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AONIKENK Los tehuelches, que a sí mismos se llamaban aonikenk, eran un pueblo cazador y recolector, por lo tanto nómade. Se alimentaban de guanacos y choiques. También de bayas, semillas y hierbas por lo cual recorrían, siguiendo las leyes de la subsistencia, las mesetas patagónicas desde las cordilleras hasta el atlántico. Desde el punto de vista cultural, puede decirse que practicaban una división sexual del trabajo, los hombres, ocupados de la caza y las mujeres, de elaborar mantos de piel de guanaco (quillangos) con lo cual se preparaban entre otra cosa, los toldos que se utilizaban para las viviendas, de transportar el agua, la leña, etc. Aunque poco frecuente, era admitida la poligamia. Las mujeres no eran obligadas a contraer matrimonio contra su voluntad. En la Isla Grande de Tierra del fuego, los onas no eran sino una prolongación de éste mismo grupo étnico. Sin embargo, existían tres lenguas diferentes entre los tehuelches, una entre los límites de los ríos Negro y Chubut, otra, entre Chubut y Santa Cruz y la última, entre el río Santa Cruz y el estrecho. Existían también dos variedades lingüísticas entre los onas, los del centro, y los del suroeste. El censo de 1869, estimaba una cantidad de 24.000 tehuelches en la patagonia argentina, pero ya en 1895, solamente 5.500. Hoy, se encuentran totalmente extinguidos. Costumbres y Tradiciones La clasificación de los pueblos que poblaron la Pampa y la Patagonia es confusa a causa de que se produjo la extinción temprana de algunos de ellos y porque las vastas extensiones impidieron que los exploradores que los reconocieron tomaran contacto con todos los grupos o, en otros casos, que las migraciones estacionales de los indígenas recorriendo grandes distancias hicieran que los exploradores sobreestimaran el

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AONIKENK

Los tehuelches, que a sí mismos se llamaban aonikenk, eran un pueblo cazador y recolector, por lo tanto nómade. Se alimentaban de guanacos y choiques. También de bayas, semillas y hierbas por lo cual recorrían, siguiendo las leyes de la subsistencia, las mesetas patagónicas desde las cordilleras hasta el atlántico.

Desde el punto de vista cultural, puede decirse que practicaban una división sexual del trabajo, los hombres, ocupados de la caza y las mujeres, de elaborar mantos de piel de guanaco (quillangos) con lo cual se preparaban entre otra cosa, los toldos que se utilizaban para las viviendas, de transportar el agua, la leña, etc. Aunque poco frecuente, era admitida la poligamia. Las mujeres no eran obligadas a contraer matrimonio contra su voluntad.

En la Isla Grande de Tierra del fuego, los onas no eran sino una prolongación de éste mismo grupo étnico. Sin embargo, existían tres lenguas diferentes entre los tehuelches, una entre los límites de los ríos Negro y Chubut, otra, entre Chubut y Santa Cruz y la última, entre el río Santa Cruz y el estrecho. Existían también dos variedades lingüísticas entre los onas, los del centro, y los del suroeste.

El censo de 1869, estimaba una cantidad de 24.000 tehuelches en la patagonia argentina, pero ya en 1895, solamente 5.500. Hoy, se encuentran totalmente extinguidos.

Costumbres y Tradiciones

La clasificación de los pueblos que poblaron la Pampa y la Patagonia es confusa a causa de que se produjo la extinción temprana de algunos de ellos y porque las vastas extensiones impidieron que los exploradores que los reconocieron tomaran contacto con todos los grupos o, en otros casos, que las migraciones estacionales de los indígenas recorriendo grandes distancias hicieran que los exploradores sobreestimaran el número de individuos de un pueblo o el rango de distribución de una lengua. Conjuntamente con esto, la irrupción de los Mapuche desde el oeste transformó profundamente la realidad cultural, mixogenizando y absorbiendo a las etnias de la Pampa y centro y norte de la Patagonia. Posteriormente la Conquista del Desierto finalmente condujo a la casi extinción de las comunidades indígenas. Además, a todo este panorama se suma el desacuerdo de los investigadores.

El médico argentino Federico Escalada publicó en 1949 su obra "El Complejo Tehuelche", en ella hace una clasificación en la que postula la

existencia de los Chehuache kenk:2 y niega que hayan sido tehuelches los het que el jesuita inglés Thomas Falkner en su obra publicada en 1774, A description of Patagonia and the adjoining parts of South America, subdividió en tres grandes parcialidades: taluhet, didiuhet y chechehet.

Tehuelches insulares: los onas o selknam y los manekenk o haush, en Tierra del Fuego (aunque los mannekenk resulten mixogénicos de selknam con los no patagónidos yámanas).

Tehuelches de tierra firme: o Aónikenk : desde el estrecho de Magallanes hasta Chubut,

incluyendo a los mecharnue. De lengua aoniko áish. o Chehuache kenk: los valles cordilleranos desde el lago

Buenos Aires/General Carrera hasta el Nahuel Huapi. De lengua teushen.

o Gününa küne o gennakenk: desde Chubut a la Sierra de la Ventana y el sur de Mendoza. De lengua gününa iájech.

El antropólogo argentino Rodolfo Casamiquela revisó en 1965 la clasificación de Escalada, colocando a los Chehuache kenk como pertenecientes a los gününa küne3 y a los het o querandíes como parte de los tehuelches.

Tehuelches insulares: los onas o selknam y los manekenk o haush, en Tierra del Fuego.

Tehuelches continentales: o Tehuelches meridionales:

Tehuelches meridionales boreales: desde el río Santa Cruz al río Chubut. De lengua teushen.

Tehuelches meridionales australes: desde el estrecho de Magallanes al río Santa Cruz. De lengua aonek'o 'a'jen.

o Tehuelches septentrionales: Tehuelches septentrionales boreales o

querandíes: en la región pampeana desde el Río de la Plata a Mendoza. De lengua querandí.

Tehuelches septentrionales australes o gününa küne: al sur de los querandíes hasta Chubut. De lengua gününa iájech.

La arqueóloga argentina Ana María Aguerre en su obra de 1990, "Familias aborígenes del área del Río Pinturas, Noroeste de la Provincia de Santa Cruz", está de acuerdo con Casamiquela sobre los Chehuache kenk, pero amplía su límite sur hasta los ríos Pinturas y Deseado.

