apóstol pablo
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Vida y obra del Apostol PabloTRANSCRIPT
APÓSTOL PABLO
Se considera el primer teólogo y el misionero más grande de la cristiandad, también llamado el Apóstol de los Gentiles.
Nació en Tarso (hoy Turquía) y sus padres, fieles cumplidores de la religión judaica, lo llamaron Saulo como al antiguo rey hebreo y al octavo día fue circuncidado como estipulaba la Ley judía, además en Hch. 23:16 se menciona que tenía una hermana. Se educó con el máximo rigor de acuerdo con la interpretación farisaica de la Ley y como judío joven de la Diáspora (la dispersión de los judíos en el mundo grecorromano), escogió el nombre latino de Pablo, por su similitud fonética con el suyo.
Sus cartas reflejan un conocimiento profundo de la retórica griega, algo que sin duda aprendió de joven en Tarso, pero sus modelos de pensamiento reflejan también una educación formal en la Ley mosaica quizá recibida en Jerusalén del famoso maestro Gamaliel el Viejo durante la preparación para convertirse en rabino. Destacado estudioso de la Ley y defensor acérrimo de la ortodoxia judía (ver Ga.1:14; Flp.3:6), su celo lo llevó a perseguir a la Iglesia Cristiana en sus inicios por considerarla una secta hebrea contraria a la Ley y que debía ser destruida (ver Ga.1:13). En los Hechos de los Apóstoles se relata su participación como testigo en el lapidamiento del joven Esteban, el primer mártir cristiano.
Se convirtió al cristianismo tras experimentar una visión de Cristo durante un viaje de Jerusalén a Damasco (Hch 9:1—19; 22:5—16; 26:12—18), que implica obviamente un cambio de una a otra religión. Para él, esta revelación de Jesucristo suponía la señal del fin de todos los credos y, por tanto, de todas las diferencias religiosas (ver Ga. 3:28). En cambio habla con reiterativa insistencia de que Dios "lo llamó" al cristianismo y a la evangelización de los gentiles. Aunque reconoció la legitimidad de su misión entre los judíos, como la llevada a cabo por Pedro, estaba convencido de que el cristianismo era una llamada que Dios hacía a todas las personas al margen de los requerimientos de la Ley judía.
Según el conocido relato contenido en los Hechos de los Apóstoles, Pablo llevó a cabo tres viajes misioneros definidos de forma clara. Sus cartas revelan que su itinerario misionero se guió por tres preocupaciones principales:
(1) Su vocación por evangelizar territorios aún no hollados por otros evangelistas cristianos, de ahí sus planes para dirigirse por el oeste hasta España (Ro 1:14 y 15:24—28)(2)
(2) Su interés por volver a visitar sus propias congregaciones cuando surgieron problemas, como, por ejemplo, sus diversas visitas a Corinto, y
(3) Su inquebrantable determinación por entregar él mismo en la Iglesia judeocristiana de Jerusalén el dinero recolectado en sus iglesias gentiles. Aunque los eruditos no captan de forma convincente los motivos de Pablo en este empeño, lo cierto es que abrigaba el propósito de unificar las iglesias de su misión gentil con las de los judíos cristianos de Palestina.
Por los Hechos de los Apóstoles sabemos que fue preso en Jerusalén tras los disturbios provocados por sus antagonistas judíos, y que fue conducido a Roma. En el mismo texto se refiere también a la posibilidad de su muerte (ver Hch.20:24; 20:38). Lo más probable es que fuese ejecutado en Roma en el año 62.
El Nuevo Testamento contiene trece epístolas que llevan el nombre de Pablo como autor, siete de ellas escritas por él casi con toda certeza:
1ra los Tesalonicenses, a los Gálatas, 1ra. y 2da. a los Corintios, a los Romanos, a los Filipenses y a Filemón.
Estas cartas, en las que a veces habla de su experiencia personal y su obra, son la principal fuente de noticias concretas sobre su vida y la mayoría de los eruditos se concentran en ellas, consultando los Hechos de los Apóstoles como una fuente subsidiaria.
El apóstol Pablo tuvo un impacto poderoso en el mundo conocido de su tiempo, llevando el cristianismo más allá de los confines geográficos de Israel. Su vida y ministerio es un modelo para nuestra misión actual.
