aprendiendo a hacer el bien (ii)

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Aprendiendo A Hacer El Bien (II) Apóstol Sergio G. Enríquez O. Segundo Servicio Guatemala, 26 de marzo del Año De La Revelación www.ebenezer.org.gt 1 En la primera parte de esta enseñanza vimos que es más importante el ser, que el hacer; porque dependiendo de lo que uno es, eso hará; una persona que es falsa, puede decir verdades pero sus verdades no tendrán sustento. Isaías 1:16-17 (LBA) Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal, 17 aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda. La parte que resaltamos, estuvimos explicándola, pero también podemos ver muchas otras cosas como lo es el hecho que de un proceso que debemos hacer, si queremos ayudar a las viudas, primero debemos pasar por todo lo que está entre la viuda y el hecho de cesar de hacer el mal, o sea; para abogar por la viuda, primero debemos aprender a defender al huérfano; para eso primero debemos aprender a reprender al opresor, antes de eso buscar la justicia, lo que nos llevará a que aprendamos a hacer el bien, pero primero debemos dejar de hacer el mal; es todo un proceso. 1 Timoteo 4:12 (LBA) No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza. Este versículo también lo empezamos a estudiar, cuando dice que no debemos permitir que nadie menosprecio nuestra juventud; pero eso debe empezar por no menospreciarnos a nosotros mismos y con eso tendremos una base para no permitir que nadie menosprecie nuestra juventud. Un ejemplo podemos verlo de la siguiente forma: a ningún esposo le gusta que hablen mal de su esposa; por eso, para evitar esta situación debemos empezar a formar una buena imagen en casa de nuestros padres, acerca de quién es nuestro cónyuge con eso nunca hablaran mal de ella; aunque en algún momento haya dificultades, no debemos permitir que nuestros padres se enteren, porque si nosotros mismos hablamos mal del cónyuge; cualquier la menospreciará. Lo mismo sucede con nuestra juventud, no podemos menospreciar a nosotros mismos y así no permitiremos que otros menosprecien nuestra juventud. Por eso debemos ser agradecidos con todo lo que Dios nos bendice; empezando con la vida que tenemos, nuestro cónyuge, familia, trabajo, congregación, coberturas, etc., porque de lo contrario, nadie valorará lo que somos. Realmente es muy importante lo que seamos, más de lo que hagamos; de lo cual en la primera parte estuvimos hablando de ser ejemplo de los creyentes en palabra y conducta; ahora veamos el siguiente: EJEMPLO DE LOS CREYENTES EN AMOR Existen en nosotros alguien que es amor: el Padre, Hijo y Espíritu Santo; si lo dejamos que gobierne nuestra vida, se manifestará en lo que seamos primeramente y consecuentemente en lo que hagamos. Un ejemplo a este respecto podemos verlo en la forma como corregimos a nuestros hijos; los amamos, pero cuando es el momento de corregirlos, también lo hacemos para que no se desvíen a derecha ni a izquierda sino que se mantengan en el camino de la santidad. EJEMPLO DE LOS CREYENTES EN FE

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Aprendiendo A Hacer El Bien (II) Apóstol Sergio G. Enríquez O. Segundo Servicio Guatemala, 26 de marzo del Año De La Revelación