Idioma

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El conjunto de la lengua tehuelche propiamente dicha llamada chon, chonik o tsonek, es una de las lenguas amerindias clasificadas dentro del tronco de macro-panoano, familia Mosetén-Chonán y grupo Chonán.

Dialectos

Hasta el siglo XIX se reconocían las siguientes lenguas o dialectos: los gennakenk hablaban el chulilaiagich (o günün a'ajech); los tsoneka centrales, es decir, los ubicados en la actuales provincias del Neuquén, Río Negro y el norte de la del Chubut (entre los gennakenk al norte y los aonnikenk al sur), hablaban la lengua llamada pän-ki-kin o penken.

En la Patagonia central existía asimismo una antigua lengua de interfase entre las etnias tehuelches meridionales y septentrionales, llamada tehuesh (tewsün, téushenkenk o teushen). La misma pertenece asimismo a la familia de lenguas chon y fue paulatinamente suplantada por las voces aonnikenk. Sin embargo, gran parte de la actual toponimia de la meseta central conserva aún hoy sus raíces tewsün, como por ejemplo el vocablo "Chupat" del cual proviene "Chubut".

Finalmente los aónikenk hablaban el tsonk o tsoneka, que constituye el dialecto actualmente más estudiado.

Organización social

Aunque móviles, sus movimientos grupales solían ser circuitos, predominantemente de oeste a este y viceversa. Durante cada temporada tenían sítios donde instalaban sus campamentos, llamados aik o aiken por ellos y tolderías por los españoles y criollos.

Cada una de sus agrupaciones estaba integrada por nexos de parentesco y tenía un territorio específico de caza y recolección; los límites solían estar precisados ancestralmente por accidentes muchas veces poco notorios: una loma, un abrevadero, una hondonada, un árbol importante. En caso de que una agrupación no pudiera satisfacer sus necesidades en su propio territorio, debía pedir permiso a agrupaciones vecinas de la misma etnia para aprovechar los recursos de sus territorios; una transgresión a esta norma solía implicar guerra.

De un modo análogo, al ser fuertemente exogámicos los varones se veían obligados a buscar compañera matrimonial en otros grupos y solían practicar el trueque de mujeres. Esta norma reforzaba los vínculos de unidad étnica. No pocas veces, en lugar del trueque se practicaba el rapto de mujeres, conducta que casi siempre derivaba en guerras intraétnicas.

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Religión

Como en el caso de muchas otras etnias que no desarrollaron una estructura estatal o que fueron ágrafas, no poseían un sistema sectario religioso (liturgia y estructura vertical) como en occidente tal cual se suele entender comúnmente, es algo antojadizo; los tehuelches, como todos los pámpidos, tenían sistemas de creencias basados en mitos, y ritos, no existiendo un sacerdocio sino el tipo de función que suele ser llamada chamanismo. Sus chamanes ejercían la medicina con la ayuda de esos espíritus.

Por otra parte los tehuelches creían en espíritus de los matorrales y en una deidad suprema que creó el mundo pero que no interviene en él. Una de las versiones cosmogónicas es el mito según el cual la deidad llamada Kóoch ordena lo confuso creando los elementos diferenciados; destaca que similarmente en Tierra del Fuego los selknam mantenían el mito según el cual el creador del mundo, es un anciano llamado K'aux o Kénos (casi segura variante del nombre Kóoch o, en todo caso, la denominación de ambas deidades comparte una raíz común), quien fue enviado por el espíritu Temáukel.

Igualmente dentro de la cultura Tehuelche se creía en tipo de espíritu o ser dañino llamado Gualicho, quién también esta presente en la mitología mapuche más austral. Por ello, se postula que al parecer, el concepto de Gualicho habría sido introducido a la cultura tehuelche por el contacto con Pampas y Mapuches. Sin embargo igualmente se dice que tendría algunos elementos propios de las creencias Tehuelches, por lo cual otros postulan que su origen podría provenir de este pueblo, o bien como una contrapartida de la cultura Tehuelche que habría dejado su impronta en los mapuche.

Historia

Antes del descubrimiento de América

Hace 9.000 años a. C. surgió la industria Toldense, caracterizada por puntas de proyectil sub-triangulares bifaciales y raspadores laterales y terminales, cuchillos bifaciales y herramientas de hueso. Más tarde, entre los 7.000 y 4.000 años a. C., aparece la industria Casapedrense, caracterizada por una mayor proporción de instrumentos líticos confeccionados sobre láminas, probablemente como una muestra de la especialización en la caza del guanaco, lo cual también esta presente en los desarrollos culturales posteriores de los patagones.

Desde ese momento y hasta la llegada de los europeos (inicios del siglo XVI) los patagones poseían un modo de vida cazador-recolector en el

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que hacían uso de una movilidad estacional, desplazándose en pos de las manadas de guanacos; durante los inviernos se encontraban en las zonas bajas (vegas, mallines, costas, orillas de los lagos, etc.) y durante el verano ascendían a las mesetas centrales de la Patagonia o a la cordillera de los Andes en donde tenían entre otros sítios sagrados el cerro Chaltén.

Llegada de los españoles

La llegada de los realistas implicó un conjunto de cambios revolucionarios en la cultura de los pueblos originarios y los tehuelches no fueron ajenos a esto; se desataron entre ellos pestes (sarampión, viruela, gripe) que les diezmaron, particularmente a los septentrionales gennakenk.

Esta catástrofe demográfica ocurrida durante los siglos XVII y XVIII facilitó la invasión de sus territorios por parte de los mapuches. De este modo los gennakenk tuvieron dos opciones: integrarse con los invasores y los supervivientes de los het, configurando la etnia puelche, o retroceder hacia el sur para fusionarse con los aonikenk a la par que combatían contra los mapuches. Hacia 1865 libraban encarnizados combates contra aquéllos a orillas del río Senguerr o Gengel, siendo aún recordada por los mapuches la terrible batalla de Languiñeo (este topónimo mapuche significa Allí muchos muertos).

Esta situación culminó con la casi desaparición de los tehuelches septentrional en las provincias de Buenos Aires, La Pampa y Neuquén hasta el río Limay, permaneciendo hacia el oeste algunos grupos Günün-a-küna, que sólo se fusionaron con los mapuches después de la expedición militar del general Conrado Excelso Villegas en 1886.

La constitución de la etnia puelche con linajes que incluían a tehuelches explica, en parte, las actitudes de ciertos jefes puelches como Catriel, Chucul, Foyel o Sayhueque, los cuales o fueron contemporizadores con los blancos y criollos o fueron considerados traidores: Catriel, de origen gennakenk, fue ferozmente muerto al combatir aliado a los blancos por otros puelches más ligados a la etnia mapuche en 1879.

