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“María: Camino de Luz del Farmacéutico"

PREGÓN DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

REAL E ILUSTRE COLEGIO DE FARMACÉUTICOS DE SEVILLA

Pronunciado por Martín Carlos Palomo García

Presentado por Matilde Sánchez Reyes

Sevilla. 27 de Noviembre de 2016

Salón Real del Hotel Alfonso XIII

Pregón de la Inmaculada 2016. Martín Carlos Palomo García.

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PRESENTACIÓN

Matilde Sánchez Reyes. Pregonera del año 2015

Al igual que hice hace un año, desde este mismo atril, quiero empezar con una oración.

Que la dulzura de la mirada de María,

Madre de la Misericordia,

nos acompañe

y todos podamos descubrir cada día

la alegría de la ternura de Dios.

Finaliza el año santo de la Misericordia y nos presentamos otra vez ante nuestra

Patrona, la Inmaculada Concepción de María.

Nuevamente acudimos a esta cita que reúne a la Farmacia y María. Creo que a veces no

somos conscientes del privilegio que es contar con Ella como Patrona y menos aún de la

hermosura de este momento en que la farmacia sevillana se rinde a sus pies.

Aprovechémoslo, vivámoslo con recogimiento, que sea un rato de oración, de

meditación…

Finaliza el año de la Misericordia y como decía la nueva santa, la Madre Teresa de

Calcuta, “hay que amar hasta que duela”, pues el amor permanece, no tiene fecha de

caducidad, algo que nos enseñó María con su ejemplo. Puede parecer simple aunque

sabemos que cuesta, poner lo mejor que podamos tener cada uno en disposición de

servicio a los demás.

Pero también ha sido éste un año convulso a todos los niveles. Y tristemente

contemplamos como por encima de las guerras, de las injusticias, de los individualismos

y de las miras a corto, falta sembrar en valores, en amor y en misericordia. Y esto me

lleva a reflexionar que esta siembra debe empezar por mi propio corazón, por nosotros

mismos, pues con frecuencia vivimos tan deprisa que parece que se nos escapa la vida y

no hay tiempo para lo principal.

También ha sido un año de cambios en nuestro sector. A las habituales subastas y orden

de precios de referencia, sumamos nuevos decretos, la vuelta de los DH a la farmacia

andaluza, cambio de ministro y el nacimiento de Bidafarma. Una cooperativa más fuerte


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y sólida, mejor preparada para defender a la farmacia y a nuestro modelo y para

afrontar los retos de la farmacia del mañana. Y siempre fiel a sus valores y a su esencia:

la vocación de servicio a la farmacia y la cercanía al socio.

Pero hoy no estoy aquí para hablar de la distribución farmacéutica sino que es otra la

tarea encomendada: tengo el honor de presentar al pregonero de este año.

Ilmo. Sr. Presidente del Real e Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla

Ilmo. Sr. Decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla

Excmo. Sr. Presidente de la Academia Iberoamericana de Farmacia

Sr. Presidente de la Fundación Farmacéutica Avenzoar

Sr. Presidente de Ceofa

Sr. Presidente de Cecofar

Sr. Secretario del Real e Ilustre Colegio Oficial de Farmacéuticos de Sevilla

Señoras y Señores

Compañeros y amigos todos

Querido Martín Carlos

Nuestro pregonero nació en Sevilla en 1959, siendo el menor de seis hermanos. Aunque

en su casa no había raíces farmacéuticas, tras plantearse varias posibilidades como

medicina, arquitectura o veterinaria, finalmente se decantó por Farmacia. Algo tuvo que

ver la huella que le dejó su primera profesora de Ciencias Naturales en el Colegio San

Alberto Magno, la farmacéutica Cecilia Peinado, con la que aún hoy sigue en contacto.

Se licenció en nuestra ciudad en 1982, con la cuarta promoción, tras haber empleado un

año en el servicio militar como enfermero.

El último año de carrera acudió a Cecofar con su entonces novia, hoy su mujer, María

Dolores, para reetiquetar medicamentos. Aquella visita fue su primer contacto con la

cooperativa, en las personas de Popi y Pedro Casado, y también, por qué no decirlo, una

pequeña ayuda para preparar el ajuar.

Licenciado ya y por recomendación de la farmacéutica de su barrio, Pilar Copado

Rubio, ingresó como alumno en el Laboratorio de Análisis de Paco Moreno Ponce, en la

Barriada de Pío XII. Tras año y medio se quedó de adjunto en la farmacia que Paco

compartía en copropiedad con su compañero de promoción José Fajardo Rodríguez. Es

por eso que Martín Carlos sostiene haber tenido dos maestros: Paco, su maestro

científico y Pepe, su maestro en el mostrador. Desde entonces, desde 1984, sigue de


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adjunto en la misma farmacia. Ya en una ubicación distinta, en Pino Montano, a donde

se trasladó en 1996. Y con titulares distintos, con Alicia Fajardo González, sucesora de

Pepe, fallecidos ya sus maestros. Probablemente sea Martín Carlos uno de los adjuntos

más antiguos de Sevilla y fiel a la misma farmacia.

Es tal su lealtad a la farmacia que reconoce que si bien cuando quiso tener farmacia no

pudo, cuando sí pudo tenerla ya no quiso, pues se sentía tan a gusto donde estaba, que

no le merecía la pena cambiar.

Martín Carlos, con su entrega, es un claro ejemplo del gran valor que aporta el

farmacéutico adjunto en la farmacia: incorporar personal muy cualificado, aumentar la

profesionalidad del servicio que prestamos desde la farmacia a la sociedad y posibilitar

la implantación de nuevos servicios de salud.

Su larga trayectoria en la farmacia y su gran valía, derivaron en su nombramiento como

patrono de la Fundación Farmacéutica Avenzoar en 2013, siendo el primer farmacéutico

adjunto en ingresar en la fundación. Este reconocimiento le llenó de satisfacción, al igual

que el haber sido elegido para pronunciar el II Pregón de Semana Santa del Colegio

Farmacéutico en 2014. Contamos por tanto este año con un pregonero experimentado,

pues a éste se le suman el Pregón del Cofrade de la iglesia de San Nicolás, el Pregón de la

Cofradía de Jesús Nazareno de Águilas y la Exaltación de la Navidad del Colegio

Sagrada Familia.

Sin embargo, si profundizamos en la vida de Martín Carlos, encontramos otros detalles

que le hacen tremendamente especial. Hace ya unos meses, al leer su currículum, no

pude evitar sorprenderme por lo diferente, genuino y por su gran nivel. Y me vino a la

cabeza algo que había leído por aquellas fechas, que dice:

"Las personas tienen muchas cosas en común, pese a ser maravillosamente diferentes".

Pues bien, de esos detalles que le hacen maravillosamente diferente, voy a destacar tres

pasiones que tiene nuestro pregonero: su hermandad, la Cerámica de Triana y el Belén.

Su hermandad, la Candelaria, que es casi su segundo hogar. En ella ha ostentado

diversos cargos en la secretaría desde 1982, siendo en la actualidad su Archivero. Su

extenso trabajo en el Archivo le llevó a publicar el libro "Semblanza histórica de la

Hermandad de la Candelaria" en 1996.

