10 5 13 11
Consulado 13 10 9 9 10 10 20 19 20 23(Aragón, 1986, 102)
398
Tabla 51 Utilización Superior a la media Inferior a la media ESCUELAS ESPAÑOLAS Valoración más
positiva Francia Holanda Reino Unido
Bélgica
Valoración más negativa
Alemania Suiza
CLASES COMPLEMENTARIAS
Valoración más positiva
Reino Unido Bélgica Francia
Valoración más negativa
Alemania Holanda
Suiza
AYUDAS PARA ACTIVIDADES CULTURALES
Valoración más positiva
Bélgica Reino Unido Alemania
Valoración más negativa
Francia Holanda
Suiza
SERVICIOS CONSULARES Valoración más
positiva Bélgica Alemania Holanda
Valoración más negativa
Suiza Reino Unido
Francia
ASESORIA LABORAL Valoración más
positiva Alemania Holanda
Bélgica Reino Unido
Valoración más negativa
Suiza Francia
(Aragón, 1986, 104 y s.)
399
Tabla 53 Welche Hilfe zollte der spanische Staat den Wanderarbeitnehmern gewähren, die in der Bundesrepublik bleiben möchten? Art der Hilfe Anzahl der Antworten Maßnahmen im kulturellen Bereich (z.B. Schulunterricht)
162 (38,66%)
Ich weiß nicht 70 (16,70%) arbeitsrechtliche und soziale Hilfe 52 (12,41%) Information 46 (10,97%) wirtschaftliche Unterstützung 33 (7,87%) Insgesamt mehr Hilfe 16 (3,81%) keine 15 (3,57%) gegen die Diskriminierung vorgehen 11 (2,62%) bessere Lebensbedingungen 6 (1,43%) keine konsularischen Steuern 3 (0,71%) Der Staat kann nichts machen 2 (0,47%) Total 419 (100,00%)
400
Tabla 54 Besuchshäufigkeit des “Spanischen Zentrums” 5mal und öfter 3-4mal 1-2mal Selten Gesamt Wie erwartet 7,8 30,2 43,3 18,8 100,0 Schlechter als erwartet
5,7 12,4 37,1 44,8 100,0
Besser als erwartet 7,1 24,8 41,4 26,7 100,0 (Delgado, 1966: 44)
401
Tabla 55 Sind sie Mitglied in einem Verein oder einer Gruppe? Gruppe/Verein Männer Frauen Total Elternverein - spanisch 166 (57,83%) 127 (61,95%) 293 (59,55%) - deutsch 12 (4,18%) 3 (1,46%) 15 (3,04%) - gemischt 4 (1,39%) 2 (0,97%) 6 (1,21%) insgesamt: 182 (63,41%) 132 (64,39%) 314 (63,82%) Gewerkschaft - spanisch 24 (8,36%) 5 (2,43%) 29 (5,89%) - deutsch 67 (23,34%) 18 (8,78%) 85 (17,27%) - gemischt 3 (1.04%) 1 (0,48%) 4 (0,81%) insgesamt: 94 (32,75%) 24 (11,70%) 118 (23,98%) Sportverein - spanisch 57 (19,86%) 15 (7,31%) 72 (14,63%) - deutsch 39 (13,58%) 20 (9,75%) 59 (11,99%) - gemischt 8 (2,78%) 4 (1,95%) 12 (2,43%) insgesamt: 104 (36,23%) 39 (19,02%) 143 (29,06%) Kulturverein - spanisch 72 (25,08%) 44 (21,46%) 116 (23,57%) - deutsch 9 (3,13%) 6 (2,92%) 15 (3,04%) - gemischt 4 (1,39%) 2 (0,97%) 6 (1,21%) insgesamt: 85 (29,61%) 57 (27,80%) 142 (28,86%) Freizeitgruppe - spanisch 67 (23,34%) 37 (18,04%) 104 (21,13%) - deutsch 15 (5,22%) 3 (1,46%) 18 (3,65%) - gemischt 3 (1,04%) 4 (1,95%) 7 (1,42%) insgesamt: 85 (29,61%) 44 (21,46%) 129 (26,21%) Kirchliche Gruppe - spanisch 69 (24,04%) 66 (32,19%) 125 (25,40%) - deutsch 5 (1,74%) 11 (5,36%) 16 (3,25%) - gemischt 3 (1,04%) 1 (0,48%) 4 (0,81%) insgesamt: 77 (26,82%) 78 (38,04%) 145 (29,47%) Politische Gruppe - spanisch 15 (5,22%) 5 (1,74%) 20 (4,06%) - deutsch 3 (1,04%) 1 (0,48%) 4 (0,81%) - gemischt --- --- --- insgesamt: 18 (6,27%) 6 (2,92%) 24 (4,87%) Initiativgruppe - spanisch 28 (9,75%) 16 (7,80%) 44 (8,94%) - deutsch 4 (1,39%) 6 (2,92%) 10 (2,03%) - gemischt 5 (1,74%) 4 (1,95%) 9 (1,82%) insgesamt: 37 (12,89%) 26 (12,68%) 63 (12,80%) (Aguirre, 1989: 76)
