apocalipsis 12, la navidad y la mujer de hoy
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APOCALIPSIS 12, LA NAVIDAD Y LA MUJER DE
HOY.
Asumiendo que la misteriosa mujer de
apocalipsis 12 represente a María la
madre biológica del Señor Jesús,
entonces, dicho capítulo, nos presenta
un cuadro acerca de la navidad, muy
distinto al que estamos acostumbrados a
considerar.
Por otro lado, la mujer también puede
representar perfectamente a la típica
mujer latinoamericana, una madre sola
que enfrenta a un monstruo amenazante
que quiere acabar con ella y con los
suyos.
Consideremos estos aspectos del
capítulo 12 de apocalipsis.
• Vemos un cuadro donde
todo es alegría y felicidad.
• Vemos una familia unida, la
mujer recién parida
acompañada por su marido,
ambos arropando
cariñosamente a su niño.
• Vemos ángeles cantando
alabanzas.
• Vemos pastores gozosos
visitando al recién nacido.
• Vemos reyes magos
ofreciendo presentes al niño
Dios.
• La mujer esta sola, no
tiene compañero.
• Esta angustiada, clamando
por los dolores de parto y
viendo la amenaza del
dragón.
• No se ve alegría ni
felicidad en éste cuadro.
• Aquí la navidad es un día
de amenaza, peligro y lucha.
Mientras en los evangelios y
en nuestros himnos, los
pastores y los sabios del
oriente buscan al niño para
adorarlo, en el Apocalipsis
el dragón lo espera para
devorárselo.
• Este pasaje navideño no aparece en el leccionario eclesiástico para la época, y es poco probable que sea texto para sermones de la ocasión. •El pasaje nos advierte contra el peligro de sentimentalizar y romantizar demasiado la navidad y celebrarla con total insensibilidad hacia los que sufren. • Este relato tan diferente debe entrar también en nuestra celebración navideña, para inspirar en nosotros más compasión y más empatía con los que sufren y se hallan solos y solas en su angustia.
Apocalipsis 12 nos hace ver la especial vulnerabilidad de la mujer y la enorme soledad con que ella tiene que hacer frente al dragón que la amenaza.
En las últimas décadas, observamos una plaga alarmantemente extendida de violencia doméstica. Muchas mujeres, como la de este pasaje, viven día y noche frente a un monstruo, ¡Dentro de la misma casa! Crece en casi todas las sociedades la violación sexual de la mujer, y también el asesinato de ellas ("femicidio"), comúnmente por los que por desgracia tienen más cerca.
Especialmente repugnante y reprobable es la violación sexual de inocentes niñas, a menudo por sus propios padres o padrastros, causándoles graves daños para el resto de sus vidas.
En todas estas plagas sociales, se hace presente nuevamente el gran monstruo de Apocalipsis 12
La mujer de apocalipsis pierde a su hijo apenas al darlo a luz. En muchas formas, este relato corresponde a la triste experiencia de muchas madres latinoamericanas. La mortalidad infantil arrebata a sus hijos apenas salen del vientre. Muchos mueren en el parto, o mueren pronto después por desnutrición o por enfermedades que con una mínima atención médica se hubieran curado.
• Otros niños son robados recién nacidos, aun dentro del hospital.• La pobreza extrema es una asesina que en nuestras tierras mata a miles de niños. • Mención aparte a todas las madres que están perdiendo a sus hijos por causa de la narco-violencia.•Muchas, pero muchísimas, madres latinoamericanas también sufren la dolorosa pérdida del fruto de su vientre.
• En su huida del dragón, la mujer de nuestro pasaje, es ayudada por la naturaleza y encuentra refugio en el desierto. ¿Cuántas mujeres solas hoy día se encuentran en circunstancias semejantes? • Hay muchas mujeres lejos de su tierra y de su familia tratando de salir adelante, de sobrevivir, necesitadas de un refugio que lesprovea lo esencial: Albergue, protección y alimentación.
El doloroso fenómeno del exilio, tan ampliamente conocido por las familias de muchos países de nuestro continente, separa a padres e hijos de su tierra y muchos veces unos de otros. Es especialmente difícil y duro para la mujer refugiada, sobre todo cuando es madre sola. ¿Y no se preocupará Dios hoy también por los millones de exiliados de nuestros países latinoamericanos? Por supuesto, y es más, Dios quiere que nosotros, seamos hoy sus instrumentos para proveer un cálido refugio a todo aquel que lo necesite.
El Dios de la Biblia es Dios de la vida y defensor de la mujer y del niño; el diablo es anti-vida, anti-mujer y anti-niño. Dios toma partido especialmente a favor de la vida amenazada. El dragón, en su grosera bestialidad, no tiene reparos en acechar a una mujer encinta para devorar a su hijo. Dios, en cambio, acude a los niños en alto riesgo y a las mujeres vulnerables, acosadas, violadas y abusadas. El Dios de la Biblia tiene un cuidado especial de los indefensos y marginados (Sal 10:14,18; 68:5-6; cf. 146:9). (Dt 10:17-18) Satanás es siempre enemigo de las mujeres y los niños, pero Dios los defiende y los protege. Dondequiera que veamos violencia contra los niños y las mujeres, o irrespeto contra ellos, podemos saber que el dragón está presente y activo. Ahí es donde el Dios de la vida nos llama a comprometernos con la causa de su reino, en defensa de cada mujer y su niño, como nos enseña el capítulo doce del Apocalipsis.