Complejos fueron los lazos sociales de los tehuelches con los inmigrantes galeses que desde la segunda mitad de siglo XIX comenzaron a colonizar Chubut: en general las relaciones fueron armónicas entre ambos pueblos, es así que suelen observarse en zonas del Chubut actual personas de cabellos rojizos y ojos bridados.

La primera apelación que le dieron los europeos fue la de patagones, cuando en 1520 Fernando de Magallanes invernó en la Bahía de San

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Julián, lo que fue relatado por su escribano Antonio Pigafetta. En efecto, aún antes de encontrarse personalmente con ellos, aquellos exploradores quedaron asombrados por las huellas de sus pies. Ampliadas por las pieles que les servían de calzado, pies de suyo mucho más grandes que los de los europeos de entonces (para el siglo XVI la talla media de los europeos era mucho más baja que la actual, mientras que los varones patagones tenían una talla promedio superior a 1,80 m), por lo que les consideraron patones y les evocaron al gigante Pathoagón de las novelas de caballería. De estructura craneal dolicocéfala como otros pámpidos, llegaron a ser famosos en la literatura europea de los siglos XVI a XIX por su gran estatura y fuerza física.

Corresponde tener muy en cuenta que entre los siglos XVI a XVIII el topónimo Patagonia era dado a todo el territorio desde el sur del estuario del Río de la Plata. Esto refuerza la hipótesis de antropólogos como Rodolfo Casamiquela, según la cual los het eran también patagones.

Se sabe poco de la cultura tehuelche anterior al caballo aunque su organización socioeconómica se parecía a la de los onas de Tierra del Fuego. La introducción del caballo a principios del siglo XVIII transformó el modelo de organización social de los tehuelches: se formó en ellos un complejo ecuestre. Al igual que los amerindios de las Grandes Praderas de Norteamérica, los tehuelches también trabajaron las estepas de matorrales de la Patagonia, viviendo principalmente del guanaco y de la carne de rhea (ñandú o choique), seguida de la carne de huemul, venado, mara e incluso puma y jaguar, además de ciertas plantas (pues aunque tardíamente, aprendieron a cultivar la tierra). En cuanto a peces y mariscos, existían en ciertos casos tabúes: algunos grupos tenían, por ejemplo, prohibido el consumo de pescados. Sus grupos solían estar constituidos por entre 50 a 100 miembros.

La adopción del caballo significó una profunda revolución social en la cultura tehuelche: la movilidad que les deparó alteró las ancestrales territoralidades y modificó en gran medida el patrón de los desplazamientos, si antes del siglo XVII predominaban las trashumancias este-oeste en pos de los guanacos, a partir del complejo ecuestre tomaron gran importancia los desplazamientos longitudinales (de sur a norte y viceversa) estableciéndose extensos circuitos de intercambio: a mediados del siglo XIX los aonikenk trocaban sus pieles y moluscos por cholilas (frutillas, zarzamoras, calafates, semillas de pehuén, llao llao, brotes y cogollos de coligüe, etc.) y manzanas a los gennakenk del Neuquén, del Alto Valle del Río Negro y del llamado País de las Frutillas o Chulilaw (bella región delimitada aproximadamente al norte por el lago conocido actualmente como Nahuel Huapi, al este por las cordilleras bajas y morrénicas llamadas Patagónides, al oeste por las altas cumbres

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de los Andes y al sur por el lago llamado Buenos Aires o General Carrera).

El caballo (que conocieron a partir de 1570), o más exactamente la yegua, pasó a ser parte principalísima de su dieta, dejando en segundo lugar a los guanacos. Los selknam de Tierra del Fuego en cambio no dieron en desarrollar un complejo ecuestre comparable.

Situación actual

En la actualidad (2007), según el Censo Indígena Nacional, hay unos 52 ciudadanos descendientes de la etnia hablantes de la lengua tsonek y 113 no hablantes. La población con linaje tehuelche que se ha mantenido más apegada de esta cultura se ubica en la meseta central de la provincia argentina de Santa Cruz aunque, como otras etnias originarias de la Argentina, hoy en día se encuentra acriollada.

En Santa Cruz existe la reserva de Camusu Aike (3.900 ha a 170 km de Río Gallegos) y asentamientos en los Lotes 6 y 28 del lago Cardiel y en Cerro Índice. En Chubut se hallan las reservas de El Chalía (a 60 km de la localidad de Ricardo Rojas) y de Loma Redonda (entre Río Mayo y Río Senguer).4

En la provincia del Chubut existen grupos mestizos de mapuches y tehuelches muy mapuchizados y que se denominan mapuches-tehuelches.

LOS SELKNAM

Los selknam (también escrito como selk'nam o shelknam), más conocidos como onas, son un pueblo indígena americano, hoy mestizado, de la Isla Grande de Tierra del Fuego a la que ellos llamaban Karukinká. El nombre "ona" proviene del idioma yagán y ha prevalecido sobre selknam, que ellos utilizaban para autodenominarse. Antes de su casi extinción, eran nómadas terrestres, cazadores y recolectores.

Origen

Eran parientes cercanos de los aonikenk o tehuelches que habitaban en la Patagonia al norte del Estrecho de Magallanes, con ellos tenían una

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notable semejanza física, de lenguaje y de costumbres. Eran altos con una talla media de 1,80 metros, musculosos, corpulentos, anchos de hombros y de tez bronceada.

Historia

Los ancestros de los selknam llegaron a la Tierra del Fuego posiblemente antes de que esta se convirtiera en una isla. Conpartían la isla con un pueblo emparentado, los haush, que compartían con ellos muchos rasgos culturales y físicos y también con dos pueblos canoeros (nómades marinos): los kawésqar o alacalufes y los yaganes. Los selknam habitaban principalmente el norte y centro de la isla y habían terminado por confinar a los haush en el sureste (Península Mitre). El contacto con el hombre blanco comenzó en 1520 cuando Magallanes descubrió el estrecho que lleva su nombre y vio las fogatas de los indígenas que motivaron el nombre del territorio. Posteriormente, los contactos continuaron en forma esporádica hasta las últimas décadas del siglo XIX con la llegada de misioneros salesianos y de hombres blancos a colonizar y explotar la isla. Los territorios que antes eran el libre hogar de estos cazadores nómadas, fueron cercados. Muchos de ellos rompieron las cercas y cazaron y comieron la carne de las ovejas, a la que llamaron "guanaco chico" o "guanaco blanco". Estos hechos condujeron a la consumación de un genocidio que acabó casi completamente con ellos. Este contacto permanente tuvo devastadoras consecuencias para esta etnia, pues además les transmitieron enfermedades contagiosas y los desplazaron de sus territorios de caza. En 1881 eran alrededor de 4.000 individuos.