La Cerámica de Triana, a la que ha dedicado horas y horas de estudio. Es un auténtico

especialista en la materia, da charlas sobre el tema, cuenta con la sección fija "Cerámica

Cofradiera" en el Boletín de las Cofradías de Sevilla y forma parte del equipo de

dirección de la web retabloceramico.net . Además, impulsó la creación de la asociación

Amigos de la Cerámica Niculoso Pisano. A mí me regaló hace unos meses un libro sobre

la cerámica de la Plaza de España y os puedo asegurar que es una maravilla.


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Y su tercera pasión, los belenes. Es belenista y desde 1984 monta un Belén en los

escaparates de la farmacia, que embelesa a los que pasan por delante y le ha valido más

de un premio, incluido el de nuestro colegio.

Pero he de decir que su gran pasión no es ninguna de estas tres, ni tampoco la farmacia,

sino que como pueden adivinar su gran pasión es su familia. Su mujer María Dolores,

con la que lleva muchos años felizmente casado y sus dos hijas: Mari Carmen y Fátima.

Ninguna de las dos ha seguido sus pasos en la profesión farmacéutica, la mayor es

Licenciada en Comunicación y trabaja como Educadora en la Fundación Proyecto Don

Bosco y la pequeña está acabando Medicina. Pero me consta que sí han heredado de él

su profundo amor a la Candelaria.

Dije antes que "Las personas tienen muchas cosas en común, pese a ser

maravillosamente diferentes". Permítanme que les relate algo de lo que tenemos en

común en nuestras vidas, desconocido por mí también hasta hace poco.

Si fue mi tío Miguel, compañero nuestro de profesión, quien en gran parte propició la

instalación de mi padre en Sevilla y por tanto de mi familia, fue él mismo, desde su

farmacia de la calle Niebla, quien proporcionó a la que sería suegra de Martín Carlos lo

necesario para dar a luz a María Dolores en una época en que los partos se producían en

las casas.

También compartimos hitos: el será el primer farmacéutico adjunto nombrado

Pregonero de la Patrona, como yo fui la primera hija de pregonero en coger el testigo de

su progenitor.

Y para mí, lo principal que tenemos en común: la ilusión por la vida.

Querido Martín Carlos, llegó tu momento, para el que te has preparado con la pasión e

ilusión que te caracterizan durante este año. Que la Luz de tu Candelaria te ilumine y la

sonrisa materna de María te de fuerza. Nosotros, vamos a disfrutar contigo.


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"Bienaventurada me llamarán todas las generaciones

porque el Todopoderoso ha obrado en mí maravillas"

Hace más de dos mil años que María pronunció esta frase aceptando confiada los planes

de Dios. En esta luminosa mañana en la que su bendita imagen preside este salón,

reunidos los farmacéuticos sevillanos ante su excelsa presencia, renovamos un año más

nuestra filial adhesión a la que desde hace siglos es nuestra Patrona.

El mundo ha dado muchas vueltas desde entonces, pero su figura de Madre y

Mediadora continúa muy presente entre nosotros. Bajo tu protección, Virgen María,

ponemos nuestro trabajo y dedicación en beneficio de la salud y el bienestar de los

demás.

Tú, que eres manantial de Luz, desde antiguo representada como “mujer vestida de

sol”, eres faro y guía de nuestro quehacer diario.

Derrama tu Gracia y tu Pureza sobre nosotros en esta ciudad que es abanderada de tu

defensa como libre de pecado, y que sea así continuada y acrecentada por los sevillanos y

por los futuros farmacéuticos que habrán de sucedernos.

Salutación y agradecimientos

Ilmo. Sr. Presidente y del Real e Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Sevilla,

Ilmo. Sr. Decano de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla

Excmo. Sr. Presidente de la Real Academia Iberoamericana de Farmacia

Ilmo. Sr. Presidente de la Fundación Farmacéutica Avenzoar

Sr. Presidente de Ceofa

Sr. Presidemte de Cecofar

Sr. Secretario del Real e Ilustre Colegio de Farmacéuticos de Sevilla

Ilmo. Sres. representantes de Instituciones y Colegios profesionales

Hermano Mayor y hermanos de La Candelaria, compañeros, familiares y amigos.


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En primer lugar, agradecer a Maity la presentación tan cariñosa que ha hecho de este

pregonero, que viene humildemente a recoger el alto testigo que en este mismo atril

dejaste el año pasado. Sea nuestro primer recuerdo para tu madre, ejemplo de mujer,

madre y farmacéutica para todos los que la conocimos.

Mi gratitud al Presidente y Junta de Gobierno de nuestro Colegio por haber depositado

en mí su confianza para llevar a cabo el alto cometido que se me encomienda, que para

mí es un honor y una responsabilidad, por ser el primer farmacéutico adjunto

Pregonero de nuestras fiestas en honor de la Inmaculada. Este gesto demuestra la

voluntad de integrar a todos los farmacéuticos en la institución que nos representa

corporativamente.

Gracias, gratitud, agradecimiento… tres palabras que engloban un mismo sentir. El

que quiero compartir con todos vosotros en esta mañana.

Gratitud por tantos favores recibidos de la vida, de la familia y de las personas con las

que a diario convivimos en los distintos ámbitos de nuestra actividad profesional,

familiar y de ocio.

Gratitud por compartir con la mayoría de los aquí presentes, junto con sus familias, una

de las profesiones más bonitas y gratificantes que se puede ejercer.

Gratitud, a la vez que un recuerdo afectuoso a todos los compañeros y familiares que

por razones de enfermedad o incapacidad física hoy no pueden acompañarnos, y de

forma especial por los que ya no están entre nosotros.

Gratitud por vivir en uno de los mejores lugares del mundo, Sevilla, nuestra ciudad,

paraíso terrenal anticipado….

Gratitud, en definitiva, por tener como protectora y referente profesional nada menos

que a la Madre de Dios.

Éste será, básicamente, el equipaje con el que voy a recorrer mi disertación: La

Inmaculada, Sevilla y la Farmacia. La he titulado:

“María: Camino de Luz del Farmacéutico”

Antes que nada, debo hacer una aclaración: A lo largo del Pregón será mencionada

varias veces la palabra farmacéutico y boticario. Para no ser reiterativo, he optado por

la costumbre y la sencillez. Como llaman en lingüística, usaré el “género no marcado”.

Solo deciros que en un Pregón donde María es la protagonista vosotras, las

farmacéuticas y boticarias, jugáis un papel muy importante, pues además sois mayoría

en nuestra profesión. Tenéis mucho mérito, como tantas y tantas mujeres, de llevar

adelante vuestro trabajo, vuestra maternidad y con toda seguridad el peso de vuestros

hogares. El alma de la Farmacia sevillana tiene mucho de vosotras, de vuestra

sensibilidad y de vuestro espíritu de sacrificio, así que espero tener vuestra compresión e

indulgencia en este sentido.


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La Inmaculada, siempre cerca

Me pregunto si Sevilla es como es gracias a la Inmaculada, o el culto y la devoción a la

Inmaculada que en Sevilla se le profesa se debe a nuestra forma de ser y entender la

religiosidad, y cómo esta disyuntiva, que suma y no resta, ha repercutido en que la

Farmacia Hispalense se haya forjado y sea como hoy la conocemos.