El mensaje cristiano de Pablo es, sin duda, diferente al de Jesús. Y no podía ser de otro modo, porque Pablo no es Jesús. Además, vivió circunstancias diferentes. Jesús se movió en tierras judías y habló principalmente a judíos; Pablo, en cambio, predicó principalmente a gentiles.
Pablo tenía profundas raíces judías y se sentía orgulloso de ello (Filip.3:4-6). Era judío desde el nacimiento, por lo tanto había sido “circuncidado al octavo día”. Podía trazar su árbol genealógico llegando, en sus raíces, hasta el mismo Israel. Era de la tribu de Benjamín, la que había dado a Israel su primer rey. Hablaba hebreo. Era fariseo (el partido más nacionalista y tradicional) e hijo de fariseo. Era perfectamente obediente a la Ley de Moisés, hasta el punto de ser “irreprensible”. Y por si fuera poco, había perseguido a la iglesia de Jesús con un celo feroz y activo.
Pero su encuentro personal con Jesús le había hecho cambiar de paradigma.1 Su cosmovisión cambió. Cambió su fanatismo fariseo. Se convenció de que Jesús era el Mesías que él e Israel habían esperado por siglos. Esto significaba, en primer lugar, que la comunidad hebrea de seguidores de Jesús –de los cuales él era un representante— eran realmente judíos “en lo interior” y no superficialmente (Rom. 2:28-29). En segundo lugar, significaba que los no-judíos que seguían a Jesús habían sido “injertados en el buen olivo” (Rom. 11:17, 24) que era el pueblo de la alianza, Israel.
Pablo de Tarso, originalmente Saulo de Tarso o Saulo Pablo,1 2 también llamado san Pablo, nacido entre los
años 5 y 10 d. C.,3 en Tarso de Cilicia (actual Turquía centro-meridional) y muerto probablemente entre los
años 58 y 67 en Roma, es conocido como el Apóstol de los gentiles, el Apóstol de las naciones, o simplemente el
Apóstol, y constituye una de las personalidades señeras del cristianismo primitivo.4 5
De sus epístolas auténticas surge que Pablo de Tarso reunió en su personalidad sus raíces judías, la gran influencia
que sobre él tuvo la cultura helénica, y su reconocida interacción con el Imperio romano cuyaciudadanía —en el
decir del libro de los Hechos de los Apóstoles— ejerció. Pablo no cambió su nombre al abrazar la fe
en Jesucristo como mesías de Israel y salvador de los gentiles ya que, como todo romano de la época, tenía
un praenomen relacionado con una característica familiar (Saulo, su nombre judío, que etimológicamente significa
‘invocado’, ‘llamado’), y un cognomen, el único usado en sus epístolas (Paulus, su nombre romano, que
etimológicamente significa ‘pequeño’ o ‘poco’).6
Su conocimiento de la cultura helénica — hablaba fluidamente tanto el griego como el arameo — le permitió predicar
el Evangelio con ejemplos y comparaciones comunes de esta cultura por lo que su mensaje cosechó un pronto éxito
en territorio griego. Pero esta característica también dificultó por momentos la exacta comprensión de sus palabras,
ya que Pablo recurrió en ocasiones a nociones helenísticas alejadas del judaísmo mientras que otras veces habló
como un judío estricto y observante de la Ley (1Corintios 9:19-21). De ahí que en la Antigüedad algunas de sus
afirmaciones fueran calificadas como «τινα δυσνοητα» (transliterado, tina dysnoēta, que significa puntos ‘difíciles de
entender’; 2Pedro 3:15-16) y que hasta hoy se susciten polémicas en la interpretación de ciertos pasajes y temas de
las cartas paulinas, como por ejemplo la relación entre judíos y gentiles, entre gracia y Ley, etc. Por otra parte, es
claro que sus epístolas fueron escritos de ocasión, respuestas a situaciones concretas. Por ello el análisis exegético
moderno, más que esperar de cada una de ellas una formulación sistemática del pensamiento del Apóstol, examina
las dificultades y particularidades que él presenta, analiza su evolución y debate sobre su integridad.