Los últimos Seknam, en Puerto Harris, Isla Dawson, 1896

En 1883 comenzó la explotación ganadera con la concesión por parte del gobierno chileno de las primeras estancias a particulares y en 1887 llegaron los mineros en busca de oro en el sector norte de la isla. En 1888 se estableció una misión salesiana en isla Dawson con el propósito de evangelizar y civilizar a los indígenas. En 1891 la población había disminuido a no más de 2.000 personas.

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En 1895 los estancieros llegaron a un acuerdo con la misión salesiana de isla Dawson, le pagarían una libra esterlina por cada indígena recluido en la misión. Con los años más de 800 llegaron a isla Dawson muriendo la mayoría por el cambio de estilo de vida al sedentarismo ocioso y las enfermedades. En 1974 murió la última representante pura de esta etnia, Ángela Loij. Descendientes mestizos de los onas viven en la parte argentina de la isla Grande de Tierra del Fuego formando la comunidad Rafaela Ishton.

Idioma

De acuerdo a la clasificación de Joseph Greenberg, el idioma selknam era una lengua lengua amerindia, andina, meridional. También se la clasifica dentro del tronco macro-panoano, Familia Mosetén-Chon - Grupo Chon. Junto con la lengua de los haush eran las más australes de las lenguas chon, y se habló en Tierra del Fuego y en las áreas de la Patagonia en torno al estrecho de Magallanes.

Algunas Palabras:

Sol: Kré / kran Luna: Kréen / krä Noche: Kauk'n Día: Kerren Hombre: C'ón / Chohn Mujer: Naa / Nah Uno: Sós Dos: Sôki Tres: Sauki Cuatro: Koni-sôki Cinco: Kismarey

Organización social

La base de la organización era la familia, padre, madre, hijos, pero a esta se incorporaban los parientes que ocupaban el mismo territorio, llamado haruwenh. Había muchos territorios perfectamente delimitados. Formaban "clanes" patrilineales de 40 a 120 miembros con jurisdicción sobre un territorio de caza. Los hombres tomaban esposas de otros clanes. La vida nómada de los selknam es similar a la de los cazadores de la Patagonia y de la Pampa. Cada miembro tenía sus obligaciones bien especificadas: el hombre cazaba y confeccionaba las armas, la mujer, labores domésticas, cuidado de los niños, transportaba e instalaba la vivienda. Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el Hain, ritual de iniciación sexual en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a

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preservar su orden social: el patriarcado. Si en sus viajes encontraban una ballena varada o estaban en peligro, empleaban señales de humo para comunicarse entre los grupos.

La vivienda

Construían dos tipos de viviendas, llamadas kawi. Una de forma semicircular y la otra en forma de cono. Las construían con palos enterrados en la tierra con los que formaban una estructura que cubrían con pieles de animales.

Religión, ritos y creencias

Celebraban ritos de iniciación masculina durante los cuales los ancianos revelaban los secretos tribales a los jóvenes o klóketen, tal rito iniciático era llamado h'ain; realizado al producirse la pubertad daba a los jóvenes la categoría de adultos, si a muchos observadores externos les puede llamar la atención el "body-art" -los cuerpos eran pintados-, sorprendieron aún más a los testigos presenciales por las durísimas pruebas -en especial de resistencia física- a que eran sometidos los iniciados. Las mujeres estaban excluidas. Los ritos se basaban en un mito que narraba cómo los hombres habían derribado una organización previa dominada por las mujeres.

Referentes a sus deidades, eran politeistas y creían en un ser supremo que castigaba la maldad. Temáukel era la denominación de una gran entidad preternatural que consideraban mantenía ordenado al mundo, aunque la deidad creadora era llamada K'aux, se le imaginaba como un anciano humano que había logrado liberar a los shelk'nam de la tiranía de una mujer primordial llamada Táiyin. Pero había un tercer dios supremo, el que velaba por el orden y las buenas actitudes de los miembros de cada tribu, y el que inculcaba todas y cada una de las leyes a los selknam: Quenós. El sol y la luna a los que llamaban Krenn y Kreen, tenían gran importancia para ellos. El sol, esposo de la luna, corría tras ella para castigarla sin alcanzarla. La luna representaba un espíritu maligno causante de todas las desgracias.

Los "chamanes", llamados kon, ayudaban a los cazadores y curaban enfermedades, recibían su poder de los espíritus de los "chamanes" muertos, quienes se les aparecían en sueños. A los muertos se les enterraba superficialmente y la familia abandonaba el lugar y quemaban sus pertenencias ya que había que olvidar en la tierra al difunto. Los selknam tenían la creencia que después de la muerte se les llevaba a un juicio celestial en presencia de todos los dioses. Si ellos no deseaban que el difunto ingresara a su reino y gozara de vida eterna (ya sea por mala conducta o por faltar alguna ley), debía castigárseles llevándolo a

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los infiernos, donde la diosa de los infiernos, el caos y las malas actitudes, Jalpen, lo esperaba para hacerle sentir sufrimiento y dolor por la eternidad.

Los selknam creían además que la diosa Jalpen recurría a sus dioses guerreros, los Soortes, para llevar a cabo sus planes de caos y destrucción.

Vestimenta

Andaban desnudos y para protegerse del frío y la lluvia usaban una larga capa de piel de guanaco, a veces podía ser de zorro o cururo, que los cubría desde el cuello hasta las rodillas. La empleaban con la piel hacia fuera y la llamaban chonhkoli. Usaban mocasines, zapatos fabricados con la piel de las extremidades del guanaco, cosidos con el pelo hacia fuera. El fuerte de la cultura Selknam era sin duda la pintura corporal.

Alimentación

Se alimentaban de aves, guanacos, zorros colorados y cururos, lo que complementaban con la recolección de productos marinos, como mariscos que encontraban en las playa o alguna ballena varada; y de frutos silvestres como el calafate o la chaura.