Sevilla nos ha enseñado desde pequeños a querer a María, siempre presente en sus

calles, en sus iglesias y conventos. Nací en la calle Santas Patronas, en el barrio del

Arenal. De pequeño visitaba la Inmaculada Pura y Limpia del Postigo, tras la reja de su

capillita, cuando acompañaba a mi madre al desaparecido Mercado de la calle Arfe.

Después se han ido produciendo un cúmulo de coincidencias en mi vida, que analizadas

con el paso de los años me han confirmado que Ella siempre ha estado muy cerca, como

lo está una buena Madre, atenta, vigilante y protectora.

Sevilla me acercó desde mi niñez, como quizá a muchos de vosotros, a conocer a María a

través de sus hermandades y cofradías, a verla plasmada en cuadros por los célebres

pintores que en esta ciudad moraron, a saber de su pureza representada en la jarras de

azucenas de la Giralda, encontrarla cada mañana del Corpus sobre la alfombra de

juncia y romero que desde siglos a sus pies se extiende, y a verla reproducida en las

decenas de azulejos esparcidos por plazas y calles que proclaman su virginidad

inmaculada.

En el ámbito doméstico, mis primeros recuerdos infantiles de versos dedicados a María

están ligados al baño, pues en invierno se acostumbraba a poner a calentar la ropa en el

brasero con alhucema. Esas tradiciones ya son historia desgraciadamente. Mientras me

vestían, mi madre o mis hermanas mayores rezaban aquella jaculatoria que dice:

“Bendito y Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar / y la Pura y Limpia Concepción

de María Santísima / concebida sin mancha de pecado original desde el primer instante de

su purísimo ser natural y gracia. Amén”.

El siguiente encuentro con María en mi vida llegó con siete años. Esta venía rebosante de

Luz, vive en San Nicolás y se llama Candelaria. El rostro de su Hijo es el de un

Nazareno que se venera como el Señor de la Salud, esa por la que todos trabajamos y es

nuestra razón de ser profesional.

María se me presentó llena de dolor en mi primera Madrugada de Viernes Santo,

envuelta en aromas de azahares, Dolor y Pureza aunados que los hermanos de El

Silencio, la Primitiva Hermandad de los Nazarenos de Sevilla, juraron defender libre de

pecado original, hasta derramar su sangre si fuera menester, hace ahora cuatrocientos

años.

De inmediato hizo suyo el juramento el Cabildo de la Ciudad, y todas las demás

hermandades y cofradías de Sevilla, así como buen número de instituciones, entre ellas,


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la Santa Caridad que fundara Don Miguel de Mañara, como así se recoge en sus Reglas.

Eso ocurrió en Sevilla, más de dos siglos antes de que la Iglesia lo elevara Dogma de Fe.

Vuelvo a encontrarme con María cuando empecé mis estudios de Farmacia en 1976. Era

patrona de la Facultad; en los últimos cursos, cada año, al llegar diciembre

celebrábamos actos en su honor, algún que otro sainete y actos recreativos, que algunos

de los compañeros de promoción aquí presentes recordaréis con cierta nostalgia.

Todavía no existía el edificio de la Facultad, íbamos de curso en curso peregrinando por

las diversas facultades de otras ramas.

No acaba aquí el rosario de coincidencias: llegó el servicio militar. Por ser estudiante de

Farmacia fui destinado como enfermero militar y responsable del botiquín a un

Regimiento de Infantería, arma de la cual también es Patrona la Inmaculada.

Contrariamente a la idea extendida de que “la mili” era una pérdida de tiempo, me fue

de gran utilidad para mi posterior ejercicio profesional.

La última casualidad os la contaré poco más tarde…

Se aproxima su festividad

Pronto llegará el 8 de diciembre, su fiesta. Este año, la Misa que anualmente se celebra

en distintos conventos sevillanos va a tener un carácter muy especial. Haced lo posible

por asistir. Será en el convento de San José del Carmen, en el barrio de Santa Cruz,

frente a la casa de Murillo, donde las monjas Teresas atesoran un patrimonio artístico y

espiritual de hondo significado para nosotros.

Y esa particularidad se debe a que hace unos meses nuestra compañera María de los

Ángeles de Rojas Álvarez ha leído una tesis doctoral sobre la historia de nuestro Colegio

bajo la dirección de la cátedra de Historia y Legislación Farmacéutica, en la que hace

una novedosa aportación histórica, que os explicaré.

En los albores del siglo XVII, la institución que agrupaba a los cerca de treinta

boticarios que ejercían en Sevilla ocupaba unas casas aledañas a este convento. Para este

cenobio el escultor Juan de Mesa gubió hacia 1610 una imagen de María Inmaculada

que preside el retablo lateral izquierdo del presbiterio. Hemos entregado una estampa

suya a la entrada a este salón.

Ante Ella debieron jurar ejercer la profesión con honradez y rectitud los boticarios, en

aquella urbe que en 1615 se inclinó por defender su pureza virginal. Ellos se pusieron

bajo su protección y desde Sevilla se fue extendiendo el patronazgo en primer lugar a

Córdoba y progresivamente al resto de la geografía hispana. A falta de algunas

comprobaciones documentales, la evidencia carga de razón a esta hermosa y razonada

hipótesis, que otorga una vez más el protagonismo a nuestros colegas antepasados y a la

ciudad de Sevilla como abanderada del Inmaculismo y el origen de su patronazgo sobre

los farmacéuticos.


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La misma tarde del día 8, en una estancia catedralicia, Concepción Izquierdo tendrá

preparados los vestidos y accesorios que los Seises precisarán para bailar en el altar

mayor de la Magna Hispalensis en honor de nuestra Patrona. Es una hermosa tarea que

viene realizando desde hace casi veinticinco años. Cuando los Seises están listos, los

conduce en formación hasta el altar de la Inmaculada conocida como “La Cieguecita”,

para que recen ante Ella y dediquen su actuación por alguna intención personal o

familiar.

Desde hace años le ayuda en su cometido su única hija, Ángela, farmacéutica, que está

llamada a ser su sucesora en tan honroso trabajo. Ángela: hoy tengo que decirte que

para nosotros sería un orgullo que una compañera sea algún día la encargada de tener

todo a punto para que cada año Los Seises dediquen a la Virgen Inmaculada su oración

cantada y bailada. Que la Virgen te conceda este privilegio y la capacidad para

continuar tan hermosa tarea.

El Farmacéutico, servidor social

Generalmente, el pueblo asocia la profesión de farmacéutico con el profesional que está

tras el mostrador de la Farmacia cercana a su casa, pues es la ocupación mayoritaria de

nuestro colectivo, pero vosotros sabéis que eso no es rigurosamente exacto, pues para

nuestra formación hemos estudiado diversas materias a caballo entre la biología, la

química y la medicina que nos permiten ocupar puestos de responsabilidad en múltiples

campos al servicio de la salud y el bienestar de las personas.

Son farmacéuticos los que ejercen en la Farmacia

Boticarios, como gustan de llamarnos los vecinos.