Sin haber pertenecido al círculo inicial de los Doce Apóstoles, y recorriendo caminos jalonados de incomprensiones
y adversidades (2Corintios 11:23-29), Pablo se constituyó en el motor de construcción y expansión del cristianismo
en el Imperio romano, merced a su talento, a su convicción y a su carácter indiscutiblemente misionero.7 8 Su
pensamiento conformó el llamado cristianismo paulino, una de las cuatro corrientes básicas del cristianismo primitivo
que terminaron por integrar el canon bíblico.9
De las llamadas epístolas paulinas, la Epístola a los romanos, la Primera y la Segunda epístola a los corintios,
la Epístola a los gálatas, la Epístola a los filipenses, la Primera epístola a los tesalonicenses(probablemente la más
antigua) y la Epístola a Filemón tienen en Pablo de Tarso su autor prácticamente indiscutido. Ellas son, junto con el
libro de los Hechos de los Apóstoles, las fuentes primarias independientes cuyo exhaustivo estudio científico-literario
permitió fijar algunas fechas de su vida, establecer una cronología relativamente precisa de su actividad, y una
semblanza bastante acabada de su apasionada personalidad. Sus escritos, de los que nos han llegado copias tan
antiguas como el papiro 46 datado de los años 175-225, fueron aceptados unánimemente por todas las Iglesias
cristianas. Su figura, asociada con la cumbre de lamística experimental cristiana, resultó inspiradora en artes tan
diversas como la arquitectura, la escultura, la pintura, la literatura, y la cinematografía y es para el cristianismo, ya
desde sus primeros tiempos, una fuente ineludible de doctrina y de espiritualidad.10
NOMBRE:
El Apóstol se llamó a sí mismo Παῦλος (Paulos) en sus cartas escritas en griego koiné.11 Este nombre aparece
también en la Segunda epístola de Pedro 3:15 y en los Hechos de los Apóstoles a partir de 13:9.12
Antes de ese versículo (Hechos 7:58; Hechos 8:1-3; Hechos 9:1, etc.), el libro de los Hechos lo llama con la
forma griega Σαούλ (Saoul) o Σαῦλος (Saulos) (en hebreo: אול Gש; en hebreo moderno Sha'ul, y en hebreo
tiberiano Šāʼûl). El nombre, expresado en hebreo antiguo, equivaldría al del primer rey del Antiguo
Israel (1Samuel 9:2; 1Samuel 10:1), un benjaminita igual que Pablo. Ese nombre significa «invocado», «llamado» o
«pedido» (de Dios o de Yahveh).
También se utiliza su nombre Σαῦλος (Saulos) en los relatos de su «conversión»
(Hechos 9:4; Hechos 9:17; Hechos 22:7; Hechos 22:13; Hechos 26:14). El libro de los Hechos de los
Apóstoles señala además el paso de «Saulo» a «Pablo» (Hechos 13:9) al emplear la expresión «Σαυλος, ο και
Παυλος», «Saulo, también [llamado] Pablo» o «Saulo, [conocido] también [por] Pablo», lo que no significa un cambio
de nombre.13 En el judaísmo helenista, era relativamente frecuente portar un doble nombre: uno griego y otro
hebreo.1 14 2
El nombre Paulos es la forma griega del conocido cognomen romano Paulus, utilizado por la gens Emilia.15 Solo se
puede conjeturar respecto de la forma en que Pablo obtuvo este nombre romano. Es posible que tuviera relación con
la ciudadanía romana (Hechos 16:39; Hechos 22:27-28; Hechos 25:10) que su familia poseía por habitar en
Tarso.16 También es posible que algún antepasado de Pablo adoptara ese nombre por ser el de un romano que
lo manumitió.17 Si bien paulus significa en latín ‘pequeño’ o ‘exiguo’, no se relaciona con su contextura física o con su
carácter.18
Con todo, Pablo pudo dar otro significado al uso del nombre Paulos. Giorgio Agamben recuerda que cuando un
señor romano dueño de esclavos compraba un nuevo siervo, le cambiaba el nombre como signo de su cambio de
estado o de situación. Agamben señala ejemplos de ello: «Januarius qui et Asellus (Asnillo); Lucius qui et Porcellus
(Cochinillo); Ildebrandus qui et Pecora (Ganado); Manlius qui et Longus (Largo); Aemilia Maura qui et Minima (La
menor)».19 El nombre de la persona aparecía en primer lugar; el nuevo nombre se señalaba al final; ambos nombres
se unían por la fórmula «qüi et», que significa ‘el cual también [se llama]’. En el libro Hechos de los
Apóstoles aparece la frase: «Σαυλος, ο και Παυλος» (‘Saulo, también [llamado] Pablo’), donde «ο και» es el
equivalente griego de la expresión latina «qüi et». Agamben propone que Saulo cambió su nombre por el de Pablo
cuando mudó de estado, de libre a siervo/esclavo, siendo que se consideró servidor de Dios o de su
mesías.19 Siguiendo esa línea de pensamiento, Pablo se habría considerado un instrumento humano pequeño
(paulus, ‘pequeño’; san Agustín de Hipona señala lo mismo en el Comm. in Psalm. 72,4: «Paulum […] minimum
est»), de poco valor, escogido sin embargo por Dios, su Señor, para desempeñar una misión.19
FUENTES:
Se conoce a Pablo de Tarso principalmente por dos tipos de documentación,20 21 que se pueden clasificar según su
nivel de importancia:
Un folio del papiro 46, conteniendo el pasaje correspondiente a la Segunda epístola a los corintios11:33–12:9. El folio presenta
unalaguna al pie. Se trata de un papiro deCategoría I según la clasificación deKurt Aland y Barbara Aland.22 Fue datado de los
años 175-225.