www.ebenezer.org.gt

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En la primera parte de esta enseñanza vimos que es más importante el ser, que el hacer; porque dependiendo de lo que uno es, eso hará; una persona que es falsa, puede decir verdades pero sus verdades no tendrán sustento. Isaías 1:16-17 (LBA) Lavaos, limpiaos, quitad la maldad de vuestras obras de delante de mis ojos; cesad de hacer el mal, 17 aprended a hacer el bien, buscad la justicia, reprended al opresor, defended al huérfano, abogad por la viuda. La parte que resaltamos, estuvimos explicándola, pero también podemos ver muchas otras cosas como lo es el hecho que de un proceso que debemos hacer, si queremos ayudar a las viudas, primero debemos pasar por todo lo que está entre la viuda y el hecho de cesar de hacer el mal, o sea; para abogar por la viuda, primero debemos aprender a defender al huérfano; para eso primero debemos aprender a reprender al opresor, antes de eso buscar la justicia, lo que nos llevará a que aprendamos a hacer el bien, pero primero debemos dejar de hacer el mal; es todo un proceso. 1 Timoteo 4:12 (LBA) No permitas que nadie menosprecie tu juventud; antes, sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, fe y pureza. Este versículo también lo empezamos a estudiar, cuando dice que no debemos permitir que nadie menosprecio nuestra juventud; pero eso debe empezar por no menospreciarnos a nosotros mismos y con eso tendremos una base para no permitir que nadie menosprecie nuestra juventud. Un ejemplo podemos verlo de la siguiente forma: a ningún esposo le gusta que hablen mal de su esposa; por eso, para evitar esta situación debemos empezar a formar una buena imagen en casa de nuestros padres, acerca de quién es nuestro cónyuge con eso nunca hablaran mal de ella; aunque en algún momento haya dificultades, no debemos permitir que nuestros padres se enteren, porque si nosotros mismos hablamos mal del cónyuge; cualquier la menospreciará. Lo mismo sucede con nuestra juventud, no podemos menospreciar a nosotros mismos y así no permitiremos que otros menosprecien nuestra juventud. Por eso debemos ser agradecidos con todo lo que Dios nos bendice; empezando con la vida que tenemos, nuestro cónyuge, familia, trabajo, congregación, coberturas, etc., porque de lo contrario, nadie valorará lo que somos. Realmente es muy importante lo que seamos, más de lo que hagamos; de lo cual en la primera parte estuvimos hablando de ser ejemplo de los creyentes en palabra y conducta; ahora veamos el siguiente: EJEMPLO DE LOS CREYENTES EN AMOR Existen en nosotros alguien que es amor: el Padre, Hijo y Espíritu Santo; si lo dejamos que gobierne nuestra vida, se manifestará en lo que seamos primeramente y consecuentemente en lo que hagamos. Un ejemplo a este respecto podemos verlo en la forma como corregimos a nuestros hijos; los amamos, pero cuando es el momento de corregirlos, también lo hacemos para que no se desvíen a derecha ni a izquierda sino que se mantengan en el camino de la santidad. EJEMPLO DE LOS CREYENTES EN FE

Aprendiendo A Hacer El Bien (II) Apóstol Sergio G. Enríquez O. Segundo Servicio Guatemala, 26 de marzo del Año De La Revelación

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¿Cómo podemos ver un ejemplo a este respecto?, fácilmente podemos resumirlo con decir: Abraham sacrificando a su hijo Isaac (Génesis 22:1-18, Santiago 2:22-23). Estas citas encierra perfectamente el ejemplo al que Dios nos está llamando en un cambio de dimensión. Lo que tenemos que saber es que el Señor siempre se ha de proveer de héroes de la fe; así como en la antigüedad levantó a Abraham, David, Samuel, Elías, etc., en este tiempo también levantará héroes como ejemplo de fe, la pregunta en todo caso será, si estamos dispuestos a formar parte de esos ejemplos. EJEMPLO DE LOS CREYENTES EN PUREZA Un ejemplo de pureza podríamos decir que es aquel que todo lo cree; le cree a Dios como un niño; con esto podemos decir que tenemos claro el panorama de pureza porque en un niño no hay malicia, engaño, maldad; para él, todo lo que le digan es verdad y espera el cumplimiento de lo que le dicen sus padres. Continuemos viendo otros versículos que nos dejan ver cómo podemos aprender a hacer el bien: 2 Timoteo 1:8 (R11) Por tanto no te avergüences del testimonio de nuestro Maestro, ni de mí, preso suyo; antes sé participante de los trabajos del evangelio según la virtud del Poderoso… Con este versículo lo que podemos comprender es que debemos ser participantes de todos los privilegios que Dios nos permite en Su obra, los cuales debemos cumplirlos con gozo y a cabalidad. No obstante que el ser participante de los trabajos del evangelio; también involucra el hecho que nos hagamos uno con los que están en medio de cualquier tribulación; dicho en otras palabras; lloremos con los que lloran, suframos con los que sufren; hagámonos uno con nuestros hermanos en Cristo.