Pero también farmacéuticos son …

muchos de los que analizan el aceite,

los alimentos, las drogas, las aguas y el vino.

Farmacéuticos son los que inspeccionan comercios,

donde el alimento es consumo

Y debe primar la seguridad.

Farmacéuticos son los que velan por la dieta,

que es nutrición y no solo ingesta.


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Otros compañeros están en el Hospital,

donde también hay una botica,

pero ésta es muy singular.

Son farmacéuticos muchos

informadores técnicos sanitarios

que ilustran al médico,

de las novedades que pueden recetar.

Farmacéuticos son los que se han especializado

en prevenir nuestros riesgos,

para que no haya siniestralidad.

Farmacéuticos son también muchos docentes;

Los profesores y catedráticos que en la Facultad,

forman nuevas promociones de colegas.

Y los que en Institutos y Academias,

preparan a los técnicos de Farmacia,

Y a los que alimentos manipularán.

Farmacéuticos son también los que

en la industria investigan nuevas moléculas

Y coordinan ensayos clínicos, para obtener

medicamentos que traigan una nueva esperanza.

Recordad que en las enfermedades raras,

Sevilla ha sido y es vanguardia.


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Boticarios son los que saben de plantas medicinales,

origen de nuestra existencia.

Y los expertos en Parafarmacia,

que no es cuestión que se pierda

parcela tan farmacéutica.

Farmacéuticos son también

muchos especialistas en Óptica y Acústica

Para que todo mejor se oiga y se vea

Y los que ejercen en Ortopedia

Que es adoptar la postura correcta.

Los que analizan la sangre y los humores,

Analistas y microbiólogos de prestigio,

Que con elaborados informes

Facilitan un buen diagnóstico clínico.

Los que formulan magistralmente,

Arte y raíz farmacéutica,

Tantas veces centenaria

Que debemos cultivar.

Qué os digo de la Farmacia Veterinaria,

pues los animales y las mascotas también enferman.

Y de los compañeros que hacen de la Dermofarmacia,

del cuidado de la piel, una ciencia.


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También son farmacéuticos

los que cultivan la Homeopatía,

Que es eficaz alternativa terapéutica,

Y también es materia nuestra.

Los que hacen Atención Farmacéutica,

Que es vigilar la salud de forma perfecta.

Son farmacéuticos los péritos forenses,

Pues su opinión es la experta.

Y también los modernos del Marketing,

que la Farmacia es mercado, pero no tienda.

Los que inspeccionan farmacias

Para que nada se tuerza.

Y los de Atención Primaria,

Que tanto se quiebran la cabeza.

No me olvido de los farmacéuticos sevillanos

que marcharon al Reino Unido,

Y dicen Aspirina en inglés,

con acento de nuestra tierra.

Y de los especialistas en vacunas,

siempre en mano el calendario,

que aplicarán en fecha concreta.

Y de los farmacéuticos de la Distribución,

con Cecofar y la nueva Bida Farma a la cabeza,


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siempre tan cerca nuestra.

Recuerdo a los de Farmacia Militar,

que además de fabricar el Tamiflu

Cuando aquel barullo de la gripe A,

acuden a misiones humanitarias

Exponiendo su vida por restablecer la paz.

Y ahora recordamos a los más solidarios, pues…

Farmacéuticos son también los que no conocen fronteras,

Los que visitan a enfermos en Hospitales,

A mayores alojados en Residencias

Los voluntarios de Madre Coraje,

Los que acogen niños bielorrusos

como uno más de la familia,

y los que en las Misiones trabajan

por levantar y mantener una Farmacia digna

con que aliviar tanta miseria.

Y todos esos compañeros,

que alguno me habré dejado atrás,

son los farmacéuticos,

que junto con los demás profesionales sanitarios,

ofrecen lo mejor de sí mismos, sin escatimar.


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Son mujeres y hombres de luz y de ciencia

que de forma seria y responsable

sirven eficazmente a la sociedad.

¡Pido para ellos un aplauso….!

Mis comienzos profesionales

Quiero relataros de la forma los más resumida posible mi llegada al mundo de la

Farmacia, no tanto por contaros mi vida, quizá muy parecida a la vuestra, como

recordar aquellos años de la Farmacia sevillana.

Cuando terminé la licenciatura en 1982, pedí a la farmacéutica titular de la farmacia

más cercana a los bloques de Los Diez Mandamientos, donde vivíamos, doña Pilar

Copado Rubio, que

me orientara en mis comienzos. Pilar era además vecina de nuestra calle, por lo que

existía una familiaridad con ella, con su madre y con sus hermanas. Gracias, Pilar, por

acompañarme en este día. Toda amabilidad, me recomendó que visitara a un

compañero suyo que en la barriada de Pío XII tenía uno de los laboratorios de análisis

clínicos más prestigiosos de Sevilla dentro de la clase farmacéutica: Francisco Moreno

Ponce.

Paco Moreno me recibió con los brazos abiertos como a tantos farmacéuticos sevillanos

que pasaron por su laboratorio. Tras una breve entrevista me dijo: “Mañana salgo de

viaje de la Promoción, pero puedes empezar cuando quieras”. A la mañana siguiente,

estaba en su laboratorio ilusionado y nervioso, dispuesto a aprender todo lo que pudiera.

Allí me encontré con otro nuevo alumno, Santiago Soto Antequera.

A los dos días sonó el teléfono. Lo descolgó Ana Mari, su técnico de laboratorio.

-Buenos días, Ana Mari. ¿Cómo está el Laboratorio? ¿Qué novedades tenemos?

- Muy bien, Don Francisco, hay veinte muestras. Esta mañana ha estado para una

extracción de sangre Imperio Argentina, que venía de parte de don Juan Mota. Le ha

llamado Don Manuel Fombuena, para un asunto de la Fundación Avenzoar y en estos

momentos entra por la puerta don Patricio Mariano con unas muestras de sangre y

orina. Ah, también le han llamado de la Asociación Española de Farmacéuticos

Analistas, y desde Barcelona Don Fernando Dalet, para el curso de sedimento urinario.

Por último, ha llamado don José Fajardo, por el traslado de su Farmacia de la plaza

San Leandro.

- Gracias, Ana Mari, pasado mañana volvemos.


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- Don Francisco, perdone, estoy algo preocupada….

-¿Qué ocurre, Ana Mari?

- Que el alumno que nos ha mandado doña Pilar se ha presentado ayer con una máquina

de escribir y esta copiando todo lo que hacemos en el laboratorio de pe a pa. ¿No será un

espía?

Como fácilmente se deduce, lo que estaba escribiendo junto con mi compañero en

prácticas eran los procedimientos de trabajo detalladamente, que por entonces solían

estar en libretas escritas a mano, en los manuales de los equipos o algunas veces en la

memoria. Sin saberlo, estábamos redactando unos rudimentarios protocolos

normalizados de trabajo que años más tarde se convertirían en obligatorios. Sus

fotocopias sirvieron de apuntes a los nuevos alumnos que pasaron por el Laboratorio de

Pio XII.