Sus cartas auténticas. Probablemente escritas todas en la década del año 50, son las siguientes (en un
posible orden cronológico): Primera epístola a los tesalonicenses, Primera epístola a los
corintios, Epístola a los gálatas, Epístola a Filemón, Epístola a los filipenses, Segunda epístola a los
corintios y Epístola a los romanos. Se consideran la fuente más útil e interesante, por la sencilla razón de
que provienen de él y, en consecuencia, son el más fiel reflejo de su personalidad humana, literaria y
teológica.
Los Hechos de los Apóstoles. Particularmente a partir del capítulo 13 son, a los efectos prácticos, los
hechos realizados por Pablo. Los Hechos transmiten un conjunto notable de informaciones sobre él,
desde su «conversión» en el camino a Damasco hasta su llegada a Roma como prisionero.
Tradicionalmente atribuidos a Lucas el Evangelista, su valoración historiográfica es sin embargo
controvertida. No se pone en cuestión el cuadro biográfico general que muestra el libro de los Hechos,
pero al confrontar de cerca este escrito con las cartas auténticas, aparecen ciertos matices o ausencias
en el campo de los acontecimientos (por citar dos ejemplos, los Hechos no mencionan en absoluto las
relaciones tormentosas de Pablo con la Iglesia de Corinto; las cartas auténticas de Pablo no suponen la
existencia del llamado «decreto apostólico» señalado enHechos 15:22-29, una concesión al judaísmo
sobre la prohibición de determinados alimentos). También hay discordancias teológicas (por ejemplo,
los Hechos pasan por alto la postura típicamente paulina de lajustificación de la fe sin las obras de la ley,
bien marcada por ejemplo, en la Epístola a los romanos).23 Sin embargo, Víctor M. Fernández hace notar
la existencia de ciertos pasajes de los Hechos de los Apóstoles que marcan el estilo particular de
cristianismo que Pablo predicaba: el Evangelio de la gracia de Dios (Hechos 20:24), que equivaldría al
acento que Pablo ponía en la justificación por la gracia y no por las obras de la Ley.24
En el caso de contraste sobre temas comunes, se suele dar la preferencia a las cartas paulinas auténticas;
por otra parte, se aceptan aquellos datos del libro de los Hechos que no son discordantes con las cartas.25
Existe otro tipo de obras, las llamadas «epístolas pseudoepigráficas o deuteropaulinas», que fueron
escritas con el nombre de Pablo, quizá por algunos discípulos suyos después de su muerte. Incluyen
la Segunda epístola a los tesalonicenses, la Epístola a los colosenses, Epístola a los efesios, y tres
«cartas pastorales», la Primera y la Segunda epístola a Timoteo y la Epístola a Tito. Desde el siglo XIX,
distintos autores han negado la paternidad paulina directa de estas cartas, atribuyéndolas a varias
figuras de discípulos posteriores.26 Con todo, otros autores sostienen la autoría paulina de estas cartas,
en particular de Colosenses, argumentando que las variaciones en el estilo y en la temática se pueden
justificar por el cambio del marco histórico en que se escribieron.27 (Ver sección sobre las epístolas
pseudoepigráficas).
BiografíaNacimiento de Pablo[editar]
Saulo Pablo nació entre el año 5 y el año 10 en Tarso (en la actual Turquía), por entonces ciudad capital de la
provincia romana de Cilicia, en la costa sur del Asia Menor.