402
Tabla 56 Gruppe/Verein 1979 1988 Elternverein 16,84% 39,25% Gewerkschaft 13,09% 14,57% Sportverein 7,43% 17,87% Freizeitgruppe 8,00% 16,12% Politische Gruppe 2,68% 3,00% Initiativgruppe 4,95% 7,87% (Aguirre, 1989: 77)
403
Tabla 57 Utilización Superior a la media Inferior a la media CASAS DE ESPAÑA Valoración más positiva Alemania
Holanda Bélgica Suiza
Valoración más negativa
Francia Reino Unido
CLASES COMPLEMENTARIAS
Valoración más positiva Bélgica Francia Holanda
Valoración más negativa
Alemania Suiza
Reino Unido
404
Tabla 58
Ausländischer Vereine in Deutschland nach Vereinstypen, 2001 Allgemein Italiener Spanier Griechen Türken Elternverein 5,2 2,0 32,7 14,8 4,1 Sportverein 14,8 inkl.
Freizeitverein 24,8 10,9 13,6 14,7
Religiöser Verein 11,6 3,0 1,5 1,1 23,0 Politischer Verein 5,3 0,5 0,4 7,6 1,8 Begegnungsverein 16,5 14,0 11,3 6,9 13,8 Kulturverein 22,3 15,8 19,3 18,6 13,9 Familienverein 8,0 5,1 -- 0,2 Berufsverein 3,3 2,2 4,0 4,2 Sozialer Verein inkl Human.
Verein 9,5 2,9 2,7 11,6
Freizeitverein 13,8 7,3 7,6 8,9 Humanitärer Verein 14,9 1,3 0,7 -- 0,4 Heimatverein 3,5 1,5 7,6 1,2 Griechische Gemeinde 13,9 0,3 Studentengemeinde -- -- 0,4 -- Frauenverein 0,3 1,1 0,2 ,0% Seniorenverein -- 1,5 0,9 ,5% Wirtschaftsverein 4,7 0,5 0,0 0,0 ,5% Centro Español -- 1,8 -- -- Vereine für einzelne Gruppen
4,6
k. A. 0,1 Hunger, 2004 y elaboración propia
405
Tabla 59 Besuch der heiligen Messe am Sonntag im Vergleich zu früher Häufiger Genau so oft Seltener Gesamt Männlich 9,4 45,7 44,9 100 Weiblich 11,5 46,7 41,9 100 Gesamt 10,9 46,0 44,0 100 (Delgado, 1966: 122)
406
Tabla 60 Hat sich für sie die Auswanderung gelohnt? Männer Frauen Total ja 229 (52,04%) 169 (46,55%) 398 (49,75%) nein 48 (10,98%) 29 (7,99%) 77 (9,62%) weiß nicht 106 (24, 25%) 107 (29,47%) 213 (26,62%) k.A. 54 (12,35%) 58 (15,98%) 112 (14,00%) Insgesamt 437 (100%) 363 (100%) 800 (100%) (Aguirre, 1989: 30)
407
Tabla 61 Deseo de regresar a España « Emigrantes » País de residencia
% que ha pensado en regresar a España
Integrados No integrados
Francia 50 15 12 Bélgica 51 17 5 Reino Unido 57 13 7 Holanda 67 10 35 Alemania 78 5 39 Suiza 83 3 41 Total 64 10 24 Lugar de nacimiento
Cataluña 44 26 6 Galicia 76 4 34 Leen prensa de España
Todos los días 77 6 31 Una vez a la semana
70 8 28
De vez en cuando 58 14 21 Casi nunca 48 15 14 Nunca 51 12 18 El futuro para sus hijos los ven mejor
En España 83 4 24 En otro país 64 14 14 En el país de residencia
50 15 14
Su mejor amigo es Español 49 56 53 Del país de residencia
23 19 24
Total 44 53 49 (Aragón, 1986, 88 y ss.)