Herramientas

Fabricaban herramientas de piedra, hueso y madera y vivían de la naturaleza, sin cultivar la tierra. Su principal arma eran el arco y la flecha. También empleaban la honda y el arpón.

Flora

El bosque de roble magallánico. Ellos no eran agricultores.

Fauna

Guanacos, zorros colorados, cururos y una gran diversidad de aves conformaban la fauna autóctona del territorio.

Los cazadores de indios

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Julio Popper en una de sus "cacerías". A sus pies, yace un ona muerto. La foto corresponde a un álbum que Popper obsequió al Presidente Juarez Celman. Una vez concluida la Conquista del Desierto, estancieros, buscadores de oro y particulares lanzaron una campaña de exterminio contra la población indígena de Tierra del Fuego

Cuando los primeros colonizadores pisaron la isla de Tierra del Fuego, se produjo el comienzo del fin de esta etnia, muriendo en sólo 20 años casi todos los nativos. Esto fue provocado en gran medida por los grupos de "cazadores de indios" formados por ciudadanos europeos que realizaban expediciones de exterminio.

Genocidio Selknam

Julio Popper tuvo varios enfrentamientos con los selknam fotografiándose con las "piezas cobradas". Capataces y peones ingleses, escoceses, irlandeses e italianos, fueron los "cazadores de indios" que como Mac Lennan o "chancho colorado", pusieron el precio de una libra por testículos y senos y media libra por cada oreja de niño. Otro testimonio referido a los aborígenes que ahogaron entre la marea y los fusiles en Cabo Peña dice: "Esos los hizo matar Chancho colorado, Mc Lennan el verdadero nombre, administrador otro, son tres, Sam Ishlop y Stewart, algo de malvinero por ahí. Que yo sé, que más o menos que los conozco por mi mamá que los nombró a todos...y hay varios más que yo no me acuerdo" (Federico Echelaite o Echeline, de madre Ona y padre noruego, falleció en 1980 a la edad de 75 años; transcrito de la película "Los Onas, vida y muerte en tierra del fuego", A.Montes, A.Chapman y J.Prelorán). De los 4.000 de 1880 apenas quedaban 500 hacia 1905. Para entonces el genocidio casi había cesado. Los pocos que quedaron luego sucumbieron por las enfermedades introducidas.

Su presencia moderna

Hacia la década de los años 1980 quedaban entre 3 y 5 descendientes: Pacheco, Francisco Minkiol (nacido en 1916 en Río Gallegos), Federico

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Echeuleilene (nacido en 1905), Luis Garibaldi Honte (90 años, nacido en la Isla Grande), Segundo Arteaga y Rafaela Iston Martínez. El grado de conocimiento de su lengua variaba en cada caso. Anne Chapman cita también a Rosaria Imperial y Alfredo Rupatini. Probablemente a estas alturas ya no quede nadie vivo que hable esta lengua. También se menciona como una de las últimas selknam a Virginia Choinquitel, quien murió en 1999 a los 56 años.

LOS YAMANAS O YAGANES

Los yaganes o yámanas son indígenas nómades canoeros, recolectores marinos, cuyos antecesores habitaron desde hace aproximadamente unos 6.000 años los canales fueguinos chilenos que se extienden al sur y hacia el oeste de la isla grande de Tierra del Fuego hasta los canales Magdalena y Cockburn. También habitaron la isla Navarino e islas ubicadas al sur de esta hasta el Cabo de Hornos y la orilla norte del canal Beagle, en territorios que actualmente pertenecen a Chile y Argentina.

Etimología

Yámana significa "hombre" en su acepción de "ser humano de sexo masculino" y ellos prefieren el nombre yagán para sí mismos y para su idioma.1 que también en otras fuentes es referido como yamaníhasha. La palabra yagán deriva de Yaga que era el nombre que daban al canal Murray, lugar donde solían reunirse y fue adoptado por los misioneros protestantes ingleses cuando establecieron una misión cercana a ese lugar.

Origen

Existen dos hipótesis de poblamiento, sensiblemente iguales a las de los kawésqar. Una que procedían del norte siguiendo la ruta de los canales chilotes y que atravesaron hacia el sur cruzando el istmo de Ofqui. La otra es que procedían desde el sur y poblaron las islas ubicadas al sur del Estrecho de Magallanes continuando hasta el Cabo de Hornos, en su punto de expansión sudoriental hacia el siglo XVIII lindaban con los manekenk, se considera que esporádicamente durante las temporadas calmas los yamana o "yaganes" arribaban a las islas Malvinas, allí habrían llevado el perro yagán que luego se tranformaría en el guará.

Ubicación geográfica

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El área que ocupaban era enorme, pero no tan extensa como la de los kawésqar con quienes se juntaban en la isla Clarence, al sur del estrecho, cuando concurrían a buscar la pirita de hierro que empleaban para encender fuego (Ver Técnicas para hacer fuego ) , elemento indispensable para calentarse.

Se conoce la existencia de cinco parcialidades yámanas, que correspondían a variedades dialectales de la lengua yagán y cuyos nombres y ubicaciones son los siguientes:

Wakimaala: en Canal de Beagle desde Yendegaia hasta Puerto Róbalo, incluyendo Isla Ambarino, el Canal Murria e Isla Hoste.

Utamaala: al este de Puerto Williams y la Isla Gable hasta las islas Picton, Nueva y Lennox.

Inalumaala: en el Canal de Beagle, desde la punta Divide hasta la península Brecknock.

Yeskumaala: en el archipiélago del Cabo de Hornos

Ilalumaala: desde Bahía Cook, hasta el Falso Cabo de Hornos.

Historia

Los yámana llegaron a su área de nomadismo hace unos 6.000 años. Eran bajos, "desproporcionados" (por su adaptación a una vida canoera solían tener extremidades inferiores poco desarrolladas y, por contrapartida, troncos y extremidades superiores muy robustas) y corpulentos. Sus primeros contactos sostenidos con el hombre blanco lo establecieron entre 1826 y 1830 con las tripulaciones del capitán Fitz Roy quién estimó una población de unos 3.000 indígenas y posteriormente, en 1871, con los misioneros protestantes que se establecieron en la actual Ushuaia.

En 1869 misioneros ingleses fundaron la misión anglicana de Ushuaia (de la Iglesia de Inglaterra), en la costa norte del Canal Beagle. La misión se convirtió en un polo de atracción para los yámanas, formando un poblado permanente que en 1880 era habitado por unos 300 yámanas.