Volviendo a mis años juveniles, casi con pantalón corto, no puedo dejar de citar a otro

boticario que abrió su oficina de Farmacia en el barrio después de Pilar: Bernardo

Murillo Taravillo. No olvidaré aquella tarde de invierno, a punto de cerrar, en la que

Don Bernardo me entregó un apresurado informe de glucemia de mi madre

recomendándome que la lleváramos al Hospital: 440 mg %. Imaginaros lo que siento

cuando cuarenta años más tarde ambos nos sentamos juntos en las reuniones del

Patronato de la Fundación Avenzoar. Impensable.

Pues bien. Allí, en el Laboratorio de Pio XII conocí al que iba a ser mi otro maestro en el

mundo de la Farmacia: José Fajardo Rodríguez, compañero de Facultad de Paco

Moreno en Granada, que iban a establecer una oficina de Farmacia en copropiedad, en

la que me propusieron trabajar como farmacéutico; todavía el término adjunto estaba

en pañales. Dos maestros, uno científico y otro del mostrador.

Pepe fue hijo póstumo de uno de los maestros de obras que trabajó para la Exposición

Iberoamericana e intervino en la construcción de numerosos edificios, entre ellos este

Hotel donde hoy nos reunimos. Pepe tenía esa cualidad humana que se conoce como

“don de gentes”. Recuerdo sus palabras a la hora de comenzar la jornada: “labor,

dedicación, servicio… ese es el mayor patrimonio profesional que puede tener un

farmacéutico”.

De la mano de ambos maestros empecé a asistir a los actos de la Patrona, a conocer a los

boticarios de su círculo de amistades y a los responsables del Colegio, que me acogieron

con cercanía y familiaridad: Antonio González, Manolo Arenas, Leonardo Gaviño,

Gonzalo Rodríguez Buzón, Manolo Fombuena, José Antonio Salas Peñate, Juan Mota,

Ernesto Cortés, Pepe Villafranca, Patricio Mariano y Pepe Hidalgo. Éste último,

colegiado de honor, tiempo después de tratarle me enteré que no era boticario. A mí,

siempre me lo pareció.

También traté estrechamente a dos personas que nos han dejado estos meses pasados:

Angelita Fajardo, eterna secretaria del Colegio, y el decorador de Farmacias Álvaro


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Satué, que regaló el azulejo de la Inmaculada que hoy preside el salón de actos de

nuestro Colegio.

Solo añadir que hoy porto sendos recuerdos de mis maestros: en mi solapa el escudo de

Farmacia en oro que regaló a Pepe su novia y luego esposa, Coral, cuando acabó la

carrera en 1957. De Paco, el pisacorbata con el emblema de nuestra profesión diseñado

por Satué, que su viuda -Amparo- y sus hijos me entregaron como recuerdo.

Los Farmacéuticos Adjuntos

Cuando empezamos en aquellos años la figura del farmacéutico adjunto estaba en

mimbres. No teníamos casi ni denominación específica. Se estaban delimitando sus

competencias, eran tiempos nuevos para la Farmacia, en una España en transición y

desarrollando las autonomías. Ahí estábamos saliendo nuevas promociones de

farmacéuticos, que la Farmacia de toda la vida los fue absorbiendo poco a poco.

Un grupo de siete compañeros, algunos de mi promoción y hoy aquí presentes,

encontraron amparo y orientación en el Colegio entonces presidido por Antonio

González, que fue muy sensible a esta nueva circunstancia. Crearon en 1984 la

cooperativa laboral Farmase, ofreciendo sus servicios profesionales a las oficinas de

Farmacia que pudieran precisar un facultativo. Pervivió dos años, fue una experiencia

muy positiva para todos y cauce de orientación profesional de esta nueva figura laboral

de la oficina de Farmacia.

Hoy día, el número de adjuntos iguala e incluso pudiera superar el de titulares.

Aproximadamente un tercio de los colegiados sevillanos ejercemos como adjuntos. Creo

que hemos aportado mucho a la Farmacia en las últimas décadas, combinando la

experiencia de los farmacéuticos veteranos con la savia de las nuevas generaciones.

Seguimos esperando más claridad normativa en nuestras funciones, obligaciones y

responsabilidades; en definitiva, una regulación actualizada de nuestra figura

profesional.

En el modelo de oficina de Farmacia en el que nos movemos en la actualidad, los

farmacéuticos adjuntos deben tener un papel destacado, pues si se vislumbra una

Farmacia especializada con cartera de servicios, serán necesarios farmacéuticos

adjuntos con formación específica, integrados en equipos de salud, para que sea

incuestionable nuestro papel en el contexto sanitario y asistencial. También mi

reconocimiento a los Técnicos de Farmacia, pieza esencial de todo el equipo humano de

la Farmacia.

Quiero recordar de forma especial a aquellos compañeros que han tenido menos fortuna

laboral a pesar de su valía personal y preparación, y pedir a nuestra Patrona que

interceda por ellos y haga brillar su Luz para que puedan tener la estabilidad laboral,

personal y familiar por la que tanto luchan día a día y creo que merecen.. Nuestra


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profesión y la Farmacia requieren estabilidad, externa e interna, para que siga dando

buenos frutos en todos los estamentos implicados, empezando por nuestros pacientes.

Muchos farmacéuticos adjuntos han llegado a ser titulares. Otros seguimos donde

empezamos. Cuando alguien me pregunta extrañado por qué después de tantos años de

ejercicio no tengo mi propia Farmacia, les contesto lo siguiente: “Cuando quise, no pude,

y cuando pude, no quise”.

Mi trabajo me ilusiona como el primer día, que ya es privilegio, he tenido y tengo como

titular a compañeros que me han permitido ejercer la profesión con libertad y

confianza. Gracias, Alicia, y a vosotras, compañeras de Farmacia San Leandro. Gracias

también a los compañeros de la Farmacia de Pio XII, donde se hunden mis raíces.

El farmacéutico visto por la sociedad

¿Cómo llamamos a las personas que entran en la Farmacia? Unas veces decimos

clientes, otras pacientes… ahora está de moda llamarlos “usuarios” ¿hará falta algún

día la contraseña?. Para el ocasional, cualquiera de ellas nos puede valer, pero para el de

diario, me gustaría llamarlos amigos, pues son nuestros incondicionales.

Y uno de ellos, que tiene madera de pregonero, al saber que hoy iba a pronunciar el de

nuestra Patrona, me ha compuesto unas líneas por si tenía a bien incorporarlas a este

Pregón y compartirlas con vosotros, en la que quiere poner de manifiesto cómo percibe

nuestra labor desde el otro lado del mostrador.

Como Pregonero, mi cometido hoy es exaltar nuestra profesión, y en ello estoy. Pero en

la vida, la importancia real es la que los demás te quieran otorgar.

Así que, honrado, pongo voz a sus reflexiones:

Bata blanca que te atiende

tras un mostrador sagrado,

que tranquiliza al doliente

con sacerdocio entregado.

Abuelos, embarazadas,

hipertensos, resfriados,

todos acuden en masa

a este gran confesionario.


19

“Tome su medicamento,

que pronto estará sano”,

“cuidado con este otro,

puede estar contraindicado”.