408
Tabla 62 Porcentaje de emigrantes que se sienten discriminados en « Emigrantes » País de residencia
El trabajo Las oficinas públicas
Las tiendas Los vecinos La policía
Francia 9 12 7 6 6 Bélgica 17 16 13 10 10 Alemania 26 19 18 18 16 Suiza 23 14 15 16 12 Holanda 26 11 10 9 11 Reino Unido 10 8 8 5 4 Total 17 14 12 11 10
409
Tabla 63
Erwartete Aufnahme Gut Abweisend Neutral Gesamt Männlich 45,7 15,5 38,8 100 Weiblich 23,8 23,8 52,4 100 Gesamt 39,1 18,0 42,9 100 (Delgado, 1966: 47)
410
Tabla 64
Erwartete Aufnahme und Vergleich nach der erfahrenen Aufnahme Männlich Gut Abweisend Neutral Gesamt Besser als erwartet 4,5 18,1 20,0 12,2 Wie erwartet 36,6 34,2 41,1 38,0 Schlechter als erwartet
58,9 47,7 38,9 49,8
Gesamt 100,0 100,0 100,0 100,0 Weiblich Gut Abweisend Neutral Gesamt Besser als erwartet 12,0 28,0 27,3 23,8 Wie erwartet 56,0 60,0 40,0 48,5 Schlechter als erwartet
32,0 12,0 32,7 27,7
Gesamt 100,0 100,0 100,0 100,0 (Delgado, 1966: 50 y s.)
411
Tabla 65
Veränderung der mitgebrachten Einstellungen Mehr positiv Gleich wie am
Anfang Mehr negativ Gesamt
Männlich 32,7 33,1 34,3 100,0 Weiblich 42,9 43,8 13,3 100,0 Gesamt 100,0 100,0 100,0 100,0 (Delgado, 1966: 51)
412
Tabla 66 Anpassungstendenzen Monistisch Pluralistisch Interaktionistisch Gesamt Männlich 12,7 39,1 48,2 100 Weiblich 7,6 32,4 60,0 100 Gesamt 11, 37,1 51,8 100 (Delgado, 1966: 58)
413
Tabla 67
Pensiones en base al Código Social VI
Por capacidad laboral reducida
Por vejez Por fallecimiento Año Total perceptores españoles Hombres Mujeres Hombres Mujeres Total Viudas Viudos Huérfanos
Por educación a hijos
1992 62.810 10.902 2.713 24.522 9.746 14.927 12.818 404 1.702 8 1993 71.529 11.253 2.747 29.662 11.2005 16.662 14.460 532 1.667 7 1994 80.921 11.172 2.729 35.817 12.759 18.444 16.224 622 1.594 5 1995 90.041 10.925 2.733 41.805 14.434 20.144 17.812 715 1.613 5 1996 100.330 10.659 2.736 48.461 16.286 22.188 19.774 840 1.570 5 1997 112.189 10.314 2.699 56.119 18.420 24.637 22.098 978 1.558 5 1998 123.023 9.911 2.668 63.219 20.523 26.702 24.216 1.100 1.381 5 1999 133.071 9.553 2.599 69.655 22.461 28.803 26.343 1.194 1.259 4 2000 143.222 8.860 2.559 75.967 24.570 31.266 28.497 1.309 1.452 4 2001 152.802 8.199 2.586 81.976 26.686 33.355 30.568 1.417 1.360 4 2002 160.357 7.133 2.377 86.601 28.492 35.754 32.835 1.572 1.336 8 2003 168.427 6.902 2.406 91.045 30.398 37.676 34.764 1.681 1.219 9 2004 175.320 6.510 2.332 94.130 32.292 40.056 37.007 1.851 1.185 5 2005 182.683 5.923 2.246 97.746 34.495 42.273 39.157 1.970 1.133 4 2006 186.906 5.375 2.154 99.401 36.202 43.774 40.690 2.018 1.051 4 2007 192.374 5.025 2.108 101.330 38.224 45.687 42.605 2.109 957 4
414
Tabla 68
Transferencias al extranjero Transferencias dentro de Alemania
Total De estas: a la patria del afiliado Año Pensiones no contractuales
Pensiones contractuales
Pensiones no contractuales
Pensiones contractuales
Pensiones no contractuales
Pensiones contractuales
1994 1.600 66.929 1.550 66.106 5.470 6.922 1995 1.280 75.368 1.238 74.562 5.722 7.671 1996 1.298 84.436 1.249 83.516 6.236 8.360 1997 1.606 95.074 1.552 94.264 6.537 8.972 1998 1.610 105.243 1.561 104.418 6.832 9.338 1999 1.614 114.725 1.562 113.916 7.075 9.657 2000 1.668 124.150 1.615 123.254 7.427 9.977 2001 1.638 133.351 1.574 132.388 7.656 10.157 ►2002 6.857 135.427 6.782 134.464 8.043 10.012 2003 7.226 142.707 7.146 141.710 8.268 10.226 2004 7.561 149.110 7.480 148.051 8.308 10.341 2005 7.788 155.867 7.712 154.799 8.571 10.457 2006 7.908 159.776 7.832 158.720 8.685 10.537 2007 7.957 164.785 7.890 163.687 8.970 10.662