El contacto con el hombre blanco trajo las enfermedades, sobre todo el sarampión en 1884 y la de neumonía y de tuberculosis en 1886 en las que los yámanas, concentrados en la misión anglicana, murieron por centenares. Estas enfermedades minaron a su población de tal forma que en 1908 sólo quedaban 170.

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Hacia 1890 ya existía una colonia de más de 300 croatas en dichos parajes. A comienzos del siglo XX, las tierras ancestrales de los yamanas en la isla Navarino fueron ocupadas por extranjeros. En 1950 quedaban 63 yámana los que habían quedado reducidos a 58 un cuarto de siglo más tarde. Se incluye en esta cantidad a 10 personas que pertenecen al grupo étnico pero que no presentan antecedentes yámana, sino alacalufe. Entre los 58 ya señalados, se incluyen también 3 hombres y 5 mujeres que son los representantes actuales de los yámana "puros". Al respecto es necesario recalcar que estando ya cerrada la posibilidad de fecundación de las representantes femeninas de este pequeño grupo, estas ocho personas son los últimos individuos con ambos progenitores yámana que podrá tener este grupo étnico. En el futuro toda la descendencia de los yámana será mestiza.

Actualmente casi todos los miembros de la comunidad yámana residen en Villa Ukika, un poblado cercano a Puerto Williams en la Isla Navarino. Unos pocos yámanas más se han dispersado por otros lugares de Chile. En Argentina sólo se conoce la existencia de cuatro personas de esta etnia en la ciudad de Río Gallegos ciudad capital de la provincia de Santa Cruz.

Choque transcultural

En 1830 el capitán Robert Fitz Roy, a raíz de un incidente con un bote, capturó a 4 yámana; los embarcó en su nave, el Beagle, y los llevó a Inglaterra para educarlos y civilizarlos. Eran 3 hombres y una mujer, uno de los hombres murió al llegar a Inglaterra. Los 3 restantes luego de dos años de permanencia en Inglaterra donde hasta fueron presentados a los reyes emprendieron el regreso en el mismo Beagle al mando de Fitz Roy, desembarcando en la isla Navarino luego de un año de viaje. En cuanto Fitz Roy levó anclas, los tres fueguinos volvieron a su vida anterior. Estos habían sido bautizados como Fueguia Basket, York Minster, Boat Memory y Jemmy Button.

Exhibicionismo humano forzoso

El hombre blanco europeo desde su primer contacto con los indígenas patagónicos los consideró salvajes dignos de estudio. A partir de 1871 comenzó la exhibición de indígenas vivos en ciudades europeas y norteamericanas, costumbre que cesó a comienzos del siglo XX. Familias completas de las etnias kawésqar, yagán y mapuche fueron exhibidas en Francia, Inglaterra, Bélgica y Alemania. Llegaban secuestrados por encargo de sociedades científicas y por comerciantes que lucraban con su exhibición al público. Los viajes duraban entre 4 y 6 meses, y en ellos los indígenas solían enfermar y morir

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Cultura

Organización social

Formaban bandas que no tenían jefes. Durante el invierno buscaban refugio en las costas donde armaban sus chozas. La base era la familia dirigidos por el padre y con roles asignados a cada integrante. Estos grupos familiares coexistían e interactuaban constituyendo partidas de caza no muy numerosas, facilitándose de esta forma el desplazamiento por los canales y el abastecimiento de alimentos.

Idioma

Aunque su idioma está aún (2008) sin clasificar de un modo concreto por parte de la ciencia lingüística, resulta uno de los rasgos más señalados de su cultura ya que poseía un extensísimo glosario de unas 32.000 palabras (es el número de vocablos recopilados recopilado por Thomas Bridges aunque se considera superaban las 40.000);2 el idioma yamana tenía léxico muy especializado en algunos campos semánticos en cuanto llegaba a señalar definidamente objetos en cosas que en otras lenguas pasaban y pasan inadvertidas o resumidas en un nombre de conjunto (complexivo), y por otra parte lograba singulares síntesis (particularmente para reflejar conductas y estados afectivos) como lo demuestra la palabra mamihlapinatapai.

La canoa

La canoa era fabricada con cortezas, preferentemente de lenga. Su longitud era variable, entre 8 ó 9 metros, y en ella podía acomodarse una familia. La canoa era su vivienda flotante, pues en ella pasaban buena parte del tiempo

Creencias

Creían en un ser único y poderoso, Watauinewa a él le rogaban prácticamente para iniciar cualquier actividad. También creían en espíritu malos a los que denominaban Curspi.

Curanderos y funeral

Entre los yámana existieron y fueron importantes los curanderos o "chamanes", llamados Yekamush, quienes podían sanar enfermos, curar desequilibrios emocionales e invocar a los espíritus. Cuando un yámana fallecía, lo envolvían con cueros y junto a él ponían sus pertenencias. Lo cubrían con tierra y ramas y abandonaban el lugar para siempre.

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Vestimenta

Pese al frío húmedo de los territorios que habitaban su ropaje mantenía gran parte del cuerpo al descubierto, la explicación para esta aparente paradoja estaba precísamente en un modo de evitar la saturación por humedad (que acelera la pérdida de calor corporal) merced a la ventilación de las partes de la piel en donde menos se pierde calor. Usaban cueros de lobo marino o nutria sobre sus hombros, atados en el cuello y en la cintura esta pieza relativamente pequeña era desplazada sobre el tronco para tapar las zonas donde más incidía eventualmente el viento; utilizaban además, otro cuero que cubría sus genitales y fabricaban sencillos calzados de cuero semejantes a mocasines. Las mujeres usaban collares elaborados de huesos de ave o de caracoles pequeños.

Alimentación

Consistía principalmente en carne del lobo marino, nutria y carne de ballena; para cazar a estos mamíferos empleaban largos arpones. Además consumían una gran variedad de especies marinas, entre las que destacan las cholgas, erizos, centollas y diversos peces. Cuando acampaban, consumían complementariamente carne de guanaco y aves, así como hongos, bayas y huevos, también se alimentaban de pingüinos al espiedo (espetados sobre un fogón haciéndoles girar para que perdieran parte de su grasa la cual podía ser utilizada para cubrir la piel o como linimento). No eran agricultores. Rastros de sus sitios más frecuentados de alimentación son los Køkkenmødding que se observan en las costas de los territorios que habitaron.