Y así van pasando y pasa

casi todo el vecindario,

cada cual con su receta,

con su duda … y con su trago.

Un consejo, una advertencia,

una instrucción y un esmero,

y muchísima paciencia

cuando afirmamos: “no me entero…”

“Qué me dices, boticario,

qué me dices, compañero,

mi aliado, que me has librado

de más de un atolladero”.

En vosotros busco y encuentro

mi “tabla de salvación”,

que en hablando de Botica,

confiamos un montón.


20

Con esta sumo una más

a las veces que dí gracias

y que grité “menos mal”,

porque pude consultar

con mi mejor vecina…

mi amiga, la Farmacia.

(F. Piruat)

Un siglo de Farmacia sevillana

Trataremos de hacer a continuación un breve recorrido por el último siglo de la

Farmacia sevillana, porque en este 2016 se cumple un siglo de algunos hitos importantes.

Retrocedamos a 1916. Un grupo de sevillanos estaba gestando la idea de erigir un

monumento a la Inmaculada en la plaza del Triunfo. En este año nació mi padre, que el

mes que viene hubiera cumplido 100 años. En su juventud mi padre perteneció junto

con su hermano mayor a la Congregación de María Inmaculada y San Luis, Los Luises,

que tanto auge llegó a alcanzar con el jesuita Padre Pedro Ayala. El Padre Ayala fue

quién allá por los años treinta trasladó el rezo de la sabatina desde la iglesia de la calle

Jesús del Gran Poder a los pies del Monumento a la Inmaculada. Iba acompañado de los

jóvenes congregantes y sus familias, entre ellos mi padre, mi tío y mis abuelos, a esa

naciente Vigilia que con el paso de los años se ha convertido en la noche de las tunas en

torno al monumento. Una más de las casualidades que antes comentaba: mis padres y

uno de mis hermanos contrajeron matrimonio en la capilla de Los Luises, de la calle

Trajano, cuyo altar lo preside la Inmaculada Concepción, y donde está enterrado el

Padre Ayala. Gracias, tito Juan, por contarme tus recuerdos familiares en este sentido.

En 1916, se creó la Unión Farmacéutica Nacional, origen del Consejo General de

Colegios Farmacéuticos. Ello supuso una nueva era para los Colegios provinciales y por

tanto de la organización y desarrollo de nuestra profesión. Si bien en esas primeras

décadas los boticarios sevillanos andaban divididos, cuando las aguas volvieron a su

cauce y se hizo valer el lema “La unión hace la fuerza” soplaron nuevos vientos para la

Farmacia sevillana.

Repasando la trayectoria que los farmacéuticos sevillanos hemos recorrido a lo largo del

siglo XX y en estos primeros años del XXI, creo que debemos ser optimistas y estar

orgullosos de muchos logros alcanzados, algunos a título individual y otros a título

colectivo. En muchos aspectos somos tomados como modelo en otras provincias

españolas, por la influencia y la iniciativa en la adaptación profesional a las

circunstancias de cada momento.


21

Basta leer la obra editada este año “De la relevancia farmacéutica sevillana” para

comprobarlo. No puedo dejar pasar la ocasión de aportar mi granito de arena al grupo

de personas que están promoviendo la beatificación de un farmacéutico sevillano del

siglo XX: don Ignacio Gómez Millán. Aparte de sus cualidades artísticas, plasmadas en

los enseres de nuestras hermandades y cofradías, Don Ignacio tuvo superiores

cualidades humanas, pues promovió la atención a los niños desfavorecidos creando la

Asociación de Ejercitantes de Nuestra Señora del Rocío, haciendo mucho bien a la

sociedad sevillana de su época. Sus restos mortales reposan en el interior de la iglesia

parroquial de La O, en la calle Castilla. Quiera Dios que algún día no lejano contemos

con un beato farmacéutico sevillano.

Otros muchos compañeros han dado esplendor a la Farmacia Sevillana. En el campo de

la investigación, citaré al profesor Losada Villasante, cuya relación de méritos es

interminable. De su magisterio intelectual, selecciono esta frase: “Se cree en lo que se

confía”. Los farmacéuticos tenemos credibilidad porque la sociedad confía en nosotros.

De forma colectiva, no podemos dejar de resaltar la labor de los farmacéuticos en pro de

la salud y el bienestar de la sociedad sevillana. Mediado el pasado siglo XX, Sevilla

experimentó un notable crecimiento con la construcción de numerosos pisos en el

extrarradio. Ha de valorarse la labor que los farmacéuticos hicieron y siguen haciendo

en los nuevos barrios, pues fueron los primeros sanitarios que llegaron con la apertura

de nuevas oficinas de Farmacia. Entonces no había centros de salud en los barrios, a

veces ni calles asfaltadas.

A nivel rural, en pueblos, aldeas y pedanías, debemos reconocer la labor de los

compañeros que han estado durante décadas de servicio 24 horas todos los días del año.

En esas boticas, tanto urbanas como rurales, se remediaron los males -de todo tipo- de

muchos sevillanos.

A lo largo del siglo XX los problemas de salud de la población han cambiado mucho. De

las enfermedades infecciosas, la mortalidad infantil, el raquitismo y la desnutrición

hemos pasado a unos nuevos males de esta sociedad moderna, donde los farmacéuticos

seguimos estando muy cercanos. En el mostrador se aprende a vivir -desgraciadamente-

viendo a otros sufrir. Como ejemplos de males de hoy día, que tan cerca percibimos,

citaremos además de las enfermedades tradicionales, la soledad, la depresión, las drogas

y adicciones, el maltrato y la violencia de género. Avanzamos en comodidades pero creo

que retrocedemos en algunos valores.

Quiero compartir con vosotros un caso cercano en relación a este último tema, pues hace

dos días que se ha celebrado el día internacional contra la violencia a la mujer. Conchita

-se llama por tanto Inmaculada- es una preciosa niña que ahora tiene siete añitos, de

mirada limpia, ojos como platos, que ya rebasa la altura del mostrador de la Farmacia.

Cuando llegó al barrio apenas tenía dos añitos. Su padre había puesto fin violento a la

vida de su madre y las autoridades la entregaron a sus abuelos. Perdieron a su hija y se

encontraron con la responsabilidad de criar a su nieta, que les llama papá y mamá.

Crece feliz, ignorante de su pasado.


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Cuando viene a la Farmacia, tenemos que tener mucho cuidado de no equivocarnos a la

hora de mencionar a sus abuelos, pues ella todavía no sabe que ha venido a ocupar un

dolor que no tiene alivio, ni tampoco que tiene dos madres en el cielo: la que le dio la

vida y la que vela por toda la familia. Espero que dure muchos años la infancia ideal que

está viviendo y tarde mucho en saber la cruda realidad que le deparó el destino. Desde la

Farmacia, podemos y debemos poner nuestro granito de Luz contra la violencia

doméstica, para que muchas niñas se sigan llamando Inmaculada, pero que a ninguna

más, a ninguna, le pase lo que a Conchita.