415
Tabla 69
* Valores aproximativos
Pensiones en base al Código Social VI – Importe medio en euros (marcos hasta 2000) -
Por capacidad laboral reducida
Por vejez Por fallecimiento Año Total perceptores españoles Hombres Mujeres Hombres Mujeres Total Viudas Viudos Huérfanos
Por educación a hijos
1992 499,50 687,94 639,90 524,75 476,27 310,03 322,77 276,25 221,36 101,33 1993 518,47 714,37 674,70 548,94 492,65 323,51 334,38 293,78 237,48 95,43 1994 532,14 733,67 704,08 570,45 507,17 327,49 336,44 291,86 248,62 96,60 1995 531,79 733,77 718,54 574,56 506,17 326,53 334,36 295,68 251,83 97,16 1996 531,82 744,24 731,88 576,45 507,82 325,23 332,05 294,92 253,62 98,00 1997 531,97 753,19 758,16 577,85 510,61 326,07 332,11 296,48 257,43 99,68 1998 526,50 752,66 776,13 570,56 511,37 324,91 329,19 299,54 266,69 113,40 1999 527,00 760,72 799,52 571,03 515,99 326,99 330,31 303,94 274,28 141,38 2000 524,00 770,41 815,24 569,70 518,23 323,83 329,39 298,58 232,34 157,95 2001 269,35 401,88 428,69 293,15 266,69 168,07 170,91 154,18 115,13 82,27 2002 269,17 418,55 442,33 293,20 266,79 171,57 174,42 158,98 112,68 74,35 2003* 267,80 419,15 444,50 292,98 265,50 171,40 174,05 158,35 110,90 - 2004 266,48 419,76 446,87 292,72 264,18 171,25 173,75 157,77 109,10 - 2005 264,39 419,76 449,13 292,80 260,91 169,97 172,41 154,60 106,61 - 2006* 264,47 420,55 454,65 295,00 259,90 170,30 172,53 154,30 108,00 - 2007 264,55 421,38 460,18 297,18 258,89 170,66 172,65 154,00 109,40 -
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Tabla 70
Transferencias al extranjero – Importe medio en euros (marcos hasta 2000) -
Transferencias dentro de Alemania, importe medio en euros (marcos hasta 2000)
Total De estas: a la patria del afiliado Año
Pensiones no contractuales
Pensiones contractuales
Pensiones no contractuales
Pensiones contractuales
Pensiones no contractuales
Pensiones contractuales
1994 638,87 449,43 644,76 448,64 929,63 993,10 1995 767,60 444,47 772,19 444,77 939,21 1.046,51 1996 801,00 441,12 807,47 441,54 961,28 1.085,77 1997 797,19 439,39 804,87 440,06 986,09 1.134,70 1998 822,36 430,54 830,71 435,28 1.006,53 1.160,70 1999 875,71 435,09 882,12 436,05 1.035,57 1.188,03 2000 897,21 433,33 904,97 434,27 1.056,18 1.193,69 2001 486,68 223,30 491,51 223,77 552,95 625,09 2002 342,33 220,21 342,50 220,62 565,59 643,11 2003* 349,95 219,35 350,50 219,80 569,47 643,65 2004 358,19 218,53 358,48 218,97 573,34 644,20 2005 361,74 217,39 362,11 217,84 571,77 640,53 2006* 369,05 217,47 369,30 217,91 573,75 643,10 2007 376,39 217,55 376,68 217,98 575,72 645,75
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Tabla 71 Fühlen sie sich mehr als Deutsche/r, mehr als Spanier/in oder beides? (181 Personen die jünger als 34 Jahre sind) Männer Frauen Total mehr deutsch 8 (9,52%) 11 (11,34%) 19 (10,49%) mehr spanisch 43 (51,19%) 36 (37,11%) 79 (43,64%) beides 19 (22,61%) 31 (31,95%) 50 (27,62% europäisch 14 (16,66%) 15 (15,46%) 29 (16,02%) (Aguirre, 1989: 92)
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