Herramientas

Los materiales utilizados para la elaboración de sus herramientas fueron hueso, madera y piedra, agregando cueros de animales, sus tendones, nervios y fibras vegetales. Con ellos fabricaban sus armas e instrumentos de caza y pesca. Por ejemplo: lanzas, flechas, etc.

KAWESKAR

Los kawésqar, kawéskar, alacalufes o alakalufes (nombre posiblemente derivado del apodo peyorativo en yagán: halakwulup o halakwoolip, comedores de mejillones, cuya difusión algunos investigadores atribuyen al navegante inglés Roberto Fitz Roy), son

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indígenas, nómades canoeros que recorrían los canales de la Patagonia chilena, entre el Golfo de Penas y el Estrecho de Magallanes; también se desplazaban por los canales que forman las islas que quedan al oeste de la Tierra del Fuego y al sur del estrecho.

Su idioma es el kawésqar, nombre con el que ellos se autodenominan. En su idioma, esta palabra significa "persona" o "ser humano". El nombre alacalufe, originalmente puede haber tenido una intención despectiva y ellos no lo usan.

Etimología

Kawésqar significa "de piel y hueso" y era el nombre con que ellos se autodenominaban. Alacalufe fue el nombre que les dio, al parecer, el marino inglés Robert Fitz Roy, nombre que perduró hasta mediados del siglo XX en que el gobierno de Chile comenzó a emplear oficialmente la denominación kawésqar para referirse a esta etnia.

Origen

Hay dos hipótesis sobre su llegada a los lugares de poblamiento. Una, que procedían del norte siguiendo la ruta de los canales chilotes y que atravesaron hacia el sur cruzando el istmo de Ofqui. La otra es que procedían desde el sur y a través de un proceso de colonización y transformación de poblaciones cazadoras terrestres procedentes de la Patagonia Oriental poblaron las islas del Estrecho de Magallanes y subieron por los canales patagónicos hasta el Golfo de Penas.

Ubicación geográfica

El área que ocupaban para sus desplazamientos es enorme, pero se puede decir que giraban alrededor de dos puntos. Uno en la ribera sur del Estrecho de Magallanes, en la isla Clarence y el otro en la parte sur del Golfo de Penas en el islote Solitario en el Archipiélago de las Guaitecas. La causa de esta focalización fue la obtención del fuego. Los kawésqar necesitaban el fuego para calentarse y con el pasar de los siglos descubrieron estos dos puntos donde había pirita de hierro, mineral con el que lograban las chispas necesarias para encenderlo. Ver Técnicas para hacer fuego

Historia

Los kawésqar llegaron a su área de nomadismo hace unos 6.000 años. Fueron descritos por algunos navegantes como: pequeños, feos, flacos y de un hedor insoportable. En el siglo XVI cuando establecieron sus primeros contactos con el hombre blanco, se estima que eran unas

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2.500 a 3.000 personas. A fines del siglo XVIII comenzaron a llegar a la zona una gran cantidad de barcos balleneros y loberos, especialmente de nacionalidad inglesa y norteamericana. A contar de esta época empezaron a contraer las enfermedades que pronto los llevarían a su declinación numérica.

Los europeos, desde su primer contacto, censideraban a los indígenas patagónicos como salvajes dignos de estudio. A partir de 1871 comenzó la exhibición de indígenas vivos en ciudades europeas y norteamericanas, costumbre que cesó a comienzos del siglo XX. Familias completas de las etnias kawésqar, yagán, selknam y mapuche fueron exhibidas en Francia, Inglaterra, Bélgica y Alemania. Llegaban por encargo de sociedades científicas y por comerciantes que lucraban con su exhibición al público. Los viajes duraban entre cuatro y seis meses y en ellos los indígenas solían enfermar y morir.

A fines del siglo XIX misioneros salesianos obtuvieron la concesión de la isla Dawson donde establecieron una misión con el propósito de evangelizar, “proteger y cuidar” a los indígenas de la zona, con ello comenzó el proceso de transformación de su vida nómada en sedentaria y el cambio de sus hábitos ancestrales, como la vestimenta, dejando de usar el aceite de foca y la capa que los protegía del agua de la lluvia y del frío, debiendo usar ropa occidental, la que al estar permanentemente húmeda les trajo nuevas enfermedades. En 1900 se estimaba una población de 1.000 kawésqar la que 1924 había descendido a 250.

En 1937 el Gobierno chileno, mediante la Fuerza Aérea de Chile estableció una estación en Puerto Edén. Su primer jefe fue el sargento Carlos Gaymer Gómez, quien llegó con su esposa Raquel Verdugo Rojas y su suegra Matilde Rojas. El sargento Gaymer y su familia permanecieron en Puerto Edén hasta abril de 1950 en forma ininterrumpida, la señora Matilde falleció en 1949 y fue sepultada en el cementerio de Puerto Edén. Durante estos 12 años la familia dedicó sus mejores esfuerzos a educar y capacitar a los kawésqar que llegaron a vivir alrededor del puesto. La familia Gaymer Verdugo durante ese período adoptó a dos niños: Ana Rosales Ulloa y a Carlos Edén Maidel, Peteyem, que en 2007 reside en Nueva York, USA.

A fines del año 1940, el gobierno autorizó que un joven kawésqar de 10 años de edad que destacaba por su vivacidad e inteligencia, con la autorización de sus padres, fuera trasladado a Punta Arenas para estudiar bajo la tutela de los sacerdotes salesianos. El presidente de la república don Pedro Aguirre Cerda supo de este caso y decidió apadrinar a Lautaro Edén Wellington, Terwa Koyo y dispuso que fuera trasladado a

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Santiago para terminar su enseñaza de humanidades. Lautaro en 1947 entró a la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea. En 1948 contrajo matrimonio con la enfermera Raquel Toro Vilches y en 1949 regresó con el grado de cabo 2º mecánico, siendo destinado a la estación de Puerto Edén. Terwa Koyo viajó sin su esposa y al encontrarse entre su pueblo, comenzó a tratarlos como una tropa, mandándoles hacer ejericicios militares y trabajos de acarreo de tierra, cosa que ellos aceptaron de buen grado, pues habían llegado a admirarlo.1 A los pocos meses desertó regresando a la vida nómada de sus antepasados. Prácticamente toda la población joven de Puerto Edén lo siguió. Lautaro falleció en 1953 al hundirse su chalupa. Fue una persona admirada por sus compañeros.

En 1992 había unos 60 indígenas que vivían en Punta Arenas y la mayor parte en Puerto Edén. En el 2000 se estimaba que no quedaban más de 17 kawésqar puros.