Efemérides del año 2016

Repasaremos a continuación algunas efemérides del presente año 2016. Este año que

acaba ha sido elegido como “Año de la Misericordia” por el Papa Francisco, esa brisa

de renovación y estímulo que ha iluminado a la Iglesia. La Misericordia es la capacidad

de sentir compasión hacia otra persona y ante una necesidad poner corazón. Cualquier

parecido con la realidad de nuestro quehacer diario NO es pura coincidencia.

En este 2016 se han cumplido 425 años de la Promulgación de las ordenanzas para

Boticarios de Sevilla, que datan de 1591 y estuvieron vigentes hasta mediados del siglo

XVIII. Se está abordando un estudio desde el departamento de Historia y Legislación de

nuestra Facultad que arrojará importantes resultados para la historia de nuestra

profesión a nivel local. Por cierto, aprovecho para recomendaros la visita al Museo de la

Farmacia de Sevilla que en ese mismo departamento se está creando, muy limitado de

espacio, pero con un futuro brillante si continúa recibiendo las aportaciones de material

histórico de las antiguas boticas sevillanas.

También a lo largo de 2016 hemos conmemorado el IV centenario de la muerte del

escritor Miguel de Cervantes y Saavedra. Como todos sabéis, Cervantes vivió algunos

años en Sevilla, y la visitó en más de una ocasión. Sevilla, en la segunda mitad del XVI

era la urbe de oro forjada a raíz del descubrimiento de América. A la par, buena parte

de su sociedad era menesterosa, sobrada de picaresca y de miseria, como bien retrató en

algunas de sus novelas. Cervantes debió conocer el jardín botánico de Nicolás Monardes,

que estuvo en el extremo opuesto de la calle Sierpes donde estuvo preso en la Cárcel

Real, jardín que incorporó los primeros ejemplares de plantas desconocidas traídos de

las indias occidentales.

En el debate social, los clérigos se dividían en dos bandos, se disputaban la idea de si

María había sido concebida con mancha o no tenía pecado original. Seguro que nuestro

ilustre literato vivió estos previos del mariano debate. Sobre su posición a favor del

inmaculismo no tenemos duda, según se desprende de la lectura de sus obras y de los

testimonios escritos de quienes le trataron.

Solo recordaros, porque creo que la información ha trascendido poco, que cuando hace

dos años se descubrieron en el convento madrileño de Madres Trinitarias los restos que


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con alta probabilidad pudieran ser de Miguel de Cervantes…. ¿Sabéis en qué lugar

exacto del convento estaban depositados?..... A los pies del altar de la Inmaculada

Concepción, nuestra Patrona.

Qué casualidad ¿verdad?

Es una buena ocasión esta efeméride para releer Don Quijote de la Mancha, pues en su

obra hace numerosas referencias a la Farmacia, a los remedios para curar enfermedades

y para preservar la salud, en ingeniosas frases que puso en boca de Don Quijote o de su

escudero Sancho Panza. Hay frases y sentencias de todo tipo, profanas y religiosas, que

tratan de lo divino y de lo humano.

Finalmente, he seleccionado para nosotros, para este Pregón, la siguiente:

“Cada uno es artífice de su ventura”

(El Quijote, II parte, cap. 66)

Cada uno es artífice de su ventura….

En lo personal, en el día a día de nuestra labor, nuestro particular camino de Luz os

propongo se apoye en tres pilares básicos: Ciencia, paciencia y conciencia.

- Ciencia, estudio, preparación, estar al día en continua formación.

- Paciencia, porque el tiempo y la constancia son elementos imprescindibles para

cualquier objetivo que pretendamos conseguir en la vida.

- Conciencia, para distinguir el camino recto por el que discurrir profesionalmente. La

culpa, el maligno, siempre están al acecho. Los cantos de sirena nos llaman

engañosamente, porque son muchos los que intentan apropiarse de los beneficios de

nuestra labor centenaria. De las aguas mansas nos libre Dios….

A nivel individual, cada uno de nosotros sabe lo que ha aportado a la sociedad desde su

trabajo diario, y la repercusión social de su labor constante y tenaz. Os animo a leer el

manifiesto sobre el Compromiso del farmacéutico presentado en el último Congreso

celebrado en Castellón.

A nivel colectivo de los farmacéuticos sevillanos, y fruto de esos valores antes citados,

debemos citar la creación de la Federación Sanitaria, de vida efímera pero pionera en su

organización y fines. La Fundación Avenzoar, que es la primera Fundación sanitaria de

Andalucía y una de las primeras de España. En los últimos años la creación de la

Fundación Mehuer, para auxilio de las enfermedades raras y los medicamentos

huérfanos, en cuyos antecedentes se encuentra la labor desarrollada por nuestro

compañero Moisés Abascal.


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Disponemos de un laboratorio de Farmacotecnia pionero en España, con un equipo de

compañeras que ha hecho de la Fórmula Magistral un firme bastión profesional. Como

todos sabéis a tenor del reciente decreto, se abre un nuevo horizonte en esta faceta que

deberemos encarar con responsabilidad. La Formulación Magistral ha sido nuestro

origen. Otras actividades y servicios profesionales que hemos puesto en marcha en las

últimas décadas han sido iguales o más engorrosas desde el punto de vista operativo y

documental y se están implantando. ¿Vamos a dejar a un lado lo verdaderamente

nuestro?

¿Quién nos va a sustituir si renunciamos? ¿Quién preparará su medicación específica al

niño cardiaco tras su alta de Hospital? El concepto de Farmacia elaboradora y

Farmacia dispensadora nos será de gran ayuda en algunos casos, pero no podemos tirar

la toalla prematuramente. Estoy seguro de que Ana y Concha serán una vez más

nuestras aliadas.

Hemos sido pioneros en la implantación de los Centros de Información del

Medicamento, el segundo tras Madrid, compuesto por un equipo de boticarias de

primera, y también se llevó a cabo en Sevilla el pilotaje y puesta en marcha de la receta

electrónica en Andalucía, gracias a Manolo Ojeda así como otras muchas novedades en

el campo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la formación.

En Sevilla fuimos de los primeros en formar grupos de Atención Farmacéutica,

aportando ese valor añadido a la dispensación que es la farmacovigilancia y el

seguimiento farmacoterapéutico.

No podemos pasar por alto la faceta humanística de nuestra profesión. En este sentido

reconocer la trayectoria en pro de nuestra vertiente humanística del profesor Joaquín

Herrera Carranza. Para saber del papel del farmacéutico en los campos del arte y la

cultura, basta leer la tesis doctoral que dirigió a Juan Carlos Montero Torrejón. En ella

queda patente que “el acto farmacéutico sin humanismo queda vacío de contenido” y

que los farmacéuticos somos “agentes de bienestar social”. Agentes de bienestar social…

Creo que algunos -tal vez muchos- deberían reflexionar…

En la propia celebración de nuestras fiestas patronales los farmacéuticos sevillanos

hemos sido pioneros en su organización y brillantez. Quiero enviar desde esta

privilegiada tribuna un fuerte abrazo a nuestro compañero José Antonio Salas Peñate,

que por imposibilidad física hoy no puede acompañarnos, que junto con el recordado

Juan Mota fueron los principales impulsores de este Pregón y de nuestras fiestas

patronales.