Fecha[editar]
En la epístola a Filemón, Pablo se declaró ya anciano (presbytés; Filemón 1:9 ). La escribió estando preso
(Filemón 1:1 ), bien a mediados de la década del año 50 en Éfeso, o bien a principios de la década del año 60 en
Roma o Cesarea. Se supone que en aquella época se alcanzaba la ancianidad hacia los cincuenta o sesenta
años.28 A partir de este dato, se estima que Pablo nació a comienzos del siglo I, hacia el año 10.29 30 31 32 Por lo tanto,
fue contemporáneo de Jesús de Nazaret.
Iglesia de San Pablo en Tarso (Turquía), construida durante los siglos XI o XII. Rediseñada y renovada en 1892, la iglesia fue
abandonada en 1923 tras el éxodo de la comunidad cristiana de Tarso, consecuencia de laguerra greco-turca (1919-1922).
Luego, fue ligeramente modificada y utilizada para otros fines. En 1994 el Ministerio de Cultura la catalogó como museo histórico
y se convirtió en un monumento protegido.
Lucas afirma que Pablo era oriundo de Tarso (Hechos 9:11 ; Hechos 21:39 ; Hechos 22:3 ), ciudad situada en la
provincia de Cilicia, información considerada digna de crédito.33 34 35 Corrobora esta tradición que Pablo tiene por
nativa la lengua griega,36 37 y que no se observan semitismos en su uso de este idioma.38
Además, Pablo utilizó la Septuaginta, traducción al griego de los textos bíblicos, empleada por las comunidades
judías del mundo antiguo más allá de Judea.38 39 Este conjunto concuerda con el perfil de un judío de
ladiáspora nacido en una ciudad helenística.39 A esto se suma la inexistencia de tradiciones alternativas que
mencionen otros posibles lugares de nacimiento, con excepción de una noticia tardía de Jerónimo de Estridónque
consigna el rumor de que la familia de Pablo procedía de Giscala, ciudad de Galilea (De viris illustribus 5 —
Comentario a Filemón—; fines del siglo IV), noticia considerada en general carente de respaldo.38 40 Nota 1
Por entonces, Tarso era una ciudad próspera, de no poca importancia (Hechos 21:39 ).41 Capital de la provincia
romana de Cilicia desde el año 64 a. C.,42 43 estaba enclavada a los pies de los montes Taurus y a orillas del río
Cidno,44 cuya desembocadura en el mar Mediterráneo servía a Tarso de puerto. Tarso poseía importancia comercial
ya que formaba parte de la ruta que unía Siria y Anatolia.45 Además era el centro de una escuela
de filosofía estoica.46 47 Se trataba, pues, de una ciudad conocida como centro de cultura, filosofía y enseñanza.48 La
ciudad de Tarso tenía concedida la ciudadanía romana por nacimiento (Hechos 22:22-29 ). Como se explicó
anteriormente, este estado de situación constituye una explicación posible de que Pablo fuera ciudadano romano
pese a ser hijo de judíos.
Ciudadanía romana[editar]
La información sobre la ciudadanía romana de Pablo solo es presentada por los Hechos de los
Apóstoles (Hechos 16:37-38 ; Hechos 22:25-29 ; Hechos 23:27 ) y no encuentra paralelismos en las cartas de Pablo,
lo que aún hoy resulta motivo de debate.49 50 51 52 Contra esta noticia, Vidal García aduce que un ciudadano romano
no hubiese sido apaleado, tal como en 2Corintios 11:24-25 asegura Pablo que le ocurrió a él, ya que estaba
prohibido.53 A favor, Bornkamm señala que el nombre Paulus era romano.54 Y, de no ser romano, Pablo no hubiese
sido trasladado a Roma tras su detención en Jerusalén.55 Sin embargo, hay excepciones a ambos
supuestos.56 57 58 59 Peter Van Minnen, papirólogo e investigador especializado en documentos griegos del período
helenístico y romano incluyendo los del cristianismo primitivo, defendió enérgicamente la historicidad de la
ciudadanía romana de Pablo, sosteniendo que Pablo era descendiente de uno o más libertos, de quienes habría
heredado la ciudadanía.60
Primeros años, educación y estado de vida[editar]
Hijo de hebreos y descendiente de la tribu de Benjamín (Romanos 11:1 ; Filipenses 3:5 ), el libro de los Hechos de los
Apóstoles señala además otros tres puntos respecto de Pablo: (1) que fue educado en Jerusalén; (2) que fue
instruido a los pies del famoso rabino Gamaliel (Hechos 22:3 );61 y (3) que era fariseo (Hechos 26:5 ).