Existen unas quince personas que se consideran pertenecientes a este pueblo [cita requerida]. A lo largo del tiempo han experimentado una profunda transformación cultural y social. Actualmente, su lengua y sus tradiciones han disminuido mucho, llegando a temerse su desaparición definitiva.

La muerte de Jérawr Asáwer, rebautizada como Fresia Alessandri Baker, el 26 de octubre de 2003, recibió cobertura de la prensa, como un ejemplo de la disminución poblacional de este pueblo. El 5 de Agosto de 2008, fallecio el ultimo kawésqar puro, Alberto Achacaz Walakial, de 79 años.

Cultura

Organización social

La unidad base era la familia, la que se desplazaba sola en su canoa en búsqueda de su alimento, ocasionalmente se agrupaban dos o tres familias para tareas específicas. Cuando estaban en tierra hacían una choza muy liviana con armadura de madera, roble o canelo la que era cubierta con pieles de foca o nutria.

La canoa

La canoa era la pieza más importante y apreciada de su patrimonio material. Era fabricada con cortezas, preferentemente de coigüe. Su longitud era variable, entre 8 ó 9 metros y en ella podía acomodarse una familia. La canoa era además de un medio de transporte una verdadera vivienda flotante, pues en ella pasaban buena parte del tiempo. En el

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siglo XX y por influencia de los loberos chilotes, empezaron a contruir canoas de un tronco ahuecado, a semejanza de los bongos de Chiloé.

Creencias

Creían en ser bueno, Alep-láyp o según otros Arca kercis, espíritu bueno al cual le daban gracia cuando a causa de un naufragio recibían copioso alimento y herramientas de fierro o cuando una ballena se varaba en una playa a morir. Ayayema, el espíritu del mal. Kawtcho, es el espíritu rondador de la noche Mwomo espíritu del ruido, el que produce las avalanchas de nieve.

Ritual de sanación y funeral

Cuando alguien se enfermaba gravemente en su grupo, después de que los curanderos trataran de sanarlo quebrándole una lanza en su espalda, apretando el lugar enfermo, luego chuparlo y al final soplarlo hacia el cielo. Si los cuidados y los ritos no tenían efectos positivos el enfermo era abandonado para que pasara solo sus últimos momentos. Rara vez enterraban a los muertos, en vez de eso, doblaban el cuerpo y lo envolvían en una piel y entre cuatro cuerdas, después se les metía al mar dentro de una canoa con piedras para que se hundiera. En ocasiones se dejaba el cuerpo dentro de una caverna o bajo un roquerío en cuclillas.

Vestimenta

Se vestían con una capa de pieles de nutria o de foca que les cubría los hombros y la espalda, la amarraban al cuello con tiras de cuero o fibra.

Alimentación

Eran eminentemente carnívoros. Se alimentaban de lobos marinos, focas y nutrias. Eventualmente de ballena que encontraban varada en una playa, lo que daba ocasión para que se reunieran por varias semanas y a veces meses, varias familias a disfrutar del festín.

Herramientas

Trabajaban la piedra, la madera, los huesos y nervios de ballena, las conchas de los mariscos y las pieles de nutria y foca. Con estos elementos confeccionaban flechas, arcos, hondas, arpones y cuchillos para trabajar los troncos con los que fabricaban sus canoas. Con fibras vegetales y de los animales fabricaban cestos y canastillos. El metal sólo lo conocieron por su contacto con el hombre blanco.

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HAUSH

Los haush o aush autodenominados mánekenk eran los aborígenes pertenecientes a la etnia considerada como más antigua de Tierra del Fuego, por este motivo se les supone un origen paleoamericano y no indoamericano, si tal suposición es correcta habitaron el archipiélago fueguino desde hace unos 10.000 años.

Nómadas, hábiles cazadores de guanacos, compartían muchas costumbres con los selknam, entre ellas sus armas especialmente el uso del arco pequeño y la flecha, así como la vestimenta basada en pieles, y la práctica del ritual de iniciación de los varones llamado hain. Vivían en grupos de dos o tres familias siendo su cultura material, especialmente la técnica, muy rudimentaria: chozas que eran simples enrramadas cubiertas de musgo y cueros, así como la confección de recipientes cerámicos y de cestería o de vejigas muy elementales, fabricaban

canoas monóxilas más simples que las de los yámana y los kawésqar, tal retraso cultural en el nivel material se explica por dos grandes razones, su aislamiento geográfico y el adverso medioambiente en que vivían (zona fría, perhúmeda y muy ventosa con escasos recursos naturales). A ellos se debe con casi plena certeza la existencia de la mayoría de los kjøkkenmødings o "concheros" del archipiélago fueguino. Su modo de producción era cazador-recolector, con una dieta hipercrasa e hiperprotéica ya que la mayor parte de su alimentación provenía de los guanacos, lobos marinos, mariscos, crustáceos, pingüinos y peces que cazaban, pescaban o mariscaban, el complemento vegetal de tal dieta era un hongo que crece sobre el guindo, las algas llamadas kelp o cachiyuyo y el hongo llamado "pan de indio", a esto se sumaba el aprovechamiento colectivo de la carne obtenida de los cetáceos que varaban en las playas.

Fueron empujados desde el s XIV por los sélknam hacia el extremo sureste de la Isla Grande de Tierra del Fuego, apenas quedaba una pequeña población -al parecer muy mixogenizada con sus vecinas- de esta etnia a la llegada de los conquistadores españoles a su pequeño territorio en 1619. Según los cálculos de Lothrop en 1850 debieron existir unos 300 mánekenk. En 1890 el misionero Lucas Bridges censaba sólo a sesenta mánekenk, en 1911 se contaban sólo cuatro personas que se consideraban mánekenk. Una de las últimas noticias acerca de ellos la debemos a Tonelli, quien en 1926 afirmaba conocer a una sola persona.

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La denominación haush parece ser ajena a ellos y derivar de una palabra despectiva del idioma de los yámana, palabra que significaba "grasa de pez", sin embargo en sus últimas épocas parecen haber adoptado como autoetnónimo tal palabra quizás por su facilidad de pronunciación y por desconocer su significado original.

La lengua haush (mánekenk(e)n, aus) fue una lengua amerindia, andina, meridional que se hablaba en determinadas zonas de la Patagonia. También se la clasifica dentro del tronco macro-panoano, Familia Mosetén-Chonán - Grupo Chonán.

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