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La Candelaria y la Inmaculada

En el camino que estamos recorriendo en esta especial mañana no podía faltar La

Candelaria, cuya advocación está relacionada con el fuego purificador, pero también

está entroncada con la Luz.

La Hermandad de la Candelaria, que está próxima a cumplir su primer centenario de

existencia, ha contado en su nómina de hermanos con destacados profesionales de la

sanidad sevillana. Don Luis Roca, médico, suegro y abuelo de boticarias, tenía su

laboratorio de análisis clínicos en la calle Mármoles, muy cerca de San Nicolás.

Recordar a nuestro hermano y farmacéutico de Santa María la Blanca don Ángel Luis

Rodríguez Quijada, que cada día al regresar a su casa en el barrio de San Lorenzo se

encomendaba al Señor de la Salud en su azulejo de la fachada de la iglesia y que

milagrosamente le salvó la vida en aquellos años de la guerra civil.

Otra personalidad de la sanidad sevillana fue Don Juan Fernández de la Cruz, médico,

químico y farmacéutico, que estableció su laboratorio de especialidades “Dr. Fernández

de la Cruz”, en la calle Muñoz y Pabón, continuación del laboratorio paterno

“Fernández Gómez”. Don Juan, al que tuve la suerte de conocer siendo niño, fue

hermano mayor de la Sacramental de San Nicolás y de la Candelaria, y gracias a su

generosidad hoy disfrutamos de un magnífico altar y retablo en la Capilla del Sagrario

de nuestra sede canónica.

Recordar también a nuestro querido hermano Juan Zorrilla Durán, que ocupó el cargo

de Hermano Mayor y a quien me unió gran amistad, que antes de ser Ayudante Técnico

Sanitario trabajó de auxiliar en la Farmacia de Jesús Mirón, en la calle Muñoz y Pabón.

En la actualidad somos alrededor de una decena los boticarios que pertenecemos a La

Candelaria, empezando por el presidente de la Fundación Avenzoar, José Antonio Neto

Maestre. Para los demás no paso lista porque os estoy viendo. Gracias por vuestra

asistencia.

Uno de los momentos más emotivos de mis vivencias se produce la noche del Martes

Santo. Al pasar por las naves catedralicias, ante la Capilla Real que preside la patrona

de nuestra archidiócesis, la Virgen de los Reyes, siempre me acuerdo de Popi y de

Concha, dos de sus hijos predilectos. Esta familia de boticarios ha incorporado a su

descendencia el apellido Valpuesta, tan ligado a la historia de nuestra Hermandad. De

Popi, qué os voy a contar que vosotros no sepáis. Popi es amigo, boticario del alma de

todos nosotros, la primera cara sonriente que conocí en el Centro. Luego han venido

muchísimas más.

Cuando vestido de nazareno salgo de la catedral acompañando a mis titulares, me

emociono al contemplar el encuentro entre dos de las representaciones de la Madre de

Dios: la Candelaria rodeando el monumento a la Inmaculada.


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Candelaria es la Luz de una cofradía

Que la noche del Martes Santo

Al pasar junto al Alcázar

pasea su hermosura bajo palio.

Y en su pedestal, mirando al cielo

La Inmaculada, la patrona de Farmacia.

Ambas son Luz, faro y guía

Junto a la más fuerte torre

Con un monumento a la Fe rematada.

Y en esa noche de Martes,

con la claridad que solo iguala el alba

La Inmaculada le dice

A su hermana que pasa:

Marcha con Dios, Candelaria

Bajo tu cielo azul y plata

Que los jardines te esperan

Para que seas su luminaria,

Salud de nuestro cuerpo

y también de nuestra alma.

Que te sigan tus hijos

Por Santa María la Blanca,

Y cuando entres en San Nicolás,

Habrás llegado a tu casa,


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Para seguir auxiliando todo el año

A quien se rinde a tus plantas

Que yo, junto a la Giralda,

seguiré bendiciendo a Sevilla,

Desde esta esbelta atalaya.

Marcha con Dios Candelaria

Que la Salud te precede,

Y esa es nuestra aliada,

Que falta nada menos que un año

Para vernos de nuevo en esta plaza.

No quiero en esta noche,

de estrellas coronada

que las lágrimas empañen

La alegría de tu cara.

Marcha con Dios, Candelaria

Que te lo dice tu hermana,

María, Madre e Inmaculada

Que por los siglos de los siglos

velará por Sevilla,

por su gente…

y por su Farmacia!.


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Se acerca la Navidad

Otra de mis aficiones es el belenismo. Hay muchos boticarios belenistas, que mantienen

cada año la tradición de montar el nacimiento en su botica, en los escaparates o en el

interior. Destaca Gloria Algarín, que desde el año 2000 monta el Belén del Colegio.

Gloria viene alegre cada año desde la calle Feria, cargada de Esperanza, con su legión de

pastores, sus casas, sus paisajes y un sinfín de curiosos detalles, forjando sueños e

ilusiones infantiles en torno al humilde portal donde María se hizo madre de la

Humanidad.

Nuestra mejor recompensa es comprobar el cristal del escaparate con los churretes

dejados por los niños, que desde octubre te están preguntando… ¿cuándo vas a montar

el Nacimiento? y una vez montado, piden a sus padres que los lleven diariamente a la

Farmacia para verlo; son los belenistas -y a lo mejor los farmacéuticos- del mañana.

Cuando este año nos asomemos al pesebre, miremos con ojos de Luz la figura de María,

siempre atenta a su Hijo, siempre atenta a nosotros. Tomo prestados unos versos de mi

amigo Tobías Medina, un sacerdote de Almendralejo:

Reina Inmaculada

De gracia estas llena.

De Dios la Madre

Del Mar Estrella.

En tu entraña, María

El Cielo se encierra

El Verbo se encarna

Y planta su tienda.

En Belén nos diste

A Jesús hecho Niño

Que es fin de toda espera.

Que el fruto bendito

De tu vientre sea

La Luz del Mundo

Gracia a manos llenas.

Concede a todos tus hijos


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Pan para la mesa

Salud, amor y trabajo

Y que haya Paz en la Tierra

(Tobías Medina Cledón)

La nave del Pregón está terminando su singladura. Espero hayáis pasado un rato

agradable en el que he compartido con vosotros vivencias y reflexiones. Gracias por

vuestro apoyo y confianza, esperando haber cumplido la misión encomendada. Mi

felicitación a todos los compañeros que a continuación van a recibir el reconocimiento a

su constante labor en los últimos 25 y 40 años. Enhorabuena por vuestro camino de Luz.

Como ya inició el año pasado Maity, me gustaría que todos juntos dediquemos nuestra

última intención en esta mañana rezando un Ave María en honor a nuestra Patrona, y

en recuerdo de todos los farmacéuticos y farmacéuticas, boticarios y boticarias -ahora sí

que lo digo- de todos los tiempos y lugares que dieron lo mejor de sí mismos a la

sociedad que les tocó servir.

Oración final

¿Me acompañáis? (Todos juntos, de pie)

“Dios te Salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas

las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra

muerte. Amén”.

“maría: camino de luz del farmacéuticovideoteca.farmaceuticosdesevilla.es/videoteca/docs... ·...

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