Educación, «a los pies de Gamaliel»[editar]
La educación de Pablo es objeto de muchas especulaciones. La opinión mayoritaria de los especialistas señala que
recibió la educación inicial en la misma ciudad de Tarso.62 63 Asimismo, se sugiere que se habría mudado a
Jerusalén posteriormente, siendo adolescente,64 o ya un joven.65 Algunos estudiosos, que mantienen una actitud de
gran reserva respecto de la información brindada por los Hechos, objetan estos datos.66 Otros no encuentran razón
suficiente para descartar los datos del libro de los Hechos 22:3 referidos a su educación a los pies de Gamaliel I el
Viejo, autoridad de mente abierta.67 Según Du Toi, los Hechos y las cartas paulinas auténticas respaldan como más
probable que Pablo fuera a Jerusalén en sus años de adolescencia. Más importante aún, este estudioso remarca
que la dicotomía Tarso–Jerusalén debería superarse mediante el reconocimiento de que la persona de Pablo fue un
punto de encuentro e integración de una variedad de influencias.68 La educación de Pablo a los pies de Gamaliel
sugiere su preparación para ser rabino.69
Fariseo[editar]
Que Pablo fuera fariseo es un dato que llegó a nosotros a partir del pasaje autobiográfico de la Epístola a los
filipenses:
Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo; en cuanto al celo, perseguidor de la Iglesia; en cuanto a la justicia de la Ley, intachable.
Epístola a los filipenses 3:5-6
Sin embargo, estos versículos forman parte de un fragmento de la carta que algunos autores consideran un escrito
independiente posterior al año 70.70 71 72 Hyam Maccoby cuestionó que Pablo fuese fariseo al afirmar que no se
observa ningún rasgo rabínico en las cartas paulinas.73
Con todo, el carácter fariseo de Saulo Pablo en su juventud suele ser aceptado sin reticencias por otros
autores,74 75 a lo que se suman las palabras puestas en boca del Apóstol por el libro de los Hechos:
Todos los judíos conocen mi vida desde mi juventud, desde cuando estuve en el seno de mi nación, en Jerusalén. Ellos me conocen de mucho tiempo atrás y si quieren pueden testificar que yo he vivido como fariseo conforme a la secta más estricta de nuestra religión.
Hechos de los Apóstoles 26:5
En resumen, Saulo Pablo sería un judío de profundas convicciones, estricto seguidor de la Ley mosaica.
Estado civil[editar]
Un tema discutido en la investigación del «Pablo histórico» es su estado civil, del cual no existe constancia clara. Los
textos de 1Corintios 7:8 y 1Corintios 9:5 sugieren que, cuando escribió esa carta en la primera mitad de la década
del año 50, no estaba casado, pero eso no aclara si nunca se había casado, si se había divorciado o si había
enviudado.76
En general, los investigadores suelen optar por dos posiciones mayoritarias:
1. que habría permanecido célibe toda su vida sin que quede clara la razón precisa, que no sería
necesariamente de índole religiosa;77
2. que habría estado casado,78 y luego habría enviudado. Esta posición fue planteada por Joachim
Jeremias,79 y encontró entre otros seguidores a J.M. Ford, E. Arens y, en nuestros días, a S. Légasse.80 Esta
postura supone que Pablo estaba casado porque era preceptivo en el caso de los rabinos.81 Por lo tanto,
cuando Pablo escribió en 1 Corintios 7:8: «Digo a los solteros y a los viudos, 'bueno es que se queden como
yo estoy'», se clasificaría entre los viudos (chérais), no entre los solteros (agamois); Pablo no se habría
casado de nuevo (cf. 1 Corintios 9:5). E. Fascher, que defendió el celibato perpetuo de Pablo, mostró
objeciones a esta teoría.82
Romano Penna y Rinaldo Fabris señalan otra posición posible: que Pablo y su presunta mujer se hubiesen
separado. Ese supuesto podría vincularse con el llamado privilegio paulino establecido por el Apóstol, que consiste
en el derecho que tiene a romper el vínculo matrimonial la parte cristiana cuando la otra parte es infiel y no se aviene
a vivir con ella pacíficamente.83 84